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ELOGIO DE HELENA - Historia Antigua

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<strong>ELOGIO</strong> A <strong>HELENA</strong>Y <strong>DE</strong>FENSA <strong>DE</strong> PALAME<strong>DE</strong>SGorgiasIntroducción de Juan Ureta GuerraINDICEINTRODUCCION..................................... 31. Gorgias y el derecho2. Para entender el elogio y la defensa3. La Retórica y los jueces<strong>ELOGIO</strong> A <strong>HELENA</strong>................................ 15<strong>DE</strong>FENSA <strong>DE</strong> PALAME<strong>DE</strong>S...................23PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com2


INTRODUCCIÓN1. Gorgias y el Derecho.En la cumbre de la cultura griega, cuando las escuelasde filosofía competían entre si para explicar qué es elser y cual es el supremo bien, cuando la democraciaflorecía como nunca antes había ocurrido en lahumanidad, un gran sabio comenzó a dar la siguienterecomendación para ganar los pleitos judiciales: loconveniente era hacer los discursos sin tocar laverdad, en cambio cuanto mas se alejara el discursode la verdad el éxito sería seguro. Esto se siguióenseñando por varios siglos, la razón era sencilla,simplemente sabían que las decisiones se toman poremociones y no siempre por razones.Sabemos el nombre de quien propuso semejanterecomendación, se llamaba Gorgias de Leontini (483-482 a. de C. Hasta el 392-389 a. de C). Fue uno de losprimeros sofistas y dedicó su larga vida a perfeccionary enseñar la retórica. Oriundo de Sicilia, gracias a sufama de buen orador es enviado a Atenas parapresentarse ante el pueblo, con el fin de lograr unaalianza y así librar a su ciudad de la amenaza militarde Siracusa. Su éxito fue inmediato logrando seraceptado y admirado por la sociedad ateniense y bienpagado pues se atestigua que se hizo rico con susPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com3


enseñanzas. Inventó diversas técnicas oratorias alpunto que será tomado en cuenta y celebrado por todoretórico durante los seiscientos años siguientes ydebería ser considerado como un creador del derecho.Gorgias exaltó el valor de la persuasión a su máximoextremo, postulando diversas reglas que él probabaante el absorto público. Por ejemplo sostenía que todatesis tiene un opuesto y cualquier posición puedevencer según sea bien defendida. Para demostrar estatesis escéptica, se enfrenta a las diversas escuelas defilósofos que investigaban sobre el ser, escribiendo untratado titulado “Sobre el no-ser” para demostrar que el“no-ser” es tan posible como “el ser”. Cuando afirmaque un orador adquiere la capacidad de hablar sobrecualquier tema, Gorgias, para demostrarlo, no duda enpresentarse ante asambleas públicas y solicitar que seproponga un tema cualquiera pues con la fuerza de lapalabra podía vencer a cualquier opositor o convencersobre cualquier asunto, desenvolviéndose con unagran habilidad. Conoció a Socrátes y Platón, esteúltimo hizo un Dialogo que lleva el nombre del sofista yse cuenta que Gorgias al leerlo dijo que demostrabaque el filosofo sabia escarnecer hábilmente.Junto con los demás sofistas dio el impulso a laenseñanza abierta al público frente al carácterhermético de la primeras escuelas filosóficas, crearonla posibilidad de convertir el espacio judicial en unlugar de confrontación de posiciones que debían sacarventaja de todas las opciones posibles, dejando dePDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com4


etóricos reconocen tres tipos de discursos: el elogio(que comprende la vituperación), el discursoforense(que comprende la defensa y acusación) y ladeliberación (que versa sobre lo útil), aquí tenemosuna muestra de los modelos correspondientes a ladefensa y el elogio.Para construir cada discurso existían detalladas reglasque el orador aprendía a utilizar ingeniosamente,mediante su memorización. Veamos El Elogio deHelena. Con sus dos mil quinientos años deantigüedad, aun esta lleno de vida. El orador sepropone un reto: busca ensalzar la imagen de la mujermas vituperada de Grecia, Helena, que abandonara asu esposo y con ello, provocaría la guerra de Troya.Ese es el fin del elogio: que todos terminen alabandoal personaje objeto del discurso, tal como en ladefensa se busca mostrar la inocencia del acusado,despertar piedad o disminuir la ofensa que hacometido ante los ojos del tribunal. Pero este caso esparticularmente difícil, pues el ateniense desde niñoaprende2 a censurar la traición cometida por Helena y,por otro lado, al usar la forma del elogio y no ladefensa, se busca la alabanza y esta no admitematices, por tanto se espera no sólo que seaperdonada por el auditorio o que sea entendida oadmirada por unos cuantos, el orador quiere doblegara todo el auditorio, no se conforma con el perdón o elolvido, quiere la admiración, el aprecio, alzarla al nivelde os héroes, de los grandes. Para agravar el asunto,el elogio es una oportunidad de mostrar los actosPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com6


ejemplares del elogiado y hacer una enseñanza moral,pues la cumbre del que es ensalzado es el merecer serimitado por todos, es decir, un elogio que no indique elacto a imitar no cumpliría las reglas exigidas y nolograría su cometido 2 .Gorgias aprovecha la oportunidad para ensalzar a laelocuencia y enseñarla, registrando variasrecomendaciones para los oradores, una de estas esla metodología para actuar frente a los tribunales dejusticia, así nos dice que se puede ganar un proceso silos argumentos son escritos “con habilidad eindependientemente a su veracidad”. Conviene aclararalgunos puntos para valorar esa expresión.En el mundo griego la mayoría de procesos judicialesse realizaban ante grandes jurados, para darnos unaidea debemos recordar que quienes juzgarían aSocrates serian 500 atenienses y eso era lo usual. Elproceso era sencillo: luego de oir a las partes seproponían las alternativas: x es inocente o x esculpable y pasaban a votación con unas bolillas decolores que se depositaban en urnas. La defensa seejercía por el propio acusado, no podía serreemplazado por nadie y solo se le consentía leer un2 Esta intensidad del elogio, la comprendemos si a pesar de lahumorada y sarcasmo que contiene, recordamos el Elogio a laLocura de Erasmo de Rotterdam. En ella el humanista mostraráque la locura (o necedad casi estupidez) a pesar de las burlas quemerece por todos y que sea tan mal vista es el motor de lahumanidad7PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com


discurso, que usualmente era escrito por algún retóricoa cambio de una paga (a quienes lograronespecializarse en esta técnica se les llamo logografos).Obviamente que los oradores que dominaban el artede apaciguar o enardecer al jurado llevaban ventaja.Los retóricos, sabían que muchas decisiones se tomande manera emotiva y a veces tener las premisascorrectas y la perfecta conclusión no servia de nada 3 .En este contexto, la técnica que propone Gorgias noconsiste en mentir sino en dirigirse a las emociones delauditorio para buscar piedad, odio a la parte contraria,duda, según convenga. Estas tesis se mantendrían ylas veremos repetirse en el Orador de Cicerón, casicuatro siglos después, lo que demuestra que eranparte del canon retórico.Para comprender como es que el discurso retórico seconstruye empleando ciertas reglas y el papel delingenio, examinaremos las reglas del elogio. Losautores varían en recomendaciones, por ejemploTheon 4 recomienda, para redactar un buen elogio,cerca de treinta y seis temas en el orden siguiente:I. Bienes Exterioresa) Celebrar la cuna noble del héroe3 Justamente esa posibilidad de convencer por emociones llevó alos retóricos a dudar si era necesario saber algo mas queelocuencia para vencer, considerando que los estudios deciencias o filosofía eran un estorbo ver este dilema en el dialogoEl Orador de Cicerón4 Rethoricos Griegos, II, 109 s (Theon) citado en Marrou, Henri-Irénée, Op.Cit. pág. 243 y sig8PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com


) El medio1. Su ciudad natal2. Su pueblo3. La excelencia de su régimen político4. Sus padres y su familiac) Sus Cualidades Personales1. Educación recibida2. Amigos.3. Gloria Conquistada.4. Funciones públicas desempeñadas.5. Riqueza.6. Número o belleza de sus hijos.7. Muerte feliz.II. Bienes físicos o corporales1. Salud.2. Fortaleza.3. Belleza.4. Agudeza de la sensibilidad.III. Bienes del almaa) Sentimientos virtuosos1. Sabiduría.2. Templanza3. Coraje4. Justicia5. Piedad6. Nobleza7. Sentimientos de grandeza.b) Acciones derivadasA) Desde el punto de vista de su objetoPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com9


1. Acciones altruistas, desinteresados.2. Miras puestas en el bien y no en lo útil ni enlo agradable3. En el interés público.4. Acciones cumplidas a pesar de los riesgos ypeligros.B) Desde el punto de vista de las circunstancias1. Oportunidad2. Hazañas cumplidas por primera vez.3. Por sí solo.4. Si el héroe ha hecho más que los otros.5. Si sólo ha tenido unos pocos colaboradores.6. Si ha obrado por encima de su edad.7. Contra toda esperanza.8. No sin dificultades9. Rápido y Bien.A esta lista se agregaban otras recomendaciones, porejemplo los actos heroicos que hubiera hecho si nohubiera muerto o si hubiera estado presente, lasemejanza a otros héroes, por los actos, por elnombre, en fin el orador no debía olvidar ninguno deestos pasos. Luego, el propio Elogio a Helena, sirve deejemplo de esas reglas.Cualquier alumno de retórica en la antigüedad sabiade memoria que Gorgias utiliza como bien exterior ellinaje de los padres de Helena, como cualidadpersonal utiliza la belleza del personaje, de este modo,toda la trama de su discurso tienen una reglasdirectrices que el orador esta umpliendo. El arte estribaPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com10


en saber seleccionar los elementos que se van adestacar y la oportunidad para introducirlos6.En la Defensa de Palamedes, encontraran con detallelos problemas de la técnica judicial para comprobar laculpabilidad y la facilidad de provocar adhesiones conconjeturas aceptables. Y en esta también se aplicaningeniosamente las reglas del discurso forense.En fin, injustamente olvidados en las escuelas dederecho, he aquí a uno de los que inventaron nuestroderecho, pues como encontrarán en los manuales deretórica de la antigüedad, les debemos más de lo quecreemos.3. La Retórica y los JuecesCon estos discursos mostramos que la retórica fuediseñada para persuadir a los magistrados y no paraque ellos nos persuadan. En la antigüedad y parte dela edad media los jueces no peroraban niargumentaban en sus sentencias, iban directo algrano. Solo en el renacimiento la técnicas retóricasempiezan a influir en la redacción judicial para seraborrecidas por el culto a la sencillez y precisión quedominó en el siglo XVIII y XIX. A pesar de todo lashuellas de la retórica no se pudieron borrar en lapráctica forense. Este periodo esta muy pocoPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com11


de los retóricos, así en el Digesto se exige al Juez queno se irrite o muestre compasión y muchos asuntos seprefería dejar aun jurado numeroso antes que aun solosujeto que es mas impresionable.Pero también existe otro factor: el juez estaba mejorenterado de lo que ocurría a su alrededor, las ciudadeshasta el siglo XIX, eran en todo el mundo el hogar deuna pequeña población urbana, 2 a 5% de la poblaciónde cada país, frente a un 90% de población rural, aesto se sumaba la inmovilidad espacial, la gente nocambiaba de localidad, ni solía viajar mas que unoscuantos kilómetros. En estas circunstancias el juezpromedio no dependía de las partes para adquirir lainformación que necesitaba para decidir. Pero en elsiglo XXI todo ha cambiado, las grandes ciudadesconcentran el 90% de la población y conocer quéocurrió en cada caso, ahora sí depende de lo que laspartes digan, por ello se hace extrañar investigacionesque ayuden a un mejor control de la argumentaciónque emplean las partes en litigio, esto seria tanimportante como analizar las sentencias, por elloesperamos que esta lectura permita iniciar un estudiode las formas de argumentar que usan los litigantes,peritos, inclusive en los propios documentos que aveces consideramos libres de argumentación, comoson los contratos.Juan Ureta GuerraAgosto del 2004PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com13


<strong>ELOGIO</strong> <strong>DE</strong> <strong>HELENA</strong>Perfección para la ciudad es el valor de sushabitantes, para un cuerpo la belleza, para un alma lasabiduría, para una acción la virtud, para unpensamiento la verdad. Las cualidades contrarias aéstas implican imperfección. En un hombre, en unamujer, en un pensamiento, en una acción, en unaciudad, es preciso honrar con alabanzas lo que seadigno de alabanza y cubrir de censuras lo que seacensurable. Pues tan erróneo e inexacto es censurarlo que debe ser alabado como alabar lo que debe sercensurado. Y es obligación de un mismo hombreproclamar la verdad y refutar a los que censuran aHelena, mujer sobre la que ha llegado a ser concorde yunánime la opinión de la tradición poética y elsignificado de su nombre, que lleva consigo elrecuerdo de acontecimientos infortunados.Yo quiero, razonando con lógica sobre la peyorativatradición a ella referente, liberarla de toda acusación yhacer cesar la ignorancia, demostrando que susacusadores están equivocados y descubriendo laverdad.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com15


Todo el mundo sabe que por su origen y linaje fueexcelsa entre hombres y mujeres la persona a la quese refiere este discurso. En efecto, es sabido quecomo madre tuvo a Leda y como padre a un dios,aunque creído un mortal, Zeus y Tíndaro, de los cualesuno, por serlo, fue creído, el otro, por ufanarse de ello,fue discutido; y uno era el más poderoso de loshombres y el otro el señor de todas las cosas.Por haber tenido tales padres gozó de una bellezaigual a la de una diosa, y esta belleza que tuvo no lamantuvo oculta. Inflamó de muchísimas pasiones deamor a muchísimos hombres, y con un solo cuerpoconsiguió muchos pretendientes orgullosos por susgrandes cualidades, de los cuales unos tenían fortunasinmensas, otros gran renombre por la antigüedad desu nobleza, otros belleza por su vigor físico, otrosprestigio por la sabiduría adquirida. Y todos quedaronbajo un amor ardiente y un deseo invencible.No voy a exponer quién, por qué y cómo satisfizo suamor hacia Helena, apoderándose de ella. Pues decircosas ya sabidas a los que las saben confirma susaber, pero no les produce placer. En consecuencia,pasando por alto en mi discurso el tiempo de entonces,voy a penetrar en el principio del discurso que voy apronunciar y voy a exponer las causas por las que eranatural que se produjera la marcha de Helena a Troya.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com16


Hizo lo que hizo ya por decisión de la Fortuna,mandato de los dioses o designio del Destino, yaraptada violentamente, ya convencida con palabras.Si por la primera causa, es un mérito para el que esacusado ser acusado, dado que es imposible impedirla voluntad de un dios con la previsión humana. Puesha sido establecido por "la naturaleza no que el másfuerte sea dominado por el más débil, sino que el másdébil sea dominado y sometido por el más fuerte, y queel más fuerte marque el camino y el más débil le siga.Y los dioses son más fuertes que el hombre por supoder, su sabiduría y por otras muchas cualidades.Por tanto, si se ha de atribuir la causa a la Fortuna o ala divinidad, hay que descargar a Helena de su malafama.Si fue raptada violentamente y sufrió ilegal violencia,y padeció injusta ofensa, es evidente que el culpablefue el raptor, por haber inferido un ultraje, pero laraptada, por haberle recibido, fue una desventurada.El bárbaro que comete un acto bárbaro, merece sercastigado con la ley, con la palabra y con la acción;con la ley, mediante la pérdida de sus derechos civiles;con la palabra, mediante una acusación; con la acción,mediante una sanción penal. Pero, la que fueviolentada, privada de su patria y alejada de susamigos, ¿cómo lógicamente no sería compadecidaantes que difamada? El uno comete un delito, la otralo padece. Por tanto, lo justo es compadecer a ésta yreprobar a aquél.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com17


Si fue convencida y engañada con su espíritu por lapalabra, no es difícil en este caso defenderla y liberarlade toda acusación.La palabra es un poderoso soberano, que con unpequeñísimo y muy invisible cuerpo realiza empresasabsolutamente divinas. En efecto, puede eliminar eltemor, suprimir la tristeza, infundir alegría, aumentar lacompasión. Voy a demostrar que esto es así, pues espreciso ponerlo de manifiesto ante la opinión de losque me escuchan.Yo considero y defino toda poesía como palabra conmetro. Esta infunde en los oyentes unestremecimiento preñado de temor, una compasiónllena' de lágrimas Y una añoranza cercana al dolor, deforma que el alma experimenta mediante la palabrauna pasión propia con motivo de la felicidad y laadversidad en asuntos y personas ajenas.Y ahora voy a pasar a otro argumento. Lassugestiones inspiradas mediante la palabra producenel placer y apartan el dolor. La fuerza de la sugestiónadueñándose de la opinión del alma, la domina, laconvence y la transforma como por una fascinación.Dos artes de fascinación y de encantamiento han sidocreadas, las cuales sirven de extravío al alma y deengaño a la opinión. Y ¡cuántos han engañado yengañan a cuántos y en cuántas cosas con laexposición hábil de un razonamiento erróneo' Si todosPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com18


los hombres tuvieran completo recuerdo del pasado,conocimiento del presente y previsión del futuro, eserazonamiento no podría engañarlos del modo como lohace. Pero es imposible recordar el pasado, conocerel presente y predecir el futuro. Y por ello la mayorparte de los hombres y en la mayor parte de lascuestiones toman la opinión como consejera del alma.Pero la opinión, siendo incierta e inconsistente, arroja alos que se sirven de ella en infortunios inconsistentes einciertos. Y, por tanto, ¿qué causa pudo impedir quetambién y de un modo análogo la sugestión dominasea Helena, aun no siendo la primera vez, con el mismoresultado que si hubiera sido raptada violentamente?.Pues la fuerza de la persuasión, de la que nació elproyecto de Helena, es imposible de resistir y por ellono da lugar a censura, ya que tiene el mismo poderque el destino. En efecto, la palabra que persuade elalma obliga necesariamente a esta alma, que hapersuadido, a obedecer sus mandatos y a aprobar susactos. Por tanto, el que infunde una persuasión, encuanto priva de la libertad, obra injustamente, peroquien es persuadida, en cuanto es privada de lalibertad por la palabra, sólo por error puede sercensurada.En cuanto a que la persuasión producida por lapalabra modela el alma como quiere, hay que fijarseen primer lugar en las teorías de los fisiólogos, quienessustituyendo una opinión mediante la exposición deotra consiguen que lo que es increíble y oscuro sepresente como evidente a los ojos de la opinión. EnPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com19


segundo lugar en las convincentes argumentacionesde los discursos judiciales, con las que un solodiscurso encanta y persuade a una gran multitud,siempre que haya sido escrito con habilidad eindependientemente de su veracidad. En tercer lugaren las discusiones de materias filosóficas, en las quese muestra también la labilidad de la mente en cuantohace mutable la confianza en una opinión. Y la mismaproporción hay entre el poder de la palabra respecto ala disposición del alma que entre el poder de losmedicamentos con relación al estado del cuerpo. Asícomo unos medicamentos expulsan del cuerpo unoshumores y otros a otros distintos, y unos eliminan laenfermedad y otros la vida, así también unas palabrasproducen tristeza, otras placer, otras temor, otrasinfunden en los oyentes coraje, otras mediante unamaligna persuasión emponzoñan y engañan el alma.Así, pues, he demostrado que si fue convencida conla palabra, no fue culpable, sino que tuvo mala suerte.Y paso a exponer la cuarta causa con el cuartoargumento. Si lo que originó sus actos fue el amor, noes difícil que eluda la acusación de culpabilidad en laque se dice que ha incurrido. Las cosas que vemostienen la naturaleza propia de cada una de ellas, no laque nosotros queremos. Además, mediante lapercepción visual el alma es modelada en su modo deser. Y así, cuando la vista contempla personasenemigas revestidas de armadura guerrera conornamentos guerreros de bronce y de hierro, yaPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com20


ofensivos ya defensivos, se aterra y aterra al alma, demanera que muchas veces huimos llenos de pavoraunque no haya un peligro en el futuro.La verdad de esta argumentación se presenta comopoderosa a causa del temor que se deriva de lapercepción visual, la cual, una vez que se haproducido, hace que se renuncie a actuar, aunque sesepa lo que es bueno según la ley y lo que es justosegún el derecho.Por otra parte hay quienes a causa de haber tenidovisiones terroríficas, pierden instantáneamente el juicioa consecuencia de las mismas: hasta tal puntoperturba y destruye a la mente el temor. Y muchoscaen en absurdas enfermedades, en terriblespenalidades y en incurables locuras: hasta tal unto lavista grabó en su espíritu las imágenes de las cosascontempladas. Y paso por alto muchos ejemplos devisiones espeluznantes, dado que son semejantes lasque no cito a las ya indicadas.En otro sentido los pintores, cuando representan demodo perfecto un solo cuerpo y figura usando demuchos colores y cuerpos, deleitan a la vista. Larealización de estatuas de hombres y de diosesproduce en los ojos una dulce afección. Y de estaforma unos objetos dan tristeza a la vista, otros deseoy a veces muchos objetos producen en muchoshombres amor y deseo de muchos actos y cuerpos.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com21


Por tanto, si el ojo de Helena originó en su almadeseo y pasión amorosa del cuerpo de Alejandro,",¿qué hay en ello de asombroso? Si el amor es un dios2 34 , ¿cómo hubiera podido resistir y vencer el divinopoder de los dioses quien es más débil que ellos? Sise trata de una enfermedad humana y de un error dela mente, no se ha de censurar como si fuera unaculpa, sino se ha de considerar como una mala suerte.Y, en efecto, ella marchó a Troya, como marchó, acausa de las insidias que padeció en su alma, no porvoluntaria decisión de su espíritu; a causa de lainexorabilidad del amor, no por intrigas de su arte.¿Cómo es posible estimar justo el censurar a Helena,la cual hizo lo que hizo enamorada o persuadida conpalabras o raptada conviolencia, u obligada por el poder divino y que, portanto, escapa por completo a toda acusación?He borrado con mi razonamiento la infamia de unamujer; he mantenido la normal" que establecí alprincipio de mi disertación; he intentado destruir lainjusticia de un reproche y la ignorancia de unaopinión; he querido escribir este discursos como elogiode Helena, como un producto de mi fantasía.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com22


LA <strong>DE</strong>FENSA <strong>DE</strong> PALAME<strong>DE</strong>SLa acusación y la defensa no pueden versar sobre elhecho de morir, puesto que la naturaleza con votomanifiesto ha decretado la muerte a todos los mortalesdesde el mismo día de su nacimiento. La cuestión serefiere al honor y al deshonor: si yo debo morir demodo natural o ser condenado a muerte manchado delas máximas infamias y de la más vergonzosaacusación.Frente a estas dos posibilidades de muerte, vosotrostenéis poder absoluto sobre una, yo sobre la otra; yosobre la que es natural, vosotros sobre la que seproduce con violencia.Fácilmente podéis vosotros, si queréis, condenarme amuerte; pues tenéis poder para ello, mientras que yoninguno tengo. Si mi acusador, Uliseslll, ha hecho suacusación por amor a Grecia, ya por saber con certeza que yo he traicionado a Grecia ante los bárbaros, yapor presumir que así ha sucedido, será un hombreperfecto. ¿Y cómo no lo sería quien salva a su patria, asus padres, a toda la Grecia y además castiga alculpable? Pero si me acusó por envidia, intriga omalquerencia, de¡ mismo modo que en el caso anteriorsería un hombre excelente, así en éste sería el másmalvado.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com23


Dado que mi discurso ha de tratar sobre esteproblema, ¿de qué punto partiré?, ¿qué diré en primerlugar?, ¿hacia dónde encaminaré mi defensa? Puesuna acusación carente de pruebas produce unmanifiesto aturdimiento, por cuya causa no se sabequé decir, a no ser que yo me deje guiar por la verdadestricta y no por mi actual necesidad, consejeras dedesgracias antes que de dichas.Yo sé con toda evidencia que mi acusador me acusasin ver con claridad en este asunto, pues tengo plenaconciencia en mí mismo de no haber hecho nada tal.Y no comprendo cómo alguien podría ver con claridadlo que no ha acontecido. Pero, si ha hecho suacusación por presumir que las cosas sucedieron así,voy a demostramos que está equivocado mediante unadoble argumentación: un acto de esta naturaleza, yo,aunque hubiera querido cometerlo, no habría podido,y, si hubiera podido, no habría querido.Voy a comenzar en primer lugar por esta tesis, laimposibilidad de que yo cometiera la traición.En efecto, hubiera sido preciso que existiera enprimer lugar un punto de partida de la traición, y estepunto de partida habría sido un coloquio (con losbárbaros), pues las palabras tienen que preceder a lasfuturas acciones. Pero, ¿cómo podría haber tenidolugar un coloquio sin haberse celebrado unaentrevista? Y, ¿cómo podría haberse celebrado unaentrevista dado que él", no me ha enviado ningúnPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com24


mensajero ni yo a él tampoco? Ni ha podido cruzarseninguna propuesta por escrito sin que nadie la llevase.Mas supongamos que la traición pudo prepararse enun coloquio. Yo, de alguna manera, me reúno con él,y él, de alguna manera, se reúne conmigo. ¿Quiénestá con quién? Un griego con un bárbaro. ¿Cómoentendernos y hablarnos? ¿Quizás a solas? Nocomprenderíamos nuestras palabras. ¿Mediante unintérprete? Entonces un tercero habría sido testigo deun acto que por naturaleza debe quedar oculto.Pero admitamos, aunque no sucedió, que estaentrevista tuvo lugar. Hubiera sido preciso que,después de ponernos de acuerdo, intercambiáramosuna garantía. Y, ¿cuál podría haber sido dichagarantía? ¿Quizá un juramentos ¿Quién confiaría enmí, un traidor? ¿Quizá rehenes? ¿Cuáles? Yo habríaentregado a mi hermano, pues no tengo otro; elbárbaro a uno de sus hijos. De esta formaefectivamente yo tendría una excelente garantía de suparte y él de la mía. Pero, si esto hubiera sucedido,sería manifiesto a todos vosotros.Alguien dirá que nos dimos garantía medianteriquezas, él entregándolas y yo recibiéndolas. Ahorabien, ¿quizás fueron pocas? No es lógico recibir pocasriquezas a cambio de tan gran ayuda. ¿Quizá muchas?Entonces, ¿de qué forma se hizo el transporte?¿Cómo uno solo hubiera podido hacerlo? ¿O quizáentre muchos? Si muchos intervinieron en elPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com25


transporte, muchos habrían sido testigos del complot;si lo hizo uno solo, no sería mucho lo transportado.¿Cuándo se hizo el transporte, de día o de noche?Muchos y frecuentes son los puestos de guardianocturnos, a través de los cuales no es posible pasaroculto. ¿Quizá de día? Mas la luz es enemiga de talesactos.Pero sea. Admitamos, pese a ser las dos alternativasimposibles, que yo, consiguiendo salir, recibí lasriquezas o bien un portador pudo entrar.Y en este caso, ¿cómo yo, una vez recibidas, lashabría podido mantener ocultas a familiares yextraños? ¿Dónde las habría podido poner? ¿ Cómolas habría podido guardar? De utilizarlas, me habríapuesto en evidencia; de no utilizarlas, ¿qué provechosacaría de ellas?Mas admitamos que sucedió todo esto que no hasucedido: nos reunimos, hablamos, nos pusimos deacuerdo, recibí riquezas de ellos, las pasé ocultas y lasguardé. En este supuesto tuvieron que llevarse a caboaquellos actos para cuya consecución se realizó estecomplot. Y esto es aún más imposible que todo loanteriormente referido.En efecto, yo los habría hecho o solo o con otros.Pero no era empresa de un solo hombre. ¿Quizá conotros? ¿Con quiénes? Es evidente que con cómplices.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com26


¿Libres o esclavos? De hombres libres sólo tengotrato con vosotros. ¿Quién de vosotros es cómplice?Decidlo. En cuanto a los esclavos, ¿cómo concederlescrédito? Ellosformulan sus acusaciones voluntariamente, por eldeseo de libertad, o necesariamente bajo el dolor de latortura"'.Y, ¿cómo se habría realizado la empresa? Esevidente que hubiera tenido que introducir enemigosmás poderosos que vosotros. Y esto es imposible.¿Cómo los habría introducido? ¿Por las puertas? Perola posibilidad de cerrarlas o abrirlas no está en mí, sinoen los guardianes encargados de ellas. ¿Por lasmurallas mediante una escala? Imposible, están llenasde centinelas por todas partes. ¿Abriendo una brechaen las murallas? En este caso todos lo sabríais sinduda alguna.La vida bajo las armas en un campamento, discurre aplena luz, y en ella todos vemos lo que ocurre y todossomos observados por todos. Y por ello me habríasido absolutamente y bajo todo aspecto imposiblehacer aquello de lo que se me acusa.Analicemos ahora conjuntamente la segundaalternativa: ¿por qué causa me hubiera interesadoquerer cometer la traición, si hubiera podido hacerla?Nadie quiere gratuitamente arrostrar los más grandespeligros ni cubrirse por completo de infamia con elPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com27


mayor de los crímenes. Entonces, y otra vez vuelvo ala misma pregunta, ¿por qué causa lo hice? ¿Acasopara alcanzar el poder? ¿Sobre vosotros o sobre losbárbaros? Sobre vosotros es imposible, que soistantos v tan insignes que poseéis todas las máselevadas cualidades: virtudes de los antepasados,inmensidad de riquezas, superioridad, vigor de espíritu,dominio de ciudades. ¿Sobre los bárbaros? ¿Quién melo daría? ¿Con qué fuerza impondría mi poder, yo quesoy griego, sobre los bárbaros? ¿Uno solo contramuchos? ¿Por la persuasión o por la violencia? Ellosno estarían dispuestos a dejarse persuadir, yo nopodría dominarles por la fuerza. ¿O quizá meentregarían voluntariamente y según mi deseo el podercomo recompensa de mi traición? Pero sería una granlocura confiar en y aceptar algo tal, pues ¿quiénelegiría la esclavitud en lugar de la soberanía, lo peoren lugar de lo mejor?Quizá alguien diga que yo cometí la traición por afánde dinero y riquezas. Pero yo tengo la riqueza que mebasta y para nada tengo deseo de inmensos bienes.Pues necesitan muchas riquezas los que gastanmucho, los que son esclavos del placer y los quepersiguen honores mediante la riqueza y lasuntuosidad, pero no los que dominan los placeressensibles. Y yo no tengo ninguna de aquellasapetencias. De que digo la verdad pongo comofidedigno testigo mi vida pasada, y de este testimoniovosotros sois testigos, pues habéis convivido conmigoy por ello lo sabéis perfectamente.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com28


Y tampoco realizaría un hombre, incluso con unamediana inteligencia, un acto tal para conseguirhonores, pues éstos son consecuencia de la virtud, node la maldad. ¿Cómo se otorgarían honores a untraidor a la Hélade? Además, yo no tenía ningunanecesidad de honores, pues yo los recibía de loshombres más honorables y por el motivo máshonorable, de vosotros y por mi sabiduría.Y tampoco nadie cometería una traición para suseguridad, pues el traidor queda enemistado con todo:con la ley, con la justicia, con los dioses, con lamayoría de los hombres. Ya que infringe la ley,destruye la justicia, corrompe a los hombres, deshonraa la divinidad. Y, quien tiene su vida rodeada de talesy tan grandes peligros, no goza de seguridad.¿Acaso se haría por el deseo de ayudar a los amigosy dañar a los enemigos? Con esta intención no seobraría injustamente, pero en mi caso yo hubieraobtenido un resultado totalmente opuesto: habríaperjudicado a mis amigos y beneficiado a misenemigos.Por tanto, la traición no me hubiera reportado ningúnprovecho, y nadie obra mal por el deseo de recibir unperjuicio.La única posibilidad que queda es que yo lacometiera para evitar algún temor, algún trabajo oPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com29


algún peligro. Pero nadie podría afirmar que estosmotivos tengan que ver conmigo.Resumiendo mi discurso diré que los hombresrealizan todos sus actos impulsados por uno de estosdos motivos: para obtener un provecho o para evitar uncastigo. Fuera de estos dos casos, siempre que seobra mal es por demencia. Y es evidente cuángrandes daños me habría ocasionado si mi traiciónhubiera sido real: traicionando a Grecia, me traicionabaa mí mismo, a mis padres, a mis amigos, a la dignidadde mis antepasados, a las creencias paternas, a sustumbas, a la patria, a la más ilustre ciudad de laHélade. Aquello que para todo hombre está porencima de todo, yo lo habría puesto en las manos delos enemigos.Y pensad también en lo siguiente. De habercometido la traición, ¿cómo mi vida no sería ya indignade ser vivida?. ¿Adónde podría yo volver mi vista? ¿AGrecia? ¿Para recibir el justo castigo de los queinjurié? ¿Quién entre los que soportaron el mal metendería la mano? ¿Acaso debería quedarme entre losbárbaros? ¿Abandonando los más elevados valores,privado de la más estimable honra, viviendo en la másvergonzosa infamia, tirando por tierra los esfuerzoshechos en mi vida pasada para adquirir la virtud? ¡Yocasionarme a mí mismo lo que es más vergonzosopara un hombre, el ser desgraciado por su propiacausa!PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com30


Además, tampoco entre los bárbaros gozaría deconfianza. ¿ Cómo podrían concedérmela quienessabrían que yo había cometido el acto más desleal, eltraicionar los amigos a los enemigos? Y, para aquelen quien nadie confía, la vida no es digna de servivida.Alguien podría acoger benévolamente a quien haperdido sus riquezas, a quien ha sido despojado delpoder, a quien ha sido desterrado de la patria; peronadie, una vez que haya perdido el crédito, puederecobrarlo.Así pues, creo haber demostrado con mi discurso queni habría podido ni habría querido traicionar a Grecia.Deseo ahora, a continuación de estos argumentos,discutir con mi acusador. ¿En qué te basas para queun hombre de tu ralea se atreva a acusar a uno comoyo? Pues es interesante conocer cuál es la índole dequien formula tal acusación y cómo tú, que eresindigno, actúas indignamente.¿Me acusas en virtud de una certeza absoluta o pormeras suposiciones? Si lo sabes con certeza, seráporque presenciaste la traición, porque participaste enella o porque te lo comunicó alguien que tomó parte enla misma. Si la presenciaste, dinos el modo, el lugar,el tiempo, cuándo, dónde y cómo la presenciaste. Siparticipaste en ella, participas también de la mismaacusación. Si te la comunicó un cómplice, éste, seaPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com31


quien sea, que venga, se presente y dé testimonio. Yasí tu acusación será confirmada con un testigo.Hasta ahora ninguno de nosotros ha presentadotestigos. Y por ello quizá sostengas que estamos enanáloga situación, tú sin presentarlos para atestiguarhechos, en tu opinión, sucedidos, yo sin presentarlospara atestiguar hechos no sucedidos. Pero no es lomismo. Pues, ¿cómo se podría testimoniar lo que noha sucedido? Por el contrario, testimoniar los hechosacontecidos, es posible e incluso fácil. Y no sólo fácil,sino que tú tendrías la posibilidad de encontrar no sólotestigos veraces, sino incluso testigos falsos. Yo,contrariamente, no podría hallarlos ni de una ni de otraclase.Es evidente, pues, que tú no tienes certeza de latraición que me imputas. La única posibilidad es que,sin estar seguro, lo presumes. Y en este caso, ¿cómote atreves a acusar con la máxima desvergüenza a unhombre de un delito que lleva aparejado la penacapital, sin estar seguro de la verdad y basándote sóloen una opinión, el menos fidedigno de los criterios?¿tienes plena conciencia de que éste ha hecho un actotal? El formular opiniones es algo común a todohombre y sobre cualquier cuestión, y en este aspectotú no eres más sabio que los demás. Pero no se debeconfiar en los que expresan opiniones, sino en los quetienen certeza; y tampoco se debe juzgar la opiniónmás digna de crédito que la verdad, sino, por elcontrario, la verdad más fidedigna que la opinión.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com32


En tus discursos me acusaste de dos cualidadesradicalmente opuestas, la sabiduría y la demencia, lascuales no pueden darse en un mismo hombre.Efectivamente, al decir que yo soy hábil, extraordinarioy lleno de recursos me atribuyes sabiduría. Cuandodices que traicioné a Grecia, demencia. Pues es unalocura el intentar realizar actos imposibles, inútiles,vergonzosos, con los que se dañará a los amigos y sebeneficiará a los enemigos, que harán la propia vidaodiosa y llena de azares.Y, ¿cómo es posible creer a un hombre tal, que en unmismo discurso, ante las mismas personas y sobre elmismo tema sostiene afirmaciones tan contradictorias?Quisiera preguntarte si consideras a los hombressabios insensatos o prudentes. Si insensatos, nuevaes la teoría, pero errónea. Si prudentes, en modoalguno es propio de quienes lo son cometer losmayores errores,, y preferir el mal teniendo el bien a sualcance.Por tanto, si soy sabio, no podría haber cometido unerror. Si lo cometí es que no soy sabio. Y, enconsecuencia, tú serías un mentiroso en cualquiera deestas dos alternativas.Yo no quiero a mi vez, aunque podría, acusarte dehaber cometido muchas e ingentes faltas, antiguas yrecientes, pues deseo liberarme de esta acusación noPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com33


con tus maldades sino con mis méritos. Por tanto, enlo que a ti respecta, no diré nada más.Es ahora, a vosotros, jueces, a los que quiero decirsobre mí algo que me da vergüenza, pero que esverdadero, que no sería oportuno en quien no estáacusado, pero conveniente para el que lo ha sido. Voya rendiros cuenta y a datos razón de mi vida anterior.Y ruego que ninguno de vosotros, si os recuerdo algodel bien que he hecho, ponga obstáculos a mispalabras, sino que considere que es necesario para unhombre objeto de terribles y falsas acusacionesrememoraros algunas de las buenas acciones querealmente he hecho. Lo cual me es muy agradable.Lo primero y lo segundo y lo más importante, es que,absolutamente y desde el principio hasta el fin, mi vidapasada está libre de culpa y exenta de toda acusación.Nadie ante vosotros podría formular con verdad contramí ninguna acusación de maldad. Y así mi propioacusador no ha dado ninguna demostración de suspalabras, por lo que su discurso es una injuria sinpruebas.Yo podría decir, y al decirlo no mentiría ni podría serrefutado, que no sólo no soy culpable, sino incluso ungran benefactor vuestro, y de los griegos y de todos loshombres, presentes y futuros. En efecto, ¿quiénhabría hecho la vida humana plena de recursos, decarente de ellos; organizada de desorganizada; con lainvención del arte de la guerra, lo más importante paraPDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com34


alcanzar la hegemonía; de las leyes escritas,guardianes de la justicia; de las letras, instrumento delrecuerdo; de las medidas y los pesos, excelentesmedios de cambio en el comercio; de la aritmética,guardián de las riquezas; de las antorchas, los mejoresy más rápidos mensajeros; de los dados, medio depasar distraídamente el tiempo de ocio?¿Con qué finalidad os recuerdo todo esto? Parademostramos que yo pongo mi mente al servicio decosas de este tipo, para probaros que estoy apartadode toda clase de acción perversa y vergonzosa. Pueses imposible que dedicándome a las primeras puedatambién dedicarme a estas otras. Y estimo que si yonunca os causé daño, no debo recibirlo de vosotros.Por mis demás costumbres tampoco merezcopadecer ningún castigo, ni de los jóvenes ni de losviejos. A los vicios no les causo daño, a los jóvenes nosoy inútil; a los afortunados no los envidio; a losdesgraciados los compadezco; no desprecio lapobreza, ni estimo la riqueza más que la virtud, sino lavirtud más que la riqueza; no soy inútil en los consejosni inactivo en las batallas, cumpliendo lo que se meordena y obedeciendo a mis jefes. Mas no me gustaalabarme a mí mismo. Si lo he hecho, ha sido porquela presente situación, incluso al ser acusado sobreestos puntos, me obligó a ello para defenderme de lamejor manera posible.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com35


Lo que queda de mi discurso se dirige a vosotros yrespecto a vosotros. Una vez dicho esto, terminaré midefensa.La compasión, las súplicas, la intercesión de losamigos son útiles cuando el juicio está en manos de lamultitud. Pero a vosotros, que sois y soisconsiderados los primeros entre los griegos, no deboconvencemos ni con la ayuda de mis amigos, ni consúplicas, ni con lamentaciones, sino que deboliberarme de esta acusación con el más evidenteargumento de quien es justo, mostrando la verdad sinusar de engaño alguno.Es necesario que vosotros analicéis más los hechosque las palabras, que no deis más crédito a laacusación que a la defensa, que no consideréis a un o.deliberación irreflexiva juez más sabio que unameditada, que no estiméis a la calumnia más digna defe que las pruebas. Todo hombre honesto debe tenergran cuidado de no equivocarse en cualquier decisión,pero aún más en las irremediables que en las que nolo son. A éstas se puede poner remedio, si se quiere;aquéllas quedan irremediables aunque se cambie demodo de pensar.Y decisión irremediable se da cuando unos hombresjuzgan a otro acerca de un delito que lleva consigo lapena de muerte, lo cual ahora se os ha planteado.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com36


Si por medio de las palabras la verdad de los hechospudiera presentarse pura y manifiesta a los que lasescuchan, os sería fácil juzgar tomando como base loque se os ha dicho. Puesto que no es así, poned bajocustodia mi persona, deliberad durante un más largotiempo y pronunciad sentencia conforme a la verdad.Si os mostraseis injustos, corréis el grave peligro demanchar un buen nombre y de originar un deshonor. Ypara un hombre honesto la muerte es preferible a unatriste fama, pues aquélla es el fin de la vida, pero éstauna enfermedad incurable.Si me condenáis a muerte injustamente, será sabidopor muchos. Pues yo no soy un desconocido y vuestramaldad será manifiesta y patente a todos los griegos.Y seréis vosotros, no mi acusador, quienes cargaréisante todos con la responsabilidad de una evidenteinjusticia, pues en vosotros está la decisión de lasentencia.Y no podría existir un error mayor que éste. Pues sihubieseis juzgado injustamente, no sólo seríaisculpables ante mí y ante mis padres, sino también antevosotros mismos, al tener conciencia de 1 habercometido un acto terrible, impío, injusto e Ilegal, porhaber condenado a muerte a un aliado, a un hombreque os prestó servicios, a un benefactor de la Hélade,a un griego, siendo vosotros griegos, y todo ello sinhaberse demostrado con evidencia que cometió algúnacto injusto y sin haberse presentado acusaciónfidedigna.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com37


He pronunciado mi defensa, y ya termino. El recordaren un breve resumen los argumentos antes expuestoscon extensión tiene fundamento ante jueces de pocaenvergadura. Que vosotros, los más ilustres helenosentre los helenos ilustres, no hayáis prestado atenciónni recordéis lo antes dicho, no es lógico ni pensarlo.PDF created with pdfFactory trial version www.pdffactory.com38

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