Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

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6. TRASTORNOS CONCURRENTESprobablemente son las mismas que para la nicotina. Brevemente explicado, los fármacosneurolépticos bloquean la dopamina, y un excesivo bloqueo de dopaminaproduce efectos secundarios motores y de otro tipo. Así, el uso de sustancias queincrementan la función de la dopamina parecen aliviar estos efectos.La segunda hipótesis postula que la administración de psicoestimulantes mejorael déficit cognitivo asociado con la esquizofrenia (Cesarec y Nyman, 1985; Krystaly colab., 1999). Nuevamente, el mecanismo de este efecto posiblemente sea a travésdel incremento de la transmisión mesolímbica y mesocortical; sin embargo, existenpocas evidencias a favor, o en contra, de estas dos hipótesis.La tercera hipótesis postula que la administración de psicoestimulantes mejoralos síntomas negativos de la esquizofrenia más resistentes a la mayoría de lostratamientos antipsicóticos actualmente disponibles (Khantzian, 1985, 1997;Schneier y Siris, 1987; Dixon y colab., 1990; Sevy y colab., 1990; Rosenthal,Hellerstein y Miner, 1994; Krystal y colab., 1999). Los estudios experimentales realizadosdurante varias décadas en humanos indican claramente que aunque la administraciónaguda de anfetamina exacerba los síntomas positivos de la esquizofrenia,la administración crónica disminuye los síntomas negativos (Angrist, Rotrosen yGershon, 1980, 1982; Desai y colab., 1984; Khantzian, 1985; van Kammen yBoronow, 1988; LeDuc y Mittleman, 1995; Sanfilipo y colab., 1996; Krystal y colab.1999). Además, los pacientes esquizofrénicos que usan psicoestimulantes presentanmenos síntomas negativos severos que los pacientes que no los usan (Dixon y colab.,1991; Soni y Brownlee, 1991; Buckley y colab., 1994; Lysaker y colab., 1994). Esinteresante hacer notar que clozapina, un fármaco neuroléptico que ayuda a reducirlos síntomas negativos de la esquizofrenia, redujo el uso de sustancias, incluyendoel uso de psicoestimulantes, en más del 85% de los pacientes, e impidió la reiniciacióndel uso de sustancias (Zimmet y colab., 2000).Alcohol y esquizofreniaSe han observado vínculos entre la esquizofrenia y la dependencia del alcoholsimilares a la esquizofrenia y el uso de nicotina o psicoestimulantes. Un individuocon dependencia del alcohol tiene 3.3 veces más posibilidades de tambiénpadecer esquizofrenia, en tanto que un paciente esquizofrénico tiene 3.8 vecesmás probabilidades de presentar dependencia del alcohol en comparación a lapoblación general (Regier y colab., 1990). Sin embargo, no es claro cuáles son losfactores que produzcan esta comorbilidad, y se han formulado algunas hipótesispara explicar esta asociación.Hipótesis para explicar la alta incidencia de alcoholismoentre pacientes esquizofrénicosAl igual que con otras sustancias psicoactivas, se ha sugerido que el uso de alcoholpodría ser una automedicación para los síntomas de esquizofrenia; sin embargo, losdatos disponibles no apoyan esta hipótesis de automedicación. La mayoría de losestudios clínicos, reportes de pacientes y observaciones clínicas anecdóticas indican175

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASque el uso excesivo de alcohol produce una clara exacerbación de la sintomatologíade la esquizofrenia (Soyka, 1994; Tsuang y Lohr 1994; Pristach y Smith, 1996;Gerding y colab., 1999). Además, al parecer aproximadamente un 30% de lospacientes comórbidos presentan un uso nocivo de alcohol antes de que surjan losprimeros signos de esquizofrenia (Hambrecht y Hafner, 1996). En términos deesquizofrenia y dependencia del alcohol, la hipótesis que explica mejor los datosdisponibles es que la dependencia del alcohol y la esquizofrenia son expresiones sintomáticasdistintas de las mismas anormalidades neurobiológicas, donde el uso delalcohol exacerba los síntomas de esquizofrenia. Se desconoce la naturaleza precisade la base neurobiológica de esta asociación, aunque las investigaciones ayudarán aesclarecer tanto la etiología como el tratamiento de la esquizofrenia y la dependenciadel alcohol. A continuación se discuten las hipótesis relacionadas con la base neurobiológicade esta asociación.Interacciones neurobiológicas entre la esquizofrenia y los efectos delas sustancias psicoactivasPara producir un alto grado de comorbilidad de esquizofrenia con farmacodependencias,existen varios sistemas cerebrales en donde pueden interactuar lasanormalidades relacionadas con la esquizofrenia y los efectos de las sustanciaspsicoactivas. Uno de estos sistemas es el mesolímbico dopaminérgico, junto consus conexiones eferentes y aferentes con otros lugares y sistemas del cerebro. Estesistema está comprendido por proyecciones dopaminérgicas de una zona en elcerebro medio, llamada área tegmental ventral (ATV), hacia la región del cerebrofrontal del núcleo accumbens (también llamado estriado ventral) (Mogenson ycolab., 1980) (ver Capítulo 2). Existen considerables evidencias de que unaactividad incrementada del sistema mesolímbico dopaminérgico está crucialmenteimplicada en la mediación de los efectos gratificantes de casi todas las sustanciaspsicoactivas (Koob, 1992; Koob y colab., 1993; Wise, 1998), y posiblementeen la avidez de la droga (Markou y colab., 1993; Self, 1998; Kilts y colab.,2001), aunque los sistemas de “memoria” podrían estar también crucialmenteimplicados en la avidez y la dependencia (Holden, 2001; Vorel y colab., 2001)(ver Capítulo 3). Se ha demostrado que la administración de la mayoría de lassustancias psicoactivas, como cocaína, anfetamina, nicotina y opioides, incrementalos niveles de dopamina en el núcleo accumbens (por ejemplo DiChiaray colab., 1999) (ver Capítulos 3 y 4). Además, se pueden presentar incrementossimilares de los niveles de dopamina en la amígdala, un lugar límbico cerebralque se cree implicado en los efectos gratificantes de las sustancias psicoactivas yque está interconectado con el estriado ventral. Desde hace mucho se ha implicadoun incremento en el funcionamiento del sistema mesolímbico dopaminérgicoen la patofisiología de la esquizofrenia (Snyder, 1976; Carlsson, 1977). Lasmedicaciones neurolépticas antipsicóticas son antagonistas de los receptores dedopamina y, por consiguiente, se piensa que sus efectos terapéuticos implicanamortiguar un sistema dopaminérgico demasiado activo (Carlsson, 1978). Enconsistencia con esta noción está el hallazgo de la administración de altas dosis176

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASque el uso excesivo <strong>de</strong> alcohol produce una clara exacerbación <strong>de</strong> la sintomatología<strong>de</strong> la esquizofrenia (Soyka, 1994; Tsuang y Lohr 1994; Pristach y Smith, 1996;Gerding y colab., 1999). A<strong>de</strong>más, al parecer aproximadamente un 30% <strong>de</strong> lospacientes comórbidos presentan un uso nocivo <strong>de</strong> alcohol antes <strong>de</strong> que surjan losprimeros signos <strong>de</strong> esquizofrenia (Hambrecht y Hafner, 1996). En términos <strong>de</strong>esquizofrenia y <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> alcohol, la hipótesis que explica mejor los datosdisponibles es que la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> alcohol y la esquizofrenia son expresiones sintomáticasdistintas <strong>de</strong> las mismas anormalida<strong>de</strong>s neurobiológicas, don<strong>de</strong> el uso <strong><strong>de</strong>l</strong>alcohol exacerba los síntomas <strong>de</strong> esquizofrenia. Se <strong>de</strong>sconoce la naturaleza precisa<strong>de</strong> la base neurobiológica <strong>de</strong> esta asociación, aunque las investigaciones ayudarán aesclarecer tanto la etiología como el tratamiento <strong>de</strong> la esquizofrenia y la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong><strong><strong>de</strong>l</strong> alcohol. A continuación se discuten las hipótesis relacionadas con la base neurobiológica<strong>de</strong> esta asociación.Interacciones neurobiológicas entre la esquizofrenia y los efectos <strong><strong>de</strong>l</strong>as <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>Para producir un alto grado <strong>de</strong> comorbilidad <strong>de</strong> esquizofrenia con farmaco<strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>s,existen varios sistemas cerebrales en don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n interactuar lasanormalida<strong>de</strong>s relacionadas con la esquizofrenia y los efectos <strong>de</strong> las <strong>sustancias</strong><strong>psicoactivas</strong>. Uno <strong>de</strong> estos sistemas es el mesolímbico dopaminérgico, junto consus conexiones eferentes y aferentes con otros lugares y sistemas <strong><strong>de</strong>l</strong> cerebro. Estesistema está comprendido por proyecciones dopaminérgicas <strong>de</strong> una zona en elcerebro medio, llamada área tegmental ventral (ATV), hacia la región <strong><strong>de</strong>l</strong> cerebrofrontal <strong><strong>de</strong>l</strong> núcleo accumbens (también llamado estriado ventral) (Mogenson ycolab., 1980) (ver Capítulo 2). Existen consi<strong>de</strong>rables evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> que unaactividad incrementada <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema mesolímbico dopaminérgico está crucialmenteimplicada en la mediación <strong>de</strong> los efectos gratificantes <strong>de</strong> casi todas las <strong>sustancias</strong><strong>psicoactivas</strong> (Koob, 1992; Koob y colab., 1993; Wise, 1998), y posiblementeen la avi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la droga (Markou y colab., 1993; Self, 1998; Kilts y colab.,2001), aunque los sistemas <strong>de</strong> “memoria” podrían estar también crucialmenteimplicados en la avi<strong>de</strong>z y la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> (Hol<strong>de</strong>n, 2001; Vorel y colab., 2001)(ver Capítulo 3). Se ha <strong>de</strong>mostrado que la administración <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las<strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>, como cocaína, anfetamina, nicotina y opioi<strong>de</strong>s, incrementalos niveles <strong>de</strong> dopamina en el núcleo accumbens (por ejemplo DiChiaray colab., 1999) (ver Capítulos 3 y 4). A<strong>de</strong>más, se pue<strong>de</strong>n presentar incrementossimilares <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> dopamina en la amígdala, un lugar límbico cerebralque se cree implicado en los efectos gratificantes <strong>de</strong> las <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong> yque está interconectado con el estriado ventral. Des<strong>de</strong> hace mucho se ha implicadoun incremento en el funcionamiento <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema mesolímbico dopaminérgicoen la patofisiología <strong>de</strong> la esquizofrenia (Sny<strong>de</strong>r, 1976; Carlsson, 1977). Lasmedicaciones neurolépticas antipsicóticas son antagonistas <strong>de</strong> los receptores <strong>de</strong>dopamina y, por consiguiente, se piensa que sus efectos terapéuticos implicanamortiguar un sistema dopaminérgico <strong>de</strong>masiado activo (Carlsson, 1978). Enconsistencia con esta noción está el hallazgo <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong> altas dosis176

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