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OBRAS DE SAN AGUSTÍN - Escritura y Verdad

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<strong>OBRAS</strong> <strong>DE</strong><strong>SAN</strong> AGUSTÍNTOMOVTRATADO DÉ LA<strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD


BIBLIOTECAD EAUTORES CRISTIANOSDeclarada de interés nacionalESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTADIRECCIÓN <strong>DE</strong> LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD <strong>DE</strong> SALAMANCAsANO B R A S<strong>DE</strong>AGUSTÍNEN EDICIÓN BILINGÜETOMO VLA. COMISIÓN <strong>DE</strong> DUCHA. PONTIFICIA.UNIVERSIDAD ENCARGADA <strong>DE</strong> LAINMEDIATA RELACIÓN CON LA B. A. C,ESTA. INTEGRADA EN EL ANO 1956POR LOS SEÑORES SIGUIENTES :7 J 'RÍ1SIDIKT£ :Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. Fr. FRANCISCO BARBADOVIEJO, O. P., Obispo de Salamanca y Gran Cancillerde la Pontificia Universidad.VICEPRESI<strong>DE</strong>NTE : Hmo. Sr. Dr. LORENZO TURRADO,Rector Magnífico.Tratado sobre la Santísima TrinidadPRIMERA VERSIÓN E.SPAÑOLA, INXRODUCCIÓN Y NOXAS <strong>DE</strong>L PADREF R . LUIS ARIAS, O . S . A ..DOCTOR EN TEOLOGÍA, CATEDRÁTICO <strong>DE</strong> LAUNIVERSIDAD PONTIFICIA <strong>DE</strong> SALAMANCASEGUNDAEDICIÓNVOCALES: R- **• Dr. Fr. AGAPITO SOBRADILLO,O. F. M. C, Decano de la Facultad de Teología;M. I. Sr. Dr. LAMBERTO <strong>DE</strong> ECHEVERRÍA, Decano dela Facultad de Derecho; M. I. Sr. Dr. BERNARDO RIN­CÓN, Decano de la Facultad de Filosofía; R. P. Dr. JOSÉJIMÉNEZ, C. M. F., Decano de la Facultad de HumanidadesClásicas; R. P. Dr. Fr. ALBERTO COLUN-GA, O. P., Catedrático de Sagrada <strong>Escritura</strong>; reverendoP. Dr. BERNARDINO LLORCA, S. I., Catedrático deHistoria Eclesiástica.SECRETARIO: M. I. Sr. Dr. Luis SALA BALUST, Profesor.LA EDITORIAL CATÓLICA.. S A. APARTADO 466MADRID . MOMLVIBIBLIOTECA <strong>DE</strong> AUTORESMADRID . MCMLVICRISTIANOS


DR.-NIHIL OBSXAT :ANDRÉS <strong>DE</strong> LUCAS,Censor.IM'T"R1AH l'OTHST:FR. MANUEL A. GUTIÉRREZ, O. S.Prior prov.A.,i*V#^ ^ »> •SfJm mi»mrm 51.§PÍI C-seiBSum * iI* 7*/*4&\í3á«&ms.si©p /V-^ Ai*» eiFuio seufterFihamp'veedii 1 ' ,Xc&uhlutfar jpiralwKepampa et /tan Broduetl ad mira.'•'•'• ' "M I : I.-1 1 • i•' i H-J- 1 '1 •' .2*Jtji ItrmWHiTnxililu et vocaitir tnbut xattmtibitJ Hottoitaltbnt!\\\ ÁJ Spírjliu SaHctm b > AMtor Qilrii fartribüs fi\FÜ}l, Cj x !>QXMiKPíttrU\ ti /tifí.: |3h. A Paire fi F lio hujier ñiium \»tlllituriwilliblhler vvY irttibililert-La_l_ O. I II I I I I I I I i I i IOmxta Jhtkrítpera/urj&rÍér¿u»t —ixSpmlu ¿anchadeutusbatuta tew iermiMAniurpmxe¡Jfa retahexejWtr/m•fe'/A,\J \ ! f K 1JíKÍ^/y\7, ^: \£¡'KÍM,VTCR't JUAN,Obispo aux. y Vic. gen.Madrid, 16 marzo 1956.


Í N D I C EGENERAL


Í N D I C EG E N E R A LINTRODUCCIÓNPágs.I. Doctrina preagustiniana acerca de la Trinidad' 3II. «De Trinitate» 20III. Análisis de la obra 31IV. La imagen de la Trinidad en el hombre 56V. Una mirada fija en el sol 104VI. Nuestra versión 108Bibliografía 111Apéndices : I. Autocrítica en las Retractaciones 114II. Códices que contienen el tratado «De Trinitate» 116TRATADO SOBRE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADCARTA-PRÓLOGO 125CAPÍTULOS :LIBRO1. Escribe contra aquellos que, abusando de la razón, calumnianla doctrina de la Trinidad. El error de los quepolemizan acerca de Dios proviene de una triple causa.La <strong>Escritura</strong> divina, dejadas a un lado las interpretacionesfalsas, nos eleva gradualmente a las cosas deDios. Inmortalidad verdadera. Por la fe somos nutridos:y nos hacemos hábiles para entender lo divino - 1272. Plan de la obra 1333. Disposiciones que en el lector exige Agustín 1354. Doctrina católica sobre la Trinidad 1395. Dificultades acerca de la Trinidad. Cómo las tres divinaspersonas son tm solo Dios y, obrando inseparablemente,ejecutan ciertas cosas sin mutuo concurso 1416. El Hijo es consubstancial al Padre. No-Solamente elPadre, sino también la Trinidad, es inmortal. Todas lascosas han sido hechas por el Pa.dre y el Hijo. El EspírituSanto es Dios verdadero, igual al Padre y al Hijo. 143I


ÍNDICE GENERALÍNDICE GENERALXIPágs.7. El Hijo es inferior al Padre e inferior a sí misino 1538. Exegesis de varios pasajes de la <strong>Escritura</strong> referentes ala inferioridad del Hijo. La contemplación prometida,fin de todas nuestras acciones. El Espíritu Santo, aligual del Padre, basta para nuestra bienaventuranza. 1559. A veces en una persona divina están todas incluidas ... 16510. El Hijo entregará el reino al Padre. Consignado el reinoal Padre, Cristo ya no interpelará por nosotros ... 16911. Las dos naturalezas en Cristo 17312. La ignorancia de Cristo. Cómo pertenece y no pertenecea Cristo dar el reino. Cristo juzgará y no juzgará.Nadie sabe el día ni la hora : ni los ángeles en el cielo,ni el Hijo del hombre, sino sólo el Padre 17513. Del mismo Cristo se predican cosas opuestas a causa delas diversas naturalezas de Su persona. Por qué se diceque el Padre no ha de juzgar, pues dio el juicio al Hijo. 185LIBROPREFACIO 199CAPÍTULOS :1. Reglas de hermenéutica sacra. Triple género de locuciones2012. Dos acepciones en una sentencia 2053. Aplicaciones de la regla mencionada al Espíritu Santo. 2074. La glorificación del Hijo por el Padre no arguye desemejanza2095. Misiones divinas 2096. Epifanías del Espíritu Santo 2177. Cuestiones diversas acerca de las apariciones divinas. 2218. Toda la Trinidad, invisible 2239. Dificultades y soluciones. La verdad ha de buscarse enel estudio reposado 22510. Las teofanías en el Antiguo Testamento. Aparición deDios a Adán. Visión de Abrahán 22911. Cabe la encina de Mambre 23512. Visión de Lot ' 23713. La zarza ardiendo 24114. La nube y la columna de fuego 24315. En la cumbre del Sinaí 24516. Cómo vio Moisés al Señor 24917. Moisés ve las espaldas de Yahvé. Fe en la resurrecciónde Cristo. Sólo en la Iglesia católica se ven las espaldasdel Señor. I-as espaldas del Señor vistas por losisraelitas. Es opinión temeraria creer que el Padre nuncase apareció a los patriarcas 25118. Visión de Daniel 259IILIBROPROEMIO .' : 265CAPÍTULOS :1. Cuestiones a examinar 2712. La voluntad divina, cansa eficiente de toda mutación.Ejemplo 2733. Sobre el mismo argumento 2754. La voluntad de Dios, ley suprema de todo lo existente. 2795. Caracteres del milagro 2816. La variedad en el milagro '. 2837. Milagros y magia 285-8. La creación, obra exclusiva de Dios 2879. Dios, causa eficiente universal 29310. La criatura al servicio del Omnipotente. Sombras yluces. La Eucaristía 29711. Invisibilidad de la esencia divina. Las teofanías hechasa los padres tuvieron lugar por medio de los ángeles.Dificultad y solución. Dios se sirve del ministerio angélicopara manifestarse a Abrahán y Moisés. Se pruebaesto mismo por la ley dada a Moisés por medio delos ángeles. Resumen y apunte 305LIBROPROEMIO 317CAPÍTULOS :1. El conocimiento de nuestra miseria, escuela de perfección.Luz en las tinieblas 3212. La encarnación del Verbo nos dispone al conocimientode la verdad 3253. La muerte de Cristo y la resurrección del hombre. Ladoble .muerte del hombre, remediada por la muerte únicade Dios 3274. ÍPerfección del número seis. Círculo senario en el año. 3355. El número seis en la formación del cuerpo de Cristo yen la edificación del templo de Jerusalén í. 3396. El triduo de la resurrección, en el que aparece la razónde la unidad al duplo .' 3417. El Mediador 3458. Unión de los fieles en Cristo 3459. Prosigue el mismo argumento 34710. Cristo, Mediador de vida, y Luzbel, mediador de muerte. 34911. Los prodigios del diablo merecen nuestro desprecio ... 35112. Los dos mediadores 35113. La voluntariedad en la muerte de Cristo. Triunfo delMediador de la vida sobre el mediador de la muerte ... 355IIIIVPágs.


XIIÍNDICE GENERALPágs.JA. Jesucristo, víctima de valor .infinito. Elementos del sacrificio3°315. Soberbia presunción de los impíos 3 6 516. No han de ser consultados los antiguos filósofos sobre'la resurrección de los muertos ni sobre la vida futura. 36517. Presciencia del porvenir. Acerca de la resurrección delos muer.tos no hemos ni siquiera de consultar a los filósofosque sobresalieron entre los antiguos 36718. Fin de la encarnación del Hijo de Dios 37119. Vaticinios niesiánicos. Cómo el Hijo por la misión de sunacimiento en la carne se hace inferior sin detrimentode su igualdad con el Padre 37520. Misiones divinas. Igualdad del que envía y del enviado.Por qué el Hijo se dice enviado por el Padre. Cómoy por quién fué enviado el Espíritu Santo. El Padre,principio de la deidad 379zi. Epifanías del Espíritu Santo. Coeternidad de la Trinidad.Qué es lo que se ha dicho y qué es lo que restapor decir3^7ÍNDICE GENERALLIBROVIXIIIPáes.CAPÍTULOS :1. Cristo, sabiduría y poder de Dios. Silogismo de algunoscatólicos contra los arrianos primitivos. Dificultad : ¿ElPadre es El sabiduría o sólo es Padre de la sabiduría? 4312. Término substancial y término relativo. Su predicaciónen Dios 4353. Unidad de esencia en las palabras «Uno somos» 4374. Prosigue el mismo argumento 44 15. Consubstancialidad del Espíritu Santo con el Padre yel Hijo - 4436. Cómo Dios es simble y múltiple substancia 4457. Dios es trino, pero no triple • 4478. En la naturaleza de Dios no hay accesión 4499. Un Dios en tres personas


XIVÍNDICE .GENERALÍNDICE GENERALXVCAPÍTULOS :PdgS-El amor, escala que conduce al conocimiento de la Trinidad.¡Dios se ha de buscar no exteriormente, deseandoobrar prodigios, como los ángeles malos, sino interiormente,imitando la piedad de los ángeles buenos ... 525El que ama al hermano, ama a Dios, porque ama alamor que viene de ¡Dios y es Dios 529El amor a la justicia increada nos enciende en amoral prójimo 533Vestigios de la Trinidad en el amor ---- « eLIBRO1. En busca de la Trinidad2. Análisis de la caridad. Sus elementos 5373. La imagen de la Trinidad en la mente que se conoce yama. Conocimiento del alma por el alma 5434. Tres cosas iguales que son unidad ; la mente, su conocimientoy su amor. Estas tres cosas son substancia yse dicen relativamente. Las tres son inseparables, y lastres son, sin trabazón ni mezcla, una substancia y tambiéntérminos relativos 5455. Inmanencia y circunincesión de las tres facultades 55 16. Conocimiento de las cosas en sí mismas y su conocimientoen la eterna verdad. Las cosas corpóreas se hande juzgar a la luz de la eterna verdad 5537. Concebimos y engendramos interiormente un verbo alcontemplar las cosas de la eterna verdad 5598. El verbo en el alma casta y en el amor culpable 5599. ¡Palabra del alma en la noticia amada 5 61LIBROCAPÍTULOS :1. El amor en un alma estudiosa, es decir, que desea saber; no es amor de lo desconocido "32. Nadie ama lo desconocido ^g3. Conocimiento del alma en el alma * ~4. El alma se conoce totalmente ••••- ~g5. Precepto de conocerse. Errores ._ — ^6. Juicio errado del alma acerca de sí misma ••-••7. Opiniones de los filósofos sobre la naturaleza del alma.El error de los que opinan que el alma es corpórea provieneno de la falta de conocimiento en el alma, sinode que le añaden algún elemento extraño. Qué sea en- ^contrar 5958. Búsqueda y error del alma :"""j""'^'nrerse 5979. El alma se conoce al conocer el precepto de conocerse.XIX10.II.Págs.El alma sabe con certeza que existe, vive. y,_ entiende. 599En la memoria radica la ciencia, en la inteligencia elingenio, y la acción en la voluntad. Memoria, entendimientoy voluntad son unidad esencial y trinidad relativa.." .-•• ^5El alma, imagen de la Trinidad en su memoria, entendimientov voluntad^LIB ROCAPÍTULOS :1. Vestigios de la Trinidad en el hombre exterior ....:.... 6112. Trinidad en la visión. Los tres elementos que concurrena la visión difieren por naturaleza. Cómo el objetovisible engendra la imagen de la cosa que se ve.Por inedio de un ejemplo declara esta doctrina. Cómodichos elementos concurren en la unidad 6133. 'Una trilogía en el pensamiento : memoria, visión interior,voluntad unitiva "" 6234. Cómo surge esta unidad en el alma 6255. ¡La trinidad del hombre exterior o de la visión externano es imagen de Dios. Aun en el pecado se apetece íasemejanza con Dios. En la visión externa, la forma delobjeto es el padre, la visión el hijo, la voluntad insinúala persona del Espíritu Santo , . 639ó. Reposo y fin de la voluntad en la visión. Su naturaleza. 6337. Otra trinidad en la memoria del que reflexiona sobre suvisión 6358. Razonamientos diversos. Imaginación y recuerdo 6399. La forma engendra la forma 64510. Mágico poder de la imaginación Ó4711. Número, peso y medida 649LIBROXIXIICAPÍTULOS :1. El hombre exterior y el hombre interior 6532. Sólo el hombre percibe en el mundo las razones eternas. 6553. La razón superior, que pertenece a la contemplación,y la razón inferior, que es dinámica, en un alma 6574. La trinidad, imagen de Dios, en la parte superior delalma, que contempla las razones eternas 6575. Absurda opinión 6596. Impugnación razonada de la sentencia anterior 6617. Cómo el [hombre es imagen de Dios. La mujer, ¿no esacaso imagen de Dios ? ¡Mística y figurada interpretaciónde aquella sentencia del Apóstol en que se. proclamaal varón imagen de Dios y a la mujer gloria del


XVIÍNDICE GENERALPágs.8. Cómo se dibuja la imagen de Dios en el alma 6739. Continúa el mismo argumento 67510. Grados en la torpeza 67511. Imagen de la bestia en el hombre 67712. Maridaje misterioso en el hombre interior. Complacenciasilícitas 67913. Opinión de algunos egregios defensores de la fe, segúnla cual en el varón se significa la mente y en la mujerlos sentidos del cuerpo 68314. Sabiduría y ciencia. El culto de Dios es el amor. Cómopor la sabidilría ha lugar el conocimiento intelectual delas cosas eternas 68515. Contra las reminiscencias de Platón y del sabio Pitágoras.Trinidad en la ciencia 691LIBRO XIIICAPÍTULOS :1. Trata de discernir los oficios de la sabiduría y de laciencia a la luz de las <strong>Escritura</strong>s. Por el exordio delEvangelio de San Juan demuestra cómo unas sentenciasse refieren a la sabiduría 3' otras a la ciencia. Algunascosas de las que allí se narran sólo la fe las conoce.Cómo vemos la fe que en nosotros existe. En Ja mismanarración de San Juan hay cosas qne se conocen por lossentidos del cuerpo, otras por la razón 6972. La fe, renuevo del corazón, no del cuerpo, es una y comúna todos los creyentes 7°53. Quereres universales. Ennio el poeta ..••. 7°94. Unidad y variedad de quereres respecto a la bienandanza7 115. Continúa el mismo argumento 7 I 56. Por qué se ama la vida feliz y se elige lo que nos alejade su posesión .".' 7 Z 77. La fe es necesaria para que el hombre pueda ser un díafeliz en la patria. Ridicula y vana ventura de los hinchadosfilósofos 7 l 98. Sin inmortalidad no hay dicha completa ~ 2 39. No apoyados en argumentos humanos, sino en el auxiliode la fe, aseveramos la eternidad verdadera de labienandanza futura. Por la encarnación del Hijo de Diosse hace creíble la inmortalidad de la dicha 7 2 510. No hubo medio más conveniente para libertar al hombrede la miseria de su mortalidad que la encarnacióndel Verbo. Nuestros méritos son dones


XVIIIÍNDICE GENERALLIBRO XA' págs.ADVERTENCIA A LA SEGUNDA EDICIÓNCAPÍTULOS :i. Sobre la mente, Dios 8392. En busca del Dios incomprensible. Vestigios de la Trinidaden la criaturaS313. Breve resumen en toda la obra 8334. Maravillosa lección de la naturaleza 8395. La existencia de la Trinidad, indemostrable por la razónnatural 8416. Trinidad en la unidad. El Dios Trinidad y las trilogíascreadas 8457. No es fácil vislumbrar en las trinidades creadas al DiosTrinidad 8518. Visión especular de Dios en este destierro 8579. Alegoría y enigma 86110. Visión enigmática y especular del Verbo eterno de Diosen nuestra palabra interior 86511. Tenue semejanza del Verbo divino en el verbo humano.Diferencia abismal entre el verbo y la ciencia delhombre y el Verbo y la ciencia de Dios 86912. Filosofía académica 87513. Diferencia entre nuestra ciencia y nuestro verbo mentaly la ciencia y el Verbo de Dios 88114. El Verbo de Dios, igual al Padre, de quien procede ... 88315. Nuestro verbo y el Verbo de Dios 88516. Ni aun en la gloria será nuestro verbo semejante al Verbode Dios 891íy.El Espíritu Santo es por apropiación, en las <strong>Escritura</strong>s,Amor 89318. El amor, don el más exquisito de Dios 90119. El Espíritu Santo, Don de Dios. Se dice Don del EspírituSanto el Don, que es el Espíritu Santo. El espropiamente amor, aunque no lo sea El solo en la Trinidad90320. Error de Eunomio. Resumen de lo dicho anteriormente. 91321. Imagen del Padre y del Hijo en nuestra memoria yen nuestra inteligencia. Semejanza del Espíritu Santoen el amor 91722. ¡Cuánta diferencia entre la imagen de la Trinidad bailadaen nosotros y la Trinidad! 91923. Diferencias y analogías entre la Trinidad que es Diosy las trinidades en el hombre. Vemos ahora la Trinidadcon el auxilio de la fe, como por un espejo ; en lavisión prometida será cara a cara 92124. Anemia del alma 92525. Sólo en .la gloria comprenderemos por qué el EspírituSanto no es engendrado y cómo procede del Padre y delHijo 92526. Doble donación del Espíritu Santo. Procede intemporalmentedel Padre y del Hijo, pero no es Hijo 92927. Solución y advertencias 93528. Ultílogo y plegaria 941í TNA nueva edición es siempre índice cierto de éxito lo-^ grado. Leer a San Agustín es hoy una necesidad sentida.La inquietud torturadora y dinámica de la concienciamoderna, con su sentido trágico de la vida en ¡búsqueda desrsperaiLzadade la verdad y en diálogo perenne con la interioridad,puede encontrar en San Agustín el soto apacibledo un idealismo constructivo, de largo alcance metafísicoy teológico, de auténtica trascendencia a lo divino. Ortegay Gasset lee, en el último año de su vida terrena, nuestraversión de De Trinitate, y queda prendido en la palabra sugestiva,cuajada de emoción agusljniana.Es significativo constatar cómo de todos los escritos delDoctor hiponense de denso contenido doctrinal, publicadospor la BIBLIOTECA <strong>DE</strong> AUTORES CRISTIANOS, es precisamentei'l De Trinitate el primero en agotarse.Esta nueva edición coincide en lo substancial con la primera,pues ni la crítica ni los hombres de estudio han puesto reparos.En contados pasajes nuestra versión ha sido limadacon diligencia y esmero, contando las palabras para ajus-1 arlas a la cualidad y condición que en el original tienen.Deseo a esta segunda edición vida breve y fama eterna.Salamanca, 1 de enero de 1956.Fr. Luis ARIAS.


I N T R O D U C C I Ó N


I N T R O D U C C I Ó NiDOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LATRINIDADLa fe en un Dios uno y trino es el punto de arranque yconvergencia de nuestras creencias cristianas. Credimus inunum Deum Patrem omnipotentem... Et in unum Dominumncstrum lesum Christum Filium Dei... Et in Spiñtum Sanctum1 .Con estas palabras escuetas y decisivas plantea la cuestióntrinitaria el primer documento oficial de la Iglesia,cuestión que nace con .el mismo alborear del cristianismoen el mundo. Contra el politeísmo absorbente y pagano delas naciones, la fe de los primeros creyentes mantiene confirmeza inflexible el dogma de la unidad divina, unidad queha de armonizar con. la divinidad del Verbo y del EspírituSanto. Unidad y trinidad constituyen la esencia del cristianismo.Sobre este punto culminante de nuestra fe insistiránlos símbolos conciliares 2 .En' el siglo III, el dualismo gnóstico, excrecencia abortivade un paganismo preagónico, hará más necesaria lainsistencia sobre el primer binomio de nuestras creencias,y los apologistas ensayan un primer esbozo de la teologíacristológica, explicando la divinidad del Verbo humanado.San Ireneo rehuye el terreno inseguro de la filosofía e insisteen la prueba irrefutable de un Dios Redentor z ; Tertuliano,el pensador más fecundo y original de los escritoresoccidentales del siglo H, temperamento de luchador,ataca el monarquianismo patripasiano con las armas de larazón 4 . En Roma, Hipólito, cismático y mártir de Cristo,1 Palabras del símbolo niceno (325) contra los arríanos. Versiónde <strong>SAN</strong> HILARIO, De synodis, 29 : EL 10, 502-503.= Véanse, por ejemplo, el Niceno-Constantinopolitano (381), el det'alcedonía (451) contra los monofisitas, el undécimo de Toledo (675)• 'oiitra los priscilianistas. Cf. MANSI, Sacrorum conciliorum nova ctiUiiplissima collectio, t. 3, 565 ; 7, 115 ; n, 132.'' <strong>SAN</strong> IRENEO, Adv. haereses: PG 7, passim.' Adv. Praxeam: PL 2, 154 ss.


4 INTRODUCCIÓNy Novato, elegante pluma y corazón soberbio, se lanzaraudazmente por una senda sombreada de peligros*.Pero es en Alejandría, vivero de inteligencias proceres,donde se acentúa una tendencia franca hacia la especulaciónfilosófica en el campo sin horizontes de la teología trinitaria.Los maestros del Didascáleon son almas místicas"y se nota en ellos la inquietud atormentadora del misterio.Así Clemente de Alejandría y Orígenes, prodigio de fecundidadliteraria, apenas sabrán evitar las sirtes peligrosasde un subordinacianismo híbrido. Sus aventajados discípulosadmiradores Gregorio, Dídimo y San Basilio bordeancon pericia indiscutible, en el esquife alígero de sus inteligenciasortodoxas, los bancales donde naufraga el modelismo,principal error antitrinitario del siglo III 6 .Esta hidra policéfala se la conoce también con el nombrede monarquianismo, patripasianismo y sabélianismo. Susrepresentantes en el mundo de la ficción se llaman Noeto,Epígono, Praxeas, Cleomenes y, como corifeo, Sabelio. Susdoctrinas fundamentales pueden condensarse en unos pocosasertos. En Dios sólo existe una persona, denominadaPadre, Hijo y Espíritu Santo. Las personas, en realidad,no son sino modos diversos de conocer a Dios, según lamanera de actuar en el mundo sensible. La doctrina delLogos es preciso entenderla en un sentido alegórico, puesasí sentencia Noeto 7 . Un sínodo condenará las enseñanzasdel heresiarca, y desde entonces se borran las huellas desu paso por el mundo.Praxeas, uno de los personajes más misteriosos de laantigua historia de la Iglesia 8 , empieza a divulgar su doctrinabajo él pontificado de Ceferino, y cuando su eco arribaa las playas ardientes de África se dejará oír el acentorobusto de Tertuliano, ya por aquellas calendas montañista.Su error parece resumirse en estas ¡breves palabras:Dúos unum volunt esse ut ídem Pater et Filius habeatur 9 .Los modalistas romanos no sienten inquietudes por justificarsu sistema trinitario. Con el tiempo, el sabélianismorecibirá importantes modificaciones y saforá presentar susdogmas en forma sutil. Hasta el Espíritu ¡Santo tiene un5 <strong>SAN</strong> HIPÓLITO, Contra hacresim Noeti: PG 10, 803-830 ; Philosophumena:PG 16, 3369. Cf. A. D'ALES, La théSogie de Saint Hippolyte(París 1906) ; NOVACIANO, De Trinüate: PL 3, 878 ss.6 Véase BARDY, Monarchianisme: IDicticmnaire de Tiiéologie Catholique,t. 10, col. 2193-2209. En lo sucesivo citaremos este Diccionariocon las siglas DTC.7 Las fuentes para conocer el error de Noeto son <strong>SAN</strong> HIPÓLI­TO, o. c, y <strong>SAN</strong> EPIFANIO, Panarion, haer. 57 : PG 41, 994-1009.* Tertuliano nos da muy pocas noticias de Praxeas. Cf. ESSER,Wer -mar Praxeas? (Bona 1910).9 Adv. Prax., 5 : PL 2, 183.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDAD 5lugar disponible en este unitarismo perfeccionado. Dios esunidad indivisa en el Padre-Hijo (uio-rrcrrcóp). El Verbo se manifiestaen la creación, y es Padre en cuanto legislador soberano,Hijo en cuanto redentor y Espíritu Santo en cuantosantificador. Estos tres estadios sucesivos de la mónadadivina no constituyen tres personas, sino tres modalidades,tres nombres de un mismo ser 10 . Sólo el Hijo sufrió en lacumbre del Gólgota, pues el Padre se desvaneció al entraren acción como Hijo.La intervención decidida de San Dionisio de Alejandría" contra los sabelianos de Pentápolis es el último episodionotable en la historia del monarquianismo oriental.Mas no terminan aquí los extravíos de la razón. Cristo,afirman los fundadores del adopcionismo, Teodoro el curtidor,Teodoro el 'banquero y un cierto Artemas, no es hijonatural de Dios, sino adoptivo. El término es creación deHarnack y ha hecho fortuna. Afín a)l monarquianismo, esmenester distinguirlo, del adopcionismo español del sigloVIII, que no es antitrinitario.Pablo de Samosata. intrigante, ambicioso y protegido dela reina Zenobia, ve en Cristo un hombre vulgar. Retienela palabra homoousios, pero le da un significado modalista.El Espíritu Santo raramente se menciona en los escritosdel heresiarca, y es difícil determinar el puesta que ocupaen su sistema. Una mezcla de modalismo y adopcionismoparece ser el ¡carácter distintivo de su doctrina lí .Poeio acusa a Clemente de Alejandría de error, como siadmitiese dos Verbos; pero, a juicio de Tixeront 13 , ©s posiblejustificarle de la mancha de subordinacianismo conque los críticos de hoy pretenden obscurecer su ortodoxia.El papel del Verbo como iluminador, maestro y pedagogo,nos hace pensar instintivamente en el modalismo 14 .La teología trinitaria de Orígenes presenta puntos débiles,que pone de relieve Cayré 15 en las siguientes proposiciones:1. a El vocabulario no es fijo; ousía designa deordinario la esencia, pero identifica la hypóstasis con laousía, haciéndola a veces sinónima de persona. 2." Por unanatural reacción contra el modalismo, insiste con excesosobre la realidad de las personas divinas; de ahí su fórmu-10 Cf. TIXERONT, Hist. des dogmes dans l'antiquité chrétienne(París 1924), t. 1, p. 583 s. Citamos la octava edición.11 Cf. <strong>SAN</strong> ATANASIO, De sententia Dionysii: PG 25, 477 ss.12 Véase BARDY, Paul de Samosate, étude historique (Lovaina 1929).Los esfuerzos de Loofs para rehabilitar a P. de Samosata resultaronde una esterilidad desoladora.13 TIXERONT, Hist. des dogm., t. r, t>. 286.11 Cf. A. <strong>DE</strong> LA BARRE, Clement d'Aléxandrie: DTC 137, 199.15 CAYRÉ, Patrologie et hist. de la théol. (París 194S), t. 1, p. 203.


6 INTRODUCCIÓNla equívoca de tres hypóstasis. 3." Ai hablar del Hijoemplea términos mal sonantes (theós Mistos, deúterostheós), que, si pueden ser justificados, muestran, empero,una tendencia a jerarquizar las personas. Mas al margende estos lunares, Orígenes enseña con toda precisión quela unidad en Dios no excluye la Trinidad 1B . El Verbo esDios, consubstancial al Padre. En un fragmento que citala Apología de San Panfilo se encuentra el término homoousios17 . El tercer miembro de la Trinidad es el EspírituSanto, eterno, Omnisciente, emanación del Padre per F*ilium,según la doctrina clásica de los orientales.¡La especulación trinitaria de Hipólito es un calco delpensamiento de San Justino, pero en su lucha a muerte conel monarquianismo acentúa la distinción de las personas divinas,con detrimento de su unidad indivisa. El Logos existíaen el Padre como pensamiento inmanente del Padre—Logos endiáthetos—; al rodar de la eternidad procededel Padre como Logos prosphorikós, con personalidad propia18 . Su razonar sobre el misterio de un Dios en trespersonas se hace muy peligroso y resbaladizo. El papaCeferino le reprochará su diteísmo, pues establece una distinciónesencial entre el Padre y su ¡Logas, y sus teoríasamenazan destruir 'la eternidad del Verbo, la inmutabilidaddivina y la perfectísima igualdad de las tres personas. Hipólito,a su vez, acusa a su rival de sabelianismo, sin 'quehasta el momento encuentren los estudiosos fundamentopara tal acusación 19 .En la teología de Hipólito, el Espíritu Santo ocupa unpuesto secundario. Completan las ideas apuntadas por Taciano,autor poco firme de la fe, Atenágoras, San Justinoy Teófilo; pero las directrices de su pensamiento independientey rebelde no consiguen evitar las sombras en susclaridades doctrinales 20 .Tertuliano, en lenguaje lleno de colorido, vibrante yenérgico, denso de ideas, marca un progreso en la doctrinatrinitaria. Ataca vigorosamente el modalismo de los monarquianosy defiende con valentía la doctrina tradicionalde la Iglesia de Cristo/ Unidad y trinidad no se excluyen.Existen tres personas diferentes non statu, sed gradu; necsubstantia, sed forma; nec potestate, sed specie 21 . Una sola16 Cf. HIJEIIUS, Orígeniana: PG 17, 633-1284.17 Aporrhoea enim OHOOUCTIOS videtur. Cf. Apología pro Origen.:PG 17, 580-18 Philosophumena, i, 9.19 IDOELLINGER, Hippolytus tmd Callixtus (Ratisbona 1S53) ;D'ALES, O. C.20 Cf. AMANN, Hippohte: DTC 6, 2487-2511.21 Adv. Prax., 3 : PL, 2, 180.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE I.A TRINIDAD 7potencia, una sola substancia, una sola realidad, porqueDios es uno, no unum. La personalidad del Espíritu Santoes puesta en relieve con una firmeza y claridad que hacenpreludiar las fórmulas luminosas de Nicea. Antes de SanAtanasio es, dice Tixeront, el único escritor que expresamenteafirma la divinidad del Espíritu Santo. La procesiónes al estilo de los griegos: a Patre per Filium. Eh sentirde Steidle 22 , ciertas expresiones dejan un sabor amargo,por no saber evitar el subordinacianismo; pero es másbien un subordinacianismo de origen que de naturaleza 23 .La primera obra conocida con el título De Trinitate tienepor autor a Novaciano 2i . Claridad, método, elegancia,son las cualidades predominantes de este escritor latino.Al decir San Jerónimo que es un epítome de Tertuliano 25 ,exageró' en más de un tercio, pues su extensión es casi eldoble que el Adversus Praxeam. Se la puede considerarcomo una exposición doctrinal del símbolo de la fe, regulaveritatis.Fiel al procedimiento de la época, Novaciano consideraen primer término la personalidad divina del Padre. Paraél, Dios es por excelencia el Padre 26 . Los textos del Antiguoy Nuevo Testamento le sirven de apoyo en sus excursionespor los campos floridos de la fe. Hunc Deum novitet veneratur Ecclesia 27 . La misma regla de la verdad nosenseña a creer en Cristo Jesús, nuestro Dios y Señor. Eladopcionismo es una aberración del entendimiento, puessólo ve en Cristo un homo nudus et sol&tarius 2S . En lasteofanías del Antiguo Testamento, la imagen invisible deDios se manifestó a los mortales.Su cristología, si hemos de dar crédito a W. Yorke 29 ,peca de subordinacionismo, y su teología sobre el EspírituSanto es aún más rudimentaria, aunque se nota un esfuerzosostenido por agrupar y clasificar todos los testimoniosescriturísticos referentes al Espíritu Santo. Su acción divinaen la Iglesia la expone en términos concisos y exactos.No tienen razón los pneumatómacos al incluir a Novacianoentre los impugnadores de la divinidad del EspírituSanto, porque, sin nombrarle expresamente Dios,le reconoce los atributos todos de la divinidad. Como suspredecesores, oscila entre los extremos viciosos de un di-22 Patrología (F. Brisgoviae 1937), p. 67.23 CAYRÉ, Patrologie, t. 1, p. 237.21 De Trinitate: PL 3, 886-952.25 Be vir. illust., c. 70 : PL 23, 718-719.26 De Trin., c. 8 : PL 3, 925.27 O. c, ibíd.28 O. c, c. 11 : PL 3, 930.29 Cit. por AMANN en DTC 11, S23.


8 INTRODUCCIÓNteísmo amorfo y un subordinacianismo herético, pronunciándosea favor del primero. No obstante, su obra marcaun avance indiscutible sobre los apologistas del siglo II,e incluso sobre los dos grandes escritores del III, Tertulianoe Hipólito. Como éste, distingue en el Verbo tres estadios:generación eterna, nacimiento y encarnación en eltiempo. El Hijo es jerárquicamente inferior al Padre, peroesto es una consecuencia de las procesiones divinas.ARRIANISMOEl arrianismo, al impugnar la divinidad de Cristo, poneen entredicho el dogna de la Trinidad. En este sentido nosocupamos de su evolución histórica. Arrio predica en Alejandríaabiertamente su error hacia el 320 30 . El Logos esuna criatura (e| OÚKÓVTWV), y, por ende, de naturaleza inferioral Padre 31 . Dios Padre es por definición agénetos. Cristo,intermediario entre Dios y el mundo, existió antes detoda existencia sin ser eterno. Los fragmentos que se conservande la Thaleia no son explícitos cuando tratan delEspíritu Santo. Admite Arrio una trinidad integrada por elPadre, el Hijo y la hipóstasis del Espíritu Santo; pero esuna triada nominal, infinitamente distanciada de la Trinidadcatólica.El homoousios del concilio Nieeno condensa el pensamientode la cristiandad y será como el banderín de la ortodoxiaen la lucha titánica de los campeones de la fe contralas teorías arrianizantes de una masa de obispos indolentes,espíritus tímidos, conservadores de mala. ley, aquienes no agradan los huracanes del comtbate, las aristasacusadas de los anomeos intransigentes ni la definición ecuménicade Nicea, y se acogen ilusionados a la tabla salvadorade un homoioousios incoloro, aunque añadan en lacuarta fórmula de Sirmio, redactada por Marcos de Are'tusa, un Jcatá pánta, de tonos moderados y cambiantes ortodoxos.El Hijo sería así semejante al Padre en todas lascosas, sin decidirse por la consubstancialidad proclamadapor los Padres del primer concilio ecuménico. En Ríminisubscriben, bajo la presión del emperador, la fórmula decompromiso los obispos católicos de Occidente, y San Jerónimopudo exclamar alarmado: Ingemuit totus orbis etarianus sese miratus est 32 . El gran pontífice San Dámaso,de estirpe ibérica, declara desprovista de autoridad dicha30 Cf. LE BACHELET : DTC i, 1779-1863 ; ARNOÜ", Arius et la doctrinedes relations trinitaires: Gregorianum (1933), p. 369 ss.81 <strong>SAN</strong> ATANASIO, De synod., c. 5 : PG 26, 587,32 Adv. Lucif., c. 19 : PL 23, 181.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDAD 9asamblea, pues falta el asentimiento del Vicario de Cristoy obispo de Roma.Teodosio el Grande, otro español con alma de gigante,publica en Tesalónica, el 28 de febrero del 380, un famosoedicto proscribiendo de sus dominios el arrianismo y ordenandoa todos sus subditos abrazar la fe de Nicea, tal comola enseñan Dámaso en Roma y Pedro en Alejandría.El problema del Espíritu Santo no fué aireado por losarríanos de primera hora. Es Mlacedonio, obispo de Constantínopla,el padre de la herejía de los pneumatómacos,impugnadores de la divinidad del Espíritu Santo S3 . Es alos macedonianos a quienes combaten San Gregorio de Nisa,en su Adversus Macedonianos34 , y Dídimo de Alejandría 35 .Su error es una evolución lógica y un brote espontáneo delarrianismo. Se le confunde a veces con la herejía de Arrioy Basilio de Ancira, y en la historia de los pensadores heterodoxosse les conoce también con el nombre de maratonianosy tropicistas. El credo del macedonianismo pareceresumirse en estas palabras de Eustato de Sebaste: "Yono osaría dar el nombre de Dios al Espíritu Santo, ni tampocoel de criatura" 3e .Los abanderados de Cristo en la lucha contra los impugnadoresde su divinidad son en Oriente San Atanasioy los tres Capadocios y en Occidente San Hilario.Es San Atanasio el hombre providencial de su tiempo,columna de la Iglesia de Cristo, campeón de la fe, maestroincomparable del Oriente, grande como hombre, comoescritor y como santo. Su vida y sus trabajos irán siemprevinculados a la historia del arrianismo 37 . En la cuestióntrinitaria es el teólogo de la tradición. Con estilo claro, sobrio,preciso, nervioso y profundo 38 , insiste en dos o tresprincipios fundamentales. A la triada arriana opone la Trinidadconsubstancial. Un Dios en tres personas 39 . Concilianteen la terminología, es inflexible en el contenido doctrinalde su fe. El Hijo es Dios y procede del Padre porgeneración, no por creación. El Espíritu Santo pertenecetambién a la substancia de Dios i0 .Fuera de este puñado de verdades, Atanasio no .quiere33 Cf. BARDY : DTC 9, 1464-1478.34 PG 45, I33I-I334- „35 De Trin., 2, 10 : PG 39, 633.36 Cf. SÓCRATES, Hist. Eccl., 2, 45 : PG 67, 360.37 <strong>SAN</strong> GREG. NAC, Orat. 21, 26 : PG 35, mi.38 Elogio de Focio, Biblioth., cod. 140 : PG 103, 419.39 Trinitas sancta et perfecta est, quae in Patre et Filio et SpirituSancto agnoscitur (Ad Serap., 4, 1, 28 : PG 26, 593 ; cf. 4, 3, 1 :PG 26, 633)." Ad Serap., 1, si, 3* ; 3> 6 : PG sb, 5S0. 601. 633.


10 INTRODUCCIÓNsaber más. La especulación ha de respetar las fronteras delmisterio. Su dialéctica contra los arrianos es tajante e incisiva.Cuando expone las realidades del ser trascendente,su pensamiento se sirve de comparaciones e imágenes corrientesen la escuela de Alejandría. De ordinario identificala ousía y la hypóstasis, si bien autoriza la expresiónde la trinidad hipostátiea. Sus cartas a Serapión de Tmuisresumen maravillosamente la doctrina escrituraria referentea la divinidad del Espíritu Santo y se consideran un modeloen su género 41 . Los Capadoeios completarán esta concepciónprimitiva y básica del misterio, dando solidez a laterminología vacilante de Atanasio.La obra intitulada De Trinitate et Spiritu Sancto, quese conserva únicamente en latín, es espuria para Steidle,aunque Bardenhewer la considere como auténtica 42 .San Hilario, llamado el Atanasio de Occidente por lafirmeza de su carácter y la magnificencia de su doctrina,es un escritor adornado de eminentes cualidades, de elegantedecir y vigoroso razonar; su frase cincelada y susperíodos ampulosos le recuerdan a San Jerónimo, buen catadorde estilos, los grandes maestros de la elocuencia latina43 . Su obra maestra, indiscutible, es De Trinitate, inspiradaen las Instituciones de Quintiliano 4i . El Solitario deBelén no duda en extender certificado de ortodoxia al pensamientode Hilario, que discurre profundo sobre los temasde un Dios trino 45 .Sus doce libros son fruto de su actividad en el exilio,y tiene por fin probar la divinidad del Hijo contra Arrio ySabelio. Afirma, empero, su fe en la Trinidad divina, Padre,Hijo y Espíritu Santo, tres nombres que correspondena tres realidades distintas 4fi . Entre las divinas personas noexiste unión, sino unidad 47 .Fundado en la fórmula bautismal, discurre sobre la generacióneterna del Verbo y explica luego su unidad denaturaleza con el Padre, desarrollando a fondo la doctrinadel homoousios niceno y dando solución a las objeciones desus adversarios. Hilario se apoya en sus especulaciones filosóficasen los Padres griegos, pero con criterio indepen-41 Cf- TlXEROVf, O. c, t. 2, p. 67-75.42 STEIDLE, Patrología, p. 88 ; BARDKXHEW'KR, Patrología, trad. esp.(Barcelona 1910), p. 264.43 Comment. in Ep. ad Gal., 1. 2,, praef. : ML 26, 355.líSan Jerónimo es el primero en apuntar e?a idea (Epht: adMagn., 5 : PL 32, 668).45 Epist. 107, 13 : PL 22, S77.48 PL 10, 25-472-47 Cf. 1, 21 ; 2, 5 : PL 10, 39. 54.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDAD 11diente y personal. La unidad de substancia en la Trinidadsuprema es una unidad numérica 48 .Si el término circuminsesión es escolástico, la doctrinase encuentra en San Hilario 40 . El evangelista San Juan lesuministra abundancia de testimonios, que él utiliza conpródiga mano. Ya notó Erasmo, con torcida intención, quenuestro autor en ninguno de sus escritos daba al EspírituSanto el título de Dios. Es cierto, pero esto no significauna duda en su credo ortodoxo, sino una condescendenciatáctica con los homoiusianos. Por otra parte, la divinidaddel Espíritu Santo está claramente afirmada en más de unpasaje de sus obras 50 .Sin Espíritu Santo no hay Trinidad 51 . Cuando afirmala existencia de la tercera persona de la Trinidad, las razonesque aporta prueban la subsistencia hipostátiea comotercer término de una trinidad real 52 . En cuanto a la procesióndel Espíritu Santo, su terminología es netamenteoriental 53 . Como San Atanasio, afirma que el ser de Espíritulo recibe del Padre y del Hijo. Suponiendo la autenticidaddel fragmento, San Hilario sería el primer escritorde Occidente que habría expresado la procesión del EspírituSanto del Padre y del Hijo como de un principio único54 . La divinidad, pues, del Espíritu Santo se contieneen la doctrina hilariana como la conclusión se contiene ensus premisas. San Agustín, en su magistral estudio sobrola Trinidad, será la única autoridad que cite 55 .Nada saliente nos brinda en la cuestión trinitaria SanCirilo de Jerusalén 5l


12 INTRODUCCIÓNconfirma ai rechazar las proposiciones blasfemas de losherejes.No siendo el Espíritu Santo Hijo, su divinidad no puedeser probada por su generación, sino por sus propiedades divinasde santificador y deificador. Al parigual del Hijo, quedafuera de la esfera de lo creado. Lo que el Padre da alHijo, el Hijo lo comunica al Espíritu Santo 58 , afirmaciónésta que implica una procesión áb utroque.Si Rufino nos presenta a San Cirilo fluctuando en la fe,y San Jerónimo le trata sin miramientos como a un arriano,y Sócrates y Sozomeno le hacen aparecer como macedonianoen la época del segundo concilio ecuménico, convertidoa la fe de Nicea 59 , León XHI, al conferirle el títulode Doctor de la Iglesia, lo pone al abrigo de toda suspicacia.No se ha podido probar aún que haya combatido nuncala fe de Nicea, y la omisión del homoousios pudo obedecera cálculos de prudencia, y siempre será un testigode la fe tradicional.No hemos de silenciar en este cuadro esquemático dela teología trinitaria preagustiniana el Ancoratus de SanEpifanio 60 , compuesto hacia el 374, a petición de los fielesde Siedra, en Panfilia, como áncora de salvación en mediode las marejadas furiosas del arrianismo y sabelianismo,especie de manual sobre la Trinidad. En esta materia seexpresa siempre con nitidez, y la procesión del EspírituSanto.del Padre y del Hijo es afirmada sin titubeos. Estepentaglota 61 del siglo IV, sin poseer la sal ática de losgriegos, sin ser teólogo ni pensador, es testigo autorizadode la tradición nicea y de una erudición pasmosa. Los símbolosque se incluyen al finalizar el Ancoratus son expresióndel credo ortodoxo, y el segundo es adoptado oficialmenteen el concilio de Constantinopla en 381.Dídimo el Ciego, en estilo difuso y prolijo, sin poseerlas cualidades eminentes que sus panegiristas le atribuyen62 , sabe conducir la controversia trinitaria por cauces58 Catech., 16, 24 : PG 33, 952.59 Rufino dice : Aliquando in fide, saepius in confessione variabatEccl., 1, 23) ; <strong>SAN</strong> JERÓNIMO, Chron., n : PL 27, 687 ; SÓCRA­(Hist.TES, Hist. Eccl., 5, 8 ; SOZOMENO, Hist. Eccl., 7, 7.Los estudios de DOM TOUTTEE tienen actualidad perenne. Cf. PG33. Bachelet da solución cumplida a las objeciones que en su día formularonlos protestantes, hoy anticuadas e inservibles. Cf. DTC 3,2547 ss.00 <strong>SAN</strong> EPIFANIO, Ancoratus: PG 43, 17-236." El calificativo es de <strong>SAN</strong> JERÓNIMO. Adv. Rufm., 2, 22.02Cf. RUFINO, Hist. Eccl., 2, 7 : PL 21, 5,16 ; SÓCRATES, Hist.Eccl., 4, 25 : PG 67, 525. 528 ; TEODORETO, Hist. Etcl., 4, 26 : PG 82,1189. Véase el estudio de BARDY, Didyme VAveugU. Colect. de Eludesde Théol. Hist. (París 1910).DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDAD 13serenos, en tono mesurado y apacible. Su obra más importante,desconocida hasta el siglo Xvill* 3 , es sin disputa elDe Trinitate. En presencia del dogma trinitario, este ciegovidente es ortodoxo, como ya lo hizo notar San Jerónimo 64 .Espíritu poco especulativo, falto de precisión en el lenguajey de fijeza en sus ideas, es tributario de San Basilio ySan Atanasio. La unidad numérica y la distinción de personas,junto con la igualdad perfecta y la consubstancialidadindestructible, adquieren en la pluma de Dídimo acusadorelieve, sirviendo de muro de contención contra lasavenidas devastadoras de las herejías antitrinitarias 65 . Lafórmula origenista mía ousía, treis hypostáseis, resume admirablementesu pensamiento. Partidario decidido del homoousiosniceno, lo aplica a toda la Trinidad y a cada unade las divinas personas 66 . Proclama muy alto y sin rodeosla divinidad del Espíritu Santo, pues es incorruptible, eterno,santificador y omnipotente como el Padre 67 .San Jerónimo nos ha transmitido el mejor tratado dela antigüedad sobre el Espíritu Santo. Prefiere el Solitariode Belén ser intérprete antes que adornarse con plumas ajenas08 . Asombra por la cantidad de textos escriturísticos quemaneja y por la lógica de sus deducciones.PRECISIÓN <strong>DE</strong> LA TERMINOLOGÍA TRINITARIALos Capadocios, para conducir a la fe a los eemiarrianoshesitantes y de buena ley, toman sobre sus hombros la empresade fijar el significado preciso de las palabras oscilantesde ousía, hipóstasis, prósopon.En el lenguaje teológico de nuestros días, hipóstasisequivale a persona. Pero esta equivalencia no es reconocidaen el lenguaje eclesiástico sino después de largas y enconadascontroversias. En los Padres, dicha evolución es dogmática;en los escolásticos, teológica. Más tarde Günther pre-63 MINGARELLIUS, Didymi Alexandrini libri tres de Trinitate. Nuncprimum graece et latine ac cum notis edid.it (Bononiae 1769). El códicees del siglo xi, mutilado y plagado de erratas. Reimpreso enMigne (PG 39, 269-992).s * Certe in Trinitate catholicus est (<strong>SAN</strong> JERÓNIMO, Adv. Rufin.,3, 16). Dídimo fué anatematizado por sus ideas origenistas en losconcilios quinto, sexto, séptimo y octavo ecuménicos.60 Cf. De Trin., 1, 27 ; 2, 1 ; 3. 7 : PG 39, 405. 452. 476- 565- 581.• 6 Cf. De Trin., 1, 19, 27, 28 : PG 39, 368. 397. 409." Véase todo el libro II De Trinitate, in quo de Spiritu Sanctosermo est (PG 39, 441 ss.).•08 <strong>SAN</strong> JERÓNIMO, Epist. ad Paulin.: PG 39, 1032. La alusión, a.Sun Ambrosio es mordaz y peca de injusta.Schermann no logra convencer al lector de la infidelidad subsíaanulde esta versión jeronimiana. .,. .. (.••:.


14 INTRODUCCIÓNtende reformar el concepto tradicional, y su doctrina es reprobadapor Pío IX.La palabra hypóstasis no forma parte del léxico del Estagirita,y en los neoplatónicos explica la teoría de las emanaciones.En la <strong>Escritura</strong> tiene significado de realidad objetiva,en contraposición al fenómeno ilusorio, y es sinónimade fundamento o base 69 . Se la encuentra también en algunosPadres en sentido de realidad consistente. Tacianollama a Dios hipóstasis del mundo; Orígenes desafía a suadversario Celso a que profundice en la hipóstasis de losídolos, y San Basilio usa de vez en cuando indistintamentela palabra ousía e hypóstasis. La fórmula ciriliana kat' hypóstasintiene el mismo valor que ¡cat'aletheian, de uso frecuenteen los escritores posteriores 70 .Como nota Petau, al traducir los latinos la palabra hipóstasispor subsistentia le dan un sentido concreto T0 .Los Padres titubean y se muestran embarazados al aplicarnuestro término al dogma de la Trinidad. El Ser subsistente,la realidad objetiva, conviene a la esencia divina ya cada una de las personas. De ahí que no sea infrecuente elencontrar la palabra hipóstasis con significación de ousía.Abundan los textos explícitos. San Ireneo, San Gregorio deNisa, San Cirilo de Jerusalén, identifican, como San Atanasio,la ousía y la hipóstasis 72 .Aunque más raramente, también se encuentra ousía ensentido de hipóstasis; es decir, de substancia individua, completa.Dicha identificación es palmaria en los Padres de Antioquíacontra Pablo de Samosata, y San Gregorio Nisenollama al Padre ousía no engendrada 73 . A nadie, pues, debeextrañar si en el concilio de Mcea la equivalencia de ambostérminos parece afirmarse. Así al menos lo entiende SanAtanasio 74 .La trinidad de hipóstasis se reafirma vigorosamente enOrígenes. Petau, y después de él Prat y Seeberg, han creí-" Cff. a Cor. 9, 4 ; Hebr. i, 3 ; 3, 14 ; Ps. 38, 6. 18 ; 68, 3 ; 78, 48 ;Sap. 16, 21 ; Ier. 23, 18 ; 1 Reg. 13, 33 ; 2 Reg. 23, 14.70 TACIANO, Adv. graec, n. 5; ORÍGENES, "Contra Cels., r, 1, 3 :BG 11, 700 ; <strong>SAN</strong> BASILIO, De Spir. S., 1, 638 : ¡PG 32, 137.71Cf. PETAU, De Trin., c. 1, n. 13 ; c. 1, 4 ; c. 3/6; MICHKL :DTC 7, 369-437.72 <strong>SAN</strong> ATANASIO, De decr. Nic. syn., n. 26 : PG 25, 462 ; De sententiaDionysü, n. 13 : PG 25, 461. 497-'5 ; <strong>SAN</strong> IREHEO, Contra haer.,5, 26 : PG 7, 211 ; <strong>SAN</strong> GREGORIO <strong>DE</strong> ÑISA, Orat. cath., 4 : PG 45, 20 ;<strong>SAN</strong> CIRILO <strong>DE</strong> JERUSALÉN, Cath., 16, 15 : PG 33, 545.Contra Eunomium. 1, 12 : PG 14, 917. 'véase la discusión delos textos en PASSAGLIA. De ecelesiastica signijicatione Tf¡; oiioías (Roma1850).74 <strong>SAN</strong> ATANASIO, Bpisi. ad Afros, n. 4 : PG 26, 1036. Véase ladefinición del concilio de JSficea en <strong>DE</strong>NZINGER, Knchiridion symbolorum,n. 54.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDAD 15do que el escritor alejandrino fué el primero en sentar ladistinción científica de ambos términos, mientras Leipoldty Loofs están por la identificación tradicional. Aplicada ala Trinidad en la pluma de los orientales, toma, pues, lasignificación restringida de substancia completa antes aúndel 362".Los latinos adoptan una terminología bastante uniforme.Una substantia et tres personae. Boecio explica cumplidamenteel significado y origen de la palabra persona. Ganó enrango jerárquico al pasar de la escena al individuo de laespecie humana 7G . Tertuliano es el autor de esta fórmuladefinitiva, que volveremos a encontrar en todos los escritoresposteriores, pasando por San Ambrosio, San Hilario, Novacianoy San Agustín 77 . La palabra prósopon, versión griegadel término persona, encuentra cierta oposición en SanBasilio por conservar el aire teatral de su origen. De ahíuna primera fuente de dificultades. Los orientales podían tachara los latinos de sabelianismo, pues la entendían en sentidoetimológico. A su vez, los Padres de Occidente entendíanla palabra hipóstasis en sentido de substancia, engañadospor la analogía gramatical, y podían echar en cara alos griegos su arrianismo, pues afirmaban en Dios la existenciade'tres hipóstasis 78 . Agustín, en varios pasajes del DeTrinitate, hace notar esta disparidad de nomenclatura. Deciruna esencia y tres substancias es afirmación malsonantepara un latino, pues la fórmula de la fe afirma la existenciaen Dios de una esencia o substancia y tres personas 79 .!Las fórmulas de Occidente terminarán por compenetrarsecon las orientales debido a influencias mutuas. Así, la palabrahipóstasis se identifica con la palabra prósopon o persona."Nosotros, los griegos, dice San Gregorio de Nacianzo,decimos religiosamente una ousía y tres hipóstasis: elprimer término designa la naturaleza en la divinidad; el segundo,la triplicidad de las propiedades individuantes. Loslatinos sienten lo mismo, poro con diferentes palabras; y así"' Cf. HUETIUS, Origciiliiiui. 1, .;,


16 INTRODUCCIÓNse cree que existe diferencia de credo donde no se encuentr*sino cicatería de palabras" 80 .San Basilio toma sobre sus hombros de titán el trabajode pacificador, y empieza por definir el valor ideológicode las palabras en circulación. Es la única manera de entenderse.Si fracasa al poner el veto al término prósopon, consiguefijar el sentido de la palabra ousía e hypóstasis. Heaquí un resumen de su doctrina según Tixeront 81 . La ousíaes algo común (to JcoinónJ a todos los individuos de la mismaespecie, y todos la poseen en el mismo grado. Mas estaousía no tiene existencia auténtica, a no ser completada porlas notas individuantes que la determinan y concretizan. Notasque tienen múltiples denominaciones. Se las llama idiotétes,idiómata, morphai, etc. 82 La persona o hipóstasis es,en conclusión, la ousía determinada, diferenciada, el ser concreto.Y si bien esta definición no aquilata la diferencia entrepersona e individuo, sienta ya las bases para una distincióncientífica al decir que la hipóstasis es el ser to kath'ékaston, que en lenguaje escolástico se traducirá por el serper se subsistens8S .En la Trinidad, la ousía es común; la persona se distinguesegún los caracteres de paternidad, filiación y procesión84 . Los Capadocios se pronuncian, pues, por la distinciónentre la ousía y la hipóstasis, y su autoridad se imponeen los escritores de la posteridad. San Gregorio de Nisa,sin abordar expresamente la cuestión filosófica, adoptala terminología de su hermano y emplea, además, la palabraprósopon como sinónima de hipóstasis **, y San Gregorio deNacianzo reasume la tesis principal de San Basilio referentea la distinción entre la ousía y la hipóstasis, admitiendotambién el prósopon en el dogma trinitario S6 .Cuando el concilio de Constantinopla proclama la equivalenciade los términos persona e hipóstasis, las terminologíasde Oriente y Occidente se funden oficialmente en el terrenode la ortodoxia. La obra pacificadora de los Capadocioshabía triunfado en toda la línea.Al Espíritu Santo dedican los Capadocios una sostenidaatención y se muestran siempre adversarios decididos de los80 Orat., 21, 35 : PG 35, 1124-1125.81 TIXERONT, Hist._ des dogm. (París 1924), t. 2, p. 77. Toma comobase de sus conclusiones la carta de San Basilio a sti hermanoGf. Epist. 38 : PG 32, 325-329.82 Adv. Eunom., 2, 28, n. 3-4.83 Epist. 236, n. 6 : PG 32, 884.84 Ibíd., n. 6 ; Epist. 209, n. 4 ; Epist. 189, n. 6-8 : PG 32, 789.692-696.85 De communibus notionibus : PG 45, 177. 180; Contra Eunom •PG 45, 182." Orat. ig, n. 11 : PG 36, 346.DOCTRINA PREAGUSTINIANA SOBRE LA TRINIDADpneumatómacos. San Basilio afianza la divinidad del EspírituSanto a lo largo de su tratado vigoroso De Spiritu SariC'to, y, cosa extraña, evita el darle el título de Dios. Su reservaescama a los ortodoxos rígidos, y San Gregorio deNacianzo baja a la arena en defensa de su amigo, explicandoeste silencio con razones altamente justificativas 8r .El teólogo de Nacianzo es categórico y confiesa sin ambagesque el Espíritu Santo es Dios 88 . Proposición ésta que pruebaa lo largo de su razonar. Que el Espíritu Santo procedadel Padre es verdad inconcusa y tradicional. Además, elPadre, al comunicar al Hijo su misma substancia, se latransmite al Espíritu Santo como principio dinámico y fecundoso . San Gregorio el Teólogo se limita a decir que elEspíritu Santo procede del Padre de un modo misterioso ydesconocido. El lenguaje de San Gregorio de Nisa es máspreciso sobre este aspecto de las relaciones divinas, sobretodo al finalizar su opúsculo Quod non sint tres dii 90 . Sufórmula es clásica entre los orientales: a Patre per Filium91 .En el mundo occidental, la polémica arriana hace florecerla literatura trinitaria, reflejo del pensamiento helénico.La controversia discurre por cauces tradicionales, sinencontrar antes de Agustín el vuelo sostenido de una especulaciónfilosófica original. Las mismas fórmulas metafísicas,idéntica terminología.Evidentemente, San Ambrosio acusa de una manera inequívocala influencia de Clemente de Alejandría, de Orígenes,de San Basilio y Dídimo el Ciego a través de su temperamentoromano. Es el gran Obispo de Milán, dice Cayré,un hombre de gobierno, un pastor de almas, un sabio administradorde la república cristiana, pero no un teólogo niun pensador original. Ninguna de sus obras dejan en eldogma una impronta trascendente 92 . Con todo, su obra DeFide ad Gratianum 93 contiene una defensa vigorosa contralos arríanos de la divinidad de Cristo. A petición del mismoemperador compone los tres libros De Spiritu Sancto 9< S calcode la obra del mismo título de San Basilio.87 <strong>SAN</strong> BASILIO, Contra Eunom., 1. 3 : PG 29, 497-774 ; De SpirituSancto: PG 32, 100 ss'. ; <strong>SAN</strong> GREGORIO NIS., Contra Eunom., 1, 12 :PG 45, 309-993.88 Orat. 41, 6; 43, 68 ; Epist. 48 : PG 36, 438, 587 ; 37, 117." Orat. 31, 10 : PG 36, 143.90 PG 45, 133 ss. Cf. REGNON, Etudes de théol. positive sur lasainte Trinité, 1 ser. (París 1892), passim." Cf. BATIFFOL, La Littérature grecque (París 1901), t. 1, páginas296-301.92 CAYRÉ, Patrologie et hist. de la théol., t. 1, p. 531." PL 16, 527-698." PI. 16, 703-816.l7


18INTRODUCCIÓNDOCTRINA PREAGUSTIXIAN'A SOBRE LA TRINIDAD 19Su concepción trinitaria no rebasa «1 molde de los oripnalesgriegos. Para él es el Padre el principio fontal delas otras dos personas divinas. Fons Pater Filii est, quiaradix Filii Pater est '•>••. El Hijo es Hijo por haber sido proferidoex cor de 90 : no a guisa de palabra -exterior, no porun acto 'libre de la voluntad, sino en Virtud de una necesidadtrascendente ". Y a su vez el Hijo es fuente del EspírituSanto. Hasta usa la palabra 'procederé, pero únicamentepara indicar una misión ad extra del Espíritu Santo 9S . Enasdivinas personas no existe desemejanza o desigualdad,Pues tienen una misma substancia numérica., Un precursor de Agustín par su audacia en la especulaclondel misterio de la Trinidad, aunque poco seguro comoteólogo, es Mario Victorino, convertido en su ancianidad a^afe de Cristo, mirante Roma, gaudente Ecclesia. Es frecuenteel topar con expresiones incorrectas", aunque elj«Joi conductor de BU pensamiento parece ortodoxo, pues dependecon energía la consubstancialidad del Padre y delf^ijo, empleando la misma palabra griega 100 . El Hijo es«rnnno de la volición del Padre, o mejor, la voluntad es elusmo Logos. Procede no por necesidad de naturaleza, sinov .°luntad de la grandeza del Padre, queriendo significarfi, e , tlen e por principio la voluntad 1 1O < ^a. Cf. De virfrin., 3, 1, 3 : PL l6 '-"-_„ 9a Dr cr- 6 '-, 4 '- IO 4 ss. : TL 16,'66; ss. ^ 0";? 6 3- " Sanct0 > 2 > IlS ; *• V; J - II9 ' 120: P « • h *> 3 o •101 Ad-, I° 39) > De omoousio recipiendo: PL S, 1138.,r l ° 3 Ad-: 1 n 'T ' 3i : PL S, 1064. „ . n,' Kene min-A lh?-> 4- 20; 1, 42; 1, 7 : PL S. 11 3 S. 1073. 1103-1104;lnAdT } erb -div - 2 : PIL S, IOSI." V -A *-. 1, 13 : PL 8, 1047.encontraremos luego en San Agustín 1


20 INTRODUCCIÓNgicos en busca de la imagen de Dios en la criatura, por lainquieta vivacidad de su espíritu dinámico, de contenida emociónen su peregrinar hacia la <strong>Verdad</strong>; por la luz centelleantede sus enseñanzas, se le ha llamado el Doctor de laTrinidad. Agustín sabe armonizar en una sinfonía maravillosala filosofía platónica con el dogma fundamental delcristianismo. La fe progresa hasta llegar al saber, en lo quelos misterios tienen de inteligibles. Con profundo respeto ycontenida emoción sigamos el aleteo de su genio en buscadel Dios Trinidad.II«<strong>DE</strong>TRINITATE»Agustín, antes de tender las alas de su genio prodigiosoen vuelo sostenido hacia los horizontes inexplorados de laespeculación trinitaria, ahinca sus pies en la roca graníticade sus creencias robustas en un Dios Trinidad. Ipsa—escribe—fiderectissime, ac robustissime retine-mus Patrem, Filium,Spiritum Sanctum, inseparabiliter. esse 'Trinitatem,unum Deum 1 . El punto de arranque de sus maravillosas exploracionespor las íntimas reconditeces del alma en buscade un destello de lo divino es siempre la fe. La tradición seremansa y hace caudal transparente en el pensamiento deAgustín, que sabe abordar con mirada de águila el análisismás sutil que se haya hecho a través de los siglos del espírituhumano.Agustín siente la atracción de las intimidades esplendorosasdel propio yo y se adentra confiado y seguro por losrepliegues de la conciencia anhelante de experiencias vividasy amadas. Sabe que el cristianismo se presenta a la fazdel mundo como una religión llena de misterios, siendo desdesu alborear en el horizonte de la historia necedad paralos gentiles y escándalo, para los judíos. Pretender suprimirel misterio del cristianismo sería arrancarle su más fúlgidacorona. Sin las obscuridades misteriosas de sus creencias nosería la religión de Cristo atrayente y bella.No es impulso del corazón ni anhelo incontenido de verdadel que nos impulsa a formular nuestras reservas frenteal misterio insondable de la Trinidad divina. La riquezafascinadora de su contenido y el encanto seductor de su fecundidades paladeo exquisito para las inteligencias bien1 Sertn. 5, 2 : PL 38, 355. Cf. Epist. 169 (a.415) ad Evodium,, 2, 5 :PL 33, 744.'


22INTRODUCCIÓN'cultivadas y para los corazones apasionados como el deAgustín.Como atraen al cóndor las cresterías descarnadas de losAndes, así atrae al genio la obscuridad impenetrable del misterio.La alegría de la búsqueda viene siempre arropada enei tul vaporoso de la luz que se presiente vecina. Tan vivay seductora es la fuerza atractiva del misterio sobre el almaapasionada de Agustín, que no sabe resistir a sus encantosy decide adentrarse por sus profundidades, llevando porguia la antorcha encendida de su fe, en busca de auroras deun mundo ultraterreno y divino.La razón de nuestra indigencia intelectual ha de buscarseen la limitación de nuestra luz interior. Sólo para Diosno existe el misterio. Jamás el espíritu creado, por perfectoque se le suponga, podrá abrazar con su luz limitada laVterdad indeficiente y eterna. Agustín se somete a esta leyde la humana debilidad y ora al Dios de su corazón dé alientoa su esfuerzo y bendiga sus afanes en la busca anhelantedel Dios Trinidad.Pretende leer en el libro abierto y miniado de las almaslos secretos de la eficiencia divina. Comprende que no haycientífico capaz de adueñarse de los secretos de la naturaleza,ni fisiólogo que penetre en las profundidades de la vidaorgánica, ni psiquíatra que logre asomarse a las obscuridadesdel yo íntimo y personal; pero sabe también que las causasse manifiestan en sus efectos, y, peregrino de la verdady del amor, allá va, cuesta arriba, por las veredas del almaen pos de un rayo de luz pura que ilumine la superficie,aunque no consiga penetrar en el centro nuclear del misteno."Sé—exclama—lo que puedes, alma mía. Sé lo que nopuedes. No eres capaz de fijar la pupila de tu mente en laluz centelleante de la <strong>Verdad</strong>".¿Acaso porque los filósofos demuestran con argumentosirreductibles que todas las cosas temporales reconocen porley de su existencia las ideas arquetipas de Dios, han vistoestas mismas ideas o han podido colegir de ellas cuántas ycuáles son las variedades de las especies vivientes, cuántosy cuáles son los protozoos del individuo en su origen, enqué forma se desarrollan, qué leyes regulan las concepcionesy los nacimientos, las edades y los ocasos de todos losseres orgánicos, qué impulso les hace tender hacia lo convenientey huir de lo nocivo? El hombre camina por el mundosobre la cuerda tensa del misterio. nM(isterío en los órdenesfísico, moral y trascendente. El misterio es la atmósferadel espíritu mientras camina lejos de Dios.Basta mirar con ojos limpios de las telarañas del orgulloy sencillez de corazón la doctrina revelada, cual nos la•<strong>DE</strong> TRIXITAIE» 23proponen los Libros santos, para comprender la incomprensibilidadde un Dios en tres personas -.Y pues el alma de Agustín suspira por los esplendoresde la <strong>Verdad</strong> y en su corazón el crepúsculo de una mañanaeterna produce un cosquilleo placentero, enristra su pluma,avezada a las lides de la controversia y enamorada de lasverdades luminosas de la fe, y, adentrándose por las profundidadesdel misterio, en la medida de su flaqueza, alumbraa las edades de la historia los quince libros sobre laTRINIDAD, que, en sentir de un agustinólogo insigne, "aventajanen profundidad de pensamiento y en riqueza de ideasa todas las demás obras del gran Doctor y constituyen elmonumento más excelso de la teología católica acerca delaugusto misterio de la Santísima Trinidad 3 .Agustín se muestra en esta obra hombre de tradición yoriginal. Por la meditación hace suyas las verdades reveladas;las repiensa en su espíritu, les presta calor y formadefinitiva. La revelación hace fecunda la búsqueda de su inteligenciaprivilegiada, y por eso su doctrina lleva comosello distintivo el ser ortodoxa y libre, tradicional e independiente.Agustín es un teólogo profundo, exuberante enintuiciones geniales, y un alma profundamente religiosa.Como prueba de este aserto basta citar sus obras maestrasLa ciudad de Dios y las Confesiones.Maestro del bien decir y del pensar hondo, allí dondepone su pluma brota un surtidor de luz; doctor de la piedadcristiana, funda su teología de la Trinidad sobre las temblorosasintimidades de sus experiencias vividas, cuajadas deemoción. La conciencia de su fragilidad es fuente perennede humildad auténtica y tiene la clara visión de su nadafrente a la majestad infinita de Dios. Dios es la luz, el bien,la vida; el hombre, la ignorancia, la corrupción, la muerte.Sólo la gracia divina puede sublimar la inteligencia creadapara que rastree las bellezas del Hacedor supremo, reflejadasen los sotos floridos de la creación.Con temor en el alma, por lo arriesgado de la empresa, seasoma reverente a los misterios de la vida íntima de Dios alvivo resplandor de la palabra revelada 4 .2 Si scire volumus quantum Pater immensus sit, apprehenderenon valemus. Si imúginari cupimus quomodo Filius coaeternus sitet consubstantialis, mens humana omnis naturalis • succu-mbit. Siscire desideramus quomodo Spiritus Sanctus omnia continet, et noncontinetur, omnis humana ratio déficit (Serm. 15 pseudoagustiniano:I'L 40, 1260).' SCHMAUS, Dic psyclwlogische Trinitatslehre des hl. Augustinus.(Münster 1921), p. 2. Citado por Grabmann en su Historia de lateología católica. Traducción de D. Gutiérrez (Madrid 1940). p. 21.'' Ñec pcriculosiiis—escribe—aliaibi erratur, nec laboriosius ali-


24 INTRODUCCIÓN«<strong>DE</strong> TRINITATE»¡K>Cuando el bien de las almas reclama su presencia, trabacombate con los arríanos, que, en la resaca de su derrota,arriban maltrechos a las playas africanas. Son náufragossalvados de la galerna de Nicea y sienten la impotencia desu debilidad ante este invicto campeón de la fe 5 . Pero almargen de toda controversia que enciende los ánimos y obscurecelas inteligencias, Agustín ama profundizar el mistenode un Dios Trino en la paz profunda de sus emocionadoscoloquios con Dios.El Obispo de Hipona lamenta una ausencia casi completade obras escritas en latín sobre el dogma de la Trinidad. Yahemos visto que habían abordado este tema en Occidentetertuliano, Febadio, Novaciano, Hilario de Poitiers y Ambrosiode Milán. En Oriente, la herejía peligrosa de un antitnnitarismohíbrido obliga a San Atanasio y a los Capadocíosa salir en defensa de las posiciones de la fe, pero estánescritos en un idioma que ya no es familiar a los latinos delsiglo IV. El mismo Agustín quizá no se hubiera atrevido aentregarse al estudio de un tratado de San Basilio o un discursode Gregorio el Teólogo e .Agustín no se muestra exigente con el futuro lector. Entan abstrusas materias es siempre posible que la palabra noresponda al pensamiento y haya alguien de lento y perezosorazonar que se ofusque y no entienda la expresión del autory la juzgue equivocada. Será así un reprensor de la palabra,Sabe7 ,?£-•!A £ ustín > P° r su experiencia de retórico,10 diticil que es agradar a todos en todas las cosas, Unconsejo es de agradecer siempre, y el Obispo de Hipona instaa nuestro rudo ingenio a leer otros escritos: es posible queen ellos encuentre lo que aquí ignora. No pierda, pues, eltiempo; cierre el De Trinitate y, si le place, arrincónelo;pero no juzgue preferible el silencio, porque la abundanciajamas ha perjudicado al lector. Deleitosa es la diversidadae viandas en las mesas bien abastadas de los príncipes, yPL. d 42 U 822) tUr mC ,mctuosius'ali 1 uid invenitur (De Trin., i, 3, 5 :escritos contra2^" ^] ° s ' arríanos son : a) Epist. 120, 169, 170,b) Tr M'j? I , ,? a ;* P L 33 '452 '7 Í?; 748. 1038. 1049. xosiTiosa.671 760 ; *' " 7 'II8 'x 39. x 40, 341, 384 : PL 38, 354. 661.CniínUk,- 7S \P' - 14 ? 3 l68 9- d ) Contra sermonem arianoram '418) ;68, Í* Maxtmtno (438) ; Contra Maximinum libri dúo: PL 42o»3 ; 7oo 743. e) De civ. Del, ir, 10 (413-426) : PL 41.avt ¿,'ñJ * qU f e le P mus de his rebus, sufficienter in latino sermonenonniri n,Z t 'inv eniuntur, aut certe difficlle a nobis inverrrllVi•'mecae awtemg1 . Hnguae non sit tantus habitus, ut talium(T)p T-JleSendts et intelligendis nullo modo reperiamus idonei•mnrJZ 1 3 ' P 0 -a - 1 :' PL 43, 868). Concediendo un ampliono es modestia de Agustín, no hemos de hacerle decir lo queasí es muy conveniente que muchos escritores con diversoestilo y paridad de fe traten de las mismas cuestiones T .El que al pasar la vista por estas páginas entienda loque lee y descubra algún error, defienda su sentir e impuga©la falsedad si puede. Si esto hace impulsado por la verdady el amor, Agustín le quedará agradecido. Finalmente, habráalgunos tan negados que le harán decir lo que no hadicho y silenciar lo que dijo. Este proceder no es imputableal que escribe, y es contingencia prevista. Los mismos Librossantos no se ven libres de este peligro. Una prueba sonlas herejías, que saben envolver sus falacias en el ropajeinspirado de la palabra divina. Ante la lisonja del aduladory la crítica punzante del enemigo, Agustín prefiere la dentalladacanina de éste a la dulcedumbre empalagosa del primero8 .Con estas disposiciones de espíritu, Agustín se aprestaal trabajo, espoleado por la caridad cual biga fogosa, aunreconociendo las ingentes dificultades de la empresa. Cualquieraque sea el esfuerzo de su genio, sabe que no podrátraspasar las barreras impuestas a su vuelo. Cogor per quaedamdensa et opaca viam carpere9 . No trata de explicar elenigma dé la Trinidad, sino de establecer sobre los sólidospilares de la <strong>Escritura</strong> el dogma cristiano, y en cuanto a lasaudacias de sus exploraciones, advierte con lealtad al lectorque, cuando comparta su certeza, avance a su lado; cuandodude, busque en su compañía; cuando reconozca su error, retrocedaen su camino 10 . Su humildad se agiganta a medidaque su genio se remonta a las cumbres divinas.* * *Esta obra maestra de la literatura cristiana corrió elriesgo de verse para siempre interrumpida. Amigos impacientesle roban el manuscrito original, que comprendía losdoce primeros libros de la obra, y, sin escrúpulos de conciencia,los ponen rápidamente en circulación a espaldas delautor. Descontento Agustín y con un cierto amargor en elalma, cediendo quizá a un momento de desaliento, decideinterrumpir su trabajo. Aprovechará los materiales recogidosen otros escritos que trae entre manos y se limitará adar cuenta de lo sucedido. Pero las instancias apremiantesde sus hermanos y el mandato de Aurelio de Cartago ven-7 Utile est, plures a pluribus fieri diverso stílo, non diversa fide,i'liam de quaestionibus eisdem (De Trin., 1, 3, ,s : PL 42, 823).8 Malim me reprehendí a reprehensore falsitatis, quam ab eius\audatore laudan (ibid.).• L. c. : PL 42, 823." Ubi pariter certus est, pergat mecum; ubi parlter naesttat,¡litaerat mecum; ubi errorem suum cognoscit, redeat ad me; ubimnim, revocet me (1. c. : PL 42, 822).


26 INTRODUCCIÓNcen su resistencia y pone fin a su ingrata tarea. Rima altenor de los doce libros anteriores los tres restantes y en suancianidad corona su empresa 11 .La expresión per aliiquot annos de las Retractaciones *-y las palabras de la carta dedicatoria iuvenis inchoavi, sene»edici l;í , indican que Agustín emplea varios lustros jensu redacción definitiva. La cronología del De Trinitate lafijaron ya con exactitud los Maurinos 14 . En sus Recensionesviene a continuación del De catechizandis rudibus y el Deconsensu Evangelistarum, ambos compuestos el 400.Escritas las Retractaciones con propósito de seguir unorden estrictamente cronológico 15 , hemos de asignar la datainicial del 400 al primer libro De Trinitate. Agustín contabaentonces cuarenta y seis años de edad, la madurez de la juventud.Contestando el 412 a Marcelino, le habla de los librosDe Genesi y De Trinitate como aun no publicados, y le dice:Diutius teneo quam vultis et fertisla . Aun tiene entre manosesta obra, cuando contesta a Consencio: In manihushabemus17 . Le aplana la magnitud ingente de los problemasy necesita tiempo para meditar una solución ceñida a laverdad. En una carta dirigida a Evodio, escrita hacia el 415,afirma que aun no se ha publicado la obra 1S , y esto mismolo repite en otra comunicación epistolar la . El Santo citaen el libro XIII De Trinitate el XII de La Ciudad de Dios,escrito, en sentir de los Maurinos, no antes del 416 20 . Enlazadostodos estos números, tenemos un intervalo de tiempoque corre desde el 400 hasta el 416. Así, Agustín da principioa su obra en su juventud y la publica en su ancianidad.Iuvenis incohavi, senex edidi.Pero la pluma de Agustín no descansa durante este tiempo.Medio centenar de escritos dan testimonio de su dinamismoincansable y de su fecundidad prodigiosa. Son librosde polémica, respuestas a mil cuestiones diferentes. Los maniqueos,donatistas, origenistas, priscilianistas y arríanos11 Agustín mismo nos proporciona (.odas estas interesantes noticiasen sus Retractationes, 1. 2, c. 15, v en la Carta al obispo de CartagoAurelio. Cf. Epist. 174": PL 33, 758.12 Retractat., 2, 15, 1 : PL 32/635.13 Epist. 174 : PL 33, 758." PL 42, 818." Retractat., pról., 11. 3 : PL 32, 5S5.16 Epist. 143, 4 : PL 33, 586-587." Epist. 120, 3, 13 : PL 33, 458.18 Epist. 162, 2 (PL 33, 705) : iam etiam ex iis quaestionibus quasmodo misisti, inulta soluta sunt in eis libris, quos nondum edidi,sive de Trinitate, sive de Genesi." Epist. 169, 1 (PL 33, 743) : Nec libros de Trinitate, quos dinin manibus verso nondumque complevi.-° De Tria., 13, 9, 12 : PL 42, 1023.«<strong>DE</strong> TRINIIAIE» 27no permiten al campeón de la fe en Occidente dormirse sobrelos laureles. Al mismo tiempo que el De Trinitate, llevade frente su gran filosofía de la historia en La ciudad deDios, y sus magistrales Comentarios al Génesis, y sus profundostratados sobre el Evangelio de San Juan. Da, pues,de mano al De Trinitate siempre que otros deberes más acuciantes€ inaplazables reclaman su atención 21 .El estilo de esta obra no es uniforme. Tres lustros pesanmucho en la vida del hombre, y en la cima de los sesenta ydos años se abandonan las cadencias de la prosa ciceronianapor los frutos sazonados del pensamiento. Pero Agustín,como escritor, tiene siempre un sello inconfundible. Vive loque escribe, y su verbo cálido es reflejo de su alma apasionadae inquieta. El Dios Trinidad no es para él una verdadmeramente especulativa, sino una realidad viviente yamada. Interioriza la teología, y su palabra brota espontáneaal contacto de sus amores. A veces se siente el respirarjadeante de la fatiga ante el arduo laboreo por expresarcon el verbum oris el verbo íntimo que borbotea en supensamiento. Sentimos el esfuerzo del gigante por ordenarel caudal riquísimo de su inspiración, al toque de la luz deDios, por el cauce sereno de un discurrir apacible. Empresadifícil, porque la palabra humana no siempre se ajustaal pensamiento, y el pensamiento se halla infinitamente distanciadode Dios.Comparado con los escritores de su tiempo, Mario Victorino,Macrobio, Claudiano, descuella Agustín por la profundidadde su saber, la densidad de su pensamiento, dilatadocomo el mar, y por la belleza de su prosa, en ocasionessolemne como en los mejores períodos clásicos, ora sencilla,minuciosa y sin artificio; ora drástica e impetuosacomo en Tertuliano. Como poeta, es el más grande de susiglo entre los Padres, en frase de Norden 22 . Es preciso penetraren su espíritu en plena efervescencia para comprenderel malabarismo de sus juegos de palabras, que, si enotros es ridicula presunción, en él es molde justo de su pen-,Sarniento genial.* * *En el umbral del De Trinitate, Agustín advierte al lector11 esperanza que su pupila avizora desde las atalayas de la feindos los horizontes del humano desvarío, y su pluma bien- l Retractat., 2, 15 ; Epist. 169, i, 1 : PL 32, 635 ; 33, 742 ss.- 1 Augustinus war der grósste Dichter der alter Kirche, mag eruiich in Versen so weniges geschrieben haben wie Platón (Die la-Irinische Litt. in Übergang vom Altertum zum Mittelalter, Leipzig1912). Kultur der Gegenwart, 1, 8, 501. Citado por Papini enMI •discutido Sant'Agostino (Firenze 1930), p. 416.


28 INTRODUCCIÓNcortada va a clavarse como saeta voladora en el corazónmismo del error. Las calumnias de los enemigos de Cristoy de estos adalides presuntuosos de la razón quedan pulverizadosbajo el rodillo triturador de su dialéctica irrebatible.Filósofos étnicos y cristianos vacilantes en sus creenciasse detienen ante el dogma de la Trinidad como ante escolloinfranqueable; las tinieblas de su hinchazón roban a susojos las claridades del día divino. Groseras imágenes, reliquiasde un gnosticismo pagano se mezclan a la idea deDios y atribuyen a la divinidad proporciones y cualidadescorpóreas. Hay quienes lo asemejan al alma, y otros, queriendoindependizar al Hacedor supremo de la criatura, sepierden en un océano de absurdos referentes a la eternidadde la materia. Ante el misterio echan por la escotilla de susoberbia la autoridad de los libros santos y proclaman comoúnica regla de certeza la inteligencia humana. Son los racionalistasde los siglos III y IV. Agustín, para confundirsu orgullo, emprende con arrestos de titán la colosal fatigade su obra dogmática por excelencia, monumento perennede la fecundidad del genio cuando le ilumina la fe en unDios personal y viviente y el amor le lanza a la conquistade la verdad. La razón y la fe se funden en abrazo de hermanasen esta concepción agustiniana del De Trinitate 2S .Casiodoro pondera la profundidad de esta obra, que pideun atento y agudo lector 24 , y Genadio, utilizando una imagentomada de los libros Sapienciales, imagina al Doctorafricano introducido en la recámara del rey y adornado conla estola de la sabiduría divina. Podemos aplicar al De Trinitatelos versos que se leen bajo el retrato más antiguo deSan Agustín:Diversi diversa Patres sed hicomnia dixit romano eloquiomystica sensa tonans 2S ,Esto, que en nuestro siglo suena a ditirambo hiperbólicode admirador incondicional y entusiasta, no es sino expresiónde la verdad. Es la impresión que flota en el alma dellector al finalizar el último capítulo del De Trinitate. Veremoscómo adquiere relieve al adentrarnos por las umbríasrumorosas de su pensamiento en rápido análisis de esta obra,abierta .a todas las claridades de la tradición multisecularde la Iglesia.23 Cf. De Trin., i, i : PL 42, 819.24 Ipse etiam doctor eximius beatissimus, debellator haereticerum,defensor fidelium..., in quibasdam libris nimia difficiiltate reconditur(De Inst. div. litt., c. 22 : PL 70, 1136).25 Of. Miscellanea Agostiniana, vol. 2 : Testi e Studi, p. 1.«<strong>DE</strong> TRINITATE» 29Gustaría saber al cosquilleo de la curiosidad en qué fuentesbebió Agustín la doctrina ubérrima de su inspiracióntrinitaria, cuál fué la chispa que encendió la llama de su genioen afanes de investigación por el mundo del subconscientepsicológico, la savia nutritiva de su pensamientosin par.Las Confesiones nos presentan a este coloso de la razónde rodillas a los pies de las <strong>Escritura</strong>s divinas. Reconociéndonosenfermos para hallar la 'verdad por la razón pura ycomprendiendo que por esto nos es necesaria la autoridadde las Sagradas Letras, comencé a entender que de ningúnmodo habrías dado tan soberana autoridad a estas <strong>Escritura</strong>sen todo él mundo, si no quisieras que por ellas te creyésemosy buscásemos 26 . He aquí el trazo recto del caminohacia Dios en su primera etapa. Tratando de las cosas divinas—ynada más divino que la Trinidad—, los sabios no songuías seguros para el peregrino de las alturas, pues no llegaronsiquiera a vislumbrarlas a la luz de sus inteligenciasfinitas, proveyendo la Providencia nuestra indigencia con laluz centelleante de su revelación 27 .La meditación reposada y—-cuanto se lo permiten susocupaciones—continua de las <strong>Escritura</strong>s y del símbolo deNicea, que expuso siendo simple sacerdote en una asambleade obispos africanos reunidos en la basílica hiponense dela Paz el 393 28 , parecen ser las fuentes primordiales de supensamiento trinitario, pero no las únicas. Si no queremoscontradecir las terminantes afirmaciones del Santo, hemosde admitir la influencia de otras fuentes escritas. La pasiónpor la lectura se evidencia en Agustín desde sus años juveniles.Este lector, ávido de emociones, no deja de explorarlo que otros sobre la Trinidad han podido decir. Omnes—escribe—quoslegere potui, qui ante me scripserunt de Trinitate,quae Deus est, divinorum Ubrorum veterum et novorumcatholici tractatores, hoc intenderunt secundum Scripturasdocere, quod Pater et Filius et Spiritus Sanctus, uniuseiusdemque substantiae inseparabili aequalitate divinam insinwentunitatem 29 . El texto no indica, ciertamente, si fueronnumerosos o escasos los autores consultados, pero es25 Confes., 6, 5, 8 : BAC, Obras de San Agustín, t. 2, p. 522-524.27 De moribus Eccles. cath., i, 2, 3 (PL. 32, 1311) : «El orden naturalpide que, cuando aprendemos alguna cosa, ia autoridad precedaa la razón... La inteligencia humana, obscurecida por las tinieblasque como tul opaco la ciegan en la noche de los vicios y pecados,es impotente para intuir con claridad y pureza la verdad : necesitadel salubérrimo bálsamo de la autoridad».28 Cf. De fide et symbolo: PL 40, 181 ss. ; Retract., 1, 17 : PL32, 612." De Trin., 1, 4, 7 : PL 42, 824.


30 INTRODUCCIÓNmanifiesto que leyó los que pudo. En otro pasaje de la mismaobra abunda en idénticos conceptos 30 .Nominalmente cita sólo a San Hilario 31 como autoridadno mediocre en la exposición de la palabra divina, pero conocetambién cómo traducen los latinos el theosébeia de loshelenos, las diferencias que existen en la terminología trinitaria,cómo responden algunos católicos al argumento delos arríanos sacado del agénetos y de la substancia comopredicamento, el valor del eipistemé en un texto de Job, lainterpretación de las teofanías en la antigüedad y' mil otrosdetalles, indicadores de su cultura y espigueo por las miesesen sazón de los que le precedieron en el estudio del dogmade la Trinidad 32 .La parte más extensa de su obra es fruto de una introspecciónmaravillosa. El misterio de la Trinidad se iluminaa la luz del pensamiento agustiniano, y es aquí donde brillacon vivos fulgores la originalidad profunda del genio másvigoroso que ha poseído la' Iglesia 33 . En él "introdujo Agustínuna luz filosófica más copiosa y reveló aspectos originales.Partió de un punto diverso del de lo® Padres griegos,insistiendo en particular sobre la intimidad y la inmanenciade las procesiones divinas y arruinando por su base elsubordinacianismo. Evitaba a la par todo modalismo y sehacía más clara la explicación de la pluralidad real de laspersonas divinas por la doctrina de las relaciones. Al iluminarla vida interior de Dios, arrojó también una mirada profundaal ser del espíritu humano, puente analógico que másse acerca al misterio unitrino de Dios. La trinidad psicológica:mens, notitia, amor, introduce a la criatura racionalen el barrunto de la secreta vida infinita de Dios" 3 *.La solución del problema de Dios viene a la inteligenciapor la senda escondida de la reflexión interior. El yo cornounidad donde se anudan los hilos de la vida anímica, puntode arranque de 3a distinción e independencia de los procesosconscientes del espíritu. El intélligere, esse, vivere, proyeccióndel yo íntimo y personal, es un espejo donde se refleja,sin semejanza de cuerpo, la existencia del Dios Trinidad.Cierto que Dios rebasa nuestro lenguaje y nuestro pensamientoy apenas existe predicado digno de Dios, que es elser por excelencia, en cuya comlparación el ser humano es30 Ex tiis qliae ab alits de tac re scripta iam legimus... (De Tnn.,3, prooem. i : PL 42, 869).31 O. c, 6, 10, 11 : PL 42, 931,32 Cf. De Trin., 5, 6, 7 ; 6, 1, 1 ; 7, 4, 7 ; 14, 1, 1 ; 2-3 : PL 42,9 r 4- 923- 339- 1035-1036 854 ss.33 CAYRÉ, Patrologie et hist. de la théol., t. 1, p. 695.34 P. V. CAPÁNAGA, Introducción general a las Obras de San Agustín:BAC, t. 1, p. 102.ANÁLISIS 1)K LA OBRA 31un no ser; pero a través de este no ser hemos de llegar alconocimiento analógico del Ser.El método que sigue Agustín en su búsqueda, los afanesde su trabajo, los frutos de su constancia, los verá ellector en el siguienteIIIANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRAResumir el contenido de esta obra, profunda como elmar, donde se aduoian en amigable abrazo la tradición delpasado y el pensamiento, denso en originalidades, del autor,las enseñanzas de la Iglesia y la búsqueda racional delmisterio, empresa es arriesgada y no exenta de peligros.Evitaremos cuidadosamente falsear el pensamiento ortodoxode Agustín, ¡siguiendo en este rápido esbozo el hilo conductordel De Trinitate, evitando las repeticiones innecesariasy procurando agrupar las materias similares.UNIDAD Y TRINIDA<strong>DE</strong>l punto de arranque de la doctrina trinitaria es enAgustín la unidad de esencia. El credo in unum Deum delconcilio de Nicea. De este principio fontal fluyen las consecuenciasnecesarias de las hipóstasis divinas. La habilidadestriba, pues, en evitar el modalismo heterodoxo, haciendosurgir de esta esencia la Trinidad del dogma católico. A laluz de las <strong>Escritura</strong>s, la existencia de la Trinidad en unsolo Dios queda sólidamente demostrada.Y es aquí donde el pensamiento griego y latino acentúansus diferencias al decir de ciertos escritores modernos.En el enfoque visual del problema, Agustín ve en Dios unaesencia que se personaliza; los griegos ven una persona,la del Padre, que se esencializa. Agustín concibe la esenciade Dios como subsistente en tres personas distintas porrelación de origen, mientras los Padres griegos ven cómoDios, al realizarse como persona, se tripersonaliza. Esto,por interesante que se le quiera fingir, da la sensación deun juego de palabras. En el fondo, griegos y latinos profesanla misma fe en un Dios Trinidad.Es un modo misterioso este de la subsistencia de la unidaden la pluralidad, pero las <strong>Escritura</strong>s divinas atestiguanel hecho. Hay un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.Las procesiones en la divinidad nos son conocidas única-


32 INTRODUCCIÓNmente por revelación. La inteligencia creada jamás pudierasospechar que la fecundidad del Ser abocara a términospersonales y distintos. Sobre la arena movediza delmisterio no tendrá a menos Agustín aprender cuando yerre1 . No se aferra a su propio juicio: sería imperdonableorgullo; impulsado por el amor, se inflama en anhelos deaquel de quien está escrito: Buscad siempre mi rostro 2 .Sienten algunos tímidos inquietudes de tortura cuandooyen decir que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y que elEspíritu Santo es Dios, y los tres un solo Dios. La fe enseñaque-las tres personas son inseparables en sus operacionesad extra. Sin embargo, solamente la voz del Padre sedejó oír en las alturas, sólo el Hijo tomó carne en las entrañasinmaculadas de una Virgen madre, y sólo el EspírituSanto se dejó ver en figura de paloma en las márgenes floridasdel Jordán. ¿Cómo, pues, actúa la Trinidad indivisaen acciones tan dispares?Sentimos también acuciante deseo por saber cómo el EspírituSanto completa nuestra Trinidad, siendo así que noha sido engendrado por el Padre ni por el Hijo.Agustín confiesa su debilidad ante problemas tan ingentesy ensayará reducir al mínimo los supuestos revelados,y su pensamiento cuaja en fórmulas clásicas que pasarána ser axiomas de escuela.La consubstancialidad del Hijo, Verbo de Dios, es laverdad profunda que socava los cimientos del arrianismo.Unus quippe Deus est ipsa Trinitas 3 . Los testimonios deSan Juan son en este punto apodícticos *. Viene de Dios yes Dios al parigual que el Espíritu Santo. La expresiónpaulina: Al único inmortal, se ha de entender del DiosTrinidad.Cierto, nos hablan las <strong>Escritura</strong>s de una inferioridad enCristo. Mi Padre es mayor que yo, dice el mismo Jesús enel Evangelio de San Juan 5 , El argumento parece convincentey proba ti vo. No obstante, para inteligencia de estaexpresión y otras semejantes donde la desigualdad es manifiesta,es de importancia no perder de vista las dos naturalezasdel Señor. Como Logos, Poder y Sabiduría delPadre, es igual al Padre; como hombre, es inferior al Padre.Las dos naturalezas son la llave de oro que abren ala inteligencia los secretos de dificultades innúmeras. Comomediador de Dios y de los hombres, consignará el reino al1 Nec pudebit, sicubi erro, discere (De Trin., r, a, 4).z Ps. 104, 2. Cf. De Trin., 1, 3, 5.3 Contra sermón, arlan., 3 : PL 42, 685.45 lo. i, 14 ; i, 10 ; s, 20.lo. 14, 28.ANÁLISIS" <strong>DE</strong> LA OBRA 33Padre en la resurrección de los muertos; pero juntamentecon el Padre lo recibirá como Dios, sin excluir al EspírituSanto °.Sepamos siempre distinguir el metal de la divinidad deloropel de la criatura, y así se armonizarán en la unidad hipostáticade Cristo los testimonios encontrados de las <strong>Escritura</strong>s.En su forma de Dios, el Hijo es igual al Padre yal Espíritu Santo, pues no es criatura, y todo lo que no escriatura y existe es Dios; en su forma de esclavo es inferioral Padre y al Espíritu Santo; en su forma de Dios,todo ha sido hecho por El; en su forma de siervo nacióde una mujer, bajo el imperio de la Ley; en su forma deDios es Dios verdadero y vida eterna; en su forma de siervose hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz;en su forma de Dios, cuanto tiene el Padre es suyo; ensu forma de siervo, su doctrina no es suya e ignora el díay la hora que el Padre retiene en su potestad; en su formade Dios, su generación es eterna; en su forma de siervofué creado por Yahvé en el principio de sus caminos; ensu forma de Dios es el Principio que nos habla; en su formade siervo es el esposo que sale de su tálamo; en suforma de Dios es el primogénito del Padre; en su formade siervo es cabeza del cuerpo místico de su Iglesia; ensu forma de Dios es el Señor de la gloria; en su forma desiervo carece de poder en la gloria 7 .MISIONES Y TEOFANÍASDesde los primeros compases se abre el libro II a lasclaridades divinas. El genio prosigue su camino volviendosobre cada enunciado, bordando variaciones en torno almismo tema para hacerlo asequible a los de corto entendimiento.Protegido con el escudo de la gracia divina, sabráevitar la mordedura del áspid oculto en las sendas del orgullo,asiendo con fuerza de la cautísima humildad. Sabeque, si el enemigo insulta, se ha de sufrir; si el amigo yerra,se ha de adoctrinar con amor, y si enseña, ha de serescuchado 8 .Existen en los Libros santos expresiones obscuras, e ignoramossi se refieren a la humanidad o divinidad de Cristo.Entonces el contexto disipará los cendales de nuestrasdudas, y aun es posible el entenderlos de ambas naturalezas.Así, esta frase del Salvador ya citada: Mi doctrinano es mía. La hemos interpretado de Cristo en cuarto hom-6 De Trin., i, 9, 19.7 O. c, 1, c. 11-12.8 O. c, 2, proemio..s". Ag.s 2


3 4> INTRODUCCIÓN ______SÍ 0 ?*» S' b e e st? tenderla también de su forma divina eiglfadre «ene Io C^S0 su Procesión del Padre». Todo lo quef ara a «nbos ¿° tlene ta mbién el Hijo y el Espíritu Santo.f^^taban.'jf 1 :.enviados significa manifestarse en donde*í ana > Por'cS.J? 18 ? 011 de las dos personas divinas no enalpítente. S^ U l e n t e ' inferioridad alguna con relacenJ c r td ° de w f c 8 e n San Pablo: tfnvkí 2?¿0S a su Bxjoo 1 y se da aHijo c o S r 'entender que la BÍBÍÓU paraen SUSalir del PaJ. Inaci miento temporal de una Virgen.Sólo el TTi-i y Venir a es te mundo es ser enviado.concurrieron/ 6 hl aná, pero las tres divinas personas^eda constad- formar la carne de Cristo. De este asertoest*n utern í?\ en el Evangelio, cuando se dice et.inventalaens demanifestL-Spiritu Sancto". Si la misión esrit VlSÍble de unau Santo L *Persona invisible, el EspienviadoKgura de «ai cuando se apareció, en el tiempo, enf uego en i» 10 a > c °mo viento huracanado o en lenguas deAmor diLnl!.e , mnidad de Pentecostés. Mas la misión delmisiónsublimada idel Verbo: en éste la criatura fuese realivT , con sorcio íntimo de la persona, cosa que noToda J- • -misi °nes del Espíritu Santo,teofaníaslon en el' sentido teológico de la palabra, es unaanariJ;? y ^s lle gado el momento de preguntarse si en lasS elrevplah Antiguo Testamento era el Padre el que seuno o ' ° era el Hi í°' ° el Espíritu Santo; o si se aparecíaunas veces el Padre, otras el Hijo y algunas el Espírituindivi' °¿nalmente > si se revelaba tan sólo la Trinidad. J ^ 6 8 de profundizar en el examen de la cuestión refuta«•f-^j ^ 6 error > muv en boga, de los que hacían la invisiDiüdadatributo exclusivo del Padre, pues de El entendíanaquellas palabras del Apóstol: Al Rey inmortal e inasiblede los siglos. Estos, en su insipiencia, hacían al•Hijo y al Espíritu Santo mudables, y, por consiguiente,criaturas 14 .Como principio inconcuso se ha de establecer previamentela invisibilidad de las tres divinas personas. San9 O. c, 2, 2, 4 : Espo non swm a me ipso, sed ab illo qtii me misit.10 Gal. 4> 4.11 De Trin., 2, 5, 9 : Sic ergo intelligat Mam incarnationem et exVirgine nativitatem, in qua Filius intelligitur missus, una eademqueoperatione Patris et Filii inseparabiliter esse factam, non utique indeseparato Spiritu Sancto.12 Cf. LEBRETON, Saint Augustin théologlen de la Trinité. Son exégésedes théophanies: Miscellanea Agostiniana, t. 2 : Testi e studi,p. 821-836.13 1 Tim. 1, 17.14 Cf. Epist. 148 ad Fortunatum, 2, 10 : PL 33, 626.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 36Ambrosio es aquí su maestro 15 . El Dios invisible por naturalezaes el Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.Invisibilis est igitur natura Deus, non tantum Pater, sed etipsa Trinitas unus Deus 16 . Es doctrina firme de San Jerónimo,varón doctísimo 17 ; de San Atanasio y del obispo Gregorioel oriental 18 . Griegos y latinos defienden, pues, conabsoluta unanimidad este sentir de la fe católica 19 .Quienes comprendan esto han de indagar en cada casoconcreto qué persona de la Trinidad es la que se ha manifestadomediante la criatura visible. Toda generalización espeligrosa, y el contexto es el llamado a decidir. Es la hermenéuticadel buen sentido y de la prudencia. Agustín mismoestá dispuesto a rectificar su sentencia siempre que conamor y justicia se le corrija. Adherirse con tesón a su propiojuicio cuando no se tiene certeza es de inteligencias vulgaresy cerebros cerrados a la luz de la verdad.ÍLa exégesis de las teofanías es objetiva, sin aires de polémicani afanes de originalidad. Se ciñe a la crítica deltexto sagrado y no va más allá de lo verosímil. ¿Quién seapareció, pregunta, al primer hombre en el atardecer deun ocaso edénico? ¿Fué el Padre, o el Hijo, o el EspírituSanto? Un paso oculto de persona a persona no es corrienteen «1 'lenguaje bíblico. Fundados en este principio, podemosafirmar con alguna probabilidad que fué el Padre el que seapareció a Adán en las umbrías del paraíso. Mas cabe siempreun salto secreto, y, por ende, la hipótesis carece deevidencia. Nihil dici potest 20 .No es posible determinar tampoco la persona que seapareció al patriarca Abrahán en el encinar de Mambre oen Ur de Caldea 21 . Agustín somete el texto a un análisisminucioso y exhaustivo para avanzar, en forma de tímidainterrogación, su pensamiento. En los tres mancebos bienpudiera verse la teofanía de 'la Trinidad 22 . En idénticas15 Nec corporalibus—dice el Obispo de Milán—oculis Deus quaeritur,nec circumscribitur visu, nec tactu tenetur, nec audüur ajfatu,nec sentitur incessu (In Lite, 1, 1, 11 : PL 33, 604).16 Epist. 147 ad Paulinam, 8, 20 : PL 33, 605.17 In Is. 1, 1, c. 1.lsLos críticos lo identifican con Gregorio, de Ilíberis. Cf. LEJAY,L'hérüage de Grégoire d'Elvirs: Rev. Bén. (1908), p. 435-457. Examende conjunto.18 Epist. 148, 2, 6, 10 : PL 33, 624. 625. 629. Cf. tr. 53 In lo. 12 ; X.Serm. 6, 1 ; 23, 14-15, 277, 15 ; De civ. Dei, 10, 13 ; De Gen. ad Utt.,11, 34, 46.20 De Trin., 2, 10, 18.21 O. c, 2, 10, 19 ; 2, 11, 20.22 Cum vero tres viri visi sunt, nec quisquam in eis vel forma,vel aetate, vel potestate maior ceteris dictus sit; cur non hic accipiamusvisibiliter insinuatam per creaturam Trinitatis aequalitatem.atque in tribus personis unam eandemque substantiam? ío. c. 2.ii, 20).


36INTRODUCCIÓNperplejidades nos encontramos cuando Yahvé se manifiestaa su siervo Moisés en medio de una zarza ardiendo' y ledice: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, Isaacy Jacob 23 . No se excluye aquí la teofanía del Hijo; perocomo Dios es el Padre, y Dios es el Espíritu Santo, y Dioses la Trinidad soberana, non satis elucet quam in Trinitotepersonara, et utrum aliquam, an ipsius Trinitatis gerebatule ángelus, si unus ex ceteris angelis erat 21 . La mismaineertidumbre se cierne sobre las cumbres del Sinaí 25 .Mas existe en el Antiguo Testamento una teofanía evidentedel Padre. Es la del anciano de días en el libro deDaniel 26 . En visión nocturna ve el profeta un anciano sentadoen trono resplandeciente; su vestidura era blanca comonieve; lana limpia su cabello. Un río de fuego corría y salíade él. Prosigue la visión nocturna y ve en las nubes delcielo un hombre que se llega hasta el anciano y se le concedeseñorío, gloria e imperio. Para Agustín, el anciano dedías es el Padre, el Hijo del Hombre es el Yerbo, y ambosestán presentes a la visión del profeta. Sería, pues, unatemeridad afirmar que el Padre no se ha manifestado a losprofetas 2T .Una prudencia elemental prohibe sentar conclusiones prematuras.Agustín cierra el libro II con estas ponderadaspalabras: "La naturaleza, substancia, esencia de Dios, ocualquier otro nombre, sea el que.sea, que designe el Serdivino, es invisible a los ojos del cuerpo; y no solamente elHijo y el Espíritu Santo, simo también el Padre hemos decreer que pudo aparecerse a los ojos de los mortales, sirviéndosede la criatura sometida a su dominio" 2S .* * *Prosigue en el libro HI el estudio de las teofanías divinas.La materia es inagotable, y al examinar Agustín lanaturaleza de los instrumentos que Dios emplea para manifestarsea los Padres y a los videntes de Israel, hace unafructuosa excursión por el mundo de los milagros. Su genioproyecta el reflector de su luz sobre el orden de lasmaravillas divinas, investigando la causa de toda mutación,hasta encontrarla en la voluntad inmutable de Dios 29 .Agustín es grande en su manera de apreciar los por-23 Ex. 3, 6." 4 De Trin., i, 13, 3323 O. c, 2, 13, 26.28 ¡Dan. 7, 9-14.27 De Trin., 2, 18, 33,28 O. c, 2, 18, 35.28 In illo (mundo) non creantur, nisi ab illa summa essentta ubinec oritur, nec moritur aliquid, nec incipit esse nec desinit (o. c,3, 9, 16).ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 37tentos del Altísimo. Dios actúa sin esfuerzos ni mermade su poder. Cada año, en días determinados, desciende lalluvia mansamente sobre la tierra; pero si el brazo poderosodel Omnipotente hace que soplen los huracanes y las nubesse conviertan en lluvia torrencial a una indicación delprofeta Elias, tras una sequía angustiosa y pertinaz, losmortales le dan el nombre de milagro a este acontecimientoextraordinario. Dios envía el rayo y el trueno en las tormentasaterradoras del estío, pero son milagro en las cumbresdel Sinaí. El hombre planta y riega, Dios da el incremento:el racimo de la vid de Sorec y el vino, regocijo delcorazón, son obra de Dios; pero es un milagro en las bodasde Cana, cuando, a una señal del Señor, el agua se convierteen vino exquisito. Dios viste de frondas y flores elesqueleto gigante de los árboles; pero, cuando florece lavara de Aarón, Dios parece conversar con la humanidaddubitante. El mismo que da la vida a millares de fetos enel seno materno, resucita a los muertos y da consistenciaa miembros áridos y tullidos. Cuando estos sucesos se sucedencomo río silencioso, se llaman naturales; milagroscuando, de una manera inusitada, tienen su realización enel tiempo para adoctrinamiento de los hombres. En el fondoes la misma ley, que se produce con variaciones innúmeras30 .Lo que nuestros ojos contemplan en el espacio es manifestaciónvisible de las ocultas razones seminales, de cuyasleyes morfogenéticas dependen las variadas proporcionesde los seres, pues el mundo está grávido de causas biodinámicas31 . En el orden de la naturaleza, estas razonesseminales son como energías latentes en la contextura primordialde los gérmenes, y en un orden trascendente, predisposicionespasivas en manos del Hacedor supremo 32 . Así,los milagros no van contra las leyes de la física, ni aun siquierason excepciones a dichas leyes, sino simplementepotencias obedienciales existentes en las causas de todoslos seres." O. c, 3) ce. 5-8.Ipse mundus gravidus est causis nascentium (o. c, 9, 16).32 No es nuestra intención estudiar aquí la profunda teoría delas razones seminales. Donde el Santo expone su teoría con ciertaamplitud es en su Comentario al Génesis. Cf. 8, 2 ; 5, 4 ; 5, 23 ;6, 6 ; 6, 2 ; 6, 10. La bibliografía sobre el tema es numerosa. Citemosalgunos títulos : THAMIRY, De rationibus seminalibus et immane-ntia(Insulis 1905) ; DARMET, Les notions de raison seminóle et depuissance obedientielle ehez S. Augustin et S. Thomas d'Aquin (Belley1924) ; JANSSENS, A., De rationibus seminalibus ad mentem Augustini:Éphem. Theol. Lovanienses (janv. 1926), p. 29-32 ; MAUS-¿IACH, Wesen und Stufung des Lebens nach dem hl. Autcustinus:Aurelios lAugustinus. Miscelánea del centenario (Colonia 1930},p. 169-196.


38 INTRODUCCIÓNEn virtud de cierta sutileza propia de los ángeles, aunlos que apostataron de Dios obran prodigios a los ojosde los mortales para seducirlos y llevarlos por los caminosdel pecado; pero es menester distinguir entre magia y milagro.El administrar la criatura a voluntad es privativo deDios; por eso los magos de Faraón desfallecieron ante unosdiminutos cínifes, reconociendo que el dedo de Dios obrabaallí 33 . El modo como actúan los ángeles en la criatura noes fácil conocerlo. Agustín, consciente de sus fuerzas, nodefine como doctor S4 , pues sabe que los pensamientos delos mortales son tímidos y sus previsiones inciertas, y asíprefiere la sabiduría del que duda a la afirmación del queignora.Una luz ilumina las epifanías angélicas del Antiguo Testamento,que orientan al caminante en su ruta hacia Cristo.Por edicto de los ángeles es promulgada la Ley en elSinaí, pero ella disponía y preanunciaba la futura aparicióndel Hijo de Dios en carne pasible. Así lo testifica expresamenteSan Esteban en un pasaje decisivo. "Por sus ángeles•—dice—habló el Señor en tiempos remotos, y por sus ángelesdisponía la venida el Hijo de Dios, futuro mediadorde Dios y de los hombres, a fin de encontrar quienes le recibieran,confesándose reos, aquellos a quienes la Ley incumplidahiciera transgresores" 35 .TEOLOGÍA <strong>DE</strong>L VERBO ENCARNADOLa soberbia concepción del plan divino, orientando todaslas teofanías a la encarnación del Hijo de Dios, es puestaen plena luz en las páginas emocionantes del libro IV.Cuanto Dios ha ejecutado en el tiempo para cimentar nuestrascreencias y disponernos a la contemplación de la verdad,es testimonio de esta misión o es la misma misión delVerbo 3 ' 3 .El género humano suele hacer gran aprecio de los conocimientosnaturales; pero más de loar es el alma queprefiere a esta ciencia el conocimiento de su propia nada ycomprende que es preferible sondear la propia debilidad ala inteligencia que escruta la ruta de los astros, y más laudablees conocer la miseria extremada de su yo que conocerlos límites del mundo, los cimientos de la tierra y las33 Ex. 8, 15.31 Quemadmodum haec faciant angelí, vel potius quemadmodumDeus haec faciat per angelos suos... nec ocutorum acie penetrare,nec fiducia rationis enucleare, nec provectu mentís comprehenderevaleo (De Trin., 3, 10, 21).35 Act. 7, 51-53.•36 De Trin., 4, 19, 25.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 39profundidades del abismo. Agustín se coloca entre los po»bres de Cristo y gime por el pan de la verdad para repar.tirio entre los que no hambrean ni sienten sed de justi.cia, orando a su Dios para que las ilusiones no tomen asientoen su corazón de hombre 37 .A través del conocimiento de nuestra flaqueza se perfeccionael alma y se enciende en deseos del Bien inconmutable,y, apoyada en el escudo protector de la gracia divina,golpea con la aldaba de la plegaria a la puerta de la<strong>Verdad</strong> en demanda del auxilio de Cristo, que es luz denuestra inteligencia y esperanza de nuestra renovación interior.Es el Verbo humanado faro que esplende en las tinieblasde nuestro peregrinar hacia Dios. El acoplamientode nuestra deficiencia a la justicia del cielo se hace armoníaen la encarnación del Señor, y su resurrección es tisanaeficaz contra la corrupción de nuestra mortalidad.Muere el alma cuando Dios la abandona, y muere el cuerpocuando el alma vuela a su Criador. Pero la muerte del pecador,fruto de condenación, es condonada en la muerte deljusto, obra de la voluntad misericordiosa de Cristo M .Una extensa digresión sobre los números tres y seis, enla que se patentiza la penetración en la filosofía del número39 , nos conduce a la unidad moral trenzada de sacrificiosen el Mediador. Vivo Cristo en el espíritu, resucita sucarne exánime, que yacía en el sepulcro, y entonces fuécuando el Mediador de la vida expulsó de las almas de loscreyentes al mediador de la muerte. Pagó nuestra deuda yborró nuestras iniquidades. En su muerte ofreció sacrificiode propiciación, nos predestinó a ser conformes con su resurrección,nos justificó con su sangre para glorificarnos enol día de la recompensa.Hay quienes confían en sus fuerzas, y a éstos los haceinmundos y ulcerosos su hinchazón, y su testimonio no convence.Tales fueron los filósofos de la gentilidad, a quienesno debemos consultar sobre el origen y sucesión de los siglosni sobre la futura resurrección de los muertos, siendoindignos, en su orgullo, de recibir la revelación de lo alto.Es la encarnación del Verbo como escala misteriosa paraascender a la luz que no tiene ocasos y a la contemplaciónluminosa de las claridades eternas. Cuando nuestra fe s#convierta en visión, entonces nuestra mortalidad se hará'•ternidad.Agustín capta en la tradición cuanto tiene valor místi''" O. c, 4, proemio.*" O. c, 4, 2, 4; 4. 3» 5-" Cf. VELEZ MARTÍNEZ, P., O. E. S. A., El número agustiniarU) '•Religión y Cultura, 4, 15, p. 139-196.


ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 4140 INTRODUCCIÓNco. Las teofanías dicen referencia a la encarnación del Hijode Dios. Hecho criatura aquel por quien fueron hechas todaslas criaturas, convenía fueran sus pregoneros todaslas criaturas 40 . Y así, llegada que fué la plenitud de lostiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacidobajo la Ley. Y lo envió tan pequeñito, que nació, y fué•enviado allí adonde ya se encontraba al nacer.Esta misión del Hijo no implica disparidad, sino relaciónde origen. Se dice enviado por el Padre en cuanto Hijo,porque el que envía es el Padre, y el enviado es el Hijo;mas nada impide creer en la consubstancialidad de ambos.El Hijo procede del Padre, no éste del Hijo; y así se comprendeque el Hijo haya sido enviado, al humanarse en elseno de una Virgen, pues el Verbo del Padre es el Hijo delPadre, sabiduría de sabiduría y candor de luz eterna, coigualal Padre. Envía el que engendra, y es enviado el engendrado.Exivi a Patre et veni in hunc mundum 41 . Asícomo engendra el Padre y el Hijo es engendrado sin romperla unicidad de esencia, así el Padre envía y el Hijo esenviado; mitente y enviado son unidad.La misión del Espíritu Santo se explica a la luz de lasprocesiones divinas, pues procede del Padre y del Hijo ylos tres son unidad. Y no podemos afirmar que el EspírituSanto no proceda del Hijo, cuando se le llama en la <strong>Escritura</strong>Espíritu del Padre y del Hijo 42 . Un ejemplo lo tenemosen el hálito corpóreo de Cristo, cuando, al soplar,dice a sus discípulos: Recibid el Espíritu Santo* 3 . Uno esel Espíritu de Dios, Espíritu del Padre y del Hijo, y esteEspíritu es el Espíritu Santo, que obra todas las cosas entodos 44 .Las tres divinas personas, teniendo una misma esencianumérica, intervienen en la voz del Padre, en el nacimientodel Hijo y en la paloma, símbolo amoroso del EspírituSanto. La Trinidad invisible se revela a los hombres mediantela criatura visible. Las manifestaciones posteriores a laencarnación de Cristo tienen una explicación análoga a lasteofanías del Antiguo Testamento. No es sólo el prestigioy la autoridad de Agustín lo que arrastra a los escolásticosdel medievo a seguir las directrices seguras de su doctrina,como hace notar Lebreton, sino la solidez de susconstrucciones teológicas, que se alzan airosas sobre los pi-10 De Trin., 4, IQ, 25.lo. 16,28.De Trin., 4, 20, 29. Agustín es el primero que expresa la procesióndel Espíritu Santo del Padre y del Hijo como de un soloprincipio con palabras terminantes e inequívocas.43 lo. 20, 22.441 Cor. 12, 6. »lares robustos de la fe. Con San Agustín, escribe Portalié,el centro del desenvolvimiento teológico se desplaza deOriente a Occidente. El espíritu práctico de la raza latinase enriquece con el espíritu idealista de los griegos 45 . Laposición de Agustín en su exégesis escriturística sobre lasepifanías divinas es firme, y en vano se le pretende enfrentarcon la tradición de los Padres anteriores. No es necesariofingir aires de polémica allí donde la suave cariciade una brisa mañanera invita al caminante al conocimientoamoroso de Dios.RELACIONES DIVINASAl remontar el vuelo en busca de nuevos horizontes,Agustín siente necesidad de vigorizar sus alas en la plegariay en la humildad. Implora la ayuda del cielo y confiesasu flaqueza. Inflamado en la gracia de Cristo, decidepenetrar, a lo largo del libro V, en la selva casi virgen delas relaciones divinas. Es ya un avance positivo en las rutashacia la verdad el saber evitar todo pensamiento indignode Dios.Dios es substancia, y mejor esencia o ousía 4e ; su origenetimológico es áb eo quod est esse. En Dios, a diferenciade los seres todos de la creación, excluye esta esenciatodo accidente, y, en consecuencia, sólo Dios es substanciainconmutable. Y aquí surge el dilema de los arríanos:todo lo que se dice de Dios se dice según la substancia, nosegún los accidentes. Luego ingénito se dice del Padre segúnla substancia, y engendrado se dice del Hijo tambiénsegún la substancia. Y como ingénito y engendrado son diversasrealidades, se deduce que la substancia del Hijo esdistinta de la substancia del Padre. Luego no son consubstanciales,como afirman los secuaces de Nicea 47 .Las armas dialécticas del antiguo profesor de retóricano se han enmohecido ni embotado, y al argumento cornudode Jos arríanos contesta con un retorqueo argumentum eficaz.La espada que esgrimen los adversarios se hunde enel corazón de su falacia. Si cuanto se dice de Dios, arguyeAgustín, se dice según ¿a substancia, luego según la substanciase dijo: Yo y el Padre somos uno 4S . Por consiguiente,la substancia del* Padre y la del Hijo es numéricamenteuna y, por tanto, son consubstanciales. Y si esto no se entiendesegún la substancia, ya existe en Dios algo que no15 Cf. DTC'i, 2321.45 De Trin., 5, 2, 3.


42 INTRODUCCIÓNse predica de El según la substancia, y, por ende, no estamosobligados a entender necesariamente según la substancialas palabras ingénito y engendrado, y el dilema delos arrianos cae con estrépito al golpe de maza de Agustín.Idéntico razonamiento ha de aplicarse a la expresiónpaulina: No juzgó rapiña ser igual a Dios 49 , y así los enemigosde la fe se ven prendidos en las mallas de su malicia50 .Todo accidente, aun el inseparable, áxdbpicrros en griego,como es el color negro al plumaje del cuervo, implica mutación,porque, cuando la pluma deja de ser pluma, cesatambién de ser negra, y como nada amisible o mudableexiste en Dios, no existe en El accidente y es inconmutableesencia E1 .En la creación, todo lo que no es substancia es accidente:Omnia accidunt eis. Basta la simple enumeraciónde las categorías aristotélicas. Pero en Dios el ser admiteotro predicamento, porque no todo lo que se dice de Diosse dice también según la substancia, y el accidente no halugar en la divinidad. Luego hay algo en el seno misteriosode la esencia divina que dice relación, y la relaciónno es en Dios accidente 52 . El Padre dice relación al Hijoy el Hijo dice habitud al Padre; el Padre siempre es Padrey el Hijo siempre es Hijo. Ni el primero puede dejarde ser Padre, ni el segundo puede dejar de ser Hijo, ydonde la eternidad es la medida del ser no existe inherenciaaccidental.Resulta evidente que el Padre no es Padre sino porquetiene un Hijo 53 , y el Hijo no es Hijo sino porque tiene unPadre, y la relación no es substancia ni accidente; es,usando una frase del Ángel de las Escuelas, la expresiónminimizada del ser 54 ; algo así como una proyecciónad áliud. El fundamento de la relación ha de buscarse enel ser, y quizá también su término; por eso la relación es49 iPhil. 2, 6.60 De Trin., 5, 3, 4.61 In Deo—escribe San Buenaventura—relatio non est praedicamentum,neo accidens, sed substantia est (In 1 Sent., d. 26, a. 1,q. 2).52 Relatio in Deo accidens esse non potest (<strong>SAN</strong>TO TOMÁS, ContraGent., 4, 14).63 Sed quia Pater non dicitur Pater nisi ex eo qiwd est ei Fllius,et Filius non dicitur nisi ex eo quod habet Patrem, non secundumsubstantiam haec dicuntur (De Trin., 5, 4, 6). Contra la opinión deZubiri, ninguna discrepancia existe en este punto entre el Oriente yel Occidente. El Padre no engendra en este texto agustiniano porquees Padre. Es Padre porque tiene un Hijo. Cf. ZUBIRI, Naturaleza,Historia, Dios (Madrid 1944). P- 502.51 De pot., q. 7, a. 9 ; cf. q. 8, a. 1 ad 4 ; In I Sent., d. 8, q. 4a. 3 ad 4 ; Contra Gent., 4, 14.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 43compatible con la infinita perfección de Dios, siempre queel término relativo no se le suponga fuera de Dios, sinomoviéndose dentro de la esencia misma de la perfeccióndivina. El dogma de un Dios trino proclama la existenciade una verdad inaccesible a la razón.Agustín orientará la teología en Occidente hacia el polode las relaciones divinas. El concepto formal de la relaciónno tiene sentido sin un término de la relación. En unestudio profundamente pensado escribe el Dr. Manya: "Larelación no puede concebirse como una realidad que mediaentre las divinas personas. El puro esse ad en Dios, comodistinto del esse in, es la nada pura y, por tanto, no puedeser razón de distinción personal alguna. El esse ad divinoestá contenido, como embebido, dentro de la substancia.Y éste es el gran misterio trinitario: que la divina esencia,sin aquel elemento que en el orden creado realiza formalmentela nota esse ad, verifica dentro de sí misma el efectopropio del esse ad creado, esto es, la oposición relativa yla consiguiente distinción real de los correlativos" 55 .Las últimas pinceladas del cuadro son de Santo Tomás,pero el diseño original pertenece al Doctor de la Gracia.Toda distinción hipostátiea consiste en una mutua relaciónde las divinas personas, relación que discrimina y une, porquelo relativo es inaferrable sin los términos de la relación.Este es el misterio que la fe proclama en Dios unitrino.Pero la hoja acerada de un insto dialéctico se introducepor las rimas abiertas del pensamiento agustiniano. Concedido,replica su adversario. Los términos Padre e Hijoson relativos, pero ingénito y engendrado es algo substancial56 . El esse ad se es siempre substancia, y, como seringénito no es ser engendrado, se impone la diversidad desubstancias. La instancia arriána trae aires de silogismoimpecable; pero olvidan que, si el término ingénito pudieraquizá—más adelante lo veremos—ser substancial, engendradoes solamente término relativo. Es Hijo porque hasido engendrado, y porque es engendrado es Hijo. Hijo dice,por consiguiente, habitud al padre, y el que ha sido engendradodice relación a su engendrador. Luego el conceptodel que engendra e ingénito no se identifican. En la hipótesisde los arrianos, ¿cómo evitar la desigualdad en lo divino?Si el Padre es en sí algo que el Hijo no es, y todocuanto dice habitud al sujeto es substancial en Dios, y eltérmino ingénito no es al Hijo aplicable y no es relativo,35 MANYA, Metafísica de la relación


44 INTRODUCCIÓNaparece ya la consecuencia arrolladora de la desemejanzasubstancial entre el Padre y el Hijo, conclusión que condenala fe y admiten los arríanos.Mérito es de Agustín este ahondar en el doble aspectode la divinidad, contestando a la argucia herética con laprecisión de un bien construido sorites 57 . La igualdad noradica en la relación, sino en la aseidad, común al Padre,al Hijo y al Espíritu Santo. Luego son consubstanciales.En Dios, la acción engendradora sólo puede ser identificadacon la substancia divina en cuanto la misma realidadesencial, con subsistencia perfecta, es por sí misma dinamisefectiva de un término substancial que se realiza dentrode ella con una perfección infinita.Cuando decimos del Padre que es agénetos, expresamoslo que no es, no su esencia; y cuando negamos una relación,nada substancial negamos, porque la relación no essubstancia 5S . La negación jamás altera el predicamento,como se prueba discurriendo sobre las categorías de losperipatéticos. Decimos hombre, echado, armado, de ayer,blanco y vecino, refiriéndonos a las categorías de substancia,posición, hábito, tiempo, relación. Y, según estosmismos predicamentos, negamos anteponiendo un no rotundo.Cuando digo no hijo, niego una relación, pues hijono es término substancial, sino relativo. Hijo y engendradose identifican en su significación semántica. Antepongamosuna negación y digamos no hijo, no engendrado, y persistela misma categoría de relación. Y ¿qué significa ingénitosino no engendrado? Luego caminamos por la calzada romanade la relación cuando decimos ingénito, En consecuencia,aunque ser engendrado y no serlo son términos opuestos,no indican diversidad de substancias E9 .¡San Agustín posee en alto grado el carácter distintivodel genio, la opulencia intelectual. Las ideas bullen en laoficina de su inteligencia y acuden obedientes a los puntosde su pluma, profundas y numerosas. Su espíritu siemprees abundante y generoso, ora exponga una doctrina, oradé cumlplida solución a una dificultad. Cuando parece agO'57 !Meritum fuit—dice el notable hijo de San Benito L. Jansseus—'duplicem hunc in divinüate respectum profundius investigare qtque •efficacius distinxisse. Quare si parens scholasticae theologiae ab EQ :clesia celebratur, máximas enim in SS. Trinitatis dogma-te alustrandoac vindicando sibi laudes conciliasse, iure dixeris (SumniaTheél:. iDe Trinitate, t. 3, p. 206). '•''••''.'' i '.''' !58 Cum vero ingcnitus dicitur Pater non quid sit, sed quid nonsit dicitur (De Trin., 5, 6, 7).59 Quamvis diversum sit genitus et in genitus. non indicañt'diversamsubstantiam (o. c, 5, 7, S).;•.-.• . '•'-•• ; ;ií; !'


46 INTRODUCCIÓNtar el tema, nos sorprende con nuevos descubrimientos.A través de las categorías del filósofo de Estagira campeala trascendencia de Dios.La unidad de esencia en el Padre, en el Hij'o y en elEspíritu Santo exige siempre un predicado substancial singular.Decimos que hay un Dios, siendo Dios el Padre, elHij'o y el Espíritu Santo. Grande es el Padre, grande esel Hijo y grande es el Espíritu Santo; sin embargo, no sontres grandes, sino uno solo, según está escrito: Tú soloeres Dios grande eo . Y esto ha de entenderse del Padre, delHijo y del Espíritu Santo. Y así, en singular, decimos quehay un Dios omnipotente y bueno, que es el Dios Trinidad61 . Sabemos que en Dios existe una esencia y tres hipóstasis,o, para expresarnos según la terminología latina,una esencia o substancia y tres personas.Dios es grande, bueno, eterno y omnipotente, y es tambiénsu deidad, su grandeza, su bondad, su eternidad y suomnipotencia; pero no podemos decir que el Padre sea laTrinidad o que lo sea el Hijo o el Espíritu Santo 62 .La relación no se evidencia en el nombre de la tercerapersona, que es Espíritu Santo, pues espíritu es el Padrey espíritu es el Hijo, y santo es el Padre y santo es elHijo. Dios es santo y es espíritu, pero no en sentido derelación, sino substancial. El Espíritu Santo no sería espíritusi no lo fueran las personas de las cuales procede.Es Espíritu de espíritu, como el Verbo es sabiduría de sabiduríay Dios de Dios. Es el Espíritu Santo como el sellode una espiritualidad esencial en la divinidad, don del donantey dador del don, término éste de una relación personal63 . La misma palabra espíritu indica un ser que subsiste,una persona. Como en la creación, arsenal del humanolenguaje, sólo ha lugar la producción de un ser vivientey personal mediante la generación, de ahí la inopiade la palabra al querer expresar la procesión del EspírituSanto, pues falta el término correlativo 64 .Con relación a la criatura, el Padre, el Hijo y el Espí-" Ps. 85, 10.alQuoniam quippe non aliud est Deo esse, et aliud magnumesse, sed hoc idem Mi est esse quod magnum esse (De Trin., 5. 8,9; cf. 5, 10, 11)." 2 O. c, 5, 11, 12.Spiritus Sanctus ineffabilís est quaedam Patris Filiique communio;et ideo fortasse sic appellatur quia et Patri et Filio eademappellatio convenire (o. c, 5, 11, 5). Véase <strong>SAN</strong> ANSELMO, De processioneSpiritus S., c. 1 : PL 158, 286.** De Trin., 5, 12, 13.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 47ritu Santo son un solo principio 65 ; mas en la Trinidad elPadre es principio del Hijo y del Espíritu Santo: del Hijo.porque le engendró desde la eternidad, y del Espíritu Santo,porque procede del Padre sin tiempo.GENERACIÓN Y ASPIRACIÓNLa naturaleza de Dios es una naturaleza viviente, y susproducciones son producciones de vitalidad efectuadas medianteactos vitales. Estos se reducen en Dios al conocimientoy al amor. La razón nos dice que la esencia divinaes pura dínamis y que tiene por objeto su conocimiento ysu amor. Ante el umbral del misterio, la razón se detienereverente para dar paso a la fe, que nos revela la esenciadivina floreciendo en fecundidad hipostática. Dios Padre,conociéndose, expresa su Yerbo interior 88 . El amor se exteriorizamediante la aspiración.Un arriano, por nombre Maximino, plantea en discusiónsolemne el problema de las procesiones divinas en términosinequívocos. Si el Hijo, arguye, es nacido de la substanciadel Padre y de la substancia del Padre procede elEspíritu Santo, ¿por qué uno es hijo y el otro no lo es?* 7El problema es pavoroso para la pobre inteligencia delhombre. Agustín se contenta con recitar la fórmula de lafe. Del Padre proceden el Hijo y el Espíritu Santo; perouno es engendrado, el otro procedente; por eso uno es Hijodel Padre, de quien fué engendrado; el otro es Espíritu deaníbos, porque de ambos procede 68 . La diferencia entre generacióny procesión es arcana para Agustín 69 . En el DeTrinitate ensaya una tímida solución. El Espíritu Santo,dice, no es Hijo, porque procede non quomodo natus, sedquomodo datus.En la divinidad, el conocimiento actual de Dios no se05 De Trin., 5, 13, 16. Unum universorum principium sancionarámás tarde con su' autoridad suprema el cuarto concilio de Letrán(Dz. 428).66 En las Confesiones (7, 9, 13) nos dice haber leído en los platónicosel contenido del prólogo del Evangelio de San Juan, non hisverbis, sed hoc idem omnino. Texto difícil si hemos de tomarlo alpie de la letra. El Logos de Plotino difiere del Verbum cristiano,pues aquél no es hipóstasis y emana a la vez de la Inteligencia ydel Alma del mundo, lo que no acontece en el Verbo. La única analogíaplotiniana es el nous, imagen del Uno ; pero este nous_ noes Dios en Plotino, sino inferior al Uno. Para que Agustín hubieraleído el prólogo de San Juan en Plotino es necesario que haya leídolas Enneadas en cristiano.67 Contra Maximinum, 2, 14, 1: PL 42, 770. Cf. De Trin., 5, 14, 14.68 Ibíd.69 Distinguere inter illam generationem et hanc processtonem,nescio, non valeo, non sufficio (ibíd.).


48 INTRODUCCIÓNdifeceneia'ídekisu'/ser. En nosotros, empero, el verbo o imagenes producto de la inteligencia, mientras en Dios es unacto purísimo; en nosotros el acto de amar es productode la voluntad, y es considerado el amor como un impulsodel alma que la hace amante en acto y se exterioriza pormedio del don, que idealmente se distingue en nosotros delamor. Queriendo imaginar un proceso de amor semejante,es preciso acudir a la analogía creada, mas en un gradoinfinitamente más elevado y noble, porque en el acto puroy perfecto del amor divino no existe la potencialidad deficiente,y de ahí que Dios produzca, mediante el amor, unDon infinito.Los Padres griegos, al concretar la eficacia del amor divino,hacen abstracción del mutuo amor, considerándolocomo simple expansión del amor del Padre hacia el ser infinitoy perfecto. Pero hemos de considerar siempre esteamor como recíproco, según las expresiones tiernísimas deAgustín, cuando define al Espíritu Santo como un beso deamor, un abrazo de dos amores, vínculo.de paz inalterable,unidad del Padre y del Hijo 70 .La corona del amor mutuo entre el Padre y el Hijo esun Don personal, una nueva persona. Nos lo dice la fe yla efusión de los corazones. Exiit quomodo datus. La generaciónconviene en grado eminente a la procesión de lasegunda persona de la Trinidad divina, pues en ella setransfunde la esencia íntegra del Padre, y el Hijo es algosubstancialmente igual al Padre, mientras la procesión dela tercera persona es simple aspiración amorosa. El Hijo,nacido de la substancia del Padre, es igual al Padre; la segundaprocesión se efectúa por vía de amor esencial y estambién igual al Padre y al Hijo, atestiguando un amorinfinito y la unidad en que convienen las dos personas dequienes procede el amor.La generación la definen los manuales origo viventis aviventi in principio coniuncto in similitudinem naturae. Elconceptúa latino expresa la imagen intelectual de un objeto.Y esto tiene también su aplicación en el autoconocimiento,fotografiando, en este caso, su misma esencia, imagenviviente y espiritual; de ahí que la generación en elorden de la naturaleza difiere de toda otra producción, yen la divinidad se aplica sólo a la procesión de la segunda70 Communio, •complexus, osculum, vinculum, imitas amborumquo uterque coniungitur, quo genitus a gignente diligitur servantesunitatem in vinculum pacis. Cf. De Trin., 6, 5, 7.Idénticas expresiones se encuentran en San Bernardo (Serm. 5in Cant.), en JRatramno (Contra graec, 1, 3) y en San Buenaventura(In I Sent., d. 10, a. 1, q: r)Cf. <strong>SAN</strong>TO TOMÁS D:: AQUINO, Sumtma Theol., ¡i, q. 37.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 49persona, por ser expresión, imagen, verbo del conocimientodel Padre, mientras la aspiración del amor no es imagen,sino Don.La intimidad de dos corazones se define diciendo queson un alma, porque para nosotros el alma es la vida. Losamantes quisieran transfundirse su vida, fundiéndose enuna sola 71 . La expresión más realista de esta tendencia lavemos en la madre, que se sirve del beso como expresiónsuprema del amor. Por eso San Agustín llama al EspírituSanto osculum amorís Patris et Ftlii. El Padre y el Hijoson, en efecto, dos amores en unidad de vida, y el ósculono es vehículo de vida, sino su expresión, siendo la personaque procede de este amor esencial, y vital la aspiraciónamorosa del Espíritu Santo, que procede desde la eternidaddel Padre y del Hijo 72 , y procede como Don, no como donación.Siempre la habitud de la criatura aJl Hacedor esreal en la criatura, de razón en el Criador 73 .CRISTO, PO<strong>DE</strong>R Y SABIDURÍA <strong>DE</strong> DIOSEn la Trinidad señorea la unidad. Una es la esencia ycon ella se identifican las tres personas. Y esta supremaunidad de esencia no se halla comprometida, como algunospiensan, en aquellas palabras del Apóstol: Cristo, poder deDios y sabiduría de Dios 7i . La discusión de este pasajeocupará la atención del lector a lo largo del libro VI, encontrandola solución en el Vn. Algunos escritores ortodoxosargüían contra los semiarrianos dé esta manera: Si elHijo es poder de Dios y sabiduría de Dios, y Dios jamásexistió sin poder y sin sabiduría, sigúese que el Hijo escoeterno al Padre 75 .Este razonar tiene sus puntos flacos, pues nos llevaríaa sentar que el Padre no es sabio sino por la sabiduría queengendró. Además, si el Padre en sí no es sabiduría, el Hijotampoco sería sabiduría de sabiduría, como es luz de luzy Dios de Dios 76 . Se impone el buscar otro sentido a laspalabras de San Pablo. Mas antes de proponer Agustín lasolución buscada, insiste en la consubstancialidad de lastres divinas personas, fundamentando su razonar en aque-71 Quid est amor, nisi quaedam vita dúo alia copulan!., vel copulareappctans, amantem, scilic'et, et quod amatur? (De Trin., 8, 10, 14).73 O. c., 5, 15, 16.73 Quod temporaiiter dici incipit Deus quod antea'non dicebalurmanifestum est rclative dici (o. o, 5, 15, 17).74 1 Cor. 1, 24.75 De Trin., 6, 1, 1. _76 Agustín no menciona nombres, pero sabemos que muchos Padresgriegos llaman al Hijo sabiduría del Padre. Orígenes, San Atanasio,San Gregorio de Nacianzo, San Basilio, San Ambrosio, Feba-


50 INTRODUCCIÓNlias palabras de Cristo: Yo y el Padre somos uno''''. U"°según la esencia, no según la relación. Uno es el principiosupremo, uno el poseedor de la esencia, y la distinción personaltrae su origen de esta unidad fontal. El Padre y flHijo son uno 78 . Ahora comprenderemos la expresión paulina:No juzgó rapiña ser igual a Dios' 79 . Agustín da a elegira su adversario arriano uri atributo en que sean iguales elPadre y el Hijo. Puede escoger el que guste. Ante su eleccióntiene la infinitud de Dios. Ello será suficiente para concluir,en buena lógica, a la unidad substancial.En Dios, ser y ser fuerte, justo, espíritu, es la mismarealidad. Y sabemos que Cristo es igual al Padre en fortaleza,en justicia, en sabiduría. Luego lo es también en substancia.El Hijo, por generación, no sale del seno del Padre.Se distingue del Padre sin salir del Padre. El tránsito en ladivinidad de una persona a otra no entraña partición. Inómnibus ergo est Patri Filius, et estt unius eiusdemqwesubstantive 80 .Y lo mismo sucede con el Espíritu Santo. En su origenno se distancia de sus inspiradores, aunque se le diga amordel Padre y del Hijo. El orden de las procesiones en Diosevidencia la unidad de principio y excluye toda escisión,siendo el Espíritu Santo vínculo substantivo de unidad eterna.A El conviene propiamente el nombre de Amor, segúnestá escrito en San Juan 81 .La criatura es múltiple, no simple; Dios es simple enesencia, múltiple en virtualidad fecunda. Por eso le llamamosbueno, grande, sabio, feliz y veraz. Pero su grandezase identifica con su sabiduría, con su poder, con su bondad,con su felicidad, con su veracidad. Y siendo trino, no estriple 82 . El Espíritu Santo une en sí al Padre y al Hijocomo producto infinito de un amor mutuo. El Hijo viene aposeer como una posición central y es como eslabón de oroentre el Padre y el Espíritu Santo. Cada una de las tresdivinas personas posee la naturaleza divina en sí y por sí,y simultáneamente el Hijo la recibe del Padre, y el EspírituSanto del Padre y del Hijo. Y así, perfecto es el Padre,perfecto es el Hijo y perfecto es el Espíritu Santo, y perdioy Faustino, entre otros, pueden formar en este cuadro. Agustínmismo llama a la primera persona Padre de la Sabiduría, y a vecesparece emplear este mismo razonamiento que aquí critica. Cf. Dediv. quaest. 83, q. 16 : PL 40, 15. Véase, ademas, De ver. relig.,c. 43, n. 81 : PL 34, 159 ; De lib. arbitr., 2, 15, 39 : PL 32, 1262." To. 17, 11.78 De Trin., 6, 3, 4.73 Phil. 2, 6.80 De Trin., 6, 4, 6.81 1 lo. 4, 16.83 De Trin., 6, 7, 9.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 51fecto es Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y, por consiguiente,Dios es Trinidad S3 .San Hilario resume en breve sentencia las apropiacionesen la Trinidad cuando dice: La eternidad en el Padre, labelleza en la Imagen y el uso en el Don 8i . Y como su autoridadde expositor de las <strong>Escritura</strong>s no es mediocre, Agustínahonda en su pensamiento recóndito. La eternidad convienepor apropiación al Padre, por ser principio de la Trinidady no proceder de nadie; la Imagen al Hijo, por sersemejanza substancial del Padre, y la llama bella a causade la igualdad perfecta de dicha imagen, expresión perfectade la substancia del Padre, vida suma, inteligenciasuprema, verbo perfecto, arte de la omnipotencia de Dios,plenitud del ser divino. Don es el Espíritu Santo por seramplexo amoroso del Padre y del Hijo, caridad suma, gozosupremo, suavidad del que engendra y del engendrado. Enla Trinidad soberana encontramos el principio fontal detodos los seres, la belleza perfecta, la felicidad que adelicia.En el Padre intuímos la unidad; la igualdad en el Hijo;en el Espíritu Santo, la concordia unitiva y la fruición gozosade Dios 85 .Agustín siembra inquietudes en el área del saber humanoy aborda el problema planteado en el exordio del libroanterior, fluctuando incierta la solución, que, resuelto y audaz,acomete en el libro VII. El Padre, ¿es sabio por la sabiduríaque engendró, o es sabio por esencia, sin excluirlas otras dos personas? La palabra del hombre se ve oprimidapor la magnitud de la divinidad inefable. Si decimosque Cristo no es poder y sabiduría de Dios, impíamente resistimosal Apóstol, que lo afirma; decir que el Padre nolo es de su sabiduría y de su poder, no es menos absurdo;porque en esta hipótesis no sería Padre de Cristo, puesCristo es poder de Dios y sabiduría de Dios. ¿Acaso elPadre no es poderoso por su fuerza ni sabio por su sabiduría?Nladie aventura afirmación tan necia.El Padre es en sí y por sí poder y sabiduría, y no porqueengendra el poder y la sabiduría, sino porque lo es. Elrazonamiento se impone por su manifiesta evidencia. Diosno tiene ni bondad, ni ser, ni eternidad, ni sabiduría; Eles su bondad, su ser, su eternidad, su sabiduría, su esencia.Razonar de otro modo sería destruir la simplicidad de Diosy apartarse de la regla de fe. El Padre es lo que es, y nopor su Hijo. Hacer del ser una relación es arrasar lo absolutoen la deidad y con él todas las relaciones divinas.M O. o, 6, 8, 9." <strong>SAN</strong> HILARIO, De Trin., 1, 2. •" De doctr. christiana, 1, 5, s : PL 34, ai.


52 INTRODUCCIÓNNadie engendra si no existe. Si el Padre existiera por suHijo, sería Hijo de su propio Hijo. Aquí tocamos él colmodel ridículo.Para el Padre, ser y ser Padre es la misma realidad divina,y el Hijo y el Padre son una esencia. El Hijo es virtud,sabiduría, verbo e imagen del Padre, siendo el últimode los nombres citados relativo sin discusión. La esencianunca entraña habitud, pero todo lo que es relativo suponelo absoluto. Nadie es señor sin ser hombre; el arra noexiste sin ser moneda; el padre, sin la existencia. El quees sabio posee la sabiduría, como el que es blanco posee laalbura, aunque el color blanco no es en los cuerpos substancia,sino cualidad o accidente, mientras en Dios la sabiduríaes su esencia 86 .Por consiguiente, el Padre es sabiduría esencial. ElHijo es sabiduría del Padre, como es luz del Padre; luz deluz y sabiduría de sabiduría, y los dos una sabiduría y unaesencia, pues en el seno de la deidad el ser y la sabiduríase identifican. Lo que el saber es a la ciencia, a la fuerzael poder, a la eternidad lo eterno, a la justicia lo justo, ala magnitud lo grande, esto es el ser a la esencia; y comoen aquella suma simplicidad divina no es una cosa el ser yotra distinta el saber, se sigue que es una misma realidadla sabiduría y la esencia. La conclusión, pues, se impone.Pater igitur et Filius simul una essentia, et una magnitudo,et una ventas et una sapientia S7 .En los términos relativos no se encuentra dicha identificaciónen un sentido óntico absoluto. En virtud de unadistinción virtual e inadecuada podemos expresar la relaciónsin expresar formalmente la esencia. Tal es la situaciónangustiosa de nuestra mente frente a la realidad delas claridades divinas. La paternidad es en Dios su mismaesencia, y su sabiduría es también su esencia. Las dos afirmacionesen el orden ontológico son evidentes, supuesta lasimplicidad infinita de Dios. En el orden de los conceptosexiste en la proposición inicial una como adherencia manifiesta,la paternidad. La sabiduría divina se traduce en unaidentidad absoluta en los términos de la relación; hay comouna tendencia infinita hacia la periferia, actuada por unaidentidad indestructible que impone la fe entre dos términosque se oponen. Para un escritor de nuestros días, elad aliud representa como una huida de un ser hacia otro 88 .Es una tendencia con sentido separatista.80 De Trin., 7, 1, 1-2.87 O. c, 7, 2, 3. ,88 MANYA, J. B., Metafísica de la relación ain di-uims-»: RevistaEspañola de Teología, vol. 5, cuad. 2 (abril-jiiiyo^ 1945),,p, ( 271,,ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 53Cuando Agustín escribe: non eo Verbum quo sapientias ", abre su pupila a la luz de una distinción recatadaentre lo absoluto y lo relativo en la divinidad. Decir Vjerboes decir Hijo, y este nombre indica, sin duda, relación. Existeen Dios una substancia o esencia única. Lejos de romperesta unidad la distinción de personas, la hace posible,no ciertamente en lo absoluto, sino en la relación. Agustínno sabe explicarse con mayor claridad. Pero sí sabe que enDios sólo hay una sabiduría, porque sólo existe una esencia.El Verbo es sabiduría, pero no es Verbo por lo que essabiduría. Verbo dice habitud al Padre; sabiduría es términoesencial. Verbo viene a significar sabiduría engendrada.El segundo de estos conceptos, que es engendrada, nosda a entender la existencia de un Verbo, que es Hijo e Imagen,nombres todos relativos. El primer miembro, es decir,la sabiduría, tiene sentido absoluto y significa la esencia,identificada en Dios con la sabiduría. Y así el Padre y elHijo son juntamente una sabiduría, porque son una esencia.Considerados como personas, el Hijo es sabiduría engendradapor la sabiduría del Padre, como es esencia engendradapor la esencia del Padre. Y aunque el Padre noes el Hijo ni el Hijo es el Padre, no se sigue que no seanuna misma esencia, porque estos nombres designan la relación:Qui gignit et quem gignit unum est 90 .Agustín admite desde el amanecer de su conversión laigualdad del Padre y del Hijo, manteniendo siempre sudistinción hipostática 91 ; pero la espléndida madurez de supensamiento se encuentra en su obra maestra De Trinitate.Si bien el Hijo es sabiduría engendrada por la sabiduríadel Padre, como asimismo es luz de la luz del Padre yDios de Dios, y ambos una luz, un Dios y una sabiduría 92 ,con todo, sólo el Hijo se hizo por nosotros sabiduría, justiciay santificación 9S . Y así, cuando en las <strong>Escritura</strong>s sehabla de la sabiduría, se alude a la sabiduría engendrada,que es el Hijo, luz que ilumina la imagen de Dios, que somosnosotros, sus criaturas; imagen descolorida, imperfecta,contrahecha, pero imagen al fin.El Espíritu Santo, caridad increada y suavidad del Pa^89 De Trin., 7, 2, 3.90 Soliloq., 1, 1, 4: PL 32, 871. Cf. Retract., 1, 4, 3; De Trin.,7, 2, 3-91 Cf. De beata vita, 4, 35 : PL 32, 076 ; De ordine, 1, íq, 29 ;PL 32, 991 ; De fide et symb., 3, 4 : PL 40, 183 ; Contra academ;,2,-i,, 1; PL 32, 919; De vera relig., 43 : PL 34, 159; De Magistro,11,' 38 :' Pti 32, 1216. '92 n n T^A*-, _


54 INTRODUCCIÓNdre y del Hijo, es también sabiduría excelsa, porque, siendoDios, es luz, y siendo luz, es sabiduría M , La sabiduría esluz espiritual e inconmutable. Luz lo es también este solque nos ilumina con sus rayos, pero luz corporal; luz esla criatura incorpórea, pero no inconmutable. Dios es luzpura. Luz es el Padre, luz es el Hijo y luz es el EspírituSanto, y los tres una luz. Sabiduría es el Padre, sabiduríaes el Hijo y sabiduría es el Espíritu Santo, y los tres unasabiduría. Y como en la Trinidad se identifican el ser y elsaber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una esencia,un Dios.La bella metáfora de la luz es fundamento óntico de lateoría del conocimiento. Luz, verdad y ser que se conviertenen las regiones de lo trascendente 96 y en la criaturason como un vivido reflejo y reverbero de la luz eterna.La unicidad y pluralidad en el misterio insondable de unDios Trino se condensan en la fórmula griega: una esenciay tres substancias; o en la frase latina, que admite unaesencia o substancia y tres personas 96 .Obliga la necesidad a expresarnos en lenguaje de pobrezaal tratar de echar la sonda de nuestro pensamiento en elocéano de la inmensidad divina. Negar que son tres seríacaer en el error de Sabelio. Sabemos con toda certeza queexiste el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Hijo no esel Padre, ni el Espíritu Santo es el Padre o el Hijo. Buscóla humana indigencia un nombre para expresar la distincióny la unidad en Dios, e inventó la palabra esencia y eltérmino persona.La subsistencia es propia de Dios en cuanto significa serindependiente, plenitud del ser, ser en sí y por sí, y en estesentido se identifica en Dios con la esencia 97 ; pero en elsignificado etimológico de subesse sólo se aplica a las cosasmudables y compuestas que se llaman con propiedad substancias98 . Dios, por consiguiente, sólo en un sentido abusivose puede decir substancia. Su nombre propio es el deesencia, y quizá Dios sólo puede ser designado con este nom-94 De Trin., 7, 3, 6.95 El tema atrae nuestra curiosidad ; por eso pasamos ahora connostalgia sobre este problema culminante de la criteriología agustiniana.Indicaremos algunas obras fundamentales según las diversasinterpretaciones : BOYER, CH., L'idée de verité daris la philosobhiede S. Augustin (París 1920) ; CAYRÉ, F.¡ Contemplation et rdisond'apres S. Augustin: Melanges Augustiniens, p. 1-50 ; R. JOLIVET,La doctrine ausustinienne de l'illumination: Melanges, p. 51-172;PORTAT.TÉ. art. Augustin: DTC 1, 2336.96 De Trin., 7, 4, 7." Omnis autem res ad se ipsam subsistit: qtianto magis DcusT(De Trin., 9, 4, o).98 Cf. <strong>SAN</strong>TO TOMÁS, Summa Theol., i, q. 14, a. 1 ad 1 ; q. 29,a. 3 ad 3 ; q. 39, a. 1 ad 3.ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA OBRA 55bre, como lo indicó el mismo Yahvé en la cumbre del Sinaía su siervo M¡oisés al decirle: Yo say el que soy; les dirás:El Ser me envía a vosotros ". Discuten los teólogos si se hade admitir en Dios una subsistencia común a las tres personas.El ingenio se pierde en sutilezas para no rozar lasimplicidad suma de Dios 100 . Agustín no se entretiene enjuegos de palabras, y de la identidad entre el subsistir y elser en Dios concluye a la unidad substancial.Cuando hablamos de la persona del Padre, nos referimosa la substancia del Padre, pues es su misma substancia. Sery ser Dios, ser y ser grande, ser y ser bueno, es en El unamisma realidad, y en su esencia se identifican el ser y elser persona. Hemos siempre de evitar el escollo del arrianismo,sin dejarnos prender en las mallas de un modalismoherético. No existe distinción real entre persona y esencia,pero se ha de reconocer una distinción de razón con fundamentoen la misma infinitud divina. Uno de los puntos crucialesde la metafísica trinitaria es la distinción entre elesse ad y el esse in de las relaciones divinas, dejando a unlado ciertas e inevitables imprecisiones de lenguaje.El hombre animal no puede comprender el misterio deun Dios Trino, pues sus imaginaciones bullen por el mundode los fantasmas y su pensamiento se mueve entre moles yespacios temporales. Purifique su alma y crea con firmezaen un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin que enla esencia divina exista género, diferencia específica, divisiónde substancia o separación de amores. Cuando oiga queel Padre solo es Dios, no prescinda del Hijo ni del EspírituSanto. En la igualdad inalterable de la deidad sólo el Padrees Padre, sólo el Verbo es Hijo, sólo el Espíritu Santoes amor nocional. Dios es Trinidad, sin confusión de personaso división de substancia. Si esto no lo entiende tu inteligencia,lo crea tu fe, mientras no alboree en tu corazón la<strong>Verdad</strong> del que dice por su profeta: Si no creyereis, no entenderéis101 . La fe es medio y disposición para llegar a lainteligencia en la bienandanza futura. La razón ños diceque Dios existe, que es espíritu, que piensa, ama y entiende;que tiene en sí mismo un Verbo de perfección infinita yuna inclinación irresistible al amor; pero que este Verboy esta aspiración amorosa sean realidades personales, larazón no puede intuirlo. Ni un pálido rayo que ilumine lafaceta obscura del misterio. En las obras de la madurez nose encuentra ni un solo pasaje que tenga apariencias depretender demostrar la arcana intimidad de un Dios Trino.99 De Trin., 7, 4, 9.'"" Cf. JANSSENS, L., Summa Theol., t. 3, p. 659, appendix. Demodo praedicandi in Beum trinam sive unam subsistentiam."" Is. 7, 9. Cf. De Trin., 7, 6, m-i:>.


56 INTRODUCCIÓNLA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 57(Segunda parte l. 8-i¡)LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBREEs el libro WII como un arco tendido entre la regla defe y la especulación, rica en intuiciones geniales del mundomaravilloso del alma. Agustín se preocupa en esta segundaparte por elevar los corazones hacia la meta sublime de laTrinidad siguiendo las huellas que Dios ha dejado de supaso, que son vestigios de su dinamismo, reliquias de suomnipotencia, dones de su bondad. El pensador africano, quesólo anhela el conocimiento de Dios y del alma, avanza haciael término de su deseo a través de las estancias soleadasde su espíritu x . La ruta a seguir en la búsqueda esel autoconocimiento y la plegaria. Su vista, "ávida y amanteal seguir los trazos de la imagen divina en el alma humana,ultima la síntesis de su propio pensamiento filosófico,teológico y místico" 2 .Mas antes de penetrar en las reconditeces de la mentedescansa su mirada interior sobre el alcor de las eminenciasescaladas, contemplando el camino recorrido en librosanteriores. Constata con amorosa complacencia cómo en laTrinidad excelsa dos personas no son mayores que una deellas. La grandeza de un ser radica en su verdad: es másgrande el ser más verdadero. Lo inteligible e inmutable noadmite grados en la verdad, pues es eterno. Allí donde lagrandeza es la verdad, ser más grande es ser más verdadero.Pues bien, el Padre y el Hijo juntos no son más verdaderosque el Padre o el Hijo en particular. Luego los dosunidos no son mayores que uno de ellos. Y el Espíritu Santoes tan verdadero y, por ende, tan grande como el Padrey el Hijo, y la Trinidad no es mayor ni más verdadera quecada una de las personas que la componen 3 .La palabra verdad en la pluma de Agustín adquiere jerarquíade realidad eficiente, y es sinónima de inteligible,en las esencias, en las relaciones o en los números *, no fenomenal.El Dios que ama y busca Agustín no es un Diosfenoménico, aparente, simple representación del espíritu,1 Soliloq., i, 2, 7 (PT, 32, 872) : Quid scire vis?—Deum et animam.Nihilme amplius '—Nihil omnino.2 BOYER, Cu., L'image de la Trinité syntkese de la pensée augustinienne:Gregorianum, 5, 27 (1946), p. 173-199; 333-352. Separata.3 De Trin., 8, 1, 2.4 De lib. arbitr., 2, 9, 26 : PL 32, 1254.sino un Dios viviente, real, en el sentido pleno de la palabra.Como filósofo, recoge la herencia de Platón. Agustín, auncuando habla en platónico, es siempre cristiano 5 . Resulta yaun lugar común comparar la Trinidad platónica con la Trinidadcristiana en la crítica moderna. Es cierto que Plotino,en su estilo metafísico, se esfuerza en probar la existenciade tres hipóstasis divinas: el alma, el nous y el Uno 6 . Existen,pues, tres grados en la jerarquía de los dioses, diferentesen dignidad, en simplicidad, en perfección. El que engendraes más simple que el engendrado. Si el Uno engendrala Inteligencia, le vence en simplicidad. Las analogíasentre la Trinidad cristiana y la tríada de Plotino son muydébiles y con frecuencia forzadas semejanzas 7 . Si el verboformable es algo de nuestro espíritu, no sucede así en elVerbo de Dios 8 . San Agustín y los platónicos no hablande la misma realidad cuando se refieren al mundo de losinteligibles y de las ideas. Para el Doctor de Hipona, lasideas son formas príncipes, esencias estables contenidas enla inteligencia de Dios. Todo lo creado se encuentra en elVerbo y todo lo que existe en el Verbo es vida 9 . Esta doctrinano es ni de Platón ni de Plotino, sino del evangelistaSan Juan. La génesis de la Inteligencia, tal cual la concibenlos neoplatónicos, es de una inferioridad manifiesta conrelación al primer Principio. Si, pues, la filosofía platónicale sugiere un caudal considerable de fórmulas al Doctor dela Trinidad, su pensamiento se abreva en la fuente de lapalabra revelada 10 .Agustín define a Dios diciendo que es la <strong>Verdad</strong> X1 . Note afanes por inquirir qué es la verdad, porque al momentocendales de corpóreas imágenes y nubarrones densosen fantasmas turbarán la serenidad diáfana de tus primerasintuiciones y la verdad se eclipsará obscurecida. <strong>Verdad</strong>y luz es la atmósfera de los amadores del Bien 12 .Si te examinas a fondo, encontrarás que el objeto de tusquereres es siempre un bien conocido. Buena es la tierracon las cresterías de sus montañas, y el tempero de sus alcores,y las planicies de sus campiñas; buena la heredadfértil y amena, buena la casa amplia y bien soleada, buenoel aire apacible y salobre, buena la vianda exquisita y con-" Contra academ., 3, 20, 43 : PL 32, 957.6 Cf. En. 4, 7, 9 ; 5, 5, 3 ; 3, 8, 9.' Un ejemplo lo tenemos en De civ. Dei., 10, 29, 2 : PL 41, 308.8 De Trin., 15, 15, 25.9 De div. quaest. 83, q. 46 : PL 40, 29-30.10 Oí. BOYER, Christianisme et néoplatoñisme dans la formationde S. Augustin, p. 194 ss. Nourrison y Grandgeorge sostienen que elplatonismo de San Agustín va disminuyendo con la edad.11 De Trin., 8, 2, 3.12 Ibíd.


58 INTRODUCCIÓNveniente para la salud, bueno es un rostro que sonríe, delínea ovalada y sanos colores; bueno el amigo del corazón,bueno el hombre justo, bueno el cielo tachonado de estrellase iluminado por el sol y la luna, buenos los ángeles santosy buena la melodía rimada. Bueno es esto y bueno aquello.Prescinde del bien particular y contempla, si puedes, elBien puro, Bien de todo bien 13 .La creación es como una orquesta maravillosa que entona,con la cadencia lírica de sus bienes, el himno del Bien infinito,que es Dios. Al fin de cuentas, no existiría el bientemporal si no existiera el Bien inconmutable y eterno 14 .El hombre se arrastra—ésta es su torpeza—en pos deestos bienes caducos y transitorios y ¡no ama el Bien quelos hace amables! Se aparta el alma del Bien puro y se enlodaen ramerías culpables, y así, aunque el alma siemprees alma, no siempre es buena. Advierta que el Bien está asu vera, pues en El vivimos, nos movemos y somos 15 .El anhelo del Bien es resorte de humanas actividades.Agustín percibe en el fondo de su conciencia este hecho.Para él, el problema de la acción es siempre el problema delbien. Todos sin excepción, buenos y malos, gentiles y cristianos,potentados y mendigos, ansian el bien y lo aman le .Mas ¿quién ama lo que desconoce? Se puede conocer yno amar, pero nadie ama lo que ignora. Luego, para amarel Bien puro, menester es conocerlo. Está escrito: Bienaventuradoslos limpios de corazón, porque ellos verán a Dios 17 ,y el corazón sólo lo purifica la fe. De ahí arranca la posibilidadde que exista el amor en un corazón que ignora,pero cree 18 . Evite el creyente las ficciones de su imaginacióny no amará la falsedad. Ignoramos, es cierto, las líneasfaciales de Cristo, de la Virgen Miaría, de Lázaro; desconocemosla topografía de Betania, del monte de los Olivos,del sepulcro cavado en la roca, pero creemos con firmeza enla existencia dé Cristo, de la Virgen Miaría, de Lázaro, delmonte de los Olivos, del sepulcro abierto en la peña. Pode-13 O. c, 8, 3, 4. Testimonio clásico para probar la teoría de laabstracción en San Agustín. Cf. XIEERTA, B., De abstractione apudS. Augustinum: Acta Bebdornadis Augustmianae-Thomisticae (Romae1031), p. 325.Quapropter nulla essent mutabilia bona, nisi esset incommutabilebonum (De Trin., 8, 3, 5). Summum bonum quo superius nonest Deus est (De natura boni: contra manich., 1 : PL 42, 551). Cf. DeTrin., 15, 5, 7.15 Act. 17, 28.16 Serm. 150, 3, 4 : PL 38, 809 ; De lib. arbitr., 2, 9, 27 : PL 32,1255 ; De civ. Dei, 19, 1, 1 : PL 41, 621.17 Mt. 5, 8.18 Amatur ergo el qui ignoratur; sed tamen creditur (De Trin.,8, 4, 6).LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 59mos decir: "Quizá la Virgen fuese trigueña", pero nunca,sin naufragar en la fe, podemos decir: "Quizá Cristo nacióde una virgen". La ficción no es fe. Prescindamos de lasfantasías de nuestra imaginación febril y vigoricemos nuestrascreencias. Antes de entender, menester es creer en launidad, igualdad y eternidad de Dios Trino. Vigilemos paraque nuestra fe no sea fingida, porque en esta hipótesis seríavana nuestra esperanza y nuestro amor no sería casto w .Amamos al justo aunque nosotros no lo seamos. Conocemosla justicia, no en los objetos externos, sino dentrode nosotros mismos. El varón justo conoce en sí la justicia.Esto nada tiene de maravilloso, pero sí es muy de ad-'mirar que el alma pecadora vea en sí misma qué es la justicia,siendo ella injusta. Se ama al que se cree bueno fundadosen la forma de la belleza que intuye en su interior elque ama; porque es evidente que sólo se ama el bien. Ladilección verdadera consiste en adherirse a la verdad y vivirrectamente. Y la <strong>Escritura</strong> divina compendia toda laperfección en dos amores, que no forman más que uno: elamor de Dios y el amor del prójimo 20 .Si Dios es amor 21 , camina a El por la ruta segura delamor hermano. Abraza al Dios Amor y abraza a Dios conamor. No me digas que en Dios no descubres la Trinidad.Si ves al amor, ves al Dios Trinidad. Agustín te hará verque la ves. Sondea tu alma, y si ama, aparece en el amoruna trinidad que requiere atento examen: el amante, lo queama y el amor 22 . No es que hayamos encontrado ya lo quebuscando veníamos, pero hemos dado con el soto donde eanecesario buscar: el alma humana, imagen de la Trinidad 2 *.LA PRIMERA TRINIDADQueda, pues, tendido el puente levadizo que conduce alcastillo interior. La vía está expedita y transitable, tomando,en el libro LX, la imagen descubierta en el VIII un desarrollosorprendente por los hallazgos maravillosos del genio.Nadie antes de Agustín descendió a las profundidadesdel ser en busca de una imagen de Dios, y sus descubrí-18 O. c, 8, s, 8.20 Mt. 22, 37-40.21 i lo- 4, 8. . o22 Ecce tria sunt: amans, et quod amatur, eí amor (De Trin., 8,10, 14 ; cf. 15, 6, 9). .23 Toda imagen es semejanza expresada. Omnis imas;o simüís estei cuius est imago (De Gen. ad liü. op. imperfect., 16, 57 : PL 34,242). La semejanza es un término medio entre la identidad y laalteridad absolutas. El universo agustiniano en su estructura meta,física es siempre un vestigio del Dios Creador Uno y Trino. LQ.obra de Dios es un medio de conocerle.


60 INTRODUCCIÓNmientos tienen perenne actualidad en la filosofía de nuestrosdías. Sus pasos son firmes, como asentados sobre terrenogranítico. Es la <strong>Escritura</strong> la que nos dice que elhombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, y estapalabra de vida no podrá jamás ser desmentida. Ningúnmortal cruza el equinoccio del vivir sin que lleve grabadaen su alma dicha imagen.Al Dios de las eternidades se le encuentra en la obrade sus manos, donde el ritmo ternario se repite con cadenciade estribillo en el número, peso y medida; en la unidad,en la forma y en el orden; en la física, en la lógica y enla ética. El astro y el granito de arena, el animal más perfectoy el ciempiés más humilde, el cedro del Líbano y elhisopo nacido en la pared, cantan la marcha triunfal de laTrinidad por el mundo maravilloso de la creación 24 . En elhombre, las facultades del alma y los latidos del corazónson otras tantas imágenes de Dios Trino: espíritu, conocimientoy amor; memoria, inteligencia y voluntad, reflejosson de un Dios Trinidad. No es el teólogo el que habla enesta segunda parte, es el cantor del alma, rico en experienciaspersonales.Las trilogías inferiores son como esbozos donde el geniodescubre ya las líneas fundamentales de la imagen perfectay nos hace más familiar su presencia. En el mundo de lossentidos y de la fantasía, el reverbero de la Trinidad es,sin duda, más pálido, pero también más fácil de discernir.Sigamos sus pasos, imitando su estilo y contemplandosu vuelo de águila caudal, principiando por las verdades másaccesibles a nuestra pobreza intelectual.En el amor que ama hay siempre tres términos: un sujetoque ama, el objeto amado y el amor. Yo, lo que amo,el amor. Amar y ser amado se identifican cuando uno seama a sí mismo. El alma que ama y el alma que es amada,por este amor son una misma realidad, pero el amor es evidentementedistinto del objeto amado cuando se ama algofuera de sí. Aliud est amare se, aliud amare amorem suum 25 .No se ama el amor si no se ama. En consecuencia, cuandoalguien se ama con amor verdadero, existen dos realidades:el amor y el objeto amado, un término y un acto. Mientrasel alma se ama a sí misma, sujeto y objeto del amor seidentifican.Con todo, el alma y el amor son un espíritu, no dos espíritus;una esencia, no dos esencias; por el contrario, elamante y el amor, o el objeto amado y el amor, son doscosas distintas. Son dos términos de una misma relación,24 Cf. <strong>SAN</strong>TO TOMÁS, I Sent., d. 3, q. 2, a. 1, 3 ; q. 3." De Trin., 9, 2, 2.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 61dado que el amante dice habitud al amor, y el amor alamante. Todo el que ama, ama con amor, y el amor es propiedadde alguien que ama 26 . Los dos términos se implicany se oponen también recíprocamente como dos relativos.El punto de arranque de la trinidad creada radica en elalma, que se conoce y ama. El conocimiento que tiene de símisma es intuitivo, como lo enseña Agustín con palabrasinequívocas: Erg o et semetipsam per se ipsam novit 21 . Alconocerse la mente, surgen ya dos realidades: la mente ysu conocimiento. Luego, cuando la mente se conoce y ama,tenemos tres términos: la mente, su conocimiento y suamor. Mens et amor et notitia eius 2S .Es la primera trinidad que se manifiesta en el santuariodel alma. Y dichas tres cosas son unidad, y si son perfectasson iguales. Si en el amor existe defecto o exceso, hay pecado,y si no existe adecuación en el conocimiento, tampocoes perfecto. Al alcanzar la meta de la perfección, soniguales el conocimiento y el amor 29 . Agustín expresa launidad de estos elementos con palabras de identidad: Quomodoautem illa tria non sint eiusdem substantiae non video30 . Es necesario, dice en otra parte, que estas tres cosassean de una misma esencia 31 . Y al finalizar el libro IX vuelvea repetir: haec tria unum atque una substantia32 .Además, parece indicar que el conocimiento y el amorse identifican con el sujeto que conoce y ama 33 . La granmayoría de los psicólogos de nuestro siglo consideran comogenuinamente agustiniana la tesis de la identidad del almay de sus facultades 34 . Las palabras poco ha mencionadasparecen justificar dicha opinión.Santo Tomás, partidario de la distinción real entre elalma y sus tres potencias, interpreta a San Agustín en estesentido, y su juicio merece examen atento. Para el Doctor26 Haec dúo relative ad invicem dicuntur. Amans quippe ad amoremrefertur, et amor ad amantem. Amans enim aliquo amore amat,et amor alicuius amantis est (o. c, ibíd.).27 O. c, 9, 3, 3. Santo Tomás interpreta esta frase según la teoríaaristotélica del conocimiento. Non ergo per essentiam suam, sed peractum suum se cognoscit intellectus noster (Summa Theol., i, q. 87,a. 1 c).28 De Trin., 9, 4, 4.29 O. c, ibíd.30 O. c, 9, 4, 7-31 O. c, ibíd.3233 O. c, 9, 12, 18.O. c, 9, 4, 5.34 Schmaus, el gran psicólogo de la Trinidad agustiniana, escribe :Augustinus kennt kein real von der Seele verschidenen akzidentellenPotenzen im aristotelischthomistischen Sinn. Citado por Boyer en suartículo L'image de la Trinité synthé'se de la pensée augustinienne,p. 182, nota 24.


62 INTRODUCCIÓNAngélico, la mente es la parte más noble del alma. Puedeaducir en su favor las palabras de Agustín. Esta mentese manifiesta por medio de sus facultades 35 . El conocimientoy el amor—notitia et amor—significan el hábito y el actoae conocer y amar 36 . Efe siempre dislate confundir el acto° el hábito con la esencia del alma 37 . En resumen, la menteno se ha de identificar con el alma, ni la noticia o elamor con sus facultades. Los textos agustinianos nos hablande una inherencia substancial, no de identidad y potencias.Y esta exégesis sutil del Ángel de las Escuelas esexacta para Boyer 38 , apoyada en sólido razonar y en unProfundo conocimiento del alma 39 .Por. rebasar los límites de un simple introito, orillamos,indicado el problema, toda discusión, dejando a los autores*a responsabilidad de sus asertos. Nos interesa seguir la trayectoriaagustiniana, que dibuja con encajes de fina, urdimbrela imagen de la Trinidad en la mente, en la noticia yen el amor. En esta trilogía del espíritu no se puede haoiarde tres substancias, pues aunque substancia es la mene, substancia la ciencia y substancia el amor, el que ama yonoce, la ciencia y el amor, son términos de una relaciónmanifiesta, como lo son dos amigos *°. Y si la noticia y elmor se identifican con la esencia del alma, imposible seríaPercibir ] a oposición relativa..ara que exista la imagen de la Trinidad en el alma, seP ecisan tres realidades distintas por su oposición relativa11 n u £ idad de esencia. Al hacer de un pan de oro tres ani-° s , hay tres anillos y un oro; pero al fundirlos en unaasa perece la trinidad, aunque subsiste el oro. De una mataríasimilar > la mente, su noticia y su amor van sedimentosu actividad en el fondo de nuestro espíritu al entraracción y mutuamente compenetrarse 41 .es . .° na y que olvidar que los términos de esta trilogía delsiend ltU — la mente > 6U noticia y su amor—no se mezclan auntnet•°. mutua su inmanencia. Quamvis singula sint in sebinlp . s * s >. et invicem tota in totis, sive singula in binis, siveen °- m f in 9ulis. Itaque omnia in ómnibus* 2 . La mente está^_J^_jnisma, en su conocimiento y en su amor; el conoci-'• M e p» eri !í-'q 'l8 > a - * ad * et ad 3-animar ~T- - el ^"élico—sumitur Me pro ipsa superiore parteÍT-n T o" f notitia est habitas memoriae, et amor habitus voluntatiss„ t> e s Pw. creat.. a. n ad i.„„ O. c, p l8?.ase lasconclPalabras de San Buenaventura In I Sent., d. 3, q. r,« R C Trin - 9 - 4 - 6, 2 O. c., lbf d .°- c-. 9, 5. -S.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 63miento está también en sí mismo, en la mente que se conocey en su amor; y el amor ílo encontraremos en sí mismo,en la noticia que conoce este amor y en la mente que loama. Cada uno de estos términos está en sí y en los otros.La mente, al conocerse y amarse, está con su conocimientoen el amor y con su amor en el conocimiento; y el amory el conocimiento están en la mente que se conoce y ama.Para existir en sí y al mismo tiempo en los otros dostérminos, es menester que todos coincidan en la unidad desubstancia 43 . "Existir, conocerse y amarse, tres realidadesen una esencia. La mente, el conocimiento y el amor tienencada uno una especie de existencia relativa, pero constituyenun conjunto inseparable. Agustín, en vez de ahondar enla división de las facultades, propende a avecinarlas en lostres grandes núcleos de la vida consciente: mens, notitiaet amor" 44 . Exacto. Cuando la mente se conoce y ama ensu totalidad existencia!, es su misma naturaleza la que conocey ama y la que es conocida y amada. Y en este procesognoseológico existe una sola substancia. Quomodo illatria non sint eiusdemque substantiae non video.Al intuir la pupila del alma en la eterna verdad la formade todas las cosas, surge en nosotros un verbo interior*estereotipado luego en la palabra que fuera resuena cuandohablamos a los mortales. Y este verbo es concepción o delamor culpable de la criatura, o del amor casto y puro deDios. La dilección es, pues, la medida ética de las almas.Nascitur verbum, cum cogitatum placet, aut ad peccandum,aut ad rede faciendum* 5 . El verbo y la mente que lo engendrase ven enlazados en amplexo incorpóreo por el amorunitivo.Y el verbo que se concibe se funde con el verbo nacidoal adeliciarse la voluntad en el hallazgo, cual sucede en losamores inteligibles. Conocer con perfección la justicia yamarla es ser justo. En el amor de lo caduco y terreno haydistinción manifiesta entre la concepción del verbo y su parto*6 . Mas cabe preguntar si todo conocimiento es verbo olo es sólo la noticia amada. Las cosas que odiamos, si conrazón nos enfadan, su repulsa nos place y es verbo. No esla noción del pecado, sino el pecado en sí, la causa de nuestrarepugnancia aversiva. La conclusión es lógica: Cum itaquemens novit et amat, iungitur ei amore verbum eiusm .Y pues ama su conocimiento y conoce su amor, el verbo se" O. c, ibírt.'* P. CAPÁNAGA, La doctrina agustiniana sobre la intuición: Relitfióny Cultura, is (iQ3i), p. QQ-" De Trin., 9/8, i.f" O. c, 9, 9, 14." O. c, 9, JO, 15.


64 INTRODUCCIÓNencuentra en el amor y el amor en el verbo, y ambos en elque habla y ama. El verbo del alma producto es del almamisma, que se refleja en él como en su imagen, existiendoadecuación entre ambos 48 . La producción de nuestro verboes una generación verdadera.Y el amor, ¿no es imagen, verbo engendrado? ¿Por quéla mente engendra su verbo cuando se conoce y no engendrasu amor cuando se ama? Es el problema que se agita,sin atisbos de solución, en el mismo seno insondable de laTrinidad. ¿Por qué el Espíritu Santo no es Hijo? Agustínsiente titubeos en su respuesta y temores en su vuelo deexploración. Interroga, pues, a esta imagen creada que esel alma y descubre con íntimo alborozo que todo verbo procedecomo imagen del objeto conocido 4S >. La mente, cuandose conoce, es padre de su conocimiento. Por el contrario,el amor principia a existir en cierta manera antes del alumbramientodel verbo, pues inclina a formarlo, y formado,no hace variar al amor de naturaleza. Es el amor una inclinación,no una expresión 50 .En el libro XV retorna sobre el mismo argumento, ysus fórmulas son más expresivas, y sus sentencias másfirmes. Cuando dices lo que sabes, tu verbo es verdadero. Seforma en la mirada del pensamiento la imagen del saber quela memoria conserva. El amor es unitivo. Vincula en paz decomunión al padre y a su prole. Y aunque el amor brotadel conocimiento, no es imagen, y, por consiguiente, no esverbo ni es hijo.A la luz de esta imagen creada se ilumina la diferenciaque existe entre generación y procesión en el seno de ladeidad. La floración de los teólogos, con el Maestro de lasSentencias al frente, seguirán las huellas de San Agustíncuando tratan de ahondar en la imagen creada que es elhombre 6l .LASEGUNDA TRINIDADLa trilogía creada adquiere relieve en el libro X. Agustínencuentra una trinidad más evidente—evidentior trinitas—enlas tres facultades del alma: memoria, entendimien-48 O. c, 9 ii, 16.49 Unde liquido tenendum est quod omnis res quamcumque cognoscimus,congenerat in nobis notitiam sui. Ab utroque enim pariturnotüia, a cognoscente et a cognito (o. c, 9, 12, 18)."° O. c, ibíd.51 PEDRO LOMBARDO, In I Sent., d. 3; <strong>SAN</strong>TO TOMÁS, SuminaTheol., 1, q. 27, a. 4 ; Contra Gentes, 1. 4, c. 23 ; <strong>SAN</strong> BUENAVENTU­RA, In I Sent., d. 13, a. 1, q. 3 ; EGIDIO ROMANO. In I Sent.. d. 13.q. i, a. 2.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 65l.o y voluntad 52 . Pedro Lombardo altera el orden agustinia-110, y en sus Sentencias esta trinidad ocupará el primer lugar5;i , y su ejemplo es seguido por todos sus comentadores,incluyendo el Ángel de las Escuelas y San BuenaventuraM .Teólogos hubo que pretendieron identificar ambas trinidades,fundados en aquellas palabras preliminares del Santo:Nunc ad ea ipsa consequenter enodatius explicando, limatioraccedat intentio 55 . Contra este proceder reaccionacon energía el Doctor Seráfico, pues en el pensamiento deAgustín la primera es como una preparación a la segunda,y es lo que indican las palabras citadas. Quiere profundizaren el estudio de las mismas cosas con más limada intención.Y, en verdad, no cabe identificar la orientación dela mente hacia Dios con el repliegue de la mente sobre símisma. En la primera trinidad hay un hábito o un acto;en ésta, una substancia. Aquélla es menos perfecta; ésta,más evidente, como imagen de la Trinidad soberana s6 .Se trata, aún de valorizar la composición trinitaria en elalma, pero aquí los términos son más precisos, y los contornosmás acusados. Agustín constata con gozo que el almase conoce a sí misma, y se conoce siempre, y se conocecomo es, en su trinidad auténtica. Para descubrir los rasgosfisonómicos de esta trinidad es menester bucear enlas aguas hondas del alma.¿Qué ama el alma cuando con ilusión se busca para co^nocerse,mientras es para sí una desconocida? La búsquedasupone conocimiento e ignorancia. El que husmea novedadesno se inflama ante lo desconocido, pues sabe ya eme lanovedad es amable, y en la oficina de su imaginación volcánicafinge la larva de una forma placentera que le excita•al amor, y sus ficciones surgen siempre al conjuro mágicode una verdad ya conocida y amada. La ciencia en sí es yaun bien y un estímulo para la pereza intelectual del hombre,pues sabemos que un sabio es preferible a un ignorantede marca ". Puede alguien amar lo desconocido: amarlo que ignora no puede. Para que el alma se busque a símisma es preciso que se conozca y se ignore. No es suficción la máquina impulsora de su propio amor, porque laficción pudiera resultar desemejante en extremo a su ser,ni puede tampoco impulsarla al estudio el conocimiento que" De Trin., 15, 3, 5 ; 10, 11. 17.53 In 1 Sent., d. 3, a. 7._ 54 <strong>SAN</strong> BUENAVENTURA, In I Sent., d. 3, p. 2, a. 1, q. 3 ; <strong>SAN</strong>TO TO­MÁS, In I Sent., d. 3, q. 5, a. un." De Trin., 10, 1, 1.S6 <strong>SAN</strong> BUENAVENTURA, O. C, d. 3, p. 2, a. 1, q. 1." De Trin., 10, 2, 4.S.Aü-5(s


66 INTRODUCCIÓNtiene de otras almas. Quizá contempla en las razones de laeterna verdad la hermosura de conocerse, y esto aviva enella el deseo de un autoconocimiento perfecto. Parece unjuego de luces no conocerse y conocer Que es bello conocerse.Si no se conoce, ¿cómo conoce que es bello conocerse'Se impone, pues, la ignorancia y el conocimiento previocuando el alma se busca 58 .Sería dislate afirmar que no conoce toda el alma lo queconoce. No digo que lo sepa todo; pero lo que conoce loconoce toda el alma, y en su conocimiento no hay irisacionesni cambiantes 5! >. Sabe el alma aue vive, y lo sabe todael alma. En consecuencia, el alma se conoce toda. La evidenciaíntima de su ser y de su vida es base de toda certeza.La estructura de la mente humana es tal, que jamáspuede dejar de recordarse, conocerse y amarse. ¿Por quépues, se le impone al alma el precepto de conocerse? Unacosa es conocerse y otra pensar reflexivamente en su serpara vivir según su naturaleza. Llevada de sus apetenciasculpables, como olvidada de sí, va deslizándose hacia elmal. El alma nunca se conoce sola, y existe el peligro deapegarse a las realidades inteligibles, vestigios de los objetoscreados que halló fuera en sus excursiones por el mundode los sentidos, floreciendo en un amor ilícito. Error éstepernicioso, pues el alma, vinculada por el visco de una familiaridadsostenida con dichas imágpnes, termina por creerselo que no es. Así existieron filósofos que, en su ceguera,confundieron al alma con la sangre, el cerebro, el corazón.Otros creyeron que era éter, fuego, temperamento o unquinto elemento de ignorada substancia. Estos sabios, contorpeza de batracios, son incapaces de elevarse por encimadel mundo de los sentidos 60 .Estas fantasías se desvanecen al primer fulgor de laautointuición. El mal del alma está en no entrar en sí misma,desnuda de las imágenes que bullen en su interior.Su desgracia y su deshonor consiste en no saber discernirsede todo lo que ella no es y verse sola. Esta es su inmundicia.Cuando se le preceptúa conocerse—nosce teipsam—•,desnúdese de los vistosos ropajes de sus fantasíasy no se busque como se busca a un ausente. Ancle su reflexiónen sí misma y piénsese 01 .Es éste un modo de conocer único, que no se encuentraen el conocimiento de ningún otro objeto. Conocemos58 Quapropter non potest omnino nescire se, quae dum se nescientemscit, se utique scit (o. c, io, 3, 5).53 Non dico totum scit; sed quod scit, tota scit (o. c, TO, 4, 6).60 O. c, 10, 7, 10.61 O. c, io, 8, 11.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 67Ja existencia de un querub o de un serafín por la fe; la voluntaddel hombre, por sus manifestaciones externas; nuestropropio rostro, al mirarnos en una luna bien pulimentada.Mas cuando se le dice al alma: nosce te ipsam, en elmomento preciso que entiende el precepto ya se conoce, yBC conoce por su misma presencia. Está siempre presente asi misma, pero necesita pensarse.Sabe que existe, vive y entiende, como existe y vive lainteligencia; conoce que quiere y recuerda, y esto suponela existencia y la vida. Memoria, entendimiento y voluntadimplican un objeto al cual se refieren. Para pensar, querery recordar, es preciso existir. Se pueden amontonar disparatessobre la naturaleza del alma, pero nadie que no esté locopuede poner en tela de juicio su vida, su recuerdo, su inteligencia,su querer, su pensamiento, su ciencia, su juicio.El alma tiene, pues, conciencia de las profundidades de suser. Aunque dude, existe. "Si duda, existe; si duda, recuerdasu duda; si duda, comprende que duda; si duda, aspiraa la certeza; si duda, piensa; si duda, sabe que no sabe;si duda, juzga que no se debe asentir temerariamente" 62 .¡Cuántos saberes en una duda! La duda supone un sujetoque duda. El alma es, pues, fuente en su conocimiento. Contralos escépticos de todos los tiempos, Agustín enarbola elbanderín de la verdad: Si faltor, sum 63 .La evidencia como base de la certeza tiene por inventora San Agustín. No es hipérbole esta afirmación, nacida alcalor de un entusiasmo no razonado. El hecho de la propiaexistencia es foco luminoso en las experiencias del alma,descanso en las jornadas atormentadoras de la duda, esperanzadel caminante extraviado en las encrucijadas del pensamiento.Bajo los castaños umbrosos de Casicíaco, Agustínancla la nave de su saber, trabajada por huracanes y tempestades,en el puerto seguro de su propia existencia ° 4 .Cuando Descartes, con aires de originalidad, lanza a loscampos de la filosofía su célebre cogito, ergo sum, Arnauld,en carta amistosa, nota que en los albores del siglo V elgenio de Agustín se había adelantado al filósofo üe Turena.La duda hiperbólica es una reminiscencia del fallor, ergo.sum agüstiniano. "Agustín—escribe Poisson—habla a veces" O. c, io, 10, 14.De civ. Dei, n, 26." Cf. De beata vita, 2, 7 : PL 32, 963 ; Soliloq., 2, 1, 1 : PL 32,H8 5 ; De lib. arbitr., 2, 3, 7 : PL 32, 1243 ; De duabus animabus, 10,13 : PL 42, 104 ; De vera relig., 39, 73 : PL 34, 154 ; De Trin., 15.'2, 3i : PL 42, 1074.


68 INTRODUCCIÓNde modo que parece oírse el eco de Descartes, y otras hablaDescartes con acentos del Águila de Hdpona" S5 .Las afinidades rebasan el círculo del cogito y se extiendena todo el ámbito del conocimiento psicológico. No esuna frase la de Agustín sembrada a voleo, como afirma elautor amargado de las Provinciales. Los puntos de contactoentre ambos filósofos son más profundos de lo que Descartesmismo creyón y después han afirmado sus admiradores.Cuando Agustín opone la certeza de nuestra concienciaal error de los académicos, su intención va más lejos, segúnBoyer. En su lucha contra los estoicos Arcesilas y Carnéades,permanece en la arena de sus adversarios, que suponenal hombre limitado al mundo de las percepciones sensibles,que se asoman a las ventanas del cuerpo. Su triunfoes efímero, pues descansa en una falsa hipótesis. "La certeza,la verdad, la ciencia objetiva nos viene del mundo inteligible.Poseemos una inteligencia abierta a la luz de lointeligible" « 8 .Cuando Descartes escribe: "¿Qué soy? —Una cosa quepiensa. —¿Qué significa esto? —Que duda, entiende, afirma,niega, quiere o no quiere, imagina y siente" ° 7 , escuchamosel acento de Agustín. El parentesco es demasiado evidentepara que se pueda poner en tela de juicio. No obstante,en vano buscaríamos en el autor del De Trinitate elexclusivismo del Discurso del Método.Agustín razona con la serenidad del genio. Conozco encierta medida la intimidad de mi alma. Ignoro si es fuego,éter, temperamento o quizá otro elemento ignorado; perosé con certeza que soy un principio substancial que piensa,recuerda y ama. Luego mi alma no es cuerpo, sino substanciaincorpórea. En Descartes, el yo pensante es un yo integral;en Agustín es solamente el nous, la mens. Por esoBoyer reprocha a L. Blanchet su miopía al no distinguiren Agustín el problema de la certeza y el problema del co-65 Remarques sur la méthode de R. Descartes (Vendóme 1670),p. 63. Emilio Bréhier diabla por boca de Pascal en el pasaje siguiente: «Si Descartes consciente o inconscientemente ha sufrido la influenciade Agustín, ha utilizado aquel pensamiento como utilizaríaun teorema de Euclides en una demostración de geometría. Lo importanteno es una verdad tan sencilla y fácil de conocer, sino eluso que de ella se haga... San Agustín no vio el séquito admirablede consecuencias» (Hist. de la filosofía, trad. de D. Núñez [BuenosAires 1944], t. 2, p. 81). Efectivamente, la duda metódica es elboquerón por donde se entró el subjetivismo rabioso del siglo pasado,pero esto nada tiene de admirable.66 L'idée de verité dans la philosophie de S. Augustin (París 1920),P- 36-37-" Sed qui igitur sum? Res cogitans. Quid est hoc? Nempe dubitans,intelligens, affirmans, negans, volens, nolens, imaginans qitoqueet sentiens (Oeuvres, ed. A. Tannery, t. 7, j>. 28).


70 INTRODUCCIÓNnocímiento del alma, y así se explica la insistencia machaconasobre las semejanzas entre ambos filósofos y ese laboreopenoso por demostrarnos la influencia agustiniana enel pensamiento cartesiano 68 .El cogito de Agustín es un caso de intuición intelectual.El alma desciende a las profundidades de su ser por la escalaepistemológica para captar allí la prueba de la existenciade Dios, de la inmaterialidad del alma, de la imagentrinitaria, de las doctrinas fecundas de las procesionesdivinas. Agustín despliega la gama variada de una argumentaciónque fascina cuando inquiere la naturaleza delos actos mentales en relación con la verdad subsistente yeterna 69 .Mas dejemos estos escarceos de erudición, porque rebasanla línea de nuestro estudio presente 70 , y fijemos la miradade nuestro pensamiento en las tres facultades delalma: memoria, entendimiento y voluntad. Su consistenciaóntica es tan evidente como la del espíritu. El ingenio semanifiesta en el niño por la tenacidad de su recuerdo, laagudeza de su inteligencia y el ardor de su querer. La vidadel hombre se justiprecia en la balanza de la honradez porsu ciencia y su bondad. La acción radica en la voluntad;la doctrina, en la memoria; el ingenio, en la memoria, enla inteligencia y en el querer.Estas tres realidades, memoria, inteligencia y voluntad,no son, en el fondo, tres vidas, sino una vida; ni tres mentes,sino una mente; ni tres substancias, sino una substancia.La memoria es vida y es substancia, y la inteligencia yvoluntad son también una vida y una substancia. Tres facultadesen una vida, en una esencia, en una mente 71 .Consideradas en sí mismas estas potencias, no difierensino en función de sus relaciones recíprocas. Decir que unorecuerda equivale a decir que sabe; se recuerda lo que sesabe. Recuerdo mi memoria, mi inteligencia y mi querer;entiendo que conozco, re.cuerdo y amo; quiero recordar, enentendery amar, y al mismo tiempo recuerdo toda mi memoria,mi inteligencia y mí voluntad. Las tres facultades seoponen, pues, como términos de una relación. Sé que entiendolo que entiendo; sé que quiero lo que quiero y ressBOYER, L'image de la Trinilé synte.se de la pensée augustinienne:Gregorianum, 27 (1946), p. 196-197."" De beata vita, 2, 3, 5 ; De Trin., 10, 10, 14.10 Sobre la influencia de San Agustín en Descartes, la obra másdocumentada es sin discusión la de BLANCHET, L., Les antécédentshistoriques du mje pense, done je suis» (París 1920). Cf. MELZER,Augustini atque Cartesii placita de mentís humanae sui cognitionequomodo ínter se congruant ac seque differant quaeritur (Bon 1860).71 De Trin., 10, n, 18.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 71cuerdo lo que sé. Mi memoria abraza toda mi inteligenciay todo mi amor. Lo que ignoro, ni lo recuerdo ni lo amo.Y mi amor se expande en amplexo fruitivo a mi memoriay a mi entendimiento. En consecuencia, las tres facultadesse comprenden mutuamente, y su igualdad es perfecta. Lastres son unidad: una vida, una mente, una esencia 72 .A estas alturas se dibuja en el alma la imagen de Diostrino y uno. Comprender, recordar y amar son tres actos yuna esencia, tres términos en un alma, como tres relacionesdistintas de una misma substancia. Con todo, la semejanzano es perfecta—impar imago—, pero, al fin, imagen que nosayuda a penetrar en la vida íntima de Dios, a cuya imagenha sido el alma creada. Como en la Trinidad, es dable observaren el alma una especie de inmanencia mutua en sustres facultades, Conoce su memoria y su querer, recuerdasu ciencia y su amor, ama su conocimiento y su recuerdo.No recuerdo ni amo sólo una parte de mi inteligencia, niamo y comprendo sólo una parte de mi memoria, ni recuerdoy amo sólo una parte de mi voluntad. MI inteligencia.memoria y querer se presentan ante mi alma sin fronterasni horizontes.Urge también notar aquí las desemejanzas acentuadasque existen entre la imagen y el modelo divino si hemos deevitar el precipicio 73 . Las diferencias son de bulto y saltana la vista. El hombre recuerda, ama y entiende mediantesus facultades, pero no es ni su memoria, ni su entendimiento,ni su voluntad, sino que posee estas tres cosas. Unhombre cualquiera tiene dichas tres potencias, pero él noes ninguna de estas tres cosas. En la simplicidad divinaexisten tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y estastres personas son un solo Dios. Se impone, pues, la diferenciaentre la Trinidad soberana y su imagen creada. Además,un hombre singular, aunque adornado de las tres mencionadasfacultades, es una sola persona, mientras en laTrinidad, como su nombre indica, son tres personas. En laimagen, las tres potencias pertenecen a un solo hombre, noson un hombre; en la Trinidad excelsa, el Padre, el Hijo yel Espíritu Santo no pertenecen a un Dios, son un Dios, yson tres personas, no una sola persona. Luego la conclusiónse impone con el vigor de un silogismo bien construido. Di--72 Quapropter quando invicem a singulis el tota omnia capiuntur,aequalia sunt tota singula totis singulis, et tota singula simul ómnibustotis; et haec tria unum, una vita, una mens, una essentia(o. c, ibíd.).73 In qualicumque ista similitudine magnam quoque dissimilitudinemcernat (o. c, 15, 20, 39).


72 INTRODUCCIÓNcamus ergo in mente riostra imaginem Trinitatis ita: sedexiguam, et qualemcumque esse: quae summae Trinitatisita gerit similitudinem, ut ex máxima parte sit dissimilis 7i .LA TRINIDAD EN LA VISIÓN'Como un descanso en el estudio afanoso y un alivio parael peregrino de las trinidades, Agustín trata de encontrar enel hombre exterior, que se desmorona al rudo golpe deltiempo, una efigie de la Trinidad, más grosera, sí, perotambién más fácil de discernir. Ello explica por qué en ellibro XI orienta su búsqueda hacia la visión corporal. Delmundo interno se asoma al mundo exterior. Es la perspectivade lo visible sobre lo inteligible. La misma familiaridadcon los objetos externos nos hace más grato su estudio.No es menester—sería penosa labor-—interrogar a loscinco sentidos por lo que buscando venimos; basta un examenatento y detallado de lo que se manifiesta en la visión,por ser éste el sentido más noble del cuerpo y el que másanalogías ofrece con la visión del pensamiento.Eli fa visión corporaí reconoce eí investigador de losmisterios divinos tres realidades: el objeto visible, por ejemplo,una llama o una piedra, con existencia real antes deverificarse la visión; viene luego la visión, que no existíaantes de ver el objeto; y, por último, la atención del espíritu,que hace remansar la mirada sobre el objeto corpóreo.Tenemos, pues, un cuerpo visible, su forma impresa en laretina y, como tercer elemento, la unión de ambos por unacto volitivo del espectador. Tres realidades de naturalezadistinta, pues el objeto visible es de muy otra substanciaque el órgano visivo, donde ha lugar la visión. Esta no essino el sentido informado por la imagen visible. La pruebaes sencilla. Sin el objeto visible, ciertamente no existevisión, pero puede existir el sentido de la Vista. Y, por otraparte, la atención del espíritu, que aplica el sentido a'l objeto,difiere por naturaleza del cuerpo, pues ella es espíritu,mientras los ojos son miembros corpóreos y el objeto escuenpo también. Así se explica la facilidad de su distinciónnumérica 75 .Pero, aunque de naturaleza dispar, el cuerpo visible, lavista y la atención del espíritu se atemperan en una ciertaunidad: la visión. De estos tres elementas, el primero nopertenece a la naturaleza del «er animado y viviente, a no74PEDRO LOMBARDO, In I Sent., d. 3, n. 17, Cf. De Trín., 15, 7,11 ; 15, 22, 42.75 De Trin., 11, 2, 2. Agustín -habla aquí del sentido informadopor el objeto.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 73ser cuando vemos nuestro propio cuerpo; el segundo sí pertenece,y por el cuerpo actúa en el alma; el tercero es privativodel alma, y, siendo de tan diferentes substancias, sefunden en unidad de tal suerte, que, a no ser por la razón,que actúa de juez en litigio, apenas distinguiríamos laimagen del cuerpo visible de la que surge en la pupila delespectador 76 .Vivir, empero, según la trinidad del hombre exterior esincalificable torpeza.El objeto que informa el «sentido es comparable al Padre;la forma impresa en el sentido se puede asimilar alHijo; la voluntad, que une el sentido al objeto, es imagendel Espíritu Santo. Pero las diferencias son manifiestas. ElPadre se basta por sí para engendrar al Hijo, el objeto necesitael concurso del sentido para engendrar la forma. Niel objeto es verdadero padre, ni la forma es verdaderamenteengendrada. En la Trinidad divina, el Espíritu Santo procededel Padre y del Hijo; en la sensación o en el recuerdo,la voluntad es anterior al objeto, a la forma y al recuerdo ".Por encima de esta trinidad, grasera en extremo, existela trilogía de la visión imaginativa 78 . El recuerdo, la visióninterior y la voluntad, que une ambas cosas, formanesta trinidad. Quae tria cum in unum coguntur, ab ipsocoactu cogitatio dicitur. La razón distinguía en la trinidadanterior la especie visible que informaba el sentido desu semejanza interna: aquí sabe discernir entre la imagendel recuerdo y la imagen sensible. Permanece en la memoriaimaginativa como un vestigio del cuerpo exterior, alcual se convierte la mirada del recuerdo para su información,actuando la voluntad como fuerza dinámica unitiva.La fantasía sabe así bordar policromías de una peregrinabelleza en el mundo irreal del ensueño, caleidoscopio maravillosodel inconsciente del hombre en las horas reposadasdel descanso nocturno.iSe vive también mal al conformar nuestro vivir segúnesta trinidad del hombre exterior, pues aunque se actualizaen el alma, se entra por las celosías de los sentidos, y, enconsecuencia, no es imagen de Dios 79 . Su lejana semejanzacon la Trinidad es manifiesta. Pero en la visión imaginativalas trinidades se multiplican al compás rítmico de losrecuerdos: Tot igitur huiíLS generis trinitates quot recor-78 O. C, II, 2, 5.77 Sobre las analogías trinitarias del hombre exterior véaseSCHMAUS, Die psychologische Trinitatslehre des hl. Augustinus(Münster 1927), p. 201-220." De Trin., 11, 13, 6.70 O. c, 11, 5» 8.


74 INTRODUCCIÓNdationes80 . En efecto, en todo recuerdo existe una imagendel objeto, en la fantasía del que recuerda, la mirada delrecuerdo y la voluntad enlazando los dos elementos. Es utopíael recuerdo único del mundo de la retentiva, y, alternandolas trinidades de los pensamientos, su número es infinito81 .El número aparece en la visión, la medida en la memoria,el peso en la voluntad. Y así, número, peso y medidase encuentran en todas las cosas, porque Dios, según eltestimonio de las <strong>Escritura</strong>s, todo lo ha dispuesto en número,peso y medida 82 .SABIDURÍA Y CIENCIADistingue Agustín en el libro XII los confines del hombreexterior e interior. Al primero pertenece cuanto nos escon los animales común. Nos diferenciamos de ellos porla rectitud de nuestro cuerpo, rectitud que nos indica laelevación de nuestro destino en el mundo 83 . Sentir es propiedaddel Viviente, dotado de órganos adecuados para lasensación; juzgar de lo temporal y corpóreo según las razoneseternas es privativo de la razón superior.Un reflejo de la Trinidad es la mente en cuanto trasciendelo transitorio y se lanza a la contemplación de la luzsin ocasos. Diversidad' de oficios que no discrimina la substancia,porque la imagen de Dios Trino ha de buscarse entoda el alma.Rehusa el Santo aceptar como imagen de Dios, por sercontrario a las <strong>Escritura</strong>s divinas, la unión del varón y dela mujer. Es el hombre el que ha sido creado a imagen deDios, no la familia 8i .La gloria verdadera del hombre consiste en ser imageny semejanza de Dios, y su baldón e ignominia asemejarsea las bestias, cuando, arrastrado por la exuberanciade sus apetencias carnales, se despoja de la estola de lainocencia para ataviarse con la zamarra de su mortalidad.¿Quién vendrá en ayuda del alma infeliz gravada con elfardo de un cuerpo de muerte? La gracia de Dios por Jesucristonuestro Señor 85 .Sabiduría y ciencia se reparten los dominios del alma.80 O. c, ii, 7, i2.81 O. c, ii, 8, i2.82 O. c, ii, ii, 18.83 De Trin., 12, 1, 1.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 75Esta distinción la encontramos ya formulada en el 397 8 ".La sabiduría se asoma a la eternidad, la ciencia es el conocimientoracional de las cosas temporales; la sabiduríaes contemplación, la ciencia acción; la sabiduría se orientahacia Dios, la ciencia mira al bien creado. Ciencia y sabiduríason dos efectos de usa misma potencia, la razón;pero sus caracteres se oponen punto por punto 87 . El conocimientode lo eterno ha de regular siempre la marcha delo temporal. Entonces la ciencia tendrá su modo honesto 88 ,pues lo que infla es superado por la caridad, que edifica.Sin esta ciencia serían una ficción las mismas virtudes,que hacen al hombre vivir rectamente en esta mísera existencia,fija la esperanza en la patria feliz. Distingue elApóstol entre ciencia y sabiduría cuando escribe: A uno lees dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabrade ciencia so . Abstenerse del mal es ciencia, en frasede Job; la piedad es sabiduría 00 . Esta concepción específicamenteagustiniana entre ciencia y sabiduría descansa enuna doble serie de equivalencias paralelas, que debemos tenermuy presentes si anhelamos comprender el lenguaje deAgustín. El entendimiento es la facultad donde se asientala sabiduría; la ciencia es objeto de la razón inferior. Elconocimiento intelectual aprehende el orden de la contemplación,fundamentado en un acto de sumisión beatificantea Dios; el conocimiento de la razón inferior versa sobre lascosas del tiempo y se funda con harta frecuencia en unacto de avaricia degradante. El criterio lógico de la certezaagustiniana, dice Gilson, se caracteriza por la oposiciónde los objetos 01 .El examen de los fenómenos de la verdad lleva al Doctorde la Gracia a pronunciarse abiertamente contra las reminiscenciasplatónicas. Para Platón, conocer es recordar 02 .La escena del esclavo Menón nada prueba, en sentir deAgustín. Y es aquí donde sienta los fundamentos de la críticagnoseológica. En este punto crucial, su pensamientono es platónico.Veamos de averiguar cómo se opera la unión de la mentecon las especies inteligibles. El terreno ha sido explora-88 De div. quaest. 83, 2, q. 2, 3 : PL 40, 140. Se encuentra avecei identificada la ciencia con la sabiduría (Contra academ., 1, 6,16 : FL 32, 514). En De Trinitate, scire significa el conocimiento sensiblev el intelectual. Dúo sunt.genera quae sciuntur... (15, 12, 21).87 O. c, 12, 14, 21-22 : 12, 12, 17 ; 13, 1, 1.88 Cf. MAUSBACH, Die Ethik des hl. Augustinus (Friburgo B. 1909),t. 1. p. 103, nota 1.89 1 Cor. 12, 8.30 Tob 28, 28.01 GILSON, Introduction á l'étude de S. Augustin, p. 157.92 PLATÓN, Fedro, 29 ; PLOTINO, Ennéadas, 6, 7, 10 ; 4, 6, 3.


76 INTRODUCCIÓNdo ya por inteligencias despiertas. Se trata de fijar el pensamientoagustiniano, no de examinar si es verdadero. Interpretara San Agustín en sentido panteísta, monista uontologista, es correr fuera de camino.La idea fundamental del ontologismo consiste en la percepcióninmediata del Ser absoluto 93 por parte de la razónhumana, abandonada a sus propias fuerzas. Para cubrir ellobo con piel de oveja quiso presentársele bajo el patronatode San Agustín. Los textos aducidos por los ontologistasson numerosos, pero su examen es excusado después de losestudios magistrales de Zigliara, Lepidi y Portalié 94 . Ningunode los grandes teólogos del medievo, aunque se llamenAlberto Magno, Alejandro de Hales, San Buenaventura,Santo Tomás de Aquino, Escoto, Egidio Romano o Gregoriode Rímini, lograron descubrir en los escritos de SanAgustín vestigios de ontologismo. Tenían que venir en elsiglo de las luces un Fabre, un Hugonin o un Malebranchepara sorprendernos con sus descubrimientos originales.Cuando Agustín escribe que nuestra mente es iluminadapor la primera verdad, se entiende en un sentido efectivo,no formal o inmediato. Dios es luz de nuestra inteligencia,porque el entendimiento divino produce las realidadescreadas en su ser inteligible, dándoles subsistencia objetiva.Así, las razones eternas son objeto de nuestra intelección.Concede el Doctor de las sutilezas el que nosotroscontemplemos la verdad inteligible en las razones eternas,a condición de entender la partícula en no en sentido acusativo,sino como medio objetivo de nuestro conocimiento.Todo lo inteligible es de alguna manera luz de nuestra inteligenciafinita, en cuanto es manifestación de la luz 95 .Nuestras ideas no tendrán valor absoluto sino al contactode las ideas de Dios; pero esto no entraña una visióninmediata de la esencia divina. La luz que baña con claridadesde aurora las obscuridades del alma es con toda evi-93 La proposición que condena a los ontologistas dice : ImmediataDei cognitio, habitualis saltem, intellectui humano essentialis est(Dz. 1659).aiHe aquí una lista de textos asaz incompleta : Solil., 1, 1 ; Deimmort. animae, c. 4 ; De lib. arbitr., 2, 6 ; De Magistro, 11, 12, 14 ;De vera relig., c. 30-31 ; De div. quaest. 8$, q. 41, si, 55 ; De doctr.christ., 1, 8 ; Confess., 7, 10 ; 10, 26 ; 12, 25 ; De Trin., 8, 9 ; 9, 6 ;13, 14-15 ; 15, 6 ; De Gen. ad litt., 12, 31 ; Epist. 147 ; De civ. Dei,8, 3 ; Retract., 1, 4, 8.Para la exéresis de estos testimonios véase ZIGLIARA, Della luceintellettuale (Roma 1874), 1. 2, c. 12 ss. ; LEPIDI, Examen philosophico-theologicumde Ontologismo (Lovaina 1847), p. 213 ss. ; Bo-YER, Idee de vérité (París 1920), p. 156 ss. ; GILSON, Introduction.Siempre citamos la edición de 1947, con abundante y selecta bibliografía." Scoio, In I Sétit, á. 3, q. 3.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 77dencia una luz creada, incorpórea sui generis 96 . Todas lasrazones particulares se avivan, se obscurecen, se extinguen;esta su movilidad demuestra que por esencia no son luminosas.La inteligencia creada, susceptible de progreso, reclamauna inteligencia que la ilumine. "<strong>Verdad</strong> y luz se identificanen el horizonte de los.pensamientos. Estos dos aspectosde una sola realidad se manifiestan en un solo actode carácter universal y necesario en nuestras ideas.Agustín ensaya en los Diálogos un esbozo de la iluminación97 , y en el De Magistro ° 8 ultima y perfecciona la teoría.Los signos están vacíos de sentido cuando no los vivificala idea. La articulación de una palabra sólo nos enriquecede sensaciones auditivas. El alma conoce un palacio, no oyendola palabra, sino contemp'lando la fachada. Pero si noselevamos a las nociones inteligibles, el verbo tiene sentidosi conocemos su íntima valencia. La palabra es como unainvitación amistosa a descubrir en nosotros la existenciadel tesoro oculto. La prueba irrefutable la tenemos en nuestrapropia experiencia. Llevamos en nosotros la luz ". Causade nuestro progresar por las rutas de nuestros conocimientoses la iluminación, obra de la sabiduría de Dios 10 °.Ver es conocer, y aprehender la verdad es TJercibir la luz.La criatura racional se ilumina al contacto del esplendor divino.Nuestra misma contingencia terrena nos fuerza a dependerde la "<strong>Verdad</strong>. Dios es nuestro sol, nosotros somossu claridad.Las metáforas se multiplican sin poder quizá precisarsu contenido auténtico y original. Interpretaciones encontradashan sido sostenidas al galopar de los siglos y hoyseguimos en las más densas tinieblas. Es preciso caminar06 De Trin., 12, 15, 24. Cf. De Gen. ad litt. op. imperfect., c. 5,n. 20 ; De Gen. ad litt., 2, 8 ; 3, 20 ; Epist. 140, c. 3, 11. 7 ; 147,18, -45. El texto De Trinitate es clásico. El sui generis gramaticalmentepuede referirse' a la mente o a la luz. La primera hipótesiscuenta con decididos patronos, Santo Tomás entre ellos. La segundala encontramos defendida por Mateo de Aquasparta, uno de los mejoresintérpretes de San Agustín.97 Véanse De ordine, 2, 2, 7 : PL 32, 997 ; Soliloq., 1, 1, 2 : PL 32,870: 1. 8, 15 ; 1, 13, 23 : PL 32, 877. 881.88 De Magistro, 10, 13, 34 : PL 32, 1214-1215. Para descubrir eneste pasaje la teoría del entendimiento aeente, dice Gilson, es precisotener el cerebro rebosante de aristotelismo ; pues si se le estrujamás de lo que la razón exige, evidenciaría lo contrario ; es decir,que el entendimiento humano es para la luz inteligible como el oiopara el sol ; la luz solar es ciertamente exterior a la pupila que lacontenióla ; por consiguiente, la luz inteligible sería exterior al entendimiento.No es esto lo que afirma Agustín. Cf. GILSON, O. C,p. 107. nota 1.*" De Magistro, 12, 40; 14, 45; PL 32, 1217. 1220.; De Trin., 12,15, 24.100 Soliloq., 1, 1, 13 : PL 32, S70.


78 INTRODUCCIÓNcon tiento para no extraviarnos en el laberinto de nuestrospropios pensamientos.,'Ya dijimos que Agustín no acepta la teoría de las remi*nisceneias. Hay quien distingue entre innatismo y preexistencialismo,y se invoca a favor del primero un pasaje dellibro sobre la Trinidad 101 , pero no implica necesariamentedicha doctrina. Prueba tan sólo que las ideas de las realidadesinteligibles nos vienen de los sentidos. La memorialas archiva, pero de dónde vienen Agustín no lo dice. Es elmodo de la iluminación lo que está en juego. Hessen y Gilsoncreen que Agustín fué algún tiempo preexiistencialista,pero los argumentos que esgrimen no los juzga R. Jolivetconvincentes m .Agustín conoce una visión sin velos en los goces eternosde la patria. Aquí, en el destierro, la mirada del almano puede orientarse a la luz de Dios si no posee la fe, laesperanza y el amor. A esta mirada de fe sigue la visiónmisma de Dios, blanco de nuestro peregrinar por las pendientesrocosas de la virtud. La visión es un acto intelectualque se realiza en el alma al contacto de la luz divina.Hablando Agustín de los goces inherentes a la contemplación,escribe: "Grandes e incomparables almas discurrieronsobre 'estas cosas en la medida que lo juzgaron conveniente,y creemos que las vieron y las ven" 103 . Pero estoes siempre un privilegio reservado a Moisés y San Pablo 104 .La vida ordinaria exige un proceso de purificación y abandonocompleto de los deleites del cuerpo para poder ver laverdad en su pureza. La visión de Dios es, por consiguiente,meta, no punto de partida.En rigor se ve a Dios cuando se le contempla cara acara, se le conoce cuando se le contempla en sus imágenes.Agustín se complace en describir nuestro itinerario haciaDios a través de la criatura 105 . En nuestras facultades:memoria, entendimiento y voluntad, hemos visto al DiosTrinidad, pero como en un espejo. Sólo así se puede ver aDios en la tierra. La imagen da una vaga idea del proto-101 De Tfin., 15, 23, 43.1M II reste—escribe R. Jolivet—que les textes que nous avonsanalysés semblent bien imfrliauer au'Aueusün n'a. jamáis admis,mtme simpletnent, a ture d'hypothese préferable, la théorie de lapréexistence des ames (Doctrine augustinienne de l'illuminaüon:Mélanees Ansrustiniens [París 1931], p. 124)-103 De quant. animae, c. 33, n. 72 : BAC, Obras de San Agustín,t. 3. p. 655.* lM Epist. 147, 13, 31 : p L 33) 6 " ; & e Gen - ad Mi., 12, 31, 59 :PL 14, 479-480-105 Véanse De vera rehg., 31, 57 : PL 34, 147 ; De div. quaest. S5,q 46 : PL 40, 28-20: De doctr. christ., 2, 28, 56-57 : PL 34, 6162';Canjes., 9, 4, 10: PL 32, 768; In lo., tr. 19, 12. 13 : PL 35, 1549-1551 ; De civ. Del, 16, 6, t : PL 41, 584.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 79tipo invisible. La escala del alma conduce a Dios si se afianzaen el muro de una fe no fingida y de un corazón puro 100 .\ Dios nos ilumina con su claridad, otorgándonos el doninapreciable de la inteligencia. Las verdades que nosotrospercibimos son parciales, limitadas, defectuosas, pero sonsiempre reverbero de la <strong>Verdad</strong>, que es Dios. Toda existenciaes una creación de la <strong>Verdad</strong>, pero sólo la inteligenciaes iluminada por ella. Transparente en sí misma, participala inteligencia de la <strong>Verdad</strong> en un grado superior a los otrosseres. Esta iluminación designa, en el sereno lenguaje agustiniano,la naturaleza de las ideas y de la mente. La luz,energía y ser vienen directamente de la plenitud fontal,y nuestro conocimiento expresa una partecica—excluido todopanteísmo—del conocimiento de Dios. Entrar de esta guisaen comunicación con Dios, recibir esta iluminación, es lalimosna más exquisita del Ser, del Movimiento y de laVida 107 .Nuestra inteligencia o entendimiento 108 , iluminada porlas razones eternas, no es facultad meramente pasiva: ellaejerce también una actividad propia y exclusiva. Vis meaqua id agebam, nec ipsa eras tu 109 . Agustín no declaracómo actúa nuestro entendimiento al contacto de la iluminacióndivina, y, por ende, no es de extrañar que en estasenda obscura se hayan ensayado, como nota Gilson, todoslos procedimientos: Dios, entendimiento agente; supresiónde éste en provecho del entendimiento posible; fusión deambos entendimientos; identificación del entendimientoagente con la iluminación divina en sí misma. Y todas estassoluciones reclaman el patronato de Agustín precisamenteporque no ha defendido ninguna de ellas 110 .Rechazada la interpretación ontologista como contrariaa las más terminantes afirmaciones de Agustín, veamoscómo el Doctor Angélico ahonda en el pensamiento agustiniano.Santo Tomás intenta, en ocasiones diversas, reducira su teoría del conocimiento la doctrina de San Agustín.Su ejemplo lo seguirán la mayoría de los escolásticos X11 .En la cuestión De Vertíate112 establece contacto armónicocon el sentir agustiniano que se condensa en el De Magistro.No pretende encontrar, es cierto, la teoría del enten-106 De Trin., 15, 20, 39.107 O. c, 14, 15, 21.108 Epist. 147, 18, 45 : PL 33, 717-109 Confes., 10, 40 : PL 32, 8o'7. - -; .110 GILSON, Introdúction, p. iiy, ti. 2;* 1111 San Agostino é su questa luce in pienissimo acorde con St. Tomaso.Así sentencia Zigliara, o. c, p. 179. Cf. BOYER, L'idée de véríté,p. 56-220; FRANZELIÑ, De Deo Uno (Romae 1870), p. 140-148.112 Q. H. '


INTRODUCCIÓNdimiento agente en Agustín, pero cree se puede deducir desu doctrina. Aunque la inspiración es platónica en El Maes-Itro Platón y Aristóteles están de acuerdo en la solucióndel'problema. Sostiene el primero la participación de lo inteligible,mientras eí Estagirita quiere que nosotros participemosde la luz que hace las cosas inteligibles, diferenciaésta despreciable y muy accidental—non multum refer t— j ¿irá Santo Tomás 113 . Agustín hablaría como Platóny pensaría como Aristóteles. Convencido de esta verdad, explicatodos los textos agustinianos a la luz de su teoríaabstraccionista m . La luz incorpórea, participación de laluz divina, es la luz de nuestra inteligencia. Vemos las cosasen Dios, pero no como objeto, sino como causa., puesson reverbero centelleante de las razones eternas de Dios.La razón natural del hombre es para el Angélico como unarefulgencia de la claridad divina: Nihil est aliud ratio naturaushominis nisi refulgentia divinae claritatis in nobis115 . Los platónicos no tendrían inconveniente en rubricarcon su autoridad este aserto del Angélico. Sobre esteterreno, la armonía de los genios es completa; mas las diferenciassurgen numerosas cuando se quiere aquilatar elvalor de dichas expresiones.Hemos de confesar que, en los dominios de la ciencia, elargumento de autoridad es débilísimo, infirmissimum116 , yno faltan escritores de fama para quienes es imposibleencontrar en las obras del Doctor de la Trinidad una aparienciade fundamento para una teoría del entendimientoagente. El mismo papel de los sentidos en el conocimientono es en la epistemología agustiniana el' que le atribuyen.los aristotélicos 117 . Portalié cree infundada e insuficiente laexplicación del Aquinate, porque los textos agustinianos seresisten a encuadrarse dentro del mareo de la potencia yel acto 118 .La modificación que los objetos externos producen ennuestros sentidos no es un conocimiento del objeto w9 . Sentirno tiene el mismo valor en San Agustín y en Aristóteles.Para aquél, la sensación es un actuar del alma sobreel cuerpo, mientras para el Estagirita es en el alma una113 De spirit, creat., a. 10 ad 8.114 Véanse In I Sent., d. 17, q. 3, a. 1; Contra Gentes, 3, 47 ; Deverit., q. 10, a. 11 ad 12 ; q. 11 ; i, q. 12, a. 11 ad 3 ; q. 84, a. 5in c. ; q. 88', a. 3 ad 1.115 Exposit. in ps. 36.118 Summa Theol., 1, q. 1, a. 8 ad 2.117 R. JOLIVET, Doctrine augustinienne de VilluminaUon: MélangesAugustiniens, p. 99.118 PORTALIÉ : DTC 1, 2335-2336.110 De quant. animae, c. 15, n. 25 : BAC, Obras de San Agustín,'• 3. P- 574-LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 81passio; el punto, pues, de partida en ambas doctrinas esdivergente, y esta diferencia inicial influirá, dice Gilson,en todo el proceso gnoseológico. Es la abstracción aristotélicauna actividad que parte de lo sensible y del cuerpo,permitiendo a las realidades externas actuar sobre el espírituy modificarlo; en el agustinismo, en virtud de la trascendenciaabsoluta del alma sobre el cuerpo, la sensacióny la imagen son producciones dinámicas de la inteligencia.La diferencia entre el sistema aristotélico y Ja doctrinaagustiniana radica en la relación del alma con el mundosensible, relación actuante en San Agustín, paciente en eltomismo 120 .Se nota en los autores ooncordistas ciertos titubeos yvaguedades al hablar de la teoría de la abstracción en SanAgustín. Xiberta, en una ponencia profundamente pensada,parece sucumbir a la magnitud del tema y se contradiceal admitir una abstracción de sentido aristotélico en SanAgustín y negarla a renglón seguido 121 . En la misma sesiónsolemne, donde se dieron cita las eminencias de lafilosofía para rendir homenaje a la gloria del genio de SanAgustín en el centenario de su muerte gloriosa, confiesa laausencia absoluta del entendimiento agente en el Santo,pero admite en dos textos la doctrina de la abstracción 122 .El menos avisado en filosofía puede ver que una abstraccióncognoscitiva sin la intervención dinámica del entendimientoagente es pura quimera para Aristóteles y SantoTomás. El fantasma sólo después de la intervención del entendimientoagente está en condiciones de actuar sobre elentendimiento posible, y sin el primero no hay intelección123 . Si admitimos que en la doctrina de San Agustínno hay vestigios de la teoría y del acto y de la potencia, fundamentode la abstracción, no perdamos tiempo en utopíasconcordistas. El entendimiento agente es una construcciónmetafísica determinada por el esquema de la potencia y elacto que domina la filosofía aristotélico-tomista.El texto del De Trinitate, tan apodíctico para Di Somma,se ha de interpretar en el sentido de que cada etapa inferiorcondiciona extrínsecamente la superior sin influencia120 Cf. GILSON, O. C, p. 113-114, n. 2.121 Non puto abstractionem aristotelicam penitus abesse a philosophiaS. Dr. Augustini.Continetur abstractio, quae non est adamussim abstractio aristotélica,vera tamen abstractio. Las dos frases son de Xiberta. Cf. Deabstractione apud S. Augustinum: Acta Hebdomadae Augustinianae-Thomistae (Romae 1931), p. 323, 22S.122 L. c.123 De Trin., 11, 9, 16; De civ. Dei, 8, 6.


82 INTRODUCCIÓNalguna intrínseca 124 . La influencia de la <strong>Verdad</strong> permite a,la mente ejercer sus propios actos y formar sus propiasideas. Existe, pues, una colaboración íntima con Dios en laformación de nuestros conocimientos, y esta colaboraciónno coincide con la teoría abstraccionista, lo que supone unentendimiento agente.Nadie pone en duda que >la doctrina de San Agustín feobreel conocimiento ha de expresarse, en su idea central,por una iluminación. Conocer a la luz de las razones eternas,dice San Buenaventura, "puede entenderse de tres maneras:la primera, que al conocimiento cierto concurre laevidencia de la luz eterna como única y total razón de conocer".Esta interpretación anula la diferencia que existeentre el viador y el comprensor, entre el conocimiento enel Verbo y el conocimiento en la propia realidad, el conocimientode la ciencia y el -conocimiento de la sabiduría.Puede entenderse también que la razón eterna intervienenecesariamente en el conocimiento cierto, mas sólo con suinfluencia, de suerte que el cognoscente, al conocer, no alcanzala razón eterna en sí misma, sino solamente su influencia.Esta segunda interpretación la juzga insuficienteel Doctor Seráfico, como lo indica San Agustín, pues conexpresas palabras y razones demuestra que la inteligenciaen el conocimiento cierto es regulada por las regiasinmutables y eternas, las cuales obran, no por medio deun hábito impreso en la mente, sino por sí mismas, encuanto están sobre ella en la verdad eterna".Resta una tercera manera de entender, y es la que adoptaSan Buenaventura, a saber: que para el conocimientocierto se requiere la razón eterna "como regulante o motiva",que actúa conjuntamente con la inteligencia creada.La prueba la encuentra en el libro De Trinitate (14, 15,21) 125 . Esta cooperación la exige la excelencia del conocimientoy la dignidad del que conoce. "La criatura dice referenciaa Dios como vestigio, imagen y semejanza". Y estatriple referencia exige un triple grado de cooperación. Encuanto vestigio, coopera Dios como principio creador alacto de la criatura; a modo de don infuso como semejanza;"mas el que produce en cuanto imagen, a modo de razónmotiva" 126 .La interpretación de San Buenaventura parece exacta.La luz de las razones eternas se manifiesta a la inteligenciacomo reguladora de. las operaciones del pensamiento, com-124 'P. BARBADO, El proceso dinámico de la intelección según SantoTomás: Ciencia Tomista, t. 72, n. 224 (1947), p_- 369-330.125 Cf. <strong>SAN</strong> BUENAVENTURA, De scientia Christi, q. 5, conclus. :BAJC, Obras de San Buenaventura, t. 2, p. 107-202.126 Ibíd.• LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 83patible con nuestra condición actual de viadores. La luzinteligible, por la que percibimos la verdad, no pertenece ala mente; toca al alma, pero permanece en la periferia.Sostener lo contrario es falsear la doctrina agustiniana delconocimiento. Hessen 127 pretende demostrar la existenciade una visión directa de las ideas de Dios en San Agustín;no obstante, el ontologismo no entra en su sistema,porque ver las ideas de Dios no es ver a Dios. La distinciónes artificiosa y falsa. Las ideas de Dios son Dios enla doctrina agustiniana. Hessen mismo considera el ontologismoincompatible con el sentido profundo de las ideasde San Agustín.El oficio, pues, de la iluminación divina es formal, reguladory motivo, y esta regla se impone a la mente poruna luz especial de la sabiduría de Dios 128 . Por consiguiente,affirmer le role régulateur et formél de l'illumination augustinienneest done se teñir sur un terrain sur 120 . Agustínmismo califica las ideas divinas como de reglas de sabiduría13 °. Las fórmulas agustinianas que parecen hablarde una infusión en el alma de las ideas inteligibles del mundode las formas es preciso entenderlas a la luz de esta iluminaciónreguladora, que da consistencia de eternidad einmutabilidad a nuestros juicios volubles, pues es evidenteque la inmutabilidad exigida por la certeza de nuestros conocimientosno puede provenir de la versatilidad creada.Nuestras ideas tienen solamente valor absoluto al contactode las ideas de Dios.No perdamos de vista que "ni San Agustín ni el DoctorSeráfico pretendieron darnos una teoría del conocimientoen el sentido estricto de la palabra, sino de mostrarnos elreino universal de la primera <strong>Verdad</strong> y la dependencia dela-.verdad creada" 131 . Exacto; no encontraremos en SanAgustín una exposición detallada y metódica, estilo escolástico,del gran problema del conocimiento, porque su almaafricana, bautizada con el nombre de Cristo en la catedralde Milán, es arrebatada por la belleza de las cosas y quieredar una base eterna a sus amores. Por eso Agustín vesiempre en la verdad un surtidor de vida y de colores, haciendode la filosofía un deporte del espíritu en los arena-— ' : ••''•?' ¡:T;127 Augustinus Metaphysik der Erkennis (Berlín 1931), p. 216.128<strong>SAN</strong> AGUSTÍN, In lo., tr. 3, n. 4. Cf. <strong>SAN</strong> BUENAVENTURA, Descientia Christi, q. 4 ad 4 : BAC, Obras de San Buenaventura, t. 2,p. 205.129 GILSON, Introduction, p. 124.1,0 Cf. De lib. arbitr., 2, 10, 29 : PL 32, 125.7 ; De Trin., i 4) Is21 : PL 42 1052.131 P. BISSEN, Exemplarisme divin ches Saint Bonaventure: Rev,Apolog. (nov. 1929), p. 177.


LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 85les del destierro rumbo a la eternidad. La verdad de nuestrosconocimientos y la actividad dinámica en todo el procesoformatívo de las ideas se ha de fundamentar en lasrazones eternas, sin que nuestra inteligencia quede dispensadade su operación privativa e indispensable.Silenciamos, en consecuencia, la interpretación del padrePortalié 132 por ceder en mengua de la actividad de lamente humana. En el fondo es una puesta en escena de lasinterpretaciones vetustas de Guillermo de Auvernia y RogerioBacón. La materialidad de los textos agustinianospudieran a primera vista avalar dicha sentencia. CuandoAgustín habla del conocimiento impreso en nosotros por laluz inteligible, hemos de entender que se refiere al fundamentode los juicios verdaderos. Notio imrpressa in nobisest notio secundum q.uod probamus aliquid 133 .LA.TRINIDAD EN LA CIENCIA. BENEFICIOS <strong>DE</strong> LA RE<strong>DE</strong>NCIÓNLargo ha -sido este excursus por él campo de la iluminaciónagustiniana, y el lector habrá olvidado ya nuestrabúsqueda, a través de las profundidades psicológicas, de laimagen deü Dios Trinidad en los dominios de la ciencia, queAgustín distingue de la sabiduría en el libro XLTI. Toda lacultura agustiniana se sintetiza en estas dos palabras, cienciay sabiduría, orientadas hacia Cristo.El prólogo del Evangelio de San Juan avala con su autoridaddicha distinción. La existencia eterna del Verbo enel seno de Dios, su virtud creadora, su eficiencia divina,su vida inmanente, son realidades de un vivir sin ocasos,y su contemplación nos hará un día felices; este conocimientopertenece, pues, a la sabiduría; la acción precursorade Juan y su testimonio de Cristo es algo que perteneceal dommio de la historia. En el tiempo testificó de laluz sempiterna e inteligible: el que no era luz dio testimoniode la luz.Se nos entra por líos ventanales abiertos de ÍQP sentidosla belleza del cosmos y la figura del Bautista. En nuestramemoria quedan grabadas las imágenes incorpóreas de losobjetos materiales, y pertenecen a la vida del hombre exterior,como ya probó Agustín en el libro XI. Ahora lainvestigación camina por el laberinto del hombre interior,»' Cf. DTC i, 2334-2W-El E. Capanaga sintetiza con maestría admirable las diversasinterpretaciones que han florecido hasta hoy en el panorama delpensamiento mundial. Véase BAC, Obras de San Agustín, t. i,P-575-577-


86 INTRODUCCIÓNteniendo por guía a la ciencia que versa sobre lo temporaly mudable 13 *.La fe, regla de vida moral, aunque nos viene de la periferiay entra por el sentido del oído, no pertenece al hombreexterior, pues no es sonido ni herencia de sentido algunocorpóreo: es tesoro del corazón y hallazgo íntimode la gracia, que hace creyentes a los hijos del Altísimo.Fe -común a todos los fieles, pero con diferencia de gradosen cada uno. Grande es tu fe, dice Cristo a la mujerde Canaán; y a sus discípulos: Hombres de poca fe, ¿porqué dudar? 135Aquel buhonero del chiste que desde las tablas prometióadivinar el pensamiento de todos, antes había leído enel libro de su íntima experiencia, y por eso piado decir envoz alta: Todos queréis comprar barato y vender caro.Agustín opone la excepción de un amigo. Si el artista deltrapecio hubiera dicho que todos anhelábamos la felicidad,no hay quien en el fondo de su alma lo contradijera. Desterradosde la patria amada, por la que suspira el corazón,dejamos correr libremente el pensamiento tras la felicidad.La fe y el amor guiarán nuestros pasos por las quebradasrocosas y desconocidas. Ser feliz es deseo universal de filósofosy cristianos 136 .Maravilla contemplar tan rara unanimidad en el fin ytan infinita variedad en los medios, Todos anhelan la felicidad,pero muchos desconocen dónde se encuentra, y deahí las felicidades mentidas de los placeres, de los honores,de las riquezas, de la gloria humana. Cada filósofopuso la felicidad allí donde encontró mayor deleite. Sentadoa la vera del arroyo del humano vivir, callado y silencioso,trae a la memoria el recuerdo de sus pasados deleites,y entonces surge el problema de la bienandanza feliz,¿Cómo es posible que todos amen la felicidad, si no todosla conocen? ¿Acaso todos conocen la felicidad, pero no todossaben dónde se encuentra?La lobreguez de la noche sume en desvarios de muertea la manada de Epicuro. El príncipe de la elocuencia latinasentenció con acierto notable: Velle enim quod nondecet idipsum misserrimum est. Estas palabras las encuentraAgustín exactas y verídicas. "Vivir según los deseos dela naturaleza postrada es extrema miseria. Sólo aquel esfeliz que tiene todo lo que desea y no desea nada con tor-134 De Trin., 13, i, 1-4.135 Mt. 15, 28 ; 14, 31.136 Cf. Serm. 150, 3, 4 : PL 38, 809 ; Enarrat. in ps. 118, serm. 1,n. 1 : FL 37, 1501-1502 ; De beata vita, püssim ; De civ. Dei, 8, 3 :PL 41, 227 ; De Trin., 13, 4, 7.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 87cida intención 137 . La posesión del bien y un recto quererson las dos palancas de la felicidad. Lo sensible brinda ensu cáliz de oro inquietud, multiplicidad y engaño; cuandí»arribemos a la vida dichosa será una realidad consoladoravivir según el deseo, y entonces veremos alborear en elhorizonte la luz hermana del sol, gozando de la fraganciadel puro aire de la inmortalidad; pues si ansiamos ser felices,hemos de querer ser inmortales 13S . La consecuenciase impone con claridades de verdad manifiesta: la vida verdaderamentefeliz ha de ser eterna 139 , Ingenios proceres,apoyados en argumentos de humana razón, bien adiestradosen las sutilezas de la dialéctica, llegaron a intuir lainmortalidad del alma 140 . Agustín, al escribir estas palabras,piensa en los filósofos platónicos. Pero es una aberraciónatribuir a las almas una felicidad sempiterna ycondenarlas después de la evolución de los círculos a lasmiserias pasadas. En esta hipótesis, la esperanza que hayen nuestra desdicha sería dichosa, y desdichada la esperanzade nuestra felicidad 141 .La inmortalidad del hombre, compuesto de espíritu ycuerpo, es verdad revelada. Y es la encarnación de Cristolo que nos hace particioneros del inmortal seguro al hacerseEl partícipe de nuestra mortalidad 142 .* * *Con el capítulo 10 de este libro XIII da principio Agustína lo que podíamos denominar soteriología del Verbo humanado.La omnipotencia de Dios no encontró en el tesoroinfinito de sus bondades otro medio más conveniente parasanar nuestra miseria y libertarnos de la esclavitud del demonioque decretar en los designios de su eternidad la encarnaciónde su Hijo, el Unigénito.La doctrina agustiniana se impregna del optimismo deCristo. Del pecado primero chispea el fulgor amable de laredención. El amor de Cristo humanado es bálsamo de esperanzapara las almas sumidas en la condición abyecta desu mortalidad. Dios, inmutablemente bueno, permaneciendoen su ser, recibe de nosotros y por nosotros lo que no era.Y sus sufrimientos son la prueba más elocuente de su amorinfinito, que le inclina hasta la debilidad del hombre postrado.137 Beatus est qui et habet omnia quae vult, et nihil male vult(De Trin., 13, 5, 8). ,. . . • •138 O. c, 13, 8, n.130 O. c, ibíd.140 O. c, 13, 9, 12. ' .141 De civ. Dei, 12, 20, 2 : PL 41, 370.142 De Trin., 13, 9, 12.


INTRODUCCIÓNEs para el alma de "una dulcedumbre infinita saber quenuestros méritos son dones de Dios. Para que la fe actúe•en nuestros corazones, "la caridad de Dios ha sido derramadaen nosotros por el Espíritu Santo que nos ha sidodado" 143 . Pecadores y enemigos de Dios, según testimoniode San Pablo, hemos sido reconciliados por la sangre deCristo. Dos palabras reflejan la triste situación del hombrecaído: la enfermedad e impiedad 144 . La enfermedad hizonecesaria la presencia del médico; la impiedad exigió unajustificación mediante la sangre de Cristo 145 .Por el pecado del primer mortal entró en el mundo el-pecado con su fúnebre cortejo de miserias, desolación ymuerte, entregándonos la justicia vindicativa de Dios alpoder de Satanás, y ese pecado de origen obliga a todoslos nacidos por seminación de varón. He aquí al hombredespojado de la estola de su primitiva grandeza. Terra es,et in terram ibis 148 . Esta sentencia restalla en el atardecerdel paraíso, y su eficacia se deja sentir en nuestra carne.Todos los descendientes de Adán, desde el alborear de suexistencia, gimen bajo la tiranía de las potestades del mal,que actúan sobre los hijos de la desconfianza. Es ésta unaesclavitud permitida por Dios, no imperada. Al abandonara Dios, el pecador se vio arrollado por el autor del pecado.Pero el Señor no abandonó a su heredad, y sobre las lobreguecespenales del crimen brilló la aurora de sus bondades.En su ira no supo represar sus misericordias, canta elsalmo con acentos de esperanza 147 .El espíritu de las cárceles del averno es vencido, no por lapotencia del brazo del Dios omnipotente, sino por su justicia.Tal es la jerarquía de los valores divinos. El poder ha deseguir, nunca preceder la justicia. Admirable lección paraél orgullo del hombre ahito de poder y vacío de justicia.Cristo hundió la justicia de su cruz en el corazón del pecadoy se desplomó el poder de Satán. La sangre de unDios inocente es rescate para el hombre prevaricador, y lapasión de Cristo es el arco iris en el cielo de nuestra esperanza.Es Cristo el único Redentor, pues nos rescata delpecado, de la muerte y condenación eternas. El es el soloque murió sin tener débito de muerte. Así pagó el que nodebía, floreciendo el leño de Ja cruz al riego de la sangrede un Dios hombre. Opus Christi passio eius. Pudo Cristo143 Rom. 5, 5-144 De Trin., 13, io, 13.145 Nisi infirmitas esset, medicum necessarium non haber et; quiest hebraice Jesús, graece Soter, nostra autem locutione Salvator(o. c, ibíd.).LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 89morir, pues era hombre; pudo no morir, porque era Dios,y así la justicia se hace más amable perfumada con la esenciade su muerte y el poder de su resurrección. Nada existe*más justo que morir por la justicia, nada más glorioso queresucitar de entre los muertos y subir al cielo en la misma ,carne que murió. Primero venció Cristo al demonio con lafortaleza de su justicia, después con el brazo de su poder14S .En las manos adorables de Cristo es la cruz vara dejusticia y patíbulo en el que clavó la cédula de nuestrosextravíos. Ver a Lucifer superado en la resurrección delSeñor es fácil empeño; sólo la fe descubre en la muertede Cristo la derrota afrentosa del tentador. Agustín penetraresuelto por la dialéctica de las oposiciones. Al ser derramadala sangre de aquel que no conocía pecado en expiaciónde nuestros crímenes, abrió los portones de susmazmorras el que atenazaba a dos reos de pecado. Vencidocon esta justicia y atado con esta cadena el fuerte, los vasosde ira se transformaron en vasos de misericordia, floreciendoel amor cabe la raíz del árbol de la cruz.Precio de nuestra salud, la sangre redentora de Cristoató, no enriqueció a Lucifer 140 . La flaqueza y la impotenciadel hombre habían originado la esclavitud; el demonioencepó al hombre en los grillos de sus iniquidades, empujándoloal abismo de la muerte sempiterna. Vino Cristo yaherrojó al fuerte y libertó a los que éramos reos de penasin fin. La oruz del Salvador es escala de gloria para lospredestinados desde antes de la constitución del mundo.Al resplandor tamizado y rojizo del árbol de la vida seiluminan de claridades los males del destierro, se encalmanlos dolores del sufrimiento, se alivian las penas de la jornaday aun la misma muerte se adulzora con la esperanza deuna vida mejor. La cruz de Cristo ha transformado los arenalesdel penar en oasis de esperanzadas ilusiones. Al morirCristo por nosotros en la cumbre del GóOgota, el panoramade las almas florece en amores de sacrificio. Ya sabemos quelos sufrimientos del destierro son escuela de perfección 150 .Tal es el pensamiento festivo de la primavera del Señor enla teoría agustiniana de la redención.Tiene acierto M]ersch: "La tesis agustiniana es alegre,confiada, inmensa, porque su .centro es la vida interior queCristo desarrolla en las almas, y esa vida es él amor, la bondad,la misma alegría eterna" 1?1 . No quieras buscar colores118 De Trin., 13, 14, 18.149 O. c, 13, 15, J9-O. c, 13, 16, 20.Deux traits de la doctrine spirltuelle de S. Augustin: NouvelleRev. de Théol., 5 (1930), p. 403.


90 INTRODUCCIÓNmni imágenes cuando tienes delante de tus ojos la vida cálidae Cristo. Para que el hombre nuevo se purifique, necesitael tórculo de la prueba dolorosa como preparación a la albo.rada eterna, sufriendo con paciencia las privaciones de la•jornada y anclada su esperanza en el premio de una gloriasin fin en los pensiles floridos del cielo. El que sigue anhelantelas huellas del Redentor conoce la virtud recóndita delpadecer, su eficiencia medicinal en los males del alma y suvalor probativo en las miserias de este siglo, suscitando enlos corazones castos deseos vivísimos de la patria 152 .A la sombra del árbol de la cruz se descansa confiado yse enardecen las almas en ansias de martirio. ¿Por qué, pues,no había de morir Cristo? No ha muerto en vano, siempreque su sangre sea en nosotros expiación, arrepentimiento ypromesa 153 .El amor se hace generoso cabe la cruz de Cristo. "Acredita—diceSan Pablo—Dios su amor para con nosotros enque, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió pornosotros. Con mayor razón justificados ahora en su sangre,seremos por El salvados de la ira" 15i . La cruz es la siemprevivaque brotó en el jardín perfumado del Corazón de Jesús.Dar la vida por el amigo es, según sentencia de Cristo, amorheroico; derramar su sangre por el enemigo es siempre unexceso de amor. La encarnación del Verbo es, pues, fuenteabundosa de bienes. El espíritu de la soberbia no podrá gloriarsede su naturaleza incorpórea desde el momento en queDios se humana y muere 155 . Agustín considera lá encarnacióncomo un himno triunfal de la gracia divina sobre el orgullohumano, obstáculo éste insuperable a las efusiones delamor. El hombre conoce a la luz de Cristo su apartamientoculpable de Dios y la ruta que ha de seguir en su retorno a lavida. El bien florece en el hombre cuando empieza a enrojecerla sangre de Dios. Si la desobediencia nos arruinó enel edén, la obediencia de Cristo nos reconcilia con Dios. Siesperas el premio de tus afanes, contempla tu triunfo enla carne resucitada de Cristo 156 .Quiso Cristo nacer de una Virgen, pero de la mismaraza viciada del hombre; nace para ser medicina de nuestrosmales, nace sin pecado para que renazcan los nacidosde pecado y redimidos de su miseria. La virginidad,fecundada por la fe, floreció en la vara de Jesé 157 . El triunfadordel primer Adán es superado por el segundo Adán, yO. c, 13, 18, 23.De Trin., 13, 16, 20.O. o, 13, 16, 21.Rom. 5, 8-9.De Trin., 13, 17, 22.O. c, ibíd.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE Q±así aquel embaucador es derrotado por un hombre de laestirpe vencida. Sucumbe el hombre que, en su orgullo satánico,desea ser como Dios; vence Dios hombre. Haec tari'ta Dei dona—concluye Agustín—, etsi qua alia sunt, quaede hac re nobis et quaerere nunc et disserere longum est,nisi Verbum caro fieret, nulla essent 158 .Todo lo que el Verbo humanado sufrió en el tiempo yen el espacio pertenece a la ciencia. Ser Verbo intemporal,coeterno al Padre, omnipotente e infinito, es palabra de sabiduría.Por eso en Cristo se hallan escondidos todos lostesoros de sabiduría y ciencia 159 . Cuando leo que el Verbose hizo carne y habitó entre nosotros, veo en el Verbo alHijo de Dios, en la carne reconozco al Hijo del hombre, yambos en una misma persona divina y humana, que esCristo 160 . El es el Unigénito del Padre, lleno de gracia yde verdad, y no creo errar si refiero la gracia a la cienciay la verdad a la sabiduría. Nuestra ciencia es Cristo, ynuestra sabiduría es también Cristo. El nos infunde la feen lo temporal y nos revela la verdad en las cosas eternas.Por Cristo tendemos hacia Cristo. Es fin y es camino. Porla ciencia caminamos a la sabiduría. En todas las cosasacaecidas en el tiempo, la gracia suprema es la gracia deunión hipostática en Cristo de las dos naturalezas.Cree Agustín que la prolijidad de la encuesta es el hilodel olvido, y para refrescar la memoria de sus lectores resumela doctrina expuesta en este libro XIII. La cienciaconstituye una trinidad, pero es imagen imperfecta y borrosade la Trinidad, que es Dios. Una jornada más en labúsqueda y nos encontraremos con la imagen verdadera.LA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOSLa imagen de la Trinidad ha de buscarse en la sabiduría,nos advierte Agustín en el umbral del libro XIV, yesta sabiduría se identifica con la piedad o theosébeia. Deusipse summa sapientia; cultus autem Dei sapientia est ho*minis, de qua nunc loquimur161 . Como enamorado de la verdad,es dulce al corazón de Agustín discurrir sobre la sabiduría,ciencia de las realidades divinas. Mientras el justoviva de fe y tienda las alas de su esperanza hacia loeterno, la trinidad que existe en el recuerdo, contemplacióny amor de esta fe transitoria, no se ha de llamar imagende Dios, pues pudiera parecer fundamentada en el18 O. c, ibíd.19 Col. 2, 3.,0 De Trin., 13, 19. 24.11 O. c, 14, i, 19.


92 INTRODUCCIÓNtiempo la fábrica que ha de levantarse airosa sobre los robustospilares de la eternidad.No es ciertamente eterno lo que cesará de existir cuando,terminada la etapa de nuestro peregrinar por el mundo,suceda la visión cara a. cara de que habla San Pablo.Entonces no ha lugar la fe, sino la visión, y, en consecuencia,la trinidad, ubicada ahora en la memoria de lafe actual, en la contuición y en el amor, se desvanecerá,pues no es permanente ie2 . Y no se objete en favor de lasupervivencia de esta trinidad fideísta diciendo que en lapatria perdura la memoria de nuestra fe pretérita y la recordaremosal fijar en ella la mirada de nuestro recuerdo,uniendo ambos elementos la voluntad en íntimo abrazo,porque esta trilogía es de muy otro metal. No confundamosla visión con el recuerdo de la visión, la fe con el recuerdode la fe 163 .La imagen de Dios Trinidad adquiere relieves y contornosdefinitivos en el alma racional o intelectiva, imagen injertadainmortalmente en nuestra mortalidad. Dios y elalma son dos realidades fundamentales y ónticas en el conocimientode la verdad. La mente se conoce a sí misma yconoce a su Dios 164 . Si no conociéramos nuestra mente, ningúnconocimiento era posible. Mas para conocerse es necesariopensarse, y no se piensa sino cuando está en presenciade sí misma. Es esta presencia inteligible lo que explicael mecanismo del conocimiento desde el momento que conoce.Y una presencia de este género es una especie dememoria. Noverit se tanquam ipsa sit sibi memoria sui lar \La mente, cuando se piensa, se contempla, se conocey se comprende. Y es entonces cuando engendra su noticiay su intelección. Engendra su noticia al pensarse y conocerse,sin que antes sea para sí una desconocida. El queengendra y lo engendrado se vinculan en la dilección, ysurge así la trinidad en la mente: memoria, entendimientoy voluntad. • , i ¡ ,•Al pensarse el alma, se forma en nosotros un verbo íntimo,verbum mentís, anterior al sonido y al pensamientodel sonido. No pertenece a idioma alguno conocido y reproducecon fidelidad maravillosa el conocimiento de cuantoexiste en los silos de la memoria al ser pensado. Esteverbo exige el pensamiento en acción. Puede conocerse unacosa y no pensar en ella. Sería un absurdo decir que un músicon ° entiende de música cuando no piensa en ella, y que162 O. c, 14. 2. 4-163 O. c, 14, 3. 5-164O. c, 14, 5. 7-165 O. c, 14, 6, 8.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 93un geómetra sólo lo es cuando resuelve un teorema de geometría.El músico siempre lo es, aun cuando ahora lo oigasdisputar de volúmenes y áreas, pues entiende, ama y recuerdaeste arte divino 1610 . Es un no saber que se sabecuando no pensamos en las verdades conocidas.Mas, por otra parte, difícil es entender esta dependen-'cia del verbo interior de los recuerdos archivados en losanaqueles de la memoria, y ¡para solventar dicha dificultadestudia Agustín en los tres libros precedentes diversas trinidadest en las que dicha dependencia resalta. Los recuerdossiempre revelan la permanencia del objeto en la memoria,y el verbo prelaticio supone la existencia del objetoen el recuerdo cuya imagen es eí verbo 10T .Discernimos en la mente que se recuerda, comprende yama una trinidad elemental, imagen de Dios, descoloridapor el pecado, pero imagen siempre, por ser en todo momentocapaz de Dios, bien supremo lti3 . No necesita el almavagabundear por las plazas de los sentidos mendigandoimpresiones de las criaturas; entre dentro de si misma yse enfrentará con su recuerdo, su intelección y su amor.Sólo cuando tiene conciencia de su ser es el alma imagende la Trinidad 169 .En la ciencia de las cosas temporales, algunos sucesosy objetos cognoscibles preceden en tiempo al conocimiento,otros son simultáneos; pero en ambas hipótesis es lo'cognosciblelo que ^engendra él conocimiento, no el conocimientoel objeto cognoscible. No sucede así en los sotos floridosdel alma, pues jamás es para sí una advenediza, perosí nace en ella algo que no existía; por ejemplo, la fe: ocomo se ve al recordarse en el espejo presencia! de su memoria,aunque, a decir verdad, desde el alborear de suexistencia nunca dejó de recordarse, de conocerse y amarse.Orientada hacia el santuario del yo íntimo, al pensarse,da lugar a una trinidad en la que existe un verbo formadel pensamiento, enlazados ambos elementos por la voluntad170 .Pero el alma deviene sabia únicamente cuando recuerda,conoce y ama a su Hacedor, no cuando se recuerda,conoce y ama a sí misma m . Recuerde, pues, el alma asu Dios, a cuya imagen ha sido creada; conózcale y ámele.En una palabra, rinda culto al Dios Trinidad, porque»« 0. c, 14, 7, 9.167 O. c, 14, 7, 10."• 169 O. c, 14, 8, 11.O. c, ibíd.170O. c, 14, 10, 13.171 O. c, 14, 12, 15 ; 15, 3» 5-


94 INTRODUCCIÓNestá escrito: El culto de Dios es sabiduría" 2 . Iluminadapor la ¡luz indeficiente y eterna, se hará sabia y reinaráfeliz. Esta es sabiduría del cielo; la del hombre es vana.Dios, como ©1 alma, puede ser objeto de nuestro -recuerdo."Ved cuánto me he espaciado por mi memoria buscándotea ti, Señor; y no te hallé fuera de ella". Y añade elinspirado cantor de las intimidades divinas: "Ciertamentehabitas en mi memoria, porque me acuerdo de ti desdeque te conocí, y en ella te encuentro cuando te recuerdo" 173 .En realidad, Dios no está lejos de nosotros. En El vivimos,nos movemos y somos 17i . El pensamiento de Agustín sincronizamaravillosamente con esta sentencia paulina. Diosestá en nosotros, actúa en nosotros y nos comunica la luzde nuestra inteligencia. En Dios radican las leyes inmutablesde los números. Gran miseria la del hombre no vivircon aquel sin el cual no hay existencia posible 175 . El recuerdode Dios es vida dichosa; su olvido, una renuncia vitaly un descenso hacia el abismo profundo de la infelicidad17C .La -contextura de la mente humana es tal, que no permiteél olvido, el desamor ni la incomprensión de sí misma;no obstante, se odia siempre que se ama mal. Ignorándolose quiere torcidamente cuando le perjudica lo queama. El alma que sabe amarse ama a Dios, y si a Dios noama* aunque se ame a sí misma, su amor es odio represado177 . Y si ama a Dios y lo recuerda y conoce, entoncespuede amar ya a su prójimo como a sí mismo, porque suamor es casto, y puede abrir su corazón a los efluvios dela amistad. Adhiérase a su Dios y será un espíritu con El.Vida inmutable y feliz, abastecida con hartura de bienesen la posesión gozosa de la patria.El pecado, al desbordarse como torrente de cieno porlas praderías de la inocencia, decolora y oscurece la imagenque llevamos grabada en el alma; para recobrar suprimitiva belleza es menester que se reforme y renueveY esta renovación de la mente ha de ser según Dios, elevandolos amores de la tierra a los esplendores de la eternidad.La imagen se perfeccionará cuando se consume lavisión. Entonces, como escribe el Apóstol, iodos nosotrosa cara descubierta contemplaremos la gloria del Señor comoen un espejo, y nos transformaremos en la misma imagende gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor 178 .172 Iob 28, 28.173 Confes., io, 24, 35 ; io, 25, 36 : PL 32, 794-795-174 Act., 17, 28.1,3 De Trin., 14, 12, 16.176 O. c, 14, 13, 17.177 O. c, 14, 14, 18.178 In agnitione igitur Dei, iustitiaque et sanctitate veritatis, quiLA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 95ULTIMASPINCELADASLa mirada del genio se complace desde la altura del libroXV en contemplar el camino recorrido, y traza encuadro sinóptico, maravilloso por la precisión del contornoy el relieve acusado de la línea, jugoso resumen de toda la.obra 179 . Da en breves trazos unidad al conjunto, condensandoen escuetas afirmaciones el fruto de un largo y penosocaminar por las calzadas de la dialéctica del espírituAgustín ha resuelto los arduos problemas de la psicologíaintrospectiva, mostrándose ordenador en la síntesis y agudoen el análisis minucioso.Sabe Agustín que la perfección del sabio consiste eninvestigar sin descanso lo incomprensible. Buscad—se nos.dice en el Salmo—siempre mi rostro18 °. El que busca noha encontrado, pero tiene esperanzas de hallar. Busca lafe, halla la inteligencia. La búsqueda hace más dulce elhallazgo, y éste estimula la pesquisa. Si el hombre se preciade inteligente, busque a su Dios per ea >quae factasunt 1S1 .Vimos surgir la trinidad en la mente del hombre, renovadaen el conocimiento de Dios con capacidad para saborearlos deleites de la sabiduría, que es contemplaciónde lo eterno. Llegados a este punto, se comprende cómola imagen puede recibir su última perfección al buscar elrostro de Dios en el estudio de las cosas eternas, incorpórease inmutables. Los Libros santos proclaman con suautoridad divina la existencia de un supremo- Hacedor, yla naturaleza universal armoniza sus melodías a] ritmo dela inspiración. Nuestra misma razón, regalo de la misericordiadel Omnipotente, sabe discernir entre el Viviente yel ser inanimado, entre lo que siente y el insensitivo, entrelo mortal y lo inmortal, entre lo justo y lo injusto, entrelo bello y deforme, entre lo material e incorpóreo, entrela felicidad y la miseria 18i2 .La escala para ascender a la vida suprema, inteligenciaprimera y felicidad colmada, es la vida, inteligencia y dichaparticipadas. Las perfecciones finitas se hallan de unamanera eminente en la deidad, que es Dios, Padre, Hijo yEspíritu Santo.de die in diem profiriendo renovatur, transferí amorem a temporalibusad aeterna, a visibilibus ad intelligibilia. a carnalibus ad spiritualia(o. c, 14, 17, 23 ; cf. c. 18-19, n - 24-25)-179 Sub uno mentís aspectu... quae persuasa sunt ponam (o. c.,15. 3. 4)-lío !Ps. 104, 4.181 De Trin., 15, 2, 2." s O. c, 15, 4. 6.


96 INTRODUCCIÓNLa vida, la inteligencia, la inmortalidad, el poder, la.justicia, la belleza, la bondad, la bienandanza, son realidadesesplendorosas en Dios, identificábles con su esencia onaturaleza. Dios vive por su vida esencial, y esta vida siente,mente, non corpore, porque Dios es espíritu 183 . La naturalezasimplicísima de Dios, como entiende siente, y comosiente comprende, siendo el sentido su inteligencia. En Eles una sola realidad el ser eterno, inmutable, incomprensible,y ser vida, inteligencia, sabiduría, bondad y justicia.Con gran sutileza reduce Agustín los doce atributos divinosa la parvedad de tres. Dios es eterno, inmortal, incorruptible,inmutable, vivo, sabio, poderoso, bello, justo,bueno, feliz y espíritu. Todos estos atributos son en la naturalezade Dios substanciales. Su eternidad, su sabiduríay su felicidad resumen los tres ternarios, que pueden reducirsea unidad, es decir, a la sabiduría, que es su esencia.Non attud est sapienitia eius, aliud essentia, cui hoc est essequod sapientem esse 1Si . Nosotros nombramos muchedumbrede cualidades en Dios como si fueran propiedades desu substancia, pero en realidad son la substancia mismade Dios. En Él la sabiduría subsistente es la Trinidad divina,Padre, Hijo y Espíritu Santo.Por eso, la imagen creada es imperfecta en extremo,pues la mente, la noticia y el amor no son todo el hombre,aunque están en el hombre. Los tres elementos son facultadesde un espíritu, de un hombre, de una persona 185 .. EnDios, dichos términos son personas. Y bajo este aspecto,la distinción en Dios es más acusada que en la imageflP; contodo, la inmanencia recíproca es menos acentuada en laimagen que en la Trinidad 186 .Hemos, sí, de reconocer que nuestra voluntad no puedeactuar sin la inteligencia y sin la memoria, ni la inteligenciasin la memoria y sin la voluntad; no obstante, recordamoscon la memoria, entendemos con la inteligencia yamamos con la voluntad. La memoria no tiene en sí mismani inteligencia ni amor, ni la inteligencia ama o la voluntadentiende. Nuestras facultades difieren, pues, por susactos. En Dios, cada una de las tres divinas personas serecuerda, comprende y ama. El Hijo conoce y ama al Padrey al Espíritu Santo y se conoce, además, a sí mismo.Cada persona es al mismo tiempo memoria, inteligenciay voluntad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son unLA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 97•solo Dios y no difieren entre sí a no ser por la oposiciónde sus relaciones 187 .Este esfuerzo gigantesco del espíritu humano en buscade Dios que es el De Trinítate, se hace piqueta demoledoracontra el ontologismo en el libro XV. En esta vida conocemosique la sabiduría es una substancia incorpórea, unaluz a cuyo resplandor vemos las realidades que no puedenser vistas con los ojos del cuerpo; sin embargo, nuestroconocimiento se caracteriza por ser visión especular y enigmática,en sentir del Apóstol. Vemos a Dios, pero no caraa cara y sin velos, sino en el espejo que es la criatura. Contemplamosla claridad, la luz de los inteligibles, la sabiduríainspiradora de todas las bellezas creadas; pero estas perfeccioneslas percibimos en el reverbero centelleante delalma. Videmus nunc per speculam in aenigmate 18s . Por espejose entiende la imagen; por enigma, la alegoría. Agustínno admite el conocimiento de las cosas en las ideas deDios; su búsqueda afanosa a través de la imagen del almaes una prueba muy elocuente.Asomándonos al verbum mentís, podemos vislumbrar elVerbo de Dios. Es la palabra íntima como hijo del espíritu1S9 . Nada tiene de sí mismo, pues todo lo recibe de losalmacenes de la memoria. Se forma de nuestra ciencia verdaderay reproduce y expresa nuestro saber. Esta palabradel corazón, anterior al sonido, es asaz semejante al objetoconocido, cuya imagen es. Nuestro verbo se relaciona necesariamentecon el sujeto que habla y con la memoria 190 .El*que pueda intuir este verbo antes de hacerse sonidoy antes de voltear el pensamiento su imagen, podrá ver yade este enigma alguna semejanza con el Verbo eterno deDios, forma de todas las formas. Nuestro verbo se encarnaen cierto modo en el sonido, y el Verbo divino se hizo carnede nuestra carne para manifestarse a los ojos de los mortales.Y así como nuestro verbo se hace sonido, pero no semuda en sonido, así el Verbo de Dios se hizo carne, perono se mudó en carne. Nuestro verbo se funde sin confundirseen el sonido articulado, y el Verbo de Dios se unió a lacarne sin confundirse con la carne 191 . Todo él que anheledescubrir una tenue semejanza del Verbo eterno, no fije laatención de su pensamiento en el verbo que suena al exterior,ni cuando lo pronuncian los labios ni cuando se piensaen silencio; déjense a un lado estas palabras y llegue hasta" 3 O. c, is, 5, 7-1,4 O. c, 15, 6, g.183 O. c, 15, 7, 11.186 Tres personae sunt unhis essentiae, non sicut singulus quisquehomo una persona (o. c, ibíd.).187 O.


98 INTRODUCCIÓNel verbo rationalis animantis192 , verbo que no es prolaticioni semejante al sonido, verbo engendrado de la ciencia dela cual procede, que lie comunica su forma y su ser.La visión del pensamiento es asaz parecida a la visiónde la ciencia. Si nuestro verbo se modela en efl troquel denuestra ciencia y expresa nuestros conocimientos, imita delejos la adecuación que existe entre la ciencia del Padre yla expresión de su ciencia divina, que es el Hijo. En estaadecuación perfecta es donde reconocemos el evangélico Est,est; Non, non 193 . San Agustín es maestro en hallar en el conocimientoricas facetas que encantan por su originalidady hermosura.Nuestro verbo presenta otra semejanza con su ejemplardivino. Es el verbo principio de nuestra acción, pues nacede la ciencia del bien obrar; puede, es cierto, existir nuestroverbo sin ell cortejo de la acción, pero ésta no tiene existenciasi no ¡precede su verbo; el Verbo de Dios pudo existirsin que existiera criatura alguna, pero la criatura noexiste si no es hecha por el que hizo todas las cosas. Pensarrectamente y obrar como se piensa es obrar según laverdad de nuestro verbo. Y es en la conexión de nuestroverbo con el Verbo increado donde se vislumbra toda lagrandeza y miseria del verbo humano.Agustín, al exponer las semejanzas de ambos verbos,ahonda en la metafísica del alma y fija su atención sobrelas deficiencias del verbo del hombre y la trascendencia infinitadel Verbo divino. Nuestro conocimiento de Dios seperfecciona a medida que comprendemos mejor su imperfección.¡Qué abismo entre la ciencia del hombre y la cienciade Dios! Nuestra ciencia depende de los sentidos, es limitada,expuesta a error. Allá en el fondo de nuestro vivirencontramos la certeza: Seto me vivere 194 . Sería tambiénuna locura no dar fe al testimonio de los mortales. De estaciencia nace nuestro verbo cuando hablamos lo que sabemos,verbo semejante a la noticia del objeto conocido, naciendola visión del pensamiento de la visión de la ciencia,verbo verdadero de ciencia verdadera, verbo que recibe suser del conocimiento engendrador.Pero ¡cuánto más misteriosa la ciencia de Dios! El nonecesita de sentidos ni de testimonio ajeno; su perfecciónse abasta a si mismo, y en su esencia el pretérito y el futurono existen sino presencialmente. Para Dios, conocer yser es una misma realidad: la razón última de su trascendenciainfinita. Si existen las realidades tangibles, es por-192 O. c, ibíd.103 O. C, I


100 INTRODUCCIÓNEstas reflexiones acusan la imperfección de la imagenen su raíz profunda del ser. Se trata, pues, de analogías, derelieves y esbozos cuando Agustín habla de la imagen de laTrinidad en la criatura vis'ble que es el hombre.El tercer término de la Trinidad divina es el amor, complementode la vida fecunda de Dios. Agustín no insistiráseparadamente sobre el estudio de nuestra dilección imperfectarespecto al amor subsistente. La evidencia se impone.Si el conocimiento engendra el amor, un conocimientotan limitado e imperfecto como el nuestro no puede serfuente de un amor perfecto. Por el contrario, el EspírituSanto es amor infinito. Está escrito que Dios es amor y elEspíritu Santo es Dios. En la naturaleza simplieísima deDios, el amor es esencia, y la esencia es amor; no obstante,llamamos por apropiación al Espíritu Santo dilección delPadre y del Hijo.El Padre y el Hijo reflejan su vida y su ser en un besode amor, y así este amoris aspiratio de un modo inefablemuestra la comunión de ambos. "Los modernos—escribeLandsberg—al decir amor piensan primeramente en la voluntadamante y en el acto amoroso. En San Agustín meparece que ocurre lo contrario. Para él, el estado más elevadodel alma es aquella fides caritate formato,, aquella feviva por el amor, de la que dice Santo Tomás: La fe quelimpia de pecado no es una fe muerta, que pueda subsistiren el pecado, sino una fe que vive por el amor. Y enotro pasaje: El movimiento de la fe no es perfecto sin elamor. Este pensamiento fundamental de que existen actosamorosos de contemplación y fe es patrimonio común de lamística como de la escolástica" 200 . Sin la candad puedeexistir la fe, pero no aprovecha; el alma huérfana de amor,aunque hable el idioma de los ángeles, es siempre metalque retiñe, esquileo de vanidad; pero la dilección que vienede Dios y es Dios hace habitar en nosotros la Trinidad 201 .El Padre y su Verbo se reflejan en el espejo de nuestrainteligencia y de nuestra memoria, en la que encontramosel verbo inarticulado de nuestro saber; el Espíritu Santose puede vislumbrar en nuestra voluntad, dilección o amor.El conocimiento se relaciona con el amor, pues tiene unatendencia infinita a engendrarle y de él recibe su influjo genético.Hay una íntima trabazón entre los tres elementosde la trilogía creada, pues aunque los tres tienen subsistenciapropia, se encuentran penetrados por la savia vivificadorade la inmanencia. La mente se conoce y ama y está200 Cit. por el P. CAPÁNAGA, Obras de San Agustín, BAC, t. x,Introducción general, p. 232.201 De Trin., 15, 19, 37.LA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE 101en su recuerdo, en su noticia y en su amor, y la dilecciónestá en su noticia y en su mente, y el amor y el conocimientose hallan en el alma que se conoce y ama. Mas noes exacto afirmar que en nosotros la memoria recuerda,conoce la inteligencia y ama la voluntad; soy yo el que recuerdopor mi memoria, conozco por mi inteligencia y amopor mi voluntad; y cuando fijo la mirada de mi pensamientoen mis recuerdos, y hablo en mi corazón la palabra secreta,y se engendra de mi ciencia un verbo verdadero, míosson la ciencia y el verbo. Y mi amor, cuando recuerda yentiende lo que ha de evitar o apetecer, recuerda y comprendepor mi memoria y por mi inteligencia. En resumen:soy yo el que recuerdo, comprendo y amo por mis tresfacultades. Nosotros poseemos, no somos, nuestra memoria,nuestro entendimiento y nuestra voluntad 202 .En la simplicidad suma que es Dios hay tres personas:Padre, Hijo y Espíritu Santo. La imagen, pues, se diferenciadel original, y la trinidad humana dista infinitamentede la Trinidad divina. Las tres personas se distinguen tansólo por sus relaciones mutuas; pero, siendo una esencia,son perfectamente iguales e igualmente perfectas. Las tresfacultades del hombre pertenecen a una persona, no sonuna persona. Además, son distintas por virtud constitutiva.Uno asombra por su memoria, pero es de inteligenciamediocre; otro tiene intuiciones geniales, pero su querer esmuy débil; un tercero descuella por la generosidad de sucorazón, pero es de rudo entendimiento y flaca memoria.Los términos de la imagen creada difieren, pues, entre sí.In ista vita magnitudinibus s&parantur 20 *.Si la mente es por naturaleza imagen de Dios Trino, superfección y hermosura consistirá en acrecentar el parecido.Pensar en Dios, conocer a Dios, amarlo cada día másintensamente, es el secreto del progreso del alma por lasrutas luminosas de la santidad. La visión inmediata, facial,de la esencia divina, sucederá a la visión especular yenigmática del destierro cuando el alma se vea curada desu languidez de muerte. El embellecimiento progresivo dela imagen hasta llegar a Ja plenitud de la gloria fruto esde la gracia divina, incoada en el bautismo y consumadaen la patria. Predestinados a la visión beatificante, hemosde ser purificados por el Espíritu Santo que nos ha sidodado.Nadie, dice Bardy 204 , antes de Agustín había encontradoen el alma tantas huellas de Dios, nadie había traduci-"" O. C, 15, 22, 42."* O. c, 15, 23, 43-*" BARDY, G., Saint Augustin. L'homme et l'oeuvrc (París 1940),!>• .170-


102 INTRODUCCIÓNLA IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBREIOSdo al lenguaje humano con tanta emoción el misterio de lavida divina. Llegado al término de su difícil navegación porlos mares inexplorados del alma, el Santo echa una miradasobre el largo camino recorrido y da gracias desde lo íntimode su corazón al Dios Uno y Trino por las inspiracionesrecibidas. "Señor, Dios, Uno y Trino, si algo en estoslibros he dicho, inspirado por ti, reconózcanlo los tuyos; sialgo he puesto de mi cosecha, perdonádmelo vos y perdónenmelolos tuyos". La plegaria de la humildad cierra estelibro maravilloso de las exploraciones psicológicas, y, aunqueel autor hable con modestia de los resultados obtenidos,el lector ha podido ver una multitud de cosas verdaderas203 . En su ayuda y como resumen de toda la obra insertamosaquí el cuadro sinóptico de K. Scipio, retocado porPortalié, con ligeras adiciones 206 .FORMULAS E IMÁGENES ¡<strong>DE</strong> LA TRINIDA<strong>DE</strong>N ¡<strong>SAN</strong> AGUSTÍNEL PADRE El. HIJO EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO8 Unitas.9 Modus.10 Existentia.11 Esse.12 Esse.13 Esse.14 Id quó res constát.15 Id quo res sit.ió Natura.17 Physica.1-8 Res visa.19 Memoria.B) En las criaturas en generalSpecies.Species.Scientia.Forma.Nosse.Specie contineri.—quo discernitur.—quo hoc sit.Doctrina.Lógica.C) En el hombre sensibleVisio externa.Visio interna.EL HIJOD) En ©1 alma espiritualOrdo.Ordo.Utriusque amor.Manentia.Velle.Ordinem appetere.—quo congruit.—quo sibi árnica sit.Usus.Étnica.Animi intentio.Volitio (voluntas)EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TOI Summeesse.2 Vera aeternitas.A) En Dios mismoSumme sapientemesse.Aeterna veritas.Summe bonum esse.Aeterna et vera caritas.20 Amans.21 Esse.22 Memoria.23 Ingenium.24 Memoria de Deo.25 Mens.Quod amatur.Intelligere.Intelligentia.Doctrina.Intellectio Dei.Notitia.Amor.Vivere.Voluntas.Usus.Amor (in Deum).Amor.EL PADRE EL HIJO EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TOAeternitas.Pater.RerumVeritas.Species.Imago.Pulchritudo.Voluntas.Beatitudo.Usus.Munus.Delectatio.205 Nihü illius summae Trinüatis ineffabilüate dignum me dixisseaudeo profiteri {De Trin., 15, 27, 50).20 * K. SCIPIO, Des A. Augustinus Metaphysik (Leipzig 1886), p. 66-67 ; PORTALIÉ, Augustin: DTC 1, 2351^2352.1De civ. Dei, 11, 28 : PL 41, 342.= Ibíd.3 De Trinitate, 4, 1, 2 : PL 42, 887.1Ibíd.5Ibíd., 6, 10, 11 : PL 42, 931.0Ibíd.7 De Trin., 6, 10, 12 : PL 42, 932. (Expresiones tomadas de SanHilario.)8 De vera relig., 7, 13, 34 : PL 34, 120.*• De natura boni contra Manioh., 3 : PL 42, 553.10 De civ. Dei, n, 26 : PL 41, 339-34 1 -11 Epist. 11, 3 : PL 33, 76.12 Confess., 13, 11, 12 : PL 32, 849.13 De civ. Dei, 11, 28 : PL 41, 342.14De div. qq. 83, q. 18 : PL 40, 15.15Ibíd.16 De civ. Dei, n, 25 : PL 41, 338.17Ibíd.18De Trin., 11, 2, 2 : PL 42, 085.19Ibíd., c. 3, n. 6-9 : PL 42, 988-989.20De Trin., 15, 3, 5 : PL 42, 1060 ; 8, 10, 14 : PL 42, 060.21 Ibíd., 6, 10, 11 : PL 42, 931.22 Ibíd., 10, 11, 17 : PL 42, 982.23Ibíd.24Ibíd., 14, 12, 15 : PL 42, 1048 ; cf. c. 2, n. 4 : PL 42, 1038.25 Ibíd., 9, 3, 3 : PL 42, 962.


104 INTRODUCCIÓNVUNA MIRADA FIJA EN EL SOLLos quince libros De Trinitate condensan, en sentir del1?. Portalié, cuanto de profundo y exacto se había dicho sobreel misterio de los misterios, sintonizando Agustín enla armonía de la unidad divina, al margen de toda discusión,la existencia hipostática del Padre, del Hijo y del EspírituSanto. A partir del Doctor de la Trinidad se comprendela marcha ascendente del pensamiento latino en suconcepción trinitaria, opuesto en sus directrices fundamentalesal pensamiento de los Padres griegos. El P. Regnon 1desarrolla ampliamente dichas divergencias de enfoque inicial,"¡"ro, es preciso reconocerlo, su admiración por lasc'laridao s griegas le impide apreciar en su justo valor elavance llevado a cabo por el gran genio de Agustín" 2 .Es p.ivilegio, que el genio no comparte con nadie, examinarla-3 reconditeces del alma para rastrear en sus plieguesuna imagen de Dios. La esperanza del hallazgo le compensade las fatigas de la búsqueda, sostiene su vuelo audazen las alturas del misterio y le enseña la escondida y segurasenda de la humildad cuando se puede sentir el vértigode las cumbres. Cuanto más sostenido y elevado es su vuelo,tanto más hondamente experimenta Agustín la debilidad desu naturaleza humana. La Trinidad permanecerá incomprensible,pues el genio tiene sus fronteras infranqueablesen lo divino. De ahí que Agustín se afane por establecer sobrelos pilares robustos de la revelación la existencia delDios Trinidad. Reconoce, sí, en la mente racional una imagende la soberanía tripartita de Dios, pero se trata tan sólode un pálido reflejo de los fulgurantes destellos de la luzincreada; es, si vale la palabra, un presentimiento, no unademostración.Mientras, en frase paulina, peregrinamos lejos de Dios,nuestro conocimiento es especular, no facial. Feliz el sabioque, al recorrer los exterminados horizontes del cielo y dela tierra, sabe leer en el gran libro abierto de la naturalezay escucha el himno triunfal de la creación, donde Dios haestampado las huellas de su paso. Agustín, después del dulcecoloquio con Mónica, idealizado en el lienzo de Ary Schafer,recorre con frecuencia el itinerario divino a través del1 Eludes de théol. positive, p. 300-429.2 P. PORTALIÉ : DTC i, 2268.UNA MIRARA FIJA EN EL SOL 105mundo del enigma, conducido por la luz de su inteligenciaa la visión especular de Dios."La obra De Trinitate—dice bellamente Poujoulat—escomo una larga mirada fija en el sol: la mirada del granObispo es vigorosa, penetrante, intrépida; ni se detiene antelos fulgores del astro eterno. Agustín busca en el seno delos misterios del infinito y ensaya una conciliación entrela idea de la unidad divina y el dogma de las tres personaseternas; interroga a las <strong>Escritura</strong>s inspiradas y al almahumana, y es una de las bellezas más legítimas de su obraincomparable mostrar en el hombre la imagen viviente dela Trinidad: imagen que acentúa su semejanza con la prácticade las virtudes, y se edifica, en cierta manera, al pasardel enigma umbrátil de la vida a la evidencia luminosa dela eternidad" 3 .En el frontispicio gótico de esta obra genial podríamosponer en letras de oro estas palabras, clave del pensamientoagustiniano: Ab animae scientia ad Deum via brevis. Enpresencia de la maravillosa realidad del alma, Agustín contemplala sabiduría fontal. La Trinidad es para el hombrecomo una antorcha encendida en las tinieblas del mundo.Empero, el ángel, junto a la playa de un mar azulado y sinhorizontes, da una lección de sabiduría eterna al anciano depenetrante mirada que tan vivamente impresiona al jovenPapini en el cuadro delicioso de Sandro Boticelli. Leyendaque, aunque desprovista de todo valor histórico, según demostróStilting, conserva intacto su simbolismo aleccionador.Si la historia de la teología es para el notable medievalistaGrabmann la historia del influjo y de la supervivenciade San Agustín en la posteridad *, su afirmación tiene categoríaaxiomática aplicada al De Trinitate. De su obra tomaránlos escolásticos del siglo de oro las piedras sillarespara sus construcciones ciclópeas. Con razón se le ha consideradocomo el genial creador de la teología de Occidente.En San Agustín, la terminología trinitaria se perfecciona,y su aparición en la historia del dogma abre una páginagloriosa. Haag no está a dos dedos de la verdad cuando afirmaque es menester buscar la inspiración del símbolo pseudoatanasianoen el De Trinitate, y Portalié, autor ponderadoy sereno, sentencia que el autor conocía al Doctor hiponensey bebió en sus obras".* POUJOULAT, Vie de S. Augustin: Oeuvres completes (Bar-le-Dnc 1872), t. 1, p. 203.* GRABMANN, Historia de la teología católica, traducción del alemánpor el P. D. G. O. E. S. (Madrid 1940), p. 24." DTC 1, 2186.


106 INTRODUCCIÓNLa posteridad seguirá obediente el eonsejo del abadde Viviera, canciller y ministro de Teodoric© el Grande,cuando estampaba este su juici® crítico acerca de la obra DeTrinitate: Mirabili profunditate conscripsit, curiosa intewt'vone meditandos. Y esta curiosidad la encontramos en Alcuino,el preceptor de las Galias, en su De fide sanctae et individuaeTrinitatis, y en el pensamiento del filósofo palatinoEscoto Erígena. Los autores de Sentencias y Sumas de laantigua escolástica toman sus materiales trinitarios de lacantera inagotable de San Agustín, cuyas enseñanzas aceptancon veneración. Tenemos de ello una prueba fehacienteen el De -imítate et trinitate divina de Abelardo, pensadorindependiente y riscoso; en las Sentencias de Roberto deMelún, en el De Trinitate de Hugo de San Víctor, uno de losmás expertos guías para introducir a los principiantes en elsantuario de la teología trinitaria agustiniana.Los escritos de Alano de Insulis, Martín de Cremona,Simón de Tournai, Prepositino, Pedro de Capua, EstebanLangton, evidencian la inspiración luminosa del Doctor dela Trinidad. Anselmo de Cantonbery rebosa intimidad agus Ttiniana, y Ruperto de Deutz, notable por la riqueza y variedadde sus producciones literarias, en su obra De Trinitateet eius operibus se declara tributario del Obispo deHipona.La principal autoridad para el Maestro de las Sentencias«, Rolando Bandinelli, el. Maestro Hermann y otros sumulistasdel siglo XII es San Agustín. Alejandro de Hales,teólogo enraizado en la tradición agustiniana, es, con SanBuenaventura, el fundador de la escuela franciscana, dondeel agustinianismo tiene vitalidad perenne. Guillermo deMare, en su Correctorium Fratris Thomae, puntualiza lasdiscrepancias doctrinales entre la filosofía cristiana de SanAgustín y el tomismo naciente, y seguirán su ejemplo JuanPekham y Mateo de Aquasparta, el más insigne de los discípulosinmediatos del Doctor Seráfico. El mismo Santo Tomásde Aquino, aristotélico en (filosofía, se somete en teologíaal magisterio insuperable de San Agustín.Juan Baconthorp, profesor en París y/Cambridge, compendiael De Trinitate y De cív. Dei, las dos obras cumbresdel pensamiento humano. Tomás Bradwardine, arzobispo deCantorbery, en su famosa De causa Dei adversum Pelagiitm,reconoce como maestro a San Agustín, y lo mismo hace el6 El P. E. ¡Nebreda tuvo la paciencia benedictina, de contar tíascitas que hace el Maestro de las Sentencias de San Agustín, y nosjofrece la siguiente estadística : ljbrp ;I = yz


108 INTRODUCCIÓNTIANOS, de breve y gloriosa historia, el honor de repararesta deficiencia al publicar por vez primera esta obra fundamentalde la teología patrística. Desde ahora, el pensa-"miento robusto del Doctor africano viste él ropaje senatorialdel noble idioma español.Ha lustros que duerme el sueño del olvido sobre la almohadade polvo en nuestro Archivo Nacional una traduccióncompleta, obra del P. Manual de Fominaya y Monterroso,natural de Chinchón, que vivió a mediados del sigloXWII. El P. Gregorio Santiago Vela, su descubridor,nos hace esta descripción del manuscrito: "S. Agustín acercade la Ssma. Trinidad. En la hoja siguiente, con el folioprimero comienza el texto: "Carta de Agusno. a Aurelioobpo. de la Igla. de Cartago.—Al Beatísimo Sor., y en sincerissimacaridad Vene. Hermo., y con-sacerdote, el PapaAurelio, Augustino salud en el Señor...""Acaba el c. 28 del libro 15: "Señor Dios uno, Dios Trinidad,quanto bueno dixe en estos libros, de tuyo lo conozcany de ti; y lo que hubiere de mío, perdónalo tú y de ti.Amén. Deo gracias. Chinchón y Sbre. 12 de 1756'. Un tomoen fol. de 199 hs. foliadas y algunas más en blanco. Pasta;encuademación moderna. Códice 2.972" 2 .La versión del P. Fominaya, en tres pasajes que he consultado,es de una fidelidad sorprendente. Se le ve seguir•el precepto del Maestro León, traductor insuperado de Virgilio,cuando en el prólogo al Cantar de Cantares escribe:"El que traslada ha de ser fiel y cabal, y, si fuere posible,•contar las palabras, para dar otras tantas y no más nimenos, de la misma cualidad y condición y variedad designificaciones que los originales tienen, sin limitarlas a supropio sentido y parecer" 3 . Este recio servilismo del P. Fominayaata su expresión y peca contra la hispanidad delbien decir.En mi versión declaro que no siempre me ha sido posibleir puntualmente con el original, pues la cualidad de lasentencia y la propiedad de nuestro idioma me forzó a usarde la perífrasis, y a veces me pareció de una evidencia indiscutibleaquella frase de G'eorge Barrow: "La traducción,en el mejor de los casos, es sólo un eco." He puesto, sí, empeñosumo en penetrar el pensamiento profundo de SanAgustín, sin que me ilusione de haberlo conseguido siempre.En pasajes difíciles me sostuvo la esperanza de ser quizáNUESTRA VERSIÓN 109estímulo de inteligencias mejor capacitadas para la empresa.Someto gustoso mi trabajo al fallo de un lector sabioy ponderado, pues su juicio es benévolo; prefiriendo la críticadel que corrige con amor y verdad a la lisonja del queensalza y loa el error.Me es dulce cerrar esta introducción con el broche deotro de la plegaria litúrgica del día:Gratias Ubi, Deus, gratiasvera et una Trinitas,una et summa Deitas,sancta et una Uniias.Ubi,FR. LUIS ARIASMonasterio de Santa María de La Vid, fiesta de la SantísimaTrinidad de 1948.2 Ensayo de una Biblioteca ¡bao-Americana de la Orden de SanAgustín, por el P. GREGORIO <strong>DE</strong> <strong>SAN</strong>TIAGO VELA (Madrid 1915), vol. 2,Ci-F, p. 620." FR. LUIS <strong>DE</strong> LEÓN, Cantar de Cantares, prólogo : BAC, p. 297-


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112 BIBLIOGRAFÍAKRUPPA, L. A. : Obraz Bozyw czlovieku inedlug nauki sw. Augustina(Lublín 1948). La imagen de Dios en el hombre según San Agustín.LEGEAY : L'ange et les théophanies d'aprés la doctrine des Peres :Rev. Thoraiste, 10 (1902) y 11 (1903). El autor enfrenta a SanAgustín con la tradición.LEBRETON, S. I. : Saint Augustin théologien de la Trinité. Son exegésedes théophanies: Miscellanea Agostiniana (Roma 1930), t. 2 :Testi e Studi, p. 821-836. Refutación de la obra anterior.LEGRAND, L. : La notion philosophique de la Trinité chez SaintAugustin (París 1936).MADOZ, J. : Teología agustiniana sobre el Espíritu Santo en los símbolosde Toledo: Rev. Esp. de Teol., t. 7 (1947) 363-372-MARTÍNEZ, P. LUIS, S. I. : El problema de razón de la unidad yTrinidad en los Padres: Estudios Eclesiásticos, jul.-sept. 1946,p- 347-398- Resumen demasiado ceñido de la doctrina agustiniana.MERINO, P. ANIONIUS : Sancti Aurelii Augustini Hipponensis episcopiOpuscula quibus institutio Theologiae comprehenditur in usumcandidatorum theologiae (Matriti 1800). Antología de textos relativosa la Trinidad en el t. 3.MERKLEW, F. FOURNIER : L'homme image de Dieu: Rev. Augustinienne,t. 1 (1902), p. 73-83 y 569-580.MONTANARI, PRIMO : El pensiero filosófico de Sto. Agostino nel «DeTrinitatet,: Sophia, junio 1936, p. 194-199.MOREAU, FR. CAROLUS, O. E. S. A. : Tertulliani omnüoquium alphabeticumrationale, Augustino in ómnibus et per omnes paginas{Ilustrante praeclarissimo in Sententiis orthodoxis Tertulliani, etin erroneis et haereticis censore aequissirno (Parisiis 1658). Trinitas,t. 3, p. 718-756.MÜIXER, E. : Augustins Lehre von der Einheit und Dreieinheit fürsein und Erkennen (Erlangen 1929).PENIDO, M. T. L. : Cur non Spiritus Sanctus a Patre Deo genitus.S. Augustinus et S. Thomas: Rev. Thomiste, 35 (1930), p. 508-527.PORTALIÉ, S. I. : Augustin: Dictionnaire de Xhéologie Catholique,t. 1, col. 2268-2472.SCHMAUS, MICHAEL : Augustinus und die Trinitátslehre Wilhems vonWare: Aurelius-Augustinus, bajo la dirección de Grabmann-Mausbach,p. 304-352.— Die psy cholo gis che Trinitátslehre des hl. Augustinus (Münster inWesph. 1927). La obra más completa que se ha publicado hastahoy sobre la doctrina trinitaria de San Agustín.SCHULZ, VALTER : Einflus Augustins in der Theologie und ChristologieVIII und IX Jahrhunderts. Estudia el influjo de Agustínen Alcuino, Agobardo, Erígena, R. Mauro, Ratramno, Cándidode Fulda, P. Radberto, Hincmaro de Reims, Prudencio, Floro,Paulino de Aquileya, Teodulfo de Orleáns, Claudio de Turín.SCHULTZE, B. : Sergius Bulgakow des hl. Augustinus über das Bilddes Heilignsten Dreifaltigkeit in Menschen: Oriente Christ. Per.,t. 15 (1949) 5-40. El autor ni en San Agustín ni en San Buenaventuraes capaz de de encontrar el hábito creado de la gracia. Miopíadel articulista.SCHWANE, los. : Dogmengeschichte der patristichen Zeit (Münster1862). De San Agustín trata en los vols. 2 y 3.SCIACCA, M. F. : Trinité et unité de l'esprit: Augustinus Magister,p. 521-533-BIBLIOGRAFÍA 113SEGOVIA, A. : Equivalencias de fórmulas en las sistematizaciones trinitariasgriega y latina: Est. Ecl., 21 (1947) 435-478.SLIPYJ, JOSEPH : De principio inspirationis in SS. Trinitate (Leopoli1926).SMID, F. L. : De adumbratione SS. Trininatis in V. T. secunduntSanctum Augustinum (Mariae ad Lacum 1942).TIXERONT : Histoire des dogmes dans l'antiquité chrétienne (París1948), t. 2, p. 362-368.STIGLMAYR, J. : Zur Trinitatsspekulation und Trinitdtsmystik deshl. Augustinus: Zeitschrift für Aszese und mystik, 4 (1929),p.168-172.TREMBLAY, R. ¡ La théorie psychologique de la Trinité chez SaintAugustin: Etudes et recherches. Caliiers de Théol. et de phil.»Ottava t. 8 (1952) 83-109.TURRADO, A. : La inltabitación de la Santísima Trinidad en los justossegún la doctrina de San Agustín: Augustinus Magister, p. 583-593.WESENBORN, G. : De cogitationibus Augustini philosophicis de TrinitateDei prolatis (Halle 1841).WILMART, O. S. B. : La tradition de grandes ouvrages de saint Augustin:Miscellanea Agostiniana, vol. 2, p. 257-316.


1. AUTOCRÍTICA 115APÉNDICESI. AUTOCRÍTICA{Retractaciones, 3, 15 : PL 32, 635-636.)Ex libro secundoCAP ITT.uRetractationum»XV1.' Libros de Trinitate, qüáe Deus ,est, quindecimscripsiper aliquot annos. Sed cuna earum duodecimum nánd'um.perfecissem, et eos diutius tenerem quam possent sustinerequi vehementer illos habere cupiebant, subtracti sunt mihirainus emendati quam deberent ac possent, quando eos ederevoluissem. Quod posteaquam comperi, quia et alia eorumapud nos exemplaria remanserant, statueram eos iam ipsenon edere, sed sic habere ut in alio aliquo opúsculo meo quidmihi de his evenerit dicerem: urgentibus tamen fratribus,quibus resistere non valui, emendavi eos quantum emendandosputavi, et complevi, et edidi adiungens eis a capite epistolam,quam scripsi ad venerabilem Aurelium episcopumCarthaginensis Ecclesiae; quo tanquam prologo exposui etquid accidisset, et quid faceré mea cogitatione voluissem,et quid fratrum caritate compellente fecissem.2. In quorum libro undécimo cum de corpore visibiliagerem, dixi: Quocirca id amare, alienan est (c. 5, n. 9).Quod secundum eum amorem dictum est, quo aliquid sicamatur, ut eo fruendo existimet beatum se esse qui hocamat. Nam non est alienan, in laudem Creatoris amare speciemcorporalem, ut ipso Creatore fruens quisque veré foeatussit. Itemque in eodem, ubi dixi: Nec avem quadrupedemmemini, quia non vidi; sed phantasiam talem facillimeintueor dum alicui formae volatili, qualem vidi, adiungoolios dúos pedes, quales itidem vidi (c. 10, n. 17); haec dicensnon potui recolere volatilia quadrupedia quae Lex commemorat(Lev. 11,20). Ñeque enim computat in pedibus dúoposteriora crura quibus locustae saliunt, quas dicit mundas.et ideo discernit ab immundis talibus volatilibus, quae nonsaliunt illis cruribus, sicut sunt scarabaei. Omnia quippehuiusmodi volatilia quadrupedia vocantur in Lege.3 In duodécimo (c. 10, n. 15) velut expositio verborumApostoli, ubi ait: Omne peccatum quodcumque fecerithomo, extra corpus est, non mihi satisfacit; nec sic puto^nte lligendum quod dictum est: Qui auteni fornicatur, incorpus proprium peccat (1 Cor. 6, 18), tanquam ille hoc faciat,qui propter adipiseenda ea quae per corpus sentiuntur,ut iñ his finem boni sui ponat, aliquid agit. Hoc enim longeplura peccata complectitur, quam illa fornicatio quae concubituperpetratur illicito, de qua locutum, cum hoc diceretApostolum apparet. Hoc opus excepta epistola quae postmodumad eius caput adiuncta est, sic incipit: Lecturushaec quae de Trinitate disserimus.Del libro segundo de las ((Retractaciones))CAPITULO XVLOS QUINCE LIBROS SOBRE LA TRINIDAD1. Por espacio de al'gunos años (16) escribí quince librossobre la Trinidad, que es Dios. Pero sin completar aúnel duodécimo, al retenerlos más tiempo de lo que podía su^frir la impaciencia de los que anhelaban vivamente poseerlos,me fueron hurtados, menos limados de lo que debían ypodían serlo si yo quisiera publicarlos. Cuando esto supe,pues habían quedado 'en mi poder algunos ejemplares, decidíno darlos a luz, sino retenerlos y dar cuenta de lo sucedidoen algún otro opúsculo mío. Sin embargo, rogadopor los hermanos, a cuyas instancias no pude resistir, losenmendé cuanto creí oportuno, los completé y publiqué, añadiendoal principio una carta dirigida al venerable Aurelio,obispo de la iglesia de Cartago, en la que, a guisa de prólogo,exponía lo sucedido, cuál era mi pensamiento y quéera lo que, acuciado por la caridad de los hermanos, habíahecho.2. En el libro XI", tratando del cuerpo visible, dije: Enconsecuencia, amar este cuerpo es locura. Se refiere esto alamor que nos impele a amar algo, de suerte que el que asíama se juzga feliz con la posesión gozosa de lo que ama.Porque no es locura amar la hermosura corporal para gloriadel Creador, de manera que gozando del Creador seaverdaderamente dichoso.Además, en el mismo libro, donde dije: No puedo recordarun ave con cuatro pies, porque no la he visto; pero puedofácilmente contemplar esta imagen cuando a un ave que


116 APÉNDICESII. CÓDICES 117he visto añado dos pies más, que no vi. Al decir esto nopude recordar las aves cuadrúpedas que menciona la Ley.Esta no computa como pies los dos posteriores de la langosta,que le sirven para saltar, y que la <strong>Escritura</strong> llamapuras, distinguiéndolas así de los insectos alados e impuros,que no saltan con dichas patas, como son jos escarabajos.Todos estos volátiles se denominan cuadrúpedos enla Ley.3. En el XII, mi comentario a las palabras del Apóstol,donde dice: Cualquier pecado que el hombre comete, fueraqu£da del cuerpo, no me satisface. No creo se hayan deentender estas palabras: El que fornica peca en su cuerpo,como si el que esto hace lo haga para captar las sensacionesque el cuerpo percibe, poniendo en ello su bien último.Esto abarca muchos más pecados que la simple fornicación,consumada por ayuntamiento ilícito, a la que se refiere, aldecir esto, él Apóstol.Esta obra, exceptuada la carta que se añadió luego al• frente, empieza así: Lecturus haec quae de Trinitate disserimus...II. CÓDICES QUE CONTIENEN EL TRATADO«<strong>DE</strong> TRINITATE»índice elocuente de la importancia extraordinaria en elmundo occidental del De Trinitate es la siguiente lista de códices,tomada de WILMART, La tradition des grandes ouvragesde S. Augustin (Miscellanea Agostiniana, vol. 2: Testie Studi: II De Trinitate, p. 269-278).Sería una bendición si el catálogo que insertamos tuvierala virtud de sugerir a alguien capacitado para ello elpropósito de llevar a término una edición crítica de estaobra maestra de la teología, como homenaje de respeto alDoctor de la Trinidad.N.° deorden Biblioteca Signatura Sigloi Angers, St. Aubin 164 XI2 Amberes, Museo Plantiniano. 26 XII3 Arras, Celes tiens d'Amiens ... 36 XII4 Arras, St. Vaast 589 XI5 Ibíd., ibíd ' 598 XIV6 Asís 318 XIV7 Auch, Jesuítas 19 XIII8 Avranches, Mont Saint Michel85 XIIN.° deorden Biblioteca Signatura9 Bamberga, Capítulo Catedral. B. III, 710 Burdeos 11511 Boulogne, Saint Bertin 5112 Brujas, Dunes 11313 Ibíd., Ter Doest 11414 Bruselas 324-325 (1123)15 Ibíd., Rouge-Cloitre 2499-510 (1118)16 Ibíd., S. Laurent de Liége ... 2349-54 ( XI os)17 Cambrai, Capítulo Catedral... 30018 Ibíd., ibíd 3S 119 Ibíd., Saint Sépulcre 86320 Cambridge, Corpus ChristiCollege St. David's 11921 Cambridge, Emmanuel College,Barlings 1722 Cambridge, Gonville andCaius College 10823 Cambridge, King's College ... 3 (vol. 1)24 Cambridge, Peterhouse 78' 25 Cambridge, Pembroke College13526 Ibíd., ibíd 18127 Ibíd., ibíd 19928 Ibíd., ibíd 24629 Ibíd., St. John's CollegeSt. Augustin de Cantorbery. 1030 Ibíd., Sydney Sussex CollegeMineurs d'York 9431 Ibíd., Trinity College 5632 Ibíd., ibíd. (Christohurch Cantorbery)no .33 Ibíd., TJniversity, Library .... 174° (Ii-II-13)34 Ibíd., ibíd 1759 (Ü-IKó)35 Cesena, Malatestiana Plut. dextr.IX, 436 Charleville 202 (vol. 12)Sygny37 Chartres, St. Pére 15238 Ibíd., ibíd 15339 GhelteahanI 49 I 740 Chichester, Capitula s. n.41 Cortona 2642 Cracovia, Universidad 120943 Ibíd 121444 Dijon, Citeaux 14145 Douai, Anchin .: 25746 Ibíd., Marchiennes 25847 Durhan B. II, 2648 Ibíd B. II, 2749 Ibíd B. II, 2850 Edimburgo, Advocates Library18, 2, 7SigloXII-XIIIXIVIX in.xnxrvXVXIVXIVIII ex.xni-xivXIXIXIIxnixn-xmxin-xrvXIII ex.XVxinxrvxrvXIIIxin ex.XIIxniXIIIxvXII ex.XxnXIIXIIIXVXVaño 1.462XI ex.XIIXIIXIIXTV in.XIII ex.XV


118 APÉNDICESN.» deordenBiblioteca51 Einsiedeln52 Engelberg53 Erfurt ,54 Erlangen55 Escorial, Olivares .'.56 Eton College57 Florencia, Laurenciana58 Ibíd., Médicis59 Ibíd., ibíd60 Ibíd., ibíd61 Ibíd., Sta. Croce62 Ibíd., ibíd63 Ibíd., S. Marco64 Ibíd., ibíd65 Grenoble, Grand-fQhartreuse.66 Heligenkrenx67 Hereford, Cirencester68 Ivrea69 Karlsruhe, Atig. Reichenau..70 Klosternenburg71 Ibíd :72 Lambert, Exeter73 Laon, Notre-Dame74 Ibíd., Saint Vicent75 Leipzig, Stadtbibliothek76 Ibíd., Universidad, Altzelle ..77 Ibíd., ibíd., Predicadores78 Lieja, Universidad79 Lisboa, Alcobazam80 Londres, British Museum ....81 Ibíd., ibíd82 Ibíd., Harl83 Ibíd., Rochester :84 Londres, Sion College8s Madrid, Biblioteca Nacional.86 Ibíd., ibíd87 Ibíd., ibíd88 Ibíd., Biblioteca RealSignatura14514fol. S6259Q. III, 810816Prut. XII, 9Prut. XII, 22Plut. XII, 29D. XVII, 5D. XVIII, 163063220025P. 5, IIILXXVII, 34572272291411301331S0253254132 (141)17Add. 14778Add. 186043111Reg. 5, B. IVAre. 1, 10A. 58A. 63A. 1542. H. 389 Marsella, Ghartreuse de Vil- • '••^•'.leneuve 21090 Milán, Ambrosiana ". C. 108 inf.Sta. MaríaIncoronata91 Ibíd., ibíd i-55 infer.Sta. María diCasolero92 Ibíd., ibíd R. 78 sup.Sta. MaríaIncoronata93 Monte Casino 1894 Ibíd 1995 Munich, Indersdorf 7638siglo'•••XXII ex.XV in.XIVXIVXIVXVaño 1490XVXVXIIIXIIIIXXXITXIIXIIXaño 1425XIIXI ex.XIII in.IXXIVXIIIXIIXIIIxmXIIXIVxn ex.XTIIxnXIVX ex.xin-xivxn-xinXIIXIVXIVXIVXIIIIXXIIII. CÓDICES 118».• deorden Biblioteca Signatura96 Ibíd., Agustinos de Munich... 833397 Ibíd., Fuente de S. Juan 1004598 Ibíd., S. Enteran 1427599 Ibíd., ibíd 143!°100 Ibíd., Capítulo de Salzburgo. 15802101 Ibíd., S. Nicolás de Pasau... 1619a102 Ibíd., Capítulo de Salzburgo. 15803103 Ibíd., Scheftlarn 17053104 Ibíd., Tagernsee 18111105 Ibíd., ibíd 18578106 Ñapóles, Bibl. Nacional VI-C-12107 Ibíd., ibíd VI. C. 1910S Ibíd., ibíd VI. C. 23109 Orleáns, Fleury 160110 Oxford, Balliol College 10ni Ibíd., Bodleian Library, Bodl. 195112 Ibíd., ibíd., Bodl 3^5113 Ibíd., ibíd., Bodl 37°114 Ibíd., ibíd., Bodl 5


120 APÉNDICESN.« deordenBiblioteca143 Ibíd., Sorbona144 Ibíd., Sorbona145 Ibíd., Sorbona146 Ibíd., Sorbona147 Ibíd., St. Martin des Charnps.148 Ibíd., Colegio de Navarra ...149 Ibíd., Notre-Dame150 Ibíd., Oratorio151 Ibíd., ibíd152 Ibíd., N. Acp. (Clunia)153 Ibíd., N. Acq. (Clunia)154 Ibíd., Mazarine, Cartuja deMonichuysen, Arnheim155 París, Jacobinos156 Ibíd., ibíd157 Ibíd., Grands Augustins158 Pommersfelden, Cartuja deErfurt159 Praga, Universidad16b Reims, Capítulo161 Ibíd., St. Thierry162 Roma, Angélica163 Ibíd., ibíd164 Roma, Vaticana, Barberini ...165 Ibíd., ibíd166 Ibíd., Otobonense167 Ibíd., Palat168 Ibíd., ibíd169 Ibíd., Rossiano170 Ibíd., ibíd171 Ibíd., ibíd172 Ibíd., Urbinen173 Ibíd., Vaticana174 Ibíd., ibíd175 Ibíd., ibíd176 Ibíd., ibíd177 Ibíd., ibíd178 Ibíd., ibíd179 Ibíd., ibíd180 Ibíd., ibíd181 Ibíd., ibíd182 Ibíd., ibíd183 Ibíd., ibíd184 Ibíd., ibíd185 Ibíd., ibíd186 Ibíd., ibíd187 Ibíd., ibíd188 Róuen, Jumiéges189 Saint Gall. Stiftsbibliothek ...Signatura156661573315734163601738717395173961739718104144514466106286296373022424A. II)39°398159 (B. 6. 12)1084 (S. 1 :. 8)449 (XI, 92)709 (XIV, 82)63202264191 (VIII,130—2 part.)304 (VIII,452 (VIII,240)133)79414 (vol. 1)4154164174184194204214224234635"6575755 (Bobbio)1066a481175SigloXIIIXIIIXIIIXIIIXIII y XIVXIIXIIXIIIXIX p. m.X-XIXVXIIIXIIIXIVXIIIXIVIXXIIXTII ex.XIII ex.XTII ex.XIII ex.xnvin-ixXIVXIV in.XIVXVXVxinen 1468XIVXIIXVxrvXIXIIXITXIIT-XIVXVXTV-XVXIII-XIVXIaño 1215xnrxN.° deorden19019119219319419519619719819920O2012022032042052o62072082092IO2112122132142152l62172l8219220221222223224225326337228329230231232233BibliotecaII. CÓDICES 121SignaturaIbíd., Vadiana B. k. 8Saint-Omer, St. Bertin 73Ibíd., Clairmarais 110Ibíd., St. Bertin 200Salisbury 66Schaffouse, Allerheiligenkloster20Todi 22Tortosa 55Tolosa, Agustinos 167Tours, Capítulo 250Ibíd., ibíd 297Tréveris, Eberhardsklausen... 151Ibíd., S. Matías 152Ibíd., S. Matías probablemente153Troves, St. Etienne 69Troyes, Claraval 4 11Ibíd., ibíd 860Ibíd., Montier-la-Celle 861Ibíd., Claraval 1231Turín B. III. 17Ibíd D. II. 15IbídValencia, UniversidadD. III. 32 >Valenciennes, St. Amand ... 5 1Ibíd., ibíd 165Ibíd., ibíd • 166Vendóme, Evron 36Ibíd., Trinité 37Venecia, S. MarcosIbíd., Polem 7Ibíd., ibíd 8Vercelli CTV 47Viena •.. 736Ibíd 999Patr. 43 (LXIV)Ibíd., SchottenklosterIbíd., ibíd 4°8Utrecht, Canónigos regulares. 44Wolfenbuttel Gnd. Lat. 2, 77Ibíd., HelmstLampspringe1220WorcesterF- IIIbíd F. 149Znrich, Cartuja, junto a FriburgoCar. 24 (242)Ibíd.," Rhen. XXVII, RheinauZwetl 852 4SigloXIVXIIIXIIIXVXIII ex.XIXIaño 1421XIIIXIVXIaño 14 ^4XIaño T454XIIXIIXIIIXI-XI1xrvxvXIVXIVxvrxxnIXXIII ex.XIaño 1471XIVXVIXXxniaño 1390XIVaño 1477XIV-XVXIIaño 1448XIV-XV1471XI-XIIXII


TRATADO S Ó B R E L A<strong>SAN</strong>TÍSIMATRINIDADeri^ahdJtaf Komnudwlitiuzptmu 'nc^biUlTcjtuluijnptit.xr'nnmxnufharmrm cximmy Ummu dífírspimti • tunen*•aonoMi phlmmnrm atnáiAasnum •ííjtnfúrnummtfi ttxcitiüu^Midimdofdjtfcrthmdi»}lei^oKiífcj-ptmít' Jníjtub.rtferiunmea4if£>i>fm0pafjamrfi>'v •o U ? R. ¿ Ko 6 IS- t£ X t 1 1 C I_T í 8-" L-Oí-vilNCÍPLÍftl';C>€T'fU NH'Al'f •Axifmmuf priufoporttt • to neutraftíhim nñn ¿duerrafearu uuntefrcalumraApípufl (Uupcr(tnfiií"a)rparo)f-Ocpa nata»


<strong>DE</strong>T R I N I T A T E<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMATRINIDADPROOEMIUMEPÍSTOLA OLXXIVDomino beatissimo, et sincerissima caritate venerando, sanctofratri et consacerdoti, papae Aurelio, Augustinus, inDomino sálutem.De Trinitate, quae Deus summus et verus est, libros iuvenisinchoavi, senex edidi. Omiseram quippe hoc opus,posteaquam comperi praereptos mihi esse sive subreptos antequameos absolverem, et retractatos, ut mea dispositio fuerat,expolirem. Non enim singillatim, sed omnes simul edereea ratione decreveram, quoniam praeeedentibus consequentesinquisitione proficiente nectuntur. Cum ergo pereos homines (quia priusquam vellem, ad quosdam illorumpervenire potuerunt) dispositio mea nequivisset impleri,interruptam dictationem relinquerat, cogitans hoc ipsum inaliquibus meis scriptis eonqueri, ut scirent, qui possent, nona me fuisse eosdem libros editos, sed ablatos priusquammihi editione mea digni viderentur.Verum multorum fratrum vehementissima postulatione,et máxime tua iussione compulsus, opus tam laboriosum,adiuvante Domino, terminare curavi: eosque emendatos, nonut volui, sed ut potui, ne ab illis qui subrepti iam in manushominum exierant, plurirhum discreparent, venerationi tuaeper filium nostrum condiaconum carissimum misi, et cuicumqueaudiendos, describendos, legendosque permisi: inquibus si servari mea dispositio potuisset, essent profecto,etsi easdem sententias habentes, multo tamen enodatioresatque planiores, quantum rerum tantarum explicandarumdifficultas et facultas nostra pateretur. Sunt autem qui primosquatuor vel potius quinqué etiam sine prooemiis habent,et duodecimum sine extrema parte non parva: sed sieis haec editio potuerit innotescere, omnia si voluerint etvaluerint, emendabunt. Peto sane ut hanc epistolam, seorsumquidem, sed tamen ad caput eorumdem librorum iubeasanteponi. Vale. Ora pro me.CARTAPROLOGOEPÍSTOLA CLXXIVAgustín al beatísimo Señor, muy amado y venerable hermanoy colega en el sacerdocio, al papa Aurelio, saluden el Señor.Joven aún (400), di principio a estos mis libros sobrela Trinidad, que es Dios sumo y verdadero, y en mi ancianidadlos publiqué (416). Cesé en mi trabajo al comprobarque me habían sido substraídos furtivamente mis librosantes de finalizar mi labor y antes de poderlos limar pormedio de una retractación minuciosa, según era mi deseo.Publicar completa mi obra era mi decisión, y no libro porlibro, porque, al avanzar en la búsqueda, los que siguen seenlazan en íntima trabazón con los anteriores. Siendo imposiblellevar a feliz término mi propósito a causa de losamigos a cuyas manos habían llegado mis libros, sin yo quererlo,interrumpí mi dictado y pensé lamentar el hecho enotros escritos míos y dar así a conocer cómo mi obra nohabía sido publicada por mí, sino que me había sido arrebatadaantes que me pareciera digna de ver la luz pública.Pero, solicitado por los ruegos insistentes de muchos hermanosy, sobre todo, Obligado por tu mandato, decidí continuareste penoso trabajo y darle cima con la ayuda delSeñor. Corregidos, no según mi deseo, sino conforme amis posibilidades, para que no resulten desemejantes endemasía a los primeros, que me fueron hurtados y que yacorren en manos de los hombres, los envío ahora a tu paternidadvenerable por medio de nuestro hijo y condiáconomuy amado, autorizando a todos su lectura y transcripción.De haber seguido mi plan, aun conservando el mismofondo doctrinal, hubiera sido en mi exposición más claro ysoncillo, teniendo siempre presente lo abstruso de la materiay la exigüidad de mis fuerzas. Hay quienes poseen smproemio mis cuatro o cinco libros primeros y el doce sinuna parte notable de su fin; pero si esta edición llega a suconocimiento, corregirán, si quieren y pueden, todas estasdeficiencias. Te ruego mandes poner esta carta, separada,sí, pero al frente de mis libros. Ten salud. Ruega por mí.


LÍBERILIBROIIn quo secundum Scripturas sacras ostenditur unitas et atqualitassummae Trinitatis, et quaedam loca contra Filiiaequalitatem allata diluuntur.En que se prueba, al tenor de las <strong>Escritura</strong>s sagradas, la•unidad e igualdad de la Trinidad soberana y se resuellenciertas dificultades contra la igualdad del Hijo.CAPUT ICAPÍTULOISCRIBIT CONTRA EOS QUI RATIONE ABUTENTES CALUMNIANTE RFI<strong>DE</strong>M TRINITATIS. ERROR DISPUTANTIUM <strong>DE</strong> <strong>DE</strong>O, EX TRIPLICICAUSA. SCRIPTURA SACRA REMOTIS FALSITATIBUS EVEHIT GRA-DATIM AD DIVINA. IMMORTALITAS VERA. FL<strong>DE</strong> NUTRIMUR, UTHÁBILES AD DIVINA CAPIENDA EFFICIAMUR1. Lecturus haec quae de Trinitate disserimus, priusoportet ut noverit, stilum nostrum adversus eorum vigilarecalumnias, qui fidei contemnentes initium, immaturo et perversorationis amore falluntur. Quorum nonnulli ea quae decorporalibus rebus, sive per sensus corpóreos experta noverunta , sive quae natura humani ingenii et diligentiae vivacitatevel artis adiutorio perceperunt, ad res incorpóreas etspirituales transferre conantur, ut ex his illas metiri atqueopinari velint.Sunt ítem alii qui secundum humani animi naturam velaffectum de Deo sentiunt, si quid sentiunt; et ex hoc errore,cum de Deo disputant, eermoni b suo distortas et fallaces regulasfigunt c . Est item aliud hominum genus, eorum qui universamquidem creaturam, quae profecto mutabilis est, nitunturtranscenderé, ut ad incommutabilem substantiam quaeDeus est, erigant intentionem: sed mortalitatis onere praegravati,cum et videri volunt scire quod nesciunt, et quodaMss. novendecim, notaverunt.b Mss. dúo Vaticani, sermone.c Reperimus, figunt, in Mss. quinqué. In editis autem, fingunt.ESCRIBE CONTRA AQUELLOS QUE, ABU<strong>SAN</strong>DO <strong>DE</strong> LA RAZÓN, CA­LUMNIAN LA DOCTRINA <strong>DE</strong> LA TRINIDAD. EL ERROR <strong>DE</strong> LOS QUEPOLEMIZAN ACERCA <strong>DE</strong> DIOS PROVIENE <strong>DE</strong> UNA TRIPLE CAUSA.LA ESCRITURA DIVINA, <strong>DE</strong>JADAS A UN LADO LAS INTERPRETA­CIONES FALSAS, NOS ELEVA GRADUALMENTE A LAS COSAS <strong>DE</strong>Dios. INMORTALIDAD VERDA<strong>DE</strong>RA. POR LA FE SOMOS NUTRIDOSY NOS HACEMOS HÁBILES PARA ENTEN<strong>DE</strong>R LO DIVINO1. Ante todo, conviene advertir al futuro lector de estemi tratado sobre la Trinidad que mi pluma está vigilantecontra las calumnias de aquellos que, despreciando «el principiode ¡la fe, se dejan engañar por un prematuro y perversoamor a la razón. Ensayan unos aplicar a las substanciasincorpóreas y >espiritualets las nociones de las cosas materialesadquiridas mediante la experiencia de los sentidoscorpóreos, o bien con la ayuda de la penetración natural delhumano ingenio, de la vivacidad del espíritu, o con el auxiliode una disciplina cualquiera, y pretenden -sopesar ymedir aquéllas por éstas.Hay quienes razonan de Dios—«si esto es razonar—altenor de la naturaleza del alma humana o afectos, y esteerror los arrastra, cuando de Dios discurren, a sentar atormentadose ilusorios principios. Existe además una terceraraza de hombres que se esfuerzan, -es cierto, por elevarsesobre todas las criaturas mudables con la intención de fijarsu pupila en la inconmutable substancia, que es Dios; pero,sobrecargados con el fardo de su mortalidad, aparentan


128 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 1, 2volunt scire non possunt; praesumptiones opinionum suarumaudacius affirmando, intercludunt sibimet intelligentiae vias,magis eligentes sententiam suam non corrigere perversam,quam mutare defensam.Et hic quidem omnium morbus est trium generum quaeproposui: et eorum scilicet qui secundum corpus de Deo sapiunt:et eorum qui secundum spiritualem creaturam, sicutiest anima; et eorum qui ñeque secundum corpus, ñeque secundumspiritualem creaturam, et tamen de Deo falsa existimant,eo remotiores a vero, quo id quod eapiunt, nec incorpore reperitur, nec in facto et condito spiritu, nec in ipsoCreatore. Qui enim opinatur Deum, verbi gratia, candidumvel rutilum, fallitur; sed tamen haec inveniuntur in corpore.Rursus qui opinatur Deum nunc obliviscentem, nunc recordantem,vel si quid huiusmodi est, nihilominus in errore est;sed tamen haec inveniuntur in animo. Qui autem putat eiusesse potentiae Deum, ut seipsum ipse genuerit, eo plus errat,quod non solum Deus ita non est, sed nec spiritualis neccorporalis creatura: nulla enim omnino res est quae se ipsamgignat ut sit.2. Ut ergo ab huiusmodi falsitatibus humanus animuspurgaretur, sancta Scriptura parvulis congruens, nullius generisrerum verba vitavit, ex quibus quasi gradatim ad divinaatque sublimia noster intellectus velut nutritus assurgeret.Nam et verbis ex re'bus corporalibus sumptis usaest, cum de Deo loqueretur; velut cum ait: In tegmine alarumtuarum protege me 1 . Et de spirituali creatura multatranstulit, quibus signifiearet illud quod ita non esset, sedita dici opus esset; sicuti est: Ego sum Deus zélans 2 ; et:Poenitet me hominem fecisse 3 . De rebus autem quae omninonon sunt, non traxit aliqua vocabula, quibus vel figuraretlocutiones, vel spissaret d aenigmata. Unde perniciosius etinanius evanescunt, qui tertio illo genere erroris a veritatesecluduntur, hoc suspicando de Deo, quod ñeque in ipso,ñeque in ulla creatura inveniri potest.Rebus enim quae in creatura inveniuntur, solee Scripturadivina velut infantilia oblectamenta formare, quibus inflrmorumad quaerenda superiora et inferiora deserenda, prosuo modulo tanquam passibus moveretur affectus. Quae veroproprie de Deo dicuntur, quaeque in nulla creatura inveniuntur,raro ponit Scriptura divina; sicut illud quod dictumest ad Moysen: Ego sum qui sum; et: Qui est, misit me ad1 Ps. 16, 8.2 Ex. 2o, 5.3 Gen. 6, 7.Editi, spiraret. At Mss. plerique, spissaret.I, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 129conocer lo aue ignoran, y no son capaces de conocer lo queanhelan. Afirmando con audacia presuntuosa sus opiniones,pues se cierran caminos a la inteligencia y prefieren nocorregir su doctrina perversa antes que mudar de sentencia.'Y éste es -el virus de los tres mencionados errores;es decir, de los que razonan de Dios según la carne,de los que sienten según la criatura espiritual, como loes el alma, y de los que, equidistantes de lo corpóreo y espiritual,sostienen opiniones sobre la divinidad tanto másabsurdas y distanciadas de la verdad cuanto su sentir nose apoya en los sentidos corporales, ni en el espíritu creado,ni en el Creador. El que opina que Dios es blancoo sonrosado se equivoca; con todo, estos accidentes se encuentranen el cuerpo. Nuevamente, quien opina que Diosahora se recuerda y luego se olvida, u otras cosas a estetenor, yerra sin duda, pero estas cosas se encuentran enel ánimo. Mas quien juzga que Dios es una fuerza dinámicacapaz de engendrarse a sí mismo, llega al vértice delerror, pues no sólo no es así Dios, pero ni criatura algunaespiritual o corpórea puede engendrar su misma existencia.2. Con el fin, pues, de purificar el alma humana de estasfalsedades, la Sagrada <strong>Escritura</strong>, adaptándose a nuestraparvedad, no esquivó palabra alguna humana con elintento de elevar, en gradación suave, nuestro entendimientobien cultivado a las alturas sublimes de los misteriosdivinos. Así, al hablar de Dios, usa expresiones tomadasdel mundo corpóreo y dice: Encúbreme a la sombra de tusalas. Y aun le place usurpar del mundo inmaterial locucionesinnúmeras, no para significar lo que Dios es en sí, sinoporque así era conveniente expresarse. Por ejemplo: Yo soyun Dios oeloiso. Me arrepiento de haber creado al hombre.Por el contrario, de las cosas inexistentes se abstiene engeneral la <strong>Escritura</strong> de emplear expresiones que cuajen enigmaso iluminen sentencias. Por eso se disipan en vanas yperniciosas sutilezas aquellos que, enmarcados en el tercererror, se distancian de la verdad fingiendo en Dios lo queni en El ni en ser alguno creado es dable encontrar.Con símiles tomados de la creación suele la <strong>Escritura</strong>divina formar como pasatiempos infantiles con la intencióndo excitar por sus pasos en los débiles un amor encendidohacia las realidades superiores, abandonando las rastreras.Lo que es propio de Dios, que no se encuentra en ningunacriatura, rara vez lo menciona la <strong>Escritura</strong> divina, comoaquello que fué dicho a Moisés: Yo soy él que soy; y: El que5


130 I. 1, 3vos 4 . Cum enim esse aliquo modo dicatur et corpus et animus,nisi pronrio quodam modo vellet intelligi, non id utiquediceret. Et illud quod ait Apostolus: Qui solus habet immortálitatem5 : cum et anima modo quodam immortalis essedicatur et sit, non dicprpt: solus habet. nisi quia vera immortalitasincommutabilitas est, quam nulla potest haberecreatura; quoniam solius est Creatoris. Hoc et lacobus dicit:Omn° datum optimum, et omne donum perfectum desursumest descendens a Patre lummum, apvd quem, non est commutotio,nec momenti obumbratio*. Hoc et David: Mutabisea, et mutabuntur; tu vero idem ipse es 7 .3. Proinde substantiam Dei sine ulla sui commutationemutabilia facientem, et sine ullo suo temnnraü motu temporariacreantem, intueri et tilene nosse difficile est: et idpoest npcessaria purgatio mentís nostrae, qua illud ineffabileineffabilitpr videri possit; qua nondum nraediti. fide nutrimur.et Der cmaedam tolerabiliora. ut ad illud caniendum aptiet hábiles efficiamur, itinera ducimur. Unde Apostolus inCbristo quidem dicit esse omnes thesauros sapientiae etscientiae absconditos s : eum tamen quamvis iam gratia eiusrenatifi- sed adhuc carnalibus et animalibus, tanquam parvu-Ija in Cbristo. non ex divina virtute in qua aequalis est Patri,sed ex humana infirmitate ex qua erucifixus est, commendavit.Ait namque: Neaue enim iudicavi me scire aliquid invobis, nisi Iesum Christum. et hunc crucifixum. Deinde secutasait: Et ego in infirmitate, et timore, et tremare multofui apitd vos 9 . Et paulo post dicit eis: Et ego, fratres, nonpotui loqui vobis auasi spiritualibus, sed quasi carnalibus.Qua si parvvlis in Christo, lac potum dedi vobis, non escam:nondum enim poteratis; sed nec adhuc quidem potestis 1 ",Hoc cum dicitur quibusdam, irascuntur, et sibi contumeliosodici putant; et plerumque malunt credere eos potius,a quibus hoc audiunt, non habere quod dicant, quam se caperenon posse quod dixerint. Et aliquando afferimus eisrationem, non quam petuntcum de Deo quaerunt; quia necipsi eam valent sumere, nec nos fortasse vel apprehenderevel proferre: sed qua demonstretur eis quam sint inhábilesminimeque idonei percipiendo quod exigunt.1 Ex. 3, 14.'" 1 Tim. 6, 16.0 lac. 1, 17.7 Ps. 101, 27. 28.8 Col. 2, 3-° 1 Cor. 2. a. 3.10 Ibid., 3, 1, 3.I, 1, 3 I1E LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 131es me envía a vosotros. Ser se dice en cierto modo del cuerpoy del espíritu, mas la <strong>Escritura</strong> no diría esto si no quisieradarle un sentido especial. Dice también el Apóstol:El único que posee la inmortalidad. Siendo el alma, en ciertamedida, inmortal, no diría el Apóstol: El único que lapasee, si no se tratase de la verdadera inmortalidad inconmutable,que ninguna criatura puede poseer, pues es exclusivadel Creador. Esto dice Santiago: Toda dádina óptimay todo don perfecto viene de arriba, desciende del Padre delas luces, en el cual no se da mudanza ni sombra de variación.Y David en el Salmo: Los mudarás y serán mudados;pero tú eres siempre el mismo.3. De aquí la dificultad de intuir y conocer plenamentela substancia inconmutable de Dios, creadora de las cosantransitorias, y, sin mutación alguna temporal en sí; crealas cosas temporales. Para poder contemplar inefablementelo inefable es menester purificar nuestra mente. No dotadosaún cc


132 BE TRINITATB I, 2, 4Sed quia non audiunt quod vólunt, aut callide nos agereputant ut nostram oceultemus imperitiam, aut malitiosequod eis invideamus peritiam; aíque ita indignantes perturbatiquediscedunt.I, 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA IRINIPAD 133Mas como no escuchan lo que quieren, juzgan, o queobramos así para ocultar nuestra insipiencia, o que maliciosamenteemulamos su saber, y así, indignados y coléricos,se alejan 2 .CAPUT II<strong>DE</strong> TRINITATE QUOMODO HOC IN OPERE DISSERENDUMCAPITULOPLAN <strong>DE</strong> LA OBRAII4. Quapropter adiuvante Domino Deo nostro suscipiemuset eam ipsam quam flagitant, quantum possumus,redder-e rationem, quod Trinitas sit unus et solus et verusDeus, et quam recte Pater et Filius et Spiritus sanctusunius eiuisdemque substantiae vel essentiae dicatur, credatur,intelligatur; ut non quasi nostris excusationibus illudantur,sed reipsa experiantur, et esse illud summum bonumquod purgatissimis mentibus cernitur, et a se proptereacerni eomprehendique non posse, quia humanae mentísacies invalida in tam excellenti luce non fig'itur, nisi periustitiam fldei nutrita vegetetur.Sed primum secundum auctoritatem Scripturarum sanctarum,utrum ita se fides habeat, demcnstrandum est. Deindesi voluerit et adiuverit Deus, istis garrulis ratiocinatoribus,elatioribus iquam capacioribus, atque ideo morbo periculosiorelaborantibus, sic ffortasse serviemus, ut inveniantaliquid unde dubitare non possint, et ob hoc in eoquod invenire nequiverint, de suis mentibus poti.us quamde ipsa veritate, vel de nostris disputationibus conquerantur:atque ita si quid eis erga Deum vel amoris est veltimoris, ad initium fidei et ordinem redeant, iam sentientesquam salubriter in sancta Ecclesia medicina fidelium constituíasit, ut ad perceptionem incommutabilis veritatis imfoe'cillemmentem observata p'etas sanet, ne in opinionemnoxiae falsitatis temeritas inordinata praecipitet. Nec pigebitautem me, sicubi haesito, quaerere; nec pude-bit, sicubierro, discere.4. Por lo cual, con la ayuda del Señor, nuestro Dios,intentaré contestar, según mis posibles, a la cuestión quemis adversarios piden, a saber, que la Trinidad es urf solo,único y verdadero Dios, y cuan rectamente se dice, cree yentiende que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son deuna misma esencia o substancia; de suerte que, no burladoscon nuestras excusas, sino convencidos por experiencia, sepersuadan de la existencia del Bien Sumo, visible a las almaspuras, y de su incomprensibilidad inefable, porque ladébil penetración de ]a humana inteligencia no puede fijarsu mirada en el resplandor centelleante de la luz si no es robustecidapor la justicia de la fe.Primero es necesario probar, fundados en la autoridadde las Santas <strong>Escritura</strong>s, si es ésta nuestra fe. Luego,si Dios quiere y nos socorre, abordaré mi respuesta a estosgárrulos disputadores, más hinchados que capaces, enfermosde gran peligro, ayudándoles quizá a encontraruna verdad de la cual no puedan dudar, y obligándolos, enlo que pudieren encontrar, a poner en cuarentena la penetracióny agudeza de su inteligencia antes que dudar dela verdad y rectitud de nuestras disquisiciones. Y si hayen ellos una centella de amor o temor de Dios, vuelvan alorden y principio de la fe, experimentando en sí la influenciasaludable de la medicina de los fieles existente en lasanta Iglesia, para que la piedad bien cultivada sane laflaqueza de su inteligencia y pueda percibir la verdad inconmutable,y así su audacia temeraria no les precipite enopiniones de una engañosa falsedad. Y no me pesará indagarcuando dudo, ni me avergonzaré de aprender cuandoyerro.2 La razón 'humana, abandonada a sus propias fuerzas, es impotentepara probar con argumentos convincentes la existencia del misteriode los misterios. Las disquisiciones sutiles del genio penetrantede Agustín—nos lo advierte él mismo—no serán, pues, demostracionesapodícticas, sino perspectivas de lo inefable. Cf. De doctrinachrisUana, c. 6, n. i : PL 34, 21.


134 <strong>DE</strong> IRINITA1E I, 3, 5I, 3, 5 D£ LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 135CAPUTIIIQUID A SUIS LECTORIBUS EXPOSCAT AUGUSTINUS. LECTORUMTARMORUM ERRORES AUCTORI NON TRIBUENDI5. Proinde quisquís haec degit, ubi pariter certus est,pergat mecum; ubi pariter haesitat, quaerat mecum: ubierrorem suum cognoscit, redeat ad me; ubi meum, rervocetme. Ita ingrediamur simül charitatis viam, tendentes adeum de quo dictum est: Quaerite faciem eius semper 11 . Ethoc pfacitum pium atque tutum coram Domino Deo nostrocum ómnibus inierim ai , qui ea quae scribo legunt, et in ómnibusscriptis meis, maximeque in his ubi quaeritur unitasTrinitatis, Patris et Filii et Spiritus sancti b , quia nec periculosiusalicubi erratur, nec laboriosius aliquid quaeritur,nec fructuosius aliquid invenitur.Quisquis ergo cum legit dicit: "Hoc non bene dictumest, quoniam non intelligo"; locutionem meam reprehendit c ,non fidem: et forte veré potuit dici planius; verumtamennullus hominum ita locutus est, ut in ómnibus ab ómnibusintelligeretur. Videat ergo cui hoc in sermone meo displicet,utrum alios in talibus rebus quaestionibusque versatosintelligat, cum me non intelligit: et si ita est, ponat librummeum, vel etiam, si hoc videtur, abiiciat; et eis potius quosintelligit, operam et tempus impendat.Non tamen propterea putei me tacere debuisse, quianon tam expedite ac dilucide quam illi quos intelligit, eloquipotui. Ñeque enim omnia quae ab ómnibus conscribuntur,in omnium manus veniunt: et fieri potest ut nonnulliqui etiam haec nostra intelligere valent, illos planiores noninveniant libros, et in istos saltem incidant.Ideoque utile est, plures a pluribus fieri diverso etilo,non diversa fide, etiam de quaestionibus eisdem, ut ad plurimosres ipsa perveniat; ad alios sic, ad alios autem sic.At si ille qui se ista non intellexisse conqueritur, nulla unquamde talibus rebus diligenter et acute disputata intelligerepotuit; secum agat votis et studiis ut proficiat, nonmecum querelis et conviciis ut taceam.11 Ps. 104, 4.a .Lov. interim. .Alii códices, inierim.b Sic mss. supra viginti. At Editi ha'bent, Pater et Filius et SpiritusSanctus.0 In excusis, reprehendat. Sed melius in Mss. reprehendit.CAPÍTULOIIIDISPOSICIONES QUE EN EL LECTOR EXIGE AGUSTÍN5. En consecuencia, quien esto lea, si tiene certeza,avance en mi compañía; indague conmigo, si duda; pase ami campo cuando reconozca su error, y enderece mis pasoscuando me extravíe. Así marcharemos, con paso igual, porlas sendas de la caridad en busca de aquel de quien es_tá escrito: Buscad siempre su rostro. Esta es la piadosa y seguraregla que brindo, en presencia del Señor, nuestro Dios, aquipnes lean mis escritos, especialmente este tratado, dondese defiende la unidad de la Trinidad, Padre, Hijo y EspírituSanto, pues no existe materia donde con mayor peligro sedesbarre, ni se investigue con más fatiga, o se encuentrecon mayor fruto.Aquel que, al correr de la lectura, exclama: "Esto noestá bien dicho, porque no lo comprendo", critica mi palabra,no mi fe. La frase quizá pudiera ser más diáfana:sin embargo, ningún hombre ha podido expresarse de maneraque todos le entiendan en todo. El que no esté conformecon mi expresión o no la entienda, vea si es capazde comprender a otros autores más versados en estaslides, y si es así, cierre mi libro, y, si le parece, arrincóneloy dedique sus afanes y su tiempo a los que entiende.Sin embargo, no crea que deba yo guardar silencio porqueno me expreso con la precisión y nitidez de los autoresque él entiende. No todos los libros que se escriben circulanen manos de todos; y es posible que algunos no tengan asu alcance los escritos que se juzgan más asequibles y topencon estos nuestros y sean capaces dé entenderlos.Por eso es útil que ciertas cuestiones sean tratadas pordiversos autores de idénticas creencias, con diferente estilo,para que así la misma verdad llegue a conocimiento demuchos, a unos por este conducto, a otros por aquél. Mas,ni alguien se lamenta de no entender mi lenguaje porquenunca fué capaz de comprender tales cosas, aunque esténexpuestas con agudeza y diligencia, trate consigo de adelantaren los deseos y estudios, pero no pretenda hacermeenmudecer con sus lamentos y ultrajes.


136 <strong>DE</strong> TRINITATE I. 3, 6Qui vero haec legens dicit: Intelligo quidem quid dictumsit, sed non veré dictum est; asserat, si placet d , sententiamsuam, et redarguat meam, si potest. Quod si cum chántateet veritate fecerit, mihique etiam (si in hac vita maneo 6 )cognoscendum faceré curaverit, uberrimum fructum laborishuius mei cepero. Quod si mihi non potuerit, quibus id potuerit,me volente ac líbente praestiterit: ego tamen legeDomini meditor, si non die ac nocte 12 saltem quibus temporumparticulis possum; et meditationes meas, ne oblivionefugiant, stilo alligo: sperans de misericordia Dei,quod in ómnibus veris quae certa mihi sunt, perseverantemme faciet; si quid autem aliter sapio, id quoque mihi ipserevelabit 13 , sive per occultas inspirationes atque admonitiones,sive per manifesta eloquia sua, sive per fraternassermocinationps. Hoc oro, et hoc depositum desideriumquemeum penes ipsum habeo, qui mihi satis idoneus est custodirequae dedit, et reddere quae promisit.6. Arbitror sane nonullos tardiores, in quibusdam loéislibrorum meorum opinaturos me sensisse quod non sensi,aut non sensisse auod sensi. Quorum errorem mihi tribuínon deberé quis nesciat, si velut me sequentes ñeque apprehendentesdeviaverint in aliquam falsitatem, dum coa:or perquaedam densa et opaca viam carpere: quandoquidem necipsis sanctis divinorum Librorum auctoritatibus f ullo modoquisquam recte tribuerit tam multos et varios errores haereticorumcum omnes ex eisdem Scripturis falsas atque fallacesopiniones suas conentur defenderé?Admonet me plañe ac mihi iubet suavissimo imperio lexChristi, hoc est charitas, ut cum aliquid falsi in libris mpisme sensisse homines putant quod ego non sensi, atque idipsumfalsum alteri displicet. alteri placet, malim me reprehendía reprehensore falsitatis, quam ab eius laudatore laudan.Ab illo enim quamvis ego non recte, qui hoc non senserina,error tamen ipse recte vituperatur: ab hoc autem necego recte laudor a quo existimor id sensisse quod vituperatveritas, nec ipsa sententia quam vituperat veritas.Ergo in nomine Domini susceptum opus aggrediamur.12Ps. I, 2.13 Phil. 3, 15-1, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADisrEl que, ail recorrer estas líneas, diga que entiende lo quose dice, pero no lo juzga verdadero, pruebe, si le place, susentencia e impugne, si puede, la mía. Si lo hace impulsadopor la caridad y por la verdad y se digna—si aun vivo—hacérmelosaber, opimos frutos me producirá este mi afán;si no le fuera posible hacérmelo presente, siempre le estaráagradecido y obligado en nombre de aquellos a quienes selo hiciese notar. Por mi parte, continuaré meditando, si nodía y noche, sí,-empero, en los fugaces momentos en queme es posible, y para no olvidar mis soliloquios los confíoa mi pluma, esperando, por la misericordia divina, poderperseverar en estas verdades que se complace en revelarme;y si estoy en el error, El me lo dará a conocer, ya por mediode sus secretas amonestaciones e inspiraciones, ya pormedio de su palabra revelada, ya por medio de mis coloquioscon los hermanos. Esto es lo que pido, y este mi deseolo deposito cabe El, pues es poderoso para custodiarlo que me dio y cumplir lo que prometió.6. Creo, en verdad, que algunos, más tardos de ingenio,en ciertos pasajes de mis libros opinarán que yo dijelo que no he dicho o que no dije lo que dije. ¿Quién ignoraque su error no se me ha de imputar si al seguir mispasos, mientras me veo obligado a caminar por obscura eimpracticable vía, no me comprenden y se desvian hastadar en el error, si nadie puede con razón atribuir a las autoridadessagradas de los libros divinos los múltiples y variadoserrores de los herejes, cuando todos acuden a las<strong>Escritura</strong>s para defender sus falaces y erróneas opiniones?La ley de Cristo, con suavísimo imperio, es decir, lacaridad, me amonesta abiertamente y manda preferir serreprendido por el que fustiga el error a la lisonja del que"lo alaba, cuando los hombres crean que he defendido enmis libros algún error que yo no defiendo, y a unos placey a otros desagrada. Aunque injustamente, pues no es miopinión, con justo enojo es vituperado el error por el primero;mientras, por el contrario, no soy con razón alabadopor el que juzga que defiendo lo que la verdad condena, nies con rectitud loada una doctrina que la verdad vitupera.En el nombre del Señor doy, pues, principio a mi obra.d Sevdecim Mss., asserat ut placet,6 Editi, si dum in hac -vita maneo. Abest dum a Mss.' Mss. tres e Vaticanis, auctoribus.


138 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 4, 7I ? 4_ 1 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 139CAPUTIVCAPITULO IVQUAE SIT DOCTRINA FI<strong>DE</strong>1 CATHOLICAE <strong>DE</strong> TRINITATE7. Omnes quos legere potui, qui ante me scripserunt deTrinítate, quae Deus est, divinorum Librorum veterum etnovorum catholici tractatores, hoc intenderunt secundumScripturas docere, quod Pater et Filius et'Spiritus sanctus,unius eiusdemque substantiae inseparabili aequalitate divinaminsinuent unitatem; ideoque non sint tres dii, sed unusDeus: quamvis Pater Filium genuerit, et ideo Filius non sitqui Pater.est; Filiusque a Patre sit genitus, et ideo Paternon sit qui Filius est; Spiritusque sanctus nec Pater sit necFilius, sed tantum Patris et Filii Spiritus, Patri et Filioetiam ipse coaequalis, et ad Trinitatis pertinens unitatem.Non tamen eamdem Trinitatem natam de virgine Maria,et sub Pontio Pilato crucifixam et sepultam, tertio die resurrexisse,et in caelum ascendisse, sed tantummodo Filium.Nec eamdem Trinitatem descendisse in specie columbae superIesum baptizatum 14 ; aut die Pentecostés post ascensionemDomini, sonitu facto de cáelo quasi ferretur flatus vehemens,et linguis divisis velut ignis sedisse super unumquemqueeorum, sed tantummodo Spiritum sanctum 15 . Neceamdem Trinitatem dixisse de cáelo: Tu es Filius meus le ,sive cum baptizatus est a Ioanne, sive in monte quando cumillo erant tres discipuli 17 ; aut quando sonuit vox, dicens:Et clarificavi, et iterum clarificabo ls : sed tantummodo Patrisvocem fuisse ad Filium factam; quamvis Pater et Filiuset Spiritus sanctus, sicut inseparabiles sunt, ita inseparabiliteroperentur. Haec et mea fides est, quando haecest catholica fides.14 Mt. 3, 16.13 Act. 2, 2-4.18 Me. i, 11.DOCTRINA CATÓLICA SOBRE LA TRINIDAD7. Cuantos intérpretes católicos de los libros divinosdel Antiguo y Nuevo Testamento he podido leer, anterioresa mi en la especulación sobre la Trinidad, que es Dios,enseñan, al tenor de las <strong>Escritura</strong>s, que el Padre, el Hijoy el Espíritu Santo, de una misma e idéntica substancia,insinúan, en inseparable igualdad, la unicidad divina, y, enconsecuencia, no son tres dioses, sino un solo Dios. Y aunqueel Padre engendró un Hijo, el Hijo no es el Padre; yaunque el Hijo es engendrado por el Padre, el Padre no esel Hijo; y el Espíritu Santo no es ni el Padre ni el Hijo,sino el Espíritu del Padre y del Hijo, al Padre y al Hijocoigual y perteneciente a Qa unidad trina. Sin embargo, laTrinidad no nació de María Virgen, ni fué crucificada y sepultadabajo Poncio Pilato, ni resucitó al tercer día. nisubió a los cielos, sino el Hijo solo; ni descendió la Trinidaden figura de paloma sobre Jesús el día de su bautismo;ni en la solemnidad de Pentecostés, después de la ascensióndel Señor, entre viento huracanado y fragores del cielo.vino a posarse, en forma de lenguas de fuego, sobre losapóstoles, sino sólo el Espíritu Santo. Finalmente, no dijola Trinidad desde el cielo: Tú eres mi Hijo, cuando Jesúsfué bautizado por Juan, o en el monte cuando estaba encompañía de sus tres discípulos, ni al resonar aquella voz:Le he glorificado y le volveré a glorificar, sino que eraúnicamente la vez del Padre, que hablaba a su Hijo, si bienel Padre, el Hijo y ei Espíritu Santo sean inseparables ensu esencia y en sus operaciones. Y ésta es mi fe, pues es lafe católica.


140 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 5, 8I, 5, 8 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD l^jCAPUTDlFFICULTATES <strong>DE</strong> TRINITATE: QUOMODO TEES UNUS <strong>DE</strong>ÜS, ETINSEPARABILITER OPERANTES PRAESTENT QUAEDAM SINE INVICEM8. Sed in ea nonnulli perturbantur, cum audiunt DeumPatrem, et Deum Filium, et Deum Spiritum sanctum, et taimenhanc Trinitatem non tres déos, sed unum Deum; etquemadmodum id intelligant quaerunt: praesertim cum dicitur,inseparabiliter operari Trinitatem in omni re quamDeus operatur, et tamen quamdam vocem Patris sonuisse,quae vox Filii non sit; in carne autem natum, et passum, etresurrexisse, et in caelum ascendisse nonnisi Filium; in columbaeautem specie venisse nonnisi Spiritum sanctum: intelligerevolunt, quomodo et illam vocem, quae nonnisi Patrisfuit Trinitas fecerit; et illam carnem, in qua nonnisi Filiusde Virgine natus est, eadem Trinitas creaverit; et illamcolumbae speciem, in qua nonnisi Spiritus sanctus apparuit,illa ipsa Trinitas operata sit.Alioquin non insepéra'biliter Trinitas operatur, sed aliaPater facit, alia Filius, alia Spiritus sanctus: aut si quaedamsimul faciunt, quaedam sine invicem, iam non inseparabilisest Trinitas.Movet etiam quomodo Spiritus sanctus in Trinitate sit,quem nec Pater, nec Filius, nec ambo genuerint, cum sitSpiritus et Patris et Filii. Quia ergo quaerunt ista homines,et taedio nobis sunt; si quid hinc ex dono Dei sapit infirmitasnostra, edisseramus eis ut possumus, ñeque cum invidiatabescente iter habeamus 19 ."a" Sap. 6, 23.Vaticanus eodex, habere. Alius Vaticanus, haberí.VCAPÍTULO VSi dicimus nihil nos de talibus retous cogitare soleré,mentimur: si autem fatemur habitare a ista in cogitationibusnostris, quoniam rapimur amore indagandae veritatis, fla-DIFICULTA<strong>DE</strong>S ACERCA <strong>DE</strong> LA TRINIDAD. OÓMO LAS TRES PERSO.ÑAS SON UN SOLO DIOS Y, OBRANDO INSEPARABLEMENTE, EJECU­TAN CIERTAS COSAS SIN MUTUO CONCURSO8. Pero algunos se turban cuando oyen decir que el Padrees Dios, que el Hijo es Dios y que el Espíritu Santo esDios, y, sin embargo, no hay tres dioses en la Trinidad, sinoun solo Dios; y tratan de entender cómo puede ser esto;especialmente cuando se dice que la Trinidad actúa inseparabTementeen todas las operaciones de Dios 3 ; con todo, nofué la voz del Hijo, sino la voz del Padre, la que resonó; sóloel H'jo se apareció en carne mortal, padeció, resucitó y subióal cielo; y sólo el Espíritu Santo vino en figura depaloma. Y quieren entender cómo aquella voz del Padre esobra de la Trinidad, y cómo aquella carne en la que sólo elHijo nació de una Virgen es obra de la misma Trinidad, ycómo pudo la Trinidad actuar en la figura de paloma, puesúnicamente en ella se apareció el Espíritu Santo.Pues de no ser así, la Trinidad no obraría inseparablemente,y entonces el Padre sería autor de unas cosas, elHijo de otras y el Espíritu Santo de otras; o, si ciertas operacionesson comunes y algunas privativas de una personadeterminada, ya no es inseparable la Trinidad.Les preocupa también saber cómo el Espíritu Santo pertenecea dicha Trinidad no siendo engendrado por el Padre,ni por el Hijo, ni ñor ambos a una, aunque es Espíritu delPadre y del Hijo. Estas son. pues, las cuestiones que hastaasediarnos nos proponen; y si Dios se complace en ayudarnuestra pequenez, ensayaremos responderles, evitando caminarcon aquel que de envidia se consume.Si afirmo que no suelen venirme al pensamiento talesproblemas, mentiría; y si confieso que estas cosas tienenholgada mansión en mi entendimiento, pues me inflamo enel amor de la verdad a indagar, me asedian, con el derechode la caridad, para que les indique las soluciones encontra-3 Se refiere el Santo a las operaciones denominadas ad extra.La doctrina a^ustiniana pasó a ser axioma teológico en las escuelas.El concilio de Florencia lo incorpora al lenguaje oficial de la Iglesiacuando define : In Trinitate omnia unum, ubi non obviat relationisoppositio. Cf. Denz. 703.


142 <strong>DE</strong> TRINIIATE I, 6, 9gitant iure charitatis ut eis jndicemus quid bine excogitarepotuerimus: non quia iam acceperim, ut nerfectus sim(nam si Paulus apostolus, quanto magis ego longe infra illiuspedes iacens non me arbitror apprehendisse?); sed promodulo meo, si ea quae retro sunt obliviscor, et in anteriorame extendo, et secundum intentionem sequor ad palmamsupernae vocationis 20 , quantum eiusdem viae peregerim, etquo pervenerim, unde mihi in finem reliquus cursus est, utaperiam desideratur a me, illis desiderantibus quibus meserviré cogit libera chantas.Oportet autem, et donabit Deus, ut eis ministrando quaelegant. inse auoque proficiam; et eis cupiens responderéquaerentibus, ipse quoque inveniam quod quaeretoam. E'rgosuscepi haec, iubente atque adiuvante Domino Deo nostro,non tam cognita cum auctoritate disserere, quam ea cumpietate disserendo cognoscere.CAPUT VIFLLIUM ESSE VERUM <strong>DE</strong>UM EIUS<strong>DE</strong>M CUM PATRE SUBSTANTIAE.NON SOLUS PATER, SED TRINITAS DICTA IMMORTALIS. NON EXSOLO PATRE OMNIA. SED ETIAM EX FILIO. SPIRITUM <strong>SAN</strong>CTUMESSE VERUM <strong>DE</strong>UM PATRI ET FILIO AEQUALEM9. Qui dixerunt Dominum nostrum Iesum Christumnon esse Deum, aut non esse verum Deum, aut non cum Patreunum et solum Deum, aut non veré immortalem, quiamutabilem, manifestissima divinorum testimoniorum et consonavoce convicti sunt; unde sunt illa: In principio eratVerbum, et Verbum erat apud Deum. et Deus erat Verbum.Manifestum est enim quod Verbum Dei, Filium Dei unicumaccipimus, de quo post di-cit: Et Verbum caro factum est,et habitavit in nóbis, propter nativitatem incarnationis eius,quae facta est in tempore ex Virgine.In eo autem declarat, non tantum Deum esse, sed etiameiusdem cum Patre substantiae, quia cum dixisset: Et Deuserat Verbum; Hoc erat, inquit, in principio apud Deum;omnia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil 21 .1° Phil. 3, 12-u.31 lo. I, i. 14 ; 3, 3.'I, 6, £> <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 143das. No es que haya alcanzado la meta, o sea ya perfecto(si el apóstol San Pablo no se atrevió a decirlo ds sí, ¿cómoosaré yo pregonarlo, estando tan distanciado de él y bajosus pies?); mas olvido lo que atrás queda y me lanzo, segúnmi capacidad, a la conquista de lo que tengo delantey corro, con la intención, hacia la recompensa de la vocaciónsuprema. Dónde me encuentro en este caminar, adondehe llegado y cuánto me falta para alcanzar el fin, es lo ¡quedesean saber de mí aquellos de quienes la caridad libre mehace humilde servidor.Es menester, y Dios me lo otorgará, que yo mismo aprendaenseñando a mis lectores, y al desear responder a otros,yo mismo encontraré lo que buscando voy. Tomo sobre míeste trabajo por mandato y con el auxilio del Señor, nuestroDios, no con el afán de discutir autoritariamente, sino conel anhelo de conocer lo que ignoro discurriendo con piedad.CAPITULO VIEL HIJO ES CONSUBSTANCIAL AL PADRE. NO SOLAMENTE EL PA­DRE, SINO TAMBIÉN LA TRINIDAD ES INMORTAL. TODAS LAS CO­SAS HAN SIDO HECHAS POR EL PADRE Y EL HlJO. EL ESPÍRITU<strong>SAN</strong>TO ES DIOS VERDA<strong>DE</strong>RO, IGUAL AL PADRE Y AL HIJO9. 'Los que dijeron que nuestro Señor Jesucristo no eraDios, o que no era Dios verdadero, o que no era un Dios conél Padre, o que por ser mudaible no era inmortal *, puedenser convencidos por el testimonio acordado y unánime delos libros divinos, de donde están tomadas estas palabras:En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios,y el Verbo era Dios. Es manifiesto que nosotros reconocemosen el Verbo de Dios al Hijo único de Dios, del cual dice luego:Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, a causadel nacimiento de su encarnación, acaecido, en el tiempo,de una Virgen.En este pasaje declara San Juan no sólo que Cristo esDios, ¡sino que es consubstancial al Padre, pues habiendo dichoque el Verbo era Dios, continúa: En el principio estabaen Dios. Todas las cosas fueron" hechas por El, y sin El nada4 Los que niegan la divinidad de Cristo son legión. La historiade las herejías tiene aún abierto el último capítulo sobre la ficciónmodernista. Cuando Agustín escribe las palabras del texto, el arrianismo,la gran herejía eristológica, mordía el polvo de la derrotaaplastado por el anatema del primer concilio ecuménico.


144 <strong>DE</strong> TRINIIAIE I, 6, 10Ñeque enim dicit omrúa; nisi quae facta sunt, id est omnemcreaturam. Unde liquido apparet ipsum faetum non esse perquera facta sunt omnia. Et si factus non est, creatura nonest: si autem creatura non est, eiusdem cum Patre substantiaeest. Omnis enim substantia quae.Deus non est, creaturaest; et iquae creatura non est, Deus'est. Et si non est Filiuseiusdem substantiae cuius Pater; ergo facta substantia est:si facta substantia est, non omnia per ipsum facta sunt: atomnia per ipsum facta sunt; unius igitur eiusdemque cumPatre substantiae est. Et ideo non tantum Deus, sed et verusDeus.Quod idem Ioannes apertissime in Epístola sua dicit:Scimus quod Filius Dei venerit, et dederü nobis intéllectumut cognoscamus verum Deum, et simus in vero Filio eiusIesu (Jhristo. Hic est verus Deus, et vita aeterna 22 .10. Hinc etiam consequenter intelligitur non tantummodode Patre dixisse apostolum Paulum: Qui solus habetimmortalitatem; sed de uno et solo Deo quod est ipsa Trinitas.Ñeque enim ipsa vita aeterna mortalis est secundumaliquam mutabilitatem: ac per hoe Filius Dei, quia vitaaeterna est, cum Patre etiam ipse intelligitur, ubi dictumest: Qui solus habet immortalitatem. Eius enim vitae aeternaeet nos participes facti, pro modulo nostro immortalesefficimur. Sed aliud est ipsa cuius participes efficimur, vitaaeterna; aliud nos qui eius partieipatione vivemus In aeternum.Si enim dixisset: Quem temporibus propriis ostendetPater beatus et solus potens, Rex regum et Dommus dominantium,qui solus habet immortalitatem; nec sic inde separatumFilium oporteret intelligi.Ñeque enim, quia ipse Filius alibi loquens voce Sapientiae(ipse est enim Dei Sapientia a3 ) ait: Gyrum caeli círcuivisola 24 , separavit a se Patrem: quanto magis ergo nonest necesse ut tantummodo de Patre praeter Filium intelligatur,quod dictum est: Qui solus habet immortalitatem,cum ita dictum sjt: Ut serves, inquit, mandatum sine macula,irreprehensibile, usque in adventum Domini nostri IesuChristi: quem temporibus propriis ostendet beatus et soluspotens, Rex regum et Dominus dominantium; qui solus habetimmortalitatem, et lucem habitat inaccessibilem; quemnemo hominum vidit, nec videre potest; cui est honor et glo-.ría in saecula saecwlorum. Amen 2S .In quibus verbis, nec Pater proprie nominatus est, necFilius, nec Spiritus sanctus; sed beatus et solus potens, Rex22232425i lo. 5, ao.i Cor. i, 24.Eccli. 24, 8.1 Tim. 6, 14-16.I, 6, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 145ha sido hecho. En el omnia se incluyen todas las criaturas.Luego consta con evidencia que no ha sido hecho aquel porquien fueron hechas todas las cosas. Y si no ha sido hechono es criatura; y si no es criatura, es una misma substancia,con el Padre. Toda substancia que no es Dios, es criaturayla substancia que no es criatura, es Dios. Si el Hijo no esuna misma substancia con el Padre, es criatura; y si escriatura, ya no han sido hechas por El todas las cosas. Peroestá escrito: Todo ha sido hecho por El; luego es una mismasubstancia con el Padre, y, por consiguiente, no sólo esDios, sino también Dios verdadero.El mismo San Juan dice con gran claridad en su Carta:Sabemos que el Hijo de Dios vino y nos dio inteligenciapara que conozcamos al Dios verdadero y estemosen su verdadero Hijo, Jesucristo. Este es el verdadero Diosy la vida eterna.10. En consecuencia, se comprende muy ibien cómo Pablo,el Apóstol, al decir el único que posee la inmortalidad,habla no sólo del Padre, sino del único Dios, que es la Trinidadmisma. Jamás la vida eterna puede ser mortal por mutabilidad,y por esta razón en las palabras el único inmortal seincluye juntamente con el Padre al Hijo, porque es la vidaeterna. Nosotros mismos somos particioneros de la vidaeterna, y, según nuestra capacidad, nos hacemos inmortales.Mas una cosa es la vida eterna participada y otra nuestranaturaleza, capaz de vivir eternamente gracias a esta participación.Y si el Apóstol hubiera dicho que el Padre erael único feliz y poderoso, señor del tiempo, rey de reyes yemperador de los que dominan, el único inmortal, ni aun eneste caso quedaría el Hijo excluido de la inmortalidad.Tampoco el Hijo se separa del Padre cuando en otraparte dice al hablar por boca de la Sabiduría (El es Sabiduríade Dios): Sola recorrí el círculo de los cielos; concuánta mayor razón se entenderá del Padre y del Hijo lasentencia el único que posee la inmortalidad, pues añade:Para que observes el precepto sin mancha ni culpa hasta lavenida de nuestro Señor Jesucristo, quien hará aparecer asu tiempo al bienaventurado y solo dichoso, el único queposee la inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quiennadie entre los mortales vio ni puede ver; al cual el honory la gloria por los siglos de los siglos. Amén.En este pasaje no se nombra propiamente al Padre, nial Hijo, ni al Espíritu Santo, sino al feliz y solo poderoso,


146 <strong>DE</strong> TRINITATÉ ¡t, 6, 12regum et Dominus dominantium,verus Deus ipsa' Trinitas.quod est unus et solus et11. Nisi forte quae sequuntur, perturbabunt hunc intellectum,iquia dixit: Qu&m nemo hominum vidit, nec viderepotest:. cum hoc etiam ad Ohristum pertinere secundum eiusdiivinitatem accipiatur, quam non viderunt iudaei, qui tamencarnem viderunt et crucifixerunt. Videri autem divinitas *humano visu nullo modo potest: sed eo visu videtur, quoiam qui vident, non 'homines sed ultra nomines sunt. Recteergo ipse Deus Trinitas intelligitur beatus et solus potens,ostendens adventum Domini nostri Iesu Christi temporibuspropriis. Sic enim dictum est: Solus habet immortaUtatem;quomodo dictum est: Qui facit mirabilia solus 2G .Quod veikn scire de quo dictum aecipiant: si de Patretantum, quomodo ergo verum est, quod ipse Filius dicit:Quaecumque enim Pater facit, haec eadem et Filius facitsimiliter? An quidiquam est ínter mirabiiia mirabiiius quamresuscitare et vivificare mortuos? Dicit autem idem Filius:Sicwt Pater suscitat martuos et vivifioat, sic et Filius quosvult vivificat 2T . Quomodo ergo solus Pater facit mirabilia,cum haec verba nec Patrem tantum, nec Filium tantum permittantintelligi, sed utique Deum unum verum solum, idest, Patrem et Filium et Spiritum sanctum?12. ítem cum dicit idem apostolus: Nóbis unus DeusPater, ex quo omitía, et nos in iipso; et unus Dominus lesusChristus per quem omnia, et nos per ipsum 28 ; quis dubiteteum omnia quae creata sunt dicere, sieut Ioannes: Omniaper ipsum facta sunt? Quaero ataque de quo dicat alio loco:Quoníam ex ipso, et per ipsum, et in ipso sunt omnia: ipsigloria in saecula saeculorum. Amen. Si enim- de Patre etFilio et Spiritu sancto, ut singulís personis singula tribuantur:Ex ipso, ex Patre; per ipsum, per Filium; in ipso, inSpiritu sancto: manifestum quod Pater et Filius et Spiritussanctus unus Deus est, quando singulariter intulit: Ipsi gloriain saecula saeculorum. Unde enim coepit hunc sensum,non ait: O altitudo divitiarum sapientae et scientiae Patris,aut Filii, aut Spiritus sancti; sed sapientae et scientiae Dei!Quam inscrutabilia sunt indicia eius, et investigabiles viae28 Ps. 71, 18.27 lo. 5, 19. 3128 1 Cor. 8, 6.aSic in Mss. At in edkis, loco divinitas, habetur Trinitas.I, 6, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 147Rey de reyes y Señor de señores, único Dios verdadero, lamisma Trinidad.11. A no ser que las palabras siguientes: A quien ningúnhombre vio, ni puede ver, tuerzan la interpretacióndada, pues pudiera entenderse esto de la divinidad de Cristo,invisible a los ojos de los judíos, que vieron su carne ylo crucificaron. La pupila humana no puede ver en modoalguno la divinidad 5 , y los que la contemplan no son hombres,sino superhombres. Luego con pleno derecho se hande entender del Dios Trinidad las palabras bienaventuradoy sólo poderoso, que manifiesta en el tiempo oportuno lavenida de nuestro Señor Jesucristo. La expresión: El únicoque posee la inmortalidad, ofrece eí mismo sentido que aquellaotra: El único que obra prodigios.Dpsearía saber cómo la interpretan mis adversarios, puessi sólo ál Padre la aplican, ¿cómo será cierta la afirmacióndel Hijo cuando dice: Todo lo que el Padre hace lo haceigualmente el Hiio? ¿Hay, por ventura, algo más prodigiosoentre los prodieios aue resucitar y vivificar los cadáveres?Pues el mismo Hijo dice: Como el Padre resucita a los muertosy los vivifica, así el Hijo vivifica a los que quiere. ¿Cómoobrará el Padre solo milagros, si estas palabras no nprmitenentenderlas del Padre solo, o del Hijo solo, sino del únicov verdadero Dios, esto >es, del Padre, del Hijo y del EspírituSanto?12. Además, cuando dice el mismo Anóstol: Para nosotrossólo hay un Dios, el Padre, de quien todo procede, ynosotros en El; y un Señor, Jesucristo, por quien son todaslas cosas y nosotros por El. ¿auién duda a"e habla de todaslas cosas creadas, como lo entipnde San Juan cuando escribe:Todo fué hecho por El? Preeimto, además, de qni% sehabla en este pasajp; Porctve de El. y por El, y para El sontodns las cosas, a EH la, aloria wor los sMos de los siglos.Amén. Si se refierp al Padre, al Hv-o v al E^nírñtu S«"+o. esdpcir. de El- al Padre: por El. al Hüo. y en El. al EspírituSanto, entonces es evidente que el Padre, el Hiio v el E«nírituSanto son un solo Dios, pues añade en singular: A Ella alaria w>r los xiqlos de los sialos. Donde tomé pR+a sentencia,no dice: ¡Oh profundidad de la riqueza, sabiduría ycidria dpi Padre, o ripl Hiio. o del Esníritu Santo, sino sencillamentede la sabiduría y ciencia de Dios. ¡Cuan insondablesson sus juicios y cuan inescrutables sus caminos!" En el sentirlo obvio, los espíritus angélicos son estos seres superioresa los mortales ; mas también pudiera entenderse de los bienaventurados,pues su alma es iluminada por los esplendores de laeterna <strong>Verdad</strong>. Notemos de paso la condenación rotunda del ontplofrismo.Las palabras de Agustín son tajantes y de sentido ecuménico:Nullo modo potest.


148 <strong>DE</strong> TKINTTATE I, 6. 13eivs! Quis enim cogi\ovit mentem Domini? Aut quis consiliariuseius fuit? Aut quis prior dedit illi, et retribuetur ei?Quoniam ex ipso, et per ipswm, et in ipso svmt omnia: ipsigloria in saecula saeculorum. Amen 29 .Si autem hoe de Patre tantummodo intelligi volunt, quomodoergo omnia per Patrem sunt, sieut hic dicitur; etomnia per Filium, sieut ad Gorinthios ubi, ait: Et vnus DominvsIesus Christus, per quem omnia; et sieut in EvangelioIoannis: Omnia ver ipsum facta swnt? Si enim alia per Patrem,alia per Fil ; um, íam non omnia per Patrem, nec omniaper Filium. Si aute'm omnia per Patrem, et omnia perFilium; eadem per Patrem, quae per Filium. Aequalis estergo Patri Filius, et inseparabilis operatio est Patris et Fili'i.Quia si vel Filium fecit Pater quem non fecit ipse Filius,non omnia per Filium facta sunt: at omnia per Filium factasunt; ipse igitur factus non est, ut cum Patre faceret omniaquae facta sunt. Quanquam nec ab ipso verbo tacuerit Apostolus,et apertissime omnino dixerit: Qui cum in Del formaesset, non rapinam arbitratus est esse aequalis Deo so : hicDeum proprie Patrem appellans, sieut alibi: Caput autemChristi, Deus 31 .13. ¡Similiter *t de Spiritu sancto collecta sunt testimonia,quibus ante nos qui haec disputaverunt, abundantius usisunt, quia et ipse Deus, et non creatura. Quod si non creatura,non tantum Deus (nana et nomines dieti sunt dii 82 ), sedetiam verus Deus. Ergo Patri et Filio prorsus aequalis, etin Trinitatis unitate consubstantia'lis et eoaeternus.Máxime vero illa loco satis claret, quod Spiritus sanctusnon sit creatura, ubi iubemur non serviré ereaturae, sedCreatori 3S : non eo modo quo iubemur per charitatem servireinvicem 31 , quod est graece SouAsüsiv; sed eo modo quotantum Deo servitur, quod est graece Acn-peúeiv. Unde idololatraedicuntur qui simulacris eam servitutem exhíbent quaedebetur Deo. Secundum banc enim servitutem dictum est:X lili. ¿, \J.31 i Cor. n, 3." Ps. 81, 6.33 Rom. i, 25.34 Gal. s, 13.I, 6, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 149¿Quién conoció el pensamiento del Señor? O ¿quién fué suconsejero? O /.quién le dio primero para tener derecho a IQ,retribución? Porque de El, por El y en El son todas las cosas.A El la gloria por los siglos de los siqlos. Amén.Si les place interpretar únicamente del Padre estas palabras,¿cómo pueden ser hechas todas las cosas por El, comoaquí se dice, y ser todas hechas por el Hijo, como lo afirmael Apóstol, escribiendo a los de Corinto cuando dice: Y unSeñor. Jesucristo, por quien son todas las cosas; o como diceSan Juan en su Evangelio: Todo ha sido hecho por E 1 ? Siunas cosas fueron hechas por el Padre y otras por el Hijo,ya no fueron todas las cosas hechas por el Padre, ni todaspor el Hijo. Luego si todas las cosas fueron hechas por elPadre y todas por el Hijo, las mismas cosas que fueron hechaspor el Padre lo fueron también por el Hiio. y, en consecupncia,el Hijo es igual al Padre, y sus operaciones son indivisas.En efecto, si el Padre hizo al Hijo, esta creación nopertenece al Hijo, y. TTV consiguiente, va no fueron hechastodas las cosas por el Hijo; mas la verdad es que todas lascosas fueron hechas por el Hüo; luego el HÜo no ha sidocreado y juntamente con el Padre ha hecho todas las cosasque han sido hechas. A decir verdad, no silencia el Anóstolesta palabra, pues dice abiertamente: Quien, siendo Dios enla forma, no reputó ranina ser iqual a Dios. Dios en estepasaie es propiamente el Padre, como en este otro lugar: Lacabeza de Cristo es Dios.13. Sobre el Espíritu Santo se han "reunido asimismoabundantes testimonios, utilizados por los que antes que yohan escrito acerca de estaos materias, en los que se pruebaque el Espíritu Santo es Dios y no criatura 6 . Y si no escriatura, es no sólo Dios (núes los hombres son también llamadosdioses), sino Dios verdadero. Por consiguiente, igualen todo al Padre y al Hijo, consubstancial y coeterno en launidad de la Trinidad.Que el Esüíntu Santo no es criatura, lo demuestran sobretodo armellas palabras de la <strong>Escritura</strong> donde se nosmanda servir al Criador y no a la criatura, y no a la maneracomo se nos manda ayudarnos mutuamente, con caridad,en griego dovleucln. sino como se nos preceptúaadorar a Dios, con culto de latría, latreuein en erfiego. Poreso a los adoradores de falsos númenes se les llama idóla-* jConociA San Agustín la monografía de San Ambrosio sobre elF.sníritu Santo, dedicarla al emperador Graciano, v la extensa compiladon de textos escriturísticos que es De Shirüu Sancto, de Dídimoel Ciego, el meior trabaio de la antigüedad, en sentir de Bardenhewer,y sobre todo los escritos de los grandes Canadocios contralos pneumatomacos del si?lo IV? I,as palabras del texto oarecen indicaruna respuesta afirmativa.


150 <strong>DE</strong> TRIN1TATE I, 6. 13Dominum Deum tuum adordbis, et illi soli servies 35 . Namet hoc distinctius in graeca Scriptura invenitur; Aa-rpeÚCTetsenim habet.Porro si tafli servitute creaturae serviré prohibemur,quandoquidem dietum est: Dominum Deum tuum adorabis,et illi soli servies; unde et Apostolus detestatur eos qui colueruntet servierunt creaturae, potius quam Creatori: nonest utique creatura Spiritus sanctus, cui ab ómnibus sanctistális servitus exhibetur dicente Apostólo: Nos enim sumuscircumcisio, Spiritui Dei servientes 33 , quod est in graecoACCTPEÚOVTES. Plures enim códices etiam latini sic hnbent:qui Spiritui Dei servimus: graeci autem omnes, aut peneomnes. In nonnullis autem exemplaribus latinis invenimusnon. Sviritui Dei servimus; sed, sviritu Deo servimus b .Sed qui in hoc errant, et auctoritari graviori cederé detrectant,numquid et illud varium in codicibus reperiunt:Nescitis guia corpora vestra templum in vobis est c Spiritussancti, quem habetis a Deo? Quid autem insanius magisquesacrilegum est, quam ut quisquam dicere audeat membraChristi templum esse creaturae minoría secundum ipsos,quam Christus est? Alio enim loco dicit: Corpora vestramembra sunt Christi. Si autem quae membra sunt Christi,templum est Spiritus sancti, non est creatura Spiritus sanctus:quia cui corpus nostrum templum exhibemus. necesseest ut huic eam servitutem debeamus, qua nonnisi Deo serviendumest, quae graece appellatur Acn-psía. Unde consequenterdicit: Glorifícate A ergo Deum in corpore vestro 37 .35 Deut. 6, I?.30 Phil. 3, 3."37 i Cor. 6, 19. 15. 20.bTriplicem huiusce loci lectionem affert rursum Augustinus inlibro ad Bonifacium tertio, cap. 7. Ipsum eumdem locum in latiniscodicibus falsatorum perfidia mutatum fuisse, monet Ambrosius inlib. II De Spiritu sancto, c. 6.0 Editi, templum est qui in vobis est. At Mss., templum in vobisest. Atque ita proferí conslanter Augustinus_ in superioribus libriscontra arianoruin sermonem et contra Maximinum.d Editi addunt, et pórtate; quod a Mss. et a graeco textu Apostoliabest.I, 16, 13 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA IRINÍÍ3AD 151tras. Y, según esta servidumbre, se dijo: Al Señor, tu Dios,adorarás y a El solo servirás. El texto griego es más explícito,pues usa la palabra latreúseis.Si se nos prohibe servir a la criatura con esta esclavitud,pues está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a Elsolo servirás, y el Apóstol detesta a los que adoran y sirvena la criatura antes que al Criador, no es criatura el EspírituSanto, pues, en expresión del mismo Apóstol, todos loasantos le sirven y adoran. Porque la circuncisión, dice, somosnosotros, los que servimos al Espíritu de Dios; en griegolatreúontes 7 . Muchos códices latinos leen: Los que servimosal Espíritu de Dios; y los griegos, todos o casi todos.En algunos ejemplares latinos se encuentra esta variante:Los que servimos en el espíritu de Dios, en vez de: Los queservimos al Espíritu de Dios s .Pero los que yerran en esto y rehusan doblegarse anteel peso de la autoridad, ¿por ventura encontrarán lamás ligera variante en los códices del texto siguiente: Ignoráisque vuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo,que habita en vosotros y habéis recibido de Dios? ¿No seráuna insigne necedad y un gran sacrilegio afirmar que losmiembros de Cristo son—en su sentir—templo de una criaturainferior a Cristo? En otro lugar dice el Apóstol: Vuestroscuerpos son miembros de Cristo. Si, pues, los miembrosde Cristo son templo del Espíritu Santo, no es criatura elEspíritu Santo; porque desde el momento en que nuestroscuerpos se transforman en morada del Espíritu Santo, esmenester que le rindamos el homenaje debido a Dios, y queen griego se llama latreía, latría. De ahí que, consecuente,dice: Glorificad, pues, a Dios eri vuestro cuerpo.7 La cordial aversión que en su infancia sentía Agustín por lagramática griega era como hiél que rociaba de amargura las dulzurashelénicas de las narraciones fabulosas. No obstante, no es tan supinala ignorancia del idioma homérico como ciertos hipercríticos piensan.8 San Ambrosio atribuye las variantes de algunos códices latinosa la perfidia de los arríanos : quorum aliquos perfidia falsaverunt.Cf. De Spiritu Sancto, 2, 5, .46 : ÍPL 16, 7S3. San Agustín en su obraContra ditas epístolas Pelagianorum (3, 7, 22 : PL 44, 604) proponeestas variantes : Spiritui Deo, Spiritu Deo, Spiritui Dei, sin inclinarsepor ninguna. Los exégetas modernos prefieren la lección en e¡Espíritu de Dios. i


152 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 7, 14I, 7, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 153CAPUT VilFlLIUS QUOMODO MINOR PATRE AC SE IPSO14. His et talibus divinarum Scripturarum testimoniis,quibus, ut dixi, priores nostri copiosius usi, expugnaverunthaereticorum tales calumnias veí errores, insinuatur fideinostrae unitas et aequalitas Trinitatis.Sed quia multa in sanctis Libris propter incarnationemVerbi Dei, quae pro salute nostra reparanda facta est, utmediator Dei et hominum esset homo Christus Iesus 3S , itadicuntur, ut maiorem Filio Patrem significent, vel etiamapertissime ostendant; erraverunt nomines minus diligenterscrutantes vel intuentes universam seriem Scripturarum, etea quae de Christo Iesu secundum hominem dicta sunt, adeius substantiam quae ante incarnationem sempiterna erat,et sempiterna est, transferre conati sunt.Et illi quidem dicunt minorem Filium esse quam Paterest, quia scriptum est ipso Domino dicente: Pater maior meest 3B . Veritas autem ostendit secundum istum modum etiamse ipso minorem Filium. Quomodo enim non etiam se ipsominor factus est, qui semetipsum exinanivit, formara servíaccipiens? Ñeque enim sic accepit formam servi, ut amitteretformam Dei, in qua erat aequalis Patri. Si ergo ita acceptaest forma servi, ut non amitteretur forma Dei, cum et informa servi et in forma Dei idem ipse sit Filius unigenitusDei Patris, in forma Dei aequalis Patri, in forma servi mediatorDei et hominum homo Christus Iesus; quis non intelligatquod in forma Dei etiam ipse se ipso maior est, informa autem servi etiam se ipso minor est?Non itaque immerito Scriptura utrumque dicit, et aequalemPatri Filium, et Patrem maiorem Filio. Ulud enim propterformam Dei, hoc autem propter formam servi, sine ullaconfusione intelligitur.Et haec nobis regula per omnes sacras Scripturas dissolvendaehuius quaestionis, ex uno capitulo Epistolae Pauliapostoli promitur, ubi manifestius ista distinctio commendatur.Ait enim: Qui cum in forma Dei esset, non rcrpinam arbitratusest esse aequalis Deo; sed semetipsum exinanivit,i. 2/5.., 28.CAPÍTULO VIIEL HIJO ES INFERIOR AL PADRE E INFERIOR A SÍ MISMO14. Con estos y otros testimonios parecidos de las <strong>Escritura</strong>sdivinas, nuestros antecesores, usando de ellos conmano larga, rebatieron, según queda dicho, los errores ycalumnias de los herejes, robusteciendo nuestra fe en launidad e igualdad de un Dios Trinidad.Pero como muchos pasajes de los libros santos, a causade la encarnación del Verbo de Dios, llevada a cabo paranuestra redención por Jesucristo, mediador de Dios y delos hombres, insinúan y abiertamente demuestran la superioridaddel Padre sobre el Hijo, erraron los mortales, y,sin investigar con diligencia la serie completa de las <strong>Escritura</strong>s,atribuyeron a la naturaleza que era y es eternaantes de da encarnación lo que se dice de Cristo en cuantohombre.Los que dicen que el Hijo es inferior al Padre apoyansu sentencia en las palabras del Señor cuando dice: El Padrees mayor que yo. Mas la verdad demuestra que en estesentido el Hijo es también inferior a sí mismo. Y ¿cómono ha de ser inferior a sí mismo, si se anonadó tomandoforma de esclavo? No obstante, al vestir la forma de esclavono perdió la forma de Dios, en la que es igual al Padre.Si, pues, tomó la forma de siervo sin perder su formadivina—en su forma de siervo y en su forma de Dios essiempre el Hijo unigénito del Padre—, en su forma divinaigual al Padre, y en su forma de siervo, mediador entreDios y los hombres, Jesucristo hombre, ¿quién no ve queen su forma de Dios es superior a sí mismo y en su formade esclavo a sí mismo inferior?Con plena razón, la <strong>Escritura</strong> afirma ambas cosas: queel^Hijo es igual al Padre y que el Padre es mayor que elHijo. No existe aquí confusionismo alguno: es igual al Padrepor su naturaleza divina, inferior a causa de su naturalezade esclavo.Y esta regla, apta para resolver cuantas dificultadesocurran en la <strong>Escritura</strong>, está tomada de un capitulo de laCarta de San Pablo Apóstol a los fieles de Filipo, pues enél expresamente se encuentra dicha distinción. Dice: Quien,siendo Dios en la forma, no tuvo por usurpación ser igual


154 <strong>DE</strong> TRINITAIE I, 8, 15formara serví aocipiens, in similitudinem hominum factus, ethabitu inventus ut homo 40 . Est ergo Dei Filius Deo Patri naturaaequalis, habitu minar. In forma enim servi. quam accepit,minor est Patre: in forma autem Dei in qua erat etiamantequam hanc accepisset, aequalis est Patri. In forma Dei,Verbum per quod facta sunt omnia 41 ; in forma autem servi,factus ex mullere, factus sub Lege, ut eos qui sub Legeerant, redimeret 42 . Proinde in forma Del fecit hominem; informa servi factus est homo. Nam si Pater tantum sine Filiofecisset 'hominem, non scriptum esset: Factamus hominemad imaginem et similitudinem nostram i3 . Ergo quia formaDei accepit formara serví-, utrumque Deus et utrumquehomo: sed utrumque Deus propter accipientem Deum,utrumque autem homo propter aeceptum hominem. Ñequeenim illa susceptione alterum eorum in alterum conversumatque mutatum est: nec divimitas quippe in creaturam mutataest, ut desisteret esse divinitas; nec creatura in divinitatem,ut desisteret esse creatura.I r g : 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 155a Dios, sin embargo se anonadó a sí mismo, tomando for~ma de siervo, haciéndose semejante a los hombres y envestidura de hombre. El Hijo de Dios es igual por naturalezaal Dios Padre, inferior por condición. En la forma deesclavo es inferior al Padre; en su forma divina, en la queexistía antes de vestir nuestra forma, es igual al Padre.En la forma de Dios es el Verbo, por quien fueron hechastodas las cosas; en su forma de siervo es nacido de mujerbajo ei imperio de la Ley, para redención de los que estábamosbajo la Ley. En su forma de Dios creó al hombre;en la de esclavo se hizo hombre. Y si el Padre hubieracreado al hombre sin el concurso del Hijo, no estaría escrito:Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.En consecuencia, la forma de Dios vistió la forma de siervo;y el conjunto fué un Dios-Hombre: Dios, por ser Diosel que asumió; hombre, por ser humana la forma recibida.En esta asunción no hay mudanza ni conversión mutua denaturalezas: la divinidad no se convierte en criatura, dejandode ser divinidad; ni la criatura se convirtió en divinidad,dejando de ser criatura 9 .CAPUTVIIICAPÍTULOVIIISCRIPTURAS <strong>DE</strong> SUBIECTIONE FlLII SUB PATRE PERFERAM IN-TELLECTAS EXPLICAT. REGNUM PATRI NON SIC TRA<strong>DE</strong>T CHRIS-TUS, UT ADIMAT SIBI. CONTEMPLATIO PROMISSA FINÍS OMNIUMACTIONUM. SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS AD BEATITUDINEM NOSTRAM -SUFFICIT PERIN<strong>DE</strong> AC PATER15. Illud autem quod dicit Apostolus: Cum autem eiomnia subiecta fuerint, tune et ipse "Filius súbiecius erit eiqui illi subiecit omnia; aut ideo dictum est, ne qüisquam putarethábitum Christi, qui ex-humana creatura susceptus est,conversum iri postea in ipsam divinitatem, vel, ut certiusexpresserim, deitatem, quae non est creatura, sed est unitasTrinítatis incorpórea et incommutabilis et sibimet consubstantialiset coaeterna natura. Au't si quisquam contendit,ut aliqui senserunt, ita dictum: Et ipse Filius subieetus40 Miil. 3, 6. 7." lo. i, 3.42 Gal. 4, 4. s-43 Gen. 1, 20.EXÉGESIS <strong>DE</strong> VARIOS PASAJES <strong>DE</strong> LA ESCRITURA REFERENTESA LA INFERIORIDAD <strong>DE</strong>L HlJO. LA CONTEMPLACIÓN PROMETIDA,FIN <strong>DE</strong> TODAS NUESTRAS ACCIONES. EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO, ALIGUAL <strong>DE</strong>L PADRE, BASTA PARA NUESTRA BIENAVENTURANZAQL5. Cuando le fueren sometidas todas las cosas, entoncesel mismo Hijo se sujetará a quien a El todo se lo sometió.Estas palabras del apóstol San Pablo o fueron escritaspara que nadie imagine la vestidura de Cristo, obsequiode la criatura humana, convertida en divinidad, y, mejorexpresado, en deidad, que no en criatura, sino unidad incorpóreae inmutable de la Trinidad, substancia coeterna yconsubstancial a sí misma; o si alguien pretende—es sen-0 La divinidad no puede ser sujeto de metamorfosis. En los escritosde San Agustín no se encuentra ni rastro de la kénosis protestante,como lealmente lo reconocen Feuerlein y Schel. Por otra parte,la naturaleza humana de Cristo permanece limitada en el tiempo,en el espacio y en su dinamismo vital. "La distinción, pues, de naturalezasperdura a través de la unión hipostática, Inconfusc. inconvertibiliter,inseparabiliter, indivise, definirá más tarde el conciliotercero de Constantinopla (680-681).


156 <strong>DE</strong> TRINITATF. I, 8, 15erit ei qui Uli subiecit omnia, ut ipsam subiectionem, commutationemet conversionem credat futuram creaturae inipsam substantiam vel essentiam Creatoris, id est, ut quaefuerat sübstantia creaturae, fíat substantia Creatoris; certevel hoc concedit, quod non habet ullam dubitationem, nondumhoc fuisse factura cum Dominus diceret: Pater maiorme est. Dixit enim hoc non solum antequam ascendisset ineaelum, verum etiam antequam passus resurrexisset a mortuis.lili autem qui putant humanara in eo naturam in deitatissubstantiam mutari atque converti, et ita dictum: Tune etipse Filius subiectus erit ei qui Uli subiecit omnia, ac si diceretur:Tune et ipse Filius hominus et a Verbo Dei susceptahumana natura commutabitur in eius naturam, qui ei subiecitomnia; tune futurum putant, cum post diem iudiciitradiderü regnum Deo et Patri.Ac per hoc etiam secundum istam opinionem adhuc Patermaior est, quam quae de Virgine serví forma acceptaest. Quod si aliqui et hoc affirmant, quod iam fuerit in Deisubstantiam mutatus homo Christus Iesus; illud certe negarenon possunt, quod adhuc natura hominis manebat,quando ante passionem dicebat: Quoniam Pater maior meest: unde nulla cunetatio est secundum hoc dictum esse,quod forma servi maior est Pater, cui in forma Dei aequalisest Filius.Nec quisquam cum audierit quod ait Apostolus: cum autemdixerit, quia omnia subiecta sunt ei, manifestum quiapraeter eum qui Uli subiecit omnia ", ita existimet de Patreintelligendum, quod subiecerit omnia Filio, ut ipsum Filiumsibi omnia subiecisse non putet. Quod Apostolus ad Philippensesostendit dicens: Nostra autem conversatio in caelísest; unde et Salvatorem exspectamus Dominum lesum Christum,qui transfiguraba corpus humilitatis nostrae, conformeut fíat corpori gloriae suae, secundum operationemsuam, qua possit etiam sibi s'ubiicere omnia 40 . Inseparabilisenim operatio est Patria et Filia. Alioquin nec ipse Patersibi subiecit omnia, sed Filius ei subiecit, qui ei regnumtradit, et evacuat omnem principatum et omnem potestatemet virtutem.De Filio quippe ista dicta sunt: Cum tradiderit, inquit,regnum Deo et Patri, cum evaeuaverit omnem principatum44i Cor. 15, 28. 24. 37.45 Plhil. 3, 20. 21.I, 8, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 157tencia de algunos 10 —que las palabras: MI Hijo estará sometidoa -quien a El todo lo sujetó, significan la conversiónde la criatura en la substancia o esencia del Criador, esdecir, como si la substancia creada se convirtiera en lasubstancia del Criador, ha de conceder entonces que estono se había aún verificado cuando dijo el Señor: El Padrees mayor que yo; porque afirmó esto no sólo antes de subira los cielos, sino incluso antes de padecer y resucitar deentre los muertos.Los que opinan que la naturaleza humana en Cristo seconvierte y muda en substancia de la deidad, y a causa deesto está escrito: Entonces el Hijo estará sujeto a qutena El todo lo sometió, como si dijera que el Hijo del hombrey la humana substancia, vestidura del Verbo de Dios,se convertirán en la substancia de aquel que todo lo sometióal Hijo, juzgan que sucederá esto cuando, después deljuicio final, haya consignado el reino a Dios Padre.Y por eso también, según dicha opinión, el Padre es mayorque la forma de siervo recibida de una Virgen. Y siafirman que el hombre Cristo Jesús se convirtió en substanciade Dios, es imposible negar subsistencia a la naturalezahumana antes de su pasión, pues dijo: El Padre esmayor que yo. No hay duda que en el citado pasaje el Padrees mayor que el Hijo en su forma de siervo e igual ensu forma divina.Al oír decir al Apóstol: Cuando dijere que todas las cosasle están sometidas, claro es que exceptúa a aquel quese las sometió, nadie piense que se ha de interpretar comosi el Padre sometiese todas las cosas al Hijo, de suerte queel Hijo no lo haya sometido todo a su mismo poder. ExplicaSan Pablo su pensamiento a los de Filipo cuando escribe:Nuestra morada está en los cielos, de donde esperamos alSalvador y Señor Jesucristo, que transformará el cuerpo denuestra vileza, conforme a su cuerpo glorioso, en virtud delpoder que tiene para someter a si todas las cosas. Luego laoperación del Padre y dei Hijo es inseparable. De otra manerano sería el Padre el que sometía todas las cosas, sinoque sería el Hijo el que se las somete al consignarle unruino libre de todo principado, de todo poder y de todo dominio.Al Hijo se refieren, en efecto, estas palabras: Despuésentregará a Dios Padre el reino, cuando haya reducido a lal ° Esta doctrina fusionista servirá más tarde a Eutiques, monjeobtuso y terco tn demasía, como banderín contra el dyofisismo. Elmonofisitisnio será anatematizado en el concilio ecuménico de Calcedonia,en el 451.San Agustín no pretende aquí fijar el sentido crítico del Apóstol,sino tan sólo excluir el significado herético de los arríanos.


158 <strong>DE</strong> TRrNl'l'UI. 1.-8, 17et omnem potestatem et virtutem. Ipse enim subiicit, quievacuat.16. Nec sic arbitremur Christum traditurum regnumDeo et Patri, ut adimat sibi. Nam et hoc quídam vaniloquicrediderunt. Cum enim dieitur: tradiderit regnum Deo etPatri, non separatur ipse; quia simul cum Patre unus Deusest. Sed divinarum Scripturarum incuriosos a et contentionumstudiosos fallit verbum quod positura est, doñee. Itanamque sequitur: Oportet enim illum regnare, doñee ponatomnes inimicos suos sub pedibus suis i


160 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 8, 17enim Dei sumus, et nondum apparuit quid erimus: scimusquia cum apparuerit, símiles ei erimus, quoniam videbimuseum sicuti est 53 . Quod enim dixit fámulo suo Moysi:Ego sum qui sum. Haec dices filns Israel: Qui est, mis'itme ad vos 5i ; hoc contemplabimur cum vivemus in aeternum.Ita quippe ait: Haec autem est vita aeterna, ut cognoscantte unum verum Deum, et quem misisti Iesum Christum55 . Hoc fiet cum venerit Dominus, et illuminaveritocculta tenebrarum 56 , cum tenebrae mortalitatis huius corruptionisquetransierint. Tune erit mane nostrum, de quoin Psalmo dicitur: Mane astabo tibí, et contemvlabor 5T . Dehac contemplatione intelligo dictum: Cum tradiderit regnumDeo et Patri: id est, cum perduxerit iustos, in quibus nuncex fide viventibus regnat mediator Dei et hominum homoChristus IPSUS, ad contemplationem Dei et Patris.Si desipio hic, corrisrat me qui melius sapit: mihi aliudnon videtur. Ñeque enim quaeremus aliud, cum ad illiuscontemplationem pervenerimus, quae nunc non est, quamdiugaudium nostrum in spe est. Spes autem quae videtur,non est spes: quod enim videt quis, quid sperat? Si autemquod non videmus speramus, per patientiam exspectamus5S ,quoadusque rex in recubitu svo est. Tune erit nuoH scripturnest: Adimplébis me laetitia cum vultu tuo ss> . Ma laetitianihil amplius requiretur; quia nec erit quod ampliusrequiratur. Ostendetur enim nobis Pater. et sufficiet nobis.Quod bene intellexerat Phiüünus, ut diceret Domino: Ostendenobis Patrem, et svfficit nobis: sed nondum intellexerat,eo quoque modo idinsum se notuisse dicere: Domine,ostende nobis te, et sufficit nobis. Ut enim hoc intelligeret,responsum ei a Domino est: Tanto tempore vobiscumsum. et non cognovistis me? Philippe. qui vidit me. viditet Patrem. Sed quia volebat eum ex fide vivere antequamillud posset videre, secutus est, et ait: Non credis quia egoin Patre, et Pater in me est 60 ? Quamdiu enim sumus incorpore, peregrinamur a Domino: Per fidem enim ambulamus,non per speciem 61 .Contemplatio quippe merces est fidei, cui mercedi perfidem corda mundantur; sicut scriptum est: Mundans fidecorda eorum 62 . Probatur autem quod illi contemplationi cor-" Ex. 3, 14.53 lo- 17, 3.58 i Cor. 4, S.87 Ps. 5, 5.58 Rom. 8, 24. 25.59 Ps. 15, n.60 lo. 14, 8-10.61 2 Cor. 5, 6. 7.62 Act. 15, 9.I, 8. 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 161Somos hijos de Dios, aunque aun no se ha manifestado loque hemos de ser; sabemos que, cuando aparezca, seremossemejantes a El, porque le veremos tal cual es. Contemnlaremos,cuando vivamos en la eternidad, a aiquel que dijo asu servidor Moisés: Yo soy el que soy; esto dirás a los hijosde Israel'- El que es me envía a vosotros. Y así diceCristo: Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, únicoDios verdadero, y a tu enviado Jesucristo. Tendrá esto sucumplimiento cuando venga el Señor e ilumine los escondrijosde las tinieblas, una vez desvanecidos los cendales deesta mortalidad y corrupción. Entonces acaecerá nuestroamanecer, en expresión del salmista: A la alborada me presentoa ti y te contemplaré. De esta contemplación ha deentenderse aquella sentencia: Cuando entregare el reino aDios Padre; es decir, cuando nuestro Señor Jesucristo, mediadorentre Dios y los hombres, conduzca a los justos, enlos que reina ahora por fe, a la contemplación de DiosPadre. , , •;•$• ^ W ^ WSi en esto ando errado, corríjame el que vaya más acertado:yo no veo otra solución. Cuando lleguemos a dichacontemplación, no anhelaremos otra cosa. Ahora, privadosde esa vista, vivimos del gozo esperanzado. La esperanzaque se ve, ya no es esperanza. ¿Cómo esperar lo que uno ve?Pero si esperamos lo que no vemos, en paciencia esperamos,hasta que el rey descanse en su lecho. Entonces tendrá cumplimientola <strong>Escritura</strong>: Hartura de alegrías en tu presencia.Este gozo apagará nuestros deseos. Se nos mostrará el Padre,y esto basta. Bien lo entendía Felipe cuando dijo al Señor:Muéstranos al Padre y nos basta. Entonces aun nocomprendía que podía decir también: Señor, muéstratenosa ti. mismo y nos basta. Con el fin de abrir a la verdad suentendimiento, respondió el S-ñor: ¿Tanto tierno o ha queestoy con vosotros y no me habéis conocido? Felipe, él queme, ha visto a mí, vio al Padre. Mas como deseaba el Señorque Felipe le viese por fe antes de contemplarle por visión,prosiguió diciendo: ¿No crees que yo estoy en el Padre yel Padre en mi? Mientras vivimos en el cuerpo, peregrinamosausentes del Señor, pues caminamos por fe y no porvisión.Premio es de la fe la visión, y es la fe la que purifica loscorazones y hace alcanzar esta recompensa, conforme estáescrito: Purificando en la fe sus corazones. Otra pruebaS. Ag. 5 6


162 <strong>DE</strong> TRINIIATE I, 8, 18da mundentur, illa máxime sententia: Beati mundicordes,quoniam ipsi Deum videbunt 63 . Et quia haec est vita aeterna,dicit Deus in Psalmo: Longitudine dierum repleto eum,et ostendam illi salutare meum 6i . Sive ergo audiamus:Ostende nobis Filium; sive audiamus: Ostende nobis Patrem:tantumdem valet; quia neuter sine altero potest ostendi.Unum quippe sunt, sicut et ipse ait: Ego et Paterunum sumus 65 . Denique propter ipsam inseparabilitatem,sufficienter aliquando nominatur, vel Pater solus, vel Filiussolus adimpleturus nos laetitia cum vultu suo.18. Nec inde separatur utriusque Spiritus, id est Patriset Filii Spiritus. Qui Spiritus sanctus proprie diciturSpiritus veritatis, quem hic mundus accipere non potest ee .Hoc est enim plenum gaudium nostrum, quo amplius nonest, frui Trinitate Deo ad cuius imaginem facti sumus. Propterhoc aliquando ita loquitur de Spiritu sancto tanquamsolus ipse sufficiat ad beatitudinem nostram: et ideo solussufficit, quia separari a Patre et Filio non potest; sicutPater solus sufficit, quia separari a Filio et Spiritu sanctonon potest; et Filius ideo sufficit solus, quia separari a Patreet Spiritu sancto non potest.Quid enim sibi vult quod ait: Si diligitis me, mandato,mea sérvate; et ego rogabo Patrem, et alium advocatum dabitvobis, ut' vobiscum sit in aeternum, Spiritum veritatis,quem hic mundus accipere non potest 67 , id est, dilectoresmundi? Animalis enim homo non percipit ea quae sunt SpiritusDei 6S .Sed adhuc potest videri ideo dictum: Et ego rogaboPatrem, et alium advocatum dábit vobis. quasi non solusFilius sufficiat. Illo autem loeo ita de illo dictum est tanquamsolus omnino sufficiat: Cum venerit ule Spiritus veritatis,docebit vos omnem veritatem 69 . Numquid ergo separaturhinc Filius, tanquam ipse non doceat omnem veritatem,aut quasi hoc impleat Spiritus sanctus quod minuspotuit docere Filius? Dicant ergo, si placet, maiorem esseFilio Spiritum sanctum, quem minorem illo solent dicere.An quia non dictum est: Ipse solus; aut: Nemo, nisi ipse,vos docebit omnem veritatem; ideo permittunt ut cum illodocere credatur et Filius? Apostolus ergo Filium separavitab sciendis iis quae Dei sunt, ubi ait: Sic et quae Dei sunt,63 Mt. 5, 8." Ps. go, 16.65 lo. io, 30.66676869Ibid., 14, 17.Ibid. 14, 15-17.1 Cor. 2, 14.Jo. ió, 13.I 8 i 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 163la tenemos en aquella sentencia: Bienaventurados los lim*píos de corazón, porque ellos verán a Dios. Y pues ésta esla vida eterna, dice Dios en el Salmo: he saciaré de díasy le daré a ver mi salvarían. Ya se diga: Muéstranosal Hijo; ora: Muéstranos al Padre, es la misma afirmación,pues no es dable ver a uno sin el otro. Ambos son uno, segúnEl asevera: Yo y el Padre somos uno. A causa de estainseparable unidad, basta, a veces, nombrar al Padre solo,o al Hijo solo, para significar que su rostro nos abasteceráde alegrías.18. Ni podrá ser excluido de esta unidad el Espíritude ambos, es decir, el Espíritu del Padre y del Hijo. EsteEspíritu Santo se dice Espíritu de verdad, que el mundo nopuede recibir. Nuestro gozo será plenitud al adelieiarnos enel Dios Trinidad, a cuya imagen hemos sido creados. Poreso se habla, alguna vez, del Espíritu Santo como sibastase para nuestra bienandanza, y basta porque es inseparabledel Padre y del Hijo; como también es suficiente elPadre, pues no puede existir separado del Hijo y del EspirituSanto; como asimismo es suficiente el Hijo, por estarinseparablemente unido al Padre y al Espíritu Santo.¿Qué sentido dar a estas palabras: Si me amáis, guardadmis mandamientos; y yo rogaré al Padre y os dará otroabogado, que permanecerá para siempre con vosotros, Espíritude verdad, que el mundo (es decir, los amadores delmundo) no puede recibir? EL hombre animal no percibe lascosas del Espíritu de Dios.La frase: Y yo rogaré al Padre y os enviará otro abogado,pudiera a primera vista parecer como si el Hijo solo nobastase. En otro pasaje se habla como si el Espíritu Santofuera suficiente. Cuando venga el Espíritu de verdad, os enseñarátoda verdad. ¿Por ventura se excluye aqui el Hijo yse distancia del Espíritu Santo, como si El no pudiera enseñarnostoda verdad, o el Espíritu Santo hubiera de suplir lasdeñciencias de su enseñanza? Si esta interpretación place amis adversarios, digan que el Espíritu Santo, a quien ellosconsideran inferior, es superior al Hijo. ¿O es que al no decir:El solo; o: Nadie sino El os enseñará toda verdad, se nospermite creer que con El enseña también el Hijo? ¿Excluyeel Apóstol al Hijo cuando se trata de la ciencia de Dios, aldecir: Nadie conoce las cosas de Dios sino el Espíritu de


164 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 9. 18nemo scit, nisi Spiritus Dei 70 : ut iam isti perversi possintex hoc dicere, quod et Filium non doceat quae Dei sunt nisiSpiritus sanctus, tanquam maior minorem; cui Filius ipsetantum tribuit, ut diceret: Quia haec locutus sum vobis,tristitia implevit cor vestrum. Sed ego veritatem dico: expeditvobis ut ego eam; nam si non abiero, advocatus nonveniet ad vos ri .I 9_ 18 <strong>DE</strong>. I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 165Dios? Aquí pudieran estos hombres perversos afirmar que elEspíritu Santo revela al Hijo los secretos de Dios, como elsuperior al inferior, pues el mismo Hijo le atribuye tangran poder cuando dice: Porque os he dicho estas cosas, sellenó de tristeza vuestro corazón. Pero os digo la verdad:os conviene que yo me vaya, porque, si no me fuere, el abogadono vendrá a vosotros.CAPUTIXIN UNA PERSONA INTERDUM INTELLIGUNTUR OMNESHoc autem dixit, non propter inaequalitatem Verbi Deiet Spiritus sancti, sed tanquam impedimento esset praesentiaFilii hominis apud eos, quominus veniret ille qui minornon esset, quia semetipsum non exinanivit, formam serviaccipiens, sicut Filius r2 . Oportebat ergo ut auf erretur aboculis eorum forma servi, quam intuentes, hoc solum esseChristum putabant quod videbant. Inde est et illud quodait: Si diligeretis me, gauderetis utique, quoniam eo ad Patrem;quia Pater maior me est 73 : id est, propterea meoportet iré ad Patrem, quia dum me ita videtis, ex hocquod videtis, aestimatis quia minor sum Patre, atque itacirca creaturam susceptumque habitum occupati, aequalitatemquam cum Patre habeo non intelligitis. Inde est etillud: Noli me tangere; nondum enim ascendí ad Patrem' 14 '.Tactus enim tanquam finem facit notionis. Ideoque nolefoatin eo esse finem intenti cordis in se, ut hoc quod videbaturtantummodo putaretur. Ascensio autem ad Patremerat ita videri, sicut aequalis est Patri, ut ibi esset finisvisionis, quae sufficit nobis. Aliquando item de Filio solodicitur, quod ipse sufficiat, et in eius visione merces totapromittitur dilectionis a et desiderii nostri. Sic enim ait:Qui habet mandata mea et custodit ea, ule est qui diligitme. Qui autem me diligit, düigetur a Patre meo; et egodiligam eum, et ostendam me ipsum illi.Numquid hic, quia non dixit: Ostendam illi et Patrem,ideo separavit Patrem? Sed quia verum est: Ego et Paterunum sumus; cum Pater ostenditur, et Filius ostenditur qui70 i Cor. 2, ii.71 lo 16, 6. 7.73 Phil. 2, 7.73 lo. 14, 28.74 Ibid., 20, 17.a Editi, delectationis. Melius Mss. dilectionis.CAPÍTULO IXA VECES EN UNA PERSONA DIVINA ESTÁN TODAS INCLUÍDASPero esto no lo dijo porque exista desigualdad entre elVerbo de Dios y el Espíritu Santo, sino para que la presenciadel Hijo del hombre no fuera para ellos impedimentocuando viniera el que no era inferior, pues no se anonadócomo el Hijo, tomando forma de esclavo. Era convenientedesapareciera a sus ojos la forma de esclavo, pues a su vistacreían que Cristo era sólo lo que veían. De ahí las palabrasde Cristo: Si me amaseis, os alegraríais, porque voy al Padre,pues el Padre es mayor que yo. Que fué decirles: Esmenester que yo vaya al Padre, porque, viéndome así y juzgandopor las apariencias, pensáis que soy inferior al Padre,y, embebidos en la contemplación de la naturaleza ycondición humanas, no entendéis la igualdad que poseo conel Padre. Este es también el sentido de aquel dicho: No metoques, pues aun no he subido a mi Padre.El tacto define el conocimiento. Y por eso no queríaponer en sí el fin de un corazón apasionado, para que nose creyese que era tan sólo lo que se veía. Subir al Padreera ser visto como es, igual al Padre, y allí tendrá fin lavisión que nos basta. Alguna vez se dice también del Hijosólo que nos basta, y su visión se nos promete como plenarecompensa de nuestros amores y deseos. El que recibe.dice, mis mandamientos y los cumple, ése es el que meama. El que me ama a mí, será amado de mi Padre, y yole amaré y me manifestaré a él.¿Excluye aquí por ventura al Padre, pues no dice: ¡Lemanifestaré al Padre ? Siempre será verdadera la sentencia:Yo y el Padre somos uno. En consecuencia, cuando el Padre


166 <strong>DE</strong> TRINITATE I. 9, 19in jilo est; et cum Filius ostenditur, etiam Pater ostenditurqui in illo est. Sicut ergo cum ait: Et ostendam me ipsumitti, intelligitur quia ostendit et Patrem; ita et in eo quoddicitur: Cum tradiderit regnum Deo et Patri, intelligiturquia non adimit sibi. Quoniam cum perducet credentes adcontemp'lationem Dei et Patris, profecto perducet ad conteinplationemsuam, qui dixit: Et ostendam illi me ipsum.Et ideo consequenter, cura dixiisset illi ludas: Domine, quidfactum est, quia ostensurus es te nobis, et non huic mundo?resipondit Iesus, et dixit illi: Si qwis diligit me, sermonemmeum servabit; et Pater meus diliget illum, et ad eumveniemus, et mansionem apud eum faciemus. Ecce quia nonsolum se ipsum ostendit ei a quo diligitur, quia simul cumPatre venit ad eum, et mansionem facit apud eum.19. An forte putabitur mansionem in dilectore suo facientibusPatre et Filio exelusus esse ab hac mansione Spiritussanetus? Quid est ergo quod superius ait de Spiritusancto: Quem hic mundus accipere non potest, quoniam nonvidet illum: nostis illum vos, quia vobiscum manet, et invobis esíf Non itaque ab hac mansione seiparatus est, dequo dictum est, vobiscum manet, et in vabis est. Nis'i fortequisquam sic absurdus est, ut arbitretur, cum Pater etFilius venerint ut mansionem apud dilectorem suum faciant,discessurum inde Spiritum sanctum, et tanquam locum daturumesse maioribus.Sed huic carnali cogitationi occurrit Seriptura: pauloquippe superius ait: Et ego rogabo Patrem, et alium advocatumdabit vobis, ut vobiscum sit in aeternum 75 . Non ergodiscedet Patre et Filio venientibus, sed in eadem mansionecum ipsis eri-t in aeternum; quia nec ñle sine ipsis venit,nec illi sine ipso. Sed propter insinúa ti onem Trinitatis, personisetiam singulis nominatis dicuntur quaedam separatimb ; non tamen alus separatis íntelliguntur, propter eiusdemTrinitatis unitatem unamque substantiam at'^ue deitatemPatris et Filii et Spiritus sancti.76Ibid., 14,16-23.I, 9, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 167se manifiesta, el Hijo, que vive en El, también se revela;y cuando el Hijo se nos muestra, el Padre, que está en El,también se nos aparece. Al decir: Y me manifestaré a él, seentiende que nos manifiesta al Padre; y cuando dice: Al consignarel reino a Dios Padre, se entiende que no se privade él. Por consiguiente, cuando conduce a los creyentes ala contemplación de Dios Padre, les conduce también a lavisión de sí mismo, pues dice: Y me manifestaré a él. Alpreguntarle Judas: Señor, ¿qué ha sucedido para que te hayasde manifestar a nosotros y no al mundo?, Jesús respondióconsecuentemente y le dijo: Si alguien me ama, firuardarámi palabra» y el Padre le amará, y vendremos a él yen él haremos nuestra morada. He aquí cómo no se manifiestasolo al amante, pues viene a él junto con el Padre yen él fija su mansión.19. ¿Podrá acaso creerse que el Espíritu Santo quedaexcluido del alma del amante, donde el Padre y el Hijo tienensu morada? ¿Cómo entonces dice Cristo más arriba,hablando del Espíritu Santo, que el mundo no lo puede recibir,porque no lo ve; vosotros le conocéis, porque en vosotrospermanece y en vosotros está? No queda, pues, excluidode esta morada aquel de quien se dijo: Con vosotros permanecey en vosotros está. A no ser que haya alguientan disparatado que, cuando el Padre y el Hijo vienen amorar en el amante, crea que el Espíritu Santo se retiradiscretamente, como para ceder el puesto a los que le sonsuperiores.'Pero a este pensamiento carnal se opone la <strong>Escritura</strong> aldecir líneas antes: Y yo rogaré al Padre, y os enviará otroabogado que para siempre esté con vosotros. Luego no seretira el Espíritu Santo cuando vienen el Padre y el Hijo,y habitará con ellos en la misma mansión eternamente; porqueni El viene sin ellos ni ellos sin El. Para insinuar latrinidad de personas, ciertas cosas se dicen de alguna deellas, pero nunca exclusivamente, a causa de la unidad deesta Trinidad, pues una es la esencia y deidad del Padre,del Hijo y del Espíritu Santo.b Abest, separalim, a Mss.


168 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 10, 20I, 10, 20 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 169CAPUT XQUOMODD CHRISTUS TRA<strong>DE</strong>T REGNUM <strong>DE</strong>O ET PATRI. TRADITOREGNO <strong>DE</strong>O ET PATRI, CHRISTUS IAM NON INTERPELLABITPRO NOBIS20. Tradet itaque regnum Deo et Patri Dominus nosterIesus Christus, non se inde separata, nec Spiritu sancto,quando perducet credentes ad contemiplationem Dei,ubi est finís omnium bonarum actionum, et requies sempiterna,et gaudium quod nunquam auferetur a nobis. Hocenim signat in eo quod ait: Iterum videho vos, et gaudébitcor vestrum, et gaudium vestrum nemo auferet a vóbis 76 .Huius gaudii similitudinem praesignabat María sedensad pedes Domini, et intenta in verbum eius; quieta scilicetab omni actione, et intenta in veritatem secundum quemdammodum, cuius capax est ista vita, quo tamen praefiguraretillud quod futurum est in aeternum. Martha quippe sororesua in necessitatis actione conversante, quamvis bona etutili, tamen, cum requies successerit, transitura, ipsa requiescebatin verbo Domini. Et ideo Dominus conquerentiMaríhae quod eam sóror non adiuvaret, respondit: Martaoptimam partem elegit, quae non auferetur ab ea".Non partem malam dixit quod agebat Martha; sed istamoptimam quae non auferetur. Illa enim quae in ministerioindigentiae est cum indigentia ipsa transierit, auferetur.Boni quippe operis transituri merces est requiespermansura. In illa igitur contemplatione Deus erit omniain ómnibus; quia nihil ab illo aliud requiretur, sed solo ipsoíllustrari perfruique sufficiet.Ideoque ille in quo Spiritus interpellat gemitibus inenarrabilibus78 : Unam, inquit, petü a Domino, hanc requiram;ut irihabitem in domo Domini per omnes dies vitae meae,ut contempler delectationem Domini''*.ContemplaJbimur enim Deum Patrem et Filium et Sp'iritumsanctum, cum mediator Dei et hominum homo ChristusIesus tradiderit regnum Deo et Patri, ut iam non interpelletpro nobis mediator et sacerdos noster, Pilius Dei etFilius hominis; sed et ipse in quantum sacerdos est as-76 Ibid., ió, 22.77 Le. io, 39-42.78 Rom. 8, 36.79 Ps. 26, 4.CAPITULO XEL HIJO ENTREGARÁ EL REINO AL PADRE. CONSIGNADO ELREINO, CRISTO YA NO INTERPELARÁ POR NOSOTROS20. Nuestro Señor Jesucristo consignará el reino enmanos de Dios Padre cuando conduzca a los creyentes a lacontemplación de Dios, fin de todas las buenas acciones,descanso eterno, gozo perenne, sin que se excluya a sí mismoni al Espíritu Santo. Esto es lo que da a entendercuando dice: De nuevo os veré, y se alegrará vuestro corazón,y nadie será capaz de quitaros vuestra alegría.María, sentada a los pies del Señor y atenta a su palabra,es una bella imagen de este gozo. Libre de toda ocupación,absorta en éxtasis contemplativo de la <strong>Verdad</strong>, enla medida posible en esta vida, es imagen de nuestro estadofuturo en la eternidad. Marta, su hermana, se afanaba enútiles menesteres, buenos, sí, y necesarios, pero transitorios,a los que ha de suceder un dulce descanso, mientras Maríareposa en la palabra del Señor. Y cuando Marta se lamentaporque su hermana no le ayuda, el Señor responde: Maríaeligió la mejor parte y no le será arrebatada.No afirma que la parte de Marta sea mala, mas llamaóptima a la de María, parte que no le será arrebatada. Lade Marta, al servicio de la indigencia, termina con la necesidad.El premio del bien obrar transitorio es la quietud estable.En aquella contemplación, Dios será todo en todos,porque nada se podrá anhelar fuera de El, y su visión essuficiente para adeliciarnos en su gozo.Es lo que pedía aquel en quien el Espíritu oraba con gemidosinenarrables. Una cosa, dice, pedí al Señor, y ésaprocuro: habitar en la casa del Señor todos los días de mivida para gozar del encanto de Yahvé.Nos será dado contemplar al Padre, al Hijo y al EspírituSanto cuando el hombre Cristo Jesús, mediador entre Diosy los hombres, haya entregado el reino a Dios Padre, y entoncesya no abogará por nosotros nuestro mediador y sacerdote,Hijo de Dios e hijo del hombre, sino que, como sacer-


170 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 10. 21sumpta propter nos serví forma, subiectus sit ei qui illi subiecitomnia, et cui subiecit omnia; ut in quantum Deus est,cum illo nos subiectos habeat, in quantum sacerdos, nobiscumilli subiectus sit 80 . Quapropter cum Filius sit et Deuset homo, alia substantia homo potius in Filio a quam Filiusin Patre: sicut caro animae meae, alia substantia est adanimam meam, quamvis in uno nomine, quam anima alteriushominis ad animam meam.21. Cum ergo tradiderit regnum Deo et Patri, id est,cum credentes et viventes ex fide, pro quibus nunc mediatorinterpellat, perduxerit ad contemplationem, cui percipiendaesuspiramus et gemimus, et cum transierit labor et gemitus,iam non interpellabit pro nobis tradito regno Deoet Patri. Hoc significans ait: Haec vobiscum locutus sum hin similitudinibus: veniet hora, guando iam non in similitudinibusloquar vobis, sed manifesté de Patre nuntiábovobis; id est, iam non erunt similitudines, cum visio fueritfacie ad faciem. Hoc est enim quod ait: sed manifesté dePatre nuntiábo vobis; ac si dicerit, manifesté Patrem ostendamvobis. Nuntiábo quippe ait, quia Verbum eius est.Sequitur enim et dicit: Illa die in nomine meo petetis, etnon dico vobis quia ego rogabo Patrem: ipse enim Pateramat vos, quia vos me amastis, et credidistis quia a Deoexivi. Exivi a Patre, et veni in huno mundum: iterum re~linquo mundum, et vado ad Patrem^.Quid est: A Patre exivi; nisi, non in ea forma qua aequalissum Patri, sed aliter, id est, in assumpta creaturaminor apparui? Et quid est: Veni in huno mundum; nisi,formam serví, quam me exinaniens accepi, etiam peccatorumqui mundum istum diligunt, oculis demonstravi ? Et quidest: Iterum relinquo mundum; nisi, ab aspectu dilectorummundi aufero quod viderunt? Et quid est: Vado ad Patrem;nisi, doeeo me sic intelligendum a fidelibus meis, quomodoaequalis sum Patri? Hoc qui credunt, digni habebuntur perducia fide ad speciem, id est ad ipsam visionem, quo perducensdictus est tradere regnum Deo et Patri.Fideles quippe eius quosredemit sanguine suo, dicti suntregnum eius, pro quibus nunc interpellat: tune autem illiceos sibi faciens inhaerere, ubi aequalis est Patri, non iamrogabit Patrem pro eis. Ipse enim, inquit, Pater amat vos.Ex hoc enim rogat, quo minor est Patre: quo vero aequalisest, exaudit cum Patre.80i Cor. 15, 34-28.81 lo. 16,25-38.aSic meliores Mss. At editi, ali-a substantia Deus. alia homo,homo potius in Filio, etc.b Sex Mss. : Haec vobis locutus sum.I, 10, 21 D? LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ,171dote, vestido de nuestra forma servil por nuestra redención,está sujeto a aquel que le sometió todas las cosas; así, encuanto Dios nos tiene sujetos, y en cuanto sacerdote está,como nosotros, sometido. Por lo cual, siendo el Hijo DiosHombre, su naturaleza humana difiere en grado sumo dela naturaleza que el Hijo recibe del Padre; como la carne,al compararla con mi alma, difiere más de mi espirita, aunquecoexistan en un hombre, que mi alma del alma de otrohombre ".21. Cuando Cristo haya consignado él reino al Padre,es decir, cuando haya conducido a los creyentes, que vivenahora de fe, por los cuales intercede como mediador, a lacontemplación, por la cual gemimos y suspiramos; puespasado el trabajo y terminada la fatiga, ya no intercederápor nosotros. Tal es el sentido de las palabras quesiguen: Esto os lo he dicho en parábolas; llegará la hordsen que ya no os hablaré más en enigmas, antes claramenteos hablaré del Padre. Que fué decir: Cesarán las semejanzascuando la visión sea cara a cara. Cuando dice: Claramenteos hablaré del Padre, es como si dijera: Os manifestaré claramentea2 Padre. Y dice hablaré, porque es su Verbo. Sigueel texto: Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo queyo rogaré al Padre por vosotros, pues el mismo Padre osama, porque vosotros me amáis y creéis que yo he salido*de Dios. Salí del Padre y vine al mundo, de nuevo dejo elmundo y voy al Padre.¿Qué significa salí del Padre, sino que me manifesté inferioren mi forma de criatura asunta, no en la forma en laque soy igual al Padre? Y ¿qué quiere decir vine al mundo,sino que mostré a los ojos de los pecadores, que aman estemundo, la forma de esclavo que tomé anonadándome?Y ¿qué significa de nuevo dejo el mundo, sino que substraigoa la vista de los amadores del mundo lo que vieron? ¿Y quéquiere decir voy al Padre, sino que enseño a mis fieles ladoctrina de mi igualdad con el Padre? Los que esto creen,dignos son de pasar de las sombras de la fe a las claridadesde la visión, cuando el Hijo consigne el reino del Padre.Los fieles redimidos con su sangre son este reino de Cris.to, por los cuales ahora intercede; pero al arribar a la etapafinal, donde es igual al Padre, les hará adherirse a El yno intercederá por ellos. El mismo Padre, dice, os ama. Intercedeahora como inferior, entonces escuchará con el Padreen cuanto igual.11 Un símil siempre es un símil. Agustín quiere sólo indicar enlas palabras citadas que la diversidad entre la forma humana en Cristoy su forma divina corre parejas con la diferencia existente entrela carne y el alma. La naturaleza divina del Hijo se identifica conla esencia del Padre.


172 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 11, 22Unde se ab eo quod dixit: Ipse enim Pater amat vos,utique ipse non separat; sed secundum ea facit intelligi quaesupra commemoravi, satisque insinuavi, plerumque ita nominanunamquamque in Trinitate personam, ut et aliae illicintelligantur. Sic itaque dictum est: Ipse enim Pater amatvos, ut consequenter intelligatur et Filius et Spiritus sanctus:non quia modo nos non amat, qui proprio Filio non pepercit,sed pro nobis ómnibus tradidit eum 82 ; sed tales nosamat Deus, quales futuri sumus, non quales sumus. Qualesenim amat, tales in aeternum conservat: quod tune erit cumtradiderit regnum Deo et Patri, qui nunc interpellat pronobis, ut iam non roget Patrem, quia ipse Pater amat nos.Quo autem mérito, nisi fidei, qua credimus antequam illudquod promittitur videamus? Per hanc enim perveniemus adspeciem, ut tales amet, quales amat ut simus; non qualesodit quia sumus c , et hortatur ac praestat ne tales esse sempervelimus.CAPUTXIREGULA QUA INTELLIGITUR FILIUS IN SCRIPTURIS NUNCAEQUALIS, NUNC MINOR22. Quapropter, cognita ista regula intelligendarumScripturarum de Filio Dei, ut distinguamus quid in eis sonetsecundum formam Dei, in qua aequalis est Patri, et quidsecundum formam servi quam accepit, in qua minor est Paire,non conturbabimur tanquam contrariis ac repugnantibusínter se sanctorum Librorum sententiis.Nam secundum formam Dei aequalis est Patri et Filiuset Spiritus sanctus, quia neuter eorum creatura est, sicutiam ostendimus: secundum autem formam servi, minor estPatre, quia ipse dixit: Pater maior me est ss ; minor est seipso, quia de illo dictum est: Bemetipsum exinanivit Si ; minorest Spiritu sancto, quia ipse ait: Qui dixerit blasphemiamin Filium hominis, remittetur ei; qui autem dixerit inSpiritum sanctum, non remittetur ei 85 . Et in ipso virtutesoperatus est, dicens: Si ego in Spiritu Dei eiicio daemonia,"- Rom. 8, 32.83 lo. 14, 28.81 Phil. 2, 7.85 Mt. 12, 32.0 Editi, quia mali sumus. Abest, malí, a Mss.I, 11, 22 DI-; LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 173Y no se separa del Padre cuando dice: El Padre os ama,antes insinúa y nos da a entender, como noté más arriba,que, al mencionar una persona de la Trinidad, es menestersobrentender siempre las otras dos. Así, estas palabras: ElPadre os ama, deben igualmente entenderse del Hijo y delEspíritu Santo; y no porque ahora no nos ame, pues no haperdonado a su propio Hijo y lo ha sacrificado por nosotros,sino porque no nos ama como somos, sino como seremos.A los que así ama en el tiempo, conserva en la eternidad,cuando el que por nosotros ahora intercede haya consignadoel reino a Dios Padre. Entonices ya no rogará al Padre, porqueel mismo Padre nos ama. Y ¿cómo merecer este amor,si no es mediante la fe en las promesas antes que llegue lavisión? La fe nos conducirá a la visión, porque nos amarátales como quiere que seamos, no cuales nos odia por loque somos, pues nos exhorta y ayuda para que no queramosser siempre malos.CAPÍTULOXILAS DOS NATURALEZAS EN CRISTO22. Regla para entender rectamente las <strong>Escritura</strong>s,cuando del Hijo hablan, es distinguir entre lo que se dicesegún la forma de Dios, en la que es igual al Padre, y laforma de siervo que asumió en el tiempo, en la que es alPadre inferior. Comprendida esta regla, ya no nos inquietaránlas aparentes contradicciones que encontramos en lassentencias de los Libros inspirados.En su naturaleza divina, el Hijo y el Espíritu Santo soniguales al Padre, porque ninguno de ellos es criatura, segúnhemos probado; en su forma de esclavo, el Hijo es al Padreinferior, pues El mismo dice: El Padre es mayor que yo;y es también inferior a sí mismo, porque de El está escrito:Se anonadó a si mismo; y es, finalmente, inferior al EspírituSanto, pues dice: Quien hablare contra él Hijo del hombre,será perdonado; pero quien hablare contra el Espíritu Santo,no será perdonado, ni en este siglo ni en el futuro. Y obraprodigios en nombre del Espíritu Santo, pues dice: Si yoarrojo los demonios en el Espíritu de Dios, sin duda el reino


174 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 12, 23certe supervenit swper vos regnum Dei S6 . Et apud Isaiamdicit, quam lectionem ipse in synagoga recitavit, et de secompletam sine serupulo dubitationis ostendit: Spiritus, inquit,Domini super me; propter guod unxit me, evangelizarepauperibus misit me, praedicare captivis remissionem 87 , etcaetera: ad quae facienda ideo dicit se missum, quia SpiritusDomini est super eum.Secundum formam Dei, omnia per ipsum facta sunt 8 *:secundum formam servi, ipse factus est ex muliere, factussub Lege 89 . Secundum formam Dei, ipse et Pater unumsunt 90 : secundum formam serví, non venit faceré voluntatemsuam, sed voluntatem eius qui eum misít 91 . Secundumformam Dei, sicut habet Pater vitam in semetipso, sic deditet Filio vitam habere in semetitpso 02 ; secundum formam servi,tristis est anima eius usque ad mortem; et: Pater, inquit,si fieri potest, transeat a me calix iste 93 . Secundum formamDei, ipse est verus Deus et vita aeterna 9i ; secundumformam servi, factus est óbediens usque ad mortem, mortemautem crucis ° 5 .C A PUTXIII, 12, 23 t>R IA <strong>SAN</strong>TÍSIMA íRiNibAt) 178de Dios ha llegado a vosotros 12 . Mas, sin titubeos ni escrúpulos,se apropia aquel pasaje de Isaías, que El lee en laSinagoga: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque meungió y envió a evangelizar a los pobres y predicar la re-idención a los cautivos. Para dar cumplimiento a este vaticinioha sido El enviado, porque sobre El descansa el Espíritudel Señor.Según su forma divina, todas las cosas han sido hechaspor El. En su forma de esclavo nació de una mujer, bajoel imperio de la Ley. En su forma divina, El y él Padre sonuno; en su forma de hombre no vino a hacer su voluntad,sino la voluntad del que le envió. Como Dios, así como elPadre tiene vida en sí mismo, así dio al Hijo tener vida ensí mismo; como hombre, su alma está triste hasta la muerte,y exclama: Padre, si es posible, pase de mí este cáliz.En su forma divina es Dios verdadero y vida eterna; ensu forma de esclavo se hizo obediente hasta la muerte, ymuerte de cruz.QUA RATIONE FLLIUS DICATUR NESCIRE DIEM ET HORAM QUAMSCIT PATER. DICTA <strong>DE</strong> CHRISTO ALIA SECUNDUM FORMAM <strong>DE</strong>I,ALIA SECUNDUM FORMAM SERVÍ. DARÉ REGNUM QUOMODO ETCHRISTI EST, ET CHRISTI NON EST. QUOMODO CHRISTUS ETNON IUDICABIT ET IUDICABITCAPÍTULOXII23. Secundum formam Dei, omnia quae habet Pater, ipsiussunt 9B ; et: Omnia mea tua sunt, inquit, et tua mea 97 a .Secundum formam servi, non est doctrina ipsius, sed illiusqui eum misit 98 . Et: De die et hora nemo scit, ñeque angelíin cáelo, ñeque Filius, nisi Pater ". Hoc enim nescit, quod86 Le. ii, so. " Mt. 26, 38. 39.87 Is. 61, 1 ; Le 4, 18, 19.M 1 lo. 5, 20.88 lo. 1, 3. ° 5 Phil. 2, 8.88 Gal. 4, 4- ° 6 Io - l6 > 15-00 lo. io, 30. " Ibid., 17, 10.» Ibid., 6, 38.08 Ibid., 7, 16.93 Ibid., 5, 36. '•" Me. 13, 32.aIn B. : Omnia mea tua sunt, inquit, et mea tua. Melius eumEr. Lugd. Ven. et Lov., omnia tua mea sunt, inquit, et -mea tua:sed veram lectionem exhibere videntur graecum et Vulgata : Omniamet tua sunt, inquit, et tua mea, M.LA IGNORANCIA <strong>DE</strong> CRISTO. CÓMO PERTENECE Y NO PERTENE­CE A CRISTO DAR EL REINO. CRISTO JUZGARÁ Y NO JUZGARÁ.NADIE SABE EL DÍA NI LA HORA, NI LOS ÁNGELES EN EL CIELO,NI EL HIJO, SINO EL PADRE23. En cuanto Dios, todo lo que tiene el Padre, suyo esy puede decir al Padre: Todas tus cosas son mías, y lo míotuyo; en cuanto hombre, confiesa que su doctrina no essuya, sino de aquel que ie envió, y además dice: Cuanto aese día y hora (del juicio), nadie la conoce, ni los ángelesdel cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Ignora lo que no12 En el texto original se lee : En el dedo de Dios. Y en la bellasecuencia de Pentecostés se llama al Espíritu Santo «dedo de la diestradel Padre». Agustín debió de seguir en este pasaje indudablementela ítala.


176 <strong>DE</strong> IRINITAIE I, 12, 24nescientes facit, id est, quod non ita seiebat ut tune discipulisindicaret: sicut dictum est ad Abraham: Nunc cognoviquod timeas Deum 10 °, id est, nunc feci ut cognoseeres; quiaet ipse sitó in illa tentatione probatus innotuit. Nam et iiludutique dieturus erat discipulis tempore opportuno, de quofuturo tanquam praeterito loquens, ait: Iam non dicam vosservos, sed amicos. Servus enim nescit voluntatem dominisui: vos autem dixi amicos, quia omnia quaecumque audivia Patre meo, nota vobis feci 101 ; quod nondum fecerat, sedquia certo facturus erat, quasi iam f ecisset loeutus est. Ipsisenim ait: Multa voKs habeo dicere; sed non potestis illaportare modo 102 . ínter quae intelli.gitur et: De die et hora.Nam et Apostolus: Ñeque enim iudicavi me, inquit, scirealiquid in vobis, nisi Christum lesum,-et hunc crucifixum 103 .Eis enim loquebatur, qui capere altiora de Christi deitate nonpoterant. Quibus etiam paulo post dieit: Non potui vobisloqui quasi spiritualibus, sed quasi carnalibus 104 . Hoc ergoÍnter illos nesciebat, quod per illum scire non poterant. Ethoc solum se scire dicebat, quod eos per illum scire eportebat.Denique scie'bat inter perfectos, quod inter párvulosnesciebat: ibi quippe ait: Sapientiam loquimur inter perfectos10s .Eo namque genere Jocutionis nescíre quisque dicitur quodoceultat, quo dicitur fossa caeca quae oceulta est. Ñequeenim aliquo genere loquuntur Scripturae, quod in consuetudinehumana non invenía tur; quia utique hominibus loquuntur.24. Secundum formam Dei dictum est: Ante omnes colleagenuit me - 06 , id est, ante omnes altitudines creaturarum;ét: Ante luciferum genui te 107 , id est, ante omnia témporaet temporalia; secundum formam autem servi dictum est:Dominus creavit me in principio viarum suarum 10S . Quiasecundum formam Dei dixit: Ego sum ventas; et secundumformam servi: Ego sum via 109 . Quia enim ipse primogeni*tus a mortuis 110 iter fecit Ecclesiae suae ad regnum Dei advitam aeternam, cui caput- est ad immortalitatem etiam corporis,ideo creatus est in principio viarum Dei in opera e'ius.Secundum formam enim Dei, principium est quod et loquiturnobis U1 ; in ¡quo principio fecit Deus caelum et terram n2 ;100 lorGen. 22, ia.Ps. io 9) 3-101 lo. i 5) 15. " s Prov. 28, 22Ibid., 16, 12. "' lo. 14, 6.103uo1 Cor. 2, 2.Apoc. 1, 5.,M Ibid.,.3, 1. " l lo. 8, 25.105 Ibid., 2, 6. » 2 Gen. 1,1.106 Prov. 8, 25.I, 12, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 177quiere dar a conocer, es decir, no lo sabía para comunicarloentonces a sus discípulos. Así se dice a Abrahán: Ahorasé que temes a Dios; que fué decir: Ahora te lo di aconocer, pues, probado en la tentación, quedó el temor patente.Cristo se proponía revelar a sus discípulos este secretoen tiempo oportuno, como lo insinúan aquellas palabrasdonde habla del futuro como de tiempo pretérito, ydice: Ya no os llamaré siervos, sino amigos. Porque el siervoignora la voluntad de su señor; pero yo os digo amigos,porque todo lo que oí a mi Padre os lo he dado a conocer.Aun no lo habia hecho, pero como lo había, con toda certeza,de ejecutar, habla como de cosa cumplida. Muchascosas, les dice, tengo aún que deciros, pero no las podéisllevar ahora. Entre ellas se entiende el día y la hora.Dice el Apóstol: Nunca entre vosotros me precié de sabercosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Asíhablaba a los que eran incapaces de entender los misteriosmás sublimes de la deidad de Cristo. Por eso continúa pocodespués: No pude hablaros como a espirituales, sino comoa carnales. Ignoraba entre ellos lo que por él no podían entoncescomprender, mientras afirma saber lo que por sumedio convenía aprendieaen. Conocía entre los perfectos loque entre los párvulos ignoraba, porque como él mismodice: Hablamos entre los perfectos sabiduría.Se dice que uno ignora una cosa cuando debe tenerlasecreta, como se llama trampa ciega a la que está escondida.Se acomoda la <strong>Escritura</strong> a nuestro común decir al hablara los mortales.24. Según su forma de Dios se dice: Fui concebido antesque todos los collados, es decir, antes que las criaturasmás sublimes. Y en el Salmo: Antes de la aurora te engendré,esto es, antes que todos los tiempos y todas las cosastemporales. Según su forma de siervo se dice: Yahvéme creó en el principio de sus caminos. Según su formade Dios se dice: Yo soy la <strong>Verdad</strong>; y según su forma desiervo: Yo soy el camino. Siendo el primogénito entre losmuertos, trazó la senda de su Iglesia rumbo al reino deDios y de la vida eterna; y así Cristo, cabeza del cuerpomístico, como guía de inmortalidad, fué creado en el principiode los caminos y de las obras de Dios.¡En su forma divina es principio que nos habla 13 ; eneste principio creó Dios el cielo y la tierra; en su forma13 Idéntica lección propone Agustín en el tratado 36 sobre elEvangelio de San Juan. La expresión del texto es confusa, y los exegetasmodernos parecen estar de acuerdo únicamente en rechazar lalección de la Vulgata. En lo demás, tot capita tot sententiae.


ira<strong>DE</strong> TRlNlíATÉ I, 12, 25secundum autem formam serví: Sponsus procedería de thalamosuo 113 . Secundum formam Dei: Primogénitas omniscreaturae, et ipse ante omnes est, et omnia in illo constant;secundum formam servi: Ipse est caput corporis Ecclesiae 114 .Secundum formam Dei, Dominus est gloriae 115 . Unde manifestumest, quod ipse gloriñcet sanctos suos. Quos enimpraedestinavit, ipsos et vocavit; et quos vocavit, ipsos etiustificavit; quos autem iustificavit, ipsos et glorificavit 11B .De illo quippe dictum est quod iustifieet impium U7 ; de illodictum est quod sit iustus et iustifícans 118 . Si ergo quosiustificavit, ipsos et glorificavit, qui iustificat ipse et glorificat,qui est, ut dixi, Dominus gloriae. Secundum formamtamen servi satagentibus discipulis de glorificatione sua,respondit: Sedere ad dexteram vel ad sinistram meam nonest meum daré vobis, sed quibus paratum est a Patre meo 119 .25. Quod autem paratum est a Patre eius, et ab ipsoFilio paratum est: quia ipse et Pater unum sunt 120 . Iamenim ostendimus in hac Trinitate per multos divinarum locutionummodos etiam de singulis dici quod omnium est,propter inseparabilem operationem unius eiusdemque substantiae.Sicut et de Spiritu sancto dicit: Cum ergo iero, mittamülum ad vos 121 . Non dixit: mittemus; sed ita quasitantum Filius eum missurus esset, et non Pater; cum alioloco dicat: Haec locutus sum vobis apud vos manens; advocatusautem Spiritus sanctus, quem mittet Pater in nominemeo, Ule vobis declarabit omnia 122 . Hic rursus ita dictumest, quasi non eum missurus esset et Filius, sed tantum Pater.Sicut ergo ista, ita et illud quod ait: sed quibus paratumest a Patre meo: cum Patre se intelligi voluit parare sedesgloriae quibus vellet.Sed dicit aliquis: Illic cüm de Spiritu sancto loqueretur,ita se missurum ait, ut non negaret Patrem missurum; etalio loco ita Patrem, ut non negaret se missurum: hic veroaperte ait: Non est meum daré; atque ita secutus, a PatrePs. i8, 6.1I8 Ibid., 3, 26.Col. 1, 15, 17. 18.I19Mt. 20, 23.1 Cor. 2, 8.120lo. 10, 30.Rom. 8, 30. •" Ibid., 16, 7.Ibid., 4, 5.Ibid., 14, 25. 26.I. 12, 25 DF. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 179de siervo es él esposo que sale de su tálamo. En su formade Dios es el primogénito de toda criatura. El es antes quetodo, y todo en El subsiste; en su forma de siervo es cabezadel cuerpo de la Iglesia. En su forma divina es el Señorde la gloria. Luego es manifiesto que El glorificará asus elegidos. A los que predestinó, a ésos llamó; a los quellamó, a ésos los justificó; a los que justificó, a ésos glorificó.De El está escrito que justifica al impío, pues El esel justo que justifica. Si a los que justifica a ésos glorifica,El es el que justifica y glorifica, pues es, según dije, el Señorde la gloria. No obstante, en su forma de siervo dicea sus discípulos, solícitos de la recompensa: Sentarse a miderecha o a mi izquierda no corresponde a mí el otorgarlo,sino a aquéllos para quienes mi Padre lo ha dispuesto.25. Lo que el Padre apareja lo dispone también el Hijo,porque el Padre y El son uno. Probé ya con abundancia detestimonios tomados de las divinas <strong>Escritura</strong>s que en estaTrinidad, a causa de la inseparabilidad de operaciones deesta única esencia, se dice en singular de una persona loque es propiedad de todas. Por ejemplo, dice del EspírituSanto: Cuando yo me vaya, os lo enviaré. No dijo: Os loenviaremos; sino como si el Hijo solo, y no el Padre, lohubiera de enviar, siendo así que en otro lugar dice: Oshe dicho estas cosas mientras permanezco entre vosotros;pero el Abogado, el Espíritu Santo, que el Padre enviaráen mi nombre, os lo enseñará todo. Parece aquí como si loenviara el Padre solo, sin la intervención del Hijo. Perotanto en este pasaje como en aquel otro donde se lee: paraaquellos que mi Padre lo ha dispuesto, se ha de entenderque, juntamente con el Padre, aparejará un trono resplandecientede gloria para aquellos que El decretare.Podría alguien objetar: En el pasaje donde promete elHijo enviar al Espíritu Santo, no excluye al Padre, ni enel otro testimonio aducido se excluye a sí mismo; pero aquíexpresamente dice: No toca a mí el otorgarlo; y añade:Estas cosas sólo el Padre las concede. Y prosigue como siestas cosas sólo el Padre las preparara. Mas la puerta a


180 <strong>DE</strong> TRINIIAIE I, 12. 26dixit ista praeparata. Sed hoc est quod praestruximus b secundumformam serví dictum: ut ita intelligerernus: Non estmeum daré, ac si dieeretur: Non est humanae potestatis hocdaré: ut per illud intelligatur hoc daré, per quod Deus aequalisest Patri. Non est meum, inquit, daré, id est, non humanapotestate ista do, sed quibus paratum est a Paire meo: sediam tu intellige, quia si omnia quae habet Pater, measunt 123 , et hoc utique meum est, et cum Patre ista paravi.26. Nana et illud quaero, quomodo dictum sit: Si quisnon audit verba mea, ego non iwdicabo iílum. Fortassis enimita hic dixit: Ego non iudicabo illum, quemadmodum ibi:Non est meum daré. Sed quid hic sequitur? Non enim veni,inquit, ut iudicem mundum, sed ut salvum faciam mundum;deinde adiungit et dicit: Qui me spernit et non accipit verbamea, habet qui se iudicet. Hic iam inte'lligeremus Patrem,nisí adiungeret et diceret: Verbum quod locutus sum, ipsumiudicabit illum in novissimo die. Quid igitur, iam nec Filiusiudicabit, quia dixit: Ego non iudicabo illum ? nec Pater, sedverbum quod locutus est Filius? Imo audi adhuc quod sequitur:Quia ego, inquit, non ex me locutus sum, sed qui memisit Pater, Ule mandatum mihi dedit quid dicam, et quidloquar; et scio quia mandatum eius vita aeterna est. Quaeergo ego loquor, ita ut dixit mihi Pater, sic loquor 1Zi .Si ergo non i.udicat Filius, sed verbum quod locutus estFilius; ideo autem iudicat verbum quod locutus est Filius,quia non ex se locutus est Filius, sed qui misit eum Patermandatum dedit ei quid dicat, et quid loquatur: Pater utiqueiudicat, cuius verbum est quod locutus est Filius, atqueipsum Verbum Patris idem ipse est Filius. Non enim aliudest mandatum Patris, aliud Verbum Patris; nam et verbumhoc appellavit, et mandatum.Videamus ergo ne forte quod ait: Ego non ex me locutussum, hoc intelligi voluerit: Eigo non ex me natus sum. Sienim Verbum Patris loquitur, se ipsum loquitur. quia ipseest Verbum Patris. Plerumque enim dicit: Dedit mihi Pater:in quo vult intelligi quod eum genuerit Pater: non ut tanquamiam existenti et non habenti dederit aliquid; sed ipsumdedisse ut haberet, genuisse est ut esset. Non enim sicutcreatura, ita Dei Filius ante incarnationem et ante assumptamcreaturam, unigenitus per quem facta sunt omnia, aliudest, et a'iiud habet: sed hoc ipsum est, quod est id quod1=3 Ibid., 16, 15.124 Ibid., 12, 47-50.b Ita in Mss. At in editis, praestrinximus.I, 12, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 181esta dificultad quedó cerrada de antemano al probar cómoha de entenderse de Cristo según su forma de siervo. Y laspalabras: No toca a mi el otorgarlo, significan que no perteneceal humano poder el concederlo; entendiendo por dar,el poder de su forma divina, en la que es igual al Padre.No toca a mí, dice, el otorgarlo; esto es, no os concedo estascosas en cuanto hombre, sino a quienes fué dispuestopor el Padre. Pero tú has de entender que si todo cuantoel Padre tiene es mío, mío es también este poder y juntamentecon el Padre he dispuesto estas cosas.26. Si alguien no oye mis palabras, no le juzgaré. Preguntocuál es el sentido de esta sentencia. Quizá haya dichono lo juzgaré en el mismo sentido que dijo no toca amí el otorgarlo. Mas ¿qué sigue? No vine a juzgar al mundo,sino a salvar al mundo. Luego añade y dice: El que merechaza y mis palabras no recibe, tiene ya quien le juzgue.Aquí todos entenderíamos que alude al Padre, si no dijesea continuación: La palabra que he hablado, ella le juzgaráen él día postrero. Luego, ¿no juzgará el Hijo, pues dice:Yo no le juzgaré, ni le juzgará el Padre, sino la palabraque ha proferido el Hijo? Escucha aún lo que sigue: Porqueyo no he hablado de mí mismo. El Padre, que me envió,es quien me dio mandamiento de lo que he de hablary decir. Y sé que su precepto es vida eterna. Así, pues, loque yo hablo, lo hablo según el Padre me lo ha dicho.Si, pues, no juzga el Hijo, sino la palabra pronunciadapor el Hijo; entonces esta palabra del Hijo juzga, no encuanto ha hablado de sí mismo, sino en cuanto el Padre, quele envía, es quien le ordena lo que ha de hablar y decir. Luegoel Padre, cuya palabra es el Hijo, juzga, porque ei Verbodel Padre es el mismo Hijo de Dios. No es posible distinguirentre mandato del Padre y Verbo del Padre. Mandatoy verbo, dijo.Veamos si las palabras Yo no he hablado de mí mismo,quieren significar yo no he nacido de mí mismo. Si habla elverbo del Padre, se habla a sí mismo, porque El es elVerbo del Padre. Con frecuencia dice: Me lo dio el Padre,queriendo dar a entender que el Padre lo engendró, no dándoleel ser como si de él careciera, sino comunicándoselocomo si ya lo tuviese: engendrar es como ser. Para el Hijounigénito de Dios, por quien fueron hechas todas las cosas,antes de encarnarse y asumir la humana naturaleza,no es, como para la criatura, una realidad el ser y otra el


182 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 12. 27habet. Quod illo loco manifestius dieitur, si quis ad capiendumsit idoneus, ubi ait: Sicut habet Pater vitara in semetipso,ita dedit Filio vitam habere in semetipso 125 . Ñequeenim iam existenti et vitam non habenti dedit ut haberetvitam in semetipso, cum eo ipso quod est, vita sit c . Hocest ergo, dedit Filio vitam habere in semetipso, genuit Filiumesse d incommutabilem vitam, quod est vita astenia.Cum ergo Verbum Dei sit Filius Dei, et Filius Dei sitverus Deus et vita aeterna, sieut in Epístola sua dicit Ioannes126 ; etiam hic quid aliud agnoscimus, cum dicit Dominus:Verbum quod locutus sum, ipsum iudicabit eum in novissimodie; et ipsum verbum, Patris verbum esse dicit etmandatum Patris, ipsumque mandatum vitam aeternam? Etscio, inquit, quia mandatum eius vita aeterna est.27. Quaero itaque quomodo intelligamus: Ego non iudicabo;sed verbum quod locutus sum iudicabit: quod ex consequentibusapparet ita dictum, ac si diceret: Ego non iudicabo;sed Verbum Patris iudicabit. Verbum autem Patrisest ipse Filius Dei. Siccine intelligendum est: Ego non iudicabo.sed ego iudicabo? Quomodo potest istud esse verumnisi ita: Ego scilicet non iudicabo ex potestate humana, quiaFilius hominis sum; sed ego iudicabo ex potestate Verbi,quoniam Filius Dei sum. Aut si contraria et repugnantiavidentur: Ego non iudicabo, sed ego iudicabo: quid illic dicemus,ubi ait: Mea doctrina non est mea? Quomodo mea,quomodo non mea? Non enim dixit: Ista doctrina non estmea; sed: Mea doctrina non est mea; quam dixit suam,eamdem dixit non suam. Quomodo istud verum est, nisi secundumaliud suam dixerit; secundum aliud, non suam: secundumformam Dei, suam; secundum formam servi, nonsuam? Cum enim dicit, non est mea, sed eius qui me misit127 , ad ipsum Verbum nos facit recurrere. Doctrina enimPatris est Verbum Patris, qui est unicus Filius.Quid sibi et illud vult: Qui in me credit, non in me credit?128 Quomodo in ipsum, quomodo non in ipsum? Quomodotam eontrarium sibique adversum potest intelligi: Quiin me credit, inquit, non in me credit, sed in eum qui me123 lo. 5, 26.126 1 lo. 5, so.127 lo. 7, 16,128 Ibid., 12, 44.0 Veteres aliqui códices, vita aeterna sit.d Am. et Er. omittunt, esse; cuius loco unus e Vaticanis Mss.habet ex se.I, 12, 27 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 1H3tener, sino que El es lo que tiene. Para quien lo comprenda,lo dice con más claridad aquel texto: Así como el Padretiene vida en sí mismo, así da también al Hijo tener vidaen sí mismo ". No le dio el tener vida como si existiese ycareciera de ella, pues por el mero hecho de existir es vida.Dar al Hijo tener vida en sí mismo es dar por generaciónal Hijo el ser inconmutable, que es vida eterna.Si, ipues, el Verbo de Dios es Hijo de Dios, y el Hijo deDios es Dios verdadero y vida eterna, como asevera SanJuan en su Carta, ¿qué otra cosa debemos reconocer aquícuando dice el Señor: La palabra que hablé le juzgará enel día postrero, sino que el mismo verbo es Verbo y mandatodel Padre, y el mandato es vida eterna? Y sé, dice,que su mandato es vida eterna.27. Me interesa saber cómo hemos de interpretar lafrase: Yo no juzgaré: es la palabra que he hablado la quejuzgará. Según el contexto, parece como si dijese: No juzgaréyo, pero juagará la palabra del Padre. El Verbo delPadre es el mismo Hijo del Padre. ¿Hemos, pues, de entenderque juzgará y no juzgará? ¿Cómo puede ser verdad,sino en el sentido que no juzgará según el humano poder,porque es Hijo del hombre, mas juzgará según el poder delVerbo, pues es Hijo de Dios? Y si la contradicción y repugnanciade la -sentencia juzgaré y no jungaré irreconciliableos parece, ¿qué decir de aquella expresión: Mi doctrina noes mía? ¿Cómo puede ser mía y no mía? Y advierte que nodijo: Esta doctrina no es mía, sino: Mi doctrina no es mía.La misma doctrina que llama suya dice que no es suya.¿Cómo puede ser esta afirmación cierta, a no ser que enun sentido sea suya y en otro no lo sea? En su forma deDios es suya, en su forma de siervo no lo es. Cuando dice:No es mía, sino del que me envió, es preciso elevar nuestropensamiento hasta el Verbo. La doctrina del Padre es elVerbo del Padre, que es su Hijo unigénito.Y ¿qué significa: El que en mí cree, no cree en mi?¿Cómo es posible creer y no creer en El? ¿Cómo entenderfrases tan contradictorias y opuestas como son El que en mícree, no cree en mi, sino en el que me envió? He aquí la11 La inteligencia procer de Agustín se detiene reverente ante elumbral de lo divino, remansa su vuelo de águila sobre las cumbresde la revelación como temerosa del precipicio. La generación eternadel Verbo de Dios siempre será una barrera infranqueable para larazón humana.


184 .,, <strong>DE</strong> TRINITATE I. 13,misjt; nisi ita intelligas: Qui in me credit, non in hoc quodvidet credit, ne sit spes nostra in creatura; sed in illo quisuscepit creaturam, in qua humanis oculis appareret, ac sicad se aequalem Patri contemplandum per fidem corda mundaret?Ideoque ad Patrem referens intentionem credentium, etdicens: Non in me credit, sed in eum qui me misit, nonutique se a Patre, id est ab illo qui eum misit, voluit separan:sed ut sic in eum crederetur, quomcdo in Patrem cuiest aequalis. Quod aperte alio loco dicit: Credite e in Deum,et in me credite 129 : id est: sicut creditis in Deum, sic et inme; quia ego et Pater unus Deus. Sicuti ergo Me, tanquamabstulit a se fidem hominum, et in Patrem transtulit, dicendo:Non in me credit, sed in eum qui me misit, a quatamen se utique non separavit; sic etiam quod ait: Non estmenm daré, sed quibus paratum est a Patre meo, puto clareresecundum quid utrumque accipiendum sit. Tale est enimet illud: Ego non iudicabo; eum ipse iudicaturus sit vivoset mortuos 130 : sed quia non ex potestate humana, propterearecurrens ad deitatem, sursum erigit corda hominum,propter quae sub'levanda descendit.CAPUTXIIII, 13, 28 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 186solución. El que en mí cree, no cree en lo que ve, y así suesperanza no reposa en la criatura, sino en el que asumióla criatura, en la que se manifiesta visible a los ojos de losmortales; y así, contemplando por fe al que es igual alPadre, podemos purificar nuestros corazones.Por eso, elevando hasta el Padre el pensamiento de loscreyentes, dice: No cree en mí, sino en el que me envió,sin que pretenda separarse del Padre, que lo ha enviado,sino que es su deseo se crea en El como se cree en el Padre,al que es en todo igual. Esto se afirma formalmentedonde dice: Creed en Dios y creed también en mí. Es decir,creed en mí como creéis en Dios, porque yo y el Padre somosun solo Dios. Cuando Cristo dice: No creáis en mi,sino en el que me envió, aparta de sí la atención para fijarlaen el Padre, sin separarse de El. Por consiguiente, cuandodice: No toca a mí el otorgarlo, sino a quienes está preparadopor mi Padre, creo esté claro en qué sentido se hade interpretar. Aplicad esta misma distinción a la sentencia:Yo no juzgaré, porque Cristo ha de juzgar a vivos ymuertos. Pero como ha de juzgar no segur, su poder humano,recurre a la deidad y eleva a las alturas los corazonesde los mortales, fin de su venida a la tierra.<strong>DE</strong> EO<strong>DE</strong>M CHRISTO DIVERSA PRAEDICANTUR, OB DIVERSAS NA­TURAS HYPOSTASEOS. CüR PATER DICITUR NON IUDICATURUS,SED IUDICIUM <strong>DE</strong>DISSE FILIOCAPITULOXIII28. Nisi tamen ipse idem esset Filius hommis propterformam servi quam aecepit, qui est Filius Dei propter Deiformam in qua est; non diceret Paulus apostolus de principibushuius saeculi: Si enim cognovissent, numquam Dominumgloriae crucifixissent 131 . Ex forma enim servi crucifixusest, et tamen Dominus gloriae crucifixus est. Talisenim erat illa susceptio, quae Deum hominem faceret, ethominem Deum.Quid tamen propter quid, et quid secundum quid dicatur,adiuvante Domino prudens, et diligens, et plus lector intelligit.Nam ecce diximus quia secundum id quod Deus est,120 Ibid., 14, i.130 2 Tim. 4, i.131 i Cor. 2, 8.6 Editi, creditis. At Mss. constanter, credite.<strong>DE</strong>L MISMO CRISTO SE PREDICAN COSAS OPUESTAS A CAUSA <strong>DE</strong>LAS DIVERSAS NATURALEZAS <strong>DE</strong> SU PERSONA. POR QUÉ SE DICEQUE EL PADRE NO HA <strong>DE</strong> JUZGAR, PUES DIO EL JUICIO AL HIJO28. Si el mismo que es Hijo de Dios por su forma deDios, por la que existe, no fuera al mismo tiempo Hijo delhombre por la forma que recittió de siervo, no hubiera Pauloel Apóstol dicho de los príncipes de este mundo: Sile hubieran conocido, nunca, hubieran crucificado al Señorde la gloria. Fué crucificado en su forma de siervo; noObstante, fué crucificado el Señor de la gloria. Tal fué aquellaasunción que hizo hombre a Dios y Dios al hombre.Qué es lo que tiene sentido absoluto y qué sentido derelación, lo entenderá, con la ayuda del Señor, el prudente,atento y piadoso lector. Ya dijimos que en cuanto Dios glorificaa los suyos, y según esto, El es ciertamente el Señor


186 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 13, 29glorificat suos, secundum hoc utique quod Dominus gloriaeest; et tamen Dominus gloriae crucifixus est, quia recte dicituret Deus crucifixus, non ex virtute divinitatis, sed exinfirmitate carnis 132 : sicut dieimus, quia secundum id quodDeus est iudicat, hoc est ex potestate divina, non ex humana;et tamen ipse homo iudicaturus est, sicut Dominusgloriae crucifixus est; ita enim aperte dicit: Cum venerit'Filiu8 hominis in gloria sua, et omnes angelí cum eo, tunecongregabuntur ante eum omnes gentes 133 ; et caetera quaede futuro iudicio usque ad ultimam sententiam in eo locopraedicantur. Et iudaei, quippe qui in malitia perseverantes,in illo iudicio puniendi sunt, sicuti alibi seriptum est,videbunt in quem pupugerunt 134 .Cum enim et fooni et mali visuri sint iudicem vivorumet mortuorum, procul dubio eum videre mali non poterunt,nisi secundum formam qua fihus hominis est; sed tamen inclaritate in qua iudicabit, non in humilitate in qua iudicatusest. Caeterum illam Dei formam in qua aequalis est Patri,procul dubio impii non videbunt. Non enim sunt mundicordes:Beati enim mundicordes, quoniam ipsi Deum videbunt135 .Et ipsa visio est facie ad faciem 130 , quae a summum praemiumpromittitur iustis; et ipsa fiet, cum tradet regnumDeo et Patri; in quo et suae formae visionem vult intelligi,subiecta Deo universa creatura, et ipsa in qua Filius Deifilius hominis factus est. Quia secundum hanc et ipse Filiustune subiectus illi erit, qui ei subiecit omnia, ut sit Deusomnia in ómnibus157 .Alioquin si Filius Dei iudex in forma qua aequalis est Patri,etiam impiis cum iudicaturus est apparebit; quid estquod pro magno dilectori suo pollicetur dicens: Et ego diligameum, et ostendam me ipsum üli lss ? Quapropter Filiushominis iudicaturus est, nec tamen ex humana potestate, sedex ea qua Filius Dei est: et rursus Filius Dei iudicaturusest, nec tamen in ea forma apparens, in qua Deus est aequalisPatri, sed in ea qua filius hominis est.29. Itaque utrumque dici potest: et, Filius hominis iudicabit;et: Non Filius hominis iudicabit: quia Filius hominisiudicabit, ut verum sit quod ait: Cum venerit Filius132 2 Cor. 13,4.133 Mt. 25, 31. 32.134 Zach. 12, 10.135 Mt. 5, 8.136 1 Cor. 13, 12.137 Ibid., 15, 24. 28.138 lo. 14, 21.Editio Er. et quídam Ms., qua.I, 13, 29 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA IR1NIDAD J87de la gloria; con todo, este Señor de la gloria fué crueificado;pues con razón se dice que Dios fué crucificado, noen el poder de su divinidad, sino en la flaqueza de su carne15 . Como asimismo dijimos que juzga en cuanto Dios,esto es, ¡según su poder divino; no obstante, el hombre hade juzgar también, así como también fué crucificado el Señorde la gloria; pues se dice expresamente: Cuando vengaen su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con El,entonces se reunirán en su presencia todas las gentes; y aeste tenor continúa en dicho lugar describiendo ias demáscosas qua se verán en el día del juicio hasta la sentenciadefinitiva. Los judíos que permanecieron en su proterviaserán sancionados el día del juicio, como está escrito enotro lugar: Verán al que traspasaron.Cuando buenos e impíos contemplen ai juez de vivos ymuertos, es indudable que los impíos sólo le podrán ver ensu forma de Hijo del hombre; con todo, le han de ver ensu majestad de juez, no en su flaqueza de reo. Con todacerteza no le podrán ver los impíos en la forma en la quees igual al Padre, pues no. son puros de corazón y está escrito:Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellosverán a Dios. , .¡Y esta visión cara a cara será galardón supremo prometidoa los justos y ha de tener lugar cuando Cristo consigneel reino al Padre, reino donde, según su designio, seinciuye la visión de su forma, porque, sometidas a Diostodas las criaturas, queda incluida aquella en que el Hijode Dios se hizo Hijo del hombre. Según ésta se dice; Elmismo Htjo escá sujeto a quien a El sometió todas las cosas,para que Dios sea todo en todos.De otra suerte, si el Hijo de Dios es juez en la formasegún la cual es igual al Padre, se manifestaría a los impíoscuando viniere a juzgar, y entonces ¿qué prometeríade extraordinario a sus amadores cuando dice: Y yo leamaré y me manifestaré a él"! Por consiguiente, juzgará elHijo del hombre, no en virtud de su poder humano, sinoen virtud de su potestad divina, como Hijo de Dios; mas elHijo de Dios no se manifestará en aquel día según su formadivina, en la que es igual al Padre, sino en su forma desiervo, en la que es Hijo del hombre.29. En conclusión, ambas cosas se pueden decir: elHijo del hombre juzgará, y el Hijo del hombre no juzgará.Juzgará el Hijo del hombre para hacer verdadera la sentencia:Cuanao venga el Hijo del hombre, entonces apare-" El fundamento de esta mutua predicación, cuando de términosse trata concretos, radica en la unión de ambas naturalezas, divinay humana, en la hipóstasis única del Verbo.


188<strong>DE</strong> TRINITATK I, 13. 30hominis, tune congregabuntur ante eum omnes gentes; etnon Filius hominis iudieabit, ut verum sit quod ait: Ego noniudicabo 139 ; et: Ego non quaero gloriam meam; est quiquaerat, et iudicet 14 °. Nam secundum id quod in iudicio nonforma Dei, sed forma filii hominis apparebit, ne-c ipse Pateriudieabit. Secundum hoe enim dictum est: Pater non iudicatquemquam, sed omne iudicium dedit Filio. Quod utrum exilla locutione dictum sit, quam supra commemoraranus, ubiait: Sic dedit Filio habere vitam in semetipso ia , ut significaretquia sic genuit Filium: an ex illa de qua loquitur "Apostolus diceqs: Propter quod eum suscitavit 0 , et donavitüli nomen quod est super omne nomen. Hoc enim de filiohominis dictum est, secundum quem Dei Filius excitatusest a mortuis.Ule quippe in forma Dei aequalis Patri, ex quo ú se exinanivit,formara serví accipiens, in ipsa forma serví et agitet patitur, et accipit, quae consequenter contexit Apostolus:Humiliavit se, factus obediens usqae ad mortem, mortemautem crucis: propter quod et Deus illum exaltavit, et donavitei nomen quod est super omne nomen, ut m nomineIesu omne genu flectatur, caelestium, terrestrium et infernorum,et omnis lingiia confiteatur quia Dominus lesusChristus in gloria est Dei Patris " 2 . Utrum ergo secundumi'llam, an secundum istam locutionem dictum sit: Omne iudiciumdedit Filip, satis hinc apparet, quia si secundum illuddiceretur secundum quod dictum est: Dedit Filio habere vitamin semetipso; non utique diceretur: Pater non iudicatquemquam. Secundum hoc enim quod aequalem Pater genuit Filium, iudicat eum illo. Secundum hoe ergo dictum estquod in iudicio, non forma Dei, sed forma filii hominis ar,-parebit. *Non quia non iudieabit qui dedit omne iudicium Filioeum de illo dicat Filius: Est qui quaerat, et iudicet- sedi-ta es^dictum -Pater non iudicat quemquam, sed omneiudiciumdedit Filio; ac si diceretur: Patrem nemo videbit miudicio vivorum et mortuorum, sed omnes Filium: quia etfilius hominis est, ut possit et ab impiis videri, eum et illividebunt in quem pupugerunt.30. Quod ne coniieere potius quam aperte demonstranvideamur, proferamus eiusdem Domini certam manifestara!'" Ibid., i 2 , 47.140 Ibid., 8, so141 Ibid., 5, 23. 26.143 Phil. II, 6-n.11 Mss., an ex illa qua loquitur: omisso, de.sosen.0 Paulo post ut in Vulgata exaltavit: iuxta graecum upenip-dEditi, ex qua. Concinnius quidam Mss., ex quo.I, 13, 30 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 180cerán en su presencia todas las naciones; y el Hijo del hombreno juzgará para que tengan cumplimiento estas palabras:Yo no juzgaré; y en otro lugar: Yo no busco mi gloria;ha/y quien la busque y juzgue. Ni el Padre ¿juzgará,porque en el juicio no se manifestará la forma de Dios,sino la forma del hombre. Y en este sentido se dijo: El Padreno juzga a nadie; todo juicio lo remite al Hijo. Lo quepuede entenderse, o en la acepción de las palabras ya citadas:Asi dio también al Hijo tener vida en sí mismo, osegún aquella expresión apostólica: Por lo cual Dios leexaltó y- le dio un nombre que es sobre todo nombre. Estose refiere únicamente al Hijo del hombre, resucitado porel Hijo de Dios de entre los muertos.Aquel que en su forma de Dios es igual al Padre, alanonadarse, tomó forma de esclavo, obró y padeció, y recibiólo que a continuación anota el Apóstol cuando escribe:Se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, ymuerte de cruz; por lo cual Dios le exaltó y le dio un nombreque está sobre todo nombre, para que al nombre deJesús doble la rodilla todo cuanto existe en el cielo, en latierra y en los infiernos, y toda lengua confiese que el SeñorJesucristo está en la gloria de Dios Padre. Está bastanteclaro en qué sentido se dijo: Todo juicio lo puso en manosdel Hijo; porque de tener el sentido de aquella sentencia:Dio al Hijo tener vida en sí mismo, no hubiera dicho:El Padre no juzga a nadie. El Padre, en cuanto engendraun Hijo que le es en todo igual, juagará con El. Por eso,en el día del juicio no se manifestará la forma divina, sinola forma del Hijo del hombre.No es que no haya de juzgar el que confió al Hijo todojuicio, pues de El dice el Hijo: Hay quien busque y juzgue;sino que se dice: El Padre no juzgará a nadie, pues dio alHijo toda potestad judiciaria, para significar que en el juiciode vivos y muertos nadie verá al Padre, aunque todosverán al Hijo, porque es Hijo del hombre; y de esta guisapodrá ser visto de los impíos y contemplarán al que crucificaron.30. Y para que este nuestro razonar no parezca másbien una conjetura que no una demostración, citemos laspalabras terminantes y manifiestas del mismo Señor, para


100 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 13, 30que sententiam, qua ostendamus ipsam fuisse causam utdiceret: Pater non iudicat quemquam, sed omne iudiciumdedit Filio, quia iudex in forma filii hominis apparebit, quaeforma non est Patris, sed Filii; nec ea Filii in qua aequalisest Patri; sed in qua minor est Patre; ut sit in iudicio conspicuuset bonis et malis. Paulo enim post dicit: Amen dicowobis, quia, qui verbum meum audit et credit ei qui mísitme, habet vitam aeternam, et in iudicium non veniet, sedtransiet a morte in vitam. Haec vita aeterna est illa visio,quae non pertinet ad malos.Deinde sequitur: Amen, amen dico vobis, quia veniet*hora, et nunc est, cum mortui audient vocem Filii Dei, etqui audierint vivent. Et hoc proprium est piorum qui sicaudiunt de incarnatione eius, ut credant, quia Filius Deiest: id est, sic eum propter se factum aecipiunt minoren!Patre in forma servi, ut credant quia aequalis est Patri informa Dei. Et ideo sequitur, et hoc ipsum commendans dicit:Sicut enim Pater habet vitam in semetipso, ita deditet Filio vitam habere in semetipso. Deinde venit ad visionem suae claritatis, in qua venturus est ad íudiciuin; quaovisio commnis erit et impiis et iustis. Sequitur enim etdicit: Et potestatem dedit ei et' 1 iudicium faceré, quoniamFilius hominis est.Puto nihil esse manifestius. Nam quia Filius Dei estaequalis Patri, non accipit hanc potestatem iudieii faciendi,sed habet illam cum Patre in occulto: accipit autem illam,ut boni et mali eum videant iudicantem, quia filius hominisest. Visio quippe filii hominis exhibebitur et malis: namvisio formae Dei nonnisi mundis corde, quia ipsi Deum videbunt;id est, solis piis quorum dilectioni hoc ipsum promittit,quia se ipsum ostendet illis.Et ideo vide quid sequatur: Nolite mirari hoc, inquit.Quid nos prohibet mirari, nisi illud quod revera mira turomnis qui non intelligit, ut ideo diceret Patrem dedisse eipotestatem et iudicium faceré, quia filius hominis est; cummagis quasi hoc exspectaretur ut diceret, quoniam FiliusDei est? Sed quia Filium Dei secundum id quod in formaDei aequalis est Patri videre iniqui non possunt, oportetautem ut iudicem vivorum et mortuorum, cum coram iudicabuntur,et iusti videant et iniqui: Nolite, inquit, hoc mirari,quoniam veniet hora, in qua omnes qui in monumentissunt, audient vocem eius: et prodient qui bona gesserunt.e Plures Mss., venit.1 Edin omittunt copulantem particulam, et; quae hic in Mss. etin graeco reperitur.I, 13. 30 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 191que se claree la causa de aquella su afirmación: El Padreno juzga a nadie, sino que todo juicio lo dio al Hijo; porqueaparecerá entonces el juez en figura de Hijo del hombre;figura que no pertenece al Padre, sino al Hijo, y no alHijo en cuanto es igual al Padre, sino en cuanto es inferioral Padre, para.que el día del juicio, puedan buenos ymalos contemplarle. Poco después añade: En verdad osdigo que él que escucha mi palabra y cree a aquel que meenvió, tiene la vida eterna y no es juzgado, porque pasaráde la muerte a la vida. Esta vida eterna es la visión queno pertenece a los reprobos.Sigue después: En verdad, en verdad os digo que llegala hora, y ésta es, en que los muertos oirán la voz del Hijode Dios, y los que la escucharen vivirán. Y esto se refiereespecialmente a los predestinados que comprendieron elmisterio de su encarnación y creen que es Hijo de Dios;es decir, creen que se hizo por nosotros inferior al Padretomando forma de esclavo, y creen también que en cuantoDios es igual al Padre. Continúa nuestro texto recomendandoesto mismo, y dice: Así como el Padre tiene vida ensí mismo, asi también el Hijo tiene vida en si. Despuésanuncia la visión de su majestad fulgurante, en la que hade aparecer como juez, y esta visión será a justos y reproboscomún. Porque el Padre ha dado al Hijo la potestadjudwiaria, pues es Hiio de Dios.Creo nada exista más evidente. Por ser el Hijo de Diosigual al Padre, no recibe la potestad de juzgar, sino quea una con el Padre la posee en secreto; mas la recibe porquees Hijo del hombre, para que justos y precitos lo contemplencomo juez. La visión del Hijo del hombre no seniega a los impíos, ñero la visión del esplendor de Diosestá reservada a los limpios de corazón, porque ellos vprána Dios. Es decir, sólo a los piadosos promete esta visión,en la que El se les manifestará.Pon atención a lo que sigue: JVo os admiréis de. esto. ¿Dequé nos prohibe admirarnos, sino de lo que se admira todoel mundo que no entiende; esto es, de aquellas palabrasen las que dice que el Padre le ha dado poder para juzgary hacer justicia porque es Hijo del hombre, cuando se esperabadijese porque es Hiio de _Dios? Mas la razón esque el Hijo de Dios no puede ser" visto por los impíos enla forma en que es igual al Padre; y, por otra parte, convieneque buenos y malos vean al juez de vivos y muertoscuando sean en su presencia juzgados. No queráis, dice,admiraros, porque llega la hora en la que todos los que estánen los sepulcros oirán su voz y saldrán: los que obra-


192 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 13, 31in resurrectionem vitaé; qui autem mala gesserunt, in resurrectionemiudicii liS .Ad hoc ergo oportebat ut ideo aeciperet illam potestatem,qui a filius hominis est, ut resurgentes omnes viderenteum in forma, in qua videri ab ómnibus potest, sed alii addamnationem, alii ad vitam aeternam. Quae est autem vitaaeterna nisi illa visio, quae non conceditur impiis? Ut cognoscantte, inquit, unum verum Deum, et quem misisti lesumChristum léi . Quomodo et ipsum Iesum Christum, nisiquemadmodum unum verum Deum, qui ostendet se ipsumillis; non quomodo se ostendet etiam puniendis in formafilii hominis?31. Secundum illam visionem bonus est, secundum quamvisionem Deus apparet mundis corde: quoniam: Quam bonusDeus Israel rectis corde! 145 Quando autem iudicem videbuntmali, non eis videbitur bonus; quia non ad eum gaudebuntcorde, sed tune se plangent omnes tribus terrae 146 , in numeroutique malorum omnium et infidelíum. Propter hocetiam illi qui eum dixerat magistrum bonum, quaerenti abeo consilium consequendae vitae aeternae, respondit: Quidme interrogas de bono? Nemo bonus, nisi unus Deus " 7 . Cumet hominem alio loco dicat bonum ipse Dominus: Bonushomo, inquit, de bono thesauro coráis sui profert bona; etmalus homo de malo thesauro coráis sui profert mala tiS .(Sed quia ille vitam aeternam quaerebat, vita autem aeternaest in illa contemplatione, qua non ad poenam videturDeus, sed ad gaudium sempiternum; et non intelligebat cumquo loquebatur, qui tantummodo eum filium hominis arbitrabatur:Quid me interrogas, inquit, de bono? id est: Istamformam quam vides, quid interrogas de bono, et vocas mesecundum quod vides magistrum bonum? Haec forma filiihominis est, haec forma accepta est, haec forma apparebitin iudicio, non tantum iustis, sed et impiis; et huius formaevisio non erit in bonum eis qui male agunt.Est autem visio formae meae, in qua cum essem, nonrapinam arbitratus sum esse aequalis Deo, sed ut hanc acciperemme ipsum exinanivi 149 . Ule ergo unus Deus Pateret Filius et Spiritus sanctus, qui non apparebit nisi ad gaudiumquod non auferetur a iustis; cui gaudio futuro suspiratqui dicit: Unam petii a Domino, hanc requiram; ut inha-1,3lo. .5, 22-29.114Ibid., 17, 3.113Ps. 72, 1.146Apoc. i, 7.117Mt. 19, 17.148 Ibid., 12, 35.149 Fhil. 2, 6. 7.I, 13, 31 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 193ron el bien, para la resurrección de la vida; los que hicieronél mal, para la resurrección del juicio.Y para esto era menester que recibiese el poder comoHijo del hombre, a fin de que todos los que han un día deresucitar lo contemplen en una forma a todos visible, perounos para su condenación y otros para la vida sin fin. "¿Quéea la vida eterna, sino aquella visión a los impíos vedada?Para que te conozcan, dice, a ti, único Dios verdadero, y alque enviaste, Jesucristo. Y ¿cómo conocerán a Jesucristo,sino como verdadero y único Dios, el cual se manifestará alos elegidos, no como se dejará ver de los precitos, en sufigura de Hijo del hombre?31. Y Dios es bueno según la visión en que se apareceráa los limpios de corazón. Está escrito: ¡Oh cuan bueno es elDios de Israel para los rectos de corazón! Pero cuando losreprobos vean al juez, no les parecerá bueno, porque noaparecerán en su presencia con alegre corazón: entonces selamentarán todas las tribus de la tierra; y en su número secomprende a todos los obradores del mal y a todos los infieles.Por eso, al que, en busca de un consejo, en afanesde vida eterna, le llama Maestro bueno, le responde Jesús:¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Nadie es bueno sinosólo Dios. Y, en cambio, este mismo Señor llama bueno alhombre. El hombre bueno, dice, del buen tesoro del corazónsaca cosas buenas; pero el hombre malo, del viciado tesorode su corazón saca cosas malas.Pero como nuestro joven buscaba la vida eterna, y lavida eterna consiste en aquella contemplación por la que vemosa Dios, y no para pena, sino como galardón de eternogozo, y no sabía con quién hablaba, pues lo creía Hijo delhombre, por eso le dice: ¿Por qué me preguntas sobre lobueno? Esto es, ¿por qué me preguntas qué cosa es el bieny me ¡llamas Maestro bueno en esta forma en que me ves?Esta es la forma del Hijo del hombre, forma que recibí en eltiempo, forma que se ha de manifestar en él día del juicioante buenos e impíos, y la visión de esta forma no será unbien para los obradores de la iniquidad.Además de esta visión, existe la visión de mí forma, se-KÚn la cual no creí usurpación ser igual al Padre y me anonadépara tomar forma de esclavo. El Dios que se manifi-HUirápara gozo de los elegidos es el Dios único, Padre,lujo y Espíritu Santo. Por estas delicias futuras suspiraba.V. ,-l«f. j 7


194 <strong>DE</strong> TRIXITATE I. 13, 31bitem in domo Domini per omnes dies vitae meae, ut contemplerdélectationem Domini 1 ? 0 : unus ergo Deus ipse estsolus bonus, ob hoc g , quia nemo eum videt ad luctum etplanctum, sed tantum ad salutem et laetitiam veram. Seeundumillam formam si me intelligis, bonus sum: si autem secundumhane solam, ¿quid me interrogas de bono? si interillos es h qui videbunt in quem pupugerunt 1S1 ; et ipsa visiomalura eis erit, quia poenalis erit.Ex ista sententia dixisse l Dominum: Quid me interrogasde bono? Nemo bonus, nisi unus Deus, his doeumentis quaecommemoravi probabile est, quia visio illa Dei qua contemplabimurincommutábilem atque humanis oculis invisibilemDei substantiam, quae solis sanetis promittitur, quam dicitapostolus Paulus, facie ad faciem 152 ; et de qua dicit apostolusIoannes: Símiles ei erimus, quoniam


196 <strong>DE</strong> TRINITATE I, 13, 31possidet Deus in abscondito vultus sui a conturbatione hominum,eorum seilieet qui tune conturbabuntur audientes illamsententiam: a quo auditu malo iustus non timebit 18 °-, simodo protegatur in tabernáculo, id est in flde recta catholicaeEcclesiae, a contradictione linguarum 101 , id est a calumnjishaereticorum.Si vero est alius intellectus verborum Domini quibusait: Quid me interrogas de bono? Nemo bonus, nisi unusDeus; dum tamen non ideo credatur maioris bonitatis essePatris quam Filii substantia, secundum quam "VTerbum estper quod facta sunt omnia, nihilque abhorret a sana doctrina:securi utamur, non unotantum, sed quotquot reperiripotuerint. Tanto enim fortius convincuntur haeretici, quantoplures exitus patent ad eorum laqueos evitandos.Sed ea quae adhuc consideranda sunt, ab alio iam petamusexordio.I, 13, 31 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 197Dios será su protección contra las maquinaciones de los hombres,que entonces temblarán de espanto al oír aquella sentencia;pero el justo no temerá aquel sonido terrible ni lacontradicción de las lenguas, es decir, las calumnias de losherejes, si ahora se refugia en el tabernáculo, esto es, dentrode la recta fe de la Iglesia católica.Si se da otra interpretación a estas palabras del Señor:¿Por qué me preguntas sobre el bien? Nadie es bueno sinosólo Dios, mientras la substancia del Padre no resulte superioren bondad a la substancia del Hijo, no se opone a lasana doctrina. Seguros utilicemos no un sentido, sino cuantospudiéramos encontrar. Con tanta más fuerza son los he.rejes convencidos cuanto más numerosas son las respuestascon que evitamos sus lazos.Pero las cosas que nos restan por considerar piden yaotro exordio.160 Ps. ni, 7.161 Pg. 30, 21.


LÍBERIILIBROIIRursum defendit Augustinus aequalitatem Trinitatis, et deFilii missione ac Spiritus sancti agens, variisque Dei apparitionibus,demonstrat non ideo minorem esse mittentequi missus est, quia Ule misit, hic missus est: sed Trinitatemper omnia aequalem, pariter in sua natura immutabilemet invisibilem, et ubique praesentem, in missioneseu apparitione qualibet inseparabiliter operari..Defiende de nuevo Agustín la igualdad suma de la Trinidad,y al tratar de las misiones del Hijo y del Espíritu Santodemuestra que, en las diversas apariciones de Dios, elenviado no es inferior al que envía porque éste envíey aquél sea enviado, sino que la Trinidad, igual en todo,inmutable e invisible en su naturaleza y presente en todaspartes, obra inseparablemente en la misión o apariciónde cada una de las personas divinas.PROOEMIUM1. Cum nomines Deum quaerunt, et ad intelligentiamTrinitatis pro captu infirmitatis humanae animum intendunt;experti difñcultates laboriosas, sive in ipsa acie mentísconantis intueri inaccessibilem lucem, sive in ipsa multipliciet multimoda locutione Litterarum sacrarum, ubimihi non videtur nisi atteri animam a , ut Christi gratia glorificatadulcescat 1 ": cum ad aliquid certum discussa omniambiguitate pervenerint, facillime debent ignoscere errantibusin tanti pervestigatione secreti.Sed dúo sunt quae in errore hominum difficillime tolerantur;praesumptio, priusquam veritas pateat; et, cum iampatuerit, praesumptae defensio falsitatis. A quibus duobusvitiis nimis inimicis inventioni veritatis, et tractationi divinorumsanctorumque Librorum, si me, ut precor et spero,Deus defenderit atque munierit scuto bonae voluntatis suae 1et gratia misericordiae suae, non ero segnis ad inquirendamsubstantiam Dei, sive per Scripturam eius, sive per creaturam.Quae utraque nobis ad hoc proponitur intuenda, ut ípsequaeratur, ipse diligatur c , qui et illam inspiravit, et istam1 Ps. 5, 13-a Aliqnot Mss., atteri Adam.h Piares códices, düucescat.0 Michaelinas codex, intclligatur.PREFACIO1. Graves dificultades han experimentado los hombresal buscar a Dios en la medida de su debilidad humana yaplicar su inteligencia al conocimiento de la Trinidad, yasea por parte de la mirada de la mente en afanes de contemplarla luz inaccesible, ya a causa de las múltiples y diversasexpresiones de loa Libros santos, ante las cuales, ami entender, el alma ha de humillarse, para que, iluminadapor la gracia de Cristo, se adulzore. ¡Los ique, disipadas lasdudas, lleguen a la certeza, deben perdonar con facilidadal que en la búsqueda de misterio tan insondable errare.Dos son los defectos, difícilmente tolerables, en el errorde los mortales: la presunción antes de conocer la verdady la testarudez en defender el error una vez demostrada laverdad. De estos dos vicios, tan opuestos a la verdad y a lareverencia debida a las <strong>Escritura</strong>s inspiradas, espero vermelibre, si el Señor me defiende, como se lo suplico y espero,con el pavés de su bondad y la gracia de su misericordia; yprometo no ser indolente en la investigación de la esenciadivina a través de la creación visible y de las Sagradas <strong>Escritura</strong>s.Estos dos medios se nos proponen a nuestra consideración,con el fin de llegar al conocimiento y amor de aquelque inspiró éstas y creó aquéllas. No vacilaré en expo-


200 <strong>DE</strong> TRINITATEn, a, 2creavit. Nee trepidus ero ad proferendam sententiam meam,in qua magis amabo inspici a rectis, quam timebo morderia perversis. Gratanter enim suscipit oculum d columbinumpulcherrima et modestissima chantas; dentem autem canimimvel evitat cautissima humilitas, vel retundit solidissimaveritas: magisque optabo a quolibet reprehendí, quam siveab errante, sive ab adulante laudari. Nullus enim reprehensorformidandus est amatori veritatis. Etenim aut inimicusreprehensurus est, aut amicus. Si ergo inimicus insultat, ferendusest: amicus autem si errat, docendus; si docet, audiendus.Laudator vero et errans conflrmat errorem, et adulansillicit in errorem.. Emendabit ergo me iustus in misericordia,et arguet me; oleum autem peccatoris non impinguabitcaput meum 2 .II, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 201ner mi sentencia, pues amo más el examen crítico de Ionrectos que temo la dentellada de los impíos. Con alegría socomplace la hermosa y modestísima caridad en aceptar lasencillez de la mirada 1 colombina, mientras evita la cautahumildad el diente canino y embota la sólida certeza el filodel error. Prefiero ser criticado por un cualquiera que alabadopor el que yerra o adula. No teme la crítica el enamoradode la verdad, pues o se censura como adversario ocomo amigo. Si el enemigo insulta, se ha de tolerar; si yerrael amigo, se le ha de adoctrinar, y si enseña, ha de ser escuchado.La alabanza del que desbarra es confirmación delerror; la adulación incita y arrastra al engaño. Castigúemeel justo con misericordia y repréndame; mas no ungirá micabeza el óleo del pecador.CAPUT IREGULA DÚPLEX AD INTELLIGENDAS SCKIPTURARUM LOCUTIO-NES <strong>DE</strong> FILIO <strong>DE</strong>L LOCUTIONES TRIPLICIS GENERIS2. Quamobrem, quanquam firmissime teneamus de Dominonostro Iesu Christo, et per Scripturas disseminatam,et a doctis catholicis earumdem Scripturarum tractatoribusdemonstratam tanquam canonicam regulam, quomodo intelligaturDei Filius et aequalis Patri secundum Dei formamin qua est; et minor Patre secundum servi formam quamaccepit 3 ; in qua forma non solum Patre, sed etiam Spiritusancto, ñeque hoc tantum, sed etiam se ipso minor inventusest, non se ipso qui fuit, sed se ipso qui est; quia forma serviaccepta, formam Dei non amisit, sicut Scripturarum, quaein superiore libro commemoravimus, testimonia docuerunfsunt tamen quaedam in divinis eloquiis ita posita, ut ambiguumsit ad quam potius regulam referantur: utrum ad eamqua intelligimus minorem Filium in assumpta creatura. anad eam qua intelligimus, non quidem minorem esse Filium.sed aequalem Patri, tamen ab illo hunc esse Deum de Deo,lumen de lumine. Filium quippe dicimus Deum de Deo. Patremautem, Deum tantum; non, de Deo. Unde manifestumest quod Filius habeat alium de quo sit. et cui Filius sit;Pater autem non Filium de quo sit habeat. sed tantum cu»Pater sit. Omnis enim filius de patre est quod est, et patri2 Ps. 140, 5.3 Phil. 2, 6. 7.d Plerique Mss. osculum.CAPITULOREGLAS <strong>DE</strong> HERMENÉUTICA SACRA. TRIPLE GÉNERO<strong>DE</strong> LOCUCIONES2. Por ende, aunque según las <strong>Escritura</strong>s, regla canónicaaceptada por todos los intérpretes católicos, creamoscon firmeza que nuestro Señor Jesucristo es Hijo deDios, en su forma divina igual al Padre e inferior al Padreen su forma recepta de esclavo, siendo en esta forma no sóloinferior al Padre, sino también al Espíritu Santo, e inclusoinferior a sí mismo, no inferior a lo que fué, sino a lo quees, porque al tomar forma de siervo no se despojó de sudivinidad, como lo demuestran los testimonios escriturísticosaducidos en el libro anterior; sin embargo, hay en losdivinos oráculos sentencias ambiguas, y se vacila en aplicarla regla de fe, pues se ignora si se refieren al Hijo inferioren su naturaleza asunta o al Hijo no inferior, sino igualal Padre, Dios de Dios y luz de 'luz. Decimos, en efecto, queel Hijo es Dios de Dios, y el Padre solamente Dios, pero noDios de Dios. Es manifiesto que el Hijo tiene algún otrode quien recibe el ser y por quien es Hijo; pero el Padre notiene un hijo de quien recibir el ser, sino solamente parael que es Padre. Todo hijo recibe de su padre el ser, y noes hijo sino para su padre; mientras que ningún padre recibedel hijo la existencia, pero es padre para el hijo.1 Var. mss. osculum = beso.I


202 ' BE TRINITATE II, 1, 3filius est: nullus autem pater de filio est quod est. sed fíliopater est.3. Quaedam itaque ita ponuntur in. Scripturis de Patreet Filio, ut indicent unitatem aequalitatemque substantiae,sicuti est: Ego et Pater unum sumus i ; et: Cum in formaDei ess&f, non rapinam arbitratus est esse aequalis Deo 5 ;et quaecumque talia sunt. Quaedam vero ita, ut minoremostendat Filium propter formam serví, id est, propter assumptamcreaturam mutabilis humanaeque substantiae, sicutiest quod ait: Quonwm Pater maior me est 6 ; et: Paternon iudvcat quemquam, sed omne iudicium dedit Filio. Nampaulo post consequenter ait: Et potestatem dedit ei et iudiciumfaceré, quoniam Filius hominis est. Quaedam porro ita,ut nec minor nec aequalis tune ostemdatur, sed tantum quodde Patre sit intimetur, ut est illud: Sicut habet Pater vitamin semetipso, sic dedit Filio vitam habere in semetipso; etillud: Ñeque ením "potest Filius a se faceré quidquam, nisiquod viderit Patrem facientem 7 . Quod si propterea dietumacceperimus, quia in forma accapta epc creatura minor estFilius, epnsequens erit ut prior Pater super aquas ambulaverit,aut alicuius alterius caeci nati de sputo et luto oculosapelruerit, et caetera quae Filius in carne apparens Ínterhomines feeit 8 , ut posset ea faceré qui dixit non possesFilium a se faceré quidquam, nisi quod viderit Patrem facientem:quis autem vel delirus ita sentiat?Restat ergo ut haec ideo dicta sint, quia incommutabiliaest vita Filii sicut Patris, et tamen de Patre est; et inseparabilisest operatio Patris eit Filii, sed tamen ita operanFilio de illo est, de quo ipse est, id est de Patre; etita videt Filius Patrem, ut quo aum videt hoc ipso sit Filius.Non enim aliud lili est esse de Patre, id est nascí dePatre, quam vidsre Patrem; aut aliud videre operantem,quam pariter operari: sed ideo non a se, quia non est ase. Et ideo quae viderit Patrem' facientem, haec eadem facitet Filius similiter, quia de Patre est. Ñeque enim aliasimiliter, sicut pdetor alias tabulas pingit, quemadmodumalias aJb alio pictas videt; nec eadem dissimiliter, sicutcorpus easdem litteras exprimit, quas anknus eogitavit: sedquaecumque, inquit, Pater facit, haec eadem et facit Filiussimiliter 9 . Et haec eadem dixit; et similiter: ac perhoc inseparabilis et par est operatio Patri et Filio, sed aPatre est Filio. Ideo non potest Filius a se faceré quidquam,nisi quod viderit Patrem facientem.Ex hac ergo regula, qua ita loquuntur Scripturae, ut456lo. io, 30. ' íbid., 5, 22. 27. 26. 19.Phil. 2,' 6. * Mt 14, 26, et lo. o, 6-7.lo. 14/28! 'lo. 5.IQ -VL, 1, 3<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD3. Así, ciertos pasajes de la <strong>Escritura</strong> hablan del Padi >y del Hijo p'ara indicar unicidad e igualdad de substancia.Por ejemplo: Yo y el Padre somos uno. Siendo Dios en laforma, no reputó rapiña hacerse igual a Dios; y así otrossimilares. Algunos, por el contrario, hablan del Hijo comoinferior al Padre, a causa de su forma servil, es decir, porla criatura que Bl asumió de humana y mudable substancia.El Padre, dice, es mayor que yo. El Padre no juzga a nadie,pues puso en manos del Hijo todo juicio. Y, consecuente,añade poco después: Le dio el poder de juzgar, por cuantoEl es el Hijo del hombre. Otros, finalmente, no indican niinferioridad ni igualdad, sino simplemente procedencia. Comoéste: Como el Padre tiene vida en sí mismo, dio también alHijo tener vida en sí; y este otro: El Hijo no puede hacernada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Si esteúltimo testimonio significa la inferioridad del Hijo según suforma ¡creada, se seguiría que el Padre caminó primero sobrelas aguas y lavó con saliva y lodo los ojos de algúnotro ciego de nacimiento, y así de cuanto hizo el Hijo alaparecer en carne entre los hombres; sólo así podría ejecutarestas acciones el que afirmó que nada podía hacer sinolo que ve ejecutar al Padre. ¿ Quién, sin delirar, se atreveráa razonar así?Resta, pues, admitir el que estas cosas hayan sido dichaspor la inconmutabilidad de vida que existe entre el Padre yel Hijo, si bien el Hijo la recibe del Padre, y que la accióndel Padre y del Hijo es indivisible; no obstante, el dinamismodel Hijo procede de aquel de> quien recibe el ser, es decir,del Padre; y así el Hijo ve al Padre, y precisamenteporque lo ve es Hijo. Ver al Padre significa ser del Padre;esto es, nacer del Padre; y ver actuar al Padre es actuarjuntamente con El, pero nunca por sí, porque no tiene elser por sí mismo. Por esta razón: El Hijo hace lo que tvehacer al Padre, porque del Padre es nacido. Y aquí no haysemejanza con el pintor que copia el cuadro de un artistacolocado ante sus ojos, ni con la mano que graba en letrasios pensamientos del alma, .sino que todo lo que el Padrehace lo hace también el Hijo. Al decir todo y también indicaque su aeíción es inseparable e igual a la acción del Padre;pero al Hijo le viene del Padre. Eh consecuencia, elHijo nada puede hacer sino lo que ve hacer al Padre.Esta regla de la <strong>Escritura</strong> no significa inferioridad deuno de ellos con relación al otro, sino que da a entender que


204 <strong>DE</strong> TRINITATE H, 2, 4r •—* — . .non alium alio minorem, sed tantum velint ostendere quisde quo sit, nonnulli eum sensum conceperunt, -tanquam minorFilius dieeretur. Quidam autem nostri indoctiores, et inhis minime eruditi, dum haec secundum formam servi conanturaccipere, et eos rectus intellectus non sequitur, perturbantur.Quod ne accidat, tenenda est haec regula, quanon minor est Filius, sed quod de Patre sit intimatur: quibusverbis non inaequalitas, sed nativitas eius ostenditur.CAPUTIIII, 2, 4 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 205uno procede del otro. Regla que algunos han interpretadocomo si el Hüjo fuera inferior al Padre. Ciertos escritoresde los nuestros, asaz ignorantes y poco versados en estasmaterias, se afanan por entender dichas expresiones segúnla forma de siervo, y como la sana razón rehusa su asentimiento,se turban. Para que esto no suceda es precisoseguir esta regla, según la cual el Hijo de Dios, si bienprocede del Padre, no es inferior al Padre; y en los mencionadostestimonios se demuestra no su desemejanza, sino sunacimiento.EX UTRALIBET REGULA INTELLIGI QUASDAM LOCUTIONES <strong>DE</strong>FILIOCAPÍTULOII4. Sunt ergo quaedam in sanctis Libris, ut di ce re coeperam,ita posita, ut ambiguum sit quoniam referenda sint:utrum ad illud quod propter assumptam creaturam minorest Filius; an ad illud, quod quamvis aequalis, tamen quiade Patre sit indicatur. Et mihi quidem videtur, si eo modoambiguum est, ut explican discernique non possit, ex utralibetregula sine periculo posse intelligi, sicut est quod ait:Mea doctrina non est mea, sed eius qui me misit 10 . Nam etex forma servi potest accipi, sicut iam in libro supe'rioretractavimus "; et ex forma Dei, in qua sic aequalis est Patriut tamen de Patre sit. In Dei quippe forma, sicut nonest aliud Filius, aliud vita eius, sed ipsa vita Filius est;ita non est aliud Filius, aliud doctrina eius, sed ipsa doctrinaFilius est. Ac per hoc sicut id quod dictum est: DeditFüio mtam, non aliud intelligitur quam: Genuit Filium quiest vita; sic etiam eum dicitur: Dedit Filio doctrinara, beneintelligitur: Genuit Filium qui est doctrina: ut quod dictumest: Mea doctrina non est mea, sed eius qui me misit, sicintelligatur ac si dictum sit: Ego non sum a me ipso, sedab illo qui me misit.DOS ACEPCIONES EN UNA SENTENCIA4. Según ¡principié a decir, hay en los Libros santos testimoniosque es difícil discernir cuándo se refieren al Hijo encuanto inferior en su condición de criatura y cuándo el Hijocomo igual al Padre, aunque nacido del Padre. A mi entender,dado el carácter ambiguo de ciertas expresiones, se puedeninterpretar, sin peligro de error, en ambos sentidos. Unejemplo: Mi doctrina no es mía, sino del que me envió. Puedeentenderse del Hijo en su forma de siervo, como hemos vistoen el libro anterior, y se puede entender también del Hijoen su forma de Dios, en la que, nacido del Padre, es uno conel Padre. En su forma de Dios no es una realidad el ser Hijoy otra el ser vida, porque el Hijo es vida; ni es una cosa serHijo y otra ser doctrina, porque El es la doctrina. Y asícomo las palabras dio vida al Hijo quieren significar que elPadre engendró al Hijo, que es vida, así, cuando dice: Dioal Hijo la doctrina, da a entender que engendró al Hijo, quees doctrina. Por eso dice Cristo: Mi doctrina no es mía.sino del que me envió. Que es decir: Yo no nací de mí mismo,sino de aquel que me ha enviado.10 Ibid,, 7, 16.11 Supra, í. i, c. 13.


206 <strong>DE</strong> TRI.VITATE II, 3, ñII, 3, 5 DI; LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 207CA'PUTIIICAPITULOIII<strong>DE</strong> SPIRITU <strong>SAN</strong>CTO QUAEDAM EX ALTERA TANTUM REGULA IN-TELLIGUNTUR5. Nam et de Spiritu sancto, de quo non dictum est:Semetipsum exinanivit, formam serví accipiens; ait tamenipse Dominus: Cum autem venerit Ule Spiritus veritatis, docebitvos omnem veritatem. Non enim loquetur a semetipso,sed quaecumque audiet loquetur, et quae ventura sunt annuntiabitvobis. Ule me clarificabit; quia de meo accipiet,et annuntiábit vobis. Post haec verba, nisi continuo secutusdixisset: Omnia quaecumque habet Pater, mea sunt: proptereadixi: Quia de meo accipiet, et annuntiábit vobis 12 ; credereturfortasse ita natus de Christo Spiritus sanctus, quemadmodumille de Patre. De se quippe dixerat: Mea doctrinanon est mea, sed eius qui me misit; de Spiritu autemsancto: Non enim loquetur a semetipso, sed quaecumqueaudiet loquetur; et: Quia de meo accipiet, et annuntiábitvobis. Sed quia reddidit causam cur dixerit de meo accipiet;ait enim: Omnia quaecumque habet Pater, mea sunt; proptereadixi: Quia de meo accipiet.Restat ut intelligatur etiam Spiritus sanctus de Patris *' habere sicut et Filius. Quomodo, nisi secundum id quod supradiximus: Cum autem venerit Paracletus quem ego mittamvobis a Patre, Spiritum veritatis qui a Patre procedit,ille testimonium perhibebit de me ? 13 Procedendo itaque aPatre, dicitur non loqui a semetipso: et sicut non ex eo fitut minor sit Filius quia dixit: Non potest Filius a se faceréquidquam, nisi quod viderit Patrem facientem (non enimhoc ex forma servi dixit, sed ex forma Dei, sicut iam ostendimus:haec autem verba non indicant quod minor sit,sed quod de Patre sit); ita non hinc efficitur ut minor sitSpiritus sanctus, quia dictum est de illo: Non enim loquetura semetipso, sed quaecumque audiet, loquetur:, secundumhoc enim dictum est quod de Patre procedit.Cum vero et Filius de Patre sit, et Spiritus sanctus a12 lo. 16,. 13-15.15 Ibid., 15, 26.a Edito, de Patre. At Mss., de Patris. Sic exprimere solet Augustinus,id est, de Patris, aut, de ipsius; ubi citat illud Filii : De meoaccipiet.APLICACIONES <strong>DE</strong> LA REGLA MENCIONADA AL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO5. Del Espíritu Santo no se lee que se haya anonadadotomando forma de siervo, y, sin embargo, dice el mismo Señor:Cuando viniere él Espíritu de verdad, os enseñará toda,verdad. No hablará de sí mismo, sino que hablará lo queoyere y os hará saber las cosas venideras. El me glorificará,porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer. Después deleer estas palabras podríase colegir que el Espíritu Santoes nacido del Hijo, así como el Hijo es nacido del Padre, sino añadiese a continuación: Todo lo que tiene el Padre esmío; por eso dije que tomará de lo mío y os lo dará a conocer.De sí había dicho: Mi doctrina no es mía, sino deaquel que me envió; y del Espíritu Santo afirma: No hablaráde sí mismo, sino que hablará lo que oyere; y porque tomaráde lo mío, os lo hará saber. Y da la razón de estaspalabras: y tomará de lo mío, al decir: Todo lo que el Padretiene, mío es; por eso dije que tomará de lo mío.Réstanos ver cómo el Espíritu Santo, al parigual delHijo, toma también del Padre. El modo, según arriba indicamos,lo declara esta sentencia de Cristo: Cuando venga elAbogado, que yo de parte del Padre os enviaré, el Espíritude verdad, que procede del Padre, El dará testimonio de mi.Al proceder del Padre se dice que no hablará de sí mismo;y así como el Hijo no es inferior porque haya dicho: ElHijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que vierehacer al Padre (no dijo esto, según probamos, por su formade siervo, sino por su forma de Dios; y estas palabras noindican que sea inferior, sino su procedencia del Padre), asítampoco el Espíritu Santo es inferior porque se haya dichode El: No hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo queoyere, porque esta expresión declara tan sólo su procedenciadel Padre.Pero, si el Hijo recibe su ser del Padre y el EspírituSanto procede del Padre, por qué ambos no son Hijos ni


208<strong>DE</strong>TRINITATE H, 5, 7I I, í), 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 200Patre procedat, cur non ambo Filii dicantur, nec ambo ge>niti, sed ille unus Filius unigenitus, ¡hic autem Spiritus sanctusnec filius nec genitus, quia si genitus utique «Filius, alioloco, si Deus donaverit, et quantum donaverit, disseremus 14 .ambos engendrados, sino que aquél es el Hijo unigénito,y el Espíritu Santo ni es Hijo ni es engendrado, porque, sifuera engendrado, sería Hijo, es lo que trataremos de resolveren otro lugar con el auxilio de Dios y en la medidade su donación.CAPUTIVGLOKIFICATIO FILII A PATRE, NON ARGUIT INAEQUALITATEM6. Verumtamen hic evigilent, si possunt, qui hoc etiamsibi sufifragari putavarunt, quasi ad demonstrandum PatremFilio maiorem, quia dixit Filius: Pater, clarifica me. Ecceet Spiritus sanctus clarificat eum: numquidnam et ipsemaior est illo? Porro autem si propterea Spiritus sanctusclarificat Filium quia de Filii accipiet, e;t ideo de eius accipietquia cum Spiritus sanctus glorificat Filium, Paterglorificat Filium.Unde cognoseitur quod omnia quae habet Pater non tantumFilii, sed etiam Sipiritus sancti sunt, quia potens estSpiritus sanctus glorificare Filium, quem glorificat Pater.Quod si ille qui glorificat, eo quem glorificat maior est; sinantut aequales sint qui se invicem glorificant. Scriptumest autem quod et Filius glorificet Patrem: Ego te, inquit,glorificavi super terram 15 . Sane caveant ne putetur Spiritussanctus maior ambofous, quia gtlorificat Filium quemglorificat Pater, ipsum autem nec a Patre nec a Filio scriptumest glorificará.CAPUT VCAPÍTULOIVLA GLORIFICACIÓN <strong>DE</strong>L HIJO POR EL PADRE NO ARGUYE<strong>DE</strong>SEMEJANZA6. Estén aquí 'bien despiertos, si pueden, los que venuna conformación de su sentir y una prueba de la superioridaddel Padre sobre el Hijo en aquella sentencia del Hijo:Padre, glorifícame. Pero he aquí que el Espíritu Santo tambiénle glorifica; ¿será, por ventura, superior al Hijo? Si elEspíritu Santo glorifica al Hijo, porque del Hijo recibe, y lorecibe por venirle del Padre cuanto el Hijo tiene, es evidenteque, al glorificar el Espíritu Santo al Hijo, también lo glorificael Padre.Sigúese que todo lo que el Padre tiene es del Hijo ydel Espíritu Santo, pues tiene el Espíritu Santo poder paraglorificar al Hijo, a quien glorifica el Padre. Y si el queglorifica es mayor que el glorificado, concedan mis adversariosque sean iguales los que mutuamente se glorifican.Está escrito que el Hijo glorifica también al Padre. Yo,dice, te glorificaré sobre la tierra. Eviten el escollo y nocrean que el Espíritu Santo es superior a ambos porque glorificaal Hijo, a quien glorifica el Padre, al no encontrar enningún pasaje que el Espíritu Santo sea glorificado ni porel Padre ni por el Hijo.FILIUS ET SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS NON I<strong>DE</strong>O MINOR QUIA MISSUS.FILIUS ETIAM A SE IPSO MISSUS. <strong>DE</strong> MISSIONE SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTI7. Sed in his coiwicti, ad illud se convertunt ut dicant:Maior est qui mittit, quam qui mittitur: proinde maior estPater Filio, quia Filius a Patre se missum assidue commemorat;maior est et Spiritu sancto, quia de illo dixit Iesus:11 Infra, 1. 15, c. 2515 lo. :7, 1. 4.CAPÍTULO VMISIÓN <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO7. Convictos en este punto mis adversarios, esgrimenotro argumento. Mayor es, dicen, el que envía que el enviado.Luego el Padre es superior al Hijo, pues con frecuenciael Hijo se dice enviado por el Padre; y es también


210 <strong>DE</strong> TRINIIATE II, 5, 8Quem mittet Pater in nomine meo 16 . Bt Spiritus sanctusutroque minor est: quia et Pater eum mittit, sicut commemoravimus;et Filius, cum dicit: Si autem abiero, mittameum ad vos.Qua in quaestione primum quaero, unde et quo a missussit Filius. Ego, inquit, a Patre exii, et veni in hunc mundum17 . Ergo a Patre exire, et venire in hunc mundum, hocest mitti. Quid igitur est quod de illo idem ipse evangelistadicit: In hoc mundo erat, et mundus per eum factus est, etmundus eum non cognovit?; deinde coniungit: In sua propriavenit ls . Illuc utique missus est, quo venit: at si inhunc mundum missus est, quia exiit a Patre, et venit inhunc mundum, et in hoc mundo erat; illuc ergo missus estubi erat. Nam et illud quod scriptum est in propheta Deumdicere: Caelum et terram ego impleo 19 ; si de Filio dictumest (ipsum enim nonnulli volunt intelligi vel prophetis velin prophetis locutum), quo missus est, nisi illuc ubi erat?Ubique enim erat qui ait: Caelum et terram ego impleo.Si autem de Patre dictum est, ubi esse potuit sine Verbosuo et sine Sapientia sua, quae pertendit a fine usque ad finemfortiter, et disponit omnia suaviterf20 Sed ñeque sineSpiritu suo b usquam esse potuit. Itaque si ubique est Deus,ubique est etiam Spiritus eius. Illuc ergo et Spiritus sanctusmissus est ubi erat. Nam et ille qui non invenit locumquo iret c a facie Dei et dicit: Si ascendero in caelum, tuíbi es; si descendero in infernum, ades; ubique volens intelligipraesentem Deum, prius nominavit Spiritum eius.Nam sic ait: Quo abibo db Spiritu tuof et quo a facie tuafugiam ? 218. Quocirca si et Filius et Spiritus sanctus illuc mittiturubi erat, quaerendum est quomodo intelligatur ista missio,sive Filii, sive .Spiritus sancti. Pater enim solus nusquamlegitur missus. Et de Filio quidem ita scribit Apostolus:Cum autem venit plenítudo tempioris, misit Deus Filiumsuum factura ex mullere, factura sub Lege, ut eos qui subLege erant redimeret 22 . Misit, inquit, Filium suum factumex muliere. Quo nomine quis catholicus nesciat, non eumprivationem virginitatis, sed differentiam sexus hebraeo loquendimore significare voluisse? Cum itaque ait: Misit Deus16 Ibid., 14, 26.17 Ibid., IÓ, 7 28.18lo. 1, 10-11.19 Ier. 23, 24.20 Saj. 8, 1.21 Ps. 138, 8-7.aEditi et quomodo. Castigantur ex Mss.b Editi, sine Spiritu sancto. At Mss., sine spiritu suo.0 In B., eat Er. Lugd. Ven. Lov., iret. M.II, 5, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 211superior al Espíritu Santo, porque de El dijo Jesús: Que elPadre enviará en mi nombre. Y el Espíritu Santo es inferió»a los dos, pues es enviado por el Padre y es enviado por elHijo. Si me ausento, dice, os lo enviaré.En esta cuestión séame lícito preguntar cómo y adondees enviado el Hijo. Yo, afirma, salí del Padre y vine a estemundo. Luego ser enviado es salir del Padre y venir a estemundo. Y entonces, ¿qué sentido tiene aquella sentencia delmismo evangelista: Estaba en este mundo y el mundo fuécreado por El, pero el mundo no lo conoció? Y añade: Vinoa su propia casa. Ha sido enviado a donde vino; porque siha sido enviado a este mundo, pues salió del Padre y vinoa este mundo y estaba en este mundo, luego ha sido enviadoa donde ya se encontraba. Dijo el Señor, según está escritoen el profeta: Yo lleno los cielos y la tierra. Si estas palabrashan de entenderse del Hijo (hay quienes dicen que Elfué quien las inspiró a los videntes, o que las pronunció consus labios), ¿adonde ha sido enviado, sino a donde ya seencontraba?El que dijo: Yo lleno los cielos y la tierra, está, indudablemente,en todas partes. Y si estas palabras se refierenal Padre, ¿dónde estará sin su Verbo y sin su Sabiduría,que poderosa se extiende de uno a otro confín y todo lo gobiernacon suavidad? Ni puede estar tampoco sin su.Espíritu.Y así, si Dios está presente en todas partes, en todolugar está su Espíritu. En consecuencia, el Espíritu Santofué enviado a donde ya se encontraba. Por eso aquel queno hallaba región adonde huir de la faz de su Dios, dice:Si subiere a los cielos, allí estás tú; si desciendo a los abismos,allí estás presente. Y luego, queriendo dar a entenderla omnipresencia de Dios, nombra primero a su Espíritu.Dice así: ¿Adonde me iré de tu Espíritu? ¿Adonde huir detu presencia?8. Por ende, si el Hijo y el Espíritu Santo son enviadosa donde ya se encontraban, es preciso indagar en qué sentidose ha de entender esta misión del Hijo y del EspírituSanto. Únicamente del Padre no leemos haya sido algunavez enviado. Del Hijo escribe el Apóstol: Cuando llegó laplenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mu-'jer, nacido bajo la Ley, para redención de los que estábamosbajo la Ley. Envió, dice, a su Hijo, nacido de mujer. Estaexpresión significa para todo católico, no privación de virginidad,sino, según modismo hebreo, diferencia de sexo.Cuando dice: Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, indica


212 <strong>DE</strong> TRINITATE II, 5, 9Filium suum factum ex mullere, satis ostendit eo ipso missumFilium quo factus est ex muliere. Quod ©rgo de Deo natusest, in hoc mundo erat: quod autem de María na tus estin hunc mundum missus advenit. Proinde mitti a Patre sineSpiritu sancto non potuit: non sdlum quia intelliígitur Pateriffln eum misit, id est, fecit ex femina, non utique sine Spiritusuo fecisse; verum etiam quod manifestissime atqueapertissime in Evangelio dicitur virgini Mariae quaerenti abangelo: Quomodo fiet istud? Spiritus sanctus superveniet inte, et virtus Altissimi obumbrabit tibi 2s ; et Matthaeus dicit:Inventa est in útero habens de Spiritu sancto 2i . Quanquamet apud Isaiam prophetam ipse Christus intelligiturde advemtu suo futuro dicere: Et nunc Dominus misit me,et Spiritus eius 25 .9. Fortasse aliquis cogat ut dicamus etiam a se ipsomissum esse Filium; quia ille Mariae coneeptus et partusoperatio Trinitatis est, qua creante omnia crejantur. Et quomodoiam, inquit, Pater eum misit, si ipse se misit?Cui primum respondeo, quaerens ut dicat, si potest,quomodo Pater eum sane tífica vit, si se ipse sanctificavit ?Utrumque enim idem Dominus ait: Quem Pater, inquit,sandtificamt, et misit in hunc mundum., vos dicitis: Quiablasphemas; quoniam din:, Filius Dei sum 2e . Alio autemloco ait: Et pro eis sanctifico me ipsum 27 .ítem quaero quomodo qium Pater tradidit, si se ipse tradidit?Utrumque enim dicit apostdlus Paulus: Qui Filio, inquit,proprio non pepercit, sed pro nóbis ómnibus tradiditillum 28 . A'libi autem de ipso Salvatore ait: Qui me dilexit,et tradidit se ipsum pro me 29 . Credo resípondebit, si haecprobé sapit, quia una voluntas est Patris et Filii, et inseparaibilisoperatio. Sie ergo intelligat illam incarnationem etex Virgine nativitatem, in qua Filius intelligitur missus, unaeademque operatione Patris et Filii inseparabiliter esse factam,non utique inde separata Spiritu sancto, de quo apertedicitur: Inventa est in útero habens de Spiritu sancto.Nam etiam si ita quaeramus, enodatius fortasse quoddicimus apparébit: Quomodo misit Deus Filium suum? lussitut veniret atque ille iubeinti obtemperans venit; an rogavit,an tantummodo admonuit? Sed quodlibet horum sit,_ yerboutique factum est, Dei autem Verbum ipse est Dei Filius.Quapropteir eum eum Pater verbo misit, a Patre et VerboJ * Mt. i, 18.25 Is. 48, 16.20 lo. 10, 36.-' lo. 17, 19."* Rom. 8, 32.29 Gal. 2, 20.II, 5, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD '•' 13con claridad que por el hecho de nacer de una mujer w elHijo enviado. En cuanto nacido de Dios, ya estaba en elmundo; en cuanto es nacido de María, vino enviado a estomundo. Por esta razón no pudo ser enviado por el Padre sinel concurso del Espíritu Santo, no sólo porque lo envió juntamentecon el Padre, haciendo que naciera de una mujer,sino incluso porque con toda evidencia se dice en el Evangelio,cuando la Virgen Miaría preguntó al ángel: ¿Cómoacaecerá esto?: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y lavirtud del muy Alto te hará sombra. Y San Mateo escribe:Se halló haber concebido del Espíritu Santo. En el profetaIsaías, el mismo Cristo dice de su futuro advenimiento:Y ahora el Señor y su Espíritu me envían.9. Es posible que alguien intente forzarnos a decir queel Hijo se ha enviado a sí mismo, pues la concepción y partode María obra es de la Trinidad, autora de cuanto existe.¿Cómo pudo enviarlo el Padre, si El mismo se envía?Respondo rogando a mi vez me explique, si puede, cómoel Padre lo santifica, si se ha santificado a sí mismo. Porqueambas cosas las afirma el Señor. De aquel, dice, a quienel Padre santificó y envió a este mundo decís vosotros: Blasfemas;porque dije: Soy Hijo de Dios. Y en otro lugar:Y por ellos me santifico.Pregunto además: ¿cómo lo entregó el Padre, si se entregóa sí mismo? Porque ambas cosas las afirma el apóstolSan Pablo. El cual, dice, no perdonó a su propio Hijo, anteslo entregó por todos nosotros. Y en otro lugar, hablando delSalvador, dice: Me amó y se entregó por mí. Creo se meresponderá a esto, si se entienden rectamente estas palabras: Porque la voluntad del Padre y del Hijo es única, e inseparablesu obrar. Interprétese de esta manera la encarnacióny nacimiento en el seno de una Virgen, causa de la misióndel Hijo, y entonces se afirmará que es obra única eindivisa del Padre y del Hijo, sin excluir al Espíritu Santo,porque de El se dice expresamente: Se halló haber concebidodel Espíritu Santo.Sigamos investigando y quizá veamos más claro. ¿Cómoenvió Dios a su Hijo? ¿Le mandó venir, y El, obsecuenteal precepto, vino, o tan sólo se lo aconsejó y suplicó?Sea como fuere, es lo cierto que sucedió por medio de lapalabra, y la palabra de Dios es el mismo Hijo de Dios. Po rlo cual, si el Padre lo envió mediante su verbo, fué enviado


214 i <strong>DE</strong> TRINITATE II, 5, 10II, 5, 10<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADeius factum est ut mitteretur. Ergo a Patre et Filio missusest idem Filius, quia Verbum Patris est ipse Filius. Quisenim se tam sacrilega induat opináone, ut putei temporaleverbu'm a Patre faictum esse, ut aeternus Filius mittereturet in carne appareret ex tempore? Sed utique in ipso DeiVerbo quod erat in principio apud Deum et Deus erat, iniipsa seilicet Sapientia Dei, sine tempore erat, quo temporeillam in carne apparere oporteret. Itaque cum sine ullo initiotemporis in principio esset Verbum, et Verbum essetapud Deum, et Deus esset Verbum; sine ullo tempore inipso Verbo erat, quo tempore Verbum caro fieret, et habitare*in nobis so .Quae plenitudo temporis cum venisset, misit Deus Filiumsuum, factura ex muliere 31 , id est, factum in temporeut incarnatum Verfbum hominibus appareret; quod in ipsoVerbo sine tempore erat, in quo tempore fieret. Ordo quippetemporum in aeterna Dei Sapientia sine tempore est. Cumitaque hoc a Patre et Filio factum esset, ut in carne Filiusappareret, congruenter dictus est missus ille qui in ea carneapparuit; misisse autem ille qui in ea non apparuit. Quoniamilla quae coram corporeis oculis foris geruntur, ab interioreapparatu naturae spiritualis existunt, et proptereaconvenienter missa dicuntur. Forma porro illa suscepti hominis,Fiiii persona est, non etiam Patris.Quapropter Pater invisibilis una cum Filio secum invisibili,eumdeim Filium visibilem faciendo misisse eum dictusest: qui si eo modo visibilis fieret, ut cum Patre invisibilisesse desisteret, id est, si substantia invisibilis Verbi in creaturamvisibilem mutata et transiens verteretur, ita missusa Patre intelligerejtur Filius, ut tantum missus, non etiamcum Patre mittens inveniretur. Cum vero sic aecepta estforma serví, ut maneret incommutabilis forma Dei, manifestumest quod a Patre ett Filio non apparentibus factumsit quod appareret in Filio, id est, ut aJb invisibili Patre cuminvisibili Filio, idem ipse Filius visibilis mitteretur. Cur ergoait: Et a me ipso non veni? Iam hoc secundum formam servidictum est, secundum quam dictum est: Ego non iudicoquemquam 32 .10. Si ergo missus dicitur in quantum apparuit foris inereatura corporali, qui intus in natura spirituali oculis mortaliumsemper occu'ltus est, iam in promptu est intelligereetiam de Spiritu sancto cur missus et ipse dicatur. Factaest enim quaedam creaturae speeies ex tempore in qua visibiliterostenderetur Spirítus sanctus, sive cum in ipsum30 lo. 1, 1-2, 14.31 Gal. 4, 4.S3 lo. 8, 42, 15.por el Padre y su Verbo. Luego el Hijo ha sido enviado porel Padre y por el Hijo, porque el Hijo es el Verbo del Padre.¿Quién habrá de tan sacrilega opinión que se atrevaa decir que él Padre hizo su verbo temporal, a fin de quesu eterno Hijo fuese enviado y se manifestase en el tiemposegún la carne? El que había de humanarse y manifestarseen el tiempo era el mismo Hijo de Dios, y estaba en Diosdesde el principio, como Sabiduría extratemporal. Sin principiode tiempo, en el principio existía el Verbo, y el Verboestaba en Dios, y el Verbo era Dios. Sin transcurso de tiempoexistía en El el Verbo, y en el tiempo el Verbo se hizocarne y habitó entre nosotros.Venida que fué la plenitud de los tiempos, envió Dios asu Hijo, nacido de mujer. Es decir, aconteció en el tiempoque el Verbo humanado se apareciese a los mortales, y elque es intemporal y existe en el Verbo, nació en el tiempo.El orden de los tiempos carece de tiempo en la eterna Sabiduríade Dios. Cuando plugo al Padre y al Hijo que elHijo se apareciera en carne mortal, entonces es cuando sedice propiamente enviado el que se manifiesta en la carne,y mitente el que no se manifiesta en esta envoltura carnal.De hecho, las cosas que desfilan ante los ojos del cuerpofuera de nosotros tienen su origen en la disposición interiorde la naturaleza espiritual; por eso se dicen convenientementeenviadas. Mas aquella forma recibida de la naturalezahumana pertenece a la persona del Hijo, no a la delPadre.De ahí que cuando el Padre, invisible, a una con su Hijo,invisible, hace visible a su Hijo, se dice que lo envió; porquesi lo hubiera hecho visible dejando de ser invisiblecomo el Padre, esto es, si la substancia invisible del Verbose hubiese transformado en criatura visible, sería, sí, el Hijoenviado, pero no mitente con el Padre. Mas habiendo tomadoforma de siervo, reteniendo la forma inconmutable de Dios,es manifiesto que el Padre y el Hijo, ambos invisibles, hancreado lo que es en el Hijo visible. Es decir, el que es visiblefué enviado por el Padre y el Hijo, que son invisibles. ¿Porqué dice entonces Cristo: Yo no he venido de mí mismo?Esto lo afirma según la forma de siervo, y eii este sentidodice: Yo no juego a nadie 2 .10. Si, pues, enviado se dice en cuanto se manifestó exteriormenteen la criatura corpórea el que en su naturalezaespiritual siempre está a los ojos de los mortales oculto, yaes dado comprender en qué sentido se puede llamar al Espí-2 La fórmula 6 XP'CTTÓ; SK 6ÚO cpúacov, aberración henótica, se convierte,bajo la pluma católica de Agustín, en el Cristo único, subsistenteen dos naturalezas. El dogma de la encarnación recibe así suforma definitiva.


216 <strong>DE</strong> TRINIIATE tr, 6, 11Dominüm corporali specie velut columba : descéndit 33 , sirvecum'decena diebus peractis post edus ascensionem, die Pentecostésfactus est súbito de caeló Sonus quasi ferretur flatusvéhemens, et visae sunt illis liriguae divisae tanquamignis, qui et insedit super unumquemque eorum 3i . Haec operatiovisifoiliter expressa, et oculis oblata mortalibus, missioSpiritus sancti dicta est; non ut appareret eius ipsa substantia,qua' et ipse invisübilis et incommutabilis est, sicutPater et Filius: sed ut exteríorlbus visis horninum cordacommota, a temporali manifestatione venientis ad occultamaeternitatem semper praesentis convertereintur.CAPUT VIU, 6, 11 <strong>DE</strong> I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 1M7ritu Santo enviado. Se hizo también en el tiempo una cHpiciede criatura, y en ella se manifestó visiblemente ¡el EspírituSanto, ora cuando descendió sobre el Señor en figuracorporal de paloma,: ora cuando, transcurridos diez díasdespués de su ascensión, en la solemnidad de Pentecostés,se produjo ruido repentino del cielo, como de un viento huracanado,y aparecieron como divididas lenguas de fuego, quese posaron sobre cada uno de los apóstoles. Esta operación,visible a los ojos de los mortales, se llama misión del EspírituSanto, no porque se manifestase en su misma substancia,en la cual es tan invisible e inmutable como el Padrey el Hijo, sino porque los corazones de los hombres, movidospor los prodigios de las epifanías corporales, vinieron a lacontemplación de aquellos sucesos siempre presentes en lamisteriosa eternidad.NON SIC ASSDMPTA CREATURA A SPIRITU <strong>SAN</strong>CTO,UT CARO A VERBO'CAPITULO VIill. Ideo autem nusquam scriptum est, quod Deus Patermaior sit Spiritu sancto, vel Spiritus sanctus minor Deo Patre,quia non sic est assumpta creatura, in qua appareretSpiritus sanctus, sicut assumptus est filius hominis, in quaforma ipsius Verbi Dei persona praesentaretur: non ut haberetVerbum Dei, sicut a'lii sancti sapientes, sed prae participibussuis 35 ; non utique quod amplius habefbat Verbum,.ut esset quam caeteri excellentiore sapientia, sed quod ipsumVerbum erat.Aliud est enim Verbum in carne, aliud Verbum caro;id est,' alliud est Verbum in homine, aliud Verbum homo.Caro enim pro homine posita est in eo quod ait: Verbumcaro faetum est x ; sicut et illud: Et videbit omrús caropariter militare Dei 37 . Non enim sine anima vel sine mente:sed ita omnis caro, ac si diceretur: omnis homo. Nonergo sic est assumpta creatura, in qua appareret Spiritussanctus, sicut assumpta est caro illa et humana illa formaex virgine María.Ñeque enim columbam beatificavit Spiritus, vel illumflatum, vel illum ignem, sibiquei et personae suae in unitatemhabitumque coniunxit in aeternum: aut vero mutabiliset convertibilis est natura Spiritus sancti, ut non haec33 Mt. 3, 16.34 Act. 2, 2-4.35 Hebr. i, 9.36 lo. i, 14." Le. 3, 6.EPIFANÍAS <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO11. En ningún pasaje se halla escrito que Dios Padresea superior al Espíritu Santo, o que el Espíritu Santo seainferior a Dios Padre, y la razón es porque la criatura enla que se apareció el Espíritu Santo no fué asunta como lofué el Hijo del hombre cuando se hizo presente en dicha formala misma persona del Verbo de Dios, y no para poseer alVerbo como lo poseen los santos y sabios, sino sobre suscompartícipes; no para poseer con mayor plenitud al Verboy ser de sabiduría más excelsa, sino porque era el mismoVerbo 3 .Una cosa es el Verbo hecho carne, y otra el Verbo en lacarne; una cosa es el Verbo en el hombre, y otra el Verbo hechohombre. La palabra carne es sinónima de hombre en estospasajes: El Verbo se hizo carne. Y: Toda carne verá la saludde Dios. Carne, pero no sin el alma y sin la mente. Aldecir toda carne es como si dijera: todo hombre. Mas no fuéasunta la criatura en la que se apareció el Espíritu Santocomo lo fué la carne humana formada en el seno de la VirgenMaría.El Espíritu Santo no beatificó la paloma, ni el soplo, niel fuego, ni. los unió eternamente a su persona en unidadde forma. A no ser que se quiera afirmar la mutabilidad3 La expresión es deficiente, aunque el pensamiento es ortodoxo.El Verbo se unió personalmente a la humana flaqueza, mientras nose puede decir otro tanto del Espíritu del Señor al aparecerse enlenguas de fuego, en figura de paloma o en el viento huracanado.


21S <strong>DE</strong> TRINITATEn, 6, 11ex creatura fierent, sed ipse in illud atquei illud mutabiliterverteretur, sicut aqua in glaciem.Sed apparuerunt ista, sicut opportune apparere debuerunt,creatura sementé Creatori, et ad nutum eius incommutabiliterin se ipso rpermanentis, ad eum significandumet demonstrandum, sicut significari et demonstran mortalibusoportebat, mutata atque conversa. Proinde, quamquamilla columba Spiritus dicta sit 3S , et de Mío igne cum diceretur:Visae sunt ülis, inquit, Únguae dímisae velut ignis,qui et insedit super unumquemque eorum, et coeperunt Ivnguisloqui, quemadmodum Spiritus dabat eis pronuntiare 39 ,ut ostenderet per illum ignem Spiritum deimonstratum, sicutper columbam: non tamen ita possumus dicere Spiritumsanctum et Deum et columbam 8 ', aut et Deum et ignem,sicut dicimus Filium et Deum et hominem: nec sicut dici-.mus Filium agnum Dei, non solum Ioanne Baptista dicente:Ecce Agnus Dei 40 ; sed etiam Ioanne evangelista vidente?Agnum occisum in Apocalypsi 41 . Illa quippe visio propheticanon est exhibita oculis corporeis per formas corpóreas,sed in spiritu per spirituales imagines corporum.Columbam vero illam et ignem oculis viderunt, quicumqueviderunt. Quanquam de igne disceptari potest,utrum oculis, an spiritu visus sit, propter verba sie posita.Non enim ait: Viderunt linguas divisas velut ignem; sed:Visae sunt eis. Non autem sub eadem significatione solemusdicere: "Visum est mihi", qua dicimus: "Vidi". Et in illisquidem spiritualibus visis imaginum corporalium solet dici,et "Visum est mihi", et "Vidi"; in istis vero quae per expressamcorporalem speciem oculis demonstrantur, non soletdici: "Visum est mihi"; sed: "Vidi". De illo ergo ignepotest esse quaestio, quomodo visus sit; utrum: intus in spiritutanquam foris, an veré foris coram oculis carnis. Deilla vero columba quae dicta est corporali specie descendisse,nullus unquam dubitavit quod oculis visa sit.Nec sicut dicimus Filium petram (scriptum est enim:Petra autem erat Christus i2 J, ita possumus dicere Spiritumcolumbam vel ignem. Illa enim petra iam erat in creatura,et per actionis modum nuncupata est nomine Christi quemsignificabat; sicut lapis Ule, quem Iacob positum ad caputAot. 2, X-A.10 lo. i, 2g." Apoc. 5, 6.42 i Cor. io, 4.a Plnres Mss., non tamen ita possumus dicere Spiritum sanctumunam personam Spiritum sanctum et Deum et columbam.II, 6, 11 <strong>DE</strong>. LA SAXTISIMA TRINIDAD 219esencial del Espíritu Santo, de suerte que sea el EspírituSanto y no la criatura el que se convierte en las cosas mencionadas,como el agua se convierte en témpano.Mas estas cosas se aparecieron en la criatura al serviciodel Criador, según oportunamente debieron aparecerse, parasignificar y demostrar, a la medida de las conveniencias,cómo, a una señal del que inmutablemente permanece ensi mismo, pueden mudarse y convertirse todos los seres.Por eso, aunque a la paloma se la llame Espíritu Santo yel fuego venga descrito con estas palabras: Aparecieroncomo divididas lenguas de fuego, que se posaron sobre cadauno de ellos, y principiaron a hablar en idiomas extraños,según que el Espíritu Santo les daba, como indicando enesta paloma y en este fuego al Espíritu Santo, con todo,al Espíritu Santo no se puede llamar Dios paloma, Dios fuego,como al Hijo llamamos Dios hombre y Cordero de Dios,como lo hace San Juan Bautista cuando dice: He aquí alCordero de Dios; y San Juan Evangelista vio en el Apocalipsisal Cordero muerto. La visión profética no se exhibea los ojos del cuerpo mediante formas materiales, sino alalma, utilizando imágenes espirituales de los seres corpóreos.Los que vieron la paloma o el fuego, por vista de ojos lovieron. Aunque es dable dudar si aquel fuego fué visto enimagen material o incorpórea, a causa de las palabras queallí se emplean. No dice que vieron lenguas divididas comode fuego, sino: Les parecían. Y la palabra parecer no siempretiene sentido de visión 4 . En las visiones espirituales delas imágenes incorpóreas se acostumbra a decir: "Me parece";o: "Vi"; .pero ¡cuando se presenta a nuestra vista unser material y tangible ya no es corriente decir: "Me parece";sino: "Vi". Se puede, pues, discutir cómo fué visto elfuego: si con la mirada interior del alma o realmente, conlos ojos del cuerpo. Empero, de la paloma que descendió enfigura corporal, nadie hasta el presente ha dudado que hayasido vista con los ojos.Tampoco podemos llamar al Espíritu Santo paloma ofuego, ni en el sentido que llamamos al Hijo piedra, segúnestá escrito: La piedra era Cristo. Existía ya en la creaciónla piedra, y por su contextura es figura de Cristo, como sontambién figuras de Cristo la piedra que sirvió de cabezala Jacob, ungida en título al Señor, e Isaac llevando la4 En castellano 110 es posible acusar la diferencia de matices delverbo latino. Vissae sunt mihi y Vidi pueden tener sentido diverso..Hemos optado por el término parecer porque significa opinar, creery también dejarse ver.


220 np TRTNTTATE **' '<strong>DE</strong> TRINITATEetiam unctione" ad significandum Dominum assumpsit ,«cut Isaac Christus erat, cum ad se immolandum hgna portabat«.Accessit istis actio quaedam significativa iam existentibus:non autem, sicut illa columba et ignis, ad naectant ummodo signifieanda repente exstiterunt. Magis ista Siciliamihi videntur flammae illi quae in rubo apparuit Moy-S145 , et illi columnae quam populus in eremo sequebatur 4 ,et fulguribus et tonitruis quae fiebant cum Lex daretur mffi onte «. Ad hoc enim illarum rerum corporalis exstitit epeeies, ut aliquid significaret atque praeteriret.II, 7, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 221leña del sacrificio. A todas estas cosas, ya existentes, HOañadía una acción preftgurativa que se echa de menos enla paloma y en el fuego, creados transitoriamente paraaquello que debían representar. Dichas cosas me parece amí se asemejan más a la llama que se apareció a Moisépen el zarzo, a la columna de fuego guía del pueblo elegidoa través del desierto o a los truenos y relámpagos restallantessobre la cumbre del monte al ser la Ley promulgada.Todas estas cosas sensibles existieron en virtud deuna función representativa y pasajera.CAPUT VIIDUBITATIO <strong>DE</strong> APPARITIONIBUS DIVINIS. 12. Propter has ergo corporales formas, quae ad eum«gniñcandum, et sicut humanis sensibus oportebat demonsfandumtemporaliter exstiterunt, missus dicitur etiam Spi-"tus sanetus: non tamen minor Patre dictus est, sicut FiliusPropter formam servi; quia illa forma servi inhaesit adt nit atem personae, illae vero species corporales ad demonsandumquod opus fuit ad tempus apparuerunt, et essePostea destiterunt.Cur er8 non et° Pater dicitur missus per illas speciesf ] rporale .s, ignem rubi, et columnam nubís vel ignis, eteui? Ura ln monte 'e t si qua talia tune apparuerunt, cump ~ 1 .. COra m locutum patribus, teste Scriptura didicimus, siet h creaturae modos et formas corporaliter expressas«umanis aspectifous praesentatas ipse demonstrabatur?dicitaut ern Filius. per ea demonstrabatur, cur tanto postdicit" r /-» mÍSSUS Cum ex femina'factus est, sicut Apostolusliuni'au tem venit plenitudo temporis, misit Deus Fimitth UUm fartum ex mullere 4S : quandoquidem et anteatribu 3 ~ 'cum P er iUas creaturae mutabiles formas pa-Cum v a PParebat? Aut si non recte posset dici missus, nisisancti Caro factum est; cur missus dicitur Spiritus.—___^ cuius nulla talis incorporatio facta est? Si vero per« * bld -> 32, 6.« lh d -> *3, 31-22.48 * bld -. *9, 16.—~Jí a 2: 4. 4-b o- , t• m. Er. et Mss. At Lov. posuit ad caput etiam unctione.CAPITULO VIIDUDA ACERCA <strong>DE</strong> LAS APARICIONES DIVINAS12. A causa de estas formas corpóreas que, para significarley representarlo cual convenía a los sentidos delhombre, existieron temporalmente, se dice que el EspírituSanto fué también enviado; sin embargo, nunca se diceque sea inferior al Padre, como se dice del Hijo por suforma de siervo; y es que esta forma de siervo se unióa El en unidad de persona, mientras aquellas formas aparecierontemporalmente para significar lo que era menestery luego dejaron de existir.¿ Por qué, pues, no se dice que el Padre haya sido enviadoen aquellas especies corporales, como la llama del zarzo,la columna de fuego, la nube, los relámpagos de la montañay todos aquellos fenómenos que se produjeron cuando hablóa los patriarcas, según testimonio de las <strong>Escritura</strong>s, si eraEl el que se manifestó a los ojos de los mortales por aquellosfenómenos de la criatura y por medio de aquellas formascorporalmente expresadas?Y si en ellos se manifestaba el Hijo, ¿por qué solamentese le dice enviado cuando tomó carne de una mujer, comodice el Apóstol: Llegada que fué la plenitud de los tiempos,envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, si ya antes habíasido enviado, al manifestarse a los patriarcas bajo aparienciasde criaturas mudables? -Y si propiamente no se lepuede llamar enviado sino cuando el Verbo se hizo carne,¿por qué al Espíritu Santo se le llama enviado, si jamásincorporó a su persona criatura alguna? Y si en las cosas


222 <strong>DE</strong> TR1NITATE II, 8, 14illa visibilia quae in Lege et Prophetis commendantur, necPater, nec Filius, sed Spiritus sanctus a ostendebatur; curetiam ipse nunc dicitur missus, cum illis modis et antea mitteretur?13. In huius perplexitate quaestionis, adiuvante Dominoprimum quaerendura -est, utrum Pater, an Filius, an Spiritussanctus; an aliquando Pater, aliquando Filius. aliquandoSpiritus sanctus; an sine ulla distinctione personarum,sicut dicitur Deus unus et solus, id est, ipsa Trinitasper illas creaturae formas patribus apparuerit.Deinde, quodlibet horum inventum visumve fuerit, utrumad hoc opus tantumimodo creatura formata sit, in qua Deus,sicut tune oportuisse iudicavit, humanis ostenderetur aspectibus:an angeli, qui iam erant, ita mittebantur, ut ex personaDei loquerentur, assumentes corporalem speciem decreatura corpórea, in usum ministerii sui, sicut cuique opusesset; aut ipsum corpus suum cui non subduntur, sed subditumregunt, in species quas vellent accommodatas atqueaptas aetionibus suis mutantes atque vertentes secundumattri'butam sibi a Creatore potentiam.Postremo videbimus id quod quaerere institueramus,utrum Filius et Spiritus sanctus et antea mittebantur; et,si mittebantur, quid inter illam missionem, et eam quam inEvangelio legimus, distet: an missus non sit aliquis eorum,nisi cum vel Filius factus esset ex María virgine, vel cumSpiritus sanctus visibili specie sive in columba, sive in igneislinguis apparuit.CAPUTVIIITOTA TRINITAS INVISIBILIS14. Omittamus igitur eos qui nimis carnaliter naturamVerbi Dei atque Sapientiam, quae in se ipsa manensinnovat omnia, quem unicum Dei Filium dicimus, non solumaSola fere editio Lov., nec Spiritus sanctus.II, 8, 14 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 223visibles, mencionadas en la Ley y en los Profetas, no semanifestaba el Padre ni el Hijo, sino tan sólo el EspírituSanto, ¿por qué ahora se dice enviado, cuando ya muchoantes había sido enviado en aquellas figuras?13. En cuestión tan complicada, primero hemos de investigar,con la ayuda de Dios, si bajo dichas formas corpóreasse aparecieron a los patriarcas el Padre, el Hijoy el Espíritu Santo; o si unas veces se apareció el Padre,otras el Hijo y algunas el Espíritu Santo; o, finalmente, sise apareció el Dios único, sin distinción de personas, esdecir, la Trinidad indivisa.Cualquiera que sea el resultado de esta búsqueda, debemosexaminar en segundo término si la criatura en lacual juzgó Dios oportuno revelarse entonces a los ojos delos mortales fué a este solo efecto formada, o si los ángeles,ya existentes, eran enviados para hablar en nombre deDios, asumiendo alguna especie corpórea de alguna criaturavisible, conforme a la naturaleza de su ministerio, o transformabansu cuerpo, al que no obedecen, sino que gobiernan,bajo apariencias adaptadas a sus operaciones, y enellas lo convertían gracias al poder otorgado por el Criador E .Examinaremos, por último, lo que indagar nos habíamospropuesto; a saber, si el Hijo y el Espíritu Santo eran yaantes enviados, y, si en efecto lo han sido, qué diferenciaexiste entre la misión primitiva y la que leemos en el Evangelio;o, por el contrario, si es menester decir que el Hijofué enviado tan sólo cuando tomó carne en el seno de laVirgen María o cuando el Espíritu Santo se apareció enfigura de paloma o en lenguas de fuego 6 .CAPÍTULOVIIITODA LA TRINIDAD INVISIBLE14. Silenciemos a los que, con pensamiento carnal, juzgaronmudable y visible la naturaleza y sabiduría del Verbode Dios, que permanece en sí mismo, innovándolo todo, sa-5 Agustín, conforme a la opinión de su tiempo, atribuye a losángeles un cuerpo sutil, aéreo, celeste. Tal era el sentir de San Justino,Atenágoras, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes, Lactancioy San Ambrosio, entre otros. Quizás la corporeidad angélicase pueda interpretar en sentido de circunscripción, o por habitud alser de Dios. Agustín inquiere, no afirma, en su obra De Genesi adlitt., 3, io,' 14 (PL 34. 285).6 Cf. 1. 3, c. 1, n. 4.


224 <strong>DE</strong> TRINIIAIE n, 9, 15mutabilem, verum etiam visibilem esse putaverunt. Hi enimmultum crassum cor divinis rebus inquirendis audacius quamreligiosius attulerunt. Anima quippe cum sit sutostantia spiritualis,cumque etiam ipsa facta sit, nec per alium fieripotuerit, nisi per quem facta sunt omnia, et sine quo factumest nihil 49 , quamvis sit mutabilis, non est tamen visibilis:quod illi de Verbo ipso atque ipsa Dei Sapientia, perquam facta est anima, crediderunt; cum sit illa non invisibilístantum, quod et anima est; sed etiam incommutabilis,quod anima non est. Eadem quippe incommutabilitas eiuscommemorata est ut diceretur: In se ipsa manens innovatomnia s0 .Et isti quidem ruinam erroris sui divinarum Scripturarumtestimoniis quasi fulcire conantes, adhibent Pauli apostolisententiam; et quod dictum est de uno solo Deo, in quoipsa Trinitas intelligitur, tantum de Patre, non et de Filioet de Spiritu sancto dictum accipiunt: Regi autem saeculorumimmortali, invisibili, soli Deo honor et gloria in saeculasaeculorum S1 ; et illud alterum: Beatus et solus potens,Rex regum et Dominus dominantium; qui solus habet immortalitatem,et lucem habitat inaccessibilem; quem nemohominum vidit, nec videre potest 52 . Haec quemadmodum intdlligendasint, iam satis nos disseruisse arbitror.CAPUTIXCONTRA EOS QUI CRE<strong>DE</strong>BANT SOLUM PATREM IMMORTALEM ETINVISIBILEM. PACIFICO STUDIO QUAERENDA VERITAS15. Verum illi qui ista non de Filio nec de Spiritu sancto,sed tantum de Patre accipi volunt, dicunt visibilem Filium,non per carnem de Virgine assumptam, sed etiamantea per se ipsum. Nam ipse, inquiunt, apparuit oculis Patrum.Quibus si dixeris: Quomodo ergo visibilis per se ipsumFilius, ita et mortalis per se ipsum, ut constet vobisquod tantummodo de Patre vultis intelligi, quod dictumest: Qui solus habet immortalítatem: nam si propter carnemsusceptam mortalis est Filius, propter hanc sinite utsit et visibilis: respondent, nec propter hanc se mortalemFilium dicere; sed sicut et ante visibilem, ita et ante mor-40 lo. i, 3-*° Sap. 7, 27-ali Tim. i, 17.•- Ibid., 6, 15-16.II, 9, 15 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 228biduría que nosotros llamamos Hijo unigénito de Dios 7 . Suerror proviene de aplicar al estudio de lo divino un corazóncraso, más audaz que religioso. El alma, substancia espiritual,creada por quien fueron hechas todas las cosas y sinel que nada fué hecho, aunque mudable, es, sin embargo,invisible. Y éstos creyeron poder atribuir al Verbo y Sabiduríade Dios, creador del alma humana, lo que atribuíana ésta, no reflexionando que la Sabiduría de Dios es nosólo invisible, como el alma, sino también inmutable, cosaque no lo es el alma. Su perfecta inmutabilidad es mencionadaal decir: Permaneciendo en sí misma, todo lo renueva.Y éstos, queriendo apuntalar las ruinas de su errorcon testimonios de las Sagradas Letras, apelan a la sentenciapaulina, y lo que afirma del Dios Trinidad lo atribuyenal Padre, con exclusión del Hijo y del Espíritu Santo. Diceel Apóstol: Al Rey de los siglos inmortal, invisible y únicoDios, el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Y enotro lugar: Bienaventurado y sólo poderoso, Rey de reyesy Señor de señores, el único inmortal, que habita en una luzinaccesible, a quien nadie vio ni puede ver. Creo haber demostradolo suficiente cómo han de interpretarse estos pasajes.CAPITULO IXDIFICULTA<strong>DE</strong>S Y SOLUCIONES. LA VERDAD HA <strong>DE</strong> BUSCARSE ENEL ESTUDIO REPOSADO15. Quienes interpretan estas palabras del Padre, perono del Hijo ni del Espíritu Santo, aseveran que el Hijo esvisible, no sólo cuando tomó carne mortal de una Virgen,sino ya antes, por sí mismo; pues El, dicen, se apareció alos patriarcas. Y si se les replica: Si por esencia es el Hijovisible, también será mortal, porque del Padre sólo ha doentenderse que es el único inmortal; y si el Hijo es mortalpor haberse encarnado, conceded, al menos, que sea tambiénvisible a causa de su encarnación; pero a esto responden:El Hijo no se dice mortal por haberse humanado, porque ya7 En el libro De Iweresibus habla Agustín de los vadianos, quienesfingían un Dios a imagen.del hombre corruptible. Cf. Haer. 50(PL 42, 39). La referencia está tomada de San Epifanio. Los corruptícolasnacieron y se extinguieron como los hongos.


226 <strong>DE</strong> TRINITATE n, 9, i6talem. Nam si propter carnem FiJium dicunt esse mortalem,iam non Pater sine Filio solus habet immortalitatem; quiaet Vorbum eius, per quod facta sunt omnia, habet immortalitatem.Ñeque enim quia carnem assumpsit mortalem,ideo amisit immortalitatem suam: quandoquidem nec animaehumanae hoc accidere potuit, ut cum corpore moreretur,dicente ipso Domino: Nolite timere eos qui corpus occidunt,animam autem non possunt occidere ss .Aut vero etiam Spiritus sanctus carnem assumpsit, dequo utique sine dubio turbabuntur, si propter carnem mortalisest Filius, quomodo accipiant Patrem tantummodo sineFilio et sine Spiritu sancto habere immortalitatem; quandoquidemSpiritus sanctus non assumpsit carnem: qui sinon habet immortalitatem, non ergo propter carnem mortalisest Filius: si autem habet Spiritus sanctus immortalitatem,non de Patre tantummodo dictum est: Qui solushabet immortalitatem.Quocirca ita se arbitrantur et ante incarnationem per seipsum mortalem Filium posse convincere, quia ipsa mutabilitasnon inconvenienter mortalitas dicitur, secundum quamet anima dicitur morí: non quia in corpus vel in aliquamalteram substantiam mutatur et vertitur: sed in ipsa suasubstantia quidquid alio modo nunc est ac fuit, secundumid quod destitit esse quod erat, moríale deprehenditur. Quiaitaque, inquiunt, antequam natus esset Filius Dei de virgineMaría, ipse apparuit patribus nostris, non in una eademquespecie, sed multiformiter, aliter atque aliter, et visibilis.est per se ipsum, quia nondum carne assumpta, substantiaeius conspicua mortalibus oculis fuit; et mortalis, in quantummutabilis: ita et Spiritus sanctus, qui alias columba,alias ignis apparuit. Unde non Trinitati, aiunt, sed singulariteret proprie Patri tantummodo convenit quod di'ctumest: Immortali, invisibili, soli Deo; et: Qui solus habet immortalitatem,et lucem inhabitat inaccessibilem; quem nemohominum vidit, nec videre potest.16. Omissis ergo istis, qui nec animae substantiam invisibilemnosse potuerunt, unde longe remotum ab eis eratut nossent unius et solius Dei, id est, Patris et Filii et Spiritussancti, non solum invisibilem, verum et incommutabilempermanere substantiam, ac per hoc in vera et sinceraimmortalitate consistere: nos qui nunquam apparuisse corporeisoculis Deum nec Patrem, nec Filium, nec Spiritumsanctum dicimus, nisi per subiectam suae potestati corporeamcreaturam, in pace catholica pacifico studio requira-II 9, 1


228 <strong>DE</strong> TRINITATE II, 10, 17mus, parati eorrigi, si fraterne ac reete reprehendimur; paratietiamsi aib inimico, vera tamen dicente, mordemur;utrum indiscrete Deus apparuerit patri.bus nostris antequamChristus veniret in carne, an aliqua ex Trinitate persona,an singillatim quasi per vices.CAPUT XAN INDISCRETE <strong>DE</strong>US TRINITAS PATRIBUS APPARUERIT, AN ALI­QUA EX TRINITATE PERSONA. APPARITIO <strong>DE</strong>I ADAMO. <strong>DE</strong> EA<strong>DE</strong>MAPPARITIONE. VISIO ABRAHAE*17. Ac primum, in eo quod in Genesi scriptum est, locutumDeum cum nomine quem de limo fkixerat, si exceptafigurata sigmifieatione, ut reí gestae fides etiam ad li.tteramteneatur, ista tractamus, in specie hominis videtur Deuscum homine tune locutus. Non quidem expresse hoc in libropositum est, sed circumstantia lectionis a id resonat, máximeillo quod scriptum est, vocem Dei audivisse Adam deambulantisin paradiso ad vesperam, et ábscondisse se in medioligni quod erat in paradiso, Deoque dicenti: Adam, ubi es?respondí sse: Audivi vocem tuam, et ábscondi me a facietita, quoniam nüdus sum 54 .Quomodo enim possit ad litteram inte'lligi talís Dei deambuladoet collocutio, nisi in specie humana, non video. Ñequeenim dici potest vocem solam factam ubi deambulassedictus est Deus, aut eum qui deambulabat in loco non fuissevisibilem, eum et Adam dicat quod se afosconderit a facieDei. Quis erat ergo ille? utrum Pater, an Filius, an Spiritussanctus? An omninó Deus indiscrete ipsa Trinitas, in formahominis homini loquebatur? Contextio quidem ipsa Scripturaenusquam transiré sentitur a persona ad personam:sed ille videtur loqui ad primum hominem qui dicebat: Fiatlux; et: Fiat firmamentum55 , et caetera per illos singulosdies; quem Deum Patrem solemus accipere, dicentem utfiat quiquid faceré voluit.Omnia enim per Verbum suum fecit, quod Verbum eiusunicum Filium eius secundum rectam fidei regulara novimus.Si ergo Deus Pater locutus est ad primum hominem, et ipsedeambulabat in paradiso ad vesperam, et ab eius facie seaGen. 3, 8-10.Ibid., 1, 3. 6.Editi, Locutionis. At Mss., Lectionis.II, 10, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 229sado estudio, dispuestos a la corrección, si en caridad y verdadsomos reprendidos, y dispuestos incluso a recibir ]amordedura del enemigo si dice verdad, investigando si fuéDios sin distinción de personas el que se apareció a nuestrospadres antes de la encarnación de Cristo, o fué algunade las tres divinas personas, o fueron todas ellas, una auna, como por turno.CAPÍTULO XLAS TEOFANÍAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. APARICIÓN <strong>DE</strong>DIOS A ADÁN. VISIÓN <strong>DE</strong> ABRAHÁN17. Ante todo, ateniéndonos a lo que está escrito en elGénesis, Dios habló al hombre, formado del limo de la tierra;y si damos de mano al sentido tropológico y nos ceñimosa la letra de la narración, parece como si Dios, paraconversar con el hombre, hubiera tomado humana apariencia.Cierto que expresamente no se afirma esto en el libroinspirado, pero se deduce de las circunstancias de la lección;sobre todo donde se narra que al atardecer oyó Adánla voz de Dios, que paseaba por el edén, y, escondiéndoseen la umbría, le dice el Señor: Adán, Adán, ¿dónde estás?Oí, le responde, tu voz y me oculté a tu fas, ponqué estoydesnudo.Al tenor de la letra, no veo cómo pudo Dios pasear yconversar con el hombre, a no ser bajo apariencias humanas.Ni se puede decir que oyó sólo el eco de la voz, puesasevera el hagiógrafo que Dios paseaba; ni se puede tampocoafirmar que se trata aquí de un paseante invisible,pues Adán se ocultó a la faz del Señor. ¿Quién, pues, eraéste? ¿Era el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo? ¿O fuéla Trinidad indivisa la que, bajo humana apariencia, conversócon el hombre? El contexto de la <strong>Escritura</strong> no acostumbraa hacer tránsito de persona a persona, y así la vozque habló al primer hombre paréceme la misma que dijo:Hágase la luz; Sea el firmamento, y las restantes obras descritasen los días de la creación; y es corriente pensar enla voz del Padre, que mandó fuese hecho cuanto le (plugohacer.Todo lo hizo por su Verbo, y, según nos enseña la reglaortodoxa de la fe, el Verbo es el Hijo unigénito. Y si DiosPadre habló al primer hombre y El paseaba por el edén enla penumbra del atardecer, y de su rostro se escondió en la


230 <strong>DE</strong> TRINITATE II, 10, 18in medio ligni paradisi peccator absconderat: cur iam nonipse intelligatur apparuisse Abrahae et Moysi, et quibusvoluit, et quemadmodum voluit, per subiectam sibi commutabilematque visibilem creaturam, cum ipse in ipso atquein substantia sua qua est incommutatoilis atque ínvisifoilismaneat? Sed fieri potuit ut a persona ad personam occulteScriptura transiret, et cum Patrem dixisse narrasset: Fiatlux, et caetera quae per Verbum fecisse commemoratur, iamFilium indicaret b loqui ad primum hominem, non aperte hocexplicans, sed eis qui possent intelligendum intimans.18. Qui ergo hafoet vires, quibus hoc secretum possitmentis acie penetrare, ut ei liquido appareat ve! posse etiamPatrem, vel non posse nisi Filium, et Spiritum sanctum,per creaturam visibilem humanis oculis apparere, pergat inhaec scrutanda, si potest, etiam. verbis enuntianda atquetractanda: res tamen, quantum ad hoc Scripturae testimoniumattinet, ubi Deus cum homine locutus est, quantumexistimo, occulta est: quia etiam utrum soleret Adam corporeisoculis Deum videre, non evidenter apparet; cum praesertimmagna sit quaestio, cuiusmodi oculi eis aperti fuerint,quando vetitum ciibum gustaverunt 50 : hi enim, antequamgustassent, clausi erant.Illud tamen c non temeré dixerim, si paradisum corporalemquemdam locum illa Scriptura insinuat, deambulare ibiDeum nisi in aliqua corpórea forma nullo modo potuisse.Nam et solas voces factas quas audiret homo, nec aliquamformam videret, dici potest: nec quia scriptum est: Absconditse Adam a jacte Dei; continuo sequitur ut soleret faeiemeius videre. Quid si enim non quidem videre ipse poterat,sed videri ipse metuebat ab eo cuius vocem audierat,et deambulantis praesentiam senserat? Nam et Cain dixitDeo: A facie tua abscondam me 57 : nec ideo faterí cogimur,eum soleré cerneré faciem Dei corporeis oculis, in qualibetforma visibili, quamvis de facimore suo vocem interrogantissecumqua loquentis audisset.Cuiusmodi autem loqueía tune Deus exterioribus hominumauribus insonaret, máxime ad primum hominem loquens,et invenire difficile est, et non hoc isto sermonesuscepimus. Yerumtamen si solae voces et sonitus fiebant,quibus quaedam sensibilis praesentia Dei primis illis hominibuspraeberetur, cur ibi personam Dei Patris non intelligamnescio: quandoquidem persona eius ostenditur &t inea voce, cum Iesus in monte coram tribus discipulis praersIbid., 3, 7.'"' Ibid., 4 4 14.b Sic plerique Mss. At editi, per Filium indicat.0 Plures Mss., illud tantum.II, 10, 18 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 231iitirimta el pecador, ¿por qué no admitir que fué El "quien•" itpureció a Moisés, a Abrahán y a todos aquellos a quieiii'Mplugo manifestarse por medio de la criatura visible y>nliica, sujeta a su dominio soberano, permaneciendo El inmutablee invisible en su esencia? Con todo, cabe en la Esi'düiraun paso inadvertido de persona a persona, de suerte


232 <strong>DE</strong> TRIN'ITATE H, 10, 19fulgens apparuit 58 ; et in illa, quando super Ibaptizatum columbadescendit 59 ; et in illa ubi ad Patrem de sua clarificationecilamavit, eique responsum est: Et darificavi, etiterum alarificabo 60 . Non quia fieri potuit vox sine opereFilii et Spiritus sancti (Trinitas quipipe inseparabilíter operatur);sed quia ea vox facta est, quae solius personamPatris ostenderet: sicut humanam illam formam eje virgineMaría Trinitas operata est, sed solius Filii persona est; visibilemnamque Filii solius personam, invisibilis Trinitasoperata est.Nec nos aliquid prohibet, illas vocds factas ad Adam,non solum a Trinitate factas intelligere, sed etiam personamdemonstrantes eiusdem Trinitatis accipere. Ibi enimcogimur, nonnisi Patris accipere, ubi dictum est: Hic estFilias meus dilectus* 1 . Ñeque enim Iesus etiam Spiritussancti filius, aut etiam suus filius credi aut intelligi potest.Et ubi sonuit: Et clarifican, et iterum clarificabo, nonnisiPatris personam fatemur. Responsio quippe est ad illamDomini vocem qua dixerat: Pater, clarifica Filium tuum:quod nen potuit dicere nisi Deo Patri tantum, non et Spirituisancto, cuius non erat filius. Hic autem ubi scriptumest: Et dixit Dominus Deus ad Adam, cur non ipsa Trinitasintelligatur, nih.il dici potest.19. Similiter etiam quod scriptum est: Et dixit Dominusad Abraham: Exi de térra tua, et de cognatione tua,et de domo patris tui, non est apertum, utrum sola vox factasit ad aures Abrahae, an et aliquid oculis eius apparuerit.Paulo post autem aliquanto apertius dictum est: Et visusest Dominas Abrahae, et dixit vlli: Semini tuo dabo terramhanc B2 . Sed nec ibi expressum est, in qua specie visus sitei Dominus; aut utrum Pater, an Filius, an Spiritus sanctusei visus sit. Nisi forte ideo putant Filium visum esseAbrahae, quia non scriptum est: Visus est ei Deus; sed:Visus est ei Dominus. Tanquam enim proprie videtur FiliusDominus vocari, dicente Apostólo: Nam et si sunt qui dicunturdii sive in cáelo sive in térra, sicuti sunt dii multi etdomini multi:, nobis tomen unus Deus Pater, ex quo omnia,,sMt. i 7) 5.'' Ibid., 3, 17.10 lo. 12, 28.>l Mt. 3, 17.'- Gen. 12, 1. 7.II. 10, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD Ü.S3y en el momento de su bautismo, cuando descendió sobre KlJa. paloma, y, finalmente, al clamar por su glorificaciónal Padre y serle respondido: Y le glorifiqué y le volveré1 glorificar. Y cierto que no es porque la voz pudiera resonarsin la ^cooperación del Hijo y del Espíritu Santo—laTrinidad actúa siempre inseparablemente—, sino para significarque en aquella voz se manifestaba tan sólo la personadel Padre; como también operó la Trinidad en la formahumana nacida en la Virgen María, pero solamente la personadel Hijo se humanó. La Trinidad invisible actuó en lapersona visible del Hijo 9 .Nada empece para que las palabras dirigidas a Adánhayan sido pronunciadas por la Trinidad, manifestando almismo tiempo una persona de la Trinidad. En este pasajede la <strong>Escritura</strong>: Este es mi Hijo, el amado, nos vemos obligadosa reconocer la voz del Padre, porque Jesús no es hijodel Espíritu Santo, ni se puede entender o creer que seasu hijo; y escuchamos también la palatora del Padre en elmencionado testimonio: Te he glorificado y te volveré aglorificar. Es una respuesta a la petición del Hijo: Padre,glorifica a tu Hijo. Donde -sólo puede aludir al Padre, puesel Espíritu Santo no es Hijo. Pero en aquel pasaje dondedice: Y dijo el Señor Dios a Adán, no puede decirse porqué no ha de entenderse de la Trinidad._19. Y de una manera similar en esta escritura: Dijo elSeñor a Ábrahán: Sal de tu tierra y de tu familia y de la casade tu padre; tampoco aquí está claro si sonó sólo la palabraen los oídos de Abrahán o si, además, se vio favorecidocon alguna visión. Poco después se dice algo más expresamente:Y se le apareció el Señor a Abrahán y le dijo: A tudescendencia daré yo esta tierra. Pero ni aun aquí sedetermina en qué forma se apareció ei Señor, o si fué elPadre el que se le apareció, o fué el Hijo, o el Espíritu Santo.A no ser que opinen que Abrahán haya visto al Hijo,porque no se dice: Se le apareció Dios, sino: Se le aparecióel Señor. Y este título de Señor parece convenir con propiedadal Hijo, según el sentir del Apóstol cuando dice:Porque aunque hay quienes son llamados dioses en el cieloy en la tierra, pues existen muchos dioses y muchos señores,empero, para nosotros sólo hay un Dios Padre, de quienson todas las cosas, y nosotros en El; y un solo Señor, Je-. ' Significa un progreso indiscutible en la teología trinitaria estainsistencia dé Agustín en hacer toda acción ad extra obra indivisade las tres divinas personas, si bien atribuye a cada una de ellas laoperación que mejor se acomoda a su carácter de origen. Los escolásticosdirán que se trata de una simple apropiación. Cf. DeTrin., 1, 6, 12; cf. Serm. arian., 15: In lo., tr. 20,3; 95,1; 110,1; 'Serm. 213,1. Los concilios adoptan las fórmulas agiistiníanas. Así elconcilio de Toledo (675) y el de Letrán (1215).t


234 <strong>DE</strong> TRINITA1E II, 11, 20et nos in ipso; et unus Dominus Iesus Christus, per queraomnia, et nos 'per ipsum® 3 .Sed cum et Deus Pater multis locis inveniatur dictusDominus, sicuti est illud: Dominus dixit ad me: Filius meuses tu, ego hodie genui te 64 ; et illud: Dixit Dominus Dominomeo: Sede ad dexteram meam 65 ; cum etiam Spiritussanctus Dominus dictus inveniatur, ubi Apostolus ait: Dominusautem Spiritus est; et ne quisquam arbitraretur Filiumsignificatum, et ideo dictum spiritum propter incorporeanlsubstantiam, secutus contexuit: U


236 <strong>DE</strong> TRINITAIE II, 12, 21est: Invisibili soli Deo 69 . Et tamen possem adhuc quaerere,quomodo ante susceptam carnem, habitu est inventus uthomo; quandoquidem ei pedes loti sunt, et humanis epulisepulatus est? Quomodo istud fieri poterat, cum adhuc informa Dei esset, non rapinam arbitratus esse aequalis Deo?Numquid enim iam semetipsum exinanierat, formam servíaccipiens, in similitudine hominum factus, et habitu inventusut homo? 70 cum hoc quando fecerit per partum Virginisnoverimus. Quomodo igitur antequam hoc fecisset, utvir unus apparuit Aforahae? An rila forma vera non erat?Possem ista quaerere, si vir unus apparuisset Abrahae,idemque Dei Filius crederetur. Cum vero tres viri visi sunt,nec quisquam in eis vel forma, vel asíate, vel potestatemaior caeteris dictus est; cur non hic aecipiamus visibiliterinsinuatam per creaturam visibi'lem Trinitatis aequalitatem,atque in tribus personis unam eamdemque substantiam?CAPUTXIIVlSIO LOTH EXCUTITUE•21. Nam ne quisquam putaret sic intimatum unum intribus fuisse maiorem, et eum Dominum Dei Filium intelligendum,dúos autem alios angelos eius a , quia cum tres visisint, uni Domino illic loquitur Abraham; sancta Scripturafuturis talibus cogitationibus atque opinionibus contradicendonon praetermisit occurrere, quando paulo post dúosangelos dicit venisse ad Loth, in quibus et ille vir iustusqui de Sodomorum incendio meruit liberari, ad unum Dominumloquitur. Sic enim sequitur Scriptura dicens: Abiitautem Dominus postquam cessavit loquens ad Abraham, etAbraham rever sus est ad locum suum. Venerunt autem dúoangelí in Sodomis vespere.Hic attentius considerandum est quod ostendeire instituí.Cum tribus certe loquebatur Abraham; et eum Dominumsingulariter appellavit. Forte inquit aliquis b : Unum ex tribusagnoscebat Dominum; alios autem dúos, angelos eius.Quid sibi ergo vult, quod consequenter dicit Scriptura: Abiitautem Dominus postquam cessavit loquens ad Abraham, etAbraham rever sus est ad locum suum: venerunt autem dúoangelí in Sodomis vespere? An forte ille unus abseesserat.60 i Tím. i, 17.T0 Phil. 2, 6-7.aPlerique Mss., dúos autem ittos angelos eius.b Er. Lugd. Ven. Lov. forte : ínqidet aliquis. M.II. 12, 21 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 237il< El lo entenderían?, pues sostienen que las palabrastú invisible y único Dios se han de entender exclusivamentedd Padre. Pero entonces cabe preguntarles: ¿Cómo antes deñu encarnación fué visto en condición de hombre, si es quelo fueron lavados los pies y tomó parte en banquetes humanos?¿Cómo puede ser esto posible, si ya entonces era formade Dios y no creyó ser rapiña hacerse igual a Dios?¿Por ventura ya entonces se había anonadado tornando formade siervo, hecho semejante a los hombres y hallado entcondición de hombre? Porque nosotros sabemos que estosucedió sólo después del parto de la Virgen. ¿Cómo pudoantes de haberse humanado aparecerse a Abrahán en humanafigura? ¿Acaso aquella apariencia no era verdadera?Todas estas cosas cabría preguntar si se hubiera aparecidoal patriarca Abrahán un hombre sólo y éste fuera'•1 Hijo de Dios. Mas habiéndosele aparecido tres mancebosy ninguno de ellos era superior a los demás en porte, edado poder, ¿por qué no ver aquí visiblemente insinuada, mediantela criatura visible, la igualdad suma de la Trinidad,y en las tres personas una misma naturaleza?CAPÍTULOVISIÓN <strong>DE</strong> LOTXII21. Y para que nadie crea que uno de los tres era superior,y que éste era el Señor e Hijo de Dios, y los otrossus ángeles, porque, siendo tres los que se aparecen a Abrahán,éste a un Señor dirige la palabra, la <strong>Escritura</strong> divinasale al paso y contradice estos pensamientos y opiniones alnarrar poco después cómo dos ángeles vinieron a Lot, y estehombre justo, liberado de las llamas de Sodoma, sólo a unSeñor habla. Prosigue asi la <strong>Escritura</strong>: Y fuese el Señorluego que acabó de hablar a Abrahán; y Abrahán se volvióa su lugar. Los dos ángeles llegaron al atardecer a Sodoma.Debemos examinar con mayor atención lo que a exponerprincipié. Habla Abrahán a los tres y los llama, en singular,Señor. Quizás, dirá alguien, reconoció a uno como Señor ya los otros dos como ángeles. Si es así, ¿qué significan laspalabras mencionadas de la <strong>Escritura</strong>: Fuese el Señor despuésque cesó de hablar con Abrahán, y éste volvióse a sulugar, y al caer de la tarde llegaron dos ángeles a Sodoma?


238 <strong>DE</strong> IRINITAIE H, 12, 22qui Dominus agnoscebatur In tribus, et dúos angelos quicum illo erant ad consumenda mis era t Sodoma? Ergo sequentiavideamus. Venerunt, inquit, dúo angelí in Sodomisvespere. Loth awtem sedebat ad portam Sodomorum. Et cumvidisset eos Loth, surrexit in obviam Mis, et adoravvt infaciem super terram, et dixit: Ecce, domini, divertite in domumpueri vestri.Hic manifestum est, et dúos angelos fuisse. et in hospitiumpluraJliter invitatos, et honorifice appellatos dóminos,cum fortasse homines putarentur.22. Sed rursum movet, quia nisi angéli Dei cognoscerentur,non adoraret Loth in faciem super terram. Cur ergotanquam tali humanízate indigentibus, et hospitium praebVturet victus ? Sed qucdlibet hic lateat, illud nunc quod suscepimusexsequamur. Dúo apparent, angelí ambo dicuntur c ,pluraliter invitantur, tanquam cum dudbus pluraliter loquítur,doñee exeatur a Sodomis. Deinde sequitur Scriptura etdiicit. Et factum est postquam eduxerunt eos ¡mas, di$e.runt: Salvans salva animam turna; ne respexeris retro, ñequesíes in hE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 239¿Se retiró, acaso, aquel a quien Abrahán reconoció entre IOHtres por Señor, mientras los dos ángeles fueron enviados aincendiar la ciudad de Sodoma? Leamos lo que sigue: Llegaronlos dos ángeles a la caída de la tarde, y Lot estabasentado a la puerta de Sodoma. Y viéndoles Lot, levantósea recibirlos e inclinó a tierra su rostro y dijo: Ahora, misseñores, os ruego declinéis a casa de vuestro siervo.Aquí es manifiesto que fueron dos los ángeles invitadospor Lot y honrados con el título de Señor, quizás tomándolospor mortales.22. Mas he aquí una nueva dificultad. Si Lot no loshubiera reconocido por ángeles, no los habría adorado rostroen tierra. ¿Por qué entonces, cual si necesitaran de estaurbanidad, los invita y ofrece hospedaje y alimentos? Quedesin resolver este punto y prosigamos nuestro razonar. Se leaparecieron dos, y los dos son llamados ángeles; se les invitaen plural, y en plural les habla hasta la salida de Sodoma.Después prosigue y dice la <strong>Escritura</strong>: Y cuando loshubo sacado fuera, le dijeron: Salvando, salva tu vida. Nomires atrás ni te detengas en toda esta llanura; corre almonte y allí te salvarás, no sea que perezcas. Y Lot lea dijo:No, Señor, por favor; pues vuestro siervo ha hallado graciaen tu presencia...¿Por qué dice: Señor, por favor, si ya era ido el Señor,y no dice: Señores? Y si Lot dirige a uno' la palabra, ¿porqué añade la <strong>Escritura</strong>: Y Lot les dijo: Señor, por favor,pues vuestro siervo ha hallado gracia en tu presencia...?¿Hemos de entender en el número plural que se habla dedos personas? Y dirigiendo la palabra a estas dos personasen singular, ¿quiere significar la unidad de esencia en elSeñor Dios? Si es así, ¿qué personas se designan en estepasaje? ¿La del Padre y el Hijo, la del Padre y la del EspírituSanto, o la del Hijo y la del Espíritu Santo?Esta última hipótesis me parece más verosímil, pues sedicen enviados, y enviados únicamente se dicen el Hijo yel Espíritu Santo, porque del Padre nunca leemos en las<strong>Escritura</strong>s que haya sido enviado.c Unus e Vaticanis Mss., dúo apparent angelí, ambo dicuntur- domini.


240 <strong>DE</strong> TRINITATE H, 13, 23 /II, 13, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 241CAPUTXIIICAPITULOXIIIVlSIO IN RUBO>23. Moyses autem quando ad populum Israel ex Aegyptoedueendum missus est, sic ei Dominum apparuisse scriptumest: Pascebat, inquit, oves lethro soceri sui sacerdoteMadian, et egit oves in desertum, et venit in montem DeiHoreb. Apparuit autem illi ángelus Domini in flamma ignisde rubo. Et vidít quia in rubo arderet ignis, rubus vero noncomburebatur. Et ait Moyses: Ibo, et videbo visum istud,quod tam magnum vidi, quoniam non comburitur rubus.Cum ergo vidit Dominus quia venit videre, clamavit eum RDominus de rubo dicens: Ego sum Deus patris tui, DeusAbraham, et Deus Isaac, et Deus Iacob 12 . Et hic primo ángelusDomini dictus est, deinde Deus.Numquid ergo ángelus est Deus Abraham, et Deus Isaac,et Deus Iacob? Potest ergo recte intelligi ipse Salvator, dequo dicit Apostolus: Quorum patres, et ex quibus Christussecundum carnem, qui est super omnia Deus benedictus insaecuía 73 . Qui ergo super omnia est Deus benedictus insaecula, non absurde etiam hic ipse intelligitur Deus Abraham,et Deus Isaac, et Deus Iacob. Sed cur prius ángelusDomini dictus est, cum de rubo in flamma ignis apparuit?utrum quia unus ex multis angelis erat, sed per dispensationempersonam Domini sui gerebat; an assumptum erat aliquidcreaturae, quod ad praesens negotium visibiliter appareret,et unde voces sensibiliter ederentur, quibus praesentiaDomini per subiectam creaturam corporeis etiam sensibushominis, sicut oportebat, exhiberetur? Si enim unus ex angeliserat, quis facile affirmare possit utrum ei Filii personanuntianda imposita fuerit, an Spiritus sancti, an Dei Patris,an ipsius omnino Trinitatis, qui est unus et solus Deus, utdiceret: Ego sum Deus Abraham, et Deus Isaac, et DeusIacob?Ñeque enim possumus dicere Deum Abraham, et DeumIsaac, et Deum Iacob, Filium Dei esse, et Patrem non esse,aut Spiritum sanctum, aut ipsam Trinitatem, quam credi-'- Ex. 3, i-6.73 Rom. 9, 5.aad ewm. Partícula ad abest a Mss. et a grae-Editi, clamavitco LXX.LA ZARZA ARDIENDO23. Se narra que, cuando Moisés recibió la orden desacar al pueblo hebreo de Egipto, se ¡le apareció el Señorasí: Apacentaba Moisés las ovejas de Jetro, su suegro,sacerdote de Madián; guió el ganado más allá del desiertoy llegó al monte de Dios, Horeb. Y se le apareció el ángeldel Señor en una llama de fuego, en medio de una zarza;y él miró y vio que la zarza ardía en fuego y la zarza no seconsumía. Y dijo Moisés: Iré y veré esta gran visión y porqué la zarza no se consume. Y viendo el Señor que se acercabapara ver, llamólo de en medio de la zarza y dijo: Yosoy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaacy el Dios de Jacob. Aquí al personaje que se aparece se lellama primero ángel del Señor y después Dios.¿Es, por ventura, el ángel Dios de Abrahán, Dios deIsaac y Dios de Jacob? Esto puede rectamente entendersedel Salvador, pues de El dice el Apóstol: Cuyos son los padres,y de los cuales es Cristo según la carne, Dios benditopor los siglos, que está sobre todas las cosas.El que está sobre todas las cosas, Dios bendito por lossiglos, puede ser aquí, sin abuso, llamado Dios de Abrahán,Dios de Isaac y Dios de Jacob. Pero entonces, ¿por quécuando se le aparece en la llama de fuego, en medio de Jazarza, se le llama ángel del Señor? ¿Es acaso porque erauno de los innumerables ángeles que, por disposición divina,representaba a su Señor, o es que asumió alguna criaturapara revelarse visiblemente y como órgano de la palabra perceptiblemanifestar la presencia del Señor a los sentidos corporalesdel hombre, sirviéndose de la criatura, a El sujeta,según lo exigía la necesidad del momento? Y si era uno delos ángeles, ¿quién puede afirmar que su misión le imponíaei deber de anunciar la persona del Padre, la del Hijo, ladel Espíritu Santo, o, finalmente, la de la Trinidad, únicoDios, que puede decir: Yo soy el Dios de Abrahán, el Diosde Isaac y el Dios de Jacob?No podemos decir que el Dios de Abrahán, el Dios deIsaac y el Dios de Jacob sea el Hijo de Dios y no lo seael Padre. Nadie tampoco se atreverá a decir que el EspírituSanto, o la Trinidad, único Dios verdadero, no e3 el


242<strong>DE</strong> TRINITATE II, 14, 24mus et intellligimus unum Deum, audefoit aliquis negareDeum Abraham, et Deum Isaac, et Deum Iacob. Ule enimnon est illorum ipatrum Deus, qui non est Deus. Porro si nonsolum Pater Deus est, sicut omnes etiam haeretici concedunt;sed etiam Filius, quod, velint nolint, coguntur fateri,dicente Apostólo: Qui est smper omnia Deus benedictus insaecula; et Spiritus samctus, dicente ipso Apostólo: Clarifícateergo Deum in corfore vestro; cum supra diceret: Nescitisquia corpora vestra templum in vobis est Spiritus sancti,quem habetis a Deof 7i et hi tres unus Deus, sicut catholicasanitas credit: non satis elucet quam in Trinitate personam,et utrum aliquam, an ipsius Trinitatis gerebat illeángelus, si unus ex caeteris angelis erat.Si autem in usum rei praesentis assumpta ereatura est,quae et humanis oculis appareret, et auribus insonaret, etappeílaretur ángelus Domini, et Dominus, et Deus; non potesthic Deus intelligi Pater, sed aut Filius, aut Spiritussanctus. Quanquam Spiritum sanctum aliicubi angelum dictumnon recolara, sed ex opere possit intelligi: dietum enimde illo est: Quae ventura sunt annuntiabit vóbis ,3 ; et utiqueángelus graece, latine nuntius interpretatur: de Domino autemIesu Ohristo evidentissime iegimus apud prophetam,quod magni consilü ángelus dictus sit" 6 : cum et Spiritussanctus, et Dei Filius, sit Deus et Dominus angelorum.CAPUTXIV<strong>DE</strong> VISIONE IN COLUMNA NUBIS ET IGNIS24. ítem in exitu filiorum Israel de Aegypto scriptumest: Deus autem praeibat illos, die qiádem in columna nubis,et ostendebat Mis viam; nocte autem in columna ignis: etnon dejicíebat columna nubis die, et columna ignis nocteante populum n . Quis et hic dubitet per subieetam creaturameamdemque eorpoream, non per suam substantiam,Deum oculis apparuisse mortalium? sed utrum Patrem, anFilium, an Spiritum sanctum, an ipsam Trinitatem unumDeum, similiter non apparet. Nec ibi lioe distiniguitur, quan-74 i Cor. 6, jo. IQ.75 lo. 16, 13.78 Is. 9) 6." Ex. 13, 31-23.•I. K, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 243l>ios du Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Unii'uinontool que no es Dios no puede ser Dios de estos pairiarcas.En consecuencia, si no sólo el Padre es Dios, veriltuladmitida por los mismos herejes, sino también el Hijo,i|uc, quiéranlo o no, han de reconocerlo como tal, conformoa la sentencia del Apóstol, que dice: Está sobre todaslas cosas, Dios bendito por los siglos; y el Espíritu Santo, quien afirma el mismo Apóstol: Glorificad a Dios en vuestrocuerpo; y poco antes: ¿Ignoráis, por ventura, que vuestroscuerpos son templo del Espíritu Santo, que está ennosotros, que habéis recibido de Dios?; y estos tres son unMe'lo Dios, según nos lo enseña la fe católica, no es fácildeterminar a cuál de estas tres personas representaba elángel, dado que sea uno de los espíritus angélicos, o si representabaa una de las divinas personas o a la Trinidadindivisa.Mas si por exigencias del presente tomó forma de criaturapara manifestarse a los ojos de los hombres y hablaral oído de los mortales, y se le llama ángel del Señor, Diosy Señor, entonces este Dios no puede ser el Padre, sino elHijo o el Espíritu Santo.Y aunque no recuerdo haber leído en la <strong>Escritura</strong> queni Espíritu Santo se le llama ángel, sin embargo, a causade su ministerio, puede ser nombrado así. Se dice de El:Os anunciará las cosas venideras. En griego ángel significa,traducido al romance, enviado. De nuestro Señor Jesucristovemos claramente que es llamado por el profeta ángel delgran consejo; siendo el Espíritu Santo y el Hijo de DiosDios y Señor de los ángeles.CAPÍTULOXIVLA NUBE Y LA COLUMNA <strong>DE</strong> FUEGO24. En el éxodo de los hijos de Israel de Egipto se lee:Iba Dios delante de ellos de día en columna de nube, paraguiarlos en su camino; de noche en columna de fuego; yno se apartó del pueblo la nube durante él día, ni de nochela columna de fuego. ¿ Quién podrá aquí dudar que Dios seha aparecido a los mortales mediante la criatura corpóreaa El sometida, pero no en su propia substancia? Mías tampocoestá claro si fué el Padre el que se manifestó, o fué elHijo, o el Espíritu Santo, o la Trinidad, Dios único. Ni, enmi sentir, da más luz aquel otro pasaje: Y apareció la ma-


244 ' <strong>DE</strong> TRINITAIE H, 15, 25tum existimo, ubi scriptum est: Et maiestas Domini apparuitin nube, et locutus est Dominus ad Moysen, dicens:Exaudivi murmur filiorum Israel 7S , etc.II, 15, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD * 245jestad del Señor en la nube, y el Señor habló a Moisés yle dijo: He oído él clamor de los hijos de Israel.CAPUTXVCAPITULOXV<strong>DE</strong> VISIONE IN SINA. AN TRINITAS, AN ALIQUA PROPRIE PERSO­NA IN EA VISIONE LOQUEBATUREN LA CUMBRE <strong>DE</strong>LSlNAÍ25. Iam vero de nubibus, et vocibus, et fulgoribus, ettuba, et fumo in monte Sina, cum diceretur: Sina autemmons fumabat totus, propterea quod descendisset Deus ineum in igne, et ascendebat fumus tanquam fumus fornacis;et mente confusus est omnis populus vehementer; fie-bantautem voces tubae prodeuntes fortiter val de: Moyses loquebatur,et Deus respondebat ei voce 79 . Et paulo post dataLege in deeem praeceptis, consequenter dicitur: Et omnispopulus videbat voces, et lampadas, et voces tubae, et montemfumantem. Et paulo post: Et stabat, inquit, omnis populusa longe; Moyses autem intravit in nebulam ubi eratDeus, et dixit Dominus ad 3Ioysen SÚ , etc.Quid hinc dicam, n ; si quod nemo tam vecors est, qui eredatfumum, ignem, nubes, et nebulam, et si qua huiusmodi,Verbi et Sapientiae Dei quod est Christus, vel Spiritussancti esse substantiam ? Nam de Patre Deo, nec arianii hocunquam ausi sunt dicere. Ergo creatura serviente Creatorifacta sunt illa omnia, et humanis sensibus pro dispensationecongrua praesentata: nisi forte, quia dictum est: Moysesautem intravit in nebulam ubi erat Deus, hoc arbitrabiturcarnalis cogitatio, a populo quidem nebulam visam, ultra nebulamvero Moysen oculis carneis vidisse Filium Dei, quemdelirantes haeretíci in sua substantia visum a volunt.Sane viderit eum Moyses oculis carneis, si oculis carneispotest videri, non modo Sapientia Dei quod est Christus, sedvel ipsa cuiuslibet hominis et qualiscumque sapientis: autquia scriptum est de senioribus Israel, quia viderunt locumubi steterat Deus Israel, et quia sub pedibus eius tanquamopus lapidis sapphiri, et tamquam aspectus firmamenti caeli81 , propterea credendum est Verbum et Sapiíentiam Dei78 Ibid., 16, 10-12.79 Ibid., 19, 18-19.80 Ibid., 20, 18. 21.81 Ex. 24, 10.aünus e Vaticanis Mss., visibilem.25. Referente a las nubes y voces, relámpagos, trompetasy humo del Sinaí, dícese: Humeaba el monte Sinaí, puesDios descendía a él en medio del fuego; y se elevaba la humaredacomo de un horno; y todo el pueblo tembló en granmanera: dejábase oír el sonido de la trompeta, cada vez conmás intensidad: Moisés le hablaba y Dios le respondía conuna voz. Y poco después, reseñados los diez mandamientos,prosigue: Todo el pueblo consideraba las voces y las llamas,el sonido de la trompeta y el monte humeante. Y algo másabajo: El pueblo se mantenía a distancia, pero Moisés sellegó a la nube en la que estaba el Señor, y Dios dijo aMoisés...¿Qué decir de este pasaje, sino que nadie existe de tanviles sentires que opine que el humo, el fuego, la nube, laniebla y los restantes prodigios sean la substancia misma delVerbo y Sabiduría de Dios, que es Cristo, o del EspírituSanto? De Dios Padre ni los arríanos han osado nunca afirmarlo.Luego estos fenómenos fueron producidos mediantela criatura, sujeta al Criador, y presentados a los sentidosdel hombre según la oportunidad y congrua disposición deDios. A no ser que el pensamiento carnal, tomando a la letraeste dicho: Entró Moisés en la nube donde estaba Dios, seimagine que el pueblo veía la nube, y Moisés, dentro de lanube, la esencia del Hijo de Dios, según, en su delirio, opinanlos herejes.Lo habría, en efecto, visto Moisés con los ojos de lacarne si fuera posible ver, no digo la Sabiduría de Dios, quees Cristo, sino la sabiduría de cualquier hombre docto. ¿Acasoporque de los ancianos de Israel se dice: Vieron el lugardonde el Dios de Jacob estuvo; y bajo sus pies había comoun pavimento de piedras de zafiro, semejante al aspecto delfirmamento celeste, hemos de creer que el Verbo y Sabidu-


246 , <strong>DE</strong> TRINITAIE Id, 15, 26per suam substantiam in spatio loci terreni stetisse, quaepertendit a fine usque ad finem fortiter, et disponit omniasuaviter 82 ; et ita esse mutabile Verbum Dei, per quod factasunt omnia S3 , ut modo se contrahat, modo distendat? (mundetDominus a talibus cogitationibus corda fidelium suorum):sed per subiectam, ut saepe diximus, creaturam exhibetnturhaec omnia visibilia et sensibilia, ad significanduminvisibilem atque intelligibiliem Deum, non solum Patrem,sed et Pülium et Spiritum sanctum, ex quo omnia,per quem omnia, in quo omnia 84 ; quamvis invis'ibilia Dei,a creatura mundi, per eia quae facta sunt intellecta conspiciantur,sempiterna quoque virtus eius ac diivinitas S5 .26. Sed quod attinet ad id quod nunc suseepimus, nec inmonte Sina video quemadmodum appareat per illa omniaquae mortalium sensibus terribiliter ostendebantur, utrumDeus Trinitas, an Pater, an Filius, an Spiritus sanctus proprieloquebatur. Verumtamen si quid hinc sine affirmanditemeritate modeste atque cunctanter coniectareí conceditur,si una ex Trinitate persona potest inte'lligi, cur non Spiritumsamctum potius intelligimus, quando et tabulis lapidéisLex ipsa quae ibi data est, dígito Dei scripta dicitur 86 , quonomine Spiritum sanctum in Evangelio significan novimusS7 .Et quinquaginta dies numerantur ab occisione agni etcelebratione Paschaet, usque ad diem quo haec fieri coeptasunt in monte Sina; sicut post Domini passionem ab eiusresurrectione quinquaginta dies numerantur, et venit promissusa Filio Dei Spiritus sanctus. Et in ipso eius adveintu,quem in Apostolorum Actibus legimus, per divisionem linguarumignis apparuit, qui et insedit super unumquemqueeorum 88 : quod Éxodo congruit, ubi ¡scriptum est: Sina autemmons fumábat totus, propterea quod descendit in eumDeus in igne; et aliquanto post: Aspectus, inquit, maiestatisDomini tanquam ignis ardens super verticem nontis coramfiliis Israel. Aut si haec ideo facta sunt, quia nec Pater,nec Fñius illic eo modo praesentari poterant sine Spiritusancto, quo ipsam Legem scribi opertebat: Deum quidem,non per substantiam suam quae ínvisibilis et incommutabilismanet, sed per illam speciem creaturae illic apparuissecognoscimus; sed aliquam ex Trinitate 'personam signoquodam proprio, quantum ad mei sensus capacitatem pertinet,non videmus.II, 15, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 247ría de Dios, que se extiende de un confín a otro, disponiéndolotodo con suavidad, habitó substancialmente en un lugarterrestre, y que el Verbo de Dios, por quien fueron hechastodas las cosas, es mudable, se condensa y extiende? ¡ElSeñor purifique de tales pensamientos los corazones de susfieles! Todas estas cosas visibles y sensibles—lo hemos confrecuencia repetido^—fueron producidas por intermedio de lacriatura, sujeta al Criador, para significar la presencia delDios invisible, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque de El,por El y para El son todas las cosas; pues desde la creacióndel mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y su divinidadnos son conocidos por las criaturas.26. Con todo, referente a la cuestión que en este momentonos ocupa, me declaro ignorante para substanciar siha sido el Dios Trinidad el que habló en medio de aquellasterribles maravillas, perceptibles a los sentidos de los mortales,en la cumbre del Sinaí, o si fué el Padre o el Hijo o elEspíritu Santo. No obstante, si me es lícito expresar contimidez y modestamente mi sentir, me inclinaría a favor delEspíritu Santo; pues la Ley promulgada en el Sinaí se diceescrita en tablas de piedra por el dedo de Dios, y sabemosque este nombre designa en el Evangelio al Espíritu Santo.Y cincuenta días se numeran desde el sacrificio del corderoy celebración de la Pascua hasta el día en que se produjeronen la cumbre del Sinaí estos prodigios; otros cincuentadesde la pasión y resurrección del Señor hasta lavenida del Espíritu Santo, prometido por el Hijo. Y en estavenida, como leemos en los Hechos de los Apóstoles, se aparecióen lenguas de fuego y se posó sobre cada uno de ellos;pasaje éste que armoniza con aquel del Éxodo: La montañadel Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobreella en medio de fuego. Y poco después: El aspecto de lamajestad del Señor, como fuego urente sobre la cima de lamontaña ante los hijos de Israel. Y si todos estos prodigiosfueron así ejecutados porque ni el Padre ni el Hijo podíanallí hacer acto de presencia sin el Espíritu Santo, escribade la Ley, entonces nos consta que Dios se manifiesta pormedio de alguna forma criada y no por su misma esencia,que permanece invisible e inconmutable. Pero la capacidadde mi caudal no alcanza a descubrir algún signo que permitaconcretar cuál de las tres divinas personas se apareció enel Sinaí.82 Sap. S, i.86 Ex. 31, 18.83 lo. i, 3. " Le ii, 20.84 ssRom. II, 36.Act. 2, 1-4.85 Ibid., 1, 20.


248 <strong>DE</strong> IRINITAIE H, 16, 27H, 16, 27 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADCAPUTXVIMOYSES QUOMODO VI<strong>DE</strong>RIT<strong>DE</strong>UM27. Est etiam quo moveri plerique solent, quia scriptumest: Et locutus est Dominus ad Moysen facie ad faciem, sicutquis loquitur ad amicum suum; cum paulo post dicatidem Moyses: Si ergo inveni gratiam ante te ostende mihitemetípsum manifesté, ut videam te; ut sim inveniens gratiamante te,et ut sciam quia populus tuus est gens haec;et paulo post iterum dixit Moyses ad Dominum: Ostendemihi maiestatem tuam. Quid est hoc, quod in ómnibus quaesupra fiebant, Deus videri per suam substantiam putabatur,unde a miseris creditus est, non per ereaturam, sed perseipsum visibilis Filius Dei: et quod íntraverat in nebulamMoyses, ad hoc intrasse videbatur, ut oculis quidem popu'liostenderetur caligo nebulosa, ille autem intus verba Deitanquam eius faciem contemplatus audiret; et quomodo dictumest: Locutus est Dominus ad Moysen facie ad faciem,sicut quis loquitur ad amicum suum; et ecce idem dieit: Siinveni gratiam ante te, ostende mihi temetípsum manifesté?Noverat utique quod corporafliter videfoat, et veram visionemDei spí.ritualiter requirebat. Locutio quippe illa quaefiebat in vocibus, sic modifieatur, tanquam esset amici loquentisad amicum. Sed Deum Patrem quis corporeis oculisvidet? Et quod in principio erat Verbum, et Verbum eratapud Deum, et Deus erat Verbum, per quod facta sunt omniaS9 , quis conporeis oculis videt ?Et spiritum sapientiae quis corporeis oculis videt? Quidest autem: Ostende mihi temetípsum manifesté, ut videamte; nisi, ostende mihi substantiam tuam? Hoc autem si nondixisset Moyses, utcumque ferendi essent stulti, qui putantper ea quae supra dicta vel gesta sunt, substantiam Deioculis eius fuisse conspicuam: cum vero hic apertissime de*monstretur, nec desideranti hoc fuisse concessum; quis audeatdicere per símiles formas, quae huic quoque visibiliterapparuerant, non creaturam Deo servientem, sed hoc ipsumquod Deus est euiusquam oculis apparuisse mortalium?lo. i, i. 3-CAPÍTULOXVICÓMO vio MOISÉS AL SEÑOR27. Suele también mover a muchos esta escritura: Y hablóel Señor a Moisés cara a cara, como se habla al amigo;pues poco después dice el mismo Moisés: Si he hallado graciaen tu presencia, muéstrate a ti mismo manifiestamente,para que te vea, y sea como el que halla gracia ante ti,y sepa que esta gente es tu pueblo; y algo más adelanteMoisés dice nuevamente al Señor: Muéstrame tu majestad.¿Qué significa esto? Porque en todas aquellas cosas arribamencionadas parecía que Dios se dejaba ver en su naturaleza,y de ahí la creencia de estos desgraciados en que elHijo es visible en su esencia y no mediante la criatura, creyendoque Moisés penetraba en la nube para oír la palabrade Dios y contemplar su rostro, pues está escrito: HablóDios a Moisés cara a cara, como se habla al amigo, mientrasel pueblo sólo podía ver una obscuridad nebulosa; y ahorahe aquí que dice el mismo Moisés: Si hallé gracia en tupresencia, muéstrateme a ti mismo manifiestamente.Conoció muy bien lo que veía corporalmente, y por esosuspiraba por la verdadera contemplación espiritual de Dios.La voz, es cierto, era íntima y familiar, como acento deamigo que conversa con el amigo; pero ¿quién ha visto conlos ojos del cuerpo al Dios Padre? Y ¿quién ha visto conlos ojos de su carne a aquel que ya en el principio era elVerbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios, porquien fueron hechas todas las cosas?¿Quién ha visto con los ojos del cuerpo al Espíritu deSabiduría? ¿Qué significan, pues, aquellas palabras: Muéstratemea ti mismo manifiestamente para que te vea, sino:Muéstrame tu esencia? Si Moisés no hubiera pronunciadoestas palabras, serían estos mentecatos disculpables cuando,movidos por las palabras y hechos mencionados, opinan quela substancia divina se manifestó a Moisés; pero al demostrarseaquí de una manera convincente que ni aun al que lodeseaba con tanto ardor le fué concedido, ¿ quién se atreveráa sentenciar que, bajo las referidas apariencias, se reveló laesencia de Dios a los ojos de los mortales, y no la criaturaobediente al Señor? 1212 Dios es invisible en su esencia para todo mortal. Si Agustínparece admitir la posibilidad de una excepción en favor del caudillo


250 <strong>DE</strong> TRINITATE II, 17, 28II, 17, 28 SE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 251CAPUT XVIIPOSTERIORA <strong>DE</strong>I QUOMODO VISA. RESURRECTIONIS CHRISTI FI-0ES. CATHOLICA ECCLESIA SOLA EST LOCUS UN<strong>DE</strong> VI<strong>DE</strong>NTUKPOSTERIORA <strong>DE</strong>I. POSTERIORA <strong>DE</strong>I AB ISRAELITIS VISA. <strong>DE</strong>UMPATREM SQLUM NUNQUAM PATRIBUS VISUM EXISTIMARE, TEME­RARIA OPINIO EST28. Et id quidem quod postea Dominus dicit ad Mbysen:Non poteris videre faciem meam, et vivere: non enim videbithomo faciem meam et vivet. Et ait Dominus: Ecce locus penesme est, et stabis super petram, statim ut transiet meamaiestas, et ponam te in specula^ petrae; et tegam manumea super te, doñee transeam, et auferam manum meam, ettune videbis posteriora mea; nam facies mea non apparébittibí 00 ; non incongruenter ex persona Domini nostrj IesuChristi praefiguratum solet intelligi, ut posteriora eius accipianturcaro eius, in qua de Vürgine natus est, et mortuus,et resurrexit; si ve propter posterioritatem b mortalitatisposteriora dicta sint, sive quod eam prope in fine saeculi,hoc est, posterius suscipere dignatus est: facies autem eiusilla Dei forma, in qua non rapinam arbitratus est esseaequalis Deo Patri 91 , quam nemo utique potest videre etvivere; sive quia post hanc vitam, in qua peregrinamur aDomino ° 2 , et ubi corpus quod corrumpitur aggravat animam93 , videbimus facie ad faciem, sicut dicit Apostolus 94 .De hac enim vita in Psalmis dicitur: Verumtamen universavanitas omnis homo vivens 95 ; et iterum: Quoniamnon xustificábitur coram te omnis vivens. In qua vitaetiam, secundum Ioannem, nondum apparuit quid erimus.Scimus autem, inquit, quia cum apparuerit, símiles ex erimus;quoniam videbimus eum sicuti est 97 ; quod utique posthanc vitam intelligi voluit, cum mortis debitum solviyimus,et resurrectionis promissum reeeperimus.00 Ex. -u, n-23.» Phil. íi, 6.02 2 Cor. ?, 6." Sap. 9/15.04 i Cor. 13, 12.05 Ps. 38, 6-96 Ps. 142, 2." 1 lo. 3, 2.aEditi hoc loco, in spelunca. Sed alus inferius v ocis, sicut ubiqueveteres plerique códices, in specula.* Plerique Mss., postremitatem.CAPITULO XVIIMOISÉS VE LAS ESPALDAS <strong>DE</strong> YAHVÉ. FE EN LA RESURRECCIÓN<strong>DE</strong> CRISTO. SÓLO EN LA IGLESIA CATÓLICA SE VEN LAS ESPALDAS<strong>DE</strong>L SEÑOR. Los ISRAELITAS VEN LAS ESPALDAS <strong>DE</strong>L SEÑOR. ESOPINIÓN TEMERARIA CREER QUE EL PADRE NUNCA SE APARECIÓA LOS PATRIARCAS28. El Señor dice después a Moisés: No podrás ver mirostro y vivir, porque no verá hombre alguno mi faz y vivirá.Y dijo el Señor: He aquí un lugar cabe mí; tú estarássobre la roca y al pasar mi gloria te pondré en una hendidurade la roca y te cubriré mientras paso con mi mano,y retiraré mi mano y entonces verás mis espaldas; mas mirostro no lo verás. Se puede legítimamente, interpretar estepasaje como una prefiguración de la persona de nuestro SeñorJesucristo, entendiendo por parte posterior su carne, enla que nació de una Virgen, murió y resucitó: ya se llame¡posterior a causa de la posterioridad de su condición mortal,ya sea por haberse verificado casi al finalizar de lossiglos, es decir, en los tiempos postreros. Su rostro es suforma divina, según la cual no juzgó rapiña hacerse unacosa con el Padre, forma que nadie puede ver y vivir; ora,finalmente, se llame posterior porque después de esta vida,en constante peregrinación hacia Dios, en la que el cuerpocorruptible apesga al alma, veremos a Dios cara a. cara,como dice el Apóstol.Esta vida se dice en los Salmos: Vanidad universal elhombre que vive; y en otra parte: En tu presencia no serájustificado ningún viviente. Vida en la que, según San Juan,no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos que,cuando aparezca, seremos semejantes a El, porque le veremoscomo es; lo que quiere se entienda* después de este vivir,cuando hayamos pechado tributo a la muerte y recibidoel premio prometido de la resurrección.de Israel y de San Pablo (cf. De Gen. ad MU., 12, 55-56 : PL 34,477-478; De videndo Deo, epist. 147, n. 31-32; PL 33» 6lo )> aquí excluyecategóricamente todo privilegio, y su pensamiento es definitivo.Cf. Introducción.


252 <strong>DE</strong> IRINITATE II, 17, 29Si ve quod etiam nunc in quantum Dei Sapientiam perquam facta sunt oinnia, spiritualiter intelligimus, in tantumcarnalibus affeetibus morimur, ut mortuum nobis hunc mundumdepilantes, nos quoque ipsi hmc mundo moriamur, etdicamus quod ait Apostolus: Mwndus mihi crucificcus est, etego mundo**. De hac enim morte item dixit: Si autem mortaiestis cwm Christo, quid adhuc velut viventes de hocmundo decernitis ? 98 Ñon ergo immerito nenio poterit faciem,id est, ipsam manifestationem Sapientiae Dei videreet vivare.Ipsa est enim species, cui contemplandae suspirat omnisqui aUfectat Deum dirigere ex toto corde, et ex tota anima,et ex tota mente: ad quam contemplandam etiam proximumquantum potest aedificat, qui di'ligit et proximum sicut seipsum: quibus duobus praeceptis tota Lex pendet et Propüetae10 °. Quod signiíicatur etiam in ipso Moyse. Nam cumdixisset, propter cuiectionem Dei qua praecipue flagrabat:SÍ mveni grauam in conspectu tuo, ostende mihi temeiipsummaiáfeste, ut sim invenicns gratiam ante te; continuo propterdiiectionem etiam proximi subiecit atque ait: Et utsciam quia populus tuus est gens fea.ec. Illa est ergo speciesquae rapit omnem animam rationalem desiderio sui, tantoardentiorem quamo mundiorem, et tanto mundiorem quantoad spiritualia resurgentem: tanto autem ad apintualia resurgentem,quanto a carnalibus morientem.Sed dum peregrinamur a Domino, et per fidem ambulamus,non per speciem 101 , posteriora Christi, hoc est carnem,per ipsam Üdem videre debemus, id est in solido fidei fundamentostantes, quod signiricat petra; et eam de tali tutissimaspecma intuentes, in catholica scilieet Eeclesia, dequa dictum est: Et super hanc petram aedificabo Ecciesiammeam 102 . Tanto enim certius dhigimus, quam videre desideramusfaciem Christi, quanto in posterioribuS eius agnoscimusquantum nos prior dilixerit Uhristus.29. iSed in ipsa carne fides resurrectionis eius salvosfacit, atque iustificat. Si enim credideris, inquit, in cordetuo, quia Deus illum suscitavit a mortuis, salvas em 1Di ; etiterum: Qui traditus est, ínquit, propter delicia nostra, etresurr-exit propter iustificationem nostram 104 . Ideoque meritumfidei nostrae resurrectio corporis Domini est. Nammortuam esse illam carnem in cruce passionis. etiam inimici88 Gal. 6, 14.9 ' Col. 2, so.1,0Mt. 22, 37-40.101 2 Cor. 5, 6-7."' Mt. 16, 18.103 Rom. 10, 9.101 Ibid., 4, 25.H, 17, 29 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 2fc8' En la vida presente, si sabemos penetrar en el conocímientoespiritual de la Sabiduría de Dios, por quien fueronhechas todas das cosas, moriremos a los afectos de la carne,y, reputando muerto para nosotros el mundo y muertos nosotrosal siglo, podemos repetir con el Apóstol: El mundoestá crucificado para mí, y yo para el mundo. De esta muertedice de nuevo: Si estáis muertos en Cristo, ¿por qué,como si vivieseis en el siglo, juzgáis según sus máximas?Con justa razón se dice que nadie puede ver el rostro, esdecir, la manifestación de la Sabiduría de Dios, y vivir.Esta es la gloria por cuya posesión gozosa suspira elque se afana por amar a Dios con todo su corazón, con todasu alma, con toda su mente; y para conseguir su contemplacióntrata de edificar al prójimo, en la medida de su flaqueza,todo el que le ama como se ama a sí mismo; siendoestos dos preceptos compendio de la Ley y de los Profetas.Y esto lo vemos prefigurado en Moisés. El amor divino queen él llameaba le hace exclamar: Si he hallado gracia en tupresencia, muéstrateme a ti mismo manifiestamente, paraque sea como el que encuentra gracia delante de ti; y a causadel amor del prójimo añade: Para que sepa que esta gentees tu pueblo. Esta es la belleza que inflama en ardores deposesión a toda alma racional: anhelo tanto más urentecuanto más puro, tanto más casto cuanto más espiritual ytanto más espiritual cuanto menos carnal.Pero, mientras peregrinamos lejos de Dios y caminamospor fe y no por visión, vemos las espaldas de Cristo, es decir,su carne, mediante la fe, sólido cimiento, simbolizado enla roca, desde donde le contemplaremos como desde alcázarinexpugnable; esto es, desde el seno de la Iglesia católica,de la cual está escrito: Y sobre esta roca edificaré mi Iglesia.Y con tanta mayor seguridad y anhelo amaremos ver la fazde Cristo cuanto más profundo sea el conocimiento que tengamosdel amor que antes nos tuvo el Señor, manifestadoen el dorso de su carne.29. La fe en la resurrección de esta misma carne salvay justifica. Si en tu corazón crees que Dios le resucitó deentre los muertos, serás salvo. Y de nuevo: El cual fuéentregado por nuestros delitos y resucitó para nuestra justificación.Por eso, la resurrección del cuerpo del Señor esmérito de nuestra fe. Sus verdugos creyeron en la muerte deaquella carne en la cruz de su pasión, pero no creyeron en


254 Í>E TRIJÍITAIE 11, 17, 314—eius credunt, sed resurrexisse non credunt. Quod firmissimenos credentes, tanquam de petrae solliditate eontuemur:undo certa spe adoptionem exspectamus redeptionem corporisnostri 105 ; quia hoc in memtoris Christi speramus, quaenos ipsi sumus, quod perf ectum esse in ipso tanquam in capitenostro fidei sanitate cognoscimus. Inde non vult, nisicum transierit, videri posteriora sua, ut in eius resurrectionemcredatur. Pascha enim heforaeum verbum dicitur,quod transitus ínterpretatur. Unde et Ioannes evangelistadicit: Ante diem festum Pasehae, sciens lesus quia venithora eius, ut transeat de hoc mundo ad Patvem 10S .30. Hoc autem qui credunt, nec tamen in Catholica, 0 ,sed in schismate aliquo aut in haeresi credunt, non de locoqui est penes eum vident posteriora Domini. Quid enim sibivult quod ait Dominus: Ecce locus est penes me, et stabissuper petram? Quis locus terrenus est penes Dominum, nisihoc est penes eum quod eum spiritualiter attingit? Nam quislocus non est penes Dominum, qui attingit a ñne usque adfinem fortiter, et disponit omnia suaviter 107 ; et cuius dictumest caelum sedes, et térra scabellum pedum eius; et quidixiit: Quam domum aedifioabitis mihi? aut quis locus quietismeae? Norme manus mea fecit haec omnia? 10hSed videlicet inteiligitur locus penes eum in quo statursuper petram, ipsa Ecclesia catholica, ubi salubnter videtPascha Domini, id est transitum Domini, et posteriora eius,id est, corpus eius, qui credit in resurrectionem eius. Et stabis,inquit, super petram, statim wt transiet mea- maiestas.Revera enim statim ut transit maiestas Domini in ciarificationeDomini qua resurgens ascendit ad Patrem, solidatisumus super petram. Et ipse Petrus tune saiidatus est, utcum fiducia praedicaret, quem, priusquam esset saiidatus,ter timore negaverat 109 , iam quiaem praedestinatione positusin apecuia petrae, sed adnuc manu Domini sibi superpositane videret. Posteriora enim eius visurus erat, et nondumille transierat, utique a morte ad vitam, nondum resurrectioneclariificatus erat.31. Nam et quod sequitur in Éxodo, et dicit: Tegammanu mea super te, doñee transeam; et auferam manummeam, et tune videbis posteriora mea: multi israelitae quorumtune figura erat Moyses, post resurrectionem Dominicrediderunt in eum, tanquam iam videntes posteriora eius,105 Rom. 8, 23. " 7 Sao. 8, 1.108 lo. 13, 1. • » 8 Is. 66, 1-2.10 ' Mt. 26, 70-74.0 Editi, post in catholica, addunt, fide. Quídam Mss., pace. Quoloco venus subintelligitur, Bcclesia.II, 17, 31 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 25Ssu resurrección. Nosotros creemos en ella con la firmeza delque está asentado sobre la roca, y con esperanzada certezaesperamos la resurrección de nuestro cuerpo; porque confiamosse verifique en los miembros de Cristo, que somos nosotros,lo que, según la sana creencia, sabemos se realizó enCristo, nuestra Cabeza. De ahí el no querer sean vistas susespaldas sino cuando haya pasado, para que creamos en suresurrección. Pascua, palabra hebrea, se interpreta tránsito.Nos lo dice el evangelista San Juan: Antes de la fiesta pascual,sabiendo Jesús que era llegada la hora de pasar deeste mundo al Padre.30. Los que creen en su resurrección, pero no dentro delseno de la Iglesia católica, sino en los arrabales de la herejíao el cisma, no ven como desde cercano lugar las espaldas delSeñor. ¿Qué significan las palabras de Yahvé: He aquí unlugar cabe mí; estarás sobre la roca? ¿Hay junto al Señorlugar alguno terreno, a no ser el de aquel que espiritualmentele conoce? ¿Qué lugar no está cabe el Señor, si supoder abarca del uno al otro confín y todo lo dispone consuavidad, si el cielo es su trono y la tierra escabel de suspies, si El mismo dijo: Dónde está la casa que me habéisde edificar y dónde el lugar de mi reposo? ¿Por ventura mimano no hizo todas estas cosas?El lugar junto al Señor es aquí la Iglesia católica, firmeroca desde donde todo el que cree en su resurrección ve laPascua del Señor, es decir, el tránsito de Cristo, y sus espaldas,esto es, su cuerpo. Y estarás, dice, sobre la roca enel momento de pasar mi gloria. En efecto, en el momento enque la majestad del Señor pasa a la gloria de su resurreccióny sube al Padre, nos afianzamos sobre la roca. Pedroserá confirmado en su fe y predicará con audacia el nombrede aquel a quien antes de su confirmación negó atemorizadotres veces. Ya antes de su elección se erguía sobrealcázar roqueño, pero la mano del Señor le impedía ver.Había de contemplar las espaldas de Cristo, pero aun el Señorno había pasado de la muerte a la vida, aun no habíasido en su resurrección glorificado.31. Sigue la narración del Éxodo diciendo: Te cubrirécon mi mano mientras paso, y retiraré luego mi mano yentonces verás mis espaldas. Muchos israelitas, prefiguradosentonces en Moisés, después de la resurrección del Señor,creyeron en El y vieron sus espaldas, retirada la mano de


256 <strong>DE</strong> IRINITATE II, 17, 32emota manu eius ab oculis suis. Unde et Isaiae talem prophetiamevangelista commemorat: Incrassa cor populi huius,et aures eorum oppila, et oculos eorum grava 110 . Deniquein Psalmo non absurde intelligitur ex eorum personadici: Quoniam die ac nocte gravata est swper me manus tua.Die fortasse, cum manifesta miracula faceret, nec aib eisagnosceretur; nocte autem, cum in passione moreretur,quando certius putaverunt, sicut quemlibet hominem, peremptumet exstinctum.Sed quoniam cum transisset ut eius posteriora viderentur,praedicante sibi apostólo Petro, quia oportebat Christumpati et resurgere, compuncti sunt dolore poenitentiae ll1 ,ut fieret in baptízalas quod in capite eius psalmi dicitur:Beati quorum remissae sunt iniquitates, et quorum tectasunt peccata; propterea, cum dictum esset: Gravata est superme manus tua, tanquam Domino transeúnte, ut iam removeretmanum, et viderentur posteriora eius, sequitur voxdolentis et confitentis, et ex fide resurrectionis Domini peccatorumremissionem accipientis: Conversus sum, inquit, inaerumna mea, cum infigeretur mihi spina. Peccatum meumcognovi, et iniustitiam meam non operui. Dixi: Pronuntiaboadversum me iniustitiam meam Domino, et tu remisisti impietatemcoráis mei 112 .Ñeque enim tanto carnis nubilo debemus involvi, ut puternusfaciem quidem Domini esse invisibilem, dorsum verovisibile: quandoquidem in forma servil utrumque visibiliterapparuit; in forma autem Dei absit ut tale aliquid cogitetur:absit ut Verbum Dei et Sapientia Dei ex una partehabeat faciem, et ex alia dorsum, sicut corpus humanum,ut omnino ulla specie vel motione sive loco sive temporecommutetur.¡32. Quaprapter, si in illis vocibus quae fiebant in Éxodo,et illis ómnibus corporalibus demonstrationibus DominusIesus CJhristus ostendebatur; aut alias Christus, sicut locihui.us consideratio persuadet; alias Spiritus sanctus, sicutea quae supra diximus admonent: non hoc efficitur, ut DeusPater nunquam tali aliqua specie Patribus visus sit.Multa enim talia visa facta sunt illis temponbus, noneviidenter nominato et designato in eis vel Patre, vel Filio,vel Spiritu sancto; sed tamen per quasdam valde probabilessignifi catión es nonnullis indiciis existentibus, ut nim'istemerarium sit dicere, Deum Patrem nunquam patribus autprophetis per aliquas visibiles formas apparuisse. Hanc enimopinionem illi pepererunt, qui non potuerunt in unitate Tri-110 Is. 6, io ; Mi. 13, ¡ s .111Act. 2, 37. 41.112 Ps. 3i, 1-5.If, 17, 32 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 257IIIS ojos. El evangelista recuerda a este propósito el vaticiniode Isaías: Endurece el corazón de este pueblo, tapa:\as oídos, cierra sus ojos. Y no es absurdo atribuirles laspalabras del Salmo: Día y nohe se agravó sobre mí tumano. El día puede significar aquí los milagros patentes de(Visto y la incredulidad de los judíos; la noche, su dolorosamuerte, cuando ciertamente lo creyeron muerto y extinguidocomo un hombre cualquiera.Mas cuando pasaron estas ignominias y vieron sus espaldas,al predicarles Pedro el misterio de la pasión y resurrecciónde Cristo, se sintieron compungidos por el dolorde la penitencia, y así se verificó en los bautizados loque está escrito en el principio del Salmo: Bienaventuradosaquellos a quienes les son perdonadas las iniquidades yvelados sus pecados. Por eso se dijo: Se agravó su manosobre mí; y como si el Señor retirara su mano al pasar ypudiera así ver sus espaldas, prosigue el gemido del contrito,alcanzado el perdón de sus maldades merced a la feen la resurrección del Señor: Volvióse mi verdor en aridezde estío cuando ahondó en mí la espina. Confesé mi pecadoy no oculté mi maldad al Señor, \y tú perdonaste la impiedadde mi corazón.No obstante, no debemos envolvernos en la nebulosidadde la carne hasta creer que el rostro de Dios es invisible yvisibles sus espaldas; porque en su forma de siervo ambaspartes son visibles. Pero líbrenos Dios de pensar otro tantode su forma divina. Lejos de nosotros creer que el Verbode Dios y la Sabiduría de Dios tengan rostro y espaldascomo el cuerpo humano, o que cambie de aspecto o posiciónen el espacio o en el tiempo.32. Por lo tanto, si en las voces mencionadas en elÉxodo y en todas aquellas manifestaciones corporales seaparecía nuestro Señor Jesucristo, o en unas se manifestabaCristo, como lo insinúa el texto citado, y en otras elEspíritu Santo, como nos, lo enseñan los testimonios aducidos,no empece esto para que también el Padre se hayamanifestado a los patriarcas.De hecho, múltiples fueron las apariciones acaecidas enaquellos remotos tiempos, sin que se pueda con certeza concretarsi designaban al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo.No obstante, según probables indicios, sería una temeridadafirmar que Dios Padre nunca se apareció a los patriarcasy profetas por intermedio de algunas formas visibles. Estaopinión fué sostenida por aquellos que no acertaron a com-S. As. 5 9


258 <strong>DE</strong> TRINITATE II, 18, 33nitatis intelligpre quod dictum est: Regí autem saeculorumimmortali, invisibili soli Deo^3;et: Quem, nemo hominumvidit, nec videre potest 11 *. Quod de ipsa substantia sumiríasummeque divina et incommutabili, ubi et Pater et Filiuset Sniritus sanctus unus et solus Deus est, per sanam fidemintelligitur.Visiones autem illae ner creaturam commutabilem Deoincommutabili sufcditam factae sunt, non proprie sicuti est,sed significa ti ve sicut pro rerum causis et temporibus oportuit,ostendentes Deum.CAPUT XVIIIVlSIO DANIELIS33. Ou^nquam nescio quemadmodum isti intelligantquod Danieli arjüaruerit Antiauus rlierum, a quo Filius horninis,quod proDter nos ease dignatus est. accenisse intelligiturregnum, ab ülo scilicet qui ei dicit in Psalmis: Filiusmeus es tu, pao hodie cjenui te: postula a me. et dabo tibígentes haereditatem tvam' 115 ; et qui omnia subiecit sub vedibuseius 116 . Si ergo Danieli et Pater dans regnum, et Filiusaccipiens. apmruerunt in specie corporal!, quomodoisti dicunt, Patrem nuncmam .visum esse prophetis, et ideosolum deberé intelligi invisibilem quem nemo hominum vidit,nec videre potest?Ita enim narravit Daniel: Aspiciebam, inquit, doñeethroni positi sunt, et Vetustus dierum sedebat: et indumentumeius ouasi nix álbum, et canillus capitis eius qwsi lanamunda; thronus eius flamma ignis, rotae eius ignis flagrans,et flvm.en ignis trahebat 31 in conspectu eius. Et mille milito.deserviebant ei. et dena milUa denum millium assistebant ei.Et iudicium cóllocavit. et libri nperti sunt, etc. Et paulopost: Axníciebam, inrmit, in visione noctis: et ecce cumcaeli nubvbus, quasi Filius hominis veniens erat, et vsquead Veterem dierum pervenit, et oblatus est ei. Et ipsi datusest principatus et honor, et regnum; et omnes populi, tri-113i Tim. i, 17.114Ibid., 6, ió.113 Ps. 2, 7-8.116 Ps. 8, 8.aEditi, transibat, Mss. prope omnes trahebat: iuxta L.XX Eilken.II, 18, 33 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 259prender lo que está escrito de la Trinidad única: Al Rey delos siglos, inmortal y único Dios invisible. Y: A quien ningúnhombre vio ni puede ver. La fe ortodoxa lo entiendede la suma e inconmutable substancia de Dios, Padre, Hijoy Espíritu Santo, único y solo Dios.Las visiones narradas tuvieron lugar por medio de lacriatura mudable, sujeta al Dios inmutable, para manifestarla presencia de Dios, no en su esencia, sino de una manerasimbólica, según las circunstancias de tiempo y lugar loexigían.• _,_,CAPÍTULOVISIÓN <strong>DE</strong> DANIELXVIII33. Ignoro cómo interpretan mis adversarios aquella visiónen la que el Anciano de días se aparece a Daniel, y dequien el Hijo del hombre, por nuestro amor humanado, recibeel reino, diciéndole en los Salmos: Tú eres mi Hijo, yote engendré hoy; pídeme, y las gentes serán tu heredad;y: Todo lo sujetó bajo sus pies. Si el Padre, dador del reino,y el Hijo, que lo recibe, se aparecieron en figura corporala Daniel, ¿cómo pueden decir que el Padre jamás se manifestóa los profetas, y, por consiguiente, que es el únicoinvisible a quien nadie vio ni puede ver?He aquí la narración de Daniel: Estuve, dice, mirandohasta que fueron colocados los tronos y el Anciano de díasse sentó; su vestido era blanco como la nieve, y el cabellode su cabeza como lana limpia; su trono, llama de fuego;y las rueaas, fuego urente. Un río de fuego corría ante El.Millares de millares le servían y millones de millones leasistían.'Ei juez se sentó y los libros se abrieron, etc. Y pocodespués: Mir u ba yo en la visión de la noctie, y he aquí enlas nuOes ael cieio a uno como Hijo del hombre, y se llegó/lasca ei Anciano de aías y fué presentado a éste. Y fueiedaao ei pnncipáao, la giona, ei honor y el remo; y todos ios


260 <strong>DE</strong> TRINITATE H, 18, 34bus, et linguete ipsi servient. Potestas eius, patestas aeterna,quae non praeteribit, et regnum eius non corrumpetur 11J b .Ecce Pater dans, et Filius accipiens regnum sempiternum,et sunt am¡bo in conspectu prophetantis visibili apecie.Non ergo inconvenienter creditur etiam Pater Deus eo modosoleré apparere mortalibus.34. Nisi forte aliquis dicet IC , ideo non esse visibilem Patrem,quia in conspectu somniantis apparuit; ideo autemFilium visibilem et Spiritum sanctum, quia Moyses Illa omniavigilans vidit. Quasi vero Verbum et Sapientiam Deividerit Moyses carnalibus oculis, aut videri spiritus vel humanuspossit qui carnem istam vivificat, vel ipse corporeusqui ventus dicitur; quanto minus ille Spiritus Dei qui omniumhominum et ange'lorum mentes ineffabilii excellentiadivinae substantiae supergreditur? aut quisquam tali praeeipiteturerrore, ut audeat dicere Filium et Spiritum sanctumetiam vigilantibus hominibus esse visibilem, Patremautem nonnisi somniantibus.Quomodo ergo de Patre solo accipiunt: Quem nemo hominumvidit, nec videre potest? An cum dormiunt nomines,tune non sunt homines? Aut qui formare similitudinem corporispotest ad se significandum per visa somniantium, nonpotest formare ipsam corpoream creaturam ad se signifircandum oculis vigilantium? cum eius ipsa substantia quaest ipse quod est, nulla corporis similitudine dormienti, nullacorpórea specie vigilanti possit ostendi: sed non solum dPatris, verum etiam Filii, et Spiritus sancti.Et certe qui vigilantium visis moventur, ut non Patrem,sed tantum Filium vel Spiritum sanctum credant corporalibushominum apparuisse conspectibus; ut omittam tantamlatitudinem sanctarum paginarum, et tam multiplicemearum intelligentiam, unde nemo sani capitis affirmare debet,nusquam personam Patris per aliquam speciem corporalemvigilantium oculis demonstra tam: sed ut hoe, ut dixiomittam; quid dicunt de patre nostro A'braham, cui certevigilanti et ministranti, cum Scriptura praemisisset dicens:Visus est Dominus Ábrahae, non unus aut dúo, sed tres apparueruntviri, quorum nullus excélsius alus eminuisse dic-117 Dan. 7, 9-14.b Editi, quod non corrumpetur. Abest, quod, a Mss. et ab versioneLXX.cEr. Lngd. Ven. et Lov., nisi forte aliquis dicat. M.d Tres Mss., et non solum.1 ' • £^_f^ DF, LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 261pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su señorío, señoríoeterno, que no pasará, y su imperio jamás desaparecerá.He aquí un Padre que da y un Hijo que recibe un imperioeterno, y ambos se presentan al profeta en forma vint'ble.Luego no hay inconveniente en admitir que el DiosPadre se apareció de esta manera a los mortales.34. A no ser que aun en este caso sostenga alguien lainvisibilidad del Padre, por el hecho de aparecerse en sueños,mientras el Hijo y el Espíritu Santo serían visibles,porque Moisés vio todas aquellas cosas en estado de viguia.Como si Moisés pudiera ver por vista de ojos al que es V erboy Sabiduría de Dios, o como si fuera posible ver al menosel espíritu del hombre, vida de nuestra carne, o el espíritucorpóreo llamado viento 13 . Y si los ojos del cuerpo no puedenver estas cosas, ¿cuánto menos podrán ver al Espíritude Dios encumbrado en la inefable virtud de su divina substanciasobre teda inteligencia humana y angélica? ¿Quiénse precipitará en el error y osará decir que el Hijo y elEspíritu Santo se pueden manifestar a los mortales en estadode vigilia, mientras el Padre sólo podría manifestarseen sueños?¿ Como interpretar del Padre solo la frase: A quién ningúnnombre vio ni puede ver? ¿Los hombres, cuando duermen,no son hombres ? Y el que da forma a cuerpos aparentespara hacersse a los soñadores visibie, ¿no podrá dar realidada estos fantasmas para hacerse visible a los que velan?Máxime cuando la divina substancia, por la cual es lo quees, no puede manifestarase al que duerme por semejanzamaterial, ni tampoco al que está en vela; y esto no ©spropiedad exclusiva del Padre, sino del Hijo y del EspírituSanto.Y, ciertamente, los que, movidos por las visiones de losque ven despiertos, sostienen que el Padre no se aparecióu la mirada corporal de los hombres, sino solamente el Hijoo el Espíritu Santo; dando de mano a muchedumbre de testimoniosescriturísticos y a sus múltiples y variadas interpretaciones,suficientes para convencer a todo el que esté enHU sano juicio de las epifanías del Padre, hechas a gente biendespierta mediante alguna forma corpórea; dejando, digo,estos testimonios aparte, ¿qué dirán mis adversarios de lavisión de nuestro padre Abrahán, el cual, estando bien despiertoy mientras servía, vio no uno o dos, sino hasta tresmancebos, y ninguno de ellos era superior al otro, ninguno13 Alma y viento se dicen en latín spiritus. Si nadie ve por vistaile ojos el alma, espíritu del hombre, ni el aura sutil, ¿cómo veráu¡ Espíritu inefable, Sabiduría de Dios? Nuestra pupila, adaptadau las exigencias de la materia, es impotente para captar la esenciatrascendente del Ser.


262 <strong>DE</strong> XRINIIATE ii, as. 3stus est, nullus honoratius effulsisse, nullus imperiosiusegisse? 11835. Quaprapter, quoniam in illa tripartita nostra distributioneprimum quaerere instituimus 119 , utrum Pater, anFilius, an Spiritus sanctus; an aliquando Pater, aliquaBdoFilius, aliquando Spiritus sanctus; an sine ulla distinctionepersonarum, sicut dicitur, Deus unus et solus; id est Trinitasipsa, per illas ereaturae formas patribus apparuerit:interrogatis quae potuimus e , quantum, sufficere visum est,sanctarum Scripturarum Qocis, nihil aliud, quantum existimo,divinorum sacramentorum modesta et cauta eonsideratiopersuadet, nisi ut temeré non dicamus quaenam ex Trinitatepersona cuüifoet patrum vel propihetarum in aliquocorpore vel similitudine corporis apparuerit, nisi cum continentialeetionis aliqua probabilia circumponit indicia.Ipsa enim natura, vel substantia, vel essentia, vel quolibetalio nomine appellandum est idipsurn quod Deus est,quidquid illud est, corporaliter videri non potest: per sutoiectamvero creaturam, non solum Pilium, vel Spiritum sanctum,sed etiam Patrem corporali specie aive similitudinemortaiibus sensibus sígnificationem sui daré potuisse credendumest.Quae cum ita sint, ne immoderatius pragrediatur secundihuius voluminis longitudo, ea quae restant, in consequentibusvideamus.1,8 Gen. 18, i.119 Supra, c. 7.o Mss. duodecim interrogatisque prout potuimus.II, 18, 35 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 263descollaba por su majestad, ninguno por su poder, habiendountes dicho la <strong>Escritura</strong>: Se Ze apareció el Señor a Abráhánf36. Por consiguiente, pues era mi intención averiguarprimero, según mi tripartita distribución de cuestiones, sise apareció a los patriarcas, mediante formas corpóreas, elPadre, el Hijo o el Espíritu Santo; o si unas veces se aparecióel Padre, otras el Hijo y algunas el Espíritu Santo; o,finalmente, si se manifestó el Dios único, sin distinción depersonas, es decir, la Trinidad; e interrogados todos los testimoniosque pude de la Sagrada <strong>Escritura</strong>, suficientes anuestro parecer, la sencilla y cauta lección de los misteriosdivinos me lleva a la conclusión de que no se puede concretar,sin temeridad, cuál de las tres divinas personas seapareció a los padres y profetas mediante formas sensibles,imaginarias o reales, a no ser que el contexto de la lecciónnos suministre ciertos indicios probables.Empero, la naturaleza, substancia, esencia o como quieraque se denomine el ser mismo de Dios, no puede verse corporalmentew ; no obstante, por intermedio de la criatura,a El sujeta, puede aparecerse a los sentidos de los mortales,en especie o semejanza corporal, no sólo el Hijo y el EspírituSanto, sino también el Padre.Sentada esta conclusión, para no alargar excesivamenteeste segundo Jibro, reanudaré en los siguientes mi estudio.14 Ante afirmaciones tan insistentes y categóricas resultan incomprensiblesy absurdas las palabras de Fabre al saludar como fundadordel ontologismo al Doctor de la Trinidad : Ipse optime et felicissimeomnia haec complexas, quibus constat ontologistarum theoría,fulgentissimam facem... orbi philosophico praetulit (J. FARRE,prefacio de 5. A. Augustini philósopihia, Andrea Martin collectore[París 1863] p. X). Cf. Introducción.


LÍBERIIILIBROIIIIn quo quaeritur, an in ilñs, de quibus superioré libro dictumest, Dei apparitionibus, per corpóreas species factis,tantummodo creatura formata sit, in qua Deus sicuttune oportuisse iudicavit, humanis ostenderetur aspectibus;an angelí qui iam antea erant ita mittebantur, utex persona Dei loquerentur, assumentes corporalem speciemde creatura corpórea, aut ipsum corpus suurn inspecies quas vellent accommodatas actionibus suis ferientessecundum attrtbutam sibi a Creatore potentiam:ipsa autem Dei essentia nunquam per se ipsam visafuerit.aEn que se investiga si en las apariciones divinas, de las quese hizo mención en el libro segundo y verificadas medianteformas materiales, fué tan sólo formada la criaturaen la cual Dios juzgó entonces oportuno manifestarsea los ojos de los hombres; o si los ángeles, que yaexistían, fueron enviados para hablar en nombre de Dios,tomando una forma corpórea de la criatura material o,según el poder otorgado por el Criador, transformandosu cuerpo en las formas que exigían las operaciones quedebían cumplir. Con todo, la esencia de Dios jamás hasido vista.PROOEMIUMCOR <strong>DE</strong> TRINITATE SCRIBAT. QUID A LECTORIBUS <strong>DE</strong>SI<strong>DE</strong>RET.QUID DICTUM SIT IN SUPERIORÉ LIBRO•1. Credant, qui volunt, malle me legendo quam legendadictando laborare. Qui autem hoc nolunt credere, expeririautem et possunt et volunt, dent quae a legendo ve! meis inquisitionibusrespondeantur vel interrogationibus aliorum,quas pro mea persona quam in servitio Christi gero, et prostudio quo fidem nostram adversum errorem carnalium etanimalium hominum muniri b inardesco, necesse est me pati:et videant quam facile ab isto labore me temperem, et quantoetiam gaudio stilum possim habere feriatum.Quod si ea quae legimus de his rebus, sufficienter editain latino sermone aut non sunt, aut non inveniuntur, autcerte diffíicile a nobis inveniri queunt, graecae autem linguaenon sit nobis tantus hatoitus, ut talium rerum libris legen-Editi, dentque.b Lov., muñiré.Emendantur ex Mss.PROLOGOPOR QUÉ ESCRIBE SOBRE LA TRINIDAD. QUÉ <strong>DE</strong>SEA AGUSTÍN <strong>DE</strong>sus LECTORES. RESUMEN <strong>DE</strong>L LIBRO SEGUNDO1. Créanme los que gusten: prefería fatigarme en lalectura antes que dictar cosáis que han de ser leídas. Losque esto no quieran creer y puedan y deseen experimentarlo,concedan al menos que es menester dar respuesta a las dificultadesque experimento en mis lecturas y a las preguntasde mis prójimos, puesto que así lo exige mi calidad de siervode Cristo y el celo que en mí llamea en defensa de nuestrafe contra los errores de hombres carnales y beluinos; y veancon qué deleitosa facilidad descansaría en mi trabajo y concuánto gozo dejaría holgar en el ocio mi pluma.Tengan en cuenta que las obras que versan sobre estasmaterias no están escritas en latín ó no se encuentran—ipara nosotros ciertamente fueron die difícil adquisición—;además, no estoy tan familiarizado con el griego parapoder leer y entender los libros publicados en dicho idioma,


266 <strong>DE</strong> TRINITATE MI,, prol., 3dis in intelligendis ullo modo reperiamur idonei, quo generelitterarum ex iis qu.ae nobis pauca interpretata sunt, nondubito cuneta quae utiliter quaerere possumus contineri;fratribus autem non valeam resistere, iure quo eis servusfactus sum flagitantibus, ut eorum in Christo laudabilibusstudüs lingua ae stilo meo, quas bigas in me charitas agitat,máxime serviam; egoque ipse multa quae nescieíbam,scribendo me didicisse confíteor: non debet hic labor meuscuiquam pigro, aut multum docto videri superíiuus, cummultis impigris multisque indoctis, ínter quos etiam mihi,non parva ex parte sit necessarius.Ex his igitur quae ato alus de hac re scripta iam legimus,plurimum adminiculati et adiuti, ea quae de Trinitate,uno summo summeque bono Deo, pie quaeri et disseri possearbitror, ipso exhortante quaerenda atque adiuvante disserendasuscepi: ut si alia non sunt huiusmodi scripta, sitquod habeant et legant qui voluerint et valuerint; si autemiam sunt, tanto facilius aliqua inveniantur, quanto talia pluraesse potuerint.2. Sane cum in ómnibus litteris meis non solum piumlectorem, sed etiam liberum correctorem desiderem, multomáxime in his, ubi ipsa magnitudo quaestionis utinam tammuitos inventores habere posset, quam multos contradictoreshabet. Verumtamen sicut lectorem meum nolo mihiesse deditum 0 , ita correctorem nolo sübi. Ule me non ametamplius quam catholicam fidem, iste se non amet ampiiusquam catholicam veritatem.Sicut illi dico: Noh meis litteris quasi Scripturis canonicisinservire; sed illis et quod non credebas, cum inveneris,ineunctanter crede, in istis autem quod certum nonhabebas, nisi certum intellexeris, noli firmiter retiñere; itailli dico: Noli meas litteras ex tua opinione vel contentione,sed ex divina lectione vel inconcussa ratione corrigere.Si quid in eis veri comprehenderis, existendo non est meum,at intellligendo et amando et tuum sit et meum: si quid autemfalsi conviceris, errando fuerit meum, sed iam cavendonec tuum sit nec meum.3. Hinc itaque tertius hic liber sumat exordium, quousquesecundus pervenerat. Cum enim ad id ventum esset, utvellemus ostendere non ideo minorem Patre Filium, quiaiile misit, hic missus est, nec ideo minorem utroque Spirirtum sanctum, quia et ab illo et ab illo missus in Evangeliolegitur: suscepimus hoc quaerere, cum illuc missus sit FidSola fere editio Lov., debitum.I n¡, IpTÓl., 3 DF. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 267aunque, ipor lo poco que nos ha sido traducido, no dudoquo dichos escritos contengan en abundancia lo que contanta utilidad buscando voy. Siervo de mis hermanos,no sé negarme a sus justos requerimientos, y trato, en lamedida de mis fuerzas, de ayudarles en sus 'loables estudioscristológicos con mi palabra y con mi pluma, pues a ello meimpulsa con ardor, cual bi?a fogosa, la caridad. Yo mismo,lo confieso, aprendí escribiendo muchas cosas que antes ignoraba;y, por consiguiente, ni al perezoso ni al sabio hade parecer isuperfiluo mi trabajo, pues puede ser muy necesarioa muchos estudiosos y a muchos ignorantes, a mírntre ellos.Apoyado y sostenido en lecturas de obras ya divulgadassobre este tema, emprendo la búsqueda de cuanto juzgo sepuede piadosamente investigar y escribir referente a laTrinidad, único Dios sumo y Bien soberano, contando siemprecon su estímulo en la búsqueda y con su ayuda en laexposición, para que, si no ex'sten otros escritos similares,puedan apagar su sed los que lo desean y puedan; y si yaexisten, con tanta mayor facilidad nuedan encontrar ciertasverdades, cuanto mayor es la abundancia.2. Anhelando, en verdad, en todos mis escritos un piadosolector y un crítico imparcial, con mayor empeño en«:sta mi obra, donde la ingente magnitud del problema oialáencuentre tantos investigadores cuantos son los adversarios.Y así como no deseo un lector incondicional, tampoco susniropor un crítico pagado de sí mismo. Aquél no prefiera miautoridad a la fe católica, éste no se ame a sí mismo, anteponiéndosea la verdad católica.Digo al primero: No utilices mis escritos cual si fueranlas <strong>Escritura</strong>s canónicas; en éstas cree sin vacilar si comprendesahora lo que antes ignorabas; en aquéllas suspendei.u juicio, a no ser que lo incierto pase a ser en ti certeza.Y digo al segundo: No critiques mis libros según tu opinióno animosidad, sino al tenor de las Sagradas Escritucasy de la recta razón. Si en mis tratados encuentras algunaverdad, en sí misma no es mía, pero en tu comprensión yunor es tuya y mía; si, por el contrario, descubres algúni-rror, mío es el dislate; pero tú, al evitarlo, haces que no;iea tuyo ni mío.3. Enhebre este mi libro su exordio en el mismo punto«n que finalizaba el segundo. Llegado habíamos a aquel pasajedonde se asienta que el Hijo no era inferiox- al Padrepor el hecho de enviar uno y ser el otro enviado: ni el EspírituSanto era inferior al Padre y al Hijo, aunque se digaon el Evangelio que es por los dos enviado. Tratamos deaveriguar también dónde se encontraba el Hijo al ser enviado,porque, si vino a este mundo, ya en este mundo es-


268 <strong>DE</strong> TRINITATE 'III, prol., 3lius, ubi erat, quia in huno mundum venit, et in hoc mundoerat 1 ; cum illuc etiam Spiritus sanctus, ubi et ipse erat,quoniam Spiritus Domini replevit orbem terrarum, et hocquod continet omnia svientiam habet vocis 2 : utrum proptereamissus sit Dominus, quia ex occulto in carne natusest, et de sinu Patris ad oculos hominum in forma servítanquam egressus apparuit; ideo etiam Spiritus sanctus,quia et ipse eorporali apecie quasi columlba visus est 3 , etlinguis divisis velut ignis 4 ; ut hoc eis fuerit mitti, ad aspectummortali,um in aliqua forma corpórea de spiritualisecreto procederé; quod Pater quoniam non fecit, tantummodomisisse, non etiam missus esse dictus sit.Deinde quaesitum est cur et Pater non aliquando dictussit missus, si per illas sspecies corporales quae oculis antiquorumaipparuerunt ipse demonstrabatur. Si autem Filiustune demonstrabatur, cur tanto post missus diceretur, cumplenitudo temporis venit, ut ex femina nasceretur 5 ; quandoquidemet antea mittebatur, cum in illis formis corporaliterappardbat. Aut si non recte missus diceretur, nisi cumVerbum caro factum est e ; cur Spiritus sanctus missus legatur, cuius incarnatio talis non facta est. Si vero per illasantiquas demonstrationes, nec Pater, nec Filius, sed Spiritussanctus ostendebatur; cur etiam ipse nunc dicereturmissus, cum illis modis et antea mitte'retur.Deinde subdivisimus, ut haec diligentissime tractarentur,et triipartitam fecimus quaestionem, cuius una pars insecundo libro explicata est, duae sunt reliquae, de quibusdeinceps disserere aggrediar.Iam enim quaesitum atque tractatum est, in illis antiquisco'rporalibus formis et visis, non tantummodo Patrem,nec tantummodo Filium, nec tantummodo Spiritum sanctumapparuisse, sed aut indifferenter Dominum Deum qui Trinitasipsa intelliígitur, aut quamli'bet ex Trinitate personam,quam lectionis textus indiciis circumstantibus significaret.III, [pr


270 <strong>DE</strong> TRINITATE III, 1, 5III, 1, 5<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD2 ^CAPUT ICAPITULOIQUID <strong>DE</strong>INCEPSDICENDUMCUESTIONES A EXAMINAR4. Nunc ergo primum quaeramus quod sequitur. Namsecundo loco in illa distributione positum est, utrum ad hocopus tantummodo creatura formata sit, in qua Dcus, sicuttune oportuisse iudicavit, humanis ostenderetur aspectibus:angelí, qui iam erant, ita mittebantur, ut ex persona Deiloquerentur, assumentes conporalem apeciem da creaturacorpórea in usum ministerii sui; aut ipsum corpus suum,cui non subduntur, sed subditum regunt a , mutantes atquevertentes in species quas vellent, accommodatas atque aptasactionibus suis, sacundum attributam sibi a Creatore potentiam.Qua qiiaesüonis parte, quantum Domínus dederit, pertractatapostremo videndum erit id quod institueramus, inquirereutrum Filius et Spiritus sanctus et antea mittebantur;et si ita est, quid inter illam missionem et eamquam in Evangelio legimus distet: an missus non sit aliquiseorum, nisi cum vell Fi'lius factus est ex María virgine, velcum Spiritus sanctus visibili specie, sive in columba, sivein igneis limguis aipparuit 7 .í5. Sed fateor excederé vires intentionis meae, utrumangelí manente spirituali sui corporis qual'itate per hancoccultius operantes, assumant ex inferioribus elementis corpulentioribus,quod sitó coaptatum, quasi aliquam vestemmutent et vertant in quaslibet species corporales, etiam ipsasveras, sicut aqua vera in verum vinum conversa est aDomino s : an ipsa propria coripora sua transíorment in quodvoluerint, aceommodate"" ad id quod agunt. Sed quodlibethorum sit, ad praesentem quaestionem non ¡pertinet.7 Supra, 1. 2, c. 7, n. 13.8 lo. 2, 9."• Editi, geru.nl. Plerique Mss., regunt.b Ita Mss. At editi, accommodata.4. Examinemos en primer término cuanto sigue. Se preguntabaen la cuestión mencionada en segundo lugar si ha>bía sido la criatura plasmada con el fin de que se aparecieseDios a los ojos de los hombres, según lo juzgase oportuno;o si los ángeles, que ya existían, eran enviados para hablarnosen nombre de Dios, tomando, al efecto de su ministerio,forma corpórea de alguna criatura hílica, o biencambiaban y transformaban su propio cuerpo, al que noestán sujetos, sino que señorean, en apariencias muy adecuadasa las acciones que ejecutar se proponían bajo la direccióndel Criador.Resuelta esta parte de la cuestión, en la medida queel Señor me otorgare, se ha de ver, en último lugar, lo queinvestigar nos habíamos propuesto: si el Hijo y el EspírituSanto eran ya antes enviados; y, si es así, qué diferenciaexiste entre aquella misión y la que leemos en el Evangelio:o si ninguno de ios dos ha sido enviado sino cuandoel Hijo nació de María Virgen, o el Espíritu Santo apare.ció visiblemente en la paloma o en las lenguas de fuego 1 .5. Declaro exceder los límites de mi intención el indagarsi los ángeles, permaneciendo la cualidad espiritual desu cuerpo, actúan mediante ella secretamente, sirviéndose delos elementos inferiores y más crasos, utilizando, como sifuera un vestido, formas materiales y transformándolas enespecies corpóreas y verdaderas, como cuando el agua verdaderafué convertida por el Señor en vino auténtico; o si,por el contrario, metamorfosean su cuerpo a voluntad, segúnlas exigencias de su ministerio 2 . Cualquiera que sea la solucióna estas dos preguntas, nada tiene que ver con el temapresente.1 Cf. 1. 2, c. 7, n. 13 : EL 42, 827-28.2 Esta incertidumbre sobre la espiritualidad de los ángeles no excitarála admiración del avisado lector. Si Tito Bostrense, Gregoriode Nisa, San Juan Crisóstomo y otros escritores orientales sostienen


272 <strong>DE</strong> TRINITATÉ in, 2, 7Et quamvis haec, quoniam homo sum, nullo experimentopossim comprehendere, sicut angelí qui haec agunt, et magisea norunt quam ego novi, quatenus mutetur corpusmeum in affectu* 5 voluntatis meae, sive quod in me, sivequod ex alus exipertus sum: quid horum tamen ex divinarumScripturarum auctoritatibus credam, nunc non opusest dicere, ne cogar probare, et fiat sermo iongior de re quanon indiget praesens quaestio.6. Illud nunc videndum est, utrum angelí tune agebantet illas corporum sjpeeies apparentes ocuiis hominum, etillas voces insonantes auribus, cum ipsa sensibilis creaturaad nutum serviens Conditori d , in quod opus erat pro temperevertebatur, sicut in libro Sapientiae scriptum est: Creaturaenim tibí faotori deserviens, extenditur in tormentumadversum iniustos, et lenior fit ad benefaciendum üs qui inte confidunt. Propter hoc


274 <strong>DE</strong> TRINITATE III, 3, 8quo saepius repatita, et a pluribus cognita, eo minus mirasunt.Sieuti sunt defectus luminarium, et raro existentes quaedamspecies siderum, et terrae motus, et monstruosi partusanimantium, et quaecumque similia, quorum nihil fitnisi volúntate Dei, sed plerisque non apparet. Itaque licuitvanitati philosophorum, etiam causis alus ea tribuere, velveris, sed proximis, cum omni.no vid ere non possent superioremcaeteris ómnibus causam, id est voluntatem Dei; velfalsis, et ne a'b ipsa quidem pervestigatione corporaiiumrerum atique motionum, sed a sua suspicione et errore prolatis.8. Dicam si potero quiddam, exempli gratia, quo haecapertiora sint. Est certe in corpore humano quaedam molescarnis, et formae species, et ordo distinctioque metnbrorum,et temperatio valetudinis: hoc corpus inspírata animaregit, eademque rationalis;' et ideo quamvis mutabilis,tamen quae possit illius incommutatoilis sapientiae partieepsesse, ut sit participatio


276 <strong>DE</strong> TRTNTTATEni, 3, 8officio misericordiae corpus labore fatigaret, aegritudinemquecontraheret, consultisque mediéis ab alio diceretur causammorbi esse corporis siccitatem, ato alio autem humorisimmadera tionem: unus eorum veram causam diceret, altererraret, uterque tamen de proximis causis, id est, corporalibuspronuntiaret.At si illius siccitatis causa quaereretur, et invenireturvoluntarius labor, iam ventum esset ad superiorem causam,quae ab anima proficisceretur ad afficiendum corpus quodregit: sed nec ipsa prima esset; illa enim procul dubio superiorerat in ipsa incommutabili Sapientia, cu-i hormnissapientes anima in charitate serviens, et ineffabiliter iubentiobediens, vo'luntarium laborem susceperat: ita nonnisi Déivoluntas causa prima illius aegritudinis veraeissime reperiretur.Iam vero si in labore officioso et pió adhibuisset ille sapiensministros 'collaborantes secum in opere bono nec tameneadem volúntate Deo servientes, sed ad carnaliumcupiditatum a suarum mercedem pervenlre eupientes, vel incommodacarnalia devitantes; adhibuisset etiam iumenta,si hoc exigeret illius operis implendi procurado, quae utiqueiumenta irrationalia essent animantia, nec ideo moverentmembra sub sarcinis, quod aliquod de -illlo bono opereeogitarent, sed naturali appetitu suae voluptatis et devitationemolestiae; postremo adhibuisset etiam ipsa corpora "omni sensu carentia, quae illi operi, essent necessaria, frumentumseilicet, et vinum, et oleum, vestem, nummum, codicem,et si qua huiusmodi.In his certe ómnibus in illo apere versantiibus corporírbus, sive animatis sive inanimatis, quaecumque moverentur,attererentur, repararentur, exterminarentur, reformarentur,alio atque alio modo locis et temporibus aiffectamutarentur: num alia esset istorum omniuim visibilium etmutatoilium factorum causa, nisi illa invisibilis et incommutabilisvoluntas Dei per animam iustam, sicut sedemSapientiae, cunctis utens, et malis 0 et irrationalibus animis,et postremo corporibus, sive quae illis inspirarentur et animarentur,sive omni sensu carentibus, eum primitus utereturipsa bona anima et sancta, quam sibi ad pium et religiosumobsequium subdidisset?HI, 3, 81 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 277alienta a emplearse en obras de misericordia, fatiga su cuerpoen el trabajo hasta contraer grave dolencia; consultadoslos médicos, uno afirma que el mal proviene de la sequedadde humores, otro de la abundancia; uno dice verdad, el otrose equivoca, pero ambos se refieren a causas materiales ypróximas.Pero si investigamos cuál es la causa de aquella indigenciade humores y se encuentra en el trabajo voluntario,se habría llegado a una causa superior, pues la orden provienedel alma y se transmite al cuerpo que gobierna; empero,aun no es ésta la suprema razón. Para encontrarla esnecesario remontarnos a la Sabiduría inconmutable, a la queel alma del hombre sabio sirve en caridad, y, obediente asus inspiraciones, se ha voluntariamente aplicado al tra»bajo. Y así la causa primera y suprema de aquella dolenciaes siempre la voluntad de Dios.Supongamos aún que en dicho trabajo oficioso y pío tieneministros colaboradores, sin su misma voluntad de servira Dios, sino impulsados por el deseo de conseguir el premiode sus concupiscencias carnales o movidos por la esperanzade poder evitar las molestias del cuerpo. Y si la necesidad dellevar a término su buena obra aconseja también el empleode jumentos, seres animados, pero irracionales, que no puedencontribuir a la bondad de la obra ni mover sus miembrosbajo el peso de su carga estimulados por el conocimientodel bien, sino llevados tan sólo por su instinto naturalde placer o dolor. Finalmente, tiene necesidad nuestrosabio de utilizar en su obra seres carentes de sensibilidad,por ejemplo, trigo, vino, aceite, vestidos, dinero, códices ycosas similares.Ahora pregunto: en todos estos cuerpos empleados enaquella obra, animados o inanimados, que se mueven, alteran,reparan, aniquilan, renuevan y acusan la impronta deltiempo y del lugar, ¿cuál, sino la voluntad invisible e inconmutablede Dios, es la causa de todas estas mutacionesvisibles, que actúa por medio de un alma recta y buena enla que habita la sabiduría, utilizando todas las cosas: almasracionales, pero perversas; seres irracionales, cuernos animados,dotados de sentidos o carentes de sensibilidad, habiéndolosantes utilizado aquella alma buena y santa, sometidaa El en piadoso obsequio de religión?a Plures Mss., carnalium voluntatum. Dúo, voluptatum.b Editi, corpórea. At Mss., corpora.0 Editi, et malis rationalibns, et irrationalibus. Apud Mss. vox,rationalibns subintelligenda relinquitur.


278 <strong>DE</strong> TRINITA1E III, 4, 9III, 4, 9 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 279CAPUTIVCAPITULOIV<strong>DE</strong>US ÓMNIBUS CREATURIS UTITUR UT VULT, ET VISIBILIA FACITAD SE IPSUM <strong>DE</strong>MONSTRANDUM9. Quod ergo de uno sapiente, quamvis adhuc mortalecorpus gestante, quamvis ex parte vidente, posuimus exempligratia; hoc de aliqua domo, ubii aliquorum talium societasest, hoc de civitate vel etiam de orbe terrarum licetcogitare, si penes sapientes sancteque ac perfecte Deo subditossit principatus, et régimen rerum humanarum. Sed hocquia nondum est a (aporte t enim nos in hac peregrinationeprius mortaliter exerceri, et per vires mansuetudinis etpatientiae in flagellis erudiri), illam ipsam supernam atquecaelestem, unde peregrinamur, patriam cogitemus.Illic enim Dei voluntas, qui facit angelos suos spiritus,et ministros suos ignem flagrantem 13 , in spiritibus summapace atqúe amicitia copulatis, et in unam voluntatem quodamspirituali charitatis igne eonflatis, tanquam in excelsaet sancta et secrete sede praesidens, velut in domo sua etin templo suo, inde se, quibusdam ordinatissimis creaturaemc't'bus, primo spiritualibus, deinde corporalibus, per cunetadiffundit, et utitur ómnibus ad incommutabile arbitriumsententiae suae, sive incorporéis sive corporeis rebus, sirverationalibus sive irrationalibus spiritibus, sive bonis pereius gratiam sive malis per propriam voluntatem.Sed quemadmodum corpora crassiora et inferiora persubtiliora et potentiora quodam ordine reguntur, ita omniacorpora per spiritum vitae, et spiritus vitae irrationalis perspiritum vitae rationalem, et spiritus vitae rationalis desertoratque peccator per süiriitum viitae rationalem piumet iustum, et ille per ipsum Deum, ac sic universa creaturaper Creatorem suum, ex quo et per quem et in quo etiamcondita atque instituía est": ac per hoc voluntas Dei estprima et summa causa omnium corporalium snecierum atquemotionum. Nihil enim fit visibiliter et sensibiliter, quodnon de interiore invisibili atque intelligibili aula summi Im-" Ps. io 3 , 4-14 Col. i, 16.a Editio Lov. ; sed hoc qiádetn nondum est; ac post verbum,erudiri, eddita partícula, MÍ, sic connectit sequentia : ut illatn ipsam,etc. Castigatnr ex Mss.LA VOLUNTAD <strong>DE</strong> DIOS, LEY SUPREMA <strong>DE</strong> TODO LO EXISTENTE9. El ejemplo de nuestro sabio, portador de un cuerpomortal y contemplativo parcial, lo podemos aplicar a unafamilia donde exista un cierto número de estas inteligenciasprivilegiadas, a una ciudad y al mundo entero, siempre quela dirección y gobierno de los negocios humanos se encuentreen manos de hombres doctos santa y perfectamente sometidosa Dios. Mas como esto aun no es llegado (nos convieneser trabajados en esta vida mortal y amaestradoscon azotes si los soportan las fuerzas de nuestra mansedumbrey paciencia), pensemos al menos en la patria celestialde allá arriba, meta de nuestro peregrinar.Allí la voluntad de Dios, que hace a los vientos susmensajeros y al fuego urente sus ministros, reina como desdeun santo, misterioso y sublime trono, como desde su santuarioy mansión, en los espíritus vinculados por el aglutinantede una paz y concordia inalterables y fundidos enun tsoio querer por el rescoldo de la llama espiritual de lacaridad, difundiéndose en los ordenados movimientos de lascriaturas espirituales y materiales por todos los ámbitosy usando, conforme al decreto inconmutable de su sentencia,de todos los seres, corpóreos e incorpóreos, racionalese irracionales, de los buenos mediante su gracia y de losmalos por su propio querer.Pero así como los seres toscos e inferiores son regidoscon orden muy concertado por seres más potentes y sutiles,así todos los cuerpos lo son por un espíritu vital, y el espíritude vida que carece de razón lo es por un espíritu racional;y el alma desertora e inmunda, por el alma justay santa, y ésta por Dios; y todas las cosas criadas, por suHacedor, por quien, en quien y para quien fueron hechas.En consecuencia, la causa primera y suprema de todas lasformas y mociones corpóreas es siempre la voluntad deDios. Nada acontece visible y sensiblemente en esta inmensa


280 <strong>DE</strong> TRINITAIE JH, 5, 11peratoris, aut iubeatur, aut permittatur, secundum ineffabilemiustitiam praemiorum atque poenarum, gratiarum etretributionum, in ista totius creaturae amplissima quadamimmensaque república.10. Si ergo apostolus iPaulus, quamvis adhuc portaretsarcinam corporis, quod eorrumpitur etaggravat animam 1S ,quamvis adhuc ex parte atque in aenigmate videret 16 , optansdissolvi et esse cura Ohristo 17 , et in semetipso ingemiscens,adoptionem exspectans redemptionem corporissui 18 , potuit tamen significando praedkare Dominum IesumChristum, aliter per linguam suam, aliter per Epistolam,aliter per Sacramentum corporis et sanguinis eius (nec linguamquippe eius, nec membranas, nec atramentum, necsignificantes sonos iingua editos, nec signa litterarum conscriptapelliculis, Corpus ühristi et sanguinem dicimus; sedillud tantum quod ex fructibus terrae acceptum et precemystica consecratum rite sumimus ad salutem stpiritualemin memoriam pro nobis Dominicae passionis: quod cum permanus hominum ad illam visibilem speciem perducatur, nonsanctificatur ut sit tam magnum Sacramentum, nisi operanteinvisibiliter Spiritu Dei, cum haec omnia quae percorporales motus in illo opere fiunt, Deus operetur, movensprimitus invisibilia ministrorum, sive animas hominum, siveoccultorum spirituum sibi subditas serví tutes) : quid mirumsi etiam in creatura caeli. et terrae, maris et aeris, facitDeus quae vult sensibilia atque visibilia, ad se ipsum in eis,sicut oportere ipse novit, significandum et demonstrandum,non ipsa sua qua est apparente substantia, quae omninoincommutabiliis est, omnibusque spiritibus, quos creavit,interius secretáusque sufolimior?CAPUT VMlRACULA CUR NON CONSUETA OPERA11. Vi enim divina totam spiritualem corporalemqueadministrante creaturam, omnium annorum certis diebus advocanturaquae maris, et effunduntur super faciem terrae.Sed cum hoc orante sancto Elia factum est, quia praeces-15 Sap Q, 15-16 i Cor. .3. 12-18 Rom. 8, 23-III, 5, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 281y dilatada república de la creación que no sea o permitidoo imperado desde el invisible e inteligible alcázar del supremoEmperador, según la inefable justicia de los premios ycastigos, de las gracias y de las retribuciones.10. Si el apóstol San Pablo, siendo aún portador de lasarcia de su cuerpo, peso y corrupción del alma, viendo enparte y en enigma, se inflama en anhelos de liberación paragozar de Cristo, y, gimiendo en sí mismo en espera de la redenciónde su carne, pudo predicar a nuestro Señor Jesucristode viva voz, por escrito y por el sacramento de su cuerpoy sangre, ¿qué maravilla obre Dios portentos sensibles yvisibles, a voluntad, en todos los seres del cielo y de la tierra,del mar y del aire, para manifestarse cuando lo juzgueoportuno, aunque nunca se revele en su esencia, por ser éstainconmutable y más íntima y misteriosamente sublime quetodos los espíritus creados? Llamo cuerpo y sangre deCristo, no a la lengua del Apóstol, ni a 'los pergaminos y tintaque utilizó, ni al sonido vocalizado, ni a los signos alfabéticosimpresos en las membranas, sino al fruto formado de la semillaterrena consagrado por la oración mística, siendo parael que le recibe salud del alma y memorial de la pasión delSeñor. Sacramento hecho visible por intervención de loshombres, pero santificado por la acción invisible del EspírituSanto, al actuar Dios por medio de todas aquellas mocionestemporales que tienpn lugar en dicho misterio, moviendoantes las formas visibles de los ministros, ora sea actuandosobre la voluntad de los hombres, ora sobre las virtudesde los espíritus invisibles, a El sujetas *.CAPÍTULO VCARACTERES <strong>DE</strong>L MILAGRO11. Es, sin duda, la virtud divina la que gobierna lascriaturas todas, espirituales y corporales, y ella es la queen determinados días del año reúne las aguas del océano ylas derrama sobre la faz de la tierra. Mas, cuando esto mis-4 Bello y significativo paréntesis en favor de la presencia realdel cuerpo v sangre de Cristo en el sacramento del Amor, indicandola acción milagrosa y transubstanciativa de las palabras que el sacerdotepronuncia como ministro del Altísimo. El lector que desee conocerel pensamiento de San Agustín y convencerse de su realismocucarístico puede leer los siguientes pasajes : Serm. 132, i ; 112, 5 ;S7. 7. 7 < 2 7 2 '» 229 'e P' st l86,-8 -20 •> 54, 2, 3 ; In Ps. 48, o ; Depecc. mer. et rem., 20, 28,_ etc. Cf. L. ARIAS, De veníate corporisDomini in sacramento altaris fides S. Augustini (Romae 1932).


2>82 <strong>DE</strong> TRINITAIE in, 6, íiserat tam continua et tam longa serenitas, ut deficerentfam-e nomines, nec ea hora qua ille Dei servus oravit, aeripse aliqua húmida facie mox futurae p'luviae signa praetulerat,consecutis tantis et tam velociter imbribus apparuitvis divina, quibus illud dabatur dispensabaturque miraculum19 .Ma Deus operatur salemnia fulgura atque tonitrua: sedquia in monte Sina inusitato modo fiebant, vocesque illaenon strepitu confuso edebantur, sed eis quaedam signa daricertissimis indiciis apparebat, miraeula erant 20 .Quis attrahit humorem per radicem vitis ad botrum, etvinum facit, nisi Deus, qui et ¡nomine plantante et riganteincrementum dat? 21 Sed cum ad nutum Domini aqua invinum inusitata celeritate conversa est, etiam stultis fatentitousvis divina declarata est 22 . Quis arbusta fronde acflore vestit solemniter, nisi Deus? Veruim cum floruit virgasacerdotiiS Aaron, collocuta est quodam modo cum dubitantehumanitate divinitas 23 . Et lignis certe ómnibus et omniumanimalium carnibus g5ignendis atque formandis communisest terrena materies: et quis ea facit, nisi qui dixitut haec térra produceret 24 , et in eodem verbo suo quaecreavit, regit atque agit? Sed cum eamdem materiam exvirga Moysi in carnem serpentis proxime ac velociter vertit,miraculum fuit 25 , rei quidem mutabilis, sed tam en inusitatamutatio. Quis autem animat quaeque viva nascentia,nisi qui et illum se.rpentem ad horam, sicut opus fuerat,animavit ?CAPUTVISOLA -VARIETAS FACIT MIRACULUMEt quis reddidit cadaveribus animas suas, cum resurgerentmortui x , nisi qui animat carnes in uteris matrum, utoriantur morituri ? a Sed cum fiunt illa continúate quasi quo-" 3 Reg. i8, 45.23 Num. 17, 8.20 Ex. 19, 16.21 Gen. 1, 24.í Cor. 3) 7. » Ex. 4, 3-lo- 2, 9. -'• Ez. 37, 1-10.aHic editi addunt : Simñüer et de communi materia, quae incausis mundialibus consistit, súbito ad tempus prodire arietem etcolumoam constituit, quibus unus vigor carneus et in tempore et extempore accessionis et recessionis, non dispar, sed inusitatus apparmt.Abest ab ómnibus prope Mss.III, 6, 11<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADmo sucede a ruegos de Elias, tras una pertinaz y larga .quia, que hasta perecian de hambre 'los hombres, sin qnmientras oraba el siervo de Dios y en aquella hora apaiiciera en el horizonte ni una nube precursora de la tempo«-tad, es patente milagro de la potencia divina, pues en unmomento y con rapidez sorprendente se abrieron las cataratasdel cielo.Dios hace brillar el relámpago y retumbar el trueno;pero cuando en la cumbre del Sinaí, de una manera singular,esto sucede, sin que acalle el rumor de la palabra, ymanifestando por - señales inequívocas un nuevo precepto,nos hallamos entonces en presencia de un milagro.Y ¿quién hace ascender la humedad de la tierra por lasbarbillas de la cepa y la convierte en vino exquisito, sino elDios que da el incremento cuando el hombre planta y riega ?Pero, si a una indicación del Señor el agua se convierte instantáneamenteen vino, hasta los miopes confiesan ser lavirtud divina la que actúa. Y ¿quién, sino Dios, viste al arbustocon el pomposo ropaje de frondas y flores? Pero,cuando florece el tirso de Aarón sacerdote, entonces es ladivinidad la que de una cierta manera conversa con la humanidaddubitante. Los árboles todos y las carnes de todoslos animales han sido, ciertamente, de la común materia terrenaformados; pero ¿quién da esta potencia creadora, sinoaquel que mandó germinar a la tierra y en virtud de esteverbo eficiente gobierna y actúa? Mas cuando con rapidezinstantánea convierte el Señor la vara de Moisés en verdaderaserpiente de la materia común, entonces surge el milagro.enuna cosa mudable, sí, pero insólita. Y ¿quién, sino elque comunica a esta serpiente efímera existencia, anima atodo viviente según la necesidad del momento? 5CAPÍTULOVILA VARIEDAD EN EL MILAGRO¿Quién dará a los cadáveres su espíritu vital en la resurrecciónde los muertos, sino el mismo que anima los cuerposdiminutos en el seno materno para que nazcan a vidalos que han de morir? Si esto sucede de un modo regular,5 Original y profunda teoría del milagro. Esta misma doctrina laexpone Agustín en diversos pasajes de sus obras. Cf. In lo., tr. 8,n. 1 : PL 35, 1450 ; tr. 9 : PL 35, 1458 ; tr. 24, n. 1 : PL 35, 1593 ;De civ. Dei, 10, 13 : PL 41, 291 ; De Gen. ad litt., 9, 16 : PL 34, 405.


284 <strong>DE</strong> IRINITATE III, 7, 12dam fluvio labentium manantiumque rerum, et ex occultoin promptum, atque ex prompto in occultum, usitato itineretranseuntium, naturalia dicuntur: cum vero admonendishominibus inusitata mutabilitate ingeruntur, magnalia nominantur.III, 7, 12 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 285semejante a un río de curso tranquilo, que en su apaciblecorriente refleja secretos recónditos y de la superficie vuelvea sumergirlos en sus profundidades, entonces estos sucesosson naturales; pero si, para lección de los hombres, sucedende una manera inusitada, se llaman milagros.CAPUT VIIMlRACULA MAGNA PER MÁGICAS ARTES12. Hie video quid infirmae cogitationi possit oceurrere,cur scilicet ista miracula etiam magicis artibus fiant:nam et magi Pharaonis similiter serpentes fecerunt, et aliasimilia. Sed illud amplius est admirandum, quomodo magorumilla potentia, quae serpentes faceré potuit, ubi ad muscasminutissimas ventum est, omnino defecit. Scyniphesenim musculae sunt brevissimae, quae tertia plaga superbuspopulus aegyptiorum caedebatur.Ibi certe deficientes magi dixerunt: Digitus Dei esthoc 27 a . Unde intelligi datur, ne ipsos quidem transgressoresangelos et aereas potestates, in imam istam caliginem,tanquam in sui generis carcerem, ab illius sublimis aethereaepuritatis habitatione detrusas, per quas magicae artespossunt quidquid possunt, valere aliquid, nisi data desuperpotestate.Datus autem vel ad fallendos fallaces, sicut in aegyptios,et in ipsos etiam magos data est, ut in eorum spirituumseductione viderentur admirandi a quibus fiebant, aDei veritate damnandi; vel ad admonendos fideles, ne talealiquid faceré pro magno desiderent, propter quod etiamnobis Scripturae auctoritate sunt prodita; vel ad exercendam,probandam manifestandamque iustorum patientiam.Ñeque enim parva visibilium miraculorum potentia, Iobcuneta quae habebat amisit, et filios, et ipsam corporis sanitatem2S ." Ex. 7 et 8.28 Iob i et 2.aEditi, est hic. At Mss., est hoc; iuxta graecum LXX-,CAPITULO VIIMJlLAGKOS Y MAGIA12. Veo aquí surgir una dificultad en las inteligenciasempobrecidas; a saber: ¿cómo estos portentos pueden a veeesser obra de magia? Porque los magos de Faraón hicieronserpientes y otros semejantes prodigios. Pero es mucho másde admirar cómo aquel poder de los magos pudo convertirlas varas en serpientes y desfalleció ante unas pequeñísimasmoscas. Los cínifes son una especie de mosquitos sumamenteminúsculos, azote, en la tercera plaga, de los soberbiosegipcios.Aquí, ciertamente, desfalleciendo los magos, dijeron:Dedo de Dios es esto. Con ello se da a entender que ni losmismos espíritus tranagresores ni las potestades aéreas precipitadasde las moradas de la sublime y etérea pureza enprofundas tinieblas, como en cárcel sui generis, tienen consus artes mágicas poder alguno si no les fuere otorgado dearriba.Dios a veces concede este poder para engaño de engañadores,como a los magos y egipcios, grandes en la seducciónde sus espíritus y reprobos ante la divina verdad; otras esaviso a los creyentes, y son referidos en la <strong>Escritura</strong> paraque no anhelen ejecutar semejantes prodigios; finalmente,sirven también de ejercicio purificativo para manifestar lapaciencia de los justos. Pierde Job todas sus posesiones, sushijos y su salud corporal a través de muy patentes milagros6 .6 Teología de los milagros divinos pudiera titularse este capítulo.Permite Dios a los espíritus del mal ejecutar admirables portentosen pena de nuestras maldades. En ocasiones son como hornaza dondese abrillantan y purifican las almas, como en Job, y siempre, escuelade la omnipotencia de Dios.


286 <strong>DE</strong> TRINITATE III, 8, 13III, 8, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 287CAPUTVIIISOLUS <strong>DE</strong>US CREAT ETIAM ILLA QUAE MAGICIS ARTIBUSTRANSFORMANTUR13. Nec ideo putañaum est 'istis transgressoribus angeiisad nutum serviré hanc visübilium rerum materiam,sed Deo potius, a quo haec potestas datur, quantum in sublimiet spirituali sede incommulabilis iudicat. Nam et damnatisiniquis etiam in metallo servit a aqua et ignis et térra,ut faciant inde quod volunt, sed quantum sinitur,Nec sane creatoras illi mali angelí, dicendi sunt, quiaper illos magi resistentes fámulo Dei, ranas et serpenteafecerunt: non enim ipsi eas ereaverunt. Omnium quippe rerumquae eorporaliter visibiliterque nascuntur, occulta quaedamsemina in istis corporeis mundi huius elementis laíent.,Alia sunt enim haec iam conspicua oculis nostris ex fructibuset animantibus, alia vero illa occulta istorum seminumsemina, unde i líbente Creatore produxit aqua prima natatiliaet volatilia, térra autem prima sui generis b germina,et prima sui generis animalia 29 . Ñeque enim tune in hu'iuscemodifetus ita producía sunt 15 , ut in eis quae producíasunt vis illa consumpta sit: sed plerumque desuní congruaetemperameníorum occasiones, quibus erumpaní, et speci.essuas peragant.Ecee enim brevissimus surculus semen est; nam convenienter mandatus íerrae arborem facit. Huius autem surculisubtilius semen aliquod eiusdem generis granum est, ethuc usque d nobi.s visibile. Iam vero huius etiam grani semenquamvis oculis videre nequeamus, raíione íamen coniieerepossumus: quia nisi íaQis aliqua vis esseí in isíis el©mení:.s,non plerumque nascereníur ex ierra quae itoi seminata nonessent; nec animalia tam multa, nulla marium feminarumquecommixtione praecedente, siwe in ierra, sive in aqua,quae íamen crescuní et cOeundo alia pariunt, cum illa nulliscoeuntibus parentibus oría sint. Et ceríe apes semina filio-Gen, i, 30-25.a Apud r. Lugd. Ven. Lov., serviunt. M.b Quídam Mss. hoc priore loco praetereunt, sui generis.° Editi, tune huiuscemodi fetus ita produepi sunt. At Mss., tunein huiuscemodi fetus (id est ad gignendos fetus sui generis) ita productasunt.d In multis Mss., et hoc usque.CAPITULOVIIILA CREACIÓN, OBRA EXCLUSIVA <strong>DE</strong> DIOS13. No se ha de creer que la materia de las cosas visiblesobedezca a la voluntad de los espíriíus prevaricadores,sino a Dios, de quien reciben esíe poder en la medidaque desde su trono espiritual y excelso juzga el Inmutable.El agua, el fuego, la tierra, sirven a los criminales condenadosa la3 minas para que hagan lo que les plazca en cuantoles es permitido.Los ángeles malos en ningún sentido se han de llamarcreadores, aun cuando en su nombre hicieran los magos nacerserpientes y ranas, resistiendo al siervo de Dios; puesno las crearon los ángeles. Laten en los elementos cósmicosocultas como semillas de todas las cosas existentes eme nacena la vida corporal y visible. Unas son perceptibles anuestra vista en sus frutos y animales; otras, más misteriosas,son como spmillas de semillas y animales; y así, a lavoz del Criador produio el agua peces y aves, y la tierra losprimeros gérmenes según su especie y los primeros animalessegún su género. Este poder fecundante no agota la poíenciagerminativa al producir los seres primeros; es, por locomún, defecto de las condiciones ambientales lo que impidesu germinación específica.El diminuto renuevo es como una semilla, que, plantadoen tjprra bien dispuesta, se convierte en árbol frondoso. Lasemilla de este renuevo es un grano aún más diminuto, sibien de la misma especie y perceptible: aúneme no podamosver por vista de oios la virtud germinal de Pste grano, siemprela podemos conieturar por la razón; pues de no existiren los elementos esta misteriosa virtud, no brotaríaen la tWra lo eme en ella no se ha sembrado, ni hubieranproducido los mares y la tierra una inmensa muchedumbrede seres sin que precediera unión de macho y hembra, seresque crecen y se propagan aunque aquellos primeros dequienes traen su origen nacieran sin ayuntamiento de padres.Las abejas conciben almacenando con sus bocas las larvasseminales dispersas por el suelo, prescindiendo de todacópula. El criador de los gérmenes invisibles es el Hacedor


288 <strong>DE</strong> TRINITATE HI, 8, 14rum non coeundo concipiunt, sed tanquam sparsa per térrasore colligunt. Invisibilium enim seminum creator, ipsecreator est omnium rerum: quoniam quaecumque nascendoad oculos nostros exeunt, ex occultis spminibus accipiuntprogrediendi prirñordia, et incrementa debitae magnitudinisdistinctionesque formarum ab originalibus tanquam regulissumunt.Sicut ergo nec parentes dicimus creatores hominum, necagrícolas creatores frúgum, quamvis eorum extrinsecus adhibitismotibus ista creanda Dei virtus interius operetur:ita non solum malos, sed nec bonos angelos fas est putarecreatores, si pro subtilitate sui sensus et corporis, seminarerum istarum nobis occultiora noverunt, et ea per congruastemperationes elementorum latenter spargunt, atque itagignendarum rerum et accelerandorum incrementorum praebentoccasiones.Sed nec boni haec, nisi quantum Deus iubet, nec malihaec iniuste faciunt, nisi quantum iuste inse permittit. Naminiqui malitia voluntatem suam habet iniustam; potestatemautem non nisi iuste accipit®, sive ad poenam suam, sive adaliorum vel poenam malorum, vel laudem bonorum.14. Itaque anostolus Paulus discernens interius Deumcreantem atque formantem, ab operibus creaturae quae admoventurextrinsecus, et de agricultura similitudinem assumensait: Ego plantavi, Apollo rigavit; sed Deus incrementumdedit 30 . Sicut ergo in ipsa vita nostram mentem iustificandoformare non potest nisi Deus; praedicare autemEvangelium extrinsecus et nomines possunt, non solum boniper veritatem, sed etiam mali per occasionem S1 : ita creationemrerum visibilium Deus interius operatur; exterioresautem operationes sive bonorum sive malorum, vel angelorumvel hominum, sive etiam quorumcumque animalium,secundum imperium suum et a se impertitas distributionespotestatum et appetitiones commoditatum, ita rerum naturaeadhibet in qua creat omnia, quemadmodum terraeagriculturam.30 i Cor. 3, 6.31 ¡Pfail. i, 18.8 Sic plerique ac meliores üMss. Editi vero, voluntatem habentiniustam, potestatem autem nonnisi inste accipiunt.III, 8, 14 1H-; I.\ <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 289de todas las cosas; y cuanto, naciendo, tiene existencia visible,bebe su vida, movimiento y grandeza, e incluso la distinciónde sus formas, en estas misteriosas razones seminales,regidas por normas perennes y fijas desde su creaciónprimordial 7 .Y así como no llamamos a los padres creadores de hombres,ni a los labradores creadores de sus mieses, aunquela virtud secreta de Dios utilice el concurso del hombre paracrear tales cosas, así tampoco podemos llamar a los ángelescreadores, sean buenos o malos, aunque, en virtud de la sutilezade sus cuerpos y la penetración de sus sentidos, conozcanlas razones seminales secretas, por nosotros ignoradas,y concurran a preparar las condiciones tempérales delos elementos, favoreciendo la germinación de los seres yacelerando su crecimiento 8 .Pero ni los ángeles buenos pueden hacer esto sin unaorden de Dios, ni los malos hacen estas cosas injustamente,sin la justa permisión del Señor. La malicia del impío haceperversa su voluntad; justamente, con todo, recibe dicho poderpara castigo propio o ajeno, para condenación de losmalos o alabanza de los buenos.14. Pablo, el apóstol, separa la acción íntima y creadorade Dios de las operaciones extrínsecas de la criatura,cuando, sirviéndose de un símil agrícola, dice: Yo planté,Apolo regó, pero Dios dio el incremento. En consecuencia,así como Dios solo es el que puede informar, en la vida,nuestro espíritu mediante su gracia habitual, aunque al exteriorpuedan los hombres predicar el Evangelio, y de hecholo predican los amadores de la verdad, y ocasionalmentelos malos, así la creación de las cosas visibles es obra secretade Dios; y pues todo lo ha creado, usa, como el agricultorde su heredad, de todas las cosas externas según elimperio de su querer, de buenos y malos, hombres, ángelesy animales, distribuyendo a placer apetencias y energíasvitales.' Rapidísimo esbozo de la original y profunda teoría agustiniana«lo las razones seminales; si bien algunas afirmaciones particulares lasvedhaza ¡hoy la ciencia. En este pasaje y en el De Genesi ad Htteram,Q, 17, 32 (PL 34, 406), se fundan Jnles" Martin y Portalié para negarla evolución de las especies en San Agustín. Cf. <strong>DE</strong> SINETY (R.) :Aiiffustin et le transjormisme: Arch. de Pliilosoph., 7, 2, 244-272.* La creación es abra del Omnipotente. Las palabras son apodícticas.En un pasaje de su obra De Genesi ad Htteram excluye tanihiínla posibilidad creativa en los ángeles. Angelí, dice, nullam om-\iiiio possunt creare creaturam (De Gen. ad litt.,. 9, 15 : PL 34, 403).'..Hito Tomás aduce hasta cinco argumentos de razón para probarla misma tesis. Cf. De Potentia, q. 3, a. 4.10


290 <strong>DE</strong> TRINITATE \ HI, 8, 15Quapropter ita non possum dicere angelos malos magícisartibus evocatos, creatores fuisse ranarum atque serpeíitium;sicut non possum dicere homines maJlos creatoresesse segetis, quam per eorum operara videro f exortam.• 15. ¡Sicut nee lacob creator colorum in pecoribus fuit,quia bibentibus in conceptus matribus variatas virgas quasintuerentur apposuit 32 . Sed nec ipsae pecudes creatricesfuerunt varietatiiS prolis suae, quia in-haeserat animae íllarumdiscolor phantasia ex contuitu variarum virgarum peroculos impressa, quae non potuit nisi Corpus quod sic affectospiritu animabatur, ex compassione commixtionis afficere,unde teneris fetuum primordiis colore tenua aspergereturs . Ut enim sic ex semetipsis afficiantur, vel anima excorpore, vel corpus ex anima, congruae rationes 11 id faciunt,quae incommutabiliter vivunt in ipsa summa Dei sapientia,quam nulla spatia locorum capiunt; et cum ipsa sit incommutabilis,nihil eorum quae vel eommutabiliter suntdeserit, quia nihil eorum nisi per ipsam creatum est.Ut enim de pecoribus non virgae, sed pécora nascerentur,fecit hoc incommutabilis et invisibilis ratio sapientiaeDei, per quam creata sunt omnia: ut autem de varietateVirgarum, pecorum conceptorum color aliquid duceret, fecithoc anima gravidae peeudis per oculos affecta forinsecus,et interius secum pro suo modulo formandi regulamtrahens, quam de intima potentia sui Creatoris accepit.Sed quanta sit vis animae ad atfficiendam atque mutandammateriam corporalem (cum tamen creatrix corporisdiei non possit, quia omnis causa mutabilis sensibiñisquesubstantiae, omnisque modus et numerus et pondus eiusunde efficitur ut et sit, et natura ita vel ita sit, ab intelligibiliet incommuta/bili vita, quae super omnia est, existit,et pervenit usque ad extrema atque terrena), multus sermoest, ñeque nune necessarius.Verum propterea factura lacob de pecoribus commemorandumarbitratus sum, ut intelligeretur, si homo qui virgasillas sic posuit, dici non potest creator colorum in agnis32 Gen. 30, 41.' Apud Er. Lugd. Ven. Lov., video. M.eDúo tantum Mss., color exterius aspergeretur.h Plerique Mss., congnientiae rationis.III, 8, 15 <strong>DE</strong> LA. <strong>SAN</strong>TÍSIMA IRI-XIDAD 291No podemos, por ende, afirmar que los ángeles malos,evocados por obra de magia, hayan sido los creadores de lasserpientes y ranas; como tampoco podemos decir que loshombres perversos sean creadores de sus mi eses, aunque algolpe de sus 1 afanes yo las vea crecer.15. Como ni Jacob fué el creador de la policromía ensus rebaños por ell hecho de haber colocado varas listadasen los abrevaderos para que a su vista concibieran las madresen celo. Ni tampoco las ovejas son creadoras de losvariados colores de sus corderitos por la razón de reteneren sus almas las fantasías policromas que surgían al contactovisual de las varas listadas, cosa que no habría podidosuceder si el cuerpo no hubiera sido afectado por elprincipio de vida, hasta hacerle transmitir el color al tiernorecental en su embrionaria existencia. Y ora sea mutuo elinflujo, ora el alma influya en el cuerpo o éste en el alma,de hecho siempre sucede conforme a las normas de la naturaleza,preexistentes de una manera inmutable en la sabiduríaincreada de Dios, que es irreiceptible en el espacio;y siendo ella inmutable, ordena todas las cosas perecederas,pues nada de esto existiría de no haber sido por ella creado 9 .El que de las ovejas nazcan corderos y no varas, obraes de la inmutable e indivisible inteligencia y sabiduría deDios, por quien han sido todas las cosas creadas; pero fuéel alma de la oveja grávida la que, al contemplar las varasvariopintas, transmitió esta policromía al feto que nacía ensu vientre; y todo esto acaece según la ley impresa en elalma por la potencia misteriosa del Hacedor.Largo e innecesario sería razonar aquí sobre la virtuddel alma en la inmutación y señorío de la materia corpórea.Bástenos saber que no es principio creador del cuerpo, puesla causa, modo, número, peso y naturaleza de toda substanciamudable existe en cuanto procede de la vida inteligiblee inmutable, que trasciende todo ser creado y cuya eficienciapenetra hasta la última rima terrena.He, sin embargo, creído oportuno recordar este hechobíblico de las ovejas de Jacob, para que se entienda cómoel hombre, al disponer de esta guisa las varas, no es creador* Las razones seminales desempeñan en la creación un papel muydiferente del que comúnmente se les asigna. En vez de abocar a lahipótesis del transformismo, las razones seminales son invocadas porSun Agustín para probar la estabilidad de las especies. De un grano


292 DK TR1NIIATE ni, 9, 17et haedis; nec ipsae matrum animae, quae conceptam perocu'los conporjs phantasiam varietatis, seminitous carne conceptis,quantum natura passa est, asperserunt; multo minusdici posse ranarum serpentiumque creatores angelosmalos, per quos magi Pharaonis tune illa feeerunt.CAPUTIXCAUSA ORIGINALIS OMNIUM A <strong>DE</strong>O16. Alium est enim ex intimo ac summo causarum cardinecondere atque administrare creaturam, quod qui facit,solus creator est Deus: aliud autem pro distributis ato illoviribus et facultatibus aliquam operationem forinsecus admovere,ut tune vel tune, sic vel sic exeat quod creatur. Istaquippe originaliter ae primordialiter in quadam texturaelemeritorum cuneta iam creata sunt; sed acceptis opportunitatibusprodeunt.Nam sicut matres gravidae sunt fetibus, sic ipse mundusgravidus est causis nascentiurn: quae in illo non creantur,nisi ab illa summa essentia, ubi nec oritur, nec morituralliquid, nec incipit esse, nec desinit. Adhibere autem forinsecusaccedentes a causas, quae tametsi non sunt naturales,tamen secundum naturam adhibentur, ut ea quae secretonaturae sinu abdita icontinentur, erumpant et foris creenturquodam modo explicando mensuras et números et ponderasua quae in oceulto aeceperunt ab illo, qui omitía inmensura et numero et pondere disposuit 33 ; non solum maliangelí, sed etiam malí homines possunt, sicut exemplo agriculturaesupra docui.17. Sed ne de animalibus quasi diversa ratio moveat,quod habent spiritum vitae cum sensu appetendi quae secundumnaturam sunt, vitandique contraria; etiam hoc estvidere quam multi homines noverunt, ex quibus herbis, autearnibus, aut quarumeumque rerum quibuslibet succis authumoribus, vel ita positis, vel ita obrutis, vel ita contritis,33 Sap. II, ai.* Sic üss. At editi, accidentes.III. 9, 17 DR LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 293de los manchados colores en los corderitos ni en los machoscabríos. Ni son las almas de las madres aunque transmitana los fetos que conciben en su carne, en los límites desu naturaleza, la imagen multicolor concebida por los ojosdel cuerpo. Y mucho menos se ha de afirmar que las ranasy serpientes son creación de los ángeles malos, aunque ensu nombre obraran ¡los magos de Faraón los mencionadosprodigios.CAPÍTULO IXDIOS, CAUSA EFICIENTE UNIVERSAL16. Una cosa es, desde el íntimo y sublime plinto de lascausas, crear y gobernar la criatura, poder privativo delDios Criador; y otra, la acción intrínseca de las fuerzas yenergías por El otorgadas, a fin de que se realice lo queDios crea, en este o aquel momento, de esta o ia otra manera.Todos los seres están originaria y primordialmentecontenidos en la urdimbre maravillosa de los elementos y lesbasta encontrar un ambiente propicio para manifestarse 10 .Las madres, decimos, están de sus hijos encinta, y elmundo está preñado de causas germinales, obra de la esenciadivina, donde nada fenece ni nace, nada principia ni seaniquila. Y no sólo los ángeles malos, sino incluso los hombresperversos, como vimos en el ejemplo tomado de la agricultura,pueden aplicar al exterior causas accidentales, lasque, aunque no se digan naturales, se utilizan siempre conformea las leyes de la naturaleza, haciendo brotar de suseno las energías latentes y adquiriendo desarrollo oportunosegún su peso, número y medida, cualidades éstas que ensu ser primitivo recibieron de aquel que todo lo ha dispuestoen número, peso y medida. *17. Y para no razonar diversamente acerca de los animalesdotados de espíritu vital e instinto admirable paraapetecer cuanto es a su naturaleza conforme y evitar locontrario, consideremos cómo muchos hombres conocen lavariedad de animales que nacen de ciertas carnes y hierbaso de otros jugos y humores, puestos en determinadas cir-10 Todas las cosas lian sido creadas por Dios en una especie decontextura protoplasmática de elementos seminales ; pero sólo cuandose dan condiciones ambientales propicias logran germinar. Estacontextura está integrada por Jas razones protozoicas latentes en losgérmenes. Agustín insistirá en sus Comentarios al. Génesis en estosmismos conceptos, encuadrándolos dentro de sn teoría de la creaciónsimultánea.


2Q4 ;.., <strong>DE</strong> TRixrtAiE : .: i IH, S, ; 18vel • ita eommixtis, quae animalia nasci soleant: quorum sequis tam demens laudeat dicere creatorem? Quid ¡ergo mirum,si quemadmodum potest nosse quilibet nequissimushomo, unde illi vel illi vermes muscaeque nascantur; itamali angelí pro subtilitate sui sensus in occultioribus elementorumseminibus norunt, unde ranae serpentesque nascantur,et haec per certas et notas temperationum opportunitatesoccultis motibus adhibendo faciunt creari, noncreant ?Sed illa nomines quae solent ab hominibus fieri, nonmirantur. Quid si quisquam celeritates incrementorum fortemiratur, quod illa animantia tam cito facta sunt; attendatquemadmodum et ista pro modulo facultatis humanaeab hominibus. procurentur. Unde enim fit ut eadem corporacitius vermescant aestate quam hieme, citius in calidioribusquam in frigidioribus locis? Sed haec ab hominibus tantodifficrlius adhibentur, quanto desuní sensuum subtilitates,et corporum mobilitates in membris terrenis et pigris. Undequalibuscumque angelis vicinas causas ab elementis contraharé,quanto facilius est, tanto mirabiliores in huiusmodioperibus eorum existunt celeritates.18. Sed non est creator, nisi qui principaliter ista format.Nec quisquam hoc potest, nisi ille penes quem primitussunt omnium quae sunt mensurae, numeri et pondera: etipse est unus creator Deus, ex cuius ineffabili potentatufit etiam ut quod possent hi angelí si permitterentur, ideonon possint quia non permittuntur. Nleque enim oecurritalia ratio cur non potuerint faceré minutissimas muscas,qui ranas serpentesque fecerunt, nisi quia maior aderat dominatioprohibentis Dei b per Spiritum sanctum, quod etiamipsi magi confessi sunt, dicentes: Digitus Dei est hoc 3 *.Quid autem possint per naturam, nec possint per prohibitionem,et quid per ipsius naturae suae conditionem facerénon sinantur homini explorare difficile est, imo veroimpossibile, nisi per illud donum Dei, quod Apostolus commemoratdicens: Alü diiudicatio spirituum 35 . Niovimus enimhominem posse ambulare, et ñeque hoc posse si non permittatur,volare autem non posse etiamsi permittatur. Sic etilli angeli quaedam possunt faceré, si permittantur ab angelispotentioribus ex imperio Dei: quaedam vero non possunt,nec si ab eis permittantur; quia ille non permittit, a31 Ex. 7, 12, et 8, 7. 18. 19.311 Cor. 13, 10.b Sic llss. At editi, prohibendi; omisso. Dei.HI, 9, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 29ÍScunstancias, ya soterrados, en polvo o en maceración. Y¿quién habrá tan menguado de juicio que se atreva a llamarsecreador de estas cosas? Además, si cualquier hombrepésimo puede conocer de dónde nacen las moscas y los gusanos,¿qué maravilla que los ángeles malos, merced a la sutilezade sus sentidos, conozcan en los gérmenes secretos deios elementos el origen de las ranas y de las serpientes, ycómo, puestas estos gérmenes en condiciones favorables decalor y humedad y usando de secretas mociones, influyan ensu creación sin ser creadores?Pero los hombres no admiran las cosas que acostumbrana obrar los mortales. Y si alguien se admira de la rapidezde tal crecimiento, pues dichos animales se desarrollaronen un momento, observe cómo son producidos por los hombresconforme a su natural facultad. En efecto, ¿de dóndeproviene que unos mismos cuerpos se agusanen con másrapidez en el verano que en el invierno, en las zonas templadasantes que en las reigiones más frías? Aquí la indigenciade los mortales es tanto más extremada cuanto menor es lamovilidad de sus miembros terrenos y perezosos y menorla sutileza de sus sentidos. En resumen, cuanto más fáciles condensar a los ángeles las causas próximas de los elementos,más digna de admiración aparece su celeridad enesta clase de operaciones.18. Pero creador lo es tan sólo el autor principal de estasformas. Y nadie tiene este poder, sino aquel en cuyasmanos están en su origen los pesos, números y medidas detodas las cosas que existen; y El es el único Dios Creador, encuya inefable virtud actúan los ángeles, si les es consentido;de lo contrario, carecen de dicho poder. Y no existe, a mijuicio, otra razón del porqué se declaran impotentes, cuandose trata de crear unas pequeñísimas moscas, los mismos quepudieron formar serpientes y ranas; allí era mayor el dominiode Dios y se manifestaba su prohibición por mediodel Espíritu Santo, como lo reconocieron los magos al exclamar:Dedo de Dios es esto.Qué es lo que pueden por naturaleza los ángeles, aunqueno lo ejecuten porque les está prohibido, y qué es lo que sucondición natural no les permite, difícil es al hombre discernir,y mejor diríamos imposible, si no es en virtud deldon mencionado por el Apóstol cuando dice: A otro, discreciónde espíritus. Él hombre, nos consta, puede caminar;mas, si no se lo permiten, no anda; volar no puede aunquese lo permitan. Así, los ángeles malos pueden hacer ciertascosas si los espíritus superiores se lo permiten, supuesto elmandato de Dios; pero otras no las pueden hacer aunque


296 <strong>DE</strong> TRINIT.VTE m, 10, 19quo illis est talis naturae modus, qui etiam per angelossuos et illa plerumque non permittit, quae. concessit utpossint.III, 10, 19 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 297se lo permitan éstos, pues se lo niega aquel de quien manasu obrar natural, y con frecuencia no les permite obrar ciertascosas aunque les haya otorgado el poder.CAPUT XQüOT MODIS CREATURA ASSUMITUR AD SIGNIFICANDUM.EUCHARISTIA19. Exceptis igitur illis, quae usitatissimo transcursutempórum in rerum naturae ordine corporaliter ífiunt, sicutisunt ortus occasusque siderum, generationes et mortesanimalium, seminum et germinum innumerabilea diversitates,nebulae et nubes, nives et pluviae, fulgura et tonitrua,fulmina et grandines, ven ti et ignes, frigus et aestus, etómnia talia: exceptis etiam illis quae in eodem ordine rarasunt, sicut defectus luminum, et speeies inusitatae siderum,et monstra, et terrae motus, et si.milia: exceptis ergo istisómnibus, quorum quidem prima et summa causa non estnisi voluntas Dei: unde et in Psalmo, cum quaedam huíusgeneris essent commemorata: Ignis, grando, nix, glaeíes,spiritus tempestatis ; ne quis ea vel fortuitu, vel causis tantummodocorporalibus, vel etiam spiritualibus, tamen praetervoluntatem Dei existentibus agi erederet, continuo subiecit:Quae faciunt verbum eius 3S .Sed his, ut dicere coeperam, exceptis, alia sunt illa quaequamrvis ex eadem materia corporali, ad aldquid tamen divinitusannuntiandum nostris sensibus admoventur, quaeprOprie miraculla et signa dicuntur, nec in ómnibus quaenobis a Domino Deo annuntiantur, ipsius Dei persona suscirpitur. Cum autem suseipitur, aliquando in angelo demonstratur,aliquando in ea specie quae non est quod ángelus,quamvis per angelum disposita ministretur: rursus cum inea specie suseipitur quae non est quod ángelus, aliquandoiam erat ipsum corpus, et ad hoe demonstrandum in aliquammutationem assumitur; aliquando ad hoc exoritur, etre peracta rursus absumitur. Sicut etiam cum nomines annuntiant,aliquando ex sua persona verba Dei loquuntur,sicuti cum praemittitur: Dixit Dominus, aüt: Ha.ec dicit30 Ps. 148, 8.CAPÍTULO XLA CRIATURA, AL SERVICIO <strong>DE</strong>L OMNIPOTENTE.LA EUCARISTÍA 1119. Exceptuados aquellos fenómenos que se suceden, visiblementeen el transcurso ordinario de los tiempos en el ordende la naturaleza de las cosas, como el aparecer y ocultarsede los astros, el nacimiento y muerte de los animales, la innúmeradiversidad de semillas y plantas, las nubes y las nieblas,las nieves y las lluvias, los relámpagos y los truenos,los rayos y los pedriscos, los vientos y el fuego, el frío y elcalor, y otras cosas semejantes; exceptuados también otrosfenómenos raros pertinentes al mismo orden natural, comolos eclipses, apariciones de los cometas, los monstruos, terremotos,etc.; exceptuados, pues, todos estos sucesos, cuyacausa primordial y suprema radica siempre en la voluntad deDios, y por eso en el Salmo, al mencionar el fuego, el granizo,la nieve, el hielo y el viento tempestuoso, para que nadie creaque estos accidentes atmosféricos suceden de una manera fortuitau obedezcan a causas hílicas o espirituales, sin el consentimientode la voluntad divina, añade que ejecutan susmandatos.Exceptuando, según principié a decir, todo esto, existen,sin embargo, otras cosas pertenecientes a la misma terrenamateria, que sirven para anunciar a nuestros sentidos algodivino, y con toda propiedad se denominan milagros o prodigios,aunque no siempre la persona de nuestro Dios y Señorse manifiesta en todas estas maravillas que El nos anuncia.Y cuando se nos revela la persona de Dios, unas veces se nosmanifiesta en el ángel, a veces en alguna otra forma no angélica,pero hecha y dispuesta por mediación de un ángel. Además,cuando se aparece en una especie que es lo que no es elángel, utiliza un cuerpo ya existente, y entonces basta unaleve inmutación para demostrar la presencia del Señor, obien asume una forma determinada para dar cima a una operaciónconcreta y, al finalizar su misión, de nuevo se desVane-11 Iniciamos en el número 19 nuevo capítulo por exigencias deltexto. La división de los Maurinos en este caso concreto trunca elsentido. Lo mismo haremos en contados capítulos.


f£f PE IRINIIAIE III, 10, 20Dominus 37 ; aut tale aliquid: aliquando autem nihil talepraemittentes, ipsam Dei personam in se suscipiunt, sicutiest: Int&llectum tibí dabo, et constituam te in via qua ingredieris38 . Sie non solum in dictis, verum etiam in factis,Dei persona significanda imponitur prophetae, ut eam geratin ministerio prophetiae; sicut eius personam gerebat quivestimentum suum divisit in duodecim partes, et ex eis decemservo regis Salomonis dedit, regí futuro Israel 39 : aliquandoetiam res quae non erat quod propheta, et eratíam in terrenis rebus, in huiusmodi significatlonem assumptaest; sicut somnio viso Iaeob evigilans fecit de lapide,iquem dormiens habebat ad caput 40 : aliquando ad hocfit eadem species, ve! aliquantulum mansura, aicut potuitserpens ílle aeneus exaltatus in eremo 41 , sicut possunt etlitterae; vel peracto ministerio transitura, sicut pañis adhoc factus in aceipiendo -Sacramento consumitur.20. Sed quia haec hominibus nota sunt, quia per nominesfiunt, honorem tanquam religiosa possunt habere,stuporem tanquam mira non possunt. Itaque illa quae perangelos fiunt, quod difficiliora et ignotiora, eo mirabiliorasunt ndbis: illis autem tanquam suae actiones notae atquefáciles. Loquitur ex persona Dei ángelus homini, dicens:Ego sum Deus Abraham, et Deus Isaac, et Deus lacob; cumScriptura praedixisset: Visus est el ángelus Domini 42 , loquituret homo ex persona Domini, dicens: Audi, populusmeus, et loquar tibi; Israel, et testificabor tibí; Deus Deustuus ego sum 4S . Assumpta est virga ad significationem, etín serpentem angélica facúltate mutata est 44 : quae facultascum desit homini, assumptus est tamen et ab hominelapis ad talem aliquam significationem 45 .ínter factum angelí et factum homini® plurimum distat:illud et mirandum et intelligendum est, hoc autem tantummodointelligendum. Quod ex utroque intelligitur, fortassisunum est; at illa ex quibus intelligitur, diversa sunt: tan-37 ler. 31, 1-2.38 Ps. 31, 8.30 3 Reg. ii, 30-31.10 Gen. 28, 18.41 Num. 2i, o.42 Ex. 3, 6. 2.'' 3 'Ps. 80, o. 11. '44 Ex. 7, 10.15 Gen. 28, 18.III, 10, '20 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 2!>í»ce. De ahí que los hombres, cuando profetizan, unas vecenanuncian en nombre propio los decretos de Yahvé, y entoncesemplean la fórmula: Esto dice el Señor; o: Dijo el Señor;otras, sin tal preámbulo, usurpan la misma persona deDios, conlo en estas palabras del salmista: Yo te daré entendimientoy te pondré en el camina a seguir. Y así, no sólocon palabras, sino también con acciones ¡simbólicas, seimpone, al profeta el significar la persona de Dios; comola representaba aquel que dividió en doce partes su capa yde ellas da diez al siervo del rey Salomón, futuro monarcade Israel 12 . Con idéntico significado se emplea a veces algunacosa existente ya en la naturaleza terrena, pero distintade la persona del profeta, como hizo Jacob al despertar,visto un sueño, con la piedra que le había servido de almohada.A veces la forma simbólica subsiste cierto tiempo,como la serpiente de bronce levantada en el desierto o laescritura; pero hay ocasiones en que se desvanece al momento,como el pan que amasado con este fin se consume en larecepción del Sacramento 13 .20. Mas, como éstas, por ser obra de los mortales, sonde los hombres conocidas, se las puede honrar con culto religioso,pero no admirar como prodigios. Cuanto más difícilesy misteriosas son las acciones de los ángeles, tanto másadmirables nos parecen, aunque para ellos sean acciones ordinariasy fáciles. Habla el ángel como si fuera la personamisma del Señor y dice: Yo soy el Dios de Abrahán, el Diosde Isaac y el Dios de Jacob; pero con antelación había dichola <strong>Escritura</strong>: Y se le apareció el ángel del Señor. Y hablael hombre en persona del Señor y exclama: Oye, pueblo mío,y te hablaré; oye, Israel, y te adoctrinaré: Yo soy tu Dios.Fué tomada la vara como símbolo y con poder angélico fuéconvertida en serpiente; y, ayuno el hombre de tal poder,con significación simbólica, consagra una piedra en testimonio14 .Entre la acción del ángel y la acción del hombre existeuna diferencia notable: aquélla exige nuestro asentimientoy excita nuestra admiración, ésta sólo pide nuestra comprensión.El objeto por ambas simbolizado quizás sea el mis-13 Alude a Afaías el Silonita, que, por mandato de Dios, divide endoce partes su manto para significar el reino de Salomón, y da dieaa Jeroboán, al que seguirán, muerto el rey, diez de las doce tribusde Israel. Cf. 3 Re. 11, 3031.13 La palabra pan significa en este pasaje los accidentes de pan,que, al ser consumido el Sacramento, desaparecen. Consumitur, diceel Santo, es decir, se consume con el uso.14 Dios releva sus secretos al vidente por medio de la palabra, dela visión y de los sueños. Es la profecía un don transitorio, no unhábito permanente. Agustín menciona aquí las profecías típicas y lasprofecías propiamente dichas. Verbis et factis.


300 <strong>DE</strong> TRINITATE III, 10, 21quam si nomen Domini et auro et atramento scribatur; illudest pretiosius, illud vilius; quod tamen in utroque significatur,idipsum est.Et quamvis idem significaverit ex virga Moysi serpens,quod lapis Jacob; melius tamen aliquid lapis Iacob, quamserpentes magorum. Nam sicut unctio lapidis Christum incarne, in qua unctus est oleo exsultationis prae participibussuis* fi ; ita virga Moysi conversa in serpentem, ipsumChristum factum obedientem usque ad mortem crucis 4T .Unde ait: Sicut exaltavit Moyses serpentem in eremo, sicoportet exaltan Filium hominis, ut omnis qui cred.it in ipsum,non pereat, sed habeat vitara aeternam is : sicut intuentesillum serpentem exaltatum in eremo, serpentum morsibusnon peribant. Vetus enim homo noster confíxus estcruci cum illo, ut evacuaretur corpus peccati 49 .Per serpentem enim intelligitur mors, quae facta est aserpente in paradiso 50 , modo locutionis per effieientem idquod efficitur demonstrante. Ergo virga in serpentem, Christusin mortem; et serpens rursus in virgam, Christus inresurrectionem totus cum eorpore suo, quod est Ecclesia 51 ,quod in fine temporis erit, quem serpentis cauda significat,quam Moyses tenuit, ut rediret in virgam 52 . Serpentes autemmagorum tanquam mortui saeculi, nisi credentes inChristum tanquam devorati in corpus eius intraverint, resurgerein illo non poterunt 53 .Lapis ergo Iacob, ut dixi, melius aliquid significavitquam serpentes magorum: at enim factum magorum multomirabilius, Verum haec ita non praeiudicant rebus intelligendis,tanquam si hominis nomen scribatur auro, et Deiatramento.21. Illas etiam nubes et ígnea quomodo fecerint velassumpserínt angelí ad significandum quod annuntiabant,etiam si Dominus vel Spiritus sanctus illis corporalibus formisostendebatur, quis novit hominum? sicut infantes nonnoverunt quod in altari ponitur et peracta pietatis celebrationeconsumitur, unde vel quomodo conficiatur, unde inusum religionis assumatur. Et si nunquam discant experimentovel suo vel aliorum, et nunquam illam speciem rerumvideant, nisi inter celebrationes saeramentorum cum offerturet datur, dicaturque illis auctoritate gravissima, cuius46Ps. 44, 8." Phil. 2, 8.48lo. 3, T4-I5-" Rom. 6, 6.50 Gen. 3.51Col. i, 24.62Ex, 4, 4.53Ibid., 7, 12.III, 10, 21 , <strong>DE</strong> I-A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 301rito, pero el signo es diverso. Es como si se escribiera elnombre de Dios en letras de oro y en tinta: la materia dela primera escritura es preciosa, vil la segunda, pero el significadoes en ambas idéntico.La serpiente que surgió de la vara mosaica y la piedrade Jacob pueden tener un mismo sentido, pero es más significativala piedra de Jacob que las serpientes de los magos.La unción de la piedra representa a Cristo humanado,ungido en su carne con el óleo de la alegría sobre todos suscompartícipes; la vara mosaica, convertida en serpiente,prefiguraba a Cristo, obediente hasta la muerte de cruz.Como Moisés, dice Cristo, levantó en el desierto la serpiente,así conviene sea exaltado el Hijo del hombre, para quetodo el que en El creyere no perezca, sino que obtenga lavida eterna; al igual de aquellos aquejados por las mordedurasde las serpientes, que al mirar la serpiente levantadaen el desierto no perecían. Nuestro viejo hombre ha sidocrucificado en la cruz con El para que sea destruido el cuerpode pecado.La serpiente significa la muerte, causada por la serpienteen el edén, y es figura retórica asaz conocida tomar elefecto por la causa. La vara se convierte en serpiente, yCristo en muerte; la serpiente se transforma de nuevo envara, y Cristo en resurrección, con su cuerpo místico, quees la Igüesia; y esto sucederá al fin de los tiempos, simbolizadopor ila cola de la serpiente, asida por Moisés alconvertirse otra vez en vara. Las serpientes de los magosimagen son de los muertos del siglo, los cuales, si no creenen Cristo y como devorados entraren en su cuerpo, no podránresucitar en El.La piedra de Jacob, según dije, representa algo másnoble que las serpientes de los magos; pero el prodigio delos magos es mucho más admirable; con todo, no impidela recta inteligencia de las cosas y es como si en letrasde oro escribimos el nombre de un mortal y en tinta el deDios.21. ¿Qué hombre conoce cómo produjeron o asumieronlos ángeles las nubes y el fuego para significar lo que anunciaban,aunque el Señor o el Espíritu Santo se manifestasebajo aquellas figuras corpóreas? Es éste un secreto, como¡o es para el neófito la ofrenda que sobre el altar se colocapara su consunción una vez terminado el sacrificio de piedad:ni sabe cómo se prepara ni conoce su uso litúrgico.Y si por experiencia propia o ajena no lo aprenden y nuncaven dichas especies, a no ser durante la celebración de losmisterios, cuando se ofrece y distribuye, si entonces unapersona de respetable autoridad les dijere cuyo es el cuerpo


302 • '. •• DÉ TRINITATE" , III, 10, 21corpus et sanguis sit, nihiíl aliud eredent, nisi omnino inilla specie Dominum oculis apparuisse mortalium, et de lateretali pereusso, liquorem illum omnino fluxisse 5i „Mihi autem omnino utile est ut meminerim virium mearum,fratresque meas admoneam ut et ipsi meminerint suarum,ne ultra quam-tutum est humana progrediatur infirmitas.Quemadmodum enim haec faciant angelí, vel potius Deusquemadmodum haec faciat per angeles suos, et quantumfieri velit etiam per angelos malos, sive sinendo, sive iubeñdo,sive eogendo, ex occulta sede altissimi imperii sui; necoculorum acie penetrare, nec fiducia rationis enucleare, necprovectu mentís comprehendere valeo, ut tam certus hincloquar ad omnia quae requiri de his rebus possunt, quam siessem ángelus, aut propheta, aut apostolus. Cogitationesenim mortalium timidae, et mcertae providentiae nostrae.Corpus enim quod corrumpitur, aggravat animam, et deprimitterrena inhabitatio sensum multa cogitantem. Et difficileaestimamus quae in térra sunt, et quae in perspectusunt, invenimus cum laibore:, quae in caelis sunt autem, quisinvestigaba? Sed quia sequitur et dicit: Sensum autem tuumquis sciet, nisi tu dederis swpientiam, et miseris Spiritumsanctum tuum de altissimisf55 quae in caelis sunt, quidem,non investigamus, quo rerum genere et corpora angélicasecundum propriam dignitatem, et eorum quaedam eorporalisactio continetur; secundum ¡Spiritum tamen Dei missumnobis de altissimis et impartitam eius gratiam mentibusnostris, audeo fíducialiter dicere, nec Deum Patrem, necVerbum eius, nec Spiritum eius, quod Deus unus est, per idquod est, atque idipsum est, ullo modo esse mutabilem. acper hoc multo minus esse visiibiiem. Quoniam sunt quaedamquamvis mutabilia, non tamen visibilia, sicut nostrae cogitationes,et memoriae, et voluntates, et omnis incorpóreaereatura: visibile autem quidquam non est, iquod non sitmutabile.Quapropter substantia, vel si melius dicitur, essentiaDei, ubi pro modulo nostro ex quantulacumque partículaintelligimus Patrem et Filium et Spiritum sanctum, quando-'quidem nullo modo mutabilis est, nullo modo potest ipsaper semetipsam esse visibilis.III, 10, 21 > <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 303y cuya es la sangre, acaso creyeran tan sólo que el Señors© había manifestado en otro tiempo a los ojos de los mortalesbajo el velo de aquellas especies, y que al ser traspasadosu costado brotó de la herida fresco licor.Me es muy útil recordar aquí la debilidad de mis fuerzas,y suplico a mis hermanos tengan presentes las suyas,para que la humana flaqueza no traspase las fronteras delo seguro. No puedo penetrar con mi vista, ni explicar conmi razón, ni comprender con mi inteligencia, con la seguridaddel ángel, del vidente o del apóstol, cómo los ángelesobran estos prodigios, o mejor, cómo Dios los ha obradopor mediación de sus ángeles, buenos o malos, mandando,permitiendo y ordenando desde el misterioso trono de suimperio sublime. Tímidos son los juicios de los mortales yaventurados nuestros cálculos. El cuerpo corruptible agramael alma, y la morada terrena oprime la mente derramada enmuchos pensamientos. Y si con dificultad adivinamos lo quepasa en el mundo y con trabajo hallamos lo que está ennuestra presencia, ¿cómo rastrear las cosas del cielo? Mascomo continúa y dice: ¿Quién conoció tu sentir si tú no ledas sabiduría y de lo alto le envías tu Santo Espíritu? Loique hay en el cielo no lo exploramos, ni a qué orden derealidades pertenecen los cuerpos angélicos según su jerarquíarespectiva y su actividad material. Pero apoyadoen el Espíritu de Dios, enviado de lo alto, y en lagracia comunicada a nuestras almas, oso afirmar con todaconfianza que Dios Padre, su Vlerbo y su Espíritu, únicoDios verdadero, en virtud de su esencia y de su mismoser no pueden ser mudables y mucho menos visibles. Porqueexisten ciertas cosas que, aunque mudables, no sonvisibles; por ejemplo, nuestros pensamientos, nuestros recuerdosy nuestros quereres o todo ser' incorpóreo; peronada hay visible que no sea mudable.En conclusión, la substancia, y hablando con más propiedad,la esencia de Dios, por lo poco que nosotros podemosrastrear del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, puestoque en ningún modo es mudable, sigúese que no puede serpor sí misma visible.54 lo. 19, 34.° 5 Sap. 9, 14-17.


304 <strong>DE</strong> TRINITATE IU, 11, 22III. 11, 22<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADCAPUTXIESSENTIA <strong>DE</strong>I NUNQUAM PER SE APPARUIT. ANGELORUM MI­NISTERIO FACTAE DIVINAE PATRIBUS APPARITIONES. OBIECTOEX LOQUENDI MODO DUCTA DILUITUR. APPARITIONEM <strong>DE</strong>I IPSIABRAHAE PERIN<strong>DE</strong> AC ÍMlOYSI, PER ANGELOS FACTAM ESSE. Í<strong>DE</strong>MPROBATUR EX LEGE DATA MOYSI PER ANGELOS. QUID DICTUM INHOC LIBRO, QUID DICENDUM IN SEQUENTE22. Proinde illa omnia quae patribus visa sunt, cumDeus illis secundum suam dispensationem temporibus congruampraesentaretur, per creaturam facta esse manifestumest. Et si nos latet quomodo ea ministris angelis fecerit, perangelos tamen esse facta, non ex nostro sensu dicimus, neeuiquam videamur plus sapere; sed sapimus ad temperantiam,sicut Deus nobis partitus est mensuram fidei 56 , et credimus,propter quod et loquimur 57 .Exstat enim auctoritas divinarum Scripturarum, undemens nostra deviare non debet, nec relicto solidamento divinieloquii per suspicionum suarum abrupta praecipitari,ubi nec sensus corporis regit, nec perspicua ratio veritatiselucet.Apertissime quippe scriptum est in Epístola ad Hebraeos,cum dispensatio Nlovi Testamenti a dispensationeVeteris Testamenti secundum congruentialn saeculorum actemporum distingueretur, non tantum illa visíbilia, sed ipsumetiam sermonem per angelos factum. Sic enim dicit:Ad quem autem angelorum dixit aliquando: Sede ad dexterammeam, quo usque ponam inimicos tuos scabellum pedumtuorum? Nonñe omnes sunt mcnistri spiritus, ad ministrationemmissi, propter eos qui futuri sunt haereditate possideresalutem? BSHinc ostendit illa omnia non solum per angelos facta, sedetiam propter nos facta, id est, propter populum Dei, cuipromittitur haereditas vitae aeternae. Sicut ad Corinthiosetiam scriptum est: Omnia haec in figura contingebant illis;scripta sunt autem ad correptionem nostram, in quos finíssaeculorum obvenit 59 . Deinde quia tune per angelos, nunc"" Rom. 12, 3.572 Cor. 4, 13." s Hebr. 1, 13-14.5S1 Cor. 10, 11.CAPITULO XTINVISIBILIDAD <strong>DE</strong> LA ESENCIA DIVINA. LAS TEOFANÍAS HECHASA LOS PADRES TUVIERON LUGAR POR MEDIO <strong>DE</strong> LOS ÁNGELES.DIFICULTAD Y SOLUCIÓN. DIOS SE SIRVE <strong>DE</strong>L MINISTERIO ANGÉ­LICO PARA MANIFESTARSE A ABKAHÁN Y MOISÉS. SE PRUEBAESTO MISMO POR LA LEY DADA A MOISÉS POR MEMO <strong>DE</strong> LOSÁNGELES. RESUMEN Y APUNTE22. Es, pues, manifiesto que todos aquellos fenómenoscontemplados por los patriarcas cuando Dios se les aparecíaen aquellos remotos tiempos, según la disposición de su economía,tenían lugar por mediación de la criatura. Y aunqueignoramos el modo como Dios actúa al servirse de sus ángeles,sin embargo, no llevado de mi propia opinión ni porel prurito de parecer más sabio, sino guiado por la normade fe que me ha sido otorgada, con toda sobriedad y modestiaproclamo que dichas apariciones son obra de los espíritusangélicos, y porque lo creo, por eso hablo.Tenemos, pues, la autoridad de las Sagradas <strong>Escritura</strong>s,de cuyo testimonio no es lícito a nuestra mente desviarse,para no precipitarnos en los abismos de las conjeturas,abandonando el fundamento rocoso de la palabradivina, donde ni el sentido terreno tiene poder ni esplendela luz fascinadora de la verdad.Que aquellas acciones visibles e incluso las palabras hayantenido lugar por mediación de los ángeles, está escritocon toda evidencia en la Carta a los Hebreos, donde se distingueentre la promulgación de la Ley en el Antiguo Testamentoy la economía de la Ley evangélica, según la congruenciade los siglos y de los tiempos. Dice así: ¿A cuál delos ángeles dijo nunca: Siéntate a mi diestra hasta que pongaa tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todoslos espíritus ministros, enviados en servicio a causa deaquellos que han de ser herederos de la salud?Manifiesta en este pasaje el Apóstol que todas aquellascosas fueron hechas por los ángeles en favor nuestro, esdecir, del pueblo de Dios, al que se le promete en herenciala vida eterna. En la Carta a los fieles de Oorinto dice también: Todo esto les sucedió en figura y está escrito paranuestra corrección, en quienes la plenitud de los siglos seha cumplido. A continuación clara y consecuentemente de-


306 <strong>DE</strong> TRINITATE in, 11, 24autem per íTilium sermo factus est, consequenter apertequedemonstraras: Propterea, inquit, aibundantius oportet attenderenos ea quae audivimus, ne forte defluamus: si enim quiper angelos dictws est, sermo factus est firmus, et omnispraevaricatio et inobedientia iustam accepit mercedis retributionem;quemado nos effugiemus, tantam negligentes salutem?Et quasi quaereres quam salutem, ut ostenderet sede Novo Testamento iam dicere, id est, sermone qui nonper angelos, sed per Dominum factus est: Quae cum initiumaccepisset, inquit, ut enarraretur per Dominum, áb iis quiaudierunt, in nos confirmata est, contestante Deo signis etportentis, et vuriis virtultibus, et Spiritus sancti divisionibussecundum suam voluntatem e0 .23. Sed, ait aliquis, cur ergo scriptum est: Dixit Dominusad Moysen; et non potius: "Dixit ángelus ad Moysen"?Quia cum verba judiéis praeco pronuntiat, non seribitur ingestis: "Ble praeco dixit"; sed: "Ule iudex"; sic etiam loquentepropbeta sancto, etsi dicamus: "Propheta dixit", nihilaliud quam Dominum dixisse intelligi volumus. Et si dicamus:"Dominus dixit", prophetam non subtrahimus, sed quisper eum dzxerit admonemus. Et illa quidem Scriptura saepeaperit angelum esse Dominum a , quo loquente identidem dicitur:"Dominus dixit", sicut iam demonstra vimus. Sed proptereos, qui cum Scriptura illie angelum nominat, ipsum perse ipsum Pilium Dei volunt intelligi, quia propter annuntiationempaternae ac suae voluntatis a propheta dictus est ángelus: propterea volui ex ¡hac epístola manifestius testimoniumdaré, ubi non dictum est: "Per angelum"; sed: per angelos.24. Nam et Stephanus in Actibus Apostolorum eo morenarrat haec, quo etiam in Libris veteribus conscripta sunt:Viri fratres et paires, audite, inquit: Deus gloriae apparuAtAbrahae patri nostro, cum esset in Mesopotamia 61 b . Ne quisautem arbitraretur tune Deum gloriae, per id quod in se ipsoest, cuiusquam oculis apparuisse mortalium, in consequentibusdicit, quod Moysi ángelus apparuerit. Fwgit, inquit,Moyses in vetbo isto, et factus est inquilinus in térra Madian,ubi genuit filias dúos. Et compietis illie quadragintaannis, ¡atpparuit iitt in deserto montis Bina ángelus Dominiin flamma ignis in rubo. Moyses autem videns, mirabaturvásum. Qui cum aocederet considerare, facta est vox Dominidicens: Ego sum Deus patrum tuorum, Deus Abraham, etDeus Isaac, et Deus lacdb. Tremefactus autem Moyses, nonaudebat considerare. Diocitque ilñ Dominus: Solve calcea-60 iHebr. 2, 1-4.61 Act. 7, 2.aPlerique Mss., Domini.h Am. et quidam Mss., in Mesopotamia Syriae.III. 11, 24 11F I.A SAXtí.STMA TRINIDAD 307muestra cómo entonces nos fué dirigida la palabra por losángeles y ahora por el Hijo. Por tanto, añade, es precisoque con mayor diligencia tendamos a las cosas que hemosoído, no sea que nos deslicemos. Pues si la palabra dichapor los ángeles fué firme, y toda prevaricación y desobedienciarecibió justo salario de retribución, ¿cómo la rehuiremosnosotros, despreciando tan gran salud f Y como si lepreguntaras de qué salud habla, para dar a entender que serefiere a la del Nuevo Testamento, esto es, a la palabra dirigidaa los hambres por el Señor, no por los ángeles,. dice:La cual, comenzando a ser promulgada por el Señor, fuéentre nosotros confirmada por los que la oyeron, testificandoDios con señales, prodigios y milagros diversos y reparticionesdel Espíritu Santo según su voluntad.23. Mas preguntará alguien: ¿Por qué está escrito: DijoDios a Moisés, y no: "Dijo el ángel a Moisés"? Porque cuandopregona el heraldo la sentencia del juez, no se escribe enlas actas: "Ha dicho el pregonero", sino: "El juez dijo".Y lo mismo cuando habla el profeta, aun cuando decimos:"El vidente ha dicho", entendemos que es el Señor quienhabla. Y aunque digamos: "El Señor dijo", no pretendemoscon esto silenciar la acción del profeta, sino que queremosdar a entender quién es el que habla por su boca. La <strong>Escritura</strong>con harta frecuencia nos dice que el ángel es el Señor,y aun cuando habla el ángel, se dice: "Dijo el Señor", segúnya demostramos, A causa de aquellos que pretenden ver enel ángel que aquí nombra la <strong>Escritura</strong> al mismo Hijo deDios en persona; y la razón es porque el profeta le llamaángel, pues nos anuncia su voluntad y la de su Padre; poreso he querido aducir el testimonio manifiesto de esta Carta,donde no se dice: "Por el ángel", sino: Por los ángeles.24. San Esteban emplea en los Hechos de los Apóstoleseste mismo estilo de! Antiguo Testamento al decir: Hermanosy padres, oíd: El Dios de la gloria se apareció a nuestropadre Abrahán cuando habitaba en Mesopotamia. Y paraque nadie crea que el Dios de la gloria se apareció en suesencia a los mortales, dice a renglón seguido que el ángelse apareció a Moisés: Huyó Moisés al oír estas palabras yhabitó en tierra de Madián, donde engendró dos hijos. Y pasadosallí cuarenta años, se le apareció en el desierto delmonte Sinaí el ángel del Señor en Mama de fuego en un espino.Moisés, al verlo, se admiró de la visión, y, cuando seacercaba para mirar, se dejó oír la voz de Dios diciendo:Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Diosde Isaac 3/ él Dios de Jacob. El temor se apoderó de Moisésy no se atrevía a mirar. Y le dijo el Señor: Quita las san-


308 <strong>DE</strong> TRINITATB HI, 11, 25mentum pedum tuorum 62 , etc. Hic certe et angelum et Dominumdicit, eumdemque Deum Abraham, et Deum Isaac,et Deum Iacob, sicut in Genesi scriptum est.25. An forte quisquam dicturus est quod Moysi per angelumapparuit Dominus, Albrahae vero per se ipsum? Athoc a Stephano non quaeramus: ipsum librum unde Stephanusista narravit, interrogemus. Numquid enim quia scriptumest: Et dixit Dominus Deus ad Abraham es ; et paulopost: Et visus est Dominus Deus Abrahae ei : propterea istanon per angelos facta sunt? Cum alio loco similiter dicat:Visus est autem ei Deus ad ilicem Mambre, sedenti ad ostiumtabernaculi sui meridie; et tamen consequenter adiungat:Respiciens autem oculis suis vidit, et ecce tres viri stabantsuper eum"; de quibus iam diximus e5 .Quomodo enim poterunt isti, qui vel a verbis ad íntellectumnolunt assurgere, vel facile se ab intellectu in verbapraecipitant, quomodo poterunt explicare visum esse Deumin viris tribus, nisi eos, sicut etiam consequentia docent,angelos fuisse fateantur? An quia non dictum est, ángelusei locutus est, vel apparuit; propterea dieere audebunt, Moysiquidem illam visionem ac vocem per angelum factam, quiaita scriptum est; Abrahae autem, quia commemoratio angelinon est facta, per substantiam suam Deum apparuisseatque sonuisse? Quid quod nec apud Abraham de angelotacitum. est? Nam ita legitur, cum immolandus fllius eiuspraeciperetur d : Et factum est post haec verba, tentavitDeus Abraham, et dixit ad eum: Abraham, Abraham. Et Uledixit: Ecce ego. Et dixit ei: Accipe 'filium tuum dilectum,quem diligis, Isaac, et vade in terram excelsam, et offer eumibi in holocaustum super unum montium quem tibi dixero.Certe hic Deus, non ángelus, commemoratus est. Paulo postvero ita se habet Scriptura:: Extendens autem Abraham manumsuam, sumpsit gladium, occidere e filium suum. Et vocaviteum ángelus Domini de cáelo, et dixit ei: Abraham,Abraham. Et dixit: Ecce ego. Et dixit: Ne iniicias manumtuam super puerum, ñeque facías ei quidquam.Quid ad hoc respondetur? An dicturi sunt Deum iussisseut occideretur Isaac, et angelum prohibuisse; porro ipsumpatrem adversum Dei praeceptum, qui iusserat ut occideret," Gen. i2, i.64Ibid., 17, i-63Ibid., 18, 1-2.cEr. Lov. hoc loco faabent, propter eum; sed constanter Mss. utsupra, libro TI Contra Maximinum c. 26, n. 5, super eum. Graeceapud LXX epano autou.d Mss. plerique, peteretur.o Editi, volens occidere. Abest, volens, a Mss., et a £raeco LXX.Ut, 11, 25 111'T.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 309dalias de tus pies. En este pasaje se llama ciertamente Señory ángel al Dios de Abrahán, al Dios de Isaac y al Dios deJacob, como está escrito en el Génesis.25. ¿Dirá por ventura alguien que el Señor se aparecióa Moisés por un ángel y al patriarca Abrahán por sí mismo?No hagamos esta pregunta a Esteban; interroguemos allibro de donde Esteban tomó su narración. ¿Acaso ponquéestá escrito: Y dijo el Señor Dios a Abrahán; y poco después: Se apareció el Señor Dios a Abrahán, no se h. aparecióen sus ángeles? En otro lugar leemos: Apareciósele el Señoren el encinar de Mambre, cuando estaba sentado a la puertade su tienda al filo del mediodía; luego añade a continuación:Y alzando los ojos vio parados cerca de él a tres jóvenes.De este episodio ya hemos hablado.¿Cómo podrán estos mis adversarios, prendidos en lapalabra, sin querer elevarse al sentido, o, si comprenden elsentido, tropiezan con facilidad en la letra, cómo podrán,repito, explicar la aparición de Dios en la persona de estostres mancebos, sino admitiendo que los tres jóvenes erantres ángeles, según nos lo da a entender el contexto? ¿Acasoporque no se dice expresamente que el ángel le habló, o quese le apareció el ángel, se atreven a decir que Dios habló aMoisés por un ángel, mientras se le manifestó a Abrahánen su esencia y le dirigió personalmente la palabra, porqueno se hace mención alguna del ángel? Pero ¿qué dirán si nose silencia el ángel en las apariciones a Abrahán? Leemoscuando se le preceptúa el sacrificio de su hijo: Y después deestas palabras tentó Dios a Abrahán y le dijo: Abrahán,Abrahán. Y éste contestó-' Heme aquí. Y le dijo: Anda, tomaa tu amado hijo Isaac, y- vete a la tierra \excelsa y ofrécemeloallí en holocausto, sobre uno de los montes que yo teindicaré. Aquí ciertamente se menciona a Dios, no al ángel.Versillos más adelante dice así la <strong>Escritura</strong>: Tendió luegosu mano y cogió un cuchillo para degollar a su hijo. Y lellamó el ángel del Señor desde el cielo y le dijo: Abrahán,Abrahán. Y éste contestó: Heme aquí. Y le dijo: ]y 0 extiendastu mano sobre el niño y no le hagas nada.¿Qué responder a esto? ¿Dirán, quizá, que el Señor ordenóla degollación de Isaac y un ángel la prohibe, obedeciendoel patriarca al ángel, que perdona, contra el precepto


310 TE TKIX1TATE III, 11, 26obtemperasse angelo ut pareeret? Rádendus et abiiciendushic sensus est. Sed ñeque hule tam crasso* et abiecto ullumlocum iScriptura esse permittit, continuo subiungens: Nuncenim cognovi quia times Deum tu, et non pepercisti filio tuodilecto propter me. Quid est, propter me; nisi propter eumqui occidi iusserat? ídem igitur Deus Abrahae qui ángelus,an potius per ángelum Deus? Accipe sequentia: certe iamhic ángelus manifestissime expressus est; atiende tamenquid contexatur: Respiciens Abraham oculis suis vidit, eteoce aries unus tenebatur in arbore sdbech cornibus; et abiitAbraham, et accepit arietem, et obtulit eum holocáustum proIsaac filio suo. Et cognominavit Abraham nomen loci illius:Dominus vidit, ut dicant hodie quod in monte Dominus visusest: sicut paulo ante quod dixit Deus per angelum: Nuncenim cognovi quia times Deum; non quia tune Deus eognovisseintelligendus est, sed egisise ut per Deum ipse Abrahamcognosceret quantas 'haberet vires cordis ad obediendumDeo usque ad immdlationem unici filii: illo modo locutionisquo significatur per efficientem id quod efficitur, sicutdicitur frigus pigrum, quod pigros facit; ut ideo eognovissediceretur, quia ipsum Abraham cognoscere fecerat, quempoterat latere fidei sua firmitas, nisi tali experimento probaretur.Ita et hic cognominavit Abraham nomen loci illius:Dominus vidit; id est, quod videri se fecit. Nam continuosecutus ait: Ut dicant hodie quod in monte Dominus visusest. Ecce ídem ángelus Dominus dicitur: quare, nisi quiaper angelum Dominus? Iam vero in eo quod sequitur, propheticeomnino loquitur ángelus, et prorsus aperit quod perangelum Deus loquatur. Et vocavit, inquit, ángelus DominiAbraham iterum de cáelo, dicens: Per me iuravi, dicit Dominus,pro eo quod fecisti hoc verbum, et non pepercistifilio tuo dilecto propter n.e e6 , etc. Haec certe verba, -t dicatille per quem loquitur Dominus: Haec dicit Dominus,etiam prophetae solent habere.An Filius Dei de Patre ait: Dicit Dominus, et ipse estille ángelus Patris? Quid ergo? de illis tribus viris nonnerespiciunt quomodo urgeantur, qui visí sunt Abrahae, eumpaedictum esset: Visus est ei Dominus? An quia viri dictisunt, non erañt angelí? Danielem legant dicentem: Ecce virGabriel CT .26. Sed quid ultra differimus ora eorum evidentissimoatque gravissimo alio documento oppilare, ubi non ángelussingulariter, nec viri pluraliter, sed omnino angeli dicuntur,per quos sermo non quílibet factus, sed lex ipsa data ma-66Ibid., 22.67 Dan. g, 21.In Mss., tamgrosso.Til, 11, 26 ÍIE I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 311del Señpr, que impera el sacrificio? Risible y absurda interpretación.La <strong>Escritura</strong> excluye este vil y grosero sentidocuando añade: Porque ahora he visto que temes a Dios en•verdad, pues por mi no perdonaste a tu hijo, el amado.¿Qué significan estas palabras, por mí, sino por mi causa,que había ordenado el sacrificio? ¿Es el Dios de Abrahánidéntico al ángel o es Dios por medio del ángel? Escuchaaún. Aunque con toda evidencia se nombra en este pasajeexpresamente al ángel, añade el texto: Alzó Abrahán losojos y vio tras sí un camero enredado por los cuernos enun arbusto de "sdbech", y fué Abrahán y tomó el carneroy lo ofreció en holocausto en. vez de su hijo Isaac. LlamaAbrahán al lugar aquel-' El Señor ve; por lo que aun sedice: En el monte donde fué visto el Señor. Antes habíadicho: Ahora conozco que temes a Dios. Y esto no se entiendacomo si entonces el Señor lo hubiera conocido, sinoque Dios hizo conocer a su siervo Abrahán las fuerzas heroicasde su corazón generoso, obediente a Dios hasta elsacrificio de su hijo unigénito. Hay aquí una figura retóricay se toma el efecto por la causa, como cuando se dice delfrío que es perezoso porque nos hace tardos. Dice, pues, la<strong>Escritura</strong> que el Señor conoció, porque dio ocasión a Abrahánpara probar la firmeza de su fe, hasta entonces ignorada.Y así llamó Abrahán al lugar aquel El Señor ve; esto es,donde El se dejó ver, pues a continuación leemos: Por loque todavía se dice: En el monte donde fué visto el Señor.El ángel se llama aquí Señor, pues habla el Señor por mediodel ángel. En el contexto inmediato lo anuncia el ángel deun modo profético y da a entender que el Señor es quienhabla por medio del ángel. Y llamó, dice, el ángel del Señorpor segunda vez a Abrahán desde el cielo y dijo: Por mímismo juré, dice el Señor, que, por cuanto has hecho esto,de no perdonar a tu amado hijo por mí, etc. Las palabras:Esto dice el Señor, manifiestan la persona instrumento porla cual habla Yahvé, y su uso es muy corriente en los profetas.¿Acaso es el Hijo de Dios el que dice del Padre: Dijo elSeñor, y El es el ángel del Padre? Pero ¿no advierten cómoen esta hipótesis sigue apretando la dificultad de los tresmancebos que se aparecieron a Abrahán, y de quienes conantelación se había dicho: Se le apareció el Señor? ¿Porventura no son ángeles porque se les llama varones? Lean aDaniel donde dice: He aquí que un varón, Gabriel, etc.26. Mías ¿a qué difiero coser sus labios con un testimonioevidente e irrefragable, donde no se trata de unángel en singular ni de varones en plural, sino de la Ley;no de un mandamiento cualquiera, promulgada por los ángeles,promulgación que ningún creyente duda haya sido


312_ <strong>DE</strong> TKIXIT.ATE HI, 11. 26nifestissime ostenditur, quam certe nullus fidelium dubitateum dedisse MJoysi ad subiugandum populum Israel, sedtanien per angelos datam? Ita Stephanus loquitur: Durarvice, inquit, et non cireumcisi corde et auribus, vos sem-Per Spiriiui sancto restitistis, sicut et patres vestri. QuemProphetarum non persecuti sunt patres vestri f Et occide-Tunt eos gui praenuntiabant de adventu Iusti, cuius nunc. os P r °ditores et interfectores fuistis, qui accepistis legemtn e tis angelorum, nec custodistises .Quid_ hoc evidentius? quid tanta auctoritate robustius?i? e dictis quidem angelorum lex illi populo data est: sedommi Iesu Christi per eam disponebatur et praenuntiabaturadventus; et ipse tanquam Verbum Dei miro et ineffaoUiModo erat in angelis, in quorum edictis lex ipsa dabatur.Unde dicit in Evangelio: Si crederetis Moysi, crederetiset mihi; de me enim Ule scripsite9 .Per angelos ergo tune Dominus loquebatur, per angelosAK"!Dei mediator'Dei et hominum futurus ex semineAbrahae suum disponebat adventum, ut inveniret a quibusreciperetur, confitentes se reos, quos lex non impleta fecerattransgressores. Unde et Apostolus ad Galatas dicit:Quid ergo lex? Transgressionis gratia posita est s , doñee veniret semen cui promissum est, dispositum b per angelos inmanu M.ediatoris 7 ": hoc est dispositum per angelos in manusua. Non enim natus est per conditionem, sed per potestatem.*FQuod autem non aliquem ex angelis dicit mediatorem,sedipsum Dominum Iesum Chrístum, in quantum homofieri dignatus est, hafoes alio loco: Unus, inquit, Deus, etunus mediator Dei et hominum, homo Christus Iesus 71 . Hincillud Pascha in interfectione agni 72 : hinc illa omnia quaede Christo venturo in carne a^ue passuro, sed et resurrecturoin lege figurantur, quae data est in edictis angelorum,in quibus angelis erat utique et Pater, et Filius, et Spirítussanctus; et aliquando Pater, aliquando Filius, aliquando Spiritussanctus, aliquando sine ulla distinctione personae Deusper illos figurabatur, etsi visibilibus et sensibilibus formisapparens, per creaturam tamen suam, non per substantiam,cui videndae corda mundantur per haec omnia quae oculisvidentur et auribus audiuntur.lo. 5, 46." Gal. ^, 19.n1 Tim. 2, s-" E.X. 12.K Plures Mss., proposita est. Graece est, prosetethé11 Kditi, disposita. At pleriqne 3Iss., dispositum: referendo adsemen.III, 11, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 313hecha por el Señor a su siervo Moisés, por ministerio delos ángeles, para someter al pueblo israelita? Habla asíEsteban: Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y deoídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo, lo mismoque vuestros padres. ¿A qué profeta no persiguieronvuestros padres? Dieron muerte a los que anunciaban lavenida del Justo, a quien vosotros habéis ahora traiciona- •do y crucificado, vosotros que recibisteis la ley por mediaciónde los ángeles y no la observasteis.¿Qué hay más evidente? ¿Dónde autoridad más perentoria?Por edicto de los ángeles se dio al pueblo la leycomo preanunciando y disponiendo la venida de nuestroSeñor Jesucristo; y El mismo, como Vferbo de Dios, estabade una manera inefable y maravillosa representado enlos ángeles, por cuyo ministerio fué promulgada la ley. Poreso dice en el Evangelio: Si creyereis a Moisés, me creeríaisa mí, porque de mí escribió él.Hablaba entonces el Señor por sus ángeles, y el Hijo deDios, futuro mediador entre Dios y los hombres, germenelecto de Abrahán, disponía por mediación de los ángelessu venida, para encontrar quien de recibiese, confesándosereos aquellos a quienes el incumplimiento de la ley hizotranagresores. De ahí aquella expresión del Apóstol a los deGalacia: ¿Por qué, pues, la ley? Fué puesta a causa de lostransgresores hasta que viniese el retoño a quien fué hechala promesa, dispuesto por los ángeles por mano de un Me.diador; esto es, dispuesto por su mano sirviéndose de losángeles. No nació por condición natural, sino por imperiode su poder.Y que no se trata aquí de un mediador angélico cualquiera,sino de nuestro Señor Jesucristo, en cuanto se dignóhacerse hombre, lo confirma este otro pasaje: Un Dios yuno el Mediador de Dios y de los hombre, el hombre CristoJesús. De ahí aquella Pascua que consistió en la inmolacióndel Cordero; de ahí cuanto estaba prefigurado en la ley promulgadapor edicto angélico acerca de la venida en carnemortal de Cristo, de su pasión y resurrección. Y entre losángeles ciertamente encontramos al Padre, al Hijo y al EspírituSanto; y unas veces es el Padre, otras el Hijo o elEspíritu Santo y, finalmente, otras es Dios, sin distinciónde personas, el que se revela por medio de sus ángeles,apareciéndose en forma tangible y visible, pero siempremediante la criatura, jamás en su esencia, pues para con-


314 <strong>DE</strong> TKINITATE III, 11, 2727.- iSed iam satis, quantum existimo, pro captu nostrodisputatum et demonstratum est, quod in hoc libro eusceperamusostendere: constititque et probabilitate rationisquantum homo vel potius quantum ego potui, et firmitateauctoritatis quantum de Scripturis sanctis divina eloquiapatuerunt, quod antiquis patribus nostris ante incarnatio-, nem Salvatoris, cum Deus apparere dicebatur, voces illae acspecies corporales per angelos factae sunt; sive ipsis loquentibus vel agentibus aliquid ex persona Dei, sicut etiamprophetas soleré ostendimus; sive assumentibus ex creaturaquod ipsi non essent, ubi Deus figúrate demonstraretur hominibus,quod genus significationum nec prophetas omisisse,multis exemplis docet Scriptura.Superest igitur iam ut videamus, cum et nato per virginemDomino, et corporali specie sicut columba descendenteSpiritu sancto ", visisque igneis linguis sonitu facto de cáelodie Pentecostés post ascensionem Domini li , non ipsum DeiVerbum per substantiam suam qua Patri aequale atque coaeternumest, nec Spiritus Patris et Filii per suam substantiamqua et ipse utrisque aequalis i atque coaeternus est, sedutique creatura j quae illis modis forman et existere potuitcorporeis atque mortalibus sensibus apparuerit, quid Ínterillas demonstrationes et has proprietates Mlii Dei et Spiritussancti, quamvis per creaturam visibilem factas, intersit:quod ab alio volumine commodius ordiemur.;7 MT 3 , I6.11 Act. \ i- 4 .1 Ven., utriusque aequalis. Lov., utrisque aequalis, cum hac adnotationemarginali : Alias, utrique aequalis. M.' Ita Mss. Editi vero, sed utique per creaturam.III, 11, 27 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 315templar ésta es preciso purificar el corazón sirviéndonos detodas estas realidades que los ojos ven y los oídos perciben.27. Dada mi capacidad, creo haber discutido y probadosuficientemente cuanto en este libro me había propuesto.Consta, pues, por argumentos probables de razón, en cuantoson al hombre, y mejor a mi flaqueza, asequibles, y por laautoridad inconcusa de los testimonios divinos, sacados delas Santas <strong>Escritura</strong>s, cómo aquellas voces sensibles y aquellasformas corpóreas con ique se vieron favorecidos nuestrosvetustos Padres antes de la encarnación del Salvador, cuandoDios se les aparecía, eran obra de los ángeles, ora hablaseny actuasen en nombre de Dios, según probamos sercostumbre entre los videntes; ora tomasen de la creaciónuna apariencia disconforme con su naturaleza, aparienciaen la que Dios se manifestaba simbólicamente a los mortales.Y este género de apariciones tampoco lo silenciaronlos profetas, como nos lo enseñan múltiples ejemplos dela <strong>Escritura</strong>.Réstanos examinar si el Señor, al nacer de ana Virgen,y el Espíritu Santo, al descender en figura de paloma y enlenguas de fuego entre ruidos de tempestad el día solemnede Pentecostés, después de la ascensión del Señor, se aparecieron,no en la substancia, en la que el Verbo de Dios esigual y coeterno al Padre y el Espíritu del Padre y del Hijoes coigual y coeterno a ambos, sino mediante la criatura,que pudo ser formada y existir de aquel modo para dejarsever de los sentidos caducos y corpóreos. Réstanos tambiénanalizar la diferencia que existe entre aquellas aparicionesy las propiedades del Hijo de Dios y del Espíritu Santo,actuadas por medio de la criatura visible. Diferencia quecon más reposo y sosiego explicaré en el libro siguiente.


LÍBERIVExplicat ad quid missus sit Filius Dei: Christo vídelicet propeccatoribus moriente persuadendum nobis fuisse imprimíset quantum nos dilexefit Deus, et quales dilexerit.Opportune etiam ut ad contemplandum Deum et cóhaerendumDeo mundaremur, Vierbum in carne venisse. Ipsiusmorte una et simplici duplicem nostram solutamesse; ubi edisserit quemadmodum simplum Salvatorisnostri duplo nostro concinnat ad salutem, et de perfectionenumeri senarii, in quem numerum ipsa simpli adduplum ratio deducitur, fusius agit. Docet colligi omnesex multis in unum per unum mediatorem vitae Christum,per quem solum vera fit animae purgatio. Caeterum FiliumDei, quanquam missione factus sit minor propterformam servi quam suscepit, non tamen ideo minoremPatre secundum formam Dei quia ab ipso missus est:eamdemque de Spiritus sancti missione rationem esse demonstrat.LIBROIVExplica la misión de Cristo. El nacimiento, vida, pasión ymuerte del Hijo del Eterno es manifestación del amorinfinito de Dios para con los míseros mortales. La cruz,remedio de nuestras dolencias, medicina de nuestra doblemuerte. La pureza del alma, floración espléndida dela sangre del Mediador divino. Divagación sobre el numeroseis. El Hijo de Dios, consubstancial al Padre, reconocesu inferioridad en la forma de siervo. Aplicaciónal Espíritu Santo.PROLOGOLA CIENCIA <strong>DE</strong> DIOS, A DIOS SE HA <strong>DE</strong> PEDIRPROOEMIUMSCIENTIA <strong>DE</strong>I A <strong>DE</strong>O PETENDA1. Scientiam terrestrium caelestiumque rerum magniaestimare solet genus humanum: in quo profecto melioressunt qui huic scientiae praeponunt nosse semetipsos; laudabiliorqueest animus cui nota est vel infirmitas sua, quamqui ea non respecta, vias siderum serutatur etiam cogniturus,aut qui iam cognitas tenet, ignorans ipse qua ingrediaturad salutem ac firmitatem suam. Qui vero iam evigilavitin Deum, Spiritus sancti calore excitatus, atque in eius amorecoram se viluit, ad eumque intrare volens nec valens.eoque sibi lucente attendit in se, invenitque se, euamqueaegritudinem illius munditiae contemperan non posse cog-1. En gran estima suele tener el humano linaje la cienciade las cosas terrenas y celestes; pero sin duda son másavisados los que a dicha ciencia prefieren el propio conocirmiento. Más digna de alabanza es el alma conocedora desu debilidad que la de aquel que, desconociendo su condiciónenfermiza, avizora el curso de los astros en afanes denuevos conocimientos con el fin de contrastar nuevas teorías,pero ignora la senda de su salvación y de su estabilidad.El que, movido por el fervor del Espíritu Santo,despertó ya en el Señor, y en su amor conoce la propiavileza, y, suspirando por la proximidad de Dios, experimentasu impotencia, e iluminado por esplendor divino entraen sí y se encuentra a sí mismo, éste estará cierto de quesu indigencia no puede atemperarse a la pureza de Dios.•(I


31S <strong>DE</strong> TRINITATE IV, prOl., 1novit; flere dulce habet, eumque deprecari, ut etiam atqueetiam misereatur, doñee exuat totam miseriam, et precancum fiducia, iam accepto gratuito pignore salutis, per eiusunicum Salvatorem hominis et illuminatorem: huno ita agentema et dolentem scientia non inflat, quia chantas aedificat1 ; praeposuit enim scientiam scientiae, praeposuit scireinfirmitatem suam, magis quam scire mundi ruoenia, fundamentaterrarum, et fastigia caelorum: et hane apponendoscientiam, apposuit dolorem 2 ; dolorem peregrinationis suaeex desiderio patriae suáe, et conditoris eius beati Dei sui.In hoe genere hominum, in familia Christi tui, DomineDeus meus, si inter pauperes tuos gemo, da mihi de pane,tuo responderé hominibus qui non esuriunt et sitiunt iustitiam3 , sed satiati sunt et abundant. Satiavit autem illosphantasma eorum, non veritas tua, quam repeliendo resiliunt,et in suam vanitatem cadunt. Ego certe sen tío quammulta figmenta pariat cor humanum: et quid est cor meum,nisi cor humanum?Sed hoc oro Deum cordis mei, ut nihil ex eis figmentispro solido vero eructuem in has litteras, sed inde veniat ineas quidquid per me venire potuerit, unde mihi, quamvisproiecto a facie oculorum suorum 4 , et de longinquo rediréconanti b , per viam quam stravit humanitate c divinitas Unigenitisui, aura veritatis eius aspergitur. Quam in tantum licetmutabilis haurio, in quantum in ea nihil mutabile video,nec loéis et temporibus, sicut corpora; nec solis temporibuset quasi loéis, sicut spirituum nostrorum eogitationes; necsolis temporibus, et nulla vel imagine locorum, sicut quaedamnostrarum mentium ratiocinationes.Omnino enim Dei essentia, qua est, nihil mutabile habet,nec in aeternitate, nec in veritate, nec in volúntate: quiaaeterna ibi est veritas, aeterna charitas; et vera ibi estcharitas, vera aeternitas; et chara ibi est aeternitas, charaveritas.IV, prÓl., 1 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD . 319Por ello le son dulces las lágrimas y ruega al Señor se apiadeuna y otra vez de él, hasta despojarse de su miseriatotal; e implora y suplica con plena confianza, recibidoya el don gratuito de salud de manos del único salvador eiluminador del hombre. Al que contrito ora así, no le inflala ciencia, porque edifica,el amor. Antepone la ciencia a laciencia; prefiere sondear su propia vileza a conocer lasmurallas del mundo, los cimientos de la tierra y la excelsitudde los cielos. Con la ciencia crece el dolor, nostalgia de superegrinación, y aumentan los anhelos por arribar a la patriafeliz de su Dios y Hacedor.Señor y Dios mío, si sollozo en medio del humano linajey en el seno de la familia de tu Cristo, entre tus pobres,conoedeme saciar con tu pan a los hombres que no sientenhambre y sed de justicia, sino que ahitos abundan. Hartosestán de sus ficciones, no de tu verdad, que rechazan y evitanpara caer en su vanidad. Yo lo he experimentado; conozcola muchedumbre de fábulas que es capaz de alumbrarel corazón del hombre; y ¿qué es mi corazón, sino un corazónhumano?Por eso suplico al Dios de mi corazón no permita queeructe en esta mi obra ficciones en vez de sólida verdad yacuda a mi pluma todo lo que por mí pueda ser conocido.Aunque, alejado de la vista de mi Dios, me afano ya deantiguo por caminar por la senda que en la humanidad trazóla divinidad de su Unigénito, aura de su verdad. Mudablesoy, lo confieso; pero séame lícito beber en esa fuente puradonde nada tornátil veo, ni en el espacio ni en el tiempo,como los cuerpos; ni mudable en el tiempo, con aparienciasde lugar, como los pensamientos de nuestras almas; ni sóloen el tiempo sin imagen espacial, como algunos raciociniosde nuestra mente.¡La esencia de Dios, razón de su existencia, nada mudableentraña, ni en su eternidad, ni en su verdad, ni en su voluntad.En Dios eterna es la verdad y eterno el amor; verdaderoel amor y verdadera la eternidad; amable la eternidady amable la verdad.; i Cor. 8, i.2 Eccl. i, 18.3 Mt. 5, 6.4 Ps- 3o, 23.a Omnes prope Mss., ita egentem.b Remensis vetustissimus codex, et de longinquo conanti; omisso,rediré.0 Editi, humanitati. Melius Mss., humanitate.


320 BE TRINITATE IV, 1, 2W, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ' 321CAPUT ICAPÍTULOIPER AGNITIONEM INFIRMITATIS NOSTRAE PERFICIMUR. VERBUMINCARNATUM TENEBRAS NOSTRAS PELTJT2. Sed quoniam exsulavimus ab incommutabili gaudio,nec tamen inde praecisi atque a'brupti sumus, ut non etiamin istis mutabilibus et temporalibus aeternitatem, veritatem,beatitudinem quaereremus (nec mori enim, nec fallí,nec perturban volumus); missa sunt nobis divinitus visacongrua peregrinationi nostrae, quibus admoneremur nonhie esse quod quaerimus, sed illud ab ista a esse redeundum,unde nisi penderemus, hie ea non quaereremus.Ac primum nobis persuadendum fuit, quantum nos diligeretDeus, ne desperatione non auderemus erigí in eum.Quales autem dilexerit, ostendi oportebat, ne tanquam demeritis nostris superbientes, magis ab eo resiliremus et innostra fortitudine magis deficeremus: ac per hoc egit no-¡biscum, ut per eius fortitudinem potius proficeremus, atqueita in infirmitate humilitatis perficeretur virtus charitátis.Hoc significat in Psalmo, ubi ait: Pluviam voluntariam segregans,Deus, haeredítati tuae; et infirmata est, tu veroperfecisti eam 5 . Pluviam quippe voluntariam nonrysi gratiamvult intelligi, non meritis redditam, sed gratis datam,unde et gratia nominatur: dedit enim eam, non quia dignieramus, sed quia voluit. Hoc cognoscentes, non fidentes innobis erimus; et hoc est infirman. Ipse vero perficit nos, quietiam Paulo apostólo dixit: Sufficit tibí gratia mer^; namvirtus in infirmitate perficitur 6 . Persuadendum ergo erathomini quantum nos dilexerit Deus, et quales dilexerit:quantum, ne desperaremus; quales, ne superbiremus. Hunclocum Apostolus pernecessarium sic explicat: Commendatautem, inquit, suam charitatem Deus in nobis, quoniam cumadhuc peccatores essemus, Christus pro nobis mortuus est;5 ¡Ps. 67, 10.82 Cor. 12, 9,\ Editi, ad ipsa. At Mss. ab ista: scilicet, peregrinatione.EL CONOCIMIENTO <strong>DE</strong> NUESTRA MISERIA, ESCUELA <strong>DE</strong> PERFEC­CIÓN. LUZ EN LAS TINIEBLAS2. Aunque desterrados del gozo inconmutable, no estamosseparados o fuera de su órbita, y de ahí el buscar enestas cosas mudables y temporales la eternidad, la verdad yla dicha; pues nadie ansia la muerte, el error, la inquietud.Por esto, la bondad divina, condescendiente con las necesidadesde nuestro destierro, nos envía sus apariciones, comoavisándonos que no se encuentra aquí abajo lo que buscamos,sino que por estas cosas hemos de volver al principiode donde venimos, pues si no tuviéramos allí nuestro centro,no buscaríamos aquí estas cosas.Ante todo se nos debía convencer del gran amor queDios nos tiene, para no dejarnos prender en la desesperaciónsin atrevernos a subir hasta él. Convenía fuera puestoen evidencia cuáles éramos cuando nos amó, a fin de nosentir el tumor de la soberbia por nuestros méritos, puesesto nos apartaría aún más de Dios y nos haría desfalleceren nuestra pretendida fortaleza. Actúa Dios en nosotrospara que su fortaleza sea causa de nuestro progreso y en lapequenez de nuestra humildad se perfeccione la virtud dela caridad. Esto es lo que se significa en el Salmo, dondese dice: Una lluvia de dones llovías, ¡oh Dios!, sobre tu heredad;y cuando ésta desfallecía, tú la recreabas. Lluviaabundosa es su gracia, no adquirida por nuestros méritos,sino otorgada gratuitamente, como lo indica la misma palabragracia; y nos la dio, no porque éramos dignos, sinoporque quiso 1 . Conociendo esta verdad, no confiaremos ennosotros, y esto es desfallecer. El Señor nos fortalece, segúnfué al apóstol Pablo anunciado: Bástate mi gracia, puesla virtud se perfecciona en la enfermedad. Era menesterprobar al hombre cuánto nos amó Dios, y cuáles éramoscuando nos amó: cuánto, para que no desesperemos; cuáles,para humillar nuestro orgullo. Escuchad este útilísimopasaje del Apóstol: Encarece, dice, Dios su amor a nos-' Hacia el 411 empiezan Pelagio y Celestio a sembrar por el norlrde África la semilla de su falso* naturalismo, y es tan viril larespuesta de San Agustín, que la Historia le conocerá con el hon-ITSII título de Doctor de la Gracia.A>¡. ¡ 11


322 <strong>DE</strong> TRINITAIE IV, 1, 3multo magis iustificati nunc in sanguine ipsius, salvi erimusab ira per ipsum. Si enim cum inimici essemus, reconciliansumus Deo per mortem Filii eius, multo magis reconciliatisalvi erimus in vita ipsius''. ítem alio loco: Quidergo, inquit, dicemus a¡d haec? Si Deus pro nobis, quis contranos? Qui proprio Filio non pepercit, sed pro nobis om~nibus tradidit illum, quomodo non et cum WLo nobis omniadonavit? s Quod autem factum nobis annuntiatur, hoc futurumostendebatur et antiquis iustis, ut per eamdem fidemetiam ipsi humiliati infirmarentur, et infirmati perficerentur.3. 'Quia igitur unum Verbum Dei est, per quod factasunt omnia, quod est incommutabilis veritas, ibi principaliterb atque incommutábiliter sunt omnia simu'l; non solumquae nunc sunt in hac universa creatura, verum etiam quaefuerunt et quae futura sunt. Ibi autem nec fuerunt, nec futurasunt, sed tantummodo sunt; et omnia vita sunt. et omniaunum sunt, et magis unum est et una vita est. Sic enimomnia per ipsum facta sunt, ut quidquid factum est in his,in illo vita sit, et facta non sit: quia in principio non factumest Verbum, sed erat Verbum apud Deum, et Deus erat Verbum,et omnia per ipsum facta sunt; nec per ipsum omniafacta essent, nisi ipsum esset ante omnia, factumque nonesset.In iis autem quae per iipsum facta sunt, etiam corpusquod vita non est, iper ipsum non fieret, nisi in illo. antequamfieret, vita esset. Quod enim factum est, iam in illo vita erat,et non qualiscumque vita: nam et anima vita est cprporis,sed et haec facta est, quia mut&bilis est; et per quid factaest, nisi per Dei Verbum incommutabile? Omnia e^im peripsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil. Quod ergofactum est, iam in illo vita erat, et non qualiscumque vita,sed vita erat lux hominum:* lux utique rationalium mentium,per anas homines a peeoribus differunt, et ideo sunt nomines.Non ergo lux corpórea, quae lux est carnium, sive decáelo fulgeat, sirve terrenis ignjbus accendatur, nec humanarumtantum carnium, sed etiam bellmnarum et usque adm'nutisisimois quosque vermículos. Omnia enim haec videntístam 'lucem: at illa vita lux hominum erat; nec longe opositaab unoquoaue nostrum: in illa enim; vivimus, et movemur,et sumus 9 .7 Rom. 5, 8-io.8 Ibid., 7, 31-32.9 Act. 17, 27-28.b Sic Mss. plerique. At editi, ubi principalitcr. Et riirsum paulopost, ubi autem, pro, ibi autem.IV, 1, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 323otros en que, siendo pecadores, Cristo murió por nosotros.Con mayor razón, pues, justificados ahora por su sangre,seremos por El salvados de la ira; porque si, siendo enemigos,fuimos reconciliados con Dios por la muerte de suHijo, mucho más, reconciliados ya, seremos salvos en suvida. Y en otro lugar: ¿Qué diremos, pues, a esto? Si Diosestá con nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no perdonóa su propio Hijo, antes lo entregó por todos nosotros,¿cómo no nos ha de dar con El todas las cosas? Lo que anosotros como cumplido se anuncia, se manifestó como futuroa los justos de la antigüedad, para que los humilladosfueran abatidos por la fe, y abatidos fueran perfeccionados.3. Y pues uno es el Verbo de Dios, inconmutable verdad,por quien fueron hechas todas las cosas, en El primariae inconmutablemente están todas a la vez, y no sólocuanto en este universo existe en la actualidad, sino todocuanto existió o ha de tener futura existencia. En el Verbono fueron o serán: son; y todo es vida, y todo es unidad,y cuanto mayor sea la unidad, más perfecta la vida. Así,pues, todo ha sido creado por El, y cuanto existe en lacreación es vida en El, y la vida no fué creada, porque enel principio no fué hecho el Verbo, sino que el Verbo estabaen Dios, y el Verbo era Dios, y todas las cosas hansido hechas por El. Y no habrían sido hechas todas lascosas por El si no existiese antes qu^ todas ellas y no fueraincreado.Entre las cosas que han sido creadas por El, el cuerpo,que no es vida, no habría sido hecho por El si ya antes detener existencia no fuera vida en el Verbo. Todo lo quefué hecho era ya vida en El, y no una vida cualquiera; porquetambién el alma es vida del cuerpo, pero es una vidacreada, pues es mudable. Y ¿por quién ha sido creada, sinopor el Verbo inconmutable de Dios? Todas las cosas hansido hechas por El, y sin El nada se hizo. Todo cuanto fuéhecho era vida en El, y no una vida vulgar, sino la vidaque es luz de los hombres: luz propia de las inteligenciasracionales, luz que las especifica de los brutos y por ellaHon hombres. No es luz corpórea, porque ésta es esplendorde carne, ya brille en las alturas, ya en terrenas hogueras;luz visible a los ojos del hombre y del animal, inclusodel más diminuto gusano. Todos estos seres ven.diohaluz; pero aquella vida era luz de los hombres, y no fijaon la lejanía, sino que en ella vivimos, nos movemos yMomos.


324 _ <strong>DE</strong> ÍRÍNlfAfE IV, 2, 4IV, 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 325CAPUTIICAPÍTULOIIQUOMODO PER VlERBUM INCARNATUM REDIMUR HÁBILES PER-CIPIEN0AE VERITATI4. Sed lux in tenebris lucet, et tenebrae eam non comprehsnderunt.Tenebrae autem sunt stultae mentes bominum,prava cupiditate atique infidelitate caecatae. Has utcuraret atque sanaret Verbum, per quod facta sunt omnla,caro factum est, et habitamt in nobis 10 . Illuminatio quippenostra participatio Verbi est, illius seilieet vitae quae luxest hominum. Huic autem participationi prorsus inhábiles,et minus idonei eramus, propter immunditiam peccatorum.Mundandi ergo eramus. Porro iniquorum et superborum unamundatio est sanguis iusti, et humilitas Dei: ut ad contemplandumDeum quod natura non sumus, per eum mundaremurfactum quod natura sumus, et quod peccato non sumus.Deus enim natura non sumus: nomines natura sumus, iustipeccato non sumus. Deus itaque factus homo iustus, intercessitDeo pro homine peccatore. Non enim congruit peccatoriusto, sed congruit homini homo. Adiungens ergo nobissimilitudinem humanitatis suae, abstulit dissimilitudinem ainiquitatis nostrae: et factus particeps mortalitatis nostrae,fecit nos participes divinitatis suae.Mérito quippe mors peccatoris veniens ex damnationisnecessitate, soluta est per mortem iusti venientem ex misericordiaevolúntate, dum simplum eius congruit duplo nostro.Haec enim congruentia, sive convenientia, vel concinentía,vel consonantia, vel si quid commodius dicitur, quodunum est ad dúo, in omni compaginatione, vel si melius dicitur,'Coaptatione creaturae, valet plurimum. Hanc enimcoaptationem, sicut mihi nunc occurrit, dicere volui, quamgraeci ápnoviocv vocant. Ñeque nunc locus est, ut ostendamquantum valeat consonantia simpli ad duplum, quae rnaxi-LA ENCARNACIÓN <strong>DE</strong>L VERBO NOS DISPONE AL CONOCIMIENTO<strong>DE</strong> LA VERDAD4. Pero la luz luce en las tinieblas y las tinieblas nola abrazaron. Tinieblas son las mentes obtusas de los hombres,cegados por perversas concupiscencias y por infidelidadculpable. Para curar y sanar éstas, el Verbo, porquien fueron hechas todas las cosas, se hizo carne y habitóentre nosotros. Nuestra iluminación es un participar delVerbo, es decir, de esta vida, que es luz de los mortales 2 .La inmundicia del pecado nos hacía inhábiles e indignos deesta participación. La sangre del Justo y la humildad deDios es la única tisana purificativa para los hombres malvadosy soberbios. He aquí cómo para contemplar a Dios,cosa que no somos por naturaleza, debíamos ser purificadospor aquel que se hizo lo que nosotros somos por naturalezay lo que por el pecado no somos. El hombre no esDios por naturaleza, sino simple mortal, y por el pecadono es justo: Dios se hace hombre justo e intercede anteDios por el hombre pecador. No hay armonía entre el pecadory el justo, pero sí entre el hombre y el hombre. Sumándonosla semejanza de su humanidad, nos borró la desemejanzade nuestra perversidad; y hecho partícipe de nuestramortal flaqueza, nos hizo particioneros de su divinidad.Con razón la muerte del pecador, fruto de una sentenciade condenación, fué destruida por la muerte del Justo,fruto de una voluntad misericordiosa, y así logró atemperarsu única muerte a nuestra doble muerte. Esta congruencia,acoplamiento, correspondencia, concordia, o cualquierotro verbo que signifique relación del uno al dos esdo suma importancia en todo acoplamiento, o, si se prefiere,rn toda ensambladura natural. Me refiero, ahora me vieneel nombre a la memoria, a la correspondencia que los griegosllaman dpnovía. No es ésta ocasión de divagar sobrelu importancia de esta armonía de la unidad con el duplo,armonía injertada en nuestra naturaleza—y ¿por quién sino10 lo. i, I-I 4 .Sic Mss. at editisimilitudinem.' Alusión a San Juan (i, 1-14). La aeción iluminadora del Verbo¡inte todo una acción vivificante : Participatio illius vitae quaeest hominum. Cf. Introducción.


326 <strong>DE</strong> TRINITA1E TV, 3, 5ma in nobis reperitur h , et sic nobis ínsita naturaliter (a quoutique, nisi ab eo qui nos creavit?), ut nec imperiti possinteam non sentiré, sive ipsi cantantes, sive alios audientes:per hanc quippe voces acutiores gravioresque concordant,ita ut quisquís ab ea dissonuerit, non scientiam, cuius expertessunt plurimi, sed ipsum sensum auditus nostri vehementeroffendat. Sed hoc ut demonstretur, longo sermoneopus est: ipsis autem auribus exhiben potest ab eo qui novitregulari monochordo.IV, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 327por el que nos crió?—, pues ni los ignorantes pueden ignorarlacuando cantan o escuchan una melodía. Ella sabe concordarlos sonidos graves y los agudos, y si alguien desafina,ofende, no al arte, que muchos desconocen, sino al sentidodel oído. La prueba de esto que diciendo voy seríademasiado extensa. Al mismo oído puede hacerse esto patentepor el que conozca el arte de pulsar un monocordioregular.CAPUTIIICAPITULOIIIUNA MORS ET RESURRECTIO CORPORIS CHRISTI, DUPLICI NOS-TRAE MORTI AC RESURRECTIONI CORPORIS ET ANIMAE CONCINITAD SALUTEM. DUPLAE MORTI NOSTRAE QUOMODO SIMPLA MORSCHRISTI IMPENSA5. Verum quod instat in praesentia a , quantum donatDeus, edisserendum est quemadmodum simplum Domini etSalvatoris nostri Iesu Christi duplo nostro congruat, et quodammodo concinat ad salutem. Nos certe, quod nemo christianusambigit, et anima et corpore mortui sumus: anima,propter peccatum; corpore, propter poenam peccati, ac perhoc et corpore propter peccatum. Utrique autem rei nostrae,id est, et animae et corpori, medicina et resurrectione to opuserat, ut in melius renovaretur quod erat in deterius commutatum.Mors autem animae impietas est; et mors corporis, corruptibilitas,per quam flt et animae a corpore abscessus. Sicutenim anima Deo deserente, sic corpus anima deserentemoritur: unde illa fit insipiens; hoc, exanime. Resuscitaturenim anima 0 per poenitentiam, et in corpore adhuc mortalirenovatio vitae inchoatur a fide, qua creditur in eum quiiustiñcat impium ", bonisque moribus augetur et roboraturde die in diem, cum magis magisque renovatur interiorhomo 12 .11 Rom. 4, 5.12 2 Cor. 4, ió.bHic aliquot Mss. omittunt, in nobis. Post, reperitur, editi ferebant,ut sit nobis. Corrupte.a Am. et plures Mss. : Verum quod instat, impraesentiarum.b Plures Mss., medicina ex resurrectione.0 Plures Mss. resuscitatur ergo anima.LA MUERTE <strong>DE</strong> CRISTO Y LA RESURRECCIÓN <strong>DE</strong>L HOMBRE. LADOBLE MUERTE <strong>DE</strong>L HOMBRE, REMEDIADA POR LA ÚNICAMUERTE <strong>DE</strong> DIOS5. Urge al presente explicar, en la medida otorgadapor Dios, cómo la unidad de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo,armoniza con nuestra duplicidad y nos disponepara la salud. Ningún cristiano duda que nosotros estábamosmuertos en el alma y en el cuerpo: en el alma, porel pecado; en el cuerpo, en pena del pecado, y en consecuenciaa causa del pecado. Estas dos realidades, es decir,el alma y el cuerpo, necesitaban de medicina y resurrección3 , a fin de renovar, mejorándolo, cuanto en el hombrehabía sido deteriorado.La impiedad es muerte del alma; la corruptibilidad loes del cuerpo, pues es causa de la separación entre elalma y el cuerpo. Muere el alma cuando Dios la abandona;muere el cuerpo cuando lo abandona el alma: la primeradeviene insipiente, éste cadáver. Resucita el almapor la penitencia; en el cuerpo mortal, la renovación a lavida se incoa por la fe, por la que creemos en el que justificaal impío; se afianza con las buenas costumbres y sefortalece de día en día a medida que el hombre interiorva renovándose.3 Var. Medicina ex resurrectione = medicina por la resurrección.


328 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 3, 6Corpus vero tanquam homo exterior, quanto est haecvita diuturnior, tanto magis magisque corrumpitur, vel aetate,vel morbo, vel variis afflictionibus, doñee veniat ad ultimamd quae ab ómnibus mors vocatur. Eius autem resurrectiodiffertur in finem; cum et ipsa iustificatio nostra perficieturineífabiliter. Tune enim símiles ei erimus, quoniam videbimuseum sicuti est 13 . Nunc vero quamdiu corpus quodcorrumpitur aggravat animam 14 , et ita humana super terramtota tentatio est 15 , non iustificalbitur in cospectu eiusomnis vivens 16 , in eomparatione iustitiae qua aequabimurangelis, et gloriae quae revelabitur in nobis.De mor te autem animae a morte corporis distinguenda.quid plura documenta commemorem; cum Dominus in unasententia evangélica utramque mortem cuivis facile discernendamposuerit, ubi ait: Sine mortuos sepeliré mortuossuos? 1T Sepeliendum quippe corpus mortuum erat: sepultoresautem eius per inñdelitatis impietatem® in anima mortuosintelligi voluit, quales excitantur cum dicitur: Surge,qui dornas, et exsurge a mortuis, et üluminabit te Christusls .Detestatus autem quamdam mortem Apostolus, dicensde vidua: Quae autem in deliciis agit, vivens mortua est 19 .Anima igitur iam pía, quae fuit impía, propter iustitiam fideidicitur ex morte revix'isse atque vivere. Corpus autemnon tantum moriturum propter animae abscessum qui futurusest, sed propter tantam infirmitatem f carriis et sanguinis,quodam in loco in Seripturis etiam mortuum dicitur.loquente Apostólo: Corpus quidem, inquit, mortuum estpropter pecoatum, spiritus autem vita est propter iustitiam.Haec vita ex fide facta est; quoniam iustus ex fide vivit 20 .Sed quid sequitur? Si autem Spiritus eius qui suscitavit Iesuma mortuis, habitat in vobis; qui suscitavit ChristumIesum a mortuis, vivifieabit et mortalia corpora vestra perinhábitantem Spiritum eius in vobis 21 .6. Huic ergo duplae morti nostrae Salvator noster im-" i lo. 3, 2.4 Sap. 9, 15.15 Iob 7, 1.16 Ps. 142, 2.17 Mt. 8, 22." Eph. 5, 14.19 1 Tim. 5, 6.30 Rom. i, 17." Ibid., 8, 10-11.d Er. Lugd. Ven. Lov. addunt, aflicUonem; in B. deest haecvox ; sed notatur in margine : «subaudi, aflictionem». M.6 Am. et omnes fere Mss., per infidélitatem impietatis.1 Editi, propter infirmitatem tantum. At Ms., propter infirmitatemtantam.IV, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 329El cuerpo, vestido exterior del hombre,, cuanto más vivamás se corrompe por la edad, las enfermedades y los sufrimientos,hasta que llegue la última dolencia, que es, ensentir de todos, la muerte. La resurrección es diferida hastael fin, cuando nuestra justicia inefablemente se perfeccione.Entonces seremos semejante a El, porque le veremostal cual es. Ahora, mientras el cuerpo corruptibleapesgue al alma y la vida del hombre sea continua tentaciónsobre la tierra, no será justificado en su presencianingún viviente, si establecemos parangón con aquella justiciaque nos igualará un día a los ángeles y a la gloriaque en nosotros se manifestará.Sobre la diferencia entre la muerte del alma y la delcuerpo, ¿para qué coacervar testimonios, cuando el mismoSeñor indica claramente su distinción en aquella sentenciaevangélica: Dejad a los muertos que entierren sus muertos?Se da tierra al despojo, mas los sepultureros llevanla muerte en el alma por la impiedad de sus infidelidades4 ; a los que despierta cuando dice: Levántate, tú queduermes, y ponte en pie entre los muertos y te iluminaráCristo.Censura el Apóstol cierta clase de muerte cuando dicede la viuda: La que vive en medio de placeres, viviendoestá muerta. El alma antes impía, ahora piadosa, resucitade la muerte y vive por la justicia de la fe. El cuerpo, porelcontrario, no sólo muere en la separación futura delalma, sino que en un pasaje de la <strong>Escritura</strong> se le llamamuerto por su extremada flaqueza de carne y sangre. Elcuerpo, habla el Apóstol, está muerto por el pecado, peroel espíritu vive por la justicia. Esta vida es obra de fe,porque el justo vive de fe. Mas ¿qué sigue? Si el Espíritude aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habitaen vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre losmuertos vivificará vuestros cuerpos mortales en virtud desu Espíritu, que habita en vosotros.6. A esta nuestra doble muerte consagró nuestro Sal-* La casi totalidad de los códices lee per infidélitatem impietatis= por una infidelidad impía.


330 BE TRINITATE IV, 3, 6pendit simplam .suam: et ad faciendam utramque resuscitationemnostram, m sacramento et exemplo praeposuit etproposuit _ unam suam. Ñeque enim fuit peccator aut impius,ut ei tanquam spiritui mortuo in interiore nomine renovari«pus esset, et tanquam resipiscendo ad vitam iustitiaerevocará: sed indutus carne mortali, et sola moriens,sola resurgens, ea sola nobis ad utrumque concinuit, cum inea fieret interioris hominis sacramentum, exterioris exemplum.Interioris enim hominis nostiri sacramento data est illavox, pertinens ad mortem animae nostrae signifieandam, nonsolum in Psalmo, verum etiam in cruce: Deus meus, Deusmeus, ut quid me dereliquisti?22 Cui voci congruit Apostolusdicens: Scientes quia vetus homo noster simul crucifixusest, ut evacuetur corpus


332 <strong>DE</strong> TRINITATE TV, 3, 6Dominicae carnis mors pertinet, quia per talem passionemmáxime hortatus est servos suos, ut non timeant eos quicorpus occidunt, animam autem non possunt occidere 29 .Propter quod dicit Apostolus: Ut supleam quae desunípressurarum Christi in carne mea 30 . Et ad exemplum resurrectionisexterioris hominis nostri pertinere inveniturresurrectio corporis Domini, quia discipulis ait: Pálpate, etvidete, quia spiritus carnem et ossa non habet, sicut mevidetis habere S1 . Et unus ex discipulis etiam cicatrices eiuscontrectans, exclamavit dicens: Dominus meus, et Deusmeus! 32 Et cum illius carnis tota integritas appareret demonstratumest in ea quod suos exhortans dixerat: Capilluseapitis vestri non períbit 3S .Unde enim primo: Noli me tangere, nondum enim ascendíad Patrem meum; et unde antequam ascendat ad Patrema discipulis tangitur, nisi quia illis insinuabatur interiorishominis sacramentum, hic praebebatur exteriorisexemplum? An forte quisquam ita est absurdus atque aversusa vero, ut audeat dicere a viris eum tactum antequamascenderet; a mulieribus autem cum ascendisset?Propter hoc exemplum'futurae nostrae resurrectionis incorpore, quod praecessit in Domino, dicit Apostolus: InitiumChristus, deinde qui sunt Christi M . De corporis enimresurrectione illo loco agebatur, propter quam etiam dicit:Transfiguravit h corpus humilitatis nostrae conforme corporigloriae suae 35 . Una ergo mors nostri Salvatoris duabus mortibusnostris saluti fuit. Et una eius resurrectio duas nobisresurrectiones praestitit, cum corpus eius in utraque re,id est, et in morte et in resurrectione, et sacramento interiorishominis nostri, et exemplo exterioris, medicinali quadamconvenientia ministratum est.IV, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 333te de nuestro hombre exterior, pues su pasión es incentivopara sus siervos, aprendiendo a no temer a los que tienenpoder para matar el cuerpo, pero se encuentran impotentespara matar al alma. Por eso dice el Apóstol: Suplo en micarne lo que falta al estrujamiento de Cristo. Que la resurreccióndel cuerpo del Señor sea ejemplo de la resurrecciónde nuestro hombre exterior, lo evidencian aquellaspalabras a sus discípulos: Palpad y ved, porque el espírituno tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.Y al palpar sus cicatrices exclama uno de sus discípulos:¡Mi Señor y mi Dios! Dejando ver la integridad de su carne,sentó por verdadera esta sentencia: No perecerá ni unoabello de vuestra cabeza.¿Cómo dice primero: No me toques, porque aun no hesubido a mi Padre, y luego se deja tocar de sus discípulosantes de subir al Padre, sino porque se insinúa allí el sacramentodel hombre interior y aquí se ofrece un ejemplode nuestra resurrección exterior? ¿Habrá alguien tan necioy divorciado de la verdad que se atreva a decir queantes de su ascensión se dejó tocar de sus discípulos y selo permitió a las mujeres sólo después de haber subido alos cielos?San Pablo vio en la resurrección de Cristo el tipo denuestra resurrección corporal, y por eso dice: PrimeroCristo, luego los que son de Cristo. Se habla en este pasajede la resurrección del cuerpo, y añade: Reformó elcuerpo de nuestra vileza conforme a su cuerpo glorioso. Laúnica muerte de nuestro Salvador sirvió de medicina salutíferaa nuestra doble muerte. Su resurrección es ejemplode nuestra doble resurrección, pues su cuerpo nos proporcionasuficiente remedio medicinal en ambas cosas, comosacramento del hombre interior y ejemplo del exterior.Mt. io, 28.Col. 1, 24.Le. 24, 39.lo. 20, 28.Le. 21, l8.i Cor. 15, 23.Hhil. 3, 21.hAliquot Mss. : Trartsfigurablt.


334 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 4/7IV, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD335CAPUTIVCAPÍTULOIVRATIO SIMPLI AD DUPLUM EX PERFECTIONE SENARII NTJMERI.SENARII PERFECTIO IN SCRIPTURIS COMMENDATA. ANNUS SE­NARIO NUMERO POLLET7. Haec autem ratio simpli ad duplum oritur quiderua ternario numero; unum quippe ad dúo, tria sunt: sed hoctotum quod dixi, ad senarium pervenit;,unum enim et dúoet tria sex ftunt. Qui numerus propterea perfectus diciturquia partibus suis completur: habet enim illas tres, sextam,tertiam. dimidiam; nec ulla pars alia, quae dici possitquota sit, invenitur in eo. Sexta ergo eius unum est: tertia,dúo; dimidia, tria. Unum autem et dúo et tria consurnmanteumdem senarium. Cüius perfectionem nobis sancta Scripturacommendat, in eo máxime quod Deus sex diebus perfecitopera sua, et sexto die factus est homo ad imaginemDei S6 . Et sexta aetate generis humani, Filius Dei venit etfactus est filius hominis, ut nos reformaret ad imaginemDei. Ea quippe nunc aetas agitur, sive milleni anni singulisdistribuantur aetatibus, sive in divinis Litteris memorabilesatque insignes quasi artículos temporum vestigemus, utprima aetas inveniatur ab Adam usque ad Nbe, inde secundausque ad Abraham: et deinceps sjeut Matthaeusevangelista distinxit, ab Abraham usque ad David, a Davidusque ad transmigrationem in Babyloniam, atque inde usquead vírginis partum 37 . Quae tres aetates coniunctae illisduabus, quinqué faciunt. Proinde sextam inchoavit nativitasDomini, quae nunc agitur usque ad occultum temporisfinem.Hunc senarium numerum quamdam temporis gerere figuram,etiam in illa ratione tripartitae distributionis agnoscimus,qua unum tempus computamus ante Legem; alterum,sub Lege; tertium, sub gratia. In quo tempore sacramentumrenovationis accepimus: ut in fine temporis etiam resurrectionicarnis omni ex parte renovati, ab universa, non solumanimae, verum etiam corporis infirmitate sanemur. Unde intelligiturilla mulier in typo Ecclesiae a Domino sanata eterecta, quam curvaverat infirmitas alligante Satana. De ta-36 Gen. i, 27.37 Mt. i, 17.PERFECCIÓN <strong>DE</strong>L NÚMERO SEIS. CÍRCULO SENARIO EN EL AÑO7. Esta relación del uno al dos tiene su origen en el númerotres: uno y dos son tres, y todo esto que dije nos llevaal número seis: uno, más dos, más tres, son seis. Se le llamaperfecto por ser en sus partes completo. Encierra en sí unasexta y una tercera parte, y una mitad, y no existe en dichonúmero una parte que pueda ser equivalente a otra. La sextaparte es la unidad, dos la tercera parte, y tires la mitad. La ,suma de uno más dos, más tres, integran el número seis. 'La <strong>Escritura</strong> subraya esta perfección numérica del seis alnarrar -cómo Dios en seis días llevó a complemento su obray en el sexto fué el hombre creado a imagen de Dios. En lasexita época del género humano vino al mundo el Hijo deDios y se hizo Hijo del hombre para rehacer en nosotros laimagen de Dios. Nos encontramos en la actualidad en estasexta época, ora se distribuya por milenios a de años encada período, ora en espacios de tiempo históricos e insignesrecordados en las <strong>Escritura</strong>s Santas. La primera edadcorre desde Adán hasta Noé; la segunda llega hasta Abrahán;el evangelista San Mateo distingue luego desde Abrahánhasta David, desde David hasta la transmigración deBabilonia y, finalmente, hasta el parto Virginal. Estas tresedades, sumadas a las otras dos, hacen cinco. Por consiguiente,«1 nacimiento del Señor inaugura la sexta época,que se prolongará hasta el fin ignorado de los tiempos.Bajo otro aspecto, el número seis es figura del tiempo, inclusoen su distribución tripartita. El primer período tuvolugar antes de la Ley; el segundo, bajo la Ley, y el tercero,bajo el imperio de la gracia. En esta última edad recibimosel sacramento de nuestra regeneración, para que, remozadosal fin de los tiempos por la resurrección integralde la carne, sanemos de toda lacra corporal y espiritual. Enaquélla mujer ligada por Satán con la enfermedad de sucurvatura, a la que el Señor curó y enderezó, podemos veruna figura simbólica de la Iglesia. De estos enemigos ocul-_ 6 La cronología de los Setenta pone la treación del hombre seismil años antes del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Hoy,como en tiempos de San Agustín, la critica no ha logrado establecercon visos de probabilidad una cronología bíblica. Sobre el númeroseis, of. De civ. Dei, XI, 30 (PL 41, 343-344). Sobre las edadesdel mundo, cí. O. ROUSSEAU, Les Peres de l'Eglise et la théologiedu temps: La Maison-Dieu, 30 (1952), p. 3'6-55-


336 <strong>DE</strong> IRINIIATE rv, i, 8libus enim occultis hostibus plangit illa vox Psalmd: Curvaveruntanimam meam 3S . Haec autem mulier decem et oetoannos habebat in infirmitate, quod est te¡r seni. Menses autemannorum decera et octo inveniuntur in numero solidiquadrati senarii, quod est sexies seni, et hoc sexies. Iuxtaquippe est in eodem Evangelii loco, arbor quoque illa ficulnea,cuius miseram sterilitatem etiam tertius annus arguebat.Sed ita pro illa intereessum est, ut dimitteretur illoanno, ut si fructum ferret, Ibene; sin aliter, excideretur 39 .Nam et tres anni ad eamdem tripartitam distriibutionemfpertinent, et menses trium annorum quadratum senariumfaciunt, quod est sexies seni.8. Annus etiam unus, si duodecim menses integri considerentur,quos triceni di es complent (talem quippe mensemveteres observaverunt, quem circuitus lunaris ostendit),senario numero pollet. Quod enim valent sex in primoordine numerorum, qui constat ex unis ut perveniatur addecem; hoc valent sexaginta in secundo ordine, qui constatex denis ut perveniatur ad centum. ¡Sexagenarius ergo numerusdierum, sexta pars anni est. Proinde per senariumprimi versus multiplicatur *•, tanquam senarius seeundi versuiS,et fiunt sexies sexageni, trecenti et sexaginta dies, quisunt integri duodecim menses. Sed quoniam sieut mensemcircuitus lunae ostendit hominibus, sic annus círcuitu solisanimadversus est; restant autem quinqué dies et quadransdiei, ut sol impleat cursum suum annumque coneludat: quatuorenim quadrantes faciunt unum diem quem necesse estintercalan excurso quadriennio, quod bissextum vocant, netemporum ordo turbetur: etiam ipsos dies quinqué et quadrantemsi consideremus, senarius numerus in eis plurimumaPs. 66, -.Le. 13, 6-17.Editi : muUiplicantur. Melius Mss. : multiplicatur: numerus, videlicetsenarius.IV, 4, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 337tos se lamenta la voz del salmista: Han, dice, curvado mialma. Esta mujer hacía dieciocho años padecía espíritu deenfermedad, número que da el seis multiplicado por tres.Además, el número de meses que resultan de los dieciochoaños es iguaíl a seis multiplicado por seis multiplicado porseis; es decir, seis elevado al cubo 7 . Idéntico significado tienela higuera evangélica, cuya esterilidad databa de hacíatres años. Intercedió por ella el hortelano, y se la dejó unaño más, pasado el cual debía ser arrancada de permaneceren su esterilidad. Los tres años pertenecen a esta mismadistribución tripartita, y los meses resultantes de los tresaños corresponden en total a seis elevado al cuadrado, estoes, a seis multiplicado por seis.8. El año solar, con su ciclo de doce meses de treintadías cada uno (tal es el mes establecido por los antiguosdespués de observar las fases lunares), contiene el númeroseis. Y el valor que tiene el seis en el orden primero de losnúmeros, es decir, en el de las unidades, del uno al diez,lo tiene el sesenta en el orden de las decenas, de diez aciento. Luego sesenta días son la cuarta parte del año 8 .El seis de la primera serie se multiplica por el primero dela segunda serie, esto es, seis por sesenta, y nos da por resultadotrescientos sesenta días, que correponden exactamentea los doce meses que tiene el año. Pero así como elmes es igual a un ciclo lunar completo, el año lo constituye elsol en su rotación a través de los signos zodiacales y, porconsiguiente, faltan cinco días y un cuarto para que el solcomplete su curso y cierre el año. Cuatro cuartos formanun día, que es menester intercalar cada cuatro años—añobisiesto—para no perturbar el orden de los tiempos °. Y siconsideramos estos cinco días y cuarto, vemos que el seis esde gran valor. Y esto por dos razones: la primera, porque,' En fórmula matemática lo expresaríamos del siguiente modo :6* = 6 x 6 x 6. En total, doscientos dieciséis meses, es decir,dieciocho años. La matemática es un medio poderoso y genial parael conocimiento del mundo. Agustín se entrega con pasión a lo quepodíamos llamar la filosofía del número. «El platónico AurelioAgustín—dice N. de Cusa—\ cuando investiga la grandeza del alma,su inmortalidad y otras verdades profundas de contenido, recurre alas matemáticas.» Cf. D. VÉLEZ, El número agustiniano: Religióny Cultura, XV (1930), p. 139-196.8 La analogía radica en la suma de la primera serie : i, a, 3, 4,etcétera, con la segunda serie : 10, 20, 30, 40, etc.* Sabido es que el año juliano consta de trescientos sesenta ycinco días y seis horas justas. En la reforma que por medio de Sosígeneshizo Julio César se preceptuó que el año tuviera ese númerode días y cada cuatro años se adicionase, en el mes de febrero,un día. Gregorio XIII, en 1582, filó con más exactitud la duracióndel año solar. El lunar comprende doce lunaciones, trescientoscincuenta y cuatro días, ocho horas y cuarenta y cinco segundos.Agustín no menciona ni las horas ni los segundos.


338 <strong>DE</strong> 1RINÍTAIÉ IV, 5, 9valet. Primum, quia sicut fieri solet ut a parte totum c.omputetur,non sunt iam dies quinqué, sed potius sex, ut quadransille accipiatur pro die. Deinde, quia in ipsis quinquédiebus sexta pars mensis est: ipse autem quadrans sex horashabet. Totus enim dies, id est, cum sua nocte, vigintiquatuor horae sunt, quarum pars quarta, quae est quadransdiei, sex horae inveniuntur: ita in anni cursu senarius numerusplurimum valet.IV, 5, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 339como con frecuencia sucede, la parte se toma por el todo,y así ya no son cinco los días que faltan para completar elaño, sino seis, pues la cuarta parte se computa como díapleno; la segunda, porque los cinco días son la sexta partedel raes, y la cuarta parte del día tiene seis horas. El díaíntegro, con su noche, tiene veinticuatro horas, y la cuartaparte, denominada cuadrante, son seis horas; y así, másde dos veces en el curso del ^ño el número seis nos prestaexcelentes servicios.CAPUT VSENARIUS ÍTEM IN AEDIFICATIONE CORPORIS GHRISTI AC TEM-PLI IEROSOLYMITANICOMMENDATUS9. Nec immerito in aedificatione corporis Dominici, incuius figura templum a iudaeis destructum triduo se resuscitaturumesse dicebat, numerus ipse senarius pro anno positusintelligitur. Dixerunt enim: Quadraginta et sex annisaedificaturn est templum. Et quadragies sexies seni, fiuntducenti septuaginta sex. Qui numerus dierum complet novemmenses et sex dies, qui tanquam decem menses parientibusfeminis imputantur: non quia omnes ad sextum diempost nonum mensem perveniunt, sed quia ipsa perf ectio corporisDomini tot diebus ad partum perducta comperitur,sicut a maioribus traditum suscipiens Ecclesiae custoditauctoritas. Octavo enim calendas aprilis conceptus creditur,quo et passus: ita monumento novo quo sepultus est. ubinullus erat mortuorum positus 40 , nec ante, nec postea, congruituterus virginis quo conceptus est, ubi nullus seminatusest mortalium. Natus autem traditur octavo calendasianuarias. Ab illo ergo die usque ad istum computati a . ducentiseptuaginta et sex reperiuntur dies, qui senarium numerumquadragies sexies habent.Quo numero annorum templum aedificaturn est, quia eonumero senariorum corpus Domini perfectum est, quod mor-Io. 19, 41-43.a Editio Vea., computan. M.CAPÍTULO VEL NÚMERO SEIS EN LA FORMACIÓN <strong>DE</strong>L CUERPO <strong>DE</strong> CRISTOY EN LA EDIFICACIÓN <strong>DE</strong>L TEMPLO <strong>DE</strong> JERUSALÉN9. No sin causa, en la formación del cuerpo del Señor,simbolizado en el templo, que fué destruido por losjudíos y que Cristo se comprometió a resucitar en tresdías, el número seis tiene la valencia de un año. Dijeron loshebreos: Cuarenta y seis años se tardó en edificar este templo.Cuarenta y seis multiplicado por seis da doscientos setentay seis; es decir, nueve meses y seis días, tiempo quefie computa como si fueran diez meses en el parto de lasmujeres, no porque todas lleguen en su preñez al sexto díadespués de los nueve meses, sino porque la perfección delSeñor exigía que se emplearan íntegros los días prescritos,como nos lo enseña la Iglesia por la autoridad de sus mayores.Se cree fué concebido el 25 de marzo. El sepulcronuevo donde nadie había sido sepultado es como el senoviginal de María, donde, ni antes ni después, ningún mortalhabía de nacer por seminación de varón 10 . Se cree tambiénque Cristo nació el 25 de diciembre 11 . Luego desdesu concepción hasta su nacimiento tenemos doscientos setentay seis días, número igual a seis repetido cuarenta ysei,s veces.En este número de años se construyó el templo de Jerusalén,y en el mismo número de senarios fué perfeccio-10 Agustín afirma de un modo rotundo su firme creencia en laperpetua virginidad de María. Los testimonios son abundantes ya/podícticos. Cf. FRIEDRICH PHIL., Die Mariologie des hl. Augustin(Colonia 1907), c. 3.11 La tradición a la cual apela el Santo es ciertamente antiquísima.La iglesia de Roma ya celebraba ese


340 <strong>DE</strong> TRINITAIE IV, 6, 10tis passione destructum, triduo resuscitavit. Dicebat enimhoc de templo corporis sui 41 , sicut evidentissimo et robustissimoEvangelii testimonio declaratur, quo ait: Sicut fuitlonas in ventre ceti tribus diebus et tribus noctibus, sicerit Filius homims in carde terrae tribus diebus et tribusnoctibus* 2 .IV, 6, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 341nado el cuerpo del Señor, cuerpo que será destruido en supasión para resucitar al tercer día. El Señor se refería altemplo de su cuerpo, según lo declara con toda evidenciay firmeza el evangelista en aquel testimonio que dice: Comoestuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches,así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tresdías y tres noches.CAPUTVICAPITULOVITRIDUUM RESURRECTÍONIS, IN QUO ETIAM APPARET RATIOSIMPLI AD DUPLUM10. Ipsum autem triduum non totum et plenum fuisse,Scriptura testis est: sed primus dies a parte extrema totusannumeratus est; dies vero tertius a parte prima et ipsetotus; medius autem ínter eos, id est, secundus dies absolutetotus viginti quatuor horis suis, duodecim nocturnis etduodecim diurnis. Crucifixus est enim primo iudaeorum vocibushora tertia, cum esset dies sexta sabbati. Deinde inipsa cruce suspensus est hora sexta et spiiritum tradidithora nona 43 . Sepultos est autem cum iam sero factum esset,sicut sese habent verba Evangelii 44 ; quod intelligitur,in fine diei. Undelibet ergo incipias, etiam si alia ratio reddipotest, quomodo non sit contra Evangelium Ioannis *», uthora tertia ligno suapensus intelligatur; totum diem a primumnon comprehendis. Ergo a parte extrema totus eomputabitur,sicut tertius a parte prima.Nox enim usque ad diluculum, quo Domini resurrectiodeclarata est, ad tertium diem pertinet: quia Deus qui dixitde tenebris lucem clarescere 46 , ut iper gratiam Novi Tfesta-11 Ibid., 2, 19-21.i2Mt. 12, 40.13 Ibid., 27, 23-50.44 Me. 15, 42-46.45 lo. 19, 14.48 2 Cor. 4, 6.aLov., si totum diem. Abest, si, ab aliis libris, et.abesse debet.EL TRIDUO <strong>DE</strong> LA RESURRECCIÓN, EN EL QUE APARECE LARAZÓN <strong>DE</strong> LA UNIDAD AL DUPLO10. El triduo de la muerte de Cristo no fué completo,y la <strong>Escritura</strong> es de ello testigo; pues el primer día dioprincipio al declinar el sol y termina el tercero al despuntarla aurora, y ambos se computan como días plenos. Elque está en medio de ellos, es decir, el segundo, fué díacompleto con sus veinticuatro horas, noche y día. Cristofué crucificado primero por el clamor de los judíos haciala hora de tercia del sexto día de la semana 12 . La crucifixióntuvo lugar a la hora de sexta, y a la de nona entregósu espíritu. Fué sepultado cuando era ya llegada la tarde,es decir, al finalizar el día, al tenor de las palabras delEvangelio. Por cualquier parte que empieces, aun suponiendoque, sin contradecir al evangelista San Juan, hayasido suspendido en la cruz hacia la hora de tercia, no tenemosel primer día completo. Luego se computa como íntegroen su parte extrema, así como el tercero se dicecompleto aunque estaba aún alboreando.La noche hasta el amanecer que precedió a la resurreccióndel Señor pertenece al día tercero, porque el Dios que hizobrillar la luz en el seno de las tinieblas quiso darnos a en-12 La hora de tercia es hacia las nueve de la mañana ; la de sextacoincide con nuestro mediodía, y la de nona con las tres de la tarde.San Agustín sigue al evangelista San Tuan, aunque alude tambiénal cómputo de San Marcos cuando dice : Era la hora de tercia y lecrucificaron. Se proponen varias hipótesis para conciliar a estos dosevangelistas. La del Santo no deja de ser ingeniosa. «Según todaverosimilitud—dice Ricciotti—, la discordia entre Marcos y Juanrespecto a la hora de la crucifixión de Jesús radica en que Marcoshabla de la hora de tercia en cuanto gruño o período de horas,extendiéndola, por tanto, hasta sexta o mediodía, mientras Juan serefiere a la hora de sexta numéricamente». Vid. RICCIOTI, Vida deJesucristo, trad. española por Luaces (Barcelona 1944), n. 607.


342 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 6, 10mentí et participationem resurrectionis Chrjsti audiremus.Fuistis enim aliquando tenebrae, nunc autem lux in DomUno 47 ; insinuat nobis quodam modo quod a nocte dies sumatinitium.Sieut enim primi dies propter futurum hominis lapsuma luce in noctem iS , ita isti propter hominis reparatiohema tenebris ad lueem computantur. Ab hora ergo mortis usquead diluculum resurrectionis horae sunt quadraginta, utetiam iipsa hora nona connumeretur. Cui numero congruitetiam vita eius super terram post resurrectionem in quadragintadiebus.Et est iste numerus frequentissimus in Scripturis ad insinuandummysterium perfectionls in quadripartito mundo13 . HaJbent enim quamdam perfectionem decem, et ea quatier'multiplicara faciunt quadraginta. A vespere autem sepulturaeusque ad diluculum resurrectionis triginta sex horaesunt, quii est quadratus senarius. Refertur autem adi'llam rationem siimpli ad duplum, ubi est coaptationis máximaconsonantia. Duodecim enim ad viginti quatuor simpload duplum conveniunt, et fiunt trignnta sex: nox totacum die toto et nocte tota, ñeque hoc sine illo sacramentoquod supra memoravi. Non absurde quiíppe spiritum dieicomparamus; corpus autem, nocti. Dominieum enim corpusin morte ac resurrec+ione, et spirituis nostri figura'm, et corporisgerebat exemplum. Etiam sic ergo apparet illa ratiosimpli ad duplum in horis triginta sex, cum duodecim conferunturad viginti quatuor.Et 'horum quidem numerorum causas, cur in Scripturissanctis positi sint 10 . rjotest alius alias indagare, vel quibusistae quas ego reddidi, praeDonendae sint, vel aeque probabiles,vel istis etiam probabiliores: frustra tamen eos essein Scripturis pósitos, et nuiles causas esse mysticas cur illicisti numeri commemorentur, nemo tam stultus inerctusquecontenderit. Eso autem quas reddidi, vel ex Ecclesiaeauctoritate a maioribus traditas d , vel ex divinarum testimonioScri'Dturarum, vel ex ratione numerorum similitudinumquecollegi. Contra rationem nemo sobrdus, contra Scripturasnemo christianus, contra Eoclesiam nemo pacificussenserit.17 Eph. 5, 8.1S Gen. i, 4-5.b0 Editi, in quadripartito modo. Mendose.d Sic Mss. At Editi, positae sint.Plures Mss., iradita.IV, 6, 10 <strong>DE</strong> LA SAHTÍSIMA TRINISAÍt 343tender esto por la gracia del Nuevo Testamento y por laparticipación de la resurrección de Cristo. Fuisteis algúntiempo tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor, insinuandoen cierto modo que el día principia por la noche.Y así como los primeros días de la creación, a causade la futura caída del hombre, se computaban de luz anoche, éstos, en virtud de la redención del hombre, senumeran de noche a la alborada. En consecuencia, desdela noche de la muerte de Cristo hasta el amanecer de suresurrección, hay cuarenta horas, contada la de nona. Coneste número armoniza la duración de su vida sobre latierra después de su resurrección, que fué de cuarentadías.. Es asaz frecuente en la <strong>Escritura</strong> el empleo de este númeropara significar el misterio de la perfección del mundo,dividido en cuatro partes. Tiene también su perfecciónel número diez, y multiplicado por cuatro nos da cuarenta.Desde el atardecer de la sepultura hasta la alborada desu resurrección hay treinta y seis horas, que es precisamenteel número seis elevado al cuadrado. Se refiere a lahabitud del uno al dos, proporción de la más bella armonía.Así, doce más veinticuatro, relación de la unidad al duplo,son treinta y seis; esto es, toda la noche, más el díasiguiente íntegro y la noche completa; y esto no sin elmisterio mencionado. No es, pues, un absurdo compararel espíritu al día, y el cuerpo a la noche. El cuerpo delSeñor en su muerte y resurrección era figura de nuestroespíritu y ejemplo para nuestro cuerpo. También aparecela relación del uno al dos en las treinta y seis horas, cuandoa las veinticuatro sumamos doce.Las razones por las que estos números se mencionanen las <strong>Escritura</strong>s son muy diversas, y quizás alguien acertaráa encontrar otras mejores que las que yo propuse, oal menos igualmente probables, e incluso más probables;pero nadie, por idiota y menguado de alcances que sea,osará afirmar que estos números carecen de místico significadoen la <strong>Escritura</strong> 12a . Las que yo especifiqué las heespigado en el campo de los autores más venerables de laIglesia, en la atenta lectura de las divinas <strong>Escritura</strong>s, yotras las he deducido de la semejanza misma de los números.Nadie es docto si a la razón contradice, nadie cristianosi rechaza las <strong>Escritura</strong>s, nadie amigo de la paz sisiente contra la Iglesia.121 Sobre la mística de los números en San Agustín, confrónteseA. SCHMITT, Mathemútik und Zahlenmystiií: Aurelias Augustinus(1930), p. 353-366.


344 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 8, 12IV, 8, 12 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 345CAPUTVIICAPITULO VIIQUOMODO PER UNUM MEDIATOREM EX MULTIS COLLIGAMURIN ÜNXJM11. Hoc sacramentum, hoc sacrificium, hic sacerdos, hicDeus, antequam missus veniret, factus ex femina, omniaquae sacrate atque mystice patribus nostris per angélicamiracula apparuerunt, sive quae per ipsos facta sunt, similitudineshuius fuerunt, ut omnis creatura factis quodammodo loqueretur unum futurum in quo esset salus universoruma morte reparandorum. Quia enim ab uno vero Deoet summo per impietatis iniquitatem resilientes et dissonantesdefluxeramus, et evanueramus in multa, discissi permulta et inhaerentes in multis; oportebat nutu et imperioDei miserantis, ut ipsa multa ven tur um conclamarent unum;et a multis conclamatus veniret unus, et multa contestarenturvenisse unum; et a multis exonera ti veniremus ad unum,et multis peccatis in anima mortui, et propter peccatum incarne morituri, amaremus sine peccato mortuum in carnepro nobis unum; et in resuscitatum credentes, et cum illoper fidem spiritu resurgentes, iustificaremur in uno iustofacti unum: nec in ipsa carne nos resurrecturos desperaremus,cum multa membra intueremur praecessisse nos caputunum; in quo nunc per fidem mundati, et tune per speciemredintegrati, et per Mediatorem Deo reeonciliati haereamusuni, fruamur uno, permaneamus unum.<strong>DE</strong> LA MULTITUD A LA UNIDAD POB EL ÚNICO MEDIADOR11. ÍEste sacramento, este sacrificio, este sacerdote yeste Dios, antes de ser enviado y nacer de una mujer, fuéprefigurado por cuanto misteriosa y místicamente se ha manifestadoa nuestros Padres mediante milagros y portentosangélicos, para que toda criatura pregone con sus obras ya su manera el futuro advenimiento 'del Uno, salud de todoslos que El ha de salvar de la muerte. Y, pues, coniniquidad impía nos habíamos distanciado del único, verdaderoy supremo Dios, desentonados y disipados en muchedumbrede vanidades, separados por muchas cosas yapegados a otras, era necesario, obedientes al mandatoy orden del Dios de las misericordias, que todas las cosaspreanunciaran la llegada del Único, y su venida fuera profetizadapor muchos testigos, para que, libres de los lazosaprisionadores, viniéramos al Único, y muertos en el almapor el pecado, y en pena de este delito condenados a muertede la carne, creyendo en su resurrección, resucitáramos conEl en el espíritu mediante la fe, justificados y hechos unocon el Justo. Y a fin de que no desesperemos de nuestraresurrección corporal viendo tantos miembros abocados ala resurrección, nos precedió una sola Cabeza. Y en ellajustificados ahora por la fe, y reintegrados luego por lavisión, y reconciliados con Dios por el Mediador, nos uniremosal Uno, gozaremos del Uno y en el Uno permaneceremos.CAPUTVIIIQUOMODO OíRlSTUS VULT OMNES IN SE UNUM ESSECAPÍTULOVIII12. Sic ipse Filius Dei, Verbum Dei, et idem ipse mediatorDei et hominum Filius hominis 49 , aequalis Patri perdivinitatis unitatem, et particeps noster a per humanitatissusceptionem, Patrem interpellans pro nobis per id quod49 i Tim. 2, 5.» Sic Am. et plerique Mss. At Er. et Lov. particeps nostri.UNIÓN <strong>DE</strong> LOS FIELES EN CRISTO12. Y así, el mismo Hijo de Dios, Verbo de Dios, mediadorentre Dios y los hombres, Hijo del hombre, igual alPadre por su divina unidad, hermano nuestro por participaciónde naturaleza, nuestro intercesor ante el Padre, encuanto hombre, no silenciando su unidad con el Padre, dice


346 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 9, 12homo erat 50 , nec tamen taeens quod Deus cum Patre unumerat, Ínter cetera ita loquitur: Non pro his autem rogo, inquit,tantum, sed et pro eis qui credituri sumí per verbum^eorum in me: ut omnes unum sint, sicut tu Pater in me,et ego in te, ut et ipsi in nobis unum sint; ut mimdus eredat,guia tu me misisti. Et ego claritatem quam dedistimkhi, dedi eis, ut sint unum, sicut et nos unum sumus 51 .IV, 9, 12 , <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 347entre otras cosas: No ruego sólo por éstos, sino por cuantoshan de creer en mí por su palabra, para que todos seanuno, como tú, Padre,, estás en mí y yo en ti, para que tambiénellos sean en nosotros una sola cosa y él mundo creaque tú me has enviado:. Y yo les he dado a ellos la, gloriaque tú me disté, a ¡fin de que sean uno, como nosotros somosuno.CAPUTIXSEQUITUR <strong>DE</strong> EO<strong>DE</strong>M ARGUMENTONon dixit: "Ego et ipsi unum"; quamvis per id quodEeclesiae caput est et corpus eius Ecclesia 52 , posset dicere:"Ego et ipsi, non unum, sed unus", quia caput et corpusunus est Christus; sed divinitatem suam consubstantialemPatri ostendens a (¡propter quod et alio loco dicit: Ego et Paterunum sumus 53 ), in suo genere, hoc est, in eiusdem naturaeconsubstantiali parilitate, vult esse suos unum, sed inipso; quia in se ipsis non possent, dJssoeiati ad invicem perdiversas voluptates 1 » et cupiditates et immunditias peccatorum:unde mundantur per Mediatorem, ut sint in illo unum;non tantum per eamdem naturam qua omnes ex hominibusmortalibus aequales angelis fiunt, sed etiam per eamdemin eamdem beatitudinem conspirantem concordissimam volúntatemein unum spiritum quodam modo igne charitatisconflatam d . Ad hoc einim valet quod ait: Ut sint unum sicutet nos unwm sumus: ut quemadmodum Pater et Filius,non tantum aequalitate sufostantiae, sed etiam volúntateunum sunt; ita et ii inter quos et Deum mediator est Filius,non tantum per id quod eiusdem naturae «unt, sed etiamper eamdem dilectionis societatem unum si.nt. Deinde idipsumquod Mediator est, per quem reconciliamur Deo, sicind'ieat: Ego, inquit, in ei¿, et tu in me, ut sint consummattin unum 54 .CAPITULO IXPROSIGUE EL MISMO ARGUMENTONo dijo: "Para que yo y ellos seamos uno"; aunque,como cabeza de la Iglesia, y ésta como cuerpo suyo, pudomuy bien decir: "Para que yo y ellos seamos, no unaesencia, sino unidad moral", pues la cabeza y el cuerpoforman un solo Cristo. Mas para indicar su consubstancialidadcon el Padre (ya en otro pasaje había dicho; Yo y elPadre somos uno) en su género, es decir, en la consubstancialparidad de naturaleza, anhela también que los suyossean una misma cosa, pero en El, porque en sí mismos nolo pueden ser, distanciados como están entre sí por diversidadde placeres 13 , concupiscencias y lacras de pecado;y de ahí que su purificación es obra del Mediador, para quesean unidad en El, no sólo en cuanto a la naturaleza humana,que un día será igualada a los ángeles, sino inclusopor unión de voluntades, pues aspiran a la misma bienandanza,fusionados en unidad de espíritu por el fuego aglutinantede la caridad. Tal es el significado de las palabras:Para que sean uno, como nosotros somos uno. Como el Padrey el Hijo son uno en unidad de esencia y amor, asíaquellos de quienes el Hijo es mediador ante Dios no sólosean uno en virtud de la identidad de naturaleza, sino tambiénen unidad de voluntades. El mismo Mediador, por quienhemos sido reconciliados con Dios, indica esto al decir: Yoen ellos y tú en mí, para que sean consumados en la unidad. Rom. 8, 34.51 lo. 17, 20-22.52Eph. 1, 22-23.•M lo. io, 30.M Ibid., 17, 23.13 Varios mss. leeti voluntates = quereres.aEditi, ostendens, hoc ait. Abest, hoc ait, a Mss.b Plures Mss., volúntales.c Sic Mss. Editi autem, per camelen caritalem in eamdem beatitudinemconspirantes concordissima volúntate.d Quídam Mss., conflati.


TAS <strong>DE</strong> TRINITATE rv, 10, 13IV, 10, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 349CAPUT XÜT CHRISTUS MEDIATOR VITAE, ITA DIABOLUS MEDIATOR MORTIS13. Haec est vera pax, et cum Creatore nostro nobisfirma connexio, purgatis et reconciliatis per M|edíatorem vitae,sicut maculati et alienati ab eo recesseramus per mediatoremmortis. Sicut enim diabolus superbus hominem superbientemperduxit ad mortem, ita Christus humilis hominemobedientem reduxit ad vitam: quia sicut ille elatus cecidit,et deiecit consentientem, sic iste humiliatus surrexit, eterexit eredentem.Quia enim non pervenerat diabolus quo ipse perduxerat(mortem quippe spiritus in impietate gestabat, sed mortemcarnis non subierat, quia nec indumentum susceperat) magnushomini videbatur princeps in legionibus daemonum, perquos fallaciarum regnum exercet, sic hominem per elationistyphum, potentiae quam iustitiae cupidiorem, aut per falsamphilosophiam magis inflans; aut per sacra sacrilega irretiens,in quibus etiam magicae fallaciae, curiosiores supervioresqueanimas deceptas illusasque praecipitans, subditumtenet*; pollicens etiam purgationem animae, per easquas TetaTás appellant, transfigurando se in angelum lucis 55per multiformem machinationem in signis et prodigiis mendacii.55 2 Cor. II, 14.aSic plures Mss. Alii vero, cum Am., pmecipitant, snbditum tenens.Et. et Lov., praecipitat.CAPITULO XCRISTO., MEDIADOR <strong>DE</strong> VIDA; LUZBEL, MEDIADOR <strong>DE</strong> MUERTE13. En -esto consiste la paz verdadera y nuestra indestructibleensambladura con nuestro Hacedor, una vez purificadosy reconciliados por el Mediador de la vida, afií comonos habíamos distanciados de El manchados y alejadospor culpa de un mediador de muerte. Así como el diablo,soberbio, condujo a la muerte al hombre engreído, así Cristo,humilde, retorna a la vida al hombre sumiso; porqueasí como aquel soberbio cayó y en su caída arrastró al cómpliceque le prestó su asentimiento, así Cristo humillado resucitó,elevando al creyente.Al hombre le parecía excelso el príncipe de las legionesdiabólicas, por cuyo medio ejerce el principado sobre elmundo de la falacia, porque no llegó adonde condujo alhombre (el espíritu del mal era portador de la niuerte ensu espíritu por ¡su impiedad, pero no sufrió en su carne lapena de muerte, por carecer de tal indumento), y así sometea su imperio al hombre por la hinchazón del orgullo,más ávido de poder que de justicia, inflado por el vientode una filosofía falaz y aprisionado en las mallas de unculto sacrilego, y engañados y seducidos estos espíritus desoberbia, los precipita y les promete la plena liberación delalma mediante un rito llamado TeAeTca ", y él mismo setransforma en ángel de luz, por medio de múltiples enredos,con milagros y prodigios mentirosos."TEAETOI es una ceremonia solemne de iniciación en los grandesmisterios de Eleusis. Tenía lugar en el mes de Antestérion (febrero)en Agrá, arrabal de Atenas, quizá antes de las purificaciones simbólicasdel Ilisos. Cf. Ve civ. Dei, 4, 31, 1 ; 10, 9, 2 : PL 41, 138.287. 300.


350 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 12, 15IV, 12, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 351CAPUTXICAPITULO XIMlRACULA QUAE.A DAEMONIBUS FITJNT, SPERNENDA14, Facile est enim spiritibus nequissimis per aerea corporafaceré multa, quae mirentur animae terrenis corporibusaggravatae, etiam melioris affectus. Si enim corporaipsa terrena nonnullis artibus et exercitationibus modificata,in speetaculis theatriicis tanta miracula hominibus exhibent,ut ii qui nunquam viderunt talia, narrata vix credant: quidmagnum est diabolo et angelis eius, de corporeis elementisper aerea corpora faceré quae caro miretur; aut etiam occultisinspirationibus ad illudendos humanos semsus phantasmataimaginum machinan, quibus vigilantes dormientesvedecipiat, vel furentes exagitet?Sed sicut fieri potest ut homo vita ac moribus meliorspectet nequissimos homines, vel in fuñe ambulantes, velmultimodis motibus corporum multa incredibilia facientesnec ullo modo faceré taha concupiscat, nec eos propterea sibipraeponendos existimet: sic anima fidelis et pía, non solumsi videat, verum etiam si propter f ragilitatem carnis exhorreatmiracula daemonum, non ideo tamen. aut non se possetalia dolebit, aut ob hoc illos meliores esse iudicabit; cumsit a praesertim in societate sanctorum, qui per virtutem Deicui cuneta subiecta sunt, et minime fallada, et multo maiorafecerunt, sive homines, sive angelí boni.CAPUTXIIDlABOLUS MORTIS, CHRISTUS VITAE MEDIATOR15. ¡Nequáquam igitur per sacrilegas similitudines etimpías curiositates et mágicas consecrationes animae purganturet reconciliantur Deo: quia falsus mediator non traiicitad superiora, sed potius obsidens intercludit viam pera Editi, cum sint. At Mss., cum sit, anima, scilicet, pia.LOS PRODIGIOS <strong>DE</strong>L DIABLO MERECEN NUESTRO <strong>DE</strong>SPRECIO14. Fácil es a los espíritus del mal, sirviéndose de cuerposaéreos, obrar multitud de cosas que exciten la admiraciónincluso de las almas de más nobles afectos,, aprisionadasaún en terrena materia. Si en las representaciones escénicaslos mismos cuerpos terrenos, bien adiestrados medianteel arte y un continuado ejercicio, pueden brindar alos hombres maravillas tales que, al narrarlas a hombresque no las han visto, les parecerán casi increíbles, ¿quéhay de excepcional para el diablo y BUS ángeles actuar sobrelos elementos corpóreos utilizando cuerpos sutiles yaéreos y Obrar prodigios que admira la carne, o por mediode ocultas influencias producir imágenes fantasmales capacesde engañar a los nombres, bien estén despiertos o dormidos,y de atormentar a los dementes?Pero así como puede existir un hombre de irreprochableconducta que, al ver a gentes perversas caminar sobre lascuerdas y hacer en e¡l trapecio mil movimientos inverosímilescon el cuerpo, no envidie sus acrobacias ni los prefierea sí mismo, del mismo modo el alma fiel y piadosa, cuandoadmira y por la fragilidad de la carne teme estos portentosdiabólicos, no se acongoja por no poder hacer otro tantoni les juzga por eso mejores que ella, especialmente si seencuentra en compañía de los santos, ya sean hombres oángeles buenos, pues éstos, por la virtud de Dios, a quientodo está sujeto, tienen poder para obrar prodigios auténticosy mucho mayores.CAPÍTULOLOS DOS MEDIADORESXII15. Nunca ceremonias sacrilegas, curiosidades impías omágicas consagraciones purificaron al alma ni la reconciliaroncon Dios, porque el falso mediador no la impulsahacia las vetas, sino que, asediándola, intercepta su as-


352 <strong>DE</strong> TR1NITATE IV, 12, 15affectus, quos tanto maligniores, quanto superbiores suaesocietati a inspirat; qui non possunt ad evolandum pennasnutriré virtutum, sed potius ad demergendum pondera exaggerarevitiorum, tanto gravius anima ruitura, quanto sibividetur evecta sublimius. Proinde, aicut Magi fecerunt divinitusmoniti 56 , quos ad humilitatem Domini adorandamstella iperduxit, ita et nos, non qua venimus, sed per aliamviam in patriam rediré detoemus, quam rex humilis docuit,et quam rex superbus humili regi adversarius obsidere nonpossit. Et nobis enim, ut adoremus humilem Christum, caelienarraverunt gloriam Dei, cum in omnem terram exiitsonus eorum, et in fines orbis terrae verba eorum 57 .Via nobis fuit ad mortem per peccatum in Adam. Perunum quippe hominem peccatum intravit in mundum, et perpeccatum mors; et ita in omnes homines pertransiit, inquo omnes peccaverunt 5S . Huius viae mediator diabolus fuit,persuasor peccati, et praecipitator in mortem. Nam et ipsead operandam duplam mortem nostram, simplam attulitsuam. Per impietatem namque mortuus est in spiritu, carneutique mortuus non est: nobis autem et impietatem persuasit,et per hanc b ut in mortem carnis venire mereremur effecit.Ünum ergo appetivimus iniqua suasione, alterum nossecutum est iusta damnatione: propterea quippe scriptumest: Deus mortem non fecit 59 , quia causa mortis ipse nonfuit; sed tamen per eius retributionem iustissimam mors cirrogata est peccatori. Sicut supplicium iudex irrogat reo,causa tamen suppli'eii non est iustitia iudicis, sed meritumcriminis. Quo ergo nos mediator mortis transmisit, et ipsenon venit, id est, ad mortem carnis; ifoi nobis Domínus Deusnoster medicinam emendationis inseruit quam ille non meruit,occulta et nimis arcana ordinatione divinae altaequeiustitiae. Ut ergo sicut per unum hominem mors, ita et perunum hominem fieret resurrectio mortuorum 60 , quia magisvitabant homines quod evitare non poterant, mortemcarnis, quam mortem «piritas, id est, magis poenam quammeritum poenae (nam non peccare, aut non curatur, aut parumcuratur; non mori autem quamvis non obtineatur, vehementersatagitur); vitae Mediator ostendens, quam. nonsit mors timenda, quae per humanara conditionem iam evadía6 Mt. 2, 12.57 Ps. 18, 2. s.58 Rom. 5, 12.53 Sap. i, 13.60 1 Cor. 15, 21. 22.aEr. et plerique Mss. societatls.b Omnes prope Mss., et propter hanc.0 Sic plerique Mss. Editi vero, iustissima mors,IV, 12, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD .353oensión, inspirando a sus incondicionales afectos, tantomás perversos cuanto más soberbios, de manera que nopretende robustecer las alas de sus virtudes para el vuelo,sino que trata de sobrecargar el lastre de sus vicios parasumergirlos; siendo entonces tanto más de lamentar suruina, cuanto más excelsa les parecía su posición. Imitardebemos el ejemplo de los Magos, divinamente instruidos,a quienes una estrella condujo a adorar la humildad delSeñor y volver a la patria por ruta distinta de la que hemostraído, ruta que nos enseña el rey humilde, y que elrey soberbio, adversario del Rey de la humildad, no logróinterceptar. Los cielos cantan la gloria de Dios, invitándonosa postrarnos ante Cristo humilde, y su eco se propagópor toda la tierra y sus palabras repercuten en losconfines del orbe.Camino de muerte fué para nosotros el pecado de Adán.Por un hombre, dice San Pablo, entró el pecado en el mundoy por el pecaéo la muerte, y así pasó a todos los hombres,en el que todos habían pecado 15 . Fué el diablo mediadorde esta trocha, incitador del pecado, autor de lamuerte. Para causar nuestra doble muerte presentó él laúnica suya. Murió él, a causa de su impiedad, en su espíritu;en la carne no pudo morir; pero nos incitó a la impiedady por ella hizo que mereciésemos llegar a la muertecorporal. Apetecimos por sugestión maligna una cosa,la otra nos sigue por justa condenación. Por eso está escrito:Dios no es autor de la muerte, porque El no fuécausa de la muerte; sin embargo, en justa recompensa,fué al pecador intimada la muerte. Condena el juez a suplicioal reo; la causa del tormento no es la justicia deljuez, sino el mérito del crimen. A donde nos empujó el mediadorde muerte, él no vino, es decir, a la muerte delcuerpo; y es ahí donde nuestro Señor y Dios, por una arcanay misteriosa disposición de su divina e inescrutablejusticia, injertó en nosotros la savia medicinal del arrepentimiento,que el demonio no pudo merecer. Por un hombrevino la muerte y por un hombre la resurrección de losmuertos. Los hombres se afanaban en rehuir lo inevitable,esto es, la muerte del cuerpo, y descuidaban la muerte delalma; querían evitar la pena, no la causa de esta pena.En efecto, nos preocupa muy poco o nada el evitar el pecado;pero con vehemencia anhelamos escapar a la muerte,aunque jamás se consiga. El Mediador de vida nosexhorta a no temer esta muerte natural e inevitable y a15 In quo lee siempre San Agustín, y en sentido relativo, nocausal. Vid. Contra Iiullanum, 6, 24, 75 : PL 44, 868. Bossuet escribióuna brillante defensa de la tradición, y modernamente L,. Billot,el teólogo más original de nuestros días, sostiene esta misma lectura.12


354 <strong>DE</strong> TRINIIATÉ IV, 13, 16non potest, sed potius impietas, quae per fidem caveri potest,occurrit nobis ad finem quo venimus, sed non quavenimus. Nos enim ad mortem per peocatum venimus; He,per iustitiam: et ideo cum sit mors nostra poena peccati,mors illius facta est hostia pro peccato.CAPUTXIIIMORS CHRISTI SPONTANEA. QUOMODO VITAE MEDIATOR ME-DIATOREM MORTIS EXPUGNAVIT. QUOMODO DIABOLUS SUOSINDUCAT IN CONTEMPTUM MORTIS CHRISTI16. Quapropter cum spiritus coripori praeponatur, morsquesit spiritus a Deo deseri, mors autem corporis a spiritudeseri; eaque sit poena in morte corporis, ut spiritus quiavolens deseruit Deum, deserat corpus invitus; ut cum spiritusDeum deseruerit quia voluit, deserat corpus etiamsinoluerit; nec deserat cum voluerit, nisi aliquam sibi vim,qua ipsum corpus perimatur, intulerit: demonstravit spiritusMediatoris, quam nulla poena peccati usque ad mortemcarnis accesserit, quia non eam deseruit invitus, sed quiavoluit, quando voluit, quomodo voluit. Quippe Dei Verbo adunitatem commixtus hinc ait a : Potestatem habeo ponendianimam meam, et potestatem habeo iterum sumendi eam.Nemo tolttt eam a me, sed ego pono eam a me, et iterumsumo eam ei . Et hoc máxime mirati sunt, sicut Evangeliumloquitur, qui praesentes ©rant cum post illam vocem, inqua figuram peccati nostri edidit, continuo tradidit spiritum.Longa enim morte cruciabantur ligno suspensi. Undelatronibus, ut iam morerentur, et de ligno ante' sabbatum61 lo. io, 18.aSic Mss. Kditi vero, commixtus est homo. Hinc ait, M.IV, 13, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 355temer, sí, la impiedad, que se logra venceír con la fe. Elha conseguido el fin hacia el cual caminamos, mas no porla ruta que nosotros traemos. Nosotros venimos a este malpaso de la muerte por el pecado. El por la justicia; y así,mientras nuestra muerte pena es del pecado, su muertefué hostia de propiciación por el pecado.CAPITULOXIIILA VOLUNTARIEDAD EN LA MUERTE <strong>DE</strong> CRISTO. TRIUNFO <strong>DE</strong>LMEDIADOR <strong>DE</strong> LA VIDA SOBRE EL MEDIADOR <strong>DE</strong> LA MUERTE 1016. Por lo cual el alma se 'ha de anteponer al cuerpo:muere el alma al verse abandonada de Dios, muere el cuerpoal ser por el alma abandonado. Es pena en la muerte delcuerpo; pues abandona el alma a su Dios porque quiere, justoes que el alma abandone al cuerpo en contra de su querer,y, abandonando el alma a Dios porque quiso, abandone elcuerpo aunque no quiera. No lo abandona cuando le place,a no ser que se violente y destruya su cuerpo. El alma delMediador demostró que la muerte de su carne no era penal,pues al abandonarla no lo hizo en contra de su querer, sinoporque quiso, cuando quiso y como quiso ". Unido en unidadhipostática al Verbo de Dios, pudo decir: Tengo poderpara dejar mi alma y poder para tomarla de nuevo. Nadieme la quita; soy yo quien de mí mismo la doy. Y los que presentesestaban se admiraron en demasía, según narra elEvangelio, al ver cómo poco después de pronunciadas aquellaspalabras 18 , figura de nuestro pecado, entregó su espíritu.Lenta y dolorosa es la agonía de los ajusticiados encruz, como lo evidencian los dos ladrones, a quienes, paraabreviar su penar, fueron rotas las piernas, y poder así16 Las ideas cumbres de este capítulo, rico en sugerencias, puedencondensarse en las siguientes afirmaciones : i. a El pecado essiempre permisión justa de Dios. El demonio es el verdugo, nuncael acreedor. 2. a La remisión de nuestras culpas entraña nuestra liberación.3. a Esta gracia remisiva podía ser gratuita, pero la justiciade Dios quiso vencer por medio de los sufrimientos. 4. a MuereJesús por los culpables, siendo el asesino el demonio, y así, en jus-¡o castigo, pierde su señorío sobre las almas.17 Agustín reivindica la absoluta libertad de Cristo en su sacrificiocruento.18 Alude a las palabras que Cristo pronunció en la cruz en nombrede la humanidad doliente : Dios mío, Dios mío, ¿por qué mehas abandonado f Grito éste de arrepentimiento en el pecador contrito.


356 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 13, 17deponerentur, crura confracta sunt. lile autem quia mortuusinventus est, miraculo fuit. Hoc etiam Pilatum legimus fuissemiratum, cum ab ipso sepeliendum corpus Domini peteretur62 .17. Ule i taque deceptor, qui fuit homini mediator admortem, falsoque se opponit ad vitam nomine purgationisper sacra et sacriñcia sacrilega, quibus superbi seducuntur,quia nec participationem mortis nostrae habere potuit, necresurrectionem suae, simplam quidem suam mortem ad duplamnostram potuit afierre: simplam vero resurrectionem,in qua et sacramentum esset renovationis nostrae, et eiusquae in fine futura est evigilationis exemplum, non utiquepotuit. Ule proinde qui spiritu vivus carnem suam mortuamresuscitavit, verus vitae Mediator, illum spiritu mortuumet mortis mediatorem a spiritibus in se credentium forasmisit, ut non regnaret intrinsecus, sed forinsecus oppugnaret,nec tamen expugnaret.Cui se ipse quoque tentandum praebuit, ut ad superandasetiam tentationes eius mediator esset, non solum peradiutorium, verum etiam per exemplum. At ille primitus ubiper omnes aditus ad interiora moliens irrepere, expulsus est,post baptisma in eremo completa omni tentatione illecebrosa63 , quia vivum spiritu, spiritu mortuus non invasit, quoquomodo avidus mortis humanae convertit se ad faciendammortem quam potuit, et permissus est in illud quod exnobis moríale vivus Mediator lb acceperat. Et ubi potuit aliquidfaceré, ibi ex omni parte devictus est; et unde accepitexterius potestatem Dominicae carnis occidendae, inde interioreius potestas, qua nos tenebat, occisa est. Factum estenim ut vincula peccatoirum mültorum in multis mortibuisper unius unam mortem quam peccatum nullum praecesserat,solverentur. Quam propterea Dominus pro nobis indebitamreddidit, ut nobis debita non noceret. Ñeque enim iurecuiusquam potestatis exutus est carne, sed ipse se exuitNam qui posset non mori si nollet, procul dubio quia voluitmortuus est: et ideo principatus et potestates exemplavitfiducialiter triumphans eas in semetipso 154 .62 Me. 15, 37. 39. 43. 44, et lo. 19, 30-34.08 Mt. 4, i-it.04 Col. 3, 15.h Unus e Vaticanas Mss. : vitae Mediator.IV, 13, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 357bajarlos del madero antes del sábado. El encontrar a Cristoexánime no acaeció sin milagro, y por ello, según leemos,se admiró Pilato cuando entraron a pedirle permiso parasepultar el cuerpo del Señor.17. Y así aquel padre del engaño, mediador para elhombre de muerte, pretende en vano secar los manantialesde la vida, en nombre de una falsa purificación, mediantesacrificios y ritos sacrilegos, medios aptos para seducira los soberbios; porque ni pudo ser particionero de nuestramuerte ni de su resurrección, si bien ha podido dar suúnica muerte por nuestra doble muerte; mas resucitar no lefué otorgado, y así no puede ser sacramento de nuestra renovacióninterior ni ejemplo de nuestro final despertar. Porel contrario, el verdadero Mediador de la vida, vivo en elespíritu, resucita su cuerpo exánime y arroja del alma desus fieles al que está muerto en el espíritu y es mediadorde muerte, y no le permite reinar en el santuario interior,sino tan sólo asediar desde fuera la plaza, sin que jamáspueda conseguir victoria 19 .Cristo mismo quiso ser tentado, para hacerse nuestromediador en las tentaciones con su ayuda y con su ejemplo.Primero arroja al enemigo de la fortaleza donde portodos los accesos trata de introducirse, y después de su bautismo,terminada la tentación seductora en el desierto, escuando le ordena retirarse. El que estaba muerto en el espírituno logró triunfar del que estaba vivo en el espíritu, ypor eso, ahito de muertes humanas, dirige sus ataques ysus esfuerzos a sembrar la muerte donde le es permitido,es decir, en lo que de mortal había el Mediador tomadode nosotros. Mas allí donde seguro parecía su triunfo fuéderrotado en toda la línea, porque, al recibir poder externopara exterminar la carne del Señor, se extingue su poderíointerior, que nos esclavizaba de antiguo. Y así, poria única muerte de un hombre sin sombra de pecado, fuerondesatadas las ligaduras del pecado en muchos muertos.Pecha el Señor, sin deber nada, tributo a la muertepara que no nos perjudicase la nuestra, bien merecida. Noexistía poder en la tierra para arrancarle la vida; mas El,por su voluntad, se despoja de su carne; porque el que nopodía morir si así lo anhelaba, sin duda murió porque quino;y esta muerte injusta deja inermes a potestades y principados,triunfando de todos en su carne 20 ." Pudo Luzbel morir a la vida de la gracia, y esta su muerte esI ni ni el hombre manantial de ruinas en el espíritu y en el cuerpo.Mas no puede Satanás morir como el hombre en la carne, niresucitar a nueva vida ; por ende, su resurrección no es para eltilma sacramento ni ejemplo." El pensamiento del Santo permanece, a través de frecuentes


358 <strong>DE</strong> TRINITAIE IV, 13, 18Morte sua quippe uno verissimo sacrificio pro nobis oblato,quidquid culparum erat unde non principatus et potestatesad luenda supplicia iure detinebant, purgavit, abolevit,exstinxit; et sua resurrectione in novam vitam nos praedestinatosvocavit, vocatos iustificavit, iustificatos glorificaviteo .Ita diabolus hominem, quem per consensionem seductum,tanquam iure integro possidebat, et ipse nulla corruptionecarnis et sanguinis septus, per istam corporis mortalis fragilitatem,nimis egeno et infirmo, tanto superbior, quantovelut ditior et fortior, quasi pannoso et aerumnoso dominabatur,in ipsa morte carnis amisit.Quo enim cadentem non secutus impulit peccatorem, illucdescendentem persecutus compulit Redemptorem. Sic inmortis consoi-tio Filius Dei nobis fi


IV, 13, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 361runt ato "? tamen &pud eum P ^ ^ i ^ aC¡pretiu¿L g snn^ ^US gentibus et P ia humilitate bibenti^61Usquee roT„!SLfiduci a deserentibus hostem BUU* :bolnf^^ n^lbu f, ad re dem P torem suum. Nescit enim d£.tem fi^r m ° d0 lU ° et lidiante et furente utatur ad «¡* eÍ»w« quorum excellentissima sapientia Dei, a »»d est initiumS E " i q^° spiritualis creaturae, u^Jtfnneminfenoran, quod est corporis, pertendens *°r*er et disponens omnia suaviter 69 . Attingit enim U't»*•^o » SUam mund itiam, et nihil inquinatum in eam i" ^nt A morte autem. carnis alieno diabolo, unde _nm,superbus incedit, mors alterius generis praeparatur m


362 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 14, 19IV, 14, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 363CAPUT XIVCHRISTUS PERFECTISSIMA VICTIMA PRO MUNDANDIS VTTIIS NOS-TRIS. IN OMNI SACRIFICIO QUATUORCONSI<strong>DE</strong>RANDA19. Et cum de mortibus sacrificiorum suorum a multumpraesumant, quae se fallacibus superbisque spiritibus immolarenon sentiunt, aut si iam b sentiunt, aliquid sibi prodessearbitrantur perfidorum et invidorum amicitiam, quorumintentionis nullum negotium est, nisi impeditio reditusnostri. Non intelligunt ne ipsos quidem superbissimos spiritushonori-bus sacrificiorum gaudere potuisse, nisi uni veroDeo pro quo coli volunt, verum sacrificium deberetur ñequeid posse rite offerri, nisi per sacerdotem sanctum et iustum:nec nisi ab eis accipiatur quod offertur, pro quibus offertur,atque id sine vitio sit, ut pro vitiosis mundandis possit offerri.Hoc certe omnes cupiunt, qui pro se offerri sacrificiumDeo volunt.Quis ergo tam iustus et sanctus sacerdos, quam unicusFilius Dei, qui non opus haberet per sacrificium sua purgarépeccata, nec originalia, nec ex humana vita quae adduntur?72 Et quid tam congruenter ab hominibus sumereturquod pro eis offerretur, quam humana caro? Et quid tamaptum huic immolationi, quam caro mortalis? Et quid tammundum pro mundandis vitiis mortalium, quam sine ullacóntagione carnalis concupiscentiae caro nata in útero etex útero virginali ? Et quid tam grate offerri et suscipi pos-'set, quam caro sacrificii nostri, Corpus effectum sacerdotisnostri? Ut quoniam quatuor considerantur in omni sacrificio:cui offeratur, a quo offeratur, quid offeratur, pro quibusofferatur; idem ipse unus verusque Mediator, per sacrificiumpacis recohcilians nos Deo, unum cum illo maneretcui offerebat, unum in se faeeret pro quibus offerebat, unusipse esset qui offerebat et -quod offerebat. • • -" Hebr. 7-CAPITULO XIVJESUCRISTO, VÍCTIMA <strong>DE</strong> VALOR INFINITO.<strong>DE</strong>L SACRIFICIOELEMENTOS19. Y presumiendo mucho de sus sacrificios victímales,no entienden que sacrifican a los falaces y soberbiosespíritus del mal; y si lo entienden, juzgan útil la amistadde estos pérfidos y envidiosos, cuya intención no es otraque la de impedir nuestro regreso. Ni comprenden cómoaquellos espíritus orgullosísimos no podrían gozar de loshonores del sacrificio si éste no le fuera debido al únicoDios verdadero, en cuyo nombre pretenden ser adorados;ni entienden cómo su ofrenda ritual ha de ser ofrendadapor un sacerdote justo y santo, el cual ha de aplicarlo aintención de aquellos por quienes se ofrece, y cómo la víc^tima ha de ser sin tacha para que se pueda ofrecer comopurificación por los pecadores. Este es deseo de cuantos quierense ofrezca por ellos sacrificios a Dios.Y ¿qué sacerdote más santo y justo que el Hijo únicode Dios, pues no tiene necesidad de ofrecer primero sacrificiopor su pecado, ni de origen ni los que se suman en lavida humana? Por otra parte, ¿qué víctima más grata aDios podía elegir el hombre para ser inmolada por él quela carne humana ? Y ¿ qué carne más apta para ser inmoladaque la carne mortal? Y ¿qué pureza era capaz de purificaral hombre de sus inmundicias, sino la carne inmune de todocontagio de concupiscencia carnal, nacida en el seno y deleeno de una virgen? Y ¿Qué carne tan grata para el queofrece y para el que recibe la ofrenda, como la carne denuestro sacrificio, hecha cuerpo de nuestro Sacerdote? Cuatroelementos integran todo sacrificio: el que ofrece, aquien se ofrece, qué se ofrece y por quien se ofrece. Elúnico y verdadero Mediador nos reconcilia con Dios por mediode este sacrificio pacífico, permanece en unidad conaquel a quien ofrece, se hace una misma cosa con aquel porquien se ofrece, y el que ofrece es lo que ofrece.a Editi, et de ritibus sacrificiorum suorum.b In Mss., aut si etiam.


364 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 16, 21IV, 16,. 21 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 365CAPUT XVCAPÍTULOXVSUPERBI POTANTES SE PROPRIA VIRTUTE POSSE PURGARI ADVI<strong>DE</strong>NOUM <strong>DE</strong>UM20- Sunt autem quídam qui se putant ad contemplandumDeum et inhaerendum Deo virtute propria posse purgan:quos ipsa superbia máxime maculat. Nullum enim vitiumest cui magis divina'lege resistatur, et in quod maiusaccipiat a dominandi ius ille superbissimus spiritus, ad imamediator, ad summa interclusor: nisi occulte insidians aliavia devitetur; aut per populum deficientem quod interpretaturAmalee, aperte saeviens, et ad terram promissionisrepugnando transitum negaos, per crucem Domini quae Moysimanibus extensis est praefigurata, superetur 73 . Hinc enimpurgationem sibi isti virtute propria pollicentur, quia nonnullieorum potuerunt aciem mentís ultra omnem creaturamtransmitiere, et lucem incommutabilis veritatis quantulacumqueex parte contingere: quod christianos multos ex ñdeinterim sola viventes, nondum potuísse derídent. Sed quidprodest superbienti, et ob hoc erubescenti lignum conscendere,de longinquo praspicere patriam transmarinam? Autquid obest humili de tanto intervallo non eam videre, in illoligno ad eam venienti, quo dedignatur ille portari?SOBERBIA PRESUNCIÓN <strong>DE</strong> LOS IMPÍOS20. Hay quienes creen poderse purificar por su propioesfuerzo para unirse y contemplar a Dios: a éstos los enlodala soberbia. No hay vicio que más la ley divina detestey que mayor señorío otorgue al espíritu de la soberbia,mediador de los abismos, obstáculo de las cumbres,si por otra vía no se evitan sus ocultas asechanzas ose superan con la cruz del Señor, prefigurada en Moiséscuando, extendidos los brazos, instaba por la derrota de losamalecitas, que trataban de impedir al pueblo de Dios elviaje rumbo a la tierra de promisión. Se prometen estos orgullososalcanzar la purificación por sí mismos, porquealgunos entre ellos lograron con la perspicacia de su inteligenciaelevarse sobre la criatura y vislumbrar algún tenuerayo de la inmutable verdad, y se mofan de los cristianosque viven de sola fe, sin ascender a las vetas. Mas ¿quéaprovecha al soberbio contemplar en la lejanía la patriatransmarina, si siente sonrojo de subir al leño? Y ¿quéperjudica al humilde la larga espera de la visión, cuando estáseguro de haber tomado pasaje en la nave que ha de arribarfelizmente a la patria, y que el vanidoso desprecia? 2 *CAPUTXVICAPÍTULOX VI­PHILOSOPHI VETERES <strong>DE</strong> RESURRECTIONE AC REBUS FUTURISNON CONSULENDI21. Hi etiam resurrectionem carnis nos credere reprehendumt,sibique potius etiam de hís rebus credi volunt.Quasi vero, quia praeoelsam incomnmtabilemque substau-»";..T-r" Ex. 17, S-i6.V. 1 .*'-'a In ediüs, magis accipiat.NO HAN <strong>DE</strong> SER CONSULTADOS LOS ANTIGUOS FILÓSOFOS SOBRELA RESURRECCIÓN <strong>DE</strong> LOS MUERTOS Y LA VIDA FUTURA21. Estos reprenden nuestra fe en la resurrección dela carne y hasta exigen nuestro asentimiento cuando discurrensobre estas cosas. Como si, por haberse elevado del24 La soberbia nos inclina a confiar en las luces de nuestra inteligenciay en nuestros propios recursos. Bajo la influencia de estamaligna impresión, el orgullo no piensa en consultar a Dios ni enimplorar su auxilio. Dios, en pena de este pecado, entrega al soberbioa sí mismo. Deus—nos dirá con frase inspirada Agustín—superitailc hmge cognoscit, u>t deprimat. Cf. In lo., 2, 4 : PL 35, 1390-1391-


360 <strong>DE</strong> IRINIIAIE IV, 17, 22tiam per illa quae facta sunt intelligere potuerunt 74 , proptereade conversione rerum mutabilium, aut de contexto'saeculorum ordine consulendi sint. Numquid enim quia verissimedisputant, et documentis certissimis persuadent,aeternis rationibus omnia temporalia fieri, propterea potueruntin ipsis rationibus perspicere, vel ex ipsis colligerequot sint animalium genera, quae semina singulorum inexordiis, qui modus in incrementis, qui numeri per conceptus,per ortus, per aetates, per occasus, qui motus in appetendisquae secundum naturam sunt, fugiendisque contrariis?Nonne ista omnia, non per illam incommutabilem sapientiam,sed per locorum ac temporum historiam quaesierunt,et ab alus experta atque conscripta crediderunt?Quo minus mirandum est, nullo modo eos potuisse prolixiorumsaeculorum seriem vestigare, et quamdam metamhuius excursus, quo tanquam fluvio genus decurrit humanum,atque inde conversionem ad suum cuique debitum terminum.Ista enim nec historici scribere potuerunt longe futuraet a nullo experta atque narrata.Nec isti philosophi ceteris menores in illis summis aeternisquerationibus intellectu talia contemplati sunt: alioquinnon eiusdem generis praeterita quae potuerunt historicia inquirerent, sed potius et futura praenoscerent; quodqui potuerunt, ab eis vates, a nostris prophetae appellatisunt.CAPUT XVIIFUTURA QUOT MODIS PRAESCIANTUR. PHILOSOPHI NEC ILLI QUIÍNTER ANTIQUOS EXCELLUERUNT, CONSULENDI SUNT <strong>DE</strong> RESUK-RECTIONE MORTUORUM22. Quanquam et prophetarum nomen non omnino alienumest a litteris eorum: sed plurimum interest, utrum experimentopraeteritorum futura coniiciantur; sicut medicimulta praevidendo, etiam litteris mandaverunt, quae ipsiexperta notaverunt; sicut denique agricolae vel etiam nau-aRorn. i, 20.Editi, historicc. Melius Mss., historici.IV, 17, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 367\espectáculo de la creación al conocimiento de la existenciatrascendente e inmutable, fuera razón consultarles cuandodiscurren sobre la conversión de las cosas perecederas osobre el orden y duración de los siglos. Y aunque con rectalógica y válidos argumentos prueban la dependencia absolutade todo lo temporal de las razones eternas, ¿puedenacaso penetrar en la esencia de esas mismas razones ycolegir de ellas cuánta es la variedad de los cuadrúpedos.su creación seminal, el proceso de su desarrollo, los númerosde su reproducción, de su nacimiento y ocaso; los movimientosreguladores de su instinto cuando desean o rehuyenlo que es a su naturaleza conforme o nocivo? ¿Porventura no buscaron todo esto, no en la sabiduría inconmutable,sino en las páginas de la historia o en su evoluciónespacial y secular, dando fe a lo que otros por experienciaaprendieron y consignaron en sus escritos ? 2SNo es maravilla si desfallecieron al investigar tan largaserie de siglos y si no acertaron a encontrar una meta enel camino incierto del género humano, que, a semejanza deun río, se desliza rápido, arrastrando al individuo en sucorriente hacia su propio destino. Nunca los historiadorespudieron narrarnos sucesos lejanos que jamás hayan sidoexperimentados ni escritos.Ni estos filósofos, a los demás superiores, han contempladolas cosas que entendían en las razones eternas; deotra suerte no se hubieran contentado con inquirir comosimples historiadores los sucesos pretéritos, sino que habríanvaticinado el futuro. A los que esto hicieron llamanellos adivinos, nosotros profetas.CAPÍTULO XVIIPRESCIENCIA <strong>DE</strong>L PORVENIR. ACERCA <strong>DE</strong> LA RESURRECCIÓN <strong>DE</strong>LOS MUERTOS NO HEMOS <strong>DE</strong> CONSULTAR NI SIQUIERA A AQUELLOSFILÓSOFOS QUE SOBRESALIERON ENTRE LOS ANTIGUOS22. Aunque, a decir verdad, el nombre de profeta noes extraño en absoluto a su literatura, pero existe una grandiferencia entre conjeturar el futuro fundados en la experienciadel pasado; así prevén los galenos muchas dolenciasy las consignan en sus escritos por haberlas observado•'* Alude, sin nombrarlos, a los filósofos platónicos, de quienes sedistancia en aquellas cuestiones que son incompatibles con suscreencias cristianas.


368 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 17, 23tae multa praenuntiant (talia enim si ex longis intervallis/temporum ñant, divinationes putantur): an vero iam venturaprocesserint, et longe visa venientia nuntientur a pro acutosensu videntium, quod cum faciunt aereas potestates divinarecreduntur; tanquam si quisquam de montis vértice aliquemlonge videat venientem, et proxime in campo babitantibusante nuntiet: an ab angelis sanctis, quibus ea Deusper Verbum Sapientiamque suam indicat, ubi et futura etpraeterita stant, vel quibusdam praenuntientur hominibus,vel ab eis audita rursus ad alios nomines transmittantur: anipsorum hominum quorumdam mentes in tantum evehanturSpiritu sancto, ut non per angelos, sed per se ipsas futurorumstantes causas b in ipsa summa rerum arce conspiciant.Audiunt enim ista et aereae potestates, sive angelis ea nuntiantibus,sive hominibus: et tantum audiunt, quantum opusesse ille iudicat, cui subiecta sunt omnia. Multa etiam praedicunturinstinctu quodam et impulso spiritu" nescientium:sicut Caiphas nescivit quid dixit, sed cum esset pontifexprophetavit 75 .23. Ergo de successionibus saeeulorum et de rosurrectionemortuorum philosophos nec illos consulere debemus,qui Creatoris aeternitatem, in quo vivimus, movemur et sumus76 , quantum potuerunt intellexerunt. Quia per ea quaefacta sunt cognoscentes Deum, non sicut Deum glorificaverunt,aut gratias egerunt, sed dicentes se esse sapientes,stulti facti sunt* 77 .Et cum idonei non essent, in aeternitatem & spiritualis incommutabilisquenaturae aciem mentis tam constanter infigere,ut in ipsa sapientia Creatoris atque Rectoris universitatisviderent volumina saeeulorum, quae ibi iam essentet semper essent, hic autem futura essent ut non essent; atqueut ibi viderent conversiones in melius, non solum animorum,sed etiam corporum humanorum usque ad sui modi perfectionem:cum ergo ad haec ibi videnda nullo modo essentidonei, ne ad illud quidem digni habiti sunt, ut eis ista per75 lo. ii, 51.76 Act. 17, 28." Rom. 1, 20-22.aSola fere editio Lov., praesenserint, et longe visa venientianuntient. Minus bene.b Editi, instantes causas. Melius Mss., stantes causas. Ex hisvaticanus quídam postea habet, in ipsa summa rerum arfe conspiciant.0 Plures Mss., impulsu spiritus.d Aliquot Mss., in aeternitate.IV, 17, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 369"experimentalmente; y así predicen el labrantín y el marinero(si se anuncian con gran antelación, se ¡consideran adivinaciones)y preanuncian cosas futuras como si fueranpretéritas, pues su penetrante mirada percibe ya en la lejaníasu venida; y cuando esto acontece por medio de laspotestades aéreas, se cree que adivinan, y es como si desdela eminencia de un alcor se viese venir a los lejos un caminantey antes de su llegada se anuncia a los que vivenen la llanura. A veces son los ángeles santos los que vaticinanpor revelación de Dios, que por medio de su Verboy Sabiduría se las comunica, y en El está el pasado y elporvenir; o se lo anuncian a los hombres para que lo transmitana otros. Finalmente, se puede conocer el futuro, nopor ministerio de los ángeles, sino ¡por sus mismas causas,causas que intuyen algunas almas, adentradas en los misteriosdel Espíritu ¡Santo, en el alcázar supremo de todaslas cosas. Oyen esto también las potestades aéreas medianteel ¡pregón de los ángeles o de los hombres, pero en lamedida que el Señor de lo criado les otorgare. Muchas otrascosas se predicen como por un cierto instinto e impulso delespíritu sin conocerlas, a ejemplo de Caifas, que, siendopontífice, profetizó sin saber lo que se decía.23. En consecuencia, sobre la sucesión de los siglos y laresurrección de los muertos no hemos de consultar a losfilósofos, que conocieron, en la medida de sus posibles, laeternidad del Creador, en e¿ ¡cual vivimos, nos movemos ysomos; porque, conociendo a Dios por sus criaturas, no leglorificaron como a tal ni le dieron gracias, y así, alardeandode sabios, necearon.Y no siendo capaces de fijar insistentemente la miradade su mente en la eternidad de la substancia espiritualu inmutable, para divisar el cabalgar de los siglos en la sabiduríadel Hacedor y Rector del universo, donde siempreexistieron y existen, mientras en su ser pertenecen aún alfuturo y, por ende, no son; y donde podían contemplar lasconversiones progresivas de las almas y de los cuerpos hastaque alcancen su perfección especifica; no siendo, repito.capaces de intuir estas cosas en Dios, tampoco eran dig-


370 <strong>DE</strong> TKINITATE IV, 18, 24sanctos angelos nuntiarentur; sive forinsecus per sensus/corporis, sive ínterioribus reyelationibus in spiritu exprés/sis: sicut patrifous no'stris vera pietate praeditis haec d,émonstratasunt, qui ea praedicantes, vel de praesentibus signisvel de proximis rebus, ita ut praedixerant, factis fidemfacientes auctoritatem eui de longe futuris usique in saeculifinem crederetur, habere meruerunt.Potastates autem aereas superbae atque fallaces etiamsi quaedam de societate et civitate sanetorum et de veroMediatore a sanictis prophetis vel angelis audita per suosvates dixisse reperiuntur, id egerunt, ut per haec aliena veraetiam fideles Dei, si possent, ad sua falsa traduecTent. Deusautem per nescientes id egit, ut veri tas undique resonaret,fidelibus in adiutOTium, impiis in testimonium.CAPUTXVIIIFILIUS <strong>DE</strong>I INCARNATUS EST^ UT PER FI<strong>DE</strong>M MUNDATI EVEHA-MUR AD INCOMMUTABILEM VERITATEM24. Quia igitur ad aeterna capessenda idonei non eramus,sordesque peceatorum nos praegravabant temporaliumrerum amore contractaie, et de propagine mortalitatis tanquamnaturaliter inoiitae, purgandi eramus. Purgari autemut contemperaremur aeternis, non nisi per temporalia possemus,qualibus iam contemperan tenebamur. Sanitas enima morbo plurimum distat: sed media curatio a , nisi morbocongruat, non perducit ad sanitatem. Inutilia temporaliadecipiunt aegrotos, utilia temporalia suscipiunt sanandos,et traiiciiunt ad aeterna eanatos.Mens autem rationalis sicut purgata contemplationemdelbet rebus aeternis; sic purganda, temporali'bus fidem. Dixitquídam et illorum qui quondam apud graecos sapientesa Editi, medici cumtio. Castigautur ex Mss.IV, 18, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 371ños de que les fueran anunciadas por los ángeles buenos,bien al exterior por los sentidos del cuerpo o ya por revelacionesinteriores impresas en el espíritu, como en otrotiempo les fueron reveladas a nuestros padres, adornadosde verdadera piedad; y ellos a su vez las manifestaron, confirmandosus vaticinios sobre cosas presentes o próximascon signos ciertos o fácilmente verificábles, y, acrecentandoasi su autoridad, se hicieron dignos de crédito en las cosasque profetizaron habían de suceder al finalizar de lostiempos.También las soberbias y fuleras 'potestades de! aire han,por boca de sus vates, divulgado ciertas verdades sobrela convivencia y ciudadanía de los santos o sobre el auténticoMediador, cosas que ellos saben por habérselas oído alos ángeles buenos o a los hombres; lo han hecho con laperversa intención de atraer, si ello fuera posible, a susfalsedades a los servidores de Dios, seduciéndolos con lapredicción de ajenas verdades. Dios permite esto para auela verdad resuene en todos los ámbitos del mundo y seaayuda para sus fieles y testimonio contra los impíos.CAPÍTULOXVIIIFIN <strong>DE</strong> LA ENCARNACIÓN <strong>DE</strong>L HIJO <strong>DE</strong> DIOS24. La purificación era necesaria, pues no éramos capacesde adueñarnos de lo eterno y sobrecargaban nuestraalma las inmundicias del pecado, contraídas al amor delas cosas temporales e incrustadas en nuestra naturalezacon el mugrón de nuestra mortalidad. Sólo por medio delo temporal, cebo de nuestros sentidos, era posible dichapurificación para atemperarnos a las realidades eternas.La distancia entre la enfermedad y la salud es inmensa; elremedio, si no conviene a la enfermedad, no conduce a lasalud.'Engañan a los enfermos las cosas temporales si soninútiles, mientras las útiles, aunque sean temporales, sonexcelente remedio terapéutico y, una vez restablecidos, nosencaminan a las eternas.La mente racional, una vez purificada, debe aplicarsea la contemplación de lo eterno.; pero la que aun necesitadel baño de la purificación ha de fijar su vista en lo témpora;!mediante la fe. Dijo uno de los sabios de Grecia:


372 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 18, 24habiti sunt: "Quantum ad id quod ortum est aeternitas valet,tantum ad fidem veritas". Et profecto est vera sententia.Quod enim nos temporale dicimus, hoc ille quod ortumest appellavit. Ex quo genere etiam nos sumus, non tantumsecundum corpus, sed etiam secundum animi mutabilitatem.Non enim proprie vocatur aeternum, quod aliqua exparte mutatur. In quantum igitur mutabiles sumus, in tantumab aeternitate distamus.Promittitur autem nobis vita aeterna per veritatem, acuius perspicuitate rursus tantum distat fides nostra, quantumab aeternitate mortalitas. Nune ergo adhibemus fidemrebus temporaliter gestis propter nos, et per ipsam mundamur;ut cum ad speciem venerimus, quemadmodum succeditfidei veritas, ita mortalitati succedat aeternitas. Quapropterquoniam fides nostra fiet veritas, cum ad id quodnobis credentibus promittitur pervenerimus: promittitur autemnobis vita aeterna; et dixit Veritas, non quae fiet sicutfutura est fides nostra, sed quae semper est Veritas, quiaibi est aeternitas: dixit ergo Veritas: Haec est autem vitaaeterna, ut cognoscant te unum verum Deum, et quem misistiIesum Christum 7S ; cum fides nostra videndo fiet veritas,tune mortalitatem nostram commutatam tenebit aeternitas.Quod doñee fiat, et ut fiat, quia rebus ortis accommodamusfidem credulitatis, sicut in aeternis speramus veritatemcontemplationis, ne fides mortalis vitae dissonaret averitate aeternae vitae, ipsa Veritas Patri coaeterna detérra orta est 79 , cum Filius Dei sic venit ut fieret filiushominis, et ipse in se exeiperet fidem nostram, qua nos perduceretad veritatem suam, qui sic suscepit mortalitatemnostram, ut non amitteret aeternitatem suam. Quantum enimad id quod ortum est aeternitas valet, tantum ad fidem veritas.Ita ergo nos purgari oportebat, ut ille nobis fieret ortusqui maneret aeternus, ne alter b nobis esset in fide, alterin veritate. Nec ab eo quod orti sumus ad aeterna transirépossemus, nisi aeterno per ortum nostrum nobis sociato adaeternitatem ipsius traiieeremur. Nunc itaque illuc quodammodo secuta est fides nostra, quo ascendit in quem credidimus,ortus, mortuus, resuscitatus, assumptus.Horum quatuor, dúo priora noveramus in nobis; scimusenim homines et oriri et mori: dúo autem reliqua, id estrs75lo. 17, 3.PS. 84, 12.b Lov., riéc alter.TV, 18, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 373Lo que es la eternidad a lo que tiene principio, es a lafe la verdad. Sentencia muy. verdadera. A lo que nosotrosllamamos temporal, nombró él nacimiento; y a este géneropertenecemos nosotros, no sólo en cuanto al cuerpo,sino incluso cuanto a la mutabilidad de nuestro ánimo. Nose puede en rigor denominar eterno lo que es en algunamanera mudable, y en cuanto mudables estamos muy distanciadosde la eternidad.Se nos promete la vida eterna mediante la verdad, decuya evidencia dista nuestra fe tanto como nuestra mortalidadde lo eterno. Ahora es necesario creer en las cosashechas en el tiempo para nuestra salvación, pues estafe nos purifica; mas cuando arribemos a la visión, entoncesreemplazará a la muerte la inmortalidad y a la fe laverdad. Por consiguiente, entonces nuestra fe se convertiráen verdad, al conseguir lo que ahora anhelamos, puesse nos promete la vida sin fin. Y lo dijo la <strong>Verdad</strong>—no estaverdad, objeto futuro de nuestra fe, sino la <strong>Verdad</strong> queexiste siempre porque es eternidad—; dijo, pues, la <strong>Verdad</strong>:Esta es la vida eterna:, que te conozcan a ti, único Diosverdadero, y al qwe enviaste, Jesucristo. Cuando nuestrafe se transforme, por la visión, en verdad, disfrutará dela eternidad nuestra mortalidad transformada. Mientraseso se verifique, y para que se logre, pues a las cosasengendradas acomodamos la fe de nuestra 'Credulidad y esperamosen las eternas la verdad de la contemplación, afin de que la creencia de esta vida mortal no desentonede la verdad que es vida eterna, la misma <strong>Verdad</strong>, coeternaal Padre, nació en la tierra, al venir el Hijo de Diosal mundo, haciéndose hijo del nombre, y así pudo recibiren sí nuestra fe y guiarnos a su verdad. Aceptó en sínuestra mortalidad sin despojarse de su eternidad. Lo quees al nacimiento la eternidad, es la fe a la verdad. Conveníaser purificados para que Cristo eterno naciera ennosotros y no fuera uno en la fe y otro en la verdad. Nosotros,por el hecho de tener un nacimiento, no podríamosalcanzar la eternidad si el que es eterno, naciendo comonosotros, no se hubiera asociado a nosotros para comunicarnossu misma eternidad. Hoy nuestra fe se dirige a dondesubió Cristo, objeto de nuestra creencia, y así creemosen su nacimiento, en su muerte, en su resurrección y ensu ascensión.De estas cuatro verdades, dos ya las habíamos experimentadoen nosotros, pues sabemos que los hombres nacen


374 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 19, 25resuscitari et assumi, iuste in nobis futura speramus, quiain illo facta eredidimus. Itaque in illo quia et id quod ortumerat transiit ad aeternitatem, transiturum est et nostrumcum fides pervenerit ad veritatem. Iam enim credentibus,ut in verbo fidei manerent-, et inde ad veritatem, acper hoc ad aeternitatem perducti a morte liberarentur, itaioquitur: Si manseritis in verbo meo, veré dvscipuli mei eritis,e . Et quasi quaererent: "Quo fruetu?", secutus ait: Etcognoscetís veritatem. Et rursus quasi dieerent: "Quid prodestmortalibus veritas?" Et venías inquit, liberabit vos s0 .Unde, nisi a morte, a corruptione, a mutabilitate? Veritasquippe immortalis, incorrupta, incommutabilis permanet.Vera autem immortalitas,' vera incorruptibilitas, vera incommutabiJitas,ipsa est aeternitas.CAPUTXIXFlLTUS QUOMODO MISSUS ET PRAENUNTIATUS. QUOMODO MIS-SIONE NATIVITATIS IN CARNE FACTUS MINOR SINE <strong>DE</strong>TRIMENTOAEQUALITATIS CUM PATRE25. Ecce ad quod missus est Filius Dei; imo vero eccequid est missum ©sse Filium Dei? Quaeeumque propter facíen dam fidem, qua mundaremur ad contemiplandam veritatem,in rebus ortis ab aetemitate prolatis et ad aeternitatemrelatis temporaliter gesta sunt, aut testimonia missionishuius fuerunt, aut ipsa missio Filii Dei.¡Sed testimonia quaedam venturum ipraenuntiaverunt,quaedam venisse testata sunt. Faetum quippe creaturamper quem facta est omnis creatura, omnem creaturam testemhabere oportebat. Nisi enim multis missis praedicareturunus, non multis dimissis teneretur unus. Et nisi taliaessent testimonia quae iparvis magna esse viderentur,non orederetur a , ut magnos faceret magnus, qui ad parlo.8, 31-32.0 In Mss., estis:a Post, non, crederetttr, editi addunt, Ule ita magnus; quod méritoabest a Mss.IV, 19, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 375y mueren; las otras dos, resucitar y subir a los cielos,constituyen el objeto de nuestra esperanza, pues creemosque en Cristo se han cumplido. En El lo nacido tomó dela eternidad posesión, y lo mismo sucederá en nosotroacuando la fe se convierta en verdad. Habla a los creyentes,exhortándolos a permanecer en, la fe, para luego pasara la verdad y por ella ser conducidos a la eternidad,libres ya de la muerte, y les dice: Si permaneciereis en mipalabra, seréis en verdad mis discípulos. Y como si le preguntaran:"¿Con qué fruto?", añade: Y conociereis la verdad.Y de nuevo, cual si le replicasen: "¿Qué granjeriaofrece a los hombres la verdad?", dice: Os hará libres.¿Libres de qué, sino de la muerte, de la corrupción, de lamutabilidad? La verdad es siempre inmortal, incorruptible,inmutable. Y la verdadera inmortalidad, la verdaderaincorruptibilidad, la inconmutabilidad verdadera, es la mismaeternidad.CAPITULOXIXVATICINIOS MESIÁNICOS. CÓMO EL HIJO, POR LA MISIÓN <strong>DE</strong> SUNACIMIENTO EN LA CARNE, SE HACE INFERIOR SIN <strong>DE</strong>TRIMENTO<strong>DE</strong> SU IGUALDAD CON EL PADRE25. ¿A qué vino el Hijo de Dios, o mejor, qué significala misión del Hijo de Dios? Cuanto acaece en el tiempoen ayuda de nuestra fe, por la que somos purificadospara contemplar la verdad, tiene su decreto en la eternidadaunque haya nacido en el tiempo o diga habitud a laeternidad, y es o testimonio de esta misión o la misma misióndel Hijo de Dios.Pero ciertos testimonios preanuncian su futura venida,otros testifican su llegada. Era conveniente que aquel porquien fueron hechas todas las criaturas tuviera a todacriatura por testigo al hacerse criatura. Si este Uno nohubiera sido vaticinado por muchos enviados, no hubieransido liberados muchos, quedando uno encarcelado. Y siestos testimonios no hubieran sido tales que a los pequeñospudieran parecer grandes, jamás se creería que elGrande, para hacernos grandes, se apareciese pequeño en


376 <strong>DE</strong> TRINÍTATE IV, 19, 26vos missus est parvus. Incomparabiliter enim maiora FiliiDei facta sunt caelum et térra et omnia quae in eissunt, quia omnia per ipsum facta sunt, quam signa et portentaquae in eius testimonium proruperunt. Sed tamen nominesuit haec magna per eum facta parvi crederent lb , illaparva tanquam magna tremuerunt.26. Cum ergo venit plenitudo temporis, misit Deus Filiumsuum factum ex mullere, factum sub L&ge 81 ; usqueadeo parvum, ut factum; eo itaque missum, quo factum. Siergo maior mittit minorem, fatemur et nos factum minorem,et in tantum minorem in quantum factum, et in tantumfactum in quantum missum. Misit enim Filium suumfactum ex mullere, per quem tamen quia facta sunt omnia,non solum priusquam factus mitteretur, sed priusquam essentomnia, eumdem mittenti confitemur aequalem, quemdicimus missum minorem.Quomodo ergo ante istam plenitudinem temporis, quaeum mitti oportebat, priusquam missus esset videri a patribuspotuit, cum eis angélica quaedam visa demonstrarentur,quando nec iam missus sicut aequalis est Patri videbatur?Unde enim dicit Philippo, a quo utique sicut a ceteris,et ab ipsis a quibus crucifixus est in carne videbatur:Tanto tempore vobiscum sum, et non cognovistis me? Philippe,qui me vidit, vidit et Patrem; nisi quia videbatur, etnon videbatur? Videbatur sicut missus factus fuerat, nonvidebatur sicut per eum omnia facta erant. Aut unde etiamillud dicit: Qui habet mandata mea et servat ea, ipse estqui diligit me; et qui diligit me, diligetur a Patre meo, etego diligam eum, et manifestabo ei me ipsum 82 ; cum essetmanifestus ante oculos hominum: nisi quia carnem, quodVerbum in plenitudine temporis factum erat, suscipiendam cnostrae fidei porrigebat; ipsum autem Verbum per quodomnia facta erant, purgatae per fidem mentí contemplandumin aeternitate servabat?81 Gal. 4) 4.82lo. 14, 9. 21.b Am. Er. et prope omnes Mss., crederentur.c In Mss., suscipienéae.IV, 19, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 377medio de los pequeños 26 . El cielo y la tierra y cuanto enellos se contiene obra es del Hijo de Dios, mil veces másexcelso que los prodigios y portentos obrados en su favor.Con todo, los hombres, para que los pequeños creyesen queestas cosas grandes habían sido hechas por El, con temblorapreciaron aquella cosas pequeñas cual si fuerangrandes.26. ^Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios asu Hijo, hecho hijo de mujer, hecho bajo la Ley. Y hastatal punto pequeño, que fué hecho y enviado en cuantohecho. Y si el mayor envía al menor, confesemos que elmenor ha sido hecho y es menor en cuanto es nacido, ynacido en cuanto enviado. Envió a su Hijo, nacido de mujer.Y pues todas las cosas han sido creadas por El, yno sólo antes de ser enviado como nacido, sino aun antesde existir el mundo creado, admitamos que es igual al quele envió, aunque digamos que es menor en cuanto enviado.¿Cómo, pues, antes de esta plenitud del tiempo, cuandoconvenía fuese enviado, pudo ser visto por los patriar-,cas antes de su misión, al manifestárseles bajo ciertas aparienciasangélicas, si ni aun cuando fué enviado pudo servisto en cuanto es igual al Padre? Y ¿cómo dice a Felipe,que le contemplaba en carne pasible lo mismo que losdemás, incluso los que le crucificaron: Tanto tiempo haque estoy con vosotros y no me habéis conocido. 'Felipe,quien me ha visto ha visto al Padre; sino porque era y noera visto? Era visible en cuanto enviado, invisible comocriador de todas las cosas. Y ¿por qué cuando aun era visiblea los ojos de los mortales dice: Quien tiene mis mandamientosy los guarda, ése es el que me ama; y quienme ama, será amado de mi Padre; y yo también le ama~ré y me manifestaré a él, sino porque la carne en laque se había el Verbo humanado, venida la plenitud deltiempo, nos la brindaba para sostén de nuestra fe, mientrasreserva el manifestarse como Verbo, por quien hansido creadas todas las cosas, para cuando, purificadas nuestrasalmas por la fe, pudiéramos contemplarlo en la eternidad?26 El Uno del primer miembro es Cristo, triunfador del uno delsegundo término, que es Luzbel. El mesianismo de los profetas essiempre un testimonio perenne en favor de la grandeza de Dios¡humanada. La vida de Cristo, naciendo en Belén y muriendo en elGólgota, hace verídicos a los grandes videntes de Israel.


378 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 20, 27IV, 20, 27 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 379CAPUTXXMLTTENS ET MISSUS AEQUALIS. FLLIUS CUR DICITUR MISSUS APATRE. <strong>DE</strong> MISSIONE SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTI, QUOMODO ET A QUOMISSUS SIT. PATER TOTIUS <strong>DE</strong>1TATIS PRINCIPIUM27. Si autem secundum hoc missus a Patre Filius dícitur,quia lile Pater est, ille Filius, nullo modo impedit utcredamus aequalem Patri esse Filium et consubstantialemet coaeternum, et tamen a Patre missum Filium. Non quiaille maior est, ille minor: sed quia ille Pater, ille Filius;ille genitor, ille genítus; ille a quo est qui mitütur, ille quiest ¿b eo qui mittit. Filius enim a Patre est, non Pater aFilio. Secundum hoc iam potest intelligi, non tantum ideodici misisus Filius quia Verbum caro factura est 83 , sed ideomissus ut Verbum caro fieret, et per praesentiam corporalemilla quae seripta sunt operaretur; id est, ut non tantumhomo missus intelligatur quod Verbum factum est *-, sedet Verbum missum ut homo fieret: quia non secundum imparempotestatem vel sutjstantiam ved aliquid quod in eoPatri non sit aequale missus est; sed secundum id quod Filiusa Patre est, non Pater a Filio.Verbum enim Patrís est Filius, quod et Sapientia eiusdicitur. Quid ergo mirum si mittitur, non quia inaequalis estPatri, sed quia est manatio quaedam claritcetis omnipotentisDei sincera? b Ibi autem quod manat et de quo manatunius eiusdemque suibstantiae est. Ñeque enim sicut aquade foramine terrae aut lapidis manat, sed sicut lux de luce.Nam quod dictum est: Candor est enim lucis aeternae; quidaliud dictum est, quam Lux est lucis aeternae? Candor quippelucis, quid nisi lux est? Et ideo coaeterna luci, de qualux est. Maluit autem dicere: Candor lucis, quam Lux lucis;ne otoscurior putaretur ista quae manat quam illa de quamanat. Cum enim auditor candor eius esse ista, facilius eistut per hanc lucere illa, quam haec minus lucere credatur.Sed quia ea/vendum non erat, ne minor lux illa putareturquae istam genuit (hoc enim nullus unquam haereticus au-aIbid., i, 3. 18. 14.Er. et Lov., caro factum est. Abest, caro, ab alus libris.b JVIss. bic et infra coiistanter babent, sinceris.CAPÍTULOXXMISIONES DIVINAS. IGUALDAD <strong>DE</strong>L QUE ENVÍA Y <strong>DE</strong>L ENVIADO.POR QUÉ SE DICE EL HIJO ENVIADO POR EL PADRE. CÓMO V PORQUIÉN FUÉ ENVIADO EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO. EL PADRE, PRINCIPIO<strong>DE</strong> LA <strong>DE</strong>IDAD27. Si, pues, el Hijo se dice enviado por el Padre, porqueéste es Padre y aquél es Hijo, nada impide creer quoel Hijo sea igual, coeterno y consubstancial al Padre, aunqueel Hijo sea enviado por el Padre. Y no porque uno seamayor e inferior el otro, sino porque uno es Padre y el otroes Hijo; aquél el engendrador, éste el engendrado; aquélel que envía, éste el enviado. Es el Hijo quien procededel Padre, no el Padre del Hijo. En este sentido hemos deentender la misión del Hijo, pues fué enviado no sólo porqueel Verbo se hizo carne, sino también porque fué enviadopara que se hiciera carne y con su presencia corporalobrara cuantas cosas estaban escritas de El; es decir,no sólo para que se entienda que el Verbo es el hombreenviado, sino también para dar a entender que el Verboha sido enviado para que se encarnase. Y es enviadono porque sea de inferior jerarquía substancial o porqueno sea igual al Padre en algún otro atributo, sino porqueel Hijo procede del Padre y no el Padre del Hijo.El Verbo es el Hijo del Padre y su Sabiduría. ¿Qué maravilla,pues, si ha sido enviado, no porque sea desemejanteal Padre, sino porque es una emanación pura de la claridaddel Dios omnipotente? Allí el caudal y la fuente sonuna misma substancia. No como agua que salta de los venerosde la tierra o hendiduras de la roca, sino como luzde luz. Cuando se dice esplendor de luz eterna, ¿qué otracosa queremos significar sino que es Luz de luz eterna? ¿Quées el esplendor de la luz sino luz? En consecuencia, coeternoa la luz de la que es esplendor. Prefirió decir esplendor deluz a decir luz de luz, para que nadie creyese más obscurala luz que emana que la luz de la cual emana. Al oír esplendorde luz es fácil imaginarlo como haz de luz que nocreer que no brille con igual claridad (ningún hereje osóproferir tamaño absurdo, y creo que nadie se atreverá a


380 <strong>DE</strong> 1RINITATE IV, 20,_27sus est dicere, nee credendum est aliquem ausurum), illicogitationi occurrit Scriptura, qua posset videri obscuriorlux ista quae manat, quam illa de qua manat: quam suspicionemtulit, cum ait: Candor est illius, id est, lucís aeternae;atque ita ostendit aequalem. Si enim haec minor est,obscuritas illius est, non candor illius. Si autem maior est,non ex ea manat: non enim vinceret de qua genita est. Quiaergo ex illa manat, non est maior quam illa: quia vero nonobscuritas illius, sed candor illius est, non est minor; aequalisest ergo.Ñeque hoc moveré debet, quia dicta est manatio q,uaedamelaritatis omnipotentes Dei sincera: tanquam ipsa non sitomnipotens, sed omnipotentis manatio. Mox enim de illa dicitur.Et cum sit una, omnia potest 84 . Quis est autem omnipotens,nisi qui omnia potest? Ato illo itaque mittitur, aquo emanat. Sic enim ex¡peditur l0 ab illo qui amatoat eam etdesiderabat. Emitte, inquit, Mam de sanctis caeüs tuis, etmitte illant a sede magnitudinis tuae, ut mecum sit, et mecumlabórete; id est: Doceat me laborare, ne laborera. Laboresenim eius virtutes sunt d . Sed aliter mittitur ut sit cumnomine, aliter missa est ut ipsa sit homo. In animas enimsanctas se transferí, atque amicos Dei et prophetas constituitsis , sicut etiam implet sanctos angelos, et omnia talibusministeriis congrua per eos operatur.Cum autem venit plenitudo temporis missa est 87 , nonut impJeret angelos, nec ut esset ángelus, nisi in quantumconsilium Patris annuntialbat, quod et ipsius erat; nec utesset cum hominibus aut in homirúibus, hoc enim et anteaín patribus et praphetis: sed ut ipsum Verbum caro fieret,id est, homo fieret: in quo futuro reveíate sacramento, etiameorum sapientium atque sanctorum «alus esset, qui priusquamipse de >vlirgine nasceretur, de mulieribus nati sunt,et in quo faicto atque praedicato isalus sit omnium credentium,siperantium, diligentiurn. Hoc enim magnum pietatisest sacramentum, quod manifestatwn est in carne, iustificatumest in spiritu, apparuit angelis, praedicatum est ingenttbus, creditum est in mundo, as-sumptum est in gloria 88 .84 Sap. 7, 25-27.85 Ibid., 9, 10.86 Ibid., 7, 27.87 Gal. 4, 4.88 1 Tim. 3, 16.0 Am. et Mss., sic enim et petitur.d


382 <strong>DE</strong> TRlNITATE IV, 20, 2928. Ai» illo ergo mittitu«r Dei Veiríbum, CÍIÍUS est Verbum;ab illo mittitur de quo natum est: mittit qui genuit,mittitur quod genitum est. Et tune unicuique mittitur, cuma quoquam cognoscitur atque percipitur, quantum cognosciet percipi potest pro eaptu vel proficientis in Deum, vel perfectasin Deo animae rationalis. Non ergo eo ipso quo dePatre natus est, missus dicitur Filius: sed vel eo quod apparuithuic mundo Verbum caro factum; unde dieit: EaAvia Patre, et veni in hunc mundum sn ; vel eo quod ex temporecuiusquam mente percipitur, sicut dietum est: Mitte ülam,ut mecum sit, et mecum laboret. Quod ergo natum est abaeterno, aeternum est: Candor est enim lucís aeternae. Quodautem mittitur ex tempore, a quoquam cognoscitur.Sed cum in carne manifestatus est FSlius Dei, in huncmundum missus est, in plenitudine temporis, factus ex femina.Quia enim in saipientia Dei non poterat mundus cognoscereper sapieniíam Deum; quoniam lux lucet in tenebris,et tenebrae eam non comprehenderunt:, placuit Deo perstultitiam praedicationis salvos faceré credentes 90 ; ut Verbumcaro fieret, et habitaret in nobis 91 . Cum autem ex temporecuiusque profectus mente percipitur, mitti quidem dicitur,-sed non in hunc mundum: ñeque enim sensübiiiterapparet, id est, corporeis sensibus praesto est. Quia et nossecundum quod mente aliquid aeternum, quantum possumus,capimus, non in hoc mundo sumus: et omnium iustorumspirituis, etiam ad'huc in bac carne viventium, in quantumdivina sapiunt, non sunt in hoc mundo.Sed Pater cum ex tempore a quoquam ¡cognoscitur, nondicitur missus: non enim habet de quo sit e , aut ex quo procedat.Sapientia quippe dieit: Ego ex ore Altissimi prodif¿92 ; et de Spiritu sancto dicitur: A Patre procedit 93 ; Parter vero, a nullo.29. ¡Sicut ergo Pater genuit, Filius genitus est: ita Patermisit, Filius missus est. Sed quemadmodum qui genuitet qui genitus ©sit, ita et qui misit et qui miasus est unumsunt; quia Pater et Filius unum sunt 94 . Ita etiam Spiritussanctus unum cum eis est; quia haee tria unum sunt. Sicutenim natum esse est Filio, a Patre esse; ita mitti est Filio,cognosci quod ab illo sit. Et sicut Spiritui sancto donumDei esse, est a Patre procederé; ita mitti, est cognosci quia' " lo. 16, sS.90 i Cor. i, 2i.91 lo. i, 5. 14.92 Eccli. 24, 5.93 lo. 15, 26.84 Ibid., io, 30.6 Editi, de quo missus sit. Abest, missus, a Mss.IV, 20, 29 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 38328. El Verbo de Dios es enviado por aquel cuyo Verboes, enviado por aquel de quien es nacido. Envía el que engendra,es enviado el engendrado. Y es a cada uno enviadocuando se le conoce y se le recibe según puede ser conocidoy percibido por el alma racional que tiende haciaDios o es ya en Dios perfecta. Pero el hecho de nacer delPadre no se ha de afirmar que el Hijo haya sido enviado.sino que lo es únicamente cuando viene a este mundo y sehace carne. Salí, dice, del Padre y vine a este mundo 2 *; otambién cuando la mente percibe en el tiempo su asistencia,según está escrito: Envíala para que me asista y compartamis afanes. Lo que nace en la eternidad es eterno.Esvlendor de luz eterna. El que es enviado en el tiempo, detodos es conocido.Pero cuando el Hijo de Dios se manifiesta en la carne,entonces es enviado, venida la plenitud del tiempo, nacidode mujer. Pues en la sabiduría de Dios no podía el mundoconocer a Dios por la sabiduría; porque la luz luce en lastinieblas y las tinieblas no la acogieron, plugo a Dios porla necedad de la predicación salvar a los creyentes; y paraello el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Cuandopercibe la mente la partida de alguien en el tiempo, es enviado,pero no a este mundo, pues no se manifiesta en formasensible, es decir, no está en presencia de los sentidoscorpóreos. Tampoco nosotros, cuando percibimos con lamente lo eterno, en cuanto es posible, estamos en este mundo;y las almas de todos los justos, aun viviendo en carnemortal, en cuanto paladean la dulcedumbre de las cosasdivinas no están en este mundo.Pero el Padre, aunque sea conocido por alguien en eltiempo, no se dice enviado, porque no tiene de quien procederni por quien ser enviado. Empero, la Sab'duría exclama:Yo salí de la boca del Altísimo; y del Espíritu Santose lee: Del Padre procede; pero el Padre, de nadie procede.29. Así como el Padre engendró y el Hijo fué engendrado,así el Padre envía y el Hijo es enviado. Pero el queenvía y el enviado, así como el engendrador y el engendrado,son uno, porque el Padre y el Hijo son una misma cosa.Y uno con ellos es el Espíritu Santo, porque los tres sonunidad. Nacer es para el Hijo ser del Padre: por el Padrefué engendrado; y ser enviado es conocer su procedenciadel Padre. Para el Espíritu Santo, ser don de Dios es tambiénproceder del Padre; y ser enviado es reconocer que= * Toda misión divina importa dos términos, uno eterno, temporalel otro. Salir del Padre y venir a este mundo. El Padre es,c-ri la fraseología de la Escuela, el término a quo; el mundo, elU'i'iuiíio ad quem. Sin estos dos extremos la misión es imposible.


384 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 20', 29ab illo procedat*. Nec possumus dicere quod Spiritus sanctuset a Filio non procedat: ñeque enim frustra idem Spirituset Patris et Filii Spiritus dicitur. Nec video quid aliud significarevoluerit, cum sufflans in faciem discipulorum g , ait:Accipite Spiritum sanctum 95 . Ñeque enim flatus ille corporeus,cum sensu corporaliter tangendi procedens ex corpóre,substantia Spiritus sancti fuit; sed demonstratio per congruamsignificationem, non tantum a Patre, sed a Filio procederéSpiritum sanctum. Quis enim dementissimus dixerit,alium fuisse Spiritum 11 quem sufflans dedit, et alium quempost ascensiónem suam misit? 96 Unus enim est SpiritusDei, Spiritus Patris et Filii, Spiritus sanctus, qui operaturomnia in ómnibus OT .Sed quod bis datus est, dispensatio certe significationisfuit, de qua suo loco, quantum Dominus dederit, disseremus.Quod ergo ait Dominus: Quem ego mittam vobis a Patre 9 ";ostendit Spiritum et Patris et Filii. Quia etiam cum dixisset:Quem mittet Pater, addidit in nomine meo"; non tamendixit: "Quem mittet Pater a me"; quemadmodum dixit:Quem ego mittam vobis a Patre; videlicet ostendens quodtotius divinitatis, vel si melius dicitur, deitatis, principiumPater est. Qui ergo a Patre procedit et Filio, ad eum refertura quo na tus est Filius.Et quod dicit evangelista: Spiritus nondum erat datus,quia Iesus nondum erat glorificatus 10 °, quomodo inteiligitur,nisi quia certa illa Spiritus sancti datio vel missio postclarificationem Christi futura erat, qualis nunquam anteafuerat? Ñeque enim antea nulla erat, sed talis non fuerat.Si enim antea Spiritus sanctus non dabatur, quo impletiprophetae locuti sunt? cum aperte Scriptura dicat, et multislocis ostendat, Spiritu sancto eos locutos fuisse: cum etde Ioanne Baptista dictum sit: Spiritu sancto replebitur iaminde ab útero matris suae; et Spiritu sancto repletus Zachariasinvenitur pater eius, ut illo talia diceret; et Spiritusancto María, ut talia de Domino quem gestabat útero, prae-05 lo. 20, 22.96 Act. 2, 1-4-07 i Cor. 12, 6.08 lo. 15, 26.,J Ibid., 14, 26.100 Ibid., 7, 39.fEr. Ven. Lov., ita müti, est cognosci quod ab illo procedat. M.g Mss. non habent, in faciem discipulorum.h Plerique Mss., alium fuisse Spiritum sanctum quem.IV, 20, 29 PE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 385procede de El. Y no podemos afirmar que el Espíritu Santono proceda del Hijo, porque no en vano se le dice Espíritudel Padre y del Hijo. No veo qué otra cosa puede significaraquella sentencia que. el Hijo de Dios pronunció al soplarsobre el rostro de sus discípulos y decirles: Recibid el EspírituSanto. Aquel 'hálito material, procedente de la substanciaterrena y actuando sobre los sentidos corpóreos, nopodía ser substancia del Espíritu Santo, sino un símbolopara demostrar que el Espíritu Santo no sólo procede delPadre, sino también del Hijo. ¿Quién habrá tan escaso dejuicio que ose afirmar ser uno el Espíritu que dio en estesoplo y otro muy distinto el que envió después de su ascensión?Luego uno es el Espíritu de Dios, Espíritu del Padrey del Hijo, Espíritu Santo, que obra todas las cosas entodos.Esta doble donación no carece de misterioso sentido, delcual hablaré, con la ayuda del Señor, en otro lugar. CuandoCristo dice: El que yo os envíe de parte del Padre, demuestraque es Espíritu del Padre y del Hijo. Como dijese:Que el Padre os envía, añadió en mi nombre. Observa queno dice: "Que el Padre os envía de mi parte", como dijoarriba: Que yo os enviaré de parte del Padre, afirmandocon estas palabras que el Padre es principio de toda la divinidad,y con expresión más exacta, de toda la deidad. Elque procede del Padre y del Hijo hace ciertamente referenciaa aquel de quien nació el Hijo 2S( .Y ¿cómo entender esta frase del evangelista: Aun no habíasido dado el Espíritu Santo, porque Jesús aun no habíasido glorificado, sino en el sentido de que aquella dádiva omisión del Espíritu Santo había en el futuro de comunicarse,después de la glorificación de Cristo, como jamás lo habíasido antes? Dádiva ya lo era, pero no como lo fué después.Si antiguamente no se daba el Espíritu Santo, ¿por quiénfueron inspirados en sus vaticinios los videntes? En innúmerospasajes de la <strong>Escritura</strong> se dice con claridad que hablaronmovidos por el Espíritu Santo. Así, de San JuanBautista se profetiza que sería lleno del Espíritu Santo desdeel seno de su madre; y Heno también del Espíritu Santoencontramos a su padre, Zacarías, al pregonar las grandezasde su hijo; y llena estaba María del Espíritu Santo almagnificar las obras del Señor, que llevaba en sus entrañas,- 3 El Doctor de Ja Trinidad, clara et forti oratione, en sentir dePetan, afirma la procedencia del Espíritu Santo del Padre y delHijo, siguiendo el ejemplo de su maestro en la fe, San Ambrosio.Cf. P. TH. CAMELOT, La tradition latine sur la procession du Saint-Esprit«a Filio» ou «ab utroque»; Russie et Chrétienté (1950), p. 186-191.S.Ai.s 13


386 <strong>DE</strong> TRINITATE IV, 21, 30earet 101 ; S ; piritu sancto Simeón et Anna, ut magnitudinemChristi parvuli agnoscerent 102 : quomodo ergo Spíritus nondumerat datus, qma Iésus nondum erat clarificatus ; nisiquia illa datio, vel donatio, vel missio Spiritus sancti habituraerat quamdam proprietatem suam in ipso adventu,qualis antea nunquam fuit?Nusquam enim leigimus, linguis quas non noverant hominesloeutos, veniente in se Spiritu sancto, sicut tune factumest, cum oporteret eius adventum signis sensibilibusdemonstrari, ut ostenderetur totum orbem terrarum atqueomnes gentes in linguis variis constituías, credituras inChristum per donum Spiritus sancti; ut impleretur quod inPsalmo canitur: Non sunt laquelae ñeque sermones, quorumnon auÚiantUT voces eorum; in omnem terram ecevúit sonuseorum, et in fines orbis terrae vefba eorum 103 .IV, 21,' 30 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ' 3&7como lo estaban también Ana y Simeón al reconocer la majestadde Jesús en aquel parvuliilo. ¿Cómo, pues, no habíasido aún dado el Espíritu Santo, porque Jesús no había sidoaún glorificado, sino porque aquella entrega, donación o misióndel Espíritu Santo había de tener una propiedad muysingular en su venida, hasta entonces ignorada?En efecto, jamás antes se había oído a los hombres hablarlenguas extrañas al descender sobre ellos el EspírituSanto, como aconteció cuando era menester manifestar suvenida por medio de signos sensibles para ¡que en todo elorbe pudiera ser conocido, y las naciones, escindidas y separadaspor mil idiomas, habían de creer todas en Cristomediante la gracia del Espíritu Santo, para que tuviesecumplimiento lo que se canta en el Salmo: No hay discursosni palabras que no se perciban sus voces: en toda latierra repercutió su sonido, y hasta los confines del orbesus palabras. . ..CAPUTXXICAPITULOXXI<strong>DE</strong> SENSIBILE <strong>DE</strong>MONSTRATIONE <strong>SAN</strong>CTI SPIRITUS, ET <strong>DE</strong> COAE-TERNITATE TRINITATIS. QÜID DICTUM SIT ET QUIDDICENDUM RESTET30. Verbo itaque Dei ad unitatem personae copulatus,et quodam modo commixtus est homo, cum veniente plenitudinetemporis missus est in hume mundum faetus ex feminaFilius Dei, ut esset et filius hominis propter filios homiñum.Han'c personam angélica natura figurare antea po~tuit; ut praonuntiaret; non expropriare, ut ipsa esset.•De sensibili autem demonstratione Spiritus sancti, siveper columbae speciem 1M , sive per linguas Ígneas los cum eiussúbatantiam Patri et Filio coaeternam pariterque incommutabiiemsubdita et iserviens creatura temporalibus motibuset formis ostenderet, cum ad eius personae unitatem, sicutcaro quod Ver'bum factum est 106 , non copularetur, non audeodicere nihil tale factum esse antea. Sed plañe fidenterdixerim, Patrem et Filium et Spiritum sanctum unius eius-" ,1 Le. i, 15. 41-79.';iM íbid., 2, 25-38.• ,n3 'Ps. 18, 4-SÍ" 4 ivrt. 3, 16.'••-' 105! Aet. 2, '3. " •• ivW Tb/j; 14. •'•EPIFANÍAS <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO. COETERNIDAD <strong>DE</strong> LAS TRESPERSONAS. QUÉ HA DICHO EL AUTOR Y QUÉ LE RESTAAÚN POR <strong>DE</strong>CIR30. Al Verbo de Dios se unió, y en cierto modo se mezcló,el hombre en unidad de persona 30 , cuando, llegada laplenitud del tiempo, fué enviado a este mundo el Hijo deDios, nacido de mujer, haciéndose Hijo del hombre poramor a los hijos de los hombres. Pudo la naturaleza angélicarepresentar antes esta persona, como preanunciándola;pero no pudo substituirla expropiándola de su ser.No me atrevo a decir que antes no se haya verificadoalgo parecido con relación a las apariciones sensibles delEspíritu Santo, ya se manifestase en lenguas de fuego, yaen figura de paloma, cuando, por medio de formas y movimientostransitorios, sirviéndole dócil y sumisa la criatura,manifestó su naturaleza inconmutable, al Padre y al Hijocoeterna, sin que entonces surgiese unidad de persona como'"' La palabra commixlio no ha de entenderse en sentido monofiska,porque para San Agustín, después de la unión hipostásica,subsisten en Cristo íntegramente las dos naturalezas, divina y humana.


388 <strong>DE</strong> TEINITATE IV, 21, 31demque substantiae, Deum creatorem, Trínitatem omnipotenteminseparabiliter operari.Sed ita non posset per longe imparem maximeque corporeamcreaturam inseparabiliter demonstran; sicut per vocesnostras, quae utique eorporaliter sonant, non possuntPater et Filius et Spiritus sanctus, nisi suis et propriis intervallistemporum certa separatione distinctis, quae suaecuiusque vocabuli syllabae oceupant, nominari.In sua quippe substantia qua sunt, tria unum sunt, Pateret Filius et Spiritus sanctus, millo temporali motu superomnem creaturam idipsum sine ullie intervallis temporumvel locorum, et simul unum atque idem ab aeternitate inaeternitatem, tanquam ipsa aeternitas quae sine veritateet chántate non est: in meis autem vocibus separati suntPater et Filius et Spiritus sanctus, nec simul dici potuerunt,et in litteris visibilibus sua separatim locorum spatia tenuerunt.Et quemadmodum cum memoriam meam et intellectumet voluntatem nomino, singula quidem nomina ad res singulasreferuntur, sed tamen ab ómnibus tribus singula factasunt; nullum enim horum trium nominum est, quod non etmemoria et intellectus et voluntas mea simul operata sint:ita Trinitas simul operata est et vocem Patris, et carnemFilii, et columbam Spiritus sancti, cum ad personas singulassingula haec referantur. Qua similitudine utcumque cognosciturinseparabilem in se ipsa Trinitatem per visibiliscreaturae speciem separabiliter demonstran, et inseparabilemTrinitatis operationem etiam in singulis esse rebus,quae vel ad Patrem, vel ad Filium, vel ad Spiritum sanctumdemonstrandum proprie pertinere dicuntur.31. Si ergo a me quaeritur, quomodo factae sint vel vocesvel sensibiies formae atque species ante incarnationemVerbi Dei, quae hoc futurum praefigurarent: per angelosea Deum operatum esse respondeo; quod etiam Scripturarumsanctarum testimoniis, quantum existimo, satis ostendi.Si autem quaeritur, ipsa inearnatio quomodo facta sit: ipsumVerbum Dei dico carnem factum, id est, hominem factum,non tamen in hoc quod factum est conversum atquemutatum; ita sane factum, ut itoi sit non tantum VerbumDei et hominis caro, sed etiam rationalis hominis anima,atque hoc totum et Deus dicatur propter Deum et homopropter hominem.Quod si difficile intelligitur, mens fide purgetur, magismagisque abstinendo a peccatis, et bene operando, et orandocum gemitu desideriorum sanctorum, ut per divinum adiu-IV, 21, 31 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 389es, la encarnación del Verbo. Pero sí afirmo con plena seguridadque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son unamisma substancia, Dios creador, y que la Trinidad omnipotenteactúa inseparablemente.Mas esto no puede ser demostrado de una manera inseparable,pues la criatura es muy desemejante y corpóreaen grado sumo. Así, por medio de nuestras palabras, quesuenan sensiblemente, es imposible pronunciar los nombresdel Padre, del Hijo y del Espíritu Santo sin emplear undeterminado espacio de tiempo, indispensable en toda modulaciónsilábica.Mas en su substancia, por la que son, los tres son uno,Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin movimiento temporal,sobre toda criatura, sin intervalos de tiempo o de espacio;ano e idéntico 'desde la eternidad hasta la eternidad, eternidadque no existe sin verdad y sin amor; pero en mispalabras el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se encuentranseparados, pues no se pueden pronunciar a un tiempo, y enla escritura ocupan también un lugar distanciado. Y lo mismoocurre cuando nombro mi memoria, mi entendimientoo mi voluntad, pues cada nombre lo relaciono con una facultad;sin embargo, cada nombre es obra de las tres potencias,porque no existe nombre de éstos sin que se fijen enél conjuntamente la memoria, el entendimiento y la voluntad.Actúa la Trinidad en la voz del Padre, en la carne delHijo y en la paloma del Espíritu Santo, pero nosotros apropiamosa cada una de las divinas personas dichas acciones.Este símil nos muestra de algún modo cómo la Trinidad,inseparable en su esencia, puede manifestarse separadamenteen la criatura sensible, y cómo la acción indivisade la Trinidad se encuentra en las cosas que sirven pararepresentar con toda propiedad al Padre, al Hijo y al EspírituSanto.31. Si se me pregunta cómo surgieron aquellas vocesy aquellas formas o especies sensibles antes de la encarnacióndel Verbo, que prefiguraban como futura, respondo quefué obra de Dios por medio de sus ángeles. Aserto, en misentir, suficientemente probado por los múltiples testimoniosya aducidos de las santas <strong>Escritura</strong>s. Si, además, seme pregunta cómo se realizó la encarnación, respondo queel mismo Verbo de Dios se hizo carne, es decir, se humanó,sin que se haya convertido o transformado en aquello quese hizo; y de tal suerte se encarnó, que en El se encuentrael Verbo de Dios, la carne del hombre y alma racional;siendo el todo, Dios por su naturaleza divina, hombre porsu contextura humana.Y si difícil es entender esto, sea purificada la mente porla fe, se abstenga cada día más de pecar, obre el bien yeuplique con el gemido de los santos deseos, para que, pro-


390 Dlí TRINITATE IV, 21, 32torium profiriendo, et intelligat, et amet. Si autem quaeritur,post incarnationem Verbi, quomodo faota sit vel vox Patris,vel species corporalis qua Spiritus sanctus demonstratusest: per creaturam quidem facta ista non dubito; sed utrumtantummodo corporalem atque siensibilem, an adhibito spirituetiam rationali vel intellectuali (hoc enim quibusdamplacuit appellare, quod graeci dicunt vospóv), non quidem adunitatem personae (quis enim hoc dixerit, ut quidquid illudest creaturae per quod sonuit vox Patris, ita sit Deus Pater,aut quidquid illud est creaturae in quo per oolumbae speciemvel per igineas linguas Spiritus sanctus demonstratus est, itasit Spiritus 'sanctus, sicut est Dei Filius homo ille qui ex virginefactus est?), sed tantummodo ad rninisterium peragendaesignificationis, sicut oportuisse Deus iudicavit: an aliquidaliud intélli.gendum sit, invenire diffi'cile est, et temeréaffirmare non expedit.Quomodo tamen ista sine rationali vel intellectuali creaturapotuerint fieri, non video. Ñeque adhuc locus est explicareour ita sentiam, quantum vires Dominus dederit.Prius enim isunt discutienda et refellenda haereticorumargumenta, quae non ex divinis Libris, sed ex rationibussuis proferunt, quibus se véhementer cogeré arbitrantur,testimonia Scripturarum quae de Patre et Filio et, Spiritusancto sunt ita esse intelligenda ut ipsi volunt.32. Nunc autem non ideo minorem Filium quia missusest a Patre, nec ideo minorem Sípiritum ¡sancturn quia etPater eum misit et Filius, sufficienter, quantum anbitror,demonstratum est. (Sive enim propter visitoilem creaturam,sive potius propter principii eommendationem, non propterinaequalitatem vel imparilitatem vel dissimilitudinem substantiaein Scripturis haec posita intelliguntur: quia etiamsi voluisset Deus Pater per subiectam creaturam visibiliterapparere absurdissime tamen aut a Filio quem genuit, auta Spiritu sancto qui de ülo procedit, missus diceretur.Iste igitur sit hüius voluminis modus: deinceps in ceteris,adiuvante Domino, illa haereticorum versutissima argumentaqualia sint, et quemadmodum redarguantur videbimus.IV, 21, 32 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 391gresando con el auxilio del cielo, comprenda y ame. Si seme pregunta cómo después de la encarnación del Verbo fuéformada la voz del Padre o la figura corporal de la paloma,símbolo del Espíritu Santo, no dudo hayan sido hechasestas cosas por medio de la criatura; pero es arduaempresa averiguar, y no conviene afirmar temerariamente,si se manifestó sólo por medio de la criatura corpórea ysensible o se sirvió de la criatura racional e intelectiva (asíplugo llamar a ciertos escritores al noerón 31 de los,griegos),sin llegar a la unidad de persona, sino sólo en función ministerialy prefigurativa, según. Dios lo juzgó oportuno, osi es necesario entenderlo en otro sentido diverso. Mas¿quién se atreverá a decir que el Padre es la misma criaturaen la que resonó su voz, o que el Espíritu Santo es lapaloma o las lenguas de fuego bajo cuyas apariencias sureveló, al modo como el Hijo de Dios es aquel hombre quenació de una virgen?Sin embargo, no veo cómo pudieron llevarse a cabo estascosas sin el concurso de la criatura racional e intelectiva.No es tiempo aún de explicar por qué opino así, contandoCon la asistencia del Señor.Antes es preciso discutir y refutar los argumentos delos herejes, no los que toman de los Libros santos, sino losque sacan de sus raciocinios, que nos obligan indeclinablemente—creenellos—a interpretar en su sentido los texto*de la <strong>Escritura</strong> que hablan del Padre y del Hijo y del EspírituSanto.32. Ahora queda, a mi juicio, demostrado cómo el Hijono es inferior por el hecho de ser enviado por el Padre, nilo es tampoco el Espíritu Santo aunque sea enviado por elPadre y por el Hijo. Estos testimonios de la <strong>Escritura</strong> seentienden puestos o a causa de la criatura visible, o mejor,para indicar él origen, pero nunca para significar diversidad,desemejanza o diferencia de naturaleza; porque aunen la hipótesis de que Dios Padre hubiera querido manifestarseen la criatura visible, a El sujeta, seria un absurdomayúsculo pensar que había sido enviado por el Hijo, aquien engendró, o por el Espíritu Santo, que de El procede.Con esto ponemos punto final al presente libro. En lossiguientes, con la ayuda del Señor, veremos cuáles son losargumentos falaces de los herejes y cuál su refutación.31 Nocrós significa algo espiritual relacionado con la inteligencia.;Se deriva del verbo noéo, entender o conocer intelectivamente.


LÍBERVenit ad haereticorum argumenta illa quae non ex divinisLibris, sed ex rationibus suis proferunt: et eos refellit,quibus ideo videtur non eamdem Patria ac Filii esse substantiam,quia omne quod de Deo dicitur, secundum substantiamdici putant; et propterea et gignere et gigni,vel genitum esse et ingenitum, quoniam diversa sunt,contendunt substantias esse diversas; demonstrans, nonomne quod de Deo dicitur secundum substantiam dici,slcut secundum substantiam dicitur bonus et magnus,et si quid aliud ad se dicitur; sed dici etiam relative, idest, non ad se, sed ad aliquid quod ipse non est, sicutPater ad Filium dicitur, vel Dominus ad creaturam sibi¿ervientem: ubi si quid relative, id est, ad aliquid quodipse non est, etiam ex tempore dicitur, sicuti est, Domine,refugium factus est nobis: nihil ei accidere quo mutetur,sed omnino ipsum in natura vel essentia sua immutabilempermanere.VCAPUT IQUID A <strong>DE</strong>O, QUID A LECTORE AUCTOR EXPOSCAT. IN <strong>DE</strong>O NIHILMUTABILIS ET CORPOREI COGITANDUM1.


394<strong>DE</strong> TRINITATEV, 1, 2et in aenigmate wideatur *: primum ab ipso Domino Deonostro, de quo semper cogitare débemus et de quo dignecogitare non possumus, cui laudando reddenda est omnitempere benedictio 2 , et cui enuntiando nulla competit dictio,et adiutorium ad intelligenda atque expiieanda quae intendo,et veniam p-recor sicubi offendo. Memor sum enim, non solumvoluntatis, verum etiam infirmitatis.meae.Ab his etiam qui ista iecturi sunt ut ignoscant peto,ubi. me: magi


3»6 <strong>DE</strong> TRINITATE y, 3,4cogitat, etsi nondum potest omni modo invenire quid sit;pie tamen cavet, quantum potest, aliquid de eo sentiré quodnon sit.V, 3, 4 * <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 397aunque no llegue a conocer lo que es, evita, sin embargo,con piadosa diligencia y en cuanto es posible, pensar deEl lo que no es *.CAPUTII<strong>DE</strong>US SOLA INOOMMUTABILIS ESSENTIA3. Est tamen sine dubitatione substantia, vel si meliushoc appellatur, essentia, quam graeci oúo-íav vocant. Sicutenim ab eo quod est sapere dicta est sapientia, et ab eo quodest scire dicta est scientia; ita ab eo quod est esse dictaest essentia. Et quis magis est, quam ille qui dixit fámulasuo Moysi: ego sum qui sum; et, Dices filiis Israel: Qui est,misit me ad vos? 3Sed aliae quae dicuntur essentiae sive substantiae, capiuntaccidentia, quibus in eis fiat vel magna vel quantacumquemutatio: Deo autem aliquid eiusmodi accidere nonpotest; et ideo sola est incommutabilis substantia vel essentia,qui Deus est, cui profeeto ipsum esse, unde essentianominata est, máxime ac verissime competit. Quod enimmutatur, non servat ipsum esse; et quod mutari potest,etiamsi non mutetur, potest quod fuerat non esse: ac perhoc illud solum quod non tantum non mutatur, verum etiammutari onxnino non potest, sine scrupulo occurrit quod verissimedicatur esse.CAPUTIIIARIANORUM ARGUMENTUM EX VOCE GENITI ET INGENITI<strong>DE</strong>SUMPTUM DILUTTXJR4. Quamobrem ut iam etiam de iis quae nec dicunturut cogitantur, nec cogitantur ut sunt, responderé incipiamua1 Ex. 3, 14.CAPITULOIISÓLO Dios ES ESENCIA INMUTABLE3. Dios es, sin duda, substancia, y si el nombre esmás propio, esencia; en griego ousía. Sabiduría viene de]verbo saber; ciencia, del verbo scire, y esencia, de ser.Y ¿quién con más propiedad es que aquel que dijo a susiervo Moisés: Yo soy el que soy; dirás a los hijos de Israel:El que es me envía a vosotros?Todas las demás substancias o esencias son susceptiblesde accidentes, y cualquier mutación, grande o pequeña, serealiza con su concurso; pero en Dios no cabe hablarde accidentes; y, por ende, sólo existe una substancia oesencia inconmutable, que es Dios, a quien con suma verdadconviene el ser, de donde"se deriva la palabra esencia. Todocuanto se muda no conserva el ser; y cuanto es susceptiblede mutación, aunque no varíe, puede ser lo que anteano era; y, en consecuencia, sólo aquel que no cambia nipuede cambiar es, sin escrúpulo, verdaderamente el Ser 2 .CAPÍTULOIIIARGUMENTO <strong>DE</strong> LOS ARRÍANOS CONTRA LA CONSUBSTANCIALIDAD<strong>DE</strong>L PADRE Y <strong>DE</strong>L HIJO4. Principiemos a contestar a nuestros adversarios enla fe sobre aquellas cosas que no se expresan como se pien-1 Dios es incomprensible, pero no incognoscible. Tomando comopunto de partida los seres creados, deducimos las perfecciones delSer supremo. Agustín insinúa aquí los dos procedimientos : la víade eliminación o negación y la vía de eminencia. Suprimir en Di°. stodos los defectos de las criaturas y atribuirle, elevándolas al infinito,todas las perfecciones, es el..procedimiento para conocer a Diosde una manera especular y enigmática.2 Sólo Dios es inmutable. El cambio se verifica en anhelos deH»rfección _ con pérdida de lo que se posee. En ambas hipótesis.>ios no sería el Ser perfecto y supremo. Ideo illum summe esse.(inia nulla mutabilitate, proficit sen déficit. Cf. Epist. 118, 3, *5 :•T- 33. 439 ; De civ. Dei, 8, 6 : PLi 41, 231 ; In lo., tr. qq, n. 5 :IM. 35, 1888.


398 I'F. TRlNiTATE ' SV.Í.4, t '5ñdei nostrae adversariis: Ínter multa quae ariani adversuscatholicam fidem solent disputare,, hoc sibi máxime callidissimummachinamentum proponere vidente, 1 cum dicunt:"Quidquid de Deo dicitur vel intelligitur, non secundum accidens,sed secundum substantiam dicitur". Quapropter ingenitumesse Patri secundum substantiam est, et genitumesse Filio secundum substantiam est. Diversum est autemingenitum esse, et genitum esse: diversa est ergo substantiaPatris et Filii.Qúibus respondemus: Si quidquid de Deo dicitur, secundumsubstantiam dicitur; ergo quod dictum est: Ego etPater unum sumus 4 , secundum substantiam dictum est.,tina est igitur substantia Patris et Filii. Aut si hoc nonsecundum substantiam dictum est, dicitur ergo aliquid deDeo non secundum substantiam; et ideo iam non cogimursecundum substantiam intelligere ingenitum et genitum. ítemdictum est de Filio: Non rapinam arbitratus est esse aequa-•Ms Deo 5 ; quaerimus secundum quid aequalis. Si enim nonsecundum substantiam dicitur aequalis, admittunt ut dicaltur aliquid de Deo, non secundum substantiam: admittantergo non secundum substantiam dici ingenitum et genitum.'Quod. si propterea non admittunt, quia omnia de Deo secundumsubstantiam dici volunt, secundum substantiam Filiusaequalis est Patri.V, 4, 5 * HE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 390san ni se piensan como son. Entre los muchos argumentosque los arríanos acostumbran a esgrimir contra la fe católicaestá el siguiente sofisma, que ellos consideran degran peso. Dicen: "Cuanto se piensa o enuncia de Dios, sepredica no según los accidentes, sino según la substancia".Ahora bien, el Padre es, según la substancia, ingénito, yel Hijo es, según la substancia, engendrado. Realidadesmuy diversas son ser ingénito y ser engendrado. Luego lasubstancia del Hijo es muy otra que la substancia delPadre 3 . ..Respuesta: Si cuanto de Dios se predica se dice segúnla substancia, luego según la substancia se dijo: Yoy el Padre somos uno. En consecuencia, una es la substanciadel Padre y del Hijo. .Y si esto no se entiende segúnla substancia, existe ya algo en Dios que no se entiendesegún la substancia y, por consiguiente, ya no es obligadoentender las palabras ingénito y engendrado según la substancia.Se afirma asimismo del Hijo: No juzgó rapiña hacerseigual a Dios. Pregunto: ¿Según qué es igual? Si igualno se dice según la substancia, admitan que en Dios notodo cuanto se predica es según la substancia. Luego noes necesario entender según la substancia las palabras ingénitoy engendrado. Y si no aceptan esta conclusión porser substancial cuando se enuncia de Dios, luego el Hijo esconsubstancial al Padre.CAPÍTULOIVCAPUTIVACCI<strong>DE</strong>NS ARGUIT SEMPER ALIQUAM REÍ MUTATIONEM"5. Accidens autem non solet dici, nisi quod aliqua mu-•tationé eius rei eui accidit amitti"potest. Nam etsi quaéd'amdicuntur accidentia. inseparabiliá, quae graeee appellanturáx


400 <strong>DE</strong> TRINITATE * V, 5, 6illud corpus in terram mutatur et vertitur, amittit utiqueetiam illum colorem.Quamvis et accidens quod separabile dicitur, non separatione,sed mutatione amittatur; sicuti est capillis hominumnigritudo, quoniam dum capilli sunt possunt albescere, separabileaccidens dicitur: sed diligenter intuentibus satisapparet, non separatione quasi emigrare aliquid a capitedum canescit, ut nigritudo inde candore succedente discedatet aliquo eat, sed illam qualitatem colorís ibi vertí atquemu tari.Nihil itaque accidens in Deo, quia nihil mutabile autamissibile. Quod si et illud dici accidens placet, quod licetnon amittatur, minuitur tamen vel augetur, sicuti est animaevita: nam et quamdiu anima est, tamdiu vivit, et quiasemper anima est, semper vivit; sed quia magis vivit cumsapit, minusque cum desipit, fit etiam hic aliqua mutatio,non ut desit vita, sicuti deest insipienti sapientia, sed utminus sit: nec tale aliquid in Deo üt, quia omnino incommutabilismanet.CAPUT VIN <strong>DE</strong>O NIHIL SECUNDUM ACCI<strong>DE</strong>NS DICITUR, SED SECUNDUMSUBSTANTIAM, AUT SECUNDUM RELATIONEM6. Quamobrem nihil in eo secundum accidens dicitur,quia nihil ei accidit; nec tamen omne quod dicitur, secundumsubstantiam dicitur. In rebus enim creatis atque mutabilibusquod non secundum substantiam dicitur, restat utsecundum accidens dicatur: omnia enim accidunt eis, quaevel amitti possunt vel mihui, et magnitudines et qualitates;et quod dicitur ad aliquid, sicut amicitiae, propinquitates,servitutes, similitudines, aequalitates, et si qua huiusmodi;et situs et habitus, et loca et témpora, et opera atque passiones.In Deo autern nihil quidem secundum accidens dicitur,quia nihil in eo mutabile est; nec tamen omne quod dicitur,secundum substantiam dicitur. Dicitur enim ad aliquid, sicutPater ad Filium, et Filius ad Patrem, quod non est accidens:quia et ille semper Pater, et ille semper Filius; etV, 5, 6 " <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 401muda y convierte en terreno elemento, y entonces se desvanecetambién su color.El accidente separable puede perder su existencia, nopor separación, sino por mutación. Así, por ejemplo, la negruraen los cabellos del hombre, pues mientras existan cabellosexiste la posibilidad de encanecer, y, por consiguiente,dicho accidente es separable. Mas observemos con atencióncuidadosa y veremos que no es por separación, como siemigrase algo de la cabeza que empieza a blanquear, sinoque es sólo la cualidad del color lo que cambia.En Dios no existe accidente, porque en El nada mudableni amisible se encuentra. Y si place llamar accidentea lo que, sin extinguirse, es susceptible de crecimiento odisminución, coimo la vida del alma, pues mientras sea almavive, y como siempre es alma, siempre vive; pero suvida es más intensa cuando su ciencia es más sensata, ymenos cuando entontece, y así se verifica en ella una ciertamudanza, no porque cese la vida, como en el ignorante cesala sabiduría, sino porque es menos abundosa la vida. Masnada de esto sucede en Dios, esencia en absoluto inmutable.CAPÍTULO VRELACIONES DIVINAS6. Por lo tanto, en Dios nada se dice según los accidentes,pues nada le puede acaecer: sin emíbargo, no todocuanto de El se predica, se predica según la substancia. Enlas cosas creadas y mudables, todo lo que no se predicasegún la substancia, se predica según los accidentes. Enellas todo puede perderse o disminuir, dimensiones y cualidades.Y dígase lo mismo de las relaciones de amistad,parentesco, servidumbre, semejanza, igualdad, posición, hábito,lugar, tiempo, acción y pasión.En Dios, empero, nada se afirma según el accidente, porquenada mudable hay en El; no obstante, no todo cuantode El se enuncia se dice según la substancia. Se habla aveces de Dios según la relación (ad aliquid) *. Eí Padre dicerelación al Hijo, y el Hijo dice relación al Padre, y esta4 El esse ad aliquid implica como una tendencia de un ser haciaotro. La escuela tomista sostiene que el esse adde las relacio-IK-S divinas en su sentido formal no expresa perfección. Así piensatambién San Agustín. Cf. I. CHEVALIER, Saint Augustin et la penséel'rrcque. Les relations trinitaires (Friburgo, Suiza, 1040).


402 <strong>DE</strong> TR1NITATE 'V, 6, 7. non ita semper quasi ex quo natus est Filius, ut ex eo quodnunquam desinat esse Filius, Pater non desinat esse Pater;sed ex eo quod semper natus est Filius, nec «oepit unquarnesse Filius. Quod si aliquando ame coepisset, aut aliquándoesse desineret Filius, secundum aecidens diceretur. Si veroquod dieitur Pater, ad se ipsum diceretur, non ad Filium;et quod dieitur Filius, ad se ipsum dieeiretur, non ad Patrem;secundum substantiam diceretur et ille Pater, et illeFilius.'Sed q-uia et Pater non dieitur Pater nisi ex eo quod estei Filius, et Filius non dieitur nisi ex eo quod habet Patrem,non seicundum substantiam haee dicuntur; quia non quisqueeorum ad ; se ipsum, sed ad invicem atque ad alterutrum istadicuntur: ñeque secundum aocidens, quia. et quod dieiturPater, et quod dieitur Filius, aelternum atque incommutabileest eis. Quamdbrem quamvis diversum sit Patrem esseet Filium esse, non est tamen diversa subsiantia: quia hoc anon sieeundum substantiam dicuntur, sed secundum relativum;quod tamen relativum non est accidens, quia non estmutabile.V,'6,7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 403relación no es accidente, porque uno siempre es Padre y elotro siempre es Hijo; y no como si dijéramos que desdoque existe el Hijo no puede dejar de ser Hijo, y el Padreno puede dejar de ser Padre, sino a "parte antea, es decir,que el Hijo siempre es Hijo y nunca principió a ser Hijo.Porque si conociese principio o alguna vez dejase de serHijo, sería esta denominación accidental. Y si el Padre fueraPadre con relación a sí mismo y no con relación al Hijo, yel Hijo dijese habitud a sí mismo y no al Padre, la palabraPadre y el término Hijo serían substanciales.Mas, como el Padre es Padre por tener un Hijo, y el •Hijo es Hijo porque tiene un Padre, estas relaciones noson según la substancia, porque cada una de estas personasdivinas no dice habitud a sí misma, sino a otra personao también entre sí; mas tampoco se ha de afirmar quelas relaciones sean en la Trinidad accidentes s , porque elser Padre y el ser Hijo es en ellos eterno e inconmutable.En consecuencia, aunque sean cosas diversas ser Padre yser Hijo, no es. esencia distinta; porque estos nombres sedicen no según la substancia, sino según lo relativo; y lorelativo no es accidente, pues no es mudable.CAPUTVIOCCURRIT HAERETICORUM CAVILLATIONIBUS IN EA<strong>DE</strong>M VOCEGENITI ET INGENITI7. Si autem buic sic putant resiistendum ease sermoni,quod Pater quidem ad Filium dieitur et Fi'lius ad Patrem,ingenitus tamen et genitua ad se ipsos dicuntur, non adalterutrum: non emim hoc est dicere ingenitum, quod estPatrem dicere; quia et si Filium non genuisset, nihil prohibereteum dicere ingenitum: et si gignat quisque filium,non ex eo ipse ingenitus est, quia geniti homines ex alushominibus, gignunt et ipsi alios.Inquiunt ergo: Pater ad Filium dieitur; et Filius ad Patrem,ingenitus autem ad 'se ipsum, et genitus ad se ipsumdieitur; et ideo si quidqujd ad se ipsum dieitur, secundumsubstantiam dieitur, diversum est autem ingenitum esse etgenitum esise; diversa igitur sulbstantia est.•i Editi, hace. At Mss.,hoc.CAPITULO VISALE AL PASO A CIERTAS CAVILACIONES <strong>DE</strong> LOS HEREJES SOBRELAS PALABRAS "ENGENDRADO" E "INGÉNITO"7. Contra este nuestro razonar replican diciendo que elPadre dice ciertamente relación al Hijo, y el Hijo al Padre;pero los términos engendrado e ingénito no entrañan relaciónalguna, sino que dicen habitud a sí mismos. No esigual decir ingénito que decir Padre, porque, aunque nohubiera engendrado un Hijo, el Padre sería siempre ingénito;no por el hecho de engendrar alguien un hijo es yaingénito, pues los hombres sabemos que proceden por generaciónunos de otros y engendran a su vez hijos.Arguyen, pues: Padre dice relación al Hijo, e Hijo aiPadre; pero ingénito y engendrado dicen relación a sí mismos.Ahora bien, todo cuanto dice habitud al sujeto sepredica según la substancia; y como ser ingénito y ser engendradoson conceptos distintos, luego son también distintassubstancias.sEn rigor, la relación exigiría, según San Agustín, una categoríapropia en la primera división del ser metafísiro. Substancia, accidentey relación. Ser subsistente, ser inhesivo y ser relativo.


404 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 6, 7Hoc si dicunt, non intelligunt de ingénito quidem aliquidse dicere, quod diligentius pertractandum sit, quia necideo quisque pater quia ingenitus, nec ingenitus ideo quiapater, et propterea non ad aliquid, sed ad se dici putaturingenitus: genitum vero mira caecitate non advertunt dicinon posse, nisi ad aliquid. Ideo quippe filius quia genitus,et quia filius utique genitus. Sicut autem filius ad patrem,sic genitus ad genitorem refertur; et sicut pater ad filium,ita genitor ad genitum. Ideoque alia notio est qua intelligiturgenitor, alia qua ingenitus. Nam quamvis de Patre Deoutrumque dicatur, illud tamen ad genitum, id est, ad Filiumdicitur; quod nec illi negant: hoc autem quod ingenitus dicitur,ad se ipsum dici perhibent. Dicunt ergo: Si aliquidad se ipsum dicitur Pater, quod ad se ipsum dici non potestFilius, et quidquid ad se ipsum dicitur, secundum substantiamdicitur, et ad se ipsum dicitur ingenitus, quod dici nonpotest Filius; ergo secundum substantiam dicitur ingenitus,quod Filius quia dici non potest, non eiusdem est substantiae.Cui versutiae respondetur ita, ut ipsi cogantur diceresecundum quid sit aequalis Patri Filius; utrum secundumid quod ad se dicitur, an secundum id quod ad Patrem dicitur.Non enim secundum id quod ad Patrem dicitur, quoniamad patrem filius dicitur, ule autem non filius, sed paterest. Quia non sic ad se dieuntur pater et filius, quomodoamici aut vicini. Relative quippe amicus dicitur ad amicum;et si aequaliter se diligunt, eadem in utroque amicitia est:et relative vicinus dicitur ad vicinum; et quia aequalitersibi vicini sunt (quantum enim iste illi, tantum et ille huicvicinatur), eadem in utroque vicinitas. Quia vero Filius nonad Filium relative dicitur, sed ad Patrem; non secundumhoc quod ad Patrem dicitur, aequalis est Filius Patri: restatut secundum id aequalis sit, quod ad se dicitur. Quidquidautem ad se dicitur, secundum substantiam dicitur: restatergo ut secundum substantiam sit aequalis. Eadem est igiturutriusque substantia.Cum vero ingenitus dicitur Pater, non quid sit, sed quidnon sit dicitur. Cum autem relativum negatur, non secundumsubstantiam negatur, quia ipsum relativum non secundumsubstantiam dicitur.V, 6, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 405Los que así hablan no comprenden que sientan unaproposición acerca del término ingénito que merece examendiligente, porque no por ser uno padre es ya ingénito,ni por ser ingénito es padre. En consecuencia, ingénitono dice habitud alguna, sino que se predica de sí mismo;pero, con maravillosa ceguera, no advierten que el términoengendrado es relativo. Uno es hijo porque ha sido engendrado,y porque fué engendrado es hijo. El hijo dice relaciónal .padre, el engendrado dice relación al que lo engendra;y así como padre dice relación al hijo, el que engendradice relación al engendrado. Luego engendrador e ingénitoson, pues, dos conceptos distintos. Porque aunque de DiosPadre ¡se afirmen ambas cosas, aquél dice habitud al engendrado,es decir, al Hijo, verdad que no niegan los arrianos;mas ingénito, como ellos afirman, es término absoluto.Dicen, pues: Si el Padre tiene algo que no tiene el Hijo, ytodo lo que dice habitud al sujeto es substancial, e ingénitodice relación a sí mismo, lo que no se puede afirmar delHijo; luego, según la substancia, se dice ingénito, y así elHijo, pues no se puede llamar ingénito, no es de la mismasubstancia.A esta falacia se responde obligando a nuestros adversariosa decir en qué es el Hijo igual al Padre, si en identidadde naturaleza o según su relación al Padre. No encuanto dice relación al Padre, porque el hijo siempre dicerelación al padre, y el padre no es hijo, sino padre. Losconceptos de padre e hijo no se han de parangonar a losde amigo y vecino. El amigo dice relación al amigo, y, sise aman con amor parigual, la amistad es en ambos idéntica.Vecino dice también relación al vecino, y pues sonigualmente vecinos—la distancia que hay de uno al otroes la misma—, idéntica es en amibos la vecindad. Aquí elHijo no dice relación al Hijo, sino al Padre, y, según estahabitud al Padre, el Hijo no es igual al Padre. Luego restalo sea tan sólo según la naturaleza. Y todo cuanto se dicede sí mismo se dice según la substancia. Queda, pues, enpie la consubstancialidad. Una misma es en ambos laesencia.Cuando se dice del Padre que es ingénito, no se expresalo que es, sino lo que no es. Si negamos en Dios lo relativo,no se niega según la substancia, porque la relación no essubstancia 6 .* Entre el esse ad y el esse in admiten los teólogos, cuando setrata de las relaciones divinas, una distinción inadecuada. Bajo ningúnconcepto se puede admitir en Dios una distinción adecuada conprecisión objetiva, pues es incompatible con su infinita simplicidad.


406 <strong>DE</strong> TKINITATE V, 7, SV, 7, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 407CAPUTVIICAPITULOVIINEGATIO ADDITA NON MUTAT PRAEDICAMENTUM•8. Hoc exemplis planum faciendum est. Ac primum videndumest hoc significan cum dicitur genitus, quod significaturcum dicitur filius. Ideo enim filius, quia genitus;'etquia filiuis, utique genitus. Quod ergo dicitur ingenitus, hocostenditur, quod non si,t filius: sed genitus et ingenitus commoded'icuntur; filius autem latine dicitur, .sed infilius utdicatur non admittit loquendi consuetudo. Nihil tamen intellectuidemitur, si dicatur non filius; quemadmodum etiam sidicatur non genitus, pro. eo quod dicitur ingenitus, nihilaliud dicitur. Sic enim et vicinus et amicu.a relative dicuntur,nec tamen potest invicinus dici quomodo dicitur inimvcus. Quamobrem non est in rebus considerandium quid velsinat vel non sinat dici usus sermonis no'stri, sed quid rerumipsarum intellectus eluceat. Non ergo iam dicamus, ingenitum,quamvis dici latine possit; sed pro eo dicamusnon genitum, quod tantum valet. Num ergo aliud dicimutsquam non fi'lium? Negativa porro ista partícula non id efficit,ut 'quod sine illa relative dicitur, eadem praepositasubstantialiter dicatur; sed id tantum negatur, quod sineilla aiebatur, sicut in ceteris praedicamentis.Velut cum dicimus: "Homo est", su'bstantiam designamus.Qui ergo dicit: "Non homo est", non aliud genus praedioamentienuntiat, .sed tantum illud nega.t. Sicut ergo secundumsubstantiam aio: "Homo est", sic secundum substantiamnegó, cum dico: "Non homo est". Et cum qiiaeritur,quantus sit, et aio: "Quadrupedalis est, id est, quatuor pedum",secundum quantitatem aio; qui dicit: "Non quadrupedalisest", secundum quantitatem negat. "Oandidus est", secundumqualitatem aio; "Non candidus est", secundum qualitatemnegó. "Propínquus est", secundum reilativum aio;"Non .propinquuis eist", secundum relativum negó. Secundumsitum aio, cum dico: "lacet"; secundum situm ¡ negó, cumdico: "Non iacet". Secundum habitum aio, cum dico: "Armatusest";. secundum habitum negó, cum dico : : "Non ar-Hiátus »st''I:Tarit.umd'ém autem valet si dieam: "Inermis est".Secundum temp'üs aio, cum 'dico : "Hesternus. est"; Secün :düm témpuis negó, eum di'icO: "Non. hesterñuís. est"". Et cuíndico: "Romae est", secundum locum aio; et secundum locumnegó, cum dico: "Non Romae est". Secundum id quodLA NEGACIÓN NO ALTERA EL PREDICAMENTO8. Esto se hará más asequible por medio de algunosejemplos. Veamos, en primer lugar, si el significado de hijoy el de engendrado es idéntico. En efecto, uno es hijoporque ha sido engendrado, y porque es hijo es engendrado.Cuando se dice ingénito, se niega que sea hijo. Engendradoe ingénito son dos palabras corrientes; hijo tambiénse puede decir en romance, pero el uso no autoriza,la palabra inhijo. Nada pierde de su significación si decimosno hijo, y así lo mismo es decir ingénito que decirno engendrado. Términos son relativos amigo y vecino,pero no se puede decir invecino, como se dice enemigo. Porconsiguiente, no se ha de atender en las cosas qué es loque la índole de nuestro lenguaje permite o no permite,sino a las ideas latentes en las palabras.Si os place, no digamos ingénito, aunque se puede deciren romance; digamos en su lugar no engendrado, que estérmino equivalente. ¿No es esto lo mismo que decir nohijo? La partícula negativa no puede convertir en substancialun término que sin ella sería relativo; sólo niegalo que sin ella se afirma, cual sucede en los predicamentosrestantes.Al decir, por ejemplo: "Es hombre", designamos unasubstancia. El que dice: "No es hombre", no enuncia un(predicamento distinto; se limita a negar. Según la substancia,digo: "Es hombre"; y según la substancia, niego cuandodigo: "No es hombre". Y si alguien me pregunta conrelación a la cantidad, respondo: "Es cuadrúpedo, es decir,tiene cuatro pies"; y mi respuesta se refiere a la cantidad:el que dice: "No es cuadrúpedo", según la cantidad niega."Es blanco", digo refiriéndome al color; "No es blanco",digo negando esta cualidad. "Está cerca", afirmo según larelación espacial; "No está cerca", niego según esta relación."Está echado", digo según la posición; "No está echado",digo y niego según la posición. Hablo según el hábitoy digo: "Está armado"; y según el hábito niego cuandodigo: "No está armado"; y equivale a decir que está inerme-Hablando del tiempo digo.: "Es de ayer"; y refiriéndome altiempo, niego cuando digo: "No es de ayer". "En Rom^está", exclamo con relación al lugar; "No está en Roma",


408 <strong>DE</strong> IRINITATE V, 8, 9est faceré aio, cum dico: "Caedit"; si autem dicam: "Noncaedit", secundum id quod est faceré negó, ut ostendam nonhoc faceré. Et cum dico: "Vapula*", secundum praedicamentumaio quod pati vocatur; et secundum id negó, cum dico:"Non vapulat". Et omnino nullum praedicamenti genus est,secundum quod aliquid aiere volumus, nisi ut secundumidipsum praedicamentum negare convincamur, si praeponerenegativam partí culam voluerimus.Quae cum ita sint, si substantialiter aierem, dicendo filius;substantialiter negarem, dicendo non filius. Quia verorelative aio, cum dico: "Filius est"; ad patrem enim refero:relative negó, si dicam: "N¡on filius est"; ad parentem enimeamdem negationem refero, volens ostendere quod ei parensnon sit. At si quantum valet quod dicitur filius, tantumdemvalet quod dicitur genitus, sicut praelocuti sumus:tantumdem ergo valet quod dicitur non genitus, quantumvalet quod dicitur non filius. Relative autem negamus dicendonon filius: relative igitur negamus dicendo non genitus.Ingenitus porro quid est, nisi non genitus? Non ergo receditura relativo praedicamento, cum ingenitus dicitur. Sicutenim genitus non ad se ipsum dicitur, sed quod ex genitorfisit: ita cum dicitur ingenitus, non ad se ipsum dicitur, sedquod ex genitore non sit ostenditur. In eodem tamen praedicamento,quod relativum vocatur, utraque significatio vertítur;quod autem relative pronuntiatur, non indicat substantiam:ita quamvis diversum sit genitus et ingenitus, nonindicat diversam substantiam: quia sicut filius ad patrem,et non filius ad non patrem refertur, ita genitus ad genitorem,et non genitus ad non genitorem referatur necesse est.V, 8, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 409afirmo según esta misma relación. Hablo de la acción ydigo: "Golpea"; "No golpea", digo, indicando ausencia deacción. "Es azotado", afirmo según el predicamento llamadopasión; y según este mismo predicamento, niego cuandodigo: "No es azotado". Y así, no existe predicamento algunoen el que a la afirmación no se pueda oponer unanegación dentro del mismo predicamento, con sólo anteponerla partícula negativa.Esto sentado, si a la substancia me refiero cuando digohijo, al decir no hijo, niego también según la substancia.Y así como hijo es término relativo, pues dice habitud alpadre, niego esta relación cuando digo no hijo, y entoncestraslado al padre la negación cuando quiero indicar que noes padre. Decir hijo y decir engendrado es una misma realidad,según ya probamos, e idéntico valor tiene la palabrano engendrado y la expresión no hijo. Relativamente negamosal decir: "Ño es hijo", y relativamente negamos cuandodecimos no engendrado. Y ¿qué significa ingénito, sino noengendrado? No se aleja uno del predicamento de relacióncuando dice ingénito. Engendrado dice habitud, no al sujetoengendrado, sino al que engendra; y así, cuando se diceingénito no se indica ninguna habitud al sujeto, sino quetan sólo significa la carencia de padre. Ambos significadospertenecen, pues, a la 'categoría de relación. Y lo que seenuncia según este predicamento no entraña substancia;luego aunque los conceptos engendrado e ingénito sean diversos,nunca indican diversidad de substancias; porque asícomo el hijo dice relación al padre y el no hijo al no padre,así es necesario que engendrado diga habitud al principiogenerador, y no engendrado al no engendrador.CAPUTVIIICAPÍTULOVIIIQUIDQUID SUBSTANTIALITER <strong>DE</strong> <strong>DE</strong>O DICITUR, <strong>DE</strong> SINGULIS PER-SONIS SINGULARITER ET SIMUL <strong>DE</strong> IPSA TRINITATE DICITUR. IN<strong>DE</strong>O UNA ESSENTIA, TEES GRAECIS HYPOSTASES, LATINISTRES PERSONAE9. Quapropter illud praecipue teneamus, quidquid ad sedicitur praestantissima illa et divina sublimitas, substantialiterdici; quod autem ad aliquid, non substantialiter, sedTODO LO QUE SUBSTANCIALMENTE SE DICE <strong>DE</strong> DIOS SE PREDICAEN SINGULAR <strong>DE</strong> CADA UNA <strong>DE</strong> LAS PERSONAS Y TAMBIÉN <strong>DE</strong> TODALA TRINIDAD. EN DIOS HAY UNA ESENCIA Y TRES PERSONAS,SEGÚN LOS LATINOS; O UNA ESENCIA Y TRES HIPÓSTASIS, SEGÚNLOS GRIEGOS9. Por lo tanto, sentemos como fundamental que todocuanto en aquella divina y excelsa sublimidad se refiere así misma es substancial, y cuanto en ella dice proyección


410 <strong>DE</strong> IR1NIXATE V, 8, 9-relative: tantamque vim e-ase eiiusdern sufostantiae in Patreet Filio et Spiritu «anoto, ut quidquid de singu'lis ad se üpsosdicitur, non pluraliter in surnma, sed singulariter accipiatur.Quemadmodum enim Pater Deus est, et Filius Deus est,et Spiritus isanctus Deus est, quod \secundum substantiamdici nemo dubitat: non tamen tres: decís, sed unum Deumdicimus eam ipsam ipraestantissimam Trinitatem. Ita magnusPater, magnus Filius, magnus Spiritus sanctus: non tamentres magni, sed unus magnus. Non enim de Patre solo,sicut illi perverse sentiunt; sed de Patre et Filio et Spiritusancto scriptum est: Tu es Deus salus magnusa .Et bonus Pater, bonus Filius, bonus Spiritus sanctus:nec tres boni, sed unus est bonus, de quo dictum est: Nemabonus, nisi unus Deus. Etenim Dominus Iesus, ne ab illoqui dixerat: Magister bone 1 , tanquam hominem compellanssecundum hominem tantummodo intelligeretur, ideo non ait:Nemo bonus, nisi solus Pater; sed: Nemo bonus, nisi unusDeus. In Patris enim nomine, ipse per se Pater pronuntiatur;in Dei vero, et ipse et Filius et Spiritus sanctus, quiaTrinitas unus D'euis.Situs vero, et hábitus, et loca, et témpora, no proprie,sed transíate ac per similitudines dicuntur in Deo. Nam etsedere super cheruibim dicitur 8 ; quod ad situm dicitur; ecabyssuim tanquam vastimentum amictus 9 , quod ad habitum;et: Anni tui non defíicient 10 , quod ad tempus; et: Si ascenderáin caelum, tu ibi es al , quod ad locum. Quod autem adfaciendum attinet, fortassi de solo Deo verissime dicatur:solus enim Deus facit et ipse non fit, ñeque patitur quantumad eius sübstantiam pertinet qua Deus est.Raque omnipotens Pateír, omnipotens Filius, omnipotensSpiritus sanctus: nec tamen tres omnipotentes, sed unusOmnipotens, ex quo omnia, per quem omnia, in quo omnia;ipsi gloria 12 .Quidquid ergo ad se ipsum dicitur Deus, et de singulispersonrs singulariter dicitur a , id est, de Patre, et Filio, etSpiritu sancto, et simul de ipsa Trinitate, non pluraliter,sed singulariter dicitur. Quoniam quippe non aliud est Deoesse, et aliud magnum esse, sed hoc idem illi est esse quod6 Ps. 85, io.7 Le. iS, 19-18.8 Ps. 7Q, 2." Ps. 103, 6.10 Ps. 101, 28.>; ps. 138, 8.12 Rom. 11, 36.11 Mss., similiter dicitur. •X.omiiilli, ter dicitur.V, 8, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 411a otro término no es substancia, sino relación 7 . Y tal es]a virtud de esta unidad substantiva en el Padre, en elHijo y en el Espíritu Santo, que todo lo que se predica ensentido absoluto de cada uno, no se predica en plural, sinoen singular.Así decimos que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y elEspíritu Santo es Dios, y nadie duda que Dios sea substancia;sin embargo, no hay tres dioses, sino un solo Dios,que es la Trinidad excelsa. Grande es el Padre, grande elHijo y grande es el Espíritu Santo; pero no hay tres grandes,sino un solo grande. Está escrito: Tú solo eres Diosgrande, y esto no se ha de entender exclusivamente del Padre,como opinan algunos perversamente, sino también delHijo y del Espíritu Santo.Bueno es el Padre, bueno el Hijo y bueno el EspírituSanto; sin embargo, no son tres los buenos, sino uno solo,de quien se dijo: Nadie es bueno sino solo Dios. Al jovenque como hombre le llamaba Maestro bueno, nuestro SeñorJesucristo, elevando su pensamiento, no le dice que nadiees bueno sino sólo el Padre, sino: Nadie es bueno sino soloDios. En el nombre de Padre sólo el Padre se incluye; masen la palabra Dios se incluye al Hijo y el Espíritu Santo,pues en la Trinidad sólo hay un Dios.Los accidentes de posición, hábito, tiempo y lugar sóloimpropiamente y en sentido traslaticio o metafórico se puedende Dios predicar. Así se dice que está sentado sobre unquerub, lo cual indica una cierta postura; cubierto de losmares como de regio manto, haciendo referencia al hábito.Tus días no tienen fin, decimos con relación al tiempo; y:Si me elevare hasta el cielo, allí estás tú, aludiendo al lugar.Haiblando de la acción, quizá sólo de Dios pueda decirse quees acción, pues sólo El hace sin ser hecho, ni aun se concibeen El potencia pasiva en cuanto es substancia, en virtudde la cual es Dios.Y así, omnipotente es el Padre, omnipotente el Hijo yomnipotente el Espíritu Santo 8 ; pero no existen tres omnipotentes,sino un solo Omnipotente, por quien, en quien ypara quien son todas lais cosas; a El la gloria.En resumen: cuanto atañe a la naturaleza de Dios, esdecir, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, esto es,' delDios Trinidad, se ha de predicar en singular de cada'unade las divinas personas, y no en plural; pues para Dios noes una realidad el ser y otra el ser grande, porque en El7 En la metafísica trinitaria, el esse in no incluye el esse ad. Insignesteólogos reputan insostenible, no obstante, la distinción adecuadaentre ambos conceptos. Cf. BIIXOT, De Deo trino, q. 3." Quien conozca el símbolo llamado Atanasiano no podrá menosde admitir en él la inspiración agustiniana. Cf. MADOZ, Exceipta¡'¡Hccntii Lirinensis (Madrid 1940).


412 T>E TRINITATK V, 9, 16magnura esse: propterea sicut non dicimus tres essentias,sic non dicimus tres magnitudines, sed imam essentiam etunam magnitudinem. Essentiam dico, quae odo-íoc graece dieitur,quam usitatius substantiam vocamus.. 10. Dicunt qiaidem et illi hypostasim; sed nescio quidvolunt interesse Ínter usiam et hypostasim: ita ut pleriquenostri qui haee graeco tractant eloquio, dicere consueverint,uíotv oüaíocv Tpsís ÚTrooráo-eis quod est latine, unam essentiam,tres substantias.V, 9, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 41!?se identifica el ser y la grandeza; y así como no decimostres esencias, sino una, así tampoco decimos tres grandezas,sino una grandeza. Llamo esencia, y más comúnmentesubstancia, al oúaícc de los griegos.10. Estos dicen también hipóstasis, pero ignoro quédiferencia pueda existir entre ousía e hipóstasis. Ciertosescritores de los nuestros que tratan de estas cuestionesen idioma heleno, acostumbran a decir uíccv oüaíocv, Tpsís ÚTTOO--TÓO-EIS; ea latín, unam essentiam, tres substantias, y en romance,una esencia y tres substancias 9 .CAPUTIXCAPITULO IXPERSONAE TRES NON PROPRIE DICTAESed quia nostra loquendi eonsuetudo iam obtinuit, ut hocintelligatur cum dicimus essentiam, quod intelligitur cumdicimus substantiam: non audemus dicere unam essentiam,tres substantias; sed unam essentiam vel substantiam, tresautem personas; quemadmodum multi latini ista tractanteset digni auctoritate dixerumt, cum alium modum atptioremnon invenirent, quo enuntiarent verbis quod sine verbis intelligebant.Revera enim cum Pater non sit Filius, et Filiusnon sit Pater, et Spiritus sanetus ille qui etiam donum Delvocatur, nec Pater sit nec Filius, tres utique sunt. Ideoquepluraliter dictum est: Ego et Pater unum sumus ls . Nonenim dixit: "Unum est", quod sabelliani dicunt; sed unumsumus. Tamen cum quaeritur quid tres, magna prorsus inopiahumanum laborat eloquium. Dictum est tamen: "Trespersonae", non ut illud diceretur, sed ne taceretur.13 lo. io, 30.IMPROPIEDAD E INDIGENCIA <strong>DE</strong>L HUMANO LENGUAJEMas como en nuestra habla corriente se toma en el mismosentido la palabra esencia y la de substancia, por esono nos atrevemos a decir una esencia y tres substancias,sino que decimos una esencia o substancia y tres personas.Así dijeron nuestros latinos, y dignos son de todo crédito,al tratar de estas cuestiones, los cuales no encontraron ensu léxico palabras más apropiadas para expresar lo que ellossin palabras entendían. En efecto, pues el Padre no es elHijo, y el Hijo no es el Padre, y el Espíritu Santo, llamadoDon de Dios, no es ni el Padre ni el Hijo, luego son ciertamentetres. Por eso se dijo en plural: Yo y el Padre somosuno. No dijo, como pretenden los sabelianos, "es uno", sinosomos uno. Sin embargo, cuando se nos pregunta qué sonestos tres, tenemos que reconocer la indigencia extremadade nuestro lenguaje. Decimos tres personas para no guardarsilencio, no para decir lo que es la Trinidad 10 .• Archisabidas son las incertidumbres de los Padres referentes ala terminología trinitaria. Hipóstasis en sentido etimológico quieredecir substancia. El uso hizo que se tomara como equivalente a persona,sobre todo a partir del concilio de Calcedonia, en el 451.Cf. Introducción.16 La persona de los latinos y el présopon de los griegos recuerdaen su origen los disfraces teatrales. Con el correr de los siglos adquiriórango jerárquico. San Agustín la emplea en su significacióncorriente, sin inquirir en este lugar, al hablar de la personalidad deDios, su constitutivo formal.


414 <strong>DE</strong> TRI.MTATE V, 10, 11V, 10, ,11 I>> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 41 flCAPUT XQUAE <strong>DE</strong>O ABSOLUTE CONVENIUNT UT ESSENTIA, <strong>DE</strong> TRINITATESINGULARITER DICUNTUR, NON PLUKALITER11. Sicut ergo non dicimus tres essentias, ita non dicimustres magnítudinies, ñeque tres magnos. In rebus enimquae piarticipatione magnitudinis magnae aunt, quitas estaliud esse, aliud magnas esse, sicut magna domus, et magnusmons, ét ma'gnus anirnus; in his ergo rehus aliud estmagnitudo, aliud quod ab ea magnitudine magnum •est, etprorsuis non hoc est magnitudo quod est magna domus.Sed illa est (vera magnitudo, qua non isolum magna estdomuis quae magna eist, et qua magnus est mona quisquísmagnus ieat; sed .etiam qua magnum est quidquid aliud magnumdicitur: ut aliud >sit ipsa magnitudo, aliud ea quaeab illa magna dicunitiur. Quae magnitudo utique primitusmagna ast, rraultoique excellentius quam ea quae partieipationeeius magna sunt. Deus autem quia non ea magnitudiinemagnus eist quae non est quod est ipse, ut quasi particepseius siit Deus cum magnus est; alioquin illa erit malarmagnitudo quam Deus, Deo autem non


416 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 11, 12V, 11, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 417CAPUTXICAPÍTULO XIQUID IN TRINITATE RELATIVE DICATUR12. Quod a autem proprie singula in eadem Trinitate dicuntur,nullo modo ad se ipsa, sed ad invieem, aut ad creaturamdicuntur; et ideo relative, non substantialiter ea dicimanifestum est. Sicut enim Trinitas unus Deus dicitur, magnus,bonus, aeternus, omnipotens, idemque ipse sua sicdici potest deitas, ipse sua magnitudo, ipse sua bonitas, ipsesua aeternitas, ipse sua omnipotentia: non sic potest diciTrinitas Pater, nisi forte transíate ad creaturam propteradoptionem filiorum. Quod enim scriptum est: Audi, Israel:Dominus Deus tuus?, Dominus unus est 14 , non utique exceptoFilio, aut excepto Spiritu sancto oportet intelligi,quem unum Dominum Deum nostrum recte dicimus etiampatrem nostrum per gratiam suam nos regenerantem.Trinitas autem Filius nullo modo dici potest. Spiritusvero sanctus secundum id quod scriptum est: Quoniam Deusspiritus est 15 , potest quidem universaliter dici, quia et Paterspiritus et Filius spiritus, et Pater sanctus et Filiussanctus. Itaque Pater, et Filius, et Spiritus sanctus, quoniamunus Deus, et utique Deus sanctus est, et Deus spiri-.tus est, potest appellari Trinitas et Spiritus sanctus. Sedtamen ille Spiritus sanctus qui non Trinitas, sed in Trinitateintelligitur, in eo quod proprie dicitur Spiritus sanctus.relative dicitur, cum et ad Patrem et ad Filium refertur,quia Spiritus sanctus et Patris et Filii Spiritus est. Sedipsa relatio non apparet in hoc nomine; apparet autem cumdicitur donum Dei 10 : donum enim est Patris et Filii, quiaet a Patre procedit' 11 , sicut Dominus dicit; et quod Apostolusait: Qui Spiritus Christi non habet, hic non est eius 1S ,de ipso utique sancto Spiritu ait. Donum ergo donatoris, etdonator doni, cum dicimus, relative utrumque ad invieemdicimus. Ergo Spiritus sanctus ineffabilis est quaedam PatrisFiliique communio; et ideo fortasse sic appellatur, quiaPatri et Filio potest eadem appellatio convenire. Nam hoo11 Dcut. 6, 4.15 lo. 4, 24."'lAct. 8, 20.'' " lo. 15, 26.lsRom. 8, 9.aSola fere editio Lov.,quae.LO RELATIVO EN LA TRINIDAD12. Todo aquello que en la Trinidad se dice propiamentede cada una de las personas divinas entraña mutuarelación o dice habitud a la criatura, no a sí mismas; luegoes evidente que estas realidades pertenecen a la categoríade la relación y no de la substancia. Así se dice que laTrinidad es un solo Dios, grande, bueno, eterno, todopoderoso;y aun se puede decir que es su misma deidad, sugrandeza, su bondad, su eternidad y su omnipotencia; masnunca es lícito afirmar que la Trinidad es el Padre, a noser en un sentido traslaticio, respecto a la criatura segúnla adopción de hijos. La sentencia escriturística: Oye, Israel:el Señor Dios tuyo es un solo Señor, no ha de entendersecon exclusión del Hijo y del Espíritu Santo. Podemosllamar en verdad Padre al Señor, nuestro Dios, porque nosregeneró con su gacia.La Trinidad tampoco se puede llamar Hijo; sí engeneral el Espíritu Santo, al tenor de aquella escritura:Porque Dios es espíritu; pues ciertamente el Padre es espíritu,y espíritu es el Hijo, y espíritu es también el EspírituSanto. Y, pues, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sonun solo Dios, y Dios es santo y Dios es espíritu, se puedenllamar Trinidad y Espíritu Santo. No obstante, esteEspíritu Santo, que no es la Trinidad, sino que está en laTrinidad y se denomina por antonomasia Espíritu Santo,dice habitud, pues indica referencia al Padre y al Hijo,siendo como es Espíritu del Padre y del Hijo. M¡as la relaciónno aparece en el nombre, pero se manifiesta cuando sele dice Don de Dios. Y es Don del Padre y del Hijo, puestambién procede del Padre, como lo afirma el Señor. Y alEspíritu Santo se refieren estas palabras del Apóstol: Elque no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es de Cristo.Cuando decimos don del dador y dador del don, expresamosuna relación mutua y formal. Luego el Espíritu Santoes como una inefable comunicación del Padre y del Hijo;y es muy verosímil se llame así por convenir dicha denominaciónal Padre y al Hijo. Es, en aquél, nombre pro-5. Ai!. 5 14


418 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 12, 13iipse propríe dicitur, quod illi communiter: quia et Paterspiritus et Filius spiritus, et Pater saticfcus et Filius sanctus.Ut ergo ex nomine quod utrique convenit, utriuequeoommunío signifioetur, vocatur donuin amborum Spiritussanctus. Et haec Trinitas unus Deus, solus, bonus,.magnus,aefcernuis, omnipotens: ilpsi sibi umitas, deitas, magnitudo,bonitas, aeternitas, omnipotentia.V, 12, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 419pió; en éstos, común; pues el Padre es espíritu y espíritues el Hijo, y santo es el Padre y santo es el Hijo. Y paraexpresar en el nombre esta conveniencia y mutua comunicaciónse llama al Don de ambos Espíritu Santo. Y estaTrinidad es un solo Dios, bueno, grande, eterno, todopoderoso.El es su misma unidad, su deidad, su grandeza, sueternidad y su omnipotencia.CAPUT XIIIN RELATIVIS MUTÜI8 INTERDUM <strong>DE</strong>SUNT VOCABULA13. Nec moveré debet, quoniam diximuis relative diciSpiritum sanctum, non ipsam Trinitatem, sed eum qui eatin Trinitate, quia non ei videtur vicissim responderé vocabulumdus ad quem refertur. Non enim, sicut dicimus servumdomini et dominum serví, filium patris et patrem filii,quoniam ista relative dicuntur, ita etiam hic possumus dieere.Dicimus enim Spiritum sanctum Patris, sed non vicissimdicimus Patrem Spiritus sancti, ne filius eius intelli'gaiturSpiritus sancíus. ítem dicimus Spiritum sanctumFilii, sed non dicimuis Filium Spiritus sancti, me pater eiusintelligatur Spiriitus isanctuis. In niultis enim rteiativis hoccontingit, ut non inveniatur vacabulum, quo sibi vicissimresipondieant quae ad se referuntur. Quid enim tam manifestérelative dicitur quam pignus? Ad id quippe referturcuiuis est pignus, et isemper pignus alicuius rei pignus est.Num ergo cum diicimus pignus Patris et Filii 19 , pass¡umusvicissim dicere Patrem pignoris aut Filium pignoris? Atvero cum dicimus donum Patris et Filii, non quidem dicerepossumus Patrem doni, aut Filium doni; sed ut haec sibivicissim respondeant, dicimus donum dpnatoris, et donatoremdoni: quia hic potuit inveniri usitatum vocabulum, illicnon potuit.CAPITULO XIIPARA EXPRESAR LA RELACIÓN MUTUA FALTA A VECES LA PALABRACORRELATIVA13. Y nadie debe inquietarse porque hayamos dicho que"Espíritu Santo" expresa relación, pero no la Trinidad, sinouno de la Trinidad, aunque observe la falta del términocorrelativo a esta referencia. Decimos esclavo del señor yseñor del esclavo, hijo del padre y padre del hijo, pues éstosson nombres correlativos; mas no podemos aplicar este modode expresarnos a nuestra materia. Decimos, es cierto, Espíritudel Padre, pero no es lícito decir Padre del Espíritu Santo,para que no se crea que el Espíritu Santo es hijo. Decimostambién Espíritu del Hijo, pero nunca Hijo del EspírituSanto, para que nadie imagine al Espíritu Santo como padre.En muchos conceptos, relativos se nota esta deficiencia,pues no existe la palabra que indique esta correlación.¿Hay por ventura palabra tan palmariamente relativa comoarra? Siempre hace referencia a un donante y es siempreprenda de donación. Cuando decimos arra del Padre y delHijo, ¿nos está también permitido decir Padre del arra oHijo del arra? Decimos Don del Padre y del Hijo, peronunca podemos decir Padre del Don o Hijo del Don; y paraque estas expresiones se correspondan mutuamente, se diceDon del dador y dador 1el Don; pues aquí podemos encontraruna palabra en uso; allí, no.10 3 Cor. 5, 5, et Eph. i, 14.


420 <strong>DE</strong> IRINITATE V, 13, 14V, 13, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 421CAPUTXIIICAPÍTULOXIIIPRINCIPIUM QUOMODO IN TRINITATE RELATIVE DICATUR14. Dicitur ergo relative Pater, idemque relative diciturprincipium, et si quid forte aliud: sed Pater ad Fíliumdicitur, principium vero ad omnia quae ab ipso sunt. ítemdicitur relative Filius, relative dicitur et Verbum et Imago;et in ómnibus his vocabulis ad Patrem refertur: nihil autemhorum Pater dicitur. Et principium dicitur Filius: cum enimdiceretur ei: Tu quis es?, respondit: Principium, qui et loquorvobls 20 . Sed numquid Patris principium? Creatoremse quippe ostendere voluit, cum se dixit esse principium;sicut et Pater principium est creaturae, eo quod ab ipso suntomnia. Nam et creator relative dicitur ad creaturam, sicutdominus ad servum. Et ideo cum dicimus, et Patrem principium,et Filium principium, non dúo principia creaturaedicimus; quiá et Pater et Filius simul ad creaturam unumprincipium est, sicut unus creator, sicut unus Deus.Si autem quidquid in se manet et gignit aliquid vel operatur,principium est ei rei quam gignit, vel ei quarn" operatur;non possumus negare etiam Spiritum sanctum rectedici principium; quia non eum separamus ab appellationecreatoris: et scriptum est de illo quod operetur, et in seutique manens operatur; non enim in aliquid eorum quaeopera tur, ipse mutatur et vertitur. Et quae operatur, vide:Unicuique autem, inquit, datur manifestatio Spimtus ad utilitatem.Alii quidem datur per Spiritum sermo sapientiae;álii sermo scientiae secundum eumdem Spiritum; alteriautem fides in eodem Spiritu; alii donatio curationum inuno Spiritu; alii operatio virtutum; alii prophetia; alii diiudicatiospirituum; alii genera linguarum. Omnia autemhaec operatur unus atque ídem Spiritus, dividens propriaunicuique prout vult, utique sicut Deus. Quis enim tantailla potest operari nisi Deus? ídem autem Deus qui operaturomnia in ómnibus - 1 . Nam et singillatim si interrogemurde Spiritu sancto, verissime respondemus quod Deus sit;et cum Patre et Filio simul unus Deus est. Unum ergo principiumad creaturam dicitur Deus, non dúo vel tria principia.-° lo. 8, 25.21i Cor. 12,6-II.PRINCIPIO EN SENTIDO RELATIVO14. Se dice, pues, en sentido relativo, Padre, y en sentidorelativo se dice también principio, y quizá alguna otraexpresión. Padre se dice con relación al Hijo; empero, principiodice habitud a cuantas criaturas por El existen. Asimismose dice relativamente Hijo, y relativamente se diceVerbo y -se dice Imagen. Todos estos términos dicen relaciónal Padre, pero no son all Padre aplicables. Y principioes el Hijo; así, cuando se le preguntó: ¿Tú quién eres?,respondió: MI Principio, que os hablo lrL a¡ . ¿ Por ventura esprincipio del Padre? No; a ! l afirmar que es principio quisodar a entender que era también El creador, como principioes el Padre, por quien son todas las cosas. Creador dice relacióna la criatura, como señor dice habitud al esclavo.Y cuando llamamos principio al Padre, y al Hijo tambiénprincipio, no queremos decir que sean dos los principios dela criatura, porque el Padre y el Hijo, en orden a la creación,son un solo principio, como son un solo Creador y unsolo Dios.Y si cuanto, permaneciendo en sí, actúa y engendra esprincipio de la cosa engendrada, no podemos negar al EspírituSanto esta propiedad de principio, pues no le excluímosde la apelación de creador; está escrito que obra ypermanece en sí mientras actúa, sin convertirse o transformarseen las cosas que ejecuta. Pon atención a sus operaciones.A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritupara común utilidad. A uno le es dada por el Espíritu palabrade sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismoEspíritu; a otro, fe en el mismo Espíritu; a otro, donde curaciones en un Espíritu; a otro, operación de milagros;a otro, profecía; a. otro, discreción de espíritus; a otro, donde lenguas. Todas estas cosas las obra el único y mismoEspíritu, que distribuye a cada uno sus dones según quiere;esto es, como Dios. ¿Y quién, sino Dios, puede obrar tangrandes maravillas? Un mismo Dios obra todas las cosasen todos. Si, en concreto, se nos pregunta sobre el EspírituSanto, respondemos con toda verdad que es Dios. Y un soloDios juntamente con el Padre y el Hijo. Luego Dios es principioúnico con relación a la criatura, y no pueden ser doso tres principios."" La exegesis de San Agustín se basa en la traducción latina.Coincide con la de San Ambrosio. Cf. De fide, 3, 7, 49 : PL 16, 600.ÍA>S modernos siguen el original, apoyados en los Padres griegos.Cf. <strong>SAN</strong> JUAN CRISÓSTOMO, In lo., hom. 53, 1 : PG 59, 293.


422 <strong>DE</strong> IRINITAIE V, 14, 15V, 14, 1S <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 423CAPUTXIVCAPITULOXIVPATER ET FlLIUS UNICUM PRINCIPIUM SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTI15. Ad se autem invicem in Trinitate, si gignens ad idquod gignit principium est, Pater ad Filium principium est,quia gignit eum a . Utrum autem et ad Spiritum sanctum principiumsit Pater, quoniam dictum est: De Patre procedit,non parva quaestio est. Quia si ita est, non iam principiumei tantum rei erit quam gignit aut facit, sed etiam ei quamdat. Ubi et illud elucescit, ut potest h , quod solet multos moveré,cur non Filius sit etiam Spiritus sanctus, eum et ipsea Patre exeat, sicut in Evangelio legitur 22 . Exiit enim, nonquomodo natus, sed quomodo datus; et ideo non diciturFilius, quia ñeque natus est sicut Unigenitus, ñeque factus• ut per Dei gratiam in adoptionem nasceretur, sicuti nos.Quod enim de. Patre natum est, ad Baibrem solum refertureum dicitur Filius, et ideo Filius Patris, non et noster0 : quod autem datum est, et ad eum qui dedit refertur,et ad eos quibus dedit; itaque Spiritus sanctus, non tantumPatris et Filii qui dederunt, sed etiam noster dicitur quiaecepimus: sicut dicitur: Domini sálus qui dat salutem. 23 ,eadem etiam nostra salus est qui aecepimus. Spiritus ergoet Dei est qui dedit, et noster qui aecepimus. Non ille spiritusnoster quo sumus, qui ipse spiritus est hominis qui inipsb est: sed alio modo iste noster est, quo dicimus et, Panemnostrum da nobis u . Quanquam et illum spiritum quihominis dicitur, utique aecepimus. Quid enim habes, inquitd , quod non accepisti ? 25¡Sed aliud est quod aecepimus ut assemus, aliud quodEL PADRE Y EL HIJO, PRINCIPIO ÚNICO <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO15. Si el que engendra es, en la Trinidad, principio dela persona engendrada, el Padre es principio del Hijo, pueslo engendró. No es, empero, liviano problema averiguar siel Padre es también principio con relación al Espíritu Santo,pues se dijo: Del Padre procede. De ser así, no sólo esprincipio de lo que engendra o hace, sino también de lapersona a quien da. Y aquí es posible reciba alguna luz lacuestión que a muchos suele preocupar, a saber: por quéel Espíritu Santo no es Hijo, siendo así que salió del Padre,según sé lee en el Evangelio. Salió como don, no como nacido,y por esto no se le llama Hijo, pues no es nacido,«>mo el Unigénito, ni renació por la gracia adoptiva, comonosotros 12 .Lo que del Padre nace al Padre solo dice relación, comoHijo, y P or eso se le llama Hijo del Padre y no nuestro. Porel contrario, lo que se da dice relación al dador y a aquellosa quienes se da. Así, el Espíritu.Santo se dice Espíritu delPadre y del Hijo, que lo dieron, y también nuestro, pues lorecibimos. El que da la salud se llama salud dei Señor, y estambién nuestra salud, porque la recibimos. El Espíritu esEspíritu de Dios, porque lo otorga, y nuestro, porque lorecibimos. No se trata del espíritu fuente de nuestra existencia,pues éste es espíritu del hombre y en el hombre vive;mas aquél se dice Espíritu nuestro en un sentido análogoal de aquellas palabras: Danos él pan nuestro. Aunque,a decir verdad, don es también el espíritu del hombre. ¿Quétienes, pregunta el Apóstol, que no lo hayas recibido?Pero uno lo recibimos para existir, el otro lo recibimos22 lo. 15, 26.23 Ps. 3, 9.21 Mt. 6, 11.25 1 Cor. 4, 7.aIn Mss., quia genuit eum.b Editi, utpote. At Mss., ut potest.0 Er. Lugd. Ven. Lov., et non noster. M.'' Er. I,ugd. Ven. Lov., inquit Apostolus. M.12 En esta breve y aguda sentencia yace en germen la soluciónescolástica del problema, que había de recibir su desarrollo definitivoen Santo Tomás, al distinguir la procesión según la voluntady la procesión según el entendimiento. Cf. Summa Theologica, i.q. 27, a. 4. ,Anos más tarde (428), Agustín no queda satisfecho de sí mismoy prefiere confesar su incapacidad radical para descifrar el enigmadel misterio. Distinguere—escribe—inter Mam generationem et hancprocessionem nescio, non valeo, non stifficio {Contra Maximinum.i, 14, 1 : PL 42, 770).


424 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 15, 16aoeepimuis ut sancti ©ssemus. Unde scriptum est et de Ioanne,quod in spiritu et virtute Eliae veniret 26 : dictus estEliae apiri tus, seilicet Spiritus sane tus quem accepit Elias.Hoc et de Moyse intelligendum est, cum ait ei Dominus:Tóllam de spiritu tuo, et dabo eis 27 : hoc est, dabo illis deSpiritu sancto, quem íam tibí dedi. Si ergo et quod datur,principium habat eum a quo datur, quia non aliunde accepitillud quod ato ipso procedit; fatendum est Patrem et Filiumprincipium esse Spiritus saneti, non dúo principia; sedsicut Pater et Filius unus Deus, et ad creaturam relativeunus Creator et unus Dominus, sic relative ad Spiritumsanctum unum principium; ad creaturam varo Pater et Filiuset Spiritus sanctus unum principium, isicut unus Creatoret unus Dominus.y 15 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 425para ser iSantos. De San Juan está escrito que vino en elespíritu y virtud de Elias. Se llama aquí espíritu de Eliasal Espíritu Santo, que recibió Elias. Esto mismo se ha deentender de Moisés cuando le dice el Señor: Y tomaré delespíritu que hay en ü y se lo daré a ellos. Esto es, les darédel Espíritu Santo, que antes te había dado a ti. Si el dontiene su principio en el donante, pues de él recibe cuantotiene, hemos de confesar que el Padre y el Hijo son un soloprincipio del Espíritu Santo, no dos principios. Pero asícomo el Padre y el Hijo son un solo Dios, y respecto a lacriatura son un solo Creador y un solo Señor, así con relaciónal Espíritu Santo son un solo principio; y con relacióna las criaturas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santoson un solo principio, como uno es el Creador y uno es elSeñor.CAPUT XVCAPITULOXVAN SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS ESSET DONUM ET ANTEQUAM DARETUR16. tUlterius a ' autem quaeritur, utrum quemadmodum Filiusnon hoc tantum habet nascendo ut Filius sit, sed omninout sit; sic et Spiritus sanctus eo quo datur haibeat nontantum ut donum sit, sed omnino ut sit: utrum ergo eratantequam daretur, sed nondum erat donum, an eo ipso quodaturas erat eum Deus, iam donum erat et antequam daretur.Sed si non procedit nisi cum datur, nec prooederet utiquepriusquam esiaet cui daretur; quomodo iam erat ?


426 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 16 17V. 16, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD42 7CAPUTXVIQUOD <strong>DE</strong> <strong>DE</strong>O EX TEMPORE DICITUR, RELATIVE DICITUR,NON ACCI<strong>DE</strong>NTALITER17. Nec moveat quod Spiritus sanctus cum sit coaeternusPatri et Filio, dicitur tamen aliquid ex tempore, velutihoc ipsum quod donatum diximus. Nam sempiterne Spiritusdonum, temporaliter autem donatum. Nam et si dominusnon dicitur, nisi cum habere incipit servum, etiam istaappellatio relativa ex tempore est Deo: non enim sempiternacreatura eát, cuius est ille Dominus. Quomodo ergoobtinebimus nec ipsa relativa esse accidentia, quoniam nihílaccidit Deo temporaliter, quia non est mutabilis. sicut inexordio huius disputationis tractavimus.Bcce Dominum esse non sempiternum habet, ne cogamuretiam sempiternam creaturam dicere, quia illa sempiternenon dominaretur, nisi etiam ista sempiterne famularetur.Sicut autem non potest esse servus qui non habetdominum, sic nec dominus qui non habet servum. Et quisquísexstiterit qui aeternum quidem Detim solum dicat.témpora autem non esse áeterna propter varietatem et mutabilitatem,sed témpora tamen non in tempore esse coepisse(non enim erat tempus antequam inciperent témpora, etideo non in tempore accidit Deo ut Dominus esset, quia ipsorumtemporum Dominus erat, quae utique non in temporeesse coeperunt); quid respohdebit de homine, qui in temporefactus est, cuius utique Dominus non erat antequamesset cui esset?Certe vel ut Dominus hominis esset, ex tempore acciditDeo: et ut omnis auferri videatur controversia, certe uttuus Dominus esset, aut meus, qui modo esse coepimus, extempore accidit Deo. Aut si et hoc propter obscuram quaestionemanimae videtur incertum, quid ut esset Dominuspopuli Israel? Quia etsi iam erat animae natura, quam illppopulus habebat, quod modo non quaerimus, tamen ille populusnondum erat, et quando esse coepit apparet. Postremout Dominus esset huius arboris et huius segetis, ex temporeaccidit, quae modo esse coeperunt. Quia etsi materiesipsa iam erat, aliud est tamen dominum esse materiae, aliudesse dominum iam factae naturae. Alio enim tempore estetiam homo dominus ligni, et alio tempore dominus est arcae,quamvis ex ipso ligno fabricatae, quod utique non erat,cum ligni dominus iam esset.Quomodo igitur dbtinebimus nihü secundum . accidensCAPITULOXVICUANTO <strong>DE</strong> DIOS SE DICE EN EL TIEMPO ES RELATIVO,NO ACCI<strong>DE</strong>NTE17. Ni te haga titubear el que, siendo el Espíritu Santocoeterno al Padre y al Hijo, se predique de El algo tern.pora!, como cuando le llamamos donación. Don es el EspírituSanto desde la eternidad, donación en el tiempo. Al hombr 6 '•se le llama señor desde el momento que tiene un siervo, yesta denominación relativa existe también para Dios en eltiempo, porque la criatura, de la cual es Señor, carece deexistencia eternal. La relación no es aquí accidente, porqu 6nada temporal puede en Dios existir, pues según probé enel exordio de esta discusión, nada mudable hay en El.Ser Señor no es para Dios eterno, para no vernos obligadosa decir que la criatura es eterna, porque el señorío éter.no supone una servidumbre sin duración. Y así como nopuede ser siervo el que no tiene amo, tampoco puede serseñor el que no tiene esclavo. Y si alguien admite en Diosla eternidad y dice que el tiempo no es eterno a causa desus variaciones y movilidad, pero que el curso de los siglosno principió en el tiempo (no existía él tiempo antes delinicio del tiempo, y por eso no puede ser Dios Señor en eltiempo, pues es el Señor de los tiempos, sin principio en eltiempo), ¿qué decir del hombre, hecho en el tiempo, cuyoseñorío no podía existir antes que el siervo tuviera existencia?Ser del hombre Señor conviene ciertamente a Dios enel tiempo; y para evitar toda disputa, ser Señor tuyo o míoconviene a Dios en el tiempo, pues ambos principiamos aexistir en el tiempo. Y si aun esto, a causa del obscuroproblema del alma, os pareciere incierto, imaginemos a DiosSeñor del pueblo hebreo. Porque, aun existiendo la esenciaanímica del pueblo, cuestión que de momento no nos preocupa,es cierto que no existía aquel pueblo antes de apa- 4recer sobre la tierra. Finalmente, ser Señor de este árbol oaquellas mieses conviene a Dios en el tiempo, cuando empezarona brotar estas cosas. Aunque la materia ya existía,una cosa es ser Señor de la materia y otra ser Señor de lamateria formada. El hombre es señor en un tiempo de lamadera y después dueño del arca fabricada con dicha madera,arca que no existía cuando ya era dueño del leño.¿Cómo conseguir que nada accidental se predique de


428 <strong>DE</strong> TRINITATE V, 16, 17dici Deum, nisi quiia ipsiuis natura© nihil aecidit quo mutetur,ut ea sint accidentia relativa, quae eum aliqua mutationererum de quibus dieuntur, aecidunt. Sicut amicus relativedicitur; ñeque eniim ©sse incipit, nisi cum amare coeperit:fiít ergo aliqua mutatio volumtatis, ut amicus dicatur.Nummus autem cum dicitur pretium, relative dicitur, neotamen mutatus est cum esse coeipit ipretíum: ñeque cum diciturpignus, et si qua isunt similia. Si ergo nuramuis potestnulla isui mutatiione toties dici relative, ut ñeque cum incipitdici, ñeque cum desinit, aliquid in eius natura valforma, qua nummus est, mutationiís fiat; quanto facilius deilla ineommutabili Dei substantia debemus accipere, ut itadicatur relative aliquid ad «reaturam, ut quamvis temporaliterincipiat dici, non tamen ¿psi substantiae Dei accidissealiquid intellligatur, sed illi ereaturae ad quam dicitur?Domine, inquit, refugium factus es notes 2S . Refugiumergo nostrum Deus relative dicitur, ad nos enim refertur,et tune refugium nostrum fit, cum ad eum refugimus: numquidtune fit aliquid in eius natura, quod antequam ad eumrefugeremus non erat? In nobis ergo fit aliqua mutatio: deterioresenim fuimus antequam ad eum refugeremus, et effícimurad eum refugiendo meliores: in ¿lio autem nulla.Sic et pater noster esse incipit, eum per eius gratiam re»generamur, quoniam dedit nobis potestatem. filios Dei fierí29 . Substantia itaque nostra mutatur in melius, cum filiieius efficimur: simuil et i'Ue patei- noster esse incipit, sednulla commutatione suae substantiae. Quod ergo temporaliterdici incipit Deus quod antea non dicdbatur, maniífestumest relative dici: non tamen seoundum accidens eiusad quod dici aliquid Deus incipit relative. Et quod amicusDei iustuis esse incipit, ipse mutatur: Deus autem absit uttemporaliter aliquem diligat a , quasi nova dilectione quae inillo ante non erat, apud quem mee piraeterita transierunt,et futura iam facta isunt. Itaque amnes sanctos suos antemundi constitutionem dilexit, .sicut praedestinavit: sed cumconvertuntur et inveniunt illum, tune incipere ab eo diligidieuntur, ut eo modo dieatur quo potest humano affeictucapi quod dicitur. Sic etiam cum iratus. malis dicitur, etplacidus bonis; illíi mutantur, non ipse: sicut lux infirmisooulis áspera, firmis lenas est; ipsorum seilieet mutatione,non sua.i. 8o, I.I. 12.a Sic Mss. Editi autem. aliquando- diligat.V, 16, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 429Dios? Diciendo que nada sucede en su esencia por laque se pueda mudar. Ley es de todo accidente relativoel implicar mutación en las cosas de las cuales se predica.Así, amigo es término relativo, y no se principia a seramigo sino cuando florece el amor. Es, pues, menester ciertocambio en la voluntad para que surja el amigo. La monedadice relación cuando se la considera como precio; con todo,no hubo cambio en ella cuando empezó a ser precio ni cuandoempieza a ser arra o cosas semejantes. Si la moneda, sinmutación por su parte, puede ser tantas veces término relativo,sin que exista mudanza alguna en su forma o en suesencia, ni en su inicio ni en su fin, ¿con cuánta mayor razónpodemos afirmar esto mismo de la inconmutable esenciade Dios, de manera que, aunque de El se enuncie algunarelación con la criatura, y esta denominación principie enel tiempo, se entienda que nada varía en la esencia de Dios,sino sólo en la criatura término de dicha relación?Señor, clama el Salmista, sé para nosotros refugio 1 . Lapalabra refugio, aplicada a Dios, tiene un sentido relativo,pues se refiere a nosotros, y es nuestro refugio cuando nosrefugiarnos en Eil. Mas ¿por ventura existe alguna novedaden su esencia que antes de refugiarnos en El no existiera?Sucede cierta mutación en nosotros: éramos más viles antesde refugiarnos en El, y con su ayuda nos hacemos mejores;en Dios, empero, no hay cambio. Principió a sernuestro padre cuando por su gracia fuimos regenerados,pues entonces se nos confirió el poder de ser hijos de Dios.Nuestra naturaleza se muda perfeccionándose por la adopciónde hijos; al mismo tiempo, El principia a ser nuestroPadre, pero sin mutación en su esencia. Lo que en el tiempose afirma de Dios, que antes no se enunciaba, es términode relación; no obstante, en Dios no es accidente, sino ennosotros, a los que se refiere la relatividad divina y segúnla cual Dios relativamente empieza. Múdase el justo cuandoprincipia a ser hijo de Dios; mas—lejos esté de nuestropensar—Dios no empieza a amar en el tiempo con amorantes inexistente. Para El no pasa el pretérito y el futuroya existe 14 . Amó a sus santos antes de la creación del mundoy los predestinó. Mas cuando se convierten a El y lo encuentran,se dice que empiezan a ser amados, para expresarnoscon palabras asequibles a nuestra comprensión. Asíse dice que se irrita contra los malvados y es amable conlos buenos. Mudan ellos, no El; como la luz, tormento parael ojo enfermizo y amable para el sano. Es él ojo el quecambia, no la luz.14 Dios es siempre inmutable ; la criatura jamás permanece ensu ser y cambia como el vestido. Dios es la columna ; la criatura,el corcel


LÍBERVILIBROVIIn quo proposita quaestione, quomodo dictus sit Christusore apostólico, "Dei virtus et Dei sapientia", disputaturutrum Pater non sit ipse sapientia, sed tantum sapientíaePater, an sapientia sapientiam genuerit; et dilatapaulisper solutione, probatur unitas et aequalitas Patriset Filii ac Spiritus sancti: et non Deum triplicem, sedTrinitatem credi oportere. Illud postremo loco explicaturHilarii dictum: "Aeternitas in Patre, species in Imagine,usus in Muñere".En que se propone la cuestión en qué sentido se dice Cristo,por boca del Apóstol, "poder de Dios y sabiduría deDios",i y se pregunta si el Padre no es sabiduría, sino,Padre de la sabiduría, o si la sabiduría engendró la sabiduría;y difiriendo momentáneamente la solución, seprueba la unidad e igualdad del Padre, Hijo y EspírituSanto, y cómo conviene decir que Dios es trino, pero notriple. En postrer lugar explica él dicho de San Hilario:"La eternidad en el Padre, la belleza en la Imagen y eluso en el Don".CAPUT IFlLIUS SECUNDUM APOSTOLUM VIRTUS ET SAPIENTIA <strong>DE</strong>I PA­TRIS. HlNC RATIÜCINATIO CATHOLICORUM CONTRA PRIORESARIANOS. DlFFICULTAS AN PATER NON SIT IPSE SAPIENTIA,SED TANTUM SAPIENTIAE PATER1. Aequalitatem Patris et Filii et Spiritus sancti putantnonnulli ex hoc impediri quominus intelligatur, quiaseriptum est: Chrhstum Dei, virtutem et Dei saipientiam: utideo non videatur aequalitas, quia non est Pater ipse virtuset sapientia, sed genitor virtutis et sapientiae. Et reveranon mediocri intentione quaeri solet, quomodo dicatur Deusvirtutis et sapientiae Pater. Ait enim Apostolus: ChristurnDei virtutem et Dei sapientiam 1 .Et hinc nonnulli nostri adversum arianos hoc modo ratiocinatisunt, eos duntaxat qui prius se adversum cathalicamñdem extulerunt. Nam ipse Arius dixisse fertur: Sifilius est, natus est; si natus est erat tempus quando nonerat filius: non intelligens etiam natum esse Deo sempiter-1 i Cor. i, 24.CAPITULO ICRISTO, SABIDURÍA Y PO<strong>DE</strong>R <strong>DE</strong> DIOS. SILOGISMO <strong>DE</strong> LOS CATÓ­LICOS CONTRA LOS ARRÍANOS PRIMITIVOS. DIFICULTAD: ¿ELPADRE ES SABIDURÍA O SÓLO ES PADRE <strong>DE</strong> LA SABIDURÍA?1. Opinan algunos que la igualdad del Padre, del Ha joy del Espíritu Santo queda comprometida al decir la <strong>Escritura</strong>que Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios. Noparece subsistir Ja igualdad, porque el Padre no es podery sabiduría, sino engendrador de la fuerza y de la sabiduría.No tiene, en verdad, pequeña importancia averiguar enqué sentido se dice de Dios que es Padre del poder y de lasabiduría. Dice el Apóstol:. Cristo, poder de Dios y sabiduríade Dios.Algunos escritores de los nuestros polemizan contra losprimeros arríenos que se alzaron contra la fe católica. Sedice que el mismo Arrio argumentaba diciendo: Si Cristoes Hijo, ha nacido; y si nació, hubo un tiempo en que noexistió el Hijo 1 ; no comprendiendo que el nacer es en1 Este modo de argumentar se encuentra en el Convite (Thaleia)de Arrio. Vid. <strong>SAN</strong> ATANASIO, Orat. contra arlan.,_ i, 29 : PG 26, 72-73.Hubo un tiempo en que el Verbo no existía : ^v TTOTE OTE OÚK f¡v.Cf. Epist. ad Alex., 16; <strong>SAN</strong> EPIFANIO, Her., 69, 6: PG 42, 209;TIXERONT, Histoíre des Dogmes, t. 2 (París 1924), p. 19-36.


432 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 1, 2num esse, ut sit eoaetemus Patri Filius, sicut splendor quigignitur ab igne atque diffunditur, eoaevus est iili, et essetooaeternus, si esset ignis'aeternus. Unde quídam posterioresariani abiecerunt istam sententiam, fassique sunt, nonex tempere coepisse Filium Dei.•Sed inter disp'utatianie® quas habebant nostri adtversumeos qui dicebant: "Erat tempus quando non eirat Filius",hanc «tiam nonnulli ratiocinationem inserebant: "Si Dei Filiusvirtus et sapientia Dei est, nee unquam Deus sin© virtuteet sapientia fuit, eoaeternus est Deo Patri Filius; dicitautem Apostolus: Christum Dei virtutem et Dei sapientiam;et Deum aliquando non habuisse virtutem aut sapientiam,dementis ©st dioare: man ágituir erat tempus quandonon erat Filius".2. Quae ratiocinatro ad id cogit, ut dicamuis Deum Patremnon esse sapientem, nisi haibendo sapiantiam quamgenuit, non existendo per se Pater ipsa a sapientia. Deindesi ita est, Filius quoquie ipee siout dicitur. Deus de Deo.lumen de lumine, videnduim' est utrum poseit sapientia desapientia di'ci,, si non «st Deus Pater ipsa sapientia, sed tan.tum genitor sapientiae. Quod si tenemus, cur non et magnitudinissuae, et bonitatis, et aeternitatis, et omnipotentiaesuae genitor sit, ut non ipsie sit sua magnitudo, et suabonitas, et sua aeternitas, et sua omnipotentia, sed ea magnitudinemagnus sit quam genuit, et ea bonitate bonus.et ea aeternitate aeternus, et ea omnipotentia omnipotensquae de illo nata est, sicut non ipse sua sapientia est b , sedet sapientia sapiens «est quae de illo nata est. Nam illudnon est formidandum, ne cogamur multos filios Dei dicere,praeter adciptionem ereaturae, eoaeternos Patri, si magnitudinissuae genitor est, et bonitatis, iet aeteirtnitatis, et omnipotentiae.Huic enim ealumnáae fácile respondetur, sic non effici,quia multa nominata sunt, ut ille multorum filiorum coaeternorumsit Pater; quemadmodum non effici tur ut duorumsit, cum dicitur Christus Dei virtus et Dei sapientia. Eademquippe virtus quae sapientia, et eadem sapientia quae virtus«et: ita igitu'r ° letiam de ceteris, ut eadem sit magnitudoquae virtus, et si qua alia, quae vel supra commemonatasunt, vel eomrmemorari adhuc possunt.VI, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 433Dios sempiterno, porque el Hijo es coeterno al Padre,como el resplandor es simultáneo al fuego que lo engendray propaga, y eterno sería el resplandor si el fuego fueraeterno. De ahí que algunos arríanos más tarde abandonasendicha sentencia y confesaran que el Hijo de Dios no haprincipiado en el tiempo 2 .Al correr de la disputa que los nuestros sostenían contralos que aseveraban que hubo un tiempo en que noexistía el Hijo, razonaban así: "Si el Hijo de Dios es fuerzay sabiduría de Dios, y Dios jamás existió sin poder y sinsabiduría, luego el Hijo es coeterno al Padre, pues el Apóstoldice: Cristo, poder de Dios y sabiduría áe Dios. Es demenciaafirmar que Dios careció algún tiempo de poder y desabiduría. Luego no hubo tiempo en que el Hijo de Diosno existiera".2. Esta manera de razonar nos obligaría a sentar queDios Padre no es sabio por su sabiduría, sino por la sabiduríaque engendró; pero que el Padre no es la mismasabiduría. Además, si es así y Dios Padre no es la sabiduría,sino el engendrador de la sabiduría, veamos si es posibleque el Hijo sea sabiduría de sabiduría, como es Dios deDios y luz de luz. En esta hipótesis, ¿por qué no ha de sertambién engendrador de su grandeza, de su bondad, de suomnipotencia, de su eternidad, de modo que no sea ni sugrandeza, ni su bondad, ni su omnipotencia, ni su eternidad,sino que es grande por la grandeza que engendró, buenopor la bondad, todopoderoso por la omnipotencia, eternopor la eternidad nacida de su seno; así como no sería susabiduría, sino que es sabio por la sabiduría que de El procede?Pues aunque sea engendrador de su grandeza, de subondad, de su omnipotencia, de su eternidad, no es de temer,dicen, tengamos que admitir la existencia de muchos.hijos de Dios, coeternos al Padre, salvo la adopción de lacriatura.Pero a esta calumnia se responde fácilmente. El Padreno tiene muchos hijos coeternos a El, aunque se diga padrede todas estas cosas nombradas, pues tampoco se duplicaCristo cuando decimos que es poder de Dios y sabiduríade Dios. El poder se identifica en El con la sabiduría, y lasabiduría se identifica con el poder. Y lo mismo sucede conlas restantes denominaciones, pues la grandeza es idénticaal poder, y así en todos los atributos enumerados y otrosque se pudieran aún mencionar.aPlures Mss., ipse.* Álkjuot Mss., sicut non ipse ipsa sua sapientia est.0 Editi, ítane igüur? Castigantur ex Mss.2 Muchos semiarrianos abandonan el rigorismo anomeo y suaviza»sus expresiones. Marcelo de Ancira sostiene la eternidad delVerbo. Cf. Fragm., 97 (86) ; TH. ZAHN, Maraettus von Ancyra (Go-«hn 1867).


434 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 2, 3VI, 2, 3<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADCAPUT II'CAPÍTULOIIQUAE <strong>DE</strong> PATRE ET FILIO SIMUL DICUNTUR, QUAE NON3. Sed si non dicitur in se ipso nisi quod ad Filiumdicitur, id est, pater, vel genitor, vel principium eius; sietiam gignens ei quod de se gignit, consequenter principiumest; quidquid autem ^ aliud dicitur, cum Filio dicitur,vel potius in Filio, sive magnus ea magnitudine quam genuit,sive iustus ea iustitia quam genuit, sive bonus eabonitate quam genuit, sive potens ea potentia vel virtutequam genuit, sive sapiens ea sapientia quam genuit: magnitudoautem ipsa non dicitur Pater, sed magnitudfcnisgenerator: Filius vero sicut in se ipso dicitur Filius, quodnon cum Patre dicitur, sed ad Patrem, non sic et in seipso magnus, sed cum Patre cuius ipse magnitudo est: sicet sapiens cum Patre dicitur, cuius.ipse sapientia est:sicut Ule sapiens cum Filio, quia ea sapientia sapiens estquam genuit: quidquid ergo ad se dicuntur, non dicituralter sine altero, id est, quidquid dicuntur quod substantiameorum ostendat, ambo simul dicuntur.Si haec ita sunt, iam ergo nec Deus est Pater sine Filio,nec Filius Deus sine Patre, sed ambo simul Deus. Et quoddictum est: In principio erat Verbum; in Patre erat Verbum,intelligitur: aut si in principio sic dictum est, ac sidiceretur: "Ante omnia"; quod sequitur: Et Verbum eratapud Deum, Verbum quidem solus Filius accipitur, nonsimul Pater et Filius, tanquam ambo unum Verbum (sicenim Verbum quomodo Imago, non autem Pater et Filiussimul ambo imago, sed Filius solus imago Patris, quemadmodumet Filius; non enim ambo simul filius): quodvero adiungitur: Et Verbum erat apud Deum; multum estut sic intelligatur: Verbum, quod solus est Filius, erat apudDeum, quod non solus est Pater, sed Pater et Filius simulDeus.Sed quid mirum, si in duabus quibusdam rebus longeinter se diversis potest hoc dici? Quid enim tam diversum,quam animus et corpus? Potest tamen dici: Animus eraíapud hominem, id est, in homine: cum animus non sit corpus,homo autem animus simul et corpus sit. Ut etiam quodTÉRMINO SUBSTANCIAL Y RELATIVO EN DIOS3. Mas, si en sí mismo no es sino lo que El es conrelación ai Hijo, es decir, padre, procreador y principio; ysi «1 que engendra es principio de lo que de sí por genera-'ción procede; y toda otra expresión ,le conviene al Padrecon el Hijo, y mejor, en el Hijo, y será grande por la grandezaque ha engendrado, bueno por la bondad engendrada,poderoso por la potencia y virtud que engendró, sabio porla sabiduría que engendró; y en este caso el Padre no seríasu misma grandeza, sino padre de la grandeza. El Hijo, asu vez, en sí mismo considerado, se llama Hijo, no porquelo sea juntamente con el Padre, sino porque lo es con relaciónal Padre; mas no puede decirse que sea grande en símismo, sino a una con el Padre, de quien es grandeza, ysab'o juntamente con el Padre, de quien es sabiduría. Y elPadre es sabio juntamente con el Hijo, pues es sabio con lasabiduría engendrada. Y cuanto dice relación a la esenciano se ha de entender del uno sin el otro; esto es, todo loque a la substancia se refiere, de ambos se ha de predicar.Y si esto •es así, ni el Padre es Dios sin el Hijo, ni elHijo es Dios sin el Padre, pues ambos son un Dios. Y cuandose dice: En el principio existía el Verbo, se ha de entenderque ©1 Verbo existía en el Padre. Mas si la expresiónen el principio significa "ante todas las cosas" 3 , entoncesen las palabras que siguen: Y el Verbo existía en Dios, porVerbo entiéndase el Hijo, nunca el Padre y el Hijo, comosi ambos fueran un Verbo. Verbo tiene el mismo significadoque Imagen, y el Padre y el Hijo no pueden ser Imagen,pues sólo el Hijo es Imagen del Padre, como sólo El es suHijo, pues los dos no pueden ser Hijos. Lo que sigue: Y elVerbo estaba en Dios, razones hay para entenderlo así: ElVerbo, y sólo el Hijo es Verbo, estaba cabe Dios, y no sóloel Padre lo es, sino él Padre juntamente con el Hijo sonun Dios.Mas ¿qué hay aquí de maravilloso, si el mismo razonamientoes aplicable a cosas entre sí muy diversas? ¿Existealgo tan dispar como el alma y el cuerpo? No obstante,aHuc revocamus patticulam, autem,exptmcta fuerat.quae in ante editis temeré3 En el sermón i, c. 2, 11. 2, identifica Principium con Ver\>wm(PL 2,8, 24). Cf. Confessiones, 12, 20, 29: PL 37, 836; De gen. adlili-. 3. *> : PL 34, 223.


436 <strong>DE</strong> TKINITATE VI, 3, 4oonsequenter seriptum ©st: Et Deus erat Verbum 2 , sie intelligatur:Verbum quod non est Pater, Deus erat simul eumPatre. Itane ergo dicimus., ut Pater sit generator magnitudinis;hoc est generator virtutis, vel generator sapientiaesuae: Filius autem magnitudo, virtus 'et saipientia:Deus vero magnus, omnipotens, sapiens, amibo simul? Quomodoergo Deus de Deo, lumen de 'lumine? Non •enitm simuíambo Deus de Deo, sed soluis Filius de Deo, scilicetPatre; nec ambo simul lumen de lumine, sed solus: Filiusde lumine Patre.Nisi forte ad insiniuandum et íbreyissime inculeandumquod coaetarnus -est Patri Filius, ita dictum est, Deus-de Deo,et lumen de lumine, et si quid hoc modo dieituir, ac si dieeretutr:"Hoc quod non est Fiíius s'ine Patre, de hoc quodnon est Pater sine Filio, id est, hoc lumen quod lumen nonest sine Patre, de hoc lumine Patre quod lumen non estsine Filio"; ut cum dicitur, Deus quod non est Filius si&flPatre, et de Deo quod non est Pateír ¡sinie Filio, perfecteintelligatuir quod non praeioes¡sit genitor illud quod genuit.Quod si ita est, hoe siólum de eis dici non potest, illud deillo, quod simul amibo non isunt. Sieut Verbum de verbo dicinon potest, quia non simul ambo verbum, sed solus Filius;nec irnago de imagine, quia non simul ambo imago; necFilius de Filio, quia non simul ambo filius, secundum quoddicitur: Ego et Pater unum sumus 3 . Unum sumus enimdictum est. Quod Ule, hoc et ego secundum essentiam. nonsecundum rélatiivum.CAPUTIIIVI, 3, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 437podemos decir que el alma está cabe el hombre o en el hombre;porque, aunque el alma no es cuerpo, el hambre esalma y cuerpo. Lo que a continuación está escrito: Y elVerbo era Dios, ha de entenderse así: el Verbo, y no lo esel Padre, es un Dios juntamente con el Padre. Pero ¿quizáse añrme en el sentido de que el Padre sea el generadorde la grandeza, es decir, el engendrador del poder y procreadorde su sabiduría, mientras el Hijo es la grandeza,el poder, la sabiduría, y arribos el Dios excelso, omnipotentey sabio? En este caso, ¿cómo el Hijo sería Dios de Dios,luz de luz? Luego no son ambos Dios de Dios, sino que únicamenteel Hijo es de Dios, esto es, del Padre. Ni ambos sonluz de luz, sino que únicamente el Hijo es luz de la luz delPadre.A no ser que se pretenda insinuar e inculcar brevementela coeternidad del Hijo y del Padre cuando se le diceDios de Dios, luz de luz. Como si dijera: "Lo que el Hijo noes sin él Padre, le viene de lo que el Padre no es sin elHijo; es decir, esta luz, que no es luz sin el Padre, viene dela luz fontal del Padre, que no es luz sin el Hijo". Y cuandose dice: Dios de Dios, realidad que el Hijo no es sim el Padre,ni el Padre sin el Hijo, es para que se entienda sin vacilacionesque el engendrador no preexiste al que engendró.Y si esto íes así, no puede decirse en ellos, esto de aquello,si no lo son los dos. Por ejemplo, no puede decirse Verbode Verbo, porque no son los dos Verbo, sino sólo el Hijo;ni Imagen de Imagen, pues ambos no son Imagen; ni Hijo deHijo, pues no son Hijos los dos, según aquella lectura: Yoy el Padre somos uno. Uno somos, se dice. Lo que El eslo soy yo según la esencia, no según la relación.UNITATEM ESSENTIAE PATRIS ET FILII HABERI EX VERBIS"UNUM SUMUS"CAPÍTULOIII4. Et nescio utirum inveniatur in Scripturis dictum,unum sunt, quorum est diversa natura. Si autem aliquaplura -eiusdem naturae sint, et diversa sentiant, non suntunum in quantum diversa sentiunt. Nam si iam unum es-Bient ex eo quod hominies ©rant, non dáceret: Ut sint unum,..sicut nos unum 4 , cum suos discípulos Patri commendaret.At vero Paulus et Apollo, quia et ambo nomines, et idean2 lo. i, i.3 Ibid., io, 30.4 Ibid., 17, 11.UNIDAD <strong>DE</strong> ESENCIA EN LAS PALABRAS "UNO SOMOS"4. Ignoro si en la <strong>Escritura</strong> se encuentra la expresión"son uno" cuando se trata de seres de diversa naturaleza.Si son varios los que participan de una misma "naturalezay piensan de distinta manera, ya, en cuanto piensan diversamente,no son uno. Si constituyeran unidad por el merohecho de ser hombres, no diría Cristo al encomendar susdiscípulos al Padre: Para que sean uno, como nosotros somosuno.Por el contrario, Pablo y Apolo, siendo hombres los dos de


438 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 3, 5sentiebant: Qui plantat, inquit, et qui rigat, unum sunt*.Cum ergo sic dicitur unum, ut non addatur quid unum, etplura unum dicantur, eadem natura atque essentia, nondissidens nec dissentiens significatur. Cum vero additurquid unum, potest a]dquid significari ex pluribus unum factum,quamvis diversis natura. Sicut anima et corpus nonsunt utique unum; quid enim tam diversum? nisi addaturaut subintelligatur quid unum, id est, unus homo, aut unumanimal. Inde Apostolus: Qui adhaeret meretrici, inquit, unumcorpus est; non dixit: "Unum sunt", aut: "unum est"; sedaddidit, corpus, tanquam ex duobus diversis masculino etfeminino unum corpus adiunctione compositum. Et: Qui adhaeretDomino, inquit, unus spiritus esí 6 ; non dixit: "Quiadhaeret Domino, unus est", aut "unum sunt"; sed addidit,spiritus.Diversi sunt enim natura, spiritus hominis et spiritusDei a ; sed inhaerendo flt unus spiritus ex diversis duobus, itaut sine humano spiritu beatus sit Dei spiritus atque perfectus,beatus autem hominis spiritus non nisi cum Deo.Nec frustra, ut existimo, cum tanta in Evangelio secundumIoannem et toties diceret Dominus de ipsa unitate, velsua cum Patre, vel nostra invicem nobiscum; nusquam dixit:"Ut nos et ipsum unum"; sed: Ut unum sint, sicut etnos unum sumus"*. Pater ergo et Filius unum sunt, utiquesecundum unitatem substantiae, et unus Deus est, et unusmagnus, et unus sapiens, sicut tractatum est.5. Unde ergo maior Pater? Si enim maior, magnitudinemaior; cum autem magnitudo Filius eius sit, nec ille utiquemaior est eo qui se genuit, nec ille maior est ea magnitudinequa magnus est: ergo aequalis. Nam unde aequalis, si non¡eo quo est, cui non est aliud esse, et aliud magnum esse?Aut si aeternitate Pater maior est, non est aequalis Filiusquacumque re. Unde enim aequalis? Si magnitudine dixeris,non est par magnitudo, quae minus aeterna est, atque itacetera. An forte in virtute aequalis est, in sapientia veronon est aequalis? Sed quomodo est aequalis virtus quaeminus sapit? An in sapientia aequalis est, in virtute autemnon est aequalis? Sed quomodo aequalis est sapientia, quaeminus potens est? Restat ergo ut si in ulla re aequalis nonest, in ómnibus- non sit aequalis. At Scriptura clamat:Non rapinam arbitratus est esse aequalis Deo s . Cogitur ergosi Cor. 3, 8.6 Ibid., 6, 16-17.7 lo. 17.• Pliil. 11, 6.aP-lures-Mss., et spiritusDeus.VT, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 439un mismo pensamiento, pudo decir el Apóstol: El que plantay él que riega son uno. Cuando se dice que son uno, sinespecificar en qué son uno, y varios se dice que son uno,significa que son una naturaleza o esencia sin -diversidadde sentires ni opiniones. Pero al concretar de qué unidadse trata, ya se pueden adunar diversas substancias integrantesun todo. Así, el alma y el cuerpo—¿hay nada másdiferente que el alma y el cuerpo?—son uno, pero ya se sobrentiendequé cíase de unidad, a saber, un hombre o unanimal. En este sentido dice el Apóstol: El que se ayuntaa una hetera es un cuerpo con ella. No dice: "Son uno", o"Es uno", sino que añade: "un cuerpo". Un todo, compuestode dos sexos, macho y hembra. Y el qwe se allega a Dios,prosigue, es un espíritu. No dice: "Es uno", o "Son uno",sino que añade: "un espíritu".¡Diversos son por naturaleza el espíritu del hombre y elespíritu de Dios; mas al fundirse forman un espíritu inte- ^grado por dos diversos; de suerte que el espíritu de Diossin el espíritu' humano es perfecto en sí y feliz, pero el espíritudel hombre es únicamente feliz en Dios.Y no en vano, según creo, hablando con tanta insistenciael Señor en el Evangelio de San Juan de su unión con elPadre y de nuestra mutua amistad, jamás dice: "Para quenosotros y ellos seamos uno"; sino que siempre dice: Para'que sean una cosa, como nosotros somo>s uno. Luego, comoya dijimos, el Padre y el Hijo son uno en unidad de esenciay un solo Dios grande y sabio.5. Pero entonces, ¿en qué es el Padre mayor? Si mayor,mayor grandeza. Mas, siendo el Hijo su grandeza, nopuede ¡ser mayor que el Padre, que lo ha engendrado, ni elPadre puede ser mayor que la grandeza por la que es grande.Luego es igual. ¿Y de dónde promana esa igualdad sinodel ser, donde no hay distinción entre ser y grandeza? Siel Padre fuese mayor en eternidad, ya el Hijo no sería entodo igual al Padre. ¿Y en qué sería igual? Si se respondeque en grandeza, ya no es igual la grandeza del que carecede eternidad. ¿Quizá en poder es igual, pero diferente ensabiduría? ¿Cómo puede ser igual el poder del que sabemenos? ¿Acaso son iguales en sabiduría y desemejantes enpoder? Mas ¿cómo puede ser igual el saber, si es inferioren poder? Resta, pues, decir que, si no existe igualdad perfectaen un determinado atributo, falta en todos. Pero clamala <strong>Escritura</strong>: No juzgó rapiña hacerse igual a Dios. Luegotodo adversario de la verdad que, al menos, no recha-


440 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 4, 6quivis adversaríus veritatis, qui modo ^ tenetur apostólicaauctoritate, in qualibet vel una re aequalem Deo Piliumconifiteri. Eligat quam voluetrit: bine ei ostendetur in ómnibusesse aequalem, quae de substantia eius dicuntur.VI, 4, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 441ce la autoridad del Apóstol, se ve obligado a confesar queel Hijo es igual al Padre en una cosa concreta. Elija laque quiera. Esto bastará para probarle la igualdad absolutaen todas las cosas que se predican de su substancia.CAPUTIVCAPITULOIVFlLIUS ET IN SAPIENTIA ET IN CETERIS AEQUALIS PATRI6. Sic enim virtutes quae sunt in animo humano, quamvisalio atquie alio modo singulae intdlligantur, millo modotamen iseparantur ab invicem, ut quicumque fuerint aequales,verbi gra/bia, in fortitudine, aequales eint et prudentia,et temparantia, et iustitia. Si enim dixeris aequales esseístos fortitudine, sed illum praestare prudentia; sequituir uthuius fortitudo minus prudens sit, ac per hoc nec fortitudineaequales sunt, quiando est illius fortitudo prudentior. Atqueita de ceteris virtutibus dnvenies, si omnes eadem considerationepercurras. Non enim de viribus corporis agitur, -sedde aniimi fortitudine.Quanto ergo magis in illa incommutabili aeternaque substantiaincomparabiliter simpliciore quam est animus humanus, haec ita se habent? Humano iquippe animo non hocest esse quod esit fortem esse, aiut prudentem, aut iuistum,aut temperant em: potest enim esse animus, et nullam istarumhabere virtutem. Deo autem hoc est esse quod est fortemesse, aut iustum esse, aut sapiíentem esse, et si quid deilla simplilci multiplicitate, vel multiplici simplicitate dixeris,quo substantia eius significetur.Quamobrem, sive ita dicatur Deus de Deo, ut et singulishoc nomen eonveniat, non tamen ut ambo simul dúo dii, sedunus Deus sit. Ita 'enim sibi cohaeirent, quemadmodum et indistantibus a diversisque substantiis fieri Apóstol us testas est.Nam et solus Dominus spiritus est, et solus hominis spiritusutique spiritus est, tamen si haereat Domino unus spi*ritus &st: quanto magls ibi, ubi est omnino inseparabilisatque aeterna connexio, ne absurde dici videatur quasi fíliusb Editi, qui aliquo modo. At Mss., qui modo, id est, saltem.» Plerique Mss., quod etiam in distantibus.EL HIJO, IGUAL AL PADRE EN SABIDURÍA6. Y lo mismo sucede con las virtudes del alma humana;aunque cada una se entienda en uno u otro sentido,jamás pueden ser mutuamente separadas, y aquellos queen una virtud cualquiera fueren iguales, por ejemplo enfortaleza, han de ser también iguales en prudencia, justiciay templanza. Si dices que dos hombres son iguales en fortaleza,pero que uno aventaja a otro en prudencia, se sigueque la fortaleza de uno de ellos es menos prudente, y, enconsecuencia, ya no son iguales en fortaleza, pues la deaquél es menos prudente. Y otro tanto debes decir de lasrestantes virtudes si con atención las recorres. No se trataaquí de la robustez del cuerpo, sino de la fortaleza del alma 4 .¿Con cuánta mayor perfección se verificará esto mismoen aquella inconmutable y eterna substancia, incomparablementemás simple que el alma humana? Jamás en el almahumana se identifica el ser con la prudencia, con la fortaleza,con la justicia y con la templanza, pues puede el almaexistir ayuna de estas virtudes. En cambio, para Dios, sery ser prudente, justo, sabio, fuerte, es la misma realidad;y otro tanto se diga de toda excelencia de aquella simplemultiplicidad o múltiple simplicidad, siempre que haga referenciaa la substancia.Por lo cual, cuando se dice Dios de Dios, se entiende queeste nombre conviene a cada una de las divinas personas, yno porque sean dos dioses, sino un solo Dios. Se adhierenmutuamente entre sí, como se adhieren entre sí, de elloes testigo el Apóstol, diversas y opuestas substancias. Sóloel Señor es espíritu, y sólo el espíritu del hombre es tambiénespíritu; no obstante, si se adhiere a Dios, es un espíritu.¿Con cuánto mayor motivo allí donde la conexión es eternae inseparable se ha de sostener esto mismo, si no queremoscaer en el absurdo de hacer al Hijo de Dios hijo de ambos,_ * J*as pasiones se identifican en el amor de concupiscencia, y lasvirtudes en el amor, que enfrena las pasiones y las dirige a un finHioiu'sto. De ahí su mutua dependencia y su inseparabilidad. Cf. RoiAND-GossEUN, La morctle de Saint Augustin (París 1925), p. 94-101.


442 <strong>DE</strong> 1RINITATE VI, 5, 7amiborum, eum dicitur Filius Dei, si id quod dicitur Deus,non ndsi de ambobus dicitur simul: sive quidquid de Deodicitur quod substantiam eius indicet, non nisi de ambobussimul, imo de ipsa simul Trinitate dicitur? Sive ergo hoc,sive illud sit, quod diligentius discutiendum est, mine undeagitur satis est videre, nullo modo Filium aequalem essePatri, si in aliquo scilicet quod pertineat ad signifieandameius substantiam inaequalis invenitur, sicut iam ostendimus.Apostolus autem dixit aequalem. In ómnibus ergoaequalis est Patri Filius, et est unius eiusdemque substantive.CAPUT VSPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS HT1AM PATKI ET FILIO AEQUALIS IN ÓMNIBUS7. Quapropter etiam Spiritus sanctus in eadem unitatesubstantiae et aequalitate consistit. Sive enim sit unitasamborum, sive sanctitas, sive charitas, sive ideo unitas quiacharitas, et ideo charitas quia sanctitas, manifestum estquod non aliquis duorum est quo uterque coniungitur, quogenitus a gignente diligatur, generatoremque suum diligat,sintque non participatione, sed essentia sua, ñeque donosuperioris alicuius, sed suo proprio servantes unitatem spiritusin vinculo p-acis 9 . Quod imitari per.gratiam, et adDeum, et ad nos ipsos iubemur. In quibus duobus piraeceptistota Lex pendet et Prophetae 10 . Ita sunt illa tria, Deusunus, solus, magnus, sapiens, sanctus, beatus.Nos autem ex ipso, et per ipsum, et in ipso beati: quiajpsius muñere Ínter nos unum, cum illo autem unus spiritus,quia agglutinatur anima nostra post eum. Et nobishaerere Deo bonum est, quia perdet omnem qui fornicaturab eo ".Spiritus ergo sanctus eommune aliquid est Patris etFilii, quidquid illud est. At ipsa communio, consubstantialiset coaeterna: quae si amicitia convenienter dici potest, dicatur;sed aptius dicitur charitas. Et haee quoque substantia,quia Deus substantia, et Deus charitas, sicut seriptumest 12 . Sicut autem substantia simul cum Patre et Filio,ita simul magna, et simul bona, et simul sancta, et quidquid~ 9 Ep£ 4» 3-10Mt. 22, 37-4°-11 Ps. 72, 28-27.131 lo. 4, 16.VT, 5, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 443si lo que se dice Dios no se predica sino de las dos personasjuntas, y si todo lo que de Dios se dice que insinúe su divinasubstancia juntamente se aplica a los dos o a la Trinidadindivisa? Mas, sea de esto lo que sea—este aspecto pide serdiscutido con mayor diligencia—, nos basta ahora saber queel Hijo no puede ser igual al Padre si se le dice en algunacosa, perteneciente a la substancia, inferior, según ya probamos.El Apóstol nos asegura la igualdad. Luego el Hijoes en todas las cosas igual al Padre y es de una misma eidéntica 'Substancia.CAPITULO VCONSUBSTANCIALIDAD <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO CON EL PADREY EL HIJO7. Por lo cual, también el Espíritu Santo subsiste en estaunidad e igualdad de substancia. Ora se le llame unión, santidado amor de ambos; ora unidad, porque es amor, o amor,porque es santidad; pues es manifiesto que ninguno de losdos es la unión que a ambos enlaza 5 , en virtud de la cual esamado por el que lo engendró y ama a su procreador, haciendopermanente la unidad de espíritu en el vínculo de lapaz, y no por participación, sino por su propia esencia; nomediante la gracia de un ser superior, sino por sí mismo.Y se nos preceptúa imitar esta unidad, ayudados por la gracia,en 'lo que a Dios y a nosotros mismos atañe. De estosdos preceptos penden la Ley y los Profetas. Y así las trespersonas divinas son un solo Dios, grande, sabio, santo ybienaventurado.Nosotros, empero, sólo seremos felices en El, con El ypor El. Por su gracia somos unidad entre nosotros y un soloespíritu con El, siempre que a El se aglutine nuestro espíritu.Es un bien adherirse a Dios, pues pierde a todo el quele abandona.El Espíritu Santo es algo común al Padre y al Hijo,sea ello lo que sea. Mas esta comunión es consubstancial yeterna. Si alguien prefiere denominarla amistad, perfectamente;pero juzgo más apropiado el nombre de caridad.Y esta caridad ha de ser substancial, porque Dios es substanciay Dios es caridad, en sentir de la <strong>Escritura</strong>. Y asír ' El lazo de unión es en la Trinidad el Espíritu Santo en la teologíaagustiniana. Para los griegos lo es el Hijo. Gf. <strong>SAN</strong> ATANASIO,Cont. arian., 3, 34 : PG 36, 476 ; <strong>SAN</strong> BASILIO, De Sp. S., 45 : PG32. 153.


444 <strong>DE</strong> IRINITATF. VI, 6, 8ailiud ad se dicitur: quondam non aliud est Deo esse, etaliud magnum esse vel bonum esse, et cebara, sicut supraostendimus.Si lenim minius magna est ibi chantas quam sapientia,minus quam est diligitur sapientia: aequalis est igitur, utquanta est sapientia tanitum diligatur; est autem sapientiaaequalis Patri, sicut supra disputavimus; aequalis est igituretiam Spiritus sanetus.; et si aequalis, in ómnibus aequalisprcpter summam simplicitatem quae in illa substantíaest. Et ideo non amplius quam tria sunt; unusdiligens eum qui de illo est, et unus diligens eum de quoest, et ipsa dilectio. Quae si nihil est, quomodo Deus dilectioest? Si non est sübstantia, quomodo Deus substantiaest?yl Q t g <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 445como es una subtancia con el Padre y el Hijo, es tambiénuna grandeza, una bondad y santidad y todo cuanto existeen la esencia divina; pues como arriba demostramos, paraDios es la misma realidad ser y ser bueno, grande, etc.Si en El fuera menos grande la caridad que la sabiduría,entonces la sabiduría no sería amada tal cual es; luego, siha de amar la sabiduría como es, ha de ser igual el amor.Según hemos explicado, la sabiduría es igual al Padre. Enconsecuencia, también lo será al Espíritu Santo. Y si esigual, a causa de la suma simplicidad de la substancia divina,en todo igual. Y he aquí por qué no existen más detres personas. Una que ama al que procede de ella, otra queama a aquel de quien procede, y el amor. Porque si el amorno existe, ¿cómo Dios es amor? Y si no es substancia, ¿cómoDios es substancia ? 6CAPUTVICAPÍTULOVICÓMO Dios ES SIMPLE Y MÚLTIPLE SUBSTANCIAQUOMODO <strong>DE</strong>US SÜBSTANTIA SIMPLEX ET MULTIPLEX8. Si autem quaeritur quomodo simplex et multiplexsit illa sübstantia, animadvertenda est primo creatura qua>re sit ¡multiplex, nullo autem modo vare simplex. Et priusoorpus universum utique partibus oonstat; ita ut sit ibialia pars maior, alia minor, et maius sit universum quampars quaelibct aut iquantalibet. Nam et caelum .et térrapartes sunt universae mundanae moliis: et sola térra, etsolum caelum innumerabilibus partibus constat, et in tertiasui parte minor est quam in cebera, et in dimídia minorquam in tota; et totum rnundi corpus quod duabus plerumquepartibus appellari solet, id est, caelum et térra, utiquemaius est quam. solum caelum aut sola térra.Et in unoquoque corpore aliud est magnitudo, aliud color,aliud figura. Potest emim et diminuta magnituddne manereidem color et eadem figura, et colore mutato manereeadem figura et eadem magnitudo, et figura eadem nonmanente tam magnum esse et eodem modo coloratum: etquaecumque alia simul dicuintur de corpore possunt et simulet plura sine ceteris commutari. Ac iper hoc multiplex ©aseconvineitur natura corporis, simplex autem nullo modo.8. Si se pregunta en qué sentido esta substancia es simpk»y múltiple, nótese, en primer término, cómo la criaturaes múltiple siempre, simple en ningún sentido. Así el universocorpóreo connta ciertamente de partes: hay en él unaparte mayor y otra menor, y siempre el todo es mayor quesus partes. El cielo y la tierra son partes de esta mole universaldel mundo; y la tierra sola o el cielo solo se componena su vez de innumerables partes; y siempre una terceraparte es menor que las otras dos, y la mitad menor que eltodo. Y el universo, vulgarmente conocido con el nombre deestas dos partes, cielo y tierra, es siempre mayor que elcielo o la tierra separadamente.Y en cada cuerpo, una cosa es la magnitud, otra el colory otra la figura. Puede, disminuida la magnitud, permanecerel mismo color y la misma figura, o alterarse el colory perseverar la misma figura y la misma expresión, o cambiarla figura y conservar la magnitud y color primitivos.Y pueden a un tiempo cambiar todas las propiedades físicasde un cuerpo o cambiar unas sin que las demás se alteren.Estos ejemplos prueban que la naturaleza corpórea esmúltiple y no simple.6 El amor en la Trinidad puede tener un triple sentido : amoresencial, común a las tres divinas personas ; amor nocional en sentidoactuoso, privativo del Padre y del Hijo ; amor personal, exclusivodel Espíritu Santo. Cf. <strong>SAN</strong>TO TOMÁS, Summa Theol., i, q. 37,


446 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 7, 9Creatura quoque spiritualis, sicut est anima, est quidemin corporis comparatione simplicior: sine comparatione autemcorporis multiplex est, etiam ipsa non simplex. Namideo simplicior est corpore, quia non mole diffunditur perspatium loci, sed in unoquoque corpore, et in toto tota est,et in qualibet eius parte tota est; et ideo cum ñt aliquidin quavis exigua partícula corporis quod sentiat anima,quamivis non fiait in toto corpore, illa tomen tota sentit, quiatotam non latet: sed tamen etiam in anima cum aliud sitartificiosum esse, aliud inerteim, aiiud aeutum, aliud memorem,aliud cupiditas, aliud timor, aliud laetitia, aliud tristitia,possintque et alia sine alus, et alia magis, alia minus,innumerabilia et innumerabiliter in animae natura inveniri;manifestum est non simplicem, sed multiplicem esse naturam.Nahil enim simplex mutabile est; omnis autem creaturamutabilis.CAPUTVII<strong>DE</strong>US TRINITAS, SED NON TRIPLEXDeus vero multipliciter quidem dicitur magnus, bonus,sapiens, be'atus, verus, et quidquid aliud non indigne dicividetur: sed eadem magnitudo eius est, quae sapientia; nonenim mole magnus est, sed virtute: et eadem bonitas quaesapientia et magnitudo, et eadem veritas quae illa omnia:et non est ibi aliud beatum esse, et aliud magnum, aut sapientem,aut verum, aut bonum esse, aut omnino ipsum esse.9. Nec quoniam Trinitas est, ideo triplex putandus est:alioquin minor erit Pater solus, aut Filius solus, quam simulPater et Filius. Quanquam non inveniatur quomodo dicipossit, aut Pater solus, aut Filius solus; cum semper atqueinseparabiliter et ille cum Filio sit, et ille cum Patre: nonut ambo sint Pater, aut ambo Filius; sed quia semper ininvicem, neuter solus.VI, 7, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 447La misma criatura espiritual, el alma por ejemplo, es,en comparación con el cuerpo, más simple; pero, abstracciónhecha de la materia, es también múltiple y no simple. Es,sí, más simple que los cuerpos, pues no difunde su mole porlos espacios, sino que está toda en todo el cuerpo y todaen cada una de sus partes; y así, cuando una partecica, pormínima que sea, experimenta una sensación cualquiera, aunqueno sea en todo el cuerpo, el alma entera la percibe,pues la percibe en su. totalidad. Con todo, una cosa es enel alma la actividad, otra la inercia, la penetración, la memoria,el deseo, el temor, la alegría, la tristeza; y unosafectos pueden existir en la esencia del alma sin los restantes,y unos con más intensidad que otros, y así en innumerablesotros con diversidad cuasi infinita. Luego esevidente que su naturaleza no es simple, sino múltiple. Nadasimple es mudable, y toda criatura es mudable 7 .CAPÍTULO VIIDios ES TRINO, PERO NO TRIPLE[Dios en verdad tiene multitud de nombres.; es grande,bueno, sabio, feliz, veraz y cuanto se pueda decir digno deEl; pero HU grandeza es su sabiduría; pues no es grandepor su mole, sino por su virtud. Su bondad es su sabiduríay su grandeza; y su verdad es todo esto. Y allí no es unarealidad el ser feliz y otra ol ser grande, sabio, veraz obueno, o simplemente el ser.9. Y no porque sea Trinidad debemos imaginarle triple8 , pues en esta hipótesis el Padre solo o el Hijo solo seríanmenores que el Padre y el Hijo juntos. Aunque, a decirverdad, ni siquiera se concibe cómo pueda decirse el Padresolo o el Hijo solo, porque él Padre siempre e inseparablementeestá con su Hijo, y éste con su Padre, y no porquelos dos sean el Padre o amibos el Hijo, sino porque siempreestán unidos y nunca distanciados 9 .7 El alma, como substancia espiritual, excluye toda composiciónhilemórfica. En este sentido es simple ; pero en el orden metafísicoqueda muy distanciada de la simplicidad divina, y en su composiciónes ciertamente múltiple.' El Santo selecciona con esmero la expresión más apropiada atan insondable misterio. Los escolásticos conservarán esta terminologíadel gran Doctor de la Trinidad." A esta mutua inexistencia denominan los latinos circuminsessio,perichóresis los griegos. En su esencia formal es la íntima, inseparabley perpetua presencia de una persona de la Santísima Trinidaden cada una de las otras dos.


448 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 9, 10Quia vero dicimus &t Deum solum ipsam Trinitatem,quainvis seniper sit cum spiritibus et animabus sanctis;sed solum dicimus quod Deus est, quia non et illi cum illoDeus sunt: ita solum Patrem dicimus Patrem, non quiaseparatuir a Filio, sed quia non simufl ambo Pater sunt.VI, 9, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 449Mas así como decimos, hablando de la Trinidad, un soloDios, aunque esté en compañía de los espíritus y almas santas—decimosun solo Dios, pues éstos no son dioses conEl—; así sólo al Padre llamamos Padre, y no porque estéseparado del Hijo, sino porque ambos no son el Padre.CAPUTVIIICAPÍTULOVIII<strong>DE</strong>I NATURAE NULLA FIT AOCESSIOOum itaque tantus est solus Pater, vel solus Filius, velsolus Spiritus sanctus, quantus est simul Pater et Filiuset Spiritus sanctus, nullo modo triplex dicendus est. Corporaquippe adiunctione sua crescunt. Quamvis enim quiadhaeret uxori suae, unum corpus sfit; maius tamien corpusfit, quam si solius viri esset, aut solius uxoris. In rebusautem spiritualibus, cum mimar maiori adhaerescit,sicut oreatuira Creatori, illa fit maior quam erat, non ille.In iis enim quae non mole magna sunt, hoc est maius essequod est melius esse. Melior autem fit spiritus aljcuius creaturae,cum adhaeret Creatori, quaim si non adhaereat; etideo etiam maior quia melior. Qui ergo adhaeret Domino,unus spiritus est r¿ ; sed tamen Dominus non ideo fit maior,quamvis fiat ille qui adhaeret Domino.In ipso igitur Deo cum adhaeret aequali Patri Filiusaequal'is, aut Spint'us. sanctus Patri et Filio aequalis, nonfit mator Deus quam singuli eorum; quia non est quo crescatilla perfectio. Perfectus autem sive Pater, sive Filius,sive Spiritus sanctus, et perfectus Deus Pater et Filius etSpiritus sanctus: et ideo Trinitas potras quam triplex.CAPUTIXAN UNA VEL TRES SIMUL PERSONAE DICANTUR SOLUS <strong>DE</strong>US10. Et quoniam ostendimus quomodo posisit dici solusPater, quia non nisi ipse ibi Pater; consideranda est illasententia qua dicitur Deum verum solum non esse Patremsolum, sed Patrem et Filium et Spiritum sanctum.i Cor. 6, 17EN LA NATURALEZA <strong>DE</strong> DIOS NO HAY ACCESIÓNSiendo, pues, él Padre soto, o el Hijo solo, o el EspírituSanto solo tan excelso como el Padre, el Hijo y el EspírituSanto juntos, no se ha de decir triple en ningún sentido.Los cuerpos aumentan por adición. Y así el que se allegaa mi esposa se hace un cuerpo con ella; pero éste es mayorI|IH» el de la mujer o el varón separados. En las realidadesrwpirituak'S, cuando el inferior se adhiere a un ser de nalunili'zasuperior, como la criatura al Creador, aquél selince mayor quo era antes, no éste. En las cosas que noH011 gniiHji'H por su mole, ser mayor equivale a ser mejor.101 (vtplri'tu


450 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 9, 10Si quis enim interroget, Pater solus utrum sit Deus:quomodo respondebitur non esse, nisi forte ita dicamus vesse quidem Patrem Deum, sed non eum esse solum Deum;esse autem solum Deum, Patrem et Filium et Spíritum sanctum?Sed quid agimus de illo testimonio Domini? Patrienim dicebat, et Patrem nominaverat ad quem loquebatur,cum ait: Haec est autem vita aeterna, ut cognoscant teunum verum Deum 14 . Quod quidem ariani sic solent accipere,quasi non sit Filius verus Deus. Quibus exclusis videndumest an intelligere cogamur, eum dictum est Patri: Utcognoscant te unum * verum Deum; tanquam hoc insinuarevoluerit, quia et solus Pater Deus verus est, ne non intelligeremusDeum, nisi ipsa tria simul, Patrem et Filium etSpiritum sanctum.Num ergo ex Domini testimonio, et Patrem unum verumDeum dicimus, et Filium unum verum Deum, et Spiritumsanctum unum verum Deum, et simul Patrem et Filiumet Spiritum sanctum, id est, simul ipsam Trinitatem,non tres veros déos, sed unum verum Deum? An quoniamaddidit: Et quem misisti Iesum Christum; subaudiendumest, unum verum Deum; et ordo verborum est: Ut te etquem misisti Iesum Christum, cognoscant unum verumDeum? Cur ergo tacuit de Spiritu sancto? An quoniam consequensest ut ubicumque nominatur unum. tanta pace uniadhaerens, ut per hanc utrumque unum sit, iam ex hoc intelligaturetiam ipsa pax, quamvis non eommemoretur? Namet illo loco Apostolus videtur quasi praetermittere Spiritumsanctum, et tamen etiam ibi intelligitur, ubi ait: Omnia suntvestra; vos autem, Christi: Ghristus autem, Dei ls ; et iterum:Caput mülieris, vir; caput viri, Ghristus; caput autemChristi, Deus 10 .Sed ruirsus isi Deus non nisi omnia simul tria, quoimodocaput Christi Deus, id est, caput Christi Trinitas, cumin Trinit^te sit Christus ut sit Trinitas? An quod est Patercum Filio, caput est ei quod est solus Filius? Cum Fi-Jio enim Pater Deus, solus autem Filius Christus est: máximequia iam Verbum caro factura loquitur, secundumquam humilitatem*' eius etiam maior est Pater, sicut dicit:Quoniam Pater maior me est 17 ; ut hoc ipsum Deumesse, quod illi cum Patre unum est, caput sit hominis Me-" lo. 17, .3.: f 1 Cor. 3, 22-23."• Tbid., ii, 3.17 lo. 14, 28.* Graece est, \xóvov.b Sic.plerique Mss. At editi, humanitatem.VI, 9, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 451Si alguien pregunta: "¿El Padre solo es Dios?", ¿cómoresponder que no lo es, si no es quizá diciendo que el Padrees Dios, pero que no solamente El lo es, porque el Diosúnico es Padre, Hijo y Espíritu Santo? Pero entonces, ¿cómointerpretar el testimonio del Señor? Con el Padre habla yail Padre se dirige cuando exclama: Esta es la vida eterna:que te conozcan a tí, único Dios verdadero. Los arríanosinterpretan esta sentencia diciendo que el Hijo no es Diosverdadero. Mas, dejando a un lado a estos herejes, veamossi cuando dice al Padre: Que te conozcan a ti, único Diosverdadero, nos vemos obligados a confesar, pues sólo el Padrees Dios verdadero, que en la palabra Dios se comprendenlas tres divinas personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.¿No decíamos poco ha, fundados en el testimonio delSeñor, que el Padre era un solo Dios verdadero, y el Hijoora un solo Dios verdadero, y el Espíritu Santo era un soloDios verdadero, y la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,un solo Dios verdadero, no tres dioses? ¿O es que alañadir el Señor: Y al que enviaste, Jesucristo, se han desobrentender las palabras único Dios verdadero, siendo entonceséste el orden de las palabras: Que te conozcan a, tiy al que enviaste, Jesucristo, único Dios verdadero? Mas¿por qué silenció al Espíritu Santo? ¿Es, acaso, porque,cliando »o nombra a uno unido a otro por vínculo de pazo Intognmdo en virtud de esta paz amicable un solo ser,ya HU sobrentiende esta paz, aunque expresamente no seindique? .101 Apóstol en dicho pasaje simula pasar en silencioul Espíritu Santo, si bien su presencia es sensibleen este lugni - donde dice: Todo es vuestro, vosotros de Cristo,Cristo (te Dios. Y en este otro: El varón es cabeza dela mujer; la cabeza del varón es Cristo, y la cabeza deCristo, Dios.Pero insto: si estas tres personas juntas son un Diosverdadero, ¿cómo Dios es cabeza de Cristo, es decir, cómola Trinidad es cabi'za de Cristo, si el mismo Cristo ha deintegrar la Trinidad pora que pueda la Trinidad subsistir?¿Es posible que lo que el Padre es juntamente con el Hijosea cabeza de lo que es Cristo solo? El Padre es Diosjuntamente con el Hijo, pero sólo el Hijo es Cristo; sobretodo al hablar en este' pasaje el Verbo hecho carne, humillaciónque lo hace inferior al Padre, pues el Padre, dicees mayor que yo. Así, la esencia divina que El posee junltamente con el Padre es cabeza del hombre Mediador, cosaque el Hijo solo lo es. Si nosotros con verdad consideramosla mente como la parte principal del hombre, algo así como


452 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 10, IIdiatoris, quod ipse solus est 18 . Si enim mentem recte dicimusprineipale hominis, id est, tan quam caput humanaesubstantiae, cum ipse homo cum mente sit homo; cur noamulto eongruentius, muitoque magis Verlbum cum Patrequod simul Deus est, caput '@st Ohrisiti, quamvis Christushomo niai cum Verbo quod caro faetum est, intelligi nonpossit?Sed hoc, uit iam diximus, aliquanto diligentius, posteaconsiderabimus. Nunc autem aequalitas Trinitatis et unaeadumque substantia, quantum breviter potuimus, demonstrataest, ut quoquo modo se hábet ista quaestio, quamdiscutiendam acriore intentione distulimus, nihil impediatquominus fateamur sumunam aequaljtat'em Patiris et Filii etSpiritus sanicti.CAPUT XATTRIBUTA PER HILARIUM SINGULIS PERSONIS.REBUS FACTIS REPRAESENTATURTBINITAS IN11. Quídam cum vellet brevissíme singularum in Trinitatepersonarum insinuare prcpria: "Aeternitas, inquit, inPatre, species in Imagine, usus in Muñere".Et quia non mediocris auctoritatis in tractatione Seripturarum,et assertione fidei vir exst'itit; Hilarius enim hocin libris suis posuit 19 ; horum verborum, id est, Patris, etImaginis, et Muñeras, aeternitatis, et speciei, et usus, abditam,serutatus inteilligentiam quantum valeo, non eum secutumarbitror in aeternitatis vocabulo, nisi quod Pater nonhabet Patrem de quo sit, Fiiius autem de Patine est ut sit,atque ut illi coaeternus sit.Imago enim si perfecto imple t illud cuius imago est, ipsacoaequatur ei, non illud imagini. suae. In qua imagine speciemnominavit, credo, propter pulchritudinem, ubi iam esttanta congruentia, et prima aequalitas, et prima similitudo,nulla in re dissidens, et nullo modo inaequalis, et nulla exparte dissimilis, sed ad identidem respondens, ei cuius imagoest. Ubi est prima et summa vita, cui non est aliud vivereet aliud esse, sed idem est esse et vivere: et primusac summus intellectus, cui non 'est aliud vivere et aliud intelligere,sed id quod est initieliigere, hoc vivere, hoc esse est,unum omnia: tanquam Verbum perfectum, cui non de sitaliquid, et ars quaedam omnipotentis atque sapientis Dei,18 i Tim. 2, 5.19 Lib. 2 De Trinitate i : PL 10,51.VI, 10, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 453la cabeza de la humana substancia, siendo el hombre sólopor su mente hombre, ¿por qué no con mayor propiedadhemos de llamar al Verbo, que a una con el Padre es unDios único, cabeza de Cristo, aunque es imposible imaginara Cristo hombre sin la presencia del Verbo hecho carne?Pero este aspecto, según dijimos, será examinado conmayor diligencia en libros posteriores. Por el momento quedademostrada la igualdad y unicidad substancial de la Trinidadexcelsa; y de cualquier modo que se resuelva dichacuestión—nos reservamos su estudio para más adelante—,nada impide confesar ahora da igualdad suma del Padre, delHijo y del Espíritu Santo.CAPÍTULO XLOS ATRIBUTOS DIVINOS SEGÚN <strong>SAN</strong> HILARIO. LA TRINIDAD SEREFLEJA EN LA CREACIÓN11. Cierto escritor, queriendo resumir muy brevementeIIIH propiedades de cada una de las personas de la Trinidad,dijo: "La eternidad en el Padre, la belleza en la Imageny el uno en el Don."Y pues se trata de un varón de autoridad no mediocreun la PXü'geflifl OHcriturística y en la defensa de la fe, esHilario el que puso r.sto en sus libros 10 , después de escrutarcuanto pudo el sentido recóndito de las palabras Padre,Imagen, Don, eternidad, belleza y uso, creo que por eternidadquiere dnr a entender que el Padre no tiene Padrede quien pueda proceder, y que el Hijo recibe del Padre elser y es a El coetorno.La imagen, si reproduce con toda fidelidad el objeto cuyaes imagen, ésta es la que se coiguala al objeto, no el objetoa la imagen. Y en la imagen hace resaltar la especie, acausa, según creo, de >la belleza que surge de esta perfectacongruencia, de esta primera igualdad, de esta semejanzaprimera, donde no existe diferencia alguna, ni desproporción,ni desemejanza, sino que en todo se identifica al objetocuya es imagen. Allí radica ia vida inicial y suprema dondeno es una cosa el vivir y otra el ser, sino que ser y vivir seidentifican; allí está la inteligencia primera y soberana, parala que no es una cosa vivir y otra entender, sino que es una10 <strong>SAN</strong> HILARIO, De Trinitate, a, i : PL io, 51-—El texto dice :Infinitas in aeternüate, la infinitud en lo eterno. Es posible queAgustín haya citado de memoria o bien que el códice por él consultadodijese aeternitas in Patre. Usus equivale al fruí agustiniano ypuede traducirse por goce, fruición y amor.


454 <strong>DE</strong> TRINITATE VI, 10, 12plena omnium ratiohum viventium incorhmutabilium*; etomnes unum in ea, sicut ipsa unum de uno, cum quo unum.Ibi novit omnia Deus quae fecit per ipsam, et ideo cumdeoedant et' suoeedant témpora, non deeedit aliquid ve] succedítscientiae Dei. Non enim haec quae creata sunt, ideosciuntur a Deo, quia facta sunt: ac non pctiua ideo factasunt vel mutabilia, quia immutabiliter ab eo sciuntur.lile igitur ineffabilis quidam complexus Patris et imaginisnon est sine perf ruitione to , sine chántate, sine gandió.Illa ergo dilectio, delectatio, felicitas vel beatitudo, sitamen aliqua humana voce digne dicitur, usus ab illo appellatusest breviter, et est in Trinitate Spiritus sanctus, nongenitus, sed genitoris, genitique suavitas, ingenti largitateatque ubertate perfundens omnes creaturas pro captu earum,ut ordinem suum teneant et loéis suis acquiescant.12. Haec igitur omnia, quae arte divina facta sunt, etunitatem quamdam in se ostendunt, et speciem, et ordinem.Quidquid enim horum est, et unum aliquid est, sicut suntnaturae corporum, et ingenia animarum; et aliqua specieformatur, sicut sunt figurae vel qualitates corporum, ac doctrinaevel artes animarum; et' ordinem aliquem petit auttenet, sicut sunt pondera vel collocationes corporum, atqueamores aut delectationes animarum.Oportet igitur ut Creatorem, per ea quae facta sunt, intellectumconspicientes 20 , Trinitatem intelligamus, cuius increatura, quomodo dignum est, apparet vestigium. In illaenim Trinitate summa origo est nerum omnium, et perfectissimapulchritudo, et beatissima delectatio. Itaque illa tria,et ad se c invicem determinan videntur, et in se infinita sunt.Sed hic in rebus corporeis, non tantum est res una quantumtres simul, nec plus aliquid sunt duae quam una res:ceterum in illa summa Trinitate tantum est una quantumtres simul, nec plus aliquid sunt duae quam una. Et in seinfinita sunt. Ita et singula sunt in singulis, et omnia insingulis, et singula in ómnibus, et omnia in ómnibus, etunum omnia. Qui videt hoc vel ex parte, vel per speculumet in aenigmate 21 , gaudeat cognoscens Deum, et sicut Deumhonoret, et gratias agat: qui autem non videt, tendat perpietatem ad videndum; non per caecitatem ad calumniandum.Quoniam unus est Deus, sed tamen Trinitas. Nec confuseaccipiendum est: Ex quo omnia, per quem omnia, inquo omnia: nec diis multis, sed ipsi gloria in saecula saeculorum.Amen 22 .50 Rom. i, ao.21 i Cor. 13, 12.a Plures Mss., et incommutabilium.b In Mss., perfectione, vel, perfunctione.0 Mss., a se.-2 ~ Rom. 11, 36.V¡I, 10, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 455misma realidad Vivir, entender y ser, y todo es unidad;como Verbo perfecto al que nada falta, arte del Dios sabioy todopoderoso, que en su plenitud contiene las razonesinconmutables de todos los vivientes; en quien todos sonunidad, como ella es unidad de unidad, y uno con ella.Allí Dios conoce todo cuanto obra su sabiduría, y aunquelos tiempos pasen y se sucedan, nada pasa ni se sucedeen la ciencia de Dios. No conoce Dios las cosas criadasporque fueron hechas, sino que fueron hechas mudablesporque Dios tiene de ellas un conocimiento inconmutable.Y este amplexo inefable del Padre y su Imagen no essin fruición, sin amor, sin gozo. Y esta dilección, amor,felicidad o dicha, si son dignas de El estas expresioneshumanas, las compendia brevemente San Hilario en la palabraUso, y es en la Trinidad el Espíritu Santo, no engendrado,suavidad del que engendra y del engendrado,que se difunde con infinita liberalidad y abundancia por todaslas criaturas, en la medida que son capaces, a fin deque observen su orden y ocupen su lugar.12. Todas estas cosas, criadas por el arte divino, manifiestanen sí cierta unidad, belleza y orden. Hay en todoosto unidad, ya se trate de las naturalezas corpóreas, yadel carácter de las almas; poseen algún grado de belleza,como las figuras y cualidades de los cuerpos o la ciencia yla técnica en las almas; y tienen cierto orden, como se ob-Horva en los pesos y posición de los cuerpos, en los amoresy en los placerse del alma.Es, pues, necesario conocer al Hacedor por las criaturasy descubrir en éstas, en una cierta y digna proporción, elvestigio de la Trinidad. Es en esta Trinidad suma donderadica el origen supremo de todas las cosas, la belleza perfecta,el goce completo. Así, aquellas tres cosas parecenmutuamente concretarse y son en sí infinitas. Pero aquí,en los seres corpóreos, una cosa sola no es lo que son tresjuntas, y dos suman más que una; mas en la Trinidad excelsa,una persona es igual a las otras dos, y dos no sonmayores que una sola de ellas, y en sí son infinitas. Y cadauna de ellas está en cada una de las otras, y todas en una,y una en todas, y todas en todas, y todas son unidad.El que esto contemple parcialmente en enigma y como en unespejo, gócese de conocer a Dios, y hónrele como a tal, ydéle gracias rendidas. El que aun no ve, camine por la piedada la visión, no por las tinieblas de la ceguera a la calumnia.Dios es uno, pero también es Trinidad. Sin confusionismosde ningún género hemos de entender el testimoniosiguiente: Porque de El, y por El, y para El son todas lascosas, y no a muchos, sino a El la gloria por los siglos delos siglos. Amén.


LÍBER VIIIn quo superioris libri quae&tio, qwae dilata fuerat, explioatur;quod videlioet Deus Pater qui genuit Filium virtutemet sapientiam, non solum sit virtutis et sapientaePater, sed etiam ipse virtus et sapientia: símiliter etSpiritus sanctus. Nec tatúen tres esse virtutes aut tressapientias, sed unam virtutem et imam sapientiam, sicutunum Deum et unam essentiam, ostenditur. Deinde quaeriturqwomodo dicatur in Deo, a latinis una essentia,tres personae; a graecis, una, essentia, tres substantiaevel hypostases; et wtrumque elocutionis necessitate dicimonstratur, ut ne omnino taceremus interrogati quidtres sint, quos tres esse veraciter confitemur, PatremsciUcet, et Filium, et Spiritum sanatum.LIBROVIIEn que se explica la cuestión diferida en el libro anterior,a saber, si Dios Padre, al engendrar un Hijo que es podery sabiduría, es no sólo Padre del poder y de la sabiduría,sino también poder y sabiduría. Y de igual modoel Espíritu Santo. Y se demuestra que no son tres poderesy tres sabidurías, sino un poder y una sabiduría, asícomo sólo hay un Dios y una esencia. Luego se investigaen qué sentido dicen los latinos que hay en Dios unaesencia y tres personas, ¡y los griegos una esencia y tressubstancias o hipóstasis, y se demuestra que ambas cosasse dicen por necesidad del humano lenguaje, para noguardar silencio cuando se nos pregunta qué son los tres,¡iitcs confesamos verdaderamente que son tres, Padre,Hijo y Espíritu Santo.CAPUT ICAPÍTULOIREDIT AD QUAESTIONEM, AN QUAELIBET TRINITATIS PERSONAPER SE SIT SAPIENTIA. QUAM DIFFICILE, QUAVE RATIONESOLVATUR QUAESTIO PROPOSITA1. Iam nunc quaeramus diligentius, quantum dat Deus,quod paulo ante distulimus: utrum et singula quaeque inTrinitate persona possit et per se ipsam non cum ceterisduabus dici Deus, aut magnus, aut sapiens, aut verus, automnipotens, aut iustus, et si quid aliud dici de Deo potest,non relative, sed ad se ipsum; an vero non dicantur ista,nisi cum Trinitas intelligitur.Hoc enim quaestionem facit, quia scriptum est: ChristumDei virtutem, et Dei sapientiam 1 ; utrum ita sit patersapientiae atque virtutis suae, ut hac sapientia sapiens sitquam genuit, et hac virtute potens quam genuit; et quia' Cor. i, 24.VUELVE SOBRE LA CUESTIÓN SI CADA UNA <strong>DE</strong> LAS PERSONAS <strong>DE</strong>LA TRINIDAD ES POR SÍ MISMA SABIDURÍA. SOLUCIÓN,Y EN QUÉ SE FUNDA1. Ahora investiguemos ya con mayor diligencia y enla medida que Dios nos lo otorgare la cuestión poco ha diferida,y veamos si cada una de las tres divinas personaspuede, por sí misma e independientemente de las otras dos,llamarse Dios, o grande, o sabia, o veraz, u omnipotente, ojusta, o cualquier otra cosa digna de Dios, siempre que seaesencial y no relativa; o bien si estas expresiones han deemplearse tan sólo cuando se habla de la Trinidad.Surge esta cuestión de aquel texto: Cristo, poder deDios y sabiduría de Dios. Se pregunta si es Padre de su sabiduríay de su poder, siendo sabio por la sabiduría que en-


45§ <strong>DE</strong> TRINIÍATBi VII, 1, 1semper potens et sapiens, semper genuit virtutem et eapientiam.Dixeramus enim si ita est, cur non et magnitudinissuae pater sit qua magnus est, et bonitatis qua bonus,et iustitiae qua iustus, et alia si qua sunt. Aut si haec omniapluribus vocabulis in eadem sapientia et virtute intelliguntur,ut ea sit magnitudo quae virtus, ea bonitas quaesapientia, et ea rursus sapientia quae virtus, sicut iam tractavimus;meminerimus, cum aliquid horum nomino, sic accipiendumesse, ac si omnia commemorem.Quaeritur ergo an Pater etiam singulus sit sapiens, atqueipsa sibi ipse sapientia, an ita sit sapiens quomodo dicens.Verbo enim quod genuit dicens est; non verbo quodprofertur, et sonat, et transit; sed Verbo quod erat apudDeum, et Deus erat Verbum, et omnia per ipsum factasunt 2 : Verbo aequali sibi, quo semper atque incommutabiliterdicit se ipsum. Non est enim ipse Verbum, sicut necfllius, nec imago. Dicens autem: exceptis lilis temporalibusvocibus Dei, quae in creatura fiunt; nam sonant, et transeunt:dicens ergo illo coaeterno Verbo, non singulus intelligitur,sed cum ipso Verbo, sine quo non est utique dicens.Itane et sapiens sicut dicens, ut ita sit sapientia, sicutVerbum, et hoe sit Verbum esse quod est esse sapientiam;hoc etiam esse virtutem, ut virtus et sapientia et Verbumidem sit, et relative dicatur, sicut Filius et imago: atqueille non singulus potens, vel sapiens, sed cum ipsa virtuteet sapientia quam genuit; sicut non singulus dicens, sedeo Verbo, et cum eo Verbo quod genuit; atque ita magnusea et cum ea magnitudine quam genuit?Et si non alio magnus, alio Deus, sed eo magnus quoDeus, quia non aliud ilü est magnum esse, aliud Deum esse;consequens est ut nec Deus singulus, sed ea et cum ea deitatequam genuit, ut sic sit Filius deitas Patris, sicut sapientiaet virtus Patris, et sicuti est Verbum et imago Patris.Ét quia non _ aliud illi est ésse, aliud Deum esse, ita sitetiam essentia Patris Filius, sicuti est Verbum et imagoeius. Ac per hoc etiam excepto eo quod Pater est, non sitaliquid Pater,. nisi quia est ei Filius: ut non tantum idquod dicitur Pater, quod manifestum est eurri non ad seipsum, sed ad Filium relative dici, et ideo Patrem quia estei Filius; sed omnino ut sit quod ad se ipsum est, ideo sitquia genuit essentiam suam. Sicut enim magnus est, non2lo. i, i. 3.VHi 1, 1 MLA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 459gendró y poderoso por el poder que engendró; y pues siemprees poderoso y sabio, siempre engendró el poder y la sabiduría.Si es así, decíamos, ¿por qué no ha de ser tambiénPadre de la grandeza por la que es grande, de la bondad porla que es bueno, de la justicia por la que es justo, y así lomismo de otros atributos, si existen? Y si todas estas cosas,expresadas con múltiples términos, se incluyen en lasabiduría y el poder, y la grandeza es el poder, y la bondades la sabiduría, y la sabiduría es lo mismo que el poder,según ya notamos, recordemos que al mencionar uno de dichosatributos es como si se hiciese mención de todos.Se pregunta, púas, si el Padre en particular es sabio ensí mismo por su propia sabiduría o si es sabio como esdecidor. Habla por el Verbo que engendró, no medianteel verbo que se pronuncia, resuena y pasa, sino por elVerbo existente en el Padre, porque el Verbo era Dios ytodo ha sido hecho por El. Verbo igual al Padre y por elque se dice . a sí mismo de una manera permanente einmutable. Mas el Padre no es Verbo, ni Hijo, ni Imagen.Al hablar—exceptuamos las palabras temporales que Dioshace oír a la criatura, palabras que resuenan y pasan—,al hablar, repito, por este Verbo eterno no se ha de entenderque habla solo, sino juntamente con su mismo Verbo,sin el cual no noria ciertamente locutor.;, 1ÜH, put!H, Hubiu como es locutor, de modo que sea sabiduríacomo cu Verbo, y ser Verbo sea ser sabiduría; y estominino muí HIT poder, de modo que poder, sabiduría y Verboso identifiquen y tengan sentido relativo, como Imagene Hijo; y el Padre on particular no-«ea poderoso y sabiosi no ea por el poder y la (sabiduría engendrada, como noes en particular locutor si no es por el Verbo que engendró;y sea así .grande por y con la grandeza que engendró?Y si no es una cosa ser grande y otra ser Dios, sino quees grande por lo que ca Dios, porque para El ser grande yser Dios es una misma realidad, sigúese la inexistencia deun Dios solitario, pues existe en y con la deidad que engendró,siendo el Hijo deidad del Padre, como es poder y sabiduríadel Padre y como es Verbo e Imagen del Padre. Y puesen El no es una cosa el ser y otra el ser Dios, el Hijo esesencia del Padre, como es su Verbo y es su Imagen. Y así,exceptuada su cualidad de Padre, pues el Padre no es algoreal sino porque tiene un Hijo, de suerte que no sólo en cuantoPadre-—es manifiesto que no lo es con relación a sí mismo,sino con relación a su Hijo, pues es Padre porque tiene unHijo—-, mas aun en un sentido absoluto y por su misma naturaleza,y, en consecuencia, existe porque ha engendrado eu


460 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 1, 2nisi ea quam genuit magnitudine: ita et est non nisi eaquam genuit essentia; quia non est aliud illi esse, aliudmagnum esse. Itane igitur pater est essentiae suae, sicutpater est magnitudinis suae, sicut pater est virtutis ac sapientiaesuae? Eadem quippe eius magnitudo quae virtus, eteadem essentia quae magnitudo.2. Haec disputatio nata est ex eo quod scriptum est:Christum esse Dei virtutem et Dei sapientiam. Quapropterin eas angustias sermo coarctatur, cum ineffabilia fari cupimus,ut aut dicamus Chiristum non esse Dei virtutem etDei sapientiam, atque ita impudenter et impie resistamusApostólo: aut Christum quidem Dei virtutem et Dei sapientiamesse fateamur, sed eius Patrem non esse patremvirtutis et sapientiae suae, quod non minus impium est;sic enim nec Christi erit pater, quia Christus Dei virtuset Dei sapientia est: aut non esse patrem virtute sua potentem,ñeque sapientia sua sapientem; quod quis audeatdicere? aut aliud in Patre intelligi esse, aliud sapientemesse, ut non hoc ipso sit quo sapiens est; quod de animaintelligi solet, quae alias insipiens, alias sapiens est, velutnatura mutabilis, et non summe perfecteque simplex: autPatrem non esse aliquid ad se ipsum, et non solum quodPater est, sed omnino quod est, ad Filium relative dici.Quomodo ergo eiusdem essentiae Filius cuius Pater, quandoquidemad se ipsum, nec essentia est, nec omnino est adse ipsum, sed etiam esse ad Filium illi est?At enim multo magis unius eiusdemque essentiae, quiauna eademque essentia Pater et Filius; quandoquidem Patrinon ad se ipsum est ipsum esse, sed ad Filium, quam aessentiam genuit, et qua essentia est quidquid est. Neuterergo ad se est, et uterque ad invicem relative dicitur:an Pater solus non solum quod Pater dicitur, sed omninoquidquid dicitur relative ad Filium dicitur; ille autem dicituret ad se? et si ita est, quid dicitur ad se?" an ipsaessentia ?Sed Patris essentia est Filius, sicut Patris virtus et sapientia,sicut Verbum Patris et imago Patris: aut si essentiadicitur ad se Filius, Pater autem non est essentia, sedgenitor essentiae, non est autem ad se ipsum, sed hac ipsaessentia quam genuit, sicut hac ipsa magnitudine magnusquam genuit; ergo et magnitudo dicitur ad se Filius, ergoet virtus, et sapientia, et Verbum, et imago. Quid autemaDúo Mss., quem.b Editi, ad Patrem et ad se i' el si ita est, quid dicitur in Filioad se? At Mss. caxent verbis, ad Patrem, et, in Filio.VII, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 461esencia x . Y así como no es grande sino por la grandeza queengendró, así no existe sino por la esencia que engendró;pues en El no es una cosa la existencia y otra la grandeza.¿Será padre de su esencia como lo es de su grandeza, desu poder, de su sabiduría? Su esencia y su poder se identifican,y lo mismo su esencia y su grandeza.2. Esta discusión nace de aquella sentencia escriturística:Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios. La palabrase ve oprimida por dificultades ingentes al querer expresarlo inefable; si decimos que Cristo no es poder deDios ni sabiduría de Dios, con insolencia impía resistimosal Apóstol; si confesamos que Cristo es poder de Dios ysabiduría de Dios, pero afirmamos que el Padre no es padrede su poder ni de su sabiduría, nuestra impiedad noes menor, porque en esta hipótesis no sería Padre de Cristo,siendo Cristo sabiduría de Dios y poder de Dios. Mas¿quién osará decir que el Padre no es poderoso por su poderni sabio por su sabiduría? O ¿es en el Padre una realidadel ser y otra el ser sabio, de suerte que no es sabiopor su esencia, cual acaece en el alma humana, que unasveces es ignorante, otras sabia, como mudable por naturalezay no suma y perfectamente simple? ¿Afirmaremosque el Padre no es algo absoluto en sí mismo, y que noHÓIO en cuanto Padre, sino incluso en cuanto ser dice alHijo habitud? Entonces, ¿cómo será el Hijo de la mismaHubulnncia del Padre, si éste no es en sí esencia ni ser subsistente,sino tan sólo con relación al Hijo?Pero con mayor motivo se ha de afirmar que son deuna misma esencia, porque el Padre y el Hijo son una esencia,y el sor Padre dice habitud, no a sí mismo, sino alHijo, cuya o'sencia engendró y en virtud de la cual es todolo que es. Ninguno de los dos dice relación a sí mismo, puesambos significan mutua habitud. ¿Se dirá, por ventura, queel Padre en particular, no sólo en cuanto Padre, sino encuanto ser, dice habitud al Hijo, mientras el Hijo dice relacióna sí mismo? Si así fuera, ¿qué es lo absoluto? ¿Etela esencia, quizá?Mas el Hijo es esencia del Padre, como es también podery sabiduría del Pudre, y como es Verbo del Padre eImagen del Padre. Y si el Hijo se dice esencia en sentido absoluto,el Padre no sería esencia, sino procreador de laesencia, y así no existiría por sí mismo, sino mediante laesencia que engendró, como es grande por la grandeza engen-1 Esencia y existencia se identifican en las regiones ontológícasdel ser divino. Nadie puede darse a sí mismo la existencia, puesentraña contradicción palmaria. San Agustín excluye en estas palabrasanotadas toda causalidad extrínseca en Dios, y así la esenciade Dios no es engendrada cual si principiara en el tiempo.


462 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 1, 2absurdius, quam imaginera ad se dici? Aut si non idipsumest imago et Verbum, quod est virtus et sapientia, sed illarelative dicuntur, haec autem ad se, non ad aliud; incipitnon ea sapientia quam genuit, sapiens esse Pater, quia nonpotest ipse ad eam relative dici, et illa ad eüm relative nondici. Omnia enim quae relative dicuntur, ad invicem dicuntur.Restat itaque ut etiam essentia Filius relative dicaturad Patrem. Ex quo confieitur inopinatissimus sensus, utipsa essentia non sit essentia; vel certe cum dicitur essentia,non essentia, sed relativum indicetur. Quomodo cumdicitur dominus, non essentia indicatur, sed relativum quod crefertur ad servum; cum autem homo dicitur, vel aliquidtale, quod ad se, non ad aliud dicitur, tune indicatur essentia.Homo ergo cum dominus dicitur, ipse homo essentiaest, dominus vero relative dicitur: homo enim ad se dicitur,dominus ad servum; hoc autem unde agimus, si essentiaipsa relative dicitur, essentia ipsa non est essentia.Huc accedit, quia omnis essentia quae relative dicitur,est etiam aliquid excepto relativo: sicut homo dominus, ethomo servus, et equus iumentum, et nummus arrha; homoet equus et nummus ad se dicuntur, et sufestantiae sunt velessentiae; dominus vero et servus et iumentum et arrha,ad aliquid relative dicuntur. Sed si non esset homo, id estaliqua substantia, non esset qui relative dominus diceretur:et si non esset equus quaedam essentia, non esset quod iu--mentum relative diceretur: ita si nummus non esset aliquasubstantia, nec arrha posset relative dici.Quapropter si et Pater non est aliquid ad se ipsum, nonest omnino qui relative dicatur ad aliquid. Non enim, sicutad aliquid coloratum refertur color eius. nec omnino adse dicitur color, sed semper alicuius colorati est; alliud autemcuius color est, etiam si eo quod coloratum dicitur adcolorem refertur, tamen id quod corpus dicitur, ad se dicitur:ullo modo ita putandum est Patrem non dici aliquidad se ipsum, sed quidquid dicitur ad Filium dici; eumdemvero Filium et ad se ipsum dici, et ad Patrem, cum diciturmagnitudo magna d et virtus potens, utique ad se ipsum,et magnitudo atque virtus magni et potentis Patris, quaPater magnus et potens est. Non ergo ita, sed utrumquesubstantia, et utrumque una substantia.0 Editi, quo. At Mss., quod.d Apud Er. et Lov. corrumpitur sensus addita partícula, ergo,et prava inducta vocüm interpunctione in hunc tnodum : et ad seipsum dici, et ad Patrem. Cum ergo dicitur magnitudo magna.VII, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 463drada; en consecuencia, el Hijo sería por sí mismo grandeza,poder, sabiduría, Verbo e Imagen. Pero ¿existe absurdomayor que hacer de la imagen algo absoluto? Y si la Imageny el Verbo no se identifican con el poder y la sabiduría,por ser aquellos términos relativos y éstos absolutos, norelativos, el Padre no principia a ser sabio por la sabiduríaque engendró, pues no puede el Padre decir relación a lasabiduría sin que la sabiduría diga relación al Padre. Todoslos términos relativos son correlativos.Resta, pues, afirmar que el Hijo por esencia dice relaciónal Padre. Y de esta afirmación surge un sentido insospechado,pues la esencia no es esencia; o al menos, cuandose dice esencia, no se indica la esencia, sino la relación. Unejemplo. Cuando se dice señor, no se indica la esencia, sinola relación, pues dice habitud al siervo; pero cuando sedice hombre o posa parecida, con significación absoluta yno relativa, entonces es cuando se indica la esencia. Cuandollamamos a un hombre señor, el hombre es lo absoluto',señor indica la relación; hombre es la esencia, señor dicehabitud al siervo; luego, si en nuestra materia la esenciaentraña relación, la esencia no es esencia.'Además, toda esencia, en sentido relativo, es algo fuerailo la relación: así hombre señor y hombre siervo, caballojumento, moneda arra, los términos hombre, caballo, monedanon términos absolutos y son substancias o esencias;señor, .siervo, jumento, arra, tienen sentido relativo. Perosi ol hombro no existiese, es decir, si no existiese como substancia,no existiría como relación el señor; y si el caballono fuera una substancia, no se le podría llamar animal decarga; y si la moneda no fuera substancia, no se la podríallamar arra en sentido relativo.Por consiguiente, si el Padre no es en sí mismo realidadsubstancial, nada hay en El que diga relación. No sucedeaquí como cuando referimos a un objeto colorado el color,porque el color no existe en sí mismo, sino siempre en uncuerpo matizado; sin em'bargo, el objeto cuyo es el color,aunque se le dice colorado con relación a su policromía, encuanto cuerpo tiene existencia propia. En ningún modo seha de creer que el Padre no -signifique! en sí algo absoluto,sino que todo cuanto de El se predica diga relación al Hijo;y que el Hijo diga habitud a sí mismo y al Padre, porque,cuando se le llama grandeza excelsa y virtud potente, es porreferencia a su ser, siendo al mismo tiempo grandeza y poderdel Padre excelso y poderoso, por la cual es grande y omnipotente.No es así. sino que uno y otro son substancia,y los dos una substancia.


464 <strong>DE</strong> TRINITATE vn, i, 2¡Sicut autem absurdum est dicere, candidum non essecandorem, sic absurdum est dieere, isapientem non esse sapientiam:et sicut candor ad se ipsum candidus dicitur, itaet sapientia ad se ipsam dicitur sapiens. Sed candor corporisnon est essentia, quoniam ipsum corpus essentia est, etilla eius qualitas: unde et ab ea dicitur candidum corpus,cui non hoc est esse quod candidum esse. Aliud enim ibiforma et aliud color; et utrumque non in se ipso, sed inaliqua mole, quae moles nec forma, nec color est, sed formataet colorata.Sapientia vero et sapiens est, et se ipsa sapiens est. Etquoniam quaecumque anima participatione sapientiae fit sapiens,si rursus desipiat, manet tamen in se sapientia, neccum anima fuerit in stultitiam c commutata, illa mutatur; nonita est in eo qui ex ea fit sapiens, quemadmodum candor incorpore quod ex illo • candidum est. Cum enim corpus inalium colorem fuerit mutatum, non manebit candor ille, sedomnino esse desinet. Quod si et Pater qui genuit sapien-• tiam, ex ea fit sapiens, ñeque hoc est illi esse quod sapere,qualitas eius est Filius, non proles eius, et non ibi erit iamsumma simplicitas.Sed absit ut ita sit; quia veré ibi est summe simplexessentia: hoc ergo est ibi esse quod sapere. Quod si hocest ibi esse quod sapere, non per illam sapientiam quamgenuit sapiens est Pater; alioquin non ipse illam, sed illaeum genuit. Quid enim aliud dicimus, cum dicimus: "Hocilli est esse quod sapere", nisi: "Eo est quo sapiens est"?Quapropter quae causa illi est ut sapiens sit; ipsa illi causaest ut sit; proinde si sapientia quam genuit, causa illi estut sapiens sit, etiam ut sit ipsa illi causa est. Quod fierinon potest, nisi gignendo eum aut faciendo. Sed ñeque genitricem,ñeque conditricem Patris ullo modo quisquam dixeritsapientiam. Quid enim insanius? Ergo et Pater ipse*sapientia est; et ita dicitur Filius sapientia Patris, quomododicitur lumen Patris; id est, ut quemadmodum lumen delumine, et utrumque unum lumen; sic intelligatur sapientiade sapientia, et utrumque una sapientia: ergo et una essentia;quia hoc est ibi esse quod sapere. Quod enim est sapientiaesapere, et potentiae posse, et aeternitati aeternam esse,iustitiae iustam esse, magnitudini magnam esse; hoc est essentiaeipsum esse. Et quia in illa simplicitate non est aliudsapere quam esse, eadem ibi sapientia est quae essentia.VII, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 465Así como sería un dislate afirmar que la albura no esblanca, es un absurdo decir que la sabiduría no es sabia;y así como la albura es blanca en sí misma, así la sabiduríaen sí misma es sabia. Mas el candor del cuerpo no es substancia;el cuerpo es la substancia, el candor la cualidad.Un cuerpo es blanco por su color, siendo para el cuerpouna cosa el existir y otra el ser blanco. En el cuerpo, unacosa es el color, otra la forma, y estos dos accidentesnunca existen en sí mismos, sino en alguna mole corpórea,que no es forma ni color, sino formada y colorada.La sabiduría, empero, es sabia, y lo es en sí misma. Elalma deviene sabia por participación de la sabiduría, y si entontece,la sabiduría persiste en sí misma; y aunque el almase convierta en insipiente, ella no cambia. Mas no sucede enel que se hace sabio por participación de la sabiduría comoel candor en un cuerpo blanco. Al mudar el cuerpo de colorno permanece la blancura, sino que deja en absoluto de existir.Si, pues, el Padre engendró la sabiduría y es sabio porella, y ser y ser sabio no es para El la misma cosa, entoncesdi Hijo es su cualidad, no su prole, y ya no habrá allí sumasimplicidad.Mas no permita Dios que así sea; porque la esencia es alliverdadera y sumamente simple; el ser se identifica con elHaber. Si, pues, en Dios el ser y el saber son una misma realidad,el Padre no es sabio por la sabiduría engendrada; deotra manera, El no engendraría la sabiduría, sino que éstalo engendraría a El. Y ¿qué otra cosa queremos significarcuando •decimos que en El se identifican el ser y el saber,sino que existe por lo mismo que es sabio? La causa de susabiduría es razón de su existencia. Por consiguiente, si lasabiduría que El engendró es causa de su saber, será tambiéncausa do su existencia. Lo que es imposible, a no serpor generación o creación, y nadie hasta hoy afirmó que seala sabiduría causa generadora o creadora del Padre. ¿Nosería esto una locura? Luego el Padre mismo es sabiduría.El Hijo se llama sabiduría del Padre, como se le llama luzdel Padre, esto es, luz de luz, y ambos una luz. Y lo mismose ha de entender la expresión "sabiduría de sabiduría, ylos dos una sabiduría". Luego una esencia, porque la mismarealidad es allí el ser y el saber. Lo que es a la sabiduríala ciencia, a la Virtud el poder, a la eternidad el ser eterno,a la justicia e'l ser justo y a la magnitud el ser grande, es elser a la ciencia. Y puesto que en aquella simplicidad es unamisma cosa el ser y el saber, una misma realidad es tambiénla sabiduría y la esencia. Forte, in stultam.fSic bene multi Mss. At Editi, ipsa.


466 DÉ TRINITATE VII, 2, 3Vil» 2 » j <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 467CAPUT IICAPITULOIIPATER ET FlLIUS SIMUL UNA SAPIENTIA, SICUT UNA ESSENTIAJTAMETSI NON SIMUL UNUM VERBUM3. Pater igitur et Filius simul una esgenrtia., et unamagnitud©, et una varitas, et una sapientia. Sed non Pateret Filius .simul ambo unum VeAum, quia non simul ambounus Filius. Sicut emm Filius ad Patrem nefertur, non adsie ipsum dicitur; ita 'et Verbum ad eum cuius Verbum estrefiertur, cum dicitur Verbum. Eo quippe Filius quo Verbum,et eo Verbum quo Filius.. Quoniam igitur Pater etFilius simul non utique unus Filius, consequens est ut Pater-et Filius simul non amborum unum Verbum. Et proptereanon eo Verbum quo sapientia; quia Verbum non ad sedicitur, sed tantum irelative ad eum cuius. Verlbum est, sicuitFilius ad Patrem: sapientia vero 00 quo «asentía. Etideo quia una 'essentia, una sapientia.Quoniam vero et Verbum a saipientia est, sed non eoVerbum quo sapientia; Vflr¡bum eni.m relative, sapientia essentialiiter intelligitur; id dici accipiamus cum dicitur Veribum,ac si dicatur, nata .sapientia, ut sit et Filius et imago.Et haeic dúo cum, dieuntur, id est, nata sapientia, inuno eorum eo quod est nata, et Verbum, et imago, et Filiusintelli.gatur, et in bis ómnibus nominübus non osteindaturessentia, quia relative dieuntur: at in altero quod est sapientia,quoniam et ad se dicitur, se ipsa enim sapiens est,etiam essentia demonstretur, et hoc eius ©sse quod sapere.Unde Pater et Filius simul una sapientia, quia una essentia,et singillatiim saipientia de sapientia, sicut essentia deessentia.Quapropter, non quia Pater non est Filius., et Filius nonest Pater, aut ille ingenitus, ille autem genitus, ideo nonuna essentia: quia bis nománibus relativa eorum ostenduntur.Uterque autem simul una sapientia, et una. essentia,ubi hoc est esse quod sapere: non autem simul uterque Verbumaut Filius, quiia non hoc est esse quod Verbum autFilium esse: sicut iam satis ostendimus ista relative dici.aHic apud Lov. additum, et.UNICIDAD <strong>DE</strong> ESENCIA Y SABIDURÍA EN EL PADRE Y EN EL HIJO,AUNQUE LOS DOS NO SEAN UN VERBO3. El Padre y el Hijo son juntamente una esencia, unagrandeza, una verdad y una sabiduría. Pero el Padre y elHijo juntos no son un Verbo, porque los dos no son un Hijo.Hiio dice relación al Padre, no a sí mismo; así, cuando sehabla del Verbo*, Verbo dice habitud a aquel de quien esVerbo. Por lo que es Hijo es Verbo y por lo que es Verboes Hijo. Y si el Padre y el Hijo no son un Hijo, es lógicoque el Padre y el Hijo no sean a la vez un Verbo de ambos.Y no es Verbo por lo que es sabiduría. Verbo dice referencia,no a sí mismo, sino a aquel de quien es Verbo, comoHijo dice habitud al Padre; por el contrario, la sabiduría se¡dentífica con la esencia. Y pues una es la esencia, una esla sabiduría.El Verbo es también sabiduría, pero no es Verbo por loi|iii' es sabiduría: Verbo es término relativo, sabiduría esencial.Al decir Verbo .entiéndase "sabiduría nacida" para queHim Hijo e Imagen. Y cuando pronunciamos estas dos pala-'brns, os decir, "sabiduría nacida", por "nacida" entendemosni Verbo, la Imagen, el Hijo, y en todos estos nombres no.so manifiesta la esencia; por "sabiduría" entendemos la esencia,y su ser es su sabiduría, pues es término absoluto, yos snbia por sí misma. L-uego el Padre y el Hijo* son una sabiduría,pura son una esencia, y cada uno de ellos es sabiduríade sabiduría como esencia de esencia 2 .Aunque el Pudre no es el Hijo, y el Hijo no es el Padre,y el primero sea ingénito, engendrado el segundo, no poreso dejan de tener una misma esencia, pues dichos nombresson relativas. Amhos a dos son una sola sabiduría y unasola esencia, pues en ellos se identifican el ser y el saber;pero los dos juntos no pueden ser un solo Verbo o un Hijoúnico, porque no es lo mismo existir y ser Verbo o Hijo,pues probamos suficientemente la relatividad de estas expresiones.= La frase esencia de esencia nada de común ofrece con el errordel abad Joaquín, objeto de los anatemas del cuarto concilio deLetrán (1315). Cf. Dz. 431 s.


468 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 3, 4VII, 3, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 469CAPUT IIISAPIENTIAE NOMINE CUR FlLIUS POTISSIMUM INSINUETUR INSCRIPTURIS, CUM ET PATER ET SPIRITUS SAKCTÜS SIT SAPIEN-TIA. SPIRITUM <strong>SAN</strong>CTUM SIMUL CUM PATRE ET FILIOUNAM SAPIENTIAM ESSE4. Cur ergo in Scripturis nunquam fere de sapientiaquidquam dicitur, nisi ut ostendatur a Deo genita vel creata?genita scilicet, per quam facta sunt omnia: creata verovel facta, sicut in hominibus, cum ad eam quae non creataet facta, sed genita est, convertuntur et illustrantur; inipsis enim ñt aliquid quod vocetur eorum sapientia: velillud Scripturis praenuntiantibus aut narrantibus, quod Verbumcaro factum est, et habitavit in nobis 3 ; hoc modo enimChristus facta sapientia est, quia factus est homo.An propterea non loquitur in illis Libris sapientia, velde illa dicitur aliquid, nisi quod eam de Deo natam ostendat,aut factam, quamvis sit et Pater ipse a sapientia, quiailla nobis sapientia commendanda erat et imitanda, cuiusimitatione iformamur? Pater enim eam dicit, ut Verbumeius sit; non quomodo profertur ex ore verbum sonans, autante pronuntiationem cogitatur: spatiis enim temporum hoccompletur, illud autem aeternum est, et illuminando dicitnobis et de se et de Patre, quod dicendum est hominibus.Ideoque ait: Nemo novit Filium, nisi Pater; et nemo novaPatrem, nisi Filius, et cui voluerit Filius revelare *; quiaper Filium revelat Pater, id est, per Verbum suum.Si enim hoc verbum quod nos proferimus temporale ettransitorium, et se ipsum ostendit, et illud de quo loquimur;quanto magis Verbum Dei, per quod facta sunt omnia?Quod ita ostendit Patrem sicuti est Pater: quia et ipsumita est, et hoc est quod Pater, secundum quod sapientiaest et essentia, Nam secundum quod Vierbum, non hoc3 lo. i, 14.1 Mt. ii, 27.* Sola fere editio Lov., ipsa.CAPITULO IIIPOR QUÉ EL HIJO SE INSINÚA EN LAS ESCRITURAS CON EL NOM­BRE <strong>DE</strong> SABIDURÍA, SIENDO TAMBIÉN SABIDURÍA EL PADRE Y ELESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO. EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO ES, JUNTAMENTE CONEL PADRE Y EL HIJO, UNA SABIDURÍA4. ¿Por qué en las <strong>Escritura</strong>s casi nunca se habla dela sabiduría, si no es para indicar que ha sido creada o engendradapor Dios? Engendrada, en cuanto por ella hansido hechas todas las cosas; creada, como en los hombres,cuando se convierten para ser iluminados a esta Sabiduría,que no ha sido hecha ni creada, sino engendrada. Es entoncescuando surge en ellos un rayo de aquella sabiduría quelas <strong>Escritura</strong>s describen y preanuncian cuando dicen: Y elVerbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y en este sentidoCristo se hizo Sabiduría, pues se hizo hombre.¿No habla acaso en los libros santos la Sabiduría, o seImblu do ella pura mostrar que es nacida de Dios, o hecha,HiiW|iiii el Padre tum'bién sea sabiduría, para recomendarnosOH» minina Hiibiiliiria y estimularnos a su imitación, con elfln de que soumoB modelados según el dechado? El Padre lapronuncia ptiru que «o» su Verbo, no a la manera como nuestroslabios pronuncian la palabra o como el verbo de nuestramente antes de ser expresado, pues éste pertenece al espacioy al tiempo, mientras aquél es eterno, e iluminando nuestraalma nos habla de El y del Padre en la medida que esnecesario hablar a los mortales. Por eso dice: Nadie conoceal Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo ya aquel a quien el Hijo quisiere revelarlo. Porque el Padrehace sus revelaciones por el Hijo, esto es, por el Verbo 3 .Y si este verbo que nosotros pronunciamos, temporal ytransitorio, se manifiesta a sí mismo y da a conocer el objetodel cual se hatola, ¿con cuánta mayor razón el Verbode Dios, por quien fueron hechas todas las cosas? Y revelaal Padre tal cuall el Padre es, porque el Verbo es una esenciacon el Padre, en cuanto es sabiduría y esencia. En cuantoVerbo, no es lo que es el Padre, porque el Verbo no es3 Hay na logos prophorikós y un logos endiáthetos. El Verboexistente en el seno del Padre se llama endiáthetos; al manifestara los hombres los arcanos de la divinidad se denomina prophorikós.Existe una cierta analogía con el verbo mental y el verbo prelaticioen el hombre.


470 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 3, 5est quod Pater: quia Verbum non est Pater, et Verbum relaitivedicitur, sicut Filius, quod utique non est Pater.Et ideo Christus virtus et sapientia Dei, quia de Patrevirtute et sapientia eitiam ipse virtus et sapientia est,sicut lumen" de Patre lumine, et fons vitae apud DeumPatrem, utique fontem vitae. Quoniam ctpul te, inquit, _estfons vitae, et in lumine tuo videbimus lumen 5 : quia sicutPater habet vitam in semetipso, sic dedit Filio habere_ vitamin semetipso °: et erat lumen verum quod illuminatomnem hominem venientem in hunc mundum, et lumen hocVerbum erat apud Deum; .sed et Deus erat Verbum 7 . Deusautem lumen est, et tenebrae in eo non sunt wllae 8 : lumenvero non corpiorale, sed spirituale; ñeque ita spirituale, utálluminatione factum sit, queimadmodum dictum est apostolis:Vos estis lumen mundi °; sed lumen quod illuminatomnem hominem,


472 <strong>DE</strong> TRINITATE Vil, 3, 6tem, et in ipso ambulantes tendimus ad ipsum: quia factúaest notes via temporalis per humilitatem á , quae mansio nobisaeterna est per divinitatem.Quoniam quippe spiritibus mundis initáUectualibus, quisuperbia non lapsi sunt, in forma Dei et Deo aequalis etDeus praebet exemplum: ut se idem exemplum redeundietiam lapso praeberet homini, qui propter immunddtiam peccatorumpoenamque mortalitatis Deum videre non poterat,semetipsum exinamivit, non mutando divinitatem suam, sednostram muitabilitatem assumendo; et foxmam servi accipéens11 , venit ad nos in hunc mundum 12 , qui in hoc mundoerat, quia mundus per eum factus est 1Z ; ut exemplum sursumvidentibus Deum, exemiplum deorsum mirantibus hominem,exemplum sanis ad permanendum, exemplum infirmis ad convalescendum,exemplum monituris ad non timendum, exemplummortuis ad resurgendum esset, in ómnibus ipse primatumtenens 14 .Quia enim homo ad beatitudinem sequi non debebat nisiDeum, et sentiré non poterat Deum; sequendo Deum hominemfaotum, sequeretur simul et quem sentiré poterat, etquem sequi debebat. Amemus ergo eum et inhaereamus lili,chántate diffusa in cordibus nostris per Spiritum sanetum,qui da tus est nobis 15 . Non igitur mirum, si propter exemplumquod nobis ut reformemur ad imaginem Dei praebetimago aequalis Patri, eum de sapiantia Scriptura loquitur,de Filio loquitur, quem sequimur vivendo sapienter: quamviset Pater sit sapiencia, sicut lumen et Deus.6. Spiritus quoque sanctus sive sit summa eharitasutrumque ooniungens nosque subiungens, quod ideo non indignedicitur quia scriptum est: Deus charitas est m : quomodonon est etiam ipse sapientia; eum sit lumen, quoniamDeus lumen est"! sive alio modo e essentia Spiritus sancti sinrgíllatim ac proprie nominanda est; quoniam Deus est, utiquelumen est: et quoniam lumen est, utique sapientia est:Deum autem esse Spiritum sanctum, Scriptura clamat apudApostolum, qui dicit: Nescitis quia templum Dei estis? Statimquesubiicit: Et Spiritus Dei habitat in vobis 17 .Deus enim habitat in templo suo. Non enim tanquam ministerhabitat Spiritus Dei in templo Dei, eum alio loco11 Phil. 2, 7.12 i Tim. i, 1513 lo. i, io.14 Col. i, 18.15 Rom. 5, 5.16 i lo. 4, 8.17 i Cor. 3, 16.4 Lov. ad marginem : «alias, humanitatem».8 Lov., sive ergo hoc modo, sive alio modo.VII, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 473sobre un troquel anterior al Padre, del que es inseparable,siendo una misma cosa con aquel de quien procede. Esforcémonos,pues, por imitar al que permanece y seguir al quees estable, y caminando por El vayamos hacia El; porquepor su humildad se hizo para nosotros ruta en el tiempo,a fin de ser, en su divinidad, nuestra morada eterna.•En su forma divina, igual a Dios, y Dios brinda un modeloa los espíritus intelectuales y puros que por su soberbiano fueron precipitados; y para poder ser al hombre postrado,modelo en su retorno, incapaz, a causa de la inmundicia desus pecados y de la pena de su mortalidad, de ver a Dios,se abatió a sí mismo, no mudando su divinidad, sino vistiendonuestra mutabilidad al tomar forma de siervo. Y vinoa nosotros en este mundo, y estaba ya en este mundo, porqueel mundo fué creado por El. Vino para ser ejemplo delos que ven a Dios allá arriba y dechado de los que admiranal hombre aquí abajo; ejemplo de perseverancia para lossanos, ideal para los enfermos en su convalecencia; modelode los que mueren para que no teman, ejemplo de los muertospara resurrección, pues El tiene la primacía sobre todaslas cosas.Y pues el hombre, rumbo a la bienandanza, sólo a Dios(li'bu «i'jfiiir, y el ver a Dios no está, en su poder, siguiendoluí* huellas del Dkw hecho hombre puede imitar al que nopuede ver y está obligado a seguir. Amémosle, pues, y unámonosa El mediante el amor que so difunde en nuestros corazonespor el Espíritu Santo, que nos ha sido dado. No esde admirar si en virtud del ejemplo que nos brinda esta Imagen,coigual al Padre, para que nos roformomos a imagende Dios, al hablar la <strong>Escritura</strong> de la sabiduría, nos insinúela persona del Hijo, al que imitamos viviendo vida de piedad,aunque el Padre es también sabiduría, luz, Dios.6. Y si es menester expresar la esencia del EspírituSanto en particular y -con toda propiedad, ya se llame alEspíritu Santo amor sumo, lazo que une a los dos y nos sometea ellos, término no indigno de El, pues está 'escrito:Dios es amor, ya se le dé otro nombre—'¿cómo no ha de sersabiduría siendo luz, pues Dios es luz?—. Y porque es Dios,es luz, y porque es luz, es también sabiduría. Que el EspírituSanto sea Dios, lo proclama la <strong>Escritura</strong> por boca delApóstol: ¿Ignoráis, dice, qwe sois templo de Dios? Y almomento añade: El Espíritu de Dios mora en vosotros.Dios habita en su templo. Y el Espíritu Santo mora, nocomo servidor, en el templo de Dios, porque en otro lugar


474 <strong>DE</strong> TRINITAIE vn, 4, 7evidentius dicat: Nescitis quia corpora vestra templum invobis est Spiritus sancti, quem hahetis a Deo, et non estisvestri? Empti enim estis pretio magno: glorifícate ergo*Deum in corpore vestro 1S .Quid est autem sapientia, nisi lumen spirituale et incommutabile?Est enim et sol iste lumen, sed eorporale est;©t ispiritualis ©reatara lumen, sed non iniconumutabile. Lumenergo Pater, lumen Filius, lumen Spiritus sanctus: simulautem non tria lumina, sed unum lumen. Et ideo sapientiaPater, sapientia Filius, sapientia Spiritus sanctus; et simulnon tres sapientiae, sed una sapientia: et quia hoc est ifoiesse quod sapere, una essentia Pater et Filius et Spiritussanctus.. Nec aliud est ibi esse quam Deum esse: unus ergoDeus Pater et Filius et Spiritus sanctus.CAPUTIVQUA NECESSITATE GRAECI TRES HÍYPQSTASES DIXERINT; LATINI,TRES PERSONAS. SCRIPTURA NULLIBI DICIT TRES PERSONASIN <strong>DE</strong>O7. Itaque loquendi causa de ineffabilibus, ut fari aliquomodo possemus, quod effari nullo modo possumus, dictumest a nostris graecis una essentia, tres substantiae: alatinis autem, una essentia vel substantia, tres personae;quia sicut iam diximus non ailiter in sermone nostro, idest, latino, essentia quam sulbstantia solet intelligi liJ . Etdum intelligatur saltem in aenigmate quod dicitur, placuitita dici, ut diceretur aliquid cum quaereretur quid tria sint,quae tria esse fides vera pronuntiat, cum et Patrem non dicitesse Filium, et Spiritum sanctum quod est donum Deinec Patrem dicit esse nec Filium.Cum ergo quaeritur quid tria, vel quid tres, conferimusnos ad inveniendum aliquod speciale vel genérale nomen,quo complectamur haec tria, ñeque occurrit animo, quia exceditsupereminentia divinitatis usitati eloquii facultatem.Verius enim cogitatur Deus quam dicitur, et verius est quamcogitatur.Cum enim dioimus non eumdem esse Iacob qui est Abraham,Isaac autem nec Abraham esse nec Iacob, tres esse18 Ibid., 6, 19-20." Lib. 5, c. 2 et 8.' Editi addunt liic, et pórtate;quod abest a Mss.VII, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 475se nos dice más claramente: ¿No sabéiis que vuestros cuerposson templo del Espíritu Santo, que está en vosotros yque habéis recibido de Dios, \y que no sois vuestros? Habéissido comprados a precio muy subido; glorificad, pues, a Diosen vuestro cuerpo.¿Qué es la sabiduría sino una luz espiritual e inconmutaíble?El sol que nos alumbra, luz es, pero no luz inconmutable.'Luz es el Padre, luz es el Hijo y luz el Espíritu Santo;pero no son tres luces, sino una luz. Sabiduría es elPadre, sabiduría es el Hijo y sabiduría el Espíritu Santo;pero no son tres sabidurías, sino una sabiduría. Y pues elser se identifica con el saber, eí Padre, el Hijo y el EspírituSanto son una esencia. Y como en la Trinidad se identificanel ser y el ser Dios, Dios es uno: Padre, Hijo y EspírituSanto.'I ICAPÍTULOIVMirÓKTAKIS O PKRSONAS. SILENCIO <strong>DE</strong> LA ESCRITURA •V. Al «liHciirrir wábrc lo inefable, para expresar de algúnmodo lo que OH imponible enunciar, nuestros griegos dicenuna esencia y tres substancias; los latinos, una esencia osubstancia y tres personas; pues en el idioma latino, segúnqueda dicho, esencia y substancia son términos sinónimos.Y plugo hablar así para dar a entender, al menos en enigma,lo que expresar se intentaba y para responder cuando senos preguntaba qué eosa eran estos tres; pues que son tresnos lo asegura la fe verdadera, al decirnos que el Padreno es el Hijo y que el Espíritu Santo, Don de Dios, no esni el Padre ni el Hijo.Cuando se nos pregunta qué son estos o estas tres, nosafanamos por encontrar un nombre genérico o específico queabrace a los tres, y nada se le ocurre aJl alma, {porque la excelenciainfinita de la divinidad trasciende la facultad dellenguaje. Más se aproxima a Dios el pensamiento que lapalabra, y más la realidad que el pensamiento.Cuando decimos que Jacob no es Abrahán, y que Isaacno es ni Jacob ni Abrahán, confesamos que son tres: Abra-


476 <strong>DE</strong> TRINITATE Vil, 4, 7utique fatemur, Abraham, Isaac et Iacob. Sed cum quaeriturquid tres, reispondemus tres nomines, nomine specialieos pluraliter appellantes; •generali autem, si dicamus triaanimalia: homo enim, sicut veteres deñnierunt, animal estrationale, moríale; aut sicut Scripturae nostrae loquí solent,tres animas, cum a parte meliore totum appellari placet,id est, ab anima, et corpus et animam, quod est totushomo a . Ita quippe dictum est in Aegyptum descendiste cumIacob animas septuaginta quinqué, pro tot hominibus 20 .ítem cum dicimus equum tuum non eum esse qui meusest, et tertium alicuius alterius nec meum esse nec tuum,fatemur tres esse; et interroganti quid tres, respondemustres equos nomine speciali, generali autem tria animalia.ítem cum dicimus bovem non esse equum, canem vero necbovem esse nec equum, tria quaedam dicimus; et percontantibusquid tria, non iam speciali nomine dicimus tresequos, aut tres boves, aut tres canes, quia non eadem speciecontinentur; sed generali, tria animalia; sive superioregenere, tres substantias, vel tres creaturas, vel tres naturas.Quaecumque autem plurali numero enuntiantur specialiteruno nomine, etiam generaliter enuntiari possunt unonomine. Non autem omnia quae generaliter nomine uno appellantur,etiam specialiter appellare uno nomine possumus.Nam tres equos, quod est nomen speciale, etiam animaliatria dicimus: equum vero et bovem et canem, animalia triatantum dicimus vel substantias, quae sunt generalia nomina,et si quid aliud de his generaliter dici potest; tresvero equos, aut boves, aut canes, quae specialia vocabulasunt, non ea possumus dicere. Ea quippe uno nomine quamvispluraliter enuntiamus quae communiter habent illudquod eo nomine significatur.Abraham quippe et Isaac et Iacob commune habent idquod est homo; itaque dicuntur tres nomines: equus quoqueet bos et canis, commune habent id quod est animal;dicuntur ergo tria animalia. Ita tres aliquas lauros, etiamtres arbores dicimus; laurum veo et myrtum et oleam,tantum tres arbores vel tres substantias, aut tres naturas:atque ita tres lapides, etiam tria corpora; lapidem vero etvn, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 477han, Isaac y Jacob. Mas cuando se nos interroga qué son estostres, respondemos que tres hombres, si empleamos unnombre específico en plural, y tres animales, si empleamosel genérico, porque el hombre, según definición de los antiguos,es un animal racional y mortal 5 . Y si nos place emplearla terminología de las Eserituras divinas, diremos queson tres almas, significando por la parte más noble el compuesto;es decir, el alma y el cuerpo, lo que es todo el hombre.Así se lee que descendieron con Jacob a Egipto setentay cinco almas, esto ¡es, setenta y cinco personas.ítem, cuando decimos: "Tu caballo no es el mío, y el deun tercero no es ni mío ni tuyo", confesamos que son tres;y si se nos pregunta qué son esos tres, respondemos, usandoun nombre específico: tres caballos, y si empleamos untérmino genérico, decimos: tres animales. Asimismo, cuandodecimos: "Un buey no es un caballo, un perro no es ni bueyni caballo", decimos que son tres; y a los que nos interroganqué son esos tres, no podemos contestar, empleando unadenominación específica, que son tres caballos, o tres bueyes,o tres canes, pues no se encuadran dentro de una jerarquíaespecífica; sino en general decimos que son tres¡mi Diales, o en un grado superior, tres substancias, tresci'inl.iinus, tres naturalezas.Todo cuanto puede ser designado con un nombre espondeoplural, pui'de también enunciarse mediante un términoKi'iiórico; ]>rro no todo lo que expresarse puede por unapalabra Krnerii'a wo puede designar con un nombre específico.AHÍ podrinoH llamar a los tros caballos, denominaciónimpurifica, (res animales; mi caballo, al buey y al perro sólopodemos llamarles tres substancias, o tres animales; mas nopodemos decir que son tres caballos, o tres bueyes, o trescanes, porque éstos son nombres específicos. Enunciamos conun término en plural las cualidades comunes designadas pordicho término.Abrahán, Isaac y Jacob tienen de común la humanidad;por eso se dice que son tres hombres; el caballo, el buey ydi can tienen común la animalidad, y por eso se dice queson tres animales. Decimos también que tres laureles sontres árboles; un laurel, un arrayán y un olivo sólo puedenllamarse tres árboles, tres substancias, tres naturalezas.Y tres piedras son tres cuerpos; pero la piedra, el boj, elhierro, sólo pueden ser designados con el término genérico:o Gen. 46, 27, et Deut. 10, 22.aEr. Ltígd. Ven. Lov., cum corpus et anima sil totus homo. M.5 Definición con carta de ciudadanía en los manuales filosóficos,que Agustín repite en múltiples pasajes de sus escritos. Cf. Serm. 43,2, 3 : PL 38, 258 ; De ordine, 2, 2, 6 : PL 32, 996 ; De quant. anim..25, 47 : PL 32, 1062 ; De Magistro, 8, 24 : PL 32, 1209 ; Serm. 126,2, 3 : PL 38, 699; Serm. 358, 3 : PL 39, 1588, etc.


47á <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 4, 8lignum et ferrum, tantum tria conpora, vel si quo etiam superioregenerali nomine dici possunt.Pater ergo et Filius et Spiritus sanctus, quoniam tressunt, quaeramus quid tres sint, -et quid 'commune habeant.Non enim commune illis est id quod Pater est, ut irovicemsibi sint ipatres; sicut amici, cum relative ad alterutrum dicantor,possunt dici tres amici, quod iravicem sitó sunt. Nonautem hoc iba, quia tantum Pater i'bi pater; mee duorum pater,sed unici Pilii. Nec tres filii, cum Pater ibi non sit Films,nec Spiritus sanctus. Nec tres spiritus sancti, quia etSpiritus sanctus propria significatione qua etiam donum Deidicitur, nec Pater nec Filius. Quid igituir tres? Si enim trespersonae, commune est eis id quod persona est: ergo specialehoc aut genérale nomen est eis, si consuetudlnem loquendirespicimus.Sed ubi est naturae nulla diversitas, ita generaliter enuntianturaliqua plura, ut etiam speeialliter enuntiari possint.Naturae enim differentia facit ut lauras et my-rtus et olea,aut equus et bos et caniis, non dicantuir speciali nomine, istae,tres lauri; aut iili, itres boves: sed generali, et istae, tresarbórea; et illa, tria animaláa. Hic vero ubi nulla est essentiaediversitas, oportet ut speciale nomen habeant haec tria,quod tamen non invenitur. Nam persona genérale nomen esit,in tantum ut etiam homo possit hoc dici, cum tantum intersitinter hominem et Deum.8. Deinde in ipso generali vocabulo, si prepterea dieimustres personas, quia ¡commune est eis id quod personaest (alioquin nullo modo possunt ita dici, quemadmodumnon dicuntur tres filii, quia non commune est eis id quod estfiliuis); cur non etiam tres déos dicimus? Certe enim quiaPater persona, et Filius persona, et Spiritus sanctus persona,ideo tres personae: quia ergo Paiter Deus, et Filius Deus. etSpiritus sanctus Deus, cur non tres dii ? Aut quoniam propterinefifabilem coniuníctionem, haec tria simul unus Deus;cur non etiam una persona, ut ita non possimus dicere trespersonas, quamvis singulam quamque appeilemus personam,quemadmodum non possumus dicere tres déos, quamviaquemque singulum appellemus Deum, sive Patirem, sive Filium,sive Spiritum sanotum? An quia Scriptura non dicittres déos?iSed nec tres personas alicubi Scripturam commiemorareinvenimus. An quia nec tres, nec unam personara ScripturaVII, 4, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 479de tres cuerpos o mediante alguna otra expresión aún másgeneral.El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, puesto que sontres, investiguemos qué tres son y qué tienen de común. Noes común ciertamente el ser Padre, de manera que mutuamentesean padres. De los amigos se puede decir que sontres, pues lo son relativa y recíprocamente. No así en laTrinidad, donde sólo el Padre es padre y no es Padre de doshijos, sino de un Hijo único; ni son tres los hijos, porqueen la Trinidad el Padre no es hijo, ni lo es tampoco el EspírituSanto; ni son tres los espíritus santos, pues ni elPadre ni el Hijo son Espíritu Santo, Don de Dios en sentidopersonal. ¿Qué son, pues, estos tres? Si decimos que sontres personas, la cualidad de persona es allí común. Estasería, conforme al lenguaje corriente, su denominación genéricao espe'cíffica.Mas donde no existe diversidad de naturaleza puede emplearseen la enunciación del plural un nombre genérico oespecífico. La diferencia de naturaleza hace que el mirto,el laurel y el olivo, o el caballo, el buey y el can, no seandesignados con una palabra específica, llamando tres laurelesa los primeros y tres bueyes a los segundos, sino quees menester designarlos con un nombre genérico, diciendotres árboles o tres animales. Mas aquí, donde no existe diversidadde esencia, conviene que tengan una denominaciónespecífica estas tres personas, denominación que no encontramos.Persona es término muy genérico, e incluso se aplicaal hombre a pesar de la distancia que media entre Diosy el mortal.8. Además, insistiendo en esta expresión genérica, sidecimos tres personas, por serles esta cualidad de personacomún—de otra suerte no se podrían denominar así, comono se puede decir tres hijos, pues la filiación no es comúnen la Trinidad—, ¿por qué no decir tres dioses? Ciertamentehay tres personas, porque el Padre es persona, el Hijoes persona y persona es el Espíritu Santo; si el Padre esDios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, ¿por quéno hay tres dioses? Y si, en virtud de su inefable unión, lostres son un solo Dios, ¿por qué no una sola persona, demodo que no podamos afirmar que son tres, aunque demosa cada uno en particular el nombre de persona, como nopodemos decir que son tres dioses, aunque en particular llamemosDios al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo? ¿Seráacaso porque en la <strong>Escritura</strong> jamás se mencionan tres dioses?Pero tampoco encontramos que hable la <strong>Escritura</strong> detres personas. ¿O será porque, si la <strong>Escritura</strong> no habla de


480 <strong>DE</strong> TRINITA.TE VH, 4, 9dicit haec tria (legimus enim personam Domini, non personamDominum), propterea licuit loquendi et disputan di necessitatetres personas dicere, non quia Scriptura dicit, sedquia Scriptura non contradicit: si autem diceremus tresdéos, contradiceret Scriptura, dicens: Audi, Israel; DominusDeus tuus, Deus unus est ? 21Cur ergo et tres essentias non licet dicere, quod similiterScriptura, sicut non dicit, ita nec contradicit? Nam essentiasi speciale nomen est commune tribus, cur non dicanturtres essentiae, sicut Abraham, Isaac et Iacob, tresnomines, quia homo speciale nomen est commune ómnibushominibus? Si autem speciale nomen non est essentia, sedgenérale, quia homo, et pecus, et arbor, et sidus, et ángelusessentia dicitur; cur non dicuntur istae tres essentiae,•sicut tres equi dicuntur tria animalia, et tres lauri dicunturtres arbores, et tres lapides tria corpora? Aut si propterunitatem Trinitatis non dicuntur tres essentiae, sed unaessentia; cur non propter eamdem unitatem Trinitatis nondicuntur tres substantiae vel tres personae, sed una sulbstantiaet una persona? Quam enim est illis commune nomenessentiae, ita ut singulus quisque dicatur essentia, tamillis commune est vel substantiae vel personae vocabulum.Quod enim de personis secundum nostram, hoc de substantiissecundum graecorum consuetudinem, ea quae diximus,oportet intelligi. Sic enim dicunt illi tres substantias,unam essentiam, quemadmodum nos dieimus tres personas,unam essentiam vel substantiam.9. Quid igitur restat, nisi ut fateamur loquendi necessitateparta b haec vocabula, cum opus esset copiosa disputationeadversum insidias vel errores haereticorum? Cumenim conaretur humana inopia loquendo proferre ad hominumsensus, quod in secretario mentís pro captu tenet deDomino Deo creatore suo, sive per piam fidem, sive per qualemcumqueintelligentiiam, timuit dicere tres essentias, neintelligeretur in illa summa aequalitate ulla diversitas.Rursus non esse tria quedam, non poterat dicere, quodSabellius quia dixit, in haeresim lapsus est. Certissime quippede Scripturis cognoscitur quod pie credendum est, et aspectumentis c indubitata perceptione perstringitur, et Patremesse, et Filium, et Spiritum sanctum; nec Filium esse21 Deut. 6, 4.bAliquot Mss., partita.0 Sic Mss. Editi autem, et aspectus mentís.VH, 4, ít <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 481una o de tres personas—habla, sí, de la persona del Señor,pero no dice que el Señor sea persona—, ya nos está permitido,obligados por la necesidad de la disputa, enumerartres personas, no porque lo diga la <strong>Escritura</strong>, sino porqueno lo contradice, mientras, si decimos que son tres dioses,nos impugnarían las <strong>Escritura</strong>s, que claman: Escucha, ¡ohIsrael!; el Señor tu Dios es un Dios único?¿Y por qué no es lícito hablar de tres esencias, pues la<strong>Escritura</strong>, si no lo dice, tampoco lo impugna? Si la esenciaes nombre específico común a las tres divinas personas, ¿porqué no decir tres esencias, así como se dice que Abrahán,Isaac y Jacob son tres hombres, por ser la palabra específicahoníbre común a los tres? Y si el nombre esencia no estérmino específico, sino genérico, siendo el hombre, la oveja,el árbol, el astro y ¡el ángel esencia, ¿por qué no sedicen tres esencias, así como de tres caballos se dice que sontres animales, y tres laureles tres árboles, y tres piedrastres cuerpos? Y si en virtud de 'la unión íntima de la Trinidadno se dicen tres esencias, sino una esencia, ¿por qué •a causa de esta misma unión de la Trinidad no se dicen tressubstancias o personas, sino una substancia y una persona?Tan común es en la Trinidad el nombre de esencia como elde substancia o persona. Lo que nosotros, siguiendo la costumbre,decimos de la persona, lo entienden los griegos, conformeal genio de su idioma, de la substancia. Ellos dicentres substancias y una esencia. Nosotros, tres personas yuna esencia o substancia 6 .9. ¿Qué nos resta, pues, sino confesar que estas expresionesson partos de la indigencia, al hablar, en numerosasdisputas, contra las insidias y errores de la herejía ? Al afanarsela pobreza humana por poner al alcance de los sentidosdel hombre, mediante el lenguaje, lo que opina en el secretode su pensar del Señor Dios, su Creador—ora sea creenciapiadosa, ora una cierta inteligencia—, temió decir tres esencias,no fuera a sospecharse diversidad en aquella igualdadsuprema.Además, no se puede negar sean tres, pues Sabelio, alnegarlo, se despeñó en la herejía 7 . De la <strong>Escritura</strong> se deducecon plena certeza lo que piadosamente creemos, y la mentecon claridad lo percibe; esto es, que existe el Padre, el Hijoy el Espíritu Santo; que el Hijo no es el Padre, ni el Espí-0 Sobre la terminología trinitaria véase la Introducción.7 La herejía de Sabelio, sacerdote líbico, consiste en un monarquianismomodalista. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no eranpara él sino tres fenómenos diferentes, tres antifaces, prósopa, deuna misma persona divina.El sabelianismo fué impugnado ipor San Dionisio, San Hipólitoy Tertuliano y anatematizado en el concilio de Constantinopla enel 381..>'. Ag. S 16


482 <strong>DE</strong> TRINITATE vn, 5, 10eumdem qui Pater est, nec Spiritum sanctum eumdem essevel Patrem vel Filium. Quaesivit quid tria dioeret: et dixitsubstantias sive personas, quibus nominibusí non diversitatemintelligi voluit, sed singularitatem noluit; ut non solumibi umitas intelligatur ex eo quod dicitur una essentia,sed et trinitas ex eo quod dicuntur tres substantiae vel personae.Nam si hoc est Deo esse quod subsistiere, ita non erantdicendae tres substantiae, ut non dicuntur tres essentiae:quemadmodum quia hoc est Deo esse quod sapere, sicutnon tres essentias, ita nec tres sapientias dicimus. Sie eniroquia hoc illi est Deum esse quod est esse, tam tres essentiasquam tres déos dioi fas non est. Si autem aliud est Deoesse, aliud subsistere, sicut aliud Deo esse, aliud Patremesse vel Dominum esse; quod enirní est, ad se dicitur, Paterautem ad Filium et Bominus ad servientem, creaturamdicitur: relatáve ergo subsistdt, sicut relative gignit et relativedominatur.Ita iam substantia non erit substantia, quia relativumerit. Sicut enim ab eo quod est essie apipellatur essentia, itaaJb eo quod est subsistere substantiam dicimus. Absurdumest autem ut substantia relative dicatur: onmis enim res adse iipsam subsistit; quanto magis Deus?VII, 5, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 483ritu Santo es el Padre o el Hijo. Buscó, pues, la pobrezacómo expresar estas tres cosas, y las llamó substancias opersonas, no queriendo significar con estas palabras diversidadalguna ni tampoco nada singular o concreto, dandoa entender la unidad al poner en Dios una esencia, y la Trinidadal distinguir tres substancias o personas.Porque si en Dios el ser y el subsistir se identifican, nose han de imaginar tres substancias, como no se dicen tresesencias; y siendo para Dios una misma realidad el ser yel saber, no se dice que haya en El ni tres esencias ni tressabidurías. Y como en Dios se identifica el ser y el ser Dios,no está permitido decir tres esencias o tres dioses. Si paraDios una cosa es el ser y otra el subsistir, como es una cosael ser Dios y otra el ser Padre o Señor, ser se predica delsujeto, Padre dice relación al Hijo, Señor al siervo; luegola subsistencia sería término relativo, como relativo es eltérmino engendrar y relativo también el señorío.Y entonces la substancia no sería substancia, sino relación.Así como la palabra esencia se deriva del verbo ser,el término substancia trae su origen del verbo subsistir.Es, pues, un absurdo dar un sentido relativo a la palabrasubstancia; porque, si todo ser es subsistente en sí mismo,¿con cuánta mayor razón no lo será Dios?CAPUT VIN <strong>DE</strong>O SUBSTANTIA ABUSIVE DICITUR, ESSENTIA PROFRIE10. Si tamen dignum est ut Deus dicatur subsistere: dehls enim rebus reote intelligitur, in quibus subiectis sunt eaquae in aliquo subiecto esse dicuntur, sicut color aut formain corfpore. Corpus enim subsistit, et ideo substantia est:illa vero in subsistente atque subiecto corpore, quae nonsubstantiae sunt, sed in substantia; et ideo si esse desinat,vel ille color, vel illa forma, non adimunt ©orpori esse corpus,quia non hoc ei est esse, quod illam vel iilam formamcoloremve retiñere. Res ergo mutabiles ñeque simplicesproprie dicuntur substantiae.Deus autem si subsistit ut substantia propine dici possit,inest in eo aliquid tanquam in suMecto, et non est simplex,cui hoc sit esse quod illi est quidquid aliud a de iilo adiüum dicitur, sicut magnus, omnipotens, ibonus, et si quidaEditi, et quidquidaliad. Abest, et, a Mss.CAPÍTULO VSUBSTANCIA Y ESENCIA EN Dios10. ¿Subsistir es una palabra digna de Dios? Se comprendebien su sentido en las realidades que sirven a otrasde sujeto, como el color o la forma en los cuerpos. Subsisteel cuerpo, y por eso es substancia; mas el color o la formasubsisten como en propio sujeto en el cuerpo, y, por ende,no son substancias, sino que subsisten en el cuerpo, que essubstancia. Si dicho color o dicha forma desaparecen, no impidenal cuerpo ser cuerpo, pues para éste no es la mismacosa el ser de un determinado color y el existir. Llamamospropiamente substancias a los seres mudables y compuestos.S.'i Dios subsiste y se le puede llamar con toda propiedadsubstancia, existe en El algo como en sujeto, y entonces nosería ya simple, por no identificarse en El el ser y sus atributos,como grande, bueno, omnipotente y cualquier otro


484 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 6, 11huiusmodi de Deo non incongrue dicitur: nefas est autemdicere ut subsistat et subsit Deus bonitati suae, atque illabonitas non substantia sit vel potius essentia, ñeque ipseDeus sit bonitas sua, sed in illo sit tanquam in subiecto:unde manifestum est Deum abusive substantiam vocari, utnomine usitatiore intelligatur essentia, quod veré ac propriedicitur; ita ut fortasse solum Deum dici oporteat essentiam.Est enim veré solus, quia incommutabilis est, idquenomen suum fámulo suo Mioysi enuntiavit. cum ait:Ego sum qui sum; et dices ad eos: Qui est, misit me advos 22 .Sed tamen sive essentia dicatur quod proprie dicitur, sivesubstantia quod abusive; utrumque ad se dicitur, non relativead aliquid. Unde hoc est Deo esse quod subsistere, etideo si una essentia Trinitas, una etiam substantia. Fortaseisigitur commodius dicuntur tres personae, quam tressubstantiae.VII, 6, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 485digno de Dios. No se puede decir que Dios subsiste y essujeto de su bondad, ni que esta bondad no es substancia oesencia, o que Dios no es la misma bondad, sino que la bondadexiste en El como en un sujeto. Luego es evidente queDios no es substancia sino en un sentido abusivo 8 . Su nombrepropio y verdadero es esencia, y acaso Dios sólo se puedallamar esencia. Es único, porque es inmutable, y en estesentido revela su nombre a su siervo Moisés cuando le dice:Yo soy el que soy; y les dirás: El Ser me envía a vosotros.Mas ya se diga esencia, término propio; ya substanciaen sentido abusivo, ambos conceptos son absolutos, no relativos.En Dios la esencia y la subsistencia se identifican, y,por consiguiente, si la Trinidad es una esencia, es tambiénuna substancia. Es, pues, más razonable hablar de tres personasen Dios que de tres substancias.CAPÍTULOVICAPUTVINUKBTIIA FK H011RE LA TRINIDAD. POR QUÉ EN LA TRINIDAD NOBM WfKCJUK HAY UNA PERSONA Y TRES ESENCIAS. EL HOMBRE,IMAGEN Y A IMAGEN <strong>DE</strong> DIOSCUR IN TRINITATK NON DICATUR UNA PERSONA, ET TRES ESSEN-TIAE. <strong>DE</strong> TRINITATE QUID CRE<strong>DE</strong>RE <strong>DE</strong>EET QUI SUPRA DICTANONCAPIT. HOMO ET AD IMAGINEM ET IMAGO <strong>DE</strong>I11. Sed ne nobis videar a suffragari, hoc quoque requiramus.Quanquam et illi, si vellent, sicut dicunt tres substantias,tres hypostases, possent dicere tres personas, triaprósopa. Illud autem maluerunt, quod forte secundum linguaesuae consuetudinem aptius diceretur. Nam et in personiseadem ratio est: non enim aliud est Deo esse, aliud22 Ex. 3, 14-aSic Am. Er. et aliquot Mss. Át Lov., videat.videatur.'Nonnulli Mss.,11. Y para que no parezca que voto en favor de losnuestros, estudiemos este extremo. Los griegos, si quisieran,podían llamar a las tres personas tres prósopa, lo mismoque llaman a las tres substancias tres hipóstasis 9 . Noobstante, prefieren emplear la mencionada expresión, quizápor estar más en consonancia con el genio de su idioma.Por otra parte, en las personas existe este mismo razonar.8 La palabra substancia tiene en este pasaje sentido etimológicode sub stare, estar debajo. Es la hipóstasis de los griegos. En laactual terminología es sinónima de esencia. La substancia, en sentirde Aristóteles, es simplemente el ser. La esencia es indefinible yexpresa la objetividad común del ser : Quod quid est. Luego la substanciasin catacresis no existe en Dios, es decir, la esencia en cuantosujeto de inhesión.9 JJypostasis, traducido al latín medieval por substantia, sitbsistentia,suppositum, queda entre; nosotros restringido al supuesto racionalyes sinónimo de persona. Prósopon, en sentido etimológicoy primtivo, significó rostro, máscara, aspecto ; luego substanciaracional e individua, según la definición boeeiana. La" definición deestos términos puede verse en <strong>SAN</strong>TO TOMÁS, Summa Theol., i, q. 20,a. 2-4. Cf. Introducción.


486 <strong>DE</strong> TRINIIATE vn, 6, jipersonam esse, sed omnino idem. Nam si esse ad se dicitur,persona vero relative.Sic dicamus tres personas, Patrem et Filium et Spiritumsanctum, quemadmodum dicuntur aliqui tres amici, auttres propinqui, aut tres vicini, quod sint ad invicem, nonquod unusquisque eorum sit ad se ipsum. Quapropter quilibetex eis amicus est duorum ceterorum, aut propinquus autvicinus, quia haec nomina relativam signifieationem habent.Quid ergo? num placet ut dieamus Patrem personam esseFilii et Spiritus sane ti, aut Filium personam esse Patris etSpiritus sancti, aut Spiritum sanctum personam esse Patriset Filii ? Sed ñeque persona ita dici alicubi solet, ñequein hac trinitate cum dicimus personam Patris, aliud dicimusquam substantiam Patris. Quocirca, ut substantia Patrisipse Pater est, non quo Pater est, sed quo est; ita etpersona Patris, non aliud quam ipse Pater est: ad se quippedicitur persona, non ad Filium vel Spiritum sanctum;sicut ad se dicitur Deus et magnus, et bonus, et iustus,et si quid aliud huius modí.Et quemadmodum hoc illi est esse quod Deum esse, quodmagnum, quod bonum esse, ita hoc illi est esse, quod personamesse. Cur ergo non haec tria simul unam personamdicimus, sicut unam essentiam et unum Deum, sed tres 1 dicimuspersonas, cum tres debs aut tres esisentias non dicamus;nisi quia volumus vel unum aliquod vocabulum servireb huic signiñcationi qua jntelligitur Trinitas, ne omninotaceremus interrogati, quid tres, cum tres esse fateremur?Nam si genus est essentia, species autem substantia sivepersona, ut nonnulli sentiunt, omitto illud quod iam dixi,oportere appellari tres essentias, ut appellantur tres substantiaevel personae, sicut appellantur tres equi, eademqueanimalia tria, cum sit species equus, animal genus. Ñequeenim species ibi pluraliter dicta est, et genus singulariter,tanquam diceretur tres equi unum animal: sed sicuttres equi speciali nomine, ita tria animalia generali nomine.Quod si dicunit substantiae vel personae nomine nonspeciem sigixificari, sed aüquid singulare atique individuum;ut substantia vel persona non ita dicatur sicut diciturhomo, quod commune est ómnibus hominibus, sed quomododicitur hic homo, velut Abraham, velut Isaac, velut Iacob,b Plures Mss., servare.VÜI, 6, 11 I>E LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 487En Dios es una misma cosa ser y ser persona. Si ser es términoabsoluto, persona lo es relativo 10 .Decimos tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.Y decimos también tres amigos, tres parientes, tres vecinos,porque no lo son con relación a sí mismos, sino con relacióna los demás. Cada uno de ellos es amigo, pariente o vecinode los otros dos; pues dichas palabras significan siempre relación.¿Qué? ¿Llamaremos al Padre persona del Hijo ydel Espíritu Santo, y al Hijo persona del Espíritu Santo ydel Padre, y al Espíritu Santo persona del Padre y del Hijo?Jamás la palabra persona se emplea en este sentido; ni enesta trinidad, cuando nombramos la persona del Padre, queremossignificar otra cosa que la substancia del Padre. Y asícomo el Padre es substancia del Padre, no en cuanto Padre,sino en cuanto ser, así la persona del Padre es el Padremismo, porque en sí mismo es persona y no con relación alHijo o al Espíritu Santo, como es en sí mismo Dios, grande,bueno, justo, etc.Y así como para El es idéntico ser y ser Dios, grande,bueno, así en El se identifican el ser y la persona. ¿Por qué,pues, no llamar a estas tres realidades una persona, comodecimos una esencia y un Dios, sino que afirmamos la existenciado tros personas, siendo así que no decimos tres dio-•Hi'B o tros esencias? ¿Quizá porque nos place emplear unapwhilbni que exprese la Trinidad, para no permanecer en silenciocumulo se nos pregunta qué son estos tres, pues hemcwconfesado que son tres?Porque H), como algunos opinan, la esencia es el géneroy la substancia o persona la especie—omitiendo lo que yadije—, habría que admitir tres esencias, como se admitentres substancias o personas. Decimos siempre tres caballoso tres animales, siendo el caballo la especie y el género elanimal. Jamás se emplea el término específico en plural yel genérico en singular, como si dijéramos que tres caballosson un animal; sino que decimos tres caballos, con nombreespecífico, y tres animales, con nombre genérico. Si afirmanque el término substancia o persona no indica la especie,sino el individuo singular, y así la substancia o persona noes equivalente a la palabra hombre, común a todos los sereshumanos, sino que concreta un hombre singular, por ejemplo,Abrahán, Isaac o Jacob, o algún otro cuya presencia'" Este pensamiento agustiniano lo traduce Santo Tomás al lenguajeescolástico con estas palabras : Manifestum est quod relatiorealiter existens in Deo est idem essentiae secundum reni, et nondiffert nisi secundum intelligentiae rationem (Summa Theol., i, q. 28,a. 2 c). La expresión non aliud est Deo esse, aliud personam esse,indica la simplicidad substancial en Dios ; sin embargo, nuestrainteligencia ve en dichos nombres una cierta distinción. Usando deJa terminología de la escuela, diríamos que persona significa in rect»la relación y la esencia in obliquo.


488 <strong>DE</strong> TRINITATE VII, 6, 11vel si quis alius qui etiam díigito praesens demonstran possit:sic quoque illos eadem ratáo consequetur. Sicut enimdicuntur Abraham, Isaac et Iacob tria individua, ita tresnomines et tres animae. Cur ergo et Pater et Filius etSpiritus sanctus; si secundum genus et speciem et individuuim'etiam ista disserimus, non ita dicuntur tres essentiae,ut tres substantiae seu personae?Sed hoc, ut dixi, omitto: illud dico, si essentia genusest, una essentia iam non habet species; sicut quia genusest animal, unum animal iam non habet sjpeeies. Non suntergo tres species unius essentiae, Pater et Filius et Spiritussanctus. Si autem species est essentia, sicut species esthomo, tres vero i'llae quas appellamus substantias sive personas,sic earadem speciem «ommuniter habent, quemadinodumAbraham, Isaac et Iacob speciem quae homo dicitur,communiter habent; non sicut homo subdividitur in Abraham,IsaaJc et Iacob, ita unus homo et in aliquos singuloshomines subdividi potest: omnino enim non potest, quiaunus homo iam singulus ¡homo est. Cur ergo una essentiain tres substantias vel personas subdividitur? Nam si essentiaspecies est sicut homo, sic est una essentia sicutunus homo: an sicut dicimus aliquos tres homines eiusdemsexus, eiusdem temperationis corporis, eiusdemque animi,unam esse naturam; tres enim sunt homines, sed una natura:sic etiam ibi dicimus tres substantias unam essentiam,aut tres personas unam 'substantiam vel essentiam?. Hoc vero utcumque aimile est, quia et veteres qui latinelocuti sunt, antequam haberent ista nomina, quae non diuest uit in usum venerunt, id est essentiam vel substantiam,pro his naturam dicebant. Non itaque secundum genus etspeeiies ista 'dicimus; sed quasi secundum communem eamdemquemateriam. Sicut ex eadem auro si fierent tres statuae,diceremus tres statuas unum aufrum, nec tamen diceremusgenus aurum, 'species autem statuas; nec aurum speciem,statuas vero individua. Nulla quippe species individuasua transgreditur, ut aliquid extra comprehendat. Cumenim definiere quid sit homo, quod est ñamen speciale, singuli.quique homines qui sunt individua eadem definitiionecontinentur, nec aliquid ad eam pertinet quod homo non sit*Cum vero aurum definiero, non solae statuae, si aureae fuerint,sed et anu'li, et si quid aldud de auro fuerit, ad au-VII, 6, 11 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD '489se pueda señalar con el índice, aun en este sentido afirmamosque urgiría el mismo razonamiento. Abrahán, Isaac yJacob son tres individuos, tres hombres, tres almas. ¿Porqué, aceptando la noción de especie, ¡género e individuo, elPadre, el Hijo y el Espíritu Santo no se denominan tresesencias, como se denominan tres substancias o tres personas?Pero, como ya dije, omitiendo esto, me limito a notarque, si la esencia es el género, una esencia única careceráde especie. Así, siendo animal el género, un animal no puedepertenecer a varias especies. En consecuencia, el Padre,el Hüjo y el Espíritu Santo no pueden ser tres especies deuna misma esencia. Si, empero, la esencia es la especie,como lo es el ser hombre, las tres realidades que llamamosnosotros substancias o personas tienen una sola especie común,como común es en Abrahán, Isaac y Jacob la especiehumana; cierto que si la especie humana es indivisible yse encuentra en Abrahán, Isaac y Jacob, no lo es el individuodenominado hombre. Esto implica imposibilidad absoluta,pues un hombre será siempre un hombre. ¿Por qué razónuna esencia se ha de subdividir en tres substancias oIKThonas? Si la esencia es la especie, como lo es la humanidad,unu e« lu esencia y uno el hombre singular. De tres;lioinbroH del mismo nexo, de la misma constitución temperaiiiriitul,del minino espíritu, de idéntica naturaleza, decimosque non tren hombres y una sola naturaleza: ¿diremos enente Huntido tres Hiibfitrtriciíw y una esencia, o tres personasy unu substancia o esencia?Sin duda existe aquí una cierta analogía, pues los antiguosque hablaban latín, antes de conocer estos nombresde substancia o esencia, de reciente invención, empleabanel de naturaleza 11 . Nosotros empleamos estos términos paraindicar una realidad común e idéntica, pero nunca en elsentido de género o especie. Es como si, al hablar de tresestatuas sacadas de un mismo lingote de oro, dijéramostres estatuas y un pan de oro, sin denominar género al oróy especie a las estatuas, ni al oro la especie ni individuos alas estatuas. La especie no se extiende más allá de las fronterasdel individuo como en -busca de perfección fuera delsujeto. Cuando defino al hombre, término específico, comprendoen la definición a todo individuo de la especie humana;y no existe elemento específico que no se encuentreen el hombre. Cuando defino lo que es el oro, mi definiciónes aplicable a las estatuas de oro, a los anillos y a todoslos objetos hechos de dicho metal: el oro subsiste aunquell' Naturaleza, de nasci, se emplea "para designar la esencia en suaspecto dinámico, principio de actividad de los seres.


490 <strong>DE</strong> TRINIIATE VII, 6, 12rum pertinebit, etsi nihil inde fiat, aurum dicitur, quiaetiamsi non sint aureae, non ideo non erunt statuae.• ítem nulla species excedit deflnitionem generis sui. Cümenim definiero animal, quoniam generis huius species estequus, omnis equus animal est, non autem statua omnisaurum est. Ideo quamvis in tribus statuis aureis, recte dicamustres statuas unum aurum; non tamen ita dicimus, utgenus aurum, species vero statuas intelligamus. Nec sicergo Trinitatem dicimus tres personas vel substantias, unamessentiam et unum Deum, tanquam ex una materia triaquaedam subsistant, etiamsi quidquid illud est, in his tribusexplicatum sit. Non enim aliquid aliud eius essentiaeest praeter istam Trinitatem: tamen tres personas eiusdemessentiae vel tres personas unam essentiam dicimus: tresautem personas ex eadem essentia non dicimus, quasi aliudibi sit quod essentia est, aliud quod persona; sicut tres statuasex eodem auro possumus dicere; aliud enim illuc estesse aurum, aliud esse statuas. Et cum dicuntur tres nominesuña natura, vel tres nomines eiusdem naturae, possuntetiam dici tres nomines ex eadem natura, quia ex eademnatura et alii tres tales homines possunt existere inilla vero essentia Trinitatis, nullo modo alia quaelibet personaex eadem essentia potest existere.Deinde in his rabus non tantum est unus homo, quantumtres homines simul; et plus sunt aliquid homines dúo,quam unus homo: et in statuis aequalibus plus auri esttres simul quam singulae, et minus auri est una quam duae.At in Deo non ita est: non enim maior essentia est Pateret Pilius et Spiritus sanctus simul, quam solus Pater autsolus Filius; sed tres simul illae substantiae sive personae,si ita dicendae sunt, aequales sunt singulis: quod animalishomo non percipit. Non enim potest cogitare nisi moles etspatia, vel minuta vel grandia, volitantibus in animo eiusphantasmatibus tanquam imaginibus corporum.12. Ex qua immunditia doñee purgetur, credat in Patremet Filium et Spiritum sanctum, unum Deum, solum,magnum, omnipotentem, bonum, iustum, misericordem, omniumvisibilium et invisibilium conditorem, et quidquid deilla pro humana facúltate digne vereque dici potest. ÑequeVII; 6, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 491no se forme de él ningún Objeto; como las estatuas, aunqueno sean de oro, son siempre estatuas.Asimismo, la especie jamás traspasa la definición de sugénero. Defino lo que es un animal; el caballo es una espeeiedentro de este género, y así todo caballo es un animal;pero no toda estatua es oro. Por consiguiente, aunque en lastres estatuas de oro decimos rectamente que son tres estatuasy un oro, no queremos dar a entender que el oro seael género y la estatua la especie. Cuando decimos que en íaTrinidad existen tres substancias o personas y una esenciay un Dios, no pretendemos significar que las tres personassean en cierto modo de una misma materia subsistente, sibien dicha materia—sea la que sea—se encuentre en las trespersonas. La esencia divina no es otra cosa que la Trinidad;con todo, decimos que las tres personas son una esenciao de una misma esencia; pero no podemos decir queestas tres personas hayan sido formadas de una misma esencia,como si en la Trinidad fuera una cosa la esencia yotra la persona 12 . Podemos muy bien decir tres estatuasformadas de un mismo oro, pues uña cosa es el oro y otraIn estatua. Cuando se dice tres hombres son una naturaleza,>i dn una misma naturaleza, se puede también decir que esiimtren hombres han sido plasmados de una misma naturaleza,y de lu misma materia pueden surgir otros tres más;I MICO on iiqucUa esencia que es la Trinidad no es posiblepínula iixmlir otra persona más de esa misma esencia.En e«tiiK cosan do aquí abajo, un hombre solo no es loque son tren hombres juntos, y dos son más que uno; y enestatuas do igual tumuño y solidez, más oro hay en las tresjuntas que en una de ellas, y menos en una que en las dosrestantes; pero en Dios no es así, pues la esencia en el Padre,vn el Hijo y en el Espíritu Santo juntos no es mayorque en el Padre solo o en el Hijo solo, sino que aquellastres substancias o personas—si ésta es su denominaciónusual—son iguales a cada una de ellas en particular. <strong>Verdad</strong>que el hombre animal no comprende, pues es capaz de imaginartan sólo moles y espacios de grandes o pequeñas dimensiones,a través de los fantasmas que revolotean en sualma, como imágenes de los cuerpos.12. Y mientras de estas inmundicias no se purgue elhombre, crea en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo,un solo Dios, grande, omnipotente, bueno, justo, misericordioso,creador de todo lo visible e invisible y cuanto lahumana inteligencia sea capaz de pensar digno de Dios.12 Niega San Agustín exista distinción real entre la esencia y lapersona en Dios, aunque debemos admitir con los escolásticos unadistinción de razón_ con fundamento in ie y una distinción real entreJas relaciones subsistentes.


492 <strong>DE</strong> TRINITÁTE VII, 6, 12cum audierit Patrem sdlum Deum, separet inde Filium, autSpiritum sanctum: cum eo quip|pe solus Deus, cum quo etunus Deus est; quia et Filium cum audimus soium Deum,sime ulla separatione Patris aut Spiritus sancti oportet accipere.Atque ita dicat unam essentiam, ut non existimetaliud alio, vel rnaius, vel melius c , vel aliqua ex parte diversum.Non tamen ut Pater ipse sit et Filus et Spiritus sanctus,et quidquid aliud ad alterutrum singula dicuntur; sieutVerbum quod non dicitur nisi Filius, aut Donum quod nondicitur nisi ¡Spiritus sanctus: propter quod etiam pluralemnumerum admittunt, sicut. in Evangelio seriptum est: Egnet Pater unum sumus 2S .Et unum dixit; et sumus:. unum, secundum essentiam,quod idem Deus; sumus, secundum relativum, quod ille Pater,hic Filius. Aliquando et tacetur unitas essentiae, etsola pluraliter relativa commemorantur: Veniemus ad eumego et Pater, et habitabimus apud eum 24 . Veniemus et habitabimus, pluralis ¡numerus est, quia praedictum est: Egoet Pater, id est, Filius et Pater, quae relative ad invicem dicuntur.Aliquando latenter omnino, sicut in Genesi: Facíamushominem ad imaginem et similitudmem nostram 25 . Etfaciamus, et nostram, pluraliter dictum est, et nisi ex relativisaccipi non oportet* 1 . Non enkn ut faieerent dii, aut adimaginem ¡et similitudinem deorum; sed ut facerent Pateret Filius et Spiritus sanctus, ad imaginem Patris et Filii etSpiritus sancti, ut ¡subsisteret homo ímago Dei. Deus autemTrinitas. Sed quia non omnino aequalis fiebat illa imagoDei, tanquam non ab illo nata, sed ato eo creata, huius reisigniñcandae causa, ita imago est ut ad imaginem sit: idest, non aequatur pairilitate, sed iquadam similitudine accedit.Non enim locorum intervallis, sed similitudine accediturad Deum, et dissimilitudine receditur ab eo. Sunt enimqui ita distinguunt, ut imaginem velint esse Filium: hominemvero non imaginem, sed ad imaginem. Refellit autemeos Apostolus, dicens: Vir quidem non debet velare caput,cum sit imago et gloria Dei 26 . Non dixit ad imaginem, sedimago. Quae tamen imago, cum alibi dicitur: Ad imaginem,non quasi ad Filium dicitur, quae imago aequalis est Patri;alioquin non diceret ad imaginem nostram.Quomodo enim nostram, cum Filius solius Patris imagosit? Sed propter imparem, ut diximus, similitudinem dictus23 To. io, 30.l l _ Ibid., 14, 23-~ 5 G-en. 1, 26.26 1 Cor. ii, 7.0 Quídam Mss., vel maius,. vel minus. Plures vero, vel maiu.s,vel minus, vel melius.aSic Mss. Editi vero, non potest.VII, 6, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 493Y cuando oiga decir que el Padre solo es Dios, no separe alHijo y al Espíritu Santo, por»]ue con aquél son un solo Dios;y cuando oímos decir que el Hijo es un solo Dios, convieneentenderlo sin exclusión del Padre y del Espíritu Santo, ysi halbla de una esencia, que no imagine que uno es superiora otro en grandeza o virtud o diversidad de elementos. Sinembargo, no piense que el Padre es el Hijo o el EspírituSanto, o cualquier otra cosa que diga relación a la personasingular. Por ejemplo, Verbo sólo se dice del Hijo, yDon, sólo del Espíritu Santo; y por esto se admite el númeroplural, como en aquel pasaje del Evangelio donde sedice: Yo y el Padre somos uno l ' ¿ .Uno, dice, y somos: Uno en la esencia, Dios único; somossegún la relación, por la que es Padre el primero y ésteHijo. Se silencia a veces la unidad esencial y en plural semencionan los términos relativos. Yo y el Padre vendremosa él y habitaremos en él. Vendremos y habitaremos, en númeroplural, pues antes había dicho: Yo y el Padre, es decir,el Hijo y el Padre, términos ambos de mutua relación. Otrasveces se insinúan las personas de una manera velada e indirecta,como en el ¡Génesis: Hagamos al hombre a nuestraimagen y semejanza. Hagamos, se dice, y nuestra, en plural,lo que sólo en sentido de relación es inteligible. No setrata de que los dioses formen al hombre a su imagen y semejanza,sino de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santohagan al hombre a semejanza e imagen del Padre, del Hijoy del Espíritu Santo, para que así subsista el hombre comoimagen de Dios. Y Dios es Trinidad. Mas como esta imagenno era en un todo igual a la Imagen de Dios ni de El nacida,sino creada por El, por eso se dice imagen hecha asemejanza; esto es, que no llega a la paridad, pero es hastaun cierto punto parecida. Nos aproximamos o distanciamosde Dios no mediante intervalos espaciales, sino que nosaproximamos por la semejanza y nos alejamos por la disparidad.Hay quienes distinguen y dicen: la Imagen es elHijo, el hombre sólo es a imagen. Pero el Apóstol los refutaal decir: El varón no debe cubrir la cabeza, porgue es imageny gloria de Dios. No dice a imagen, sino imagen. Porconsiguiente, cuando en aquel otro pasaje se dice a imagen,no se trata del Hijo, Imagen igual al Padre; porque entoncesno diría a nuestra imagen.¿Cómo nuestra, siendo el Hijo imagen única del Padre?Pero, a causa de la imperfecta semejanza—como dijimos—,13 La dicción exclusiva solo no tiene en la pluma de Agustín sentidocatesroremático, como significando un Dios solitario, sino queexcluye toda hipóstasis del consorcio del predicado. Cf. <strong>SAN</strong>TO To-M\S, Summa Theol., i, q. 31, a. 3-4.


494 <strong>DE</strong> TRINIIATE VII, 6, 12est homo ad imaginem: et ideo nostram, ut ¡magra Trinitatisesset homo; non Trinitati- aequalis steut Filius Patri,sed acoedens, ut dictum est, quadam similitudine; sicut indistantibus significatur quaedam vicinitas, non loci, sed cuiusdamimitationis. Ad hoc enim et dicitur: Reformaminiin novitate mentís vestrae 21 ; quibus ítem dicit: Estáte itaqueimitatores Dei, sicut füii charissimi 2S . Novo enim hominidicátur: Qwi renawttur in agniUonem Dei, secundumimaginem eius qui creavit eum z¡ >. Aut si iam placet propterdisiputandi neeessitatan, etiam exiceptis nominibus relativis,pluralem numerum admittere, ut uno nomine respondeatur,cum quaeritur, quid tria, et dicere tres substantiassirve tres personas; nuíllae moles aut intervalla cogitentur,nuUa distantia quantulaecumque dissímilitudinis, utibi e intelligatur aliud alio vel paulo minus, quocumque modominus esse aliud alio potest: ut ñeque personarum sit confusio,nec talis distinctio qua sit impar aliquid. Quod si m-tellectu capi non potest, fide teneatur, doñee illucescat :¡ncordibus ille qui ait per prophetam: Nisi credideritis, nonintelligetis s0 .27 Rom. ia, 2.28 Eph. 5) i.29 Col. 3, ro.80 Is. 7, g.e Plures Mss., aut ibi. Et quidam, aut ubi.ViH, 6, 12 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 495el hombre se dice hecho a imagen; y se añade nuestra paraque el hombre sea imagen de la Trinidad, no imagen iguala la Trinidad, como el Hijo lo es al Padre, sino sólo imagenparecida y como por semejanza. En los objetos distantespuede existir sólo cierta contigüidad imitativa, no espacial.En este sentido se dice: Reformaos por la renovación de lamente. Y de nuevo: Sed, pues, imitadores de Dios, comohijos muy amados. Y al hombre renovado se le dice: Renovaosen el conocimiento de Dios, según la imagen del Creador.Y pi, por exigencias de la disputa, place admitir, aménde estos nombres relativos, el número plural, con el fin deresponder con una sola palabra cuando se nos preguntaqué son estos tres, y se contesta diciendo que son tres substanciaso personas, en este caso conviene alejar de la mentetoda idea de cuerpo o espacio, ni se pueden imaginardistancias o desemejanzas, ni inferioridad alguna de unocon relación al otro, ni se crea que hay confusión de personaso distinción que implique desigualdad. Y si esto lainteligencia no lo comprende, lo retenga la fe, hasta quebrille en los corazones la presencia de aquel que dijo porsu profeta: Si no creéis, no podéis entender 1 *.14 Este axioma gnoseológico agustiniano : Nisi credideritis, nonintelligetis, seguirá, dice Gilson, siendo eternamente la carta magnade la filosofía cristiana. La verdad pura no debe esperarse del mundode los sentidos ni del conocimiento sensible, aunque éste seadigno de crédito. La fe es siempre condición previa para el conocimientode lo inteligible v divino.Cf. GILSON, L'avenir de la métaphysiqne Augustinienne; MélangesAugustiniens (París 1931), p. 361.


LÍBERVIIIIn quo ratione reddita monstrat, non sólum Patrem Filio nonesse maiorem, sed nec ambos simul aliquid maius essequam Spiritum sanctum nec quosliibet dúos simul in eademTrinitate maius esse aliquid quam unum, nec omnessimul tres maius aliquid esse quam singúlos. Deinde agitut et ex veritatis intellectione, et ex notitia summi boni,et ex ínsito amore iustitiae, propter quam diligitur animusiustus ab animo etiam nondum iusto, intélligaturipsa natura Dei: máxime vero admonet ut Dei cognitioquaeratur per charitatem, quae in Bcripturis Deus dicitur:qua in chántate etiam Trinitatis vestigium quoddaminesse observat.PR OOEMIUM.EPILOGUS SUPERIUS DICTORUM. REGULA IN DIFFICILIORIBUSFI<strong>DE</strong>I QUAESTIONIBUS SERVANDA1. Diximus alibi, ea dici proprie in illa Trinitate distinctead síngalas personas pertinentia, quae relative dicunturad invicem, sicut Pater et Filius, et utriusque DonumSpiritus sanctus: non enim Pater Trinitas, aut FiliusTrinitas, aut Trinitas Donum. Quod vero ad se dicuntur singulí,non dici pluraliter tres, sed unum ipsam Trinitatem a :sicut Deus Pater, Deus Filius, Deus Spiritus sanctus; et DOTñus Pater, bonus Filius, bonus Spiritus sanctus; et omnipotensPater, omnipotens Filius, omnipotens Spiritus sanctus:nec tamen tres dii, aut tres boni, aut tres omnipotentes;sed unus Deus, bonus, omnipotens ipsa Trinitas; etaSic plerique Mss. At Editi, sed imam ipsamTrinitatem.LIBROVIIIEn que se demuestra, dando la razón, cómo el Padre nosolamente no es mayor que el Hijo, sino que ni siquieralos dos juntos son en algo superiores al Espíritu Santo,ni dos de ellos son en la misma Trinidad en algo mayoresa uno solo, ni los tres juntos son en algo superioresa uno de ellos. Después trata de cómo se puede entender¡la naturaleza de Dios fundándonos en la intelección dela verdad, en la noticia del Bien sumo y en un amor innatoa la justicia, por la que un alma que aun no esjusta ama al alma justa; y nos amonesta de una maneraespecial para que busquemos el conocimiento de Dios porel amor> que, según las <strong>Escritura</strong>s, es Dios, y observacómo en este amor existe un cierto vestigio de la Trinidad.PROLOGOEPÍLOGO <strong>DE</strong> LO DICHO ANTERIORMENTE y REGLA QUE H <strong>DE</strong>OBSERVARSE EN LAS CUESTIONES MÁS DIFÍCILES <strong>DE</strong> LA FE1. Dijimos en otro lugar cómo en la Trinidad los nombresque entrañan mutua relación se aplican propia y distintamentea cada una de las divinas personas, como Padre,Hijo y Espíritu Santo, Don de ambos: porque el Padreno es la Trinidad, ni el Hijo es la Trinidad, ni es la Trinidadel Don. Y, por el contrario, lo que cada uno es respectode sí mismo no se ha de expresar en plural, pues son uno, lamisma Trinidad. Así, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y elEspíritu iSanto es Dios; bueno es el Padre, bueno el Hijo ybueno el Espíritu Santo; omnipotente el Padre, omnipotenteel Hijo y omnipotente el Espíritu Santo; pero no son tresdioses,' ni tres buenos, ni tres omnipotentes, sino un Dios,bueno y omnipotente, que es la Trinidad. Y dígase lo mismo


498 <strong>DE</strong> TRINITATE VIH, 1, 2quidquid aliud non ad invieem relative, sed ad se singulidicuntur. Hoe enim secundum essentiam dicuntur, quia hocest ibi esse, quod magnum esse, quod bonum esse, quod sapientemesse, et quidquid aliud ad se unaquaeque ibi persona,vel ipsa Trinitas dicitur.Ideoque dici tres personas, vel tres substantias, non utaliqua intelligatur diversitas essentiae, sed ut vel uno aliquovocabulo responden possit, cum dicitur quid tres, velquid tria; tantamque esse aequalitatem in ea Trinitate, utnon solum Pater non sit maior quam Filius, quod attinet addivinitatem, sed nec Pater et Filius simul maius aliquid sintquam Spiritus sanctus, aut singula quaeque persona quaelibettrium minus aliquid sit quam ipsa Trinitas.Dieta sunt haec, et si saepius versando repetantur, familiariusquidem innotescunt: sed et modus aliquis adhibendusest, Deoque supplicandum devotissima. pietate, utintellectum aperiat, et studium contentionis absumat, quopossit mente cerni essentia veritatis,- sine ulla mole, sine ullamobilitate b .Nunc itaque, in quantum ipse adiuvat Creator mire misericors,attendamus haec, quae modo interiore quam superiora*3 tractabimus, cum sint eadem: servata illa regula, utquod intellectui nostro nondum eluxerit, a firmitate fideínon dimittatur.CAPUT IIN <strong>DE</strong>O NON ESSE MAIUS QUID TRES QUAM UNAM PERSONAM,RATIONE MONSTRATUR2. Dicimus enim non esse in hac Trinitate maius aliquidduas aut tres personas quam unam earum: quod noncapit consuetudo carnalis, non ob aliud, nisi quia vera quaecreata sunt sentit ut potest; veritatem autem ipsam quacreata sunt non potest intueri: nam si posset, nullo modoesset lux ista corpórea manifestior quam hoc quod diximus.In substantia quippe veritatis, quoniam sola veré est, nonest maior aliqua, nisi quae verius est a . Quidquid autem intelligibileatque incommutabile est, non aliud alio veriusest, quia aeque incommutabiliter aeternum est: nec quodb In Mss., mutabilitate." Hditi, quae modo tam interiora. At. Mss., quae modo interiore;id est, ratione magis íntima atque subtiliore. Uemensis codex habet,quae modo interiore quam superiore.* Quntuor Mss., verior est.VIII, 1, 2 M LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 499de cuanto significa existencia absoluta y no habitud mutua.Estos atributos se refieren a la esencia, donde el ser seidentifica con la grandeza, la bondad y la sabiduría, y cuantose diga de la persona en sí misma, se puede afirmar dela Trinidad.Por consiguiente, se puede decir tres personas o tressubstancias, sin diversidad de esencia, como para responderen una palabra al que pregunta quiénes o qué son estostres. Y es tan grande la igualdad en esta Trinidad, queno sólo ©1 Padre no es mayor que el Hijo en lo referentea la divinidad, pero ni el Padre y el Hijo juntos son, enalgo, mayores que el Espíritu Santo; ni cada una de aquellasdivinas personas en particular es inferior a la Trinidad.Queden, pues, sentadas estas verdades, y cuanto más ennuestro estudio las repitamos, más familiar nos será suconocimiento. Pero ha de usarse de cierta mesura, y condevota piedad imploremos el auxilio del cielo, para que nuestrainteligencia se abra y todo espíritu de emulación seconsuma, y así la mente pueda intuir la esencia de aquellaverdad inmaterial e inmutable.Ahora, pues, con la ayuda del Creador, admirablementemisericordioso, atendamos a estas cosas, que, si bienson las mismas, hemos de estudiar de un modo más íntimoque en los libros precedentes, sin desviarnos de la regla,para que, si algo no apareciere claro a nuestra inteligencia,no lo rechace la firmeza de la fe.CAPÍTULOIGUALDAD SUMA <strong>DE</strong> LAS TRES DIVINAS PERSONAS. ARGUMENTO<strong>DE</strong> RAZÓN2. [Decimos que en esta Trinidad dos o tres personasno son superiores a una de ellas; aserto ininteligible paranuestra experiencia carnal, que sólo comprende, como puede,las verdades creadas; mas la <strong>Verdad</strong> misma, causa eficientede la creación, no es capaz de comprenderla, pues, siesto pudiera, nuestra afirmación sería para él más claraque esta iluz corporal. En la esencia de la verdad, la únicaque es, ser mayor equivale a ser más verdadero. Todocuanto es inteligible e inconmutable no admite grados enI


500 <strong>DE</strong> TRINITATE VIII, 2, 3ibi magnum dicitur, aliunde magnum est, quam eo quo veréest*.Quapropter ubi magnitudo ipsa veritas est, quidquid plushabet magnitudinis, necesse est ut plus habeat veritatis:quidquid ergo plus veritatis non habet, non habet plus etiammagnitudinis. Porro, quidquid plus habet veritatis, prefectoverius est, sicut maius est quod plus habet magnitudinis:hoc ergo ibi est maius quod verius. Non autem verius estPater' et Filius simul, quam singulus Pater, aut singulusFilius. Non igitur maius aliquid utrumque simul, quam singulumeorum. Et quoniam aeque veré est etiam Spiritussanctus, nec Pater et Filius simul maius aliquid est quamipse, quia nec verius est. Pater quoque et Spiritus sanctussimul, quoniam veritate non superant Filium; non enim veriussunt; nec magnitudine superant. Aitque ita Filius etSpiritus sanctus simul tam magnum aliquid sunt quam Patersolus, quia tam veré sunt. Sic et ipsa Trinitas tam magnumest, quam unaquaeque ibi persona. Non enim ibi maiorest, quae verior non est, ubi est ipsa veritas magnitudo.Quia in essentia veritatis, hoc est verum esse quod estesse; et hoc est esse quod est magnum esse: hoc est ergomagnum esse, quod verum esse. Quod igitur ibi aeque Verumest, etiam aeque magnum sit necesse est.CAPUT IIRESPUENDA OMNIS CORPORALIS COGITAT10, UT <strong>DE</strong>US CAPIATURQUOMODO <strong>DE</strong>US EST VERITAS3. In corporibus autem fieri potest ut aeque verum eithoc aurum atque illud, sed maius hoc sit quam illud, quianon eadem ibi est magnitudo quae veritas; aliudque illi estaurum esse, aliud magnum esse. Sic et in animi natura, secundumquod dicitur magnus animus, non secundum hocdicitur verus animus. Animum enim verum habet etiam quinon est magnanimus: quandoquidem corporis et animi essentia,non est ipsius veritatis essentia, sicut est Trinitas.Deus unus f solus, magnus, verus, verax, veritas.Quem si cogitare conamur, quantum sinit et donat, nulluscogitetur per locorum spatia contactus aut complexus,quasi trium corporum; nulla compago iuncturae, sicut tríbPlerique Mss., quod veré est.VTO. 2, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 501la verdad, porque es igual e inconmutablemente eterno; ylo grande se identifica allí con la verdadera existencia.Por consiguiente, donde la grandeza es la misma verdad,cuanto más tenga de grandeza más tiene de verdad,y cuanto menos tiene de verdad menos tiene también degrandeza. El ser que posee más grados de verdad es, sinduda, más verdadero; como es mayor el que participa másde la grandeza; allí ser mayor es ser más verdadero. ElPadre y el Hijo juntos no superan en verdad al Padre oal Hijo solos. Luego los dos juntos no son mayores queuno de ellos en particular. Y como el Espíritu Santo esigualmente verdadero, no pueden ser mayores que El elPadre y el Hijo, porque no son más verdaderos. Y el Padrecon el Espíritu Santo, al no superar al Hijo en verdad,no son más verdaderos, ni le vencen en grandeza;y el Hijo y el Espíritu Santo juntos son iguales al Padreen grandeza, porque son iguales en verdad; y toda la Trinidades igual en grandeza a cada una de las personas.Donde la verdad es grandeza, lo que no es más verdaderono puede ser mayor. En la esencia de la verdad, ser yser verdadero se identifican, como se identifican el ser y elser grande; luego ser grande es ser verdadero. En conclusión,lo que es igual en verdad, es, necesariamente, igualen grandeza.CAPÍTULO IIPARA COMPREN<strong>DE</strong>R CÓMO DIOS ES VERDAD, HEMOS <strong>DE</strong> RECHA­ZAR TODO PENSAMIENTO CORPÓREO3. En los cuerpos es posible que este o aquel oro seanigualmente oro verdadero, pero en uno la masa de oro esmayor que en otro, porque en ellos la grandeza no se identificacon la verdad; y una cosa es allí ser oro y otra sergrande. Y lo mismo sucede en la naturaleza del alma. Decirque un alma es grande no es lo mismo que decir quees verdadera. Incluso el que no es magnánimo tiene unalma verdadera; y es porque la esencia del cuerpo o delalma no es la esencia de la verdad, como lo es la Trinidad,Dios único, grande, verídico y verdad.Y si por representarlo nos afanamos, en la medida quenos lo otorgue y permita, no pensemos en ningún contactode unión o amplexo espacial, cual si fueran tres cuerpos;ni se ha de imaginar allí trabazón alguna de miembros, cual


502 <strong>DE</strong> TRINITAIi; VIII, 2, 3corpOrem Geryonem fabulae ferunt: sed quidquid animotale occurrerit, ut maius sit in tribus quam in singulis, minusiquein uno quam in duobus, sine ulla dufoitatione respuatur:ita enim respuitur omne corporeum.In ispiritualibus autem omne mutatoile quod occurrerit,non putetur Deus. Non enim parvae notitiae pars est, cumde profundo isto in illam summitatem respiramus, si antequamscire possimus quid sit Deus, possumus iam scire quidnon sit. Non est enim certe, nec térra, nec caelum, nec quasitérra et caelum, nec tale aliquid quale videmus in cáelo, necquidquid tale non videmus a et est fortassis in cáelo.Nec si augeas imaginatione cogitationis lucem solis»quantum potes, sive quo sit maior, sive quo sit dador, milliestantum, aut innumerabiliter, ñeque hoe est Deus. Necsicut cogitantur b angelí mundi spiritus caelestia corpora inspirantes,atque ad arbitrium quo serviunt Deo mutantes atqueversantes, nec si omñes, cuín sint millia millium x , inunum collati unus fiant, nec tale aliquid Deus est. Nec sieosdem spiritus sime corporibus cogites, quod quidem carnaldcogitatíoni difficillimum est.Ecce vide, si potes, o anima praegravata corpore quod. corrumpitur, et onusta terrenis coglitationibus multis et variis;eoce vide, si potes: Deus veritas est 2 . Hoe enim scriptumest: Quoniam Deus lux est 3 : non quomodo isti oculivident, sed quomodo videt cor, cum audis c : Veritas est. Noliquaerere quid sit veritas; statim enim se opponent calíginesimaginum corporalium et nufoála pnantasmatum, et perturbabuntserenitatem, quae primo ictu diluxit tibí, cumdicerem: "Veritas". Ecce in ipso primo ictu quo velut eoruscationeperstringeris, cum dicitur: "Veritas", mane sipotes: sed non potes; rdlafoeris in is.ta sólita atque terrena.Quo tándem pondere, quaeso, relaberis, nisí sorciáum contractarumcupiditatis visco et peregrinationis erroribus?1 Apoc. s, ii.3 Sap. 9, 15.3 I lo. 1, 5-aSic Am. et Mss. At Er. et Lov., nec tale aliquid quidquid nonvidemus.b Forte, nec si cogitentur.0 Editi, cum audit. At Mss., cum audis. Germanensis codex, cumenim audis, etc.VHI, 2, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRIXIDAD 503si fuera, según narran las fábulas, un Gerión tricorpóreo;sino que hemos de rechazar sin titubeos de nuestro espíritucualquier imagen donde tres sean mayores que uno yuno menor que los otros dos. Así quedará descartado todoelemento corpóreo.Y en lo espiritual, nada de lo que se nos ocurra mudablese tenga por Dios. No es pequeña noción, cuandodel abismo de nuestra vileza nos elevamos a estas cumbres,si antes de comprender lo que es Dios podemos saberya lo que no es. Dios, ciertamente, ni es cielo, ni tierra,ni algo semejante al cielo o a la tierra, ni algo parecidoa lo que vemos en el cielo o a lo que no vemos, pero cuyaexistencia quizá es posible en el cielo.Aumenta en tu pensamiento, cuanto puedas, ya sea envolumen, ya en claridad, mil veces o hasta el infinito, estaluz del sol; ni aun esto sería Dios. Finge a los ángeles, espírituspuros, animadores de los cuerpos celestes, pues lostransforman y alteran a voluntad, siempre bajo el imperiodel Señor, reunidos todos en un ser, y su número millaresde millares: ni aun esto sería Dios; y eso aun imaginandoa dichos espíritus sin formas corpóreas, cosa asazdifícil al pensamiento carnal.¡Oh alma, sobrecargada con un cuerpo corruptible yagobiada por varios y múltiples pensamientos terrenos;oh alma, comprende, si puedes, cómo Dios es verdad! Estáescrito: Dios es luz; pero no creas que es esta luz que contemplanlos ojos, sino una luz que el corazón intuye cuandooyes decir: Dios es verdad. No preguntes qué es la verdad,porque al momento cendales de corpóreas imágenes y nubesde fantasmas se interponen en tu pensamiento, velandola serenidad que brilló en el primer instante en tu interior,cuando dije: "<strong>Verdad</strong>". Permanece, si puedes, en la claridadinicial de este rápido fulgor de la verdad; pero, si esto note es posible, volverás a caer en los pensamientos terrenosen ti habituales. Y ¿cuál es, te ruego, el peso que te arrastrahacia la sima, sino la viscosidad de tus sórdidas apetenciasy los errores de tu peregrinación? x1 San Agustín, a lo largo de su peregrinar por el error, fué en elmundo antiguo uno de los que con mayor ardor buscaron la verdad.En el interior del espíritu tiene su arranque el camino que lleva ala <strong>Verdad</strong>. «Sólo en sí mismo, en el pensamiento puro y exento deexperiencia, en la contemplación inmediata, libre de todo error, concibeel espíritu las verdades eternas e inmutables» (BAUMGARTNER,Los grandes pensadores: San Agustín. Trad. Revista de Occidente[Madrid 1925], p. 21).


504 <strong>DE</strong> TRINITATE Vlll, 3, iVIII, 3, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 505CAPUT IIICAPÍTULO IIIQUOMODO COGNOSCATUK <strong>DE</strong>UM ESSE SUMMUM BONUM. ANEMUSNONNISI CONTORSIONE AD <strong>DE</strong>UM FIT BONUSDios,BIEN SUPREMO. EL ALMA ES BUENA CUANDOSE CONVIERTE A DlOS4. Ecce iterum vide, si potes. Non amas certe nisi boiium,quia bona est térra altitudine moctium et temperamentocollium et planitie camporum, et bonum praediumamoenum ac fertile, et bona domus paribus membris dispositaet ampia et lucida, et bona animalia animata corpora,et bonus aer modestus et salubris, et bonus cibus suavisatque aptus valetudini, et bona valetudo sine doloríbuset lassitudine, et bona facies hominis dimensa pariliter etaffecta hilariter et luculenter colorata, et bonus animus amiciconsensionis dulcedine et amoris fide, et bonus vir iustus,et bonae divitiae, quia facile expediunt, et bonum caelumcum solé et luna et stellis suis, et boni angeli sanetaobedientia, et bona locutio suaviter docens et congruentermonens a audientem, et bonum carmen canorum numeris etsententiis grave.Quid plura et plura? Bonum hoc et bonum illud: tollehoc et illud, et vide ipsum bonum, si potes; ita Deum vir'eNs,ion alio boro bonum, sed bonum omnis boni. Ñequeenim in his ómnibus bonis, vel quae commemoravi, vel quaealia cernuntur sive cogitantur, diceremus aliud alio meliuscum veré iudicamus, nisi esset nobis impressa notio ipsiusboni, seeundum quod et probaremus aliquid, et aliud aliipraeponeremus.Sic;amandus est Deus, non hoc et illud bonum, sed ipsumbonum. Quaerendum enim bonum animae, non cui supervolitetiudicando, sed cui haereat amando: et quid hoc,nisi ; Deüs ? ; Ñon bonus animus, áut bonus ángelus, aut bonumcaelum; sed bonum bonum.aPlures Mss.,movens.4. Mira de nuevo, si puedes. Ciertamente no amas sinolo bueno, pues buena es la tierra con las cresterías de susmontañas, y el tempero de sus alcores, y las llanuras desus campiñas; buena la amena y fértil heredad, buena lacasa con simetría en sus estancias, amplia y bañada deluz; buenos los animales, seres vivientes; bueno el aire salobrey templado, buena )a sana y sabrosa vianda, buena lasalud, sin dolores ni fatigas; buena la faz del hombre delíneas regulares, iluminada por suave sonrisa y vivos colores;buena el alma deil amigo por la dulzura de su corazóny la fidelidad de su amor; bueno el varón justo, buenaslas riquezas, instrumento de vida fácil; bueno el cielocon su sol, su luna y sus estrellas; buenas los ángeles con susanta obediencia; bueno el humano lenguaje, lleno de unadulce enseñanza y sabias advertencias para el que escucha;buena la poesía, armoniosa en sus números y grave en sussentencias.¿Qué más? Bueno es esto y bueno aquello; prescindede los determinativos esío o aquello y contempla el Bienpuro, si puedes; entonces verás a Dios, Bien imparticipado,Bien de todo bien. Y en todos estos bienes que enumeré yotros mil que se pueden ver o imaginar, no podemos decir,si juzgamos según verdad, que uno es mejor que otro, sino tenemos impresa en nosotros la idea del bien, según eicual declaramos buena una cosa y la preferimos a otra 2 .Dios se ha de amar, pero no como se ama este o aquelbien, sino como se ama el Bien mismo. Busquemos el biendel alma, no el bien que aletea al juzgar, sino el Bien alcual se adhiere el amor. Y ¿qué bien es éste, 'sino Dios?No es buena el alma, ni el ángel, ni el cielo; sólo el Bienes bueno.Afirma Agustín la impresión de ciertas nociones en nuestro pensamientopor la luz divina, pero es menester definir el sentido y elalcance. La notio ipsius boni impressa trasciende lo empírico y sehace inteligible por la iluminación. Mas estas nociones inteligibles,obra de la iluminación divina, ¿ son conceptos o simples reglas quese aplican a los conceptos en un sentido formal ? Los textos agustinianosno autorizan ni la afirmación ni la negación. Cf. De lib. arbitrio,2, 9, 26: PL 32, I2SS.


506 <strong>DE</strong> TRINITATE VHI, 3, 5Sic enim forte facilius advertitur quid velim dícere. Cumenim audio, verbi gratia, quod dicitur animus bonus, sicutdúo verba sunt, ita ex eis verlbis dúo quaedam intelligo;aliud quo animus est, aliud quo bonus. Et quidem ut animusesset, non egit ipse aliquid; non enim iam erat quod ageretut esset: ut autem sit bonus animus, video agendumesse volúntate; non quia idipsuní quo animus. est, non estaliquid boni; nam unde iam dicitur, et verissime diciturcorpore melior? sed ideo nondum diaitur bonus animus,quoniam restat ei actio voluntatis, qua sit praestantior;quam si neglexerit, iure culpatur, reeteque dicitur non bonusanimus. Distat enim ab eo qui hoc agit: et quia Lilelaudabilis, prefecto iste qui hoc non agit, vituperabilis est.Cum vero agit hoc studio, et fit bonus animus, niai se ad aliquidconvertat quod ipse non est, non potest hoc assequi.Quo se autem convertat ut fiat foonais animus, nisi ad' bonum,cum hoc amat 'et appetit et adipiscitur? Unde se sirursus avertat, fiatque non bonus, hoc ipso quo se avertit abono, nisi maneat in se illud bonum unde se avertit, nonest quo se iterum, si voluerit emendare, convertat.5. Quapropter nulla essent mutabilia bona, nisi essetincommutabile bonum. Cum itaique audis bonum hoc et bonumillud, quae possunt alias dici etiam non bona, si potuerissane illis quae partieipatione boni bona sunt, perspieereipsum bonum cuius participatiione bona sunt; simulenim et ipsum intelligis, cum audis hoc aut illud bonum: siergo potueris illis detractis per se ipsum perspicere bonum,perspexeris Deum. Et siamore inhaeseris, continuo foeatifícaberís.Pudeat autem, cum alia non amentur nisi quia bona sunt,eis inhaerendo non amare bonum ipsum unde bona sunt.Mud etiam, quod animus, tantum quia est animus, etiamnondum eo modo bonus quo se convertit ad incommutabilebonum; sed, ut dixi, tantum animus, cum ita nobis placetut eum omni etiam lucí corporeae cum bene intelligimus,praeferamus, non in se ipso nobis placet, sed in illa artequa factus (est. Inde enim approbatur factus, ubi videturfuisse faciendus. Haec est veritas, et simplex bonum: nonenim est aliud aliquid quam ipsum bonum, ac per hoc etiamsummum bonum..Non enim minui vel augeri bonum potest.nisi quod ex alio bono 'bonum est.Ad hoc se igitur animus convertit ut bonus .sit, a quohabet ut animus sit. Tune ergo voluntas naturao congruitVIII, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 507Así, quizá se comprenda con más facilidad lo que intentodecir. Cuando, por ejemplo, oigo hablar de un alma buena,oigo dos palabras, y por estas palabras entiendo dos cosas:el alma y su bondad. Nada hizo el alma para ser alma,pues carecía de existencia para poder actuar en su ser; maspara que el alma sea buena es necesaria la acción positivade la voluntad. Y esto no porque el alma no sea algobueno; de otra manera, ¿cómo podría decirse con toda certezaque es mejor que el cuerpo?; pero aun no es buena elalma si le falta la acción de la voluntad para hacerse mejor.Y si rehusa el actuar, se la culpa con justicia, y deella se dice rectamente que no es un alma buena. Se diferenciade la que obra bien, y pues ésta es digna de elogio, laque así no obra es vituperable. Mas, cuando actúa con intenciónde hacerse buena, no alcanzará su propósito de nodirigir sus afanes hacia una meta que no sea ella. Y ¿haciaquién dirigir sus actividades en anhelos de bondad, sinohacia el Bien que ama, ansia y consigue ? Y si se aleja otravez y malea por el hecho de distanciarse del bien, de nopermanecer el bien en ella, del ique se aleja, no tendría aquien convertirse de'nuevo si enmendarse quisiera,5. Por tanto, no existirían bienes caducos de no existirun Bien inconmutable. Cuando oyes ponderar este o aquelbien, aunque en otras circunstancias pudiera no ser bueno,si puedes: ^contemplar, al margen del bien participado, elBien de donde trae elbien su bondad, y además puedes contemplarel Bien cuando oyes hablar de este o el otro bien; sipuedes, digo, prescindiendo de estos bienes participados,sondear el Bien en sí mismo, entonces verás a Dios. Y sipor amor á El te adhirieras, serías al instante feliz 3 .¡Qué vergüenza, amar las cosas porque son buenas yapegarse a ellas y ño amar el Bien qué las hace buenas! Elalma, por el hecho de ser alma, antes auh.de ser buenapor la conversión'al Bien inconmutable; el alma, repito,cuando nos agrada hasta preferirla a esta luz corpórea, sibien lo meditamos, no nos agrada en sí misma, sino por elprimor del arte con que ¡fué creada. Se elogia su creaciónallí donde se ve el ideal de su existencia. Esta es la Yerdady el Bien puro: no hay aquí sino el bien, y, por. consiguiente,el Bien sumq. El bien sólo es susceptible. de aumento odisminución cuando es bien de otro bien.El alma, para ser buena, se convierte al Bien de quienrecibe el ser alma. Y es entonces cuando a la naturaleza3 Estas fórmulas y otras muy numerosas han retenido largo tiempola atención de los ontologistas que intentaron 'darles un significadopleno en un orden puramente natural. Es un error de enfoqueque hay está plenamente rectificado. Cf. CAYRÉ, Contemplation etraison d'apres Saint Augustin: Mélanges Augnstiniens, p. 40 ss.


508 <strong>DE</strong> TRINITATE VIH, 4, 6VIII, 4, 8<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 509ut perficiatur in bono animus, cum illud bonum diligitur bconvereione voluntatis, unde est et illud quod non amittLturnec aversión© voluntatis. Avertendo enim se a summo bono.amittit animus ut sit bonus animus; non autem amittit utsit animus, cum et hoc iam bonum sit corpore melius: hoeergo amittit voluntas, quod voluntas adipiscitur. Iam enimerat animus, qui convertí ad id vellet a quo erat: qui autemvellet esse antequam estset nondum erat. Et hoc est bonumnostrum, ubi videmus utrum esse debuerit aut debeat, quidquidesse debuisse aut deberé comprehendimus; et ubi videmusesse non ¡potuisse nisi esse debuisset, quidquid etiamquomodo esse debuerit non comprehendimus c . Hoc ergo bonumnon longe positum est ab unoquoque nostrum: In illaenim vivimus, et movemur, et sumus *.CAPUTIV<strong>DE</strong>ÜS PRIUS FI<strong>DE</strong> NON ERRANTE COGNOSCENDUS.UT AMARI POSSIT6. Sed dilectione standum est ad illud et inhaerendumilli, ut praesente perfruamur a quo sumus, quo absenté neeesse possemus. Cum enim per fidem adhuc amhulamus, nonper speciem 5 , noindum utique videmus Deum, sicut ídem ait.facíe ad faciem 6 ; quem tamen nisi nunc iam diligamus,nunquam videbimus.Sed quis diligit quod ignorat? Sciri enim aliquid ©t nondiligi potest: diligit autem quod nescitur, quaero utrum possit;quia si non potest, nemo diligit Deum antequam sciat.Et quid est Deum scire, nisi eum mente conspicere, firmequepercipere ? Non enim corpus est, ut carneis oculis inquiratur.Sed et priusquam valeamus conspicere atque percipereDeum, sicut conspici et percipi potest, quod mundicordibuslicet; ¡Beati enim mwndicordes, quia ipsi Deum videbunf:nisi per fidem diligatur, non poterit cor mundari, quo adeum videndum sit aptum et idoneum. Ubi sumt enim illatria, propter quae in animo aedificanda omnium divinorum4 Act. ly, 27-28.32 Cor. 5, 7.61 Cor. 13, 12.'JMtj. S.b Aliquot Mss., cum ad illud bonum dirigitur.0 Editi, comprehendimus; omissa partícula negante quáe repen'lurin iMss. \ • ...se acompasa la voluntad para que el alma se perfeccione enel bien, y se ama 4 este bien mediante la conversión de lavoluntad, bien de donde brota todo bien, que ni por laaversión de la voluntad es posible perder. En apartándoseel alma del Bien sumo, deja de ser buena, pero no deja deser alma; y esto e's ya un bien muy superior al cuerpo; lavoluntad puede perder lo que con la voluntad se adquiere.El alma, con anhelos de convertirse a Aquel de quien recibeel ser, ya existía, porque el que quiere existir antesde tener existencia no existe. Y éste es nuestro bien, y a suresplandor vemos si debiera existir o no cuanto comprendemosque debe o debió existir; y donde vemos también queno -es posible la existencia si no debe existir, aunque nocomprendamos su modo existencial. Y dicho Bien no se encuentralejos de cada uno de nosotros: En El vivimos, nosmovemos y somos.CAPITULO IVLA FE, PREÁMBULO <strong>DE</strong>L AMOR6. Es necesario permanecer cabe El y adherirse a Elpor amor si anhelamos gozar de su presencia, porque de Eltraemos el ser y sin El no podríamos existir. Caminamosaún por fe y no por especie, porque, en expresión del Apóstol,no vemos aún a Dios cara a cara; pero, si ahora no leamamos, nunca le veremos.Mas ¿quién ama lo que ignora? Se puede conocer unacosa y no amarla; pero pregunto: ¿es posible amar lo quese desconoce? Y si esto no es posible, nadie ama a Diosantes de conocerlo. Y ¿qué es conocer a Dios, sino contemplarley percibirle con la mente con toda firmeza? No esDios cuerpo para que se le busque con los ojos de la carne.Pero antes que podamos contemplar y conocer a Dioscomo es dado contemplarlo y conocerlo, cosa asequible alos limpios de corazón: Bienaventurados los limpios de corazón,porque ellos verán a Dios, es menester amarle porfe; de otra manera el corazón no puede ser purificado nihacerse idóneo y apto para la visión. ¿Dónde, pues, encontrarlas tres virtudes que el artificio de los Libros santos1 Var. : Cuín ad illud bonum dirigitur, cuando se encamina hacianquel bien.


510 <strong>DE</strong> TRINITATE VHI, 4, 7Librorum machinamenta consurgunt, fides, spes, cbaritas 8 ;nisi in animo creciente quod nondum videt, et sperante atqueamante quod ©redit? Amatur ergo et qui a ignoratur; sedtamen creditur.Nimirum autem cavendum est, ne credens animus idquod non videt, fíngat sibi ailiqudd quócl non est, et speretdiligatque quod falsum est. Quod si ñt, non erit charitasde corde puro et conscientia bona et fide non ficta, quaefinís praecepti est, sicut idem Apostolus dicit 9 .7. Necease est autem, eum aliqua corporalia fecta velaudita quae non vidimus, oredimus, fingat sibi aliquid animusin lineamentis formisque corporum, sicut oecurrerit cogitanti,quod aut verum non sit, aut etiam si verum est,quod rarissime potest aecidere: non hoc tamen fide ut teneamusquidquam prodest, sed ad aliud aliquid utile, quodper hoc dnsinuatur.Quis enim legentium vel audientium quae seripsit apostolusPaulus, vel quae de jilo scripta sunt, non fingat animoet ip'sius Apostoli faciem, et omnium quorum ibi nominaoommemorantur ? Et cum in tanta hominum multitudiiiequibus illae Litterae notae sunt, alius aliter lineamenta figuramqueillorum corporum cogitet, quis propinquius et similiuscogitet, utique incertum est. Ñeque ibi oocupatur fidesnostra, qua facie corporis fuerint illi nomines; sed tantumquia per Dei gratiam ita vixerunt, et ea gesserunt quaeScriptura illa testatur: hoc et utile est credere, et non desperandum,et appetendum.Nam et ipsius Dominicae facies carnis, innumerabiliumcogitationum diversitate variatur et fingitur, quae tamenuna erat, quaecumque erat. Ñeque in fide nostra quam deDomino íesu Ohristo habemus, illud salubre est quod sibianimus fingit, longe fortasse aliter quam res se habet, sedillud quod secundum speciem de homine cogitamus: habemusenim quasi regulariter infixam humanae naturae notitiam,secundum quam quidiquid tale aspicimus, statim hominemesse cognoscimus vel hominis formam.aEr. Lngd. Ven. Lov., et quod. M.VIII, 4, 7 I>E LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 511tiende a edificar en nuestras almas, fe, esperanza y car>dad, sino en el alma de aquel que cree lo que intuye, y esperay ama lo que cree? Se ama, pues, lo que se ignora,pero se cree.•Hemos de eivitar, es cierto, que el alma, cuando cree3o que no ve, se finja algo irreal y espere y ame lo quees falso. Pues en esta hipótesis la caridad no brotaría de uncorazón puro, de una conciencia recta y de una fe no fingida,fin del precepto, en expresión del Apóstol.7. Cuando prestamos fe a lo que oímos o leemos acercade algunas cosas materiales nunca vistas, es para nuestroespíritu una necesidad imaginar sus líneas y contornoscorpóreos, conforme le viniere al pensamiento, ya esta representaciónsea falsa, ya, caso rarísimo, se ajuste a laverdad. De nada aprovecha creer estas cosas, pero sí elreferirlas a un ñn útil, insinuado por estas imágenes.¿Quién, al escuchar o leer los escritos de San Pablo o loque se ha escrito acerca de su persona, no se representa ensu ánimo el rostro del Apóstol y los nombres de todas lascosas que allí se mencionan? Y siendo las Cartas del Apóstolfamiliares a una muchedumbre de creyentes, la imagenes en cada uno de líneas y formas diversas, y es muy inciertoaveriguar cuál de ellos se aproxima más al original.Mas nuestra fe no se ocupa del óvalo facial y de los contornossomáticos de los personajes, sino de la vida íntimaque, con la gracia de Dios, llevaron, poniendo en prácticacuanto de sus personas nos refieren las <strong>Escritura</strong>s. Útiles creer esto y apetecible en extremo, y nunca debemosdesesperar de conseguirlo.Único era el rostro adorable del Salvador, sea el quefuere; no obstante, varía hasta el infinito en la diversidadde los pensamientos humanos. En la fe que tenemos denuestro Señor Jesucristo, no es lo que salva la ficción delalma, quizá muy distanciada de la realidad, sino nuestropensamiento sobre la naturaleza específica del hombre. Llevamoscomo grabada en el alma la noción de la naturalezahumana y según esta noticia reconocemos al momento alque tiene forma humana, al hombre 5 .5 No es meritoria para la vida del cielo la imagen que tenemosde Cristo hombre, sino la fe en la humanidad sacrosanta del Salvador.No salva la imagen, sino la fe. La imagen puede ser falsa, lafe siempre es verdadera. Cristo es hombre : he aquí un postulado denuestra creencia ortodoxa; Cristo, ¿fué alto, moreno, esbelto?:lie aquí ¡a incertidumbre de la imagen frente a lo desconocido.


512 <strong>DE</strong> TRI.NITATE VIH, 5, 7Vin, 5, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 513CAPUT VQUOMODO TRINITAS DILIGATUK INCÓGNITASecundum hanc notitiam cogitatio nostra informatur,cuna credimus pro ndbis Deum hominem faictum, ad humilitatisexemplum, et ad demonstrandam erga nos dilectionemDei. Hoc enim nobis prodest credere, et firmum atqueineoncussum corde retiñere, humilitatem qua natus est Deusex íemina et a mortalifous per tantas contumelias perductusad morfcem, summum esse medicamentum quo superbiae nostraesamaretur tumor, et altum sacramentum quo peccativinculum sólveretur.Sic et virtutem miraculorum ipsius et resurrectionis eius,quoniam novimus quid sit omnipotentia, de omnipotenteDeo eredimus, et secundum species et genera rerum vel naturaínsita vel experientia conecta, de factis huiuscemodicogitamus, ut non ficta sit fides nostra. Ñeque enim novimusfaciem virginis Mariae, ex qua ille a viro intacta ñequein ipso partu corrupta mirabiliter natus est. Nec quibusmeiMbrorum lineamentis fuerit Lazaras, nec Bethaniam.nec sepulcrum lapidemque illum quem removerá iussit cumeum resuscitaret, vidimus, nec monumentum novum excisumin petra unde ipse resurrexit, nec montem Oliveti undéascendit in caelum: ñeque omnino .scimus, qulcumque istanon vidimus, an íta ¡sint ut ea cogitamus: imo vero probabiliusexistimamus non esse ita.Namque cum alicuius facies vel loci hominis vel cuiuslibetcorporis eadem occurrerit oculis nostris, quae oc-CAPÍTULO VCÓMO SE AMA A LA TRINIDAD SIN CONOCERLANuestro pensamiento es informado según esta noticiacuando" creemos en un Dios hecho hombre por nosotros paradarnos ejemplo de humildad 6 y una prueba de su amordivino. Es para nosotros de utilidad suma creer y retener,con inalterable firmeza en el corazón, cómo la humildadobliga a Dios a nacer de una mujer, y entre vejacionesinnúmeras fué conducido por los mortales a la muerte, siendomedicina eficaz contra la hinchazón de nuestra soberbia ysacramento recóndito que desata el nudo del pecado 7 .Y, pues sabemos qué es la omnipotencia, creemos en unDios todopoderoso, en la virtud de sus milagros y en su resurrección.Razonamos siempre sobre estos hechos al tenorde nuestras ideas, injertadas por el Hacedor en nuestra naturalezao adquiridas mediante la experiencia 8 , sobre losgéneros y" las especies, de suerte que nuestra fe no es ficción.Nunca vimos el rostro de la Virgen María, de quien,sin contacto de varón y sin detrimento de su virginidad enel parto, nació Cristo milagrosamente 9 . Tampoco conocemoslas líneas somáticas de Lázaro, ni la topografía de Betania,ni la roca sepulcral, ni la losa que El mandó remover cuandole resucitó; ni hemos visto el monumento nuevo excavadoen la peña donde Cristo volvió a la vida; ni el montede los Olivos, desde donde subió al cielo; y los que no hemosvisto estas cosas, no podemos siquiera saber si soncomo nos las figuramos, aunque, es muy verosímil que nosean así.Cuando se ofrece a nuestra vista la imagen de un hombre,de un lugar o de cualquier otro cuerpo, y es tal cual6 En el plan divino, la humildad es la lección fundamental de laEncarnación. El orgullo es la dolencia ; la humildad, la tisana medicina!,fuente de toda gracia. Cristo humilde es el epicentro de laCristología agustiniana, en frase de Harnack.7 La abolición del pecado es como el fruto que maduro se desprendedel árbol de la cruz. Dios vence por su humildad infinita.8 Agustín rechaza el innatismo por anticientífico y anticristiano.Las ideas innatas son en este pasaje los primeros principios, patrimoniode inteligencia y no logro de la experiencia.9 Testimonio elocuente en pro de la divina maternidad de la^ Virgen.La razón profunda de esta maternidad la encuentra Agustín enla cooperación de María en la obra redentora de Cristo.S. Ag. 5 17


514 <strong>DE</strong> TRTNTTATEvra. 5, 8currebat animo, cum eam priusquam videremus eogltabamus.non parvo miraculo movemur; ita raro et pene nunquam accidit:et tamen ea firmissime credimus, quia secundum specialemgeneraiemque notitiam quae certa nobis est, cogitamus.Credimus enim Dominum Iesum Christum natum devirgini quae María vocabatur. Quid sit autem virgo, et quidsit nasci, et qird sit ñamen proprium non credimus, sed prorsusnovimus. Utrum autem illa faeies Mariae fuerit quaeoccurrerít animo cum ista loquimur aut recordamur. nec novimusomnino, nec credimus. Itaque hie salva fide licet dicere:"Forte tallern habebat faciem, forte non talem": "Forteautem de virgine natos est Ohristus", nano salva fidechristiana dixerit.8. Quamcbrem quoniam Trinitatis aeternitatem, et aequalitatemet unitatem, quantum datur, intelligere cupimus,prius autem quam inteírgamus credere debemus, vigilandumquenobis est, ne 'ficta sit fides nostra: eadem quippeTrinitate fruendum est, ut beate vivamus; si autem falsumde illa crediderimus, inanis erit spes, et non casta chantas:quomodo igitur eam Trinitatem quam non novimus, credendodilinjimus? An secundum specialem gen eral emve notitiam,secundum quam diligimus apostolum Paulum? Qui etiam sinon ea faeie fuit quae nobis occurrit de illo cogitantibus,et hoc penitus ignoramus, novimus tamen quid sit homo.Ut enim longe non eamus, hoc sumus: et iüum hoc fuisse,et animam eius corpori copulatam mortaliter vixisse manifestumest. Hoc ergo de illo credimus, quod invenimus innobis, iuxta speciem vél genus, quo humana omnis naturapariter continetur.Quid igitur de illa exeellentia Trinitatis sive specialitersive generaliter novimus, quasi multae sint tales trinitates,quarum aliquas experti sumus ut per reguíam similitudinisimpressam vel specialem vel generalem notitiam, illam quequetalem esse credamus; atque ita rem quam credimus etnondum novimus, ex parilitate reí quam novimus áiiigamus?Quod utiique non ita est, An quemadmodum diligimus in Do-VIII, 5, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 515nos lo imaginábamos antes de verlo, nuestra sorpresa no espequeña; pero esto nunca o muy contadas veces sucede; noobstante, creemos firmemente en su existencia, porque preopinamossegún una noticia general o particular que es,para nosotros, certeza. Creemos que nuestro Señor Jesucristonació de una virgen que se llamaba ¡María. Y sabemos,no lo creemos, qué es una virgen, un nacimiento yun nombre propio. Mas no sabemos ni creemos si el semblantede María es como nos lo imaginamos al mencionar yrecordar estas cosas. Salva, pues, la integridad de nuestrafe, podemos decir: "Quizá tuviera estas o aquellas facciones";pero nadie, sin naufragar en sus creencias cristianas,puede decir: "Quizá Cristo haya nacido de una virgen".8. Porque anhelamos comprender, cuanto es posible, laeternidad, igualdad y unidad de un Dios trino, antes de entenderes necesario creer 10 y vigilar para que nuestra feno sea fingida; pues un día hemos de gozar de esta mismaTrinidad, para vivir felices. Si, pues, nuestra fe es falsa,vana será nuestra esperanza, y no es casto nuestro amor.Pero ¿cómo amar por fe esta Trinidad desconocida? ¿Será,acaso, guiados por una idea genérica o específica, comocuando amamos al apóstol San Pablo? Ignoramos en absolutosi su rostro es como nosotros lo imaginamos, pero almenos sabemos qué es un hombre.Y para no ir más lejos, nosotros lo somos y es manifiestoque él también lo fué, y que su alma, unida a su cuerpo,vivió esta vida mortal. Creemos que existió en el Apóstolcuanto en nosotros encontramos, según la especie y el género,dentro de cuyo ámbito se contiene la naturaleza humana.Pero ¿qué sabemos nosotros en particular o en generalde la Trinidad excelsa? ¿Existen acaso otras muchas trinidadesy conocemos algunas por experiencia, de suerte que,aplicando la regla de la analogía, según un concepto genéricoo específico podemos rastrear lo que es aquélla y laamamos sin conocerla por la semejanza que ofrece con algoya conocido? Evidentemente no. ¿Podremos amar a estaTrinidad invisible, sin parecido en la creación, mediante la10 «Sus opiniones (las de San Agustín) acerca de la relación entreel saber y la fe quedaron expresadas por él en tres fórmulas famosas,que son : ratio anteceda fidem, fides antecedlt rationem, credout mt-euigam. Esco es, el saoer nene que preceder a la fe, por cuantoha de examinar si una cosa es digna o no de creerse. Pero la fetiene que preceder al saber, puesto que el contenido de la fe no esdado y tenemos previamente que aceptarlo... Mas la fe ha de progresarhasca el saber, el credere hasta el intelligere, en los misteriosde la fe, en lo que tienen de inteligibles» (M. BAUMGARTNER, LOSgrandes pensadores; San Agustín: K.ev. de Occidente [Madrid 1925],p. 18).


516 <strong>DE</strong> TRINITATE VIII, 6, 9mino lesu Christo, quod resurrexit a mortuis, quamvis indeneminem unquam resurrexisse viderimus, ita Trini tatemquam non videmus, et qualem nullam unquam vidimus, possumuseredendo diligere? Sed quid sit morí,, et quid sit vivare,litigue scimus: quia et vivimus et mortuos ac morientesaliquando vidimus et exrperti sumus. Quid eat auteina'liud resurgere, nisi reviviscere, id est, ex morte ad vitamrediré ?Cum ergo dicimus et eredimus esse Trinitatem, novimusquid sit Trinitas, quia novimus quid sint tria; sed non hocdiligimus. Nam id ubi volumus, facile habemus, ut aliaomittam, vel micando digitis tribus.An vero diligimus, non quod omnis trinitas, sed quodTrinitas Deus? Hoe ergo diligimus in Trinitate, quod Deusest: sed Deum nullum alium vidimus, aut novimus; quiaunus est Deus, ille solus quem nondum vidimus, et eredendodiligimus. Sed ex qua rerum notarum similitudine velcoraparatione credamus, quo etiam nondum notum Deumdiligamus, hoe quaeritur.VTII, 6, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 517fe, como amamos por fe la resurrección de nuestro Señor deentre los muertos, aunque no hayamos visto resucitar a ningúnmuerto? Pero sabemos lo que es morir y vivir, puesvivimos y de cuando en vez hemos contemplado algún moribundoy hemos visto algún muerto, y tenemos de ello experiencia.Y ¿qué es la resurrección, sino una reviviscencia,es decir, un tornar de la muerte a la vida?Cuando decimos y creemos que existe la Trinidad, sabemosle que es una trinidad, pues conocemos el número tres;mas éste no es objeto de nuestro amor, porque cuando nosviene en gana podemos formar una triada cualquiera, porejemplo, silenciando otros mil, ai jugar a la morra contres dedos.¿O es que amamos, no una trinidad cualquiera, sino laTrinidad, que es Dios? Sí; en la Trinidad amamos a Dios,pero jamás hemos visto un dios, porque Dios es único e invisible,al que sólo po


518 <strong>DE</strong> IRINIIATE VIII, 6, 9advertimus. Ñeque enim cum corpus vivum movetur, aperiturulla via oculis nostris ad videndum animum, rem quaeoculís videri non potest: sed illi moli aliquid inesse sentimusquale nobis inest ad movendum similiter molem nostram,quod est vita et anima. Ñeque quasi humanae prudentiaerationisque prqprium est. Et bestiae quipipe sentiuntvivere, non tantum se ipsas, sed etiam se invicem atque alterutrum,et nos ipsos. Nec animas nostras vident, sed exmotibus corporis, idque statim et facillime quadam conspiratione naturali. Animum igitur ©uiuslibet et ex nostro novimus,et ex nostro credimus quem non noVimus. Non enimtantum sentimus animum, sed etiam sciire possumus quidsit animus eonsideratione nostri: habemus enim animum.Sed quid sit iustus, unde novimus ? Dixeramus enim nosApostolum non alia causa diligere, nisi quod sit iustus animus.Novimus ergo et quid sit iustus, sicut et quid sit animus.Sed quid sit animus, ut dictum est, novimus ex nobis:inest enim animus nobis. Quid autem sit iustus unde novimus,si iusti non sumus? Quod si nemo novit quid sit iustusnisi qui iustus est, nemo diligit iustum nisi iustus: nonenim potest diligere quem iustum esse credit, ob hoc ipsumquia iustum esse credit, si quid sit iustus ignorat; secundumquod superius demonstravimus, neminem dirigere quod creditet non videt, nisi ex aíiiqua regula notitíae generalis sivespecialis, Ac per hoc si non diligit iustum nisi iustus, quomodovolet quisque iustus esse qui nondum est? Non enimvult quisquam esse quod non diligit, Ut autem sit iustusqui nondum est, volet utique iustus esse: ut autem velit,diligit iustum. Diligit ergo iustum et qui nondum iustus est.Diligere autem iustum non potest, qui quid sit iustus, ignorat.Proinde novit quid sit iustus, etiam qui nondum est.Ubi ergo novit? num oculis vidit? An ullum corpus iustum,velut álbum, aut nigrum, aut quadrum, aut rotundum?Quis hoc dixerit? At oculis non vidit nisi conpora. Iustus autemjn homine non est, nisi animus: et cum homo iustusdieitur, ex animo dicitur, non ex corpore. Est enim quaedampulchritudo animi iustitia, qua pulchri sunt nomines, pleriqueetiam qui coirpore distorti atque deformes sunt. Sicutautem animus non videtur oculis, ita nec pufichritudo eius.Ubi ergo novit quid sit iustus, qui nondum est, atque ut sitVIH. 6, 9 DTi LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINTOAD 519a nuestra vista un balcón por donde podamos asomarnos ala rúa del alma, realidad invisible a nuestros ojos; pero síconocemos que dicha mole corpórea está animada por unprincipio semejante al que impulsa nuestra mole, principioque es vida y es alma. Y esto no es privativo de la prudenciao razón del hombre, pues también Jas bestias sientenla vida en sí mismas, en nosotros y en sus semejantes. Ncven, es cierto, nuestras almas, pero por los movimientosde nuestro cuerpo se aperciben con ¡gran facilidad y comopor instinto de la vida. Cada uno conoce por experienciasu alma, y por ella creemos en la existencia de la que noconocemos. Sentimos la presencia de nuestra alma y, considerandola nuestra, podemos saber qué es un alma, puesciertamente tenemos un alma 11 .Pero ¿cómo conocer lo que es un justo? Dijimos quela razón de amar al Apóstol era Ja santidad de su alma.En efecto, sabemos lo que es un justo y lo que es un alma.El ailma la conocemos por experiencia, pues tenemos unalma; pero ¿cómo conocer lo que es un justo si no somosjustos? Y si nadie, sino el justo, conoce al justo, sólo eljusto puede amar al justo; porque nadie puede amar al quejuzga justo si ignora lo que es un justo, y, según probé'poco ha, sólo en virtud de una analogía muy general o específicase ama lo que no se intuye y se cree. Y si sólo eljusto puede amar al justo, ¿cómo anhelar ser justo no siendouno justo? Nadie ansia lo que no ama. Mas para serjusto el que aun no lo es, debe querer serlo, y si lo quiere,ya ama al justo. Luego el que aún no es justo conoce loque es un justo.Pero ;.cómo lo conoce? ¿Será acaso por el testimonio desus propios ojos? ¿Es que un cuerpo puede ser justo, comopuede ser blanco, negro, cuadrado o redondo? ¿Quién seatreverá a decir esto? Con Jos ojos sólo los cuerpos se ven.Y en el hombre el alma so 1 a es justa. Así, cuando se diceque un hombre es justo, se entiende según el alma, no segúnel cuepo. Es la justicia una cierta belleza del alma que hacea los hombres hermosos aunque sus cuerpos sean deformesy entecos. Invisible es el alma e invisible es también su belleza.¿Cómo, pues, conoce lo que es un justo el que noes justo y ama al justo con esperanza de llegar a serlo?11 «San Agustín—dice Baumgartner—es, indudablemente, el psicólogoempírico más importante de la antigüedad. Maneja los mitodosintrospectivos con suprema maestría. Es un excelente observadorde los procesos psíquicos ; trata de sujetarlos a análisis precisos, dedescribirlos, de agruparlos, de comprenderlos en su interdependencia»(Los grandes pensadores: San Agustín: Rev. de Occidente [MadridTQ25], p. 35-3^).Sobre la terminología anima, animus, Spiritus, mens, cf. GIL-SON, Introduction a l'étude de Saint Augustin, 2. a ed. (París 1943),p. 56, n. 1.


520 <strong>DE</strong> TRINITATE. VIII, 6, 9diligit iustum? An signa quaedam per motum oorporia emioant,quibus ille aut ille homo esse iustus apparet? Sed urodenovit illa signa esse animi iusti, neseiens quid omnino sitiustus? Novit ergo.Sed ubi novimus quid sit iustus, etiam cum iusti nondumsumus? Si extra nos novimus a , in corpore aliquo novimus.Sed non est ista res conporis. In ndbisi igitur novimus quidsit iustus. Non enim alibi hoc invenio, cum quaero ut hoceloquar, nisi apud me ipsum: et si interrogem aiium quidsit iustus, apud se ipsum quaerit quid respondeat; et quisquíshinc verum responderé potuit, apud se ipsum quid responderetinvenit.Et Oarthaginem quidem cum eloqui voló, apud me ipsumquaero ut eloquar, et apud me ipsum invenio phantasiamCarthaginis: sed eam per corpus accepi, id est per conporissensum, quoniam praesens in ea corpore fui, et eam vidiatque sensi, memoriaque retinui, ut apud me invenirem deilla verbum, cum eam vellem dicere. Ipsa enim phantasiaeius in memoria mea verbum eius, non sonus iste trisyllabuscum Carthago nominatur, vel etiam tacite nomen ipsumper apatía temporum cogitatur; sed illud quod in animo meocerno, cum hoc trisyllabum voce prof ero, vel antequam proferam.Sic et Alexandriam cum eloqui voló, quam nunquamvidi, praesto est apud me phantasma eius. Cum enim amultis audissem et credidissem magnam esse illam urbem,sicut mihi narrari potuit, finxi animo meo imaginern eiusquam potui: et hoc est apud me verbum eiius, cum eam volódicere, antequam voce quinqué syllafoas proferam, quod nomeneius fere ómnibus notum est. Quam tamen imaginernsi ex animo meo proferre possem ad oculos hominum quiAlexandriam noverunt, proferto aut omnes dicerent: "Nonest ipsa"; aut si dicerent: "Ipsa est", multum mirarer, atqueintuens in animo meo iipsam, id est imaginern quasi¡picturam eius, ipsam tamen esse neseirem, sed eis crederemqui visam tenerent.Non autem ita quaero quid sit iustus, nec ita invenio,nec ita intueor, cum id eloquor; ne«c ita probor, cum audior;" J'U'riquc Mss., si extra quam nos novimus.VIII, 6, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 521¿Es que en los movimientos del cuerpo se notan ciertas señalespor las que este o aquel hombre se manifiestan justos ?Mas ¿ cómo sabe que aquéllos son signos de un alma justa elque ignora por completo lo que es el justo? Luego lo sabe.Y ¿ dónde aprendimos lo que es un justo los que aúnno somos justos? Si lo sabemos por algo exterior a nosotros,entonces la conocimos en algún cuerpo. Mas no esesto pertenencia del cuerpo. Por ende, en nosotros conocemoslo que es el justo. Y si averiguar pretendo lo quees un justo para traducirlo en palabras, no encuentro enparte alguna respuesta, sino dentro de mí mismo; y si aotro pregunto lo que es un justo, buscará en su interiorla palabra, y en sí mismo encuentra la respuesta todo elque da una contestación adecuada.Así, cuando me place hablar de Cartago 12 , busco dentrode mí lo que expresar intento, y en mí descubro la imagende Cartago, imagen que recibí por mediación del cuerto;esto es, de los sentidos del cuerpo, pues estuve personalmenteen ella y vi la ciudad, sentí su vida y conservosu recuerdo; y así, cuando quiero hablar puedo encontrardentro de mí la palabra. La imagen impresa en mi memoriaes su palabra; no este sonido trisílabo, perceptible cuandose dice Cartago o cuando en el secreto del alma se piensaen ella durante un cierto intervalo de tiempo; sino el verboque intuyo en mi mente cuando pronuncio este nombre trisílabo,y aun antes de pronunciarlo. Y lo mismo ocurre cuandoquiero hablar de Alejandría, ciudad que nunca he visitado;pues al instante aparece en la placa de mi fantasíasu imagen. Al oír a muchos ponderar la gran urbe, les dicrédito y quedó impresa en mi alma su imagen, que es comosu verbo en mi interior cuando me place nombrarla aunantes que profieran mis labios sus cinco sílabas, nombrearchiconocido de casi todos. Y si me fuera posible hacerlasalir de mí y presentar su imagen ante los hombres que conocenAlejandría de vista, exclamarían sin duda: "No esella"; y si dijeran: "Ella es", me admiraría en gran manera,pues, al intuir en mi alma su imagen como acabadapintura, no pude reconocer que era ella, y presto fe a quienesretienen aún su imagen un día vista por ellos.Mas no es así como busco lo que es el justo, ni asícomo lo encuentro, ni así como lo intuyo cuando hablo;12 «Llegué a Cartago, y un hervor de amores culpables crepitabapor todas partes en torno mío.» Con estas palabras nos anunciaAgustín su ljegada a la ciudad del placer, Chartago Veneris. llevandoprendida en su alma la ilusión del saber y en su corazónde adolescente un amor de amores terrenos. Cf. Confesiones, 3, i, i :PL 32, 683.Sobre la diferencia entre phantasia y phantasma, cf. De música,6, ii, 32 : PL 32, 1180.


522e e lta<strong>DE</strong> TRINIIATE vni, 6, 9probo, cum audio; quasi tale aliquid oculis viderim,ut ullo corporis sensu didicerim, aut ab eis qui ita didicis-' e nt audierim. Cum enim dico et sciens dioct: "lustus estímus qui scientia atque racione in vita ac moríbus sua«uique distribuit", non aliquam rem absentem cogito, sicutartnaginem, aut fingo ut posisum, sicut Alexanariam, eive1 asit, sive non ita: sed praesens quiddam cerno, et cernoapud me, etsi non sum iipse quod cerno, et multi si audiantapprobabunt. Et quisquís me audit atque scienter approbat,apud ,se et ipse noe idem cennit, etiamsi non sit et ipsequod cernit. lustus vero cum id dicit, id quod ipse est cernitet dicit. Et ubi etiam ipse cernit, nisi apud se ipsum? Sednoe mirum non est: ubi enim se cerneret, nisi apud se'ipsum ?üiud mirabile est ut apud se animus videat quod alibittusquam vidit, et verum videat, et ipsum verum iustumanimum videat, et sit ipse animus et non sit iustus animus,quena apud se ipsum viüet. Num est aiius animus iustus inanimo nondum íusto? Aut si non est, quem ibi videt, cumyidet et dicit quid sit animus iustus, nec alibi quam in seipso videt, cum ipse non sit animus iustus? An illud quodvidet, ventas est interior praesens animo qui eam valet intueri?Ñeque omnes valent: et qui intueri valent, hoc etiamquod intuentur non omnes sunt, hoc est, non sunt etiam ipsiiusti animi, sicut possunt videre ac dicere iquid sit iu&tusanimus. Quod unde esse poterunt lb , nisi inhaerendo eidem*Psi formae quam intuentur ut inde formentur et sint iustianimi; non tantum cementes et dicentes iustum esseanimum qui scientia atque ratione in vita ac moríbus suaeuique distribuit, sed etiam ut ipsi iuste vivant iustequefftorati sint, sua cuique distribuendo, ut nemini quidquamdebeant, nisi ut invicem diligant 10 .Et unde inhaeretur illi íormae, nisi amando? Cur ergoalium diligimus quem credimus iustum, et non diligimusipsam formam ubi videmus quid sit iustus animus, ut et nosiusti esse possimus ? An vero- nisi et istam diligeremus, nullomodo eum diligeremus quem diligimus ex ista, sed dum iustinon sumus, minus eam diligimus quam ut iusti esse valeamus?Homo ergo qui creditur iustus, ex ea forma et veritatediligitur, quam cernit et intelligit apud se ille qui diligit:ipsa vero forma et veri tas non est quomodo alíundeRom. 13, 8.b Editi, potuerunt. At melius Mss., potemnt.vrn, 6, 9 <strong>DE</strong> I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 523ni así cómo me aprueban cuando soy escuchado, ni así porbueno lo doy cuando escucho, como si por vista de ojoslo hubiera contemplado o percibido mediante sentido algunocorpóreo u oído a los que experimentado lo han.Cuando digo, y sé lo que digo: "Justa es el alma que reglasu vida y sus costumbres conforme a los dictados de laciencia y de la razón y da a cada uno lo suyo", no piensoen una realidad ausente como Cartago o en una imagenaproximada, caso de Alejandría, ya sea o no sea así, sinoque intuyo algo presente y en mi interior lo contemplo,aunque yo no soy lo que enuncio e intuyo, y muchos de misoyentes lo aprueban. Y todo el que me escuche y con conocimientode causa asiente, ve dentro de sí esto mismo, aunquetampoco él es lo que intuye. Pero, si es justo el quehabla, dice y contempla lo que es. Y ¿dónde, sino en símismo, lo ve? Y no es maravilla, porque ¿dónde se ha dever sino dentro de sí mismo?Lo admirable es que vea el alma en sí misma lo quejamás vio en parte alguna, y vea la verdad y vea lo quees un alma verdaderamente justa, y el que todo esto veen sí mismo es un alma, pero no un alma justa. ¿Existe,acaso, un alma justa en un alma que no es aún justa? Y sino es justa, ¿qué alma ve en ella cuando ve y dice lo quees un alma justa, pues el alma no lo ve en otra parte sinoen ella misma, aun cuando no sea un alma justa? Lo queve, ¿será la verdad interior, presente al alma que es capazde intuirla? Pero no todos la pueden ver, y los que puedenno todos son lo que ven, es decir, no todos son almasjustas, aunque puedan ver y expresar lo que es un almajusta. Y ¿cómo llegar a ser justas sino adhiriéndose alideal que ellas ven para modelarse en su troquel y ser asíalmas justas? Y no contentarse con saber y definir que esjusto aquel que ordena su vida spgún los postulados dela ciencia y de la razón y da a cada uno lo suyo, pues esnecesario además esforzarse por vivir según la justicia,siendo justamente morigerados, distribuyendo a cada unolo suyo y no dfbiendo a nadie sino la mutua dilección.Y ¿cómo adherirse al modelo si no es por amor? Mas¿por qué amar al hombre que nos parece justo y no amarel modelo donde se ve lo que es un alma justa, para poderser nosotros justos también? De no amar el modelo, ¿amaríamosal que amamos en virtud del modelo? Pero mientrasno seamos justos no le amamos lo suficiente para llegar ^ser justos. El varón justo es amado según el modelo y l averdad que contempla e intuye en sí mismo el que ama. Perono es posible amar la verdad y el modelo por un motivoextrínseco, pues fuera de este modelo nada encontramos qvj e


524 <strong>DE</strong> TRINITATE VIII, 7, 10diligatur. Ñeque enim invenimus aliquid tale praeter ipsam,ut eam, cum incógnita est, credendo diligamus, ex eo quodiam tale aliquid novimus. Quidquid enim tale aspexeris, ipsaest: et non est quidquam tale, quoniam sola ipsa talis est,qualis ipsa est.Qui ergo amat homines, aut quia iusti sunt, aut ut iustisint, amare debet. Sic enim et semetipsum amare debet,aut quia iustus est, aut ut iustus sit: sic enim diligit proxímumtanquam se ipsum sine ullo periculo. Qui enim aJiterse diligit, iniuste se diligit, quoniam se ad hoc diligit,ut sit iniustus: ad hoc ergo ut sit malus, ac per hoc iamnon se diligit. Qui enim diligit iniquitatem, odit animamsuam H .CAPUT VII<strong>DE</strong> VERA DILECTIONE, PER QUAM AD TRINITATIS COGNITIONEMPERVEN1TUR. QUAERENDUS <strong>DE</strong>US, NON EXTERIUS, APPETENDOMIRA FACERÉ CUM ANGELIS; SED INTERIUS, IMITANDO BONORUMANGELORUM PIETATEM10. Quapropter non est praecipue videndum in hacquaestione, quae de Trinitate nobis est, et de cognoscendoDeo, nisi quid sit vera dilectio, imo vero quid sit dilectio.Ea quippe dilectio dicenda est, quae vera est; alioqüin cupiditasest: atque ita cupidi abusive dicuntur diligere, quemadmodumcupere abusive dicuntur qui diligunt. Haec estautem vera dilectio, ut inhaerentes veritati iuste vivamus:et ideo contemnamus omnia mortalia a prae amore hominum,quo eos volumus iuste v'vere.Ita enim et morí pro fratribus utiliter parati es se poterimus,quod nos Dominus Iesus Christus exemplo suo'do-'cuit. Cum enim dúo praecepta sint in quibus tota Lex pendetet Prophetae, dilectio Dei et dilectio proximi 12 ; non immeritoplerumque Scriptura pro utroque unum ponit: sivetantum Dei, sicuti est illud: Scimus. quoniam diligentibusDeum omnia cooperantur in bonum ls ; et iterum: Quisquísautem diligit Deum, hic cognitus est ab iUo xl ; et illud: Quo-11 Ps. IO, 6.w Mt. 22, 37-4°-13 Rom. 8, 28." 1 Cor. 8, 3.• a In Mss.j temporalia-, -VHI, 7, 10 TO LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINTDAtl 525nos le haga amable. No encontramos algo semejante almodelo para poder amarlo, cuando nos es desconocido, porfe, en virtud de alguna analogía con otro ser ya conocido.Todo lo que veas semejante al modelo es el modelo; peropropiamente nada se le asemeja, porque sólo él es tal cual es.El que ama a -los hombres ha de amarlos o porque sonjustos o para que sean justos. Con igual caridad se ha deamar a Sí mismo; es decir, o porque ya es justo o parahacerse justo. Sólo así podrá amar al prójimo como a símismo sin sombra de peligro. Y todo el que ame con otroamor, injustamente se ama, pues se ama para hacerse injusto;se ama para ser malo, y, en consecuencia, no se ama.El que ama la injusticia, odia su alma.CAPÍTULO VIIEL AMOR, ESCALA QUE CONDUCE AL CONOCIMIENTO <strong>DE</strong> LA TRI­NIDAD. Dios SE HA <strong>DE</strong> BUSCAR, NO EN LAS COSAS EXTERIORES,<strong>DE</strong>SEANDO OBRAR PRODIGIOS, COMO LOS ÁNGELES MALOS, SINOEN EL INTERIOR, IMITANDO LA PIEDAD <strong>DE</strong> LOS ÁNGELES BUENOS10. Por lo cual, en esta cuestión, que versa sobre laTrinidad y el conocimiento de Dios, nos interesa principalmentesaber qué es el amor verdadero, o mejor, qué es elamor. Sólo el amor verdadero merece el nombre de amor;lo demás es pasión, y así como es un abuso llamar amantesa los concupiscentes, así es también un exceso llamarconcupiscentes a -los que aman. Consiste el amor verdadproen vivir justamente adheridos a la verdad y en despreciartodo lo perecedero por amor a los hombres, a quienes deseamosvivan en justicia 13 .Así, pues, hemos de estar preparados para morir congranjeria por los hermanos, a imitación de nuestro SeñorJesucristo. De estos dos preceptos pend°n la Ley y los Profetas:del amor de Dios y del amor al prójimo; por eso la<strong>Escritura</strong> divina con harta frecuencia incluye en una solapalabra los dos amores. A veces menciona tan sólo el amorde Dios, como en este pasaje: Sabemos que Dios hace concurrirtodas las cosas para bien de los que le aman; y denuevo: El q;ue ama a Dios es por El conocido; y en otro lu-13 La virtud es para Agustín el orden del amor, ordo amoris.De esta metafísica del optimismo amoroso b~ota 1a disciplina de laacción, polarizada en dos amores que no forman sino un solo amor :Dios. El centro dinámico de la actividad moral radica en la voluntadhumana, sometida incondicionalmente a la voluntad de Dios.Véase el bello estudio de B. ROI.AND-GOSSKI.TN, Les fondaments de lamótale de Saint Augibstin: Mélanges Augustiniens, p. 180-208.


526 <strong>DE</strong> TRINITATE. virr, 7, 11niam chantas Dei diffusa est in cordibus nostris per Spiritumsanctum qui datus est nobis 15 ; »et alia multa: quia etqui diligit Deum, consequens est ut faciat quod praecepitDeus, et in tantum diligit in quantum facit; consequensergo est ut et proximum diligat, quia hoc praecepit Deus.Sive tantum proximi dilectionem Scriptura commemorat,sicut est illud: Invicem onera vestra pórtate, et sic adimplebitislegem Christi la ; et illud: Omnis enim lex in unosermone impletur, in eo quod scriptum est: Diliges proximumtuum tanquam te ipsum 17 ; et in Evangelio: Omniaquaecumque vultis ut faciant vobis homines, ita et vos faciteillis; haec enim est Lex et Prophetae1S . Et pleraque aliareperimus in Litteris sanctis, in quibüs sola dilectio proximiad perfectionem praecipi videtur, et taceri de dilectione Dei;cum in utroque praecepto Lex pendeat et Prophetae. Sed ethoc ideo, quia et qui proximum diligit, consequens est utet ipsam praecipue dilectionem diligat. Deus autem dilectioest, et qui manet in dilectione, in Deo manet 19 . Consequensergo est ut praecipue Deum diligat.11. • Quapropter, qui quaerunt Deum per istas potestates,quae mundo praesunt vel partibus mundi, auferunturab eo longeque iactantur; non intervallis locorum, sed diversitateaffectuum: exterius enim eon^ntur iré, et interiorasua deserunt, quibus interior est Deus. Itaque etiamsialiquam sanctam caelestem potestatem vel audierint, vel utcumquecogitaverint, facta magis eius appetunt quae humanamiratur infirmitas. non imitantur pietatem qua divinarequies comparatur. Malunt enim superbe hoc posse quodángelus, quam devote hoc esse quod ángelus. Non enim sanctusquisquam potestate sua gaudet, sed eius a quo habetposse quidquid congruenter potest: et novit potentius esseconiungi Omnipotenti pia volúntate, quam propria potestateet to volúntate posse, quod contremiscant qui talia nonpossunt.Itaque ipse Dominus Iesus Christus talia faciens, ut mirantesdoceret ampliora, et temporalibus insolitis intentosatque suspensos ad aeterna atque interiora converteret:Venite, inquit, ad me, omnes qui laboratis et onerati estis,et reficiam vos; tollite iugum meum super vos. Et non ait:"Discite a me quia quatriduanos mortuos suscito"; sed ait:Discite a me quia mitis sum et humilis corde. Potentior est" Rom. e. e.10 Gal. 6, a." Ibid., 5, 14.18 Mt. 7, ía." 1 lo. 4/ 16.b In ante editis omissum erat, potestate et.VIII, 7, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 527gar: Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestroscorazones por el Espíritu Santo, que nos fué dado; y así enotros muchas textos; porque el que ama a Dios es lógicoejecute cuanto Dios preceptúa, pues la medida del amor sonlas obras, y, en consecuencia, amará al prójimo, por serleste mandamiento de Dios.\Otras veces la <strong>Escritura</strong> sólo menciona el amor al prójimo,como en este texto: Llevad mutuamente vuestras cargas,y asi cumpliréis la ley de Cristo; y en aquél: Toda leyse resume en este solo precepto: Amarás a tu prójimo comoa ti mismo; y en el Evangelio: Todo lo que queréis que oshagan a vosotros los hombres, haaedlo vosotros a ellos; éstaes la Ley y tos Profetas. Y mil otros que hallamos en losLibros santos, donde parece tan sólo preceptuarse, para alcanzarla perfección, el amor al prójimo, silenciándose elamor de Dios; si bien en ambos preceptos consiste la Leyy los Profetas. Pero el que ama al prójimo—y ésta es la razón—amaal amor. Dios es caridad, y quien permanece encaridad, en Dios permanece. Y es lógico que principalmenteame a Dios.11. Por lo cual, quienes buscan a Dios por intermediode las potestades directoras del mundo o de alguna de suspartes, se distancian y son lejos de Dios arrojados, no porintervalos espaciales, sino por diversidad de afecto; se empeñanen caminar por sendas exteriores y abandonan suinterior, siendo Dios algo íntimo. Y si oyen hablar y piensanen alguna Virtud celeste y santa, es para ambicionarsu poder, admirable siempre a la flaqueza humana, no paraimitar su piedad, medio para conseguir el reposo de Dios.Prefieren, en su orgullo, poder lo que puede el ángel, a serpor la piedad lo que el ángel es. No tiene el justo de sucosecha este poder, pues lo recibe de aquel de quien vienetoda vitud, y sabe que es más fuerte adherido con pía voluntadal Todopoderoso que obrando por propio poder yvoluntad maravillas que estremecen a quienes no puedenobrar tales prodigios.Nuestro Señor Jesucristo, al obrar sus milagros, comoqueriendo dar una lección más sublime a los que se admirabany conducir a las secretas y eternas realidades a estosespíritus atentos y como suspendidos en el trapecio de susprodigios, les dice: Venid a mí todos los que trabajáis yestás cargados, y yo os almiaré. Tomad sobre vosotros miyugo. No dijo: "Aprended de mí a resucitar muertos decuatro días", sino: Aprended de mi, que soy manso y humildede corazón. Más poderosa y más segura es la solidl-


528 <strong>DE</strong> TRINITATE vnr, 8, 12enim et tutior solidissima humilitas, quam ventosissima eelsitudo.Et ideo sequitur, dicens: Et invenietis réquiem animabusvestris 20 . Dilectio enim non inflatur 21 : et Deus dilectioest 22 : et fideles in dilectione acquiescent illi 13 , revocatia strepitu qui foris est ad gaudia silentia 0 . Ecce Deus!dilectio est: utquid imus et currimus in sublimia caelorum-'et ima terrarum, quaerentes eum qui est apud nos, si nos 1velimus esse apud eum?ICAPUTVIIIVIII, 8, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 529, sima humildad que las cimas barridas por los vientos. Por\eso sigue y dice: Y encontraréis descanso para vuestrastilmas. La caridad no infla, y Dios es caridad; y los fielesen el amor descansarán en El, llamados del estrépito exteriora los gozos recatados. Si Dios es caridad, ¿para quéandar corriendo desalados por las cimas de los cielos y lashondonadas de la tierra en busca de aquel que mora en nosotros,si nosotros queremos estar cabe El?QüOD QUI FRATREM DILIGIT, <strong>DE</strong>UM D T LIGAT; QUIA AMAT IPSAMDILECTIONEM QUAE EX <strong>DE</strong>O EST, ET <strong>DE</strong>US ESTCAPITULOVIII12. Nemo dicat: "Non novi quid diligam". Diligat fratrem,et diliget eamdem dilectionem. Magis enim novit d¡-lectionem qua diligit, quam fratrem quem diligit. Ecce iampotest notiorem Deum habere quam fratrem: plañe notiorem,quia praesentiorem; notiorem, quia interiorem; notiorem,quia certiorem. Amplectere dilectionem Deum, et dilectioneamplectere Deum. Ipsa est dilectio quae omnes bonosangelos, et omnes Dei servos consociat vinculo sanetitatis,nosque et illos coniungit invicem nobis, et subiungitsibi. Quanto igitur saniores sumus a tumore superbiae, tantosumus dilectione pleniores: et quo, nisi Deo plenus est, quiplenus est dilectione?At enim charitatem video, et quantum possum eam menteconspicio, et credo Scripturae dicenti quoniam Deus charitasest, et qui manet in chántate, in Deo manet 24 ; sedeum illam video non in ea video Trinitatem. Imo vero videsTrinitatem, si charitatem vides. Sed commonebo, si potero,ut videre te videas: adsit tantum ipsa, ut moveamur chántatead aliquod bonum. Quia eum diligimus charitatem,aliquid diligentem diligimus, propter hoc ipsum quia diligitaliquid. Ergo quid diligit charitas, ut possit etiam ipsacharitas diligi? Charitas enim non est; quae nihil diligit. Si*" Mt. n, 28-29.21 1 Cor. 13, 4.22 1 lo. 4, 8.23 Sap. 3, 9.1 lo. 4, 16.0 Editi, ad gaudia silentii. A. Mss. plures, ad gaudia silentia.Alii, ad gaudiis silentia.EL QUE AMA AL HERMANO AMA A DIOS, PORQUE AMA AL AMORQUE VIENE <strong>DE</strong> DIOS Y ES DIOS12. Nadie diga: "No sé qué amar." Ame al hermano yamará al amor. Mejor conoce la dilección que le impulsa alamor que al hermano a quien ama. He aquí cómo puedesconocer mejor a Dios que al hermano; más conocido porqueestá más presente; más conocido porque es algo másíntimo; más conocido porque es algo más cierto. Abraza alDios amor y abraza a Dios por amor. Es el amor el quenos une con vínculo de santidad a todos los ángeles buenosy a todos los siervos de Dios; nos aglutina a ellos y nos sometea El. Cuanto más inmunizados estemos contra la hinchazóndel orgullo, más llenos estaremos de amor. Y el queestá lleno de amor, ¿de qué está henchido sino de Dios?Pero dirás: "Veo la caridad y la contemplo, en cuantopuedo, con los ojos de mi inteligencia, y doy fe a la <strong>Escritura</strong>,que dice: Dios es amor, y quien permanece en el amor,en Dios permanece; mas cuando en el amor reflexiono, nodescubro la Trinidad." Ves la Trinidad si ves el amor-Si puedo, te haré ver que la ves. Ella nos asista para quela dilección nos conduzca a buen suceso. Cuando amamos elamor, por el hecho de amar, ya amamos algo que ama.Y ¿qué ama el amor para que sea amado el amor? El amor


53Ó <strong>DE</strong> TRINITAI^ VIII, 8, 12autem se ipsam diligit, diligat aliquid oportet, ut chanta-/tem a se dingat. _ /Sicut enim verfbum indicat aliquid, indkat etiam se ip+sum, sed non se verDum indicat, msi se aliquid indicare in¿-dicet: sic et charitas diligit quidem se, sed nisi se aliquiddiligentem diligat, non cnaritatem se diligit. Quid ergo diligitcnaritas, nisi quod cnantate diligimus? Id autem, .uta próximo provehamur, frater est. Diiectionem autem ffaternamquantum commendet Ioannes apostolus, attendarnús:Qui diagu, inquit, fratrem saum, m lamine, manet, et sc]a,ndaiumin eo non est 25 . Maniíestum est quod iustitiae perfectionemin íratris dileciioue iposuer.it: nam in quo scandalumnon est, utique períectus est. Et tamen viaetur diiectionemDei tacuisse: quod nunquam faceret, nisi quia inipsa fraterna dilectione vult inteiligi Deum. Aperu&simeenim in eadem EpistOia paulo post ita dicit: Düecussimí, diligamusinvicem, quia auectio ex DcO esi:. et omnis qwi düigit,ex Deo natus est, et cognoscit Deum. Qui non düigtt,non cogmovit Deum; quki Deus dubeoiio est. Ista contextiosatis aperteque declarat, eamdem ipsam fraternam diiectionem(nam íraterna dilectio est, qua diligimus iiwícem) nonsolum ex Deo, sed etiam Deum esse b tanta auctoritate ¡praedicari.Cum ergo de dilectione diligimus fratrem, de Deo diligimusfratrem: nec fien potosí ut eamdem diiectionem nonpraticipue diligamus, qua íratrem diligimus. Unde colligitur,dúo illa praecepta non posse esse sine invieem. Quoniamquippe Deus düectio est; Deum certe diligit, qui diligit diiectionem:diiectionem autem necease est ut diligat, qui diligitfratrem. Et ideo paulo post ait: Non potesi Deum diligere,qwem non videt, qui fratrem, quem videt, non diligü'M : quia haec illi causa est non videndi, Deum, quod nondiligit tratrem. Qui enim non diligit fratrem, non est indilectione: et qui non est in dilectione, non est in Deo, quiaDeus dilectio est.Porro qui non est in Deo, non est in lumine: quia Deuslumen est, et tenebrae in eo non sunt ullae 27 . Qui ergo nonest in lumine, quid mirum si non videt lumen, id est, nonvidet Deum, quia in tenebris est? Fratrem autem videt humanovisu, quo videri Deus non potest. Sed si eúm quemvidet humano visu, spirituali charitate diligeret, videretDeum, qui est ipsa charitas, visu interiore quo videri pot-25 Ibid., 2, io.26i lo. 4, 7-8. 20.27 Ibid., i, 5.a Sola fere Lov., ut charitateb Editi post Deum esse inserunt, quem videmus. Sed hae duaevoces a Mss. absunt.VTTI. 8, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 531\ que no ama no es amor. Si se ama a sí mismo, es menester\amar ya alguna cosa para que se ame el amor.\ Así como la palabra significa algo, también se significaa sí misma; pero la palabra no se significa, sino significaque significa alguna cosa; lo mismo la caridad, seama a sí misma; pero si no se ama como amando algunacosa, no se ama como caridad. ¿Qué es lo que ama el amor,sino lo que amamos con caridad? Y este algo, partiendo delo que tenemos más cerca, es nuestro hermano. Notad concuánto encarecimiento encomienda el apóstol San Juan lacaridad fraterna: El que ama a su hermano, dice, está enla luz, y escándalo no hay en él. Es evidente que la perfecciónpara el Apóstol radica en el amor al hermano; porqueaquel en quien no hay escándalo es, sin duda, perfecto.Parece, no obstante, silenciar el amor de Dios, cosaque jamás haría si en la misma caridad fraterna no seincluyese el amor de Dios. Lo dice con toda claridad pocodespués en la misma Carta: Carísimos, amémonos mutuamente,porque la caridad procede de Dios. El que no amano conoce a Dios, porque Dios es caridad. El contexto declaraabiertamente que el amor fraterno—la dilección fraternales amor mutuo—no sólo es don de Dios, sino, segúnautoridad tan grave, Dios mismo. En consecuencia, cuandoamamos al hermano en caridad, amamos al hermano enDios; y es imposible no amar al amor que nos impele alamor del hermano. De donde se sigue que aquellos dospreceptos no existen nunca el uno .sin el otro. Si Dios esamor, ciertamente ama a Dios el que ama la caridad; yes necesario ame al hermano el que ama al amor. Por esoañade el Apóstol: No puede amar a Dios, a quien no ve,el que no ama al hermano, que ve. Y la razón de no ver aDios es porque no ama al hermano. Quien no ama a su hermanono está en caridad, y quien no está en caridad noestá en Dios, porque Dios es amor.Y el que no está en Dios no está en la luz, porque Dioses luz y en El no hay tinieblas. Y el que no vive en la luz.¿qué maravilla no vea la luz, es decir, no ve a Dios, puesestá en tinieblas? Puedes conocer al hermano de vista, aDios no. Si al que ves en humana apariencia amases conamor espiritual, verías a Dios, que es caridad, como es dadoVerlo con la mirada interior. Quien no ama al hermano, queve, ¿cómo amará a Dios, a quien no ve, pues es amor, del


532 T)E TRINITATE VIII, 9, 13 /, . __jest. Itaque qui fratrem quem videt non diligit, Deum, quem/propterea non videt, quia Deus dilectio est, qua caret qui,fratrem non diligit, quomodo potest diligere? Nec illa iam'quaestio moveat, quantum fratri charitatis debeamus inypendere, quantum Deo: incomparabiHter plus quam nobisDeo, fratri autem quantum nobis ipsis: nos autem ipsostanto magis diligimus, quanto magis diligimus Deum. Exuna Lgitur eademque charitate Deum proximumque di'igimus:sed Deum propter Deum, nos autem et proximum propterDeum.VIII, 9, 13<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADque está ayuno el que no ama al hermano? Y no debe pre.ocuparnos cuánta ha de ser la intensidad del amor a Dio sy del amor al hermano. A Dios hemos de amarle incomparablementemás que a nosotros mismos; al hermano,como nos amamos a nosotros; y cuanto más amemos a Dios]más nos amamos a nosotros mismos. Con un mismo amorde caridad amamos a Dios y al prójimo, pero a Dios porDios, a nosotros y al prójimo por Dios ".CAPITULO IX533CAPUTIXEL AMOR A LA JUSTICIA INCREADA NOS ENCIEN<strong>DE</strong> EN AMORAL PRÓJIMOIN DILECTIONEM IUSTORUM ACCENDIMUR EX IPSA DILECTIONEINCOMMUTABILIS FORMAE IUSTITIAE13. Quid enim est, quaeso, quod exardescimus, cum audimuset legimus: Ecce nunc temvus aceevtabile, ecce nuncdies salutis: nullam in quoquam dantes offensiowm, ut nonreprehendatur ministerium nostrum; sed in ómnibus commendantesnosmetipsos ut Dei ministros, in multa patientia,in tribulationibus, in necessitatibus, in angustiis, in plagis,in carceribus, in seditionibus, in laboribus, in vigiliis, inieiuniis, in castitate, in scientia, in longanimitate, in bonitate,in Spiritu someto, in charitate non ficta, in verbo veritatis,in virtute Dei: per arma iustitiae, a dextris et asinistris, per gloriam et ignobilitatem, per infamiam et bonamfamam; ut seductores, et veraces; ut qui ignoramur,et cognoscimur; quasi morientes, et ecce vivimus; ut coerciti,et non mortificati; ut tristes, semper autem gaudentes;sicut egeni, multas autem ditantes; tanquam nihil habentes,et omnia po&sidentes ? 25Quid est quod accendimur in dilectionem Pauü apostoli,cum ista legimus, nisi quod eredimus eum ita vixisse? Vivendumtamen sic esse Dei ministris, non de aliquibus auditumeredimus, sed intus apud nos, vel ipotius supra nosin ipsa veritate eonspicimus. Illum ergo ^uem sic vixisseeredimus, ex hoc quod videmus diligimus. Et nisi hanc formam,quam semper stabilem atque incommutabilem cernimus,praecipue diligeremus, non ideo diligeremus illum, quia282 Cor. 6, 2-10.13. ¿Por qué nos inflamamos al leer o escuchar las palabrassiguientes: He aquí ahora el tiempo propicio, he aquíahora el día de la salud. En nada demos motivo de tropiezo,para que no sea vituperado nuestro ministerio, sino que entodo nos mostremos como ministros de Dios, en mucha paciencia,en tribulaciones, en necesidades, en apreturas, enprisiones, en motines, en trabajos, en vigilias, en ayunos,en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en EspírituSanto, en caridad no fingida, en palabra de verdad,en el poder de Dios, manejando las armas de la justicia adiestra y siniestra, por gloria y por afrenta, por mala ypor buena fama; cual seductores siendo veraces, cuál ignoradossiendo bien conocidos; cual moribundos, bien quevivamos; cual castigados, pero no muertos; como tristes,pero siempre alegres; como pobres, pero enriqueciendo atodos; como quienes nada tienen y todo lo poseen?¿Por qué nos encendemos, al leer esto, en amor al apóstolSan Pablo, sino porque creemos que vivió así? Que losservidores de Dios hayan de vivir así, no lo creemos sobrepalabra ajena, sino que lo vemos en lo íntimo de nosotrosmismos, y mejor, por encima de nosotros, en la misma verdad.Y por lo que vemos amamos al que creemos que vivióasí; y si primariamente no amáramos el modelo, siemprepermanente e inconmutable a nuestra mirada, no amaría-" La ley psicológica que explica todos los movimientos del almaes para San Agustín el amor. Amor meits pondus meum. Las primeraspalabras de su regla maravillosa recomiendan, ante omnia,el amor de Dios y el amor del prójimo. Los hermanos en religiónhan de tener un solo corazón y un alma en Dios. La vida toda digran Obispo de Hipona es la vida de un corazón enamorado del. amor.La tradición de nuestros artistas le representa con el corazón en lamano exhalando llamas de amor.


534 <strong>DE</strong> TRINITATE vm, 10, 14eius vitam, eum in carne viveret, ¡huic formae coaptatam etcongruentem fuisse, fide retinemus.Sed nescio quomodo amplius et in ipaius formae charitatemexcitamur per fidem, qua credimus vixisse sic aliquem;et spem, qua nos queque ita iposse vivere, qui homi~nes sumus, ex eo quod aliqui homines ita vixerunt, minimedesiperamus, ut hoc et disideremus ardentius, et fidentiusprecemur. Ita et ipsorum vitam facit a nobis diligi formaeillius dilectio, secundum quam vixisse credentur, et illorumvita credita in eamdem formam flagrantiorem excitat charitatem:ut quanto flagrantius diligimus Deum, tanto certiussereniusque videamus; quia in Deo conspicimus incommutábilemformam iustitiae, secundum quam hominem vivereoportere iudicamus. Valet ergo fides ad cognitionemet ad dilectiotiem Dei, non tanquam omnino ineogniti, autornnino non dilecti; ¡sed quo cognoscatur manifestius, et quofiirmius diligatur.VIII, 10, 14 ¡ <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 535mos al que ha conformado a .este ideal su vida mientrasvivió en carne mortal, según por fe lo creemos.Pero ignoro cómo nos encendemos más en el amor delmodelo apoyados en la fe, que nos enseña que así vivieronalgunos; y la esperanza, con que nosotros, pues somoshombres, confiamos poder vivir de aquel modo; porque, supuestoque hubo mortales que así vivieron, no debemos nosotrosdesesperar, sino desearlo con más ardor y pedirlo conmás fe. Así el amor del ideal nos hace amable la vidade aquellos que se cree vivieron según él, y Ja vida quehan llevado excita en nosotros el amor al modelo; puescon cuanto más ardor amemos a Dios, con mayor certezay serenidad lo veremos, porque es en Dios donde contemplaremosel ideal inconmutable de toda justicia, conforrneal cual juzgamos deben vivir los mortales. Sirve, pues, lafe para conocer y amar a Dios, no como desconocido y noamado, sino porque la fe nos lo hace conocer con más claridady amar con mayor firmeza.CAPUT XCAPITULO XTRIA QUAEDAM IN CHARITATE, VELTJT VESTIGIUMTRINITATISVESTIGIOS <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL AMOR14. Quid est autem dilectio vel chantas, quam tantopereSeriptura d'vina 'laudat et praedicat, nisi amor boni?Amor autem alieuius amantis est, et amore aliquid amatar.Ecce tria sunt: amans, et quod amatur, et amor. Quid estergo amor, nisi quaedam vita dúo aliqua copulans, vel copulareappetens, amantem scilicet, et quod amatur? Et hoc•etiam in externis a carnalibusque amoribus ita est: sed utaliquid purius et liquidius hauriamus, calcata carne ascendamosad animum. Quid amat animus in amico, nisi anímum?Et illic igitur tria sunt: amans, et quod amatur, etamor.Restat etiam hinc ascenderé, et superius ista quaerere,quantum homini datur. Sed hic paululum requiescat intentio,non ut se iam existimet invenisse quod quaerit, sedsicut solet inven : ri locus, ubi quaerendum est aliquid; nondumillud inventum est, sed iam inventum est ubi quaeratur:ita hoc dixisse suffecerit, ut tanquam ab articulo alieuiusexordii cetera contexamus.* Am. Er. et Mss., in extremis.14. ¿Qué es la dilección o caridad, tan ensalzada enlas <strong>Escritura</strong>s divinas, sino el amor del bien? Mas el amorsupone un amanto y un objeto que se ama con amor. Heaquí, pues, tres realidades: el que ama, lo que se ama y elamor. ¿Qué es el amor, sino vida que enlaza o ansia enlazarotras dos vidas, a saber, al amante y al amado? Esto esverdad incluso en los amores externos y carnales; perobebamos en una fuente más pura y cristalina y, hollandola carne, elevémonos a las regiones del alma. ¿Qué ama elalma en el amigo sino el alma? Aquí tenemos tres cosas: elamante, el amado y el amor ln .Réstanos remontarnos aún mus arriba y buscar en lascumbres estas tres realidades, vn lu medida otorgada alhombre. Mas descanse aquí un momento nuestra atención,no porque juzgue que ya encontró lo que busca, sino comoel que da con el lote donde es precio buscar alguna cosa.Aun no hemos encontrado, pero hemos topado ya con elsoto donde es menester buscar. Quu cato baste y sirva deexordio a cuanto en lo sucesivo hayamos de entretejer.15 Esta trinidad marca una jerarquizacióti progresiva en las analogíasde la Trinidad de un orden psicológico. Cf. Introducción.


LÍBERIXTrínitátem in homine, qui imago Dei est, quamdam inesse;mentem scilicet, et notitiam qua se nomt, et amorem quose notitiamque suam diíigit: atque haec tria aequalia ínterse, et unius ostenduntur esse essentiae.LIBROIXExiste en él hombre, imagen de Dios, una cierta trinidad;a saber, la mente, su noticia y el amor con que 'se amaa sí misma y a su noticia. Se demuestra que estas tres]realidades son iguales entre sí y de una misma esencia.CAPUT ICAPITULOI<strong>DE</strong> TRINITATE QUOMODO INQUIRENDUM1. Tr.initate¡m eerte quaerimus, non quamli'bet, sed illamTrinitatem quae Deus est, verusque ac summus et solusDeus. Exspecta ergo, quisquis haec audis: adhue enim quaerimus,et talia quaerentem nemo iuste reprehendit; si tamenin fide firmissíimus quaerat, quod aut noase aut eloquidifficillimum est.Affirmantem vero cito iusteque reprehendit, quisquis me-•lius vel videt vel docet. Quaente, inquit, Deum, et vivet animavestra 1 . Et ne quisquam se tanquam apprehendisise temerégaudeat: Quaerite, inquit, faciem eias semper 2 . EtApostólas: Si quis se, inquit, putat aiiquid scire, nondumscit qwemadmodum scire oporteat. Quisquis autem diligitDeum, hie cognitus est ab illo 3 . Nec sic quidem dixit: "Cognovitillum"; quae periculosa praesumpto est; sed, cognitusest ab illo. Sic et alibi cum dix sset: Nunc autem cognoscentesDeum; statim corrigens, imo cogniti, inquit, a Deo i .Maximeque illo loco: Fratres, inquit, ega me ipsum nonarbitror apprehendisse: unum autem, quae retro oblitus, inea quae ante sunt extentws, secundum intentionem seqwor1 Ps. 68, 33.a]'s. J04, 4.' 1 Cor. 8, 2-3.4 Gal. 4. 9-EN BUSCA <strong>DE</strong> LA TRINIDAD1. Andamos, es cierto, buscando, no una trinidad cualquiera,sino la Trinidad que es Dios; verdadero, sumo yúnico Dios. Tú que esto oyes espera: aun andamos buscando,y nadie con razón reprende al que se afana en tal empeño,siempre que busque, firme en 'la fe, algo que es muydifícil de conocer o expresar.El que vea o conozca mejor, puede reprender con motivoai que inconsideradamente asevera. Buscad, dice el Salmo,a Dios, y vivirá vuestra alma. Y para que nadie contemeridad se ufane de haber encontrado, añade: Buscadsiempre su rostro. Dice el Apóstol: Si alguno se imaginasaber algo, todavía no sabe como conviene saber; pero elque ama a Dios es conocido por El. No dice que conoce aDios: sería presunción peligrosa; sino que dice: es conocidopor El. Y habiendo dicho en otro lugar: Ahora habéisconocido a Dios, como corrigiendo su expresión, añade almomento: O mejor, habéis sido conocidos por Dios.Y sobre todo en aquel pasaje: Hermanos, yo no creohaberla aún alcanzado (la perfección), pero, dando al olvidolo que atrás queda, me lanzo a la conquista de lo que


538 <strong>DE</strong> TRINITATI; IX, 1, 1ad pálmam supernae vocationis Dei in Christo Iesu. Quot-•quot ergo perfecti, hoc saipiamus 5 . Perfectionem in hac vitadicit, non aliud quam ea quae retro sunt oblivisei, et in eaquae ante sunt extendí seeundum intentáoaiem. Tutissima esten ; m quaerentis intentio, doñee apprehendatur illud quo tendimuset quo extendimur. Sed ea recta intentio est, quaeprofficiscitur a fide. Corta enim fides uteumque inohoat cognitionem:cognitio vero certa non perficietur, nisi post hancvitam, cum videbimus facie ad faciem 6 . Hoc ergo sapiamus,ut noverimus tutiorem esse affectum vera quaerendi, quamincógnita pro cognitis praesumendi. Sic ergo quaeramus tanquaminventuri: et sic inveniamus, tanquam quaesituri. Cumenim consummaverit homo, tune incipit 7 .De credendis nulla infidelitate dubitemus, de intelligendisnulla teme rítate affirmemus: in illis auctoritas tenendaest, in his veritas exquirenda. Quod ergo ad istam quaestionemattínet, credamus Patrem et Filium et Spiritum sanctumesse unum Deum, universae creaturae conditorem atquerectorem: nec Patrem esse Filium, nec Spiritum sanctumvel Patrem esse vel Filium; sed Trinitatem relatarum ;adinvicem ¡personarum, et unitatem aequalis essentiae. Hoc autemquaeramus intelligere, a)b eo ipso quem intelligere volumus,auxi'lium precantes, et quantum tribuit quod intelligimusexplicare tanta cura et sollicitudine pietatis cupientes a ,ut etiam si aliquid aliud pro alio dieimus, nihil tamen indignumdicamus. Ut si quid, verba gratia, de Patre dieimus,quod Patri proprie non conveniat, aut Filio conveniat, autSpiritui sancto, aut ipsi Trinitati: et si quid de Filio, quodFilio proprie non congruat, saitern eongruat Patri, aut Spirritui sancto, aut Trinitati: item si quid de Spir tu sancto,quod proprietatem Spdritus sancti non deceat, non tamenalienum sit a Patre aut a Filio, aut ab uno Deo ipsa. Trinitate.Veluti nunc cuipimus videre utrum illa excellentissima'Oharitas proprie Spiritus sanctus sit: quod si non est, autPater est chantas, aut Films, aut ipsa Trinitas; quoniamresistere non possumus certissimae fidei, et validissimae auctoritatiSenipturae dicen tis: Deus charitas est s : con tamendebemus deviare sacrilego errore, ut aliquid de Trinitate dicamusquod non Creatori, sed creaturae potius conveniat,aut inani oogitatione fingatur.Phil. 3, 13-15.8 1 Cor. 13, 12.' Eccli. 18, 6." 1 lo. 4, 16." Verbuiu, cupientes, addimus in 16 Mss.IX, 1, 1 <strong>DE</strong> I-A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 539tengo delante y corro hada la palma de la sobsrana voca*ción de Dios en Cristo Jesús. Todos los perfectos hemosde sentir esto mismo. Perfección llama en esta vida al olvidode lo que atrás queda y al avance intencional hacia lameta que delante tenemos. La intención 1 del que busca, viaes de seguridad hasta alcanzar aquello hacia lo que nosotrostendemos y por lo que somos como extendidos. Pero la intención,para que sea recta, ha de partir de la fe. La fecierta es principio siempre de conocimiento; pero nuestraciencia sólo se perfecciona después de esta vida, cuandoveamos a Dios cara a cara. Tengamos esto presente, y conoceremosque es más seguro el deseo de conocer la .verdadque la necia presunción del que toma lo desconocido comocosa sabida. Busquemos! como si hubiéramos de encontrar,y encontremos con el afán de buscar. Cuando el hombre creeacabar, entonces "principia.No dudemos como infieles de las verdades que se han decreer ni afirmemos con temeridad sobre las verdades a comprender:en aquéllas hemos de seguir la autoridad, en éstasse ha de buscar la verdad. Por lo que a nuestra cuestiónse refiere, creamos que el Padre, el Hijo y el EspírituSanto son un solo Dios, Creador y Rector de todo lo existente;quo el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo esel Padre o vi Hijo, y que la Trinidad consiste en una mutuarelación personal y en la unidad de esencia. Tratemosde comprender esto implorando el auxilio de aquel a quiencomprender intentamos, con la ilusión de poder explicar—en la medida que El nos lo otorgare—, con diligenciasuma y piedad solícita, cuanto entendamos, para que, siafirmamos una cosa por otra, nada indigno digamos. Porejemplo, si decimos del Padre lo que en sentido estricto alPadre no conviene, que al menos sea aplicable al Hijo, o alEspíritu Santo, o a la Trinidad; y si algo afirmamos delHijo y no conviene propiamente al Hijo, que se pueda aplicaral menos al Padre, o al Espíritu Santo, o a la Trinidad;y si algo aseveramos que no armonice con la apropiacióndel Espíritu Santo, no sea, sin embargo, ajeno al Padre,o al Hijo, o al Dios uno y trino.Deseamos ahora saber si eí Espíritu Santo es en sentido•propio caridad incomparable, pues si no lo es, entonces loserá ei Padre, o el Hijo, o la Trinidad; porque no podemoscontradecir la certeza de la fe ni la autoridad inconcusa dela <strong>Escritura</strong>, que nos dice: Dios es caridad. Pero nunca cometamosel sacrilego error de atribuir a la Trinidad lo queconviene a la criatura, no al Creador, o lo que es tan sóloun vano engendro de la imaginación._' La palabra intentio significa la concentración del alma en Dios,mientras extensio marca como una proyección hacia Dios. Cf. Serm.255. c.6 : PL 38, 11S0.


540 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 2, 2IX 2, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 541CAPUT IICONSI<strong>DE</strong>RANDA TRIA ILLA QUAE REPERIUNTUR IN CHARITATE2. Quae cum ita sint, attendamus ista tria, quae invenissenobis videmur. Nondum de supemis loquimur, nondumde Deo Patre et Filio et Spiritu sancto; sed de hacimpari imagine, attamen imagine, id est nomine: familiariusenim eam et facilius fortassi intuetur mentís nostraeinfirmitas.Bcoe ego qui faoc quaero, cum aliquid amo tria sunt:ego, et quod amo, et ipse amor. Non enim amo amorem, nisiamantem amem: nam non est amor, ubi nihil amatur. Triaergo sunt: amans, et quod amatur, et amor.Quid, si non amem nisi me iipsum ? nonne dúo erunt: quodamo et amor? Amans enim et quod amatur, hoc idem est,quando se ipse amat: sicut amare et amari, eodem modoidiipsum est, cum se quisque amat. Eadem quippe res bisdicitur, cum dicitur: Amat se, et amatur a se. Tune enimnon est aliud atque aliud, amare et amari; sicut non estaliuis atque alius, amans et amatus. At vero amor et quodamatur, etiam sic dúo sunt. Non enim cum quisque seamat amor est, nisi cum amatur ipse amor. Aliud est autemamare se, aliud est amare amorem suum. Non enim amaturamor, nisi iam aliquid amans: quia ubi nihil amatur, nullusest amor. Dúo ergo sunt, cum se quisque amat: amor etquod amatur. Tune enim amans et quod amatur unum est.Unde videtur non esse consoquens ut ubicumque amorfuerit, iam tria intelligantur. Auferamus enim ab hac considerationeoetera quae multa sunt, quibus homo constat: atqueut haec quae nunc requirimus, quantum in his rebuspossumus, liquido reiperiamus, de sola mente tractemus.CAPÍTULO II"ANÁLISIS <strong>DE</strong> LA CARIDAD. SUS ELEMENTOS2. Si esto es así, fijemos nuestra atención en las trescosafi que nos parece haber descubierto en nosotros. No hablamosaún de las cosas de allá arriba, no nos referimosaún al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, sino a esta imperfectaimagen, pero al fin imagen; es decir, ai hombre;estudio quizá más familiar y asequible a la debilidad denuestra mente.Heme aquí, yo que busco, cuando amo algo existen trescosas: yo, lo que amo y el amor. No amo el amor, sino amoal amante; porque donde nada se ama no hay amor. Luegoson tres los elementos: el que ama, lo que se ama y el amor.Mas ¿qué decir si sólo a mí mismo me amo? ¿No seránentonces dos: lo que amo y el amor? Cuando uno se ama así mismo, el que ama y lo que ama se identifican, como seidentifican también el amar y el ser amado cuando uno seama a sí mismo. Cuando se dice que se ama y es amadopor sí mismo, se repite la misma cosa dos veces. Entoncesno son dos realidades amar y ser amado, como tampoco sondos cosas diferentes el amante y el amado. Mas el amor yel objeto amado son también aquí dos realidades distintas.Amarse a sí mismo no es amor, si no se ama el amor. Unacosa es amarse a sí mismo y otra amar su amor. No se.ama el amor sino cuando se ama; porque cuando no se ama,no hay amor, En consecuencia, cuando uno se ama a símismo, hay dos realidades en él: el amor y el objeto amado.Y entonces el que ama y el amado son uno.Por consiguiente, parece ilógico decir: "Dondequiera queexista el amor, hay tres realidades." Prescindamos en estaconsideración de los múltiples elementos constitutivos delhombre, y a fin de poner en claro, si posible es en estas materias,el problema que nos ocupa, tratemos sdlamente delalma (mens)ia .1 En el lenguaje aguslininno, la palabra mens es muy elástica.A veces queda restringida a la facultad cognoscitiva, y otras, comoen la ocasión presente, se extiende a toda la vida del alma. SCRÚIIel contexto lo exige, lo traducimos por alma, mente, inteligencia,razón. Propiamente la mens es la parte superior del alma racional— quod excellit in anima--. Cf. De Trin., 15, 7, 11 : VI- 42, 1065 ;Enarrat. in Ps., 3, 3 : PL 36 7.Contiene la razón y la inteligencia : Mens, cui ratio ct inteUlgentlanaturaliter inest (De civ. Dei, n, 2 : PL, 41, 318).


542 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 3, 3Mens igitur


544 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 4, 4poris videt alios oculos, et se non videt; ita mens novit aliasmentes, et ignorat semetipsam. Per oculos enim corporiseorpora videmus, quia radios qui per eos emicant et quidquidoernimus tangunt, refringere ac retorquere in ipsosnon possumus, nisi cum specula intuemur. Quod subtilissimeobscurissimeque disseritur, doñee apertissime demonstretur,vel ita se rem habere, vel non ita.Sed quoquo modo se ha'beat vis qua per oculos cernimus,ipsam certe vim, sive sint radii, sive aliud aliquid, oculiscerneré non valemus; sed mente quaerinius, et si fierapotest, etiam hoe mente comprehendimus. Mens ergo ipsasicut corporearum rerum notitias per sensus corporis colligit,sic incorporearum per semetipsam. Ergo et semetipsamper se ipsam novit, quoniam est incorpórea. Nam sinon se novit, non se amat.CAPUT IVTRIA UNUM ET AEQUALIA, MENS IPSA, ET AMOR, ET NOTITIA EIUS.TRIA EA<strong>DE</strong>M SUBSTANTIALITER ESSE, AC KELATIVE DICI. TRIAEA<strong>DE</strong>M ESSE INSEPARABILIA. TRIA EA<strong>DE</strong>M NON PARTIUM INSTARIUNCTA ET COMMIXTA ESSE; SED ESSE UNIUSAC RELATIVAESSENTIAEJ4. 'Sicut autem dúo quaedam sunt, mens et amor eius,cum se amat; ita quaedam dúo sunt, mens et notitia eius,cum se novit. Igitur ipsa mens et amor et notitia eius, triaquaedam sunt, et haec tria unum sunt; et cum perfectasunt, aequalia isunt.' Si enim minus se amat quam est, utverbi gratia, tantum se amet hominis mens, quantum amandumest corpus hominis, cum plus sit ipsa quam corpus,peocat, et non est perfectus amor eius. ítem si amplius seamat quam est, velut si tantum se amet, quantum amandusest Deus, cum incomparabi'liter minus sit ipsa quamDeus, etiam sic nimium peccat et non perfectum habet amo-LX, 4, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 545demás, como ve el ojo del cuerpo los ojos de los demás,pero no puede verse a sí mismo. Con los ojos del cuerpovemos los cuerpos. Los rayos que ellos emiten, y que tocancuanto vemos, no podemos hacerlos refractar y rebotar sobreellos mismos si no es cuando miramos un espejo. Cuestiónésta muy sutil y oscura, mientras no se demuestre quela realidad es o no como pensamos.Pero de cualquier modo que se haya la potencia visiva,ora sea irradiación, ora otra cosa diversa, no la podemosver con 'la vista, sino que la debemos buscar con la mente,y, si es posible, con la mente llegaremos a comprenderla.Percibe la mente, mediante los sentidos del cuerpo, las sensacionesde los objetos materiales, y por sí misma los incorpóreos.En consecuencia, se conoce a sí misma por símisma, pues es inmaterial. Porque, si no se conoce, nose ama 2 .CAPITULO IVTRES COSAS IGUALES QUE SON UNIDAD: LA MENTE, SU CONOCI­MIENTO Y EL AMOR. ESTAS TRES COSAS SON SUBSTANCA YDICEN RELACIÓN. LAS TRES SON INSEPARABLES, Y LAS TRESSON, SIN TRABAZÓN NI MEZCLA, UNA SUBSTANCIA Y TAMBIÉNTÉRMINOS RELATIVOS4. Cuando la mente se ama existen dos cosas, la mentey su amor, y cuando la mente se conoce hay también dosrealidades, la mente y su noticia. Luego la mente, su amory su conocimiento son como tres cosas, y las tres son unidad3 ; y si son perfectas, son iguales. Si la mente no seama en toda la extensión de su ser: por ejemplo, si el almahumana se ama como se ha de amar el cuerpo, siendo ellasuperior al cuerpo, peca, y su amor no es perfecto. Y si seama más allá de las fronteras del ser, es decir, si se amacomo sólo Dios ha de amarse, siendo ella infinitamente inferiora Dios, peca en exceso y no se ama con amor de per-" El imiatismo nativista no tiene lugar en la doctrina agustinianadel conocimiento, porque el alma conoce todo lo perteneciente almundo de los sentidos, y por ella misma cnanto pertenece al ordendel pensamiento. Sólo como oposición al empirismo aristotélico sepuede hablar de un cierto innatismo en San Agustín. Cf. GILSON,Introduction a l'étude de S. Augastin, p. 102.3 Mens, notitia, amor, es la primera trinidad que se manifiesta enel santuario mismo del alma. Para ser la imagen que buscamos, hade expresar la naturaleza del alma y ser una vida en tres términos.Cf. Introducción, p. 61, 5.s. Ag. s 18


546 <strong>DE</strong> TRINITATS IX, 4, 5rem sui. Maiore autem perversitate et iniquitate peccat, cumcorpus tantum amat, quantum amandus €3t Deus.ítem notitia si minor est, quam est illud quod noseitur,et plene nosei potest, perfecta non ¡est. Si autem maior est,iam superior est natura quae novit, iquam illa quae notaest: sicut maior est notitia corporis, quam ipsuní corpusquod ea notitia notum est. Ula enim vita quaedam est inratione cognoscentis: corpus autem non est vita. Et vitaquaelibet quolibet corpore maior est, non mole, sed vi.. Mensvero cum se ipsam cognoscit, non se superat notitia sua;quia ipsa cognoscit, ipsa cqgnosoitur. Cum ergo se totamcognoscit, ñeque secum quidiquam aliud, par illi est cognitiosua: quia ñeque ex alia natura est eius eogniitio, cum seipsam cognoscit. Et cum se totam ni'hilque amplius percipi.-tnec minor nec maior est. Recte igitur diximus, haec triacum perfecta sunt, esse consequenter aequaQia.5. Simul etiam admonemur, si utcumque videre possumuis,haec in anima existere, et tanquam involuta evolvi utsentiantur et dinumerentur süfostantialiter, vel, ut i.ta dicam,essentialiter, non tanquam in subiecto, ut color, aut figurain corpore, aut ulla alia qualitas aut quantitas. Quidquidenim tale est, non excedí t subiectum in quo est. Non enimcolor iste aut figura huius corporis ipotest esse et alteriuscorporis. Mens autem amore quo se amat, potest amare etaliud praeter se. ítem non se solam icognoseit mens, sed etalia multa. Quamobrem non amor et cognitio tanquam insuibiecto imsunt mentí; sed substantialiter etiam ista sunt,sicut ipsa mens: quia et si relative dkuntur ad invicem, insua tamen sunt singula quaeque substantia. Nec sicut coloret coloratum relative ita dicuntuir ad invicem, ut color insubiecto colorato sit, non habens in se ipso propriam substantiam;quoniam coloratum corpus substantia est, ille autemin substantia.Sed sicut dúo afflici etiam dúo sunt nomines, quae suntIX, 4, 5 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 547fección. Y su malicia y perversidad es completa si ama asu cuerpo como sólo a Dios se ha de amar.Asimismo, si el conocimiento es inferior al objeto conocido,cuando éste es plenamente cognoscible, no es perfecto.Empero, si es más excelente, entonces la naturalezaque conoce es superior a la naturaleza conocida; así es superiorel conocimiento de un cuerpo al cuerpo mismo, objetode dicho conocimiento. El conocimiento es una especie devida en la mente del que conoee; el cuerpo no es vida; yuna vida cualquiera es siempre superior al cuerpo, no enmole, sino en virtud. Pero la mente, cuando se conoce, noes superior a su conocimiento, pues ella conoce y se conoce.Y cuando se conoce toda y ninguna otra cosa con ella, suconocimiento es igual a ella, pues cuando se conoce, su conocimientono lo saca de otra naturaleza; y cuando totalmentese conoce y ninguna otra cosa percibe, no es ni mayorni menor. Con razón, pues, dijimos que estas tres cosas,cuando son perfectas, son, en consecuencia, iguales.5. Y si somos capaces de verlas, nos damos al mismotiempo cuenta que estas cosas existen en el alma, y, cualsi ovilladas estuviesen, se desenvuelven y se dejan percibiry numerar, no como accidentes de un sujeto, como el calory la figura en los cuerpos, ni como la cualidad o cantidad,sino de una manera substancial y, por decirlo así, esencialmente.Todo accidente no excede en extensión al sujeto enque radica. El color y la figura de un cuerpo determinadono puede ser el color y la figura de aquel otro cuerpo 4 .Pero la mente puede amar otras cosas fuera de si conel mismo amor con que se ama a sí misma. Y, del mismomodo, la mente no se conoce solamonte a sí misma, sinootras muchas cosas. Luego el amor y el conocimiento noradican en la mente como en un sujeto, sino que son, alparigual de la mente, substancia; pues, aunque tenga unsentido de mutua relación, en sí son substancia. Porqueesta relación no es como la del color respecto del cuerpocolorado, pues el color está en el cuerpo como en propiosujeto y no tiene en sí subsistencia, mientras la substanciaes el cuerpo matizado de cierto color, y existe siempre enla substancia.Mas nuestra habitud es como la que existe entre dosamigos, que son dos hombres y, en consecuencia, dos subs-4 Recuerda el axioma escolástico : Accidens non meat de subiectoin subiectum. La definición clásica del accidente indica su naturalezainhesiva. . ,Parece como si el conocimiento y el amor no se encontrasen enel alma como en un sujeto, sino más bien como si fueran el sujeto.El sentido exacto de estos textos ha sido discutido desde el sio-loXII. Véase la Introducción.


548 <strong>DE</strong> TRINITATE ^ IX, 4, 7substantiae; cum homines non relative dicantur, amici autemrelative.6. Sed item quamvis substantia sit amans vel sciens,substantia sit scientia, substantia sit amor, sed amans etamor, aut sciens et scientia relative ad se dicantur, sicutamici; mens vero aut spiritus non sint relativa, sicut nechomines relativa sunt: non tamen sicut amici homines possuntseorsum esse ab invicem, sic amans et amor, autsciens et scientia. Quamquam et amici coripore videntur separanposse, non animo, in quantum amici sunt: verumtamenfieri potest ut amicus amicum etiam odisse incipiat, eteo ipso amicus esse desinat, nesciente illo, et adhuc amante.Amor autem quo se mens amat, si esse des'nat, simul et illadesinet esse amans. ítem notitia qua se mens novit, si essedesinat, simul et illa nosse se desinet.'Sicut caput capitati alicuius utique caput est, et relativead se dicuntur, quamvis etiam substantiae sint: nam et caputcorpus est, et capitatum; >et si non sit caput a , nec capitatumerit. Sed haec praecisione ad invicem separari possunt,illa non possunt.7. Quod si sunt aliqua oorpora quae secari omnino etdividí nequeunt; tamen nisi partibus suis constarent, corporanon essent. Pars ergo ad totum relative dicitur; quiaomnis pars aiicuius totius pars est, et totum ómnibus partibustotum est. Sed quoniam et pars corpus est, et totum;non tantum ista relative dicuntur, sed etiam substantialitersunt. Portassis ergo mens totum est, et eius quasi partesamor quo se amat, et scientia qua se novit, quibus duabuspartibus illud totum constat? An tres sunt aequales partes,quibus totum unum eompletur?Sed nulla pars totum, cuius pars est, complectitur: mensvero cum se totam novit, hoc est perfecte novit, per totumeius est notitia eius; et cum se perfecte amat, totam seamat, et per totum eius est amor eius. Num ergo sicut exvino et aqua et melle una fit potio, et singula per totumsunt, et tamen tria sunt (nulla enim pars est potionis, quaenon habeat haec tria; non enim iuncta, velut si aqua etoleum essent, sed omnino commixta sunt; et substantiaesunt omnes, et totus ille liquor una quaedam est ex tribusconfecta substantia); tale aliquid arbitrandum est esse simulhaec tria, mentem, amorem, notitiam? Sed non uniussubstantiae sunt, aqua, vinum, et mel, quamvis ex eorumeommixtione fíat una substantia potionis.Quomodo autem illa tria non sint eiusdem substantiae," Kditi, et si non sit corpus. At Mss., caput.IX, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINTDAD 549tancias. En cuanto hombres, no indican relación', sí encuanto amigos.6. Pero aunque substancia es el que ama y conoce,substancia es la ciencia, substancia el amor; mas el amantey el amor, el sabio y la ciencia, entrañan, como el amigo,mutua habitud; la mente o el espíritu no son términos relativos,como tampoco lo son los hombres; con todo, el queama y su amor, el que conoce y su ciencia, no pueden existirseparados, sí los amigos. Mas, aunque los amigos puedanestar distanciados físicamente, no parece puedan estarloen el alma, en cuanto amigos, No obstante, es posibleque el amigo empiece a odiar al amigo, y desde este momentodeja de ser amigo, aunque el otro lo ignore y sigaprofesándole amor. Pero si el amor con que el alma se amadeja de ex stir, cesa el alma de amar; como cesa el conocimientopor el que conoce si cesa el alma de conocerse.Un ejemplo. No hay cabeza en un tronco sin cabeza;cabeza y tronco son términos relativos, aunque en sí sonsubstancia; porque realidad física es la cabeza y el que tienecabeza, y si no existe la cabeza, tampoco el ser con cabeza.Pero, mediante un simple tajo, puede la cabeza separarsedel cuerpo; en las realidades del alma, esto es imposible.7. Y si se trata de cuerpos no divisibles ni seccionables,con todo, si no constasen de partes, no serían cuerpos.La parte dice relación al todo; porque toda parte es partede algún todo, y el todo lo os con todas sus partes. Pero,como la parte y el todo son cuerpos, tienen no sólo valorrelativo, sino también substancial, ¿Acaso es el alma eltodo, y sus cuasi partos el amor con que se ama y la cienciacon que se conoce, de cuyas dos partea se compone aqueltodo? ¿O son tres partes iguales las que completan el todo?La parte nunca puede abrazar el todo cuya es parte; lamente, empero, cuando se conoce toda, esto es, cuando seconoce perfectamente, su conocimiento es total, y cuandose ama con amor de perfección, totalmente se ama. ¿Hemosentonces de razonar, cuando se trata de estas tres realidades:mente, conocimiento y amor, como se razona de unabebida compuesta de vino, agua y miel, bebida en la quecada uno de sus componentes se extiende por toda la masay, sin embargo, son tres, pues la parte más diminuta deesta poción contiene estos tres elementos, y no superpuestoscual si fuera agua y aceite, sino mezclados, y los tresson substancias, y todo el líquido aquel una substancia compuestade tres? Pero el vino, el agua y la miel no son deuna misma naturaleza, aunque de su mezcolanza resulte unasubstancia potable.Mas no veo cómo aquellas tres realidades no sean de


550 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 5, 8non video; cum mens ipsa se amet, atque ipsa se noverit;atque ita sint haec tria, ut non alteri alicui rerum mens velamata vel nota sit. Uhius ergo eiusdemque essentiae necesseest haec tria sint: et ideo si tanquam commixtioneconfusa essent, nullo modo essent tria, nec referri ad invicempossent. Quemadmodum si ex uno eodemque auro tresannulos símiles facías, quamvis connexos sibi, referenturad invicem, quod símiles sunt; omnis enim similis alicuisimilis est; et trinitas annulorum est, et unum aurum: atsi misceantur sibi, et per totam singuli massam suam conspergantur,intercidet illa trinitas, et omnino non erit; acnon solum unum aurum dicetur, sicut in illis tribus annulisdicebatur, sed iam nulla áurea tria.CAPUT VEA TRIA ESSE SINGULA IN SE IPSIS, ET INVICEM TOTA IN TOTIS8. At in illis tribus, cum se novit mens et amat se,manet trinitas, mens, amor, notitia; et nulla commixtioneconfunditur: quamvis et singula sint in semetipsis, et invicemtota in totis, sive singula in binis, sive bina in singulis.Itaque omnia in ómnibus.Nam et mens est utique in se ipsa, quoniam ad se ipsammens dicitur: quamvis noscens, vel nota, vel noscibilis adsuam notitiam relative dicatur; amans quoque et amata velamabilis ad amorem referatur, quo se amat. Et notitiaquamvis referatur ad mentem cognoscentem vel cognitam,tamen et ad se ipsam nota et noscens dicitur: non enimsibi est incógnita notitia, qua se mens ipsa cognoscit. Etamor quamvis referatur ad mentem amantem, cuius amorest; tamen et ad se ipsum est amor, ut sit etiam in se ipso:quia et amor amatur, nec alio nisi amore amari potest, idest se ipso. Ita sunt haec singula in se ipsis.IX, 5, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRIHIDAD 551una misma substancia, sobre todo cuando la mente se ¡conocey se ama, y se compenetran de tal suerte estas trescosas que el alma no es conocida ni amada por Otro. Luegoes necesario que estas tres cosas sean de una misma substancia;pues de existir en mezcla informe, no serían yatres ni podrían relacionarse entre sí. Es como si de un mismopan de oro haces tres sortijas semejantes y entrelazadas:dicen siempre mutua habitud, pues se asemejan, y losemejante es semejante a alguna cosa; existe en este casouna trinidad de sortijas y un pan de oro. Pero si se las sometea fusión y cada anillo se mezcla y confunde con lamasa total, perece la trinidad y no puede ya subsistir. Sepodrá entonces hablar de la unidad del oro, pero no de latrinidad áurea, como en el ejemplo de las tres sortijas 5 .CAPÍTULO VINMANENCIA Y CIRCUMINOESIÓN <strong>DE</strong> LAS TRES FACULTA<strong>DE</strong>S8. Mas, cuando la mente se conoce y se ama, subsistela trinidad—mente, noticia y amor—en aquellas tres realidades,y esto sin mezcla ni confusión. Y si bien cada unatiene en HÍ subsistencia, mutuamente todas se hallan en todas,ya una en dos, ya dos en una. Y, en consecuencia,todas on todas.La mente está ciertamente en sí, pues se dice mente conrelación a ni misma; pero como cognoscente, conocida ocognoscible, dice» relación a su noticia, y con referencia alamor con quo w ama se la dice amable o amada y amante.Y la noticia, aunque no refiera a la mentí; que conoce y esconocida, no olmüinte, con relación a sí iniuiim se la puedellamar cognoscentu y conocida; no puede ser Ignorada lanoticia por la que «e conoce la mente. Y el amor, aunquese refiere a hi mente que nina y cuyo CH el amor, sin embargoes amor para MÍ con HUIIMIHUMICÍU propia; pues se amael amor, y el amor sólo puedi' Her anuido por 11 amor, esdecir, por sí mismo. Y UBÍ, cuela una de estas tres realidadesexiste en sí misma.5 Cuando leemos : Qiwntoiio tintan tutee tria non sint eiusdemsubstantiae, non video, nos iticlhminos n. dar ln rnzón a Schmatiscuando en su excelente estudio, por imdií' aún superado, dice terminantemente: «Augustinus keiint kriii real von der Seele verschiedenenakzidentellen Poten/.cn ¡m finstok-lisch-thomistisehen Sinn».Pero la controversia continua sin resolverse. Cf. BOYER, L'image dela Trinité, synthése de la pensíc angustinienne: Gregorianum, 27(1946), p. 182 ss.


552 PE TRINTTATE; IX, 6, 9In alternis autem ita sunt, quia et mens amans in amoreest, et amor in amantis notitia, et notitia in mente noscente.Singula in binis ita sunt, quia mens quae se novit etamat, in amore et notitia sua est; et amor amantis mentíseeseque scientis, in mente notitiaque eius est; et notitiamentís se scientis et amantis in mente atque in amore eiusest, quia scientem se amat, et amantem se novit. Ac perhoc et bina in singülis, quia mens quae se novit et amat,cum sua notitia est in amore, et cum suo amore in notitia:amor quoque a ipse et notitia simul sunt in mente, quae seamat et novit. Tota vero in totis quemadmodum sint, iamsupra ostendimus, cum se totam mens amat, et totam novit,et totum amorem suum novit, totamque amat notitiam suam,quando tria ista ad se ipsa perfecta sunt. Miro itaque modotria ista inseparabilia sunt a semetipsis, et tamen eorumsingulum quodque substantia est, et simul omnia una substantiavel essentia, cum relative dicantur ad invicem.IX, 6, 9 DTÍ LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINTDM3 553Y están recíprocamente unas en otras: la mente queama está en su amor; el amor, en la noticia del alma queama, y el conocimiento, en el alma que conoce.Cada una está en las otras dos. La mente que se conocey ama está en su amor y en su noticia; el amor dela mente que se conoce y ama está en su mente y en su noticia;y la noticia de la mente que se ama y conoce está ensu mente y en su amor, porque se ama cognoscente y se conoceamante. Y así hay dos en cada una, ipues la mente quese conoce y ama está con su noticia en el amor, y con suamor, en su noticia; el amor y la noticia están simultáneamenteen la mente que se conoce y ama.Poco ha hemos visto cómo está toda en todas cuandola mente se ama toda, se conoce toda y conoce todo suamor, y ama toda su noticia cuando estas tres realidadesson perfectas con relación a sí mismas. Y las tres son deun modo maravilloso inseparables entre sí, y, no obstante,cada una de ellas es substancia, y todas juntas una substanciao esencia, si bien mutuamente son algo relativo 6 .CAPUTVICAPITULOVIALIA NOTITIA REÍ IN IPSA RE, ALIA IN IPSA AETERNA VERITATK .QUOD EX AETERNAE VERITATIS REGULIS IUDICITJM <strong>DE</strong> REBUSETIAM CORPOREIS FIAT9. Sed cum se ipsam novit humana mens et amat seipsam, non aliquid incommutabile novit et amat: aliterqueunusquisque homo loquendo enuntiat mentem suam, quid inse ipso agatur attendens; aliter autem humanam mentemspeciali aut generali cognitione definit. Itaque cum mihi desua propria loquitur, utrum intelligat hoc aut illud, an nonintelligat, et utrum velit, an nolit hoc aut illud, credo: cumvero de humana specialitar aut generaliter verum dicit,agnosico et approbo.Unde manifestum est, aliud unumquemque videre in se,quod sibi alius dieenti credat, non tamen videat; aliud autemin ipsa ve rita te, quod alius quoque possit intueri: quorumalterum mutari per témpora, alterum incommutabili aeternitateconsistere. Ñeque erim oculis corporeis multas men-3 Editi, amor quippe. Concinnius Mss., amor quoque.CONOCIMIENTO <strong>DE</strong> LAS COSAS EN SÍ MISMAS Y EN LA ETERNAVERDAD. <strong>DE</strong> LAS COSAS CORPÓREAS SE HA <strong>DE</strong> JUZGAR SEGÚNLA REGLA <strong>DE</strong> LA VERDAD ETERNA9. Cuando la monte humana se conoce y se ama, noconoce ni ama algo inconmutable: todo hombre, atento alo que en su interior experimenta, expresa de una manerasu mente al hablar y de otra muy diferente define lo quees la mente, sirviéndose de un conocimiento general o específico.Y así, cuando uno me habla de su propia mentey me dice que comprende o no comprende esto o aquello,o que quiere o no quiere esto o lo otro, le creo; mas cuandode una manera general o específica dice la verdad acercade la mente humana, reconozco y apruebo.Luego es manifiesto que una cosa es ver en sí lo queotro no ve y ha de creerlo sobre la palabra del que habla,y otra contemplarlo en la misma verdad, lo que tambiénpuede ver un tercero: lo primero puede cambiar en el tiempo,ésta es inmutable y eterna. Ño es viendo con los ojos6 Sobre la substanc-'alidad del amor, de la noticia y de la mente,cf. SCIACCA, San. Agustín (Barcelona 1955), p. 427 s.


554 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 6, 11tes videndo, per similitudinem colligimus generalera vel specialemmentís humanae notitiam: sed intuemur inviolabilemveritatem, ex qua perfecte, quantum possumus, definiamus,non qualis sit uniuseuiusque hominis mens, sed qualis essesempiternis rationibus debeat..10. Unde etiam phantasias rerum conporalium per corporissensum haustas, et quodam modo infusas memoriae,ex quibus etiam ea quae non visa sunt, ficto phantasmatecogitantur, sive aliter quam sunt, sive fortuitu sicuti sunt,alus omnino regulis supra mentem nostram incommutabilitermanentibus, vel approbare apud nosmetipsos, vel improbareconvincimus, cum recte aliquid approbamus autimprobamus. Nam et cum recoló Carthaginis moenia quaevidi, et cum fingo Alexandriae a quae non vidi, easdemqueimaginarias formas quasdam quibusdam praeferens, rationabiliterpraefero; viget et claret desuper iudicium veritatis,ac sui iuris incorruptissimis regulis firmum est: et si corporaliumimaginum quasi quodam nubilo subtexitur, non tameninvolvitur atque confunditur.11. Sed interest utrum ego sub illa vel in illa caligine,tanquam a cáelo perspicuo secludar; an sicut in altissimismontibus accidere solet, Ínter utrumque aere libero fruens,et serenissimam lucem supra, et densissimas nébulas subteraspiciam.Nam unde in me fraterni amoris inflammatur ardor,cum audio virum aliquem pro fidei pulchritudine et firmitateacría tormenta tolerasse? Et si mihi dígito ostendaturipse homo, studeo mihi coniungere, notum faceré, amicitiacolligare. Itaque si facultas datur, accedo, alloquor, sermonemconfero, affectum meum in illum quibus verbis possumexprimo, vicissimque in eo fieri quem in me habeatatque exprimí voló, spiritualemque complexum credendomolior, quia pervestigare tam cito et cerneré penitus eiusaEf. Lugd. Ven. Lov. addunt, moenia. In B. deest haec vox,de qua ad marginem notatur : «Subaudi, moenia». M.IX, 6, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 555del cuerpo una muchedumbre de mentes como nos formamos,por analogía, un concepto general o concreto de lamente humana, sino contemplando la verdad indeficiente,según la cual definimos, en cuanto es posible, no lo que esla mente de cada nombre, sino lo que debe ser en las razoneseternas 7 .10. Cuanto a las imágenes de las cosas materiales percibidaspor los sentidos del cuerpo y grabadas en ciertomodo en la memoria y en su medio, nos representamoscomo en fingida imagen las cosas no vistas, ora muy diferentesde como son, ora, por pura casualidad, como son;al aprobarlas o rechazarlas en nuestro interior, obramosconforme a unas normas superiores a nuestra mente e inmutables,siempre que nuestro juicio sea, en su aprobacióno crítica, recto. Así, cuando pienso en las murallasde Cartago, que vi, o me imagino las de Alejandría, que novi, doy racionalmente preferencia a unas formas imaginadassobre otras; pero es en las alturas donde brilla y seafirma el juicio de la verdad y le dan firmeza las leyeeincorruptibles de su derecho; y aunque una nube de imágenesmateriales logre a veces velar su silueta, jamás podráobscurecerla y confundirla s .11. Mas me interesa saber si, envuelto yo en esa calígineo bajo su obscuridad, estoy privado de la vista delcielo sereno, o, cual suele acaecer en la cima elevada dela montaña, como suspendido entre el firmamento y loscirrus, gozo del aire puro y contemplo en lo alto la plácidaluz y bajo mis pies densas tinieblas.¿Por ventura no siento inflamarse en mí la llama delamor fraterno cuando oigo que algún varón sufrió atrocestormentos por sostener la belleza y solidez de su fe? Y sicon el índice se me señala este varón, anhelo unirme a él,trabar con él amistad, darle a conocer. Y si la ocasión seme brinda propicia, me aproximo, le hablo, converso conél y le expreso mi afecto y ansio vivamente que él se aficionea mi trato y me lo haga saber; y me esfuerzo, no pudiendoal pronto leer en su interior, unirme a él en un amplexo7 Nota Hessen que la expresión Intuemur inviolabilem veritatem,tiene la valencia comprobada de intucrl in ipsa verltate (Aug.Metaphysik der Erkenntnls, pp. 210-211). Ksta interpretación la exigela doctrina de Agustín, opuesta al onlologisnio de Malebrancjie °Gioberti.8 «Dios—dice San Buenaventura—viene a resultar la razón de todaslas cosas, la regla infalible y la luz de toda verdad, luz dondetodo lo creado reluce de modo infalible, indeleble, indubitable, irrefragable,incoartable, inapelable, interminable, indivisible e intelectual»(Itinerarium mentís in Deum, c. 2, n. 9 [BAC, Obras de SanBuenaventura, t. i, p. 585].).


556 <strong>DE</strong> TRINITWE IX, 6, 11interiora non possum. Amo itaque fidelem et fortem virumamore casto atque germano.Quod si mihi inter nostras loquelas fateatur, aut incautusb aliquo modo sese indicet, quod vel de Deo credat incongrua,atque in illo quoque carnale aliquid desideret, etpro tali errore illa pertulerit, vel speratae pecuniae cupiditate,vel inani aviditate laudis humanae; statim amor ille,quo in eum ferebar, offensus, et quasi repercussus, atqueab indigno nomine ablatus, in ea forma permanet c , ex quaeum talem credens amaveram. Nisi forte ad hoc amo iam,ut talis sit, eum talem non esse comperero. At in illo nominenihil mutatum est: mutari tamen potest, ut fiat quodeum iam esse credideram. In mente autem mea mutata estutique ipsa existimatio, quae de illo aliter se habebat, etaliter habet: idemque amor ab intentione perfruendi ad intentionemconsulendi, incommutabili desuper iustitia iubentedeflexus est. Ipsa vero forma inconcussae ac stabilis veritatis,et in qua fruerer nomine bonum eum credens, et inqua consulo ut bonus sit, eadem luce incorruptibilis sincerissimaequerationis et meae mentís aspectum, et illamphantasiae nubem, quam desuper cerno, eum eumdem hominemquem videram cogito, imperturbabili aeternitate perfunditd . ítem eum arcum pulchre ac aequabiliter intortum,quem vidi, verbi gratia, Carthagine, animo revolvo, resquaedam menti nuntiata per oculos, memoriaeque transfusa,imaginarium conspectum facit.Sed aliud mente conspicio, secundum quod mihi opusillud placet; unde etiam, si displiceret, corrigerem. Itaque deistis secundum illam 6 iudicamus, et illam cernimus rationalismentis intuitu. Ista vero aut praesentia sensu corporistangimus, aut imagines absentium fixas in memoria recordamur,aut ex earum similitudine talia fingimus, qualia nosipsi, si vellemus atque possemus, etiam opere moliremur:aliter figurantes animo imagines corporum, aut per corpuscorpora videntes; aliter autem rationes artemque ineffabiliterpulchram talium figurarum super aciem mentis simpliciintelligentia capientes.b Apud Lov., incautius.c Editi, non in ea forma permanet; addita contra mentem Augustinipartícula negante, qua nostri omnes carebant Mss.d Sic Am. et Mss. magno consensu. At Er. et Lov., a&quitatéperfundit." Subaudi, formam aetemae veritatis.IX, 6, 11 m n S*NTÍST\U TRI>JTD4D 557espiritual por fe. Amo, con casto y fraternal amor, al varónfiel y valiente.Mas si en el curso de nuestra charla me confiesa, o 'imprudentementede otro modo cualquiera lo indica, y me daa conocer que siente de Dios cosas indignas o que buscaen El algún bien carnal, y por sostener su error, o conmiras de lucro o bien llevado de estéril ambición de humanaalabanza, sufrió tan acerbos tormentos, al instante el amorque me impulsaba hacia él, ofendido y como rechazado, seretira del hombre indigno y permanece en aquella formaque me lo hizo, cuando lo creía digno, amable. A no ser queaún le ame para que sea tal cual he comprobado que noes. En nuestro hombre nada ha cambiado, pero puede aúncambiar y hacerse lo que yo creí que era ya; en mi menteha cambiado el aprecio, pues antes era de diferente maneraque ahora. E 1 mismo amor se ha desviado del anhelo delgozo al deseo de serle útil, bajo el imperio de le justiciainconmutable y excelsa. Es el ideal de la firme e inconcusaverdad, que me hacía gozar del hombre que bueno creía yque al presente me excita el deseo de que lo sea, el que bañade eternidad serena con la luz de la razón incorruptible ypura la mirada de mi alma y la nube de imágenes que ailáabajo contemplo cuando pienso en el hombre que vi. Y otrotanto sucede cuando evoco en mi ánimo la imagen de unarco bella y uniformemente curvado que vi,, pinto el caso, enCartago: el objeto material es transmitido a la mente porlos ojos y trasegado a la memoria para suscitar luego unarepresentación imaginaria. Mas lo que mi mente contemplay, según esta visión, apruebo su belleza o corrijo lo que medesagrada, es muy otra cosa. Y así juzgamos de estascosas corpóreas según la verdad eterna que percibe la intuiciónde la mi nte racional. Estas formas, si están presentes,las percibimos por el sentido del cuerpo; de 'las ausentesrecordamos sus imágenes archivadas en la memoria,o, según la ley de las semejanzas, las fingimos tales comonosotros las crearíamos en la realidad si tuviéramos mediosy voluntad. Una cosa es fingir en el ánimo las imágenes delos cuerpos o ver con el cuerpo los cuerpos, y otra intuir,por encima de la mirada de la mente, mediante la visión dela pura inteligencia, las razones y el arte inefablementebello de tales imágenes.


558 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 8, 13IX, 8, 13 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 550CAPUTVILCAPÍTULOVIIVERBUM INTUS EX REBUS IN AETERNA VERITATE CONSPECTISCONCIPIMUS ET GIGNIMUS. VERBUM AMORE CONCIPITURSIVE CREATURAE SIVE CREATORIS12. In illa igitur aeterna veritate, ex qua temporaliafacta sunt omnia, formam secundum quam sumus, et secundumquam vel in nobis vel in corporibus vera et recta rationealiquid operamur, visu mentís aspicimus: atque inde conceptamrerum veracem notítiam, tanquam verbum apud nos habemus,et dicendo intus gignimus; nec a nobis nascendo discedit.Cum autem ad alios loquimur, verbo intus manenti ministeriumvocis adhibemus, aut alicuius signi corporalis, ut perquamdam commemorationem sensibilem tale aliquid fiatetiam in animo audientis, quale de loquentis animo non recedit.Nihil itaque agimus per membra corporis in factis dictisquenostris, quibus vel approbantur vel improbantur moreshominum, quod non verbo apud nos intus edito praevfnimus.Nemo enim volens aliquid facit, quod non in cordesuo prius dixerit.CONCEBIMOS Y ENGENDRAMOS INTERIORMENTE UN VERBO ALCONTEMPLAR LAS COSAS EN LA ETERNA VERDAD12. Con la mirada del alma vemos en esta eterna <strong>Verdad</strong>,por la que han sido creadas todas las cosas temporales,una forma que es modelo de nuestra existencia y de cuantoen nosotros o en los cuerpos obramos, al actuar según laverdadera y recta razón: por ella concebimos una noticiaverdadera de las cosas, que es como verbo engendrado ennuestro interior al hablar, y que al nacer no se aleja denosotros.Y cuando dirigimos la palabra a otros, añadimos a nuestroverbo interior el ministerio de la voz o algún otro signosensible, a fin de producir en el alma del que escucha, medianteun recuerdo material, algo muy semejante a lo queen el alma del locutor permanece. Así, nada hacemos porlos miembros del cuerpo, ni en palabras ni en obras, alaprobar o reprender la conducta moral de los hombres, sinque so anticipe en nuestro interior el verbo secreto. Nadiequeriendo hace algo sin antes hablarlo en su corazón.CAPUTVIIICUPIDITAS ET CHARITAS QUO DIFFERUNT13. Quod verbum amore concipitur, sive creaturae, siveCreatoris, id est, aut naturae mutabilis aut incommutabilisveritatis. Ergo aut cupiditate, aut charitate: non quo nonsit a amanda creatura; sed si ad Creatorem refertur illaamor, non iam cupiditas, sed chantas erit. Tune enim estcupiditas, cum propter se amatur creatura. Tune non utentemadiuvat, sed corrumpit fruentem. Cum ergo aut parnobis, aut inferior creatura sit, inferiore utendum est adaLov., non quod non sit.CAPÍTULO VIIIEROS Y AMOR13. Este verbo es engendrado o por el amor de la criaturao del Creador; esto es, o de la naturaleza caduca o dela verdad inmutable. Luego, o por la concupiscencia o porla caridad. Y no es que no haya de amarse la criatura:cuando este amor va flechado al Creador, no es sino caridad.Es, sí, concupiscencia cuando se ama la criatura porla criatura. En este caso es útil al que no usa de ella;pero corrompe al que en ella se adelicia B . La criatura o es0 La palabra caridad tiene sentido lato en este pasaje y es sinónimade amor boni o voluntas boni. Cf. De Trin., 8, io, 14 : PL 42,960 ; Cont. ditas ep. Pelag., 2, 21 : PL 44, ¡86 ; FAURE, Adnot. adEnch. S. Aug., adnot. 1, in c. 1.


560 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 9, 14Deum; pari autem fruendum, sed in Deo. Sicut enim te ipso,non in te ipso frui debes, sed in eo qui fecit te; sic etiamillo quem diligis tanquam te ipsum. Et nobis ergo et fratribusin Domino fruamur, et inde nec ad nosmetipsosremitiere, et quasi relaxare deorsum versus audeamus.Nascitur autem verbum, cum excogitatum placet, aut adpeccandum, aut ad recte faciendum. Verbum ergo nostrum etmentem de qua gignitur, quasi medíus amor coniungit, sequecum eis tertium complexu incorpóreo, sine ulla confusiorieconstringit.IX, 9, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 561igual o inferior a nosotros. De la inferior se ha de usar paraDios; de la igual hemos de disfrutar, pero en Dios. No tecomplazcas en ti mismo, sino en aquel que te hizo; y lomismo has. de practicar con aquel a quien amas como teamas a ti. Gocemos, pues, de nosotros mismos y de losi hermanos, pero en el Señor, y no osemos nunca abandonarnosa nosotros mismos ni extender nuestros deseos hacialos bienes de la tierra.Florece la palabra cuando agrada la idea, y entoncesinclina al pecado o al bien. Es el amor un abrazo entre lapalabra y la mente que la engendra, y a ellas se une comotercer elemento en amplexo incorpóreo, sin confusión alguna.CAPUTIXCAPITULO IXIN AMORE SPIRITUALIUM VERBUM NATUM Í<strong>DE</strong>M QUODCONCEPTUM: SECUS IN AMORE CARNALIUM14. Conceptum autem verbum et natum idipsum est,cum voluntas in ipsa notitia conquiescit, quod fit in amorespiritualium. Qui enim, verbi gratia, perfecte novit, perfectequeamat iustitiam, iam iustus est, etiamsi nulla existat secundumeam forinsecus per membra corporis operandi necessitas.In amore autem carnalium temporaliumque rerum,sicut in ipsis animalium fetibus, alius est conceptus verbi,alius partus. Illic enim quod cupiendo concipitur, adipiscendonascitur. Quoniam non sufflcit avaritiae nosse et amareaurum, nisi et habeat; ñeque nosse et amare vesci, aut concumbere,nisi etiam id agat; ñeque nosse et amare honoreset imperia, nisi proveniant. Quae tamen omnia, nec adeptasufficiunt. Qui enim biberit ex hac, iniquit, aqua, sitiet iterum°. Ideoque et in Psalmo: Concepit, inquit, dolorem et peperitiniquitatem 10 . Dolorem vel laborem dicit concipi, cumea concipiuntur quae nosse ac velle non sufficit, et inardescitatque aegrotat animus indigentia, doñee ad ea perveniat,et quasi- pariat ea. Unde eleganter in latina lingua parta di*:cuntur et reperta atque comperta, quae verba quasi a partu.ducta resonant, Quia coneupiscentia cum conceperit, parit'••io. 4,"i 3 . :..;'.'•. ]10 ;T>s. 7, '15:--- •-- -EL VERBO EN EL ALMA CASTA Y EN EL AMOR CULPABLE14. La concepción y el nacimiento del verbo se identificancuando la voluntad descansa en la noticia, como enel amor de lo espiritual acontece. El que, por ejemplo, conoceperfectamente y ama con igual perfección la justicia, yaes justo, aunque no actúe al exterior según este postuladode. la justicia mediante los miembros del cuerpo. Mas en elamor de las cosas carnales y transitorias—-y lo mismo sucedeen los fetos do los animales—, una cosa es la concepciónde la palabra y otra muy diferente el parto. Lo que se concibecon el deseo, nace con el logro. No basta al avaro conocery amar el oro si no lo posee; ni basta conocer y amar lacomida o el ayuntamiento si. no llega a realizar estos actos;ni basta conocer y amar el poder y el honor si no los consigue.Ni siquiera cuando so poseen todos estos bienes sonsuficientes. El que bebiere de esta agua, tendrá sed de nuevo.Por eso se dice en el Salmo: Se empreñó de dolor y parióiniquidad. Llama empreñarse de maldad o trabajos a laconcepción de aquellas cosas cuyo conocimiento y deseo nobastan, pues el alma se consume en ardores y enferma de.indigencias hasta conseguir sus anhelos y entonces es comosi los diese a luz. No sin cierta elegancia se dice en el idioma'latino parta, reperta, comperta, tres palabras que se derivande "parto" 10 . La concupiscencia, cuando ha concebido,10 Deriva el Santo de la misma raíz latina estas tres palahras,que se pudieran traducir engendrada, encontrada y descubierta. Comoles falta en nuestro romance un orig-en común, hemos preferido conservaren su lozanía original el, texto latino.


562 <strong>DE</strong> TRINlTATE IX, 10, 15pWkatum u . Uinde Dominus clamat: Veniüe ad me omnes quilaboratis et onerati esíis 12 : et alio loco: Vae praegnantibuset mammantibm in Mis díebus 13 . Cum i taque ad partumverbi referret omnia vel recte faeta val peecata: Ex ore,inquit, tuo iustificaberis, et ex ore tuo condemnaberis ": osvolens intelligi, non hoc visibile, sed interius invisibile cogitationiset cord?'s.CAPUT XAN SOLA NOTITIA AMATA SIT VERBUM MENTÍS15. Recte ergo quaeritur, utrum omnis notitia verbum,an tantum amata notitia. Novimus enim et ea quae odimus:sed nee concepta, nec parta dicenda sunt animo, quae nobisd n 'splicent.Non enim omnia quae quoquo modo tangunt, coneipiuntur:sed alia a ut tantum. nota sint, non tamen verba dicantu¡r;


564 rm TRINTTATE IX, 11, 16esse et non esse: attamen virtute privan atque in vitium deficere,damnabile est. Et definiré intemperantiam,*verbumqueeius dLcere, pertinet ad artera morum: esse autem intemperantcm,ad id pertinet -quod illa arte culpatur. Sicut nosseac definiré quid sit soloecismus, pertinet ad artem loquendi:faceré autem, vitium est quod eadem arte reprehenditur.Verbum est igitur, quod nunc discernere ac insinuare volumus,cum amore notitia. Oum itaque se mens novit et amat,iungitur ei amore verbum eius. Et quoniam amat notitiamet novit amorem, et verbum in amore est, et amor in verbo,et utrumque in amante atque dicente.IX, 11, 16 I>E I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TMNTTHT) 565y Ja privación de la virtud, como afirmar o negar, ser o noser; sin embargo, carecer de virtud y precipitarse en elvicio es vituperable exceso. Definir la intemperancia y pronunciarsu verbo pertenece a la ciencia moral; ser intemperantees lo que reprueba la ética. Conocer y definir quées un solecismo pertenece al arte del bien decir; proferirsolecismos es vicio que dicho arte condena. El verbo queahora queremos insinuar y estudiar es la noticia en el amor.Cuando el alma se conoce y se ama, su verbo se une a ellapor amor. Y porque ama su noticia, conoce su amor, y elamor está en el verbo, y ambos en el que ama y habla.CAPUTXICAPÍTULO XIMENTÍS SE IPSAM NOSCENTIS IMAGINEM SEU VERBUM. GENITUMIPSI AEQUALE ESSE16. Sed omnis secundum speciem notitia, similis est eirei quam novit. Est enim alia notitia secundum privationem,quam cum improbamus, loquimur. Et haec privatioms improbatiospeciem laudat, ideoque approbatur. Habet ergo animusnonnullam speciei notae similitudinem, sive cum ea placet,sive cum eius privatio displicet.Quocirca in quantum Deum novimus, símiles sumus: sednon ad aequalitatem simiies, quia raec tantum eum novimus,quantum i.pse se. Et quemadmodum cum per sensum corporisdiseimus corpora, fit eorum aliqua similitudo in animonostro, quae pihantasia memoriae est: non enim omnino ipsacorpora in animo sunt, cum ea cogitamus; sed eorum simílitudines:itaque cum eas pro illis approbamus, erramus;error namque est pro alio alterius approbatio: meliar est tamenimaginatio corporis in animo, quam illa species corporis,in quantum haec in meliore natura est, id est, in substantiavitali, sicuti animus est: ita cum Deum novimus, quamvismeliores efficiamur quam eramus antequam nossemus.maximeque cum eadeim notitia etiam placita digiaeque amataverbum est, fitque ahqua Dei similitudo illa notitia: turneninferior est, quia in inferiere natura est; 'creatura quippeanimus, Creator autem Deus. .Ex quó eolligitür, quia cum sefnens ipsa novit atque approbat,-sic est eadem notitia verbum eius, ut ei sit par omnino.et aeqU'ale,.atqüe-identidem: quia aequeinferiorisesseü-LA IMAGEN EN UN ATJVTA QUE SE CONOCE16. Mas toda noticia es, según la especie, semejanteal objeto que se conoce. Existe, además, una noticia, segúnla privación, que expresamos al desaprobar una cosa. Y estarepulsa de la privación es un elogio de la idea, y poreso se alaba. Tiene el alma una cierta semejanza con laespecio conocida, ora le agrade, ora le ofenda su privación.Por lo cual, en cuanto conocemos a Dios, nos hacemosa El semejantes, pero no con semejanza de igualdad, porqueno le conocemos como es en sí. Y cuando mediante un verbocomo sensible conocemos los objetos corpóreos, se forma ennuestra alma una cierta semejanza de estos cuerpos, que esimagen de la memoria; pero no entran dentro de nosotros loscuerpos cuando en ellos pensamos, sino sus imágenes. Es, porconsiguiente, un error tomar el objeto por la imagen, pueserror es aprobar una cosa por otra; con todo, la imagende un cuerpo cualquiera en el alma es mejor que la especiecorpórea, en cuanto existe en una naturaleza más noble, porexistir en una existencia vital, que es el alma. Así, cuandoconocemos a Dios nos hacemos mejores que éramos antesde conocerlo, sobre todo cuando el objeto placentero y amadose.hace, palabra.y la noticia se haco ciorta semejanzacoiv Dios. No obstante, es inferior, pues su naturaleza esmás vil; el alma siempre es criatura, y Dios Creador. .,'De aquí se deduce que, cuando el aJma se conoce y apruebasu ciencia, entonces su noticia es su verbo, y es- en: absolutoigual e idéntico a ella; porque la noticia no es de


566 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 12, 17tiae notitia est, sicut corporis; ñeque superioris, sicut DelEt cum habeat notitia similitudinem ad eam rem quam novit,hoc est, cuius notitia est; haec habet perfectam et aequalem,qua mens ipsa & , quae novit, est nota. Ideoque et imagoet verbum est, quia de illa exprimitur, cum cognoscendoeidem coaequatur, et est gignenti aequale quod genítum est.IX, 12, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 567esencia inferior, como el cuerpo, ni de esencia más noble,como Dios. Y pues toda noticia ofrece cierta semejanza conél objeto de quien ella es noticia, ésta es perfecta e iguala la mente que conoce y es conocida. En consecuencia, esimagen y es verbo, pues es su expresión cuando se igualaa ella por el conocimiento, y lo engendrado es igual al queengendra.CAPUTXIICAPÍTULOXIICUR SICUT NOTITIA MENTÍS EST PROLES, NON ETIAM AMORPARTOS EIUS<strong>DE</strong>M SIT. SOLUTIO QUAESTIONIS. TRINITATISIMAGO, MENS CUM SUA IPSIUS NOTITIA ET AMORE17. Quid ergo amor? non erit imago? non verbum? nongeni tus ? Cur enim mens notitiam suam gignit, cum se novit;et amorem suum non gignit, cum se amat? Nam si proptereaest notionis suae causa, quia noscibilis est; amoris etiam suicausa est, quia est amabilis.Cur utrumque itaque non genuerit, difficile est dicere.Haec enim quaestio etiam de ipsa summa Trinitate, omnipotentissimocreatore Deo, ad cuius imaginem homo factus est,solet moveré nomines, quos veritas Dei per humanam locutioneminvitat ad fidem, cur non Spiritus quoque sanctusa Patre Deo genitus vel creditur vel intelligitur, ut filiusetiam ipse dicatur?Quod nunc in mente humana utcumque investigare conamur,ut ex inferiore imagine, in qua nobis familiarius naturaipsa nostra, quasi interrogata respondet, exercitatiorem.mentís aciem ab illuminata creatura ad lumen incommutabiledirigamus: ei tamen veritas ipsa persuaserit, sicut DeiVerbum Filium esse nullus christianus dubitat, ita charitatemesse Spiritum sanctum.Ergo ad imaginem illam, quae creatura est, hoc est, adrationalem mentem diligentius de hac re interrogandam considerandamqueredeamus, ubi temporaliter existens nonnulaLov., iuiamens ipsa. Male.POR QUÉ LA NOTICIA <strong>DE</strong>L ALMA ES SU PROLE Y NO ES SU PARTOEL AMOR. SOLUCIÓN <strong>DE</strong>L PROBLEMA. LA MENTE, SU NOTICIA Ysu AMOR, IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD17. ¿Qué es el amor? ¿Será imagen? ¿Palabra? ¿Engendrado?¿Por qué la mente engendra su noticia cuandose conoce y no engendra su amor cuando se ama? Porquesi es causa de su noción en cuanto escible, será tambiéncausa de su amor,, porque es amable.Difícil es decir por qué no engendra el alma ambas cosas.Y esta misma cuestión surge al tratar de la Trinidadexcelsa, Dios omnipotente y Creador, a cuya imagen fué elhombre formado, y suele inquietar a los hombres, a quienesla verdad do Dios invita a la fo en lenguaje humano. ¿Porqué al Espíritu Santo ni so le croo, ni so lo dice engendradopor Dios Padre, ni se le llama hijo suyo? 11Es lo que, de alguna manera, nos esforzamos por estudiarahora en la mente humana, y para ello interroguemos,con el fin de obtener respuesta cumplida, a esta imagen inferiory más familiar que es nuestra misma naturaleza, dirigiendoluego la mirada de nuestra mente, ya más entrenada,de la criatura iluminada a la luz inconmutable; contodo, la misma verdad nos persuadirá que el Espíritu Santoes amor, y el Verbo, Hijo de Dios, verdad que ningún cristianopone en duda.Volvamos, pues., a esta imagen criada, esto es, a lamente racional, e interroguémosle con diligencia sobre estacuestión, pues en ella temporalmente existe un conocimiento11 Ya Maximino, obispo amano, plantea al Santo este grave yespinoso problema de las procesiones divinas. Cf. Contra Maximinum,2 K 14, 1 : PL 42, 770-771. La solución del Doctor de la Trinidadsigue siendo clásica a través de los siglos. El genio constructivo deSanto Tomás dará al cuadro las últimas pinceladas. Cf. SummaTheol., 1, q. 27, a. 4,


568 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 12, 18larum rerum notitia, quae antea non erat, et aliquarum rerumamor, quae antea non amabantur, distinctius nobis aperitquid dicamus: quia et ipsi loeutioni temporaliter dirigendaea , facilior est ad explicandum res quae in ordíne temporumcomprehenditur.18. Primo itaque manifestum sit, posse fieri ut sit aliquidscibile, id est, quod sciri possit, et tamen nesciatur:illud autem fieri non posse, ut sciatur quod scibile non fuerit.Unde liquido tenendum est quod omnis res quamcumquecognoscimus, congenerat in nobis notitiam sui. Ab utroqueenim notitia paritur, a cognoscente et cognito. Itaque menscum se ipsam cognoscit, sola parens est notitiae euae: etcognitum enim et cognitor ipsa est. Erat autem sibi ipsanoscibilis, et antequam se nosset: sed notitia sui non erat inea, cum se ipsa non noverat. Quod ergo cognoscit se, paremsibi notitiam sui gignit: quia non minus se novit quam est,nec alterius essentiae est notitia eius, non solum quia ipsanovit, sed etiam quia se ipsam, sicut supra diximus.Quid ergo de amore dicendum est, cur non etiam cum seamat, ipsum quoque amorem sui genuisse vídeatur? Eratenim amábilis sibi, et antequam se amaret, quia poterat seamare: sicut erat sibi noscibilis, et antequam se nosset, quiapoterat se nosse. Nam si non sibi esset noscibilis nunquamse nosse potuisset: ita si non sibi esset amábilis, nunquamse amare potuisset. Cur itaque amando se non ge«iuisse dicaturamorem suum; sicut cognoscendo se genuit notitiamsuam?An eo b quidem manifesté ostenditur hoc amoris esseprincipium, unde procedit: ab ipsa quippe mente procedit,quae sibi est amábilis antequam se amet; atque ita principiumest amoris sui, quo se amat: ideo non recte diciturgenitus ab ea, sicut notitia sui qua se novit, quia notitiaiam inventum est, quod partum vel repertum dicitur, quodsaepe praecedit inquisitio eofine quietura? Nam inquisitio estappetitus inveniendi, quod idem valet si dicas, reperiendi.Quae autem reperiuntur, quasi pariuntur: unde proli similiasunt; ubi, nisi in ipsa notitia? Ibi enim quasi expressa formantur.Nam etsi iam erant res quas quaerendo invenimus,notitia tamen ipsa non erat, quam sicut prolem nascentemdeputamus. Porro appetitus i lie, qui est in quaerendo, pro-., _ a Plerique Mss., digerendae.b Edití, In eo. Emendantur ea Mss.IX, 12, 18 T)E LA <strong>SAN</strong>TÍSTMA TRTNTTUP 569de ciertas cosas que antes no existía y un amor a cosas queantes no se amaban, y este conocimiento nos indica más claramentequé es lo que tenemos que decir, pues siempre esmás hacedero explicar una realidad encuadrada dentro delorden de los siglos en un lenguaje temporal y humano18. Es en principio manifiesto que puede darse algocognoscible, es decir, que se puede conocer, y, sin embargo,se ignora; pero no se puede en modo alguno conocer lo incognoscible.Es, pues, evidente que todo objeto conocidocoengendra en nosotros su noticia. Ambos, cognoscente yconocido, engendran el conocimiento. Y así la mente, cuandose conoce, ella sola es padre de su noticia y es a la vezla que conoce y lo que conoce 12 . Era cognoscible antes deconocerse, pero no existía en ella su noticia antes de autoconocerse.Cuando se conoce, engendra su noticia igual así misma; entonces su conocimiento iguala a su ser, y sunoticia no pertenece a otra substancia; y esto no sólo porqueconoce, sino porque se conoce a si misma, según arribadijimos.Mas ¿qué decir del amor? ¿Por qué, cuando se ama. noengendra su amor? Era ya amable antes de amarse, puespodía amarse, como era antes de conocerse cognoscible,pues podía conocerse; porque si no fuera cognoscible, jamásse podría conocer, y si no fuera amable, jamás se podríaamar. ¿Por qué, pues, cuando se ama no se dice que engendrasu amor, como al conocerse engendra su noticia?¿Es. acaso, para indicar claramente el principio del amorde donde procede, pues procede de la mente ya amable antesde amarse, siendo así principio del amor con que se ama;mas no puede decirse con verdad engendrada, como se dicela noticia de sí por la que se conoce, precisamente porqueha encontrado mediante el conocimiento lo que se pudierallamar parto o encontrado (repertum), pues con frpeuenciaprocede la búsqueda con la ilusión de reposar en este fin?Es la investigación una apetencia de encontrar, que es sinónimode engendrar (reperiendi)13 . Las cosas que se reencuentranes como si se alumbraran (pariuntur) y son semejantesa la filiívción. Y ¿dónde se engendran s : no en lanoticia? Es aquí donde como expresándose se forman. Por-12 Es el conocimiento una asimilación intenciona] de la actividadintelectiva y del objeto real, y, dado que esta asimilación es diversaexisten distintas clases de conocimiento. El fin del conocimiento esla verdad.' La expresión agustiniana : Ab utroque enim paritur notitia,a cognoscente et cognilo, pasó a ser axioma de escuela. Losque aman interpretar el pensamiento de San Agustín a la luz delaristotelismo tomista hacen entrar cu juego las teorías del entendimientoagente y posible. Cf. Cn. BOYER, L'idée de vcrilé dans laphilosophie de Saint Augustin (París iq2o).13 Damos al verbo reperire su significado etimológico. Quae reperiuntur quasi pariuntur.


570 <strong>DE</strong> TRINITATE IX, 12, 1Scedit a quaerente, et pendet quodam modo, ñeque requiescitfine quo intenditur, nisi id quod quaeritur inventum quaerenticopuletur. Qui appetitus, id est, inquisitio, quamvis amoresse non videatur, quo id quod notum est c , amatur; hocenim adhuc ut cognoscatur agitur: tamen ex eodem generequiddam est.Nam voluntas iam dici potest, quia omnis qui quaerit invenirevult; et si id quaeritur quod ad notitiam pertineat,omnis qui quaerit nosse vult. Quod si ardenter atque instantervult, studere dici tur: quod máxime in assequendis atqueadipiscendis quibusque doctrinis dici solet. Partum ergo mentísantecedit appetitus quidam, quo id quod nosse volumusquaereñdo et inveniendo, nascitur proles ipsa notitia: ac perhoc appetitus ille quo concipitur pariturque notitia, partuset proles recte dici non potest; idemque appetitus quo inhiaturrei cognoscendae, fit amor cognitae, dum tenet atqueamplectitur placitam prolem, id est, notitiam, gignentiqueconiungit. Et est quaedam imago Trinitatis, ipsa mens, etnotitia eius, quod est proles eius ac de se ipsa verbum eius,et amor tertius, et haec tria unum atque una substantia. Necminor proles, dum tantam se novit mens quanta est: necminor amor, dum tantum se diligit quantum novit et quantaest.0 Plures Mss., quia quod notum est.IX, 12, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 571que si ya existían las cosas que buscando encontramos, noexistía la noticia que asemejamos a un hijo que nace. Laapetencia que late en la búsqueda procede del que busca, yse balancea como en suspenso, y no reposa en el fin anheladoa no ser cuando se encuentra el objeto buscado y se uneal que busca. Y esta apetencia o búsqueda, aunque no parezcaaún amor con que se ama lo 'Conocido—sólo se trataaún el conocimiento—, participa en cierto modo de sugénero.Y se la puede llamar ya voluntad, porque todo el quebusca quiere encontrar; y si se busca lo que pertenece ala noticia, él que busca quiere conocer. Y si con ardor loansia y constancia, se llama estudio, término muy usual enla investigación y adquisición de las ciencias. Luego al partode la mente precede una cierta apetencia, en virtud de lacual, al buscar y encontrar lo que conocer anhelamos, damosa luz un hijo, que es la noticia; y, por consiguiente,el deseo, causa de la concepción y nacimiento de la noticia.no se puede llamar con propiedad parto e hijo; el mismodeseo que impele vivamente a conocer se convierte en ameal objeto conocido y sostiene y abraza a su prole, es decir,a su noticia, y lo une a su principio generador. Es, pues,cierta imagen de la Trinidad la mente, su noticia, hijo yverbo de sí misma, y en tercer lugar, el amor; y estas tres:cosas son una sola substancia. Ni es menor la prole cuandola mente se conoce tal como es, ni menor el amor si se amacuanto so conoce y es.


LÍBERXLIBROXIn quo trinitatem aliam in hominis mente inesse ostenditur,eamque longe evidentiorem apparere in memoria,intelligentia et volúntate.En que se muestra la existencia de otra trinidad en él almadel hombre y aparece con más evidencia en la memoria,en el entendimiento y en la voluntad.CAPUT ICAPÍTULOIAMOREM STU<strong>DE</strong>NTIS ANIMI, ID EST, SCIRE CUPIENTISJ NON ESSEAMOREM EIUS REÍ QUAM NESCIT1. Nunc ad ea ipsa consequenter enodatius explicándalimatior accedat intentio. Ac primum, quia rem prorsus ignotamamare omnino nullus potest, diligenter intuendum estcuiusmodi sit amor studentium, id est, non iam scientium,sed adhuc seire cupientium quamque doctrinam.Et in his quippe rebus in quibus non usitate dicitur studium,solent existere amores ex auditu, dum cuiusque pulchritudinisfama ad videndum ac fruendum animus accenditur,quia generaliter novit corporum pulchritudines, ex eoquOd plurimas vidit, et inest intrinsecus unde approbetur,cui forinsecus inhiatur. Quod cum fit, non rei penitus incognitaeamor excitatur, cuius genus ita notum est. Cum autemvirum bonum amamus, cuius faciem non vidimus, ex notitiavirtutum amamus, quas novimus in ipsa veritate.Ad doctrinas autem cognoscendas, plerumque nos laudantiumatque praedicantium accendit auctoritas: et tamennisi breviter impressam cuiusque doctrinae haberemus inanimo notionem, nullo ad eam discendam studio flagraremus.Quis enim sciendae, verbi gratia, rhetoricae ullam curam etoperam impenderet, nisi ante sciret eam dicendi esse scientiam?EL AMOR EN UN ALMA ESTUDIOSA, ES <strong>DE</strong>CIR, QUE <strong>DE</strong>SEA SABER,NO ES AMOR <strong>DE</strong> LO <strong>DE</strong>SCONOCIDO1. Para explicar ahora estas mismas cosas con mayorclaridad, es menester una atención más tensa. En primertérmino, pues nadie puede amar una cosa por completo ignorada,examinemos con diligencia de qué naturaleza es elamor de los estudiantes; es decir, de los que no saben, perodesean saber.En las realidades donde la palabra estudio no es usualpueden existir ciertos amores de oídas; así, el alma se enciendeen deseos do visión y de gozo con la fama de unabelleza cualquiera, porque posee en general una noción dela belleza corpórea, por haber visto muchas, y en su interiorexiste algo que aprueba lo que en la periferia con ardorcodicia. Cuando esto sucede, el amor no es pasión de unacosa ignorada, pues ya -conoce su género. Cuando amamosa un varón bondadoso cuyo rostro no hemos vksto jamás,lo amamos por la noticia de sus virtudes, que ya conocemosen la misma verdad.No es tampoco infrecuente el que nos estimule al estudiode nuevas'doctrinas la autoridad del que las loa y ensalza;con todo, de no tener impresa en el alma una ligera nociónde la ciencia, no arderíamos en deseos de aprenderla. ¿Quién,pongo el caso, gastaría tiempo y afanes en aprender retóricasi no sabe con antelación que es el arte de bien decir?


574 <strong>DE</strong> IRINITATE X, 1, 2Aliquando etiam ipsarum doctrinarum fines auditos expertosvemiramur, et ex hoe inardescimus facultatem compararediscendo, iqua ad eos pervenire possimus. Tanquamsi litteras nescienti dicatur quamdam esse doctrinam, quaquisque valeat, quarrwis longe absenti, vertoa mittere manufaeta in silentio, quae rursus rile cui mittuntur, non auribus,sed oculis colligat, idque fi.eri videat; norme, dum concupiscitnosse quo id possit, omni studio circa illum finem movetur,quem iam notum tenet? Sic accenduntur studia diaceiitium:nam quod quisque prorsus ignorat, amare nullo pactopotest.2. Ita etiam signum si quis audiat incognitum, velutiverbi alicuius sonum, quo quid signifioetur ignorat, cupitscire quidnam sit, id est, sonus Ule cui rei commemorandaeinstiitutus sit: veluti si audiat cum dicitur temetum, et ignoransquid sit requirat. Iam itaque oportet ut noverit signumesse, id est, non esse inanem illam voeem, sed aliquid ea significan:alioquin iam notum est hoic trisy'llabum, et articulatamspeeiem suam impressit animo per sensum aurium: quidamplius in eo requiratur, quo a magis innotescat, cuius omneslitterae omniaque soni spatia nota sunt; nisi quia simulinnotuit signum esse, movitque sciendi cupiditatem, cuiusrei signum sit?Quo igitur amplius notum est, sed non plene notum est,eo 'Cupit animus de illo nosse quod reliquum est. Si enimtantummodo esse istam vocem nosset, eamque alicuius reisignum esse non nosset, nihil iam quaereret, sensibili re,quantum poterat, sentiendo percepta. Quia vero non solumesse vocem, sed et signum esse iam novit, perfecte id nossevult. Ñeque üllum perfecte signum noscitur, nisi cuius reisignum sit cognoscatur.Hoc ergo qui ardenti cura quaerit ut noverit, studioqueaccensus insistit, num potest dici esse sine amore? Quid igituramat? Certe enim amari aliquid nisi notum non potest.Ñeque enim ille istas tres syllabas amat, quas iam notashabet. Quod si hoc in eis amat, quia scit eas significare aliquid;non inde nune agitur, non enim hoc nosse quaerit:sed in eo quod scire studet, quid amet inquirimus, quodprofecto ncndum novit: et propterea miramur cur amet,quoniam firmissime novimus amari nisi nota non posse.X, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRTNTDAD 575Admiramos a veces los resultados de esas ciencias porhaberlas oído ponderar o por propia experiencia, y nosinflamamos en deseos de aprender con la ilusión de llegara dicho fin. Es como si a un analfabeto se le dijese queexiste un arte, al alcance de todos, por medio del cual sepuede enviar a una persona que vive muy lejos unas palabrasdibujadas a mano y en silencio, y aquel a quien vandirigidas las entiende, no con los oídos, sino con los ojos,y comprueba que esto es verdad: ¿acaso, si desea aprendera escribir, no dirigirá sus esfuerzos a esta meta ya conocida?De esta manera se encienden los ánimos de los aprendices;porque lo que en absoluto se ignora, bajo ningúnconcepto se puede amar.2. Y otro tanto sucede si alguien oye un sonido desconocido,por ejemplo, el de una palabra cuyo significadoignora y anhela conocerlo; esto es, desea conocer el objetodesignado por dicho sonido. Supongamos que oye la palabratemetum 1 y, en su ignorancia, pregunta qué significa.Es necesario sepa ya que es un signo; es decir, no un vacuosonido, sino pleno de significación; además este trisílabo yaes conocido, y mediante el sentido del oído se imprimió, aldeletrearlo, su noticia en el alma. ¿Qué más se puede exigirpara su mayor conocimiento, si nos son familiares todassus letras y los espacios todos de sus sonidos, sino porqueal mismo tiempo sabemos que es un signo y nos espolea eldeseo de saber de qué objeto es signo?Cuanto más se conoce, sin llegar al conocimiento pleno,con tanto mayor empeño anhela el alma saber lo que resta.Si alguien conociera tan sólo la existencia de esta palabra eignorara que era signo de alguna realidad, suspendería subúsqueda, contento ya con su percepción sensible. Pero comoconoce ya no sólo que es palabra, sino también signo, anhelasu conocimiento perfecto. Ningún signo se conoce plenamentesi se ignora do qué cosa es signo.Y el que con ardorosa diligencia estudia para saber y seinflama y persevera en su esfuerzo, ¿estará ayuno de amor?¿Qué es, pues, lo que ama? No es posible, en verdad, amaruna cosa sin conocerla. No ama estas tres sílabas el que yalas conoce. ¿Se dirá que lo que ama en ellas es el saber quotienen un significado? No se trata ahora de esto; no esesto lo que se busca saber: en el que se afana por conocerpreguntamos qué es lo que él ama y aún no conoce; y p re .cisamente nos admira su amor, porque sabemos con todacerteza que sólo es dable amar lo conocido.aAliquot Mss., quod.1 Temetum, el vino. De temum^mithy. Cf. FORCELLINI, Lexicóntotius latinitatis (Patavii 1940).


576 _^ <strong>DE</strong> TttlNTTATE X, 1, 2Quid ergo amat, nisi quia novit atque intuetur in rationibusrerum quae sit pulchritudo doctrinae, qi^a continenturnotitiae signorum omnium; et quae sit utilitas in ea peritia,qua inter se humana societas sensa communicat, ne sibihominum ooetus deteriores sint quavis solitudine, si cogitationessuas colloquendo non misceant.Hanc ergo speciem decoram et utilera cernit anima, etnovit, et amat; eamque in se perfíci studet, quantum potest,quisquís vocum significantium quaecumque ignorat b ,inquirit. Aliud est enim quod eam in veritatis luce conspicit,aliud quod in sua facúltate concupiscít. Conspicit namquein luce veritatis quam magnum et quam bonum si.t omnesomnium gentium linguas intelligere ac loqui, nullamque utalienígena c audire, et a nullo ita audiri. Cuius notitiae decuscogitatione iam cernitur, amaturque res nota; quae ita conspicitur,atque inflammat studia diseerntium, ut eirca eammoveatitur, eique inhient in omni opera quam impendunteonsequendae tali facultati, ut etiam usu amplectantur quodratione praenoscunt: atque ita quisque, cui facultati spepropinquat, ei ferventius amore inardescit. Eis doctnnisquippe studetur vehementius, quae capí posse non desperantur.Nam cuius rei adiipiscendae spem qu'sque non gerit, autteipide amat, aut omnino non amat, quamvis quam pulchrasit videat. Quocirca, quia omnium linguarum scientia fereab ómnibus desperatur, suae gentis quisque máxime studet,ut noverit. Quod si et illi ad perfectum pereipiendae se nonsufficere sentit, nemo tamen tam desidiosus est huius notitiae,qui non, cum audierit incognitum verbum, velit nossequid illud sit, et si potest quaerat ac diseat. Quod dumquaerit, utique in studio diseendi est, et videtur amare remincognitam; quod non ita est.iSpecies namque illa tangit animum, quam novit et eogitat,in qua elucet decus consociandorum animorum in vo^cibus notis audiendis atque reddendis: eaque accendit studioquaerentem iquidem quod ignorat, sed notam formam, quoid pertineat, intuentem et amantem. Itaque si quaerenti. verbigratia, quid sit temetum (hoc enim exempli causa posueram)dicatur: "Quid ad te pertinet?", respondebit: "Ne forteaudiam iloquentem, et non intelligam, aut uspiam forteid legam, et quid scriptor senserit, nesciam". Quis tándemhuic dicat: "Noli intelligere quod audis, noli nosse quod lebSic Am. Er. et Mss. At Lov., significantiam qtiamcumque ignorat.0 Ita Am. et Mss. At Er. et Lov., nt alienigenam. Forte legenduin, nullumque ut alienigenam.X, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 577Ama porque conoce e intuye en las razones del ser labelleza de la ciencia, en la que se contienen las nocionesde todos los signos, y la utilidad de un arte que hace posiblea los hombres comunicar entre sí sus pensamientos,para que la sociedad humana no sea algo peor que la soledadestéril, como sucedería de no poder comunicarse loshombres sus ideas por medio del lenguaje.El alma ve, conoce y ama este útil y bello ideal, y todoaquel que inquiere el significado de las palabras que ignora,se esfuerza cuanto puede por perfeccionarse en dichaciencia. Pero una cosa es contemplar en la luz de la verdadeste ideal, y otra, asaz diferente, lo que su facultadambiciona. Intuye en el esplendor de la verdad cuan grandey bueno es comprender y hablar las lenguas de todoslos pueblos y no oír o hablar ninguna como extranjero.Y su pensamiento percibe la belleza de este saber, y entoncesse ama una cosa conocida; y de tal manera su visióninflama los anhelos de los aprendices, que todo giray se mueve a su alrededor y es meta de cuantos afanes,se toman por adquirir dicha ciencia y abrazar en la prácticalo que su inteligencia preconoce; y cuanto más próximaes la esperanza de hablar estas lenguas, más se acrecientala llama de su amor. Con ardor más vehemente seentrega uno al estudio de las ciencias si no se desesperapoder comprenderlas; porque quien no tiene esperanza deconseguir lo que ansia, aunque vea su belleza, o con tibiezala ama o, sencillamente, no la ama. Y pues casi todosdesconfían poseer el dominio de todas las lenguas, de ahíique cada uno se afane por conocer la de su nación; y, dadoque haya alguien que se sienta incapaz de dominarla contoda perfección, nadie hay tan haragán que no sienta curiosidadpor conocer el significado de una palabra desconocida;y si puede, se informa y la aprende. Y, al informarse,es evidente que siente deseos de aprender, y pareceamar una cosa desconocida, pero en realidad no es así.Su alma es acariciada por aquel ideal conocido en elque piensa, y en el que se refleja la hermosura de las almasfusionadas en el aglutinante del lenguaje; y esta hermosuraenciende en él un deseo vivísimo de aprender lo queignora, aunque ya intuye y ama el ideal conocido hacia elque tiende su esfuerzo. En consecuencia, si al que pregunta,verbigracia, qué es el temetum—es nuestro ejemplo—sele contesta con un "¿Qué te importa?", responderá:"No sea que oiga hablar y no entienda, o bien lea estapalabra en alguna parte e ignore el pensamiento de suautor". Y ¿quién hay que le replique: "No quieras entenderlo que oyes ni conocer lo que lees"? A casi todas lass. Ag. s 19


578 <strong>DE</strong> IRINITATE X. 1. 3gis" ? Ómnibus enim fere animis rationalibus in promptu estad videndum huius peritiae pulchritudo, qua hominum interse eogitata, significantium vocum enuntiatione noscuntur:propter hoc notum decus, et ob hoc amatum quia notum,studiose quaeritur verbum illud ignotum. Itaque cum audieritatque cognoverit temetum a veteribus vinum appellatum,sed iam ex usu loquendi quem nunc habemus, hoc vocabulumemortuum, propter nonnullos fortasse veterum. librossibi necessarium deputabit. Si autem et illos supervacáneoshabet, forte iam nec dignum quod memoriae commendetexistimat, quia videt ad illam speciem doctrinae quam notammente intuetur atque amat, minime pertinere.3. Quamobrem omnis amor studentis animi, hoc estvolentis scire quod nescit, non est amor eius rei quam nescit,sed eius quam scit, propter quam vult scire quod nescit.Aut si tam curiosus est, ut non propter causara aliara notam,sed solo amore rapiatur incógnita sciendi; discernendusquidem est ab studiosi nomine iste curiosus, sed necipse amat incógnita, imo congruentius dicitur: "Odit incógnita",quae nulla esse vult, dum vult omnia eogmta.Sed ne quisquam nobis difficiliorem referat quaestionem,asserens tam non posse quemquam odisse quod nescit, quamnon potest amare quod nescit, non resistimus veris 4 ; sed intelligendumest, non hoc idem dici cum dicitur: "Amat scireincógnita", ac si diceretur: "Amat incógnita." Illud enimfíeri potest, ut amet quisque scire incógnita; ut autem ametincógnita, non potest. Non enim frustra ibi est positum scire: quoniam qui scire amat incógnita, non ipsa incógnita,sed ipsum scire amat. Quod nía i haberet cognitum, ñequescire se quisquam posset fidenter dicere, ñeque nescire. Nonsolum enim qui dicit: "Scio", et verum dicit, necesse est utquid sit scire sciat; sed etiam qui dicit: "Nescio", idque fidenteret verum dicit, et scit verum se dicere, scit utiqurquid sit scire: quia et discerní t ab sciente nescientem, cumveraciter se intuens dicit: "Nescio"; et cum id se scit verum.dicere, unde sciret, si quid sit scire nesciret?X, 1, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 579almas racionales es manifiesta la belleza de un arte que permitea los hombres conocer mutuamente sus pensamientospor medio de la simple enunciación de palabras henchidas designificado. Y a causa de esta belleza conocida se busca conilusión la palabra ignorada; y cuando oye y conoce que losantiguos llamaban al vino temetum—palabra desterrada dela circulación actual—, es posible que su conocimiento le seanecesario para inteligencia de algunos libros vetustos. Mas,si los juzga inútiles, pensará que no merece la pena conservardicha palabra en la memoria, pues ve que no pertenecea aquel ideal de doctrina que la razón ama e intuye.3. Por ende, todo amor del alma estudiosa, es decir,ansiosa de saber lo que ignora, no es amor de cosa ignorada,sino conocida, y por ella suspira conocer lo que ignora.Y si es tan curioso que sólo el deseo de saber le espolea,no otra causa conocida, este nuestro curioso se hade discernir del verdadero estudiante, pero ni aun así amalo desconocido, sino que más propiamente diríamos que odialo incógnito, pues la ignorancia aborrece el que desea saberlotodo.Mas si alguien nos propone otra cuestión más difícil,diciendo que es tan imposible aborrecer lo que se ignoracomo amar lo que se desconoce, no haré violencia a la verdad;pero no es lo mismo decir: "Ama saber lo que ignora", yafirmar: "Ama lo incógnito". Es posible haya alguien queame conocer lo que ignora, pero nadie ama lo desconocido.Ni sin motivo está puesto el verbo saber, porque el quecodicia saber lo que ignora, ama el saber, no lo ignoto.Sin este saber no podría decir con firmeza que ignora oconoce. Es, pues, necesario que sepa qué es el saber, nosólo el que dice: "Lo sé", y dice verdad, sino incluso el quedice: "Lo ignoro", y lo afirma con aplomo y verdad, y sabeque dice verdad, y sabe qué es saber; porque distingue alignorante del sabio cuando, al examinarse a sí mismo, dicecon sinceridad: "No lo sé"; cuando sabe que dice verdad,¿cómo lo sabe, si ignora lo que es el saber?d Sic plerique Mss. Editi vero, non resistimtis iierbis.


5S0 <strong>DE</strong> 1RINIIATE X, 2. 4X. 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 581CAPUTIINEMO PKORSUS AMAT INCÓGNITA4. Quilibet igitur studiosus, quilibet curiosus non amatincógnita, etiam cum ardentissimo appetitu instat scire quodnescit. Aut enim iam genere notum habet quod amat, idquenosse expetit, etiam in aliqua re singula, vel in singulis rebus,quae illi nondum notae forte laudantur, ñngitque animoimaginariamformam qua excitetur in amorem. Unde autemfingit, nisi ex iis quae iam noverat? Cuius tamen formaeanimofiguratae atque in cogitatione notissimae, si eam quaelaudabatur dissimilem invenerit, fortasse non amabit. Quodsi amaverit, ex illo amare incipiet ex quo didicit. Paulo antequippe alia erat quae amabatur, quam sibi animus formansexhibere consueverat.Si autem illi formae similem invenerit quam fama praedicaverat,cui veré pos si t dicere: "Iam te amabam", nectune utique amabat incognitam, quam in illa similitudine noverat.Aut in specie sempiternae rationis videmus aliquid etibi amamus, quod cum expressum in aliqua rei temporaliseffigie, illis qui experti sunt laudantibus et credimus, etamamus, non aliquid amamus incognitum, unde iam suprasatis disseruimus: aut aliquid notum amamus, propter quodignotum aliquid quaerimus: cuius ignoti amor nequáquamnos tenet, sed illius cogniti, quo pertinere novimus, ut illudetiam quod adhuc ignotum quaerimus, noverimus: sicut deincógnito verbo paulo ante locutus sum.Aut ipsum scire quisque amat, quod nulli scire aliquidcupienti esse incognitum potest. His causis videntur amareincógnita, qui scire aliquid volunt quod nesciunt, et propterardentiorem quaerendi appetitum sine amore esse dici nonpossunt. Sed quam se res aliter habeat, ñeque omnino quidquamametur incognitum, arbitror me persuasisse verum diligenterintuentibus. Sed quia exempla quae dedimus, eorumsunt, qui aliquid quod ipsi non sunt nosse cupiunt, videndumest ne forte aliquod novum genus appareat, cum se ipsamena nosse desiderat.CAPITULOIINADIE AMA LO <strong>DE</strong>SCONOCIDO'4. Ningún hombre estudioso, ningún curioso ama lodesconocido, ni aun en la hipótesis de insistir con ardor enconocer lo que ignora. Conoce ya en general lo que ama, peroanhela percibir el detalle; o de las mismas cosas singularesque él no conoce, al oírlas alabar, se imprime en su almauna forma imaginaria que le impulsa al amor. Y ¿de dóndesurge esta ficción sino de las cosas ya conocidas? Y si encuentralo que oye ensalzar disconforme con la imagen idealimpresa en su pensamiento y en su ánimo, quizá no lo ame;y si lo ama, el principio de este amor radica en lo conocido.Poco antes muy otra era la imagen amada que su alma solíaexhibir al formarla.Y si la encuentra semejante a la imagen que la famapregona, a la que pueda decir con verdad: "Ya te amaba",ni aun entonces amaba lo desconocido, pues ya le era conocidaen esta semejanza. O vemos y amamos algo en el esplendorde la razón sempiterna y cuando, reproducida en laimagen de un objeto temporal, se brinda ¡a nuestra fe y anuestro amor mediante el elogio de los que experimentadola han, nada desconocido amamos, según más arriba probé;o bien amamos algo conocido, y esto nos impulsa a inquirirlo ignorado; entonces no es lo desconocido objeto denuestro amor, sino lo conocido, al que conocemos pertenecera fin de conocer aquello que aun ignorado buscamos, segúnsenté poco ha al hablar de la palabra secreta.O, finalmente, se ama el saber, verdad que nadie sedientode ciencia puede ignorar. Por estas razones parece amanlo ignoto aquellos que ansian conocer lo ignorado: mas éstos,por su ardiente deseo de aprender, no puede afirmarse esténsin amor. Creo haber demostrado a los contempladores dela verdad no ser así, siendo imposible amar lo ignorado.Mas como los ejemplos aducidas se refieren tan sólo a losque anhelan conocer realidades fuera de sí, veamos si surgealguna novedad cuando es la mente la que anhela conocersea sí misma.


582<strong>DE</strong> TKINITATE X. 3, 5X, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 583CAPUTIIICAPÍTULOIIIQüOD MENS AMET SE IPSAM NON INCOGNITAM SIBI5. Quid ergo amat mens, cum ardenter se ipsam quaeri.tut noverit, dum incógnita sibi est? Ecce enim miens semetipsamquaerit ut noverit, et inflammatur hoc studio.Amat igitur: sed quid amat? Se ipsam? Qúomodo, cum senondum noverit, nec quisquam possit amare quod nescit?An ei ¡fama praedioavit speciem suam, sicut de absentibussolemus audire?Forte ergo se non amat, sed quod de se fingit, hoc amat,longe fortasse aliud quam ipsa est; aut si se mens sui simílemfingit, et ideo cum hoc figmentum amat, se amat an.tequam noverit; quia id quod sui simile est intuetur: novitigitur alias mentes ex quibus se fingat, et genere ipso sibinota est.Cur ergo cum alias mentes novit se non novit, cum seipsa nihil sibi possit esse praesentius? Quod si ut oculiscorporis magis alii oculi no ti sunt, quam ipsi sibi; non se•ergo quaerat nuniquam inventura. Nunquam enim se oculij>raeter specula videbunt: nec ullo modo putandum est etiamrebus incorporéis eontemplandis tale aliquid adhiberi, utmens tanquam in apéenlo se noverit.An in ratione veritatis aeternae videt quam speciosumsit nosse semetipsam, et hoc amat quod videt, studetquein se fieri? quia quamvis sibi nota non sit, notum tamenei est quam bonum sit, ut sibi nota sit. Et hoc quidem peranirabileest, nondum se nosse, et quam pulchrum sit senosse, iam nosse.An aliquem finem optimum, id est securitatem et beaütudinemsuam videt, per quamdam occultam memoriam,quae in longinqua B eam progressam non deseruit, et creditad eumdem finem, nisi se ipsam cognoverit, se pervenira11 Plerique Mss., in longinqtmm.CONOCIMIENTO <strong>DE</strong>L ALMA POR EL ALMA5. ¿ Qué ama la mente cuando con pasión ardorosa buscaconocerse, si es para sí una desconocida? He aquí a lamente, que busca conocerse y se inflama en este deseo. Ama,es cierto; pero ¿qué ama? ¿Se ama a sí misma? ¿Cómo seama, si aún no se conoce y nadie puede amar lo ignorado?¿Es acaso que la fama pregonó su hermosura cual solemosoír de las cosas ausentes?Quizá entonces no se ama a sí misma, sino la idea que sefinge de sí misma, muy diferente acaso de lo que ella es. Ysi'la mente tiene de sí una idea exacta, entonces al amar estaficción se amaría antes de conocerse. Ve lo que le es semejante;conoció otras mentes y por ellas se finge a sí mismay, según esta idea genérica, ya se conoce.Pero entonces, ¿cómo conoce a otras mentes y se ?gnoraa sí misma, si nada hay tan presente a sí misma como ellamisma? Y si le sucede como a los ojos del cuerpo, que conocenmejor los ojos ajenos que los propios, entonces nose afane en la búsqueda, pues jamás se ha de encontrai.Sin un espejo nunca verán los ojos su imagen; mas en lascosas incorpóreas no es dable emplear un medio parecido:la mente no puede verse en un espejo.¿Será, acaso, en la razón de la eterna verdad donde veja hermosura del autoeonoeiniiento, y ama lo que intuye ysuspira por la realización en sí -misma? Si no sé conoce,conoce al menos cuan bello es conocerse. Ciertamente esmuy de admirar el que no se conozca y conozca la bellezade conocerse.¿Es que ve algún fin excelso, esto es, su seguridad y sudicha, merced a una secreta memoria 2 que no le abandonaen su peregrinación hacia lejanas playas, y cree no poderalcanzar esta meta sin conocerse a sí misma? Y así, mien-2 ... per qtiíimdam occultam memoriam. Aquí, como en las Concesiones(io, IQ, 28), la palabra memoria rebasa la acepción psicológicaactual, recuerdo del pasado, v la aplica Agustín a cuanto estáen elalma presente. Para Gilson, un término equivalente en la psicologíamoderna sería el de inconsciente y subconsciente (Intro&uctiona l'étv.&e de S. Aug., p. 135, nota z).


584 <strong>DE</strong> IRINITAIE X, 4, 6non posse? Ita dum illud amat, hoc quaerit: et notum amatillud, propter quod quaerit ignotum.Sed cur memoria beatitudinis suae potuit, et memoriasui cum ea perdurare non potuit, ut tam se nosset quaevult pervenire, quam novit illud quo vult pervenire? Ancum se nosse amat, non se quam nondum novit, sed ipsumnosse amat; acerbiusque tolerat se ipsam deesse scientiaesuae, qua vult cuneta comprehendere ? Novit autem quid sitnosse, et dum hoc amat quod novit, etiam se cupit nosse.Ubi ergo nosse suum novit, si se non novit? Nam novitquod alia noverit, se autem non noverit: hiñe enimnovit et quid sit nosse. Quo pacto igitur se aliquid scientemscit, quae se ipsam nescit? Ñeque enim alteram mentemscientem scit, sed se ipsam. Scit igitur se ipsam. Deindecum se quaerit ut noverit, quaerentem se iam novit. Iamse ergo novit. Quapropter non potest omnino nescire se,quae dum se neseientem scit, se utique scit. Si autem senescientem nesciat, non se quaerit ut sciat. Quapropter eoipso quo se quaerit, magis se sibi notam quam ignotamesse convincitur? Novit enim se quaerentem atque nescientem,dum se quaerit ut noverit.X. 4, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 585tras ama aquello, busca esto: ama el fin conocido y buscael medio ignorado.Mas entonces, ¿cómo pudo subsistir el recuerdo de sufelicidad sin que el recuerdo de ella misma perdure? ¿No seconocerá ella que quiere llegar, y conocerá la meta adondeansia llegar? O ¿es que, cuando ama conocerse, no se amaa sí misma, pues aún se ignora, pero ama el conocer y amargamentesoporta en sí esta falta de ciencia, por la que anhelacomprenderlo todo? Luego conoce qué es conocer, y poresto que ya conoce desea conocerse.Mas ¿ dónde conoció su saber, si no se conoce ? Sabe, sí,que conoce otras cosas y ella se ignora, y de ahí el conocerqué es conocer. Pero ¿cómo sabe que sabe algo, si se ignoraa sí misma? No conoce una mente que conoce, sino a símisma. Luego se conoce. Además, cuando se busca para conocerse,conoce su búsqueda. Luego ya se conoce. Es, porconsiguiente, imposible un desconocimiento absoluto del yo,.porque, si. sabe que no sabe, se conoce, y si ignora que seignora, no se busca para conocerse. Por el mero hecho debuscarse, ¿no prueba ya que es para sí más conocida queignorada? Al buscarse para conocer, sabe que se busca yse ignora.CAPUTIVQUOMODO MENS NON EX PARTE, SED TOTAM SE COGNOSCATCAPÍTULOIV6. Quid ergo dicemus? an quod ex parte se novit, exparte non novit? Sed absurdum est dicere, non eam totamscire quod scit. Non dico: "Totum scit"; sed "quod scit.tota scit". Cum itaque aliquid de se scit, quod nisi tota nonpotest, totam se scit a . Scit autem se aliquid scientem, necpotest quidquam scire nisi tota. Scit se igitur totam. Deindequid eius ei tam notum est, quam se vivere? Non potestautem et mens esse, et non vivere, quanido habet etiam ampliusut intelligat: nam et animae bestiarum vivunt, sednon intelligunt. Sicut ergo mens tota mens est, sic totavivit. Novit autem vivere se. Totam se igitur novit.Postremo cum se nosse mens quaerit, mentem se esseiam novit: alioquin utrum se quaerat ignorat, et aliud proalio forsitan quaerat 15 . Fieri enim potest ut ipsa non sitaNonnulli Mss., tota se scit.b Iuxta Lov., quaerit. M.EL ALMA SE CONOCE TOTALMENTE6. ¿Qué diremos? ¿Que en parte se conoce y en partese ignora? Es un absurdo afirmar que el alma toda no sabelo que sabe. No digo: "Lo sabe todo"; pero lo que sabe losabe toda. Cuando conoce algo suyo, cosa imposible de nosaberlo toda, se conoce totalmente. Sabe que sabe algo, y esimposible saber algo si no lo sabe- totalmente. Luego todase conoce. ¿Qué hay para ella tan conocido como su propiovivir? No es posible ser mente sin vivir, siendo, a mayorabundamiento, inteligencia; las almas de los brutos tienenvida, pero no inteligencia. Esta mente es toda mente y todavida. Conoce su vivir. Luego se conoce totalmente.Por fin, cuando la mente busca conocerse, conoce que esmente; de otra suerte ignoraría que se busca y quizá buscaseuna cosa por otra. Puede ser que ella no sea mente, y así,


586 <strong>DE</strong> TRIXITATE X. 5. 7mens, atque ita dum mentem nosse quaerit, non se ipsamquaerat. Quapropter, quoniam cum quaerit mens quid sitmens, novit quod se quaerat, profecto novit quod ipsa sitmens. Porro si hoc in se novit quod mens est, et tota mensest, totam se novit.Sed ecce non se noverit esse mentem, cum autem se quaerit,hoc tantummodo noverit quod se quaerat. Potest enimetiam sic aliud pro alio quaerere, si hoc nescit: ut autemnon quaerat aliud pro alio, procul dubio novit quid quaerat.At si novit quid quaerat, et se ipsam quaerit, se ipsamutique novit. Quid ergo adhuc quaerit? Quod si ex parte senovit ex parte autem adhuc quaerit, non se ipsam, sed pa.rtemsuam quaerit. Cum enim ea ipsa dicitur, tota dicitur.Deinde quia novit nondum se a se inventam totam, novitquanta sit tota. Atque ita quaerit quod deest, quemadmodumsolemus quaerere, ut veniat in mentem quod excidit,nec tamen penitus excedit; quia potest recognosci, cumvenerit, hoc esse quod quaerebatur.Sed quomodo mens veniat in mentem, quasi possit mensin mente non esse? Huc accedit, quia si parte inventa, nonse totam quaerit, tamen tota se quaerit. Tota ergo sibipraesto est, et quid adhuc quaeratur non est: hoc enimdeest quod quaeritur, non illa quae quaerit. Cum itaquetota se quaerit nihil eius deest. Aut si non tota se quaerit,sed pars quae inventa est quaerit partem quae nondum inventaest; non se ergo-mens quaerit, cuius se nulla parsquaerit. Pars enim quae inventa est, non se quaerit: parsautem quae nondum inventa est, nec ipsa se quaerit, quoniamab ea quae iam inventa est parte quaeritur. Quocirca,quia nec tota se mens quaerit, nec pars eius ulla se quaerit,se mens omnino non quaerit.CAPUTANEMAE CUR PRAECEPTUM UT SE COGNOSCAT. UN<strong>DE</strong> ERRORESMENTÍS <strong>DE</strong> SUA IPSIUS SUBSTANTIA7. Utquid ergo ei praeceptum est, ut se ipsam cognoscat?Credo, ut se ipsam cogitet, et secundum naturamsuam vivat, id est, ut secundum naturam suam ordinari ap-VX, 5, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 587al buscar conocer la mente, no se busca a sí misma. En consecuencia,al inquirir la mente qué es la mente, conoce quese busca; luego conoce que ella es mente. Y si conoce quees mente y toda es mente, se conoce totalmente.Mas supongamos que ignora, cuando se busca, que esmente y conoce tan sólo que se busca. Si esto ignora, cabetambién que busque una cosa por otra; para no buscar unacosa por otra, sin duda, ha de conocer lo que busca. Y siconoce lo que busca y se busca a sí misma, se conoce. ¿Porqué, pues, busca aún? Y si en parte se conoce y en partese ignora, entonces no se busca a sí misma, sino que buscauna parte suya.. Pero, cuando se habla de ella, se habla delalma toda. Además, si conoce que no se ha encontrado totalmente,conoce su grandeza total. Busca lo que falta a suconocimiento, 'como se busca habitualmente un recuerdo olvidado,aunque no totalmente; pues al despertar el recuerdoreconocemos ser el mismo que buscábamos.¿Cómo puede la mente hacerse presente a la mente?¿Puede la mente no estar en la mente? Añadamos que si,encontrada una parte, no se busca toda, sin embargo todabusca. Toda está presente: a sí misma y no es lo que aúnbusca; falta lo que busca, no ella, que busca. Luego, al buscarsetoda, nada de ella misma le falta. Y si toda no se busca,sino que la parte ya encontrada busca a la parte quoaún no se ha encontrado, entonces no se busca la mente así misma, porque ninguna parte de ella es objeto de búsqueda.La parte ya encontrada no se busca; ni se busca laparte que aún no se ha encontrado, pues es buscada por laparte que ya se encontró.Luego, si no se busca toda la mente, ninguna parte deella se busca; por consiguiente, la mente de ninguna manerase busca 3 .CAPÍTULO VPRECEFTO <strong>DE</strong> CONOCERSE. ERRORES7. ¿Para qué se le preceptúa conocerse? Es, creo, conel fin de que piense en sí y viva conforme a su naturaleza;es decir, para que apetezca ser moderada, como lo exige su3 Problemática con- sabor plotiniano. El autoconocimiento va implícitoen el acto de conocer. En la conciencia del yo se identificanobjeto y sujeto. El conocimiento del alma por el alma es verdad inconcusa.La mente es para sí objeto y sujeto de conocimiento, y,.,cuando se conoce toda, conoce y se conoce también totalmente.


588 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 5. 7petat, sub eo scilicet cui subdenda est, supra ea quibus praeponendaest; sub illo a quo regi debet, supra ea quae regeredebet. Multa


590 <strong>DE</strong> TRIKITATE X, 7. 9ut iudicet. Nam illas animae partes iquae corporum similitudinibusinformantur, etiam cum bestiis nos communeshabere sentimus.X, 7, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 591racional, a la que está reservado el juicio. Porque las partesdel alma que son informadas por las semejanzas de los cuerpos,sabemos que nos son comunes con los animales 6 .CAPUTVICAPÍTULOVIJUICIO ERRÓNEO <strong>DE</strong> LA MENTE ACERCA <strong>DE</strong> SÍ MISMAFALLAX MENTÍS <strong>DE</strong> SE IPSA BXISTIMATIO8. Brrat autem mens, cum se istis imaginibus tantoamore coniungit, ut etiam se esse aliquid huiuismodi existimet.Ita enim conformatur eis quodam modo, non id existendo,sed putando: non quo se imagmem ¡putei, sed omninoillud ipsurn cuius imiaginem secum habet. Viget quippe inea iudicium discernendi corpus quod foris relinquit, atoimagine quam de illo secum gerit: nisi cum ita exprimuntureaadem imagines, tanquam foris sentiantur, non intuscogitentur, sicut dormientibus, aut furentibus, aut in aliqua•éxtasi aceidere solet.CAPUT VIIPHILDSOPHORUM OPINIONES <strong>DE</strong> ANIMAE SUBSTANTIA. ERROROPINANTIUM ANIMAM KSSE CORPOREAM, NON VENIT EX EO QUODANIMA EORUM NOTITIAE xmsrr, SED QUOD ALIENUM QUIDDAMADIUNGANT. INVENIRE QUID9. Cum fraque se tale aliquid putat, corpus esse se putat.Et quia sibi beme conscia est prineipatus sui quo corpusregit; hiñe faetum est ut quídam quaererent quid corporis8. Yerra, pues, la mente cuando se une a estas imágenescon amor tan extremado que llega a creerse de unamisma naturaleza con ellas. Y así se conforma en cierta medidaa ellas, no en la realidad, sino en el pensamiento; noporque se juzgue una imagen, sino porque se identifica conel objeto cuya imagen lleva en sí misma. No obstante, conservala facultad de discernir entre el cuerpo que afuera queday la imagen que lleva consigo, a no ser que se finjanestas imágenes como si en realidad, no en el pensamiento,existiesen, cual acaecer suele en el sueño, en la locura yen el éxtasis 7 .CAPÍTULO VIIOPINIONES <strong>DE</strong> LOS FILÓSOFOS ACERCA <strong>DE</strong> LA NATURALEZA <strong>DE</strong>LALMA. EL ERROR <strong>DE</strong> LOS QUE OPINAN QUE EL ALMA ES CORPÓREAPROVIENE, NO <strong>DE</strong> FALTA <strong>DE</strong> CONOCIMIENTO EN EL ALMA, SINO<strong>DE</strong> QUE LE AÑA<strong>DE</strong>N ALGÚN ELEMENTO EXTRAÑO. QUÉ SEA EN­CONTRAR9. Cuando se juzga una de estas cosas, piensa que escuerpo. Y, pues conoce muy bien su señorío sobre el cuerpoque rige, sucedió que algunos se preguntaron qué es lo6 «El alma—dice el P. Capanaga—, para enfrentarse consigo, necesitapensarse. La mente es para Agustín como ona central eléctrica,reguladora de la energía anímica, confluencia de acciones vitales.El juicio es una de las tres operaciones de la inteligencia,facultad del conocer abstracto y universal». Cf. P. V. CAPANAGA, Ladoctrina agustiniana sobre la intuición: Religión v Cultura, t. 15(1931)- , , . , . • ,' Señala aquí y en el capítulo anterior Agustín el origen_ de losprincipales errores psicológicos. Posee la mente virtud para discernirentre su ser y las especies impresas en los sentidos, mas en casospatológicos, éxtasis, ¡locuras y ensueños, se graban éstas con tantaviveza, que semejan una proyección periférica, y la mente se confundecon lo que tiene. La palabra éxtasis en el léxico agustinianopuede significar delirio o visión espiritual.


592 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 7. 10amplius valeret in eorpore, et hoc esise mentem, vel omninototam animam existimarent *. Itaque alii sanguinem, alii cerebrum,alii cor, non sicut Scriptura dicit: Confitebor tibi,Domine, in toto cor de meo; et: Diliges Dominum Deum tuumex toto corde tuo 1 : hoc enim abutendo vel transferendo vocabulumdueitur a eorpore ad animam: sed ipsam omninoparticulam corporis quam in visceribus dilaniatis videmus,eam esse putaverunt.Alii ex minutissimis individuisque corpusculis, quas átomosdicunt, sconcurrentibus in se atique cohaerentibus, eamconfici crediderunt. Alii aerem, alii ignem substantiam eiusesse dixerunt. Alii eam nullam esse substantiam, quia nisicorpus nullam substantiam poterant cogitare, et eam corpusesse non inveniebant: sed ipsam temperationem corporisnostri vel compagem primordiorum, quibus ista carotanquam connectitur, esse opinati sunt. Eoque hi omnes eammortalem esse senserunt, quia sive corpus esiset, sive aliquacompositio corporis, non posset utique immortaliter permanere.Qui vero eius substantiam vitam quamdam nequáquamcorpoream, quandoquidem vitam omne vivum corpus animantemac vivifícantem esse repererunt, consequenter etimmortalem, quia vita earere vita non potest, ut quisquepotuit, probare conati sunt. Nam de quinto illo nescio quoeorpore, quod notissimis quatuor huius mundi elementas quidamconiungentes, hinc animam esse dixerunt, hoc loco diudisserendum non puto. Aut enim hoc vocant corpus quodnos ; cuius in loci spatio pars toto minor est, et in illis annumerandisunt qui mentem corpoream esse crediderunt:aut sí vel omnem substantiam, vel omnem mutabilem substantiamcorpus appellant, cum sciant non omnem locorumspatiis aliqua longitudine et latitud) no et altitudine continen,non cum eis de vocabuli quaesti-one pugnandum est.10. In his ómnibus sententiis quisiquis videt mentís naturamet esse substantiam, et non esse corpoream, id est,non minore sui parte minus oceupare loci spatium, maiusquemaiore; simul oportet videat eos qui opinantur esse corpoream,non ob hoc errare, quod mens desit eorum notitiae,sed quod adiungunt ea sine quibus nullam possunt cogitarenaturam. Sine phantasüs enim corporum quidquid iussi fuerint?cogitare, nihil omnino esse arbitrantur. Ideoque nonse, taniquam sibi desit, mens requirat.Quid enim tam cognitioni adest, quam id quod mentí1 Ps. 9, no et 137 ; Deut. 6, 5, et Mt. 22, 37.aHic editi addunt, ut Empedocles et Ericat.es opinati sunt; quodomnino abést a manuscriptis.b ' E'dití, visi fuerint. At Mss., iussi fuerint.X, 7, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 593que en el cuerpo vale más que el cuerpo, y opinaron queera la mente o el alma toda. Y así, unos la creyeron sangre,otros cerebro, otros corazón, y no en el sentido de la<strong>Escritura</strong> cuando dice: Te alabo, Señor, con todo mi corazón;y en otra parte: Amarás al Señor, tú Dios, con todotu corazón, pues en estos pasajes, por catacresis abusiva*el corazón se toma por el alma, sino que creyeron que eraesa partecita del cuerpo que vemos latir al desgarrarse lasentrañas.Otros la imaginaron compuesta de moléculas muy diminutase indivisibles, llamadas átomos. Otros dijeron quesu substancia era aire o fuego. Otros, que no era substancia,por ser incapaces de imaginar substancia alguna incorpórea,y veían que el alma no era cuerpo, y así opinaron queera simple constitución temperamental o conjunto de elementosprimordiales a los que nuestro cuerpo se ensambla.En consecuencia, todos éstos juzgaban que era mortal, puesno es posible permanecer inmortal siendo cuerpo o amalgamacorpórea.Los que afirman que es una cierta substancia vital e incorpórea,pues, según constataron, todo cuerpo vivo poseeuna vida que lo vivifica y anima, consecuentes con su sentir,intentaron probar, cada uno como pudo, la inmortalidaddel alma, porque la vida no puede carecer de vida. Nocreo sea menester disputar largamente en este lugar sobreun no sé qué quinto elemento que algunos añaden a loscuatro ya conocidos de este mundo y lo denominan alma. Enefecto, o llaman cuerpo a lo que nosotros llamamos así,cuya parte en el espacio local es menor que el todo, y entonceséstos se han de catalogar entre los partidarios de lamaterialidad de la mente, o llaman cuerpo a toda substanciao naturaleza mudable, aunque saben que no ocupa enel espacio latitud, longitud ni altura, y con éstos no hemosde disputar por cuestión de palabras.1,0. En todas estas sentencias ve cualquiera que el almaes substancia y no es corpórea, es decir, que no ocupa en elespacio un lugar mayor o menor, según que sus partes seanmás o menos extensas; y al mismo tiempo observe cómo lo»defensores de la corporeidad de la mente desbarran, no porcarecer en absoluto de ideas -acerca del alma, sino porquele suman algún elemento, sin el cual son impotentes paraimaginar ninguna naturaleza. Cuanto se les mande pensarsin ayuda de los fantasmas corpóreos, lo juzgan inexistente.En consecuencia, la mente no se busque como si estuvieraausente de sí misma.¿Qué existe tan presente al pensamiento como lo que


594 <strong>DE</strong> TRINIIATE X, 8, 11adest? aut quid tam menti adest, quam ipsa mens? Undeet ipsa quae appallatur inventio, si verbi originem retractemus,quid aliud resonat, nisi quia invenire est in id venirequod quaeritur? Propterea, quae quasi ultro in mentem vemiunt,non usitate dicuntur inventa, quamvis cognita dicipossint; quia non in ea quaerendo tendebamus, ut in eaveniremus, hoc est, ea inveniremus. Quapropter, sicut eaquae oculis aut ullo alio corporis sensu requiruntur, ipsamens quaerit (ipsa enim etiam sensum carnis intendit, tuneautem inivenit, cum in ea quae requiruntur idem sensus venit):sic alia quae non corpóreo sensu internuntio, sed perse ipsam nosse debet, cum in ea venit, invenit; aut in superioresubstantia, id est in Deo, aut in ceteris animae partibus,sicut de ipsis imaginibus corporum cum iudicat; intusenim in anima eas invenit per corpus impressas.CAPUTVIIIQUOMODO SE IPSAM ANIMA INQUIRAT. ERROR ANIMAE<strong>DE</strong> SE IPSA UN<strong>DE</strong>11. Ergo se ipsam quemadmodum quaerat et inveniat,mirabilis quaestio est, quo tendat ut quaerat, aut quo veniatut inveniat. Quid enim tam in mente quam mens est?Sed ¡quia in iis est quae cum amore cogitat. sensibilibusautem, id est corporalibus, cum amore assuefacta est, nonvalet sine imaginibus eorum esse in semetipsa. Hinc ei oboriturerroris dedecus, dum rerum sensarum imagines secernerea se non potest, ut se solam videat. Cohaeseruntenim mirabiliter glutino amoris: et haec est eius ímmunditia,quoniíam dum se solam nititur cogitare, hoc se putatesse sine quo se non potest cogitare.Cum igitur ei praecipitur ut se ipsam cognoscat, non setanquam sibi detracta sit quaerat; sed id quod sibi addiditdetrahat. Interior est enim ipsa, non solum quam ista sensibiliaquae manifesté foris sunt, sed etiam quam imaginesX, S, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD f¡$)¡>está presente en la mente? Y ¿qué hay tan presente en lamente como la mente ? La palabra invención, si nos atenemosa su origen etimológico, ¿qué otra cosa significa, sino venira lo que se busca ? 8 Las ideas que espontáneamente nos vienena la mente en el lenguaje corriente no se dicen invenciones,aunque sí conocimientos, porque no tendíamos por la*búsqueda hacia ellos con el fin de llegar a su conocimiento, esdecir, de encontrarlos. Por tanto, así como, cuando el ojoo algún otro sentido corpóreo busca una cosa, es la mentela que busca, pues ella es la que mueve y dirige el sentidocarnal y la que halla, cuando este sentido choca con la cosabuscada, y lo mismo en las realidades que ella por sí misma,sin intervención de sentido alguno corpóreo, conoce, cuandollega a ellas las encuentra, ya sea en una naturaleza trascendente,es decir, en Dios, ya en las otras partes del alma,cual sucede al juzgar de las imágenes de los cuerpos. Esdentro, en el alma, donde las descubre impresas a través delos sentidos del cuerpo.CAPITULOVIIIBÚSQUEDA Y ERROR <strong>DE</strong>L ALMA11. Es una cuestión admirable averiguar cómo la mentese buisca y se encuentra, adonde tiende en su búsqueda yadonde llega para encontrarse. ¿Qué hay tan en la mentecomo la mente ? Pero como está en las cosas que piensa conamor y está familiarizada por el afecto con los objetossensibles o corpóreos, no es capaz de estar en sí misma sin lasimágenes de dichos objetos. De ahí nace la fealdad dé suerror, pues no puede separar de sí las imágenes de lo sensibley verse sola. Estas imágenes se apegaron a ella con el glutendel amor de una manera maravillosa, y ésta es su inmundicia,pues cuando se esfuerza por pensarse, se cree la imagen,sin la cual no puede pensarse.Cuando se le preceptúa conocerse, no se busque como siestuviera arrancada de su ser, siho despójese de lo que seañadió. Ella es algo más íntimo que estas cosas sensibles,ubicadas evidentemente en la periferia, e incluso que sus* Invenire se deriva, según San Agustín, de venire in.


596 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 9. 12eorum quae in parte quadam sunt animae, quam habentet bestiae, quamvis intelligentia careant, quae mentís estpropria. Cum ergo sit mens interior, quodam modo exit, asemetipsa, cum in haee quasi vestigia multarum intentionumexserit amoiis affieetum. Quae vestigia tanquam imprimunturmemoriae, quando haec quae foris sunt corporaliasentiuntur, ut etiam cum absunt ista, praesto sinttamen imagines eorum cogitantibus. Cognoscat ergo semetipsam,nec quasi absentem se quaerat, sed intentionem voluntatisquae per alia vaga'batur, statuat in semetipsam a , etse cogitet. Ita videbit quod nunquam se non amaverit, nunquamnescierit: sed aliud secum amando cum eo se confuditet concrevit, quodam modo; atque ita dum sicut unum diversacomplectitur, unum putavit esse quae diversa sunt.CAPUTIXMENS EO IPSO SE COGNOSCIT, QUO INTELLIGIT PRAECEPTTJMSE COGNOSCENDI12. Non itaque velut absentem se quaerat cerneré, sedpraesentem se curet discernere. Nec se quasi non norit cognoscat,sed ab eo quod b alterum novit dignoscat. Ipsumenim quod audit: "Cognosce te ipsam", quomodo agere curabit,si nescit, aut quid sit: "Cognosce"; aut quid sit "teipsam"? Si autem utrumque novit, novit et se ipsam; quianon ita dicitur menti: "Cognosce te ipsam", sicut dicitur:"Cognosce cherubim et seraphim"; de absentibus enim illiscredimus, secundum quod caelestes quaedam potestates essepraedicantur.Ñeque sicut dicitur: "Cognosce voluntatem illius hominis":quae nobis nec ad sentiendum ullo modo, nec ad intelligendumpraesto est, nisi corporalibus signis editis; et hocita, ut magis credamus, quam intelligamus. Ñeque ita utdicitur homini: "Vide faciem tuam": quod nisi in speculofleri non potest. Nam et ipsa nostra facies absens ab aspectunostro est, quia non ibi est quo ille dirigi potest. Sedcum dicitur menti: "Cognosce te ipsam", eo ictu quo intelligitquod dictum est "te ipsam", cognoscit se ipsam; necob aliud, quam eo quod sibi praesens est. Si autem quoddictum est non intelligit, non utique facit. Hoc igitur eipraecipitur ut faciat, quod cum ipsum praeceptum intelligit,facit.abPlerique Mss., in se ipsa.Sic Mss. At editi, eo qua.X, 9, 12 <strong>DE</strong> í.\ <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 597imágenes, depositadas en cierta porción de su alma; imágenesque también las bestias, huérfanas de inteligencia, poseen;facultad ésta propia de la méate. Siendo la mente algointerior, sale,'en cierto modo, de sí misma al poner su afectoamoroso en estas imágenes, que son como vestigios de susmúltiples atenciones. Estos vestigios se han como impresoen la memoria al momento de percibir estas cosas corporalesy externas, de suerte que aun en su ausencia se presentansus imágenes a los que las piensan. Conózcase, pues, a símisma y no se busque como ausente; fije en sí la atenciónde su voluntad vagabunda y piénsese, y verá entonces cómonunca ha dejado de amarse y cómo jamás se rgnoró; sóloque, al amar consigo otras cosas, se confundió y en ciertomodo tomó consistencia con ellas, y así como un compuestoabraza elementos diversos, así abrazó esta diversidad comosi fuera unidad y se figuró ser uno lo que es múltiple.CAPITULO IXSE CONOCE EL ALMA AL CONOCER EL PRECEPTO <strong>DE</strong> CONOCERSE12. No trate el alma de verse como ausente; cuide, sí,de discernir su presencia. Ni se conozca como si se hubieraignorado, pero sepa distinguirse de toda otra cosa que ellaconozca. Cuando oye el "Conócete a ti misma", ¿cómo poneren ello diligencia, si ignora qué es "conócete" y qué es "a timisma"? Si conoce ambas cosas, se conoce a sí misma; porqueno se le dice a la mente que se conozca como se le diceque conozca a un querube o a un serafín. Creemos que estosespíritus para nosotros ausentes son potestades celestes.Ni se ha de entender como cuando se dice: "Conoce lavoluntad de aquel hombre"; voluntad que no podemos percibirni comprender si no es mediante signos corpóreos, y estomás por fe que por inteligencia. Ni, finalmente, en el sent'doque se dice al hombre: "Mira tu rostro"; cosa imposible sinun espejo, pues nuestro rostro está ausente para nuestrosojos, dado que no pueden fijar en él su pupila. Pero cuandose le dice a la mente: "Conócete a ti misma", al momento deoír "a ti misma", si lo entiende, ya se conoce, no por otrarazón, sino porque está presente a sí misma. Y si no entiendelo que se le diee, no lo hace. Se le manda que haga esto, y,al comprender el precepto, lo cumple.


598 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 10. 13X, 10, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 599•CAPUTXCAPITULOXMENS OMNIS TRIA <strong>DE</strong> SE IPSA CERÍTO SCIT, INTELLIGERE,ESSE ET VIVERE13. Non erigo adiungat aliud ad id quod se ipsam cognoseit,cum audit ut se ipsam cognoscat. Certe enim novitsibi dici, sibi scilicet quae est, et vivit, et intelligit. Sed estet cadáver, vivit et pecus: intelligit autem nec cadáver, necpecus. Sic ergo se esse et vi veré scit, quomodo est et vivitintelligentia. Cum ergo, verbi gratia, mens aerem se putat,aerem intelligere putat, se tamen intelligere scit; aeremautem se esse non ¡scit, sed putat. Secernat quod se putat,cernat quod scit: hoc ei remaneat^ unde ne illi quidem dubitaverunt,qui aliud atque aliud corpus esse mentem putaverunt.Ñeque enim omnis mens aerem se esse existimat,sed aliae igñem, aliae cerebrum, aliaeque aliud corpus, etaliud aliae, sicut supra commemoravi: omnes tamen se intelligerenoverunt, et esse, et vivere; sed intelligere ad idquod intelligunt referunt, esse autem et vivere ad se ipsas.Et nulli est dubium, nec quemquam intelligere qui non vivat,nec quemquam vivere qui non sit. Ergo consequenteret esse et vivere id quod intelligit, non sicuti est cadáverquod non vivit, nec sicuti vivit anima quae non intelligit,sed proprio quodam eodemque praestantiore modo.ítem velle se sciunt, ñeque hoc posse quemquam qui nonsit et qui non vivat, pariter sciunt: itemque ipsam voluntatemreferunt ad aliquid, quod ea volúntate volunt. Meminisseetiam se sciunt; simulque sciunt quod nemo meminisset,nisi esset ac viveret: sed et ipsam memoriam adaliquid referimus, quod ea meminimus. Duobus igitur horumtrium, memoria et intelligentia, multarum rerum notitia atquescientia continentur: voluntas autem adest, per quamfruamur eis vel utamur. Fruimur enim cognitis, in quibusvoluntas ipsis propter se ipsa delectata conquieseit: utimurvero eis quae ad aliud referimus quo fruendum est. Nec estalia vita hominum vitiosa atque culpabilis, quam male utenset male fruens. De qua re non est nunc disserendi locus.EL ALMA SABE CON CERTEZA QUE EXISTE, VIVE Y ENTIEN<strong>DE</strong>13. No añada nada la mente a lo que de sí mismaconoce cuando se le ordena conocerse. Tiene certeza que esa ella a quien se le preceptúa, es decir, a ella que existe,vive y comprende. Existe el cadáver y vive el bruto; masni el cadáver ni el bruto entienden. Ella sabe que existe yvive como vive y existe la inteligencia. Cuando, por ejemplo,la mente cree que es aire, opina que el aire entiende,pero sabe que ella comprende; que sea aire no lo sabe, se lofigura. Deje a un lado lo que opina de sí y atienda a lo quesabe; quédese con lo que sin dudar admitieron aquellos queopinaron ser la mente este o aquel cuerpo. No todas las mentescreyeron ser aire, pues unas se tenían por fuego, otraspor cerebro, otras por otros cuerpos, y algunas por otra cosa,según recordé poco antes; pero todas conocieron que existían,vivían y entendían; mas el entender lo referían alobjeto da su conocimiento; el existir y él vivir, a sí mismas.Comprender sin Vivir y vivir sin existir no es posible.Esto nadie lo pone en tela de juicio. En consecuencia,el que entiende, vive y existe, y no como el cadáver, queexiste y no vive, ni como vive el alma que no entiende, sinode un modo peculiar y más noble.Además, saben que quieren, y conocen igualmente quenadie puede querer si no existe y vive; asimismo refieren suquerer a algo que quieren mediante la facultad volitiva. Sabentambién que recuerdan, y al mismo tiempo saben que,sin existir y vivir, nadie recuerda; la memoria la referimosa todo lo que recordamos por ella. Dos de estas tres potencias,la memoria y la inteligencia, contienen en si la noticiay el conocimiento de multitud de cosas; la voluntad, por lacual disfrutamos y usamos de ellas, está presente. Gozamosde las cosas conocidas, en las que la voluntad, comobuscándose a sí misma, descansa con placer; usamos deaquellas que nos sirven como de medio para alcanzar laposesión fruitiva. Y no existe para el hombre otra vida viciosay culpable que la que usa y goza mal de las cosáis.Sobre esta cuestión no disputaremos ahora 9 .9 El uso fruitivo de las cosas creadas ha de ordenarse al logrodel amor verdadero, que sólo en Dios encuentra su completo descanso.Es un desorden poner el corazón en lo criado, con olvido absolutode Dios. Cí. Epist. 140, 3-4 : PL 33, 539.


600 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 10, 1514. Sed quoniam de natura mentís agitur, removeamusa eonsideratione nostra omnes notitias quae capiuntur extrinsecusper sensus corporis; ea quae posuimus, omnesmentes de se ipsis nosse certasque esse, diligentius attendamus.Utrum enim aeris sit vis vivendi, reminiscendi, intelligendi,volendi, cogitandi, sciendi, iudicandi; an ignis, an cerebri,an sanguinis, an atomorum, an praeter usitata quatuorelementa quinti neseio cuius corporis, an ipsius carnisííostrae compago val temperamentum baec efficere valeat,dutátaverunt homines: et alius hoc, alius aliud affirmareconatus est. Vivere se tamen et meminisse,. et intelligere, etvelle, et cogitare, et seire, et iudicare' qu ; s dubitet? Quandoquidemetiam si dubitat, vivit: si dulbitat unde dubitet,meminit; si dubitat, dubitare se intelligit; si dubitat, certusesse vult; si dubitat, eogitat; si dubitat, scit se nescire; sidubitat, iudicat non se temeré consentiré oportere. Quisquísigitur aliunde dubitat, de hís ómnibus dubitare non debet:quae si non essent, de ulla re dubitare non posset.15. Haec omnia, qui vel corpus vel compositionem seutemperationem corporis esse mentem putant, in subiecto essevolunt videri, ut substantia sit aer, vel ignis, si ve aliquodaliud corpus, quod mentem putant; intelligentía vero itainsit huic corpori, sicut qualitas eius: ut illud subiectumsit, baec in su'biecto; subiectum scilicet mems quam corpusesse arbitrantur, in subiecto autem intelligentía, sive quidalliud eorum quae certa nobzs esse commemoravimus. Iuxtaopinantur etiam illi qui mentem ipsam negant esse corpus,sed compaginem aut temperationem corporis. Hoc enim interest,quod illi mentem ipsam dicunt esse sufastantiam, inquo subiecto sit intelligentía: isti autem ipsam mentem insu'biecto esse dicunt, corpore scilket cuius compositio veltemperatío est. Unde consequenter etiam intelligentiam quidaliud quam in eodem subiecto corpore existimant?X, 10, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD , 601114. Mas como de la naturaleza de la mente se trataapartemos de nuestra consideración todos aquellos conocimientosque nos vienen del exterior por el conducto de lossentidos del cuerpo, y estudiemos con mayor diligencia elproblema planteado, a saber: que todas las mentes se conocena sí mismas con certidumbre absoluta. Han los hombresdudado si la facultad de vivir, recordar, entender, querer,pensar, saber y juzgar provenia del aire, del fuego, delcerebro, de la sangre, de los átomos; o si, al margen deestos cuatro elementos, provenía de un quinto cuerpo denaturaleza ignorada, o era trabazón temperamental de nuestracarne; y hubo quienes defendieron esta o aquella opinión.Sin embargo, ¿quién duda que vive, recuerda, entiende,quiere, piensa, conoce y juzga? 10 ; puesto que, si duda,vive; si duda, recuerda su duda; si duda, entiende que duda;si duda, quiere estar cierto; si duda, piensa; si duda, sabeque no sabe; si duda, juzga que no conviene asentir temerariamente.Y aunque dude de todas las demás cosas, deéstas jamás debe dudar; porque, si no existiesen, sería im rposible la duda.15. Los que opinan que la mente es un cuerpo o la cohesióny equilibrio de un cuerpo, quieren que todas estas cosassean vistas en un determinado sujeto, de suerte quela substancia sea fuego, éter o un elemento cualquiera; ensu opinión esto es la mente, y la inteligencia informaría estecuerpo como atributo. El cuerpo sería el sujeto, ésta radicaríaen dicho sujeto. Es decir, la mente—pues la juzgaroncorpórea—^es el sujeto; la inteligencia y las facultades mencionadaspoco ha, de las cuales tenemos certeza, accidentesde este sujeto. Así piensan también aquellos que niegan lacorporeidad del alma, pero la hacen constitución orgánicao temperamento del cuerpo. Con esta diferencia: que unosafirman la sutostancialidad del alma, en la cual radicaría,como en propio sujeto, la inteligencia, mientras éstos sostienenque la mente radica en un sujeto, es decir, en elcuerpo, cuya composición temperamental es. Por consiguiente,¿en qué sujeto han de colocar la inteligencia, sino en elsujeto cuerpo?10 Cf. Descartes: «Sed quid ijjilur simi ? Rescogitans. Quid esthoc? Nempe dubitans, hiU'lli^riis, nffirmniis, volens, nolcns, imajíinansquoque et sentiens» '(Mcdil., 2, ed. Adnm-Tannery, t. 7, p. 27).El calco cartesiano es evidente.L. Blanchet, en un liliro utilizado por lodos los escritores denuestro siglo, lia quizá ex;i«enido liis semejanzas doctrinales, esforzándoseen demostrar la existencia entre limbos filósofos de unafiliación real de pensamiento, cu virtud del conocimiento directo eindirecto que el autor de la duda metódica tuvo del De Trinitate.Cf. L. BLANCHET, Les antécédents hlstoriques di* «Je pense, doneje suis» (París 1920), p. 108-139. Cf. Introducción, p. 68.


602 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 10, 1616. Qui omnes non advertunt, mentem nosse se etiamcum quaerit se, sicut iam ostendimus. Nullo modo autemrecte dicitur soiri aliqua res, dum eius ignoratur substantia.Quapropter, cum se mens novit, substantiam suam novit; etcum de se certa est, 'de substantia sua certa est. Certa estautem de se, sicut convincunt, ea quae supra dicta sunt. Necomnino certa est, utrum aer, an ignis sit, an aliquod corpus,vel aliquid corporis. Non est igitur aliquid' eorum: totumquei'llud quod ¡se iubetur ut noverit, ad hoc pertinet ut certasit non se esse aliquid eorum de qui'bus incerta est, idquesolum esse se certa sit, quod solum esse se certa est.Sic enim cogitat ignem aut aerem, et quidquid ali.udcorporis cogitat. Ñeque ullo modo fieri posset ut ita cogitaretid quod ipsa est, quemadmodum cogitat id quod ipsanon est. Per phantasiam quippe imaginariam cogitat haecomnia, sirve ignem, sive aerem, sive illud vel illud corpus,¡partemve illam, seu compaginem tempera tionemque corporis;nec utique ista omnia, sed aliquid horum esse dicitur.Si quid autem horum esset, aliter id quam cetera cogitaret,non scilicet per imagínale figmentum, sicut cogitantur absentia,quae sensu corporis tacta sunt, sive omnino ipsa,sive eiusdem generis aliqua; ¡sed quadam interiore, non simulata,sed vera praesentia (non enim quidquam illi est seipsa praesentius); sicut cogitat vivere se, et meminisse, etintelligere, et veille se. Novit enim haec in se, nec imaginaturquasi extra se illa sensu tetigerit, sicut corporaliaquaeque tanguntur. Ex quorum cogitationibus si nihil sibiaffingat, ut tale aliquid esse se putet, quidquid ei de se remanet,hoc solum ipsa est.X, 10, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 60316. Todos éstos no advierten que la mente se conocecuando se busca, según ya probamos. No se puede con razónafirmar que se conoce una cosa si se ignora su naturaleza.Por tanto, si la mente ¡se conoce, conoce su esencia, y si estácierta de su existencia, está también cierta de su naturaleza.Tiene de su existencia certeza, como nos lo prueban los argumentosaducidos: Que ella sea aire, fuego, cuerpo o elementocorpóreo, no está cierta. ¿Luego no es ninguna de estascosas. El precepto de conocerse a sí misma tiende a darlecerteza de que no es ninguna de aquellas realidades de lasque ella no tiene certeza. Sólo debe tener certeza de suexistencia, pues es lo único que sabe con toda certeza.Piensa en el fuego, en el aire o en cualquier otro cuerpo;mas es en absoluto imposible pensar en lo que es ella comopiensa en lo que ella no es. En el fuego, en


604 <strong>DE</strong> IRINITAIE X, 11. 18X, 11, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ' 605CAPUTXICAPITULOXIIN MEMORIA, 1NTELLIGENTIA ET VOLÚNTATE OBSERVATUR INGE-NIUM, DOCTRINA ET USUS. MEMORIA, INTELLIGENTIA ET VOLUN­TAS UNUM SUNT ESSENTIALITER, ET TRIA RELATIVE17. Remotis igitur paulisper ceteris, quorum mens dese ipsa certa est, tria haec potissimum considerata tractemus,memoriam, intelligentiam, voluntatem. In his enimtribus Hispid sdlent etiam ingenia parvulorum euiusmodípraeferant indolem. Quanto quippe tenacius et facilius puermeminit, quantoque acutius intelligit a: , et studet ardentius,tanto est laudabilioris ingenii. Cum vero de cuiusque doctrinaiquaeritur, non quanta firmitate ac facilitate meminerit,vel quanto acumine inte¡lligat; sed quid meminerit, etquid intelligat quaeritur. Et quia non tantum quam doctussit, consideratur laudabilis animus, sed etiam quam bonus:non tantum quid meminerit et quid intelligat, verum etiamquid velit attenditur; non quanta flagrantia velit, sed quidvelit prius, deinde quantum velit. Tune enim laudandus estanimus vehementer amans, cum id quod amat vehementeramandum est.Cum ergo dicuntur haec tria, ingenium, doctrina, usus,primum horum consideratur in illis tribus, quid possit quisquememoria, intelligentia et volúntate b .Secundum eorum consideratur, quid habeat quisque inmemoria, et intelligentia, quo studiosa volúntate pervenerit.Iam vero usus tertius in volúntate est, pertractante illa quaein memoria et intelligentia eontinentur, sive ad aliiquid eareferat, sive eorum fine delectata eonquieecat. Uti enim, estassumere a'liquid in facultatem voluntatis: frui est autem,uti cum gaudio, non adhuc spei, sed iam rei. Proinde omnisqui fruitur, utitur; assumit enim aliquid in facultatem voluntatis,cum fine delectationis: non autem omnis qui utitur,fruitur; si id c quod in facultatem voluntatis assumit, nonpropter illud ipsum, sed propter aliud appetivit.18. Haec igitur tria, memoria, intelligentia, voluntas,quoniam non sunt tres vitae, sed una vita; nec tres mentes,• l Mss., quantoque acrius intelligit.h Septem Mss. omittunt, intelligentia et volúntate.0 Sic M$s. At editi, sed id.EN LA MEMORIA RADICA LA CIENCIA, EN LA INTELIGENCIA EL IN­GENIO, Y LA ACCIÓN EN LA VOLUNTAD. MEMORIA, ENTENDIMIENTOY VOLUNTAD SON UNIDAD ESENCIAL Y TRILOGÍA RELATIVA17. Dejadas, por un momento, aparte las demás cosasque el alma reconoce en sí con toda certeza, estudiemos sustres facultades: memoria, inteligencia y voluntad. En estastres potencias se refleja y conoce la naturaleza e índolede los párvulos. Cuanto con mayor tenacidad y facilidad recuerdeel niño, y mayor sea su agudeza -en entender, yestudie con mayor ardor, tanto será su ingenio más laudable.Cuando ¡se trata de una disciplina cualquiera, no sepregunta con cuánta firmeza y facilidad recuerda o cuál esla penetración de su ingenio, sino qué es lo que recuerday comprende. Y siendo el alma laudable no sólo por suciencia, sino también por su bondad, se ha de tener encuenta no lo que recuerda y comprende, sino qué es lo quequiere, y no con el ardor que lo quiere, sino que primeroconsideramos el objeto de su querer y luego cómo lo quiere.Un alma vehemente y apasionada es sólo loable en la hipótesisque haya de amarse con pasión lo que ama.Al nombrar estas tres cosas, ingenio, doctrina y acción,el primer punto a examinar en las tres facultades será quées lo que cada uno puede con su memoria, con su inteligenciay con su voluntad.En segundo término, qué es lo que cada uno posee ensu memoria y en su inteligencia y hasta dónde llega suvoluntad estudiosa. Viene, en tercer lugar, la acción de la.voluntad, cuando repasa lo que hay en su memoria y en suinteligencia, bien lo refiera a un fin concreto, ya repose congozoso deleite en el fin. Usar es poner alguna cosa a disposiciónde la voluntad; gozar es el uso placentero, no deuna esperanza, sino de una realidad. Por consiguiente, todoaquel que goza usa, pues pone al servicio de la voluntaduna cosa teniendo por fin el deleite; mas no todo el queusa disfruta: es el caso del que pone a disposición de lapotencia volitiva un bien que no apetece como fin, sino comomedio.18. Y estas tres facultados, memoria, inteligencia yvoluntad, así como no son tres vidas, sino una vida, ni tres


606 <strong>DE</strong> TR1XITATK X, 11, 18sed una mens: consequenter utique nec tres substantiaesunt, sed una ¡sufctantia. Memoria quippe, quae vita et menset substantia dicitur, ad se ipsam dicitur: quod vero memoriadicitur, ad aliquid relative dicitur. Hoe de intelligentiaquoque et de volúntate dixerim; et intelligentia quippe etvoluntas ad aliquid dicuntur. Vita est autem unaquaequead se ipsam, et mens, et essentia. Quocirca tria haec eo suntunum, quo una vita, una mens, una essentia; et quidquidaliud ad se ipsa singula dicuntur, etiam simul, non pluraliter,sed singulariter dicuntur.Eo vero tria, quo ad se invieem referuntur: quae siaequalia non essent, non solum singula singulis, sed etiamómnibus singula; non utique se invieem caperent. Ñequeenim tantum a singulis singula, verum etiam a singulisomnia capiuntur. Memini enim me habere memoriam, et intelligentiam,et voluntatem; et intelligo me intelligere, etvelle atjque memínisse; et voló me velle, et memimsse, et intelligere,totamque meam memoriam, et intelligentiam, etvoluntatem simul memini. Quod enim memoriae meae nonmemini, non est in memoria mea. Nihil autem tam in memoria,quam ipsa memoria est. Totam igitur memini.ítem quidquid intelligo, intelligere me scio, et seio mevelle quidquid voló: quidquid autem scio memini. Totamigitur intelligentiam, totamque voluntatem meam memini.Similiter cum haec tria intelligo, tota simul intelligo. Neiciueenim quidquam intelligibilium non intelligo, nisi quod ignoro.Quod autem ignoro, nec memini, nec voló. Quidquid itaqueintelligibilium non intelligo, consequenter etiam nec memini,nec voló. Quidquid autem intelligibilum memini etvoló, consequenter intelligo. Voluntas etiam mea totam intelligentiamtotamque memoriam meam capit, dum toto utoriquod intelligo et memini. Quapropter quando invieem a singuliset tota omnia capiuntur, aequalia sunt tota singulatotis singulis, et tota singula simul ómnibus totis; et haectria unum, una vita, una mens, una essentia.X, 11, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 607mentes, sino una sola mente, tampoco son tres substancias,sino una sola substancia 12 . La memoria, como vida, razóny substancia, es en sí algo absoluto; pero en cuanto memoriatiene sentido relativo. Lo mismo es dable afirmar porlo que a la inteligencia y a la voluntad se refiere, pues sedenominan inteligencia y voluntad en cuanto dicen relacióna algo. En sí mismas, cada una es vida, mente y esencia.Y estas tres cosas, por el hecho de ser una vida, una mente,una substancia, son una sola realidad. Y así, cuanto serefiere a cada una de estas cosas le doy un nombre singular,no plural, incluso cuando las considero en conjunto.Son tres según sus relaciones recíprocas; y si no fueraniguales, no sólo cuando una dice habitud a otra, sino inclusocuando una de ellas se refiere a todas, no se comprenderíanmutuamente. Se conocen una a una, y una conoce atodas ellas. Recuerdo que tengo memoria, inteligencia y voluntad;comprendo que entiendo, quiero y recuerdo; quieroquerer, recordar y entender, y al mismo tiempo recuerdotoda mi memoria, inteligencia y voluntad. Lo que de mi memoriano recuerdo, no está en mi memoria. Nada en mi memoriaexiste tan presente como la memoria. Luego en sutotalidad la recuerdo.De idéntica manera sé que entiendo todo lo que entiendo,sé que quiero todo lo que quiero, recuerdo todo lo quesé. Por consiguiente, recuerdo toda mi inteligencia y todami voluntad. Asimismo, comprendo estas tres cosas, y lascomprendo todas a un tiempo. Nada inteligible existe queno comprenda, sino lo que ignoro. Lo que ignoro, ni lo recuerdoni lo quiero. En consecuencia, cuanto no comprendoy sea inteligible, ni lo recuerdo ni lo amo. Por el contrario,todo lo inteligible que recuerde y ame es para mí comprensible.Mi voluntad, siempre que uso de lo que entiendoy recuerdo, abarca toda mi inteligencia y toda mi memoria.En conclusión, cuanto todas y cada una mutuamentese comprenden, existe igualdad entre el todo y la parte, ylas tres son unidad: una vida, una mente, una esencia.12 Este texto lo consideran los_ agustinianos de! medievo comodecisivo para probar la identificación absoluta entre el alma y susfacultades. Esta unidad esencial lo exige la teoría del alma comoimagen de la Trinidad. La constitución del_ est>íritu_ humano es maravillosamenteanáloga al misterio de la Trinidad divina, y este misteriohace penetrar en la constitución del espíritu humano. Memoria,entendimiento y voluntad son como términos de tres relacionesreales en una esencia. La semejanza con la Trinidad se dibuja conacusados perfiles. Una esencia y tres personas : una esencia v tresfacultades.


608 <strong>DE</strong> TRINITATE X, 12. 19X, 12, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 609CAPUTXIICAPITULOXIIMENS IMAGO TRINITATIS IN SUI IPSIUS MEMORIA, INTELLIGEN-TIA ET VOLÚNTATE19. Iamne igitur ascendendum est qualibuscumque intentionisviribus ad illam summam et altissimam essentiam,cuius impar imago est humana mens, sed tamen imago? anadhuc eadem tria distinctius declaranda sunt in anima, perilla quae extrinsecus sensu eorporis capimus, ubi temporaliterimprimitur rerum corporearum notitia?Mentem quippe ipsam in memoria et intelligentia etvolúntate suimetipsius talem reperiebamus, ut quoniam semperse nosse semperque se ipsam velle comprehendebatur,simul etiam semper sui meminisse, semperque se ipsam intelligereet amare comprehenderetur; quamvis non semperse cogitare discretam ab eis quae non sunt, quod ipsa est:ac per hoc difficile in ea dignoscitur memoria sui, et intelligentiasui. Quasi enim non sint haec dúo, sed unum duobusvocabulis appelletur, sic apparet in ea re ubi valde istaconiuncta sunt, et aliud alio nullo praeceditur tempore:amorque ipse non ita sentitur esse, cum eum non proditindigentia, quoniam semper a praesto est quod amatur. Quapropteretiam tardioribus dilucescere haec possunt, dum eatractantur quae ad animum tempore accedunt et quae illitemporaliter accidunt, cum meminit quod antea non meminerat,et cum videt quod antea non videbat, et cum amatquod antea non amabat.Sed aliud haec tractatio iam poscit exordium, propterhuius libelli modum.* Editi, non semper. Delenda partícula negans, quae abest a Mss.EL ALMA, IMAGEN <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN SU MEMORIA,ENTENDIMIENTO Y VOLUNTAD19. ¿Hemos ya de elevarnos, con las fuerzas de nuestraatención, sean las que fueren, hasta aquella soberana y altísimaesencia, cuya imperfecta imagen es la mente humana,pero imagen al fin? ¿Será aún menester estudiar más claramenteen el alma aquellas tres facultades, apoyándonosen los objetos que externamente se perciben por el sentidodel cuerpo, donde de una manera transitoria se imprime lanoticia de las cosas materiales?Notamos ya la presencia de la mente en la memoria, enla inteligencia y en la voluntad; y pues encontramos quesiempre se conocía y siempre se amaba, debía también recordarsey comprender que se conocía y amaba; aunquebien es cierto que no siempre se cree distinta de aquellascosas que no son lo que es ella, y por esto era difícil distinguiren ella la memoria y la inteligencia de sí. Semejabacomo si no fueran dos facultades, sino una, expresada condos nombres distintos, pues tan unidas aparecen en la menteque una de ellas no precede a la otra en el tiempo; elamor no es perceptiWe si la indigencia no lo traiciona, puessiempre tiene presente el objeto que ama. Por lo cual, aunpara los rudos de ingenio pueden aclararse estas dificultadescuando se trata de realidades que el alma experimentaen el tiempo o le acaecen temporalmente, al recordar lo queantes no recordaba, ver lo que antes no veía y amar lo queantes no amaba.Mas este tratado pide otro exordio, a causa de la extensiónde este libro.S. Ai! « 20


LÍBERXILIBROXITrinitatis imago quaedam monstmtur etican m exteriore homine:primo quidem in his quae c&rnuntur extrinsecus;ex corpore scilioet quod videtur, et forma quae inde inacie cernentis imprimitur, et utrumque capulantis intentionevolwntatis: tametsi haec tria ñeque ínter se aequaliasint, ñeque unius substantiae. Deinde in ipso animoab his quae extrinsecus sensa sunt, velut introducta observaturaltera trinitas, seu tria quaedam unius substantiae;imaginatio corporis quae in memoria est, et indeinformatba cum ad eam convertitur ocies cagit antis, etutrumque coniungens intentio voluntatis: quae nímirumaltera trinitas ad exteriorem quoque hominem pertineredicitur, quod de corporibus illata sit, quae sentiunturextrinsecus.Vestigios de la Trinidad en el hombre exterior. Primero, enlas cosas que exteriormente se ven, a saber: el cuerpovisible, su imagen impresa en la pupila del que mira yla atención de la voluntad, que une ambas cosas; sin embargo,estos tres elementos no son iguales entre sí nide una misma substancia. Luego se observa en el almaotra trinidad, tres realidades de una sola substancia, introducidaen nuestro interior por las cosas que fuera,sentimos: la imagen del cuerpo que está en la memoria,la información que surge al convertirse a ella la miradadel pensamiento, y la atención de la voluntad, que uneambas cosas; y esta trinidad pertenece aún al hombreexterior, pues fué introducida por los cuerpos que fuerasentimos.CAPUT IVESTIGIUM TRINITATIS ETIAM IN EXTERIORE HOMINE1. Nemini dübium est, siout interiorem hominem intelligentia,sic exteriorem sensu corporis praeditum. Nitamurígitur, si possumus, in hoc queque exteriore indagare qualecumquevestigium Trinitatis, non quia et ipae eodem modosit imago Dei.Manifesta est quiíppe apostólica sententia, quae interioremhominem renovari in ¡Dei agnitione a deolarat secundumimaginem eius qui creavit eum 1 ; cum et alio loco dicat: Et1 Col. 3, io.aNonnulli Mss., in Deiagnitionem.CAPITULO IVESTIGIOS <strong>DE</strong> LA TRINIDAD EN EL HOMBRE EXTERIOR1. Para nadie es dudoso que, así como el hombre interiorestá dotado de inteligencia, el hombre exterior estádotado de sentidos corporales. Esforcémonos, pues, por rastrear,si es posible, en este hombre exterior algún tenuevestigio de la Trinidad, sin que llegue a ser imagen deDios 1 .Conocida es aquella sentencia apostólica que preceptúasea renovado el hombre interior en el conocimiento de Diosa imagen de su Creador, cuando en otro lugar dice: Aunque1 El vestigio de la Trinidad—vestigium Trinitatis—es una páliday lejana semejanza que nos lleva al conocimiento de la Trinidad.Toda la creación lleva en sí el sello de la causalidad divina, y, porconsiguiente, es vestigio del Dios Trinidad ; pues, según el axiomaagustmiano, Trinitas inseparabiliter operatur.


612 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 2, 2si exterior homo noster corrumtpitur, tamen interior renowatur de die in diem 2 .In hoc ergo qui


614 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 2, 2XI, 2, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 615vista; Objeto que puede existir aun antes de ser visto. Segundo,la visión, que no existía antes de percibir el sentidoel objeto. Tercero, la atención del alma, que hace remansarla vista en el objeto contemplado mientras dura lavisión.En estas tres cosas no sólo existe distinción manifiesta,sino incluso diversidad de naturaleza.En primer término, el cuerpo visible es de muy diferentenaturaleza que el sentido de la vista, si bien gracias a esteencuentro ha lugar la visión. ¿Qué es la visión sino el sentidoinformado por el objeto que se percibe? Aunque, si prescindimosdel objeto, no hay visión, porque no es ésta posiblesin la existencia de un cuerpo visible, no obstante, elcuerpo que informa con su presencia el sentido de la vistamientras la visión permanece, no es de la misma naturalezaque la imagen impresa en la pupila, y que llamamosvisión. El cuerpo visto 2 es separable en su naturaleza; masel sentido, que ya existía en el ser animado antes de verlo que ver se puede, al topar con un objeto visible, o la visión,que surge al choque de un cuerpo visible; el sentido,repito, o la visión, es decir, él sentido informado por unobjeto exterior, pertenece a la naturaleza del ser animadoy es muy diferente del cuerpo que la vista percibe; puesla sensación no informa el sentido para que sea sentido,sino para que surja la visión. De no existir en nosotros elsentido antes de ver el objeto visible, no nos distinguiríamosde un ciego cuando, en tinieblas o en un lugar cerradoa la luz, nada vemos. La diferencia radica en que existe ennosotros, aun cuando no vemos, la potencia visiva, denominadasentido, y en los ciegos no existe; y ésta es la causa,no otra, de llamarse ciegos.Y lo mismo la atención del alma, que fija en el objetoque vemos nuestro sentido y a ambos enlaza, difiere pornaturaleza no sólo del objeto visible, pues uno es cuerpo yel otro alma, sino que incluso se distingue de la visión ydel sentido, porque la atención es exclusiva del alma, mientrasel sentido de la vista se denomina sentido corpóreo, yno por otra razón sino porque los ojos son miembros delcuerpo; y si ¡bien el 'cadáver no siente, el alma, unida álcuerpo, percibe la sensación por intermedio de un órganocorpóreo, y este órgano se denomina sentido. Y así, cuandoéste se extingue, efecto de un sufrimiento físico, como enlos que se quedan ciegos, el alma permanece idéntica, y suque iam esse poterat, et antequam videretur; deinde, visio,quae non erat priusquam rem illam óbiectam sensui sentiremus;tertio, quod in ea re quae videtur, Iquamdiu videtursensum detinet oculorum, id est, animi intentio.In his igitur tribus, non solum est manifesta distinctio.sed etiam discreta natura.Primum quippe illud corpus visibile longe alterius naturasest, quam sensus oculorum, quo sibimet incidente fitVisio. Ipsaque visio quid aliud, quam sensus ex ea re quaesentitur informatus, apparet? Quamvis re visibili detractanulla sit, nec ulla omnino esse possit talis visio, si corpusnon sit quod videri iqueat: nuil o modo tamen eiusdem substantiaeest corpus quo formatur sensus oculorum, cumidem corpus videtur, et iipsa forma quae ab eodem imprimítur sensui, quae Visio vocatur. Corpus enim visum 8 - insua natura separabile est: sensus autem qui iam erat inanimante, etiam priusquam videret quod videre posset, cumin aliquid visibile incurreret, vel visio quae fit in sensu exvisibili eorpore, cum iam coniunetum est et Videtur; sensusergo vel visio, id est, sensus formatus extrínsecas, ad animantisnaturam pertinet, omnino a'liam quam est illud corpusquod Videndo sentimus, quo sensus non ita formaturut sensus sit, sed ut visio sit. Nam sensus et ante obieeturnreí sensibilis nisi esset in ndbis, non distaremus a caecis,dum nihil videmus, sive in tenebris, sive elausis luminibus.Hoc autem distamus, quod nobis inest et non videntibus,quod videre possimus, qui sensus vocatur: illis vero noninest; nec aliunde, nisi quod eo carent, caeci appellantur.Itemque illa animi intentio, quae in ea re quam videmussensum tenet, atque utrumque coniungit, non tantum abea re visibili natura differt; quandaquidem iste animus,illud corpus est: sed ab ipso quoque sensu atque visione:quoniam solius animi est haee intentio; sensus autem oculorumnon ob aliud sensus corporis dicitur, nisi quia et ipsioculi membra sunt corporis; et quamvis non sentiat corpusexanime, anima tamen commixta corpori per instrumentumsentit corporeum, et idem instrumentum sensus vocatur.Qui etiam passione corporis, cum quisque excaecatur, interceptusexstinguitur, cum idem maneat animus, et eiusintentio, luminibus amissis, non habeat quidem sensum coraCódices aliquot, a visu.2 Algunos códices leen a visu. Según esta variante lección, esmenester traducir : «El objeto, en su naturaleza, difiere del sentidode la vista».


616 <strong>DE</strong> TRTNTTATE XI, 2, 3poris quem videndo extrinsecus corpori adiungat atque ineo viso figat aspectum, nisu tamen ipso indioet se ademptocorooris sensu, nec perire potuisse, nec minui. Manet enímquídam videndi appetitus integer, sive id possit fieri, sivenon possit.Haec igitur tria, corpus quod videtur, et ipsa visio. etquae utrumque coniungit intentio, manifesta sunt ad dignosoendum,non solum propter propria singulorum. verumetiam propter differentiam naturarum.3. Atque in his cum sensus non procedat ex corporeillo quod videtur, sed ex corpore sentientis animantis, cuianima suo quodam miro modo contemperatur: tamen excorpore quod videtur gignitur visio, id est, sensus ipse formatur;ut iam non tantum sensus qui etiam tn tenebrisesse integer potest, dum est incolumitas oculorum, sedetiam sensus informatus sit, quae visio vocatur. Gigniturergo ex re visibili visio. sed non ex sola, nisi adsit et videns.Quocirca ex visibili et vidente gignitur visio, ita saneut ex vidente sit sensus oculorum, et aspicientis atque intuentisintentio: illa tamen informatio sensus, quae visiodicitur, a solo imprimatur corpore quod videtur, id est, a realiqua visibili: qua detracta: nulla remanet forma quaeinerat sensui dum adpsset illud quod videbatur: sensus lamenipse remanet, qui erat et priusquam aliquid sentiretur;Velut in aqua vestigium tamdiu est, doñee ipsum corpusquod imprimitur inest; quo ablato nullum erit, cum remaneataqua. quae erat et antequam illam formara corporiscaperet Ideoque non possumus quidem dicere quod sensumgignat res visibib's: gignit tamen formam velut similitudinemsuam, quae fit in sensu, cum aliquid videndo sentimus.S?d formam corporis quod vidpmus, et formam quae abilla in sensu videntis fit, per eumdem sensum non diseemimus;quoniam tanta coniunetio est, ut non pateat discernendiloeua. Sed ratione colligimus nequáquam nos potuisse sentire,nisi fieret in sensu nostro aliqua similitudo conspecücorporis.Ñeque enim cum annulus cerae imprimitur, ideo nullaimago facta est, quia non discernitur, nisi cum fuerit separata.Sed quoniam post ceram separatam manet quod factumest ut videri possit, propterea facile persuadetur, quodinerat iam cerae forma impressa ex annulo et antequarn ab\ illa separaretur. Si autem liquido humori adiungeretur an-'nulus, eo detracto nihil imaginis appareret: nec ideo taxi,2, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 617atención, perdida la vista, no dispone de sentido corpóreopara pouer alcanzar al exterior el objeto visible y fijar enél su mirada; pero por su propio esxuerzo conoce que, aunperdiao el sentido del cuerpo, su atención ni perece ni disminuye.Integro persiste el ueseo de ver, sea o no sea posiOie.Estas tres cosas, el cuerpo visible, la visión y la atención,eniace de ambos, son muy fáciles de conocer, no sólopor el carácter peculiar de cada uno, sino incluso por ladiferencia de sus naturalezas.3. En estas cosas el sentido no procede del objeto visible,sino del cuerpo animado y sensitivo, al cual se atemperade un modo maravilloso el alma; no obstante, la visiónes engendrada por el cuerpo que se ve; es decir, esinformado el sentido; y no tan sólo el sentido que puedesubsistir íntegro en la obscuridad si los ojos permanecenincólumes, sino el sentido informado, lo que se llama visión.Es, pues, la visión engendrada por un objeto visible,pero nunca solo, sino en piesencia de un vidente. En con^secuencia, la visión es engendrada por un objeto visible yun sujeto que ve: al sujeto pertenecen el sentido de lavista y la atención con que mira y contempla; la informacióndel sentido que se llama visión, obra es del cuerpo quese ve, es decir, del objeto visible. Suprimido éste, carece deexistencia la forma impresa en el sentido mientras estabapresente el objeto visible; no obstante, permanece el sentido,que ya existía antes de percibir cosa alguna. Sucede comocon la huella de un cuerpo en el agua: subsiste la huellamientras el cuerpo que la imprime actúa; se desvanece alretirarlo; pero el agua, que ya existía antes de recibir laimpronta, perdura. Por consiguiente, no podemos decir queel cuerpo visible engendra el sentido, pero si engendra ciertaforma, como una semejanza suya, que actúa en el sentidoal percibir con la vista un objeto.Mas no puede el sentido distinguir la forma del cuerpovisible de la forma impresa en el sentido del sujeto que ve;porque es tanta la unión, que la distinción no ha lugar.Sin embargo, la razón nos enseña que la visión sería imposiblede no producirse en nuestro sentido una semejanzadel objeto contemplado.Al aplicar a la cera un camafeo, no puede afirmarse lainexistencia de su imagen, aunque sólo después de la separaciónes discernióle. Mas como al separarse la cera permanecevisible la impresión de la imagen, se deduce que estabaya impreso el relieve antes de verificarse la separación.Pero, si aplicamos nuestro anillo a un elemento líquido,no aparece, al separarlo, imagen alguna; con todo, la inteligenciacomprende cómo antes de la separación existía enel líquido la imagen grabada en el camafeo, distinta del re-


618 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 2, 4men discernere ratio non ,b deberet, 'fuisse in illo humore, antequamdetraheretur, annuli formam factam ex annuio, quaedistinguenda est alb ea forma quae in annulo est, unde istafacta est quae detracto annulo non erit, quamvis illa in annulomaneat unde ista facta est. Sic sensus oculorum nonideo non habet imaginem corporis quod videtur quamdiuvidetur, quia eo detracto non remanet. Ac per hoc tardioribusingeniis diffiícillime persuaden potest, formari in sensunostro imaginem rei visibilis, cum eam videmus, et eamdemformam ©sse visioném.4. Sed qui forte adverterint quod commemorabo, non itain bac inquisitione laborabunt. Plerumique cum diuscule attenderimusquaeque luminaria, et deinde oculos clauserimus,quasi versantur in conspectu quidam lucidi colores varié sesecommutantes, et minus minusque fulgentes, doñee omninodesistant: quos intelligendum est reliquias esse formae illiusquae facta erat in sensu, cum corpus lucidura videretur,paulatimique et quodiam modo gradatim defiriendo variari.Nam et insertarum fenestrarum cancelli, si eos forte intuebamur,saepe in illis apparuere coioribus: ut manifestumsit, hanc affectionem nostro sensui ex ea re quae videbaturimpressam.Erat ergo etiam cum videremus, et illa erat clarior etexpressior; sed multum coniuñeta cum specie rei eius quaecernebatur, ut discerní omnino non posset; et ipsa erat visio.Quin etiam cum lucernae flammula modo quodam divaricatisradiis oculorum quasi geminatur, duae visiones fiunt,cum sit res una quae videtur. Singillatim quippe afficiunturidem radii de suo quisque oculo emicantes, dum non sinunturin illud eoripus intuendum pariter coniuncteque concurrere,ut unus fíat ex utroque contuitus. Et ideo si unum oculumclauserimus, non geminum ignem, sed sicuti est unumvideibimus. Cur autem sinistro clauso illa species desinit videriquae ad dextrum erat, vicissimque dextro clauso illaintermorátur quae ad sinistrum erat, et longum est et reípraesenti non necessarium modo quaerere atque disserereQuod enim ad susceptam quaestionem satis est; nisi ñeretin sensu nostro quaedam imago sim.'llima rei eius quamcernimus, non secundum oculorum numerum flammae speciesgeminaretur, cum quidam cernendi modus adhitoitusfuerit, qui possit concursum separare radiorum. Ex unoquippe oculo quolibet modo deducto, aut impresso, aut intorto,si alter clausus est, dupliciter videri aliquid quod situnum nüllo pacto potest.b Vox non, redundare videtur. Forte sic, transpositis vocibus,nec, et, non, legendus est hic locus : Non ideo tamen discemereratio deberct, fuisse in illo humore, antequam detraheretur, necannuli formam factam ex annulo, etc. M.XI, 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ' 619lieve impreso en su superficie, de donde se forma la imagen,que se desvanece al retirar la sortija, aunque subsista enel camafeo el relieve. De la misma manera, no puede afirmarseque el sentido de la vista no conserva la imagen delcuerpo que ha visto mientras dura la visión, por el hechoque—retirado el cuerpo—no subsiste la imagen. Y por estacomparación se puede, aunque con dificultad, convencer alos de cortos alcances que se forma en nuestro sentido unaimagen del objeto visible mientras lo vemos, y esta formaes la visión.4. Mas los que por casualidad fijen su atención en loque voy a decir, no sentirán en la búsqueda tanta fatiga.Con frecuencia, si durante algún tiempo miramos con fijezauna luz cualquiera y cerramos luego los ojos, vemos moverseen nuestra retina brillantes y variados colores queise suceden y combinan entre sí cada vez con menos fulgor,hasta desaparecer por completo. Dichos colores son comotenues vestigios de aquella forma impresa en el sentido cuandomirábamos aquel cuerpo lúcido, y poco a poco, como porgrados, desapareciendo varía. Y si, al acaso, contemplamoslas celosías de una ventana, se nos aparecen con sus colores;prueba evidente que las sensaciones visuales han sidoproducidas por el cuerpo que hemos visto.Dicha impresión existía cuando contemplábamos el objetoy entonces era más nítida y clara; pero de tal suerteestaba unida a la forma del objeto qué se percibía, que ladistinción no era posible, y ésta es la visión. Si observasel dardear de una llama con el ángulo visual descentrado,percibes dos imágenes, a pesar de ser único el objeto denuestra visión. Y es que los rayos emitidos por cada ojoaon impresionados separadamente y no se les permite concurrirconjuntamente a la visión del objeto para que surjade su concurso una sola visión. Y si cierras un ojo, no seduplica la llama, sino que, tal como es en la realidad, sólopercibes un fuego. Sería investigación asaz prolija e innecesariaal presente saber por qué, cerrado el ojo izquierdo,la imagen que acompañaba a la del derecho cesa de verse,y al contrario, por qué, cerrado el derecho, muere la imagencompañera de la del izquierdo.Bástenos decir, en orden a la cuestión que nos ocupa,que, si no se formase en nuestro sentido una imagen muysemejante de la cosa que vemos, no se duplicaría la imagende la llama, según el número de nuestros ojos, cuando seemplea cierto modo de mirar, capaz de descentrar nuestroángulo visual. Con un solo ojo, de cualquier modo que selo entorne, dirija o coloque, si está el otro cerrado, es detodo puntó imposible ver doble el objeto si es uno tan sólo.


620 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 2, 55. Quae cum ita sint, tria haec quamvis diversa natura,quemadmodum in quamdam unitatem contemperentur meminerímus;id est, species corporis quae videtur, et impressaeius imago sensui quod est visio sensusve formatus, et voluntasanimi iquae rei sensibili sensum admovet, in eoqueípsam visionem tenet. Horum primum, id est, res ipsa visibilisnon pertinet ad animantis naturam, nisi cum corpusnostrum cernimus. Alterum autem ; ta pertmet, ut in corpnrefíat, et per corpus in anima: fit enim in sensu, qui ñequesine* conpore est ñeque sine anima. Tertium vero solius animaeest, quia voluntas est. Cum igitur horum trum tam diversaesubstantiae sint, tamen in tantam coeunt unitatem, utdúo priora vix intercedente iudiee ratione discerní valeant.sipecies videlicet corporis quod videtur, et imago eius quaefit in sensu, id est, visio.Voluntas autem tantam vim habet copulandi haec dúo,ut et sensum formandum admoveat ei rei quae cernitur. ptin ea formatum teneat. Et si tam violenta est, ut possit vr>cariamor, aut cupiditas, aut libido, etiam ceterum corpusanimantis vehementer afficit: et ubi non resistit pigrior duriorquemateries, in similem speciem coloremque commutat.Licet videre corpusculum chamaeleontis ad colores quos videtfacillima conversione variari. Aliorum autem animaliumquia non est ad conversionem facilis corpulentia, fetus plerumqueprodunt libídines matrum, quid cum magna delectationeconspexerint. Quam enim teneriora, atque ut ita dixerim,formabiliora sunt primordia seminum, tam efficaciteret capaciter sequuntur intentíonem maternae animae, etquae in ea facta est phantasiam per corpus quod cupideaspexit. Sunt exempla quae copióse eommemorari possint:sed unum sufficit de fidelissimis Litoris, quod fecit Iacob, utoves et caprae variis coloribus parerent, supponendo eis variatavirgulta in canalibus aiquarum, quae potantes intuerentureo tempore quo conceperant 3 .3 Gen 30, 37-41.XI, 2, 5 .<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 6215. Recordemos—pues esto es así—que dichas tres cosas,a saber, la imagen visible del cuerpo, su imagen impresaen el sentido, que es visión y sentido informado, y la voluntaddel ánimo aplicando el sentido donde se verifica lavisión al objeto sensible, aunque de naturaleza muy diferente,se atemperan en un cierta unidad. El primero deestos tres elementos, es decir, el objetivo visible, jamás pertenece—exceptocuando contemplamos nuestro cuerpo-—a lanaturaleza del ser animado. El segundo pertenece de talmanera, que actúa en el cuerpo y por el cuerpo en el alma,pues ha lugar en el sentido, que sin el cuerpo y el alma noexiste. El tercero, que es la voluntad, es exclusiva del alma.Y siendo estas tres realidades de naturaleza tan diferente,sin embargo, se adunan en unidad tan íntima, que las dosprimeras, a saber, la imagen del cuerpo visible y la imagenformada en el sentido, denominada visión, apenas son discerniblesde no intervenir como juez la razónTiene la voluntad tal poder para unir estas dos realidades,que ella aplica al objeto visible el sentido a informary en él lo retiene una vez informado. Y cuando es tan violentaque pueda llamarse amor, codicia o libido, entoncesconturba con gran vehemencia el cuerpo todo del ser animado;y de no resistirle una materia más dura e inerte,lo inmuta en la especie y color que contempla. Mira el diminutocamaleón cómo se transforma con facilidad admirableen los colores que ve 3 . En los demás animales, cuyacorpulencia no se presta a estas mutaciones, los fetos revelan,descubriendo los deseos lujuriantes de sus madres, losobjetos que con sumo deleite miraron. Y cuanto más tiernosy, por decirlo así, más formables son estas semillas primordiales,con mayor docilidad y eficacia siguen la intencióndel alma materna, adaptándose a la imagen que en sufantasía dejó el objeto que con apasionada codicia miró.Pudiéramos aducir numerosos ejemplos; pero baste uno,tomado de los Libros fidelísimos, el de Jacob, el cual, paraconseguir que sus ovejas y cabras parieran crías manchadas,colocó en los abrevaderos hacecillos de varas policromas,y así, al acercarse a beber, en el momento de empreñar,las miraban.3 Según los antiguos, la policromía del tímido y pesado camaleónobedecía a impulsos interiores de ira, afecto, envidia, etc. Hoy sesabe que es un caso sorprendente de mimetismo variable.


622 <strong>DE</strong> IRINITATE XI, 3, 6XI, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 623CAPUTIIICAPÍTULOIIITRIUM UNITAS IN COG'TATIONE FIT, MEMORIAE, INTERNAKVISIOKIS, ET VOLUNTATIS UTRUMQUE COPULANTIS6. Sed anima rationalis deformiter vivit, cum secundumtrinitatem exterioris hominis vivit; id est, cum ad ea quaeforinsecus sensum corporis formant, non laudabilem voluntatem,qua haec ad utile aliquid raferat, sed turpem cupiditatemqua his inhaerescat, accommodat. Quia etiam detractaspecie corporis quae corporaldter sentiebatur, remanet inmemoria simiFtudo eius, quo rursus voluntas convertatacipm, ut inde formetur intrinsecus, sicut ex corpore obiectosensibili sensus extrinsecus formatoatur. Atque ita fit illatrinitas ex memoria, et interna visione, et quae utrumquecopulat volúntate. Quae tria cum in unum coguntur, ab ipsocoactu cogitatio dicitur.Nec iam in his tribus diversa substantia est. Ñeque enimaut corpus illud sensitoile ibi est, quod omnino discretum estato animantis natura, aut sensus corporis ibi formatur utfiat visio, aut ipsa voluntas id agit ut formandum sensumsensibili corpori admoveat, in eoque formatum det'meat: sedpro illa specie corporis quae sentiebatur extrinsecus, succeditmemoria retinens illam speciem quam per corporis sensumcomtoibit anima; proque illa visione quae foris erat cumsensus ex corpore sensibili formaretur, succedit intus similisvisio, cum ex eo quod memoria tenet, formatur acies animi,et absentia corpora oogitantur: voluntasque ipsa quomodoforis corpori otoieotio formandum sensum admovebat,formatumque iungetoat, sic aciem recordantis animi convertitad memoriam, ut ex eo quod illa retinuit, ista formetur,et sit a in cogdtatione similis visio.Sicut autem ratione discernebatur species visib ; lis quasensus corporis formabatur, et eius similitudo quae fiebatin sensu formato ut easet visio (alioquin ita erant coniunc-* Plerique Mfi&„ ét fit.UNA TRILOGÍA EN EL PENSAMIENTO: LA MEMORIA, LA VISIÓNINTERIOR Y LA VOLUNTAD UNITIVA6. Pero el alma racional se deforma cuando vive segúnla trinidad del hombre exterior; es decir, cuando se daa las cosas externas, formadoras del sentido corpóreo, nocon laudable intención de referirlas a un fin útil, sino arrastradapor una torpe apetencia que la lleva a pegarse aellas. En efecto, desvanecida la forma del objeto corporalque se dejaba corporalmente sentir, permanece en la memoriasu semejanza, para que se verifique la visión interior,como antes, al exterior, era informado el sentido por elobjeto sensible. Y así surge la trinidad integrada por lamemoria, la visión interior y la voluntad, que une a lasdos. Y, al apiñarse estas tres cosas en unidad, su reuniónse denomina pensamiento 4 .Y en esta trinidad no existe diversidad de substancia.Ni el cuerpo, distinto de la substancia del ser animado, esallí sensible, ni el sentido del cuerpo es informado para quese realice la visión, ni la voluntad actúa aplicando el sentidoal objeto sensible para su información, ni éste lo retieneuna vez informado, sino que a la forma del cuerpoexternamente percibida sucede la memoria, cual placa positivade aquella forma, que, a través del sentido del cuerpo,impresiona al alma; a la visión que fuera existía al serinformado el sentido por el objeto sensible, sucede en elhombre interior una visión semejante cuando la mirada delalma, al conjuro del recuerdo que la memoria aprisiona,piensa en los cuerpos ausentes; y así como la voluntad enel mundo exterior aplicaba el sentido a informar al objetocorpóreo y, una vez informado, lo unía, así aquí hace volversobre la memoria la mirada del alma que recuerda, paraque, del recuerdo que aquélla retiene, ésta se forme y surjaen el pensamiento una visión semejante.Y así como la razón distinguía entre la imagen visibleque informaba el sentido del cuerpo y la semejanza que ha'lugar en el sentido informado para que exista visión (tan4 Las tres palabras latinas cogo, coactas y cogito proyienen deuna misma raíz, en sentir de Agustín. La semántica histórica oetimológica ha sido desviada en la filosofía moderna hasta abarcartoda la vida del espíritu y de la conciencia.• • - •


624 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 4, 7tae, ut omnino una eademque putaretur): sic illa phantasia,cum animus cogitat speciem visi corporis, cum constet excorporis similitudine quam memoria tenet, et ex ea quaeinde formatur in acie recordantis animi; tamen sic una etsingulariis apparet, ut dúo quaedam esse non invenianturnisi iudicante ratione, qua intelligimus aliud esse illud quodin memoria manet, etiam cum aliunde cogitamus, et aliudfieri cum recordamur, id est, ad memoriam redimus, et illicinvenimus eamdem speciem. Quae si iam non ibi esset, itaoblitos nos esse diceremus, ut omnino recolere non possemus.Si autem acies recordantis non formaretur ex ea requae erat in memoria, nullo modo fieret visio cogitante:sed utriusque coniunctio, id est, eius quam memoria tenet,e/t eius quae inde exprimitur ut formetur acies recordantis.quia simillimae sunt, veluti unam facit apparere.Cum autem cogitantis acies a/versa inde fuerit, atque idquod in memoria cemebatur destiterit intueri, nihil formasquae impressa erat in eadem acie remanebit: atque indef ormabitur, quo rursus conversa fuerit ut alia cogitatiofíat. Manet tamen illud quod reliquit in memoria, quo rursuscum id recordamur convertatur, et conversa formetur,atque unum cum eo íiat unde formatur.CAPUT IVQUOMODO FIT HAEC UNITAS•7. Voluntas vero illa quae hac atque illac fert et refertaciiem formandam, coniungitque formatam, si ad interioremphantasiam tota confluxerit, atque a praesentia corporumquae circumiacent sensibus, atque ab dpsis sensibuscorporis, animi aciem omnino averterit, atque ad eam quaeintus cernitur imaginem penitus converterit; tanta offend'itura similitudo speciei corporalis expressa ex memoria, utnec ipsa ratio discernere sinatur, utrum foris corpus ipsumvideatur, an intus tale aliquid cogitetur.Nam interdum homines nimia cogitatdone rerum visibi-Iium vel illecti, vd territi, etiam eiusmodi repente voces edi^aPlures Mss., effundítur. Et noanulli, confunditur.XI, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 625unidas se encuentran que se las podía tomar por una solaimagen), y lo mismo sucede en la visión imaginaria cuandoel alma piensa en la imagen de un cuerpo ya visto;consta, pues, de la semejanza del cuerpo en la memoria archivadoy de la imagen que nace en el alma del que recuerda;tan única y singular aparece, que sus dos elementos sólola razón los distingue, haciéndonos comprender que unacosa es el recuerdo con permanencia en la memoria, auncuando se piense en cosa diversa, y otra la imagen queevoca el recuerdo al regresar a nuestra memoria y encontrarnosalli con la misma imagen. Porque de no estar allíes tan completo el olvido, que el recuerdo sería imposible.Si, pues, la mirada del que recuerda no fuese informadapor la imagen que la memoria conserva, jamás se realizaríala visión en el pensamiento; pues la unión de las dos, asaber, de la que la memoria retiene y su expresión, queactúa en la ^mirada del recuerdo, dada su semejanza perfecta,la haría aparecer una sola.Mas, si la\mirada del pensamiento se aparta de allí ydeja de ver la imagen que en su memoria intuía, desaparecela forma impresa en la mirada interior; y, al convertir sumirada hacia otro recuerdo, ha lugar otra forma, origende un nuevo pensamiento. No obstante, perdura en la memoriael antiguo recuerdo, al que es dable volver la miradacuando de nuevo recuerde y reciba su forma, efectuándosecon el principio informante una cierta unidad.CAPÍTULO IVCÓMO SURGE ESTA UNIDAD EN EL ALMA7. Si la voluntad, que lleva y trae de aquí para allá lamirada para su información y la une, una vez informada,a su objeto, se concentra toda en su imagen interna, apartandopor completo la mirada del alma de la presencia delos cuerpos que rodean nuestros sentidos y de los mismossentidos del cuerpo, y la convierte enteramente a la imagenque dentro intuye, choca entonces con una semejanzatan grande de la especie sensible, expresión del recuerdo,que ni la razón distingue si es cuerpo exteriormente vistoo es la imagen interna de su pensamiento.Los hombres, a veces, seducidos o aterrados por estaimaginación vivacísima de las cosas visibles, prorrumpen


626 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 4, 7derunt, quasi revera in mediis talibus actionifous sive passionibusversarentur. Et memini me audis-se a quodam, quodtam expressam et quasi solidara speciem feminei corpori?in cogitando cerneré soleret, ut ei se quasi miseeri sentiens.etiam genitalibus flueret. Tantum habet virium anima incorpus suum, et tantum valet ad indumenti qualitatem vertendamatque mutandam, quomodo homo afficáatur indutus,qui cohaeret indumento suo. Ex eodem genere affectionisetiam illud est, quod in somnis per imagines ludimur.Sed plurimum dififlert, utrum sopitis sensibus corporis.sicuti sunt dormientium, aut ab interiore compage turbatis,sicuti sunt furentium, aut alio quodam modo alienatis.sicuti sunt divinantium vel prophetantium, animi intentioquadam necessitate incurrat in eas quae occurrunt imagines,sive ex memoria, sive alia aliqua ooculta vi, per quasdamspirituales mixturas similiter spiritualis substantiae:an sicut sanis atque vigilantibus interdum contingit, ut cogitationeoeeupata voluntas se avertat a sensibus, atque itaformet animi aciem variís imaginibus sensibilium rerum,tanquam ipsa sensibilia sentiantur. Non tantum autem cumappetendo in talia voluntas intenditur, fiunt istae impressionesimaginum; sed etiam cum devitandi et cavendi causarapitur animus in ea contuenda quae fugiat. Unde non aolumcupiendo, sed etiam metuendo, infertur vel sensus ipsissensibilibus, ve! acies animi formanda imaginibus sensibilium.Itaque aut metus. aut cupiditas quanto vehementiorfuerit, tanto expressius formatur acies, sive sentientisex corpore quod in loco adiacet, sive cogitantis ex imaginecorporis quae memoria continetur.Quod ergo est ad corporis sensum aliquod corpus in loco,hoc est ad animi aciem similitudo corporis in memoria; etquod est aspicientis visio ad eam speciem corporis ex quasensus formatur, hoc est visio cogitantis ad imagmem cor-XI, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 627repentinamente en gritos, como si en realidad se encontraranen medio de aquellas acciones o pasiones. Recuerdohaber oído a uno que tan al natural veía él en su imaginaciónla forma maciza de un cuerpo femenino, que lasensación de estar carnalmente unido a ella le provocabaderrame seminal. Tan potente es la fuerza del alma sobresu cuerpo y tanto puede en la inmutación y cambio de suenvoltura carnal, que se puede parangonar a la del hombrevestido, que se acomoda a su traje. Y a este mismo génerode impresiones pertenecen los variados juegos de la fantasíadurante los sueños 5Mas es grande la diferencia si la atención del alma seve como forzada por cierta necesidad a ocuparse de lasimágenes que la memoria o alguna virtud secreta le suministrana través de algunas influencias espirituales dela substancia incorpórea, ya estén adormecidos los sentidos,como en los marmotas; ya perturbados en su íntimacontextura, como en los amentes furiosos; ya enajenadosde alguna manera, como en los adivinos y profetas; o si,como en los sanos y bien despiertos sucede, al estar elpensamiento ocupado, la voluntad se independiza de lossentidos e informa ella misma la mirada del alma, sirviéndosede las variadas imágenes del mundo sensible, cual sientonces en la realidad se sintiesen. Y estas impresionesimaginarias surgen no sólo cuando la voluntad es por eldeseo impulsada, sino incluso cuando anhela evitarlas yhuir, porque, al estar en guardia, se ve forzada a miraresos mismos objetos que desea no ver. En consecuencia,el deseo y el temor fijan el sentido en las cosas sensibles,y la mirada del alma en las imágenes de los objetos corpóreos,para su información. Y cuando más vehemente seael deseo o el miedo, más nítida es la mirada actuada porel objeto sensible, ya éste se halle en el espacio ubicado,ya surja en el sujeto pensante de la imagen del cuerpo quela memoria atesora.Lo que es al sentido del cuerpo la presencia en el lugarde un objeto, es a la mirada del alma la imagen delobjeto en la memoria; y lo que es la visión del que miraa la especie corpórea que informa el sentido, es la visióndel que piensa a la imagen del objeto en la memoria formada,de la cual nace la mirada del alma; finalmente, lo5 Es, en este pasaje, la_ imaginación el sentido interno que conservalas imágenes percibidas por los sentidos externos y las reproducey combina según las leyes de la asociación, que la psiquiatríamoderna clasifica en ley de sucesión, simultaneidad, semejanza,contraste y conexión lógica, reducibles todas a la de contigüidad.Por su intervención en la vida pasional y sensible, presenta peligrospara el corazón, cuyas pasiones atiza, y para el carácter misinodel individuo.


628 <strong>DE</strong> TRINITATE. XI, 5, 8poris in memoria canstitutam ex qüa formatur acies animi;et quod est intentio voluntatis ad eorpuis visum visionemquecopulandam, ut fíat ibi quaedam unitas trium, quamviseorum sit diversa natura, hoc est eadem voluntatis intentioad copulandam imaginem corporis quae est in memoria,et visionem cogitantis, id est, formam quam cepitacieis animi rediens ad memoriam: ut fíat et hic quaedamunitas ex tribus, non iam naturae diversitate discretis, sedunius eiusdemque substantiae; quia hoc totum intus est,et totum unus animus.XI, 5, 8<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADque es la atención de la voluntad a la unión del objeto percibidoy la visión para que surja allí una cierta unidadde tres elementos de naturaleza distintos, esto es la atenciónmisma de la voluntad como lazo unitivo entre la imagendel cuerpo que está en la memoria y la visión del pensamiento,es decir, la imagen que la mirada del alma sorprendeal regresar a su memoria; de. suerte que tambiénaquí existe una cierta unidad, integrada por tres realidades,no ya distintas por diversidad de naturaleza, sino deuna misma substancia, porque todo esto es interior y todoes un alma.CAPUT VTRINITAS HOMINIS EXTERIORIS, SEU VISIONIS EXTERNAE, NONEST IMAGO <strong>DE</strong>I. <strong>DE</strong>I SIMILITUDO ETIAM IN PECCATIS APPETITUR.IN EXTERNA VISIONE EST QUASI PARENS FORMA CORPORIS, PRO­LES VISIOj EA VERO CONIUNGENS VOLUNTAS INSINUAT SPIRI-TUM <strong>SAN</strong>CTUM8. Sicut autem cum forma et ispéeles corporis interierit,non potest ad eam voluntas sensum revocare cernentis:ita cum imago quam memoria gerit, oblivione deleta est,non erit quo aciem animi formandam voluntáis recordandoretorqueat. Sed quia praevalet animus, non sólum oblita,verum etiam non sensa nec experta eonfingere, ea quaenon- exciderunt augendo, minuendo, eommutando, et proarbitrio componendo, saepe imaginatur quasi ita aliquid sit,quod aut scit non ita esse, aut nescit ita esse.In quo genere cavendum est, ne aut mentiatur ut decipiat,aut opinetur ut decipiatur. Quitouis duobus malis evitatis,nihil ei obsunt. imaginata phantasmata: sicut níhiiobsunt experta sensibilia et retenta memoriter, si ñeque cupideappetantur si iuvant, ñeque turpiter fugiantur si of--féndunt;, Cum autem in.bis - voluntas relictís melióribus "ávida1 volutatur, .i.mmunda fit: 'atque ita, et: cum adsunt pernicióse,et cum ábsunt pernieiosius cogitantur.''Male itaque vivitur et deformiter secundum trinita'temhomiñís"extérions:quia "é't illám trinitatení,"qüaé licet íñ-CAPITULO VLA TRINIDAD <strong>DE</strong>L HOMBRE EXTERIOR O <strong>DE</strong> LA VISIÓN EXTERNANO ES IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS. INCLUSO EN EL PECADO SE APETECELA SEMEJANZA CON DLOS. EN LA VISIÓN EXTERNA, LA FORMA<strong>DE</strong>L CUERPO ES COMO PADRE; LA VISIÓN ES EL HIJO;LA VOLUNTAD, QUE UNE, INSINÚA LA PERSOGA<strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO8. Así como al fenecer la forma e imagen corpórea nopuede la voluntad aplicar a ella el sentido de la vista, así,cuando la imagen que la memoria retiene se borra por elolvido, no puede la voluntad fijar en ella la mirada delalma en busca de un recuerdo. Mas como la primacía esdel alma, con frecuencia imagina como real lo que sabeque no lo es o ignora que lo es, y evoca no sólo el recuerdode cosas semiolvidadas, sino incluso el de aquellas quenunca experimentó o sintió, disminuyendo, aumentando,transformando o modificando a capricho las que aun no olvidó.En este ¡género de cosas evite mentir con el propósitode engañar, y opinar como queriendo ser engañado. Evitandoestos dos males, en nada le perjudican los fantasmasde la imaginación; como tampoco le perjudican lascosas experimentadas por los sentidos y en el recuerdo archivadas,siempre que con avidez no se deseen si son útilesni con torpeza se eviten si enfadan. Cuando olvida, la voluntadlos bienes mejores y ávida se solaza en estos placeres,se hace impura. Es un mal pensar en ellos cuandopresentes se tienen, y aún más nocivo cuando ausentes están.Vivir según la trinidad del hombre exterior es un-maly una deformidad, porque es el uso de 'las cosas sensi-


630 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 5, 9terius imaginetur, exteriora tamen imaginatur, 'sensibiliumeorporaliumque utendo>rum causa peperit. Nullus enim eisuti posiset etiam bene, nisi sensarum rerum imagines memoriatenerentur: et nisi pars máxima voluntatis in superioribusatque interioribus habitet, eaque ipsa quae commodatur,sive foris eorporibus, sive intus imagínibus eorum, nisiquidquid in eis capit ad meliorem verioremque vitam referat,atque in eo fine cuius intuitu haec agenda iudicat, acquiescat,quid aliud facimus, nisi quod nos Aposto]us faceréprohibet, dicen»: Nolite conforman huic saeculo? 4 Quapropternon est ista trinitas imago Dei: ex ultima quippe,id est corpórea creatura, qua superior est anima, in ipsaanima fit per sensum eorporis.Nec tamen est omnino dissimilis: quid enim non pro suogenere ac pro suo modulo habet similitudinem Dei, quandoquiidemDeus fecit omnia bona valde s , non ob aliud nisiquia ipse summe bonus est? In quantum ergo bonum estquidquid est, intantum iscilicet, quamvis longe distantem,habet tamen nonnullam similitudinem summi boni; et si naturalem,utique rectam et ordinatam; si autem vitiosam,utique tuirpem atque perversam. Nam et animae in ipsispeccatis suiís non nisi quamdam similitudinem Dei, superibaet praepostera, et, ut ita dicam, servili libértate sectantur.Ita nec primis parentibus nostris persuaden peceatum posset,nisi diceretur: Eritis sicut déi e . Non sane omne quodin creaturis aliquo modo simile est Deo, etiam eius imagodicenda est.: sed illa sola qua superior ipse solus est. Eaquippe de illo prarsus exprimitur, ínter quam et ipsurr>nulla interfecta natura est.9. Visionis igitur illius, id est formae quae fit in sensucernentis, quasi parens est forma eorporis ex qua flt. Sedparens illa non vera; unde nec ista vera proles est: ñequeenim omnino inde gignitur, quoniam aliiquid aliud adhibeturcorpori, ut ex illo formetuir, id est sensus vídentis. Quocircaid amare, alienará est a . Itaque voluntas quae utrumque con.iungi.t quasi parentem et quasi prolem, magis spiritualis estquam utrumlibet illorum. Nam corpus i'llud quod cernitur,omnino spirituale non est. Visio vero quae fit in sensu habetadmixtum aliquid spirituale, quia sine anima fieri nonpotest. Sed non totum ita est: quoniam Ule qui formatur.* Rom. 12, 2." Eccli. 39, ai.8 Gen. 3, 5.3 II Retract., c. 15.XI, 5, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 631bles y corpóreas el que engendra esta trinidad; y, aunqueel alma se las imagine en su interior, es siempre imagende cosas externas. Nadie podría hacer de ellas buen usosi la memoria no conserva las imágenes de las cosas percibidas;y si la parte procer de la voluntad no habitase enuna región elevada e interior y cuanto afuera descubreen los cuerpos o dentro de sus imágenes no lo refiriese auna vida mejor y más verdadera, descansando en el finpor el cual juzga han de hacerse estas cosas, ¿qué otracosa haríamos sino lo que nos prohibe el Apóstol hacercuando dice: No queráis conformaros a este siglo? Por lotanto, no es esta trinidad imagen de Dios: surge en el almaa través del sentido del cuerpo, y, por ende, a través deuna criatura ínfima, como es la corpórea, a la que el almaes muy superior.Sin embargo, la desemejanza no es absoluta. ¿Qué criaturano ofrece, según su género y medida, algún rasgode semejanza con Dios, si el Señor creó todas las cosasmuy buenas, precisamente porque es El la suma bondad?En cuanto es bueno todo lo que existe, tiene una serae;-janza, aunque imperfecta, con el Bien supremo: semejan»za recta y ordenada si es natural, viciosa si torpe y perversa.Las almas en sus mismos pecados, con libertad soberbia,invertida y, por decirlo así, servil, persiguen unacierta semejanza con Dios. Nuestros primeros padres nohubieran consentido en el pecado si no les fuera dicho:Seréis como dioses 5 . Ciertamente, no todo lo que en lacriatura ofrece semejanza con Dios se ha de llamar suimagen, sino el alma sola, a la que únicamente El es superior.Sólo ella lleva su impronta, sin que entre ambosexista criatura alguna intermedia.9. La forma corpórea de la cual nace es como padrede aquella visión, es decir, de la imagen formada en elsentido del que ve. Mas ni aquélla es padre en verdad niésta su prole legítima. La razón es porque concurriendoa su formación un tercer elemento, es decir, el sentidodel sujeto que ve, ya no es única a engendrar. Amar estues, en consecuencia, locura 7 . La voluntad, que une el objetoal sentido como padre al hijo, supera a los dos enespiritualidad. El cuerpo visible de espiritual nada tiene.6 El primer pecado de Adán fué la soberbia. Jamás habría violadoel precepto impuesto por Dios si antes, en su interior, el ot.güilo no hubiera allanado su fortaleza. Gf. De civ. Dei, 14, 13, a .PL 41, 421.7 Esto ha de entenderse no del amor casto de Dios, sino del anio rpecaminoso y culpable. Así lo declara expresamente San Agustínen sus Retractationes. Cf. 1. 2, c. 15, n. 2 : PÍL 32, 636.


632 <strong>DE</strong> TRINITATE. XI, 6, 10corporis sensus est. Voluntas ergo quae utrumque coniungít,magis, ut dixi, spiritualis agnoscitur, et ideo tanquampersonam Spiritus insinuare incipit in illa trinitate. Sedmagis pertinet ad sensum formatum, quam ad i'llud corpusunde formatur.Sensus enim animantis et vdluntas animae est, non lapidisaut alicuius corporis quod videtur. Non ergo ab illoquasi párente procedit, sed nec ab ista quasi prole, hoc est,visione ac forma quae in sensu est. Prius enim quam visiofieret, iam erat voluntas, quae formandum sensum cernendocorpori admovit: sed nondum erat placitum. Quomodo en'mplaceret, quod nondum erat visum? Placitum autem quietavoluntas est. Ideoque nec quasi prolem visionis possumusdicere voluntatem, quia erat ante visionem; nec quasi parentem,quia non ex volúntate sed ex viso corpore formataet expressa est.CAPUT VIXI, 6, 10<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADLa visión que ha lugar en el sentido tiene ya un elementoespiritual, por no ser sin el concurso del alma posible;pero no es así el todo, pues es corporal el sentido informado.Luego la voluntad, unión, como dije, de ambos, lessupera en espiritualidad y es algo así como una insinuaciónincipiente del Espíritu en aquella trinidad. Con todo,más propiamente pertenece al sentido informado que alcuerpo que informa.El sentido pertenece al ser animado; la voluntad, al alma,no a la piedra o a un cuerpo visible. No procede, pues, lavoluntad de aquel cuasi padre, ni de esta cuasi prole, estoes, de la visión o imagen del sentido. Antes que la visiónse efectúe, ya la voluntad existía, pues aplicó el sentidoal cuerpo visible para su información; pero aun no existíael agrado. ¿Cómo agradar lo que aun no se ve? Complacenciaes la voluntad en reposo. De ahí el que no se puedallamar la voluntad cuasi hija de la visión, por existir yaantes de la visión; ni cuasi padre, porque la, visión seforma y nace, no de la voluntad, sino del cuerpo visible.633REQUIES ET FINÍS VOLUNTATIS IN VISIONE QUALISCENSERI <strong>DE</strong>BEAT10. Finem fortasse voluntatis et réquiem possumusrecte dicere visionem, ad hoc duntaxat unum a . Ñeque enimpropterea nihil aliud volet, quia videt aliquid quod volebat.Non i taque omnino ipsa voluntas hominis, cuius finis nonest nisi beatitudo, sed ad hoc unum interim b voluntas videndifinem non habet nisi visionem, sive id referat ad aliud,sive non referat. Si enim non refert ad aliud visionem, sedtantum voluit ut videret, non est disputandum quomodo ostendaturfinem voluntatis esse visionem: manifestum estenim. Si autem refert ad aliud, vult utique aliud, nec iamvidendi voluntas erit: aut si videndi, non hoc videndi.Tanquam si velit quisque videre cicatricem, ut inde doceatvulnus fuisse; aut si velit videre fenestram, ut perfenestram videat transeúntes: omnes istae atque aliae talesvoluntates, suos proprios fines habent, qui referuntur adfinem illius voluntatis qua volumus beate vivere, et ad eampervenire vitam quae non referatur ad aliud, sed amanti perse ipsam sufficiat. Voluntas ergo videndi, finem habet visionem:et voluntas hanc rem videndi, finem habet huiusa Hic editi addunt, scilicet videndum corpus.b Adduat editi, scilicet subiectum; quod a Mss. abest.CAPITULO VIREPOSO Y FIN <strong>DE</strong> LA VOLUNTAD EN LA VISIÓN. SU NATURALEZA.10. Quizá podamos rectamente llamar a la visión—almenos en este caso concreto—fin y reposo de la voluntad.Y porque ve lo que ver quería, no se sigue que no quieranada más. No es la voluntad humana, cuyo fin es siemprela felicidad, sino, en este caso preciso, un acto de la voluntadansiosa de ver, la que tiene su término en dichavisión, ya la refiera o no a una ulterior realidad. Si sudeseo es tan sólo ver y no refiere esta visión a otro fin,no será menester demostrar cómo es la visión fin del querer,pues es cosa evidente; mas, si la refiere a otro fin,desea ciertamente otra cosa y no existe voluntad de visión,y si existe, no ansia ver esto.Como si uno quiere ver la canchera para probar queexiste la herida, o quiere ver la ventana para contemplardesde ella a los transeúntes. Todos estos y otros semejantesquereres tienen sus fines propios, referibles al fin ultimode la voluntad, que ansia ser dichosa y llegar a la posesiónde la vida sin ulterior referencia, y es capaz por simisma de abastar al amante. El deseo de ver tiene porfin la visión, y la voluntad de ver esta cosa tiene por fin


634 <strong>DE</strong> TRINITATE. XI, 7, 11rei visionem. Voluntas itaque videndi cieatrieem, finem suumexpetit, hoc est visionem cicatricis, et ad eam ultra nonpertinet: voluntas emim probandi, vulnus fuisse, alia voluntasest, quamvis ex illa religetur, cuius item finís est probatiovulneris. Et voluntas videndi fenestram, finem habetfénestrae visionem: altera est enim quae ex ista nectiturvoluntas, per fenestram videndi transeúntes, ouius itemfinis est visio transeuntium.Rectae autem sunt voluntates et omnes sibimet religataec , si bona est illa quo cunetae referuntur: si autem pravaest, pravae sunt omnes. Et ideo rectarum voluntatum connexioiter est quoddam ascendentium ad beatitudinem, quodcertis velut passibus agitur: pravarum autem atque distortarumvoluntatum implicatio, vinculum est quo alligabiturqui hoc agit, ut predi cia tur in tenebras exteriores 7 .Beati ergo qui factis et moribus cantant canticum graduum:et vae iis qui trahunt peccata, sicut restem longam'.Sic est autem requies voluntatis quem dicimus finem, s'iadhuc refertur ad aliud, quemadmodum possumus dicere re.qui.em pedia esse in atribulando, eum ponitur unde alius innitaturquo passibus pergitur d . Si autem aliquid ita placet,ut in eo cum aliqua delectatione voluntas acquiescat: nondumest tamen illud quo tenditur, sed et hoc refertur adaliud, ut deputetur non tanquam patria civi-s, sed tanquamrafee tio, vel etiam mansio viatoris.'. 7, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 635esta visión en concreto. El deseo de ver la canchera tienesu fin, ver el bezo, y lo que esté más allá no le importa;el querer probar la existencia de la herida es ya otro querer,si bien vinculado al primero, cuyo fin es probar queexiste la herida. El deseo de ver la ventana tiene por finla visión del ventanal; el ver desde la ventana a los transeúnteses ya otro querer, con el primero ciertamente enlazado,y su fin es ver los peatones.Rectos son estos quereres y todos bien concertados sies bueno aquel al que todos se refieren; porque, si éste esvicioso, todos los demás son perversos. La conexión de rectosquereres ea vía para los que ascienden a la felicidadpor pasos bien ordenados; al contrario, la confusión de voluntadesno rectas es lazo que aprisiona al que mal obra,para ser luego arrojado en las tinieblas exteriores.¡Bienaventurados los que con sus obras y costumbre»entonan el cántico gradual, y ay de aquellos que arrastransus pecados como larga maroma! El reposo de la voluntaden su fin, cuando se refiere a otra cosa, podemos compararloal descanso del pie al caminar: se asienta en el suelo,como apoyo, para que el otro avance. Y aun en la hipótesisen que el fin deleitoso agrade al querer, no es fin último,sino referible a otro fin, porque no es el reposo del ciudadaño, en la patria, sino refección o albergue del caminante '".CAPUTVIICAPITULO VIITRINITAS ALIA IN MEMORIA RECOGITANTIS <strong>DE</strong> VISIONE11. Iam vero in alia trinitate, interiore quidem quamest ista in sensibilibus et sensibus, sed tamen quae indeconcepta est, cum iam non ex corpore sensus corporis, sedex memoria formatur acies animi, cum in ipsa memoriaspecies inhaeserit corporis quod forinsecus sensimus, illamspeciem quae in memoria est, quasi parentem dicimus eiusquae fit in phantasia cogitantis. Erat enim in memoria etpriusquam cogitaretur a noíbis, sicut erat corpus in loco et7 Mt. 22, I-i.8 Is. 5, 18. '0 Sic Mss. At editi : Rede autem sunt voluntates omnes sMmelreligatac.d In Mss., cum passibus pergitur.OTRA TRINIDAD EN LA MEMORIA <strong>DE</strong>L QUE REFLEXIONASOBRE SU VISIÓN11. Existe aún otra trinidad más íntima que esta delos sentidos y de las cosas sensibles, aunque de ellas trat.su origen. No es ya el cuerpo exterior el que informa el sentido,sino la memoria que informa la mirada del alma, al adherirsea dicha facultad la imagen del cuerpo que fuera nosotrossentimos, a la cual llamamos cuasi padre de la que seforma en la fantasía del que piensa. Existía ya en la memoriaantes de reflexionar nosotros sobre ella, como existióel cuerpo en el espacio antes de ser percibido al nacer* La felicidad de la patria es la voluntas voluntatum, fin supremode todos los quereres humanos. La vida feliz consiste en elconocimiento de Dios. Es la tesis agustiniana por excelencia, robustamenteafirmada en su opúsculo Ve vita beata.


636 <strong>DE</strong> IRINIIATE XI, 7, 12priusquam sentiretur, ut visio fieret. Sed cum cogitatur, exilla quam memoria tenet, exprimitur in acie cogitantis, etreminiscendo formatur ea species, quae quasi proles est eiusquam memoria tenet. Sed ñeque illa vera parens, ñeque istavera proles est.Aries quippe animi quae formatur ex memoria cum recordandoaliquid cogitamus, non ex ea specie procedit quammeminimus visam; quandoquidem eorum a meminisse nonpossemus, nisi vidissemus: acies autem animi quae reminiscendoformatur, erat etiam priusquam Corpus quod me*minimus videremus; quanto magis priusquam id memoriaemandaremus? Quanquam itaque forma quae fit in acie rrcordantis,ex ea fiat quae inest memoriae; ipsa tamen aciesnon inde existit, sed erat ante istam b .Consequens est autem, ut si non est illa vera parens,nec ista vera sit proles. Sed et illa quasi parens, et istaquasi proles aliquid insinuant, unde interiora atque verioraexercitatius certiusque videantur.12. Difñcilius iam plañe discernitur, utrum voluntasquae memoriae copulat visionem, non sit alicuius eorumsive parens sive proles: et hanc discretionis difficultatemfacit eiusdem naturae atque substantiae parilitas et aequalitas.Ñeque enim, sicut foris facile discernebatur formatussensus a sensibili corpore, et voluntas ab utroque, propternaturae diversitatem quae inest ab invicem ómnibustribus, de qua satis supra disseruimus, ita et hic potest.Quamvis enim haec trinitas, de qua nunc quaeritur, forinsecusinvecta est animo; intus tamen agitur, et non estquidquam eius praeter ipsius animi naturam.Quo igitur pacto demonstran potest, voluntatem necquasi parentem, nec quasi prolem esse, sive corporeae símilitudinisquae memoria continetur, sive eius quae indt'cum recordarriur exprimitur, quando utrumque in cogitandoita copulat, ut tanquam unum singulariter appareat, et discernínisi ratione non possit? Atque illud primum videndumest, non esse posse voluntatem reminiseendi, nisi veltotum, vel aliquid rei eius quam reminisci volumus, in penetralibusmemoriae teneamus. Quod enim omni modo etomni ex parte obliti fuerimus, nec reminiseendi voluntasaLov., eius. At editi alii et Mss., eorumet- speciei memoriae commendatae.b Aliquot Mss., ante ista.id est, et corporis visiX¡I, 7, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 637la visión. Cuando se piensa, la imagen que la memoria retienese reproduce en la mirada del pensamiento, y al recordarnace esta imagen, que es como hija de la que la memoriaconserva. Pero ni aquélla es padre en verdad, ni ésta suprole verdadera.La mirada del alma 9 , informada por la memoria cuandorecordando pensamos algo, no procede de aquella forma quenosotros recordamos haber visto—si bien no podríamos recordarlade no haberla visto—, pero antes de ver el cuerpoque recordamos existía la mirada del alma que recordandose forma, y con mayor razón existía ya antes de grabarloen la memoria. No obstante, la forma que nace en la miradadel recuerdo procede de la que existe inmanente en lamemoria; a pesar de ello, la mirada interior no trae su' existenciade ella, pues existía ya antes de recibir esta forma.Y en buena lógica, si aquélla no es padre verdadero, niésta será su prole legítima. Mas aquel cuasi padre y estacuasi prole algo insinúan; nos ejercitan para ver con máscerteza y seguridad cosas más íntimas y verdaderas.12. Difícil discernir si la voluntad, que a la memoriaune la visión, es padre o prole de alguna de las dos, y la,dificultad de esta distinción proviene de la parejura e igualdadde su naturaleza y substancia. Aquí no sucede como enel mundo exterior, donde es fácil distinguir el cuerpo sensibledel sentido informado y la voluntad de une y otro,a causa de la diversidad de naturaleza que, según suficientementeprobamos, existe entre los tres. Aunque esta trinidadde la que ahora tratamos se ha introducido del exterioren el alma, se actúa en el interior y nada de ella hayajeno a la naturaleza del alma.¿Cómo, pues, demostrar que la voluntad no es cuasi padre,ni cuasi prole de la imagen corpórea que la memoriaretiene ni de la que se forma en el recuerdo, cuando la voluntadde tal manera enlaza a las dos en el pensamiento,que parece no formar más que una sola, hasta tal puntoque sería imposible su distinción si no fuera por la inteligencia?Y es de advertir, en primer término, que no es posibletener voluntad del recuerdo de no conservar- en los replieguesde la memoria la totalidad o una parte al menos delo que recordar queremos. No existe voluntad de recordar9 La inteligencia informa el conocimiento y, mediante la reflexiónsobre las verdades latentes en el tesoro de la memoria, expresael verbo interior, que es como ciencia de ciencia y visión de visión,reflejo de la inteligencia virtual que representa la naturaleza especulardel alma iluminada por Dios. Cf. Confessiones, io, 8, 12 ;10, 11, 18. "7


688 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, &, 12exoritur: quoniam quidquid recordari volumus, recordatiiam sumus in memoria nostra esse vel fuisse." Verbi gratia, si recordari voló quid heri coenaverim, autrecordatus iam sum coenasse me, aut si et hoc nondum,certe circa ipsum tempus aliquid recordatus sum, si nihilaliud, ipsum saltern hesternum diem, et eius eam partemqua eoenari solet, et quid sit coenare. Nam si nihil tale recordatusessem, quid heri coenaverim, recordari velle nonpossem. Uhde intelligi potest, voluntatem reminiscendi abiis quidem rebus quae memoria continentur procederé, adiunctissimul eis quae inde per recordationem eernendo exprimuntur,id est, ex copulatione rei cuiusdam quam recordatisumus, et visionis quae inde facta est in acie cogitantiscum recordati sumus.Sed ipsa quae utrumque copulat voluntas, requirit etaliud quod quasi vicinum est atque contiguum recordanti.Tot igitur huius generis trinitates, quod recordationes, quianulla est earum ubi non haec tria sint; illud quod in memoriareconditum est etiam antequam cogitetur, et illudquod fit in cogitatione cum cernitur, et voluntas utrumqueconiungens, et ex utroque ac tertia se ipsa unum aliquidcomplens. An potius ita cognoscitur una quaedam in hocgenere trinitas, ut unum aliquid generaliter dicamus quidquidcorporalium specierum in memoria latet, et rursusunum aliquid generalem visionem animi talia recordantisatque cogitantis, quorum duorum copulationi tertia coniungiturcopulatrix voluntas, ut sit 'hoc totum unum qukidamex quibusdam tribus?XI, 8, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 63®lo que se ha olvidado de una manera absoluta y total; re.cordamos ya que existió o existe en nuestra memoria todolo que recordar queremos.Un ejemplo. Si quiero recordar qué cené anoche, he derecordar que cené; y si esto no recuerdo, recuerdo algunacircunstancia relacionada con el yantar, aunque sea tan sóloel día de ayer y la hora en que acostumbro a cenar; además,sé qué es cenar. Si nada de esto recuerdo, no puedo quererrecordar qué es lo que cené ayer. De donde podemos colegirque la voluntad del recuerdo procede de las reminiscenciasarchivadas en la memoria, a las que vienen a sumarse aque-Has que son expresión de la visión producida por el recuerdo;es decir, procede de la unión entre el objeto que recordamosy la visión que nace en la mirada del pensamiento al re.cordar.Pero la voluntad, lazo de unión entre ambos, exige untercer elemento contiguo y próximo al recuerdo. Y tantasson las trinidades de este género cuantos son los recuerdos;no hay uno tan sólo sin estos tres elementos, a saber:"elrecuerdo oculto en la memoria antes aún de pensar en él;la imagen, que nace en el pensamiento cuando se mira, y lavoluntad, que une, completa y perfecciona los dos anteriorres, con las que forma, como tercer elemento, una ciertaunidad. ¿Será más bien que una trinidad de este géneroconsiste en llamar, en general, unidad a todas las imágenescorpóreas latentes en la memoria, y unidad a la Visión generaldel alma, que recuerda y piensa en dichos recuerdos,al intervenir la voluntad, en función terceril, como lazo unitivo,formando un todo estos tres elementos ? 4CAPUTVIIIVARIA COGITANDI BATIÓCAPITULOVIIISed quoniam non potest acies animi simul omnia quaememoria tenet, uno aspectu contueri, alternant a vicissim cedendoac succedendo trinitates cogitationum, atque ita fitista innumerabiiiter numerosissima trinitas: nec tamen infinita,si numerus in memoria reconditarum rerum non excedatur.Ex quo enim coepit unusquisque sentiré corporaquolibet corporis sensu, etiam si posset adiungere quorumoblitus est, certus ac determinatus profecto numerus foret,quamvis innumerabdlis. Dicimus enim innumerabilia, nonsolum infinita, sed etiam quae ita finita sunt, ut facultatemnumerantis excedant.a Er. Lugd. Ven. Lov., alternat. M.RAZONAMIENTOS DIVERSOS. IMAGINACIÓN Y RECUERDOMas, como no puede la mirada del alma abarcar de unsolo golpe de vista cuanto la memoria retiene, alternan y sesuceden las trinidades de los pensamientos y se multiplicaindefinidamente esta trinidad ya numerosísima. Con todo, nollegan al infinito, pues no se elevan por encima del númerode los recuerdos que la memoria conserva. Si fuera posiblesumar todas las sensaciones experimentadas desde que nospusimos en contacto con los cuerpos sensMes, incluyendolas ya olvidadas, su número, aunque astronómico, sería determinadoy concreto. Innumerable es


640 <strong>DE</strong> TRINITATE xr, 8, H13. Sed hinc advertí aliquanto manifestius potest, aliudesse quod reconditum memoria tenet, et aliud quod inde incogitatione reeordantis exprimitur, quamvis cum fit utriusquecopulatio, unum idemque videatur: quia meminisse nonpossumus corporum species, nisi tot quot sensimus, et quantassensimus, et sicut sensimus: ex corporis enim sensu easin memoriam* combibit animus: visiones tamen illae cogitantiumc ex iis quidem rebus quae sunt in memoria, sed tameninnumerabiliter atque omnino infinite multiplieanturatque variantur.Unum quippe solem memini, quia sicuti est, unum vidi:si voluero autem, dúos cogito, vel tres, vel quotquot voló;sed ex eadem memoria qua unum memini formatur aciesmultos cogitantis. Et tantum memini, quantum vidi. Sienim maiorem vel minorem memini, quam vidi, iam nonmemini quod vidi, et ideo nec memini. Quia vero memini,tantum memini quantum vidi, vel maiorem tamen pro volúntatecogito, vel minorem: et ita memini, ut vidi; cogitoautem sicut voló currentem, et ubi voló stantem, unde volóet quo voló venientem. Quadrum etiam mihi cogitare, inpromptu est, cum meminerim rotundum; et cuiuslibet colorís,cum solem viridem nunquam viderim, et ideo nec meminerim:atque ut solem, ita cetéra.Hae autem rerum formae, quoniam corporales atque sensibilessunt, errat quidem animus, cum eas opinatur eo modoforis esse, quomodo intus cogitat, vel cum iam interieruntforis, et adhuc in memoria retinentur, vel cum aliter etiam,quod meminimus, non recordandi fide, sed cogitandi varietateformatur.14. Quanquam saepissime credamus etiam vera narrantibus,quae ipsi sensibus perceperunt. Quae cum in ipsoauditu quando narrantur cogitamus, non videtur ad memoriamretorqueri acies. ut fiant visiones cogitantium: ñequeenim ea nobis recordantibus, sed alio narrante cogitamus:atque illa trinitas non hic videtur expleri, quae fit cum speciesin memoria latens et visio reeordantis tertia volúntatecopulantur. Non enim quod latebat in memoria mea. sedquod audio, cogito, cum aliquid mihi narratur. Non ipsasvoces loquentis djeo, ne quisquam putet in illam me exissetrinitatem, qua foris in sensibilibus et in sensibus agitur:b Nonnulli Mss., in memoria.cIuxta Lov., cogitationum. MXI, 8, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>1ÍSIMA TRINIDAD 64113. Pero aquí se puede advertir algo más claramentecómo una cosa es el recuerdo oculto en la memoria y otralo que en el pensamiento se reproduce, si bien, cuando severifica la unión, semeja una sola; porque, con relación alas formas de los cuerpos, sólo podemos recordar las quepercibimos, cómo las percibimos y tantas cuantas hayamospercibido: el alma las graba en la placa de la memoria medianteel sentido del cuerpo; y todas estas visiones nacende las realidades presentes en la memoria, pero varían y semultiplican sin número hasta el infinito.Un sol recuerdo, pues, como en realidad es, uno he visto;pero, si me place, puedo imaginar dos, tres, cuantos quiera,y esta múltiple visión de mi pensamiento es informadapor la memoria, que recuerda uno solo. Y lo recuerdo comolo vi; porque, si lo recuerdo mayor o menor, ya no recuerdoel que vi, y, por consiguiente, no lo recuerdo. Y pues lo recuerdo,lo recuerdo con sus dimensiones; no obstante, puedoa voluntad imaginar este sol mayor o menor; y así lo recuerdocomo lo he visto y lo imagino como me place, en movimientoo en reposo; viene de donde se me antoja y se dirigea donde yo quiero. Me lo puedo imaginar cuadrado, aunquemi memoria lo recuerde redondo; del color que desee,aunque es cierto que jamás he visto un sol verde, y, por consiguipnte,no lo recuerdo. Y como hago con el sol, así conlo demás.Pero, siendo estas formas sensibles y corpóreas, yerrael alma al juzgar que son fuera como se las imagina en suinterior, ora hayan dejado de existir fuera y perduren enla memoria, ora sea que nosotros nos formemos una imagendiferente de la que el recuerdo aún retiene, no en virtudde la fidelidad del recuerdo, sino en virtud de la variedaddel pensamiento.14. Con harta frecuencia creemos también a los quenos refieren una verdad que ellos mismos han por sus sentidosexperimentado. Cuando reflexionamos sobre la narraciónque escucha el oído, no parece que la mirada del almase vuelva hacia la memoria para actuar las visiones del pensamiento;no pensamos entonces en virtud de nuestros recuerdos,sino apoyados en la palabra del narrador; y aquellatrinidad que nace cuando la especie en la memoria latentey la visión del recuerdo son por la voluntad enlazadas,no parece aquí completarse. Si se me cuenta alguna novedad,no pienso en el recuerdo de mi memoria, sino eñ lo queescucho. Y no me refiero ahora a las palabras del que habla,no crea alguien que me asomo a la trinidad que se formaen los objetos sensibles y en los sentidos, sino que piensoS.Ag.s 21


642 <strong>DE</strong> TRINTTATE XI, 8, 15sed eas cogito corporum ppeci.es, quas narrans verbis sonisquesignifieat; quas utique non reminiscens, sed audienscogito.Sed si diligentius consideremus, nec tune exceditur memoriaemodus. Ñeque enim vel intelligere possem narrantem,si ea quae dicit, et si contexta tune primum audirem,non tamen generaliter singula meminissem. Qui enim mihinarrat, verbi gratía, aliquem montem silva exutum, et oleiaindutum, ei narrat qui meminerim species et montium etsilvarum et olearum; quas si oblitus essem, quid diceretomnino nescirem, et ideo narrationem illam cogitare nonpossem. Ita fit ut omnis qui corporalia cogitat, sive ipsealiquid confingat, sive audiat, aut legat vel praeterita narrantem,veí futura práenuntiantem, ad memoriam suam recurrat,et ibi reperiat modum arque mensurara omnium formarumquas cogitans intuetur.Nam ñeque colorem quem nunquam vidit, ñeque figuramcorporis, nec sonum quem nunquam audivit, nec saporemquem nunquam gustavit, nec odorem quem nunquam olfecit,nec ullam contrectationem corporis quam nunquam sensit,potest quisquam omnino cogitare. At si propterea nemo aliquidcorporale cogitat nisi quod sensit, quia nemo meminitcorporale aliquid nisi quod sensit, sicut in eorporíbus sentiendi,sic in memoria est cogitandi modus. Sensus enimaceipit speciem ab eo corpore quod sentimus, et a sensu memoria,a memoria vero aeies cogitantis.15. Voluntas porro sicut adiungit sensum corpori, sicmemoriam sensui, sic cogitantis aciem memoriae. Quaeautem coneiliat ista atque coniungit, ipsa etiam disiungitac separat, id est, voluntas. Sed a sentiendis eorporíbusmotu corporis separat corporis sensus, ne aliquid sentiamus,aut ut sentiré desinamus: veluti eum oeulos, ab eo quodvidere nolumus, advertimus, vel claudimus: sic aures a sonis,sic nares ab odoribus. Ita etiam vel os claudendo, vel aliquidex ore respuendo a saporiíbus aversamur. In taetuquoque vel sUbtrahimus corpus ne tangamus quod nolumus,vel si iam tangebamus, abiicimus aut repellimus. Ita motucorporis agit voluntas, ne sensus corporis rebus sensüjilibuacopuletur.XI, 8, 15 DÉ LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 643en las imágenes de los cuerpos que el narrador con sus palabrasy sonidos sugiere: imágenes en las que prenso oyendo,no recordando.Pero si lo consideramos atentamente, ni aun entoncessalimos de las fronteras de la memoria. Mal podría comprenderal que me habla si sus palabras o el hilo de sunarración llegaran a mis oídos por vez primera y, en general,no recordara cada una de sus sentencias. Si alguien,verbigracia, me dice: "El monte está limpio de boscaje ypoblado de olivos", habla con uno que tiene en su memoriala imagen del monte, de la floresta y del olivar;y si la ha olvidado, ignora cuanto se le dice y no puedepensar en dicha narración. Así, pues, todo el que piensaen los objetos corpóreos, ora se los imagine, ora los escuche,ora lea sucesos pretéritos, ora vaticinios del porvenir,recurra a su memoria y encontrará allí la medida y el modode cuantas formas su pensamiento contempla 10 .Nadie puede pensar en un color o en una forma corpóreaque jamás haya visto, ni en una melodía nunca escuchada,ni en un sabor jamás paladeado, ni en un perfumsque jamás aspiró, o en una sensación de la carne que jamásha experimentado. Si, pues, nadie puede pensar en algo corpóreosin haberlo sentido, porque nadie recuerda algo materialsin acusar su sensación, sigúese que la memoria esla medida del pensamiento, como lo es la percepción paralos cuerpos. El sentido recibe la imagen del cuerpo quesentimos; la memoria la recibe del sentido, y la mirada delpensamiento de la memoria.15. Finalmente, la voluntad aplica el sentido al cuerpo,la memoria al sentido, y la mirada del pensamiento a lamemoria. Y esta misma voluntad que une y concilia las cosas,las divide y separa. Ella, con un simple movimiento delcuerpo, aparta el sentido corpóreo de los objetos sensiblespara no recibir sus impresiones o para dejar de sentirlas:cual sucede cuando cerramos los ojos o los apartamos deun objeto para no verlo, o tapamos loa oídos para no escuchary las narices para no oler. Cerrando la boca o arrojandolo que en ella tenemos, nos privamos de todo sabor.Por lo que al tacto se refiere, nos distanciamos del cuerpoque no queremos tocar, y si ya existe el contacto, lo interrumpimosy rechazamos. Así, con un movimiento del cueipo,impide la voluntad la unión del sentido y del objetocorpóreo.10 A] análisis de la memoria dedica Agustín inspirados capítulosen el libro X de sus incomparables Confesiones. «Grande—dice—es_ lafuerza de la memoria, grande en demasía, Dios mío ; amplio e infinitopalacio. ¿Quién ha fondeado en su seno?». (Confesiones, 10,8, 15 • BAC, t. i, p. 732).


644 <strong>DE</strong> IRINITAIE ' XI, 9, 16Et agit hoe quantum potest: nam cum in hac actionepropter conditionem servilis mortaütatis difficultatem patitur,cruciatus est consequens, ut voluntati nihil reliquí fíat,nisi tolerantia. Memoriam vero a sensu voluntas avertit,cum in aliud intenta non ei sinit inhaerere praesentia. Quodanimadvertere facile est, cum saepe coram loquentem nobisaliquem aliud cogitando non audisse nobis videmur. Falsumest autem: audivimus enim, sed non meminimus, subindeper aurium sensum labentibus vocibus alienato nutu voluntatis,per quem solent infigi memoriae. Verius itaque dixerimus,cum tale aliquid accidit: "Non meminimus", quam:"Non audivimus". Nam et legentibus evenit, et mihi saepissime,ut perlecta pagina vel epistola, nesciam quid legerim,et repetam. In aliud quippe intento nutu voluntatis, non sicest adhibita memoria sensui corporis, quomodo ipse sensusadhibitus est litteris. Ita et ambulantes intenta in aliud volúntate,nesciunt qua transierint: quod si non vidissent, nonambulassent, aut maiore intentione palpando ambulassent,praesertim si per incógnita pergerent: sed quia facile ambulaverunt,utique viderunt: quia vero non sicut sensus oculorum,locis quacumque pergebant, ita ipsi sensui memoriaiungebatur, nullo modo id quod viderunt etiam recentissimummeminisse potuerunt. Iam porro ab eo quod in memoriaest, animi aciem velle avertere, nihil est aliud quam noninde cogitare.XI, 9, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 645Y esto lo ejecuta al tenor de sus facultades; porque sien sus acciones, a causa de la mortalidad servil de Su condición,experimenta alguna dificultad, se atormenta, y a lavoluntad sólo le queda el recurso de la paciencia. La voluntadaparta del sentido la memoria cuando, atenta a otracosa, no le permite adherirse a lo que tiene presente. Fáciles de advertir todo esto cuando tenemos el pensamientoocupado, y nos parece entonces no oír al que habla en nuestrapresencia. Y es falso, pues le oímos, mas no lo recordamos,porque la atención—fijadora ordinaria de las impresionesen nuestra memoria—no atendía a las palabras quese deslizaban resbalando por nuestro pabellón auditivo. Enestos casos no sería acertado decir: "No lo oí", sino: "Nolo recuerdo". A los lectores sucede, y a mí con mucha frecuencia,que, después de leer una página o una carta, ignorolo que he leído y debo repetir la lectura. Distraída con otropensamiento la atención de la voluntad, no aplicó la memoriaal sentido corporal, como aplicó la vista a la escritura. Loscaminantes, embebida su atención en otra cosa, ignoran pordónde caminan; cierto que, si no vieran la senda, no caminaríano avanzarían a tientas y con mayor precaución; mas,como marchan sin tropiezos, ven; no obstante, su memoriano va unida al sentido, como va la vista atenta a las trochaspor donde camina, y así no puede reconocer lo que recientementeha visto. Querer apartar la mirada del almadel recuerdo de la memoria equivale a no pensar.CAPUT IXCAPÍTULO IXSPECIES A SPECIE VICISSIM GIGNITUR16. In hac igitur distributione cum incipimus a speciecorporis, et pervenimus usque ad speciem quae fit in contuitucogitantis, quatuor species reperiuntur quasi gradatimnatae altera ex altera: secunda, de prima; tertia, desecunda; quarta, de tertia. A specie quippe corporis quodeernitur, exoritur ea quae ñt in sensu cernentis; et ab hac,ea quae fit in memoria; et ab hac, ea quae ñt in acie cogitantis.Quapropter voluntas quasi parentem cum prole tercopulat: primo speciem corporis cum ea quam gignit incorporis sensu; et ipsam rursus cum ea quae ñt ex illa inLA IMAGEN ENGENDRA LA IMAGEN16. En esta distribución de las formas, empezando porla corpórea y terminando en la imagen que se engendra enla mirada del pensamiento, encontramos cuatro imágenes,nacidas gradualmente una de otra: la segunda, de la primera;la tercera, de la segunda, y la cuarta, de la tercera.De la imagen del cuerpo visible nace la imagen en el sentidode la vista; de ésta nace otra imagen en la memoria,y de esta última una tercera en la mirada del pensamiento.Así, la voluntad une tres veces al padre con su prole: enprimer término une la imagen del cuerpo con la imagen engendradaen el sentido del cuerpo; luego, ésta con la que


646 <strong>DE</strong> TRINITATE xr, io, 17memoria; atque istam quoque tertio cum ea quae ex illaparitur in cogitantis intuitu. Sed media copula quae secundaest, cum sit vicinior, non tam similis est primae quamtertia a .Visiones enim duae sunt: una, sentientis; altera, cogitantis: ut autem possit esse visio cogitantis, ideo fit inmemoria de visione sentientis simile aliquid, quo se itaconvertat in cogitando acies animi, sicut se in cernendoconvertit ad corpus acies oculorum. Propteréa duas in hocgenere trinitates volui commendare: unam, cum visio sentientisformatur ex corpore; aliam, cum visio cogitantisforma tur ex memoria.Mediam vero nolui, quia ibi non solet visio dici, cummemoriae oommendatur forma, quae fit in sensu cernentis.Ubique tamen voluntas non apparet, nisi copulatrix quasiparentis et prolis. Et ideo undecumque procedat, nec parensnec proles dici potest.XI, 10, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 647de ella nace en la memoria; y en tercer lugar, ésta con lanacida en la mirada del pensamiento. Pero la cópula media,es decir, la segunda, aunque más próxima, no es tansemejante a la primera como la tercera u .Dos son, pues, las visiones: una, la del que siente; otra,la del que piensa. Para que sea posible la visión del pensamientoha de surgir en la memoria, por intermedio de lavisión del sentido, una cierta semejanza, donde reposa lamirada del alma cuando piensa, al igual que la vista delcuerpo reposa en el objeto cuando mira. Por eso he queridorecordar dos trinidades en este género: una, cuando la vistadel espectador es informada por el cuerpo; y la otra, cuandola visión del pensamiento es informada por la memoria.No quise mencionar la del medio, porque, cuando se confíaa la memoria la imagen nacida en el sentido del que ve,no se acostumbra a llamar visión. No obstante, la voluntadno se manifiesta sino como elemento de unión entre el Cuasipadre y el cuasi hijo. Mas, proceda de donde proceda, no sela puede denominar padre ni prole.CAPÍTULO XCAPUT XEÍIAM NON VISIS ADDIT IMAGINATIO QUAE IN ALUS VI<strong>DE</strong>VTÜS17. At enim si non meminimus nisi quod sensimus, ñequecogitamus nisi quod meminimus; cur plerumque falsacogitamus, cum ea quae sensimus non utique falso meminerimus:nisi quia voluntas illa quam coniunctricem ac separatricemhuiuscemodi rerum iam quantum potui demonstrarecuravi, formandam cogitantis aciem per abscondita memoriaeducit ut libitum est, et ad cogitanda ea quae nonmeminimus, ex eis quae meminimus, aliud hinc, aliud inde,ut sumat impellit; quae in unam visionem coeuntia faciuntaliquid quod ideo falsum dicatur, quia vel non est foris inrerum corporearum natura, vel non de memoria videtur expressum,cum tale nihil nos sensisse meminimus? Quis enimvidit cycnum nigrum? et propteréa nemo meminit: cogitaretamen quis non potest?* Plures Mss., tertiai.MÁGICO PO<strong>DE</strong>R <strong>DE</strong> LA IMAGINACIÓN17. Pero si no recordamos sino lo que hemos sentido ypensamos tan sólo en lo que recordamos, ¿por qué con frecuenciapensamos falsedades, no siendo falso el recuerdo delo experimentado? La razón es porque la voluntad, cuyamisión.es unir y separar estas cosas, según, en la medidade mis fuerzas, procuré demostrar, dirige a su antoio la miradadel pensamiento a través de las reconditeces de la memoria,,conel fin de pensar en las cosas que no recordamos,utilizando los recuerdos y obligándola a tomar un elementode aquí y otro de allá, para fusionarlos en una visión quese dirá falsa, dado quo no se encuentra fuera, en la naturalezade las cosas corpóreas, ni es fiel expresión del recuerdoen la memoria archivado, pues nada semeiante recordamoshaber sentido ¿Quién vio un cisne nesrro? Por consiguiente,nadie lo recuerda. Sin embargo, ¿quién no se lo puede imaginar?11 La palabra latina species, equivalente « las griegas tlSos, popoi^,ISta, significa visión, apariencia, imagen, forma, idea. En el latín clásicotiene de ordinario un sentido estético.


648 <strong>DE</strong> IRINITATE XE, 11, 18Facile est enim illam figuram, quam videndo cognovirnus,nigro colore perfundere, quem nlhilominus in aliis corporibusvidimus: et quia utrumque sensimus, utrumque meminimus.Nec avem quadrupedem memini, quia non vidi: sedpbantasiam talem facillime intueor, dum alicui formae volatiliqualem vidi, adiungo alios dúos pedes quales itidemvidi 9 . Quapropter, dum coniuncta cogitamus, quae singillatimsensa meminimus, videmur non id quod meminimus cogitare;cum id agamus moderante memoria, unde sumimusomnia quae multiptóciter ac varíe pro nostra volúntate componimus.Nam ñeque ipsas magnitudines corporum, quasnunquam vidimus, sine ope memoriae cogitamus. Quantumenim spatii solet occupare per magnitudinem mundi nosteróbtutus, in tantum extendimus quaslibet corporum moles,cum eas máximas cogitamus. Et ratio quidem pergit inampliora, sed phantasia non sequitur. Quippe cum infinitatemquoque numeri ratio renuntiet, quam nulla visio corporaliacogitantis apprehendit. Eadem ratio docet minutissimaetiam corpuscula infinite dividi; 'cum tamen ad eastenuitates vel minutias perventum fuerit, quas visas meminimus,exiliores minutioresque phantasias iam non possumusintueri, quamvis ratio non desinat persequi ac dividere.Ita nulla corporalia, nisi aut ea quae meminimus, aut exiis quae meminimus, cogitamus.XI, 11, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 649Fácil es revestir aquella figura, que conociónos de vista,de un color negro, color que hemos visto en otros cuerpos;y porque ambos los hemos visto, ambos los recordamos. Norecuerdo un ave cuadrúpeda 12 , pues nunca la he visto; perome es fácil imaginar dicho fantasma, añadiendo a cualquierave voladora otras dos patas semejantes a las ya vistas.Por tanto, al recordar unido lo que separado hemos visto,parece como si nuestro pensamiento no respondiera al recuerdode nuestra memoria; no obstante, actuamos bajo lainfluencia de la memoria, de cuya cantera tomamos los elementostodos que de una manera múltiple y varia conjugamosa capricho. Sin la ayuda de la memoria ni podríamossiquiera imaginarnos moles corpóreas que nunca hemos visto.Por el espacio que nuestra mirada abarca en la anchura delmundo extendemos el volumen de los cuerpos cuando nos losimaginamos inmensos. La razón alcanza aún fronteras másamplias, pero la fanfasia no puede seguirla 13 . Así, aunquela razón compruebe la existencia del infinito matemático,ninguna visión de lo corporal puede representárselo. Lamisma razón enseña la posibilidad de fraccionar hasta elinfinito los corpúsculos más diminutos; no obstante, al llegaral limite de la pequenez en las cosas que recordamos habervisto, ya no podemos imaginar partecicas más diminutas,aunque la monte prosigue su división. En consecuencia, nadacorpóreo podemos imaginar si no lo recordamos o deducimosde las cosas que el recuerdo conserva.CAPÍTULOXICAPUTXINüMERUS, PONDUS, MENSURA(18. Sed quia numeróse cogí tari possunt quae singillatimsunt impressa memoriae, videtur ad memoriam mensura,ad visionem vero numerus pertinere. Quia licet innumerabilissit multiplicitas talium visionum, singulis tamenin memoria praescriptus est intransgressifoilis modus. Men-Retract., 1. 2, c. 15, n, 3.NÚMERO, PESO Y MEDIDA18. Mas, como los objetos impresos uno a uno en lamemoria se pueden imaginar en tropel, parece pertenecer lamedida a la memoria y el número a la visión; porque, aunquela muchedumbre de tales visiones sea innúmera, tienecada una en la memoria sus barreras infranqueables. Luego12 Olvida el Santo, nos lo hace notar en las Retractationes, lasaves cuadrúpedas que-menciona el Levítico. Se lee, en efecto : Todovolátil que ande sobre cuatro patas lo tendréis por abominación.Cf. Lev. II, 20.13 Gracias a la imaginación, las percepciones actuales, fugacesy transitorias, se organizan en una pervivencia del pasado, siemprepresente a la memoria, que ésta utiliza como experiencias de sensacionesfuturas. El trabajo de orfebrería en las oficinas de la imaginaciónes inmenso. Agustín puntualiza algunos ejemplos, que podríamosmultiplicar hasta lo infinito.


650 <strong>DE</strong> TRINITATE XI, 11, 18sura igitur in memoria, in visionibus numerus apparet: sicutin ipsis corporibus visibilibus mensura quaedam est,eui numerosissime coaptatur sensus videntium a , et ex unovisibili multorum cernentium formatur aspectus; ita utetiam unus proipter duorum oculorum numerum plerumqueimam rem geminata specie videat, sicut supra docuimu3.In his ergo rebus unde visiones exprimuntur, quaedam mensuraest; in ipsis autem visionibus, numerus. Voluntas veroquae ista coniungit et ordinat, et quadam unitate copulat,nec sentiendi aut cogitandi appetitum nisi in his rebus undevisiones formantur, acquiescens collocat, ponderi similisest. Quapropter haec tria, mensuram, numerum, pondus,etiam in ceteris ómnibus rebus animadvertenda praehbaverim.Nunc interim voluntatem copulatricem rei visibilis ai>que visionis quasi parentis et prolis, sive in sentiendo, siv&in cogitando, nec parentem nec prolem dici posse, quomodovalui et quibus vaiui demonstravi.Unde tempus admonet, hanc eamdem trinitatem in interi.orehomine, requirere, atque ab isto de quo tamdiu locutussum animali atque carnali, qui exterior dicitjr, introrsustendere. Ubi speramus invenire nos posse secundum trinitatemimaginem Dei, conatus nostros illo Lpso adiuvante,quem omnia, sicut res ipsae indicant, ita etiam sancta Scripturain mensura et numero et pondere disposuisse testatur 10 .10 Sap'. ii, 2i.XI, 11, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 651la medida se manifiesta en la memoria y el número en lavisión. Así como en los mismos cuerpos visibles existe unacierta medida, a la cual se acomoda en número muy crecidoel órgano visual de loa espectadores, de suerte que unsolo objeto puede herir la vista de muchos, así también unhombre, si tiene dos ojos, puede ver doble un objeto sencillo,según arriba enseñamos. Existe, pues, en estas realidadesque integran la visión una cierta medida, y en lasvisiones un número. La voluntad, que une, ordena y enlazaestas dos potencias en la unidad, y, dando su asentimiento,coloca el apetito de sentir o pensar en los objetos de dondenacen las visiones, semejantes es al peso. En consecuencia,digámoslo de antemano, estas tres cosas, número, peso y medida,se encuentran en los seres todos de la creación.Por el momento, sirviéndome de los argumentos quepude, demostré cómo la Voluntad—abrazo íntimo entre lavisión y ©1 objeto—es un cuasi padre o un cuasi hijo, yasea en la sensación, ya en el pensamiento; pero no puedellamarse padre ni prole.El tiempo me advierte la obligación de buscar esta mismatrinidad en el hombre interior, y es hora ya de penetrar,partiendo de este hombre carnal y animal, denominado exterior,del cual hemos largamente tratado, en el hombre interior.En él esperamos poder encontrar la imagen del Diostrinidad, secundando El nuestros esfuerzos, porque, segúnJo atestigua la <strong>Escritura</strong> santa y la creación lo proclama,todo lo ha dispuesto en número, peso y medida.aPlerique Mss., sensus videnti.


LÍBERXIIIn quo praemissa distinctione sapientiae a scientia, in eaquae proprie scientia nuncupatur, quaeve inferior est,prius quaedam sui generis trinitas ostenditur: quae licetad interiorem hominem iam pertineat, nondum tamenimago Dei vel appellanda vel putanda.LIBROXIIEn que, previa la distinción entre sabiduría y ciencia, enla que propiamente se llama ciencia, y que es inferior,se manifiesta una cierta trinidad especial; y aunque perteneceya al hombre interior, sin embargo, aun no se hade creer o llamar imagen de Dios.CAPUT IHOMO EXTERIOR ET INTERIOR QUALIS1. Age nunc, videamus ubi sit quasi quoddam hominisexterioris interiorisque conflnium. Quidquid enim habemusin animo commune cum pecore, recte adhuc dicitur ad exteriorem hominem pertinere. Non enim solum corpus homoexterior deputabitur, sed adiuncta quadam vita sua, quacompages corporis et omnes sensus vigent, quibus instructusest ad exteriora sentienda: quorum sensorum imaginesinfixae in memoria, cum recordando revisuntur, res adhucagitur ad exteriorem hominem pertinens. Atque in his ómnibusnon distamus a pecore, nisi quod figura corporis nonproni, sed erecti sumus. Qua in re admonemur ab eo quinos fecit, ne meliore nos tai parte, id est animo, símiles pecoribussimus, a quibus corporis erectione distamus.Non ut in ea quae sublimia sunt in corporibus animumproiieiamus; nam vel in talibus quietem voluntatis appetere,prosternere est animum.CAPITULO IEL HOMBRE EXTERIOR Y EL HOMBRE INTERIOR•1. Veamos ahora dónde se encuentra el confín entre elhombre exterior y el interior. Cuanto de común tenemosen el alma 1 con los animales, se dice, y con razón, que perteneceaún al hombro exterior. No es solamente el cuerpolo que constituyo el hombre exterior: lo informa un principiovital que infunde vigor a su organismo corpóreo y atodos sus sentidos, de los que está admirablemente dotadopara poder percibir las cosas externas; al hombre exteriorpertenecen también las imágenes, producto de nuestras sensaciones,esculpidas en la memoria y contempladas en el recuerdo.En todo esto no nos diferenciamos del animal sinoen quenuestro cuerpo es recto y no curvado hacia la tierra.Sabia advertencia de nuestro supremo Hacedor, para queen nuestra parte más noble, esto es, en el alma, no nos asemejemosa las bestias, de las cuales nos distinguimos yapor la rectitud de nuestro cuerpo.No lancemos nuestra alma a la conquista de lo que haymás sublime en los cuerpos, porque desear el reposo de lavoluntad en tales cosas es prostituir el alma.1 Animus ab anima dictus, concreta Cicerón. En un sentido general,alma es todo principio interno de vida y movimiento, ya seencuentre en los vegetales, ya en el hombre y en los animales. Pocomás abajo, animus significará propiamente el alma humana. «Ter-


654 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 2, 2Sed sicut corpus ad ea quae sunt excelsa corporum, idest, ad caelestia naturaliter erectum est; sic animus quisubstantia spiritualis est, ad ea quae sunt in spiritualibusexcelsa erigendus est, non elatione superbiae, sed pietateiustitiae.XII, 2, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 655Pero así como nuestro cuerpo está naturalmente erguido,mirando lo que hay de más encumbrado en el mundo, losastros, así también nuestra alma, substancia espiritual, hade flechar su mirada a lo más excelso que existe en el ordenespiritual, no con altiva soberbia, sino con amor piadosode justicia.CAPUTIICAPÍTULO IIAETERNAS RATIONES IN CORPORALIBUS HOMO SOLUS ANIMAN-TIUM PERCIPIT2. Possunt autem et pécora et sentiré per corporis sensusextrinsecus corporalia, et ea memoriae fixa reminisci,atque in eis appetere conducibilia, fugere incommoda: verumea notare, ac non solum naturaliter rapta, sed etiamde industria memoriae commendata retiñere, et in oblivionemiamiamque labentia recordando atque cogitando rursusimprimere; ut quemadmodum ex eo quod gerit memoria cogitadoformatur, sic et hoc ipsum quod in memoria est cogitationefirmetur: fictas etiam visiones, hinc atque inde recordataquaelibet sumendo et quasi assuendo, componere,inspicere, quemadmodum in hoc rerum genere quae verisimiliasunt discernantur a veris, non spiritualibus, sed ipsiscorporalibus: haec atque huiusmodi quamvis in sensibilibus,atque in eis quae inde animus per sensum corporis traxitagantur atque versentur, non sunt tamen rationis expertia,nec hominibus pecoribusque communia. Sed sublimioris rationisest iudicare de istis corporalibus secundum rationesincorporales et sempiternas: quae nisi supra mentemhumanam essent, incommutabiles profecto non essent; atquehis a nisi subiungeretur aliquid nostrum, non secundumeas possemus iudicare de corporalibus. Iudicamus autem d*corporalibus ex ratione dimensionum atque figurarum, quam.incommutabiliter manere mens novit.aEditó, in his. Abest, in, a plerisque manuscriptis.SÓLO EL HOMBRE PERCIBE, EN EL MUNDO CORPÓREO,LAS RAZONES ETERNAS 22. Pueden los brutos, sí, percibir, por los sentidos delcuerpo, los objetos externos, fijarlos en la memoria, recordarlos,buscar en ellos su utilidad y huir de lo que les molesta;pero anotarlos, retener no sólo lo que espontáneamenteise capta, sino también lo que con industriosa solicitud seconfía a la memoria; imprimir de nuevo en el recuerdo y enel pensamiento las cosas que están para caer en el olvido;afianzar en el pensamiento lo que en el recuerdo vive; informarla mirada del pensamiento con los materiales archivadosen la memoria; componer estas visiones fingidas tomando yrecosiendo recuerdos de acá y allá; comprender cómo en esteorden de cosas se distingue lo verosímil de lo verdadero, noya en los seres espirituales, sino incluso en el mundo corpóreo;éstas y otras operaciones similares, aunque tengan suorigen en las realidades sensibles y las modere y actúe elalma mediante los sentidos del cuerpo, no se encuentran enlos seres privados de razón ni son comunes a hombres ybestias. Propio es do la razón superior juzgar de las cosasmateriales según las razones incorpóreas y eternas; razonesque no serían inconmutables de no estar por encima de lamente humana; pero, si no añadimos algo muy nuestro, nopodríamos juzgar, al tenor de su dictamen, de las cosas corpóreas.Juzgamos, pues, de lo corpóreo, a causa de sus dimensionesy contornos, según una razón que nuestra mentereconoce como inmutable.thim crradum esse animae summum, ouod vocatur animus, in quointelt-^etitia praeemitiet» (De cív. Del. 7, 23).* Rationes enim graece xóyos appellantur, non ideae; sed tamenquisquís hoc vocabulo utl voluerit. a re ipsa non aberraba. Suntnamque ideae principales formae quaedam. vel rationes rerum stabilesatque incommutabiles, quae ipsne formatae non sunt, ac perhoc aeternae ac semper in eodem modo sese habentes, ,quae in divinaintelligentia continentur (De div. quaest. 83, q. 46, 2 : PL, 40, 30).


656 <strong>DE</strong> TRINITATExn, 4, 4XH, 4, 4 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 657CAPUTIIICAPÍTULOIIIRATIO SUPERIOR QUAE AD CONTEMPLATIONEM, ET INFERIORQUAE AD ACTIONEM PERTINET, IN MENTE UNA3. Illud vero nostrum quod in actione corporalium atquetemporalium tractandorum ita versatur, ut non sit nobiscommune cum pecore, rationale quidem est, sed ex illarationali nostrae mentís substantia, qua subhaeremus intelligibiliatque incommutabili veritati, tanquam ductum etinf erioribus tractandis gubernandisque deputatum est.iSicut enim in ómnibus pecoribus non inventum est viroadiutorium simile illi, nisi detractum de illo in coniugiumformaretur; ita menti nostrae qua supernam et internamconsulimus veritatem, nullum est ad usum rerum corporalium,quantum naturae homlnis satis est, simile adiutoriumex animae partibus quas communes cum pecoribus habemus.Et ideo quiddam rationale nostrum, non ad unitatisdivortium separatum, sed in auxilium societatis quasi derivatum,in sui operis dispertitur officium a . Et sicut una caroest duorum in mascujo et femina, sie intellectum nostrum etactionem, vel consilium et executionem, vel rationem etarspetitum rationalem, vel si quo alio modo significantiusdici possunt, una mentís natura complectitur: ut quemadmodumde illis dictum est: Erunt dúo in carne una 1 , siede his dici possit: "Dúo in mente una".CAPUTIVTRINITAS ET IMAGO <strong>DE</strong>I IN EA SOLA PARTE MENTÍS QUAE PER-TINET AD CONTEMPLATIONEM AETERNORUM4. Cum igitur disserimus de natura mentis humanae, deuna quadam re disserimus, nec eam in haec dúo quae commemoravi,nisi per offieia geminamus. Itaque cum in ea1 Gen. 2, 24.a Omnes prope Mss., officio. Quídam, offieia.LA RAZÓN SUPERIOR, QUE PERTENECE A LA CONTEMPLACIÓN,Y LA INFERIOR, QUE ES DINÁMICA, EN UN ALMA3. Aquella parte de nuestro ser que se ocupa de la acciónde las cosas corpóreas y temporales y no es a bestiasy hombres común, ciertamente es racional, pero se derivade esta substancia racional del alma que nos subordina yaduna a la verdad inteligible e inconmutable, principio deputadopara administrar y gobernar las cosas inferiores.Y así como entre todos los animales no había para elhombre una ayuda semejante a él, y por eso fué de él quitadolo que se había de formar para esposa, así en aquellapa _i e de nuestra mente que se eleva a la verdad íntima ytrascendente no se encuentra, en lo que de común con losanimales tenemos, una ayuda que se le asemeje y sea aptapara comunicar con el mundo corpóreo, cual la naturalezadel hombre lo exige. Por esto, algo racional muy nuestro,no~ separado en divorcio de unidad, sino como lele-gado enayuda del consorcio social, se distribuye en ministerio de suacción. Y así como el varón y la mujer son una carne, asila inteligencia y la acción, el consejo y la ejecución, la razóny el apetido racional, o cualquier otra expresión más significativa,si existe, integran la naturaleza de la mente, quees una. De aquéllos se dijo: Serán dos en una carne; de éstasse puede decir también que son dos en una mente.CAPÍTULO IVLA TRINIDAD, IMAGEN <strong>DE</strong> DlOS EN LA PARTE SUPERIOR <strong>DE</strong>L ALMA,QUE CONTEMPLA LAS RAZONES ETERNAS4. Al discurrir acerca de la naturaleza de la mente humana,discurrimos acerca de una sola realidad; los dos aspectosque recordé iO son en relación de sus dos funciones.


688 BÉ TRIÑITAfE xn, s, tquaerimus trinitatem, in tota quaerimus, non separantesactionem rationalem in temporalibus a contemplatione _aeternorum,ut tertium aliquid iam quaeramus quo trinitasímpleatur.Sed in tota natura mentís ita trinitatem reperiri opusest, ut si desit actio temporalium, cui operi neeessariumsit adiutorium, propter quod ad haec inferiora administran,da derivetur aliquid mentís, in una nusquam dispertita mentetrinitas inveniatur: et facta iam ista distributione, ineo solo quod ad contemplationem pertinet aeternorum, nonsolum trinitas, sed etiam imago Dei; in hoc autem quod derivatumest in actione temipora'ium, etiamsi trinitas possit,non tamen imago Dei possit inveniri.XII, 5, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 659Y así, cuando buscamos la trinidad en el alma, la buscamosen toda ella y no separamos nunca su acción racional en lascosas temporales de la contemplación de las eternas, comobuscando un tercer elemento para completar la trinidad.Pero es menester descubrir una trinidad en la naturalezaíntegra del alma; de suerte que si faltase la acción delas temporales, a cuya obra es necesaria una ayuda, puespara esto ha sido delegada una parte de nuestra mente encalidad de administradora de estas cosas inferiores, no sepodría encontrar la trinidad en un alma indivisa. Hecha estadistribución, encontramos no sólo la trinidad, sino la imagende Dios en la región superior del alma, que pertenece a lacontemplación de las cosas eternas; porque en la parte delegadapara la acción en lo temporal puede encontrarse unatrinidad, pero no la imagen de Dios 3 .CAPUT VOPINIO FINGENS IMAGINEM TRINITATIS IN CONIUGIO MASCULIET FEMINAE AC EORUM PROLE5. Proinde non mihi videntur probabiiem afferre sententiam,qui sic arbitrantur trinitatem imaginis Dei in tribuspersonis, quod attinet ad humanam naturam, posse reperiri,ut in coniugio masculi et feminae atique in eorum prolecompleatur: quod quasi vir ipse Patris personam intimet;Filii vero, quod de jilo ita processit ut nasceretur;atque ita tertiam a personam velut Spiritus dicunt esse mulieremquae ita de viro processit, ut non ipsa esset filiusaut filia 3 , quamvis ea concipiente proles nasceretur. D'xitenim Dominus de Spiritu sancto, quod a Patre procedat s ,et tamen Filius non est.In huius igitur opinionis errore, hoc solum probabiliteraffertur, quod in origine factae feminae, secundum sanctaeScripturae fidem satis ostenditur, non omne quod de aliquapersona ita existit, ut personam alteram faciat, filium possedici; quandoquidem de viri persona exstitit persona mulieris,nec tamen eius filia dicta est.2 Gen. 2, 22.1 lo. 15, 26.aEditi, ad tertiam. At Mss. carerit partícula, ad,CAPITULO V¿LA TRINIDAD <strong>DE</strong>L PADRE, LA MADRE Y EL HIJO ES IMAGEN<strong>DE</strong> DIOS?5. No me parece probable la sentencia de aquellos quejuzgan poder encontrar en la naturaleza del hombre la trinidad,imagen de Dios, en tres personas; por ejemplo, en elayuntamiento del varón y de la mujer, y, como complemento,en su descendencia; de suerte que el varón representaríala persona del Padre; lo que de él procede por generación,la del Hijo; y la mujer, la del Espíritu Santo, pues del varónprocede, sin que sea su hiio o su hija: de su empreñamientonace la prole. "Del Padre procede", dijo Cristo hablandodel Espíritu Santo; sin embargo, no es su Hijo.En esta errónea opinión, lo único admisible es que, en elorigen de la mujer, como se prueba suficientemente por laautoridad de la santa <strong>Escritura</strong>, no puede llamarse hijo atodo lo que trae su origen de una persona para ser a su vezpersona; de la persona del varón trae su existencia la personade la mujer; sin embargo, no se la puede llamar hija.3 La palabra mens tiene dos acepciones : tina limitada a las facul.tades cognoscitivas, v extensiva la otra a la esfera de la vida consciente.En el vocabulario agustiniano, como ya noté, tiene una amplitudno bien definida. De ordinario significa lo racional en el alma.El twus de los griegos. Caput animae, vel oculus, vel fades.Cf. XV, 7, 11.


660 <strong>DE</strong> IRINITATE XII, 6, 6Cetera sane ita sunt absurda, imo vero ita falsa, utfacillime redarguantur. Omitto enim quale sit, Spiritumsanctum matrem Filii Dei putare et coniugem Patris: fortassisquippe respondeatur haec in carnalibus habere offensionem,dum corporei conceptus partusque cogitantur. Quanquamet haec ipsa castissime cogitent, quibus mundis omniamunda sunt: immundis autem inñdelibus, quorum pollutasunt et mens et conscientia, ita nihil est mundum*, utquosdam eorum etiam de virgine secundum carnem natusChristus offendat. Sed tamen in spiritualibus illis summis,ubi non est aliquid violabile aut corruptibile, nec natum extempore, nec ex informi formatum, si qua dicuntur talia, adquorum similitudinem etiam ista inferioris creaturae genera,quamvis longe remotissime facta sunt, non debentcuiusquam sobriam perturbare prudentiam, ne cum vanumdevitat horrorem, in perniciosum incurrat errorem.Assuescat in corporalibus ita spiritualium reperire vestigia,ut cum inde sursum versus duce ratione ascenderécoeperit, ut ad ipsam incommutabilem veritatem per quamsunt facta ista perveniat, non secum ad summa pertrahatquod contemnit in inñmis. Nec enim erubuit quidam, uxoremsibi eligere sapientiam, quia nomen uxoris in prolegignenda corruptibilem concubitum ingerit cogitanti: autvero ipsa sapientia sexu femina est 11 , quia feminini generisvocabulo et in graeca et in latina lingua enuntiatur.CAPUT VICUR ILLA OPINIO RESPUENDA6. Non ergo propterea respuimus istam sententiam,quia timemus sanctam et inviolabilem atque incommutabilemcharitatem, tanquam coniugem Dei Patris, de illo existentem,sed non sicut prolem ad gignendum Verbum perquod facta sunt omnia cogitare: sed quia eam falsam divnaScriptura evidenter ostendit. Dixit enim Deus: Faeiamushominem ad imaginera et similitudinem nostram; paulo postautem dictum est: Et fecit Deus hominem ad imaginemDei 5 . Nostram certe, quia pluralis est numerus, non recte' Tit. i, 15.5 Gen. 1, 26. 27.b Editi, femínea est.xn, 6, 6<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 661Las restantes afirmaciones son tan absurdas y falsas,que su refutación resulta empresa baladí. Paso en silenciola absurda posibilidad de ser el Espíritu Santo madre delHijo de Dios y esposa del Padre; quizá se me pueda contestarque estas cosas son tan sólo escandalosas en lo carnal,como cuando se piensa en la concepción y en el partode un ser corpóreo. Aunque esto mismo lo piensan los puros,para quienes todo es puro, con una castidad admirable; porel contrario, para los impuros e infieles, de corazón y concienciacontaminados, nada hay limpio, y así algunos deéstos se escandalizan de que Cristo haya nacido de una virgensegún la carne. Pero en aquellas cimas espirituales,donde nada impuro y corruptible existe, ni nacido en el tiemponi formado de masa informe, si se emplea este lenguaje,a cuya semejanza la criatura inferior ha sido plasmada, aunquea una distancia inmensa, no debe esto inquietar a lasobria prudencia, no «ea que, por evitar un terror vano, sedespeñe en un error pernicioso.Acostúmbrese a descubrir vestigios de lo espiritual en elmundo corpóreo, para que, al iniciar la ascensión a las cumbres,guiado por la inteligencia, llegue hasta la misma verdadinconmutable, por la cual fueron hechas estas coaas,y no lleve consigo a las vetas lo que despreció en la hondonada.Hubo quien no sintió sonrojo en desposarse con lasabiduría, aunque el nombre suscite en el pensamiento laidea de un ayuntamiento carnal con vistas a la generaciónde la prole. La misma sabiduría es hembra por el sexo, puesdel género femenino es el vocablo que la designa en el idiomagriego y latino 4 .CAPÍTULO VIIMPUGNACIÓN RAZONADA <strong>DE</strong> LA SENTENCIA ANTERIOR6. No rechazamos esta sentencia pornue temamos representara la santa, purísima e inmutable Caridad cualesroosa de Dios Padre v como nroerdienfln do El, ñero nocomo prole ni destinada a engendrar' el Verbo, por quienfueron ^eohas todas las cosa«: s ; "o nornne la <strong>Escritura</strong> divinaevidencia su falsedad. Dijo Dios: Hagamos al hombrea nuestra imaapn v semejanza; v r>oco depones se dice:E hizo dios al hombre a imagen de Dios. Nuestra, en nú-4 En griego sophia, sapientia en latín.


662 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 6, 7diceretur, si homo ad unius personae imaginem fieret, sivePatris, sive Filii, sive Spiritus sancti; sed quia fiebat adimaginem Trinitatis, propterea dictum est. ad imaginem nostram.Rursus autem ne in Trinitate credendos arbitraremurtres déos, cum sit eadem Trinitas unus Deus: Et fecit, inquit,Deus hominem ad imaginem Dei; pro eo ac si diceret:"ad imaginem suam".7. Sunt enim tales usitatae in Litteris illis locutiones.,quas nonnulli etiamsi catholicam fidem asserunt, non tamendiligenter advertunt, ut putent ita dictum: Fecit Deus*ad imaginem Dei; quasi diceretur: "Fecit Pater ad imaginemFilii": sic volentes asserere in Scripturis sanctis Deumdictum etiám Filium, quasi desint alia verissima et manifestissimadocumenta, ubi non solum Deus, sed etiam verusDeus dictus est Filius.In hoc enim testimonio dum aliud solvere intendunt, sicse implicant, ut expediré non possint. Si enim Pater fecitad imaginem Filii, ita ut non sit homo imago Patris, sedFilii, dissimilis est Patris Filius. Si autem pda fides docet,sicuti docet, Filium esse ad aequalitatem essentiae similemPatri, quod ad similitudinem Filii factum est, necesse estetiam ad similitudinem Patris factum sit.Deinde, si hominem Pater non ad suam, sed ad Filii fecitimaginem, cur non ait: Faciamus hominem ad imaginemet similitudinem tuam, sed ait, nostram; nisi quia Trinitatisimago fiebat in nomine, ut hoc modo esset homo imagounius veri Dei, quia ipsa Trinitas unus verus Deus est?Locutiones autem sunt innumerabiles tales in Scripturis,sed has protulisse suffecerit. Est in Psalmis ita dictum:Domini est salus, et super populum tuum benedictio tua e ;quasi alteri dictum sit, non ei de quo dixerat: Domini estsalus. Et iterum. A te, inquit, eruar a tentatione, et in Deomeo sperans* transgrediar murum 7 ; quasi alteri dixerit:A te eruar a tentatione. Et iterum: Populi sub te cadent incorde c inimicorum regis 8 ; ac si diceret: "In corde inimicnrumtuorum". Ei quippe regi dixerat, id est, Domino nostroIesu Christo: Populi sub te cadent; quem regem intelligivoluit, cum diceret, in corde inimicorum regis.Rarius ista in Novi Testamenti litteris inveniuntur. Sedtamen ad Romanos Apostolus: De Filio suo, inquit, qui fac-0 Ps. 3, 9.' Ps. 17, 30.8 Ps. 44, 6.aHÍQ editi addunt, hominem.b Plures Mss. omittunt, sperans0 Editi, in corda. At Mss., in corde: et sic Augustinus, enare*. 1»eumdem psalmum 44.XII, 6, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA t&INIDAb 663mero plural; expresión inexacta de haber sido el hombreplasmado a imagen de una sola persona, ora sea el Padre,el Hijo o el Espíritu Santo. Mas como fué hecho a imagende la Trinidad, por eso se dice a nuestra imagen. En cambio,para que no se crea que hay tres dioses en la Trinidad, siendola Trinidad un solo Dios, se añade: E hizo Dios al hombrea imagen de Dios; como si dijera: "a su imagen".7. Existen en la <strong>Escritura</strong> expresiones que algunos,aunque afirmen su fe católica, no consideran con suficienteatención, y así creen que se dice: Hizo Dios (al hombre) aimagen-de Dios; como si dijera: "Hizo el Padre (al hombre) aimagen del Hijo"; queriendo probar por estas palabras dela <strong>Escritura</strong> la divinidad del Hijo, como si no existiesentestimonios muy manifiestos y verídicos en los que el Hijono sólo es llamado Dios, sino también Dios verdadero.Mas en este pasaje, al querer dar solución a otra dificultad,de tal modo se enredan, que son incapaces de salir dellaberinto. En efecto, si el Padre creó al hombre a imagendel Hijo, y el hombre no es imagen del Padre, sino del Hijo,sigúese que el Hijo no es semejante al Padre. Pero si unapiadosa creencia enseña, como la enseña, que el Hijo es entodo semejante al Padre en igualdad de esencia, luego elhombre, creado a imagen del Hijo, es necesario que lo hayasido también a imagen del Padre.Además, si el padre creó al hombre, no a su imagen,sino a imagen del Hijo, ¿por qué se dice: Hagamos al hombrea nuestra imagen y semejanza, y no se dice a tu imagen,si no es porque la imagen de la Trinidad quedaba enel hombre esculpida, para que de este modo fuera el hombreimagen de un solo Dios verdadero, pues la Trinidad esun solo Dios verdadero?Y semejantes expresiones son sin número en las <strong>Escritura</strong>s.Bastará aducir las que siguen. En los Salmos se lee:Del Señor es la salud, y sobre tu pueblo tu bendición; cualsi hablase con un tercero al decir: Del Señor es la salud, yno con aquel a quien se refiere la sentencia. Y en otro salmo:Por ti me veré libre de la tentación, y confiado en mi Di>os\asaltaré las murallas; como si hablasen con otro cuando dice:Por ti me veré libre de la tentación. Y de nuevo: Bajo tuspies caen los pueblos en el corazón de los enemigos del rey;como si dijera: "En el corazón de tus enemigos". Al rey, esdecir, a nuestro Señor Jesucristo, fué dicho: Los puebloscaerán bajo ius pies; y a este Rey quiso aludir cuando diceen el corazón de los enemigos del rey.Testimonios de este género son más raros en las <strong>Escritura</strong>sdel Nuevo Testamento. No obstante, el Apóstol, ensu Carta a los Romanos, dice: De su Hijo, nacido de la des.


664 <strong>DE</strong> 1RINITATExn, 6, stus est ei es semine David secundum carnem, qui praedestinatusest Filius Dei in virtute secundum Spiritum sanctificationisex resurrectione mortuorum Iesu Christi Domininostri 9 -. tanquam de alio supra diceret. Quid est enim FiliusDei praedestinatus ex resurrectione mortuorum IesuOhristi, nisi eiusdem Iesu Christi qui praedestinatus estFilius Dei in virtute? Ergo quomodo hic cum audivimus:Filius Dei in virtute Iesu Christi; aut: Filius Dei secundumSpiritum sanctificationis Iesu Christi; aut: Filius Deiex resurrectione mortuorum Iesu Christi; cum dici potuissetusitate: "in virtute sua"; aut: "secundum Spiritumsanctificationis suae"; aut: "ex resurrectione mortuorumeius, vel mortuorum suorum"; non cogimur intelligere abampersonam, sed unam eamdemque, scilicet Filii Dei Domininostri Iesú Ohristi. Ita cum audimus: Fecit Deus hominemad imaginem Dei; quamvis posset usitatius dici, "ad imaginemsuam"; non tamen cogimur aliam personam intelligerein Trinitate, sed ipsam unam eamdemque Trinitatem,qui est unus Deus, et ad cuius imaginem factus est homo.8. Quae cum ita sint, si eamdem Trinitatis imaginem,non in uno, sed in tribus hominibus acceperimus, patre etmatre et filio, non erat ergo ad imaginem Dei factus homoantequam uxor ei fieret, et antequam filium propagarent;quia nondum erat trinitas. An dicit aliquis: lam trinitaserat, quia etsi nondum forma propria, iam tamen originahnatura et mulier erat in latere viri, et filius in lumbis patris?Cur ergo, cum Scriptura dixisset: Fecit Deus hominemad imaginem Dei; contexuit dicens: Fecit Deus eum; masculumet feminam fecit eos, et benedimt eos? 10 Vel si itadistinguendum est: Et fecit Deus hominem; ut deinde m-feratur, ad imaginem Dei fecit illum; et tertia subiunctiosit, masculum et feminam fecit eos. Quídam enim timueruntdicere: "Fecit eum masculum et feminam", ne quasi monstruosumaliquid intelligeretur, sicuti sunt quos hermaphroditosvocant: cum etiam sic non mendaeiter possit inteihgiutrumque in numero singulari, propter id quod dictum est:Dúo in carne una.Cur ergo, ut dicere eoeperam, in natura hominis ad imaginemDei facta, praeter masculum et feminam non commemoratScriptura? Ad implendam quippe imaginem Trinitatisdebuit addere et filium, quamvis adhuc in lumbis patrisconstitutum, sicut mulier erat in latere. An forte iamfacta erat et mulier; et Scriptura brevi complexione- constrinxerat,quod postea quemadmodum sit factum, diligen-8 Rom. i, 3. 4.10 Gen. i, 27. 28.XII, 6, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD B65cendencia de David según la carne, que fué predestinadoHijo de Dios, con poder, según el espíritu de santidad, porla resurrección de los muertos, de Jesucristo, Señor nuestro;como si al principio hiciese referencia a otro. ¿Qué significaser predestinado por la resurrección de los muertos,de Jesucristo, sino ser Jesucristo constituido, en poder. Hijode Dios? En consecuencia, cuando oímos: Hijo de Dios, enpoder de Jesucristo; o: Hijo de Dios según el espíritu desantidad de Jesucristo; o: Hijo de Dios por la resurrecciónde los muertos de Jesucristo, equivale a decir en lenguajecorriente: por su poder, según el espíritu de su santidad,por su resurrección de entre los muertos o de sus muertos,sin que nos veamos precisados a entenderlo de otrapersona distinta, sino de una misma; es decir, del Hijo deDios, nuestro Señor Jesucristo. Y así, cuando oímos: HizoDios al hombre a imagen de Dios, aunque, según el uso máscomún¿ debiera decirse "a su imagen", no obstante, no nosvemos forzados a ir en busca de otra persona en la Trinidad,que es un solo Dios verdadero, a cuya imagen fué el hombreplasmado.8. Pues esto es así, si encontramos esta misma imagende la Trinidad, no en un hombre, sino en tres, padre, madree hijo, entonces el hombre no habría sido hecho a imagende Dios antes de ser formada la mujer y antes de laprocreación del primer hijo, supuesto que no existía aúnesta trinidad. ¿Dirá alguien que ya existía la trinidad, porquesi aun no existía en su forma propia, sin embargo,la mujer existía ya, según su naturaleza de origen, en elcostado del varón, y el hijo en los lomos del padre? Entonces¿por qué la <strong>Escritura</strong>, cuando dice: Hizo Dios al hombrea imagen de Dios, añadió en el contexto inmediato: Aimagen de Dios lo hizo; los hizo macho y hembra; los bendijo?¿O es que se ha de leer primero: Hizo Dios al hombrea imagen de Dios, y luego: a imagen de Dios los hizo, y finalmente:los hizo macho y hembra? Algunos temieron decir:"Los hizo macho y hembra", para que no se entendiesealgo monstruoso, al estilo de los hermafroditas; aunque,sin mentir, bien se pueden designar ambos con el númerosingular, al tenor de la expresión bíblica que dice: Dos enuna carne.Pero entonces, como principié a decir, ¿por qué la <strong>Escritura</strong>sólo menciona en la naturaleza humana, hecha aimagen de Dios, al varón y a la mujer? Para completar latrinidad debió añadir al hijo, contenido virtualmente en loslomos del padre, como lo estaba la mujer en el costado.¿O es que la mujer ya hafoía sido creada, y la <strong>Escritura</strong>,en expresión ceñida, menciona tan sólo lo que después con


666 <strong>DE</strong> IRINITATE xrr, 7, 10tius explicaret; et propterea ñlius commemorari non potuit,quia nondum erat natus? quasi et hoc non poterat ea brevitatecomplecti Spiritus sanctus, suo loco postea natum ñ-lium narraturus, sicut mulierem de viri latere assumptamsuo postmodum loco narravit", et tamen hic eam nominarenon praetermisit.CAPUTVIIHOMO IMAGO <strong>DE</strong>I, QUOMODO. ANNON ET MULIER IMAGO <strong>DE</strong>I.DICTUM APOSTOLI, QUOD VIR IMAGO <strong>DE</strong>I SIT, MULIER AUTEMGLORIA VIRI, QUOMODO FIGÚRATE AC MYSTICE INTELLIGENDUM9. Non itaque ita debemus intelligere hominem factumad imaginem summae Trinitatis, hoc est ad imaginem Dei,ut eadem imago in tribus intelligatur hominibus: praesertimcum Apostolus virum dicat esse imaginem Dei, et proptereavelamentum ei capitis demat, quod mulieri adhibendummonet, ita loquens: Vir quidem non debet velare caput,cum sit imago et gloria Dei. Mulier autem gloria viri est.Quid ergo dicemus ad haec? Si pro sua persona mulieradimplet imaginem Trinitatis, cur ea detracta de latere viriadhuc Ule imago dicitur? Aut si et una persona hominis extribus potest dici imago Dei, sicut in ipsa summa Trinitate,et unaquaeque persona Deus est, cur et mulier non estimago Dei ? Nam et propterea caput velare praecipitur, quodille quia imago Dei est prohibetur 12 .10. Sed videndum est quomodo non sit contrarium quoddicit Apostolus, non mulierem, sed virum esse imaginemDei, huic quod scriptum est in Genesi: Fecit Deus hominem,ad imaginem Dei fecit eum; masculum et feminam fecit eos,et benedixit eos.Ad imaginem Dei quippe naturam ipsam humanam factamdicit, quae sexu utroque completur, nec ab intelligendaimagine Dei separat feminam. Dicto enim quod fecit Deushominem ad imaginem Dei: Fecit eum, inquit, masculum etfeminam; vel certe alia distinctione: Masculum et feminamfecit eos. Quomodo ergo per Apostolum audivimus virumesse imaginem Dei, unde caput velare prohibetur, mulieremautem non, et ideo ipsa hoc faceré iubetur? nisi, credo,11 Ibid., 2, 24. 22.12 i Cor. ii, 7. 5.XII, 7, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 667más claridad explica, indicando el modo de su creación, yel hijo no pudo ser mencionado por no haber aún nacido?Como si el Espíritu Santo no hubiera podido señalar conbreves palabras al hijo, reservándose detallar en su lugaroportuno el nacimiento, como más adelante narrará la creaciónde la mujer del costado del varón, si bien no olvidóaquí mencionarla.CAPITULO VIICÓMO EL HOMBRE ES IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS. LA MUJER, ¿NO ES ACASOIMAGEN <strong>DE</strong> DIOS? MÍSTICA Y FIGURADA INTERPRETACIÓN <strong>DE</strong>AQUELLA SENTENCIA <strong>DE</strong>L APÓSTOL EN QUE SE PROCLAMA ALVARÓN IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS Y A LA MUJER GLORIA <strong>DE</strong>L VARÓN9. No hemos, v pues, de entender que el hombre, al sercreado a imagen de la Trinidad soberana, esto es, a imagende Dios, lo fué como si la imagen existiera en tres hombresdistintos; sobre todo cuando el Apóstol proclama al varónimagen de Dios, y por eso se le prohibe velar su cabeza,mientras se le preceptúa a la mujer. He aquí sus palabras:El varón no debe cubrir su cabeza, porque es imagen


668 <strong>DE</strong> IRINITATE xn, 7, 11illud quod iam dixi &> , cum de natura humanae mentís agerem,mulierem cum viro suo esse imaginem Dei, ut unaimago sit tota illa substantia: cum autem ad adiutoriumdistribuitur, quod ad eam ipsam solam attinet, non est imagoDei; quod autem ad virum solum attinet, imago Dei est,tam plena atque integra, quam in unum coniuncta muliere.Sicut de natura humanae mentis diximus, quia et si totacontempletur veritatem, imago Dei est; et cum ex ea distribuituraliquid, et quadam intentione derivatur ad actionemrerum temporalium, nihilominus ex qua parte conspectameonsulit veritatem, imago Dei est; ex qua vero intenditurin agenda inferiora, non est imago Dei. Et quoniamquantumcumque se extenderit in id quod aeternum est, tantomagis inde formatur ad imaginem Dei, et propterea nonest eohibenda, ut se inde contineat ac temperet; ideo virnon debet velare caput.Quia vero illi rationali actioni quae in rebus corporalibustemporalibusque versatur, periculosa est nimia in inferioraprogressio; debet habere potestatem super caput, quodindicat velamentum quo significatur esse eohibenda. Grataest enim sanctis angelis sacrata et pia significatio. NamDeus non ad tempus videt, nec aliquid novi fit in eius visioneatque scientia, cum aliquid temporaliter ac transitoriegeritur, sicut inde afficiuntur sensus vel carnales animaliumet hominum, vel etiam caelestes angelorum.11. In isto quippe manifestó sexu masculi et feminaeapostolus Paulus oceultioris cuiusdam rei figurasse mysterium,vel hinc intelligi potest, quod cum alio loco dicat, veramviduam esse desolatam, sine filiis et nepotibus, et tameneam sperare deberé in Dominum, et persistere in orationibusnocte et die 13 ; hic indicat mulierem seductam inpraevari catión e factam, salvam fieri per filiorum generationem:et addidit: Si permanserint in fide, et dilectione, etsanctificatione cum sóbrietate ". Quasi vero possit obessebonae viduae, si vel filios non habuit, vel ii quos habuerit,in bonis operibus pt-rmanere noluerint.Sed quia ea quae dicuntur opera bona, tanquam filii suntvitae nostrae, secundum qüam quaeritur cuius vitae sitquisque, id est, quomodo agat haec temporalia, quam vitamgraeci non Scoiív, sed píov vocant; et haec opera bona máximein officiis misericordiae frequentari solent; opera vero misericordíaenihil prosunt, sive paganis, sive iudaeis quiChristo non credunt, sive quibuscumque haereticis vel schisaApud Er. Lugd. Ven. Lov. meí credo illud esse quod iamdixi. M.XII, 7, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 669a mi entender, es, según indiqué al tratar de la esencia delalma humana, porque la mujer, juntamente con su marido,es imagen de Dios, formando una sola imagen toda la naturalezahumana; pero considerada como ayuda, propiedadsuya exclusiva, no es imagen de Dios. Por lo que al varónse refiere, es imagen de Dios tan plena y perfectamentecomo cuando con la mujer integra un todo.Como dijimos al hablar de la esencia del alma humana,porque, si toda ella contempla la verdad, es imagen deDios; mas, cuando una de sus facultades es enviada, pordecreto de la voluntad, para que actúe en las cosas temporales,permanece imagen de Dios en la parte que ve y contemplala verdad; pero la parte que se ocupa en las accionesinferiores no es imagen de Dios. Y cuanto más eleve su pensamientohacia lo eterno, tanto más fielmente es formadaa imagen de Dios; y por eso no se ha de cohibir, moderar ocontener su ascensión; y he aquí por qué el varón no debecubrir su cabeza.Existe para la acción racional, entretenida en lo temporaly corpóreo, el peligro de resbalar hacia las cosas inferiores;por eso ha de tener gran dominio sobre su cabeza,lo que indica el velo, símbolo de contención. Símbolo éste místico,piadoso y muy grato a los santos ángeles. La visión deDios no es en el tiempo; y en su visión o en su cienciano puede haber novedad cuando acaece algo temporal y transitorio,como sucede en los sentidos carnales de hombres ybestias o en las percepciones angélicas.11. El apóstol San Pablo insinúa en la distinción de lossexos, macho y hembra, un profundo misterio; la pruebaestá en que, al decir en otra parte que la viuda en desolación,sin hijos ni nietos, debe perseverar en la oración nochey día y esperar en el Señor, aquí da a entender que la féminaseducida y prevaricadora so salvará por la crianza de loshijos; y añade: Si permaneciere en fe, en caridad y en'santidad,acompañada de sobriedad. Como si perjudicase a labuena viuda el no tener hijos, o si, teniéndolos, no quisieranpermanecer en el bien.Las obras buenas son como los hijos de nuestra vida, ysegún ellas se pregunta qué vida lleva cada uno, es decir,cómo hace estas obras temporales; vida que los griegos nollaman zoén, sino bion^; y estas buenas obras se practicande ordinario en los oficios de misericordia; mas estas obrasde misericordia de nada aprovechan a los infieles y judíos,pues no creen en Cristo, ni al hereje o cismático, porque£ Zoé es el género de vida ; bíos, el principio vital.


670 <strong>DE</strong> TRÍÑITATE xix, 7, 12maticis ubi fides et dilectio et sobria sanctificatio non invenitur:manifestum est quid Apostolus significare voluerit;ideo figúrate ac mystiee, quia de velando mulieris capiteloquebatur, quod nisi ad aliquod secretum sacramenti referatur,inane remane-bit.12. Sicut enim non solum veracissima ratio, sed etiamipsius Apostoli declarat auctoritas, non secundum formamcorporis homo factus est ad imaginern Dei, sed secundumrationalem mentem. Cogitatio quippe turpiter vana est, quaeopinatur Deum membrorum corporaiiium lineamentis circumscribiatque finiri. Porro autem nonne ídem beatus Apostolusdicit: Renovamini spiritu mentís vestrae, et induitenovum hominem, eum qui secundum Deum creatus est 15 ; etalibi apertius: Exuentes vos, inquit, veterem hominem cumactibus eius, induite novum qui renovatur in agnitionemDei secundum imaginem eius qui creavit eum? 16 Si ergo spiritumentís nostrae renovamur, et ipse est novus homo quirenovatur in agnitionem Dei secundum imaginera eius quicreavit eum; nulli dubium est, non secundum corpus, ñequesecundum quamlibet animi partem, sed secundum rationalemmentem, ubi potest esse agnitio Dei, hominem factum adimaginem eius qui creavit eum.Secujidum hanc autem b renovationem efficimur etiam filaDei per baptismum Ohristi, et induentes novum hominem,Ohristum utiqüe induimus per fidem. Quis est ergo quiab hoc consortio feminas alienet, cum sint nobiscum gratiaecohaeredes; et alio loco ídem Apostolus dicat: Omnesenim filii Dei estis per fidem in Christo Iesu. Quicumqueenim in Christo baptizan estis, Christum induistis. Non estiudaeus ñeque graecus, non est servus ñeque líber, non estmasculus ñeque femina: omnes enim vos unum estis in ChristoIesu? 17 Numquidnam igitur fideles feminae sexum corporisamiserunt?Sed quia ibi renovantur ad imaginem Dei, ubi sexusnullus est, ibi factus est homo ad imaginem Dei, ubi sexus nullusest, hoc est in spiritu mentís suae. Cur ergo vir proptereanon debet caput velare, quia imago est et gloria Dei;mulier autem debet, quia gloria viri est, quasi mulier nonrenovetur spiritu mentís suae, qui renovatur in agnitionemDei secundum imaginem eius qui creavit illum? Sed quia15 Eph. 4, 23. 24.16 Col. 3, g. 10." Gal. 3, 26-28.bEr. et Lov., igitur. At Am. et Mss. autem-; concinnius.XII, 7, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 671en ellos no se encuentra ni la fe, ni la caridad, ni la santi»dad acompañada de la sobria modestia 6 ; así resulta claroel pensamiento del Apóstol. Habla en un sentido figurado ymístico al mandar cubrir a la mujer su cabeza, precepto vacíode sentido si no estuviera henchido de misterio.12. El hombre fué creado a imagen de Dios, no segúnsu forma corpórea, sino por su alma racional; así lo declarande consuno la razón verdadera y la autoridad delApóstol. Pensamiento vano y grosero sería imaginar a Dioscircunscrito y limitado por configuración de miembros corporales.¿No nos dice el santo Apóstol: Renovaos en el espíritude vuestra mente y vestios del hombre nuevo, creadosegún Dios; y más claramente en otro lugar: Despojaos delhombre viejo con sus actos, y vestid el nuevo, que se renuevaen el conocimiento de Dios, según la imagen del quele crió? Si nos renovamos en el espíritu de nuestra mente,el hombre nuevo se remoza en el conocimiento de Dios segúnla imagen de su Criador; luego para nadie ofrece dudaque el hombre ha sido hecho a imagen del que lo crió, perono según el cuerpo o según una parte cualquiera de su alma,sino según su mente racional, sede del conocimiento de Dios.Según, pues, esta renovación, nos hacemos hijos de Diospor el bautismo de Cristo, y, al vestirnos del hombre nuevo,nos vestimos de Cristo por la fe. ¿Quién hay que excluyaa las mujeres de este benéfico concierto, siendo nuestrascoherederas en la gracia, cuando en otro lugar el mismoApóstol dice: Todos, pues, sois hijos de Dios por la fede Cristo Jesús. Cuantos habéis sido bautizados en Cristo,os habéis vestido de Cristo. No hay ya judío ni griego, nohay siervo ni libre, no hay varón ni hembra, pues todosvosotros sois uno en Cristo Jesús? ¿Por ventura perdieronlas mujeres creyentes su sexo?Mas porque se renuevan a imagen de Dios, donde no existediferencia de sexo, de ahí que el hombre haya sido creadoa imagen de Dios, donde no hay sexo alguno; es decir, enel espíritu de su mente. ¿Por qué el varón no debe cubrirla cabeza, siendo imagen y gloria de Dios, y la mujer, porser gloria del varón, ha de valar la suya, como si la mujerno se remozara en el espíritu de su mente al renovarse enel conocimiento de Dios según la imagen de su Hacedor?Pero, como por el sexo del cuerpo se diferencia del varón,6 Se refiere el Santo a las obras éticamente buenas, sin valor parala vida eterna. Hay, sí, rectitud natural, pero un vacío inmenso ypavoroso para la vida del cielo. Ad salutem aeternam nihil prosuntimpío aliqua bona opera, sine quibus difficillime vita cuiuslibet pessimihominis invenitur (De spir. et Utt., c. 28 : PL 44, 230).


672 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 8, 13sexu corporis distat a viro, rite potuit in eius corporali velamentofigurari pars illa rationis, quae ad ternporalia gubernandadeflectitur; ut non maneat imago Dei, nisi ex quaparte mens hominis aeternis rationibus conspiciendis velconsulendis adhaerescit", quam non solum masculos, sedetiam feminas habere manifestum est.XII, 8, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 673muy bien pudo en el velo corporal figurar aquella parte dela razón que se ocupa del gobierno de lo transitorio; desuerte que la imagen de Dios permanezca sólo en aquellaparte del alma que se aplica a la contemplación y búsquedade las razones eternas'; parte que, como es manifiesto,varones y hembras poseen.CAPUTVIIICAPITULOVIII<strong>DE</strong>FLEXUS AB IMAGINE <strong>DE</strong>I13. Ergo in eorum mentibus communis natura cognoscitur;in eorum vero corporibus ipsius unius mentís distributiofiguratur. Ascendentibus itaque introrsus quibusdamgradibus considerationis per animae partes, unde incipitaliquid occurrere, quod non sit nobis commune cum bestiis,inde incipit ratio, ubi homo interior iam possit agnosci.Qui etiam ipse si per illam rationem cui temporalium rerumadministratio delegata est, immoderato progressu nimisin exteriora prolabitur, consentiente sibi capite suo, idest, non eam cohibente atque refrenante illa quae in speculaconsilii praesidet quasi viríli portione, inveteratur interinimicos suos 18 virtutis invidos daemones cum suo principediabolo: aeternorumque illa visio ab ipso etiam capitecum coniuge vetitum manducante subtrahitur, ut lumen oculorumeius non sit cum illo 19 ; ac sic ab illa illustrationeveritatis ambo nudati, atque apertis oculis conscientiae advidendum quam inhonesti atque indecori remanserint, tanquamfolia dulcium fructuum, sed sine ipsis fructibus, itasine fructu boni operis bona verba eontexunt, ut male viventesquasi bene loquendo contegant turpitudinem suam 20 ." íPs. 6, 8." Ps. 37, "•20 Gen. 3.0 Editio I,ov., adhaeserít.CÓMO SE <strong>DE</strong>SDIBUJA LA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS EN EL ALMA13. (Luego en 'Sus mentes se reconoce una naturalezacomún; en sus cuerpos se representa la diversidad de funcionesde esta misma mente. En las ascensiones íntimas ygraduales a través de las estancias del alma, allí donde principiemosa vislumbrar algo que no nos sea común con losbrutos, allí empieza la razón y puede reconocerse al hombreinterior. Si, empero, este hombre, a causa de aquella razóna la que se le confió la administración de las cosas temporales,se derrama en demasía, con rápido progreso, hacia elexterior, previo el consentimiento de su cabeza, esto es, sinque le frene y cohiba la parte más noble, que preside en laatalaya del consejo como porción viril, entonces envejece entresus enemigos, los demonios, envidiosos de su virtud, conSatanás, su caudillo; y en pena de su delito le es substraídaa la cabeza, pues en compañía de su mujer gustó del manjarprohibido, la visión de las cosas eternas, para que la luz desus ojos no esté con él; y así, desnudos ambos de la luz dela verdad y abiertos los ojos de su conciencia para ver sudeshonestidad c indecencia, entretejen bellas palabras sin elfruto de las buenas obras, cual hojas que anuncian dulcesfrutos, pero sin sus pomos, y cubren con un bello decir latorpeza de su mala vida.7 Selia de excitar en absoluto cualquier interpretación de saborontolos'ista. El conocimiento experimental es una verdad indiscutiblepara Agustín. Cf. Serm. 141 : PL 38, 776; Conf., 1, 10, 16 :PL 32, 668 ; De Gen. ad litt., 4, 32, 49 : PL 34, 316 ; Epist. 147 :PL 33, 507 s. Con razón nota el Ángel de las Escuelas, el intérpretemás asrudo y genial del Dortor de la Trinidad : Non est credendumquod Augustinus, in verbis praemissis, senseril quod in hacvita Deum per suam essentiam intclligere possimus, cum conlrariumdicat in libro «De videndo Deum ad Paulinam-a (Contra Geni,.3, 47). El libro a que alude Santo Tomás es la citada Epístola 147.•S. As. s 22


674 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 10, 15XII, 10, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 676CAPUTIXCAPITULOIXÍ<strong>DE</strong>M TRACTATUR ARGUMENTUM14. Potestatem quippe suam diligens anima, a communiuniverso ad privatam partem prolabitur: et apostaticailla superbia, quod initium peccati dicitur 21 , cuín inuniversitate creaturae Deum rectorem secuta, legibus eiusoptime guíbernari potuisset, plus aliquid universo appetens,atque id sua lege gubernare molita, quia nihil est ampliusuniversitate, in curam partilem truditur, et sic aliquidamplius concupiscendo minuitur; unde et avaritia diciturradix omnium malorum 22 : totumque illud ubi aliquid propriumcontra leges, quibus universitas administratur, agerenititur, per Corpus proprium gerit, quod partiliter possidet;atque ita formis et motibus corporalibus delectata, quia intusea secum non habet, cum eorum imaginibus, quas memoriaefixit, involvitur, et phantastica fornicatione turpiterinquinatur, omnia officia sua ad eos fines referens, quibuscurióse corporalia ac temporalia per corporis sensus quaerit,aut túmido fastu alus animis corporeis sensibus deditisesse affectat excelsior, aut coenoeo gurgite carnalis voluptatisimmergitur.LA CAÍDA14. Enamorada el alma de su poder, olvida el bien universaly se desliza hacia el interés privado; y llevada deuna soberbia satánica, principio del pecado, en vez de seguiren el mundo de la creación a su Dios y Rector paraser óptimamente gobernada conforme a sus leyes, apetecióser algo más que el universo, al que intentó someter a suley; y como nada existe más amplio que el mundo, se precipitóen la inquietud del bien particular, y así, aspirando a lomás, decreció; por esc la avaricia se dice raíz de todos losmales. Cuanto haga, impulsada por un interés particular, encontra de las leyes que rigen el orbe, lo ejecuta por medio delcuerpo que parcialmente posee; y así, complacida en estasformas y movimientos corpóreos, no poseyéndolos en su interior,se enreda en las imágenes grabadas en su memoriay se enloda torpemente en la fornicación de su fantasía, refiriendoa estos fines bastardos todas sus actividades; finesque busca con curiosa diligencia en los bienes corporales ytemporales mediante ios sentidos del cuerpo; o con hinchadaaltanería afecta ser más excelsa que las almas esclavasde las sensaciones del cuerpo, o se sumerge en las marismascenagosas del placer de la carne.CAPUT XGRADUS AD TTJRPISSIMA15. Cum ergo bona volúntate ad interiora et superiorapercipienda, quae non privatim, sed eommuniter ato ómnibusqui talia diligunt, sine ulla angustia vel invidia castopossidentur amplexu, vel sibi vel alus consulit; etsi fallaturin aliquo per ignorantiam temporalium, quia et hoctemporaliter gerit, et modum agendi non teneat quem debebat,humana tentatio est. Et magnum est hanc vitam sicdegere, quam velut viam redeuntes carpimus, ut tentatio21 Eccli. JO, 15." 1 Tim. 6, 10.CAPITULO XGRADOS EN LA TORPEZA15. Cuando con rectitud de intención trata el alma decaptar las cosas interiores y trascendentes, patrimonio común,no propiedad privada, de cuantos las aman y sin solicitudni envidia, con casto amplexo, las poseen, entoncesmira por su propio bien y por el bien de los demás; y sipor ignorancia yerra en algo transitorio, cuya administraciónella desempeña en el tiempo, y no observa el justomedio debido, tentación es humana. Gran ventura es pasar


676 ' <strong>DE</strong> TRÍNÍTATÉ ¡CU, 11, 16, % =i=-^ . :nos non apprehendat nisi humana 23 . Hoc enim peccatumextra corpus est, nec fornicationi deputatur, et propterea facillimeignoscitur.Cum vero propter adipiscenda ea quae per corpus sentiuntur,propter experiendi vel excellendi vel contrectandieupiditatem, ut in his finem boni sui ponat, aliquid agit,quidquid agit turpiter agit; et fornicatur in corpus propriumpeccans 24 , et corporearum rerum fallacia simulacraintrorsus rapiens et vana meditatione componens, ut ei necdivinum aliquid nisi tale, videatur a , privatim avara fetaturerroribus, et privatimí prodiga inanitur viribus h . Nec ad tamturpem et miserabilem fornicationem simul ° ab exordio prosiliret;sed sicut scriptum est: Qui módica spernit, paúlatimdecidet 25 .CAPUTXIXH, 11, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 677así está vida, en viaje de retorno, de suerte que sólo nossorprenda la tentación humana. Este pecado cae fuera delcuerpo y no se considera fornicación; de ahí que con facilidadse perdone.Pero si el alma se afana por conseguir lo que por el cuerpopercibe y obra movida por deseos de experiencia, dedistinción, de contacto, y en ellas pone el ñn de su bien,haga lo que haga, su acción es torpeza; y fornica pecandocontra su propio cuerpo, y en su interior se apodera de lossimulacros falaces del mundo corpóreo y los combina convano trabajo, hasta no parecerle fuera de esto nada divino;y así, avara en secreto, se fecunda en errores y, pródiga enprivado, queda exhausta de fuerzas. Cierto que no se lanzódesde un principio a tan liviana y deshonrosa fornicación,pero está escrito: El que desprecia lo poco, lentamente sedespeña.IMAGO PECUDIS INHOMINE16. Quomodo enim coluber non apertis passibus, sedsquamarum minutissimis nisibus repit; sic lubricus deficiendimotus negligentes minutatim occupat, et incipiens a perversoappetitu similitudinis Dei, pervenit ad similitudinempecorum. Inde est quod nudati stola prima, pelliceas túnicasmortalitate meruerunt 2


678 BE TRINIIATS xn, 12, 17in honore positus non intellexit; oomparaíus est iumentisinsipientibus, et similis factus est eis 27 .Qua igitur tam longe transiret a summis ad inñma, nisiper médium sui>? Cum enim neglecta chántate sapientiae,quae semper eodem modo manet, coneupiseitur scientia exmutabilium temporaliumque experimento, inflat, non aedificat 28 : ita praegravatus animus quasi pondere suo a beatitudineexpellitur, et per illud suae medietatis experimentumpoena sua discit, quid intersit inter toonum desertum malumquecommissum, nec rediré potest effusis ac perditisviribus, nisi gratia Conditoris sui ad poenitentiam vocantiset peccata donantis. Quis enim infelieem animara liberabita corpore mortis huius, nisi gratia Dei per lesura ChristumDominum nostrum ? 29De qua gratia suo loco, quantum lb ipse praestiterit, disseremus.CAPUT XIIIN INTERIORE HOMINE QUODDAM SECRETUM CONIUGIUI*. COGITA-TIONUM <strong>DE</strong>LECTATIONES ILLICITAE17. Nunc de illa parte rationis ad quam pertinet scientia,id est, cognitio rerum temporalium atque mutabiliumnaivandis vitae huius actionibus necessaria, susceptam considerationem,quantum Dominus adiuvat, peragamus. Sicutenim in illo manifestó coniugio duorum hominum qui pnmifacti sunt, non manducavit serpens de arbore vetita, sedtantummodo manducandüm persuasit: mulier autem nonmanducavit sola, sed viro suo dedit, et simul manducaverunt;quamvis cum serpente sola locuta, et ab eo sola seducíasit 30 : ita et in hoc quod etiam in homine uno gerituret dignoscitur, occulto quodam secretoque coniugio carnalis,vel, ut ita dicam, qui in corporis sensus intenditur, sensualisanimae motus, qui nobis pecoribusque commums est,seclusus est a ratione sapientiae.Sensu quippe corporis corporalia sentiuntur: aeterna veroet incommutabiilia spiritualia ratione sapientiae intelliguntur.Ratione autem scientiae appetítus vicinus est: quando-1 k-Ul. O, í.Rom. 7, 24. 25.Gen. 3, 1-6.* Pleriqtie Mss. et editio Am., quando.XII, 12, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 679hombre puesto en dignidad no entendió; se comparó a losasnos estúpidos y a ellos se asemejó.¿Cómo precipitarse en tales honduras desde tan encumbradascimas sin pasar por medio de sí misma? Cuando,despreciado el amor a la sabiduría, inmóvil siempre ensu punto, se ambiciona la ciencia experimental de las cosasmudables y temporales, ciencia que infla y no edifica,el alma, gravada por su propio peso, es excluida de la felicidad,y por la experiencia de su medianía aprende, a susexpensas, la diferencia que existe entre el bien abandonadoy el mal que cometió. La efusión y pérdida de sus fuerzasno le permiten volver atrás, a no ser con la ayuda de lagracia de su Creador, que la llama a penitencia y perdonasus pecados. ¿Quién librará al alma infeliz de este cuerpode muerte, sino la gracia de Dios, por Jesucristo nuestroSeñor ?De esta gracia, con su auxilio, disputaremos en su lugar.CAPÍTULOXIIMARIDAJE MISTERIOSO EN EL HOMBRE INTERIOR. COMPLACEN­CIAS ILÍCITAS17. Demos fin ya, con el auxilio del Señor, al estudioemprendido acerca de aquella parte de la razón a laque pertenece la ciencia, esto es, el conocimiento de las cosastemporales y mudables, necesarias para desempeñar lasfunciones de esta vida. Así como en aquel conocido maridajede los dos primeros seres humanos que existieron nocomió la serpiente de la fruta del árbol prohibido, aunquesí incitó al bocado; y la mujer no fué sola en gustar el manjar,sino que dio a su hombre y ambos comieron, aunquehaya sido la hembra sola la que habló con la serpiente yfué. seducida, y esto mismo pasa y se nota en el hombreindividual divorciado de la razón, que se entrega a la sabiduríapor culpa de un secreto y misterioso ayuntamientocarnal o, por decirlo así, de un movimiento sensual delalma, que pone toda su atención en los sentidos del cuerpo,que nos son con las bestias comunes.El sentido del cuerpo percibe las cosas corporales; lasespirituales, inconmutables y eternas, las conoce la razón,que se aplica a la sabiduría. El apetito se avecina a la ra-


680 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 12, 18quidem de ipsis corporalibus quae sensu corporis sentiuntur,ratiocinatur ea quae scientia dicitur actionis; si bene, uteam notitiam referat ad finem summi boni; si autem male,ut eis fruatur tanquam bonis talibus in quibus falsa beatitudineconquiescat.Cum ergo huic intentioni mentís, quae in rebus temporalibuset corporalibus propter actionis officium ratiocinandivivacitate versatur, carnalis ille sensus vel animalis ingeritquamdam illecebram fruendi se, id est, tanquam bonoquodam privato et proprio, non tanquam publico atque communiquod est incommutabile bonum, tune velut serpensalloquitur feminam. Huic autem illecebrae consentiré, deligno prohibito manducare est. Sed iate consensus si solaoogitationis delectatione contentus est, superioris vero auctoritateconsilii ita membra retinentur, ut non exhibeanturiniquitatis arma peccato 31 ; sic habendum existimo velutcibum vetitum mulier sola comederit. Si autem in consensionea male utendi rebus quae per sensum corporis sentiuntur,ita decernitur quodeumque peccatum, ut si potestas sit,etiam corpore compleatur; intelligenda est illa mulier dedisseviro suo secum simul edendum illicitum cibum. Ñequeenim potest peccatum non solum cogitandum suaviter, verumetiam efficaciter perpetrandum mente decerni, nisi etilla mentís intentio, penes quam summa potestas est membrain opus movendi, vel ab opere cohibendi, malae actionicedat et serviat.18. Nec sane, cum sola cogitatione mena oblectaturillicitis, non quidem decernens esse facienda, tenens tamenet volvens libenter quae statim ut attigerunt animum respuidebuerunt, negandum est esse peccatum, sed longe minusquam si et opere statuatur implendum. Et ideo de talibusqueque cogitationibus venia petenda est, peetusque percutiendum,atque dicendum: Dimitte nobis debita riostra; faciendumquequod sequitur, atque in oratione iungendum:sicut et nos dimittimus dsbitoribus nostris 33 .Ñeque enim sicut in illis duobus primis hominibus personamsuam quisque portabat, et ideo si sola mulier cibumedisset illicitum, sola utique mortis supplicio plecteretur;ita dici potest in nomine uno, si delectationibus illicitis, aquibus se continuo deberet avertere cogitatio, libenter sola31 Rom. 6, 13.32 Mt. 6, i2.aEditio Lov., in consensionem.XII, 12, 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAB 681zón, que se orienta a la ciencia, pues la ciencia llamada deacción raciocina sobre los objetos corporales que el sentidodel cuerpo percibe; y será bueno su razonar ®i refiere esteconocimiento al fin de un bien sumo; malo, si el alma sepropone gozar de estos bienes para descansar en su felicidadmentirosa.Cuando el sentido bestial de la carne excita a la cariciadel goce a esta parte inferior de la mente, que se ocupa delas cosas temporalea y terrenas con la vivacidad propia desu raciocinio, impulsada por la necesidad misma de su acción,y usa de ellas como de un bien privado y propio y nocomo público y común, cual es el bien inconmutable, entonceses como si la serpiente hablase a la mujer. Consentiren este halago es comer del fruto prohibido. Y si esteconsentimiento se satisface con sólo el deleite del pensamiento,y la autoridad de un consejo superior contiene losmiembros para que no sean entregados como armas de iniquidadal pecado, sería como si la mujer sola gustase delfruto vedado. Finalmente, si, además de consentir en usarmal de las cosas que se perciben por los sentidos del cuerpo,decide que todo pecado, si está en su poder, sea consumadopor el cuerpo, entonces se ha de entender que aquellamujer dio a su marido y ambos gustaron del pomo ilícito.No es posible el pecado, ni de pensamiento ni de obra,si la atención del alma, con poder absoluto para lanzar losmiembros a la acción o refrenarlos, no cede servilmente alacto culpable 8 .18. Ciertamente no se puede negar el pecado cuando elalma se deleita en pensamientos ilícitos, aunque no se decidaa ponerlos por obra, si retiene y rumia con agrado loque rechazar debía en el instante mismo de su aparición;pero es un pecado mucho menor que si se determina llevarloa la práctica. Es, pues, necesario pedir perdón de estospensamientos, golpearse el pecho y decir: Perdónanos nuestrasdeudas; luego, poner por obra lo que se añade en laplegaria: así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.En el caso de aquellos dos seres primeros, cada uno respondíapor su persona; y si la mujer sola hubiese gustadodel fruto vedado, ella sola hubiera sido condenada a penade muerte 9 ; pero en el hombre individual, aunque sólo seadelicie el pensamiento en los placeres ilícitos, placeres3 Momentos psicológicos del pecador en el acto inmoral : imaginación,consentimiento y acción. Amplexo, concepción, parto.9 Esta opinión pasó a ser común entre los escolásticos. SantoTomás escribe : Si mulier peccasset. viro non peccante, forte illa inpeccato suo mortua fuisset, et Deus aliam uxorem providisset (InII Sent., d. 26, q. i, a. 2 ad 4). Cf. Summa Theol., 1-2, q. 8i, a. 5.


682 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 13, 20pascatur, nec faeienda decernantur mala, aed tantum suaviterin reeordatione teneantur, quasi mulierem sine viroposse damnari: absit hoe credere. Haec quippe una personaest, unus homo *est, totusque damnabitur, nisi haec quaesine volúntate operandi, sed tamen cum volúntate animumtalibus oblectandi, solius cogitationis sentiuntur esse peccata,per Mediatoris gratiam remittantur.19. Haec itaque disputatio qua in mente uniuscuiusquehominis quaesivimus quoddam rationale coniugium contemplationiset actionis, officiis per quaedam singula distributis,tamen in utroque mentís unitate servata, salva illiusveritatis historia, quam de duobus primis hominibus, viroscilicet eiusque muliere, de quibus propagatum est genushumanum, divina tradit auctoritas, ad hoe tantummodoaudienda est, ut intelligatur Apostolus imaginem Dei virotantum tribuendo, non etiam feminae, quamvis in diversosexu duorum hominum, aliquid tamen significare voluissequod in uno nomine quaereretur.CAPUTXIIIXTX, 13, 20 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 683que tiene obligación de rechazar al nacer, y no esté resueltoa obrar el mal, retozándose en la suavidad de este recuerdo,lejos de nosotros el creer que sólo el pensamientomerece ser castigado, cual mujer sin varón. Aquí sólo existeuna persona, un hombre solo, y todo él ha de sor condenado;a no ser que estos pecados cometidos sin el propósitode descender a la acción, con sólo el pensamiento ilícito dela complacencia culpable, nos sean perdonados por la graciadel Mediador.19. Este nuestro discurrir en busca de un cierto connubioracional entre la contemplación y la acción en la mentede todo hombre, con reparto de empleos diversos, aunqueconservando siempre la unidad del alma, y salva la historiaverídica de aquellos primeros seres, varón y hembra, origendel género humano, según nos lo atestigua la divina <strong>Verdad</strong>,no tiene otro fin que la de explicar cómo se ha de entenderel pasaje del Apóstol donde atribuye la imagen de Dios alvarón, no a la mujer, queriendo, en la diferencia de sexosde los dos seres humanos, invitarnos a escudriñar su ocultosignificado en cada hombre.OPINIO EORUM QUI VIRO MENTEM, MULIERE SENSUM CORPORISSIGNIFICARI SENSERUNTCAPÍTULOXIII20. Nec me fugit, quosdam qui fuerunt ante nos egregildefensores catholicae fidei et divini eloquii tractatores, cumin homine uno, cuius universam animam bonam quemdamparadisum esse senserunt, dúo ista requirerent, virum mentem,mulierem vero dixisse corporis sensum. Et secundumhanc distributionem qua vir ponitur m¡ens, sensus vero corporismulier, videntur apte omnia convenire, si consideratatractentur: nisi quod in ómnibus bestiis et volatilibus scriptumest non esse inventum viro adiutorium simile illi, ettune est ei mulier facta de.latere 33 .Propter quod ego non putavi pro muliere sensum corporisesse ponendum, quem videmus nobis et bestiis essecommunem; sed aliquid volui quod bestiae non haberent:sensumque corporis magis pro serpente intelligendum existimavi,qui legitur sapientior ómnibus pecoribus terrae 3 *.In eis quippe naturalibus bonis, quae nobis et irrationabilí-33 Gen. 2, 20-22.34 Ibid., 3) i.OTRA INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA: EL VARÓN SIGNIFICA LAMENTE, Y LA MUJER LOS SENTIDOS <strong>DE</strong>L CUERPO20. No ignoro que, antes de nosotros, algunos ilustrespaladines de la fe católica y autorizados expositores de las<strong>Escritura</strong>s divinas, al buscar estos dos principios en el hombresingular y considerando toda alma buena como una especiede paraíso, afirmaron que el varón representaba la inteligencia,y la mujer los sentidos del cuerpo. Si con seriedadreflexionamos sobre esto, nos parecerá adaptarse a maravillatodo este reparto, según el cual, el varón es la inteligencia,y la mujer los sentidos del cuerpo; pero está escrito que entretodas las aves y bestias no se encontró una ayuda semejanteal hombre, y entonces fué la mujer creada de sucostado.Por esta razón no juzgo oportuno simbolizar en la mujerlos sentidos del cuerpo, pues sabemos nos son con losanimales comunes, y preferí buscar algo que no se encuentreen las bestias, representando en la serpiente, la másastuta de todos los animales de la tierra, el sentido corporal.En efecto, entre todos los bienes de naturaleza que


684 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 14, 22bus animantibus videmus esse eommunia, vivacitate quadamsensus excellit: non ille de quo scriptum est in Epístolaquae est ad Hetoraeos, ubi legitur, perfectorum esse solidumcibum, qui per habitum eoaercitatos habent sensus adseparandum bonum a malo 3 *; illi quippe sensus naturaerationalis sunt ad intelligentiam pertinentes: sed iste sensusquinquepartitus in corpore, per quem non solum a nobis,verum etiam a bestiis corporalis species motusque sentitur.21. Sed sive isto, sive illo, sive aliquo alio modo accipiendumsit, quod Apostolus virum dixit imaginem et gloriamDei, mulierem autem gloriam viri 36 ; apparet tamencum secundum Deum vivimus, mentem nostram in invisíbíliaeius intentara, ex eius aeternitate, veritate, chántate,proficienter deberé forman: quiddam vero rationalis intentionisnostrae, hoc est eiusdem mentis, in usum mutabiliumcorporaliumque rerum, sine quo haec vita non agitur, dirigendum;non ut conf ormemur a huic saeculo 37 , finem constituendoin bonís talibus, et in ea detorquendo beatitudinisappetitum; sed ut quidquid in usu temporalium rationabiliterfacimus, aeternorum adipi^cendorum contemplatione facimus,per ista transeúntes, illi-s inhaerentes.CAPUTXIVÍNTER SAPIENTIAM ET SCIENTIAM QUID DISTET. CULTOS <strong>DE</strong>I,AMOR EIUS. QUOMODO PER SAPIENTIAM FIAT COGNITIO INTELLEC-TUALIS RERUM AETERNARUMHabet enim et scientia modum suum bonum, si quod inea inflat vel inflare assolet, aeternorum charitate vincatur,quae non inflat, sed, ut scimus, aedificat S8 . Sine scientiaquippe nec virtutes ipsae, quibus recte vivitur, possunt haberi,per quas haec vita misera sic gubernetur, ut ad illamquae veré beata est, perveniatur aeternam.22. Distat tamen ab aeternorum contemplatione actioqua bene utimur temporalibus rebus, et illa sapientiae, haecscientiae deputatur. Quamvis enim et illa quae sapientia38 Hebr. 5, 14.36 1 Cor. 11, 7."' Rom. 12, 2.sí - 1 Cor. S, 1.» Pllires Mss,, conformétur.XII, 14, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 985vemos nos son con los irracionales comunes, sobresale, porsu vivacidad, el sentido; no aquel del cual está escrito enla Carta a los Hebreos, en el pasaje donde se lee: EL manjarsólido es para los perfectos, los que por costumbre tienenejercitados los sentidos en discernir lo bueno de lo malo •porque éstos son sentidos de la naturaleza racional y pertenecena la inteligencia; sino que se trata de este quíntuplesentido, repartido por todo el cuerpo, y mediante él, no sólonosotros, sino incluso los animales, pueden percibir las formasy movimientos corpóreos.21. Pero ya interpretemos el dicho del Apóstol, en elque llama al varón imagen y gloria de Dios y a la mujergloria del varón, en este o aquel sentido, o de otra maneracualquiera, es evidente que al vivir según Dios, ancladanuestra inteligencia en sus perfecciones invisibles, ha deperfeccionarse gradualmente el alma en caridad, eternidady verdad. Mas siempre una parte de nuestra atención racional,es decir, de nuestra mente, por necesidad se ha deocupar en el uso de las cosas materiales y mudables, sinlas que es imposible vivir; no para conformarnos a estesiglo, poniendo nuestro fin en dichos cuidados y desviandohacia ellos el deseo de nuestra felicidad, sino de tal suerteque cuanto racionalmente hagamos en el uso de los bienestemporales, lo hagamos para conseguir la contemplación delos eternos, caminando por medio de aquéllos con la miradafija en éstos.CAPITULOXIVSABIDURÍA Y CIENCIA. EL CULTO <strong>DE</strong> DIOS ES SU AMOR. CÓMOPOR LA SABIDURÍA HA LUGAR EL CONOCIMIENTO <strong>DE</strong> LAS COSASETERNASTiene la'ciencia su justo medio, si lo que en ella infla osuele inflar es vencido por el amor do lo eterno, que noinfla, sino que, como ya sabemos, edifica. Sin ciencia, niadquirir podríamos estas mismas virtudes, que nos hacenvivir una vida sin tacha y por las que se gobierna estamísera vida, de manera que logremos alcanzar la eterna,vida verdaderamente feliz.22. Sin embargo, la acción que nos lleva a usar rectamentede las cosas temporales dista de la contemplaciónde las realidades eternas: ésta se atribuye a la sabiduría,aquélla a la ciencia. Aunque, en rigor, la. sabiduría puede


686 BE TRTNITATE XII, 14, 23est, possit scientia nuneupari, sicut et Apostolus loquitur,ubi dicit: Nunc scio ex parte, tune autem cognoscam sicutet cognitus sum S9 ; quam scientiam profecto contemplationisDei vult intelligi, quod sanctorum erit praemium summum;tamen ubi dicit: Alii quidem datur per Spiritum sermo sa'pentiae, alii sermo scientiae secundum eumdem Spiritum 40 ;haec utique dúo sine dubitatione distinguit, lieet non ibi explicetquid intersit, et unde possit utrumque dignosci.Verum Scripturarum sanctarum multiplicem eopiamserutatus, invenio scriptum esse in libro Iob, eodem sanctoviro loquente: Ecce pietas est sapientia; abstinere autem amalis est scientia 41 . In hac diíferentia intelligendum est adcontemplationem sapientiam, ad actionem scientiam pertinere.Pietatem quippe hoc loco posuit Dei cultum, quaegraece dicitur 0eoo-ápejcr. Nam hoc verbum habet ista sen tentíain codicilbus graecis. Et quid est in aeternis excellentiusquam Deus, cuius sdlius immutabilis est natura?Et quis cultus. eius, nisi amor eius, quo nunc desideramuseum videre. credimusque et speramus nos esse visuros;et quantum proficimus videmus nunc per sveculum in aeniamate.tune avtem in manifestatione? Hoc est enim quod aitapostolus Paulus: facie ad faciem 42 / hoc etiam quod Ioannes:Dilectissimi, nunc filii Dei sumus, et nondum aipparuitquid erimus; scimus guia cum apparuerit, símiles ei erimus,quoniam videbimus eum sicuti est 43 . De his atque huiusmodisermo a ipse mihi videtur esse sermo sapientiae.Abstinere autem a malis, quam Iob scientiam dixit esse,rerum procul dubio temporaüum est. Quoniam secundumtemnus in malis sumus, a quibus abstinere d»bemus, ut adilla bona aeterna veniamus. Quamobrem quidquid prudenter,forti+er. tempemnter et inste agimus. ad eam pertinet scientiamsive disciph'nam, qua in evitandis malis bonisque app^tendis actio nostra versatur; et quidquid propter exemplavel calenda, vel imitanda, et propter quarumque rerum quaenostris accommodata sunt usibus necessaria documenta, his.torica cognitione colligimus.23. De his ergo sermo cum fit, eum scientiae sermonemputo, discernendum a sermone sapientiae. ad quam pertinentea quae nec fuerunt, nec futura sunt, sed sunt, etpropter eam aeternitatem in qua sunt,


688 PE TRIKITATE XII, 14, 23futura esse dicuntur, sine ulla mutatoilitate temporum. Nonenim sic fuerunt ut esse desinerent, aut sic futura suntquasi nunc non sint: sed idipsum esse semper habuerunt,semper habí tura sunt. Manen t autem, non tanquam in spatiislocorum fixa veíuti corpora, sed in natura incorporalisic intelligibilia praesto sunt mentís aspectibus, sicut ístain locis visibilia vel contrectabilia corporis sensibus.Non autem solum rerum sensi'bilium in locis positarumsine spatiis localibus manent intelligibiles incorporalesquurationes; verum etiam motíonum in temporibus transeuntiumsine temporali transitu stant etiam ipsae utíque intelligibiles,non sensibiles. Ad quas mentís acie pervenire paucorumest; et cuín pervenitur, quantum fieri potest, non ineis manet ipse perventor, sed veluti acie b ipsa reverberatarepellitur, et fit rei non transitoriae -transitoria cogitatio.Quae tamen cogitatio transiens per disciplinas quibuseruditur animus, memoriae commendatur, ut sit quo redirépossit, quae cogitetur inde transiré: quamvis si ad memoriamcogitatio non rediret, atque quod commendaverat ibiinveniret, velut rudis ad hoc sicut ducta fuerat duceretur,idque inveniret ubi primum invenerat, in illa scilicet incorpóreaveritate, unde rursus quasi descriptum in memoriafigeretur. Ñeque enim sicut manet, verbi gratia, quadraticorporis incorporalis et incommutabilis ratio, sic in ea manethominis cogitatio; si tamen ad eam sine phantasia spatiilocalis potuit pervenire.Aut si alicuius artificiosi et musici soni per moras temporistranseuntis numerositas comprehendatur, sine temporestans in quodam secreto altoque silentio, tamdiu saltemcogitari potest quamdiu potest lile cantus audiri: tamenquod inde rapuerit etsi transiens mentís aspectus, et quasiglutiens in ventrem c ita in memoria reposuerit, poterit recordandoquodam modo ruminare, et in disciplinam quodsic didicerit traiioere. Quod si fuerit omnímoda obiivionedeletum, rursus doctrina duce ad id venietur quod penitusexciderat, et sic inveni-etur ut erat.b Plores Mss., artes:c Mss., in véntre.XII, 14, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 689que fueron, son y serán, sin mutabilidad alguna de tiempo.Y no fueron, como si dejasen de ser, ni serán, comosi ahora no fuesen, pues siempre tuvieron y tendrán idénticoser. Permanecen, pero no fijas en lugares espaciales,como los cuerpos, porque en la naturaleza incorpórea sepresentan a la mirada del alma tan inteligibles como los objetospalpables y visibles a los sentidos del cuerpo en elespacio.Subsisten sin extensión espacial las razones inteligiblese incorpóreas de las cosas sensibles ubicadas en el lugar, ypermanecen también las razones de las mismas mocionestemporales y transitorias sin sucesión de tiempo, como inteligibles,no como sensibles. Pero a pocos es dado llegaihasta ellas con la mirada de la inteligencia, y cuando sellega, en cuanto es posible, no es dable fije en ellas la miradael espectador, sino que su vista se siente como rechazada,surgiendo entonces un conocimiento fugaz de la realidadque no pasa.Y este pensamiento, al avanzar a través de las disciplinasque ilustran al alma, se confía a la memoria, para asípoder retornar y pensar, pues por el momento se le obligaa pasar adelante; y si el pensamiento no recurre a lamemoria y encuentra lo que confiado tenía, como un ignoranteserá conducido de nuevo como la vez primera y harásu descubrimiento donde antes, es decir, en la verdad incorpórea,grabando en su memoria el sello descriptivo dela realidad. El pensamiento del hombro no subsiste con lasubsistencia de la razón inmaterial e inconmutable de uncuerpo, verbigracia, cuadrado, si es capaz de llegar hastaella desnudo de todo fantasma espacial, o, si la cadenciaarmoniosa de un sonido se desliza en el tiempo, perdura suritmo sin tiempo en un secreto y alto silencio; y se puedepensar en él mientras sea posible oír el canto; pero lo quearrebató la mirada fugaz de la mente y, cual si lo engulleraen el vientre, lo almacenó la memoria, sólo puede rumiarlomediante el recuerdo, y si lo aprende, podrá convertirlo endoctrina. Mas, si el olvido fuere completo, sólo bajo la guíade la enseñanza es posible arribar de nuevo hasta lo queconsideraba perdido, y lo encontrará como era.na al tratar del conocimiento divino de los futuros contingentes.He aquí sus palabras : Unde omnia quae sunt in tempore, sunt Veoab aeterno praesentia, non solum ea ratione qua habet rationesrerum apud se praesentes, ut quídam dicunt; sed etiam quia eiusintuitus jertur ab aeterno supra omnia prout sunt in sua praeseniialitate(Summa Theol., i, q. 14, a. 13).Y esta presencialidad no es sólo intencional, sino física ; perono se ha de entender corno una anticipada producción de las cosas,sino como una coextensión de la eternidad en el tiempo, porque laeternidad simul existens totum ambit tempus.


eso<strong>DE</strong> TRINITATE XII, 15, 24XII, 15, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 601CAPUT XVCAPITULOXVCONTRA REMINISCENTIAM PLATONIS ET PYTHAGORAE. SAMMIUSPYTHAGORAS. <strong>DE</strong> DIFFERENTIA SAPIENTIAE A SCIENT1A, ET <strong>DE</strong>QTJAERENDA TRINITATE IN SCIENTIA TEMPORALIUM24. Unde Plato ille philosophus nobilis persuadere conatusest vixisse hic animas hominum, et antequam istacorpora gererent: et hinc esse quod ea quae discuntur, reminiscunturpotius cognita, quam cognoscun tur nova. Retulitenim, puerum quemdam nescio quae de geométrica a interrogatum, sic respohdisse, tanquam esset illius peritissimusdisciplinae. Gradatim quippe atque artificióse interrogatus,videbat quod videndum erat, dicebatque quod viderat.Sed si recordatio haec esset rerum antea cognitarum, nonutique omnes vel pene omnes, cum illo modo interrogarentur,hoc possent. Non enim omnes in priore vita geometraefuerunt, cum tam rari sint in genere humano, ut vix possitaliquis inveniri: sed potius credendum


692 <strong>DE</strong> TRINITATE XII, 15, 25cernit, quia ista iam noverat antequam in hac carne crearetur.Denique cur de solis rebus intelligibilibus id fieripotest, ut bene interrogatus quisque respondeat quod adquamque pertinet disciplinam, etiamsi eius ignarus est? Curhoc faceré de rebus sensibilibus nullus potest, nisi quas istovidit in corpore constitutus, aut eis quae noverat indicantibuscredidit, seu litteris cuiusque, seu verbis? Non enimacquiescendum est eis qui samium Pythagoram ferunt recordatumfuisse talia nonnulla quae fuerat expertus b , cumhic alio iam fuisset in corpore: et alios nonnullos narrantalii, eiusmodi aliquid in suis mentibus passos.Quas falsas fuisse memorias, quales plerumque experimurin somnis, quando nobis videmur reminisci quasi egerimusaut viderimus, quod nec egimus omnino nec vidimus;et eo modo affectas esse illorum mentes etiam vigilantium,instinctu spirituum malignorum atque fallacium, quibus curaeest de revolutionibus animarum. falsam opinionem addecipiendos nomines firmare vel serere, ex hoc coniici potest,quia si veré illa recordarentur quae hic in alus antea positicorporibus viderant, multis ac pene ómnibus id contingeret:quandoquidem ut de vivis mortuos, ita de mortuis vivos,tanquam de vigilantibus dormientes, et de dormientibus vigilantes,sine cessatione fieri suspicantur.25. Si ergo haec est sapientiae et scientiae recta distinctio,ut ad sapientiam pertineat aeternarum rerum cognitiointellectualis; ad scientiam vero, temporalium rerum cognitiorationalis: quid cui praeponendum sive postponendumsit, non est difficile iudicare. Si autem alia est adhibendadiscretio, qua dignoscantur haec dúo, quae procul dubio distareApostolus docet, dicent: Alii datur quidem per Spiritumsermo sapientiae, alii sermo scientiae secundum eumdemSpiritum; tamen etiam istorum duorum quae nos posuimusevidentissima differentia est, quod alia sit intellectualis cognitioaeternarum rerum, alia rationalis temporalium, et huicillam praeponendam esse ambigit nemo.Relinquentibus itaque nobis ea quae sunt exterioris hominis,et ab eis quae communia cum pecoribus habemusintrorsum ascenderé cupientibus, antequam ad cognitionemrerum intelligibilium atque summarum quae sempiternaesunt veniremus, temporalium rerum cognitio rationalis occurrit.Etiam in hac igitur inveniamus, si possumus, aliquamtrinitatem, sicut inveniebamus in sensibus corpons,et in iis quae per eos in animam vel spiritum nostrum imaginaliterintraverunt; ut pro corporalibus rebus quas corbEditi, non fue-rat. Abest, non, a Mss.XII, 15, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 693maestro, no es por haber conocido estas cosas antes yade existir en esta carne.Por fin, ¿por qué únicamente en las realidades inteligiblespuede alguien responder cuando se le interroga conarte, aunque sea sobre una disciplina que ignora? ¿Por quénadie es capaz de hacerlo cuando se trata de cosas sensibles,a no ser que las haya visto en su existencia corpóreao lo haya creído a quienes lo saben y se lo comunicaronde palabra o por escrito? No se ha de dar crédito a losque dicen del samio Pitágoras que se recordaba de ciertassensaciones experimentadas cuando vivía en otro cuerpo:hay quienes ponen en otros idénticas experiencias.Se trata de falsas reminiscencias, como las que con frecuenciaexperimentamos en sueños, cuando nos parece recordarhaber visto o ejecutado lo que en realidad ni hemosvisto ni obrado. Estas mismas afecciones se producen enlas almas de los que están bien despiertos, bajo la influenciade los espíritus malignos y falaces, cuyo oficio es afianzaro sembrar erróneas doctrinas sobre la emigración de lasalmas con el fin exclusivo de engañar a los hombres. Si enrealidad se recordaran las cosas vistas en el mundo, al viviren otros cuerpos, todos o casi todos tendríamos estas experiencias;porque, según dicha opinión, se finge un continuoflujo y reflujo de la vida a la muerte y de la muerte a lavida, de la vigilia al sueño y del sueño a la vigilia.25. Si, pues, la verdadera distinción entre sabiduría yciencia radica en referir el conocimiento intelectual de lasrealidades eternas a la sabiduría, y a la ciencia el conocimientoracional de las temporales, no es difícil discernir acuál de las dos se ha de conceder la precedencia y a cuálel último lugar. Y si existe alguna otra nota característicapor la que se distingan estas dos cosas, porque hay ciertamenteentre ellas distinción manifiesta, como lo enseñael Apóstol cuando dice: A uno ha sido dado por el Espíritupalabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia, según elmismo Espíritu, con todo, la diferencia por nosotros puntualizadaes evidente, pues una cosa es el conocimiento intelectivode lo eterno, y otra la ciencia racional de lo caduco,y nadie dudará en dar sus preferencias al primero.Mas, dejando a un lado lo perteneciente al hombre exterior,al elevarnos interiormente sobro cuanto nos es con losanimales común, antes de arribar al conocimiento de las realidadesinteligibles y supremas, que son eternas, nos encontramoscon el conocimiento racional de las cosas temporales.Si es posible, descubramos en este conocimiento una especiede trinidad, como la descubrimos en los sentidos del cuerpoy en aquellas imágenes que a través de sus celosías se nos


6&4 <strong>DE</strong> IRINIIATE XH, 15, 25poreo foris positas attingimus sensu, intus corporum similitudineshaberemus impresas memoriae, ex quitous cogitatioformaretur. tertia volúntate utrumque iungente: sicut formabaturforis acies oculorum, quam voluntas, ut visio fieret,adhibebat rei visibili, et utrumque iungebat, etiam illic ipsase admovens tertiam.Sed non est hoc coarctandum in hunc librum, ut in eoqui sequitur, si Deus adiuverit, convenienter possit inquirí,et quod inventum fuerít explican.XH, 15, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 695entraron en el alma, que es espiritual. Así, en lugar de losobjetos materiales percibidos desde el exterior mediante elsentido del cuerpo, tendremos en nuestro interior las imágenesde los objetos impresas en la memoria, especies que informanel pensamiento, interviniendo la voluntad como tercerelemento unitivo, cual ocurría al realizarse la visióncorporal, pues la voluntad, para que la visión existiera, dirigíala mii jda sobre el objeto visible y unía a los dos, colocándoseella en medio, como un tercer elemento.Mas no encerremos esta afirmación dentro de los límitesdel libro presente, pues, si Dios nos ayuda, la podremos enel siguiente tratar más a fondo y exponer el resultado denuestra búsqueda.


LÍBERXIIIProsequitur de scientia, in qua videlicet, etiam ut a sapientiadistinguitur, trinitatem quamdam inquirere libro superiorecoepit, qua occasione hic fidem christianam commendans,explicat quomodo credentium sit fides una etcommunis. Tum beatitudinem omnes velle, nec tamen omniumesse fidem qua ad beatitudinem pervenitur. Hancautem fidem in Christo esse definitam qui in carne resurrexita mortuis, nec nisi per illum liberan quemquam adiáboli dominatu per remissionem peccatorum: et fuseostendit diabolum non potentia, sed iustitia vinci a Christodebuisse. Tándem huius verba fidei dum memoriaemandantur, inesse quamdam in animo trinitatem, quia etin memoria sunt verborum soni, etiam quando homo indenon cogitat; et inde formatur acies recordationis eius,quando de his cogitat; et demum voluntas recordantisatque cogitantis utrumque coniungit.LIBROXIIISe prosigue el estudio de la ciencia, en la que, incluso encuanto se distingue de la sabiduría, empezó a descubriren el libro anterior una cierta trinidad, y con esta ocasión,al recomendar la fe cristiana, explica cómo la fe delos creyentes es una. Luego prueba cómo el deseo de labienandanza existe en todos, y, sin embargo, no todosposeen la fe, por la que únicamente se llega a la felicidad.Esta fe está fundamentada en Cristo, que resucitóde entre los muertos, y nadie, a no ser por El, puede serlibertado del poder del demonio mediante la remisión delos pecados; y demuestra ampliamente cómo el diablodebió ser vencido por Cristo, no en poder, sino en justicia.Finalmente, se investiga cómo por las palabras dela fe, al confiarlas a la memoria, se forma en el almauna cierta trinidad, porque existen en la memoria lossonidos de las palabras, aun cuando el hombre no pienseen ellas, y ahí ha lugar la información de la mirada delrecuerdo cuando en ellas se piensa; y, por último, la voluntaddel que recuerda y piensa, que une ambas cosas.CAPUT ISAHENTIAE ET SCIENTIAE 0FFICIA EX SCRIPTURIS DISCERNEREAGGREDITUR. EX lOANNIS EXORDIO ALIA DICTA AD SAPIENTIAM,ALIA AD SCIENTIAM PERTINERE. QUAEDAM IBI FI<strong>DE</strong>I TANTUMAUXILIO COGNITA, QUOMODO FI<strong>DE</strong>M QUAE IN NOBIS EST VI<strong>DE</strong>MUS.IN EA<strong>DE</strong>M lOANNIS NARRATIONE, ALIA SUNT CORPORIS SENSU,ALIA TANTUM ANIMI RATIONE COGNITA1. In libro superiore huius operis duodécimo satis egimusdiscernere rationalis mentís officium in temporalibusrebus, ubi non sola cognitio, verum et actio nostra versatur,CAPÍTULO ITRATA <strong>DE</strong> DISCERNIR LOS OFICIOS <strong>DE</strong> LA SABIDURÍA Y <strong>DE</strong> LACIENCIA A LA LUZ <strong>DE</strong> LAS ESCRITURAS. POR EL EXORDIO <strong>DE</strong><strong>SAN</strong> JUAN <strong>DE</strong>MUESTRA CÓMO UNAS SENTENCIAS SE REFIEREN ALA SABIDURÍA Y OTRAS A LA CIENCIA. ALGUNAS COSAS <strong>DE</strong> LASQUE ALLÍ SE NARRAN SÓLO CON EL AUXILIO <strong>DE</strong> LA FE SE CONO­CEN, OÓMO VEMOS LA FE QUE EN NOSOTROS EXISTE. EN LAMISMA NARRACIÓN <strong>DE</strong> <strong>SAN</strong> JUAN HAY COSAS QUE SE CONOCENPOR LOS SENTIDOS <strong>DE</strong>L CUERPO Y OTRAS SÓLO POR LARAZÓN <strong>DE</strong>L ESPÍRITU• 1. En el libro anterior, duodécimo de esta obra, tratamosde distinguir entre el oficio del alma racional en lascosas temporales, campo donde se ejercita no sólo nuestro


608 <strong>DE</strong> TRINITATE XHT, 1, 2ab excellentiore eiusdera mentís officio, quod contemplandisaeternís rebus impenditur, ac sola cognitione finitur. Commodiusautem fieri puto, ut de Scripturis sanctis aliquidinterseram, quo facilius possit utrumque dignosei.2. Bvangelium suum Ioannes evangelista sic exorsuaest: In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum,et Deus erat Verbum: hoc erat in principio apud Deum.Omnia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil:quod factum est in ipso vita erat, et vita erat lux hominum,et lux in tenebris lucet, et tenebrae eam non comprehenderunt.Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Ioannes: hicvenit in testimonium, ut testimonium perhiberet de lumine,ut omnes crederent per ülum. Non erat Ule lux, sed ut testimoniumperhiberet de lumine. Erat lux vera quae Üluminatomnem hominem venientem in hunc mundum. In mundo erat,et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognovit.In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquotautem receperunt eum, dedit eis potestatem filios Dei fien,iis qui credunt in nomine eius: qui non ex sanguinibus, ñequeex volúntate carnis, ñeque ex volúntate viri, sed ex Deonati sunt. Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis.Et vidimus gloriam eius, gloriam quasí Unigeniti a Patre,plenum gratiae et verítatis 1 .Hoc totum quod ex Evangelio posui, in praecedentibussuis partibus habet quod imimutabile ac sempiternum est,cuius contemplatio nos beatos facit: in consequentibus veropermixta eum temporalibus eommemorantur aeterna. Ac perhoc aliqua ibi ad scientiam pertinent, aliqua ad sapientiam,sicut in libro duodécimo nostra praecessit distinctio. Nam:In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, etDeus erat Verbum: hoc erat in principio apud Deum. Omniaper ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil: quodfactum est in ipso vita erat, et vita erat lux hominum, et luxin tenebris lucet, et tenebrae eam non comprehenderunt;contemplativam vitam requirit, et intellectuali mente cernendumest. Quá in re quanto magis quisque profecerit, tantofiet sine dubitatione sapientior.Sed propter id quod ait: Lux lucet in tenebris, et tenebraeeam non comprehenderunt; fide utique opus erat, quacrederetur quod nen videretur. Tenebras quippe intelligi voluit,av¿rsa ab huiusmodi luce eamque minus idónea contuericorda mortalium: propter quod adiungit et dicit: Fuithomo missus a Deo, cui nomen erat Ioannes: hic venit intestimonium, ut testimonium perhiberet de lumine, ut omnescrederent per 'ülum. Hoc iam temporaliter gestum est,1 lo. i, 1-14.XMI, 1, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 6&9conocimiento, sino también nuestra acción, y el oficio másnoble del alma, entregada a la contemplación de lo eterno,sólo limitada por el conocimiento.Ahora me parece oportuno citar un texto de las santas<strong>Escritura</strong>s, a fin de hacer más asequible la inteligencia deambas.2. El evangelista San Juan inicia así su Evangelio:En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios,y el Verbo era Dios. Este en el principio estaba en Dios.Todas las cosas fueron hechas por El, y sin El no se hizonada de cuanto ha sido hecho. En El estaba la vida, y lavida era luz de los hombres, y la luz luce en las tinieblas,y las tinieblas no la abrazaron. Hubo un hombre enviadopor Dios, cuyo nombre era Juan. Este vino a dar testimoniode la luz, para testificar de la luz, para que todos creyesenen El. No era él luz, sino que vino para testimonio dela luz. Existía ya la luz verdadera que ilumina a todo hombreque viene a este mundo. Estaba en el mundo, y el mundofué hecho por El, y el mundo no le conoció. Vino a sucasa, y los suyos no le recibieron. Mas a los que le recibierondiales poder de ser hijos de Dios, a los que en su nombrecreyesen: que no de la sangre ni de la voluntad carnal, sinode Dios son nacidos. Y el Verbo se hizo carne y habitó entrenosotros, y vimos su gloria, gloria como de unigénito delPadre, lleno de gracia y de verdad.En este texto, tomado del Evangelio, la primera parte serefiere a lo inmutable y eterno, cuya contemplación nos hacedichosos; en lo que sigue, lo eterno se menciona mezcladocon lo temporal. Algunas cosas pertenecen a la ciencia yotras a la sabiduría, según la distinción que sentamos enel libro XII. En el principio existía el Verbo, y el Verboestaba en Dios, y el Verbo era Dios. Este estaba en elprincipio en Dios. Todo ha sido hecho por El, y sin Elnada se hizo de cuanto ha sido hecho. En El estaba lavida, y la vida era luz de los hombres, y la luz luce enlas tinieblas; pero las tinieblas no la abrazaron. Esto serefiere a la vida contemplativa, y se ha de considerar conla mente intelectual Y cuanto más en esta ciencia se progrese,tanto más sabio sin duda se haráLa fe es necesaria para creer lo que no vemos, a causade las palabras que siguen: La luz resplandece en las tinieblas,pero las tinieblas no la abrazaron Por tinieblas quisodar a entender los corazones de los mortales, contrarios A¡•a .'uz e incapaces de contemplarla; por eso continúa y dice:Hubo un hombre enviado por Dios, llamado Juan. Este vinopara dar testimonio de la luz, para que todos creyesen porél. Todo esto sucedió en el tiempo y pertenece a la ciencia


700 <strong>DE</strong> TRINITATExjrrr, i, 3et ad scientiam pertinet, quae cognitione histórica, continetur.Hominem autem Ioannem in phantasia cogitamus,quae de humanae naturae notitia impressa est nostrae memoriae.Et hoc eodem modo cogitant, sive qui ista non credunt,sive qui credunt. Utrisque enim notum est quid sithomo, cuius exteriorem partem, id est, corpus per corporislumina didicerunt: interiorem vero, id est, animam in seipsis, quia et ipsi homines sunt, et per humanam conversationemcognitam tenent: ut possint cogitare quod dicitur:Fuit homo cid nomen erat Ioannes; quia et nomina sciuntloquendo et audiendo. Quod autem ibi est, missus a Deo;fide tenent qui tenent: et qui ñde non tenent, aut dubitationeambigunt, aut infidelitate derídent. Utrique tamen, sinon sunt ex numero nimis insipientium, qui dicunt in cordesuo: Non est Deus 2 , haec audientes verba, utrumque cogitant,et quid sit Deus, et quid sit mitti a Deo; et si non sicutres se habent, at certe sicut valent.3. Fidem porro ipsam quam videt quisque in corde suoesse, si credit, vel non esse, si non credit. aliter novimus:non sicut corpora quae videmus oculis corporeis, et per ipsorumimagines quas memoria tenemus, etiam absentia cogitamus;nec sicut ea quae non vidimus, et ex iis quae vidimuscogitatione utcumque formamus, et memoriae commendamus,quo recurramus cum voluerimus, ut illic ea, velpotius qualescumque imagines eorum quas ibi fiximus, similiterrecordatione cernamus; nec sicut hominem vivum, cuiusanimam etiamsi non videmus, ex nostra coniicimus, et exmotibus corporalibus hominem vivum, sicut videndo a dicimus,intuemur etiam cogitando. Non sic videtur fides in corde,in quo est, ab eo cuius est: sed eam tenet certissimascientia, clamatque conscientia.Cum itaque propterea credere iubeamur, quia id quodcredere iubemur, videre non possumus; ipsam tamen fidemquando inest in nobis, videmus in nobis: quia et rerum absentiumpraesens est fides, et rerum quae foris sunt intusest fides, et rerum quae non videntur videtur fides, et ipsatamen temporaliter fit in cordibus hominum; et si ex fidelibus,infideles fiunt, perit ab eis.Aliquando autem et rebus falsis accommodatur fides: loquimurenim sic, ut dicamus: "Habita est ei fides, et decepit."Qualis fides, si tamen et ipsa dicenda est fides, nonculpabildter de cordibus perit, quando eam inventa veritaspellit. Optabiliter autem rerum verarum in easdem res fides2 Ps. 13, 1.» Plures Mss., vi-vendo.XIII, 1, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 701objeto del conocimiento histórico. Imaginamos a Juan comohombre, conforme a la noción que de la naturaleza humanatenemos impresa en nuestra memoria. Y esto lo imaginanlo mismo los que creen que los que no creen estas cosas. Todossaben qué es un hombre, cuyo exterior, es decir, el cuerpo,lo conocen por los ojos de la carne; el interior, esto es, elalma, lo conocen en sí mismos, pues son hombres, y, además,por el conocimiento adquirido en su contacto con lahumanidad. Así pueden entender la expresión: Hubo unhombre que se llamaba Juan. Los nombres se conocen opronunciándolos u oyéndolos pronunciar. Lo que se añadeal decir: enviado por Dios, por fe lo creen los que creen;porque los que no creen lo ponen en duda o, en su infidelidad,se burlan de estas cosas. Pero unos y otros, si no sondel número de aquellos necias que afirman en su corazón:No hay Dios, al escuchar estas palabras piensan dos cosas: qué es Dios y qué significa enviado por Dios; y si a larealidad no se aproximan, al menos se lo representan comopueden., ¡i; i :•*j3. Muy de otra manera conocemos la fe, que cada unove en su corazón, si cree, y si no cree, no existe: no la conocemoscomo conocemos los objetos, que vemos con losojos del cuerpo, y mediante sus imágenes, impresas en lamemoria, pensamos en los objetos ausentes; ni como conocemoslas cosas que jamás hemos visto, y de las cuales nosformamos una idea muy vaga sirviéndonos de las cosas yaconocidas, y las encomendamos también a la memoria, recurriendoa ella cuando nos viene en gana ver estas cosasen el recuerdo, o mejor, las imágenes con mayor o menorexactitud allí esculpidas; ni como conocemos un hombre quevive, pues, aunque no vemos su alma, la conjeturamos por lanuestra y nos representamos en la imaginación al hombrevivo por los movimientos del cuerpo que nuestros ojos hanvisto. No es así como se ve la fe en el corazón donde existoy por el que la posee, pero la ve con una ciencia muy cierta,y la conciencia proclama su existencia.Se nos manda creer precisamente porque no podemosVer lo que se nos preceptúa creer; con todo, si la fe existeen nosotros, la vemos dentro de nosotros, porque siempreestá presente la fe de la- -fosas ausentes y en nuestro interioralienta la fe de las realidades extrínsecas; y es visiblela fe de lo invisible y temporalmente nace en los corazonesde los mortales, feneciendo por completo cuando de creyentesse tornan incrédulos.A veces la fe se acomoda al error. Se dice en lenguajecorriente: "Le di crédito y me engañó". Esta fe, si fe merecellamarse, desaparece sin culpa cuando la verdad laarroja del corazón. La de las cosas verdaderas es desea-


702 <strong>DE</strong> TRINITATE XXII, 1, 4transit. Non enim dicendum est: "Perit", quando ea, quaecredebantur, videntur. Numquid enim adhuc fides dicendaest, cum definí ta sit in Epístola ad Hebraeos fides, dictumquesit eam esse convictionem rerum quae non videntur? 34. Deinde quod sequitur: Hic venit in testimonium, uttestimonium perhvberet de lumine, ut omnes crederent perülum; actio, ut diximus, temporalis est. Temporaliter enimtestimonium penhibetur etiam de re sempiterna, quod estintelligibile lumen. De quo ut testimonium perhiberet venitIoannes, qui non erat lux, sed ut testimonium perhiberet delumine. Adiungit enim: Erat lux vera quae illuminat omnemhominem venientem in huno mundum. In mundo erat, etmundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognovit.Ih propria venit, et sui eum non receperunt. Haec verba omnia,qui latinam iinguam sciunt, ex rebus intelligunt quas noverunt.Quarum aliquae nobis innotuerunt per corporis sensus,sicut homo, sicut ipse mundus, cuius tam evidentemmagnitudinem cernimus, sicut eorumdem verborum soni;nam et auditus sensus est corporis: aliquae autem per animirationem, sicut id quod dictum est: Et sui eum non receperunt:.intelligitur enim: "Non in eum crediderunt"; quodquid sit, nullo corporis sensu, sed animi ratione cognovimus.Ipsorum etiam verborum, non sonos b , sed significationes,partim per corporis sensum, partim per animi rationem didicimus.Nec ea verba nunc primum audivimus: sed quaeiam audieramus; et non solum ipsa, verum etiam quae significarent,cognita memoria tenebamus, et hic agnovimus.Hoc enim nomen dissyllabum cum dicitur, mundus, quoniamsonus est, res utique corporalis per corpus innotuit, idest, per aurem: sed etiam quod significat per corpus innotuit,id est, per oculos carnis. Mundus quippe in quantumnotus est, videntibus notus est. At hoc verbum quatuor syllabarumquod est: "crediderunt", sonó suo, quoniam corpusest, per aurem carnis iillabitur: quod autem significat,nullo corporis sensu, sed animi ratione cognoscitur. Nisienim quid sit: "Crediderunt", per animum nossemus, non intelligeremusquid non fecerint illi de quibus dictum est: Etsui eum non receperunt. Sonus ergo verbi forinsecus instrepitauribus corporis, et attingit sensum qui vocatur auditus.Species queque hominis et in nobis ipsás nobis nota est,et forinsecus in alus adest corporis sensibus; oculis, cumvidetur; auribus, cum auditur; tactui, cum tenetur et tangí-3 Hebr. ri, i.b Editi, non soliim sonos. Abest, solum, a Mss.XDI, 1, 4 PE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA 'TRINIDAD 703ble se convierta en realidad. No se puede decir: "Pereció",cuando se ven las cosas en las cuales creíamos. Mas ¿podráentonces llamarse fe, si se la define en ,1a Carta a los Hebreosconvicción de las cosas que no se ven?4. Sigue el texto: Juan vino en testimonio, para testificarde la luz, a fin de que todos creyesen por él; la acción,como dije, es temporal. Se testifica en el tiempo de una cosaeterna, como es la luz inteligible. Para dar testimonio de estaluz vino Juan, que no era luz, sino para testificar de la luz,Y añade: Era (el Verbo) luz verdadera que ilumina a todohombre que viene a este mundo. Estaba ya en el mundos, Vel mundo fué hecho por El; y el mundo no le conoció. Vinoa su casa, y los suyos no le recibieron. Todas estas palabraslas entienden los que por propia experiencia conocen el idiomanativo. Conocemos algunas por los sentidos del cuerpo;por ejemplo, el hombre; el mundo, cuya magnitud visiblecontemplamos; los mismos sonidos de las palabras, pues esel oído uno de los sentidos corporales; otras las conocemospor la inteligencia, como aquellas: Y los suyos no le recibieron;palabras que se han de entender de este modo: "Lossuyos no creyeron en El". Y este concepto nos es familiary lo conocemos, no por algún sentido corpóreo, sino por elalma racional.No el sonido de las palabras, sino su significado nos esconocido, parte por el sentido del cuerpo, parte por la razón.Porque no oímos ahora estas palabras por vez primera:ya antes las habíamos escuchado; y nos era conocidono sólo el sonido de la palabra, sino incluso su significado,y su recuerdo vivía en nuestra memoria, y aquí es dondo loreconocemos.Este nombre disílabo, mundo, es algo material, pues essonido, y nos es conocido por el cuerpo, esto es, por el oído;su significado es también óbjeto> de conocimiento sensorio,por ser objeto apropiado a la vista. En tanto es conocido elmundo en cuanto es conocido a los que lo ven. Pero esta palabratrisílaba: "creyeron" 1 , es como sonido material perceptibleal oído del cuerpo; su significado, empero, se conoceno por el sentido del cuerpo, sino por la razón. Si elalma no conociera el significado de la palabra "creyeron",no comprenderíamos tampoco qué es lo que hicieron aquellosde quienes se dice: Y los suyos no le recibieron. El sonido,pues, de la palabra restalla fuera en el pabellón auditivodel cuerpo e hirió el sentido llamado oído.Dentro, en nosotros, conocemos también la forma delhombre, y además está presente en la periferia a todos lossentidos del cuerpo: a los ojos, cuando se la ve; al oído, cuan-Ouatro en latín : Cre-di-de-runt.


704 <strong>DE</strong> TRINITATE XIH, 2, 5tur; habet etiam in memoria nostra imaginera suam, incorporalemquidem, sed corporis similem.Mundi denique ipsius mirabilis pulchritudo forinsecuspraesto est, et aspectibus nostris, et ei sensui qui dicitur tactus,si quid eius attingimus: habet etiam ipse intus in memorianostra imaginem suam, ad quam recurrimus, eum eumvel septi parietibus, vel etiam in tenebris cogitamus. Sed dehis imaginibus rerum corporalium, incorporalibus quidem,habentibus tamen similitudines corporum, et ad vitam exteriorishominis pertinentibus, iam satis in undécimo libro locutisumus.Nunc autem agimus de homine interiore, et eius scientia,ea quae rerum est temporalium et mutabilium: in cuius intentionemeum assumitur aliquid, etiam de rebus ad exterioremhominem pertinentibus, ad hoc assumendum est utaliquid inde doceatur quod rationalem adiuvet scientiam: acper hoc rerum quas eommunes eum animantibus irrationalibushabemus, rationalis usus ad interiorem hominem pertinet;nec recte dici potest eum irrationalibus animantibuseum nobis esse communem.CAPUT IIXIII, 2, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 705do se la oye; al tacto, cuando se la aprehende y toca; suimagen vive también en nuestra memoria, y, aunque es inmaterial,es, no obstante, semejante al cuerpo.Finalmente, esta misma peregrina hermosura del mundopresente está fuera a nuestra vista y al tacto cuando tocamosalguna de sus partes; existe también en el interioren nuestra memoria su imagen, a la que recurrimos cuando,rodeados de altos muros o espesas tinieblas, pensamosen él. Pero de las imágenes inmateriales de estas cosas corpóreas,con semejanzas corporales muy acusadas, que pertenecena la vida del hombre exterior, hemos ya habladobastante en el libro XI.Ahora tratamos del hombre interior y de su ciencia,que versa sobre las cosas temporales y mudables. Mas cuando,para conseguir su intento, se sirve de las realidades quese refieren al hombre exterior, es con el fin de sacar algunaenseñanza en apoyo de la ciencia racional; y por eso el usointeligente de las cosas que nos son con los irracionales comunes,pertenece al hombre interior, y no se puede afirmarnos sea con las bestias común.Fl<strong>DE</strong>S RES CORDIS, NON CORPORIS, QUOMODO COMMUNIS ET UNAOMNIUM CRE<strong>DE</strong>NTIUM. Fl<strong>DE</strong>S CRE<strong>DE</strong>NTIUM UNA NON SECUS ACVOLENTIUM VOLUNTAS UNA5. Fides vero de qua in hoc libro aliquanto diutius disputarecerta dispositionis nostrae ratione compellimur, quamqui habent, fideles vocantur, et qui non habent, infideles, sicutii qui venientem in propria Dei Filium non receperunt,quamvis ex auditu in nobis facta sit, non tamen ad eum sensumcorporis pertinet qui appellatur auditus, quoniam nonest sonus; nec ad oculos huius carnis; quoniam non est coloraut corporis forma; nec ad eum qui dicitur tactus, quoniamcorpulentiae nihil habet; nec ad ullum omnino sensumcorporis; quoniam cordis est res ista, non corporis; nec forisest a nobis, sed in intimis nobis a ; nec eam quisquam hominumvidet in alio, sed unusquisque in semetipso. Deniquepotest et simulatione confingi, et putari esse in quod non est.Suam igitur quisque fidem apud se ipsum videt: in alteroa Sic Mss, At editi, in intimis nostris.CAPITULO IILA FE, RENUEVO <strong>DE</strong>L CORAZÓN, NO <strong>DE</strong>L CUERPO, ES UNA ENTODOS LOS CREYENTES5. La fe, de la cual hemos de tratar algo más despacioen este libro, conforme el plan de nuestro razonamiento loexige; fe que hace creyentes a los que la poseen, y a losque de ella carecen infieles, como aquellos que no recibieronal Hijo de Dios cuando vino a los suyos, aunque nosllegue por intermedio del oído, no pertenece al sentido delcuerpo denominado oído, porque no es sonido; ni pertenecetampoco a los ojos de esta carne, porque no es color ni formacorpórea; ni al tacto, porque carece de corpulencia; nia sentido alguno corporal, porque es fruto del corazón, nodel cuerpo; y no está fuera de nosotros, sino en lo íntimode nuestro ser; y nadie la ve en el prójimo, sino en sí mismo.Por fin, su existencia puede ser fingida y se la puedeimaginar donde no existe. Cada uno ve la fe en sí mismo;s. AS- s 23


706 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 2, 5autem credit esse eam, non videt; et tanto firmina credit.quanto fructus eius miagis novit, quos operari solet fides perdilectionem 4 .Quamobrem ómnibus de quibus Evangelista subiungit etdicit: Quotquot autem receperunt eum, dedit eis potestatemfilios Del fieri, iis qui credunt in nomine eius, qui non exsanguinibus, ñeque ex volúntate carnis, ñeque ex volúntateviri, sed ex Deo nati sunt, fides ista communis est: non sicutaliqua corporis forma communis est ad vídendum omniumoculis quibus praesto est; ex ipsa quippe una omniumcernentium quodam modo informatur aspectus: sed sicutdici potest ómnibus hominibus esse facies humana communis;nam hoc ita dicitur, ut tamen singuli suas habeant.Ex una sane doctrina impressam fidem credentium cordibussingulorum qui hoc idem crpdunt verissime dicimus:sed aliud sunt ea quae creduntur, aliud fides qua creduntur.Illa quippe in rebus sunt quae vel esse vel fuisse vel futuraeesse dicuntur: haec autem in animo credentis est, ei tantumconspicua cuius est; quamvis sit et in alus, non ipsa, sedsimilis. Non enim numero est una, sed genere: propter similitudinemtamen et nullam diversitatem magis unam dieimusesse quam multas. Nam et dúos homines simillimoscum videmus, unam faciera dicimus et miramur amborum.Facilius itaque dicitur multas animas fuisse singulas utiquesingulorum, de quibus legimus in Ajctibus Apostolorum quodeis fuerit anima una 5 ; quam ubi dixit Apostolus: Una /ides6 , tot eas audet quisquam dicere quot fideles.Et tamen qui dicit: O mulier, magna est fides tua 7 ; etalteri: Modicae fidei, quare dubitasti ? 8 suam cuique essesignificat. Sed ita dicitur eadem credentium fides una, quemadmodumeadem volentium voluntas una: cum et in ipsisqui hoc idem volunt, sua voluntas sit cuique conspicua, alteriusautem lateat, quamvis idem velit; et si aliquibus signissese indicet, creditur potius quam videtur. Unusquisqueautem sui animi conscius non credit utique hanc esse suam,sed plañe pervidet voluntatem.1 Gal. s, 6.sAct. 4, 32.6 Epfa. 4) 5.7 Mt. 15, 28.* Ibid., 14, 31.XIII, 2, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 707en los demás cree que existe, pero no la ve; y lo cree contanta mayor firmeza, cuanto mejor conoce los frutos quela fe suele, mediante la caridad, producir.Por consiguiente, esta fe es común a todos aquellos dequienes dice el evangelista: A todos los que le recibierondio poder de ser hijos de Dios, a los que en su nombrecreen; que no de la sangre, ni de voluntad de la carne, nide voluntad de varón, sino de Dios, son nacidos. Fe comúnno como es la forma de algún cuerpo común a cuantosla miran, pues la pupila de todos los espectadores esinformada por dicha imagen, sino común en el sentido enque lo es el rostro humano, aunque cada uno tiene su fisonomíapropia.Decimos con plena verdad que la fe impresa en los corazonesde los creyentes, que estos mismos creen, provienede una determinada doctrina; pero una cosa es lo que secree, y otra la fe por la cual se cree. Lo que se cree sonverdades con existencia en el pasado, en la actualidad oen el futuro; la fe radica en el alma del creyente y es sólovisible al que la posee; porque, si bien existe en otros,ya no es la misma, sino otra muy semejante. No es_ unaen número, sino en género; pero, a causa de la semejanzasorprendente y ausencia de toda diversidad, la denominamosuna, no múltiple. Al ver dos hombres muy parecidosdecimos: "Tienen un mismo rostro", y nos admiramos.Sería más exacto decir que tenían muchas almas—cadauno la suya—aquellos de quienes se dice en los Hechosde los Apóstoles: Tenían una sola alma, que proclamar laexistencia de tantas fes como creyentes, cuando el Apóstoldice una fe.Sin embargo, da a entender que cada uno tiene la suyaaquel que dice: ¡Oh mujer, grande es tu fe!; y a otro:Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Se dice que es unafe la de los que creen unas mismas verdades, como se diceque es una la voluntad de los enamorados de un mismoideal; aun los que tienen un mismo querer conocen su voluntad,pero ignoran la de su prójimo; y si la manifiestanpor signos, se la cree, no se la ve. El que es conocedor desu alma, ve claramente ser ésta su voluntad, no lo croe.


708 <strong>DE</strong> TBIJflIATE XIII, 3, 6XIII, 3, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TKINIDAD 709CAPUTII]CAPÍTULOIIIVOLUNTATES QUAEDAM EAE<strong>DE</strong>M ÜMNIUM SINGULIS NOTAE.ENNIUS POETA6. Est quaedam sane eiusdem naturae viventis et rationeutentis tanta conspírala o, ut cum lateat alterum quidalter velit, nonnullae tamen sint voluntates omnium etiamsingulis notae: et cum quisque homo nesciat quid homo aliusunus velit, in quibusdam rebus possit scire quid omnes velint.Unde illa cuiusdam mimi facetissima praedicatur urbanitas,qui cum se promisisset in theatro quid in animo haberent,et quid vellent omnes, alus ludis esse dicturum, atque addiem constitutum mgenti exspectatione maior multitudo conflueret,suspensis et silentibus ómnibus, dixisae perhibetur:Vili vultis emere, et caro venderé.In quo dicto Ievissimi scenici, omnes tamen conscientiasinvenerunt suas, eique vera ante oculos omnium constituía,et tamen improvisa dicenti, admirabili favore plauserunt.Cur autem tam magna exspectatio facta est illo promittenteomnium voluntatem se esse dicturum, nísi quia latent hominemaliorum hominum voluntates? Sed numquid ista latuitistum? Numquid quemquam latet? Qua tándem causa,nisi quia sunt quaedam quae non inconvenienter in alus dese quisque coniiciat, compatíente vel conspirante vitíó seunatura? Sed aliud est videre voluntatem suam, aliud, quamviscertissima coniectura, coniicere alienam. Nam conditamRomam tam certum habeo in rebus hurnanis quam Constantinopolim,cum Romam viderim oculis meis, de illa veronihil noverim, nisi quod alus testibus credidi.Et mimus qujdem iile vel se ípsum intuendo, vel aliosquoque experiendo, vili velle emere, et caro venderé, ómnibusid credidit esse commune. Sed quoniam revera vitiumest, potest quisque adipisci edusmodi iustitiam, vel alicuiusalterius vitü quod huic contrarium est incurrere pestilentiam,qua huic rcsistat et vincat. Nam scio ipse hominem, cumyenalis codex ei fuisset oblatus, pretiique eius ignarum etideo quiddam exiguum poscentem cerneret venditorem, iustumpretium quod multo amplius erat, nec opinanti dedisse.QUERERES UNIVERSALES. ENNIO EL POETA6. Hay, es cierto, tal armonía en la naturaleza racionaly viviente, que, siendo para mí un secreto la voluntadajena, existen, no obstante, ciertos quereres universalesconocidos de todos, y así, ignorando un hombrela voluntad de otro, puede, en ciertas materias, conocerel anhelo de todos. De ahí aquella burla graciosa de cierto •bufón. Promete en el teatro revelar en juegos sucesivosel pensamiento y querer de todos. El día convenido, unaapiñada multitud, en medio de profundo silencio, contenidoel aliento y con ansiedad expectante, oye clamar desdelas tablas al mimo gracioso: "Vosotros queréis comprarbarato y vender caro".En esta sentencia del liviano bufón encontraron sus concienciaslos espectadores y se manifestó la verdad a susojos; sin embargo, sorprendidos por la imprevista salida,todos con entusiasmo aplaudieron. ¿Por qué aquella granexpectación ante la promesa de adivinar los deseos de todos,sino porque es para el hombre secreto recóndito la voluntadde los otros mortales? ¿Acaso ignoraba esto el histrión?¿Lo desconoce por ventura alguien? ¿Y cuál es larazón, sino porque es dable, sin inconveniente, conjeturarciertos quereres ajenos, apoyados en nuestra propia experiencia,gracias a la mancomunidad de instintos o de naturaleza?Pero una cosa es ver la voluntad propia, y otra,aun siendo la conjetura fundada, averiguar conjeturalmentela del prójimo. En las realidades humanas, tan ciertoestoy de la fundación de Roma como do la fundación deConstantinopla; Roma la he visto con mis ojos, mientrasConstantinopla sólo la conozco por testimonio ajeno.Nuestro bufón, ya se haya visto a sí mismo, ya sea porexperiencia adquirida de los hombres, creyó que el deseode comprar a vil precio y vender caro era a todos común.Pero, siendo en realidad un vicio, puede uno adquirir eneste punto la justicia o incurrir en otro extremo vicioso,contrario al anterior, de suerte que le resista y supere. Séde un hombre que, al serle ofrecido un códice en venta, elpropietario, ignorante del precio, le pidió una suma irrisoria;no obstante, el comprador pagó un precio justo, bastantemás elevado. ¿Y¡ qué decir del mortal sumido en tan


710 <strong>DE</strong> TRINITATE xra, 4 7Quid, sí etíam sit quisquam nequitia tanta possessus, ut vilivendat quae dimiserunt parentes, et caro emat quae consumantlibídines? Non est, ut opinor, incredibilis ista luxuries:et si quaerantur tales, reperiantur, aut etíam non quaesitifortassis occurrant, qui nequitia maiore quam theatrica,propositioni vel pronuntiationi theatricae insultent, magnopretio stupra emendo, parvo autem rura vendendo. Largitionisetiam gratia novimus quosdam emisse frumenta carius,et vilius vendidisse suis civibus.Illud etiam quod vetus poeta dixit Ennius:Oimnes mortales sese laudarier optant * ;prefecto et de se ipso et de iis quos expertus fuerat, coniecitin alus, et videtur pronuntiasse hominum onanium voluntates.Denique si et mimus iile dixisset: "Laudari omnes vultis,nemo vestrum vult vituperan"; similiter quod esset omniumvoluntatis dixisse videretur. Sunt tamen qui vitia suaoderint, et in quibus si'bi displicent ipsi, nec ab aliis se laudarivelint, gratiasque agant obiurgantium benevolentiae,cum ideo vituperan tur ut corrigantur. At si dixisset: "Omnesbeati esse vultis, miseri esse non vultis"; dixisset aliquidquod nullus in sua non agnosceret volúntate. Quidquidenim aliud quisquam latenter velit, ab hac volúntate quaeómnibus et in ómnibus hominibus ¡satis nota est, non recedit.Xni, 4, 7 Dg LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 711profunda insipiencia que vende la heredad de sus padresa precio vil para comprar a precio alzado lo que ha de consumirla libido? Este exceso, a mi ver, nada tiene de increíble.Si los buscamos, no faltarán ejemplos, y aun sinbuscarlos es posible se encuentren viciosos mucho más corrompidosque los libertinos fingidos del teatro, que, condenandola declamación o representación escénicas, comprana precio de oro sus estupros y venden sus campos poruna nonada. Pródigos he también conocido que compraronmás caro de lo usual el trigo para venderlo luego más baratoa sus conciudadanos.Aquel dicho del viejo poeta Ennio: "Todos los mortalesdesean ser alabados" 2 , se basa en la experiencia personaldel autor; en los demás lo conjetura, y así parece expresarel deseo de todos los hombres. Si el bululú de marras hubieradicho: "Todos amáis la alabanza y nadie el vituperio",parecería expresar el querer de todos los hombres.Pero hay quienes odian los vicios, están descontentos desí mismos, no aman la lisonja y dan incluso las graciascuando, con benévola urbanidad, se les reprende, si es laenmienda el fin de la corrección. Si el gracioso actor cómicohubiese dicho: "Todos amáis la felicidad y nadie ansiaser desgraciado", habría proclamado esta vez una verdadque nadie deja de reconocer en el fondo de su querer, porque,cualquiera que sea su voluntad secreta, no puede declinarde este anhelo, conocido de todos los hombres.CAPUTIVCAPITULO IVBEATITUDINIS HABENDAE VOLUNTAS UNA OMNIUM, SED <strong>DE</strong> IPSABEATITUDINE VARIETAS MAGNA VOLUNTATUM7. Mirum est autem cum capessendae atque retinendaebeatitudinis voluntas una sit omnium, unde tanta existatde ipsa beatitudine rursus varietas atque diversitas voluntatum:non quod aliquis eam nolit, sed quod non omnes eamnorint. Si enim omnes eam nossent, non ab aliis putareturesse in virtute animi; aliis, ín corporis voluptate; aliis, inutraque; et aliis atique aliis, alibi atque alibi. Ut enim eosquaeque res máxime delectavit, ita in ea constituerunt vitarabeatam.aEr. Lugd. Ven. et Lov., laudari exoptant, male. M.UNIDAD Y VARIEDAD <strong>DE</strong> QUERERES RESPECTO A LA BIENANDANZA7. Siendo una la voluntad de todos en conquistar yretener la felicidad, es de admirar cuan varias y diversasson las voluntades sobre esta misma felicidad, no porquehaya alguien que no la quiera, sino porque no todos laconocen. Pues, si todos la conociesen, no la harían consistirunos en la virtud del alma, otros en los placeres delcuerpo; éstos en ambas cosas, aquéllos y los de más alláen mil objetos dispares. En las cosas que experimentaronmayor deleite hicieron consistir la vida feliz.2 Ennio, poeta de gran ingenio y estilo rudo, en frase de Ovidio,introdujo en el latín las bellezas del idioma griego. Cicerón no vacilaen llamarle summum poetam epicum, y el ponderado Quintiliano lecompara a los bosques sagrados, que la propia vejez ennoblece.


712 <strong>DE</strong> TRINTTATE XIII, 4, 7Quomodo igitur ferventissime amant omnes, quod nonomnes sciunt? Quis potest amare quod nescit? sicut iam dehac re in libris superioribus disputavi s . Cur ergo beatitudoama tur ab ómnibus, nec tamen scitur ab ómnibus? An fortesciunt omnes ipsa quae sit, sed non omnes sciunt ubi sit, etinde contentio est?Quasi vero de aliquo mundi huius agatur loco, ubi debeatquisque velle vivere, qui vult beate vivere, ac non itaquaeratur ubi sit beatitudo, sicut quaeritur quae sit. Namutique si in corporis voluptate est, ille beatus est qui fruiturcorporis voluptate; si in virtute animi, ille qui hac fruitur;si in utraque, ille qui fruitur utraque.Cum itaque alius dicit: "Beate vivere est voluptate corporisfrui"; alius autem: "Beate vivere est virtute animifrui": nonne aut ambo nesciunt quae sit beata vita, autnon ambo sciunt? Quomodo ergo ambo amant eam, si nemepotest amare quod nescit? An forte falsum est quod pro vefrissimocertissimoque posuimius, beate vivere omnes nominesvelle? Si enim beate vivere est, verbi gratia, secundumanimi virtutem vivere; quomodo beate vivere vult, qui hocnon vult? Nonne verius dixerimus: "Homo iste non vultbeate vivere, quia non vult secundum virtutem vivere, quodsolum est beate vivere"? Non igitur omnes beate vivere volunt,imo pauci hoc volunt, si non est beate vivere, nisi secundumvirtutem animi vivere, quod muí ti nolunt.Itane falsum erit, unde nec ipse (cum academicis omniadubia sint) academicus ille Cicero dubitavit, qui cum velletin Hortpnsio dialogo ab aliqua re certa, de qua nullusambigeret, sumere suae disputationis exordium: "Beati certe,inquit, omnes esse volumus?" Absit ut hoc falsum essedicamus. Quid igitur? an dicendum est etiamsi nihil sit aliudbeate vivere, quam secundum virtutem animi vivere, tamenet qui hoc non vult, beate vult vivere? Nimis quidem hocvidetur absurdum. Tale est enim ac si dicamus: "Et qui nonvult beate vivere, beate vult vivere". Istam repugnantiamquis audiat, quis ferat? Et tamen ad hanc contrudit necessitas,si et omnes beate velle vivere verum est, et non omnessic volunt vivere, quomodo solum beate vivitur.XIII, 4, 7 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 713¿Cómo, pues, todos aman apasionadamente lo que notodos conocen? ¿Quién, según en libros anteriores probé,puede amar lo que ignora? ¿Cómo todos aman la felicidad,y, sin embargo, no todos la conocen? ¿Acaso todos conocenqué es, pero no todos saben dónde se encuentra, y de ahíla diversidad de opiniones?Es como si se tratase de algún lugar de este mundo dondeha de querer vivir todo el que quiere vivir feliz, y no seindagase, dónde está la dicha como se inquiere su esencia.Porque, si la felicidad consiste en los placeres del cuerpo,aquél es dichoso que se regodea en la voluptuosidad de lacarne; si en la virtud del alma, quien de ésta disfrute;si en ambas, quien las dos saboree.Mas cuando dice uno: "Vivir feliz es solazarse en los tcaprichos del cuerpo"; otro: "Vivir feliz es gozar de lavirtud del espíritu", ¿ignoran ambos qué es la vida feliz,o es que no la conocen los dos? Entonces ¿cómo ambos laaman, si nadie puede amar lo que ignora? ¿Acaso seráfalso el principio que como verdadero e inconcuso sentamosal afirmar que todos los hombres desean vivir felices?Si la vida bienhadada consiste, por ejemplo, en vivir segúnla virtud del alma, ¿desea vivir feliz el que así no deseavivir? ¿No sería más acertado decir: "Este hombre noquierevivir feliz, pues no desea vivir según la virtud, únicavida feliz" ? Luego no todos aman vivir dichosos, o mejor,muy pocos lo ansian, si el vivir venturoso consiste envivir según 'la virtud del alma, cosa que muchos no quieren.¿Será falso el principio del cual no dudó el académicoCicerón—los académicos dudan de todo—cuando, al pretendersentar una base cierta donde la duda no fuera posible,comienza su diálogo titulado Hortcnsio con estas palabras:"Ciertamente todos queremos ser felices"? Lejos denosotros afirmar su falsía. ¿Qué decir, pues? ¿Se podrásostener que el vivir venturoso es vivir conforme a la virtuddel espíritu, y, no obstante, el que esto no quiere, quierevivir feliz? Absurdo palmario parece. Equivaldría a decir:"El que no quiere vivir feliz, quiere vivir feliz". ¿Quiénpuede oír y soportar contradicción tan manifiesta? Sin embargo,a ello obliga la necesidad si es cierto que todos amanla vida dichosa y no todos anhelan vivir como únicamentese vive en ventura.L. 8, c. 4 ss., et 1. 10, c. i, etc.


tu <strong>DE</strong> TRINÍTATE Xlíí, 5, 3XTTT, 5, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 715CAPUT V<strong>DE</strong> EA<strong>DE</strong>M RE8. An forte illud est quod nos aJb his angustiis possiteruere, ut quoniam diximus ibi quosque posuisse beatam vitamquod eos máxime delectavit, ut voluptas Epicurum, virtusZenonem; sic alium aliquid aliud, nihil dicamus esse* beate vivere, nisi vivere secundum delectationem suam, etideo falsum non esse quod omnes beate vivere velint, quiaomnes ita volunt ut quemque delectat? Nam et hoc populosi pronuntiatum esset in theatro, omnes id in suis voluntatibusinvenirent.Sed hoc quoque Cicero cum sibi ex adverso proposuisset,ita redarguit, ut qui hoc sentiunt, erubescant. Ait enim:"Ecce autem non philosophi quidem, sed prompti tamen addisputandum, omnes aiunt esse beatos, qui vivant ut ipsivelint": hoc est quod nos diximus: "Ut quosque delectat".Sed mox ille subiecit: "Falsum id quidem. Velle enim quodnon deceat, idipsum miserrimum est: nec tam miserum estnon adipisci quod velis, quam adipisci velle quod non oporteat".Praeclarissime omnino atque verissime. Quis namqueita sit mente caecus, et ab omni luce decoris alienus, ac tenebrisdedecoris involutus, ut eum qui nequiter vivit ac turpiter,et nullo prohibente, nullo ulciscente, et nullo saltemreprehenderé audente, insuper et laudantibus plurimis, quoniamsicut ait Scriptura divina: Laudatur peccator in desideriisanimae suae; et qui iniqua gerit, benedicitur 10 , impletomnes suas facinorisissimas et flagitiosissimas voluntates a ,ideo beatum dkat, quia vivit ut vult: cum profecto quamviset sic miser esset, minus tamen esset, si nihil eorum quaeperperam voluisset, habere potuisset? Etiam mala enim volúntatevel sola quisque miser efficitur: sed miserior potestate,qua desiderium mialae voluntatis impletur.Quapropter, quoniam verum est quod omnes nomines10 Ps. 9, 3-aSic Arn. Er. et aliquot Mss. A¿ editio Lov.,voluptates.CAPÍTULO VLAS DOS CONDICIONES <strong>DE</strong> LA FELICIDAD8. ¿Podemos, quizá, salir de este aprieto recordandoque cada uno pone la felicidad de la vida en aquello que lecausa mayor placer: en el deleite Epicuro, Zenón en la virtud,otros en mil diversos objetos, de suerte que sólo vivefeliz el que vive a placer, y, por consiguiente, es cierto quetodos quieren vivir felices, pues todos desean vivir conformea su agrado ? Si esto se proclama ante la muchedumbreque llenaba el teatro, todos habrían encontrado esto en elfondo de sus quereres.Cicerón se propone esta misma dificultad, y su respuesta'hace sonrojar a los que piensan así: Dice: "He aquí, exclaman,no los verdaderos filósofos, sino los charlatanes, disputadoreseternos, todos los que viven según su querer son felices".A esto llamamos nosotros vivir según el agrado. Luegoañade: "Esto es ciertamente un error. Querer lo que noconviene es gran miseria; y es menor desgracia no conseguirlo que ansias que pretender alcanzar lo que no conviene"s . Sentencia preclara y en extremo verídica. ¿Quiénhay tan obtuso de inteligencia y tan alono a la luz de labelleza, envuelto en el embozo de su infamia, que llame felizal que vive conforme a su antojo, aunque viva en el crimeny en la deshonra, sin que nadie se lo prohiba, castigueo reprenda, antes bien encontrando muchedumbre deaduladores, pues como dice la <strong>Escritura</strong> divina: El malvadoes alabado en los Seseos de su alma, y el que obra iniquidadaplaudido, y pone en práctica sus degradantes y criminalesdeseos; cuando, aunque fuera mísero, o lo sería en menorgrado si no pudiera conseguir lo que contra razón pretendía?Cierto, un solo querer torcido hace desgraciado al hombre,,mas el poder aiecutar el deseo .de una voluntad contaminadalo hace aún más vergonzante.En consecuencia, puesto que en verdad todos los hom-3 Este mismo texto del Hortensia, compuesto t»ara defensa v panegíricode la filosofía, se encuentra citado en el De beata vita. SantaMónica. que asiste v toma parte en estos diálogos filosóficos,aprueba estas palabras de Cicerón «-con tales exclamaciones, qtie, olvidadosenteramente de s-u sexo, creíamos hallarnos sentados innto aun erande varón, mientras yo consideraba, según me era posible, enqué divina fuente abrevaba aquellas verdades» (De beata vita, c. 2 ':BA.C, t. 1, p. 601).


716 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 6, 9esse beati veünt, idque unum ardentíssimo amore appetant,et propter hoc cetera quaecumque appetunt; nec quisquampotest amare quod ornnino quid vel quale sit nescit, nec potestnescire quid sit quod velle se scit; sequitur ut omnesbeatam vitam sciant. Omnes autem beati habent quod volunt,quamvis non omnes qui habent quod volunt continuosint beati: continuo autem miseri, qui vel non habent quodvolunt, vel id habent quod non recte volunt. Beatus igiturnon est, nisi qui et habet omnia quae vult, et nihil vultmale.XIII, 6, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 717fcres desean ser felices y lo ansian con un amor apasionado,y en la felicidad ponen el fin de sus apetencias, y nadie puedeamar lo que en su esencia o en su cualidad ignora, y noes posible desconocer la esencia de lo que se ama, sigúeseque todos conocen la vida feliz. Todos los bienaventuradosposeen lo que quieren, aunque no todos los que poseen loque quieren son felices; al contrario, son unos pobretes todoslos que no tienen lo que desean o poseen lo que no quierenrectamente. Sólo es feliz el que ¡posee todo lo que deseay no desea nada malo 4 .CAPUTVICüR CUM OMNES VELINT BEATITUDINEM, ID ELIGATUR POTTUS,QUO AB EA RÍECEDITUK9. Cum ergo ex his duobus beata vita constet, atqueómnibus nota, ómnibus chara sit; quid putamus esse causaecur horum duorum, quando utrumque non possunt, magiseligant nomines, ut omnia quae volunt habeant, quam ut om.nia bene velint etiamsi non habeant? An ipsa est pravitasgeneris humani, ut cum eos non lateat, nec illum beatumesse qui quod vult non habet, nec illum qui quod male vulthabet; sed illum qui et habet quaecumque vult bona, etnulla vult mala, ex his duobus quibus beata vita perfieitur,quando utrumque non datur, id digatur potius, unde magiaa beata vita receditur (Iongíus quippe ab illa est quicumqueadipiscitur male concupita, quam qui non adipiscitur concupíta);cum potius eligi debuerit voluntas bona, atque praeponi,etiam non adepta quae appetit?Propinquat enim beato, qui bene vult quaecumque vult,et quae adeptus cum fuerit beatus erit. Et utique non mala,sed bona beatum faciunt, quando faciunt: quorum bonorumhabet aliquid iam, idque non parvi aestimandum, eam ipsamscilicet voluntatem bonam, qui de bonis quorum capax esthumana natura, non de ullius mali perpetratione vel adeptionegaudere desiderat; et bona,. qualia et in hac miseravita esse possunt, prudenti, temperanti, forti, et iusta men-CAPÍTULO VI¿ POR QUÉ SE AMA LA VIDA FELIZ y SE ELIGE LO QUE NOS ALEJA<strong>DE</strong> SU POSESIÓN?9. Si, pues, la vida feliz consta de estos dos elementos,y es de todos conocida y amada, ¿por qué los mortales,al no poder poseer ambas cosas, prefieren poseer todo loque desean antes que querer bien todas las cosas, aunqueno las posean? ¿O es tan grande la depravación del humanolinaje que, aun sabiendo los hombres que no es feliz el queno tiene lo que quiere ni el que posee lo que desear no debía,sino el que tiene todos los b'enes que anhela y nada malodesea, cuando no se dan estas dos cosas esenciales para unavida dichosa, elige la que más le aleja de la vida feliz, siendoasi que debía preferir una voluntad recta al logro de susapetencias? El que consigue la posesión de sus culpablesdeseos vive más distanciado de la felicidad que aquel queno posee lo que mal desea.Próximo está a la dicha el que quiere bien todo lo míequiere, y con su posesión será feliz. No es el mal, sino elbien, lo que causa la bienandanza, cuando la causa. Es yaun bien de muy subido valor poseer una voluntad recta,siempre con deseos de gozar de los bienes que son convenientesa la naturaleza humana, sin apetecer nunca lo ilícito:voluntad que busca y se adueña, en cuanto cabe, de los bie-4 Bella y profunda la definición agnstiniana de la vida feliz. Elteólogo cristiano sintetiza en breves palabras la solución del problema.Ni ETHCUXO ni Zenón, materialismo v virtud, tuvieron en cuentalas aspiraciones eternas del alma, peregrina de Dios. Es la definiciónde Mónica en el citado diálogo De beata vita. Si bona, dice, uelü ethabeat, beatus est; si autem mala velit, auamvis habeat, miser estíibíd.). Con legítimo oreullo de hijo la felicite Agustín como si hubieraconquistado la cindadela de la filosofía.


718<strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 7, 10X¡III, 7, 10DF, LA SAHTI'SIMA TRINIDADte sectatur, et quantum da tur assequitur; ut etiam in malissit bonus, et fínitis malis ómnibus atque impletis bonis ómnibussit beatus.CAPUTVIIFl<strong>DE</strong>S NECESSARIA, UT ALIQUANDO S*T HOMO BEATUS, QUOD NON-NISI IN FUTURA VITA CONSEQUETUR. PHILOSOPHORUM SUPER-BORUM RI<strong>DE</strong>NDA ET MISERANDA BEATITUDOilO. Ac per hoc in ista mortali vita erroribus aerummsqueplenissima, praecipue fides est necessaria, qua in Deumcreditur. Non enim quaecumque bona, max'imeque illa quibusquisque fit bonus, et illa quibus fiet b°atus, unde nisi aDeo in hominem veniant, et homini accedant, inveniri potest.Cum autem ex hac vita ab eo qui in his miseriis fidelis etbonus est, ventum fuerit ad beatam, tune erit veré quodnunc esse nu'ilo modo potest. ut sic homo vivat quomodovult. Non enim volet male vivere in illa felicítate, aut voletaliquid quod deerit, aut de^rit quod voluerit. Quidquidamabitur, aderit: nec desiderabitur quod non aderit. Omnequod ibi erit, bonum erit. et summus Deus summum bonuraerit, atque ad fruendum amantibus praesto erit; pt quod estomnino beatissimum, ita semper fore certum erit.Nunc vero fecerunt quidem a sibi philosophi, sicut eorurncuique placuit, vitas beatas suas, ut auasi propria virtutepossent, quod communi mortalium conditione non poterant,sic scilJcet vivere ut vellent. Sentipbant enim aliter bpatumesse neminem posse, nisi habpndo quod vellet, et nihil patiendoquod nollet. Quis autem non qualemcumque vitamqua delectatur, et ideo beatam vocat, vellet sic esse in suapotestate. ut eam posset habere perpetuam? Et tam p n quisita est? Quis vult pati molpstias quas fortiter tolerpt, quamviseas velit possitque tolerare si patitur? Quis velit in tormentisvivere. etiam raui potest in PÍS ner patientiam telendoiustitiam laudabiliter vivere? Transitara cogitavprunthaec mala, qui ea pertulerunt, ve'l cupiendo hab°re, v«l timendoamittere quod amabant, sive nequiter sive laud^bi 1 !-ter. Nam muí ti per transitoria mala, ad bona permansurafortiter tetenderunt. Qui profecto spe beati sunt, etiam cumsunt in transitoriis malis, per quae ad bona non transituraperveniunt.aEditi, loco, quidem habebant, quídam.nes de esta mísera vida, pero con prudencia, fortaleza, templanzay espíritu de justicia, siendo bueno en los males, paraalcanzar un día la felicidad, cuando, terminados todos losmales, se vea abastecido de todos los bienes.CAPÍTULO VIILA FE ES NECESARIA PARA QUE EL HOMBRE PUEDA SER UN DÍAFELIZ EN LA PATRIA. RlDÍCULA Y MISERABLE VENTURA <strong>DE</strong> LOSHINCHADOS FILÓSOFOS10. La fe en Dios nos es necesaria en extremo mientrasperegrinamos por esta vida mortal, llena de penalidades yerrores. No es dable encontrar bien alguno, particularmentelos que hacen al hombre bueno y feliz, si Dios no los hacedescender sobre él hombre y los pone a su alcance. Cuandoel que permaneció bueno y fiel en medio de las miserias,de esta vida pase a la bienandanza, conseguirá lo que ahorade ninguna manera consigue; es decir, vivir como quiere.En aquella felicidad no deseará vivir mal, ni querrá algo queno exista, ni le faltará cosa alguna de las -que anhele. Tendrálo que ama y no deseará lo que no tiene. Todo cuanto allíexiste es bueno, y el Dios sumo será el bien supremo y consu presencia adeudará a sus amantes, teniendo, para colmode dicha, la certeza de su eternidad.Hubo, es cierto, filósofos que fingieron para su uso ungénero de vida feliz, como si pudieran por sus esfuerzosvivir a su antojo, fruta vedada a la condición común delos hombres. Sabían que nadie es feliz si no tiene lo quedesea o si sufre en contra de su querer. ¿Quién no desearátener en su mano la vida deleitosa, que. llama feliz, conduración de eternidad? Pero ¿quién es éste? ¿Quién quierepadecer las molestias que es necesario soportar virilmente,aunque quiera y pueda tolerarlas, dado que ya las padezca?¿Quién quiere vivir en tormentos, aun cuando pueda vivirlaudablemente en ellos, adquiriendo con su paciencia la justicia?Todos los que sufrido han estos males, con anhelosde amar o temores de pérdida, fin torpe o laudable, siemprelos consideraron como transitorios. Muchos, a través deestos males pasajeros, se encaminaron, con ánimo esforzado,hacia los bienes eternos. La esperanza los hacía dichosos enmedio de sus padecimientos efímeros, peldaño para escalarla morada del bien que no pasa.


720 <strong>DE</strong> TRINITATE XIÍI, i, 10Sed qui spe beatus est, nondum beatus est: exspectatnamque per patientiam beatitudinem quam nondum tenet.Qui vero sine ulla spe tali, sine ulla tali mercede cruciatur,quantamlibet adhibeat tolerantiam, non est beatus veraciter,sed miser fortiter. Ñeque enim propterea miser non est,quia miserior esset, si etiam impatienter miseriam sustineret.Porro si ista non patitur, quae nollet pati in suo corpore,nec tune quidem beatus habendus est, quoniam non vivitut vult. Ut enim alia omittam, quae corpore illaeso ad animipertinent offensiones, sine quibus vivere vellemus, etsunt innumerabilia; vellet utique si posset ita salvum atqueincólume habere corpus, et nullas ex eo pati m¡olestias,ut id haberet in potestate, aut in ipsius incorruptione corporis:quod quia non habet, ac pendet in incerto b , profectonon vivit ut vult.Quamvis enim per fortitudinem sit paratus excipere, etaequo ferré animo quidquid adversitatis acciderit; mavulttamen ut non accidat, et si possit facit; atque ita paratusest in utrumque, ut quantum in ipso est alterum optet, alterumvitet, et si quod vitat, incurrerit, ideo volens ferat,quia ñeri non potuit quod volebat. Ne opprimatur ergo jsustinet:sed premi nollet.Quomodo ergo vivit ut vult? An quia volens fortis est adferenda quae nollet illata? Ideo igitur id vult quod potest,quoniam quod vult non potest. Haec est tota, utrum ridenda,an potius miseranda, superborum beatitudo mortalium,gloriantium se vivere ut volunt, quia volentes patienter feruntquae accidere sibi nolunt. Hoc est enim, aiunt, quodsapienter dixit Terentius: "Quoniam non potest id ñeriquod vis, id velis quod possis" c 11 . Commode hoc dictumesse, quis negat? Sed consilium est datum misero, ne essetmiserior. Beato autem, quales se esse omnes volunt, nonrecte nec veré dicitur: "Non potest fieri quod vis." Si enimbeatus est, quidquid vult ñeri potest; quia non vult quodfieri non potest. Sed non est mortalitatis huius haec vita,nec erit nisi quando et immortalitas erit. Quae si nullomodo dari homini posset, frustra etiam beatitudo quaereretur;quia sine immortalitate non potest esse.11 In Andria, act. 2, scen. 1, v. 5. 6.b Mss., pendet incerto; omissa partícula, in." Terentius fert, possit. M.XIIÍ, 7, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ?21Pero el que es, en esperanza, feliz, aun no es dichoso,pues espera conseguir con su paciencia la felicidad que aunno posee. El que sin esperanza y sin recompensa es atormentado,sea cual fuere su paciencia, no es ciertamente dichoso,sino harto miserable. No deja de ser desgraciado porel hecho de dar en naipe peor si con impaciencia sufrierasu desgracia. Y aunque no padezca los males que en su cuerpono desea sufrir, tampoco se puede tener por feliz, pues novive como quiere. Silenciamos las ofensas innúmeras quesufre el alma, permaneciendo incólume el cuerpo, sin las quenos agradaría vivir; seguramente deseará conservar sano eíntegro el cuerpo y no padecer molestia alguna; querrá tambiénque esto dependiera de su voluntad o de la incorruptibilidadde su carne; y como esto, o no lo tiene o lo disfrutaen precario, no vive, en verdad, como quiere.Y si con ánimo varonil está dispuesto a sufrir pacientementecuanto adverso le sucediere, con todo, prefiere no sufrir,y en cuanto puede lo evita; preparado para ambas cosas,evita la una y desea la otra; pero, si se le viene encimalo que evitar anhelaba, con paciencia lo soporta al no poderrealizar su deseo. Lo soporta para no ser oprimido, perodesea no ser aplastado.¿Cómo, pues, vivir como quiere? ¿Quizá porque su voluntades fuerte en sufrir lo que evitar anhelaba? Quierelo que puede porque no puede lo que quiere. Esta es la felicidadridicula o digna de compasión de los soberbios molíales,que se glorian de vivir como quieren porque llevan conpaciencia lo que evitar ciertamente desean. Aviso éste, dicen,del sabio Terencio: "Pues no puede hacerse lo que quieres,quieres lo que puedes 5 . Sentencia asaz cómoda, ¿quiénlo niega? Pero es consejo dado al indigente para que no seamás desgraciado. Al feliz, y todos queremos serlo, no sele puede decir con razón ni verdad: "Lo que quieres es imposible".Si ya es feliz, cuanto quiere es posible, porque loimposible no lo desea. Mas este vivir no es propio de estavida mortal; sólo cuando alboree la inmortalidad será hacedero.Pero si la vida perenne no fuera patrimonio del hombre,en vano buscaría la bienandanza, pues sin inmortalidadno existe ventura.sLa misma sentencia de Terencio en el De beata vita, c. 4, n. 25(BAC, t. i, p, 620).


722 t>E TRÍNÍTATÉ M, S, 11XIII, 8, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD • 723CAPUT VIIICAPITULO VIIIBEATITUDO SINE IMMORTALITATE NON POTEST ESSE11. Cum ergo beati esse omnes nomines velint, si verévolunt B , prefecto et esse immortales volunt: aliter enim beatiesse non possent. Denique et de immortalitate interrogad,sicut et de beatitudine, omnes eam se velle respondent.Sed qualiscumque beatitudo, quae potius vocetur quam sit,in hac vita quaeritur, imo vero fingitur, dum immortalitasdesperatur, sine quae vera beatitudo esse non potest.lile quippe beate vivit, quod iam superius dixímus, etastruendo satis fiximus, qui vivit ut vult, nec male aliquidvult. Nemo autem male vult immortalitatem, si eius humanacapax est Deo donante natura: cuius si non capax est,nec beatitudinis capax est.Ut enim homo beate vivat, oportet ut vivat. Quem porromorientem vita ipsa deserit, beata vita cum illo manerequi potest? Cum autem deserit, aut nolentenn deserit proculdubio, aut volentem, aut neutrum. Si nolentem, quomodobeata vita est, quae ita e&t in volúntate, ut non sit inpotestate? Cumque beatus nemo sit aliquid volendo nec habendo,quanto minus est beatus qui non honore, non possessione,non qualibet alia re, sed ipsa beata vita nolensdeseritur, quando ei nulla vita erit? Uhde etsi nullus sensusrelinquitur, quo sit misera (propterea enim beata vitadiscedit, quoniam tota vita discedit), miser est tamen, quamdiusentit, quia scit se nolente b consumí propter quod ceteraet quod prae ceteris diligit. Non igitur potest vita et beataaAon. et Mss., si verum voluntb Sic Mss. At editi, nolentem; mintis recte.SIN INMORTALIDAD NO HAÍY DICHA COMPLETA11. Si todos los hombres desean ser felices y es su deseosincero, han de querer, sin duda, ser inmortales; de otrasuerte no podrían ser dichosos. Finalmente, si les interrogamossobre la inmortalidad, como se les preguntó sobre labienandanza, todos responderán aue la quieren. Pero se buscaen esta vida, una dicha más bien nominal que tangible,y hasta se la llega a fingir, mientras se desespera de la inmortalidadsin la cual no puede existir verdadera ventura.Vive feliz, según hemos afirmado poco ha y suficientementeprobado, aquel one vive nomo quiere y nada malodesea. N»die desea mal la inmortalidad si es capaz de ella,otorgándolo Dios, la naturaleza humana; porque, si no escapaz., tampoco lo sería de la bienandanza 6 .Para, aue el hombre viva feliz, es necesario que viva. Sial moribundo abandona la vida, ¿cómo permanecerá en él lavida feliz? Ante este abandono de ]n vida, o se resiste,o consiente, o permanece indiferente. Si resiste, ¿cómo serála vida feliz en el deseo, si no está en su poder? Si nadie esfeliz cuando desea una cosa y no la logra, ¿cuánto más infelizno será aquel que, en contra de su auerer, se ve privado,no de honores ni riauezas o de cualquier otro bien,sino de la misma vida feliz, «i para él no existe la vida?Y aunque no le auede pesar alguno de sus miserias, se desvanecela vida dichosa al alejarse la vida; con todo, mientrasaliente, es desgraciado, pues conoce cómo, en contrade su voluntad, fenece lo que más ama en la vida y es razónde su amor. En consecuencia, no es feliz una vida quenos abandona, bien a nuestro pesar; nadie es bienaventura-6 Los Soliloauios, los libros De ordine y el De immortalitate anlmaenos prueban que el misterio de nuestro destino exige la inmortalidaddel a!ma.«La aspiración a la dicha—dice el P. Bover—, que es como laesencia dinámica del alma v que exige, para ser satisfecha, una vidasin fin. es presentada como la razón de nuestra tendencia invencibleal ser ; para ser feliz es necesario ser v vivir, es necesario contemplarcon la certeza fund^di de que la contemplación iamás seráinterrumpida» (L'idée de vérité dans la philosofihie de S. Ausustin[París Toaol, p. 220). Of. De civ. Dei, 14, 25 : PL 41, 43- E ' fundamentode la prueba es metafísico. La muerte del alma es antinatural.La prueba agustiniana es original, si bien utiliza materiales deorigen platónico. Cí. SCIACCA, San Agustín, p. 428.


724 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 9, 12esse, et nolentera deserere 0 : quia beatus nolens nemo fit; acper hoc quanto magís nolentem deserendo miserum facit,quae si nolenti praesto esset miserum faceret?Si autem volentem déserit, etiam sic quomodo beata vitaerat, quam perire d voluit qui habebat? restat ut dicant neutrumesse in animo beati; id est, eum deseri a beata vita,cum per mortem deserit tota vita, nec nolle nec velle, adutrumque enim parato et aequo corde e consistere. Sed necista beata est vita, quae talis est, ut quem beatum facit,amore eius indigna sit. Quomodo enim est beata vita, quamnon amat beatus? Aut quomodo amatur, quod utrum vigeat,an pereat, indifferenter accipitur? Nisi forte virtutes, quaspropter solam beatitudinem sic amamus, persuadere nobisaudent, ut ipsam beatitudinem non amemus. Quod si faciunt,etiam ipsas utique amare desistimus, quando illampropter quam solam istas amavimus, non amamus.Deinde quomodo erit vera tam illa perspecta f , tam examinata,tam eliquata, tam certa sententia, beatos esse oronesnomines velle, si ipsi qui iam beati sunt beati esse necnolunt, nec volunt? Aut si volunt, ut veritas clamat, ut naturacompellit, cui summe bonus et immutabiliter beatusCreator indidit hoc; si volunt, inquam, beati esse qui beatisunt-, beati non esse utique nolunt. Si autem beati non essenolunt, procul dubio nolunt consumí et perire quod beatisunt. Nec nisi viventes beati esse possunt: nolunt igiturperire quod vivunt. Immortales ergo esse volunt, quicumqueveré beati vel sunt vel esse cupiunt. Non autem vivitfoeate, cui non adest quod vult: nullo modo igitur esse poteritvita veraciter beata, nisi fuerit sempiterna.CAPUTIXNON HÜMANIS ARGUMENTATIONIBUS, SED FI<strong>DE</strong>I AUXILIO DICIMUSBEATITUDINEM FUTURAM ESSE VERÉ SEMFITERNAM. EX FLLII<strong>DE</strong>I INCARNATIONE CREDIBILIS FIT IMMORTALITAS BEATITUDINIS12. Hanc utrum capiat humana natura, quam tamendesiderabilem confitetur, non parva quaestio est. Sed si ficdEditio Lov., volentem deserere. Castigatur ex ediüs.alüs et Mss.In Mss., finiré.6 Editi, animo. At Mss., corde.fEditi, perfecta. Melius Mss., perspec-ta.XIII, 9, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 725do contra su voluntad. ¿Con cuánto mayor motivo labrarála desgracia al abandonar al que no consiente en el abandono,si haría miserable al que en contra de su querer laconsigue ?Y si abandona al que lo desea, ¿cómo llamar feliz unavida que el mismo poseedor ansia perder? Resta la tercerahipótesis: la indiferencia del hombre feliz. Es el caso delque ni desea ni se opone a la pérdida de la vida, cuando seextingue con la muerte todo aliento vital y está, con ánimoecuánime, a todo dispuesto. Pero ni ésta puede ser vidafeliz, pues tal cual es, parece indigna del amor de aquel queella hace feliz. ¿Cómo es feliz una vida que el hombre dichosono ama? ¿Y cómo amar, si el vivir y morir con indiferenciase miran? ¿Acaso las virtudes, que amamos porquenos conducen a la bienandanza, se atreverán a persuadirnosdesamor a la dicha? Si lo consiguen, dejamos deamar las mismas virtudes al no amar la felicidad, por cuyaadquisición amábamos éstas.Finalmente, ¿cómo será verdadera aquella sentencia tanmanifiesta, tan ponderada, tan evidente, tan cierta, de quetodos los hombres quieren ser felices, si los que ya sondichosos ni lo quieren ni lo dejan de querer? Y si lo quieren,como la verdad lo proclama y la naturaleza lo exige,en la que el Hacedor sumamente bueno e inmutablementefeliz plantó esta exigencia; si desean, repito, ser dichosos,los que ya lo son no quieren ciertamente no ser felices.Y si quieren ser dichosos, sin duda no anhelan que sudicha se esfume y perezca. Sólo viviendo pueden ser felices;por consiguiente, no ansian que su vida fenezca. Luegotodo el que es verdaderamente feliz o desea serlo, quiereser inmortal. No vive en ventura quien no posee lo quedesea. En conclusión, la vida no puede ser verdaderamentefeliz si no es eterna.CAPITULOIXNo APOCADOS EN ARGUMENTOS <strong>DE</strong> RAZÓN, SINO EN EL AUXILIO<strong>DE</strong> LA FE, ASEVERAMOS QUE LA BIENANDANZA FUTURA ES VERDA­<strong>DE</strong>RAMENTE ETERNA. POR LA ENCARNACIÓN <strong>DE</strong>L HIJO <strong>DE</strong> DIOSSE HACE CREÍBLE LA INMORTALIDAD <strong>DE</strong> LA DICHA12. No es cuestión baladí averiguar si la naturalezahumana comprende esta felicidad eterna que confiesa deseable.Pero, si existe la fe que alienta en aquellos a quie-


726 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 9, 12des adsit, quae inest eis quibus dedit potestatem Iesus filiosDei fieri, nulla quaestio est.Humanis quippe argumentationibus haec invenire conantes,vix pauci magno praediti ingenio, abundantes otiodoctrinisque subtilissimis eruditi, ad indagandam solius animaeimmortalitatem pervenire potuerunt. Cui tamen animaebeatam vitam non invenerunt stabilem, id est veram:ad miserias eam quippe vitae huius etiam post beatitudinemrediré dixerunt.Et qui eorum de hac erubuerunt sententia, et animampurgatam in sempiterna beatitudine a sine corpore collocandamputaverunt, talia de mundi retrorsus aeternitate sentiunt,ut hanc de anima sententiam suam ipsi redarguant:quod hic longum est demonstrare, sed in libro duodécimoDe Civitate Dei, satis a nobis est, quantum arbitror, explicatum12 .Fides autem ista totum hominem immortalem futurum,qui utique constat ex anima et corpore, et ob hoc veré beatum,non argumentatione humana, sed divina auctoritatepromittit. Et ideo cum dictum esset in Evangelio, quod Iesusdederit potestatem filios Dei fieri iis qui eum receperunt;et quid sit recepisse eum, breviter fuisset expositum,dicendo: Credentibus in nomine eius; quoque modo filii Deifierent, esset adiunctum: Qui non ex sanguinibus, ñequeex volúntate carnis, ñeque ex volúntate viri, sed ex Deonati sunt; ne ista hominum quam videmus et gestamus infirmitastantam excellentiam desperaret. illico annexumest: Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis 13 ;ut a contrario suaderetur quod incredibile videbatur.Si enim natura Dei FiJius propter filios hominum misericordiatfactus est hominis filius; hoc est enim: Verbumcaro factum est, et habitavit in nobis homínibus: quantoest credibilius, natura filios hominis gratia Dei filios Deifieri, et habitare in Deo, in quo solo et de quo solo esse13 C. 20.13 lo. i, 12-14.aEditi, in sempiternambeatitudiném.üfflETI, 9, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ?2?nes Jesús dio poder de ser hijos de Dios, entonces no hayproblema.Entre los que se afanaron por resolver estas cuestionesapoyados en argumentos de humana razón, sólo muy pocos,dotados de penetrante ingenio, con ocio sobrado e iniciadosen las sutilezas de la ciencia, llegaron a descubrir las pruebasde la inmortalidad del alma sola. Mas al no poder encontrarpara ella una felicidad perenne, es decir, verdadera,afirmaron que aun después de su ventura gustada tornaba elalma de nuevo a las miserias de esta vida.Pero incluso entre los que sintieron sonrojo de esta sentenciay creyeron que el alma, purificada y separada delcuerpo, había de ser colocada en la bienandanza eternal, seencuentran acerca de la eternidad del mundo tales errores,que vienen a contradecir su sentir acerca del alma. La pruebasería demasiado extensa para este lugar, y además locreemos suficientemente probado en el libro XII de La Ciudadde Dios 7 .La fe, apoyada no en argumentos humanos, sino en laautoridad de Dios, promete la inmortalidad a todo el hombrefuturo, que consta de alma y cuerpo y por esto verdadera,mente feliz. Y por eso, cuando se dice en el Evangelio queJesús dio poder de ser hijos de Dios a los que le recibieron,explica en breves razones qué es recibirlo, diciendo: A aquellosque en su nombre creen; y declara el modo de hacersehijos de Dios los que no son nacidos de sangre, ni de volun*tad de carne, ni de voluntad de varón, sino que son nacidosde Dios; mas, a fin de que esta dignidad tan excelsa no descorazonea nuestra humana flaqueza que vemos y experimentamos,añade al punto: Y el Verbo se hizo carne y habitóentre nosotros, como para persuadir, por el contraste, loque parecía increíble.Si el Hijo de Dios por naturaleza se hizo hijo del hombrepor compasión de los hijos de los hombres—esto es lo quesignifican aquellas palabras: El Verbo se hizo carne y habitóentre nosotros, hombres-—, ¿cuánto más creíble será,que los que son por naturaleza hijos de hombre se haganpor gracia hijos de Dios y moren en Dios, en quien y popquien únicamente pueden ser dichosos y partícipes de su' Véase De civ. Dei, 12, 20 : PL 41, 369-372.Los aristócratas de la inteligencia. Sócrates, Platón y Aristótelesno soñaron siquiera con la inmortalidad del cuerpo en una vida m e 'jor. Es la fe, apoyo de nuestra flaqueza, la que nos revela el dogrn^consolador de la resurrección de la carne. En cuanto a la inmortal},dad del espíritu, no se muestra Agustín muy satisfecho de los argn,mentos por él empleados en los Soliloquios y en su libro De immor^talitate animae, al reconocer en su madurez la dificultad de proba. tracionalmente la inmortalidad de nuestro destino.


728<strong>DE</strong> TRINITATE XIII, .10, 14XIII, 10, 14 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 729possunt beati participes immortalitatis eius effecti; propterquod persuadendum Dei Filius particeps nostrae mortalitatiseffectus est?inmortalidad, siendo así que para convencernos de esta verdadel Hijo de Dios se hizo particionero de nuestra mortalidad?;CAPUT XINCARNATIONE VERBI CONVENilENTIOR NON FUIT MODUS ALIUSLIBERANDI HOMINIS A MORTALITATIS MISERIA. MERITA QUAED1CUNTUR NOSTRA, DONA SUNT <strong>DE</strong>I'13. Eos itaque qui dicunt: Itane defuit Deo modus aliusquo liberaret homines a miseria mortalitatis huius, ut unigenitumFilium Deum sibi coaeternum, hominem fieri vellet,induendo humanam animam et carnem, mortalemque factummortem perpeti? parum est sic refellere, ut istum modumquo nos per Mediatorem Dei et hominum hominemChristum Iesum Deus liberare dignatur, asseramus bonumet divinae congruum dignitati: verum etiam ut ostendamusnon alium modum possibilem Deo defuisse, cuius potestaticuneta aequaliter subiacent; sed sanandae nostrae miseriaeconvenientiorem modum alium non fuisse, nec esseoportuisse.Quid enim tam necessarium fuit ad erigendam spemnostram, mentesque mortalium conditione ipsius mortalitatisabiectas, ab immortalitatis desperatione liberandas, quamut demonstraretur nobis quanti nos penderet Deus, quantumquediligeret? Quid vero huius rei tanto isto indiciomanifestius atque praeclarius, quam ut Dei Filius immutabiliterbonus, in se manens quod erat, et a nobis pro nobisaccipiens quod non erat, praeter suae naturae detrimentum a ,nostrae dignatus inire consortium, prius sine ullo malo suomérito mala nostra perferret; ac si iam credentibus quantumnos diligat Deus, et quod desperabamus iam speraptibus,dona in nos sua sine ullis bonis meritis nostris, imopraecedentibus et malis meritis nostris, indebita largitateconferret?14. Quia et ea quae dicuntur merita nostra, dona sunteius. Ut enim fides per dilectionem operetur ", chantas Dei14 Gal 5, 6.* ET. et Lov., praeter animae suae naturae detrimentum. Abest,anlmae, a Mss. et editione Am.CAPÍTULO XNO HUBO MEDIO MÁS CONVENIENTE PARA LIBERTAR AL HOMBRE<strong>DE</strong> LA MISERIA <strong>DE</strong> SU MORTALIDAD QUE LA ENCARNACIÓN <strong>DE</strong>L)VERBO, NUESTROS MÉRITOS SON DONES <strong>DE</strong> DIOS13. A los que dicen: "¿No tenía Dios otro medio paralibrar al hombre de la miseria de su mortalidad? ¿Eranecesario exigir a su Hijo unigénito, Dios eterno como El,que se humanase y vistiese nuestra carne y nuestra almahumana y, hecho mortal, sufriese muerte?" A éstos es pocorefutarlos diciendo que este medio por el cual Dios se dignóredimirnos, sirviéndose del Mediador de Dios y de los hombres,el hombre Crispo Jesús, es bueno y conveniente a lamajestad divina; debemos al mismo tiempo probarles queDios, a cuyo imperio todo está sometido, no padece indigenciade medios; pero no existía otro más oportuno para sanarnuestra extremada miseria 8 .¿Qué hay más indicado para reanimar nuestra esperanzay libertar las almas de los hombres, sumergidas en su condiciónde mortales, sin esperanza de inmortalidad, que el demostrarnosDios su alto arjrecia y el amor inmenso que nostiene? ¿Existe prueba más luminosa y convincente que estacondescendencia infinita del Hijo de Dios, bueno sin mutación,el cual, permaneciendo en sí mismo lo que era y toman.do de nosotros lo que no era. se hermanó, sin detrimentode su ser. con nuestra naturaleza v llevó pobre sí nuestrospecados, sin haber El cometido culpa; para que así, creyendonosotros en el exceso de su amor y esperando contra todaesperanza, nos pudiera otorgar, por pura liberalidad, susdones sin mérito alguno nuestro, antes con muchos méritosmalos?14. Pues los que se dken nuestros méritos son sus dones.Para que la fe obre por el amor, la candad de Dios se8 La sabiduría de Dios brilla con propios fulgores sobre el mardilatado de nuestra miseria en la encarnación del Verbo. Santo Tomásdirá más tarde que la encarnación es necesaria ad melius essereparationis.Creer que la sabiduría divina no tuvo otro recurso para salvar almundo que el decreto de la encarnación del Verbo, sería una locura.Así la califica el Santo en el libro De agone christiano, c. n, n. 12(PL 40, 297).


730 <strong>DE</strong> TRINITATE XXII, 10, 14diffusa est in cordibus nostris per Spiritum sanctum quidatus est nobis 15 . Tune est autem datus, quando est Iesusresurrectione clarificatus. Tune enim eum se missurum essepromisit et misit 16 : quia tune, sicut de illo scriptum est,et ante praedictum: Ascendit in altum, captivavit captivitatem,dedit dona hominibus 17 . Haec dona sunt merita nostra,quibus ad summum bonum immortalis beatitudinis b pervenimus.Commendat autem, inquit Apostolus, charitatemsuam Deus in nobis, quoniam cura adhuc peccatores essemus,Christus pro nobis mortuus est. Multo magia iustificatinunc in sanguine ipsius, salvi erimus ab ira per ipsum.Adhuc addit, et dicit: Si enim cum inimici essemus, reconciliatisumus Deo per mortem Füü eius; multo magis reconcilian,salvi erimus in vita ipsius.Quos peccatores dixit prius, hos posterius inimicos Dei;et quos prius iustificatos in sanguine Iesu Ohristi, eos posteriusreconciliatos per mortem Filii Dei; et quos priussalvos ab ira per ipsum, eos postea salvos in vita ipsius.Non ergo ante istam gratiam quoquo modo peccatores, sedin talibus peccatis fuimus, ut inimici essemus Dei.Superius autem idem Apostolus nos peccatores et inimicosDei, duobus identidem nominibus appellavit, uno velutmitissimo, alio plañe atrocissimo, dicens: Si enim Christus,cum infirmi essemus adhuc, iuoota tempus pro impiis mortuusest 1S . Quos infiramos, eosdem impios nuncupavit. Levealiquid videtur infirmitas; sed aliquando talis est, ut impietasnominetur. Nisi tamen infirmitas esset, medicum necessariumnon haberet: qui est hebraice Iesus, graece Sco-níp,nostra autem locutione Salvator. Quod verbum latina linguaantea non habebat, sed habere poterat, sicut potuit quandovoluit. Haec autem Apostoli sententia praecedens, ubi ait:Adhuc cum infirmi essemus, iuxta tempus pro impiis mortuusest, cohaeret his duabus sequentibus, quarum in unadixit peccatores, in alia inimicos Dei, tanquam illis singulisreddiderit singula, peccatores ad infirmos, inimicos Deireferens ad impios." Rom. s. 5-lo. 2o, 22 ; 7, 39, et 15, 26.17 Eph. 4, 8, et Ps. 67, 19.18 Rom. 5, 6-10.XIII, 10, 14 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA iRÍNIDÁD 731difundió en nuestros corazones por el Espíritu Santo quenos fué dado. Y se nos dio cuando Jesús fué, en su resujrrección,glorificado. Entonces nos prometió enviar su Espíritu,y lo envió; pues, según estaba escrito y profetizado,subió a lo alto, y cautivó la cautividad, y dio dones a loshombres. Estos dones son nuestros méritos, mediante loscuales llegamos al bien supremo de la felicidad inmortal. Dios,dice el Apóstol, avalora su amor hacia nosotros en que, siendopecadores, Cristo murió por nosotros. Con mayor razónjustificados ahora por su sangre, seremos salvos de la ira.Aun añade y dice: Si, siendo enemigos, hemos sido reconciliadoscon Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, reconciliadas,seremos salvos en su vida.A los que primero llama pecadores, después los llamaenemigos de Dios; a ios que primero dice justificados porla sangre de Jesucristo, después los dice reconciliados por lamuerte del Hijo de Dios; y a los que antes dice salvos dela ira por El, después, salvos en su vida. Antes de recibir estagracia no éramos unos pecadores vulgares, sino que estábamosenfangados en tales crímenes que nos hacían enemigosde Dios.Más arriba, el mismo Apóstol nos llamó pecadores y enemigosde Dios, pero con nombres diferentes: uno muy suave,atroz el otro. Dice: Si, pues, Cristo, cuando éramos aúndébiles, a su tiempo, murió por los impíos. A los débiles lesllama después impíos. Leve parece la flaqueza, pero a veceses tan acentuada, que merece el nombre de impiedad. Y sino existiera la enfermedad, no habría necesidad del médico,que en hebreo se denomina Jesús, en griego Sotér y ennuestro idioma Salvador. La lengua latina desconocía antesesta palabra, pero podía conocerla, y la puso en circulacióncuando quiso. Esta sentencia del Apóstol: Siendo aún débiles,a su tiempo, murió por los impíos, armoniza con lasdos siguientes, donde en una se nos llama pecadores y en laotra enemigos de Dios; como si quisiera equiparar los pecadoresa los débiles, y a los impíos los enemigos de Dios.b Sic Mss. Editi vero, immortalitatis et beatitudinis.


732 • <strong>DE</strong> IRINITATE XHI, 11, 15XIII, 11, 15<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADCAPUTXICAPÍTULO XTDlFFICULTAS, QXTOMODO IUSTIFICATI SUMUS IN <strong>SAN</strong>GUINEFlLn <strong>DE</strong>í15. Sed quid est, iustificati in sanguine ipsius? Quaevis est sanguinis huius, obsecro, ut in eo iustificentur credentes?Et quid est, reconcilian per mortem Filii eius?Itane vero, cum irasceretur nobis Deus Pater, vidit mortemFilii sui pro nobis, et placatus est nobis? Numquid ergoFilius eius usque adeo nobis iam placatus erat, ut pro nobisetiam dignaretur morí: Pater vero usque adeo adhuc irascebatur,ut nisi Filius pro nobis moreretur, non placaretur?Et quid est quod alio loco idem ipse Doctor Gentium: Quid,inquit, ergo dicernus ad haec? Si Deus pro nobis, quis contranos? Qui proprio Filio suo non pepercit, sed pro nobisómnibus tradidit illum; quomodo non etiam cum illo omnianobis donavit ? 19Numquid nisi iam placatus esset Pater, proprio Filionon parcens pro nobis eum traderet? Nonne videtur haecilli velut adversa esse sententia? In illa moritur pro nobisFilius, et reconciliatur nobis Pater per mortem eius: in hacautem tanquam prior nos dilexerit Pater, ipse propter nosFilio non parcit, ipse pro nobis eum tradit ad mortem.Sed video quod et antea Pater dilexit nos, non solumantequam pro nobis Filius moreretur, sed antequam conderetmundum, ipso teste Apostólo, qui dicit: Sicut elegitnos in ipso ante mundi constitutionem 20 . Nec Filius Patresibi non paréente pro nobis velut invitus est traditus, quiaet de ipso dictum est: Qui me dilexit, et tradidit semetipsumpro me 21 . Omnia ergo simul et Pater et Filius et amborum Spiritus pariter et concorditer operantur: tameniustificati sumus in Christi sanguine, et reconciliati sumusDeo per mortem Filii eius; et quomodo id faetum sit, utpotero, etiam hic quantum satis videbitur explicabo.hjph. i, 4.Gal. 2, so.JUSTIFICADOS POR LA <strong>SAN</strong>GRE <strong>DE</strong>CRISTO15. Pero ¿qué significa justificados por su sangre? Dime:¿qué virtud, pregunto, tiene esta sangre para que loscreyentes sean por ella justificados? ¿Qué quiere decir reconciliadospor la muerte de su Hijo? ¿Es que Dios Padre,airado contra nosotros, vio la muerte piacular de su Hijoy se aquietó su ira contra nosotros? ¿Acaso el Hijo se habíaya reconciliado con nosotros, hasta dignarse morir por nosotros,mientras el Padre aun humeaba en su furor y sólo seaplacaba a condición de que su Hijo muriera por nosotros?¿Qué es lo que en otro lugar dice el mismo Doctor de losgentiles cuando escribe: ¿Qué diremos, pues, a estas cosas?Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? El queno perdonó a su propio Hijo, sino que por todos nosotroslo entregó, ¿como no nos ha de dar con El todas las cosas?¿Por ventura, si el Padre no estuviera aplacado al noperdonar a su Hijo, lo entregaría por nosotros? ¿No pareceesta sentencia contradecir a la anterior? Muere, en laprimera, por nosotros el Hijo, y el Padre se reconcilia connosotros por su muerte; en ésta, como si el Padre ya noaamase antes, no perdona por nosotros a su Hijo y El mismolo entrega por nosotros a la muerte.Pero yo veo en el Padre un amor de prioridad. Nos amóno sólo antes de morir su Hijo por nosotros, sino antes dela creación del mundo, siendo de esto testigo el mismoApóstol cuando dice: Nos eligió en El antes de la constitucióndel mundo. El Hijo, a quien el Padre no perdona, esentregado, pero no contra su voluntad, pues de El estaescrito: Me amó y se entregó a sí mismo por mí. Todas lasoperaciones divinas son comunes al Padre, al Hijo y al EspírituSanto, en armonía y concordia 9 ; no obstante, hemo3sido justificados por la sangre de Cristo y reconciliadoscon Dios por la muerte de su Hijo. El cómo lo explicaré,conforme a mis posibles, con suficiente amplitud.• Se refiere el Santo a las operaciones que los teólogos llamanad extra. De la cantera agustiniana sacará el concilio undécimo deToledo (a. 575) aquella frase lapidaria : Inseparabiles in eo quodsunt et in eo quod faciunt.


734 <strong>DE</strong> ÍRINIÍAIÉ XIII, 12, 16XIII, 12, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 735CAPUT XIIOMNES PROPTER ADAE PECCATUM TRADITI IN POTESTATEMDIABOLI16. "Quadam iustitia Dei in potestatem diaboli traditumest genus humanum, peccato primi hominis in omnesutriusque sexus commixtione nascentes originaliter transeúnte,et parentum primorum debito universos posterosobligante. Haec traditio prius in Genesi significata est, ubicum serpenti dictum esset: Terram manducabis; hominidictum est: Terra es, et in terram ibis 22 . Eo quod dictumest: In terram ibis, mors corporis praenuntiata est, quia necipsam fuerat experturus, si permansisset ut factus est rectus;quod vero viventi ait: Terra es, ostendit totum hominemin deterius commutatum. Tale est enim: Terra es;quale istud: Non permanebit Spiritus meus in hominvbusistis, quoniam caro sunt 23 . Tune ergo demonstravit eum eitraditum, cui dictum fuerat: Terram manducabis. Apostolusautem apertius hoc praedicat, ubi dicit: Et vos cumessetis mortui delictis et peccatis vestris, in quibus aliquandoambulastis secundum saeculum mündi huius, secundumprincipem potestatis aeris, spiritus huius qui nuncoperatur in filiis diffidentiae, in quibus et nos omnes aliquandoconversan sumus in desideriis carnis nostrae, pacientesvoluntates carnis et affectionum: et eramus naturafüii irae, sicut et ceteri 24 .Filii diffidentiae sunt infideles; et quis hoc non est antequamfidelis fiat? Quocirca omnes nomines ab origine sub" Gen. 3, 14.:3 Ibid., 6, 3.21 Eph. a, 1-3CAPITULOXIIBAJO EL PO<strong>DE</strong>R <strong>DE</strong> SATANÁS16. La justicia divina entregó el humano linaje a latiranía de Lucifer a causa del pecado del primer hombre,pecado que se transmite originariamente a cuantos nacendel ayuntamiento de dos sexos; y el débito de nuestros primerospadres grava sobre todos sus descendientes 10 .Esta entrega al demonio la encontramos ya expresadaen el Génesis, donde se dice a la serpiente: Comerás tierra;y al hombre: Tierra eres y en tierra te convertirás. Al decir:En tierra te convertirás, se pronuncia sentencia de muertecorporal, porque, habiendo sido el hombre creado recto, nohabría gustado la muerte de haber permanecido en justicia.Y cuando dice al viviente: Tierra eres, da a entender quetodo el hombre fué cambiado en algo peor ". La expresióntierra eres equivale a aquella otra: No permanecerá mi espírituen estos hombres, pues son carne. Y entonces entregóal hombre al poder de aquel a quien había dicho: Tierracomerás. Más claramente lo declara el Apóstol cuandoescribe: Y vosotros, estando muertos por vuestros delitosy pecados, en los que en algún tiempo habéis caminado, segúnla condición de este mundo, conforme al príncipe delas potestades aéreas, cuyo espíritu actúa ahora en los hijosde la desconfianza, con los cuales todos nosotros hemos tambiénalternado, siguiendo los deseos de nuestra carne, cumpliendola voluntad y deseos de la carne, siendo por naturalezahijos de ira como los demás.Los hijos de la desconfianza son los infieles, y ¿quién nolo es antes de ser creyente? En consecuencia, todos los hom-10 La frase tiene la amplitud de la sentencia del Apóstol. Elprivilegio de la Virgen Inmaculada se encuadra dentro de este decirgeneral. El lector encontrará en Mueller un estudio concienzudosobre el pensamiento agustiniano acerca del dogma de la Inmaculada.Cf. MUEIXER, Augustinus amicus an adversarius ImmaculataeConcepüonis ?: Miscellanea Agostiniana, vol. 2, páginas885-914.11 La mano de Agustín aparece en el canon primero del concilioArausicano II : Totum hominem, id est, secundum Corpus et animamin deterius commutatum. Debemos aquí evitar los excesos deluteranos y jansenistas, que abocan a un negro fatalismo. Los teólogosaun no se han puesto de acuerdo sobre la extensión de estasheridas del pecado de origen. Cf. JANSSENS, Surwma theol., t. 8,p. 706 ss.


736<strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 13, 17principe sunt potestatis aeris, qui operatur in filiis diffidentiae.Et quod dixi: "Ab origine", hoc est quod dicitApostolus, natura et se fuisse sicut ceteros: natura scilicetut est depravata peccato, non ut recta creata est ab initio.Modus autem iste quo traditus est homo in diaboli potestatem,non ita debet intelligi, tanquam hoc Deus fecerit,aut fleri iusserit: sed quod tantum permiserit, iuste tamen.Illo enim deserente peccantem, peccati auctor illico invasit.Nec ita sane Deus deseruit creaturam suam, ut non se illiexhiberet Deum creantem et vivificantem, et Ínter poenaliamala etiam bona malis multa praestantem. Non enim continuitin ira sua miserationes suas 25 . Nec hominem a legesuae potestatis amisit, quando in diaboli potestate esse permisit:quia nec ipse diabolus a potestate Omnipotentis alienusest, sicut ñeque a bonitate. Nam et maligni angeli undequalicumque subsisterent vita, nisi per eum qui viviflcatomnia? Si ergo commissio peccatorum per iram Dei iustamhominem subdidit diabolo, profecto remissio peccatorumper reconciliationem Dei benignam eruit hominem a diabolo.CAPUTXIIINON POTENTIA, SED IUSTITIA ERUENDUS HOMO FUIT A DIABOLIPOTESTATE17. Non autem diabolus potentia Dei, sed iustitia superandusfuit. Nam quid Omnipotente potentius? Aut cuiuscreaturae potestas potestati Creatoris comparan potest?Sed cum diabolus vitio perversitatis suae factus sit amatorpotentiae, et desertor oppugnatorque iustitiae; sic enimet nomines eum tanto magis imitantur, quanto magis neglecta,vel etiarn perosa iustitia, potentiae student, eiusquevel adeptione laetantur, vel inflammantur cupiditate: placuitDeo, ut propter eruendum hominem de diaboli potestate,non potentia diabolus, sed iustitia vinceretur; atqu?ita et homines imitantes Christum, iustitia quaererent diabolumvincere, non potentia.Non quod potentia quasi mali aliquid fugienda sit; sedordo servandus est, quo prior est iustitia. Nam quanta po-Ps. 76, 10.XIII, 13,, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 737bres gimen, en su origen, bojo el poder del príncipe de laspotestades aéreas, cuyo espíritu actúa en los hijos de la desconfianza.La palabra origen equivale a esta otra del Apóstol:naturaleza, según la cual somos como los demás; esdecir, una naturaleza depravada por el pecado y no segúnla rectiturl en que había sido al principio creada.En cuanto al modo como el hombre ha sido entregadoal poder de Satanás, no se ha de entender cual si lo hicierao mandara hacer el Señor, sino solamente por su justa permisión.El autor del pecado hizo irrupción en el pecador enel momento de ser abandonado por Dios. Aunque, a decirverdad, ni aun entonces abandonó el Señor a su criatura ycontinúa haciendo sentir su acción creadora y vivificante,otorgando, en medio de los sufrimientos penales, bienesinnúmeros aun a los malos. En su ira no cerró sus piedades.No substrae al hombre a la ley de su poder cuandopermite esté bajo el poder del demonio; porque ni el mismoLucifer se puede substraer al poder y bondad del Omnipotente.¿Cómo podrían subsistir, cualquiera que sea suvida, los ángeles prevaricadores, sino en virtud del que todolo vivifica? Si el pecado, por justa ira de Dios, hace al hombresubdito del diablo, la remisión de los pecados, efectode la misericordiosa reconciliación de Dios, libra al hombrede la esclavitud del demonio.CAPITULOXIIIEL HOMBRE FUÉ ARRANCADO <strong>DE</strong> LAS GARRAS <strong>DE</strong> SATANÁS PORUN ACTO <strong>DE</strong> LA JUSTICIA <strong>DE</strong> DIOS, NO <strong>DE</strong> SU PO<strong>DE</strong>R17. Fué el demonio superado, no por el poder, sinopor la justicia de Dios. ¿Qué hay más poderoso que el Omnipotente?¿Qué virtud creada puede compararse a la potenciadel Creador? Se hizo el diablo, por el vicio de superversidad, amador del poder y desertor o impugnador dela justicia, e imitan los hombres su ejemplo al despreciary odiar la justicia en afán de poder, se alegran con su posesióne inflaman en su deseo; y así plugo a Dios, paraarranear al hombre del poder de Satanás, vencer a Luzbel,no con la potencia de su brazo, sino con su justicia, paraque los hombres, imitando a Cristo, traten de superar aldiablo con la justicia, no con el poder.No es que el poder se haya de evitar como un mal, peroes necesario guardar el orden, y el primer puesto lo ocupaS. As. 5 24,


738 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 13, 17tentia potest esse mortalium? Teneant ergo mortales iustitiam,potentia immortalibus dabitur. Cui comparata quantalibeteorum hominum qui potentes vocantur in térra, ridiculainfirmitas invenitur, et ibi foditur peccatori fovea,ubi videntur mali plurimum posse. Cantat autem iustus etdicit: Beatus homo quem tu erudieris, Domine, et de legetua docueris eurri: ut mitiges e'i a diebus malignis, doñeefodiatur peccatori fovea. Quoniam non repellet Dominusplebem suam, et haereditatem suam non derelinquet: quoadusque iustitia convertatur in iudicium, et qui habent eam,omnes recto sunt corde 28 .Hoc ergo tempore quo differtur potentia populi Dei, nonrepellet Dominus plebem suam, et haereditatem suam nonderelinquet; quantalibet acerba et indigna ipsa humilis atqueinfirma patiatur, quoadusque iustitia quam nunc habetinfirmitas piorum, convertatur in iudicium, hoc est, iudicandiaccipiat potestatem: quod iustis in fine servatur, eumpraecedentem iustitiam ordine suo fuerit potentia subsecuta.Potentia quippe adiuncta iustitiae, vel iustitia accedenspotentiae ia; , iudiciariam potestatem facit. Pertinet autemiustitia ad voluntatem bonam: unde dictum est ab angelisnato Christo: Gloria in excelsis Deo, et in térra paxhominibus bonae voluntatis 27 .Potentia vero sequi debet iustitiam, non praeire; ideoet in rebus secundis ponitur, id est prosperis: secundae autema sequendo sunt dictae. Cum enim beatum faciant, sicutsuperius disputavimus, duae res, bene velle, et possequod velis, non debet esse illa perversitas, quae in eademdüsputatione notata est, ut ex duabus rebus quae faciuntbeatum, posse quod velit homo eligat, et velle quod oportetnegligat; cum prius debeat habere voluntatem bonam,magnam vero postea potestatem.Bona porro voluntas purganda est a vitiis, a quibus sivincitur homo, ad hoc vincitur ut male velit, et bona iamvoluntas eius quomodo erit? Optandum est itaque ut potestasnunc detur, sed contra vitia, propter quae vincenda potentesnolunt esse nomines, et volunt propter vincendoshomines: utquid hoc, nisi ut veré victi falso vincant, necsint veritate, sed opinione victores? Velit homo prudensesse, velit fortis, velit temperans, velit iustus, atque uthaec veraeiter possit, potentiam plañe optet, atque appetata Am. et pleriqne Mss., accedente potentiae. Et nonnulli accedentepotentia.XIII, 13, 17 <strong>DE</strong> L\ <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRi.vimi) 739la justicia. ¿Cuál puede, en efecto, ser el poder de los mortales?Observen los mortales la justicia, y al devenir inmortalesles ¡será dado el poder. Comparado con éste el poderde los hombres llamados en la tierra poderosos, por encumbradoque sea, es ridicula debilidad; se cava al pecador lafosa allí donde los malos dan sensación de poder. El justo,por el contrario, canta y dice: Bienaventurado el hombre alque tú, ¡oh Señor!, educas y al que instruyes en tu ley,para que esté tranquilo en los días de la aflicción, en tantoque se cava para el impío su hoya. Porque no rechaza el Señora su pueblo ni abandona su heredad, hasta que torne aljuicio la justicia, y los que la poseen son todos rectos decorazón.Durante este tiempo en que Dios difiere otorgar el podera su pueblo, no rechaza el Señor a su plebe ni abandona suheredad, cualesquiera que fueren las amarguras y humillacionessufridas en su debilidad y pequenez, hasta que lajusticia, a la cual permanecen fieles en su flaqueza los queson piadosos, vuelva al juicio, es decir, reciba la potestadjudiciaria, reservada en el juicio final a los justos, cuandoel poder suceda, según su orden, a la justicia, que le haprecedido. El poder apoyado en la justicia, o la justiciahermanada con el poder, constituye la potestad judiciaria.Pertenece la justicia a la buena voluntad; de ahí que losángeles, al nacer Cristo, entonaran: Gloria a Dios en lasalturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.El poder ha de seguir siempre y no preceder a la justicia;por eso se coloca en las cosas segundas, esto es, prósperas,pues segundo viene de seguir. Dos cosas, según másarriba explicamos, integran la felicidad: querer el bien ypoder lo que se quiere. Luego no ha de tener cabida aquíaquel perverso desorden, en esta misma discusión mencionado,y, entre las dos condiciones de la dicha, elija el hombrepoder lo que quiere y descuide querer lo que le conviene:primero ha de tener una voluntad recta, luego gozar deun gran poder.La voluntad para ser buena ha de ser de los vicios purgada,porque, si el hombre fuere por ellos vencido, le inducena querer el mal, y entonces ¿dónde está su buena voluntad?Se ha de suspirar ahora por el poder, pero sólo contralos vicios; mas los hombres ansian el poder no para frenarsus pasiones, sino para dominar a los mortales. Y ¿cuáles 'la causa, sino para que los verdaderos vencidos triunfenen apariencia, siendo triunfadores no en la realidad, sino enla opinión?Quiera el hombre ser prudente, fuerte, moderado y justo;y para serlo en verdad desee y ambicione ser poderoso en


740 <strong>DE</strong> TRINITATE XIH, 14, 18ut potens sit in se ipso, et miro modo adversus se ipsumPro se ipso. Cetera vero quae taene vult, et tamen non potest,sicut est immoritalitas, et vera ac plena felicitas, desiderarenon cesset, et patienter exspectet.XíIH, 14, lg <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 741sí mismo, y así de una manera admirable se declara en contrasuya en favor de sí mismo. Los otros bienes que rectamenteansia poseer y no puede, como es la inmortalidad y ladicha sin fin, no cese de desearlos y espere con paciencia.CAPUTXIVCHRISTI MOKS 1N<strong>DE</strong>BITA LIBERAVIT OBNOXIOS MORTI18. Quae est igitur iustitia, qua victus est diabolus?Quae, nisi iustitia Iesu Christi? Et quomodo victus est?Quia cum in eo nihil morte dignum inveniret, occidit eumtamen. Et utique iustum est ut debitores quos tenebat, liberidimittantur, in eum credentes quem sine ullo debitooccidit. Hoc est quod iustificari dicimur in Christi sanguine28 . Sic quippe in remissionem peccatorum nostrorum innocenssanguis Ule effusus est. Unde se dicit in Psalmis inmortuis liberum 20 . Solus enim a debito mortis liber est mortuus.Hinc et in alio psalmo dicit: Quae non rapui, tune•exsolvebam 30 : rapinam volens intelligi peccatum, quia usurpatumest contra licitum. Unde per os etiam carnis suae, sicutin Evangelio legitur, dicit: Ecce venit princeps mundihuius, et in me nihil invenit, id est, nullum peccatum; sedut sciant omnes, inquit, quia voluntatem Patris mei fació,surgite, eamus hinc sl . Et pergit inde ad passionem, ut prodebitoribus nobis quod ipse non debebat exsolveret.Numquid isto iure aequissimo diabolus vinceretur, si potentiaOhristus cum illo agere, non iustitia voluisset? Sedpostposuit quod potuit, ut prius ageret quod oportuit. Ideoauteiri illum esse opus erat, et hominem, et Deum. Nisi enimhomo esset, non posset occidi: nisi Deus esset, non credereturnoluisse quod potuit, sed non potuisse quod voluit,nec ab eo iustitiam potentiae praelatam fuisse, sed ei defuissepotentiam putaremus. N;une vero humana pro nobispassus est, quia homo erat; sed si noluisset^, etiam hocnon pati potuisset, quia et Deus erat. Ideo gratior facta estin humilitate iustitia, quia posset si noluisset humilitatemnon perpeti tanta in divinitate potentia: ac sic a morientetam potente, nobis mortalibus impotentibus, et commendata28 Rom. 5, g-23 Ps. 87, 6.30 Ps. 68, 5." lo. 14, 3°- 3i-=• Sic. Mss. At editi,voluisset.CAPÍTULOXIVLA MUERTE INMERECIDA <strong>DE</strong> CRISTO ES SALVACIÓNPARA LOS CON<strong>DE</strong>NADOS A MUERTE18. ¿Cuál es la justicia que venció a Satanás? La justiciade Jesucristo. ¿Cómo fué derrotado? Porque, no encontrandoen El nada digno de muerte, sin embargo, lemató. Es, pues, justo que los deudores, por él encadenados,sean libres cuando ponen su fe en aquel a quien sin tenerculpa dio muerte. Esto es ser justificados por la sangre deCristo. Sangre inocente derramada en remisión de nuestrospecados. El se dice en los Salmos libre entre los muertos.Murió el único exento de la pena de muerte. Por eso dice enotro salmo: Entonces restituí lo que no robé. Por robo seentiende el pecado, que es usurpación ilícita. De sus labiosoímos en el Evangelio: He aquí que viene el príncipe de estemundo y en mí no encuentra nada. Es decir, ningún pecado.Mas, para que tocios conozcan que obro según la voluntaddel Padre, prosigue: Levantaos, vamonos de aquí; y da principioa su pasión para pagar, el que nada debía, por nosotrosdeudores.¿Habría sido vencido por medio de este equitativo derechosi Cristo hubiera preferido actuar contra él en virtudy poder y no en justicia? Puso en segundo término su virtudpara obrar según convenía, y para ello era menesterque fuera hombre y Dios. Si no fuera hombre, no podía sercrucificado; si no fuera Dios, no se creería que no quisolo que pudo, sino que no pudo lo que quiso; ni creeríamosque prefirió la justicia al poder, sino que le faltó el poder.Padeció por nosotros afrentas humanas, porque era hombre; pero, si no hubiera querido, no habría penado, pues eraDios. Por esto su justicia se hizo más encantadora en BUhumildad, porque pudo, si lo hubiera querido, evitar la humillaciónmediante el inmenso poder de su divinidad; al morirel de excelso poderío nos recomienda a nosotros, irnpo-


742 DI; IRRÍTATE XUT, 15, 19est iustitia, et promissa potentia. Horum enim duorumunum fecit moriendo, alterum resurgendo.Quid enim iustius, quam usque ad mortem crucis proiustitia pervenire? et quid potentius, quam resurgere a mortuis,et in caelum cum ipsa carne in qua est occisus ascenderé?Et iustitia ergo prius, et potentia postea diabolumyicit: iustitia seilicet, quia nullum peccatum habuit, et abillo iniustissime est occisus; potentia vero, quia revixitmortuus, nunquam postea monturas 32 . Sed potentia diabolumyicisset, etiamsi ab illo non potuisset occidi: quamvismaioris sit potentiae etiam ipsam mortem vincere resurgendo,quam vitare vivendo.Sed aliud est propter quod iustificamur in Christi sanguine,cum per remissionem peccatorum eruimur a diabolipotestate: hoc ad id pertinet, quod a Christo iustitia diabolusyincitur, non potentia. Ex infirmitate quippe quamsuscepit in carne mortali, non ex immortali potentia crucifixusest 'Christus: de qua tamen infirmitate ait Apostolus:Quod infirmum est Dei } fortius est hominibus 33 .CAPUT XVXIII, 15, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 743tentes mortales, la justicia y nos promete el poder. De estascosas, una la ejerció muriendo, la otra resucitando.¿Hay nada más justo que llegar hasta la muerte de cruzpor amor a la justicia? Y ¿hay algo más potente que resucitarde entre los muertos y subir al cielo en la misma carneque sufrió muerte? Venció al demonio, primero con sujusticia, luego con su poder: con su justicia, porque no tuvopecado, y su muerte fué la mayor de las injusticias; con supoder, porque resucitó de entre los muertos para no morirya más. Hubiera vencido también al demonio con su poder,aunque no pudiera éste darle muerte; pero poder más excelsorequiere vencer la muerte muriendo que evitarla vi-,viendo.Mas es por otra razón por la que nosotros somos justificadosen la sangre de Cristo, al ser rescatados del poderdel demonio por la remisión de los pecados; y a esto obedeceel que sea vencido Satanás, no por el poder, sino porla justicia de Cristo. Cristo fué crucificado en la debilidadque de nosotros tomó al vestir nuestra carne mortal, no enpotencia inmortal; de esta flaqueza dice el Apóstol: La adinamíade Dios es más poderosa que los hombres.<strong>DE</strong> EO<strong>DE</strong>M19. Non est itaque diflficile videre diabolum victum;quando qui ab illo occisus est resurrexit. Illud est maius,et ad intelligendum profundius, videre diabolum victum,quando sibi vicisse videbatur, id est, quando Christus occisusest. Tune enim sanguis ille, quoniam eius erat quinullum habuit omnino peccatum, ad remissionem nostrorumfusus est peccatorum, ut quia eos diabolus mérito tenebat,quos peccati reos conditione mortis obstrinxit, hos pereum mérito dimitteret, quem nullius peccati reum immeritopoena mortis affecit. Hac iustitia victus, et hoc vinculovinctus est fortis, ut vasa eius eriperentur 3i , quae apudeum cum ipso et angelis eius fuerant vasa irae, et in vasamisericordiae verterentur ss .Haec quippe verba ipsius Domini nostri Iesu Christi decáelo ad se facta, cum primum vocatus est, narrat apostolusPaulus. Nam Ínter cetera quae audivit, etiam hoc sibi3 - Rom. 6, 9.3334331 Cor. 1, 25.Me. 3, 27.Rom. 9, 22. 23.CAPÍTULOCONTINUACIÓNXV19. No es difícil ver al demonio vencido cuando su victimaresucita. Mayor y más profundo misterio para la inteligenciaes ver al diablo vencido cuando parecía triunfar, esdecir, cuando Cristo fué muerto. Entonces la sangre del queno había conocido pecado fué derramada en remisión denuestros crímenes, y, aunque con derecho esclavizaba el demonioa los que eran reos de pecado y culpables en su condiciónmortal, se vio precisado a dejarlos en libettad, y conjusticia, pues sin culpa sentenció a muerte al que no erareo de pecado. Vencido por esta justicia y atado el fuertecon estas ligaduras y sus preseas robadas, convirtió en cálicesde misericordia a los que en poder de Luzbel y de susángeles eran vasos de ira.Palabras son éstas de nuestro Señor Jesucristo, que sedejaron oír desde el cielo en el momento de la conversiónde San Pablo, según nos lo afirma el mismo Apóstol. Pues, en-


BE TRINITATE XHI, 16, 20dictum sic loquitur: Ad hoc enim tibi apparui, ut constituamte ministrum et testem eorum quae a me vides, quipusetiam praeco tibi, liberans te de populo et de gentibus,in quas ego mitto te aperire oculos caecorum, ut avertantura tenebris, et a potestate satanae ad Deum, ut accipiantremissionem peccatorum, et sortem quae in sanctis, et fidemquae in me est se . Unde et exhortans idem apostoluscredentes ad gratiarum actionem Deo Patri: Qui eruit nos,ínquit, de potestate tenebrarum, et transtulít in regnumFüii charitatis suae, in quo habemus redemptionem in remissionempeccatorum, 3T .In hac redemptione tanquam pretium pro nobis datuaest sanguis Christi, quo accepto diabolus non ditatus est,sed ligatus: ut nos ab eius nexibus solveremur, nec quemquamsecum eorum quos Christus ab omni debito líber indebitefuso euo sanguine redemisset, peccatorum retibus involutumtraheret ad secundae ac sempiternae mortis exitium38 ; sed hactenus morerentur ad Christi gratiam pertinentes,praecogniti et praedestinati et electi ante constitutionemmundi s9 , quatenus pro illis ipse mortuus est Christus,carnis tantum mor te, non spiritus.CAPUTXVIHELIQUIAE MORTIS ET SAECULI MALA CEDUNT IN BONUM ELEC-TIS. QUAM CONVENIENTER ELECTA MORS CHRISTI, UT IUSTIFI-CAREMUR IN <strong>SAN</strong>GUINE IPSIUS. IRA <strong>DE</strong>I QUAE SIT20. Quamvis enim et ipsa mors carnis de peccato primihominis originaliter venerit, tamen bonus eius usus gloriosissimosmartyres fecit. Et ideo non solum ípsa, sed omniasaeculi huius mala, dolores latooresque hominum, quanquamde peccatorum, et máxime de peccati originalis meritisveniant, unde facta est et ipsa vita vinculo mortisobstricta, tamen et remissis peccatis remanere debuerunt,cum quibus homo pro veritate certaret, et unde exercereturvirtus fidelium: ut novus homo per testamentum novum,inter mala huius saeculi novo saeculo praepararetur," Act. 26, 16-18.37 Coi. 1, 13. 14." Apoc. 21, 8.39 1 Petr. 1, 20.HI, 16, 20 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 745re otras cosas que oyó, le fué dicho: Para esto me he wpaecidoa ti, para hacerte ministro y testigo de Lo que hasisto y de las cosas que aun te indicaré, librándote del punióy de los gentiles, a los cuales yo te envío para que abrasos ojos a los ciegos, y se aparten de las tinieblas, y seowmertan del poder de Satanás a Dios, y reciban la remiionde los pecados, y la herencia de los santos, y la fe enií. De ahí que, exhortando el Apóstol a los creyentes a dar:racias a Dios Padre, dice: El cual nos libertó del podere las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,•on quien tenemos la redención y la remisión de los pendas12 .En esta redención, la sangre de Cristo ha sido dada porlosotros como precio; y al recibirlo Satanás, no se enriqueió,se ató, para que nosotros nos veamos libres de sus la-;os, de suerte que ya no pueda arrastrar, envueltos en 'lasedes del pecado, al abismo de la muerte segunda y eternaL los que Cristo, exento de deuda, redimió con su sangre,voluntariamente derramada. Ahora mueren como herederosle la gracia de Cristo, preconocidos, predestinados y elegidosmtes de la constitución del mundo, pues Cristo murió porsilos muerte de carne, no de espíritu.CAPÍTULOXVILiA MUERTE Y LOS MALES <strong>DE</strong> ESTE SIGLO CE<strong>DE</strong>N EN BIEN <strong>DE</strong> LOSÍLEGIDOS. LA MUERTE <strong>DE</strong> CRISTO FUÉ CONVENIENTEMENTE Efa-30GIDA PARA QUE FUÉRAMOS JUSTIFICADOS POR SU <strong>SAN</strong>GRE. QüÉSEA LA IRA <strong>DE</strong> DTOS20. Aunque la muerte del cuerpo trae su origen del pejadodel primer hombre, con todo, su buen uso hizo mártiresgloriosos. Por eso, no sólo la muerte, sino todos los¡nales de este siglo, los dolores y trabajos de los hombres,aunque sean efecto de la culpa, y sobre todo del pecado dejrigen, que encadena la vida al carro de la muerte, sin embargo,perdonados los crímenes, debieron subsistir las penalidadespara ofrecer al hombre oportunidad de lucharpor la verdad y ejercitar la virtud de los creyentes, a fin deque el hombre nuevo se prepare mediante un nuevo testa-12 La redención no es la pura y simple satisfacción de una deuda; es la escalada y conquista del reino del amor. A estas alturas,de las que habíamos sido para siempre desterrados, nos volvióCristo por el camino sangriento de su pasión. Esta es la teologíacatólica de la encarnación del Verbo propuesta por San Agustín.


746 <strong>DE</strong> TRINITATE Xni, 16, 21miseriam quam meruit vita ista damnata sapienter tolerans,et quia finietur prudenter gratulans; beatitudinemvero quam liberata vita futura sine fine habitura est, fideliteret patienter exspectans.Diabolus enim a dominatu et a cordibus fidelium forasmissus, in quorum damnatione atque infidelitate licet damnatusetiam ipse regnabat, tantum pro conditione mortalitatishuius adversan sinitur, quantum eis expediré novit,de quo sacrae Litterae personant per os apostolicum: FideüsDeus, qui non tpermittet vos tentari supra id quod potestis;sed faciet cum tentatione etiam exitum, ut possitissustinere 40 . Prosunt autem ista mala quae fideles pie perferunt,vel ad emendanda peccata, vel ad exercendam probandamqueiustitiam, vel ad demonstrandam vitae huiusmiseriam, ut illa ubi erit beatitudo vera atque perpetua,et desideretur ardentius, et instantius inquiratur.Sed circa eos ista servan tur, de quibus Apostolus dicit:Scimus quoniam diligentibus Deum omnia cooperantur inbonum, iis qui secundum propositum vocati sunt sancti.Quoniam quos ante praescivit, et praedestinavit conformesaimaffinis Füii sui, ut sit ipse primogenitus in multis fratribus.Quos autem praedestinavit, illos et vocavit; et quosvocavit, illos et iustificavit; quos autem iustificavit, ipsoset glorificavit. Horum praedestinatorum nemo cum diaboloperibit 1 »; nemo usque ad mortem sub diaboli potestate remanebit.Deinde sequitur quod iam supra eommemoravi 41 :Quid ergo dicemus ad haec? Si Deus pro nobis, quis contranos? Qui Filio proprio non pepercit, sed pro nobis ómnibustradidit illum; quomodo non et cum illo omnia nobis donavit?4221. Cur ergo non fieret mors Christi? Imo cur nonpraetermissis alus innumerabilibus modis, quibus ad nosliberandos uti posset Omnipotens, ipsa potissimum eligereturut fieret; ubi nee de divinitate eius aliquid imminutumest aut mutatum, et de humanitate suscepta tantum beneficiicoUatum est hominibus, ut a Dei Filio sempiternoeodemque hominis filio mors temporalis indebita redderetur,qua eos a sempiterna morte debita liberaret? Peccatanostra diabolus tenebat, et per illa nos mérito figebat inmorte. Dimisit ea ille qui sua non habebat, et ab illo immeritoest perductus ad mortem. Tanti valuit sanguis ille,40 i Cor. io, 13.41 C. n.42 Rom. 8, 28-32.aHic editi addunt, fleri; quod a Mss. et a graeco textil Apostoliabest.* Mss., perit.XIII, 16, 21 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 747mentó a un nuevo mundo a través de los males de este siglo,soportando con sabiduría la miseria merecida por su vidaculpable y felicitándose con humildad por su término, esperandocon fidelidad y paciencia la bienandanza sin fin dela libertad en la vida futura.Arrojado el demonio de su imperio y de los corazonesde los fieles, sobre los cuales, condenado y todo, señoreabaen virtud de su maldición e infidelidad, sólo puede combatirnosen esta vida mortal en la medida que le es permitidopor aquel de quien las Sagradas <strong>Escritura</strong>s por boca delApóstol dicen: Fiel es Dios, que no permitirá seáis tentadossobre vuestras fuerzas, sino que dispondrá con la tentaciónel éocito para que podáis resistir. Sobrellevados estos malescon espíritu de piedad por los fieles, son muy útiles paraenmienda de los pecados, ejercicio y probación de la justicia,demostración de las miserias de esta vida, y para que conmayor ardor se desee y se busque con más afán aquella vidacuya felicidad es verdadera y eterna.En ellos tiene cumplimiento lo que dice el Apóstol: Sabemosque todo coopera al bien de los que aman a Dios,llamados según el designio de Dios a la santidad. Porquea los que antes conoció los predestinó a ser conformes conla imagen de su Hijo, para que éste sea el primogénito entremuchos hermanos. A los que predestinó, a ésos llamó; a losque llamó, a ésos justificó; a los que justificó, a éstos losglorificó. Ni uno solo de estos predestinados perecerá conel diablo, ni uno de ellos permanecerá bajo la esclavitud deLucifer hasta la muerte. Luego siguen las palabras másarriba mencionadas: ¿Qué diremos, pues, a esto? Si Diosestá por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no perdonóa su propio Hijo, antes lo entregó por todos nosotros,¿cómo no nos dará con El todas las cosas?21. ¿Por qué, pues, la muerte de Cristo no había derealizarse? O mejor, ¿por qué, dejando a un lado otros mediosinnumerables de ios que podía echar mano el Todopoderoso,eligió precisamente la muerte como medio, no perdiendonada la divinidad ni experimentando cambio alguno;y así, al vestir nuestra humanidad, proporciona a los hombresun bien inmenso, pues la muerte temporal e inmerecidadel que es al mismo tiempo Hijo de Dios e hijo del hombrenos libró de la muerte eterna, bien merecida? Nuestros pecadoslos tenía el demonio en su poder, y por ellos nos sujetaba,con pleno derecho, a la muerte. Nos los perdonó elque no los tenía propios y contra toda justicia fué condenadoa muerte. Y tal era el valor de aquella sangre, que el


748 <strong>DE</strong> TRINIIATE XEEC, 16, 21ut neminem Christo indutum in aeterna morte debita detineredebuerit, qui Christum morte indebita vel ad tempusoccidit.Commendat ergo charitatem suam Deus in nobis: quoniamcum adhuc peccatores essemus, Christus pro nobismortuus est. Multo magis iustificati nunc in sanguine ipsius,salvi erimus


750 <strong>DE</strong> TRINITAIE XIH, 17, 22non homo tantum, sed etiam Deus est, quo pro nobis solventequod non debebat, a debitis et paternis et propriisliberati sumus. Proinde quoniam propter unum illum tenebatdiabolus omnes per eius vitiatam carnalem coneupiscentiamgeneratos, iustum estut propter hunc unum dimit-/tat omnes per ipsius immaculatam gratiam spiritualem regeneratos.XHI, 17, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 751el pecado y la muerte; el otro, el segundo Adán, hombre yDios; por El, al pagar lo que no debía por nosotros, hemos\sido declarados libres del pecado de nuestros padres y de lospersonales. Y pues el diablo, a causa del primer Adán, teníaesclavizados a cuantos habían sido engendrados por la vichadaconcupiscencia de la carne, justo era que fueran salvospbr el segundo Adán cuantos han sido por su gracia inrríaculaday espiritual regenerados.CAPUTXVIIALIA INCARNATIONIS COMMODACAPÍTULOXVII22. Sunt et alia multa quae in Christi incarnatione,quae superbis displicet, ealubriter intuenda atque cogitandasunt. Quorum est unum, quod demonstratum est homini,quem locum haberet in rebus quas condidit Deus: quandoquidemsie Deo coniungi potuit humana natura, ut exduabus substantiis fieret una persona, ac per hoc iam extribus, Deo, anima et carne: ut superbi illi maligni spiritus,qui se ad decipiendum qúasi ad adiuvandum medios interponunt,non ideo se audeant homini praeponere, quia nonhabent carnem; et máxime quia et mori in eadem carnedignatus est Filius Dei, ne ideo illi tanquam déos se colipersuadeant, quia videntur esse immortales.Deinde, ut gratia Dei nobis ^ sine ullis praecedentibusmeritis in nomine Christo commendaretur: quia nec ipse uttanta unitate Deo vero coniunctus una cum illo persona b FiliusDei fieret, ullis est praecedentibus meritis assecutus; sedex quo homo esse coepit, ex illo est et Deus; unde dictumest: Verbum caro factum est 45 .Etiam illud est, ut superbia hominis quae máxime impedimentoest ne inhaereatur Deo, per tantam Dei humilitatemredargüí posset atque sanari. Discit quoque homoquam longe recesserit a Deo, et quid illi valeat ad medicinalemdolorem, quando per talem Mlediatorem redit, quihominibus et Deus divinitate subvenit, et homo infirmitateconvenit.Quod autem maius obedientiae nobis praeberetur exemplum,qui per inobedientiam perieramus, quam Deo Patri" lo. i, 14.a Editi, in nobis. Emendantur en Mes.b Hic editi addtmt, id est, ipse homo assumptus, inox ut homoetiam Deus; quae verba non sunt in Mss.OTROS BIENES <strong>DE</strong> LA ENCARNACIÓN22. Hay en la encarnación de Cristo otros muchos bienesen extremo odiosos a los espíritus soberbios, cuya contemplacióny recuerdo es muy saludable. Es uno de elloshacer comprender al hombre el puesto que ocupa entre losseres que Dios crió, pues pudo la naturaleza humana sertan íntimamente unida a Dios, que de las dos substanciassurgió una persona, y, en consecuencia, de tres, Dios, almay carne. Y por esto aquellos espíritus hinchados y malignos,intermediarios del engaño so capa de bondad, no se atrevena anteponerse al hombre, aunque exentos de carne. Sobretodo, una vez que el Hijo de Dios se dignó morir segúnla carne, ya no quieren ser adorados como dioses por razónde su inmortalidad.Además, la gracia divina, al sernos otorgada sin ningúnmérito nuestro, se avaloró en Cristo hombre; porque niCristo mereció por sus méritos precedentes estar al Dio«verdadero tan unido, que llegó a formar una persona, ladel Hijo de Dios; y en el mismo momento en que principióa ser hombre se hizo Dios: de ahí la expresión El Verbose hizo carne.Un tercer bien: la soberbia humana, obstáculo principalpara la unión con Dios, fué corregida y medicada porla humildad profunda de Dios. Por ella conoce el hombr"cuánto se había alejado de Dios y puede apreciar mejor e'valor terapéutico del sufrimiento en el camino de su retornomerced al auxilio de un tal [Mediador, el cual viene, comoDios, en socorro de los hombres por su divinidad, y comohombre se asemeja a nosotros en la flaqueza.Y luego ¡qué ejemplo tan sublime de obediencia paranosotros, arruinados por un acto de desobediencia, ver a


752 BE TRIXITATE XIH, 18, 23Deus Filius obediens usque ad mortem crucis? 40 Quid, prae- /mium ipsius obedientiae ubi ostenderetur melius c , quam ín /carne tanti Miediatoris, quae ad vitam resurrexit aeternam?,Pertinebat etiam ad iustitiam bonitatemque Creatoris, utper eamdem rationalem ereaturam superaretur diabolus/quam se superasse gaudebat, et de ipso genere venienterr/,quod genus origine vitiata per unum tenebat universum.XIII. 18, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 753©ios Hijo obedecer a Dios Padre hasta la muerte de cruz!¿t>ónde podía brillar más el premio de la obediencia que enla carne de tan excelso Mediador al resucitar a la vidasempiterna? Fué designio de la justicia y de Ja bondad deJHacedor vencer al demonio por medio de esta criatura racionalque él se ufanaba de haber superado, descendiente dela misma raza viciada en su origen por la caída de un solohombre, entregando a su poder todo el género humano %i .CAPUT XVIIICÜR FILIUS <strong>DE</strong>I HOMINEM SUSCEPIT <strong>DE</strong> GENEREET EX VIRGINEADAE,CAPITULOXVIIICRISTO TOMA CARNE <strong>DE</strong> LA ESTIRPE <strong>DE</strong> ADÁNY NACE <strong>DE</strong> UNA VIRGEN23. Poterat enim utique Deus hominem aliunde suseipere,in quo esset mediator Dei et hominum. non de genereillius Adam, qui peccato suo genus obligavit humanum; sicutipsum quera primum ereavit, non de genere creavít alicuius.Poterat ergo vel sic, vel alio quo vellet modo creareunum alium de ¡quo vinceretur victor prioris: sed meliusiudicavit, et de ipso quod victum fuerat genere assumere ahominem Deus, per quem generis humani vinceret inirnicum;et tamen ex virgine, cuius conceptum spiritus, noncaro; fides, non libido praevenit * 7 . Nec interfuit carnisconcupiscentia, per quam seminantur et coneipiuntur ceteri,qui trahunt originale peccatum: sed ea penitus remotissima,credendo, non concumbendo sancta est feeundatavirginitas; ut illud quod nascebatur ex propagine primi hominis,tantummodo generis, non etiam criminis originem duceret.Nascebatur namque non transgressionis contagionevitiata natura, sed omnium talium vitiorum sola medicina.Nascebatur homo, iniquam, nullum habens, nullum habiturusomnino peccatum, per quem renascerentur Mberandi apeccato, qui nasci non possent sine peccato.Quamvis enim carnali concupiscentia, quae inest genitalibusmembris, bene uta tur castitas coniugalis; habet tamenmotus non voluntarios, quibus ostendit vel nullam sein paradiso ante peccatum esse potuisse, vel non talem fuis-46 Bhil. ii, 8.47 Le. i, 26-38.0 Er. Lugd. Ven. Lov., Quod praemium tantae obedientiae ubiostenderetur melius. M".* Er. Lugd. Ven. Lov. sic legunt hunc loeum, ut de ipso quodvictum fuerat genere assumeret. M.23. Podía Dios, es cierto, tomar carne, en la que fueramediador entre Dios y los hombres, de otra parte y no dela estirpe de aquel Adán que con su pecado encadenó algénero humano, como antes plasmó al mismo Adán sin precedenciade estirpe. Pudo, pues, crear un hombre de estao aquella manera, y en él vencer al vencedor del primerAdán; pero juzgó Dios más conveniente formar de la mismaraza vencida al hombre que había de triunfar del enemigodel linaje humano. No obstante, quiso naciera deuna virgen fecundada por el espíritu, no por la carne; porla fe, no por la libido. No hubo aquí concupiscencia de carne,causa seminal de cuantos nacemos con el pecado do origen;excluida en absoluto la concupiscencia, la fe, no launión de los cuerpos, fecundó la santa virginidad, a fin doque aquel que nacía del mugrón del primer hombre tomasesu naturaleza, no su pecado. Nacía así, no una naturalezaviciada por el virus de la transgresión, sino la única medicinaremediadora de los vicios humanos. Nacía un hombresin pecado presente ni futuro, por el cual renacerán, librasde culpa, los que no podían nacer sin pocadr»Aunque la castidad conyugal puede hacer buen uso dela concupiscencia de la carne con sede en los órganos sexuales,no obstante, existen movimientos involuntarios en ollaque prueban con elocuencia, o que no pudo existir en el pa-14 Las maravillas de esta obra maestra de la redención las sintetizael genio de Agustín en una elevación, en un descenso v enel ejemplo elocuente de la_ obediencia. Unión hipostática, encarnacióny muerte de cruz. Cristo, en su ciencia sin horizontes, conocedorde las iniquidades de los hombres, tiñe con ellas el vestidode su humanidad, se humilla, padece, derrama su sangre y muere.Cf. J. RIVIERE, Le dogme de la Rédempticn ohez saint Augustin.(París 1933).


754 <strong>DE</strong> TRINITATE XIII, 19, 24/se si fuit, ut aliquando resisteret voluntati. N:une aute^iillam talem esse sentimus, ut repugnans legi mentís, etiahísi nulla est causa generandi, stimulos ingerat coeundi: ubisi ei ceditur, peccando satietur; si non ceditur, dissentiendofrenetur: quae dúo aliena ffuisse a paradiso ante peccatum,dubitare quis possit? Nam ñeque illa honestas faciebat aliquidindecorum, nec illa felicitas patiebatur aliquid impacatum.Oportebat itaque ut ista carnalis concupiscentianulla ibi esset omnino, quando concipiebatur virginis partus,in quo nihil dignum morte fuerat inventurus, et eumtamen occisurus auctor mortis, auctoris vitae morte vincendus.Victor primi Adam et tenens genus humanum, victus asecundo Adam et amittens genus christianum, liberatum exhumano genere ab humano crimine, per eum qui non eratin crimine, quamvis esset ex genere; ut deceptor ille ab eovinceretur genere, quod vicerat crimine. Et hoc ita gestumest, ut homo non extollatur; sed qui gloriatur, in Dominoglorietur 48 .Qui enim victus est, homo tantum, erat; et ideo victusest, quia superbe Deus esse cupiebat: qui autem vicit, ethomo erat et Deus; et ideo sic vicit natus ex virgine, quiaDeus humiliter, non quomodo alios sanetos, regebat illumhominem, sed gerebat. Haec tanta Dei dona, et si qua aliasunt, quae de hac re nobis et quaerere nunc et disserere longumest, nisi Verbum caro fieret, nulla essent.CAPUTXIXXHI, 19. 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 755ráíso antes del pecado, o, si existió, no resistía al imperio dela voluntad. Mas ahora es tal su naturaleza, que repugna ala ley de nuestro espíritu y nos hace sentir los alfilerazosdel ayuntamiento carnal, sin que medie la honestidad de laprocreación; y si se cede a su tiranía, sólo pecando se sacia;y si la voluntad resiste, se agita enfrenada. ¿Quién puededudar que estos dos inconvenientes no existieron en el edénantes del pecado? Allí la honestidad excluía toda indecencia,y la felicidad todo desasosiego. Era, pues, convenienteque toda concupiscencia fuese proscrita cuando la Virgenconcibió a aquel en quien el autor de la muerte nada encontraríadigno de muerte; con todo, se la daría, siendo asívencido por la muerte del autor de la vida.El vencedor del primer Adán y tirano del humano linajefué derrotado por el segundo Adán; y pierde así tododerecho sobre el pueblo cristiano, libertado del crimen delesa humanidad por el que no conoció pecado, aunque eradescendiente de la estirpe humana, para que aquel embaucadorfuera vencido por el renuevo de aquella raza que élavasalló ¡con su crimen. Y todo esto sucedió para que elhombre no se ensoberbezca. El que se gloríe, gloríese en elSeñor.El vencido era simple mortal, y fué precisamente vencidoporque, con incalificable soberbia, quiso ser como Dios. Elque triunfó era Dios y hombre. Triunfó el que nació de unavirgen, porque Dios, con humildad, no se contentó con gobernarlecomo gobierna o los santos, sino que tomó sobresí al hombre. Y todos estos dones de Dios y otros mil quesería prolijo enumerar no existirían si el Verbo no se hubierahumanado.QUID AD SCIENTIAM, QUID AD SAPIENTIAM PEKTINEAT IN VERBOINCARNATOCAPITULOXIX24. Haec autem omnia quae pro nobis Verbum carofactum temporaliter et localiter fecit et pertulit, secundumdistinctionem quam demonstrare suscepimus, ad scientiampertinent, non ad sapientiam. Quod autem Verbum est sinetempore et sine loco, est Patri coaeternum et ubique totum;de quo si quisquam potest, quantum potest, veracem proferresermonem, sermo ille erit sapientiae: ac per hoc Verbumcaro factum, quod est Christus Iesus, et sapientiae thesauroshabet et scientiae. Nam scribens Apostolus ad Co-2 Cor lo, 17.SABIDURÍA Y CIENCIA EN EL VERBO ENCARNADO24. Todo cuanto el Verbo humanado hizo y padeció enel espacio y en el tiempo, pertenece, según la distinción quetratamos de probar, a la ciencia, no a la sabiduría. Pero elVeñ>o, sin límites espaciales o temporales, es coeterno alPadre y está presente en todo lugar, y cuanto de El sediga con palabra veraz es palabra de sabiduría; por estarazón el Verbo hecho carne, Cristo Jesús, tiene en sí todoslos tesoros de sabiduría y ciencia. Escribe el Apóstol a los


756 <strong>DE</strong> TRIXITAIE XIII, 19, 24XIII, 19, 24<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDADlossenses: Voló enim vos scire, inquit, quantum certamenhabeam pro vobis, et pro iis qui sunt Laodiciae, et quicumquenon viderunt faciem meam in carne; ut consolentur cordaeorum, copulati in chántate et \n ómnibus divitiis plenitudinisintellectus, ad cognoscendum mysterium Dei, quodest Christus Iesus, in quo sunt omnes thesauri sapientiaeet scientiae absconditi * 9 . Quatenus noverat Apostolus thesaurosistos, quantum eorum penetraverat, et in eis adquanta pervenerat, quis potest nosse? Ego tamen secundumid quod scriptum est: Unicuique autem nostrum datur maníf est atio Spiritus ad utilitatem: alii quidem, datur per Spiritumsermo sapientiae, alii sermo scientiae secundum eumdemSpiritum ñ0 , si ita Ínter ser distant haec dúo, ut sapientiadivinis, scientia humanis attributa sit rebus, utrumqueagnosco in Christo, et mecum omnis eius fidelis. Et cumlego: Verbum caro factum est, et habitavit in nobis, in Verbointelligo verum Dei Filium, in carne agnosco verum hominisfilium, et utrumque simul in unam personam Dei a ethominis ineffabili gratiae largitate coniunctum. Propterquod sequitur et dicit: Et vidimus gloriam eius, gloriam quasiUnigeniti a Patre, plenum gratiae et veritatis 51 . Si gratiamreferamus ad scientiam, veritatem ad sapientiam, putonos ab illa duarum istarum rerum distinctione, quam commendavimus,non abhorrere.In rebus enim per tempus ortis, illa summa gratia est,quod homo in unitate personae coniunctus est Deo: in rebusvero aeternis summa veritas recte tribuí tur Dei Verbo.Quod vero idem ipse est Unigenitus a Patre plenum lb gratiaeet veritatis, id actum est ut idem ipse sit in rebus pro nobistemporaliter gestis, cui per eamdem fidem mundamur,ut en'm stabiliter contemplemur in rebus aeternis. lili autempraecipui gentium philosophi, qui invisibilia Dei, per ea quaefacta sunt, intellecta conspicere potuerunt, tamen quia sineMjediatore, id est, sine nomine Christo philosophati sunt,quem nec venturum prophetis, nec venisse apostólas crediderunt,veritatem detinuerunt, sicut de illis dictum est, ininiquitate. Non potuerunt enim in his rerum c infimis constituti,nisi quaerere aliqua media per quae ad illa quae intellexerantsublimia pervenirent: atque ita in deceptores daemonesinciderunt, per quos factum est ut immutarent gloriamincorruptibilis Dei, in similitudinem imaginis corrup-" Col. a, 1-3.50 i Cor. 12, 7. 8.51 lo. i, 14.a Bditi, in una persona Dei. At Mss., in unam personam Dei.b Códices aliquot, plenus.0 Plures Mss., rebus.fieles de Colosas y les dice: Quiero que conozcáis la luchaque por vosotros sostengo, y por los que están en Laodtcea,y por cuantos no han visto mi rostro en carne, y unidos enel amor y en todas las cosas de la inteligencia plena, conozcáisel misterio de Dios, que es Cristo Jesús, en quien sehallan escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de laciencia. ¿Quién podrá averiguar hasta qué punto el Apóstolconocía estos tesoros y había penetrado en ellos, y qué misterioshabía descubierto? Yo, según lo que está escrito:A cada uno de nosotros ha sido dada la manifestación delespíritu para utilidad: a uno es dado por el Espíritu palabrade sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismoEspíritu; si la diferencia entre sabiduría y ciencia consisteen que la sabiduría se refiere a las cosas divinas y la cienciaa las humanas, reconozco ambas cosas en Cristo, y conmigotodo creyente. Y cuando leo: El Verbo se hizo carney habitó entre nosotros, en el Verbo veo al Hijo de Dios yen la carne reconozco al hijo del hombre, y ambos unidos enuna sola persona de Dios-Hombre por una liberalidad inefablede la gracia. Sigue el evangelista y dice: Y vimos su gloria,gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.Si referimos a la ciencia la gracia y la verdad a la sabiduría,creo no estemos muy alejados de la distinción indicada.Entre las cosas nacidas en el tiempo, la gracia supremaes la unión del hombre con Dios en unidad de persona;mas en las cosas eternas, la verdad suma se atribuye,y con razón, al Verbo de Dios. Pero, siendo T 1 mismo unigénitodel Padre, lleno de gracia y do verdad, resulta queen lo ejecutado por nuestro amor en ol tiempo es el mismopor quien somos purificados por la fe para poder contemplarlede una manera estable en las realidades eternas. Losprincipales filósofos paganos pudieron comprender lo invisiblede Dios por la creación; poro como filósofos sin Mediador,esto es, sin el hombre 1 Cristo, no creyeron a losprofetas, que vaticinaron su venida, ni a los apóstoles, queproclamaron su llegada, y han retenido la verdad, conformeestá escrito de ellos, en la iniquidad. En este ínfimomundo colocados, no pudieron menos de buscar algunos comopeldaños para subir a las cumbres que ellos intuían; y asícayeron en poder de los espíritus falaces, que les hicierontrocar la gloria del Dios incorruptible por los simulacros de


758 <strong>DE</strong> TRINIIAIE XIII, 20, 25tibilis hominis et volucrum et quadrupedum et serpentium 52 .In talibus enim formis etiam idola instituerunt, sive coluerunt.Scientia ergo nostra Christus est, sapientia quoque nostraidem Christus est. Ipse nobis fidem de rebus temporalibusinserit, ipse de sempiternis exhibet veritatem. Per ipsumpergimus ad ipsum, tendimus per scientiam ad sapientiam:ab uno tamen eodemque Christo non recedimus, inquo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae absconditi.Sed nune de scientia loquimur, post de sapientia, quantumipse donaverit, locuturi. Nec ista dúo sic accipiamus,quasi non liceat dicere, vel istam sapientiam quae in rebushumanis est, vel illam scientiam quae in divinis. Loquendienim latiore consuetudine, utraque sapientia, utraque scientiadici potest. Nullo modo tamen scriptum esset apud Apostolum:Aüi datur sermo sapientiae, alü sermo scientiae; nisiet proprie singulis nominibus haec singula vocarentur, dequorum distinctione nunc agimus.CAPUTXXQUID ACTTJM IN HOC LIBRO. QUOMODO GRADATIM PERVENTUMEST AD TRINITATEM QUAMDAM QUAE IN SCIENTIA ACTIVA ET VERAFI<strong>DE</strong> REPERITUR25. Iam itaque videamus quid sermo iste prolixus effecerit,quid collegerit, quo pervenerit. Beatos esse se velle,omnium hominum est: nec tamen omnium est ñdes, qua cormundante ad beatitudinem pervenitur. Ita ñt ut per istamquam non omnes volunt, ad illam tendendum sit quam nemopotest esse qui nolit. Beatos esse se velle, omnes in cordesuo vident, tantaque est in hac re naturae humanae conspiratio,ut non fallatur homo qui hoc ex animo suo de animoconiicit alieno: denique omnes id velle nos novimus.Multi vero immortales se esse posse desperant, cum idquod omnes volunt, id est beatus, nullus esse aliter possit a :volunt tamen etiam inmortales esse, si possent; sed noncredendo quod possint, non ita vivunt ut possint. N'ecessariaergo est fides ut ibeatitudinem conseiquamur, ómnibushumanae naturae bonis, id est, et animi et corporis. Hanc52aRom. i, 20, 18. 23.¡Er. ¡Lugd. Ven. Lov., sic legiint loctmi ; cum id quod omnesvolunt, nttllus aliter possit. M.XIII, 20, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 759los hombres corruptibles, aves, cuadrúpedos y reptiles; puesbajo tales formas tallaron ídolos y les rindieron culto.Pero nuestra ciencia es Cristo, y nuestra sabiduría estambién Cristo. El plantó en nuestras almas la fe de lascosas temporales, y en las eternas nos manifiesta la verdad.Por El caminamos hacia El y por la ciencia nos dirigirnosa la sabiduría, mas sin apartarnos de la unidad deCristo, en quien se hallan escondidos todos los tesoros dela sabiduría y de la ciencia.Ahora, empero, hablamos de la ciencia, después trataremos,en la medida que El nos lo otorgue, de la sabiduría.Mas no demos a estas palabras un sentido tan limitadocomo si no fuera lícito llamar sabiduría a la cienciade lo temporal o ciencia a la sabiduría de las realidadeseternas. En un sentido lato, ambas se pueden denominarciencia y sabiduría. Sin embargo, no habría podido escribirel Apóstol que a uno fué dada palabra de sabiduría, a otropalabra de ciencia, si estas dos palabras no tuvieran unsignificado propio y peculiar, y de esta distinción tratamosahora.CAPÍTULOXXRECAPITULACIÓN. CÓMO GRADUALMENTE SE HA LLEGADO A UNACIERTA TRINIDAD QUE SE ENCUENTRA EN LA CIENCIA ACTIVAY EN LA KE VERDA<strong>DE</strong>RA25. Veamos ya cuáles son los resultados de este prolijoestudio, cuáles las verdades recogidas y adonde se hallegado. Todos los hombres quieren ser felices; sin embargo,no todos poseen la fe, que purifica los corazones y conducea la bienandanza. Y así sucede que por la fe, cuya posesiónno todos anhelan, es necesario tender a la felicidad,amor de todas las existencias. La voluntad de ser dichosostodos la tienen ante la mirada de su corazón; y tal es la concordiade la naturaleza humana en esta ocasión, que no seengaña el hombre cuando por su alma juzga la dei prójimo,pues sabemos con toda certeza que todos queremos estomismo.Hay, no obstante, muchos que desesperan de la Inmortalidad,siendo así que sin ella, lo que todos desean, es decir,la felicidad, no puede existir. Querrían, si fuera posible,ser inmortales; pero, no creyendo lo que pueden, noviven de modo que lo consigan. Es, pues, necesaria la fepara alcanzar la bienandanza, plenitud de todos los bienes


760 <strong>DE</strong> TRINTTATE XíTX, 20, 26autem fidem in Christo esse definitam, qui in carne resurrexita mortuis, non moriturus ulterius: nec nisi per illumquemquam liberari a diaboli dominatu, per remissionem peccatorum:in cuius diaboli partibus necesse est miseram essevitam, eamdemque perpetuam, quae mors est potius dicendaquam vita, eadem fides habet. De qua et in hoc libro, sicutpotui, pro spatio temporis disputavi, cum iam et in quartolibro huius operis multa de hac re dixerim 53 ; sed ibi propteraliud, hic propter aliud: ibi scilicet ut ostenderem curet quomodo Christus in plenitudine temporis a Patre sitmissus 5i , propter eos qui dicunt, eumi qui misit, et eum quimissus est, aequales natura esse non posse; hic autem, addistinguendam activam seientiam a contemplativa sapientia.26. Placuit quippe velut gradatim ascendentibus in utraquerequirere apud interiorem hominem quamdam sui cuiusquegeneris trinitatem, sicut prius apud exteriorem quaesivimus;ut ad illam Trinitatem quae Deus est, pro nostromodulo, si taimen vel hoc possumus, saltera in aenigmateet per speculum contuendam 55 exercitatiore in his inferioribusrebus mente veniamus.Huius igitur verba ñdei quisquís in solis vocibus memoriaecommendaverit, nesciens quid signifieent; sicut solentqui graece nesciunt, graeca verba tenere memoriter, vel latinasimiliter, vel cuiusque alterius linguae, qui eius ignarisunt: nonne habet quamdam in suo animo trinitatem,quia et in memoria sunt illi verborum soni, etiam quandoinde non cogitat; et inde forma tur acies recordationis eius,quando de his cogitat; et voluntas recordantis atque cogitantisutrumque coniungit? Nuil o modo tamen dixerimus istum,cum hoc agit, secundum trinitatem interioris hominisagere, sed potius exterioris: quia id solum meminit, etquando vult, quantum vult lb intuetur, quod ad sensum corporispertinet, qui vocatur auditus, nec aliud quam corporaliumrerum, id est sonorum, tali cogitatione imagines versat.Si autem quod verba illa significant, teneat et recolat;iam quidem aliquid interioris hominis agit: sed nondumdicendus vel putandus est vivere secundum interioris hoministrinitatem, si ea non diligat quae ibi praedicantur,praecipiuntur, promáttuntur.Potest enim etiam ad hoc tenere atque cogitare, ut falsaesse existimans, conetur etiam redarguere. Voluntas ergoilla, quae ibi coniungit ea quae memoria tenebantur, et eaquae inde in acie cogitationis impressa sunt, implet quidemssCap. 19-21." Gal. 4, 4.551 Cor. 13, 12.bLov., et quantumvult.XIII, 20, 26 lili I.V <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 761de la humana naturaleza, esto es, del alma y del cuerpo.Esta fe se apoya en Cristo, que resucitó, según la carne, deentre los muertos, para nunca más morir; y nadie, si no espor El, puede ser liberado de la tiranía del diablo por la remisiónde los pecados. La misma fe nos enseña lo miserableque es la vida en el imperio de Satanás, vida eterna, quemejor pudiera llamarse muerte sin fin. De esta fe hablé, conla extensión ique pude, en este mismo libro, aunque ya en elcuarto (ce. 19-21) había dicho muchas de estas cosas, perocon diferente intención: allí, para demostrar cómo y porqué Cristo', en la plenitud de los tiempos, fué enviado porel Padre para convencer a los que sostenían que el enviadoy el que enviaba no podían ser de igual naturaleza; aquí,para distinguir la ciencia de la acción de la sabiduría contemplativa.26. Elevándonos como por grados, nos plugo en ambasbuscar una trinidad ¡especial en el hombre interior, así comoantes la habíamos buscado en el hombre exterior. Intenciónnuestra fué ejercitar nuestra inteligencia en estas cosas deorden inferior, para llegar, en la medida de nuestras fuerzasy si ¡ello es posible, a contemplar entre cendales de enigmasy como en un espejo la Trinidad, que es Dios.El que confía a su memoria las palabras de fe, reteniendolos sonidos sin comprender el sentido, como suelenretener en la memoria las palabras griegas los que ignoranel griego, y lo mismo se diga del latín o cualquier otro idiomaignorado, ¿no tiene en su alma una cierta trinidad, asaber, los sonidos de las palabras en la memoria, aun cuandoen ellos no piense—donde se forma la mirada interiordel recuerdo cuando se piense en ellos—, y la voluntad delque recuerda y piensa, que une estos dos elementos? Contodo, en modo alguno decimos que, cuando esto hace el hombre,actúa según la trinidad del homlbre interior, sino másbien del exterior; porque lo que recuerda y ve cuando quierey como quiere, proviene de este sentido corporal que nosotrosllamamos oído, y cuando piensa, sólo piensa en lasimágenes de los objetos materiales, los sonidos. Pero, si recuerday rumia el sentido de las palabras, entonces actúaya algo del hombre interior; pero aun no se puede decir queviva según la trinidad del hombre interior si no ama lo quedichas palabras predican, preceptúan y prometen.Puede también pensar on ellas y recordarlas, aunquelas juzgue falsas y se esfuerce por refutarlas. La voluntad,que une el recuerdo de la memoria y la impresión que surgeen la mirada del pensamiento, completa esta trinidad, sien-


762 <strong>DE</strong> IRIXIIAIE XIH, 20, 26aliquam trinitatem, oum ipsa sit tertia: sed non secundumeam vivitur, quando illa quae cogitantur velut falsa nonplacent. Cum autem vera esse creduntur, et quae ibi diligenciasunt diliguntur, iam secundum trinitatem interioris hominisvivitur: secundum hoc enim vivit quisque quod diligit.Quomodo autem diligantur quae nesciuntur, sed tantum 0creduntur? Iam quaestio ista tractata est in superioribus libris5li , et inventum neminem diligere quod peni tus ignorat;ex iis autem quae nota sunt diligi, quando diligi dicunturignota.Nunc librum istum ita claudimus, ut admioneamus quodiustus ex fide vivit 57 : quae fides dileetionem operatur 58 ,.ita ut virtutes quoque ipsae quibus prudenter, fortiter,temperanter, iusteque vivitur, omnes ad eamdem referanturfidem: non enim aliter poterunt verae esse virtutes. Quaetamen in hac vita non valent tantum, ut aliquando non sithic necessaria qualiumeumque remissio peecatorum; quaenon ñt nisi per eum qui sanguine suo vicit principem peecatorum.Ex hac fide et tali vita quaecumque notiones suntin animo fidelis hominis, cum memoria continentur, et recordationeinspiciuntur, et voluntati placent, reddunt quamdamsui generis trinitatem. Sed imago Dei, de qua in eiusadiutorio post loquemur, nondum in ipsa est: quod tune meliusapparebit, cum demonstratum fuerit ubi sit; quod infuturo volumine lector exspectet.1,6 L. 8, c. S ss., et io, c. i, etc.3;Rom. i, 17.6 " Gal. 5, 6.'XIII, 20, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 763do ella como tercer elemento; pero no se vive según ellacuando, por su falsía, las cosas que se piensan no agradan.Mas cuando se cree que son verdaderas y se ama lo que esdigno de amor, entonces se vive según la trinidad del hombreinterior, y cada uno vive conforme a lo que ama. Pero¿cómo amar lo que se desconoce y se cree? Cuestión éstaya tratada en libros anteriores 13 , donde hemos encontradoque no se puede amar lo que se ignora por completo. Cuandose dice que se ama lo desconocido, se ama por las cosasque nos son familiares.Demos fin a este libro recordando que el justo vive defe; fe actuada por el amor. Las mismas virtudes que hacense viva con prudencia, fortaleza, sobriedad y justicia, serefieren todas a la fe; de otra suerte no pueden ser verdaderasvirtudes. Sin embargo, en esta vida, cualquiera quesea su valor, se hace de cuando en vez necesaria la remisiónde los pecados; remisión que sólo se obtiene por losméritos de aquel que venció con su sangre al príncipe delos pecadores. Todos los conocimientos que existen en elalma del hombre fiel, promanentes de esta fe y de esta vida,cuando los retiene la memoria, y el recuerdo los contempla,y la voluntad se agrada en ellos, forman una especie de trinidad.Pero la imagen de Dios, de la cual hablaremos, consu auxilio, más adelante, aun no aparece. Esta se manifestarácon claridad cuando demostremos dónde se encuentra.Espere el lector al libro siguiente." Cf. 1. 3, c. 8 ss. ; 1. IO, c. i.0 Sic Mss. At Er. et Lov., sed lamen.


LÍBERXIVLIBROXIVDe sapientia hominis vera dicit, ostendens imaginem Dei,quod est homo secundum mentem, non propríe in transeuntibus,veluti in memoria, tnt&llectu et amore, siveipsius temporalis fidei, sive etiam mentís circa se ipsamversantis, sed in permanentibus rebus collocatam; aceam tune perfici, cum mens renovatur in agnitione Deisecundum imaginem eius qui creavit hominem ad imaginemsuam, et sic percipit sapientiam, ubi contemplatioest aeternorum.Habla de la verdadera sabiduría del hombre y demuestracómo la imagen de Dios, que es el hombre según lamente, no se ha de colocar en las cosas transitorias,como son la memoria, entendimiento y amor de la fetemporal, o del alma cuando se refiere a sí misma, sinoen las permanentes; y cómo se perfecciona cuando elalma se renueva en el conocimiento de Dios según laimagen del que creó al hombre a su imagen, y así percibela sabiduría allí donde se encuentra la, contemplaciónde lo eterno.CAPUTICAPITULO TQüAE SIT SAPIENTIA <strong>DE</strong> QUA HIC AGENDUM. PHILOSOPHI NOMENUN<strong>DE</strong> EXORTUM. <strong>DE</strong> SCIENTIAE AC SAPIENTIAE DISTINCTIONEQUID IAM DICTUM1. Nunc de sapientia nobis est disserendum: non de illaDei, quae procul dubio Deus est; nam sapientia Dei Filiuseius unigenitus dicitur 1 : sed loquemur de hominis sapientia,vera tamen quae secundum Deum est, et verus ac praecipuuscultus eius est, quae uno nomine eeoo-épsia graece appellatur.Quod nomen nostri, sicut iam commemoravimus, volenteset ipsi uno nomine interpretan, pietatem dixerunt, cumpietas apud graecos eüoifaa usitatius nuncupetur: seoerépEiaveroquia uno verbo perfecte non potest, melius duobus interpretatur,ut dicatur potius Dei cultus.Hanc esse hominis sapientiam, quod et in duodécimohuius operis volumine iam posuimus 2 , Scripturae sanctae1 Eccli. 24, 5, et i Cor. i, 24.2 C. 14.QUÉ SEA LA SABIDURÍA <strong>DE</strong> LA QUE AQUÍ SE VA A TRATAR. ORIGEN<strong>DE</strong> LA PALABRA "FILÓSOFO". QUÉ SE HA DICHO YA ACERCA <strong>DE</strong> LADISTINCIÓN ENTRE SABIDURÍA Y CIENCIA1. Réstanos disertar ahora sobre la sabiduría: no sobrela de Dios, que es indudablemente Dios, porque sabiduríade Dios se llama a su Hijo unigénito; sino que hablamosde la sabiduría del hombre, pero de la verdadera,que es según Dios, y cuyo principal y verdadero culto eslo que en griego se llama con un solo vocablo, Stoaípeía.Nuestros escritores, queriendo, como dije ya, traducireste nombre por una sola palabra, dijeron piedad, pues lapiedad es en griego EúoépEía; empero, Stoaépeicc no se puedeverter con perfección en una sola palabra, y es preferibleemplear dos términos y decir culto de Dios.Que ésta sea la sabiduría del hombre mencionada en ellibro MI de esta misma obra, lo demostramíos por la au-


756 D£ IRIMXAIE XIV, 1, 3auctoritate monstratur, in libro Dei ser vi Iob, ubi legiturDei sapientiam dixisse homini: Ecce pietas est sapientia;abstinere autem a mális, scientia 3 ; sive etíam, ut nonnullide graeco ÉTTIOTTIUTIV interpretati sunt, disciplina: quae utiquea discendo nomen accepit, unde et scientia düci potest.Ad hoc enim quaeque res discitur, ut sciatur.Quamvis alia notione, in iis quae pro peccatis suis malaquisque patitur ut corrigatur, dici soleat disciplina. Undeillud est in Epístola ad Hebraeos: Qui enim est filius, cuinon det disciplinan pater eius ?; et illud evidentius in eadem:Omnis enim ad tempus disciplina non gaudii videtur esse,sed tristitiae: postea vero fructum pacificum iis qui per eamcertarunt, reddet iustitiae 4 . Deus ergo ipse summa sapientia,cultus autem Dei sapientia est hominis, de qua nuncloquimur. Nam sapientia huius mundi stultitia est apudDeum 5 . Secundum hanc itaque sapientiam, quae Dei cultusest, ait sancta Scriptura: Multitudo sapienüum sanitas estorbis terrarum e .2. Sed si de sapientia disputare sapientium est, quidagemus? Numquidnam profiteri audebimus sapientiam, nesit nostra de illa impudens disputatio? Nonne terrebimurexemplo Pythagorae? qui cum ausus non fuisset sapientem aprofiteri, philosophum potius, id est amatorem sapientiae seesse respondit: a quo id nomen exortumi ita deinceps posterisplacuit, ut quantalibet de rebus ad sapientiam pertinentibusdoctrina quisque vel sibi vel alus videretur excellere,non nisi philosophus vocaretur.An ideo sapientem profiteri talium hominum nullus audebat,quia sine ullo peccato putabant esse sapientem? Hocautem nostra Scriptura non dicit, quae dicit: Argüe sapientem,et amabit te 7 . Profecto enim iudicat habere peccatum,quem censet arguendum. Sed ego nec sic quidem sapientemme audeo profiteri: satis est mihi, quod etiam ipsi negarenon possunt, esse etiami philosophi, id est amatoris sapientiae,de sapientia disputare. Non enim hoc illi faceré destiterunt,qui se amatores sapientiae potius quam sapientesesse professi sunt.3. Disputantes autem de sapientia definierunt eam dicentes:Sapientia est rerum humanarum divinarumque scientia.Unde ego quoque in libro superiore utrarumque rerumcognitionem, id est divinarum atque humanarum, et sapien-3 Iob 28, 28.4 Hebr. 12, 7. 11.* 1 Cor. 3, 19.6 Sap. 6, 26.7 Prov. 9, S.aEditi, sapientiam. At Mss., sapientem.XIV, 1, 3 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 767toridad de la Sagrada <strong>Escritura</strong>, en el libro del siervo deDios Job, donde se lee que la sabiduría dijo al hombre:¡Mira! Piedad es la sabiduría, y el abstenerse del mal, ciencia;o, según algunos traducen la palabra griega imaníPTiv,disciplina, derivada del verbo latino discere, aprender, yde ahí que también se pueda decir ciencia, pues se aprendesólo para saber.Bajo otro aspecto, se suelen también llamar disciplinalos males que por sus pecados padece cada uno con vistasa su corrección. De ahí que se lea en la Carta a los Hebreos:¿Qué hijo hay a quien su padre no dé disciplina?Y más claramente en la misma Carta: Toda disciplina pareceal presente motivo de tristeza, no de gozo; pero despuésofrece frutos apacibles de justicia a los que por ellalucharon. Dios, pues, es suma sabiduría; el culto de Diosés sabiduría del hombre, de la que ahora tratamos. Porquela sabiduría de este mundo es necedad delante de Dios.Mas de la sabiduría consistente en el culto de Dios dice la<strong>Escritura</strong>: La muchedumbre de sabios es salud del orbe terráqueo.2. Mas si oficio es de sabios disputar sobre la sabiduría,¿qué haremos nosotros? ¿Osaremos sentar plaza de sabiospara que nuestro estudio no parezca desvergüenza?¿No nos infundirá respeto el ejemplo de Pitágoras? Este,no atreviéndose a llamarse sabio, respondió que era filósofo,es decir, amigo de la sabiduría; y de él trae su origenla palabra filósofo; y agradó tanto a la posteridad, que todoel que a sus ojos o a los de los hombres sobresale en laciencia de las cosas relacionadas con la sabiduría, se le designacon el nombre de filósofo.Pero si ninguno de estos hombres se atrevió a llamarsesabio, ¿es quizá porque piensan que no se puede llamaruno sabio si no vive sin pecado? No es esto lo que dicennuestras <strong>Escritura</strong>s. Reprende al sabio y te amará. Luegosupone culpable al que corregir aconseja. Pero yo ni siquieraen este sentido me atrevo a declararme sabio. Mebasta saber, y ellos no lo pueden negar, que es oficio delfilósofo, es decir, del arriante de la sabiduría, disputar acercade la sabiduría. Es lo que no han cesado de hacer aquellosque se proclamaron amadores de la filosofía antes quesabios.3. Los que disputan acerca de la sabiduría la definendiciendo: Sabiduría es la ciencia de las cosas divinas y humanas.Por esta razón, yo no silencié en el libro precedenteque se podía llamar sabiduría o ciencia el conocimiento de


768 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 2, 4tiam et scientiam dici posse non tacui s . Verum secundumhanc distinctionem qua dixit Apostolus: Alii datur sermosapientiae, alii sermo scientiae 9 ; ista definí tío dividenda est,ut rerum divinarum scientia proprie sapientia nuncupetur,humanarum autem proprie scientiae nomen obtineat: dequa volumine tertio décimo disputavi, non utique quidquidsciri ab homine potest in rebus humanis, ubi plurimum supervacaneaevanitatis et noxiae curiositatis est, huic scientiaetribuens, sed illud tantummodo quo fides salubérrima,quae ad veram beatitudinem ducit, gignitur, nutritur, defenditur,roboratur: qua scientia non pollent fideles plurimi,quamvis polleant ipsa fide plurimum.Aliud est enim scire tantummodo quid homo credere debeatpropter adipiscendam vitam beatam, quae non nisiaeterna est; aliud autem, scire quemadmodum hoc ipsumet piis opituletur, et contra impios defendatur, quam proprioappellare vocabulo scientiam videtur Apostolus. Dequa prius cum loquerer, ipsam praecipue fidem commendarecuravi, a temporalibus aeterna breviter ante distinguens,atque ilbi de temporalibus disserens: aeterna vero in hunclibrum dififerens, etiam de rebus aeternis fidem temporalemquidem, et temporaliter in credentium cordibus habitare,necessariam tamen propter adipiscenda ipsa aeterna essemonstravi 10 . Fidem quoque de temporalibus rebus, quas pronobis aeternus fecit, et passus est in homine, quem temporalitergessit, atque ad aeterna provexit, ad eamdem aeternorumadeptionem prodesse disserui: virtutesque ipsas, quibusin hac temporali mortalitate prudenter, fortiter, temperanteret iuste vivitur, nisi ad eamdem, licet temporalemfidem, quae tamen ad aeterna perducit, referantur, verasnon esse virtutes al .CAPUTIN FI<strong>DE</strong>I TEMPORALIS RETENTIONE, CONTEMPLATIONE AC DILEC-TIONE TRINITAS QUAEDAM, SED NONDUM PROPRIE IMAGO <strong>DE</strong>I4. Quapropter, quoniam sicut scriptum est: Quamdiusumus in corpore, peregrinamur a Domino; per fidem enimambulamus, non per speciem 12 ; profecto quamdiu iustus exfide vivit 13 , quamvis secundum hominem interiorem vivat,licet per eamdem temporalem fidem ad veritatem nitatur,8910IIL. 13, c. 1, iq. " Ibid., c. 20.1 Cor. 12, 8. '122 Cor. 5, 6. 7.L. 13, c. 7.I3Rom. 1, 17.XIV, 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 769las cosas divinas y humanas. Pero al tenor de la distincióndel Apóstol, donde dice que a uno le ha sido dada palabrade sabiduría y a otro palabra de ciencia, es menester dividirdicha definición, llamando en sentido propio sabiduríaa la ciencia de las cosas divinas y dando el nombre deciencia al conocimiento de las humanas. Sobre esta cienciadisputé en el libro MU, atribuyendo a la ciencia no todocuanto el hombre puede saber acerca de las cosas humanas,donde hay mucho de vanidad superflua y curiosidad malsana,sino todo aquello que engendra, nutre, protege y fortalecela fe saludable que conduce a la dicha verdadera; cienciaen la que muchos fieles no están impuestos, aunque rebosenplenitud de fe.Una cosa es saber solamente lo que el hombre ha decreer para alcanzar la vida feliz, que sólo la eterna lo es, yotra saber cómo esto que el Apóstol parece llamar propiamenteciencia es útil a los píos y se ha de defender contra losimpíos. HaWando de ella, procuré recomendar la fe ensí misma, distinguiendo, en breves razones, la eternidad yel tiempo, y discurriendo allí sobre lo temporal, difiriópara este libro el tratar de lo eterno. Probé, no obstante 1 ,que la fe en las cosas eternas pertenece al tiempo y temporalmentehabita en los corazones de los creyentes, siendonecesaria para conseguir la eterna. Me expliqué tambiénsobre lo útil que es para la consecución de las cosas eternasla fe en las cosas temporales que por nosotros hizo y sufrióen su humanidad el Eterno: humanidad que tomó enel tiempo e introdujo en la eternidad; por fin, las mismasvirtudes que nos hacen vivir con prudencia, fortaleza, justiciay sobriedad en esta vida mortal y temporal, si no serefieren a la fe en el tiempo que conduce a la eternidad, noson verdaderas virtudes.CAPÍTULOEN EL RECUERDO, EN LA CONTEMPLACIÓN Y EN EL AMOR <strong>DE</strong>LA EE TEMPORAL EXISTE UNA CIERTA TRINIDAD, PERO NO LAIMAGEN <strong>DE</strong> DlOS4. Escrito está: Mientras vivimos en este mundo peregrinamoslejos de Dios, pues caminamos por fe, no porvisión. En efecto, mientras el justo vive de fe, aunque vivasegún el hombre interior y, apoyado en la fe temporal, tiendaa la verdad y aspire a lo eterno, sin embargo, la trinidad1s. AS. 5L. 13, c. 7.II25


770 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 2, 4et tendat ad aeterna, tamen in eiusdem fidei temporalis retentione,contemplatione, dilectione, nondum talis est trinitas,ut Ded iam imago dicenda sit: ne in rebus temporalibusconstituía videatur, quae constituenda est in aeternis. Menaquippe humana cum fidem suam videt, qua credit quod nonvidet, non aliquid sempiternum videt.Non enim semper hoc erit, quod utique non erit, quandoista peregrinatione finita, qua peregrinamur a Domino, utper fidem ambulare necesse sit, species illa succedet, perquam videbimus facie ad faciem 14 : sieut modo non videntes,tamen quia credimus, videre merebimur, atque ad speeiemnos per fidem perductos esse gaudebimus. Ñeque enimiam fides erit, qua credantur quae non videntur; sed species,qua videantur quae credebantur. Tune ergo etsi vi.taehuius mortalis transactae meminerimus, et credidisse nosaliquando quae non videbamus, memoriter recoluerimus, inpraeteritis atque transactis deputabitur fides ista, non inpraesentibus rebus semperque manentibus: ac per hoc etiamtrinitas ista, quae nunc in eiusdem fidei praesentis ac manentismemoria, contuitu, dilectione consistit, tune transactaet praeterita reperietur esse, non permanens. Ex quocolligitur, ut si iam imago Dei est ista trinitas, etiam ipsanon in eis quae semper sunt, sed in rebus sit habenda transeuntibus.Absit autem ut cum ariimae natura sit immortalis, necab initio quo creata est, unquam deinceps esse desistat, idquo nihil mélius habet, non cum eius immortalitate perduret.Quid vero melius in éius natura icreatum est, quam quodad sui Creatoris imaginem facta est? 15 Non igitur in fideiretentione, contemplatione, dilectione, quae non erit semper,sed in eo quod semper erit, invenienda est quam dici oporteatimaginem Dei.14 i Cor. 13, iz.ls Gen. 1, 27.XIV, 2, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD ' 771que resulta de esta fe transitoria, de la contemplación y delarnor no se puede llamar aún imagen de Dios, no sea queparezca cimentado en las cosas del tiempo lo que debe estarsobre lo eterno asentado. Nada eterno intuye la mente humanacuando contempla su propia «fe, mediante la cual cree'lo que no ve.No es eterno lo que un día dejará de existir, cuando,terminada esta peregrinación por la que ahora caminamoslejos del Señor, donde el caminar por fe es una necesidad,suceda la visión facial. Creyendo ahora sin ver, mereceremosver y nos alegraremos de arribar a la visión por la fe. Entoncesno existirá la fe, por la que creemos las cosas queno se ven; sí la visión de las realidades que ahora creemos.Entonces, aunque recordemos esta vida mortal, ya pasada,y en nuestra memoria evoquemos las cosas que creíamos sinverlas, será dicha fe catalogada entre las cosas pretéritasy efímeras, no entre las realidades presentes y eternas. Enconsecuencia, esta trinidad que ahora consiste en el recuerdo,en la visión y en el amor de la fe actual y permanente,entonces no será sino una cosa acabada y pretérita. De dondese deduce que, si esta trinidad fuera imagen de Dios, seríanecesario contemplarla no en las realidades permanentes,sino en las transitorias.Mas no quiera Dios que, siendo el alma por naturalezainmortal, sin que pueda dejar de existir desde el primerinstante de su creación 2 , no perdure en la inmortalidad loque en ella hay de más noble. Y ¿qué hay más excelso ens'u naturaleza que el haber sido creada a imagen de Dios,su Hacedor? No es, pues, en el recuerdo, en la visión y enel amor de una fe pasajera donde se ha de encontrar laimagen de Dios, sino en lo que permanece -siempre.2 San Agustín, como persona privada, se inclina a favor del creacianismo.Voló—escribe a San Jerónimo—ut et illa ssntentia mea sit,sed nondum esse confirmo. Pero corno apologista católico utilizaráel traducianismo como arma defensiva contra Pelagio. Cf. Epist. 166,4, á 8 : PL 33, 724. F. M. Sciacca afirma que San Agustín fué creada'nista «sin dudas ni vacilaciones». L,a teoría de un creacianismo traducianistaes seductora. Cf. San Agustín (Barcelona 1955) p. 404-413.


772 <strong>DE</strong> TRTNITATE XIV 3 5XIV, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA» TRINIDAD 773CAPUT IIICAPITULOIIIDlFFICULTAS CONTRA ID QUOD MOX DICTUM EST, DILUITUR5. An adhuc utrum ita se res habeat, aliquanto diligentiu-satque abstrusius persorutabimur ?Dici enim potest, non perire istam triniítatem, etiamcum fides ipsa transierit: quia sicut nunc eam et memoriatenemus, et cogitatione cernimus, et volúntate diligimus;ita etiam tune cum eam nos habuisse memoria tenebimus,et recolemus, et hoc utrumque tertia volúntate iungemus,eadem trinitas permanebit. Quoniam si nullum in nobisquasi vestigium transiens 'reliquerit, profecto nec in memorianostra eius aliquid habebimus quo recurramus eam praeteritamrecordantes, atque id utrumque intentione tertiacopulantes, et quod erat scilicet in memoria, non inde eogitantibusnobis, et quod inde cogitatione formatur.Sed qui hoc dicit, non discernit aliam nunc esse trinitatem,'quando praesentem ftdem tenemus, videmus, amamusin nobis; aliam tune futuram, quando non ipsam, sed eiusvelut imaginarium vestigium in memoria reconditum, recordationecontuebimur, et dúo haec, id est, quod erat inmemoria retinentis, et quod inde imprimitur in acie recordantis,tertia volúntate iungemus. Quod ut possit intelligi,sumamu'S exemplum de corporalibus rebus, de quibus in libroundécimo satis locutl sumus le .Nempe ab inferiorifous ad superiora ascendentes, vel abexterioribus ad interiora ingredientes, primam reper'imustrinitatem in corpore quod videtur, et acie videntis quaecum videt, inde formatur, et in voluntatis intentione quaeutrumque coniungit. Huic trinitati similem constituamus,cum fides quae nunc inest nobis, tanquam corpus illud inloco, ita in nostra memoria constituía est, de qua informaturcogitatio recordantis, sicut ex illo corpore acies intuentis:quibus duobus, ut trinitas impleatur, annumeratur tertiavoluntas, quae fidem in memoria constitutam et quandameius effigiem in contuitu recordationis impressam connectitet coniungit; sicut in illa corporalis trinitate visionis, for-15 C. 2 3S.DIFICULTAD Y SOLUCIÓN5. ¿Hemos de escudriñar aún con mayor diligencia yprofundidad si es así en realidad?Se puede, en efecto, objetar que esta trinidad no pereceráaunque pase la fe; pues así como ahora el recuerdo la retiene,el pensamiento la intuye y la voluntad la ama, asientonces el recuerdo y el /pensamiento de su existencia, enlazadosambos por la voluntad como tercer elemento, seguiránsiendo la misma trinidad. Porque, si no deja en nosotrosvestigio alguno de su paso, entonces no conservarála memoria recuerdo al que podamos recurrir cuando recordemosuna cosa pretérita, ni puede la voluntad vincular,como tercera, lo que en la memoria existe, aun cuando noreflexionemos en ello, y la visión, que nace en el pensamiento.Pero el que esto dice no acierta a distinguir entre latrinidad que se forma en nosotros al recordar, ver y amarla fe presente, y la fe que surgirá en el futuro cuando veamosen el recuerdo, no la fe en sí, sino su huella imaginariaescondida en la memoria, uniendo la voluntal a estas doscosas, es decir, retiene el vestigio conservado en la memoriay la impresión que se forma en la mirada del que recuerda.Para comprender estas cosas tomemos un ejemplo del mundocorpóreo, tema ya suficientemente desarrollado en el libroXI (c. 2 ss.)Ascendiendo de los seres inferiores a los superiores ode las cosas exteriores entrando en las interiores, nos encontramoscon una primera trinidad formada por el objetovisible, la impresión de su imagen en la pupila del espectadory la atención en la voluntad, que une a entrambos.Construyamos otra trinidad semejante a ésta: la fe actualmenteen nosotros presente, como lo está el cuerpo en elespacio, fe que informa el pensamiento del que recuerdacomo informa el cuerpo la mirada del que lo contempla; ysumando a estos dos elementos, para completar la trinidad,la facultad volitiva, enlace y unión de la fe subsistente enla memoria, y su imagen, impresa en la mirada del pensamiento,cual sucede en aquella trinidad -de la visión corporal,


774 DÍ TRINITATE XIV, 4, 6mam corporis quod videtur, et eonformationem quae üt incernentis aspeetu, coniungit intentio voluntatis.Faciamus ergo corpus illud quod cernebatur, interissedilapsum, nec eius remansisse áliquid in ullo loco, ad quodvidendum recurra t aspectus: numquid quia imago rei corporalisiam transactae atque praeteritae remanet in memoria,unde informetur recordantis obtutus a ', atque id utrumquetertia volúntate 1 iungatur, eadem trinitas esse dicendaest, quae fuerat quando apecies in loco positi corporis videbatur?Non utique, sed prorsus alia: nam praeter quod illaerat extrinsecus, haec intrisecus; illam profecto faciebatspecies praesentis corporis; hanc, imago praeteriti.iSie et in hac re, de qua nunc agimus, et propter quamputavimus adhibendum illud exemplum, fides quae nunc inanimo nostro est, velut illud corpus in loco, dum tenetur,aspicitur, amatur, quamdam efficit trinitatem: sed non ipsaerit, quando fides haec in animo, sicut corpus illud in loco,iam non erit. Quae vero tune erit, quando earn recordabimurin nobis fuisse, non esse, alia profecto erit. Hanc enim quaenunc est, ¡faeit res ipsa praesens et animo eredentis affixa:at illam quae tune erit, faciet rei praeteritae imaginatio inrecordantis memoria derelicta.XTV, 4, 6 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 775donde la atención de la voluntad conecta la forma del cuerpovisible y la imagen que se forma en la retina del espectador.Finjamos que aquel cuerpo visible se desvanece sin dejarrastro en el espacio, al cual pueda recurrir la vista paraverlo; ¿acaso porque permanece en la memoria la imagendel objeto corpóreo ya desaparecido, e informa la miradadel que recuerda, y son enlazadas por la voluntad estas doscosas, como tercer elemento, se ha de afirmar que es lamisma trinidad que existía al contemplar la imagen delcuerpo en el espacio? No en verdad, sino otra muy diferente;"pues, además de ser aquélla externa, ésta interior, aquéllarecibía el ser de la imagen del cuerpo presente, mientrasésta, imagen es del pasado.Así, en la presente cuestión, para cuya inteligencia hemosaducido el ejemplo citado, la fe que ahora existe ennuestra alma mientras se la recuerda, ama y contempla,forma una especie de trinidad, como la formaba el cuerpoubicado; mas no será la misma cuando esta fe ya no existaen el alma, como ni lo es el cuerpo aquel en el espacio: laque surja al recordar la que existía en nosotros y ya noexiste, será ciertamente muy otra. Esta que ahora existe laproduce la presencia de una realidad fija en el alma del creyente;pero la que entonces ha de suceder brotará de laimagen del pasado, abandonada en la memoria del que recuerda.INCAPUT IVIMMORTALITATEM ANIMAE RATIONALIS QUAERENDA IMAGO<strong>DE</strong>I. TRINITAS IN MENTE QUOMODO MONSTRATA SIT6. Nec illa igitur trinitas, quae nunc non est, imago Deierit; nec ista imago Dei est, quae tune non erit: sed ea estinvenienda in anima hominis, id est rationali, sive intellectuali,imago Creatoris, quae immortaliter immortalitati eiusest Ínsita.Nam sicut ipsa inimortalitas animae secundum quemdammodum dicitur; habet quippe et anima mortem suam,cum vita beata caret, quae vera animae vita dicenda est;sed immortalis ideo nuncupatur, quoniam qualicumque vita,etiam cum misérrima est, nunquam desinit vivere: ita quamvisratio vel intéllectus nunc in ea sit sopitus, nunc parvus,nunc magnus appareat, nunquam nisi rationalis et intellecaMss., cogüantis obtutus.CAPÍTULO IVLA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS EN EL ALMA RACIONAL E INTELECTIVA.CÓMO SE HA MOSTRADO LA TRINIDAD EN LA MENTE6. Ni será imagen de Dios esta trinidad que ahora noexiste, ni es imagen de Dios aquella que entonces no existirá;es en el alma del hombre, alma racional e intelectiva,donde se ha de buscar la imagen del Creador, injertada inmortalmenteen su inmortalidad.Y así como el alma se dice, en un cierto sentido, inmortal•—aunque tiene el alma su muerte cuando carece de 'la vidafeliz, verdadera vida del alma, no obstante se la dice inmortal,porque, sea cual fuere su vida, incluso si es miserable,jamás cesará de vivir—, así, aunque la inteligencia o razónparezca ahora como adormecida va ella, ya se manifieste pequeña,ya grande, el alma humana siempre es racional eintelectiva; y por esto, si ha sido creada a imagen de Dios


776 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 5, 7tualis est anima humana; ac per hoc si secundum hoc factaest ad imaginern Dei quod uti ratione atque intellectu adintelligendum et conspiciendum Deum potest, profecto abinitio quo esse coepit ista tam magna et mira natura, siveita obsoleta sit haec imago, ut pene milla sit, sive obscuraatque deformis, sive clara et pulcfara sit, semper est.Denique deformitatem dignitatis eius miserans divinaScriptura: Quanquam, inquit, in imagine


778 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 5, 8Quid itaque dicendum est de infantis mente, ita adhucparvuli et in tam magna demersi rerum ignorantia, ut illiusmentís tenebras mens hominis quae aliquid novit exhorreat?AJÍ etiam ipsa se nosse eredenda est, sed intenta nimis ineas res quas per eorporis sensus tanto maiore, quanto noviorecoepit delectatione sentiré, non ignorare se potest, sedcogitare se non potest?Quanta porro intentione in ista quae foris sunt sensibiliaferatur, vel hinc solum coniici potest, quod lucis huius hauriendaesic ávida est, ut si quisquam minus cautus aut nesciensquid inde possit aecidere, nocturnum lumen posueritubi iacet infans, in ea parte ad quam iacentis oculi possintretorqueri, nec cervix possit inflecti, sic eius inde non removeaturaspectus, ut nonnullos ex hoc etiam strabones fierinoverimus, eam formam tenentibus oculis, quam teneris etmollibus consuetudo quodam modo infixit.Ita et in alios eorporis sensus, quantum sinit illa aetas,intentione se quasi coarctant animae parvulorum, ut quidquidper carnem offendit aut allicit, hoc solum abhorreantvehementer aut appetant: sua vero interiora non cogitent,nec possint admoneri ut hoc faciant; quia nondum admonentissigna noverunt, ubi praecipuum locum verba obtinent,quae sicut alia prorsus nesciunt. Quod autem aliud sit nonse nosse, aliud non se cogitare, iam in eodem volumineostendimus 19 .8. Sed hanc aetatem omittamus, quae nec interroganpotest quid in se agatur, et nos ipsi eius valde obliti sumus.Hinc tantum certos nos esse suffecerit, quod cum homo deanimi sui natura cogitare potuerít, atque invenire quod verumest, alibi non inveniet, quam penes se ipsum. Invenietautem, non quod nesciebat, sed unde non cogitabat. Quidenim scimus, si quod est in nostra mente nescimus; cumomnia quae scimus, non nisi mente scire possimus?XIV, 5, 8 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 779¿Qué decir, pues, de la mente del niño, tan pequeñitoaún y sumergido en tan supina ignorancia de las cosas, quecausan horror aquellas tinieblas a la mente del hombre queposee ya algunos conocimientos? ¿Hemos de afirmar que seconoce, pero que, atenta en demasía a las impresiones deleitosasde los sentidos, tanto más fuertes cuanto más recientes,no se puede pensar, aunque no se puede tampoco ignorar?Se puede de alguna manera conjeturar cuál sea la intensidadcon que los objetos sensibles del exterior atraen laatención del niño por la avidez con que mira la luz; avideztal, que si alguien menos cauto, o ignorante de lo que sucederpudiera, coloca durante la noche cabe la cuna unaluz donde el infante reposa y en un ángulo donde los ojospuedan torcer su mirada sin volver la cerviz, sus ojos no seapartan de la luz, y conocemos algunos que por esta causapadecieron de estrabismo, conservando sus ojos el miraroblicuo que el hábito imprimió en sus órganos delicados ytiernos.Otro tanto se puede decir de los restantes sentidos delcuerpo. Las almas infantiles, cuanto la edad lo permite, concentrande tal manera su atención, que sólo aborrecen oaman con suma vehemencia lo que Ofende o deleita su carne.En su interior no reflexionan, ni se les puede aconsejar quek) hagan, pues no comprenden aún los signos de una advertencia,entre los que obtienen las palabras el principado;palabras que ellos, al parigual de las demás cosas, ignoran.En el mismo libro (c. 5) demostramos que una cosa es no conocersey otra no pensarse.8. Silenciemos esta edad infantil, a la que no se la puedeinterrogar sobre lo que en ella pasa, y nosotros mismoshemos olvidado ya su recuerdo. Bástenos saber con certezaque el hombre puede pensar en la naturaleza de su alma yencontrar la verdad, pero en sí mismo, no en otra parte.Encontrará, no lo que ignoraba, sino aquello en lo que él noreflexionaba. ¿Qué sabemos, si ignoramos lo que hay ennuestra mente, cuando todo lo que sabemos no podemos conocerlosi no es por la mente?19 L. io, c. 5.


780 <strong>DE</strong> TRINITATE XTV, 6, 8XIV, 6, 8 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 7glCAPUTVICAPITULO VIIN MENTE SE IPSAM COGITANTE TRINITAS QUAEDAM QTTOMODOEXISTAT. QUID IN HAC TRINITATE FRAESTET COGITATIOTanta est tamen cogitationis vis, ut nec ipsa mens quodammodo se in conspectu suo ponat, nisi quando se cogitat:ac per hoc ita nihil in conspectu mentís est, nisi unde ¡cogitatur,ut nec ipsa mens, qua cogitatur quidquid cogitatur,aliter possit esse in conspectu suo, nisi se ipsam cogitando.Quomodo autem, quando se non cogitat, in conspectu suonon sit, cum sine se ipsa nunquam esse possit, quasi aliud•sit ipsa, aliud conspectus eius, invenire non possum. Hocquippe de oculo corporis non absurde dicitur: ipse quippeoeülus loco suo fixus est in corpore, aspectus autem eius inea quae extra sunt tenditur, et usque in sidera extendí tur.Nec est oculus in conspectu suo; quandoquidem non conspicitse ípsum, nisi speculo obíecto, unde iam locuti sumus 20 :quod non fit utique quando se mens in suo conspectu suicogitatione constituit.Numquid ergo alia sua parte áliam partem suam videt,cum se conspicit cogitando, sicut alus membris nostris, quisunt oculi, alia membra nostra conspicimus, quae in nostropossunt esse conspectu? Quid dici absurdius vel sentiri potest?Unde igitur aufertur mens, nisi a se ipsa? et ubi poniturin conspectu suo, nisi ante se ipsam? Non ergo ibierit ubi erat, quando in conspectu suo non erat; quia hicposita, inde sublata est. Sed si conspicienda migravit a , conspecturaubi manebit? An quasi geminatur, ut et i^lic sitet hic, id est, et ubi conspicere, et ubi conspici possit; utin se sit conspíciens, ante se conspicua? Nihil horum nobisveritas consulta respondet: quoniam quando isto modo cogitamus,non nisi corporum fictas imagines cogitamus, quodmentem non esse paucis certissimum est mentibus, a quibuspotest de hac re ventas consuli.Proinde restat ut aliquid pertinens ad eius naturam sitconspectus eius, et in eam, quando se cogitat, non quasiper loci spatium, sed incorpórea conversione revocetur: cuín20 L- io, c. 3.aEditi, migrabit. Aptius vero Mss., migravit.LA TRINIDAD EN EL ALMA QUE SE PIENSA A SÍ MISMA. PAPEI


782 <strong>DE</strong> IKINIIATE XIV, 7, 9vero non se cogitat, non sit quidem in eonspectu suo, necde illa suus formetur obtutus,- sed tamen noverit se tanquamipsa sit sibi memoria sui. Sicut multarum diseiplinarum peritusea quae novit; eius memoria continentur, nec est indealiquid in eonspectu mentís eius, nisi unde cogitat; ceteraIn arcana quadam notitia sunt recóndita, quae memorianuncupatur.Ideo trinitatem sic commendabamus, ut illud unde formatureogitantis obtutus, in memoria poneremus; ipsamvero -conformationem, tanquam imaginem quae inde imprimítur; et illud quo utrumque coniuhgitur, amorem seu voluntatem.Mens igitur quando cogita ti one se conspícit, intelligitse et recognoscit: gignit ergo hunc antellectum etcognitionem suam. Res quippe incorpórea intellecta conspícitur,et intelligendo cognoscitur. Nec ita sane gignit istamnotitiam suam mens, quando cogitando intedlectam se conspicit,tanquam sibi ante incógnita fuerit: sed íta siibi notaerat, quemadmodum notae sunt res quae memoria continentur,etiamsi non cogitentur: quoniam dicimus hominemnosse litteras, etiam cum de alus rebus, non de litteris cogitat.Haec autem dúo, gignens et genitum, dilectione tertiacopulantur, quae nihil est aliud quam voluntas fruendumaliquid appetens vel tenens. Ideoque etiam lilis tribus nominibusinsinuandam mentís putavimus trinitatem, memoria,intelligentia, volúntate.CAPUT VIIEXEMPLO RES <strong>DE</strong>CLARATUR. QuOMODO RES AD IUVANDDSLECTORES TRACTATA SIT9. Sed quoniam mentem semper sui meminisse, semperquese ipsam intelligere et amare, quamvis non semper secogitare discretam ab eis quae non sunt quod ipsa est, circaeiusdem libri decimi finem diximus: quaerendum est quonammodo ad cogitationem pertineat intellectus; notitia verocuiusque rei, quae inest mentí, etiam quando non de ipsaXIV, 7, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 783espacial, 3Íno por una conversión inmaterial. Mas, cuandono se piensa, ciertamente no está ante su vista ni informasu mirada; no obstante, se conoce como si ella fuera para sisu memoria. Es como un hombre versado en muchas ciencias.Sus conocimientos yacen almacenados en su memoria,y sólo cuando reflexiona hay algo en presencia del alma;todo lo demás permanece escondido en una facultad misteriosadenominada memoria.Para avalar la trinidad colocamos en la memoria el objetoque informaba la mirada del pensamiento; luego, la mismaconformación o imagen allí impresa, y, finalmente, ellazo de unión entre ambas realidades, la voluntad o el amor.Cuando la mente pensándose se ve, se comprende y se reconoce,pues entonces engendra la inteligencia y conocimientode sí misma. Una realidad inmaterial se la ve si sela comprende y se la conoce al comprenderla. Mas la menteno engendra este su conocimiento cuando se piensa y se vepor la inteligencia, como si antes fuera para sí una desconocida;no, ella se conocía, como se conocen las realidades enla memoria archivadas, aunque no se piense en ellas. Decimosque un hombre sabe leer aunque piense en todo menosen las letras. Estos dos conocimientos, el que engendra yel engendrado, son enlazados por un tercer elemento, elamor, que no es otra cosa sino la voluntad que apetece oretiene el gozar. He aquí por qué en estos tres nombres—memoria, inteligencia y voluntad—vimos insinuarse unacierta trinidad en la mente 3 .CAPÍTULOVIISÍMIL EN AYUDA <strong>DE</strong>L LECTOR9. Pero al final del libro X hemos dicho que la mentesiempre se recuerda, siempre se conoce y ama, aunque nosiempre crea que es diferente de todas aquellas cosas que noson lo que es ella; y así es necesario averiguar en qué sentidola inteligencia pertenece al pensamiento, porque la noticiade una cosa cualquiera impresa en la mente, incluso3 Nec ideo—advierte a Evodio—putanda sunt haec tria Trinitatlsic comparata, ut omni ex parte conveniant: cui enim similitudiní indisputando convenientia tanta conceditur, ut ev rei cui adhibendaest, ex omni parte coapteturf (Epist. 169, c. 2, n. 6 : PL 33, 744-745).En esta misma epístola puntualiza Agustín las diferencias entre estatrinidad creada y la Trinidad divina. Es una llamada al orden paralos que fuerzan las semejanzas hasta adecuarlas al orÍRinal.


784 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 7, 9cogitatur, ad solam dicatur memoriam pertinere. Si enimhoc ita est, non hábebat haec tria, ut et sui memmisset, etse intelligere, et amare: sed meminerat tantum sui, etpostea eum cogitare se coepit, tune se intellexit atque dilexit.Quapropter diligentius illud consideremus exemplum, quod jádhibuimus, ubi a ostenderetur aliud esse rem quamque non;nosse, aliud non cogitare; íierique posse ut noven-t homo!aliquid quod non cogitat, quando aliunde, non inde cogitat.Duarum ergo vel plurium disciplinarum peritus, quandounam cogitat, aliam vel alias etiam si non cogitat, novittamen.Sed numquid recte possumus dicere: "Iste musicus novitquidem musicam, sed nunc eam non intelligit, quia eam noncogitat; intelligit autem nunc geometricam, hanc enim nunccogitat ?" Absurda est, quantum apparet, ista sententia. Quidetiam illa, si dicamus: "Iste musicus novit quidem musicam,sed nunc eam non amat, quando eam non cogitat; amatautem nunc geometricam lb , quoniam nunc ipsam cogitat":nonne similiter absurda est? Rectissime vero dicimus: "Istequem perspicis de geométrica disputantem, etiam perfectusest musicus; nam et meminit disciplinae eius, et intelligiteam et diligit; sed quamvis eam noverit et amet, nunc illamnon cogitat, quoniam geometricam de qua disputat, cogitat."Hinc admonemur esse nobis in abdito mentís quarumdamrerum quasdam notitias, et tune quodam modo procederéin médium, atque in conspectu mentís velut apertius constituí,iquando cogitantur: tune enim se ipsa mens, et meininisse,et intelligere, et amare invenit, etiam unde non cogitabat,quando aliud eogitabat. Sed unde diu non cogitaverimus,et unde cogitare nisi commoniti non valemus, id nosneseio quo eodemque miro modo, si potest dici, scire neseimus.Denique recte ab eo qui commemorat, ei quem c commemoratdici tur: "Seis hoc, sed scire te nescis; commemora-'bo, et invenies te scientem quod te nescire putaveras."' Idagunt et litterae, quae de his rebus conscriptae sunt, quasres duce ratione veras esse invenit lector: non quas verasesse credit ei qui scripsit, sicut legitur historia; sed quasveras esse etiam ipse invenit, sive apud se, sive m ipsa mentísluce veritate.Qui vero nec admonitus valet ista contueri, magna caecitatecordis, tenebris ignorantiae demer-sus est aitius, etmiraibiliore divina ope indiget, ut possit ad veram sapientiampervenire.. : a Apud Er. Lugd. Ven. Lov., ut. M.. . * Editi, loco, geometricam, haibebant, geomeltiam.o Ita Mss. Editi vero, cui. At Mss., quem.XJV, 7, 9 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 785\cuando en ella no se piensa, pertenece exclusivamente a la^nemoria. Si esto es así, entonces no posee estas tres cosas:su recuerdo, su pensamiento y su amor, sino que se acordabasolamente de sí misma, y luego, cuando principió a pensarse,se entendió y se amó. Por lo cual consideremos conmás atención el ejemplo aducido para probar la diferenciaque existe entre no conocer una cosa cualquiera y no pensaren ella. Puede darse que un hombre conozca algo y no pienseen ello, cuando su pensamiento está fijo en otro asuntoy no en aquél. Pongamos un hombre versado en dos o másdisciplinas: cuando piensa en una de ellas, no piensa en laotra o en las otras, pero las conoce.Mas ¿podemos acaso decir con razón: Este músico conocela música, pero al presente no la comprende porque nopiensa en ella, pues en la actualidad entiende sólo de geometría,pues en ésta piensa ahora? Absurda sentencia es ésta,a mi ver. Y ¿qué decir de esta otra: "Este músico conoceciertamente la música, pero cuando no piensa en ella no laama: tan sólo ama la geometría, pues en geometría piensacuando de ella disputa"? ¿No es también un dislate? Masdecimos con plena verdad: "Este a quien ahora oímos disputarsobre geometría es un músico consumado, pues recuerdaeste arte, lo comprende y lo ama; pero, aunque lo conozcay ame, ahora no piensa en él, sino en la geometría, sobrela cual al presente disputa".Este ejemplo nos da a conocer la existencia en los replieguesde la mente de ciertos conocimientos de algunascosas que, en cierto modo, salen a la superficie y se sitúancon mayor claridad bajo la mirada del alma cuando en ellasse piensa. Es entonces cuando la mente descubre que ella serecordaba, comprendía y amaba, incluso cuando por atendera otras cosas no se pensaba. ¡Pero, si ha largo tiempoque no fijamos nuestra atención en una cosa determinada,no podemos repensar en ella, a no ser que se nos recuerde,y entonces no sé de qué modo maravilloso, si así puede decirse,ignoramos que sabemos.Finalmente, con razón puede decir el que recuerda alque se lo recuerda: "Sabes esto, pero ignoras que lo sabes;te lo recordaré y encontrarás que sabes lo que ignorarcreías". Tal es la misión de la escritura cuando se trata decosas que el lector, guiado por la razón, descubre ser verdaderas,y no porque el escritor las crea verdaderas, comosucede en la historia, sino porque ve en sí mismo o en lamisma verdad, luz de la mente, que son verdaderas.El que ni aun avisado es capaz de comprender estas cosas,se encuentra sumergido en las profundas tinieblas dela ignorancia y en una gran ceguera de corazón. Es necesa-


786 <strong>DE</strong> TRINITATE. XIV, 7, 10. !Nam si nos referamus ad interiorem mentís memoriamqua sui meminit, et interiorem intelligentiam qua se intelligit,et ¡interiorem voluntatem qua se diligit, ubi haec triasimul isemper sunt, et semper simul fuerunt ex quo essecoaperunt, sive cogitar entur, sive non cogitarentur; videbiturquidem imago illius trinitatis et ad solam memoriampertinere; sed quia ibi verbum esse sine cogitatione non potest(cogitamus enim omne quod dieimus, etiam illo interioreverbo quod ad nullíus gentis pertinet linguam), in tribuspotius illis 'imago ista cognoscitur, memoria scilicet, intelligentia,volúntate.Hanc autem nunc dico intelligentiam, qua intelligimuscogitantes, id est, quando eis repertis quae memoriae praestofuerant, sed non cogitabantur, cogitatio nostra formatur;et eam voluntatem, sive amorem, vel dilectionem, quaeistam prolem parentemque coniungit, et quodam modo utrisqued communis est.Hiñe factum est ut etiam per exteriora sensibilia quaeper oculos carnis videntur, legentium ducerem tarditatem,in undécimo scilicet libro; atque inde eum eis ingrederer adhominis interioris eam potentiam qua ratiocinatur de temporalibusrebus, differens e illam prineipaliter dominantemqua contemplatur aeternas: atque id duobus voluminibusegi, duodécimo utrumque discernens, quorum unum est superius,alterum inferius, quod superiori subditum esse deaeEr. Lugd. Ven. Lov. legunt, utrique. M.Editi, disserens. Castigante ex Mss.XIV, 7, 10 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 787rio un milagro de la gracia divina para que pueda llegar ala verdadera sabiduría.10. Por esto quise emplear un simil acerca del pensamiento,a fin de poder demostrar cómo la mirada interiordel recuerdo es informada por lo contenido en la memoria,y cómo se produce, cuando el hombre piensa, algo muy semejantea lo que en su memoria existía antes de pensar;porque con más facilidad se distingue lo que en el tiemposucede y donde el padre precede en espacio de tiempo asu prole.Porque si nos refferimos a la memoria interior de la mente,que la lleva a recordarse de sí; y a la inteligencia interior,por la que se conoce; y a la voluntad interior, por la quese ama, donde estas tres facultades existen simultáneamentey siempre a un tiempo existieron desde que se inició suexistencia, ya se piense o no se piense en ellas, parecerá queesta imagen de la trinidad pertenece exclusivamente a lamemoria. Mas como el verbo sin el pensamiento no puedeexistir (pensamos cuanto decimos, aunque ¡se trata del verboanterior, que no pertenece a ningún idioma), se reconoceesta imagen principalmente en aquellas tres facultades: memoria,inteligencia y voluntad.Llamo inteligencia a la facultad que nos hace entendercuando pensamos, esto es, cuando nuestro pensamiento esinformado por el recuerdo en la memoria presente, pero enel cual no pensábamos; y entiendo por voluntad, dileccióno. amor, la facultad que une este padre y esta prole, comúnen cierto modo a los dos 4 .He aquí cómo por medio de ejemplos, tomados de las•cosas exteriores y sensibles, que se entran por los ojos dela carne, quise conducir, en el libro XII, a los lectores derudo ingenio. Luego me adentré con ellos por la facultad delhombre interior, por la que se raciocina sobre lo temporal,difiriendo tratar de la facultad superior, que contempla loeterno. De ésta disputé en dos libros: en el XII, donde distinguíla parte superior de la inferior, que debe a la primerasujeción; en el XIII, con la brevedad y verdad que pude,4 El vocabulario agustiniano se caracteriza siempre por ana riquezaexuberante y una fluctuación de matices que desorienta al lectorpoco avezado al estilo del Santo. Concretemos ahora el sentidode las palabras -vatio, intelligentia, intellectus. Ratio est mentís inotio,ea quae dicuntur distinguendi ci connectcndi potens (De ordine,2, ii, 32 :_ PL 32, ioog).Intelligentia es lo más eminente de la mens (De lib. arbitr., 1.1, 3:iHL 32, 1223). Se la confunde con el intellectus (Enarrat. in Ps., ,31,9 : PE *6, 263).Intellectuses una facultad de la mente, iluminada directamenlepor la fctz divina. Facultad superior a Ha razón, pues ésta puedeexistir sin ¡la inteligencia (In lo., tr. 15, 4, 19 : P'L 35, 1516-1517 ;Serm. 43, 2 : PE 38, 254-256).


788 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 8, 11bet; tertío décimo autem de muñere inferíoris, quo humanarumrerum scientia salubris continetur, ut in hac temporalivita id agamus quo consequamur aeternam, quantapotui veritate ac brevitate disserui: quandoquidem rem tammultiplicem atque copiosam, multorum atque magnorum disputationibusmultis magnisque celebratam, uno strictim volumineinclusi, ostendens etiam in ipsa trinitatem, sed nondumquae Dei sit imago dicenda.XTV, 8, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 789traté del ministerio de la razón inferior, que comprende laciencia útil de las cosas humanas, con la intención de practicaren esta vida lo que nos ha de conducir a la eterna.Asunto éste polifacético y ubérrimo, celebrado en infinidadde escritos por numerosos y selectos ingenios, pero que yodebí encerrar en los estrechos límites de un libro, poniendode manifiesto cómo.en ella se encuentra una cierta trinidad,pero no la imagen de Dios.CAPUTVIIITRINITAS QUAE IMAGO <strong>DE</strong>I, IAM QUAERENDA IN PRINCIFALIMENTÍS PARTE11. Nunc vero ad eam iam pervenimus dispufationem,ubi principale mentis humanae, quo novit Deum vel potestnosse, considerandum suseepimus, ut in eo reperiamus imaginemDel. Quamvis enim mens humana non sit eius naturaecuius est Deus: imago tamen naturae eius qua natura'meliornulla est, ibi quaerenda et invenienda est in nobis, quoetiam natura nostra nihil habet melius.Sed prius mens in se ipsa consideranda est antequam sitparticeps Dei, et in ea reperienda est imago eius. Diximusenim eam etsi amissa Dei participatione obsoletam atque deformem,Dei tamen imaginem permanere Z1 . Eo quippe ipsoimago eius est, quo eius capax est, eiusque particeps essepotest; ?quod tam magnum bonum, nisi per hoc quod imagoeius est, non potest*.Ecce ergo mens meminit sui, intelligit se, diligit se: hocsi cernimus, cernimus trinitatem; nondum quidem Deum,sed iam imaginem Dei. Non f orinsecus aocepit memoria quodteneret, nec foris invenit quod aspiceret intellectus, sicut.corporis oculus: nec ista dúo, velut formam corporis, et eamquae inde facta est in acie contuentis, voluntas foris iunxit:nec imaginem rei quae ¡foris visa est, quodam modo raptamet in memoria reconditam eogitatio cum ad eam converteretur,invenit, et inde formatus est* reeordantis obtutus,mugente utrumque tertia volúntate: sicut in eis ostendebamustrinitatibus fíeri, quae in rebus corporalibus repenebantur,vel ex eorporibus per sensum corporis introrsus quodammodo trahebantur; de quibus ómnibus in libro undeci-:lSupra, c. 4.a Editi, intelligi non potest. Abes-t, intelligi, a Mss.h Plures Mss., inde inlormatus est.CAPÍTULOVIIILA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS EN LA PARTE SUPERIOR <strong>DE</strong> LA MENTE11. Hemos llegado ya a un punto en la discusión dondeintentaremos someter a examen la parte más noble de lamente humana, por la que se conoce o puede conocer a Dios,para encontrar en ella la imagen divina. Aunque la mentehumana no es de la misma naturaleza que Dios, no obstante,la imagen de aquella naturaleza, a la que ninguna naturalezavence en bondad, se ha de buscar y encontrar en laparte más noble de nuestra naturaleza.Mas se ha de estudiar la mente en sí misma, antesde ser particionera de Dios, y en ella encontraremos su imagen.Dijimos ya que, aun rota nuestra comunicación conDios, degradada y deforme, permanecía imagen de Dios.Es su imagen en cuanto es capaz de Dios y puede participarde Dios; y este bien tan excelso no pudiera conseguirlo sino fuera imagen de Dios.¡Mira! El alma se recuerda, se comprende y se ama: siesto vemos, vemos ya una trinidad; aun no vemos a Diospero sí una imagen de Dios. La memoria no recibió delmundo exterior su recuerdo, ni el entendimiento encontrófuera el obieto de su visión, a semejanza del ojo del cuerpo;ni la voluntad unió en la periferia estas dos realidades, cualsucede en la forma material y su impresión en la retinadel espectador; ni el pensamiento encontró la imagen delobieto que vio fuera, y en cierta manera fué arrebatado yoculto en la memoria cuando a ella se tornó y fué informadala mirada del recuerdo, unidos por la voluntad comotercer elemento, cual acontece, según probamos, en aquellastrilogías que descubrimos en las cosas materiales o qu?de los cuerpos se introducen en el interior mediante los sentidosdel cuerpo, de las cuales hemos ya tratado en el libroXI; ni como sucedía, al menos en apariencia, al hablar


790<strong>DE</strong> TRINIIATB XIV, 8, 11XIV, 8, 11 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 791rno disseruimus 22 : nec sicut fiebat vel apparebat, quandode illa scientia disserebamus, iam in hominis interioris operibusconstituía, quae distinguenda fuit a sapientia; undequae sciuntur, velut adventitia sunt in animo, sive cognitionehistórica illata, ut sunt facta et dicta, quae temporeperaguntur et transeunt, vel in natura rerum suis locis etregionibus constituía sunt, sive in ipso nomine quae nonerant oriuntur, auí alus docentibus auí cogitationibus propriis,sicuí fides, quam plurimum in libro tertio décimocommendavimus; sicut virtutes, quibus, si verae sunt, in hacmortalitate ideo bene vivitur, ut beate in illa quae divinítuspromittitur immortalitate vivatur.¡Haec atque huiusmodi habent in temipore ordinem suum,in quo nobis trinitas memoriae, visionis et amoris faciliusapparebat. Nam quaedam eorum praeveniunt cognitionemdiscentium. Sunt ením cognoscibilia, et antequam cognoscantur,suique cognitionem in diseentibus gignunt. Sunt autemvel in locis suis, vel quae tempore praeterierunt: quamvisquae praeterierunt, non ipsa sint, sed eorum 1 quaedamsigna praeteritorum, quibus visis vel auditis cognoscanturfuisse atque transisse. Quae signa vel in locis sita sunt, sicutmonumenta mortuorum, et quaecumque similia: vel inlitteris fide dignis, sicut est omnis gravis et approbandaeauctoritatis historia: vel in animis eorum qui ea iam noverunt;eis quippe iam nota, et alus utique sunt noscibilia,quorum scientiam praevenerunt, et qui ea nosse, illis quibusnota sunt docentibus, possunt.Quae omnia, et quando discuntur, quamdam faciunt trinitatem,specie sua quae noscibilis fuit etiam antequam nosceretur,eique adiuncta cognitione discentis quae tune esseincipit quando discitur, ac tertia volúntate quae utrumqueconiungit. Et cum cognita fuerint, alia trinitas, dum recoluntur,fit iam interius in ipso animo, ex iis imaginibus quaecum discerentur sunt impressae in memoria, et informationescogitationis ad ea converso recordantis aspectu, et exvolúntate quae tertia dúo ista coniungit.Ea vero quae oriuntur in animo ubi non fuerunt, sicutC. 2 SS.de la ciencia que consistía en las actividades del hombre interior,ciencia que distinguíamos de la sabiduría; donde loque se aprende es como adventicio en el alma, ora se adquierapor el conocimiento de la historia, como son los hechosy dichos que se suceden en el tiempo y pasan; oratengan cierta consistencia en la naturaleza de las cosas,según las diversas regiones y lugares; ora nazca en el mismohombre, mediante la enseñanza ajena o por reflexión propia,lo que antes no existía, como la fe, con tanta insistencia recomendadapor nosotros en el libro XIII, como las virtudes,mediante las cuales, si son verdaderas, se vive rectamenteen esta vida mortal para vivir un día felices en la inmortalidadque el cielo promete.Estas cosas y otras semejantes tienen su orden en eltiempo, y en él aparece con más facilidad la trinidad de lamemoria, de la visión y del amor. Algunas previenen el conocimientode los aprendices. Son cognoscibles antes de conocersey engendran en los que las aprenden la gnosis desí mismas. Se encuentran en sus lugares o han pasado yaen el tiempo, aunque lo pretérito no existe en sí, sino enciertos signos de su preterición, y al ser vistos o escuchadosnos indican una existencia pretérita. Dichos signos puedenocupar un lugar determinado en el espacio, como loscenotafios y otros monumentos por el estilo; o bien se encuentranen los escritos fidedignos, cual lo es, por ejemplo,toda historia compuesta por graves y probos autores; o enlas almas de los que ya las conocieron, pues, conocidas porunos, son para los demás asequibles, a cuya ciencia son anteriores,pero pueden conocerse al sernos enseñadas por losque ya las conocen 5 .Todas estas cosas, cuando se aprenden, constituyen unaespecie de trinidad, formada por la especie cognoscible antesde su conocimiento, por el conocimiento del aprendiz,que principia a existir cuando se conoce, y en tercer lugar,por la voluntad, que une las dos anteriores. Conocidas,cuando se las recuerde, surge en lo íntimo del alma otratrinidad integrada por las imágenes impresas en la memoriacuando se conocieron, por la información del pensamientoal tornar sobre dichas imágenes la mirada del recuerdo,y por la voluntad, que une, como tercer elemento, estas doscosas.Las que nacen en un alma donde no existían, como la° Las facultades del alma, memoria, entendimento y voluntad,y Jas realidades adventicias gue nacen en el hombre interior y limitanel campo intuitivo constituyen los estadios intelectuales del humanolinaje. Los sentidos admacenan en los depósitos de la memoriarecuerdos innumerables, fuente del conocimiento natural. Por encimade este conocimiento esplende la verdad trascendente.


792 <strong>DE</strong> TRINIIATE XIV, 9, 12fides, et ¡cetera huiusmodi, etsá adventitia videntur, cumdoctrina inseruntur; non tamen foris posita vel foris peractasunt, sicut illa quae creduntur; sed intus omnino in ipsoanimo esse coeperunt. Fides enim non est quod creditur,sed qua creditur: et illud creditur, illa conspicitur. Tamenquia esse coepit in animo, qui iam erat animus antequam inillo ista esse coepisset, adventitium quiddam videtur, et inpraeteritis habebitur, quando succedente specie iam essedestiterit: aliamque nunc trinitatem facit per suam praesentiam,retenta, conspecta, dilecta; aliam tune faciet perquoddam sui vestigium, quod in memoria praeteriens dereliquerit,sicut iam supra dictum est.XIV, 9, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 793fe y otras cosas similares, aunque parecen adventicias cuandose introducen en el alma por medio de la enseñanza, sinembargo no están ubicadas ni actuadas fuera, como ocurrecon el objeto de la fe, sino que principiaron a existir dentro,en lo íntimo del alma. Fe no es lo que se cree, sino porlo que se cree. Se cree el objeto, se intuye la fe. No obstante,pues emlpezó a existir en un alma que ya era almaantes de brotar en ella la fe, semeja algo adventicio y seconsidera como pretérita cuando cese su especie, dejandoentonces de existir. Ahora, cuando se la recuerda, contemplay ama, con su presencia forma una trinidad; entoncesformará otra en virtud de cierto vestigio que de su pasodeja en la memoria al desaparecer, según arriba dijimos.CAPUT IXCAPÍTULOIXAN IUSTITIA ET CETERAE VIRTUTES <strong>DE</strong>SINANT IN FUTURA VITA12. lUtrum autem tune etiam virtutes, quibus in hacmortalitate Ibene vivitur, quia et ipsae incipiunt esse in animo,qui cum sine illis prius esset. tamen animus erat, desinantesse cum ad aeterna perduxerint, nonnulla quaestioest. Quibusdam enim visum est desituras: et de tribus quidem,prudentia, fortitudine, temperantia, cum hoc dicitur,non nihil dici videtur; iustitia vero immortalis est, et magistune perficietur in nobis, quam esse cessabit.De ómnibus tamen quatuor magnus auctor eloquentiaeTullius in Hortensia dialogo disputans: "Si nobis, inquit,cum ex hac vita emigraverimus, in beatorum insulis immortaleaevum, ut fabulae ferunt, degere liceret, quid opusesset eloquentia, cum iudicia nulla fierent; aut ipsis etiamvirtutibus? Nec enim fortitudine egeremus, nullo propositoaut labore aut periculo; nec iustitia, cum esset nihil quodappeteretur alieni; nec temperantia, quae regeret eas quaenullae essent libídines; nec prudentia quidem egeremus, nullodelectu proposito bonorum et malorum. Upa igitur essemusbeati cognitione naturae et scientia, qua sola etiamdeorum est vita laudanda. Ex quo intelligi potest, ceteranecessitatis esse, unum hoc voluntatis."Ita ille tantus orator, cum philosophiam praedicaret, recolensea quae a philosophis acceperat, et praeclare ac suaviterexplicans, in hac tantum vita, quam videmus aerumniset erroribus plenam, omnes quatuor necessarias dixit¿<strong>DE</strong>SAPARECERÁN LAS VIRTU<strong>DE</strong>S EN LA VIDA FUTURA?12. E!s cuestión controvertida si las virtudes por lascuales se vive honestamente en esta mortalidad, puesto queen el alma tienen principio y el alma existía ya antes deadquirir las virtudes, desaparecerán una vez que nos hayanconducido a las mansiones eternas. A algunos les pareceque cesarán, y su opinión pudiera parecer verdadera si setrata de las tres virtudes cardinales: prudencia, fortalezay templanza; pero la justicia es inmortal y antes se perfeccionaráen nosotros que deje de existir.Disputando Tulio, autor de gran elocuencia, sobre estascuatro virtudes, dice en su diálogo Hortensio: "Si nos estápermitido, al emigrar de esta vida, vivir inmortales en lasislas de los afortunados, según narran las fábulas, ¿paraqué necesitamos de la elocuencia, no existiendo allí juicios,y para qué sirven las mismas virtudes? No necesitaremosde la fuerza donde no existe trabajo ni peligro; ni de lajusticia, pues no solicitará el bien ajeno; ni de la templanza,moderadora de pasiones que no existen; ni, finalmente,necesitaremos de la prudencia, pues no hay elección entreel bien y el mal. Seremos felices con sólo el conocimiento yciencia de la naturaleza, único bien laudable en la vida delos dioses. De donde se colige que éste ha de ser el objetode la voluntad, mientras las otras cosas lo son de la necesidad".Así, al encomiar aquel elocuente orador la filosofía, recuerdala herencia recibida de los filósofos; explica y afirma,en estilo delicioso y sublime, la necesidad de estas cua-


794 <strong>DE</strong> TRINITATBxrv, ío, 13esse virtutes: nullam vero earum, cum ex hac vita emigraverimus,si liceat rbi vivere ubi vivitur beate; sed bonos ánimossola beatos esse cognitione et scientia, hoc est contemplationenaturae qua nihil est melius £ LA <strong>SAN</strong>TÍsrMA ÍRIÑIDAB 795tro virtudes mientras perdure la vida saturada de errores ypenalidades; pero ninguna lo será al emigrar de esta vida, sies posible vivir donde se viva feliz. Las almas buenas serándichosas por el conocimiento y la ciencia, es decir, porla contemplación de aquella naturaleza sumamente perfectay amable; naturaleza 0 creadora y sustentadora de todaslas naturalezas. Si la justicia consiste en someterse al gobiernode esta naturaleza, la justicia es inmortal y no dejaráde existir en aquella vida feliz, antes será de naturalezatan excelsa, que no pueda ser ni mayor ni más perfecta.Hasta es posible la pervivencia en la felicidad de lasotras tres virtudes: la prudencia, sin peligro de error; lafortaleza, sin molestia de males; la templanza, sin opuestaslujurias. Sería propio de la prudencia no anteponer nicomparar ningún bien a Dios; de la fortaleza, adherirse aEl con firmeza; de la templanza, no deleitarse en defectodañoso. Allí donde no existe mal alguno, la justicia nopuede ejercitarse en socorrer a los míseros, ni la prudenciaen prevenir asechanzas, ni la fortaleza en tolerar los trabajos,ni la templanza en frenar concupiscencias ilícitas.Por consiguiente, los actos de estas virtudes, necesarias enesta vida mortal, serán allí cosas pretéritas, como la fe, ala cual se refieren. Ahora, cuando están presentes en la memoriay las contemplamos y amamos, forman una ciertatrinidad; entonces formarán otra, cuando, por algunos vestigiosde su paso que dejarán en la memoria, veamos queya no existen, pero existieron; trinidad que se componedel vestigio en la memoria archivado, sea cual fuere; de suconocimiento verídico y de la voluntad, que enlaza, en oficioterceril, estas dos cosas.CAPÍTULOLA TRINIDAD EN EL ALMA QUE SE RECUERDA, CONOCE Y AMA13. En la ciencia de todas estas cosas temporales pocoha mencionadas, ciertas verdades cognoscibles preceden entiempo al conocimiento; por ejemplo, las realidades sensiblesexistentes antes de ser conocidas o los conocimientosde la historia; otras, empero, tienen simultánea existencia.Así, si un objeto visible, sin existencia anterior, surge antenuestros ojos, no precede ciertamente a nuestro conocí-6 Variantes ; Quia nihil melius = porque nada imejor. Otros códices: In qua nihil melius ea natura, quae creavit = en la que nadahay más amable y mejor que aquella creadora existencia. La naturalezaperfecta es la divina.X


íiffj <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 11, 14utique non praecedit; aut si aliquid sonet, ubi adest auditor,simul profecía ineipiunt esse, simulque desinunt et sonuaet eius auditus. Verumtamen sive tempore praecedentia, sivesimul esse incipientia cognoscibilia cognitionem gignunt, noncognitione gignuntur.Cognitione vero facta, cum ea quae cognovimus, positain memoria recordatione revisuntur; quis non videat pnoremesse tempore in memoria retentionem, quam in recordationevisionem, et huius utriusque tertia volúntate iunctionem?Porro autem in mente non sic est: ñeque enim aúventitiasibi ipsa est, quasi ad se ipsam quae iam erat, veneritaliunde eadem ipsa quae non erat; aut non aliunde venerít,sed in se ipsa quae iam erat, nata sit ea ipsa quaenon erat*; sicut in mente quae iam erat, oritur fides quaenon erat: aut post cognitionem sui recordando se ipsam velutin memoria sua constitutam videt, quasi non ibi íueritantequam se ipsam cognosceret; cum prefecto ex quo essecoepit, nunquam suí meminisse, nunquam se intelligere, nunquamse amare destiterit, sicut iam ostendimus. Ac per hocquando ad se ipsam cogitatione eonvertitur, .fit trinitas, inqua iam et verbum possit inteíligi: forma tur quippe ex ipsacogitatione lb , volúntate utrumque iungente. Ibi ergo magisagnosicenda est imago quam quaerimus.CAPUTXIXIV, 11, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 797miento; y lo mismo sucede si un sonido se deja oír dondeexiste un oyente: la audición y el sonido son simultáneos ycesan a un tiempo. Pero, ora preceda en el tiempo, ora tengasimultánea existencia, lo cognoscible siempre engendrael conocimiento y no es engendrado por éste.Verificado el conocimiento, cuando las cosas ya conocidasson reconsideradas por el recuerdo latente en nuestramemoria, ¿quién no ve que este recuerdo de la memoria es,en tiempo, anterior a la visión que resulta del recuerdo yal enlace de amtoos, que es la voluntad? Mas no sucede asíen la mente; pues no es para sí una advenediza, como si a lamente que ya existía se presentara—viniendo de afuera—la mente misma que aun no existe; o, suponiendo que novenga de afuera, cual si en la mente que ya existe naciesela misma que aun no existe, como en la mente que ya existenace la fe que no existía; o como después de conocerse, recordándose,se ve en cierto modo situada en su propia memoria,como si no hubiese estado allí antes de conocerse así misma; y no es así, porque desde el mismo alborear desu existencia jamás dejó de recordarse, conocerse y amarse,según ya probamos. En consecuencia, al volver sobre sícon el pensamiento, surge una trinidad, donde es posibleya descubrir un verbo formado del mismo pensamiento yenlazados ambos elementos por la voluntad. Allí, pues, hemosde reconocer la imagen que buscando venimos.AN ET PRAESENTIUM SIT MEMORIA14. Sed dicet aliquis: Non est ista memoria, qua menssuí meminisse perhibetur, quae sibi semper est praesens.Memoria enim praeteritorum est, non praesentium: nam quídamcum de virtutibus agerent, in quibus est etiam Tullius,in tria ista prudentiam diviserunt, memoriam, intelligentiam,providentiam: memoriam scilicet praeteritis, intellzgentiampraesentibus, providentiam rebus tribuentes futuris,quam non habent certam nisi praescii futurorum; quodnon est munus hominum, nisi detur desuper, ut .prophetis.Unde iScriptura sapientiae de hominibus aiens a : CagitatioaHic editi addtint; sicut in ipso homine quae non erant oriunlur,aut aliis docentibus, aut cogitationvbus proprüs, sicut fides, sicutvirtutes. Verba ¿rae male translata ex capite 8, supra, n. n.b Sic plerique Mss. Editi vero, ex ipsa cognitio.a Plores Mss., agens.CAPÍTULO XI¿ EXISTE RECUERDO <strong>DE</strong> LAS COSAS PRESENTES ?14. Pero alguien dirá: Esta memoria, siempre en presenciade sí misma, no es la que hace a la mente acordarsede sí. La memoria es de las cosas pretéritas, no de las presentes.Así, algunos, Tulio entre ellos, al tratar de las virtudes,dividen la prudencia en tres partes: memoria, inteligenciay providencia: memoria del pasado, inteligencia delpresente y providencia del futuro. Providencia que no esinfalible sino para aquellos que conocen el porvenir, oficiono de mortales, a no ser que les sea dado de lo alto, comoa los profetas. La <strong>Escritura</strong>, al hablar de la sabiduría delos hombres, dice: Tímidos son los pensamientos de los mor-


7&S <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 12, 15nes, inquit, mortalium timidae, et incertae providentiae nostrae23 . Memoria vero de praeteritis, et intelligentia de praesentibuscerta est, sed praesentibus utique incorporalibus brebus: nam corporales corporalium praesentes sunt aspectibusoculorum.Sed qui dicit memoríam non esse praesentium, attendatquemadmodum dictum sit in ipsis saecularibus litteris, ubimaioris fuit curae verborum integritas quam veritas rerum:Nec talia passus Ulysses,Oblitusve sui est It'hacus discrimine tanto z \Várgilius enim cum sui non oblitum diceret UÜyssem, quidaliud intelligí voluit, nisi quod meminerit sui? Cum ergosibi praesens esset, millo modo sui meminisset, nisi ad respraesentes memoria pertineret. Quapropter sicut in rebuspraeteritis ea memoria dicitur, qua fit ut valeant recoli etrecordari, sic in re praesenti quod sibi est mens, memoriasine absurditate dicenda est, qua sibi praesto est ut sua cogitationepossit intelligi, et utrumque sui amore c coniungi.CAPUT XIITBINITAS IN MENTE EO EST IMAGO <strong>DE</strong>I, QUO MEMINIT, INTEL-LIGIT ET DILIGIT <strong>DE</strong>UM, QUOD EST SAPIENTIA15. Haec igitur trinitas mentís non propterea Dei estimago, quia sui meminit mens, et íntelligit ac diligit se: sedquia potest etiam meminisse, et intelligere, et amare a quofacta est. Quod cum facit, sapiens ipsa fit. Si autem nonfacit, etiam cum sui meminit, seseque intelligit ac diligit,stulta est. Meminerit itaque Dei sui, ad cuius imaginem factaest, eumque intelligat atque diligat.Quod ut brevius dicam, colat Deum non factum, cuius abeo capax est facta, et cuius particeps esse potest; propterquod scriptum est: Ecce Dei cultus est sapientia 25 ; et nonsua luce, sed summae illius lucis participatione sapiens erit,atque uibi aeterna, i'bi beata regnabit. Sic enim dicitur istahominis sapientia, ut etiam Dei sit. Tune enim vera est;23 Sap. 9, 14.24 Aeneid., 1. 3, v. 62S-629.25 Iob 28, 28.b Am. Er. et plerique Mss., corporalibus.0 Sola fere editio Lov., amori.XIV, 12, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 799tales e inciertas sus previsiones. La memoria de las cosaspretéritas y la inteligencia de las presentes es cosa cierta,pero entiéndase de las presentes e incorpóreas, porque lomaterial está en presencia de los ojos del cuerpo.Mas quien afirme no existir memoria de las cosas presentes,escuche lo que se dice en la literatura profana, puesen ella se pone más esmero en la precisión del lenguaje queen la verdad de las cosas. "No pudo Ulises tales horroressufrir, ni se olvidó Itaco, >en el peligro, de sí". Al decir Virgilioque no se olvidó Ulises de sí, ¿qué otra cosa quiso dara entender, sino que se recordó de sí mismo? Si el recuerdono pertenece al presente, ¿cómo estando Itaco en su mismapresencia se recuerda de sí? Por consiguiente, así como enlas cosas pretéritas se llama memoria a la facultad que lasretiene y recuerda, así, con relación al presente, cual lo estála mente para sí misma, se puede llamar sin escrúpulo memoriaa la facultad de estar presente a sí misma, para poderpor su propio pensamiento conocerse y puedan así las dosrealidades ser por el amor vinculadas.CAPITULO XIILA TRINIDAD EN EL ALMA ES IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS CUANDO LOCONOCE, RECUERDA Y AMA. SABIDURÍA E IMAGEN15. Esta trinidad de la mente no es imagen de Diospor el hecho de conocerse la mente, recordarse y amarse,sino porque puede recordar, conocer y amar a su Hacedor.Si esto hace, vive en ella la sabiduría; de lo contrario, aunquese recuerde a sí misma, se comprenda y se ame, es unaignorante. Acuérdese, pues, de su Dios, a cuya imagen hasido creada; conózcale y ámele.Y para decirlo más brevemente: honre al Dios, increado,que la hizo capaz de El y a quien puede poseer por participación;por esto está escrito: ¡Mira! El culto de Dios essabiduría. Y no lo es por su luz propia, sino por participaciónde la luz suprema, do remará eternamente feliz. Y, eneste sentido, la sabiduría del hombre es también sabiduría deDios. Sólo entonces es verdadera; porque, si es humana,


800 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 12, 16nam ei humana est, vana est. Verum non ita Dei qua sapiensest Deus. Ñeque enim participatione sui sapiens est,sicut mens participatione Dei.Sed quemadmodum dicitur etiam iustitia Dei, non solumilla qua ipse iustus est, sed quam dat homini cum iustificatimpium, quam commendans Apostolus ait de quibusdam:Ignorantes enim Dei iustitiam, et suam iustitiam volentesconstituiré, iustitíae Dei non sunt subiecti z6 ; sic etiam dicipotest de quibusdam: "Ignorantes Dei sapientiam, et suamvolentes constituere, sapientiae Dei non sunt subiecti".16. Est igitur natura non facta, quae fecit omnes ceterasmagnas parvasque naturas, eis quas fecit sine dubitationepraestantior, ac per hoc hac etiam de qua loquimuírationali et intellectuali, quae hominis mens est, ad eiusqui eam fecit imaginem facta. Illa autem ceteris naturapraestantior Deus est. Et quidem non longe positus ab unoquoquenostrum, sicut Apostolus dicit; adiungens: In illoenim vivimus, et movemur, et sumus 27 . Quod si secundumcorpus diceret, etiam de isto corpóreo mundo posset intelligi.Nam et in illo secundum corpus vivimus, movemur, etsumus. Unde secundum mentem quae facta est ad eius imaginem,debet hoc accipi, excellentiore quodam, eodemque nonvisibili, sed intelligibili modo.Nam quid non est in ipso, de quo divine scriptum est:Quoniam ex ipso, et per ipsum, et in ipso sunt omnia? 2SProinde si in ipso sunt omnia, in quo tándem possunt viverequae vivunt, et moveri quae moventur, nisi in quo sunt?Non tamen omnes cum illo sunt eo modo quo ei dictum est:Ego semper tecum 29 . Nec ipse cum ómnibus eo modo quodicimus: "Dominus vobiscum". Magna itaque hominis miseriaest cum illo non esse, sine quo non potest esse. In quoenim est, procul dubio sine illo non est: et tamen si eiusnon meminit, eumque non inteüligit, nec diligit, cum illo nonest. Quod autem quisque penitus obliviscitur, nec commonerieius utique potest."" Rom. IO, 3.27 Act. 17, 27. 28." Hotn. 11, 36.29 ¡Ps. 72, 23.XIV, 12, 16 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 801es vanidad. Mas no se trata aquí de la sabiduría de Dios,por la que Dios es sabio. Dios no es sabio por participaciónde la sabiduría como lo es la mente por la participación dela sabiduría de Dios r .Pero así como se llama justicia de Dios no sólo aquellapor la que El es justo, sino también la justicia que al hombreotorga cuando justifica al impío, justicia que recomiendael Apóstol cuando dice de ciertos hombres: Ignorando lajusticia de Dios y queriendo afianzar su propia justicia, nose sometieron a la justicia de Dios, así también se puede decirde algunos: "Ignorando la sabiduría de Dios y queriendocimentar su propia sabiduría, no se sometieron a la sabiduríade Dios".16. La naturaleza increada, creadora de todas las demásnaturalezas, pequeñas y grandes, es, sin duda, másexcelsa que todas ellas, y, por consiguiente, superior a lanaturaleza racional e intelectiva, de la que hablamos ahora,que es la mente humana, hecha a imagen de su Creador.Y esta naturaleza, superior a todas las otras, es Dios.Y ciertamente no está lejos de nosotros, como dice el Apóstol,añadiendo: En El vivimos, nos movemos y somos. Siaquí hablara del cuerpo, se podría también entender de estemundo visible, pues en él, según el cuerpo, vivimos, nosmovemos y somos. Pero es de la mente, creada a su imagen,de la que conviene entender estas palabras de un modo mássublime, no visible, sino espiritual.¿Qué no hay en El, de quien divinamente está escrito:Porque de El, por El y en El son todas las cosas? Luego sien El está todo, ¿en quién puede vivir lo que vive y moverselo que tiene movimiento, sino en quien son? Sin embargo,no todos están con El en el sentido del Salmo: Yosiempre estaré contigo. Ni Dios está con todos al modo quedecimos: "El Señor sea con vosotros". ¡Gran miseria la delhombre no estar con aquel sin el cual no puede existir!Y. si está en El, ciertamente no está sin El. Si no le recuerda,ni le conoce, ni le ama, no está con El. Nio es posibleel recuerdo cuando es comipleto el olvido.' De esta sabiduría de Dios escribe en los Soliloquios: «A ti invoco,Dios <strong>Verdad</strong>, principio, origen y fuente de la verdad de todaslas cosas verdaderas, Dios, Sabiduría, autor y fuente de ¡la sabiduríad« todos los que saben... Luz espiritual que bañas de claridad lascosas que brillan a la inteligencia» (Solíloq., i, i, 3 : BAC, t. 1,p. 479). Cf. De civ. Dei, 11, 25 : PL 41, 339.


802 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 13, 17XIV, 13, 17 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 803CAPUTXIIICAPITULOXIIIQUOMODO <strong>DE</strong>I OBLIVISCI ET MEMINISSE QUIS POSSIT17. De visibilibus rebus ad hanc rem sumamus exemplum.Dicit tibí quispiam quem non recognoscis: "Nostime"; et ut commoneat, dicit ubi, quando, quomodo tibí innotuerit:omnibusque adhibitis signis quibus in memoriamrevoceris, si non recognoscis, ita iam oblitus est, ut omnisilla notitia penitus deleta sit animo; nihilque aliud restat,nisi ut credas ei qui tibi hoc dicit, quod aliquando eum noveras;aut ne hoc quidem, si fide dignus tibi esse qui loquiturnon videtur. Si autem reminisceris, profecto redis inmemoriam tuam, et in ea invenís quod non fuerat penitusoblivione deletum.Redeamus ad illud propter quod adhibuimus humanaeconversationis exemplum. ínter cetera psalmus nonus: Convertantur,inquit, peccatores in infernum, omnes gentes quaeobliviscuntur Deum 30 . Porro autem vigesimus primus: Commemorabuntur,inquit, et convertentur ad Dominum universifines terrae 31 . Non igitur sic erant oblitae istae gentesDeum, ut eius nec commemoratae recordarentur. Obliviscendoautem Deum, tanquam obliviscendo vitam suam, conversaefuerant in mortem, hoc est, in infernum. Commemorataevero convertuntur ad Dominum, tanquam reviviscentesreminiscendo vitam suam, cuius eas habebat oblivio a . ítemlegitur in nonagésimo tertio: Intelligite nunc, qui insipientesestis in populo; et stulti, aliquando sapite. Qui plantavitaurem non audietf32 et cetera. Eis enim dictum est, quiDeum non intelligendo, de illo vana dixerunt.RECUERDO Y OLVIDO <strong>DE</strong> DIOS17. Tomemos un ejemplo de las cosas visibles paraaclarar esta doctrina. Alguien a quien no reconoces te dice:"Tú me conoces". Y para fijar tu recuerdo te indica dónde,cuándo y cómo le conociste. Si aun después de todos estosdetalles, aptos para despertar tu recuerdo, no le identificas,tu olvido es completo, y aquel conocimiento se ha borradoya de tu ánimo. Sólo te resta prestar fe a lo que te dice ycreer que realmente le has conocido, y ni aun esto, si el quete dirige la palabra no es fidedigno. Pero si le reconoces,vuelves sobre tu memoria y en ella descubres lo que no fuépor el olvido completamente 'borrado.Tornemos ahora a nuestra materia, en gracia a la cualadujimos el ejemplo, tomado de la vida humana. Entre otrascosas dice el salmo 9: Caigan los impíos en el hades. Todoslos que de Dios se olvidaron. Y en el 21: Se acordarán y seconvertirán al Señor los confines todos de la tierra. No sehabían olvidado las naciones de su Dios hasta el punto deno poder acordarse de El si se les despierta el recuerdo. Alolvidar a Dios, como si hubieran olvidado su vida, cayeronen la muerte, es decir, en el infierno. Ahora, al recordarlo, seconvierten al Señor, como si recibieran con el recuerdo lavida, un día por ellos olvidada. Se lee en el salmo 93: Entendedahora los que sois necios en el pueblo; y vosotros,cretinos, entended: ¿El que hizo el oído no oirá? Esto sedice a los que no conocen a Dios y dicen de El vaciedades.30 Ps. 9, 18." Ps. 2i, 28." Ps. 93, 8. 9-aPost, ctdus eas habebat oblivio, in excusis additum erat, id est,cuius oblitae fuerant.


804 <strong>DE</strong> TRINITAIE XTV, 14, 18XIV, 14. 18 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 805CAPUTXIVCAPITULOXIVMENS SE KECTE DILIGENDO DILIGIT <strong>DE</strong>UM, QUEM SI NON DILIGAT,SE IPSAM ODISSE DICENDA EST. MENS ETIAM INFIRMA ET ERRANSPOLLET SEMPER MEMORIA ET INTELLECTU ET AMORE SUI. AD<strong>DE</strong>UM CONVERTATUR, UT IPSIUS RECORDANDO, EUMQUE INTEL-LIGENDO ET DILIGENDO BEATA SIT18. De dileetione autem Dei plura reperiuntur in diviniseloquiis testimonia. Ibi enim et illa dúo consequenter intelliguntur,quia nemo diligit cuius non meminit, et quodpenitus nescit. Unde illud est notissimum praecipuumquepraeceptum: Diliges Dorrimum Deum tuum 33 .Sic itaque condita est mens humana, ut nunquam suinon meminerit, nunquam se non intelligat, nunquam se nondiligat. Sed quoniam qui odit aliquem, nocere illi studet; nonimmerito et mens hominis, quando sibi nocet, odisse se dicitur.Niesciens enim sibi vult male, dum non putat sibiobesse quod vult: sed tamen male sibi vult, quando id vultquod obsit sibi; unde illud scriptum est: Qui diligit iniquitatem,odit animara suam Si .Qui ergo se diligere novit, Deum diligit: qui vero nondiligit Deum, etiam si se diligit, quod ei naturaliter inditumest, tamen non inconvenienter odisse se dicitur, cum idagit quod sibi adversatur, et se ipsum tanquam suus inimicusinsequitur. Qui profecto est error horrendus, ut cumsibi omnes prodesse velint, multi non. faciant nisi quod eisperniciosissimum sit. Similem morbum mutorum animaliumcum poeta describeret:Dii [inquit] meliora piis, erroremque hostibus illum!Discissos nudis laniabant dentibus artus 35.Cum morbus ille corporis fuerit, cur dixit errorem, nisiquia omne animal cum sibi natura conciliatum sit ut secustodiat quantum potest, talis Ule erat morbus, ut ea quorumsalutem appetebant, sua membra laniarent?Cum autem Deumi diligit mens, et sicut dictum est, consequentereius meminit, eumque intelligit, recte illi de próximosuo praecipitur, ut eum sicut se diligat. Iam enim senon diligit perverse, sed recte, cum Deum diligit, cuius par-33 Deut. 6, 5.34 Ps. io, 6.33 VIRGIL., Georg., 1. 3, v. 513-514.CUANDO EL ALMA SE AMA RECTAMENTE, AMA A DIOS; Y SI NOAMA A Dios, SE DICE QUE SE ODIA A SÍ MISMA. EL ALMA, AUNQUEENFERMA Y ERRABUNDA, SE RECUERDA, SE CONOCE Y SE AMA.CONVIÉRTASE A Dios PARA QUE, RECORDÁNDOLO, CONOCIÉNDOLOY AMÁNDOLO, SEA FELIZ18. Múltiples son los testimonios de las <strong>Escritura</strong>s divinasreferentes al amor de Dios. En ellos se comprendenbien estos dos extremos: nadie ama lo que no recuerda oen absoluto ignora. De ahí aquel archiconocido y capitalprecepto: Amarás al Señor tu Dios.La contextura de la mente humana es tal, que siemprese recuerda, siempre se conoce y siempre se ama. Peroasí como el que odia a su enemigo trata de perjudicarle,así la mente humana, cuando se perjudica a sí misma,se dice que se odia. Sin advertirlo, se quiere mal cuandono cree que lo que amia le perjudica; se quiere mal siempreque apetece lo nocivo. Escrito está: El que ama lamaldad, odia su alma.El que sabe amarse, ama a Dios; el que no ama a Dios,aunque se ame a sí mismo, el amor natural es innato, puedesin inconveniente decirse que se aborrece, al obrar contrasus intereses y al perseguirse como enemigo. Error ciertamentemonstruoso, pues anhelando todos favorecerse a símismos, muchos sólo practican lo que en grado superlativoles daña. El poeta describe una enfermedad semejante en losmudos animales. "¡Oh dioses, exclama, otorgad lo óptimo alos piadosos, el error a los enemigos! A dentelladas despedazabansus miembros atormentados."Siendo esto una enfermedad física, ¿por qué lo llamaerror el poeta, sino porque todo animal, cuando vive conformea su naturaleza, tiende, si puede, a protegerse, peroaquella dolencia les hacía despedazar aquellos mismos miembroscuya salud anhelaban?Cuando la mente ama a Dios y, como queda dicho, le recuerday conoce, con razón se le ordena amar a su prójimocomo a sí mismto. Entonces no se ama con amor culpable,sino con amor virtuoso, pues ama a Dios, cuya imagen es


806 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 14, 19tícipatione imago illa non solum est, verum etiam ex vetustaterenovatur, ex deformitate reformatur, ex infelicitatebeatificatur. Quamvis enim se ita diligat, ut si alterutrumproponatur, malit omnia quae infra se dil'git perderé, quamperire: tamen •superiorem deserendo, ad quem solum possetcustodire fortitudinem suam, eoque frui lumine suo, cuicanitur in Psalmo: Fortitudinem meam ad te custodiam 36 ;et in alio: accedite ad eum, et ülumlnarriini S7 ; sic infirmaet tenebrosa facta est, ut a se quoque ipsa, in ea quae nonsunt quod ipsa, et quibus superior est ipsa, ínfelicius labereturper amores quos non valet vineere, et errores a quibusnon videt qua rediré. Unde iam Deo miserarite poenitensclamat in Psalmis: Deseruit me fortitudo mea, et lumenoculorum meorum non est mecum ss .19. Non tamen in his tantis ; .nfirmitatis et erroris malisamittere potuit naturalem memoriam, intellectum et amoremsui: propter quod mérito dici potüit quod supra commemoravi39 : Quanquam in imagine ambulat homo, tamenvane conturhatur. Thesaurizat, et nescit cui congregabitea 40 . Cur enim thesaurizat, nisi quia fortitudo eius deseruiteum, per quam Deum habens, rei nullius indigeret? Et curnescit cui congregabit ea, nisi quia lumen oculorum eius nonest eum eo? Et ideo non videt quod Veritas ait: Stulte, hacnocte animara tuam repetunt abs te; haec quae praeparasticuius erunt? 41 Verumtamen, quia etiam talís in imagineambulat homo, et habet memoriam, et intellectum, et amoremsui, hominis mens: si ei manifestaretur quod utrurnquehabere non posset, et unum e duobus permitteretur eligere,alterum perditurus, aut thesauros quos congregavit,aut mentem; quis usque adeo non habet mentem, ut thesaurosmallet habere quam mentem? Thesauri enim mentempossunt plerumque subvertere: at mens quae non thesaurissubvertitur sine ullis thesauris facilius et expeditius potestvivere. Quis vero ullos thesauros, nisi per mentem poteritpossidere? Si enim puer infans, quamvis ditissimus natus,eum sit dominus omnium iquae iure sunt eius, nihil possidetmente sopita; quonam tándem modo quisquam quidquammente possidebit amissa?Sed de thesauris quid loquor, quod eis quilibet hominum,si talis optio proponatur, mavult carere quam mente;eum eos nemo praeponat, nemo comparet luminibus corporis,quibus non ut aurum rarus quisque homo, sed omnis36 Ps. s8, io.37 Ps. 33, 6.Ps - 37, "39 C 4." Ps- 38, 7-Le. 12, 30.. XIV, 14, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 807no sólo por participación, sino porque surge remozada delhombre viejo, se reforma de su fealdad y de infeliz devienedichosa. Y aunque se ame con tal ardor que, en la alternativa,prefiera perder cuanto es inferior a sí misma antes queperecer, con todo, abandonando al que es superior y porquien ella conserva sus energías y goza de su luz, segúncanta en el Salmo: Por ti conservo mi fortaleza; y en otro:Aproxímate a El y serás iluminado, se hace tan débil y tenebrosa,que, al descender a las realidades que no son loque es ella y a las que es superior, se enreda miserablementeen amores que no sabe vencer y en errores de losque no acierta a salir. Penitente ya por la misericordia deDios, clama en los Salmos: Me abandonó mi vigor, y la luzde mis ojos no está conmigo.19. Sin embargo, en medio de tan grandes males demiseria y error, no perdió el recuerdo, la inteligencia yamor natural de sí misma. Por eso, según queda arribaasentado, pudo con razón exclamar el salmista: Aunqueande en imagen el hombre, en vano se inquieta. Atesoray no sabe para quién. ¿Por qué atesora, sino porque leabandonó su vigor, por el cual, al poseer a Dios, de nadanecesitaba? ¿Por qué ignora para quién atesora, sino porquela luz de sus ojos no está con él? Por eso no ve lo quedice la <strong>Verdad</strong>: Necio, esta noche te demandarán el alma;lo que allegaste, ¿de quién será?Sin embargo, como este hombre camina como en imageny la mente humana conserva su conocimiento y el amor desí misma, si se le prueba que no es capaz de poseer ambascosas a un tiempo y se le permite elegir una de las dos yperder la otra, o las riquezas acumuladas o la mente,¿quién habrá tan mentecato que prefiera los tesoros alalma? Las riquezas con frecuencia corrompen el alma; masel alma no pervertida por el dinero vive feliz y libre sinel cuidado angustioso del oro. ¿Quién puede poseer caudalessi no es por el alma? Si un infante nacido en cunade oro, siendo señor de cuanto por derecho le corresponde,nada posee mientras su mente esté adormecida, ¿cómo podráel hombre, perdida el alma, poseer bien alguno?Pero para qué hablar de los tesoros que todo el mundo,si cabe opción, prefiere perder antes que la vida, cuandonadie hay que los anteponga, nadie que los equipare a losojos del cuerpo, por los que todos los hombres poseen el


808 <strong>DE</strong> TKINIIATE XIV, 14, 20homo possidet caelum: per lumina enim corpons quisquepossidet quidquid libenter videt. Quis ergo si tenere utrumquenon possit, et alterutrum cogatur amittere, non thesaurosquam oculos malit? Et tamen si ab eo simili conditionequaeratur, utrum oculos malit amittere, an mentem;quis mente non videat, eum oculos malle quam mentem?Mens quippe sine oculis carnis humana est, oculiautem carnis sine mente belluini sunt. Quis porro non hominemse malit esse etiam carne caecum, quam belluamvidentem ?20. Haec dixi, ut etiam tardiores, quamvis breviter,commonerentur a me, in quorum oculos vel aures hae litteraevenerint, quantum mens diligat se ipsam etiam infirmaet errans, male diligendo atque sectando quae suntinifira ipsam. Diligere porro se ipsam non posset, si se omninonesciret, id est, -si sui non meminisset; nec se intelligeret:iqua in -se imagine Dei tam potens est, ut ei cuiusimago est valeat inhaerere. Sic enim ordinata est naturarumordine, non locorum, ut supra i'llam non sit nisi ille.Deníque cum illi penitus adhaeserit, unus erit apiri tus:cui rei attestatur Apostolus, dicens: Qui autem adhaeretDomino, unus spiritus est i2 : accedente quidem ista ad participationemnaturae, veritatis et beatitudinis illius, non tamencrescente illo in natura, veritate et beatitudine sua.In illa itaque natura, cum feliciter adhaeserit, immutabilitervivet a , et immutabile videbit omne quod viderit. Tune,sicut ei divina Scriptura promittit, satiabitur in bonis desideriumeius 43 , bonis immutabilibus, ipsa Trinitate Deosuo cuius imago est: et ne uspiam deinceps violetur, eritin abscondito vultus eius 4 \ tanta ubertate eius impleta, uteam nunquam peccare delectet. Se ipsam vero nunc quandovidet, non aliquid immutabile videt.12 i Cor. 6, 17.11 Ps. 102, 5." Ps. 30, 21.XIV, 14, 20 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 809cielo, no el oro privilegio de algún raro mortal. Por losojos del cuerpo cada uno posee todo lo que con agradocontempla. Y ¿quién hay que, al no poder conservar ambascosas, en la alternativa de perder una de ellas, no prefieraperder las riquezas antes que la vista? Y puesto en idénticascondiciones, si le preguntamos qué desea perder, losojos o el alma, ¿quién no ve con la mente que antes prefiereperder los ojos que el alma? Sin los ojos corporalessigue siendo humana; los ojos sin el alma son ojos de bestia.¿Y quién no prefiere ser hombre ciego en la carneantes que ser cuadrúpedo dotado de vista?20. He dicho esto para hacer comprender en breves razonesa los de ingenio más tardo, a cuyos oídos u ojos puedenestos escritos llegar; y pueden ver cuánto se ama elalma a sí misma, aunque flaca y equivocada, al perseguiry amar mal las cosas que son a ella inferiores. No se podríaamar si se desconociese por completo, esto es, si no se acordasede sí y no se conociera. Esta imagen de Dios es tan potenteen ella, que puede adherirse a aquel de quien es imagen,y es tal su naturaleza, que en la jerarquía del ordennatural, no en el espacio, sólo El está por encima de ella.Finalmente, cuando por completo se apegue a El, seráun solo espíritu. Lo atestigua el Apóstol diciendo: Él quese allega al Señor se hace un espíritu con El. Se eleva elalma hasta ser particionera de la naturaleza, dicha y verdadde Dios, sin que El aumente en su esencia, en su verdado en su gloria. Al allegarse felizmente a aquella naturaleza,vivirá inmortal, y cuanto ve lo contemplará al resplandorde la luz inconmutable. Entonces, según la prome^sa de la <strong>Escritura</strong> divina, su deseo será colmado de bienes;bienes inconmutables de la suma Trinidad, su Dios, cuyaimagen es; y a fin de que esta imagen no pueda ser jamásadulterada, la esconderá en su presencia, saturada de tangran abundancia, que ya no le deleite nunca el pecar. Masahora, mientras se ve a sí misma, nada inconmutable contempla.a3Iss. omittunt, immutabilitervivet.


810 <strong>DE</strong> TRINITAIE XIV, 15, 21XIV, 15, 21 DF. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 811CAPUT XVANIMA TAMETSI BEATITUDINEM SPERET, NON TAMEN REMINIS-CITUR BEATITUDINIS AMISSAE, SED ÜEI REMINISCITUR ET REGU-LARUM LUSTITIAE. REGULAE IMMUTABILES BENE VIVENDI., ETIAMIMPIIS NOTAE21. Quod ideo eerte non dubitat, quoniam misera est, etbeata esse desiderat: nec ob aliud fieri sperat hoc posse,fflisi quia est mutabilis. Nam si muta'bilis non esset, sicutex beata a misera, sic ex misera ¡beata esse non posset. Etquid eam fecisset miseram sub omnipotente et bono Domino,nisi peecatum suum et iustitia Domini sui? Et quideam faciet ¡beatam, nisi meritum suum et praemium Dominisui? Sed et meritum eius gratia est illius, cuius praemiumerit beatitudo eius.Iustitiam quippe daré sibi non potest, quam perditamnon habet. Hanc enim, cum homo conderetur, accepit; etpeccando utique perdidit. Aceipit engo iustitiam, propterquam ibeatitudinem accipere mereatur. Unde veraciter ei dio'.turab Apostólo, quasi de suo bono superbire incipienti:Quid enim habes quod non acc&pisti? Si autem accepisti,quid gloriaris quasi non acc&peris ? 4SQuando autem bene recordatur Domini sui, Spiritu eiusaccepto, sentit omnino, quia hoc discit intimo magisterio,nonnisi eius gratuito affectu posse se surgere, nonnisi suovoluntario defectu cadere potuisse. Non sane reminisciturbeatitudinis suae: fuit quippe illa et non est, eiusque istapenitus oblita est; ideoque nec eommemorari potest. Creditautem de illa fide dignis Litteris Dei sui, per eius prophe-•tam conseriptis, narrantibus de felicítate paradisi, atqueillud primum et bonum hominis et malum histórica traditioneindicantibus.Domini autem Dei sui reminiscitur. Ele quippe semperest, nec fuit et non est, nec est et non fuit: sed sicut nunquamnon erit, ita nunquam non erat. Et ubique totus est:propter quod ista ín illo et vivit, et movetur, et est 46 : etideo reminisci eius potest.Non quia hoc recordatur, quod eum noverat ín Adam,43i Cor. 4, -.46 Act. 17, 28.aIn editis, ex beata vita. Abest, vita, a Mss.CAPITULOXVEL ALMA, AUNQUE ESPERE LA BIENANDANZA,, NO RECUERDA LAFELICIDAD PERDIDA, PERO SÍ SE ACUERDA <strong>DE</strong> DIOS Y <strong>DE</strong> LAS RE­GLAS <strong>DE</strong> LA JUSTICIA. LAS NORMAS INMUTABLES <strong>DE</strong> UN HONESTOVIVIR SON TAMBIÉN CONOCIDAS POR LOS IMPÍOS21. Lo que ciertamente no pone en duda, pues es miserabley ansia vivir feliz, siendo su mutabilidad la razón desu esperanza. Si mudable no fuera, no podría pasar de lafelicidad a la desventura ni de la miseria a la dicha. Y ¿quées lo que puede hacerla infortunada bajo la mano de un Señoromnipotente y bueno, sino su pecado y la justicia de suDios? Y ¿qué es lo que puede hacerla feliz, sino su mérito,y el galardón de su Señor? Pero su mérito es gracia de El.cuya recompensa será su ventura.El alma no puede darse a sí misma la justicia, pues unavez perdida, ya no la posee. La recibió cuando fué el hombrecreado, y al pecar la perdió. Recibió la justicia por laque pudiera merecer la felicidad. Con razón dice el Apóstolal que principia a envanecerse del bien como si fuera propio:¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo recibiste,¿por qué te glorías, como si no lo hubieras recibido?Mientras conserva vivo el recuerdo de su Señor, recibidosu Espíritu, sabe con certeza, pues lo aprende por un íntimomagisterio, que es posible siempre caer por un acto defectuosode la voluntad, pero no se puede levantar si no es porafecto gratuito de su Dios. No recuerda su felicidad pretérita:existió, pero ya no existe; el olvido es absoluto; porconsiguiente, no la puede recordar. Cree, sí, lo que de ellanarran las <strong>Escritura</strong>s fidedignas, escritas por uno de susprofetas, donde se habla de la felicidad edénica y expone,según la tradición histórica, la dicha del primer hombre ysu pecado.Del Señor, su Dios, se recuerda. El siempre es: no fuéy ya no es, ni es y no fué; jamás dejará de existir y nuncatuvo principio su existencia. Todo está en todas partes, ypor eso el alma vive, se mueve y existe en El, y de aquí laposibilidad de su recuerdo.Y no se recuerda por haberlo conocido en Adán o en


812 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 16, 22aut alibi alicubi ante huius corporis vitam, aut cum primumfaeta est ut insereretur huic corpori: ndhil enim horumomnino reminiscitur; quidquid horum est, oblivionedeletum est. Sed commemoratur, ut convertatur ad Domvnum, tanquam ad eam lucem qua etiam cum ab illo avertereturquodam modo tangebatur. Nam hinc est quod etiamimpii cogitant aeternitatem, et multa recte reprehenduntrecteque laudant in hominum moribus.Quifous et tándem regulis iudicant, nisi m quibus videntquemadmodum quisque vi veré de'beat, etiamsi nec ipsi eodemmodo vivant? Ubi eas vident? Ñeque enim in sua natura,cum procul dubio mente ista videantur, eorumque mentesconstet esse mutabiles, has vero regulas immutabiles videatquisquís in eis et hoc videre potuerit; nec in habitusuae mentís, cum illae regulae sint iustitiae, mentes veroeorum constet esse iniustas.Ubinam sunt istae regulae scriptae, ubi quid sit iustumet iniustus agnoscit, ubi cernit habendum esse quod ipsenon hafbet? ¡Ubi ergo scriptae sunt, nisi in libro lucis illiusquae veritas dicitur? unde omnis lex iusta describitur, etin cor hominis qui operatur iustitiam, non migrando, sedtanquam imprimendo transfertur; sicut imago ex annuloet in ceram transit, et annulum non relinquit. Qui vero nonoperatur, et tamen videt quid operandum sit, ipse est quiab illa luce avertitur, a qua tamen tangitur. Qui autem necvidet quemadmodum sit vivendum, excusatoilius quidempeccat, quia non est transgressor cognitae !b legis: sed etiamipse splendore aliquoties ubique praesentis veritatis attingitur,quando admonitus confitetur.XXV, 16, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 813alguna otra parte antes de esta vida corpórea, o al principiode su formación antes de ser unida a este cuerpo; no, ellanada de esto recuerda; todo se ha borrado por el olvido.Pero se le puede al alma recordar para que se conviertaal Señor, como a luz que le toca de alguna manera, aunqueella trate de alejarse de El. De ahí el que hasta los impíospiensen en la eternidad cuando reprenden o alaban con razónmuchas cosas en la conducta de los hombres.Y ¿por qué reglas juzgan, sino por aquellas en las queven cómo debe vivir cada uno, aunque ellos no vivan así?Y ¿dónde las ven? No en su naturaleza; porque, sin duda,aunque es la mente la que ve tales cosas, es manifiesto quees mudable, y estas reglas, por el contrario, son inmutablespara todo el que puede ver en ellas una norma de bienvivir: ni lo ven en una manera de ser de su alma, porqueestas reglas, reglas son de justicia, y consta que sus almasson injustas.¿Dónde, pues, están estas reglas escritas? ¿Dónde conocelo justo el injusto? ¿Dónde ve la necesidad de alcanzarlo que él no posee? ¿Dónde han de estar escritas,sino en el libro de aquella luz que se llama <strong>Verdad</strong>? Enél es donde toda ley justa se encuentra escrita y comoimpresa en el corazón del hombre, obrador de justicia, yno como si emigrase, sino por una especie de intro-impresión,como del anillo pasa a la cera la imagen sin abandonarla sortija. El que no obra, pero conoce cómo debeobrar, se aparta de aquella luz cuyo resplandor le ilumina.Quien no conoce cómo debe vivir, es más excusable en supecado, pues no es transgresor de una ley conocida; perotambién él es iluminado por el fulgor de la verdad, presentedoquier, cuando, amonestado, confiesa su pecado 8 .CAPÜTXVICAPITULOXVIREFORMA <strong>DE</strong> LA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS EN EL HOMBREIMAGO <strong>DE</strong>I QUOMODO HEFORMATUR IN HOMINB22. Qui vero commemorati convertuntur ad Dominumab ea deformitate, qua per cupiditates saeculares conformafoanturhuic saeculo, reformantur ex illo, audientes AposbSic Am. Er. et plures Mss. At Lov., incognüae.22. Quienes, invitados a recordarse, se convierten alSeñor, son por El reformados de aquella su deformidad,por la que se conformaban a este mundo, siguiendo las8 Cuando Agustín, nota Gilson, habla de nuestra visión en o porlas razones eternas, se refiere al conocimiento natural ; empero,cuando habla de la visión de la luz divina, trata entonces del conocimientomístico. Los textos que availoran esta distinción se encuentranreunidos por KEELER, S. I., Sancti Augustini doctrina de cognitione(Romae 1934), p. 56.


814 DK TKINITATE XIV, 16, 22tolum dicentem: Nolite conformari huic saeculo, sed reformaminiin novitate mentís vestrae i7 : ut incipiat illaimago ab illo reforman, a quo formata est. Non enim reformarese ipsam potest, sicut potuit deformare. Dicit etiamalibi: Renovamini spiritu mentís vestrae, et indulte novurnhominem, eum qui secundum Deum creatus est in iustitiaet sanctitate veritatis iS . Quod ait, secundum Deum creatum;hoc alio loco dicitur, ad imaginem Dei i9 .Sed ¡peccando, íustitiam et sanctitatem veritatis amisit;propter quod haec imago deformis et decolor facta est:hanc recipit, cum reformatur et renovatur. Quod autemaít, spiritu mentís vestrae, non ifoi duas res intelligi voluit,quasi aliud sít mens, aliud spiritus mentís: sed quia omnismens spiritus est, non autem omnis spiritus mens est. Estenim spiritus et Deus 50 , qui renovari non potest, quia necveterascere potest. Dicitur etiam spiritus in homine, quimens non sit, ad quem pertinent imaginationes símiles corporum;de quo dicit ad Oorinthios, ubi dicit: Si autem oraverolingua, spiritus meus orat, mens autem mea infructuosaest 51 . Hoc enim ait, quando id quod dicitur, non intelligitur:quia nec dici potest,.nisi corporalium vocum imaginessonum oris spiritus cogitatione a praeveniant.Dicitur et hominis anima spiritus; unde est in Evangelio:Et inclinato capite tradidit spiritum• 52 ; quo significataest mors corporis, anima exeunte b . Dicitur spiritus etiampecoris, quod in Ecclesiaste libro Salomonis apertissimescriptum est, ubi ait: Quis scit spiritus füiorum hominumsi ascendet ipse sursum, et spiritus pecoris si descendetipse deorsum in terramf* 3 Scriptum est etiam in Genesi,ubi dicit diluvio mortuam universam carnem, quae hábébatin se spiritum vitae 54 . Dicitur spiritus etiam ventus, resapertissime corporalis; unde illud in Psalmis: Ignis, grando,nix, glacies, spiritus tempestáis 55 . Quia ergo tot mo-" Rom. 12, 2." Eph. 4, 23. 24.48 Gen. 1, 27."• í0 lo. 4, 24.61 i Cor. 14, 14."' lo. 19, 30.tsEco!. 3, 21.54 Gen. 7, 22." Ps. 14S, S.aEditi, in spiritus cogitatione. Abest, in a Mss.b Editi rursum post, anima exeunte, addebant, de corpore.XIV, 16, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 815apetencias del siglo, al escuchar al Apóstol, que les dice:No queráis conformaros a este siglo, sino reformaros porla innovación de vuestra mente, para que la imagen empiecea ser reformada por el que la formó. No puede elalma reformarse, pero sí pudo deformarse. Dice en otrolugar: Renovaos en el espíritu de vuestra mente y vestiosdel hombre nuevo, aquel que fué creado según Dios enjusticia y santidad verdaderas. Lo que se dice aquí creadosegún Dios, se dice en otra parte a imagen de Dios.Por el pecado perdió el hombre la justicia y santidad•verdaderas: por eso la imagen quedó deforme y descolorida;vuelve a recuperar su belleza cuando se renueva y reforma.Las palabras en el espirita de vuestra mente no se hande entender de dos realidades distintas, como si una cosafuera el espíritu y otra el espíritu de la mente. Toda mentees espíritu, pero no todo espíritu es mente 9 . Dios es espíritu,pero no puede renovarse, porque no puede envejecer.Existe también un espíritu en el hombre que no es la mente,al que pertenecen las especies irríaginarias de los cuerpos,y de este espíritu escribe el Apóstol a los fieles de Corinto:Porque si oro con la lengua, mi espíritu ora, pero mimente queda vacía de fruto. Esto sucede cuando no se entiendelo que se dice, porque ni puede ser expresado si lasimágenes de las palabras corpóreas no previenen el pensamientodel espíritu antes de vocalizar el sonido.También el alma humana se llama espíritu. Se lee en elEvangelio: E inclinada la cabeza, entregó su espíritu. Aquíse indica la muerte del cuerpo al ausentarse el alma. Tambiénse dice espíritu el de los animales, pues encontramosclaramente dicha palabra en el libro de Salomón intituladoEclesiastés: ¿Quién sabe, dice, si el espíritu de los hijos delos hombres sube a lo alto y el espíritu del animal desciendeabajo, a la tierra? Está escrito en til Génesis, donde sedice haber perecido en el diluvio toda carne, que tenía espíritude vida. Finalmente, se llama espíritu al viento, serevidentemente corpóreo. Se lee en los Salmos: Fuego, granizo,nieve, hielo, espíritu de tempestades. Y pues tantas' Spiritus, si lo deriva de Porfirio (De civ. Dei, 10, o, 2 : PL 41,286-287), designa la memoria sensible, es inferior a la vida (anima)e inferior a la imente. Cf. De Gen. ad Utt., 12, 24, 51 : PL 474-475.En su significación bíblica (De anima et eius orig., 2, 2, 2 : PL 44,405-496) designa la parte racional del alma. Pars enim quaedam eiusdemrationaiis, quae carent bestiae, spiritus dicitur (De fid. et symb.,10, 23 : PL, 40, 193-194).En este texto De Trinitate admite la sinonimia de los términosmente y espíritu. Son sinónimos en el sentido de que toda mentees espíritu, no todo espíritu es mente. En realidad, la mens es lacima del espíritu. Cf. GAR<strong>DE</strong>IL, La structure de l'áme el l'expériencemystique (París 1927), t. i, p. 50-130.


__ <strong>DE</strong> TKTX1TATE ?ÍY' L?!_H?dis dicitur spiritus, spirítum mentís dicere voluit eum spíntum,quae mens vocatur.Sicut ait etiam idem Apostolus: In exspoliatione cor-Voris camisa. Non duas utique res intelligi voluit, quasi.awud sit caro, aliud corpus carnis: sed quia corpus multarurarerum nomen est quarum nulla caro est (nam multasunt excepta carne corpora caelestía et corpora terrestria;,corp us carnis dixit, corpus quae caro est. S'ic itaque spirítummentis eum spirítum quae mens est. Alibi quoque aper- ;«us etiam imaginem nominavit, scilicet alus verbis idip- 'sum praecipiens: Exfoliantes vos, inquit, veterem hominemeum actibus eius, induite novum hominem, qui renovaturw agnitione Dei secundum imaginera eius qui creavit eum 57 .Quod ergo ibi legitur: Induite novum hominem qui secundumDeum creatus est; hoc ísto loco: Indulte novumnominem, qui renovatur secundum imaginem eius qui crea-.eum - Tbi autem ait, secundum Deum; hic vero, secundumimaginem eius qui creaVit eum. Pro eo vero quod ibi posuit,% n lustitia et sanctitate veritatis; hoc posuit hic, in agninoneDei. Mt ergo ista renovatío reformatioque mentís secundumDeum, vel secundum imaginem Dei. Sed ideo dicitursecundum Deum, ne secundum aliam creaturam fienputetur; ideo autem, secundum imaginem Dei, ut in ea reintellugatur fieri haec renovatio, Ubi est imago Dei, id estm mente.Quemadmodum dicimus, secundum corpus mortuum, nonsecundum spirítum, eum qui de corpore fidelis et iustusapseedit. Quid enim dicimus secundum corpus mortuum,nisi corpore vel án corpore, non anima vel in anima mor-UUm I,J^u* sIdieamus: "Secundum corpus est pulcher";aut: "Secundum corpus fortis, non secundum animum",quid est aliud, quam: "Corpore, non animo pulcher aut for-" ^oif^"' ^ imiumerabiliter ita loquimur. Non itaque sicintelligamus,^ secundum imaginem eius qui creavit eum,quasi alia sit imago secundum quam renovatur, non ipsaquae renovatur.XIV, 16, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 817acepciones tiene ¡la palabra espíritu, el Apóstol, por espíritude la mente, quiso significar el espíritu denominadomente.Así, cuando dice el mismo Apóstol: En el despojo delcuerpo de carne, no pretende significar dos cosas distintas,como si una cosa fuera la carne y otra el cuerpo de carne(amén de la carne existen cuerpos celestes y cuerpos terrestres),sino que llamó cuerpo de carne al cuerpo quees carne. Aquí llamía espíritu de la mente al espíritu quees mente. En otro pasaje la nombra claramente imagen,preceptuando lo mismo en otras palabras. Despojaos, dice,del hombre viejo, con todas sus obras, y vestios del nuevo,que sin cesar se renueva para lograr el perfecto conocimientode Dios, según la imagen de su Creador.Lo que allí se lee: Vestios del hombre nuevo, que fuécreado según Dios, se significa aquí cuando se dice: Vestiosdel hombre nuevo, que se renueva según la imagen de suHacedor. Allí dice según Dios; aquí, según la imagen de suHacedor. Allí, en justicia y santidad verdaderas; aquí, enel conocimiento de Dios. Se verifica esta renovación y reformadel alma según Dios o conforme a la imagen de Dios.Se dice según Dios, para que no se piense en ninguna, criatura;se dice a imagen de Dios, para que se entienda quedicha renovación ha lugar en la imagen de Dios, esto es, enla mente.Así decimos muerto un hombre según el cuerpo, no segúnel espíritu, cuando el siervo justo y fiel abandona suenvoltura corpórea. ¿Qué pretendemos dar a entender cuandodecimos muerto según el cuerpo o en el cuerpo, sino quees muerto el cuerpo, pero no el alma o en el alma? Y si decimosque es hermoso o fuerte según el cuerpo, no según elespíritu, ¿qué otra cosa queremos significar sino que es hermosoo fuerte en el cuerpo, no en el espíritu? Y así en milotras expresiones corrientes. No entendamos, pues, aquellaspalabras: según la imagen de su Hacedor, como si fueraotra la imagen según la cual se renueva y no la misma quese remoza.í'bld., 3, Q. io.


818 r>E TRINITATEXIV, 17, 23XIV, 17, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 819CAPUTXVIIIMAGO <strong>DE</strong>I IN MENTE QUOMODO RENOVETUR, DONEC PERFECTASIT IN EA SIMILITUDO <strong>DE</strong>I IN BEATITUDINE23. Sane ista renovatio non momento uno fit ipsius conversionis,sicut momento uno fit illa in foaptismo renovatioremissione omnium peccatorum: ñeque enim vel unum quantulumcumqueremanet quod non remittatur. Sed quemadmodumaliud est carere febribus, aliud ab infirmitate, quae febritousfacta est, revalescere; itemque aliud est infixum telumde corpore demere, aliud vulnus quod eo factum estsecunda curatione sanare: ita prima curatio est causam removerélanguoris, quod per omnium fit indulgentiam peccatorum;secunda ipsum sanare languorem, quod fit paulatimprofiriendo in renovatione huius imaginis.Quae dúo demonstrantur in Psalmo, ubi legitur: Quipropitius fit ómnibus initquitatibus tuis; quod fit in foaptismo;deinde sequitur: Qui sanat omnes languores tuos 5S ;quod fit quotidianis accessibus, cum haec imago renovatur.De qua re Apostolus apertissime locutus est, dicens: Et siexterior homo noster corrumpitur, sed interior renovaturde die in diem 59 . Renovatur autem in agnitione Dei, hocest, in iustitia et sanctitate veritatis; sicut sese habentapostólica testimonia quae paulo ante commemoravi.In agnitione igitur Dei, iustitiaque et sanctitate veritatis,qui de die in diem proficiendo renovatur, transferí amorema temporalíbus ad aeterna, a visib'ilibus ad intelligibilia,a carnalibus ad spiritualia; atque ab istis cupiditatemfrenare atque minuere, illisque se charitate alligare diligen*ter insistit. Tantum autem facit, quantum divinitus adiuvatur.Dei quippe sententia est: Sine me nihil potestis faceré60 .In quo profectu et accessu tenentem Mediatoris fidemcum dies vitae huius ultimus quemque compererit, perducendusad Deum quem coluit, et ab eo proficiendus excipieturab angelis sanctis, incorruptibile corpus in fine saeculinon ad poenam, sed ad gloriam recepturus. In hac quippeimagine tune perfecta erit Dei similitudo, quando Dei per-2 iCor. 4,°" lo- 15. 5-CAPÍTULOXVIIRENOVACIÓN <strong>DE</strong> LA IMAGEN <strong>DE</strong> DIOS EN LA MENTE HASTAALCANZAR UNA PERFECTA SEMEJANZA EN LA GLORIA23. Cierto, esta renovación no se realiza en el precisomomento de la conversión, como la renovación bautismal,que es instantánea al perdonarse los pecados, sin quedar niuno solo sin perdonar, sea de la especie que fuere. Pero asícomo una cosa es carecer de calentura y otra convalecerde la enfermedad causada por la fiebre, y una cosa es laextracción del dardo clavado en la carne y otra la medicaciónde la herida causada por el dardo, así aquí la primeracura tiende a suprimir la causa de la enfermedad, lo que severifica por la remisión de todos los pecados; la segundatiene por fin curar la debilidad, obra lenta en la renovaciónde esta imagen.Esta doble operación se prueba por la lectura del salmo102: El, se lee, perdona todas tus iniquidades en el bautismo;y luego prosigue: El sana todas tus enfermedades;obra ésta del crecimiento cotidiano por la renovación de laimagen. De esta renovación habla con meridiana claridadel Apóstol: Aunque nuestro hombre exterior, dice, se corrompa,el interior SF. renueva de día en día. Se renueva enel conocimiento de Dios, esto es, en justicia y santidad verdaderas,como lo evidencian los testimonios apostólicospoco ha mencionados.Y el que se renueve en el conocimiento de Dios, en justiciay santidad verdaderas, al crecer en perfección de díaen día, transfiere sus amores de lo temporal a lo eterno, delas cosas visibles a las invisibles, de las carnales a las espirituales,y pone todo su empeño y diligencia en frenar ydebilitar la pasión en aquéllas y en unirse a éstas porcaridad. Y lo conseguirá en la medida de la ayuda divina.Es sentencia de Dios: Sin mí nada podéis hacer.Y si el último día de esta vida le sorprende a uno en elprogreso y crecimiento, conservando viva su fe en el Mediador,será conducido a presencia de aquel Dios que élhonró, para recibir de El su perfección, y será recibido porlos santos ángeles, volviendo a tomar al fin de los siglossu cuerpo, ahora incorruptible, no con destino a la gehena,sino a la gloria. Entonces la semejanza de Dios será per-


820 <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 18, 24feeta erit visio. De qua dicit apostolus Paulus: Videmusnunc per speculum in aenigmate., tune autem facie ad f.aciem01 . ítem dicit: Nos autem revelata facie gloriam Dominispeculantes, in eamdem imaginem transformamur degloría in gloriam, tanquam a Domini spiritu e2 : hoc estquod fit de die in diera bene profleientibus.CAPUT XVIIIXIV, 1.8, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 821fecta en esta imagen, cuando haya lugar la visión perfectade Dios. De esta (visión dice el apóstol Palblo: Ahora veoen un espejo, como en enigmas; entonces cara a cara.Y de nuevo: Nosotros a cara descubierta contemplaremosla gloria del Señor como en un espejo y nos transformaremosen la misma imagen, de gloria en gloria, como impulsadospor el Espíritu del Señor; y esto se realizará enaquellos que progresan de día en día en el bien.SENTENTIA IOANNIS AN INTELLIGENDA <strong>DE</strong> FUTURA NOSTKA SIMI-LITUDINE CUM FILIO <strong>DE</strong>I IPSA ETIAM IMMORTALITATE CDRPORISCAPITULOXVIII65 .24. Apostolus autem Ioannes: Dilectissimi, inquit, nuncfilii Dei sumus, et nondum apparuit, quid erimus: scimusautem quia cum apparuerit, símiles ei erimus, quoniam videbimuseum sicuti est 63 . Hinc apparet tune in ista imagineDei fieri eius plenam similitudinem, quando eius plenamperceperit visionem.Quanquam possit hoc a loanne apostólo etiam de immortalitatecorporis diictum videri. Et in hac quippe símileserimus Deo, sed tantummodo Filio, quia solus in Trinitateeorpus aocepit, in quo mortuus resurrexit, atque id adsuperna pervexit.Nam dicitur etiam ista imago Filii Dei, in qua sicut illeimmortale eorpus habebimus, conformes facti in hac parte,non Patris imaginis aut Spiritus sancti, sed tantummodoFilii, quia de hoc solo legitur, et fide sanissima a accipitur:Verbum caro factum est 6i . Propter quod Apostolus: Quosante, inquit, praescivit et praedestinavit conformes fieriimaginis Filii sui, wt sit iipse primogenitus in multis fratribusPrimogenitus utique a mortuis secundum eumdem Apostolumee , qua morte seminata est caro eius in contumelia,resurrexit in gloria. Secundum hanc imaginem Filii, cui perimmortalitatem conformamur in corpore, etiam illud agimusquod dicit ídem Apostolus: Sicut portavimus imaginem61 i Cor. 13, la.02 2 Cor. 3, iS." 1 io. -,; 2.64 lo. r/14.65 Rom. 8, 29." Col. 1, 18.aSic Am. et Mss. At Er. et Lov., sanctissima.INTERPRETACIÓN <strong>DE</strong> UN PASAJE <strong>DE</strong> <strong>SAN</strong>JUAN24. Dice Juan el Apóstol: Carísimos, ahora somos hijosde Dios y aun no se mostró lo que hemos de ser; sabemos,pues, que cuando aparezca seremos semejantes a El,porque le veremos tal como es. Según estas palabras, la semejanzaperfecta ha lugar en esta imagen de Dios cuandoposea la plenitud de la visión.Aunque también se puede interpretar esta frase delapóstol San Juan de la inmortalidad del cuerpo. Seremosen ella semejantes a Dios, pero solamente a Dios Hijo, porqueEl es el único en la Trinidad que tomó un cuerpo y,muerto, le resucitó y le condujo al cielo.Será, pues, imagen del Hijo de Dios cuando su cuerposea inmortal como el cuerpo del Hijo, siendo en este puntoconforme a la imagen, no del Padre ni del Espíritu Santo,sino únicamente del Hijo, porque del Hijo solo se lee, y lafe ortodoxa lo confirma, que el Verbo se hizo carne. Por esodice el Apóstol: A los que antes conoció, a éstos los predestinóa ser conformes con la imagen de su Hijo, para queéste sea el primogénito entre muchos hermanos.Primogénito, ciertamente, entre los muertos, en frase delmismo Apóstol, pues la muerte sembró su carne en oprobioy resucitó en gloria. Según esta imagen del Hijo, a la que porla inmortalidad nos conformamos en el cuerpo, obraremoscomo nos lo aconseja el Apóstol cuando dice: Como lleva-


5Í 2 .- . <strong>DE</strong> TRINITATE XIV, 19, 25terreni, portemus et imaginem eiua qui de cáelo est 67 : utscilicet qui secundum Adarn mortales fuimus, secundumOhnstum immortales nos futuros, fide vera et «pe certanrmaque teneamus. Sk enim nunc eamdem imaginem portarepossumus, nondum in visione, sed in fide; nondum in*"£> sed in spe. De eorporis quippe resurrectione tune loquebaturApostolus, eum haec diceret.XIV, .1.9, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 823mos la imagen del terreno, llevemos también la imagen delcelestial; esto es, creamos con fe sincera y firme esperanzaque, siendo mortales según Adán, seremos inmortales segúnCristo. Así ahora podemos llevar la misma imagen, no envisión, sino en fe; no en realidad, sino en esperanza. ElApóstol, cuando esto decía, hablaba de la resurrección de lacarne.CAPÜTXIXCAPITULOXIXlOANNES POTIUS INTELL1GENDUS <strong>DE</strong> PERFECTA NOSTRA SIMILJ-TUDINE CUM TRINITATE IN VITA AETERNA. SAPIENTIA PERFECTAIN BEATITUDINE25. At vero j,n a imago, de qua dictum est: Faciamuslormnern ad imaginem et similitudinem nostram es ; quianon_dictum est: "ad meam", vel "ad tuam", ad imaginem/•nnjtatis faetum hominem eredimus, et quanta potuimusinvestigatione eomprehendimus. Et ideo secundum hanc poiuset illud inteMigendum est quod ait apostolus Ioannes:btmiles ei erimus, quoniam videbimus eum sicuti est; quiad w iI1 .° dixit de


824 <strong>DE</strong> TRINIIATE XIV, 19, 26quippe tolletur impius, ut non videat claritatem Domini ",quando ibunt sinistri in supplicium aeternum, euntibus dextrisin vitam aeternam 74 . Haec est autem, sicut ait Ventas,vita aeterna, ut cognoscant te, inquit, unum verum Deum, etquem misisti Iesum Christum 75 .26. Hanc contemplativam sapientiam, quam proprieputo in Litteris sanctis a scientia distinctam sapientiamnuncupari, duntaxat hominis, quae quidem illi non est, nisiab ¿lio euius participatione veré sapiens fieri mens rationaliset intellectualis potest, Cicero commendans in fine dialogaHortensü: "Quae nobis, inquit, dies noetesque considerantibus,acuenti'busque intelligentiam, quae est mentís acies,eaventibusque ne quando illa hebescat, id est, in philosophiaviventibus magna spes est, aut si hoc quod sentimus et sapimusmortale et caducum est, iucundum nobis perfunctismuneribus humanis oocasum, ñeque molestam exstincüonem,_et quasi quietem vitae fore: aut si, ut antiquis philosophistasque maximis longeque elarissimis placuit, aeternosánimos ac divinos habcmus, sic existimandum est, quomagis hi fuerint semper in suo cursu, id est, in ratione etjnvestigandi cupiditate, et quo minus se admiseuerint atqueimplicuerint hominum vitiis et erroribus, hoc his facilioremascensum et reditum in caelum fore." Deinde addens hancipsam clausulam, repetendoque sermonem finiens b : "Qua-Dropter, inquit, ut aliquando terminetur oratio, si aut exstinguitranquille volumus, cum in his artibus vixerimus,aut si ex hac in aliam haud paulo meliorem domum sinemora demigrare, in his studiis nobis omnis opera et curaponenda est".Hie miror hominem tanti ingeníi, perfunictis muneribushumanis, hominibus in philosophia viventibus, quae contemplationeveritatis beatos facit, iucundum promittere occafium,si hoc quod sentimus et sapimus mortale et caducumest: quasi hoc moríatur et intercidat quod non dilígebamus,Ve] potius quod atrociter oderamus, ut iucundus nobis eiteius occasus.Verum hoc non dddicerat a philosophis, quos magnis laudibuspraedicat; sed ex illa nova Academia, ubi ei dubitarf»etiam de rebus manifestissimis placuit, ista sententia redo-72 is. 26, JO.;; Mt. 25,46.lo- 17, 3-b Mss., repetendo, sermonemqite finiens.XIV, 19, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 825desaparecerá el impío, para que no vea la claridad del Señor,e irán los que están a la izquierda al suplicio eterno,y los que están a la derecha, a la vida eterna. Esta es, dicela <strong>Verdad</strong>, la vida eterna: que te conozcan a ti, único Diosverdadero, y al que enviaste, Jesucristo.26. Encarece Cicerón, al finalizar su diálogo El Hortensio,esta sabiduría contemplativa, que, en mi sentir, las <strong>Escritura</strong>sllaman sabiduría, distinta de la ciencia propia delhombre, si bien no la tiene de su cosecha, pues la recibe deaquel cuya participación hace sabia al alma racional e intelectiva."Nosotros, dice, día y noche meditamos estas cosasy ejercitamos nuestra inteligencia—mirada de la mente—yvelamos para no dejarla embotarse, es decir, vivimosen el campo de la filosofía, y, por ende, tenemos gran esperanza,porque, si esto que sentimos y gustamos es caducoy mortal, cumplidos los deberes humanos, nos será grato elocaso, y la muerte no nos parecerá hosca, sino quietud dulcede la vida, o si, como plugo a los antiguos filósofos entrelos más insignes e ilustres, poseemos un alma inmortal ydivina, ¡se ha de creer que cuanto más hayan progresado ensu carrera, esto es, en razón y deseo de saber, y cuantomenos se hayan enredado y mezclado en los vicios y errores,tanto más fácil será su ascenso y su entrada en elcielo".Después, repitiendo el mismo pensamiento, añade comoepílogo: "Así, pues, para terminar esta discusión, oraansiemos un ocaso tranquilo tras una vida consagrada altrabajo, ora pasemos, sin intervalo de tiempo, de esta vidaa la otra, sin duda mejor, nosotros hemos de poner todosnuestros afanes y nuestra diligencia en estos estudios" 10 .Admira que un hombre dotado de tan preclaro ingenioprometa un ocaso feliz, al finalizar la carrera humana, alos hombres que pasan su vida entregados al estudio de lafilosofía, a quienes hace felices la contemplación de laverdad, si esto que sentimos y paladeamos es mortal ycaduco: como si muriese y extinguiese lo que no amamos,o mejor, lo que entrañablemente odiamos, para que su reinosea para nosotros agradable placer.Mas esto no lo aprendió de aquellos filósofos a quienesencomia con palabras de gran alabanza, sino que tomó estasentencia de la Nueva Academia, donde aprendió a dudarhasta de las verdades más evidentes. De aquellos filósofos,10 ¡Agustín cita con agrado en su ancianidad el Hortensio, cuyalectura trocó en su inventad los afectos de su alma, elevándole delfango de la concupiscencia a los anhelos eternos de la sabiduría.Cf. Confesiones, 3, 4, 7 : HL 32, 685.


826 I-IE TRixiTATi-: XTV, 19, 26lebat. A philosophis autem, sicut ipse confitetur, "maximislongeque clarissimis", aeternos ánimos esse aceeperat.Aeterni quippe animi non inconvenienter hac exhortationeexcitantur, ut in suo eursu reperiantur, cum veneritvitae huius extremum, id est, in ratione et investigandi cupiditate,minusque se admisceant atque implicent hominumvitiis et erroribus, ut eis facilior sit regressus ad Deum. Sediste cursus qui eonstituitur in amore atque investigatione?veritatis, non sufficit miseris, id est, ómnibus cum ista solaratione mortalibus sine fide Míediatoris: quod in libris superioribushuius operis, máxime in quarto et tertio décimo,quantum potui, demonstrare curavi.XIV, 19, 26 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 827preclaros y excelsos, según él confiesa, aprendió que las almasson inmortales ".Con esta exhortación se inflamarán los ánimos eternos,para que les sorprenda en plena carrera el ocaso de la vida,es decir, animados por un noble deseo de saber, y así cadavez menos se mezclen y enreden en los vicios y errores delos mortales, siéndoles entonces más fácil su retorno a Dios.Pero esta carrera, que consiste en el amor e investigaciónde la verdad, no basta a los que son miserables, esto es, alos hombres que. si poseen la ciencia, no tienen fe en elMediador; aserto éste que traté de probar, según mis fuerzas,en los libros precedentes de esta obra, principalmenteen el IV y XIII.11 Estos preclaros y excelsos filósofos que defienden la inmortalidaddel alema son, sin discusión, dos platónicos. ¡Platón mismo hatratado en varias de sus obras de la inmortalidad del espíritu. VéaseTimeo, 42, 43 (Oenvres completes, texte établi et traduit par AlbertRivaud, París 1935) ; Fcdro, c. 24, p. 245 ; República, 611 A-B.


LÍBERXVPrin eipiodi ctur'n q sit d JZ^Ín f^Us quatuordecim superioribus librisPerv: enisse' % Xponit breviter ac summatim, coque demurnest iam ir, . putat ionem docet, ut Trinitas quae Deu.ttah Hibus • %PSlS rebus aeternis, incorporalibus et ímmutav ita « m y uaru m perfecta contemplatione nobis beaostendit ^. 0rni P itur , inquiratur. Hanc vero Trinitatemae nig fnaf y c . videri a nobis tanquam per speculum et innius ut • . um videtur per imaginem Dei, quod nos suficili


830 <strong>DE</strong> TKINITATE XV, 2, 2rum quaerimus, Deus est, natura scilicet non creata, sedcreatrix. Quae utrum sit Trinitas, non solum credentibus,divinae Scripturae auctoritate, verum etiam intelligentibus,aliqua, si possumus, ratione iam demonstrare debemus. Cuiautem:"Si possumus" dixerim, res ipsa cum quaeri disputandocoeperit, melius indicabit.CAPUT<strong>DE</strong>US INCOMPREHENSIBILIS SEMPER QUAERENDUS. TRINITATIBVESTIGIA NON FRUSTRA QUAESITA IN CREATURA2. Deus quippe ipse quem quaerimus adiuvabit, ut spero,ne sit infructuosus labor noster, et intelligamus quemadmodumdictum sit in Psalmo sacro: Laetetur cor quaerentiumDominum; quaerite Dominum, et confirmamini; quaeritefaciem eius semper 1 . Videtur enim, quod semper quaeritur,nunquam inveniri: et quomodo iam laetabitur, et nonpotius contristabitur cor quaerentium, si non potuerint invenirequod quaerunt? Non enim ait: "Laetetur cor invenientium";sed quaerentium Dominum. Et tamen DomonumDeum inveniri posse dum quaeritur, testatur Isaías propheta,dum dic'it: Quaerite Dominum, et mox ut inveneritis, invócateeum; et cum appropinquaverit vobis, derelinquat impiusvias suas, et vir iniquus cogitationes suas 2 .Si ergo quaesitus inveniri potest, cur dictum est: Quaeritefaciem eius semper? An et inven tus forte quaerendus est?Sic enim sunt incomprehensibilia requirenda, ne se existimetnihil invenisse, qui quam sit incomprehensibile quod quaerebat,potuerit invenire. Cur ergo sic quaerit, si incomprehensibilecomprehendit esse quod quaerit, nisi quia cessandumnpn est, quamdiu in ipsa incomprehensibilium rerum inquisitioneproficitur, et melior meliorque fit quaerens tam magnumbonum, quod et inveniendum quaeritur, et quaerenduminvenitur? Nam et quaeritur ut inveniatur dulcius, et inveniturut quaeratur avidius.Secundum hoc accipi potest, quod dictum est in libroEcclesiastico dicere sapientiam: Qui me manducant, adhucesurient; et qui bibunt me, adhuc sitient 3 . Mjanducant enimet bibunt, quia inveniunt; et quia esuriunt ac sitiunt, adhuc1 Ps. 104, 3. 4.2Is. 55, 6. 7.3Eccli. 24, 29.IIXV, 2, 2 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 831buscamos la verdad, encontraremos a Dios, esencia increaday creadora. Que Dios sea Trinidad es lo que debemos probar,no sólo a los creyentes, fundados en la autoridad de la<strong>Escritura</strong>, sino incluso, si ello es posible, a los hombres deinteligencia despierta, apoyados en argumentos de razón.Dije si ello es posible; el porqué lo indicará mejor nuestrorazonar a lo largo de la discusión.CAPITULO IIEN BUSCA <strong>DE</strong>L DIOS INCOMPRENSIBLE. VESTIGIOS <strong>DE</strong> LATRINIDAD EN LA CRIATURA2. El Dios que buscamos espero venga en mi ayudapara que mi trabajo no sea estéril y podamos entender estepensamiento del Salmo sagrado: Alégrese el corazón de losque buscan al Señor; buscad al Señor y fortaléceos; buscadsiempre su rostro. Parece que jamás se encuentra lo quesiempre se busca, ¿cómo, pues, ha de alegrarse y no sentirtristeza el corazón de los que buscan, si no pueden encontrarlo que buscan? No dice: "Alégrese el corazón de los queencuentran", sino de los que buscan al Señor. Sin embargo,la posibilidad de encontrar a Dios mientras se le buscanos la atestigua el profeta Isaías cuando dice: Buscad a Yahvé,y tan pronto como le encontréis, invocadle; y cuandose aproxime a vosotros, abandone el impío sus veredas y suspensamientos el malvado.Si en la búsqueda puede ser encontrado, ¿por qué se dice:Buscad siempre su rostro? ¿Se ha de seguir buscando unavez encontrado? En efecto, así se han de buscar las realidadesincomprensibles, y no crea que no ha encontrado nadael que comprende la incomprensibilidad de lo que busca.¿A qué buscar, si comprende que es incomprensible lo quebusca, sino porque sabe que no ha de cejar en su empeñomientras adelanta en la búsqueda de lo incomprensible,pues cada día se hace mejor el que busca tan gran bien, encontrandolo que busca y buscando lo que encuentra? Se lebusca para que sea más dulce el hallazgo, se le encuentrapara buscarle con más avidez.En este sentido hemos de entender lo que el Eclesiásticopone en boca de la Sabiduría: Los que me comen sentiránhambre y los que me beben quedarán con sed. Comen ybeben, porque encuentran; y porque sienten hambre y sed,


sa2 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 3, 4quaerunt. Pides quaerit, intellectus invenit; propter quod aitpropheta: Nisi credideritis, non intelligetis 4 . Et rursus intellectuseum quem invenit adhuc quaerit: Deus enim respexitsuper filios hominum, sieut in Psalmo sacro canitur, ut videretsi est inteUiffens, aut requirens Deum 5 . Ad hoc ergodebet homo esse intelligens, ut requirat Deum.3. Satis itaque remorati fuerimus a in iis quae Deus f e-cit, ut per ea cognosceretur ipse qui fecit: Invisibilia enimeius, a creatura mundi, per ea quae facía sunt, intellectaconspiciuntur & . Unde arguuntur in libro Sapientiae, qui. deiis quae videntur bona, non pátuerunt scire eum qui est,ñeque operibus attendentes agnoverunt artificem; sed autignem, aut spiritum, aut citatum aerem, aut gyrum stellarum,aut viglentmm aquamm, aut luminaria caeli, rectoresorbis terrarum déos putaverunt: quorum quidem si speeiedelectan haec déos putaverunt, sciant quanto Dominator eorummélior est. Speciei enim generator ea creavit. Aut stvirtutem et operationem eorum mirati sunt, mtelligant abhis quanto qui haec constituit fortior est. A magnitudineenim speciei et creaturae cognosdbiliter poterat horum Creatorvideri 7 .Haec de libro Sapientiae propterea posui, ne me fideliumquispiam frustra et inaniter existimet in creatura prius perquasdam sui generis trinitates quodam modo gradatim, doñeead mentem ihominis pervenirem, quaesisse indicia summaeillius Trinitatis, quam quaerimus eum Deum quaerimus.CAPUTIIIXV, 3, 4 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD S33buscan. Busca la fe, encuentra el entendimiento. Por eso diceel profeta: Si no creyereis, no entenderéis. Sigue buscandoel entendimiento al que encontró. Mira Dios a los hijos delos hombres, se canta en el Salmo inspirado, para ver sihay entre ellos algún inteligente que busque a Dios. Debeel hombre ser inteligente para buscar a Dios.3. Nos hemos entretenido bastante en las criaturas deDios, a fin de conocer por ellas a su Hacedor. Lo invisible deDios se hace comprensible, después de la creación del mundo,por las cosas que han sido hechas. Y el libro de la Sabiduríareprocha a los que, a la vista de los bienes visibles, noalcanzaron a comprender el Bien supremo y por la consideraciónde las obras no conocieron al Artífice, sino que al fuego,al viento, al éter, al círculo de los astros, al agua impetuosao a las lumbreras del cielo tomaron por dioses, rectoresdel otbe terráqueo. Pues si, seducidos por su hermosura,los tuvieron por dioses, sepan que el Dominador de ellas esaún mejor. El creador de la belleza hizo todas las cosas. Y siadmiran su virtud y su obrar, debían comprender de ahícuánto más poderoso es su Criador. Por la grandeza y hermosurade las criaturas podían racionalmente conocer alCriador de éstas.He citado este texto del libro de la Sabiduría para queningún fiel me acuse de 'haber trabajado en vano y sin frutoal buscar en las criaturas ciertas especies de trinidadespara elevarme, gradualmente, hasta la mente del hombre,en búsqueda afanosa de vestigios de aquella Trinidad supremaque nosotros buscamos cuando buscamos a Dios.OMNIUM SUPERIORUM LIBRQRUM BREVIARIUM4. Sed quoniam disserendi et ratiocinandi necessitas perquatuordecim libros multa nos dicere compulit, quae cunetasimul aspicere non valemus, ut ad id quod apprehenderevolumus, ea eeleri cogitatione referamus; faciam quantumDomino adiuvante potuero, ut quidquid in singulis vohiminibusad cognifcionem disputatione perduxi, remota disputationebreviter congeram, et tamquam sub uno mentís aspectu,non quemadmodum res quaeque persuasít, sed ipsa4 Is. 7, g.; :Ps. i 3) 2 .Rom. i, 20.1 Sap. 13, 1-5.aIta JVfss. Editi vero, rememorati fuimus.CAPÍTULOIIIBREVE RESUMEN <strong>DE</strong> TODA LA OBRA4. Mas porque la necesidad de razonar 'y discutir mellevó, a lo largo de los catorce libros, a decir una multitudde cosas que no podemos abarcar con una simple mirada, afin de encaminarlas hacia la meta deseada, es menester enumerarlasen rápido recuento del pensamiento, y haré, con laayuda del Señor, cuanto pueda por resumir en breves conceptos,sin entretenerme en discusiones, cuanto en mis librosprecedentes he dicho, y, como en cuadro sinóptico, fijaré, nolos argumentos en que apoyé mis asertos, sino las conclu-S. Ag. 5 27


834 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 3, 5quae persuasa sunt ponam: ne tam longe smt a praecedentibusconsequentia, ut oblivionem praecedentium faciat inspectioconsequentium; aut certe si fecerit, cito possit quodexciderit relegendo recolligi.5. In primo libro secundum Scripturas sacras unitas etaequalitas summae illius Trinitatis ostenditur. In secundoet tertio et quarto, eadem: sed de Filii missione et Spiritussancti diligenter quaestio pertractata tres libros fecit; demonstratumqueest non ideo minorem mittente qui missusest, quia ille misit, hic missus est, cum Trinitas quae peromnia aequalis est, pariter quoque in sua natura immutabiliset invisibilis et ubique praesens inseparabiliter operetur.In quinto, propter eos quitous ideo videtur non eamdemPatris et Filii esse su'bstantiam, quia omne quod de Deo dicitur,secundum substantiam dici putant, et propterea gignereet gigni, vel genitum esse et ingenitum, quoniam diversasunt, contendunt sübstantias esse diversas, demonstraturnon omne quod de Deo dicitur secundum substantiam dici,sicut secundum su-bstantiam dicitur bonus et magnus, et siquid aliud ad se dicitur; sed dici etiam relative, id est nonad se, sed ad aliquid quod ipse non est; sicut Pater ad Filiumdicitur, vel Dominus ad creaturam sibi servientem: ubisi quiid relative, id est ad aliquid quod ipse non est, etiam extempore dicitur, sicuti est: Domine, refugium factus es wo-Vis s , nihil ei accidere quo mutetur, sed omnino ipsum innatura vel essentia sua immutabilem permanere.In sexto, quomodo díctus sit Christus ore apostólico, Deivirtus et Dei sapientia 9 , sic disputatur, ut differatur eademquaestio diligentius retractanda: utrum a quo est genitusChristus, non sit ipse sapientia*, sed tantum sapientiae suaepater, an sapientia sapientiam genuerit. Sed quodlibet horumasset, etiam in hoc libro apparuit Trinitatis aequalitas,et non Deus triplex, sed Trinitas: nec quasi aliquid duplumesse Patrem et Filium ad simplum Spiritum sanctum; ubinec tria plus aliquid sunt quam unum horum. Disputatumest etiam quomodo possit intelligi quod ait Hilarius episcopus*:'^Aeternitas in Patre, species in Imagine, usus in Muñere".In séptimo, ¡quaestio quae dilata fuerat, explicatur, itaut Deus qui genuit Filium, non solum sit Pater virtutis etsapientiae suae, sed etiam ipse virtus atque sapientia; sicet Spiritus sanctus: nec tamen simul tres sint virtutes aut8 Ps. 8g, i.9 i Cor. i, 24.aQuídam codex, eadem non sit ipse sapientia,!» Sola edítip Loy., episcppus sanctus.XV, 3, 5 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 835siones escuetas. Pero éstas no han de estar tan distanciadasque se pongan las que anteceden en olvido; y si esto sucede,con presteza se puede, repitiendo la lectura, recordar lo olvidado.5. Se demuestra en el libro I por las Sagradas <strong>Escritura</strong>sla unicidad e igualdad de la Trinidad soberana. Prosigueel mismo argumento en ios libros II, II£ y IV; pero en estostres libros se trata con más diligencia de la misión del Hijoy del Espíritu Santo, y en ellos se prueba que el enviado noes inferior al que envia, por el mero hecho de -ser uno mitentey otro enviado, pues la Trinidad es en todo igual, inmutablee invisible en su esencia, y está presente en todaspartes y actúa inseparablemente.En el V, a causa de aquellos que opinan no ser de unamisma substancia el Padre y el Mijo, y no siendo una mismarealidad el engendrar y ser engendrado o ser engendrado yno serio, pues son dos términos distintos, creen que tambiénson diversas las substancias, se demuestra que no todo cuantoüe Dios se predica se predica según la substancia, comocuando se dice bueno o grande según la substancia o cuandose trata de algún otro atributo substancial; pero ademásexisten otros términos que entrañan relación o dicen habitud,no a la substancia, sino a una realidad distinta de laesencia. Así, el Padre dice relación al Hijo, y Señor dice habituda la criatura que le sirve; y cuando se emplea un términorelativo, es decir, cuando se refiere a una realidad queno es la esencia, aun cuando sea predicado temporal, comoen el Salmo, donde dice: Señor, sois nuestro refugio, no indicamutación en Dios, pues siempre permanece inmutableen su perseidad esencial.En el VI se pregunta en qué sentido Cristo es llamado porboca del Apóstol virtud de Dios y sabiduría de Dios, difiriendopara más adelante tratar a fondo la siguiente cuestión:•el que engendró a Cristo, ¿ es El sabiduría o sólo es padre dela sabiduría? ¿Engendró la Sabiduría a la Sabiduría? Cualquieraque sea la respuesta, aparece también en este libro laecuación esencial de la Trinidad, y cómo no es Dios triple,sino trino; y el Padre y el Hijo no son dos principios con relaciónal Espíritu Santo, realidad simple, donde ni los tresjuntos son algo más que uno de ellos. También se discutiócómo puede entenderse lo que dice el obispo Hilario: La eternidaden el Padre, la especie en el Hijo y la acción en el Don.En el VII se explica la cuestión aplazada, a saber, cómoel Dios que engendró al Hijo no sólo es Padre del poder yde la sabiduría, sino que es también El poder y sabiduría; ylo mismo se ha de afirmar del Espíritu Santo; sin embargo,


836 <strong>DE</strong> IRINITATE XV, 3. 5tres sapientiae, sed una virtus et una sapientia, sicut unusDeus et una essentia. Deinde quaesitum est, quomodo dicanturuna essentia, tres personae, vel a quibusdam c graecisuna essentia, tres substantiae: et inventum est elocutionisnecessitate dici, ut aliquo uno nomine enuntiarentur, cumquaeritur quid tres sint, quos tres esse veraciter confitemur,Patrem scilicet, et Filium, et Spiritum sanctum.In octavo, ratione etiam reddita intelligentibus clarumest, in substantia veritatis non solum Patrem Filio non essemaiorem, sed nec ambos simul aliquid maius esse quam solumSpiritum sanetum, aut quoslibet dúos in eadem Trinitatemaius esse aliquid quam unum, aut omnes simul tresmaius aliquid esse quam singulos. Deinde per veritatem quaeintellecta conspicitur, et per bonum summum a quo est omnebonum, et per iuetitiam propter quam diligitur animus iustusab animo etiam nondum iusto, ut natura non solum incorpóralas,verum etiam incommutabilis quod est Deus, quantumfieri potest, intelligeretur admonui: et per charitatem,quae in Scripturis sanctis Deus dicta est 10 , per quam coepituteumque etiam Trinítas intelligentibus apparere, sicut suntamans, et quod amatur, et amor.In nono, ad imaginem Dei, quod est homo eecundummentem, pervenit disputatio: et in ea quaedam trinitas invenitur,id est, mens, et notitia qua se novit, et amor quose notitiamque suam diligit; et haec tria aequalia inter se,et unius ostenduntur esse essentiae.In décimo hoc idem diligentius subtiliusque tractatumest, atque ad id perductum, ut inveniretur in mente evidentiortrinitas eius, in memoria scilicet et intelligentia et volúntate.Sed quoniam et hoc compertum est, quod mens nunquamesse ita potuerit, ut non sui meminisset, non se intelligeret,et diligeret, quamvis non semper se cogitaret, cumautem cogitaret, non se a corporalibus rebus eadem cogitationediscerneret; dilata est de Trinitate, cuius haec imagoest, disputatio, ut in ipsis etiam corporalibus visis invenireturtrinitas, et distinctius in ea lectoris exerceretur intentio.In undécimo ergo electus est sensus oculorum, in quo idquod inventum esset, etiam in ceteris quatuor sensibus corporiset non dictum posset agnosci: atque ita exterioris hoministrinitas, primo in iis quae cernuntur extrinsecus, excorpore scilicet quod videtur, et forma quae inde in acie cernentisimprimitur, et utrumque copulantis intentione voluntatis,apparuit. Sed haec tria non inter se aequalia, nec10 I lo. 4, 16.c In Mss., vel, ut a quibusdam.XV, 3, 5 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 837no son tres virtudes ni tres sabidurías, sino un poder y unasabiduría, como son un Dios y una esencia. Se investiga luegoen qué sentido se dice una esencia y tres personas, o, segúnalgunos escritores griegos, una esencia y tres substancia,y encontramos cómo la inopia del lenguaje nos fuerzaa sintetizar en una palabra la realidad que son los tres,pues con toda certeza sabemos que son tres: Padre, Hijoy Espíritu Santo.En el VIII, aducidas las razones, está claro para los inteligentescómo en la verdad esencial el Padre no es mayorque el Hijo, ni los dos juntos son mayores que el EspírituSanto, ni dos de ellos son en la Trinidad superiores a unosolo, y los tres juntos no son mayores que uno de ellos enparticular. Se advirtió luego cómo se puede entender, encuanto es posible, la naturaleza inmaterial e incomprensiblede Dios por la verdad, que conocida se intuye; por el biensupremo, fuente de todo bien; por la justicia, que impele alalma injusta al amor de la justicia; por la caridad, que enlas <strong>Escritura</strong>s santas es Dios, y en la que empezó a vislumbrarsela imagen de la Trinidad, en el amante, el amado yel amor.La discusión avanza, en el libro IX, hasta llegar a la imagende Dios, que es el hombre según la mente, y en la menteencontramos una cierta trinidad: la mente, la noticia porla que se conoce a sí misma y el amor con que se ama a símisma y a su noticia; y estas tres cosas son iguales entresí, y su esencia se demuestra que es una.En el libro X se trata del mismo argumento, pero conmayor profundidad y diligencia; y llegamos a descubrir enel alma una trinidad de relieve más acusado en la memoria,entendimiento y voluntad. Mas, como es manifiesto, es imposiblea la mente dejar de acordarse de sí misma, de conocersey amarse, aunque no siempre piense en sí. Cuando reflexiona,no se desentiende con el pensamiento de los objetoscorpóreos, y por eso aplazamos la disputa trinitaria hastaencontrar en la percepción de los cuerpos visibles una especiede trinidad, para ejercitar así la penetración del lector.Por esta razón elegimos en el XI el sentido de la vista,para encontrar en él lo que buscábamos, aplicando el resultado,sin indicarlo, a los restantes sentidos; y vimos así surgirla trinidad del hombre exterior,, primero en las cosas deafuera, por ejemplo, en el objeto visible, en la imagen impresaen la pupila del 'espectador y en la atención de la voluntad,lazo de unión entre aiabos. Pero estas tres cosas no son


838 <strong>DE</strong> TRINI1AIE XV, 4, 6unius esse substantiae elaruerunt. Deinde in ipso animo, abiis quae extrinsecus sensa sunt velut introducta inventa estaltera trinitas, ubi apparerent eadem tria unius esse substantiae,imaginatio corporis quae in memoria est, et indeinformatio cum ad eam convertitur acies cogitantis, etutrumque coniungens intentio voluntatis. Sed ideo ista trinitasad exteriorem hominem reperta est pertinere, quia decorporibus illata est quae sentiuntur extrinsecus.In duodécimo discernenda visa est sapientia ab scientia,et in ea quae proprie scientia nuncupatur, quia inferior est,prius quaedam sui generis trinitas inquirenda: quae licet adinteriorem hominem iam pertineat, nondum tamen imagoDei vel appellanda sit vel putanda.Et hoc agitur in tertio décimo libro per commendationemfidei christianae. In quarto décimo autem de sapientiahominis vera, id est, Dei muñere in eius ipsius d Dei participationedonata, quae ab scientia distincta est, disputatur:et eo pervenit disputatio, ut trinitas appareat in imagineDei, quod est homo secundum mentem, quae renovatur inagnitione Dei secundum imaginem eius qui creavit hominem" ad imaginem suam 12 , et sic percipit sapientiam ubicontemplatio est aeternorum.XV, 4, 6 O? LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 839iguales ni de una misma substancia. Luego descubrimos enel alma otra trinidad introducida por las cosas que se experimentaronen la periferia, y en ella aparecen tres realidadesde una misma esencia: la imagen del cuerpo existenteen la memoria, la forma que resulta cuando a ella se conviertala mirada interior del pensamiento, y la atención dela voluntad, broche unitivo de ambas. Pero esta trinidad pertenecetambién al hombre exterior, pues nace de las sensacionescorpóreas, que nosotros percibimos fuera.Distinguimos en el libro XII entre sabiduría y ciencia, yprimero buscamos una trinidad sui generis en la inferior,que llamamos ciencia; y aunque ésta ya pertenece al hombreinterior, no se la considera aún ni se denomina imagende Dios.De ésta se trata en el libro XIII, siguiendo las directricesde la fe cristiana. En el libro XIV se disputa sobre la verdaderasabiduría del hombre, que es don de Dios y participacióndivina, distinta de la ciencia, y se llegó a descubrirla trinidad en la imagen de Dios, que es e'l hombre según lamente, renovada por el conocimiento de Dios, conforme a laimagen del que creó al hombre a su semejanza, y así percibela sabiduría, allí donde existe contemplación de lo eterno.CAPUTIVQUID UNIVERSA NATURA NOS <strong>DE</strong> <strong>DE</strong>O DOCEATCAPITULOIV6. Iam ergo in ipsis rebus aeternis, incorporalibus et incommutabilibus,in quarum perfecta contemplatione nobisbeata, quae nonnisi aeterna est, vita promittitur, Trinitatemquae Deus est inquiramus.Ñeque enim divinorum Librorum tantummodo auctoritasesse Deum praedicat, sed omnis quae nos circumstat, adquam nos etiam pertinemus, universa ipsa rerum naturaproclamat, habere se praestantissimum Conditorem, qui nobismentem rationemque naturalem dedit, qua viventia nonviventibus, sensu praedita non sentientibus, intelligentianon intelligentibus, immortalia mortalibus, impotentibus potentia,iniustis iusta, speciosa deformibus, bona malis, incordSic Mss. At Er. et Lov., id est de muñere eius in ipsius, etc.Am., id est de muñere in eius ipsius, etc.MARAVILLOSA LECCIÓN <strong>DE</strong> LA NATURALEZA SOBRE DIOS6. Busquemos ya en las realidades eternas, incorpórease inmutables, cuya perfecta contemplación se nos prometeen la vida feliz, que es eterna, la Trinidad, que es Dios.La existencia def Dios no sólo se apoya en la autoridadde las <strong>Escritura</strong>s divinas, sino en la naturaleza toda que nosrodea, y a la que pertenecemos nosotros; ella proclama laexistencia de un óptimo Hacedor, que nos ha dotado demente y razón discursiva, en virtud de la cual juzgamosque se ha de preferir el ser viviente al inanimado, el serdotado de sensibilidad al insensible, los seres inteligentesa los irracionales, lo inmortal a lo perecedero, la potenciaa la impotencia, la justicia a la injusticia, lo bello a lo deforme,lo inmutable a lo transitorio, el bien al mal, lo inco-


840 <strong>DE</strong> TRINITATB XV, 5, 7ruptibilia corruptibilibus, immutabilia mutabilibus, invisibiliavisibilibus, incorporalia corporalibus, beata miseriapraeferenda videamus.Ac per hoc quoniam rebus creatis Creatorem sine dubitationepraeponimus, oportet ut eum et summe vivere, etcuneta sentiré atque intelligere; et morí, corrumpi, mutariquenon posse; nee corpus esse, sed spiritum omnium potentissimum,iustissimum, speciosissimum, optimum, beatissimumfateamur.XTV, 5, 7 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 841rruptible a lo corruptible, lo invisible a lo visible, lo inmateriala lo corpóreo, la felicidad a la miseria.Y como nosotros colocamos al Criador por encima de todaslas cosas creadas, es obligado confesar que posee lavida en grado sumo; que todo lo conoce y comprende; queno puede morir, ni corromperse, ni cambiar; que no es cuerpo,sino espíritu, el más poderoso, justo, bello, óptimo y felizde todos los espíritus.CAPUT-VQUAM DIFFICILE <strong>DE</strong>MONSTRARE RATIONE NATURALI TRINITATEM7. Sed haec omnia quae dixi, et quaecumque alia similimore locutionis humanae digne de Deo dici videntur et universaeTrinitati quae est unus Deus, et personis singulis ineadem Trinitate conveniunt. Quis enim vel unum Deum, quodest ipsa Trinitas, vel Patrem, vel Filium, vel Spiritum sanctum,audeat dicere, aut non viventem, aut nihil sentientemvel intelligentem, aut in ea natura qua inter se praedicanturaequales, quemquam esse eorum mortalem sive corruptibilem,sive mutabilem, sive corporeum; aut quisquam ibineget aliquem potentissimum, iustissimum, speciosissimum,optimum, beatissimum? Si ergo haec atque huiusmodi omnia,et ipsa Trinitas, et in ea singuli dici possunt, ubi autquomodo Trinitas apparebit?Redigamus itaque prius haec plurima ad aliquam paucitatem.Quae vita enim dicitur in Deo, ipsa est essentia eiusatque natura. Non itaque Deus vivit nisi vita quod ipsesibi est. Haec autem vita non talis est qualis inest arbori,ubi nullus est intellectus, nullus est sensus. Nec talis qualisinest pecori: habet enim vita pecoris sensum quinquepartitum,sed intellectum habet nullum: at illa vita quae Deusest, sentit atque intelligit omnia; et, sentit mente, non corpore,quia spiritus est Deus 13 . Non autem sicut animaliaquae habent corpora, per corpus sentit Deus; non enim exanima constat et corpore: ac per hoc simplex illa natura sicutintelligit sentit, sicut sentit intelligit; idemque sensusqui intellectus est illi. Nec ita ut aliquando esse desistat autcoeperit: immortalis est enim. N|ec frustra de illo dictumlo. 4, 24.CAPITULO VLA EXISTENCIA <strong>DE</strong> LA TRINIDAD, IN<strong>DE</strong>MOSTRABLE POR LARAZÓN NATURAL7. Todo lo dicho, y cuanto pueda el humano lenguaje expresardigno de Dios, conviene a la Trinidad, que es un soloDios, y a cada una de las personas de la Trinidad. ¿Quiénosará afirmar que el Dios uno y trino, o el Padre, o elHijo, o el Espíritu Santo, no vive, ni entiende, ni siente;o que la esencia, en la que las tres divinas personas seproclaman iguales, es mortal, corruptible, mudable y corpórea;o quién negará que una de ellas sea omnipotente, justísima,hermosísima, óptima y felicísima? Si, pues, todasestas cosas y otras semejantes pueden predicarse de la Trinidady de cada una de las personas, ¿dónde o cómo descubrirla Trinidad?Reduzcamos primero esta multitud a cierta parvedad. Lavida en Dios es su esencia y su naturaleza. No vive Diossino por la vida, que es El mismo. Esta vida no es como ladel árbol, carente de inteligencia y sensibilidad. Ni es comola del animal: posee la vida de la bestia los cinco sentidos,pero carece de entendimiento; la vida que es Dios siente ycomprende todas las cosas, y siente por la mente, no porel cuerpo, pues Dios es espíritu. No siente Dios como losirracionales, por los sentidos, pues no consta de alma ycuerpo; y, por consiguiente, aquella simple esencia, comocomprende, siente, y como siente, comprende; una mismacosa es en Dios el entendimiento y el sentido. En El noexiste inicio ni ocaso, pues es inmortal. Y no en vano se


842 <strong>DE</strong> TOINITATE XV, 5,- 8est quod solus habeat immortalitatem ": nam immortalitaseius veré immortalitas est, in cuius natura nulla est commutatio.Ipsa est etiam vera aeternitas qua est immutabilis Deus,sine initio, sine fine; eonsequenter et incorruptibilis. Unaergo eademque res dicitur, sive dicatur aeternus Deus, siveimmortalis, sive incorruptibilis, sive immutabilis: itemquecum dicitur, vivens, et intelligens, quod est utique sapiens,hoc ídem dicitur. Non enim percepit sapientiam qua essetsapiens a , sed ipse sapientia est. Et haec vita, eademque virtussive potentia, eademque species, qua potens, atque speciosusdicitur. Quid enim potentius et speciosius sapientia,quae attingit a fine usque ad finem fortiter, et disponit omniasuaviter? 15 Bonitas etiam atque iustitia, numquid Ínterse in natura Dei, sicut in eius operibus distant, tanquamduae diversae sint qualitates Dei: una, bonitas; alia, iustitia?Non utique: sed quae iustitia, ipsa bonitas; et quaebonitas, ipsa beatitudo. Incorporalis autem vel incorporeusideo dicitur Deus, ut spiritus credatur vel intelligatur esse,non corpus.8. Proinde si dicamus: "Aeternus, immortalis, incorruptibilis,immutabilis, vivus, sapiens, potens, speciosus, iustus,bonus, beatus, spiritus"; horum omnium novissimum quodposui quasi tantummodo videtur significare substantiam, ceteravero huius substantiae qualitates: sed non ita est inilla ineffabili simplicique natura. Quidquid enim secundumqualitates illic dici videtur, secundum substantiam vel essentiamest intelligendum. Absit enim ut spiritus secundumsubstantiam dicatur Deus, et bonus secundum qualitatem:sed utrumque secundum substantiam. Sic omnia cetera quaecommemoravimus, unde in superioribus libris multa iamdiximus.De quatuor igitur primis quae modo a nobis enumerataatque'digesta sunt, id est, aeternus, immortalis, incorruptibilis,immutabilis, unum aliquid eligamus; quia unum quatuorista significant, sicut iam disserui; ne per multa distendaturintentio, et illud. potius quod positum est prius, idest, aeternus. Hoc faciamus et de quatuor secundis, quaesunt, vivus, sapiens, potens, speciosus. Et quoniam vitaqualiscumque inest et pecori, cui sapientia non inest; dúovero ista, sapientia scilicet atque potentia, ita sunt interse in homine comparata, ut sancta Scriptura diceret: Meliori Tim. 6, 16.Sap. 8, i.a Sic Mss. At editi, Non enim percipit sapientiam qua fit (vel,qua sit) sapiens.XV, 5, 8 <strong>DE</strong> I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 843dice que es el único inmortal, pues su inmortalidad es verdaderainmortalidad, en cuya esencia no hay mutación.Es también eternidad verdadera, pues es inmutable, sinprincipio ni fin, y por ende incorruptible. Decir que Dios eseterno, inmortal, incorruptible e inmutable, es decir unamisma cosa; y cuando se le llama viviente e inteligente,esto es, sabio, todo es uno. El no recibió la sabiduría porla que es sabio; es la misma sabiduría. Y ésta es su vida,y la virtud o potencia que le hace poderoso, y la hermosuraque le hace bello. ¿Qué existe más poderoso y bello que lasabiduría que se extiende de un confín a otro con fortalezay lo dispone todo con suavidad? ¿Difieren acaso, en el senode la naturaleza divina, la bondad y la justicia, cual si fuerandos realidades distintas en Dios, una la bondad y otrala justicia? Evidentemente no; la justicia es bondad y labondad es bienandanza. Se dice que Dios es inmortal e incorpóreopara que entendamos y creamos que no es cuerpo,sino espíritu.8. Por consiguiente, si decimos: "Eterno, inmortal, incorruptible,inmutable, vivo, sabio, poderoso, bello, justo,bueno, feliz, espíritu", parece que de todas estas expresionessólo la última dice habitud a la substancia, y las demásindican cualidades de la substancia; mas no sucede así enaquella inefable y simple naturaleza. Cuanto de ella se dicesegún la cualidad, se ha de entender según la substancia oesencia. Lejos de nosotros afirmar de Dios la espiritualidadsegún la substancia y la bondad según la cualidad; ambascosas son en El substanciales. Y lo mismo se ha de entenderde todo lo mencionado en los libros precedentes.Elijamos uno de los cuatro términos enumerados poreste orden: eterno, inmortal, incorruptible, inmutable; ypues los cuatro significan, según queda dicho, una mismarealidad, a fin de que nuestra atención no vague por multitudde imágenes, tomemos el primero, es decir, la eternidad.Y hagamos otro tanto con los cuatro siguientes: vivo,sabio, poderoso, bello. Y pues una vida cualquiera la tieneel animal, que carece de sabiduría; y de la sabiduría y elpoder, comparados entre sí, dice la <strong>Escritura</strong>: Mejor es el


S44 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 6, 9est sapiens quam forñs 16 ; speciosa porro etiam corpora dieisolent: unum ex his quatuor lb quod eligimus, sapiens eligatur:quamvis haec quatuor in Deo non inaequalia c dicendasint: nomina enim quatuor, res autem una est. De tertiisvero ultimis quatuor, quamvis in Deo idem -sit iustum essequod bonum, quod beatum, idemque spiritum esse quod iustumet bonum et beatum esse: tamen quia in hominibuspotest esse spiritus non beatus, potest et iustus et bonusnondum beatus; qui vero beatus est, proffecto et iustus etbonus et spiritus est: hoc potius eligamus quod nec in hominibusesse sine illis tribus potest, quod est beatus.CAPUTVIQUOMODO IN IPSA SIMPLICITATE <strong>DE</strong>I SIT TRINITAS. AN ET QUO-MODO EX MONSTRATIS TRINITATIBUS IN HOMINE OSTENDATURTRINITAS <strong>DE</strong>US9. Num igitur a ' cum dicimus: "Aeternus, sapiens, beatus",haec tria sunt Trinitas, quae appellatur Deus?Redigimus b quidem illa duodecim in istam paucitatemtrium; sed eo modo forsitan possumus et haec tria in unur/ialiquod horum. Nam si una eademque res in Dei naturapotest esse sapientia et potentia, aut vita et sapientia; curnon una eademque res esse possit in Dei natura aeternitaset sapientia, aut beatitudo et sapientia? Ac per hoc sicutnihil intererat utrum illa duodecim, an ista tria diceremus,quando illa multa in istam redegimus paucitatem; ita nihilinterest utrum tria ista dicamus, an illud unum in cuius singularitatemdúo cetera similiter redigi posse 1 monstravimus c .Quis itaque disputandi modus, quaenam tándem vis intelligendiatque potentia, quae vivacitas rationis, qua aciescogitationis ostendet, ut alia iam taceam, hoc unum quodsapientia dicitur Deus, quomodo sit Trinitas? Ñeque enimsicut nos de illo percipimus sapientiam, ita Deus de aliquo;sed sua est ipse sapientia; quia non est aliud sapientia eius,aliud essentia, cui hoc est esse quod sapientem esse.16 Sap. 6, i.b Loco, qpatuor, forte legeudum, aeqaalibus.0 Plures ÍTss., non aequalia. Melius, si tamen supra, ¡pro quod eligimus,legendum sit, aequaHbus.aIta Mss. At editi, nunc.b Er. Lugd. Ven. et Lov. redegimus. M.0 Mures Mss., memoravimus.XV, 6, 9 "E. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD $45sabio que el fuerte; y hermosos se llaman también los cuerpos;de los cuatro elijamos la sabiduría, aunque en Dios, adecir verdad, son cuatro nombres y una realidad, porquelos cuatro términos se identifican. Referente a los cuatroúltimos, se da la tercera serie, aunque en Dios es la mismacosa ser justo y ser bueno y feliz, y la misma realidad es serespíritu y ser justo, bueno y dichoso, no obstante, porqueentre los hombres puede encontrarse un espíritu no feliz,y puede uno ser justo y bueno y no ser dichoso; pero elque es bienaventurado es justo, bueno y espíritu, seleccionemosde entre los cuatro lo que en el hombre suponenecesariamente los tres: la felicidad.CAPITULOVITRINIDAD EN LA UNIDAD. EIL Dios TRINIDAD Y LAS TRILOGÍASCREADAS9. Cuando decimos: "Eterno, sabio, feliz", ¿son, porventura, estas tres cosas la Trinidad, que es Dios?Reducimos la cantidad de doce a la poquedad de tres,pero acaso sea posible condensar estas tres en una de ellas.Porque si en la naturaleza divina el poder y la sabiduría, ola vida y la sabiduría, son una misma cosa, ¿por qué la eternidady la sabiduría, o la sabiduría y la felicidad, no puedenser una cosa en la naturaleza de Dios? En consecuencia, esindiferente decir doce o decir tres, al reducir aquella muehedumlbrea esta parvedad, y no existe diferencia cuando decimostres o decimos uno, pues demostramos como posiblela reducción a unidad de las otras dos perfecciones.¿Qué método discursivo, qué fuerza o potencia intelectiva,qué vivacidad de ingenio, qué penetración del pensamientodemostrará, por no citar otras cosas, que esta unidad,esta sabiduría que es Dios, se identifica con la Trinidad?De nadie recibe Dios la sabiduría; nosotros la mendigamosde EIl; porque Dios es su sabiduría, y en El no es una cosala sabiduría y otra su esencia: ser y ser sabio es para Eltodo uno.


846 <strong>DE</strong> TRINITAIB XV, 6. 10Dieitur quidem in Seripturis sanctis Christus Dei virtus,et Dei sapientia 17 ; sed quemadmodum sit intelligendum,ne Patrem Filius videatur faceré sapientem, in libro séptimodisputatum est 18 ; et ad hoc ratio pervenit, ut sic sitFilius sapientia de sapientia, quemadmodum lumen de lu-/mine, Deus de Deo. /Nee aliud potuimus invenire Spiritum sanctum, ni si etipsum esse sapientiam, et simul omnes unam sapientiam,sicut unum Deum, unam essentiam. Hanc ergo sapientiamquod est Deus, quomodo intelligimus esse Trinitatem? Nondixi: "Quomodo credimus?" nam hoc Ínter fideles non debethabere quaestionem; sed si aliquo modo per intelligentiampossumus videre quod credimus, quis iste erit modus?10. Si enim recolamus ubi nostro intellectui coeperit inhis libris Trinitas apparere, octavus oceurrit. Ibi quippe, utpotuimus, disputando erigere tentavimus mentís .intentionemad intelligendam illam praestantissimam immutabilemquenaturam, quod nostra mens non est. Quam tamen sic intuebamur,ut nee longe a nobis esset, et supra nos esset, nonloco, sed ipsa sui venerabili mirabilique praestantia, ita utapud nos esse suo praesenti lumine videretur. In qua tamennobis adhuc nulla Trinitas apparebat, quia non ad eam quaerendamin fulgore illo firmam mentís aciem tenebaínus d :tantum quia non erat aliqua moles, ubi credi oporteret magnitudinemduorum vel trium plus esse quam unius, cernebamusutcumque.Sed ubi ventum est ad charitatem, quae in sancta ScripturaDeus dicta est 19 , eluxit paululum Trinitas, id est,amans, et quod amatur, et amor.Sed quia lux illa ineffabilis nostrum reverberabat obtutum,et ei nondum posse contemperan nostrae mentís quodammodo convincebatur infirmitas, ad ipsius nostrae mentís,secundum quam factus est homo ad imaginem Dei 20 ,velut familiariorem considerationem, reficiendae laborantisintentionis causa, inter coeptum dispositumque refleximus;et inde in creatura, quod nos sumus, ut invisibilia Dei, perea quae facta sunt, conspicere intellecta possemus 21 . immoratisumus a nono usque ad quartum decimum librum.Et ecce iam quantum necesse fuerat, aut forte plus quamnecesse fuerat, exercitata in inferioribus intelligentia, adsummam Trinitatem quae Deus est. conspiciendam nos en-17i Cor. i, 24.18C. 1-3.I' 1 lo. 4, 16.20Gen. 1, 27.21Rom. 1, 20.dAliquot Mss., tendebamusXjV, 6, 10 DF, LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 847\ Cristo es (llamado en las Sagradas <strong>Escritura</strong>s poder de\Dios y sabiduría de Dios; en qué sentido se haya de entender,para que no parezca que el Hijo hace al Padre sabio, sei^eclaró ya en


S4S <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 6, 10gere volumus, nec valemus. Num enim sicut certissimas videmustrinitates, sive quae forinsecus de rebus corporali-/bus fiunt, sive cum ea ipsa quae forinsecus sensa sunt co-/gitantur; sive cum illa quae oriuntur in animo, nec pertiwnent ad corporis sensus, sicut fides, sicut virtutes quae suniartes agendae vitae, manifesta ratione cernuntur et scierítiacontinentur; sive cum mens ipsa qua novimus quidqujdnosse nos veraciter dicimus, sibi cognita est, vel se cogitát,sive cum aliquid quod ipsa non est, aeternum atque incommutabileconspicit: num ergo sicut in his ómnibus certissimasvidemus trinitates, quia in nobis fiunt vel in nobissunt, cum ista meminimus, aspicimus, volumus, ita videmusetiam Trinitatem, Deum, quia et illic intelligendo conspicimustanquam dicentem, et verbum eius, id est, Patrem etFilium, atque inde procedentem charitatem utrique communem,scilicet Spiritum sanctum? An trinitates istas ad sensusnostros vel ad animum pertinentes videmus potius quamcredimus, Deum vero esse Trinitatem credimus potius quamvidemus? Quod si ita est, profecto aut invisibilia eius, perea quae facta sunt, nulla intellecta conspicimus; aut si ullaconspicimus, non in eis conspicimus Trinitatem, et est illicquod conspiciamus, est quod etiam non conspectum crederedebeamus.Conspicere autem nos immutabile bonum, quod nos nonsumus, liber octavus ostendit; et quartus deeimus, cum desapientia quae homini ex Deo est loqueremur, admonuit.Cur itaque ibi non agnoscimus Trinitatem? An haec sapientiaquae Deus dicitur, non se intelligit, non se diligit?Quis hoc dixerit? Aut quis est qui non videat, ubi nullascientia est, nullo modo esse sapientiam? Aut vero putandumest, sapientiam quae Deus est, scire alia et nescire seipsam, vel diligere alia nec diligere se ipsam?, Quae si dicisive credi stultum et impium est, ecce ergo Trinitas, sapientiascilicet, et notitia sui, et dilectio sui. Sic enim inhomine invenimus trinitatem, id est, mentem, et notitiamqua se novit, et dilectionem qua se diligit.X¡V, 6, 10 D$ LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 849ciertas en las cosas corporales y externas, o en la imaginacióncuando se piensa en las realidades experimentadas alexterior; o cuando las impresiones nacen en el alma sin quehayan intervenido los sentidos del cuerpo, como la fe y lasvirtudes, arte de honesto vivir que la razón percibe con claridady son objeto de la ciencia; o cuando la mente, por lacual conocemos cuanto conocemos, reflexiona y ss conoce así misma; o cuando fija su mirada en algo que no es ella,eterno e inconmutable: en todas estas cosas vemos trinidadesmuy ciertas, pues surgen dentro de nosotros o en nosotros;tiene plena realización cuando las vemos, recordamos y amamos;pero ¿veremos así al Dios Trinidad al contemplar conla mirada del pensamiento al que habla y a su Verbo, es decir,al Padre y a su Hijo, y al que de ellos procede como caridadde ambos común, esto es, al Espíritu Santo? ¿O esque estas trinidades pertenecientes a nuestros sentidos o anuestra alma no se creen, se ven, y, en cambio, la Trinidad,que es Dios, no se ve, se cree? Si ello es así, o sus perfeccionesinvisibles no son inteligibles por la creación o, sidescubrimos algunas, no vemos en ellas la Trinidad: desuerte que hay cosas que vemos y otras que aunque no vemoses necesario creer.Se prueba en el libro VIH cómo nosotros vemos el Bieninconmutable aunque no seamos este bien; y esto mismose nos advierte en el XIV al hablar de la sabiduría humana,que nos viene de Dios. ¿Por qué no reconocer allí la Trinidad?¿Acaso esta sabiduría, que es Dios, no se comprendeni se ama? ¿Quién afirmará esto? ¿Quién no ve que dondeno hay ciencia no existe sabiduría ? ¿ Hemos de creer que lasabiduría divina conoce todas las demás cosas, pero se ignoraa sí misma, o que ama todas las cosas y no se ama a sí?Si es impío y necio decir o creer tamaños absurdos, he aquíla Trinidad en la sabiduría, en su noticia y en su amor. Enconsecuencia, encontramos una trinidad en el hombre: lamente, la noticia que le lleva a su conocimiento y el amorcon que se ama 1 .1 En el entendimiento, en la memoria y en la voluntad afectivadescubre Agustín una trinidad manifiesta. Mas ¿ cómo puede ser lamemoria imagen del Padre, siendo principio del Verbo, mientras lamemoria lo es sólo de ¡las cosas recordadas ? Los que así raciocinanno parecen comprender la tmente de Agustín. La memoria significafecundidad inicial deil entendimiento, que hace posible la intelección.Conviene no olvidar nunca que las semejanzas no son argumentos,y, aunque la mirada penetrante del Doctor de la Trinidaddescubre ciertas trilogías en la creación, declara formalmente inabordablea la razón el misterio de los misterios.


850 <strong>DE</strong> IRINITAIE XV, 7, 12XV, 7, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 851CAPUTVIICAPITULO VIIHAUD FACILE POSSE EX DICTIS TRINITATIBUS <strong>DE</strong>PREHENDITKINITATEM <strong>DE</strong>UM11. Sed haec tria ita sunt in nomine, ut non ipsa sinthomo. Homo est enim, sicut veteres deflnierunt, animal rationalemoríale. Illa ergo excellunt in nomine, non ipsa sunthomo. Et una persona, id est singulus quisque homo, habetilla tria in mente a . Quod si etiam sic deñniamus hominem,ut dicamus: "Homo est substantia rationalis constans exanima et corpore"; non est dubium hominem habere animamquae non est corpus, habere corpus quod non est anima.Ac per hoc illa tria non homo sunt, sed hominis sunt,vel in homine sunt.Detracto etiam corpore, si sola anima cogitetur, aliquideius est mens, tanquam caput eius, vel oculus, vel facies;sed non haec ut corpora cogitanda sunt. Non igitur anima,sed quod excellit in anima mens vocatur. Numquid autempossumus dicere Trinitatem sic esse in Deo, ut aliquid Deisit, nec ipsa sit Deus?Quapropter singulus quisque homo, quid non secundumomnia quae ad naturam pertinent eius, sed secundum solammentem imago Dei dicitur, una persona est, et imagoest Trinitatis in mente. Trinitas vero illa cuius imago est,nihil aliud est tota quam Deus, nihil est aliud tota quamTrinitas. Nec aliquid ad naturam Dei pertinet, quod adillam non pertineat Trinitatem; et tres personae sunt uniussssentiae, non sicut singulus quisque homo una persona.12. Itemque in hoc magna distantia est, quod sive mentemdicamus in homine, eiusque notitiam, et dilectionem,sive memoriam, inteUigentiam, voluntatem, nihil mentísmeminimus nisi per memoriam, nec intelligimus nisi perinteUigentiam, nec amamus nisi per voluntatem. At veroin illa Trinitate quis audeat dicere Patrem, nec se ipsum,nec Filium, nec Spiritum sanctum intelligere nisi per Filium,vel diligere nisi per Spiritum sanctum, per se autemmeminisse tantummodo vel sui vel Filii vel Spiritus sancti;aIn Mss. additur, velmentem.NO ES FÁCIL VISLUMBRAR EN LAS TRINIDA<strong>DE</strong>S VISIBLESAL Dios TRINIDAD11. Pero estas tres realidades están en el hombre, noson el hombre. Según definición de los antiguos, el hombrees un animal racional, mortal. Aquéllas descuellan en elhombre, no son el hombre. Una persona, es decir, cada hombreindividual, tiene en su mente estas tres cosas. Si definimosal hombre diciendo que es una substancia racional,que consta de alma y cuerpo, indudablemente que el hombreposee un alma que no es cuerpo y un cuerpo que no esalma. Por consiguiente, dichas tres facultades no son elhombre, sino del hombre, o están en el hombre.Abstracción hecha del cuerpo, si pensamos sólo en elalma, la mente es una porción de ella, como la cabeza, elojo o el rostro; pero no imaginemos estas cosas como corpóreas.La mente no es el alma, sino lo que en el alma descuella1 . ¿Podemos acaso decir que la Trinidad está en Dioscomo una porción de Dios, sin ser Dios? No.He aquí por qué cada hombre individual es imagen deDios según la mente, no según toda la amplitud de su naturaleza,y es una persona y en su mente está la imagen dela Trinidad. Y esta Trinidad, cuya imagen es la mente, estoda entera Dios y toda entera es Trinidad. Nada pertenecea la naturaleza de Dios que no pertenezca a la Trinidad;y las trps personas son una esencia, pero no a la maneraque el hombre singular es una persona.12. Notemos otra diferencia importante: si en el hombreconsideramos la mente, la noticia y el amor—o la memoria,inteligencia y voluntad—, ninguna parte de la menterecordamos si no es por la memoria, ni comprendemossino por la inteligencia, ni amamos sino por la voluntad. Masen aquella Trinidad, ¿quién se atreverá a decir que el Padreno se conoce a sí mismo, ni al Hijo, ni al EspírituSanto, sino por el Hijo; o que no se ama sino por el EspírituSanto, mientras por su esencia se recuerda de sí, de2 La mens se encuentra definida en este pasaje en irn sentido estricto.Es la porción cenital del alma (anima), tomando aquí almacomo principio de vida. Mens y memoria son términos que Agustínutiliza en este capítulo indistintamente. La memoria es el contenidodel espíritu como acto intelectual. Cf. SCIACCA, San Agustín, p. 449,nota 117.


852 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 7, 12eodemque modo Filium nec sui nec Patris meminisse nisiper Patrem, nec diligere nisi per Spiritum sanctum, per seautem non nisi intelligere et Patrem et se ipsum et Spiritumsanctum; similiter et Spiritum sanctum per Patremmeminisse et Patris et Filii et sui, et per Filium intelligereet Patrem et Filium et se ipsum, per se autem non nisidiligere et se et Patrem et Filium: tanquam memoria sitPater et sua et Filii et Spiritus sancti, Filius autem intelligentiaet sua et Patris et Spiritus sancti, Spiritus verosanctus chantas et sua et Patris et Filii?Quis haec in illa Trinitate opinari vel affirmare praesumat?Si enim solus ibi Filius intelligit b , et sibi et Patriet Spiritui sancto, ad illam reditur absurditatem, ut Paternon sit sapiens de se ipso, sed de Filio; nec sapientia sapientiamgenuerit, sed ea sapientia Pater dicatur sapiensesse quam genuit. Ubi enim non est intelligentia, nec sapientiapotest esse: ac per hoc si Pater non intelligit ipsesibi, sed Filius intelligit Patri, prefecto Filius Patrem sapientemfacit. Et si hoc est Deo esse quod sapere, et eailli essentia est quae sapientia, non Filius a Patre, quodverum est; sed a Filio potius habet Pater essentiam, quodabsurdissimum atque falsissimum est. Hanc absurditatemnos in libro séptimo discussisse, convieisse, abiecisse certissimumest 22 . Est ergo Deus Pater sapiens, ea quae ipsesua est sapientia, et Filius sapientia Patris de sapientiaquod est Pater, de quo genitus est Filius. Quocirca consequenterest et intelligens Pater ea qua ipse sua est intelligentia;ñeque enim esset sapiens qui non esset intelligens:Filius autem intelligentia Patris de intelligentia genitusquod est Pater. Hoc et de memoria non inconvenienter dicipotest. Quomodo est enim sapiens qui nihil meminit, velsui non meminit?Proinde, quia sapientia Pater, sapientia Filius, sicut suimeminit c Pater, ita et Filius; et sicut sui et Filii meminit.Pater, memoria non Filii, sed sua; ita sui et Patris meminitFilius, memoria non Patris, sed sua. Dilectio quoqueubi nulla est, quis ullam dicat esse sapientiam? Ex quo colligiturita esse Patrem dilectionem suam, ut intelligentiamet memoriam suam. Bcce ergo tria illa, id est, memoria,intelligentia, dilectio sive voluntas in illa summa et immu-22 C. i et 3.b ¡Hic editi addunt, ut intelligentia sit; quod abest a Mss0 Sic Mss. At editi, sibi meminit.XV, 7, 12 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 853su Hijo y del Espíritu Santo? ¿Y quién se atreverá a opinarque el Hijo no se re'cuerda de sí ni del Padre, si no espor el Padre; y que no se ama sino por el Espíritu Santo,aunque por su esencia puede conocerse a sí mismo, al Padrey al Espíritu Santo? ¿O que el Espíritu Santo sólo por elPadre se recuerda de sí mismo, del Padre y del Hijo, y porel Hijo conoce al Padre y se conoce a sí mismo y al Hijo,mientras por sí se ama a sí mismo, al Padre y al Hijo;como si el Padre fuera su memoria, la del Hijo y la del EspírituSanto; y el Hijo su inteligencia, la del Padre y ladel Espíritu Santo; y éste su amor, y el amor del Padrey del Hijo?¿Quién tendrá la presunción de sentir o afirmar talescosas sobre la Trinidad? Si sólo el Hijo es allí su inteligencia,la del Padre y la del Espíritu Santo, tropezamos enidéntico absurdo, que el Padre no sería sabio por sí mismo,sino por el Hijo; ni la sabiduría engendraría a la sabiduría,pues el Padre sería sabio por la sabiduría queengendró. Donde no hay inteligencia no puede existir sabiduría;en consecuencia, si el Padre no se conoce a símismo, pero el Hijo conoce al Padre, en lógica conclusión,el Hijo hace sabio al Padre. Y si el ser y el ser sabio seidentifican en Dios y su esencia es su sabiduría, el Hijono recibiría su esencia del Padre, como es la verdad, sinoque sería el Padre quien recibiría la esencia del Hijo, locual es absurdo incalificable y falsedad inaudita. Esta monstruosidadla rechazamos, impugnamos y discutimos en ellibro VII. Luego Dios Padre es sabio por su propia sabiduría,y el Hijo, sabiduría del Padre, procede de la sabiduríaque es el Padre, por quien fué engendrado el Hijo.Consecuentemente, el Padre es inteligente por su inteligenciaesencial; no sería sabio si no fuera inteligente; el Hijo,inteligencia del Padre, es engendrado por la inteligencia quees el Padre. Y lo mismo se puede afirmar sin inconvenientede la memoria. ¿Cómo puede ser sabio el que de sí mismose olvida o nada recuerda?En conclusión, el Padre es sabiduría, y sabiduría esel Hijo; el Padre tiene memoria de sí, y también la tiene elHijo; y así como el Padre se acuerda de sí y del Hijo porsu propia memoria y no por la del Hijo, así el Hijo se acuerdadel Padre y de sí mismo por su propia memoria y no porla memoria del Padre. Donde no hay amor, ¿quién dirá quehay sabiduría? De donde se deduce que el Padre es su amor,como es también su inteligencia y su memoria. He aquí,pues, tres realidades, memoria, inteligencia y voluntad o dilección,en aquella soberana e inmutable esencia que es Dios,


854 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 7. 13tabili essentia quod est Deus, non Pater et Filius et Spiritussanctus sunt, sed Pater solus.Et quia Filius quoque sapientia est genita de sapientía,sicut nec Pater ei, nec Spiritus sanctus ei intelligit, sedipse sibi, ita nec Pater ei meminit, nec Spiritus sanctus eidiligit, sed ipse sibi: sua enim est et ipse memoria, sua inrtelligentia, sua dilectio; sed ita se habere, de Patre illi est.de quo natus est.Spiritus etiam sanctus quia sapientia est procedens desapientia, non Patrem habet memoriam, et Filium intelligentiam,et se dilectionem; ñeque enim sapientía esset, sialius ei meminisset, eique alius intelligeret, ac tantummodosibi ipse diligeret; sed ipse habet haec tria, et ea sic habet,ut haec ipsa ipse sit. Verum tamen ut ita sit. inde illi, estunde procedit.13. Quis ergo hominum potest istam sapientiam quanovit Deus omnia, ita ut nec ea quae dicuntur praeterita,ibi praetereant, nec ea quae dicuntur futura, quasi desintexspectentur ut veniant, sed et praeterita et futura cumpraesentibus sint cuneta praesentia; nec singula cogitentur,et ab alus ad alia cogitando transeatur, sed in unoconspectu simul praesto sint universa: quis, inquam, hominum'comprehendit istam sapientiam, eamdemque prudentiam,eamdemque scientiam; quandoquidem a ndbls necnostra comprehenditur? dEa quíppe quae vel sensibus vel intelligentiae nostraeadsunt, possumus uteumque conspicere: ea vero quae absunt,et tamen adfuerunt, per memoriam novimus, quaeobliti non sumus. Nec ex futuris praeterita, sed futura expraeteritiis, non tamen firma cognitione coniicimus. Namquasdam cogitationes nostras, quas futuras velut manifestiusatque certius próximas quasi e prospicimus, memoriafaciente id agimus, cum agere valemus quantum valemus,quae videtur non ad ea quae futura sunt f , sed ad praeteritapertinere. Quod licet experiri in eis dictis vel cantieis, quorumseriem memoriter reddimus. Nisi enim praevideremuscogitatione quod sequitur, non utique diceremus. Et tamenut praevideamus, non providentia nos instruit. sed memoria.Nam doñee finiatur omne quod dicimus, sive canimus,nihil est quod non provisum prospectumque proferatur. Eltamen cum id agimus, non dicimur providenter. sed memoritercanere vel dicere; et qui hoc in multis ita profedEditi, comprehenduntur. Melius Mss., comprehenditur.° Am., próximas quasdam. Nonnulli Mss., próximas quasque.' Er. et Lov., quae ad ea non videntur auae futura sunt. Vea.,quae ad earrt non videntur quae futura sunt. M.XV, 7, 13 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 855y las tres no son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sinoel Padre solo.Y pues el Hijo es también sabiduría engendrada de sabiduría;como no comprende por El ni el Padre ni el EspírituSanto, sino que El mismo es para sí inteligencia, así ni elPadre recuerda por El ni el Espíritu Santo ama por El, puesEl mismo es su inteligencia, su memoria y su amor; perotodo esto lo recibe del Padre, de quien es nacido.El Espíritu Santo es sabiduría procedente de sabiduríay no tiene al Padre por memoria, ni al Hijo por inteligenciay a sí mismo por amor. No sería sabio si otro recordasepor El, y un tercero conociese en su lugar t y El seadeliciase en su amor. Posee, pues, estas tres cosas, y de talmanera que se identifican con su ser. No obstante, el que asísea le viene de quien procede.13. ¿Qué mortal puede comprender esta sabiduría por laque Dios conoce todas las cosas, de manera que ni las quuse dicen pretéritas sean para El pasadas, ni ha de esperarsu realización en las que se dicen futuras, sino que el pasadoy el futuro, con el presente, todo sea para El presencial:Dios no ve una a una las cosas ni mariposea con el pensamientode un concepto a otro, pues todo lo abarca a un tiempo,con una sola mirada; qué mortal, repito, será capaz decomprender esta sabiduría, que es a un tiempo prudencia yciencia, cuando nos sentimos incapaces de comprender lanuestra?Podemos ver las cosas que están presentes a nuestrossentidos o a nuestra mente. Las cosas pretéritas, en otrotiempo presentes, las conocemos por la memoria, si es que nolas hemos echado en olvido. Conjeturamos de una maneraasaz incierta el porvenir por el pasado, pero no el pasadopor el futuro. Vemos algunos de nuestros pensamientos futuroscon tanta mayor claridad y certeza cuanto más próximosestán a nosotros, utilizando los servicios de nuestra memoria,facultad que pertenece al pasado, no al futuro. Y estaverdad la podemos constatar en los refranes y cantilenas,cuya serie nuestra memoria retiene. Si mentalmente no prevemoscon antelación lo que sigue, no hablaríamos. Con todo,es la memoria, no la previsión, el aya de nuestros recuerdos.Pues hasta finalizar nuestra frase o cantar, nada se profieresin estar de antemano previsto. Cuando asi obramos, se diceque recitamos o modulamos, no con previsión, sino de me-


856 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 8, 14rendís valent plurimum, non solet eorum providentia. sedmemoria praedican.Fieri ista in animo vel ab animo nostro novimus, etcertissimi sumus: quomodo autem fiant, quanto attentlusvoluerimus advertere, tanto magis noster et sermo succumbit,et ipsa non ¡perdurat intentio, ut ad liquidum aliquidnostra intelligentia, et si non lingua, perveniat. Etputamus nos, utrum Dei providentia eadem sit quae memoriaet intelligentia, qui non singula cogitando aspicit,sed una, aeterna et immutabili atque ineffabili visione complectiturcuneta quae novit, tanta mentís infirmitate possecomprehendere ? In hac igitur difficultate et angustiis iibetexclamare ad Deum vivum: Mirificata est scientia tua exme; invaluit, et non potero ad illam 23 . Ex me quippe intelligoquam sit mirabilis et ineornprehensibilis scientia tua,qua me fecisti; quando nec me ipsum comprehendere valeoquem fecisti; et tamen in meditatione mea exardescitignis 2i , ut quaeram faciem tuam semper 25 .XV, 8, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 857moria; y aquellos que en esta facultad sobresalen son celebradospor su memoria, no por su previsión.Conocemos con toda certeza que estas cosas se realizanen el alma y por el alma; pero ¿cómo? Cuanta mayor atenciónpongamos en entender el modo, tanto más desfalleceel humano lenguaje, y la misma atención de la mente no sesostiene hasta hacérnoslo, si no expresar, al menos comprender.¿E imaginamos que pueda la extremada indigenciade nuestro entendimiento comprender cómo la providenciadivina se identifica con su memoria y con su inteligencia,providencia que todo lo ve al detalle con una simple, eterna,inmutable e inefable mirada? En estas apreturas y angustiases grato clamar al Dios vivo: Admirable es parami tu ciencia, sublime, y no puedo a ella llegar. Comprendoen mí lo admirable e incomprensible de tu ciencia, artíficede mi ser, cuando considero que ni a mí mismo, obra de tusmanos, me puedo comprender; sin embargo, en mi meditaciónse inflama el fuego para buscar siempre tu rostro.CAPUTVIIICAPÍTULOVIII<strong>DE</strong>UM NUNC VI<strong>DE</strong>RI A NOBIS PER SPECULUM QUOMODODICAT APOSTOIiUS14. Incorporalem substantiam scio esse sapientiam, etlumen esse in quo videntur quae oculis carnalibus non videntur;et tamen vir tantus tamque spiritualis: Videmusnunc, inquit, per speculum in aenigmate, tune autem faciead faciem 2e . Quale sit et quod sit hoc speculum si quaeramus,profecto illud oceurrit, quod in speculo nisi imago noncernitur. Hoc ergo faceré conati sumus, ut per imaginemhanc quod nos sumus, videremus uteumque a quo facti sumus,tanquam per speculum. Hoc significat etiam illud quodait idem aposto!us: Nos autem revelata facie gloriam Dominispeculantes, in eamdem imaginem transformamur degloria in gloriam, tanquam a Domini Spiritu 21 .¡Speculantes dixit, per speculum videntes, non de speculaprospicientes. Quod in graeca lingua non est ambiguum,unde in latinara translatae sunt apostolicae Litterae. Ibi- 3 Ps. 138, 6." Ps. 38, 4.25 ¡Ps. 104, 4.26 1 Cor. 13, 12.27 2 Cor. 3, 18.VISIÓN ESPECULAR <strong>DE</strong> DIOS EN ESTE <strong>DE</strong>STIERRO14. Sé que la sabiduría es substancia incorpórea y luza cuyo resplandor vemos lo que es invisible a los ojos delcuerpo; con todo, aquel varón tan eminente y tan espiritualdice: Vemos ahora como en un espejo y en enigmas, entoncesveremos cara a cara. Si anhelamos saber qué es este espejoy cómo es, lo primero que se nos ocurre pensar es en laimagen en él reflejada. Este fué el hito de nuestros afanes:hacer ver como en un espejo a nuestro Hacedor sirviéndomede esta imagen que somos nosotros. Tal es también elsignificado de aquella frase del mismo Apóstol: Nosotros acara descubierta contemplamos la gloria del Señor como enun espejo, y nos transformamos en la misma imagen de gloriaen gloria, como por el Espíritu del Señor.Llama especulantes a los que ven en un espejo, no alos que otean el panorama desde una atalaya 3 . En el idiomagriego, de donde han sido traducidas al latín las Car-_ 3 Usa el Santo Tin juego de palabras intraducibies. Speculantes es.mirar con atención en un espejo. Speculum significa espejo, yspecula, observatorio.


85S BE TRINTTATE XV, 8, 14quippe speculum ubi apnarent imagines rerum. a speculade cuius altitudine longius aliquid intuemur, etiam sonóverbi distat omnino; satisque apparet Apostolum a speculo,non a specula dixisse gloriam Domini speculantes. Quodvero ait: In eamdem imaginem transformamur, utique imaginemDei vult intelligi, eamdem dicens, istam ipsam seilicet,id est, quam speculamur; quia eadem imago est etgloria Dei, sieut alibi dieit: Vir quidem non debet velarecaput suum, cum sit imago et gloria Dei 28 : de quibus verbisiam in libro duodécimo disseruimus. Transformamurergo dicit, de forma in formam mutamur, atque transimusde forma obscura in formam lucidam; quia et ipsa obscura,imago Dei est; et si imago, profecto etiam gloria, in quanomines creati sumus, praestantes ceteris animalibus.De ipsa quippe natura humana dictum est: Vir quidemnon debet velare caput, cum sit imago et gloria Dei. Qüaenatura in rebus creatis excellentissima, cum a suo Creatoreab impietate iustificatur, a deforma forma formosam transferturin formam. Est quippe et in ipsa impietate, quantomagis damnabile vitium, tanto certius natura laudabilis.Et propter hoc addidit, de gloria in gloriam:- de gloriacreationis in gloriam iustificationis. Quamvis possit hoc etaliis modis intelligi, quod dictum est, de gloria in gloriam:de gloria fidei in gloriam speciei; de gloria qua Filii Deisumus, in gloriam qua similis ei erimus, quoniam videbimuseum sicuti est 29 . Quod vero adiunxit, tanquam a DominiSpirítu, ostendit gratia Dei nobis conferri tam optabilistransformationis bonum.28 i Cor. ii, 7.29 i ! Io. 3, 2.XIV, 8, 14 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 859tas del Apóstol, no ha lugar la duda. En griego, la palabraespejo i , a cuya Juna asoman las imágenes, difiere, inclusoen cuanto al sonido material, de la palabra especula,desde cuya eminencia exploramos la lejanía, y así aparececlaro que el Apóstol deriva de espejo y no de especulala palabra especular, cuando dice: Viendo la gloria de Dioscomo en un espejo. Y cuando escribe: Somos transformadosen la imagen, es decir, en la imagen de Dios, que élllama la misma, esto es, la que nosotros vemos como en unespejo, pues esta imagen, según afirma en otro lugar, esimagen de Dios. El varón no debe cubrir su cabeza, pueses imagen y gloria de Dios. El sentido de esta expresiónqueda puntualizado en el libro XII. Somos transformados,dice; cambiados de una forma en otra, pasando de una formaincolora a una forma resplandeciente; pues, aunque borrosa,es imagen de Dios, y es imagen de su gloria; forma según lacual hemos sido creados los hombres, superiores a los demásanimales.De la misma naturaleza humana se dijo: El varón nodebe cubrir su cabeza, pues es imagen y gloria de Dios.Y esta naturaleza, la más excelsa de las criaturas visibles,cuando de su impiedad es justificada por el Criador, se transformade su deformidad en imagen de hermosura. Aun enla misma impiedad, cuanto más detestable es el pecado, tantomás laudable es la naturaleza. Y por esta razón añade:de gloria en gloria: de la gloria de la creación a la gloriade la justificación. También podemos entender la frase degloria en gloria en otro sentido; es decir, de la gloria dela fe a la gloria de la visión; de gloria por la cual ahorasomos hijos de Dios, a la gloria que nos hace semejantes aEl cuando le veamos tal cual es. Y por estas palabras: comopor el Espíritu del Señor, prueba el Apóstol que esta tandeseada transformación es un regalo de la gracia divina.4 Kátoptron es en nuestro romance espejo ; katoptrizo es mirarseen una luna.; skopía es la atalaya, del verbo skopeo, avizorar desdelo alto.


860 £>E TRINITATE XV, 9, 15XV, 9, 15 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIRAU 861CAPUTIXCAPITULO TX<strong>DE</strong> AENIGMATE ET TROPICIS LOCUTIONIBUS15. Haec dicta sunt propter quod ait Apostolus: Nuncper speculum nos videre. Qui vero addidit, in aenigmate;multis hoc incognitum est qui eas litteras nesciunt, in quibusest doctrina quaedam de locutionum modis, quos graecitropos vocant, eoque graeco vocabulo etiam nos utimurpro latino.¡Sicut enim schemata usitatius dicimus quam figuras, itausitatius dicimus tropos quam modos. Singulorum autemmodorum si ve troporum nomina, ut singula singulis referantur,difficillimum est et insolentissimum latine enuntiare.Unde quídam interpretes nostri, quod ait Apostolus:Quae sunt in allegoria 30 , nolentes graecum vocabulum poneré,circumloquendo interpretati sunt dicentes: Quae suntáliud ex alio significantia. Huius autem tropi, id est allegoriae,plures sunt species, in quibus est etiain quod dicituraenigma.Definitio autem ipsius nominis generalis, omnes etiamspecies complectatur necesse est. Ac per hoc sicut omnisequus animal est, non omne animal equus est: ita omneaenigma allegoria est, non omnis allegoria aenigma est.Quid ergo est allegoria, nisi tropus ubi ex alio aliud íntelligitur,quale illud est ad Thessalonícenses: Itaque nondormiamus sicut et ceteri, sed vigilemus et sóbrii simus.Nam qui dormiunt, nocte dormiunt; et qui inebriantur,nocte ébrii sunt: nos autem qui diei sumus, sobrii simus? 31Sed haec allegoria non est aenigma. Nam nisi multumtardis iste sensus in promptu est. Aenigma est autem, utbreviter explicem, obscura allegoria, sicuti est: Sanguisugaeerant tres filiae 3211 ; et quaecumque similia. Sed ubi allegoriamnominavit Apostolus, non in verbis eam reperit,sed in facto, cum e duobus filiis Abrahae, uno de ancilla,altero de libera, quod non dictum, sed etiam factum fuit,30 Gal. 4, 34.31 i Thess. 5, 6-8.32 Prov. 30, 15.ALEGORÍA Y ENIGMA15. Estas cosas han sido dichas a causa de aquella sentenciadel Apóstol que dice: Vemos ahora por un espejo.Pero añade: en enigmas; y esto lo desconocen muchos queignoran las figuras de dicción, denominadas en griego tropos,palabra que ya ha tomado carta de naturaleza en nuestroidioma.Así como es más corriente decir esquema que figura, estambién más conocida la palabra tropos que la palabra figura5 . Expresar en romance los nombres de todos los troposo figuras, aplicando a cada palabra su significado particular,empresa sería muy arriesgada y difícil. Algunos denuestros intérpretes, queriendo evitar la palabra griega,donde el Apóstol dice: Lo que ha sido dicho por alegoría,traducen parafraseando: Lo que se entiende de una cosapor otra. Muchas son las especies de estos tropos o alegorías,entre las cuales se cuenta el enigma.Es preciso que la definición genérica comprenda siempretodas sus especies; por consiguiente, así como todo caballoes un animal, mas no todo animal es un caballo, asítodo enigma es una alegoría, pero no toda alegoría es unenigma.¿Qué es, pues, una alegoría, sino un tropo, donde se daa entender una cosa por otra, como en aquel pasaje de laCarta a los Tesalonicenses: Así que no durmamos como losdemás: velemos \y seamos sobrios. Pues los que duermen,de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se em*briagan; pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios?Pero esta alegoría no es un enigma; porque, si no somosmuy tardos de ingenio, el sentido de este pasaje esobvio. Enigma, para decirlo en dos palabras, es una alegoríaobscura, como lo es la expresión de los Proverbios:Tres hijas tiene la sanguijuela, y otras semejantes. Mas laalegoría del Apóstol es real, no verbal, pues habla de losdos hijos de Abrahán, uno de la esclava y el otro de la libre,lo que no es una palabra, sino un hecho, y por ellosquiso significar los dos Testamentos. Antes de la explica-aQuídam códices, duae filme.3 Esquema conserva en latín su significado original de forma ofigura de una cosa inmaterial.


XV, 9. 16 T)E LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 863&62DI! TRIMTATE XV, 9, 16uo Testamenta inte'lligenda monstravit; quod antequam«xponeret, obscurum fuit: proinde allegoria talis, quod estgenérale nomen, posset speeialiter aenigma nominar!.16. Sed quia non soli qui eas litteras nesciunt, quibusiscuntur tropi, quaerunt quid dixerit Apostolus, nunc inaenigmate nos videre; verum etiam qui sciunt, tamen quodSi it íllud ^enigma ubi nunc videmus, nosse desiderant: exutroque invenienda una est sententia; et ex illo scilicet


864 <strong>DE</strong> TRINITAIE XV, 10, 17XV, 10, 17 <strong>DE</strong> I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 885CAPUT X<strong>DE</strong> VKRBO MENTÍS, IN QUO TANQUAM SPECULO ET AENIGMATEVI<strong>DE</strong>MUS VERBUM17. Sed nunc de üs loquamur quae nota cogitamus, ethábemus in notitia etiam si non cogitemus, sive ad contemplativamscientiam pertineant, quam proprie sapientiama , sive ad activam, quam proprie scientiam nuncupandamesse disserui. Simul enim utrumque mentís est unius,et imago Dei una. Cum vero de inferiore distinctius et seorsumagitur, tune non est vocanda imago Dei, quamvis ettune in ea nonnulla reperiatur similitudo illius Trinitatis;quod in tertio décimo volumine ostendimus 33 .Nunc ergo simul de universa scientia hominis loquimur,in qua nobis nota sunt quaecumque sunt nota: quae utiquevera sunt, alioquin nota non essent. Nemo enim falsa novit,nisi cum falsa esse novit: quod si novit, verum novit;verum est enim quod illa falsa sint.. De bis ergo nunc disserimusquae nota cogitamus, et nota sunt nobis etiam sinon cogitentur a nobis. Sed certe si ea dícere velimus, nisicogitata non possumus. Nam etsi verba non sonent, in cordesuo dicit utique qui cogitat.Unde illud est in libro Sapientiae: Dixerunt apud se cogitantesnon recte s *. Gxposuit enim quid sit: Dixerunt apudse, cum addidit, cogitantes. Huic simile est in Evangelio,quod quídam scribae cum audissent a Domino dictum paralytico:Confide, fili, remittuntur tiibi peccata tua; dixeruntintra se:, Hic blasphemat. Quid est enim, dixerunt intra se,nisi cogitando? Denique sequitur: Et cum vidisset Jesús cogitationeseorum, dixit: Utquid cogitatis mala in cordibusvestris? 35 Sic Matthaeus. Lucas autem hoc idem ita narrat:Coeperunt cogitare scribae et pharisaei, dicentes: Quis esthic qui loquitur blasphemias? Quis potest diniittere peccata,nisi salus Deus? Ut cognovit autem cogitationes eorumJesús, respondens dixit ad illos: Quid cogitatis in cordibusvestris? 3 ® Quale est in libro Sapientiae: Dixerunt cogitantes;tale hic est: Cogitaverunt dicentes. Et i'llic enim et hic33 C. r, 20.34 Sap. 2, i.35 Mt. 9, 2-4-36 Le. 5, 21. 22."• In excussis addituin hic erat, dicimus.<strong>DE</strong>ICAPITULO XVISIÓN ENIGMÁTICA Y ESPECULAR <strong>DE</strong>L VERBO ETERNO <strong>DE</strong> DIOSEN LA PALABRA INTERIOR17. Hablemos ya de las cosas conocidas en las que pensamos,con existencia en nuestro conocimiento, aunque nopensemos en ellas, ora pertenezcan a la ciencia contemplativa,denominada propiamente sabiduría; ora a la acción,que en sentido propio dije llamarse ciencia. Una y otra sonpatrimonio del alma, única imagen de Dios. Cuando se trataen particular de la inferior, no debe nombrarse imagende Dios aunque se descubran ciertas semejanzas de la Trinidad,según en el libro XIII probamos.Hablamos ahora de la ciencia del hombre en toda suextensión, ciencia por la que conocemos todo lo que conocemos;cosas verdaderas, sin duda, pues de otra suerte nolas conoceríamos. Nadie conoce el error sino cuando descubresu falsedad; si ésta conoce, conoce ya la verdad, pueses verdad que son falsas. Hablamos, por consiguiente, delas cosas conocidas en las que pensamos, cosas que nos sonconocidas aun cuando no pensemos en ellas. Mas si queremosmencionarlas, sólo pensando es posible, porque, aunquelas palabras no resuenen fuera, el que piensa hablasiempre en su corazón.Leemos en el libro de la Sabiduría: Dijeron en su interiorpensando torcidamente. Declara qué sea hablar en suinterior, cuando añade pensando. Parecido es lo que se leeen el Evangelio, cuando algunos escribas, al oír al Señordecir al paralítico: Confía, hijo, tus pecados te son perdonados;dijeron dentro de sí: Este blasfema. ¿Qué significadentro de sí, sino pensaron? Y prosigue el texto: ConociendoJesús sus pensamientos, dijo: ¿Para qué pensáis el mal envuestros corazones? Así se expresa San Mateo. San Lucasnarra este mismo episodio de la siguiente manera: Entonceslos escribas y fariseos principiaron a pensar diciendo:¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonarlos pecados sino sólo Dios? Jesús, conociendo sus pensamientos,les respondió y dijo: ¿Qué pensáis en vuestroscorazones? El dijeron pensando de la Sabiduría es el pensarondiciendo del E"í»angelio. En ambos, "dentro de sí" yS. As. 5 28


866 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 10, 19ostenditur, intra se atque in corde suo dícere, id est, cogitandodicere. Dixerunt quippe intra se, et dictum est eis:Quid cogitatis? Et de illo divite cuius liberes fruetus agerattulit, ait ipse Dominus: Et cogitabat intra se, dicens 37 .._ 18. Quaedam ergo cogitationes locutiones sunt cordis,ubi et os esse Dominus ostendit, cum ait: Non quod intratm os coinquinat hominem; sed quod procedit ex ore, hoccoinquinat hominem. Una sententia dúo quaedam hominisora complexus est, unum eorporis, alterum cordis. Nam utiqueunde illi hominem putaverant inquinari, in os intrateorporis: unde autem Dominus dixít inquinari hominem, decordis ore procedit. Ita quippe exposuit ipse quod dixerat.Nam paulo post de hac re discipulis suis: Adhuc et vos, inquit,sine intellectu estis? Non intelligitis quia omne quodm os intrat, in ventrem vadit, et in secessum emittitur? Hiccerte apertissime demonstravit os eorporis. At in eo quodsequitur os cordis ostendens: Quae autem, inquit, proceduntde ore, de corde exeunt, et ea coinquinant hominem.De corde enim exeunt cogitationes malae 3S , etc. Quid hacexpositione lucidius? Nec tamen quia dicimus locutionescordis esse cogitationes, ideo non sunt etiam visiones exortaede riotitiae visionibus, quando verae sunt.Foris enim cum per corpus haec flunt, aliud est locutio,,aliud visio: intus autem cum cogitamus, utrumque unum est.Sicut auditio et visio dúo quaedam sunt Ínter se distantiain sensibus eorporis, in animo autem non est aliud atquealiud videre et audire: ac per hoc cum locutio foris non videatur,sed potius audiatur, locutiones tamen interiores, hocest, cogitationes visas dixit a Domino sanctum Evangelium,non auditas: Dixerunt, inquit, intra se: Hic blasphemat;-deinde subiunxit: Et cum vidisset Iesus cogitationes eorum..Vichi ergo quae dixerunt. Vídit enim cogitatione sua cogitationeseorum, quas illi soli se putabant videre.19. Quisquís igitur potest intelligere verbum, non solumantequam sonet, verum etiam antequam sonorum eius imaginescogitatione volvantur: hoc enim est quod ad nullampertinet linguam, earum scilicet quae linguae appellanturgentium, quarum nostra latina est: quisquís, inquam, hocintelligere potest, iam potest videre per hoc speculum atquein hoc aenigmate aliquam Vlerbi illius similitudinem, de quodictum est: In principio erat Verbum, et Verbum erat apudDeum, et Deus erat Verbum 39 .37 Le i 3) i 7 .H m. i 5 , I0-2O.lo. i, i.XV, 10, 19 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 867"en su corazón" es sinónimo de palabra pensada. Dijerondentro de sí y les fué respondido: ¿Por qué pensáis? Y deaquel ricachón a quien dio su heredad opimos frutos dice elmismo Señor: Pensaba dentro de sí, diciendo...18. Ciertos pensamientos son, pues, palabras del corazón,donde nos muestra el Señor la existencia de una bocacuando dice: No mancha al hombre lo que entra por laboca, sino que ensucia al hombre lo que sale de la boca.Enlaza en una sentencia las dos bocas del hombre, la delcuerpo y la del corazón. Lo que aquellos hombres creíanque manchaba al hombre, entraba por ia boca del cuerpo;lo que el Señor afirma que ensucia al hombre, sale de la bocadel corazón. Así lo interpreta el mismo que lo afirmó. Pocodespués, sobre esta misma sentencia, dijo a sus discípulos:¿Aun vosotros estáis sin entendimiento? ¿No sabéis que loque por la boca entra va al vientre y acaba en la letrina?En este pasaje habla, evidentemente, de la boca del cuerpo.Pero en las palabras siguientes hace referencia a la bocadel corazón. Dice: Lo que sale de la boca, del corazón procede,y eso hace impuro al hombre. Del corazón procedenlos malos pensamientos... ¿Hay exposición más diáfana queésta? Con todo, no porque llamemos a los pensamientos palabrasdel corazón se excluye sean visiones engendradas porla visión del conocimiento cuando son verdaderas.Al exterior, cuando éstas tienen lugar por intermediodel cuerpo, una cosa es la palabra y otra la visión; mas cuandopensamos en nuestro interior, ambas son una mismacosa. Dos conceptos distantes entre sí son la visión y laaudición, cuanto a los sentidos del cuerpo; pero en el almano es una cosa el ver y otra el oír. En consecuencia, la palabraexterior se oye, no se ve; por el contrario, las palabrasinteriores, llamadas pensamientos, según nos dice el santoEvangelio, el Señor las ve, no las oye. Dijeron entre sí:Este blasfema. Luego añade: Viendo Jesús sus pensamientos.Vio lo que dijeron. Vio en su pensamiento los pensamientosque sólo ellos creían ver.19. Todo el que pueda conocer la palabra antes de serpronunciada, e incluso antes de poder el pensamiento formarseuna imagen del sonido e —palabra que no pertenece aningún idioma conocido entre las naciones, como nuestrolatín—; cualquiera que pueda, repito, comprender esto, podráver en este espejo y en enigma alguna semejanza deaquel Verbo de quien está escrito: En el principio existía elVerbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.6 San Agustín distingue entre predación del verbo mental y elacto intelectivo. Ni una palabra que indique identidad. Tal es el sentirdel Ángel de las Escuelas. Cf. De p¡ol., q. 8, a. i.


868 BE TRINITAÍÉ, XV, 11, 20Necesse est enim cum verum loquimur, id est, quod scimusloquimur, ex ipsa scientia quam memoria tenemus, nascaturverbum quod eiusmodi sit omnino, cuiusmodi est illascientia de qua nascitur. Formata quippe cogitatio ab eare quam scimus, verbum est quod in corde dicimus: quodnec graecum est, nec latinum, nec linguae alicuius alterius;sed cum id opus est in eorum qtñbus loquimur perferre notitiam,aliquod signum quo signiñcetur assumitur. Et plerumquesonus, aliquando etiam nutus, Ule auribus, ille oculisexhibetur, ut per signa corporalia etiam corporis sensibusverbum quod mente gerimus innoteseat. Nam et innuerequid est, nisi quodam modo visibiliter dicere? Est inScripturis sanctis huius sententiae testimonium; nam inEvangelio secundum Ioannem ita legitur: Amen, amen dicovobis, quia unus ex vobis tradet me. Aspiciebant ergo adinvicem discipuli, haesitantes de quo diceret. Erat ergo unusex discipulis eius recumbens in sinu lesu, quem diligebatlesus: innuit ergo hiiic Simón Petrus, et dicit ei: Quis estde quo dicitf] 40 Ecce innuendo dixit, quod sonando dicerenon audebat. Sed haec atque huiusmodi signa corporalia siveauribus sive oculis praesentibus quibus loquimur exhibemus:inventae sunt autem litterae, per quas possemus et cum absentibuscolloqui; sed ista signa sunt vocum, cum ipsae vocesin sermone nostro earum quas cogitamus signa sintrerum.XV, 11, 20<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDA<strong>DE</strong>s, pues, necesario, cuando decimos verdad, esto es,cuando decimos lo que sabemos, que nuestro verbo nazcade la ciencia atesorada en nuestra memoria y sea en absolutoidéntico a la naturaleza de la ciencia de la cual nace.Informado el pensamiento por la realidad conocida, es verbolo que decimos en nuestro corazón, verbo que no esgriego, ni latino, ni pertenece a idioma alguno; pero siendopreciso hacerlo llegar a conocimiento de aquellos con quieneshablamos, se emplea un signo que lo exprese. Con frecuenciaés un sonido, alguna vez una seña; aquél habla a\oído, ésta a la vista; y estos signos materiales son. mediosque sirven para dar a conocer a los sentidos del cuerponuestro verbo mental. Expresarse por señas, ¿qué otra cosaes sino un habla visible? Hay de este aserto claro testimonioen las santas <strong>Escritura</strong>s, pues se lee en el Evangeliosegún San Juan: En verdad, en verdad os digo que uno devosotros me ha de entregar. Se miraban unos a otros losdiscípulos, dudando quién podría ser. Uno de ellos, el queJesús amaba, estaba recostado sobre el 'pecho de Jesús. SimónPedro le hizo señas y le dice:. ¿De quién habla f He aquícómo Pedro habla por señas, no atreviéndose a hacerlo depalabra. Mas estos signos corporales hieren los oídos o laretina de los presentes con quienes hablamos; para comunicarnoscon los ausentes se inventó la escritura; pero lasletras signo son de las voces, mientras las palabras son, ennuestro lenguaje, signos del pensamiento.CAPUTXIVERBI DIVINI SIMILITUDO QUALISCUMQUE IN VERBO NOSTRO NONEXTERIORE AC SENSIBILI, SED IN INTERIORE AC MENTALI QUAE-RENDA. DLSSIMILITUDO QUAM MÁXIMA ÍNTER VERBUM AC SCIEN-TIAM NOSTRAM ET VERBUM SCIENTIAMQUE DIVINAM20. Proinde verbum quod foris sonat, signum est verbiquod intus lucet, cui magis verbi competit nomen. Namillud quod profertur carnis ore, vox verbi est: verbumqueet ipsum dicitur, propter illud a quo ut foris appareret assumptumest. Ita enim verbum nostrum vox quodam modocorporis fit, assumendo eam in qua manifestetur sensibus'hominum; sicut Verbum Dei caro factum est, assumendoeam in qua et ipsum manifestaretur sensibus hominum.Et sicut verbum nostrum fit vox, nec mutatur in vocem;ita Verbum Dei caro quidem factum est, sed absit ut mu-40 íbid., 13, 21-34.CAPITULOXITENUE SEMEJANZA <strong>DE</strong>L VERBO INCREADO EN LA PALABRA INTE­RIOR <strong>DE</strong>L ALMA. DIFERENCIA ABISMAL ENTRE EL VERBO Y LACIENCIA <strong>DE</strong>L HOMBRE Y EL VERBO Y LA CIENCIA <strong>DE</strong> DIOS20. La palabra que fuera resuena, signo es de la palabraque dentro esplende, a la que conviene mejor el nombrede verbo; pues la palabra que los labios pronuncian, vozes del verbo, y se denomina verbo por razós de su origen.Así, nuestro verbo se hace en cierto modo voz del cuerpoal convertirse en palabra para poder manifestarse a los sentidosdel hombre, como el Verbo de Dios se hizo carne tomandonuestra vestidura para poder manifestarse a los sentidosde loa mortales.Y así como nuestro verbo se hace voz sin mudarse enpalabra, así el Verbo de Dios se hizo carne sin convertirse


870 ni; TRINITATE XV, 11, 20taretur in carnem. Assumendo quippe illam, non in eam seconsumendo, et hoc nostrum vox fit, et illud caro factumest.Quapropter quicumque cupit ad qualemcumque similitudinemVerbi Dei, quamvis per multa dissimilem, pervenire,non intueatur verbum nostrum quod sonat in auribus, necquando voce profertur, nec quando silentio eogitatur. Omniumnamque sonantium verba linguarum etiam in silentiocogitantur, et carmina percurruntur animo, tácente ore corporis:nec solum numeri syllabarum, verum etiam modi cantilenarum,cura sint corporales, et ad eum, qui vocatur auditus,sensum corporis pertinentes, per incorpóreas quasdamimagines suas praesto sunt cogitantibus, et tacite cunetaista volventibus.Sed transeunda sunt haee, ut ad illud perveniatur hominisverbum, per cuius qualemcumque similitudinem -sicut inaenigmate videatur uteumque Dei Verbum: non illud quodfactum est ad illum vel illum prophetam, et de quo dictumest: Verbum autem Dei crescebat et multiplicabatur 41 ; etde quo iterum dictum est: Igitur fides ex auditu, auditus autem•per verbum Christi 42 ; et iterum: Cum accepissetis anobis verbum auditus Dei, accepistis non ut verbum hominum,sed sicuti est veré verbum Dei 43 . Et innumerabilía similiterin iSeripturis dicuntur de Dei verbo, quod in sonismultarum diversarumque linguarum per corda et ora disseminaturhumana. Ideo autem verbum Dei dicitur, quia doctrinadivina traditur, non humana. Sed illud Verbum Deiquaerimus qualitercumque per hanc similitudinem nunc videre,de quo dictum est: Deus erat Verbum; de quo dictumest: Omnia per ipsum facta sunt; de quo dictum est: Verbumoaro factum est 44 ; de quo dictum est: Fons sapientiaeVerbum, Dei in excelsis 45 .Perveniendum est ergo ad illud verbum hominis, ad verbumrationalis animantis, ad verbum non de Deo natae, seda Deo factae imaginis Dei, quod ñeque prolativum est insonó, ñeque cogitativum in similitudine soni, quod alicuiuslinguae esse necesse sit, sed quod omnia quibus significatursigna praecedit, et gignitur de scientia quae manet in animo,quando eadem scientia intus dicitur, sicuti est.fíimillima est enim visio cogitationis, visioni scientiae.Nam quando per sonum dicitur, vel per aliquod corporalesignum, non dicitur sicuti est, sed sicut potest videri audiriveper corpus. Quando ergo quod in notitia est, hoc est in" Act. 6, 7.42 Rom. IO, 17.is1 Thess. 2, 13.41lo. i, 1. 3. 14.15 Eccli. 1, 5.XV, 11, 20 DF, I.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 871en carne. Al asumir do sensible sin ser por él absorbido,nuestro verbo se hace voz y el Verbo se hizo carne.Por esto, todo el que anhele encontrar una semejanza,mezclada con múltiples desemejanzas, del Verbo de Dios,no preste atención a la palabra que resuena en los oídoscuando la pronuncian los labios o en silencio se piensa. Laspalabras de todos los idiomas sonoros se pueden pensar ensilencio, y el alma puede modular un poema sin que se muevanlos labios: el número y cantidad de las sílabas y lamelodía de los cantares, aunque sean algo material que eloído del cuerpo percibe, se muestran presentes a la miradadel pensamiento de los que rumian en silencio estos recuerdossirviéndose de ciertas imágenes incorpóreas.Mas pasemos de largo sobre todas estas cosas para llegaral verbo humano, donde es dable contemplar como enimagen descolorida y en enigma el Verbo de Dios; pero noel que se comunicó a este o aquel vidente, del cual se ha dicho:Crecía y se multiplicaba el verbo de Dios; del cual seha dicho: La fe por el oído, y el oído por el verbo de Cristo;del cual se ha dicho: Cuando oísteis el verbo de Dios que ospredicamos, lo acogisteis no como palabra de hombre, sino,y lo es en verdad, como verbo de Dios. Y a este tenor muchosotros testimonios de las <strong>Escritura</strong>s sobre el verbo deDios, que por medio de sonidos pertenecientes a múltiplesy variados idiomas se difunde en los corazones y labioshumanos. Se denomina verbo de Dios, porque la doctrinaque enseña es divina, no humana. Pero ahora pretendemosver en esta imagen una imperfecta semejanza del Verbo deDios, del cual se dijo: El Verbo era Dios; del cual se dijo:Todas las cosas han sido creadas por El; del cual se dijo:El Verbo se hizo carne; del cual se dijo: El Verbo de Dioses fuente de sabiduría en las alturas.Es, pues, necesario llegar al verbo humano, al verbodel animal racional, al verbo imagen de Dios, no nacidode El, sino hecho a su imagen, que no es sonido prelaticioni imaginable como sonido, el cual es menester pertenezca aun idioma cualquiera, sino que es anterior a todos los signosque le representan y es engendrado por la ciencia, quepermanece en el ánimo, cuando esta ciencia, tal cual es, seexpresa en una palabra interior.Muy parecida a la visión de la ciencia es la visión delpensamiento. Porque, cuando se expresa por medio de unsonido o mediante un signo corpóreo, no se representa yacomo es, sino tal como se la ve o se la oye por los sentidosdel cuerpo. Cuando lo que está en la noticia se en-


872 BE TRINITATE XV, 11, 20verbo, tune est verum verbum, et veritas, qualis exspectaturab homine, ut quod est in ista, hoc sit et in illo; quodnon est in ista, non sit et in illo; hic agnoscitur: Est, est:Non, non 46 . Sic accedit, quantum potest, ista similitudo imaginisfactae ad illam similitudinem imaginis natae, quaDeus Filius Patri per omnia substantialiter similis praedicatur.Animadvertenda est in hoe aenigmate etiam ista VerbiDei similitudo, quod sicut de illo Verbo dictum est: Omniaper ipsum faeta sunt, ubi Deus per unigenitum Verbum suumpreadicatur universa fecisse; ita hominis opera nulla sunt,quae non prius di.cantur in corde; unde scriptum est: Initiumomnis operis verbum 4r . Sed etiam hic cum verum verbumest, tune est initium boni operis. Verum autem verbumest, cum de seientia faene operandi gignitur, ut etiam ibiservetur: Est, est; Non, non; ut si est in ea seientia quavivendum est, sit et in verbo per quod operandum est; sinon, non: alioquin mendacium erit verbum tale, non veritas;et inde peccatum, non opus rectum.Est et haec in ista similitudine verbi nostri similitudoVerbi Dei, quia potest esse verbum nostrum quod non sequaturopus; opus autem esse non potest, nisi praeeedatverbum: sicut Verbum Dei potuit esse nulla existente creatura;ereatura vero nu'lla esse posset, nisi per ipsum perquod facta sunt omnia.Ideoque non Deus Pater, non Spiritus .sanctus, non ipsaTrinitas, sed solus Filius, quod est Verbum Dei, caro factumest; quamVis Trini.tate faciente: ut sequente atque imitanteverbo nost.ro eius exemplum, recte viveremus, hoc est, nul^lum habentes in verbi nostri vel contemplatione vel operationemendacium. Verum haec huras imaginis est quandoquefutura perfectio. Ad hanc consequendam nos erudit magisterfaonus fide christiana pietatisque doctrina, ut reveíalafacie a Legis velamine quod est umbra futurorum, gloriamDomini speculantes, per speculum scilicet intuentes, in eamdemimaginem transformemur de gloria in gloriam, tanquama Domin'i Spiritu 4S , secundum superiorem de his verbis disputationem.Eccli. 37, 2o2 Cor. 3, i8.XV, 11, 20 1>K LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRÍNIDAB 873euentra en el verbo, entonces es verbo verdadero y verdad,cual puede el hombre desear; pues lo que está en la verdadse encuentra en el verbo, y lo que en ella no existe, enél no se encuentra; aquí es donde se reconoce aquel: Sí, sí;No, no. Y asi, el parecido de la imagen creada se aproxima,cuanto es posible, a la semejanza de la imagen nacida, porla cual el Dios Hijo es proclamado substancialmente semejanteen todo al Padre 7 .Y es de notar en este enigma otra semejanza con elVerbo de Dios; y es que, así como del Verbo fué dicho:Todo ha sido creado por El, donde se declara que Dios hizocuanto existe por medio de su Hijo unigénito," así tampocohay obra humana que primero no se hable en el corazón,según está escrito: El principio de toda obra es el verbo.También aquí es principio de bien obrar cuando el verbo esverdadero. Y es verbo verdadero cuando procede de la cienciadel bien obrar, cumpliéndose allí el Sí, sí; No, no; si laciencia que es norma de vida pronuncia sí, que este sí existaen el verbo que regula la acción; y no, si es no; de otrasuerte dicho verbo sería mentira, no verdad, y, por consiguiente,pecado, no obra buena.Hay aún otra semejanza entre nuestro verbo y el Verbode Dios; puede nuestro verbo existir sin que se traduzca enobras, pero no es posible la acción si no precede el verbo;el Verbo de Dios pudo también existir sin que existiesecriatura alguna, mas ninguna criatura puede existir si noes por aquel que hizo todas las cosas.En consecuencia, ni Dios Padre, ni el Espíritu Santo,ni la Trinidad, sino sólo el Hijo, el Verbo de Dios, se humanó;aunque en la obra de la encarnación intervino la Trinidad,para que, siguiendo e imitando su ejemplo nuestroverbo, vivamos rectamente; es decir, para que no haya mentiraen la contemplación o en la acción de nuestro verbo.Mas esta perfección de la imagen pertenece al futuro. Paraconseguirla nos adoctrina el buen Maestro por medio de la fecristiana y de las enseñanzas de la religión, para que a caradescubierta, sin el velo de la Ley, penumbra de realidades futuras,contemplemos la gloria de Dios, mirándola como en unespejo, y entonces seremos transformados en la imagen misma,de claridad en claridad, como por el Espíritu del Señor,según la explicación que de estas palabras hemos dado.7 La expresión qua Deus Filius Patri per omnia substantialitetsimilis pmedicatur supone una semejanza que llega a la identidad alañadir per omnia. Gramaticalmente es afín al óiaoios Kaxct TTÍVTO: TS> TTOTde Marcelo de Ancira, o al Sjioios Ka-r' oüaíaw de muchos semiarrianos; pero el pensamiento difiere tato cáelo. L.a «insubstancialidaddel Verbo y del Padre queda suficientemente probada a lolargo de esta obra y en mil pasajes diversos de los escritos agustinianos.Véase, por ejemplo, Contra Maximinum, 2, 14, 3 (P¿ 42, 772).


874 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 12, 2121. Cum ergo hac transformatione ad perfectum fuerithaec imago renovata, símiles Deo erimus, quoniam vi debímuseum, non per speculum, sed sicuti est 49 ; quod dicitapostolus Paulus: facie ad faciem 50 . Nunc vero in hocspeculo, in hoc aenigmate, in hac qualicumque similitudine,quanta sit etiam dissimilitudo, quis potest explicare? Attingamtamen aliqua, ut valeo, quibus id possit advertí.XV, 12, 21 lili LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 87521. Y cuando esta imagen fuere renovada hasta la perfección,mediante dicha transformación, seremos semejantesa Él, pues le veremos, no como en un espejo, sino talcual es; en expresión del apóstol San Pablo, cara a cara.Ahora en este espejo, en este enigma, en esta imperfectasemejanza, ¿quién podrá explicar cuánta es la desemejanza?Ensayaré dar una idea según mis fuerzas.CAPUTXIICAPÍTULOBIlLOSOFÍA ACADÉMICAXIIACADÉMICAPHILOSOPHIAPrimo ipsa scientia, de qua veraciter eogitatio nostraformatur, quando quae scimus loquimur, qualis aut quantapotest homini provenir e, quamlibet peritissimo atque doctissimo?Exceptis enim quae in animum veniunt a sensibus corporis,in quibus tam multa aliter sunt quam videntur, uteorum verisimilitudine nimium eonstipatus, sanus sibi essevideatur qui insanit; unde académica philosophia sic invaluit,ut de ómnibus dubitans multo miserius insaniret:his ergo exceptis quae a corporis sensibus in animum veniunt,quantum rerum remanet quod ita sciamus, sicut nosvivere scimus? in quo prorsus non metuimus, ne aliqua verisimilitudineforte fallamur, quoniam certum est etiam eumqui fallitur vivere; nec in eis visis hoc habetur a , quae ohiirciuntur extrinsecus, ut in eo sic fallatur oculus, quemadmodumfallitur cum in aqua remus videtur infractus, etnavigantibus turres moveri, et alia sexcenta quae aliter suntquam videntur; quia nec per oculum carnis hoc cernitur.Intima scientia est qua nos vivere scimus, ubi ne illudquidem academicus dicere potest: "Fortasse dormis, et nescis,et in somnis vides". Visa quippe somniantium simillimaesse visis vigilantium quis ignorat?alo. 3, 2.i Cor. 13, 12.Ita Mss. At editi, haec habentur. M.En primer lugar, la misma ciencia que informa verazmentenuestro pensamiento cuando hablamos lo que sabemos,¿qué es y en qué medida puede un hombre, por muydocto y sabio que sea, poseerla?Exceptuadas las cosas que vienen al alma por los sentidosdel cuerpo s , con frecuencia asaz diferentes de comose ven, de suerte que el necio, oprimido por las semejanzassorprendentes, se cree sano de juicio, tomando alientosde aquí la filosofía académica, la cual, dudando detodo, lamentablemente loquea 9 ; exceptuadas, pues, lascosas que el alma recibe por los sentidos del cuerpo, ¿cuántasrealidades conocemos con tanta certeza como nuestrovivir? Aquí al menos no tememos ser por las aparienciasengañados, porque el que se engaña ciertamente vive; puesen esta clase de visiones no ha lugar lo que se objeta delas cosas externas, en las que el ojo puede errar, como yerracuando ve el remo quebrado en el agua, o el naveganteve las torres moverse, y seiscientos ejemplos más, diferentestodos en realidad de lo que muestran las apariencias, porqueesto no se ve con los ojos del cuerpo.Conocemos por una ciencia muy íntima nuestro vivir,y en esto no puede un académico objetar: "Quizás duermesy lo ignoras, y ves en sueños". ¿Quién ignora, en efecto,que las visiones de los que sueñan son muy semejantes alas visiones de los que están bien despiertos?8 San Agustín, en pasajes diversos, reconoce como fuente de conocimientola experiencia externa, compatible con Ja iluminaciónde la mente.9 Para el académico es imposible nna ciencia en el sentido_ rigurosode la palabra. Nunca tenemos certeza de que nuestros juiciosse armonicen con la realidad. Carnéades y Arcesiilao fueron los fundadoresde esta escuela filosófica. Cicerón, a quien cita Agustín,_ divulgóestas ideas en el mundo latino. Véase Contra Académicos(BAC, Obras de San Agustín, t. 3, p. 73-323).


876 <strong>DE</strong> TRINIIATE XlV, 12, 21Sed qui certus est de vitae suae scientia, non in ea dicit:"Scio me vigilare"; sed: "Scio me vivere"; sive ergodormiat, sive vigilet, vivit. Nec in ea scientia per somniafalli potest; quia et dormiré et in somnis videre, viventisest. Nec illud potest academicus adversus istam scientiamdicere: "Furis fortassis et nescis; quia sanorum visis simillimasunt etiam visa furentium; sed qui furit vivit." Neccontra académicos dicit: "Scio me non furere"; sed: "Sciome vivere/' Nunquam ergo falli nec mentiri potest, qui sevivere dixerit scire. Miille itaque fallacium visorum generaobiiciantur ei qui dicit: "Scio me vivere"; nihil horum timebit,quando et qui fallitur vivit.Sed si talia sola pertinent ad humanam scientiam, perpaucasunt; nisi quia in unoquoque genere ita multiplicantur,ut non solum pauca non sint, verum etiam reperianturper infinitum numerum tendere. Qui enim dicit: "Scio mevivere", unum aliquid scire se dicit; proinde si dicat: "Sciome scire me vivere", dúo sunt iam, hoc vero quod scit haecdúo, tertium scire est: sic potest addere et quartum, etquintum, et innumerafeilia, si sufficiat. Sed quia innumerabilemnumerum vel comprehendere singula addendo, vel dicereinnumerabiliter non potest, hoc ipsum certissime comprehenditac dicit, et verum hoc esse, et tam innumerabile,ut veré eius infinitum numerum non possit comprehendereac dicere.Hoc et in volúntate certa similiter advertí potest. Quisest enim cui non impudenter respondeatur: "Forte falleris",dicenti: "Voló ¡beatus esse?" Et si dicat: "Scio me hoc velle,et hoc me scire scio", iam his duobus et tertium potestaddere, quod haec dúo sciat; et quartum, quod haec dúoscire se sciat, et similiter in infinitum numerum pergere.ítem si quispiam dicat: "Éirrare nolo", nonne sive erretsive non erret, errare tamen eum nolle verum erit? Quisest qui huic non impudentissime dicat: "Forsitan falleris"?cum profecto ubicumque fallatur, falli se tamen nolle nonfallitur. Et si hoc spire se dicat, addit quantum vult rerumXV, 12, 21 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 877Mas el que está cierto de la ciencia de su vida no dice:"Sé que estoy despierto", sino: "Sé que vivo". Ora duerma,ora esté despierto, vive. N|i en sueños falla esta ciencia;porque el dormir y el soñar es propiedad del quevive. Y el académico no puede argüir contra esta cienciadiciendo: "Acaso estés fuera de ti y lo ignoras, pues lasalucinaciones de los enajenados se parecen mucho a las visionesdo los sanos de mente; pero el que loquea vive".Contra loa académicos no afirma: "Sé que no estoy loco",sino: "Sé que vivo". Jamás yerra o miente el que dice: "Séque vivo" J0 . Opónganse mil ejemplos de visiones falaces alque dice: "Sé que vivo"; nunca vacilará, pues el que yerravive.Pero si Ja ciencia humana se limitase a este conocimiento,sería poquedad, a no ser que estas certezas se multipliquenen cada género de manera que dejen de ser pocas ylleguen a un número indefinido. El que dice: "Sé que vivo",afirma conocer ya una verdad; si dice: "Sé que yo sé quevivo", son ya dos; y cuando tiene certeza de estas dos verdades,surge un tercer saber; y así, en orden ascendente,puede sumar un cuarto y un quinto saber, e innumerablessi es de ello capaz. Mas como por adiciones singulares nopuede abrazar un número indefinido ni hablar sin medida,existe ya otra verdad que él comprende y expresa con todacerteza, a saber: que esto es cierto; y siendo sin númerola cifra, es verdad que un número infinito no se puede expresarni comprender.Y otro tanto se diga de las certezas de la voluntad.¿Quién puede afirmar sin descaro ser posible la equivocacióndel que dice: "Deseo ser feliz" ? Y si añade: "Sé que deseoesto y tengo certeza de mi ciencia", puede sumar un tercersaber a estos dos, pues conoce ya dos verdades. Y se puedesumar un cuarto conocimiento al saber que sabe estas cosas,y así hasta el infinito.Además, si alguien dice: "No quiero errar", yerre ono yerre, ¿no es cierto que no quiere errar? ¿Quién descaradamentese atreverá a decir a éste: "Quizá te engañas"?,pues, cualquiera que sea su error, es cierto queno se engaña en no querer errar. Y si afirma saber esto,nervio de esta argumentación agustimana estriba eti unacerteza que el académico no puede impugnar. Si duda, vive. Esevidente la contradicción del escepticismo radical. Conoce que vivey duda de esta verdad, que confiesa al dudar. Esto supone ya la posibilidaddel conocimiento. «El yo_ vivo—dice el P. Capánagaprende la totalidad de las vivencias, cuyo encuentro es inevitableMas de esto no puede deducirse que para San Agustín eil puro conocimientosea, como para Heidegger, un modo deficiente o insuficientepara fundamentar el orden real.» Of. BAC, Obras de SanAgustín, t. 3, V- 37-C0In..


878 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 12, 22numerum cognitarum, et numerum esse perspicit inñnitum.Qui enim dicit: "Nolo me falli, et hoc me nolle scio, et hocme scire scio"; íam et si non commoda elocutione, potesthinc infinitum numerum ostendere; et alia reperiuntur, quaeadversus académicos valeant, qui nihil ab nomine sciri possecontendunt.Sed modus adhibendus est, praesertim quia in opere istonon hoc suscepimus. Sunt inde libri tres nostri, primo nostraeconversionis tempore conscripti, quos qui potuerit etvoluerit legere, lectosque intellexerit, nihil eum profectoquae ab eis contra perceptionem veritatis argumenta multainventa sunt, permovefount to .Cum enim dúo sint genera rerum quae sciuntur, unumearum quae per sensus corporis percipit animus, alterumearum quae per se ipsum: multa illi philosophi garrieruntcontra corporis sensus; animi autem quasdam firmissimasper se ipsum perceptiones rerum verarum, quale illud estquod dixi: "Scio me vivere", nequáquam in dubium vocarepotuerunt.Sed absit a nobis ut ea quae per sensus corporis didicimusvera esse dubitemus: per eos quippe didicimus caelumet terram, et ea quae in eis nota sunt nobis, quantumille qui et nos et ipsa condidit, innotescere nobis voluit.Absit etiam ut scire nos negemus, quae testimonio didicimusaliorum: alioquin esse nescimus oceanum; nescimusesse térras atque urbes, quas celebérrima fama commendat;nescimus fuisse homines et opera eorum, quae históricalectione didicimus; nescimus quae quotidie und-ecumquenuntiantur, et indiciis consonis contestantibusque c firmantur;postremo nescimus in quibus locis, vel ex quibushominibus fuerimus exorti; quia haec omnia testimoniis credidimusaliorum. Quod si absurdissimum est dicere; non solumnostrorum, verum etiam et alienorum corporum sensusplurimum addidisse nostrae scientiae confitendum, est.22. Haec igitur omnia, et quae per se ipsum, et quaeper sensus sui corporis, et quae testimoniis aliorum perceptascit animus humanus, thesauro memoriae condita tenet,et quibus gignitur verbum verum, quando quod scimus loi>Libri tres contra Académicos. Cf. BAC, Obras de San Agustín,t. 3, p. 74 ss.0 Plenque Mss., constantibusque.XV, 12, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 870añada un número cualquiera de cosas conocidas y hallarásu número infinito. El que dice: "No quiero errar; sé queno quiero esto y sé que sé esto", indica, en expresión difícil,un número infinito. Existen también otros muchosejemplos contra los académicos, partidarios de la ignoranciaabsoluta en el hombre.Pero conviene ser moderados, sobre todo por no ser éstenuestro propósito. En los albores de mi conversión escribísobre el particular tres libros ". El que pueda y quiera leerlos,y leídos los entienda, no se dejará intimidar por losmuchos argumentos que inventan contra la percepción dela verdad 12 .Existen dos géneros de conocimientos: uno el de lascosas que el alma percibe por los sentidos del cuerpo, otroel de las cosas que ella por sí misma adquiere; aquellos gárrulosfilósofos impugnan con muchedumbre de vaciedadesel testimonio de los sentidos; pero no consiguieron poneren tela de juicio la percepción inmediata del alma en ciertasverdades fundamentales; porque nunca pudieron dudar deesta verdad: "Sé que vivo".Lejos, pues, de nosotros dudar de la verdad de los objetospercibidos por los sentidos del cuerpo: ellos dan testimoniode la existencia del cielo y de la tierra y de cuantoen ellos se contiene y nos es conocido según la voluntad delque nos crió a nosotros y a ellos.Lejos también de nosotros negar la ciencia adquiridapor testimonio ajeno; de otra manera ignoraríamos la existenciadel mar, tierras y ciudades que la fama celebra; ignoraríamosla existencia de la humanidad y de sus hazañasaprendidas en la Historia; ignoraríamos las noticias quecada día nos llueven de todas partes, y cuya certeza descansaen indicios contestes y dignos de fe; ignoraríamos enqué lugar y de qué padres nacimos, pues todo esto lo sabemospor testimonio ajeno. Y si esto sería un absurdo mayúsculo,confesemos que nuestra ciencia se acrecienta nosólo por el testimonio de nuestros sentidos, sino tambiénpor el testimonio de otros.22. Todos estos conocimientos que el alma humana adquiriópor sí misma, y por los sentidos del cuerpo y portestimonio ajeno, los conserva en los silos de la memoria,y de ellos nace el verbo verdadero cuando hablamos, lo que*11 Cf. BAC, Obras de San Agustín, t. 3, p. 74-333.12 Es (posible dudar del escepticismo del joven Agustín. \AW textosaducidos son de interpretación incierta. La posición del Doctorde la Gracia a los treinta y tres anos de edad frente" 11 J11 nuevaAcademia es firme y sostenida. En este punto, Agustín mi varía.C£. Enquiridión, 30, 7: PL 40, 242; Retractationcs, 1, 1, 1 l'l, 33,585 ; Contra Académicos, passkn.


880 <strong>DE</strong> IRINITAIE XV, 13, 22quimur, sed verbum ante omnem sonum, ante omnem cogitationemsoni. Tune enim est verbum simillimum rei notae,de qua gignitur et imago eius, quoniam de visione scientiaevisio cogitationis exoritur, quod est verbum linguae nullius,verbum verum de re vera, nihil de suo habens, sed totum deilla scientia de qua nascitur. Nec interest quando id didicerit,qui quod scit loquitur; ali quando enim statim ut discit,hoc dicit; dum tamen verbum sit verum, id est, de notisrebus exortum.CAPUTXIIIÍTEM <strong>DE</strong> DIFFERENTIA SCIENTIAE AC VERBI MENTÍS NOSTRAE,A SCJENTIA ET VERBO <strong>DE</strong>ISed numquid Deus Pater, de quo natum est Verbum deDeo Deus; numquid ergo Deus Pater in illa sapientia quodest ipse sibi, alia didicit per sensum corporis sui, alia perse ipsum? Quis hoc dicat, qui non animal rationale, sed supraanimam rationalem Deum cogitat, quantum ab eis cogitanpotest, qui eum ómnibus animalibus et ómnibus animispraeferunt, quamvis per speculum et in aenigmate coniiciendovideant, nondum facie ad faciem sicuti est?Numquid Deus Pater ea ipsa, quae non per corpus, quodest ei nullum, sed per se ipsum scit, aliunde ab aliquo didicit,aut nuntiis vel testibus, ut ea sciret, indiguit? Nonutique: ad omnia quippe scienda quae scit, sufficit sibi illaperfectio. Habet quidem nuntios, id est angelos, non tamenqui ei quae nescit annuntient; non enim sunt ulla quae nesciat;sed bonum eorum est de operibus suis eius cónsul ereveritatem; et hoc est quod ei dicuntur nonnulla nuntiare,non ut ipse ab eis discat, sed ut ab illo ipsi per Verbumeius sine corporali sonó. Nuntiant etiam quod voluerit, abeo missi ad quos voluerit, totum ab illo per illud Verbumeius audientes; id est, in eius veritate invenientes quid sibifaciendum, quid, quibus et quando nuntiandum sit.Nam et nos oramus eum, nec tamen necessitates nostrasídocemus eum. Novit enim, ait Verbum eius, Pater vesterquid vóbis necessarium sit, priusquam petatis ab eo 51 . Necista ex aliquo tempore cognovit, ut nosset: sed futura omniatemporalia, atque in eis etiam quid et quando ab illo pe-" Mt. 6, 8.XV, 13, 22 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD gg-^sabemos, verbo anterior al sonido o a la concepción delsonido. Y entonces el verbo es semejante en extremo a lacosa conocida, de la cual nace la imagen, pues la visióndel pensamiento se engendra de la visión de la cienciaverbo que no pertenece a idioma alguno, verbo verdaderode realidad verdadera, verbo que nada tiene de suyo, sinoque todo lo recibe de la ciencia que le da el ser. El quedice lo que s;ibe, no interesa saber cuándo lo aprendió; aveces su verbo es tan rápido como su ciencia; lo que importaes que el verbo «ea verdadero, esto es. nacido de lasrealidades que se conocen.CAPITULOXIIIDIFERENCIA ENTRE NUESTRA CIENCIA Y NUESTRO VERBO MENTALy LA SABIDURÍA Y EL VERBO <strong>DE</strong> DIOSMas ¿acaso Dios Padre, de quien es nacido el Verbo,Dios de 1 Dios; acaro Dios Padre, en la sabiduría que es Elpara sí, ha conocido unas verdades por sí mismo y otraspor los sentidos del cuerpo? ¿Quién que, en la medida desu capacidad, piense en un Dios que no er. animal racional,sino que está sobre el alma racional, y lo prefiere a todoslos animales y a todas las almas, aunque no lo vea ahorasino en un espujo, en enigmas y por conjeturas, no cara acara, tal como es, se atreverá a decir esto?¿Por ventura Dios Padre estas mismas cosas que conoce,no por el cuerpo, del que carece, sino por sí mismo,las aprendió de alguien, o para conocerlas tuvo necesidadde mensajero» o testigos? Ciertamente no. Para conocertodo lo escible le ibasta su propia perfección. Tiene, es verdad,mensajeros, que son sus ángeles, pero no para que leanuncien nuevas que El ignora: nada le es desconocido; elbien de ¡éstos consiste en consultar la verdad, y así se diceque le anuncian algusas cosas, no para que Dios aprendade ellos, sino para instruirlos por medio de su Verbo sincorporal sonido. Anuncian lo que El quiere, y son enviadosa quienes El determina, y todo lo oyen por su Verbo; esdecir, ven en la <strong>Verdad</strong> qué han de obrar, qué han de anunciar,a quiénes y cuándo lo han de anunciar.Porque también nosotros oramos al Señor, pero no leenseñamos nuestras necesidades. Conoce vuestro Padre, dicesu Verbo, de qué tenéis necesidad antes que se lo pidáis.Y este conocimiento no es en El temporal. Sin principiopreconoce todas las cosas temporales y futuras; sabe en


882 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, l4 y 23tituri fuoramus, et quos et de quibus rebus vel exauditurusvel non exauditurus esset, sine initio ante praescivit. Universasautem creaturas suas, et spirituales et corporales,non quia sunt ideo novit; sed ideo sunt quia novit. Nonenim nescivit quae fuerat creaturus. Quia ergo scivit, creavit;non quia creavit, scivit. Nec aliter ea scivit creata, quamereanda: non enim eius sapientiae aliquid aeeessit ex eis;sed illas existentibus sicut oportebat, et quando oportebat,illa mansit ut erat. Ita et scriptum est in libro Eeclesiastico:Antequam crearentur, omnia nota sunt illi; sic et •postquamconsummata sunt 152 . Sic, inquit, non aliter, et antequamcrearentur, et postquam consummata sunt, sic ei nota sunt.Longe est ergo huic scientiae scientia nostra dissimilis.Quae autem scientia Dei est, ipsa et sapientia; et quae sapientia,ipsa essentia sive substantia. Quia in illius naturaesimplicitate mirabili, non est aliud sapere, aliud esse; sedquod est sapere, hoc est et esse, sicut et in superioribuslibras saepe iam diximus. Nostra vero scientia in rebus piurimispropterea et amissibilis est et receptibilis, quia nonhoc est nobis esse quod scire vel sapere: quoniam esse possumus,etiam si nesciamus, ñeque sapiamus ea quae aliundedidicimus.Propter hoc, sicut nostra scientia illi scientiae Dei, sicet nostram verbum quod naseitur de nostra scientia, dissimileest illi Verbo Dei quod natum est de Patris essentia.Tale est autem ac si dicerem: De Patris scientia, de Patrissapientia; vel, quod est expressius: De Patre scientia, dePatre sapientia.CAPUTXIVVERBUM: <strong>DE</strong>I PER OMNIA AEQUALE PATRI, <strong>DE</strong> QUO EST23. Verbum ergo Dei Patris unigenitus Filius, per omniaPatri similis et aequalis, Deus de Deo, lumen de lumine,sapientia de sapientia, essentia de essentia; est hoc omninoquod Pater, non tamen Pater; quia iste Filius, rile Pater.Ac per hoc novit omnia quae novit Pater: sed ei nosse dePatre est, sicut esse. Nosse enim et esse ibi unum est a . Etideo Patri sicut esse non est a Filio, ita nec nosse. Proindetanquam se ipsum dicens Pater genuit Verbum sibi aequaleper omnia. Non enim se ipsum integre perfecteque dixisset,a2 Eccli. 23, 39.a Ita Mss. At editi, illi unum est.XV, 14, 23 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 883particular qué es lo que le habíamos de pedir y cuándo, yquiénes y en qué cosas habían o no de ser escuchados.Todas sus criaturas, espirituales y corporales, existen porqueEl las conoce, no porque existen las conoce. No ignorólas cosas que había de crear, y porque las conoció las creó,no porque las creó las conoció. Y no conoció las cosas creadasde modo diferente a como las conoció antes de su creación.Nada añaden las criaturas a su sabiduría; al contrario,de ella reciben su existencia en la medida y momentooportunos; mas la sabiduría permanece como era. Así estáescrito en el Eclesiástico: Antes de ser creadas, todas lascosas ya eran para El conocidas; y lo mismo después de acabadas.Las conoció lo mismo, no de otra manera, antes deser creadas y después de estar acabadas.¡Cuan diferente de esta ciencia es la nuestra! ¡La cienciade Dios es su misma sabiduría; la sabiduría, su mismaesencia o substancia. En la maravillosa simplicidad de sunaturaleza, el saber no difiere del ser; ciencia y existenciase identifican, según con frecuencia hemos afirmado en loslibros precedentes. En cambio, nuestra ciencia es amisibley se puede volver a recuperar, pues para nosotros no es unamisma cosa el ser y el saber: podemos existir sin saberlo,y no siempre conocemos ni gustamos (sapiamus) las cosasque una vez aprendimos.Por consiguiente, así como nuestra ciencia es diferentede la ciencia divina, así nuestro verbo, nacido de nuestraciencia, es desemejante en extremo al Verbo de Dios, nacidode la esencia del Padre; como si dijéramos, de la cienciao sabiduría del Padre; y de una manera más expresiva:nacido del Padre-Ciencia y del Padre-Sabiduría.CAPÍTULOXTVEL VERBO <strong>DE</strong> DIOS ES IGUAL EN TODO AL PADRE,<strong>DE</strong> QUIEN PROCE<strong>DE</strong>23. El Verbo de Dios Padre es su Hijo unigénito, semejanteen todo e igual al Padre, Dios do Dios, luz de luz, sabiduríade sabiduría, esencia de esencia, es lo que es el Padre;sin embargo, no es el Padre; porque aquél es Hijo yéste es Padre. Por consiguiente, conoce todo lo que conoceel Padre; pero su ciencia y su ser le vienen del Padre. Sery saber es allí una misma cosa. En consecuencia, así comoal Padre no le viene su ser del Hijo, tampoco el saber. ElPadre engendró al Hijo como diciéndose a sí mismo, igual en


884 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 15, 24si alienad minus aut amplius esset in eius Verbo quara inipso. :ibi summe illud agnoscitur: Est, est; Non, non 53 . VAideo Verbum hoc veré veritas est: quoniam quid quid e;;t inea sciuntia de qua genitum est, et in ipso est: quod autemin ea non est, nec in ipso est. Et falsum babere aliquid hocVerbum nunquam potest: quia immutabiliter sic se habet,ut se habet de quo est.Non enim potest Filius a se faceré quidquam, nisi quodviderit Patrem facientem ° 4 . Fotenter hoc non potest, nec estinfirmilas ista, sed firmitas, qua falsa esse non potest -veritas.Novit itaque omnia Deus Pater in se ipso, novit in Filio:sed in se ipso tanquam se ipsum, in Filio tanquam Veribumsuum, quod est de bis ómnibus quae sunt in se ipso.Omnia similiter novit et Filius, in se scilicet, tanquam eaquae nata sunt de iis quae Pater novit in se ipso: in. Paí.reautem, tanquam ea de quibus nata sunt, quae ipse Filiusnovit in se ipso. Seiunt ergo invicem Pater et Filius: siedille gignsndo, iste nascendo. Et omnia quae sunt in eornmseientia, in eorum sapientia, in eorum essentia, unusquisqueeorum simul videt; non particulatim aut singillatim, velutalternante conspectu hinc illuc, et inde huc, et rursus indevel inde in aliud atque aliud, ut aliqua videre non posr.itnisi non videns alia; sed, ut dixi, simul omnia videt, quorumnullum est quod non semper videt.CAPUTXVXV, 15, 24 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 886todo a El; pues no se habría expresado íntegra y perísetamentea sí mismo si en su Verbo hubiera alguna cosa máso menos que hay en El. Allí reconocemos en grado sumo elSí, sí; No, no. Y por eso este Verbo es verdaderamente la<strong>Verdad</strong>. Cuanto existe en la ciencia de la cual fué engendrado,existe en El, y lo que en ella no existe, no existe enEl. No cabe en este Verbo falsedad, pues inmutablementees lo que es aquel de quien trae su ser.Nada, pues, puede hacer el Hijo por sí mismo, sino loque viere hacer al Padre. Potentemente no puede esto, y noes flaqueza, sino firmeza, por lo que la verdad no puede sermentira. El Padre conoce todas las cosas en sí mismo y lasconoce en el Hijo: en sí mismo como El mismo; en su Hijocomo en su Verbo, Verbo de todas las cosas existentes enel Padre. El Hijo conoce todas las cosas en sí, como anacidasde las que el Padre conoce en su esencia; en el Padre,como de donde han nacido las cosas que el Hijo en sí mismoconoce. El Padre y el Hijo mutuamente se conocen: aquélengendrando, éste naciendo. Y cuanto existe en la ciencia,en la sabiduría, en la esencia de ambos, lo ve al mismotiempo cada uno de ellos, no por partes o en detalle, comosi la mirada pasase alternativamente de un objeto a otro,de allá para aquí y de nuevo de un lado a otro, de suerteque no pueda ver unas cosas si no es dejando de ver otras;sino, como dije, lo ve todo simultáneamente, pues nada existeque no esté siempre en presencia de su mirada.QüANTA StT MSS1MILITUDO VERBI NOSTRI ET VERBI DIVTNI., VERBUM NOSTRUM SEMPITERNUM ESSE AUT DICI NON POTESiT24. Verbum autem nostrum illud quod non habet sonumñeque cogitationem soni, sed eius rei a quam videndo intusdicimus, et ideo nullius linguae est; atque inde uteumquesin lile est in hoc aenigmate i'lli Verbo Dei, quod etiamDeus er.t, quoniam sic et hoc de nostra nascitur, quemadmodumet illud de seientia Patris natum est: nostrum ergo taleverbum, quod invenimus esse uteumque illi simile, quantumsit etiam dissimile sicut a nobis dici potuerít, non pigeatintueri.53 Mt. 5, vi-54 lo. 5, í 9 .aHic. Mss. addunt, quod intuS luceí, cui magis verbi competitnomen. Siunptum est ex initio cap. n.CAPÍTULOXVNUESTRO VERBO Y EL VERBO <strong>DE</strong> DIOS. <strong>DE</strong>SEMEJANZAS24. Aquel nuestro verbo, sin sonido ni pensamientode sonido, verbo del objeto, expresión de nuestra visión interior,que no pertenece a idioma alguno, ofrece en esteenigma una cierta semejanza con el Verbo de Dios, Dios Eltambién; aquél nace de nuestra ciencia, éste es nacido dela ciencia del Padre. Sin embargo, este nuestro verbo, queencontramos algo semejante al Verbo del Padre;,, ofrece diferenciasnotables, que no tememos puntualizar en la medidade nuestras fuerzas.


886 <strong>DE</strong> IRINITAIE XV, 15, 25Numquid verbum nostrum de sola scientia nostra nascitur?Nionne multa dicimus etiam quae nescimus? Nec dubitantesea dicimus, sed vera esse arbitrantes: quae forte sivera sunt, in ipsis rebus de quibus loquimur, non in verbonostro vera sunt; quia verbum verum non est, nisi quodde re quae scitur, gignitur. Falsum est ergo isto modo verbumnostrum, non cum mentimur, sed cum fallimur. Cumautem dubitamus, nondum est verbum de re de qua dubitamus,sed de ipsa dubitatione verbum est. Quamvis enimnon noverimus an verum sit unde dubitamus, tamen dubitarenos novimus: ac per hoc cum hoc dicimus, verum verbumest; quoniam quod novimus dicimus.Quid, quod etiam mentiri possumus? Quod cum facimus,utique volentes et scientes falsum verbum habemus: ubi verumverbum est mentiri nos; hoc enim scimus. E!t cum mentitosnos esse confitemur, verum dicimus: quod scimus enimdicimus; scimus namque nos esse mentitos.Verbum autem illud quod est Deus et potentius est nobis,hoc non potest. Non enim potest faceré quidquam, nisiquod viderit Patrem facientem; et non a se ipso loquitur,sed a Patre illi est omne quod loquitur, cum ipsum Paterunice loquitur; et magna illius Verbi potentia est, non possementiri; quia non potest esse illic: Est et non^, sed:Est, est; Non, non.At enim nec verbum d'icendum est, quod verum non est.Si ita 1 ', libens assentior. Quid, cum verum est verbum nostrum,et ideo recte verbum vocatur, numquid sicut dici potestvel visio de visione, vel scientia de scientia, ita dici potestessentia de essentia, sicut illud Dei Verbum máxime dicitur maximeque dicendum est? Quid ita? quia non hoc estnobis esse, quod est nosse. Multa quippe novimus quae permemoriam quodam modo vivunt, ita et oblivione quodammodo moriuntur: atque ideo cum illa iam non sint in notitianostra, nos tamen sumus; et cum scientia nostra animolapsa perierit a nobis, nos tamen vivimus.25. Illa etiam quae ita sciuntur, ut nunquam exciderepossint, quoniam praesentia sunt, et ad ipsius animi naturampertinent, ut est illud quod nos vivere scimus: manetenim hoc quamdiu animus manet, et quia semper manet animáis,et hoc semper manet; id ergo et si qua reperiuntur similia,in quibus imago Dei potius intuenda est, etiamsi sempersciuntur, tamen quia non semper etiam cogitantur, quomodode his dicatur verbum sempiternum, cum verbumnostrum nostra cogitatione dicatur, invenire difficile 'est.55 2 Cor. i, 19.b Sic editio pp. Benedict. Antuerpiaiía cum nonnullis editis ; at.in priori editioné Benedictina legitur: sit ita. M.XV, 15, 25<strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD¿Nace por ventura nuestro verbo de nuestra cienciasola? ¿No hablamos con frecuencia de cosas que ignoramos?Y hablamos sin titubeos, creyéndolas verdaderas; y si porcasualidad son verdaderas, lo son en las cosas de que hablamos,no en nuestro verbo; porque no puede ser el verboverdadero si no nace de una cosa conocida. Y en este sentidoes falso nuestro verbo, no cuando mentimos, sino cuandonos equivocamos. En la duda no existe aún el verbo engendradopor la realidad de la que dudamos; es tan sólo verbode la duda. Aunque ignoremos si es cierta la cosa sobre lacual versa nuestra hesitación, conocemos, no obstante, nues^tra duda, y, al expresarla, nuestro verbo es verdadero, puesdecimos lo que sabemos.¿Acaso no podemos mentir? Cuando voluntaria y conscientementementimos, nuestro verbo es falso; el verbo verdaderoes que mentimos; pues esto sí lo sabemos. Y cuandoconfesamos nuestra mentira, decimos verdad; decimoslo que sabemos; sabemos que hemos mentido.Pero aquel Verbo que es Dios, más poderoso que nosotros,no puede mentir. Nada puede hacer sino lo que vehacer al Padre; y no habla de sí mismo, pues cuanto dice,del Padre le viene, y el Padre únicamente dice su Verbo; yno poder mentir es gran poder de este Verbo; pues en Elno cabe el sí y el no; sólo el Sí, sí; No, no.Mas ni verbo puede llamarse si no es verdadero. Si asíopinas, asiento con agrado. Cuando nuestro verbo es verdaderoy, por consiguiente, se le llama con razón verbo,¿acaso no se le puede llamar también ciencia de ciencia,visión de visión y esencia de esencia, como con pleno derechoy en grado sumo se dice del Verbo de Dios? No. Y ¿porqué así? Porque en nosotros el ser y el saber no se identifican.Conocemos muchas cosas que viven en cierta manerapor la memoria y mueren por el olvido, y aunque no existenya en nuestro conocimiento, nosotros, sin embargo, existimos,y cuando nuestra ciencia fenece al desplazarse delalma, nosotros seguimos viviendo.25. Las cosas, empero, que se conocen de tal suerte quenunca es posible olvidar, por estar siempre presentes y per.tenecer a la misma naturaleza del alma, como el saber quevivimos (mientras permanece el alma, permanece esta cien,eia, y como el alma siempre permanece, siempre permaneceesta ciencia); esto y otras cosas similares, si existen, en_las que principalmente se ha de intuir la imagen de Dios,aunque siempre se conocen, no siempre pensamos en ellas,y así resulta difícil averiguar en qué sentido se llama eternoel verbo que nace de esta ciencia, siendo el pensamientoforja de nuestro verbo.


888 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 15, 25Sempiternum est enim animo vivere, sempiternum estscire quod vivit: nec tamen sempiternum est cogitare vitamsuam, vel cogitare scientiam vitae suae; quoniam cum aliudatque aliud coeperit, hoc desinet cogitare, quamvis non desinatscire. Ex quo fit, ut si potest esse in animo aliquascientia sempiterna, et sempiterna esse non potest eiusdemscientiae cogitatio, et verbum verum nostrum intimum nisinostra cogitatione non dicitur, solus Deus intelligatur habereVerbum sempiternum sibique coaeternum. Nisi forte dicendumest, ipsam possibilitatem cogitationis, quoniam idquod scitur, etiam quando non cogitatur, potest tamen veracitercogitari, verbum esse tam perpetuum, quam scientiaipsa perpetua est.Sed quomodo est verbum, quod nondum in cogitationisvisione formatum est? Quomodo erit simile scientiae de quanascitur, si eius non habet formam, et ideo iam vocatur verbumquia potest habere? Tale est enim ac si dicatur, ideoiam vocandum esse verbum quia potest esse verbum.Sed quid est quod potest esse verbum, et ideo iam dignumest verbi nomine? Quid est, inquam, hoc formabile nondumqueformatum, nisi quiddam mentís nostrae, quod hacatque hac volubili quadam motione iactamus, cum a nobisnunc hoc, nunc illud, sicut inventum fuerit vel occurrerit,cogitatur? Et tune fit verum verbum, quando illud quod nosdixi volubili motione iactare, ad id quod scimus pervenit c ,atque inde formatur, eius omnimodam similitudinem capiens;ut quomodo res quaeque scitur, sic etiam cogitetur,id est, sine voce, sine vocis cogitatione, quae prefecto alicuiuslinguae est, sic d in corde dicatur.Ac per hoc etiam si concedamus, ne de controversia vocabulilaborare videamur, iam vocandum esse verbum quiddamillud mentís nostrae quod de nostra scientia formari potest,etiam priusquam formatum sit, quia iam, ut ita dicam,formabile est; quis non videat, quanta hic sit dissimilitudoab illo Dei Verbo, quod in forma Dei sic est, ut non anteafuerit formabile priusquam formatum, nec aliquando essepossit informe, sed sit forma simplex et simpliciter aequalisei de quo est, et cui mirabiliter coaeterna est?Quapropter ita dicitur illud Dei Verbum, ut Dei cogitationon dicatur, ne aliquid esse quasi volubile credatur in Deo,quod nunc accipiat, nunc recipiat formam, ut verbum sit,eamque possit amittere, atque informiter quodam modo volutari.Bene quippe noverat verba, et vim cogitationis inspexeratlocutor egregius, qui dixit in carmine: "Secumquec Editi, pervenerit. Concinnius Mss., pervenit.d Ita Mss. At editi, si.XV, 15, 25 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 889Eterno es al alma el vivir, eterno el conocimiento de suvivir; pero no es eterno el pensar en su vida o pensar enel conocimiento de su vivir, porque, cuando principia apensar en unas cosas, deja de pensar en otras, sin cesar deconocer. De donde se infiere que, si es posible una cienciaeterna en el alma, no es eterno el pensamiento de esa ciencia;y si nuestro verbo íntimo y verdadero sólo puede serexpresado por nuestro pensamiento, sigúese que únicamenteDios tiene un Vjerbo sempiterno y coeterno a El. A no serque se diga que la misma posibilidad de pensar es ya verbotan perpetuo como perpetua es la ciencia, porque aquelloque se conoce, aunque no se piense, puede, sin embargo, serpensado.Pero ¿ cómo puede ser el verbo lo que en la visión delpensamiento aun no se ha formado? ¿Cómo ha de ser semejantea la ciencia que le da el ser, si aun no posee su formay se denomina verbo tan sólo porque puede tenerla ?• Estoequivaldría a decir que se ha de llamar verbo porque puedeser verbo.Mas ¿¡qué es lo que puede ser verbo, y por eso es yadigno del nombre de verbo? ¿Qué es, repito, esto formable,aún no formado, sino un algo de nuestra mente que nosotroscon antojo voluble lanzamos de aquí para allá cuando pensamosahora en una cosa y después en otra, según la descubrimoso nos sale al encuentro? Yl se hace verbo verdaderocuando aquello que dije nos lanzaba con movimientoincesante toma contacto con lo que nosotros conocemos y altomar una semejanza perfecta se forma, de suerte que asícomo se conoce una cosa, así se piense en ella y se pronuncieen el corazón, es decir, sin palabra ni pensamiento depalabra, pues sin duda éste pertenece a algún idioma.Por consiguiente, aun concediendo—para no dar la sensaciónde que disputamos sobre palabras—que se puedellamar verbo a aquel algo de nuestra mente que puede formarsede nuestra ciencia antes de su formación, porque esya, por decirlo así, formable, ¿quién no ve cuan inmensaes la diferencia con el Verbo de Dios, que es forma deDios y antes de su formación no es formable, pues nopuede existir informe siendo forma simple y en todo iguala aquel de quien procede y maravillosamente coeternaa El?Por lo cual, para que en Dios no se crea que existe algovoluble, como si siendo verbo pudiera recibir y volver atomar una forma que presto pudiera perder y sufrir evoluciónen su amorfía, aquel Verbo divino no se llama pensamientode Dios. Bien conocía las palabras y sopesaba lafuerza del concepto aquel egregio poeta que dijo en una


sao<strong>DE</strong> TRINITATE XV, 16, 26volutat eventus belli varios" 56 : id est, cogitat. Non ergo illeDei Filius cogitatio Dei, sed Verbum Dei dicitur.Cogitatio quippe nostra perveniens ad id quod seimus,atque inde formata, verbum nostrum verum est. E¡t ideo VerbumDei sine eogitatione Dei debet intelligi, .ut forma ipsasimplex intelligatur, non habens aliquid formabile quod esseetiam possit informe. Dicuntur quidem etiam in Scripturissanctis cogitationes Dei; sed eo locutionis modo, quo ibiet oblivio Dei dicitur, quae utique ad proprietatem in Deonulla est.CAPUTXVIVERBUM NOSTRUM, ETIAM CUM SÍMILES <strong>DE</strong>O ERIMUS, NUN-QUAM VERBO DIVINO COAEQUANDUM26. Quamobrem cum tanta sit nunc in isto aenigmatedissimilitudo Dei et Verbi Dei, in qua tamen nonnulla similitudocomparta est; illud quoque fatendum est, quod etiamcum símiles ei erimus, quando videbimus eum sicuti est 5r(quod utique qui dixit, hane procul dubio quae nunc est dissimilitudinemattendit), nec tune natura illi erimus aequales.Semper enim natura minor est faciente, quae facta est.Et tune quidem verbum nostrum non erit falsum, quiañeque mentiemur, ñeque fallemur: fortassis etiam volubilesnon erunt nostrae cogitationes ab aliis in alia 31 euntesatque redeuntes, sed omnem scientiam nostram uno simulconspectu videbimus: tamen cum et hoc fuerit, si et hocfuerit, formata erit creatura quae formabilis fuit, ut nihiliam desit eius formae, ad quam pervenire deberet; sed tamencoaequanda non erit illi simplicitati, ubi non formabilealiquid formatum vel reformatum est, sed forma; ñeque informis,ñeque formata, ipsa ibi aeterna est immutabilisquesubstantia.58 VIRGIL., Aemeid., 1. IO, v. 159-160." 1 lo. 3- 3-a E'diti, in alias, Melius Mes., in alia.XV, 16, 26 BE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 8Í>1estrofa: "Volteaba en su interior las diversas vicisitudes dela guerra"; es decir, pensaba. El Hijo de Dios no se llamapensamiento de Dios, sino Verbo de Dios.Nuestro pensamiento queda informado al encontrarse connuestra ciencia, y es entonces nuestro verbo verdadero.En consecuencia, al Verbo de Dios ha de imaginársele sinel pensamiento de Dios; así se podrá comprender la simplicidadde su forma, sin nada formable que pueda tambiénser informe. En las Sagradas <strong>Escritura</strong>s se hablaa veces de los pensamientos de Dios, pero en el mismo sentidoen que se habla del olvido de Dios, olvido que, propiamentehablando, no existe en Dios.CAPÍTULOXVINi AUN EN LA GLORIA SERÁ NUESTRO VERBO SEMEJANTEAL VERBO <strong>DE</strong> DIOS26. Por ende, siendo ahora tan acusada en este enigmala desemejanza con Dios y el Verbo de Dios, a pesar de latenue semejanza ya notada, hemos de confesar que ni auncuando seamos semejantes a El, cuando le veamos tal comoes—quien esto dice tenía, sin duda, presente la desemejanzaactual—, ni aun entonces seremos por naturaleza aEl semejantes. Siempre la naturaleza creada es inferior ala naturaleza creadora.Entonces no será falso nuestro verbo, pues ni mentiremosni nos equivocaremos; y acaso nuestros pensamientosno sean volubles, yendo y viniendo de unos objetos a otros,sino que toda nuestra ciencia la abarcaremos con una solamirada. Con todo, cuando esto se realice, si se realiza, estaráya formada la criatura antes formable, sin que lefalte un ápice a su forma definitiva. No obstante, no se hade comparar con aquella simplicidad maravillosa, dondeno existe elemento alguno formable, ni formado, ni reformado,sino pura forma: inconmutable y eterna substancia,que no es allí informe ni formada.


892 <strong>DE</strong> IRINITATE XV, 17, 27XV, 17, 27 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 893CAPUTXVIICAPITULOXVIIQUDMODO SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS DICATUR CHARITAS, ET AN SOLUS.SPIRITUM <strong>SAN</strong>CTUM IN SCRIPTURIS PROPRIE NUNOUPATUM ESSEVOCABULO CHARITATIS27. Satis de Patre et Filio, quantum per hoc apeculumatque in íhoc aenigmate vid ere potuimus, locuti sumus.Nunc de Spiritu Sancto, quantum Deo donante videre conceditur,disserendum est. Qui Spiritus sanctus secunciumScripturas sanctas, nec Patris solius est, nec Filii solius, sedarriborum; et ideo communem, qua invieem se diligunt Pateret Filius, nobis insinuat charitatem. Ut autem nos exerceretsermo divinus, non res in promptu sitas, sed in afoditoscrutandas et ex abdito eruendas, maiore studio fecit inquirí..Non i taque dixit Scriptura, Spiritus sanctus chantas est;quod si dixisset, non parvam partem quaestionis istius afostulisset:sed dixit: Deus charitas est 5S ; ut incertum sit, etideo requirendum, utrum Deus Pater sit charitas, an DeusFilius, an Deus Spiritus sanctus, an Deus ipsa Trini tas.Ñeque enim dicturi sumus, non propterea Deum dictumesse charitatem, quod ipsa charitas sit ulla substantia a quaeDei digna sit nomine; sed quod donum sit Dei, sicut dictumest Deo: Quoniam tu es patientia mea; ñeque enim proptereadictum est, quia Dei substantia est nostra patientia;sed quod ato ipso nobis est, sicut alibi legitur: Quoniam ai>ipso est patientia mea 60 .Hunc quippe sensum faeile rafellit Scripturarum ipsalocutio. Tale est enim: Tu es patientia mea; quaíe est: Tues, Domine, spes mea* 1 ; et: Deus meus misericordia mea a2 ,et multa similia. Non est autem dictum: "Domine charitasmea"; aut: "Tu es charitas mea"; aut: "Deus charitas mea";sed ita dictum est: Deus charitas est; sicut dictum est:Deus Spiritus e$t ñ¡> . Hoc qui non discernit, intellectum aDomino, non expositionem quaerat a nobis: non enim apertiusquidquam possumus dicere.58 lo. 4, 16.09 ,Ps. 70, 5.00 Ps. 61, 6.61 Ps. 90, 9.02 (Ps. s8, 18.63 lo. 4, 24.a Editi, quod ipsa charitas nidia substantia. Castigantur ex Mss.EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO ES POR APROPIACIÓN EL AMOREN LAS ESCRITURAS27. Hemos hablado lo suficiente del Padre y del Hijo,según ncs fué dado ver en este espejo y en este enigma.Ahora es ya tiempo de discurrir acerca del Espíritu Santoen la medida que Dios nos lo otorgare. Este Etpíritu,según las Sagradas <strong>Escritura</strong>s, no lo es del Padre solo, odel Hijo solo, sino de ambos; y por eso nos insinúa la caridadmutua con que se aman el Padre y el Hijo. Pero lapalabra divina, para ejercitarnos, nos ofrece no verdadesfáciles, sino escondidas, para inquirirlas en un misteriososecreto con mayor empeño.No dijo la <strong>Escritura</strong> que el Espíritu Santo es amor.Si esto dijera, habría suprimido no pequeña parte do lacuestión; sino que dijo: Dios es amor; como para de jai no:;en la ineertidumbre y, por ende, para que investiguemcs sieste amor es Dios Padre, o Dios Hijo, o Dios Espíritu Santo,o Dios Trinidad.Ni hemos de afirmar que, si Dios es llamado caridad,no £•- porque la caridad en sí sea una substancia que mereceel nombre de Dios, sino porque es un don de Dios, comolo es la paciencia cuando se dice a Dios: Tú eres mí paciencia;porque no quiere esto decir que nuestra paciencia seasubstancia de Dios, sino que la recibimos de Dios, conformea lo que leemos en otro salmo: De El viene mi paciencia.Este sentido con facilidad lo rechaza la misma (xpresiónde las <strong>Escritura</strong>s. Decir: Señor, tú eres mi yiacisncia,equivale a decir: Señor, tú eres mi esperanza; y: Dios mío,eres mi clemencia, y otras muchas semejantes. Nfr su dice:"Señor, mi amor"; o: "Tú eres mi amor"; o: "Dios es miamor"; sino que se dice: Dios es amor; como se Í'ÍCÍ;: Dioses espíritu. Quien esto no comprenda pida a Dios inteligencia,pero no exija de nosotros una aclaración, po que nadamás claro podemos decir.


S94 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 17, 2928. Deus ergo chantas est: utrum autem Pater, an Filius,an Spiritus sanctus, an ipsa Trini tas, quia et ipsa nontres dii, sed unus est Deus, hoc quaeritur.Sed iam in hoc libro superius disputavi, non sic accipiendamesse Trinitatem quae Deus est, ex lilis tribus quaein trinitate nostrae mentís ostendimus, ut tanquam memoriasit omnium trium Pater, et intelligentia omnium triumFilius, et eharitas omnium trium Spiritus sanctus, quasi Paternec intelligat sibi nec diligat, sed ei Filius intelligat, etSpiritus sanctus ei diligat, ipse autem sibi et illis tantum meminerit;et Filius nec meminerit nec diligat sibi, sed memineritei Pater, et diligat ei Spiritus sanctus, ipse autem etsibi et illis tantummodo intelligat; itemque Spiritus sanctusnec meminerit nec intelligat sibi, sed meminerit ei Pater,et intelligat ei Filius, ipse autem et sibi et illis non nisidiligat.Sed sic potius, ut omnia tria et omnes et singuli hafoeantin sua quisque natura. Nec distent in eis ista, sicut in nobisaliud est memoria, adiud est intelligentia, aliud dilectiosive charitas; sed unum aliquid sit quod omnia valeat, sicutipsa sapientia; et sic habeatur in uniuscuiusque natura, utqui habet, hoc sit quod habet, sicut immutabilis simplexquesubstantia.Si ergo haec intellecta sunt, et quantum nobis in rebustantis videre vel coniectare coneessum est, vera esse claruerunt;nescio cur non sicut sapientia et Pater dicitur etFilius et Spiritus sanctus, et simul omnes non tres, sed unasapientia; ita et chantas et Pater dicatur et Filius et Spiritussanctus, et simul omnes una charitas. Sic enim et PaterDeus, et Filius Deus, et Spiritus sanctus Deus, et simulomnes unus Deus.29. Et tamen non frustra in hac Trinitate non diciturVerbum Dei nisi Filius, nec Donum Dei nisi Spiritus sanctus,nec de quo genitum est Verbum et de quo proceditprincipaliter Spiritus sanctus nisi Deus Pater. Ideo autemaddidi, principaliter, quia et de Filio Spiritus sanctus procederéreperitur.Sed hoc quoque illi Pater dedit, non iam existenti etnondum habenti: sed quidquid unigénito Verbo dedit, gignendodedit. Sic ergo eum genuit, ut etiam de illo DonumXV, 17, 29 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 89528. Dios, pues, es caridad. Se pregunta si estas palabrasse refieren al Padre, o al Hijo, o al Espíritu Santo, oa la Trinidad, que no es tres dioses, sino un solo Dios.Ya indiqué más arriba, en este mismo libro, que no hemosde imaginar a la Trinidad divina, que es Dios, a laluz de las tres potencias mencionadas en la trilogía de nuestramente; como si allí el Padre fuera la memoria de lostres, el Hijo la inteligencia de los tres y el Espíritu Santoel amor de los tres; y como si el Padre no se conociera nise amase, sino que el Hijo fuera su conocimiento y el EspírituSanto su amor, mientras El sería la memoria de todostres; y como si el Hijo no se acordase de sí ni seamase, sino que en su lugar recordase el Padre y amase elEspíritu Santo, mientras el Hijo se comprendería a sí mismoy comprendería a los otros dos; y como si el EspírituSanto no se acordase de sí mismo, si se conociese, sino queel Padre fuera su memoria y el Hijo su inteligencia, mientrasEl se amaría a sí mismo y amaría a las otras dos personasde la Trinidad.Más bien se ha de entender que todas y cada una de la9tres divinas personas tienen en su esencia estas tres perfecciones.En ellas no difieren estas facultades, sí en nosotros,donde una cosa es la memoria, otra el entendimiento y otrala caridad o dilección; pues todo esto, como la sabiduría,forma en la divinidad una sola cosa, y todo esto existe en lanaturaleza de cada una de las tres personas, de suerte queel que las tiene es lo mismo que tiene, como sucede con lainmutable y simplicísima substancia.Si entiendes esto y se te manifiesta como verdadero dentrode los límites que nos es concedido y cuanto podemosconjeturar en las alturas del misterio, no sé por qué no seha de poder llamar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo unamor, y no tres amores, pues el Padre, el Hijo y el EspírituSanto son una sabiduría y no tres sabidurías. Así elPadre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios,y todos juntos un solo Dios.29. No obstante, no sin razón en esta Trinidad únicamenteel Hijo de Dios se llama Verbo de Dios, y el EspírituSanto se llama Don de Dios, y al Padre le llamamos Principioengendrador del Hijo y de quien, procede el EspírituSanto principalmente. Y digo "principalmente" porque elEspíritu Santo procede también del Hijo.Mas esto le fué concedido por el Padre, no como si yaexistiese y aun no tuviera este poder, sino porque todo loque el Padre dio a su Hijo unigénito se lo otorgó engendrándole.Al engendrarle, pues, le otorgó el que procediera


89G <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 17, 30commune procederet, vt Spiritus sanctus spiritus esset amborum.Non est igitur accipienda transeunter, sed diligenter intuendainseparabilis Trinitatis ista distinctio. Hinc enimfactura est ut proprie Dei Verbum etiam Dei sapientia diceretur,cum sit sapientia et Pater et Spiritus sanctus.iSi ergo proprie aliquid horum trium chantas nuncupandaest, quid aptius quam ut hoc sit Spiritus sanctus? Utscilicet in illa 1 » simplici summaque natura, non sit aliud substantiaet aliud charitis; sed substantia ipsa sit charitas, etcharitas ipsa sit substantia, sive in Patre, sive in Filio, sivein Spiritu sancto, et tamen proprie Spiritus sanctus charitasnuncupetur.30. iSicut legis nomine aliquando simul omnia veterisInstrumento sanctarum scripturarum significantur eloquia.Nam ex propbeta Isaia testijnonium ponens Apostolus, ubiait: In aliis linguis et in idiis labiis loquar populo huic;praemisií tamen: In Lege F.criptum est G4 . Et ipse Dominus:In Lege, inquit, eorum scriptum est, quia oderunt me gra~tis G5 ; cum hoc legatur in Psalmo 66 .Aliquando autem proprie vocatur Lex, quae data estper Moysen, secundum quod dictum est: Lex et Prophetaeusqve ad loannem 67 ; et: In his duobus praeceptis tota Lexpendet et Proph'itac €S . Hic utique proprie Lex appellata est,de monte Sina.Prophatarum autem nomine etiam Psalmi significatisunt; et tamen alio loco ipse Salvator: Oportebat, inquit,impleri omnia quae scripta sunt in.Lege, et Prophetis, etPsalmis de ríe*". Hic rursus Prophetarum nomen, exceptisPsalmis, intelligi voluit. Dicitur ergo Lex universalitercum Prophetis et Psalmis, dicitur et proprie quae per Moysendata est.ítem diuuntur communiter Prophetae simul cum Psalmis,dicuntur et proprie praeter Psalmos. Et multis alusexemplis doceri potest, multa rerum vocabula, et universaliterponí, et proprie quibusdam rebus adhiberi, nisi in reaperta vitanda sit longitudo sermonis. Hoc ideo dixi, ne" Is. 28, 11, et 1 Cor. 14, 21.65 I. IS, 25.° B ¡F.i. 34, 19-87 üVtt. ii, 15.68 Ibid., 22, 40.69 T;C. 24, 44.b Kditi, in illa Trinitatis. Vox, Trinitatis, afoest a Mss.XV, 17, 30 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 897de El el Don, y así el Espíritu Santo es Espíritu de ambos1S .Y esta distinción 1A en la inseparable Trinidad no se hade considerar de corrida, sino con reposo y diligencia. Deaquí proviene que el Verbo de Dios se llame propiamentesabiduría de Dios, siendo también sabiduría el Padre y elEspíritu Santo.Y si alguna de las tres divinas personas es amor apropiado,¿quién con más derecho que el Espíritu Santo? Peroesto siempre a condición de que en aquella simple y supremanaturaleza no sea distinta la caridad de la esencia, nien el Padre, ni en el Hijo, ni en el Espíritu Santo. Con todo,el Espíritu Santo es llamado con entera propiedad Amor.30. Así bajo el nombre de Ley se comprenden a vecestodos los libros de las Sagradas <strong>Escritura</strong>s del Antiguo Testamento.Citando el Apóstol este pasaje del profeta Isaías:En idiomas extraños y con labios de extranjeros hablaré aeste pueblo, dice: Está escrito en la Ley. Y 1 el mismo Señordice: En su Ley está escrito: Me aborrecieron sin motivo;leyéndose estas palabras en el salmo 34.Algunas veces se llama Ley propiamente la promulgadapor Mjoisés, según la <strong>Escritura</strong>. La Ley y los Profetas hastaJuan; y: De estos dos preceptos penden la Ley y los Profetas.Ley en este pasaje se llama a la promulgada en elSinaí.Con el nombre de Profetas se designan también los Salmos.Sin embargo, en otro lugar dice el mismo Señor: Conveníase cumplieran todas las cosas que están escritas en laLey, en los Profetas y en los Salmos de mí. Aquí hace distinciónentre Profetas y Salmos. La Ley, en sentido universal,incluye los Salmos y Profetas; en sentido estricto,la Ley de MJoisés.Asimismo, de ordinario, con el nombre de Profetas seentienden los Salmos, pero hablando propiamente se han deexcluir. Si no fuera por evitar, en asunto tan claro, la divagaciónenojosa, podía probar con muchos otros testimoniosla existencia de expresiones que se usan en sentido uni-13 Esta doctrina acerca de la procesión del Espíritu Santo dell Padrey del Hijo se incorpora rmás tarde al Símbolo Niceño Constantinopolitanoa través de nuestros grandes concilios de Toledo. A. Palmierireúne dos textos principales de San Agustín referentes al EspírituSanto. Cf. DTC, t. 5, col. 750-7.52. 801-4- Cf. CAVALLERA, Ladoctrine de S. Augustin sur l'Esprit Saint: Recíh. de Ttoéol. Anc. etMédiev., 2 (1930), p. 365-87, y 3 (1931),


888 <strong>DE</strong> TRINITATB XV, 17, 31quisquam propterea nos inconvenienter existimet charitatemappellare Spiritum sanctum, quia et Deus Pater et DeusPilius potest chantas nuncupari.31. Sicut ergo unicum Dei Verbum proprie vocamus nominesapientiae, cum sit universaliter et Spiritus sanctus etPater ipse sapientia, ita Spiritus sanctus proprie nuncupaturvocabulo charitatis, cum sit universaliter charitas etPater et Filius.-Sed Dei Verbum, id est, unigenitus Dei Filius aperte dictusest Dei sapientia, ore apostólico, ubi ait: Christum Deivirtutem et Dei sapientiam. 10 : Spiritus autem sanctus ubisit dictus charitasi invenimus, si diligenter Ioannis apostoliscrutemur eloquium; qui cum dixisset: Dilectissimi, diligamusinvicem, quia dilectio ex Deo est; secutus adiunxit: Etomnis qui diligit, ex Deo natus est; qui non diligit, non cognovitDeum, quia Deus dilectio est. Hic manifestavit eam sedixisse dilectionem Deum, quam dixit ex Deo. Deus ergoex Deo est dilectio.Sed quia et Filius ex Deo Patre natus est, et Spiritussanctus ex Deo Patre procedit, quem potius eorum hic debeamusaccipere dictum esse dilectionem Deum, mérito quaeritur.Pater enim solus ita Deus est, ut non sit ex Deo: acper hoc dilectio quae ita Deus est, ut ex Deo sit, aut Filiusest, aut Spiritus sanctus. Sed in. consequentibus cum Dei dilectionemcommemorasset, non qua nos eum, sed qua ipsedilexit nos, et misit Filium suum litatorem^ pro peccatis nostris,et hinc exhortatus esset ut et nos invicem diligamus,atque ita Deus in nobis maneat, quia utique dilectionemDeum dixerat, statim volens de hac re apertius aliquid eloqui:In hoc, inquit, cognoscimus quia in ipso manemus, etipse in nobis, quia de Spiritu suo dedit nobis. Spiritus itaquesanctus de quo dedit nobis, facit nos in Deo manere, etipsum in nobis: hoc autem facit dilectio. Ipse est igitur Deusdilectio.Denique paulo post cum hoc ipsum repetiisset atque dixisset:Deus dilectio est; continuo subiecit: Et qui manet indilectione, in Deo manet, et Deus manet in eo; unde supradixerat: In hoc cognoscimus quia in ipso manemus, et ipsein nobis, quia de Spiritu suo dedit nobis. Ipse ergo signiñ-'catur ubi legitur: Deus dilectio est. Deus igitur Spiritussanctus qui procedit ex Deo, cum datus fuerit homini, accenditeum in dilectionem Dei et proximi, et ipse dilectio70 i Cor. i, 24.0 Editi, liberatorem. At. Mss., Mtcttorcm, Graece, I loan. c. 4,v, 10, ilasmón.XV, 17, 31 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 899versal o particular 10 . He dicho esto para que nadie crea esuna inconveniencia llamar al Espíritu Santo Amor por eihecho de serlo también el Dios Padre y el Dios Hijo.31. Así como damos propiamente el nombre de sabiduríaal yerbo único de Dios, aunque en sentido universal eiPadre y el Espíritu Santo son sabiduría, allí llamamos porapropiación al Espíritu Santo amor, aunque en sentido ecuménicosean también amor el Padre y el Hijo.M¡as el Vierbo de Dios, es decir, el Hijo unigénito de Dios,es llamado abiertamente, por, boca del Apóstol, sabiduría deDios. Dice: Cris/o, poder de Dios y sabiduría de Dios. Perosi con alguna diligencia escudriñamos los escritos del apóstolSan Juan, encontraremos algún testimonio donde al EspírituSanto HO le llame amor. Después de haber dicho:Carísimos, timémonos mutuamente, porque la dilección procedede Dios, añade: Y todo el que ama es nacido de Dios;el quo no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Aquíllama con toda evidencia Dios a la dilección que antes afirmaproceder de Dios; luego la dilección es Dios de Dios.Pero como el Hijo es nacido de Dios Padre y el EspírituSanto procede de Dios Padre también, se pregunta, y conrazón, cuál de los dos es en este pasaje el Dios casidad. ElPadre es ciertamente Dios, pero no Dios de Dios; en consecuencia,el amor, Dios de Dios, ha de ser el Hijo o elEspíritu Santo. En los versillos siguientes, después de hablardel amor de Dios, no por el que nosotros le amamos,sino por el que El nos amó y envió a su Hijo, litación pornuestros pecados; y después de exhortarnos a la mutua dilecciónpara que Dios permanezca en nosotros, pues habíadefinido a Dios como amor, trata de expresar claramente supensamiento, y añade: Conocemos que permanecemos en Elen que nos dio su Espíritu. Luego el Espíritu Santo haceque permanezcamos en Dios y Dios en nosotros, y esto obraes del amor. Por consiguiente, El es el Dios-Amor.Por fin, al repetir poco después que Dios es caridad,añade a continuación: El que permanece en el amor, enDios permanece y Dios en él. Poco antes había dicho: Conocemosque permanecemos en El y El en nosotros porquenos dio de su Espíritu. Por consiguiente, el Dios-Amor esel Espíritu Santo. Cuando este Espíritu, Dios de Dios, seda al hombre, le inflama en amor de Dios y del prójimo,15 Es clásica la división del Antiguo Testamento en tres libros :i) La Ley, o tora, que comprende los cinco libros de Moisés.2) Los Profetas, nebl'im, divididos en profetas mayores y menores.3) Hagiógrafos, ketubim, entre éstos los Salmos.Como observa San Agustín, con frecuencia se hacía caso omisode esta división.


900 <strong>DE</strong> IRINITATE XV, 18, 32est. Non enim habet homo unde Deum diligat, nisi ex Deo.Propter quod paulo post dicit: Nos diligamus eum, quia ipseprior dilexit nos" 11 . Ápostolus quoque Paulus: Dilectio, inquit,Dei diffusa est in cordibus nostris, per Spiritum, sanctumqui datus est nobis 72 .XV, 18, 32 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 901pues El es amor. No puede el hombre amar a Dios si no espor Dios. Por esta causa dice San Juan: Amemos a Dios,porque El nos amó primero. Y el apóstol San Pablo: Lacaridad de Dios se ha derramado en nuestros corazones porel Espíritu Santo que nos ha sido dado.CAPUTXVIIINULLUM <strong>DE</strong>I DONUM CHARITATE EXCELLENTIUS32. Nullum est isto Dei dono excellentius. Solum estquod dividit ínter filios regni aeterni et filios perditionisaeternae. Dantur et alia per Spiritum sanctum muñera, sedsine charitate nihil prosunt. Nisi ergo tantum impertiaturcuique Spiritus sanctus, ut eum Dei et proximi faciat amatorem,a sinistra non transfertur ad dexteram. Nec Spiritusproprie dicitur Donum, nisi propter dilectionem: quam quinon habuerit, si linguis hominum loquatur et angelorum,sonans aeramentum est et cymbalum tinniens; et si habueritprophetiam, et seierit omnia sacramenta, et omnem scientiam,et si habuerit omnem fidem, ita ut montes transferat,nihil est; et si distribuerit omnem substantiam suam,et si tradiderit corpus suum ut ardeat, nihil ei prodest 73 .Quantum ergo bonum est, sine quo ad aeternam vitam neminembona tanta perducunt?Ipsa vero dilectio sive chantas (nam unius rei est utrumquenomen), si habeat eam qui non loquitur linguis, nec habetprophetiam, nec omnia scit sacramenta omnemque scientiam,nec distribuit omnia sua pauperibus, vel non habendoquod distribuat, vel aliqua neeessitate prohibí tus, nec traditcorpus suum ut ardeat, si talis passionis nulla tentatio est,perducit ad regnum, ita ut ipsam fidem non faciat utilemnisi chantas. Sine charitate quippe fides potest quidem esse,sed non et prodesse. Propter quod et ápostolus Paulus: InChristo, inquit, Iesu ñeque drcumclsio, ñeque praeputiumaliquid válet, sed fides quae per dilectionem operatur' ,i ; siceam discernens ab ea fide, qua et daemones credunt et contremiscunt75 . Dilectio igitur quae ex Deo est et Deus est,proprie Spiritus sanctus est, per quem diffunditur in coriCor. 13, i-Gal. 5, 6.Iac. 2, 19.CAPÍTULOXVIIIEL AMOR ES EL DON MÁS EXQUISITO <strong>DE</strong> DIOS32. Nada hay más excelente que este don de Dios. Eldivide a los hijos del reino eterno de los hijos de lá perdicióneterna. Otros dones se conceden por mediación del EspírituSanto, pero sin la «aridad de nada aprovechan. Nadiepuede pasar del lado izquierdo al derecho si el Espíritu Santono le hace amador de Dios y del prójimo. El Espírituse denomina Don por el amor; y el que no lo posee, aunquehable el lenguaje de los hombres y de los ángeles, es bronceque resuena o esquila que tintinea; y si tuviese el don deprofecía y conociese todos los misterios y toda la ciencia, ysu fe sea capaz de trasladar montañas, nada es; y aunquedistribuya toda su hacienda y entregue su cuerpo a las llamas,de nada le aprovecha. ¡Qué don tan excelso es el amor,sin el cual estos bienes tan grandes a nadie pueden conducira la vida eterna!Si el que no posee el don de lenguas ni de profecía, ni conocelos misterios y la ciencia, ni distribuye sus bienes a loapobres, o porque no los tiene o porque se lo impide algunanecesidad perentoria; ni entrega su cuerpo a las llamas, porfaltarle ocasión de padecer este suplicio, posee la dilección ocaridad—dos nombres distintos de una sola cosa-—•, ésta leconducirá al reino, y así sólo el amor hace útil la fe. Puedesin el amor existir la fe, pero no aprovecha. Por eso diceSan Pablo: En Cristo Jesús, ni vale la circuncisión ni valeel prepucio, sino la fe actuada por el amor; distinguiéndolade aquella fe que hace creer y temblar a los demonios. Lacaridad que viene de Dios y es Dios, es propiamente el EspírituSanto, por el que se derrama la caridad de Dios en


902 BE TRINITATE XV, 19, 33dibus nostris Dei charitas, per quam nos tota inhabitat Trinitas.Quocirca rectissime Spiritus sanctus, cum sit Deus,vocatur etiam Donum Dei 70 . Quod Donum proprie quid nisicharitas intelligenda est, quae perducit ad Deum, et sinequa quodlibet aliud donum Dei non perducit ad Deum-?X V, 19, 33 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 903nuestros corazones, haciendo que habite en nosotros la Trinidad.Por esta causa, siendo el Espíritu Santo Dios, se llamaI>on de Dios. ¿Y qué puede ser este Don, sino amor' quenos allega a Dios, sin el cual cualquier otro don de Dios nonos Uleva a Dios? •CAPUTXIXSPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS DICTUS <strong>DE</strong>I DONUM IN SCRIPTURIS. DONUMSPIRITUS <strong>SAN</strong>CTI DICTUM PRO DONUM QUOD EST SPIRITUS<strong>SAN</strong>CTUS. SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS PROPRIE CHARITAS DICITUR, QUAM-VIS NON SOLUS IN TRINITATE CHARITAS SIT33. An et hoc probandum est, Dei Donum dictum essein sacris Litteris Spiritum sanctum? Si et hoc exspectatur,habemus in Evangelio secundum Ioannem Domini Iesu Christiverba dicentis: Si quis sitit, veniat ad me et bibat. Quicredit in me, sicut dicit Scriptura, flumina de ventre eiusfluent aquae vivae. Porro evangelista secutus adiunxit: Hocautem dixit de Spiritu, quem accepturi erant credentes ineum' 77 . Ulnde dicit etiam Paulus apostolus: Et omnes unumSpiritum potavimus 18 .Utrum autem donum Dei sit appellata aqua ista, quodest Spiritus sanctus, hoc quaeritur. Sed sicut hic invenimushanc aquam Spiritum sanctum esse, ita invenimus alibi inipso Evangelio hanc aquam donum Dei appellatam. Nam Dominusidem quando cum muliere Samaritana ad puteum loquebatur,cui dixerat: Da mihi bibere; cum illa respondisset,quod iudaei non eouterentur samaritanis, respondit Iesus,et dixit ei: Si scires Donum Dei, et quis est qui dicittibi: Da mihi bibere; tu forsitan petisses ab eo, et dedissettibi aquam vivam. Dicit ei mulier: Domine, ñeque in quohaurias hábes, et puteus altus est; unde ergo habes aquamvivam? et cetera. Respondit Iesus, et dixit ei: Omnis quibiberit ex hac aqua, sitiet iterum; qui autem biberit ex aquaquam ego dabo ei, non sitiet in aeternum; sed aqua quamego dabo ei, fiet in eo fons aquae salientis in vitam aeternam79 .Quia ergo haec aqua viva, sicut evangelista exposuit,Spiritus est sanctus, procul dubio Spiritus Donum Dei est,70 Aot. 8, 2o." Io - 7. 37-39-78 i Cor. 13, 13.7 » lo. 4, 7.14.CAPÍTULOXIXEL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO ES DON <strong>DE</strong> DIOS SEGÚN LAS ESCRITURAS.SE LLAMA DON <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO AL DON QUE ES EL ESPÍRITU<strong>SAN</strong>TO. EL ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO SE DICE PROPIAMENTE AMORAUNQUE NO LO SEA EL SOLO EN LA TRINIDAD33. ¿Será menester probar que en las <strong>Escritura</strong>s divinasse llama Don de Dios al Espíritu Santo? Si esto se desea,tenemos en el Evangelio según San Juan las palabrasde nuestro Señor Jesucristo: Si alguien, dice, tiene sed, vengaa mí y beba. El que en mí cree, según dice la <strong>Escritura</strong>,''"ios de agua viva correrán de su seno. Y añade a continuaciónel evangelista: Esto dijo del Espíritu que habían derecibir los que creyeran en El. De ahí que Pablo el Apóstoldiga también: Todos bebimos de un espíritu.Se pregunta si esta agua que es el Espíritu Santo sellama aquí don de Dios. Y así como encontramos que el aguaesta es aquí el Espíritu Santo, así en otro pasaje del mismoEvangelio encontramos que esta agua se llama don de Dios.El mismo ¡Señor, hablando cabe el pozo de Jacob con lamujer ¡samaritana, a la que había dicho: Dame de beber; alresponderle ella que no tenían trato judíos y samaritanos,Jesús le replicó y dijo: Si conocieras el don de Dios yquién es el que te dice:, Dame de beber, tú quizá le hubieraspedido y El te hubiera dado agua viva. Dícele la mujer: Señor,no tienes cubo con que sacar agua y el pozo es hondo,¿de dónde, pues, tienes agua viva? Respondió Jesús y díjole:TiOdo el que bebiere de esa agua, volverá a sentir sed; peroel que bebiere del agua que yo le diere, no tendrá sed eternamente,porque el agua que yo le dé se hará en él unafuente de agua que salte hasta "la vida eterna.Y, pues, esta agua viva, como expone el evangelista, esel Espíritu Santo, sin duda ninguna el Espíritu Santo es


904 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 19, 34de quo hic Dominus ait: Si scires Donum Del, et quis est qu%dicit tibi: Da mihi bibere, tu forsitan petisses áb eo, et dedissettibi aquam vivam. Nam quod ibi ait: Flumina de ventreeius fluent aquae vivae; hoc isto loco: Fiet in eo, inquit,fons aquae salientis in vitam aeternam.34. Paulus quoqúe apostolus: Unicuique, inquit, nostrumdatur gratia secundum mensuram donationis Ghristi;atque ut donationem Ghristi Spiritum sanctum ostenderet,secutus adiunxit: Propter quod dicit: Ascendit in altum,captivanM captivitatem, dedit dona hominibus so . Notissimumest autem, Dominum lesum, cum post resurreetionema mortuis ascendisset in caelum, dedisse Spiritum sanctum,quo impleti qui crediderant, linguis omnium gentium loquebantur.Nlec moveat quod ait, dona; non, donum: id enim testimoniumde Psalmo posuit. Hoc autem in Psalmo ita legitur:Ascendisti in altum, captivasti captivitatem, accepistidona in hominibus 81 . Sic enim plures códices habent, etmáxime graeci, et ex hebraeo sic interpretatum habemus.Dona itaque dixit Apostolus, quemadmodum Propheta, non,donum.Sed cum Propheta dixerit: Accepisti dona in hominibus,Apostolus maluit dicere: Dedit dona hominibus: ut ex utroquescilicet verbo, uno prophetico, apostólico altero, quia inutroque est divini sermonis auctoritas, sensus plenissimusredderetur.Utrumque enim verum est, et quia dedit hominibus, etquia accepit in hominibus. Dedit hominibus, tanquam caputmembris suis: accepit in hominibus idem ipse utique- membris suis, propter quae membra sua clamavit de cáelo:Saule, Saule, quid me persequeris? 82 et de quibus membrissuis ait: Quando uni ex minimis meis fecistis, mihi fecistis83 . Ipse ergo Christus, et dedit de cáelo, et accepit in térra.Porro autem dona ob hoc ambo dixerunt, et Propheta etApostolus, quia per donum, quod est Spiritus sanctus, incommune ómnibus membris Ghristi multa dona, quae suntquibusque propria, dividuntur. Non enim singuli quique habentomnia, sed hi illa, alii alia: quamvis ipsum donum aquo cuique propria dividuntur omnes habeant. id est, Spiritumsanctum.Nam at alibi cum multa dona commemorasset: Omnia,inquit, haec operatur unus atque idem Spiritus, dividens propriaunicuique prout vult S4 . Quod verbum et in Epístola quae.ad Hebraeos est invenitur, ubi seriptum est: Attestante Dea80 Eph. 4, 7. 8.¡Ps. 67, 19.,Act. 9, 4.83 Mt. 25, 40.811 Cor. 12, 11.XV, 19, 34 <strong>DE</strong> I,A <strong>SAN</strong>TÍSIMA tRINIDAP 605Don de Dios, del cual dice aquí el Señor: Si conocieras eldon de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber, túquizá le pedirías a El, y te daría, agua vvoa. Lo que polcodespués añade: Ríos de agua viva correrán de su seno, esequivalente a las palabras: Se hará en él una fuente de aguaque salte hasta la vida eterna^.34. El apóstol San Pablo dice: A cada uno de nosotrosse le da gracia según la medida de la donación de Cristo;y queriendo dar a entender que la donación de Cristo es elEspíritu Santo, añado a continuación: Por lo cual dice: Subiendoa las alturas, llevó cautiva a la cautividad y repartiódones a los hombres. Archisabido es que nuestro Señor Jesucristo,después que resucitó de entre los muertos y subió alos cielos, envió al Espíritu Santo, y, llenos de El, los creyenteshablaban las lenguas de todas las naciones. Y no empecediga dones, y no don. Citaba un texto del salmista, yen el Salmo se lee: Subiste a lo alto, apresaste a la cautivi^dad y recibiste dones de los hombres. Así se lee en muchoscódices, principalmente griegos, y es versión del hebreo. Donesdice el Apóstol y él Profeta, no Don.Pero mientras el Profeta dice: Recibió dones de los hombres,el Apóstol prefirió decir: Otorgó dones a los hombres,para que de estas dos sentencias, profética una, apostólicaotra, pero ambas apoyadas en la autoridad divina, resultaseun sentido perfecto.Ambas cosas son verdad, pues dio a los hombres y recibióen los hombres. Dio a los hombres, como da la cabezaa los miembros; y El mismo recibió en los hombres, es decir,en sus miembros, pues en favor de estos mismos miembrosclamó desde el cielo: Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?;y de estos mismos miembros dice: Lo que hiciereis a unode estos mis peqweñuelos, a mí lo hacéis. El mismo Cristodio desde el cielo y recibió en la tierra. Por eso ambos, elProfeta y el Apóstol, dijeron dones, porque el Don, que esel Espíritu Santo, distribuye en común a todos los miembrosde Cristo multitud de dones, que se hacen propios decada uno. No es que cada uno los posea todos, sino que unosreciben unos y otros otros, aunque cada uno tiene el Don,es decir, el Espíritu Santo, del ¡que todos los bienes promanan.Porque en otro lugar, después de enumerar muchos dones,dice: Todas estas cosas las obra el único y mismo Espíritu,que distribuye a cada uno según le place. Y esta palabrase encuentra en la Carta a los Hebreos, donde se lee:Atestiguando Dios con señales, prodigios y varios milagros16 La interpretación agustiniana del 'Don es aceptada por Ruperto,Beda, Estrabón y ¡por los escritores latinos de la antigüedad y delmedievo. Los griegos lo interpretarán de cualquier «dádiva divina.


906 <strong>DE</strong> TRINIIATE XV, 19, 35signis et ostentis, et variis virtutibus, et Spiritus saneti distributionibusS5& . Et hic cum dixisset: Ascendit in altum,oaptivavit captivatem, dedit dona hominibus; Quod autemascendit, ait, quid est, nisi quia et descendit in inferiores partesterrae? Qui descendit, ipse est et qui ascendit super omnescáelos, ut adimpleret omnia. Et ipse dedit quosdam quidemapostólos, quosdam autem prophetas, quosdam veroevangelistas, quosdam autem pastores et doctores. Eeee quaredicta sunt dona: quia sicut alibi dicit: Numquid omnesapostoli? numquid omnes prophetae? »


908 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 19, 37fusum est. AvMebant enim illos loquentes linguis, et magnificantesDeum 81 .De quo facto suo quod incircumcisos baptizaverat, quiapriusquam baptizarentur, ut nondum quaestionis huius auf erret.in eos venerat Spiritus sanctus, cura Petrus postea redderetrationem fratribus qui erant Ierosolymis, et hac reaudita movetoantur, ait post cetera: Cum coepissem autemloqai


910 <strong>DE</strong> IRINITATE XV, 19, 37Deinde, si in donis Dei nihil maius est chántate, etnullum est maius donum Dei quam Spiritus sanctus, quidconsequentius quam ut ipse sit charitas, qui dicitur et Deuset ex Deo? Et si charitas qua Pater diligit Filium, et Patremdiligit Filius, ineffabiliter communionem demonstratamborum; quid eonvenientius quam ut ille dicatur charitasproprie, qui Spiritus est communis ambobus?Hoc enim sanius creditur vel intelligitur, ut non solusSpiritus sanctus charitas sit in illa Trinitate, sed non frustraproprie charitas nuncupetur, propter illa quae dictasunt. Sicut non solus est in illa Trinitate, vel spiritus velsanctus, quia et Pater spiritus, et Filius spiritus, et Patersanctus, et Filius sanctus, quod non ambigit pietas: ettamen iste non frustra proprie dicitur Spiritus sanctus. Quiaenim est communis ambobus, id vocatur ipse proprie quodambo communiter. Alioquin si in illa Trinitate solus Spiritussanctus est charitas, profecto et Filius non solius Patris,verum etiam Spiritus sancti Filius invenitur.Ita enim locis innumerabilibus dicitur et legitur Filiusunigenitus Dei Patris, ut tamen et illud verum sit quod Apostolusait de Deo Patre: Qui eruit nos de potestate tenebrarwm,et transtulit in regnum Filü charitatis suae 95 . Non dixit:"Filü sui", quod si diceret, verissime diceret, quemadmodumquia saepe dixit, verissime dixit: sed ait: Filü charitatissuae. Filius ergo est etiam Spiritus sancti, si nonest in illa Trinitate charitas Dei nisi Spiritus sanctus. Quodsi absurdissimum est, restat ut non solus ibi sit charitasSpiritus sanctus, sed propter illa de quibus satis disserui,proprie sic vocetur; quod autem dictum est: Filü charitatissuae, nihil aliud intelligatur, quam Filü sui dilecti, quamFilü postremo substantiae suae. Charitas quippe Patris quaein natura eius est ineffabiliter simplici, nihil est aliud quameius ipsa natura atque substantia, ut saepe iam diximus, etsaepe iterare non piget. Ac per hoc Filius charitatis d eiusnullus est aüus, quam qui de substantia eius est geni tus.XV, Í9, 37 i»; 1A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TUINIDAÓ 911Además, si entre los dones de Dios ninguno más excelenteque el amor, y el Espíritu Santo es el don más exquisito de1 Dios, ¿qué hay más consecuente que el que procede de Diosy es Dios sea también caridad? Y ¡si el amor con que elPadre ama al Hijo y el Hijo ama al Padre indicio es de la comunióninefable de ambos, ¿qué hay más natural que llamarpropiamente amor al que es Espíritu común de los dos?No sólo el Espíritu Santo es en aquella Trinidad amor;esto la razón lo comprende y saludablemente lo cree la fe;mas, por los argumentos ya aducidos, no en vano se le llamapropiamente caridad. Como tampoco sólo El es en la Trinidadespíritu o santo, porque el Padre es espíritu y espíritues el Hijo, santo es el Padre y santo es el Hijo, verdad éstade la que no duda la piedad, y, sin embargo, no sin motivose llama por apropiación Espíritu Santo. Pues es a los doscomún, se le designa con un nombre común a ambos. De otramanera, si en aquella Trinidad sólo el Espíritu Santo esamor, el Hijo sería hijo, no sólo del Padre, sino también delEspíritu Santo.En numerosos pasajes se dice y se lee: Hijo unigénitodel Padre, sin que esto excluya la verdad que le asiste alApóstol cuando dice de Dios Padre: Nos libertó del poderde las tinieblas y nos trasladé al reino del Hijo de su amor.No dice: "De su Hijo", cosa que podía afirmar con toda certeza,como con pleno derecho con frecuencia lo hace, sinoque aquí le plugo decir: Del Hijo de su amor. Luego es Hijodel Espíritu Santo si en aquella Trinidad sólo el EspírituSanto es caridad. Y si esto es un absurdo mayúsculo, restaconfesar que allí, no es sólo el Espíritu Santo caridad; mas,por los argumentos ya indicados, se llama así por apropiación.La frase Del Hijo de su amor equivale a esta otra:"De su amado Hijo", o, finalmente, "del Hijo de su substancia".El amor del Padre, en su esencia, de una simplicidadinefable, no es otra cosa que su naturaleza o substancia,como queda ya probado y no me cansaré de repetir; porconsiguiente, el Hijo de su amor es el engendrado de susubstancia.' s Col. i, 13.d Apud Lov. : chántate.


912 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 20, 38XV, 20, 38 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 913CAPUTXXCAPÍTULOXXCONTRA EUNOMIUM DICENTEM FILIUM <strong>DE</strong>I NON NATURAE, SEDVOLUNTATIS ESSE FILIUM. EPILOGUS SUFRADICTORUM38. Quocirca ridenda est dialéctica Eunomii, a quo eunomianihaeretici exorti sunt: qui cum non potuisset intelligere,nec credere voluisset, unigenitum Dei Verbum, perquod facta sunt omnia 96 , Filium Dei esse natura, hoc est,de substantia Patris genitum; non naturae vel substantiaesuae sive essentiae dixit esse Filium, sed filium voluntatisDei, accidentem scilieet Deo volens asserere voluntatemqua gigneret Filium: videlicet ideo quia nos aliquid aliquandovolumus, quod antea non volebamus; quasi non propterista mutabilis intelligatur nostra natura, quod absit utin Deo esse credamus. Ñeque enim ob aliud scriptum est:Multae cogitationes in carde viri; consilium autem Dominimanet in aeternum 97 ; nisi ut intelligamus sive credamus,sicut aeternum Deum, ita in aeternum* eius esse consilium,ac per hoc immutabile, sicut ipse est. Quod autem de cogitationibus,hoc etiam de voluntatibus verissime dici potest.Multae voluntates in corde viri; voluntas autem Dominimanet in aeternum.Quidam ne filium consilii vel voluntatis Dei dicerentunigenitum Verbum, ipsum consilium seu voluntatem Patrisidem Verbum esse dixerunt. Sed melius, quantum existimo,dicitur consilium de consilio, et voluntas de volúntate,sicut substantia de substantia, sapientia de sapientia:ne absurditate illa quam iam refellimus, Filius dicaturPatrem faceré sapientem vel volentem, si non habet Paterin substantia sua consilium vel voluntatem.Acute sane quidam respondit haeretico versutissime interroganti,utrum Deus Filium volens an nolens genuerit:ut si diceret: "Nlolens", absurdissima Dei miseria sequeretur;si autem: "Volens", continuo quod iatendebat velut08 lo. i, 3-s? Prov. 19, si.* Sic nonnuüi editi et ipsa pp. Benedict. editio Antuerpiana ; atin priori Benedict. editione, ita aeternum. M.ERROR <strong>DE</strong> EUNOMIO. RESUMEN <strong>DE</strong> LO DICHOANTERIORMENTE38. Es una dialéctica risible la de Eunomio u , padre delos herejes eunomianos, el cual, siendo impotente para comprendery no queriendo creer que el Verbo unigénito de Dios,por quien han sido creadas todas las cosas, era por naturalezaHijo de Dios, esto es, engendrado de la substancia delPadre, afirmaba que no era Hijo de la naturaleza, substanciao esencia de Dios, sino Hijo de su voluntad; dando aentender que la voluntad por la que engendró al Hijo eraun accidente algo semejante a lo que pasa en nosotros cuandoqueremos una cosa que antes no queríamos; como si estono fuera una prueba de nuestra mutabilidad natural, mutabilidadque la fe nos prohibe admitir en Dios. Está escrito:Muchos son los pensamientos en la mente del varón; pero elconsejo del Señor permanece eternamente, para que entendamosy creamos que así como Dios es eterno, eterno es su consejoy, por consiguiente, inmutable como El. Y lo que se dicede los pensamientos se puede con toda verdad afirmar de susquereres. Muchos son los deseos del corazón del hombre,pero la voluntad del Señor permanece eternamente.Algunos, para no llamar al Verbo unigénito Hijo del consejoo de la voluntad de Dios, dijeron que el mismo Verboera el consejo o la voluntad del Padre. Pero, a mi juicio, espreferible decir consejo de consejo y voluntad de voluntad,como se dice esencia de esencia y sabiduría de sabiduría, parano caer en el absurdo, ya refutado, de los que afirman queel Hijo hace sabio y voluntarioso al Padre si el Padre no tieneen su esencia consejo ni voluntad.Aguda fué la respuesta que cierto hombre dio a un hereje,al preguntarle éste con astucia si Dios había engendradoal Hijo queriendo o contra su voluntad; porque si respondía:"Contra su voluntad", seguiríase en Dios una extremada miseria;si, empero, contestaba: "Queriendo", con lógica in-17 Eunomio de Cícimo, muerto en el 305, uno de los representantesliterarios del arrianismo, compuso el Apologeiicon y probaMeoientela Apología, imás una extensa profesión de fe que presentó alemperador Teodosio por los años 381-83. Los grandes Capadocios,Basilio y Gregorio de Nisa, pulverizaron sus sofismas. Cf. BASILIÜS^Adversu-s Eunomium: PG «9, 671 ss. ; GREGORIUS NYSSENUS, AdversusEunomium: PG 45, 369 ss.


914 <strong>DE</strong> TRINITATE 3fiV, 20, Minvicta ratione concluderet, non naturae esse Filium, sedvoluntatis.At ille vigilantissime vieissim quaesivit afo eo, utrumDeus Pater volens an nolens sit Deus: ut si responderet:"Nolens", sequeretur illa miseria quam de Deo crederemagna insania est; si autem diceret: "Volens", respondereturei: "Ergo et ipse Deus est sua. volúntate, non natura".Quid ergo restabat, nisi ut obmuteseeret, et sua interrogatione obligatum insolubili vinculo se videret? Sed voluntasDei si et proprie dicenda est aliqua in Trinitate persona,magis hoc nomen Spiritui sancto eompetit, sicut charitas.Nam quid est aliud charitas, quam voluntas ?39. Video me de Spiritu sancto in isto libro secundumScripturas sanctas hoc diisputasse, quo fidelibus sufficitscientibus iam Deum esse Spiritum sanctum, nec aiteriussubstantiae, nec minorem quam est Pater et Filius, quodin superioribus libris secundum easdem Scripturas verumesse docuimus.De creatura etiam quam fecit Deus, quantum valuimus,admonuimus eos qui rationem de rebus talibus poscunt, utinvisihilia eras, per ea quae facta sunt, sicut possent, intéllectaconspicerent 9S , et máxime per rationalem vel intellectualemcreaturam, quae facta est ad imaginem Dei; perquod velut speculum, quantum possent, si possent, cernerentTrinitatem Deum, in nostra memoria, intelligentia, volúntate.Quae tria in sua mente naturaliter divinitus institutaquisquís vivaciter perspicit, et quam magnum sit in ea, undepotest etiam sempiterna immutabilisque natura recoli, eonspiciib , concupisci, reminiscitur per memoriam, intuetur perintelligentiam, amplectitur per dilectionem, profecto reperitillius summae Trinitatis imaginem. Ad quam summamTrinitatem reminiscendam, videndam. diligendam, ut eamrecordetur, eam contempletur, ea delectetur, totum debetreferre quod vivit.Verum ne hanc imaginem ab eadem Trinitate factam,et suo vitio in deterius commutatam, ita eidem comparetTrinitati, ut omni modo existimet similem; sed potius inqualicumque ista similitudine magnam quoque dissimilitudinemcernat, quantum esse satis videbatur, admonui.Rom. i, ao.•' Editi liic adduut verbum, amplecti, quod omiltunt Mss.XIV, 20, 39 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 915vencible concluiría: "Luego el Verbo no es Hijo de la naturaleza,sino de la voluntad".Mas su adversario, prevenido y prudente, le interrogó asu vez: "Dios Padre, ¿es Dios contra su querer o queriendo?"Si respondía: "Contra su querer", entonces seguiríase la granindigencia, que es una locura afirmar en Dios; si contestaba:"Queriendo", entonces se le podía replicar: "¡Luego Dios existepor su voluntad, no por su naturaleza". ¿Qué otra sahdaquedaba al hereje sino el silencio, para no verse envuelto enel lazo indisoluble de su pregunta? Mas si la voluntad deDios es apropíatele a una de las personas de la Trinidad, loserá en particular al Espíritu Santo, como el nombre de caridad.Porque ¿qué es el amor sino voluntad? 1839. Veo que en el presente libro he disputado sobre elEspíritu Santo ai tenor de las <strong>Escritura</strong>s, cuanto es suficientepara que los fieles instruidos reconozcan como Dios alEspíritu Santo, de una misma substancia y en nada inferioral Padre y al Hijo, verdad ya probada en libros anteriores,según las mismas <strong>Escritura</strong>s.Adoctrinamos, como pudimos, a los que nos pedían razónde dichas creencias, sirviéndonos de la criatura, obra deDios, para que pudieran comprender, según sus alcances, loinvisible de Dios por las cosas que fueron hechas, sobre todopor la criatura racional o intelectiva, hecha a imagen deDios; y así pudieran ver, si lo pueden, como por un espejoal Dios Trinidad en nuestra memoria, inteligencia y voluntad.Cualquiera puede ver vigorosamente en su alma, estastres facultades naturales, instituidas por Dios, y el bien tangrande que supone poder recordar, contemplar y desear lanaturaleza eterna e inmutable; pues se la recuerda por lamemoria, se la contempla por la inteligencia y se la abrazapor amor, descubriendo así la imagen de la trinidad soberana.Todo cuanto alienta y vive en el hombre ha de referirseal recuerdo, a la visión y amor de esta Trinidad excelsa,para deleite, contemplación y recuerdo.Pero evite comparar esta imagen, hechura de la trinidady deteriorada por su culpa, con la misma Trinidad comosi en todo fuera semejante; vea más bien en esta tenue semejanzauna diferencia inmensa, según enseñé en la medidaque me pareció suficiente.18 La objeción y la respuesta, en sentir de Coureelle, están tomadasde San Gregorio de Nacianzo. Cf. ALTANER, Augustinus, Gregorvon Nazian" u. Gregor vvn Nyssa: Rev. Bénédietine, 61 (1951)p. 54-62.


916 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 21, 41XV, 21, 41 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 917CAPUTXXICAPITULOXXI<strong>DE</strong> PROPOSITA SIMILITUDINE PATRIS ET FILII IN MEMORIA ETINTELLIGENTIA NOSTRA. <strong>DE</strong> SIMILITUDINE SPIRITUS <strong>SAN</strong>CTI INVOLÚNTATE SEU AMORE NOSTRO40. Sane Deum Patrem, et Deum Filium, id est, Deumgenitorem qui omnia quae substantialiter habet, in coaeternosibi Verbo suo dixit quodam modo, et ipsum Verbumeius Deum, qui nec plus nec minus aliquid habet etiam ipsesubstantialiter, quam quod est in dílo qui Verbum non mendaciter,sed veraciter genuit; quemadmodum potui, non utilllud iam facie ad faciem, sed per hanc similitudinem inaenigmate " quantulumcumque coniiciendo videretur in memoriaet intelligentia mentís nostrae, significare curavi:memoriae tribuens omne quod seimus, etiamsi non indeccgitemus, inteiligentiae vero proprio modo quodam a cogitationisinformationem.Cogitando enim quod verum invenerimus, hoc máximeintelligere dicimur, et hoc quidem in memoria rursus relinquimus.Sed illa est abstrusior profunditas nostrae memoriae,ubi hoc etiam primum cum cogitaremus invenimus, etgignitur intimum verbum, quod nullius linguae sit, tanquamscientia de scientia, et visio de visione, et intelligentia quaeapparet in cogitatione, de intelligentia quae in memoria iamfuerat, sed latebat: quanquam et ipsa cogitatio quamdamsuam memoriam nisi haberet, non reverteretur ad ea quaein memoria reliquerat, cum alia cogitaret.41. De Spiritu autem sancto nihil in hoc aenigmatequod ei simile videretur ostendi, nisi voluntatem nostram,vel amorem seu dilectionem quae valentior est voluntas:quoniam voluntas nostra quae nobis naturaliter inest, sicutei res adiacuerint vel occurrerint, quibus allicimur aut offendimur,ita varias affeetiones habet. Quid ergo est? Numquiddicturi surnus voluntatem nostram, quando recta est,nescire quid appetat, quid evitet? Porro íi scit, profeetoinest ei sua quaedam scientia, quae sine memoria et intelligentiaesse non possit. An yero audiendus est quispiamdicens, charitatem nescire quid agat, quae non agit perperam?Sicut ergo inest intelligentia, inest dilectio illi me-" i Cor. 13, 12.aEditio Lov., quamdmn.LA IMAGEN <strong>DE</strong>L PADRE Y <strong>DE</strong>L HlJO EN NUESTRA MEMORIA Y ENNUESTRA INTELIGENCIA. LA SEMEJANZA <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TOEN EL AMOR40. Puse interés en hacer ver—como pude—, no en visióny a cara descubierta, sino en esta semejanza y enigma,a través de las tenues conjeturas de la inteligencia y de lamemoria de nuestra mente, al Dios Padre y al Dios Hijo,es decir, al Dios que engendra, y cuanto de substancial tienelo dice de una manera misteriosa en su Verbo eoeterno,Verbo que es Dios, pues posee substancialmente, ni más nimenos, todo lo que existe en el que lo ha, no falsa, sino enverdad, engendrado como Verbo, atribuyendo a la memoriacuanto sabemos, aunque no pensemos en ello, y a la inteligenciala información del pensamiento de una manerapeculiar y propia.Entender es descubrir la verdad pensando, y luego el recuerdose archiva en la memoria. Pero existe también unaprofundidad más abstrusa en la memoria, donde descubrimos,al pensar, esta primera realidad, y donde se engendraaquel verbo íntimo que no pertenece a idioma alguno, comociencia de ciencia y visión de visión, y una inteligencia quese revela en el pensamiento, procedente de la intelecciónque ya existía, aunque oculta, en la memoria. Pero, a decirverdad, si el pensamiento no contara con una cierta reminiscencia,no volvería, cuando ha estado pensando en otrascosas, sobre lo que ha dejado en su memoria.41. Referente al Espíritu Santo, nada hay en este enigmaque se le asemeje, fuera de nuestra voluntad, amor o dilección,que es el querer de más valía; pues la voluntad,parcela natural de nuestro ser, experimenta afectos varios amedida que los objetos que la solicitan le salen al encuentro,con los que se adelicia o se ofende. Pero ¿qué? ¿Diremosque nuestra voluntad, cuando es recta, ignora lo queha de apetecer o evitar? Y si lo conoce, posee una cienciapropia, ciencia que no podría existir sin la inteligencia y sinla memoria. ¿Daremos, pues, oídos al que afirma que lacaridad, obradora del bien, ignora lo que hace? Dotada deinteligencia esta memoria procer, posee también una facul-


918 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 22, 42moriae principali, in qua invenimus paratum et reconditumad quod cogitando possumus perveniré; quia et dúo istainvenimus ibi, quando nos cogitando invenimus et intelligerealiquid et amare, quae ibi erant et quando inde non cogitabamus:et sicut inest memoria, inest dilectio huic intelligentiaequae cogitatione formatur; quod verfoum verumsine ullius gentis lingua intus dicimus, quando quod novimusdicimus; nam nisi reminiscendo non redit ad aliquid,et nisi amando rediré non eurat nostrae cogitationis intuitus:ita dilectio quae visionem in memoria constitutam, etvisionem cogitationis inde formatam quasi parentem prolemqueconiungit, nisi haberet appetendi scientiam, quaesine memoria et intelligentia non potest esse, quid rectediligeret ignoraret.'XV, 22, 42 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD IMOtad volitiva, y en la memoria encontramos preparado y IHMIN•to cuanto puede ocupar nuestro pensamiento; eneontntmiwestas dos potencias cuando pensando descubrimos que vmtendemos y amamos algo que ya existía, aunque no ptumolíamosen ello; y esta inteligencia, informada por el penanmiento, está dotada de memoria y amor; y este verbo verdaderolo expresamos en nuestro interior, sin el auxilio


920 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 33, 43Quod breviter dici potest: Ego per omnia illa tria memini,ego intelligo, ego diligo, qui nec memoria sum, nec intelligentia,nec dilectio, sed haec habeo. Ista ergo dici possuntab una persona, quae habet haec tria, non ipsa est haectria. In illius vero summae simplicitate naturae quae Deusest, quamvis unus sit Deus, tres tamen personae sunt, Pater,et Filius, et Spiritus sanctus.CAPUT XXIIIFROSEQUITUR DISPARITATEM TRINITATIS QUAE IN HOMINE EST,A TRINITATE QUAE <strong>DE</strong>US EST. TRINITAS PER SPECULÜM NUNCVIBETUR AUXILIO FI<strong>DE</strong>I, UT POSTEA CLARIUS VI<strong>DE</strong>RI POSSIT ESFPROMISSA VISIONE FACIE AD FACIEM43. Aliud est itaque trinitas res ipsa, aliud imago trinitatisin re alia, propter quam imaginera simul et illud inquod sunt haec tria, imago dicitur; sicut imago dicitur simulet tabula, et quod in ea pictum est; sed propter picturamquae in ea est, simul et tabula nomine imaginis appellatur.Verum in illa summa Trinitate, quae incomparabiliterrebus ómnibus antecellit, tanta est inseparabilitas, ut cumtrinitas hominum non possit dici unus homo; in illa unusDeus et dicatur et sit, nec in uno Deo sit illa Trinitas, sedunus Deus. N]ec rursus quemadmodum ista imago quod esthomo habens illa tria una persona est, ita est illa Trinitas;sed tres personae sunt, Pater Filii, et Filius Patris. et SpiritusPatris et Filii.Quamvis enim memoria hominis, et máxime illa quampécora non habent, id est, qua res intelligibiles ita continentur,ut non in eam per sensus corporis venerint, habeatpro modulo suo in hac imagine Trinitatis incomparabiliterquidem imparem, sed tamen qualemcumque similitudinemPatris; itemque intelligentia hominis, quae per intentionemcogitationis inde formatur, quando quod scitur dicitur,et nullius linguae cordis verbum est, habeat in suamagna disparitate nonnuUam similitudinem Filii; et amorhominis de scientia procedens, et memoriam intelligentiamqueconiungens, tanquam parenti prolique communis, undenec parens intelligitur esse, nec proles, habeat in hac imagi-XV, 23, 43 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 921En breves razones. Yo recuerdo, comprendo y amo sirviéndomede mis tres facultades, aunque no soy mi memoria,ni mi entendimiento, ni mi amor; mas poseo estas tresrealidades. Esto lo puede afirmar cualquier persona que disfrutede las tres mencionadas potencias, pues jamás es ellaestas tres cosas. Pero en aquella suprema simplicidad quees Dios, aunque hay un solo Dios, son tres las personas:Padre, Hijo y Espíritu Santo.CAPITULO XXIIIDIFERENCIAS Y ANALOGÍAS ENTRE LA TRINIDAD, QUE ES DIOS,Y LA TRINIDAD EN EL HOMBRE. CON EL AUXILIO <strong>DE</strong> LA FE VEMOSAHORA LA TRINIDAD COMO POR UN ESPEJO; <strong>DE</strong>SPUÉS SE PODRÁVER MÁS CLARAMENTE EN LA PROMETIDA VISIÓN CARA A CARA43. Una cosa es la trinidad en sí y otra la trinidad enuna realidad diversa; por esta imagen se dice imagen aquellarealidad donde se encuentran estas tres potencias; comoimagen se dice la tabla y lo que en ella hay pintado; perosólo a causa de la pintura que hay en ella se da a la tablael nombre de imagen.Has en la Trinidad excelsa, incomparablemente superiora todas las cosas, es tan acentuada la inseparabilidad,que, mientras una trinidad de hombres no se puede llamarun hombre, en ella se dice y es un solo Dios, y la Trinidadno existe en un Dios, sino que es un Dios. En esta imagenque es el hombre, aunque posee tres facultades, es unapersona; mas no así en la Trinidad, donde existen tres personas:el Padre del Hijo, el Hijo del Padre y el Espíritudel Padre y del Hijo.Aunque la memoria del hombre, especialmente aquellaque no poseen los animales, es decir, la que contiene lasespecies inteligibles no percibidas por medio de los órganossensoriales, ofrece, conforme a su capacidad, una semejanzamuy imperfecta del Padre, es, cierto, incomparablementeinferior al original, pero al fin semejanza, en esta imagende la Trinidad; y, asimismo, aunque la inteligencia delhombre, informada por la atención del pensamiento, cuandose dice lo que se sabe, verbo ideal que no pertenece a idiomaalguno, Ofrezca una cierta semejanza del Hijo en medio deuna acentuada diferencia; y el amor del hombre, procedentede la ciencia y lazo de unión entre la memoria y lainteligencia, como algo común al padre y a la prole, de donde


922 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 23, 44ne aliquam, licet valde imparem, similitudinern Spiritussancti: non tamen, sicut in ista imagine Trinitatis non haectria unus homo, sed unius hominis sunt, ita in ipsa summaTrinitate cuius haec imago est, unius Dei a sunt illa tria, sedunus Deus est, et tres sunt illae, non una persona.Quod sane mirabiliter inefíabile est, vél ineffabiliter mirabile,cum sit una persona haec imago Trinitatis, ipsa verosumma Trinitas tres personae sint, inseparabilior est illaTrinitas personarum trium, quam haec unius. Illa quippein natura divinitatis, sive id melius dicatur deitatis b , quodest, hoc est, atque incommutabiliter Ínter se ac semper aequalisest: nec aliquando non fuit, aut aliter £u:t; nec ali"quando non erit, aut aliter erit.Ista vero tria quae sunt in impari imagine, etsi non loéisquoniam non sunt corpora, tamen, inter se nunc in :istavita magnitudinibus separantur. Ñeque enim quia moles nullaeibi sunt, ideo nos videmus in alio maiorem esse memoriamquam intelligentiam, in alio contra: in alio dúo haecamoris magnitudine superari, sive sint ipsa dúo inter seaequalia, sive non sint. Atque ita' a singulis bina, et a binissingula, et a singulis singula, a maioribus minora vincuntur.Et quando inter se aequalia fuerint ab omni languoresanata, nec tune aequabitur rei natura immutabili ea resquae per gratiam non mutabitur 10 : quia non aequatur creaturaCreatori, et quando ab omni languore sanabitur, mutabiturd .44. Sed hanc non solum incoi-poralem, verum etiam summeinseparabilem vereque immutabilem Trinitatem, cum veneritvisio quae facie ad faciem 10 ° repromittitur nobis,multo elarius certiusque videbimus, quam nunc eius imagineraquod nos surnus: per quod tamen speculum et inquo aenigmate qui vident, sicut in hac vita videre concessumest, non illi sunt qui ea quae digessimus et commendavimusin sua mente conspiciunt; sed illi qui eam tanquamimaiginem vident, ut possint ad eum cuius imago est, quomodocumquerdferre quod vident, et per imaginem quamconspiciendo vident, etiam iUud videre coniiciendo, quoniamnondum possunt facie ad faciem. Non enim ait Apostolus:"Videmus nunc -speculum"; sed: Videmus nunc per speculum101 . ,"° i Cor. i 3) i 3 .101 Ibid.a,Mss., non unius, Dei, cum negante partícula quae mérito omissavidetur in editis.b Mss., sive ut melius dicitur, deitatis.cd In excusis omissum fuerat, mutabitur,Mss. mutatur.XV, 23, 44 . HE LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 928se deduce que ni es padre ni es prole, tenga en esta imagencierta semejanza, llena de imperfecciones, con el EspírituSanto, sin embargo, mientras en ésta imagen de la Trinidadlas tres facultades no son el hombre, sino del hombre, enla Trinidad .suprema, cuya imagen es el alma, las tres personasson un'Dios, pero no pertenecen a un Dios; y no sonuna persona, sino tres personas.Misterio un verdad maravillosamente inefable o inefablementemaravilloso, pues siendo la imagen de la Trinidaduna persona, la Trinidad excelsa son tres personas; contodo, esta Trinidad de tres personas es más indivisible quela trinidad de una sola persona. Aquélla en la esencia de ladivinidad, y mejor si se dice de la deidad, es lo que es einconmutablemente es siempre igual en sí; pues ni dejó' algunavez de existir ni existió de otra manera, ni dejará algunavez su existencia ni existirá de otro modo.Mas estas tres facultades de la imagen imperfecta se encuentranentre sí separadas en esta vida, no por distanciasespaciales, pues no son cuerpos, sino por magnitudes. Y aunqueno existan moles, no por eso dejamos de ver que enéste es mayor la memoria que la inteligencia, y en aquél sucedelo contrario; en otro, estas dos potencias son vencidaspor la grandeza del amor, ya sean iguales entre sí o no losean. Así, dos son superadas por una, una por dos, una porotra, y las inferiores por las superiores. Y aun en la hipótesisde que fueran iguales entre sí, una vez restablecidasde su flaqueza, ni aun en este caso lo que es inmutable poigracia podría equipararse a lo que es inmutable por naturaleza,pues nunca la criatura puede igualar a su Creador.Cambia aquélla por el mero hecho de ser de sus lacrascurada._ 44. Cuando, empero, llegue la visión facial prometida,veremos la Trinidad incorpórea, sumamente indivisible yverdaderamente inmutable, y la veremos con mayor claridady certeza que ahora vemos su imagen, que somosnosotros; los que ven en este espejo y en este enigma—segúnes concedido ver en la vida presente—no son los quecontemplan en su mente cuanto hemos recomendado y discutido,sino los que la ven como una imagen y todo lo queven lo relacionan con aquel cuya imagen son, y a travésde esta su imagen que contemplando intuyen, ven por conjeturasa Dios, porque aun no le pueden ver cara a cara.No dice el Apóstol: "Vemos ahora un espejo", sino: Vemosahora como por un espejo.


924 • <strong>DE</strong> TRINITATE . XV, 25, 44, 25, 44 Di; LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 925CAPUTXXIVCAPITULOXXIVINFIRMITAS MENTÍS HUMANAEQui ergo vident suam mentem, quomodo videri potest,et in ea trinkatem istam de qua multis modis ut potui disputavi,nec tamen eam credunt vel intelligunt esse imaginemDei; speculum quidem vident, sed usque adeo non videntper speculum qui est per speculum nunc videndus, utnec ipsum speculum quod vident sciant esse speculum, idest, imaginem. Quod si seirent, fortassis et eum cuius esthoc speculum, per hoc quaerendum et per hoc uteumque in*terim videndum esse sentirent, fide non ficta corda inundante102 , ut facie ad faciem possit videri, qui per speculum nuncvidetur. Qua fide cordium mundatrice contempta, quid aguntintelligendo quae de natura mentís humanae


926 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 25, 45Proinde liberi a diaboli potestate, suscipiuntur ab angelissanctis, a malis ómnibus liberati per Mediatorem Dei ethominum hominem Iesum Christum 10B : quoniam consonantibusdivinis Scripturis, et veteribus et novis, et per quaspraenuntiatus et per quas annuntiatus est Christus, non estaliud nomen sub cáelo in quo oportet homines salvos fieri íl * 5 .Constituuntur autem purgati ab omni contagione corruptionisa in placidis sedibus, doñee recipiant corpora sua,sed iam incorruptibilia, quae ornent, non onerent. Hoc enimplacuit óptimo et sapientissimo Creatori, ut spiritus hominisDeo pie subditus, habeat feliciter subditum corpus, et sinefine permaneat ista felicitas.45. Ibi veritatem sine ulla difficultate videbimus, aequeclarissima et certissima perfruemur. Nec aliquid quaeremusmente ratiocinante, sed contemplante cernemus quare nonsit Filius Spiritus sanctus, cum de Patre procedat. In illaluce nulla erit quaestio: hic vero ipsa experientia tam mihiapparuit esse difflcilis, quod et illis qui haec diligenter atqueintelligenter legent, procul dubio similiter apparebit, utcum me in secundo huius operis libro alio loco inde dicturumess-e promiserim 107 , quotiescumque in ea creatura quaenos sumus, aliquid illi rei simile ostendere volui, qualemcumqueintelleetum meum sufficiens elocutio mea secuta nonfuerit: quamvis et in ipso intellectu conatum me senserimmagis habuisse quam effectum.Et in una quidem persona quod est homo invenisse imaginerasummae illius Trinitatis, et in re mutabili tria illa utfacilius intelligi possint, etiam per temporalia intervalla máximein libro nono mónstrare voluisse. Sed tria unius personae,non sicut humana poscit intentio, tribus illis personisconvenire potuerunt, sicut in hoc libro quinto décimodemonstra vimus.Deinde in illa summa Trinitate quae Deus est, intervallatemporum nulla sunt, per quae possit ostendi aut saltemrequiri, utrum prius de Patre natus sit Filius, et postea deambobus processerit Spiritus sanctus. Quoniam Scripturasancta Spiritum eum dicit amborum. Ipse est enim de quodicit Apostolus: Quoniam autem estis filii, misit Deus SpiritumFilii sui in corda vestra 108 ; et ipse est de quo dicitidem Filius: Non enim vos estis qui loquimini; sed SpiritusPatris vestri, qui loquitur in vobis 10 ' J .105 i Tim. a, 5." a Act. 4, i2.107 C. 3.108 Gal. 4) 6.100 Mt. IO, 20.aSic Am. et Mss. At Er. et Lov., cogitationecorruptionis.XV, 25, 45 DI; LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD &27Libertados de la esclavitud del demonio y preservados detodo mal por el Mediador de los hombres, el hombre CristoJesús, son recibidos por los santos ángeles, pues según eltestimonio concorde de las <strong>Escritura</strong>s divinas, Antiguo yNuevo Testamento, en las que Cristo fué profetizado yanunciado, %o ha sido dado otro nombre bajo el cielo porel cual los hombres «puedan ser salvos.Purificados del contagio de la corrupción, serán colocadosen apacibles mansiones 1S hasta que vuelvan a vestir suscuerpos, ahora incorruptibles, siendo ornamento, no lastredei alma. Plugo al óptimo y sapientísimo Hacedor ordenarque el espíritu 'del hombre piadosamente sometido a Diosgoce dichoso de un cuerpo obediente, y esta felicidad notendrá fin.45. Veremos allí la verdad sin trabajo y gozaremosde su claridad y certeza. No será menester el raciocinio delalma, pues veremos intuitivamente cómo el Espíritu Santono es Hijo, aunque procede del Padre. Al esplendor de aquellaluz no habrá cuestión; aquí abajo demasiado conozco porexperiencia las dificultades, y como yo, sin duda mis asiduose inteligentes lectores. Aunque prometí en el libro II deesta obra estudiar este misterio, cuantas veces traté de encontraren la criatura que somos nosotros alguna tenuesemejanza, desfalleció mi palabra al expresar mis ideas yme di perfecta cuenta que era superior el esfuerzo al resultadoobtenido.En la persona humana descubrí una imagen de la Trinidadsoberana, y para mejor poder comprender las trespersonas en la criatura mudable, intenté su prueba a intervalossucesivos y temporales, sobre todo en el libro IX. Masestas tres facultades, pertenecientes a una persona, no podíanresponder a las tres personas divinas, como lo exigíael humano deseo, según quedó demostrado en este libro XV.Además, en el seno ¡de aquella Trinidad soberana, que esDios, no existen intervalos de tiempo que permitan comprobar,o al menos inquirir, si el Hijo nació primero del Padrey si luego procede de ambos el Espíritu Santo, pues la <strong>Escritura</strong>lo llama Espíritu de ambos. De El dice el Apóstol:Y porque sois hijos, envió Dios a vuestros corazones el Espíritude su Hijo; y de El dice el Hijo: No seréis vosotroslos que habléis, sino que será el Espíritu de vuestro Padreel que hable por vosotros.18 El ¡milenarismo rio prendió nunca en el alma de Agustín. Estasmansiones han de entenderse situadas en las regiones apacibles delcielo, pues Ja visión intuitiva e inmediata es hoy mn dogma de fe.


92S BE TRINIIATE XV, 26, 46Et multis alus divinorum eloquiorum testimoniis comprobaturPatris et Filii esse Spiritum, qui proprie diciturin Trinitate Spiritus sanctus; de quo item dicit ipse Filius:Quem ego mittam vobis a Patre 110 ; et alio loco: Quemmittet Pater in nomine meo 111 .De utroque autem procederé sic doeetur: quia ipse Filiusait: De Patre procedit. Et cum resurrexisset a mortuiset apparuisset discipulis suis, insuflavit et ait: AcápiteSpiritum sanctum 112 , ut eum etiam de se procederé ostenderet.Et ipsa est virtus quae de ülo exibat, sicut legitur inEvangelio, et sanabat omnes 113 .CAPUTXXVISPIRITUS <strong>SAN</strong>CTUS A CHRISTO BIS DATUS. PROCESSIO SPIRITUS<strong>SAN</strong>CTI A PATRE ET A FILIO EST SINE TEMPORE, NEC AMBORUMFILIUS DICI POTEST46. Quid vero fuerit causae, ut post resurrectionemsuam, et in térra prius daret 114 , et de cáelo postea mitteretSpiritum sanctum 115 ; hoc ego existimo, quia per ipsum Donumdiffunditur charitas in cordibus nostris 116 , qua diligimusDeum et proximum, secundum dúo illa praecepta inquibus tota Lex pendet et Prophetae 117 . Hoc significans DominusIesus, bis dedit Spiritum sanctum: semel in térrapropter dilectionem proximi, et iterum de cáelo propter dilectionemDei.Et si forte alia ratio reddatur de Spiritu sancto bis dato,eumdem tamen Spiritum sanctum datum, cum insufflassetIesus, de quo mox ait: Ite, baptízate omnes gentes in nominePatris et Filii et Spiritus sancti 118 , ubi máxime commendaturhaec Trinitas, ambigere non debemus. Ipse est igiturqui de cáelo etiam datus est die Pentecostés, id est, postdies decem quam Dominus ascendit in caelum.Quomodo ergo Deus non est qui dat Spiritum sanctum?Imo quantus Deus est qui dat Deum? Ñeque enim aliquisdiscipulorum eius dedit Spiritum sanctum. Orabant quippeut veniret in eos quibus manum imponebant, non ipsi eumdabant. Quem morem in suis praepositis etiam nunc servatEcclesia."""ioT is, 26.111 Ibid.; 14,26.112 Ibid., 20, 22.113 Le. 6, 19.114 lo. 20, 22.11S Act. 2, 4-116 Rom. ,5, 5.ll7 Mt. 22, 37-4°.11S Ibid., 28, 19.XV, 26, 46 <strong>DE</strong>. LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 920En otros muchos testimonios de la <strong>Escritura</strong> divina secomprueba que es Espíritu del Padre y del Hijo, y se denominapropiamente en la Trinidad Espíritu Santo. De Eldice el Hijo: Que yo os enviaré de parte del Padre; y enotro lugar: Que el Padre os enviará en mi nombre.Que procede de ambos lo declara el Hijo cuando dice:Del Padre procede. Y cuando, resucitado de entre los muertos,se apareció a sus discípulos, sopló y dijo: Recibid elEspíritu Santo, como probando que también de El procedía.Y ésta es aquella virtud que salía, como se lee en el Evangelio,de El y sanaba a todos.CAPITULOXXVIDOBLE DONACIÓN <strong>DE</strong>L ESPÍRITU <strong>SAN</strong>TO. PROCE<strong>DE</strong> SIN TIEMPO<strong>DE</strong>L PADRE Y <strong>DE</strong>L HIJO, PERO NO ES HIJO46. La causa por que otorga el Espíritu Santo primeroen la tierra, después de su resurrección, y luego lo envíadesde el cielo, es, a mi juicio, porque la caridad, que ha sidoderramada en nuestros corazones por el Don, nos impulsaal amor de Dios y al amor del prójimo, según aquellos do.»preceptos de los cuales pende la Ley y los Profetas. Parasignificar esto, el Señor Jesús dio dos veces el EspírituSanto: la una, en la tierra, para significar el amor al prójimo;la segunda, desde el cielo, para indicar el amor deDios.Y aunque admita otra exegesis esta doble donación, setrata, sin duda, del Espíritu Santo, que dio Jesús cuandosopló y dijo: Id, bautizad a todas las gentes en el nombredel Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; donde se expresade una manera explícita la Trinidad, y esto no ofrece duda.El fué también enviado en la solemnidad de Pentecostés,es decir, diez días después de haber subido el Señor al cielo.¿Cómo no ha de ser Dios el que da el Espíritu Santo?O mejor, ¿qué Dios tan grande no será el que da a Dios?Ninguno de sus discípulos dio el Espíritu Santo. Oraban,es cierto, para que descendiese sobre aquellos a quienes imponíanlas manos; pero ellos no lo daban. Esta costumbrela observa aún hoy la Iglesia en sus sacerdotes.


930 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 26, 46Denique et Simón Magus offerens apostolls pecuniam,non ait: Date et mihi hanc potestatem, ut dem Spiritumsanctum; sed, cuicumqwe, inquit, imposuero manus, accipiatSrpliriitum sanctum. Quia ñeque Scriptura superius dixerat:"Videns autem Simón quod apostoli darent Spiritum sanctum";sed dixerat: Videns autem Simón quod per impositionemmanuum apostolorum daretur Spiritus sanetus119 .iPropter hoe et Dominus ipse Iesus Spiritum sanctum nonsolum dedit ut Deus, sed etiam accepit ut homo; proptereadi'Ctus est plenus gratia 12 ° et Spiritu sancto 121 *. Et manif estiusde illo scriptum est in Actibus Apostolorum: Qwoniamunxit eum Deus Spiritu sancto 122 . Non utique oleo visibili,sed dono gratiae, quod visibili significatur ungüento quobaptizatos ungit Ecclesia.Nec sane tune unctus est Ohristus Spiritu sancto, quandosuper eum baptizatum velut columba descendit 123 : tuneenim corpus suum, id est, Ecclesiam suam praefigurare dignatusest, in qua praecipue baptizati accipiunt Spiritum sanctum;sed lata mystica et invisibili unctione tune intelligendusest unctus, quando Verbum Dei caro factum est 124 ; idest, quando humana natura sine ullis praecedentibus bonorumoperum meritis ¡Deo Verbo to est in útero virginis copulata,ita ut eum illo fieret una persona. Ob hoc eum confitemurnatum de Spiritu sancto et virgine Maria.Absurdissimum est enim, ut credamus eum eum iam trigintaesset annorum (eius enim aetatis a loanne baptizatusest 125 ), accepifise Spiritum sanctum: sed venisse illum adbaptisma, sicut sine ullo omnino peccato, ita non sine Spiritusancto. Si enim de fámulo eius et praecursore ipso loannescriptum est: Spiritu sancto replebitur iam inde ab úteromatris suae 120 , quoniam quamvis seminatus a patre, tamenSpiritum sanctum in útero formatus accepit: quid dehomine Ghristo intelligendum est vel credendum, euius carnisipsa conceptio non carnalis, sed spiritualis fuit? In eo etiamquod de illo scriptum est, quod acceperit a Patre promissio-119 Act. 8, 19. 18. •,23 ¡M-t. s, 16.120 lo. i, 14. '^ lo. 1, 14.121 Le. 11, 52, et 4, 1.12S Le. %, 21-2?.122 iAot. 10, 38.12G Ibid., i, 15.aEr. ¡Liigd. Ven. et Lov., propterea dictus est plenus gratia:omissis ver'bis, et Spiritu Süticto. M.b Sic üVIss. A't editi, Dei Verbo.XV, 26, 46 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 931Finalmente, al ofrecer Simón Mago dinero a los apóstoles,no dijo: "Dadme el poder otorgar el Espíritu Santo",sino: Para que todo aquel a quien impusiere las manos recibael Eupíritu Santo; porque tampoco la <strong>Escritura</strong> habíaantes dicho: "Viendo Simón que los apóstoles daban el EspírituSanto", sino que dice: Viendo, pues, Simón que porla imposición de las manos de los apóstoles se comunicabael Espíritu Santo.Por esto, el mismo Señor Jesús no sólo dio como Diosel Espíritu Santo, sino que lo recibió también como hombre;por lo cual se le dice lleno de gracia y del Espíritu Santo.De El está escrito con más claridad en los Hechos de losApóstoles: Porque le ungió con el Espíritu Santo. Nio ciertamentecon óleo visible, sino con el don de la gracia, simbolizadoen el crisma visible con que la Iglesia unge asus bautizados.Mas Cristo no fué ungido con el Espíritu Santo en elmomento de su bautismo, cuando descendió sobre El enfigura de paloma: entonces se dignó prefigurar su cuerpo,es decir, su Iglesia, en cuyo regazo reciben los bautizadosel Espíritu Santo; sino que ha de entenderse ungido conesta mística e invisible unción cuando el Verbo se hizo carne,es decir, cuando la humana naturaleza, sin mérito algunoprecedente de buenas obras, se unió al Verbo de Dios enlas entrañas de una virgen, formando con El una sola persona.Por eso confesamos que nació del Espíritu Santo y dela Virgen María.Es un absurdo muy grande creer que sólo a la edad detreinta años (esta edad tenía cuando fué bautizado porJuan) recibió el Espíritu Santo; se acercó a recibir el bautismosin pecado, no sin el Espíritu Santo. Porque si de susiervo y precursor Juan está escrito: iSerá lleno del EspírituSanto desde el seno de su madre, pues, aunque engendradopor seminación de padre, recibió, una vez formado en elvientre de su madre, el Espíritu Santo, ¿qué no hemos decreer o pensar de Cristo hombre, cuya concepción no fuécarnal, sino espiritual? Cuando leemos que recibió de suPadre la promesa del Espíritu Santo y lo derramó, se nos


932 <strong>DE</strong> TRINIIAIE XV, 26, 47nem Spiritus sancti et affuderit 127 , utraque natura monstrataest, et humana scilicet et divina: accepit quippe ut homo,effudM; ut Deus. Nos autem aecipere quidem hoe donum possumuspro modulo nostru, eífundere autem super alios nonutique possumus; sed ut hoe fiat, Deum super eos, a quohoe efficitur, invoeamus.47. Numquid ergo possumus quaerere utrum iam processeratde Patre Spiritus sanctus quando natus est Filius,an nondum processerat, et illo nato de utroque processit,ubi nulla sunt témpora; sicut potuimus quaerere ubi invenimustémpora, voluntatem prius de humana mente procederé,ut quaeratur quod inventum proles vocetur; qua iamparta seu genita, voluntas illa perficitur, eo fine requieseens,ut qui fuerat appetitus quaerantis, sit amor fruentis, quiiam de utroque, id est, de gignente mente et de genita notionetanquam de párente ac prole procedat? Non possunt prorsusista ibi quaeri, ubi nihil ex tempore inchoatur, ut consequentiperficiatur in tempore.Quapropter, qui potest intelligere sine tempore generationemFililí de Patre, intelligat sine tempore processionemSpiritus sancti de utroque. Et qui potest intelligere in eoquod ait Filius: Sicut habet Pater vitam in semetipso, sicdedit Filio vitam hábere in semettpso 128 ; non sine vita existentiiam Filio vitam Patrem dedisse, sed ita eum sine temporegenuisse, ut vita quam Pater Filio gignendo dedit, coaeternasit vitae Patris qui dedit: intelligat sicut habet Paterin semetipso ut de illo procedat Spiritus sanctus, sic dedisseFilio ut de illo procedat idem Spiritus sanctus, et utrumquesine tempore; atque ita dictum Spiritum sanctum de Patreprocederé, ut intelligatur, quod etiam procedit de Filio, dePatre esse Filio IC .Si enim quidquid habet, de Patre habet Filius; de Patrehabet utique ut et de illo procedat Spiritus sanctus. Sed nullaibi témpora cogitentur, quae habent prius et posterius:quia omnino nulla ibi sunt.Quomodo ergo non absurdissime filius diceretur amborum,íum sicut Filio praestat essentiam sine. init'io temporis,sine ulla mutabilitate naturae de Patre generatio; itaSpiritui sancto praestet essentiam sine ullo initio temporis,sine ulla mutabilitate naturae de utroque processio? Ideoenim cum Spiritum sanctum genitum non idicamus, diceretamen non audemus ingenitum, ne in hoe voeaibulo vel dúospatres in illa Trinitate, vel dúos qui non sunt de alio quis-127 Act. 2, 33.128 lo. 5, 26.0 Editi, esse el Filio. Expunximus, et, auctoritate Mss.X3V, 26, 47 ni; r.A <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 933indica la existencia t>n Cristo de dos naturalezas, divina yhumana: lo recibió como hombre, lo otorgó como Dios. Nosotrospodemos recibir este don al tenor de nuestra capacidad,pero no lo podemos derramar sobre los demás; paraque esto suceda invocamos sobre ellos al Dios autor deeste don.47. Donde el tiempo no existe, ¿podemos acaso inquirirsi el Espíritu Santo procedió del Padre antes del nacimientodel «Hijo, o si no había aún procedido, y, una veznacido el Hijo, pudo ya proceder de ambos: a la maneracomo, donde la duración existe, podemos examinar si esla voluntad la primera en proceder del alma humana parabuscar luego lo que encontrado se llama su prole, y nacidaésta la voluntad recibe su perfección y descansa en sufin, convirtiendo el anhelo de la búsqueda en el amor gozosode la posesión, amor que procede de la mente que engendray de la noción engendrada, como de padre y de prole? Talescuestiones no pueden proponerse allí donde nada se iniciaen el tiempo, y, en consecuencia, nada en el tiempo se perfecciona.Por lo cual, el que pueda entender la generación intemporaldel Hijo en el seno del Padre, entienda también laprocesión intemporal del Espíritu Santo de ambos. Y quienpueda entender lo que el Hijo dice: Como el Padre tienevida ¡en sí mismo, así dio al Hijo tener vida en si mismo, nolo interprete como si el Padre diese la vida al Hijo, que yaexistía, pero carecía de vida, sino que entienda que lo engendrófuera del tiempo, para que la vida que el Padre dioal Hijo engendrándolo sea coeterna a la vida del Padre, dadorde la vida; quien esto comprenda, vea cómo el Padretiene en sí mismo el que de El proceda el Espíritu Santo;así dio al Hijo el que de El proceda el mismo Espíritu Santo,y ambos sin intervalo de tiempo; y así se dice que el EspírituSanto procede del Padre para que se entienda que alHijo le viene del Padre el que proceda también del Hijo.Si cuanto el Hijo tiene, del Padre lo recibe, del Padrerecibe el que proceda de El el Espíritu Santo. Pero nadieimagine aquí noción alguna de tiempo, antes y después, porqueallí el tiempo no existe.¿No sería absurdo muy grande llamarle hijo de ambos,pues el proceder de los dos proporciona al Espíritu Santouna esencia sin principio de tiempo y sin mutación de naturaleza,como la generación proporciona al Hijo una esenciasin inicio de tiempo y sin mutación de substancia? Poresta razón, aunque no digamos que el Espíritu Santo hasido engendrado, no osamos llamarle ingénito, para que nadiemalicie en dicha palabra dos padres en aquella Trinidad


934 <strong>DE</strong> TRINIIATE XV, 27, 48XV, 27, 4k <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 935piam suspicetur. Pater enim solus non est de alio, ideo solusappellatur ingenitus, non quidem in Scripturis, sed ineonsuetudine disputantium, et de re tanta sermonem qualemvaluerint proferentium.Filius autem de Patre natus est: et Spiritus sanctus dePatre principaliter, et ipso sine ullo temporis intervallo dante,communiter de utroque procedit. Diceretur autem filiusPatris et Filia, si, quod abhorret ab omnium sanorum sensibus,eum ambo genuissent. Non igitur ab utroque est geni-•tus, sed procedit ab utroque amborum Spiritus.CAPUT XXVII. .UHH sin procedencia de origen. Sólo elle otro; por eso es el único que se de­'i. 1 en las <strong>Escritura</strong>s, sino en el lenguajerutan de tan encumbrado misterio y seleu.ii» del Padre, y el Espíritu Santo procede< Padre, y por don del Padre, sin inter­icede de los dos como de un principio- llamar hijo del Padre y del Hijo si, lorechaza con horror, ambos le hubieran41• > dos procede el Espíritu de ambos, peroilion fué engendrado.soberana i>Padre 110 |nomina Inc.usual de |.exprcHan c.El Hijooriginarían!'valo de tlicomún. He ,que el buenengendradopor ninfíumQUID HIC SUFFICIAT AD SODUTIONEM QUABSTIONIS, CUR SPIRITUSNON DICATUR GENITUS, ET CUR SOLUS PATER INGENITUS. QÜIDAGENDUM IIS QUI HAEC NON INTELLIGUNT48. Verum quia in illa coaeterna, et aequali, et incorporali,et inetfjfabil'iter immutafoili, atque inseparabili Trini -tate difñicillimum est generationem a processione distinguere,sufficiat interim eis qui extendí non valent amplius a , idquod de hac re in sermone iquodam proferendo ad aures populiohristiani diximus, dictumque conscripsimus.ínter cetera enim cum per Seripturarum sanctarum testimoniadocuissem de utroque procederé Spiritum sanctum:"Si ergo, inquam, et de Patre et de Filio procedit Spiritussanctus, cur Filius dixit: De Patre procedit? 129 Cur, putas,ni.si quemadmodum solet ad eum referre et quod ipsius est,de quo et ipse est? Unde et illud est quod ait: Mea doctrinanon est mea, sed eius qui me misit lzo . Si igitur hic intelligitureius doctrina, quam tamen dixit non suam, sed Patris;quanto magis illic intelligendus est et de ipso procederé Spiritussanctus, ubi sic ait: De Patre "procedit, ut non diceret:"De me non procedit" ? A quo autem habet Filius ut sit Deus(est enim de Deo Deus), ab illo habet utique ut de illo etiamprocedat Spiritus sanctus: ac per hoe Spiritus sanctus utetiam de Filio procedat, sicut procedit de Patre, ab ipso habetPatre.Hic utcumque etiam illud intelligitur, quantum a talibusquales nos sumus, intelligi potest, cur non dicatur natusesse, sed potius procederé Spiritus sanctus: quoniam si et128 Ibid., is, 26.130 Ibid., 7, 16.aBditi, non valent in amplias. Abest, in, a Mss.48. Man jllrea-, innfablífícil dJ.Ht.lnK'aquellos qu.acerca del |nuncianioH n.do en ene ritoEntre otrde la Encrit.ii 1,iAl'ÍTULOXXVIIHOLUCIÓN Y ADVERTENCIASfíjiic en aquella eoeterna, coigual, incorporeinmutable e indivisible Trinidad es dialre generación y procesión, baste, para«aben elevarse a mayores alturas, lo que< ti lar dijimos en cierto sermón que pro-'I pueblo cristiano y quedó luego consignaiiMas,después de haber aducido testimoniosliara probar la procesión del Espíritu Santodel Padre y del i lijo, dije: "Si, pues, el Espíritu Santo procededel Padre y del Hijo, ¿por qué dijo el Hijo: Del Padreprocede? ¿Por qué, piensas, sino porque es su estilo referircuanto u El pertenece a aquel de quien es. nacido? En estesentido dice: MI doctrina no es mía, sino del que me envió.Si la doctrina qui' dice no ser suya se entiende en este pasajeque cu Muya, ¿con cuánta mayor razón hemos de entenderque ni lÍHpíritu Santo procede del Hijo, cuando afirma:Del Padre procede; pues no dice: "No procede de mí"'?De quien recibe el Hijo su ser divino, es Dios de Dios, recibeel que de El proceda el Espíritu Santo; en consecuencia, elque el Espíritu Santo proceda del Hijo como procede delPadre, lo recibe del Padre."Así podernos entender de alguna manera, en cuanto esposible que seres como nosotros lo entiendan, por qué elEspíritu Santo 110 se dice que nació, sino que procede; porquesi. se llamase hijo, lo sería de los dos, lo cual es gran


936 • <strong>DE</strong> TR1NITATE XV, 27, 49ipse Filius diceretur, ambcrum utique filius diceretur; quodabsurdiissimum est. Filius quippe nullus >est duorum, nisi patriset matris. Absit autem ut Ínter Deum Patrem et DeumFilium aliquid tale suspicemur. Quia nec ñliua hominum simulet ex patre et ex matre procedit: sed cum in matremprocedit ex patre, non tune procedit ex matre 1 ; et cum inhanc iucem ¡procedit ex matre, non tune procedit ex patre.Spiritus autem sanetus non de Patre procedit in Filium, etde Filio procedit ad sanctificandam ereaturam; sed simul deutroque procedit: quamvis hoe Pater Filio dederit, ut quemadmodumde se, ita de illo quoque procedat. Ñeque enim possumusdicere quod non sit vita Spiritus sánctus, cum vitaPater, vita-sit Filius: ac per hoe ¡sicut Pater cum habeatvitam in semetipso, dedit et Filio vitam habere in semetipso;sic ei dedit vitam procederé de illo, sicut et procedit deipso" 131 .Haec de illo sermone in hunc librum transtuli, sed fidelibusnon. infideli'buis Foquens.49. Verum si ad hanc imaginem contuendam, et ad vi-'denda ista quam vera sint, quae in eorum mente sunt, nectria sic sunt ut tres personae sint, sed omnia tria hominissunt quae una persona est, minus idonei sunt: cur non deilla summa Trinitate, quae Deus est, credunt potius quod insacris Litteris invenitur, quam poscunt liquidissimam reddisibi rationem, quae ab humana mente tarda sciiicet infirmaquenon capitur? Et certe cum ineoncusse crediderit Scripturissanctis tanquam veracissimis testibus, agant orandoet quaerendo et bene vivendo ut intelligant, id est, ut quantumvideri potest, ¡videatur mente quod tenetur fide.^Quis hoeprohibeat? imo vero ad hoe quis non hortetur?Si autem propterea negandum putant ista esse, quia eanon valent caecis mentibus cerneré; debent et lili qui ex nativitatesua caeci 'sunt, esse solem negare. Lux ergo lucet intenebris: quod si eam tenebrae non comprehendunt 132 , illuminenturDei dono prius ut sint fideles, et incipiant esse luxin comparatione infidelium; atque hoe praemisso fundamentoaedificentur ad videnda quae credunt, ,ut aliquando possintvidere. Sunt enim quae ita creduntur, ut videri iam omninonon possint. Non enim Ohristus iterum in cruce videndusest: sed nisi hoe credatur quod ita factum atque visum est,ut ífuturum ac videndum iam non speretur, non perveniturad Christum, qualis sine fine videndus est.Quantum vero attinet ad illam summám, ineffabilem, incorporalem,irnmutabilemque naturam per intelligentiam utcumquecernendam, nusquam se melius, regente duntaxat fi-1:11 In ¡oamiis livaui;., tr. 99, n.8 et g."= lo. 1, 5-XV, 27, 40 \ <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD »37absurdo. IO11 1 < nadie es hijo de dos personas si noson pudre y n Mu Dios Padre y en Dios Hijo nadiesospeche IIIK "itc; ni entre los hombres siquieranace it un (.¡ei lijo del padre y de la madre; nacedel pudrí' di la pero entonces no nace de la madre,y cuando la n , a luz, entonces no nace del padre.El E.spirilu Hi procede del Padre en el Hijo, ni procededel Hijo 1 1 mintificación de la criatura, sino queprocede.' a 1111 1 10 de ambos, aunque el Padre haya comunicadoal II 11 que pueda de El proceder como procedede NÍ 1111 Ni tampoco podemos decir que el EspírituSuido ni ídda, porque el Padre es vida y el Hijotambién en vid , por consiguiente, así como el Padre esvida ew'iiciul, id il Hijo tener vida en sí mismo y le haotorgado el ipi ' 1 vida proceda de El como procede delPadre".He tnuiHcnl de pasaje de mi sermón; hablaba allí alos creyenii'H, n 1 los incrédulos.49. Pero «i un non capaces de ver esta imagen y verificarla verdad de entas cosas que existen en su mente, puesson tren fucultuiluM, pero no tres personas, sino que lastres pertenecen 11 una sola persona, ¿por qué no creercuanto en las Sagradas <strong>Escritura</strong>s se dice acerca de aquellaTrinidad soberana, que es Dios, antes que exigir unaprueba terminante que la torpeza y debilidad de la mentehumana no puede comprender? Crean con fe inquebrantablea la» Sagrada» <strong>Escritura</strong>s, como a testigos veraces;busquen en la oración, en el estudio y en una vida virtuosala inteligencia; en decir, vea, en cuanto es posible, la mentecuanto cree la fe. ¿Quién se opondrá a este sentir? ¿Quiénno se animará u ello?Y si opinan que se han de negar estos misterios porquesus inteligencias cecucientes no los pueden ver, entoncesnieguen los ciegos de nacimiento la existencia del sol.La luz luce en lnn tinieblas; y si las tinieblas no la abrazaron,sean antes iluminados por el Don de Dios, para quese hagan creyentes y empiecen a ser luz, en comparaciónde los infieles. .Sobre este cimiento preliminar edifiquen,para que un día puedan ver lo que ahora contemplan porfe. Hay verdades que se creen con toda certeza y no puedenser vistas. No se verá ya a Cristo clavado en la cruz;pero si no creo que esto sucedió y fué así visto, aunque nohaya esperanza de ver su reproducción en el futuro, no sepuede venir a Cristo, tal como se ha de ver en la eternidad.En lo que se refiere a esta suma, inefable, incorpóreae inmutable esencia que es necesario contemplar de unamanera imperfecta con la inteligencia, nunca la mirada de


938 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 27, 50dei regula, acies humanae mentís exercet, quam in eo quodipse homo in sua natura melius ceteris animalibus, meliusetiam ceteris animae suae partibus habet, quod est ipsamens: cui quidam rerum invisibilium tributus est visus, etcui tanquam in loco superiore atque interiore honorabiliterpraesidenti, iudicanda omnia nuntiant etiam corporis sensus;et qua non est superior, cui subdita regenda est nisi Deus.50. Verum inter haec quae multa iam dixi, et nihil illiussummae Trinitatis ineffabilitate dignum me dixisse audeoprofiteri, sed confiten potius mirificatam scientiam eiusex me invaluisse, nec posse me ad illam 133 ; o tu, anima mea,ubi te esse sentís, ubi iaces, ubi stas**, doñee ab eo qui propitiusfactus est ómnibus iniquitatibus tuis, sanentur omneslanguores tui ? 134 Agnoscis te certe in illo esse stabulo, quosamaritanus ille perduxit eum quem reperit multis a latronibusc inflictis vulneribus semivivum 135 . Et tamen multa veravidisti, non his oculis quibus videntur corpora colorata, sedeis pro quibus orabat qui dicebat: Oculi mei videant aequitatemlse . Nempe ergo multa vera vidisti, aeque discrevistiab illa luce qua tibí lucente vidisti: attolle oculos in ipsamlucem, et eos in eam fige, si potes. Sic enim videbis quid distetnativitas Verbi Dei a processione Doni Dei, propter quodFilius unigenitus non de Patre genitum, alioquin frater eiusesset, sed procederé dixit Spiritum sanctum. Unde cum sitcommunio quaedam consubstantialis Patris et Filii amborumSpiritus, non amborum, quod absit, dictus est filius.Sed ad hoc dilucide perspicueque cernendum, non potestibi aciem figere; seio, non potes. Verum dico, mihi dico, quidnon possim scio; ipsa tamen tibí ostendit in te tria illa, inquibus tu summae ipsius, quam fixis oculis contemplan nondumvales, imaginem Trinitatis agnosceres. Ipsa ostendit tibíverbum verum esse in te, quando de scientia tua gignitur, idest, quando quod scimus dicimus; quamvis nullius gentis linguasignificantem vocem vel proferamus vel cogitemus, sedex illo quod novimus cogitatio nostra formetur; sitque inacie cogitantis imago simillima cogitationis eius d quam memoriacontinebat, ista dúo scilicet velut parentem ac prolemtertia volúntate sive dilectione iungente. Quam quidem volúntatelade cogitatione procederé (nemo enim vult quod omninoquid vel quale sit nescit), non tamen esse cogitationis133 Ps. 138, 6.131 Ps. ioq, 6.13S Le 10, 30-34.136 Ps. 16, 2.b Mss. quídam, ubi iaces, ubi habitas, aut ubi stas, doñee, etc.Alii plerique, ubi iaces, ubi habitas, doñee, etc.0 Sic plures Mss. At editi, a multis laíronibus.d Omnes prope Mss., cogitationis eius. Et infra, cognitione procederé.Ac paulo post, cognitionis imaginem.XV, 27, 50 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 939la mente humana se adiestra mejor, bajo la dirección exclusivade la fe, que en lo más noble que el hombre posee ensu naturaleza por encima de los brutos y superior a lasrestantes partes del alma, que es su misma mente; porquea ella ha sido otorgada la visión de lo invisible, a ellacomo presidenta de honor, colocada en interior y elevadositial, le ofrecen los sentidos el homenaje de las cosas externaspara que juzgue, sin reconocer superior a quien debaacatamiento y obediencia, fuera de Dios.50. En medio de tan múltiples cuestiones como he tratado,y ninguna, lo declaro, con la dignidad que merece laTrinidad suprema e inefable, cuya ciencia confieso es admirablepara mí y no la puedo comprender. Tú, alma mía,¿dónde te encuentras, dónde yaces, dónde estás mientraseres curada de tus dolencias por aquel que se hizo propiciaciónpor tus iniquidades? Reconoce que te encuentras enaquel mesón adonde el piadoso samaritano condujo al queencontró semivivo, llagado por las muchas heridas que lecausaron los bandoleros. No obstante, muchas verdades hasvisto, no con estos ojos abiertos a la visión de los cuerposirisados, sino con aquellos que pedía el salmista cuando exclamaba:Vean, Señor, mis ojos la equidad. Sí, has vistomuchedumbre de cosas verdaderas y las has distinguido dela luz a cuyo resplandor las contemplabas; eleva ahora tusojos a la misma luz y fija, si puedes, tu mirada en ella. Asípodrás ver la diferencia que existe entre el nacimiento delVerbo divino y la procesión del Don de Dios. El EspírituSanto jamás ha sido definido por el Hijo como engendradopor el Padre—sería entonces su hermano—, sino que hadicho que procedía del Padre. Siendo Espíritu de ambos, asemejanza de una comunión consubstancial al Padre y alHijo, no se le dice—Dios no lo permita—hijo de ambos.No puedes, lo sé, no puedes fijar tu pupila en este misterio,ni percibirle con claridad y distinción. Digo la verdad;me la he dicho a mí mismo, sé que no puedo; ella te muestraen ti tres realidades en las que puedes reconocer unapálida imagen de la Trinidad soberana, aunque ahora seasimpotente para contemplarla con fija mirada. Ella demuestrala existencia dentro de ti de un verbo verdadero, portu ciencia engendrado cuando dices lo que sabes, y estoaunque no pronunciemos o pensemos palabras de idioma algunoconocido, sino que nuestro pensamiento reciba la improntade nuestra ciencia, produciendo así, en la mirada delpensamiento, una imagen muy semejante a la que existe enla memoria, uniendo a estas dos cosas, que son como padree hijo, la voluntad como tercer elemento. Y esta voluntadprocede del pensamiento; nadie quiere aquello cuya esencia


940 <strong>DE</strong> TRINITATE XV, 28, 51imaginem; et ideo quamdam in hac re intelligibili nativitatiset processionis insinúan distantiam, quoniam non hocest cogitatione conspicere quod appetere, vel etiam perfruivolúntate, cernit discernitque qui potest. Potuisti et tu,quamvis non potueris ñeque possis explicare sufficienti elbquio,quod Ínter nubila similitudinum corporalium, quae cogitationibushumanis occursare non desinunt, vix vidisti.Sed illa lux quae non est quod tu, et hoc tibi ostendit,aliud esse illas incorpóreas similitudines corporum, et aliudesse verum, quod eis reprobatis intelligentia contuemur;haec et alia similiter certa oculis tuis interioribus lux illamonstravit.Quae igitur causa est cur acie fixa ipsam videre non possis,nisi utique infirmitas? Et quid tibi e'am fecit, nisi iniquitas? ® Quis ergo sanat omnes languores tuos, nisi quipropitius fit ómnibus iniquitatibus tuis?Librum itaque istum iam tándem aliquando precationemelius quam disputatione concludam.CAPUTXXVIIIXV, 28, 51 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 941o cualidad ignora; no obstante, aun no es imagen del pensamiento,y, por ende, se insinúa en esta realidad inteligibleuna diferencia profunda entre nacimiento y procesión.No es lo mismo la visión del pensamiento que el deseo y elgozo de la voluntad. Esto lo ve y distingue el que puede.Lo pudiste tú, alma mía, aunque no hayas sido ni seas capazde explicar con palabras cuanto has vislumbrado a travésde las sombras de las analogías corpóreas, asiduas ensalir al encuentro de los pensamientos humanos.Mas aquella luz que es lo que no eres tú te ha hecho verla diferencia entre la semejanza incorpórea de los seres materialesy la verdad que la inteligencia contempla, descartadaslas semejanzas. Esta y otras cosas, igualmente ciertas,te las mostró¡ aquella luz a tu mirada interior.Mas ¿cuál es la causa, sino tu flaqueza, de que no puedasmirar de hito en hito la luz? ¿De dónde te viene tan extremadamiseria, sino de tu culpa? Y ¿quién sana todas tusdolencias, sino aquel que es propiciación por tus pecados?Cerraré, pues, este libro con el broche de la plegaria, nocon la discusión.CONOLUSIQ LIBRI, CUM PRECATIONE ET EXCUSATIONE':."-.'<strong>DE</strong> MUIiTILOQTXIOCAPITULOXXVIII51. Domine Deus noster, credimus in te Patrem, et Filium,et Spiritum sanctum. Ñeque enim diceret Veritas: Ite,baptízate omnes gentes in nomine Patris et Filii et Spiritussancti, nisi Trinitas esses. Njec baptizari nos iuberes, DomineDeus, in eius nomine qui non est Dominus Deus. Ñequediceretur voce divina: Audi, Israel; Dominus Deus tuus,Deus unus est lss ; nisi Trinitas ita esses, ut unus DominusDeus esses. Et si tu Deus Pater ipse esses, et Filius verbumtuum Iesus Christus ipse esses, et donum vestrum Spiritussanctus; non legeremus in Litteris veritatis: fflisit Deus Filiumsuum. 139 ; nec tu, o Utaigenite, díceres de Spiritu sancto:Quem mittet Pater in nomine meo; et: Quem ego mittamvobis a Patre lix .Ad hanc regulam fidei dirigens intentionem meam, quantumpotui, quantum me posse fecisti, quaesivi te, et desideraviintellectu videre quod credidi, et multum disputavi,'!3rMt. 28, 19.,3S Deut. 6, 4.133 Gal. 4, 4, et lo. 3, 17.It0 lo. 14, 26.J11 Ibid., 1,5, 26.0 ÍPkrique Mss., ct quis tibi rain fecit, nisi uttqiic iniquitas?ULTÍLOGO Y PLEGARIA51. Señor y Dios mío, en ti creo, Padre, Hijo y EspírituSanto. No diría la Vlerdad: Id, bautizad a todas las gentesen el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,si no fueras Trinidad. Y! no mandarías a tus siervos ser bautizados,mi Dios y Señor, en el nombre de quien no es Diosy Señor. Y si Vos, Señor, no fuerais al mismo tiempo Trinidady un solo Dios y Señor, no diría la palabra divina:Escucha, Israel; el Señor, tu Dios, es un Dios único. Y sitú mismo fueras Dios Padre y fueras también Hijo, tu palabraJesucristo, y el Espíritu Santo fuera vuestro Don, noleeríamos en las <strong>Escritura</strong>s canónicas: Envió Dios a su Hijo;y tú, ¡oh Unigénito!, no dirías del Espíritu Santo: Que elPadre enviará en mi nombre; y: Que yo os enviaré de partedel Padre.Fija la mirada de mi atención en esta regla de fe, te hebuscado según mis fuerzas y en la medida que tú me hicistepoder, y anhelé ver con mi inteligencia lo que creía mi fe,


942 <strong>DE</strong> TRINITAIE XV, 28, 51et laboravi. Domine Deus meus, una spes mea, exaudí me,ne fatigatus nolim te quaerere, sed quaeram faciem tuamsemper ardenter 142 . Tu da quaerendi vires, qui invenire tefeeisti a , et magis magisque inveniendi te spem dedisti. Coramte est ñrmitas et infirmitas mea: illam serva, istam sana.Coram te est scientia et ignorantia mea: ubi mihi aperuisti,suscipe intrantem; ubi clausisti, aperi pulsanti. M|eminerimtui, intelligam te, diligam te. Auge in me ista, doñee mereformes ad integrum.Scio scriptum esse: In multiloquio non effugies peccatum" 3 . Sed utinam praedicando verbum tuum, et laudandote tantummodo loquerer! non solum fugerem peccatum, sedmeritum bonum aequirerem, quamlibet multum sic loquerer.Ñeque enim homo de te beatus, peccatum praeciperet germanoin fide filio suo, cui scripsit dicens: Praedica verbum,insta opportune, importune li4 . Mumquid dicendum est istumnon multum locutum, qui non solum opportune, verum etiamimportune verbum tuum, Domine, non tacebat? Sed ideo nonerat multum, quia tantum erat necessarium. Libera me,Deus, a multiloquio quod patior intus in anima mea, miserain conspectu tuo, et confugíente to ad misericordiam tuam.Non enim cogitationibus taceo, etiam tacens vocibus. Etsi quidem non cogitarem nisi quod placeret tibi, non utiquerogarem ut me ab hoc multiloquio liberares. Sed multae suntcogitationes meae, tales quales nosti, cogitationes hominum,quoniam vanae sunt 145 . Dona mihi non eis consentiré, et siquando me delectant, eas nihilominus improbare, nec in eisvelut dormitando immorari. Nec in tantum valeant apud me,ut aliquid in opera mea procedat ex illis; sed ab eis measaltem sit tuta sententia, tuta conscientia, te tuente.Sapiens quídam cum de te loqueretur in libro suo, quiEcclesiasticus proprio nomine iam vocatur: Multa, inquit,dicimus, et non pervenimus, et consummatio sermonum universaest ipse 1M .Cum ergo pervenerimus ad te, cessabunt multa ista quaedicimus, et non pervenimus; et manebis unus omnia in ómnibus147 : et sine fine dicemus unum laudantes te in unum,et in te facti etiam nos unum.Domine Deus une, Deus Trinitas, quaecumque dixi in bislibris de tuo, agnoseant et tui: si qua de meo, et tu ignosce,et tui. Amen." 2 Ps. 104, 4-1ÍS Ps. 93, 143 II.Prov. io, 19.14B Eccli. 43, 29.144 3 Tim. 4, 2. " r 1 Cor. 15, 28.a In Mss., cui inveniri te fecisti.b Editi, et confugiéntem. Plures vero Mss., confugiente; omissapartícula, et.XV, 28, 51 <strong>DE</strong> LA <strong>SAN</strong>TÍSIMA TRINIDAD 943y disputé y me afané en demasía. Señor y Dios mío, mi únicaesperanza, óyeme para que no sucumba al desaliento ydeje de buscarte; ansie siempre tu rostro con ardor. Damefuerzas para la búsqueda, tú que hiciste te encontrara y mehas dado esperanzas de un conocimiento más perfecto. Anteti está mi firmeza y mi debilidad: sana ésta, conserva aquélla.Ante ti está mi ciencia y mi ignorancia; si me abres,recibe al que entra; si me cierras el postigo, abre al quellama. Haz que me acuerde de ti, te comprenda y te ame.Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa.Sé que está escrito: En las muchas palabras no estásexento de pecado. ¡Ojalá sólo abriera mis labios para predicartu palabra y cantar tus alabanzas! Evitaría así el pecadoy adquiriría abundancia de méritos aun en la muchedumbrede mis palabras. Aquel varón amado de ti no habrá,ciertamente, aconsejado el pecado a su verdadero hijo enla fe, cuando le escribe: Predica la palabra, insiste a tiempoy a deshora. ¿Acaso se podrá decir que no habló mucho elque oportuna e importunamente anunció, Señor, tu palabra?No, no era mucho, pues todo era necesario. Líbrame, Diosmío, de la muchedumbre de palabras que padezco en mi interior,en mi alma, mísera en tu presencia y acogida a tumisericordia.Cuando callan mis labios, no guardan mis pensamientossilencio. Y si sólo pensara en las cosas que son de tu agrado,no te rogaría me librases de la abundancia de mis palabras.Pero muchos son mis pensamientos; tú los conoces;son pensamientos humanos, pues vanos son. Otórgame noconsentir en ellos, sino haz que pueda rechazarlos cuandosiento su caricia; nunca permitas me detenga adormecidoen sus halagos. Jamás ejerzan sobre mí su poderío ni pesenen mis acciones. Con tu ayuda protectora sea mi juicio seguroy mi conciencia esté al abrigo de su influjo.Hablando el Sabio de vos en su libro, hoy conocido conel nombre de Eclesiástico, dice: Muchas cosas diríamos sinacabar nunca; sea la conclusión de nuestro discurso: El loes todo.Cuando arribemos a tu presencia, cesarán estas muchascosas que ahora hablamos sin entenderlas, y tú permanecerástodo en todos, y entonces modularemos un cántico eterno,loándote a un tiempo unidos todos en ti.Señor, Dios uno y Dios Trinidad, cuanto con tu auxilioqueda dicho en estos mis libros conózcanlo los tuyos; si algohay en ellos de mi cosecha, perdóname tú, Señor, y perdónenmelos tuyos. Así sea.


ACABÓSE <strong>DE</strong> IMPRIMIR ESTA SEGUNDA EDI­CIÓN <strong>DE</strong>L VOLUMEN QUINTO <strong>DE</strong> LAS «<strong>OBRAS</strong><strong>DE</strong> <strong>SAN</strong> AGUSTÍN,,. <strong>DE</strong> LA BIBLIOTECA<strong>DE</strong> AUTORES CRISTIANOS, EL DÍA 24<strong>DE</strong> MARZO <strong>DE</strong> 1956, FIESTA <strong>DE</strong> <strong>SAN</strong>GABRIEL ARCÁNGEL, EN LOSTALLERES <strong>DE</strong> LA EDITO­RIAL CATÓLICA, S. A.,ALFONSO XI, 4,MADRIDLAVSDKO VIRGINIQUE MATRI

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