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voces 10 - Revista Voces

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Yoani Sánchez ( 1 ) Los corresponsales extranjeros ante una disyuntivaAriel Pérez Lazo ( 4 ) ¿Retiro o retirada?: Análisis en torno a la influencia delas iglesias protestantes en la vida nacionalErnesto Morales ( 7 ) Pena de muerte y respeto a la vidaEnrique Del Risco ( <strong>10</strong> ) Troy Davis y la (pena de) muerteindeX e X :José Gabriel Barrenechea ( 12 ) Brevísima historia política de la UNEACRamón Díaz-Marzo ( 18 ) Cartas a LeandroBaltasar Santiago Martín ( 22 ) Cambios de sexo, merolicos y almendrones,y el cuartico igualitoRolando Alum ( 24 ) Un análisis comparativo de dos dictaduras caribeñasKelvin Fahrenheit ( 27 ) Turismo en CubaBelkis Cuza Malé ( 30 ) Poemas de la mujer de LotIhoeldis Michael Rodríguez ( 34 ) DesénfasisCamilo Ernesto Olivera ( 37 ) El lado oculto de Hechos con MetallicaJorge Enrique Lage ( 40 ) La gran guagua chinaMiriam Celaya ( 42 ) Historia del enamorado hombre-lunaManuel Pereira ( 45 ) Historia del ojoZorphdark ( 49 ) (17 posts zorphdark.blogspot.com)Manuel Cuesta Morúa ( 52 ) Boring Home o Itinerario existencial en medio de La HanadaAbel Fernández-Larrea ( 55 ) en el principio el verboYoss ( 59 ) El Príncipe de Miramar y el Mendigo de La Timbala habana, sep t iembre 2011número<strong>10</strong><strong>voces</strong><strong>voces</strong><strong>voces</strong>@ g mail.com<strong>voces</strong><strong>voces</strong><strong>voces</strong>@gmail.com


l o sc o r r e s p o n s a l e se x t r a n j e r o sa n t eu n ad i s y u n t i v ay o a n i s á n c h e zEL BARMAN LE HIZO un guiño al reportero,antes de decirle casi en un susurro “no vayasa escribir que esto te lo conté yo”. Y elperiodista, creyéndose sagaz, se limitó acitar que el dato se lo había dado ungraduado de economía que preparabadaiquiris en un hotel de Varadero. Semanasdespués, aquel corresponsal de una agenciaextranjera acreditada en Cuba supo que suinformante había sido despedido porsospechas de colaborar con el “enemigo”.Entre los colegas que siguen despachandocócteles en aquel bar la lección ha quedadoaprendida para siempre: dar una opinión esdelatarse. La próxima vez que vuelva algúncurioso a preguntar, le dirán que todo estábien y que “la Revolución avanzaindetenible”.Para las autoridades cubanas cualquierperiodista extranjero, especialmente siprocede de un país capitalista desarrollado,es potencialmente un adversario. Esto ha sidoasí desde siempre, pero a partir de losacontecimientos en el norte de África, lassospechas se han recrudecido. Un complicadoentramado de autorizaciones y regaños atande pies y manos a quienes informan desde elinterior del país con una credencial en lasolapa. El temido Centro de PrensaInternacional (CPI) se erige como elorganismo encargado de poner los límites ydar el correspondiente halón de orejascuando el reportero cruza la línea de lacrítica. En juego está desde su visa parapermanecer en territorio nacional, hastadetalles en apariencia baladíes como laposibilidad de importar un auto nuevo oadquirir una consola de aire acondicionadopara su casa.El CPI es voluble y se molesta con casi todo,de manera que tiene permanentemente enjaque a todos su subordinados. Lo mismopuede reprenderlos por alejarse de laposición oficial que por acercarse demasiadoa ella. Hace unos años el corresponsal de unaimportante agencia internacional fuerequerido por haber escrito en una nota lafrase “Cuba, la Isla comunista”. Molesto, unfuncionario con evidentes ademanes depolicía político, increpó al joven periodistapor elegir un “adjetivo con tanta cargapeyorativa” para describir el sistema políticode la nación caribeña. El corresponsal saliómás confundido de aquella entrevista. Lecostó largos meses y la escritura de notasbastante cándidas para lograr que lorecibieran nuevamente en las oficinas delCPI.La disyuntiva de los corresponsalesextranjeros —llamados popularmente“corresponsables extranjeros”— se expresaentre defender el espacio alcanzado,haciendo concesiones informativas, olanzarse a narrar la realidad y exponerse a laexpulsión.Los grandes medios internacionales quierenestar aquí cuando llegue el tan esperado “díacero”. Desde hace años están tratando demantener sus posiciones para lograr esereportaje que todos imaginan con fotos a dospáginas, testimonios de gente emocionada ybanderas de colores batiendo por todoslados. Pero el escurridizo día se demora y sedemora.


Mientras tanto, las mismas agencias querefirieron los sucesos de la Plaza de Tahrir olos combates en Libia, disminuyen aquí elimpacto de determinados fenómenos osimplemente se callan para conservar supermiso de residencia en el país. La mordazase hace más dramática entre aquellosperiodistas foráneos con familia en la Isla,que deberán separarse de ella o llevársela siles revocan la acreditación. Los hábilesfuncionarios del CPI sí que conocen bien losfinos hilos del chantaje emocional y lostensan una y otra vez.Después de la llamada Primavera Árabe, lasautoridades están conscientes del importantepapel que juega el flujo noticioso en preparara la opinión pública internacional ante lacaída de un régimen. Los analistas oficialesadvierten que los reportajes críticos sobre lasituación cubana, podrían alimentar unacondena en Naciones Unidas e incluso unainvasión armada extranjera. Hace unos mesesun editorial del periódico Granma hablaba deque se “están fabricando pretextos” para quelas bombas cayeran sobre La Habana como lohicieron sobre Trípoli. Ante este tópico de la“información como traición” es muy difícilmantener la profesionalidad periodística yreportar la situación tal y como se muestraante los ojos.Sin embargo, hay veces que estosmecanismos de control y coacción dejan defuncionar, o el propio gobierno quiere dar unescarmiento a la prensa extranjera porciertos atrevimientos. El caso más recienteha sido el de Mauricio Vicent, corresponsaldel diario español El País, a quien hansuspendido la licencia para trabajar en Cuba.Las autoridades argumentan que después de20 años de trabajo como periodistaacreditado, Vicent se había parcializado ytrasmitía una imagen distorsionada denuestra realidad.La caída en desgracia de este importantereportero es una señal enviada también alresto de sus colegas. Para un sistema políticoque ha utilizado la censura y el monopoliosobre la palabra como un mecanismo desumisión, en estos momentos el control de lainformación se vuelve más estratégico.Para hacer más complicado el escenario, lastecnologías han dotado a los ciudadanos denuevos caminos de publicación y recepciónde noticias. La proliferación de las ilegalesantenas parabólicas, el aumento del númerode blogs y el creciente uso de la red socialTwitter, ha reducido el tiempo entre queocurre un acontecimiento y que éste esconocido por la comunidad internacional opor los propios cubanos dentro de la Isla.Hace algunos meses la corresponsal de unaimportante agencia extranjera reprochaba aun twittero alternativo el envío que éstehacía de mensajes en 140 caracteres a travésde su teléfono móvil hacia Internet. “Es quele había dicho a mi jefe que Twitter nofuncionaba en Cuba, y de pronto ustedesestán usándolo y ahora tengo más carga detrabajo manteniendo la dichosa cuenta…”


Otro tema que pone en jaque a estosdiplomados de la información es el usoabierto que hacen los ciudadanos de susfuentes periodísticas. Al no esconder elorigen de la noticia y publicar muchas vecesen la web hasta el teléfono de contacto deltestimoniante, se rompe el secretismo quehacía de determinada declaración un asuntosólo al acceso de iniciados. La fuente quedaabierta —a voluntad— para todo aquel quequiera interactuar con ella y referirla. Elmonopolio sobre el “contacto” ha caídotambién.Sin duda, durante décadas tuvimos laimpresión que un determinado hecho nohabía sucedido si no estaban allí parareportarlo los periodistas acreditados.Cuando un grupo de oposición o unmovimiento cívico realizaba algún encuentroo protesta, estos reporteros muchas vecesasistían, pero en otros casos no les parecíainteresante, lo cual condenaba al sucesoprácticamente al silencio.La existencia del periodismo independienteintentó arrojar luz precisamente sobre esazona de la realidad que no tocaban ni laprensa oficial ni los lentes de loscorresponsales foráneos, pero suinfraestructura material era demasiadoprecaria. Tuvo que democratizarse latecnología, para que el elemento másimportante en hacerse con una primicia nofuera la calidad de la cámara de video o lapotencia de un micrófono, sino la cercanía —física o emocional— del sujeto con la historiaque narraba.Empezaron a darse curiosas contradicciones.Si se mira atrás en los últimos meses, lamayoría de los destapes de corrupción eimágenes de violaciones de derechoshumanos han salido a la luz gracias altestimonio de estos inquietos cronistas de lacotidianidad. Atrapadas por el diminutoobjetivo de un teléfono celular o captadas enuna grabadora de bolsillo, surgen esashistorias que de otra manera no hubieran sidocontadas. Los ágiles dedos de cualquierindividuo pueden reportar más rápido que elcomplejo andamiaje —incluyendo la censura—que rodea a los informadores de otraslatitudes que viven en Cuba.De ahí que ahora se vea con muchafrecuencia que ciertos periódicos y agenciasforáneos piden a su corresponsal que indaguesobre un tema que ha salido publicado en unblog, en un sitio web o en el timeline dealgún twittero. Fagocitar la información yadevelada por individuos sin credencial, hasido práctica constante de los reportajessalidos de muchas de estas grandes firmasperiodísticas.Encima de todo esto, los opositores estánmás inquietos que nunca, y no pasa unasemana sin que ocurran incidentes dondepequeños grupos de inconformes organizanuna protesta pacífica. Estos acontecimientos,y los actos represivos que le siguen, salen a laluz pública porque cada día hay másperiodistas independientes que los reportan yporque los propios protagonistas han idoaprendiendo a narrarse a sí mismos usandolos trucos más creativos que uno puedaimaginarse.La nueva avalancha informativa que sale demanos ciudadanas, ha empujado también alos corresponsales extranjeros a abordarciertos temas que hasta entonces evitaban.Tienen ahora mayor presión y una disyuntivaimperiosa, entre preservar su lugar aquí a laespera de ese gran reportaje del cambio ocontar lo que sucede a riesgo de que losechen del país. Están atrapados ante eldilema de atreverse a relatar la realidad over como los “advenedizos” de la informaciónlogran desde un teléfono celular describirleal mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.al mundo lo que ocurre.


¿ R e t i r o o r e t i r a d a ?A n á l i s i se n t o r n oa l ai n f l u e n c i ad e l a si g l e s i a sp r o t e s t a n t e se n l av i d an a c i o n a lUN HECHO INESPERADO ha llamado laatención pública recientemente: el retiroorganizado por un destituido pastorpentecostal con más de medio centenar deseguidores. Una serie de rumores en torno alos motivos del retiro y las consecuentesespeculaciones de la prensa fueron lasprimeras aproximaciones al hecho, seguidaspor último por las declaraciones del propioorganizador del encuentro religioso.Ya en un trabajo anterior había lanzadouna hipótesis en torno a las motivaciones delretiro. A diferencia de uno de los rumorespropagados, el motivo del encierro no estabaen que los creyentes esperaban el fin delmundo, a la manera de los seguidores delcomentarista radial Harold Camping, quienhabía hecho tal predicción para un períodoentre mayo y octubre de este año. Y esta fuela interpretación del periodista FernandoRavsberg al afirmar que el fundamentalismoreligioso se asomaba a Cuba.Lo que pretendí adelantar en aqueltexto inicial sobre el tema era queprobablemente —y las declaracionesposteriores del hijo del pastor BraulioHerrera lo han corroborado— el signoreligioso que había motivado el retiro era laespera de un juicio sobre Cuba y no unaprofecía de tipo apocalíptica como cadacierto tiempo aparece en los Estados Unidos.a r i e lp é r e zl a z oa r i e lp é r e zl a z oSin embargo, no es la primera vez queun líder pentecostal profetizaba semejanteacontecimiento sobre Cuba, y recordé el casodel pastor Orson Vila —reconocido dentro delas Asambleas de Dios— quien vaticinó unjuicio para Cuba desde el 2003, pero sinofrecer una fecha exacta de cumplimiento.Curiosamente, existe además una tradicióncatólica —que se remonta al siglo XIX—,expuesta por el obispo Antonio María Claret,con características similares. No estamos portanto, frente a un hecho totalmentedesconocido en el contexto cubano. ¿Dóndeestá entonces la novedad del mismo?Llama la atención que dicho retirofuera objeto de tan prolongada atenciónmediática. El motivo más inmediato fue eldesmedido despliegue policial alrededor deltemplo. Otro hecho que contribuyó a larápida atención de los mass media fue lademora en dar algún pronunciamiento porparte de las Asambleas de Dios y el Consejode Iglesias de Cuba. Curiosamente, lasAsambleas de Dios no hicieron un comunicadopúblico, sino, hasta donde ha podidotrascender, una declaración interna,mientras que el Consejo de Iglesias ha optadopor otro tanto. Por último, una declaraciónoficial acerca del despliegue de mediospoliciales demoró, como es usual, alrededorde 72 horas.Pese a esta demora y cierto secretismo—hasta ahora desconozco si el Consejo deIglesias o las Asambleas de Dios enviaron suscomunicados a la prensa nacional o no—parece ser que la idea de que una catástrofepodría afectar a Cuba a causa de su pecadoha tenido suficiente resonancia como para serreportada tanto por la prensa independientecomo por cierta prensa semioficial, aquellaque aunque está dentro de lo políticamentecorrecto, solo es difundida en internet.


Y llama la atención dicha receptividad,pues en el ámbito protestante han existidofiguras con pronunciamientos críticos hacia larealidad cubana. Puedo recordar al Obispo dela Iglesia Presbiteriana Reformada, HéctorMéndez, que ya desde 2008, en las revistascatólicas Espacio Laical y Palabra Nuevaapoyó los criterios contenidos en la pastoralcatólica de 1993, El amor todo lo espera, queimplícitamente había sido rechazada en sumomento por importantes miembros delConsejo de Iglesias de Cuba. (1)Las iglesias en Cuba son quizás uno delos pocos sectores —otro sería el artístico—que ha gozado desde hace unos veinte añosde relativa tolerancia. Aunque la reformaconstitucional de 1992 dejó intacto el acápitecorrespondiente a la voluntad estatal en laeducación marxista-leninista de las nuevasgeneraciones (dejando en pie la pregunta desi era una política educacional formar a losestudiantes en el materialismo), en lapráctica la tolerancia hacia la religiosidad haido creciendo, aunque en los momentos demás intensidad del periodo reciente de lahistoria cubana conocido como Batalla deIdeas se llegaron a reeditar textos quepudieran incluirse dentro del materialismomilitante, como Razón y Revolución. Porcierto, la crítica a esta obra desde la revistaCaminos del Centro Memorial Martin LutherKing Jr. —identificado sin más comooficialista, aunque hay momentosexcepcionales que confirman la regla—tampoco tuvo cobertura periodística alguna.No es de extrañar que aquellos sectoresque han logrado dicha tolerancia pretendanampliar sus espacios de influencia social.Otro caso muy reciente es el de YordiToranzo, pastor metodista degradado de sucondición clerical, al parecer por sugerir a laprensa independiente que su traslado de lasuperintendencia de Santa Clara estabamotivado por sus contactos con líderesdisidentes. Aunque la severidad de lasanción, según fuentes eclesiásticas, se debióa la estricta disciplina de la Iglesia Metodistacubana, este hecho, que pudo levantar lasospecha de tener motivaciones políticas, noobtuvo el mismo nivel de cobertura que elretiro del pastor pentecostal Braulio Herrera.¿Por qué las declaraciones de HéctorMéndez apenas tuvieron eco si se lascomparan con la cobertura al caso delreverendo Toranzo? ¿Por qué la cobertura delactual caso de Braulio Herrera ha sido variasveces mayor que las anteriores?Hay una tensión previa y soterradaentre las Iglesias y el Estado socialistacubano, que no tuvo definición en la reformaconstitucional de 1992. Para que Cuba fueraun Estado totalmente laico tendría que almenos redefinir en su texto constitucional laaspiración de construir el socialismo y elcomunismo, porque según el marxismoleninismo,en este no habría lugar —y utilizosu terminología— para la concepción religiosadel mundo. Estos atavismos constitucionales—rémora del modelo soviético copiado en1976— alimentan la tensión que cada ciertotiempo emerge entre la Iglesia y el Estado,junto con la crisis que atraviesa la sociedadcubana sobre la cual las iglesias puedenofrecer una interpretación más allá de laoficial (2). Y es precisamente esta tensión laque hace dirigir la mirada hacia el espectro


eligioso (3), donde solo una minoría deprotestantes y católicos aceptan la Teologíade la Liberación, que es la más afín a lafilosofía que soporta el ordenamientoconstitucional cubano (4).El discurso de neutralidad política demuchas Iglesias protestantes también marcauna diferencia con dicho orden, para el cualel PCC no solamente ejerce su liderazgosupremo sobre el Estado sino sobre lasociedad (¿civil?). ¿Ha de dirigir, según laconstitución, el PCC a las iglesias? Unaabsoluta neutralidad de las iglesias enmaterial política en Cuba será fuente detensión, mientras las áreas de competenciaentre lo secular y lo espiritual no esténclaramente definidas.Pero esta atención se ha dirigido haciael suceso más epidérmico, constituido por unretiro del que ni siquiera sus propiosorganizadores conocen su cronograma,pretendiendo que el contacto entre losretirados y el mundo es una fuente decontaminación. En la Iglesia católica existenórdenes de clausura como las monjascontemplativas de las Carmelitas Descalzas,pero como el término indica son una ordencatólica con reglas severas pero claras. Elpastor Braulio Herrera no solo desafía elconcepto protestante de la santidad de lavida común —elaborado por Lutero y opuestoa la vida monacal—, sino el de la tradiciónexistente sobre este tipo de práctica.A menos que el retiro de BraulioHerrera y sus seguidores culmine en undesalojo policial violento, escasa será lainfluencia de este acontecimiento en la vidapública cubana. Más podría tenerlo, dado elestado de saturación de la sociedad cubana,cualquier movimiento protestante o católicoque propugnara la no participación políticade los creyentes, aunque tales finesimplicarían que se situaran fuera de unactivismo político de signo contrario algubernamental.gubernamental.gubernamental.gubernamental.gubernamental.gubernamental.1. <strong>Revista</strong> Palabra Nueva, septiembre 2008, No. 177.2. Ha habido pronunciamientos. La Iglesia Metodistacubana hizo una declaración en junio de 1993 que, sinembargo, no tuvo recepción por la prensa extranjera. Elsociólogo Aurelio Alonso la menciona en su obra Iglesia ypolítica en Cuba sin reproducirla, para contraponer lavisión protestante a la católica. Es interesante recordarel pronunciamiento de un conjunto de personalidadesrelacionadas con el entonces Consejo de Iglesias a raízde la carta pastoral católica El amor todo lo espera en1993. Aunque este pronunciamiento fue entendido comopro-oficial, dichas figuras identificaron como causa de lagrave crisis la lentitud de las reformas económicas quehabían sido prometidas desde 1986 en el llamadoProceso de Rectificación. El congelamiento de lasreformas a partir de 1997, no obtuvo, sin embargo, unareacción similar.3. Originalmente para la teoría marxista el socialismofue el periodo de transición al comunismo. ErnestoGuevara planteó que el socialismo también debía serconstruido y no identificarlo, sin más, con la sociedadestatalizada existente, esta sería solo el primer periodode dicha construcción. Sin embargo, permanecen ambasaspiraciones en la Carta Magna cubana abriendo lapregunta sobre el status de la religión en la futura utopíasocialista y comunista. El hecho de que Raúl Castro hayaplanteado recientemente que debían de finalizar losprejuicios contra los creyentes es el reconocimientooficial a que dicha tensión no ha desaparecido.Asimismo, la reciente eliminación de las escuelas en elcampo muestra que hasta hace muy poco en Cuba seaspiraba a formar un Hombre Nuevo, pues no erasuficiente para el gobierno con haber nacionalizado losgrandes medios de producción, era necesariotransformar la conciencia social de una sociedad queemigró en masa a la ciudad después de 1959, dejandoabandonado el trabajo agrícola. El plan de escuelas en elcampo fue también fuente de tensión con las iglesias.4. Sería un error, sin embargo, identificar, sin más, eloficialismo con la Teología de la Liberación. Véase alrespecto El ahora de Cuba: tras el derrumbe delcomunismo y la visita del Papa de Giulio Girardi,influyente teólogo (o filósofo) de la Liberación.


e r n e s t om o r a l e sp e n a d e m u e r t eyr e s p e t o a l a v i d ap e n a d e m u e r t eyr e s p e t o a l a v i d aEL MAYOR DE LOS TRES, Dylan McFarlane,tiene 18 años y fue el único que no disparóesa noche. Eric Ronald Ellington, primerdetenido y autor de la confesión másalucinante que escucharan losinterrogadores policiales de Miami-Dade entodos sus años de ejercicio, tiene 16, lomismo que su colega de crimen WayneWiliams.Después de robar una camioneta,Ellington y sus dos compañeros de farra sedivirtieron de extraña manera el pasado 25de julio en una gasolinera de MiamiGardens: once balazos en el pecho de JuliánSoler, cuatro balazos para la amiga y exnoviade este, Kennia Durán.Los videos de seguridad captaron unaescena tan dantesca como desconcertante:apuntado por el arma de Eric RonaldEllington, Julián abrió la puerta de suMustang, se alejó varios pasos con lasmanos en alto, pero ni así evitó los onceimpactos que Ellington dirigió a su torso.Murió en el acto.Después le llegó el turno a KenniaDurán: los balazos de Wayne Williams lepermitieron llegar al Jackson MemorialHospital, pero no más. En la última nochede sus vidas ambos habían vivido solo 23 (él)y 24 años (ella).Cuestionado por las indescifrablescausas del horrendo asesinato, el principalcabecilla de la doble matanza, Eric RonaldEllington, respondió con una frialdad queheló los huesos a sus interlocutores: “Leapunté (a Soler) con el arma, y al mirarle alos ojos no vi que tuviera suficiente miedo”.Apenas eso.


He pensado en este caso. Pienso enlas miserables existencias de las madresdestrozadas por el dolor y la impotencia,tras escuchar la causa por la que sus hijosdescansan hoy bajo tierra. Tuve frente a míhace unos días a Jenine Díaz, la madre deJulián, y la escuché decir que su vida es unconstante empeño por enfrentar las 24horas: por soportar el peso devastador deun día sin su joven y cariñoso hijo.Y pienso, inevitablemente, en uno delos puntos más escabrosos, discutidos ypolémicos de nuestra civilización: la penade muerte. Obviamente: porque con todo elcorazón se la deseo a esos tres miserables.La oposición a la pena capital se haconvertido, sospechosamente, en una de lasbanderas coloridas que enarbolan losadoradores de la modernidad. Oponerse a lapena capital aporta hoy tantos créditos deadelanto mental, cívico, humanista, comodefender los derechos de los gays o lalibertad de expresión. Aunque a diferenciade estas causas, no se trate más que de uncraso esnobismo.De la misma forma que Ortega yGasset creía en la elevación del nivel mediode las masas en determinadas épocas, valela pena preguntarse hoy si existe un vínculodirecto entre el progreso científico ytecnológico de nuestra era, y el progreso detendencias como la hipocresía y laestupidez social.Exceptuando a Bielorrusia, todos lospaíses europeos han abolido la pena demuerte. Lo mismo en Oceanía y la mayorparte de América Latina. Democracias comoJapón, Estados Unidos y la India sostienen lamedida máxima, mientras que dictadurascomo China (donde más se aplica por año),Corea del Norte, Irán y Cuba, la aplicantambién. Se trata del único punto dondesociedades y sistemas irreconciliablementedispares, confluyen.Ahora bien: tomemos que la justiciatiene una balanza por símbolo universal. Mepregunto a qué nivel de deformaciónracional habremos llegado para asumircomo equilibrado, como justo, semejantedistribución de hechos: en un platilloponemos la vida de un ser humano,inmisericordemente arrancada por lavoluntad de un asesino; y en el otro platilloponemos quince, veinte años que deberá“donar” de su vida el criminal a cambio desu acto.Para los enemigos de la pena demuerte, para los defensores de, a lo sumo,la cadena perpetua, este es un intercambiojusto y merecido: la vida de una persona,por quince o veinte años de otra.Razonamientos de tan elevadamentalidad, disposiciones tan a tono connuestra civilización y buenas costumbres,son las que permitirán al carnicero AndersBehring Breivik, que acribilló mortalmente a68 noruegos y mutiló a otros 96 el pasado 22de julio, pasar solo 21 años recluido en unaconfortable prisión nórdica, o, en el peor delos casos (si sus acusadores lograrancondenarlo por Crímenes contra laHumanidad), perder en teoría 30 años de suexistencia.Eso sí, las disposiciones noruegasestablecen amplias prerrogativas para losreclusos de buena conducta: las sancionespueden reducirse incluso a un tercio. De locual podemos concluir que Anders BehringBreivik, ciudadano sin siquiera multas en surécord delictivo antes del 22 de julio, tieneen sus manos la posibilidad objetiva dereducir al menos a la mitad la peor condenaposible.Sí, esto también es justicia para losadelantados ciudadanos de nuestro tiempo:68 muertos a cambio de, digamos, 15 añosde cómodo encierro. A razón de cuatrojóvenes noruegos y medio por cada añorecluido.Colmo de los colmos: el país másviolento del mundo en la actualidad (solosuperado por Afganistán, en guerra),recordista moderno en cuanto a atrocidadeshumanas, no contempla la pena de muerteen su Código Penal. México no tiene siquierala cadena perpetua de manera estricta:apenas una sumatoria de años por cadadeclaración de culpabilidad, que puedenllegar a <strong>10</strong>0 en la teoría, pero que en lapráctica nunca superan los 25 cumplidos.Sí, el país de las masacresasqueantes, de las cabezas cercenadas, delos casinos achicharrados con cientos depersonas dentro, es uno de los que exhibela bandera cívica del “No a la pena demuerte”.Por encima de los argumentosreligiosos, que no me ocupan esta vez (la feno es asunto racional), hay un argumento alque cada vez se le echa mano para declarara la pena de muerte como una prácticainhumana y brutal: nadie nace siendo


culpable. Nadie nace criminal. Son losdiferentes actores y factores sociales loscausantes de esta desviación fatal. Ergo:hay que “aislar” a estos individuos de lasociedad, no expulsarlos irremediablementede ella.Lo que no he podido encontrar enningún referente del tema, es bajo quépremisa resulta aceptable que los noculpables de esas desviaciones de uncriminal, de un violador de niñas, decaníbales como Jeffrey Dahmer o el japonésIssei Sagawa (que hoy vive apaciblemente,como una celebridad, en Tokio), debanpagar las culpas de padres alcohólicosdesconocidos o burlas de escuelas a las queellos no asistieron.¿Hay que recluir a esas bacteriassociales de por vida, verdad? Muy bien: los31 años que ha pasado Mark David Chapmanen la prisión federal de Attica, Nueva York,por balear a uno de los genios más grandesde la historia de la música, le han costadoal contribuyente norteamericano unos 678900 dólares. (El coste diario aproximado deun recluso en cárceles federales es de 60dólares, según el Buró Federal de Prisionesdel Departamento de Justicia.) Me revuelveel estómago pensarlo.el estómago pensarlo.el estómago pensarlo.el estómago pensarlo.el estómago pensarlo.Existe otra tendencia para mantenerExiste otra tendencia para mantenerExiste otra tendencia para mantenerExiste otra tendencia para mantenerExiste otra tendencia para mantenerdivorciada a la pena de muerte de lasprácticas justas o cuando menos,necesarias: el peligro a la equivocación.Demasiados condenados y ejecutados hansido declarados inocentes varios añosdespués de enterrados.Sin embargo, siguiendo esterazonamiento, valdría la pena decretar laimpunidad absoluta, abolir cualquier tipo depenalidad contra la criminalidad, paraevitar errores gravísimos como los quellevaron a los “Cuatro de Guildford” y los“Siete Maguire” a pasar más de 15 años enprisión por un atentado del IRA en GranBretaña que ellos jamás cometieron. Es elilógico principio de no fabricar pastillaspara que un descentrado médico no las malrecete y no se nos muera Michael Jackson.Si Irán condena a la lapidación pordelitos irrisorios como el adulterio; si Coreadel Norte le quitó la vida a un empresarioen 2007 ante 150 000 personas por haberrealizado llamadas al extranjero; si Cubafusiló a tres jóvenes negros por intentarescapar de la Isla en la lanchita de Regla; ysi el Estado de Texas en Estados Unidoscontabiliza varias muertes que nuncadebieron ser, también debería sobrevivir lapena de muerte para ejecutar a loscausantes de estos “errores”.causantes de estos “errores”.causantes de estos “errores”.causantes de estos “errores”.Cuando en la década de los 90 unaCuando en la década de los 90 unaCuando en la década de los 90 unaCuando en la década de los 90 unapareja de vuduistas de Manzanillo, en lamisma provincia donde nací, torturaron,disecaron, y le cosieron boca y ojos a unniño como parte de un ritual “sagrado”,¿merecían ser simplemente “aislados” de lasociedad? Cuando un personaje espantosollamado Ted Bundy apareció en la historiaamericana, masacrando de forma probada a14 mujeres y según confesión propia,violando y descuartizando a 28 más, ¿quédebió hacer la justicia de este país?¿Cuidarlo de por vida en una cárceldistante?Se equivocan quienes creen que laprisión perpetua es el verdadero castigopara estos seres retorcidos: la capacidad deadaptación humana es infinita. Tras <strong>10</strong> o 15años de encierro sin final a la vista, elhombre se adapta y sobreviveplácidamente. La vida es el bien supremo. Yla vida es un derecho a ganarse, respetandola de los demás.Lamento los 16 y 18 años de edad dequienes asesinaron a Julián Soler y KenniaDurán en una gasolinera de Miami Gardens.Lo lamento porque, menores de edad al fin,no podrán recibir la inyección letal que tanbien les vendría en sus criminalesantebrazos.No tengo la más mínima duda: el díaen que los peores humanos de este planetanuestro reciban verdaderamente lo que semerecen por sus actos, tendremos menosasesinos, menos terroristas, menosdictadores, menos violadores, y quizás losveredictos de la justicia dejen de llamarsefallos, y comiencen a llamarse aciertos.


e n r i q u ed e l r i s c oDESDE HACE MUCHO tiempohe sido contrario a la pena demuerte con ese gesto debenevolencia inútil que unosuele extender a las cosas queescapan de su control. Con elmismo con que conducía losdebates entre mis estudiantesde Español sobre laconveniencia o moralidad dedicho castigo (los programasde enseñanza de idiomassuelen recomendar ese tipo deejercicios retóricos con vistasa estimular la práctica delidioma en temas que seconsideran interesantes deantemano: la globalización, lacontaminación o el límite deedad para el consumo dealcohol).T r o y D a v i syl a ( p e n a d e ) m u e r t eDesde entonces evito el temaen clases. Si se trata deestimular la conversaciónprefiero que hablen de quéedad creen recomendablepara comenzar a tomarcerveza. Y créanme, a unmuchacho de veinte añossiempre le resultará másatractivo hablar de cervezasque de la muerte.No es que a partir de entoncesrenunciara a mis conviccionessobre la pena capital, peroaquella muchacha me enseñóque hay temas que no debenser tratados a la ligera, comomismo me ayudó a recordaralgo tan elemental como que ala víctima le asisten ciertosderechos. (También tuve unaestudiante a quien le habíanejecutado un primo, aunqueestaba tan convencida de suinocencia como de que la faltade dinero para pagar unabuena defensa fue decisiva ensu condena).Fue así hasta el día en que unaestudiante me respondiócuando le pregunté sobre eltema: “A mi madre la violarony la mataron cuando yo teníatres años. ¿Qué quiere que lediga sobre la pena demuerte?”El espectáculo de asesinosmúltiples de ETA divirtiéndosea costa de los familiares de lasvíctimas, orgullosos de toda lasangre derramada luego dehaber pasado quince o veinteaños en prisión, puede ser otrobuen recurso nemotécnico.


La muerte de Troy Davis,condenado a la pena máximaen circunstancias cuandomenos cuestionables, meobliga a repasar esas viejasconvicciones. Sobre todoporque fue ejecutado en elmismo país en que vivo, lo queme hace en cierta medidaresponsable.En una tiranía, donde losindividuos no son culpablessiquiera de su silencio, el pesode esas muertes solo debecaer en aquellos que la apoyanactivamente, pero en unademocracia algo deresponsabilidad nos debe tocara cada uno.No entraré en elcuestionamiento moral untanto fácil de si el Estadopuede atribuirse o no elderecho de matar legalmentea sus ciudadanos, cualquieraque sea el delito que hayacometido, cuando se tienedelante la tentación de apenaspermitirle que se encargue derepartir el correo y apagarfuegos.En el caso de Troy Davis meatengo a un principio másmodesto: el de que espreferible absolver a unculpable que condenar a uninocente, y la pena capital leimpide al sistema legal laposibilidad de rectificar suserrores. Y la impresión quetengo es que Davis murióporque una vez que fue puestoen marcha el sistema era másfácil dejar que triturara alcondenado antes que revisarla justicia de su decisión.La muerte de Troy Davis,condenado a la pena máximaen circunstancias cuandomenos cuestionables, meobliga a repasar esas viejasconvicciones. Sobre todoporque fue ejecutado en elmismo país en que vivo, lo queme hace en cierta medidaresponsable.En una tiranía, donde losindividuos no son culpablessiquiera de su silencio, el pesode esas muertes solo debecaer en aquellos que la apoyanactivamente, pero en unademocracia algo deresponsabilidad nos debe tocara cada uno.Y mi silencio me haría tanresponsable de su ejecucióncomo a los que la pidieran agritos. (Quiero pensar que meopondría a la ejecución dequien asesinara a un serquerido, pero ya se sabe quemientras no nos ocurra en lavida real es muy fácilentregarse a la piedadespeculativa).Volviendo a Davis, cuando setienen tantas oportunidadesde enmendar un desacierto yel resultado es la muerte deun ser humano, no se puedehablar de error sino decrimen. Un crimen en el que atodos sus conciudadanos nosalcanza algo deresponsabilidad, unacomplicidad que el silenciosolo puede agrandar.La sospecha de que Davismurió por pura inercia. Lajusticia debe ser ciega —quees la manera de garantizar queseamos iguales ante ella—,pero su sordera la convierteen criminal si terminafuncionando por el principioopuesto al que mencionéantes: si prefiere condenarinocentes antes de dejarescapar a algún culpable.Si notan alguna cautela enestos párrafos no es porque nome parezca devastadora laejecución de Davis para laidea de la justicia en la quecreo. Pienso —por ejemplo—en la posibilidad de queOsama Bin Laden hubiera sidocapturado y sometido a juicio.La verdad es que no meimagino participando enmanifestaciones exigiendo quele inyectaran pentotal, perotampoco —aunque sea porrespeto a las familias de susvíctimas— pidiendo que se lerespetara la vida.Y mi silencio me haría tanresponsable de su ejecucióncomo a los que la pidieran agritos. (Quiero pensar que meopondría a la ejecución dequien asesinara a un serquerido, pero ya se sabe quemientras no nos ocurra en lavida real es muy fácilentregarse a la piedadespeculativa).Volviendo a Davis, cuando setienen tantas oportunidadesde enmendar un desacierto yel resultado es la muerte deun ser humano, no se puedehablar de error sino decrimen. Un crimen en el que atodos sus conciudadanos nosalcanza algo deresponsabilidad, unacomplicidad que el silenciosolo puede agrandar.


EN LA CALIENTE PRIMAVERA de 1961 un hechoen apariencia intrascendente, la exhibición deldocumental PM, desencadenará toda una seriede sucesos que conducirán a que en agosto sefunde la UNEAC y que en su congresoconstitutivo y en tres reuniones anteriores enla Biblioteca Nacional, los días 16,23 y 30 dejunio, quede establecida la primera políticadel gobierno revolucionario hacia losintelectuales.A partir de ese momento la MáximaDirección de la Revolución, en esencia FidelCastro, Ernesto Guevara y Raúl Castro,tomarán en sus manos el control de la vidacultural de la nación, que hasta entonces habíaestado en buena medida en las del grupo deLunes de Revolución encabezado por CarlosFranqui y Guillermo Cabrera Infante. Sinembargo, imbuidos en asuntos másimportantes (en específico la preparación enLatinoamérica de “uno, dos, muchos Vietnam”que terminarían colapsando a los EE.UU.), deinmediato transferirán dicho poder al ConsejoNacional de Cultura, regenteado por los viejosintelectuales comunistas subordinados alPartido Socialista Popular.U N E A CJ o s é UNEACG a b r i e lB a r r e n e c h e aEste organismo, dirigido por talesindividuos, no tardará en tratar de imponer laestética moscovita del realismo socialistacomo supremo criterio de aceptación artísticoliterario,con más razón tras su“rehabilitación” en la URSS por el XXIICongreso del PCUS, a lo que no demoran enenfrentarse en lo fundamental las nuevasgeneraciones arribadas en 1959; los creadoresmás jóvenes, al decir de la entonces secretariadel CNC, Edith García Buchaca. Abre fuego elotro polo de poder intelectual pre-UNEAC, quehabía desencadenado los sucesos de mayoagostode 1961 al enfrentarse a Lunes en suintento de usurpar sus funciones: el ICAIC(Alfredo Guevara se enfrentó a PM no por otrarazón que para evitar que los cada vez másabarcadores muchachos de Lunes terminaransacándolos de su papel de máximos regentesde la cinematografía nacional).U NEACB r e -v í -s i -m ah i s -t o -r i ap o -l í -t i -c ad el aU N E A CU N E A CDetrás de estos intercambios no hay másque una puja por el poder político. Los viejoscuadros del PSP, si no pretenden sacar delpoder a Fidel Castro (algo por completodescabellado dadas las característicascarismáticas del proceso), sí deseancontrolarlo en la medida de lo posible, y elfrente de la Cultura es vital para semejantesplanes. Alfredo Guevara y sus muchachos delICAIC lo comprenden así. Solo en base a eseconocimiento, y a la posibilidad de tanpoderoso aliado, se explica que se atrevan aenfrentarse a nada menos que el CNC, oincluso a Blas Roca, y encuentren mediosdonde hacerlo. Finalmente el caso Marquitos(un chivato que, además de para los órganosde inteligencia batistianos, trabajaba para elPSP de espía dentro del Directorio, y por cuyadelación murieron los cuatro de Humboldt 7)terminará por dejar tan mal parados a lospaleocomunistas del PSP, que a todos losprosoviéticos, incluido Raúl Castro, no lesqueda más remedio que replegarse a unsegundo plano. La reacción es tan profundaque, por ejemplo, no solo se purga la U.H. de“peripatéticos sovietizantes”: se llega alextremo de “asignarle otras funciones” nadamenos que a su rector, el reconocidointelectual Juan Marinello.


Los años que median entre 1964 y 1968,son incuestionablemente no ya los másprolíficos en creación de todo el periodorevolucionario (la creatividad del periodorevolucionario es algo muy discutible), sino almenos en los que las intelectualidadesneocomunistas y “compañeras de viaje”disfrutan de una increíble porción de libertad,e incluso de algún poder político. La máximadirección, reducida ya en lo esencial a FidelCastro, aunque obstinada aún en lavietnamización de América Latina, comprende,al observar la influencia que la opinión públicade Occidente está teniendo en la guerraindochina, el enorme poder de las masas dedichas regiones en el mundo contemporáneo.Se impone tener a esa opinión pública de sulado, ahora que las relaciones con la URSSpenden cada vez más de un delgado hilo. Solola solidaridad de las grandes masas europeas, yen menor medida norteamericanas, que enestos años se encuentran tan influidas por losintelectuales de izquierdas, pueden asegurar lacontinuidad del proceso con absoluta libertadde la élite nacional de otras élites políticasmás allá de sus costas (Washington, perotambién Moscú y hasta Pekín). El Salón deMayo de 1967, el Congreso Cultural de LaHabana del año siguiente, pero sobre todo lasincreíbles libertades de la élite cultural“vertical” en estos años, son los intentos deganarse a esas intelectualidades de izquierdasoccidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.occidentales u occidentalizadas.Se da así el contrasentido de que enestos años en que los presos políticos sondecenas de miles, en que otros tantos jóvenesson enviados a las UMAP tan solo por susconvicciones religiosas o su elección sexual, enque en las aulas primarias y hastapreuniversitarias se impone el “PoemaPedagógico” del siniestro Antón Makarenko, yen las escuelas de base del Partido el másdogmático manualismo soviético, una élite deintelectuales al frente de editoriales ydepartamentos universitarios se dan elincreíble lujo de publicar en una colección,Polémica, cuyo mismo nombre lo dice todo, aSolzhenitsin y Max Weber, y manuales demarxismo armados con fragmentos de Gramsciy los comunistas franceses. Y es que, comodijimos antes, se necesita mantener la imagende la “Isla de la Libertad”, y qué mejor paraello que permitir una intelectualidad quefuncione a la manera en que los nuevosrousseaus y montaignes desearían queocurriera en este idílico Primer Territorio Librede América.Pero pronto el modelo condescendientecomienza a mostrar, al decir del Comandante,su oreja peluda. Imbuido el país en su propiaRevolución Cultural, que tras la venidera zafradel 70 lo dejará definitivamente en elcomunismo, los jóvenes intelectuales deberíanhaber tenido poco tiempo para poder hacerotra cosa que tratar de sistematizar elpensamiento de Fidel y Ernesto Guevara (aRaúl esas cosas, las ideas, nunca se le handado muy bien, la verdad). No obstante, elhecho cierto es que Cuba no es la Coreacualquier cosa menos democrática, sino unpaís que, a pesar de su extrema juventud,cuenta con una sólida tradición de reflexiónsobre sí mismo, y por lo demás con unacomunicación muy directa con las vanguardiaseuropeas. En consecuencia, dejados demasiadode su propia mano, no tardan algunos, losmejores, en transgredir los límites admisibles.El año 68 será clave en este proceso.La defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de laLa defensa de Heberto Padilla de lanovela Tres Tristes Tigres de GuillermoCabrera Infante, ganadora del PremioBiblioteca Breve, y su juicio demoledor sobrela calidad de la de Lisandro Otero, Pasión deUrbino (juicio algo excesivo, en verdad),también presentada a dicho concurso, iniciaránun año en que los premios a Fuera de Juego yLos siete contra Tebas marcarán el principiodel fin de este periodo.


El primer signo de lo que vendrá es larespuesta que en Verde Olivo, con el claroconsentimiento, o quizás hasta la orden deRaúl Castro, publica Luis Pavón bajo el títulode “Las provocaciones de Padilla”. Sinembargo, el Jefe de verdad no se decide aactuar. En marzo de 1968 sus relaciones con laURSS están peor que nunca. Su provocación deenviar como jefe de la delegación del PCC alos festejos por el cincuentenario de laRevolución de Octubre a un funcionario decuarta fila (Machado Ventura), unido a suversión tropical de “gran salto adelante”, lohan llevado hasta ese peligroso punto, enmomentos en que, por sobre todo en LaHabana, comienza a notarse cansancio en lapoblación.El apoyo que corre a concederle a lainvasión soviética de Checoslovaquia unosmeses después, que sin embargo lleva anexa lacrítica por el no apoyo pleno a Vietnam, nomejoran mucho el panorama. Se necesita todoel apoyo que esos plumíferos, con sus devaneosparisinos, todavía pueden brindar: ya veremoscuando la Zafra del 70, El Cordón de laHabana, Blue Velvet, o cualquiera de susmuchas “visiones” económicas, comiencen amanar abundancia a raudales...No obstante, las cosas no funcionancomo deben. América Latina se ha negado unay otra vez a vietnamizarse. El tal Padillainsiste en su mal ejemplo, y por otra parte ano pocos intelectuales parece ya nosatisfacerles la visión asignacionalista con queen su ensayo de 1967, “Hacia unaintelectualidad revolucionaria en Cuba”,Roberto Fernández Retamar decía haberlerespondido al intelectual mexicano VíctorFlores Olea. Su respuesta a la pregunta de“¿por qué los intelectuales cubanos noparticipaban sino excepcionalmente en lasdiscusiones sobre problemas de tanto interéscomo las referidas al estímulo material y alestímulo moral, a la ley del valor, asuntos quesolían ser tratados por el Che, Dorticós yotros?”, argumentando que a ellos lescorresponde como a intelectuales que sededican a la economía y la política, al igualque a otros les corresponde ocuparse de lapoesía (y solo de ella), ya no puede satisfacera nadie en vistas de la situación económicaque ha traído la labor de tales “pensadores”económicos y políticos. Y es que tras elmegadesastre económico Zafra del 70, el paísse encuentra no al borde del colapso, sino muyal interior del mismo.El país, o más bien la concepción delmismo que de él tiene Fidel Castro, siemprecon él al frente, necesita de la URSS enconsecuencia. En este sentido la presidenciadel Acto Central del I Congreso de Educación yCultura es todo un breviario de lo querealmente ha ocurrido en dicha reunión. EntreFidel y Raúl Castro, el entonces vicepresidentedel Consejo de Ministros de la URSS, NikolaiBaibakov, a la derecha de Fidel, y con soloMinistro de Educación entre ellos, CarlosRafael Rodríguez, a la izquierda de Raúl, yhombro con hombro, el camarada Blas Roca(recordemos, para alcanzar una percepciónmás clara, que en 1965 ninguno de estos dosjerarcas del viejo PSP, y en general ningúnotro, había integrado el Buró Político delflamante PCC).Este Congreso de Educación, que en uninicio debió ser una reedición del efectuado enenero de 1968, es reciclado, por obra y graciadel boicot a que es probable esperar losometan los intelectuales extranjeros tras elencarcelamiento en Villa Marista (nuestraLubianka nacional, escuela convertida encuartel) de Padilla, o en todo caso a la laborinterna de “reblandecimiento ideológico” quepueden efectuar en tal coyuntura, y terminasiendo un Congreso de Educación y Cultura. Enesencia, se efectúa un golpe de estado. Conuna jugada muy parecida a la usada por losdéspotas ilustrados para deshacerse de losjesuitas a mediados del siglo XVIII, Fidel Castrocopa el Congreso con los maestros. Según suspalabras en el acto de clausura “Hay ungrupito que ha monopolizado el título deintelectuales y de trabajadores intelectuales…Según ese criterio, los educadores no sonintelectuales”; y él, con un ukase, losconvierte en tales.


A partir de ese momento y por lospróximos veinte años, la élite intelectual quedurante los sesenta había disfrutado derelativa libertad de acción, e incluso algúnpoder político, quedará no ya férreamentesubordinada a la Máxima Dirección, sinoincluso a merced de hasta sus edecanes desegunda fila. Pierden rápidamente, en buenamedida por su aquiescente o encastilladaactitud del periodo anterior, en quedisfrutaron de cierta libertad de pensamiento,sin hacer nada efectivo por extenderla al restode la sociedad. No han querido o no hanalcanzado a ver, por ejemplo, la progresivadogmatización de la enseñanza, e incluso nopocas veces han aplaudido preocupantesmanifestaciones de la misma, como porejemplo las grandes piras con libros delmatemático Mario González. Se han creídoseguros por su alianza con el Jefe Máximocontra los paleocomunistas, y no hancomprendido que solo es necesario que Moscúemita el visto bueno, para que estos últimoscorran a subordinarse por entero a aquel.Si alguna resistencia se hace no es obradel ICAIC, como pretende ahora AlfredoGuevara, y esto puede demostrarse muy biencomparando la filmografía de los lustrosinmediato anterior y posterior a 1971, sino delDepartamento de Filosofía de la UH. Pero engeneral asombra la pasividad y aquiescencia deuna intelectualidad promedialmente jovenante este golpe de estado. Hasta el mismoFernando Martínez Heredia luego elogiará unatransición en que se ha cumplido con lapromesa del Comandante de que en CubaSaturno no va a devorar nunca a sus hijos. Ladisciplina mal entendida en algunos, perosobre todo el miedo de casi todos, ahoganel promisorio criterio en ascenso de muchos.Con tan vergonzosa entrega sin pelear,los tiempos toman el color de nuestrostelevisores rusos de entonces. Luis Pavón,abogado, poeta y capitán de las FAR, pasa aocupar el puesto de Presidente del CNC, JoséAntonio Portuondo, a dirigir nada menos que elCentro de Literatura y Lingüística. Hacomenzado el tan llevado y traído QuinquenioGris del que se ha hablado ya más de lacuenta.Cincuenta y seis meses más tarde, en suprimer congreso, el PCC aprueba un grupo deTesis y Resoluciones que en esencia no sediferencian mucho de las del Congreso deEducación y Cultura. No obstante, el contextonacional e internacional es diferente. El país,tras los increíbles acuerdos económicos devíspera de Nochebuena de 1973 con la URSS,ya no corre los peligros de debacle yconsiguientemente no hay necesidad de manodura. Por el contrario, para asegurar dichosacuerdos se impone relajarla con un amago deinstitucionalización socialista, y por tanto conla creación, al modo soviético, de unministerio dedicado a la cultura. Yafortunadamente la persona elegida para talcartera es uno de los menos incapaces cuadrosdel gobierno: Armando Hart, a quien en unmoderado esfuerzo de imaginación se lepueden encontrar algunas virtudesintelectuales.A partir de ese momento comienza unlargo periodo de deshielo de lo grisáceo, en elque el asistemático espíritu nacional permitela florescencia, a pesar y hasta gracias a lapersistencia del esteticismo orientado deMoscú, de formas en completa contradiccióncon él. No conozco, por ejemplo, de ningúnestudio sobre ello, pero sospecho que, porejemplo, la sacralización de un personajecomo Samuel Feijóo, su aceptación como elrepresentante del más genuino intelectual depueblo tan necesario al discurso oficial postabrilde 1971 (y diciembre de 1975), tuvo quever no poco con la recuperación de las artesplásticas en la década de los ochenta. El hechoes que el Zarapico, que solía lindar y penetrarmuy adentro en el más rampante panfletismoen su escritura, era un aficionado y hasta noun mal practicante del arte abstracto, al quesolía dedicar páginas enteras en su influyenterevista Signos.


En general los años que median entre el1er Congreso del PCC y el desmerengamientode la URSS son todavía grises, con la excepciónquizás del caso antes mencionado de las artesplásticas. Los estudios históricos o filosóficos,encorsetados en el estrecho marco que lesseñalan las Tesis y Resoluciones de lossucesivos congresos partidistas, son quienesmás sufren, pero en general el estancamientoes la tónica general. Como muy bien sostieneLeonardo Padura en un reciente ensayo para larevista Temas, en esa edad “paradisiaca” quealgunos pretenden fueron los ochenta, no es elmercado quien impone las reglas, sino criteriosquizás más alejados de la verdadera creación,ya que si el consumo de masas puede dar amenudo obras valiosas (casi toda la novelafrancesa, rusa e inglesa del siglo XIX fueoriginalmente escrita por entregas para losgrandes diarios de la época), los fines dereproducción ideológica explícita al servicio deuna élite política, que es quien en definitivaasume los mecenazgos, por el contrario no.En lo externo, por su parte, se vuelve almodelo de los sesenta: sin sus sustentadoresdel CAME, no le queda más remedio quedesempolvar su política de captación de apoyointernacional, en especial de la intelectualidadoccidental “progre”. Son los años, en fin, enque se buscan aliados en cualquier parte,desde un teniente coronel golpistasudamericano admirador de los “caraspintadas” argentinos; en ese opio de lasmasas, las religiones; o en cualquier lunáticocon cinco libros dedicados a las másdescabelladas teorías conspirativas queimaginarse pueda.En unos años semejantes, en que ademáshasta los encargados de vigilancia no tienen aveces ni qué comer, es natural que se relajenlos controles, por lo que no resulta taninexplicable que se concrete una especie delaissez faire-laissez passer cultural. Con másrazón cuando sincrónicamente esa ha sido enalguna medida la política económica seguidapor el Líder Máximo entre 1993-1998.Durante este periodo también secomienza una gradual recuperación de losrepresaliados y silenciados del periodoanterior, pero solo aquellos que han aceptadocolgar disciplinadamente su criterio en elrincón más olvidado de sus vidas, por lo quemuy poco tendrán ya qué decir. Casos como eldel cuentista Eduardo Heras León y sucuaderno de cuentos Acero, abundarán.Con la desaparición de, parafraseando elartículo 11 de la Constitución de 1976, lacomunidad socialista mundial que constituía lapremisa fundamental de su independencia ydesarrollo en todos los órdenes, regresan a laCuba de Fidel los años duros. El periodoespecial, extraordinario, de la RevoluciónCubana, ha terminado y vuelve el periodonormal de carencias para los de abajo. Parapalearlo, el Comandante trata en lo interno deampliar su base de apoyo, relajando su actitudy hasta invitando a compartir el proyecto atoda una gama de anteriores grupossospechosos, como religiosos y homosexuales:o sea, toda disidencia contra el modeloanterior que no sea explícitamente política(distinción difícil dada la naturaleza totalitariadel régimen, y que todavía crea increíblesproblemas en niveles medios y bajos).Pero esta política de medio-aperturaliberal origina una mercantilización y hastauna “banalización” de la obra artística,incongruentes con el discurso oficial, a su vezque, en lo fundamental en la literatura, creaun problema más preocupante (del que losNovísimos son su anuncio): el peligro de que secree un serio polo contestatario intelectual,con segura influencia en el extranjero, y alcual no sea tan fácil desacreditar como a otrossectores de la disidencia.La solución a tales problemas pasará pordos aspectos. Uno: comprometer y regimentara la mayor cantidad posible de intelectualesdentro de la UNEAC o la AHS (la primera pasade 4785 miembros en 1998 a 8454 en 2007);Dos: tratar de conseguirle medios desubsistencia a los intelectuales dentro de laestructura estatal, sea aligerandoregulaciones, lo que beneficia a músicos yartistas plásticos, o creando todo unandamiaje de sinecuras y prebendas, que vienea salvar a los escritores y “pensadores” porsobre todo (creación de centros y becas ennúmero desproporcionado: solo entre la IXFeria del Libro y la XI el número depresentaciones de libros, actividades pagadaspor la Resolución 35, pasó de 135 a 908).


Ese estado de bienestar intelectual, espuesto en peligro sin embargo con la llegada alpoder del general Raúl Castro, quienevidentemente tuvo un papel destacado trasbambalinas durante el drama de laspostrimerías de los sesenta, y que esidentificado como tal por los viejosrepresaliados de entonces, ahora elevados alos bien atendidos altares de los PremiosNacionales. El primer acto del drama en cursotendrá lugar con la salida en televisión de unaserie de individuos que habían servido durantela década gris de manos ejecutoras de lapolítica emanada del Congreso de Educación yCultura. Maniobra muy significativa, quecoincide con la ejecución de la OperaciónCaguairán, que deja el poder que Fidel Castrohabía distribuido colegiadamente entre CarlosLage, “Felipito” Pérez Roque y Raúl Castro,por entero en manos de este último, jefe delas FAR.Ante la reacción con que es recibida, nosolo por los mencionados represaliados de otrostiempos, debe ser retirada a la carrera estamaniobra. El movimiento y la inquietud han sidotan grandes a inicios del 2007, que obligarán aRaúl y sus militares a mantener en el cargo alMinistro de Cultura, Abel Prieto, cuando el alacivil, más joven y abierta, sea quitada de enmedio entre 2008 y marzo de 2009.Pero el nuevo poder no desiste de suproyecto de sometimiento a lo “cortico”. Elsiguiente paso se dará durante el VII Congresode la UNEAC. Por encima de lo que han queridover muchos intelectuales al decir de Breton:“ávida de pesos convertibles” (las promesasde, por ejemplo, aumentar los derechos deautor), lo cierto es que se han escuchado allí,muy sutiles entre los entramados de losdiscursos, los anuncios de la política deahorros y consecuente eliminación de lassinecuras y prebendas, que durante el año20<strong>10</strong> impone por decreto el superministro deeconomía de Raúl Castro.Al momento actual, no obstante, estaprofunda racionalización se encuentradetenida. Y es que si la rebaja de millón ymedio de puestos de trabajo ha provocado unasorda oposición general, la de los intelectuales“verticales”, por el miope deseo autoritario de“amarre cortico”, y de “ahorro o muerte”,amenaza con echar abajo todo el sistema queFidel Castro había armado a inicios de ladécada pasada para presentar al exterior unaimagen edulcorada de nuestra realidad: unproyecto de un país con una disciplinada ynumerosa intelectualidad numantina,involucrada consecuentemente en el mismo, oal menos no abiertamente opuesta a este.


R a m ó n D í a z -M a r z o R a m ó nD í a z - M a r z oR a m ó n D í a z -M a r z o R a m ó nD í a z - M a r z oR a m ó n D í a z -M a r z o R a m ó nD í a z - M a r z oR a m ó n D í a z -M a r z o R a m ó nD í a z - M a r z oC a r t a s a L e a n d r oC a r t a s a L e a n d r oCiudadela de escritoresQuerido hermano Leandro:YA TE HE DICHO QUE el primero enllegar a este edificio (de entretodos los personajes tenebrosos quelo han habitado) fui yo, en el año1973. Yo venía de Santos Suárez conla obsesión de escribir. Por entoncesmi retaguardia, mi Estado Mayor delEspíritu, era la casa del poeta PedroGodínez, en la calle Neptuno. Esaprimera etapa eran manoteos singratificaciones. Era una insistenciaenfermiza, sin garantía. La fuerzapara escribir me la proporcionaba elhecho de haber perdido contacto conla realidad.Mis dos habitaciones eranfrecuentadas por seres que pretendíanpintar, bailar ballet, escribir.Luego comenzaron a visitarme RenéAriza y Reinaldo Arenas. Ellos mefrecuentaban porque yo les prestabami casa para que pudieran templar sinser atrapados por la policía.René Ariza fue el primerescritor que tuvo llaves de mi casade modo permanente. Luego le siguióReinaldo Arenas, definitivamente. Conel tiempo he llegado a la metafísicaconclusión de que mis doshabitaciones contienen un Aleph; yque toda mi persona es una incitacióna escribir. Todos los amigos que hetenido (excepto los que ya tenían suángel) y las mujeres con las que hemantenido relaciones de meses o años,han pretendido probar suerte con laescritura. Y puedo decir que lapresencia de Reinaldo y la mía,dedicados durante todo el tiempo a laliteratura, ha puesto a escribir alvecindario en pleno. Todos tienen unanovela a medio hacer, un guión decine en proyecto. Luego, esos jóvenesvecinos han traído a sus amigos que,contagiándose con el dulce veneno,manifiestan su deseo de escribir.El hotel Monserrate, después delas Memorias de Reinaldo Arenas, seha convertido en un mito. Es como sivivir aquí o frecuentar este lugar,garantizara el primer paso en elcamino de la literatura. Todos secontagian con la frase que MilánKundera utilizó en una de susnovelas: La vida está en otro parte.Yo sé que después que me marchede este edificio volverán laspenumbras de la mediocridad apoblarlo. La luz que se mantuvoencendida desde el año 1973, seapagará. A donde vaya yo, se iráconmigo. Y otros edificios,habitaciones, apartamentos, seiluminarán. Es algo que nació conmigoy es irreversible. Que me perdonentodos los que de un modo u otro meconocieron y no pudieron realizarse.1 8


SeñalesQuerido hermano Leandro:Los acontecimientos queproporcionan señales han comenzado apresentarse. No pasa una semana sinque algo suceda. El dinero, esainvención que mueve al mundo, llegapor las vías menos esperadas.Cuando le acepté a Raúl Riveroaquel sábado 28 de junio su decisiónde que yo no continuaría en Cuba-Press, significaba que en el mundo delo invisible (lo que desconocemos)hacía tiempo que ya me había marchadode su grupo. Es posible que semejanteconclusión para algunas personasparezcan las ideas de un loco. Perotengo la esperanza de no estar loco yalgún día lo sabré todo. Sabré decosas que ocurrían y para las cualesno disponía de una explicación.Simplemente sabré cómo la abundanciade los misterios que yo observaba ensilencio eran las maquinaciones de laSecta.El propio Raúl Rivero, queprobablemente también sea unguayabito de Laberinto, y con supropio mundo interior tendrásuficiente, el 28 de junio de 1998 nopodía comprender o no queríacomprender. Y esa noche fue capaz dedecirme lo que para él fue un modo deagredirme y para mí el mejor elogio:-Estoy ante un loco.En efecto, para hacer periodismoindependiente en Cuba había que estarloco; especialmente si uno no teníaautorización del Estado Totalitario yescribía con la autorización de lospropios cojones. Pero esa noche,explicarle al Gordo ciertas cosas erainútil. Él también estaría soportandoel riesgo, esperando el golpe quellega cuando menos se espera.Este periodismo independienteque hicimos no tenía el riesgo deciertos reportajes que en el mundooccidental se pagan con la vida. Perola sospecha de que a uno lo podíaneliminar mediante misteriososaccidentes o enfermedades fulminantesera una presión real con la que habíaque trabajar y sobreponerse paraejercer un periodismo libre.En aquellos días, mi visión delas circunstancias era la de haberllegado a un callejón sin salida. Yaunque salir de Cuba-Press fue comosi me hubieran arrojado a un abismosin paracaídas, sentí el alivio dehaberme quitado de encima la AMENAZAINVISIBLE, que son pocos los que lapueden soportar. Sin embargo, elsentimiento de la caída también eraterrible. Por primera vez habíalogrado ganar dinero por escribir(sueño de todo escritor). Esto que tedigo, hermano, es importante, puescon el sistema político deplanificación de la vida nacionalcubana, individuos como yo estábamoscondenados al fracaso.La caída del Muro de Berlín, eldesmembramiento de la dictadura delproletariado en Rusia, trajo a laIsla nuevas condiciones históricas.La Dictadura de Quien Tú Sabes teníaque ceder terreno, como era el casode la prensa independiente cubana,para ofrecerle al mundo una imagenaceptable. Así los inversionistas sesentirían más confiados.En ese tren del periodismo eradonde me había enganchado yo paradarme a conocer como escritor. Pero apesar de la caída que antes temencioné, comencé a descubrir cómopequeños paracaídas se abrían. Y tuvela esperanza de que no tocaría fondo.Y, en efecto, de modos y manerasincreíbles comenzó a llegar ayuda pordiferentes caminos. Fueron pequeñascantidades de dinero, perosuficientes para comprarme un TV enblanco y negro, una estéreo radiocassetteplayer de stop automáticocon su dynamic bass incorporado(Phillips), ropa, calzado. Yalimentación, que me estaba faltando.Y aun me sobró dinero pararespirar y mirar alrededor conobjetividad. Decidir qué haría. Darmeun descanso psicológico. Estoyhablando, hermano, del mes y medioque viví antes de empezar a trabajar(gracias a Manuel Vázquez Portal) conCubaNet. Fueron 45 días terribles.Pero jamás me abandonó la fe.Sin embargo, de algún modo queahora no puedo explicarte, yo sabíaque aunque fuesen grandes o pequeñoslos paracaídas que intentaran detenermi caída, mi única salvación posiblesería el nacimiento de alas en miespalda. Es decir, un verdaderomilagro. Porque sin alas no se puedevolar, hermano. No se puede salir deningún hueco. Y no se puede planearlibre y soberano en los territoriosde la oscuridad. Porque fue como silos dioses se complacieran encomprobar mi vocación literaria.1 9


La gente debiera saber que lalibertad sólo vive con el vuelo delas alas. Si no, ¿qué sería de losángeles si se dejaran serruchar lasalas?La Oficina SecretaQuerido hermano Leandro:Si dentro de la Jefatura existeuna Oficina Secreta dedicada a ladestrucción de cubanos que se hanrebelado públicamente contra unsistema de gobierno fracasado, ¿puedeun solitario individuo enfrentar lasembestidas de un Estado policiaco?F estuvo loco. Lo internaron enMazorra. Lo sometieron a una seriesucesiva de electrochoques. En Cubason muchas las personas que hanenloquecido. También son muchas laspersonas que se han suicidado.El síntoma inicial en estecamino hacia la locura es percibir enlas frases más inocentes un doble,triple, y hasta cuádruple sentido. Enla mayoría de los casos no se tratade que la persona esté perdiendocontacto con la realidad, sino de unelaborado plan que la Oficina Secretaejecuta a partir del conocimiento quetiene del individuo que intentadestruir. Esta información empieza arecopilarse en el momento en que elsujeto cuenta su vida ante los"amigos".Con semejante cronograma, en elque se localizan con precisión lospuntos débiles del individuo, haypocas posibilidades de defensa.Dentro de esas pocas posibilidadesexiste una. Quien la posea esinvulnerable a cualquier embestida:el AMOR.El odio es lo que puedeconducirnos a un callejón sin salida.Perdonar no significa renunciar a lasabiduría que hiere al enemigo. Puesuna cosa siempre será el valor basadoen el equilibrio, y otra la temeridadque no surge del análisis correcto dela realidad. De hecho, la condiciónhumana es un acontecimientocomplicado. Ama a tus supuestosenemigos y nada ni nadie podráhacerte daño.hacerte daño.hacerte daño.hacerte daño.hacerte daño.hacerte daño.hacerte daño.Brujos BrujosBrujos BrujosBrujos BrujosBrujos BrujosBrujos BrujosBrujos BrujosBrujos BrujosQuerido hermano Leandro:Para el fin de año, a modo delimpieza contra la guerra secretaentre vecinos que existe en miedificio (brujería), he compradovelas y flores para defenderme. Esmuy posible que aquí en el edificiotenga enemigos gratuitos. Pero aunqueno los tenga, el tableteo de poderesmaléficos es tan intenso en estavíspera de los Reyes Magos, que si mepongo a comer mierda, pudiera recibiralguna herida espiritual porcarambola.Si no tuviera pruebas para tomarestas medidas significaría que enverdad me estoy volviendo loco. Peroesta mañana, al abrir la puerta de mihabitación, he hallado en la partedel pasillo que se corresponde con mipuerta hacia la zona del ascensor,varios trozos de excremento. Además,la escalera está orinada.Hace días que la mierdapermanece ahí. Los vientos delinvierno la secan y nadie la recoge.Si lo vecinos están esperando a queyo la quite del camino, tendrá quevenir (dentro de <strong>10</strong>0 años) el nietodel señor Eusebio Leal y llevárselapara un museo con el rótulo:Documento Histórico. Esos excrementospudieran estar trabajados. Así que lorecoja quien lo cagó.Si yo fuera poeta, le dedicaríauna oda a la mierda que permanecefrente a mi puerta. Esa mierda es unsímbolo nacional.Si yo fuera poeta, le dedicaríauna oda a la mierda que permanecefrente a mi puerta. Esa mierda es unsímbolo nacional.Si yo fuera poeta, le dedicaríauna oda a la mierda que permanecefrente a mi puerta. Esa mierda es unsímbolo nacional.Si yo fuera poeta, le dedicaríauna oda a la mierda que permanecefrente a mi puerta. Esa mierda es unsímbolo nacional.Si yo fuera poeta, le dedicaríauna oda a la mierda que permanecefrente a mi puerta. Esa mierda es unsímbolo nacional.2 0


Después de un bañoEl ArteQuerido hermano Leandro:Calenté agua en una olla. Lavertí como de costumbre en el cubo deplástico añadiéndole agua fría.Utilicé, para echarme agua sobre elcuerpo, el mismo jarro de aluminioque uso para pedirle azúcar prestadaa doña Gerania. Después del baño, mesenté en mi butaca de madera y bebíel té de la taza que previamente mehabía preparado. Encendí la pipa yobservé, como en las películas, lasvolutas de humo chocandodelicadamente contra el cielo raso dela barbacoa.Inserté en mi radiograbadora uncasete con un concierto para violínde Mozart, y comencé a leer el librode turno: Diario de la CIA. En miotra habitación, que es donde está lacocina de gas, la ola de presiónsilbaba, y el aroma de los chícharosse esparcía por las dos habitaciones.La puerta del patio,entreabierta, dejaba penetrar losvientos del otoño. En mi edificiopodía disfrutarse de un silencioconventual gracias a que aún no habíaterminado la hora escolar. Me sentíplácidamente equilibrado. Esa pazespiritual, que me gustaría disfrutartodos los días de mi vida, embargabami ser. Pero era cierto que antes detomar el baño de agua tibia habíaingerido una pastilla de Diazepán.En semejante estado hubo unmomento en que apreté el libro y medejé llevar por algo que podríacalificarse de desdoblamiento deltiempo mental. Me recordé a mí mismo,en esta habitación, veinte añosatrás. Imaginé que desde el fondo deaquel tiempo Ramón miraba a un Ramónmás viejo. Y le dije:-Aunque te parezca absurdo ahorasoy más feliz que tú, al menos enalgunas cosas fundamentales. A pesarde que en términos generales, loreconozco, las cosas no han cambiadomucho.2 12 12 12 2 12 112 2 12 112 2 1 2 12 12 12 112 1 2 12 12 1 2 12 1 2 1Querido hermano Leandro:Gracias a los tristes, losmelancólicos, los grandes deprimidos,existe ese Universo que llaman Arte.Tal vez el día que la biogenéticacorrija las deficiencias biológicas,el Arte morirá, porque el Hombre seráentonces perfecto. Viviremos en unmundo eficiente, sin guerras. En laCaja de Pandora se guardarán otra veztodos los males, y junto a ellos, laesperanza, que era lo único bueno quenos quedaba. Y sobrevendrá elApocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.Apocalipsis de lo Perfecto.ParanoiaParanoiaParanoiaParanoiaParanoiaParanoiaQuerido hermano Leandro:¿A través de una inocenteconversación una mente excitada porel agotamiento colectivo puedeinterpretar y transformarliteralmente un significado dado yajeno a su persona, e integrarlo a suexperiencia personal, de lo cualresultaría que todo cuanto ocurre asu alrededor siempre tendrá múltiplessignificados?El sujeto, como hipercentro delmundo, podría percibir que larealidad que le rodea es una conjuracontra su persona. Interpretaría paraluego reinterpretar lo que su menteenferma haya fabricado como unarealidad paralela a la realidad,poblándola de fantasmas cada vez másreales, hasta que la verdaderarealidad es desplazada por laficción.Al individuo se le activaríanciertos perjuicios, complejos deculpa, y él solo se destruiría. Sugran clave sería que la realidad quelo rodea es una farsa detrás de lacual todo hecho, toda palabrapronunciada oculta un significadocuya causa tiene que ser la Secta. Yuna de las grandes metas de estamente desquiciada sería: si no estoyal tanto del más mínimo detalle, laSecta logrará destruirme.


c a m b i o s d e s e x o , m e r o l i c o sy a l m e n d r o n e s( y e l c u a r t i c o i g u a l i t o )baltasarsantiagomartínSí hay muchos másmerolicos en las calles de eseESTUVE EN CUBA recientemente,en mayo del 2011, ydurante doce largos días memoví entre Víbora Park, LaVíbora, Luyanó, CentroHabana, La Habana Vieja y ElVedado, con dos incursionesgigantesco pueblo de campoen que el castrismo corrienteha convertido a La Habana—“Proceso de ruralización depueblo y ciudades”, le llamoyo—, vendiendo lentes de sol,hilo para coser, zapatosLos “almendrones” sonun buen ejemplo de lainventiva del cubano, puesautos norteamericanos de losaños 50 circulan con motores yde fin de semana a Matanzas, hechos artesanalmente, dulces cajas de velocidad adaptados,mi ciudad natal. No alquilécarro ni fui lleno de cadenasy refrescos caseros, etc; ungran timbiriche que sey carrocerías remendadas conlo que aparezca, y los bicitaxisde oro —alquiladas o propias—, extiende por cuadras y más también parece que son deni tampoco en plan de “ReyMago”, cargado de regalos;sólo a ver a mi tía enferma,operada de obstruccióncuadras y en todasdirecciones, como una levecurita para la gran heridanacional, porque el sistemaproducción artesanal, así quesoy de los que creen quecuando se liberen las fuerzasproductivas, tanta iniciativa yintestinal a los 90 años.Confieso que soy de losestá agotado espiritualmente y creatividad conducirá a unano genera riquezas, se limita a verdadera generación deque ven siempre con muybuenos ojos cualquier cambio,por pequeño que sea, que lerepartir la miseriadesigualmente, en proporcióndirecta a nuestras remesasriquezas como ha ocurrido enMiami, pero que ahora selimita a paliar la falta de undé agua al dominó cubano, y familiares, a lo que la gente se sistema de transportehe dicho en público que el roba de sus trabajos para eficiente y moderno como elexilio debe estar a la altura de sobrevivir, el jineteo y el que tuvo La Habana antes deesos cambios, es decir, dejarya esa histeria rompe-discos ytira-huevos que ha sidoinvento para “resolver”, todoello en un círculo vicioso sinsalida.1959.Almendrones y bicitaxisaparte, el tercer cambio quenuestra mala imagen durante Merolicos y timbiriches a pude reconocer fue el permisodemasiados años —petardo aRosita Fornés y actos derepudio a los artistas “de allá”que nos visitan—, pero misoptimistas expectativaschocaron con una realidadapabullante: tales “cambios”han ocurrido sin que elcuartico haya cambiado en suinterior.un lado, otro de los “cambios”que pude percibir fue elaumento del número de“almendrones”, Ladas yMonstrovkis que “botean”—alquilan— en las calles, asícomo de bicitaxis, y ciertamejoría del servicio deguaguas de la capital (porqueen Matanzas apenas circulan).del gobierno —CENESEX yMariela Castro por medio—para que los cubanos depreferencias sexualesdiferentes puedan ostentarlassin ser discriminados, yoperarse para tener la ilusiónde un cambio de sexo si suevaluación médica así lorecomienda.


Para los que todavía nose han enterado, el CENESEXes un centro dirigido porMariela Castro Espín, la hijade Raúl, para, entre otrascosas, educar a la sociedadmachista cubana para queacepte la diversidad sexual, esdecir, a los gays, a laslesbianas y a los transexuales.Esto por supuesto queestá muy bien, pero si lopensamos en las circunstanciasespecíficas del caso cubano,donde todos estos hermanos“diferentes” han sido tanduramente discriminados yhostigados por el gobierno y lapolicía durante más de cuatrodécadas, el que ahora la ordenque viene “de arriba” —comohan venido todas, endefinitiva, durante estoslargos 52 años— sea la deaceptarlos y permitir inclusoque los que quieran secambien de sexo, me pareceuna maniobra de distracción,enfocada mayormente alexterior, para que se pienseque en Cuba algo estácambiando; en definitiva, elgobierno no es quien debedecidir si está bien o no quenos acostemos con alguien denuestro propio sexo.Todos estos “cambios”han sido al interior —aunquerecalco que este último estámuy dirigido a la opiniónpública internacional—, perola carta con la que elcastrismo se ha anotado sumejor gol —y todos hemosganado muchísimo con ello,los presos políticos en primertérmino, pero también losdisidentes, el exilio y la IglesiaCatólica cubana, que llevóagua para su molino con sudecisiva mediación—ha sido laliberación de todos los presosde la llamada Primavera Negradel 2003, y de varios más queno estaban incluidos en esalista.Ahora bien, la mayoríade las personas en La Habanay en Matanzas no se haenterado de esto, pues no hasido publicado por los mediosde prensa nacionales,haciendo bueno una vez másaquello de “en silencio hatenido que ser”, y lo de que“lo que no se informa no hapasado”, tan propio de losgobiernos totalitarios.Una vez más también sehan utilizado los presospolíticos como moneda decambio para mejorar laimagen del régimen ante losgobiernos europeos, laizquierda latinoamericana y laestadounidense; método usadocomo recurso por un gobiernoya sin recursos, dondeprecisamente deshacerse delos reclusos ha formadosiempre parte del método.Más allá de este juegode palabras, es muyimportante celebrar laliberación de los presos deconciencia —primero por ellosmismos—, pero la presiónsobre el régimen no debeparar, para que libere lasfuerzas productivas muchomás allá de la proliferación dechinchales y de boteros, ycese el unipartidismo y larepresión a los opositores.Del lado de acá, el exiliodebe favorecer que seeliminen todas las trabas parael libre intercambio —unilateralpor completo hastaahora, que conste, y conartistas oficialistas en sumayoría, como Miguel Barnet yReina María Rodríguez— entrelas dos orillas, para que nohaya pretexto alguno para elinmovilismo castrista y sufracaso como administrador deesa finca familiar en ruinas enque se ha convertido el país.


o l a n d a l u mu n a n á l i s i sc o m p a r a t i v od e d o sd i c t a d u r a sc a r i b e ñ a sEl odio y los dictadores pasarány el poder que ellos tomaron de los pueblosretornará a los pueblos.Charlie ChaplinESTE 30 DE MAYO SE conmemoró el 50 o aniversario del ajusticiamiento deRafael Trujillo, el tirano que atormentó a la República Dominicana por 31prolongados y sangrientos años (1930-61). Desde entonces, la RD ha evolucionadohacia una democracia liberal estable, acompañada de un desarrollosocio-económico relativamente impresionante. Este panorama esperanzadorcontrasta con la pobreza y la opresión vividas bajo Trujillo, y con la falta delibertades básicas, así como la creciente miseria socio-económica y espiritualde la Cuba “socialista”.Por años he venido argumentando a través de mis escritos que, mientras laRD progresa democráticamente, es obvio que Cuba ha retrocedido. Es más,desde 1959 la Cuba “revolucionaria” se asemeja en numerosos aspectos a laRD trujillista.Durante la Era Trujillo, entre otras características malévolas, podemoscitar:1. Al igual que la Alemania hitleriana, el país fue insidiosamente militarizado.Los uniformes militares devinieron objeto de obsesión, y los militarespor su parte se convirtieron en una casta privilegiada con gran control delsector económico.2. Se permitía sólo el Partido Dominicano, dominado por Trujillo, el cualejercía una hegemonía parecida a la de los partidos comunistas acaparadoresde las sociedades de corte soviético.3. Se realizaban elecciones, pero usualmente sólo aparecían en la boletaTrujillo y/o sus títeres, quienes eran elegidos “abrumadoramente”.4. Existía un parlamento simbólico el cual servía como un sello gomígrafoque duplicaba en coro las órdenes del déspota diabólico (luego alabadashiperbólicamente en la prensa controlada).5. Parecido a la Rusia estalinista, se creó un monstruoso aparato represivode terror (la red de “caliés” o chivatos, similares a los infames TontonsMacoutes haitianos bajo los Duvalier). Nadie estaba seguro; todos corrían elriesgo de caer en desgracia en cualquier momento. Hasta los propios ex-colaboradoresde Trujillo fueron sus víctimas más conspicuas, en particularciertos intelectuales que, bochornosamente, habían sido serviles aldictador.2 4


6. La adulación a la persona del tirano era un deber constante; su foto eraubicua a través del país, a la vez que se auto-dotaba de títulos grandiosos(El Benefactor, Máximo Jefe, etc.). Se vivía una doble moral kafkianafingiéndole lealtad absoluta; el hogar que no desplegara el letrerito En estacasa el jefe es Trujillo era sospechoso ante la subyugadora maquinariagubernamental.7. Se montó un siniestro andamiaje propagandístico internacional, semejanteal de Mussolini, cuyos tentáculos llegaban a influenciar universidades,medios informativos y gobiernos extranjeros.8. Escondiéndose detrás de un mega-nacionalismo demagógico, al estilo desu aliado, el dictador español Franco, Trujillo culpaba con gran melodrama asus opositores de las fallas de su gobierno.9. Se organizó un extenso clientelismo. Virtualmente todo, desde un meroempleo hasta los servicios educacionales y de salud, se acreditaba comoproducto de la “generosidad” paternalista del Máximo Líder (literalmente,Führer). Nadie devengaba nada; todo había que agradecérselo a “la singularoportunidad que él” y/o su hermano menor brindaban.<strong>10</strong>. Si bien se toleraba hasta cierto punto la propiedad privada, simbólicamentetodo le pertenecía al Líder y a sus familiares, como si ellos constituyesenel centro carismático de lo que llamaban la “nueva nación”. Inclusoactuaban como si las personas fuesen bienes personales de los Trujillo,desde campesinos y obreros, hasta las reinas de belleza, los atletas y losintelectuales.11. Aunque es verdad que el dictador militarista autoritario cubano FulgencioBatista (1952-59, en su última fase) no alardeaba de su ancestro mulato,al menos no lo negaba. Trujillo, por lo contrario, lo escondía risiblementeen un país en donde la mayoría de la población es fisonómicamente mulata.La negrofobia trujillista provocó una masacre de miles de inmigrantes haitianosen 1937. Fue el gobierno cubano de entonces el que medió al respectoentre los gobiernos dominicano y haitiano (Cuba estaba dominada a la sazón,precisamente, por Batista en su primera etapa, quien por cierto eraaliado del Partido Comunista cubano, ligado a Moscú).12. Trujillo intervino clandestina y violentamente en los asuntos internos deotros países como Haití y Venezuela.13. Finalmente, hasta apenas horas antes del asesinato del tirano, se organizabandesfiles multitudinarios estilo fascista que daban la impresión deque contaba con el apoyo indiscutible del pueblo. Incluso cuando se esparcióla noticia de su muerte, se vio a mujeres en las plazas públicas con ataqueshistéricos lamentando su deceso.Casi todo esto es aplicable similarmente, de una manera u otra, a diferentesdictaduras, tanto de la llamada derecha como de la susodicha izquierda. Enmi artículo anterior en la revista <strong>Voces</strong> 7/2011 comentaba cómo la colegaantropóloga Katherine Verdery describe en sus etnografías las vicisitudes delpueblo rumano bajo el totalitarismo comunista de Ceausescu. Estas incluíancolas, racionamiento, escasez, desnutrición, pobreza, intolerancia, desconfianza,pesimismo, y fatalismo: atributos típicos de los regímenes dictatoriales.2 5


Fidel y Raúl Castro arribaron al poder en Cuba en 1959, indudablemente conun apoyo popular sin precedentes. Ese entusiasmo se fue desvaneciendo alconvertir dichos hermanos al país-isla en una sociedad orweliana asfixiante;más cerrada, opresora, subdesarrollada, corrupta, disfuncional, intolerante,militarizada, miserable, y dependiente del extranjero de lo que jamás fueantes en su medio siglo de independencia republicana.La historiadora Lauren Derby apunta en su libro The Dictator´s Seduction(2009) que, previo a los fraternos Castro, Trujillo no tuvo paralelo en lasAméricas como modelo perverso del autócrata absolutista. En ambos casos,cuando les convino, el poder titular se traspasó de hermano mayor al menor;y también los dos suplentes devinieron en generales de a dedo: Héctor Trujilloy Raúl Castro, respectivamente. Ambos países caribeños fueron transformadosde facto en ridículas semi-monarquías dinásticas hereditarias.Adicionalmente, las similitudes entre las dictaduras de los Trujillo y los Castroincluyen el beneficio de una legión de intelectuales y periodistas apologistasen el extranjero quienes tratar de “lavar” los excesos de sus déspotaspredilectos al repetir las consignas oficialistas. Los acólitos de los Castromás militantes se enfocan, además, en atacar vilmente a los cubanos en ladiáspora, los mismos que, paradójicamente, subsidian la fallida economíacubana con sus generosos envíos humanitarios a parientes atrapados en laIsla. La infusión caritativa de la comunidad cubana exterior ya sobrepasa milmillones de dólares anuales, prácticamente la primera industria nacional(sin embargo, Trujillo no gozó de esa benevolencia financiera externa).En mis propias investigaciones entre dominicanos he conocido a admiradoresdel trujillismo, quienes arguyen que el Caudillo llevó, al menos, una “estabilidad”a la RD (en parte es cierto, pero, ¿a qué precio humano?). Losapologistas de las dictaduras regularmente intentan desacreditar a quienesfavorecemos el concepto que el filósofo Karl Popper llamó “la sociedadabierta”. Pero el resultado de las tiranías suele ser funesto, dejando un tristerastro de vidas arruinadas, presos, exilados, desaparecidos, muertes,corrupción, penurias, atraso socio-económico, pobreza, y una frustraciónnacional generalizada.Inusitadamente, como consecuencia de la anacrónica versión tropical delmodelo soviético impuesto, Cuba, siendo una isla dotada de una legendariatierra fértil, ahora tiene que importar la mayoría de sus comestibles, inclusoel café y el azúcar, por cuya producción fue famosa durante siglos. Al mismotiempo, la incidencia de depresión mental y de suicidios es alarmante.La triste noche del patriarca vitalicio ha quedado atrás para el pueblo dominicanohace cinco décadas. Sin embargo, la pesadilla dictatorial aún perdurapara los cubanos. No obstante, podemos aspirar con optimismo a transicionespacíficas hacia la democracia liberal; o sea, a un sistema que promuevala tan ansiada prosperidad económica, y sobre todo, a una sociedad confraternizantede inspiración martiana: con todos y para el bien de todos.2 6


k e l v i n f a h r e n h e i tDURANTE LA PRIMERA MITAD del siglopasado, el sector turístico en Cubamantuvo un importante peso en laeconomía cubana. La isla se convirtió en elprincipal destino de miles de visitantesprovenientes de Estados Unidos, connotables inversiones de capitalnorteamericano, especialmente en LaHabana y Varadero. A partir de 1959, elturismo perdió la importancia crucial quehabía alcanzado durante los años 50. Y nofue hasta la década de 1990 que comenzó adesarrollarse como sector prioritario ysostén económico de la nación.El turismo en La República hasta 1959A finales de los años 20, los ingresos porturismo constituían la tercera fuente dedivisas del país, después del azúcar y eltabaco. Como destino turístico, Cuba seconvirtió en un paraíso de bebidas, juegos,apuestas, carreras y otras actividades queno podían realizarse libremente en EstadosUnidos.Entre 1952-58 hubo un auge acelerado delsector en el país, con un notableincremento de las instalaciones hoteleras yde la demanda extranjera. No existía unapolítica económica sectorial definida, peroel despliegue de las inversiones alcanzóuna etapa de esplendor, principalmente lasde capital norteamericano en La Habana yVaradero. La capital se convirtió en unaimportante plaza de fama internacionalpara el juego y sus actividades colaterales.El mayor número de turistas se recibió en1957, con 272 mil llegadas; más del 90%provenía de Estados Unidos.t urismoen cubaEl declive del sector a partir de 1959El triunfo revolucionario en 1959 marcó elinicio de una etapa de fuerte caída en elsector. La ruptura de las relaciones entreCuba y Estados Unidos redujo rápidamente,e impidió más tarde, el arribo de turistasnorteamericanos. Los organizadores deviajes canadienses, franceses, británicos,españoles y belgas interrumpieron tambiénsus operaciones con la isla.Hasta finales de 1960, el gobierno llevó acabo un proceso de confiscación ynacionalización de los negocios privados enel país —incluidas las instalacionesturísticas— al considerarlos fruto de lacorrupción y la malversación. Luego, entre1960-65, invirtió 50 millones de pesos en lacreación de nuevos centros; pero noexistían condiciones objetivas paraestimular en la práctica ningún tipo deturismo internacional. Durante las dosdécadas siguientes, la estrategia dedesarrollo económico y social no concibió aesta actividad como clave para el futurodel país.Luego del período de “rectificación deerrores” a finales de los 80, el turismo seconvirtió en uno de los programasprioritarios para el desarrollo, junto alalimentario y el biotecnológico. Lademanda fue recuperándose gradualmentey en 1989 visitó el país casi un cuarto demillón de turistas del área capitalista.


Durante la década, la capacidad dealojamiento se incrementó desde 13 milhasta casi 33 mil habitaciones. Elporcentaje de hoteles de 4 y 5 estrellas seelevó de un 19% del total en 1990, a másdel 40% en 1998. La demanda comenzó aser absorbida también por pequeñosnegocios privados de alojamiento en casasparticulares licenciadas por el gobierno.La actividad turística se convirtió en fuentede empleos de un sector laboral quecomenzó a recibir propinas equivalentes avarias veces el salario medio del país,convirtiéndoles en un grupo socialdiferenciado y codiciado. El desarrollo delturismo impulsó la economía informal y elmercado negro, con ofertas para turistasde obras de arte, artesanías, medicinas,tabacos, bebidas, transportes, entre otros.Nuevo auge en la década de 1990Con el derrumbe del campo socialistaeuropeo y el inicio de una profunda crisisen Cuba a partir de los años 90, el gobiernooptó por la estimulación al sector turísticocomo vía para obtener divisas y contribuira la reanimación de la deprimida economíanacional. Esta estrategia estaba dirigidatambién a sentar las bases para lareinserción de Cuba en la economíainternacional, con una menor dependenciadel azúcar como tradicional renglónexportador.A partir de la creación del Ministerio delTurismo (MINTUR) en 1994 y la aprobaciónde la Ley de Inversión Extranjera en 1995,la gestión de la actividad turística en Cubase ha desarrollado mediante el sectorpúblico en asociación con empresas mixtasy contratos de administración.La apertura que caracterizó a la economíacubana en esta etapa dotó al sectorturístico de relativamente poca protecciónarancelaria, debiendo competir en calidady precio en el mercado internacional. Lainversión extranjera ha sido fundamentalmentede capital español, con lapresencia de prestigiosas cadenas como SolMeliá, Barceló e Iberostar.La modalidad que tradicionalmente haofrecido Cuba es el turismo de sol y playa.El alojamiento es el principal servicioofertado, que se complementa con otrosperiféricos: gastronomía, transporte,recreación y comercio minorista.Aunque la demanda es altamenteestacional, mantuvo un comportamientocreciente durante el período 1990-99: de340 mil visitantes en 1990 a más de 1,6millones en 1999 —con Canadá, Alemania,Italia, España, Francia, Reino Unido yMéxico como principales países emisores.En 1995, los ingresos brutos de la actividadturística superaron los mil millones dedólares; y en 1996 los arribos sobrepasaronpor primera vez el millón de visitantes. Elgasto medio diario por visitante era de 83dólares en 1990, con una estanciapromedio de 8,7 días; mientras que en1998 el gasto aumentó a 179 dólares y laestancia a 11,3 días.Durante esa década, la industria turísticacubana se convirtió en la principal fuentede divisas y motor impulsor de la economíadel país. El alivio de la crisis y el paulatinocrecimiento económico a partir de 1994estuvieron influenciados en una medidaconsiderable por el aporte de la actividadturística. En 1999, los ingresos brutosturísticos representaron cerca del 14% delPIB.


Situación actualEl turismo en Cuba constituye hoy lasegunda fuente de obtención de divisas delpaís, después de la exportación deservicios médicos. Durante 20<strong>10</strong> logrósuperar la cifra récord de 2 millones deturistas en <strong>10</strong> meses. Pero éstos consumencada vez menos tiempo y dinero en la isla.La actividad genera alrededor de 2 milmillones de dólares anuales, valiéndose delos atractivos naturales del país, supatrimonio histórico autóctono, vidaartística y cultural. Sin embargo, son cadavez más notables las deficiencias queafectan su crecimiento y posicionamientocompetitivo a nivel internacional:-Deterioro de la infraestructura yenvejecimiento de algunos productos.-Mala calidad de gran parte de los serviciosy falta de suministros adecuados.-Deficiente diseño de la oferta, conausencia de un sistema de gestiónintegrada de los destinos turísticos delpaís.-Falta de atractivos complementarios al desol y playa en algunos destinos específicos,provocando un flujo de visitantesinsuficiente para garantizar la rentabilidadhotelera.-Elevados precios de los paquetes turísticosen comparación con otros destinoscaribeños que ofrecen servicios de calidadsuperior.-Encarecimiento de la oferta, a causa delas tasas de cambio que implican laapreciación del peso convertible cubano enun 20% frente al dólar.-Escasa aplicación de la ciencia y latecnología.-Estudio insuficiente de la demanda.-Retardo en las inversiones y pocaeficiencia constructiva.Desde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losDesde abril de 2008 se permite a losciudadanos cubanos la entrada y alojamientoen los hoteles turísticos del país,antes exclusivos para extranjeros. Sinembargo, el acceso es muy limitado, pueslas tarifas fluctúan entre 40 y 170 pesosconvertibles (CUC) diarios, mientras elsalario medio equivale aproximadamentea 17 CUC mensuales.En 20<strong>10</strong>, como parte de una estrategia delgobierno para estimular el desarrollo delsector, fue aprobada una política dedesarrollo inmobiliario vinculado alturismo. Ésta suponía una apertura denuevas oportunidades para la inversiónextranjera en el impulso de marinas,campos de golf, parques temáticos y otrasvariantes de infraestructura turística, queapuntan al desarrollo del turismo de lujoen Cuba. Sin embargo, aunque algunosproyectos dieron sus primeros pasos, aúnno se observan cambios sustanciales en esesentido.Pese a que las autoridades cubanas noreconocen que trabajan para una eventualeliminación de las restricciones queimpiden a los norteamericanos visitar laIsla, se estima que la apertura de los viajesduplicaría la cifra actual de visitantesturísticos.


e l k i s c u z a m a l éREFLEXIONES DE LA NOCHE EN QUE MATARON A JOHN LENNONIRecién salida del Infierno—y no precisamente el de Dante—con la boca reseca y un par de alas,busqué en el paisaje mugriento de la nocheuna luz que disolviera la nieve.Mi sombra,esa dama con tacones,gritando en un español inhumano,sin importarle para nada su condición de extranjera,sus manías persecutorias,el viejo abrigo con grandes huecos de luna.Y yo, su doble,quiero decir, su sombra,la mujer que aprendió a vivir de pesadillas.IIEn la hermosa soledad de la ciudad—invento griego—nos prometimos la una a la otrade una vez y para siempre,separarnos y olvidar en cualquier sitio,al descuido,la libreta con la cuenta de las desdichas;nos prometimos que el presente—con su chaleco de balas, por supuesto—fuera testigo del futuro,pero nunca otra vez el presente.LA CANCION DE SILVIA PLATHCon mucho amor,con mucho miedo a borrarte del mapa de los vivos,he limpiado tu libro de poemas,como la enfermera que curase sus profundas heridas.Te he recuperado de aquel húmedo y viejo sótano,te acuerdas?,donde te dejé al cuidado de una amigaantes de nuestro viaje a España.No podía llevarte conmigo:estaba toda esa carga de seres muertos y vivosque uno arrastra de un sitio a otro del cuarto,en las maletas,de una desdicha a otra felicidad incumplida.Te quedaste allí,junto a los demonios de la casaen aquel frío, viejo y húmedo sótano,vociferando tu amenaza de siempre:"I am only thirty.And like the cat I have nine times to die".


Te recuperé llena de moho con grandes manchasen el rostro,un tulipán en cada cuenca de los ojos,una muñeca cosida a tu vientre,pero tenías el corazón radiante.Nada te alegra más que ver la luz,y el sótano de mi amiga es una cueva,un cementerio de <strong>voces</strong> arrancadas de cuajo como las lilas,y tú, llena de ideas geniales sobre la muerte,sólo quieres disputarle la sombra a las pequeñas llamas del infierno.HOMENAJE A JOSÉ CIDNo sé en qué ciudad del Infierno—de ésas que usted pintaba para darle un hogara sus monstruos—estará sentado ahoraa la puerta de un café de verano,que allá ha de ser eterno,con la mitad del cigarro sin prender en la boquilla,temeroso de quedarse allí sin provisiones,viendo pasar como Dante a las adolescentes impúdicas de losversos renacentistas.Recuerdo sus cartas, sus largas misivasinformándome de todo cuanto ocurría en mi ausenciaen la oficina,dándome noticias de Heberto, de mi hija,de mis amigos,de la vieja higuera cercenada por el odio,pero recuerdo especialmente la última,la que escribió ya sin vida, pero confiado,casi rozagante,incapaz de sospechar la traición y la muerte.La recuerdo porque es un documento para el museode lo imprevisible.Hablaba allí de un viaje,de lo bien que se sentía entonces,de la posibilidad entrevista de que a un españolse le permitiera viajar fuera de Cuba—nada menos que a España, su tierra—.Y la recuerdo tambiénporque me daba consejos sobre mi hija,consejos que ahora han pasado a engrosarsus obras inéditas.


l o s p o e m a s d e l a m u j e r d e l o tCasi noche tras noche,en medio de la sala habanera,teniendo que acercar el oído enfermo a la palabra,lanzaba conjeturas desde su sillón,como una emisora de circuito cerrado,y prometía revelar un gran secreto,pero sólo cuando estuviéramos todossentadosa la mesa de un café de verano,en alguna ciudad extranjeraque todavía estaba por pintar.Y mientras esperábamos con impaciencia esemomento,usted probaba todos los dulces que yo leofrecía,intercambiaba anécdotas,apagaba y encendía sus cigarritos—en un tiempo demasiado terrible,recogidos en basureros,calles, plazoletas, o no sé dónde—,hacía crecer entre sus manos la ciudadprometida,y para ese instante,usted, Heberto y yo transformábamos elmundo,le poníamos alas a la noche,y nos lanzábamos de cabezacontra las viejas murallas habaneras.Vivo en un ghetto.Por la mañanael cielo y la arboledatrepan enlazadospor los balcones.En una caja de zapatosguardo mi corazónsediento,acorralado por el gatonegro del vecino.Me pudro cada díaen el olor a salmuerade las trastiendas,entre el polvode las calles sin rumbo,amuralladas, tal vez,GHETTO


e l k i s c u z a m a l écontra el Caballero del Apocalipsis.Las modistas del ghettome han cortado un vestidocon los retazos de nuestra Historia.Por la ventanael azul y el árbol,y también lo odiado,se han hecho paisajeentre mis manos.ESLABON ( EL EXILIADO )La cadena se ha rotoy quedamos flotando,lívidos, con las bocasazules, los dientes torcidoscomo chatarra,y un ojo abierto y el otro muertode miedo.Nadie ha venido a recibirnos.Nadie saltó de sus camaspara vernos pasar.Somos muchos, dijeron,el desfile infinito de los que nosaben protegersede la infelicidad.WINTER IN PRINCETONNo sé si alguna vez te dijeque sólo es posible ser feliz en elpasado, aunque el futuro nos tiendaun puente.El tiempo no existe, lo sé, me lodijo una tarde mi amigo Einstein,mientras conversábamos en su casa,en medio del invierno. El té calientederretía la nieve.A veces nos íbamos a pasear enbicicleta y llegábamos hasta elpequeño lago en que se miran losdioses.El era uno de ellos con su cabelleracomo púas irradiando luz.Tan humilde que no quiso un museo,ni que nadie oliese sus camisas,ni sus batas de andar por casa.los p oemas de la muj er de lotlos p oemas de la muj er de lot


I¿QUÉ PENSARÍA USTED si unamuchacha desgreñada lo paraen el medio de la calle parapedirle que la bese? ¿Y si esamisma muchacha declarasentirse como en su casacuando está en la avenida,odiar a los hombres que detodas maneras quierenacostarse con una, necesitarhacer creer a los demás quesus preguntas (las de ellos)tienen sentido?Finales de los 90 y principiosde una escritura, a lo mejorse atrevería a conjeturar amanera de respuesta elnarrador de un cuentollamado “Las hermosasvísceras de Alicia en lasparedes y el techo”, dondeuna escritora en trance depersonaje se deja irpresentando como Adriana,autora de una novela llamadaSegún la teoría de lascolisiones afectivas. Otropersonaje ha tocado a supuerta con la cabeza, haentrado, fisgonea condisimulo y por momentos casicon resignación. .desénfasisIIdesénfasisUna chica le tiraba polaroidsa la nada: declararía mástarde un turista canadiense.Tú no sales en ninguna:observa el narrador de “Lashermosas vísceras…”.Yo las tiré todas, no podíadejar de tirar polaroids:explica Adriana. 14 polaroidsa medio camino entre lanecesidad de narrar /narrarse / ser narrado, y elhastío / fastidio de lo mismo:un campo de posibilidadesinteresante en tanto seesboza a partir de unconjunto de imposibilidades ode renuncias. Que a su vez sepodrían agrupar bajo elprincipio de que las treguasde la realidad (esa máquina)son solo eso: encontrarse conun conocido en “Mascarada”,pasar la noche en el cuarto dealguien, ser mirada a travésde las ventanas para después“echarnos calle abajo paraver si encontramos algo”,otra tregua, cualquier cosa,una pausa fuera del 99% derelleno.Sin embargo, Según lateoría… no es un libro de laqueja. Para empezar, laqueja necesitaría algún tipode expectativa previa que lajustifique. En su lugar, se vadefiniendo una decepcióncalmada, prevista, resignadaal punto de no traducirse encasi ningún movimiento degrandes dimensiones. Comounos golpecitos dados en lamesa con el mango delcuchillo: ni rayan la pintura nise terminan de borrar con unbrochazo. Esta depresión(¿acaso existe alguna otra?)se exhibe al revés, haciaadentro, mediante la huida oel camuflaje con el prójimo yun movimiento discreto peropersistente hacia laredefinición de la propiaexistencia, en un universodeseado de la incertidumbre,y con el exquisito buen gustode la discreción.i h o e l d i s r o d r í g u e z


Con una excepción: En “Lucíao no” hay una ruptura con esamicropolítica de lainvisibilidad: el personajecentral decide prodigarnos¿por fin? un gestoreconocible, definido, ungrumo a qué atenernos dentrode todo ese flan o gelatina derealidad: Lucía (Mar, María,Paloma, Alejandra, Adriana,Ella) salta por la ventana paradescubrir (qué poco duran losrenglones tranquilizadores enciertos escritores) que enrealidad nunca supo dóndeestaban sus huesos.Llama la atención que esaúnica molestia que se toma laautora-personaje en amagaruna solución perdurable nisiquiera se halla al final dellibro. No es el típico albumtrackde los discos de rock delos 90, el que pretenderesumir toda una filosofía degrupo. No significa ni de lejosun desenlace. Antes bien,es un reacomodo, un estoya-lo-sabíamos-perosiempre-es-bueno-verificarantes de volver a los cincocuentos restantes.Extrañas ocupaciones,alteridad; escriba dondeescriba, Adriana siempreva ser una escritora en elexilio: hacer pompas dejabón para asustar a losgatos, preguntarse si respiranlas hormigas. Movimientocircular. Ensoñación. Mirar lamontañita de gelatina quetemblequea bajo la cuchara.Suponer “Cuando es de nocheen la ciudad” (track no. 12).Conseguir alquiler en unespacio de la indefinición:construirse con lo que sepueda un mundo donde sesupone que la ambigüedad, lailógica y la tentación depermitirse dos líneas depoesía de cuando en vez,obren el milagro demultiplicar las probabilidadesde suceso, las “treguas”, paraque los “qué-hubiera-pasadosi...” se troquen en“además-también-pasóque...”o b r a : m a y k e l r a f a e l d o m í n g u e z b á s t e r


IIIDigamos entonces, paraterminar esto ya…dSi como he pensado hay unJ.D. Salinger primigenio enlos genes de todo libro X(¿X´er?), es en lasimplicaciones de laelucubración anterior donde,para mí, la Teoría de lasColisiones Afectivas essalingeriana en esencia: meparece que a esa adolescenteinsistencia en generar suceso,experiencia, calidez (unacámara obsesionada con losfragmentos orgánicos) le vamuy bien aquello de“escuálida y conmovedora”, ala vez que conecta laescritura de Adriana Zamoracon las de sus coequiperos enel desaparecido grupo de rockalternativo Polaroid: RaúlFlores Iriarte y el ya citadoJ.E. Lage (autor de “Lashermosas vísceras de Alicia enlas paredes y el techo”).Pero esa pulsión compartidase traduce en lo que antesllamé el hastío de narrar. Unmovimiento raro configurandocierta “ideología de laimperfección” que, porcontraste con el entorno,deviene seña de identidadcomún para estos autores.esénfasisdesénfasisEn el caso que nos ocupa, esehastío se expresa en lanegativa rotunda a tener quefundamentar las actitudes delos personajes y a hacerplácido el discurrir de unanarración que parecesumamente interesada en ladesigualdad de ritmo y de“nitidez”. Hay tajazosbruscos, cortescinematográficos y de objetosfilosos, que en variasocasiones nos conducen (esun decir) a unos últimospárrafos en las antípodas dela más democrática ycolaborativa noción de final.Ejemplo por excelencia: a laautora no le da la gana determinar el cuento que titulael libro, porque las historiasno se terminan, la literaturatampoco, y porque de haberun verdadero final, este sería“cursi”, “horrible” ydeprimente de narrar.Eso dice ella, supongo quepara evadir la culpa de que elcuento (¿el libro completo?)se desnarre de fin a principio.Sin embargo, no tengo nadaque culpar. Esa es una buenamanera de lograr que loslibros nunca se terminen. Opara decirlo en términoscientíficos: en la articulaciónde las buenas teorías siempreestá latente la posibilidad degenerar hipótesis que,además de enriquecerlas, lasexaminen e incluso lasrefuten. Qué suerte.


UNA NIÑA DE APENAS 13 trece años ha vistocomo transitan frente a sus ojos losacontecimientos que darán un vuelco a lahistoria de la humanidad, justo cuando secumplen dos siglos de la caída de lamonarquía en Francia y su brumoso retornobajo el disfraz de la emergente burguesía.El péndulo se mueve a la derecha y sedecreta el fin de la historia y de las utopías.Las estatuas vuelan en pedazos, el Muro deBerlín es derribado y subastado mientras lastropas yanquis invaden Panamá. Ceaucescu ysu esposa son juzgados, fusilados. Lasimágenes de la tragedia del pueblo rumano ylas fotos de la bonanza de los defenestrados,dan la vuelta al mundo y no traspasan loslímites de cierto muro en una capital delCaribe.La niña mira por última vez y elcorazón le da un vuelco cuando el avióndespega y el silencio del mar Atlántico laenvuelve en las horas de sueño. En Gander,Canadá, oye hablar del “punto y raya” y dequienes no quieren convertirse en estatuas desal. Algunos equipajes llegan a su destino,pero no así los dueños.El aeropuerto la recibe como el salónde los espejos a un fantasma. Está porconcluir la retirada de los últimos técnicos,asesores y colaboradores del Este. En unantiguo reparto, que durante años fuecampamento de pioneros José Martí, aprendeel dialecto ruso-ucraniano y se conmueve conla tragedia de Chernobil. Mientras tanto, enla cercana urbe capitalina escasean el pan, eltransporte y la electricidad.e l l a d o o c u l t o d eH E C H O S C O N M E T A L L I C AcamiloernestooliveraLa corrupción acumulada y las décadasde asedio le cobran cara la cuenta alsocialismo real este-europeo. Todo esto ymás transcurre frente a los ojos de una hijade madre rusa y padre cubano. Nadie le tapalos ojos, todos tienen las manos ocupadas enatrapar los pedazos de una unión que parecíaeterna. Nadie le tapa los oídos, las consignascambian de color y de sentido o,simplemente, dejan de ser consignas paraconvertirse en reliquias, que los veteranos dela Gran Guerra venden junto con sus medallasen una ciudad que recupera su antiguonombre.San Petersburgo, presencia el retornotriunfal de uno de los descendientes dellinaje de los zares. Las fábricas y lasempresas cambian de bandera y sonrepartidas entre los nuevos ricos de lamafiosa nomenklatura que se quita lamascara y envía a la desocupación a miles detrabajadores. El lado oculto e innombrablesale de las alcantarillas para custodiar losnuevos muros que paga el dinero y santificarla muerte con las armas en tráfico.La niña tiene un choque frontal con lamaldición de ser hija de la fusión de dossangres, el calificativo despectivo de“palodvin” le resulta hiriente y, por otraparte se siente en tierra de nadie. En laescuela “de los rusos” se reproducen losconflictos, que desmiembran a la otroraUnión en clave de “guerra fría”. Los“palodvin” están en medio del “fuegocruzado” y se convierten en la sal de lahoguera. La niña se hace adolescente ydescubre, al mismo tiempo, la prisión y elescape.Una ráfaga de luz le llega en medio delos breves períodos en que se hace el milagrode la electricidad. Es una agrupación norteamericanacuya música ha formado parte de labanda sonora espiritual de toda una generaciónde rockeros en esta isla a la deriva en elencrespado mar de los años noventa. Porprimera vez, desde que puso los pies en laTierra de una de las mitades que le dio vida,ella siente que está llegando a algún lugar.Todavía pasará un tiempo antes de quedescubra el valor del camino en sí mismo.


Al menos nadie la señala con el dedocuando se hace evidente la herencia rusa enla entonación de su voz, casi todos parecenmás ocupados en desentrañar el mensaje deMax Cavalera, Glen Bentom o ChuckSchuldiner. Son los tiempos de la rockotecade los jueves en el Patio de María. Le dicenque el “paco” y el alcohol elevan el espíritu ydisminuyen el dolor. Entonces recuerda laletra de un tema de los cuatro jinetesmetálicos que le devuelve la vida en tiemposde soledad.Pero no encuentra el escape del todoporque ese no es su destino. Mientras, a sualrededor, la muerte física mata “a primerasangre” en el combate del placer sexual ymuchos son bienvenidos al Sanatorio.Apenas un año antes de este destierropor omisión, la “palodvina” andaba enredadacon el vencedor de Goliat en estilo “Blackie”.Cuando sobreviene el fin de la relación, elladesaparece del espectro rockero y se entregaa desentrañar el tentador misterio de lacuartilla en blanco.Trece y ocho suman veintiuno y a suvez, dos y uno dan como resultado tres.Precisamente, en el tercer año del nuevomilenio, mientras se diluye el recuerdo de laspeñas en el museo de Plaza, el Salón Rosadode la Tropical cierra por capacidad cuandoactúan aquellos chicos ocultos que laparafernalia del boom de la salsa habíadesterrado casi cinco años atrás.“Nadie encuentra a quien busca”, le dicedesde la distancia del pasado y el futurode sus lecturas el cronista del filo de la navaja.¿De qué misterios están hechos los silenciosdel deseo? Un hombre, entre tantos delpasado y otros más del futuro, le cura de espantoel corazón cuando la arrastra a ese lugardonde infierno y paraíso juegan con lascartas boca arriba. Una combinación de dosnombres, uno de origen eslavo y otro con reminiscenciasde un apocalíptico alemán deholocausto, la conduce, entre el arrebato casiperenne y sus momentáneos “lapsus tremendis”,a un callejón sin salida. Ella tieneque matarlo primero dentro de sí, para luegoencontrar el camino de regreso, y este actose convierte en el definitivo fin de su bailecon la inocencia. Mientras tanto, los rockerossiguen con un pie en el pasado y el otrobuscando futuro. Son los tiempos del deathmetal y sus ramificaciones. La generación delrock alternativo abandona el barco y desde laHabana Oculta se lleva su canción a vivir enel movedizo Turistam madrileño en clave deHabana Abierta.Los festivales de rock en Cuba viven sumejor momento, pero el sol se nubla con elcierre del ya mítico Patio de María en eloctubre de ese tórrido y “acorazado” 2003.En ese propio mes, somos desplazados delparque de G mientras la Constitución resultaviolada por el “ordeno y mando”.Los Metallica destierran a los últimosfans de la vieja era con su indigesto disco “StAnger”. La utopía rockera capitalina se ahogaen la incertidumbre, el consumo y “lasmarcas de...” asesinan al sentido depertenencia. Nos vamos, de cabeza, hacia unnuevo cambio generacional.“Para vivir se precisa coraje”, afirmacon melancolía suicida un poeta. Y se precisacoraje para enfrentar la página en blanco sinponerle mordazas a la propia historiapersonal. Cuando quien esto escribe lareencontró en el sendero, Polina la“palodvina” ya andaba en la búsqueda de latierra prometida con otros jóvenes cubanorusos.Esa tierra espiritual que no se pide anadie con palabras, sino que se conquista conhechos.


Es cierto que nadie puede enseñartesobre los avatares de la vida, porque a fin decuentas tienen mejor sabor de boca lastribulaciones que nos marcan y nos hacencrecer a través del tiempo. Es verdad que nohay más remedio que ser consecuentes connuestro corazón, si queremos perdurar en elcorazón de los demás.Entre el dolor y el perdón, y otra vez eldolor, y otra vez… dolor y perdón, como enun bolero tocado con balalaika, hatranscurrido la vida interior de Polina. Ellasabe lo fácil que las mujeres pueden levitarentre la risa absoluta y el más profundollanto, el placer y el dolor en el punto dondetermina la muerte y renace la vida.Ha visto de cerca los proyectosculturales que intentan ejercer su derecho ala expresión y se diluyen bajo el peso delminotauro, atrapados en el laberinto de lamaldita circunstancia. Ha lidiado con losmediocres de espíritu que le cuelgan elparalizador cartel de disidente y se escurrenen la alcantarilla de su aséptica cobardía. Haganado premios, en una espiral ascendenteque parece no tocarla porque el arroyo de lasierra le complace más que el mar. ParaPolina, la literatura es un oficio de vida y lamanera más directa de exorcismo paraconjurar sus demonios en el constante asediodel desamor.Rompe con esa herencia traumática desus ancestros femeninos rusos, que no laaceptan del todo por ser una mujer a solascon su camino y sin un rostro acompañantede hombre que mostrar a la tradición. Sedesentiende de burlas y epítetos de “loca”;“estrávica”, “gorda”, “informal”, “rara”,“tosca” u otros. Disfruta y sufre la vida, consus lastres y sus recompensas y puede seramiga, amante, santa o puta sin remedio. Selanza al vacío desde el último cuento, luegode gozar desaforadamente en el techo de suisla, recitando un conjuro de Marchenko,hechizada por el resplandor del sol, reflejadopor la cúpula (¿o cópula?) de una catedralortodoxa. Se mira a sí misma en el Eros deltiempo y sonríe sin culpa, como una reciénnacida que acaba de lanzar un poderosobautismo de orine en el rostro eterno delpadre y de la madre.Cuando los rockeros, con y sinañadidos, juegan a retar el amanecer en elcapitalino parque de G, como una forma deresistirse contra el tedio absoluto, la páginaen blanco sigue germinando su claroscurosino en las manos de Polina MartínezShvietsova. En sus audífonos, los cuatrojinetes del Apocalipsis le calientan el cuerpo.Mientras tanto, el barrio de Buenavistaduerme, esperando a que termine la nevaday salga el sol.


1.UNA TORTURA AZUL. Azul ycon ruedas. El paisaje delotro lado de la ventanillaparece ser Cuba, pero no. (Auna escuelita en medio de lanada le han pintado porfuera: ESCUELA RURAL, paraque quede bien claro.) Es unpaisaje mental. Regionesdepresivas. Regionesdesoladas. Intento leer unlibro sobre Gombrowicz. Unaespecie de ensayo-ficción. Apropósito de la prosa delpolaco, interviene un PepeBianco convertido enpersonaje:“Habría que buscar enalgunos textos políticos de losmarxistas rusos, o mejor, delos trotskistas (textos en losque no existe el acendradoprurito de la literatura;textos excesivos, en loscuales no se escatimanepítetos y giros más o menosingeniosos, puestos allí entanto su eficaciaestigmatizante los haceinimpugnables), para ubicarun símil de su estilo en otroregistro. Expresiones comolas de Lenin: el cerdorenegado Kautsky parece quecuando piensa masticaesponja dormido, o lasdiatribas inmisericordes,fluctuantes entre el kitsch yel dogma paródico, queblanden la injuria de unmodo...”No entiendo nada, porsupuesto. Estoy en unaYutong.2.Regresar esta vez a La Habanaes regresar a las lecturaspendientes. Moby Dick, esatransfusión de sangre. Algunosdicen que es la gran novelaamericana. Pero hayotros que dicen (y yo lescreo) que la gran novela americanala escribió un ruso y sellama Lolita. El ruso que dijouna vez a The Paris Review:“Me hubiera gustado vivir enNueva York durante la décadade 1930. Si en ese entoncesse hubieran traducido mis novelas,hubieran provocado unshock y hubieran dado unalección a los entusiastas prosoviéticos”.3.Regresar esta vez a La Habanaes regresar, también, aldesorbitado paisaje mentalque fue la isla de Lost. Y acierta novela desorbitada queestoy y no estoy escribiendo,que puedo y no puedo escribir.Digamos, aproximadamente,que sigo perdido en latraducción. Y en La Habana,capital de fantasmas. Quizáshaya que esperar la próximadécada, pienso. Nos vemos enel futuro.l a g r a ng u a g u ac h i n aj o r g ee n r i q u el a g e


4.Dejo de mirar por laventanilla. El asiento a milado ya no está vacío: loocupa una figura envuelta ensombras que no son de esteviaje. Es un hombre. Lepregunto quién es. Élresponde: Yo soy Providence.De pronto lo reconozco y depronto se me ocurre unalínea fácil: “El escritor quecayó del cielo”. Recuerdoque vivió en Nueva York, y nole gustó. En carta a su amigoFrank Belknap Long, escribió:“es imposible referirse concalma a la ciudad de NuevaYork. La ciudad está sucia ymaldita: vengo de ella con lasensación de habermemanchado con su contacto, yansío algún detergente deolvido que me limpie deltodo. ¡Cómo, en nombre delcielo, los sensibles y dignoshombres blancos puedenseguir viviendo en ese potajede inmundicia asiática en quese ha convertido la región,con señales y vestigios deplagas de langosta por todaspartes, es algo que escapaabsolutamente a micomprensión!”De modo que este escritorregresó huyendo a la NuevaInglaterra profunda, la NuevaInglaterra colonial que tantoquiso, y murió en su ciudadnatal, capital del diminutoestado de Rhode Island. Sellamaba Howard PhilipsLovecraft, pero en su tumbasólo hay una columna quedice: YO SOY PROVIDENCE.l a g r a ng u a g u ac h i n a5.Pienso en Lovecraft. Los añosque lleva muerto Lovecraft,lo vivo que ha estado desdeque murió hace casi 75 años.Escribió mal —dicen—, el viejopulpo excéntrico y fascistoide,pero escribió lejos, yla sombra de sus tentáculoses alargada. El imposible diálogoentre nosotros no va atener lugar, al menos no enesta guagua, pero quiero recordarcon cariño al triste, solitarioy outsider, fanático dela astronomía, la antigüedady las pulp magazines, que creóy dispersó por todas parteslectores fanáticos a una literaturamitómana y demencial.Recordar su trabajo para laUnited Amateur Press Association,donde publicó sus primeroscuentos y ensayos ypoemas mientras distribuía supropia revista (The Conservative)y se hacía de un espacioen el mundo del periodismoindependiente anterior a Internet2.0 y los blogs y losfanzines. Recordar que unode sus cuentos de terror fuerechazado por Weird Tales—una revista de terror— porqueera “demasiado terrorífico”.Recordar al árabe locoAbdul Alhazred y a ese libroque es puro terrorismo y quelleva por título Necronomicony que tuvo su intervención cubanaen una novelita de Eduardodel Llano: Tres. Recordarque el día que cumplió 21, HPLovecraft se subió a un tranvíay estuvo haciendo el recorridode un extremo a otro portoda la ciudad hasta que terminóel servicio. Ojalá que esedía, el fugitivo freak que habíaen él encontrara lo queestaba buscando. Y ojalá quealgún día de su vida haya encontradoese detergente deolvido que lo limpia de todo.Millones de lectores, estoyseguro, aún se lo desean.6.Vuelvo a estar solo. LaYutong continúa rodando, unrecorrido rural que parece notener fin. Aunque sea Cuba,el paisaje que yo veo es otracosa. Gigantescos bloques depiedra empiezan a dibujarseen el horizonte. Una líneadiscontinua de kilómetros ytoneladas.Hay quien dice que la grannovela china todavía se estáescribiendo, pieza por pieza yfragmento a fragmento. Peroyo soy de los que creen quela gran novela china ya seescribió, y la escribió uncheco.Lo dijo un personaje deKafka: “Estos fragmentos demuralla abandonados enregiones desoladas podían serdestruidos con facilidad, unay otra vez, por los nómadas,sobre todo porque esastribus, atemorizadas por lostrabajos de construcción,cambiaban de residencia conasombrosa rapidez, comolangostas, por lo queprobablemente tenían mejorvisión de conjunto de losprogresos de la obra quenosotros mismos, susconstructores”.constructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, susconstructores”.s, sus


LA LUNA ES UN HOMBRE QUE tiene la carasucia de hollín. Y he aquí como ocurrió esto:Fue en tiempos tan remotos que loshombres aún no habían aprendido a mentir yentendían el lenguaje de los animales, lasplantas y las piedras de los caminos. Lostaínos habían llegado a las islas quesalpicaban el mar hasta donde éste se uníacon el cielo y habían comenzado a habitarlasen numerosas y prósperas aldeas. Por aquelentonces hubo un poblado en el que vivíauna hermosa jovencita pretendida portodos los solteros del lugar.Los más bizarros y mejor dotadosjóvenes competían a porfía por llamar laatención de la adolescente, que jamáshabía sido tocada por hombre alguno, ycuyo corazón permanecía inmune a lossobresaltos del amor. Entre todos losjóvenes de la aldea, uno, llamadoGuacar, que quiere decir NuestraLuna, se había enamorado perdidamentede ella, pero como no teníadote que ofrecer a cambio de lamuchacha y, además, era un individuotímido en extremo, no se atrevía aacercarse o siquiera hablarle, y muchomenos a pedirla en matrimonio.Guacar tampoco había amado aninguna mujer antes y no se explicabaaquella mezcla de felicidad y angustiaprovocada por la mera aparición de lamuchacha, que agitaba los latidos de sucorazón y paralizaba sus rodillas hasta elpunto de temer que otros descubrieran susecreto. Porque, sin dudas, su amor estabacondenado a mantenerse oculto; Guacar nosolo era pobre, sino que tampoco descollabapor otras cualidades valiosas que suplieransu escasez de bienes: no mostraba muchadestreza en la caza o en la pesca, nobrillaba en los juegos ceremoniales nidestacaba por su simpatía, fuerza ointeligencia.El desdichado se sentía en taldesventaja que no se animaba a confesar suamor a la joven por temor a ser rechazado.De hecho, ni siquiera osaba levantar los ojospara mirarla pasar. Ella —ajena a la pasiónque inspiraba en el joven— se movía por elpoblado con la gracia de la inocencia,entregada como las demás muchachas de suedad a sus tareas cotidianas, y cruzabaindiferente frente a aquel jovencito opaco ycallado, ignorando la dolorosa ansiedad quedespertaba en el enamorado.historia delenamorado hombre- lunamiriamcelay aY así transcurría la vidade Guacar, eternamentependiente de lapresencia de su amada.Durante los días andabasigiloso, procurando estarcerca de la joven siempreque era posible, paradisfrutar el encanto decontemplar su figura,escuchar el trino claro desu voz, sentir el olorfresco y limpio de suslarguísimos cabellosnegros, atrapar el vuelode su risa alegre.Después, el desvelo porella se apoderaba desus noches.Finalmente,desesperado, tomóla decisión dehacerla suya ylograr su amor atoda costa. Fueasí que en unanoche muyoscura ycuandoyatodos dormían, se introdujo sigilosamente enel bohío donde vivía la muchacha y,acercándose a su hamaca, comenzó porsusurrarle hermosas palabras y a arrullarlaentre tenues caricias. La joven despertósorprendida y asustada, pero poco a poco suánimo cedió, halagada por la delicadeza deldesconocido, y se sintió atraída por él. Sinrevelar quién era en realidad, Guacar lehabló en murmullos durante toda la tibianoche y la madrugada, dejando brotar de supecho la inmensidad de su amor, su


sufrimiento y sus esperanzas, mientras ellale escuchaba como embrujada por una rarafascinación.Hasta poco tiempo antes sólo unaniña, la muchacha estaba en esa edadrecóndita y vibrante en que comienza arevelarse en el alma y en el cuerpo lamujer, y sin entenderlo, descubría en elamor del joven una fuerza poderosa que ledespertaba nuevas y gratas sensaciones.También él se iniciaba intuitivamente en lasartes amatorias, solo movido por el impulsonatural de aquel sentimiento espontáneo,viviendo la maravilla de quien nacenuevamente, pero por primera vez. Cuandocasi comenzaba a clarear el amanecer,todavía amparado por las sombras de lamadrugada, el enamorado escapórápidamente, no sin antes prometer a labella que regresaría siempre en las nochessiguientes.Fue entonces que comenzaron afrecuentar los parajes que rodeaban laaldea, lejos de los riesgos de sersorprendidos por alguien. El cielo estrelladoo los árboles del bosque sobre sus cabezasmantenían las sombras protectoras sobreGuacar, y a ella le bastaba sentir su manocomo guía para sentirse protegida. En losprimeros encuentros, echados sobre las altasyerbas de la rivera de un arroyuelo, Guacarse limitaba a murmurar sus cuitas al oído dela adolescente, a besar dulcemente suslabios y a rozar apenas su cuerpo. Lebastaba con eso para pasar después todo eldía como en una feliz embriaguez,esperando el momento de estar nuevamentecon ella.Pero a medida que transcurría eltiempo fue ganando en audacia yatrevimiento, hasta que vencida ella deamor, se entregó por completo al juego y seamaron entre los jobos del bosque. Desdeentonces Guacar esperaba impaciente cadanoche a que se apagasen las hogueras de laaldea, y cuando el silencio delataba eldescanso de todos, se acercaba cautelosohasta su amante y, calladamente, con unavoz tan leve como la del arroyo cercano yuna pasión tan grande como el oscuro cieloque protegía su temeridad, le regalaba suamor. Pronto, la muchacha también fueganada por la pasión del misterioso visitantenocturno y asumió sin reservas el amor queél le ofrecía.Sin embargo, ella no se conformabacon amar a aquel que, como una sombra, seesfumaba antes de la llegada del alba y delque nunca había visto el rostro ni escuchadoclaramente la voz. Cuando durante el día,caminaba entre los hombres de la aldea,escudriñaba la cara de cada joven tratandode percibir alguna señal, de atrapar un gestoque le permitiera identificar a su amor,deseando con todas sus fuerzas descubrir asu secreto amante. Curiosamente, a Guacarni siquiera lo tomaba en cuenta. Él, porprudencia, disimulaba su nerviosismo y semantenía apartado, evitando encontrarsefrente a frente con ella. Pero cuando no eraobservado por nadie se regodeabacontemplándola, orgulloso de saberse amadopor la más hermosa mujer de la aldea.


Mientras, el amor de la joven taínacrecía a cada encuentro y pasaba los díascon el pensamiento ocupado en imaginar elrostro del amante, deseando la llegada de lanoche para volver a estar junto a él. Lasdemás mujeres comenzaban a rumorar entreellas acerca de la rara conducta de lamuchacha, de sus largos silencios, susprofundos y frecuentes suspiros, y su nuevamanía de apartarse para hablar o sonreír asolas. Les parecía también una descaradaindiscreción que una chica soltera fijara lamirada en cuanto hombre joven se cruzabaante sus ojos.Ella fingía no notar los recelos de lasdemás, pero comenzaba a temer que acasosu galán no fuera un hombre real, sino unespíritu, o quizás ni siquiera fuese alguiende la aldea, sino un merodeador furtivo. Sustemores se fundaban en el silencio queguardaba él y en el misterio que lo envolvía,llenándola de confusión y dudas. Y como sino fuese suficiente su angustia, los mayoresestaban planeando su matrimonio con unapuesto joven de una aldea vecina.Urgida por todo esto, una y otra nocherogaba al joven que le dijera su nombre o almenos le permitiera escuchar claramente suvoz, pero en vano. La oscuridad que envolvíasus encuentros le impedía distinguir losrasgos de Guacar, y solo le revelabaconfusamente su silueta esbelta y ágil en elmomento en que se marcaba brevementecontra el tenue resplandor que lanzaban lasestrellas cuando él llegaba o se iba de sulado. Él solía cubrir con prolongados besoslos pedidos y protestas de ella, ynuevamente desaparecía en cuantoMatituael, el pájaro sagrado, anunciaba lacercanía de la mañana.Hasta que por último, no teniendootro recurso, a la bella jovencita se leocurrió un ardid que la ayudaría a develar elmisterio.Esa vez, al caer la noche, cuandotodos se acomodaron en sus hamacas paraentregarse al sueño, la joven frotódisimuladamente las palmas de sus manoscon las cenizas que cubrían las piedras delfogón apagado, salió a la orilla del arroyo,donde solían encontrarse, y se acostótranquila sobre la yerba fresca. Un ratodespués escuchó el sonido leve y familiar delos pasos del amante desconocido, quienenseguida la envolvió en un abrazo y, comosiempre, la cubrió de caricias. Él no podíasaber que su amada, al acariciarle a su vezel rostro con las manos tiznadas de hollín,lo estaba marcando para reconocerlodespués con la claridad del día. Y así fue,en efecto.A la radiante luz de la mañana,cuando esperanzada la bella buscó yencontró en el batey del poblado el rostromarcado, quedó atónita: ¡de manera que elapocado, pobre y callado Guacar era elenigmático amante de sus noches! Guacar,el anodino, el más insignificante joven de laaldea había robado con engaños su amor.Decepcionada, sepultó de golpe lapasión que antes la consumiera y lo increpódelante de todos por haberla poseídocobardemente, como un ladrón. Olvidandoque hasta ese mismo amanecer habríaofrecido su vida por aquella pasión, se burlóde la pobreza de Guacar y de sus escasashabilidades y, mortalmente ofendida, le diola espalda y se marchó, dejándolo aturdidoen medio de la plaza.El joven, desenmascarado delante detodos, no pudo soportar la burla y elescarnio de la gente de la aldea, quienes apartir de aquel día comenzaron a evitarlo ya apartarse de él. Terriblementeavergonzado e incapaz de seguir sufriendo eldesprecio de la mujer amada, una nochehuyó del poblado y subió al cielo, donde semetamorfoseó en luna. Y allí habita desdeaquellos tiempos.La joven, por su parte, había quedadoembarazada como resultado de las visitasfurtivas de su amante, y cuando nació el hijode aquel amor contrariado e imposible, elpequeño fue presentado ante su padre-lunapor un pájaro colibrí que una noche lo llevóvolando hasta él. En premio a esteextraordinario servicio, la luna Guacarregaló al deslucido colibrí el brillante coloresmeralda que luce desde entonces en suplumaje la diminuta ave.Y es esta la historia de la pasión de unjoven que, por no hacer valer su amorcontra las adversidades, lo convirtió enengaño y perdió a la mujer amada; unahistoria tan verdadera que aunque hatranscurrido muchísimo tiempo, incluso hoysi se mira al cielo en las noches de pleniluniose puede ver el rostro luminoso delinfortunado Guacar —el hombre-luna—,todavía manchado de hollín.todavía manchado de hollín.todavía manchado de hollín.


EN SU PELÍCULA DE 1902 Georges Mélièsincrusta un cohete en el ojo de la Luna.Empieza así no sólo la historia del cine comogran espectáculo, sino también la biografía delos efectos especiales y el estreno en pantalladel género de ciencia ficción.La Luna tuerta del francés reaparecerá23 años después en El acorazado Potemkin.Durante la represión zarista en Odessa, unavieja grita horrorizada al ver el cochecito conun bebé precipitándose escaleras abajo. Enmedio del “montaje de atracciones” inventadopor Eisenstein, la abuela recibe un balazo enel ojo y el lente ensangrentado de susquevedos queda hecho añicos.Ese orificio nos arrastra en un torbellinode insondables oscuridades, pero resulta queese mismo remolino ya lo habíamos visto enotra película de Hitchcock: Vértigo. Con supelo platinado recogido en un moño en formade espiral, Kim Novak luce el mismo peinadoque vemos en el retrato de Carlotta colgadoen el museo. Esa voluta —sea de pelo o deagua— es una de las claves más inquietantesde la poética cinematográfica de Hitchcock.El vidrio astillado de la tuerta deEisenstein resurge 45 años después en lasgafas rotas de Dustin Hoffman en Perros depaja (Straw dogs). De la violencia zarista en laescalinata de Odessa pasamos al lentedesbaratado de un intelectual acosado por labrutalidad rural. Todo lo cual nos remite denuevo a la Luna tuerta de Méliès.Estos vidrios estallando en la ficciónalcanzarán su peor correlato en la realidadhistórica durante la “Noche de los cristalesrotos” (Alemania y Austria, 1938).La imagen obsesiva del ojo —siempreligada a la violencia— recorre la historia delSéptimo Arte. La vemos durante la secuenciade la ducha en Psicosis. Tras ser apuñalada,Marion Crane (Janet Leigh) rompe la cortina alcaer. Súbitamente Hitchcock nos muestra laregadera, que es en sí misma un imponenteojo de agua. Aquí se desarrolla todo un juegoentre el ojo de la muerta y el ojo del desagüede la bañera que succiona velozmente el aguasanguinolenta.historiadelojom a n u e lp e r e i r aw w w . c u b a e n c u e n t r o . c o mEstos regodeos con los ojos también seremontan al Buñuel de Un perro andaluzcuando la navaja le corta el ojo a una mujeren reciprocidad con la luna cortada por unadelgada nube afilada. Otra vez tenemos al ojoasociado con la luna. De nuevo la retina ynuestro satélite yacen cegados y segados,como en el filme de Méliès.Buñuel reincide en esta obsesión ocularen La Edad de Oro cuando descubrimos que elprotagonista (Gaston Modot) tiene un ojoensangrentado. Aunque se ha dicho que es unaalusión a los ojos arrancados de Edipo, yo séque ese ojo herido es un guiño al ojo cortadode Un perro andaluz. Al igual que Hitchcock,Buñuel se cita a sí mismo.


En otra película del Maestro delsuspense (Spellbound, traducido comoRecuerda), una enorme tijera corta un ojopintado en una cortina. Esa escenografíaonírica es de Dalí, así que el homenaje a laLuna cortada de Buñuel —y por carambola a laLuna tuerta de Méliès— no puede ser másexplícito.En 2001: Odisea del espacio, Kubrickabunda en ese ojo, sólo que ahora es unapupila panóptica o totalitaria. La mirada de lamalvada computadora Hal 9000, ese ojo rojocon su iris amarillo, no sólo es capaz de verhasta el último rincón de la nave espacial, sinoque además puede leer los labios de losastronautas cuando susurran. Kubrick nosrevela aquí un avatar del Big Brotherorwelliano. En casi todas las portadas de lanovela 1984, de George Orwell, aparece unojo para transmitirnos la idea de vigilanciaextrema.Cuando Dave desconecta lacomputadora Hal 9000, y ésta cantamoribunda Daisy Bell, el astronauta estáhaciendo exactamente lo mismo que hizoUlises en la cueva del cíclope al quemarle elojo a Polifemo con el tronco de un árbolafilado. Toda la película es homérica, y nosólo por la inclusión de la palabra “odisea” ensu título.Sin embargo, los cubanos no tenemosque padecer una computadora paranoica, niestamos obligados a leer a Jeremy Bentham nia Michel Foucault para saber qué es el controltotalitario. Cuba es una isla polifémica desdehace muchos años. No en balde allí seinauguró una cárcel con panóptico ya entiempos del dictador Gerardo Machado.El Presidio —mal llamado “Modelo”—que está en Isla de Pinos es un conjunto deruinas circulares en cuyos centros se alzantorres de vigilancia. En los últimos cincuentaaños, esos ojos ciclópeos han dilatado suubicua mirada a todo el país.La idea de una prisión modélica, dondeel reo será rehabilitado y devuelto a lasociedad transformado en un “hombre nuevo”,tuvo su apogeo tropical en la provincia deCamagüey entre 1965 y 1968 con las UMAP(Unidades Militares de Ayuda a la Producción):campos de concentración para rocanroleros,homosexuales, religiosos, hippies y todos losjóvenes que no se ajustaban al Lecho deProcusto de los utopistas. Toda utopía no esmás que “procustopía”.Éste será precisamente el tema de otrapelícula de Kubrick. En La naranja mecánicareaparece el ojo en su expresión quizá máspavorosa. En un gran primer plano vemos elrostro de Alex con los ojos desmesuradamenteabiertos. Las autoridades carcelarias,mediante unas pinzas, lo obligan a verimágenes con estridente fondo musical deBeethoven. Se trata de una de las muchas ytorturantes terapias concebidas por losutopistas para cambiar la conducta de losindividuos.En la ya mencionada ficción orwelliana—desgraciadamente superada por la realidaden demasiados países—, el ojo del Big Brotherse hace presente a través de gigantescas telepantallas,multiplicándose en la intensapropaganda del partido único y en sucesivosmurales. Todo eso lo han vivido en carnepropia tres generaciones de cubanos desdeque nacen hasta que mueren. Ese ojoinsoportable ya lo había profetizado AntonioMachado: “El ojo que ves no es ojo porque túlo veas, es ojo porque te ve”.Lamentablemente, un programatelevisivo de difusión internacional con elmismo nombre (Gran Hermano) ha confundidoa muchos, eclipsando la noción original de laexpresión Big Brother y frivolizando suescalofriante significación política. Estoyconvencido de que un Marx resucitadomodificaría su célebre frase para decir que elverdadero opio de los pueblos es la televisión.Tanto en la novela distópica de Orwellcomo en la versión fílmica de Michael Radford,hay un cuadro en la habitación de Winstondetrás del cual Julia sospecha que haychinches. Pero lo que en verdad allí se ocultaes una pantalla con el ojo del Big Brother queha estado espiando a la pareja en laintimidad.Cada palabra, gesto, suspiro o cariciahan sido minuciosamente escudriñados yregistrados. Ese ojo escondido los hadescubierto. Ahora el gobierno sabe que sondisidentes y pronto irrumpirán los Policías delPensamiento, vestidos de negro, parallevárselos presos.Durante décadas, y sin necesidad detecnología puntera, en Cuba hemos sufridoliteralmente no sólo un Big Brother, sinotambién —últimamente— un Little Brother.La variante cómica de tanto terrorocular la tenemos en La novia cadáver. En unmomento dado, la muchacha muerta empiezaa llorar y entonces se le escapa un ojo


(¡blup!), que cae al suelo y rueda cual pelotade ping-pong. Al quedar tuerta, la palidezcadavérica de su rostro evoca la Luna deMéliès.Obsérvese, de paso, cómo el apotegmade Poe —“La muerte de una joven hermosa es,sin duda, el tema más poético del mundo”—retorna a lo largo de las obras comentadas: enVértigo, en Psicosis y ahora en Tim Burton.También en Minority Report a TomCruise se le caen sus ojos originales que llevaen una bolsita tras una operación. BladeRunner empieza con un gran ojo que reflejalos fulgores de la ciudad, sigue con ingenierosgenéticos que fabrican ojos para replicantes,los asesinos matan hundiendo ojos con lospulgares, nos persigue el ojo incandescente deun búho...Un cohete alucinante aluniza en un discode plata e inaugura así una poética visual delarga descendencia. El cine se inicia con uncañonazo reventándole un ojo a la luna ygenera todo un linaje de ojos mutilados, lunascortadas y espejuelos rotos. Es como si en unacto fallido colectivo, los cineastas sugirieranque la cámara —ese ojo de vidrio— es superioral ojo humano y, por tanto, éste ha quedadoen desventaja a partir de la invención delcine.Diríase que oímos un grito de guerra:¡abajo el ojo humano, mueran la córnea y eliris, ha llegado un nuevo ojo capaz de captarel mundo con mayor objetividad! Tal fuejustamente la teoría del “Cine-Ojo”, o Kinoki,del documentalista ruso Dziga Vertov. Élpensaba que había surgido una nueva verdad—la verdad cinematográfica— que el ojo humanono podía detectar. Si no la puede captar,¿entonces por qué no cortar ese inútil ojo,por qué no triturarlo, destrozarlo, infligiéndoleasí una mutilación digna de la inferioridadde la especie humana en su fase pretecnológica?Nuestro ojo no puede hacer montajes,es incapaz de narrar acciones en paralelo, nopuede hacer fundidos, ni ralentizar, niacelerar. Por eso, para Vertov, la cámara essuperior al ojo humano. De hecho, en su obramaestra El hombre de la cámara vemos un ojodentro del lente como si estuviera prisionero oasfixiado, abrumado al ver tantas cosas almismo tiempo. Ese ojo está asombrado, serevuelve como un pez desesperado dentro deuna angosta pecera de cristal.Por supuesto, el radicalismo de Vertovdespide un tufo futurista, pues recuerda aMarinetti cuando afirmaba que un automóvilrugiente es más bello que La Victoria deSamotracia. Del futurismo se pasó alconstructivismo ruso y, de ahí, al RealismoSocialista estalinista.Este último “estilo”, hermoseado por lasagacidad artística del cubano Rostgaart, ledio otra vuelta de tuerca a todos lospostulados anteriores llegando al colmo de lapolitización en un cartel donde vemos unacámara humeante.La metáfora futurista-constructivista delojo encristalado de Vertov adquirió en Cubasus connotaciones más beligerantes. Fechadoen 1969, el afiche de Alfredo Rostgaartmuestra una cámara cinematográfica a guisade cañón con el lente echando humo. Latransmutación de la cámara en cañón ilustra alpie de la letra la consigna lanzada por FidelCastro: “el arte es un arma de la revolución”.Ese lema no difiere mucho de losexabruptos de Marinetti, pues significa que lapropaganda política es más útil que cualquierobra de arte individualista y burguesa. Paradecirlo pronto y mal, implica que un posterdel Che es más bello que la Capilla Sixtina ocualquier verso de Rilke.Ya la cámara no es el ojo que registracada acontecimiento histórico —comoproclamaba Vertov—, ahora es un cañón quedispara imágenes; ya no es un dispositivopasivo, sino activo, que nos fulmina el ojoideológico dejándonos intelectualmentetuertos. El ojo de la historia ha sido forzado aconvertirse en ese cañón de futuro quesupuestamente va matando canallas. Dealguna manera, el cañonazo lanzado a la Lunapor el Mago del Trucaje ha dado un giro de180 grados en una especie de suicidio cultural.


En todos los sistemas teocráticossiempre parpadea un ojo vigilante. En Egiptofue el ojo de Horus —por cierto, un diostuerto—, copiado más tarde por judíos ycristianos. “Los ojos de Jehová están en todolugar, mirando a los malos y a los buenos”,leemos en Proverbios.Ese ojo de Dios ha transcurrido pordiversas civilizaciones. Los masones tambiénlo replicaron, como podemos ver en el billetede un dólar, donde aparece estampada unapirámide con un ojo. Ese ojo arquitectónico esun panóptico que todo lo ve y nos devuelve alEgipto faraónico con su dios Horus.Entre los nórdicos hay otro dios tuerto:nada menos que Odín, quien con su único ojopodía ver el destino de los hombres y el futurode la humanidad. Algunos mitógrafos afirmanque Hefesto (Vulcano) era tuerto o tenía undefecto en un ojo, quizá bizquera.En Nepal hay santuarios con enormesojos de Buda pintados. En la India muchos semarcan las frentes con arcilla representandoasí el tercer ojo de Buda. Los huicholes creenque el hijo de la Luna es un niño cojo y tuerto.La iconografía mochica en Perú nos deparauna diosa tuerta asociada con la Luna.En la imaginería religiosa de Cuba hayun ojo anterior a la Revolución. En medio dela parafernalia de los altares caseros, ese ojoa veces sacaba una lengua atravesada por unpuñal goteando sangre. De niño, yo veía esaimagen atroz por todas partes. Llegué apensar que me perseguía. Talismán para evitarel mal de ojo o resguardo contra las malaslenguas, podía verse en las bodegas, en lasviviendas, en los puestos de verdura,en las barberías...Ese ojo aparece en la mejor películacubana (Memorias del Subdesarrollo, deTomás Gutiérrez Alea) cuando una pareja deinspectores de la Reforma Urbana llega a casadel protagonista supuestamente para haceruna encuesta, o un inventario, que en realidades un interrogatorio saturado de rencorclasista. Ante tantas preguntas, elprotagonista empieza a preocuparse: “¿Y todoesto para qué es?” En ese momento el ojo dela santería llena la pantalla con un letrero:“estoy cazándote”. Es la traducción cubanadel “Big Brother is watching you”.El ojo de la santería desapareció en lossesenta para transfigurarse en el emblema delos CDR (Comités de Defensa de laRevolución), como bien supo verlo YoaniSánchez cuando de pequeña confundía eselogotipo con un enorme ojo vigilante situadoen cada cuadra. En efecto, visto desde arriba,el sombrero ovalado del muñeco diabólicosería el ojo mientras que el machete en altoharía las veces de ceja. ¿Será que la vista nosengaña con estos efectos visuales? ¿O será que—como en una anamorfosis— nos revela unmensaje subliminar?Después de la invención del cine,nuestra civilización tan frenéticamente ópticaha suplantado el ojo de Dios por el ojo de lacámara y, en el peor de los casos, por el ojotenaz de las dictaduras.tenaz de las dictaduras.tenaz de las dictaduras.


z o r p h d a r kz o r p h d a r kz o r p h d a r kz o r p h d a r kz o r p h d a r kz o r p h d a r kiPatria¿QUINCE MIL PÍXELES por hora?A ese ritmo pisarás el otroextremo de la isla. Atraerás elgrafitti que pueda deslizar sutinta sin fracturar las paredes.Te acusarán de silencio. Serás elartista que decida acogerse alas especificaciones descritas enla constitución RFC (Request forComments) que mejor teparezca.Lienzos de cancillería. ¿Cuánrápido estamos moviéndonos?Puerto 21, 23, 80. Patria chicapara interconectar este conoeste, izquierda con derecha.Si podemos rellenar unformulario con nuestro perfil ydigitalizar nuestrospensamientos, ¿quiénes somosen realidad? El deseo deproyectarnos a través de unavatar sobre el espacio quecreamos refrena el ansia deajustarnos al mundo que mejorconocemos.Joselillo esculpe el mármol enbusca de epitafios. Pepe vendeviandas fracturadas. ManoloGonzález realiza de lunes amiércoles examenbioenergético.Nadie quiere morir. Ni eniPatria vivir. Nec mortalesonans, su voz no suena como lade un mortal. Pues cuando se teduermen los pies recae sobreellos todo el peso del mundo.El Malecón ya no luce pobre. Elborde del abismo que puedesmojar con tus dedos. Running tothe edge of the world, pues losque redactan sus muros desearíanbojearlo. Y cubrir el terrenosumergido todos estos años.Par pro pari referre, iPatriamía. Replicar igual por igual enel sentido de pagar justo con lamisma moneda. Soñar que se tevienen restos de edificiosencima. Y despertar en CentroHabana pixelada. Rodeada deCerro y Habana Vieja.z o r p h d a r kDiferendo químicoLos primeros cubanosprocedían de la Florida. Latierra al norte del estrecho queseparaba al perezoso de nalgasgigantes de su extincióndefinitiva.Pescar al fuego. Cocinarmanatíes. Sembrar chozas.Delinear pictogramas dealmiquíes. Para que losconquistadores del futuropuedan redactar crónicasacerca de la transmutación deaborígenes en oro, oro enazúcar, plantaciones encorrientes ideológicas,contradicciones en mambisesrodeados de artillería.¡Bienvenido el siglo XX!Saneamiento de post-guerra.Sabor a fruta madura. Vacasflacas, vacas gordas. Filosofíasrevueltas. Poder de la alquimia.Fisión espontánea. Nueva islafilosofal. Radiactiva.


Desintegración beta. Ósmosisde electrones hacia el norte.Bloqueo dipolo. Embargomagnético. Menos y más gradosde libertad. Más y menos gradosde resistencia. Solución alcalinapara aquellos cuantos que searriesguen a cruzar elacelerador de partículas de losaños 90.¡Acábate de ir, siglo XX! Puesno llega el 21. Gramos quepierde una doctrina al morir.Peso del Alma. Númerodefectivo. Que debería sermayor que la suma de todos sussiglos divisores, exceptuándosea sí mismo y a los que codicianla irrevocabilidad de la energía.Hasta el día menos pensadoSentir que a tus máquinas seles va la vida. Cocinar convelas. Alternar el gas de balitacon la llama de la vela. Leer elimpreso de la caja de losfósforos. Reintentar con el "haycongestión en las líneas".¡Maldito 188-88! Echar unababa al aire. Vaciar de ideas lamente.Suponer que lo que respiras esaire. Fantasear con la 1<strong>10</strong> y la220. Tocar el cable. Morder elcable. Tenderte exhausto. Porvencido.El primer ch1spaz0. ¡Hallegado la luz! Fichas de dominópor los aires. Olor a cerveza,ron, reggaetón. ¡El gas, el agua!El vecindario exaltado... ¡Achépara los vecinos!Máxima egestas avaritiaEl cubano de a pie se mueveaproximadamente a 1500 km/halrededor del eje del planeta.El futuro nos está alcanzando.Te montas en un carro dealquiler y reduces la distanciaentre dos puntos del espacioen una proporción regida porel cociente resultante entrela tarifa de $<strong>10</strong> pesos y losminutos que necesitas parapoder llegar a tiempo.Espíritu de contradicciónPodrás llevarle la contraria a casitodo. Excepto a lo que guardeambigüedad contigo mismo.Correos de CubaGracias a la labor de loscarteros, Correos de Cubadistribuye anualmente postalesy mensajes de felicitación a lolargo de la isla.Fotografías a color real y unadocena de líneas en blanco alreverso. Donde el usuario tienela posibilidad de redactar textoprepagado con grafito, zumo delimón o tinta de caracteresimpresos.¡Rayos!La capas inferiores de laatmósfera se iluminan entre 40y 50 veces por segundo. Sonfavores de antaño, por si quedaalguien por descubrir el fuegoCubacelSu saldo de cuenta es denuestros CUC y expirará el díamenos pensado. Su cuentatermina cuando más necesite deella.REM o no REMDe una en una, ascienden porescaleras eléctricas las ovejasde madera. Antes de que seapague el sueño esquilado porlos interruptores de lana.Para el sancocho de la tardeVerter frijoles, arroz y cualquiervariante de revoltillo en unacazuela. Cocinar durante 7minutos a fuego lento.Habrá días mejores, pero ahítienes tu almuerzo.


Ring-a-Ling♣ Pues mira, que a mediados delos años 20 encontré uno deesos teléfonos públicosrodeados de silencio. Con elviejo logo de ETECSA a puntode bostezar.♥ Hola, antes que vayas al baño.♦ Eh, tú... ¡el de la derecha!La conversación no terminaponiendo un dedo sobre lapantalla. Ni dos... Tienen queser exactamente tres.♣ Si llega a deslizar los cuatrodedos se le apaga hasta elmóvil. Usa el pulgar paradestruir el mundo.♥ Recuerda hacer clic en eltanque de la taza con el dedogordo. Sentir el aliento de lafuerza centrífuga, detener lacaptura de video, pujarmegabytes a YouTube. Hastaque el <strong>10</strong>0% aparezca cubiertode comentarios y Likes.♣ Algún piquete de nerds teníaque haber dejado el servicioactivo. Marcabas 166,"Bienvenido al servicio deETECSA", un código de edades,apartamentos y cumpleaños, latecla #, "Marque el númerodeseado..." y bye-bye a lacomunicación.♦ ¿Me escuchas? ¡Has dejadoun rastro grasiento de huellasdigitales! Asco de pantalla.Estoy a punto de bloquearte.Un día de estos te denunciaré.Ad æternumPuedes hacer mucho para queparezca que se ha detenidoel tiempo. Y las manecillascontinúen dando revolucionesen falso.Sweet dreamsDomir con la TV encendidapuede causar depresión. De lamala.Por la que sufres dos o tresfases REM de subconcienciatelevisada. Antes de quesalpique tanta llovizna grissobre tu cabeza. Quedespiertes. Y no te acuerdesde nada.A propósito de cualquier cosaNadie te dará un beso.Reducida a cero la posibilidadde despertar.El oscilar de latidos de tu ovejaeléctrica delineará el recorridode la curva que asciende desdedonde te quedaste dormidohasta la comisura inferior delos labios asintóticos quenunca podrás alcanzar.Disimulando agüerosLes encanta asegurar que elconocimiento del futuro sólo esposible cuando la informacióninvolucrada no impida esefuturo.Pero si le damos dos o tresvueltas al asunto, podríamosretorcer hasta el punto críticolos acontecimientos.Con cuidado, pues más allá delumbral la profecía se tornaambigua. Y justo por debajo dela incertidumbre está el tensorde las Parcas, remendando elporvenir para que nadie se lasdé de clarividente o de agorero.Trastorno cartesianoDescubres que existe la gentebipolar. Que eres bipolar. Quepuedes llegar a ser compulsivocuando se trata de distinguirtedel resto de la gente.Y no paras de darle vueltas alos cuatro ejes. Hasta el día enque amaneces negativonegativo,giras el mediodía a laizquierda por las X, tu tardesube de Y en Y hacia el ocaso deintersección con la pendiente.Desciende durante la noche alotro extremo. Al puro estadopositivo. Te sientes bien.Demasiado bien. Lo suficientecomo para que durante el sueñose te vuelvan a invertir los ejes.MegadictosNos bañamos para no ensuciarlos teclados. Comemos parainteractuar con lacomputadora.Cepillamos nuestros dientespara dejar un fino rastro dealiento sobre la pantalla. Noscortamos las uñas. Hablamos enASCII. Pronunciamos extraño,como si algún sintetizadortratara de convencer al resto delos humanos de que algoconversa por nosotros.Paranautas. Paranoiconautas.Conciertos MPEG, noticias quevuelan bajo la presión delpulgar. TV para recibir laprogramación dentro del standde un museo.Adicción a la espuma. Decaracteres y líneas verdes.Circuitos con interfaz gráfica.Experiencia de usuario.Paranautas. Megadisparatados.Paranoiconautas.


LA INTERPRETACIÓN LITERARIA es una de misaficciones, no uno de mis fuertes. Pero como alos amigos pocas veces se les dice que no, voy ahacer uso de las licencias poéticas que a todosnos están conferidas, para practicar unejercicio de interpretación imaginativa deBoring Home. Un texto que arrancaparadójicamente diciendo, en palabras de supersonaje, que no debió ser escrito.Y no sé si Orlando Luis Pardo Lazo, suautor, coincidirá con mis notas deinterpretación —quiero reiterar el sentidonotificador de lo que escribo—, pero un gritoexistencial siempre merece ser dicho, escrito.Esta es una novela de la existencia, en elsentido de Milan Kundera, con su necesidad deexpresar en el instante cotidiano, casi anónimoy banal, la filosofía o contra-filosofía de suépoca.El tiempo así no transcurre. 0, 2000, 59permiten a Orlando moverse sin fijeza entre elmilenio, o el medio siglo o el ahora mismo. Noimporta. Sus anclas al mundo son las mujeres,siempre más jóvenes, —como para recordarnosque hay un tiempo real que merece ser vivido—,y para recordarnos también algo mejor: quesiempre hay un tiempo vital captado, sea en elvientre, sea en la vagina, sea en ese instante desimple escarceo amoroso en medio de lanaturaleza que fue.Cuando Orlando e Ipatria —la mujernación— van a Matanzas, para que ella conozcaa Ian, la Bahía de Matanzas, “la ciudad denombre más sangriento de América” según elautor, empieza a ser descrita casi con lasestampas bucólicas de un mundo temprano yantiguo que fue y que se sabe no recuperable.i t i n e r a r i oe x i s t e n c i a le n m e d i o d eL A H A N A D AmanuelcuestamorúaSi una expresión de la novela de PardoLazo, a mi modo de ver, devela el subtexto deun texto en su contexto es esta: “La isla era unalarga y lúcida cámara de gas”. El uso del gas, delo incorpóreo para reflejar la insustancialidaddel tiempo y de la misma existencia, es lametáfora lograda de Boring Home: nuestracámara insular.¿Qué cámara? Una en que todo transcurremediante el doble conflicto freudiano: deOrlando, el personaje, con el sexo de la mujermultiplicada —Ipatria, Ian, Silvia, Nora,Sondra—, y de Orlando, el personaje, conIpatria: mujer-nación que no ofrece lugararmónico para su apertura existencial.Y entonces la existencia de Orlandotranscurre. Fuera del tiempo. Intenta abrirse,desplegarse, pero en los años 90 del siglopasado —el tiempo aparente y real de losacontecimientos— estamos caminando hacia elaño 2000, que se nos aparece al mismo tiempocomo el año 0: el tiempo iniciático, ese del 59interrumpido.La pérdida de La Tenia de Cuba —no sé siOrlando quiso decir parásito— describe el horrordel espacio en Boring Home. Espacio horribleque convirtió a Matanzas en una Tenia y a LaHabana en La Hanada.Ha-nada. Haber nada. No tener nada. LaHabana como símbolo del vacío total: de laexistencia, del proyecto, de la arquitectura, dela política. Si Lawton, una de sus antiguasbarridas, aparece, desaparece y solo reaparececomo un lugar donde está prohibido fotografiar,Alamar es el futuro decadente en el que larevolución latinoamericana se refugia paraluego huir, silenciosamente: Chile, pero tambiénUruguay y Argentina, y donde Ipatria —lamujer-nación— practica sus fantasías, vive susangustias catatónicas y es suicidada porOrlando. Es el lugar donde se recopilan titularesdel pasado y donde un señor viejo alza su brazono se sabe si en señal de triunfo o de rendiciónde ese futuro que no pudo ser.Si el espacio es horrible, mejor entoncessuspender el tiempo. ¿Se puede hacer esto? Sí.


Refugiándonos en la existencia carnal, erótica,sexual, íntima. En Boring Home sucede esto. Eneste sentido hay una autobiografía existencialque es una biografía de la existencia cubana. Enépoca de decadencias, así en plural, Freud esun refugio y un síntoma.Es curioso que Boring Home, que nos ponepor doquier frente a una situación gris,opresiva, frente a una tensión que levita y queevita la mayor parte del tiempodesencadenarse, nos muestra escasamente a lapolicía. En una ocasión esta aparece como unfuncionario educado, que en las formas máscorrectas posibles, pide el carné y confisca lacámara que se empeña en fotografiar loprohibido. En otra ocasión se mueve en unapersecución hollywoodiana y, finalmente, si malno recuerdo, como víctima de un accidentetarantinesco, sin consecuencias para losvictimarios.A ratos la fuerza del vocabulario y deloxímoron como recurso, se aminoran fragmentariamente.“Acto útil e innecesario”, o “Icebergde verano”, como se dice en dos buenosmomentos, constituyen el juego imaginativo deloxímoron o la metáfora logrados, que contrastacon otras partes que, si no se leen como experimentacióndel lenguaje, no permiten encontraren ellas esa vitalidad imaginativa de cuentoscomo En campos de girasoles para siempre.En Necesidad de una guerra civil, otro delos cuentos, uno capta un momento nacional enel que las palabras no importan por sussignificados. En él hay un juego con elvocabulario a través de un diccionarioconstruido sin orden alfabético. Parecedecirnos: en Cuba no hay significados, solopalabras sin orden o concierto. Una metáforasituacional a través de la escritura que reflejainstintivamente una época.¿Mundo impasible, mundo imposible yabsurdo en el que la represión es tan robóticacomo internalizada, y en el que la muerte delorden no importa si no quiebra el orden? Nologro responder, pero Boring Home podría estarindicando la perfección del orden totalitarioque siempre se quiso. Ese sin muchos policías.Una ficción, por supuesto, pero nada lejos delideal.¿Qué ficción nos presenta Boring Home?¿La de la novela? Parece. Ipatria y Orlandoprincipian. Ipatria desaparece e Ipatria regresa.Aquí hay una continuidad que, sin embargo, esinterrumpida por los cuentos. De ahí eldesbalance que a veces se advierte, no en lacontinuidad de un guión, sino entre la fuerza yla debilidad narrativas.Entre una Browning y la piedra lunar,donde el cuento resulta un intermezzorevisitable, la novela parece interrumpirse, ysolo lo parece, para llevarnos a otro territorio,no totalmente inconexo, donde el juego entrela existencia y el suicidio está bien conquistadoen su mejor efecto: atrapar al lector y obligarloa la introspección de cualquier instante de supropia vida.Y entonces Cabrera Infante: Oíamos.Olíamos. Mirada minada. Ganas a desgana.Incierto concierto. El empleo, y ya estamoshablando de formas, de una tradición única yunívoca, que utiliza ingeniosa y técnicamentelas posibilidades morfológicas de la lenguacastellana para expresar las situacionesequívocas del momento.


Y también misterio. 666 cómo cábalageográfica. 59 como código histórico, y losrecurrentes 0 y 2000 como quietud milenaria deun mundo de apariencias y simulacros perorealmente inmóvil.Además, fuga. Cuban American Beauty esel capítulo de la huida en busca de otro tiempoy espacio posibles. Casi en vano. Porque BoringHome, título de la novela y de otro de suscuentos, es una añoranza después de unapartida que le obliga a regresar. Regreso allugar, al mismo que ya no es, que fue y que sellena de acontecimientos tristes pero en ningúncaso aburridos.Por eso, porque en él hay agitación, oquizá simulacros en una casa aburrida, meparece que Boring Home es un título que debíaser traducido literalmente como casa-que-seaburre.Aunque es una mala traducción,sabemos que la terminación -ing en inglés captamás el sentido de movimiento que el dequietud, o el de estado al que se llega. A mimodo de ver donde hay horror no puede haberaburrimiento, aunque sí angustia. Todo horrorque dura, banaliza la existencia, incluyendo elcrimen. Recordemos que Ipatria y Orlandomatan a un policía y la vida continúa agitada.La novela que no quiso o debió ser escritaes una novela interrumpida, como la inocencia,en que cada cuento es una estación que buscasignificados, y prosigue sin encontrarlos. Es unanovela íntima desde lo social. Es una novela quea ratos ambula esto es, se muda; y a ratosdeambula esto es, vaga sin sentido paraexpresar el sinsentido de muchas de nuestrasvidas.Orlando necesita regresar en BoringHome, el cuento, y lo hace cantando nanas.Regreso de vértigo que psicoanalíticamente lodevuelve al vientre, a través de la vagina: deIpatria. Porque Orlando, el personaje, vuelve ala infancia frente a toda mujer: Silvia, Ian,Nora, Sondra, Nora (la gata abandonada) eIpatria: la mujer-nación. Mujeres a las que, porcierto, no conoce bien.Boring Home es, por fin —recuerden quesolo he escrito notificaciones—, una literaturadel flash, del instante, de la lucidez delinstante. Es la literatura pastiche, bien escrita,a veces densa, que fotocompone, en ocasionescon fotografías borrosas, y que nos recuerda alotro Cabrera Infante, el de los textos sobre elcine en el que el guión no discurre, sino que esdescrito, psicoanalizando fragmentariamente:Diego y David vienen a recordarnos, de unamanera inteligente en Boring Home, a eseCabrera Infante hoy recuperado tras su muerte.Orlando Luis Pardo Lazo, quien de seguroseguirá estando en desacuerdo con el uso de lalicencia poética que me ha estado conferida,nos ha propuesto en fin un texto agónico, en elque la novela quiere ser escrita como unapintura, o una fotografía. Ficción en el límite dela escritura, como metáfora de una ficciónnacional en el límite de la existencia. Nuestraexistencia. Periodizada, químicamente, a travésde las palabras que más nos conciernen.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.Sobrevivimos.


—padrecito, tiene que venir con nosotros.el teniente lo llama.el pope se arregló el hábito negro. conuna mano tomó agua de un aguamanil y selavó la cara. miró con asombro a losmilicianos que estaban en la puerta de lasacristía.—es muy temprano —les dijo, abriendomucho los ojos aún dormidos—. deboprepararme para los oficios.eran dos. el otro estaba quieto en elumbral, con cara de quien ha visto unabestia salvaje. el que le hablaba teníaaspecto nervioso y su aliento olía a vodka.—lo siento pero el teniente lo reclamade inmediato —volvió a hablar el miliciano—.es un asunto urgente.—¿qué clase de asunto urgente puedeser en una mañana de domingo? —ripostó elpope.—no lo sé, padrecito, pero la comisaríaestá llena de gente de toda clase, y elteniente nos mandó a que lo buscáramos austed.—dijo que era un asunto de sucompetencia —dijo el segundo miliciano—.¿no es así, gavrilo?—sí —le contestó el primero sin dejarde mirar al pope—. así dijo. esas son suspalabras.el miliciano llamado gavrilo se quitó lagorra y se rascó la cabeza. el pope alzó loshombros.—qué se le va a hacer si lo manda laley de los hombres —se resignó el pope—.esperen un momento a que me aliste y déindicaciones, ya saben, por si no regresopronto.el pope se introdujo en la sacristía. alrato salió, luciendo su tocado y unosanteojos. bajo el brazo izquierdo cargaba lostextos sagrados. en la mano derecha unbastón. los tres subieron al jeep, el pope enel asiento trasero.“¿para qué me querrá el teniente?”,pensaba el pope. “un domingo tantemprano, mandar a buscarme así, deurgencia. en fin, el diablo se lo lleve. eldiablo. en estos pueblos pequeños siemprearma revuelos. y ¿a quién acuden? a unservidor de dios. eso está bien, por otraparte. se ve que la gente simple tiene fe,más fe que en la ciudad, la verdad. en laciudad el maligno se pasea como si tal cosa,y a nadie le extraña...”—su excelencia nos perdone —lointerrumpió gavrilo—. el teniente ya no sabequé hacer.—¿y qué es exactamente lo que ocurre?—preguntó el pope limpiando los anteojos.—el diablo lo sabe, padrecito —dijogavrilo y se persignó torpemente—. lacomisaría parece un avispero de genteentrando y saliendo. el teniente nos mandóa danilo y a mí a buscarlo a usted.—nadie entiende nada —dijo danilo,sin dejar de atender al volante—. el tenientedijo que solo su excelencia, que es unhombre de dios, podría ayudarnos.—así, mismo, padrecito—. dijo gavrilopersignándose otra vez, sin saber por qué.la comisaría, tal como habían dicho losmilicianos, estaba repleta de gente.mujeres, ancianos y niños andabannerviosamente de un lugar a otro. ora algunode los ancianos alzaba los brazos al cielo,suplicante, ora una mujer caía de rodillas arezar una oración. el personal de lacomisaría era insuficiente para contener labatahola. al ver llegar al pope, muchos selanzaron sobre él. le besaban las manos, letocaban el hábito, y el crucifijo que llevabasobre el pecho. uno incluso quiso arrancarlelas escrituras de abajo del brazo.e n e l p r i n c i p i o e l v e r b o


—¡ea, apártense, inmundicia! —gritógavrilo— ¡dejen pasar a su excelencia!así, a empujones, lograron abrirsepaso hasta el despacho del teniente, que sehabía encerrado a cal y canto y no queríasaber nada de lo que pasaba afuera. cuandoentró el pope, el teniente salió de debajodel buró. en la mano tenía una pistola.—¡rápido, cierra la puerta! —le dijo adanilo, que se había quedado detrás.danilo cerró la puerta y gavrilo leacercó al pope una silla para que se sentara.el teniente dejó la pistola sobre el buró yabrió una gaveta de la cual sacó una botellade vodka y dos vasos.—¿quiere un trago, su excelencia? —dijo sirviendo el primer vaso hasta llenarlo.—nunca bebo tan temprano —respondió el pope.el teniente encogió los hombros, y deun tirón bebió todo el contenido del vaso.—pero ¿y el vino de la misa?—eso es diferente. es la sangre denuestro señor.—sí, sí —el teniente movió la cabezade un lado a otro—. la “transubstanciación”¿no es así como le llaman?—¡lo está! ¡lo está, padrecito! —gritógavrilo a su espalda. el teniente lo mirósevero y continuó dirigiéndose al pope.—si precisamente de eso se trata,padrecito. nadie más que usted puedeayudarnos.el pope se quitó los anteojos y se frotólos párpados. tras ponérselos de vuelta miróal teniente y a sus dos edecanes, quienes asu vez lo miraban a él con rostrossuplicantes.—¿tiene que ver con toda esa gente? —preguntó.—sí, padrecito —le respondió elteniente— cada vez vienen más ¡ya nosabemos qué hacer!—¿y no pueden echarlos sencillamente?—no podemos, padrecito. ya vio ustedcuántos son. además, está el tema de losaparecidos.—¿aparecidos? —el pope miró la botellasobre la mesa. luego miró al teniente,preguntándose si no habría bebidodemasiado—. ¿pero de qué me habla?el pope comenzó a inquietarse. por unlado, no entendía qué asunto “de suincumbencia” podía ser tan urgente comopara sacarlo de la iglesia un domingo a esahora, teniendo que dar misa, y por otro¿quiénes eran todos esos personajes quellenaban la comisaría y qué hacían allí? yahora al teniente le daba por beber y hablarde misterios sagrados. carraspeó y dio unbastonazo en el suelo para dar a entenderque el tal “asunto” comenzaba amortificarlo. el teniente se dio cuenta ycambió el tono de la voz.—padrecito —dijo, con voz tanlastimera que casi daba risa—, por favor,necesitamos su ayuda.—primero debo saber de qué se trata—respondió el pope con desconfianza— yentonces, si está dentro de mis modestasposibilidades…—aparecidos, su excelencia. alprincipio pensamos que era una broma, ouna idiotez por el estilo ¡esta gente es tansimple!el pope miró a la puerta. del otro ladose oían lamentos mezclados con oraciones.el teniente llenó otra vez el vaso y lo vacióde golpe.—gavrilo —dijo con la vista fija sobreel pope, como midiéndolo—, haz pasar a laseñora porechénkova.el miliciano salió del despacho yregresó en un instante, acompañado de unamujer de unos sesenta años, pequeña,modestamente vestida. la mujer, al ver alpope, se arrodilló ante el y se puso a besarlelos pies. el pope se apartó, y danilo levantóa la anciana mientras gavrilo le acercabauna silla. el teniente sirvió dos vasos devodka.


—por favor, señora porechénkova —ledijo ofreciéndole un vaso—. cuéntele a suexcelencia la historia de su hijo.la anciana primero rechazó el vaso,pero inmediatamente lo agarró y bebió unsorbito. luego bajó la cabeza, apenada. elpope la miró con impaciencia.—mi hijo murió en la guerra —dijotímidamente—. hace exactamente tres años.—¿y eso qué? —le espetó el popefrancamente molesto.—que ahora ha regresado.—¿cómo que ha regresado? ¿no estabamuerto?—lo estaba, su excelencia. yo misma visu cuerpo. lo enterramos en el camposanto.—y dice usted que ahora ha regresado—el pope se quitó los anteojos paralimpiarlos—. ¿no se habrá confundido?—no, su excelencia —la ancianalevantó la cabeza. en sus ojos tenía unamezcla de miedo y profundo dolor.—¿y dónde lo vio usted?—hace unas noches que regresó a casa.ahora mismo está allá, durmiendo la mona.el pope se levantó de un salto,dejando caer el bastón al suelo. gavrilorecogió el bastón y se lo entregó en lasmanos. el teniente le hizo un gesto a danilopara que se llevara a la señoraporechénkova. luego sirvió dos vasos devodka. esta vez el pope aceptó el vaso y lovació de un trago.—¿puede explicarme esto? —dijo elpope, visiblemente alterado.—cálmese, padrecito. no sé pongausted así.—y toda esa gente allá fuera… —musitóel pope volviendo a sentarse—. ¿todos vienenpor lo mismo?—todos, padrecito. hace tres días queestamos así. incluso he llamado a otrasaldeas. lo mismo sucede en todas partes ¡atodos los difuntos de la región les ha dadopor resucitar!—¡pero qué diablos! —el pope se movióinquieto, dando bastonazos constantes sobreel suelo—. ¿hace tres días, dice?—así como se lo digo. al parecer tienealgo que ver con el accidente.el pope abrió desmesuradamente losojos.—¿accidente? ¿qué accidente?—el de pripiat, padrecito. ¿no seenteró, usted?—¡claro que me enteré del malditoaccidente! siempre lo dije, que esa centralera obra del diablo.—¡no diga usted eso, su excelencia!¿cómo va a ser obra del diablo? si fueronnuestros obreros. o es que usted cree que…—¡yo no creo nada! —gritó el pope—.yo solo digo que para qué nos hacía falta unacentral de esas. mire usted los resultados.—bueno, su excelencia, un accidentees un accidente. ahora que, visto de esemodo…el teniente se puso de pie y caminóunos pasos. luego volvió atrás, guardó labotella y los vasos, acarició la pistola. elpope volvió a quitarse los anteojos y se frotólos párpados.—¿y qué espera usted que yo haga? —dijo al fin, secándose la frente con elpañuelo.—pues, no sé, su excelencia —dijo elteniente—. ustedes tienen sus recursos.—¡qué recursos ni que ocho cuartos!¿qué quiere, que haga un exorcismo?—usted es un ministro del señor, suexcelencia —el teniente agarró la pistola ycomenzó a jugar con ella—. usted tienedominio de la palabra sagrada.—con que de eso se trata. usted quiereque yo vaya a pripiat y mande a todos esosaparecidos al infierno.gavrilo se persignó. el teniente guardóla pistola en su funda.—a pripiat no se puede ir, padrecito.está prohibido.—¿y entonces?—a la orilla del río. todos vienen por elmismo camino.—a la orilla del río. todos vienen por elmismo camino.—a la orilla del río. todos vienen por elmismo camino.—a la orilla del río. todos vienen por elmismo camino.“vaya con el demonio”, pensaba elpope mientras se acercaban al río en eljeep. “yo sabía que tarde o temprano haríade las suyas… si es que no se puede confiaren las autoridades... esto pasa cuando secierran las iglesias y se pretende que lagente no crea, por un lado, y por otro seandan construyendo abominaciones comoesa central... ya lo decían los patriarcas,que el hombre no debe intentar llegar a lasalturas… ahí lo tenemos, otro castigo dedios.”


a la orilla del río no había nadie. elteniente descendió del jeep el primero, yayudó a bajar al pope. tras ellos bajó danilo.pero gavrilo no quiso bajarse. dijo que sequedaría en el jeep, por si hacía falta salir atoda marcha. el teniente se acercó a laorilla y de un puntapié arrojó una piedra alagua.—por ahí es por donde llegan —dijoseñalando a la otra ribera—. así lo dicen losaldeanos.—¿y por dónde cruzan el río? —preguntó el pope acercándose para vermejor.—el diablo lo sabe, padrecito.el pope aguzó la vista, escudriñando elhorizonte.—no se ve que venga nadie ahora —dijo.—suelen llegar cuando cae la tarde.—¿qué vamos a hacer ahora, entonces?apenas es mediodía.el teniente se quitó la gorra y seacarició la cabeza hasta el cogote.—¿no se le ocurre nada, su excelencia?quizá un responso o algo.—la palabra de dios no se debe tomara la ligera —dijo el pope acercándose alagua—. todo depende de quién envíe a estaspobres almas.—pero si está clarísimo, su excelencia.si esta gente viene de pripiat, solo puedenvenir del infierno.el teniente volvió a ponerse la gorra yse volteó de frente al pope.—usted pudiera, digamos, bendecir elagua…el pope dudó un instante. el sol aúntardaría en caer, pero no se le ocurría nadamejor que hacer lo que decía el teniente. lehizo señas a danilo para que le sujetara elbastón y los textos sagrados. limpió losanteojos agarró firmemente el crucifijo delpecho y tomó el libro de manos de danilo.—yo esperaré en el jeep mientrastanto, su excelencia —dijo el tenientecuando el pope se disponía a leer los textos.la tarde había caído sin que el pope,enfrascado como estaba en el ensalmo, sediera cuenta. llevaba horas ahí, en la orilla,y ya los ojos le dolían de tanto fijarlos sobrelos textos. de repente, a sus espaldas, seescuchó un disparo. el pope interrumpió lalectura. otro disparo y otro. el teniente sehabía parapetado tras el jeep y disparaba aun hombre que avanzaba hacia él. gavrilo sehabía escondido junto al teniente y noparaba de persignarse.—¡están llegando por otro lado! —danilo dejó caer el bastón y corrió a dondeel teniente.el pope se quedó junto a la orilla, nofuera que un disparo perdido lo alcanzara.—¿qué hace, por el altísimo? —le gritóal teniente, pero sin moverse de su sitio.—usted no entiende, su excelencia —dijo el teniente cambiando el cargador de lapistola—. ese que viene ahí es mi padre.—¿su padre?—el mismo. que dios lo tenga en lagloria. hace diez años que murió.algo golpeó la nuca del pope. se volteóy vio un niño en la orilla.—¿pero qué haces, demonio? —le gritóal niño, mientras se tocaba el sitio delgolpe. agarró el crucifijo con la zurda yextendió la derecha hacia adelante—.¡vuelve al infierno, lucifer!—guárdate tus sermones, abuelo —dijoel niño lanzando una piedra al agua. lapiedra picó dos veces la superficie, y sehundió a la tercera.el pope hirvió de rabia. recogió elbastón del suelo y descargó un golpeviolento sobre la cabeza del niño.—¡aprenderás a respetar a tusmayores, demonio!—¡aprenderás a respetar a tusmayores, demonio!—¡aprenderás a respetar a tusmayores, demonio!—¡aprenderás a respetar a tusmayores, demonio!el niño cayó al suelo. la sangre lecorrió por las mejillas, y sus ojos azules seapagaron. el pope lo miró horrorizado. dejócaer el bastón y el libro y fue corriendo aarrodillarse junto al pequeño.—vasia, vasia, hijo mío —gritóabrazando al niño, con lágrimas en los ojos—, respóndeme, vasia querido. ¡qué he hecho,dios mío!el pope miró alrededor. los milicianosya no estaban. habían huido dejando inclusoel jeep abandonado. el pope se puso de piey caminó en dirección al jeep. entoncessintió una risa infantil a sus espaldas. cuandose volteó, vasia estaba otra vez de pie juntoa la orilla y le sonreía, los ojos azulesbrillando intensamente. luego, el niño le diola espalda y comenzó a cruzar a la otraorilla, caminando sobre las aguas.


QUE LOS TIEMPOS CAMBIAN es una verdad dePerogrullo. La de hoy, por ejemplo, parece serépoca de disfrutar del cine en casa y a solas,gracias a la tecnología digital, las ventascallejeras de DVDs con combos de 5 y 6películas tranquilamente pirateadas y memoriasflash viajeras cargadas con lo mismo. Artilugiosque además permiten a esa parte cada vez másnumerosa del público que tiene computadoraen su casa ver los filmes de reciente producciónmucho antes de que nuestra TV y nuestrocircuito cinematográfico los exhiban.Podría entonces creerse que resultafrancamente obsoleto, que ya no tiene sentidoacudir a comulgar con el milagro de la salaoscura y la pantalla grande (en la que, porcierto, también cada vez más a menudo laimagen proyectada es digital, de DVD, videobeam o datashow y ya no de 35 mm). Que yaquedó para siempre atrás aquella época en quenuestros entusiastas espectadores hacíanlarguísimas colas cada diciembre en losFestivales de Cine Latinoamericano o ante elestreno de cada nueva película cubana, con unsentido de patriotismo del séptimo arte cuandomenos curioso… quizás debido a la ansiedad porver su cotidianeidad reflejada sin cortapisas,según algunos sociólogos.Pero bastaría con pasar frente al Yara, alRiviera o al multicine Infanta en este calurosofinal de julio o principio de agosto del 2011para rebatir ese criterio. Para darse cuenta deque todavía nuestro cine conserva su legendariacapacidad de convocatoria de masas. Y es quela exhibición de Habanastation, de Ian Padrón,se ha convertido en una cita obligada paragrandes y chicos, que aprovechando lasvacaciones atraviesan la ciudad en animadosgrupos para ver la cinta, para reír sus gags ycomentarla en voz alta (con notable falta deeducación y haciendo a muchos perder buenaparte de los diálogos, de paso), devolviendo alcine su condición de entretenimiento colectivo.el p ríncipede miramary elmendig o dela timbayossHijo de gato caza ratones. El vástago delcreador de Elpidio Valdés ya había mostradoantes su garra y su habilidad como director.Tanto de ficción, con aquel inolvidable corto dehomenaje a los harleystas habanerosprotagonizado por Herón Vega y el versátilRigoberto Ferrer, Motos, como dedocumentalista en su polémico trabajo sobreIndustriales. Pero le faltaba la consagración deeste, su primer, y esperamos que no único,largometraje.¿Cuál es el núcleo argumental deHabanastation? Si Mark Twain resucitara y laviera sonreiría sin duda, satisfecho al advertirnotables similitudes con una de sus másfamosas novelas: El príncipe y el mendigo (yaantes muchas veces llevada al cine, por cierto).Se trata de una cinta casi epifánica, ya quenarra un único día (¡nada menos que unPrimero de Mayo!) en la vida de dos niños. Dospioneros cubanos que, pese a compartir colorde piel (gran acierto de Padrón elegir a ErnestoEscalona y Andy Fornaris, ambos actoresinfantiles mulatos claros, dicho sea de paso,como la mayor parte de nuestra población, almenos según el último censo), edad, y la mismaaula en la primaria, no pueden vivir de modosmás diversos.Y ahora, por favor, que nos disculpe elespectador que no haya visto el filme, si algunoqueda en Cuba, porque pecaremos de spoilers,o en buen cubano, de contar la película, ya quede otro modo una reseña crítica resultaría casiimposible.


En Habanastation el altanero y mimado Pero quede claro que no hay aquíequivalente del príncipe Eduardo en la clásica intercambio de príncipe y mendigo como en lahistoria de Twain es Mayito, hijo de un famoso inmortal historia de Samuel Clemens. A fin depianista de jazz, magistralmente interpretado cuentas, físicamente Mayito y Carlitos tampocopor el versátil y siempre convincente Luis son siquiera muy parecidos. SucedeAlberto García; y de su esposa-representante, simplemente que el sobreprotegido “nene deuna Blanca Rosa Blanco también en su mejor Miramar”, tras el desfile del Día de losregistro. La película comienza mostrándonos su Trabajadores, se pierde, y en vez de terminarcómoda vida cotidiana: el niño habita una gran en casa de la maestra jugando con el hijo decasa en Miramar, tienen un jardinero pagado, esta, como había convenido la $erviciallleva cada día a la escuela un refresco de lata y pedagoga con sus padres, enfrascados en unaun sándwich de jamón como merienda, juega larga sesión de grabación de un disco, toma unacon la Sony Playstation 2, y por si fuera poco guagua equivocada que iba para Guanabo, seacaba de recibir una flamante versión 3 como baja antes y… va a dar a La Tinta. Para másregalo de su padre, recién tornado de una gira inri, llevando en la mochila a la espalda nadapor el exterior. Mayito, buen estudiante y menos que su mayor tesoro: la flamantebastante sobreprotegido por su madre, no se ha Playstation 3 con la que pensaba divertirse conbañado nunca en un aguacero porque podría el hijo de la profe hasta que sus padresenfermarse, no tiene perros porque crían acudieran a recogerlo.bichos, y tampoco tiene amigos, porque no estábien llevar extraños a la casa.h a b a n a s t a t i o nMientras que su opuesto, el mendigo TomKanthy, vendría aquí a ser Carlitos. No se tratade un auténtico pordiosero, por supuesto (¡yahabría sido demasiado!), si bien para el directorde la escuela y los profesores es un niño conproblemas de conducta, agresivo… luegosabremos que no es ningún delincuente, sinoque creció y habita en La Tinta, barrio marginalcerca de la Plaza de la Revolución al que,incluso sin la evidente similitud fonética,ningún habanero dudaría un instante enidentificar con la tristemente célebre Timba (Y,¿por qué disfrazarlo así, mientras que Miramaraparece tal cual?). Carlitos vive con su abuela,porque su madre ha muerto y su padre estápreso: clásica familia disfuncional cubana, endos palabras.Magníficas, narrativamente hablando, sonlas dos escenas de presentación del personajeen la escuela: la primera en la que la maestraClaudia le indica a la entrada que se baje elcuello de la camisa, que lleva alzado bien “a loguapo”; y la otra, clave, en la que al confesar ados de sus coetáneos que nunca ha jugado conuna Playstation y ser por eso tachado de“comemierda” por otro niño, con ladevastadora sinceridad de los infantes,reacciona agrediéndolo físicamente,demostrando su fidelidad a los códigos decomportamiento aprendidos en su barrio.El ingenuo corderito se encuentra perdidoy solo en tierra de lobos. Pronto es amenazadopor una agresiva pandilla de muchachos yescapa aterrado, pero en su ciega fuga por ellaberinto de callejones y terraplenes ¡porsuerte para él! lo reconoce Carlitos, vecino delbarrio. El nudo argumental queda servidocuando el autóctono le propone un trato: loayudará, llamará por teléfono a su madre paraque venga a recogerlo… a cambio de que Mayitolo lleve a jugar Playstation a su casa. Y paraexplicarle a la suspicaz abuela qué hace aquelniño de uniforme en su casa, inventa que es elmonitor de Matemáticas que ha venido arepasarle…Poco después, al revelar el de Miramarque carga el soñado artefacto de la Sony en lamochila, la conectan a un tomacorriente nadaortodoxo del que Carlitos afirma responder, ycomienzan encantados a jugar béisbol en lasofisticada consola… hasta que ocurre lotemido-inevitable: la improvisada piña falla conun aparatoso chispazo y el aparato se niega aencenderse de nuevo. El conflicto está planteado:la llevan al arréglalotodo local (excelenteencarnándolo Omar Franco, que ya se ha vueltoun especialista en esta clase de personajespopulares y dicharacheros), que les pide unahora para determinar cuál es el fallo y…


A partir de aquí despega realmente elfilme, cuyo comienzo ha sido relativamentelento, aunque sin que perjudique de veras elritmo narrativo. Tras mostrarnos en pocasimágenes el principesco estilo de vida deMayito, ahora Ian Padrón nos adentrameticuloso en la mucho más pobrecotidianeidad de Carlitos. Y los contrastescomienzan a saltar. Uno nunca ha fregado nilimpiado ni sabe cocinar “porque en mi casahay una mujer para eso”; el otro, todo unhombrecito, queda a cargo de su hogar cuandola abuela va a visitar al padre preso, cuyaverdadera condición, en magistral elipsis delrelato fílmico transparente para todos (menospara el inocente Mayito, claro) no se declaraexplícitamente: “él es tremendo albañil y estáen Oriente arreglando las casas que tumbó elciclón”, dice su hijo, avergonzado siquiera depronunciar la palabra prisión… pero bastan doselementos, como esa jaba que carga la abuelay la cartica que Carlitos le escribe, paradevelar al cinéfilo el real paradero delprogenitor ausente.yossaPronto descubre también el espectadorque, aunque tenga que recoger y lavar botellasvacías que el viejo y malhumorado fabricantelocal de puré de tomate le paga a 40 centavos,soñando con conseguir alguna vez ahorrar los120 pesos que cuesta un papalote “coronel”porque no tiene un padre pudiente que leregale Playstations, ni madre sobreprotectoraque lo lleve en auto moderno al colegio cadamañana con un refresco de latica y un bocaditode jamón en la mochila. Sin embargo, Carlitosconoce otros placeres que Mayito ignora ysueña: tiene un montón de amigos,precisamente la pandilla de Los Nativos queantes asustara al niño de Miramar… los mismosque ahora, sabiéndolo compañero de aula de“uno de los suyos” los invitan a ambos a jugarfútbol. Tiene también vecinitas de miradaseductora (Mayito se queda prendado de una enun muy bien planteado descubrimiento de lasexualidad adolescente), un perro, el insaciableterrier negro Sandokán, que se zampa elsándwich que el niño de Miramar pretendíacomerse escondido en el baño (en clarademostración de egoísmo gastronómico muycontrastante con la generosidad de Carlitos,que le brinda generoso sus humildesmacarrones con huevo frito y tomate), trashacer que se le caiga en el inodoro al asustarlocon sus hambrientos ladridos. También, en laazotea, tiene palomas, que no quiere vender,porque son de su padre, pese a que los santeroslocales pagan bien las negras y las blancas parasus limpiezas espirituales.Claro que no todo es color de rosa en LaTinta, así bautizada en el filme por el oscurocolor de las aguas del río que la atraviesa. Porejemplo, Carlitos tiene que andar con el ojomuy abierto, porque El Ñato, líder de lapandilla rival de Los Tiznaos, siempre estáatento a cualquier debilidad para abusar yaprovecharse de los más débiles que él.Al rato el mago de la electrónica lescomunica la buena noticia: el aparato tienearreglo… pero la pieza a sustituir cuesta nadamenos que 200 pesos, un dinero que los niñosno tienen. Mayito insiste en que la busque y lainstale, que ya sus padres pagarán cuandovengan a recogerlo, pero Carlitos tiene otraidea: es su responsabilidad… así que trabajaránpara ganar el dinero, los dos juntos.Para Mayito es toda una experiencia.Buscan botellas, las lavan y se las venden al yacitado y cascarrabias fabricante de puré (unRaúl Pomares tan convincente como siempre),inflan gomas de bicicleta (finísima la escena enque el niño de Miramar insiste en llenar de airegratis las de la niña cuya mirada antes losedujera, tras lo que ella los invita a un bembéesa misma noche, mientras que Carlitos locritica por lento y le dice que él ya la hubierabesado hace rato)... pero ni siquiera asíalcanza (incluso pudiera criticarse la engañosafacilidad con la que en un solo día dos niñosganan una suma nada despreciable de dinero).Así que el anfitrión local tiene primero querecurrir a sus ahorros para el coronel que sueñahace tanto tiempo, y luego a vender una de susamadas palomas para reunir el dinero.Entretanto, en una subtrama paralela ysecundaria muy bien trazada, Claudia (la jovenClaudia Alvariño debutando en la pantallagrande), la desesperada maestra de Mayito, haido a parar a Guanabo en busca del niño quesus padres le confiaron… sólo para descubrirque el niño se bajó en La Tinta. Muyrefrescantes, según nos tienen acostumbrados,los breves cameos de Herón Vega y RigobertoFerrer (¿actores fetiches de Ian Padrón?) comobicitaxista y chofer de la máquina de alquilerque la lleva a las Playas del Este,respectivamente. Excelente también, por la


desolación que expresa con pura visualidad, elplano general de la desconsolada educadoraatravesando la inmensa explanada de laterminal de ómnibus sin otro ser humano a lavista.Preocupadísima, pues el niño había sidopuesto bajo su responsabilidad, la jovenClaudia (¿no tan joven como para ser unamaestra emergente?, tal vez incluso demasiadoatractiva y bien vestida para su condición...pese a los “regalo$ de$intere$ado$” de padrescomo los de Mayito, algo que denuncia, aunquesea de soslayo, la preocupante corrupción y elmaterialismo cada vez más generalizado ennuestro sistema educativo) acude al estudio degrabación donde están los padres deldesaparecido para informarles. La madre lainsulta, discute con el padre de quién es laculpa, acuden incluso al noticiero (por cierto,¿porque TVN y no NTV? ¿Acaso por la mismacríptica razón por la que La Timba se vuelve LaTinta y los policías en el cine cubano siguenapareciendo siempre con el uniforme verde yno con el azul…, excepto en aquella cinta delos 90 por muchos olvidada, Kleines Tropicana?)a rogar a las muchas amistades del famosopianista de jazz que divulguen la foto del niñoperdido…Entretanto Mayito sigue descubriendo unmundo nuevo. Cuando la Playstation, que juegaen la historia un papel casi protagónico (muysuperior al objeto análogo en la novela originalde Twain, el perdido y encontrado sello real delos Tudor) es finalmente arreglada… se va laluz. Momento que aprovecha Carlitos para, yamás en confianza con su compañero de aula deMiramar, reveliconfesarle la condición depresidiario de su padre, en descarnadaexposición de los principios de la hombría enbarrio marginal: nunca echarse atrás o sepierde el respeto de todos y no se puede volvera llevar la frente alta. Insultaron a la abuela, elpadre saltó a defenderla, el otro sacó uncuchillo… y en vez de correr, lucharon, elpérforo-cortante se viró en el forcejeo y elagresor terminó muerto. De nuevo contrasta laopinión ingenuamente sincera de Mayito: “puesyo hubiera preferido que mi papá corriera envez de tenerlo que esperar 5 años”.Poco después cae un aguacero, fiel a esacasi obsesión meteorológica del cine cubanocon las escenas de chaparrones. Y en unasecuencia que constituye todo un homenajefilial del director, con la música originalmentecompuesta por Sergio Vitier para Elpidio Valdéscontra dólar y cañón (sin dudas el mejor de lostres largometrajes animados del mambí creadopor el padre del director de Habanastation),Mayito se suma a Carlitos y los demás en unpartido de fútbol descalzos bajo la lluvia, elmomento visualmente más hermoso y logradode los muchos del filme. Nace allí unasolidaridad infantil verosímil y para nadaexagerada, con los menores fumandotranquilamente “porque es cosa de hombres”,aunque el tímido Mayito se niegue… pero aúnasí acaban encaminándose todos a casa deCarlitos para jugar Playstation.


Las cosas se precipitan: la maestraClaudia recuerda que en La Tinta vive Carlitos ycorre a indagar, a despecho del aguacero,aferrándose a la nueva esperanza. Mientrastanto ha regresado la abuela de la prisión y alverlos llegar capitaneando la turba demuchachos empapados, ordena a Mayito yCarlitos que se cambien de ropa para evitar uncatarro, mientras entrega muy oronda al nietoun regalo de su padre: un flamante coronelrojinegro, que los dos amigos corren a empinarcon el resto de la pandilla.Pero uno de los Tiznaos, secuaces de ElÑato, derriba artero el tentador papalote paradárselo a su jefe. Y cuando Carlitos, decidido aluchar por el regalo de su padre, acude areclamarlo, no va solo, sino apoyado por todoslos nativos, a los que ¡quién lo hubiera dicho!pese a su renuencia inicial ha movilizado suamigo Mayito, el mismo que siempre repite loque dice su madre: que los juegos de manos notraen nada bueno.La pelea con El Ñato es el indiscutibleclímax del film. Hay puñetazos, patadas,revolcones en el suelo, un cuchillo, un palo…pero al fin, cuando ha derribado, desarmado ytiene a su merced a su oponente, Carlitosrecuerda el consejo de Mayito y lo deja sinrematarlo, en apabullante victoria moral.Regresan orondos con el coronel (bien quelevemente dañado) cuando los encuentran laabuela de Carlitos y la maestra, y pocosminutos más tarde llegan los desesperadospadres de Mayito, no sin que el niño deMiramar, siempre con autorización de lamaestra, haya tenido tiempo de despedirse dela niña de ojos enormes… y prometerle quevolverá, robándole de paso un beso: haaprendido la lección de su amigo; más valepájaro en mano que ciento volando…Y no podía faltar un anticlímax: en ladespedida, cuando ya está en el carro y sumadre toma impulso para la diatriba, derepente Mayito corre de vuelta a la pobre casade su nuevo amigo y le deja la Playstation conuna sola palabra “cuídamela”, demostrandoque si algo ha aprendido, es que no se es másrico por acaparar, sino por compartir. Porqueasí se tienen amigos, más que cosas.El filme deja un agradable sabor pormuchas razones. Una es la música, a cargo deHarold López Nussa, aunque el punto álgido essin duda alguna el homenaje a Vitier y Padrónpadreya arriba citado. La dirección de actoresy dramática del debutante pero experto Ian essimplemente impecable, demostrando que sepuede contar una historia y atrapar al públicosin caer ni en los lugares comunes del thriller,ni en las falsas originalidades pretenciosas deldiscurso existencialista-metatrancoso que lastraa tantos realizadores del patio.La interpretación de los niños, naturalcomo pocas veces en la escena cubana, estambién uno de los puntos fuertes de la cinta.Desde ¡Viva Cuba! de Juan Carlos Cremata noactuaban tan bien niños en la pantalla grandenacional. ¿Magia educativa de La Colmenita delotro Cremata? Sin duda. Algún purista fanáticodel realismo podría lamentarse de la radicalausencia de malas palabras, que se saben casiomnipresentes en el léxico cotidiano de loshabitantes de los barrios marginales… Pero a lavez se percibe en tal “censura lingüística” unavoluntad de estilo que, sinceramente, seagradece después de tanto reggaetón sin pelosen la lengua sonando por todas partes.Porque, por otro lado, es justo ese elprincipal mérito de la película. El que, más alláde su bien estructurado guión, de su velozritmo narrativo, sea la vida misma cubana laque está ahí. Dicen que los vecinos de LaTimba, tras ver la película en una exhibiciónespecial, le besaban las manos al director,agradecidos de ser por primera vez mostradostal y como son; ni monstruos ni delincuentes.No hay aquí conductas inverosímiles de tan“correctas y revolucionarias”, paños tibios nimuelas vacías.Siguiendo los pasos de filmes yainsoslayables en la historia del séptimo arte enCuba, como Suite Habana y Barrio Cuba,Habanastation refleja no sólo la miseria de lamarginalidad, sino la misma desigualdad socialque se está abriendo paso como un cáncer quecarcomiera el seno de la sociedad más justacon todos y para todos que pretendieron


construir nuestros padres. Y lo hace sindiscursos vacíos, pero también sin temor, sinmojigatería, sobre todo sin esa amargura quetrasudaba, por ejemplo, la cinta Mañana, deAlejandro Moya (Iskander), hace unos años.Incluso el final, para algunos espectadoresexigentes demasiado “rosado”, resulta del todocreíble… aunque quizás en un filme rodado enotras latitudes algún que otro crítico habríasaltado presuroso a acusarlo del pecado de“instigar a la conciliación social y la armonía declases”, como si todo enfrentamiento que noacabara en revuelta no lo fuese de veras.Porque, ¿no es acaso innegable queMayito y Carlitos pertenecen, más que a doscapas, a dos auténticas clases diferentes (noquisiera decir antagónicas, pero casi nos saltasola la palabra de los dedos al teclado) denuestra sociedad que por tantos años seufanara de haberlas eliminado? Ian Padrón, yapolémico y censurado en su inolvidabledocumental sobre el equipo Industriales,dictatorialmente vetado por años de nuestraspantallas por haberse atrevido a entrevistar adeportistas “desertores” al otro lado delestrecho de La Florida, sigue poniendo el dedoen la llaga, y cada vez con más puntería. Ahorabajo el inocente disfraz de una película “deniños”, relectura de los arquetipos de Príncipey Mendigo, denuncia uno de los peores y másactuales (ojalá no insoluble, además)problemas de nuestro país.¿Que plantea un final feliz, de concordiay amistad? Bien, ¿por qué no? ¿Acaso todacrítica tiene que ser amarga y destructiva? ¿Nose puede señalar lo que anda mal con unasonrisa en los labios, sin odio, creyendosinceramente en la voluntad y la posibilidad demejorar? ¿O acaso es la misma afloración casiominosamente inevitable de las clases socialesy sus diferencias la que resulta un motivo deoptimismo para el director, que tal vez creeque ahora sí nuestra sociedad, aunqueaparentemente más injusta que antes, estambién más natural y realista?Sí, muchas son las interrogantes queplantea la cinta, tras dejar el cine con lasonrisa de haber disfrutado de un buen rato. Ytambién, como auténtico arte, son muchas laslecturas que permite. Desde luego, no se trataen lo absoluto de un film sólo y simplementepara niños, por más que sean infantes susprotagonistas. Cuando más, de una películapara que los mayores reflexionenprofundamente, mientras los niños sereconocen en la pantalla. Que ya es bastante.

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