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- 232-nistro Dr. Febre para que recabase del Gobno. Nacional el envio dearmas y fuerzas.La guarnición aunque decidida y entusiasta no tenia elementosde guerra como para rechazar un ataque sério,El enemigo que se habia preparado en silencio, estaba, segun noticiasque recibia, bien armado.No obstante se preparó la defensa armando la guarnición con todaclase de armas dispuesta á sostenerse dignamente en el puesto que elGobno. de la Provincia habia señalado á las autoridades de estepunto.El infrascripto nombró al Comandante D. Luis Belbey Gefe delas fuerzas y 2.° Gefe al D. Eduardo Ruseta.El dia tres á las diea de la mañana fuertes columnas recorríanlos suburbios revistando en su fuerza la insignia sangrienta de larevolución.Pocos instantes después recibo de D. Eustaquio Leiva la intimaciónque tengo el honor de acompañar en cópia legalizada.El infrascripto creyó indecoroso y entrar en convenio á sus oficialesy limitó á manifestarle al portador, que le dijera al Sr. Leivaque viniese á tomar la plaza como lo ofrecía.Este caudillo no se atrevió á cumplir su amenaza.Mientras tanto el infrascripto tenia conocimiento que el 5 delinea venía á proteger la plaza, el que efectivamente llegó la nochedel mismo día.Acto continuo di el comando de la defensa á su Gefe Tte. CoronelLevalle por ser el Gefe más caracterizado p. ello.Con este Batallón se recibieron 200 fusiles; siempre se armó partede la Guardia Nacional.Desde entonces la plaza puede decirse quedó asegurada contra losanarquistas.Debo decir á S. S. que he encontrado en todos los empleados lamás decidida cooperación, lo mismo que en la Guardia Nacionalla que acudió llena de entusiasmo y patriotismo á sostener la causade la justicia, de la ley y de la razón encarnada en el Gobno. actualde la Provincia.Antes de terminar esta nota voi hacer á S. S. una relación de lasfuerzas que actualmente constituyen la defensa de esta plaza, y eala siguiente: