Irak-bush-bajo-la-lupa

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12.07.2015 Views

(17 mayo 04) afirma que "el presidente Bush permitió un incremento en las fusiones delas refinerías de petróleo sin la más mínima regulación (...) lo que pudo haber contribuidoen el mayor alza de los precios de gasolina en los pasados veinte años". Una verdad deperogrullo que en términos biológicos se expresa por el tropismo petrolero consubstancialal bushismo.Por méritos propios, el Grupo Carlyle, sinónimo del padre e hijo de la dinastía delos Bush, es considerado "el mayor inversionista privado del mundo" (Le Monde, 29 abril04). En forma insólita, no cotiza en la Bolsa. Muy entendible: la Bolsa está diseñada paraempresas de más fácil persecución por el sistema legal y sus montajes judiciales selectivos,por lo que solamente le rinde cuentas a sus 550 inversionistas billonarios y a los fondos depensiones afines -si es que llegase a hacerlo (porque a nadie le constan las minutas desus conciliábulos)-. Carlyle, asociada a Qinetic (filial del Centro de Investigación yDesarrollo del ejército británico), emplea en forma intensiva los "paraísos fiscales" (offshore)y recurre a la "contabilidad invisible" (off-balance sheet) por lo que la verdaderaextensión de su control corporativo escapa al escrutinio ciudadano. Maneja alrededor deUS$ 18,000 millones invertidos estratégicamente en el sector energético, la defensa, labio y «anotecnología, la informática vinculada a la "seguridad del hogar", lastelecomunicaciones y el sector espacial. Sus inversiones dejan un 30% en promedioanual -cuando las tasas de interés de la Reserva Federal andan en 1 % gracias a Greenspanquien no sabe como refundar al sistema capitalista inundado de quiebras y deudas-.Durante diez años, Daddy Bush fue el consejero estrella de Carlyle, hasta octubre de2003 cuando se jubilo en la cercanía de sus ochenta años (de hecho, fue orillado por uncruento artículo de Larry Klayman, director de la conservadora Judicial Watch quienexhibió la incompatibilidad del conflicto de intereses entre el padre y el hijo, el presidenteNo.43 en funciones); su hijo, Baby Bush (antes de ser gobernador de Texas en 1994 yluego controvertido presidente), fue empleado de Carlyle a través de la filial Caterair,una empresa texana especializada en la restauración aérea, la cual, debido a su quiebra,fue desaparecida por la vía de la ingeniería financiera grupal. Este sensible dato lo ocultaBaby Bush (con justa razón) de su biografía oficial y sus panegiristas tampoco lo indagaron.El muy serio rotativo galo Le Monde refiere que "la colección de personajes influyentesque trabajan, o han trabajado, o han invertido en el grupo, forzaría a la incredulidad aún delos mas fervientes adeptos de las teorías del complot": desde Caspar Weinberger (anteriorSecretario de Defensa autor del polémico libro La Próxima Guerra, con prefacio deMargaret Thatcher, que incluye una invasión a México vía Tamaulipas), pasando porGeorge Soros (el megaespeculador con disfraz de "filántropo"), hasta miembros de lafamilia Bin Laden.

Resalta la incorporación en su seno de Arthur Lewitt, anterior director de lareguladora bursátil (SEC, por sus siglas en inglés) y de William Kennard, anterior directorde la reguladora de las telecomunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), lo que plasmalas intersecciones de las finanzas, la Bolsa, las telecomunicaciones y el "terrorismo"(enla versión holly woodense de la rama genealógica y lógica de la familia Bin Laden, aliadade los Bush) que constituyen la columna vertebral que protege el sistema neurálgicobélico-energético del controvertido conglomerado privado bushiano. ¿Quién dijo que existíainocencia en los oligopolios de las finanzas cibernéticas, los multimedia skinnerianos ylas regulaciones selectivas? Christopher Ullmann, .vicepresidente del conglomerado bélicoenergéticose defiende: "Somos un objetivo cómodo para quien le plazca atacar al gobiernode EU y a su presidente" para agregar sin el más mínimo rubor: "Nos acusan de todoslos males. Pero nadie jamás ha aportado una prueba de malversación alguna. Nunca seha entablado un proceso judicial en nuestra contra". ¿Logrará entender Ullmann que unacosa es denunciar con propósitos de promover la legalidad del bien común y otra cosa esser suicida para enfrentarse al conglomerado privado estratégico mas poderoso del mundo?Ullmann subraya que Carlyle "se anticipa a las tecnologías del futuro" y la "búsqueda deposiciones estratégicas" gracias a las aportaciones de los fondos de pensiones (Nota: lacirculación sanguínea del sistema capitalista anglosajón y su economía parasitaria).Le Monde reseña que el "sistema Carlyle" es creación de Frank Carlucci,"anterior director adjunto de la CÍA, consejero de seguridad nacional y Secretario delPentágono con Reagan"; lo mejor: "es uno de los más cercanos amigos de DonaldRumsfeld, actual Secretario del Pentágono", quien ha emergido como instigador de lastorturas de Abu Ghraib. \Beautiful\ Carlucci y Rumsfeld trabajaron juntos como ejecutivospara Sears Robuck (¿Qué habrán enseñado allí y/o aprendido, en su defecto?) y "llegarona compartir la misma recámara de estudiantes en Princeton" (como sucedió en Californiacon el caso similar de Joseph-Marie Córdoba y Guillermo Ortiz). En forma interesante,"seis días después de haber sido oficialmente Secretario del Pentágono, el 6 de enero de1989 (Nota: un año clave en la geoestrategia), Carlucci es director de Carlyle adonde "loacompañan hombres de confianza, anteriores ejecutivos de la CÍA, del Departamento deEstado y del Pentágono". El itinerario errante de Carlucci "arroja azufre", al decir de LeMonde: "bajo sospecha de estar implicado en el asesinato de Patricio Lumumba" en elCongo belga (Nota: donde fue el segundo de la embajada de EU), "lo cual ha desmentidovigorosamente". En la década de los ochenta fue acusado pro al prensa de EU de dedicarseal contrabando de armas, por lo que nunca fue molestado ni investigado. Luego, emergeen Wackenhunt, una firma de seguridad de "reputación detestable, implicada en uno delos escándalos mayúsculos de espionaje, con la captura de la firma PROMIS de software"(Nota: aquí no hay que meterse porque adentrase a las entrañas de este Minotauro del

Resalta <strong>la</strong> incorporación en su seno de Arthur Lewitt, anterior director de <strong>la</strong>regu<strong>la</strong>dora bursátil (SEC, por sus sig<strong>la</strong>s en inglés) y de William Kennard, anterior directorde <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>dora de <strong>la</strong>s telecomunicaciones (FCC, por sus sig<strong>la</strong>s en inglés), lo que p<strong>la</strong>sma<strong>la</strong>s intersecciones de <strong>la</strong>s finanzas, <strong>la</strong> Bolsa, <strong>la</strong>s telecomunicaciones y el "terrorismo"(en<strong>la</strong> versión holly woodense de <strong>la</strong> rama genealógica y lógica de <strong>la</strong> familia Bin Laden, aliadade los Bush) que constituyen <strong>la</strong> columna vertebral que protege el sistema neurálgicobélico-energético del controvertido conglomerado privado <strong>bush</strong>iano. ¿Quién dijo que existíainocencia en los oligopolios de <strong>la</strong>s finanzas cibernéticas, los multimedia skinnerianos y<strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>ciones selectivas? Christopher Ullmann, .vicepresidente del conglomerado bélicoenergéticose defiende: "Somos un objetivo cómodo para quien le p<strong>la</strong>zca atacar al gobiernode EU y a su presidente" para agregar sin el más mínimo rubor: "Nos acusan de todoslos males. Pero nadie jamás ha aportado una prueba de malversación alguna. Nunca seha entab<strong>la</strong>do un proceso judicial en nuestra contra". ¿Logrará entender Ullmann que unacosa es denunciar con propósitos de promover <strong>la</strong> legalidad del bien común y otra cosa esser suicida para enfrentarse al conglomerado privado estratégico mas poderoso del mundo?Ullmann subraya que Carlyle "se anticipa a <strong>la</strong>s tecnologías del futuro" y <strong>la</strong> "búsqueda deposiciones estratégicas" gracias a <strong>la</strong>s aportaciones de los fondos de pensiones (Nota: <strong>la</strong>circu<strong>la</strong>ción sanguínea del sistema capitalista anglosajón y su economía parasitaria).Le Monde reseña que el "sistema Carlyle" es creación de Frank Carlucci,"anterior director adjunto de <strong>la</strong> CÍA, consejero de seguridad nacional y Secretario delPentágono con Reagan"; lo mejor: "es uno de los más cercanos amigos de DonaldRumsfeld, actual Secretario del Pentágono", quien ha emergido como instigador de <strong>la</strong>storturas de Abu Ghraib. \Beautiful\ Carlucci y Rumsfeld trabajaron juntos como ejecutivospara Sears Robuck (¿Qué habrán enseñado allí y/o aprendido, en su defecto?) y "llegarona compartir <strong>la</strong> misma recámara de estudiantes en Princeton" (como sucedió en Californiacon el caso simi<strong>la</strong>r de Joseph-Marie Córdoba y Guillermo Ortiz). En forma interesante,"seis días después de haber sido oficialmente Secretario del Pentágono, el 6 de enero de1989 (Nota: un año c<strong>la</strong>ve en <strong>la</strong> geoestrategia), Carlucci es director de Carlyle adonde "loacompañan hombres de confianza, anteriores ejecutivos de <strong>la</strong> CÍA, del Departamento deEstado y del Pentágono". El itinerario errante de Carlucci "arroja azufre", al decir de LeMonde: "<strong>bajo</strong> sospecha de estar implicado en el asesinato de Patricio Lumumba" en elCongo belga (Nota: donde fue el segundo de <strong>la</strong> embajada de EU), "lo cual ha desmentidovigorosamente". En <strong>la</strong> década de los ochenta fue acusado pro al prensa de EU de dedicarseal contrabando de armas, por lo que nunca fue molestado ni investigado. Luego, emergeen Wackenhunt, una firma de seguridad de "reputación detestable, implicada en uno delos escándalos mayúsculos de espionaje, con <strong>la</strong> captura de <strong>la</strong> firma PROMIS de software"(Nota: aquí no hay que meterse porque adentrase a <strong>la</strong>s entrañas de este Minotauro del

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