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El ContextoLa violencia juvenil en Chile 13En un reciente estudio la OMS afirmó que “la violencia desarrollada por los jóvenes es una de las formasmás visibles de violencia en la sociedad” ( WHO, 2002, p.25). Cotidianamente, la referencia pública ymediática relaciona el aumento de las tasas de delitos denunciados con la presencia de jóvenes violentos,dedicados a la criminalidad, como si fuera una actividad laboral como cualquier otra. Esta imagen denuestras ciudades, tomadas literalmente por pandillas juveniles que ocupan los espacios públicos, destruyenel mobiliario urbano y generan hechos delictivos, trae consigo un notable incremento de la sensación deinseguridad. Si bien el aumento de los delitos es un proceso innegable en América Latina y no atribuibleúnicamente al accionar juvenil, es también innegable que los jóvenes, en especial los de sectores de menosrecursos, se han convertido en la imagen de la violencia y la criminalidad.Este contexto abre una serie interrogantes referidas a la participación y al rol de los jóvenes en el procesode incremento de la violencia, especialmente de la criminal. Una de ellas es: ¿son los jóvenes más violentosque el resto de la población? Los estudios sobre asociación entre juventud y delincuencia realizados enEstados Unidos (Barkan, 1997) concuerdan en que la “vinculación con el delito disminuye a medida quela edad aumenta” (Steffemeier y Allan, 1995, p.97). Acerca de los motivos que llevan a los jóvenes a cometerhechos criminales, las interpretaciones son diversas (Paternoster y Bachman, 2001). En América Latina,se estima que la propensión de los jóvenes a cometer delitos es mayor que en otras partes del mundo(BID, 2001, p. 71). De esta forma, argumenta este estudio, la presencia de un grupo poblacional grandede jóvenes proyecta un serio riesgo para la tendencia ya al alza que presentan los delitos en el corto plazo.De lo anterior se desprende una segunda interrogante: ¿son los jóvenes sólo los victimarios o también lasvíctimas de la violencia? Recientes análisis de encuestas de victimización en América Latina revelan quelos jóvenes figuran entre las principales víctimas de delitos (Fajnzylber, Lederman y Loayza, 2001), situaciónque completa una primera caracterización de este grupo poblacional como peligroso y vinculado con lacriminalidad. Un estudio desarrollado en Cali concluye que “las características que incluyen en los riesgosde ser víctimas de un crimen, son el sexo masculino y la edad menor de 35 años, en especial entre 15 y24 años” ( Vélez y Banguero, 2001, p. 84).Finalmente, los cuestionamientos previos nos conducen a preguntar: ¿Cuáles son las alternativas de políticapública desarrolladas para disminuir la criminalidad?, ¿Cuáles son los mecanismos específicos diseñadospara disminuir la violencia y la criminalidad juvenil?, y ¿Cuál es el rol de la policía en este proceso?Diversos estudios apuntan a la importancia de consolidar la inversión pública en la prevención del delitopor sobre las políticas de control (BID, 2001, p. 75). En Estados Unidos, The RAND Corporation concluyóque los programas más costo-efectivos son la entrega de incentivos a jóvenes para que terminen la escuelasecundaria y la capacitación para padres y supervisión de adolescentes en riesgo. En todos los casos losprogramas de control y represión del delito presentaron niveles de costo-efectividad menores (Greenwood,1996, citado en Búvinic y Morrison, 1999). Como se dijo previamente, la experiencia chilena se diferenciaa la del resto de los países de la región, ya que presenta altos niveles de confianza ciudadana en lasinstituciones policiales, y mínimos indicadores de abuso policial y tortura 14 .13. Este apartado se realizó en base a Dammert (2002)14. Cabe resaltar que, si bien, en comparación con los países de la región la presencia de violencia policial enChile es mínima, para algunos autores “el caso chileno presenta un aumento significativo de las denunciaspor violencia policial en la última década pero, paradojalmente, esto no constituye un motivo de preocupaciónpública o ciudadana” (Fuentes, 2001, p. 61)35
El ContextoLa juventud chilena: Características y problemáticasAl hablar de juventud nos referimos a un grupo que se unifica en torno al tramo etario de entre 15 y 29años y presenta características diversas que hablan de la existencia de subgrupos que deben ser analizadoscomo tales. Entre los múltiples elementos de diferenciación, los más importantes son: el género, los tramosetarios específicos y la situación socioeconómica 15 .Como puede observarse en el siguiente gráfico, la transición demográfica que experimenta Chile secaracteriza por una paulatina disminución del peso relativo de la población juvenil respecto a la poblacióntotal, proceso que se ha acentuado en la última década.Fuente: INJ, 2001.A pesar de la disminución del peso de la población juvenil con respecto al total poblacional, en 2001 estetramo etario representó el 24.1% de la población total, es decir, más de 3 millones y medio de personas.Respecto a la composición de género de dicho grupo poblacional, los jóvenes presentaron una ligeramayoría de población masculina por sobre la femenina; en ambos grupos la distribución etaria es similar,con una mayor presencia de aquellos en el grupo de 15 a 19 años (INJ, 2001).En términos socioeconómicos, la situación de los jóvenes se ha visto precarizada en los últimos años. Estose expresa en el mayor porcentaje de jóvenes que en 2000 trabajaban (38%) respecto de años anteriores.Además se observa un aumento de los jóvenes que están buscando empleo (INJ, 2001). Las razonesprincipales que aducen aquellos que trabajan se vinculan directamente con la subsistencia: 38% declarótrabajar para mantener o ayudar a mantener a su familia. Aún más crítica es la estimación de que en Chile“hay más de 100 mil jóvenes que no estudian ni trabajan” (De Rementería, 2002, p.14), situación querepresenta un serio problema social, ya que los jóvenes marginados de la educación y del empleo formaltienden a presentar mayores riesgos de involucrarse en actos de violencia o en comisión de delitos (Mosery Van Bronkhorst, 1999. p. 7).15. La diferencia entre población juvenil urbana y rural no presenta una significación mayor en Chile ya que elprimer grupo representa más del 80% del total.36
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El ContextoLa juv<strong>en</strong>tud chil<strong>en</strong>a: Características y problemáticasAl hablar <strong>de</strong> juv<strong>en</strong>tud nos referimos a un grupo que se unifica <strong>en</strong> torno al tramo etario <strong>de</strong> <strong>en</strong>tre 15 y 29años y pres<strong>en</strong>ta características diversas que hablan <strong>de</strong> la exist<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> subgrupos que <strong>de</strong>b<strong>en</strong> ser analizadoscomo tales. Entre los múltiples elem<strong>en</strong>tos <strong>de</strong> difer<strong>en</strong>ciación, los más importantes son: el género, los tramosetarios específicos y la situación socioeconómica 15 .Como pue<strong>de</strong> observarse <strong>en</strong> el sigui<strong>en</strong>te gráfico, la transición <strong>de</strong>mográfica que experim<strong>en</strong>ta Chile secaracteriza por una paulatina disminución <strong>de</strong>l peso relativo <strong>de</strong> la población juv<strong>en</strong>il respecto a la poblacióntotal, proceso que se ha ac<strong>en</strong>tuado <strong>en</strong> la última década.Fu<strong>en</strong>te: INJ, 2001.A pesar <strong>de</strong> la disminución <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong> la población juv<strong>en</strong>il con respecto al total poblacional, <strong>en</strong> 2001 estetramo etario repres<strong>en</strong>tó el 24.1% <strong>de</strong> la población total, es <strong>de</strong>cir, más <strong>de</strong> 3 millones y medio <strong>de</strong> personas.Respecto a la composición <strong>de</strong> género <strong>de</strong> dicho grupo poblacional, los jóv<strong>en</strong>es pres<strong>en</strong>taron una ligeramayoría <strong>de</strong> población masculina por sobre la fem<strong>en</strong>ina; <strong>en</strong> ambos grupos la distribución etaria es similar,con una mayor pres<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> aquellos <strong>en</strong> el grupo <strong>de</strong> 15 a 19 años (INJ, 2001).En términos socioeconómicos, la situación <strong>de</strong> los jóv<strong>en</strong>es se ha visto precarizada <strong>en</strong> los últimos años. Estose expresa <strong>en</strong> el mayor porc<strong>en</strong>taje <strong>de</strong> jóv<strong>en</strong>es que <strong>en</strong> 2000 trabajaban (38%) respecto <strong>de</strong> años anteriores.A<strong>de</strong>más se observa un aum<strong>en</strong>to <strong>de</strong> los jóv<strong>en</strong>es que están buscando empleo (INJ, 2001). Las razonesprincipales que aduc<strong>en</strong> aquellos que trabajan se vinculan directam<strong>en</strong>te con la subsist<strong>en</strong>cia: 38% <strong>de</strong>clarótrabajar para mant<strong>en</strong>er o ayudar a mant<strong>en</strong>er a su familia. Aún más crítica es la estimación <strong>de</strong> que <strong>en</strong> Chile“hay más <strong>de</strong> 100 mil jóv<strong>en</strong>es que no estudian ni trabajan” (De Rem<strong>en</strong>tería, 2002, p.14), situación querepres<strong>en</strong>ta un serio problema social, ya que los jóv<strong>en</strong>es marginados <strong>de</strong> la educación y <strong>de</strong>l empleo formalti<strong>en</strong><strong>de</strong>n a pres<strong>en</strong>tar mayores riesgos <strong>de</strong> involucrarse <strong>en</strong> actos <strong>de</strong> viol<strong>en</strong>cia o <strong>en</strong> comisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos (Mosery Van Bronkhorst, 1999. p. 7).15. La difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre población juv<strong>en</strong>il urbana y rural no pres<strong>en</strong>ta una significación mayor <strong>en</strong> Chile ya que elprimer grupo repres<strong>en</strong>ta más <strong>de</strong>l 80% <strong>de</strong>l total.36
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