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- 156-sionada de los partidos de aquel tiempo y dió la base sobre la cualse ha organizado y consolidado el Gobierno de la República.Esta ley notable sobre todo por el espíritu patriotico que la inspirópor uno y otro ·lado, ha llegado á su término sin que su practicahaya hecho sentir otros inconvenientes que los que acompañan deordinario á las soluciones completas de los grandes problemas socialesó políticos: inconvenientes que han sido salvados casi siemprepor la prudencia del mejor acierto con que han procedido los poderespúblicos de. la Nación y de la Provincia.Entre tanto el Congreso N ncional ha cerrado las sesiones del corrienteaño sin haber dictado la ley de capital permanente, ni fijadoen su defecto, las condiciones de residencia provísoria para lasautoridades Nacionales. ,-En estas circunstancias, el Señor Vice-Presidente de la Repúblicano ha podido dejar de aceptar los _hechos como vienen producidos,y reconociendo el derecho de simple residencia que los poderespublicos de la Nación tienen en cualquier punto del territorioArgentino, é interpretando el silencio del Congreso como un consentimientoimplícito de la continuación del estado de cosas preexistenteen cuanto no se relacione con los derechos de un tercero, ha resueltocontinuar ejerciendo su autoridad desde el mismo municipiode Buenos Aires sin el ejercicio de la jurisdicción local, pero con laplenitud de las facultades que la Constitución le confiere en todoIn relativo al servicio Nacional, dentro y fuera del lugar de suresidencia.Tengo encargo del Señor Vice-Presidente para expresar á V. E.In seguridad que le asiste de que los intereses y el decoro de la Naciónno han de sufrir menoscabo alguno en esta nueva situacióncreado por los sucesos; á cuya seguridad concurre, no solo la eficaciade los medios de acción propia de que el Gobierno dispone para losfines Nacionales sino tambien las manifestaciones nunca desmentidasdel Gobierno de Buenos Aires con el cual tiene que permanecer enfrecuente contacto, de su acendrada adhesion y respeto á la Constitucióny las leyes y sus distinguidas consideraciones hacia el Gobiernode la República.De todos modos, este estado de COSAS aunque transitorio, es anormaly en presencia de él es de esperar que el Congreso del año 68en sus primeras sesiones cumplirá con la prescripción constitucionalde señalar la Capital de la República, eliminando de esta suerteuna de las causas de nuestras grandes agitaciones políticas y dando