Una tibieza confortable me inundó y me sentí tìsicamente sano. Sinsaber qué, el espíritu hizo algo indescriptible dentro de mí y me cambió. Mesentí como recién nacido. Todas mis enfermedades habían desaparecido.Cuando el espíritu me dejó, me di cuenta que toda la caverna habíareverdeado. Sobre el suelo crecía una mullda hierba, en las rocosas paredesse adhenan las enredaderas y hiedas. El viejo ártxJI se veia frondoso yturgente. Sus mutiladas ramas ahora se presentaban completas y relxsantesde hojas. De sus raÍCes surgía un manantial de agua fresca y cristalina: esteera el origen del aroyo medicinaL.Me acerqué al roble. Una enorme serpiente de color verde encendido seocultaba entre el follaje. Noté que en sus costados, a lo larro del cuerpo,tenía dibujado en negro extraños caracteres desconocidos para mí.De pronto otra cosa llamó mi atención. Era un picaflor que revoloteabaentre el ramaje muy cerca de mí. Su cabeza y su cuerpo eran de un rojointenso, escarlata, mientras que sus alas y cola eran negras azbache.El espírtu del árbol, poniéndose a mi lado, me indicó que lo atrapara.Yo lo intenté, pero no pude, el ave era demasiado rápida para mí. Entonces,el espírtu me aconsejó que lo observara fijamente, sin pensa en nada y quecuando sintiese el impulso interno de agararlo lo intentaa. Le hice caso yasí conseguí atrapar, con mi mano dereha, al picaflor por la cabeza.En el mismo momento que la atrapé el ave dejó de ser algo vivo y setrocó en un objeto inanimad, hueo, de consistencia apergaminad. Comenzóa deshacers entre mis deos. Para evitarlo la coloqué sobre la palma de mimano izquierda, sin embargo continuó disolviéndose. De esta manera dejóal descubierto una piedra blana, como de una pulgada de diámetro, sobre lacual soplé para limpiarla de los restos pulverulentos que no me dejabanapreciarla con clardad. Su color era similar a la sal de roca. Su forma,esférica, estaba tallada con la aparencia de un capullo de rosa. Era untrabajo simple y primitivo.El espírtu hizo retumba su voz en mis oídos:--- Es la "Piedra Filofal" ~ bramó ~, la meta de los alquimistas.Dilúyela en vino asoleado y bébela. Solo así poseerás el secreto de lainmortlidad.En aquel preciso instate desprté.. Sentado en la cama me di cuentaque todo había sido un largo y extraño sueño, nada más.93
PICASSO: RETRTOS DE JACQUELINALONDRA BADANO"... nos valemos del arte para expresarnuestro concepto de naturaleza. El arte y nonaturaleza..." P. Picasso."El siglo XX coouenz después de la primera guerra mundial esdecir, en los años veinte, lo mimo que el siglo S. XIX no comenzó hataaldedor de 1830" (1); dice Amold Hauser al esbozar la cronología delinicio estético de nuestra época.Epoa que pone en duda la relación anterior entre ar y naturaleza,provocando una tensión en el arista que ya no quiere imitar a la segunda enaras de la primera e intentaá buscar una identificación distinta de su ser enotra noción de naturaleza. De allí que Pica.,so hable de "nuestro" conceptode naturaleza, liberando a cada quien para sentirla por sus propios pasos.Estamos en presencia de un are post impresionista que rompe la tradiciónnaturalista de cuatrocientos años, creando una cesura "má profuda quetoos los cambios. de estio dese el Renaciouento" (2). El arista selevantará soberbio: "me considero responsble ante ou mimo, trab~oexclusivamente en fución de mi propios criterios" (3); vivirá para crear"Mi ca para ou es un instrmento de trab~o.. todas y cada una desus habitaciones son ou estudio y mi taer"; (4) avasllará con su obra:..." soy todo acción, a veces, me siento arastrado por una especie de furiacreadora" (5) Y nos provocá un sinfi de sensciones divers"... poreso ousmo se puede encontrar en mi are la belleza y la fealdad, elrealmo y la abstracción, la acción y la reacción" (6).La misaia relación del objeto arístico con el espectador se modifica. Setrata de herir una sensibilidad agGtada, de all 10 importte delö "fe" o lo"grotesco", hay que herir y destrir una inteligencia ingenua para poder94