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- 189-Uua dolorosa esperiencia ha mostrado desde la creación del Estadodel Uruguay la tendencia de sus partidos á buscar afinidades y simpatíastanto en la República como en los estados vecinos, envolviéndoloscasi siempre en sus disenciones domésticas, con mucha sangrey tesoros prodigados inútilmente. Las recriminaciones que los partidosse hacen llegan más tarde á dejar establecida la voluntariaparticipación~tomando por pretesto actos que los gobiernos notrataron de reprimir en tiempo, hasta donde es permitido.La República Argentina goza hoy de profunda paz, no obstantela guerra exterior en que estamos comprometidos. Este hecho y losprogresos realizados en diversos sentidos nos han asegurado dealgun tiempo á esta parte las simpatías de todas las Naciones Civilizadas,y la confianza en la estabilidad de este feliz estado, base denuestro crédito exterior.Las deplorables perturbaciones del Uruguay comprometido en elnombre común á nosotros del Río de la Ploia, con que estos países sonconocidos en el comercio, va á sernos perjudicial en extremo, y á ponerduda en todas partes, sí, como ya empezaban á creerlo, estospaíses han salido de ese vergonzoso torbellino de estas revueltas queparecen formar un estado crónico, como su modo de' ser normal.Contribuye á prolongar esta desplorable situacion, la confianzaen el éxito que anima casi siempre á los que esperan de un movimientorevolucionario remedio á los males de que se quejan. Latriste experiencia de medio siglo habría debido enseñarnos, quecasi nunca se logra el propósito, no obstante los torrentes de sangrederramados, produciéndose por el contrario resultados que á haberlospresentido uno y otro bando habrian arrojado las armasantes de ser partícipe en su realización. i Quién puede calcular queel simple hecho de cruzar tres individuos armados el Rio de laPlata, trajese la más espantosa conflagración de que hayan sido testigosestos paises, poniendo al borde á tres naciones cuyo porvenirqueda por mucho antes comprometido? i Pudo alguien imaginarseque por el hecho de aprovechar de un alzamiento de presos en Mendozapara fines políticos, resultase la devastación de ocho provincias,y la pérdida de cinco millones de pesos fuertes que resultanhoy imputados al acuerdo del Gobierno Nacional para poner. cotoá aquellos desordenes.Cada argentino debiera pues vigilar por que no se produzca ningunhecho subversivo ni debilite el poder á quienes ellos mismos han confiadoel encargo de preservar la paz pública. De lo contrario que-