12.07.2015 Views

bakunin-la-internacional-y-la-alianza-en-espac3b1a

bakunin-la-internacional-y-la-alianza-en-espac3b1a

bakunin-la-internacional-y-la-alianza-en-espac3b1a

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uCAPÍTULO SEGUNDOLA INTERNACIONAL EN ESPAÑA, ANTES DE LA REVOLUCIÓN DESEPTIEMBRE. ANTECEDENTES SOCIALES DEL PUEBLO ESPAÑOLNo está c<strong>la</strong>ro lo que impidió a <strong>la</strong> Internacional echar raíces <strong>en</strong> España antes de <strong>la</strong> revolución del18 de septiembre de 1868; los hombres dispuestos existían, como lo demuestra el éxito deFanelli. Pero una iniciativa seria de parte del Consejo c<strong>en</strong>tral, más tarde l<strong>la</strong>mado Consejog<strong>en</strong>eral, fundado <strong>en</strong> Londres el 28 de septiembre de 1864, no ha t<strong>en</strong>ido lugar <strong>en</strong> todo caso. Elprimer comité nombrado el 28 de septiembre y los nombrami<strong>en</strong>tos sucesivos de miembros noconti<strong>en</strong><strong>en</strong> a ningún español. El 22 de noviembre L. Otto fue autorizado por el Consejo paracorresponder con los «amigos de progreso» de España; según una carta de Marx a Engels (2de diciembre). Ese Otto era un jov<strong>en</strong> alemán a qui<strong>en</strong> después no volvemos a <strong>en</strong>contrar. El 1 demayo de 1865, cuando los miembros italianos, todos mazzinianos, abandonaron el Consejo (4de abril), Marx escribió a Engels: «<strong>en</strong> lugar de ellos (de los italianos) hay ahora españoles (<strong>en</strong> elConsejo). Una nación <strong>la</strong>tina <strong>en</strong> lugar de otra», pero es imposible <strong>en</strong>contrar rastros de esosespañoles. Los hubo, sin embargo, <strong>en</strong> <strong>la</strong> apertura de <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia celebrada <strong>en</strong> Londres apartir del 25 de septiembre de 1865; Fribourg, <strong>en</strong> su informe sobre esa confer<strong>en</strong>cia, hab<strong>la</strong> decorresponsales <strong>en</strong> Nueva Cork y Nashville (T<strong>en</strong>nesse), <strong>en</strong> Río de Janeiro, <strong>en</strong> Egipto, <strong>en</strong>España, <strong>en</strong> Guadalupe y <strong>en</strong> Martinico. Sea lo que quiera, un poco después, el 14 d<strong>en</strong>oviembre, se informó que <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro parisién correspondía con «demócratas españoles». El20 de febrero de 1866 un hombre de nombre Ortiga fue elegido <strong>en</strong>e. Consejo g<strong>en</strong>eral; se medijo que era un sastre francés de orig<strong>en</strong> español e ignoro si t<strong>en</strong>ía algo que ver con España. El 6de marzo de 1866 tuvo lugar <strong>la</strong> elección de Paul Lafargue, que había sido activo <strong>en</strong> elmovimi<strong>en</strong>to muy agitado, socialista y ateo, de los estudiantes parisi<strong>en</strong>ses y había sidoexpulsado de <strong>la</strong> Universidad de París.Lafargue procedía de una familia establecida <strong>en</strong> Burdeos, pero que había t<strong>en</strong>ido o t<strong>en</strong>ía aúnpropiedades <strong>en</strong> <strong>la</strong> is<strong>la</strong> de Cuba. En ocasión de su elección a <strong>la</strong> Cámara francesa <strong>en</strong> 1891, sunacionalidad fue puesta <strong>en</strong> te<strong>la</strong> de juicio, pero estableció que era francés y no cubano. En 1866,<strong>en</strong> <strong>la</strong> Tribune du Peuple (Bruse<strong>la</strong>s) firma: Paul Lafargue, mu<strong>la</strong>to (19 de septiembre). Escribió<strong>en</strong>tonces La lucha social <strong>en</strong> La Rive Gauche (Bruse<strong>la</strong>s), traducida <strong>en</strong> el órgano del Consejog<strong>en</strong>eral, The Commonwealth, del 13 al 20 de octubre. Había sido proudhoniano, pero se asocióa <strong>la</strong> familia de Marx, con una de cuyas hijas, Laura, se casó <strong>en</strong> febrero de 1868. Se sabe quetuvo un fin trágico, <strong>en</strong>v<strong>en</strong><strong>en</strong>ándose con su mujer a <strong>la</strong> edad de set<strong>en</strong>ta años y cuando su fortuna,repartida hasta esa fecha, había sido gastada. Marx no le tomó muy <strong>en</strong> serio y le l<strong>la</strong>mó am<strong>en</strong>udo el «gascon» <strong>en</strong> sus cartas. He leído apreciaciones muy severas sobre su carácter, perono tuve nunca interés <strong>en</strong> hacer una investigación personal. Más tarde se esforzó por hacerse elmarxista obsequioso, pero nunca bastante, pues Marx, <strong>en</strong> una de sus últimas cartas, el 11 d<strong>en</strong>oviembre de 1882, escribió literalm<strong>en</strong>te a Engels: «¡Longuet (el otro yerno) como el últimoproudhoniano y Lafargue como el último <strong>bakunin</strong>ista! ¡Que el diablo se los lleve!»Hacia <strong>la</strong> época de que hablé más arriba, el 6 de febrero de 1866, el Consejo ti<strong>en</strong>e noticia porL’Assotiation, el periódico cooperativista de París, que <strong>en</strong> diciembre de 1865 había t<strong>en</strong>ido lugar<strong>en</strong> Barcelona un congreso de 40 sociedades obreras, fundando una federación de esassociedades; su c<strong>en</strong>tro sería <strong>en</strong> Barcelona y su órgano oficial sería El Obrero; se proponere<strong>la</strong>cionarse con el presid<strong>en</strong>te de ese congreso. El 20 de marzo un italiano que parte paraAmérica quería dejar cartas de introducción a los socialistas principales de España, de Portugaly de Italia. El 27 de marzo de 1866 Lafargue, a propuesta de Dupont y de Jung, es nombradosecretario para España, cuya l<strong>en</strong>gua conocía.8


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uPero no existe ningún rastro de lo que haya podido hacer como secretario, al m<strong>en</strong>os hasta elcongreso de Lausana (1867), el tiempo cubierto por los docum<strong>en</strong>tos conservados y recogidos,aunque no g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te accesibles aún. El congreso recibió una carta de una «Liga socialrepublicana»de Barcelona (13 de septiembre), de <strong>la</strong> cual el Vorbote de Ginebra publicó algunosextractos. No <strong>en</strong>contré nada sobre España <strong>en</strong> los resúm<strong>en</strong>es del Consejo g<strong>en</strong>eral, queconozco. Aún el 30 de noviembre de 1869 una lista pres<strong>en</strong>ta a Lafargue como secretario, quepoco tiempo después vuelve a Francia. El 14 de mayo de 1870 se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra Serrailler como«secretario supl<strong>en</strong>te para España»; el 23 de junio no se ve secretario para España, Bélgica yHo<strong>la</strong>nda. Ahora bi<strong>en</strong>, ese obrero francés no tuvo probablem<strong>en</strong>te ni de cerca ni de lejos re<strong>la</strong>ciónalguna con España y Ho<strong>la</strong>nda. Engels escribió el 11 de febrero de 1870 a Marx: … «seríapreciso dejarles (a los <strong>bakunin</strong>istas) España e Italia, al m<strong>en</strong>os provisoriam<strong>en</strong>te»… Las cosashan debido quedar así hasta que Engels, domiciliado <strong>en</strong> Londres desde 1870, fue elegidosecretario para España: <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong>marañó los asuntos con los resultados que se verá.Un español, Sarro Magallán, miembro de una sociedad obrera de Barcelona. La Legión Ibérica,estuvo pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el Congreso de Bruse<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> Internacional (1868), pero Francisco Mora,pág. 47 de su libro, cu<strong>en</strong>ta que su pres<strong>en</strong>cia fue accid<strong>en</strong>tal y sin importancia para el movimi<strong>en</strong>toespañol. Después del pronunciami<strong>en</strong>to de Cádiz y el fin del reinado de Isabel fueron <strong>en</strong>viadosmanifiestos a los trabajadores españoles por el Consejo g<strong>en</strong>eral por medio de obrerosfranceses, por delegados jurasianos (firmado Fritz H<strong>en</strong>g, Adhemar Schwitzguébel, 25 deoctubre); se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran los dos últimos <strong>en</strong> La Voix de l’Av<strong>en</strong>ir (Chaux de Fonds) del 1 d<strong>en</strong>oviembre; casi al mismo tiempo <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r inspirada por Bakunin apareció <strong>en</strong> Ginebra, fechadael 21 de octubre, y un manifiesto belga del 19 de octubre.Todo eso es poco; no hubo ningún contacto, ninguna iniciativa seria hasta ese tiempo. Bakunin,por su parte, cu<strong>en</strong>ta a Herz<strong>en</strong> el 19 de julio de 1866 que su organización <strong>internacional</strong> secreta,<strong>la</strong> Fraternité internationale, t<strong>en</strong>ía miembros también <strong>en</strong> España; no puedo p<strong>en</strong>sar más que <strong>en</strong>Fernando Garrido que, con Alfred Ta<strong>la</strong>ndier, es m<strong>en</strong>cionado por Albert Richard (Revue deParís, 1 de septiembre de 1896, pág. 121) <strong>en</strong>tre los varios miembros de <strong>la</strong> Fraternité <strong>en</strong>Londres. Se sabe que Bakunin lo conoció y ha podido visitarlo <strong>en</strong> 1862-63 a más tardar. Es muyposible, pero <strong>la</strong> personalidad de Garrido explica también que <strong>la</strong>s ideas anarquistas de Bakuninno pudieron t<strong>en</strong>er una influ<strong>en</strong>cia seria <strong>en</strong> él, ni debió actuar <strong>en</strong> España para difundir<strong>la</strong>s.Fernando Garrido era de los hombres más conocidos del antiguo socialismo español. Losfourieristas Joaquín Abreu, Pedro Luis Huarte y otros, de Cádiz y de Madrid, le ganaron parasus ideas; publicó <strong>en</strong> 1864 La Atracción, que se dice <strong>en</strong> el primer periódico socialista deEspaña; desde ese tiempo militó <strong>en</strong> España y <strong>en</strong> el destierro <strong>en</strong> favor de <strong>la</strong>s ideas socialistas yrepublicanas. Estaba <strong>en</strong> contacto estrecho con una parte del movimi<strong>en</strong>to republicano; <strong>en</strong>Ing<strong>la</strong>terra le fascinó <strong>la</strong> cooperación <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de los Rochadle pioneers, esa asociaciónfamosa de qui<strong>en</strong> G. J. Holyoake escribió <strong>la</strong> historia, uno de los escritos de matiz social másdifundidos de <strong>la</strong> época. Garrido ha podido ser útil a Bakunin por sus vastas re<strong>la</strong>cionesrepublicanas y otras, y <strong>en</strong> ocasión del viaje de Fanelli se contó, sin duda, no con sucooperación, sino con el apoyo que podía prestar. He visto un número (II, del 1 de <strong>en</strong>ero de1872) del periódico de Garrido <strong>en</strong> Madrid, La Revolución Social, periódico socialista muymoderado que no pi<strong>en</strong>sa <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional y anuncia una traducción con notas, por Garrido,de <strong>la</strong> Teoría de <strong>la</strong> armonía universal, o el Fa<strong>la</strong>nsterio, de Carlos Fourier.Se debe, sin embargo, a Garrido <strong>la</strong> acumu<strong>la</strong>ción de una gran masa de detalles sobre elsocialismo español antes de <strong>la</strong> Internacional, como, por ejemplo, <strong>en</strong> su obra Historia del reinadodel último Borbón de España (Barcelona, 1868-69, principalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>la</strong>s págs. II, 938 ysigui<strong>en</strong>tes, III, 126, 136-7, 193, 264, 267, 298, 359, 392, 393, 1276 y sigui<strong>en</strong>tes, 1291 y 1305) y<strong>en</strong> su Historia de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses trabajadoras (Madrid, 1870), que apareció primero como Historia de<strong>la</strong>s asociaciones obreras <strong>en</strong> Europa (Barcelona, 1864).9


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uSe <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran, por ejemplo, <strong>en</strong> The Leader (Londres) del 6 y 13 de septiembre de 1851indicaciones interesantes sobre lo que se l<strong>la</strong>mó «el primer periódico de los obreros <strong>en</strong> España»,El Trabajador, Madrid, que defi<strong>en</strong>de <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> asociación, tan popu<strong>la</strong>r <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> Francia.Ignacio Cervera era el propagandista de ese matiz social. El artículo de Malon, Le socialisme <strong>en</strong>Espagne (Revue socialiste, mayo 1889), podría consultarse. Pí y Margall, el republicanofederalista, refugiado <strong>en</strong> París <strong>en</strong> junio de 1866, tradujo varias obras de Proudhon. Antes sehabían traducido piezas de Cabet y de Lam<strong>en</strong>nais; los profesores se hicieron una especialidadde <strong>la</strong> filosofía del alemán Krause; Ramón de <strong>la</strong> Sagra estuvo <strong>en</strong> los periódicos parisi<strong>en</strong>ses de1848 y también <strong>en</strong> los de Proudhon, etc.Es imposible formarse una idea de <strong>la</strong> ext<strong>en</strong>sión y de <strong>la</strong>s ramificaciones de esa antiguapropaganda social y socialista <strong>en</strong> España, que fue nutrida con ideas proced<strong>en</strong>tes sobre todo deFrancia, donde el socialismo teórico y un poco p<strong>la</strong>tónico floreció antes y <strong>en</strong> 1848. Existía <strong>la</strong>industria cata<strong>la</strong>na y <strong>la</strong> agricultura andaluza, donde <strong>la</strong> explotación y <strong>la</strong> miseria eran insoportablesy dieron lugar a <strong>la</strong> formación de asociaciones y motines. Hubo viol<strong>en</strong>tas luchas civiles,republicanas y otras, donde <strong>la</strong> cuestión del c<strong>en</strong>tralismo y del federalismo dividió mucho <strong>la</strong>sfuerzas antimonárquicas. Los socialistas fueron atraídos sucesivam<strong>en</strong>te por los republicanospara cooperar <strong>en</strong> <strong>la</strong> caída de <strong>la</strong> monarquía y rechazados por el carácter burgués ygubernam<strong>en</strong>tal de los republicanos políticos. La federación ofrecía más atracción, pero nop<strong>en</strong>saba tampoco <strong>en</strong> tocar <strong>la</strong> cuestión social. Por lo tanto, si veo bi<strong>en</strong> <strong>la</strong>s cosas, los militantesobreros t<strong>en</strong>ían experi<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>s conspiraciones, se s<strong>en</strong>tían impulsados hacia <strong>la</strong> destruccióndel Estado político tal como era, hacia un federalismo del cual ninguna experi<strong>en</strong>cia habíatrazado límites; veían también que <strong>en</strong> <strong>la</strong>s empresas políticas sacaban <strong>la</strong>s castañas del fuegopara los burgueses que no p<strong>en</strong>saban seriam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> mejorar el sistema social, por másrepublicanos que se dijeran. Veían también <strong>la</strong> misión tan preponderante y siempre funesta delos militares <strong>en</strong> <strong>la</strong>s luchas viol<strong>en</strong>tas civiles y conocían a fondo <strong>la</strong> misión odiosa del sacerdote.Por lo tanto, un gran número de obreros y jóv<strong>en</strong>es veía c<strong>la</strong>ro, y cuando cayó el antiguo régim<strong>en</strong>,estaban dispuestos, por fin, a obrar por sí mismos; odiaban <strong>la</strong> burguesía, el Estado, el clero ylos cambios políticos sin carácter social. Estaban, pues, predispuestos, maduros paracompr<strong>en</strong>der <strong>la</strong>s ideas de colectivismo, de ANARQUÍA, de ateísmo y de revolución social queBakunin les propuso por boca de Fanelli, y compr<strong>en</strong>dieron también, por una <strong>la</strong>rga experi<strong>en</strong>cia,el valor de <strong>la</strong> asociación, de <strong>la</strong> organización pública y secreta y bi<strong>en</strong> pronto <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong>Alianza se convirtieron <strong>en</strong> organismos fuertes, bi<strong>en</strong> coordinados y sost<strong>en</strong>idos con valor yabnegación.Quisiera recordar aquí un trabajo bastante ext<strong>en</strong>so del cual no conozco que una traducciónalemana; es Das sozialistische Spani<strong>en</strong>, por el camarada Pedro Vallina, publicado <strong>en</strong> <strong>la</strong> revistaDer Freie G<strong>en</strong>eration (Londres y Berlín) desde septiembre de 1906 a agosto de 1907 (I, 3 a II,2). Se hab<strong>la</strong> allí de <strong>la</strong>s primeras huel<strong>la</strong>s de ideas socialistas, del Tratado de <strong>la</strong> república, delmonje Alonso del Castrillo, <strong>en</strong> 1521, de Luis Vives, de Val<strong>en</strong>cia, que escribió <strong>en</strong> 1525 Desubv<strong>en</strong>tione pauperum. Joaquín Abreu volvió fourierista de su destierro <strong>en</strong> Francia y propagóesas ideas <strong>en</strong> Cádiz, hacia 1840-50; esa iniciativa conmovió <strong>en</strong> su última repercusión a FermínSalvochea, nacido <strong>en</strong> 1842, víctima de una cond<strong>en</strong>a atroz <strong>en</strong> Jerez, 1892 (véase su biografía<strong>en</strong> Ci<strong>en</strong>cia social, Bu<strong>en</strong>os Aires, noviembre de 1898; véase también La ANARQUÍA, Madrid, del1 de octubre de 1891). En 1848, según El espíritu moderno, libro de grandes simpatíassocialistas. Sixto Cámara, había una Fraternidad, órgano comunista de Barcelona. Cerverafundó <strong>la</strong> primera escue<strong>la</strong> para <strong>la</strong> educación de los obreros <strong>en</strong> Madrid, esfuerzo socialista quefue suprimido. La revolución <strong>en</strong> Barcelona, tan cruelm<strong>en</strong>te sofocada (Cabet reunió testimoniossobre el<strong>la</strong> <strong>en</strong> un gran folleto) marca probablem<strong>en</strong>te el principio de <strong>la</strong>s vehem<strong>en</strong>tes luchas yodios sociales <strong>en</strong> Barcelona, que no cesarán antes de <strong>la</strong> victoria final del pueblo. Ya veinte añosantes de <strong>la</strong> Internacional se diseña <strong>la</strong> lucha agraria <strong>en</strong> Andalucía, <strong>la</strong> revolución social <strong>en</strong>Barcelona y una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hacia <strong>la</strong> lucha política democrática, <strong>en</strong> Madrid. Sixto Cámaraconspira y muere; sus camaradas son agarrotados. En 1855 es proc<strong>la</strong>mada <strong>la</strong> huelga g<strong>en</strong>eral10


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u<strong>en</strong> Cataluña: <strong>la</strong> primera. Se sigu<strong>en</strong> <strong>en</strong> 1855 y <strong>en</strong> 1856 luchas de hambri<strong>en</strong>tos para apoderarsede los graneros, y muchos actos de terror agrario, y muchos actos de terror agrario, de rebeliónpopu<strong>la</strong>r franca. En 1857 se levanta una fuerte banda de socialistas y de republicanos <strong>en</strong>Andalucía; varios meses después 95 de los presos son fusi<strong>la</strong>dos <strong>en</strong> Sevil<strong>la</strong>. La insurrección deLoja, ciudad de <strong>la</strong> provincia de Granada, por Pérez de A<strong>la</strong>mo, <strong>en</strong> 1861, treinta mil hombres <strong>en</strong>armas, sufrió una derrota militar. En Cataluña los obreros estaban organizados por dec<strong>en</strong>as demil<strong>la</strong>res cuando toda asociación fue impedida <strong>en</strong> 1857. El gobierno impuso aún <strong>en</strong> 1860-70 <strong>la</strong>smás grandes vejaciones a <strong>la</strong>s sociedades obreras e impidió sus re<strong>la</strong>ciones mutuas paraocuparse de problemas sociales o políticos (1861).Se ve por este resum<strong>en</strong> rápido <strong>la</strong> int<strong>en</strong>sidad de <strong>la</strong>s luchas sociales <strong>en</strong> España, que significabansiempre para el pueblo, <strong>en</strong> rebelión abierta, <strong>la</strong> suerte de los v<strong>en</strong>cidos, el presidio o <strong>la</strong> muerte.Remontémonos aún a <strong>la</strong> edad de <strong>la</strong>s conspiraciones y de los cortos años de constitución libre,desde 1814 hasta <strong>la</strong> represión de esa libertad por el ejército francés, l<strong>la</strong>mado ejército de <strong>la</strong> fe,diez años más tarde, y más lejos aún, a <strong>la</strong>s luchas de toda <strong>la</strong> nación españo<strong>la</strong> contra <strong>la</strong>conquista francesa de Napoleón, y vemos tres g<strong>en</strong>eraciones removidas sin cesar por luchas amuerte que, si t<strong>en</strong>ían un aspecto político para los jefes y los burgueses, tomaban para elpueblo, el obrero catalán y el campesino andaluz <strong>en</strong> primera línea, un carácter cada vez máspronunciado de guerra social, guerra <strong>en</strong> que el Estado apareció siempre <strong>en</strong> una forma tanterrible que no se trató ya de apunta<strong>la</strong>rlo, de reformarlo, sino que se trató de destruirlo.He insistido tanto sobre ese período antes de <strong>la</strong> Internacional, porque <strong>la</strong> ext<strong>en</strong>sión rápida deel<strong>la</strong>, <strong>la</strong> int<strong>en</strong>sidad de sus ideas anarquistas y revolucionarias han t<strong>en</strong>ido por indicadores aBakunin, Fanelli y sus primeros camaradas españoles, pero tuvieron por base real al trabajadorde <strong>la</strong>s ciudades y de los campos de España, tal como lo habían formado esas tresg<strong>en</strong>eraciones de luchas y de sufrimi<strong>en</strong>tos. La represión política se desvaneció por un cortoperíodo después de septiembre de 1868; se respiró librem<strong>en</strong>te y el socialismo vio llegada <strong>la</strong>hora de romper los <strong>la</strong>zos con los burgueses y su política. Bakunin compr<strong>en</strong>dió esomaravillosam<strong>en</strong>te y obró <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to y triunfó. En cambio Marx, que quería imponer a losobreros, disgustados de <strong>la</strong> política y, mediante Lafargue, un partido obrero, francés.CAPÍTULO TERCEROOPINIÓN DE LA INTERNACIONAL SOBRE LOS PRONUNCIAMIENTOSMILITARES ESPAÑOLES. ACTIVIDADES DE BAKUNIN, ELÍASRECLUS Y FANELLI. NOMBRES DE LOS PRIMEROSINTERNACIONALISTAS DE ESPAÑABakunin se ocupó de <strong>la</strong> Internacional desde el verano de 1868. El ginebrino Charles Perron,delegado al congreso de Bruse<strong>la</strong>s (septiembre), era ya portador de cartas suyas a variosdelegados, de <strong>la</strong>s cuales no juzgó prud<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tregar más que dos, una a Longuet, otra a AlbertRichard, de Lyon. Al regreso de Bruse<strong>la</strong>s, él y Perron han debido verse a m<strong>en</strong>udo; el 18 deseptiembre estalló <strong>la</strong> revolución españo<strong>la</strong> <strong>en</strong> Cádiz y el 21 de octubre el Comité c<strong>en</strong>tral de <strong>la</strong>Internacional de Ginebra firmó el sigui<strong>en</strong>te manifiesto:«La Asociación Internacional de los Trabajadores a los obreros de España». Publicado <strong>en</strong> hojasuelta y como suplem<strong>en</strong>to de La Liberté (Ginebra), 24 de octubre; también <strong>en</strong> el Vorbote11


Seção 9 – Custas Recursais e do Processo5.9.6 –Se o recurso inominado não for recebido pelo juízo "a quo "ou não conhecido pelo juízo "ad quem", em razão da deserção ouintempestividade, o valor do preparo não será restituído.Art. 2º. Este Provim<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tra em vigor na data de sua publicação,revogadas as disposições em contrário.Publique-se. Registre-se e cumpra-se.Cuiabá/MT, 25 de julho de 2008.Desembargador ORLANDO DE ALMEIDA PERRICorregedor-Geral da Justiça.x.D e p a r t a m e n t o d e O r i e n t a ç ã o e F i s c a l i z a ç ã o d a S e c r e t a r i a d aCorregedoria-Geral da Justiça, em Cuiabá, 30 de julho de 2008.NILCEMEIRE DOS SANTOS VILELADiretora do Departam<strong>en</strong>toVisto:LUSANIL EGUES DA CRUZCoord<strong>en</strong>ador da Secretaria da CorregedoriaPROVIMENTO Nº 40/2008/CGJOri<strong>en</strong>ta como deve ser c<strong>la</strong>ssificada a ordem de citaçãoO CORREGEDOR-GERAL DA JUSTIÇA, no uso de suas atribuições legais,CONSIDERANDO constituir prerrogativa do cargo a edição de atos deori<strong>en</strong>tação e instrução aos magistrados de Primeira Instância sobrematéria administrativa e judiciária (art. 39, "c", do COJE);CONSIDERANDO que para fins de pontuação a simples decisão de seord<strong>en</strong>ar a citação, com ou sem a fixação de honorários, não pode ser<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como decisão interlocutória, salvo quando o juiz aprecia pedidode antecipação de tute<strong>la</strong>;CONSIDERANDO que o objetivo da Resolução nº 04/2006 é valorizar otrabalho intelectual dos atos e decisões voltados à solução da lide;CONSIDERANDO que, na prática, ao analisar a petição inicial, o juiz <strong>la</strong>nçasimples ordem de citação, sem decidir n<strong>en</strong>huma questão;RESOLVE:Art. 1º. A simples determinação de citação do(s) réu(s), com ou sem afixação de honorários, deve ser c<strong>la</strong>ssificada como despacho para fins depontuação, salvo quando o juiz apreciar, fundam<strong>en</strong>tadam<strong>en</strong>te, pedido deantecipação de tute<strong>la</strong>, de assistência judiciária gratuita ou determinar,também fundam<strong>en</strong>tadam<strong>en</strong>te, a em<strong>en</strong>da da petição inicial.Art. 2º. As decisões interlocutórias devem ser c<strong>la</strong>ssificadas segundo asori<strong>en</strong>tações contidas nos incisos "V" e "VI", do art. 2º do Provim<strong>en</strong>to nº30/2007-GAB, de 29.06.2007.Art. 3º. Este Provim<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tra em vigor na data de sua publicação,revogadando as disposições em contrário.Publique-se. Registre-se e cumpra-se.Cuiabá/MT, 28 de julho de 2008.Desembargador ORLANDO DE ALMEIDA PERRICorregedor-Geral da Justiça.x.D e p a r t a m e n t o d e O r i e n t a ç ã o e F i s c a l i z a ç ã o d a S e c r e t a r i a d aCorregedoria-Geral da Justiça, em Cuiabá, 30 de julho de 2008.NILCEMEIRE DOS SANTOS VILELADiretora do Departam<strong>en</strong>toVisto:LUSANIL EGUES DA CRUZCoord<strong>en</strong>ador da Secretaria da CorregedoriaCoord<strong>en</strong>adoria JudiciáriaDepartam<strong>en</strong>to Judiciário AuxiliarDistribuição e RedistribuiçãoAos 22/7/2008 11:01:08 foram distribuídos/redistribuídos os seguintesprocessos:CÂMARA: PRIMEIRA CÂMARA CRIMINALRELATOR(A) Exma. Sra. DRA. GRACIEMA R. DE CARAVELLAS"HABEAS CORPUS" 58906/2008 C<strong>la</strong>sse: 9 - CrimeOrigem: COMARCA DE RONDONÓPOLISProtocolo: 58906/2008 REDISTRIBUIÇÃOAssunto: AÇÃO PENAL 103/2008IMPETRANTE(S): DRA. THELMA APARECIDA GARCIA GUIMARÃESPACIENTE(S): JOAB FAUSTINO DA SILVA"HABEAS CORPUS" 66943/2008 C<strong>la</strong>sse: 9 - CrimeOrigem: COMARCA DE ALTA FLORESTAProtocolo: 66943/2008 REDISTRIBUIÇÃOAssunto: INQUÉRITO POLICIAL 130/2008IMPETRANTE(S): DR. VASCO VIEIRA JÚNIOR E OUTRO(s)PACIENTE(S): WILSON LUIZ RAMOS"HABEAS CORPUS" 68285/2008 C<strong>la</strong>sse: 9 - CrimeOrigem: COMARCA DE VÁRZEA GRANDEProtocolo: 68285/2008 REDISTRIBUIÇÃOAssunto: AÇÃO PENAL 179/2007IMPETRANTE(S): DR. THIAGO ALVES DONEGÁPACIENTE(S): HENRIQUE PEDRO DE LIMA FORTESCÂMARA: QUINTA CÂMARA CÍVELRELATOR(A) Exmo. Sr. DR. JOSÉ MAURO BIANCHINI FERNANDESRECURSO DE APELAÇÃO CÍVEL 71501/2008 C<strong>la</strong>sse: 20 - CívelOrigem: COMARCA DE DIAMANTINOProtocolo: 71501/2008 DISTRIBUIÇÃOAssunto: OPOSIÇAO 670/1993APELANTE(S): LUIZ MARIANO BRIDIADVOGADO(S): Dr. (a) LEDI FIGUEIREDO BRIDIAPELADO(S): BANCO DO BRASIL S. A.ADVOGADO(S): Dr. JOACIR JOSE CARVALHOOUTRO(S)RECURSO DE APELAÇÃO CÍVEL 71514/2008 C<strong>la</strong>sse: 25 - CívelOrigem: COMARCA DE DIAMANTINOProtocolo: 71514/2008 DISTRIBUIÇÃOAssunto: EMBARGOS DE TERCEIRO 50/1992APELANTE(S): LUIZ MARIANO BRIDIADVOGADO(S): Dr. (a) LEDI FIGUEIREDO BRIDIAPELADO(S): BANCO DO BRASIL S. A.ADVOGADO(S): Dr. JOACIR JOSE CARVALHOOUTRO(S)RECURSO DE APELAÇÃO CÍVEL 71523/2008 C<strong>la</strong>sse: 19 - CívelOrigem: COMARCA CAPITALProtocolo: 71523/2008 DISTRIBUIÇÃOAssunto: AÇÃO CIVIL PÚBLICA 292/2008APELANTE(S): MINISTÉRIO PÚBLICOAPELADO(S): MUNICÍPIO DE CUIABÁADVOGADO(S): Dr. (a) ANA LIDIA SOUZA MARQUESCÂMARA: QUARTA CÂMARA CÍVELRELATOR(A) Exmo. Sr. DES. MÁRCIO VIDALRECURSO DE APELAÇÃO CÍVEL 71524/2008 C<strong>la</strong>sse: 20 - CívelOrigem: COMARCA DE RONDONÓPOLISProtocolo: 71524/2008 DISTRIBUIÇÃOAssunto: DECLARATORIA 570/2007APELANTE(S): BANCO FINASA S.A.ADVOGADO(S): DRA. MARLI TEREZINHA MELLO DE OLIVEIRAOUTRO(S)APELADO(S): JOSE TEIXEIRA DE SOUZAADVOGADO(S): DR. SEBASTIÃO GERALDO DE LIMARELATOR(A) Exmo. Sr. DES. JOSÉ SILVÉRIO GOMESRECURSO DE APELAÇÃO CÍVEL 71531/2008 C<strong>la</strong>sse: 20 - CívelOrigem: COMARCA DE RONDONÓPOLISDisponibilizado - 1/8/2008 Diário da Justiça Eletrônico - MT - Ed. nº 7908 Página 8 de 331


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uFanelli hizo <strong>en</strong> el curso de su viaje y es preciso decirlo. Como dos años más tarde, <strong>en</strong> <strong>la</strong>s cartasescritas <strong>en</strong> ocasión de su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> Lyon (véase Bakunin, Obras completas, prólogo, tomoI), soñaba con apoderarse de <strong>la</strong> caja pública o con algún otro medio que permitiera obt<strong>en</strong>er unfondo sustancial para <strong>la</strong> propaganda revolucionaria. Esto me fue re<strong>la</strong>tado por hombres de esetiempo, y también <strong>en</strong> una carta escrita el 10 de noviembre a Joukowski se trasluce esep<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to; dice más o m<strong>en</strong>os: «¡Oh dinero, qué maravil<strong>la</strong>s efectúas!»; se <strong>en</strong>contró <strong>en</strong> <strong>la</strong>posición de un hombre que ha descubierto una veta de oro, pero no ti<strong>en</strong>e dinero para explotar<strong>la</strong>.El puede tomar a préstamo dinero, pero nadie da un céntimo para dicha veta.Que p<strong>en</strong>sara <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional de Ginebra o <strong>en</strong> lo que se podría hacer <strong>en</strong> España, <strong>la</strong> falta dedinero para fundar y ext<strong>en</strong>der <strong>la</strong> propaganda le preocupaba por doquier. Había visto <strong>la</strong>propaganda rusa que Herz<strong>en</strong> realizó gracias a su millón, que <strong>la</strong> propaganda po<strong>la</strong>ca ymazziniana no carecía nunca de abundantes medios, mi<strong>en</strong>tras que él mismo y sus amigos eranarchipobres y se hal<strong>la</strong>ban sujetos al capricho de algunas raras personas a fin de obt<strong>en</strong>ermedios para impresos, viajes, etc. Sufría vi<strong>en</strong>do los obstáculos accid<strong>en</strong>tales que paralizabansus esperanzas y sus p<strong>la</strong>nes y <strong>la</strong> idea de apoderarse de fondos públicos, aprovechando unaconmoción g<strong>en</strong>eral, le ocupó seriam<strong>en</strong>te.Fanelli no era el hombre para ejecutar tales proyectos, como va a verse. Estaba <strong>en</strong> Ginebra aúnel 8 de octubre y partió primeram<strong>en</strong>te para Italia. El 2 de noviembre Bakunin escribió aGambuzzi, de Flor<strong>en</strong>cia:… «es molesto que hayas jugado al escondite con Beppo (Fanelli) essiempre por causa de un defecto de precisión o de exactitud, sea de una parte, sea de <strong>la</strong> otra- y<strong>la</strong> exactitud y <strong>la</strong> precisión son el alma de toda culminación feliz y coronada de éxito. Estoscontratiempos, estos mal<strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos y equívocos son perjudiciales, porque pued<strong>en</strong> hacerlofracasar todo. En los asuntos graves <strong>la</strong> falta de precisión y de exactitud es un crim<strong>en</strong> y debíaser tratado como tal. He recibido el 2 de octubre una carta de Beppo fechada el 19, no lerespondí, conv<strong>en</strong>cido de que había partido para B (Barcelona), y aquí adjunto una carta de Paul(Eliseo Reclus) que me dice que Pierre (Elías Reclus) está también allí y que se ha <strong>en</strong>contradocon Arístides, pero que <strong>la</strong> Fonda de Italia que había designado como punto de reunión para lostres, no existía ya. Pierre (Elías) y Arístides se detuvieron <strong>en</strong> <strong>la</strong> Fonda del Universo, calleBoquería, 28». Gambuzzi debía remitir esa dirección a Fanelli «si ha cometido <strong>la</strong> locura departir, antes de haberse <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido contigo y sin dejarte su dirección, escríbele y <strong>en</strong>víale estacarta de Paul (Eliseo) a Barcelona, poste restante. Sería verdaderam<strong>en</strong>te una cosa vergonzosay deshonrosa para nosotros, y sobre todo excesivam<strong>en</strong>te aflictiva si todo fracasara por falta desimple tacto o por falta de exactitud y de at<strong>en</strong>ción conci<strong>en</strong>zuda y seria de su parte. Para que noperdamos tiempo es preciso que cada uno de nosotros pueda saber, mi<strong>en</strong>tras sea posible,dónde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra cada uno de los demás <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado, cesemos el juego de losmal<strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos y de los escondites»… «Ve a ver a Mazzoni de Prato, quizá te dará noticias deBeppo, a qui<strong>en</strong> sin duda ha dado cartas de recom<strong>en</strong>dación (Mazzoni había sido triunviro delgobierno provisorio de Toscaza <strong>en</strong> 1848). Beppo me escribió que tal vez C<strong>en</strong>eri iría con él».Reproduzco estos detalles para mostrar qué pequeños obstáculos y contratiempos obstruíanesos esfuerzos que <strong>la</strong> ley<strong>en</strong>da se figura hechos de un golpe, por un impulso impetuoso. Lapequeña carta de Eliseo Reclus se conservó también; dice: «Beppo se <strong>en</strong>contrará perplejo alllegar (al albergue que no existe), pero le he dado una segunda dirección. Y además ¡quédiablo! es intelig<strong>en</strong>te y sabe desembarazarse. El amigo Fernando (Bakunin añade: Garrido) queestá <strong>en</strong> Barcelona, es conocido de todo el mundo, pero yo no sé exactam<strong>en</strong>te dónde habita.Ayer he recibido una carta de Beppo que estaba <strong>en</strong> Nápoles, pero que iba a partir paraFlor<strong>en</strong>cia»…El 7 de noviembre Bakunin escribió a Gambuzzi: «adjunto aún una carta de Beppo, Poveretto,ha partido sin todo el dinero necesario y con una falsa dirección, todo por culpa tuya»…13


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uEsa carta de Fanelli, una de <strong>la</strong>s raras que exist<strong>en</strong> de ese bu<strong>en</strong> hombre, e inédita como todosestos detalles, está fechada <strong>en</strong> Génova, 5 de noviembre, y firmada Pietro.«Carissima Eliza (Bakunin). Sono in G<strong>en</strong>ova e parto col primo vapore; forse domani; non l’hofatto prima perchè privo affatto di tue lettere che pure mi avevi promesse, e perchè Carlo(Gambuzzi) mi mostró difficoltà d’adempiere all’impegno preso, e all’impossibilità di agevo<strong>la</strong>rmiulteriorm<strong>en</strong>te nel caso che fosse indisp<strong>en</strong>sabile. – Dopo varii contratempi mi sono finalm<strong>en</strong>teincontrato con lui, il quale ha adempito per ora per metà all’impegno, e parto quindi agitato dalp<strong>en</strong>siero di potermi trovare in una posizione imbarazzante che urta con le mie piú constanteabitudini. – In tale condizioni di animo e di cuore io non sarei partito; ma non av<strong>en</strong>do il diritto didubitare che tu abbia <strong>la</strong> transcuranza di <strong>la</strong>sciarmi in codesta dubbiezza, adempio al<strong>la</strong> mia partee ti richiamo al<strong>la</strong> tua, nonostante che godo del<strong>la</strong> speranza di non esserv<strong>en</strong>e di bisogno e tutte leapr<strong>en</strong>sioni moleste possano cosi svanire. Ció che credo fra le altre cose e che mi spiace, è chetu mi abbia scritto ed iviata <strong>la</strong> lettera a Luigi (desconocido) il quale ess<strong>en</strong>do fuori, non sò dov<strong>en</strong>e per quanto, m’ha <strong>la</strong>sciato nell’ansia; se ciò è avv<strong>en</strong>uto, ti prego avvisarmi al piú prestopossibile».«Vó darti anche un pò di notizie politche e per te che credi agli idoli (¿ironía?, te ne vò narrareuna bellissima (se trata de una carta de Garibaldi a España; F<strong>en</strong>elli pregunta: il g<strong>en</strong>erale èconstituizionale o repubblicano?...)».«El 10 de noviembre Bakunin cu<strong>en</strong>ta a Gambuzzi que escribió a Elías Reclus… aconsejándoleconstituir los tres una oficina de correspond<strong>en</strong>cia para Francia, Alemania, Italia y Rusia»… Dice<strong>en</strong> cuanto a F<strong>en</strong>elli: «Hay que t<strong>en</strong>er paci<strong>en</strong>cia con él, como contigo, como conmigo, como contodos nosotros… Por lo que se refiere al dinero de Beppo, quisiera saber exactam<strong>en</strong>te lo queti<strong>en</strong>e y por cuánto tiempo puede bastarse lo que ti<strong>en</strong>e. Pondré, naturalm<strong>en</strong>te, todo <strong>en</strong>movimi<strong>en</strong>to para procurarle lo necesario. – Pero tú también me ayudarás a hacerlo, ¿no esverdad? 1 ».La Revue politique et litteraire, redactada por P. Challemel Lacourt, republicano de gobierno,publicó el 7 de noviembre <strong>la</strong> primera correspond<strong>en</strong>cia de Elías Reclus (Un roi s’il vous p<strong>la</strong>it),fechada <strong>en</strong> Barcelona, 1 de noviembre. Había desembarcado diez días antes. Encu<strong>en</strong>tra que <strong>la</strong>revolución era por completo militar y hace decir a un español: «para tomar medidasrevolucionarias indisp<strong>en</strong>sables habría sido necesaria una situación revolucionaria; ahora bi<strong>en</strong>,esa situación no existió un solo mom<strong>en</strong>to». Hab<strong>la</strong> con simpatía de Garrido. Otros artículos son:Los partidos <strong>en</strong> España (publicado el 14 de noviembre), constata: «Ante todo se convino ahora<strong>en</strong> postergar <strong>la</strong>s cuestiones sociales hasta el establecimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> república, porque un pueblo,lo mismo que un individuo, no puede permanecer ante dos grandes empresas a <strong>la</strong> vez…» SiBakunin leyó eso, ese p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to fue <strong>la</strong> tumba de sus esperanzas. Les approches de <strong>la</strong> crise<strong>en</strong> Espagne (Barcelona, 15 de noviembre). Comm<strong>en</strong>t on reveille un peuple (Val<strong>en</strong>cia, 22 d<strong>en</strong>oviembre); acompañó a Garrido doce días <strong>en</strong> su gira por Cataluña; Or<strong>en</strong>se, otro jeferepublicano, había hecho su gira por Andalucía; se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, y Elías escribe deGarrido, «del cual diría más si no lo quisiera de todo corazón». La lutte des manifestations <strong>en</strong>Espagne (Má<strong>la</strong>ga, 28 de noviembre). Le premier sang (Alora, 6 de diciembre); Alora está <strong>en</strong> <strong>la</strong>1 Me parece que Alfred Naquet, que <strong>en</strong> 1867-68 estuvo bastante asociado a Bakunin, dio algún dinero para el viajeespañol, pero ignoro <strong>en</strong> qué circunstancias: no he recogido su testimonio. El mismo ha escrito el 14 de abril de 1904<strong>en</strong> el periódico L’Espagne Inquisitoriales. Núm. 2 mayo-junio de 1904:… «era durante el año 1868. Como nosotros,he recorrido ese hermoso país (España) llevando no sólo <strong>la</strong> bu<strong>en</strong>a nueva revolucionaria, sino aún órd<strong>en</strong>es deinsurrección de que me había <strong>en</strong>cargado <strong>la</strong> Junta c<strong>en</strong>tral republicana de Madrid». Eso ha debido ser políticaburguesa, sin re<strong>la</strong>ción con el movimi<strong>en</strong>to obrero naci<strong>en</strong>te que nos ocupa aquí.14


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>umontaña, <strong>en</strong>tre Má<strong>la</strong>ga y Córdoba; Garrido estuvo allí <strong>en</strong>tre los campesinos a causa de <strong>la</strong>selecciones. 2La correspond<strong>en</strong>cia de Eliseo Reclus nos informa también sobre ese viaje. A fines de 1868Eliseo Reclus escribió a su hermano: «soy de <strong>la</strong> opinión de Rey: es por <strong>la</strong> audaciarevolucionaria so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te como podrá triunfar el partido republicano. Si hace transacciones ycompromisos, está perdido», lo que muestra que existía tal peligro.Volvamos a Fanelli, que el 26 de noviembre escribe desde Madrid, firmando Pietro: «Mira caraVirginia (Bakunin). Sono da ieri l’altro (24 de nov.) in Madrid»; estuvo dos días <strong>en</strong>fermo «e poi inviaggio ed in affari del nostro commercio, che mi hanno molto e sempre occupato». Habíapartido con <strong>la</strong> mitad de lo que debía llevar; todo era caro; es preciso hacer otros viajes;… «chese tu non adempivi subito in Madrid ai tuoi impegni e provvedermi, io mi sarei trovato in una diquelle posizioni che ess<strong>en</strong>do contrarie alle mie abitudini ed ai miei instinto, e piú ancora al<strong>la</strong>norma Del<strong>la</strong> vita che voglio t<strong>en</strong>ere, avrei sofferto troppo, ed avrei ris<strong>en</strong>tito tanto questo doloreche noni avrei potuto piú essere tuo intimo sozi»: esas pa<strong>la</strong>bras escribió a Bakunin, «e che tuavresti dovuto s<strong>en</strong>tirne viva l’importanza, quasi a derisione m’inviti a ripeterti le stesse cose intermini m<strong>en</strong>o borghesi?» Son addolorato, di questa tua tua condotta verso di me, che nessunaregione ti autorizza t<strong>en</strong>ere. Or b<strong>en</strong>e, giá che vuoi ch’io parli duro; ch’io faccia come fanno lecontadine che anche per esprimere il loro amore danno dei pugni nello stomaco del loro amante,di dirò che in questa facc<strong>en</strong>da ti sei condotto molto male, perchè non dovrei sporre tuo frattelloche sai come p<strong>en</strong>sa e s<strong>en</strong>te, al<strong>la</strong> posibilità di sfigurate, quando lo mettevi in una si delicadaposizione; non lo dovevi, perché tu stesso sai come è un viaggio in circonstanze eccezzionali ete ne esageravi <strong>la</strong> idea quando par<strong>la</strong>vi de due mile franchi e dei 1500 a portasi; e non lo dovevipoi, tanto più, quando avevi ricevuta <strong>la</strong> mia letrera che ti acc<strong>en</strong>nava chiaram<strong>en</strong>te <strong>la</strong> posizione incui ero, e premurava a non far<strong>la</strong> cangiare in falsissima come poteva div<strong>en</strong>ire da un mom<strong>en</strong>toall’altro.Explica que Bakunin le había dado 300 liras y luego había vuelto a tomar 20 y después otras 20;a eso se agrega el poco dinero que t<strong>en</strong>ía consigo (Fanelli vivía de 100 liras, m<strong>en</strong>os 7 deimpuesto; por consigui<strong>en</strong>te, de 93 liras por mes que recibía como víctima de los Borbones,prisionero del tiempo de Pisacane, 1857, y como diputado del distrito donde había t<strong>en</strong>ido lugaresa insurrección, reelegido siempre por los campesinos; viajaba gratis por todos los ferrocarrilesde Italia y se alojaba, por decirlo así, <strong>en</strong> los tr<strong>en</strong>es, haci<strong>en</strong>do comisiones <strong>en</strong> interés de <strong>la</strong>propaganda <strong>en</strong> todos los rincones de Italia), gastó 140 liras para diversas cosas y paraindum<strong>en</strong>taria de invierno: esperó <strong>la</strong>rgo tiempo a Gambuzzi, gastó 40 y 25 liras y recibió 100 <strong>en</strong>lugar de 200 liras. Habría debido partir a España con 320 liras «cosa che come uomo onesto epreciso non credetto fare». Pidió, pues, a préstamo 300 liras, que debía devolver, «per t<strong>en</strong>erle direserva in qualunque ev<strong>en</strong>to ed in salvaguardia del mio decoro» 3 … T<strong>en</strong>ía, pues, 630 liras. Nopudo tomar el barco y después de seis días <strong>en</strong> Génova tomó el ferrocarril y, para no pasar unanoche <strong>en</strong> un hotel, debió tomar algunas veces <strong>la</strong> segunda c<strong>la</strong>se y una vez <strong>la</strong> primera <strong>en</strong> unexpreso. En Barcelona los precios son elevados como <strong>en</strong> Suiza. Viaja con Alfonso, Paolo yErrico (Elías Reclus, Rey y…?) a Val<strong>en</strong>cia y debía viajar con ellos como con otros hombrespolíticos <strong>en</strong> segunda y alojarse <strong>en</strong> los hoteles más caros. Al fin debió tomar prestadas 100 lirasa Elías y a los otros para poder continuar su viaje. A fin de llegar sin demora a Madrid, tuvieronque ir <strong>en</strong> para <strong>en</strong> segunda y <strong>en</strong> primera c<strong>la</strong>se. Gastó <strong>en</strong> total 440 liras, prestó 100; le quedaron80. En Madrid, <strong>en</strong> un hotel adonde lo dirigió Alfonso, habitó por economía bajo el techo,pagando 7 liras por día, habitación y comida; a eso era preciso agregar ropa, periódicos, cartasy el café donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra únicam<strong>en</strong>te «<strong>la</strong> g<strong>en</strong>te di commercio» (los revolucionarios), y una2 Hubo tal vez otros artículos a comi<strong>en</strong>zos de 1869, pero no lo sé <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to. No sé tampoco si Elías Reclusescribió también sobre ese viaje <strong>en</strong> <strong>la</strong> gran revista rusa Djeto, <strong>en</strong> <strong>la</strong> cual co<strong>la</strong>boraba desde hacia muchos años.3 El 1 de agosto de 1870 escribe Bakunin a Mockowski: «Fanelli ha vuelto fatigado y no pude olvidar que, al no<strong>en</strong>viarle esos 200 francos, hemos perjudicado su decoro; pero es siempre nuestro y está con nosotros».15


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>utaza de café cuesta media lira. Si supiera el idioma viviría más barato, pero no lo conoce y noti<strong>en</strong>e más que «lettere di pres<strong>en</strong>tazione per forti case di commercio». Gambuzzi no escribe ni<strong>en</strong>vía <strong>la</strong>s otras 100 liras. D<strong>en</strong>tro de ocho, o más bi<strong>en</strong> de seis días, quedará sin dinero, «z<strong>en</strong>zaun soldo -cosa che mi umilia tanto in un paese straniero per amicizia e per lingua, che sonoma<strong>la</strong>to e furioso come un tigre- tanto più che non posso pr<strong>en</strong>dere nemm<strong>en</strong>o <strong>la</strong> risoluzione dipartire, cosa dannosa al commercio nostro (<strong>la</strong> causa), ma che pure farei, perchè io fidava ditrovare quí l’occorrevole e trovo invece <strong>la</strong> tua letrera che vuole ch’io parli borghese!!! Ti assicuroche nel legger<strong>la</strong> ho par<strong>la</strong>to turco».«Spero che tu mi abbia capito e che provvederai in qualunque modo a rigor di posta; che sefosse altrim<strong>en</strong>ti, mi faresti trovar p<strong>en</strong>tito d’aver accettato il mio incarico».Alfonso y los otros están de viaje y no los volverá a ver quizá hasta d<strong>en</strong>tro de diez días.«Concludiamo. – Quí ci è molto da fare in commercio e più che in ogni altra nazione. Ció cheparaliza, è il mom<strong>en</strong>to in cui le attualitá politiche assorbiscono tutto, e se vi è calma appar<strong>en</strong>te,ciò non toglie che un giorno o l’altro verrano le bastonate, prechè il governo vorrebbe far uncolpo di mano»; pero el gobierno no hal<strong>la</strong> aún su pl<strong>en</strong>a fuerza, porque una parte de <strong>la</strong>s tropasno le secunda. Hay muchos republicanos, pero perderán contra los partidos coaligados y noquier<strong>en</strong> eso; preparan, pues, <strong>la</strong>s elecciones, persuadidos de tomar <strong>en</strong>tonces <strong>la</strong>s armas. En esasituación todo es provisorio y «si paraliza».«Il far affari è dunque difficile; ma si può pur fare qualche cosa per ora e pr<strong>en</strong>dere re<strong>la</strong>zioneserie per l’avv<strong>en</strong>ire; ma perció non si può vivere di pássagio. – Io quello che conto di veram<strong>en</strong>teserio è una so<strong>la</strong> re<strong>la</strong>zione (a… data; pa<strong>la</strong>bra ilegible) ed un altro che si lega abbastanza b<strong>en</strong>econ <strong>la</strong> nostra casa e per <strong>la</strong> quale ti dirò dei campioni (muestras; ¿literatura?) che potrai farinviare; ma peresto non v’è che <strong>la</strong> conosc<strong>en</strong>za di Mopti commercianti coi quali si potranco fareaffari per l’avv<strong>en</strong>ire, se potremo int<strong>en</strong>derci nel tempo necessario ed acquistare il creditonecessario»…En cuanto a él mismo, si no hay otro medio, «mandami l’occorevole per partir subito eretirarmi»; volvería por Ginebra y el Simplon. ¡En qué situación no estaría si no hubiera tomado<strong>la</strong>s 300 liras de reserva! «Tuo aff (ettuosissi) mo fratello Pietro».Esas cartas de otra edad, <strong>en</strong> efecto <strong>la</strong>s únicas de Fanelli que conozco, le muestran tal como fuey honran. Estaba dedicado íntegram<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor, a pesar de <strong>la</strong> vejación personal intolerableque experim<strong>en</strong>taba. Los peregrinos de Moscú y muchos otros de nuestro tiempo nocompr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> así <strong>la</strong>s cosas monetarias. Bakunin y muchos otros se habrían desembarazado; <strong>la</strong>impot<strong>en</strong>cia de Fanelli para hacerlo es conmovedora.Bakunin escribió a Gambuzzi el 30 de noviembre: «Carísimo, acabo de recibir <strong>la</strong> carta másestúpida del mundo de nuestro amigo… Le he preguntado simplem<strong>en</strong>te cuánto y por cuántotiempo le quedaba dinero y me <strong>en</strong>vía una cu<strong>en</strong>ta ridícu<strong>la</strong> de sus gastos cotidianos, como sihubiera podido nunca dudar de su puritanismo ante sí mismo. Eso me ha heridoprofundam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tristecido. En fin, qué hacer, hay que tomar a los amigos como son. Le <strong>en</strong>viéinmediatam<strong>en</strong>te 200 francos. Haz tú lo posible, reúne lo que puedas y <strong>en</strong>víaselo. En <strong>la</strong> cartaque le <strong>en</strong>vío hoy le pregunto si pi<strong>en</strong>sa que su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> España podrá ser seriam<strong>en</strong>te útilpara nuestros negocios y, si pi<strong>en</strong>se que sí, que me escriba de inmediato cuánto tiempo creepoder quedar allá y de qué suma más o m<strong>en</strong>os t<strong>en</strong>drá necesidad para permanecer todo eltiempo que le parezca necesario. Si me dice que su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> España es verdaderam<strong>en</strong>teútil, <strong>en</strong>tonces haremos todos los esfuerzos posibles para sost<strong>en</strong>erlo, y tú nos ayudarás,hermano, cueste lo que cueste. Si no, que regrese <strong>en</strong> seguida»…16


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uEn <strong>la</strong> carta de Fanelli que <strong>en</strong>vía a Gambuzzi, Bakunin escribe: «He escrito a nuestro amigog<strong>en</strong>tilhombre y caballeresco hasta <strong>la</strong> estupidez, que decida por sí mismo y que, él solo queconoce el terr<strong>en</strong>o, puede decidir si <strong>en</strong> el interés real de nuestros asuntos debe quedar aún allí ono. Si ha <strong>en</strong>tab<strong>la</strong>do re<strong>la</strong>ciones serias, es preciso que <strong>la</strong>s lleve hasta el fin, <strong>en</strong>tonces t<strong>en</strong>dremosun resultado útil, positivo de su viaje, y más vale agregar a sus gastos que perder por completoinútilm<strong>en</strong>te el dinero que hemos gastado ya. No lo zahieras demasiado ¡es tan susceptible! Perorecomiéndale de tu parte que cump<strong>la</strong> con el mandato recibido de nosotros».Por extractos de cartas se sabe aún, el 10 de <strong>en</strong>ero de 1869; que Fanelli se quejaba aún de <strong>la</strong>falta de dinero, que <strong>la</strong> princesa Obol<strong>en</strong>ska (<strong>la</strong> única persona con recursos amplios, peroinaccesibles para el<strong>la</strong> <strong>en</strong>tonces, <strong>en</strong> el medio de Bakunin) no ti<strong>en</strong>e aún int<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>viardinero, y que Fanelli se prepara a ir (de Madrid) a Barcelona; el 4 de febrero, Fanelli pide dinero.El 11 de febrero Bakunin escribe a Gambuzzi: «exceptuando (quiere decir: además de) los 150francos que le <strong>en</strong>viaste a Beppo, Mruk (de parte de <strong>la</strong> señora Obol<strong>en</strong>ska) le <strong>en</strong>vió además 100francos el 6 de este mes. Espero que con eso pueda volver. Si no, me telegrafiará, como le herogado <strong>en</strong> mi última carta, y aunque debiera hacer mi<strong>la</strong>gros, yo <strong>en</strong>contraré lo que me pida.Espero verlo aquí»… (<strong>en</strong> Ginebra).En efecto, Fanelli regresó el 20 de febrero; ese día <strong>la</strong> señora Obol<strong>en</strong>ska escribió desdeChaponeyre (cantón de Vaud): «Miguel ha v<strong>en</strong>ido con Fanelli», y el 27 de febrero, <strong>en</strong> <strong>la</strong> sesiónpública de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de Ginebra, <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de 26 personas, Bakunin informasobre su primer viaje al Jura (cantón de Neuchatel), donde echó <strong>la</strong>s bases de sus re<strong>la</strong>ciones,bi<strong>en</strong> pronto muy estrechas, con los <strong>internacional</strong>istas de <strong>la</strong>s montañas, y Fanelli informa sobre<strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España; «el informe escrito es depositado <strong>en</strong> nuestrosarchivos», dice el acta de <strong>la</strong>s sesiones que he <strong>en</strong>contrado, pero los archivos mismos sonin<strong>en</strong>contrables. En <strong>la</strong> sesión del comité de <strong>la</strong> sección, el 5 de marzo, <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de Bakunin,se hace esta crítica según el acta: «que <strong>la</strong> m<strong>en</strong>ción de <strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> Españadebe ser mejor precisada <strong>en</strong> <strong>la</strong> próxima sesión, porque no se sabe justam<strong>en</strong>te si Fanelli hablóde <strong>la</strong> Alianza o de <strong>la</strong> A. I. de los T.». Fanelli ha debido permanecer algunas semanas <strong>en</strong>Ginebra, puesto que hab<strong>la</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong> sesión pública del 13 de marzo <strong>en</strong> una discusión abierta porBakunin, que afirma «que <strong>la</strong> abolición del derecho hereditario sebe ser resuelta <strong>la</strong> primera detodas <strong>la</strong>s cuestiones <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido afirmativo, sin lo cual <strong>la</strong> colectividad sería un absurdo».Bakunin conservó esa misma impresión que Fanelli había confundido <strong>la</strong> Alianza con <strong>la</strong>Internacional. Escribió <strong>en</strong> <strong>la</strong> primavera de 1872 <strong>en</strong> una carta destinada a España: «A<strong>la</strong>yudarnos a echar los primeros cimi<strong>en</strong>tos tanto de <strong>la</strong> A. (A. I. T.) como de <strong>la</strong> Y. (Alianza) <strong>en</strong>1869 (<strong>en</strong> España), Christophe (Fanelli) ha cometido una falta de organización de <strong>la</strong> cual si<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ahora los efectos. Ha confundido <strong>la</strong> Internacional con <strong>la</strong> Alianza y por eso ha invitado a losamigos de 3521 (de Madrid) a fundar <strong>la</strong> Internacional con el programa de <strong>la</strong> Alianza. Al principioeso ha podido parecer un gran triunfo; pero, <strong>en</strong> realidad, se convierte <strong>en</strong> una causa deconfusión y de organización, tanto como para una como para <strong>la</strong> otra».Discutiré esta situación más ade<strong>la</strong>nte; aquí observo que cuando Fanelli partió, <strong>la</strong> Alianza<strong>internacional</strong> pública se había dec<strong>la</strong>rado una rama de <strong>la</strong> Internacional con una organizaciónseparada y que aceptó el programa bi<strong>en</strong> conocido: «La Alianza se dec<strong>la</strong>ra atea», etc. Estaorganización propuesta fue dec<strong>la</strong>rada nu<strong>la</strong> <strong>en</strong> cuanto a su participación <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional porel Congreso g<strong>en</strong>eral, el 22 de diciembre de 1868, que rehusó <strong>la</strong> <strong>en</strong>trada de toda una sociedadorganizada <strong>en</strong> el cuadro de <strong>la</strong> A. I. T. Esa comunicación llegó tarde al comité de <strong>la</strong> Alianza; elesbozo de respuesta de Perron está fechado el 26 de febrero. La sociedad aceptó <strong>la</strong> decisióndel Consejo g<strong>en</strong>eral y r<strong>en</strong>unció a su organización <strong>internacional</strong> pública. De todo eso supoprobablem<strong>en</strong>te nada Fanelli <strong>en</strong> España y el único programa que t<strong>en</strong>ía a mano fue el de <strong>la</strong>Alianza; <strong>la</strong> Internacional, aparte de los considerandos de los Estatutos g<strong>en</strong>erales y de <strong>la</strong>sresoluciones votadas por sus congresos, no lo t<strong>en</strong>ía. La manera de proceder de Fanelli se17


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ucompr<strong>en</strong>de, pues, pero Bakunin habría deseado que obrara como él mismo, por ejemplo,obraba <strong>en</strong> el Jura.Fanelli cometió, pues, ese error, que los camaradas de España repararon, por lo demás y qu<strong>en</strong>o les ha causado ningún mal, <strong>en</strong> el fondo; no tuvo éxito sin duda, ni lo int<strong>en</strong>tó siquiera, <strong>en</strong> <strong>la</strong>expropiación de alguna caja pública. En <strong>la</strong> intimidad, Bakunin no estaba, pues, muy cont<strong>en</strong>to deél y Fanelli, por su parte, se sintió molesto. Partió para Flor<strong>en</strong>cia y se mantuvo al marg<strong>en</strong> por<strong>la</strong>rgo tiempo, no <strong>en</strong>ojado, pero un poco molesto y no se volvió a oír nada de sus actividades <strong>en</strong>España, lo que por lo demás no prueba nada, porque se han perdido muchos rastros de <strong>la</strong>acción de este hombre sil<strong>en</strong>cioso.El 11 de marzo de 1869 Bakunin escribió a Guil<strong>la</strong>ume para que <strong>en</strong>viara su periódico Le Progrés(local) a Julio Rubau Donadeu, Angel C<strong>en</strong>egorta, Tomás González Morago, Francisco Córdobay López, de Madrid, a José L. Pellicer, Rafael Farga Pellicer, de Barcelona, a Rafael Escardos yGarcía, de Tortosa, cerca de Barcelona, y a Salvador Alfonso, de Val<strong>en</strong>cia (¿será el Alfonso de<strong>la</strong> carta de Fanelli?).Hubo una ruptura con los otros dos viajeros, Elías Reclus y Rey. Un docum<strong>en</strong>to de manos deCharles Perron, sin fecha, pero que corresponde a los primeros meses de 1869, dec<strong>la</strong>ra:«Algunos antiguos miembros de <strong>la</strong> Fraternité internationale (el grupo íntimo y secreto deBakunin), de acuerdo con el comité c<strong>en</strong>tral, han dec<strong>la</strong>rado disuelta esa institución», y <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>scausas de esa decisión da <strong>la</strong> crítica sigui<strong>en</strong>te:«Algunos de los nuestros han ido a España y <strong>en</strong> lugar de dedicarse a agrupar los elem<strong>en</strong>tossocialistas que, t<strong>en</strong>emos <strong>la</strong> prueba material, son ya muy numerosos y además bastantedesarrol<strong>la</strong>dos <strong>en</strong> <strong>la</strong>s ciudades como <strong>en</strong> el campo de ese país, han hecho mucho radicalismo yun poco de socialismo burgués, olvidando que <strong>en</strong> nuestra época todo movimi<strong>en</strong>to no ti<strong>en</strong>e porobjeto <strong>la</strong> franca reivindicación de todo el capital social, mobiliario e inmobiliario, <strong>en</strong> provecho desu único propietario legítimo, <strong>la</strong> colectividad obrera, y que toda otra política que no seaabiertam<strong>en</strong>te socialista, <strong>en</strong> <strong>la</strong> acepción no burguesa, sino ampliam<strong>en</strong>te popu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra,son desde el punto de vista de <strong>la</strong> emancipación del trabajo, un movimi<strong>en</strong>to y una políticareaccionarios. Los hermanos, olvidados del fin que perseguían o que debían perseguir, hanabrazado <strong>la</strong> causa de ese pobre republicanismo burgués que se agita, con tanta impot<strong>en</strong>cia yruido <strong>en</strong> España, lo han def<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> los periódicos, tanto españoles como franceses, y hanllevado el desdén hacia todos nuestros principios hasta prestarse a t<strong>en</strong>tativas de acercami<strong>en</strong>tocon Espartero y con Prim mismo <strong>en</strong> caso necesario»…El docum<strong>en</strong>to está firmado por cuatro cifras (de tres países) del comité c<strong>en</strong>tral y por unhermano de un cuarto país, cifras incompr<strong>en</strong>sibles, salvo que hubiera un italiano <strong>en</strong>tre ellos(1/13).Esa crítica tal vez se aplica a <strong>la</strong> actividad de Naquet, tal como <strong>la</strong> describió él mismo <strong>en</strong> 1904. Esprobablem<strong>en</strong>te muy justificada.No conoci<strong>en</strong>do lo que se dijo por carta <strong>en</strong>tre Bakunin y los dos viajeros, o Elías Reclus, alm<strong>en</strong>os, no sabemos si este último, que era de <strong>la</strong> Fraternité, ha podido dar a Bakunin <strong>la</strong>impresión de que no obrara de acuerdo al programa revolucionario de el<strong>la</strong>. Estaba <strong>en</strong> elmovimi<strong>en</strong>to cooperativista de París, y, libertario <strong>en</strong> el fondo, no iba más allá de ese socialismomoderno que Bakunin detestaba tanto, <strong>en</strong> su acción pública de <strong>en</strong>tonces. Elías Reclus no secreyó <strong>en</strong> ninguna obligación con respecto a Bakunin sobre esa cuestión y se indignó toda suvida de lo que consideraba <strong>la</strong> duplicidad de Fanelli y de que Bakunin lo tratara de marioneta. Meha contado, <strong>en</strong> 1895, que introdujo a los otros dos ante sus amigos españoles; notó pronto quepasaba algo a sus espaldas, que Fanelli obraba <strong>en</strong> realidad contra los republicanos, a qui<strong>en</strong>esse iba a ver, que difundía <strong>la</strong> idea de que verdaderam<strong>en</strong>te revolución pondría un fin tanto a los18


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>urepublicanos como a los monárquicos. Reprochó a Fanelli amargam<strong>en</strong>te el que traicionara <strong>la</strong>bu<strong>en</strong>a fe de los republicanos, amigos de Elías, a qui<strong>en</strong>es éste le recom<strong>en</strong>daba, Fanelli, comoMaquiavelo, se reía de esos escrúpulos. Elías p<strong>en</strong>só que los italianos y los rusos obrarían así.Como francés, el obraba de otro modo y se separó completam<strong>en</strong>te de Fanelli. Desde Barcelonaescribió una carta a Bakunin que marca igualm<strong>en</strong>te su ruptura; se han vuelto a ver una so<strong>la</strong> vez,<strong>en</strong> Zurich, <strong>en</strong> 1872.Con Rey, de París, Bakunin conserva aún algunas re<strong>la</strong>ciones (otoño de 1869), pero tambiénéste desapareció. Se le ha descrito como un hombre no productivo, siempre descont<strong>en</strong>to de sí,que obraba por impulsos, pero que no acababa nada; terminó como diputado oportunista.De Fanelli, Bakunin escribe aún a A. Richard, el 4 de diciembre de 1868: «H<strong>en</strong>ry (Fanelli) ynuestros dos amigos se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ahora <strong>en</strong> Madrid. Lo que hay de nuevo para los negocios esque <strong>la</strong> calma (¿<strong>la</strong> revolución?) parece que se establecerá pronto. Al m<strong>en</strong>os, tal es el resum<strong>en</strong>de <strong>la</strong> carta por lo demás poco explícita que recibo de uno de esos señores». El 23 de mayo de1869 <strong>la</strong> señora Obol<strong>en</strong>ska escribe a Gambuzzi: «si Beppo (Fanelli) está <strong>en</strong> Nápoles, dígale queMiguel está profundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tristecido por su sil<strong>en</strong>cio que no puede explicarse», y Bakuninescribe a Gambuzzi el 9 de agosto: «…se diría que quiere estar muerto para mí. ¡Dios t<strong>en</strong>ga sualma <strong>en</strong> paz!». Se han vuelto a ver <strong>en</strong> los primeros días de diciembre de 1869, cuando Fanellifue a Locarno, donde un jov<strong>en</strong> español -pi<strong>en</strong>so que fue Celso Gomis- visitó a Bakunin al mismotiempo.Me detuve a pres<strong>en</strong>tar todos estos detalles tanto para conservar los hechos <strong>en</strong> lugar deperpetuar <strong>la</strong>s ley<strong>en</strong>das, como porque esos detalles hac<strong>en</strong> calcu<strong>la</strong>r muy bi<strong>en</strong> el carácter de <strong>la</strong>sprimeras re<strong>la</strong>ciones de Bakunin con <strong>la</strong> España <strong>internacional</strong>ista. Vemos así que Fanelli obrarasolo, a su modo, que sus re<strong>la</strong>ciones durante el viaje con Bakunin eran, por decirlo así, nu<strong>la</strong>s. Encuanto a <strong>la</strong> acción o <strong>la</strong> táctica usadas, informó sin duda a Bakunin <strong>en</strong> Ginebra, pero se retrajoluego y, si se restablecieron, <strong>en</strong> el curso de 1869, algunas re<strong>la</strong>ciones se hicieron sin él. Comose verá pronto, hizo una <strong>la</strong>bor excel<strong>en</strong>te <strong>en</strong> España, supo <strong>en</strong>contrar hombres excel<strong>en</strong>tes y lesayudó a agruparse, pero se cree que habría podido ponerlos mucho más <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ción con susamigos de los otros países, principalm<strong>en</strong>te con Bakunin, que se interesaba tanto por elmovimi<strong>en</strong>to y que estaba a <strong>la</strong> altura de su misión. Los españoles han obrado a pesar de eso yhan triunfado, pero es lástima que el esfuerzo de Fanelli no haya dado frutos más ricos.CAPÍTULO CUARTOLA INTERNACIONAL TOMA ARRAIGO EN ESPAÑADespués del destronami<strong>en</strong>to de Isabel (30 de septiembre de 1868), el gobierno provisorio del 8de octubre era monárquico y perseguía a los republicanos y a los obreros; Cádiz fuebombardeado y hubo luchas sangri<strong>en</strong>tas <strong>en</strong> Má<strong>la</strong>ga (diciembre). En <strong>en</strong>ero, los republicanos,determinados a oponerse con <strong>la</strong>s armas <strong>en</strong> <strong>la</strong> mano a «un desarme», tuvieron <strong>en</strong> jaque alGobierno, que no se atrevió a arrestar a Garrido. En esa situación <strong>la</strong>s elecciones a Cortes, bajo<strong>la</strong> presión gubernam<strong>en</strong>tal, culminaron <strong>en</strong> una minoría republicana (75), contra 106 liberalesindep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, 90 ministeriales, 29 conservadores y 21 absolutistas. En <strong>la</strong> deliberación sobre<strong>la</strong> forma de gobierno, <strong>la</strong> moción de Or<strong>en</strong>se, republicano federalista, fue rechazada (182:64), <strong>la</strong>moción republicana unitaria igualm<strong>en</strong>te (156:2), y <strong>la</strong> monárquica fue adoptada por 214 votoscontra 71 (20 de mayo de 1869). El 18 de junio Serrano subió a <strong>la</strong> reg<strong>en</strong>cia. Prim es presid<strong>en</strong>te19


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>udel ministerio, cada vez más reaccionario. Se lucha <strong>en</strong> Tarragona, <strong>en</strong> Barcelona, <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia(sep., oct.) y el partido republicano sufrió derrotas sangri<strong>en</strong>tas.He aquí <strong>la</strong>s principales peripecias del primer año del período revolucionario. El pueblo fuebur<strong>la</strong>do después como antes de esa revolución. Faltó una iniciativa republicana: se vaci<strong>la</strong> <strong>en</strong>treinsurrección y elecciones y <strong>la</strong> reacción se afirmó pronto. Los obreros no estaban dispuestos asacar <strong>la</strong>s castañas del fuego para los jefes republicanos y han debido saludar <strong>la</strong> Internacionalcomo <strong>la</strong> verdadera expresión de sus esperanzas e intereses.Castil<strong>la</strong> y Cataluña estaban <strong>en</strong>tonces tan fr<strong>en</strong>te a fr<strong>en</strong>te como hoy. Lor<strong>en</strong>zo, <strong>en</strong> <strong>la</strong>s páginas 59-64 de su Proletariado militante describe el contraste <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> ciudad gubernam<strong>en</strong>tal de Madrid,sin industrias importantes, y el c<strong>en</strong>tro industrial de Barcelona, donde, ya desde 1840, losobreros, sobre todo los textiles, fueron organizados. Sin embargo, Lor<strong>en</strong>zo, que fue hasta talpunto un amigo de los obreros y uno de los suyos, expresa <strong>la</strong> opinión que el proletariadoindustrial catalán no se habría bastado por sí mismo para crear el movimi<strong>en</strong>to español. Quieredecir que <strong>en</strong> ese caso el movimi<strong>en</strong>to no habría salido de los límites de <strong>la</strong> lucha sindical; pi<strong>en</strong>saque era preciso aún <strong>la</strong> intelig<strong>en</strong>cia y <strong>la</strong> <strong>en</strong>ergía de los jóv<strong>en</strong>es abnegados e instruidos; dice:«Si no hubiera esta <strong>en</strong> Barcelona Viñas, Soriano, M<strong>en</strong>eses y Ferrán, andaluces y privilegiadostodos, si Rafael Farga no hubiera ido al congreso de Basilea donde recibió <strong>la</strong> sugestión directade Bakunin, además de inspirarse <strong>en</strong> <strong>la</strong> grandeza de <strong>la</strong>s ideas de los fundadores ycooperadores de <strong>la</strong> Internacional; si no hubiera estado pres<strong>en</strong>te Gaspar S<strong>en</strong>tiñón, que con susgrandes y <strong>en</strong>ciclopédicos conocimi<strong>en</strong>tos y su constancia supliera <strong>la</strong>s defici<strong>en</strong>cias, reemp<strong>la</strong>zaraa los perezosos y por su aspecto v<strong>en</strong>erable fue como <strong>la</strong> personificación de <strong>la</strong> idea; si, <strong>en</strong> fin, nose hubieran agrupado los intelig<strong>en</strong>tes, los activos, los bu<strong>en</strong>os <strong>en</strong> <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong>Democracia socialista, y hubiera debido esperarse que <strong>la</strong>s corporaciones obreras por símismas, por evolución efectuada por sus propios medios hubieran <strong>en</strong>trado <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional,los obreros cata<strong>la</strong>nes no hubieran sido jamás <strong>internacional</strong>istas».Cree también que si <strong>la</strong> acción de Fanelli se hubiera limitado a Barcelona, <strong>la</strong> ciudad industrial,habría fracasado, y que debía obrar también <strong>en</strong> Madrid, el c<strong>en</strong>tro político.«Creo, pues, dice, que <strong>la</strong> misión de Fanelli, limitada a Barcelona, puram<strong>en</strong>te obrera, hubierafracasado, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> Madrid fundó un verdadero aposto<strong>la</strong>do que, aún sin conseguir <strong>la</strong>organización de los trabajadores madrileños, siquiera modificar <strong>en</strong> nada sus detestablescostumbres, ha difundido por todas partes <strong>la</strong> propaganda y ha fijado <strong>la</strong> at<strong>en</strong>ción de <strong>la</strong> burguesíapolítica c<strong>en</strong>tral y del proletariado de provincias, defini<strong>en</strong>do <strong>la</strong>s ideas y destruy<strong>en</strong>dopreocupaciones con periódicos sost<strong>en</strong>idos casi sin interrupción desde La Solidaridad, <strong>en</strong> 1870,pasando por La Emancipación, El Cond<strong>en</strong>ado, El Ord<strong>en</strong> (c<strong>la</strong>ndestino), La Revista Social, LaBandera Roja, La ANARQUÍA, hasta La Idea Libre, <strong>en</strong> 1898… La Revista B<strong>la</strong>nca y suSuplem<strong>en</strong>to (y Tierra y Libertad y muchos otros después)».En Madrid, <strong>en</strong> tiempos de <strong>la</strong> revolución de septiembre de 1868, se reunían algunos jóv<strong>en</strong>esobreros intelig<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el Fom<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s Artes, una especie de club y de universidad popu<strong>la</strong>r.Fanelli fue dirigido allí por los republicanos y tuvo suerte de <strong>en</strong>contrar pronto a Tomás GonzálezMorago, grabador, <strong>en</strong>tusiasta de todo lo nuevo y avanzado, muy conocido muy activo, que invitóa los mejores elem<strong>en</strong>tos a conversaciones con Fanelli. También Lor<strong>en</strong>zo y su amigo Manuel A.Cano, fueron advertidos un domingo, <strong>en</strong> un café, por Morago, sobre <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>Internacional. «Precisam<strong>en</strong>te -cu<strong>en</strong>ta- Cano y yo, por <strong>la</strong> lectura de algunas obras de Proudhon,por el extracto de <strong>la</strong>s obras de Fourier y por <strong>la</strong> campaña socialista de Pi y Margall, <strong>en</strong> LaDiscusión, y además por nuestros com<strong>en</strong>tarios sobre aquellos trabajos, nos hallábamosperfectam<strong>en</strong>te preparados para <strong>la</strong> gran empresa que se trataba de acometer». Morago les invitóa una reunión, donde estaría pres<strong>en</strong>ta Fanelli, delegado de <strong>la</strong> Alianza, <strong>en</strong> misión para formar unnúcleo organizador de <strong>la</strong> A. I. de los T. Se había pres<strong>en</strong>tado a algunos diputados republicanos20


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u«<strong>en</strong> demanda de jóv<strong>en</strong>es obreros para formar ese núcleo»; Morago les invita a <strong>la</strong> reunióncelebrada <strong>en</strong> casa de Rubau Donadeu. Fanelli, «alto, de rostro grave y amable, barba negra ypob<strong>la</strong>da, ojos grandes, negros y expresivos, que bril<strong>la</strong>ban como ráfagas y tomaban el aspectode cariñosa compasión, según los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos que le dominaban». Su voz t<strong>en</strong>ía un timbremetálico y era susceptible de todas <strong>la</strong>s inflexiones apropiadas a lo que expresaba, pasandorápidam<strong>en</strong>te del ac<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> cólera y de <strong>la</strong> am<strong>en</strong>aza contra explotadores y tiranos, paraadoptar el del sufrimi<strong>en</strong>to, lástima y consuelo, según hab<strong>la</strong>ba de <strong>la</strong>s p<strong>en</strong>as del explotado, delque sin sufrir<strong>la</strong>s directam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s compr<strong>en</strong>de o del que por un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to altruista se comp<strong>la</strong>ce<strong>en</strong> pres<strong>en</strong>tar un ideal ultrarrevolucionario de paz y de fraternidad. Habló <strong>en</strong> francés y <strong>en</strong> italiano,se compr<strong>en</strong>día su mímica expresiva y siguió su discurso. Hubo tres o cuatro de tales sesionesde propaganda y discusiones privadas <strong>en</strong> paseos y <strong>en</strong> el café: se ocupó bastante de Lor<strong>en</strong>zo,que juzgó útil para su obra. «Nos dejó ejemp<strong>la</strong>res de los estatutos de <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong>Democracia socialista (una hojita de cuatro páginas de octubre de 1868, reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tos dealgunas sociedades obreras suizas (de Ginebra) y algunos periódicos obreros órganos de <strong>la</strong>Internacional (jurasianos, belgas), <strong>en</strong>tre ellos unos números del Kolokol (<strong>en</strong> francés) conartículos (error) y discursos de Bakunin (<strong>en</strong> el congreso de Berna), y antes de despedirse d<strong>en</strong>osotros quiso que los retratáramos <strong>en</strong> grupo, como así se hizo, reuniéndonos todos el díaconv<strong>en</strong>ido, m<strong>en</strong>os Morago, que tuvo sueño y no pudo despertarse a pesar de que todos fuimosa su casa y el mismo Fanelli le invitó a que nos acompañara; por eso <strong>en</strong> el grupo fotográfico nofigura su retrato y sí sólo su nombre».Esta fotografía fue reproducida <strong>en</strong> La Huelga G<strong>en</strong>eral (Barcelona), núm. 5 del 25 de diciembrede 1901: Núcleo fundador de <strong>la</strong> Asociación Internacional de los Trabajadores; se ha añadido,probablem<strong>en</strong>te por Lor<strong>en</strong>zo: «Jóv<strong>en</strong>es <strong>en</strong>tusiastas, republicanos que habían apr<strong>en</strong>dido deRivero <strong>la</strong>s <strong>en</strong>ergías revolucionarias, de Or<strong>en</strong>se <strong>la</strong> justicia práctica, de Caute<strong>la</strong>r <strong>la</strong> grandiosidadde <strong>la</strong> evolución progresiva, de Garrido los utilitarismos socialistas, de Figueras los recursosíntimos de <strong>la</strong> política, de Pi y Margall los grandes ideales de <strong>la</strong> humanidad, dispuestos a dar suvida por <strong>la</strong> revolución como algunos lo probaron <strong>en</strong> <strong>la</strong> sangri<strong>en</strong>ta jornada del 22 de julio fr<strong>en</strong>te alcuartel de San Gil, socios del Fom<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s Artes, varios iniciados <strong>en</strong> <strong>la</strong>s v<strong>en</strong>tas carbonarias 4y todos los individuos de los grupos precursores del batallón de milicianos de Antón Martín 5 , taleran los jóv<strong>en</strong>es obreros que recibieron directam<strong>en</strong>te de Fanelli <strong>la</strong> doctrina anarquista y <strong>la</strong>misión de organización <strong>en</strong> España <strong>la</strong> A. I. de los T.».Fueron Fanelli, José Rubau Donadeu 6 , Nicolás Rodríguez, <strong>la</strong>mpista; José Fernández, broncista;Ángel C<strong>en</strong>egorta, sastre; Manuel Cano, pintor; Francisco Mora, zapatero; Marcelino López,zapatero; Antonio Cerrudó, dorador; Enrique Borrel, sastre; Anselmo Lor<strong>en</strong>zo, tipógrafo; JoséPoysol, tipógrafo; José Adsuar, cordelero; Julio Rubau Donadeu, litógrafo; Miguel Langara,pintor; Quintín Rodríguez, pintor; Antonio Gim<strong>en</strong>o, equitador; Enrique Simancas, grabador;Ángel Mora, carpintero; Tomás Fernández, tipógrafo, y B<strong>en</strong>ito Rodríguez, pintor.4 V. El Proletariado militante, I, pág. 72-73: «algunos iniciados <strong>en</strong> el carbonarismo andaluz, que a todo trancequerían fundar una organización autoritaria y secreta con objeto de imponer carácter socialista a <strong>la</strong> futura repúblicaque juzgaban muy próxima»; hasta propusieron que <strong>en</strong>traran todos <strong>en</strong> el carbonarismo, lo que fue rehusado.5 V. El Proletariado militante, I, pág. 30, grupos secretos armados formados <strong>en</strong> tiempo de <strong>la</strong> revolución, <strong>en</strong> Batallónde voluntarios de <strong>la</strong> libertad.6 José Rubau Donadeu fue un republicano avanzado, que l<strong>la</strong>ma Lafargue <strong>en</strong> su folleto de 1872 «uno de losfundadores del nuevo partido socialista de Barcelona», nota que el folleto L’Alliance (1873) eleva a «un candidatoderrotado <strong>en</strong> Barcelona, fundador de un partido seudo-socialista». Encu<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> uno de los extractos de <strong>la</strong>s actas delconsejo g<strong>en</strong>eral (The Eastern Post, Londres, 15, abril de 1871, que <strong>en</strong> <strong>la</strong> sesión del 11 de abril es leída una carta deBarcelona, donde se dice: …«el más activo y el más radical <strong>en</strong> el Partido republicano es José Rubau Donadeu, cuyaacción es una espina <strong>en</strong> los ojos de <strong>la</strong>s celebridades republicanas»; se nombra a Suñer y Capdevi<strong>la</strong>, el librep<strong>en</strong>sador,junto a él. Ese republicano y Morago han sido probablem<strong>en</strong>te <strong>la</strong> c<strong>la</strong>vija obrera de <strong>la</strong> obra de Fanelli <strong>en</strong> Madrid;Garrido o algún otro habría seña<strong>la</strong>do a Rubau Donadeu y éste a Morago.21


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uLa fotografía no conti<strong>en</strong>e a T. G. Morago, grabador, Francisco Córdoba y López, periodista,Juan Jalvo, pintor, y Tomás González Ve<strong>la</strong>sco, tipógrafo.El 24 de <strong>en</strong>ero de 1869 -Fanelli, según el libro de Mora, pág. 52, habría estado aún <strong>en</strong> Madridhuboreunión para adherirse a los Estatutos g<strong>en</strong>erales de <strong>la</strong> Internacional y constituir el Núcleoprovisional fundador de <strong>la</strong> Asociación Internacional, compuesto de tres comisiones de sietemiembros, para re<strong>la</strong>ciones locales, provinciales e <strong>internacional</strong>es, para <strong>la</strong> propaganda yfundación de un periódico y para <strong>la</strong> e<strong>la</strong>boración de los Estatutos; presid<strong>en</strong>te, Ángel C<strong>en</strong>egorta,secretarios, Enrique Borrel y Francisco Mora. 7 Sin embargo, después de <strong>la</strong> marcha de Fanelli,chocaron diversas t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias: Rubau Donadeu buscaba <strong>alianza</strong>s republicanas, otrospreconizaban el carbonarismo, otros <strong>la</strong> masonería; pero todas esas desviaciones fueron<strong>en</strong>viadas.Algún tiempo después, <strong>en</strong> ese grupo no homogéneo hubo mal<strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos y cuestiones conmotivo de <strong>la</strong>s cred<strong>en</strong>ciales de miembros de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong>viadas de Ginebra, bagate<strong>la</strong> queLafargue y sus secretarios de 1872, y de acuerdo con ellos los compi<strong>la</strong>dores del folletoL’Alliance (Londres, 1873), desfiguraron y explotaron de una manera indigna, como todos susprocedimi<strong>en</strong>tos. Escribieron el 9 de julio de 1872, «que se habían remitido desde Ginebracartil<strong>la</strong>s con título de socios a Morago, a Córdoba y López…; que Jalvo, presid<strong>en</strong>te por aquel<strong>en</strong>tonces de <strong>la</strong> sección Internacional de Madrid, pres<strong>en</strong>tó su dimisión de presid<strong>en</strong>te, y se salióde <strong>la</strong> Internacional, porque no quería formar parte, según dijo, de una sociedad d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> cualexistía otra sociedad secreta, cuyo objeto le era desconocido» (el folleto de Londres amplifica:«una sociedad compuesta de burgueses, se dejó conducir por el<strong>la</strong>»). F. Mora, <strong>en</strong> su libro, hab<strong>la</strong>de “graves dimisiones”; Fanelli «dejó… algunos afiliados a <strong>la</strong> Alianza; pero… no se constituyóninguna sección»; Mora posee una cred<strong>en</strong>cial, fechada <strong>en</strong> Ginebra, de marzo de 1869 y firmadapor Bakunin como presid<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> Alianza (págs. 53, 55, 126, nota 1).Es evid<strong>en</strong>te que no se <strong>en</strong>vían cartil<strong>la</strong>s de miembro de una sociedad secreta y que no se tratamás que de <strong>la</strong>s cartil<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> Alianza <strong>internacional</strong> pública, no reconocida por el Consejog<strong>en</strong>eral, y que no se disolvió más que después de haber recibido <strong>la</strong> última respuesta deLondres, fechada el 20 de marzo de 1869. 8 El 5 de marzo Fanelli estaba <strong>en</strong> Ginebra, comunicaesos nombres como miembros deseables o deseosos de ser recibidos <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza pública yBakunin, presid<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> comisión, <strong>en</strong>vía esas cartil<strong>la</strong>s como el 11 de marzo escribe aGuil<strong>la</strong>ume para que <strong>en</strong>víe su periódico a algunos otros españoles. Nada más s<strong>en</strong>cillo. Cuandoesa Alianza fue disuelta, pero el grupo ginebrino continuó y se convirtió <strong>en</strong> sección de <strong>la</strong>Internacional, se copiaron esos nombres españoles <strong>en</strong> <strong>la</strong> lista de miembros; se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran: 53Farga Pellicer Rafael, 54 Córdoba y López, 55 José Rubau, diputado, 56 C<strong>en</strong>a Gorta (sic), 57González (Morago), grabador, todos marcados como no habi<strong>en</strong>do <strong>en</strong>viado su adhesión; Moragono fue recibido más que el 27 de noviembre de 1869, bajo <strong>la</strong> garantía de Bakunin y de S<strong>en</strong>tiñón.Se pued<strong>en</strong> ignorar <strong>la</strong>s peripecias de <strong>la</strong> Alianza pública <strong>en</strong> Madrid, pero Lafargue y Engels, quepret<strong>en</strong>dían ser conocedores de esa cuestión, y jueces a <strong>la</strong> vez, no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> esa excusa.El núcleo eligió un comité unificado <strong>en</strong> julio y el 20 de septiembre de 1869 se aceptan losEstatutos de <strong>la</strong> Sección organizadora c<strong>en</strong>tral provisional de España, que se ocupa de <strong>la</strong>organización <strong>en</strong> todo el país (Mora, págs. 55-57).¿Y el Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres? «No recuerdo -dice Lor<strong>en</strong>zo, I, pág. 116-, cuánto tiempopasamos, mucho sin duda, sin saber nada del Consejo g<strong>en</strong>eral, ni obt<strong>en</strong>er contestación a7 Probablem<strong>en</strong>te <strong>la</strong> fotografía repres<strong>en</strong>ta esa reunión.8 Véase Oeuvres (París), vol. 6, 1913, págs. 198-202.22


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>unuestras comunicaciones; t<strong>en</strong>go sobre el particu<strong>la</strong>r muy vagos recuerdos, pero juraría que deLondres no nos vino por <strong>en</strong>tonces ni un consejo, ni una chispa de excitación <strong>en</strong>tusiasta»… 9Del 24 de diciembre de 1869 data el Manifiesto de los Trabajadores de <strong>la</strong> sección de Madrid alos Trabajadores de España (Madrid, 1869. Impr<strong>en</strong>ta a cargo de Núñez, dos páginas a trescolumnas <strong>en</strong> folio); véase Lor<strong>en</strong>zo, I, pág. 116-23. Morago es el autor (véase El Productor,Barcelona, 27 de diciembre de 1889). Ese manifiesto es socialista <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, refuta <strong>la</strong> política yel sufragio universal y se advierte <strong>en</strong> él una influ<strong>en</strong>cia del programa de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> <strong>la</strong>spa<strong>la</strong>bras «<strong>la</strong> igualdad política, económica y social de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses y de los individuos».Los firmantes son <strong>la</strong>s tres comisiones de <strong>la</strong> sección organizadora c<strong>en</strong>tral provisional, <strong>la</strong>comisión administrativa: Bernardo Pérez, Fabricio Jiménez, Ángel Mora, Francisco Oliva, EligioPaga, Luis Castillón, Miguel Jiménez; <strong>la</strong> comisión de correspond<strong>en</strong>cia: Felipe Martín, EnriqueBorrel, José María Fernández, Francisco Miñaca, Juan Carp<strong>en</strong>a, C<strong>la</strong>ro Díaz, DiegoBasavilvaso; <strong>la</strong> comisión de propaganda: Vic<strong>en</strong>te López, Hipólito Pauly, Máximo Ambau, JuanAlcázar, Anselmo Lor<strong>en</strong>zo, Francisco Mora, Tomás González Morago.Morago ha sido siempre el c<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong>s injurias de Lafargue y de los autores del libro deLondres. No se ti<strong>en</strong>e más que comparar esos dos textos (véase mi biografía de Bakunin, nota21-26) para ver cómo <strong>en</strong> Londres se agrega a manos ll<strong>en</strong>as insultos groseros que Lafargue, alescribir <strong>en</strong> 1872 <strong>en</strong> España, no se atrevió a exteriorizar. He oído a Ma<strong>la</strong>testa describirlo como elmás notable de los anarquistas españoles y como un bu<strong>en</strong> hombre. Murió de cólera <strong>en</strong> <strong>la</strong> cárcelde Granada.Ese manifiesto anuncia <strong>la</strong> publicación de La Solidaridad (Madrid), que apareció, <strong>en</strong> efecto, el 15de <strong>en</strong>ero de 1870, con un artículo programa escrito por Lor<strong>en</strong>zo y firmado por él. H. Pauly, F.Mora, Morago y otros tres. En un artículo que liquida <strong>la</strong> cuestión <strong>en</strong>tre los <strong>internacional</strong>istas yFernando Garrido, es absolutam<strong>en</strong>te rechazada <strong>la</strong> política electoral… «Los trabajadores hoy nodebemos hacer otra cosa que organizarnos y propagar los principios de <strong>la</strong> Internacional».Cuando esas ideas sean g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te aceptadas, se apoderarán de los puestos públicos queGarrido quiere poner ante los obreros, «no para ocuparlos, sino para destruirlos, destruy<strong>en</strong>docon ellos todo gobierno autoritario e imp<strong>la</strong>ntando sobre sus ruinas <strong>la</strong> ANARQUÍA, o sea <strong>la</strong> librefederación de libres asociaciones obreras agríco<strong>la</strong>s e industriales» (lo cual es una descripciónde <strong>la</strong> sociedad futura con <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras tan frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te formu<strong>la</strong>das así por Bakunin).La Internacional se difundió rápidam<strong>en</strong>te y Francisco Mora concibió <strong>la</strong> idea de un congreso,proposición aceptada por <strong>la</strong> sección de Madrid, el 14 de febrero de 1870. Entonces como severá, Barcelona y Palma de Mallorca pidieron también que se les consultara y el movimi<strong>en</strong>toregional comi<strong>en</strong>za seriam<strong>en</strong>te.Hemos visto hasta aquí a <strong>la</strong> sección de Madrid consolidar sus ideas, al principio un pocodivididas, hacia el anarquismo tal como Bakunin lo expresaba. No hay Alianza alguna, nadamás que el <strong>en</strong>vió de esas cartil<strong>la</strong>s, pronto inutilizadas, de Ginebra, ninguna correspond<strong>en</strong>ciacon Bakunin o Fanelli de que nosotros sepamos. La prueba de esa aserción es constituida porel hecho de que Morago, el alma del movimi<strong>en</strong>to, escribe el 24 de octubre de 1869 para serrecibido <strong>en</strong> <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de Ginebra; <strong>en</strong>vía <strong>la</strong> carta a Fanelli y el comité de <strong>la</strong> secciónno <strong>la</strong> recibe hasta el 27 de noviembre; es aceptado (garantía de Bakunin y de S<strong>en</strong>tiñón). El 13de <strong>en</strong>ero de 1870 se le<strong>en</strong> cartas de él <strong>en</strong> el comité; pide «nuestra opinión sobre <strong>la</strong> marcha quequiere seguir como miembro de <strong>la</strong> Internacional (y) de <strong>la</strong> Alianza, y que aconseja seguir a los9 Viñas recuerda a Francisco Mora (carta de 3 de agosto de 1872. Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 2) que «hab<strong>la</strong>ndo desus primeras correspond<strong>en</strong>cias, me decía que se le (al Consejo g<strong>en</strong>eral) había dado una bu<strong>en</strong>a lección al contestarle».Ignoro a qué hace alusión, pero lo cierto es que <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> no debió ningún apoyo a los marxistas deLondres, ¡hasta <strong>la</strong> llegada de Lafargue, c<strong>la</strong>ro está!23


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uotros miembros de <strong>la</strong> Internacional y de <strong>la</strong> Alianza, concerni<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> cuestión sobre hasta quépunto deb<strong>en</strong> mezc<strong>la</strong>rse <strong>en</strong> política <strong>la</strong>s dos asociaciones m<strong>en</strong>cionadas, o si no deb<strong>en</strong> mezc<strong>la</strong>rsede ningún modo <strong>en</strong> el<strong>la</strong>» (actas). La discusión muestra opiniones «<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido bastantedifer<strong>en</strong>te o, por decir mejor, opuesto». A proposición de Lindegger se le responde <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tidode lo que había dicho Paul Robin <strong>en</strong> <strong>la</strong> discusión, «es decir, que <strong>la</strong> respuesta hará compr<strong>en</strong>deral ciudadano Morago que el socialismo no quiere de ningún modo decir que es precisomezc<strong>la</strong>rse <strong>en</strong> política, y que, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia, cuando niega que <strong>la</strong> forma de gobiernorepublicana sea <strong>la</strong> más favorable para propagar y hacer prosperar nuestros principios, sededuce que no vale <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a mezc<strong>la</strong>rse <strong>en</strong> política por <strong>la</strong>s insignificantes v<strong>en</strong>tajas que elestablecimi<strong>en</strong>to de una república burguesa nos ofrecería, y que, por consigui<strong>en</strong>te, <strong>la</strong> A. I. de losT., y <strong>la</strong> Alianza democrática y social no deb<strong>en</strong> mezc<strong>la</strong>rse más que <strong>en</strong> <strong>la</strong> política destructiva paraponer <strong>en</strong> lugar del ord<strong>en</strong> social actual un nuevo ord<strong>en</strong> social, <strong>en</strong> el cual el trabajador gozarápl<strong>en</strong>a y <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te del fruto de su trabajo, lo cual no será posible mi<strong>en</strong>tras el edificiogubernam<strong>en</strong>tal político actual no sea reemp<strong>la</strong>zado por otra organización basada <strong>en</strong> <strong>la</strong> igualdadmás absoluta».El 4 de febrero de 1870 Celso Gomis, secretario <strong>en</strong>tonces de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza, lee unacarta a Morago «pidiéndole nota de los individuos de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> esa ciudad» (actas), es decir,que se quisiera saber dónde están <strong>la</strong>s personas de <strong>la</strong> lista de <strong>la</strong> sección que sin duda no dabansigno de vida.El 20 de mayo de 1870 se trata aún de una carta de <strong>la</strong> sección a Morago. Bakunin, que esa vezestá pres<strong>en</strong>te, se bur<strong>la</strong> de <strong>la</strong> expresión «confiscación por causa de utilidad pública», que «hacesuponer una alusión al Estado»; el secretario deberá redactar otra carta.En <strong>la</strong> gran cifra de los nombres y de <strong>la</strong>s cifras que debe datar de octubre de 1869, cuandoBakunin conocía ya a Rafael Farga Pellicer y a S<strong>en</strong>tiñón, cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> el libro odioso de O.Testud, L’Internationale et le Jacobinisme au ban de l’Europe, París, 1852, vol. I, págs. 131-138,se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra: S<strong>en</strong>tiñón, Farga Pellicer, José L. Pellicer, pintor (de Barcelona); Rubau, Córdoba,C<strong>en</strong>egorta, B<strong>en</strong>ito Rodríguez, Lor<strong>en</strong>zo Asprillo, Tomás González, grabador (Morago); Cerrado(de Madrid); todos de Madrid, por tanto, del núcleo de <strong>en</strong>ero de 1869. Lo que demuestra aúnque después de <strong>la</strong>s noticias llevadas por Fanelli, Bakunin no tuvo ninguna otra re<strong>la</strong>ción conMadrid.Pi<strong>en</strong>so, pues, que se puede constatar para el primer año de <strong>la</strong> Internacional de Madrid el efectode <strong>la</strong> propaganda muy sería y muy fiel de <strong>la</strong>s ideas de Bakunin, hecha por Fanelli, desd<strong>en</strong>oviembre de 1868 a <strong>en</strong>ero de 1869, pero ninguna re<strong>la</strong>ción personal o de sociedad secreta, delo que se l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> Alianza.CAPÍTULO QUINTOEL CONGRESO DE BASILEA. SU REPERCUSIÓN EN ESPAÑAEn El Proletariado Militante, I, pág. 50-59, Anselmo Lor<strong>en</strong>zo observa: «l<strong>la</strong>mó <strong>la</strong> at<strong>en</strong>ción y aúnsuscitó discusiones un tanto apasionadas durante algún tiempo, el hecho de dirigirse Fanelliprimeram<strong>en</strong>te a Madrid», y no a Barcelona. Hemos visto que Fanelli había estado primero <strong>en</strong>Barcelona, pero circunstancias que no pudo dominar hicieron que com<strong>en</strong>zara su verdadera24


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uactividad <strong>en</strong> Madrid. Sin duda por el viaje anterior, Barcelona, Val<strong>en</strong>cia, había adquiridoexperi<strong>en</strong>cia y pudo obrar <strong>en</strong> Madrid con más efecto.La difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los movimi<strong>en</strong>tos de Madrid y Barcelona es bi<strong>en</strong> conocida; P. Kropotkin, <strong>en</strong>1878, <strong>la</strong> experim<strong>en</strong>tó también muy fuertem<strong>en</strong>te. Lor<strong>en</strong>zo, que conocía tan bi<strong>en</strong> ambos,militando <strong>en</strong> Madrid desde el comi<strong>en</strong>zo hasta 1871-72 y <strong>en</strong> Barcelona durante muchos añosdespués, no escribió los oríg<strong>en</strong>es <strong>en</strong> Barcelona y yo no conozco más que un solo testimonio unpoco explícito, pero del cual no puedo verificar el detalle; el del republicano Juan Sa<strong>la</strong>s <strong>en</strong> ellibro O Socialismo na Europa (Lisboa, 1892), de Magalhâes Lima, pág. 311 y sigui<strong>en</strong>tes.Después de <strong>la</strong> revolución, <strong>la</strong>s sociedades obreras, fuertes y numerosas desde hacía muchotiempo, constituyeron, <strong>en</strong> octubre de 1868, el C<strong>en</strong>tro Federal de <strong>la</strong>s Sociedades Obreras; susdelegados, Farga Pellicer y G. S<strong>en</strong>tiñón, dan un informe de el<strong>la</strong>s al congreso de Basilea(Compte r<strong>en</strong>dí du IVme. Congrés… de l’Internationale, 1869, págs. 44-48). Los obreros JuanFargas, Roca y Galés, Rafael Farga Pellicer, Juan Nuet, José Pamías (más tarde socialistaoportunista), Jaime Ba<strong>la</strong>sch y otros eran los más activos. En <strong>la</strong>s secciones, <strong>en</strong> <strong>en</strong>ero de 1869,los republicanos federalistas concedieron al C<strong>en</strong>tro un candidato, Pablo Alsina, que fue elegido;los <strong>internacional</strong>istas de Madrid t<strong>en</strong>ían una pobre opinión de él (Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 64-66).Fue <strong>en</strong>tonces (a fines de <strong>en</strong>ero) cuando Fanelli llegó a Barcelona con recom<strong>en</strong>daciones deMadrid, sobre todo de Rubau Donadeu, y reunió 20 ó 25 personas <strong>en</strong> el taller de José LuisPellicer, calle de Casanova; estuvieron Rafael Farga Pellicer, Vi<strong>la</strong>darga, Ramón Cortana, et.Entonces se formó el núcleo que tuvo por presid<strong>en</strong>te y secretario a los Pellicer.Faltan otras informaciones precisas. Fanelli no queda <strong>en</strong> Barcelona más que dos semanasaproximadam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra un medio organizado ya y sabe ganar el espíritu de los quequerían dar al movimi<strong>en</strong>to sindical (el congreso del C<strong>en</strong>tro el 13 de diciembre de 1868 habíareconocido <strong>la</strong> libertad de sus adher<strong>en</strong>tes de apoyar el partido político de su elección) unadirección socialista. Seña<strong>la</strong> a Bakunin los dos Pellicer y a algui<strong>en</strong> de Tortosa para hacerle<strong>en</strong>viar Le Progrés; los dos Pellicer se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> <strong>la</strong> lista de los miembros de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong>Alianza, lo que significa, como expliqué más arriba, que Fanelli y Bakunin los recibieron <strong>en</strong>febrero-marzo como miembros de <strong>la</strong> Alianza <strong>internacional</strong> pública.Juan Sa<strong>la</strong>s continúa, sin datos precisos, que poco después de <strong>la</strong> formación del núcleo fueaum<strong>en</strong>tado por el médico Gaspar S<strong>en</strong>tiñón, que había regresado de Alemania, donde habríapermanecido desde <strong>la</strong> edad de seis años, de Trinidad Soriano, estudiante técnico de Sevil<strong>la</strong>, deGonzález M<strong>en</strong>eses, de Cádiz, estudiante de medicina, de García Viñas, de Má<strong>la</strong>ga, estudiantede medicina, y del abogado catalán Rius. Esos hombres y los de Pellicer se habrían organizadosecretam<strong>en</strong>te como <strong>la</strong> Alianza. Trataré de explicar más tarde esta observación última. Lor<strong>en</strong>zoescribe de estos hombres: «es difícil prever qué hubiera repres<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>toproletario <strong>internacional</strong> (Barcelona y Cataluña) sin <strong>la</strong> intelig<strong>en</strong>cia y <strong>en</strong>ergía de media doc<strong>en</strong>a deestudiantes, jóv<strong>en</strong>es, pero burgueses, que inculcaron el ideal, no <strong>en</strong> corporación alguna, sino <strong>en</strong>corto número de individuos, que, hay que reconocerlo, si no eran esquiroles, como se l<strong>la</strong>mó alos obreros no asociados, eran de aquellos que m<strong>en</strong>os at<strong>en</strong>ción habrían prestado al socialismo.C<strong>la</strong>ro está que si los jóv<strong>en</strong>es obreros aludidos, como intelig<strong>en</strong>tes que eran, se hubierandecidido con el empeño de que eran capaces a <strong>la</strong> asociación, <strong>en</strong> el<strong>la</strong> hubieran obt<strong>en</strong>ido losprimeros puestos y no hubiera sido ya posible contar con ellos». (Sigue el pasaje ya citadosobre Viñas, Soriano, M<strong>en</strong>eses y Ferrán, los andaluces, sobre el viaje de Farga Pellicer a Suiza,etc.…).El 2 de mayo de 1869 <strong>la</strong> sección de Barcelona de <strong>la</strong> Internacional constituida (v. Egalité,Ginebra, 22 de mayo). El 1 de agosto apareció La Federación, órgano del C<strong>en</strong>tro federal de <strong>la</strong>ssociedades obreras; «era socialista, def<strong>en</strong>día al obrero y sus sociedades -dice Lor<strong>en</strong>zo-… perose lee <strong>en</strong> su primer número: «La Federación dec<strong>la</strong>ra que <strong>la</strong> República Democrática Federal es25


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u<strong>la</strong> forma de gobierno que más convi<strong>en</strong>e a los intereses de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses trabajadoras; forma políticanecesaria para obt<strong>en</strong>er su emancipación», y esa dec<strong>la</strong>ración impuesta por losconv<strong>en</strong>cionalismos políticos a <strong>la</strong> débil convicción del anarquismo naci<strong>en</strong>te»… impulsó a los<strong>internacional</strong>istas de Madrid a fundar su Solidaridad <strong>en</strong> <strong>en</strong>ero de 1870. 10Se s<strong>en</strong>tía m<strong>en</strong>os libertad <strong>en</strong> Barcelona para proc<strong>la</strong>mar altam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s ideas de <strong>la</strong> ANARQUÍA, afin de no perder <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia que se s<strong>en</strong>tía sobre <strong>la</strong> gran masa: masa organizada, pero noavanzada aún <strong>en</strong> ideas, de los obreros.Eso se ve por una carta de Rafael Farga Pellicer a Bakunin, fechada ese mismo 1 de agosto,carta que vale <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a reproducir aquí: 11Mi querido Bakunin:Barcelona, 1 de agosto de 1869.Con inm<strong>en</strong>sa satisfacción he recibido tu carta. En seguida <strong>la</strong> leí al C<strong>en</strong>tro Federal de <strong>la</strong>sSociedades obreras, como secretario g<strong>en</strong>eral que soy de él, y <strong>en</strong>terado de su cont<strong>en</strong>ido haacordado <strong>en</strong>viar a Bâle uno más (no ha determinado todavía el número), repres<strong>en</strong>tantes de <strong>la</strong>ssociedades obreras de Cataluña.Mas es preciso hacer aquí algunas explicaciones; para que tú compr<strong>en</strong>das <strong>la</strong> manera cómodeberán repres<strong>en</strong>tar a España los obreros que <strong>en</strong>viará nuestro C<strong>en</strong>tro Federal.Aquí el socialismo no está tan desarrol<strong>la</strong>do como fuera de desear; así es que el C<strong>en</strong>tro Federalno ha decidido nada c<strong>la</strong>ra y terminantem<strong>en</strong>te respecto a este punto tan interesante. Hastaahora sólo se ha ocupado de organizar asociaciones obreras de todos los oficios y artes ypropagar para que <strong>la</strong> federación <strong>en</strong>tre todas se haya efectuado, y para que <strong>la</strong> República Federaltriunfe <strong>en</strong> <strong>la</strong> gran lucha que sost<strong>en</strong>emos con los monárquicos, y demás conservadores de todas<strong>la</strong>s demás tiranías.No obstante, he de participarles con p<strong>la</strong>cer que <strong>la</strong> gran mayoría de los obreros son susceptiblesde ser decididam<strong>en</strong>te socialistas; puesto que van ya compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do esas grandes ideas quellevan <strong>en</strong> sí nuestra inmediata y radical emancipación; gracias a los esfuerzos que hacemosalgunos amigos <strong>en</strong> pro de esta propaganda d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong>s varias profesiones y oficios asociadosy d<strong>en</strong>tro del mismo C<strong>en</strong>tro Federal, yo t<strong>en</strong>go <strong>la</strong> seguridad que d<strong>en</strong>tro de poco tiempoformaremos parte los obreros de España de <strong>la</strong> grande Asociación Internacional de losTrabajadores; porque procuramos algunos amigos hacer los Reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tos de <strong>la</strong>s C<strong>la</strong>ses y delC<strong>en</strong>tro, basamos <strong>en</strong> el espíritu y t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia del de <strong>la</strong> Asociación Internacional. De manera que,ins<strong>en</strong>sible y conv<strong>en</strong>cidam<strong>en</strong>te, se <strong>en</strong>contrarán d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> Internacional.Tú, querido amigo y correligionario, compr<strong>en</strong>derás con cuánto cuidado y con cuánta prud<strong>en</strong>ciaha de hacerse esta importante propaganda; para evitar futuras escisiones que retardarían másel triunfo de nuestra causa.10 Bi<strong>en</strong> pronto La Federación, publicada hasta el 26 de mayo de 1872 y después de una interrupción forzada aúndesde 1872 a 73, fue uno de los órganos más amplios y vali<strong>en</strong>tes de <strong>la</strong> Internacional, con este subtítulo: Órgano de <strong>la</strong>Federación barcelonesa de <strong>la</strong> Asociación Internacional de los Trabajadores; <strong>la</strong>s letras del título de La Federaciónllevan <strong>en</strong> el interior de <strong>la</strong>s líneas que forman cada mayúscu<strong>la</strong> una de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras sigui<strong>en</strong>tes: Libertad, Cooperación,Solidaridad, Trabajo, Racionalismo, Ci<strong>en</strong>cias, Artes, Historia, Justicia, Moral, Verdad, Perseverancia,Internacionalidad, Progreso, Derechos, Deberes, Reciprocidad, bello resum<strong>en</strong> de <strong>la</strong>s aspiraciones socialistas.11 La he publicado por primera vez <strong>en</strong> el Almanaque de <strong>la</strong> Revista B<strong>la</strong>nca y Tierra y Libertad para 1904 (Madrid),págs. 44-47: Carta inédita de R. Farga Pellicer a Miguel Bakunin.26


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uMucho influirá, estimado amigo, a que los obreros españoles <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> cuanto antes <strong>en</strong> <strong>la</strong>Asociación nuestra, si ahora (como sucederá si es posible) ti<strong>en</strong><strong>en</strong> repres<strong>en</strong>tantes propios <strong>en</strong>Bâle; pues éstos les explicarían de una manera gráfica y completa el mecanismo, <strong>la</strong>s ideas,t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias y desarrollo de nuestra Asociación.Contesta, amigo, a vuelta de correo, si nuestro C<strong>en</strong>tro Federal puede tomar parte <strong>en</strong> elCongreso de Bâle, no obstante no dec<strong>la</strong>rarse ser de <strong>la</strong> Internacional. Es de suma importancia ynecesidad que a pesar de no ser ahora importancia y necesidad que a pesar de no ser ahora de<strong>la</strong> Asociación, pueda este C<strong>en</strong>tro concurrir al Congreso de Bâle, precisam<strong>en</strong>te para acelerarmás el que ingrese cuanto antes a el<strong>la</strong>. Espero, pues, que harás lo posible para que puedanv<strong>en</strong>ir a Bâle repres<strong>en</strong>tantes delegados de España, con <strong>la</strong>s circunstancias expresadas. Esperopronta contestación: «Al C<strong>en</strong>tro Federal de <strong>la</strong>s Sociedades Obreras, Rafael Farga Pellicer,secretario, calle Mercaderes, 42 Barcelona».Por el correo te <strong>en</strong>vió un número del periódico La Federación, órgano del C<strong>en</strong>tro, que de unamanera prud<strong>en</strong>te def<strong>en</strong>derá el socialista. En España ha habido <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera algunosindividualistas que ahora ya van batiéndose <strong>en</strong> retirada. La Federación trabajará activam<strong>en</strong>tepara acabar de despreocupar a unos y para conv<strong>en</strong>cer a todos de <strong>la</strong> grande necesidad de serracionales, socialistas y republicanos-federales. Le l<strong>la</strong>mo <strong>la</strong> at<strong>en</strong>ción sobre <strong>la</strong> R del título, ysobre el Prospecto que yo he escrito como director que unánimem<strong>en</strong>te me ha nombrado elC<strong>en</strong>tro Federal. He procurado y alcanzado que todo el consejo de redacción sea, como es,socialista.Espero que tú me autorices para que publique tus escritos de Le Progrés, y hasta me atreveré arogarte que escribas y remitas -si puedes hacerlo- unos artículos originales tuyos, hechosdirectam<strong>en</strong>te para nuestro periódico La Federación, como, por ejemplo, tratando de <strong>la</strong> abolicióndel Estado, de <strong>la</strong> abolición de <strong>la</strong> propiedad hereditaria y de <strong>la</strong> r<strong>en</strong>ta, etc. 12Distingamos; yo soy también secretario de <strong>la</strong> sección de Barcelona de <strong>la</strong> Asociación Int. de losTrabajadores, que fundamos al<strong>en</strong>tados y dirigidos por tu caro amigo Fanelli.Las continuas ocupaciones políticas que t<strong>en</strong>emos nos has privado de propagar más <strong>la</strong>Asociación; pero <strong>en</strong> lo próximo nos reuniremos los de <strong>la</strong> Internacional (que hay tres o cuatroque son presid<strong>en</strong>tes de sociedades federales <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro Federal) para tratar de tu carta; masyo desconfío que <strong>en</strong>viemos a nadie Bâle, porque somos pocos y pobres. Ya le contestaremos.De todos modos, como <strong>internacional</strong>es <strong>en</strong>viaremos a Londres nuestra cotización de 1/10 defranco por miembro, que todavía no hemos hecho.Ya le he escrito a Rubau, diciéndole que conteste a tu carta.En <strong>la</strong> sesión del domingo próximo comunicaré a mis amigos de l’Internationale (secciónBarcelona) tu carta y tu deseo que los más demócratas, socialistas y radicales form<strong>en</strong> parte de<strong>la</strong> Alianza. Por lo que a mí toca, acepto completam<strong>en</strong>te todo lo consignado <strong>en</strong> el librito que meha <strong>en</strong>viado.Hasta otro día. Espero con impaci<strong>en</strong>cia tu carta, que no importa sea francesa; pero de bu<strong>en</strong>aletra.12 No conozco más que algunos números de La Federación; los artículos de Bakunin <strong>en</strong> L’Egalité (Ginebra) han sidotraducción, como Las Adormideras, núm. 20, 12 de diciembre de 1869; Política de <strong>la</strong> Internacional, núm. 29, 13 defebrero de 1870; Respuestas de un <strong>internacional</strong> a Mazzini, núm. 106, 27 de agosto de 1871, etc. No pi<strong>en</strong>so queBakunin haya escrito artículos originales para La Federación, pero valdría <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a examinar una colección completadel periódico, tanto por otros numerosos detalles interesantes como para ver si se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> él extractos de cartasde Bakunin, etc.27


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uT<strong>en</strong> <strong>la</strong> seguridad, amigo y hermano mío, que siempre trabajaré con todas mis fuerzas y por elcamino más corto para obt<strong>en</strong>er <strong>la</strong> red<strong>en</strong>ción social, <strong>la</strong> emancipación completa de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>sestrabajadoras, <strong>la</strong> muerta de todo privilegio y monopolio.Expresiones a Fanelli.Tu amigo y hermano.Rafael Farga Pellicer.Esta carta, felizm<strong>en</strong>te conservada, muestra cómo estaba <strong>la</strong> Internacional, <strong>la</strong> víspera del grancongreso de Basilea, <strong>en</strong> Barcelona; una débil sección, de <strong>la</strong> cual el secretario y algunosmiembros t<strong>en</strong>ían alguna influ<strong>en</strong>cia sobre <strong>la</strong>s masas obreras por medio del C<strong>en</strong>tro Federal, pero<strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia de sus ideas, <strong>la</strong>s de Fanelli y de Bakunin, no era absoluta y procedían conprud<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong> propaganda de esas ideas.Se ve también c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te que Bakunin había escrito tanto para al<strong>en</strong>tar el <strong>en</strong>vió de delegados aBasilea -como escribió <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido a todos sus amigos- como para <strong>en</strong>viar <strong>la</strong>s cartil<strong>la</strong>s demiembros de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza a Ginebra, puesto que esa sección se había constituidodefinitivam<strong>en</strong>te el 26 de junio de 1869 y había hecho imprimir 200 ejemp<strong>la</strong>res de cartil<strong>la</strong>s demiembro, cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do los Estatutos de <strong>la</strong> Internacional, <strong>la</strong>s resoluciones de sus congresos, elprograma de <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong> democracia socialista de Ginebra, folleto de 27 páginas, impresopor Czerniecki, de Ginebra, publicación administrativa como <strong>la</strong> que hacía cada sección. En <strong>la</strong>sesión pública de esa sección, del 31 de julio de 1869, firmada El secretario g<strong>en</strong>eral, P. G.Eccarius. La lista de miembros conti<strong>en</strong>e los dos Pellicer como fundadores, lo que equivale adecir <strong>en</strong> este caso que eran miembros recibidos por el antiguo Comité <strong>internacional</strong> y se notaaún, números 69 y 70: «dos cartil<strong>la</strong>s <strong>en</strong>tregadas a Farga Pellicer sin nombre», sea <strong>en</strong>viadas asípor Bakunin, sea remitidas a él cuando estuvo <strong>en</strong> Ginebra. 13El 28 de agosto G. S<strong>en</strong>tiñón es pres<strong>en</strong>tado al Comité de esa sección por Bakunin y Paul Robin;el 29 de agosto es recibido <strong>en</strong> <strong>la</strong> sección. El mandato para Basilea recomi<strong>en</strong>da al delegadoestas ideas: colectividad, abolición del derecho de her<strong>en</strong>cia, <strong>la</strong>s cajas de resist<strong>en</strong>cias porcuerpos de oficio y federalizadas, etcétera; S<strong>en</strong>tiñón es elegido delegado de <strong>la</strong> sección porunanimidad. Farga Pellicer estaba <strong>en</strong> Ginebra por <strong>la</strong> misma época y asistió a <strong>la</strong>s reunionesg<strong>en</strong>erales tempestuosas de <strong>la</strong>s secciones de Ginebra, donde fueron discutidas <strong>la</strong>s eleccionesde delegados para Basilea.En Ginebra y <strong>en</strong> Basilea, pues, a fines de agosto de 1869, Farga Pellicer y S<strong>en</strong>tiñón tuvieron <strong>la</strong>primera ocasión de conocer ampliam<strong>en</strong>te a Bakunin y de <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse con él. Fue <strong>en</strong>toncescuando fueron recibidos <strong>en</strong> esa intimidad, l<strong>la</strong>mada de otro modo Fraternité internationale,agrupación cuya composición se modificó fuertem<strong>en</strong>te a principios de 1869, cuando todo unpequeño número de hombres fueron eliminados de esa intimidad. Exist<strong>en</strong> diversos docum<strong>en</strong>tossobre esa crisis y <strong>la</strong> dec<strong>la</strong>ración de que <strong>la</strong> Fraternité quedaba disuelta, de <strong>la</strong> que di un extractomás arriba. No se sabe si ha sido formalm<strong>en</strong>te reconstruida, a pesar de todas <strong>la</strong>s designaciones<strong>en</strong> <strong>la</strong>s listas cifradas que se conoc<strong>en</strong>. Bakunin y los hombres que admitió <strong>en</strong> ese círculo íntimoestaban verdaderam<strong>en</strong>te muy ligados por los dos fines principales: inspirar por una acciónsecreta local <strong>la</strong>s fuerzas nuevas <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to local, y <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse para <strong>la</strong>s acciones13 El 29 de julio Bakunin escribe a Lyon (Albert Richard) que Perron <strong>en</strong>vía «veinte muestras y carnets» pedidos; el 9de agosto escribe a Gambuzzi que a él, a Fanelli y a Friscia les fueron <strong>en</strong>viados grandes paquetes con impresos(libretas y dec<strong>la</strong>ración de adhesión). Escribe a Richard: «he escrito absolutam<strong>en</strong>te a todos nuestros amigos paracitarlos para el 6 de septiembre». En esa ocasión, pues, escribió a Rubau Donadeu, de Madrid, y a Farga Pellicer, deBarcelona, etcétera.28


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u<strong>internacional</strong>es. La idea era t<strong>en</strong>er amigos abnegados <strong>en</strong> diversos grados para el movimi<strong>en</strong>tolocal, provincial, regional, <strong>internacional</strong>. No había, pues, organización formal, pero se convino<strong>en</strong> proceder así y Farga Pellicer, que aceptaba <strong>la</strong>s ideas y los métodos de Bakunin, volvió aBarcelona; G. S<strong>en</strong>tiñón, según Guil<strong>la</strong>ume (L’Int. I, pág. 242), hizo «un viaje a Alemania y aBélgica para informarse sobre diversas cuestiones técnicas, <strong>en</strong> vista de un levantami<strong>en</strong>toarmado ev<strong>en</strong>tual de los obreros de Cataluña». Se detuvo <strong>en</strong> noviembre <strong>en</strong> casa de Guil<strong>la</strong>ume<strong>en</strong> Neuchatel; Guil<strong>la</strong>ume lo describe así: «era un hombre de un carácter dulce y muy afable,muy instruido, de contin<strong>en</strong>te sosegado y casi tímido; había hecho sus estudios de medicina <strong>en</strong><strong>la</strong> Universidad de Vi<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> Austria, y hab<strong>la</strong>ba el alemán como un alemán. Había un misterio <strong>en</strong>su vida, misterio que ignoro y que no he tratado de saber; lo confió a Bakunin, que al pasar porNeuchatel a fines de octubre, me había hab<strong>la</strong>do de él con mucha simpatía». S<strong>en</strong>tiñón se<strong>en</strong>contró <strong>en</strong>tonces con camaradas jurasianos <strong>en</strong> Locle, donde pronunció un discurso sobreEspaña: «… a pesar de <strong>la</strong> derrota de los republicanos, <strong>la</strong> situación <strong>en</strong> España está lejos de serdesfavorable… y cuando el estado de sitio sea levantado (11 de diciembre) se conseguiríaprontam<strong>en</strong>te hacer adherirse de todas partes obreros a <strong>la</strong> Internacional… Otra cosa de bu<strong>en</strong>augurio para el socialismo <strong>en</strong> España (acababa de hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> aus<strong>en</strong>cia de influ<strong>en</strong>cia del clero,sobre los hombres al m<strong>en</strong>os), es que el antagonismo <strong>en</strong>tre los obreros y los campesinos noexiste. Los campesinos desean una revolución más aún que los obreros de <strong>la</strong>s ciudades»… (LeProgrés, Locle, 27 de noviembre). S<strong>en</strong>tiñón fue a Ginebra, donde él, Guil<strong>la</strong>ume, Paul Robin yPerron se reún<strong>en</strong> y desde allí Guil<strong>la</strong>ume y S<strong>en</strong>tiñón se van a Lyon, donde vieron a Richard,Bastelica (de Marsel<strong>la</strong>) y a los militantes lyoneses; después S<strong>en</strong>tiñón partió con Bastelica.Guil<strong>la</strong>ume cu<strong>en</strong>ta el asunto de los vocabu<strong>la</strong>rios cifrados (I, págs. 245-46), pero no explica elpasaje sigui<strong>en</strong>te de una carta de Bakunin a A. Richard que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Obrascompletas, prólogo del tomo I: «(10 de agosto de 1870). Por otra parte, he ahí una hermosaocasión para realizar el negocio que James (Guil<strong>la</strong>ume) y François (S<strong>en</strong>tiñón) te propusieron <strong>en</strong>Lyon, hacia fines del año pasado <strong>en</strong> mi nombre, el de un gran negocio y empresa comercial queabarque Suiza, Italia y España». Esto para mostrar <strong>la</strong> pronta intimidad establecida <strong>en</strong>treBakunin y los españoles. Está muy cont<strong>en</strong>to; el 11 de <strong>en</strong>ero de 1870 escribe a A. Richard:«Recibo cartas muy interesantes de Mr. y de Mme. E. F. (S<strong>en</strong>tiñón y Farga Pellicer). Marchanbi<strong>en</strong>, muy bi<strong>en</strong>, completam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>la</strong> línea recta, <strong>la</strong> única práctica, <strong>la</strong> única fecunda. Por elcontrario, Mme. P. (París) me desconsue<strong>la</strong>, no hay nadie. Mme. D. U. (Arístides Rey) esdecididam<strong>en</strong>te una sincera y s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal librep<strong>en</strong>sadora. Mme. D. T. (Varlin) es ya algo másserio»… Y el 7 de febrero: «Es preciso decirte que <strong>la</strong>s personas de qui<strong>en</strong>es por el mom<strong>en</strong>toestoy más cont<strong>en</strong>to, aparte, naturalm<strong>en</strong>te, de nuestros amigos más cont<strong>en</strong>to, aparte,naturalm<strong>en</strong>te, de nuestros amigos M. A. S. (Rusia), son M. y Mme. (S<strong>en</strong>tiñón, Farga Pellicer),han compr<strong>en</strong>dido que para hacer una pot<strong>en</strong>cia es preciso <strong>la</strong> acción colectiva, que ésta esimposible sin organización seria, que a su vez es imposible sin <strong>la</strong> observancia del docum<strong>en</strong>to.Ellos lo observan y hac<strong>en</strong> progresos inauditos». El 5 de mayo de 1870 escribe a Joukowski (<strong>en</strong>ruso): «… he recibido una carta de S<strong>en</strong>tiñón, son bu<strong>en</strong>as g<strong>en</strong>tes, es preciso ocuparse delperiódico de Madrid, Solidaridad (redacción de La Solidaridad, Madrid, Tabernil<strong>la</strong>s, 21), lomismo que de El Obrero (redacción de El Obrero (España), Baleares, Palma, calle de <strong>la</strong>Longeta, 39)».Una carta de S<strong>en</strong>tiñón a Varlin (París), 10 de abril, conti<strong>en</strong>e estas pa<strong>la</strong>bras: «Queremos ver <strong>la</strong>justicia establecida lo antes posible, <strong>en</strong> cinco o diez años, y para ello marchamos directam<strong>en</strong>teal fin sin desviarnos al ocuparnos de otra cosa que de <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong>s sociedadesobreras». En el congreso de <strong>la</strong> Suiza romántica (La Chaux de Fonds), escribieron el 31 demarzo de 1870, S<strong>en</strong>tiñón y Pellicer: «Somos felices al poder constatar que los obreros deEspaña se conv<strong>en</strong>c<strong>en</strong> más y más de que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que esperar absolutam<strong>en</strong>te nada de suparticipación <strong>en</strong> los asuntos del Estado, que todo el tiempo y todos los esfuerzos consagrados aprocurarles un mejorami<strong>en</strong>to por ese camino no sólo son piadosam<strong>en</strong>te perdidos, sino que, alcontrario, son positivam<strong>en</strong>te perjudiciales, porque tales t<strong>en</strong>tativas son susceptibles de extraviar29


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uun gran número de nuestros de miseria, como lo vemos con nuestro s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> Francia, <strong>en</strong>Ing<strong>la</strong>terra, <strong>en</strong> Alemania y <strong>en</strong> <strong>la</strong> parte alemana de Suiza». 14La segunda confer<strong>en</strong>cia del C<strong>en</strong>tro Federal de Barcelona, hacia fines de 1869, anuló <strong>la</strong>resolución sobre <strong>la</strong> participación de sus miembros <strong>en</strong> <strong>la</strong> política electoral (moción Farga Pellicer,S<strong>en</strong>tiñón y Antonio Marsal Anglora). El C<strong>en</strong>tro federal de <strong>la</strong>s sociedades obreras se transformó<strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro local de <strong>la</strong> Internacional, 14 de febrero de 1870, y se fundaron además <strong>en</strong> otrasciudades c<strong>en</strong>tros parecidos.Para completar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones posibles de Bakunin con los españoles de ese tiempo, m<strong>en</strong>cionóal jov<strong>en</strong> español, que permaneció desconocido, que después del 4 de diciembre de 1869 visitóa Bakunin <strong>en</strong> Locarno y <strong>en</strong>contró allí también a Fanelli. ¿Era quizá Celso Gomis? Gomis era unjov<strong>en</strong> catalán, refugiado <strong>en</strong> Francia después de <strong>la</strong> insurrección federalista del otoño de 1869 (sele <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> Le Réveil, París, de <strong>en</strong>tonces) y que el 13 de <strong>en</strong>ero de 1870 deseó ser recibido<strong>en</strong> <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de Ginebra; es recibido y elegido el 23, el 28 es nombrado secretariodel comité. A mediados de marzo volvió a marchar y <strong>en</strong> mayo se le <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra como secretariode <strong>la</strong> comisión de propaganda <strong>en</strong> Madrid. No sé más de él, 15 aunque he visto su nombre muchomás tarde como autor de publicaciones educativas. Pero se puede figurar uno que por él,Morago y los otros <strong>internacional</strong>istas han podido ser informados los españoles sobre <strong>la</strong> secciónde <strong>la</strong> Alianza, etc., de viva voz. Porque por estrechas que fueran <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de Bakunin conBarcelona, pocas o ninguna t<strong>en</strong>ía <strong>en</strong>tonces, parece, con Madrid, desde donde Morago nohabría t<strong>en</strong>ido necesidad de dirigirse a <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza.Desde Barcelona <strong>la</strong>s ideas anarquistas fueron imp<strong>la</strong>ntadas pronto <strong>en</strong> Palma, is<strong>la</strong> de Mallorca;Lor<strong>en</strong>zo, I, pág. 135, cita de El Obrero (Palma): «somos <strong>en</strong> política anarquistas, <strong>en</strong> economíacolectivistas y <strong>en</strong> religión ateos», lo que corresponde <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te a <strong>la</strong>s ideas de Bakunin.Por consigui<strong>en</strong>te, <strong>la</strong>s dos iniciativas de Fanelli, los núcleos de Madrid y de Barcelona, sedesarrol<strong>la</strong>ron felizm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> línea parale<strong>la</strong>, sin tocarse aún, y, quién sabe., probablem<strong>en</strong>te sincooperación mutua, a <strong>la</strong> cual se oponía quizá también <strong>en</strong> este caso lo que divide siempre aMadrid de Barcelona. Pero movimi<strong>en</strong>tos tan idénticos debían converger pronto, <strong>la</strong> época delcongreso que uniría <strong>en</strong> Federación los c<strong>en</strong>tros esparcidos, debía llegar.El programa de <strong>la</strong> Alianza había dado a los socialistas españoles exactam<strong>en</strong>te lo que deseabany compr<strong>en</strong>dían que t<strong>en</strong>ía más interés para ellos: abandono del Estado y de los políticosambiciosos de toda categoría -por consigui<strong>en</strong>te, <strong>la</strong> ANARQUÍA y <strong>la</strong> federación; lucha contra <strong>la</strong>explotación económica- por tanto, propiedad colectiva, colectivismo, y destrucción de <strong>la</strong>opresión intelectual, del poder secu<strong>la</strong>r de los sacerdotes, por consigui<strong>en</strong>te, p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to libre,ateísmo.14 Véase La Solidarité, Neuchatel, 23 de abril, 1870.15 Véase La Solidarité, 21 de mayo, 1870; El Proletariado Militante, I, págs. 248-49, 261.30


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uCAPÍTULO SEXTOEL CONGRESO DE BARCELONA. ESTATUTOS DE LA ALIANZADada esa situación de progreso g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España y de <strong>la</strong>s grandessimpatías para <strong>la</strong>s ideas anarquistas y colectivistas, Francisco Mora (Madrid) tomó <strong>la</strong> iniciativade un congreso; el manifiesto A los obreros españoles, aceptado el 14 de febrero de 1870 <strong>en</strong>Madrid, invitó a un congreso <strong>en</strong> esa ciudad para el primer domingo de mayo. Sin embargo, <strong>en</strong>Barcelona se consideró eso como un error, pues no había sociedades obreras <strong>en</strong> <strong>la</strong> Españac<strong>en</strong>tral y el viaje habría sido muy costoso para los cata<strong>la</strong>nes. En Palma se fue de <strong>la</strong> mismaopinión. Madrid cedió y el 14 de marzo se resolvió aprobar una moción a fin de someter avotación el asunto valiéndose de los tres periódicos de Madrid, Barcelona y Palma. Resultaronal fin de mayo 15.216 votos de 153 secciones <strong>en</strong> 26 localidades, de los cuales, 10.930 eran porBarcelona, 3.730 por Madrid (donde <strong>la</strong> Internacional local contaba, aproximadam<strong>en</strong>te, 2.000miembros, Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 3), 964 por Zaragoza, 448 por Val<strong>en</strong>cia, etc.; elcongreso fue convocado para el 19 de junio <strong>en</strong> Barcelona.Madrid eligió cuatro delegados: Morago, Mora, Enrique Borrel y Lor<strong>en</strong>zo; Barcelona proporcionósus gastos de viaje (véase El Proletariado Militante, I, págs. 138-144).El congreso fue compuesto por 90 delegados de 150 sociedades <strong>en</strong> 36 localidades, contando,aproximadam<strong>en</strong>te, 40.000 miembros. Farga Pellicer, <strong>en</strong> su discurso de apertura del congresoreunido <strong>en</strong> el Teatro Circo, dijo: «… Queremos que cese el imperio del capital, del Estado y de<strong>la</strong> Iglesia, para construir sobre sus ruinas <strong>la</strong> ANARQUÍA, <strong>la</strong> libre federación de libresasociaciones de obreros». En el mismo s<strong>en</strong>tido se expresaron Francisco Tomás (Palma) yMorago (Madrid), lo mismo que Bastelica (Marsel<strong>la</strong>), refugiado a consecu<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>spersecuciones contra <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> Francia <strong>en</strong> mayo de 1870. Bastelica, que presidio <strong>la</strong>sesión, fue, sobre todo por sus re<strong>la</strong>ciones con los íntimos de Bakunin <strong>en</strong> Lyon, del medioconfid<strong>en</strong>cial l<strong>la</strong>mado Alianza, pero no se sabe que <strong>en</strong> esa ocasión haya ejercido algunaactividad o misión especial; regresó a Francia <strong>en</strong> septiembre. El congreso fue saludado por elConsejo g<strong>en</strong>eral de Londres, al cual comunicó el resultado de sus deliberaciones. Después delos informes de los delegados se discutió <strong>la</strong> resist<strong>en</strong>cia; hubo una oposición de oportunistas(Roca y Galés, tejedor, Barcelona), de republicanos (Rubau Donadeu) y de sindicalistasconservadores que estaban satisfechos con <strong>la</strong>s corporaciones tales como existían; luego <strong>la</strong>cooperación, después el informe sobre <strong>la</strong> organización social de los trabajadores, propuesto porel jov<strong>en</strong> estudiante M<strong>en</strong>eses, delegado de Cádiz. El 25 de junio, <strong>en</strong> dos sesionesadministrativas y <strong>en</strong> dos sesiones públicas fueron aceptados los estatutos de <strong>la</strong> Federaciónregional. Las secciones de oficios y <strong>la</strong> sección mixta formaban <strong>la</strong> federación local y <strong>la</strong>ssecciones mismas de los oficios de diversas localidades se federaban <strong>en</strong>tre sí. La federaciónque reunía <strong>la</strong>s federaciones locales era <strong>la</strong> Federación regional españo<strong>la</strong>, para <strong>la</strong> cual eligió elcongreso un Consejo federal. La F. R. E. se constituyó definitivam<strong>en</strong>te el 1 de septiembre; conese fin fueron redactados los Reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tos típicos aprobados por el primer congreso obrero de<strong>la</strong> región españo<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Asociación Internacional de los Trabajadores celebrado <strong>en</strong> Barcelona el19 de junio de 1870 (Barcelona, 1870, 48 págs. 8º), estatutos que <strong>en</strong> detalle y exactitud están a<strong>la</strong> par de los de <strong>la</strong> Federación de <strong>la</strong> Suiza romántica, e<strong>la</strong>borados <strong>en</strong> Ginebra con <strong>la</strong> asist<strong>en</strong>ciaactiva de Bakunin. La idea del grupo libre era desconocida <strong>en</strong>tonces; se era libre <strong>en</strong> idea, perono se t<strong>en</strong>ía aún ni <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia ni <strong>la</strong> necesidad práctica de él; sinti<strong>en</strong>do garantizados susderechos por <strong>la</strong> autonomía y <strong>la</strong> federación, se aceptaban voluntariam<strong>en</strong>te los deberes.En un informe sobre <strong>la</strong> posición de <strong>la</strong> Internacional con respecto a <strong>la</strong> política se deseareemp<strong>la</strong>zar el Estado «por <strong>la</strong> libre federación de libres asociaciones de obreros agríco<strong>la</strong>s e31


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uindustriales» y se recomi<strong>en</strong>do a <strong>la</strong>s secciones que «r<strong>en</strong>unci<strong>en</strong> a toda acción corporativa quet<strong>en</strong>ga por objeto efectuar <strong>la</strong> transformación social por medio de <strong>la</strong>s reformas políticasnacionales, y <strong>la</strong>s invita a emplear toda su actividad <strong>en</strong> <strong>la</strong> constitución federalista de los cuerposde oficio, único medio de asegurar el éxito de <strong>la</strong> revolución social. Esta federación es <strong>la</strong>verdadera repres<strong>en</strong>tación del trabajo y debe verificarse fuera de los gobiernos políticos.Morago, Mora, Lor<strong>en</strong>zo y Borrel pres<strong>en</strong>taron <strong>la</strong> resolución al respecto, que fue aceptada por 50de los 85 votos. Esa resolución fue traducida literalm<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> del congreso de Chaux-de-Fonds (Pascuas de 1870); véase Guil<strong>la</strong>ume, L’Int. I, págs. 15-54».Si el congreso g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong> Internacional, convocado para París, después para Maguncia eimpedido por <strong>la</strong> guerra, hubiera podido celebrarse, según un artículo de La Federación,traducido <strong>en</strong> La Solidarité (Neuchatel), 3 de septiembre, los españoles habrían propuestodec<strong>la</strong>rar «que <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera debe emplear toda su actividad <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to social,preparando los medios para derribar <strong>la</strong> sociedad actual y echando los cimi<strong>en</strong>tos de <strong>la</strong> sociedadfutura», esto <strong>en</strong> respuesta a <strong>la</strong> cuestión de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> acción política y el movimi<strong>en</strong>tosocial de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera, cuestión que marca el esfuerzo marxista para hacer <strong>en</strong>trar <strong>la</strong> políticaelectoral obrera <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional. 16El Consejo Federal fue insta<strong>la</strong>do <strong>en</strong> Madrid y compuesto por los cuatro delegados de Madrid:Morago, F. Mora (secretario), Lor<strong>en</strong>zo y Borrel y por Ángel Mora, hermano de Francisco.He aquí, dieciocho meses después del viaje de Fanelli, constituida <strong>la</strong> Internacional ycomp<strong>en</strong>etrada de <strong>la</strong>s ideas anarquistas, fr<strong>en</strong>te a <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s promesas de los políticos y <strong>la</strong>sproposiciones de los reformistas jugaban un papel muy pobre. Sin embargo, a pesar de <strong>la</strong>formación rápida de tantas secciones que, aunque ignoro el detalle, t<strong>en</strong>ían probablem<strong>en</strong>te porbase los núcleos organizadores como los de Madrid y Barcelona, hombres resueltos que sabíandespertar y agrupar a los trabajadores de su localidad, <strong>la</strong> difusión de <strong>la</strong>s ideas no podía marcharal paso con <strong>la</strong> expansión numérica, resultado del <strong>en</strong>tusiasmo y del interés corporativo. Sehabría organizado así vagam<strong>en</strong>te todo el mundo obrero, pero se habría t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> cada ocasiónelem<strong>en</strong>tos muy difer<strong>en</strong>tes, revolucionarios y reformistas, anarquistas y políticos… Era, pues,natural que se realizara <strong>la</strong> idea de mant<strong>en</strong>er un contacto estrecho, íntimo <strong>en</strong>tre losrevolucionarios conv<strong>en</strong>cidos. Se había visto al pequeño grupo iniciador de Barcelona arrastrarpoco a poco al gran C<strong>en</strong>tro federal, se sabía por el congreso de Basilea y por Bakunin que <strong>en</strong> <strong>la</strong>Internacional misma luchaban diversas t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias y se paralizaban, y se quería evitar desde elcomi<strong>en</strong>zo tales desgarrami<strong>en</strong>tos mutuos <strong>en</strong> España y con ese espíritu se fundó <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong>democracia socialista secreta «unos dos meses antes del congreso de Barcelona» (Cuestión de<strong>la</strong> Alianza, 1872, pág. 4), por tanto, <strong>en</strong> abril de 1870 aproximadam<strong>en</strong>te. Se explica <strong>en</strong> el escritocitado que fr<strong>en</strong>te a esos obstáculos era necesario <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse para multiplicar el efecto poractos simultáneos.Esa <strong>alianza</strong> me parece como un fruto maduro que se produce por un desarrollo naturalcontinuo, mi<strong>en</strong>tras que Lafargue y Marx han visto <strong>en</strong> el<strong>la</strong> un aspecto evocado por órd<strong>en</strong>esmisteriosas que llegaban de Ginebra o de Locarno donde habitaba su archi<strong>en</strong>emigo MiguelBakunin.La fecha, abril de 1870, es <strong>la</strong> de <strong>la</strong> preparación del voto para el congreso; nombre, ideas ymétodos eran dador por Fanelli y, a Farga Pellicer y S<strong>en</strong>tiñón, por <strong>la</strong>s ideas íntimas de Bakunin-tales como <strong>la</strong>s conocemos, por ejemplo, sus cartas a Albert Richard- a qui<strong>en</strong> conocieron porsus re<strong>la</strong>ciones personales.Propongo como hipótesis que <strong>la</strong> convocación un poco arbitraria del congreso de Madrid hapodido of<strong>en</strong>der a los cata<strong>la</strong>nes y andaluces, que, <strong>en</strong> efecto, paralizaron esa acción, y que para16 Este artículo, reimpreso <strong>en</strong> L’Inter. II, págs. 77-78, es de los que pued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er por base cartas de Bakunin.32


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uprotegerse contra una mayoría de Madrid, Barcelona, Palma y Cádiz, etc., han querido crear un<strong>la</strong>zo más íntimo <strong>en</strong>tre sus militantes. Es igualm<strong>en</strong>te posible que el plebiscito sobre el lugar delcongreso, los 10.000 por Barcelona, los 3.750 por Madrid, produjera una cooperación para esefin y que se haya juzgado útil mant<strong>en</strong>er esas re<strong>la</strong>ciones y darles <strong>la</strong> forma consagrada <strong>en</strong> un paísde conspiraciones y de luchas civiles, de sociedad secreta.Sea lo que quiera, esa organización operó ya <strong>en</strong> el primer congreso, «<strong>en</strong> <strong>la</strong> preparación delcongreso <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong> democracia socialista, donde se e<strong>la</strong>boraron losdictám<strong>en</strong>es, proposiciones de necesidad probable y reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tos, cuyo trabajo era imposibleque lo realizara un congreso que debía durar ocho días»… (Lor<strong>en</strong>zo, I, pág. 181).Sin duda, el logro del congreso -¿y qué congreso no ti<strong>en</strong>e por base íntima tales preparativos?-aum<strong>en</strong>tó el prestigio de <strong>la</strong> Alianza, que ha debido ext<strong>en</strong>derse <strong>en</strong>tre los delegados y serdifundida después, por ellos <strong>en</strong> sus localidades. El hecho de que los cata<strong>la</strong>nes, andaluces ymarlloquines, que t<strong>en</strong>ían sin duda <strong>la</strong> mayoría, eligieron a los delegados de Madrid comoConsejo federal, puede ser considerado también como <strong>la</strong> prueba de que no se trataba para losaliancistas de dominar <strong>la</strong> Internacional a todo precio, como sus <strong>en</strong>emigos pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong>.El 1 de agosto de 1872, por razones de que se hab<strong>la</strong>rá más ade<strong>la</strong>nte, los miembros del grupode Barcelona hicieron públicos el programa y los estatutos de <strong>la</strong> sociedad secreta (v. LaFederación, 4 de agosto de 1872, La Razón, Sevil<strong>la</strong>, 10 de agosto, El Cond<strong>en</strong>ado, Madrid, 12de agosto, Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, Barcelona, otoño de 1872; reimpreso también <strong>en</strong> RevistaSocial, Madrid, 7 de febrero de 1884); pert<strong>en</strong>ecían a este grupo J. García Viñas, Pedro Gaya,Charles Alerini, 17 A. Marine, Gabriel Albagés, Juan Jaime Ba<strong>la</strong>sch, R. Farga Pellicer, MiguelBattle, F. Albagés, Antonio Pellicer. 18He aquí este docum<strong>en</strong>to:Alianza de <strong>la</strong> Democracia Socialista1. La Alianza quiere, ante todo, <strong>la</strong> abolición definitiva y completa de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses y <strong>la</strong> igualdadeconómica y social de los individuos de ambos sexos. Para llegar a este objeto, pide <strong>la</strong>abolición de <strong>la</strong> propiedad individual y del derecho de heredar, a fin de que <strong>en</strong> el porv<strong>en</strong>ir seael goce proporcionado a <strong>la</strong> producción de cada uno, y que conforme con <strong>la</strong>s decisionestomadas por los últimos congresos de Bruse<strong>la</strong>s y Basilea, <strong>la</strong> tierra y los instrum<strong>en</strong>tos detrabajo, como cualquier otro capital, llegando a ser propiedad colectiva de <strong>la</strong> Sociedad<strong>en</strong>tera, no puedan ser utilizados más que por los trabajadores, es decir, por <strong>la</strong>s asociacionesagríco<strong>la</strong>s e industriales.2. Quiere para todos los niños de ambos sexos, desde que nazcan, <strong>la</strong> igualdad <strong>en</strong> los mediosde desarrollo, es decir, de alim<strong>en</strong>tación, de ilustración y de educación <strong>en</strong> todos los gradosde <strong>la</strong> ci<strong>en</strong>cia y de <strong>la</strong> industria y de <strong>la</strong>s artes, conv<strong>en</strong>cida de que esto dará por resultado que<strong>la</strong> igualdad so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te económica y social <strong>en</strong> su principio, llegara a ser también intelectual,haci<strong>en</strong>do desaparecer todas <strong>la</strong>s igualdades ficticias, productos históricos de unaorganización tan falsa como inicua.3. Enemiga de todo despotismo, no reconoce ninguna forma de Estado, y rechaza toda acciónrevolucionaria que no t<strong>en</strong>ga por objeto inmediato y directo el triunfo de <strong>la</strong> causa de lostrabajadores contra el capital; pues quiere que todos los Estados políticos y autoritariosactualm<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>tes se reduzcan a simples funciones administrativas de los servicios17 Desde diciembre de 1871, aproximadam<strong>en</strong>te.18 A partir de mediados de 1871 G. S<strong>en</strong>tiñón no constituía ya parte de <strong>la</strong> Alianza.33


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>upúblicos <strong>en</strong> sus países respectivos, estableciéndose <strong>la</strong> unión universal de <strong>la</strong>s libresasociaciones tanto agríco<strong>la</strong>s como industriales.4. No pudi<strong>en</strong>do <strong>la</strong> cuestión social <strong>en</strong>contrar su solución definitiva y real sino <strong>en</strong> <strong>la</strong> base de <strong>la</strong>solidaridad <strong>internacional</strong> de los trabajadores de todos los países, <strong>la</strong> Alianza rehúsa todamarcha que se funde sobre el l<strong>la</strong>mado patriotismo y sobre <strong>la</strong> rivalidad de <strong>la</strong>s naciones.5. La Alianza se dec<strong>la</strong>ra atea; quiere <strong>la</strong> abolición de los cultos; <strong>la</strong> sustitución de <strong>la</strong> ci<strong>en</strong>cia a <strong>la</strong>fe y de <strong>la</strong> justicia humana a <strong>la</strong> justicia divina.Este programa es literalm<strong>en</strong>te el de <strong>la</strong> Alianza, con ciertas modificaciones que lo hac<strong>en</strong> máscorrecto.ESTATUTOS1. La Alianza de <strong>la</strong> Democracia Socialista estará constituida por miembros de <strong>la</strong> AsociaciónInternacional de los Trabajadores, y t<strong>en</strong>drá por objeto <strong>la</strong> propaganda y desarrollo de losprincipios de su programa y el estudio y práctica de todos los medios propios para alcanzar<strong>la</strong> emancipación directa e inmediata de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera.2. A fin de conseguir los mayores resultados posibles y de no comprometer <strong>la</strong> marcha de <strong>la</strong>organización social, <strong>la</strong> Alianza será emin<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te secreta.3. Para <strong>la</strong> admisión de nuevos socios se procederá, a propuesta de algún miembro antiguo, alnombrami<strong>en</strong>to de una comisión <strong>en</strong>cargada de examinar det<strong>en</strong>idam<strong>en</strong>te el carácter ycircunstancias del aspirante, qui<strong>en</strong> podrá ser admitido por votos de mayoría de socios,después de haber oído éstos el dictam<strong>en</strong> de <strong>la</strong> comisión examinadora.4. No puede ser admitido miembro alguno sin antes haber aceptado sincera y completam<strong>en</strong>telos principios del programa, y prometido hacer a su alrededor, según <strong>la</strong> medida de susfuerzas, <strong>la</strong> propaganda más activa de ellos, tanto por el ejemplo, como por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra.5. La Alianza influirá cuanto puede <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Federación obrera local para que no tomeuna marcha reaccionaria o antirrevolucionaria.6. Celebrará reunión g<strong>en</strong>eral de socios a lo m<strong>en</strong>os una vez cada semana.7. En cada reunión se nombrará presid<strong>en</strong>te y secretario; el primero para aquel acto y elsegundo hasta haber dado cu<strong>en</strong>ta de su cometido <strong>en</strong> <strong>la</strong> próxima sesión y conservando <strong>la</strong>repres<strong>en</strong>tación social durante el intervalo para todo cuanto sea necesario. Las actas y losacuerdos serán depositados <strong>en</strong> el local de <strong>la</strong> reunión.8. Existirá una perfecta solidaridad <strong>en</strong>tre todos los miembros aliados, de tal manera que losacuerdos tomados por <strong>la</strong> mayoría de ellos serán obligatorios para todos los demás,sacrificando siempre <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio de <strong>la</strong> unidad de acción, <strong>la</strong>s apreciaciones particu<strong>la</strong>res quepudieran existir <strong>en</strong>tre los miembros.9. La mayoría de los socios podrá separar de <strong>la</strong> Alianza, sin expresión de causa, a cualquierade sus miembros.10. Cada miembro de <strong>la</strong> Asociación <strong>en</strong> los mom<strong>en</strong>tos difíciles de su vida t<strong>en</strong>drá derecho a <strong>la</strong>protección fraternal de todos y de cada uno de los asociados.34


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u11. Para sufragar los gastos necesarios al fin que se propone <strong>la</strong> Alianza, cada miembro pagaráuna cotización semanal de 50 céntimos de real, que guardará el depositario.12. En todos los puntos reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tarios no previstos <strong>en</strong> los pres<strong>en</strong>tes estatutos se observarán<strong>la</strong>s prácticas propias de cada asociación democrática.13. Toda modificación a los pres<strong>en</strong>tes estatutos deberá ser aprobada a lo m<strong>en</strong>os por dosterceras partes de sus miembros.Estos estatutos son completados por <strong>la</strong> observación sigui<strong>en</strong>te de Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 5:«La Alianza era completam<strong>en</strong>te democrática, pues ni aún comité regional t<strong>en</strong>ía, sino que todas<strong>la</strong>s secciones se comunicaban y se consultaban <strong>en</strong>tre sí».En <strong>la</strong> carta de Bakunin «a Paolo» (Morago), del 21 de mayo de 1872 (fragm<strong>en</strong>to manuscritoconservado), <strong>en</strong>contramos una confirmación docum<strong>en</strong>tal de estos estatutos y de suindep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de Bakunin, por <strong>la</strong> crítica que hace re<strong>la</strong>tiva al tercer artículo, proponi<strong>en</strong>doaceptar «que cada grupo, cada sección de grupo no recibe <strong>en</strong> lo sucesivo <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o unmiembro nuevo más que por unanimidad, jamás sólo por mayoría de votos».Fueron, pues, grupos locales de un pequeño número de hombres los que ve<strong>la</strong>ban por eldes<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s secciones de <strong>la</strong> Internacional, se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dían con los íntimos de otraslocalidades y se reunieron <strong>en</strong> ocasión del congreso de <strong>la</strong> Federación. Aún Lafargue (27 de juniode 1872), al gritar sobre <strong>la</strong>s «consecu<strong>en</strong>cias <strong>la</strong>m<strong>en</strong>tables» (imaginadas por él), hab<strong>la</strong> por otraparte «muchos otros puntos» contra los que no hal<strong>la</strong> nada que decir, «porque allí <strong>la</strong> Alianzaestaba compuesta de hombres que… anteponían a todo los intereses de <strong>la</strong> Internacional y noveían <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza otra cosa que un medio de agrupar y organizar los elem<strong>en</strong>tos más <strong>en</strong>érgicosde <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se trabajadora, a fin de que, si sonaba <strong>la</strong> hora de <strong>la</strong>s persecuciones, hubiera formadosgrupos de hombres decididos a resistir<strong>la</strong>s, a mant<strong>en</strong>er el fuego sagrado y a reconstruir <strong>la</strong>Internacional tan luego como <strong>la</strong>s circunstancias lo permitieran». Esa es <strong>la</strong> verdad, y Lafargue noha escrito nada <strong>en</strong> su vida más verdadero (A los Internacionales, página 25).«La Alianza -dic<strong>en</strong> los antiguos miembros (Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, página 5)- ha influido sobre<strong>la</strong> marcha de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España… por <strong>la</strong> bondad y el radicalismo de <strong>la</strong>s soluciones queha adoptado y que sus miembros han propuesto a sus respectivas federaciones. Ellos son losque fundaron <strong>la</strong>s primeras y más importantes federaciones locales, ellos los más perseguidos<strong>en</strong> épocas críticas, de ellos han salido los proyectos de <strong>la</strong> organización que existe <strong>en</strong> España».No se trata aquí de poner juntos los fragm<strong>en</strong>tos esparcidos re<strong>la</strong>tivos a esa Alianza que, aunreunidos de todos los rincones olvidados, no pued<strong>en</strong> reemp<strong>la</strong>zar su historia íntima que pareceperdida para siempre. La mayor parte de lo que reveló, concierne a los litigios, únicas ocasionespara hacer públicos algunos detalles. Toda <strong>la</strong> gran vida normal de <strong>la</strong> Alianza y de susmodificaciones ulteriores nos es desconocida, pero vemos los resultados de el<strong>la</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong> franca ysólida expansión de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España, su aceptación casi unánime del colectivismoanarquista y <strong>la</strong> manera cómo, aun suprimida exteriorm<strong>en</strong>te, ha sabido sobrevivir y r<strong>en</strong>acerdespués de rep<strong>en</strong>te tras siete años de vida subterránea. La Alianza fue el esqueleto de esegran cuerpo.El libelo de Londres (1873, página 31) escribe que después del congreso de Barcelona «<strong>la</strong>Alianza se estableció <strong>en</strong> Palma, Val<strong>en</strong>cia, Má<strong>la</strong>ga y Cádiz. En 1871 se fundaron secciones <strong>en</strong>Sevil<strong>la</strong> y Córdoba». No puedo verificar esas informaciones que, aunque puedan basarse <strong>en</strong>informaciones de fu<strong>en</strong>tes compet<strong>en</strong>tes, citadas por Lafargue, pued<strong>en</strong> estar inexactam<strong>en</strong>terepetidas <strong>en</strong> ese libelo de una incuria increíble. Observaciones de Cádiz, Córdoba, Barcelona,35


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uPalma y Vil<strong>la</strong> Carlos (Mallorca) sobre <strong>la</strong> Alianza se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> Cuestión de <strong>la</strong> Alianza,página 5 (1872).Sin embargo, habría que examinar <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de Bakunin con esa Alianza que los marxistaspret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> que ha sido un instrum<strong>en</strong>to dócil <strong>en</strong> sus manos. Se puede constatar que JamesGuil<strong>la</strong>ume, tan asociado <strong>en</strong>tonces a Bakunin y tan absorbido por todo lo que pasaba <strong>en</strong> <strong>la</strong>Internacional, sobre todo de los países <strong>la</strong>tinos, no sabía nada de <strong>la</strong> Alianza antes de <strong>la</strong> d<strong>en</strong>unciade Lafargue y de <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones sigui<strong>en</strong>tes de sus miembros: «<strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> Alianza,organización exclusivam<strong>en</strong>te españo<strong>la</strong>, nos había permanecido desconocida», escribe <strong>en</strong>L’Intern., II, página 273, y lo mismo <strong>en</strong> 1873 <strong>en</strong> su Memoire jurasiana. Los hombres de <strong>la</strong>Alianza de Barcelona, Farga Pellicer y S<strong>en</strong>tiñón, hombres serios y reservados, que sabían queBakunin no podía serles útil para <strong>la</strong>s cuestiones locales españo<strong>la</strong>s, no habrán discutido esosdetalles con él; tan sólo <strong>en</strong> 1872 se informó a Bakunin de <strong>la</strong>s discusiones y éste trató deinterv<strong>en</strong>ir y, por lo que conocemos de sus cartas, hizo eso por primera vez y sin conocer bi<strong>en</strong> elterr<strong>en</strong>o ni los hombres. Es más probable que sus dos corresponsales, Farga Pellicer y S<strong>en</strong>tiñón,le informaran sobre <strong>la</strong> situación españo<strong>la</strong> tan móvil <strong>en</strong>tonces y de sus posibilidadesrevolucionarias: porque Bakunin acariciaba <strong>la</strong> esperanza de poder organizar, combinarmovimi<strong>en</strong>tos simultáneos <strong>en</strong> Francia, Italia y España. He m<strong>en</strong>cionado ya su alusión a algún p<strong>la</strong>ncolectivo que propuso <strong>en</strong> diciembre de 1869; el 10 de agosto de 1870, <strong>en</strong> ocasión de <strong>la</strong> guerrafranco-prusiana, escribió a Albert Richard, de Lyon: «amigo mío, si quieres salvarnos a todos de<strong>la</strong> ruina, es preciso echar mano hoy -he escrito <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido a Agustín (Gaspar B<strong>la</strong>nc) una<strong>la</strong>rga carta- a James (Guil<strong>la</strong>ume), a Edouard (Gambuzzi, de Nápoles) y a François (S<strong>en</strong>tiñón)también. He escrito a este último para que comprometa bi<strong>en</strong> a Jerôme (Bastelica, refugiado <strong>en</strong>Barcelona) para que vuelva a su casa (a Marsel<strong>la</strong>), a fin de activar este negocio, naturalm<strong>en</strong>te,después de haberse <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido contigo. He escrito también a François (S<strong>en</strong>tiñón) que v<strong>en</strong>gaabsolutam<strong>en</strong>te él también y lo antes posible (a Locarno). Espero igualm<strong>en</strong>te a Edouard(Gambuzzi) y a Beppo» (Fanelli). Por los italianos, Fanelli escribe que están listos <strong>en</strong> Italia ycom<strong>en</strong>zarán aunque estén solos. «No desconoc<strong>en</strong>, por otra parte, <strong>la</strong> inm<strong>en</strong>sa utilidad queaportaría una cooperación g<strong>en</strong>eral, <strong>la</strong> formación de una gran compañía <strong>internacional</strong>. Y mepreguntan si los capitalistas (revolucionarios) del mediodía de Francia, de España y de ciertaparte de Suiza (jurasianos) no querrán aportar también sus capitales a este negocio» (carta del16 de agosto a Albert Richard; véase estas cartas <strong>en</strong> Obras completas, prólogo del tomo I). 19S<strong>en</strong>tiñón llegó con retraso a Lyon, después del fracaso del 28 de septiembre y de <strong>la</strong> marcha deBakunin. También Mroczkowsky y su mujer, que, por lo demás, viajaban por sus negociosprivados, y Joukowski, de Ginebra, se <strong>en</strong>contraron allí <strong>en</strong>tonces y los cuatro se dirigieron mástarde a Marsel<strong>la</strong>, de donde acababa de salir Bakunin para Génova, hacia Locarno, noexactam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> fuga, pero <strong>en</strong> marcha forzada por <strong>la</strong>s circunstancias y muy secreta.Algunos días antes, ele 23 de octubre, Bakunin escribe a S<strong>en</strong>tiñón <strong>la</strong> carta reproducida <strong>en</strong>Obras completas, tomo I, prólogo, donde se lee: «después de haber esperado vanam<strong>en</strong>te tucarta, me he decidido a partir. Veré a nuestro amigo Farga antes que a ti, porque, cuando hayasrecibido esta carta, estaré <strong>en</strong> camino y muy cerca de Barcelona ya. Te esperaré allí… El mejorconsejo que puedo darte es que escribas de inmediato a nuestros amigos de Madrid para qu<strong>en</strong>o v<strong>en</strong>gan a Francia, porque sería un gasto inútil, y además que v<strong>en</strong>gas a reunirte conmigo <strong>en</strong>19 En <strong>la</strong> Geschichte Spani<strong>en</strong>s von dem Sturz Iabel<strong>la</strong>s… von Wilhelm Lauser (Leipzig, Brockhaus, 1877), I, pág. 250,<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro este detalle que el autor, un periodista bastante versado <strong>en</strong> cosas españo<strong>la</strong>s de esa época, ha sacado dealguna fu<strong>en</strong>te que ignoro, que al comi<strong>en</strong>zo de agosto de 1870, cuando <strong>la</strong> pérdida de Napoleón III estaba prevista, losjefes del partido republicano español <strong>en</strong>traron <strong>en</strong> negociaciones con Ledru Rollin (el viejo jefe de los republicanosfranceses, <strong>en</strong> Londres, después de 1849) y Mazzini <strong>en</strong> vista de un levantami<strong>en</strong>to republicano simultáneo <strong>en</strong> los países<strong>la</strong>tinos. No se llegó a nada y después del 4 de septiembre Jules Favre habría disuadido de proc<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> república <strong>en</strong>España (pág. 252). No puedo verificar estas indicaciones que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada que ver con los proyectos de Bakunin,pero que podrían ayudar a reconstruir el ambi<strong>en</strong>te y <strong>la</strong>s posibilidades de <strong>en</strong>tonces.36


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uBarcelona lo antes posible… Adiós, v<strong>en</strong> a Barcelona. Allí estaremos siempre bastante cerca deMarsel<strong>la</strong> para poder volver si es necesario. Te espero y hasta <strong>la</strong> vista».Esta carta, ¿permite p<strong>en</strong>sar que Barcelona debía servir a Bakunin como puesto de observación,si regresara a Francia para un movimi<strong>en</strong>to serio o no? Si hubiera ido a Barcelona, habría sinduda vuelto a Marsel<strong>la</strong> a causa del movimi<strong>en</strong>to local de <strong>la</strong> primera mitad de noviembre al queAlerini, Joukowski y S<strong>en</strong>tiñón asistieron y que Alerini describió <strong>en</strong> detalle, pero que terminó <strong>en</strong>un nuevo fracaso. Sin embargo, ya el 24 parte para Génova, marcha precipitada a causa de <strong>la</strong>spersecuciones dirigidas contra él por el odioso Andrieux, de Lyon; no tuvo probablem<strong>en</strong>teocasión de tomar un barco para Barcelona y fue salvado por Alerini y otros bu<strong>en</strong>os hombres abordo de uno que partía para Génova.De este modo, <strong>en</strong>tonces -y <strong>en</strong> 1873 nuevam<strong>en</strong>te- estuvo a punto de realizar su viaje a España,pero no fue nunca a ese país.Las notas diarias para 1871 (<strong>en</strong> parte) y 1872 se conservaron y muestran también sucorrespond<strong>en</strong>cia españo<strong>la</strong>, que fue muy pequeña <strong>en</strong> 1871 y se redujo siempre a sus dosamigos: (23 de abril 1871) carta a Pellicer Farga, (1 junio) <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra carta de… S<strong>en</strong>tiñón…; (2)escrito cartas… a S<strong>en</strong>tiñón; (24) cartas a… S<strong>en</strong>tiñón por princesa (Obol<strong>en</strong>ska), que habíaconocido a S<strong>en</strong>tiñón <strong>en</strong> Barcelona; (27) carte de… Beppo (Fanelli, <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> Locarno) aFarga Pellicer; (3 de julio) carta de S<strong>en</strong>tiñón <strong>en</strong> <strong>la</strong> fortaleza (preso); com<strong>en</strong>zado carta aS<strong>en</strong>tiñón; (12) carta a James Guil<strong>la</strong>ume con carta de S<strong>en</strong>tiñón para Zurich. Ponomareff(estudiante ruso) <strong>en</strong>viadas 20 ; (24) carta de S<strong>en</strong>tiñón; (18 de agosto) escrito a S<strong>en</strong>tiñón; (19)<strong>en</strong>viado… mi libro a S<strong>en</strong>tiñón (L’Empire Knoutgermanique…); (23) <strong>en</strong>viado Respuesta aMazzini a Barcelona 21 ; (1 de septiembre) carta a S<strong>en</strong>tiñón; (2 de noviembre) carta… a España;(15) carta a S<strong>en</strong>tiñón.Esta correspond<strong>en</strong>cia, que <strong>en</strong> parte puede t<strong>en</strong>er re<strong>la</strong>ción con los asuntos personales deS<strong>en</strong>tiñón y <strong>en</strong> parte se refiere a cosas literarias, muestra el grado mínimo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionesespaño<strong>la</strong>s, y <strong>en</strong> España misma <strong>en</strong> 1871 el movimi<strong>en</strong>to parece haber sufrido un apaciguami<strong>en</strong>tode progreso. Añadiré aquí extractos de una carta de S<strong>en</strong>tiñón a Joukowski del 17 de abril de1871, por tanto, durante <strong>la</strong> Comuna de París.Hab<strong>la</strong> del temor de <strong>la</strong> burguesía de que <strong>la</strong> Comuna <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre una repercusión <strong>en</strong> España; elgobernador de Barcelona ha sido reemp<strong>la</strong>zado por otro dispuesto a suprimir <strong>la</strong>s huelgas de estemom<strong>en</strong>to por <strong>la</strong> fuerza; sería preciso ponerse <strong>en</strong> guardia contra <strong>la</strong>s provocaciones.«Los miembros de <strong>la</strong> Internacional -escribe- no pi<strong>en</strong>san por el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> una revolución;odian a los carlistas y detestan a los republicanos, pero <strong>en</strong> cuanto el Gobierno, que permanecíahasta aquí <strong>en</strong> una prud<strong>en</strong>te neutralidad, se dec<strong>la</strong>re abiertam<strong>en</strong>te contra los obreros, nopodremos cont<strong>en</strong>er el torr<strong>en</strong>te. Los obreros, que no pecan por exceso de paci<strong>en</strong>cia, asumiránuna actitud am<strong>en</strong>azadora y es precisam<strong>en</strong>te eso lo que los carlistas esperan. El Gobierno haconc<strong>en</strong>trado importantes fuerzas militares <strong>en</strong> Cataluña, pero eso no le ayudará, si hace de <strong>la</strong>Internacional su <strong>en</strong>emigo, que miraba hasta aquí a ese gobierno monárquico, a qui<strong>en</strong> pi<strong>en</strong>sareemp<strong>la</strong>zar un día por su propia organización social, con indifer<strong>en</strong>cia. Parece ahora que elgobierno progresista, cegado por <strong>la</strong> fatalidad después de <strong>la</strong> muerte de Prim (30 de diciembre de1870, asesinado), para conquistar a los capitalistas, que a pesar de todo no dejarán de sermontp<strong>en</strong>sieristas [adher<strong>en</strong>tes al duque de Montp<strong>en</strong>sier, candidato al reino] y que detestan a losaostinos, como los l<strong>la</strong>man [partidarios del rey Amadeo, de <strong>la</strong> familia de los Saboyas, elegido el16 de noviembre de 1870], se prepara aponer obstáculos <strong>en</strong> nuestro camino. Que lo haga;trabaja por <strong>la</strong> república, que a fin de cu<strong>en</strong>tas no será peor que <strong>la</strong> monarquía tambaleante».20 Ver L’Int., II, página 156.21 Respuesta de un <strong>internacional</strong> a Mazzini, La Federación, 27 de agosto.37


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u«En este mom<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>emos [<strong>en</strong> Barcelona] al jefe de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong>, como dirían losperiódicos burgueses, o, para hab<strong>la</strong>r nuestro idioma, al miembro más ilustre, conv<strong>en</strong>cido,decidido del Consejo federal, un verdadero tal<strong>en</strong>to oratorio, un Caste<strong>la</strong>r socialista. Es Morago, aqui<strong>en</strong> conocerás de nombre. Ayer por <strong>la</strong> mañana tuvimos una reunión a <strong>la</strong> que asistieron de 7 a8.000 personas…»Después S<strong>en</strong>tiñón fue arrestado; por una causa o por otra, no se estuvo satisfecho de suactitud, quizá demasiado escéptica con respecto a los proyectos revolucionarios que, sinembargo, no fueron ejecutados. Alerini escribió el 2 de <strong>en</strong>ero de 1872 a Joukowski: «S<strong>en</strong>tiñóncontinúa siempre <strong>en</strong> su ais<strong>la</strong>mi<strong>en</strong>to, voluntario, es verdad, de su parte, pero que sería forzoso sino fuera voluntario. He perdido toda confianza. Ha hecho bi<strong>en</strong> al retirarse sin ruido; pero yo creode mi deber, cualquiera que sea <strong>la</strong> confianza personal que puedas t<strong>en</strong>er de él, ponerte <strong>en</strong>guardia contra <strong>la</strong>s noticias que nos conciernan, y que procedan de su parte. No está siquiera <strong>en</strong>situación de estar informado sobre <strong>la</strong> Internacional, pues no pert<strong>en</strong>ece ya a ninguna sección» (ycon m<strong>en</strong>os razón a <strong>la</strong> Alianza lo que es preciso sub<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der). 22Las re<strong>la</strong>ciones españo<strong>la</strong>s de Bakunin r<strong>en</strong>ac<strong>en</strong> <strong>en</strong> los últimos meses de 1871, cuando seesfuerza tanto por sost<strong>en</strong>er <strong>la</strong> protesta antiautoritaria inaugurada por <strong>la</strong> Circu<strong>la</strong>r de Sonvillier del12 de noviembre.CAPÍTULO SÉPTIMOMORA, MORAGO Y LORENZO FUNDAN UNA SECCIÓN DE LAALIANZA EN LISBOA. CONGRESO DE VALENCIAEntre el congreso de Barcelona (junio de 1870) y <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia (septiembre), eldes<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España sufrió una pausa a <strong>la</strong> que contribuyeron unacrisis industrial y epidemias <strong>en</strong> Cataluña. 23 Un extracto de una carta de S<strong>en</strong>tiñón a Joukowski(Barcelona, 16 de <strong>en</strong>ero de 1871) muestra esta situación:… «Nuestra federación local no va bi<strong>en</strong> para volver<strong>la</strong> a poner <strong>en</strong> marcha vamos a establecer unmedio, que no dejará de atraer muchos obreros… No t<strong>en</strong>emos [La Federación] más que 11.000abonados… La Solidaridad de Madrid está susp<strong>en</strong>dida y probablem<strong>en</strong>te muerta. El Obrero, 24 dePalma, se ha transformado <strong>en</strong> La Revolución Social… En cuanto al país, está tranquilo comouna tumba. No existe más que el trabajo sil<strong>en</strong>cioso de los partidos que tratan de reconstruirse; yun ministerio de conciliación que no puede durar y pronto estaremos <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a reacción si <strong>la</strong>s22 Anselmo Lor<strong>en</strong>zo escribe a James Guil<strong>la</strong>ume el 28 de diciembre de 1905 sobre S<strong>en</strong>tiñón, fallecido <strong>en</strong> <strong>en</strong>ero de1903: «Lo he conocido, lo he tratado y he de decirte que me inspiraba respeto. Por el año 1871 estuvo preso <strong>en</strong>Montjuich, por una arbitrariedad gubernativa, algunos meses, cuando yo, con Mora y Morago, estuve <strong>en</strong> Lisboa; talvez eso le amedr<strong>en</strong>taría algo; pero después, pasado algún tiempo, aunque no tomaba parte directa <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>tode <strong>la</strong> Internacional, frecu<strong>en</strong>taba el trato amistoso de muchos compañeros y últimam<strong>en</strong>te frecu<strong>en</strong>taba nuestrasreuniones recreativas». Cita luego <strong>la</strong> noticia necrológica de La Huelga G<strong>en</strong>eral (Barcelona); v. L’Int., II, pág. 277,nota 2.23 Véase Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 206-7; Mora, pág. 77.24 El Obrero, órgano de <strong>la</strong> Asociación Internacional de los Trabajadores, C<strong>en</strong>tro Federal de <strong>la</strong>s Sociedades Obrerasde <strong>la</strong>s Baleares (Palma, 4 págs., folio); no conozco más que los números 27 y 28 (año II) del 5 y del 12 de mayo de1870, una gran hoja cuidadosam<strong>en</strong>te hecha y bi<strong>en</strong> repleta.38


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uvictorias republicanas francesas no vi<strong>en</strong><strong>en</strong> a despertar a nuestros republicanos muertos deindecisión. T<strong>en</strong>emos demasiados hab<strong>la</strong>dores y carecemos de hombres de corazón».«Habrá d<strong>en</strong>tro de poco elecciones a Corte [8 de marzo de 1871; 237 ministeriales, 48republicanos, 10 montp<strong>en</strong>sieristas, 12 alfonsinos y 62 carlistas]. No sé aún si tomaremos parteo no; porque <strong>la</strong> utilidad de ese trabajo es muy problemática, dado que se ti<strong>en</strong>e cuidado de nohacer antes elecciones municipales y provinciales… Por tanto, nuestra situación es provisoria,hasta el fin de <strong>la</strong> guerra probablem<strong>en</strong>te, y ciertam<strong>en</strong>te hasta <strong>la</strong> reunión de <strong>la</strong>s nuevas Cortes <strong>en</strong>abril, fecha <strong>en</strong> que debemos celebrar también nosotros nuestro congreso regional <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia.Estamos ya <strong>en</strong> los preparativos».Pero el congreso fue postergado. En <strong>la</strong> Liberté (Bruse<strong>la</strong>s) del 28 de agosto de 1871 se lee queexistían <strong>en</strong>tonces federaciones locales <strong>en</strong> Madrid, Barcelona, Val<strong>en</strong>cia, Cartag<strong>en</strong>a, Má<strong>la</strong>ga,Cádiz, Linares, Alel<strong>la</strong>, Bilbao, Santander, Igua<strong>la</strong>da, Sevil<strong>la</strong>, Palma y los órganos La Federación,La Emancipación, El grito de guerra (Madrid), La Razón (Sevil<strong>la</strong>), El Derecho (Córdoba), ElTejedor (Valls) y un órgano <strong>en</strong> Val<strong>la</strong>dolid (La Voz del trabajo). Sobre el número de losorganizados, el autor de los apuntes históricos (Revista Social, 14 de febrero de 1884) dice: «elresum<strong>en</strong> de federados, cuando se celebró <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia… no asc<strong>en</strong>dió a 3.000;cuando se celebró el congreso de Zaragoza [abril de 1872] no pasaba de 12.000; al celebrarseel de Córdoba [diciembre de 1872] existían unos 25.000, y <strong>en</strong> <strong>la</strong> época de mayor desarrollo nopasaron de 30.000 los <strong>internacional</strong>es de <strong>la</strong> región españo<strong>la</strong> [antes de los acontecimi<strong>en</strong>tos deAlcoy, verano de 1873]; añade que diez años más tarde, <strong>la</strong> Federación de Trabajadores de <strong>la</strong>Región Españo<strong>la</strong> reunía <strong>la</strong> cifra doble, por consigui<strong>en</strong>te, 60.000». Eso parece mostrar que <strong>la</strong>cifra de 40.000 dada por los repres<strong>en</strong>tantes <strong>en</strong> el congreso de Barcelona (junio de 1870)compr<strong>en</strong>de probablem<strong>en</strong>te muchas sociedades obreras, contadas <strong>en</strong> bloque con todos susmiembros, y que <strong>la</strong> <strong>en</strong>trada real de esos miembros <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional se hizo <strong>en</strong> una esca<strong>la</strong>mucho más pequeña, pero creci<strong>en</strong>te. El invierno de 1870-71, <strong>la</strong> incertidumbre creada por <strong>la</strong>guerra marca un estancami<strong>en</strong>to del movimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> todas partes, testimonio <strong>la</strong> Federaciónjurasiana; con <strong>la</strong> Comuna y después, comi<strong>en</strong>zan <strong>la</strong>s persecuciones y <strong>la</strong> Internacional, <strong>en</strong> otrotiempo tan solicitada por tantas o<strong>la</strong>s reformistas, se limita a <strong>la</strong>s personas de valor y de ánimomoral.Para <strong>la</strong> historia interior <strong>en</strong> que se preparan ya <strong>la</strong>s dis<strong>en</strong>siones ulteriores, remito a ElProletariado Militante, de Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 201 a 275. En Madrid <strong>la</strong> sección cont<strong>en</strong>ía aúnrepublicanos que protestaron <strong>en</strong> La Igualdad contra <strong>la</strong> resolución antipolítico de Barcelona, pero<strong>la</strong> sección aprueba a los delegados, el 15 de julio de 1870. «La apatía y <strong>la</strong> ruina, cuando no <strong>la</strong>ma<strong>la</strong> voluntad», creaban dificultades; «<strong>la</strong> organización de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> sedesarrol<strong>la</strong>ba con excesiva l<strong>en</strong>titud». Se protesta contra <strong>la</strong> guerra (28 de julio, págs. 204-6).Desde Barcelona, diciembre de 1870, se dirige un L<strong>la</strong>mami<strong>en</strong>to a los trabajadores de Portugal,págs. 207-213. El Consejo federal <strong>la</strong>nza un manifiesto Al Público (Madrid, 7 de marzo de 1871,págs. 217-221) sobre <strong>la</strong>s aserciones m<strong>en</strong>tirosas de los periódicos. En Barcelona apareció unManifiesto de algunos partidarios de <strong>la</strong> Comune a los poderosos de <strong>la</strong> Tierra, que fueconfiscado; Bove y S<strong>en</strong>tiñón fueron arrestados <strong>en</strong>tonces (v. Emancipación del 3 de julio de1871). El Manifiesto del Consejo G<strong>en</strong>eral, escrito por Marx, La Guerra Civil <strong>en</strong> Francia, apareció<strong>en</strong> La Emancipación, 3 de julio al 5 de septiembre, como <strong>en</strong> La Federación, del 17 deseptiembre al 8 de octubre de 1871. A <strong>la</strong> invitación de Pi y Margall para tomar parte <strong>en</strong> una<strong>en</strong>cuesta social hecha por los republicanos, fue <strong>en</strong>viada Contestación del Consejo Regional de<strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España a <strong>la</strong> Comisión de <strong>la</strong> Asamblea republicana federal, declinando <strong>la</strong>invitación, 23 de junio de 1871, págs. 222-226 del Proletariado Militante, I; Emancipación, 26 dejunio.El Consejo Federal no fue un grupo unido; hubo siempre incompatibilidad de temperam<strong>en</strong>to<strong>en</strong>tre Morago (v. sobre él Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 26, 29, 261, 280) y Francisco Mora (v. pág. 257), unlibertario, quizá un poco caprichoso, pero g<strong>en</strong>eroso y <strong>en</strong>tusiasta, y un autoritario, futuro sectario39


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ude Marx que debía odiar por instinto el medio anarquista al que su ambición le había llevado; suhermano y Borrel le siguieron, mi<strong>en</strong>tras que Lor<strong>en</strong>zo tuvo toda su vida, de acuerdo a lo que sésobre él, una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia ultra conciliadora y optimista que le hizo indulg<strong>en</strong>te contra susadversarios y severo contra sus amigos. Para juzgar sobre Mora se ti<strong>en</strong>e el testimonio de VíctorPagés, su camarada próximo, <strong>en</strong> Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 2, <strong>la</strong> descripción de su actitud <strong>en</strong>Lisboa (íd.), <strong>la</strong> carta de Viñas, 3 de agosto, 1872 (íb.) y su propio libro de 1902; por ejemplo, elcapítulo odioso sobre <strong>la</strong> Alianza, págs. 112-25. Espíritu dominador, apatía indulg<strong>en</strong>te eindignación rebelde son los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos que se percib<strong>en</strong> <strong>en</strong> Mora, Lor<strong>en</strong>zo y Morago, cuando,<strong>en</strong> el invierno de 1871, <strong>la</strong>s persecuciones am<strong>en</strong>azantes les dieron <strong>la</strong> idea de ir de Madrid aLisboa. En Mora se delineaba el político obrero profesional <strong>en</strong> ciernes que se aferra a superman<strong>en</strong>cia y es atraído por <strong>la</strong> carrera política; Lor<strong>en</strong>zo, el idealista y el optimista tan sincero,deja hacer, y Morago, el <strong>en</strong>tusiasta fogoso, se rebe<strong>la</strong> y sigue su camino.El ambi<strong>en</strong>te de Madrid de <strong>en</strong>tonces, donde los republicanos no abandonaban su idea deapoderarse de los obreros con ayuda de los ambiciosos llegados a su cabeza, contribuyó a esadescomposición del impulso g<strong>en</strong>eroso de 1869. Un periodista, José Mesa, supo <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> <strong>la</strong>Internacional de Madrid y preparó el terr<strong>en</strong>o <strong>en</strong> el que no mucho después Lafargue hizo susprimeras hazañas, con resultados bi<strong>en</strong> pobres, es verdad. 25En fin, sólo Morago pert<strong>en</strong>ecía a <strong>la</strong> Alianza, no sabemos desde qué fecha, quizá desde elCongreso de Barcelona y aún antes. Al comi<strong>en</strong>zo de 1871 -cuando, es preciso citar aquí lo queLafargue como dicho <strong>en</strong> <strong>la</strong> reunión del 9 de junio de 1872 de <strong>la</strong> Internacional de Madrid- Viñas,el delegado de <strong>la</strong> Alianza de Barcelona, vino para fundar <strong>la</strong> sección (de <strong>la</strong> Alianza) de Madrid,de acuerdo con Morago, que pert<strong>en</strong>ecía ya a <strong>la</strong> Alianza, 26 los individuos que componían elConsejo (Mora y el hermano, Lor<strong>en</strong>zo, Borrel) y varios otros que fueron convocados al efecto,se opusieron a su constitución, considerándo<strong>la</strong> un peligro si era secreta, y una organizacióninútil si era pública; que el delegado de Barcelona se volvió sin haber conseguido establecer <strong>la</strong>sección de Madrid, y que desde este mom<strong>en</strong>to se empezó a notar una frialdad marcada <strong>en</strong>trelos miembros del Consejo federal de aquel<strong>la</strong> época; es decir, <strong>en</strong>tre Morago y los otros, hasta elpunto que Borrel… al salir de aquel<strong>la</strong> reunión pronunció estas pa<strong>la</strong>bras proféticas: «Desde hoytoda confianza ha muerto <strong>en</strong>tre nosotros».Continúa -aquí hay un intercalo de varios meses y estamos, pues, <strong>en</strong> el verano de 1871- queMorago y sus amigos de d<strong>en</strong>tro y de afuera de España (esto es una aserción sin valor quequiere designar a Bakunin) no desistían a fundar <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> Madrid, para lo cual seaprovecharon de <strong>la</strong> situación excepcional <strong>en</strong> que empezó a <strong>en</strong>contrarse <strong>la</strong> Asociación despuésde <strong>la</strong> caída de <strong>la</strong> Comuna (mayo de 1871) y lograron introducir <strong>en</strong> el ánimo de los hombres másadictos a <strong>la</strong> Internacional <strong>la</strong> idea de que sólo <strong>la</strong> Alianza podía salvar <strong>la</strong> organización <strong>en</strong> aquellosmom<strong>en</strong>tos de peligro; que, <strong>en</strong> efecto, se fundó <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de Madrid, hallándoseparte del Consejo federal <strong>en</strong> Lisboa (Morago, Mora, Lor<strong>en</strong>zo), y <strong>en</strong>trando a componer<strong>la</strong> no sóloaquellos individuos que estaban emigrados, de qui<strong>en</strong>es partió <strong>la</strong> iniciativa (de esos tres, pues),sino también varios de los que antes se habían negado a <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el<strong>la</strong>, y más tarde otrosindividuos que vinieron (septiembre de 1871) a componer el nuevo Consejo federal nombrado<strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia (compuesto de Pablo Iglesias, José Mesa, H. Pauly, V. Pagés, los dos Mora, I,25 Este Mesa escribió, por ejemplo, para La Ilustración españo<strong>la</strong> y americana una Biografía de Karl Marx, jefe de <strong>la</strong>Internacional. José Mesa fue el hombre favorito de Engels, que, por ejemplo, escribe <strong>en</strong> su informe sobre España del31 de octubre de 1872: «Its of the Emancipación, pres<strong>en</strong>t editor, José Mesa, is without doubt by far the most superiorman we have in Spain, bott as to character and tal<strong>en</strong>t and ideed done of the best m<strong>en</strong> we have anywhere». Esta últimaobservación es por lo demás muy justa, puesto que los otros sectarios íntimos no valían sin duda mas y quizá valíanm<strong>en</strong>os. Es curioso ver los hombres ambiguos que atrajo siempre el ambi<strong>en</strong>te de Marx y Engels, desde MaltmanBarrie a Edward B. Avelino; pero hombres de otro temple no habrían podido respirar el aire de ese medio.26 Es posible que Lafargue escribiera esto a base de lo que sabía sobre Morago y <strong>la</strong> sección de Ginebra, 1869. Pero,por otra parte, nada se opone a p<strong>en</strong>sar que Morago se haya hecho miembro de <strong>la</strong> sociedad españo<strong>la</strong> de 1870, <strong>la</strong>Alianza.40


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uCalleja, V Sá<strong>en</strong>z y Lor<strong>en</strong>zo)… (Esto fue hecho ya <strong>en</strong> oposición contra Morago, como intrigacontra <strong>la</strong> Alianza, según verá más ade<strong>la</strong>nte).La marcha para Lisboa de Mora, Morago y Lor<strong>en</strong>zo, con los docum<strong>en</strong>tos del Consejo federal,fue resuelta el 3 de junio (Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 276 y sigui<strong>en</strong>tes); no había que contar más con losdos miembros que habían quedado <strong>en</strong> Madrid (Lor<strong>en</strong>zo, I, pág. 298; Mora, pág. 86).En esa época Mora parecía, pues, conquistado para <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong> Alianza; testimonio,su carta del 10 de agosto de 1871 (Lisboa; Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 4), uno de los rarosdocum<strong>en</strong>tos de <strong>la</strong> vida interna de <strong>la</strong> Alianza que conocemos.«Queridos Montoso, Rosell y demás miembros de <strong>la</strong> A. -escribe a <strong>la</strong> sección de Val<strong>en</strong>cia-.Después de v<strong>en</strong>cer <strong>la</strong>s dificultades que a ello se oponían, hemos logrado constituir una secciónde <strong>la</strong> A, <strong>en</strong> esta ciudad (Lisboa), a <strong>la</strong> cual seguirá pronto <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> Federación locallisbon<strong>en</strong>se de <strong>la</strong> Asociación Int. de los Trabajadores. Este será el germ<strong>en</strong> de <strong>la</strong> nueva idea <strong>en</strong> <strong>la</strong>región portuguesa, y esperamos que dé excel<strong>en</strong>tes resultados, pues <strong>la</strong>s noticias que t<strong>en</strong>emosde Oporto, Coimbra, Evora y otros puntos, son bu<strong>en</strong>as».La carta termina así: «Convi<strong>en</strong>e que los A. [aliados] estrech<strong>en</strong> sus re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>tre sí, tantopara aponerse de acuerdo sobre los asuntos p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, como para fundar nuevas secciones<strong>en</strong> <strong>la</strong>s federaciones locales que no <strong>la</strong>s ti<strong>en</strong><strong>en</strong>» (había, pues, federaciones sin núcleo aliancista).He aquí <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del secretario del Consejo federal, su consejo de difundir <strong>la</strong> Alianza;m<strong>en</strong>os de un año más tarde se indigna con Lafargue sobre <strong>la</strong> Alianza y <strong>en</strong>trega una cartaconfid<strong>en</strong>cial de Bakunin a sus <strong>en</strong>emigos.El libelo de Engels-Lafargue (Londres, 1873, pág. 31) desfigura así lo que habría pasado <strong>en</strong>Lisboa: «En Lisboa, algunos portugueses, miembros de <strong>la</strong> Internacional [que, sin embargo, noexistía aún], fueron afiliados a <strong>la</strong> Alianza, por Morago [¡como si el bravo Mora estuviese allí <strong>en</strong>balde!]. Pero al ver que esos recién v<strong>en</strong>idos no les ofrecían garantías sufici<strong>en</strong>tes, fundaron, <strong>en</strong>su lugar, otro grupo aliancista, compuesto de los peores elem<strong>en</strong>tos burgueses y obrerostomados de <strong>la</strong>s fi<strong>la</strong>s de los masones. Ese nuevo grupo, del que formaba para un curaexc<strong>la</strong>ustrado, Bonança, int<strong>en</strong>tó organizar <strong>la</strong> Internacional por secciones de diez miembros quedebían, bajo su dirección, servir a los proyectos del conde P<strong>en</strong>iche, y que éste intrigante políticoconsiguió arrastrar a una algarada cuyo único fin era llevarlo al poder. En pres<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>sintrigas aliancistas de Portugal y España, los <strong>internacional</strong>es portugueses se retiraron de esasociedad secreta, y <strong>en</strong> el congreso de La Haya rec<strong>la</strong>maron como una medida de salvaciónpública su expulsión de <strong>la</strong> Internacional».Es preciso saber que después de sus hazañas <strong>en</strong> España, Lafargue, antes del congreso de LaHaya, fue a Portugal para recoger materiales a su modo contra su pesadil<strong>la</strong>, <strong>la</strong> Alianza. De ahílo que se ha podido escribir bajo su inspiración sobre Portugal <strong>en</strong> el congreso de La Haya.Mora, <strong>en</strong> su carta a <strong>la</strong> Alianza de Val<strong>en</strong>cia, habría dicho aún que los elem<strong>en</strong>tos que componían<strong>la</strong> Alianza de Lisboa t<strong>en</strong>ían «mucha influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el naci<strong>en</strong>te partido republicano portugués». EnLa Emancipación del 10 de agosto de 1872 se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra, <strong>en</strong> una correspond<strong>en</strong>cia de Lisboa,que podría bi<strong>en</strong> ser de Lafargue, que <strong>la</strong> Alianza habría int<strong>en</strong>tado formarse allí <strong>en</strong> dos ocasiones:<strong>la</strong> primera cuando Morago fundó «un grupo aliancista compuesto de burgueses y de los peoreselem<strong>en</strong>tos obreros» que hicieron <strong>la</strong> guerra a <strong>la</strong> Internacional y de los cuales un númeroinfluy<strong>en</strong>te habría protestado públicam<strong>en</strong>te contra el socialismo de <strong>la</strong> Internacional, y <strong>la</strong> segundavez: «La otra t<strong>en</strong>tativa ha sido hecha por el mismo pontífice aliancista, por Bakunin, que,valiéndose de Alerini, obtuvo direcciones de los <strong>internacional</strong>istas de Lisboa, y escribió una deesas <strong>la</strong>rgas notas secretas, <strong>en</strong> <strong>la</strong>s cuales sólo se ocupa de atacar al Consejo g<strong>en</strong>eral.Disgustado de estas intrigas, los portugueses no se dignaron contestar al jefe de <strong>la</strong> Alianza».41


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uLo que se dice ahí sobre Bakunin, tuvo lugar el mes de junio de 1872, como lo prueban <strong>la</strong>snotas cotidianas de Bakunin: (7 de junio) escrito carta a Fontana; (10) copia de carta a Fontana.Este fue Giuseppe Fontana, tesinés que dejó un bu<strong>en</strong> recuerdo <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to (v. O ProtestoOperario del 4 de sep. 1887). Bakunin ha debido saber por Alerini que sería útil escribir aPortugal, como había escrito a F. Mora, etc., y habría explicado probablem<strong>en</strong>te <strong>la</strong> lucha de <strong>la</strong>sdos ideas <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional, el autoritarismo del Consejo g<strong>en</strong>eral, etc.; esto habrá podidoparecer tan nuevo y tan inesperado a los portugueses, que no compr<strong>en</strong>dieron nada, o estabanya influidos por <strong>la</strong> campaña de La Emancipación, etc.; <strong>en</strong> breve: no han respondido y hancontado horrores a Lafargue de esa carta que no ha sido vuelta a <strong>en</strong>contrar y que es el únicoesfuerzo de Bakunin <strong>en</strong> Portugal.El l<strong>la</strong>mado segundo grupo portugués de Morago no existe, pues, <strong>en</strong> ningún otro docum<strong>en</strong>to ydebe probablem<strong>en</strong>te su exist<strong>en</strong>cia (?) a un mal<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido o a una injuria del libelo de Londresque hormiguea de ellos.Pasemos a <strong>la</strong>s fu<strong>en</strong>tes puras. Lor<strong>en</strong>zo cu<strong>en</strong>ta lo que pasó <strong>en</strong> Lisboa y que se hizo el modelodel procedimi<strong>en</strong>to de Fanelli <strong>en</strong> Madrid. Los españoles se asociaron con Fontana y Anthero deQu<strong>en</strong>tal: «dos <strong>en</strong>tidades surgieron allí: el núcleo organizador de <strong>la</strong> Internacional y el grupo de <strong>la</strong>Alianza»… (I, págs. 278-283). Los elem<strong>en</strong>tos fueron tomados <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro Promotor(correspondi<strong>en</strong>te al Fom<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s artes de Madrid; así lo cu<strong>en</strong>ta Nobre França, miembro delgrupo iniciador fundado por Fontana y Anthero de Qu<strong>en</strong>tal. 27En el medio avanzado de Lisboa se <strong>en</strong>contraban ya Fontana, Anthero de Qu<strong>en</strong>tal; <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tropromotor hab<strong>la</strong>ban Fontana, Lucio Faz<strong>en</strong>da, Azedo Greco, Conceiçao Fernandes, FelisardoLima. Pero se dec<strong>la</strong>mada aún, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> España se estaba ya organizados. Entonces lostres españoles llegan, visitan el C<strong>en</strong>tro Promotor, se acercan a Fontana y comi<strong>en</strong>zan <strong>la</strong>sconfer<strong>en</strong>cias privadas con Fontana, que trajo a Anthero y a dos o tres más, <strong>en</strong> canoas por <strong>la</strong> ríapara despistar <strong>la</strong> vigi<strong>la</strong>ncia de <strong>la</strong> policía. «Retirados los misioneros -continúa- pocos díasdespués de su v<strong>en</strong>ida, Fontana y Anthero pusieron manos a <strong>la</strong> obra de propaganda y deorganización. Lo primero que hicieron fue constituir un grupo iniciador. Fue <strong>en</strong> ese grupo dondeaparecieron los primeros elem<strong>en</strong>tos organizadores, atraídos por Fontana o Anthero; EduardoMaia, França, Tedeschi, Tito, Soares, Monteiro, Gonçalves Lopes, y uno o dos más que no meacuerdo. La organización de este grupo era secreta y ajustada a los estatutos de <strong>la</strong> Alianza de<strong>la</strong> Democracia socialista fundada por Bakunin, y predominante <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> España, como <strong>en</strong>Suiza, y <strong>en</strong> Bélgica [error], cuyas organizaciones fueron consecutivas a <strong>la</strong> Comuna».«Fue ese grupo el que fundó O P<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>to social, etc. (Este órgano, del cual conozco losnúmeros 1 (febrero de 1872), 2, 4 y 7 (abril) fue desde el comi<strong>en</strong>zo una gran hoja quereproducía mucho tomado de La Federación; <strong>en</strong> el número 2, marzo, Bakunin es m<strong>en</strong>cionadocon simpatía; aparecieron 55 números)».Nobre França dio un re<strong>la</strong>to semejante <strong>en</strong> O Protesto Operario, periódico socialista de Oporto,27 de septiembre de 1891, y es preciso consultar aún el artículo José Fontana, <strong>en</strong> el mismoperiódico, 4 de septiembre de 1887. La organización Fraternidade Operaria fue fundada<strong>en</strong>tonces (1872), con los Estatutos redactados por Fontana; contaba 10.000 miembros <strong>en</strong>Lisboa un año más tarde.Por tanto, también los oríg<strong>en</strong>es del movimi<strong>en</strong>to portugués se re<strong>la</strong>cionan con <strong>la</strong> iniciativa o elimpulso de Bakunin-Fanelli y si se compara el libelo marxista con esas fu<strong>en</strong>tes portuguesas, seadquiere <strong>la</strong> medida de <strong>la</strong> distancia que separa más o m<strong>en</strong>os cada aserción de ese panfleto de<strong>la</strong> verdad. Se ve, también, que Bakunin creyó con razón poder discutir seriam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>Internacional con Fontana y es <strong>la</strong>m<strong>en</strong>table que éste o sus amigos hayan caído tan fácilm<strong>en</strong>te27 Magalhaes Lima, O Socialismo na Europa (1892), págs.334 y sigui<strong>en</strong>tes.42


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uvíctimas de <strong>la</strong> intriga marxista. Lor<strong>en</strong>zo describe así a Fontana: «un jov<strong>en</strong> de unos 30 años,alto, de aspecto simpático, suizo, si no estoy equivocado, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de una librería… Qu<strong>en</strong>talme parecía de alguna más edad y de aspecto m<strong>en</strong>os simpático y atractivo; había resididomuchos años <strong>en</strong> París, dedicado al estudio de <strong>la</strong>s ci<strong>en</strong>cias y t<strong>en</strong>ía una ilustración vastísima y uncarácter franco y leal»… (I, pág. 278); decían a los españoles que trabajaban, con los mismosfines que ellos mismos, <strong>en</strong> el partido republicano, pero fueron conv<strong>en</strong>cidos por los españoles deque seguían una falsa ruta. M<strong>en</strong>ciona aún a un estudiante, Batalha Reys, y da una descripción<strong>en</strong>tusiasta de <strong>la</strong> pequeña reunión <strong>en</strong> canoa por el Tajo.El Consejo g<strong>en</strong>eral español desde Lisboa una protesta contra <strong>la</strong>s persecuciones <strong>en</strong> España, 6de agosto de 1871, firmada por F. Mora.El Consejo mismo se sintió desorganizado… «Lo que quedaba del primer Consejo federal, alterminar el año de su exist<strong>en</strong>cia, eran fragm<strong>en</strong>tos a punto de incurrir <strong>en</strong> anu<strong>la</strong>ción de poderes, yya casi <strong>en</strong> peligro de obrar arbitrariam<strong>en</strong>te, no por int<strong>en</strong>ción, sino por falta de <strong>la</strong> necesariacorrespond<strong>en</strong>cia con <strong>la</strong>s colectividades y los individuos».«Morago quedó <strong>en</strong> Lisboa; es demasiado libre para sujetarse a una tiranía, aunque fuera <strong>la</strong> deldeber, y prefirió dar suelta a su inspiración y a sus g<strong>en</strong>ialidades antes que someterse a llevar <strong>la</strong>pesada carga de aquel Consejo federal, que debía t<strong>en</strong>er su intelig<strong>en</strong>cia y su voluntad <strong>en</strong> t<strong>en</strong>siónconstante, p<strong>en</strong>sando, resolvi<strong>en</strong>do, y sin soltar <strong>la</strong> pluma para que aquel cuerpo debilitado qu<strong>en</strong>ació <strong>en</strong> Barcelona <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s explosiones del <strong>en</strong>tusiasmo, llegara vivo al acto de reconstrucciónque se preparaba <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia. Borrel se des<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dió de todo desde el 2 de mayo y el concursode Ángel Mora era limitado».Mora y yo sost<strong>en</strong>íamos aquel<strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia, abandonando nuestro trabajo, abusando de nuestrasfamilias, careci<strong>en</strong>do de todo, faltos aún de efectos de escritorio y de sellos para el franqueo de<strong>la</strong> correspond<strong>en</strong>cia, pero dispuestos a no ceder, porque nos sobraba vida para luchar.«Por mi parte tuve el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de ver los primeros síntomas de <strong>la</strong> disid<strong>en</strong>cia, surgida ya <strong>en</strong>Lisboa por incompatibilidad de carácter <strong>en</strong>tre Mora y Morago…» Morago salió del Consejofederal el 16 de agosto (v. Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 2; Mora, pág. 86 y sigui<strong>en</strong>tes, 91); el 17fue convocada para Val<strong>en</strong>cia <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia, que se celebró secretam<strong>en</strong>te del 10 al 18 deseptiembre. El 23 de agosto Mora y Lor<strong>en</strong>zo volvieron a Madrid.En Madrid fueron cautivados por José Mesa, el redactor de La Emancipación, que se hizo muyútil al comi<strong>en</strong>zo de su carrera y que desempeñó un papel importante <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, donderepres<strong>en</strong>tó a <strong>la</strong> Federación de Madrid (Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 3). El periódico, queapareció del 19 de junio de 1871 al 12 de abril de 1873, mantuvo al principio <strong>la</strong>s ideas de unamanera correcta, pero, sin embargo, observando de cerca se <strong>en</strong>contrarían campanadas falsas,un anarquismo mecánico, inanimado, no s<strong>en</strong>tido.Hubo <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia 13 delegados de 11 federaciones, y Mora y Lor<strong>en</strong>zo, Montoro (Val<strong>en</strong>cia) yNicolás Alonso Marse<strong>la</strong>u (Sevil<strong>la</strong>) fueron nuestros camaradas para Lor<strong>en</strong>zo y hombres muyactivos <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong> cual, un tiempo más tarde, cuando Lor<strong>en</strong>zo fue a Sevil<strong>la</strong>, <strong>la</strong> secciónlocal se reunió con él <strong>en</strong> el domicilio de Marse<strong>la</strong>u, redactor de La Razón, es decir, <strong>en</strong> una celdade <strong>la</strong> prisión (págs. 301-4, 430).Se modificó <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong> Internacional, 28 estableci<strong>en</strong>do <strong>la</strong>s cinco comarcas, norte, sur,este, oeste y c<strong>en</strong>tro; «se separó <strong>la</strong> resist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>s federaciones locales, creando para este fin28 No conozco más que <strong>la</strong> edición hecha después del congreso de Córdoba (dic. 1872): Asociación Internacional delos Trabajadores. Organización social de <strong>la</strong>s secciones obreras de <strong>la</strong> F. R. E., adoptado por el congreso obrero de43


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u<strong>la</strong>s federaciones de oficios y uniones de oficios símiles; se creó un tipo de cooperación solidariade consumo»…En una definición de <strong>la</strong> república, <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia… «Considerando… que democracia es <strong>la</strong>derivación de Democratie, que significa el libre ejercicio de los derechos individuales, lo cual nopuede <strong>en</strong>contrarse sino d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> ANARQUÍA, o sea, <strong>la</strong> abolición de los Estados políticos yjurídicos, constituy<strong>en</strong>do <strong>en</strong> su lugar Estados obreros, cuyas funciones sean puram<strong>en</strong>teeconómicas»… por estas y otras razones dec<strong>la</strong>ra «que <strong>la</strong> verdadera república democráticafederal es <strong>la</strong> propiedad colectiva, <strong>la</strong> ANARQUÍA y <strong>la</strong> federación económica, o sea, <strong>la</strong> librefederación universal de libres asociaciones obreras, agríco<strong>la</strong>s e industriales, fórmu<strong>la</strong> que acepta<strong>en</strong> todas sus partes» (Lor<strong>en</strong>zo, I, págs. 305-6).Morago no fue elegido miembro del nuevo Consejo federal. Engels, <strong>en</strong> su informe de «exsecretario para España» al Consejo g<strong>en</strong>eral de Nueva York, 31 de octubre de 1872, ha escritoque <strong>en</strong> Lisboa «Morago abandonó su puesto <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to de peligro y esa es <strong>la</strong> causa de suexclusión del nuevo Consejo federal». Los aus<strong>en</strong>tes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> siempre defectos, y Mora y Mesa noeran amigos suyos… El Consejo federal fue compuesto por Paulino Iglesias, José Mesa,Hipólito Pauly, Víctor Pagés, Francisco y Ángel Mora, I. Calleja, V. Sá<strong>en</strong>z y Anselmo Lor<strong>en</strong>zo,todos de Madrid.Lo que sigue, citado del libelo de Londres (1873), a falta de fu<strong>en</strong>te mejor, será leído conreserva, no como un hecho, sino como re<strong>la</strong>to inexacto y desfigurado, sin duda, pero que espreciso conocer:«En… Val<strong>en</strong>cia… los delegados aliancistas, como siempre delegados de <strong>la</strong> Internacional,dieron a su sociedad secreta una organización completa para <strong>la</strong> p<strong>en</strong>ínsu<strong>la</strong> ibérica [lo queparece querer decir que <strong>la</strong> división <strong>en</strong> comarcas fue establecida también; ¿por qué no?]. Lamayoría de ellos, crey<strong>en</strong>do que el programa de <strong>la</strong> Alianza era idéntico al de <strong>la</strong> Internacional[error de Fanelli, criticado por Bakunin], que esa organización secreta existía <strong>en</strong> todas partes,que era casi un deber <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> el<strong>la</strong>, y que <strong>la</strong> Alianza t<strong>en</strong>día a desarrol<strong>la</strong>r y no a dominar <strong>la</strong>Internacional, decidió que todos los miembros del Consejo federal debían ser iniciados. Encuanto Morago, que no se había atrevido hasta <strong>en</strong>tonces a volver a España, tuvo conocimi<strong>en</strong>tode ese hecho, acudió a toda prisa a Madrid, y acusó a Mora de «querer subordinar <strong>la</strong> Alianza a<strong>la</strong> Internacional», lo que era contrario al fin de <strong>la</strong> Alianza. Y para dar autoridad a esa opinión,hizo leer a Mesa, <strong>en</strong> el mes de <strong>en</strong>ero sigui<strong>en</strong>te (1872), una carta de Bakunin <strong>en</strong> <strong>la</strong> que éstedesarrol<strong>la</strong>ba un p<strong>la</strong>n maquiavélico de dominación sobre <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera. Ese p<strong>la</strong>n era elsigui<strong>en</strong>te: «La Alianza debe existir <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional, pero realm<strong>en</strong>te a una ciertadistancia de el<strong>la</strong> para observar mejor y dirigir<strong>la</strong>. Por esta razón, los miembros que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> alos Consejos y Comités de <strong>la</strong>s secciones <strong>internacional</strong>es deb<strong>en</strong> siempre estar <strong>en</strong> minoría <strong>en</strong> <strong>la</strong>ssecciones de <strong>la</strong> Alianza (Dec<strong>la</strong>ración de José Mesa, fecha del 1 de sept. de 1872, dirigida alCongreso de La Haya)». En una reunión de <strong>la</strong> Alianza [de Madrid], Morago acusó a Mesa dehaber traicionado <strong>la</strong> sociedad de Bakunin por <strong>la</strong> iniciación de todos los miembros del Consejofederal, lo que les dio <strong>la</strong> mayoría <strong>en</strong> <strong>la</strong> sección aliancista, y estableció, de hecho, <strong>la</strong> dominaciónde <strong>la</strong> Internacional sobre <strong>la</strong> Alianza. Es para prev<strong>en</strong>ir esa dominación que <strong>la</strong>s instruccionessecretas dic<strong>en</strong> que uno o dos aliancistas so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te deb<strong>en</strong> deslizarse <strong>en</strong> los Consejos o comitésde <strong>la</strong> Internacional y ori<strong>en</strong>tarlos, bajo <strong>la</strong> dirección y con el apoyo de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza,donde debían tomarse de antemano todas <strong>la</strong>s resoluciones que t<strong>en</strong>ía que aceptar <strong>la</strong>Internacional. Desde este mom<strong>en</strong>to, Morago dec<strong>la</strong>ró <strong>la</strong> guerra al Consejo federal, y como <strong>en</strong>Portugal, fundó una nueva sección aliancista que permaneció oculta a <strong>la</strong>s sospechas. Losiniciados de los difer<strong>en</strong>tes puntos de España le secundaron y com<strong>en</strong>zaron a acusar al ConsejoBarcelona y reformado por <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia regional de Val<strong>en</strong>cia y por el congreso de Córdoba (Barcelona, 1873, 96páginas).44


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ufederal de descuidar sus deberes aliancistas, como lo prueba una circu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong>Alianza de Val<strong>en</strong>cia (30 de <strong>en</strong>ero de 1870), firmada Damon, seudónimo aliancista de Montoro».A eso se añade lo que escribe Lafargue, según <strong>la</strong>s divulgaciones hechas el 9 de junio <strong>en</strong> Madrid(A los Int., pág. 24; continuación del pasaje más arriba citado): «que Morago, no obstante habersido el inspirador del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to [de fundar <strong>la</strong> sección madrileña de <strong>la</strong> Alianza] y el único quese hal<strong>la</strong>ba <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones con los aliados de provincias y del extranjero [re<strong>la</strong>ciones muydudosas], se mantuvo hasta cierto punto a <strong>la</strong> expectativa, no t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do gran confianza <strong>en</strong> losnuevos elem<strong>en</strong>tos que v<strong>en</strong>ían a <strong>la</strong> Alianza guiados por una idea que no era <strong>la</strong> suya, y que, porúltimo, cuando se conv<strong>en</strong>ció de que no podía dominar aquellos elem<strong>en</strong>tos y conducirlos por loscaminos tortuosos de <strong>la</strong> Alianza, se separó de ellos para formar otro grupo que hasta hoy hapermanecido <strong>en</strong> el más riguroso secreto; pero que se ha manifestado c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te por susataques calcu<strong>la</strong>dos y llevados a cabo con perfecta unidad contra el antiguo Consejo g<strong>en</strong>eral [elde Val<strong>en</strong>cia] de <strong>la</strong> región; ataques que tuvieron por resultado final <strong>la</strong> expulsión escandalosa einjusta de los individuos de aquel Consejo, cuyo único crim<strong>en</strong> era el de haber sino mejores<strong>internacional</strong>istas que aliados».La carta de Bakunin que conti<strong>en</strong>e el pasaje de que hab<strong>la</strong> Mesa, no es conocida, lo que noprueba aún nada. Morago no recibió, de acuerdo a <strong>la</strong>s notas de Bakunin, ninguna carta de éste<strong>en</strong> 1871-72 antes de mayo-junio de 1872, pero ha podido t<strong>en</strong>er noticia de algo escrito porBakunin a Barcelona. El pasaje citado es muy lógico y corresponde bi<strong>en</strong> al espíritu de <strong>la</strong> Alianzaque, si hubiera deseado dominar simplem<strong>en</strong>te <strong>la</strong> Internacional, no habría t<strong>en</strong>ido que hacer másque lo contrario de lo que Morago (y según él, Bakunin) deseaba: ponerse <strong>en</strong> mayoría <strong>en</strong> losconsejos y dominarlos. Pero Marx, Lafargue y Mesa no pudieron figurarse nunca <strong>en</strong> qué gradole eran caras <strong>la</strong> revolución y su preparación y <strong>en</strong> qué grado era indifer<strong>en</strong>te y odiosa <strong>la</strong>dominación pura y simple a los anarquistas <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional. La intriga de Val<strong>en</strong>cia fuepalpable: al formar parte de el<strong>la</strong> los mismos hombres del Consejo federal y <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>sección de <strong>la</strong> Alianza de Madrid, esos hombres dominaron <strong>la</strong> Internacional y fueron amos de <strong>la</strong>Alianza local; t<strong>en</strong>ían aún el periódico, del cual redactores y editor (Calleja), les pert<strong>en</strong>ecían,<strong>en</strong>tonces esa dominación de Madrid, que Barcelona había rechazado <strong>en</strong> 1870 <strong>en</strong> ocasión delprimer congreso propuesto por Madrid, fue forzada, sin embargo, por <strong>la</strong> debilidad difícil decompr<strong>en</strong>der de los delegados a <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia. Habrían creído hacer el bi<strong>en</strong> comose da algunas veces a un débil o a un haragán poderes excesivos, para que al m<strong>en</strong>os hagaalgo. Después de <strong>la</strong>nguidecimi<strong>en</strong>to se ha buscado <strong>la</strong> <strong>en</strong>ergía, <strong>en</strong>gañándose <strong>en</strong> este caso, comosiempre -también <strong>la</strong> débil, investido de autoridad, se vuelve arrogante y abusa- y Morago hahecho bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> acudir y organizar <strong>la</strong> resist<strong>en</strong>cia.Por tanto, estaba próxima para Madrid una triste crisis que pronto <strong>la</strong> famosa actividad españo<strong>la</strong>de Lafargue activó, int<strong>en</strong>sificó e hizo explotar.CAPÍTULO OCTAVOLAS CALUMNIAS DEL CONSEJO DE LONDRES. LA VERDAD SOBRELAS RELACIONES DE BAKUNIN CON LA ALIANZASi es preciso aún una prueba de <strong>la</strong> indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> Internacional y de <strong>la</strong> Alianza españo<strong>la</strong>sde <strong>la</strong> pret<strong>en</strong>dida tute<strong>la</strong> de Bakunin, constantem<strong>en</strong>te afirmada por los marxistas, está dada porlos acontecimi<strong>en</strong>tos del otoño y del invierno de 1871, <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Londres y <strong>la</strong> actitud45


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uespaño<strong>la</strong> <strong>en</strong> el primer mom<strong>en</strong>to respecto a <strong>la</strong> protesta jurasiana (circu<strong>la</strong>r de Sonvillier del 12 d<strong>en</strong>oviembre). Lor<strong>en</strong>zo, <strong>en</strong>viado a Londres por <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia, ha descrito susimpresiones que fueron verdaderam<strong>en</strong>te embriagadoras (El Prol. Milit., I, páginas 311-323).Llegó ignorando completam<strong>en</strong>te lo que iba a <strong>en</strong>contrar allí y eso <strong>en</strong> un tiempo <strong>en</strong> que <strong>la</strong> intrigaautoritaria arrojaba ya <strong>la</strong> máscara, cuando se había acumu<strong>la</strong>do un expedi<strong>en</strong>te de acusacionescontra Bakunin y <strong>la</strong> Alianza y se le hizo un proceso <strong>en</strong> su aus<strong>en</strong>cia, con ayuda de un testimoniodispuesto a todo, el odioso Utin. Lor<strong>en</strong>zo vio a Marx con pl<strong>en</strong>a indulg<strong>en</strong>cia para sus odios,rebajarse al nivel vulgar, como dice. Vio también que los hombres que habrían podido obrarmejor, que estaban verdaderam<strong>en</strong>te informados sobre muchas cosas, Paul Robin y AndréBastelica, hicieron bi<strong>en</strong> poco y, <strong>en</strong> suma, se sintió incapaz de hacer nada, <strong>en</strong> ese ambi<strong>en</strong>te deodio, de orgullo y de adu<strong>la</strong>ción. Pero todo eso estaba ya previsto por los jurasianos que, por unacarta de su secretario corresponsal, Schwitzguébel (4 de septiembre), dijeron francam<strong>en</strong>te suopinión sobre el Consejo g<strong>en</strong>eral y esa Confer<strong>en</strong>cia irregu<strong>la</strong>r. No t<strong>en</strong>go más que remitir al lectora los materiales abundantes reunidos por Guil<strong>la</strong>ume, L’Int., t. II, págs. 187-214, como <strong>en</strong> miBiografía de Bakunin, o a <strong>la</strong> Memoria justificativa de Paul Robin, 18 págs.; poligrafiaza <strong>en</strong>algunos ejemp<strong>la</strong>res de escritura casi ilegible, conservada por numerosos extractos. Robin hizolo que pudo, pero fue importante contra <strong>la</strong> malevol<strong>en</strong>cia determinada de los otros. Sin embargo,por esa Memoria ha hecho a sus amigos el servicio de instruirles útilm<strong>en</strong>te, mi<strong>en</strong>tras queLor<strong>en</strong>zo, que criticó esa confer<strong>en</strong>cia treinta años más tarde (1901), <strong>en</strong> 1871-72 resumió suimpresión <strong>en</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras que escribió a los íntimos de Barcelona: «si Utin ha dicho <strong>la</strong> verdad<strong>en</strong> Londres, Bakunin es un miserable. Si no es verdad, Utin no es más que un calumniador». 29Lor<strong>en</strong>zo no p<strong>en</strong>etró <strong>la</strong> intriga palpable, <strong>la</strong>rgam<strong>en</strong>te urdida que nos expon<strong>en</strong> hoy tantosdocum<strong>en</strong>tos. Fue el hombre honesto que no puedo figurarse que se pudiera <strong>en</strong>vilecerse ym<strong>en</strong>tir <strong>en</strong> tal grado y que, no compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do nada, creyó deber expresar -por su juicio tanc<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te ba<strong>la</strong>nceado- un grupo igual de confianza o de desconfianza <strong>en</strong> Bakunin y <strong>en</strong> Utin,cuya misión odiosa <strong>en</strong> Suiza, archiconocida <strong>en</strong> el Jura y <strong>en</strong> Ginebra, parece que le eradesconocida <strong>en</strong>tonces, aunque el verlo personalm<strong>en</strong>te recibió una impresión deplorable de <strong>la</strong>«figura siniestra y antipática» de Utin.Se sabe que Utin, so no pret<strong>en</strong>día def<strong>en</strong>der a los proletarios de Ginebra contra <strong>la</strong>s ideassubversivas de Bakunin, t<strong>en</strong>ía una mina inagotable <strong>en</strong> los asuntos rusos concerni<strong>en</strong>tes aNetchaef y Bakunin, poni<strong>en</strong>do todas <strong>la</strong>s deudas de Netchaef <strong>en</strong> <strong>la</strong> cu<strong>en</strong>ta de Bakunin ydesfigurando y falseando groseram<strong>en</strong>te todo detalle pres<strong>en</strong>tado (el libelo de Londres, 1873, lotestimonia) sabía producir sea el horro de oy<strong>en</strong>tes crédulos, prev<strong>en</strong>idos contra Bakunin, seasimplem<strong>en</strong>te el disgusto por su propia persona, inf<strong>la</strong>da del orgullo megalómano que se suelemanifestar algunas veces <strong>en</strong> los reve<strong>la</strong>dores y d<strong>en</strong>unciantes que acaban por estar orgullosos desu papel infame.Si Lor<strong>en</strong>zo, iniciado <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to de Madrid y miembro del Consejo federal desde suorig<strong>en</strong>, miembro de <strong>la</strong> Alianza igualm<strong>en</strong>te, desde Lisboa al m<strong>en</strong>os, era, <strong>en</strong> efecto, tan incapazpara distinguir <strong>en</strong>tre un Bakunin y un Utin y los puso, por decirlo así, <strong>en</strong> el mismo saco, el grupode Barcelona mostró igualm<strong>en</strong>te una extraña indifer<strong>en</strong>cia hacia el progreso de <strong>la</strong> intrigaautoritaria. Yo me pregunto si <strong>la</strong> aus<strong>en</strong>cia de S<strong>en</strong>tiñón había disminuido el interés por Bakunin,pero quedaba siempre un Farga Pellicer y un hombre muy activo, Alerini, un corso, que habíaconocido tan bi<strong>en</strong> a Bakunin <strong>en</strong> Marsel<strong>la</strong>, se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> Barcelona refugiado desde <strong>la</strong>primavera de 1871 y se hizo, al m<strong>en</strong>os desde otoño o el invierno, miembro de <strong>la</strong> Alianza. 3029 Estas pa<strong>la</strong>bras de Lor<strong>en</strong>zo se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran así <strong>en</strong> el primer esbozo de <strong>la</strong> carta de Bakunin (24 de abril de 1872), quele pide explicaciones. En el libro de 1901, Marx es puesto <strong>en</strong> lugar de Utin. Ver también el libro de Mora, págs. 96-97.30 Cuestión de <strong>la</strong> Alianza: ocho meses después de su llegada, lo que es quizá inexacto, puesto que su carta del 14 d<strong>en</strong>oviembre parece indicar ya que estaba iniciado.46


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uLos refugiados franceses de <strong>la</strong> Comuna <strong>en</strong> Ginebra que, con antiguos miembros de <strong>la</strong> secciónde <strong>la</strong> Alianza, habían formado <strong>la</strong> Sección de propaganda y de acción socialista, se vieron, comose había visto ya <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza misma, <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> malevol<strong>en</strong>cia de los políticosque dominaban <strong>la</strong> Internacional ginebrina y del Consejo g<strong>en</strong>eral, y tomaron <strong>la</strong> iniciativa de unaprotesta colectiva. Joukowski es delegado al Jura, donde se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de el 29 o 30 de octubre parapreparar <strong>la</strong> protesta de Sonvillier del 12 de noviembre. Escribe <strong>en</strong>tonces a Ginebra (30 deseptiembre):… «además de eso [de <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r] es preciso <strong>en</strong>viar un delegado a España y otro aBélgica». No se conoce el nombre de ese delegado, y es posible que un camarada francésrefugiado <strong>en</strong> Barcelona haya sido <strong>en</strong>cargado de transmitir una carta, que ha podido ser escritapor Bastelica, conocido <strong>en</strong> Barcelona [<strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> Neuchâtel, donde pudo informar a Guil<strong>la</strong>umede primera mano sobre <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Londres]; o ha podido ser escrita por Joukowski, queconocía bi<strong>en</strong> a Alerini, que habitaba <strong>en</strong> Barcelona. En todo caso, La Federación, del 19 d<strong>en</strong>oviembre, escribe: «somos felices de <strong>la</strong> visita que acaba de hacernos el delegado de <strong>la</strong>sección… de Ginebra. Las secciones de España profesan los mismos principios y se aceptará<strong>la</strong> federación que <strong>la</strong> sección de Ginebra propone».Pero <strong>en</strong> respuesta íntima, sea a esa comunicación, sea más probablem<strong>en</strong>te a una carta directade Neuchâtel, donde, según pi<strong>en</strong>so, habrá sido c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te expuesta a los españoles <strong>la</strong>situación <strong>en</strong> el espíritu sobrio de <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r jurasiana que Guil<strong>la</strong>ume redactó esas mismassemanas, Alerini escribió a «mi querido Bastelica y queridos amigos» una carta de <strong>la</strong> que sóloconocemos los pasajes sigui<strong>en</strong>tes, cuidadosam<strong>en</strong>te elegidos, <strong>en</strong> el libelo de Londres (1873,pág. 32, nota); <strong>la</strong> carta debe haberse conservado <strong>en</strong>tre los papeles del Consejo g<strong>en</strong>eral y seríadeseable que sea publicada <strong>en</strong> fin <strong>en</strong> texto completo. He aquí todos esos extractos; Alerinihab<strong>la</strong> «<strong>en</strong> nombre del grupo barcelonés»:«El Consejo g<strong>en</strong>eral actual no puede durar más allá del congreso del año próximo y su acciónnefasta no puede ser más que temporal… Una ruptura pública, al contrario, llevaría a nuestracausa uno de esos golpes de que se repondría difícilm<strong>en</strong>te, si es que los resiste. No podemos,pues, de ningún modo, al<strong>en</strong>tar sus t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias separatistas… Algunos de nosotros se hanpreguntado si, aparte de <strong>la</strong> cuestión de principio, no habría <strong>en</strong> todo eso o al <strong>la</strong>do de eso,cuestiones de personas, cuestiones de rivalidad, por ejemplo, <strong>en</strong>tre nuestro amigo Miguel y KarlMarx, <strong>en</strong>tre miembros de <strong>la</strong> antigua A. y el Consejo g<strong>en</strong>eral… Hemos visto con p<strong>en</strong>a <strong>en</strong> <strong>la</strong>Revolution Sociale [de Ginebra] los ataques dirigidos contra el Consejo g<strong>en</strong>eral y Karl Marx…Cuando conozcamos <strong>la</strong> opinión de nuestros amigos de <strong>la</strong> p<strong>en</strong>ínsu<strong>la</strong> que inspiran los consejoslocales, modificaremos nuestra actitud según <strong>la</strong> decisión g<strong>en</strong>eral, a <strong>la</strong> que nos conformaremosdel todo», etc.… he ahí extractos de esa carta que (según el folleto citado) habría sido <strong>en</strong>viadaa todas <strong>la</strong>s secciones de <strong>la</strong> Alianza y que fue aprobada por el Consejo federal de Madrid,iniciado desde <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza.El libelo de Engels procura crear <strong>la</strong> impresión de que esa carta repres<strong>en</strong>ta una respuesta a <strong>la</strong>circu<strong>la</strong>r de Sonvillier (del 12), lo que es materialm<strong>en</strong>te imposible, e ignoramos lo que Bastelicaha podido escribir a España para provocar los términos poco b<strong>en</strong>evol<strong>en</strong>tes de <strong>la</strong> carta deAlerini, tal como los conocemos. Los autoritarios habrían querido poner a los jurasianos almarg<strong>en</strong> de <strong>la</strong> Internacional y él hab<strong>la</strong>ba de «t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias separatistas»; Bakunin fue el c<strong>en</strong>tro delos ataques y de <strong>la</strong>s injurias de los marxistas y de los políticos y juzga bu<strong>en</strong>o hab<strong>la</strong>r de«rivalidad» con Marx. Es preciso reconocer que a pesar de <strong>la</strong> impresión deplorable que trajoLor<strong>en</strong>zo de Londres -como ha descrito <strong>en</strong> 1901-, no ha debido informar verdaderam<strong>en</strong>te a loscamaradas de Barcelona, aunque «calificó al Consejo g<strong>en</strong>eral de corte de Karl Marx» y dijo«que había <strong>en</strong>rojecido al ver el respeto servil que (<strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia) testimoniaba a Marx, el cual<strong>la</strong> gobernaba a su capricho». (Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, 1872, págs. 2 y 3). Supongamos quesabía todo eso, pero que, sin embargo, <strong>en</strong> interés de <strong>la</strong> unidad, estaba decidido a no hacerninguna protesta pública antes del próximo congreso g<strong>en</strong>eral, posición indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te que sepuede compr<strong>en</strong>der, pero que no t<strong>en</strong>ía necesidad de ser sost<strong>en</strong>ida con <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras ineptas deseparatistas y de rivalidad, empleadas por Alerini.47


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uReproduzco aquí (véase Biografía de Bakunin, páginas 586) el esbozo de una respuesta deJoukowski a esta carta dice: «v<strong>en</strong> un “peligro mortal” <strong>en</strong> una ruptura con el Consejo g<strong>en</strong>eral.Les diremos, ante todo, que no <strong>la</strong> hemos buscado… quier<strong>en</strong> expresar al Consejo g<strong>en</strong>eral conqué p<strong>en</strong>a lo v<strong>en</strong> “<strong>en</strong>trar <strong>en</strong> una vía tan poco liberal” con respecto a los jurasianos [lo que nosreve<strong>la</strong> un pasaje inédito de <strong>la</strong> carta de Alerini que habría propuesto una interv<strong>en</strong>ción apacibleante el Consejo g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> favor de los jurasianos]. Pero con esa carta donan al Consejog<strong>en</strong>eral un prestigio gubernam<strong>en</strong>tal, lo que no queremos a ningún precio. Cuando un comité desección cumple mal sus deberes o se da aires de protector, de directos, se le reemp<strong>la</strong>za porotro; lo mismo sucede con un comité federal; ¿por qué habría de constituir una excepción a <strong>la</strong>reg<strong>la</strong> el Consejo G<strong>en</strong>eral?»… «No se trata de personalidades cualesquiera que sean: grandescomo Marx o Bakunin, o pequeñas como Utin; los hombres pasan, <strong>la</strong> Internacional queda.Deberían, queridos amigos, ver <strong>la</strong>s cosas desde un punto de vista más grave. La confer<strong>en</strong>ciasecreta, según <strong>la</strong> resolución XV, no puede nunca reemp<strong>la</strong>zar a nuestros congresos, y sonsiempre los inamovibles de Londres los que <strong>la</strong> convocaron. Además, <strong>la</strong>s resolucionespermanec<strong>en</strong> <strong>en</strong> parte secretas para <strong>la</strong>s secciones; únicam<strong>en</strong>te los comités <strong>la</strong>s conocerán.Habría, pues, un gobierno <strong>en</strong> Londres que reti<strong>en</strong>e para sí lo que le parece bu<strong>en</strong>o, que dice asus gobernantes lo que considere bu<strong>en</strong>o decir, y el resto para el popu<strong>la</strong>cho, es decir, para <strong>la</strong>sección».Esta carta corresponde a <strong>la</strong> primera dec<strong>en</strong>a de noviembre de 1871, porque el 20 de noviembreBastelica <strong>en</strong>vió a Joukowski <strong>la</strong> carta de España, recibida el 18. Se <strong>la</strong> discutió seriam<strong>en</strong>te el 19<strong>en</strong> Neuchâtel con Spichiger y otros jurasianos. «Hasta hemos decidido <strong>en</strong> principio -escribeBastelica- <strong>en</strong>viar un delegado a Barcelona, si se llega a s<strong>en</strong>tir demasiado <strong>la</strong> necesidad de ello;pero nuestra opinión es que es preciso esperar aún. Miguel nos anuncia, por su parte, una cartade S<strong>en</strong>tiñon»… 31Al fin Alerini escribe, el 2 de <strong>en</strong>ero de 1872, a Joukowski (Biografía de Bakunin, pág. 588);…«Te he escrito estos últimos días un poco a<strong>la</strong>rmado. Tomo <strong>la</strong> pluma para tranquilizarte.Estamos todos de acuerdo, yo creo, <strong>en</strong> manifestar al Consejo g<strong>en</strong>eral que <strong>la</strong>s seccionesespaño<strong>la</strong>s pid<strong>en</strong> <strong>la</strong> convocación <strong>en</strong> breve p<strong>la</strong>zo de un Congreso g<strong>en</strong>eral».«A decir verdad, <strong>la</strong>s secciones no tomaron aún resoluciones al respecto. Pero una vez deacuerdo los hombres de iniciativa <strong>en</strong>tre nosotros, no hay duda que cunado <strong>la</strong>s secciones seaninterrogadas oficialm<strong>en</strong>te sobre <strong>la</strong> cuestión, se pronunciarán del mismo modo que éstos. Antesde someter <strong>la</strong> cosa a su juicio, esos hombres [se trata de <strong>la</strong> Alianza, como se ve] han creídodeber estudiar<strong>la</strong> y solucionar<strong>la</strong> primero, a fin de que una vez tomada una resolución, puedanhacer todos <strong>la</strong> misma propaganda para su bu<strong>en</strong> éxito».«No te escribo oficialm<strong>en</strong>te, sino confid<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te, a fin de ac<strong>la</strong>rarte <strong>la</strong> situación y evitarte que<strong>en</strong> lo porv<strong>en</strong>ir hagas una dec<strong>la</strong>ración temeraria <strong>en</strong> el periódico, que podría crearnosrecíprocam<strong>en</strong>te inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes 32 y sobre todo para que sepan hasta qué grado pued<strong>en</strong> contarcon el apoyo de España».«Los grupos activos de aquí [<strong>la</strong> Alianza] han adquirido el compromiso moral de no t<strong>en</strong>er nadaoculto <strong>en</strong>tre ellos. No tuve conocimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> correspond<strong>en</strong>cia cambiada con respecto austedes, <strong>en</strong>tre Barcelona y Sevil<strong>la</strong>, y algunas sospechas me hicieron p<strong>en</strong>sar que no les debíaser favorable. Primó aquí <strong>en</strong>tre nosotros un mom<strong>en</strong>to de frialdad. Les di <strong>la</strong> voz de a<strong>la</strong>rma. Perohemos acabado por <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dernos y estoy cont<strong>en</strong>to. Puedes, pues, considerar el efecto de miúltima carta [desconocida] como completam<strong>en</strong>te borrado…»31 Bakunin anota el 15 de noviembre: carta de S<strong>en</strong>tiñón; el 16: escrito a Guil<strong>la</strong>ume; el 20; carta de éste; el 28; cartasde Guil<strong>la</strong>ume, de Bastelica…; del 30 de noviembre al 2 de diciembre: carta inm<strong>en</strong>sa (46 páginas) a James.32 La Revolution Sociale, Ginebra, 4 de <strong>en</strong>ero de 1872, detalles que sería demasiado <strong>la</strong>rgo explicar aquí.48


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uPodría suceder que Alerini, llegado <strong>en</strong> abril de 1871 a Barcelona e iniciado <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza ochomeses más tarde, so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te (si esa indicación es exacta) estuviera aún incompletam<strong>en</strong>teinformado <strong>en</strong> sus comi<strong>en</strong>zos; <strong>en</strong> todo caso, es <strong>en</strong> esa época cuando Bakunin vuelve a <strong>en</strong>trar <strong>en</strong>contacto, tan debilitado, con España. Si escribió el 18 y 19 de diciembre una «gran carta aS<strong>en</strong>tiñón y a Farga», se puede concluir de acuerdo a sus cartas preced<strong>en</strong>tes a Italia paradifundir y explicar a todos <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r del 12 de noviembre, <strong>la</strong> protesta antiautoritaria, que haescrito a Barcelona con el mismo objeto para explicar esa protesta y discutir una tácticasolidaria.Ese es, según pi<strong>en</strong>so, su primer contacto efectivo con <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España, y así como<strong>en</strong> 1871 su correspond<strong>en</strong>cia había sido rara y decreci<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> 1872 ocurre lo contrario.Extraigo de sus notas: «(3 de <strong>en</strong>ero) carta a S<strong>en</strong>tiñón: (12 de febrero) cartas a los españoles…;(13) <strong>en</strong>viado cartas a S<strong>en</strong>tiñón, a Soriano, a Farga y a Alerini (Soriano y Alerini m<strong>en</strong>cionados <strong>la</strong>primera vez) 33 ; (24) carta de S<strong>en</strong>tiñón; (26) carta de Alerini; (27) carta a Alerini; (31 marzo) cartaa Alerini; (1 abril) acabado y <strong>en</strong>viado gran carta <strong>en</strong>cargada a Alerini; (2) carta de Alerini; (5)carta de Alerini; carta a los españoles; (6) lo mismo y cifra para Alerini; (7) acabado y <strong>en</strong>viadocarta cargada a Alerini con diccionario, cifras y carta a F. Mora 34 y Soriano; (22) carta deAlerini 35 ; (27) escrito a los Aliados de España; (3 de mayo) com<strong>en</strong>zada carta cifrada a Alerini[continuada diariam<strong>en</strong>te hasta el 6]; (6) acabada y <strong>en</strong>viada carta a Alerini; escrito carta aLor<strong>en</strong>zo, lo mismo el 8; (9) escrito y terminado carta a Lor<strong>en</strong>zo, copiaré mañana; (10) carta aLor<strong>en</strong>zo aún; (11) carta a Ross con primera hoja [de] carta a Lor<strong>en</strong>zo; lo mismo del 9 al 15[fin] 36 ; [17, carta de Alerini <strong>en</strong>viada a Guil<strong>la</strong>ume]; (18) <strong>en</strong>viado carta a James, cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>docartas a S<strong>en</strong>tiñón y a Pellicer Farga; (18) carta a Morago; (19) carta grande a Morago 37 ; bel<strong>la</strong> y<strong>la</strong>rga carta de Alerini; <strong>la</strong> leemos con Armando [Cafiero]; (29) carta a Alerini; (30) acabada cartaa Alerini con Cafiero; (31) <strong>en</strong>viado <strong>la</strong>rguísima carta a Raoul [Alerini], Andri<strong>en</strong> [desconocido],<strong>en</strong>viado carta a Oscar [desconocido] <strong>la</strong>rga también».«Junio (2) carta a Morago; lo mismo el 3, 4, 5; (4) carta a Ross con una carta españo<strong>la</strong> 38 ; (7)terminado carta a Morago y escrito carta a Fontana [a Lisboa]; (8) <strong>en</strong>viado carta grande aMorago por Alerini; (9) (10) carta a Farga Pellicer; (10) noche escrito carta a Farga y copiadocarta a Fontana; (12) carta a Alerini sobre <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r [Las pret<strong>en</strong>dues scissions dansl’Internationale, folleto del Consejo g<strong>en</strong>eral [Marx] contra <strong>la</strong> Alianza]; (12) carta a James concarta de Cafiero a Engels y con carta de Pellicer Farga; (13) carta a Alerini sobre sociedadsecreta, acabada 39 ; (17) <strong>en</strong>viado carta colectiva a los aliados contra <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r -a Alerini- ycartas a James; (25) carta a Barbero [V. Pezza, <strong>en</strong> Milán] <strong>en</strong>cargada <strong>en</strong>viada con primerashojas de carta a Lor<strong>en</strong>zo [¿una copia?]. Junio (17) com<strong>en</strong>zado carta a Alerini; (18) acabada…;(19, <strong>en</strong> Neuchâtel) James me trae <strong>la</strong> carta de Pellicer Farga; (30) carta a Raoul [Alerini]; (31)escrito y <strong>en</strong>viado a James carta para Farga».«Agosto (3) escrito y <strong>en</strong>viado carta a Alerini, con docum<strong>en</strong>tos italianos y manuscritos; (13)cartas a Cerretti, a Pezza, con gran carta colectiva, de <strong>la</strong> cual copia a ambos, a Farga y aJames; (28) carta de James con carta de Morago a Beppo [Fanelli]; (29) carta a los amigosjurasianos y españoles para serle remitida [al congreso de La Haya] por Armando [Cafiero] queparte mañana [de Zurich a La Haya]».33 Sobre Trinidad Soriano, véase Lor<strong>en</strong>zo, El Proletariado Militante, II, pág. 29-30.34 Esta carta será reproducida más ade<strong>la</strong>nte.35 Se conservó esta corta carta a Lor<strong>en</strong>zo, no <strong>en</strong>viada, escrito el 24 de abril.36 Los manuscritos exist<strong>en</strong>.37 Una parte de esa carta existe; <strong>la</strong> visita de Cafiero a Locarno, a partir del 20 de mayo, ha debido interrumpir esemanuscrito, vuelto a continuar el 2 de junio.38 Pi<strong>en</strong>so que los amigos rusos copiaron para Bakunin <strong>la</strong> carta a Lor<strong>en</strong>zo.39 Esto puede referirse a <strong>la</strong>s Pret<strong>en</strong>dues scissions, donde <strong>la</strong> Alianza era d<strong>en</strong>unciada como sociedad secreta.49


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uHe aquí, pues, el cañonazo de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones serias de Bakunin con <strong>la</strong> España <strong>internacional</strong>istaque, si esas cartas se hubieran conservado intactas por ambas partes, permitiría escribir uncapítulo de historia perdido para siempre. Ninguna de esas cartas, exceptuada una so<strong>la</strong> yalgunos esbozos y una carta a España, parece haberse conservado; se me ha dicho que lospapeles de R. Farga Pellicer eran in<strong>en</strong>contrables y ha parecido siempre imposible oimpracticable volver a hal<strong>la</strong>r a Alerini, m<strong>en</strong>os aún sus papeles. Tal vez aún pudieran ser<strong>en</strong>contradas <strong>en</strong> nuestro tiempo algunas de esas cartas y de <strong>la</strong>s de 1872-73 que pres<strong>en</strong>taríanaún más interés; porque a pesar de todas <strong>la</strong>s persecuciones, los períodos de sil<strong>en</strong>cio forzoso yde desaparición de todos o casi todos los hombres de esa época, han podido sobrevivir lospapeles y sería tiempo de estudiarlos.En varios casos <strong>la</strong> acción simultánea <strong>en</strong> otros países, cartas y docum<strong>en</strong>tos concerni<strong>en</strong>tes aItalia, al Jura y a <strong>la</strong> marcha g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> 1872 hac<strong>en</strong> posible figurarse el t<strong>en</strong>org<strong>en</strong>eral de esa correspond<strong>en</strong>cia y el resultado se mide por el progreso hecho desde elescepticismo que prevalece <strong>en</strong> <strong>la</strong> carta de Alerini del 14 de noviembre de 1871 hasta <strong>la</strong>solidaridad que testimonian los españoles <strong>en</strong> La Haya, <strong>en</strong> Zurich y <strong>en</strong> St. Imier <strong>en</strong> septiembrede 1872.Así, después de <strong>la</strong> carta del 18 y 19 de diciembre de 1871, probablem<strong>en</strong>te, vemos LaFederación del 31 de diciembre reproducir <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r de Sonvillier, acompañada de pa<strong>la</strong>bras desimpatía, y Alerini, al escribir el 2 de <strong>en</strong>ero a Joukowski, cambia de tono. En esa ocasión loshombres de La Emancipación, de Madrid -como Consejo federal y aliancistas, habían seaaprobado <strong>la</strong> carta de Alerini del 14 de noviembre (L’Alliance…, pág. 33) sea dec<strong>la</strong>rado que noexpresaban ninguna opinión (Mora, págs. 97-98)- muestran sus agravios; <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional deMadrid el 7 de <strong>en</strong>ero de 1872 se rehúsa escuchar <strong>la</strong> lectura de una circu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> Federaciónromántica (Ginebra) publicada por La Emancipación. El folleto de Londres atribuye eso al«nuevo grupo [de <strong>la</strong> Alianza] dirigido por Morago», que habría «sofocado <strong>la</strong> discusión»;Lafargue, <strong>en</strong> esa primera reunión a que asiste, da el contragolpe de proponer una <strong>en</strong>cuestapara ver si «alguna vez el Consejo g<strong>en</strong>eral ha ejercido <strong>la</strong> m<strong>en</strong>or presión sobre <strong>la</strong> Federaciónespaño<strong>la</strong>», lo que estaba lejos de <strong>la</strong> cuestión que se trataba, como debía saber muy bi<strong>en</strong>. Elfolleto cita aún lo que Rafar (Rafael Farga Pellicer) escribía a <strong>la</strong> sección madrileña de <strong>la</strong> Alianza:«es preciso matar <strong>la</strong>s influ<strong>en</strong>cias reaccionarias y <strong>la</strong>s t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias autoritarias del Consejog<strong>en</strong>eral» (24 de febrero) y que <strong>en</strong> Palma <strong>la</strong> Internacional se dec<strong>la</strong>ró públicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> favor de <strong>la</strong>protesta antiautoritaria de los jurasianos (pág. 33).Todavía el 14 de febrero escribe Bakunin a Joukowski, <strong>en</strong> ruso, que no hay motivo para temercon respecto a Italia, está <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te con nosotros. En cuanto a España, sé poco; pero«según una carta recibida [el 24 de <strong>en</strong>ero recibió una de S<strong>en</strong>tiñón, el 26 otra de Alerini], y contoda probabilidad, si se juzga por <strong>la</strong>s ideas <strong>en</strong>érgicam<strong>en</strong>te expresadas <strong>en</strong> los congresos, nopuede tomar más que nuestro partido. Escribe lo que sepas». Probablem<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s cartas deBakunin del 12 y 13 de febrero habrán establecido definitivam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones íntimas que sehan int<strong>en</strong>sificado por <strong>la</strong> correspond<strong>en</strong>cia sirviéndose de <strong>la</strong>s cifras para indicar un número depersonas, organizaciones, etc., organizada a principios de abril.Alerito, que ahora escribe a m<strong>en</strong>udo, indica a Bakunin <strong>la</strong>s personas de <strong>la</strong> Alianza a qui<strong>en</strong>esal<strong>en</strong>tar y afirmar <strong>en</strong> su ruta mediante cartas; quizá también <strong>la</strong> carta a Soriano (Sevil<strong>la</strong>) es elresultado de una de esas invitaciones, ¿<strong>en</strong> este caso de S<strong>en</strong>tiñón? Alerini, o el que dio esaidea, se <strong>en</strong>gañó mucho con respecto de Francisco Mora, que no fue nunca su verdaderocamarada; pero el hecho de que recom<strong>en</strong>daran a Bakunin que le escribiera -<strong>la</strong> carta pasó pormanos de Alerini- testimonia que, cualquiera que fuera <strong>la</strong> opinión de Morago sobre Mora, <strong>en</strong>Barcelona, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> los primeros días de abril, se t<strong>en</strong>ía pl<strong>en</strong>a confianza <strong>en</strong> su lealtad, noobstante minar ya <strong>la</strong> Alianza por <strong>la</strong> intriga de los l<strong>la</strong>mados Def<strong>en</strong>sores de <strong>la</strong> Internacional, deque se hab<strong>la</strong>rá más ade<strong>la</strong>nte.50


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uEsa carta, reproducida <strong>en</strong> el folleto L’Alliance… (1873), págs. 135-137, confirmada por <strong>la</strong>indicación <strong>en</strong> el diario de Bakunin y pl<strong>en</strong>a de sus ideas y de su estilo, es perfectam<strong>en</strong>teauténtica y nos informa muy bi<strong>en</strong> sobre su actividad <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to. Cuando hab<strong>la</strong> <strong>en</strong> el<strong>la</strong> dealiados <strong>en</strong> otros países, se refiere a los amigos íntimos, los que difundían <strong>la</strong>s ideas de <strong>la</strong>Alianza y que estaban dispuestos a <strong>la</strong> cooperación solidaria con él y los antiautoritarios de losotros países. Marx, con su m<strong>en</strong>talidad de procurador, ha querido ver <strong>en</strong> eso <strong>la</strong> prueba escrita de<strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> Alianza secreta organizada; nosotros no vemos más que el testimonio dere<strong>la</strong>ciones libres, voluntarias <strong>en</strong>tre militantes, que exist<strong>en</strong> siempre y a <strong>la</strong>s cuales se asocia tantoese nombre como otro, hermano o aliado, etc.El 5 de abril de 1872, Locarno.Querido aliado y compañero: Habiéndome invitado nuestros amigos de Barcelona a escribirle, lohago con tanto más p<strong>la</strong>cer cuanto que yo, lo mismo que mis amigos, nuestros aliados 40 de <strong>la</strong>Federación jurasiana, somos el b<strong>la</strong>nco de <strong>la</strong>s calumnias del Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres, <strong>en</strong>España lo mismo que <strong>en</strong> los otros países. Es una cosa muy triste verdaderam<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> estostiempos de crisis terrible, <strong>en</strong> que se decide por muchas dec<strong>en</strong>as de años <strong>la</strong> suerte delproletariado de Europa <strong>en</strong>tera y <strong>en</strong> que todos los amigos del mismo, de <strong>la</strong> humanidad y de <strong>la</strong>justicia debieran unirse fraternalm<strong>en</strong>te para hacer fr<strong>en</strong>te al <strong>en</strong>emigo común, el mundo de losprivilegiados organizados <strong>en</strong> Estado, es muy triste, digo, que hombres que han prestado porotra parte grandes servicios a <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> el pasado, impulsados hoy por una ma<strong>la</strong>pasión autoritaria, se rebaj<strong>en</strong> hasta <strong>la</strong> m<strong>en</strong>tira y siembr<strong>en</strong> <strong>la</strong> división, <strong>en</strong> lugar de crear por todaspartes esa unión libre que es <strong>la</strong> única que puede crear <strong>la</strong> fuerza.Para darles una idea justa de <strong>la</strong>s t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias que perseguimos, no t<strong>en</strong>go más que una cosa quedecirles. Nuestra propaganda es <strong>la</strong> suya, <strong>la</strong> misma que han proc<strong>la</strong>mado <strong>en</strong> su congreso del añopasado y si permanec<strong>en</strong> fieles a el<strong>la</strong>, están con nosotros, por <strong>la</strong> simple razón de que nosotrosestamos con ustedes. Nosotros detestamos el principio de dictadura, de gubernam<strong>en</strong>talismo yde autoridad, como lo detestan ustedes; estamos conv<strong>en</strong>cidos de que todo poder político esuna fu<strong>en</strong>te de depravación infalible para los que gobiernan, y una causa de servidumbre paralos gobernados. Estado significa dominación, y <strong>la</strong> naturaleza humana está hecha de tal modoque toda dominación se traduce <strong>en</strong> explotación. Enemigos irreconciliables del Estado, <strong>en</strong> todassus manifestaciones, no queremos personificarlo <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Internacional. Consideramos<strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Londres y <strong>la</strong>s resoluciones que ha votado, como una intriga ambiciosa y comoun golpe de Estado, y es por eso que hemos protestado y que protestaremos hasta el fin. Notoco a <strong>la</strong>s cuestiones personales ¡ay! no ll<strong>en</strong>arán más que con exceso el próximo congresouniversal, si ese congreso ti<strong>en</strong>e lugar, de lo que dudo mucho por mi cu<strong>en</strong>ta, porque si <strong>la</strong>s cosascontinúan al mismo paso, pronto no habrá un solo punto <strong>en</strong> el contin<strong>en</strong>te de Europa <strong>en</strong> que losdelegados del proletariado puedan reunirse para discutir librem<strong>en</strong>te. Y ahora todos los ojosestán fijos <strong>en</strong> España y <strong>en</strong> el resultado de su congreso. 41 ¿Los <strong>en</strong>contraré <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a revolución o<strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a reacción? Todos nuestros amigos de Italia, de Francia y de Suiza esperan noticias desu país con una cruel ansiedad.Sab<strong>en</strong> sin duda que <strong>en</strong> Italia, <strong>en</strong> este último tiempo, <strong>la</strong> Internacional y nuestra querida Alianza 42han adquirido un gran desarrollo. Tanto el pueblo de los campos como de <strong>la</strong>s ciudades se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> una situación por completo revolucionaria, es decir, económicam<strong>en</strong>te40 Aquí <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra es puram<strong>en</strong>te descriptiva, aplicada a toda <strong>la</strong> Federación jurasiana.41 El congreso de Zaragoza, mediados de abril de 1872, <strong>en</strong> el cual fueron remitidas probablem<strong>en</strong>te estas cartas aMora y a Soriano, de Sevil<strong>la</strong>.42 Se trata de los jóv<strong>en</strong>es militantes que visitaban a Bakunin <strong>en</strong> Locarno o que correspondían con él y a qui<strong>en</strong>es puso<strong>en</strong> re<strong>la</strong>ción con otros militantes, agrupación libre que preparó <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> Federación italiana <strong>en</strong> agosto de1872.51


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>udesesperada, y <strong>la</strong>s masas comi<strong>en</strong>zan a organizarse de una manera muy seria, sus interesescomi<strong>en</strong>zan a convertirse <strong>en</strong> ideas. Hasta el pres<strong>en</strong>te, lo que había faltado a Italia no eran losinstintos, sino precisam<strong>en</strong>te <strong>la</strong> organización y <strong>la</strong> idea. La una y <strong>la</strong> otra se constituy<strong>en</strong>, de suerteque Italia, después de España, con España, es quizá el país más revolucionario <strong>en</strong> esta hora.Hay <strong>en</strong> Italia lo que falta <strong>en</strong> otros países: una juv<strong>en</strong>tud ardi<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>érgica, por completodesp<strong>la</strong>zada, 43 sin carrera, sin salida, y que, a pesar de su orig<strong>en</strong> burgués, no está moral eintelectualm<strong>en</strong>te agotada, como <strong>la</strong> juv<strong>en</strong>tud burguesa de los otros países. Hoy se <strong>la</strong>nza decabeza <strong>en</strong> el socialismo revolucionario, con todo nuestro programa, el programa de <strong>la</strong> Alianza.Mazzini, g<strong>en</strong>ial y poderosam<strong>en</strong>te antagónico, ha muerto, el partido mazziniano estácompletam<strong>en</strong>te desorganizado, y Garibaldi se deja arrastrar más y más por <strong>la</strong> juv<strong>en</strong>tud quelleva su nombre, pero que va o que corre infinitam<strong>en</strong>te más lejos que él. 44 He <strong>en</strong>viado a losamigos de Barcelona una dirección italiana; pronto les <strong>en</strong>viaré otras. Es muy necesario que losaliados de España se pongan <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones directas con los de Italia. ¿Reciban los periódicossocialistas? Les recomi<strong>en</strong>do, sobre todo, L’Eguaglianza, de Girg<strong>en</strong>ti, Sicilia, La Campana, deNápoles, Il Fascio Operario de Bolonia, Il Gazzettino Rosa, pero sobre todo Il Martello, de Milán,desgraciadam<strong>en</strong>te secuestrado y todos sus redactores presos.En Suiza le recomi<strong>en</strong>do dos aliados: James Guil<strong>la</strong>ume (Suiza, Neuchâtel 15, rue de <strong>la</strong> P<strong>la</strong>ced’Armes) y Adhémar Schwitzguèbel, grabador (miembro y secretario corresponsal del comité de<strong>la</strong> Federación jurasiana), Suiza, Jura Bernés, Sonvillier, Mr. Adhémar Schwitzguèbel, grabador.(Sigue <strong>la</strong> dirección de Bakunin)Alianza y FraternidadBakunin«Salude, le ruego, de mi parte al hermano Morago y ruéguele que me <strong>en</strong>vié su periódico». 45«¿Recibe el boletín de <strong>la</strong> Federación jurasiana?» 46«Le ruego que queme esta carta, porque conti<strong>en</strong>e nombres».Esta carta, que no conti<strong>en</strong>e <strong>la</strong> m<strong>en</strong>or confid<strong>en</strong>cia, ha sido pres<strong>en</strong>tada por los marxistas comoreve<strong>la</strong>ción docum<strong>en</strong>tal de <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> <strong>alianza</strong> secreta. Engels, a<strong>la</strong> escribir a Sorge el 26de julio de 1873 sobre su folleto tristem<strong>en</strong>te famoso, dice: «<strong>la</strong> cosa producirá el efecto de unabomba <strong>en</strong>tre los autonomistas, y si alguno ti<strong>en</strong>e que ser despedazado, Bakunin quedaráarchimuerto. Lafargue y yo lo hemos hecho <strong>en</strong> común, sólo <strong>la</strong> conclusión es de Marx y mía»…(Briefe… an F. A. Sorge… Stuttgart, 1906, pág. 116).El 22 de abril de 1876 Bakunin escribió el primer texto, bastante corto, de su carta a Lor<strong>en</strong>zo,ampliada después a <strong>la</strong>s dim<strong>en</strong>siones de un manuscrito, pero yo <strong>la</strong> pres<strong>en</strong>taré <strong>en</strong> su formaprimitiva (v. mi Bibliografía de Bakunin, pág. 589):Querido ciudadano:Este 24 de abril de 1872, Locarno.43 Sería preciso leer: dec<strong>la</strong>ssée.44 Bakunin acababa de escribir del 13 al 27 de marzo una <strong>la</strong>rga carta a Celso Cerreti sobre <strong>la</strong> situación después de <strong>la</strong>muerte de Mazzini.45 Se trata de El Cond<strong>en</strong>ado (Madrid), que apareció desde febrero de 1872.46 El Bulletin com<strong>en</strong>zó a aparecer el 15 de febrero, <strong>en</strong> edición autografiada, tirada <strong>en</strong> pequeño número de ejemp<strong>la</strong>res.52


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uNuestros amigos de Barcelona acaban de decirme 47 que después de su regreso de Londres, adonde asistió como delegado a <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de septiembre, al haberle preguntado esosamigos, usted le respondió: «Si Utin ha dicho <strong>la</strong> verdad <strong>en</strong> Londres, Bakunin es un miserable. Sino es verdad, Utin no es más que un calumniador». Déjeme expresarle mi asombro y mis<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, ciudadano, que si<strong>en</strong>do amigo de mi amigo Fanelli, que fue el primero que le hablóde mí, no ha creído deber dirigirle esas mismas pa<strong>la</strong>bras y pedirle explicaciones sobre mí,inmediatam<strong>en</strong>te después de su regreso de Londres. De esa manera yo habría t<strong>en</strong>idoconocimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s calumnias infames de que parece que he sido objeto <strong>en</strong> Londres y de <strong>la</strong>scuales hasta el pres<strong>en</strong>te no conozco aún el t<strong>en</strong>or, hace seis meses… Seis meses de calumniaspermanecidas sin respuesta, es inm<strong>en</strong>so…En fin, el mal está hecho y más vale tarde que nunca, como dice el proverbio. En <strong>la</strong>scircunstancias actuales pi<strong>en</strong>so que no puedo hacer nada mejor que dirigirme directam<strong>en</strong>te austed, por intermedio de nuestros comunes amigos. Aunque no tuve el p<strong>la</strong>cer de <strong>en</strong>contrarmecon usted, sé por nuestro amigo Fanelli que usted es un hombre leal, justo, consci<strong>en</strong>te ysincero. T<strong>en</strong>go, pues, el derecho a confiar que usted me responderá, con toda <strong>la</strong> franquezafraternal que t<strong>en</strong>go el derecho a esperar de usted, a <strong>la</strong>s preguntas sigui<strong>en</strong>tes:1. ¿Cuáles son <strong>la</strong>s acusaciones que el señor Utin ha <strong>la</strong>nzado contra mí y cuáles han sido lostérminos <strong>en</strong> que <strong>la</strong>s ha formu<strong>la</strong>do?2. ¿Ante quién <strong>la</strong>s ha formu<strong>la</strong>do, y el señor Utin ha sido mi solo acusador, calumniador, iba adecir?3. El ciudadano Marx y sus amigos, ¿no han t<strong>en</strong>ido una parte activa <strong>en</strong> esas calumnias?4. ¿Han sido formu<strong>la</strong>das <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a confer<strong>en</strong>cia o sólo <strong>en</strong> conversaciones marginales?5. ¿He sido yo el único acusado y calumniado, y no han <strong>la</strong>nzado <strong>la</strong>s mismas o bi<strong>en</strong> otrasacusaciones contra mis amigos James Guil<strong>la</strong>ume, Adhémar Schwitzguèbel, o bi<strong>en</strong> otrosmiembros de <strong>la</strong> Federación jurasiana, y cuáles han sido esas acusaciones?6. ¿Cómo han pres<strong>en</strong>tado Utin y Marx todo ese asunto de <strong>la</strong> disid<strong>en</strong>cia de los <strong>internacional</strong>esdel Jura y de Ginebra?7. H<strong>en</strong>ri Perret, delegado de Ginebra, ¿no ha quedado sin duda extraño a todas <strong>la</strong>s m<strong>en</strong>tirasde que se nos hizo objeto?8. ¿Cuáles han sido <strong>la</strong>s conclusiones y <strong>la</strong>s resoluciones de <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia con respecto a mí ya <strong>la</strong> Federación jurasiana?En una pa<strong>la</strong>bra, querido ciudadano, espero de usted toda <strong>la</strong> verdad y con todos los detallesposibles.T<strong>en</strong>go el derecho a preguntarle, como amigo de Fanelli y como aliado. Le ruego que no digauna so<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> su respuesta, porque <strong>la</strong> Alianza es un secreto que ninguno d<strong>en</strong>osotros podría descubrir sin cometer una traición.Le ruego que no me l<strong>la</strong>me aliado y que me hable como a un simple miembro de <strong>la</strong> Internacional,<strong>en</strong> esa respuesta que yo espero de usted, porque creo deber advertirse que me serviré de el<strong>la</strong>como base para acusar a mis calumniadores a mi vez. Es hora de poner fin a todas esas47 Alerini, carta recibida el 22 de abril.53


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>umiserables e infames intrigas que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> otro propósito que establecer <strong>la</strong> dictadura de <strong>la</strong>camaril<strong>la</strong> marxista sobre <strong>la</strong>s ruinas de <strong>la</strong> Internacional.Espero su respuesta. Alianza y Fraternidad.M. Bakunin.Esta carta fue proseguida los días 6, 7 y 10 de mayo para agrandar<strong>la</strong> a <strong>la</strong> categoría de unmanuscrito <strong>en</strong> el que <strong>la</strong>s dis<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre el Consejo g<strong>en</strong>eral y los antiautoritarios de Suizason discutidas ampliam<strong>en</strong>te y <strong>la</strong> carta ha debido ser <strong>en</strong>viada a Lor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong> esa forma. Espreciso recordar que hasta <strong>en</strong>tonces, aparte de <strong>la</strong>s resoluciones de <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia de Londres,nada se había publicado sobre esas cuestiones, sea por el Consejo g<strong>en</strong>eral, sea por Bakunin.Este último trató de buscar <strong>en</strong> el testimonio de Lor<strong>en</strong>zo un punto de apoyo para basar <strong>en</strong> él <strong>la</strong>refutación de los ataques insidiosos. Esta cuestión perdió su actualidad a fines de mayo,cuando fue conocida <strong>la</strong> Circu<strong>la</strong>r privada (impresa) del Consejo g<strong>en</strong>eral, Les pret<strong>en</strong>duesscissions… y mostró a qué nivel de odio int<strong>en</strong>so y rastrero había hecho desc<strong>en</strong>der Marx <strong>la</strong>discusión de <strong>la</strong> dis<strong>en</strong>sión. Entonces fueron discutidos otros medios de resist<strong>en</strong>cia, etc. Laprimera d<strong>en</strong>uncia de <strong>la</strong> Alianza españo<strong>la</strong> fue hecha por Lafargue <strong>en</strong> La Liberté (Bruse<strong>la</strong>s, 28 deabril y 5 de mayo de 1872), periódico cuya bu<strong>en</strong>a fe fue sorpr<strong>en</strong>dida. De eso se habló ya <strong>en</strong> <strong>la</strong>carta definitiva a Lor<strong>en</strong>zo (10 de mayo).Lor<strong>en</strong>zo no recibió esa carta hasta el 15 de agosto, <strong>en</strong> Vitoria 48 y respondió el 24 de unamanera más fría. Careci<strong>en</strong>do de docum<strong>en</strong>tos «no puedo precisar ninguna de <strong>la</strong>s acusacionesque les dirigió Utin… Lo que oí sobre ti fue <strong>en</strong> <strong>la</strong>s sesiones oficiales de <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia, consta<strong>en</strong> actas, <strong>la</strong>s cuales pued<strong>en</strong> pedirse <strong>en</strong> el próximo congreso de La Haya y <strong>en</strong> el<strong>la</strong>s se verá loque deseas sin necesidad de que yo acuse a nadie de lo que, con razón o sin el<strong>la</strong>, pues nadame consta, pude decir contra ti o contra otros, evitándome de este modo repres<strong>en</strong>tar el papel dede<strong>la</strong>tor, que si hubiera razón para hacerlo, no habría hecho y m<strong>en</strong>os para dar conocimi<strong>en</strong>to atodos los que calificas tan duram<strong>en</strong>te <strong>en</strong> tu carta»…Cuando James Guil<strong>la</strong>ume comunicó a Lor<strong>en</strong>zo esos extractos de su carta y otros sacados de mibiografía de Bakunin (pág. 590 y nota 2717), le escribió (30 de <strong>en</strong>ero de 1905);… «me hacausado p<strong>en</strong>a su lectura porque, impresionado por <strong>la</strong>s circunstancias especiales <strong>en</strong> que mehal<strong>la</strong>ba, escribí con cierta dureza, que dista mucho de <strong>la</strong> admiración y respeto que me inspirósiempre Bakunin, y que procuré expresar <strong>en</strong> una biografía suya que escribí y publiqué <strong>en</strong> <strong>la</strong>Revista B<strong>la</strong>nca, tomo I (1899). Dimisionario del Consejo federal de Val<strong>en</strong>cia, víctima de <strong>la</strong>s<strong>en</strong>emistades y de los odios que produc<strong>en</strong> <strong>la</strong>s disid<strong>en</strong>cias, yo, que he huido siempre de esasluchas personales, <strong>en</strong>amorado de <strong>la</strong>s ideas e incapaz de poner fr<strong>en</strong>te a el<strong>la</strong>s mis pasiones omis g<strong>en</strong>ialidades, como me parecía que hacían muchos y viéndome por ello ais<strong>la</strong>do y triste,escribí <strong>en</strong> aquel tono, que hoy reconozco injusto». Reconoció que Bakunin t<strong>en</strong>ía razón alrecordarle a F<strong>en</strong>elli y se excusa de «que por mi repugnancia a mezc<strong>la</strong>rme <strong>en</strong> <strong>la</strong>s luchaspersonales no di publicidad a mis dudas causadas por <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de Utin, y luego que <strong>la</strong>dirección de Fanelli me era desconocida»… Véase también El Proletario Militante, I, página322-23.48 Según El Proletariado Militante, II, páginas 118-119. Lor<strong>en</strong>zo recibió esa carta de manos de Alerini, ya <strong>en</strong> viajepara La Haya, que <strong>en</strong>contró a Lor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong> Vitoria y fue con él a Bilbao, donde se embarcó para Ho<strong>la</strong>nda. Habríaquerido que Lor<strong>en</strong>zo «hiciera algún acto <strong>en</strong> pro de los aliancistas y de c<strong>en</strong>sura contra los de La Emancipación».Lor<strong>en</strong>zo rehusó seguir a Alerini, a qui<strong>en</strong> describe como un apasionado impulsivo e impaci<strong>en</strong>te. El mismo seconsideraba como «algo más que marxista o <strong>bakunin</strong>ista», «como un verdadero <strong>internacional</strong>»… y com<strong>en</strong>zó <strong>en</strong>Vitoria y <strong>en</strong> Bilbao una propaganda pura y simple de <strong>la</strong>s ideas socialistas anarquistas <strong>en</strong> un ambi<strong>en</strong>te de unproletariado nuevo y fresco, que abrazaba francam<strong>en</strong>te esas ideas.54


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uEl Gobierno español, a partir de fines de octubre de 1871, am<strong>en</strong>azó <strong>la</strong> Internacional con <strong>la</strong>spersecuciones; <strong>la</strong> famosa circu<strong>la</strong>r del 9 de noviembre excita a <strong>la</strong>s pot<strong>en</strong>cias europeas contra <strong>la</strong>sociedad. El folleto de Londres (1873), página 34, cita de esa época una circu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> secciónde <strong>la</strong> Alianza de Sevil<strong>la</strong>, 25 de octubre: «si se nos pone fuera de <strong>la</strong> ley, sería útil dar a <strong>la</strong>Internacional una forma exterior que pudiera ser admitida por el Gobierno y que los consejoslocales fueran como los muchos secretos que, influ<strong>en</strong>ciados por <strong>la</strong> Alianza, imprimirían a <strong>la</strong>ssecciones una marcha completam<strong>en</strong>te revolucionaria». Tal fue <strong>la</strong> idea de los verdaderosaliancistas para hacerle fr<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> tempestad: sacrificio de <strong>la</strong>s formas exteriores y consolidacióny afirmación del carácter revolucionario.El Consejo federal opuso a los debates de <strong>la</strong>s Cortes sobre <strong>la</strong> Internacional y a su puesta fuerade <strong>la</strong> ley por Sagasta el 17 de <strong>en</strong>ero de 1872 una débil protesta (17 de octubre de 1871, El Prol.Milit., I, págs. 337-342) y un Manifiesto (31 de <strong>en</strong>ero; íd., págs. 343-352), pero esos hombres not<strong>en</strong>ían más apego a <strong>la</strong>s ideas anarquistas. Es curioso notar que <strong>en</strong> el informe de <strong>la</strong> sección delConsejo g<strong>en</strong>eral del 19 de diciembre (Eastern Post, Londres, 23 de diciembre de 1871) se lee:«Es leída una carta de España: fue celebrado <strong>en</strong> Madrid un congreso de delegados de todas <strong>la</strong>ssecciones de <strong>la</strong> sociedad, <strong>en</strong> el cual fueron adoptadas todas <strong>la</strong>s resoluciones de <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>ciade Londres. Se decidió también que los miembros españoles no se abst<strong>en</strong>drían más tiempo de<strong>la</strong> política, sino que se formaría un partido nuevo, un partido obrero («a Labour party»), quesería distinto de todos los partidos exist<strong>en</strong>tes».Todo eso es pura inv<strong>en</strong>ción y fue dec<strong>la</strong>rado un error <strong>en</strong> <strong>la</strong> sesión del 26 de diciembre (EasternPost, 30 dic.), donde Engels «corrigió un error» (correted a mistake): «La rama españo<strong>la</strong> no hacelebrado una confer<strong>en</strong>cia como ha dicho el informe. Había anunciado que habían aparecidodec<strong>la</strong>raciones <strong>en</strong> La Emancipación, el órgano oficial del Consejo federal español, y habían sidoreproducidas y seguidas de <strong>la</strong> adhesión por los otros órganos de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España, loque probaba que <strong>la</strong> sección españo<strong>la</strong> aprobó completam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s resoluciones de <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>ciade Londres y resolvió obrar conforme a <strong>la</strong> resolución sobre <strong>la</strong> Unión de <strong>la</strong> acción política ysocial» (resolución IX. La acción política de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera). Se compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> los erroresnegativos de toda especie que destruy<strong>en</strong> <strong>la</strong> exactitud de una constatación, pero no secompr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> los errores («mistakes») creadores que crean de <strong>la</strong> nada «a congress ofdelegates» y de nada aún <strong>la</strong> formación de «a Lobour party»; sin embargo, ese informe delConsejo g<strong>en</strong>eral realiza ese mi<strong>la</strong>gro.En ese ambi<strong>en</strong>te, el Consejo federal, como lo confiesa sin empacho el folleto de 1873,«compr<strong>en</strong>dió que había urg<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> desembarazarse de <strong>la</strong> Alianza. Las persecuciones delGobierno dieron el pretexto [muy bi<strong>en</strong> dicho]. Para proveer <strong>en</strong> caso de que se disolviera <strong>la</strong>Internacional, propuso formar grupos secretos de «Def<strong>en</strong>sores de <strong>la</strong> Internacional», <strong>en</strong> loscuales debían fundirse ins<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te <strong>la</strong>s secciones de <strong>la</strong> Alianza. La introducción d<strong>en</strong>umerosos miembros debía modificar fatalm<strong>en</strong>te su carácter, y debían desaparecerdefinitivam<strong>en</strong>te con esos grupos, el día <strong>en</strong> que cesara <strong>la</strong> persecución. Pero <strong>la</strong> Alianza,adivinando el fin oculto de ese p<strong>la</strong>n, lo hizo fracasar»…Sobre el viaje de Mora y de Lor<strong>en</strong>zo con ese fin, <strong>la</strong> Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 4, cu<strong>en</strong>ta: «elviaje… t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do por objeto principal el constituir una sociedad secreta a que dieron el nombrede Def<strong>en</strong>sores de <strong>la</strong> Internacional, por medio de <strong>la</strong> que se proponían influir <strong>en</strong> <strong>la</strong> región, si<strong>en</strong>docomité c<strong>en</strong>tral de <strong>la</strong> misma, cuyo propósito manifestaron, alegando como razón: que para darmás unidad de acción y rapidez a <strong>la</strong> marcha g<strong>en</strong>eral, conv<strong>en</strong>ía que el Consejo federal, que loeran ellos, fuera el comité c<strong>en</strong>tral de los Def<strong>en</strong>sores. Agréguese a esta pret<strong>en</strong>sión el cuidadoque tuvieron, compr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do que <strong>la</strong> Alianza había siempre contrariado toda marcha bastarda oreaccionaria, para asegurarse su dominio, proponiéndose considerar<strong>la</strong>, <strong>en</strong> cuanto se refiere alos grupos de def<strong>en</strong>sores, como uno de tantos, con lo cual quedaban ellos dueños de <strong>la</strong>Alianza; pues si<strong>en</strong>do fácil el constituir más grupos de Def<strong>en</strong>sores que grupos de aliancistasexistían, y prometiéndose ellos el poder manejarlos si<strong>en</strong>do su comité c<strong>en</strong>tral, c<strong>la</strong>ro que55


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uquedando <strong>en</strong> minoría <strong>la</strong> Alianza, era absorbida por los grupos, y, por tanto, bajo el dominio deellos».Esto hubiera sido una repetición de <strong>la</strong> maniobra de Val<strong>en</strong>cia que les había procurado <strong>la</strong> mayoría<strong>en</strong> <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> Madrid, <strong>en</strong> <strong>la</strong> cual invitaron a Morago a <strong>en</strong>trar de nuevo (pero <strong>en</strong>vano), para poder dirigirlo mediante su mayoría (Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 4).Lor<strong>en</strong>zo escribe <strong>en</strong> 1901: «En previsión… de <strong>la</strong> persecución o de t<strong>en</strong>tativas revolucionarias porparte de los republicanos, formuló el Consejo un p<strong>la</strong>n de organización c<strong>la</strong>ndestina que podríareemp<strong>la</strong>zar a <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> caso de que esta asociación fuera viol<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te disuelta, yque sirviera además para impulsar un movimi<strong>en</strong>to revolucionario si los republicanos sedeterminaran a iniciarlo».«En cada localidad donde existieran secciones de oficios y federación local se crearía un grupod<strong>en</strong>ominado de Def<strong>en</strong>sores de <strong>la</strong> Internacional, que corresponderían <strong>en</strong>tre sí y con el Consejoc<strong>en</strong>tral. Por su carácter de secreto los grupos constarían de poco número de individuos deconvicción firme y carácter <strong>en</strong>érgico, que procurarían, por todos los medios y según <strong>la</strong>scircunstancias locales, de ext<strong>en</strong>der su acción y su influ<strong>en</strong>cia a todos los trabajadores,transmiti<strong>en</strong>do noticias, organizando suscripciones, dec<strong>la</strong>rando huelgas y fom<strong>en</strong>tando <strong>la</strong>propaganda. En el caso de una insurrección, los grupos procurarían tomar <strong>la</strong> iniciativa <strong>en</strong> <strong>la</strong>constitución de juntas revolucionarias, con exclusión, a ser posible, de todo elem<strong>en</strong>toburgués»… (I, págs. 427-8).Con ese fin fueron hechos dos viajes de propaganda por F. Mora <strong>en</strong> <strong>la</strong> comarca del este(Cataluña y Baleares) y por Lor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong> <strong>la</strong> comarca del sur; éste visitó <strong>la</strong>s federaciones deSevil<strong>la</strong>, Carmona, Utrera, Jerez, Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Má<strong>la</strong>ga, Loja, Granada yLinares. En Sevil<strong>la</strong> <strong>en</strong>contró a Soriano, Mingorance, Marse<strong>la</strong>u, Miguel Rubio; el grupo de <strong>la</strong>Alianza se reunió <strong>en</strong> <strong>la</strong> celda de <strong>la</strong> prisión donde Marse<strong>la</strong>u fue det<strong>en</strong>ido por delito de pr<strong>en</strong>sa.M<strong>en</strong>ciona aún <strong>en</strong> Jerez a Pedro Vázquez, <strong>en</strong> Cádiz a Fermín Salvochea, cerca de Cádiz aAlbarrán; «admirable grupo de <strong>la</strong> Alianza era el de Má<strong>la</strong>ga. Ilustración, bu<strong>en</strong> juicio y mucho<strong>en</strong>tusiasmo eran <strong>la</strong> característica de aquellos jóv<strong>en</strong>es de qui<strong>en</strong>es recuerdo Deomarco, Aquilino,Ojeda y, sobre todos [Miguel] Pino». Mora y Lor<strong>en</strong>zo volvieron a Madrid; esos viajes han t<strong>en</strong>idolugar <strong>en</strong> febrero y marzo de 1872.Para explicar <strong>la</strong> situación a Guil<strong>la</strong>ume, Lor<strong>en</strong>zo le escribe el 28 de diciembre de 1905: «norecuerdo bi<strong>en</strong> de quién fue <strong>la</strong> iniciativa de <strong>la</strong> creación de los grupos de Def<strong>en</strong>sores», pero sabeque <strong>la</strong> proposición «se adoptó unánimem<strong>en</strong>te por el Consejo y con satisfacción, p<strong>en</strong>sando queera una medida oportunísima y eficaz para el caso que <strong>en</strong>tonces se juzgaba posible de unainsurrección republicana… <strong>la</strong> creación de esos grupos fue vista con simpatía por los<strong>internacional</strong>istas activos intelig<strong>en</strong>tes, y a lo m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> Andalucía los mismos grupos de <strong>la</strong>Alianza se convirtieron <strong>en</strong> tales grupos o <strong>en</strong> miembros fundadores. Recuerdo sobre esto quehallándose presos Marse<strong>la</strong>u y Soriano, celebró sesión <strong>en</strong> <strong>la</strong> cárcel <strong>en</strong> <strong>la</strong> celda de prefer<strong>en</strong>ciaque ocupaba el preso, a <strong>la</strong> hora de <strong>la</strong> comunicación, donde expuso el p<strong>la</strong>n de los grupos y fueaceptado, y no sólo esto, sino que me dieron refer<strong>en</strong>cias y direcciones para otras pob<strong>la</strong>cionesandaluzas. Los aliancistas de Cádiz y de Má<strong>la</strong>ga también apoyaron <strong>la</strong> idea…, creo que sifracasaron los grupos def<strong>en</strong>sores fue porque no hubo el movimi<strong>en</strong>to insurreccional que seesperaba; de haber habido, creo que <strong>en</strong> Andalucía hubiera ocurrido algo serio inspirado poraquellos grupos».Lor<strong>en</strong>zo, siempre indulg<strong>en</strong>te, observa aún <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral; «creo que hizo mal La Emancipacióndescubri<strong>en</strong>do <strong>la</strong> Alianza [véase más ade<strong>la</strong>nte], lo mismo que Mora <strong>en</strong>tregando a Lafargue <strong>la</strong>carta de Bakunin, acto este último que desconocía yo. Pero aunque c<strong>en</strong>surándolo mucho, lodisculpo <strong>en</strong> parte, recordando <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se de guerra, que se hacían aquellos disid<strong>en</strong>tesapasionados que llegaban a odiarse de muerte, lo mismo los de un bando que los del otro».56


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uMe parece que <strong>en</strong> esas luchas había por una parte hombres determinados a hacerse de <strong>la</strong>Internacional un trampolín para su carrera política como obreristas, partido obrero, y de <strong>la</strong> otralos hombres de <strong>la</strong> Alianza, revolucionarios antipolíticos honestos, pero que no estuvieron unidos<strong>en</strong> su técnica, difer<strong>en</strong>ciación por completo natural y que muestra <strong>la</strong> autonomía de los grupos eindividuos, pero que <strong>en</strong> esa época crítica no les permitió una fuerte acción unida. O bi<strong>en</strong> les eranecesario algún tiempo para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse <strong>en</strong>tre sí y asociarse o t<strong>en</strong>ían necesidad de un procesode depuración, de eliminación simple de los elem<strong>en</strong>tos de valor precario; <strong>en</strong> una pa<strong>la</strong>bra, hubo<strong>en</strong> abril de 1872 una crisis <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza, cuyos detalles nos son desconocidos. Losacontecimi<strong>en</strong>tos de <strong>la</strong> Internacional de Madrid durante esos meses son bastante conocidos(véase más ade<strong>la</strong>nte), pero que <strong>en</strong> Barcelona <strong>en</strong> lugar de int<strong>en</strong>sificar <strong>la</strong> Alianza, se hayadisuelto el grupo local, eso permanece oscuro para mí.La Alianza de Barcelona, el grupo local por consigui<strong>en</strong>te, «se disolvió de hecho antes de <strong>la</strong>celebración del congreso de Zaragoza, y… lo efectuó con toda formalidad a <strong>la</strong> semana sigui<strong>en</strong>tede su celebración» (dec<strong>la</strong>ración de los miembros, 1 de agosto de 1871; Cuestión de <strong>la</strong> Alianza,pág. 1).De los 42 delegados del congreso de Zaragoza nueve eran de <strong>la</strong> Alianza («por lo m<strong>en</strong>os doce»,dice el folleto de Engels, pág. 35; nueve, Cuestión…); fueron Gabriel Albagés, José Pamias(Barcelona), Fr. Martínez, Po Montoro (Val<strong>en</strong>cia), T. Soriano, Enrique Muñoz (Sevil<strong>la</strong>), MiguelPino (Má<strong>la</strong>ga), F. Tomás (Palma), T. G. Morago (Madrid). Se hal<strong>la</strong>ban, además, los siete delConsejo federal: Mora, Mesa, Pagés, Calleja, Pauly, Iglesias y Lor<strong>en</strong>zo. Estos, según LaEmancipación, 17 de agosto de 1872, deseaban proponer <strong>la</strong> disolución de <strong>la</strong> Alianza y dic<strong>en</strong>que su proposición de decidir al respecto <strong>en</strong> una sesión fue rechazada por los demás, quehabrían reconocido individualm<strong>en</strong>te <strong>la</strong> necesidad de disolución. Eso quiere decir, según pi<strong>en</strong>so,que no querían t<strong>en</strong>er nada que ver con los siete.Pero Alerini, Marse<strong>la</strong>u, Farga Pellicer y Morago han dec<strong>la</strong>rado más tarde (Neuchâtel, 18 deseptiembre, véase Bulletin jurasiano, 15 de octubre) que no cesaron de constituir parte de <strong>la</strong>Alianza más que cuando, por razones extrañas a su principio, ha sido disuelta <strong>en</strong> abril último; <strong>en</strong>el Congreso de La Haya, 3 de septiembre, según <strong>la</strong>s notas manuscritas de Joukowski, Marse<strong>la</strong>udijo que <strong>en</strong> el Congreso de Zaragoza (4-11 de abril) los miembros resolvieron disolver <strong>la</strong>Alianza, porque de una parte <strong>la</strong>s federaciones locales estaban ya sólidam<strong>en</strong>te fundadas y, porotra, porque a causa del cambio del régim<strong>en</strong> político <strong>la</strong> Internacional podía obrar <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o día.Esas razones están lejos de ser completas, según pi<strong>en</strong>so, pero no puedo <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> esosministerios, de los cuales una gran parte han sido bi<strong>en</strong> conservados a pesar de todas <strong>la</strong>spolémicas públicas.No t<strong>en</strong>go <strong>la</strong>s actas impresas del Congreso de Zaragoza, pero de varios extractos <strong>en</strong> el folleto deLafargue (A los Int., págs. 10-14) se deduce que <strong>la</strong>s opiniones de los aliancistas sobre <strong>la</strong>smodificaciones a introducir <strong>en</strong> <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong>, estaban lejos de serunidas; había un matiz avanzado, Morago, Soriano y P. Castro; un matiz moderado, FranciscoTomás (Palma), G. Albagés (Barcelona). Una proposición <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de no cambiar <strong>la</strong>organización pres<strong>en</strong>te, redactada por Tomás, fue suscrita por Montoro, Martínez, como porLor<strong>en</strong>zo y Lafargue mismo: un fracaso para Morago, Castro, Soriano y Pino. Por tanto, hubodos corri<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza misma, siempre, presumo, <strong>la</strong> corri<strong>en</strong>te más organizadora eindustrialista de Barcelona y <strong>la</strong> corri<strong>en</strong>te más autonomista y más vehem<strong>en</strong>te de Andalucía y deMadrid. Quizá eso contribuyó a su disolución voluntaria.El Congreso de Zaragoza, no t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do tiempo de discutir <strong>la</strong> organización g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong>Internacional, expresó su concurso a <strong>la</strong> resolución tomada <strong>en</strong> <strong>la</strong> Navidad de 1871 por <strong>la</strong>Federación belga (<strong>la</strong> redacción de un proyecto de nuevos Estatutos y su discusión por <strong>la</strong>ssecciones) -véase Lor<strong>en</strong>zo, El Proletariado Militante, II, págs. 19-21-, lo que quería decir <strong>la</strong>adhesión completa a <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong>s federaciones antiautoritarias repudiando <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de57


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uLondres de los marxistas. Al mismo tiempo recom<strong>en</strong>dó a <strong>la</strong>s secciones españo<strong>la</strong>s «<strong>la</strong>organización social adoptada <strong>en</strong> <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Val<strong>en</strong>cia».CAPÍTULO NOVENODISOLUCIÓN OFICIAL DE LA ALIANZA ESPAÑOLABakunin, que <strong>en</strong> <strong>la</strong> semana misma del Congreso de Zaragoza se ocupaba de organizar <strong>la</strong>correspond<strong>en</strong>cia cifrada con Alerini (Barcelona), 5-7 de abril, 1870, y que sin p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> unpeligro para <strong>la</strong> Alianza escribe <strong>la</strong> carta a Mora, considerado como camarada íntimo, queconocemos, no recibió carta de España hasta el 22 (carta de Alerini). Anota el 27: escrito a losaliados de España.¿Ha <strong>en</strong>viado esa carta? En todo caso, había <strong>en</strong>tre sus manuscritos <strong>la</strong> segunda hoja de unacarta de escritura muy rápida, una copia quizá, que parece ser una parte de esa carta donde,ante todo, había expuesto el fin de <strong>la</strong> Alianza, terminando:«… es, <strong>en</strong> efecto, una religión, <strong>la</strong> religión de <strong>la</strong> humanidad».«Tal es, pues, el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, el fin y <strong>la</strong> constitución de <strong>la</strong> Alianza. Es una sociedad dehermanos, solidarios hasta <strong>la</strong> muerte y que no ti<strong>en</strong>e otro fin que hacer triunfar nuestraresolución. Debemos ser muy indulg<strong>en</strong>tes, y al mismo tiempo muy sinceros y siempreverdaderos los unos con respecto a los otros. Ninguno de nosotros es perfecto y no puede t<strong>en</strong>er<strong>la</strong> ridícu<strong>la</strong> pret<strong>en</strong>sión de serlo. Estamos ll<strong>en</strong>os de defectos, de debilidades, ¡ay!, a m<strong>en</strong>udo,demasiado a m<strong>en</strong>udo, de tonterías. Todo eso no es nada, si permanecemos fieles unos a otros<strong>en</strong> nuestro programa, y si t<strong>en</strong>emos el bu<strong>en</strong> hábito de completarnos mutuam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestrop<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> nuestra acción común».«¿Es así como están organizados? Parece que no, puesto que les ha sido posible disolverlos ysepararlos. 49 La verdadera Alianza es indisoluble. ¡Hermanos! y ¿qué mom<strong>en</strong>to han elegidopara separarlos? Aquel <strong>en</strong> que <strong>la</strong> cuestión de vida o muerte se hal<strong>la</strong> p<strong>la</strong>nteada para elproletariado de Europa. ¿No es una traición contra <strong>la</strong> revolución?»«La revolución susurra <strong>en</strong> España y <strong>en</strong> <strong>la</strong> víspera de <strong>la</strong> gran lucha, ¿les han separado? ¿Y porqué razones? No por razones de principio, sino para satisfacer ambiciones y vanidadespersonales 50 ».«Pero, por poco numerosos que sean, serán fuertes, no por nosotros mismos, sino para eltriunfo de <strong>la</strong> revolución. Separados, les dejaran arrastrar como ruinas, sin voluntad y sin fuerza,a remolque de todos los acontecimi<strong>en</strong>tos. Porque, recuerd<strong>en</strong> bi<strong>en</strong>, el tiempo de los triunfosindividuales ha pasado, nuestro tiempo es el de <strong>la</strong>s grandes colectividades popu<strong>la</strong>res que noarrastran todo y ahogan <strong>la</strong>s individualidades por poderosas que se imagin<strong>en</strong> y que sean».49 Se podía creer siempre que <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones públicas hechas sobre <strong>la</strong> disolución eran hechas <strong>en</strong> el interés de <strong>la</strong>causa, para proteger el grupo secreto contra sus <strong>en</strong>emigos; pero aquí está <strong>la</strong> prueba manuscrita de que <strong>la</strong> disoluciónfue un hecho real, confiado a Bakunin directam<strong>en</strong>te.50 Esta crítica, pues, <strong>la</strong>s razones dadas a Bakunin por Alerini.58


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u«En nombre de todos sus hermanos, <strong>en</strong> nombre de <strong>la</strong> revolución social, <strong>en</strong> nombre de nuestrareligión, de nuestra pasión, <strong>en</strong> nombre de ustedes mismos, de su honor, de su conci<strong>en</strong>cia, desu deber, conjuro a aquellos de ustedes que se han m<strong>en</strong>tido a sí mismos y a los demás, al pedir<strong>en</strong>trada como hermanos <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza, a reconstituir <strong>la</strong> Alianza verdadera <strong>en</strong>tre ustedes,olvidando, perdonándose mutuam<strong>en</strong>te todos sus agravios y todas sus faltas pasadas, yahogando todas sus pequeñas pasiones individuales <strong>en</strong> <strong>la</strong> gran pasión revolucionaria, <strong>en</strong> sup<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y <strong>en</strong> su acción colectiva».«Miguel BakuninMiembro fundador de <strong>la</strong> Alianza»Tan sólo el 17 de mayo anota Bakunin: «escrito y <strong>en</strong>viado carta <strong>en</strong>cargada inm<strong>en</strong>sa a Spichiger<strong>en</strong> Locle, cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do cuatro cartas, unas a James, una a Ozeroff y <strong>la</strong>s cartas de Alerini, deEliseo Reclus a mí y de Buurmans a Reclus»; el 18: «<strong>en</strong>viado carta a James, cont<strong>en</strong>i<strong>en</strong>docartas a S<strong>en</strong>tiñón y a Pellicer Farga» y comi<strong>en</strong>za una gran carta a Morago (18, 19 de mayo, 2-5,7 de junio; expedida el 8 por Alerini). Durante ese tiempo no hubo ninguna carta de España -porque <strong>la</strong> de Alerini m<strong>en</strong>cionada el 17 de mayo es probablem<strong>en</strong>te <strong>la</strong> del 22 de abril- hasta el 28de mayo, cuando recibe <strong>la</strong> «bel<strong>la</strong> y <strong>la</strong>rga carta de Alerini».Esta carta a Morago es desconocida <strong>en</strong> su forma definitiva, que ha debido ser basada sobre loque su autor supo <strong>en</strong> fin por <strong>la</strong> «bel<strong>la</strong> y <strong>la</strong>rga carta de Alerini» recibida el 28 de mayo. No existemás que un fragm<strong>en</strong>to de seis páginas:A Paulo.Este, 21 de mayo de 1872, Locarno.Querido hermano: T<strong>en</strong>go el derecho a l<strong>la</strong>marle con este nombre, primeram<strong>en</strong>te como uno delos más antiguos hermanos fundadores de <strong>la</strong> Alianza, y luego como el amigo más íntimo, elverdadero hermano de aquél a qui<strong>en</strong> l<strong>la</strong>mamos Chistopher [Fanelli] y que, <strong>en</strong>viado por nosotros,ha ido a fines de octubre de 1868 de Ginebra a España y ha sido, <strong>en</strong> realidad, el primerfundador tanto de <strong>la</strong> Internacional como de <strong>la</strong> Alianza, primero <strong>en</strong> Madrid, más tarde <strong>en</strong>Barcelona…Es imposible reproducir aquí esta carta y los otros fragm<strong>en</strong>tos bastante ext<strong>en</strong>sos. Todo esopodrá ser publicado <strong>en</strong> uno de los volúm<strong>en</strong>es subsigui<strong>en</strong>tes de esta publicación y seríadeseable que mi<strong>en</strong>tras tanto se <strong>en</strong>contraran otros docum<strong>en</strong>tos, sea de lo que Bakunin escribióa España, sea docum<strong>en</strong>tos de los camaradas de <strong>la</strong> Alianza, y que pudieran ser publicados ycom<strong>en</strong>tados también.Morago es repres<strong>en</strong>tado por los marxistas como el archiconspirador <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza con Bakunin;éste, sin embargo, no t<strong>en</strong>ía ninguna re<strong>la</strong>ción con él, de lo contrario no habría podido escribiraquí:… «En fin, si t<strong>en</strong>go necesidad de una recom<strong>en</strong>dación ante usted, t<strong>en</strong>go <strong>la</strong> seguridad deque los amigos que le <strong>en</strong>viarán esta carta y <strong>en</strong> los cuales usted debe t<strong>en</strong>er fe, no me rehusarán<strong>la</strong> suya. Voy, pues, a hab<strong>la</strong>rle con toda confianza y toda <strong>la</strong> autoridad de un hermano».El asunto de <strong>la</strong> carta está indicado por <strong>la</strong>s sigui<strong>en</strong>tes líneas:«Una noticia muy triste nos ha llegado: <strong>la</strong> Alianza de Madrid, como <strong>la</strong> de Barcelona, se disuelve,y <strong>en</strong> parte está ya disuelta. Nosotros consideraremos esa disolución como una gran desgracia,desde el punto de vista de <strong>la</strong> solidaridad revolucionaria de todos los países, y los que han sido59


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>u<strong>la</strong> causa de esa disolución y del descubrimi<strong>en</strong>to de los secretos de <strong>la</strong> Alianza, de su exist<strong>en</strong>ciamisma que debe permanecer secreta e invisible siempre y que ninguno de nosotros podríatraicionar sin deshonrarnos y sin vio<strong>la</strong>r el más supremo deber que nos hemos comprometidomutuam<strong>en</strong>te a observar, son grandes culpables…»Exhorta, <strong>en</strong> términos conmovidos, a «reconstituir <strong>la</strong> Alianza» y observa: «bajo este aspecto, <strong>la</strong>disolución que ha t<strong>en</strong>ido lugar <strong>en</strong> algunos c<strong>en</strong>tros de España puede ser considerada <strong>en</strong> ciertomodo feliz, puesto que permite reconstruir <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong>tre ustedes sobre bases nuevas, muchomás serias que antes. Puesto que sus grupos han podido disolverse, eso es una prueba de quehan sido reclutados ligeram<strong>en</strong>te y mal compuestos»… y propone adoptar, según <strong>la</strong> práctica deotros países, que no se reciban miembros nuevos más que por unanimidad, nunca sólo pormayoría de votos. Da muchos otros consejos, <strong>en</strong>tre otros este: «En cuanto a los ambiciosos yvanidosos, hay qui<strong>en</strong>es pued<strong>en</strong> prestarnos grandes servicios y es preciso utilizarlos. Pero,¿sab<strong>en</strong> cómo? Ejerci<strong>en</strong>do sobre ellos <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia querida por tal o cual de nuestros hermanosque haya recibido <strong>la</strong> misión especial de ocuparse de ellos, de formar <strong>en</strong> caso de necesidad conellos alguna organización, sea pública, sea secreta, organización que dirigirán <strong>en</strong> realidad,subordinándo<strong>la</strong> de hecho a <strong>la</strong> Alianza, pero de <strong>la</strong> cual apar<strong>en</strong>tarán desempeñar un papelsubordinado bajo <strong>la</strong> dirección de los vanidosos y ambiciosos, cosa excesivam<strong>en</strong>te difícil»… yaplicable sólo <strong>en</strong> los casos más raros.Otro fragm<strong>en</strong>to (págs. 5-8) comi<strong>en</strong>za por un pasaje, parecido a <strong>la</strong>s últimas líneas de <strong>la</strong> cartainterrumpida, pero es otro texto, porque emplea <strong>la</strong>s cifras. Y para <strong>la</strong> Alianza, 1896 para España,etcétera. Insiste sobre <strong>la</strong> «falta de organización» cometida por Fanelli «de <strong>la</strong> cual s<strong>en</strong>tías ahoralos efectos. Ha confundido <strong>la</strong> Internacional con <strong>la</strong> Alianza y por eso mismo ha provocado a losamigos de 3521 [de Madrid] a fundar <strong>la</strong> Internacional con el programa de <strong>la</strong> Alianza. A primeravista eso ha podido parecer un gran triunfo; <strong>en</strong> realidad, eso se convierte <strong>en</strong> una causa deconfusión y de ma<strong>la</strong> organización para una como para otra»…El fragm<strong>en</strong>to mayor, 18 páginas, es titu<strong>la</strong>do:«A los hermanos de <strong>la</strong> A. <strong>en</strong> España»«Hermanos: Soy un antiguo e íntimo amigo, puedo decir hermano de Christopher [Fanelli], e<strong>la</strong>migo y el hermano de qui<strong>en</strong> ciertam<strong>en</strong>te muchos de ustedes no han perdido el recuerdo. Conél he sido uno de los primeros fundadores de <strong>la</strong> A. Y es con este doble título que me dirijo austedes, hermanos de <strong>la</strong> A».«Las disid<strong>en</strong>cias desgraciadas producidas por <strong>la</strong> lucha de amor propio <strong>en</strong>tre los hermanos queparec<strong>en</strong> haber sacrificado nuestra gran finalidad, el triunfo de <strong>la</strong> revolución universal y social, alde sus vanidades y de sus ambiciones personales, han t<strong>en</strong>ido por último resultado <strong>la</strong> disoluciónde <strong>la</strong> A. madrileña».«No me erijo <strong>en</strong> juez de nadie, pero <strong>en</strong> nombre de nuestros principios, tanto como <strong>en</strong> el detodos nuestros hermanos, debo decir que los han contribuido a esa disolución, los que handescubierto el secreto de <strong>la</strong> A., secreto que hemos prometido todos guardar por nuestro honor,son muy culpables».«Traicionar <strong>la</strong> A. es traicionar <strong>la</strong> revolución»…Aquí sigu<strong>en</strong> <strong>la</strong>rgas explicaciones que establec<strong>en</strong> el rol distinto e indisp<strong>en</strong>sable de <strong>la</strong>Internacional como de <strong>la</strong> Alianza; esta última «es una sociedad secreta formada <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>omismo de <strong>la</strong> Internacional, para darle una organización revolucionaria, para transformar<strong>la</strong>, a el<strong>la</strong>y a todas <strong>la</strong>s masas popu<strong>la</strong>res que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran fuera de el<strong>la</strong>, <strong>en</strong> una pot<strong>en</strong>cia60


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>usufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te organizada para aniqui<strong>la</strong>r <strong>la</strong> reacción político-clérico-burguesa, para destruirtodas <strong>la</strong>s instituciones económicas, jurídicas, religiosas y políticas de los Estados».La continuación del manuscrito <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>la</strong>s ideas de los comunistas autoritarios y no vuelve aningún detalle concerni<strong>en</strong>te a España; <strong>la</strong> Alianza es l<strong>la</strong>mada «<strong>la</strong> Alianza de los socialistasrevolucionarios» que «existe desde 1864, es verdad, pero no ha com<strong>en</strong>zado a establecerse <strong>en</strong><strong>la</strong> Internacional más que después de 1868», un pasaje que nos da <strong>la</strong> fecha auténtica del orig<strong>en</strong>de <strong>la</strong> sociedad secreta de Bakunin, el año 1864, cuando se estableció <strong>en</strong> Flor<strong>en</strong>cia y viajó alnorte, a Suecia, a Londres y, de paso, atravesando Bélgica, Francia y Suiza, para regresar aFlor<strong>en</strong>cia.Estos fragm<strong>en</strong>tos nos muestran <strong>la</strong>s concepciones íntimas de Bakunin sobre <strong>la</strong>s esferasrespectivas de <strong>la</strong> Internacional y de <strong>la</strong> Alianza; muestran su manera de discutir con loscamaradas, el grado de su conocimi<strong>en</strong>to, o lo contrario, de los hombres y <strong>la</strong>s cosas de Españay reduc<strong>en</strong> a <strong>la</strong> nada <strong>la</strong>s fábu<strong>la</strong>s marxistas sobre su conducción secreta de los aliancistasespañoles. Se concluirá probablem<strong>en</strong>te que estaba insufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te informado y eso es muyprobable; no sabía más que lo que se le había escrito desde Barcelona, donde, quizá, se estabainsufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te al tanto también sobre los progresos y <strong>la</strong> int<strong>en</strong>sidad de <strong>la</strong> intriga autoritaria <strong>en</strong>Madrid.En marzo de 1872, cuando del 14 al 27 escribe <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga carta a Celso Cerretti <strong>en</strong> Italia, le cu<strong>en</strong>taque ha sabido por cartas recibidas de España «que los obreros socialistas de España… y… loscampesinos de Andalucía, <strong>en</strong>tre los cuales han sido muy felizm<strong>en</strong>te propagadas <strong>la</strong>s ideassocialistas, se propon<strong>en</strong> tomar una parte muy activa <strong>en</strong> <strong>la</strong> revolución que se prepara, 51 dandoesa vez <strong>la</strong> mano a los partidos políticos, sin confundirse con ellos, sin embargo, y con <strong>la</strong>int<strong>en</strong>ción bi<strong>en</strong> reflexionada de imprimir a esa revolución un carácter francam<strong>en</strong>te socialista.Esperamos todos con ansiedad el des<strong>en</strong><strong>la</strong>ce de los acontecimi<strong>en</strong>tos decisivos que seanuncian… Pi<strong>en</strong>so [escribe para Italia] que es preciso esperar el resultado del movimi<strong>en</strong>toespañol y, <strong>en</strong>tonces, cuando el movimi<strong>en</strong>to de ese país asuma un carácter amplia yfrancam<strong>en</strong>te revolucionario, será preciso sublevarse todos juntos, no so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>la</strong> romana, sinotodas <strong>la</strong>s partes de Italia que son capaces de un movimi<strong>en</strong>to revolucionario».No so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te fueron frustradas <strong>la</strong>s expectativas, sino que llegan <strong>la</strong>s noticias de <strong>la</strong> disolución delos grupos de <strong>la</strong> Alianza, y Bakunin trata de salvar lo que puede salvarse, de estimu<strong>la</strong>r a unareconstrucción por medio de cartas de <strong>la</strong>s cuales no t<strong>en</strong>emos más que esbozos y fragm<strong>en</strong>tos yam<strong>en</strong>cionados.El resultado de esas cartas es desconocido. Sin embargo, <strong>la</strong> correspond<strong>en</strong>cia continuó y hadebido ocuparse, después de haber discutido <strong>la</strong> apertura de <strong>la</strong>s hostilidades por circu<strong>la</strong>r privadadel Consejo g<strong>en</strong>eral, de <strong>la</strong> marcha a seguir para el Congreso de La Haya, el acercami<strong>en</strong>to dejurasianos, de españoles y de italianos. No conocemos más que el resultado, que fuesatisfactorio: <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> actitud del delegado español de <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia de Londres, que permitióser hecho víctima, y <strong>la</strong> de los delegados a La Haya, que llegaron con los ojos abiertos; <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>conniv<strong>en</strong>cia tácita con esa confer<strong>en</strong>cia y el repudio franco del congreso de La Haya, hay unagran difer<strong>en</strong>cia, y, <strong>en</strong> cuanto a Bakunin, ha hecho lo suyo por producir ese resultado, pordébiles que sean los rastros docum<strong>en</strong>tales y tradicionales que hemos podido <strong>en</strong>contrar.El otro factor que determinó esa evolución del movimi<strong>en</strong>to español fue el espectáculo de <strong>la</strong>intriga autoritaria que se desarrol<strong>la</strong>ba, sobre todo <strong>en</strong> Madrid, desde el invierno de 1871-72 y queasumió formas verdaderam<strong>en</strong>te grotescas y odiosas.51 Es el movimi<strong>en</strong>to republicano de que hab<strong>la</strong> Lor<strong>en</strong>zo, que hizo <strong>en</strong>tonces un viaje al sur.61


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uCAPÍTULO DÉCIMOLOS ESFUERZOS E INTRIGAS DE LAFARGUE PARA FUNDAR ELPARTIDO OBRERO ESPAÑOLMi<strong>en</strong>tras que Engels, como hemos visto, hizo <strong>en</strong> el Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres (26 dediciembre de 1871) el cuadro de una pret<strong>en</strong>dida conformidad completa de los <strong>internacional</strong>istasespañoles con <strong>la</strong>s ideas político-marxistas que <strong>la</strong> Confer<strong>en</strong>cia de Londres quería imponer a <strong>la</strong>Internacional, el Consejo federal mant<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> sus dec<strong>la</strong>raciones públicas <strong>la</strong>s ideas anarcocolectivistas.En su manifiesto del 31 de octubre de 1872 (v. El Prol. Milit., I, págs. 343-353) selee:«… Queremos… que el mundo se convierta <strong>en</strong> una inm<strong>en</strong>sa federación de libres colectivdadesobreras de una localidad, federándose <strong>en</strong>tre sí, form<strong>en</strong> una federación local completam<strong>en</strong>teautónoma, que <strong>la</strong>s federaciones locales de una misma comarca form<strong>en</strong> <strong>la</strong> federación comarcal,que <strong>la</strong>s diversas federaciones comarcales de una región constituyan <strong>la</strong> federación regional, y,por último, que <strong>en</strong>tre todas <strong>la</strong>s federaciones regionales del mundo form<strong>en</strong> <strong>la</strong> gran federación<strong>internacional</strong>».«… Este es el socialismo que proc<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> Internacional, cuyas dos afirmaciones principalesson, <strong>en</strong> economía el colectivismo; <strong>en</strong> política <strong>la</strong> ANARQUÍA… La ANARQUÍA, es decir <strong>la</strong>abolición de los gobiernos, o sea su conversión a simples administradores de los interesescolectivos».Esto fue firmado por Callejas, Iglesias, Mesa, Lor<strong>en</strong>zo, Pauly, Pagés y Mora el 31 de <strong>en</strong>ero,cinco semanas después de <strong>la</strong> llegada de Lafarque a Madrid. Se creería que esos hombreshabrían def<strong>en</strong>dido seriam<strong>en</strong>te el colectivismo y <strong>la</strong> ANARQUÍA que proc<strong>la</strong>maban con todas <strong>la</strong>sletras, pero con excepción de Lor<strong>en</strong>zo (secretario del consejo de redacción de LaEmancipación) que acarició siempre esas ideas, sin saber def<strong>en</strong>der<strong>la</strong>s <strong>en</strong>tonces con <strong>en</strong>ergía,esos hombres se prestaban al mismo tiempo al esfuerzo determinado de Lafargue, t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te ahacer del altivo movimi<strong>en</strong>to antipolítico y revolucionario un partido obrero, un partido electoral, aromper <strong>la</strong> solidaridad de ese movimi<strong>en</strong>to con los libertarios de los otros países y a husmear <strong>en</strong>esa ocasión los secretos de ese movimi<strong>en</strong>to que le dio hospitalidad, con el propósito de forjarse<strong>la</strong>s armas <strong>en</strong>v<strong>en</strong><strong>en</strong>adas para desacreditar y arruinar a los antiautoritarios <strong>en</strong> el próximocongreso g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong> Internacional. Lafargue se trazó estos tres fines: el partido obrero, <strong>la</strong>ruptura con los anarquistas de los otros países y <strong>la</strong> d<strong>en</strong>uncia de todo esfuerzo subversivo osubterráneo, de todo lo que ofuscara <strong>la</strong> dictadura espiritual y muy real también de su suegroKarl Marx <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional, a qui<strong>en</strong> creía -ing<strong>en</strong>uam<strong>en</strong>te, quiero suponerlo- propuesto por <strong>la</strong>provid<strong>en</strong>cia para dirigir <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se obrera y determinar <strong>la</strong> marcha de <strong>la</strong> evolución socialista. Hayqui<strong>en</strong> cree eso aún. ¿Por qué Lafargue no lo habría creído <strong>en</strong>tonces? Tales crey<strong>en</strong>tes estáncon frecu<strong>en</strong>cia también muy conv<strong>en</strong>cidos de que por el hecho de su fe ciega <strong>en</strong> el granmaestro, una bu<strong>en</strong>a parte de su g<strong>en</strong>io y de su infalibilidad se <strong>en</strong>carnan <strong>en</strong> ellos mismos y sesi<strong>en</strong>t<strong>en</strong> <strong>en</strong> lo sucesivo irresponsables, infalibles y hombres completam<strong>en</strong>te de élite que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>por misión imponerse como jefes. El gran maestro no es directam<strong>en</strong>te responsable de todos losdisparates, de todas <strong>la</strong>s torpezas y más aún de esos acólitos que se muestran celosos, perodeja hacer. El triste, pero cómico también, ver esas cosas de cerca, como yo he podido hacerlocon respecto a este episodio de Lafargue de acuerdo a muchos números de La Emancipación,el Bulletin jurasiano, <strong>la</strong> Cuestión de <strong>la</strong> Alianza y <strong>la</strong> Internacional de Guil<strong>la</strong>ume; aquí paso poralto muchos detalles, reunidos <strong>en</strong> mi Biografía de Bakunin; Lafargue mismo me hab<strong>la</strong> <strong>en</strong> estemom<strong>en</strong>to por medio de su folleto del 27 de junio de 1872, A los intelectuales de <strong>la</strong> regiónespaño<strong>la</strong> (32 págs. <strong>en</strong> 12º), que t<strong>en</strong>go ante mí.62


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uLlegado hacia Navidad de 1871 a Madrid, a <strong>la</strong> reunión g<strong>en</strong>eral de <strong>la</strong> Internacional de Madrid del7 de <strong>en</strong>ero de 1872, <strong>la</strong> primera a que asiste, se apercibe de que no se quiere oír <strong>la</strong> lectura de <strong>la</strong>contra-circu<strong>la</strong>r de Ginebra (véase más arriba). «Esta conducta me pareció muy singu<strong>la</strong>r, ydesde aquel punto empecé a abrigar sospechas de que <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong>existía un complot contra su repres<strong>en</strong>tación c<strong>en</strong>tral, y me afirmé <strong>en</strong> esta idea cuando vi quetodos los periódicos <strong>internacional</strong>istas de <strong>la</strong> región produjeron <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r del Jura y LaEmancipación so<strong>la</strong> publicó también <strong>la</strong> refutación (sic) de <strong>la</strong> Federación romántica»… Hizo<strong>en</strong>tonces <strong>la</strong> división de proponer una <strong>en</strong>cuesta sobre si el Consejo g<strong>en</strong>eral había ejercido nuncauna presión cualquiera sobre <strong>la</strong> Federación jurasiana, que se había quejado de que el Consejog<strong>en</strong>eral hubiera afirmado una cosa semejante. Cita él mismo lo que por lo que se refiere aEspaña escribe La Razón (Sevil<strong>la</strong>), número 66: «por nuestra parte vemos que nada,absolutam<strong>en</strong>te nada ha hecho el Consejo g<strong>en</strong>eral por <strong>la</strong> propaganda y organización de <strong>la</strong>Internacional <strong>en</strong> nuestra región; y que si nos viéramos privados de <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia del Consejo, nopor eso dejaríamos de ade<strong>la</strong>ntar tanto, por lo m<strong>en</strong>os, como si continúa».Am<strong>en</strong>azado con <strong>la</strong> expulsión o el internami<strong>en</strong>to después de esa reunión, Lafargue debióabst<strong>en</strong>erse de <strong>la</strong> agitación pública, pero no fue m<strong>en</strong>os asiduo <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones personales, sobretodo con los redactores de La Emancipación y se hizo inseparable de Mesa. Escribió muchosartículos <strong>en</strong> el periódico y le salvó dos veces <strong>en</strong> <strong>la</strong>s crisis financieras. Disponía de todo eltiempo, estaba siempre <strong>en</strong> <strong>la</strong> brecha, y, <strong>en</strong> efecto, según Cuestión de <strong>la</strong> Alianza, pág. 4: «Moradecía cuando estuvo <strong>en</strong> Barcelona por febrero, que no podían quitárselo de <strong>en</strong>cima, y quemuchas veces se <strong>en</strong>contraban contrariados por su pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong>s sesiones del Consejoregional». En una pa<strong>la</strong>bra, se aferró al Consejo federal y supo imponer su influ<strong>en</strong>cia a todos,excepto a Lor<strong>en</strong>zo. Morago p<strong>en</strong>etró <strong>la</strong> intriga naci<strong>en</strong>te, y <strong>en</strong> El Cond<strong>en</strong>ado, el órgano dondeco<strong>la</strong>boró Morago, fueron consagradas a Lafargue notas sarcásticas.Según <strong>la</strong> historia de esos tiempos <strong>en</strong> La Revista Social (Madrid), 24 y 31 de <strong>en</strong>ero de 1884, porun camarada conocedor, pero que no indica <strong>la</strong>s fu<strong>en</strong>tes de sus observaciones, Lafargue habríallegado a Madrid «recom<strong>en</strong>dado, no al Consejo federal, pero sí a un republicano, sedic<strong>en</strong>tesocialista, el ciudadano Guisaso<strong>la</strong>»; su segunda visita fue a Pi y Margall, a qui<strong>en</strong> propuso suproyecto de partido obrero español. Pi le demostró que los obreros españoles no querían ni supropio partido republicano federalista, ni un partido obrero. «Estas o parecidas objeciones hizoPi a Lafargue, y éste, al ver frustrados sus p<strong>la</strong>nes de constituir el partido obrero español, con lospequeños burgueses del partido republicano federal, compr<strong>en</strong>dió que <strong>en</strong> España no sucede lomismo que <strong>en</strong> Alemania»… Después de eso, <strong>en</strong> una primera confer<strong>en</strong>cia con el Consejofederal, sesión de más de cinco horas durante <strong>la</strong> noche, propuso el programa del partido obrero,«lo def<strong>en</strong>dió hábilm<strong>en</strong>te; pero todos, absolutam<strong>en</strong>te todos… rechazaron dicho programa porconsiderarlo contrario a <strong>la</strong>s ideas de <strong>la</strong> A. I de los T.»; al fin gritó: «ahora me he conv<strong>en</strong>cido quelos obreros españoles son tal vez los obreros más revolucionarios radicales del mundo»; lo queindica que pasaba a <strong>la</strong> adu<strong>la</strong>ción, a ganar individualm<strong>en</strong>te a los más ambiciosos. Se hizo útil alperiódico y se asoció sobre todo a Mesa y a Mora.Pronto se dio un primer paso para <strong>en</strong>tab<strong>la</strong>r negociaciones políticas mediante una carta,publicada <strong>en</strong> La Emancipación, 3 de marzo, al congreso del partido republicano-federal,pidiéndole medidas prácticas y una dec<strong>la</strong>ración al respecto del programa de <strong>la</strong> Internacional.Una carta del Consejo local de <strong>la</strong> Federación madrileña, constatando que esa carta al congresorepublicano fue exclusivam<strong>en</strong>te obra de los redactores, no fue insertada; esos mismosredactores, <strong>en</strong> su calidad de Consejo federal, aprobaron su misma carta (9 de marzo, firmadoMesa); <strong>en</strong>tonces <strong>la</strong> Federación madrileña expulsó <strong>la</strong> redacción del periódico, que, por lo demás,como Consejo federal, conservó sus poderes. El congreso de Zaragoza, resolución XVIII, hizoretirar por ambas partes <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras hiri<strong>en</strong>tes 52 y el 5 de mayo los redactores fueron aceptados52 Ver Lor<strong>en</strong>zo, II, págs. 67-68. Después de ocho horas de debate <strong>en</strong> sesiones privadas <strong>en</strong> le congreso «se acuerdaque los redactores de La Emancipación retir<strong>en</strong> todo lo que ha dado motivo a su expulsión, y que <strong>la</strong> Federación63


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ude nuevo como miembros. Eso no fue una querel<strong>la</strong> vana; se habían hecho tantos esfuerzosdesde 1869 por separar a los obreros de los políticos republicanos que <strong>la</strong> proposición, hecha alcongreso republicano, fue considerada como un golpe simu<strong>la</strong>do a todos esos esfuerzos. Unasupuesta explicación marxista (folleto de 1873, pág. 34) es l<strong>la</strong>mada por James Guil<strong>la</strong>ume, conrazón, una «nove<strong>la</strong> abracadabrante que ofrec<strong>en</strong> a <strong>la</strong> credulidad de sus lectores» (L’Int. II, pág.275, nota 2). No conoceremos nunca el fondo de esas intrigas, porque el testimonio del tercercómplice, los políticos burgueses, nos falta; pero han debido ver muy pronto que <strong>la</strong> adquisiciónde algunos amigos de Lafargue y <strong>la</strong> de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> eran cosas muy difer<strong>en</strong>tes.«En el congreso de Zaragoza -escribe Lafargue el 27 de junio de 1872- fue donde me conv<strong>en</strong>cíde que una sociedad secreta l<strong>la</strong>mada <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong> democracia socialista se hal<strong>la</strong>baorganizada <strong>en</strong> España, y que de el<strong>la</strong> partían todos estos ataques, es decir, <strong>la</strong> falta deapreciación que <strong>en</strong>contraban sus esfuerzos y otros, exclusivam<strong>en</strong>te marxistas. Un delegadocatalán, aludi<strong>en</strong>do a los disturbios que estaban ocurri<strong>en</strong>do <strong>en</strong> <strong>la</strong> Federación de Barcelona, y queimpedían <strong>la</strong> insta<strong>la</strong>ción del Consejo federal <strong>en</strong> aquel punto, dejó escapar esta frase: «La causade todo lo que pasa es <strong>la</strong> A». Yo sabía que los iniciados designaban <strong>la</strong> Alianza con <strong>la</strong> letra A.Difer<strong>en</strong>tes observaciones que hice durante el congreso me pusieron al corri<strong>en</strong>te de todo. [Esuna exageración grosera o bi<strong>en</strong>, si lo supo todo, los errores y absurdos que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong>sus «reve<strong>la</strong>ciones» y que testimonian <strong>la</strong> falta de conocimi<strong>en</strong>to del asunto, seríandesfiguraciones voluntarias]. Yo me creí <strong>en</strong> el deber de d<strong>en</strong>unciar <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de esta sociedadsecreta <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Internacional, y escribí con este objeto»… lo que se imprimió <strong>en</strong> LaLiberté, el gran periódico <strong>internacional</strong> de Bruse<strong>la</strong>s, el 28 de abril, el 5 y 19 de mayo de 1872,<strong>en</strong> tres cartas de 9, 12 y 20 de abril sobre el congreso de Zaragoza 53 y los hechos y gestos dePablo Farga, su pseudónimo de <strong>en</strong>tonces. La segunda carta, publicada el 5 de mayo, d<strong>en</strong>unció<strong>la</strong> Alianza.En ese mom<strong>en</strong>to <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r privada del Consejo g<strong>en</strong>eral Les pret<strong>en</strong>dues scissions del’Internationale, fechada el 5 de marzo, ha debido imprimirse ya <strong>en</strong> Ginebra <strong>en</strong> <strong>la</strong> Impr<strong>en</strong>tacooperativa (39 págs. 8º); fue distribuida <strong>en</strong> los primeros días de junio, pero nada es másprobable que Lafargue estuviera al corri<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> preparación de lo que Bakunin, al escribir el12 de junio al Bulletin jurasiano, l<strong>la</strong>mó «el arma habitual del señor Marx, un montón de basura».Y Lafargue t<strong>en</strong>ía <strong>la</strong> ambición de superar esa d<strong>en</strong>uncia oficial contra <strong>la</strong> Alianza, de ser el primero<strong>en</strong> descubrir una sociedad secreta <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de una sociedad que lo había recibidomadrileña retire también todo lo que t<strong>en</strong>ga carácter de of<strong>en</strong>sivo para dichos redactores y el acuerdo de expulsión.Acuerda también se excluya de esto <strong>la</strong> cuestión de doctrinas manifestadas <strong>en</strong> dicho periódico y titu<strong>la</strong>das organizacióndel trabajo, para tratar<strong>la</strong>s s<strong>en</strong> particu<strong>la</strong>r como amigos los delegados». Lor<strong>en</strong>zo afirma que esa fue una reconciliaciónficticia, hipócrita, que tranquilizó a los neutros y a él mismo. Sin duda no se puede esperar <strong>la</strong> anu<strong>la</strong>ción de gravesdiscordias por un voto de congreso, pero ¿cómo Lor<strong>en</strong>zo solo, iniciado <strong>en</strong> todos los detalles, puede decirse víctimadel <strong>en</strong>gaño, como los neutros a qui<strong>en</strong>es l<strong>la</strong>ma <strong>en</strong>gañados?53 El congreso com<strong>en</strong>zó por diez sesiones privadas, celebradas antes de <strong>la</strong> fecha fijada para su apertura, y regu<strong>la</strong>ndohasta <strong>la</strong> mañana del 8 de abril todas <strong>la</strong>s cuestiones serias. Después el congreso público fue abierto por un discurso deMorago, susp<strong>en</strong>dido de inmediato por ord<strong>en</strong> del gobernador de Zaragoza. Los delegados firmaron una protestamotivada, donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran sus nombres: José Pamias, zapatero; Bautista Tarragó, albañil; Juan Seguí, obrero deestampados; Ignacio Prerramón, barbero; Salvador Palmaro<strong>la</strong>, tejedor mecánico; Hipólito Pauly, tipógrafo; G.Albagés, tejedor de velos; José Soler, tallista; José Botseli, tejedor a <strong>la</strong> mano; Tomás Valle, mecánico; PaulLafargue, médico; José Prats, curtidor; Bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>ido Espigulé, albañil; Pablo Bruguerra, tejedor a <strong>la</strong> mano; VíctorPagés, zapatero; José Bragu<strong>la</strong>t, hi<strong>la</strong>dor; Juan Méndez, trabajador del campo; Enrique Muñoz, ajustador; Miguel Pino,cerrajero mecánico; Carlos Pontos, tonelero; Antonio Fort, curtidor; P. Castro, tipógrafo; Paulino Iglesias, tipógrafo;Inoc<strong>en</strong>te Calleja, p<strong>la</strong>tero; José Rodríguez, sombrerero; José Soler y C<strong>la</strong>veguera, fundidor; G<strong>en</strong>eroso García, ebanista;Juan Trullá, hi<strong>la</strong>dor; Marcial Ve<strong>la</strong>, zapatero; Tomás González Morago, grabador; Luis Fuster, tonelero; C<strong>la</strong>udioSe<strong>la</strong>nes, maquinista; T. Soriano, profesor de ci<strong>en</strong>cias; Leopoldo Escofet, tintorero; F. Mora, zapatero; P. Montoro,tejedor de seda; Francisco Tomás, albañil; Anselmo Lor<strong>en</strong>zo, tipógrafo; A. Arbeg, choco<strong>la</strong>tero; José Mesa, tipógrafo.Entre ellos se conoc<strong>en</strong> ocho como miembros de <strong>la</strong> Alianza, seis que estaban bajo <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia de Lafargue, Lor<strong>en</strong>zoy 24 neutrales, pero de <strong>en</strong>tre éstos, ¿habría que nombrar probablem<strong>en</strong>te algunos miembros de <strong>la</strong> Alianza que hanquedado desconocidos? Véase Lor<strong>en</strong>zo, El Prol. Milit. II, páginas 69-77.64


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uamistosam<strong>en</strong>te. El s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> bajeza de su acto le faltó completam<strong>en</strong>te o bi<strong>en</strong> se ocultótras <strong>la</strong>s exageraciones que su ma<strong>la</strong> conci<strong>en</strong>cia le hace pronunciar <strong>en</strong> toda <strong>la</strong> polémica sigui<strong>en</strong>teque he podido seguir <strong>en</strong> La Emancipación del verano de 1872, <strong>en</strong> el Bulletin jurasiano, etc.«… La Alianza -escribe el 12 de abril- se había constituido aquí [<strong>en</strong> España] <strong>en</strong> sociedadsecreta, reclutando sus adeptos <strong>en</strong>tre los individuos más <strong>en</strong>érgicos y superiores de nuestraAsociación, y proponiéndose conducir <strong>la</strong> Internacional y ve<strong>la</strong>r por <strong>la</strong> fuerza de sus principios; <strong>en</strong>una pa<strong>la</strong>bra, <strong>la</strong> Alianza era una aristocracia d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> Internacional».«Los hombres de <strong>la</strong> Alianza de Madrid llegaron hasta hacer expulsar de <strong>la</strong> Asociación, pormedio de <strong>la</strong> Federación de Madrid, a seis individuos del Consejo federal de <strong>la</strong> región españo<strong>la</strong>[exactam<strong>en</strong>te: a los redactores de La Emancipación]… Estos mismos hombres de <strong>la</strong> Alianzason los que… vinieron a Zaragoza con el objeto de transformar <strong>la</strong> organización de <strong>la</strong>Internacional» [exactam<strong>en</strong>te: Morago, Soriano, Pino propon<strong>en</strong> un proyecto <strong>en</strong> favor de <strong>la</strong>autonomía de <strong>la</strong>s secciones, que los aliancistas de Barcelona, Val<strong>en</strong>cia, Palma mismo,combat<strong>en</strong>].«Esos mismos hombres, cuando <strong>en</strong> 1871 redactaron los Estatutos de <strong>la</strong> sección de Oficiosvarios de Madrid, pusieron después de los Estatutos g<strong>en</strong>erales de <strong>la</strong> Internacional todo elprograma de <strong>la</strong> Alianza»… [error proced<strong>en</strong>te de Fanelli y que nadie <strong>la</strong>m<strong>en</strong>tó y señaló más a loscamaradas de Madrid que Bakunin mismo <strong>en</strong> sus cartas]…Hubo protestas <strong>en</strong> Sevil<strong>la</strong> (v. La Liberté, 26 de mayo), <strong>en</strong> Madrid (idem, 30 de junio); segúnCuestión de <strong>la</strong> Alianza, Mora mismo fue «disgustado» por <strong>la</strong>s «inexactitudes» de Lafargue;véase también Bulletin jurasiane, 10 de mayo y 15 de junio. Cuando La Razón de Sevil<strong>la</strong> nopublicó una respuesta de Lafargue, éste hizo todo un folleto, A los <strong>internacional</strong>es de <strong>la</strong> regiónespaño<strong>la</strong> (Madrid, 27 de junio, 32 págs. <strong>en</strong> 12º) que cito tan a m<strong>en</strong>udo. En La Liberté del 4 deagosto, se grita altam<strong>en</strong>te: «lo que ha excitado todas esas cóleras contra mí es el haberdescubierto [exactam<strong>en</strong>te: d<strong>en</strong>unciado] <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia secreta de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España; peroverán que otros más autorizados que yo se han <strong>en</strong>cargado de d<strong>en</strong>unciar<strong>la</strong> como perniciosapara <strong>la</strong> Internacional» (Madrid, 12 de julio).El Consejo federal elegido <strong>en</strong> Zaragoza, debía t<strong>en</strong>er su sede <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia; Mora, nombrado,rehusó; Lor<strong>en</strong>zo formó parte de él; de los otros de Madrid no se habló. Peregrino Montoro,tejedor de seda; Francisco Martínez, tintorero; Francisco Tomás, albañil, y Severino Albarracín,maestro primario, lo constituyeron; <strong>la</strong> Federación de Val<strong>en</strong>cia nombró otros cuatro: Vic<strong>en</strong>teRossell, tejedor <strong>en</strong> seda; Vic<strong>en</strong>te Torres, librero; Vic<strong>en</strong>te As<strong>en</strong>si, ebanista, y Cayetano Martí,tallista <strong>en</strong> piedra. Según El Prol. Milit. II, pág. 78, «Vic<strong>en</strong>te Rossell fue tesorero, Vic<strong>en</strong>te Torres,contador; Vic<strong>en</strong>te As<strong>en</strong>si, secretario económico, y secretarios corresponsales de <strong>la</strong>s comarcas:Peregrino Montoro, del norte; Severino Albarracín, del sur; Francisco Tomás, del este, yCaetano Martí, del oeste; <strong>en</strong> fin, Lor<strong>en</strong>zo, secretario g<strong>en</strong>eral. 54 Lor<strong>en</strong>zo, II, página 78 ysigui<strong>en</strong>tes, cu<strong>en</strong>ta que se <strong>en</strong>contró <strong>en</strong> una atmósfera de desconfianza contra él. «De Barcelonanos escribían los influy<strong>en</strong>tes de aquel<strong>la</strong> Federación local, haciéndonos indicaciones queparecían órd<strong>en</strong>es y que como tales se acataban». De Madrid sus antiguos camaradas delConsejo federal y del periódico «se quejaban de <strong>la</strong> conducta de los compañeros de <strong>la</strong>Federación madrileña, y me pedían actos y dec<strong>la</strong>raciones imposibles…» De <strong>la</strong> <strong>en</strong>emistad deMesa y Morago se partió a <strong>la</strong> de Marx y Bakunin, hasta llegar a <strong>la</strong> división de autoritarios y54 Después de <strong>la</strong> dimisión de Lor<strong>en</strong>zo, Tomás ocupó su puesto de secretario g<strong>en</strong>eral; más tarde <strong>en</strong>tró un nuevomiembro, R. B<strong>la</strong>nco. En Zaragoza se fijó el próximo congreso para el primer domingo de abril de 1873 <strong>en</strong> Córdoba.Según Lor<strong>en</strong>zo, El Prol. Milit. II, pág. 17, «se nombró un Consejo federal interino, que después se dec<strong>la</strong>ró definitivo,<strong>en</strong> previsión de una persecución arbitraria de <strong>la</strong> autoridad, toda vez que el Congreso t<strong>en</strong>ía el carácter de c<strong>la</strong>ndestino,por reunirse tres días antes del seña<strong>la</strong>do públicam<strong>en</strong>te y celebrarse sin dar conocimi<strong>en</strong>to al gobernador, eligiéndoselos compañeros Peregrín Montoro, Franco Martínez, Francisco Tomás y Anselmo Lor<strong>en</strong>zo».65


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uanarquistas». Según lo que observó Lor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong> <strong>la</strong>s secciones de <strong>la</strong> Alianza de Madrid, Val<strong>en</strong>ciay Barcelona «los aliancistas practicaban <strong>la</strong> propaganda por <strong>la</strong> imposición hábil más que por <strong>la</strong>persuasión y <strong>la</strong> convicción ilustrada» (pág. 80): consecu<strong>en</strong>cias inevitables de una organizaciónsecreta que con frecu<strong>en</strong>cia no puede exponer todas sus razones abiertam<strong>en</strong>te y que se dejainducir por tanto a arrastrar a los no iniciados por cualquier suerte de expedi<strong>en</strong>tes.Cuando Montoro y Martínez pasaron por Madrid, Lafargue les invitó a comer, proponiéndoleshacer aparecer La Emancipación <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, pero escrita por Lafargue y sus amigos deMadrid, trampa que no les hizo caer.En abril-mayo los hilos de <strong>la</strong> intriga nos son desconocidos; pero el 2 de junio una circu<strong>la</strong>r de«Los miembros de <strong>la</strong> A. de Madrid: José Mesa, Víctor Pagés, Francisco Mora, Paulino Iglesias,Inoc<strong>en</strong>te Calleja, Val<strong>en</strong>tín Sá<strong>en</strong>z, Ángel Mora, Luis Castillón, Hipólito Pauly», confirmada por elsecretario Víctor Pagés, es dirigida a <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> A. de Sevil<strong>la</strong> 55 donde se lee:«La sección de <strong>la</strong> A. de Madrid ha resuelto disolverse, y al tiempo les aconseja hagan ustedeslo mismo»… Razones principales: «La A. se ha desviado del camino <strong>en</strong> que nosotros habíamoscreído ver<strong>la</strong> desde sus primeros pasos <strong>en</strong> nuestra región; ha falseado el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to que <strong>en</strong>tr<strong>en</strong>osotros le dio <strong>la</strong> vida… ha v<strong>en</strong>ido a ser una organización aparte, casi superior y cont<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias dominadoras, introduci<strong>en</strong>do de este modo <strong>la</strong> desconfianza, <strong>la</strong> discordia y <strong>la</strong> división<strong>en</strong> nuestro s<strong>en</strong>o».Dos pruebas: «El abandono <strong>en</strong> que se dejó al anterior Consejo regional <strong>en</strong> <strong>la</strong>s difícilescircunstancias porque atravesó y <strong>la</strong> conducta que <strong>la</strong> A. ha observado <strong>en</strong> el congreso deZaragoza, no aportando a él ninguna solución, ninguna idea, antes por el contrario, sirvi<strong>en</strong>do derémora y obstáculo a los importantes trabajos <strong>en</strong>com<strong>en</strong>dados al congreso»; y: «no practicando<strong>la</strong> organización acordada <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, y <strong>en</strong> <strong>la</strong> cual iba <strong>en</strong>vuelto su verdadero p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to».La segunda razón… «es que <strong>la</strong> A., <strong>en</strong> Madrid, ha dejado de ser un secreto como deb<strong>en</strong> saberlopor <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r que les dirigimos <strong>en</strong> el mes de febrero último 56 y t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido que <strong>en</strong> otraslocalidades ha sucedido lo propio».«… A todo esto ha contribuido no poco <strong>la</strong> falta de carácter <strong>en</strong> muchos individuos, que <strong>en</strong> lugarde at<strong>en</strong>der al cumplimi<strong>en</strong>to de sus deberes, se han dejado arrastrar por <strong>la</strong> pasión, por <strong>la</strong>ssimpatías o por otro s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to personal»…Sobre los hombres del Consejo g<strong>en</strong>eral de Madrid, y los redactores de La Emancipación, loshombres convertidos <strong>en</strong> almas domeñadas a Lafargue, los que hab<strong>la</strong>n aquí como miembros de<strong>la</strong> Alianza y pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do sorpr<strong>en</strong>der <strong>la</strong> bu<strong>en</strong>a fe de sus otras secciones por una solicitudsimu<strong>la</strong>da hacia su bi<strong>en</strong> y sus ideas.Algo que apareció <strong>en</strong> La Emancipación del 1 de junio produjo <strong>la</strong> acusación, por Felipe Martín, y<strong>la</strong> expulsión por <strong>la</strong> sección varia de Madrid, de Mesa, Pagés y Mora, redactores del periódico (3de junio). Entonces el 9 de junio hubo una <strong>la</strong>rga reunión de <strong>la</strong> Federación de Madrid queconfirmó <strong>la</strong>s expulsiones; <strong>en</strong> el<strong>la</strong> los expulsados y sus amigos hicieron todas esas reve<strong>la</strong>cionessobre <strong>la</strong> Alianza y lo que creían saber de <strong>la</strong> Alianza de Bakunin, que Lafargue coleccionabavorazm<strong>en</strong>te. El Consejo federal de Val<strong>en</strong>cia se dec<strong>la</strong>ró no compet<strong>en</strong>te para interv<strong>en</strong>ir y losexpulsados anuncian el 8 de julio <strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> Nueva Federación madrileña, que elConsejo, conforme a los estatutos, no pudo reconocer (16 de julio), mi<strong>en</strong>tras que se convirtió <strong>en</strong><strong>la</strong> niña mimada del Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres, que <strong>en</strong> esa cuestión pasó por <strong>en</strong>cima de todos55 A los <strong>internacional</strong>es de <strong>la</strong> región españo<strong>la</strong>, pág. 21-22.56 Docum<strong>en</strong>to desconocido, Bakunin (A los hermanos de España) escribe sobre «los que han descubierto el secretode <strong>la</strong> A».66


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ulos estatutos. En fin, <strong>en</strong> su dec<strong>la</strong>ración El Consejo local de <strong>la</strong> Federación madrileña a <strong>la</strong>sfederaciones de <strong>la</strong> región españo<strong>la</strong>, Madrid, 20 de julio, <strong>la</strong> Internacional de Madrid puso <strong>en</strong> <strong>la</strong>picota a los autores de esa escisión, Paul Lafargue, José Mesa, Francisco Mora, Víctor Pagés,Inoc<strong>en</strong>te Calleja, P. Iglesias e Hipólito Pauly. Engels, por el Consejo g<strong>en</strong>eral, los reconoció (16de agosto), porque sería absurdo «tomar <strong>en</strong> esta materia parecer previo de un Consejo federalregional, compuesto <strong>en</strong> su mayoría de miembros de una sociedad secreta hostil (sic) a <strong>la</strong>Internacional, y a qui<strong>en</strong> el Consejo g<strong>en</strong>eral va a acusar ante el congreso», y más aún«considerando <strong>en</strong> cuanto al fondo, que los fundadores de <strong>la</strong> Nueva Federación Madrileña sonlos mismos hombres, los primeros <strong>en</strong> España que han t<strong>en</strong>ido el valor de separarse de esasociedad secreta d<strong>en</strong>ominada Alianza de <strong>la</strong> Democracia Socialista y descubrir y desbaratar susmaquinaciones».He ahí el resultado de <strong>la</strong> intriga frustrada por <strong>la</strong> inm<strong>en</strong>sa mayoría de los <strong>internacional</strong>istasespañoles que no querían ni partido obrero ni <strong>la</strong> tute<strong>la</strong> de Engels y de Lafargue ni losprocedimi<strong>en</strong>tos inquisitoriales contra un grupo de militantes que había prestado útiles servicios.Lafargue se figuró que no t<strong>en</strong>ía más que poner a los <strong>internacional</strong>istas como sabuesos a <strong>la</strong>caza de <strong>la</strong> Alianza y <strong>en</strong> esa reunión del 9 de junio propuso el nombrami<strong>en</strong>to de una comisión<strong>en</strong>cargada de hacer una investigación «sobre <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de una sociedad secreta l<strong>la</strong>madaAlianza de <strong>la</strong> Democracia Socialista, y que ti<strong>en</strong>e su c<strong>en</strong>tro <strong>en</strong> Suiza, de donde sal<strong>en</strong> los títulosde filiación, <strong>la</strong>s consignas y <strong>la</strong>s instrucciones secretas. Esta sociedad, parte de cuyos miembrospert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a <strong>la</strong> Internacional y los otros a <strong>la</strong> burguesía y a los partidos políticos, ti<strong>en</strong>e <strong>la</strong>pret<strong>en</strong>sión de suministrar sus ideas a <strong>la</strong> Internacional, se marcarle su aspiración y dirigir a <strong>la</strong>c<strong>la</strong>se obrera de una manera t<strong>en</strong>ebrosa y hacia un fin desconocido». Pide aún que esasdisposiciones sean resumidas y publicadas, que toda otra federación sea invitada a hacer lomismo, etc., pero «<strong>en</strong> vista de que los individuos <strong>en</strong>cargados de llevar<strong>la</strong> (<strong>la</strong> información) son <strong>en</strong>su mayoría amigos íntimos de Morago y <strong>en</strong> vista de <strong>la</strong>s nuevas injurias de que estoy si<strong>en</strong>doobjeto, me he decidido a hab<strong>la</strong>r»; de ahí que el folleto del 27 de junio y también pronto LaEmancipación consagr<strong>en</strong> sus páginas a <strong>la</strong> caza de <strong>la</strong> Alianza y a <strong>la</strong>s injurias contra Bakunin.En el número 59 del 27 de julio se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra este <strong>en</strong>trefilete:«¿Podrán decirme los amigos de Bakunin de qué vive ese señor, cómo vive y dónde vive?¡Misterio!» 57La Nueva Federación madrileña dec<strong>la</strong>ra: «conocíamos <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong> Alianza de <strong>la</strong>Democracia Socialista, sociedad secreta que pugna hace tiempo por dominar ocultam<strong>en</strong>te <strong>la</strong>Internacional, y a <strong>la</strong> cual nosotros pert<strong>en</strong>ecíamos»…; sabían también que algunos miembrosestaban <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia misteriosa con ciertos jefes de otros países y al respecto <strong>la</strong>nzaron<strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r sigui<strong>en</strong>te (sigue <strong>la</strong> del 2 de junio, ya citada). Esa circu<strong>la</strong>r fue mostrada a un miembrodel Consejo local de Madrid y atribuy<strong>en</strong> a eso <strong>la</strong> expulsión de tres de los suyos el 3 de junio, por15 pres<strong>en</strong>tes 58 de más de 130 miembros. Cu<strong>en</strong>tan de <strong>la</strong> reunión del 9 de junio: «y <strong>en</strong>tonces fuecuando varios de nosotros descubrimos <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a asamblea <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de esa sociedad deintrigantes»…Lor<strong>en</strong>zo, secretario del Consejo federal, <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, se había retirado; «no pudo resistir <strong>la</strong>sintrigas y manejos de los aliados», escribe La Emancipación (27 de julio). El mismo escribe a57 Si fuera preciso responder a esta cuestión ridícu<strong>la</strong>, que quiere ser tan hiri<strong>en</strong>te, se diría que Bakunin vivía <strong>en</strong>tonces<strong>en</strong> Zurich <strong>en</strong> medio de <strong>la</strong> juv<strong>en</strong>tud estudiantil es<strong>la</strong>va, que acababa de hacer un viaje a Neuchâtel y a Ginebra, quehabía salido de Locarno el 30 de junio, porque su mujer, por asuntos de familia, partió <strong>en</strong>tonteces para Siberia, queantes había conocido a Cafiero, que pasó varias semanas <strong>en</strong> Locarno <strong>en</strong> compañía suya, etc., todos ellos movimi<strong>en</strong>tos<strong>en</strong> descubierto que t<strong>en</strong>ían razones públicas o privadas y que naturalm<strong>en</strong>te no eran objeto de publicidad alguna. Fuemisterio para aquellos a qui<strong>en</strong>es nada de eso concernía.58 Se refier<strong>en</strong> principalm<strong>en</strong>te a Morago, Oliva, Simancas y Busquiel (v. La Emancipación, 17 de agosto, 1872).67


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uGuil<strong>la</strong>ume (19 de diciembre de 1905): «durante el poco tiempo que pasé <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, Mora nofue allá de ninguna manera [como afirma el folleto de 1873, pág. 37] y él mismo no fueam<strong>en</strong>azado (id.). Dimitió porque estaba <strong>en</strong> una posición insost<strong>en</strong>ible. En el Congreso deZaragoza «se dieron amplias explicaciones acerca de <strong>la</strong>s disid<strong>en</strong>cias promovidas por loscaracteres de Morago y de Mora y que tuvieron orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> Lisboa y yo creí cándidam<strong>en</strong>te quetodo quedaba <strong>en</strong> paz». Por eso, considerándome los delegados al congreso comodesinteresado <strong>en</strong> esas luchas y con capacidad sufici<strong>en</strong>te para instruir a los nuevos compañerosque habían de formar el Consejo federal <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, me nombraron y acepté. ¡Cuánto me pesóluego! Porque una vez <strong>en</strong> funciones el Consejo, vimos que <strong>la</strong>s luchas continuaban con másardor que nunca <strong>en</strong> Madrid <strong>en</strong>tre La Emancipación y <strong>la</strong> Federación madrileña; y luego, como yocontinuaba <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones con los que fueron mis antiguos compañeros de Consejo, los delnuevo me miraban con desconfianza, y esto llegó al punto de interceptar mi correspond<strong>en</strong>ciacon pretextos fútiles, como por ejemplo, dici<strong>en</strong>do que habían abierto cartas mías por descuido;por su parte los de Madrid querían que hiciera tales o cuales actos que les conv<strong>en</strong>ían; de modoque llegué a <strong>en</strong>contrarme, como decimos <strong>en</strong> español, <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> espada y <strong>la</strong> pared».«Por otra parte, mis nuevos compañeros, aliancistas exagerados, hacían como todo el quesobrepone <strong>la</strong> pasión a <strong>la</strong> razón, se extralimitaban de sus atribuciones y abusaban. Mi sinceridady <strong>la</strong> pureza de mis convicciones me impidieron continuar, y dimití librem<strong>en</strong>te, sin excitación niam<strong>en</strong>aza de nadie, aunque seguram<strong>en</strong>te a satisfacción de mis compañeros que se vieron libresde qui<strong>en</strong>, por no participar de sus apasionami<strong>en</strong>tos, les servía de estorbo».«Me preguntas <strong>en</strong> qué mom<strong>en</strong>to me des<strong>en</strong>gañé de <strong>la</strong>s intrigas marxistas: creo poderresponderte que no estuve <strong>en</strong>gañado nunca, sobre todo después de haber asistido a <strong>la</strong>confer<strong>en</strong>cia de Londres… Lo positivo es que <strong>la</strong>s intrigas marxistas y antimarxistas merepugnaron siempre, porque yo no participé nunca de <strong>la</strong>s miserias personales de los hombrespartidarios de <strong>la</strong> idea, sino que me dediqué exclusivam<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> idea misma. Además ocurrióque cuando salí de Val<strong>en</strong>cia, dimisionario del Consejo federal, <strong>en</strong> vez de volver a Madrid, dondet<strong>en</strong>ía mi familia, huy<strong>en</strong>do de ser <strong>en</strong>redado <strong>en</strong> esas luchas personales, me fui a Vitoria, dondevivía mi amigo Cano, y sin previo aviso me pres<strong>en</strong>té <strong>en</strong> su casa»… 59Lor<strong>en</strong>zo se expresa así sobre los procedimi<strong>en</strong>tos de Lafargue: «respecto de Lafargue te diréque ese hombre obró con gran discreción y sin duda se formó juicio especial sobre los59 Continúa así: «me recibió bi<strong>en</strong> y, no habi<strong>en</strong>do <strong>en</strong>contrado trabajo, pasé a Bilbao, y luego fui a Burdeos y después aMarsel<strong>la</strong> hasta el año 74 que pasé a Barcelona, y <strong>en</strong> ese tiempo estuve apartado de <strong>la</strong> organización y del servicio de<strong>la</strong> idea; pero <strong>en</strong> Barcelona volví a <strong>la</strong> vida activa y fui varios años seguidos miembro de <strong>la</strong> Comisión federal y mepasaron cosas que diré si continúa El Proletariado». Véase también El Proletariado Militante, II, págs. 88-89, dondeLor<strong>en</strong>zo describe su posición incómoda <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia como esta carta. Dice aún: «El asunto del Consejo g<strong>en</strong>eral habíallegado a obsesionar a mis compañeros; constantem<strong>en</strong>te se hab<strong>la</strong>ba de ello [<strong>la</strong> restricción de los poderes del Consejog<strong>en</strong>eral sino su abolición completa, provisorio de los belgas, era <strong>en</strong>tonces con justa causa un asunto de discusión], ysospechando que yo era <strong>en</strong> el Consejo una especie de espía al servicio de Lafargue, me proponían problemas y mepreparaban el tema de manera que me viera obligado a hacer dec<strong>la</strong>raciones que me comprometieran». (Un secretariog<strong>en</strong>eral como lo era Lor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong>tonces es considerado como leal a <strong>la</strong>s ideas de <strong>la</strong> organización que le confía y de <strong>la</strong>cual acepta tal mandato). A parte de eso, Lor<strong>en</strong>zo hace una crítica muy justa (páginas 89-101) del mecanismoinfinitam<strong>en</strong>te complicado de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> de <strong>en</strong>tonces, tal como se ve descrita <strong>en</strong> el folleto Organizaciónsocial de <strong>la</strong>s secciones obreras de <strong>la</strong> Federación Regional Españo<strong>la</strong>, adoptado por el Congreso obrero de Barcelonay reformado por <strong>la</strong> Confederación regional de Val<strong>en</strong>cia y por el congreso de Córdoba (diciembre de 1872),Barcelona, 1873, 96 págs. <strong>en</strong> 8º; «llega a calcu<strong>la</strong>r que <strong>en</strong> <strong>la</strong> época de ese congreso, a fines de 1872, había 29.000afiliados, pero que dadas sus 484 secciones de oficios y 119 federaciones locales mixtas, constituy<strong>en</strong>do 236federaciones locales, habrían sido precisos 7.286 funcionarios elegidos para hacer marchar esos 29.000, por tanto,uno por cada cuatro, según los estatutos. Constata con razón que mucho de esa organización no se realizó nunca,pero que aún así había tantos <strong>en</strong>granajes que <strong>la</strong> acción, según esas regu<strong>la</strong>ciones, habría t<strong>en</strong>ido lugar siempre un bu<strong>en</strong>número de semanas después de los acontecimi<strong>en</strong>tos…» A su tiempo -concluye- «gran parte del proletariado españoldisolvió su organización, rompió sus reg<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tos, revocó sus acuerdos y empr<strong>en</strong>dió nueva vía con resolución y<strong>en</strong>ergía admirable»… (página 101).68


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uindividuos y los trató de modo particu<strong>la</strong>r. Conmigo se portó de una manera muy correcta: fuivarias veces a su casa y juntos hicimos un dictam<strong>en</strong> sobre La Propiedad que he reproducido <strong>en</strong>los últimos números de La Revista B<strong>la</strong>nca 60 … <strong>en</strong> cuyo trabajo él puso <strong>la</strong> mayor cantidad deideas y yo casi so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>la</strong> forma, porque aunque Lafargue hab<strong>la</strong>ba español no sabíaescribirlo. T<strong>en</strong>go <strong>la</strong> presunción de creer que me trató respetuosam<strong>en</strong>te por hal<strong>la</strong>rme mejor quea los demás, y creo que vio <strong>en</strong> Iglesias un ambicioso y lo impulsó a desempeñar el papel de jefedel partido obrero que vi<strong>en</strong>e desempeñando hace tantos años»…En <strong>la</strong> memoria del Consejo federal al Consejo de Córdoba es reproducida <strong>la</strong> carta de dimisiónde Lor<strong>en</strong>zo:«No siéndome posible continuar desempeñando el cargo con que fui honrado por el Congresode Zaragoza, me veo con s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> <strong>la</strong> necesidad de r<strong>en</strong>unciarlo, rogándoles<strong>en</strong>carecidam<strong>en</strong>te admitan <strong>la</strong> pres<strong>en</strong>te dimisión. Salud. Anselmo Lor<strong>en</strong>zo, Val<strong>en</strong>cia, 20 de juniode 1872».La circu<strong>la</strong>r del Consejo del 22 de junio anuncia <strong>la</strong> aceptación de <strong>la</strong> dimisión y expresa que seestaba satisfecho de su conducta. Ver El Proletariado Militante, II, págs. 112-114. En realidadse separó más que fríam<strong>en</strong>te. El fanatismo de <strong>la</strong>s luchas personales, el personalismo disgustó aLor<strong>en</strong>zo que se retiró a Vitoria, a Bilbao y luego a Burdeos.En La Emancipación del 27 de julio de 1872 se lee aún: «de todo cuanto afirmamos aquíposeemos pruebas; t<strong>en</strong>emos noticias de otras dos sociedades exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong>misma Alianza, y que se titu<strong>la</strong>n, una Los Anarquistas y otra La Justicia del Pueblo. Lo mismo el17 de agosto:… que «d<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> Alianza hay iniciados de difer<strong>en</strong>tes jerarquías. LosAnarquistas y los de <strong>la</strong> Justicia del Pueblo, como lo demuestra sobre todo (sic) <strong>la</strong> activacorrespond<strong>en</strong>cia que ha existido siempre <strong>en</strong>tre los principales iniciados de España y el c<strong>en</strong>trodirectivo de Suiza, del cual recib<strong>en</strong> consignas e instrucciones. Nosotros habíamos ignorado estacircunstancia hasta hace poco tiempo, crey<strong>en</strong>do de bu<strong>en</strong>a fe que <strong>la</strong> Alianza no t<strong>en</strong>ía otro objetoque impedir <strong>la</strong> desorganización de que estaba am<strong>en</strong>azada <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> España, deresultas de <strong>la</strong>s persecuciones, agrupando fraternalm<strong>en</strong>te sus elem<strong>en</strong>tos más activos». [Estoconfirma una vez más, si fueran necesarias más pruebas, el carácter puram<strong>en</strong>te español de <strong>la</strong>Alianza; porque hemos visto de lo que se trata <strong>en</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de Bakunin con algunosmiembros de esa sociedad]. En cuanto a esos famosos grupos son m<strong>en</strong>cionados también porMora (ídem, 24 de agosto) «<strong>la</strong> Alianza y sus diversas ramificaciones. (Los Anarquistas, LaJusticia del Pueblo, etc.)» Pauly (íd) hab<strong>la</strong> «tres o cuatro c<strong>la</strong>ses» <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza, no se hablónunca <strong>en</strong> otra parte de eso, que yo sepa, y puede tratarse de algún episodio local, de <strong>la</strong>mistificación o de un eco de <strong>la</strong> Narodnaia Rasprava, <strong>la</strong> Justicia del Pueblo, de Netchaeft que elhistoriógrafo marxista gusta también de confundir con <strong>la</strong> Alianza».La Emancipación hab<strong>la</strong> siempre del «c<strong>en</strong>tro misterioso» <strong>en</strong> Suiza, «que no sabemos por quiénestará influido (quizá por los gobiernos burgueses)» (27 de julio).Están conv<strong>en</strong>cidos de que <strong>la</strong> Alianza continúa existi<strong>en</strong>do, salvo <strong>en</strong> Cádiz, una so<strong>la</strong> sección querespondió a <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r del 2 de junio y se disolvió. «Mas por si acaso <strong>la</strong>s secciones constituidas60 Revista B<strong>la</strong>nca, Madrid, números 162-167 (15 de marzo al 1 de junio de 1905), extracto de <strong>la</strong>s actas del congresode Zaragoza; <strong>en</strong> folleto 1912, Madrid (I, Calleja). Véase también El Proletariado Militante, II, páginas 31-59. DeLafargue dice Lor<strong>en</strong>zo: «aunque hab<strong>la</strong>ba español como cubano que era, no dominaba el idioma para poder escribirlo,por haber recibido educación francesa». El congreso de Córdoba, <strong>en</strong>ero de 1873, rechazó esa memoria, sin dudaporque veía <strong>en</strong> el<strong>la</strong> una infiltración de <strong>la</strong>s ideas marxistas. Lafargue, deslumbrado por Marx y determinado a difundirsus ideas, no podía hacer más; habría sido bu<strong>en</strong>o su el Consejo federal de Madrid no hubiera pres<strong>en</strong>tado ese trabajobajo sus propios auspicios al congreso de Zaragoza que sabía que estaba lejos de hal<strong>la</strong>rse <strong>en</strong> armonía con Marx, peroque no podía examinar <strong>en</strong> detalle ese <strong>la</strong>rgo docum<strong>en</strong>to teórico. Ver Lor<strong>en</strong>zo, II, págs. 59-66.69


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>udec<strong>la</strong>raran, <strong>en</strong> vista de este manifiesto, que se hal<strong>la</strong>ban disueltas, vamos a comunicarles losnombres de los individuos que conocemos han pert<strong>en</strong>ecido a <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España, inclusos losnuestros»; he ahí, pues, <strong>la</strong> famosa d<strong>en</strong>uncia del 22 de julio de 1872, Madrid, firmada H. Pauly,V. Pagés, Ángel Mora, José Mesa, Val<strong>en</strong>tín Sá<strong>en</strong>z, Inoc<strong>en</strong>te Calleja, Francisco Mora, PaulinoIglesias; d<strong>en</strong>uncian para Madrid: Luis Castillón, Anselmo Lor<strong>en</strong>zo, Jesús Busquiel; de EnriqueSimancas, Francisco Oliva y T. G. Morago dic<strong>en</strong> que se separaron de los demás, pero queMorago conservó sus re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong>s otras secciones.D<strong>en</strong>uncian para Val<strong>en</strong>cia a siete, <strong>en</strong>tre ellos a Peregrín Montero, Vic<strong>en</strong>te Rossell, FranciscoMartínez, Miguel Nacher, Severino Albarracín; para Barcelona: 13, <strong>en</strong>tre ellos: José GarcíaViñas, Gaspar S<strong>en</strong>tiñón, Rafael Farga Pellicer, Alerini, García M<strong>en</strong>eses, José Pamias, GabrielAlbagés, Francisco Albagés, Ba<strong>la</strong>sch, Rius, Clem<strong>en</strong>te Bové; para Má<strong>la</strong>ga: 10, <strong>en</strong>tre ellos, N. A.Marse<strong>la</strong>u, Trinidad Soriano, Enrique Muñoz Vale; para Cádiz un número desconocido, <strong>en</strong>treellos José Casals; para Palma (Mallorca): 11, <strong>en</strong>tre ellos Francisco Tomás; para Córdoba:cinco, <strong>en</strong>tre ellos Navarro y Rafael Suárez.«Además pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a <strong>la</strong> sección de Suiza: Francisco Córdoba y López, redactor de ElCombate; José Rubau Donadeu, Gaspar S<strong>en</strong>tiñón, José García Viñas, Trinidad Soriano, T. G.Morago» 61 .El 3 de agosto el verídico periódico afirma: «pero nunca ha existido separación real <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> Liga(de <strong>la</strong> Paz y de <strong>la</strong> Libertad) y su hija <strong>la</strong> Alianza»; se repite el viejo embuste: «<strong>en</strong> el congreso deBasilea (1869) se hicieron esfuerzos extraordinarios para transferir el Consejo g<strong>en</strong>eral a Suiza,donde <strong>la</strong> Alianza contaba poder dominarlo».El 10 de agosto los d<strong>en</strong>unciantes de Madrid pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong>: «nosotros componíamos el Comitéc<strong>en</strong>tral, nombrado por todas <strong>la</strong>s Alianzas de España (t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> nuestro poder elnombrami<strong>en</strong>to»…; <strong>en</strong> el Consejo federal nombrado <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, septiembre de 1871, conpoderes especiales <strong>en</strong> vista de <strong>la</strong> situación política, todos sus compon<strong>en</strong>tes habrían sido «mástarde… elegidos para componer el Comité c<strong>en</strong>tral» de <strong>la</strong> Alianza. Algunos días antes delcongreso de Zaragoza habían resuelto rehusar <strong>la</strong> aceptación de <strong>la</strong> reelección como Consejofederal y proponer <strong>la</strong> disolución de <strong>la</strong> Alianza, lo que los otros miembros rehusaron hacer <strong>en</strong> <strong>la</strong>sreuniones propuestas durante el congreso (ídem. 17 de agosto).Mora escribe (ídem. 17 de agosto):… «no es el programa de <strong>la</strong> Alianza lo que nosotros hemoscombatido ni su conducta <strong>en</strong> España hasta poco tiempo antes de separarnos de el<strong>la</strong>; lo qu<strong>en</strong>osotros hemos combatido es su conducta posterior, su organización jerárquica, de <strong>la</strong> cual noshemos podido persuadir por ciertos datos llegados a nuestro conocimi<strong>en</strong>to; son los actos de esaAlianza <strong>en</strong> Suiza, Italia e Ing<strong>la</strong>terra y otros países»… observaciones que o bi<strong>en</strong> son el colmo de<strong>la</strong> ma<strong>la</strong> fe o que testimonian falsedades <strong>en</strong>ormes propa<strong>la</strong>das por Lafargue. Porque <strong>en</strong> <strong>la</strong> cartade Bakunin a Mora (5 de abril) no hay <strong>la</strong> sombra de un rasgo de «organización jerárquica», alcontrario, Bakunin aconseja re<strong>la</strong>ciones «directas» <strong>en</strong>tre aliados españoles e italianos, y <strong>en</strong>ninguna parte, ni siquiera por Marx, ha sido averiguado un acto cualquiera de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong>Ing<strong>la</strong>terra, etc.Hipólito Pauly rec<strong>la</strong>ma un triste honor (ídem): «he sido el primero que ha t<strong>en</strong>ido el sufici<strong>en</strong>tevalor para d<strong>en</strong>unciar <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia de esa sociedad»… y afirma: «los hay de tres o cuatroc<strong>la</strong>ses».61 En esa lista de los miembros de <strong>la</strong> sección de <strong>la</strong> Alianza de Ginebra (1868) hay estos nombres, m<strong>en</strong>os Viñas ySoriano, y hay otros nombres españoles; se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran también dos carnés sin nombre, remitidos a R. Farga Pellicer,que ha podido remitirlos muy bi<strong>en</strong> a Viñas y a Soriano, si <strong>la</strong> lista citada más arriba es exacta.70


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uEl 7 de septiembre el periódico insulta directam<strong>en</strong>te a Bakunin, «cuya manera de vivir es unmisterio y cuyos p<strong>la</strong>nes nadie conoce positivam<strong>en</strong>te»; se pret<strong>en</strong>de también que Bakunin sehabría <strong>en</strong>contrado Lyon el 24 de abril de 1871, lo que prueba bi<strong>en</strong> que los hechos máscomunes y públicos de <strong>la</strong> vida de Bakunin eran un misterio para sus difamadores. Sería difícil<strong>en</strong>contrar para esa época un periódico más <strong>en</strong>vilecedor, más bajam<strong>en</strong>te injurioso para susadversarios que La Emancipación del verano de 1872.F. Engels, el secretario para España del Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres, prestó todo su apoyo aesas maniobras. El 24 de julio dirigió su carta famosa al Consejo federal de Val<strong>en</strong>cia: «t<strong>en</strong>emos<strong>en</strong> <strong>la</strong>s manos <strong>la</strong>s pruebas de que existe, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>la</strong> Internacional, particu<strong>la</strong>rm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>España, una sociedad secreta, que se l<strong>la</strong>ma Alianza de <strong>la</strong> Democracia Socialista. Esta sociedadcuyo c<strong>en</strong>tro está <strong>en</strong> Suiza», etc.: «nosotros sabemos, además, por La Razón de Sevil<strong>la</strong> que porlo m<strong>en</strong>os tres miembros de su Consejo pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a <strong>la</strong> Alianza»…: rec<strong>la</strong>ma del Consejo federaluna lista de los miembros de <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España, un informe sobre el<strong>la</strong>, su circu<strong>la</strong>r del 7 dejulio (sobre <strong>la</strong> elección de los delegados para el congreso de La Haya y explicaciones sobre <strong>la</strong>pres<strong>en</strong>cia de tres aliancistas <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o, etc. En su respuesta, el Consejo federal hizo saber aEngels: «Rec<strong>la</strong>man de nosotros ni más ni m<strong>en</strong>os que el oficio que un jefe de Estado pediría asu departam<strong>en</strong>to de policía»… El Consejo, <strong>en</strong> su circu<strong>la</strong>r del 30 de julio a <strong>la</strong>s secciones deEspaña, ataca también a los d<strong>en</strong>unciadores de La Emancipación, «ustedes que <strong>en</strong> otro tiemporecom<strong>en</strong>daban <strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> Alianza, ustedes que <strong>en</strong> otro tiempo exaltaban <strong>la</strong> excel<strong>en</strong>ciade esa misma Alianza que hoy atacan…»Y sobre <strong>la</strong> iniciativa de los miembros, los miembros de <strong>la</strong> antigua sección de Barcelona publicanlos estatutos y el programa de <strong>la</strong> Alianza con sus firmas, docum<strong>en</strong>to del 1 de agosto y yareproducido más arriba, que La Emancipación rehusó insertar y que apareció primero <strong>en</strong> LaFederación de Barcelona (4 de agosto). En <strong>la</strong> hoja Cuestión de <strong>la</strong> Alianza (8 págs. <strong>en</strong> folio) losmismos establec<strong>en</strong> el orig<strong>en</strong> español de su sociedad y el ridículo de <strong>la</strong> inv<strong>en</strong>ción de <strong>la</strong>s órd<strong>en</strong>esrecibidas del extranjero, etcétera.Lo que había que prever está ahora establecido por el testimonio de Lor<strong>en</strong>zo, es que esal<strong>la</strong>mada disolución de <strong>la</strong> Alianza para los que quedaron fieles a sus ideas, no fue más que unaficción, impuesta por <strong>la</strong>s divulgaciones odiosas de los adversarios. En 1874 cuando Lor<strong>en</strong>zo, <strong>en</strong>Barcelona, <strong>en</strong> conversación seria con Viñas llegó por fin a compr<strong>en</strong>der <strong>la</strong> necesidad de <strong>la</strong><strong>en</strong>t<strong>en</strong>te íntima <strong>en</strong>tre camaradas serios que fue <strong>la</strong> Alianza, se le reveló <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia nointerrumpida de <strong>la</strong> Alianza. «El día designado comparecimos todos -cu<strong>en</strong>ta él, (El Prol. Mil., II,página 171)- <strong>en</strong> el sitio designado: Farga, Soriano, Pellicer, Nacher, Gasull, Llunas, Albagés(Francisco y Gabriel), no recuerdo si algún otro y yo, y se me dijo que lo que yo había propuestoa Viñas, existía y funcionaba ya secretam<strong>en</strong>te; que se había dejado creer que <strong>la</strong> Alianza habíasido disuelta, para mejor asegurar su exist<strong>en</strong>cia y funcionami<strong>en</strong>to, y gracias a el<strong>la</strong>, <strong>la</strong>Internacional existía aún <strong>en</strong> España, conservando <strong>la</strong> pureza de sus ideales». Véanse aún <strong>en</strong> <strong>la</strong>spáginas 174, 177, 289 y sigui<strong>en</strong>tes y 301 algunos detalles sobre <strong>la</strong> Alianza hasta 1881, cuandouna reorganización fundam<strong>en</strong>tal de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> debió igualm<strong>en</strong>te modificar suexist<strong>en</strong>cia o bi<strong>en</strong> ponerle un fin (?).Lafargue <strong>en</strong>tretanto partió para Portugal y desde allí para Londres y La Haya. Los <strong>en</strong>gañados ycómplices de Madrid se habían deshonrado, como hemos visto. La Internacional españo<strong>la</strong>, poresa experi<strong>en</strong>cia, no fue sino más consolidada <strong>en</strong> su vida c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te anarquista. ¡Si se hubiera<strong>en</strong>viado <strong>en</strong> todas sus partes <strong>en</strong> el mundo obrero a pasear de ese modo a los falsos apóstolesde los partidos obreros, dónde podría estar ya, cincu<strong>en</strong>ta años después, el movimi<strong>en</strong>torevolucionario! Pero <strong>la</strong> pobre humanidad parece cond<strong>en</strong>ada a un <strong>la</strong>rgo calvario antes de llegar asu liberación y <strong>la</strong>s estaciones l<strong>la</strong>madas par<strong>la</strong>m<strong>en</strong>tarismo socialista, reformismo, dictadura, no71


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uson m<strong>en</strong>os dolorosas y crueles que <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas capitalismo, estatismo y miseria que todo elmundo conoce. 62CAPÍTULO UNDÉCIMOCONGRESOS DE LA HAYA Y SAINT IMIER Y SUS RELACIONES CONESPAÑADebo pasar por alto un re<strong>la</strong>to detal<strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s preparaciones del congreso de La Haya y de esecongreso mismo (septiembre de 1872). La elección de los delegados españoles dio 3.568 votosa Marse<strong>la</strong>u, 3.442 a Morago y dos delegados fueron nombrados por Barcelona, R. FargaPellicer y Alerini. Los marxistas habrían querido atrincherarse <strong>en</strong> los sindicatos de Cataluña,cuyas grandes masas no estaban aún muy p<strong>en</strong>etradas de <strong>la</strong>s ideas revolucionarias; destinarona F. Mora para ese objeto, pero éste no se prestó y sólo figura Lafargue como delegado delpequeño grupo que se l<strong>la</strong>maba Nueva Federación Madrileña y que algunos meses después sedisfrazó una vez más, l<strong>la</strong>mándose desde <strong>en</strong>tonces Consejo federal, consejo sin federación,c<strong>la</strong>ro está.Los delegados españoles recibieron un mandato imperativo colectivo, esto a propósito delConsejo federal, del 9 de julio. Esa táctica pudo t<strong>en</strong>er por causa <strong>la</strong> actitud poco precisa deLor<strong>en</strong>zo <strong>en</strong> <strong>la</strong> confer<strong>en</strong>cia de Londres, 1871, pero también un consejo de Bakunin, que alm<strong>en</strong>os ya el 23 de <strong>en</strong>ero, al escribir a los camaradas de Romaña, aconseja el <strong>en</strong>vió dedelegados «provistos de instrucciones bi<strong>en</strong> precisas, con un mandato imperativo sobre todas<strong>la</strong>s cuestiones principales al m<strong>en</strong>os»… El congreso jurasiano del 18 de agosto <strong>en</strong> <strong>la</strong> Chaux-de-Fonds, al cual asistió Bakunin, hizo eso y <strong>en</strong> el mandato jurasiano se diseña ya <strong>la</strong> solidaridadreal que iba a crearse <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s federaciones antiautoritarias, si -como era preciso creer- losautoritarios quisieran imponer su sistema a toda <strong>la</strong> Internacional, es decir, provocar <strong>la</strong> ruptura.Se sabe <strong>en</strong> todo el detalle que <strong>en</strong> esa época el descont<strong>en</strong>to con los procedimi<strong>en</strong>tos arbitrarios ysectarios del Consejo g<strong>en</strong>eral de Londres, estaba mucho más difundido <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional que<strong>la</strong>s ideas anarquistas; éstas últimas, preconizadas por Bakunin y sus amigos, y por losespañoles y los belgas con vigor, pero con débiles medios y sobre un terr<strong>en</strong>o limitado, eran, pordecirlo así, desconocidas <strong>en</strong> Ing<strong>la</strong>terra y <strong>en</strong> otras partes, y lo mismo <strong>la</strong> táctica particu<strong>la</strong>r deBakunin, esa <strong>alianza</strong> íntima de los militantes, seguida también por los españoles, por sucarácter <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia formal, tomando, <strong>en</strong> España al m<strong>en</strong>os, <strong>la</strong>s formas de grupos secretos,todo esto fue mal compr<strong>en</strong>dido y, por tanto, mal visto por los que no estaban <strong>en</strong> esa intimidad,como, por ejemplo, los belgas, aunque <strong>en</strong> efecto tal intimidad, pero sin que se dé uno el trabajode darle un nombre y formas fijas, se crea por todas partes <strong>en</strong>tre los verdaderos militantes.En esta situación James Guil<strong>la</strong>ume que, al <strong>la</strong>do de Bakunin, t<strong>en</strong>ía una visión de conjunto máscompleta y que quería disminuir <strong>la</strong>s consecu<strong>en</strong>cias de <strong>la</strong> escisión provocada por Marx <strong>en</strong> elmundo obrero, ap<strong>en</strong>as despertado y reunido desde hacía algunos años, se aplicó <strong>en</strong> elcongreso de La Haya y después de esa semana pasada <strong>en</strong> compañía de tantos socialistas, a62 Una pa<strong>la</strong>bra para reír, es Lafargue mismo el que cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> sus recuerdos sobre Marx (Neve Zeit., vol. IX, 1890)cómo Marx una vez le expuso paseando su teoría del des<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> sociedad humana. «Yo quedédeslumbrado y durante <strong>la</strong>rgos años quedó <strong>en</strong> mí esa impresión. El mismo efecto causó <strong>en</strong> los socialistas de Madrid,cuando les expuse esa teoría con mis débiles medios». Dejémosle esa dulce ilusión.72


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uechar <strong>la</strong>s bases de <strong>la</strong>s dos grandes agrupaciones <strong>internacional</strong>es, <strong>la</strong> primera sería <strong>la</strong> reunión de<strong>la</strong>s federaciones de t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias de todos los matices, moderadas y revolucionarias, siempre quefueran opuestas a <strong>la</strong> dictadura de un Consejo g<strong>en</strong>eral, a una doctrina oficial y que reconocieran<strong>la</strong> solidaridad económica de todos los obreros. La segunda sería <strong>la</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>te íntima <strong>en</strong>tre todas<strong>la</strong>s federaciones y secciones anarquistas y revolucionarias. Esas ideas no fueron acogidas dep<strong>la</strong>no por los españoles y por el italiano Cafiero, que preferían una Internacional puram<strong>en</strong>teanarquista, pero, sin embargo, por <strong>la</strong> reunión <strong>en</strong> Zurich con Bakunin y por el congreso de SaintImier <strong>la</strong>s dos ideas se realizaron.Guil<strong>la</strong>ume cu<strong>en</strong>ta una pequeña parte de esas múltiples transacciones; fue a Ámsterdam,después del congreso (L’Int., II, pág. 353): «Fui allí con Alerini, Farga y Cafiero… deseábamoshab<strong>la</strong>r un poco cómodam<strong>en</strong>te y <strong>en</strong>tre nosotros. Farga era para mí, desde 1869, un amigoadmitido <strong>en</strong> nuestra <strong>en</strong>tera amistad: espíritu práctico, carácter tranquilo, preocupado sobre todopor <strong>la</strong>s cuestiones de organización obrera, repres<strong>en</strong>taba <strong>en</strong> <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> el bu<strong>en</strong>s<strong>en</strong>tido y <strong>la</strong> moderación. Alerini no me era conocido aún más que por los re<strong>la</strong>tos de Bastelica(de Marsel<strong>la</strong>) y de Bakunin, pero me había inspirado de inmediato simpatía y confianza…Cafiero, un bu<strong>en</strong> muchacho y con el corazón <strong>en</strong> <strong>la</strong> mano, era el revolucionario leal, ll<strong>en</strong>o deabnegación y de <strong>en</strong>tusiasmo. Nos preguntamos, al p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> el pasado y <strong>en</strong> el porv<strong>en</strong>ir, cómosería preciso reorganizar <strong>la</strong> Internacional y establece <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s federaciones los <strong>la</strong>zos que nohabían existido hasta <strong>en</strong>tonces más que de un modo muy imperfecto. En Francia, Varlin noexistía ya; Richard había traicionado; Bastelica parecía querer abandonar <strong>la</strong> lucha. En EspañaS<strong>en</strong>tiñón se había desal<strong>en</strong>tado. ¿No era necesario tratar de reconstruir con los nuevoselem<strong>en</strong>tos que se ofrecían una nueva <strong>en</strong>t<strong>en</strong>te <strong>internacional</strong>? Alerini afirmaba que se<strong>en</strong>contrarían <strong>en</strong> Francia franceses para reemp<strong>la</strong>zar a los muertos y a los traidores. En España<strong>la</strong> creación espontánea de <strong>la</strong> Alianza mostraba cuán dispuestos estaban los socialistasespañoles a compr<strong>en</strong>der y a practicar <strong>la</strong> acción concertada; y no se trataba ya más que deagregar, a lo que no había sido más que una <strong>en</strong>t<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los límites de una federación regional,a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>te <strong>internacional</strong> <strong>en</strong>tre los más activos y los más dignos de confianza. En Italia, existía yauna estrecha intimidad <strong>en</strong>tre los hombres que acababan de organizar <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> esepaís; y por intermedio de Bakunin, a qui<strong>en</strong> era debido el primer impulso, habían <strong>en</strong>trado e iban apoder <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones con los militantes del Jura, de Francia y de España. Convinimos quesería preciso aprovechar <strong>la</strong> ocasión que ofrecía el congreso convocado <strong>en</strong> Saint Imier para el15 de septiembre, y al cual debían ir los delegados españoles tanto como los delegados [que nohabían ido al congreso de La Haya]; ese acercami<strong>en</strong>to nos daba <strong>la</strong> esperanza de que seríaposible establecer <strong>en</strong>tre todos nosotros, que luchábamos por <strong>la</strong> realización de <strong>la</strong>s mismasideas, un acuerdo destinado <strong>en</strong> sustituir <strong>la</strong> acción colectiva a los esfuerzos que habían quedadohasta <strong>en</strong>tonces demasiado ais<strong>la</strong>dos».Y esos mismos hombres se reunieron después con los delegados de <strong>la</strong> minoría del congreso;hubo delegados de los americanos, de los ingleses, de los ir<strong>la</strong>ndeses, de los ho<strong>la</strong>ndeses, de losbelgas, de los rusos, de los franceses, de los italianos, de los españoles, de los jurasianos; loshombres de esa Internacional establecida sobre <strong>la</strong> tolerancia y <strong>la</strong> solidaridad mutuas queexistiría al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> <strong>alianza</strong> íntima de los revolucionarios, fundada <strong>en</strong> sus ideas comunes y <strong>en</strong>vista de una acción solidaria parale<strong>la</strong>.«En el congreso de La Haya -concluyó Guil<strong>la</strong>ume (pág. 356)- se hizo una investigación sobre <strong>la</strong>Alianza secreta imaginaria. Ahora iba a constituirse por el concurso espontáneo de un ciertonúmero de italianos, de españoles, de rusos, de franceses, de jurasianos, una organizaciónreal, muy difer<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> que no había existido más que <strong>en</strong> <strong>la</strong>s visiones de Marx y de Engels;una organización, toda de libre acuerdo y de fraternal amistad, debía ligar <strong>en</strong>tre sí <strong>la</strong>sFederaciones de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> un cierto número de secciones, por el <strong>la</strong>zo de una estrechasolidaridad».73


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uPor <strong>la</strong>s notas del carnet de Bakunin se conservaron algunos detalles de <strong>la</strong>s reuniones de Zurich;así <strong>la</strong> noche del 11 de septiembre llegan de La Haya Cafiero, Schwitzguèbel, Morago, Justus[Farga Pellicer], Marse<strong>la</strong>u, Raoul [Alerini]; se <strong>en</strong>contraban ya Pezza, Fanelli, Nabruzzi,Ma<strong>la</strong>testa, que desde el 6 discutían con Bakunin el proyecto de estatutos de <strong>la</strong> Alianza secreta,redactado por él del 2 al 5 de septiembre. El 11 (noche) anota aún: «inquietud y desconfianza<strong>en</strong> el aire», observación para <strong>la</strong> cual no existe una explicación positiva, pero que se podríainterpretar quizá <strong>en</strong>trando <strong>en</strong> un cierto número de detalles demasiado <strong>la</strong>rgos para ser discutidosaquí. El 12 y 13 son discutidos y aceptados los estatutos. Después del congreso de Saint Imier,al que asist<strong>en</strong> todos (15 y 16) se reunieron de nuevo <strong>en</strong> Zurich, del 18 al 22; ese día part<strong>en</strong> losespañoles, al día sigui<strong>en</strong>te los italianos. Bakunin anota el 19: «discusión sobre medios,p<strong>la</strong>tonismo doctrinario de Marse<strong>la</strong>u» y el 20 «explicaciones con Marse<strong>la</strong>u -todo conciliado-,episodio que es desconocido <strong>en</strong> sus detalles y que exigiría se <strong>en</strong>trara más <strong>en</strong> <strong>la</strong> historia deMarse<strong>la</strong>u, m<strong>en</strong>os temp<strong>la</strong>do <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to que los otros, para darse una idea de ello».Los jurasianos, el 17, <strong>en</strong> Neuchâtel, tuvieron una sesión «de P. P. (hermanos) con James(Guil<strong>la</strong>ume), no tomando parte <strong>en</strong> los arreglos formales, programa y estatutos, sistema decorrespond<strong>en</strong>cia, etc., hacia lo cual s<strong>en</strong>tía Bakunin una debilidad, pero correspondían a <strong>la</strong>intimidad establecida y restablecida durante esas sesiones».Nos falta <strong>la</strong> correspond<strong>en</strong>cia de Bakunin durante los meses sigui<strong>en</strong>tes y después de fines dediciembre también sus notas diarias, fu<strong>en</strong>te de valor único para los años 1871 y 1872 y algunosmeses de 1874. Ignoramos, pues, el cont<strong>en</strong>ido de esa correspond<strong>en</strong>cia muy vasta, pero es fácilconcluir que <strong>en</strong> gran parte se esforzaba por coordinar <strong>la</strong> táctica respecto de los restos de <strong>la</strong>Internacional autoritaria, respecto de <strong>la</strong>s federaciones que componían <strong>la</strong> minoría <strong>en</strong> La Haya,respecto del Congreso <strong>internacional</strong> próximo, que debía anu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> obra nefasta hecha <strong>en</strong> LaHaya. Los resultados de esas deliberaciones se v<strong>en</strong> por los congresos jurasianos, españoles(<strong>en</strong> Córdoba, diciembre de 1872) e italianos (<strong>en</strong> Bolonia, marzo de 1873), cuyas resolucionesson bi<strong>en</strong> conocidas. Las resoluciones de Bolonia son <strong>la</strong>s que se expresan más c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te elp<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de Bakunin y <strong>en</strong> gran parte son redactadas, sin duda, por él. Hubo <strong>en</strong> <strong>la</strong> formaciónsucesiva de esa táctica sobre todo un factor que elije se le considere at<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te: fue <strong>la</strong>Federación belga que estaba siempre <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te al marg<strong>en</strong> de <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia y hasta de <strong>la</strong>sre<strong>la</strong>ciones personales de Bakunin. Entre los belgas, aquellos que habrían querido marcharade<strong>la</strong>nte con más <strong>en</strong>ergía, t<strong>en</strong>ían que considerar, si querían conservar una federación unida,<strong>la</strong>s opiniones moderadas de ciertos hombres, sobre todo de los elem<strong>en</strong>tos f<strong>la</strong>m<strong>en</strong>cos, y lomismo <strong>en</strong> Ho<strong>la</strong>nda, donde se despreciaba una táctica c<strong>en</strong>tralizada. Todas esas cuestionesdep<strong>en</strong>dían aún de <strong>la</strong> acción y de <strong>la</strong> actitud de <strong>la</strong> organización Internacional autoritaria que, consu Consejo g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> Nueva York, dirigido y excitado por los odios furiosos de Marx y deEngels <strong>en</strong> Londres, parecía querer continuar, pero que bi<strong>en</strong> pronto no fue más que una fachadapomposa sin casa detrás. Eso simplificó bi<strong>en</strong> <strong>la</strong> liquidación y el Congreso <strong>internacional</strong>celebrado <strong>en</strong> septiembre de 1873 reunió <strong>en</strong> armonía completa a los españoles y a los italianos,a los suizos, a los franceses y los ingleses, etc., que continuaron y reconstruyeron <strong>la</strong>Internacional sobre sus antiguas y verdaderas bases, <strong>la</strong> solidaridad obrera y <strong>la</strong> autonomía de<strong>la</strong>s federaciones y de <strong>la</strong>s secciones <strong>en</strong> ideas y táctica.El 5 de agosto de 1872, <strong>en</strong> una carta de E. Bellerio, Bakunin hace esta observación: «¿Qué tediré aún? Estoy archiatareado. Los italianos marchan a maravil<strong>la</strong>. Los españoles estáncompletam<strong>en</strong>te con nosotros. El día de <strong>la</strong> gran batal<strong>la</strong> se aproxima [Congreso de La Haya] ynosotros nos armamos de punta <strong>en</strong> b<strong>la</strong>nco». Después de Zurich y de Saint Imier anota:«después de dos cartas colectivas a los italianos y a los jurasianos (31 de octubre y 1 d<strong>en</strong>oviembre) (2 de noviembre). Escrito por Justus [Farga Pellicer] carta colectiva a todos losHermanos españoles; (3) <strong>en</strong>vío de esa carta y una a Farga Pellicer, una a Morago, una aMarse<strong>la</strong>u (6 y 7). Circu<strong>la</strong>r número 2 de Hugo [Bakunin] a Ermani [los hermanos]; su <strong>en</strong>vió noestá indicado especialm<strong>en</strong>te: (11) Carta bu<strong>en</strong>a de Alerini; (13) Escrito Diccionario geográfico[cifras]… acabado Francia, España y Portugal…; (15) despejado carta de Raoul [Alerini]. Viejo74


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uestilo;… carta a todos, copia de carta a Raoul <strong>en</strong>viada; (16) carta a Alerini; (17)… a James concarta de Alerini; carta colectiva a Alerini [lo mismo los días 18, 19 y 20]; (23) carta de Marse<strong>la</strong>u;(4 de diciembre) comi<strong>en</strong>za a escribir a los españoles; (17) carta de Marse<strong>la</strong>u; (8) cartas deAlerini, Pellicer… acabada y <strong>en</strong>viada carta a Marse<strong>la</strong>u; (11) <strong>la</strong>s cartas de Pellicer y de Marse<strong>la</strong>uson <strong>en</strong>viadas a los jurasianos y el 13 <strong>la</strong> carta de Alerini <strong>en</strong>viada a Schwitzguèbel; (15) escrito alos españoles; (16) <strong>en</strong>viado carta colectiva con consejos a los españoles; (17) copia grandecircu<strong>la</strong>r respuesta a Barcelona; (18) leído a Zaicof (un amigo ruso) cartas a los españoles; (19)copia noche carta circu<strong>la</strong>r a los barceloneses; (20, 22, 23) a los españoles».Entonces llegan Cafiero, Pal<strong>la</strong>dino, Fanelli, luego otros italianos y <strong>la</strong>s cartas cesan el 31 dediciembre; los carnets sigui<strong>en</strong>tes no exist<strong>en</strong> ya, ni otros medios para reconstruir esas re<strong>la</strong>cioneso para precisar <strong>la</strong>s informaciones pres<strong>en</strong>tes. Examinando <strong>la</strong>s actas del Congreso de Córdoba 63se verificaría si <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran o no rasgos de los consejos de Bakunin, consejos cuyo cont<strong>en</strong>idopodrá ayudar a trazar <strong>la</strong>s resoluciones del Congreso de Bolonia inspiradas por Bakunin.Todas esas cartas, ¿se habrán perdido para siempre?CAPÍTULO DUODÉCIMOÚLTIMAS RELACIONES DE BAKUNIN CON ESPAÑAPara 1873 los materiales históricos concerni<strong>en</strong>tes a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones de Bakunin con los<strong>internacional</strong>istas españoles tan íntimam<strong>en</strong>te ligados con él <strong>en</strong> <strong>la</strong> Alianza de Zurich, faltan, porparte de Bakunin, debido a <strong>la</strong> destrucción de sus papeles de 1873-74, y ninguno de losespañoles habló de esas resoluciones. Es tanto más <strong>la</strong>m<strong>en</strong>table cuanto que <strong>en</strong> ese año, por fin,han debido ser objeto principal de ese cambio de ideas por cartas <strong>la</strong>s cuestiones de <strong>la</strong>revolución <strong>en</strong> España 64 y hasta estuvo <strong>en</strong> preparación un viaje de Bakunin a España.Los pocos restos que han podido recogerse sobre ese tiempo son los aquí m<strong>en</strong>cionados, pocomás o m<strong>en</strong>os. El socialista ruso Sokolow, que habitó <strong>en</strong> Locarno del 17 de <strong>en</strong>ero al 10 de marzode 1873, hace decir a Bakunin <strong>en</strong> sus Memorias que pocos días antes de su llegada toda «unabanda de italianos y de españoles» se había reunido <strong>en</strong> casa de Bakunin. Sokolow mismo, mástarde, conoció italianos y españoles <strong>en</strong> casa de Bakunin. Ese autor escribe tan exactam<strong>en</strong>tecomo su rememoración se lo permite, pero ha podido <strong>en</strong>gañarse, sin embargo; no podemosarriesgar ninguna afirmación.En una carta rusa inédita al socialista ruso Gold<strong>en</strong>berg (Locarno, 29 de abril de 1873), de <strong>la</strong>cual conozco una traducción, Bakunin, que había vuelto a Zurich el 23 de abril, dice: «no seríamalo si algunos de ustedes [jóv<strong>en</strong>es rusos] fueran a España, pero no todos. Sería una protesta63 Véase El Proletariado Militante, II, págs. 103-107.64 Un docum<strong>en</strong>to interesante es <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r número 8 de <strong>la</strong> Comisión federal de <strong>la</strong> F. R. E. del 24 de febrero de 1873.Horno del Vidrio, 6, 3, Alcoy, firmada por Vic<strong>en</strong>te Fumbu<strong>en</strong>a, tesorero; Miguel Pino, contador; Severino Albarracín,secretario del interior, y Francisco Tomás, secretario del exterior; véase El Proletariado Militante, II, págs. 122-126.Discute el adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> república <strong>en</strong> España y propone una propaganda y un trabajo de organizaciónint<strong>en</strong>sificados. Varios l<strong>la</strong>mados <strong>la</strong>nzados <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> Cataluña ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un aire mucho más vivo; Lor<strong>en</strong>zo reproduce elmanifiesto Obrero, firmado Juan Nuet, Jaime Ba<strong>la</strong>sch (de <strong>la</strong> Alianza), Ramón Franqueza… (págs. 132-34) ySoldados (Barcelona, 21 de febrero), firmado Jaime Ba<strong>la</strong>sch, Ramón Franqueza, Miguel Nacher (de <strong>la</strong> Alianza).Secundino Vidal, Manuel Bochons… (páginas 135-37)75


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>uefectiva contra el patriotismo estrecho de raza que es muy fuerte <strong>en</strong>tre los es<strong>la</strong>vos y, sobretodo, <strong>en</strong>tre los checos. Sería también una manifestación efectiva de t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias es<strong>la</strong>vassocialistas revolucionarias como t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia común con el movimi<strong>en</strong>to europeo g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> suforma <strong>la</strong>tina, es decir, antiestatista». Uno de los jóv<strong>en</strong>es rusos, Popoff, compositor de <strong>la</strong>impr<strong>en</strong>ta rusa de Zurich, fue <strong>en</strong> efecto a España; Bakunin habría querido que otros de su grupo,como Holstein, fueran también, pero no quisieron interrumpir sus estudios.El mismo ha escrito <strong>en</strong> julio de 1874 <strong>en</strong> un docum<strong>en</strong>to íntimo: «En el verano de 1873 <strong>la</strong>revolución españo<strong>la</strong> parecía deber adquirir un desarrollo completam<strong>en</strong>te victorioso. Tuvimos alprincipio el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de <strong>en</strong>viar allá un amigo; después, a instancias de nuestros amigosespañoles, me decidí a ir yo mismo. Pero para efectuar ese viaje t<strong>en</strong>íamos necesidad de dineroy nuestra única fu<strong>en</strong>te financiera era Cafiero… [que estaba <strong>en</strong> su región, <strong>en</strong> Barletta, Apulia]…Decidimos un jov<strong>en</strong> amigo y yo apremiarle, y como era inútil y casi imposible hacerlo por carta,el jov<strong>en</strong> amigo [Ma<strong>la</strong>testa] fue a su casa. Fue arrestado. Entonces me fue forzoso <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dermecon Cafiero por correspond<strong>en</strong>cia, sirviéndome de un idioma simbólico que había sidoestablecido <strong>en</strong>tre nosotros… [Cafiero era contrario a ese proyecto]; Bakunin dice: Le demostré<strong>la</strong> urg<strong>en</strong>cia [de <strong>la</strong> marcha] y le anuncié al mismo tiempo mi resolución de partir <strong>en</strong> cuanto me<strong>en</strong>viara <strong>la</strong> suma necesaria… [Cafiero respondió] por una carta ll<strong>en</strong>a de fraternal afecto… pero almismo tiempo protestaba contra mi partida y… no me <strong>en</strong>vió el dinero… En el mes de agostoCafiero vino por fin a Locarno».Esto tuvo lugar bajo <strong>la</strong> impresión de <strong>la</strong>s noticias de Alcoy, 9 de julio, por tanto hacia mediadosde julio de 1873. El viaje de Bakunin, que no podía atravesar Francia, donde había sidocond<strong>en</strong>ado, habría debido hacerse de un puerto italiano a un puerto español y habría sido unaoperación complicada y costosa. ¿Habría ido con sus amigos de Barcelona o a una de <strong>la</strong>sciudades <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a insurrección cantonalista, pero que fueron vueltas a tomar pronto por elejército, o después del sitio memorable de seis meses que sufrió Cartag<strong>en</strong>a, desde el 13 dejulio al 12 de <strong>en</strong>ero de 1874? Las federaciones de Alcoy y Sanlú car de Barremeda fueron -diceel corresponsal del Bulletin jurasiano, 17 de agosto- «<strong>la</strong>s dos únicas federaciones<strong>internacional</strong>es que habrían int<strong>en</strong>tado por su propia cu<strong>en</strong>ta un movimi<strong>en</strong>to contra el ord<strong>en</strong> decosas establecido. Por los demás <strong>en</strong> todas partes, <strong>en</strong> Cartag<strong>en</strong>a, <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> Sevil<strong>la</strong>, <strong>en</strong>Granada, etc., <strong>la</strong> insurrección ha sido obra, no de los obreros socialistas, sino de los jefesmilitares o políticos que han tratado de explotar con un fin de ambición personal <strong>la</strong> idea de <strong>la</strong>autonomía del cantón o del municipio»… «Los <strong>internacional</strong>istas hasta el pres<strong>en</strong>te semantuvieron <strong>en</strong> reserva y no han franqueado el paso que separa <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> práctica.Hubiera sido deseable sin duda que se hubieran mostrado más prontos a aprovechar <strong>la</strong>socasiones que se ofrecieron; pero lo que no se hizo podrá hacerse aún»…Ciertos <strong>internacional</strong>istas de <strong>la</strong> antigua Alianza fueron activos <strong>en</strong> esos movimi<strong>en</strong>tos, así comoViñas <strong>en</strong> un movimi<strong>en</strong>to de Barcelona, hacia el 20 de junio, Severino Albarracín y FranciscoTomás <strong>en</strong> Alcoy, el 9 de julio. Este último escribió <strong>en</strong> el Bulletin jurasiano del 17 de agosto:…«Son… los republicanos «intransig<strong>en</strong>tes» los que tomaron <strong>la</strong> iniciativa del movimi<strong>en</strong>tocantonalista; pero <strong>en</strong> algunas ciudades, <strong>en</strong>tre otras <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> Granada, <strong>en</strong> Má<strong>la</strong>ga, <strong>en</strong>Sevil<strong>la</strong>, parece que los <strong>internacional</strong>istas han tomado una parte activa. Me queda por decirlesque <strong>la</strong> participación de los <strong>internacional</strong>es <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to cantonalista ha sido completam<strong>en</strong>teespontánea y sin ningún acuerdo previo; he ahí cómo sucedió que mi<strong>en</strong>tras unos se batían losotros se cruzaban de brazos»… La Solidarité Revolutionnaire, publicada <strong>en</strong> francés <strong>en</strong>Barcelona por Paul Brousse, Alerini y Camet, m<strong>en</strong>ciona el 4 de agosto a los <strong>internacional</strong>istasconocidos M<strong>en</strong>éndez, de Cartag<strong>en</strong>a; Rossell, de Val<strong>en</strong>cia; Mingorance, de Sevil<strong>la</strong>; Rodríguez,de Granada, todos o casi todos, según pi<strong>en</strong>so, de <strong>la</strong> Alianza, como miembros de <strong>la</strong>s juntasrevolucionarias.Hay <strong>en</strong> esa época una protesta de <strong>la</strong> Comisión federal (con sede <strong>en</strong> Alcoy después delCongreso de Córdoba), 1 de junio de 1873, contra <strong>la</strong> persecución de <strong>la</strong> Internacional, firmada76


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>upor Vic<strong>en</strong>te Fombu<strong>en</strong>a, José Seguí, Rafael Abad, Severino Albarracín, Francisco Tomás; unadec<strong>la</strong>ración de los mismos sobre los acontecimi<strong>en</strong>tos de Alcoy (14 de julio, Alcoy).Esa comisión misma fue perseguida <strong>en</strong>tonces y reemp<strong>la</strong>zada por una comisión con sede <strong>en</strong>Madrid, de <strong>la</strong> cual Miguel Pino, de Má<strong>la</strong>ga, fue el secretario de correspond<strong>en</strong>cia; su informe(Madrid, 19 de agosto) está impreso <strong>en</strong> el informe del congreso de Ginebra (Locle, 1874, págs.13-26).Me es imposible, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> ese asunto muy complicado y yo creo que, siBakunin hubiera ido a España, aunque <strong>la</strong> represión g<strong>en</strong>eral por el ministerio de Salmerón y losg<strong>en</strong>erales no hubiera com<strong>en</strong>zado muy pronto (14 de julio), su situación habría sido tan difícilcomo <strong>en</strong> Lyon <strong>en</strong> septiembre de 1870 y habría promovido graves problemas. Amaba todofederalismo y escribió ese verano (según R. Zalli, que ese verano, con Ma<strong>la</strong>testa, <strong>la</strong> copió paraBakunin) una de sus <strong>la</strong>rgas cartas donde hab<strong>la</strong>ba del federalismo histórico de España que nofue nunca un Estado unitario, de los comuneros, de los fueros, etc., y nada debió agradarle másque ese bello impulso, demasiado poco recordado, de tantas ciudades y distritos, t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te adec<strong>la</strong>rar su autonomía. Por otra parte se at<strong>en</strong>ía a <strong>la</strong> resolución social seria que expropiaba, quequemaba los docum<strong>en</strong>tos, sublevaba los campesinos y esta vez el motivo que <strong>en</strong> Lyon le hizoafanarse por coordinar todos los esfuerzos, <strong>la</strong> guerra que deseaba victoriosa, faltaba. ¿Habría<strong>en</strong>contrado el medio de no hacer perder <strong>en</strong> una mezquina política de campanario el impulsocantonalista y al mismo tiempo coordinar el esfuerzo para <strong>la</strong> revolución social que iba al<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de los cantonalistas? Como no conocía el terr<strong>en</strong>o, los hombres ni <strong>la</strong> l<strong>en</strong>gua hab<strong>la</strong>da ycomo el tiempo apremiaba y los g<strong>en</strong>erales de <strong>la</strong> reacción avanzaban, habría quizá, muyprobablem<strong>en</strong>te, fracasado; quizá también habría dado a Barcelona ese impulso que siguió <strong>en</strong>algunas revueltas locales, como <strong>en</strong> <strong>la</strong> semana roja de 1909 aún, pero que no llegó nunca a undes<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to completo, a <strong>la</strong> verdadera comuna social de Barcelona libre. Lor<strong>en</strong>zo, ElProletariado Militante, II, págs. 138-40, reproduce un docum<strong>en</strong>to de esa época, el l<strong>la</strong>mado ¡Almitin de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za de Cataluña! (Barcelona, 11 de junio de 1873) firmado por La Comisión: G.Albagés, J. Bragu<strong>la</strong>t, J. Ba<strong>la</strong>sch, R. B<strong>la</strong>nco, M. Bochons, E. Fournier, P. Gasull, J. G. Viñas, J.Pamias, R. Pich, R. Simón, J. Torné, J. Tubau Busquets, J. Viñas Pagés, J. Vaqué, R.Franqueza, secretario. Los sublineados por mí son conocidos como miembros de <strong>la</strong> Alianza. Lacrítica que se hizo de esos movimi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> los cuales faltaba <strong>la</strong> verdadera iniciativa, fue hechapor uno de los oradores, que concluyó: «Companys! Prou de Discursos, Are que cada un’sfasse els seus. (¡Compañeros! No más discursos. Ahora que cada uno se arregle comopueda)».Véase aún A los trabajadores, el manifiesto explicativo de <strong>la</strong> Comisión federal sobre losacontecimi<strong>en</strong>tos de Alcoy (14 de julio de 1873), págs. 142-49.Cuando Lor<strong>en</strong>zo volvió a España, a Barcelona, <strong>en</strong> marzo de 1874, da como los nombres de loscamaradas más activos de <strong>en</strong>tonces: J. García Viñas, Fraga, Albagés (Francisco y Gabriel),Pellicer, Llunas, Gasull, Nacher y José Miranda (pág. 150). La Internacional estaba forzada<strong>en</strong>tonces a una vida subterránea, su Comisión federal se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> Madrid; sin embargo,se celebró <strong>en</strong> Madrid un congreso español <strong>en</strong> junio de 1874. El libro de Lor<strong>en</strong>zo, II, página 152y sigui<strong>en</strong>tes, nos da muchos detalles e inaugura por ese re<strong>la</strong>to su parte verdaderam<strong>en</strong>te únicahasta aquí, el re<strong>la</strong>to de esos años de vida c<strong>la</strong>ndestina de <strong>la</strong> Internacional, que se conocía sólopor <strong>la</strong>s correspond<strong>en</strong>cias y extractos del Bulletin jurasiano y por algunas otras fu<strong>en</strong>tesindirectas. Se leerá, pues, con gran interés esa parte de El Proletariado Militante, Memoria deun <strong>internacional</strong>… tomo II (Barcelona 1923, 335 páginas) de nuestro viejo camarada, el difuntoAnselmo Lor<strong>en</strong>zo.Es inútil continuar estas especu<strong>la</strong>ciones. La actitud de <strong>la</strong> Internacional españo<strong>la</strong> <strong>en</strong> esa épocaha sido muy criticada por Bakunin también, pero no conocemos los detalles. Sería un asunto deestudio histórico. Desgraciadam<strong>en</strong>te <strong>la</strong> sofocación del movimi<strong>en</strong>to español después del golpe77


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>ude Estado monárquico del g<strong>en</strong>eral Pavía (Madrid, 3 de <strong>en</strong>ero de 184) ha impedido tanto <strong>la</strong>reunión de materiales históricos como <strong>la</strong> crítica, <strong>la</strong> discusión de lo que se habría podido hacer.Estamos aún ahí; es demasiado tarde para com<strong>en</strong>zar <strong>la</strong> discusión de nuevo, cuandodesaparecieron ya dos g<strong>en</strong>eraciones, pero es <strong>en</strong>ojoso el que esa fase <strong>en</strong> que se estaba <strong>en</strong>apari<strong>en</strong>cia tan cerca de <strong>la</strong>s mayores posibilidades de acción y de <strong>la</strong>s cuales no se hizo uso quese habría podido hacer, no haya sido estudiada mucho más para deducir experi<strong>en</strong>cias para elporv<strong>en</strong>ir.Bakunin <strong>en</strong>contró otra vez a R. Farga Pellicer y a Alerini y vio por primera vez y pi<strong>en</strong>so que porúltima también a J. García Viñas y a P. Brousse, proced<strong>en</strong>te él también de Barcelona, como losotros, para el congreso de <strong>la</strong> Internacional <strong>en</strong> Ginebra (septiembre de 1873); después delcongreso le visitaron <strong>en</strong> Berna. Cuando <strong>en</strong> octubre regresó a Locarno, <strong>en</strong>contró a dosespañoles y a Costa y Fanelli <strong>en</strong> La Baronata (su casa); se ignora quiénes han podido ser esosdos. No conocemos nada sobre su correspond<strong>en</strong>cia desde ese tiempo a su retirada definitivadel movimi<strong>en</strong>to activo <strong>en</strong> el otoño de 1874. Sabemos sólo que conservó su amistad con Alerini,que lo había salvado <strong>en</strong> 1870 <strong>en</strong> Marsel<strong>la</strong> y que era probablem<strong>en</strong>te su corresponsal más íntimo<strong>en</strong> España <strong>en</strong> 1872-73. Sabía que estaba <strong>en</strong> <strong>la</strong> cárcel de Cádiz a fines de 1875 indujo aMa<strong>la</strong>testa a ir a España para libertarlo. Es el último eco de sus re<strong>la</strong>ciones españo<strong>la</strong>s que yoconozco.----------Esos son, aparte de algunos detalles, lo que he podido <strong>en</strong>contrar de Bakunin con los<strong>internacional</strong>istas de España. He debido agregar resúm<strong>en</strong>es y detalles característicos aúnsobre el des<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to del movimi<strong>en</strong>to español 1868 a 1873, para mostrar <strong>la</strong>s situacionesvariadas que correspond<strong>en</strong> a tal o cual acción de <strong>bakunin</strong>; esas informaciones son naturalm<strong>en</strong>teincompletas y a parte de mi asunto principal, que es éste: delimitar, definir, calificar todo loexactam<strong>en</strong>te posible <strong>la</strong> acción españo<strong>la</strong> de Bakunin y sus repercusiones, para evitar suexageración como su disminución. Por <strong>la</strong>s ideas, <strong>la</strong> táctica y <strong>la</strong>s personas hubo una granaproximación <strong>en</strong>tre los dos actores, el viejo revolucionario infatigable <strong>en</strong> <strong>la</strong> propaganda,organización tanto íntima como pública y preparación para <strong>la</strong> acción, y los mejores hombres deun gran país, que despertaban y aspiraban al ideal social libertario. Es maravilloso con quéseguridad de fin han sabido <strong>en</strong>contrarse esas dos fuerzas, <strong>la</strong> fuerza activa de Bakunin y <strong>la</strong>fuerza <strong>la</strong>t<strong>en</strong>te, aun no iniciada de los futuros <strong>internacional</strong>es, con qué pequeños medios se hizoeso, como si una atracción magnética coordinara todos los esfuerzos.Al mismo tiempo me asombro de que esos elem<strong>en</strong>tos que t<strong>en</strong>ían tantas aspiraciones <strong>en</strong> común,no hayan cooperado mucho más frecu<strong>en</strong>te y estrecham<strong>en</strong>te aún. Eso dep<strong>en</strong>día de muchospequeños factores, de los cuales se pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar algunos, pero no todos. En g<strong>en</strong>eral,mucho es ignorado, está olvidado y perdido para siempre, pero hay muchas indicacionesprecisas que permit<strong>en</strong> constatar el carácter, <strong>la</strong> cronología, etc., de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones y <strong>en</strong> un ciertogrado, pi<strong>en</strong>so, salimos de <strong>la</strong>s g<strong>en</strong>eralidades y superficialidades y podemos poner aquí y allí unaprimera piedra de verdadera historia.Esta verdadera historia (término excesivam<strong>en</strong>te re<strong>la</strong>tivo, porque si<strong>en</strong>do único cada hecho, unareproducción, por fiel que sea, no puede nunca ser absolutam<strong>en</strong>te idéntica al original), esaverdadera historia, pues, <strong>en</strong> tanto que nos es accesible, ti<strong>en</strong>e siempre por base <strong>la</strong>sinvestigaciones de este género que por pruebas positivas y negativas, por un trabajo de detallefatigante, si se quiere, tratan de profundizar el asunto y no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el derecho a descuidar <strong>la</strong>m<strong>en</strong>or fu<strong>en</strong>te de información accesible. Después se pued<strong>en</strong> formu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s g<strong>en</strong>eralizaciones queson <strong>la</strong> es<strong>en</strong>cia pura de todos los resultados de detalle, y que deb<strong>en</strong> guardarse de <strong>en</strong>trar d<strong>en</strong>uevo <strong>en</strong> lo vago, lo impreciso, <strong>en</strong> una pa<strong>la</strong>bra, <strong>en</strong> <strong>la</strong> ley<strong>en</strong>da, que aunque sea una ley<strong>en</strong>dag<strong>en</strong>erosa, racionalista, será siempre una ley<strong>en</strong>da.No se puede proceder así más que para los tiempos re<strong>la</strong>tivam<strong>en</strong>te antiguos que escapan a <strong>la</strong>spasiones de nuestro tiempo pres<strong>en</strong>te; para <strong>la</strong> historia hay este destino; para el pres<strong>en</strong>te debe78


“Miguel Bakunin, <strong>la</strong> Internacional y <strong>la</strong> Alianza <strong>en</strong> España (1868-1873)” de Max Nett<strong>la</strong>upermanecer incompleta a causa de <strong>la</strong>s consideraciones, de los intereses que cada causaimplica, y para el pasado permanece incompleta a causa de los testimonios perdidos y d<strong>en</strong>uestros antepasados. A pesar de eso es preciso hacer lo que sea posible; todo vale más que<strong>la</strong> ley<strong>en</strong>da que impide ante todo adquirir <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia por <strong>la</strong> historia y nos hace por eso muchom<strong>en</strong>os capaces de confrontar los problemas del porv<strong>en</strong>ir, los problemas de <strong>la</strong> hora actual,puesto que el porv<strong>en</strong>ir se hace <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te a cada instante.Son <strong>en</strong> particu<strong>la</strong>r los revolucionarios libertarios los únicos que quier<strong>en</strong> modificar a fondo estesistema social podrido que ha cumplido ya su misión y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ante sí una infinidad deproblemas, haci<strong>en</strong>do bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> añadir a su poder <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong>s luchas del pasado de esepasado tal como puede ser reconstruido, no sólo por su ley<strong>en</strong>da. Y <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> Internacional<strong>en</strong> España es uno de los capítulos m<strong>en</strong>os profundizados de esa historia.Supongamos que <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia -demasiado lejana para haber t<strong>en</strong>ido un efecto definido sobre eldetalle de esa historia- de Bakunin esté sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te examinada y quizá determinada más om<strong>en</strong>os exactam<strong>en</strong>te; queda <strong>la</strong> inm<strong>en</strong>sa vida interior de esa Federación, <strong>la</strong> verdadera acción de<strong>la</strong> Alianza, los acontecimi<strong>en</strong>tos de 1873, <strong>la</strong> vida subterránea de <strong>la</strong> Internacional y de <strong>la</strong> Alianzadesde 1874 a 1881, <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> gran Federación Regional de Trabajadores de <strong>la</strong> RegiónEspaño<strong>la</strong> de 1881, su vida íntima e interna, su reemp<strong>la</strong>zo final por grupos libres y lo que siguió,todo eso ha caído desde hace mucho tiempo <strong>en</strong> el dominio de <strong>la</strong> historia y, sin embargo, <strong>la</strong>sfu<strong>en</strong>tes para un estudio un poco profundo no se abr<strong>en</strong>, parec<strong>en</strong> agotadas. Conozco elmartirologio de <strong>la</strong>s persecuciones, los estragos que ha hecho <strong>la</strong> muerte, <strong>la</strong> vida de losmilitantes, <strong>la</strong>s necesidades, los sacrificios de <strong>la</strong> hora pres<strong>en</strong>te y del porv<strong>en</strong>ir, pero sin embargo,comparando <strong>en</strong> tanto que me es posible lo que se hizo para establecer <strong>la</strong> historia revolucionariade los difer<strong>en</strong>tes países, pi<strong>en</strong>so que para España se han hecho demasiado poco y demasiadose ha perdido irremediablem<strong>en</strong>te y sería tiempo de hacer un esfuerzo para recoger lo quequeda aún <strong>en</strong> testimonios, cartas y docum<strong>en</strong>tos, <strong>en</strong> impresos de <strong>la</strong> época y, único recurso de<strong>la</strong>s g<strong>en</strong>eraciones posteriores, <strong>en</strong> tradiciones también. Si se buscan, se <strong>en</strong>contrarán viejos quedictarán sus memorias, cartas, periódicos, folletos, circu<strong>la</strong>res, etc., de esas circu<strong>la</strong>res sobretodo de <strong>la</strong> Alianza, del Consejo federal, de <strong>la</strong> Comisión federal, de <strong>la</strong>s difer<strong>en</strong>tes comarcas, etc.,para que más tarde se reunieran tales comunicaciones <strong>en</strong> volúm<strong>en</strong>es de <strong>la</strong> Crónica de losTrabajadores de <strong>la</strong> Región Españo<strong>la</strong>, de los cuales he visto el de 1882; pero lo reunido así escasi literatura oficial; a su <strong>la</strong>do hay siempre una literatura más íntima que habrá que <strong>en</strong>contrartambién, para conocer el des<strong>en</strong>volvimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias. En una pa<strong>la</strong>bra, es un trabajo arealizar que vale <strong>la</strong> p<strong>en</strong>a, trabajo colectivo, puesto que cada uno debe poner manos a <strong>la</strong> obra ytrabajo int<strong>en</strong>sivo para algunos investigadores que sabrán pronto por donde abordar el asunto yque procederán a <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor <strong>en</strong> ese terr<strong>en</strong>o aun tan poco explorado.España es el único país con el cual Bakunin estaba <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ciones seguidas, donde hasta aquíno fue vuelta a <strong>en</strong>contrar ninguna de sus cartas, donde ninguno de sus conocidos ycorresponsales ha publicado recuerdos de importancia histórica para esc<strong>la</strong>recer su historia. Noolvido <strong>la</strong> página interesante de Alerini, escrita <strong>en</strong> 1876, pero se refiere a Marsel<strong>la</strong> <strong>en</strong> 1870; séque Farga Pellicer ha dado a Bakunin un bu<strong>en</strong> puesto <strong>en</strong> un gran volum<strong>en</strong> sobre el siglo XIX; seha dirigido a Cafiero para los materiales. Conozco mucho de lo que ha escrito Lor<strong>en</strong>zo, que haconservado algunos hechos nuevos para <strong>la</strong> historia, como lo ha hecho el autor de los artículoshistóricos de <strong>la</strong> Revista Social de 1883-84. Pero eso es <strong>en</strong> su mayor parte propaganda yley<strong>en</strong>da.Por consigui<strong>en</strong>te queda un trabajo por realizar que nos mostrará toda <strong>la</strong> vida de esa granAsociación Internacional de los Trabajadores <strong>en</strong> España, de <strong>la</strong> cual no <strong>en</strong>sayé aquí más que <strong>la</strong>definición y el profundizami<strong>en</strong>to de un pequeño fragm<strong>en</strong>to de sus oríg<strong>en</strong>es.Diciembre de 1923.79

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!