Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas

cicad.oas.org
from cicad.oas.org More from this publisher
12.07.2015 Views

4. PSICOFARMACOLOGÍA DE LA DEPENDENCIA DE LAS DIFERENTES CLASES DE DROGASRECUADRO 4.4Potencial terapéutico de la cannabisLos usos terapéuticos del D-9-tetrahidrocanabinol (THC) han provocado discusiones sobre elpotencial terapéutico de la cannabis en sí, aunque existen pocas investigaciones en estecampo y aún no se han realizado estudios clínicos satisfactorios. Con el fin de explorar losposibles usos terapéuticos de la cannabis, es necesario considerar varias cuestionescientíficas, entre ellas:– La normalización de preparaciones de cannabis necesarias para ciertos tipos de estudiosclínicos y preclínicos.– Las dificultades inherentes al estudio que representa el fumar como modo deadministración de la sustancia.– La necesidad de un “cigarrillo” placebo comparable, que no pudiera ser identificadofácilmente por los sujetos experimentales y los pacientes en los estudios controlados.– El gran número de pacientes que sería necesario para analizar la eficacia comparativa defumar cannabis, en comparación con otros canabinoides y agentes terapéuticos.– La posibilidad de utilizar sistemas alternativos de administración que pudieran evitar elfumar cannabis, así como los otros componentes contenidos en su forma fumable.Además, se deberían considerar cuidadosamente las amplias implicaciones de talinvestigación para las políticas de control de la cannabis.Fuente: OMS, 1997a.CanabinoidesIntroducciónEntre todos los canabinoides contenidos en la Cannabis sativa, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es el principal compuesto químico con efectos psicoactivos,que se metaboliza en otro compuesto activo, 11-OH-delta-9-THC.Los canabinoides generalmente se inhalan fumándolos, aunque a veces tambiénse ingieren. La intoxicación máxima al fumar se alcanza 15 a 30 minutos despuésy los efectos duran de 2 a 6 horas. Los canabinoides permanecen en el cuerpodurante periodos prolongados y se acumulan tras el uso repetido. Se puedenhallar canabinoides en la orina a los 2 o 3 días de haber fumado un solo cigarrilloy, en usuarios intensos, hasta 6 semanas después del último uso.Varios estudios (por ejemplo, Tramer y colab., 2001) han demostrado efectosterapéuticos de los canabinoides, por ejemplo para controlar la náusea y el vómitoen algunos pacientes de cáncer o SIDA. Esto ha provocado una controversiarelacionada con los efectos benéficos potenciales de la cannabis, por sí misma,bajo ciertas condiciones (véase Recuadro 4.4).85

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASEfectos sobre la conductaLa percepción del tiempo se hace más lenta, y hay una sensación de relajación yde una conciencia sensorial aguzada. La percepción de mayor confianza en unomismo y mayor creatividad no está asociada con un mejor rendimiento.Asimismo, hay disminución en la memoria a corto plazo y en la coordinaciónmotora. Los efectos centrales descritos a veces como de relevancia clínica sonanalgesia, acción antiemética y antiepiléptica y más apetito (O´Brien, 2001). Losderivados de la cannabis producen claras reacciones motivacionales subjetivas enhumanos, lo que conduce a comportamientos de búsqueda de drogas y usorepetido. Ciertamente, los derivados de la cannabis son las drogas ilícitas que seemplean más comúnmente en todo el mundo (Adams y Martin, 1996).Los estudios en animales han demostrado que los canabinoides cumplen conla mayoría de las características atribuidas a sustancias con propiedadesreforzantes (revisado en Maldonado y Rodríguez de Fonseca, 2002). Por consiguiente,se han comprobado efectos subjetivos en animales, utilizando unamplio rango de dosis de canabinoides en el paradigma de discriminación dedrogas. Las características gratificantes de estos efectos subjetivos en animales sehan definido por medio de la preferencia condicionada de lugar y el paradigmade autoestimulación intracraneal. De igual manera, los estudios en animales hanrevelado que los canabinoides interactúan con los circuitos de recompensa delcerebro y comparten algunas características bioquímicas con otras sustancias psicoactivas(por ejemplo, cambios en la actividad opioide y dopaminérgica) directamenterelacionadas con sus propiedades de reforzamiento (Koob, 1992). Estosdescubrimientos bioquímicos fundamentan claramente la capacidad productorade dependencia de los canabinoides que se ha reportado en humanos.Mecanismos de acciónLos receptores canabinoides y sus ligandos endógenos constituyen en conjuntolo que ahora se conoce como “sistema endocanabinoide”. Los canabinoidesderivados de plantas o sus análogos sintéticos son clásicos agonistas de receptorescanabinoides (revisado en Pertwee, 1999; Reggio y Traore, 2000; Khanolkar,Palmer y Makriyannis, 2000).Los compuestos canabinoides inducen sus efectos farmacológicos activando dosdistintos receptores que han sido identificados y clonados: el receptor canabinoideCB-1, que se expresa marcadamente en el sistema nervioso central (Devane y colab.,1988; Matsuda y colab., 1990), y el receptor canabinoide CB-2, ubicado en los tejidosperiféricos principalmente a nivel del sistema inmunológico (Munro, Thomasy Abu-Shaar, 1993). El THC y sus análogos demuestran una buena correlación entresu afinidad para estos receptores y sus efectos, lo cual denota que estos receptoresson los blancos de estos compuestos. Tras la identificación del primer receptor canabinoide,se inició la búsqueda de un ligando endógeno para el mismo. El descubrimientodel primer ligando canabinoide endógeno (endocanabinoide) tuvo lugaren 1992, cuando se aisló la anandamida, o araquidonil-etanolamida, de cerebros decerdo (Devane y colab., 1992). En 1995 se descubrió un segundo tipo de endo-86

NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVASEfectos sobre la conductaLa percepción <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo se hace más lenta, y hay una sensación <strong>de</strong> relajación y<strong>de</strong> una conciencia sensorial aguzada. La percepción <strong>de</strong> mayor confianza en unomismo y mayor creatividad no está asociada con un mejor rendimiento.Asimismo, hay disminución en la memoria a corto plazo y en la coordinaciónmotora. Los efectos centrales <strong>de</strong>scritos a veces como <strong>de</strong> relevancia clínica sonanalgesia, acción antiemética y antiepiléptica y más apetito (O´Brien, 2001). Los<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la cannabis producen claras reacciones motivacionales subjetivas enhumanos, lo que conduce a comportamientos <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> drogas y usorepetido. Ciertamente, los <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la cannabis son las drogas ilícitas que seemplean más comúnmente en todo el mundo (Adams y Martin, 1996).Los estudios en animales han <strong>de</strong>mostrado que los canabinoi<strong>de</strong>s cumplen conla mayoría <strong>de</strong> las características atribuidas a <strong>sustancias</strong> con propieda<strong>de</strong>sreforzantes (revisado en Maldonado y Rodríguez <strong>de</strong> Fonseca, 2002). Por consiguiente,se han comprobado efectos subjetivos en animales, utilizando unamplio rango <strong>de</strong> dosis <strong>de</strong> canabinoi<strong>de</strong>s en el paradigma <strong>de</strong> discriminación <strong>de</strong>drogas. Las características gratificantes <strong>de</strong> estos efectos subjetivos en animales sehan <strong>de</strong>finido por medio <strong>de</strong> la preferencia condicionada <strong>de</strong> lugar y el paradigma<strong>de</strong> autoestimulación intracraneal. De igual manera, los estudios en animales hanrevelado que los canabinoi<strong>de</strong>s interactúan con los circuitos <strong>de</strong> recompensa <strong><strong>de</strong>l</strong>cerebro y comparten algunas características bioquímicas con otras <strong>sustancias</strong> <strong>psicoactivas</strong>(por ejemplo, cambios en la actividad opioi<strong>de</strong> y dopaminérgica) directamenterelacionadas con sus propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reforzamiento (Koob, 1992). Estos<strong>de</strong>scubrimientos bioquímicos fundamentan claramente la capacidad productora<strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia</strong> <strong>de</strong> los canabinoi<strong>de</strong>s que se ha reportado en humanos.Mecanismos <strong>de</strong> acciónLos receptores canabinoi<strong>de</strong>s y sus ligandos endógenos constituyen en conjuntolo que ahora se conoce como “sistema endocanabinoi<strong>de</strong>”. Los canabinoi<strong>de</strong>s<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> plantas o sus análogos sintéticos son clásicos agonistas <strong>de</strong> receptorescanabinoi<strong>de</strong>s (revisado en Pertwee, 1999; Reggio y Traore, 2000; Khanolkar,Palmer y Makriyannis, 2000).Los compuestos canabinoi<strong>de</strong>s inducen sus efectos farmacológicos activando dosdistintos receptores que han sido i<strong>de</strong>ntificados y clonados: el receptor canabinoi<strong>de</strong>CB-1, que se expresa marcadamente en el sistema nervioso central (Devane y colab.,1988; Matsuda y colab., 1990), y el receptor canabinoi<strong>de</strong> CB-2, ubicado en los tejidosperiféricos principalmente a nivel <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema inmunológico (Munro, Thomasy Abu-Shaar, 1993). El THC y sus análogos <strong>de</strong>muestran una buena correlación entresu afinidad para estos receptores y sus efectos, lo cual <strong>de</strong>nota que estos receptoresson los blancos <strong>de</strong> estos compuestos. Tras la i<strong>de</strong>ntificación <strong><strong>de</strong>l</strong> primer receptor canabinoi<strong>de</strong>,se inició la búsqueda <strong>de</strong> un ligando endógeno para el mismo. El <strong>de</strong>scubrimiento<strong><strong>de</strong>l</strong> primer ligando canabinoi<strong>de</strong> endógeno (endocanabinoi<strong>de</strong>) tuvo lugaren 1992, cuando se aisló la anandamida, o araquidonil-etanolamida, <strong>de</strong> cerebros <strong>de</strong>cerdo (Devane y colab., 1992). En 1995 se <strong>de</strong>scubrió un segundo tipo <strong>de</strong> endo-86

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!