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SPEE - TROCADERO.GabineteDDiseño.

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AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

1<br />

MUSEO MARÍTIMO MALVÍN<br />

MEDINA:<br />

UN MERECIDO<br />

HOMENAJE<br />

HÉCTOR BADO<br />

EL JEFE DE<br />

OPERACIONES<br />

CUENTA EL RESCATE<br />

A L R E S C A T E D E L<br />

GRAF<br />

<strong>SPEE</strong><br />

VII. Entrevistas y testimonios<br />

MINISERIE GRÁFICA<br />

Montevideo · Uruguay<br />

Parte VII · Mayo 2004<br />

HANS EUBEL<br />

ELSA DE GRUNOW<br />

JOSEPH GILBEY<br />

DIEGO M. LASCANO<br />

HÉCTOR BADO<br />

FRIEDRICH W. RASENACK<br />

ALFREDO ETCHEGARAY<br />

ANTONIO CARUSO<br />

H I S T O R I A · D O C U M E N T O S · H A L L A Z G O S · R E L A T O S<br />

[...]


A los<br />

navegantes.~<br />

La miniserie gráfica dedicada al Graf Spee está<br />

llegando a su fin con este penúltimo fascículo.<br />

Durante este período, quienes hemos tenido la<br />

satisfacción de divulgar la historia del acorazado<br />

quedamos sorprendidos por las repercusiones<br />

que ha tenido la propuesta.<br />

Documentos, fotografías, anécdotas<br />

–y también algunas precisiones– nos han<br />

llegado de parte de los lectores. A ellos<br />

nos debemos, y a quienes han colaborado<br />

desinteresadamente para que se-<br />

mana a semana esta publicación sea una realidad. Por<br />

todo eso, este es un fascículo dedicado a quienes a través<br />

de entrevistas y documentos testimoniaron su vínculo<br />

con el Graf Spee.<br />

La fascinación que el Spee ha obrado sobre estas personas<br />

cobra diferentes dimensiones. Desde la afición de<br />

los maquetistas y coleccionistas, hasta la pasión de los<br />

rescatistas, pasando por la meticulosidad de los escritores<br />

y estudiosos, el Graf Spee ha dado lugar a un sinnúmero<br />

de expresiones (y acciones) de diversa índole.<br />

En este fascículo reseñaremos algunas de ellas. �����<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

2


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

3<br />

FRIEDRICH W. RASENACK<br />

El artillero<br />

EL 4 DE ABRIL, FRIEDRICH W. RASENACK CUMPLIÓ<br />

90 años. El hoy viejo marino ha tenido<br />

una vida sumamente atribulada, no solo<br />

por su instancia como oficial del Graf Spee<br />

y del Tirpitz, pasando por su cinematográfico<br />

escape , el 7 de abril de 1940, de la<br />

internación en Argentina. En esa oportunidad,<br />

en compañía del teniente Ratsch<br />

escapó con documentación checa a través<br />

de los Andes con destino a Chile. Allí recibió<br />

de un jefe de policía documentos búlgaros.<br />

En Valparaíso se embarca con rumbo<br />

a Génova, pero el barco fue internado<br />

por los americanos en el puerto de Balboa.<br />

La policía secreta americana no pone trabas<br />

a los dos «búlgaros», quienes ascienden<br />

a un vapor japonés. A través del Pacífico<br />

llegan al Japón, donde reciben pasaportes<br />

que los certifican como empresarios<br />

alemanes; esto les permite viajar a través<br />

de China con rumbo a Rusia, atravesando<br />

estepas y bosques siberianos. Unen<br />

Moscú con Prusia oriental por tren, a<br />

donde llegan el 1° de setiembre de 1940.<br />

Como cadete, al comenzar su primer viaje<br />

de instrucción logra escapar milagrosamente<br />

a la muerte cuando el velero<br />

de instrucción Niobe zozobra<br />

bajo una repentina ola<br />

F. W. Rasenack. Fotografía publicada en El drama<br />

del Graf Spee y la batalla del Río de la Plata, de sir<br />

Millington-Drake.<br />

gigante en el mar Báltico. Aquí se reproducen<br />

algunos comentarios efectuados<br />

recientemente para esta colección:<br />

[...] Mi formación como oficial de artillería<br />

tuvo lugar bajo el mando del capitán<br />

Schneider, el futuro primer oficial<br />

de artillería del Bismarck que hundió al<br />

Hood. Asistí a la escuela de artillería en<br />

Kiel y aprendí con los mismos aparatos<br />

que se encontraban abordo, y en cursos<br />

dictados por las firmas que los construyeron,<br />

por ejemplo Carl Zeiss- Jena. La<br />

formación duró un año.<br />

[...] La forma en la que se recuerda al<br />

Graf Spee no deja de sorprenderme,<br />

cuando de mi segundo barco, el Tirpitz,<br />

mucho más moderno y poderoso, casi<br />

nadie se acuerda. (…) Los miembros<br />

de la Bordkameradschaft Panzerschiff<br />

Admiral Graf Spee (Círculo de camaradería<br />

del Graf Spee) hemos enviado<br />

una carta al embajador de Uruguay en<br />

Argentina, Alberto Volonté Berro, en<br />

la cual expresamos nuestro deseo de<br />

que el barco quede donde está. Nuestro<br />

capitán lo hundió en ese lugar, y<br />

ahí debe quedar. �<br />

Banderín. Original con el escudo<br />

de la familia von Spee.<br />

Sellos y matasellos<br />

Matasellos conmemorativos del 40 y el 50 aniversarios<br />

del hundimiento del Graf Spee, dibujados por Carlos<br />

Menck Freire.<br />

Otro Graf Spee. Buque escuela alemán bautizado con<br />

el nombre del acorazado, que visitó Montevideo en<br />

marzo de 1962. Como el Spee, también llevaba el escudo<br />

de Von Spee en la proa.


1 2<br />

4<br />

3<br />

UN SÍMBOLO MILENARIO<br />

La esvástica<br />

1. Hasta la llegada del<br />

comunismo, la Institución<br />

equvalente a la Cruz Roja en<br />

China utilizaba este símbolo.<br />

2. Templo budista en Seúl–<br />

Corea. 3. La esvástica según<br />

distintas culturas. 4. Póster de<br />

buena suerte norteamericano.<br />

Al escuchar la palabra «esvástica», la mayoría de<br />

las personas la relacionan con el nazismo, con<br />

Adolf Hitler, pero en realidad este no es un símbolo<br />

de invención nazi (empezaron a utilizarla en 1919).<br />

La esvástica tiene orígenes antiguos que la remontan<br />

a la Era de Bronce. Fue utilizada en la antigüedad<br />

como símbolo de prosperidad y buena<br />

fortuna, de paz y alegria.<br />

Está presente en monedas primitivas de la antigua<br />

Mesopotamia; también la utilizaron los egipcios,<br />

como representación del poder que cada ser<br />

humano posee en sí. Ha sido utilizada en el<br />

budismo, frecuentemente representada en el<br />

pecho del Buda (como símbolo de apertura de<br />

corazón, de realización espiritual); también está<br />

situada a la entrada de muchos templos, como<br />

símbolo benéfico y de protección.<br />

La esvástica está presente en la cultura de todos<br />

los continentes, excepto en Australia.<br />

Etimológicamente, la palabra esvástica es derivada<br />

del sánscrito hindú, procede del término swasti<br />

(o su asti), formado por la reunión del adverbio<br />

su (bien o bueno) y del verbo as como tercera<br />

persona del singular del presente indicativo: asti<br />

(ello es). La palabra esvástica significaba<br />

«conductivo al bien-estar».<br />

También se la conoce bajo la denominación de<br />

Cruz Gamada, pues su representación gráfica<br />

tiene cuatro brazos acodados como la letra<br />

gamma del alfabeto griego. �<br />

GENERAL FRANCISCO WINS<br />

[COMANDANTE DE LA II DIVISIÓN DEL EJÉRCITO]<br />

El museo de Sarandí del Yi<br />

EL NOMBRE OFICIAL DEL MISMO ES<br />

“Museo de la Batalla del Río<br />

de la Plata”, y la razón por la<br />

cual se encuentra aquí, en<br />

Sarandí del Yi, a 200 km de Montevideo,<br />

es que los tripulantes tanto del Tacoma<br />

como del Graf Spee, sobre todo los del<br />

Graf Spee que habían sido heridos en combate<br />

y fueron internados en el Hospital<br />

Militar, así como algunos tripulantes que<br />

por alguna razón permanecieron acompañando<br />

a esos heridos, se quedaron en<br />

el país y fueron internados en este lugar.<br />

[...] Es bueno aclarar algunos términos<br />

que se confunden en el uso: acá no hubo<br />

prisioneros de guerra , esa es una terminología<br />

que surge de aquellas personas<br />

que resultan detenidas como consecuencia<br />

de un enfrentamiento de países que<br />

están en una conflagración y son enemigos,<br />

ese no era el caso de Uruguay.<br />

[...] Uruguay era un país neutral y sobre<br />

la base de esa neutralidad fue que manejó<br />

esa situación incluso un poco dramática<br />

que ocurrió en nuestras aguas territoriales<br />

y que con una gran habilidad diplomática<br />

pudimos sortear.<br />

Digo esto porque el papel que jugó un<br />

país pequeño como el nuestro fue de<br />

mucha dignidad, más allá de lo que pueda<br />

merecer cualquiera de las partes. Porque<br />

evidentemente quizás ni el gobierno de<br />

Gran Bretaña se haya quedado absoluta-<br />

mente conforme, y el gobierno de Alemania<br />

tampoco. Se ha dicho por ahí que quizás<br />

el Uruguay era más proclive a Gran<br />

Bretaña que a Alemania. Lo cierto es que<br />

este era un país neutral y manejó la neutralidad<br />

de una manera habilidosa y digna.<br />

Cuando Uruguay dejó de ser neutral fue<br />

necesario tomar ciertas medidas de mayor<br />

seguridad, ya que en todo este episodio del<br />

Graf Spee como muchas veces se dice, hubo<br />

una gran guerra diplomática y Uruguay<br />

debió actuar a la altura de la misma.<br />

[...] El 23 setiembre de 2002 se inauguró<br />

la primera parte del reciclaje. El museo ha<br />

sido declarado patrimonio histórico nacional.<br />

Para reciclarlo, hicimos ladrillos iguales<br />

a los de la construcción original. En<br />

una sala tenemos las publicaciones que se<br />

han escrito sobre la Batalla del Río del a<br />

Plata, así como los de los personajes que<br />

de una u otra manera intervinieron en la<br />

misma. Rasenack, por ejemplo, nos donó<br />

el libro dedicado por Millington Drake.<br />

También reeditamos el Libro Azul en coordinación<br />

con el Ministerio de Relaciones<br />

Exteriores y el museo naval, que es la<br />

versión de la historia relatada según nuestra<br />

Cancillería.<br />

[...] El capitán Rasenack también donó parte<br />

de su uniforme. Cuando volvió a Alemania<br />

con un pasaporte falso lo dejó en casa<br />

de un amigo, al volver a Argentina lo recuperó<br />

y luego lo donó al museo. �<br />

Ilustración original<br />

y sello. Ilustración<br />

realizada por Menck Freire<br />

del cuartel de Paso del<br />

Rey, Monumento Histórico<br />

Nacional de Sarandí del Yi<br />

para la edición del sello.<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

4


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

5<br />

Modelo a escala del Graf Spee. Fue construido por<br />

Heins Heerlein (en la foto), ex tripulante del Spee.<br />

Maquetas en internet:<br />

www.bismarck-class.dk<br />

www.steelnavy.com/ISGraf.htm<br />

www.marinemodell-fotoarchiv.de<br />

www.igs-kriegsschiffmodellbau.de<br />

Las maquetas del Graf Spee<br />

EL MUNDO DEL MODELISMO ES UN MUNDO apar-<br />

te. Quienes se dedican a construir maquetas<br />

son fieles cultores de un arte que requiere<br />

disciplina y paciencia, además de<br />

meticulosidad.<br />

Hay miles de maquetas del Graf Spee a lo<br />

largo y ancho del mundo, hay empresas<br />

que se dedican a venderlas, pero también<br />

están aquellos que se dedican a elaborarlas<br />

ellos mismos, en madera o en metal. Están<br />

los que le agregan motores y sueltan sus<br />

obras a navegar (por lo menos en piscinas<br />

y estanques), y están los que no pueden<br />

resistir la tentación de tripularlas y buscan<br />

la manera de hacerse al agua dentro de ellas.<br />

En Uruguay, Dimas Izquierdo es un reconocido<br />

exponente de esta «comunidad»<br />

de maquetistas artesanales.<br />

Dimas trabajó durante más de cuarenta<br />

años en su Graf Spee de 3,30<br />

metros. Los fines de semana, saca dos<br />

caballetes y lo exhibe orgulloso en la puerta<br />

de su casa en la Curva de Maroñas.<br />

Dimas cuenta de dónde viene su afición:<br />

«Yo lo vi personalmente al barco. Yo<br />

tenía 12 años cuando el Graf Spee<br />

llegó al puerto. Lamentablemente no<br />

pude verlo el día de la partida, fuimos<br />

con mi padre y mi madre, los tres. Entonces<br />

yo le pedí a mi padre para ir a dar una<br />

vuelta en lancha, para ver de cerca el barco.<br />

La lancha valía 10 centésimos, y mi padre<br />

me los negó: ‘Mirá si te voy a dar 10 centésimos,<br />

mañana comés con esa plata’. En-<br />

tonces me dio mucha bronca y empecé a<br />

embromar con que me apretaban los zapatos,<br />

que quería volverme. Y ese fue el<br />

motivo por el cual me quedé sin verlo,<br />

aunque sí escuché las explosiones».<br />

Cuando sacaron los cañones del Graf Spee,<br />

dos de los ex tripulantes estuvieron en su<br />

casa para apreciar su obra: «Acá en la calle<br />

a veces paran varios autos para mirarlo.<br />

Hubo un día que me quedé ronco de tanto<br />

hablar. También estuvo exhibiéndose<br />

en el shopping<br />

Maqueta del Graf Spee<br />

de 3 m de largo. Dimas<br />

Izquierdo, su autor, invirtió<br />

40 años en su<br />

construcción.<br />

Ahora la saca a la puerta<br />

de su casa para que la<br />

gente la admire.<br />

Graf Spee para todos los gustos. Maquetistas y aficionados han<br />

dado rienda suelta a su imaginación a la hora de construir sus<br />

propias versiones del acorazado.<br />

de Punta Carretas y en el Palacio Legislativo».<br />

En cuarenta años ha ido perfeccionándolo,<br />

actualmente lo tiene a la venta (55.000<br />

pesos uruguayos): «De a poco le he ido<br />

arreglando los detalles, y la verdad es que<br />

está muy bien. Le aseguro que no hay ninguna<br />

maqueta de este tamaño en todo el<br />

Uruguay». �<br />

FOTOGRAFÍA: PABLO PORCIÚNCULA


TESTIMONIO<br />

[EDUARDO CASANOVA DELFINO]<br />

Aquellas horas<br />

de asombro<br />

Ese día de mis 9 años viví la primera<br />

experiencia náutica en una lanchita<br />

que mi padre y otros periodistas<br />

alquilaron. Sentados en banquetas<br />

largas, todos guardábamos un comportamiento<br />

circunspecto. Éste obedecía tanto a la urbanidad<br />

que tenía que observarse en cualquier reunión,<br />

solemne o no, fuera en las escuelas o en misa, o<br />

en biógrafos de barrio, en los cuales cuando se<br />

apagaban las luces con la consiguiente algarabía<br />

porque comenzaba la función, callábamos expectantes<br />

con la primera película.<br />

Y la figura del «acorazado de bolsillo» se agigantó<br />

súbitamente sobre las aguas verde esmeralda del<br />

antepuerto. Se nos vino encima, gris, ni muy<br />

plomizo ni perlado. Tenía reflejos de plata. Era el<br />

color del acero...<br />

Junto a la borda mi padre me abrazaba.<br />

Los murmullos se atenuaron.<br />

En el vaporcito latían nuestros asombros ante la<br />

fortaleza vulnerada en aquel enorme agujero, de<br />

bordes dentados, desgarro parecido a una boca<br />

de caverna y que como en un cuento de piratas,<br />

estaba a pocos centímetros de la superficie.<br />

Nos deslizábamos lentamente, rodeando al<br />

poderoso mal herido, cuando aquel silencio<br />

dramático fue rasgado por un trabajo.<br />

Sobre la cubierta orientada al Oeste calentada por<br />

el sol, algunos marineros de blanco fajinaban con<br />

escobillones. Unos lavaban y otros tendían sobre<br />

la barandilla de retén las colchonetas que se<br />

escurrían, marcadas con enormes manchones<br />

oscuros de la sangre derramada.<br />

Los veíamos trabajar, pero como en una película<br />

sin sonido, con una cadencia de cámara lenta.<br />

Súbitamente y por un brevísimo instante, un influjo<br />

nos suspendió contemplándonos ellos y<br />

nosotros. Sentí el abrazo fuerte de mi padre, que<br />

me susurró: —M’hijo, apenas son unos<br />

mocitos...–<br />

Uno de ellos, hoy lo pienso, tal vez el más audaz,<br />

se quitó su gorra con dos cintas negras, como<br />

colita de golondrina y nos saludó con una<br />

reverencia. Su casco de rubio sajón brilló un<br />

instante al sol de aquel uruguayo mediodía.<br />

Ya finalizando las vueltas al gigante que dormitaba<br />

la cruenta batalla, todos desde la lanchita<br />

retribuimos aquel saludo juvenil agitando al aire<br />

nuestras manos como palomas al viento, en un<br />

augurio de paz bajo nuestro celeste cielo. �<br />

PARA SER UN MARINERO DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

habia que pasar unos exámenes<br />

bastante severos que duraban varios<br />

días. Uno tenía que conocer<br />

lo suficiente de historia y de geografía, por<br />

supuesto. Y después la forma de manejarse,<br />

de actuar ante situaciones complejas.<br />

Había una prueba en la que, por ejemplo, te<br />

tiraban un montón de objetos y te decían<br />

“componga algo de esto”. Entonces te tomaban<br />

el tiempo, y los objetos no eran juguetes,<br />

eran cosas bastante difíciles de armar.<br />

Miraba los objetos, y finalmente me daba<br />

cuenta de que cada uno calzaba con el otro<br />

y que juntos conformaban una pieza, un<br />

aparato, algo con sentido.<br />

A pesar de lo duro de las pruebas físicas –<br />

había que correr, saltar y efectuar ejercicios<br />

que requerían mucho esfuerzo físico– el<br />

soldado no era un súbdito, sino que era un<br />

muchacho que significaba algo, porque llegar<br />

a la marina en aquel entonces no era<br />

una cosa así nomás.<br />

[...] En 1937 estuvimos en la coronación<br />

del rey Jorge VI, allí había dos cruceros pesados<br />

rusos, y a nadie se le ocurría decir “los<br />

barcos bolcheviques”. Decíamos rusos, al<br />

igual que a nosotros nos decían alemanes,<br />

no nos decían “barco nazi”. En aquel tiempo<br />

con Inglaterra hubo un contacto muy amistoso.<br />

En el 37, cuando estuvimos en Lon-<br />

HANS EUBEL<br />

[EX TRIPULANTE DEL <strong>SPEE</strong>]<br />

Los días<br />

acorazados<br />

H. Eubel y señora.<br />

Portada de «Reincarnation».<br />

Disco de la banda metalera uruguaya Graf Spee<br />

editado en 1989 por el sello Orfeo. El grupo estaba<br />

formado por Víctor Rueda, Luis «Barbas» Spósito,<br />

Luis Linfa y Diego García; entre la docena de temas<br />

trash figura un obvio Self Destruction.<br />

dres, no teníamos oportunidad de pedir una<br />

cerveza y pagar por ella, no nos dejaban. Uno<br />

podía comer, pedir lo que quisiera y para la<br />

tripulación alemana todo era gratis.<br />

[...] Nosotros muchas veces recibíamos las<br />

visitas de los oficiales de Hitler. Hay un cuento<br />

muy gracioso de la vez que Goering quiso<br />

inspeccionar el telémetro; como era muy<br />

curioso quería ver como funcionaba.<br />

Goering era más bien redondo. Entonces el<br />

hombre abrió la tapeta de arriba e intentó<br />

meterse pero no pudo entrar, y quedó medio<br />

trancado, tampoco podía salir, y en ese<br />

momento pasaba por allí un teniente e hizo<br />

una broma. Goering se ofendió muchísimo,<br />

lo quedó mirando con cara de furia.<br />

Nosotros teníamos que hacer fuerza para<br />

no reírnos, una sonrisa nos hubiera costado<br />

carísima.<br />

[...] Aquí en Montevideo había gente que<br />

tenía simpatía hacia nosotros y también había<br />

gente de oposición, por supuesto. Yo creo<br />

que la influencia de la prensa era bastante<br />

negativa porque la descripción del barco era<br />

“el crucero nazi”. Hoy en día todavía escriben<br />

“el barco nazi”. Eso es una cosa que no tiene<br />

nada que ver con política ni nada, es un barco,<br />

un barco de guerra que usaba la bandera<br />

del país en determinada circunstancia histórica.<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

6


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

7<br />

Banderín. Encuentro<br />

de camaradería de los<br />

tripulantes de los<br />

buques de la batalla<br />

del Río de la Plata al<br />

conmemorarse el<br />

cuarenta aniversario de<br />

la misma.<br />

[...] La internación no fue ningún placer, se lo<br />

aseguro, aunque la isla Martín García era bastante<br />

linda; durante aquel período, más allá de<br />

la camaradería, seguía corriendo la verticalidad.<br />

Los grados estaban. Uniforme no se usaba;<br />

cada uno tenía su camisa y blue jean. Era lo<br />

que se compraba en gran cantidad para toda la<br />

tripulación, así que solamente se veía la cara.<br />

[...] Había seis barracas en tres compartimentos.<br />

En cada barraca vivían más o menos 60<br />

personas. Dormíamos en camas militares,<br />

esas camas dobles.<br />

Nosotros tratábamos de tener la mayor actividad<br />

posible. Se hacía bastante deporte y<br />

bueno, se construyeron gallineros, se construyeron<br />

varias cosas útiles; como por ejemplo,<br />

una cabina de baño con seis duchas.<br />

También la cocina la construyeron los internados.<br />

Los elementos de la cocina venían<br />

poquito a poco, se permitió que trajeran una<br />

cocina por lo menos de cuatro metros de largo<br />

que mandaba la firma Orbis de Buenos<br />

Aires, que eran alemanes. Mandaron esa cocina<br />

y las tuberías, los caños con los que se<br />

armaban unas serpentinas de agua caliente<br />

para la ducha. Y efectivamente, todas las tardes<br />

yo podía ducharme porque había suficiente<br />

agua caliente. Era agua de río pero más<br />

o menos limpia, más o menos depurada». �<br />

ANTONIO CARUSO<br />

El lugar correcto<br />

en el momento indicado<br />

EL ARCHIVO ‘CARUSO’ REPRESENTA cincuenta<br />

años de historia gráfica del<br />

Uruguay, al que además se suman<br />

colecciones y donaciones, como<br />

por ejemplo el archivo de Cine, Radio,<br />

Actualidad lo tenemos completo. En el archivo<br />

hay cerca de ocho millones de negativos. Hay<br />

cincuenta mil fichas sobre las que está la base<br />

alfabética, por nombres , por hechos o lugares.<br />

[...] Papá trabajaba en el diario El Día, era el jefe<br />

de fotógrafos, y me acuerdo que pasó por casa<br />

a buscar ropa porque se iba a embarcar en el<br />

Stella Maris, un yate que tenía Lorenzo Batlle<br />

en Punta del Este. Ellos iban a salir desde allí a<br />

presenciar la posible batalla entre el Graf Spee<br />

y los barcos ingleses. Una audacia sin límites si<br />

uno piensa que en realidad se estaba<br />

embarcando en un velero para ir a ver una batalla<br />

naval entre un acorazado y varios cruceros.<br />

Ellos iban con máquinas fotográficas que no<br />

tenían ni siquiera un teleobjetivo. Las<br />

máquinas que utilizaban por ese entonces<br />

eran unas Tropical Daumont, y<br />

lo máximo era una Leica<br />

con un lente de 135<br />

mm. Cuando me<br />

enteré de eso,<br />

con 9 años de<br />

Antonio Caruso.<br />

Escollera Sarandi. Más de 250.000<br />

personas esperaban expectantes una<br />

batalla.<br />

edad, me puse a llorar, y le decía a mi mamá<br />

que no lo dejara ir porque se iba a ir a la<br />

guerra y se podía morir. Al final no salieron<br />

en el velero, supongo que porque el Graf<br />

Spee no presentó batalla finalmente, por lo<br />

que suspendieron la salida.<br />

Me acuerdo que era una tarde preciosa de<br />

diciembre.<br />

[...] Aunque haya sido un corsario, un barco<br />

nazi, hay una foto del Graf Spee que me da<br />

mucha tristeza, y es esa en la que tres días<br />

después están las planchas todavía calientes,<br />

luego que se extinguió el fuego. Uno se<br />

imagina lo que debe haber sido eso, y el<br />

coraje de los fotógrafos para acercarse a esa<br />

mole hirviente y sacarle fotografías.<br />

[...] La foto de la escollera fue tomada de la<br />

faroleta que está en la punta. Para ser<br />

fotógrafo no basta con ser aventurero, hay<br />

que ser ágil. Con el “permiso” y el codo, los<br />

fotógrafos aprenden, en mítines, actos<br />

políticos o manifestaciones, a caminar entre<br />

la gente y situarse en el lugar correcto y en<br />

el momento indicado para obtener la imagen<br />

deseada. Los que son difíciles con el codo<br />

son los policías.<br />

[...] Hay unas fotos que documentan el<br />

entierro de los marinos , en la que aparecen<br />

muchos civiles uruguayos haciendo el<br />

saludo nazi, y la pregunta que surge<br />

naturalmente es ¿tantos “simpatizantes”<br />

había? �


ELSA UHRIG DE GRÜNOW<br />

Amor en tiempos<br />

de guerra<br />

DIEGO M. LASCANO<br />

YO NACÍ EN URU-<br />

GUAY, pero mis<br />

padres eran<br />

alemanes.<br />

Cuando llegó el<br />

Graf Spee, después<br />

de la batalla,<br />

lo primero<br />

que hicieron<br />

fue ir al hospital para ver si había algún<br />

pariente entre los muchachos.<br />

Me llevaron. A mí no me gustaba, no quería<br />

ir, yo tenía 14 años y hablaba alemán<br />

perfectamente. (…) Entonces lo veo a<br />

Helmut todo tembleque, nervioso. Nos pusimos<br />

a conversar, le conté todo de mi colegio,<br />

de mis padres, hasta que sonó la campanilla<br />

de que había terminado la visita.<br />

-¿Usted va a volver?<br />

-No sé …<br />

«Un Titanic<br />

en la puerta de casa»<br />

(…) Y así empecé a ir seguido. Cuando<br />

no iba yo iba mi papá. Mi madre hacía<br />

postres y me los daba para llevárselos.<br />

[...] En determinado momento había que<br />

conseguirles alojamiento a los muchachos<br />

porque todavía no tenían la quinta. Yo le<br />

conseguí a Helmut con unos alemanes<br />

que vivían cerca de mi casa. Ahí pasó un<br />

mes y pico, hasta que fueron todos a la<br />

quinta, y nosotras visitándolos sábados y<br />

domingos de dos a seis. Estuvieron en la<br />

quinta unos cuatro años. Salían todos los<br />

días de dos de la tarde a diez de la noche.<br />

[...] Cuando llegamos ese sábado, ya se sabía<br />

que algo raro iba a pasar, pero no teníamos<br />

conciencia de que iba a ser tan<br />

rápido. Habían unos camiones enormes<br />

en la vereda, y no nos dejaban entrar. Luego<br />

los muchachos empezaron a salir y se<br />

subieron a los camiones que los llevaban a<br />

la Estación Central. Nos hicimos adiós, y<br />

cuando llegué a mi casa no sé, creo que<br />

lloré y les conté a mis padres lo que pasó.<br />

[...] Al principio no teníamos comunicación,<br />

hasta que se supo que podíamos entrar,<br />

entonces unas cuantas nos juntamos<br />

para ir juntas en el motocar, que llegaba<br />

en tres horas a Sarandí del Yi, cuando teníamos<br />

que ir en ferrocarril eran como<br />

CUANDO LOS EFECTOS DE LA EXPLO-<br />

SIÓN de una granada alcanzan la<br />

cofa de combate en la que estaba<br />

situado Langsdorff, él pierde el conocimiento<br />

por unos minutos. Hay toda una especulación<br />

a partir de eso. Él cambia de actitud a<br />

partir de ese momento. Ahí Langsdorff pide<br />

el informe de averías, se hace el informe de<br />

bajas, y además consulta con los oficiales las<br />

condiciones de navegación de la zona y solicita a los pilotos el informe<br />

de los puertos más cercanos. Ahí surge el puerto de Montevideo. La<br />

decisión tiene que ver con ese informe, que no se oficializa hasta<br />

mucho tiempo después, cuando Kay lo envía a Raeder. Y aunque en el<br />

mismo se hace una breve mención del hecho, la decisión de Langsdorff<br />

se adjudica al problema de los motores.<br />

[...] Para el libro (“Historia en imágenes del acorazado alemán”) yo hice<br />

una reconstrucción fotográfica día a día. Por la posición de la luz<br />

solar, por la posición del barco, fui estudiando y definiendo de que día<br />

es cada foto. Con todo el material que tenía pude hacer eso.<br />

cinco o seis horas. Al llegar al cuartel teníamos<br />

que ir a una dependencia de los oficiales<br />

uruguayos a mostrar lo que llevábamos.<br />

Había entrada desde las ocho de la mañana<br />

hasta las seis de la tarde. Podíamos comer<br />

ahí, nuestros “anfitriones” o sea los muchachos,<br />

pagaban un tique y nos invitaban a<br />

comer. La comida la hacía el cocinero del<br />

Tacoma. Como no se acostumbraban a la<br />

polenta y al guiso del cuartel, entonces le<br />

daban los ingredientes y él cocinaba.<br />

[...] Yo no era casada con Helmut, me tenía<br />

que inventar un hijo. Entonces le dije<br />

al abogado que estaba embarazada. Nunca<br />

sabré si lo creyó o no, pero fuimos a<br />

hablar con el ministro que escuchó todo,<br />

y dijo que iba a dar la orden de que al día<br />

siguiente Helmut pudiera ir a anotarse al<br />

Registro Civil. Aunque no nos casáramos,<br />

con anotarse sería suficiente antes de que<br />

se fuera el barco, faltaban tres días. Rebajé<br />

como cinco kilos en esos días, ya hacía<br />

siete años que estábamos juntos. (…)En<br />

los últimos días de agosto se iniciaron los<br />

traslados. Era una orden del estado uruguayo.<br />

Yo estaba con mis padres, en Rocha,<br />

sentada en la cocina, y de pronto escucho<br />

un camión que para en la puerta<br />

de casa. De adentro del mismo salió<br />

Helmut, con la noticia de que estaba libre.<br />

�<br />

Diego M. Lascano. Nació en Córdoba, Argentina.<br />

Es investigador y escritor especializado en el Graf<br />

Spee. Además se ha destacado como realizador<br />

y productor independiente de video.<br />

Con el Arado por ejemplo, logré toda la reconstrucción de<br />

cuando la lancha de la ANP se va llenando con las piezas<br />

desmanteladas. Esa lancha después va al puerto. Lo que no<br />

se sabe es qué es lo que pasó con todo eso, que quedó en el<br />

depósito de la Armada. Además está todo el material de los<br />

heridos que se bajó; camillas, bolsas con uniformes, todo<br />

eso desapareció con el tiempo. Incluso en 1989 aparecieron<br />

cosas malhabidas que eran propiedad de la Armada.<br />

[...] Tener al Graf Spee frente al puerto de Montevideo es<br />

como tener un Titanic en la puerta de casa. �<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

8


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

9<br />

1<br />

1. Coy<br />

Hamaca utilizada para dormir.<br />

Los coys fueron utilizados para<br />

bajar a los muertos y heridos al<br />

llegar a Montevideo.<br />

Trozo ozo de de br bronce. br bronce.<br />

once.<br />

Parte de la pieza que<br />

indica la posición del<br />

cañón respecto al<br />

barco. Salió enganchada<br />

al cañón que se<br />

recuperó en 1997.<br />

2. Sable de oficial naval<br />

Los oficiales portaban un sable<br />

similar al de la foto. El sable<br />

del capitán Langsdorff fue<br />

entregado a la viuda en 1979.<br />

3. Binoculares<br />

de Langsdorff<br />

2<br />

3 4<br />

5<br />

7<br />

4. Binoculares<br />

Parte del sistema óptico de<br />

puntería de superficie.<br />

5. Parte de la mesa<br />

de cálculo<br />

Este aparato llamado<br />

Windbogen permitía incluir en<br />

el cálculo la influencia del<br />

viento sobre el vuelo de la<br />

granada. Poseía platinas de<br />

aluminio intercambiables de<br />

acuerdo a la pieza que se<br />

disparaba. La platina en la<br />

pieza corresponde a la granada<br />

de fragmentación de 28 cm.<br />

Chapa Chapa de de identifica- identificaidentificación. ción. ción. Cuando el soldado<br />

moría se quebraba dividiendo<br />

la pieza en dos. Se<br />

llevaba colgada al cuello.<br />

6. Chapa de fábrica del<br />

sistema estabilizador del<br />

telémetro de 10,5 m<br />

En la inscripción se lee:<br />

Kreiselgeräte (firma) GmbH.<br />

También se indican las<br />

revoluciones en que se mueve<br />

el giróscopo y la potencia del<br />

motor.<br />

7. Cápsula de granada<br />

de 2,0 cm<br />

8. Lamparilla<br />

6<br />

8<br />

Chapa Chapa de<br />

de<br />

blindaje<br />

blindaje<br />

[10 [10 mm]. mm]. Trozo<br />

de ubicación<br />

desconocida.


GISELA MEDINA<br />

Custodiando la memoria<br />

CUANDO YO LO CONOCÍ, EN 1957,<br />

era primer maquinista. Él trabajaba<br />

en el puerto. Luego<br />

estuvo un tiempo trabajando<br />

en los remolcadores, y más adelante,<br />

en 1960-61 empezó a viajar lejos, el mar<br />

tira. En ese entonces escribió el libro<br />

“Siete lunas en Kuwait” y un poco después<br />

vino “Por tres océanos”.<br />

[...] El museo abrió sus puertas el 18 de<br />

noviembre de 1988, pero no podía continuar<br />

abierto luego de la muerte de mi<br />

esposo por la sencilla razón de que no<br />

había nadie que realmente pudiera saber<br />

qué eran ni de qué formaban parte<br />

la enorme cantidad de piezas que había<br />

por ahí. Eso no estaba escrito en ningún<br />

lado, solo él lo sabía. El museo era<br />

“su”obra y mientras estuvo abierto al<br />

público siempre estuvo atendiéndolo él.<br />

[...] Cuando escribió el libro “Tumbas<br />

en el Río de la Plata”, tuvo problemas<br />

para editarlo en<br />

Gisela Medina<br />

su forma original. El libro originalmente<br />

no era una novela, pero las autoridades<br />

militares de la época no deseaban que se<br />

ventilaran temas como la relación del Graf<br />

Spee con el Tacoma, porque Uruguay se<br />

quedó con él (el Tacoma), todo eso da<br />

Omar Medina<br />

lugar a dudas todavía. Hubo unas partes<br />

del original del libro que Pivel Devoto tuvo<br />

escondidas en su casa, así como varios<br />

otros documentos que involucraban al<br />

Graf Spee, debido a que él estaba embarcado<br />

y yo estaba sola acá en casa. El problema<br />

es que si hacían un allanamiento acá no<br />

quedaba nada, y a mí y a mis hijos nos<br />

podían hacer quién sabe qué cosa. Pero lo<br />

cierto es que reescribió el libro en forma<br />

de novela y finalmente lo publicó.<br />

Los personajes del libro son “casi” reales.<br />

Algunos, increíblemente reales. Ninguno<br />

figura con sus nombres reales.<br />

Actualmente hay una editorial interesada<br />

en volver a publicarlo.<br />

[...] Él tuvo apoyo económico institucional<br />

por un tiempo, recibía mil pesos por mes,<br />

pero cuando la crisis financiera de 2002, el<br />

ministro de Economía decidió quitárselos.<br />

Eso lo amargó muchísimo, porque realmente<br />

no teníamos ningún otro apoyo de<br />

nadie.<br />

[...] Los objetos del Spee, según el deseo de<br />

mi marido, fueron, en sus últimas semanas<br />

de vida, en venta al museo naval. La<br />

gran mayoría de las cosas fueron a dar<br />

allí. Prácticamente todo lo que tiene el<br />

museo del Spee pertenecía a mi marido.<br />

�<br />

«Último ejemplar». Inscripción en el<br />

interior del libro Tumbas en el Río de la<br />

Plata, de Omar Medina, editado en<br />

diciembre de 1969.<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

10


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

11<br />

Los horrores de la batalla<br />

Rolf piensa y se alegra de que<br />

todo ha terminado y que se van<br />

de regreso a Alemania, tal vez<br />

en busca de ayuda; pero, para<br />

su desilusión, un instante más tarde la<br />

proa del “Spee” vira en redondo, atravesando<br />

su propia cortina de humo que había<br />

dejado a popa.<br />

[...] Los cañones volvieron a lanzar sus<br />

cargas mortíferas y el de Rolf, dirigido a<br />

control manual hizo certero impacto en<br />

uno de los cruceros británicos, volando un<br />

palo entero del “Ajax”, causando más hilaridad<br />

que gozo en la tripulación del acorazado,<br />

que rememoraba las antiguas<br />

luchas navales en las que se suponía el<br />

más grande orgullo arrasar los palos del<br />

barco enemigo.<br />

El desorden en cubierta es increíble, ruedan<br />

trozos de maderos, de muebles, de cabos,<br />

tanques y lonas. La cubierta de pulida<br />

madera dura, deja ahora correr sangre,<br />

los restos de ropas con trozos de carne,<br />

pedazos de uniformes, hilos de antenas y<br />

mangueras de agua atascando todo, mientras<br />

el barco vuelve a toda máquina hacia<br />

el Sur, a desafiar obstinadamente a<br />

sus contenedores.<br />

En los peldaños de las escaleras van quedando<br />

las huellas de zapatos ensangrentados<br />

y puertas, mamparos y pasamanos<br />

se van tiñendo de rojo. De los catres<br />

colgados meciéndose con los rolidos, gotea<br />

el líquido espeso que va dibujando<br />

caprichosas figuras en el piso al<br />

coagularse con el calor.<br />

Rolf, mudo y tembloroso, agacha la cabeza<br />

sobre su cañón y quisiera olvidarse de<br />

todo, su pensamiento vuela desde Kiel hasta<br />

Altona y salta sobre el Atlántico hasta el<br />

enigma de Montevideo; piensa en Helga,<br />

recuerda a Heinz; su torturado espíritu se<br />

abate por un instante, y quiere renunciar a<br />

la lucha, pero entreabre los ojos y se encuentra<br />

encerrado en la coraza de su cañón<br />

junto a sus mudos compañeros de<br />

martirio, a quienes les está vedado salir ni<br />

siquiera aun a prestar auxilio a aquellos<br />

que claman allí cerca.<br />

Él está allí en su puesto de combate y allí<br />

se debe mantener hasta el fin cumpliendo<br />

con su deber.<br />

Afuera, a la luz del sol, sus compañeros<br />

se mueren, deshechos, triturados y él, bien<br />

defendido por el espeso acero, tiene su<br />

uniforme impecable; siente una amargura<br />

profunda, se reprocha de miedoso,<br />

de cobarde y quisiera salir a enfrentar<br />

las granadas a pecho abierto, con el<br />

alma de afuera, a gritar al cielo azul su<br />

odio por el enemigo y si fuera necesario<br />

a morir allí a la vista de todos, frente al<br />

mar indiferente, apacible y hermoso,<br />

que parece ignorar su tragedia.<br />

Una ira sorda y calcinante le acomete;<br />

se para, se muerde los labios, grita, insulta<br />

y llora; los músculos se le contraen<br />

y aprieta los volantes, gimiendo.<br />

[...] El jadeante acorazado se dirige hacia<br />

el Sur y al cruzar entre los dos enemigos<br />

una lluvia de granadas incendiarias<br />

y perforantes cae abordo.<br />

En ese crucial instante, se ordena a toda<br />

la artillería hacer fuego y el pesado acorazado<br />

se estremece, como si quisiera<br />

levantarse del mar, como un dragón<br />

herido.<br />

El infierno se ha desatado abordo; fuego,<br />

humo, gases, olores y gritos afectando<br />

todos los sentidos, aquí y allá hombres<br />

revolcándose de dolor y muchos<br />

arrastrándose a la borda, buscando el<br />

fin de su suplicio.<br />

La granada que penetró en la coraza del<br />

cañón de Rolf obró sobre él como si en su<br />

cerebro le hubiera explotado una bomba.<br />

Un silbido agudo, una explosión seca y<br />

los pedazos de acero que se diseminan<br />

en todos los sentidos.<br />

Extracto de Omar Medina*<br />

[...] Rolf, el marinero artillero, sintió de<br />

pronto como si le dieran un latigazo en la<br />

pierna derecha, un intenso calor le subió<br />

por el estómago al pecho. Cuando le llegó al<br />

cerebro, sus manos ya no tenían fuerzas, se<br />

desplomó al piso, sintió que el cañón giraba<br />

enloquecido y creyó que era noche estrellada.<br />

Una rápida inyección de morfina lo despertó<br />

y un grito terrible partió de su garganta,<br />

sus manos se aferraron a la camilla<br />

y su rostro se deshacía en gestos de dolor.<br />

Fue llevado abajo, casi de arrastro, hasta el<br />

comedor que hacía de enfermería y tendido<br />

sobre una mesa.<br />

El médico examinó la pierna y con rápidos<br />

movimientos de bisturíes y tijeras iba<br />

seccionando lo que colgaba; piel, carne y<br />

huesos que sobresalían del muslo desnudo<br />

fueron cortados. Un pañuelo en la boca<br />

impedía que se mordiera la lengua, pero la<br />

pérdida de sangre era tal que su piel tostada<br />

se había vuelto blanca y fláccida.<br />

[...] El médico hizo señas al enfermero de<br />

que le hablara al oído y éste lo hizo en voz<br />

baja.<br />

–Sea valiente camarada. Vamos rumbo a<br />

Montevideo… en pocas horas estaremos<br />

allá…<br />

[...] �<br />

*Del libro “Tumbas en el Río de la Plata<br />

(La tragedia del Graf Spee)”.<br />

Omar Medina; Montevideo, diciembre de 1969.


Héctor Bado.<br />

Imagen tomada durante el<br />

rescate del cañón en 1997.<br />

HÉCTOR BADO<br />

Inmerso en el rescate<br />

La empresa no busca vender pieza<br />

alguna. No busca desmembrar<br />

el Graf Spee. Lo que busca es sacar<br />

el barco entero para regocijo<br />

propio. Lo que nosotros vamos a ganar, lo<br />

vamos a ganar a través de nuestro trabajo<br />

en la operación. Hoy, lo que estamos tratando<br />

de hacer es que las empresas alemanas<br />

que todavía subsisten y participaron en la<br />

construcción del barco, participen de la restauración.<br />

Cuando el barco o las partes queden<br />

restauradas (porque existe la posibilidad<br />

de que los presupuestos no den para<br />

sacar todo el barco), la mitad es del estado<br />

uruguayo y la otra mitad es nuestra, y ahí lo<br />

expondremos, cobraremos una entrada, se<br />

lo venderemos al estado, pero que quede<br />

claro que no es nuestra intención lucrar<br />

con el barco físicamente. Mucho menos lle-<br />

Bajo el agua:<br />

Mástil de combate y parte del casco.<br />

[Reconstrucción mediante software de<br />

modelado 3D realizada por Thomas Schmidt]<br />

varlo fuera del país. Lo que sí es posible que<br />

hagamos, en función de la cantidad de fierros<br />

(son 12.000 toneladas) que vamos a<br />

sacar, es vender algunos de éstos para financiar<br />

el mantenimiento del mismo.<br />

[...] ¿Tenía que venir un “anormal”, un<br />

“jodedor” como Bado a acordarse de que el<br />

Graf Spee existía? Ahora vienen las críticas<br />

¿Y por qué no se metieron ellos abajo<br />

del agua, por qué no lo sacaron ellos, por<br />

qué no pidieron el barco ellos? Nadie se<br />

acordó de los barcos hundidos hasta que<br />

alguno encontró un barco hundido. La<br />

parte antropológica en Uruguay es lamentable,<br />

ahora se dieron cuenta de que el campo<br />

natural de expansión de la carrera en<br />

este país es el agua. Entonces empezaron a<br />

trancar a los particulares. Nosotros (la<br />

empresa) sin contar el Graf Spee, hemos<br />

invertido 6 millones de dólares ¿y cuánto<br />

recuperamos?… cero.<br />

¿Cuánto está dispuesto a poner el estado?…<br />

Todos sabemos que si el estado llega a invertir<br />

un dólar, cuando no tiene para comprar<br />

leche para un comedor de una escuela,<br />

acá se arma un lío de la masita, y es<br />

lógico que así suceda, porque en ese hipotético<br />

caso el lío lo armo yo.<br />

[...] ¿Por qué Mensun Bound no es el<br />

arqueólogo de esta empresa? Sencillamente<br />

porque la Comisión de Patrimonio no le<br />

revalida el título en Uruguay. Paso a recordarte<br />

que en Uruguay no hay arqueólogos.<br />

Una vez Bound me dijo algo que me quedó<br />

metido en la cabeza: “Que vos seas arqueólogo<br />

no significa que seas arqueólogo submarino.<br />

Tenés que aprender desde la A a la<br />

Z porque aunque los principios sean los<br />

mismos, la operativa es absolutamente<br />

otra”.<br />

[...] Sacar esas 12.000 toneladas de fierros es<br />

viable siempre y cuando consigamos los fondos.<br />

Los fondos estarían, pero hay que tener<br />

paciencia, estamos hablando de un proyecto<br />

de entre tres y cinco años para sacar el barco,<br />

después viene la restauración, y ustedes vieron<br />

el estado en el que salen las piezas.<br />

Desde el punto de vista técnico es totalmente<br />

posible. Cuando en la Primera Guerra la<br />

flota alemana se hundió en Scapa Flow, has-<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

12


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

13<br />

ta el año 30 sacaban los barcos panza arriba<br />

sin ningún problema, y eran barcos con un<br />

tonelaje muy superior al del Graf Spee. Por<br />

suerte, el barro en el que está enterrado ha<br />

servido para que el mismo se mantenga en<br />

las mejores condiciones de conservación. Si<br />

uno mira el telémetro, se aprecia claramente<br />

que la parte que estaba enterrada en el<br />

barro es la parte que está bien conservada.<br />

[...] El buceo en torno al Spee es muy complicado.<br />

Después de los tres metros de profundidad<br />

tenés un negro absoluto. Si en<br />

esas condiciones vos prendés una linterna<br />

y te la ponés en la máscara, tan solo llegás a<br />

ver un resplandor. En esas condiciones de<br />

oscuridad es muy fácil perder la ubicación<br />

espacial. Vos bajás agarrado al cabo de vida,<br />

que es sostenido por el tender que está en la<br />

superficie (que es tu segunda mitad), si vos<br />

lo perdés o lo soltás (el cabo), sencillamente<br />

fuiste. En el Spee no hay una segunda vez.<br />

Siempre tratamos de buscar el resplandor<br />

del sol.<br />

JOSEPH GILBEY<br />

Los motivos de Langsdorff<br />

EL GRAF <strong>SPEE</strong> DEBÍA ENTRAR EN UN<br />

puerto. En determinado momento<br />

de la batalla, el jefe de<br />

máquinas del Spee, el capitán<br />

Klepp, comunica a Langsdorff por teléfono<br />

que tenían un nuevo problema. Entonces<br />

Langsdorff se entrevista con Klepp,<br />

quien le comunica que tienen más o menos<br />

16 horas de combustible purificado<br />

para los motores. Langsdorff vuelve al<br />

puente y le dice a Wattenberg que deben<br />

entrar urgentemente a puerto, Buenos<br />

Aires o Montevideo, pero que deben entrar<br />

a alguno.<br />

Ese impacto es decisivo, y esto contesta la<br />

[...] En la etapa de búsqueda hubo días en<br />

los cuales llegábamos al lugar y nos teníamos<br />

que volver porque la corriente era<br />

de más de 5 nudos. Las condiciones abajo<br />

del agua cambian de un momento al otro.<br />

Bucear en el Graf Spee es muy gratificante<br />

cuando lo ves por lo menos mínimamente,<br />

pero cuando no lo ves es una experiencia<br />

de terror.<br />

[...] Una vez ubicado el telémetro con el<br />

sonar de barrido lateral, se colocó una boya<br />

aproximadamente encima de él de acuerdo<br />

al GPS (latitud y longitud). Al bajar, nada,<br />

el telémetro no aparecía. Entonces até un<br />

cabo a la boya y descendí. Una vez en el<br />

fondo di una vuelta circular de un metro,<br />

y nada, en la segunda vuelta (de 2 metros )<br />

me topé con él, semienterrado. Lo que vi<br />

fue un mamotreto (que abajo del agua se<br />

ve mucho más grande), y empecé a mirar<br />

los detalles, los brazos estaban allí. Ese día<br />

había «visibilidad», lo que quiere decir que<br />

se veía a medio metro. �<br />

Gilbey. Escritor de origen<br />

escocés radicado en Canadá<br />

y en Montevideo. Ha centrado<br />

la temática de sus libros en la<br />

personalidad del capitán<br />

Langsdorff.<br />

pregunta de Harwood del porqué de ese cambio<br />

en las decisiones de Langsdorff, que finalmente<br />

determinó su entrada al puerto<br />

de Montevideo. Los tanques diarios recibían<br />

el combustible purificado por ese sistema,<br />

en el que interviene el vapor a alta<br />

presión.<br />

El daño decisivo fue en una de las calderas<br />

auxiliares. En este espacio había dos calderas,<br />

bueno, en realidad productores de vapor.<br />

Uno era utilizado para el sistema<br />

antiincendios y el otro se relacionaba con el<br />

separador, para purificar el combustible, que<br />

se encontraba debajo del puente acorazado.<br />

Langsdorff no tenía otra opción. �<br />

ALFREDO ETCHEGARAY<br />

«El Spee es<br />

esencialmente<br />

historia»<br />

En el caso del Graf Spee, a mí la historia<br />

siempre me interesó; con paciencia, perseverancia,<br />

curiosidad, pasión y método<br />

fue que llegamos a este proyecto. El Graf<br />

Spee es uno de miles de naufragios, y se dio que<br />

cuando yo averigüé había una sola compañía que lo<br />

había pedido y tenía los derechos, Acindar. Ellos lo<br />

querían desguazar y vender por partes, entonces, el<br />

año pasado la Armada intimó a Acindar a que confirmara<br />

y dijeron que no les interesaba. A finales de julio<br />

me informaron que entrábamos nosotros.<br />

[...] El proyecto Graf Spee es una cooperativa donde<br />

diferentes técnicos y permisarios nos reunimos para<br />

hacer posible la extracción del barco.<br />

Los permisarios somos Felipe y Alfredo Etchegaray.<br />

Héctor Bado, con quien hemos trabajado juntos en<br />

varios naufragios del banco inglés, se acercó para<br />

aportar su know how.<br />

[...] Yo creo que ni una transmisión de mando tiene<br />

tanta publicidad como la tuvo el hecho de la extracción<br />

del telémetro. El volumen de promoción que ha<br />

salido de Uruguay a partir de esto es impagable. Son<br />

cientos de millones de dólares en publicidad. Me<br />

llamaron amigos de Oriente, de Sudáfrica, de Europa,<br />

en todas las cadenas, en todos los informativos.<br />

En la BBC de Londres, por ejemplo, tuvieron el máximo<br />

de rating. En Alemania en cambio se hicieron<br />

encuestas que arrojan que menos del uno por ciento<br />

de la gente tiene interés en sacar el Spee, les trae<br />

recuerdos de una época que fue negra para ellos,<br />

pero para los ingleses es un trofeo de guerra, por lo<br />

tanto les interesa mucho.<br />

[...] Siempre que uno produce una acción de trascendencia<br />

se produce un cisma y una reacción a<br />

favor y en contra, pero hay que poner en la balanza<br />

los positivo y lo negativo, y en este caso hay más de<br />

un 99 por ciento de cosas positivas en cuanto a la<br />

recuperación de valores históricos.<br />

Esto ha sido un gran homenaje a Langsdorff en el<br />

mundo entero. Ha sido elogiado como el caballero<br />

de los mares, y lo habrás leído en un montón de<br />

notas de medios de todo el mundo.<br />

[...] El tema del desfile estuvo fuera de nuestro control.<br />

Nosotros no fuimos consultados para la realización<br />

de dicho evento. Sin embargo, gracias al desfile<br />

las escenas del tango fueron para Europa. Si esa<br />

máquina de guerra –que es esencialmente historia–<br />

se deja abajo del agua, en unos años más no tendremos<br />

nada. Sí se pueden evaluar opciones sobre el<br />

destino y el uso que se le van a a dar a las piezas<br />

tenemos que estar de acuerdo en que antes de que<br />

se deteriore debemos rescatarlo. �


Bibliografía<br />

Koop, Gerhard, Schmolke / Klaus-Peter. Die Panzerschiffe der<br />

Deutschland Klasse. Bernard & Graefe Verlag, Bonn 1993.<br />

Lascano, Diego M. Historias de los Marinos del Graf Spee. Librel<br />

Editores. Uruguay 1998.<br />

Lascano, Diego M. Historia en Imágenes del Acorazado Alemán<br />

Admiral Graf Spee. Librel Editores. Uruguay 1999.<br />

Rasenack, F.W. Panzerschiff Admiral Graf Spee.<br />

Koehlers Verlagsgesellschaft, Hamburgo 1999.<br />

Schmalenbach, Paul. Die Geschichte der Deutschen Schiffsartillerie.<br />

Koehlers Verlagsgesellschaft. Herford 1993.<br />

Millington-Drake, Sir Eugene. El drama del Graf Spee y la Batalla del<br />

Rio de la Plata. Instituto de Publicaciones Navales, Buenos Aires 1966.<br />

Lyon, Hugh. The Encyclopedia of the World´s Warships. Salamander<br />

Books Ltd. London 1978.<br />

Laurence, Ricardo E. Desde Wilhelmshaven a Montevideo. Rosario 1992.<br />

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Almeida, Rony. Historia del Acorazado de bolsillo Almirante Graf<br />

Spee. Real, Buenos Aires 1977.<br />

Dick, Enrique R. Tras la estela del Graf Spee. Buenos Aires, 1996.<br />

Gral. Campos, Alfredo R. Un episodio de la Segunda Guerra Mundial<br />

en aguas territoriales de la República Oriental del Uruguay<br />

Vol. 5, Biblioteca Gral. Artigas, Centro Militar, Montevideo 1952.<br />

Gilbey, Joseph. Langsdorff del Graf Spee, Príncipe de Honor.<br />

Instituto de Publicaciones Navales, Bs. As. 2000.<br />

Macintyre, Donald. Seawarfare 1939–1945. Salamander Books Ltd.<br />

London 1975.<br />

Medina, Omar. Tumbas en el Río de la Plata (La Tragedia del Graf<br />

Spee). Tauro, Uruguay 1969.<br />

Bound, Mensun. Lost Ships. Simon & Schuster Editions, New York 1998.<br />

Stehr, Werner/Dreyer. Sigfried. Leichte und Mittlere Artillerie auf<br />

Deutschen Kriegsschiffe. Marine-Arsenal Sonderband S-18<br />

Podzun-Pallas-Verlag GmbH Alemania 1999.<br />

Millington-Drake, Sir<br />

Eugene. El drama del<br />

Graf Spee y la Batalla<br />

del Río de la Plata.<br />

Aguiar, Carlos A. Anécdotas de una misión.<br />

Biblioteca Gral. Artigas, Centro Militar, Montevideo.<br />

1. Abteilung Schiffsartillerieschule. Unterrichtstafeln fuer<br />

Geschuetzkunde. Band I Seeziel. Alemania 1942.<br />

Bordkammeradeschaft Panzerschiff Admiral Graf Spee. MK Hans<br />

Langsdorff im DMB “Spee-Info Nr. 16 “<br />

1. Quartal 2004.<br />

Harmuth, Gerhard/Schwalbe, Georg El Graf Spee en el Mar.<br />

Editorial Haz Buenos Aires 1954.<br />

Prensa<br />

El País: Ed.(16/11/89, 24/01/89, 16/12/89, 26/02/04, 22/05/88, 12/12/79, 13/<br />

12/79)<br />

El Día: Ed.(22/11/89)<br />

El Diario: Ed.(16/05/88)<br />

Búsqueda: Ed. (11/03/04)<br />

Posdata: Ed.(21/03/97)<br />

La Nación: Ed.(17/04/04)<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

14


Links recomendados<br />

2: Alejandro Sequeira [A.S.]. 3: Superior e inferior a la derecha_ De El drama del Graf Spee y<br />

la batalla del Río de la Plata de Sir Millington Drake. 4: Inferior_ A. S. 5: Superior_ De El drama<br />

del Graf Spee y la batalla del Río de la Plata de Sir Millington Drake. Inferior_ Pablo<br />

Porciúncula. 6: A.S. 7: Superior_ Archivo Caruso. 8 y 9: A.S. 10: Superior_ De uno de los libros<br />

de Medina. 11: De Especial: La Segunda Guerra Mundial. 12: Superior_ De Lost Ships de<br />

Mensun Bound.<br />

AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong> Fotografías [Datos+créditos]<br />

http://www.europa1939.com<br />

Portal dedicado al estudio de la historia Militar. [español]<br />

http://www.grafspee.com<br />

Sitio basado en el libro de Joseph Gilbey Prince of Honor sobre el Capitán Langsdorff. [inglés]<br />

http://www.histarmar.com.ar<br />

Sitio sobre Historia y Arqueologia Marítima con información sobre las batallas de Coronel y Malvinas. [español]<br />

http://digilander.libero.it/zioprudenzio/grafspee.html<br />

Página personal italiana con información sobre el Graf Spee. [italiano]<br />

http://www.militaria-house.com<br />

Uniformes, medallas, antiguedades y objetos militares. [alemán]<br />

http://www.german-navy.de<br />

Sitio con detalles técnicos, dibujos y maquetas de la marina alemana. [inglés]<br />

http://www.deutschemarine.de<br />

Sitio oficial de la Marina Alemana. [alemán]<br />

http://3dhistory.de<br />

Página con imágenes de barcos militares generadas en 3D. [ing.] [alemán]<br />

http://www.panzertruppen.org<br />

Historia de las Fuerzas Armadas Alemanas en la II Guerra Mundial. [español]<br />

http://www.warships1.com<br />

Datos Técnicos sobre buques de guerra de todas las nacionalidades. [inglés]<br />

http://www.schlachtschiffe.de<br />

Información sobre la Kriegsmarine con datos técnicos y foros de discusión. [inglés] [alemán]<br />

http://www.feindfahrten.de<br />

Foros de discusión sobre las diferentes Marinas Alemanas. [inglés]<br />

http://www.wtj.com<br />

Página de historia que contiene libros y archivos con información técnica marítima [inglés]<br />

http://www.bismarck-class.dk<br />

Perfiles técnicos, dibujos y maquetas de buques de guerra alemanes. [inglés]<br />

Omisión: en el fascículo VI [páginas 8-9] por problemas de edición faltaron en el esquema central<br />

las medidas del telémetro. Largo de tubo a tubo: 10,5 m y 6m de alto.<br />

2 m<br />

10,5 m<br />

Agradecimientos<br />

Héctor Bado, Alberto y Aldo Braida, Sergio Pronczuk, Thomas Schmidt, Mensun Bound, Joseph<br />

Gilbey, Alfredo Etchegaray, Diego M. Lascano, Capitán de Navío Ricardo Barbé, Personal del<br />

CEHIS Museo Naval, Mario Marotta, Antonio Caruso, Fernando Carlevari Librería DBD, Yamandú<br />

Vera y familia, Elvira Iglesia de Voulminot, Elsa Uhrig de Grunow, Coronel Carlos Aguiar Godiño,<br />

15<br />

Lucas Bordchardt, Ingeniero Luis Calderón, general Francisco Wins, Ernesto Zicari, Pablo<br />

Porciúncula, Alejandro Pantasis.<br />

6 m<br />

A L R E S C A T E D E L<br />

GRAF<br />

<strong>SPEE</strong><br />

<strong>TROCADERO</strong>.<br />

<strong>TROCADERO</strong>. <strong>TROCADERO</strong>. GabineteDDiseño. Diseño.<br />

Producción Editorial<br />

Email: gabinete@trocadero.com.uy<br />

Alejandro Sequeira<br />

Dirección de proyecto<br />

Investigación periodística<br />

Daniel Acosta y Lara<br />

Federico Leicht<br />

Editor responsable<br />

Federico Leicht<br />

Corrección<br />

Ana Cencio<br />

Coordinación gráfica<br />

Santiago Guidotti<br />

Modelado 3D<br />

Subte<br />

Diseño gráfico e infografías<br />

Trocadero<br />

Asesoramiento técnico e histórico<br />

Daniel Acosta y Lara<br />

Publicación<br />

El País Imp. EL PAIS D.L.N° 331.732<br />

1 2<br />

1 FOTO DE PÁGINA 2<br />

El telémetro es colocado mediante una grúa en una<br />

chata para comenzar a limpiarlo.<br />

Foto: Alejandro Sequeira.<br />

2 FOTO CONTRATAPA<br />

Imagen de popa del Admiral Graf Spee en la bahía<br />

de Montevideo. Archivo Caruso.


AL RESCATE DEL GRAF <strong>SPEE</strong><br />

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