Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

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12.07.2015 Views

3. PROCESOS BIOCONDUCTUALES SUBYACENTES A LAS FARMACODEPENDENCIASmecanismo mediante el cual la dopamina ejerce esta función se conoce ahora como“sensibilización al incentivo”. Por consiguiente, el cerebro se hace más sensible, o “sensibilizado”,a los efectos motivacionales y gratificantes de las sustancias psicoactivas.Se ha elaborado la hipótesis de que este proceso de sensibilización al incentivoproduce patrones compulsivos de búsqueda de drogas. Mediante el aprendizajeasociativo, el valor incrementado del incentivo se enfoca específicamente alos estímulos relacionados con las drogas, lo que genera patrones cada vez máscompulsivos de búsqueda y consumo de éstas.Sensibilización psicomotoraLa mayoría de los estudios de laboratorio que demuestran que la administraciónrepetida de sustancias psicoactivas puede producir sensibilización del sistemamesolímbico dopaminérgico tienen que ver con dos medidas: las medidas de losniveles de dopamina y sus metabolitos en el núcleo accumbens, y las medidas de losefectos activadores-psicomotores de las drogas, como su capacidad para aumentarla actividad locomotora en animales de laboratorio. Los estudios sobre los efectosactivadores-psicomotores de las drogas son relevantes a las dependencias, porque elsistema mesolímbico dopaminérgico controla la locomoción y la conducta, y la locomociónes una variable conductual fácilmente observable de la función del núcleoaccumbens (Wise y Bozarth, 1987).Existen ahora considerables evidencias de que la administración intermitentey repetida de sustancias estimulantes psicomotoras produce un incremento progresivoen sus efectos activadores psicomotores. Se ha demostrado la sensibilizaciónpsicomotora de la anfetamina, cocaína, metilfenidato, fencamfamina,morfina, fenciclidina, ecstasy, nicotina y etanol (Robinson y Berridge, 1993).La sensibilización es notablemente persistente, y los animales que han sidosensibilizados pueden permanecer hipersensibles a los efectos activadores psicomotoresde las drogas durante meses e incluso años (Robinson y Becker, 1986;Paulson, Camp y Robinson, 1991). Es importante hacer notar que la sensibilizaciónpuede desarrollarse aun después de autoadministrar una droga (Hooks ycolab., 1994; Phillips y DiCiano, 1996; Marinelli, Le Moal y Piazza, 1998); porconsiguiente, los modelos experimentales de sensibilización son válidos para eluso humano de sustancias.Sensibilización y recompensa de drogasLos estudios demuestran que la sensibilización resulta de los efectos activadores psicomotores,así como de los efectos gratificantes de las drogas psicoactivas (Schenky Partridge, 1997). Por consiguiente, al ocurrir una exposición repetida a las drogasrespecto al tiempo, se incrementan sus efectos subjetivos gratificantes. (Nótese queesto contrasta con la tolerancia a corto plazo que puede presentarse con una solasesión de consumo de drogas. La sensibilización se desarrolla durante días, semanase incluso meses.) Se considera que el cambio del uso de sustancias a la dependenciade las mismas puede estar estrechamente relacionado con el fenómeno de la sensibilización(Deroche, Le Moal y Piazza, 1999).53

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASUn gran conjunto de datos demuestra que la sensibilización se asocia con cambiosmarcados en el sistema mesolímbico dopaminérgico. Existen cambios presinápticos(mayor liberación de dopaminas) y postsinápticos (cambios en la sensibilidaddel receptor). Además, se han observado modificaciones estructurales en las neuronasde salida en el núcleo accumbens y la corteza prefrontal luego de la sensibilizacióna la anfetamina y cocaína (Robinson y Kolb, 1997; 1999).Sensibilización y toleranciaEs importante en este punto volver a enfatizar que la presente argumentación secentra en la sensibilización del sistema mesolímbico dopaminérgico, es decir enel incremento de dopamina en el núcleo accumbens observado como consecuenciade exposiciones repetidas a las drogas, y que ha sido reportado respectoa sustancias psicoactivas de toda clase.La tolerancia puede definirse como el hecho de que una droga produce un efectodecreciente al haber una dosificación repetida, o cuando se deben administrar dosiscada vez más grandes para producir el mismo efecto (Jaffe, 1985, 1990). Existe unatolerancia diferenciada a estimulantes psicomotores, lo que significa que ésta sedesarrolla para algunos de los efectos de la droga, pero no para todos. Ciertamente,como se tratará posteriormente, algunos efectos se incrementan con el uso repetidode las drogas. En humanos se desarrolla rápidamente tolerancia a los efectos anoréxicosy letales de las anfetaminas y la cocaína (Angrist y Sudilovsky, 1978; Hoffman yLefkowitz, 1990). Sin embargo, no se observó ninguna tolerancia o cambio en la sensibilidadde las respuestas conductuales tras dosis orales diarias repetidas de 10 mg deD-amfetamina (Johanson, Kilgore y Uhlenhuth, 1983). Similarmente, no se desarrollótolerancia al “viaje” subjetivo tras dosis orales diarias repetidas de 10 mg de metamfetamina,aunque se generó tolerancia a los efectos cardiovasculares con la dosificacióndiaria repetida (Pérez-Reyes y colab., 1991). Parece desarrollarse cierta tolerancia agudaa los efectos cardiovasculares de la cocaína aun durante un periodo de infusión de 4horas (Ambre y colab., 1988). Los efectos subjetivos, conductuales y cardiovascularestambién declinan tras dosis orales en secuencia de D-anfetamina, a pesar de significativosniveles en plasmas, lo que también indica tolerancia aguda (Angrist y colab., 1987).No se produce tolerancia a los estereotipos de comportamientos y psicosis inducidospor los estimulantes, y de hecho estos efectos conductuales parecen mostrar sensibilización,o un incremento, al haber administración repetida (Post y colab., 1992). Enestudios en animales se han observado resultados similares, en los cuales se desarrollatolerancia a los efectos anoréxicos y letales de la anfetamina, pero no al estereotipo decomportamiento (Lewander, 1974). Esto también es válido para la tolerancia a la nicotina,el alcohol y las benzodiazepinas, que se desarrolla hasta alcanzar algunos efectos dela droga, pero no otros. En el Capítulo 4 se abordará con mayor detalle la toleranciaa clases específicas de sustancias psicoactivas.La tolerancia también puede desarrollarse como resultado de la inducción deenzimas metabólicas; es decir, las enzimas involucradas en el metabolismo de unadroga pueden incrementar su actividad en presencia de concentraciones crecientesde la sustancia. De esta manera, es posible incrementar el metabolismo54

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASUn gran conjunto <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>muestra que la sensibilización se asocia con cambiosmarcados en el sistema mesolímbico dopaminérgico. Existen cambios presinápticos(mayor liberación <strong>de</strong> dopaminas) y postsinápticos (cambios en la sensibilidad<strong><strong>de</strong>l</strong> receptor). A<strong>de</strong>más, se han observado modificaciones estructurales en las neuronas<strong>de</strong> salida en el núcleo accumbens y la corteza prefrontal luego <strong>de</strong> la sensibilizacióna la anfetamina y cocaína (Robinson y Kolb, 1997; 1999).Sensibilización y toleranciaEs importante en este punto volver a enfatizar que la presente argumentación secentra en la sensibilización <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema mesolímbico dopaminérgico, es <strong>de</strong>cir enel incremento <strong>de</strong> dopamina en el núcleo accumbens observado como consecuencia<strong>de</strong> exposiciones repetidas a las drogas, y que ha sido reportado respectoa <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong> <strong>de</strong> toda clase.La tolerancia pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirse como el hecho <strong>de</strong> que una droga produce un efecto<strong>de</strong>creciente al haber una dosificación repetida, o cuando se <strong>de</strong>ben administrar dosiscada vez más gran<strong>de</strong>s para producir el mismo efecto (Jaffe, 1985, 1990). Existe unatolerancia diferenciada a estimulantes psicomotores, lo que significa que ésta se<strong>de</strong>sarrolla para algunos <strong>de</strong> los efectos <strong>de</strong> la droga, pero no para todos. Ciertamente,como se tratará posteriormente, algunos efectos se incrementan con el uso repetido<strong>de</strong> las drogas. En humanos se <strong>de</strong>sarrolla rápidamente tolerancia a los efectos anoréxicosy letales <strong>de</strong> las anfetaminas y la cocaína (Angrist y Sudilovsky, 1978; Hoffman yLefkowitz, 1990). Sin embargo, no se observó ninguna tolerancia o cambio en la sensibilidad<strong>de</strong> las respuestas conductuales tras dosis orales diarias repetidas <strong>de</strong> 10 mg <strong>de</strong>D-amfetamina (Johanson, Kilgore y Uhlenhuth, 1983). Similarmente, no se <strong>de</strong>sarrollótolerancia al “viaje” subjetivo tras dosis orales diarias repetidas <strong>de</strong> 10 mg <strong>de</strong> metamfetamina,aunque se generó tolerancia a los efectos cardiovasculares con la dosificacióndiaria repetida (Pérez-Reyes y colab., 1991). Parece <strong>de</strong>sarrollarse cierta tolerancia agudaa los efectos cardiovasculares <strong>de</strong> la cocaína aun durante un periodo <strong>de</strong> infusión <strong>de</strong> 4horas (Ambre y colab., 1988). Los efectos subjetivos, conductuales y cardiovascularestambién <strong>de</strong>clinan tras dosis orales en secuencia <strong>de</strong> D-anfetamina, a pesar <strong>de</strong> significativosniveles en plasmas, lo que también indica tolerancia aguda (Angrist y colab., 1987).No se produce tolerancia a los estereotipos <strong>de</strong> comportamientos y psicosis inducidospor los estimulantes, y <strong>de</strong> hecho estos efectos conductuales parecen mostrar sensibilización,o un incremento, al haber administración repetida (Post y colab., 1992). Enestudios en animales se han observado resultados similares, en los cuales se <strong>de</strong>sarrollatolerancia a los efectos anoréxicos y letales <strong>de</strong> la anfetamina, pero no al estereotipo <strong>de</strong>comportamiento (Lewan<strong>de</strong>r, 1974). Esto también es válido para la tolerancia a la nicotina,el alcohol y las benzodiazepinas, que se <strong>de</strong>sarrolla hasta alcanzar algunos efectos <strong><strong>de</strong>l</strong>a droga, pero no otros. En el Capítulo 4 se abordará con mayor <strong>de</strong>talle la toleranciaa clases específicas <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>.La tolerancia también pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse como resultado <strong>de</strong> la inducción <strong>de</strong>enzimas metabólicas; es <strong>de</strong>cir, las enzimas involucradas en el metabolismo <strong>de</strong> unadroga pue<strong>de</strong>n incrementar su actividad en presencia <strong>de</strong> concentraciones crecientes<strong>de</strong> la sustancia. De esta manera, es posible incrementar el metabolismo54

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