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El sín - Pfizer

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La vida en otra parte<br />

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es conseguir una vivienda: “[…] pues por dura que sea la<br />

vida cualquiera necesita un cuarto propio, como escribió<br />

Virginia Woolf, un lugar a salvo de las miradas y charlas ajenas,<br />

donde uno pueda llorar o cortarse las venas en absoluta<br />

libertad” (Gamboa, ibídem, p. 25). <strong>El</strong> segundo motivo de<br />

preocupación es la cuenta bancaria, que va haciéndose cada<br />

vez más escasa. Pronto consigue trabajo como profesor de<br />

español, pero las clases no son suficientes para costearse su<br />

manutención. Así, debe aceptar otro oficio: el de lavaplatos<br />

en el segundo sótano de un restaurante coreano, a horas<br />

imposibles, con tal de reunir el dinero suficiente para sobrevivir.<br />

“Un trabajo, algo que me quitara el miedo a no tener<br />

la plata del alquiler y verme en la calle, o el de no poder<br />

comer bien y caer enfermo, y sobre todo el miedo a no poder<br />

soportar la vida que había elegido y tener que regresar a<br />

Bogotá, derrotado” (Gamboa, ibídem, p. 50).<br />

Poco a poco, se hace a una vida más llevadera por la posibilidad<br />

que le brinda conocer a otros inmigrantes quizás<br />

más pobres que él: exiliados de diversos países, entre<br />

ellos varios exguerrilleros colombianos; mujeres de Europa<br />

Oriental que ven en la prostitución una oportunidad para<br />

progresar; personajes que lo conectan con su ámbito, el de<br />

la literatura, y le permiten acceder a otros escritores ya reconocidos<br />

que pueden estimularlo en su lucha por no fracasar.<br />

Estas y otras esperanzas, como la de fantasear con el<br />

regreso de Victoria, van alimentándole una ansiedad notable<br />

que se pone en evidencia en varios episodios en los que<br />

no se atreve a salir de su “chambra” por esperar que suene<br />

el teléfono.<br />

Permanentemente, mientras nos va relatando la vida de<br />

los demás inmigrantes que hacen parte de la novela, Esteban<br />

se atormenta con la duda de si eligió bien, de si todo no<br />

fue más que un error; y se angustia con la probabilidad de<br />

no salir nunca de esa pocilga y de la tortura que representa

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