El sÃn - Pfizer
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22 12 personajes en busca de psiquiatra<br />
desaparece. En estas circunstancias, a las personas que lo<br />
rodean les es difícil contactarse con el enfermo y no entienden<br />
su comportamiento ni sus ideas: “No volvió a comer.<br />
No volvió a dormir. Sin la vigilancia y los cuidados de Úrsula<br />
se dejó arrastrar por su imaginación hacia un estado de<br />
delirio perpetuo del cual no se volvería a recuperar” (GGM,<br />
ibídem, p. 94).<br />
En la medida que su enfermedad progresó, José Arcadio<br />
Buendía se vio en la necesidad de redefinir su percepción<br />
del mundo en lo que se denomina la interpretación delirante,<br />
hasta hallar la respuesta que lo salvara de la irrealidad en<br />
lo que se denomina la iluminación delirante, para, finalmente,<br />
quedar atrapado en una idea delirante estructurada e irreductible,<br />
un mundo propio de tipo alucinatorio. Todo su<br />
esfuerzo de reparación a través de un Macondo perfecto y<br />
después mediante sus empresas desaforadas dirigidas a resolver<br />
los problemas del mundo, no fue suficiente para<br />
tranquilizarlo. Abatido por la ambivalencia irreductible<br />
que supuso la desestructuración de su yo hasta asumir un<br />
comportamiento autista ininteligible, creó su vivencia para<br />
abstraerse de la incertidumbre y de la ansiedad psicótica, es<br />
decir, para salvarse de la desrealización y de la aniquilación.<br />
<strong>El</strong> cerebro de José Arcadio Buendía fabricó una teoría<br />
que le diera sentido a su existencia, sin percatarse, como les<br />
ocurre a los esquizofrénicos, de que no tenía congruencia<br />
con la realidad. Y lo hizo con lo que tenía a mano en su<br />
biografía. Cumplió así el viejo aforismo psiquiátrico que<br />
dice que el paciente delira con lo que tiene. José Arcadio,<br />
amarrado al árbol de castaño, comenzó a ver a Prudencio<br />
Aguilar, y a conversar con él. Si bien esta es una experiencia<br />
psicótica, de desarraigo con la realidad, es una estructuración<br />
psicológica que le da sentido a José Arcadio. La idea<br />
delirante es la expresión creativa del pensamiento con el fin<br />
de reducir la incertidumbre y el caos. Incluso, José Arcadio