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Centro CulturalBella Épocael antiguo cine Bella Época,inmueble construido en laciudad de México por el ar -quitecto Charles Lee en los añostrein ta emulando los cines deHo llywood, será convertido enCentro Cultural. El recinto albergarála nueva librería del Fondode Cultura Económica que llevaráel nombre de Rosario Cas te -llanos, y que se contempla seauna de las más grandes de La ti -noamérica, junto a la que el Fon -do construirá en Bogotá, Colom -bia. Además de la librería, quecontará con cerca de 250 milejemplares en exposición, el pro -yecto del Centro incluye una salacinematográfica, que llevará elnombre de “Lido” como un ho -me naje al cine que funcionó pormuchos años en ese lugar; la salade exposiciones “Luis Cardoza yAragón”, un auditorio y una ca -fe tería. El proyecto de remo -delación de esta construcción,icono de la colonia Condesa, fueplaneado por el reconocido arquitectomexicano Teodoro Gon -zá lez de León, quien ha expresadosu intención de respetar granparte de la estructura original; yun techo de cristal proyectado enlos planos será realizado por elartista plástico Jan Hendrix.v e r t i c a lArchivoILUSTRACIONES: LOURDES DOMÍNGUEZ.demandan servicios para sus hijos, acuden a empresas que ofrecen actividadesya preparadas. Podrían ser consideradas como actividades “enlatadas”,que la administración contrata con el convencimiento de queson necesarias para justificar la misma existencia de la biblioteca.Pero muchos gobiernos locales y nacionales y también muchos bi blio -tecarios olvidan con frecuencia dos asuntos muy importantes: que la bi -blioteca es un agente de intervención social y que la sociedad sinbi bliotecas auténticas no puede cumplir sus objetivos en lo que se refierea la educación. Es decir, frente a las exigencias de tener las bibliotecasllenas, de cumplir los objetivos de préstamo de libros y de acceso a lasnuevas tecnologías de la información, los bibliotecarios olvidamos la funciónsocial y educadora de la biblioteca. Y nos acomodamos planteandoprogramas que satisfacen a los que ya vienen.Olvidamos también que la verdadera animación es un proceso, no unfin. Y es que no se trata de tener en cuenta a la gente, ni de darle lo quepide, aplicando la máxima del despotismo ilustrado, “todo por el pueblo,pero sin el pueblo”. Aquí podríamos hablar de la foto que falta. No sólo esposible, sino imprescindible dar un paso más, abriendo en nuestras bi -bliotecas espacios donde quepamos todos, donde técnicos, políticos y vecinos,poniendo sobre la mesa nuestros saberes y experiencias podamosdecidir juntos qué se hace, cómo, cuándo, con quién, para qué y paraquién. Esta forma de hacer las cosas dará una dimensión más acertada alas actividades de animación, como herramientas y no como fines en símismas, y también a la tarea del bibliotecario. Podría decirse que falta lafotografía de ciudadanos debatiendo, sentados junto a los bibliotecarios ylos políticos, y no sólo usuarios adultos sino también niños y niñas.Dice Mercè Escardó que “las bibliotecas infantiles deben ser bibliotecas,por una parte, para los niños, es decir, gestionadas y animadas pensandoen ellos, en sus necesidades, en sus preferencias y en sus exigenciasy, por otra parte, de los niños, es decir, que ellos las identifiquen comosuyas y que las cuiden y respeten hasta el punto de participar en las actividadesy las tareas propias de la biblioteca y que se sientan invitados ahacer sugerencias y propuestas”. 4 Quizás la primera idea no resulte tancomplicada; sin embargo, lograr que los niños hagan suyo un espacio quedeben compartir con los adultos es bastante difícil. Los padres exigen servicios,aportan ideas y una ayuda inestimable, pero condicionan losmovimientos de los pequeños, así como las funciones de la bibliotecaporque tratan de imponer sus ideas preconcebidas de qué debe ser un4Mercè Escardó i Bas, La biblioteca, un espacio de convivencia, Anaya, 2003, p. 33.14 el BiBliotecario

Centro CulturalBel<strong>la</strong> Épocael antiguo cine Bel<strong>la</strong> Época,inmueble construido en <strong>la</strong>ciudad <strong>de</strong> México por el ar -quitecto Charles Lee en los añostrein ta emu<strong>la</strong>ndo los cines <strong>de</strong>Ho llywood, será convertido enCentro Cultural. El recinto albergará<strong>la</strong> nueva librería <strong>de</strong>l Fondo<strong>de</strong> Cultura Económica que llevaráel nombre <strong>de</strong> Rosario Cas te -l<strong>la</strong>nos, y que se contemp<strong>la</strong> seauna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> La ti -noamérica, junto a <strong>la</strong> que el Fon -do construirá en Bogotá, Colom -bia. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>la</strong> librería, quecontará con cerca <strong>de</strong> 250 milejemp<strong>la</strong>res en exposición, el pro -yecto <strong>de</strong>l Centro incluye una sa<strong>la</strong>cinematográfica, que llevará elnombre <strong>de</strong> “Lido” como un ho -me naje al cine que funcionó pormuchos años en ese lugar; <strong>la</strong> sa<strong>la</strong><strong>de</strong> exposiciones “Luis Cardoza yAragón”, un auditorio y una ca -fe tería. El proyecto <strong>de</strong> remo -<strong>de</strong><strong>la</strong>ción <strong>de</strong> esta construcción,icono <strong>de</strong> <strong>la</strong> colonia Con<strong>de</strong>sa, fuep<strong>la</strong>neado por el reconocido arquitectomexicano Teodoro Gon -zá lez <strong>de</strong> León, quien ha expresadosu intención <strong>de</strong> respetar granparte <strong>de</strong> <strong>la</strong> estructura original; yun techo <strong>de</strong> cristal proyectado enlos p<strong>la</strong>nos será realizado por e<strong>la</strong>rtista plástico Jan Hendrix.v e r t i c a lArchivoILUSTRACIONES: LOURDES DOMÍNGUEZ.<strong>de</strong>mandan servicios <strong>para</strong> sus hijos, acu<strong>de</strong>n a empresas que ofrecen activida<strong>de</strong>sya pre<strong>para</strong>das. Podrían ser consi<strong>de</strong>radas como activida<strong>de</strong>s “en<strong>la</strong>tadas”,que <strong>la</strong> administración contrata con el convencimiento <strong>de</strong> queson necesarias <strong>para</strong> justificar <strong>la</strong> misma existencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> biblioteca.Pero muchos gobiernos locales y nacionales y también muchos bi blio -tecarios olvidan con frecuencia dos asuntos muy importantes: que <strong>la</strong> bi -blioteca es un agente <strong>de</strong> intervención social y que <strong>la</strong> sociedad sinbi bliotecas auténticas no pue<strong>de</strong> cumplir sus objetivos en lo que se refierea <strong>la</strong> educación. Es <strong>de</strong>cir, frente a <strong>la</strong>s exigencias <strong>de</strong> tener <strong>la</strong>s bibliotecasllenas, <strong>de</strong> cumplir los objetivos <strong>de</strong> préstamo <strong>de</strong> libros y <strong>de</strong> acceso a <strong>la</strong>snuevas tecnologías <strong>de</strong> <strong>la</strong> información, los bibliotecarios olvidamos <strong>la</strong> funciónsocial y educadora <strong>de</strong> <strong>la</strong> biblioteca. Y nos acomodamos p<strong>la</strong>nteandoprogramas que satisfacen a los que ya vienen.Olvidamos también que <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra animación es un proceso, no unfin. Y es que no se trata <strong>de</strong> tener en cuenta a <strong>la</strong> gente, ni <strong>de</strong> darle lo quepi<strong>de</strong>, aplicando <strong>la</strong> máxima <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spotismo ilustrado, “todo por el pueblo,pero sin el pueblo”. Aquí podríamos hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> foto que falta. No sólo esposible, sino imprescindible dar un paso más, abriendo en nuestras bi -bliotecas espacios don<strong>de</strong> quepamos todos, don<strong>de</strong> técnicos, políticos y vecinos,poniendo sobre <strong>la</strong> mesa nuestros saberes y experiencias podamos<strong>de</strong>cidir juntos qué se hace, cómo, cuándo, con quién, <strong>para</strong> qué y <strong>para</strong>quién. Esta forma <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong>s cosas dará una dimensión más acertada a<strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> animación, como herramientas y no como fines en símismas, y también a <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong>l bibliotecario. Podría <strong>de</strong>cirse que falta <strong>la</strong>fotografía <strong>de</strong> ciudadanos <strong>de</strong>batiendo, sentados junto a los bibliotecarios ylos políticos, y no sólo usuarios adultos sino también niños y niñas.Dice Mercè Escardó que “<strong>la</strong>s bibliotecas infantiles <strong>de</strong>ben ser bibliotecas,por una parte, <strong>para</strong> los niños, es <strong>de</strong>cir, gestionadas y animadas pensandoen ellos, en sus necesida<strong>de</strong>s, en sus preferencias y en sus exigenciasy, por otra parte, <strong>de</strong> los niños, es <strong>de</strong>cir, que ellos <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>ntifiquen comosuyas y que <strong>la</strong>s cui<strong>de</strong>n y respeten hasta el punto <strong>de</strong> participar en <strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>sy <strong>la</strong>s tareas propias <strong>de</strong> <strong>la</strong> biblioteca y que se sientan invitados ahacer sugerencias y propuestas”. 4 Quizás <strong>la</strong> primera i<strong>de</strong>a no resulte tancomplicada; sin embargo, lograr que los niños hagan suyo un espacio que<strong>de</strong>ben compartir con los adultos es bastante difícil. Los padres exigen servicios,aportan i<strong>de</strong>as y una ayuda inestimable, pero condicionan losmovimientos <strong>de</strong> los pequeños, así como <strong>la</strong>s funciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> bibliotecaporque tratan <strong>de</strong> imponer sus i<strong>de</strong>as preconcebidas <strong>de</strong> qué <strong>de</strong>be ser un4Mercè Escardó i Bas, La biblioteca, un espacio <strong>de</strong> convivencia, Anaya, 2003, p. 33.14 el BiBliotecario

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