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gobiernos nacionales y sus vecinos agricultores. Es afirmarque deberían poder tener voz y voto sobre su propiofuturo y el futuro de su bosque y es reconocer la dificultadde crear un espacio para que su voz sea oída dado que susestructuras igualitarias políticas y el contexto particularhacen menos probable que encuentren el lugar o la razónpara expresar su opinión sobre su futuro en contextosnacionales o internacionales.Situación de los pueblos del bosqueque viven en el bosqueAntecedentesPoblacionesEn grados variables grupos tales como los mbuti (frecuentementellamados bambuti) y efe, los aka (Ba-aka) los bakay los bakola siguen siendo cazadores-recolectores. Sepiensa que los mbuti y los efe del Bosque de Ituri, RDC;suman una cantidad entre 35-40.000 personas, los aka delnorte del Congo (incluyendo a los mbendjelle) y al sur dela República Centroafricana entre 25-30.000 individuos;los baka del sudeste de Camerún entre 35-50.000 personas,y los bakola al sudoeste de Camerún entre 3.000 y4.000 personas. Aunque hay una tremenda variacióndentro de cada grupo (con ciertos sectores en su mayoríasedentarizados y dedicados a la agricultura, muchostrabajando durante períodos cortos o largos para extranjeroscomo las compañías madereras, comerciantes decarne y conservacionistas) la mayoría de estos pueblospasan períodos del año trasladándose a través del bosqueentre campamentos de caza y parte del año viviendo cercade los vecinos agricultores y trabajando en sus campos.HistoriaCuando los agricultores y pescadores bantú se trasladaronal bosque desde Camerún Central, desde el año 5.000AC en adelante, los ancestros de los cazadores-recolectoresde hoy intercambiaban productos forestales con los agricultoresa cambio de artefactos de hierro y cerámica ytambién productos agrícolas. Esto evolucionó en un sistemade intercambio económico y cultural que continúahasta hoy: en algunos lugares más en forma de relacionesde intercambio libre y en otras más en la forma de dominaciónde los agricultores. El punto clave para reconoceres que aunque estos cazadores-recolectores se consideran(y son considerados por sus vecinos) como los habitantesoriginales del bosque, ellos nunca han probablementevivido una existencia aislada y continúan aprovechándosede las oportunidades ofrecidas mediante las relacionesde intercambio con otros: ya sean las tradicionales relacionesde intercambio con agricultores, o los intentos másrecientes de beneficiarse de otros intrusos.El sistema tradicional de propiedad de los cazadoresrecolectoresdifiere del de los pueblos agricultores en lamedida en que sus derechos corporativos a la tierra noestán relacionados con el cultivo sino con la recolección,la pesca y la caza; sin embargo, sus derechos tradicionalesa la tierra yacen en la misma combinación de territoriosdefinidos y la membrecía grupal flexible como ha sidotradicionalmente el caso de sus vecinos agricultores. Tantolos derechos a la tierra de los agricultores como de loscazadores-recolectores han sido generalmente descartadospor los estados centroafricanos que han declaradoque toda la tierra forestal es propiedad del estado. Noobstante, los derechos de los cazadores recolectores sondoblemente ignorados ya, que según la visión de lasautoridades estatales, la tierra que no está cultivada esfrecuentemente considerada como tierra vacante porqueno es considerada como usada apropiadamente o continuamentede ninguna forma que justificaría o legitimaríauna reivindicación territorial. En esto, y en la concesión degrandes áreas boscosas para concesiones territoriales uorganismos conservacionistas, continúan la política desus predecesores coloniales que convirtieron al bosque enenormes concesiones controladas por los europeos, ya seapara recoger caucho, marfil o pieles. Además estaban losimpuestos obligados por los poderes coloniales sobre lapoblación, forzándolos a trabajar para las concesiones afin de poder pagar los impuestos, resultando en la miseria,el empobrecimiento y generalmente el hambre, pues lagente tenía menos y menos tiempo para trabajar en suspropios campos. Mientras que los agricultores disfrutabanlas relaciones de intercambio con los cazadoresrecolectores,los agricultores trataban siempre de controlarla fuerza de trabajo de los cazadores-recolectores paracumplir con sus impuestos conduciendo a una inevitabledominación jerárquica en su relación incluso cuandopodría antes haber sido más fluida e igual. Al mismotiempo, los agricultores fueron forzados a trasladarsefuera del bosque y asentarse a lo largo de los caminoscoloniales, su interacción cotidiana con el bosque y conlos cazadores-recolectores en el contexto anterior fuedrásticamente reducida.Relaciones sociales/ambientalesDonde el bosque no está destruido y donde los cazadoresrecolectores,en diversos grados, mantienen relaciones deintercambio tradicionales con sus vecinos agricultores,los baka, los aka, los efe y los mbuti pasan prolongadosperíodos de tiempo en el bosque. Ellos perciben su medioambiente como abundante y benevolente, y estudios recienteshan demostrado que se encuentran nutricionalmenteen mejores condiciones que la mayoría de losotros pueblos del Africa Sub-Sahariana (Hewlett 1991:11-12). Viven en grupos de entre 15 y 60 personas, cazando,recolectando alimentos vegetales y recolectando miel.Todo lo que les pertenece tiene que ser transportadocuando se trasladan a otro campamento de caza, por loque hay una considerable ventaja en tener pocas posesiones.Lo que tienen en abundancia es un conocimientoíntimo del bosque: la habilidad de leer los rastros de losanimales, conocer los ciclos de florecimiento y producción

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