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<strong>LA</strong> <strong>ANTIDIETA</strong> 34<br />
Entonces, el proceso de toxemia se da diariamente en el cuerpo de dos<br />
maneras: mediante el proceso normal del metabolismo, y por obra de los<br />
residuos que quedan de los alimentos ineficazmente utilizados. Por lo que<br />
se refiere al peso, el sentido común nos dirá que si se generan más residuos<br />
tóxicos de los que se eliminan se producirá una acumulación del exceso, lo<br />
que da como resultado el exceso de peso. El problema se agrava porque las<br />
toxinas son de naturaleza ácida. Cuando hay acumulación de ácidos en el<br />
cuerpo, el sistema retiene agua para neutralizarlos, y esto aumenta más aún<br />
el peso y el agotamiento.<br />
Imagínese el lector trabajando en una gran empresa donde lo que tiene que<br />
hacer es romper todos los días 20 cajas de material escrito y tirarlo a la<br />
basura. Ya sea porque no tiene tiempo suficiente o porque le falta la<br />
energía necesaria, o por ambas cosas, supongamos que no puede<br />
deshacerse más que de 15 cajas por día. Eso significa que al día siguiente,<br />
cuando le entreguen otras 20 cajas, todavía le quedarán cinco del día<br />
anterior. Como no puede deshacerse más que de 15, después del segundo<br />
día se encontrará con diez cajas de más. Si empezó el lunes y trabaja siete<br />
días por semana, el segundo lunes, cuando le entreguen las 20 cajas, ¡se<br />
encontrará con un total de 55, y sin poder deshacerse más que de 15!<br />
Después de solamente una semana, se encuentra con 40 cajas extra, que<br />
tendrá que almacenar en alguna parte hasta que pueda ocuparse de ellas,<br />
pero ¿dónde? Si el lector tiene algún problema de peso, su situación es<br />
exactamente la que acabamos de presentar. Si su cuerpo produce<br />
diariamente más desechos tóxicos de lo que elimina, tendrá que<br />
almacenarlos en alguna parte. Siempre atento a protegerse y a mantener su<br />
integridad, el cuerpo tiende a no almacenar esos desechos en los órganos<br />
vitales o en sus inmediaciones: los almacenará en el tejido adiposo y en los<br />
músculos. Eso quiere decir en los muslos, en las nalgas, en la cintura, en<br />
los brazos, bajo el mentón... en todos esos lugares cuya deformidad más<br />
lamentamos. Si el problema no se controla, el resultado final es no sólo la<br />
obesidad, sino una incomodidad general y una sensación de letargo, ya que<br />
el cuerpo necesita gastar gran cantidad de su energía en el intento de<br />
liberarse de esta acumulación de toxinas.<br />
Lo que el doctor Tilden comunicó a sus lectores hace más de medio siglo<br />
era esto: por más que parezca que el problema escapa del control<br />
individual, no es así. Es un simple fenómeno fisiológico, no un misterio.