12.07.2015 Views

Agrocombustibles - Revista Virtual de Redesma

Agrocombustibles - Revista Virtual de Redesma

Agrocombustibles - Revista Virtual de Redesma

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

* Marthadina Mendizábal, Economista ambiental, tiene Maestrías <strong>de</strong> las Universida<strong>de</strong>s La Sorbona y Católica <strong>de</strong> Chile. Es autora<strong>de</strong> diversos libros sobre temas ambientales.


uando el planeta está al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> una nueva crisisenergética, la humanidad ha encontrado una innovaciónque contribuye a aliviar el peso <strong>de</strong> los combustiblesfósiles en los patrones <strong>de</strong> producción y consumo,a través <strong>de</strong> los biocombustibles y, su versiónmás controvertida, los agrocombustibles, por el origenagrícola <strong>de</strong> la nueva forma <strong>de</strong> energía. El <strong>de</strong>bate<strong>de</strong>l que somos espectadores, se da en un contexto enque se evi<strong>de</strong>ncia una progresión geométrica <strong>de</strong> los<strong>de</strong>sastres ligados a los cambios climáticos en el planeta,y en un nuevo escenario mundial <strong>de</strong> incrementos<strong>de</strong>l precio <strong>de</strong>l petróleo, en el cual los países industrializados<strong>de</strong>spliegan enormes esfuerzos tecnológicosy financieros para cortar la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia respecto<strong>de</strong>l recurso energético.La polémica confronta intereses diametralmente contrapuestosque, encendidos en la furor <strong>de</strong> argumentos,terminan en muchos casos restando objetividad a lahora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir políticas y estrategias <strong>de</strong> acción, contribuyendoa postergar el tratamiento <strong>de</strong> temas can<strong>de</strong>ntesy a per<strong>de</strong>r oportunida<strong>de</strong>s.Ciertamente, allí don<strong>de</strong> el ejercicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaincluye sentar en la mesa <strong>de</strong> discusiones a interlocutores<strong>de</strong> diferente posición, abordar el tema <strong>de</strong>l“cultivo <strong>de</strong> energía” conduce necesariamente a ponersobre el tapete la confrontación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda alimenticiay energética para proveer principalmente lasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> formas <strong>de</strong> energía <strong>de</strong>l mundo industrializado.Dado que el primer mundo busca romperla <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los combustibles fósiles, y que losagrocombustibles son una opción en este sentido; quea<strong>de</strong>más ningún país es autosostenible en materia <strong>de</strong>energía renovable, la huella ecológica <strong>de</strong>l primermundo pue<strong>de</strong> continuar expandiéndose mucho másallá <strong>de</strong> sus fronteras, a países en <strong>de</strong>sarrollo que ahoracompiten para insertarse en el mercado internacionalcomo proveedores <strong>de</strong> insumos renovables comofuente <strong>de</strong> la nueva forma <strong>de</strong> energía.Estos países que legítimamente aspiran a mayoresniveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, abordan el tema por la oportunidad<strong>de</strong> una inserción en condiciones ventajosas, apartir <strong>de</strong> la aún abundante dotación <strong>de</strong> recursos naturales(extensiones <strong>de</strong> tierra apta para cultivos agroenergéticos,agua) y mano <strong>de</strong> obra. En un nivel másreducido, grupos intelectuales en estos países y todoel mundo, abogan por la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las amenazasque se ciernen para estos países, relacionadas conla provisión <strong>de</strong> insumos agrícolas <strong>de</strong> elevada <strong>de</strong>mandainternacional, en un contexto <strong>de</strong> libre mercado, <strong>de</strong>ausencia <strong>de</strong> regulaciones económicas para la produccióny <strong>de</strong> un rayado <strong>de</strong> cancha para los productores.El tema es altamente relevante en todo el planeta;más aún porque a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> energía <strong>de</strong> lasque <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el mundo industrializado, se suman lanecesidad <strong>de</strong> mejorar la eficiencia energética parareducir la contaminación atmosférica vehicular, y la<strong>de</strong>manda <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> respuestas efectivas a loscambios climáticos por parte <strong>de</strong> los países industrializados.Y es relevante por las posibilida<strong>de</strong>s planteadas porlas nuevas formas <strong>de</strong> energía, <strong>de</strong> contribuir a reducirla pobreza y dinamizar el aparato productivo en lospaíses potencialmente proveedores. Posibilida<strong>de</strong>sque, en un marco <strong>de</strong> regulación <strong>de</strong> la producción queevite abandonar el tema a las fuerzas <strong>de</strong>l mercado,políticas <strong>de</strong> Estado que velen por la seguridad alimentaria<strong>de</strong> sus habitantes, y reglas <strong>de</strong> juego queubiquen bien los beneficios económicos y sociales ymitiguen impactos ambientales contraproducentes,podrían asegurar a los países proveedores, la inserciónen el mercado internacional en circunstanciasventajosas.Lo cierto es que el mundo vive una fiebre por los<strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> tierras <strong>de</strong> vocación agroenergética;fiebre que se manifiesta en la enorme profusión<strong>de</strong> información sobre el tema; los países compitenpor sacar el máximo provecho <strong>de</strong> la situación, asegurándoseuna inserción en el mercado internacional <strong>de</strong>la que se beneficiarán por muchas décadas. Todosellos parten <strong>de</strong> una evi<strong>de</strong>ncia mundial: a medida queel precio <strong>de</strong>l petróleo aumenta, la producción <strong>de</strong> cerealesy productos agrícolas como energía renovablecompite con la gasolina, y el precio <strong>de</strong> aquellos comobien sustituto, aumenta.Lo que está en juego entonces, es cuestión <strong>de</strong> capacidad<strong>de</strong> organización <strong>de</strong> cada país, su capacidad para


valorar riesgos y oportunida<strong>de</strong>s, y en <strong>de</strong>finitiva, sucapacidad para adaptarse e innovar. La posición másextrema, <strong>de</strong> no hacer nada y <strong>de</strong>jar que el libre mercadoimponga las señales, podría estimular a gran<strong>de</strong>sproductores agrícolas - en el afán <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jar pasar laoportunidad - a exportar su producción agrícola oproce<strong>de</strong>r al cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> tierras cultivables, poniendoen riesgo la autonomía alimentaria nacional, oa producir alimentos transgénicos <strong>de</strong>stinados a laexportación <strong>de</strong> materia prima so-pretexto <strong>de</strong> no serseguros como alimentos, todo ello en contextos sociales<strong>de</strong> conflictos por restricciones impuestas <strong>de</strong>masiadotar<strong>de</strong>.Impactos que podrían ser irreversibles, incluso si laoportunidad para los agrocombustibles se mantienesólo hasta que los biocombustibles <strong>de</strong> segunda generacióningresen y consoli<strong>de</strong>n en el escenario mundial,dando por concluida la era <strong>de</strong> los combustibles fósiles.En todo caso y por ahora, hay que admitir quelos precios en una economía <strong>de</strong> mercado pue<strong>de</strong>n estimular<strong>de</strong> manera contun<strong>de</strong>nte el abastecimiento <strong>de</strong>una <strong>de</strong>manda asegurada <strong>de</strong> agrocombustibles proveniente<strong>de</strong> países industrializados.La abundante producción <strong>de</strong> material sobre el temapermite entrever la preocupación por los impactos; enparticular, la repercusión indirecta <strong>de</strong>l incrementosobre el aprovisionamiento y precio <strong>de</strong> las importaciones<strong>de</strong> alimentos <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo quecompran cereales en el mercado internacional, o que<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> ayuda alimentaria internacionalpara compensar su déficit; el impacto inflacionario<strong>de</strong> este incremento en los alimentos, transportey costo <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> energía eléctrica; el impactoen fin, <strong>de</strong> la presión en el uso <strong>de</strong> suelos agrícolas, latala <strong>de</strong> bosques y/o cambios <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l suelo convocación agrícola, en socieda<strong>de</strong>s que están lejos <strong>de</strong>resolver problemas <strong>de</strong> hambre y acceso equitativo alos alimentos.biomasa abundante en bosques y en tierras marginales.Juntar la sed con el agua. El <strong>de</strong>bate entre cultivoenergético y cultivo alimentario <strong>de</strong>ja entrever quetalvez será el mercado internacional el que impongalas priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l aparato productivo en los paísesen <strong>de</strong>sarrollo. Parece que lo más pru<strong>de</strong>nte para nolamentar a <strong>de</strong>stiempo una explosión incontrolada <strong>de</strong>agrocombustibles en países más vulnerables al mercadointernacional es, el ejemplo <strong>de</strong> la Unión Europea<strong>de</strong> requerir certificaciones <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> la materiaprima. para toda exportación <strong>de</strong> agrocombustibles,Talvez <strong>de</strong> esta manera se pueda impedir que laproducción y aprovisionamiento <strong>de</strong> agrocombustiblessea librado al mercado, con todas las consecuenciasque pue<strong>de</strong>n resultar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo a gran escala ymás allá <strong>de</strong> las fronteras nacionales.En este número hemos querido presentar artículosque contribuyen a una lectura <strong>de</strong> la situación real yen esa medida contribuyen a asentar criterios paraadoptar <strong>de</strong>cisiones y formular políticas. Se ha seleccionadoen este sentido, artículos que presentan argumentosa favor pero también en contra <strong>de</strong> la producción<strong>de</strong> agrocombustibles.Complementariamente, se pone a disposición <strong>de</strong>nuestros lectores, una amplia información a través <strong>de</strong>lecturas, publicaciones, páginas web, instituciones yacceso a información. Agra<strong>de</strong>cemos a nuestros colaboradoresque nos hicieron llegar contribuciones valiosas,muchas <strong>de</strong> las cuales fueron colocadas en diferentessecciones <strong>de</strong> la <strong>Revista</strong>.Si no se está en capacidad <strong>de</strong> manejar los impactos,las lecturas seleccionadas nos señalan, que la mejoropción es la prevención; no a los agrocombustibles.Pero la producción <strong>de</strong> biocombustibles sigue siendouna opción vale<strong>de</strong>ra con muchas mayores ventajas,particularmente, que pue<strong>de</strong>n producirse a partir <strong>de</strong>


* Este documento fue preparado por Nicolo Gligo en el marco <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> colaboración entre la CEPAL y la cooperación<strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> Suecia a través <strong>de</strong> la Agencia Sueca <strong>de</strong> Cooperación para el Desarrollo Internacional (SIDA): “Training Programfor Improved Environmental Management for Latin America and the Caribbean (SWE/02/081)”. El documento que sepresenta en este número cuenta con la autorización <strong>de</strong> Nicolo Gligo. En este, se presentan los capítulos 4 a 7 <strong>de</strong>l trabajo“Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y medio ambiente en América Latina, un cuarto <strong>de</strong> siglo <strong>de</strong>spués”. Serie Medio Ambiente y DesarrolloNro. 126. 2006. CEPAL.


Entre 1978 y 1980 se <strong>de</strong>sarrolló un proyecto en la CEPAL <strong>de</strong>nominado “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y medio ambiente en laAmérica Latina”, orientado al análisis <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo con el medio ambiente. Marcó las líneas <strong>de</strong> estudiosy <strong>de</strong> asesorías a los países <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> la Unidad Conjunta CEPAL/PNUMA <strong>de</strong> Desarrollo y Medio Ambiente,que durante veinte años contribuyó a la conceptualización <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>sarrollo y medio ambiente que alimentótanto al avance <strong>de</strong>l tema ambiental en los países <strong>de</strong> América Latina y el Caribe, como a la propia asesoría brindadapor la CEPAL. No obstante lo mucho que se ha hecho, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la región latinoamericana sigue teniendo altosgrados <strong>de</strong> insustentabilidad. Por ello que es conveniente reflexionar sobre lo que se planteó y <strong>de</strong>lineó como trayectoriaprobable hace un cuarto <strong>de</strong> siglo. El continente no es el mismo, ni su <strong>de</strong>sarrollo, ni su medio ambiente. Muchasiniciativas ambientales prosperaron pero otras se <strong>de</strong>svanecieron el camino. El discurso <strong>de</strong>l medio ambiente, en el queaparecía éste como una dimensión contestataria y contraria a la expansión natural <strong>de</strong>l sistema, muchas veces se diluyó,otras hizo mella, pero en no contadas ocasiones fue cooptado por el sistema. Quedan aún muchas <strong>de</strong>udas y <strong>de</strong>safíosambientales. Una <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>udas es hacer la reflexión un cuarto <strong>de</strong> siglo <strong>de</strong>spués que el citado proyecto presentósus estudios. Ese es el objetivo <strong>de</strong> este trabajo. Este es un tema que merece ser analizado con profundidad.En el proyecto “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y medioambiente en América Latina” no fue tratado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elpunto <strong>de</strong> vista sociológico. Se le analizó en función<strong>de</strong>l rol <strong>de</strong> las empresas en la configuración <strong>de</strong>l estilo<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo. Armando Di Filippo <strong>de</strong>scribió la heterogeneida<strong>de</strong>structural <strong>de</strong> los productores <strong>de</strong> la región,la forma como se estructuró el capitalismo <strong>de</strong>pendiente,la concentración económica y espacial, ladivisión social <strong>de</strong>l trabajo, etc. (Di Filippo, 1980)Pero hace un cuarto <strong>de</strong> siglo atrás el sector empresarialestaba muy lejos <strong>de</strong> internalizar el tema ambiental;la naturaleza y sus recursos naturales eran sencillamentepara explotarlos y así actuaban. Sin embargo,paulatinamente, ya sea por las políticas <strong>de</strong> regulaciónllevadas a cabo en los países <strong>de</strong> la región, comopor la aplicación <strong>de</strong> normas <strong>de</strong>l mercado internacional,o incluso por factores <strong>de</strong> marketing, el tema hatomado más fuerza y hoy día está en la agenda <strong>de</strong> lasempresas <strong>de</strong> la región.Las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong> la región se hanrealizado en un marco <strong>de</strong> serios problemas. En primerlugar, la pobreza ha estado siempre presente enAmérica Latina. La empresas normalmente se hanmovido en la década <strong>de</strong> los ochenta <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> políticasmacroeconómicas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> gasto público yasignación <strong>de</strong> recursos, <strong>de</strong> proteccionismo en el mercadointernacional, <strong>de</strong> sustitución excesiva <strong>de</strong> importacionesy <strong>de</strong> subsidios e impuestos que privilegian a<strong>de</strong>terminados grupos <strong>de</strong> presión.Entre las causas externas que han enmarcado el quehacer<strong>de</strong> las empresas en la región se pue<strong>de</strong> señalar:el ser productora <strong>de</strong> materias primas, consumidora <strong>de</strong><strong>de</strong>terminados productos <strong>de</strong> países <strong>de</strong>sarrollados, elfrecuente <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> los términos <strong>de</strong> intercambio, elpeso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda externa y las transferencias netas <strong>de</strong>recursos financieros, etc. A<strong>de</strong>más, hay que consi<strong>de</strong>raren no pocos países, la ineficiencia en el sistema económicoy social y en el ámbito jurídico y político; eldéficit en la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l largo plazo; el inmediatismomarcado y proteccionismo exagerado, consecuencia<strong>de</strong> toda la incertidumbre, <strong>de</strong>sconfianza ycorrupción. Con relación a los recursos naturales,presión sobre ellos y pocos incentivos para su usoracional.Des<strong>de</strong> una perspectiva empresarial latinoamericana,se abren camino nuevas i<strong>de</strong>as tendientes a lograr un


mayor <strong>de</strong>sarrollo junto a otras nuevas facetas como:necesidad <strong>de</strong> valor agregado ecológico a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>leconómico; costo real <strong>de</strong> los recursos naturales; incrementopersistente <strong>de</strong> la eficiencia; necesidad <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas materias, nuevos procesos, nuevosmétodos <strong>de</strong> comercialización y nuevos sistemas<strong>de</strong> precios y, por último, el requisito <strong>de</strong>l largo plazosiempre que responda al interés propio <strong>de</strong> una proporciónelevada <strong>de</strong> la población con mercados abiertosy <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad claros.A<strong>de</strong>más, un amplio campo <strong>de</strong> negocios“ambientales” se abre también camino con fuerza,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mejoramiento ambiental <strong>de</strong> los productos ysus procesos productivos, hasta la comercialización<strong>de</strong> productos catalogados “ecológicos”, amén <strong>de</strong>lamplio campo <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> patentes, royalties, asesoríasambientales, etc.Cabe hacer notar que cada día se internaliza más elmensaje que no hay <strong>de</strong>sarrollo económico ni inversiónposible en países que <strong>de</strong>gradan sus recursos y sumedio ambiente. Por ello que se hace necesario mejorarla relación insumo <strong>de</strong> recurso/producto, o sea,mejorar la eficiencia, lo que constituye un <strong>de</strong>safíopara incrementar la competitividad sobre la base <strong>de</strong>acelerar la innovación y la inversión en mayor capital<strong>de</strong> riesgo en nuevas i<strong>de</strong>as y establece la necesidad <strong>de</strong>evitar la <strong>de</strong>gradación ambiental en las propias empresasy fábricas y, por último, poner énfasis en el cumplimiento<strong>de</strong> estándares para el propio interés empresarialasí como para irradiar credibilidad.Aunque estos planteamientos aparecen en el discursoempresarial actual y como meta <strong>de</strong> muchas empresas<strong>de</strong> elites cabe preguntarse cómo en nuestra AméricaLatina, con empresarios agobiados por su baja rentabilidady sus <strong>de</strong>udas, se podría lograrlos.Estos planteamientos pioneros, elaborados por sectoreshasta ahora minoritarios <strong>de</strong>l empresariado <strong>de</strong> laregión, son puestos en duda por otros sectores importantes<strong>de</strong> estos que los miran con un alto grado <strong>de</strong>escepticismo dado que exige: gerenciamiento superior<strong>de</strong>l más alto nivel sobre la base <strong>de</strong> la gran importanciaestratégica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible; adopción<strong>de</strong> programas claves y evaluables para la protección<strong>de</strong>l medio ambiente y la seguridad en el trabajo; capacitación;rentabilidad <strong>de</strong> las inversiones y mayorconocimiento técnico–científico.Es obvio que para avanzar en la sustentabilidad ambiental<strong>de</strong> los procesos productivos el sector empresarialse requiere el perfeccionamiento <strong>de</strong> los mercados.Pero en América Latina aún los mercados estánlejos <strong>de</strong> ser abiertos y permanecen bastante cerrados<strong>de</strong>bido a los intereses creados <strong>de</strong> los políticos y losburócratas como asimismo <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> una parte<strong>de</strong>l empresariado que resulta favorecida y sacaprovecho <strong>de</strong> ello. La necesidad <strong>de</strong> perfeccionar losmercados se basa en los requisitos <strong>de</strong> eficiencia y <strong>de</strong>que los precios reflejen la verda<strong>de</strong>ra escasez, las posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> mayor innovación y las perspectivas <strong>de</strong>aten<strong>de</strong>r a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la población.La exigencia <strong>de</strong> mercados abiertos la ven sectoresempresariales como una posibilidad <strong>de</strong> que los precios<strong>de</strong> los recursos naturales sean verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el punto <strong>de</strong> vista económico y ecológico. Frente aestas posturas otros sectores rechazan abrir los mercadoscomo forma <strong>de</strong> seguir usufructuando <strong>de</strong>l proteccionismoprivilegiado.Para lograr el planteamiento progresista se <strong>de</strong>beríaneliminar subvenciones y ventajas especiales, tenerproductos agrícolas con precios <strong>de</strong> mercado y estableceruna reforma tributaria con gravámenes dirigidosa la utilización más sustentable <strong>de</strong> la tierra, elagua, el bosque, la energía y las materias primas,planteamientos propiciados por unos y rechazadospor otros.No obstante reconocer la importancia <strong>de</strong> este <strong>de</strong>bate,basar las consi<strong>de</strong>raciones sólo en el mercado tiene lagrave limitación <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar afuera “las externalida<strong>de</strong>s eimperfecciones”, muchas <strong>de</strong> las cuales constituyenlos valores ecológicos. Queda para los sectores empresarialesque propician los mercados abiertos algunaspreguntas en el aire: ¿Qué son precios verda<strong>de</strong>ros?¿Cómo se calculan los precios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista ecológico (diferente <strong>de</strong>l económico)? ¿Cómoreacciona la gran mayoría <strong>de</strong>l empresariado frente auna reforma tributaria con gravámenes más altos parala utilización <strong>de</strong> recursos naturales?


Un peso muy importante en la internalización <strong>de</strong> ladimensión ambiental lo ha tenido indiscutiblementela expansión <strong>de</strong> los mercados exportadores y el proceso<strong>de</strong> globalización. Ha sido tal el peso que hoy porhoy se pue<strong>de</strong> afirmar que muchos gobiernos <strong>de</strong> países<strong>de</strong> la región actúan en función <strong>de</strong> los compromisosinternacionales y <strong>de</strong> las condicionantes <strong>de</strong>l comerciointernacional.Este tema ha sido abordado con profundidad por MarianneSchaper en un esclarecedor trabajo sobre losimpactos ambientales <strong>de</strong> los cambios en la estructuraexportadora <strong>de</strong> países seleccionados <strong>de</strong> América Latinay el Caribe (Schaper, 2000). Resume: “(a) laliberación comercial se erigió como una señal po<strong>de</strong>rosa<strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> asignación <strong>de</strong> recursos y, en consecuencia,se cuenta entre las principales políticasque orientaron la reestructuración productiva y exportadoraen todos los países; (b) los resultados sugierenque la estructura exportadora <strong>de</strong> América Latinay el Caribe, que emerge en los años 90 es ambientalmentemás vulnerable que la <strong>de</strong> los años 80; (c) losproblemas <strong>de</strong> contaminación y <strong>de</strong>terioro ambientalparecen haberse agudizado en todos los países, peropor distintas vías y con distinta intensidad”.Lo que Marianne Schaper plantea es muy preocupanteya que esta ten<strong>de</strong>ncia se establece estudiando algunosindicadores ambientales, como emisiones <strong>de</strong> CO 2y uso <strong>de</strong> energía. Al relacionar ciertos indicadoresambientales con los productos primarios tambiénconcluye que la región enfrenta mayor vulnerabilidadambiental. Como muy bien afirma: “en la medida quesurgen fuerzas económicas internas que llevan a lospaíses a una tasa <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> sus recursos ambientalesmayor que su ritmo natural <strong>de</strong> regeneración,se estaría vulnerando la continuidad misma <strong>de</strong> la baseproductiva”.El trabajo se basa en estudio <strong>de</strong> casos <strong>de</strong> Argentina,Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica,México y Perú, analizando entre 1980 y 1995, elimpacto ambiental <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> apertura a través<strong>de</strong> los siguientes efectos: “escala”, o sea el soloefecto <strong>de</strong> la expansión sobre la base <strong>de</strong> que las activida<strong>de</strong>spermanecen sin cambio; “composición”, o larepercusión <strong>de</strong> los cambios en la estructura productiva;y, “progreso técnico”, o impacto <strong>de</strong> las nuevastecnologías.Los países <strong>de</strong> la región están haciendo ingentes esfuerzospor incorporarse <strong>de</strong> lleno al proceso <strong>de</strong> globalizaciónusando como una <strong>de</strong> sus herramientasfundamentales: la expansión <strong>de</strong> sus exportaciones. Yesto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ambiental, es sencillamentedramático. En primer lugar, el efecto escala esposiblemente el <strong>de</strong> mayor repercusión. Cada país seesfuerza para generar el máximo <strong>de</strong> divisas en función<strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> sus exportaciones tradicionales,que normalmente conllevan un alto costo ambiental.No ha habido cambios sustanciales en la regiónque señalen mejoramientos importantes en lagestión ambiental <strong>de</strong> sus principales productos.Por otra parte, si se analiza el efecto composición, seconstata que la matriz <strong>de</strong> competitividad, en variospaíses ha actuado agudizando la vulnerabilidad ambiental.El efecto progreso técnico es bastante disparen la región sobre todo si se mi<strong>de</strong> por el índice <strong>de</strong>especialización tecnológica.En consecuencia, una gran interrogante se ciernesobre el futuro ambiental <strong>de</strong> la región, si se consi<strong>de</strong>raque, cual más cual menos, los países han entrado enuna carrera para ganar los mercados <strong>de</strong> sus productos,fundamentalmente sobre la base <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas<strong>de</strong> los países <strong>de</strong>sarrollados. El análisis <strong>de</strong> hace uncuarto <strong>de</strong> siglo atrás, en el proyecto “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrolloy medio ambiente en la América Latina”, enabsoluto tenía la complejidad actual. En ese entoncesse veía la intensificación <strong>de</strong>l mercado internacionalsolamente en función <strong>de</strong>l efecto escala con relación ala mayor presión sobre los recursos naturales, dada lafunción <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> proveedora <strong>de</strong> estos para lospaíses <strong>de</strong>sarrollados.Las pistas que se dan en el trabajo citado permiten ir<strong>de</strong>scubriendo en don<strong>de</strong> habrá que modificar la ten<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> la modalidad actual cimentada en la intensificación<strong>de</strong> la estructura exportadora y <strong>de</strong> sus cambiosprevisibles. El mayor <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las matrices


<strong>de</strong> competitividad <strong>de</strong>bería dar más luces sobre lossectores que permitan mostrar las oportunida<strong>de</strong>s perdidasen los dos últimos <strong>de</strong>cenios y, en especial, todolo relacionado con las <strong>de</strong>mandas nacientes, productos<strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> las especializaciones.En los países <strong>de</strong> la región, es obvio que el efecto escalaseguirá siendo importante, pero no implica mayorescomplejida<strong>de</strong>s. El efecto composición seránecesario profundizarlo en función <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong>especialización.Uno <strong>de</strong> los nuevos <strong>de</strong>safíos es probable que se orientehacia la importancia cada vez mayor que para elmedio ambiente tendrá el efecto tecnológico. Se haránecesario analizar las posibles políticas <strong>de</strong> importación<strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> capital para discriminar positivamenteen función <strong>de</strong> las ramas industriales que tienenen la actualidad procesos <strong>de</strong> muy alto nivel <strong>de</strong> insustentabilidad.Parece ser que la adopción, ya sea por imposición opor propia iniciativa <strong>de</strong> cada país, <strong>de</strong> la modalidadglobalizante, implica indiscutiblemente un riesgoambiental mayor para los países <strong>de</strong> la región. La presiónsobre los ecosistemas, sean estos prístinos, conbajo grado <strong>de</strong> intervención o con altos grados, se harácada vez mayor. Si hasta la fecha, no se han incorporadomedidas para mitigar el costo ecológico <strong>de</strong> lastransformaciones, es muy probable que a futuro no seincorpore. La competitividad en un mundo globalizadoes <strong>de</strong>spiadada, lo que indudablemente que impedirácualquier intento <strong>de</strong> internalizar costos. Por ello,que esta temática será vital profundizarla para al menosdisminuir los actuales niveles <strong>de</strong> insustentabilidad. Los conflictos ambientales <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s latinoamericanasfueron <strong>de</strong>scritos con indudable luci<strong>de</strong>zhace un cuarto <strong>de</strong> siglo atrás. En ese entonces, el proceso<strong>de</strong> urbanización tenía tasas sumamente altas ylos problemas <strong>de</strong> la metropolización latinoamericanase presentaban en todos los países medianos y gran<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la región. Los problemas sociales <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>sse hacían sentir a través <strong>de</strong> los altos grados <strong>de</strong>pobreza. Pero estos, como afirmaba Lucio Kowarickno sólo se medían a través <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong> ingresos yconsumo individual, sino a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> “…un conjunto<strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> consumo colectivo que se tornan cadavez más importantes por lo menos en las gran<strong>de</strong>sciuda<strong>de</strong>s, para la reproducción <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo:transporte, salud y saneamiento, vivienda –que nopue<strong>de</strong>n concebirse aisladamente <strong>de</strong> algunos servicioscomo re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> agua y alcantarillado, pavimentación,electrificación– sin mencionar otros componentescomo educación, activida<strong>de</strong>s culturales y recreativas,elementos todos más o menos vitales para el patrón<strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo…”.Y agregaba: “teniendo en cuenta todos estos planteamientospodría captarse otra dimensión para caracterizarlos patrones <strong>de</strong> vida, que no obstante estar directamenteentrelazada con los movimientos contradictorios<strong>de</strong> la acumulación <strong>de</strong> capital y emanar <strong>de</strong> lapropia dinámica política que da significado concretoa las confrontaciones y antagonismos sociales entérminos <strong>de</strong> obtención o exclusión <strong>de</strong> beneficios,pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>nominarse expoliación urbana: es <strong>de</strong>cir, la<strong>de</strong> extorsiones que se opera gracias a la inexistencia oprecariedad <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> consumo colectivoque se presentan como socialmente necesarios conrelación a los niveles <strong>de</strong> subsistencia <strong>de</strong> las clasestrabajadoras y que agudizan aún más la dilapidaciónque se realiza en el ámbito <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> trabajo”(Kowarick, 1980).


En esa etapa muchos <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong> los problemas<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la urbanización como Lucio Kowaricki<strong>de</strong>ntificaban la problemática ambiental <strong>de</strong> lasciuda<strong>de</strong>s con la contaminación. Este autor la <strong>de</strong>scribecon relación a Sao Paulo en el estudio presentado alproyecto. Sin embargo recién se esbozaban los nexosestructurales <strong>de</strong>l proceso e urbanización con la problemáticaambiental.Hoy día las tasas <strong>de</strong> urbanización que presentan casitodos los países <strong>de</strong> la región son mo<strong>de</strong>radas, no obstantelos conflictos ambientales se han complejizadoy en muchos casos agudizado. No se han podido implementarverda<strong>de</strong>ras políticas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namiento territorial–ambiental.Varios países muestran tímidosprocesos <strong>de</strong> planos reguladores, en don<strong>de</strong> más queconsi<strong>de</strong>raciones ambientales, están fijados los límitesurbanos, que cada cierto tiempo son modificados. Engeneral en estos planos reguladores urbanos se construyensobre la base <strong>de</strong> la negociación entre algunasconsi<strong>de</strong>raciones sociales y ambientales y otras <strong>de</strong>rivadas<strong>de</strong> la especulación <strong>de</strong>l suelo.Hay una clara <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> planificación urbana querealmente la ciudad como un urbosistema <strong>de</strong> complejoscomponentes, asentada en un ecosistema preexistente.Más aún, las ciuda<strong>de</strong>s latinoamericanas, en sugran mayoría, <strong>de</strong>ben analizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista <strong>de</strong> las patologías urbanas, con serios problemas<strong>de</strong> funcionamiento, con enfermeda<strong>de</strong>s crónicas yalgunas agudas, con expansiones espontáneas muchasveces <strong>de</strong>sequilibrantes. Los urbanistas <strong>de</strong>safortunadamentepoco saben <strong>de</strong> medio ambiente y semueven en expresiones espaciales, que poco y nadatienen que ver con la ecología urbana. Esa ha sido lahistoria <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> estas ciuda<strong>de</strong>s. Por ello que sehace necesario realmente, sobre la base <strong>de</strong> los consabidosy repetidos diagnósticos, enfrentar el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s en forma distinta a lo realizado hastala fecha.En el proyecto “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y medio ambienteen la América Latina”, Jorge Wilheim abordódirectamente el problema ambiental <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>metropolización, ejemplificándolo también con lametrópolis <strong>de</strong> Sao Paulo (Wilheim, 1980). A<strong>de</strong>más<strong>de</strong> analizar las causas que generaron el proceso <strong>de</strong>metropolización, este autor planteó los efectos ambientalesnocivos: <strong>de</strong>sforestación, erosión, contaminacióndoméstica <strong>de</strong>l propio suelo, contaminación <strong>de</strong>las aguas, y contaminación <strong>de</strong>l aire.En 1980 este autor estableció dos escenarios alternativos:el primero, la continuación <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia a lametropolización <strong>de</strong> los <strong>de</strong>cenios <strong>de</strong> los sesenta y setenta.El segundo, una alteración sustancial en lascausas <strong>de</strong> la emigración para disminuir la tasa <strong>de</strong>incremento poblacional. Sin embargo no se inclinópor ninguna <strong>de</strong> las alternativas, sino que vislumbrómuy acertadamente hacia don<strong>de</strong> iba la sociedad paulista,que en gran parte se asemeja a lo que hoy díaexiste.Afirmó: “se ha consi<strong>de</strong>rado ya la importancia <strong>de</strong> losaspectos mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> la gran ciudad, los cuales revelanun estilo <strong>de</strong> vida copiado <strong>de</strong> los países industrializados.Dicho estilo <strong>de</strong> vida es cada vez más firme, enla medida que las empresas transnacionales dominanlos mercados latinoamericanos <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> consumo.La mo<strong>de</strong>rnización es una ten<strong>de</strong>ncia que correspon<strong>de</strong>a la teoría <strong>de</strong>l intervalo ( gap theory); segúnésta, los países en <strong>de</strong>sarrollo adoptarán como mo<strong>de</strong>loi<strong>de</strong>al el estilo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> un país industrializado. Ytoda la política económica se esfuerza por aproximarsea dicha situación mo<strong>de</strong>lo, inicialmente a través <strong>de</strong>la importación <strong>de</strong> productos, y luego <strong>de</strong> la importación<strong>de</strong> la tecnología, los insumos y las máquinasnecesarias para la producción <strong>de</strong> los mismos”. Lageneración <strong>de</strong> este crecimiento por mo<strong>de</strong>rnizaciónterminó por crear en el mundo una especie <strong>de</strong> archipiélago<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización, cuyas “islas”, en un océano<strong>de</strong> sub<strong>de</strong>sarrollo, están constituidas por pequeñossectores <strong>de</strong> altos ingresos que existen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lassocieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los países periféricos”.Jorge Wilheim <strong>de</strong>finió <strong>de</strong>sarrollo y “mo<strong>de</strong>rnización”como conceptos totalmente diferentes, planteandoque el segundo apunta a objetivos opuesto a lo que<strong>de</strong>fine por auténtico <strong>de</strong>sarrollo: crecimiento <strong>de</strong> laeconomía, con el fin <strong>de</strong> garantizar empleo; aumentoen el nivel <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida; y búsqueda <strong>de</strong> laequidad social, que implica una distribución másjusta <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s, beneficios e ingresos.


entre los que se <strong>de</strong>staca la complejidad <strong>de</strong> los sistemas<strong>de</strong> transporte, han canalizado el <strong>de</strong>bate haciaestos temas <strong>de</strong>jando en la penumbra la temática ambiental.Por otra parte, hay que reconocer que la localización<strong>de</strong> la inmensa mayoría <strong>de</strong> la ciuda<strong>de</strong>s no haseguido un patrón ambiental sino que ha respondidoa otras causales, fertilidad <strong>de</strong>l suelo, mejor accesomarítimo o fluvial, cercanías a gran<strong>de</strong>s centros mineros,disponibilidad <strong>de</strong> agua. La complejidad <strong>de</strong>l temaes evi<strong>de</strong>nte.La incorporación plena <strong>de</strong> la dimensión ambiental enla gestión urbana es un <strong>de</strong>safío mayor que hay queagregar a los anteriormente planteados. No se trata <strong>de</strong>establecer los <strong>de</strong>safíos urbanos agregando la <strong>de</strong>seabilidad<strong>de</strong> incorporar a las ciuda<strong>de</strong>s a un <strong>de</strong>sarrollosustentable. Enmascarar la temática ambiental urbana<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las consabidas in<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollosustentable, es quitarle el peso que necesariamente<strong>de</strong>biera tener el tema ambiental.nacen <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> potenciar los recursos existentescomo el clima, la geomorfología y los nichos<strong>de</strong> flora y fauna. Redireccionar la expansión urbanaminimizando el costo ecológico y ambiental <strong>de</strong> ella.Manejar en forma a<strong>de</strong>cuada los residuos domésticose industriales. Disminuir los riegos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> loseventos naturales. Planificar a<strong>de</strong>cuadamente sobre labase <strong>de</strong> un real conocimiento <strong>de</strong> la ecología <strong>de</strong> cadaciudad.Sin abordar esos <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> los conflictosy <strong>de</strong> las armonías ambientales que existen en cualquierciudad, no se podrá afirmar que las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>América Latina transitan por las sendas <strong>de</strong> la sustentabilidadambiental. Las trampas semánticas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollosustentable podrían llevar a serios equívocos enla interpretación <strong>de</strong> la incorporación <strong>de</strong> la dimensiónambiental en la gestión urbana.La evolución <strong>de</strong> las metrópolis en la región va tomandolas formas <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>sarrollados, don<strong>de</strong>los ciudadanos no luchan por estar en la ciudad o enel campo, sino que aspiran a poseer un “medio ambiente”que satisfaga sus necesida<strong>de</strong>s. Y este medioambiente se empieza a construir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>la conciencia ecológica, en la esfera i<strong>de</strong>ológica, hastalas realizaciones urbanas concretas, en la esfera tangible.Un enfoque medianamente ambiental <strong>de</strong>bería introducirtoda la temática <strong>de</strong> la gestión ambiental <strong>de</strong> laexpansión urbana, sobre la base <strong>de</strong> un acabado conocimiento<strong>de</strong>l comportamiento disclimáxico <strong>de</strong> ecosistemaen que está inserta la ciudad y <strong>de</strong> su influenciaen los ecosistemas contiguos.El enfoque ambiental <strong>de</strong>be necesariamente analizar elcomportamiento sistémico <strong>de</strong> la ciudad, sobre la base<strong>de</strong> sus flujos tanto <strong>de</strong> personas como <strong>de</strong> insumos,productos y residuos. ¡Cuántos déficit se constatan enlos urbanistas que soslayan estos planteamientos!Casi nada se avanzó en la región en los últimos veinticincoaños.Los nuevos <strong>de</strong>safíos ambientales para las ciuda<strong>de</strong>s


Hernán Durán en el proyecto “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo ymedio ambiente en la América Latina”, hizo un profundoanálisis <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la industria manufacturera<strong>de</strong> la región (Durán H., 1980). Allí <strong>de</strong>stacóel rol que habían jugado las industrias en el proceso<strong>de</strong> expansión urbana y, en especial en el proceso <strong>de</strong>concentración <strong>de</strong> la actividad económica. “Por unlado, el cambio en la estructura productiva hacia elpredominio <strong>de</strong> las industrias <strong>de</strong> bienes intermedios ymetalmecánica ha hecho que se produzca un cambiocuantitativo fundamental. Las industrias <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong>bienes intermedios y en especial las petroquímicas secaracterizan por un riesgo <strong>de</strong> contaminación <strong>de</strong> tipotóxico. Por su parte las industrias <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> consumono dura<strong>de</strong>ros se caracterizan por un tipo <strong>de</strong> contaminaciónque por un lado absorben el oxígeno <strong>de</strong> lasaguas, y por otro impi<strong>de</strong> el paso <strong>de</strong> los rayos solares,lo cual influye en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la flora en el medioacuoso”.Los vaticinios hechos hace veinticinco años atrás porHernán Durán sobre el impacto <strong>de</strong> la industrializaciónen el medio ambiente, en especial hídrico, sobrelos patrones <strong>de</strong> expansión urbana y sobre las formas<strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong>l espacio, fueron acertados. Su trabajotuvo una clara complementación con el <strong>de</strong> AlbertoUribe y Francisco Szwekely, que analizaron el tema<strong>de</strong>l efecto ambiental <strong>de</strong> la localización industrial(Uribe, y Szwekely, 1980).Un planteamiento <strong>de</strong> estos autores, muy poco frecuenteen esa época, fue el siguiente: “La industrializaciónlatinoamericana se ha caracterizado por llevarsecabo in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las característicasfuncionales <strong>de</strong> los ecosistemas o consi<strong>de</strong>rando a estosparcialmente como simples suministradores <strong>de</strong> insumosindustriales (agua, aire, minerales, ma<strong>de</strong>ra, mano<strong>de</strong> obra, etc.). Esta situación ha generado problemasgraves que sólo pue<strong>de</strong>n ser controlados o corregidoscon una estrategia <strong>de</strong> industrialización compatiblecon una or<strong>de</strong>nación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>l territorio. Esevi<strong>de</strong>nte que en última instancia la viabilidad <strong>de</strong> esteor<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la situación socioeconómico–política<strong>de</strong> cada país y, específicamente, <strong>de</strong> laestructura imperante <strong>de</strong> la propiedad <strong>de</strong> la tierra ycontrol <strong>de</strong> los recursos”.No obstante los tímidos esfuerzos para or<strong>de</strong>nar laexpansión industrial, la forma caótica y poco ambientalcon que se <strong>de</strong>sarrolló en los últimos veinticincoaños fue muy similar a los años anteriores. La expansiónindustrial se realizó básicamente en las gran<strong>de</strong>sciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la región, y en alguno <strong>de</strong> los países sóloen la metrópolis capitalina.Siguió primando el criterio <strong>de</strong> asentar las industriasdon<strong>de</strong> hubiera la mayor oferta <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra conciertos grados <strong>de</strong> calificación y don<strong>de</strong> existiese unaoferta asegurada <strong>de</strong> servicios básicos. Siguió en consecuenciaconcentrándose en las gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s.No obstante aplicarse medidas ambientales en la gestión<strong>de</strong> la empresa, <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> las nuevas legislacionespuestas en marcha, no se localizó o relocalizóla industria sobre la base <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namientoterritorial. Se asumió la condición dada y setrató <strong>de</strong> enmendar problemas sobre la base <strong>de</strong> la expansiónanterior. Más aún en ciuda<strong>de</strong>s con más <strong>de</strong> unmunicipio o división administrativa similar, la competenciapor radicar industrias en muchas ocasionesincidió en rebajar los estándares ambientales.En algunas ocasiones, por iniciativa pública o privada,se crearon parques industriales, pero a la granmayoría <strong>de</strong> ellos se los localizó en las áreas previamente<strong>de</strong>terminadas por la expansión natural <strong>de</strong> laindustria. Muchos <strong>de</strong> estos parques se construyerondotándolos <strong>de</strong> servicios ambientales, pero no pocosse constituyeron en islas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s áreas <strong>de</strong>expansión industrial caótica.El patrón <strong>de</strong> expansión industrial ha continuado influyendoen la configuración <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s. No haycasi salidas viales <strong>de</strong> una gran ciudad <strong>de</strong> AméricaLatina que no se constituya en un cordón industrial.


Indudablemente que existen iniciativas logradas entérminos <strong>de</strong> crear áreas <strong>de</strong> expansión industrial, peroellas aún no tienen el peso en el contexto <strong>de</strong> la expansiónindustrial global. Incluso en varias <strong>de</strong> estas áreasnuevas, no siempre las consi<strong>de</strong>raciones que han primadopara la localización han sido ambientales. Elmedio ambiente, aunque importante ha <strong>de</strong>jado paso aotras consi<strong>de</strong>raciones como la especulación <strong>de</strong>l suelo. Don<strong>de</strong> realmente ha habido un notable cambio en losúltimos veinticinco años en la región es con relacióna la incorporación <strong>de</strong> medidas ambientalmente mása<strong>de</strong>cuadas en los procesos productivos y <strong>de</strong> transformación<strong>de</strong> las industrias. El salto ha sido tan notableque ha <strong>de</strong>jado en la sombra a otros procesos que suce<strong>de</strong>nen los territorios latinoamericanos.Y éste es un tema no menor que <strong>de</strong>be analizarse concuidado. La globalización ha intensificado la penetracióny la integración <strong>de</strong> la industrial transnacional.Los patrones <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> las transnacionaleshan influido para que las industrias <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> laregión, integradas a éstas, adopten incorporacionesambientales a sus procesos productivos, acor<strong>de</strong> conlas pautas originadas en los países <strong>de</strong>l norte.Es obvio que en la actualidad no todas las industriashan seguido las nuevas pautas productivas, pero lainfluencia para introducir procesos y producción limpiay para certificarlos aumentan en términos exponenciales.A<strong>de</strong>más, los nuevos tratados comercialesinfluyen para que los productos se trancen en losmercados sobre la base <strong>de</strong> costos ambientales equivalentes.Los peligros <strong>de</strong> acusaciones <strong>de</strong> dumping estánpermanentemente presentes.La globalización y la penetración <strong>de</strong> la modalidadneoliberal han encuadrado la temática ambiental <strong>de</strong> laregión. La penetración <strong>de</strong>l neoliberalismo se cimentaen la homogenización <strong>de</strong> las pautas <strong>de</strong> consumo y <strong>de</strong>producción. El vehículo ha sido la fuerza <strong>de</strong> las iniciativasambientales en los procesos <strong>de</strong> industrialización.Pareciera que no existe otra preocupación en laregión que cumplir con los mandatos <strong>de</strong> los exigentesmercados internacionales; y ellos, evi<strong>de</strong>ntemente,privilegian a la industria.Esta situación se constata en las agendas nacionalesambientales. Aunque se mencionan una serie <strong>de</strong> políticasque tienen que ver con los procesos que se danen el ámbito agrícola rural, o que se hace hincapié enlas áreas protegidas, los recursos y los esfuerzos secentran fundamentalmente en la industria y el comerciointernacional. Obviamente que estas exógenaspautas son coherentes con los esfuerzos <strong>de</strong> los gobiernospara no quedar fuera <strong>de</strong> la globalización.A similitud <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en los países llamados<strong>de</strong>sarrollados han cundido en la región la extensión<strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> certificación, principalmente através <strong>de</strong> las ISO 14.000. Esta certificación se realizaa través <strong>de</strong> empresas ambientales que preparan a lasindustrias y otras que las realizan. No han habidoreales evaluaciones <strong>de</strong> la eficiencia <strong>de</strong> los procesos,pero ya aparecen algunos cuestionamientos al realimpacto <strong>de</strong> ellas.En primer lugar, muchas empresas certificadorasactúan a través <strong>de</strong> sus subsidiarias. El control <strong>de</strong> laeficiencia y la seriedad <strong>de</strong> éstas es muy variable, loque pone un manto <strong>de</strong> duda sobre la calidad y veracidad<strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> las certificaciones.Por otra parte, aparecen muchas certificaciones nacionalesrealizadas en base a las normativas propias<strong>de</strong> cada país. Pero existen gran<strong>de</strong>s diferencias entrepaíses con relación a sus normativas ambientales, yalgunos, sobre la base <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> gradualidadpara incorporar normas ambientales, tienen patronesmuy laxos y lejanos <strong>de</strong> las normas internacionales.No obstante estos problemas, parece ser que los procesos<strong>de</strong> certificación mirados globalmente, han mejoradola situación <strong>de</strong> importantes sectores <strong>de</strong> la industria<strong>de</strong> la región. Paralelamente en algunos paíseshan puesto en funcionamiento “acuerdos <strong>de</strong> producciónlimpia” con sectores industriales. Sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><strong>de</strong>sconocer que también suman, sus resultados estánmucho más en duda que las certificaciones, pues no


se ponen en práctica medidas <strong>de</strong> control <strong>de</strong>l cumplimiento<strong>de</strong> los propósitos firmados. Varios <strong>de</strong> estosacuerdos, no sólo han involucrado a las gran<strong>de</strong>s industriassino que han entrado segmentos <strong>de</strong> industriasmedianas y pequeñas.Paulatinamente la brecha entre las gran<strong>de</strong>s empresasindustriales y las pequeñas y medianas se va acrecentandocon relación a la gestión ambiental. La grancantidad, dispersión e incluso in<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> loque existe, ha hecho muy difícil el trabajo con ellas.Hay muy pocos trabajos integrales en la región queapunten hacia una <strong>de</strong>tallada evaluación <strong>de</strong> cuál es larealidad ambiental <strong>de</strong> esas empresas. Obviamente,don<strong>de</strong> más se ha avanzado es en el campo industrial.Últimamente la CEPAL, a través <strong>de</strong> su División <strong>de</strong>Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos, víaestudio <strong>de</strong> seis países casos, ha enfocado <strong>de</strong> la ampliación<strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> las pymes en función<strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> bienes y servicios para elmejoramiento ambiental <strong>de</strong> ellas (Leal, 2003). Estosimportantes trabajos, tiene un doble propósito: poruna parte, tener un diagnóstico ambiental <strong>de</strong>l sectorpara propiciar medidas <strong>de</strong> incorporación <strong>de</strong> gestiónambiental, y, por otra, analizar las perspectivas <strong>de</strong>activida<strong>de</strong>s empresariales <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> bienes y servicios ambientales para el sector.Estos estudios están inscritos en el ámbito <strong>de</strong>l ProyectoCEPAL/Sociedad Alemana <strong>de</strong> CooperaciónTécnica (GTZ), “I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> áreas <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>n el sector ambiental <strong>de</strong> América Latina y elCaribe”. Es un proyecto <strong>de</strong> importantes proyeccionesen la región que ha avanzado en los casos <strong>de</strong> Colombia,México y Chile (Domínguez, 2003; Van Hoof,2003 y Leal, 2003). La pérdida <strong>de</strong> la biodiversidad ha sido consecuencia<strong>de</strong> la modalidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo adoptada, a la que se leha sumado, por una parte, la intensificación <strong>de</strong> losprocesos <strong>de</strong> artificialización ecosistémica, unida a laintroducción <strong>de</strong> nuevas y más eficientes tecnologías<strong>de</strong> cosecha ecosistémica y la progresiva artificialización<strong>de</strong> los ecosistemas <strong>de</strong> la región, en particular, losque aumentan sostenidamente sus poblaciones.América es el continente que posee el mayor acervo<strong>de</strong> biodiversidad <strong>de</strong>l planeta. Sin embargo <strong>de</strong>saparecesu biodiversidad a una tasa realmente catastrófica.Hace veinticinco años atrás se señaló este problema yse <strong>de</strong>stacaron algunas políticas para neutralizarlo.En el proyecto “Estilos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y medio ambienteen la América Latina” se hizo un análisis histórico<strong>de</strong>l <strong>de</strong>terioro y <strong>de</strong> la transformación ecosistémicaa través <strong>de</strong>l estudio realizado por Nicolo Gligoy Jorge Morello (Gligo y Morello, 1980). Allí se señalala larga historia <strong>de</strong> cambios en los principalesecosistemas <strong>de</strong> la región.A<strong>de</strong>más, mucha <strong>de</strong> la explicación <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> labiodiversidad en la región <strong>de</strong> pue<strong>de</strong> obtener <strong>de</strong> lalectura <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> Nicolo Gligo sobre mo<strong>de</strong>rnización<strong>de</strong> la agricultura (Gligo, 1980). Otro aporte realizadoen esa época lo constituye el trabajo <strong>de</strong> SergioSalcedo y José Ignacio Leyton sobre el sector forestaly sus relaciones con el medio ambiente (Salcedo yLeyton, 1980).Las modificaciones <strong>de</strong> los ecosistemas marinos fueronplanteadas en el aporte <strong>de</strong> Constantino Tapiasobre el medio oceánico y la actividad pesquera(Tapia C., 1980).Muchos planteamientos que se hicieron en el proyectoapuntaban a tratar <strong>de</strong> conservar la biodiversidad.


Pero, no cabe la menor duda que la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucciónse intensificó. Surgieron acuerdo internacionales<strong>de</strong> conservación y casi todos los países <strong>de</strong> la regiónelaboraron sus propias estrategias <strong>de</strong> conservación.Sin embargo éstas no fueron ni eficientes ni eficaces.Las razones <strong>de</strong> los fracasos nuevamente retrotraen el<strong>de</strong>bate a lo que se había planteado hace un cuarto <strong>de</strong>siglo atrás: la fuerza <strong>de</strong>l estilo o modalidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrolloha sido <strong>de</strong>cisiva para a<strong>de</strong>centar el proceso <strong>de</strong><strong>de</strong>strucción unida a la falta <strong>de</strong> control <strong>de</strong> los factores<strong>de</strong>terminantes que inci<strong>de</strong>n en la <strong>de</strong>strucción. Por elloque es necesario profundizar en don<strong>de</strong> hacer hincapiéa futuro para abordar esta temática.Históricamente, América Latina ha basado su <strong>de</strong>sarrolloen la explotación <strong>de</strong> sus recursos naturales. Lasmodalida<strong>de</strong>s adoptadas, cual más cual menos, no hansido ambientalmente sustentable. En especial, en elsector agrícola y en las áreas rurales el costo ambiental<strong>de</strong> las transformaciones ha sido alto, afectando laconservación <strong>de</strong> la diversidad biológica.Des<strong>de</strong> la colonia hasta la actualidad los espacios nacionalesse han ido ocupando y artificializando <strong>de</strong>distintas formas. Los ecosistemas que se ocuparonmás tempranamente fueron los que poseían mayoresgrados <strong>de</strong> habitabilidad, por sus condiciones climáticas,geomorfológicos y <strong>de</strong> disponibilidad <strong>de</strong> agua,amén <strong>de</strong> las aptitu<strong>de</strong>s para cultivos agrícolas <strong>de</strong> primeranecesidad. Por esta razón los ecosistemas <strong>de</strong>territorios fértiles fueron modificados alterándose suflora y su fauna. Las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> insertaron en elcentro <strong>de</strong> estos ecosistemas y se expandieron rápidamente.La ciuda<strong>de</strong>s más aptas atrajeron más poblaciónincrementándose rápidamente sus poblacionessobre todo a en el siglo veinte.El paisaje no sólo cambió por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> asentamientoshumanos, sino que tuvieron gran influencialos ciclos <strong>de</strong> cultivos. Por otra parte, el bosque nativo,principal hábitat <strong>de</strong> la biodiversidad, retrocediónotoriamente en todos los países <strong>de</strong> América Latina.El paisaje se transformó, se especializó en muchasáreas, y en otras fue <strong>de</strong>teriorado por efectos <strong>de</strong> laerosión y la <strong>de</strong>sertificación <strong>de</strong> los suelos. De estaforma, el hábitat <strong>de</strong> muchas especies <strong>de</strong> flora y <strong>de</strong>fauna cambió o sencillamente <strong>de</strong>sapareció.El crecimiento <strong>de</strong> la agricultura no sólo tuvo unarepercusión horizontal al expandirse las áreas en explotación,sino que cambió la composición y la estructura<strong>de</strong> los ecosistemas al transformarlos, con elconsiguiente costo ambiental, en agrosistemas especializados.Uno <strong>de</strong> los principales e insoslayablescostos ambientales <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento agrícola,ha sido la pérdida <strong>de</strong> la biodiversidad.La mo<strong>de</strong>rnización introdujo varieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> alto rendimientoque, a su vez, <strong>de</strong>splazaron varieda<strong>de</strong>s tradicionalesy a especies parientes silvestres. Por otraparte, uno <strong>de</strong> los componentes básicos <strong>de</strong>l paquetetecnológico ha sido el pesticida. El uso intensivo <strong>de</strong>ellos ha tenido repercusiones en las plantas silvestressobre todo cuando se esteriliza el medio. Mayor importanciaaún ha tenido el uso <strong>de</strong> plaguicidas pues enmuchas ocasiones sus efectos han sino indiscriminados.No se ha evaluado con exactitud el efecto <strong>de</strong> losplaguicidas en muchas especies <strong>de</strong> fauna, en especial<strong>de</strong> insectos, pero no cabe duda que han tenido unimportante efecto en los componentes animales.La explotación <strong>de</strong> bosque nativo, orientado a la producción<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ras, en la mayoría <strong>de</strong> los casos hasido hecha con métodos que no son sustentables conla consiguiente pérdida <strong>de</strong> hábitat <strong>de</strong> la biodiversidad.Muchas veces el bosque ha sido sencillamentecosechado, y otras, ha sido sometido a un intensofloreo.La producción <strong>de</strong> leña ha sido el otro factor importante<strong>de</strong> explotación comercial <strong>de</strong> bosque nativo. Laleña se utiliza tanto en la industria como en la comercializaciónpara fines <strong>de</strong> uso doméstico. Obviamenteque constituye un factor claro <strong>de</strong> pérdida y <strong>de</strong>terioro,agravándose año a año por el incremento <strong>de</strong>l consumoy la ausencia <strong>de</strong> medidas efectivas para un a<strong>de</strong>cuadocontrol.Los procesos <strong>de</strong> producción ma<strong>de</strong>rera forestal <strong>de</strong>rivado<strong>de</strong> las plantaciones han influido en la pérdida <strong>de</strong> la


iodiversidad <strong>de</strong>bido al reemplazo <strong>de</strong>l ecosistemaoriginal por un silvosistema monoespecífico, quemodifica e incluso elimina el hábitat <strong>de</strong> numerosasespecies animales y vegetales. El efecto más perjudicialse produce cuando las plantaciones se han establecidosustituyendo bosque nativo. Por otra parte,cuando ha habido brotes <strong>de</strong> plagas la aplicación <strong>de</strong>plaguicidas ha tenido su consecuente efecto en losinsectos <strong>de</strong>l área en que se ha aplicado control.Tal como se ha <strong>de</strong>jado establecido en los últimosinformes globales, las mayores amenazas al resguardoy mantención <strong>de</strong> los ecosistemas marino–costerosson los impactos humanos directos y particularmentelos efectos <strong>de</strong> las pesquerías, cuyas modificacionesen tamaño poblacional <strong>de</strong> las especies objetivos estángenerando cambios en las comunida<strong>de</strong>s marinas quees imposible <strong>de</strong> monitorear a escalas espaciales enque se <strong>de</strong>sarrollan las pesquerías.En general la actividad minera tiene un impacto directomuy limitado, <strong>de</strong>bido a que mirada en una escalageneral, es una actividad muy puntual. Sin embargo,sobre todo en las áreas áridas o semi áridas, tieneimportancia. Un problema grave es el <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> losnumerosos relaves abandonado que existe en la región.La gran mayoría han seguido contaminando alsuelo y a los cursos <strong>de</strong> agua, afectando la biodiversidad,tanto <strong>de</strong>l área ocupada y su entorno, como la <strong>de</strong>los cursos <strong>de</strong> aguas.La producción acuícola, principalmente la producción<strong>de</strong> camarones en los manglares y el cultivo <strong>de</strong>lsalmón, ha alterado los ecosistemas lacustres y lasáreas marinas, principalmente fiordos cerrados <strong>de</strong>poca renovabilidad <strong>de</strong>l agua. Los cultivos han influidoen el cambio <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> estos ecosistemas,ya sea a través <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> hormonas y nutrientesque se han esparcido en espacios utilizados afectandoen no pocas ocasiones a la biodiversidad existente enlos lechos <strong>de</strong> aguas señalados.La extracción selectiva <strong>de</strong> flora tiene principalmentedos causas originarias. Por una parte, la recolección<strong>de</strong> hierbas, especialmente medicinales. Por otra parte,la reducción <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas especies, en particulararbóreas, el llamado floreo, o extracción selectivapara uso productivo. En este proceso se van extrayendoespecies arbóreas, lo que repercute, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>lefecto en el número <strong>de</strong> la especie sustraída, en laestructura <strong>de</strong>l bosque y en la alteración <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadosatributos ecosistémicos.La caza ha repercutido en la disminución o inclusoagotamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas especies animales. Inclusoalgunas han llegado a la categoría “en peligro<strong>de</strong> extinción”. La caza tiene origen en tres distintasvertientes. En primer lugar, la dirigida a la extraccióncomercial <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> pieles y carne; en segundolugar, la caza <strong>de</strong>portiva y en tercer lugar la realizadapara la alimentación <strong>de</strong>l campesino.Obviamente, que no sólo disminuye la cantidad <strong>de</strong> laespecie extraída sino que siempre hay un grado <strong>de</strong>afectación <strong>de</strong> los ecosistemas <strong>de</strong>bido a la ruptura <strong>de</strong>las ca<strong>de</strong>nas tróficas.La producción energética, como factor <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong>la biodiversidad, actúa a través <strong>de</strong> dos procesos principales.Por una parte, la producción <strong>de</strong> leña comocombustible industrial y doméstico <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> laexplotación <strong>de</strong>l bosque nativo repercute <strong>de</strong>teriorándolo.Por otra parte, la producción energética <strong>de</strong>rivada<strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> represas, elimina la biodiversida<strong>de</strong>n el área inundada y altera las condiciones<strong>de</strong>l entorno. Las sabanas y las tundras también sonseriamente afectadas en función <strong>de</strong> la extracción <strong>de</strong>recursos para producir energía. El consumo y agotamiento<strong>de</strong> yaretales en el Altiplano es una muestra <strong>de</strong>ello.Obviamente que la concentración poblacional enasentamientos humanos influye para cambiar el ecosistemaen que está inserto y para modificar el entorno.Todas las ciuda<strong>de</strong>s se expan<strong>de</strong>n sobre la base <strong>de</strong>la disminución <strong>de</strong> los ecosistemas <strong>de</strong> su entorno. Pero,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> éste, el factor que más influye en lapérdida <strong>de</strong> la biodiversidad es el que dice relacióncon los residuos producidos por la actividad humana.Los residuos industriales y domésticos contaminan elentorno y <strong>de</strong>terioran los ecosistemas afectados. Notablees lo que suce<strong>de</strong> en el bor<strong>de</strong> costero, en don<strong>de</strong>todo tipo <strong>de</strong> contaminación se produce por efectos <strong>de</strong>los residuos que llegan al mar.


Las distintas estrategias que se han elaborado en lospaíses <strong>de</strong> la región, sólo han mostrado cierta efectivida<strong>de</strong>n la conservación se áreas protegidas. Y no podríaser <strong>de</strong> otra manera ya que en las áreas protegidasse pue<strong>de</strong> ejercer medidas <strong>de</strong> control y <strong>de</strong> conservación.Sin embargo, son numerosos los territorios <strong>de</strong>América Latina que aparecen sólo en los mapas y enla realidad no tienen medidas <strong>de</strong> protección, son tierras<strong>de</strong> cultivo campesino, o incluso están a merced<strong>de</strong> la cosecha ecosistémica <strong>de</strong> cualquier colono.otro intento fallido. Las numerosas discusiones académicassobre las formas <strong>de</strong> valorizar económicamentela biodiversidad han mostrado lo lejos que seestá <strong>de</strong> instrumentos realmente efectivos. Los supuestose inexactitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> métodos que <strong>de</strong>benvalorizar bienes <strong>de</strong> la naturaleza que no están en elmercado, pue<strong>de</strong> llevar a impulsar sistemas <strong>de</strong> muypoca eficiencia y eficacia.Dado a modalidad tan marcadamente insustentablecon relación a la conservación <strong>de</strong> la biodiversidad,cabe preguntarse hacia don<strong>de</strong> habría que encaminarlos esfuerzos para evitar caer en pseudo estrategiasque no pasan a ser más que <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> buenos<strong>de</strong>seos.El primer tema que aparece es el <strong>de</strong> las áreas protegidas,dado el control que se pue<strong>de</strong> ejercer sobre ellas.Aquí los <strong>de</strong>safíos son muchos y parten <strong>de</strong> una a<strong>de</strong>cuadaplanificación y representatividad hasta unamayor jerarquización <strong>de</strong> la conservación <strong>de</strong> la biodiversidad.El otro tema es el referente a las políticas <strong>de</strong> control<strong>de</strong> comercialización <strong>de</strong> flora y fauna. Aquí pesa muchola experiencia acumulada en los CITES. Seríaconveniente traspasar esta experiencia para la fundación<strong>de</strong> CITES nacionales, con reglas específicas ycon medidas, muchas <strong>de</strong> las cuales podrían estar insertasen el actual CITES. Estas estructuras no pue<strong>de</strong>nconcretarse sin contar con una estructura <strong>de</strong> participaciónciudadana, sobre todo <strong>de</strong> consumidores,acompañada <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> educación y <strong>de</strong> extensión.Es un gran <strong>de</strong>safío planteado.La elaboración <strong>de</strong> programas específicos para especiesy géneros <strong>de</strong> flora y <strong>de</strong> fauna, <strong>de</strong>biera contribuira medidas <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong> mayor eficiencia quelas actuales.La moda <strong>de</strong> impulsar instrumentos económicos, enespecial <strong>de</strong> mercado, para esta temática podría ser


Tal como lo afirmaron Alicia Bárcena y Carlos <strong>de</strong>Miguel, “la Cumbre <strong>de</strong>l Milenio celebrada en NuevaYork en 2000 marcó el inicio <strong>de</strong> un nuevo ciclo <strong>de</strong>conferencias mundiales con modalida<strong>de</strong>s distintas <strong>de</strong>negociación, caracterizadas por la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>acuerdos concretos expresados en metas cuantitativasy temporales específicas”. (Bárcena, y <strong>de</strong> Miguel,2003). Las Metas <strong>de</strong>l Milenio, sobre temas <strong>de</strong> urgenciasocial, a su vez, crearon la necesidad <strong>de</strong> estudiar yplantear el necesario financiamiento para alcanzarlasy para asegura la sostenibilidad económica, social yambiental.Muy poco se había avanzado en la temática <strong>de</strong> lasostenibilidad ambiental hace veinticinco años atrás.Las exigencias <strong>de</strong> Estocolmo se fueron diluyendo yningún planteamiento redistributivo global se puso enpráctica, salvo aislados esfuerzos <strong>de</strong> algún país europeo.En la Cumbre <strong>de</strong> la Tierra <strong>de</strong> 1992, la Conferencia <strong>de</strong>las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo,se <strong>de</strong>mandó a los países <strong>de</strong>sarrollados a quecumpliesen la meta <strong>de</strong>l 0,7% <strong>de</strong>l PIB para asistenciaoficial para el <strong>de</strong>sarrollo. Sin embargo éstos nuncaestuvieron dispuestos a cumplirla.Hace un cuarto <strong>de</strong> siglo atrás el tema <strong>de</strong>l financiamientopara el medio ambiente (no para el <strong>de</strong>sarrollosustentable), estaba muy lejos <strong>de</strong> las agendas <strong>de</strong> lospaíses. No se tenía muy claro cuales eran las necesida<strong>de</strong>s,ni los países habían profundizado metodologíaspara estimar el financiamiento ambiental. En eseentonces todo se centraba en la discusión para ponercomo solución previa a los problemas ambientales <strong>de</strong>la región, la necesidad urgente <strong>de</strong> disminuir la pobreza.Un avance importante en la concreción <strong>de</strong>l financiamiento,tal como lo señalan Alicia Bárcena y Carlos<strong>de</strong> Miguel, fue la Cumbre <strong>de</strong> Monterrey, o ConferenciaInternacional sobre la Financiación <strong>de</strong>l Desarrollo,realizada en 2002. Dicen estos autores: “en dichaCumbre se dio un gran impulso a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo como elemento <strong>de</strong>stacado <strong>de</strong> la agendaglobal y al concepto <strong>de</strong> una alianza mundial a favor<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo. La amplia agenda <strong>de</strong> financiamientopara el <strong>de</strong>sarrollo, en la que se incluye la movilización<strong>de</strong> recursos a nivel nacional, la inversión extranjeradirecta y otras fuentes privadas <strong>de</strong> recursos, laasistencia oficial para el <strong>de</strong>sarrollo, el comercio, elalivio <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda y aspectos sistémicos,ofreció las bases para analizar posibles formas <strong>de</strong>superar la pobreza y enfrentar los obstáculos que loimpi<strong>de</strong>n”.Hubo compromisos muy importantes en la Cumbre<strong>de</strong> Monterrey, pero, no cabe duda que el que marcóclaramente a este evento fue el anuncio <strong>de</strong> EstadosUnidos y <strong>de</strong> la Unión Europea <strong>de</strong> incrementar la asistenciaoficial para el <strong>de</strong>sarrollo en 12.000 millones <strong>de</strong>dólares a partir <strong>de</strong> 2006. Con optimismo se pensó queestas cifras, <strong>de</strong> alguna forma, irían a influir en la sustentabilidadambiental <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo. Nada se dijo <strong>de</strong>las contradicciones entre el medio ambiente y la modalidad<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo prevaleciente en América Latina.La ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los últimos años había sido hacia ladisminución <strong>de</strong> la ayuda oficial para el <strong>de</strong>sarrollo, ycada año se alejaba más <strong>de</strong> los compromisos <strong>de</strong> laCumbre <strong>de</strong> la tierra, pero los planteamientos <strong>de</strong> Monterreyparecieron alterar esta ten<strong>de</strong>ncia. Como afirmanAlicia Bárcena y Carlos <strong>de</strong> Miguel, “... la Cumbre<strong>de</strong> Monterrey representó un <strong>de</strong>finitivo punto <strong>de</strong>inflexión en los esfuerzos por revertir la ten<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>clinante en la AOD” (Ayuda Oficial para el Desarrollo).Lo que señalan muy bien estos autores es que paracumplir las Metas <strong>de</strong>l Milenio y las que se acordaronen la Cumbre <strong>de</strong> Johannesburgo, como abastecimiento<strong>de</strong> agua, energía, salud, biodiversidad y or<strong>de</strong>namiento<strong>de</strong>l ecosistema, agricultura, no basta el porcentaje(entre 3 y 5%) que se <strong>de</strong>stina a los temas vinculadoscon el <strong>de</strong>sarrollo sustentable.En los últimos años los aportes al medio ambiente <strong>de</strong>organismos financieros internacionales empezaron a


tomar fuerza. Los autores antes citados afirman: “lasinstituciones financieras internacionales han mostradoimportantes avances en lo que respecta a tener encuenta los efectos ambientales <strong>de</strong> la concesión <strong>de</strong>préstamos y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> proyectos. Prácticamentetodas estas instituciones, tanto internacionales comoregionales y subregionales, han ido estableciendoprogresivamente directrices ambientales que ayudana evaluar los riesgos relacionados con el medio ambienteantes <strong>de</strong> aprobar un proyecto”. Alguno <strong>de</strong> losfondos <strong>de</strong> estudio ambiental han <strong>de</strong>bido ser utilizadospara arreglar impactos negativos provocados por proyectos<strong>de</strong> las propias instituciones <strong>de</strong> financiamientointernacional.Párrafo aparte merece el financiamiento nacional.“Las políticas <strong>de</strong> financiamiento interno para el <strong>de</strong>sarrollosostenible han evolucionado con mucha lentitud,reflejando la <strong>de</strong>bilidad que sufren todavía lasinstituciones correspondientes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los aparatosestatales”. El gasto ambiental total en la última décadano ha superado el 1% <strong>de</strong>l PIB y el gasto públicocasi nunca supera el 3% <strong>de</strong>l gasto público total. Apesar <strong>de</strong> los avances metodológicos para medir estegasto, aún queda mucho por <strong>de</strong>lante, y es posibleafirmar que es muy difícil comparar estos gastos entrediferentes países.que muchas activida<strong>de</strong>s a financiar con fondos parael medio ambiente, podrían tener un efecto <strong>de</strong> retardoa corto plazo <strong>de</strong>l crecimiento económico.El gran <strong>de</strong>safío pues, al margen <strong>de</strong> hacer los esfuerzospara conseguir mayor participación en el financiamientoambiental tanto nacional como internacionalmente,será la búsqueda <strong>de</strong> soluciones económico–socialesque sean en sí mismas ambientalmentesustentables. Ello porque es muy difícil tener avancesen el medio ambiente <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región consi<strong>de</strong>randoel medio ambiente como un agregado enlas políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y buscando en financiamientopara abordar este agregado. En este contexto,siempre el financiamiento será insuficiente.Quizás, la búsqueda <strong>de</strong> un “estilo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo” planteadohace veinticinco años atrás perseguía solucionesintegrales, más que <strong>de</strong>sagregaciones <strong>de</strong> las distintasdimensiones, que hacían en esa época consi<strong>de</strong>raral medio ambiente en un rol secundario, consi<strong>de</strong>raciónque sigue vigente hoy día.Como afirman Alicia Bárcena y Carlos <strong>de</strong> Miguel,“los <strong>de</strong>bates en torno al financiamiento para el <strong>de</strong>sarrolloque culminaron en la Cumbre Mundial sobreDesarrollo Sostenible aún revela la ausencia <strong>de</strong> unpensamiento creativo en los enfoques que se adoptanpara ten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> contar con recursosadicionales para financiar la dimensión ambiental <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo sostenible”.A ello habría que agregar que, tal como se presentanlas cosas en América Latina, los recursos <strong>de</strong>stinadospara financiar la dimensión ambiental, siempre seránpostergados o reducidos en función <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas<strong>de</strong> recursos para <strong>de</strong>tener el hambre, o incrementar latasa <strong>de</strong> inversión para generar empleo e ingresos.Tanto nacionalmente como internacionalmente elmedio ambiente seguirá siendo consi<strong>de</strong>rado como elpariente pobre <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo. Máxime si se consi<strong>de</strong>ra


* John Mathews is Professor of Strategic Management for the Macquarie Graduate School of Management in Sydney, AustraliaJohn.Mathews@mq.edu.au


Traditional industrial <strong>de</strong>velopment pathways, that did not take into explicit consi<strong>de</strong>ration the issue of energy technologiesto be utilized, now imperil <strong>de</strong>velopment prospects around the world. As oil supplies approach their peak globally,and energy security becomes a major issue, so <strong>de</strong>veloping countries have everything to lose by simply following fossilfuelbased industrialization, and everything to gain by recasting their <strong>de</strong>velopment strategies around the prospects forrenewable energies and biofuels. This is now a feasible prospect, as shown dramatically by the Brazilian experience,now being replicated in many <strong>de</strong>veloping countries, including most notably in India and China. These three countries –the BICs – are now leading the <strong>de</strong>veloping world to a new energy future and a new pathway of industrial <strong>de</strong>velopment.This paper argues that the time is therefore ripe for <strong>de</strong>veloping countries, and <strong>de</strong>velopment agencies such as the WorldBank, to re-evaluate their stance on biofuels. The paper argues that a swing behind biofuels can unlock a chain reactionof favorable <strong>de</strong>velopmental processes – provi<strong>de</strong>d <strong>de</strong>veloping countries seize the initiative and set in place renewableenergy industry creation projects before the <strong>de</strong>veloped world has managed to shake itself out of its fossil fuel <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce.“China and India will soon be the main source of[greenhouse gas] emissions, and to avoid a hot and uncomfortableworld, there is no sensible alternative to nuclearenergy.”James Lovelock, author of the Gaia hypothesis“All renewables suffer from low areal <strong>de</strong>nsities… photosynthesishas too low a power <strong>de</strong>nsity (~0.6 W/m 2 ) for biofuelsto contribute significantly to climate stabilization.”M.I. Hoffert et al, Advanced technology paths to globalclimate stability: Energy for a greenhouse planet, Science,298 (Nov 2002), p 984“The biodiesel industry has acci<strong>de</strong>ntally invented theworld’s most carbon-intensive fuel.”George Monbiot, “Worse than fossil fuel”, The Guardian,6 December 2005The world is finally having the <strong>de</strong>bate over greenhousegas emissions and what to do about them thatwe should have been having a long time ago. Butmany of the most prestigious and revered contributorsto the <strong>de</strong>bate are getting things round the wrongway. Many, if not all commentators, see China andIndia as becoming the worst offen<strong>de</strong>rs in terms ofgreenhouse gas emissions, and thereby imply – or areexplicit – that they must be stopped to protect the restof us. Others simply assert, albeit in the refereedpages of Science, that biofuels cannot substitute forfossil fuels, although consi<strong>de</strong>ring evi<strong>de</strong>nce that, oncloser inspection, leaves out potentially vast resourcesin the <strong>de</strong>veloping world. But actually there isa quite different perspective, one that sees the threemain <strong>de</strong>veloping countries today – Brazil, India andChina – as the vanguard countries in the search forrenewable energies. From this perspective, it is theconjunction of concerns over the peaking of oil supplies,combined with the pressing concerns to reducegreenhouse gas emissions, that is leading Brazil, Indiaand China to <strong>de</strong>velop a totally novel approach tothe issue of renewable fuels, and biofuels in particular.By so doing they are driving their own industrial<strong>de</strong>velopment, in a way that offers exciting prospectsfor the rest of the <strong>de</strong>veloping world today. Far frombeing source of the world’s environmental problems,the <strong>de</strong>veloping countries, led by Brazil, India andChina, could instead be leading the world to a practicablesolution.The world is on the verge of a vast and dramaticsurge in investment in biofuels – starting with ethanol,and then moving rapidly to biodiesel and a rangeof other biologically produced liquid fuels. Whilesome companies in the US, Europe and Japan arealready <strong>de</strong>eply involved in biofuels and renewableenergies generally, and while the oil and automotiveindustries dither over their responses to these <strong>de</strong>velopments,the fact is that this is one technological


paradigm shift where the lead can be taken by the<strong>de</strong>veloping world. Governments and entrepreneurs inChina, India and Brazil in particular un<strong>de</strong>rstand betterthan anyone else that that they cannot hope toachieve full industrialization by simply following thesame unsustainable fossil fuel pathway pursued bythe <strong>de</strong>veloped world. If they burn coal, oil and gas atthe same rate as the <strong>de</strong>veloped world has done, theywill kill us all. More to the point, they well un<strong>de</strong>rstandthat they would be prevented by military threat– and by outright war – from attempting to do so.Renewable energy options for these countries thereforerepresent a compelling option.Until recently, it was the conventional wisdom thatrenewable energies would be a marginal and costlyalternative, that might make some headway over acentury or more as technologies improved. But thecase of Brazil and China and India shows that renewables– led by biofuels and in particular ethanol – arecompetitive here and now, and what’s more representan exceedingly attractive option for <strong>de</strong>veloping countries.The advantages for <strong>de</strong>veloping countries of ethanoland biodiesel over their fossil fuel counterparts astransport fuels are many, and inclu<strong>de</strong> the facts that: they are cheaper than oil; they provi<strong>de</strong> energy security as opposed to<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce on imports from unstable oil regimes; they burn more cleanly; they generate fewer greenhouse gases; they promote rural <strong>de</strong>velopment; they can generate new export industries for<strong>de</strong>veloping countries; even countries with a low level of science andtechnology can get a start with biofuels; and they promote South-South cooperation, led bycooperation and investment between Brazil,India and China.Strategizing around renewable energy is fundamentallydifferent from securing strategic supplies offossil fuels, in particular oil. To engage in globalstrategic games (with their <strong>de</strong>adly consequences inthe form of resource wars) in pursuit of security ofoil supplies is one thing – and China, India and Brazilare all playing that game, with increasing sophisticationand success, to the consternation of the US andits western allies. The key issues here are militarystrength, international political and military alliances,and diplomatic maneuvering.But to strategize around renewable energy sourcescalls for calculations of a quite different kind. Thiscalls for interventionist industry policies to kick-startnew renewable energy industries, such as those basedon growing and distilling biofuels; or on capturingsolar energy; or building wind farms and kickstartingdomestic industries to produce PV solar cellsand wind turbines. But more than this it calls for sophisticated<strong>de</strong>sign of the institutional settings inwhich a transition to utilization of renewable energymay be effected – from mandating the use of ethanolpetrolblends in motor vehicles, and extending suchmandates to diesel-powered machines, to mandatingrising proportions of electric power generation fromrenewable sources; to sophisticated tax measures thatoffer incentives to move towards energy conservationand efficient fuel usage and disincentives to inefficientfuel use (such as indiscriminate use of SUVs incities). The point is that strategizing around renewablesgoes to the heart of an industrial <strong>de</strong>velopmentstrategy – and one that is, moreover, tuned to thefundamentals of energy supply and <strong>de</strong>mand, ratherthan being framed in purely monetary terms.Brazil has taken an early lead in biofuels, driven byits huge domestic ethanol program that has seen itsuse as a blen<strong>de</strong>d fuel mandated by the fe<strong>de</strong>ral government,backed by early subsidies to sugar producersto enable them to produce ethanol as well assugar. Now Brazil has a thriving export industry forbiofuels, with firms operating bioreactors at its core.In these reactors a <strong>de</strong>cision to produce sugar or ethanolcan be taken on a daily basis, at the flick of aswitch, <strong>de</strong>pending on current world prices. In 2005Brazil started to replicate its success with bioethanolthrough a biodiesel program. Already by late 2006this program had generated 100,000 jobs in the northeastof the country, producing biodiesel from oilcrops such as castor oil and palm oil. The Brazilian


national energy company, Petrobras, introduced anew biodiesel product, dubbed H-Bio, produced atthe refinery, in 2006, the first in the world to do so.In the words of Brazil's minister of agriculture,Roberto Rodrigues, “Renewable fuel has been a fantasticsolution for us. And it offers a way out of thefossil fuel trap for others as well."China and India are Brazil’s largest export marketsfor ethanol, and are themselves rising fast as producers,now as 3rd and 4th largest ethanol producers inthe world, and rising fast in the biodiesel stakes aswell. Many other tropical <strong>de</strong>veloping countries, inAsia and in Central America, are also becoming activein biofuels. In promoting renewable energy futures,in their own interests, <strong>de</strong>veloping countries canthereby create a new agenda for solving the wi<strong>de</strong>rproblems of global warming. While many economistsand policy specialists have addressed themselves tothis issue, most see the <strong>de</strong>veloping world blindlyfollowing in the footsteps of the polluting <strong>de</strong>velopedcountries; few if any see <strong>de</strong>veloping countries as partof the solution. Herein lies the attractiveness of <strong>de</strong>velopingcountries, and <strong>de</strong>velopment agencies likethe World Bank, in getting behind biofuels and renewableenergies. By doing so, they take the lead inmoving the world to its <strong>de</strong>stined future in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncefrom fossil fuels – as envisaged by numerous scholars,and captured most effectively by the IIASA/WEC study, Global Energy Perspectives, publishedin 1998, as shown in Chart 1.The era when industrial <strong>de</strong>velopment strategies couldbe formulated without reference to energy sources, isover. When we look just at the <strong>de</strong>veloping countries,of the world’s 47 poorest, no fewer than 38 are netoil importers, and 25 are completely <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on oilimports – victims of commitments ma<strong>de</strong> during thetimes when the price of oil was seen as low forever.Yet these are the countries that generally have favorablecircumstances for producing biofuels.If the argument of this paper is sound, then it meansthat renewable energies – starting with biofuels –represent a unique and irreplaceable opportunity thatmust not be missed. It means that organizations suchas the World Bank should be getting behind the renewablesoption – and in particular biofuels – withhuge and massive assistance, making it their top priority.For <strong>de</strong>veloping countries generally, biofuelsChart 1. Changes in primary energy shares, 1850 to 2100Source: Nakicenovic et al (1995) Fig. 5.7 Scenario C1


are pressing to be consi<strong>de</strong>red as Number One prioritybecause of their multiple benefits and multiplier effectthey induce.Brazil has emerged as the world’s leading producerof biofuels, encompassing ethanol and biodiesel. Ithas built this lea<strong>de</strong>rship position through distinctivecrops that maximize its advantages as a tropicalcountry, <strong>de</strong>riving ethanol from sugarcane, and biodieselfrom a variety of oilseeds. Some of these, likecastor oil, are being grown as a <strong>de</strong>liberate strategy on<strong>de</strong>gra<strong>de</strong>d and arid lands in the impoverished northeast,thereby giving a major fillip to social <strong>de</strong>velopmentin the region.Brazil has become the world’s largest producer an<strong>de</strong>xporter of ethanol. In 2005, production of sugar an<strong>de</strong>thanol in Brazil totaled 28.7 million metric tons and4.8 billion gallons (18.17 billion liters, or 18,170ML), which are record levels. The industry is highly<strong>de</strong>centralized, but it also inclu<strong>de</strong>s national lead firmslike Petrobras, which is rapidly morphing from an oilproducer to an energy producer, with a focus on ethanoland biodiesel. The industry has really taken off inthe 2000s as the unsubsidized price of ethanol hasfallen below that of oil – as shown in Chart 2.Brazil grows sugar cane crops on five million hectares,a fifth of its land un<strong>de</strong>r cultivation. In Brazilthere are around 60,000 crop suppliers (farmers andfarmer coops) supplying over 340 industrial unitsproducing ethanol (bioreactors and distilleries), witha further 50 such units un<strong>de</strong>r construction. The ethanolindustry supports an estimated 500,000 jobs inthe countrysi<strong>de</strong>, and a further 500,000 jobs in indirectlyrelated employment.In Brazil many of the ethanol plants are in fact dualplants, running with technology that allows them toproduce either sugar or ethanol, at the flick of aswitch – <strong>de</strong>pending on the world price of each. Infact some plants are now built as triple integratedplants, involving sugar, ethanol and biodiesel.7 Theshare of sugarcane used in ethanol production is expectedto rise substantially in coming years.Brazilian ethanol is far more competitive than thatproduced in the U.S. from corn or in Europe fromChart 2. Price paid to ethanol producers and gasoline costSource: UNICA (Brazil)


sugar beet, because of shorter processing times (thestarch in corn or beet has to be ren<strong>de</strong>red into sugarsfirst), lower labor costs, lower transport costs andinput costs. The energy <strong>de</strong>rived from sugarcane isroughly eight times that <strong>de</strong>rived from northern hemispherecrops such as corn. But there are also subtlefactors at work as well. In Brazil a massive R&Deffort has been <strong>de</strong>voted to unlocking the biologicalsecrets of sugar and ethanol. At the Centro <strong>de</strong> TecnologiaCanavieira (Cane Technology Centre), anR&D facility fun<strong>de</strong>d largely by the sugarcane industrythe genome of sugar cane has been <strong>de</strong>co<strong>de</strong>d, andused to select varieties that are more resistant todrought and pests and that yield higher sugar content.The Centre has <strong>de</strong>veloped some 140 varieties ofsugar, which has helped to drive costs down by 1% ayear, and allowed the country to avoid the pests anddiseases that can ravage monoculture.This is a latecomer advantage – the capacity to focusR&D exclusively on a topic of national economicsignificance, rather than across the board. Brazil hasdone this to a refined <strong>de</strong>gree with sugar and alcohol,and results speak for themselves. No won<strong>de</strong>r successive<strong>de</strong>legations from India and China have beenvisiting Brazil over the past year.Brazil’s success with ethanol goes back to the 1970s,when the country’s military lea<strong>de</strong>rs reacted to the1973 oil crisis with a drastic push towards ethanol.Brazil in the 1970s was 80% <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on oil imports,and 40% of its foreign exchange earnings wereused to import oil. The country slid into recession,and by the mid- 1970s was facing bankruptcy. Inthese circumstances the military government issued adirective requiring that the country’s gasoline shouldbe blen<strong>de</strong>d with 10% (E10) ethanol – a level thatBrazil raised steadily over the next five years to 25%(E25). To facilitate the shift, the government provi<strong>de</strong>dsugarcane companies low interest loans tobuild ethanol plants, as well as funding indigenousefforts to produce a car that would run on pure alcohol– which was achieved at a Brazilian Air Forcelaboratory, leading to a 5,000 mile trip embarked onby the cars, with banners announcing “Powered byAlcohol.”Then after the 1979 Iranian revolution, and a furtherrise in oil prices, the Brazilian government implementedthe National Alcohol Program, or Proalcoolprogram, un<strong>de</strong>r which the ethanol blend targets wereraised; further subsidies and low-interest loans werema<strong>de</strong> to sugar companies to raise ethanol production;tax breaks were offered to car companies to buil<strong>de</strong>thanol-powered vehicles; and the national oil company,Petrobras, was or<strong>de</strong>red to make ethanol availableat filling stations. By the end of 1979, Fiat wasoffering an ethanol-only vehicle for sale in Brazil.All told, Brazil spent a total of $16 billion from 1979until the mid-1990s on the Proalcool program – withsavings in oil imports amounting to at least US$120billion.The program dipped in the mid-1980s, as oil pricesfell to record lows. But it was never entirely discontinued,and meantime Brazilian sugar producers wereChart 1. Changes in primary energy shares, 1850 to 2100Source: Nakicenovic et al (1995) Fig. 5.7 Scenario C1


aising their productivity. By the mid-1990s, Brazilhad discontinued its subsidies for the sugar industry,forcing producers to be world competitive. As oilprices rose again in the 2000s, so the program cameback into fashion, this time un<strong>de</strong>r a civilian administration,and this time building on the competencebase established by the Proalcool program. Brazilnow mandates a fuel blend of E25 nationally. Butethanol has become so popular that it now accountsfor at least 40% of all vehicle fuel, and rising. Brazilis estimated to save $50 billion per annum in terms ofpetroleum imports – one of the most significant ofthe si<strong>de</strong>-effects of moving to biofuels.The critical breakthrough in the recent period hasbeen the i<strong>de</strong>a of flex-fuel vehicles (FFVs) – an institutionalinnovation riding on the back of a simpletechnological innovation. Flex-fuel vehicles, introducedin Brazil in 2003 and their sales have increaseddramatically since, by 585% in 2005, so that theshare of flex-fuel vehicles (FFVs) in the total vehiclefleet reached 22% in 2004. It is expected to reach60% in 2006.The flex-fuel vehicle is an ordinary vehicle fittedwith a sensor, to <strong>de</strong>tect the oilethanol blend at anygiven moment in the petrol tank; an on-board computerprogrammed to adjust the engine mechanism tothe current fuel mix; and a simple adjustment of theengine firing systems to accommodate pure ethanol.The total package can cost as little as US$80.It was Brazilian innovation that came up with the<strong>de</strong>vice. Although Ford had offered a flex-fuel systemin a few of its vehicles, dating back to 1991, the Braziliansthought the <strong>de</strong>vice clumsy. A <strong>de</strong>signer at theItalian parts company, Magneti Morelli in Brazil,Fernando Damasceno, created the current Braziliansystem by programming a standard car computer todo the job. In 2002 the company licensed the <strong>de</strong>viceto VW, who introduced its first flex-fuel vehicle, theGol, in 2003. It took off like the proverbial rocket,and nothing has been the same in Brazil since. Brazilis now turning to ethanol as aviation fuel as well, tocomplement its success in aviation exports, e.g.through Embraer. Small planes, like crop dusters, arereported to be switching to ethanol because it ischeaper and more wi<strong>de</strong>ly available. They are thinkingalong the same lines as Richard Branson, whohas been reported to have invested heavily in ethanolproduction systems for his Virgin Atlantic and VirginBlue airlines.Biodiesel in BrazilBrazil is also taking steps towards biodiesel, as thesecond phase of its planned <strong>de</strong>velopment of biofuels.The pieces were put in place as early as 2003 when aspecial strategy workshop was held by the newlyelected Lula administration. Then in 2005 the NationalBiodiesel Production Program was launched,as a total program, encompassing phased introductionof biodiesel blends, and the encouragement of supplies,their standardization and quality assurance, andthe active promotion of small family farms in theChart 4. Historical market share of ethanol-fueled cars in BrazilSource: Fig. 2.4, ESMAP 2005 (ANFAVEA 2005)


impoverished north-east as suppliers. The Biodieselprogram is focused on the cultivation of a variety ofoilseeds, including such well known staples as soybeanand palm oil, and including newer varieties thatare non edible, such as castor oil, which cannot thereforebe viewed as competing with foodstuffs. Thephased blends involve a voluntary blending of up to2% initially, moving to a mandated 2% blend by2008, and rising to a mandated 5% blend (B5) by2013 at the latest. As discussed below, the Brazilianbiodiesel program is a carefully thought through initiative,involving institutional innovations such as theuse of a special “Seal of Social Responsibility”which can be awar<strong>de</strong>d to biodiesel producers if theysource their oilseeds from small, family-owned farmsin the impoverished north-east. The variety of cropsutilized is shown in Table 1.By September 2006, when the program was no morethan 18 months old, already 20,000 such farms hadbeen enrolled in the program, creating up to 100,000new rural jobs in the cultivation of oilseeds for biofuels.Thus the Biodiesel program is being carefullycrafted in Brazil, in conscious imitation of the country’ssuccessful Proalcool Program. Several plantsare now being constructed or are in operation, usingadvanced technology supplied by leading oil companiessuch as the Belgian giant DeSmet Ballestra,which has licensed its technology to the major Braziliansupplier of biodiesel and ethanol plant equipment,Dedini. Brazilian agroindustrial producers nowinclu<strong>de</strong> such national firms as Granol (one of thelargest conglomerates in Brazil, with its own industrialunits, warehousing and purchasing operations,and port terminals), Usina Barralcool, and GrupoBertin.There is also homegrown technological innovationhelping to drive the Brazilian biodiesel program. Inmid-2006, the Brazilian national energy company,Petrobras, announced that it had <strong>de</strong>veloped a hydrogenatedvegetable oil/mineral oil mix, dubbed H-Bio,to be its lead biodiesel product in coming years. Asopposed to the current method of choice(transesterification) to produce biodiesel, H-Bio isproduced by catalytic hydrogenation of a vegetableoil/mineral oil mix. The hydrogenation is carried outat a refinery, where hydrogen is produced as a byproductfrom petroleum refining processes. H-Biorepresents a revolutionary new approach to productionof biodiesel, and puts Petrobras in the world leadin this emerging market. It enables Petrobras to benefitfrom the wi<strong>de</strong> variety of oil-crops currently grownin Brazil, as shown in Table 1.Petrobras has announced that it plans to utilize 256million liters of soy oil in the first year (10% of thetotal of soy oil exported by Brazil) and that this willrepresent a saving of 15% in diesel imports, amountingto a saving of US$145 million in the first year,and US$240 million in the medium-term. Brazil currentlyimports 10% of its diesel fuel needs. While soyoil is being used for H-Bio at first, it is expected thatother oils, such as castor, sunflower, palm and cottonoils will be used in oil blends in the future. Accordingto Petrobras, investments nee<strong>de</strong>d to modify therefineries are small, of the or<strong>de</strong>r of US$38 million.As of 2008, the company has announced plans tospread the process to two more refineries, with a fur- 1500 1500 3000 20000 30000 47% 42% 18% 20% 15% 705 630 540 4000 45090 23 5600 151 315Table 1. Brazilian biodiesel and vegetable oil sourcesSource: Petrobras


ther US$23 million in investments. By then, the companywill be processing 425 million liters of oil, representinga 25% reduction in the need for importeddiesel. China and India are also taking their own steps tobecoming significant producers of biofuels and ofrenewable energy sources generally. India, like Brazil,has large tracts of land un<strong>de</strong>r cane cultivation.Both the Chinese and Indian governments are extendingtax incentives to make biofuels economicallyfeasible. China is reported to be consi<strong>de</strong>ring makingan E10 blend mandatory before the 2008 ChineseOlympics in Beijing, to do something about the airpollution.China has become the world's third largest ethanolproducer after Brazil and the US, according to anannouncement from the National Development andReform Commission (NDRC), the state economicplanner, in March 2006. China has ambitious plans tomake biofuels account for 15% of the nation’s transportfuels by the year 2020. The Chinese Ministry ofFinance is reportedly <strong>de</strong>veloping a risk sharingmechanism to cover biomass producers, and givethem a buffer in case oil prices plunge again. E10blends have been ma<strong>de</strong> mandatory in five Chineseprovinces that account for 16 percent of the nation'spassenger transport. China actually introduced a trialethanol program in five cities in 2002, and expan<strong>de</strong>dit to seven additional provinces in 2004.Un<strong>de</strong>r the 10th five-year plan (2001 -2005), Chinamandated the construction of four bioethanol plants.Annual production of ethanol has increased to 1.02million tons per year, thanks to direct funding fromthe Finance Ministry, preferential tax policies andsubsidies. Fuel ethanol is produced in NortheasternChina, central China's Henan province, northernChina's Hebei province and eastern China's Anhui,Shandong and Jiangsu provinces.So far in China, mainly corn (maize) and wheat havebeen used as raw materials to make fuel ethanol, andthe ethanol has been purchased and mixed with gasolineby the country's state-owned oil producers, includingSinopec. The Finance Ministry has allocated2 billion yuan (US$250 million) for ethanol projectsover the past five years. They were launched mainlyto solve the problem of corn surpluses in the northeast,China's major corn-producing area. The cornfor-ethanolprojects increased the market <strong>de</strong>mand forcorn, and the market prices of corn have been increasinggradually in the past several years. For example,the China National Cereals, Oils and FoodstuffsCorporation (COFCO), the country's main fuelethanol producer, announced plans to build a300,000-ton-per-annum fuel ethanol plant in Hengshui,Hebei Province, in July 2006. The plant is expectedto start supplying ethanol to Sinopec andCNPC, the top two state oil companies, once it iscompleted at the end of 2007. In addition to its ownland, China is also extending its ethanol cultivationinto neighboring Laos. China’s Henan TianguanGroup has entered into a contract with the governmentof Laos to lease 15 square kilometers of landfor the production of cassava-based ethanol. Chinaitself is home to the world’s largest ethanol plant, atJilin, operated by the Jilin Tianhe Ethanol Distillery.India already has a Ministry of Non-ConventionalEnergy Sources which is an institutional means ofconsolidating all of the country’s renewable energypolicies. For example in 2006 the Government ofIndia announced that it would make ethanol blendingmandatory as from October 2006 – initially with a5% blend (E5) and rising to a 10% blend (E10)within a further year, and E20 subsequently. Thisfollows several state-level programs that have alreadyma<strong>de</strong> a big difference. India is moving on allthree fronts – biofuels, solar energy and wind power– in a <strong>de</strong>termined way. On biofuels it has companiesat the leading edge of bioreactor technology, such asPraj, which has world-wi<strong>de</strong> license rights to the advancedbioreactor technology of the US firm Delta-T,and which is using this technological lead to becomeone of the strongest technology firms in the biofuels


industry. India is mandating alcohol blen<strong>de</strong>d fuels inseveral states.India has at least 120 ethanol plants in operation,using either molasses or sugar cane as raw material.Major companies involved inclu<strong>de</strong> Bajaj Hindusthanand Balrampur Chinni, as well as new entrants suchas Reliance Industries, which is <strong>de</strong>veloping Jatrophaplantations in Andhra Pra<strong>de</strong>sh. The US venture capitalistVinod Khosla has taken a 10% stake in the Indianethanol technology company, Praj Industries, inan indication of where smart investors are puttingtheir money. Likewise BP is investing in a 10-yearproject to produce biodiesel from Jatropha, with theaim of producing 9 million liters of biodiesel eachyear.Elsewhere in Asia, Thailand has promoted a cassavabase<strong>de</strong>thanol program, and mandated E10 for passengertransport starting in 2007. Malaysia also hasplans to become a major producer of biodiesel utilizingpalm oil. According to the Deputy Prime Minister,Najib Razak. "All efforts will be carried out bythe government to promote the <strong>de</strong>velopment of biodieselin the country to reach the target of becomingthe world's biggest producer of biodiesel," he toldreporters. Najib said it would be a mistake if Malaysia,as a major palm oil producer, did not tap the hugepotential in the biodiesel market particularly in meetingthe <strong>de</strong>mand in Europe and the United States.“We, as a big palm oil producer, logically can becomethe largest biodiesel producer and this effortwill be coordinated by the government with the collaborationof all parties," he said.In Malaysia, there has been an investment stampe<strong>de</strong>into palm oil production for biodiesel. The PrimeMinister, Abdullah Ahmad Badawi announced inJuly that licenses had been issued for 52 biodieselplants with a combined capacity of 5 million tons peryear; if all these came to fruition it would make Malaysiaby far the most significant biodiesel producerin the world. Malaysia is starting its program with a5% blend (B5) to be available at pumps in October2006. The program is <strong>de</strong>signed to enhance the economicwelfare of the country’s small-scale plantationhol<strong>de</strong>rs – but it also threatens to accelerate virginrainforest clearing for palm plantations.Likewise in Indonesia, the government launched amajor bioenergy crash program in 2006, with investmentsof up to Euro 17.5 billion up to 2010. A NationalTeam for Bioenergy Development has beenformed, un<strong>de</strong>r the chairmanship of former ManpowerPlanning Minister, Al Hillal Mamdi. The programenvisages construction of 11 biofuel plants, with capacityof 1.3 GL by 2010, or 3% of the country’s fuelconsumption of 41 GL this year. This would involvesetting asi<strong>de</strong> 6.5 million hectares for cultivation ofbiofuels. The Indonesian government is moving to<strong>de</strong>velop Jatropha plantations and biodiesel as ameans of displacing oil and petrol consumption (andat the same time, reduce the subsidies that the governmentpays out to keep petrol prices below worldmarket prices). Jatropha plantations were created bythe Japanese during World War II to fuel aircraft andtanks, but after the war they were allowed to fall intodisuse. Now they are being revived.In promoting renewable sources of energy, all thesetropical <strong>de</strong>veloping countries are utilizing their latecomeradvantages, which enable them to leapfrog toadvanced technologies while utilizing their comparativeadvantages in low costs and abundant sunshine.At the same time they are <strong>de</strong>veloping institutionalinnovations, particularly in their tax regimes, <strong>de</strong>signedto provi<strong>de</strong> incentives for fuel efficiencies an<strong>de</strong>nergy conservation. The conventional wisdom has it that the <strong>de</strong>velopingcountries will have to replicate the energy steps ofthe <strong>de</strong>veloped world. The conventional wisdom hasalways been that the <strong>de</strong>veloping countries woul<strong>de</strong>ventually catch-up with the <strong>de</strong>veloped world,through emulating their pathways of <strong>de</strong>velopment.This implied that China and India, for example,would be forced to follow in the footsteps of the <strong>de</strong>velopedworld. But as they did so, they would create


planetary problems of pollution and resource <strong>de</strong>pletionthat the sustainability of the system as a wholewas placed in question. This was the ‘Limits toGrowth’ nightmare, usually translated into implicit oreven explicit threats against the <strong>de</strong>veloping countriesthat promised to upset things with their energy <strong>de</strong>mandsand the exhausts of their activities.But what the conventional wisdom failed to foreseewas that perhaps India and China would find an alternativepathway – one not based on fossil fuels an<strong>de</strong>xtreme <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce on oil imports, but on a differenttrajectory, namely one of energy in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce and inparticular in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce from fossil fuels. UnlikeRussia, which is playing strategic games with its vastoil and gas reserves, Brazil, India and China (thecountries we can christen the ‘BICs’) are strategizingaround how they can build energy in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncethrough a variety of renewable fuels and energysources – starting with liquid biofuels, since this iswhere their vulnerability to balance of payments disasterscaused by rising oil import bills would be mostpronounced.The arguments in favor of <strong>de</strong>veloping countries movingvigorously towards promotion of biofuels industriesmay be rehearsed un<strong>de</strong>r ten headings, encompassingthe following issues: Energy security and the peaking of oil suppliesglobally; Biofuels as tested substitutes for fossil fuels; Abundance of land for producing energycrops in tropical countries; Biofuels’ potential to reduce fuel import billsand fossil fuel <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce; Biofuels production is a rural industry and canpromote social inclusion; Countries with even low levels of science andtechnology can get a start in biofuels, and theycan create thereby a ‘<strong>de</strong>velopment bloc’ thatcan drive industrial <strong>de</strong>velopment; Biofuels are greenhouse gas neutral and canearn countries carbon credits; Developing countries can <strong>de</strong>velop their owndistinctive latecomer institutional innovationsto capture benefits Biofuels promote South-South cooperation;and Biofuels represent simply the first step on aclean technology <strong>de</strong>velopment trajectory.1. Energy security and the peaking of oil suppliesgloballyThe relentlessly rising costs of oil, which excee<strong>de</strong>d$70 per barrel in 2006, and which in inflationadjustedterms is approaching the all-time high of themid-1970s, now poses a major brake on industrializingefforts by <strong>de</strong>veloping countries. The price is oneeffect; the other is the possibility of being held toransom by either Middle Eastern oil regimes or by oilcompanies looking to allocate ever scarcer supplies.In the <strong>de</strong>veloping world, only Brazil has achieved oilin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce; when its national oil company, Petrobras,opened a new off-shore rig, the P-50, in April2006. Petrobras said the huge P-50 rig would boostnational oil production to an average of 1.9 millionbarrels a day in 2006, more than average consumptionof 1.85 million barrels a day – thus making Brazilcompletely in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt of fossil fuel imports.Contrast this with the situation in the 1970s, Brazilhad to import 85% of its oil needs, and it was badlyrocked by the 1973 OPEC oil price increase. Petrobrasforecasts that by 2010, its production will exceedBrazil's needs by 300,000 barrels a day.Looking at the global picture, we see a relentlessbuildup of production; but the discovery of newfields is in steep <strong>de</strong>cline. In<strong>de</strong>ed new discoveriespeaked in the 1960s. Production must fall followingthese <strong>de</strong>clines; but of course everyone keeps showingmindless predictions of ever-rising production tokeep up with ever-rising consumption. But a gap hasto open – as shown in Chart 5.Here we see how the US peaked in 1970; then Russiaemerged as a source, now <strong>de</strong>clining; and how Europe– largely through the North Sea – also had its time inthe sun, now rapidly fading. Other sources such as inLatin America, West Africa and now Central Asiahave also come to play a role – but they will seesteep <strong>de</strong>cline even as early as 2010. The Middle East


has reached the limit of its capacity, and is alreadyembarked on an inexorable <strong>de</strong>cline. The immediateimpact will be that Saudi Arabia will no longer beable to play the role of swing producer – producer oflast resort. Non-conventional sources of oil and gas –such as tar sands -- will simply not be able to pick upthe slack, because of high costs, or technical difficulties,or political resistance, as in the case of drillingin Arctic areas. Thus there is no alternative to renewableenergy options, especially for <strong>de</strong>veloping countrieswhere rising oil import prices would wreck industrializationplans.As an indication of the plausibility of the peaking ofoil supplies, the world’s largest user of fossil fuels,the US Armed Forces, is in process of switching tobiofuels. In July 2006, the Defense Advanced ResearchProjects Agency (DARPA) released a solicitationcalling for the exploration of energy alternativesand fuel efficiency efforts in a bid to reduce the military’sreliance on traditional fuel for aircraft.DARPA announced that it is looking for processesthat will efficiently produce alternative nonpetroleumbased military jet fuel from agriculture or aquaculturecrops. Current commercial processes do not producealternative fuels that meet the higher energy <strong>de</strong>nsityand wi<strong>de</strong> operating temperature range necessary formilitary aviation uses. The program is currently outlinedin a recently issued broad agency announcementand is known as The BioFuels program.2. Biofuels as tested substitutes for fossil fuelsThere is a conventional wisdom based on <strong>de</strong>velopedcountry perspectives that biofuels cannot possiblypick up the full bur<strong>de</strong>n of transport fuel supplies. Asnoted in the epigraph above, the opinion of ProfessorHoffert and his colleagues, writing in the premierjournal Science, is that “All renewables suffer fromlow areal <strong>de</strong>nsities.” Hoffert et al go on to comment:“… photosynthesis has too low a power <strong>de</strong>nsity(~0.6 W/m 2 ) for biofuels to contribute significantly toclimate stabilization. PV and wind energy(~15 W/m 2 ) need less land, but other materials can belimiting” (2002: 984). These illustrious authors, havingdismissed so cavalierly in a couple of lines theChart 5. Peaking of global oil suppliesSource: http://www.peakoil.net


terrestrial efforts to make up for fossil fuel <strong>de</strong>ficiencieswith biofuels, solar and wind energy, then go onto <strong>de</strong>vote paragraphs to an untried and speculative<strong>de</strong>scription of a space-based solar array as part of astar wars initiative.The reality is rather different, especially for <strong>de</strong>velopingcountries where sunshine and <strong>de</strong>solate landscapesare not in short supply. In India for example there arenow several major investment programs un<strong>de</strong>rway inethanol and biodiesel production, utilizing vast areasof <strong>de</strong>gra<strong>de</strong>d or un<strong>de</strong>r-utilized land. These projectscan also capture latecomer advantages through utilizingthe latest in biorefinery technology – as recognizedin a more recent article in Science.While the issue may be posed in terms of land forfood vs. land for fuel in the <strong>de</strong>veloped world, this ismost <strong>de</strong>finitely not the case in <strong>de</strong>veloping countries.There are vast tracts of <strong>de</strong>gra<strong>de</strong>d and semi-arid landthat can be utilized for fuel crops such as sugar cane,cassava or castor beans (for biodiesel) – not to mentionthe prospects for semi-arid cultivation of Jatrophacurcus. China has vast wastelands in the YellowRiver and Huaihe River basins that would be suitablefor biofuel cultivation.There is a huge literature hostile to biofuels, accusingthem of being energy intensive in cultivation; takingland from food crops; and enhancing monoculture.But these are largely arguments stemming from <strong>de</strong>velopedcountries and <strong>de</strong>scribing <strong>de</strong>veloped countryconditions – particularly in US and northern Europe.But the situation in <strong>de</strong>veloping countries is quite different.Brazil produces ethanol with an energy gainof up to 8:1, because of the favorable conditions inwhich the fuel is produced.All the technologies nee<strong>de</strong>d by <strong>de</strong>veloping countriesalready exist. They only have to be harnessed and putto use. Brazil is closely focused in its R&D efforts onimproving yields and efficiency of ethanol production.The Cane Technology Centre has <strong>de</strong>velopedsome 140 varieties of sugar, which has helped todrive costs down by 1% a year. Other improvementsinclu<strong>de</strong> using remains of processed cane (bagasse) topower the sugar/ethanol plants (making them energyin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt) and using industrial waste from ethanolproduction (vinasse) as fertilizer for cane fields. TheCentre is using satellite imagery to map the locationof all cane fields in the country (largely concentratedin the SE, in the state of Sao Paulo) to help researchersdiscover which varieties grow best in which localities.These improvements mean a dramatic increasein the productivity of Brazilian sugar cane: 1hectare which used to produce 2,000 liters of ethanolnow produces three times that amount, or 6,000 liters.There is a role for both very large and for very smallfirms in <strong>de</strong>veloping countries in building biofuelsindustries. In Brazil for example, Petrobras is alreadyleading the way to becoming a biofuel company overand above its efforts to make Brazil in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt ofoil imports. Petrobras is now emerging as an energycompany in its own right; in December 2005 thecompany announced that it was forming a JV in Japan,to be called Brazil-Japan Ethanol, which willhave as its main object the creation of an ethanolmarket in Japan through supplies from Brazil. Inneighboring Venezuela, the country’s State-ownedoil company has recently embarked on ethanol production,through a tie-up with Brazilian equipmentsupplier, Dedini – as mentioned below.3. Abundance of land for producing energy crops intropical countriesTropical <strong>de</strong>veloping countries are not as limited intheir choice of feedstocks as temperate, <strong>de</strong>velopedcountries. They have the options of using sugar caneitself, as well as a variety of starchy inputs such ascassava and, for biodiesel, any of a variety of oilseedsthat have traditionally been viewed purely asfoodstuffs. In<strong>de</strong>ed many of the oilseeds now beingcultivated for biodiesel are in fact inedible – such ascastor oil and, in India, the won<strong>de</strong>r oilseed, Jatropha(that is also being investigated in Brazil – and sothere is no question of their competing with foodsupplies. In<strong>de</strong>ed one of the most intensive areas forR&D in biofuels in <strong>de</strong>veloping countries needs to bean investigation of the potential of existing and littleknown plants for biofuel production. These optionsare being explored by Chinese, Indian and Brazilian


ethanol and energy producers in tropical countries.For example, China National Offshore Oil Corp(CNOOC) signed a memorandum of un<strong>de</strong>rstandingwith Malaysia's Bio Sweet Sdn Bhd to <strong>de</strong>velop palmoil-based biodiesel plants in Hainan Island, Shanghai,Guangzhou and Malaysia. The agreement was signedin July 2006 between CNOOC's subsidiary, Oil BaseGroup Ltd, and Bio Sweet Sdn Bhd of Malaysiawhich specializes in biodiesel research and <strong>de</strong>velopment.The pattern of <strong>de</strong>velopment of renewable energysources in <strong>de</strong>veloping countries will follow its own‘latecomer effect’ logic. While in the <strong>de</strong>velopedworld, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce on biofuels is an expensive option(because of intensive land use and need for fertilizersfor fuel crops) in the <strong>de</strong>veloping world, such as Brazil,biofuels can be produced at much lower unitcosts. And the <strong>de</strong>veloping countries have much largerland resources to <strong>de</strong>vote to raising energy – frombiofuels, from sun (PV cells) and from wind. The<strong>de</strong>veloping world can adopt an ‘agricultural mo<strong>de</strong>l’to cultivating renewable energy sources – or whatmight be called an ergocultural mo<strong>de</strong>l. The 21st centuryis likely to see major scientific and technicaladvances in both use of land for food (agriculture)and for energy (ergoculture), with the <strong>de</strong>velopingworld taking the lead in both.But of course land can be misused in the pursuit ofbiofuel crops, and clearances of rain forest in theAmazon and in SouthEast Asia (e.g. in Borneo andSarawak) represent the front line of such concerns.Countries that allow unchecked clearances are <strong>de</strong>featingthe very conditions that give them a <strong>de</strong>velopmentaladvantage – and creating opportunities for thepromotion of global scandals such as the fear that thehabitat of apes such as the orangutan are being threatened.And if <strong>de</strong>veloped countries can be given anexcuse to block imports of biodiesel from tropicalcountries on the grounds that it is <strong>de</strong>rived from massclearance of rainforest, then clearly the whole biodieselenterprise is imperiled.4. Biofuels’ potential to reduce fuel import bills andfossil fuel <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nceFor a <strong>de</strong>veloping country, it is all the more perverseto neglect the biofuel option while imports of oil areplacing an ever-increasing bur<strong>de</strong>n on the country’sbalance of payments. Brazil has estimated the savingson its fuel import bills since the launch of theProalcool program to be of the or<strong>de</strong>r of $50 billionper year – which is far larger than the country hasspent in promoting ethanol. Likewise the savings forChina and India in foregone oil imports will be of theor<strong>de</strong>r of hundreds of billions of dollars – the differencebetween success and catastrophe in their <strong>de</strong>velopmentefforts. Since in<strong>de</strong>btedness problems are amajor barrier to industrialization, the relief of <strong>de</strong>btthrough displacement of fossil fuel imports representsa major strategic shift. China’s own domesticsupplies of oil peaked in the early 1990s, and so thecountry became <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on oil imports – just likethe USA 20 years before. The imports of oil nee<strong>de</strong>dby China have been rising inexorably ever since – asChart 6. China’s oil production and consumption, 1980-2005Source: personally elaborated


evealed in Chart 6. The situation is even worse inIndia, as shown in Table 2, where imports are expectedto reach 75% of the country’s requirements by2005. This is why an alternative solution has to beput in place by these countries.5. Biofuels production is a rural industry and canpromote social inclusionBrazil sees biofuels production as a way to promoterural industry and to curb the flight to the cities fromthe countrysi<strong>de</strong>. Biodiesel produced from castorbeans in Brazil’s arid northeast sertão, for example,is promoted not just for the biodiesel but also for thefact that it creates thousands of jobs in this otherwiseimpoverished region. Promotion is through fiscalincentives, such as tax breaks offered to families producingthe raw materials nee<strong>de</strong>d for biodiesel production.The more the production of castor beans forbiodiesel and sugar cane for ethanol productionspreads, the greater are the rural employment generatingpossibilities, which help to curb migration tothe big cities. In India the production of biodieselfrom Jatropha is also explicitly promoted as a ruralindustry capable of generating village-based enterprisesand local employment. Indian national firmslike Reliance Industries, already a player in the oilbusiness, are now moving into production of biodieselfrom plantations established in AndhraPra<strong>de</strong>sh.6. Countries with even low levels of science andtechnology can get a start in biofuels – and go on tobuild biofuel ‘<strong>de</strong>velopment blocs’Biofuels in tropical countries can be grown withscarcely more input than seed, land, sunshine – andlabor. If the country has a comparative advantage inlow costs, then it can start at a low level of sophistication– and move up from there. Brazil is <strong>de</strong>monstratinghow this can be done, through its ethanolprogram involving sugar cane, and now its biodieselprogram involving vegetable oil seeds such as castorand soybean crops. In the words of the country’spresi<strong>de</strong>nt, Luiz Inacio Lula da Silva (‘Lula’) this programhad by July 2006 already generated 100,000new jobs in growing soybeans and other oil crops inthe NorthEast of Brazil. The presi<strong>de</strong>nt ma<strong>de</strong> theclaim that the biodiesel program has been <strong>de</strong>signedas much with social goals as with fuel supply goals.The point is that a country in Africa can emulate thisexample, and <strong>de</strong>vote large tracts of land to fuel cropproduction. Domestic consumption can provi<strong>de</strong> aninitial market, since the fuel produced can displaceexpensive oil imports. As sophistication is acquired,and export markets are opened up, so the agriculturalpractices can be improved, and advanced distillationsystems installed, and technological knowhow in thecountry can be enhanced. This will then have spillovereffects in other sectors.1971 6.8 11.7 18.5 63% 0.0241981 10.5 16.2 26.7 61% 0.7441991 33.0 20.7 53.7 39% 1.3602000 32.0 57.9 89.9 64% 6.8212003-2004 33.4 90.4 123.8 73% 18.0002004-2005 (forecast) 33.4 100.0 133.4 75% 27.000Table 2. Production and import of cru<strong>de</strong> oil in IndiaSource: Ministry of Petroleum and Natural Gas, India


As a biofuel industry becomes established, so it willdrive industrial <strong>de</strong>velopment through linkages andcomplementarities. Biofuels and renewable energiessector promises to play the role of a critical‘<strong>de</strong>velopment bloc’ for Brazil, India and China in thefirst instance, and for wi<strong>de</strong>r swathes of <strong>de</strong>velopingcountries through the tropics more generally. Thecategory of <strong>de</strong>velopment bloc was introduced and<strong>de</strong>fined by the Swedish <strong>de</strong>velopment economist, ErikDahmén in 1950, based on his studies of entrepreneurshipin the Swedish economy. He <strong>de</strong>fined it as“sequences of complementarities which by way of aseries of structural tensions, i.e. disequilibria, mayresult in a balanced situation” (1989: 111). Such asuprafirm system provi<strong>de</strong>s a striking <strong>de</strong>scription ofhow firms may collectively strategize in the contextof a disequilibrium economy, and build on each others’efforts to improve their own prospects. Carlssonand Eliasson (2003) have taken up the concept andrenamed it competence bloc – to emphasize that sucha collective capability is nee<strong>de</strong>d to support and sustaintechnological innovation. If the technologicalsystem represents the supply si<strong>de</strong> of industrial dynamics,then the <strong>de</strong>velopment bloc or competencebloc represents the <strong>de</strong>mand si<strong>de</strong>. The competencebloc captures the notion that if new technologies areto be taken up, or absorbed, then firms must have therequisite capabilities, and the product ranges, to beable to make use of the technologies. It is the blockagesdue to such ina<strong>de</strong>quacies and bottlenecks thataccounts for poor uptake of new technologies, ratherthan unwillingness or conservatism on the part ofmanagements. Thus a <strong>de</strong>velopment bloc representsthe systemic counterpart to the consi<strong>de</strong>ration of market<strong>de</strong>mand as well as supplier competence in themicrodynamics of technological trajectories. It generatesthe forward and backward linkages that candrive industrial <strong>de</strong>velopment.7. Biofuels are greenhouse gas neutral and canearn countries carbon creditsBiofuels like ethanol are greenhouse gas neutral, inthe sense that every carbon atom burned is simplyreplacing a carbon atom taken by the plant duringphotosynthesis. This is by far their most appealingfeature from a long-term environmental perspective.Of course this neutrality has to be qualified by thefact that fossil fuels are consumed along the valuechain producing the ethanol – but again much of theconcern that is voiced on this issue emanates from a<strong>de</strong>veloped country perspective and is much less relevantin a <strong>de</strong>veloping country. For example the WashingtonPost ran a story in July 2006 captioned “Thefalse hope of biofuels” in which the main charge wasthat the energy gain is little after <strong>de</strong>ducting amountsinvolved in fertilizer, harvesting, transport, processingetc. These consi<strong>de</strong>rations change dramaticallywhen consi<strong>de</strong>red in the context of a low-cost <strong>de</strong>velopingcountry, where input resources including landand sunshine are abundant. The greenhouse gas emissionabatements can then serve to generate carboncredits un<strong>de</strong>r the Kyoto protocol.But again indiscriminate clearance of forest to plantenergy crops <strong>de</strong>feats the gains in greenhouse gasemissions that are potentially there for the taking. Itis to curb such behavior and hold governments to astandard of accountability that is one of the principalarguments for global institutions like the World Bankto become more directly involved in promotion (andto some extent regulation) of the <strong>de</strong>velopment ofbiofuels.8. Developing countries can create their own distinctivelatecomer institutional innovations to capturebenefitsBrazil had to do it the hard way – but having accomplisheda successful biofuels industry, it shows othercountries how it can be done. In the 1970s it sufferedun<strong>de</strong>r a military dictatorship, but out of that experiencecame an un<strong>de</strong>rstanding as to how the countrycould benefit from its comparative advantages insugar cane growing and processing, turning theseinto competitive advantages. In the most recent period,Brazil has seen its use of biofuels leap aheadun<strong>de</strong>r the twin impact of FFVs (flex -fuel vehicles)and the mandated provision by fuel companies ofethanol blends (from E25 to E85) all across the country.Other <strong>de</strong>veloping countries can learn from this example,without having to go through all the painful epi-


so<strong>de</strong>s of Brazil’s history of the past 40 years. Theycan accelerate their uptake of biofuels, with all theadvantages that this can bring (in terms of energysecurity, savings from oil imports avoi<strong>de</strong>d, rural <strong>de</strong>velopmentand cleaner city air), to create new andvibrant export industries, simply through the doubleexpedient of:1) mandating supply of flex-fuel vehicles(directed at the automotive industry); and2) mandating provision of ethanol-petrol blends(starting with E10 and moving to E25) withina few years.It is predictable, based on Brazil’s experience, thatthese two measures will have the <strong>de</strong>sired effect ofputting the <strong>de</strong>veloping country on a new energy trajectory,leading away from <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce on fossil fuels.The billionaire venture capitalist, Vinod Khosla,has proposed these two measures as being sufficientto take the US similarly onto an ethanol-based newenergy trajectory. He adds, for good measure, a third,namely a “contingent tax” which comes into playonly if the price of oil drops below $40 a barrel. Khoslaadds this third provision in the full knowledgethat in some parts of the world, the oil industry giantsmight try to un<strong>de</strong>rmine an ethanol program by drasticallylowering oil prices, even to below cost (think ofEnron and the manipulation of the California electricitymarket). The contingent tax would be a way ofguaranteeing a floor price for fuels for investors inethanol production and distribution systems, and thusa way of ensuring that finance will be ma<strong>de</strong> availablefor such ventures.The key: <strong>de</strong>mand-si<strong>de</strong> initiativesSo much of the discussion of the past <strong>de</strong>ca<strong>de</strong> on renewablefuels has been driven by supply-si<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rations– namely costs and technologies. But the keyto getting these new industries off the ground – as inevery successful case of <strong>de</strong>liberate industry creation– is to influence <strong>de</strong>mand – in this case, the <strong>de</strong>mandfrom the automotive industry for cars that run onethanol blends, and <strong>de</strong>mand from the motoring publicfor such ethanol blends.As noted above, the key to the Brazilian success hasbeen an institutional innovation riding on the back ofa simple technological innovation. The key is flexfuelvehicles, introduced in Brazil in 2003 and whosesales have increased dramatically since, by 585% in2005, so that the share of flex-fuel vehicles (FFVs) inthe total vehicle fleet reached 22% in 2004, and isexpected to reach 60% in 2006.So any <strong>de</strong>veloping country today can benefit fromthis experience, and move to establish a biofuels industrywith relative certainty as to the outcomes. Thekey is to start with ethanol blends (‘gasohol’) ratherthan seeking to jump straight into pure ethanol orother biofuels, and to do so at a measured pace,building <strong>de</strong>mand for the ethanol blend by drawingthe automotive sector and oil sector along with theprogram. The three steps advocated by Khosla areprobably sufficient to get any <strong>de</strong>veloping countryonto an alternative biofuel trajectory. But thisunleashes a chain reaction of processes that make thetrajectory sustainable and fuel the country’s furtherindustrial <strong>de</strong>velopment.The institutions established to drive the uptake ofbiofuels will likely have a knock-on effect, facilitatingthe appearance of other industrial sectors, formedinitially as support sectors for the biofuel industry.Good institutions <strong>de</strong>velop during an economic activity.When a committed government engages in a partnershipwith a proactive private sector, they jointlybegin to <strong>de</strong>sign and implement appropriate institutions.So while institutions are the key, the causationmay be from the start of an activity in response to agovernment trigger (tax break for example), to theunfolding of institutions that help to trouble shoot asthe process rolls along. Of course, the process will behighly inefficient in the beginning, as countries learnto make these institutions work more effectively.This is best illustrated in Brazil’s own follow-up tothe ethanol program, namely its Biodiesel program.Brazil’s biodiesel program – a successful latecomerstrategyThis latest biofuel initiative from Brazil shows justwhat can be achieved by a <strong>de</strong>veloping country that


focuses its institutional innovations on capturing itslatecomer effects. The Brazilian biodiesel program,which is now just 18 months old, is just phenomenallywell crafted and executed. We can i<strong>de</strong>ntify atleast four latecomer institutional features to the programthat have not been wi<strong>de</strong>ly recognized.First, it is a carefully incremental program, movingthrough three phases that have been wi<strong>de</strong>ly discussedin Brazil - a first, voluntary phase, bringing the countryup to a level of 2% biodiesel when blen<strong>de</strong>d(following the example of the Proalcool Program).By 2008 this 2% minimum becomes mandatory, andrises to 5% minimum blend by 2013. (Although thesuccess of the program in its first 18 months meansthat it is wi<strong>de</strong>ly anticipated that the mandatory 5%blend (B5) will take effect at an earlier date, possiblyas early as 2010.) Thus the country as a whole is beingbrought to a position where by 2013 at the latest(and possibly as early as 2010) it will be producing5% of all diesel requirements from vegetable oils,making it the world #1 by far. The program is overseenby the Ministry of Mines and Energy.Secondly, the capacity of the country is being rampedup in the initial, voluntary stage, by the smart expedientof staging national auctions for biodiesel. Foursuch auctions have been staged so far, by the ANP,the motor fuel standards agency. These auctions haveencouraged bids from potential suppliers who arethereby induced into the market. The auctions havealso served as a means of setting gui<strong>de</strong>line prices forbiodiesel, with each auction setting a lower price atwhich quantities of biodiesel are sold. The stateownedoil company, Petrobras, acts as the buyer oflast resort, thereby ensuring that the auctions bearsome relationship to market reality.Third, there is a distinct and explicit social goal to thebiodiesel program - again, learning from the experienceof the pro-alcohol program. The Ministry ofAgrarian Development (which is pro -small farmers)has shaped the biodiesel program with its 'seal ofsocial responsibility' meaning that small farmers haveto contribute over 50% to a large tra<strong>de</strong>r's or distributor'sbiodiesel. It is only with such a seal that largecompanies receive tax credits and are allowed to bidat the auctions. The impact has been dramatic, evenin just 18 months. The Presi<strong>de</strong>nt, Lula, who backsthis program as the central initiative of his presi<strong>de</strong>ncy,claims that 100,000 jobs have been created inBrazil's impoverished NorthEast through growingoilseeds (mainly castor oil). This is backed by datafrom the Ministry (MDA) showing that since thelaunch of the program, just over 200,000 small family-ownedfarms have been induced into growingoilseeds. Moreover the favored oilseeds are castoroilseed (Port: Manona) and palm oil (from a varietyof native Brazilian species), rather than soybeans thatare grown in the centre and southeast of the country.(This is in addition to the 500,000 rural jobs maintainedby the Proalcool Program, plus the 500,000jobs indirectly linked to rural alcohol production.)Fourth, Brazil is backing a wi<strong>de</strong> variety of oilseeds inthese early stages of the program, to see which onesturn out to be best in a tropical country (and bearingin mind that European experience is confined exclusivelyto rapeseed and US experience to soybean).Certainly output is currently dominated by soybeanand palm-oil, but cottonseed and castor oil are alsopicking up, un<strong>de</strong>r the influence of the MDA's socialinclusion or rural smallhol<strong>de</strong>r <strong>de</strong>velopment strategies.New candidates are coming on to the scene,such as the won<strong>de</strong>r oilseed Jatropha curcus, wi<strong>de</strong>lyutilized for biodiesel in India (it grows un<strong>de</strong>r harshconditions; it is a perennial that can be harvestedregularly; and above all it is inedible, meaning thatits cultivation will never be seen as a threat to foodsupplies). There are as well conventional but un<strong>de</strong>rutilizedsources such as beef tallow, obtained fromslaughterhouses. The broa<strong>de</strong>r Brazil's scope of oilseedculture, the more it is able to take advantage ofchanges in world prices for these vegetable oil commodities,switching between one and the other. Thusit is a smart latecomer strategy to invest in variety atthis early stage of the biodiesel industry.Note that these four central features of the programare driven by four Ministries, all in the pursuit ofhighly creative latecomer strategies - the Ministry ofMines and Energy, backing renewable energies generally;the ANP, to safeguard standards and conductthe auctions; the MDA, which is essentially launch-


ing a new land reform program with the biodieselprojects, in its direct appeal to 'social inclusion' as anational goal of the program; and the Ministry ofAgriculture, which is promoting a wi<strong>de</strong> variety ofoilseed crops and not just soybean. The success ofthe program to date indicates also successful collaborationbetween these four ministries.9. Biofuels promote South-South cooperationBrazil, India and China are already leading the worldin the extent and <strong>de</strong>pth of their cross-linkages drivenby biofuels. These are all important examples ofSouth-South cooperation. Amongst agreements reportedrecently, consi<strong>de</strong>r: India’s largest sugar corporation Bajaj HindustanLtd (BHL), announced in June 2006 thatit was looking to invest somewhere betweenUS$250 and 500 million in a Brazilian ethanolproduction facility, raising the company’sindustrial alcohol capacity from 320 ML to800 ML. This is just one of several India-Brazilian cooperation initiatives. A Chinese investment <strong>de</strong>legation visited Brazilin July 2006, specifically in the inlandGoias state, to discuss ethanol and soybeanbasedbiodiesel projects – the latest in a seriesof such visits. China’s Kuok, a diversifiedconglomerate, has a JV with Cosan, Brazil’slargest ethanol producer (operating 16 distillationplants). In July 2006 the Brazilian equipment makerDedini SA Industrias <strong>de</strong> Base sold a completeethanol plant with a capacity to produce 8.5ML of ethanol a year to Venezuela’s stateownedoil firm Petroleos <strong>de</strong> Venezuela SA(PDVSA). The plant, to be set up in Tocuyo,will produce ethanol from molasses. Venezuelareported that it is currently experimentingwith E-10 blends in the eastern part of thecountry, importing 1,000 barrels a day fromBrazil. Strong ties are being established between Brazilianand African countries through theBiopact established between European andAfrican countries. Much of this cooperationwill take the form of technology assistancefrom Brazil to African countries, particularlythose which share its Portuguese heritage suchas Angola and Mozambique. Likewise ties are being established acrossCentral America. For example, Jamaica announcedin May 2006 that it would receive aUS$100 million loan facility from Brazil to beused for purchase machinery and agriculturalequipment to overhaul the country's sugarindustry and to produce ethanol, officialsources said. The Jamaican government revealedplans to introduce E-15 blends withinthe next five years, in imitation of the Braziliansuccess. Malaysia and Indonesia, world numbers #1and 2 in the world in palm oil production,announced an agreement in July 2006 inwhich 40 percent of their cru<strong>de</strong> palm oil outputwould be <strong>de</strong>dicated to the biodiesel industry."Both countries agreed to commit a targetedamount of six million tons of cru<strong>de</strong>palm oil each annually as feedstock for theproduction of biofuels and biodiesel," thePlantation Industries and Commodities ministrysaid in a statement.These South-South investment tie-ups and joint ventureshave a number of strategic advantages. They aretaking place in advance of such JVs being put inplace by the advanced countries. They facilitate thediffusion and uptake of ethanol and biodiesel technologiesby <strong>de</strong>veloping countries in tropical parts ofthe world, in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt of its uptake by the <strong>de</strong>velopedworld. It encourages the formation of a global marketfor bioethanol and eventually biodiesel, which willmake it har<strong>de</strong>r for countries such as the US to <strong>de</strong>fendits current tariff imposed against Brazilian ethanolimports. Development agencies such as UNCTADcan promote South-South investment, one of its majorstrategic goals, through support for biofuels.Because Brazil, India and China have moved so farahead, they are now in a position to engage in South-South transfers of technology from the BICs to othercountries for the <strong>de</strong>velopment of the biofuels indus-


try, a phenomenon that has not taken off in technologyadaptation thus far. This should be particularlyappealing for countries that have strong agriculturalsectors but weak industrial sectors.10. Biofuels represent simply the first step on aclean technology <strong>de</strong>velopment trajectoryFinally, the point needs to be ma<strong>de</strong> that biofuels arenot an end in themselves, and will necessarily lead acountry along a trajectory that will involve manymore biofuels innovations and clean technologies.Brazil for example started with ethanol, and nowsince 2005 it has launched a biodiesel program thatpromises to rapidly take the country to world lea<strong>de</strong>rshipin biodiesel. All <strong>de</strong>veloping countries can expectto pass through the same two phases, probably inmore concentrated form. Within the next <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>, athird phase can be expected to become significant,namely the use of biomass generally (such as throughforest plantations, or municipal waste) as feedstockfor general bioreactors. This phase will <strong>de</strong>pend on the<strong>de</strong>velopment of enzyme packages that are currentlyin the test stage in R&D companies such as Iogen.But it is highly likely that this stage will be acceleratedthrough innovations <strong>de</strong>veloped in Brazil, Indiaand China, given their track record.The time for the <strong>de</strong>veloping countries to make theirmark as lea<strong>de</strong>rs in biofuels may well be limited bylooming technological <strong>de</strong>velopments. There are innovationspending such as the <strong>de</strong>sign of synthetic bacteriaoptimized for the production of ethanol, to begrown in bioreactors located next to power stationsand fed carbon dioxi<strong>de</strong> as raw material. If such <strong>de</strong>velopmentscome to pass, they will impose crushingtechnological competition on the cultivation of energycrops by <strong>de</strong>veloping countries. Hence the urgencyof these <strong>de</strong>liberations.This is the biggest issue of all. Already there is substantialmomentum behind the enactment of subsidiesto encourage production of ethanol in northern temperateclimates – from corn in the US and from sugarbeet in Northern Europe – where the costs of producingthe final product are far higher (two to threetimes) than in India or Brazil. It would make so muchmore sense for the <strong>de</strong>veloped world to produce ethanolon a small scale for their own energy security,and import the bulk of their supplies from tropicalcountries in Asia, Africa and Central and SouthAmerica. The US, for example, operates a tariff of$0.54c per gallon against ethanol imports, at the behestof corn-belt ethanol producers, in addition to thesubstantial subsidies paid by state and fe<strong>de</strong>ral gov-Chart 7. United States fuel ethanol imports, 2005-2006Source: ITC


ernment programs and tax breaks offered to theseproducers. Despite this, US imports of ethanol haveincreased dramatically in the last two years, as revealedin Chart 7.The more that South-South cooperation occurs in thebiofuel sector, the more it will help to create a globalmarket for biofuels, initially ethanol, which willcome to be seen (sooner rather than later) as a complementto and alternative for the global market foroil. The South-South cooperation would be unobstructedby protective tariffs raised by the <strong>de</strong>velopedworld against the countries of the South. Here theWTO has an enormously important role to play, inensuring that the coming biofuels century is notwrecked at the outset by greedy and short-sightedprotectionist measures enacted by the <strong>de</strong>velopedworld to obstruct global tra<strong>de</strong> in biofuels.Building a <strong>de</strong>velopment pathway around biofuels hasthe potential to unlock a chain reaction of favorableactivities -- creating in the first place a successfulnational and export industry; promoting a space forlocal entrepreneurship and particularly rural entrepreneurship;creating an advanced science and technology-basedindustry that will create an incentive tostay abreast of technological <strong>de</strong>velopments in biofuelsand bioreactors generally; <strong>de</strong>monstrating the significanceof government policy in creating the rightconditions for the industry to <strong>de</strong>velop; and breakingdown resistance to other renewable energy industries,like solar and wind -- thus getting a country onto a<strong>de</strong>velopment trajectory in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt of fossil fuels.What enables the BICs to move on the biofuels frontieris the presence of superior skills - not just any -but scientific and engineering. Without investmentsin these, firms cannot even apply superior farm technologies,let alone cultivate crops for biofuels. Thusbiofuels provi<strong>de</strong> an excellent starting point for a programof industrialization for most countries lookingto make a start in technological adaptation and learning-based<strong>de</strong>velopment – which applies to almost allthe tropical countries today. They can seize their advantagein being able to cultivate fast-growing biofuelscrops – but only if they are able to apply advancedscientific agriculture and utilize the most efficientpower conversion processes in ethanol and biofuelproduction – technologies available to them aslatecomers, e.g. through South-South investment andcooperation.The key that unlocks the potential of renewable energysources for <strong>de</strong>velopment is – as discovered byBrazil – flex-fuel vehicles. It works like this. Flexfuelvehicles give motorists a choice – fill up with ethanolor with petrol, <strong>de</strong>pending on the price and personalpreference. This choice engen<strong>de</strong>rs confi<strong>de</strong>nce, andovercomes any lingering doubts about ethanol. Thisbuilds consumer <strong>de</strong>mand for ethanol, so bringingcompetition to the petrol forecourt. The oil companiescan swim with the ti<strong>de</strong>, and supply ethanolthemselves, or they can go against it, and allow in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntsto supply the ethanol that motorists <strong>de</strong>mand.Either way, an ethanol market is created. Thisthen leads to realistic policies for supplying ethanol –either through imports (probably from Brazil) orthrough local production that gets a kickstart mandatedby popular <strong>de</strong>mand. In the tropical parts of theworld, such as India or Thailand, there will be sugarcaneand starch-rich plants such as cassava providingthe feedstocks. In more temperate climates, it will begrains such as wheat, sorghum, corn and new varietiesnot yet seriously tested, such as sweet sorghum.The bioreactors built will be at the leading edge oftechnology, to capture latecomer advantages. Theywill be flexible, taking a variety of feedstocks andproducing a variety of outputs, not just ethanol butalso distillers’ grains for animal feed, as well as plantwastes that can be fired to produce electric power forthe bioreactors that will be collocated next to thegrain or corn or cane fields. Entrepreneurial initiativesto produce ethanol and methanol from cellulose(woody and fibrous biomass) would be forthcoming,so that alcohol supplies could be produced on a scalethat could provi<strong>de</strong> a genuine alternative to oil and tofossil fuels more generally.Governments can mandate these changes, by simplyrequiring that all new vehicles meet flex-fuel stan-


dards. And the governments of India and Chinawould be pushing on an open door to make such requirementsmandatory. The automotive industry isalready producing huge numbers of flex-fuel vehicles,and would be enchanted to be given a chance tooffer them against local competition in India andChina.The rest would follow. As India and China weanthemselves off imported oil, and the results of producingethanol and methanol and creating a nationalbiofuels market become apparent, so the pressure toproduce other ‘green’ sources of energy wouldmount. Confi<strong>de</strong>nce breeds confi<strong>de</strong>nce. There wouldbe <strong>de</strong>mands to clean the cities of smog and air pollutioncaused by vehicle emissions. Green electricity,produced from digestion of urban waste, from solarphotovoltaics and from wind power, would beviewed as no longer a marginal supply issue, but central.The institutional reforms nee<strong>de</strong>d to mandatesuch a switch would be forthcoming, because theconfi<strong>de</strong>nce to do so would be established by successwith biofuels. Thus more and more electric powerwould be produced from renewable sources, as retailsuppliers of power are mandated to do so, and consumers<strong>de</strong>mand it. Reforms covering interconnectionwould be enacted, allowing small, in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntpower producers to use their own generated powerlocally and to sell off excess to the grid, at fair andreasonable terms. Thus the whole electric energysystem would be <strong>de</strong>centralized, and ma<strong>de</strong> more robustas a result. Power blackouts and brownoutswould become a thing of the past in <strong>de</strong>veloping countries.As the savings from importing oil mount, so thecountries that pursue this <strong>de</strong>velopment pathway willbe able to build export industries, first around biofuels,and then around the technology for producingbiofuels and eventually the technologies for producingenergy from renewable sources more generally.This would be an interesting 21st century variant ofAkamatsu’s ‘flying geese mo<strong>de</strong>l’ which envisaged<strong>de</strong>veloping countries moving in lockstep with advancedcountries as they import first their equipment,then <strong>de</strong>velop industries, then exports, and finally endup exporting the latest versions of the equipmentthemselves. In this 21st century variant, it is the latecomerswho take the lead in energy, and after importingadvanced technology move quickly to build theirown export industries in advance of the <strong>de</strong>velopedworld. Led by Brazil, India and China, and with thefull participation of Japan – and eventually of the USand Europe as they break free of oil-<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce –the renewable energy industry is set to become thelargest industry of the 21st century – taking over thatposition from oil, which is currently the world’s largestand has been for the past half-century and more.But the renewable energy industry promises muchmore than in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce from fossil fuels. It promisesto be a ‘normal’ industry, in the sense of one thatpromotes competition and innovation – two featuresconspicuously lacking in the international oil andautomotive industries.So the <strong>de</strong>veloping countries have everything to gainfrom promoting biofuels as the first of a series ofrenewable energy industries, and nothing to lose.They will not be sacrificing other options to do so,because they do not have other options in place –other than un<strong>de</strong>r<strong>de</strong>veloped fossil fuel utilizing systemsthat are becoming prohibitively expensive an<strong>de</strong>conomically crippling as oil supplies peak. Theywill not be sacrificing resources such as land becausethey have land in excess supply, particularly the kindof <strong>de</strong>gra<strong>de</strong>d land that is best utilized for fuel cropssuch as sugar cane or Jatropha. They will be savingthemselves from the trap of being <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on oilimports at a time when the price of oil is rising inexorably,and security of supplies is anything but certain.They will be contributing to promoting cleaner air intheir cities and reducing greenhouse gas emissionsoverall – for which carbon credits should becomeavailable soon un<strong>de</strong>r a Kyoto-like process. The issuesthat <strong>de</strong>veloping countries need to consi<strong>de</strong>r have beenwell documented and publicised, by the World Bankand other agencies.Finally <strong>de</strong>veloping countries, in addition to all theseadvantages, can kick-start their own process of industrial<strong>de</strong>velopment by focusing seriously and urgentlyon the building of a biofuels industry and on all its


concomitants, such as the promotion of entrepreneurship,exports and cluster <strong>de</strong>velopment. But the opportunity,while the <strong>de</strong>veloped countries are still ditheringover whether to get behind biofuels in a big way,could close soon. Now is the time for the WorldBank to get behind the promotion of biofuels industriesfor <strong>de</strong>veloping countries as a major priority, andfor the countries themselves to build the industriesthat will liberate them from the bondage of a fossilfuelledfuture.


* Eric Holt-Giménez, Ph.D., es Director Ejecutivo <strong>de</strong> Food First / Institute for Food and Development Policy con base en Oakland,CA, Estados Unidos.Este artículo fue editado originalmente en inglés. La traducción al español fue realizada por Georgina Catacora


Los biocombustibles evocan una imagen <strong>de</strong> abundancia renovable que permite a la industria, políticos, Banco Mundial,Naciones Unidas e incluso al Panel Intergubernamental <strong>de</strong>l Cambio Climático, presentar a los combustiblesproducidos a partir <strong>de</strong>l maíz, caña <strong>de</strong> azúcar, soya y otros cultivos como una suave transición <strong>de</strong> la cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong> unaeconomía <strong>de</strong>l petróleo hacia otra basada en combustibles renovables. Los mitos sobre la abundancia <strong>de</strong>svían la atenciónlejos <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>rosos intereses económicos que se benefician <strong>de</strong> esta transición, evitando la discusión sobre elcreciente precio que los ciudadanos <strong>de</strong>l Sur están comenzando a pagar para mantener el estilo <strong>de</strong> vida consumista <strong>de</strong>lNorte basada en el petróleo. La obsesión por los biocombustibles obscurece las profundas consecuencias <strong>de</strong> la industria<strong>de</strong> transformación <strong>de</strong> nuestros alimentos y sistemas energéticos – la transición <strong>de</strong> los agro-combustibles.Los países industrializados han dado lugar a un“boom <strong>de</strong> agro-combustibles” a través <strong>de</strong> la proclamación<strong>de</strong> ambiciosas metas sobre combustibles renovables.Los combustibles renovables <strong>de</strong>berán proveerel 5,75% <strong>de</strong>l combustible para transporte <strong>de</strong>Europa hasta el 2010; y el 10% hasta el 2020. El objetivo<strong>de</strong> los Estados Unidos es alcanzar los 35 billones<strong>de</strong> galones por año (aproximadamente 132 billones<strong>de</strong> litros por año). Estas metas sobrepasan significativamentela capacidad agrícola <strong>de</strong>l Norte industrializado.Bajo este contexto, Europa requeriría <strong>de</strong>stinar70% <strong>de</strong> sus tierras agrícolas a la producción <strong>de</strong>cultivos para la producción <strong>de</strong> agro-combustibles.Toda la cosecha <strong>de</strong> maíz y soya <strong>de</strong> los Estados Unidosnecesitaría ser procesada como etanol y biodiesel.Los países <strong>de</strong>l Norte esperan que los países<strong>de</strong>l Sur satisfagan sus requerimientos <strong>de</strong> combustibles,y sus gobiernos parecen estar ansiosos por obe<strong>de</strong>cer.Indonesia y Malasia están <strong>de</strong>forestando aceleradamentesus bosques para expandir las plantaciones<strong>de</strong> palma aceitera <strong>de</strong>stinadas a suplir el 20% <strong>de</strong>l mercado<strong>de</strong> bio-diesel <strong>de</strong> la Unión Europea. En Brasil –don<strong>de</strong> los cultivos <strong>de</strong>stinados a la producción <strong>de</strong>agro-combustibles ya ocupan una superficie similar ala extensión conjunta <strong>de</strong> los Países Bajos, Bélgica,Luxemburgo y Gran Bretaña – el gobierno está planeandoincrementar en cinco veces la extensión <strong>de</strong>dicadaa la producción <strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcar con el fin <strong>de</strong>reemplazar el 10% <strong>de</strong> la gasolina <strong>de</strong>l mundo hasta el2025.La rápida capitalización y concentración <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> los agro-combustibles esasombrosa. Del 2004 al 2007, el capital invertido enagro-combustibles se ha incrementado ocho veces.La inversión privada está invadiendo las institucionespúblicas <strong>de</strong> investigación, como evi<strong>de</strong>ncia está elmedio billón <strong>de</strong> dólares que la compañía British Petroleum(BP) otorgó a la Universidad <strong>de</strong> California.En una abierto <strong>de</strong>safío a las leyes nacionales antimonopolio,gigantes corporaciones <strong>de</strong> petróleo, granos,vehículos e ingeniería genética están formandopo<strong>de</strong>rosas alianzas: ADM con Monsanto; Chevron yVolkswagen; también BP con DuPont y Toyota. Estascorporaciones están consolidando la investigación,producción, procesamiento y canales <strong>de</strong> distribución<strong>de</strong> nuestros alimentos y sistemas <strong>de</strong> provisión<strong>de</strong> combustibles bajo un colosal techo industrial.Los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> los agro-combustibles nos aseguranque <strong>de</strong>bido a que los cultivos son renovables, losagro-combustibles son ambientalmente amigables,pue<strong>de</strong>n reducir el calentamiento global y promover el<strong>de</strong>sarrollo rural. Pero el tremendo po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mercado<strong>de</strong> las corporaciones globales <strong>de</strong> agro-combustibles,junto con la débil voluntad política <strong>de</strong> los gobiernosen regular sus activida<strong>de</strong>s, es la receta para un <strong>de</strong>sastreambiental e incremento <strong>de</strong>l hambre en el Sur. Estiempo <strong>de</strong> analizar los mitos que alimentan este boom<strong>de</strong> los agro-combustibles – antes que sea <strong>de</strong>masiadotar<strong>de</strong>.


Debido a que la fotosíntesis <strong>de</strong> los cultivos <strong>de</strong>stinadosa la elaboración <strong>de</strong> combustibles remueven losgases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la atmósfera y pue<strong>de</strong>nreducir el consumo <strong>de</strong> combustibles fósiles, hemossido informados que los cultivos <strong>de</strong>stinados a la producción<strong>de</strong> combustibles son “ver<strong>de</strong>s”. Sin embargo,cuando el ciclo <strong>de</strong> vida completo <strong>de</strong> los agrocombustibleses consi<strong>de</strong>rado – <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la a<strong>de</strong>cuación ypreparación <strong>de</strong> la tierra hasta el consumo vehicular –el mo<strong>de</strong>rado ahorro en las emisiones <strong>de</strong> gases efectoinverna<strong>de</strong>ro son sobrepasadas ampliamente por unaemisión mucho mayor originada en la <strong>de</strong>forestación,quema, drenaje <strong>de</strong> turba, cultivo, y pérdida <strong>de</strong> carbón<strong>de</strong>l suelo. Cada tonelada <strong>de</strong> palma aceitera producidaresulta en 33 toneladas <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> dióxido <strong>de</strong> carbono– 10 veces más que el petróleo. Los bosquestropicales reemplazados por caña <strong>de</strong> azúcar para laproducción <strong>de</strong> etanol emiten 50% más gases <strong>de</strong> efectoinverna<strong>de</strong>ro que la producción y uso <strong>de</strong> cantida<strong>de</strong>ssimilares <strong>de</strong> gasolina. Con relación al balance global<strong>de</strong> carbón, Doug Parr, científico inglés en Greenpeacemenciona categóricamente: “Incluso si cinco porciento <strong>de</strong> los biocombustibles son generados <strong>de</strong> la<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los existentes antiguos bosques, sepier<strong>de</strong> toda la ganancia <strong>de</strong> carbón”.También existen otros problemas ambientales. Losagro-combustibles industriales requieren ampliasaplicaciones <strong>de</strong> fertilizantes petroquímicos, cuyo usoglobal – actualmente a una relación <strong>de</strong> 45 millones <strong>de</strong>toneladas por año – tiene más que el doble <strong>de</strong> la disponibilidadbiológica <strong>de</strong> nitrógeno en el mundo, contribuyendointensamente a la emisión <strong>de</strong> óxido nitroso,un gas <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro 300 veces más potenteque el dióxido <strong>de</strong> carbono (CO 2 ). In los trópicos– don<strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los agro-combustibles <strong>de</strong>lmundo serán cultivados pronto – los fertilizantesquímicos tienen 10 a 100 veces más impacto en elcalentamiento global en comparación con las aplicacionesen suelos <strong>de</strong> climas templados. La producción<strong>de</strong> un litro <strong>de</strong> etanol requiere tres a cinco litros <strong>de</strong>agua <strong>de</strong> riego y genera hasta 13 litros <strong>de</strong> aguas <strong>de</strong><strong>de</strong>secho. Requiere una energía equivalente a 113litros <strong>de</strong> gas natural para tratar dichos <strong>de</strong>sechos, incrementandosus requerimientos sucesivamente <strong>de</strong>forma tal que simplemente será liberado en el ambientey contaminará las corrientes <strong>de</strong> agua, ríos yaguas subterráneas. El cultivo intensivo <strong>de</strong> cultivospara agro-combustibles también dirigirá a altos niveles<strong>de</strong> erosión, particularmente en la producción <strong>de</strong>soya – <strong>de</strong> 6,5 toneladas por hectárea in los EstadosUnidos hasta 12 toneladas por hectárea en Brasil yArgentina.Los proponentes <strong>de</strong> los agro-combustibles argumentanque los cultivos <strong>de</strong>stinados a su producción plantadosen suelos ecológicamente <strong>de</strong>gradados mejorarán,en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir, el ambiente. Quizás el gobierno<strong>de</strong>l Brasil tiene esto en mente para reclasificaraproximadamente 200 millones <strong>de</strong> hectáreas<strong>de</strong> bosques tropicales secos, pra<strong>de</strong>ras y pantanalescomo “áreas <strong>de</strong>gradadas” y aptas para la producción<strong>de</strong> agro-combustibles. En realidad, estos sonecosistemas biodiversos <strong>de</strong> la Mata Atlántica, el Cerradoy el Pantanal, ocupados por poblaciones indígenas,agricultores <strong>de</strong> subsistencia y predios <strong>de</strong> producciónextensiva <strong>de</strong> ganado. La introducción <strong>de</strong> plantaciones<strong>de</strong> agrocombustibles simplemente expulsará aestas comunida<strong>de</strong>s hacia la frontera agrícola <strong>de</strong> laAmazonía, don<strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación será intensificada.La soya suple 40% <strong>de</strong>l biodiesel <strong>de</strong>l Brasil. La NA-SA ha correlacionado positivamente su precio <strong>de</strong>mercado con la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l bosque húmedo amazónico– actualmente, cerca <strong>de</strong> 325 mil hectáreas poraño. El llamado “Diesel <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación”, plantaciones<strong>de</strong> palma aceitera para bio-diesel es la primeracausa <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong> bosques en Indonesia, un paíscon uno <strong>de</strong> los más altos índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>forestación enel mundo. En el 2020, las plantaciones <strong>de</strong> palma aceitera<strong>de</strong> Indonesia se triplicarán hasta llegar a unaextensión <strong>de</strong> 16,5 millones <strong>de</strong> hectáreas – un áreasimilar a la <strong>de</strong> Inglaterra y Wales juntos – resultandoen una pérdida <strong>de</strong>l 98% <strong>de</strong> la cobertura boscosa. Suvecino país, Malasia, es el primer productor <strong>de</strong> palmaaceitera <strong>de</strong>l mundo y ya ha perdido 87% <strong>de</strong> su bosquetropical y continúa <strong>de</strong>forestando a una tasa <strong>de</strong>l7% anual.En los trópicos, 100 hectáreas <strong>de</strong>dicadas a la agriculturafamiliar generan 35 empleos. La palma aceitera


y la caña <strong>de</strong> azúcar generan 10 empleos; el eucaliptodos; y la soya tan sólo medio jornal por 100 hectáreas.Todos ellos pobremente remunerados. Antes <strong>de</strong>este boom, los agrocombustibles prioritariamentesuplían los mercados locales, incluso en los EstadosUnidos. La mayoría <strong>de</strong> las plantas <strong>de</strong> etanol eran pequeñasy propiedad <strong>de</strong> agricultores. Los “gran<strong>de</strong>s”<strong>de</strong>l petróleo, granos e ingeniería genética están rápidamenteconsolidando su control sobre toda la ca<strong>de</strong>na<strong>de</strong> valor <strong>de</strong> los agro-combustibles. Estas corporacionesgozan <strong>de</strong> un inmenso po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mercado. Carrily ADM controlan 65% <strong>de</strong>l comercio global <strong>de</strong> granos;Monsato y Syngenta un cuarto <strong>de</strong> los 60 millones<strong>de</strong> dólares <strong>de</strong> la industria biotecnológica. Estepo<strong>de</strong>r permite a estas compañías extraer las más lucrativasganancias y segmentos <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> valorcon bajo riesgo – insumos, procesamiento y distribución.Como resultado, los productores <strong>de</strong> cultivospara agrocombustibles <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán cada vez más <strong>de</strong>loligopolio <strong>de</strong> estas compañías. A largo plazo, losagricultores no son candidatos <strong>de</strong> recibir muchosbeneficios. Los pequeños propietarios están <strong>de</strong>stinadosa verse forzados a <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> sus tierras.Cientos <strong>de</strong> miles ya han sido <strong>de</strong>splazados por lasplantaciones <strong>de</strong> soya en la “República <strong>de</strong> la soya”, unárea <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 50 millones <strong>de</strong> hectáreas que incluyeterritorios <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong>l Brasil, norte <strong>de</strong> Argentina, Paraguayy el este <strong>de</strong> Bolivia. El hambre, dice Amartya Sen, resulta no <strong>de</strong> la escasez,sino <strong>de</strong> la pobreza. Según la FAO, existe suficientealimento en el mundo para suplir las necesida<strong>de</strong>sdiarias <strong>de</strong> 3,200 calorías por persona con unadieta basada en frutas frescas, nueces, vegetales, productoslácteos y carne. Sin embargo, <strong>de</strong>bido a la pobreza,824 millones <strong>de</strong> personas continúan sufriendohambre. En 1996, los lí<strong>de</strong>res mundiales prometieronreducir a la mitad el hambre en el mundo hasta el año2015. Muy poco se ha avanzado en ello. Las poblacionesmás pobres <strong>de</strong>l mundo invierten <strong>de</strong>l 50 – 80%<strong>de</strong>l ingreso familiar total en alimentos. Ellos sufrencuando el alto precio <strong>de</strong> los combustibles incrementatambién los precios <strong>de</strong> los alimentos. Ahora, <strong>de</strong>bido aque los cultivos <strong>de</strong>stinados a alimentos y combustiblescompiten por el uso <strong>de</strong> la tierra y recursos, losaltos precios <strong>de</strong> los alimentos <strong>de</strong> hecho incrementaránel precio <strong>de</strong> los combustibles. Ambos aumentaránel valor <strong>de</strong> la tierra y agua. Este perverso espiral inflacionariopone a los alimentos y recursos productivosfuera <strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> los pobres. El Instituto Internacional<strong>de</strong> Investigación sobre Políticas Alimentariasadvierte que el precio <strong>de</strong> los alimentos básicospue<strong>de</strong> incrementar <strong>de</strong> un 20 a 33% para el año 2010,y <strong>de</strong>l 26 al 135% para el año 2020. El consumo calóricotípicamente <strong>de</strong>clina a medida que el precio <strong>de</strong> losalimentos incrementa en una relación <strong>de</strong> 1:2. Concada 1% que incremente el costo <strong>de</strong> los alimentos, 16millones <strong>de</strong> personas son sometidas a la inseguridadalimentaria. Si las ten<strong>de</strong>ncias actuales continúan,cerca <strong>de</strong> 1,2 billones <strong>de</strong> personas pue<strong>de</strong>n sufrir <strong>de</strong>hambre crónica para el año 2025 – 200 millones másque lo predicho anteriormente. No se espera que laayuda alimentaria mundial venga al rescate ya que laproducción adicional irá <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestros tanques<strong>de</strong> gas. Lo que es urgentemente requerido es una masivatransferencia <strong>de</strong> los recursos productivos hacia elpobre rural; y no la conversión <strong>de</strong> la tierra en productora<strong>de</strong> combustibles. Los proponentes <strong>de</strong> los agro-combustibles argumentanque los actuales agro-combustibles están producidospor cultivos alimenticios y pronto serán reemplazadospor cultivos ambientalmente más amigablescomo los árboles y pasturas <strong>de</strong> rápido crecimiento.Este mito, irónicamente está referido como otro dicho,hace que los combustibles basados en alimentossean socialmente aceptables.La transición hacia agro-combustibles transforma eluso <strong>de</strong> la tierra a una escala masiva, sumiendo a laproducción <strong>de</strong> alimentos en una rivalidad por la tierra,agua y recursos con la producción <strong>de</strong> combustibles.El tema <strong>de</strong> qué cultivo es convertido en combustibleses irrelevante. Plantas silvestres producidascomo agro-combustibles no van a tener una huellaecológica más pequeña. Ellas emigrarán rápidamente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> bosquecillos y áreas <strong>de</strong> conservación hacia<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tierras arables para ser cultivadas <strong>de</strong> maneraintensiva como cualquier otro cultivo industrial,con todas las externalida<strong>de</strong>s ambientales asociadas.


La industria aspira hacia cultivos genéticamente modificadosproductores <strong>de</strong> celulosa que se <strong>de</strong>scompongafácilmente para liberar azúcar, específicamente,árboles <strong>de</strong> rápido crecimiento. Los árboles son perennesy esparcen polen a mayores distancias que loscultivos alimenticios. Los candidatos para la producción<strong>de</strong> celulosa son miscantus o eulalia, pasto varilla,y alpiste que especies invasivas, virtualmenteasegurando una contaminación genética. Los agrocombustiblesserán los caballos <strong>de</strong> Troya genéticos<strong>de</strong> Monsanto/Syngenta, permitiéndoles tener un controltotal <strong>de</strong> nuestros sistemas energéticos y <strong>de</strong> alimentos.El etanol celulósico, un producto que ya ha <strong>de</strong>mostradotener ningún ahorro en carbón, no va a reemplazarlos agro-combustibles en los siguientes cinco a ochoaños – el tiempo necesario para evitar los peores impactos<strong>de</strong>l calentamiento global.Se requieren mayores <strong>de</strong>scubrimientos en fisiologíavegetal para i<strong>de</strong>ntificar la <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la celulosa,hemi celulosa y lignina <strong>de</strong> manera económicamenteeficiente. La industria está apostando a milagroso contando con la fianza <strong>de</strong>l contribuyente. Feen la ciencia, no es ciencia. Fe selectiva en improbabley posiblemente una inalcanzable segunda generación<strong>de</strong> bio-combustibles– en lugar <strong>de</strong> trabajar en lamejora <strong>de</strong> tecnologías solares, eólicas, o <strong>de</strong> conservación– es un sesgo a favor <strong>de</strong> los gigantes <strong>de</strong> los agrocombustibles. La Agencia Internacional <strong>de</strong> Energía estima que enlos siguientes 23 años, el mundo podría producir 147millones <strong>de</strong> toneladas <strong>de</strong> agro-combustibles. Estaproducción estará acompañada <strong>de</strong> la generación <strong>de</strong>bastante carbón, óxido nitroso, erosión y producción<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 2 billones <strong>de</strong> toneladas <strong>de</strong> aguas <strong>de</strong> <strong>de</strong>secho.Sorpren<strong>de</strong>ntemente, este combustible a duraspenas podrá reducir el incremento anual <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandaglobal <strong>de</strong> petróleo, actualmente calculada en 136toneladas por año – y no reducirá nada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandaexistente.La transición hacia los agro-combustibles está basadaen una relación <strong>de</strong> 200 años entre la agricultura y laindustria que comenzó con la Revolución Industrial.El invento <strong>de</strong> la energía a vapor prometió el fin <strong>de</strong>ltrabajo pesado. A medida que los gobiernos privatizaronlas tierras comunitarias, <strong>de</strong>spojan a los campesinos<strong>de</strong>l aprovisionamiento <strong>de</strong> predios y jornalesaccesibles. Los fertilizantes petroquímicos baratoshan abierto la agricultura a la industria. La mecanizaciónha intensificado la producción, manteniendo losprecios bajos y el apogeo <strong>de</strong> la industria. El segundosiglo ha visto el triple cambio global hacia la vidaurbana con mayor gente viviendo en las ciuda<strong>de</strong>s queen el área rural. La masiva transferencia <strong>de</strong> riqueza<strong>de</strong> la agricultura a la industria, la industrialización <strong>de</strong>la agricultura y el cambio urbano-rural son parte <strong>de</strong> la“Transición Agraria”, que trasforma la mayor parte<strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> combustibles y alimentos; y estableciendoun petróleo no renovable como el cimiento<strong>de</strong> la actual multitrillonaria industria agroalimentaria.Los pilares <strong>de</strong> la industria agro-alimenticia son lasgran<strong>de</strong>s corporaciones <strong>de</strong> granos que incluye a ADM,Cargill y Bunge. De igual forma, ellos están ro<strong>de</strong>adospor una estructura formidable <strong>de</strong> compañías <strong>de</strong> agroquímicos,semilla y maquinaria, por un lado; y procesadores<strong>de</strong> alimentos, distribuidores y ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong>supermercados, por el otro. En conjunto, estas industriasabsorben cuatro <strong>de</strong> cada cinco dólares <strong>de</strong>l mercado<strong>de</strong> alimentos. Sin embargo, el margen <strong>de</strong> susganancias se han estancado por un tiempo.Los subsidios gubernamentales y objetivos establecidospara los agro-combustibles son la razón para lareducción <strong>de</strong> las ganancias <strong>de</strong>l agronegocio; creciendoa medida que se reduce el petróleo y concentrandoel po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> mercado en las manos <strong>de</strong> los actores máspo<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> alimentos y combustibles.Similar a la original Transición Agraria, laTransición Corporativa <strong>de</strong> los Agro-Combustibles“atrapará a los bienes comunes” mediante la industrialización<strong>de</strong> lo que queda <strong>de</strong> los bosques y pra<strong>de</strong>ras<strong>de</strong>l mundo. Esto hará que los restantes pequeños propietarios,agricultores familiares e indígenas se dirijana las ciuda<strong>de</strong>s. La complicidad entre los gobiernosy la industria tiene el potencial <strong>de</strong> canalizar losrecursos rurales hacia los centros urbanos en forma<strong>de</strong> combustible, concentrando la riqueza industrial.Pero esto pue<strong>de</strong> empujar a millones <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la pobreza e incrementar las muertes por inanición<strong>de</strong> forma dramática.La transición <strong>de</strong> los agro-combustibles pa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> un<strong>de</strong>fecto fatal – no existe “nueva” revolución indus-


trial. No hay una nueva expansión <strong>de</strong>l sector industrialque pudiera recibir comunida<strong>de</strong>s indígenas, pequeñospropietarios y trabajadores rurales <strong>de</strong>splazados.No existen avances en la producción esperando ainundar el mundo con comida barata. Esta vez, loscombustibles no subsidiarán la agricultura con energía<strong>de</strong> bajo costo. Al contrario, los combustiblescompetirán con los alimentos por tierra, agua y recursos.Los agro-combustibles van a colapsar el vínculoentre alimentos y combustibles. La inherente entropía<strong>de</strong> la agricultura industrial ha sido invisible todo eltiempo que el petróleo ha sido abundante. Ahora, lossistemas alimentarios y <strong>de</strong> combustibles <strong>de</strong>ben cambiar<strong>de</strong> una cuenta <strong>de</strong> ahorros a una <strong>de</strong> cuenta corriente.Los agro-combustibles nos dirigen hacia unsobre giro. “Renovable” no significa “ilimitado”.Mientras que los cultivos pue<strong>de</strong>n ser replantados, latierra, el agua y los nutrientes son limitados. Preten<strong>de</strong>rlo contrario sirve a los intereses <strong>de</strong> aquellos quemonopolizan dichos recursos.La propuesta <strong>de</strong> los agro-combustibles se basa en supotencial <strong>de</strong> prolongar un sistema industrial basadoen petróleo. Con un estimado <strong>de</strong> un trillón <strong>de</strong> barriles<strong>de</strong> reserva <strong>de</strong> petróleo restantes en el planeta, el precio<strong>de</strong> $100 por barril no está alejado. Mientras mayorsea el precio <strong>de</strong>l petróleo, el costo <strong>de</strong>l etanol pue<strong>de</strong>incrementar en cuanto se mantenga competitivo.A medida que el petróleo sea más caro, la primerageneración <strong>de</strong> los agro-combustibles será más lucrativa,<strong>de</strong>smotivando al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la segunda generación<strong>de</strong> los bio-combustibles. Si el petróleo alcanzaun valor <strong>de</strong> $80 por barril, los productores <strong>de</strong> etanoltendrán la capacidad <strong>de</strong> pagar $5 por aproximadamente127 Kg (ó 32 L) <strong>de</strong> maíz, haciéndola competitivacon la caña <strong>de</strong> azúcar. La crisis energética <strong>de</strong>lplaneta significa una bonanza <strong>de</strong> $80 a 100 trillones<strong>de</strong> dólares para las corporaciones <strong>de</strong> alimentos ycombustibles.Las limitantes – no los incentivos – <strong>de</strong>ben ser aplicadosen la industria corporativa <strong>de</strong> los agrocombustibles.Si los agro-combustibles van a ser amigablescon el bosque y la alimentación, la industria <strong>de</strong> granos,caña y palma aceitera requieren un manejo, regulacióny cumplimiento global estrictos. Estándaresfuertes y aplicables basados en la limitación <strong>de</strong> lasáreas plantadas <strong>de</strong> agrocombustibles son una necesidadurgente, así como suficientes leyes antimonopoliopara prevenir la concentración corporativa.Los beneficios a largo plazo para el área rural,serán construidos sólo si los agro-combustibles complementanlos planes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo rural sostenible anivel local, regional y nacional. La Transición Corporativa <strong>de</strong> los Agro-Combustiblesno es inevitable. No existe una razón inherente parasacrificar los sistemas y equidad <strong>de</strong> alimentos y combustiblespor la industria. Muchas <strong>de</strong> las alternativasexitosas enfocadas al aprovisionamiento local, eficienciaenergética y bienestar humano, están actualmenteproduciendo alimentos y energía en formastales que no amenazan los sistemas alimentarios, elambiente ni la sobre-vivencia. La pregunta no es si eletanol o el bio-diesel tienen un espacio en nuestrofuturo; sino, si es que vamos o no vamos a permitirque un puñado <strong>de</strong> corporaciones globales transformenuestros sistemas alimentarios y energéticos, <strong>de</strong>struyendola biodiversidad <strong>de</strong>l planeta y empobreciendoa la mayoría <strong>de</strong> sus habitantes. Para evitar esta trampa<strong>de</strong>bemos promover un estado <strong>de</strong> transición agrariaestable, basada en la redistribución <strong>de</strong> la tierra <strong>de</strong> talforma que re-pueble y estabilice las comunida<strong>de</strong>srurales <strong>de</strong>primidas. Esto incluye una reconstrucción yfortalecimiento <strong>de</strong> nuestros sistemas alimentarioslocales y la creación <strong>de</strong> las condiciones para la reinversión<strong>de</strong> la riqueza rural. Poner a la gente y elmedio ambiente – en lugar que a las mega - gananciascorporativas – al centro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo rural requiere<strong>de</strong> soberanía alimentaria: El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> lagente <strong>de</strong> establecer sus propios sistemas alimentarios.En ambas áreas, el Norte industrializado y el Sur,cientos <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> productores y consumidores estánactivamente organizados para la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechosen la salud y <strong>de</strong> alimentos culturalmente apropiadosproducidos <strong>de</strong> manera ecológica y por métodossostenibles. Ellos también están re-construyendoun sistema local <strong>de</strong> alimentos <strong>de</strong> forma que la mayorparte los ingresos económicos y beneficios <strong>de</strong> estossistemas se mantengan a nivel local – no en los cofrescorporativos <strong>de</strong> las agroindustrias inmensas ydistantes. Ellos están haciendo a las corporacionesagroindustriales responsables por las externalida<strong>de</strong>sque sus industrias imponen sobre las personas enforma <strong>de</strong> hambre, <strong>de</strong>strucción ambiental y salud <strong>de</strong>bilitadapor los alimentos procesados baratos. Los


movimientos sociales <strong>de</strong> reforma agraria, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>los indígenas, agricultura sostenible campesino acampesino, comercio ético, mercados campesinos,agricultura apoyada por las comunida<strong>de</strong>s, agriculturaurbana y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sistemas alimentarios en losbarrios, son unos cuantos ejemplos <strong>de</strong> los amplios ymultifacéticos esfuerzos por la soberanía alimentaria.Organizaciones como Vía Campesina, el MovimientoSin Tierra (MST) <strong>de</strong>l Brasil, la Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Cooperativas<strong>de</strong>l Sur <strong>de</strong> Agricultores Afro-Americanos, y laCoalición Comunitaria por Alimentos y Justicia(Estados Unidos) están transformando la voluntadsocial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> estos movimientos rurales y urbanos envolunta<strong>de</strong>s políticas – creando un cambio en sus visiones.Los movimientos <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la soberanía alimentariaestán ya reclamando justicia al boom <strong>de</strong> losagro-combustibles. Cuando el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los EstadosUnidos, George Bush visitó Brasil para estableceruna alianza sobre etanol con el presi<strong>de</strong>nte Lula,700 mujeres <strong>de</strong> Vía Campesina protestaron ocupandoel molino <strong>de</strong> caña <strong>de</strong> Cargill en Sao Paulo. Pero el<strong>de</strong>smantelamiento <strong>de</strong> la perversidad <strong>de</strong> los agrocombustiblesimplica cambiar la Transición Corporativa<strong>de</strong> los Agro-Combustibles por una transiciónagraria que beneficia a las comunida<strong>de</strong>s rurales – unatransición que no drene el bienestar <strong>de</strong>l área rural;pero que ponga recursos en las manos <strong>de</strong> las personasrurales. Este es un proyecto <strong>de</strong> largo impacto. Unbuen siguiente paso sería una moratoria global en laexpansión <strong>de</strong> los agro-combustibles corporativos.Tiempo y <strong>de</strong>bate público son necesarios para asesorarel impacto potencial <strong>de</strong> los agro-combustibles y <strong>de</strong>sarrollarestructuras reguladoras, programas e incentivospara la conservación y alternativas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> alimentos y combustibles. Necesitamos tiempopara fraguar una mejor transición – una transiciónagraria la soberanía alimentaría y energética.ReferenciasDelft Hydraulics in George Monbiot. 2007. If we want to save the planet, we need a five-year freeze on biofuels. The Guardian, 3/27/2007David Tilman and Jason Hill. 2007. Washington Post, 3/25/07Miguel Altieri and Elizabeth Bravo. 2007. The ecological and social tragedy of biofuels.http://www.foodfirst.orgThe Ecologist. May, 2007Plano Nacional <strong>de</strong> Agroenergia 2006-2011, In Camila Moreno, “Agroenergia X Soberania Alimentar: a Questão Agrária do século XXI”, 2006The Ecologist, IbidAnnie Dufey. 2006. International tra<strong>de</strong> in biofuels: Good for <strong>de</strong>velopment? And good for environment? International Institute for Environmentand DevelopmentBravo, E. 2006. Biocombustibles, cutlivos energeticos y soberania alimentaria: encendiendo el <strong>de</strong>bate sobre biocommustibles. Accion Ecologica,Quito, Ecuador.C. Ford Runge and Benjamin Senauer. 2007. How Biofuels Could Starve the Poor. Foreign Affairs, May/June 2007The World Goes to Town. The Economist, 5/11/07Caroline Lucas Mep, et al. 2006. Fuelling a Food Crisis: The impact of peak oil on food security. The Greens/European Free Alliance,European Parliament


* Carlos E. Delius es Ingeniero Industrial <strong>de</strong> la Texas A&M University en Estados Unidos


Este documento tiene como propósito principal el establecer las bases fundamentales para <strong>de</strong>batir una gran oportunidad<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico y social para Bolivia, como es la producción <strong>de</strong> biocombustibles en el país, siendo uno<strong>de</strong> los principales el Etanol. El Etanol, es un biocombustible. Fui gentilmente invitado por el Instituto Boliviano <strong>de</strong>Comercio Exterior (IBCE) y la Cámara <strong>de</strong> Industria, Comercio, Servicios y Turismo <strong>de</strong> Santa Cruz (CAINCO) parahacer esta presentación en un Foro <strong>de</strong> Diálogo con la Sociedad Civil, con autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Estado, formadores <strong>de</strong> opinióny representantes <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> prensa más importantes <strong>de</strong> Bolivia. No puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> señalar la urgencia <strong>de</strong>encarar un <strong>de</strong>bate sobre esta temática, que tiene que ser corto, sincero y efectivo; se lo <strong>de</strong>bemos a nuestro pueblo, yaque las oportunida<strong>de</strong>s no esperan.Hay mucha confusión acerca <strong>de</strong> la producción y comercio<strong>de</strong>l Etanol. Esto no es sorpren<strong>de</strong>nte ya quehay una variedad <strong>de</strong> materias primas ( feedstocks)para producirlo, así como distintas tecnologías y procesos;<strong>de</strong> otra parte, también se tiene variados usos<strong>de</strong> este producto (commodity). El mercado <strong>de</strong> Etanoles generalmente controlado y/o regulado por los Estados;es producido por pocas empresas y -como hastahace unos años su uso era mayoritariamente para elconsumo humano, como bebida sujeta a impuestoslainformación disponible no es <strong>de</strong> la más transparente.Todo esto está sufriendo cambios significativosque vamos a analizar más a<strong>de</strong>lante.Hay una discusión semántica sobre el término“Etanol”; se tien<strong>de</strong> a usar esta <strong>de</strong>nominación comosinónimo <strong>de</strong> una bebida alcohólica. Esto es engañosoo -por lo menos- incompleto; si bien se usa el Etanolpara la fabricación <strong>de</strong> bebidas alcohólicas, es importante<strong>de</strong>finirlo como lo que es: un hidrocarburo, inflamable,oxigenado e incoloro, cuya formula químicaes: C 2 H 5 OH. A pesar <strong>de</strong> que esta <strong>de</strong>finición es clara,hay varias categorías usadas para <strong>de</strong>finir a estos alcoholesetílicos, las mismas que están organizadas por: Su materia prima <strong>de</strong> origen (feedstock) Por su composición Por su usoLa materia prima -y por lo tanto los procesos que seutilizan para producirlo- son diversos. El “alcoholsintético” pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l petróleo crudo, <strong>de</strong>lgas y <strong>de</strong>l carbón. El “alcohol agrícola” pue<strong>de</strong> ser<strong>de</strong>stilado <strong>de</strong> granos cereales, melazas, frutas, caña <strong>de</strong>azúcar, celulosa y varias otras materias primas. Ambosproductos, tanto los <strong>de</strong> fermentación <strong>de</strong> productosagrícolas como los sintéticos, son químicamenteidénticos.El negocio <strong>de</strong> los alcoholes sintéticos esta concentradoen manos <strong>de</strong> algunas transnacionales: compañíascomo SASOL, con operaciones en Sudáfrica y Alemania,SADAF <strong>de</strong> Arabia Saudita, SHELL, BP, asícomo EQUISTAR <strong>de</strong> los EE.UU.Sin embargo, a escala global, los alcoholes producidossintéticamente tienen un rol menor -menos <strong>de</strong>l5% <strong>de</strong>l volumen total (datos <strong>de</strong> 2003)- mientras queel 95% restante es producido por <strong>de</strong>stilación a partir<strong>de</strong> cosechas agrícolas. El reciente interés en la producción<strong>de</strong> alcohol agrícola -a partir <strong>de</strong> materia primarenovable, no fósil- aumentará la participación <strong>de</strong>este tipo a más <strong>de</strong> 95%. Otra distinción importante enel campo <strong>de</strong>l Etanol es la <strong>de</strong> alcohol anhidro e hidra-


tado; anhidro, es aquel libre <strong>de</strong> agua, o al menos 99%puro; el alcohol hidratado en cambio, contiene aguaen una cuantía no mayor al 4%. En Brasil por ejemplo,se utiliza este último como substituto <strong>de</strong> la gasolina.La distinción entre alcohol anhidro e hidratadoes <strong>de</strong> relevancia no solo en el campo <strong>de</strong> los combustibles,ya que <strong>de</strong>fine la característica básica que losdistingue en el mercado <strong>de</strong>l Etanol.La distinción final se la da por el <strong>de</strong>stino o uso finalque se da al alcohol; por cierto, el uso más antiguo<strong>de</strong>l alcohol es como bebida. El más importante usoindustrial <strong>de</strong>l alcohol es como solvente; los solventesson utilizados en la producción <strong>de</strong> pinturas y revestimientos,farmacéuticos, adhesivos, tintas y otros productos.El Etanol representa al más importante solventeoxigenado; la producción y consumo estánconcentrados en países industrializados en Norteamérica,Europa y Asia. El mercado <strong>de</strong> los solventes es elúnico don<strong>de</strong> los productores <strong>de</strong> alcohol sintético tienenuna participación importante. La ultima categoría<strong>de</strong> uso es como combustible; se lo usa en mezclas,c o m o “ g a s o h o l ” ( g a s o l i n a + a l c o h o l) ,“dieselhol” (diesel+alcohol) o en forma pura; sinembargo, el único país que lo usa en forma pura es elBrasil, don<strong>de</strong> en algunos casos substituye a la gasolinaen un 100%.El uso <strong>de</strong>l Etanol como combustible data <strong>de</strong> los primerosdías <strong>de</strong>l motor <strong>de</strong> combustión interna, sin embargo,el petróleo y sus <strong>de</strong>rivados baratos <strong>de</strong>splazaronsu uso. Fue en Brasil que se lanzó el programa“Pro-alcool”, entre la década <strong>de</strong>l ‘70 y ‘80, que elalcohol volvió al mercado como combustible. Seestima que el 70% <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> alcohol usadotiene como <strong>de</strong>stino la substitución <strong>de</strong> la gasolina. Losotros mercados tradicionales, como son el uso industrialy el consumo humano, son mercados madurosque tendrán un crecimiento lento y limitado. La participación<strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l Etanol como combustible estáprevista ya en más <strong>de</strong> un 80% para fines <strong>de</strong>l 2010.Sin embargo ésta predicción precisa, que algunosproyectos para aumentar el uso <strong>de</strong>l alcohol comocarburante <strong>de</strong>speguen <strong>de</strong>l todo, hecho que se estádando por varias razones que analizaremos más a<strong>de</strong>lante;esta situación representa una oportunidad muygran<strong>de</strong> para aquellos países que tengan las posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> producirlo, transportarlo y comercializarlo anivel global.La producción <strong>de</strong> Etanol combustible crecerá en volumeny cobertura geográfica; hace 10 años solo unoscuantos países producían alcohol para uso como carburante,el mayor productor era Brasil, don<strong>de</strong> se loproduce <strong>de</strong> melazas y caña <strong>de</strong> azúcar; EE.UU. lohace mayoritariamente a partir <strong>de</strong> maíz y Francia apartir <strong>de</strong> la remolacha azucarera. Ya para el año 2003había 13 países que usaban alcohol como componenteen los combustibles. En los próximos 10 años, elmapa <strong>de</strong>l alcohol como combustible habrá cubierto latotalidad <strong>de</strong> los Estados Norteamericanos, así comotambién la Unión Europea, China, Australia, Tailandiay Japón, todos ellos, gran<strong>de</strong>s consumidores <strong>de</strong>gasolina a nivel mundial.¿Cuáles son las razones para el gran éxito <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>Etanol como substituto o complemento <strong>de</strong> las gasolinas?Como el Etanol es un reemplazo y competidor<strong>de</strong> la gasolina, una comparación entre ambos es pertinente.El Etanol es más caro <strong>de</strong> producir comparadocon la gasolina; esto es así, si tomamos en cuenta lasituación actual <strong>de</strong> precios. Sin embargo hay objetivospolíticos y estratégicos adicionales que entran enjuego. Veamos cuáles son aquellas consi<strong>de</strong>racionesfundamentales.El Etanol se promociona como un “combustible <strong>de</strong>lfuturo”, primordialmente porque tiene un balanceenergético positivo, esto significa que cada unidad <strong>de</strong>energía contenida en el mismo es mayor que la energíautilizada para su producción, sobre esta característicay su significado abundaremos más a<strong>de</strong>lante.Otra ventaja indiscutible es su impacto ambientalfavorable; esto es aún más evi<strong>de</strong>nte cuando se lacompara con los combustibles fósiles o sus <strong>de</strong>rivados,como las gasolinas, a las que -como indicamosantes- se las complementa y substituye. Por lo tanto,no está fuera <strong>de</strong> lugar proclamar que, al ser una alternativa<strong>de</strong> menor emisión <strong>de</strong> carbón que la quema <strong>de</strong>


combustibles fósiles, su uso es mejor no sólo para lasalud sino también para la mitigación <strong>de</strong>l “efectoinverna<strong>de</strong>ro”, algo que tiene al mundo entero preocupado.Des<strong>de</strong> un punto macroeconómico, abre la posibilidad-en aquellos países don<strong>de</strong> se reúnen las condicionespara su producción- <strong>de</strong> generar empleo y riqueza.Finalmente, en un futuro cercano, cuando se produzcaen gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s, será a<strong>de</strong>más capaz <strong>de</strong> sustituiruna parte <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong> petróleo. Esta alternativaes la que pone nerviosos a algunos países que hoyen día producen y exportan petróleo, motivándolos apromover una resistencia en contra <strong>de</strong> los biocombustibles.Paradójicamente, lo contrario ocurre con las gran<strong>de</strong>sempresas petroleras, las que están moviéndose en ladirección <strong>de</strong>l Etanol y el biodiesel. Petrobras, porejemplo, que tiene la gran ventaja <strong>de</strong> estar en un paíseminentemente alcoholero, como el Brasil, estáhaciendo una gran apuesta por el Etanol: invertirá eningenios y ductos <strong>de</strong>dicados al transporte <strong>de</strong> Etanol,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> otra infraestructura logística. Es evi<strong>de</strong>nteque la relación entre la agricultura y la energía, es unfenómeno irreversible, los términos “agroenergía”,“renovable” y otros, que están hoy día <strong>de</strong> moda, hanllegado hasta aquí, para quedarse.Si estudiamos los programas <strong>de</strong> biocombustibles queexisten hoy en día, po<strong>de</strong>mos evi<strong>de</strong>nciar que se precisapor lo menos tres factores que resultan claves parael éxito: Abundancia <strong>de</strong> materia prima (feedstock) Acceso a la tecnología involucrada Un andamiaje político comprometidoVeamos la importancia <strong>de</strong> la materia prima. Deacuerdo con el estudio <strong>de</strong> F.O. Licht, el año 2003, un61% <strong>de</strong>l alcohol ya era producido a partir <strong>de</strong> cultivospara obtener azúcar, sean estos <strong>de</strong> caña, remolacha omelazas; el resto se produce a partir <strong>de</strong> cereales, siendoel maíz aquel grano que domina esta categoría.Hay varias maneras <strong>de</strong> ver el tema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong>vista <strong>de</strong> la materia prima, siendo las más importantes:1) el rendimiento por área; 2) su rendimiento pormasa o peso; y, 3) el costo por litro <strong>de</strong> Etanol, encentavos <strong>de</strong> dólar por litro. Cuando se hace una comparación<strong>de</strong> esta métrica para cada una <strong>de</strong> las distintasmaterias primas se obtiene lo indicado en laTabla 1.En los EE.UU. el maíz es la materia prima predominantepara la producción <strong>de</strong>l Etanol; los rendimientospor hectárea son los menores en la comparación; unaposición media correspon<strong>de</strong> a la caña <strong>de</strong> azúcar producidaen Brasil, sin embargo, los rendimientos másaltos por hectárea son aquellos <strong>de</strong> la remolacha, especialmentecuando la misma es aquella que fue producidaen Francia u otro país <strong>de</strong> la Unión Europea. Entodo caso, cuando vemos la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l costo<strong>de</strong> la materia prima por litro producido <strong>de</strong> Etanol, ya<strong>de</strong>más consi<strong>de</strong>ramos que -es en países como Brasil,don<strong>de</strong> existe una mejor posibilidad para expandir elárea sembrada- resulta evi<strong>de</strong>nte que cuando <strong>de</strong> hablar<strong>de</strong> Etanol se trata, la mejor ecuación es aquella que sefundamente en la caña <strong>de</strong> azúcar. Hacemos notar queestos valores no incluyen la posibilidad <strong>de</strong> ingresosadicionales como ser aquellos que pue<strong>de</strong>n provenir<strong>de</strong> la cogeneración, en este caso la caña <strong>de</strong> azúcartiene la relación más favorable. Es importante pensarremolacha 7000 100 25caña <strong>de</strong> azúcar 6000 70 8maíz 3000 380 24Tabla 1: Rendimiento por área, rendimiento por masa y costo <strong>de</strong> la materia primaFuente: F. O. Licht, con datos para Francia (remolacha), Brasil (caña <strong>de</strong> azúcar) y Estados Unidos (maíz)


también en que -para el caso <strong>de</strong>l maíz y la remolacha-estos cultivos están subsidiados, hecho que mejoraaun más la posición <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar.Ya habíamos hablado antes <strong>de</strong>l balance energético <strong>de</strong>la caña, el mismo es 8.3 a 1 (muy favorable), mientrasque en el caso <strong>de</strong>l maíz es <strong>de</strong> 1.21 a 1 (marginal).Tenemos entonces una ecuación que, consi<strong>de</strong>rando elcosto <strong>de</strong> la materia prima y el balance <strong>de</strong> energía, -que es el más favorable <strong>de</strong> los biocombustibles enactual producción- confirma a la caña como la campeona<strong>de</strong> las materias primas para la fabricación <strong>de</strong>biocombustibles o “energías renovables líquidas”.Cabe apuntar que el precio regulado y subsidiado <strong>de</strong>lazúcar en Europa ha sido un factor dañino en la creación<strong>de</strong> una industria <strong>de</strong> Etanol <strong>de</strong> gran escala; en elcaso <strong>de</strong> EE.UU. se pue<strong>de</strong> afirmar lo mismo con elmaíz. Sin embargo, la gran necesidad <strong>de</strong> adoptar elEtanol por razones económicas y ambientales ha llegado.La necesidad <strong>de</strong> adoptar el Etanol como combustibleoxigenante en el Primer Mundo es una <strong>de</strong>cisión<strong>de</strong> Estado en plena ejecución, por lo tanto, representauna oportunidad <strong>de</strong> oro a todos los países quetienen las condiciones <strong>de</strong> producir Etanol en base ala caña <strong>de</strong> azúcar.Los críticos <strong>de</strong> los biocombustibles preguntan confrecuencia por qué éstos requieren <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong>l Estado.Si el Etanol es un producto tan bueno, dicen ellos,el mismo podrá ganar su espacio en el mercado sinayuda gubernamental. Este argumento por supuestose asienta sobre la premisa <strong>de</strong> que los mercados energéticosen los que se competiría trabajan a la perfección,algo que no ocurre en la realidad, por lo tanto,el Estado <strong>de</strong>be jugar un rol <strong>de</strong> política pública activapara el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> industria.El Estado, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> crear las políticas publicasa<strong>de</strong>cuadas al buen <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> losbiocombustibles, <strong>de</strong>be acompañar al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> lainfraestructura requerida para esta actividad; el incentivopara el Estado es la inmejorable oportunidad<strong>de</strong> generación <strong>de</strong> empleo a partir <strong>de</strong>l efecto multiplicadory virtuoso <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los agroindustrialesorientados a la exportación.Hay un consenso creciente sobre que el Etanol comocombustible sirve para una multitud <strong>de</strong> objetivos queson socialmente <strong>de</strong>seables. Al mismo tiempo, comocombustible es más caro <strong>de</strong> producir que la gasolina.Afortunadamente no se trata <strong>de</strong> una simple competencia<strong>de</strong> costos, esto tiene implicaciones más complejas,vamos a intentar aclarar este concepto aúnmás: viéndolo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro ángulo, el Etanol si bientiene una estructura <strong>de</strong> costo <strong>de</strong>sfavorable respecto <strong>de</strong>la gasolina, cuando se compara -como lo hicimosantes entre Etanol <strong>de</strong> diversos cultivos- el mismo esfavorable para la caña <strong>de</strong> azúcar. Si a<strong>de</strong>más se consi<strong>de</strong>raque por razones ambientales y estratégicas laten<strong>de</strong>ncia mundial es a adoptarlo como reemplazo ocomplemento <strong>de</strong> las gasolinas, por ejemplo, la adopción<strong>de</strong>l RFS ( Reformed Fuel Standard) en variosEstados <strong>de</strong> los EE.UU., las oportunida<strong>de</strong>s para unpaís como el nuestro son más que evi<strong>de</strong>ntes; en buencastellano, haríamos bien en mirar al Etanol como loque es, “una oportunidad global”, y no una competenciaa la producción local o regional <strong>de</strong> algún combustiblefósil, producto que hoy en nuestro país estáen manos <strong>de</strong>l Estado y se encuentra <strong>de</strong>sacoplado <strong>de</strong>los precios internacionales.Pero, si a<strong>de</strong>más consi<strong>de</strong>ramos que el Etanol es lamejor oportunidad <strong>de</strong> crecimiento para los cultivos<strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcar, sector que hoy día es productor <strong>de</strong>exce<strong>de</strong>ntes exportables, no hay razones para consi<strong>de</strong>rarque <strong>de</strong>dicar un área <strong>de</strong> cultivo para la producción<strong>de</strong> Etanol, produciría una competencia <strong>de</strong>sleal a laca<strong>de</strong>na alimenticia. Por lo tanto, está claro que <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el punto <strong>de</strong> la alimentación, no se estaría quitandonada <strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong> los bolivianos sino todo lo contrario,se estaría dando la posibilidad <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra“seguridad alimentaría”, que no es otra que la creación<strong>de</strong> empleos dignos, sostenibles y con ingresossuficientes para acce<strong>de</strong>r a una buena alimentación.


La gran diferencia <strong>de</strong> producir caña para azúcar ycaña para Etanol es sencilla; la diferencia resi<strong>de</strong> en elhecho que el Etanol crecerá a más <strong>de</strong>l 6.5% al añoversus 2% proyectado para el azúcar. Como ventajaadicional, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que la ten<strong>de</strong>ncia en losmercados <strong>de</strong> combustibles es hacia una mayor transparenciay libertad, menos barreras <strong>de</strong> acceso y por lotanto, comercio más libre, algo que cuando <strong>de</strong> alimentosse trata, <strong>de</strong>finitivamente no se da con frecuencia.Como dijimos antes, las perspectivas para la participación<strong>de</strong> los combustibles y fuentes renovables,como ser eólica, hidráulica o biocombustibles en laproducción y el uso total <strong>de</strong> la energía son alentadoras.Nos vamos a suscribir a las oportunida<strong>de</strong>s quenos da el Etanol como complemento o substituto <strong>de</strong>la gasolina.A efecto <strong>de</strong> establecer en términos cuantitativos laoportunidad que nuestro país pue<strong>de</strong> tener en estemercado, tomaremos como premisa que la ofertaadicional boliviana sería <strong>de</strong>stinada al mercado <strong>de</strong>lEtanol anhidro. Por lo tanto, la misma sería como unaexpansión <strong>de</strong> los mercados atendidos con la actualproducción nacional (estimada en unos 100.000 m 3año el año 2006), por lo tanto se trataría <strong>de</strong> volúmenesnuevos en mercados nuevos.Primero, analizamos la participación <strong>de</strong> las fuentes<strong>de</strong> energía renovables en el uso total <strong>de</strong> energía. Elespecialista <strong>de</strong> la agencia internacional <strong>de</strong> la energía(IEA), Rick Sellers, proyecta que la participacióntotal <strong>de</strong> las energías renovables pasará <strong>de</strong> un 13% <strong>de</strong>ltotal en el 2005 a un 30% para el 2050. Cuandohablamos <strong>de</strong> renovables, por supuesto se incluye generaciónhídrica, generación eólica, energía solar,biocombustibles y otras fuentes. Es importante hacernotar que <strong>de</strong>l 13% actual, un 85% correspon<strong>de</strong> a biomasa,y un 15% a energía hidroeléctrica.La energía renovable que termine usada en el transporteserá provista por el Etanol y el biodiesel. Esimportante <strong>de</strong>stacar que los productos <strong>de</strong> petróleo ysus <strong>de</strong>rivados tienen una participación <strong>de</strong>l 36% <strong>de</strong>ltotal <strong>de</strong> energía consumida, los que a su vez son mayoritariamenteusados como combustibles <strong>de</strong>l transporte.El diesel, la gasolina y el jet fuel son combustibles<strong>de</strong> generación <strong>de</strong> fuerza motriz (transporte).Este hecho significa que en el caso <strong>de</strong>l Etanol -que elaño 2003 utilizó como energía 63.6 millones <strong>de</strong> litrospor día- pase a tener una proyección <strong>de</strong> 635.6 millones<strong>de</strong> litros por día para el 2020, un colosal crecimientopor un factor <strong>de</strong> 10.Todas estas proyecciones <strong>de</strong>jan en claro que estemercado será muy dinámico y con crecimientos importantes;un balance entre la oferta y la <strong>de</strong>mandaarroja como resultado lo indicado en la Tabla 5. 21.0% 36.0% 9.4% 1.4% 0.2%2005 13%2030 20%2050 >30%Tabla 2: Participación <strong>de</strong> los renovables en eltotal <strong>de</strong> energía consumida. Fuente: IEA 7% 23% 2%Tabla 3: Composición <strong>de</strong> fuentes <strong>de</strong> energíaFuente: IEA


la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l petróleo hacen sostenible una<strong>de</strong>cisión como la indicada anteriormente.Tomamos como base el balance <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda<strong>de</strong> F.O Licht, para <strong>de</strong> esta manera po<strong>de</strong>rnos situar enel año 2010, año en el que la oferta <strong>de</strong> “otros” (paísescomo el nuestro, que tienen buenas posibilida<strong>de</strong>sagrícolas <strong>de</strong> producir Etanol en base a caña <strong>de</strong> azúcar)llega a 13 millones <strong>de</strong> m 3 año. Si tomamos estevalor (Tabla 5) y fijamos como meta la participación<strong>de</strong> Bolivia en un 5% <strong>de</strong> la oferta por otros, tendríamosla oportunidad <strong>de</strong> proveer un volumen equivalentea 650.000 m 3 <strong>de</strong> Etanol por año para el 2010,monto que si bien es el 5% <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> otros, estan solo el 1.06% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l mercado.Para producir estos 650.000 m 3 <strong>de</strong> Etanol adicionalesel año 2010, se necesitaría ampliar en Bolivia loscultivos <strong>de</strong> caña en 110.000 hectáreas, una cantidadmayor que las 120.000 actualmente en producción.Esas 110.000 hectáreas adicionales generarían unanecesidad <strong>de</strong> molienda y <strong>de</strong>stilación <strong>de</strong> 9.100.000toneladas <strong>de</strong> caña, lo que a su vez significaría que enlos próximos 3 años se <strong>de</strong>berían construir o ampliar 4a 5 ingenios <strong>de</strong> la dimensión <strong>de</strong> Unagro o Guabirá.A partir <strong>de</strong>l 2010, nuestro objetivo consi<strong>de</strong>ra mantenerla misma participación fijada como meta partiendo<strong>de</strong> dos escenarios, uno <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> 6%anual y otro <strong>de</strong> 14% anual, que correspon<strong>de</strong> al crecimientoque se necesita para cumplir con la proyección<strong>de</strong>l EIA (Tabla 4) para el año 2020. Como seindicó con anterioridad, ésta es la meta sise mantiene la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los principalesconsumidores <strong>de</strong> gasolina <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>llegar a tener una gasolina con 10% <strong>de</strong>Etanol, hoy <strong>de</strong>nominada como “E10”. Losbeneficios ambientales y la reducción <strong>de</strong> a) En volumen <strong>de</strong> Etanol y área agrícolaVamos a cuantificar lo que significaría el cumplimiento<strong>de</strong> una meta nacional <strong>de</strong> tener un 1% <strong>de</strong>l mercadomundial <strong>de</strong>l Etanol.Como explicamos en líneas anteriores, el área agrícolaa expandir para cumplir con el objetivo <strong>de</strong> proveerel 1% <strong>de</strong>l Etanol consumido a nivel mundial, es <strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong>l escenario: para el caso <strong>de</strong>l 6% <strong>de</strong> crecimiento,el área total plantada <strong>de</strong> caña sería <strong>de</strong> aproximadamente352 mil hectáreas; para el escenario <strong>de</strong>l14%, la misma podría llegar a 613 mil hectáreas (setoma en cuenta existentes 120 mil hectáreas).Una reflexión importante es que: el área <strong>de</strong> expansióntotal para este <strong>de</strong>safío es <strong>de</strong> tan solo 600 milhectáreas, área que es equivalente a un 33% <strong>de</strong>l áreaagrícola en actual explotación en Santa Cruz, y tansolo el 3.6 % <strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l área apta para este tipo <strong>de</strong>agricultura en el país. Es evi<strong>de</strong>nte que todos los Departamentosque hoy en día producen caña o queposeen tierras aptas para hacerlo, tienen mucho quéganar adoptando este camino. Brasil 16.0 20.5 14.0 18.0EE.UU. 13.6 19.0 14.2 18.0 2003 0.4 27.32020 4.0 232.0Tabla 4: Proyección EtanolFuente: IEACanadá 0.5 0.8 0.5 0.8Unión Europea 1.5 8.0 2.0 11.7otros 2.0 13.0 1.0 12.6total 33.6 61.3 31.7 61.1Tabla 5: Demanda y oferta mundial <strong>de</strong> Etanol en millones <strong>de</strong> m 3Fuente: F. O. Licht


El área agrícola plantada con caña prevista en la Tabla6, requiere un número <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> ingenios;para efecto <strong>de</strong> nuestro cálculo, hemos utilizado ingenios<strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> toneladas <strong>de</strong> caña por año y unrendimiento agrícola <strong>de</strong> 70 toneladas <strong>de</strong> caña porhectárea.En la Tabla 7 consi<strong>de</strong>ramos una rápida expansióninicial <strong>de</strong> 4 ingenios adicionales para luego acompañarel crecimiento <strong>de</strong> las exportaciones según el mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> objetivo propuesto.Figura 1: Proyección <strong>de</strong>l mercado mundial <strong>de</strong> EtanolFuente: Elaboración propiaFigura 2: Potencial <strong>de</strong> la oferta exportable boliviana, meta <strong>de</strong> 1% <strong>de</strong>l mercado mundialFuente: Elaboración propia


) En número <strong>de</strong> ingenios <strong>de</strong>dicados al Etanol enBoliviaConsi<strong>de</strong>rando los 6 ingenios en actual operación (5azucareros y alcoholeros, más 1 alcoholero) paracada escenario -6% y 14% <strong>de</strong> crecimiento- tenemosla cantidad <strong>de</strong> ingenios <strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> toneladas <strong>de</strong>molienda <strong>de</strong> caña por año requeridos. También totalizamosel número <strong>de</strong> ingenios trabajando, que para el2020 dan un total <strong>de</strong> entre 14 y 24 ingenios en operación.c) En toneladas <strong>de</strong> caña molidasEn base a las consi<strong>de</strong>raciones anteriores, tenemos eltonelaje <strong>de</strong> caña a ser molido por año; nuevamente,estos datos no consi<strong>de</strong>ran la producción actual que escapaz <strong>de</strong> cumplir con los requisitos <strong>de</strong> seguridad alimentaria<strong>de</strong>l país, es producción adicional, nueva.d) Inversiones requeridasEn la Tabla 9, el estimado <strong>de</strong> la inversión agrícolaincluyendo maquinaria <strong>de</strong> labores, sin incluir inversiónen tierras y <strong>de</strong> la inversión industrial, la cifra es 2010 0.65 130000 0.65 1300002011 0.69 137800 0.74 1485552012 0.73 146068 0.85 1697592013 0.77 154832 0.97 1939892014 0.82 164122 1.11 2216782015 0.87 173969 1.27 2533182016 0.92 184407 1.45 2894752017 0.98 195472 1.65 3307932018 1.04 207200 1.89 3780082019 1.10 219632 2.16 4319622020 1.16 323810 2.47 493617Tabla 6: Dimensionamiento agrícola, área cultivada adicionalFuente: elaboración propiaen dólares americanos por tonelada <strong>de</strong> caña anualinstalada.En base a este dato hacemos entonces un estimado <strong>de</strong>inversión en la Tabla 10; es importante tomar encuenta que no contempla inversión en infraestructura,algo que sin duda tendrá que hacerse. No se tiene esteestimado, a<strong>de</strong>más que se supone que éste sería un rol<strong>de</strong>l Estado.e) Valor exportadoCalculemos el valor total exportado para ambos escenarios;se toma precios base <strong>de</strong> 350 dólares por metrocúbico ex ingenio (equivalentes a 55.64 dólares porbarril). Resultados en la Tabla 11.Estamos ante la posibilidad <strong>de</strong> aumentar y diversificarnuestra oferta exportable y sus consiguientes valores<strong>de</strong> manera apreciable, consi<strong>de</strong>rando que losrubros “estrella” <strong>de</strong> las ventas no tradicionales <strong>de</strong>lpaís -con mucho esfuerzo y en bastantes años- hanllegado a consumar valores importantes como el <strong>de</strong> 2007-9 4 4 10 102010 1 1 11 112011 0 0 11 112012 0 1 11 122013 0 1 11 132014 1 1 12 142015 0 1 12 152016 0 1 12 162017 1 2 13 182018 0 1 13 192019 1 2 14 212020 0 2 14 23Tabla 7: Expansión <strong>de</strong> ingenios alcoholerosFuente: elaboración propia


las oleaginosas (370 millones <strong>de</strong> dólares); joyería (73millones); castaña (70 millones); confecciones textiles(49 millones), por citar solo algunos ejemplos, atítulo comparativo.f) Otras ventajas adicionalesEs importante <strong>de</strong>stacar que el cultivo y posterior procesamiento<strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar es exce<strong>de</strong>ntario enenergía, con la tecnología presente (cal<strong>de</strong>ro y turbina<strong>de</strong> contrapresión trabajando a 42 bar y 450º Centígrados,con un rendimiento <strong>de</strong> 20 kwh/tc). Haciendo uncálculo para ambos casos se tiene durante los 200días que dura la zafra una producción en mega Watt,y su correspondiente valor calculado a 35 dólares porMW.El cultivo <strong>de</strong> caña pue<strong>de</strong> generar importantes valorespor venta <strong>de</strong> créditos <strong>de</strong> carbón, este es un mercadoen formación y una vez se tengan mejor <strong>de</strong>finidas lascondiciones se podrá dar cifras por esta venta.g) Lo mejor <strong>de</strong> todo: Los empleos para los bolivianosHaremos una estimación <strong>de</strong> datos en base a valoresmedios por unidad productora <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> toneladas/año;para este propósito usaremos un valor <strong>de</strong>0.63 empleos directos e indirectos por hectárea; para2010 9.10 9.102011 9.65 10.402012 10.22 11.882013 10.84 13.582014 11.49 15.522015 12.18 17.732016 12.91 20.262017 13.68 23.162018 14.50 26.462019 15.37 30.242020 16.30 34.55Tabla 8: Millones <strong>de</strong> toneladas. <strong>de</strong>caña molidas por añoFuente: elaboración propia2010 650.65 650.652011 689.69 743.522012 731.07 849.642013 774.93 970.922014 821.43 1109.502015 870.71 1267.862016 922.96 1448.822017 978.34 1655.622018 1037.04 1891.932019 1099.26 2161.972020 1165.21 2470.55Tabla 10: Inversión acumulada enmillones <strong>de</strong> dólaresFuente: elaboración propia2010 227.50 227.502011 241.15 259.972012 255.62 297.082013 270.96 339.482014 287.21 387.942015 304.45 443.312016 322.71 506.582017 342.08 578.892018 362.60 661.512019 384.36 755.932020 407.42 863.83Tabla 11: Valor anual exportado enmillones <strong>de</strong> dólaresFuente: elaboración propia 21.50 50.00 71.50Tabla 9: Inversión agrícola e industrial requerida por tonelada <strong>de</strong> caña molida al añoFuente: elaboración propia


el caso <strong>de</strong> labores mecanizadas hoy en día se usa unavalor <strong>de</strong> 0.3; para el caso boliviano, el valor esta máscercano a 1 empleo por hectárea.Con los valores <strong>de</strong> la Tabla 13, el potencial generador<strong>de</strong> empleos directos e indirectos <strong>de</strong>l futuro sectorEtanolero es el mostrado en la Tabla 14.Me confieso enemigo <strong>de</strong> las comparaciones odiosas.A pesar <strong>de</strong> ser un hombre <strong>de</strong>l sector energético tradicional(energía fósil), tengo que hacer la siguientereflexión. Si los 2.400 millones <strong>de</strong> dólares que requierencomo inversión la producción <strong>de</strong> Etanol ennuestra propuesta, fueran invertidos en plantas petroquímicas,por ejemplo, la cantidad <strong>de</strong> empleos directosen indirectos que generaría no pasarían <strong>de</strong> 1.800directos y 7.200 indirectos y un total <strong>de</strong> 9.000. Estonos da una relación <strong>de</strong> magnitud <strong>de</strong> 34.5 a 1. Paragenerar un millón <strong>de</strong> empleos por ejemplo lo únicoque tenemos que hacer es aceptar el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> hacerlo,en este negocio capturar el 3% <strong>de</strong>l mercado mundiales posible, las condiciones requeridas básicas, latierra, el agua y el sol están a nuestro favor, los <strong>de</strong>máslimites son en algunos casos auto impuestos.Todos lo <strong>de</strong>partamentos con potencial cañero (Tarija,Santa Cruz, Beni, Cochabamba, Pando y La Paz)<strong>de</strong>ben tomar este <strong>de</strong>safío, es más, este <strong>de</strong>bería convertirseen un gran proyecto nacional.2010 38 382011 40 432012 43 502013 45 572014 48 652015 51 742016 54 842017 57 962018 60 1102019 64 1262020 68 1446.4 6.46.7 7.27.2 8.47.6 9.68.1 10.98.6 12.49.1 14.19.6 16.110.1 18.510.8 21.211.4 24.2Tabla 12: Posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> generación eléctricaFuente: elaboración propia 2010 81900 819002011 86814 935902012 92023 1069482013 97544 1222132014 103397 1396572015 109600 1595902016 116176 1823692017 123147 2084002018 130536 2381452019 138368 2721362020 146670 310979Tabla 14: Proyección <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> empleoFuente: elaboración propia 1500 7500 9000Tabla 13: Nuevos empleos por cada millón <strong>de</strong> toneladasFuente: elaboración propia


La conclusión <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>bemos priorizar el esfuerzonacional para solucionar el grave problema <strong>de</strong> lapobreza que aqueja a una importantísima parte <strong>de</strong> lapoblación boliviana es, a no dudarlo, la generación<strong>de</strong> empleo. Invito a todos a mudar el eje <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate,<strong>de</strong>bemos llevarlo a don<strong>de</strong> tiene que estar, don<strong>de</strong> esrelevante... en el campo técnico.


* Francesco Zaratti es físico, analista energético y columnista. Actualmente dirige el Laboratorio <strong>de</strong> Física <strong>de</strong> la Atmósfera, <strong>de</strong>lInstituto <strong>de</strong> Investigaciones Físicas <strong>de</strong> la UMSA, don<strong>de</strong> enseña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 34 años.


Si bien los agro-combustibles (o bio-combustibles) están en la escena mundial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace <strong>de</strong>cenios, recién en lo últimosaños, <strong>de</strong>bido a una serie <strong>de</strong> factores, económicos, técnicos y políticos, han llegado a la opinión pública generandoesperanzas en unos, pasiones en otros y controversia i<strong>de</strong>ológica en todos.En este trabajo se analizarán los agro-combustibles, separando los aspectos i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong> los tecnológicos y se aplicaránlos resultados <strong>de</strong>l análisis a Bolivia, país en el cual la polémica ha apenas iniciado.Por agro-combustibles se entien<strong>de</strong>n productos agrícolasque, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> procesos industriales, se conviertenen combustibles para el transporte o la producción<strong>de</strong> energía eléctrica. Es obvio que muchos productosagrícolas pue<strong>de</strong>n transformarse en energía,por ejemplo por combustión; los bio-combustiblesson el producto <strong>de</strong> procesos químicos industriales(fermentación y <strong>de</strong>stilación) que transforman ciertassustancias, como el almidón o el azúcar, en combustibles,como el alcohol.Pue<strong>de</strong>n usarse solos o, más comúnmente, como aditivos<strong>de</strong> combustibles fósiles tradicionales, como lagasolina o el diesel. El porcentaje <strong>de</strong> mezcla no superaen general el 15% <strong>de</strong> bio-combustibles, con 85%<strong>de</strong> combustibles fósiles, <strong>de</strong>bido a la acción corrosiva<strong>de</strong>l alcohol que afecta a los motores tradicionales,aunque ya se fabrican motores que usan únicamentebio-combustibles.Se divi<strong>de</strong>n en dos grupos: los que tienen como productofinal el etanol, que es alcohol etílico, el mismo<strong>de</strong> las bebidas espirituosas, y los que producen biodiesel.Las plantas que producen etanol son, principalmente,las que contienen sacarosa (caña <strong>de</strong> azúcar,remolacha, sorgo), las que contienen almidón (maíz,cereales y tubérculos) las que contienen celulosa(barbecho, matera, etc.). Por razones éticas y tributarias,el bio-etanol se “<strong>de</strong>snaturaliza” antes <strong>de</strong> su comercialización.A su vez, el biodiesel se obtiene <strong>de</strong>plantas oleaginosas, o sea que contienen aceites vegetales,como la soya, el ricino (o macororó), la palmaafricana, entre otras.Las características principales <strong>de</strong>l combustible etanolson: Alto octanaje, que es la propiedad <strong>de</strong> prevenirla <strong>de</strong>tonación prematura <strong>de</strong>l combustible. Elalto octanaje <strong>de</strong>l alcohol permite reemplazarel plomo que suele añadirse a la gasolina. Líquido, lo que permite su transporte por diferentesmedios. Vaporiza fácilmente, lo que complica su almacenamientoen países cálidos y para tiemposlargos. Ignición más difícil, especialmente en frío, loque no lo hace recomendable a las altas latitu<strong>de</strong>s.La materia prima <strong>de</strong>l alcohol es el azúcar, aunquesólo el 10% <strong>de</strong>l azúcar producido en el mundo se<strong>de</strong>stina a etanol. A su vez, el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>l alcohol producidoen el mundo es, aproximadamente, el siguiente:65% se transforma en combustible, 22% va la


industria procesadora (principalmente alimentaria yfarmacéutica), 13% se usa para elaborar bebidas espirituosas.En términos absolutos, la producción <strong>de</strong> alcohol <strong>de</strong>laño 2002 fue <strong>de</strong> 34.4 billones <strong>de</strong> litros (34.4 mil millones<strong>de</strong> litros), aunque se prevé que para 2010 esacifra se duplicará, básicamente <strong>de</strong>bido a la mayor<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> bio-etanol.Los países que actualmente llevan la <strong>de</strong>lantera en laproducción <strong>de</strong> agro-combustibles son los EE.UU., elBrasil, la Unión Europea y los algunos países asiáticos.Los mayores consumidores son también los mayoresproductores, aunque es previsible que prontopaíses que no son consumidores entren al negocio <strong>de</strong>los agro-combustibles.Gran parte <strong>de</strong>l mérito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate en torno a los agrocombustibleses atribuible a la controversia i<strong>de</strong>ológicaque se ha acompañado, y ofuscado, el análisistécnico científico <strong>de</strong> ese tema.Simplificando un poco, es posible afirmar que se hancreado dos ejes, integrados cada uno por personalida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l mundo políticos y cultural, que llamaremos eleje “en contra” y el eje “a favor”. Es posible que sectores<strong>de</strong> partidarios <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los ejes, lo seanmás en función <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> cada eje que en función<strong>de</strong> argumentos a favor o en contra. De hecho, enel eje “en contra” militan personajes <strong>de</strong> la talla <strong>de</strong>Fi<strong>de</strong>l Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, EduardoGaleano y los movimientos “no global”; mientras alfrente se sitúan “Lula” Da Silva, George W. Bush, lamayoría <strong>de</strong> los países europeos y asiáticos y los organismosinternacionales.Empecemos por analizar los argumentos <strong>de</strong>l “eje encontra”, que son básicamente:1. La tierra <strong>de</strong>be usarse para producir comestiblesy no combustibles (caso <strong>de</strong>l arroz)2. Los agro-combustibles encarecen el precio <strong>de</strong>los alimentos en los países en <strong>de</strong>sarrollo, incrementandoel hambre en el mundo3. Los países productores <strong>de</strong> bio-combustiblessubsidian a sus agricultores4. Para producir mayor cantidad <strong>de</strong> biocombustiblese amplía aceleradamente la fronteraagrícola y se <strong>de</strong>forestan áreas ver<strong>de</strong>s(inclusive la Amazonía)5. Los bio-combustibles no reducen el calentamientoglobal.A su vez, los argumentos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> losagro-combustibles, buscan retrucar cada uno <strong>de</strong> losargumento en contra. En efecto, <strong>de</strong> acuerdo a esefrente:1. Se utilizan cosechas que no estaban <strong>de</strong>stinadasal consumo humano (caña).2. Se contribuye a la autonomía y segurida<strong>de</strong>nergética <strong>de</strong> países pobres en hidrocarburospero con gran<strong>de</strong>s extensiones <strong>de</strong> tierras cultivables.3. Se reducen los subsidios estatales, <strong>de</strong>bido alos mejores precios <strong>de</strong> las cosechas <strong>de</strong>stinadasa los bio-combustibles.4. Se utilizan tierras improductivas y otras <strong>de</strong> lafrontera agrícola natural. Sin duda no se <strong>de</strong>forestala Amazonia, <strong>de</strong>bido a que el bosquehúmedo tropical no es apto para los cultivos<strong>de</strong> agro-combustibles.5. Se contamina menos, si se controlan las emisionesen todas las fases6. Se crean nuevas fuentes <strong>de</strong> trabajo, frenandola migración campo-ciudad.A<strong>de</strong>más se utiliza un argumento adicional: se <strong>de</strong>mocratizala energía ante el “eje <strong>de</strong>l mal”, que controlagran parte <strong>de</strong>l comercio <strong>de</strong> los hidrocarburos.Los argumentos expuestos por ambos bandos no estánexentos <strong>de</strong> crítica. En efecto la fuerza argumentativa<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en gran parte <strong>de</strong> lo que se quiere <strong>de</strong>mostrar.En muchos casos la elección <strong>de</strong> bando es anterioral análisis y a la discusión abierta y serena <strong>de</strong> losargumentos a favor y en contra, <strong>de</strong> modo que cadagrupo escoge los ejemplos y los argumentos que favorecensu posición ante el interlocutor “opiniónpública nacional e internacional” y no, como <strong>de</strong>beríaser, ante sus adversarios.


En lo que sigue, intentaré hacer algunas observacionescríticas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un terreno neutral.Una primera observación es que la tierra no sólo secultiva para producir alimentos, sino que tiene unvalor económico y hasta especulativo. Cada país cultivaproductos no sólo para alimentar su gente, sinopara ven<strong>de</strong>r productos <strong>de</strong> alto valor comercial aprovechandolas ventajas comparativas que ofrece suclima o su tierra o su tradición. En este sentido causaasombro que el argumento <strong>de</strong> la crisis alimentaria seapresentado por Fi<strong>de</strong>l Castro, cuando es bien sabidoque los principales productos agrícolas <strong>de</strong> Cuba sontabaco y caña (ron), los cuales no ayudan precisamentea paliar el hambre <strong>de</strong>l mundo.Luego, es evi<strong>de</strong>nte que el blanco <strong>de</strong> muchas críticas alos agro-combustibles es George W. Bush, a tal puntoque es lícito preguntarse qué hubiese pasado siBush, y los EE.UU. hubiesen atacado, en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>sus petroleras, los cultivos <strong>de</strong> bio-combustibles. Conseguridad algunos miembros <strong>de</strong>l eje “en contra”hallarían argumentos para pasarse al otro bando.Es cierto que no todos las especies cultivadas paraproducir agro-combustibles son equivalentes, encuanto a efectos sobre el suelo, balance energético ycontaminación. Analizaremos más abajo este tema<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista técnico, como correspon<strong>de</strong>,sin embargo se pue<strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantar que es preferible cultivarcaña <strong>de</strong> azúcar, como hace el Brasil, a utilizar elmaíz, aunque fuera sólo por el impacto en los alimentos.Un argumento paradójico <strong>de</strong>l eje “en contra”, que semenciona muy poco, es el impedir que los campesinospuedan obtener mejores precios <strong>de</strong> sus cosechas.En el pasado, en muchas se<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la izquierda,se han levantado voces reclamando por el “subsidio”que los campesinos dan a los ciudadanos, toda vezque ven<strong>de</strong>r sus productos a precios regulados o prefijadospor las autorida<strong>de</strong>s, sin po<strong>de</strong>r obtener una remuneracióna<strong>de</strong>cuada a su trabajo. Ahora bien, envista <strong>de</strong> que el uso <strong>de</strong> las cosechas para produciragro-combustibles permite obtener mejores preciospara el agricultor, no se entien<strong>de</strong> porque esas mismascorrientes <strong>de</strong> pensamiento económico <strong>de</strong>berían oponerse.Tal vez, se esté pensando en que los verda<strong>de</strong>rosbeneficiarios no serán los pequeños agricultores,sino las gran<strong>de</strong>s corporaciones que pue<strong>de</strong>n produciren gran cantidad cosechas <strong>de</strong>stinadas a los combustibles,aunque éste es un argumento <strong>de</strong> tipo socioeconómico,que vale para todo cultivo y que pue<strong>de</strong>mitigarse con a<strong>de</strong>cuadas políticas públicas.El tema <strong>de</strong> los “subsidios” estatales a los agricultoreses similar al anterior. De hecho esos subsidios existeninclusive para los cultivos tradicionales y tiene unefecto perverso en el comercio internacional. Sinembargo, lo que hay que analizar es si los agrocombustiblesdisminuyen, gracias a su mejor precioen el mercado, o aumentan los subsidios estatales alos productores. En todo caso, la pelea justa y correcta<strong>de</strong>be ser contra los subsidios, antes que contra unproducto posiblemente menor subvencionado.A su vez, los que ponen con entusiasmo sus esperanzasen los bio-combustibles <strong>de</strong>berían aceptar queéstos son y seguirán siendo meros aditivos a los combustiblestradicionales y no sus reemplazantes, <strong>de</strong>manera que los costos <strong>de</strong> los bio-combustibles <strong>de</strong>beránconfrontarse y a<strong>de</strong>cuarse siempre con los costos<strong>de</strong> los combustibles fósiles. Estos, por la simple razón<strong>de</strong> que vienen “ya preparados” por la naturaleza,seguirán siendo mucho más económicos que los combustiblesfruto <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> la tierra y <strong>de</strong>l hombre.En cuanto a la contaminación, la evaluación <strong>de</strong> eseefecto requiere <strong>de</strong> muchos cuidados. Los que hablan<strong>de</strong> “combustibles limpios”, refiriéndose a los biocombustibles,<strong>de</strong>berían consi<strong>de</strong>rar toda la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong>producción <strong>de</strong> esos combustibles, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la siembra,el crecimiento, la cosecha y la industrialización <strong>de</strong>los productos agrícolas, y no simplemente las emisionesurbanas.En conclusión, a diferencia <strong>de</strong> lo que se escucha, losargumentos i<strong>de</strong>ológicos y políticos <strong>de</strong>berían esgrimirse<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber analizado y asimilado losargumentos técnicos.


Los partidarios <strong>de</strong> los agro-combustibles se refieren aéstos como “recursos renovables”, para señalar unagran ventaja con respecto a los combustibles fósiles.Se pue<strong>de</strong> criticar el abuso <strong>de</strong>l término renovable,<strong>de</strong>bido a que, a diferencia <strong>de</strong> los bosques o <strong>de</strong>l aguadulce, no hay una acción sólo <strong>de</strong> la naturaleza parareponer en un arco <strong>de</strong> tiempo razonable esos recursos,sino que en su producción intervienen tambiénotros insumos artificiales, como abonos, pesticidas ycombustibles fósiles.Una segunda ventaja que se menciona frecuentementees la reducción <strong>de</strong> las emisiones <strong>de</strong> dióxido <strong>de</strong> carbonoy otros gases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro a la atmósfera.Como ya señalé, en este tema hay que consi<strong>de</strong>rartoda la ca<strong>de</strong>na productiva y no sólo la fase final<strong>de</strong> quema <strong>de</strong> los combustibles. En términos técnicos,es cierto que los agro-combustibles absorben, en lafase <strong>de</strong> crecimiento, carbono <strong>de</strong> la atmósfera en lasplantas, mientras los combustibles fósiles hicieronesa tarea hace millones <strong>de</strong> años, <strong>de</strong> modo que es innegableque los hidrocarburos y el carbón, una vezquemados, liberan a la atmósfera dióxido <strong>de</strong> carbonoque no existía antes en superficie. Pero es tambiéncierto que la producción <strong>de</strong> los agro-combustiblesrequiere <strong>de</strong> cantida<strong>de</strong>s importantes <strong>de</strong> combustiblesfósiles que sí emiten carbono extra a la atmósfera yque <strong>de</strong>be ser contabilizado. Sin contar que el cambio<strong>de</strong> uso <strong>de</strong> suelo, cuando se <strong>de</strong>sbosca un terreno paraplantar agro-combustibles genera procesos bioquímicosen la tierra que resultan en emisiones <strong>de</strong> gases <strong>de</strong><strong>de</strong>scomposición que contribuyen al efecto sierra.Por tanto, evaluar a cabalidad el efecto neto <strong>de</strong> laemisión <strong>de</strong> gases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro por parte <strong>de</strong>los “bio” y los “hidro” combustibles no es simple y laliteratura al respecto no tiene unanimidad. A<strong>de</strong>máslos resultados varían <strong>de</strong> acuerdo al tipo y a la modalidad<strong>de</strong> cultivo <strong>de</strong> los bio-combustibles. De acuerdo adatos oficiales <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Energía <strong>de</strong> losEE.UU., un galón <strong>de</strong> etanol <strong>de</strong> maíz emite un 22%menos gases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro que un galón <strong>de</strong>gasolina, mientras ese porcentaje sube a 56% para lacaña <strong>de</strong> azúcar. Como veremos ésta no es la únicaventaja <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar con respecto al maíz.En el tema <strong>de</strong> contaminación, a<strong>de</strong>más, hay que consi<strong>de</strong>rarel elevado octanaje <strong>de</strong>l etanol, que evita la inclusión<strong>de</strong> aditivos metálicos (como el plomo) en lagasolina para mejorar su rendimiento. El resultadoneto es la reducción <strong>de</strong> la contaminación ambientalurbana.Un tercer aspecto que hay que consi<strong>de</strong>rar es el balanceenergético, o sea cuanta energía más se obtiene <strong>de</strong>los agro-combustibles respecto a la energía que segasta para producirlos, sin consi<strong>de</strong>rar, obviamente, laenergía solar que es gratuita. Tampoco es fácil encontrarunanimidad en este aspecto, pero, siempre <strong>de</strong>acuerdo a la fuente citada, se calcula que, por cadaunidad <strong>de</strong> energía fósil que se gasta, se obtiene 1.3unida<strong>de</strong>s en el caso <strong>de</strong>l maíz y 8 unida<strong>de</strong>s en el caso<strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar. Estos factores pue<strong>de</strong>n incrementarseen la medida en que se utilicen energías“limpias” en el proceso <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> los biocombustibles.Un cuarto elemento <strong>de</strong> comparación es el precio <strong>de</strong>ambos combustibles. Si comparamos el precio <strong>de</strong> lagasolina sin etanol con la E85 (gasolina con el 15%<strong>de</strong> etanol como aditivo), obtenemos diferentes resultadospara el maíz y la caña. Un galón <strong>de</strong> E85 <strong>de</strong>maíz cuesta $3.71 en los EE.UU., contra 3.03 <strong>de</strong> lagasolina, mientras el etanol puro <strong>de</strong> caña cuesta$3.88 el galón en Brasil, frente a $4.91 el E85 (no seven<strong>de</strong> gasolina sin etanol en Brasil). Deducimos que,<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado el costo base <strong>de</strong> la gasolina en losEE.UU., <strong>de</strong>bido a la menor carga impositiva, el etanol<strong>de</strong> caña abarata los precios mucho más que eletanol <strong>de</strong>l maíz.En conclusión, si se acepta utilizar etanol, como aditivoa la gasolina o como combustible autónomo, espreferible utilizar el etanol producido <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong>azúcar, por razones <strong>de</strong> emisiones, <strong>de</strong> rendimientoenergético y <strong>de</strong> costos. Existen, a<strong>de</strong>más, razones éticaspara preferir la caña al maíz. El maíz es un alimentodirecto <strong>de</strong>l hombre e indirecto por ser parte <strong>de</strong>la ca<strong>de</strong>na alimenticia <strong>de</strong> aves y ganado para consumohumano. Un incremento <strong>de</strong> precio <strong>de</strong>l maíz tiene, por


tanto, mayores repercusiones sobre los alimentos queun incremento <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong>l azúcar. Sin embargo, nohay que olvidar que es el maíz y no la caña el cultivoi<strong>de</strong>al <strong>de</strong> las tierras agrícolas <strong>de</strong> los EE.UU., <strong>de</strong> modoque la producción <strong>de</strong> agro-combustibles en ese paísparece encaminarse hacia un callejón sin salida.Está claro que el éxito futuro <strong>de</strong> los bio-combustibles<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> tres hechos: el precio elevado <strong>de</strong>l petróleo que vuelvecompetitivo el etanol con la gasolina; la escala <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l etanol, que permiteabaratar costos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> la caña, fundamentalmente; políticas fiscales a<strong>de</strong>cuadas, que afecten el uso<strong>de</strong> los fósiles más que el uso <strong>de</strong> los biocombustibles.Para concluir la exposición <strong>de</strong> las ventajas, es necesariomencionar el tema <strong>de</strong>l empleo. Se menciona frecuentementeque, a diferencia <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> loshidrocarburos que es altamente intensiva, la industria<strong>de</strong> los agro-combustibles requiere <strong>de</strong> más empleos,uno por hectárea. A<strong>de</strong>más se abre la posibilidad quepequeños productores puedan ingresar al negocio envista <strong>de</strong> los mejores precios <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong>stinada aletanol.En cuanto a las <strong>de</strong>sventajas <strong>de</strong> los bio-combustibles,mencionaremos las siguientes: Son menos energéticos a paridad <strong>de</strong> volumen(el etanol contiene el 67% <strong>de</strong> la energía <strong>de</strong>gasolina a paridad <strong>de</strong> volumen; el bio-dieselcontiene el 86%) Tienen mayor costo <strong>de</strong> producción, por lo querequieren <strong>de</strong> subsidios para competir con elpetróleo a precios corrientes. Esos subsidiospue<strong>de</strong>n ser a la producción y/o a la tributación Desplazan la contaminación ambiental <strong>de</strong> laciudad al campo, o sea en el lugar <strong>de</strong> la producción Usan gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> agua, un recursocada vez más escaso y vulnerable al cambio<strong>de</strong> uso <strong>de</strong> suelos Incrementan el costo <strong>de</strong> los alimentos, lo quees más cierto para el maíz que para el azúcarMás discutible es la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestaciónacelerada. Mientras los países utilicen, para cultivaragro-combustibles, la expansión regulada <strong>de</strong> la fronteraagrícola natural, no hay mayores problemas, yaque <strong>de</strong> todos modos esas tierras tendrían un cambio<strong>de</strong> uso. Más serio sería el caso <strong>de</strong> <strong>de</strong>forestación <strong>de</strong>bosques húmedos, lo que no parece ser el caso, por lomenos en América Latina en la actualidad. En esta sección, buscaremos analizar sintéticamentela conveniencia y el alcance <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong>agro-combustibles en Bolivia.Si bien el <strong>de</strong>bate sobre esta temática en nuestro paísapenas ha empezado, con base a las consi<strong>de</strong>racionesanteriores, es posible enumerar varias ventajas <strong>de</strong> laproducción <strong>de</strong> bio-diesel y algunos riesgos.Dejando <strong>de</strong> lado el etanol, cuya importancia se reduceal mercado <strong>de</strong> exportación (Perú, básicamente), aBolivia le interesa, y mucho, la producción <strong>de</strong> biodiesel,<strong>de</strong>bido a las siguientes razones:1. La necesidad <strong>de</strong> paliar la escasez <strong>de</strong> diesel y laconsecuente importación <strong>de</strong> ese combustible aprecios subsidiados para la actividad agrícolay el transporte pesado, justificaría con crecesincentivos tributarios y financieros para utilizarlas cosechas <strong>de</strong> oleaginosas para producirbio-diesel.2. La producción exce<strong>de</strong>ntaria <strong>de</strong> soya y otrasoleaginosas, <strong>de</strong>stinada hoy a un mercado externosiempre más competitivo para un paísenclaustrado como el nuestro, podría <strong>de</strong>stinarsea la industria <strong>de</strong>l bio-diesel.3. El bio-diesel eventualmente producido en elpaís, no haría competencia al gas natural, queBolivia produce (o <strong>de</strong>bería producir) en abundancia.


4. El uso económico <strong>de</strong> la frontera agrícola motivaríaa los campesinos y agricultores a invertirmás en el campo y frenaría la migración hacialas ciuda<strong>de</strong>s.5. El nuevo mercado <strong>de</strong> los bio-combustiblesrepresenta una oportunidad para productoscomo el azúcar, el macocoró (ricino) y otrasoleaginosas, requeridos también por los paísesvecinos.6. Los bio-combustibles pue<strong>de</strong>n ser una alternativaviable, especialmente a los cultivos notradicionales <strong>de</strong> la coca, que tantos problemasinternos y externos crean al país7. La creación <strong>de</strong> nuevos empleos en el campo(uno por hectárea, <strong>de</strong> acuerdo a la CámaraAgropecuaria <strong>de</strong>l Oriente) y la atracción <strong>de</strong>inversión externa en ese rubro, permitirándiversificar la economía nacional, todavía<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> las materias primas.Los riesgos <strong>de</strong> convertir los cultivos actuales y otrosnuevos a los bio-combustibles son:1. La falta <strong>de</strong> tecnología, que haría nuestra agriculturaaún más <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l Brasil <strong>de</strong> losque es hoy2. La falta <strong>de</strong> inversiones, <strong>de</strong>bido en especial a la<strong>de</strong>sconfianza hacia el actual gobierno, para laindustrialización <strong>de</strong> los bio-combustibles y lainfraestructura necesaria para su distribución.3. La ausencia <strong>de</strong> incentivos tributarios, y engeneral <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> fomento, a favor <strong>de</strong> laproducción <strong>de</strong> agro-combustibles.4. El requerimiento <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> esos cultivos, enzonas don<strong>de</strong> escasea a lo largo <strong>de</strong> casi todo elaño, implica la adopción <strong>de</strong> políticas nuevasen el manejo <strong>de</strong> ese recurso.Una mención especial merece el proyecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> San Buenaventura, situado en la región tropical<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> La Paz. Se ha propuesto en diferentesgestiones gubernamentales, impulsar el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> esas tierras mediante un cultivo masivo <strong>de</strong>caña <strong>de</strong> azúcar. La actual coyuntura <strong>de</strong>l etanol producido<strong>de</strong>l azúcar parecería dar razones a los partidarios<strong>de</strong> ese proyecto. Sin embargo, existen también estudiosrecientes que, con base a la calidad <strong>de</strong> la tierra yla climatología local, sugieren más bien un cultivomasivo <strong>de</strong> palma africana, <strong>de</strong>stinada a la producción<strong>de</strong> bio-diesel. Sin embargo, la experiencia <strong>de</strong> Malasiay otros países que han reemplazados bosques tropicalespor palma africana no es nada alentadora, <strong>de</strong> modoque habrá que proce<strong>de</strong>r con pru<strong>de</strong>ncia y con basea estudios serios. En todo caso, el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong>beríagirar en torno a la factibilidad y optimización <strong>de</strong> loscultivos que, antes o <strong>de</strong>spués, el Departamento <strong>de</strong> laPaz impulsará en esa región.El <strong>de</strong>bate en torno a los agro-combustibles en Bolivia<strong>de</strong>be nacer, no cerrarse, y sobre todo <strong>de</strong>be evitarse supolitización o la i<strong>de</strong>ologización a priori. Es necesarioseparar i<strong>de</strong>ología y conveniencia nacional, sin prejuiciosporque el bio-diesel pue<strong>de</strong> ser una alternativapara la economía, el empleo y la investigación enBolivia, siempre y cuando sea fruto <strong>de</strong> una planificaciónnacional y <strong>de</strong> políticas claras <strong>de</strong> incentivos yfomento.En todo caso, también en nuestro país no hay queper<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista que los agro-combustibles no reemplazana los hidrocarburos, sólo reducen la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> los fósiles y en tiempos largos.De todo lo expuesto, se pue<strong>de</strong>n sacar algunas conclusionesgenerales y otras específicas para nuestro país.En el ámbito general, el incremento <strong>de</strong> los precios<strong>de</strong> los hidrocarburos está favoreciendo el la produccióny el comercio <strong>de</strong> los bio-combustibles, no con elfin <strong>de</strong> reemplazarlos a corto ni a largo plazo, sino <strong>de</strong>reducir la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y favorecer la producciónagrícola exce<strong>de</strong>ntaria. En particular, países como loscentroamericanos que son pobres en hidrocarburospero ricos en tierras, pue<strong>de</strong> logran una menor <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> las fuentes externas <strong>de</strong> energía gracias a suproducción <strong>de</strong> bio-combustibles.No se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer el impacto que la mayorproducción <strong>de</strong> agro-combustibles tiene sobre el costo<strong>de</strong> los alimentos, pero no todos esos productos tienenel mismo impacto. Hemos visto que el maíz es el sin


duda el más perverso <strong>de</strong> los precursores <strong>de</strong>l etanol.Lo i<strong>de</strong>al sería po<strong>de</strong>r utilizar la biomasa inutilizada(barbecho) para producir etanol o bio-diesel, área enla cual la investigación y la experimentación estánlogrando gran<strong>de</strong>s avances. Por lo pronto, es posibleafirmar que la caña <strong>de</strong> azúcar es un producto menosriesgoso en cuanto a contaminación, emisiones <strong>de</strong>gases <strong>de</strong> efectos inverna<strong>de</strong>ro y efectos sobre el precio<strong>de</strong> los alimentos.Los bio-combustibles representan también una especie<strong>de</strong> revancha <strong>de</strong>l campo ante las ciuda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>bidoa los mejores precios que el agricultor pue<strong>de</strong> obtener<strong>de</strong> su trabajo, aspecto que beneficia a gran<strong>de</strong>s, medianosy pequeños agricultores. Finalmente, no hayque <strong>de</strong>scartar el aporte que los organismos genéticamentemodificados pue<strong>de</strong>n dar al mejoramiento <strong>de</strong>las propieda<strong>de</strong>s energéticas <strong>de</strong> ciertas plantas no aptaspara el consumo humano.En el caso <strong>de</strong> Bolivia, la prioridad <strong>de</strong>bería ser disminuirla <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia externa <strong>de</strong>l diesel, apoyando elcultivo <strong>de</strong> plantas, anteriormente <strong>de</strong>stinadas a la exportaciónhacia mercados siempre más complicados,y como materia prima, para producir bio-diesel parael mercado interno y, <strong>de</strong> existir exce<strong>de</strong>ntes, tambiénpara la exportación.Una política <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong>l bio-diesel no <strong>de</strong>beríaolvidar a los pequeños y medianos agricultores, paraque no se creen perniciosos monopolios y <strong>de</strong>beríanprivilegiar el reemplazo <strong>de</strong> los cultivos exce<strong>de</strong>ntarios<strong>de</strong> coca y la utilización económica <strong>de</strong> la frontera agrícola<strong>de</strong>l país, como es el caso <strong>de</strong> San Buenaventura.Des<strong>de</strong> luego, tales políticas <strong>de</strong>berían estar acompañadaspor una investigación científica nacional queayu<strong>de</strong> a maximizar las ventajas y reducir los riesgosque, como hemos vistos, existen en los cultivos <strong>de</strong>agro-combustibles.Sobre todo, las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Bolivia <strong>de</strong>berían consi<strong>de</strong>rarlo que es mejor para el país antes que unirseal coro <strong>de</strong> sus padrinos i<strong>de</strong>ológicos, cuyos intereses yrazones en este asunto son muy diferentes <strong>de</strong> los <strong>de</strong>nuestro país.Mientras los precios <strong>de</strong> los hidrocarburos se mantenganelevados, habrá margen para la producción <strong>de</strong> losagro-combustibles y <strong>de</strong> su utilización como aditivos.En la medida en que la investigación y la tecnologíapermitan separar los bio-combustibles <strong>de</strong> los alimentos,la humanidad, los campesinos y los países pobresen recursos energéticos fósiles saldrán ganando.Referencias-. 2007. Biofuels, the wrong way, the right way. National Geographic, octoberZaratti, Francesco. 2007. El perverso etanol <strong>de</strong>l maíz. La Razón, 3 <strong>de</strong> noviembre-. 2007. Debate: El país se encuentra en condiciones <strong>de</strong> producir biodiesel. La Razón, 15 <strong>de</strong> abrilZuazo, Natalia y Farber, María. 2006. El biodiesel, ¿es tan bueno como se presenta? El Clarín, Bs. As., 2 <strong>de</strong> abrilPinto, Edivan y otros. 2007. El mito <strong>de</strong> los biocombustiblesMinisterio <strong>de</strong> Comercio Exterior y Turismo <strong>de</strong>l Perú. Perfil <strong>de</strong> mercado y competitividad exportadora <strong>de</strong> etanoldisponible en: http://www.mincetur.gob.pe/comercio/otros/penx/pdfs/Etanol.pdfFO Licht. World ethanol & biofuels report. World ethanol markets.BBI International. http://www.bbiethanol.comRenewable Fuels Association (RFA). http://www.ethanolrfa.org/nec.shtmlThe American Coalition for Ethanol. http://www.ethanol.orgAlternative Fuels Data Center (AFDC). http://www.afdc.doe.govGovernors’ Ethanol Coalition. http://www.ethanol-gec.orgOsgood, Robert. 2007. Evaluation of San Buenaventura Prefectura site for Organic Sugar Production. ACDI/VOCA Volunteer


* David Cruz Choque es Doctor en Ingeniería Agronómica por la Universidad Mayor <strong>de</strong> San Andrés <strong>de</strong> La Paz, Bolivia.davidcruzchoque@yahoo.com.ar


Los <strong>Agrocombustibles</strong> para ser rentables <strong>de</strong>ben ser producidos en gran<strong>de</strong>s extensiones <strong>de</strong> monocultivos, que generalmenteestán en propiedad <strong>de</strong> unos pocas empresas agroindustriales o directamente en propiedad <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s multinacionales.La producción <strong>de</strong> <strong>Agrocombustibles</strong> en Bolivia, conllevaría la pérdida <strong>de</strong> bosques tropicales (<strong>de</strong>forestación),la emisión <strong>de</strong> Gases <strong>de</strong> Efecto Inverna<strong>de</strong>ro, <strong>de</strong>gradación, contaminación y <strong>de</strong>sertificación <strong>de</strong> los suelos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lapérdida <strong>de</strong> su riqueza en biodiversidad. Por sus numerosas ventajas comparativas, <strong>de</strong> todas las potenciales especies<strong>de</strong> oleaginosas para la producción <strong>de</strong> <strong>Agrocombustibles</strong>, se prevé que la soja será la oleaginosa utilizada para la producción<strong>de</strong> este energético en Bolivia. En este contexto, y utilizando los siguientes supuestos básicos: Consumo anualDiesel Oil <strong>de</strong> origen fósil en Bolivia 850.000m 3 ; <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>l aceite 0,923; 18% aceite grano soja y rendimiento <strong>de</strong>soja 2.200 (kg/ha), se estima como resultado que la expansión <strong>de</strong> la frontera agrícola (<strong>de</strong>forestación) será <strong>de</strong> 39.624 y99.059 hectáreas, utilizando una proporción <strong>de</strong> mezcla con Diesel Oil <strong>de</strong> 2% y 5% respectivamente.La ampliación <strong>de</strong> las mencionadas áreas <strong>de</strong> cultivo sobre los bosques <strong>de</strong> la zona, representaría la emisión a la atmósfera<strong>de</strong> 12.317.080 y 30.792.391 toneladas <strong>de</strong> Dióxido <strong>de</strong> Carbono respectivamente, con los consecuentes impactosposteriores sobre el calentamiento global.Un ecosistema <strong>de</strong> bosque está conformado por una omás comunida<strong>de</strong>s bióticas (seres vivos) asociadascon el medio físico (recursos abióticos) que le ro<strong>de</strong>a,en una zona <strong>de</strong>terminada, los cuales proporcionanmuchos bienes y servicios cruciales para los individuosy las socieda<strong>de</strong>s. Entre ellos se encuentran: i) elsuministro <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, alimentos, fibras, forraje, abrigo,medicamentos y energía; ii) servicios ambientalescomo el procesamiento y almacenamiento <strong>de</strong> carbonoy nutrientes (alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un 46% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l carbonoterrestre está almacenado en los bosques, IUCN,2001); iii) asimilación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sechos; iv) purificación<strong>de</strong>l agua, regulación <strong>de</strong> la escorrentía <strong>de</strong> agua ymo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las crecidas; v) formación <strong>de</strong> suelos yatenuación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> los suelos; vi) oportunida<strong>de</strong>spara realizar activida<strong>de</strong>s recreativas y turismo;vii) alojamiento <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> la Tierra y <strong>de</strong>la diversidad genética. A<strong>de</strong>más, por el hecho <strong>de</strong> existir,los ecosistemas naturales <strong>de</strong> bosque tienen valoresculturales, religiosos, estéticos e intrínsecos.Los bosques juegan un papel prepon<strong>de</strong>rante en elciclo global <strong>de</strong>l carbono (C) ya que almacenan gran<strong>de</strong>scantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> C en su biomasa (tronco, ramas,corteza, hojas y raíces) y en el suelo (mediante suaporte orgánico). La vegetación terrestre compuestaprincipalmente por bosques contiene aproximadamente2,477 Gt <strong>de</strong> C (1 Gt = mil millones <strong>de</strong> toneladas)como stock, <strong>de</strong> los cuales 466 Gt <strong>de</strong> C correspon<strong>de</strong>a la biomasa aérea y subterránea y 2,011 Gt <strong>de</strong>C al suelo (IPCC, 2000). Según la misma fuente, losbosques tropicales contienen el 46% <strong>de</strong> la biomasatotal <strong>de</strong>l mundo (212 Gt <strong>de</strong> C) y el 10.7% <strong>de</strong>l carbono<strong>de</strong>l suelo (216 Gt <strong>de</strong> C).Cuando los stocks <strong>de</strong> carbono aumentan en un bosque,el flujo neto <strong>de</strong> la atmósfera hacia el ecosistemase presenta positivo, entonces se habla <strong>de</strong> sumi<strong>de</strong>ro<strong>de</strong> carbono; en sentido opuesto, se habla <strong>de</strong> fuente <strong>de</strong>emisión <strong>de</strong> carbono. Los bosques intercambian C conla atmósfera a través <strong>de</strong> la fotosíntesis y respiración,son fuentes <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> C cuando son perturbadospor causas humanas o naturales, por ejemplo incendiosforestales, utilización <strong>de</strong> malos sistemas <strong>de</strong> aprovechamiento,corta y quema (chaqueo) para transformaciónen usos no forestales, principalmente ampliación<strong>de</strong> la frontera agrícola y se convierten en sumi<strong>de</strong>ros<strong>de</strong> C atmosférico (es <strong>de</strong>cir, transferencia neta<strong>de</strong> CO 2 <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la atmósfera a la tierra) durante elabandono <strong>de</strong> las tierras y su regeneración tras la perturbaciónproducida por el chaqueo.En Bolivia, la actividad humana libera consi<strong>de</strong>rablescantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> carbono a consecuencia <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la tierra (chaqueo), talando yquemando los bosques principalmente para el esta-


lecimiento <strong>de</strong> cultivos industriales o pastizales parala gana<strong>de</strong>ría en la zona tropical. El año 2000 la <strong>de</strong>forestaciónen Bolivia alcanzó a 200,660 hectáreas,liberando a la atmósfera 46,172 Giga gramos <strong>de</strong> Dióxido<strong>de</strong> carbono (PNCC, 2003). A nivel mundial, la<strong>de</strong>forestación <strong>de</strong> bosques tropicales representa cadaaño la emisión <strong>de</strong> 1 a 2 Giga toneladas <strong>de</strong> CO 2 o, loque es lo mismo aproximadamente el 20% <strong>de</strong> lasemisiones mundiales <strong>de</strong> CO 2 por cada año (ONF,2001).Los bosques que se talán y queman anualmente, confines agrícolas y gana<strong>de</strong>ros (cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la tierrapor expansión <strong>de</strong> la frontera agrícola) se incrementaronen Bolivia <strong>de</strong> 168,012 hectáreas por año enla década <strong>de</strong> 1990 (Mapa Forestal <strong>de</strong> Bolivia,MDSMA, 1995), a mas 270.000 hectáreas/año en ladécada <strong>de</strong>l 2000 (Bolfor, 2004 y la Superinten<strong>de</strong>nciaForestal. 2006, Killeen et al., 2006), tal como se pue<strong>de</strong>apreciar en la Figura 1. De acuerdo con estas fuentes,una <strong>de</strong> las principales causas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestaciónen Bolivia es la expansión <strong>de</strong> la frontera <strong>de</strong> las tierrasagrícolas para cultivar soja <strong>de</strong>stinada a la exportación.El 75% <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>forestación esta localizada enel Departamento <strong>de</strong> Santa Cruz, y es realizada poragroindustriales cultivadores <strong>de</strong> soja poseedores <strong>de</strong>gran<strong>de</strong>s propieda<strong>de</strong>s (mayores a 25 hectáreas). Actualmente,la <strong>de</strong>forestación, sobrepasa las 300.000 hapor año.Actualmente en Bolivia, las tierras utilizadas paracultivos suman 2.5 millones <strong>de</strong> hectáreas(MDRAyMA, 2007), <strong>de</strong> las cuales 1.4 millones sonutilizados por los pequeños productores campesinos,indígenas y originarios <strong>de</strong>l occi<strong>de</strong>nte y oriente <strong>de</strong>lpaís, las que están <strong>de</strong>stinadas a la producción <strong>de</strong> alimentosbásicos para el consumo <strong>de</strong> la población(cereales, frutas, tubérculos, y hortalizas) y 1.1 millonesestán <strong>de</strong>stinadas a la producción <strong>de</strong> cultivos industrialesempresariales (soya, algodón, sorgo, caña<strong>de</strong> azúcar y otros).Por otra parte, los bosques tienen también capacidadpara influir en el cambio climático, particularmentecuando son perturbados por el hombre como producto<strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la tierra. Por ejemplo, latransformación <strong>de</strong> los bosques en otros tipos <strong>de</strong> cubierta<strong>de</strong>l terreno como cultivos, pue<strong>de</strong> afectar alclima <strong>de</strong>bido a los cambios <strong>de</strong>l albedo o reflectividad<strong>de</strong>l terreno. A<strong>de</strong>más, la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la biomasaforestal por el fuego libera Gases <strong>de</strong> Efecto Inverna<strong>de</strong>rocomo el dióxido <strong>de</strong> carbono (CO 2 ), y productossecundarios <strong>de</strong> combustión incompleta, como el metano(CH 4 ), el monóxido <strong>de</strong> carbono (CO), el óxidoFigura 1: Incremento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación en BoliviaFuente: Killeen et al (2006)


nitroso (N 2 O), y óxidos <strong>de</strong> nitrógeno (NO x ) entreotros, los cuales originan el calentamiento global.Al respecto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones cabe aclarar, que duranteaños se ha popularizado el término“biocombustibles” para referirse a los combustiblesobtenidos a partir <strong>de</strong> biomasa, incluyendo cultivos,leña, y otros productos. El término aparentementeestá revestido <strong>de</strong> aspectos positivos, en tanto hacereferencia a fuentes <strong>de</strong> energía renovables(inagotables), <strong>de</strong> menor impacto ambiental en comparacióncon los hidrocarburos, hidroeléctricas onuclear, y con imágenes que invocan a la Naturaleza.Asimismo, teóricamente se ha postulado que estos“biocombustibles” serían un paso a<strong>de</strong>lante hacia el<strong>de</strong>sarrollo sostenible. En el presente estudio, se utilizaránlas siguientes <strong>de</strong>finiciones:Bioenergía: Energía obtenida a partir <strong>de</strong> seres vivos,en forma directa (como por ejemplo la tracción animal)o indirecta (por ejemplo, la quema <strong>de</strong> la leña<strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> un árbol).Biocombustibles: Combustibles renovables <strong>de</strong> origenbiológico, que incluye a la leña, carbón <strong>de</strong> leña,estiércol, biogás, biohidrógeno, bioalcohol, biomasamicrobiana, <strong>de</strong>sechos agrícolas, cultivos para combustibles,etc.<strong>Agrocombustibles</strong>: Biocombustibles obtenidos apartir <strong>de</strong> monocultivos, tales como soja, caña <strong>de</strong> azúcar,maíz, etc. En este caso, la energía se obtiene apartir <strong>de</strong> materias primas <strong>de</strong> origen agrícola.Los <strong>Agrocombustibles</strong> que se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> cultivosindustriales incluyen: Biodiesel <strong>de</strong> semillas oleaginosas (por ejemplo,<strong>de</strong> soja, palma africana, girasol, jatropha,colza, etc.). Etanol (o metanol) que es el producto <strong>de</strong> lafermentación <strong>de</strong> los granos, pasto, paja o ma<strong>de</strong>ra(incluyendo, por ejemplo, maíz, caña <strong>de</strong>azúcar, remolacha, etc.).El Biodiesel es un Agrocombustible <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>aceites vegetales o grasas animales que pue<strong>de</strong> serutilizado como sustituto total o parcial <strong>de</strong>l Diesel Oilen motores <strong>de</strong> diesel convencional. El biodiesel es unéster (similar al vinagre) que pue<strong>de</strong> ser obtenido <strong>de</strong>diferentes tipos <strong>de</strong> aceites o grasas animales o vegetalescomo soya, colza, palma aceitera, etc. El biodieselfunciona en cualquier motor diesel y pue<strong>de</strong> mezclarsecon diesel <strong>de</strong> origen fósil.El Etanol (C 2 H 5 OH), también conocido como alcoholetílico o <strong>de</strong> grano, se obtiene a partir <strong>de</strong> tres tipos <strong>de</strong>materia prima: los productos ricos en sacarosa comola caña <strong>de</strong> azúcar, la melaza y el sorgo dulce; lasfuentes ricas en almidón como cereales (maíz, trigo,cebada, etc.) y tubérculos (yuca, camote, papa); ymediante la hidrólisis <strong>de</strong> los materiales ricos en celulosacomo la ma<strong>de</strong>ra y los residuos agrícolas. El etanoles un líquido inflamable, incoloro y es el alcohol<strong>de</strong> menor toxicidad. Se utiliza en las bebidas alcohólicas,al igual que como <strong>de</strong>sinfectante o disolvente.Posee un alto octanaje y una mayor solubilidad engasolina que el metanol.DeforestaciónLos agrocombustibles para ser rentables <strong>de</strong>ben serproducidos en gran<strong>de</strong>s extensiones <strong>de</strong> monocultivos,que generalmente están en propiedad <strong>de</strong> unos pocosagroindustriales o directamente en propiedad <strong>de</strong> lasgran<strong>de</strong>s multinacionales.Estados Unidos no será capaz <strong>de</strong> producir domésticamentebiomasa suficiente para satisfacer su apetito <strong>de</strong>agroenergía, en consecuencia América Latina es laprimera opción para ampliar el área con cultivosenergéticos, don<strong>de</strong> probablemente serán sembradosgran<strong>de</strong>s plantaciones <strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcar, palma africanay soja, que actualmente ya están suplantando bosquesy pastizales en Brasil, Argentina, Colombia,Ecuador, Paraguay y Bolivia. El cultivo <strong>de</strong> soja hacausado ya la <strong>de</strong>forestación <strong>de</strong> 21 millones <strong>de</strong> hectáreas<strong>de</strong> bosques en Brasil, 14 millones <strong>de</strong> hectáreas


en Argentina, 2 millones en Paraguay y 600.000 enBolivia. En respuesta a la presión <strong>de</strong>l mercado global,próximamente se espera, sólo en Brasil, la <strong>de</strong>forestaciónadicional <strong>de</strong> 60 millones <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong>territorio (Bravo, 2006).Des<strong>de</strong> 1995, el total <strong>de</strong> tierras <strong>de</strong>stinadas a la producción<strong>de</strong> soja en Brasil se incrementó en un 3.2%anual (320.000 hectáreas por año). Hoy la soja juntoa la caña <strong>de</strong> azúcar ocupa un territorio mayor quecualquier otro cultivo en Brasil con un 21% <strong>de</strong>l total<strong>de</strong>l área cultivada. El territorio total utilizado en elcultivo <strong>de</strong> soja se ha multiplicado 57 veces <strong>de</strong>s<strong>de</strong>1961, y el volumen <strong>de</strong> producción se ha multiplicado138 veces. El 55% <strong>de</strong> la soja, o 11.4 millones <strong>de</strong> hectáreas,son cultivadas con varieda<strong>de</strong>s genéticamentemodificadas (Altieri y Pengue 2006). Según estosmismos investigadores, en el Paraguay, la soja ocupamás <strong>de</strong>l 25% <strong>de</strong> toda la tierra <strong>de</strong> agricultura. La <strong>de</strong>forestaciónen este país se dio principalmente en buenaparte <strong>de</strong>l bosque atlántico.En Colombia la palma africana fue introducida <strong>de</strong>forestandomiles <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong> bosque tropical húmedo,en don<strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> estas tierras se encuentranbajo control militar. En este país el 2003 contaba con118.000 hectáreas <strong>de</strong> palma africana, tres años mástar<strong>de</strong> se incrementó a 285.000 hectáreas, y para el2010 preten<strong>de</strong>n llegar al millón <strong>de</strong> hectáreas(Vaneeckhaute, 2007).En Malasia, entre 1985 y 2000, la explotación <strong>de</strong>plantaciones <strong>de</strong> palma africana fue responsable <strong>de</strong>l87% <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación <strong>de</strong> ese país. (Amigos <strong>de</strong> laTierra, 2005, cit. FOMODADE 2007). En Sumatra yBorneo, unas 4 millones <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong> bosque sehan convertido en cultivo <strong>de</strong> palmeras.En el caso <strong>de</strong> la soja en Bolivia, ésta constituye unbaluarte <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo agroindustrial <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo establecidoa mediados <strong>de</strong> los años 80 y avalado por laBanca Internacional y los organismos <strong>de</strong> cooperaciónmultilateral (PROBIOMA, 2007). El crecimiento <strong>de</strong>lárea <strong>de</strong> cultivo fue impulsado por grupos constituidosfundamentalmente por empresarios brasileños comoes el grupo Unisoya y Grupo Mónica que tienen fuerteinfluencia en el gremio <strong>de</strong> productores afiliados ala Asociación <strong>de</strong> Productores <strong>de</strong> Oleaginosas y Trigo– ANAPO. Actualmente, el área establecida con estecultivo, sobrepasa las 700.000 hectáreas. En laTabla 1 se pue<strong>de</strong> apreciar la evolución <strong>de</strong>l área cultivadacon esta oleaginosa en Bolivia. 1996 463.2 861.6 1.91997 527.5 1037.8 2.01998 580.7 1070.5 1.81999 629.8 974.3 1.52000 609.0 1183.4 1.92001 555.9 834.5 1.52002 656.0 1298.3 2.02003 529.7 1588.9 3.02004 610.7 1585.3 2.62005 944.3 1652.2 1.7Tabla 1: Evolución <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> soja en Bolivia, 1996-2005Fuente: Estadísticas Agropecuarias MDRAyMA (2007)1996 91.1 4120.3 45.21997 92.3 4125.7 44.71998 93.1 4241.3 45.61999 89.6 4159.9 46.42000 83.8 3601.7 43.02001 86.2 3859.3 44.82002 102.3 4735.1 46.32003 105.7 5164.1 48.82004 111.3 5632.6 50.62005 108.6 5332.3 49.1Tabla 2: Evolución <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcar en Bolivia, 1996-2005Fuente: Estadísticas Agropecuarias MDRAyMA (2007)


Con relación al cultivo <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar, la actividadagroindustrial azucarera se inicia en Bolivia en1941 y para entonces ya existían en el <strong>de</strong>partamento<strong>de</strong> Santa Cruz alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 3.000 hectáreas cultivadas<strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcar; con ella se producía azúcar“baya” o “negra” y alcohol. Fue en 1944 cuando sefabricó por primera vez azúcar blanca cristalizada.Paralelamente a la producción local, también se importabaazúcar. En la década <strong>de</strong> los 60, Bolivia seautoabastece <strong>de</strong> azúcar e inicia una etapa <strong>de</strong> exportación;en las décadas siguientes la importación sóloocurrió en casos excepcionales por cuestiones climatológicaso bajas en los precios internacionales. Actualmente,el área <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> caña <strong>de</strong> azúcarSoja (Glicine max) 420-580Girasol (Helianthus annuus) 890Colza (Brassica napus) 1100Palma (Elaeis guineensis) 3500-5550Jatropha/piñon (Jatropha curcas) 1590-3500Ricino/tartago (Ricinus communis) 1200-1700Tung (Aleurites fordii) 880Maní (Arachis hipogaea) 990Aguacate, palta (Persea americana) 2460Coco (Cocos nucifera) 2510Cocotero (Acrocomia aculeata) 4200Tabla 3: Producción <strong>de</strong> aceite vegetal según especiesFuente: elaboración propiaen el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Santa Cruz está ubicada en 9municipios: Andrés Ibáñez, La Guardia, El Tomo,Cotoca, Warnes, Portachuelo, Montero, Mineros yGeneral Saavedra. Esta zona abarca más <strong>de</strong> 100.000hectáreas cultivadas que, <strong>de</strong> acuerdo a su extensión,las propieda<strong>de</strong>s se clasifican en pequeñas, hasta 20has.; medianas, <strong>de</strong> 20 a 50 has., y gran<strong>de</strong>s, mayores a50 has.; las pequeñas y medianas propieda<strong>de</strong>s abarcanel 35% y las gran<strong>de</strong>s el 65% (CPT y RSJDH,2007). En la Tabla 2 se pue<strong>de</strong> apreciar la evolución<strong>de</strong>l área cultivada en Bolivia con este potencialagroenergético.Emisión <strong>de</strong> gases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>roDado que el insumo principal para la producción <strong>de</strong><strong>Agrocombustibles</strong> <strong>de</strong>l tipo Biodiesel es el aceite vegetal,los litros <strong>de</strong> aceite que se obtienen por hectáreay por año, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán <strong>de</strong>l cultivo (Tabla 3), <strong>de</strong>l lugary <strong>de</strong> los tratamientos industriales a los cuales sonsometidos.En el contexto internacional, los <strong>Agrocombustibles</strong><strong>de</strong>l tipo Biodiesel, se <strong>de</strong>rivan principalmente <strong>de</strong> semillas<strong>de</strong> oleaginosas industriales como la soja, palmaafricana, girasol, etc., sin embargo por sus numerosasventajas comparativas, <strong>de</strong> todas las potencialesespecies <strong>de</strong> oleaginosas para la producción <strong>de</strong> Biodiesel,la soja continúa siendo la más utilizada para laproducción <strong>de</strong> este energético en América y el mundo,y se prevé que esta ten<strong>de</strong>ncia no cambiará enBolivia. Es usado principalmente por que tiene unaca<strong>de</strong>na productiva bien estructurada, su aceite pue<strong>de</strong>ser utilizado tanto para consumo humano, producción<strong>de</strong> Biodiesel, a<strong>de</strong>más que <strong>de</strong> la soja se produce alimentoproteínico utilizado para la formulación <strong>de</strong>raciones en animales. Su grano pue<strong>de</strong> ser almacenadopor largos periodos <strong>de</strong> tiempo (permite esperar mejo-2% 15691 34869 232465% 39228 87172 5811587172 39624217931 99059Tabla 4: Estimación <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> granos oleaginosos y área cultivada, según dos proporciones <strong>de</strong> mezcla <strong>de</strong> Biodiesel (BD) + Diesel OilFuente: Cruz (2007)


es precios). El Biodiesel producido <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> soja,no presenta restricciones <strong>de</strong> uso tanto para climascalientes y fríos, a pesar <strong>de</strong> que su estabilidad oxidativay su alto índice <strong>de</strong> yodo restrinjan su comercializaciónen Europa y finalmente es uno <strong>de</strong> los aceitesmás baratos.En este contexto, y utilizando los siguientes supuestosbásicos: Consumo anual Diesel Oil <strong>de</strong> origen fósilen Bolivia 850.000 m 3 ; <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>l aceite 0,923; 45% aceite grano girasol; rendimiento <strong>de</strong> girasol 1.500(kg/ha); 18% aceite grano soja y rendimiento <strong>de</strong> soja2.200 (kg/ha), se estima como resultado que la expansión<strong>de</strong> la frontera agrícola para el caso <strong>de</strong> la sojaserá <strong>de</strong> 39.624 y 99.059 hectáreas, utilizando unaproporción <strong>de</strong> mezcla con Diesel Oil <strong>de</strong> 2% y 5%respectivamente. En el caso <strong>de</strong>l girasol, el área <strong>de</strong>expansión será <strong>de</strong> 23.246 y 58.115 hectáreas, utilizandouna proporción <strong>de</strong> mezcla con Diesel Oil <strong>de</strong>2% y 5% respectivamente (ver Tabla 4).La ampliación <strong>de</strong> las mencionadas áreas <strong>de</strong> cultivosobre los bosques <strong>de</strong> la zona, representaría la emisióna la atmósfera <strong>de</strong> 12.317.080 y 30.792.391 toneladas<strong>de</strong> dióxido <strong>de</strong> carbono respectivamente para el caso<strong>de</strong> la soja, con los consecuentesimpactos posterioressobre el calentamiento global.Sin embargo su expansión también se pue<strong>de</strong> dar entierras que ya están bajo explotación agropecuaria, obien invadiendo áreas silvestres para convertirlas a laagricultura. En este caso, la expansión <strong>de</strong> la producción<strong>de</strong> agrocombustibles podría profundamente elproblema <strong>de</strong>l hambre, sobre todo en países comoBolivia don<strong>de</strong> la alimentación se basa en productosque podrían ser empleados en la fabricación <strong>de</strong> agrocombustibles.Con relación a la anterior figura y cuadro, el DieselOil <strong>de</strong> origen fósil que se consume en Bolivia alcanzóa 1.022.316 m 3 el 2005 y se incremento a1.122.474 m 3 el 2006 (Superinten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Hidrocarburos,2007), <strong>de</strong> las cuales el 65% es producido internamentey un 35% proviene principalmente <strong>de</strong> importaciones<strong>de</strong> Venezuela y Argentina. En la actualidad,Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos(YPFB), importa 250.000 barriles mensuales <strong>de</strong> diesel,es <strong>de</strong>cir, aproximadamente 8.300 barriles por día,lo que suma hasta este año 2007 un total <strong>de</strong> 140 millones<strong>de</strong> dólares.Degradación <strong>de</strong>l sueloFigura 2: Potencial emisión <strong>de</strong> Dióxido <strong>de</strong> Carbono (ton) por la expansión <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> la soja en áreas <strong>de</strong>l Bosque Chiquitano y ChaqueñoFuente: Cruz (2007)


Los monocultivos agroindustriales provocan una<strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l suelo y erosión. Según la FAO, hasta500 millones <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong> tierras arables <strong>de</strong>sapareceránen el tercer mundo a causa <strong>de</strong> estas ina<strong>de</strong>cuadasprácticas <strong>de</strong> cultivo.La erosión es la pérdida <strong>de</strong> suelo fértil, <strong>de</strong>bido a queel agua y el viento normalmente arrastran la capasuperficial <strong>de</strong> la tierra. Las practicas agrícolas para elestablecimiento <strong>de</strong> monocultivos industriales, podríanacelerar la pérdida <strong>de</strong> suelos fértiles por la <strong>de</strong>strucción<strong>de</strong> la cubierta vegetal, producto <strong>de</strong> malastécnicas <strong>de</strong> cultivo (monocultivos), quema <strong>de</strong> vegetacióno tala <strong>de</strong>l bosque. Es importante <strong>de</strong>stacar que laerosión <strong>de</strong>l suelo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> afectar y alterar los ecosistemas,afecta seriamente a los actores sociales y ala economía <strong>de</strong> un lugar. Hay una relación directaentre la disminución <strong>de</strong> la capacidad productora <strong>de</strong>lsuelo y la disminución <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s.Por otra parte, cuando se siembra la misma especiecada año, la tierra se <strong>de</strong>teriora y <strong>de</strong>grada <strong>de</strong> formasignificante. El sistema <strong>de</strong> monocultivo agota losnutrientes <strong>de</strong>l suelo. Si se continúa cultivando la mismaespecie en la misma tierra, disminuye la produccióncada año. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> agotar las tierras, el monocultivomultiplica algunas plagas y enfermeda<strong>de</strong>sfitopatológicas, pues éstas pue<strong>de</strong>n contar siempre conel tipo <strong>de</strong> alimento al que están adaptadas y en elcaso <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s se incrementa el potencial<strong>de</strong> inóculo <strong>de</strong>l fitopatógeno año tras año.Otro problema asociado a la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> suelos essu compactación, producto <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> la mecanizaciónagrícola por el establecimiento <strong>de</strong> cultivosagroenergéticos, que <strong>de</strong> forma repetida pasan por elmismo lugar. Esto provoca la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> losespacios existentes entre las partículas <strong>de</strong>l suelo, locual disminuye la cantidad <strong>de</strong> oxígeno presente y poren<strong>de</strong> la microflora y microfauna.La <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> los suelos es como una crisis silenciosaque esta avanzando tan rápidamente enAmérica Latina que pocos países tienen la esperanza<strong>de</strong> alcanzar una agricultura sostenible en un futuropróximo. Es un problema que, a pesar <strong>de</strong> estar amenazandola subsistencia <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> personas en laregión, tien<strong>de</strong> a ser ignorado por los gobiernos y lapoblación en general.La <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l suelo reviste gran importancia,porque su regeneración es en extremo lenta. En zonasagrícolas tropicales y templadas, se requiere <strong>de</strong> unpromedio <strong>de</strong> 500 años para la renovación <strong>de</strong> 2,5 centímetros<strong>de</strong> suelo.De acuerdo con la institución RALLT (2008), la producción<strong>de</strong> soya da lugar a la severa <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>suelos. El cultivo <strong>de</strong> soya “absorbe” la fertilidad <strong>de</strong>los suelos, <strong>de</strong>jándolos <strong>de</strong>gradados y empobrecidos.Esto se <strong>de</strong>be a que el cultivo <strong>de</strong> soya es muy extractivoy generalmente se cultiva en sistemas <strong>de</strong> mono-Figura 3: Intensificación <strong>de</strong>l uso maquinaria agrícola para el establecimiento <strong>de</strong> monocultivos agroindustriales


cultivos consecutivos don<strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> fertilizantesy plaguicidas sintéticos es elevada. En Bolivia,la producción <strong>de</strong> soya ya ha <strong>de</strong>jado cien mil hectáreas<strong>de</strong> suelos severamente <strong>de</strong>gradados por compactación,erosión y contaminación por agroquímicos. Por lotanto, los sistemas alimentarios locales no disponen<strong>de</strong>l recurso básico (suelo fértil). Por ello, cada vez se<strong>de</strong>be invertir en mayores cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fertilizantessintéticos. La <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> suelos que la soya provocaes tan severa, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pocos años <strong>de</strong> sucultivo, los suelos sólo son aptos para la produccióngana<strong>de</strong>ra extensiva.Contaminación <strong>de</strong> suelosLa agroindustria utiliza <strong>de</strong> forma masiva agroquímicoscomo los fertilizantes, pesticidas y herbicidas,que causan una paulatina contaminación <strong>de</strong> los suelos.Los suelos poseen una cierta capacidad para asimilarlas intervenciones humanas sin entrar en procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>terioro. Sin embargo, esta capacidad ha sidoampliamente sobrepasada en muchos lugares, comoconsecuencia <strong>de</strong> la producción y acumulación <strong>de</strong>residuos agroindustriales. Algunos <strong>de</strong> estos agroquímicospermanecen en el suelo contaminado, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>allí se integran a las ca<strong>de</strong>nas alimenticias, aumentandosu concentración a medida que avanzan <strong>de</strong> niveltrófico.DesertificaciónLa <strong>de</strong>sertificación es la intensificación <strong>de</strong> la ari<strong>de</strong>z.Cabe <strong>de</strong>stacar que este término se utiliza para <strong>de</strong>scribirprocesos antrópicos, es <strong>de</strong>cir causados por losseres humanos. En cambio, otro concepto llamado"<strong>de</strong>sertización", se utiliza para <strong>de</strong>scribir el procesonatural <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> <strong>de</strong>siertos. La <strong>de</strong>sertificación,<strong>de</strong>finida como la intensificación <strong>de</strong> las condiciones<strong>de</strong>sérticas y el <strong>de</strong>crecimiento paulatino <strong>de</strong> laproductividad <strong>de</strong> los ecosistemas, es generada principalmentepor el ser humano, que actúa sobre un mediofrágil y lo explota en exceso para obtener productosagrícolas, en este caso <strong>de</strong>l tipo agrocombustibles.Cuando se tala la vegetación nativa para <strong>de</strong>spejartierras y habilitarlas para el establecimiento <strong>de</strong> cultivos(ampliación <strong>de</strong> la frontera agrícola), la capa fértil<strong>de</strong>l suelo es expuesta a la lluvia y al sol, la corteza<strong>de</strong>l suelo se endurece y se seca, impidiendo la infiltración<strong>de</strong> más agua. Así comienza el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sertificación,ya que disminuye la filtración acuosa a<strong>de</strong>pósitos subterráneos, y la capa <strong>de</strong> suelo superficialse erosiona y se convierte en estéril.Las principales causas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sertificación son la agricultura<strong>de</strong> secano y riego, la erosión hídrica y eólica,los cambios climáticos, el sobrepastoreo, la <strong>de</strong>forestaciónpor expansión <strong>de</strong> la frontera agrícola, los incendiosforestales, la extinción <strong>de</strong> especies nativas <strong>de</strong>flora y fauna, y la expansión urbana.De acuerdo con la institución RALLT (2008), la expansión<strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> soya en Bolivia durante losúltimos 15 años ha sido <strong>de</strong>l 411% a costa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación<strong>de</strong> más <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong> bosque.La tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte para habilitar tierras para elcultivo <strong>de</strong> soya es <strong>de</strong> casi 60 mil hectáreas por año.Si este ritmo <strong>de</strong> <strong>de</strong>forestación continúa, los bosques<strong>de</strong> las zonas soyeras corren el riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer.Este es el caso <strong>de</strong> San Julián, uno los principales municipiosproductores <strong>de</strong> soya <strong>de</strong> Santa Cruz, don<strong>de</strong> siel actual nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>forestación continúa, los bosques<strong>de</strong> San Julián estarán extintos en menos <strong>de</strong> nueveaños. La actual <strong>de</strong>forestación está causando la alteración<strong>de</strong>l ciclo hidrológico, especialmente el ciclopluvial. Por eso, no es <strong>de</strong> extrañar que en esta últimatemporada <strong>de</strong> lluvias, San Julián haya sido severamenteafectada por inundaciones. Tampoco será <strong>de</strong>extrañar la probable sequía y la inevitable erosión <strong>de</strong>sus suelos.Impactos sobre la BiodiversidadLa producción <strong>de</strong> <strong>Agrocombustibles</strong> conlleva la pérdida<strong>de</strong> bosques tropicales y <strong>de</strong> su riqueza en biodiversidad,pue<strong>de</strong> presentar un riesgo a las fuentes naturales<strong>de</strong> agua y humedales. Los principales impactosse refieren a la pérdida <strong>de</strong> hábitat y en consecuencia<strong>de</strong> alimento y refugio para la fauna y flora, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> problemas con los ruidos <strong>de</strong> la maquinaria enla época <strong>de</strong> nidificación para las aves. Se ha verificadola <strong>de</strong>vastación ecológica y social generada por laagroindustria, que ha resultado en la pérdida <strong>de</strong> 75%<strong>de</strong> la biodiversidad a lo largo <strong>de</strong>l último siglo, según


la FAO (2007).Durante una <strong>de</strong> las últimas reuniones <strong>de</strong>l organismo<strong>de</strong> asesoramiento científico <strong>de</strong> la ONU llevada a caboen julio <strong>de</strong> 2007 en París, una amplia mayoría <strong>de</strong>gobiernos <strong>de</strong> Europa, Asia y Latinoamérica, expresaronsu grave preocupación ante los riesgos que laproducción en gran escala <strong>de</strong> agrocombustibles pue<strong>de</strong>nimplicar para bosques, ecosistemas, pueblos indígenasy comunida<strong>de</strong>s locales. Varios gobiernos pidieronque se aplicara el principio <strong>de</strong> precaución en eltema <strong>de</strong> los agrocombustibles.ReferenciasAltieri, M.A.; Pengue, W. 2006 GM soybean: Latin America’s new colonizer. Seedling January issue.Bravo, E. 2006. Biocombustibles, cultivos energéticos y soberanía alimentaria: encendiendo el <strong>de</strong>bate sobre biocombustibles. Acción Ecológica,Quito, Ecuador.FORO BOLIVIANO SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO (FOBOMADE). 2007. ¿Biocombustibles en Bolivia?. FOBOMADE. LaPaz, Bolivia. 12 p.IUCN. 2001. Cambio Climático y Biodiversidad: Cooperación entre el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención Marco sobreel Cambio Climático. Sexta Reunión <strong>de</strong>l Órgano Subsidiario <strong>de</strong> Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico <strong>de</strong>l Conveniosobre la Diversidad Biológica, celebrado en Montreal, Canadá, <strong>de</strong>l 12 al 19 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2001. 6 p.IPCC. 2000. Special Report on Land Use, Land Use Change and Forestry. Summary for Policymakers. Geneva, Switzerland. 20 p. Kirshbaum,M.U.F.; Fischlin, A. 1995. Climate change impacts on forest. IPCC. Eds. Cambridge University Press, 1996.http://www.ipcc.chKilleen, T.J.; Cal<strong>de</strong>ron, V.; Soria, L.; Quezada, B.; Steininger, M.K.; Harper, G.; Solórzano, L.A.; Tucker, C.J. 2006. Thirty Years ofLand-Cover Change in Bolivia. Conservation International. Santa Cruz, Bolivia. 24 p.MINISTERIO DE DESARROLLO RURAL, AGROPECUARIO Y MEDIO AMBIENTE. 2007. Plan <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Rural, Agropecuarioy Medio Ambiente para la Revolución Rural, Agraria y Forestal. MDRAyMA. La Paz, Bolivia. 55p.MINISTERIO DE DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE, SECRETARIA NACIONAL DE RECURSOS NATURALES Y ME-DIO AMBIENTE, SUBSECRETARIA DE RECURSOS NATURALES. 1995a. Mapa forestal <strong>de</strong> Bolivia. La Paz (Bolivia). 43 p.OFFICE NATIONAL DES FOREST (ONF). 2001. Bosque y Cambio Climático. ONF. Santiago <strong>de</strong> Chile, Chile. 15 p.PRODUCTIVIDAD, BIOSFERA Y MEDIO AMBIENTE. 2007. Problemática <strong>de</strong> la soya en Bolivia y sus perspectivas. PROBIOMA. SantaCruz, Bolivia. 20 p.RED POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE DE TRANSGÉNICOS (RALLT). 2008. Transgénicos en Bolivia.http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2006022407SUPERINTENDENCIA FORESTAL. 2006. Avance <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación mecanizada en Bolivia: Tasa anual <strong>de</strong> <strong>de</strong>forestación mecanizada enlos años 2004 y 2005. SIF. Santa Cruz <strong>de</strong> la Sierra, Bolivia. 51 p.


* Mónica B. Wehbe (M.A. Agricultural and Rural Development), H. Martín Civitaresi (M.A. Local and Regional Development) eIvan Tarasconi (Estudiante avanzado <strong>de</strong> la Licenciatura en Economía) se <strong>de</strong>sempeñan en el Departamento <strong>de</strong> Economía,Facultad <strong>de</strong> Ciencias Económicas <strong>de</strong> la Universidad Nacional <strong>de</strong> Río Cuarto, Argentina


Este documento se enmarca en el proyecto <strong>de</strong> investigación “Adaptación al cambio climático y a la variabilidad climática-Componentes climáticos y socio-económicos <strong>de</strong> la vulnerabilidad y el riesgo en el sector agropecuario <strong>de</strong>l sur<strong>de</strong> Córdoba-Argentina” <strong>de</strong> la Universidad Nacional <strong>de</strong> Río Cuarto y, con algunas modificaciones, fue presentado enlas V Jornadas Interdisciplinarias <strong>de</strong> Estudios Agrarios y Agroindustriales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, Noviembre<strong>de</strong> 2007, bajo el título “Gobernabilidad en el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los agro-combustibles en la Argentina”.Es innegable que los agro-combustibles son parte <strong>de</strong>un futuro que ya llegó. Los agro-combustibles, aligual que otros biocombustibles cuyo origen no proviene<strong>de</strong> cultivos agrícolas, se van configurando comouna alternativa viable a los combustibles fósiles,a la vez que representan para las regiones productoras,sobre todo en aquellos países <strong>de</strong> menor <strong>de</strong>sarrollo,una eventual estrategia <strong>de</strong> diversificación <strong>de</strong> sueconomía rural y <strong>de</strong> agregación <strong>de</strong> valor a la producciónprimaria que podría favorecer el aumento <strong>de</strong>lempleo y <strong>de</strong> los salarios en algunas <strong>de</strong> sus áreas rurales(UNCTAD, 2006).Concientes <strong>de</strong> ello, los gobiernos se han encargado<strong>de</strong> generar una <strong>de</strong>manda cautiva <strong>de</strong> agrocombustiblesa partir <strong>de</strong> leyes que promueven la inversióny el crecimiento <strong>de</strong> esta industria, aún incipienteen la mayoría <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo. En elcaso <strong>de</strong> la Argentina, el gobierno nacional aprobó laLey 26093/06, a la cual se han sumado una serie <strong>de</strong>normativas provinciales que adhieren a dicha Ley,que establece un marco regulatorio en el que se <strong>de</strong>stacala obligatoriedad en una mezcla <strong>de</strong>l 5% <strong>de</strong> biocombustibleen los combustibles fósiles <strong>de</strong> consumointerno a partir <strong>de</strong>l año 2010 y un régimen promocionala su producción. Cubrir esta <strong>de</strong>manda internacautiva y las exportaciones proyectadas por las mayoresempresas productoras, especialmente las <strong>de</strong>biodiesel producido a partir <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> soja, representapara los productores un incentivo adicional parauna mayor expansión y especialización <strong>de</strong> su actividadagrícola.En este marco, es posible vislumbrar algunos inconvenienteslatentes <strong>de</strong> la promoción <strong>de</strong> esta industriapara el caso <strong>de</strong> Argentina. La posibilidad <strong>de</strong> obtenercombustibles a partir <strong>de</strong> materias primas agrícolas (loque se <strong>de</strong>nomina cultivos energéticos) lleva a profundizarla rivalidad entre disponibilidad y acceso a losalimentos, al menos en el corto y mediano plazo.Asimismo, es probable que la producción <strong>de</strong> agrocombustiblesacreciente la ten<strong>de</strong>ncia a la especializaciónen cultivos <strong>de</strong> cosecha, especialmente la soja,<strong>de</strong>splazando a otros cultivos y a la gana<strong>de</strong>ría e intensificandoel uso <strong>de</strong> tecnologías <strong>de</strong> producción altamenteextractivas y con fuerte impacto ambiental.Por último, es <strong>de</strong> esperar que la actual estructura altamenteconcentrada <strong>de</strong> productores y procesadores <strong>de</strong>materia prima se agudice ante la mayor <strong>de</strong>manda.Basado en estas consi<strong>de</strong>raciones, resulta apremiantela necesidad <strong>de</strong> un análisis sobre el conjunto <strong>de</strong> impactosque la producción <strong>de</strong> agrocombustibles podríatener sobre los aspectos sociales, ambientales y económicos,especialmente los impactos referidos alsector agrícola. Sin menospreciar la contribución que


pue<strong>de</strong> tener esta producción en el crecimiento <strong>de</strong>lpaís, es claro que existen una serie <strong>de</strong> interrogantesaún no resueltos. De manera no exhaustiva es importanterealizarse preguntas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintas perspectivas:<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo económico, ¿son los biocombustiblesalternativas rentables dadas las inversiones requeridaspara su <strong>de</strong>sarrollo y sus costos <strong>de</strong> producción?;<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo social, ¿es la producción <strong>de</strong> biocombustiblesuna alternativa productiva para los actores <strong>de</strong> menorescala en las diferentes etapas <strong>de</strong>l proceso, sean estasactivida<strong>de</strong>s agrícolas, <strong>de</strong> procesamiento o <strong>de</strong> comercialización?;<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo ambiental, ¿se han consi<strong>de</strong>radotodos los impactos ambientales, positivos y negativos<strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> los biocombustibles, más allá <strong>de</strong>los posibles beneficios <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la reducción enla emisión <strong>de</strong> gases <strong>de</strong> efecto inverna<strong>de</strong>ro cuyos principalesresponsables son los países <strong>de</strong>sarrollados?;<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo institucional, ¿está la Argentina en condiciones<strong>de</strong> regular o direccionar la producción <strong>de</strong> estetipo <strong>de</strong> energía, atenuando los efectos <strong>de</strong> concentracióny falta <strong>de</strong> regulaciones que han caracterizado alsector <strong>de</strong> hidrocarburos?Es necesario enten<strong>de</strong>r que la presencia <strong>de</strong> variadosgrupos <strong>de</strong> interés con priorida<strong>de</strong>s e interpretacionesdiferentes dificulta el análisis y la evaluación <strong>de</strong> losmúltiples y contradictorios impactos que traerá el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta industria en nuestro país. Precisamenteésta es la causa por la cual resulta imprescindibleacelerar el <strong>de</strong>bate público que incluya a las instituciones<strong>de</strong> investigación pública y privada, gobiernosy organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil, para <strong>de</strong>finirlos `términos <strong>de</strong> referencia` bajo los cuales el conjunto<strong>de</strong> la sociedad argentina - y no sólo particularesgrupos <strong>de</strong> interés- <strong>de</strong>sea incorporarse a esta nuevaalternativa productiva y energética.Definir dichos términos requiere en primera instanciala generación <strong>de</strong> conocimiento, y fundamentalmente,la evaluación <strong>de</strong> diferentes escenarios en el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> tal alternativa productiva y la difusión <strong>de</strong> sus posiblesconsecuencias e impactos. Este trabajo presentados posibles escenarios establecidos a partir <strong>de</strong> lasten<strong>de</strong>ncias actuales <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> biocombustiblesen Argentina: el primer escenario refleja unasituación en la que la producción <strong>de</strong> biodiesel inducea un incremento en la proporción <strong>de</strong> superficie sembradacon soja y no se plantea ningún tipo <strong>de</strong> regulaciónsobre las áreas <strong>de</strong>stinadas a su producción; elsegundo, presenta la situación posible en caso <strong>de</strong>intervención, por parte <strong>de</strong>l Estado nacional, para regularlas áreas <strong>de</strong>stinadas a la producción <strong>de</strong> soja conel fin <strong>de</strong> evitar un aumento en la superficie plantada<strong>de</strong>stinada a abastecer la producción <strong>de</strong> biodiesel. Aesto se suma una discusión final en torno a la necesidad<strong>de</strong> fomentar escenarios alternativos basados enestrategias <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong>l espacio rural y mecanismos<strong>de</strong> consulta.En la siguiente sección se plantean los principalesejes que a nivel internacional se <strong>de</strong>baten en torno alos biocombustibles y en particular el caso <strong>de</strong> aquellosque utilizan como materia prima cultivos agrícolas,haciendo referencia explícita a las implicancias<strong>de</strong>l monocultivo. En la sección tercera, se analiza elmarco institucional <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> los biocombustiblesen Argentina (Ley Nacional <strong>de</strong> Regulación yPromoción <strong>de</strong> Biocombustibles), las proyecciones <strong>de</strong><strong>de</strong>manda y producción que <strong>de</strong> dicha Ley se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>ny un comportamiento estimado <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong>oferta interna. Basado en estas proyecciones, se presentan,en la sección cuarta, dos escenarios basadosen los requerimientos <strong>de</strong> materia prima en función <strong>de</strong>las ten<strong>de</strong>ncias actuales. A modo <strong>de</strong> escenario alternativoa los anteriores se discute, en la sección quinta,la necesidad <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar nuevos mecanismos <strong>de</strong>intervención para dar solución a los problemas socialesy ambientales que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta industriapudiera traer aparejados. El interés mundial en la producción y uso <strong>de</strong> biocombustibles<strong>de</strong>scansa, por una parte, en la necesidad <strong>de</strong>resolver los problemas <strong>de</strong> la escasez y costo <strong>de</strong>l petróleo,y por otra, la preocupación en torno al calentamientoglobal. Se argumenta que una solución parciala estos problemas pue<strong>de</strong> encontrarse en el reemplazo<strong>de</strong>l petróleo para el sector transporte, por la biomasaobtenida principalmente <strong>de</strong> cultivos agrícolas en granescala, <strong>de</strong> allí su nombre <strong>de</strong> agrocombustibles. El


origen <strong>de</strong> estos combustibles líquidos, - bioetanol obiodiesel- incluyen el maíz, la soja y la caña <strong>de</strong> azúcar(en Estados Unidos, Argentina y Brasil); la colzaen Europa; el aceite <strong>de</strong> palma en el su<strong>de</strong>ste Asiático;Centroamérica y el norte <strong>de</strong> Sudamérica, y la jatropha(aunque éste no es un producto alimentario)en India y África (UNCTAD, 2006).Existen a nivel mundial dos ejes principales por don<strong>de</strong>transcurre el <strong>de</strong>bate en torno a la promoción <strong>de</strong>esta fuente energética: los impactos ambientales y losimpactos sociales que esta industria genera. En referenciaa la dimensión ambiental, hay una preguntacentral que aún no ha podido ser aclarada <strong>de</strong> maneraconcreta: ¿hasta qué punto los agrocombustiblespue<strong>de</strong>n contribuir con la reducción <strong>de</strong> gases <strong>de</strong> efectoinverna<strong>de</strong>ro? La comprobación <strong>de</strong> su contribuciónes todavía muy controversial y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, entre otrascosas, <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cultivo utilizado, <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> escultivado, dón<strong>de</strong> es transportado, el tipo <strong>de</strong> productofinal obtenido y la tecnología utilizada tanto en laproducción primaria e industrial, como en el consumo.Sin embargo, la expansión <strong>de</strong> cultivos energéticoscontinuará presionando sobre la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>ecosistemas frágiles, lo que sumado a la propia producciónagrícola, se encuentra entre los mayores emisores<strong>de</strong> gases. A esto es necesario sumarle las emanaciones<strong>de</strong> oxido nitroso proveniente <strong>de</strong> la fertilizacióny pesticidas <strong>de</strong> los cultivos, como así tambiénlas emanaciones <strong>de</strong>l propio proceso <strong>de</strong> producción,transporte, etc. <strong>de</strong> los agrocombustibles (Boswell,2007). Adicionalmente, resultados <strong>de</strong> distintas investigacionesmuestran que el balance energético <strong>de</strong>todos los cultivos, con métodos actuales <strong>de</strong> procesamiento,gasta más energía fósil para producir el equivalenteenergético en agrocombustible; así, se señalaque por cada unidad <strong>de</strong> energía fósil gastada, el retornosería <strong>de</strong> 0,53 unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> energía <strong>de</strong> biodieselproveniente <strong>de</strong> la soja y <strong>de</strong> 0,78 <strong>de</strong> energía <strong>de</strong> metanol<strong>de</strong> maíz (Ho, 2006 citado en Bravo, 2007).En relación a su impacto social, el eje <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate seasienta sobre quiénes serán los principales beneficiarios<strong>de</strong> la producción y disponibilidad <strong>de</strong> biocombustibles.Por un lado, los países <strong>de</strong>sarrollados buscanasegurar su provisión <strong>de</strong> energía y reducción <strong>de</strong> susemisiones para lo cual han establecido políticas <strong>de</strong>promoción y protección <strong>de</strong> su producción nacional <strong>de</strong>biocombustibles que incluyen medidas tales comotarifas, subsidios y normas los requerimientos <strong>de</strong>estos países no sólo exce<strong>de</strong>n sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>producción técnicas. Sin embargo, la ten<strong>de</strong>ncia en,sino también están preocupados por la eficiencia enlos costos y los impactos ambientales negativos. Estasituación ha <strong>de</strong>spertado el interés <strong>de</strong> los productoresen países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo los cuales podríanconvertirse en potenciales proveedores. Estos países,por su parte, tratan <strong>de</strong> sustituir sus importaciones <strong>de</strong>petróleo o bien agregar valor a sus exportaciones(Junk et al, 2007). Sin embargo, la ausencia <strong>de</strong> precios<strong>de</strong> referencia a nivel internacional y <strong>de</strong> políticasinternas en cada uno <strong>de</strong> los estados que direccionenel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta actividad podría <strong>de</strong>svirtuar elbeneficio esperado. Adicionalmente, si bien algunosorganismos internacionales (UNCTAD, 2006) sostienenque mediante su fomento se podrían lograr buenosresultados en países don<strong>de</strong> la energía es escasa eimprescindible para su crecimiento y don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>nobtener cultivos en ambientes no aptos para laproducción <strong>de</strong> alimentos, también alertan, al igualque diferentes organizaciones no gubernamentales,sobre las consecuencias negativas <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong>los monocultivos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo.Si bien existen algunos intentos <strong>de</strong> lograr un consensoen este <strong>de</strong>bate, aún altamente controversial a escalaglobal, la producción crece a tasas exponencialesconsecuencia <strong>de</strong>l fomento <strong>de</strong> esta industria por partetanto <strong>de</strong> actores públicos como privados. Entre losimpactos negativos que ya pue<strong>de</strong>n percibirse se pue<strong>de</strong>mencionar el que los agrocombustibles sean fuertementepromovidos, entre otros, por nuevas asociacionescorporativas entre agro-negocios, compañías<strong>de</strong> biotecnología, petroleras y automotrices. En elcaso <strong>de</strong> Argentina, empresas como Cargill, Repsol,entre otros, son las que se configuran como los principalesinversores a partir <strong>de</strong> la apertura <strong>de</strong> nueveplantas en la región pampeana. Otro ejemplo es laproducción <strong>de</strong> etanol en Estados Unidos obtenido <strong>de</strong>lmaíz y su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las importaciones <strong>de</strong> México<strong>de</strong> dicho grano. Debido al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> compra <strong>de</strong> lasindustrias <strong>de</strong> bioetanol, el precio <strong>de</strong>l maíz ha llegadoa 163 dólares la tonelada (20.02.07) y podría subir a


200 cuando se incorporen a la producción las plantasen construcción. Si esta ten<strong>de</strong>ncia se mantiene, elincremento en los precios se trasladaría a otros productosalimentarios elaborados con maíz, contribuyendocon el incremento generalizado en el precio <strong>de</strong>los alimentos (Muñoz, 2007). Por su parte, la producción<strong>de</strong> biodiesel en la Unión Europea ha incrementadosustancialmente el precio <strong>de</strong>l aceite <strong>de</strong> colza y poren<strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> la industria agroalimentaria europea(CITA/ Boswell).Un eje <strong>de</strong> discusión transversal es el relacionado conla expansión <strong>de</strong> los regímenes agrícolas <strong>de</strong> monocultivoa consecuencia <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la producción<strong>de</strong> alimentos a la producción <strong>de</strong> insumos para la industria(particularmente la industria alimentaria <strong>de</strong>los países <strong>de</strong>l Norte), lo cual tiene no solo implicanciasambientales, sino peor aún sociales. En este contextola expansión <strong>de</strong> los monocultivos podría ser aúnmayor, fruto <strong>de</strong> los requerimientos provenientes <strong>de</strong> laproducción <strong>de</strong> biocombustibles. Ante este panorama,es importante volver a preguntarse ¿Cuáles serán lasconsecuencias para los países en <strong>de</strong>sarrollo si éstosserán los que <strong>de</strong>ban cubrir la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cultivospara los biocombustibles que consumirán los más<strong>de</strong>sarrollados?, ¿Qué impactos ecológicos y socialesse pue<strong>de</strong> esperar <strong>de</strong> esta energía alternativa obtenida<strong>de</strong> bosques o tierras agrícolas en los países <strong>de</strong>l Sur?Los beneficios y costos <strong>de</strong> los biocombustibles noestán claros y los tra<strong>de</strong>-offs <strong>de</strong>berían ser <strong>de</strong>terminadosy analizados entre todos los ‘jugadores’ (Dufey,2007).Algunas evi<strong>de</strong>ncias en torno a la expansión <strong>de</strong> losmonocultivosParte <strong>de</strong> las respuestas a las preguntas planteadas enel párrafo anterior pue<strong>de</strong> obtenerse <strong>de</strong> la revisión <strong>de</strong>algunos <strong>de</strong> los impactos que han tenido lugar en muchasregiones en <strong>de</strong>sarrollo como resultado <strong>de</strong> las‘oportunida<strong>de</strong>s’ abiertas por la industria alimentariainternacional. Estas oportunida<strong>de</strong>s significaron, en lamayoría <strong>de</strong> los casos, el establecimiento o fortalecimiento<strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> monocultivos que relegaron laproducción <strong>de</strong> estos países a los eslabones más primarios<strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> agroalimentos - sean‘commodities’ o ‘specialties’-, e implicaron un altocosto social y ambiental. Entre los costos sociales se<strong>de</strong>stacan la concentración <strong>de</strong> la propiedad y tenencia<strong>de</strong> tierras y, por lo tanto <strong>de</strong> los ingresos que genera, yla amenaza a comunida<strong>de</strong>s rurales a través <strong>de</strong> la reducción<strong>de</strong> tierras <strong>de</strong>stinadas a la producción <strong>de</strong> alimentosy <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> población, muchas vecescon el uso <strong>de</strong> la violencia. Des<strong>de</strong> lo ambiental, la<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> montes, bosques y humedales, procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>sertificación, pérdida <strong>de</strong> biodiversidad, agotamiento<strong>de</strong> suelos y contaminación <strong>de</strong> suelos y <strong>de</strong>lagua.Un ejemplo paradigmático <strong>de</strong> esto ha sido el caso <strong>de</strong>cultivo <strong>de</strong> soja en América <strong>de</strong>l Sur. Brasil, Argentinay Paraguay contribuyen hoy al 44% <strong>de</strong> la producciónmundial <strong>de</strong> soja, la cual está <strong>de</strong>stinada casi exclusivamentea los mercados <strong>de</strong> exportación. Ayudaron aesta expansión la situación favorable en los mercadosinternacionales y las políticas internas que propiciaronun profundo cambio tecnológico. Sin embargo,los gobiernos <strong>de</strong> estos países, intencionalmente o no,no fueron capaces <strong>de</strong> actuar institucionalmente parasalvaguardar a sus poblaciones más débiles ni su medioambiente.La experiencia argentina <strong>de</strong> los últimos15 años ha tenido consecuencias poco atractivas enlos aspectos sociales y ambientales <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo.Por una parte, la especialización productiva <strong>de</strong>l sectorprimario ha venido <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong>concentración <strong>de</strong> la tierra que se evi<strong>de</strong>ncia en un aumento<strong>de</strong>l 25% en el tamaño promedio <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> explotación agrarias, la disminución promedio<strong>de</strong>l 21% en el número <strong>de</strong> explotaciones y <strong>de</strong> la cantidad<strong>de</strong> hectáreas explotadas por sus propietarios, y lacreciente penetración <strong>de</strong> capitales externos al sectorprimario (Civitaresi, 2007). Las evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> estosprocesos en el país han sido mostradas por un sinnúmero <strong>de</strong> investigadores nacionales y extranjeros,así como también por una gran cantidad <strong>de</strong> organizaciones<strong>de</strong> la sociedad civil.También es posible evi<strong>de</strong>nciar procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación<strong>de</strong> suelos, <strong>de</strong>sertificación e incremento <strong>de</strong> procesoserosivos. Estos impactos ambientales negativosson resultado <strong>de</strong> la sobreexplotación <strong>de</strong> los recursosnaturales como consecuencia <strong>de</strong> la especialización enun solo cultivo, <strong>de</strong> la ampliación <strong>de</strong> superficies culti-


vadas hacia zonas <strong>de</strong> bosques y montes naturales,como así también <strong>de</strong> la creciente utilización <strong>de</strong> agroquímicos.Walter Pengue (2002), en un análisis realizadorespecto <strong>de</strong> los impactos <strong>de</strong> las tecnologías relacionadasa la producción <strong>de</strong> soja, sostiene que losimpactos <strong>de</strong> las nuevas tecnologías -siembra directa,glifosato y sojas RR- no son favorables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<strong>de</strong> vista ambiental por los efectos contaminantes<strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l herbicida, el uso ina<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> los métodos<strong>de</strong> labranza cero, sumado a la ausencia <strong>de</strong> estudiosespecíficos acerca <strong>de</strong> las implicancias <strong>de</strong> la utilización<strong>de</strong> organismos genéticamente modificados,especialmente sobre la salud humana.Dichos impactos sociales y ambientales son más fácilmentecomprendidos y reconocidos por la sociedada escala local. A modo <strong>de</strong> ejemplo, citamos a continuaciónlos resultados <strong>de</strong> un Taller realizado a fines<strong>de</strong> 2004 por investigadores <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> CienciasEconómicas y <strong>de</strong> la Unidad <strong>de</strong> Extensión RíoCuarto <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Tecnología Agropecuaria(INTA) <strong>de</strong>nominado “Realida<strong>de</strong>s en la ca<strong>de</strong>na<strong>de</strong> la Soja en Córdoba”, que contó con la presencia<strong>de</strong> productores agropecuarios, directivos <strong>de</strong> empresasproveedoras <strong>de</strong> insumos agrícolas, dirigentes <strong>de</strong> laSociedad Rural, técnicos <strong>de</strong>l INTA e investigadores<strong>de</strong> la UNRC. En el taller, los diversos actores mencionaronlas siguientes <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s socioeconómicas<strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> soja en la región: a) La creciente<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia económica en un solo producto; b) elmarcado aumento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia tecnológica; c)el reemplazo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s productivas acor<strong>de</strong> a lascondiciones agroecológicas particulares <strong>de</strong> la región;d) la concentración <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> biotecnología en pocasmanos y en firmas muy po<strong>de</strong>rosas; e) la expulsión <strong>de</strong>mano <strong>de</strong> obra <strong>de</strong>bido esta actividad; y, finalmente, f)el incentivo a la producción <strong>de</strong> mayor escala quefavorece la concentración en la propiedad y tenencia<strong>de</strong> la tierra.En relación a los aspectos ambientales y sanitarioslos resultados <strong>de</strong>l Taller resaltaron: a) la falta <strong>de</strong> conocimientosobre los riesgos ambientales por parte <strong>de</strong>los actores vinculados a esta producción; b) la soja esuno <strong>de</strong> los cultivos más extractivos <strong>de</strong> nutrientes <strong>de</strong>lsuelo; c) la expansión <strong>de</strong>l área sembrada lleva a usos<strong>de</strong> suelos débiles y no existe una legislación que impidahacer soja en regiones agro ecológicas frágiles(susceptibles a erosiones, que puedan conducir al<strong>de</strong>terioro <strong>de</strong>l ambiente); d) la clara ten<strong>de</strong>ncia hacia elmonocultivo; e) el manejo <strong>de</strong> las malezas en el cultivo<strong>de</strong> soja se asienta en el uso <strong>de</strong> tecnología <strong>de</strong> insumos;f) el surgimiento <strong>de</strong> malezas resistentes al glifosato;g) la ausencia <strong>de</strong> políticas agropecuarias quefomenten una mejor rotación <strong>de</strong> cultivo; y, finalmente,h) el peligro potencial en la proliferación <strong>de</strong> plagas,teniendo en cuenta el alto porcentaje <strong>de</strong> realización<strong>de</strong>l cultivo (ejemplo roya, hongos <strong>de</strong>l suelo, etc.)(IDR, 2004).Con el advenimiento <strong>de</strong> los agro-combustibles todosestos factores podrían llegar a profundizarse, incrementandoasí el conjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las diferentesregiones agrícolas <strong>de</strong> nuestro país, como asítambién a otros sectores productivos. A<strong>de</strong>lantandoalgunas consi<strong>de</strong>raciones respecto <strong>de</strong>l sector industrial,la producción <strong>de</strong> los agrocombustibles en general,y <strong>de</strong>l biodiesel en particular, <strong>de</strong>vendría <strong>de</strong> unaindustria que nace concentrada. Tanto las gran<strong>de</strong>stransnacionales <strong>de</strong> agroalimentos como aquellas productoras<strong>de</strong> energía son las que hasta ahora han llevadoa<strong>de</strong>lante las mayores inversiones para el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> esta industria. Parece entonces un exceso <strong>de</strong>optimismo pensar que pequeños productores agrícolasy aún industriales no van a encontrar obstáculosen la participación en esta nueva alternativa(Civitaresi, 2007).En esta sección se ha pretendido argumentar que,sobre problemas irresueltos <strong>de</strong> relativa importanciaexistentes en el sector agrícola argentino, se cierne laamenaza <strong>de</strong> su profundización consecuencia <strong>de</strong>l surgimiento<strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> agrocombustibles. En estesentido, aunque la Ley Nacional sobre Biocombusti-


les y algunos gobiernos provinciales intentan regulary promover este nuevo mercado, no contemplaaquellas amenazas. El marco institucionalExisten dos antece<strong>de</strong>ntes institucionales importantesen la promoción <strong>de</strong> biocombustibles en Argentinaque muestran las inconsistencias, en cuanto a laorientación <strong>de</strong> las políticas, en la promoción <strong>de</strong> biocombustiblesy que a<strong>de</strong>más, constituyen el marco enel que surge la nueva ley. En el 2001, la Secretaría <strong>de</strong>Energía lanza un Plan <strong>de</strong> Competitividad para Biodieselorientado al transporte y la maquinaria para elsector agrícola con un incentivo basado en la exencióny disminución <strong>de</strong> diversos impuestos a la producción.Al mismo tiempo, la Secretaría <strong>de</strong> Ambientey Desarrollo Sustentable establece el Programa Nacional<strong>de</strong> Biocombustibles, quedando en el 2004 enmanos <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Agricultura, Gana<strong>de</strong>ría,Pesca y Alimentación (SAGPyA). Estas dos iniciativasparecen orientarse a objetivos diferentes; mientrasque entre los objetivos <strong>de</strong> la SAGPyA están el<strong>de</strong>sarrollo rural <strong>de</strong> pequeña escala y la autonomíalocal en la provisión <strong>de</strong> energía, la visión <strong>de</strong> la Secretaría<strong>de</strong> Energía se enfoca en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unaindustria a gran escala a través <strong>de</strong> la inversión porparte <strong>de</strong> la industria aceitera y las compañías <strong>de</strong> petróleo.(Shafik y Marcus, 2005).La actual Ley 26093/06 <strong>de</strong>nominada Régimen <strong>de</strong>Regulación y Promoción para la Producción y UsoSustentable <strong>de</strong> Biocombustibles, conjuntamente conel <strong>de</strong>creto 109/2007 que la reglamenta, generan unmarco regulatorio <strong>de</strong> carácter general relativo a laproducción, comercialización y uso <strong>de</strong> biocombustiblesen el territorio nacional y un régimen promocionalpara su producción. Respecto a la producción,comercialización y uso, la Ley obliga a mezclar combustiblesfósiles con biocombustibles en un porcentajemínimo <strong>de</strong>l 5% en nafta, gasoil y diesel oil paraconsumo interno para el 2010 y exige al Estado Nacionaly a emprendimientos privados ubicados sobreríos, lagos y lagunas, especialmente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la jurisdicción<strong>de</strong> parques nacionales o reservas ecológicas,a utilizar biodiesel o bioetanol en un porcentaje a<strong>de</strong>terminar y biogás en estado puro. Establece, a<strong>de</strong>más,que la Autoridad <strong>de</strong> Aplicación (AA) es la Secretaría<strong>de</strong> Energía <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> PlanificaciónFe<strong>de</strong>ral, Inversión Pública y Servicios y en los temas<strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> carácter tributario o fiscal es el Ministerio<strong>de</strong> Economía y Producción. Entre las funciones<strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Energía se <strong>de</strong>stacan, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> autorizar el funcionamiento <strong>de</strong> plantas <strong>de</strong> producción,mezcla y comercialización, el cálculo anual <strong>de</strong>las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> biocombustible necesarias paraproce<strong>de</strong>r a la mezcla y la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los preciosaplicables a las entregas <strong>de</strong> biocombustiblesnecesarios para cubrir la cuota obligatoria (Ley26093/06).Respecto <strong>de</strong>l Régimen Promocional establece incentivosfiscales a la producción, priorizando la promoción<strong>de</strong> pequeñas y medianas empresas, <strong>de</strong> productoresy cooperativas agropecuarias y <strong>de</strong> economíasregionales, aunque no <strong>de</strong>fine la existencia <strong>de</strong> zonasprioritarias. Los incentivos consisten en la amortizaciónacelerada en los impuestos a las ganancias <strong>de</strong>bienes <strong>de</strong> capital, <strong>de</strong>volución anticipada <strong>de</strong>l Impuestoal Valor Agregado durante un plazo <strong>de</strong> 15 años y unaamplia exención en el impuesto a los combustibleslíquidos y gaseosos. A cambio <strong>de</strong> estos incentivos,los beneficiarios <strong>de</strong>berán comercializar en el mercadointerno la totalidad <strong>de</strong> su producción <strong>de</strong> biocombustiblespara la mezcla con combustibles fósiles apartir <strong>de</strong>l momento en el que la mezcla <strong>de</strong>l 5% seaobligatoria. Si hubiera exce<strong>de</strong>ntes la AA podrá autorizarotros <strong>de</strong>stinos, pero los volúmenes así comercializadosno gozarán <strong>de</strong> los beneficios promocionales<strong>de</strong>l régimen.Si bien se ha reglamentado la Ley, todavía existentemas no resueltos que <strong>de</strong>berán ser incorporados enreglamentaciones complementarias. Uno <strong>de</strong> los másimportantes refiere a incertidumbre en cuanto al precioal que se comercializarán los volúmenes necesariospara cubrir el corte obligatorio, el cual será fijadopor la AA y <strong>de</strong>l cual <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la viabilidad económica<strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> pequeña y mediana escala. Asi-


mismo, el Decreto podría acotar los beneficios promocionales<strong>de</strong> proyectos impulsados en forma generalpor la ley. Por ejemplo, en el caso <strong>de</strong> que la producción<strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> proyectos PyME supere elvolumen requerido anualmente para la mezcla obligatoria,sería probable que no puedan gozar <strong>de</strong> beneficioalguno (Astrada, 2007).Sumándose a algunos <strong>de</strong> estos vacíos legales, aparecenlos diferentes regímenes <strong>de</strong> promoción que yahan adoptado aproximadamente la mitad <strong>de</strong> las provinciasargentinas, entre los que se <strong>de</strong>stacan los <strong>de</strong>las Provincias <strong>de</strong> la Mesopotamia, Mendoza, SanJuan, Santa Cruz, Neuquén, Río Negro, Buenos Aires,Córdoba y Santa Fe. En este último caso se refierefundamentalmente a promociones para la radicación,ampliación <strong>de</strong> capacidad productiva, créditos yobras <strong>de</strong> infraestructura, sin condicionar el goce <strong>de</strong>sus beneficios según mercado <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino u origen <strong>de</strong>las inversiones (ibid).Las proyecciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda y producciónCubrir la <strong>de</strong>manda interna <strong>de</strong> biocombustibles para el2010 a los efectos <strong>de</strong> mezclar el 5% <strong>de</strong> acuerdo a laLey supondrá la necesidad <strong>de</strong> contar con 717.000 m 3<strong>de</strong> biodiesel y 180.000 m 3 <strong>de</strong> bioetanol (Tabla 1).Estos valores representan en términos <strong>de</strong> granos, entreun 7 y un 10% <strong>de</strong> los valores <strong>de</strong> producción actual<strong>de</strong> soja -<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> las condiciones climáticas<strong>de</strong>l año y la relación precio/costo <strong>de</strong> insumos-, y entreel 8 y 10% <strong>de</strong> la superficie hoy <strong>de</strong>stinada al cultivo<strong>de</strong> la soja (2007). En el caso <strong>de</strong>l maíz, representaun 3,2% <strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong>stinada a dicho cultivo. Apesar que existen varias alternativas a estos dos cultivos,tanto para la producción <strong>de</strong> bioetanol como biodiesel,son actualmente los cultivos <strong>de</strong> mayor rentabilidadpor lo tanto los que se espera estén disponibles,con menor costo y en el corto plazo, como materiaprima para la industria.Más aún, los anteriores cálculos sólo correspon<strong>de</strong>n alas necesida<strong>de</strong>s para cubrir el 5% <strong>de</strong>l consumo interno,el interrogante mayor <strong>de</strong>viene <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que lamayoría <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s plantas ya instaladas en elpaís y en vías <strong>de</strong> instalación (Unitec Bio, Cargill,Repsol, Aceitera General Deheza, Molinos Río <strong>de</strong> laPlata, entre otros) son plantas que tienen como objetivola exportación <strong>de</strong> biodiesel obtenido a partir <strong>de</strong>laceite <strong>de</strong> soja. Según la Asociación Argentina <strong>de</strong>Biocombustibles e Hidrógeno, para el 2008 se prevéun crecimiento exponencial <strong>de</strong> la producción y exportación<strong>de</strong> biodiesel hasta llegar a los 1.100 millones<strong>de</strong> dólares (frente a los 268 millones en el 2007 ylos 300 mil dólares en 2006) basándose en la apertura<strong>de</strong> nuevas plantas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la región pampeana;Louis Dreyfus planea producir en la que será la plantamás gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l país, 300.000 toneladas y otrascorporaciones que inaugurarán plantas son Vicentín,el Grupo Eurkenian, Molinos Río <strong>de</strong> la Plata, Patago-consumo anual en Argentina 14,34 millones <strong>de</strong> m 3 <strong>de</strong> gasoil 3.60 millones <strong>de</strong> m 3 <strong>de</strong> naftarequerimiento para mezclar el5%717.000 m 3 <strong>de</strong> biodiesel 180.000 m 3 <strong>de</strong> bioetanolrequerimiento en toneladasrequerimiento en toneladas <strong>de</strong>granorequerimiento en hectáreas= 717.000 m 3 x 0,88 tn/m 3 x 1.03= 649.888 toneladas <strong>de</strong> aceiteSi se utiliza soja como materia prima, con unrendimiento <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> 18%, harían falta3.610.493 tn <strong>de</strong> granoCon un rendimiento <strong>de</strong> 2,6 tn/ha se necesitarían1.388.651 ha.= 160.000 tn (conversión 3,5:1)90 % <strong>de</strong>l etanol producido en el país, caña <strong>de</strong> azúcar.Si se utilizara maíz como materia prima harían falta560.000 tn <strong>de</strong> granos.Con un rendimiento <strong>de</strong> 6,5 tn/ha se necesitarían86.000 ha.Tabla 1: Requerimientos <strong>de</strong> insumos para el mercado interno <strong>de</strong> biodiesel y bioetanol estimado para el 2010Fuente: Adámoli J. (2007)


nia Bio Energía y Explora (Diario Clarín, 20/01/08,pp 18).Comportamiento estimado <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> ofertainternaEn lo relativo a la incertidumbre sobre el precio alque se comercializaran los volúmenes necesariospara cubrir el corte obligatorio, el siguiente cuadromuestra una abstracción <strong>de</strong>l comportamiento estimadopara la curva <strong>de</strong> oferta interna <strong>de</strong> biocombustiblespara el año 2010. En la Figura 1 se observa una curva<strong>de</strong> oferta quebrada con un primer tramo creciente.Debido a que la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> biocombustibles paraconsumo nacional preten<strong>de</strong> ser satisfecha con la producción<strong>de</strong> los productores que se beneficien <strong>de</strong> laLey, esta gráfica representa la oferta <strong>de</strong> biocombustiblespor parte <strong>de</strong> estos actores.Existirá un precio (P 1 ) a partir <strong>de</strong>l cual los proyectos<strong>de</strong> mayor escala comenzaran a ser rentables. A mayorprecio más proyectos se incorporaran a la producción,ampliando las posibilida<strong>de</strong>s para los productores<strong>de</strong> menor escala y aumentando las cantida<strong>de</strong>sofrecidas en el mercado interno. Habiéndose cubiertoel corte obligatorio por ley (5%) la curva <strong>de</strong> ofertaentrara en su tramo vertical.Sin embargo la AA podría habilitar a los productoresque se benefician <strong>de</strong> la Ley a comercializar en elmercado internacional la producción que exceda alporcentaje fijado o aumentar éste porcentaje exigido.Si lo primero fuera cierto, los productores tendrían elcomercio internacional como un incentivo adicionalpara incrementar su producción, pero esta respon<strong>de</strong>ráa los precios internacionales, los cuales se estimapodrían ser mayores a los internos. Este hecho seencuentra representado por el tramo más elástico enla gráfica.La no existencia <strong>de</strong> un precio interno <strong>de</strong> referenciahace surgir una serie <strong>de</strong> interrogantes e hipótesis: ¿Cuál será el precio a partir <strong>de</strong>l cual los proyectospromovidos alcanzarán a satisfacer el5% <strong>de</strong> corte obligatorio para 2010? El precio<strong>de</strong> referencia <strong>de</strong>bería ser igual o mayor que elprecio <strong>de</strong> quiebre en la curva <strong>de</strong> oferta. Estopermitiría satisfacer la <strong>de</strong>manda interna ymantener en equilibrio al nuevo mercado. ¿Qué suce<strong>de</strong> si el precio fijado es menor alrequerido para alcanzar el nivel <strong>de</strong> producciónque cubra el corte obligatorio? En estecaso la AA pue<strong>de</strong> autorizar la compra <strong>de</strong>l faltantepara la mezcla a los sujetos no promovidospor la ley pero no al precio interno <strong>de</strong>referencia sino al precio internacional. ¿Cuál será la escala productiva que hagarentables los proyectos? ¿Habrá lugar paralos proyectos <strong>de</strong> menor escala? Esto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ráno sólo <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> referencia que seafijado, sino también <strong>de</strong> los diferentes subsidiosy promociones a la producción que seanotorgados y <strong>de</strong> los estímulos para la incorpo-Figura 1: Oferta <strong>de</strong> biocombustibles para el mercado internoFuente: elaboración propia


ación <strong>de</strong> tecnología <strong>de</strong> punta que abarate losprocesos productivos. Ambos aspectos amplíanel rango <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s para la incorporación<strong>de</strong> la pequeña escala.La falta <strong>de</strong> un precio <strong>de</strong> referencia dificulta la incorporacióna la producción por parte <strong>de</strong> los pequeños ymedianos proyectos ya que estos necesitan realizarevaluaciones <strong>de</strong> viabilidad económica para empren<strong>de</strong>rlas inversiones pertinentes y el dato más importantepara tal tarea no existe. A pesar <strong>de</strong> esto y basadosen el marco institucional, y las estimaciones <strong>de</strong>oferta total y <strong>de</strong>manda futura <strong>de</strong> agrocombustiblespresentados en esta sección permiten <strong>de</strong>finir ciertaten<strong>de</strong>ncia sobre la cual es posible construir y evaluardistintos escenarios acerca <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta industriacomo así también alertar <strong>de</strong> sus posibles impactosal conjunto <strong>de</strong> la sociedad argentina. Mirando hacia el futuro, y frente a la certeza <strong>de</strong> unamayor <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> soja -en grano o aceite-, para exportaro para abastecer a la industria radicada ennuestro país, existen algunos escenarios a analizar enlo que respecta a biodiesel exclusivamente.Escenario 1La producción <strong>de</strong> biodiesel induce a un incrementoen la proporción <strong>de</strong> superficie sembrada <strong>de</strong>stinada asoja y no se plantea ningún tipo <strong>de</strong> regulación sobrelas áreas <strong>de</strong>stinadas a su producción.Posibles efectos:1. Un creciente <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>sgana<strong>de</strong>ras significaría una fuerte presiónal incremento <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los alimentoscomparativamente más importantes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la dieta nacional, ya sea por la menor oferta opor los mayores costos <strong>de</strong> producción, afectandoel acceso a los alimentos <strong>de</strong> una partecreciente <strong>de</strong> la población. De hecho, ya seempieza a vislumbrar el impacto sobre loscostos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> aves <strong>de</strong> corral, y ganadoporcino y vacuno tanto <strong>de</strong> carne como <strong>de</strong>leche. Según el propio presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la AsociaciónArgentina <strong>de</strong> Biocombustibles eHidrógeno “en los últimos meses los biocombustibleshicieron que el precio <strong>de</strong> la carnesuba un 30% a nivel mundial” (Perfil,28.02.2007). Por su parte, El Ing. Daniel Rearte,Director <strong>de</strong> Gana<strong>de</strong>ría <strong>de</strong> la SAGPyA,consi<strong>de</strong>ra que recomponer o incrementar laproducción <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> nuestro país podríalograrse con la tierra disponible actualmente,sin embargo, esto requerirá <strong>de</strong> fuertes inversionesen el sector.2. En el caso que sólo se <strong>de</strong>splacen otras activida<strong>de</strong>sagrícolas, disminuiría la diversidad enla producción, tendiendo a generar una ca<strong>de</strong>na<strong>de</strong> efectos. En primer lugar, un incrementoinmediato en el precio <strong>de</strong> alimentos para consumohumano y animal (se producirían menoscereales y otros granos oleaginosos). En segundolugar, y en un plazo no <strong>de</strong>masiado largo,podría esperarse un importante incrementoen los costos <strong>de</strong> producción primaria <strong>de</strong> lamisma soja como consecuencia <strong>de</strong> la necesidad<strong>de</strong> reponer fertilidad y materia orgánica alos suelos y el creciente uso <strong>de</strong> fertilizantes ybiocidas. Finalmente, el impacto <strong>de</strong> todo loanterior afectará la vulnerabilidad, sobre todo<strong>de</strong> pequeños y medianos productores agrícolas,frente a la pérdida <strong>de</strong> diversidad productivae incrementos en los costos <strong>de</strong> producción,aumentando sus sensibilidad a diferenteseventos, incluidos aquellos provenientes <strong>de</strong>lcambio climático (Eakin y Wehbe, 2007).3. Finalmente, si se amplia la superficie hacia las50 millones <strong>de</strong> hectáreas sobrevivientes <strong>de</strong>bosques o montes, los efectos serían claramentemayores en términos ambientales, porel uso <strong>de</strong> ecosistemas frágiles, y más importanteaún, los impactos sociales serían mayorespor el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la poblacióncampesina que habita esas regiones y cuyosmedios <strong>de</strong> vida difieren significativamente <strong>de</strong>la producción <strong>de</strong> cereales y oleaginosas engran escala. A modo <strong>de</strong> ejemplo, “la reserva


Escenario 2protegida <strong>de</strong> bosques situada en el <strong>de</strong>partamentoAnta <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Salta, se dividióeste año en lotes <strong>de</strong> 2000 hectáreas parasu incorporación al área <strong>de</strong> producción <strong>de</strong>soja” (Valente, 2007). Otro ejemplo <strong>de</strong>l impactosocial y económico <strong>de</strong> esta alternativa loconstituye la creciente vulnerabilidad <strong>de</strong> poblacionesy cultivos a los impactos <strong>de</strong> eventosclimáticos, tales como sequías o inundaciones(Econoticias, 2007).Se plantea que podría existir algún tipo <strong>de</strong> regulaciónsobre las áreas <strong>de</strong>stinadas a la producción <strong>de</strong> la sojatal que no se incremente su superficie plantada <strong>de</strong>stinadaa abastecer a la producción <strong>de</strong> biodiesel.Suponiendo que no cambian las hectáreas <strong>de</strong>stinadasa ‘otros’ productos agropecuarios en general, ni tampocose amplía la frontera agrícola hacia zona <strong>de</strong>bosques o montes, y se mantienen los actuales niveles<strong>de</strong> producción <strong>de</strong> soja, estos fluctuarían principalmenteen función <strong>de</strong> las condiciones climáticas reinantes.Por lo tanto, frente a la mayor <strong>de</strong>manda, consecuencia<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong>l biodiesel,existirá una fuerte presión sobre el precios <strong>de</strong> losgranos y <strong>de</strong>l aceite <strong>de</strong> soja, afectando la propia competitividad<strong>de</strong> la producción <strong>de</strong>l biodiesel. Una manera<strong>de</strong> evitar este incremento en los precios sería através <strong>de</strong> una mejora <strong>de</strong> la productividad con mayortecnología, ya sea nueva o disminuyendo la brechatecnológica entre productores.El primer caso, y solo si tratara <strong>de</strong> insumos comercializables,redundaría en beneficios a las empresas proveedoras<strong>de</strong> tecnología y el impacto sobre el ambientepodría no ser mejor. Concretamente, los sistemaspuros <strong>de</strong> monocultivo son altamente susceptibles aser afectados por insectos, pestes y enfermeda<strong>de</strong>sdado que, a partir <strong>de</strong>l uso intensivo <strong>de</strong> agroquímicos<strong>de</strong>clina la cantidad <strong>de</strong> organismos beneficiosos ynutrientes <strong>de</strong>l suelo y provoca resistencia <strong>de</strong> malezasy enfermeda<strong>de</strong>s existentes o el surgimiento <strong>de</strong> nuevas(Thrupp, 2000).De la segunda opción podrían esperarse algunos beneficiossobre los productores más rezagados, pero serequerirá <strong>de</strong> fuertes inversiones en investigación y<strong>de</strong>sarrollo y la difusión <strong>de</strong> nuevas tecnologías. Másaún, para que ello suceda se requerirá <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong>política económica con un fuerte incentivo a la noexpansión <strong>de</strong>l área sembrada con soja y a un mayor<strong>de</strong>sarrollo tecnológico, la cual a su vez requerirá <strong>de</strong>fondos públicos para su implementación.La vasta información con la que se ha bombar<strong>de</strong>ado ala opinión pública respecto <strong>de</strong> los beneficios económicosy ambientales que traerían aparejados para laArgentina la producción, uso y exportación <strong>de</strong> biocombustiblesen general, y <strong>de</strong>l biodiesel en particular,contrasta con la existencia <strong>de</strong> ciertos problemas yaexistentes, las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> algunas variables significativasy los escenarios construidos basados en ellas,como así también con la evi<strong>de</strong>ncia mostrada por unagran cantidad <strong>de</strong> investigadores, organizaciones socialesy ambientalistas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo. El crecientecosto interno <strong>de</strong> los alimentos, el <strong>de</strong>splazamiento<strong>de</strong> poblaciones campesinas, los problemasambientales y <strong>de</strong> salud humana y <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> los suelos<strong>de</strong>berían alertar sobre los costos económicos y socialesque seguramente traerá aparejada la industria <strong>de</strong>los agrocombustibles. Es por ello que resulta necesariopensar en un escenario alternativo en el que sepersiga, al menos, la minimización <strong>de</strong> aquellos costos.La <strong>de</strong>bilidad institucional que ha mostrado hasta ahorala política agraria Argentina en capitalizar <strong>de</strong> maneraequitativa los beneficios <strong>de</strong> diferentes alternativasproductivas y contrarrestar sus consecuenciasnegativas se evi<strong>de</strong>ncia nuevamente en los alcances <strong>de</strong>la Ley sobre Biocombustibles, en la cual se <strong>de</strong>ja libradoal mercado los impactos que puedan resultar <strong>de</strong>los <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> la industria a gran escala. Dicha<strong>de</strong>bilidad también se manifiesta en los nuevos y crecientesreclamos por parte <strong>de</strong> los movimientos socialesy ambientalistas nacionales que no logran mate-


ializarse en acciones coordinadas en torno a la reducción<strong>de</strong> los costos.A los efectos <strong>de</strong> afrontar esta <strong>de</strong>bilidad, se requiere<strong>de</strong> la instauración <strong>de</strong> una estrategia, a corto y medianoplazo, consensuada socialmente y en coordinaciónentre el gobierno nacional, provincial y municipal, yque permita el control y monitoreo en torno a, porejemplo, prácticas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namiento territorial ruralque contemplen las problemáticas ambientales y socialesasociadas a la producción <strong>de</strong> biocombustibles(precio <strong>de</strong> los alimentos en el mercado interno, consumointerno, uso sustentable <strong>de</strong>l suelo agrícola, bosques,montes y humedales, entre otros) (Montes Lira,2001). Para esto, es fundamental consi<strong>de</strong>rar la informaciónque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversos institutos <strong>de</strong> investigación,universida<strong>de</strong>s y organizaciones <strong>de</strong> la sociedadcivil se genera en torno tanto a los beneficios como alos problemas que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista social yambiental han traído la especialización productiva<strong>de</strong>l sector agro-industrial.Des<strong>de</strong> el gobierno nacional y algunos gobiernos provincialesse viene trabajando en un conjunto <strong>de</strong> leyespara la salvaguarda <strong>de</strong>l ambiente, sin embargo losproblemas existen y se acrecientan, y las oportunida<strong>de</strong>sque se prevén a partir <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los agrocombustiblesen general y <strong>de</strong>l biodiesel, en particular,exacerbarán dichas problemáticas. Este fenómeno es<strong>de</strong> escala mundial y las discusiones en torno a susalternativas más sustentables también lo son. Restaentonces por instaurar la discusión <strong>de</strong> dichas problemáticasen el conjunto <strong>de</strong> la sociedad argentina, apartir <strong>de</strong> la cual podrá realizarse un exhaustivo análisis<strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> alternativas posibles para lograr lasostenibilidad <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> los cultivos energéticosy ajustar las estrategias <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namiento territorialrural a lo planteado por investigadores y a loalertado por las organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil: Des<strong>de</strong> lo ambiental: disminuir la sobreexplotacióny contaminación <strong>de</strong> recursos agua ysuelo; la promoción <strong>de</strong> cultivos energéticosque mejor se a<strong>de</strong>cuen a las características edafoclimáticasy/o socio-económicas particularesa cada región; la limitación <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> tierraprovenientes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>forestación <strong>de</strong> bosquesnaturales y drenaje <strong>de</strong> humedales; perofundamentalmente controlar la disminución enla producción <strong>de</strong> alimentos claves para el país. Des<strong>de</strong> lo social: el fortalecimiento <strong>de</strong> alternativas<strong>de</strong> producción <strong>de</strong> pequeña y medianaescala, siendo el aspecto más importante (y elmás débil) en la producción <strong>de</strong> energía sustentable;la utilización <strong>de</strong> mecanismos financieros(subsidios directos, <strong>de</strong>rivados financieros,entre otros) (UNCTAD, 2006); el uso <strong>de</strong> cultivosmano <strong>de</strong> obra intensivos en aquellas regionesdon<strong>de</strong> se presentan graves problemas<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo rural; etc. En otras palabras, serequiere <strong>de</strong> estrategias que permitan la producción<strong>de</strong> pequeña escala para el autoconsumo,a partir <strong>de</strong>l apoyo a grupos, poblaciones oregiones que pudieran quedar excluidas a causa<strong>de</strong> problemas <strong>de</strong> escala, financiamiento y,fundamentalmente, <strong>de</strong> conocimiento específicoen cuanto al uso <strong>de</strong> materias primas acor<strong>de</strong>s. Des<strong>de</strong> lo institucional: construir una forma <strong>de</strong>gobernancia que permita coordinar voluntariamentelas acciones <strong>de</strong> individuos y organizacionescon capacidad <strong>de</strong> autoorganizarse y <strong>de</strong>autoejecución (Lee citado en Olson et al,2006). Una gobernancia <strong>de</strong> este tipo incluyeuna serie <strong>de</strong> aspectos entre los cuales, y <strong>de</strong>manera no exhaustiva, po<strong>de</strong>mos citar: accióncolectiva, aprendizaje a través <strong>de</strong> la experimentacióny la innovación, enfoque <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s,li<strong>de</strong>razgo, entre otros.El escenario alternativo <strong>de</strong>ber ser entonces uno enque los biocombustibles, con sus expectativas favorablesy <strong>de</strong>sfavorables, se constituyan en un elementodisparador para que la sociedad argentina reorientesus estrategias <strong>de</strong> producción agropecuaria y agroindustrial<strong>de</strong> forma que resulte sustentable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elpunto <strong>de</strong> vista ambiental, pero por sobre todo, inclusivo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista social.


Dada la importancia que ha adquirido en el últimotiempo el análisis <strong>de</strong> los sistemas socio-ambientalesreferidos a las consecuencias <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas estrategiaspara el crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo económico,este trabajo muestra los principales ejes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate entorno a la promoción <strong>de</strong> los agrocombustibles comoforma <strong>de</strong> contribuir a un proceso <strong>de</strong> aprendizaje socialque permita la construcción <strong>de</strong> acciones y políticasacor<strong>de</strong>s a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la sociedad argentina,con el fin <strong>de</strong> evitar las consecuencias nocivas queen última década han generado la expansión <strong>de</strong>l monocultivoy el uso concomitante <strong>de</strong> tecnologías <strong>de</strong>insumos altamente extractivas y contaminantes. Eneste sentido se preten<strong>de</strong> plantear que, en primer lugar,este es un fenómeno global, que la problemáticaobservada ha puesto en alerta a la mayoría <strong>de</strong> lospaíses <strong>de</strong>l Sur y a muchos investigadores <strong>de</strong> los paísesmás <strong>de</strong>sarrollados, y por lo tanto, la necesidad <strong>de</strong>l<strong>de</strong>bate es compartida, apoyada y multiplicada portodos aquellos afectados. En segundo lugar, que tantola generación <strong>de</strong> conocimiento apropiado y su ampliadifusión a todos los sectores <strong>de</strong> la sociedad, como ladiscusión <strong>de</strong> alternativas entre diferentes grupos <strong>de</strong>interés resultará absolutamente necesaria para cambiarel rumbo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo agrario en Argentina,hacia un mo<strong>de</strong>lo inclusivo en términos sociales, ysustentable en términos <strong>de</strong>l manejo <strong>de</strong> los recursosnaturales.En función <strong>de</strong> lo expresado en este documento sepodrían plantear entonces tres sen<strong>de</strong>ros alternativospara el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los agrocombustibles y <strong>de</strong> biodieselen particular en Argentina:1. La fuerte presión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda externa haciala sustitución <strong>de</strong> combustibles fósiles, sumadoa las condiciones agroecológicas y la competitividadagroindustrial en la producción <strong>de</strong>soja, conducirá seguramente al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>un escenario tipo I. Este es un escenario don<strong>de</strong>el conjunto <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong>sconoce o seniega a reconocer una realidad que los afectanegativamente, priorizando la maximización<strong>de</strong> los beneficios económicos <strong>de</strong> corto plazo.2. Una muy fuerte inclinación por parte <strong>de</strong>l Estadonacional a intervenir sobre la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>los actores privados podría llevarnos hacia unescenario tipo II. Pero esto requerirá, no sólo<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión política, sino también <strong>de</strong> unafuerte inversión en generación <strong>de</strong> información,incentivos y en monitoreo, con lo cualno necesariamente se logrará mejorar la situación<strong>de</strong> los diferentes sistemas socio ambientalesya afectados <strong>de</strong> nuestro país.3. Pero podría ocurrir también que con buenainformación volcada hacia la sociedad se logrealertar sobre las dificulta<strong>de</strong>s que traeráaparejada la producción <strong>de</strong> biodiesel en granescala si es que no se ‘construye’ una alternativaque sea viable en términos <strong>de</strong> la distribución<strong>de</strong> los beneficios económicos provenientes<strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> los agrocombustibles,como así también <strong>de</strong> otras alternativas productivaspara las cuales el país sigue <strong>de</strong>tentandoreales ventajas comparativas. Que sea a<strong>de</strong>másrespetuoso <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los sistemas ecológicosque se intervengan con tales y otros fines,pero, y fundamentalmente, que sea inclusivaen términos sociales cualesquiera sea laregión <strong>de</strong>l país a la que estemos haciendo referencia.Nuevamente, y al sólo efecto <strong>de</strong> enfatizar la fuertepresión externa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> agrocombustibles,sustentada fundamentalmente por los gran<strong>de</strong>s agronegocios,como así también otros sectores vinculados ala industria <strong>de</strong>l biodiesel, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> tecnologíaspara su producción a gran escala y la creciente expansiónen las operaciones <strong>de</strong> empresas multinacionalesalre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> importantes empresasnacionales, convierte en innecesaria cualquier tipo <strong>de</strong>intervención <strong>de</strong>l Estado argentino para la promoción<strong>de</strong> su producción interna que no esté directamenterelacionada con el aprovechamiento <strong>de</strong> esta oportunidadpara el apoyo a grupos, poblaciones o regionesque pudieran quedar excluidas o peor aún afectadasnegativamente.Por lo tanto el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> agrocombustibles<strong>de</strong>be y pue<strong>de</strong> eventualmente constituirse enuna fuente <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> poblacionesy regiones menos favorecidas en lugar <strong>de</strong>


promover la sustitución y profundización <strong>de</strong>l monocultivoen zonas aptas para la producción <strong>de</strong> alimentoso la <strong>de</strong>forestación. Más aún, cuestionarse acerca<strong>de</strong> quién tiene el <strong>de</strong>recho sobre las tierras y cuál es elvalor social <strong>de</strong> la misma (en el sentido <strong>de</strong>l valor socialy ambiental <strong>de</strong> los servicios que provee, más allá<strong>de</strong> su precio o el <strong>de</strong> sus productos) vuelve la atenciónhacia algunos aspectos fundamentales: quién es eldueño <strong>de</strong> la tierra, para qué y <strong>de</strong> qué modo está siendoutilizada, las consecuencias sociales y ambientalesy las causas político-institucionales <strong>de</strong> esta situación,pero por sobre todo esto, es imprescindible coordinaracciones para el logro <strong>de</strong> estrategias consensuadassocialmente sobre la base <strong>de</strong> que dicha sociedad“conoce” plenamente la situación.ReferenciasAdámoli, Jorge. 2007. Sustentabilidad <strong>de</strong>l sistema productivo en zonas sensibles. FORO GLOBAL DE BIOENERGÍFORO GLOBAL DEBIOENERGÍA “El sistema productivo ante las nuevas <strong>de</strong>mandas" Acsoja, Assagirr, Asaga, Maizar, AABH Rosario, 11-13 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>2007Altieri M. A. y E. Bravo. 2007. La tragedia social y ecológica <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> agrocombustibles en el continente Americano.Disponible en: http://www.foodfirst.org/files/Altieri-Bravo-Biocombustibles-ES.docAstrada Ardi. 2007. Biocombustibles. Beneficios Fiscales <strong>de</strong>l Régimen <strong>de</strong> Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables<strong>de</strong> Biocombustibles – Ley 26.093. FORO GLOBAL DE BIOENERGÍFORO GLOBAL DE BIOENERGÍA “El sistema productivo antelas nuevas <strong>de</strong>mandas" Acsoja, Assagirr, Asaga, Maizar, AABH Rosario, 11-13 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2007Boswell. 2007. Biofuels for transport – a dangerous distraction? SGR Newsletter.Disponible en: http://www.biofuelwatch.org.uk/docs/sgr_boswell.pdfBravo, E. 2007. Encendiendo el <strong>de</strong>bate sobre biocombustibles, cultivos energéticos y soberanía alimentaria en América Latina. 1era Edición,Buenos Aires, Capital IntelectualCivitaresi, H.M. 2007. Consumir energía como un acto agrícola: Impactos <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> biodiesel en el sistema agroalimentarioargentino. En II Seminario Internacional: Nuevos Desafíos <strong>de</strong>l Desarrollo en América Latina. Facultad <strong>de</strong> Ciencias Económicas <strong>de</strong>la Universidad Nacional <strong>de</strong> Río Cuarto (Argentina) y Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> la República (Uruguay).Río Cuarto, Marzo <strong>de</strong> 2006.Disponible en: http://www.red-yuca.orgDufey, Annie. 2007. International tra<strong>de</strong> in biofuels: Good for <strong>de</strong>velopment? And good for environment? En Environment for the MDGS, AnIIED Briefing.Disponible en: http://www.iied.org/pubs/pdf/full/11068IIED.pdf


Eakin H. y M. Wehbe. 2007. Linking local vulnerability to system sustainability in a resilience framework: Two cases from Latin America –en proceso <strong>de</strong> publicación.Econoticias. 2007. Argentina Pier<strong>de</strong> 170.000 Hectáreas <strong>de</strong> Cultivos Por Inundaciones.Disponible en: http://www.econoticias.org.ar/econoticias/modules.php?name=News&file=article&sid=349Giarraca N. y M. Teubal, Coordinadores. 2005. El campo en la encrucijada. Estrategias y resistencias sociales, ecos en la ciudad. AlianzaEditorial, Buenos Aires.IDR – Instituto <strong>de</strong> Desarrollo Regional. 2004. Resumen <strong>de</strong> Resultados <strong>de</strong>l Taller “Realida<strong>de</strong>s en la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> la SOJA en Córdoba”,UNRC – Facultad <strong>de</strong> Ciencias Económicas; INTA – Unidad <strong>de</strong> Extensión Río Cuarto, CR Córdoba. Mimeo.Disponible <strong>de</strong> los autores: ageymonat@eco.unrc.edu.arJunk, M; G. Rutas; LF Amaral y AM Nassar. 2007. EU and US policies on biofuels: potencial impacts on <strong>de</strong>veloping countries. The GermanMarshall Fund of the United States. GMF paper series, Washington DC.Disponible en: http://www.gmfus.org/publications/in<strong>de</strong>x.cfmLey 26093/06: Régimen <strong>de</strong> Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables <strong>de</strong> Biocombustibles. Senado y Cámara <strong>de</strong>Diputados <strong>de</strong> la Nación Argentina.Montes Lira, P. F. 2001. El or<strong>de</strong>namiento territorial como opción <strong>de</strong> políticas urbanas y regionales en América Latina y el Caribe. Seriemedio ambiente y <strong>de</strong>sarrollo 45 CEPAL División <strong>de</strong> Medio Ambiente y Asentamientos Humanos, Santiago <strong>de</strong> Chile.Muñoz, Reinaldo. 2007. El nuevo <strong>de</strong>bate: agricultura para energía o alimentos. INTA EEA Pergamino. Area <strong>de</strong> Estudios Económicos ySociales.Disponible en: http://www.elsitioagricola.com/gacetillas/pergamino/mercados/20070301biocombustibles.aspOCDE - Organisation for Economic Co-operation and Development. 2006. Agricultural Market Impacts of Future Growth in the Productionof Biofuels. Unclassified Document. AGR/CA/APM(2005)24/FINAL.Olson, P; L Gun<strong>de</strong>rson: S. Carpenter; P Ryan, L. Lebel; C Floke, CS Hollonig. 2006. Shooting the rapids: navigating transitions to adaptivegovernance of social-ecological systems. En “Ecology and society” 11 (1): 18.Disponible en: http://www.ecologyandsociety.orgPengue, W. 2002. El boom <strong>de</strong> la soja en Argentina. Globalización, <strong>de</strong>sarrollo agropecuario e ingeniería genética: un mo<strong>de</strong>lo para armar.Disponible: http://www.grain.org/sp/publication/t-pengue-sp.cfmSemino S., L. Joensen y E. Wijnstra. 2007. Unsustainable proposal: the production of raw materials for future biofuel processing plants inEntre Rios. Grupo <strong>de</strong> Reflexion Rural Argentina.Disponible en: http://www.grr.org.arShafik, A. y R. Marcus. 2005. An analysis of the obstacles to the <strong>de</strong>velopment of a sustainable biodiesel industry in Argentina.Disponible en: http://www.inta.gov.ar/iir/info/indices/tematico/direnergia.htmThrupp, Lori Ann. 2000. Linking Agricultural Biodiversity and Food Security: the Valuable Role of Sustainable Agriculture. InternationalAffairs (Royal Institute of International Affairs), Vol 76, n 2, Special Biodiversity Issue, pp. 265-281.Disponible en: http://www.jstor.org (accedido el 02/03/07)UNCTAD - Conferencia <strong>de</strong> las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. 2006.Diversos artículos disponibles en: http://www.unctad.org/TemplatesValente. 2007. Agricultura- Argentina: Soja Depredadora. Inter Press Service News Agency.Disponible en: http://ipsnoticias.net/interna.asp?idnews=30800

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!