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- 190-daría establecida la desconsoladora idea que ya se iba robusteciendoentre los espectadores de este sangriento drama, de que es teatrola América del Sur, que más de una generación está condenada ádestruir con sus propias manos por un lado, 10 que en los cortosmomentos de reposo avanza por el otro en el camino de la civilizacióny el progreso. Los movimientos revolucionarios del Estadovecino hacen más instructivas estas verdades, mostra~o cuanto sesacrifica por causa que para unos son incomprensibles, para otrosaccidentales, y para muchos insuficientes.El Señor Presidente no duda que V. E. abundará en este espíritu,con la experiencia de la vida pública, y la mezquindad de los resultadosque han dado nuestras pasadas luchas, pero querria queesta vez la República"Argentina, tan escarmentada ya, de sus simpatiaspor el bien de los vecinos, diese muestras claras, evidentes,hasta para sus adversarios de su inquebrantable propósito de mantenersealejado de toda participación é ingerencia en los disturbiosde la vecina República que tanto mal nos han causado, y al efectome encarga estimular su celo para que de los puntos del territorioargentino que están bajo su autoridad ningun elemento propio óestraño pase á inmiscuirse en aquellos movimientos, tomando todaslas precauciones que la prudencia aconseja, para la conservacionde la tranquilidad de ambas orillas del Uruguay, disolviendo y desarmandolos grupos que se formaren con intentos hostiles al Estadovecino y haciendo respetar estrictamente las leyes propias que aseguranla tranquilidad y hacen delito punible todo acto que comprometalas relaciones de amistad con los gobiernos vecinos. Un vapor delEstado será destacado para recorrer aquellos puntos y V. Exa. podrási lo creyese oportuno, ponerse de acuerdo con su jefe para el logrode estos fines.Dios guarde á V. E.Firmado:-DALMACIO VfLEZ SÁRSFlELD.(Archivo dc Gobierno, Paran4. - Tomo 61, touo 2).