Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

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12.07.2015 Views

4. PSICOFARMACOLOGÍA DE LA DEPENDENCIA DE LAS DIFERENTES CLASES DE DROGASRECUADRO 4.7La epidemia del uso de estimulantes tipo anfetamina (ETA)La expresión “estimulantes de tipo anfetamina (ETA)” se refiere a un grupo de drogas cuyosprincipales integrantes incluyen la anfetamina y la metanfetamina. No obstante, hay unavariedad de otras sustancias que también están en este grupo, como meticatidona,fenetilina, efedrina, pseudoefedrina, metilfenidato y 3,4 metilenodioximetanfetamina (MDMA)o “éxtasis”, un derivado de tipo anfetamina con propiedades alucinógenas. El uso de ETA esun fenómeno global y creciente, pues en años recientes se ha presentado un pronunciadoincremento en la producción y consumo de ETA en todo el mundo.Durante la última década, el empleo de ETA se ha infiltrado a la cultura institucional enciertos países. Particularmente los jóvenes parecen tener un sentido distorsionado sobre laseguridad de estas sustancias, al creer erróneamente que son seguras y benignas.Entretanto, los ETA plantean una seria amenaza para la salud, el fundamento social yeconómico de las familias, comunidades y naciones. Aunque en muchos países el problemade los ETA es relativamente reciente, se está incrementando rápidamente y es pocoprobable que desaparezca. Geográficamente su ocurrencia sigue propagándose, pero laconciencia sobre los ETA es limitada y las reacciones son inconsistentes o no integradas.Los datos más recientes demuestran una estabilización en el uso de ETA en América delNorte y Europa Occidental, en tanto que los niveles más elevados de abuso en el mundo seobservan en Asia Oriental y Oceanía. Según un estudio realizado por el PNUFID en 1996,existen unos 20 países en esta región donde el abuso de ETA está más extendido que el dela heroína y la cocaína juntas. En Japón, la República de Corea y Filipinas el consumo deETA es de 5 a 7 veces mayor que el de heroína y cocaína.Los métodos más populares de uso de ETA son fumarlos, aspirarlos o inhalarlos, aunque laforma de tomar la droga varía según la región. En países como Australia, donde más de 90%de los que reportan el uso de ETA (principalmente metanfetamina) se lo inyectan, la drogapresenta un significativo factor de riesgo en la transmisión de virus por la sangre. Filipinas yVietnam también están en reportando signos de incremento en la metanfetamina inyectada,mientras que en Tailandia la cantidad de usuarios de metanfetamina representa ahora lamayoría de los nuevos casos de tratamiento contra la droga. Actualmente hay datos muylimitados para indicar la proporción de consumidores que son dependientes. Losinvestigadores han señalado que muy probablemente la dependencia y el uso crónico estánasociados con la psicosis de metanfetamina y consecuencias adversas relacionadas.Debido a las altas tasas de consumo, los niveles de presentación de la psicosis pormetanfetamina en los servicios de salud mental están aumentando drásticamente.En pocas palabras, ante una epidemia a gran escala de uso de la metanfetamina enTailandia, que parece estarse extendiendo a toda la región del Pacífico asiático, la actualsituación exige una atención inmediata. Los investigadores han enfatizado la urgentenecesidad de ubicar esta epidemia para evaluar la propagación y escala de los problemas,consecuencias y reacciones.Fuentes: OMS, 1997b; Farrell y colab., 2002; PNUFID, 2002.95

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAScon frecuencia una psicosis muy similar a la esquizofrenia (Robinson y Becker,1986; Yui y colab., 1999).Los animales pueden autoadministarse anfetaminas fácilmente (Hoebel ycolab., 1983), y además muestran un claro condicionamiento de preferencia delugar (Bardo, Valone y Bevins, 1999), efectos de estímulos discriminatorios(Bevins, Klebaur y Bardo, 1997) y también de recompensa de la estimulacióncerebral (Phillips, Brooke y Fibiger, 1975; Glick, Weaver y Meibach, 1980).Mecanismos de acciónEl mecanismo primario de acción de las anfetaminas consiste en estimular laliberación de dopamina de las terminales nerviosas, mediante el transportador dedopamina. Por ende, se puede liberar dopamina independientemente de laexcitación neuronal. Esto contrasta con los efectos de la cocaína, que bloquea lareabsorción de monoaminas en las terminales nerviosas y, en cosecuencia, sóloafecta a las neuronas activas. Al igual que la cocaína, la anfetamina tambiéninhibe, en cierta medida, la reabsorción de las catecolaminas, incrementando deeste modo su capacidad de activar receptores. Asimismo, la anfetamina puedeactivar directamente los receptores de catecolamina, contribuyendo aún más a laactividad monoaminérgica.Tolerancia y abstinenciaSe desarrolla rápidamente tolerancia a muchos de los efectos conductuales y fisiológicosde las anfetaminas, como supresión del apetito, insomnio, euforia y efectoscardiovasculares (Jacobs y Fehr, 1987). Es interesante que los efectos de laanfetamina sobre el comportamiento en niños con TDAH y en personas connarcolepsia no presentan signos de tolerancia. Cabe hacer notar que aun cuandose utiliza la metanfetamina en niños para tratar el TDAH, las dosis terapéuticaspara este y otros trastornos como narcolepsia son mucho menores que las cantidadesdiarias tomadas para uso no médico.Aunque se desarrolla tolerancia a algunos aspectos del uso psicoestimulante,también ocurre sensibilización o un incremento en la hiperactividad o estereotipiainducida por la anfetamina, incluso si las dosis se reparten en lapsos de díaso semanas. Ocurre intersensibilización con cocaína, lo cual se supone que esresultado de mayores niveles de dopamina en el estriado (Kalivas y Weber, 1988).Se piensa que la sensibilización desempeña un papel crucial en la dependencia(véase Capítulo 3).Adaptaciones neurobiológicas al uso prolongadoEl uso prolongado de anfetamina puede producir problemas de ansiedad, supresióndel apetito e hipertensión sanguínea. Muchas de las personas que utilizananfetaminas toman fármacos sedantes o hipnóticos para contrarrestar estos efectos,y por lo tanto hay una gran incidencia de uso de drogas múltiples (Jacobs yFehr, 1987).96

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAScon frecuencia una psicosis muy similar a la esquizofrenia (Robinson y Becker,1986; Yui y colab., 1999).Los animales pue<strong>de</strong>n autoadministarse anfetaminas fácilmente (Hoebel ycolab., 1983), y a<strong>de</strong>más muestran un claro condicionamiento <strong>de</strong> preferencia <strong><strong>de</strong>l</strong>ugar (Bardo, Valone y Bevins, 1999), efectos <strong>de</strong> estímulos discriminatorios(Bevins, Klebaur y Bardo, 1997) y también <strong>de</strong> recompensa <strong>de</strong> la estimulacióncerebral (Phillips, Brooke y Fibiger, 1975; Glick, Weaver y Meibach, 1980).Mecanismos <strong>de</strong> acciónEl mecanismo primario <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> las anfetaminas consiste en estimular laliberación <strong>de</strong> dopamina <strong>de</strong> las terminales nerviosas, mediante el transportador <strong>de</strong>dopamina. Por en<strong>de</strong>, se pue<strong>de</strong> liberar dopamina in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> laexcitación neuronal. Esto contrasta con los efectos <strong>de</strong> la cocaína, que bloquea lareabsorción <strong>de</strong> monoaminas en las terminales nerviosas y, en cosecuencia, sóloafecta a las neuronas activas. Al igual que la cocaína, la anfetamina tambiéninhibe, en cierta medida, la reabsorción <strong>de</strong> las catecolaminas, incrementando <strong>de</strong>este modo su capacidad <strong>de</strong> activar receptores. Asimismo, la anfetamina pue<strong>de</strong>activar directamente los receptores <strong>de</strong> catecolamina, contribuyendo aún más a laactividad monoaminérgica.Tolerancia y abstinenciaSe <strong>de</strong>sarrolla rápidamente tolerancia a muchos <strong>de</strong> los efectos conductuales y fisiológicos<strong>de</strong> las anfetaminas, como supresión <strong><strong>de</strong>l</strong> apetito, insomnio, euforia y efectoscardiovasculares (Jacobs y Fehr, 1987). Es interesante que los efectos <strong>de</strong> laanfetamina sobre el comportamiento en niños con TDAH y en personas connarcolepsia no presentan signos <strong>de</strong> tolerancia. Cabe hacer notar que aun cuandose utiliza la metanfetamina en niños para tratar el TDAH, las dosis terapéuticaspara este y otros trastornos como narcolepsia son mucho menores que las cantida<strong>de</strong>sdiarias tomadas para uso no médico.Aunque se <strong>de</strong>sarrolla tolerancia a algunos aspectos <strong><strong>de</strong>l</strong> uso psicoestimulante,también ocurre sensibilización o un incremento en la hiperactividad o estereotipiainducida por la anfetamina, incluso si las dosis se reparten en lapsos <strong>de</strong> díaso semanas. Ocurre intersensibilización con cocaína, lo cual se supone que esresultado <strong>de</strong> mayores niveles <strong>de</strong> dopamina en el estriado (Kalivas y Weber, 1988).Se piensa que la sensibilización <strong>de</strong>sempeña un papel crucial en la <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong>(véase Capítulo 3).Adaptaciones neurobiológicas al uso prolongadoEl uso prolongado <strong>de</strong> anfetamina pue<strong>de</strong> producir problemas <strong>de</strong> ansiedad, supresión<strong><strong>de</strong>l</strong> apetito e hipertensión sanguínea. Muchas <strong>de</strong> las personas que utilizananfetaminas toman fármacos sedantes o hipnóticos para contrarrestar estos efectos,y por lo tanto hay una gran inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> drogas múltiples (Jacobs yFehr, 1987).96

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