Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas
7. CUESTIONES ÉTICAS EN LA INVESTIGACIÓN NEUROCIENTÍFICA DEL TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LAS FARMACODEPENDENCIAStransmisión de VIH, hepatitis C y otras enfermedades infecciosas transmitidas porla sangre; sobre patrones de usos ilícitos de anfetaminas (incluyendo el uso inyectado,las razones para hacer la transición al uso inyectado, y la prevalencia de problemaspsicológicos y sanitarios causados por este uso); sobre la prevalencia y las correlacionesde las sobredosis de drogas entre usuarios de heroína, y sobre el seguimientonacional de las tendencias en el uso de drogas ilícitas desde 1996. La informaciónrecabada por estos estudios no podría obtenerse fácilmente de otra forma.Entrevistar a usuarios de drogas en tratamiento, por ejemplo, sería de uso limitadoporque muchos de ellos no buscan tratamiento, y quienes sí lo buscan generalmentelo hacen luego de varios años de problemas de farmacodependencia. Obtener informaciónde esta manera ofrece una advertencia sobre las nuevas tendencias del consumode drogas ilícitas. También brinda la oportunidad de proporcionar a los usuariosde drogas información sobre los riesgos de sus hábitos, y todos estos datos tambiénpueden ser útiles para diseñar campañas educativas orientadas a los consumidoresde drogas ilícitas. Asimismo, los hallazgos de tales estudios se exponen regularmenteal personal de centros de tratamiento, para mostrarle los problemas que seestán presentando entre personas que buscan ayuda.Los opositores de esta práctica expresan la preocupación de que pagar a losparticipantes funcione como un incentivo, porque representa la posibilidad decomprar drogas. La primera pregunta es si los usuarios de drogas tienen los mismosderechos que los demás a ser compensados por el tiempo e inconvenientesde ser entrevistados. El dinero, efectivamente, es probable que se emplee paracomprar tabaco, alcohol o drogas ilícitas, pero también puede serlo cualquieringreso que obtenga el consumidor de drogas mediante su empleo, la seguridadsocial o el delito. En términos del patrón diario de uso de drogas entre la mayoríade los usuarios de drogas inyectadas, 20 dólares representan sólo una cantidadpequeña de lo que normalmente se puede comprar en las calles por día. Estacuestión sigue siendo controvertida y aún no tiene solución.Privacidad y confidencialidadLos investigadores están obligados a proteger la privacidad de los participantes enel estudio. No se debe divulgar información personal sobre los participantes a ningúnindividuo o grupo de individuos sin la autorización directa de aquellos, y no debenser identificables en los resultados publicados del estudio (Brody, 1998). Estas normasson especialmente relevantes si los participantes en el estudio tienen una condiciónestigmatizada, como enfermedad mental o farmacodependencia.Proteger la privacidad de los participantes y la confidencialidad de la informaciónque proporcionan es de importancia crucial en investigaciones donde se recabandatos sobre el uso de sustancias. El consumo de algunas sustancias psicoactivas(cannabis, cocaína y heroína, por ejemplo) es ilegal, al igual que el uso de alcoholen quienes aún no cumplen la edad mínima legal para beber. Los estudios sobre usosde drogas pueden incluir preguntas sobre el consumo de drogas ilícitas y la comisiónde otros actos ilegales, como manejar en estado de intoxicación, vender drogas ilícitaso realizar hurtos, fraudes o emplear violencia para financiar el uso de drogas.221
NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASSi estos datos estuvieran vinculados con algún individuo identificado y se proporcionarana la policía, entonces el participante afrontaría cargos penales. En EstadosUnidos los investigadores obtienen certificados de confidencialidad para asegurar alos sujetos que aquello no sucederá. Sin embargo, la situación legal de tales certificadosno es clara, puesto que el certificado es emitido a escala federal; no está biendefinido si tendría estatus legal en los tribunales estatales, y tampoco si habría accesoa este documento durante demandas de derecho civil. La situación legal en muchosotros países tampoco es clara.La confidencialidad no es tan problemática cuando se recaban datos en una solaentrevista transversal. La información que se proporciona generalmente no contieneel nombre del participante u otros identificadores, porque no es necesario recabarestos datos. La confidencialidad se hace más problemática cuando se graban las entrevistas(en cintas, por ejemplo), porque esto podría utilizarse en procesos legales. Laconfidencialidad se convierte en una cuestión potencialmente grave en estudios longitudinalesdonde se recaban datos que permiten la identificación de sujetos (es decir,el nombre y domicilio del participante, además de los nombres y domicilios de susfamiliares y amigos), para poderse comunicar con ellos en otras entrevistas posteriores.Una precaución convencional es guardar los nombres e identificadores paraque éstos queden seguros, y mantenerlos separados de los datos del estudio. La confidencialidadpuede tornarse en un asunto aún más importante si se toman muestrasde ADN (o de tejidos biológicos de los que sea factible obtenerse ADN), porqueéste ofrece una forma única en su tipo para identificar a cualquier individuo (exceptogemelos idénticos). Si se relaciona con datos de cuestionarios o entrevistas, el ADNpermite que la información sobre actos ilegales revelados por voluntad propia seavinculada con una persona de manera confiable. Por consiguiente, pueden requerirseprecauciones para proteger la privacidad en los estudios epidemiológicos sobre usuariosde drogas ilícitas en los que también se tomen muestras biológicas. Esto podríaexigir una legislación similar a la que se aplica en Estados Unidos.Cuestiones éticas emergentes en la investigación neurocientíficaInvestigación en personas vulnerablesLa investigación que incluye a personas con problemas cognitivos o físicos requierede una consideración ética especial (Brody, 1998). Una de las cuestiones éticas principalesconsiste en definir si las personas vulnerables son capaces de otorgar su consentimientoinformado; específicamente, si son capaces de comprender los argumentosque hay detrás de un estudio clínico (Mora, 2000), de entender exactamentequé se pide de ellas y por qué (Stahl, 1996), y de otorgar su consentimiento libre einformado para participar en el estudio (Anthony y Helzer, 1991).Una persona se considera vulnerable por una o más de las siguientes tresrazones: limitaciones personales en su libertad (intrínsecas), factores del entornoque limitan su libertad (extrínsecas) y limitaciones sobre su libertad en virtud dela relación con otra persona o grupo (relacionales) (Roberts y Roberts, 1999).222
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7. CUESTIONES ÉTICAS EN LA INVESTIGACIÓN NEUROCIENTÍFICA DEL TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN DE LAS FARMACODEPENDENCIAStransmisión <strong>de</strong> VIH, hepatitis C y otras enfermeda<strong>de</strong>s infecciosas transmitidas porla sangre; sobre patrones <strong>de</strong> usos ilícitos <strong>de</strong> anfetaminas (incluyendo el uso inyectado,las razones para hacer la transición al uso inyectado, y la prevalencia <strong>de</strong> problemaspsicológicos y sanitarios causados por este uso); sobre la prevalencia y las correlaciones<strong>de</strong> las sobredosis <strong>de</strong> drogas entre usuarios <strong>de</strong> heroína, y sobre el seguimientonacional <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias en el uso <strong>de</strong> drogas ilícitas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1996. La informaciónrecabada por estos estudios no podría obtenerse fácilmente <strong>de</strong> otra forma.Entrevistar a usuarios <strong>de</strong> drogas en tratamiento, por ejemplo, sería <strong>de</strong> uso limitadoporque muchos <strong>de</strong> ellos no buscan tratamiento, y quienes sí lo buscan generalmentelo hacen luego <strong>de</strong> varios años <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong> farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>. Obtener información<strong>de</strong> esta manera ofrece una advertencia sobre las nuevas ten<strong>de</strong>ncias <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>consumo</strong><strong>de</strong> drogas ilícitas. También brinda la oportunidad <strong>de</strong> proporcionar a los usuarios<strong>de</strong> drogas información sobre los riesgos <strong>de</strong> sus hábitos, y todos estos datos tambiénpue<strong>de</strong>n ser útiles para diseñar campañas educativas orientadas a los consumidores<strong>de</strong> drogas ilícitas. Asimismo, los hallazgos <strong>de</strong> tales estudios se exponen regularmenteal personal <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> tratamiento, para mostrarle los problemas que seestán presentando entre personas que buscan ayuda.Los opositores <strong>de</strong> esta práctica expresan la preocupación <strong>de</strong> que pagar a losparticipantes funcione como un incentivo, porque representa la posibilidad <strong>de</strong>comprar drogas. La primera pregunta es si los usuarios <strong>de</strong> drogas tienen los mismos<strong>de</strong>rechos que los <strong>de</strong>más a ser compensados por el tiempo e inconvenientes<strong>de</strong> ser entrevistados. El dinero, efectivamente, es probable que se emplee paracomprar tabaco, alcohol o drogas ilícitas, pero también pue<strong>de</strong> serlo cualquieringreso que obtenga el consumidor <strong>de</strong> drogas mediante su empleo, la seguridadsocial o el <strong><strong>de</strong>l</strong>ito. En términos <strong><strong>de</strong>l</strong> patrón diario <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> drogas entre la mayoría<strong>de</strong> los usuarios <strong>de</strong> drogas inyectadas, 20 dólares representan sólo una cantidadpequeña <strong>de</strong> lo que normalmente se pue<strong>de</strong> comprar en las calles por día. Estacuestión sigue siendo controvertida y aún no tiene solución.Privacidad y confi<strong>de</strong>ncialidadLos investigadores están obligados a proteger la privacidad <strong>de</strong> los participantes enel estudio. No se <strong>de</strong>be divulgar información personal sobre los participantes a ningúnindividuo o grupo <strong>de</strong> individuos sin la autorización directa <strong>de</strong> aquellos, y no <strong>de</strong>benser i<strong>de</strong>ntificables en los resultados publicados <strong><strong>de</strong>l</strong> estudio (Brody, 1998). Estas normasson especialmente relevantes si los participantes en el estudio tienen una condiciónestigmatizada, como enfermedad mental o farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>.Proteger la privacidad <strong>de</strong> los participantes y la confi<strong>de</strong>ncialidad <strong>de</strong> la informaciónque proporcionan es <strong>de</strong> importancia crucial en investigaciones don<strong>de</strong> se recabandatos sobre el uso <strong>de</strong> <strong>sustancias</strong>. El <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> algunas <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>(cannabis, cocaína y heroína, por ejemplo) es ilegal, al igual que el uso <strong>de</strong> alcoholen quienes aún no cumplen la edad mínima legal para beber. Los estudios sobre usos<strong>de</strong> drogas pue<strong>de</strong>n incluir preguntas sobre el <strong>consumo</strong> <strong>de</strong> drogas ilícitas y la comisión<strong>de</strong> otros actos ilegales, como manejar en estado <strong>de</strong> intoxicación, ven<strong>de</strong>r drogas ilícitaso realizar hurtos, frau<strong>de</strong>s o emplear violencia para financiar el uso <strong>de</strong> drogas.221