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Irak-bush-bajo-la-lupa

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que el Gral. Boykin había colocado al mundo islámico como hijos de Satanás. El Gral.William Jerry G. Boykin pregonaba desde los pulpitos bautistas-sureños a los feligresesen sus arengas dominicales, que el presidente Bush "no había sido elegido", sino que"había sido seleccionado por Dios". Fue de tal maginitud el escándalo que Rumfeld, elSecretario del Pentágono, tuvo que esconderlo, y se llegó incluso a propa<strong>la</strong>r <strong>la</strong> versión deque sería jubi<strong>la</strong>do prematuramente: pero helo aquí que reaparece este controvertidofundamentalista bautista-sureño en <strong>la</strong> cárcel de Abu Ghraib.Con <strong>la</strong> presencia del Gral. Boykin en <strong>la</strong>s cárceles en <strong>Irak</strong>, no cuesta tra<strong>bajo</strong>entender el carácter deliberado y sistemático de una filosofía consubstancial a <strong>la</strong>cosmogonía del equipo <strong>bush</strong>iano en su conjunto que se considera "superior" y que ve alos árabes e islámicos como "inferiores". Lo más interesante es que el propio Rumsfeldl<strong>la</strong>ma a <strong>la</strong> tortura simplemente como un "abuso" que "no vio<strong>la</strong> <strong>la</strong> Convención de Ginebra".Sin comentarios.Un hecho insólito: Rumsfeld no es sacrificado, como lo piden a gritos sectoresdel partido Republicano, todo el partido Demócrata y su candidato presidencial JohnForbes Kerry; al contrario, el presidente George W. Bush, junto a su gabinete de guerraen el mismo Pentágono, le da un espaldarazo a Rumsfeld quien se siente libre para viajarde nuevo a <strong>la</strong> cárcel de Abu Ghraib y así limitar los daños y buscar un chivo expiatorioapropiado. Bush y Cheney glorifican el "soberbio tra<strong>bajo</strong>" que realiza Rumsfeld "contrael terror". La casi-canonización de Rumsfeld proviene de William Safire, el confidentedel primer ministro israelí Gral. Ariel Sharon, en su columna del The New York Times,quien lo cataloga como el último bastión contra una retirada precipitada de Iraq. Safire,un escritor fuera de serie sin duda alguna que emplean sus aliados para reparar los daños,se defiende de antemano de <strong>la</strong>s "protestas de sus lectores" que seguramente "sufriránapoplejía por su opinión a contracorriente".Nadie igua<strong>la</strong> a Safire (no es gratuito que seaun excepcional escritor que desafortunadamente <strong>la</strong>stima <strong>la</strong>s nobles causas) en <strong>la</strong> defensabizantina y sofista de Rumsfeld: "No forma parte de nuestra sistema político de valoresponer como chivo expiatorio a un buen hombre debido a los actos depravados de otros.Tampoco representa un sentido estratégico remover a un líder en <strong>la</strong> guerra basado en <strong>la</strong>vana esperanza de apaciguar <strong>la</strong>s críticas contra <strong>la</strong> guerra". Además, para Safire, losinsurgentes iraquíes son "terroristas" a quienes no se les puede aplicar <strong>la</strong>s mismas reg<strong>la</strong>sque a soldados iguales. Pero como el ejército de EU no tiene en el mundo a "soldadosiguales" y sus multimedia de inmediato intoxican a su opinión pública de que sus enemigosson "terroristas", luego entonces, solo faltaría un paso para canonizar a los carce<strong>la</strong>rios deAbu Ghraib.So<strong>la</strong>mente faltaba <strong>la</strong> barbárica decapitación del soldado estadounidense, paracolmo de religión judía, por <strong>la</strong> trasnacional islámica del terror, Al-Qaeda, en vivo y a todo

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