Julio - Tribunal Supremo de Elecciones

OpiniónLos Deberes HumanosVíctor PérezFilólogo(padre deTeresa Pérez,Asesoría LegalTSE)Hoy en día, todo el mundohabla de derechos humanoscomo si fuesen los únicosque existiesen, y es difícil oíry leer acerca de los debereshumanos, sabiendo deantemano que los derechosestán en relación con losdeberes. A más derechos,más deberes, como a menosdeberes le correspondemenos derechos, es decir, soncorrelativos.Sin temor a equivocarmela mayoría conoce y exigebien sus derechos, perodesconocen o los hacendesconocer, y se burlande los deberes. Creo queno sería mal instalar unapedagogía que se hable másde los deberes de uno, quecorresponden a los derechos además, que estamos dentro derechos para exigirlos, losdeberes para olvidarlos o losderechos para el presente, losdeberes para el futuro. Raraes la situación, por el especialproceder de exigencia de losderechos, a sabiendas que nose cumple con sus respectivosdeberes.Esta situación secontempla y se vive todoslos días. Se crean unaserie de intereses creadospropios que regularizan lamoralidad, la indiferencia,la despreocupación ante lautilidad propia. Asaltan,matan y demás, sin cumplircon sus deberes y se vuelvengrandes defensores desus derechos, los que lescorresponde como a todohombre; pero sin cumplir consus deberes, ¿qué derechosles podrá corresponder?Desgraciadamente, en laactualidad hay muchos quepor defender al “hombre”,Una cosa son los principiosgenerales respecto del hombrey otras las aplicaciones paraaquellos que olvidándosede sus deberes, como dijeantes, asaltan, roban, matan,… A estos tipos no se lespuede aplicar y defender losderechos que como hombrescabales les correspondería.Creo que hay que defenderloscomo asaltantes, ladroneso matachines,… pues quienno respeta la dignidadde los demás, no se lespuede atender dignamente;no respeta la vida, no lemisma y así sucesivamente.Lo justo sería tratarlos comoson. Hombres dignos, conde hombres, con animalidad,para ver si así despiertan desu mal proceder. Cada unocon lo que le corresponde.Además, se puede hablar dederechos si cumplimos conlos deberes, deberes quevienen a ser los derechos delos otros.Ante esta situación,sicológicamente nos sentimoscomo culpables, ya sea porsentimiento o por actorescomo ellos y llegamosdespués de un colerón11relámpago a contemporizary llegar a formar ese nuevo“club del pobrecito”. Eldar a cada cual lo que lecorresponde es justicia. Eldefender derechos comunesa todos los hombres quecumplen con los comunesdeberes es equidad y justiciay equilibrio social. Nuestraregla deberá de ser: tantosdeberes cumples, tantosderechos te corresponden;sin deberes no hay derechos,que ni se pueden exigir sincontemporizar nadie conellos.Finalmente, todasociedad que no sabe exigir,limpiar, sanear su ambienteserá pasto de sus propiosdefendidos (los sin deberes).La vida como peregrinaciónGustavoAsesor de laGestión PolíticoInstitucionalEntre la vasta obra delerudito alemán Manfred Lurker,el último libro que publicaraantes de morir, en 1990,“El mensaje de los símbolos”es, para mí, lectura de cabecera.Su capítulo 7 se titula“La vida como peregrinación”y aunque la imagen de laexistencia como una marchava mucho más allá de losviajes que uno literalmentehaga, próximo a levar anclaspara cumplir un sueño personal,me animo a compar- tema que, por su extraordinariauniversalidad, remontalas geografías y las edades.Que nuestras vidas esténen constante movimiento, lashace susceptibles de ser imaginadascomo un camino. Loserrores y desviaciones sonparte ineludible del riesgosoandar. La meta se convierteen sentido de la marcha, enarmonía con el orden universal,en el pensamiento chino.Cosmovisión en la que el tao(la ruta), es de la mayor importancia,abarcando la ideade armonía con la ley, asícomo fundamento y destinoúltimo del ser.En el primitivo pensamientogriego, el binomiobien y mal se expresa, enlenguaje poético (Hesíodo),como dos caminos. Es asíque para Pitágoras la idea debifurcación lo llevará a cargarde sentido la letra “Y”. Mien-co,la encrucijada se presen-ta entre dos mujeres: el vicioy la virtud.En las religiones hinduistas,el camino de la salvaciónes el recorrido espiritual ha-dividualcon el divino universal(impersonal). Para Buda,el camino recto es el de la conduce a la quietud, la renunciay el nirvana. Los egipciosantiguos veían en el cursodel sol (que nace, muerey vuelve a nacer), su propiorecorrido personal que, enesperanza, trascendería lamuerte (componente imprescindiblede todo el caminarde El progreso del peregrino,del puritano Bunyan).En el Antiguo Testamento,cosas, el plan universal deDios, personal e inescrutableque, a la vez, es prescrito alhombre. En el Nuevo Testamento,la imagen de caminoreaparece en el sermón delmonte, alcanzando su puntoculminante en la asombro- discierne, también, un caminode salvación; procesoa cada paso abre los ojos ydesvela el mundo disipandosus apariencias.Es así como el caminantedeviene en buscador, cuyosendero es iluminado por laenseñanza religiosa, concebidapara remontar todo loque impida la subida, puesel trecho es ascendente, dela oscuridad a la luz del reinoceleste. No es casualidad,entonces, que entre los personajesuniversales abundenlos caminantes (de Gilgamesha Mario Bros, de Moisésa Frodo Bolsón).En ese desarrollo literario,se unen a la imagen del caminootras más: El puente,que une la tierra con el cielo,es antiquísimo y está presentedesde en la tradiciónromana y la germánica, hastaen la teología islámica. Siel caminante se extravía, elcamino se le torna confuso,encontrándose de repente enun laberinto, del cual, a veces,es Dios quien lo ayudaa salir. En el regreso a Dios,la sencillez, el arrepentimien- veces de hilo de Ariadna (¡alretorno el hijo pródigo queTeseo!).Si el laberinto se piensaen relación con el curso delos astros, deviene en espiral.Si gira a la derecha, desenrollándose,evoca evolución,futuro y sinsentido (¿mitodel progreso?). Enrollándosehacia la izquierda, representaberaciónde las ataduras dela materia (¿todo pasado fuemejor?). Ecos míticos queresonaban en los discursosenfrentados que hace pocosaños el TSE arbitró. Hayadespliegue o repliegue, elpunto de partida es el uterusmundi.Asociado también con elsímbolo del camino está eldel hilo. Ya sea el aliento hindú,las tejedoras griegas o lasparcas romanas, el hilo hacepensar en fragilidad, alcancey conexión. Pero el hilo en larueda del telar tiene la fuerzadel movimiento, del subey baja de los avatares de lavida y su inexorabilidad. Yesa es la rueda, en el ciclo delos nacimientos para el budismoo en las sensibilidadesmorales para los tibetanos.También es la suerte griegay la fortuna romana.¡Fortuna de la que tantose depende cuando ese viajese hace sobre aguas procelosas!El mar, como escenariodel camino dominado por eldiablo, hace menester aferrarseal leño de la Cruz, segúnAgustín. El naufragio dela vida se convierte en un toposmoralizante. Las olas delos placeres serán la amenaza.No es de extrañar que elambivalente simbolismo delagua suscite la muerte. Unamuerte que acecha, que senos viene encima.¿Qué luz nos guiará? En elmar tendrá que ser un faro,advertencia al tiempo quede éste, habrá que levantarla vista, como la Biblia nosllama a levantar nuestros corazonesen medio de la zozobray mirar hacia lo alto.Entonces surge la necesidadde un puente hacia arriba,es decir, una escalera. Su rayos solares de los egipcios,en la escalera de Jacob, en elarco iris de los nórdicos Edda,en el monte o en la torre), radicaen el vínculo con el anhelohumano de ascensióndel espíritu y subida al cielo.Y como nos gusta la seguridadde las solucionespermanentes, construimosla torre, escalera inválida lesdel Yahvé que desciendea nosotros pero no quiereque subamos por Él. Fue la la que llevó a los de Babel aconstruirla. No obstante, notardaríamos en suplir con loscampanarios de las iglesiasesa necesidad de la torre celestial.El detalle arquitectónicode las dos torres en la fachadade los templos, rememoralos palacios de los soberanoshititas y bizantinos.También será para el pensamientocristiano, la entradaa la ciudad celestial. Y retomandolo apuntado en cuantoa la organización espacialinterna de los templos, resaltala demarcación de uncamino sagrado hacia Dios,plasmado en el vía crucis(por eso la arquitectura delos templos evoca la idea desendero hacia la divinidad).Igual deber de peregrinajese impondrá para el mahometanocon ir a la Meca.En esto radica mucho las dimensiones espiritual ymaterial de nuestras vidas:Desde chiquillos nos dicenque comamos para crecer yponto aprendemos que enla adultez de lo que se trataes de ir escalando para tocarel cielo. Pero, según lamilenaria y universal sabiduríaque he reseñado, ir haciala fuente, el origen que esDios, si bien será siempreuna ascensión, parte delmás profundo abajamiento,como el descensus de laCruz.Nuestro contemporáneofrenesí por avanzar a ritmoscada vez más acelerados,parece haber perdido contactocon la venerable tradiciónuniversal que entiendela vida como un peregrinaje.Y en tanto corremos desesperadoshacia ninguna parte,olvidamos que en vez delreloj (privilegiado por el imperiodel kronos), es la brújulael artefacto que puedeconducirnos a buen puerto.