12.07.2015 Views

Archivos de Salud 02_respaldo.indd - Hospital General de Culiacán

Archivos de Salud 02_respaldo.indd - Hospital General de Culiacán

Archivos de Salud 02_respaldo.indd - Hospital General de Culiacán

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

www.hgculiacan.comHematoma espontáneo <strong>de</strong> lavaina <strong>de</strong> los rectos <strong>de</strong>l abdomen:Reporte <strong>de</strong> un caso<strong>Archivos</strong><strong>de</strong> <strong>Salud</strong><strong>de</strong> SinaloaV o l u m e n I<strong>02</strong>N Ú M E R ORevista <strong>de</strong> la Sociedad Médica <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum” 3er Trimestre 2007Prevalencia y factoresasociados al cáncer<strong>de</strong> mamaFactores asociados ainfecciones <strong>de</strong> catétervenoso central y periféricoAnálisis <strong>de</strong> la certezaclínica en el diagnóstico<strong>de</strong> miomatosis uterinaRevisión <strong>de</strong> la literatura:Intoxicaciónpor plaguicidasOrganofosforadosen SinaloaCaso Radiológico <strong>de</strong>l MesAneurisma aórticopostraumáticoCápsula científicaMedicina basada enla evi<strong>de</strong>ncia


EDITORIALNuestra educación en salud;una necesidad formativaLa Secretaria <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa, es una <strong>de</strong> lasinstituciones más importantes <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong><strong>Salud</strong> don<strong>de</strong> se lleva a cabo la formación <strong>de</strong>especialistas médicos y <strong>de</strong> enfermería cuyasactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> formación, actualización y capacitaciónes amplia y la responsabilidad <strong>de</strong> formar al personalpara ese campo ha recaído fundamentalmenteen profesionales <strong>de</strong> las diversas especialida<strong>de</strong>s.Algunos recordarán cómo <strong>de</strong>sarrollaron su profesióncompartiendo colegiadamente la docencia conquienes empíricamente la ejercían y que fueron reconocidoscomo maestros; hoy en día continuamos<strong>de</strong>nominando maestro a quien se constituye como unejemplo a seguir a través <strong>de</strong> su quehacer profesionalsustentado en su experiencia.Es esto lo que nos conduce a cuestionar cómo seeduca, y cómo se forma al personal para la atención ycuidado <strong>de</strong> la salud y quienes lo hacen, y <strong>de</strong>bido a eso silas cosas han sido así nos preguntamos: ¿cómo afrontarla problemática que <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s educativas?,¿por qué entonces plantear la importancia yla necesidad <strong>de</strong> formarse como docente? ¿Es ésta unaexigencia sin sentido? o ¿Es una sentida exigencia?La educación en el ámbito institucional surgió <strong>de</strong>manera natural y se ha ido conformando en un espaciocuya naturaleza <strong>de</strong> una institución <strong>de</strong> salud se ha<strong>de</strong>rivado como algo complementario; en la actualidadparece ser la vía para subsanar las limitaciones y aten<strong>de</strong>rlas necesida<strong>de</strong>s asistenciales.Cuando se observa el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> la labordocente en la institución <strong>de</strong> salud, se i<strong>de</strong>ntifica fácilmenteal especialista quien domina los conocimientospropios <strong>de</strong> su área y el proceso <strong>de</strong> enseñanza que <strong>de</strong>sarrollaa través <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> atención a la salud.En la intención <strong>de</strong> fundamentar teóricamente loexpuesto anteriormente es necesario introducir aquíla distinción que establece Polanyi, M entre conocimientoexplícito y tácito: El conocimiento explícitoestá codificado, es <strong>de</strong>cir, está incorporado en fórmulas,planos o libros lo que lo sitúa al alcance <strong>de</strong> cualquierprofesionista para interpretarlo (especialistas),es formal y sistemático.El conocimiento tácito, por el contrario, es nocodificable y por consiguiente sólo pue<strong>de</strong> adquirirsecon la practica u observando a otros. Pero, ¿cuántoconocimiento explícito y tácito requiere la formación<strong>de</strong>l personal <strong>de</strong> salud para po<strong>de</strong>r actuar eficazmentey brindar atención con calidad? Frente a esos tipos<strong>de</strong> conocimiento el aprendizaje se constituye comoun juicio <strong>de</strong> acción efectiva, es <strong>de</strong>cir se pue<strong>de</strong> afirmarque se aprendió algo cuando en una situación similaro recurrente se aplica a ella el conocimiento que se ha<strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la situación anterior, llamado por DavidAusubel aprendizaje significativo.Respecto a esto, Humberto Maturana señala que esa partir <strong>de</strong> nuestra “escucha interior” que procesamos,conferimos sentido a toda la información proveniente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera y sólo en la medida en que algotiene o adquiere sentido para nosotros, proce<strong>de</strong>remosa incorporarlo como parte <strong>de</strong> nuestro saber, es <strong>de</strong>circomo una parte <strong>de</strong> nosotros mismos.Mientras más significativa sea una informaciónpara nuestra existencia, más fácil será esta incorporación.De allí entonces que parte <strong>de</strong> la maestría <strong>de</strong>l queprovee información (docente) a otro (especialista) esla <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> tornarla significativa también paraese otro alumno.En la actualidad la participación <strong>de</strong>l alumnoaprendiz en el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> su propioconocimiento es <strong>de</strong>cisiva, así como el papel <strong>de</strong> orientadory facilitador <strong>de</strong>l profesor (especialista).Así pues la educación es uno <strong>de</strong> los pilares básicos<strong>de</strong> la práctica profesional <strong>de</strong> las instituciones <strong>de</strong> saludporque esta favorece y ofrece condiciones para la reflexióny recuperar experiencias para redimensionarlas.No obstante que la Secretaria <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloano es una institución oficialmente educativa, es dignovalorar que cada vez son más los especialistas que sehacen cargo <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong>l personal y buscancaminos alternativos para superarse en su especialidadcomo docentes y son ellos quienes han trazado yabierto un camino a la Carrera Docente Institucionalen el ámbito <strong>de</strong> la salud, que fortalece la calidad <strong>de</strong> laatención y el servicio que se brinda al usuario.Dra. en Ciencias <strong>de</strong> la Educación. Ma. Clara Uzeta Figueroa<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa43


CONTENIDOARCHIVOS DESALUD DE SINALOACONSEJO EDITORIALDr. Héctor Ponce RamosDr. David Rubio PayánDr. Miguel Arturo Aguilar MontoyaEDITORMC Joel Murillo LlanesEstudio <strong>de</strong> Perfusión por Tomografia Multicorte, <strong>de</strong>mostrando elmomento <strong>de</strong> mayor perfusión microvascular, útil para la visualización<strong>de</strong> isquemia en estadio temprano para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>viabilidad parenquimatosa. Dr. Hiram Joaquín Arce SánchezCOMITÉ EDITORIALDr Ramón Rivas LlamasDr. Francisco Javier Jaime AlejoDr. Octavio Beltrán NevarezDr. Israel Diarte ArellanoDr. Marco Publio Hernán<strong>de</strong>z FelixDr. Jesús Salvador Velar<strong>de</strong> FélixDr. Elmer López MezaDr. Marco Antonio Maradiaga CeceñaD.C.E. Ma. Clara Uzeta FigueroaMSP. María Guadalupe Ramírez ZepedaDr. Humberto Soto ValenzuelaDCE. Luis Nabor Alejo ArmentaDr Jorge Villarreal CareagaDr Jose Rodríguez MillánDr. Efrén Gallardo AnguloDr. Javier Enrique Peñuelas CotaTodos los registros en trámite.Se pue<strong>de</strong> reproducir el contenido parafines académicos siempre y cuando secite la fuente. Toda la correspon<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>be ser dirigida al <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong>Culiacán. Domicilio: Juan Almada s/nesq. con Edo. <strong>de</strong> Nayarit, colonia Rosales.Tels: (667) 716.9811 / 716.9795.Correo electrónico: invhgc@yahoo.comPrecio por ejemplar $100.00<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa es una producción <strong>de</strong>IMEDIOS ® para la sociedad médica <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong><strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo S. Gastélum”.Impreso en Manjarrez Impresores S.A. <strong>de</strong> C.V.Julio Cesar Silvas Inzunza / DIRECCIÓN GENERALSheril Zatarain / DIRECCIÓN COMERCIALJosé Ángel Estrada / DIRECCIÓN DE INFORMACIÓNElvira Vega / CORRECCIÓN ORTOGRÁFICALuis Miguel Silvas / AUXILIAR GENERALPágina Diseño / ARTE45.50.55.59.66.69.71.Prevalencia y factores asociados alcáncer <strong>de</strong> mamaFactores asociados a infecciones<strong>de</strong> catéter venoso central y periféricoAnálisis <strong>de</strong> la certeza clínica enel diagnóstico <strong>de</strong> miomatosis uterinaRevisión <strong>de</strong> la literatura:Intoxicación por plaguicidasOrganofosforados en SinaloaReporte <strong>de</strong> un casoHematoma espontáneo <strong>de</strong> la vaina<strong>de</strong> los rectos <strong>de</strong>l abdomenCaso Radiológico <strong>de</strong>l MesAneurisma aórtico postraumáticoCápsula científicaMedicina basada en la evi<strong>de</strong>ncia


Prevalencia y factoresasociados al cáncer <strong>de</strong> mamaERICK HERNÁNDEZ – DÍAZ 1 , MARIA GPE. RAMÍREZ-ZEPEDA 2 , JOEL MURILLO LLANES 31.-Resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> 4° año <strong>de</strong> la especialidad <strong>de</strong> Cirugía <strong>General</strong>. Autor 2.- Maestro en <strong>Salud</strong> Publicadirector <strong>de</strong> Tesis y 3.-Maestro en Ciencias Medicas adscrito al Departamento <strong>de</strong> Investigación <strong>de</strong>l<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán, “Dr. Bernardo J. Gastelum”.RESUMENObjetivo: Conocer la prevalencia <strong>de</strong> cáncer <strong>de</strong> mama y los factores asociados en pacientes que acu<strong>de</strong>na la Clínica <strong>de</strong> mama. Material y métodos. Se realizó un estudio transversal analítico, retrospectivo,observacional. Se incluyeron todos los registros <strong>de</strong> pacientes que acudieron a la Clínica <strong>de</strong> mama <strong>de</strong>lCentro Estatal <strong>de</strong> Oncología <strong>de</strong> los SSS, en el período <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 1998 a 31 <strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong>l 2003que tuvieran expediente clínico completo. Datos analizados con el programa estadístico Stata V6. Resultados:105 pacientes (12.25 %) presentaron cáncer <strong>de</strong> mama <strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 857 registros. La etapaclínica mas frecuente fué la IV con 20(19.07%) casos. El lugar <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>ncia más frecuente fué elrural con 52 casos (49.52%). 11 casos (10.49%) ocurrieron en el grupo erario <strong>de</strong> 65 a 74 años versus23(3.87%) <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> comparación con OR: 3.73 (IC95% (1.72 - 8.05, p


observo en este estudio en don<strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los casoscorrespondían al periodo posmenopáusico, con un 62.10%,dato que se podría explicar por un diagnostico tardío en elcual se esta realizando el diagnóstico <strong>de</strong> cáncer <strong>de</strong> mamasegún Man D. y Bland Copeland (1993). 37El hecho <strong>de</strong> observar mas frecuentemente tumor en loscuadrantes superiores externos en ambas mamas se explicapor el mayor acumulo <strong>de</strong> tejido mamario a ese nivel. Elriesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un carcinoma mamario en el curso <strong>de</strong>una enfermedad benigna se incrementa para <strong>de</strong>terminadasmastopatías en particular la hiperplasia lobular o ductal y lahiperplasia atípica. El antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> mastopatía no se presentó<strong>de</strong> manera importante. Craigh Hl. (1996) 49 Expresoen probabilida<strong>de</strong>s acumulativas, la posibilidad <strong>de</strong> que unamujer <strong>de</strong> 30 años llegue a <strong>de</strong>sarrollar cáncer <strong>de</strong> mama antes<strong>de</strong> los 70 años, es 8% mas probable si su madre o hermanalo han pa<strong>de</strong>cido, 18% si dos familiares <strong>de</strong> primer grado lohan tenido y 28% si dos familiares <strong>de</strong> primer grado han<strong>de</strong>sarrollado cáncer <strong>de</strong> mama bilateral.En nuestro estudio sólo 12 pacientes (11.42%) poseenantece<strong>de</strong>ntes heredofamiliares <strong>de</strong> cáncer <strong>de</strong> mama, y soloel 2.85% <strong>de</strong> los 11.42% correspon<strong>de</strong>n a familiares <strong>de</strong> primergrado (madre y/o hermana) y como se pue<strong>de</strong> apreciarel antece<strong>de</strong>nte familiar <strong>de</strong> cáncer mamario fue escaso. 38,39Por otra parte, se sabe, que el embarazo ejerce un efectoprotector sobre el epitelio mamario, el cual influye en ladiferenciación <strong>de</strong> las células y en la reducción <strong>de</strong> algunashormonas como los estrógenos, y como se sabe, los anovulatoriospue<strong>de</strong>n promover la aparición <strong>de</strong> cáncer mamario,tal y como se observo en nuestros pacientes aunque no <strong>de</strong>manera significativa. 40 En nuestro estudio un grupo importanteel 14.28% <strong>de</strong> pacientes era nulípara??.Es realmente notable y preocupante la baja frecuencia<strong>de</strong> diagnóstico <strong>de</strong> cáncer mamario en estadios tempranoscon apenas un 17.3%, predominando con un 71.6% las pacientesque acu<strong>de</strong>n en una etapa lo corregionalmente avanzadadon<strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> curación son bajas y el tratamientoes mas caro.No se observó diferencia importante entre el tipo histológicomás frecuente, en comparación con los reportes<strong>de</strong>, Berg y Hutter (1995), sin embargo el carcinoma dúctilinfiltrante registró un 76.20%, cifra mayor reportada porFisher (1975) y Rosen (1979) <strong>de</strong>l 50 y 75% respectivamente.41-43CONCLUSIONESLa prevalencia <strong>de</strong> CA <strong>de</strong> mama fue menor a la reportadaen otros estudios, confirmamos que la nuliparidad, edadavanzada y el antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> anovulatorios son factoresque se asocian a esta neoplasiaRecomendamos incrementar la divulgación y puesta enpráctica <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> prevención y control <strong>de</strong>l cáncer<strong>de</strong> mama, especialmente en zonas rurales ya que es <strong>de</strong>don<strong>de</strong> procedían la mayor parte <strong>de</strong> las pacientes.Cuadro 2. Frecuencia <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes en los pacientesAntece<strong>de</strong>ntes Pacientes sin CA <strong>de</strong> mama Pacientes con CA <strong>de</strong> mama Valor <strong>de</strong> P OR (IC95%)Menarca temprana 182 (24.2) 29 (27.61) 0.44Familiar con cancer 93 (12.3) 12 (11.42) 0.78Anovulatorios 43 (5.7) 11 (10.47) 0.06Nuliparidad 18 (3.86) 15 (14.28) 0.05 6.7 (3.3-13.9)Menopausia tardía 14 (2.4) 1 ( 0.95) 0.78Ninguno 4<strong>02</strong> (53.4) 37 (35.23)Total 752 (100) 105 (100)Fuente: Archivo clínico <strong>de</strong> la Clínica <strong>de</strong> mama <strong>de</strong>l Centro Estatal <strong>de</strong> Oncología 1998-2003Agra<strong>de</strong>cimientosA todo el personal <strong>de</strong>l Centro Estatal <strong>de</strong> Oncología <strong>de</strong> los Servicios <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa particularmente a su director Dr. Juan Lorenzo EspinoVillalobos por todas las facilida<strong>de</strong>s otorgadas para la realización <strong>de</strong>l presente trabajo.Cuadro 1. Frecuencia por grupos <strong>de</strong> edad.Edad Pacientes sin Pacientes con Proporción Valor ORCA mama (%) CA <strong>de</strong> mama (%) Ca <strong>de</strong> mama/ <strong>de</strong> P (IC95%)PacientessinCa <strong>de</strong> mama16-24 9 (1.17) 1 (0.95) 10 % 0.7825-34 94 (11.67) 6 (5.71) 6 % 0.0435-44 333 (42.12) 28 (26.66) 7.75% 0.00045-54 213 (28.3) 38 (36.19) 15.13% 0.0955-64 74 (10.39) 15 (14.28) 16.85% 0.1665-74 23(3.87) 11 (10.49) 32.35% 0.0007 3.7 (1.7- 8)75-85 6 (1.28) 5 (4.77). 45.45% 0.003>85 0 (0.12) 1 (0.95) 100% 0.12Total 752 (100) 105 (100)Fuente: Archivo clínico <strong>de</strong> la Clínica <strong>de</strong> mama <strong>de</strong>l Centro Estatal <strong>de</strong> Oncología 1998-2003Bibliografia1. Tovar Guzmán V. Factores <strong>de</strong> riesgo por cáncer <strong>de</strong> mama en mujeres mexicanas. Un estudio <strong>de</strong> casos y controles hospitalarios. Tesis <strong>de</strong> maestría.México, D.F.: UNAM, 1996.2. Wyn<strong>de</strong>r EL, Bross IJ, Hirayama T. A study of the epi<strong>de</strong>miology of cáncer of the breast. Cancer 1960;13:559-601,3. Sistema estadístico y epi<strong>de</strong>miológico <strong>de</strong> las <strong>de</strong>funciones/Dirección <strong>General</strong> <strong>de</strong> Epi<strong>de</strong>miología/ Secretaría <strong>de</strong> <strong>Salud</strong>, 20004. Carol S, Portloch R, Donald M, Goffinet. Manual <strong>de</strong> problemas clínicos en oncología. Editorial Interamericana. 1983. pp. 105-108.5. Sainsbury, JRC, An<strong>de</strong>rson, T J, Morgan, D A L Breast Cancer British MedicalJournal 2000; 321(7263):745-750.6. Lazcano E, Tovar V, Alonso-<strong>de</strong> Ruiz P, Romieu I, López L. Cancer <strong>de</strong> mama. Un hilo conductor histórico, presente y futuro. <strong>Salud</strong> Pública Mex1996;38:139-152.7. Rodríguez Cuevas S, Macías M CG, Labastida AS. Cáncer <strong>de</strong> mama en México ¿enfermedad <strong>de</strong> mujeres jóvenes? Revista <strong>de</strong> ginecología yobstetricia <strong>de</strong> México 2000;68:185-190.8. Rodríguez Cuevas S, Macías M CG, Franceschi D, Labastida S, Breast cáncer presents in mexican women a <strong>de</strong>ca<strong>de</strong> before women in the USAor european countries, Cancer 2001; 91(4):863-868.9. Zeichner I, Mohar A, Ramírez MT. Epi<strong>de</strong>miología <strong>de</strong>l cáncer <strong>de</strong> mama en el Instituto Nacional <strong>de</strong> Cancerología (1989-1990) Rev. Inst. Nal. Cancerol1993;39(2): 1825-1830.10. Kelsey J, Hom-Ross P. Breast cáncer: Magnitu<strong>de</strong> of the problem and <strong>de</strong>scriptive epi<strong>de</strong>miology. Epi<strong>de</strong>miol Rev 1993; 15(1):7-16.11. Kelsey J, Gammon M, John E. Reproductive factors and breast cáncer. Epi<strong>de</strong>miol Rev 1993; 15(1):36-47.12. Me Pherson, K; Steel, C M; Díxon, J M. Breast cancer- epi<strong>de</strong>miology, risk factors and genetics, British MedicalJournal 2000; 321(7261): 624-628.13. Ellodge R, Clark G, Chamness C, y cols, tumor biologic factors and breast cáncer prognosis among white, hispanic and black women in theUnited States. Journal of the national Cancer Institute. 1994; 86(9):706-712.14. Bernsten L, Ross RK. Endogenous hormones and breast cáncer risk Epi<strong>de</strong>miol Rev 1993; 15(1): 48-65.15. Bodian CA, Bening breast disease, carcinoma in situ, and breast cáncer risk Epi<strong>de</strong>miol Rey 1993; 15(1): 177-187.16. Blackwood MA, Weber BL: BRCA1 and BRCA2: from molecular genetics to clinical medicine. Journal of Clinical Oncology1998; 16(5): 1969-1977.17. Offit K, Gilewski T, McGuire P, etal.: Germline BRCA1 185<strong>de</strong>lAG mutations in Jewish women with breast cáncer. Lancet 1996; 347(9016): 1643-1645.18. Frank TS, Manley SA, Olopa<strong>de</strong> Ol, et al.: Sequence analysis of BRCA1 and BRCA2: correlation of mutations with family history and ovaríancáncer risk. Journal of Clinical Oncology 1998; 16(7): 2417-2425.19. Cáncer risks in BRCA2 mutation carriers. The Breast Cáncer Linkage Consortium. Journal ofthe acional Cáncer Institute 1999;91(15): 1310-1316.20. Simpson JF, Gray R, Dressler LG, et al.: Prognostic valué of histologic gra<strong>de</strong> and proliferative activity in axillary no<strong>de</strong>-positive breast cáncer:results from the Eastern Cooperative Oncology Group Companion Study, EST 4189. Journal of Clinical Oncology2000 18(10): 2059-2069.21. Borras JM, Obrador A, Espinas JA Factores <strong>de</strong> riesgo y la prevención <strong>de</strong>l cancer. Epi<strong>de</strong>miol Rev. 1997; 20(5): 222-230.22. Colditz GA, Hankison SE, Hunter DJ, et al. The use of estrogens and progestins and the risk of breast cancer in postmenopausal women. N Engl<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa48<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa49


J Med. 1995;332: 1589-1593.23. Hultborn R, Hanson C, Kopf I, et al.: Prevalence of Klinefelter’s syndrome in male breast cancer patients. Anticancer ResearcM 997; 17(6D):4293-4298.24. Borgen Pl, Wong GY, Vlamis V, et al.: Current management of male breast cáncer: a review of 104 cases. Annals ofSurgeryl 992; 215(5): 451-459.25. Kerliokowske K, Grandy D, Rubin S. Efficacy of screening mammography: A meta-analysis. JAMA 1995; 273:149-154,1995.26. American Collage of Radiology (ACR) Breast Imaging reporting and data system (BIRAD-STM) 3rd. Ed. Reston (VA): ACR, 1998.27. Besset Lawrence, et al. Stereotactic core-biopsy of the breast. American College of Radiology, American College of Surgeons and AmericanCollege Pathologists CA. Cancer J Clin 1997;47 :171-190.28. Conolly JL Recommendations for the reporting of the breast carcinoma. Pathology case reviews1998; 3 (5): 241.29. Apesteguia L, Osa A, Extramirana E, <strong>de</strong> Miguel C, Detección Precoz <strong>de</strong>l Cancer <strong>de</strong> mama en Navarra. Conducta Diagnostica en las mujeresenviadas a un hospital <strong>de</strong> referencia. Med Clinc (Barc) 1996;106:126-130.30. Baan<strong>de</strong>rs A N, <strong>de</strong> Wart F. Breast cáncer in Europe: the importance of factores operating at an early age EurJ Cancer Prev. 1992; 1:285-291.31. Morales González R. Morbilidad <strong>de</strong>l cáncer <strong>de</strong> mama en la mujer. Rev Cubana Med Gen Integrl 999; 15(3):247-52.32. M. Carmen Rodríguez, Villar Álvarez F. Cribado poblacional <strong>de</strong>l cáncer <strong>de</strong> mama en España 1998 Ministerio Nacional <strong>de</strong> Consumo.33. Capote.N Epi<strong>de</strong>miología <strong>de</strong>l cáncer <strong>de</strong> mama en América Latina. Manual <strong>de</strong> radioterapia oncológica. VCV.198934. Haangesen C. Disease of the breast W.B. Phila<strong>de</strong>lphia: Soun<strong>de</strong>rs; 1993. 46. Rosenberg L, et.al. En J Med; 199335. Pren<strong>de</strong>s Labrada M.Pesquizaje <strong>de</strong>l cáncer <strong>de</strong> mama. Rev. Cubana Med. Gen. Integr. 1998;14(2):165-17036. Man D, et. Al. Epi<strong>de</strong>miología y prevención primaria <strong>de</strong>l cancer <strong>de</strong> mama.Bland copeland.1993;303-41.37. Craig Hl. Cáncer <strong>de</strong> mama. Oncología clínica 2 ed. Washington: organización Panamericana <strong>de</strong> la salud, 1996:224-(publicación científica; NE 559)38. 50. An<strong>de</strong>rson DE Badzioch MD. Risk of familial breast cancer. 1995; 56:283-739. 51.0ftman R, King MC, Pike MC, Hen<strong>de</strong>rson BE. Practical. Gui<strong>de</strong> for estimating risk familial breast cáncer. Lancet 1993; 2:556-840. Vera-Sempere FJ, Alberola C, Comanas A, Prieto M Pregnacy breast cancer and tumor interaction. An Med ínter. 1996; 13(1):31-3.41. Van Dogen J. Carcinoma in situ <strong>de</strong> la mama, biología y manejo. Avances en mastología;1996,301-942. Berg and Hunter. Breast cancer. 1994;75(1):257-6443. Fisher ER, et. al. The pathology of invasive breast cancer. Cancer 1975, 36:1-85.44. Moreno <strong>de</strong> Miguel LF Cáncer temprano <strong>de</strong> la mama. La Habana: Editorial Ciencias medicas, 1993Enviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias sobre tiros al Dr. Erick Hernán<strong>de</strong>z DíazDepartamento <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán en Juan Aldama y Nayarit s/n Colonia Rosales Culiacán, Sin.CP. 8<strong>02</strong>30. Tel. 667-16-98-15 Ext. 179. invhgc@yahoo.comEste artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.com<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa50


Factores asociados a infecciones<strong>de</strong> catéter venoso central y periféricoRÍOS ZAMORA-ROCIO 1 , MURILLO LLANES-JOEL 2 , UZETA FIGUEROA MARIA CLARA 31. Enf. Responsable <strong>de</strong> la Clínica <strong>de</strong> catéter <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> hematología. Autor. 2. Medico Internista y Maestro enCiencias Medicas adscrito al Departamento <strong>de</strong> Investigación 3. DCE. Coordinadora <strong>de</strong> Investigación <strong>de</strong> enfermería <strong>de</strong>l<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J Gastélum”RESUMENObjetivo: I<strong>de</strong>ntificar los factores asociados a infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter venoso central y periférico(IRCVCP). Metodología: Se realizó encuesta comparativa retrospectiva <strong>de</strong> los reportes <strong>de</strong> cultivos <strong>de</strong>punta <strong>de</strong> catéter y hemocultivos <strong>de</strong> la clínica <strong>de</strong> catéter <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán <strong>de</strong> pacientesegresados <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l 2004 al 1 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l 2005; se incluyeron aquellos que tuvieron catéter centraly periférico y se excluyeron aquellos pacientes en los que la técnica <strong>de</strong> instalación fue <strong>de</strong>fectuosa ocon intentos fallidos o bien con técnica <strong>de</strong> asepsia y antisepsia ina<strong>de</strong>cuados. Se estudiaron edad, sexo,servicio, duración y tipo <strong>de</strong> catéter, lugar <strong>de</strong> inserción, tipo <strong>de</strong> germen aislado datos analizados con elprograma Stata v6.Resultados: La edad promedio <strong>de</strong> los 438 pacientes registrados fue <strong>de</strong> 39.9 ± 24.7 años, 274(62%)hombres y 164(38%) mujeres; <strong>de</strong> los cultivos <strong>de</strong> las puntas <strong>de</strong> catéter, 24 <strong>de</strong> 73 casos fueron positivosy se asociaron a hemocultivos positivos en 4(16.6%) casos, los gérmenes aislados fueron Staphylococos15(33.3%), Pseudomonas 8(18.6%) y Enterobacter 7(16.2%). La duración <strong>de</strong>l catéter menor <strong>de</strong> 8 días OR: 0.16(IC95%=0.05, 0.62), los <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> 22 días OR: 7.5 (IC95%=2.0, 28.3) y los pacientes menores <strong>de</strong> 1 año OR:7.2 (IC95%=1.3, 38.4); Conclusiones. Los menores <strong>de</strong> 1 año <strong>de</strong> edad y la duración <strong>de</strong>l catéter <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> 22días fueron factores asociados a infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter y la duración <strong>de</strong> catéter menor <strong>de</strong> 8 días fueun factor <strong>de</strong> protección. Palabras clave: infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter, factores asociados.INTRODUCCIÓNEl <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán cuenta con 120 camascensables en los servicios medicina interna, cirugía general,pediatría, ginecología y obstetricia, urgencias, unidad<strong>de</strong> cuidados intensivos; la Clínica <strong>de</strong> catéter <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong><strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán registra el total <strong>de</strong> pacientes a loscuales se les coloca catéter venoso central o periféricocon múltiples propósitos.Los catéteres endovasculares son una vía <strong>de</strong> accesoal sistema vascular para monitoreo hemodinámico, administración<strong>de</strong> medicamentos y soluciones parenteralesque lamentablemente pue<strong>de</strong>n generar iatrogénias talescomo infiltración, hematomas, sepsis o bacteriemias querepercuten en la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l paciente y a la vez enla calidad <strong>de</strong> la atención medica.En 1952, Aubaniuac publicó el primer trabajo sobre catéteresvenosos <strong>de</strong> acceso central, aunque la aportación másimportante la hicieron Broviac en 1973 e Hickman en 1979cuando <strong>de</strong>scribieron los primeros catéteres <strong>de</strong> silicona. 1La bacteriemia relacionada con el catéter (BRC) esla complicación infecciosa <strong>de</strong> más trascen<strong>de</strong>ncia por sufrecuencia, gravedad y pronóstico <strong>de</strong> los pacientes quepresentan sepsis por catéter. 2 Factores como el huésped,tipo <strong>de</strong> catéter, la duración <strong>de</strong>l catéter, los menores <strong>de</strong>un año y los <strong>de</strong> edad avanzada, el número <strong>de</strong> luces y lainfluencia <strong>de</strong> los gérmenes <strong>de</strong>terminan la posibilidad <strong>de</strong>infección nosocomial relacionada a catéter. 3Las infecciones relacionadas a catéter venoso centraly periférico (IRCVCP), particularmente las bacteriemias,se asocian con aumento <strong>de</strong> la morbilidad, hospitalizaciónprolongada (media <strong>de</strong> 7 días) y una mortalidad <strong>de</strong>10 a 20%, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> base(Martín 1989). 4 La sepsis por catéter representa la máximaexpresión <strong>de</strong> esta patología, ya que a su notable prevalenciase une una mortalidad media <strong>de</strong>l 3%.Se asocian con un notable incremento <strong>de</strong> la morbilidad<strong>de</strong>l 35% (IC95%: 25-45), el tiempo <strong>de</strong> hospitalizaciónen un factor <strong>de</strong> 3 (<strong>de</strong> 8 a 24 días), el gasto hospitalario <strong>de</strong>40.000$US. y la mortalidad <strong>de</strong>l 3%. 5Dada la magnitud <strong>de</strong> la morbimortalidad relacionada a catéterque origina consi<strong>de</strong>ramos importante conocer los factoresasociados a infección <strong>de</strong> catéter en nuestros pacientes.MATERIAL Y MÉTODOSSe realizo encuesta comparativa retrospectiva <strong>de</strong> los registroshechos <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l 2004 al 1 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l 2005 queprocedían <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> cuidados intensivos, medicinainterna, cirugía general, neurocirugía, pediatría, aféresis <strong>de</strong>l<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán.Se incluyeron todos aquellos casos que tuvieron catétercentral o periférico durante su estancia hospitalaria yse excluyeron aquellos pacientes en los que la técnica <strong>de</strong>instalación <strong>de</strong>l catéter fue <strong>de</strong>fectuosa, intentos fallidos, ocon técnica <strong>de</strong> asepsia y antisepsia ina<strong>de</strong>cuadas.La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> criterios <strong>de</strong> infección relacionada a catéterfue bacteriemia o fungemia en un paciente con undispositivo vascular con uno o más hemocultivos positivos,con manifestaciones clínicas <strong>de</strong> infección como fiebre, escalofríos,hipotensión, sin otra fuente aparente <strong>de</strong> infección<strong>de</strong>l torrente sanguíneo. 6-7Se estudiaron edad, genero, servicio, duración y tipo <strong>de</strong>catéter, vía <strong>de</strong> acceso, diagnostico <strong>de</strong> ingreso y tipo <strong>de</strong> germenaislado en los cultivos. Se formaron grupos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong>acuerdo al sistema <strong>de</strong> información en salud para poblaciónabierta (SISPA) <strong>de</strong> la Secretaria <strong>de</strong> <strong>Salud</strong>: menores <strong>de</strong> 1 año,<strong>de</strong> 1 a 4, <strong>de</strong> 5 a 14, <strong>de</strong> 15 a 24, <strong>de</strong> 25 a 44 , <strong>de</strong> 45 a 64, y mayor<strong>de</strong> 64 años; la duración <strong>de</strong>l catéter se <strong>de</strong>terminó por losdías <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong> los catéteres centrales o periféricoscolocado en el paciente formándose 4 grupos: grupo 1 <strong>de</strong>menor <strong>de</strong> 8; grupo 2 <strong>de</strong> 9 a 12 y el grupo 3 <strong>de</strong> 13 a 21 y elgrupo 4 <strong>de</strong> 22 días o más.Los diagnósticos <strong>de</strong> ingreso fueron hechos con base enla CIE-10. A los pacientes en estudio se les extrajo <strong>de</strong> 1 o 3ml <strong>de</strong> sangre para muestra <strong>de</strong> hemocultivo cuyo proceso serealizó en la unidad <strong>de</strong> bacteriología, utilizando un equipoautomatizado <strong>de</strong> la marca Bactec 9050 que nos da la estimacióncuantitativa <strong>de</strong> la carga microbiana en la muestra pormedio <strong>de</strong> fluorescencia; los resultados se obtuvieron <strong>de</strong> 3 a5 días posterior a la muestra y una vez que salió positivo, seprocedió a realizar la siembra <strong>de</strong>l germen para <strong>de</strong>terminarsu especie mediante una placa <strong>de</strong> agar-sangre.El cultivo <strong>de</strong> la punta <strong>de</strong> catéter se realizó utilizandola técnica <strong>de</strong> Maki et al 8 la cual consiste en cortar un segmento<strong>de</strong> 5 cm <strong>de</strong>l catéter central o periférico con barreramáxima <strong>de</strong> protección para inocularlo posteriormente enun frasco-tubo estéril con tapa <strong>de</strong> rosca, posteriormente selleva al laboratorio <strong>de</strong> bacteriología don<strong>de</strong> a cargo <strong>de</strong> esaárea se aplica la técnica que consiste en rodar la punta <strong>de</strong>catéter en una placa <strong>de</strong> agar sangre; los resultados se consi<strong>de</strong>ranpositivos cuando se observan 15 colonias o más <strong>de</strong>lgermen aislado.ANÁLISIS ESTADÍSTICOPara el análisis <strong>de</strong>scriptivo se calcularon promedios y porcentajes;para el análisis inferencial se aplicó la prueba t <strong>de</strong>Stu<strong>de</strong>nt para los promedios y la prueba χ 2 para proporciones.Para <strong>de</strong>terminar la diferencia <strong>de</strong> medias, la significanciaestadística se consi<strong>de</strong>ro un error aleatorio <strong>de</strong>l 5% y paramedir la asociación entre variables categóricas <strong>de</strong>pendientese in<strong>de</strong>pendientes, se calculó la razón <strong>de</strong> momios y elintervalo <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 95% (OR:IC95%) para la significancia<strong>de</strong> las diferencias entre los grupos. Los datos fueronanalizados con el programa estadístico Stata versión 6.Cuadro 1. Características <strong>de</strong> los pacientesGRUPOS DE EDADN %< <strong>de</strong> 1 año 41 10.<strong>02</strong>1 a 4 años. 11 2.695 a 14 años 18 4.4015 a 24 años 68 16.6325 a 44 años 93 22.7445 a 64 años 100 24.45> <strong>de</strong> 64 años 78 19.07TIPO DE SERVICIOSUCI 156 36.53Medicina Interna 76 17.80Pediatría 71 16.63Cirugía <strong>General</strong> 67 15.69Neurocirugía 39 9.13Aféresis 15 3.51Ginecología-Obstetricia 3 0.70TIPOS DE VÍAS DE ACCESOSubclavias 347 80.89Yugulares 65 15.15Periféricas 16 3.73Femoral 1 0.23DIAGNÓSTICOS DE INGRESOQuirúrgicos 76 20.11Politraumáticos 68 17.99Respiratorios 37 9.79Neoplásicos 33 8.73Metabólicos 33 8.73Cardiológicos 21 5.56Infecciosos 16 4.23Quemaduras 14 3.70Renales 8 2.12Gastroenterológicos 7 1.85Ginecológicos 4 1.06Reumatológicos 2 0.53Flebitis 1 0.26<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa52<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa53


RESULTADOSDe los pacientes registrados 274(62.56%)fueron hombres y164(37.44%) mujeres cuya edad promedio fue <strong>de</strong> 39.9 ± 24.7años, los grupos <strong>de</strong> edad mas frecuentes fue el <strong>de</strong> 45 a 64 años100 (24.5%); los servicios que mas utilizaron el catéter centralfue la Unidad <strong>de</strong> Cuidados Intensivos con 156 (36.53%), MedicinaInterna con 76 (17.8%) (Ver cuadro 1); <strong>de</strong> los 437 casosregistrados se cultivaron 73(16.7%) puntas <strong>de</strong> catéter y <strong>de</strong> estos,24(34.2%) fueron positivos los cuales coincidieron con hemocultivospositivos en 4(16.6%); <strong>de</strong> 24 cultivos positivos, lamayoría ocurrieron en pediatría con (37.5%), seguido por UCI(25%), cirugía general (16.6%) y medicina interna(12.5%).El servicio <strong>de</strong> pediatría se asoció a infección <strong>de</strong> punta<strong>de</strong> catéter con OR: 2.9 (IC95%=0.91, 9.2), los menores <strong>de</strong>1 año <strong>de</strong> edad se asociaron a infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéterOR: 7.2 (IC95%=1.3, 38.4).La duración <strong>de</strong>l catéter menor <strong>de</strong> 8 días resultó ser unfactor <strong>de</strong> protección para infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter yaque solo 4 <strong>de</strong> 24 casos resultaron con cultivos positivos OR:0.17 (IC95%=0.05, 0.62), los casos con mas <strong>de</strong> 22 días resultaronfactores asociados a infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter yaque los cultivos fueron positivos en 11 <strong>de</strong> 16 casos, OR: 7.5(IC95%=2.0, 28.3). El genero, vías <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong>l catéter y eltipo <strong>de</strong> catéter no fueron factores asociados, (ver cuadro 2).Tipo <strong>de</strong> catéter, grupos <strong>de</strong> duración <strong>de</strong> catéter y los gérmenesaislados fueron Staphylococos 16(31.37%), P. Auroginosa11(21.57%) y enterobacter 9(17.65%), (ver cuadro 3 - 5).DISCUSIÓNEl riesgo <strong>de</strong> infección asociada a catéter central son elevadasen pacientes con peso por abajo <strong>de</strong> 1000 grs. en cuidadosintensivos neonatologicos. 3 Hay numerosos factoresque inci<strong>de</strong>n en un mayor riesgo <strong>de</strong> infección relacionadaCuadro 2. Frecuencia <strong>de</strong> tipo <strong>de</strong> catéterN %Braun 2 145 33.49Braun 3 87 20.09Silastic 54 12.47Arrow 3 53 12.24Arrow 2 52 12.01Mahurkar 17 3.93Braun 1 10 2.31Port-A-Cath 9 2.08*S/A 6 1.39TOTAL 433 100.00Nota: S/A= Sonda <strong>de</strong> Alimentación; Nota= <strong>de</strong> 437 casosestudiados en 4 no se i<strong>de</strong>ntificó el tipo <strong>de</strong> catéter utilizado enlas hojas <strong>de</strong> registrocon el catéter venoso central(IRCVC) como los menores<strong>de</strong> 1 año <strong>de</strong> edad, la prematurez y bajo peso al nacer, hospitalizaciónprolongada, lavado <strong>de</strong>ficiente <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong>lpersonal sanitario, el tipo <strong>de</strong> material <strong>de</strong>l catéter. 11Otra revisión cita que las infecciones relacionadas concatéter en las Unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Cuidados Intensivos Pediátricostienen una inci<strong>de</strong>ncia doble <strong>de</strong> la comunicada en las UCI <strong>de</strong>adultos, don<strong>de</strong> se registra una inci<strong>de</strong>ncia próxima a 3 pormil días <strong>de</strong> catéter.En primer lugar, el acceso a una vía central en niños esmas difícil que en adultos, razón por la que ante la sospecha<strong>de</strong> infección <strong>de</strong> catéter en niños no esta indicado <strong>de</strong> primeraintención retirar el catéter con fines diagnósticos si se vela posibilidad <strong>de</strong> seguir con una vía central, los intentos <strong>de</strong>cambio <strong>de</strong> catéter se asocian con alta morbilidad. 12El menor <strong>de</strong> 1 año fue el grupo etáreo más afectado;esos resultados representan la vulnerabilidad <strong>de</strong> esa edad,y se <strong>de</strong>scriben las eda<strong>de</strong>s extremas <strong>de</strong> la vida como factorpredisponente frente a la sepsis y más aún cuando estospacientes están sometidos a algún tipo <strong>de</strong> riesgo, como correspon<strong>de</strong>a la presencia <strong>de</strong> un catéter venoso central. 13En el presente estudio se observo que la edad con mayorriesgo <strong>de</strong> infección son los pacientes pediátricos <strong>de</strong>rivadasa estas a las características propias <strong>de</strong> la biología clínica <strong>de</strong>lpaciente, sin embargo se <strong>de</strong>termino que el riesgo más activoes cuando el paciente se encuentra en estado crítico, con estanciaprolongada hospitalaria prolongada, no se logra comprobarsi el material <strong>de</strong> silastic fue un factor riesgo.Respecto a la duración <strong>de</strong>l catéter Juan Kehr et col, comentanque por cada día <strong>de</strong> cateterización aumenta el riesgo<strong>de</strong> IRCVC, con una media <strong>de</strong> instalación por mas <strong>de</strong> 7 días;4otro estudio prospectivo y multicentrico, <strong>de</strong>mostró que laduración <strong>de</strong> la cateterización es un factor <strong>de</strong> riesgo in<strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong> cualquier otro. Miguel Chung et. Col en su estudiocon relación a la duración <strong>de</strong> la cateterización encontró 1.26OR CI. 95%(0.8-2.93). 7 A. Gómez Luque <strong>de</strong>terminó que laduración <strong>de</strong> la cateterización está directamente relacionadacon la probabilidad <strong>de</strong> infección; otro estudio también confirmoeste hallazgo encontrando una relación significativa entreel tiempo <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong>l catéter y proporción <strong>de</strong> colonizacióny sepsis por catéter. 5 H. Bello en su estudio comprobóque el promedio <strong>de</strong> estancia <strong>de</strong> un catéter libre <strong>de</strong> infecciónfue <strong>de</strong> 12.7 ± 9.6 días en comparación con 19 ±11.3 díasen aquellos que se infectaron (p


Cuadro 5. Factores asociados a infección <strong>de</strong> punta <strong>de</strong> catéter.VARIABLE RAZÓN DE MOMIOS INTERVALO DE CONFIANZA DEL 95% VALOR DE PSexo masculino 1.8 0.62 - 5.3 0.27Catéter Arrow 2 1.35 0.27 – 6.6 0.70Silastic 2 0.5 – 7.0 0.28Menor <strong>de</strong> un año 7.2 1.3 – 38.4 0.<strong>02</strong>Pediatría 2.9 0.91 – 9.2 0.07Duración <strong>de</strong> catéter menor <strong>de</strong> 8 días 0.17 0.05 – 0.62 0.007Duración <strong>de</strong> catéter <strong>de</strong> 9 a 12 días 4.8 0.85 – 27.5 0.07Duración <strong>de</strong> catéter mayor <strong>de</strong> 22 días 7.5 2 – 28.3 0.003Cuadro 6. Frecuencia <strong>de</strong> gérmenes reportados <strong>de</strong> los cultivosTipo <strong>de</strong> Germen No. <strong>de</strong> casos % Tipo <strong>de</strong> Germen No. <strong>de</strong> casos %Staphylococus entodas sus especies 15 33.33Pseudomonas 8 17.78Enterobacter 7 15.56Klebsiella 3 6.67E. Coli 2 4.44Acinetobacter 3 6.67Estreptococos 1 2.22Staphylococus -Candida Albicans 1 2.22Staphylococus -E. Coli 1 2.22Shiguella-Klebiella 1 2.22Candida Albicans 2 4.44Acinetobacter - Pseudomonas 1 2.22TOTAL 45 100.00Bibliografia1.- Catéteres venosos <strong>de</strong> accesos centrales: factores predictivos <strong>de</strong> la retirada por infección. José García Medina, José Llerena Riquelme, MoisésCasal Rivas, Vicente García Medina, Carlos López Ramos, Juan Vieito Fuentes, Universidad <strong>de</strong> radiología intervencionista, <strong>Hospital</strong> Xeral <strong>de</strong> Vigo,universidad <strong>de</strong> Lousiana, New Orleáns. Http://www.paliativos.com/document.html.2.- Ricard Jordá Marcos, José Ignacio Ayestarán Rota. Sepsis por catéter. REMI 2004; 4 (11):1-11.3.- Pola Brener F, Guillermo Bugido T. Dolores Calleja R, Gladys <strong>de</strong>l Valle M, Alberto Fica C, M. Elinana Gómez O, et al. Prevención <strong>de</strong> infeccionesasociadas a catéteres vasculares centrales. Rev Chil Infect 2003; 20 (1):51-69.4.- Juan Kehr S. Loriana Castillo D. Mónica Lafourca<strong>de</strong> R. Complicaciones infecciosas asociadas a catéter venoso central. Rev Chilena <strong>de</strong> Cirugía20<strong>02</strong>; 54 (3):216-224.5.- A. Gómez Luque, N. Huertas Simonet, M. I Viciana Ramos, M. Moreno Palacios, P. E. Hernán<strong>de</strong>z Pardo. Profilaxis <strong>de</strong> las complicaciones infecciosas<strong>de</strong> los catéteres venosos centrales. Rev Esp Anestesiol Reanim 20<strong>02</strong>; 49:17- 336.- Patricia García C, Ernesto Payá G, Roberto Olivares C, Alejandro Cotera F, Jaime Rodríguez T, Marcela Sanz R. Diagnostico <strong>de</strong> las infeccionesasociadas a catéteres vasculares centrales. Rev Chil Infect 2003; 20(1); 41-50.7.- Miguel Cheng Sng, MD, Jaime Bemabé, MD, Kilen Briones C, MD, Ray Andra<strong>de</strong>, MD, Cecilia Gilbert, MD, Gladis Zavala, RN. Factores <strong>de</strong> riesgoasociados a colonización y bacteriemia en pacientes críticos. Revista ecuatoriana <strong>de</strong> medicina critica; 3 (1).8.- Cristóbal León, Javier Ariza. Guías para el tratamiento <strong>de</strong> las infecciones relacionadas con catéteres intravasculares <strong>de</strong> corta permanencia enadultos: conferencia <strong>de</strong> consenso SEIMC-SEMICYUC. Enferm Infecc Microbiol clin 2004; 22 (2): 92-101.9.- http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion3/capitulo52/capitulo52.htm10.- José Uberos Fernán<strong>de</strong>z. Infecciones <strong>de</strong> catéter venoso central: Conceptos y <strong>de</strong>finiciones. http://www.sepeap.org/archivos/revisiones/infeccioso/infecciones<strong>de</strong>cateter.htm11.- Alvarez Andra<strong>de</strong> María Elena, Vazquez Dimas Ileana, Medina Londres Zoila et al. Complicaciones relacionadas con catéter intravascular enniños ingresados en cuidados intensivos. Rev Cubana Pediatr, ene.-mar. 1998; 70 (1):38-42.12.- H. Bello-Villalobos, S. Mora-Díaz, L. Ojeda-Reyes y G. González-Ávila G. Factores que inci<strong>de</strong>n sobre el tiempo <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong> un catéterendovenoso central. Nutr. Hosp. 2006;21(3):332-337.13.- Julio Medina, María Rodríguez , Rosana Artesiano, Eduardo Savio , Francisco González , Cristina Bazet , Verónica Seija. Conducta frente a lasospecha <strong>de</strong> infección relacionada a catéter venoso central para hemodiálisis. Rev Med Uruguay 2006; 22: 29-35.14.- Carvajal J. Manejo <strong>de</strong> la vía central por enfermería e inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> infecciones asociadas al catéter. Educare 21, 2004:11.http://enfermeria21.com/educarell/ensenando/ensenando4.htmEnviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias a Rocío <strong>de</strong>l Carmen Ríos ZamoraResponsable <strong>de</strong> la clínica <strong>de</strong> catéter <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum” ubicado en calle Aldama yNayarit s/n Col. Rosales Culiacán, Sinaloa CP:8<strong>02</strong>30 Tel.: 6677-16-98-15 Ext: 151.Este artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.com<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa56


Análisis <strong>de</strong> la certeza clínica enel diagnóstico <strong>de</strong> miomatosis uterinaURREA- RIVAS MARISOL 1 , CONTRERAS-ACOSTA CLAUDIO 2 , FAVELA-HEREDIA CÉSAR 3 MURILLO-LLANES JOEL 41. Resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> 4° año <strong>de</strong> la especialidad <strong>de</strong> Ginecología y Obstetricia. 2. Médico Ginecólogo adscrito al Servicio <strong>de</strong>Ginecología y Obstetricia. Asesor <strong>de</strong> Tesis, 3. Medico Ginecólogo Jefe <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Ginecología y Obstetricia, 4.Maestro en ciencias medicas Director <strong>de</strong> Tesis adscrito al Departamento <strong>de</strong> Investigación.RESUMENObjetivo. Conocer la frecuencia <strong>de</strong> miomatosis uterina diagnosticada por clínica versus diagnóstico histopatológico.Material y métodos. Se realizó un estudio por medio <strong>de</strong> encuesta retrospectiva comparativa a181 pacientes postoperadas <strong>de</strong> histerectomía abdominal en el período <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong>l 2005 al 30 <strong>de</strong> junio<strong>de</strong>l 2006. Se estudiaron grupo <strong>de</strong> edad, menarca, uso <strong>de</strong> anticonceptivos, paridad, IMC, motivo <strong>de</strong> consulta,tiempo <strong>de</strong> evolución y reporte histopatológico. Se realizo análisis <strong>de</strong> frecuencias y se aplicó regresión logísticaunivariada con el paquete estadístico SPSS v13.0.Resultados. Encontramos un 63% <strong>de</strong> concordancia entre la clínica y el resultado histopatológico. Enel 21% hubo asociación <strong>de</strong> miomatosis y a<strong>de</strong>nomiosis. La distribución <strong>de</strong> diagnósticos: 63% miomatosis,22.6% a<strong>de</strong>nomiosis, 24% útero sano, 1.2% pólipo endometrial. OR fue <strong>de</strong> 1.9 (IC95%:1.01-3.6), p=0.48 enlas pacientes con ingesta <strong>de</strong> ACO y OR <strong>de</strong> 1.945, (p=0.97) respecto a la obesidad.Conclusiones: Existe un 63% <strong>de</strong> concordancia entre el diagnóstico clínico y el resultado histopatológico.Existe asociación entre la baja paridad y el uso <strong>de</strong> ACO con miomatosis uterina. Palabras clave:miomas uterinos; anticonceptivos; Índice <strong>de</strong> masa corporal; paridad.INTRODUCCIÓNJunto con la cesárea, la histerectomía es la intervenciónquirúrgica que más se practica en los países <strong>de</strong>sarrollados.Durante los años ochenta, la tasa anual <strong>de</strong> histerectomíaen los Estados Unidos fue <strong>de</strong> 7 por cada 1000mujeres mayores <strong>de</strong> 15 años. Las principales indicaciones<strong>de</strong> la histerectomía son miomatosis uterina, prolapsouterino, carcinoma cervical y uterino, endometriosis yhemorragias disfuncionales. Respecto a los miomas uterinos,éstos representan la indicación más frecuente <strong>de</strong>histerectomía abdominal.Los miomas <strong>de</strong> útero son tumores benignos compuestos<strong>de</strong> músculo liso, colágena y elastina y pue<strong>de</strong>n ser únicoso múltiples. 1-4 La inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> miomatosis uterina se estimaen 9.2 por 1000 personas al año en Estados Unidos <strong>de</strong>todas las razas, en edad <strong>de</strong> 25-44 años, lo que significa quehay aproximadamente 400,000 casos nuevos cada año. 5-12Los estudios epi<strong>de</strong>miológicos respecto al uso <strong>de</strong> losanticonceptivos como factor <strong>de</strong> riesgo son inconsistentes,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una menarca temprana, baja paridad, primigestasañosas, uso temprano <strong>de</strong> anticonceptivos oralesy obesidad. 13-17Estudios recientes informan que el número y el tamaño<strong>de</strong> los miomas no <strong>de</strong>terminan si la paciente tendrá alte-18, 20, 21, 23raciones <strong>de</strong>l patrón menstrual.El diagnóstico <strong>de</strong> leiomioma se sospecha cuando sepalpa un útero <strong>de</strong> bor<strong>de</strong>s irregulares durante el examen pélvico.El ultrasonido representa el estudio no invasivo paraconfirmar el diagnóstico, ya que ha mostrado que tiene unasensibilidad <strong>de</strong>l 99%, especificidad <strong>de</strong>l 91%, valor predictivopositivo <strong>de</strong>l 96%; sin embargo, el estudio histopatológicoen pacientes tratadas es la regla <strong>de</strong> oro en la <strong>de</strong>terminación<strong>de</strong>l diagnóstico <strong>de</strong>finitivo. 25El diagnostico diferencial <strong>de</strong> la miomatosis uterina es26, 27, 28,29en forma más frecuente con los a<strong>de</strong>nomiomas.La miomatosis es el principal tumor ginecológicoatendido en el Servicio <strong>de</strong> Ginecología y Obstetricia <strong>de</strong>l<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum”y por ese motivo es importante conocer la certeza clínicadiagnostica <strong>de</strong> miomatosis uterina comparado con el diagnósticohistopatológico <strong>de</strong> leiomioma, así como conocerlos factores <strong>de</strong> asociados en las pacientes atendidas en el<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán, y con ello realizar un mejordiagnóstico y por lo tanto un mejor tratamiento.MATERIAL Y MÉTODOSSe realizó una encuesta retrospectiva comparativa a pacientes<strong>de</strong> cualquier edad postoperadas <strong>de</strong> histerectomíaCuadro 1. Frecuencia <strong>de</strong> miomatosis <strong>de</strong> acuerdo al índice <strong>de</strong> masa corporal.OTROS MIOMATOSIS TOTALIMC normal 10(25.6%) 29(74.4%) 39(100%)IMC sobrepeso 57(40.1%) 85(59.9%) 142(100%)Total 67(37%) 114(63%) 181(100%)abdominal con diagnóstico clínico preoperatorio <strong>de</strong>miomatosis uterina en el <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán,“Bernardo J. Gastélum”, Servicio <strong>de</strong> Ginecología y Obstetricia,en el periodo comprendido <strong>de</strong>l primero <strong>de</strong> enero<strong>de</strong>l 2005 al 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2006, que cumplieron con loscriterios <strong>de</strong> inclusión; se excluyeron pacientes con diagnósticodiferente a miomatosis uterina o aquellos conhisterectomía laparoscópica o vaginal y se eliminaronaquellos pacientes con ausencia <strong>de</strong> ultrasonido pélvicoen el expediente clínico o electrónico y pacientes sin reporte<strong>de</strong> patología.Se <strong>de</strong>terminó la edad, menarca, uso <strong>de</strong> anticonceptivosorales, índice <strong>de</strong> masa corporal (IMC) y se investigó la asociaciónentre el número <strong>de</strong> gestaciones, IMC y los anticonceptivosorales con miomatosis uterina.Se calculó el tamaño <strong>de</strong> la muestra consi<strong>de</strong>rando unaprevalencia <strong>de</strong> miomatosis uterina <strong>de</strong>l 40%, con un Intervalo<strong>de</strong> Confianza <strong>de</strong>l 95% y un po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong>l80%, obteniendo un total <strong>de</strong> 181 pacientes para este estudioy se seleccionaron los pacientes en forma aleatoriasimple <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l expediente electrónico. Seaplicó regresión logística univariada utilizando el paqueteestadístico SPSS v13.0.RESULTADOSLa edad <strong>de</strong> la menarca en la población bajo estudio, se registrócomo sigue: menor <strong>de</strong> 10, 3.5%; 11 años 13.2%;12 y 13 años, 27.1% para cada grupo; 14 años, 24.5%, ymenarca a los 15 años y mas 4.4%.El motivo <strong>de</strong> consulta fue por alteraciones <strong>de</strong>l patrónmenstrual (93%) seguido <strong>de</strong>l dolor pélvico (3%).De 181 pacientes 114(63%), 90 fueron miomas puros,y 24 casos (21%) se asociaron a a<strong>de</strong>nomiosis; en los 67 casosrestantes no concordantes, histológicamente fue <strong>de</strong>útero sano el 35.8%, 61.2% a<strong>de</strong>nomiosis y el 3% restantepólipo endometrial.La frecuencia <strong>de</strong> la ingesta <strong>de</strong> anticonceptivos en pacientescon miomatosis contra aquellas que no tenían miomatosisconfirmada por histopatología fue <strong>de</strong> 44.74% versus29.85%, con un OR <strong>de</strong> 1.9 (IC95%:1.01-3.6), p0.048).Referente a la relación entre obesidad y miomatosis no fuesignificativa (OR: 1.945, p0.097).Una prueba <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> verosimilitud (Razón <strong>de</strong> verosimilitud=6.532,p=.038), muestra que a medida que el número<strong>de</strong> gestaciones es menor, la frecuencia <strong>de</strong> miomatosises significativamente mayor (ver cuadro 1 y 2).Los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los pacientes con diagnósticoerróneo <strong>de</strong> miomatosis uterina (útero sano) fueron que<strong>de</strong> estas 24 pacientes, el 20.8% tomaban anticonceptivos,66.7% tenían un tiempo <strong>de</strong> evolución <strong>de</strong> la sintomatologíamayor a 6 meses y en el 91.7% su motivo <strong>de</strong> consultafue por sangrado y el restante dolor pélvico y el 91.7%presentaron sobrepeso. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l ultrasonido positivo,estas pacientes con útero sano en su mayoría teníansobrepeso, con sangrado o dolor pélvico, con más <strong>de</strong> 6meses con el pa<strong>de</strong>cimiento y sin diferencias significativasen el grupo <strong>de</strong> edad.DISCUSIÓNEn el presente trabajo se estudió la confiabilidad <strong>de</strong>ldiagnóstico clínico incluido ultrasonido para diagnosticarmiomatosis uterina y observamos que la capacidad<strong>de</strong> la clínica es <strong>de</strong>l 63% comparada con el diagnósticohistopatológico.Por tanto, observamos que existe confusión tantoclínica como por ultrasonido para establecer el diagnóstico<strong>de</strong> miomatosis uterina, esto pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>bido a lasimilitud tanto <strong>de</strong> los criterios clínicos como <strong>de</strong> ultrasonidopara el caso específico <strong>de</strong> a<strong>de</strong>nomiosis; no así paralas pacientes con útero sano, en cuyo caso, la evaluaciónendocrina-ovárica es necesaria.Aún cuando la capacidad <strong>de</strong> las variables para diferenciarentre miomatosis u otros pa<strong>de</strong>cimientos ha quedadomostrada en este trabajo y en la literatura médica, aún quedaun gran número <strong>de</strong> pacientes con diagnóstico incorrecto.Los factores asociados fueron tomar anticonceptivos,obesidad y un número reducido <strong>de</strong> gestaciones. Recordandoque tanto las correctas como incorrectamente diagnosticadaspresentaban dolor y/o sangrado con mas <strong>de</strong> seismeses <strong>de</strong> duración. La salpingoclasia y entre otras, no fueronsignificativas al encontrarlas en la misma proporción enambos grupos <strong>de</strong> diagnóstico.En nuestra población observamos que el diagnóstico <strong>de</strong>miomatosis uterina y el uso <strong>de</strong> anticonceptivos y la paridadse encuentran asociados. En cuanto al uso <strong>de</strong> anticonceptivosen la literatura mundial existen opiniones diversas17, 3,24, en nuestra población, comprobamos que el uso <strong>de</strong> ACOrepresenta un factor asociado así como la baja paridad tam-<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa58<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa59


10, 11, 15bién representa un factor asociado. CONCLUSIÓNPo<strong>de</strong>mos observar cómo a menor número <strong>de</strong> embarazos,el riesgo <strong>de</strong> miomatosis se incrementó. Observamostambién como <strong>de</strong> acuerdo a lo reportado en estudiosprevios 29,30 el índice <strong>de</strong> masa corporal (IMC) noes estadísticamente significativo aunque con incremento<strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> miomatosis en 1.945 veces. La asociaciónentre miomatosis y a<strong>de</strong>nomiosis, aunque son entida<strong>de</strong>sdiferentes, la sintomatología y el cuadro clínico pue<strong>de</strong>nser en muchos casos muy similares. 13-15 La asociación encontradaen este estudio, es comparable con la reportadaen estudios previos (hasta <strong>de</strong>l 25%), en don<strong>de</strong> inclusomencionan que el diagnóstico radiológico entre miomas19, 29,34y a<strong>de</strong>nomiomas pue<strong>de</strong> ser confuso.La baja concordancia entre el diagnóstico clínico y el diagnóstico<strong>de</strong>finitivo, nos obliga a pensar en la necesidad <strong>de</strong>la búsqueda <strong>de</strong> herramientas clínicas para apoyar el diagnósticoclínico, y no basarse únicamente en el ultrasonidocomo en la actualidad se realiza sobre todo, para aquellaspacientes en edad reproductiva las cuales al tener su úterosano, el diagnóstico incorrecto las lleva a interrumpir, laposibilidad <strong>de</strong> nuevas gestaciones.Dado que en la literatura se menciona que la herramientadiagnóstica por imagen consi<strong>de</strong>rada actualmenteel estándar <strong>de</strong> oro es el ultrasonido endovaginal, sesugiere que este sea utilizado en forma complementariaen las pacientes con diagnóstico incierto <strong>de</strong> miomatosisuterina por ultrasonido pélvico.Cuadro 2. Porcentaje <strong>de</strong> número <strong>de</strong> gestaciones y diagnóstico histopatológicoreproductive history, body size and smoking. Am J.Epi<strong>de</strong>miol 2001; 153:1-1<strong>02</strong>5. Ryan GL, Syrop CH, Van Voorhis BJ . Role, epi<strong>de</strong>miology and Natural history of benign uterine mass lesions. Clin Obstet Gynecol 2005;48:312-324.26. Wallach E. Vlahos N. Uterine Myomas: An Overview of Development, Clinical Features, and Management. Obste Gynecol 2004;104:393-40627. Brett KM, Marsh JV, Madans JH, epi<strong>de</strong>miology of histerectomy in the United Status:<strong>de</strong>mographic and reproductive factors in a nationally representativesample. J.Womens Health. 1997;6(3):309-316.28. Leiomyomata and A<strong>de</strong>nomyosis: Symptoms and Pathologic Correlation. Vance, Mau<strong>de</strong> M. MD, PhD; Stilwill, Sarah E. BA; Riddick, Daniel H. MD,PhD; Cooper, Brian C. MD29. Azziz R. A<strong>de</strong>nomyosis: current perspectives. Obstet Gynecol Clin North Am. 1989;16:221-235.30. Bromley B, Shipp T, Benacerraf B. A<strong>de</strong>nomyosis: sonographic findings and diagnostic accuracy. J Ultrasound Med 2000; 19:529-534.31. Moreno J. Histerectomía en 321 casos <strong>de</strong> fibromatosis uterina. Rev Obstet Ginecol Venez. 1992;52:173-174.32. Brill AI. Hysterectomy in the 21st Century: Different Approaches, Different Challenges. Clinical Obstetrics & Gynecology 2006; 49(4):722-735.33. Hulka C, Hall D, McCarthy K, et al. Sonographic findings in patients in the a<strong>de</strong>nomyosis: Can sonography assist in predicting extent of disease?.AJR 20<strong>02</strong>; 179:379-38334. Siedler D, Laing FC, Jeffrey RB Jr, et al. Uterine a<strong>de</strong>nomyosis: a difficult diagnosis. J Ultrasound Med. 1987;6:345. Mark AS, Hricak H, HeinrichsLW, et al. A<strong>de</strong>nomyosis and leiomyoma: differential diagnosis with MR imaging. Radiology. 1987; 163:527-529.Enviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias a Marisol Urrea RivasDepartamento <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán, Aldama y Nayarit s/n Col. Rosales, Culiacán, Sinaloa CP.8<strong>02</strong>30.Teléfono: (667)716 98 15 extensión 179. E-Mail: invhgc@yahoo.comEste artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.comOTROS MIOMATOSIS TOTALNUMERO DEGESTACIONESTOTAL0-6 55(35%) 1<strong>02</strong>(65%) 1577-12 12(57.1%) 9(42.9%) 2113 o mas 0(0%) 3(100%) 367(37%) 114(63%) 181Bibliografia1. Buttram VC Jr, Reiter RC. Uterine leiomyomata: etiology, symptomatology, and management. Fertil Steril 1981;36:433–45.2. Wallach E, Vlahos N F. Uterine Myomas: An Overview of Development, Clinical Features, and Management. Obstet Gynecol 2004;104:393-4063. Gross KL, Morton CC. Genetics and the Development of Fibroids. Clin Obstet Gynecol 2001; 44(2):335-349,4. Nowak RA. Fibroids: pathophysiology and current medical treatment. Bailleres Clin Obstet Gynaecol 1999;13:223–38.5. Marshall LM, Spiegelman D, Barbieri RL, Goldman MB, Manson JE, Colditz GA, et al. Variation in the inci<strong>de</strong>nce of uterine leiomyoma amongpremenopausal women by age and race. Obstet Gynecol 1997;90:967–73.6. chwartz S. Epi<strong>de</strong>miology of uterine leiomyomata. Clin Obstet Gynecol 2001;44:316-3267. Stewart E. Uterine fibroids. Lancet 2001;357:293-298.8. Wallach E, Vlahos NF. Uterine myomas: an overview of <strong>de</strong>velopment, clinical features, and management. Obstet Gynecol. 2004;104:393-406.9. Day Baird D, Dunson DB, Hill MC, Cousins D, Schectman JM. High inci<strong>de</strong>nce of uterine leiomyoma: ultrasound evi<strong>de</strong>nce. Am J Obstet Gynecol2003;188:100.10. Wise LA, Palmer JR, Harlow BL, Spiegelman D, Stewart EA, Adams-Campbell LL, et al. Reproductive factors, hormonal contraception, and riskof uterine leiomyomata in African-American women: a prospective study. Am J Epi<strong>de</strong>miol 2004;159:113–23.11. Akinyemi BO, A<strong>de</strong>woye BR, Fakoya TA. Uterine fibroid: a review. Niger J Med 2004;13:318–29.12. Marino J, Eskenazi B, Warner M, et al. Uterine leiomyoma and menstrual cycle characteristics in a population-based cohort study. Hum Reprod.2004;19:2350-2355.13. Wise L A, Palmer J R, Harlow B L, Spiegelman D, Stewart E A , Adams-Campbell L L, and Rosenberg L. Reproductive Factors, Hormonal Contraception,and Risk of Uterine Leiomyomata in African-AmericanWomen:AprospectiveStudy. Am J Epi<strong>de</strong>miol 2004; 159(2): 113 - 123.14. Ryan Gynni L., Syrop Craigh H. Van Boris Bradley. Role, epi<strong>de</strong>miology and Natural history of benign uterine mass lesions , Clin Obstet Gynecol2005;48:312-32415. Parazzini F, Negri E, La vecchia C, et al. Reproductive factos and risk of uterine fibroi<strong>de</strong>s. Epi<strong>de</strong>miology 1996;7(4):440-442.16. Marshall LM, spiegelman d, goldman MB, et al. a prospective study of reproductive factors and oral contraceptive use in relation to the risk ofuterine leiomyomata. Fetil steril.2998;70(3):432-439.17. Leppert, Phyllis C. MD, PhD Overview of Women’s Health. Clinical Obstetrics & Gynecology. December 20<strong>02</strong>;5(4):1073-1079.18. Wegienka G, Baird DD, Hertz-Picciotto I, et al. Self-reported heavy bleeding associated with uterine leiomyomata. Obstet Gynecol 2003;101:431-437.19. Botsis D, Kassanos D, Antonioc G, et al. A<strong>de</strong>nomyoma and leiomyoma: differential diagnosis with transvaginal sonography. J Clin Ultrasound.1998;26:2120. Ross rk, Pike M, Vessey MP et al. Risk factors for uterine fibroids: reduced risk asociated with oral contraceptives. Br Med J 1986;293:359-362(20)21. Clevenger-Hoeft M, Syrop CH, Stovall D, et al. Sonohysterography in premenopausal women with and without abnormal bleeding. Obstet Gynecol1999;94:516-52<strong>02</strong>2. Wegienka G, Baird DD, Hertz-Picciotto I, et al. Self-reported heavy bleeding associated with uterine leiomyomata. Obstet Gynecol 2003;101:431-437.23. aerstein E. Szklo M, Rosenheim NB, Risk factors for uterine leiomyomata: a practice based case control study. I.African-american heritage,<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa60HOSPITAL GENERAL DE CULIACÁNDr. Bernardo J. GastélumDEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓNINVITA ALDIPLOMADO ENMETODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÒNCURSO-TALLERObjetivo:Proveer las herramientas necesarias y suficientes para diseñar una investigación científica.Se<strong>de</strong>: <strong>Hospital</strong> Ángeles.Fecha: <strong>de</strong>l 01 <strong>de</strong> Septiembre al 01 <strong>de</strong> Diciembre <strong>de</strong>l 2007Sábados <strong>de</strong> 8:30 a 14 hrs.Constancia con valor curricular<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> SinaloaInformes e inscripciones en el Departamento <strong>de</strong> Investigación <strong>de</strong>l HGC61Tel. 716 9810, 716 98 15 ext. 179.


Revisión <strong>de</strong> la literatura: Intoxicación porPlaguicidas Organofosforados en SinaloaDR. ISRAEL DIARTE ARELLANO, MÉDICO INTERNISTA JEFE DEL DEPARTAMENTO DE URGENCIASADULTOS DEL HOSPITAL GENERAL DE CULIACÁN “DR. BERNARDO J. GASTÉLUM”INTRODUCCIÓNExisten más <strong>de</strong> 200 sustancias químicas <strong>de</strong> este grupo quese emplean principalmente como insecticidas y nematicidas,sin embargo, algunas <strong>de</strong> ellas se utilizan también como herbicidas,fungicidas, plastificantes, fluidos hidráulicos (en laindustria) y como arma <strong>de</strong> guerra química 1 . Como ejemplo<strong>de</strong> su uso; en el estado <strong>de</strong> California, EUA, el uso <strong>de</strong> Clorpirifos,ocupa el lugar 14 <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los pesticidas usados. 2En contraste, el empleo <strong>de</strong> compuestos organofosforados(COF) en Sinaloa se ubica en el primer lugar. 3Siendo Sinaloa un Estado Lí<strong>de</strong>r Nacional en Alimentos,se cuenta con una superficie agrícola <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 850 mil hectáreas<strong>de</strong> riego y más <strong>de</strong> 500 mil <strong>de</strong> temporal en las que seaplican en promedio 7 a 8 mil toneladas anuales <strong>de</strong> plaguicidas,con lo que se produce un importante <strong>de</strong>secho tóxico,500 toneladas <strong>de</strong> envases vacíos <strong>de</strong> plaguicidas anualmente; 4los agroquímicos son contaminantes <strong>de</strong> fuentes acuíferas.En un estudio realizado en el 2000, se documentóun gran número <strong>de</strong> pesticidas en muestras <strong>de</strong> agua, sedimentosy en los tejidos <strong>de</strong> camarón. 5 Todo lo anterior hapuesto en riesgo la salud <strong>de</strong> los jornaleros agrícolas y <strong>de</strong>lresto <strong>de</strong> la población, por lo que se creó en Febrero <strong>de</strong>1994, el Comité Estatal <strong>de</strong> Seguridad para el Manejo y Uso<strong>de</strong> Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (CO-ESPLAFEST). 4 En México la autoridad que regula a losplaguicidas es la Comisión Intersecretarial para el Control<strong>de</strong>l Proceso y Uso <strong>de</strong> Plaguicidas, Fertilizantes y SustanciasTóxicas (Cicoplafest) que fue creada a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cretopublicado el día 15 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1987. 6En la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l Sistema Único Automatizado <strong>de</strong>Vigilancia Epi<strong>de</strong>miológica (SUAVE), se registraron durantelos años 2004 y 2005: 380 y 334 casos <strong>de</strong> intoxicaciónpor plaguicidas, respectivamente 7 , mientras que en el 2006fueron 285, <strong>de</strong> las cuales 226 en hombres y 59 en mujeres. 8De estas los COF ocupan el segundo lugar, reportado, conun 40% <strong>de</strong>l total. 7, 9 Esta última ten<strong>de</strong>ncia es similar para elresto <strong>de</strong> México, don<strong>de</strong> ocupan el primer lugar. 10LosTOXICOCINÉTICA YTOXICODINÁMICALos COF ingresan al organismo por las vías cutánea, respiratoriay digestiva. Las dos primeras constituyen las rutasmás comunes <strong>de</strong> penetración en intoxicaciones laborales y <strong>de</strong>guerra ó terrorismo; la última es más frecuente en intoxicaciones<strong>de</strong> otro origen como las intoxicaciones11, 12suicidas.CasosGráfica 1.Número <strong>de</strong> intoxicaciones por plaguicidas enSinaloa, para los años 2000 a 2007. 79080706050403<strong>02</strong>010040035030<strong>02</strong>5<strong>02</strong>00150100500111582361732843803342842000 2001 20<strong>02</strong> 2003 2004 2005 2006 2007Gráfica 2. Intoxicaciones por plaguicidareportado, en el periodo 1997 - 2007. 97 5 7AGRIMECANATEENDOSULFANFAENA628217 1712 1115FURADANLANNATEMALATIONPARATION78RATICFIDASTAMARONTIODANVELFURANCOF, el mecanismo a través <strong>de</strong>l cual producentoxicidad es, la inhibición <strong>de</strong> la acetilcolinesterasa (ACh), laenzima responsable <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción y terminación <strong>de</strong> laactividad biológica <strong>de</strong>l neurotransmisor acetilcolina (AC).Con la acumulación <strong>de</strong> la AC se altera el funcionamientonormal <strong>de</strong>l impulso nervioso. Las colinesterasas, es <strong>de</strong>cir,las enzimas que producen la hidrólisis <strong>de</strong> la acetilcolina13 -15pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> dos tipos:La colinesterasa verda<strong>de</strong>ra, acetilcolinesterasa, colinesterasaeritrocitaria, específica o <strong>de</strong> tipo e, se encuentra unidaa las membranas <strong>de</strong> las neuronas, en las sinapsis gangliona-31res <strong>de</strong> la estructura neuromuscular <strong>de</strong>l organismo y en loseritrocitos y, la pseudocolinesterasa o colinesterasa inespecífica,también <strong>de</strong>nominada butirilcolinesterasa, colinesterasaplasmática o <strong>de</strong> tipo s, está presente generalmente en formasoluble en casi todos los tejidos (principalmente hígado) y enel plasma, pero en poca concentración en el sistema nerviosocentral y periférico. Dicha enzima también es inhibida porlos COF, pero sin manifestación <strong>de</strong> síntomas clínicos.MECANISMO DE ACCIÓN DELOS PLAGUICIDASEl mecanismo <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> todos los COF, es la inhibiciónfuncional <strong>de</strong> la enzima ACh. En la transmisión colinérgicanormal, el neurotransmisor AC es liberado en lasinapsis en respuesta a un potencial <strong>de</strong> acción que alcanzaa la neurona colinérgica.La AC se encuentra en el sistema nervioso simpáticoy parasimpático pre y post ganglionar, el sistema nerviosocentral y la placa neuromuscular 15 . Estas vías pue<strong>de</strong>n subdividirseen muscarinicas y nicotínicas <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l tipo<strong>de</strong> receptor <strong>de</strong> acetilcolina. Los receptores muscarínicos seencuentran en glándulas, pulmón y músculo liso gastrointestinal,cerebro y nervio vago.Los sitios con receptores nicotínicos incluyen los gangliosautonómicos, músculo esquelético y médula espinal.La AC se libera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la terminal presináptica, lo cual permitela unión al receptor colinérgico en las neuronas postsinápticas ó el órgano efector. Posteriormente se disocia<strong>de</strong>l receptor y se hidroliza en forma rápida por la ACh formandoacetato y colina. 21 La inactivación <strong>de</strong> la ACh por losCOF da como resultado el acumulo <strong>de</strong> acetilcolina intrasinapticalo cual conduce a sobreestimulación <strong>de</strong> la neurona15, 21postsináptica y el órgano efector.El siguiente esquema muestra como los compuestos organofosforadosreaccionan con la enzima colinesterasa <strong>de</strong>manera similar a la AC:Paso 1:AB + acetilcolinesterasa ------> B + acetilcolinesterasa modificada (A).Paso 2:Acetilcolinesterasa modificada (A) + H2O ------> A + Acetilcolinesterasa.AB representa la molécula <strong>de</strong>l compuesto organofosforado.En el primer paso, la parte ácida (A) <strong>de</strong>l plaguicida se incorporacovalentemente en el sitio activo <strong>de</strong> la enzima, mientrasque se libera su fracción alcohólica (B). En el segundopaso, una molécula <strong>de</strong> agua libera la parte ácida (A) <strong>de</strong>l plaguicida,<strong>de</strong>jando la enzima libre y, por lo tanto, reactivada.Este proceso <strong>de</strong> reactivación pue<strong>de</strong> ser prolongado eincluso llegar a ser irreversible. De ahí que, en forma clínica,a los COF se les llama inhibidores irreversibles porqueGráfica 3. Porcentaje <strong>de</strong> pacientes reportados<strong>de</strong> intoxicación por plaguicidas en México. 1<strong>02</strong>0%8%6%6%14%OrganofosforadosPiretroi<strong>de</strong>sCarbamatosOtrosDesconocidoBipiridilosCumarÌnicos25%21%el proceso <strong>de</strong> reactivación tarda mucho tiempo, lo que haceque la enzima pierda sus propieda<strong>de</strong>s catalizadoras.Estos compuestos inicialmente inhiben la función <strong>de</strong> laACh formando inicialmente una unión reversible. 22 Estoscomplejos pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>gradarse en forma espontánea, permitiendola reactivación <strong>de</strong> la enzima ó pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sarrollar unproceso <strong>de</strong> envejecimiento. 23El envejecimiento es un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>salcalinización<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> tiempo que resulta en la inactivación irreversible<strong>de</strong> la enzima. 21, 22, 23, 24, 25 Cuando el antídoto obidoximase utiliza antes <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> envejecimiento, estepue<strong>de</strong> reactivar la enzima en forma <strong>de</strong> complejo, separandoel COF. 21 El proceso <strong>de</strong> envejecimiento <strong>de</strong>l complejo acetilcolina-organofosforadoes variable en tiempo, y pue<strong>de</strong> durar<strong>de</strong> minutos a horas, para los diferentes productos. Unavez que el envejecimiento ocurre, las oximas son incapaces<strong>de</strong> restaurar la actividad <strong>de</strong> la ACh y <strong>de</strong>berá ocurrir la síntesis<strong>de</strong> nueva ACh para restaurar la24, 25función.DIAGNÓSTICOLos antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> exposición, así como los datos <strong>de</strong>rivados<strong>de</strong>l examen físico son suficientes para sospechar unaintoxicación aguda por COF. I<strong>de</strong>almente <strong>de</strong>berá monitorizarseel nivel <strong>de</strong> biomarcadores; un nivel bajo <strong>de</strong> ACh verda<strong>de</strong>ray plasmática hacen muy sugestivo el diagnóstico <strong>de</strong>intoxicación por COF en pacientes sin exposición previa.En pacientes con exposición previa, el diagnóstico basadosolo en el uso <strong>de</strong> biomarcadores es menos útil, aunque no<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa62<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa63


por eso <strong>de</strong>be <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñarse. El monitoreo <strong>de</strong> los síntomas enpresencia <strong>de</strong> antídotos es <strong>de</strong> igual manera útil. La severidad<strong>de</strong> los síntomas no se correlaciona con los niveles <strong>de</strong> ACh.Cuadro clínicoLas características clínicas <strong>de</strong> los pacientes intoxicados conCOF, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la dosis, el agente y vía <strong>de</strong> absorción <strong>de</strong>lproducto. Algunos síntomas muscarínicos son diaforesis, ydiarrea, miosis, bradicardia, broncorrea y broncoespasmo,emesis, epífora, secreciones y saliva excesiva, aumento en la13, 16frecuencia urinaria.Los signos y síntomas nicotínicos incluyen midriasis,fasciculaciones musculares, calambres musculares, pali<strong>de</strong>z,parálisis flácida, hipertensión y taquicardia. 13, 16 Síntomasy signos <strong>de</strong>l SNC incluyen insomnio, ansiedad, <strong>de</strong>presiónrespiratoria, convulsiones, coma y ataxia. 13, 28, 29 Como semencionó, aunque pue<strong>de</strong> estar presente midriasis, es co-12, 16, 26, 27, 30mún que predomine la miosis.La disfunción respiratoria aguda es causa común <strong>de</strong>muerte por estos agentes. 28 Se produce una broncorreaintense con broncoconstricción lo cual <strong>de</strong>riva en dificultadrespiratoria severa con hipoxia refractaria, obstrucción <strong>de</strong> lavía aérea; la estimulación nicotínica produce <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> losmúsculos respiratorios y parálisis, y aún pue<strong>de</strong> ocurrir primeroapnea <strong>de</strong> origen central. 19, 28 Los efectos cardiovascularesson menos pre<strong>de</strong>cibles tanto que el paciente se pue<strong>de</strong>presentar con taquicardia, bradicardia ó un ritmo cardiaconormal. Así mismo hipertensión ó hipotensión. Arritmias,bloqueo AV y cambios en la repolarización así como isquemiamiocárdica pue<strong>de</strong>n13, 16, 18, 26, 31-35presentarse.Neurotoxicidad intermedia osíndrome intermedioAparece súbitamente 24 a 96 horas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> intoxicaciónaguda. Se presenta <strong>de</strong>bilidad y parálisis <strong>de</strong> nervios craneales.Debilidad <strong>de</strong> músculos proximales <strong>de</strong> extremida<strong>de</strong>s yflexores <strong>de</strong>l cuello. Debilidad y parálisis <strong>de</strong> músculos respiratorios.Existe recuperación en 5 a 20 días y, si el manejoes a<strong>de</strong>cuado, generalmente no quedan secuelas.Neurotoxicidad retardadaInicia 1 a 3 semanas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> exposición, con o sin cuadroprevio <strong>de</strong> intoxicación aguda. Se presentan calambres,sensación <strong>de</strong> quemadura y dolor sordo o punzante simétricoen pantorrillas y menos frecuente en tobillos y pies;parestesias en pies y piernas. Luego, <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> músculosperoneos, con caída <strong>de</strong>l pie, seguida <strong>de</strong> disminución<strong>de</strong> sensibilidad al tacto, al dolor y a la temperatura en extremida<strong>de</strong>sinferiores y en menor grado, en extremida<strong>de</strong>ssuperiores y atrofia muscular; signo <strong>de</strong> Romberg presente;pérdida <strong>de</strong> reflejos aquilianos y <strong>de</strong> contractura <strong>de</strong> tobillo.Finalmente, se instala parálisis que afecta miembros inferiores,pero también pue<strong>de</strong> alcanzar los superiores. Después<strong>de</strong> un a<strong>de</strong>cuado tratamiento <strong>de</strong> sostén, la recuperaciónpue<strong>de</strong> presentarse entre 6 a 18 meses, luego <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>ldéficit neurológico. En casos severos pue<strong>de</strong> quedar algún36 - 46tipo <strong>de</strong> secuelas.Pruebas <strong>de</strong> laboratorioEs importante recordar que el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la seudocolinesterasaen el plasma y/o <strong>de</strong> la actividad colinesterásica<strong>de</strong> los eritrocitos, constituyen los índices bioquímicos másrelevantes para el diagnóstico, ya que hacen evi<strong>de</strong>nte la absorción<strong>de</strong> COF.Si el diagnóstico <strong>de</strong> la intoxicación se basa en la inhibición<strong>de</strong> la actividad colinesterásica, éste <strong>de</strong>be hacerse cuandola disminución sea <strong>de</strong>l 25% o más, como mínimo, recordandoque en los trabajadores expuestos en forma crónicaa éstos plaguicidas, el nivel <strong>de</strong> colinesterasa en bajo, aún sinintoxicación aguda. La <strong>de</strong>presión enzimática aparece porlo general inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> producirse una absorciónsignificativa <strong>de</strong> los inhibidores <strong>de</strong> colinesterasa, o16 - 20<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las 24 horas siguientes.Utilidad <strong>de</strong> los biomarcadoresColinesterasa verda<strong>de</strong>ra: Biomarcador <strong>de</strong> elección para utilizaren los sistemas <strong>de</strong> vigilancia <strong>de</strong> la exposición crónica yen casos <strong>de</strong> intoxicación aguda por COF. La actividad <strong>de</strong> laACh verda<strong>de</strong>ra, se correlaciona <strong>de</strong> mejor forma con la <strong>de</strong> lacolinesterasa que se encuentra en la sinapsis nerviosa, porlo que es un mejor biomarcador que la ACh plasmática.Disminuye en minutos a horas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una exposiciónaguda a COF, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la ruta <strong>de</strong> ingreso <strong>de</strong>lproducto y la dosis <strong>de</strong>l mismo. Depen<strong>de</strong> su síntesis <strong>de</strong> lavida <strong>de</strong>l eritrocito por lo que restaura sus valores en formaaproximada <strong>de</strong> 1% al día, por lo que toma meses, para normalizarse,lo cual contrasta con la ACh nerviosa, la cual serecupera más rápidamente y los síntomas mejoran antes <strong>de</strong>16, 17, 18que mejoren los niveles <strong>de</strong> este biomarcador.Pseudocolinesterasa: La medición <strong>de</strong> su actividad constituyeuna ayuda importante para el diagnóstico <strong>de</strong> las intoxicacionesagudas por COF.Producida en el hígado, sus niveles se afectan por diversosfactores, tales como el embarazo, medicamentos yenfermeda<strong>de</strong>s subyacentes, con variaciones hasta <strong>de</strong>l 50%<strong>de</strong> su valor basal. Sus niveles caen rápidamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>la exposición a COF y sus niveles retornan a estados normalesen forma rápida, antes incluso <strong>de</strong> que los síntomas19, 20<strong>de</strong>l paciente mejoren.Esterasa neuropatica (NTE): Se utiliza para el diagnóstico<strong>de</strong> la neuropatía retardada producida por algunos COF.Se <strong>de</strong>termina en linfocitos humanos.DIAGNÓSTICO DIFERENCIALDebido a que existen algunas patologías o situacionesque pue<strong>de</strong>n ser semejantes al cuadro presentado por losintoxicados con inhibidores <strong>de</strong> las colinesterasas, es necesarioconocerlas, para establecer en el menor tiempoposible, el diagnóstico diferencial que asegure una conductaterapéutica acertada. El diagnóstico <strong>de</strong> sospecha,mediante una a<strong>de</strong>cuada historia clínica y examen físico, laintegración <strong>de</strong>l toxíndrome y el apoyo <strong>de</strong> laboratorio sonlas herramientas fundamentales que <strong>de</strong>berán ponerse enpráctica, en todos los pacientes.La toxicidad por éstos compuestos pue<strong>de</strong> ser indistinta<strong>de</strong> la intoxicación con plaguicidas carbamatos, solo que laintoxicación por éstos últimos es menos intensa. Algunassustancias colinomiméticas, como las que se encuentran enalgunas plantas como los hongos Inocybe o Clitocybe pue<strong>de</strong>nsemejar la crisis colinérgica que producen los COF. 47-49El cigarro y la planta Nicotiana (<strong>de</strong> don<strong>de</strong> <strong>de</strong>riva el tabaco)pue<strong>de</strong>n causar sobrestimulación nicotínica, pudiendo llegara la <strong>de</strong>presión respiratoria. 50-53TRATAMIENTOLas medidas <strong>de</strong> soporte juegan un rol muy importantepara la atención <strong>de</strong> pacientes con intoxicación aguda porplaguicidas. Recuer<strong>de</strong> que primero es el ABC <strong>de</strong> la reanimación.Y posteriormente la eliminación <strong>de</strong> la sustanciatóxica. Para tratar la intoxicación por COF se <strong>de</strong>be utilizarcomo antídoto atropina y pue<strong>de</strong> ser necesaria la utilización<strong>de</strong> oximas (Obidoxima).Eliminación <strong>de</strong> la sustancia tóxicaEl objetivo <strong>de</strong>l rescate o eliminación <strong>de</strong> la sustancia tóxicaestá dirigido a dos aspectos fundamentales; disminuir oevitar la absorción por medio <strong>de</strong> las medidas <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontaminacióny aumentar la eliminación <strong>de</strong> la sustancia tóxicaabsorbida. La técnica <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontaminación va a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r<strong>de</strong> la vía <strong>de</strong> penetración, tiempo transcurrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento<strong>de</strong> la exposición, tipo <strong>de</strong> formulación, etc. La personaque realice <strong>de</strong>be tomar todas las medidas para evitarsu propia contaminación. 12La <strong>de</strong>scontaminación es vital, para evitar la intoxicaciónsubsiguiente con la sustancia en la piel ó la ropa, y la <strong>de</strong>lpersonal que atien<strong>de</strong> a la víctima. La <strong>de</strong>scontaminación<strong>de</strong>be realizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lugar <strong>de</strong> ocurrencia <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte,según el estado <strong>de</strong>l paciente, ó al ingresar al servicio <strong>de</strong> urgencias,en un área especial para ello. La <strong>de</strong>scontaminaciónpara gases y vapores, consiste en retirar a la víctima <strong>de</strong>l sitio<strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte y <strong>de</strong>svestir al paciente. Pue<strong>de</strong> ocurrir que existanvapores <strong>de</strong>l producto en los bolsillos <strong>de</strong> la ropa;Ésta última, <strong>de</strong>berá colocarse en bolsa impermeable ysellarse. Debe continuarse con el aseo a base <strong>de</strong> agua yjabón abundante. Esta última medida es <strong>de</strong> suma utilidadcuando se trata <strong>de</strong> un líquido, ya sea volátil ó por aspersión,ó durante la preparación <strong>de</strong>l producto. No se recomiendael tallado <strong>de</strong> la piel en forma abrasiva <strong>de</strong>bido a que pue<strong>de</strong>causar soluciones <strong>de</strong> continuidad sobre la piel, permitiendouna mayor absorción <strong>de</strong>l tóxico. Para la <strong>de</strong>scontaminaciónocular, se requieren gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> solución salina.La <strong>de</strong>scontaminación <strong>de</strong> la vía digestiva es mediante un lavadogástrico, y el uso <strong>de</strong> carbón22, 54activado.Descontaminación gastrointestinal.Lavado gástrico y uso <strong>de</strong>l carbón activadoLa <strong>de</strong>scontaminación gastrointestinal se <strong>de</strong>fine como laremoción <strong>de</strong> sustancias potencialmente letales <strong>de</strong>l tractogastrointestinal para disminuir su absorción ó aumentar sueliminación. Los procedimientos para este fin incluyen allavado gástrico para evacuar al estomago, el uso <strong>de</strong> carbónactivado para adsorber agentes, ó vía irrigación intestinaltotal para eliminar la sustancia antes <strong>de</strong> la absorción.El lavado gástrico disminuye la absorción <strong>de</strong>l tóxicoen un 26% a un 37%, 55-58 aunque estudios en humanos nohan <strong>de</strong>mostrado un efecto consistente en la respuesta <strong>de</strong>lpaciente. 59-61Debido a la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> morbilidad como son la aspiración,laringoespasmo y perforación esofágica, no <strong>de</strong>berealizarse el lavado gástrico a menos que la intoxicaciónponga en peligro la vida <strong>de</strong>l paciente y el procedimientopueda ser completado <strong>de</strong> preferencia 1 hora <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laingesta <strong>de</strong>l producto. 62El procedimiento consiste; (en que) para los casos <strong>de</strong> alteración<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> conciencia, <strong>de</strong>be protegerse a<strong>de</strong>cuadamentela vía aérea mediante la intubación endotraquealantes <strong>de</strong> realizar la maniobra <strong>de</strong> lavado gástrico. La máximautilidad <strong>de</strong>l lavado gástrico es en las primeras cuatro horasluego <strong>de</strong> la ingesta <strong>de</strong>l tóxico. Se coloca sonda nasogástricay se aspira el contenido gástrico.Posteriormente se realiza el lavado con solución salinaisotónica ó agua corriente limpia, con una cantidad <strong>de</strong>líquidos no menor <strong>de</strong> 5 L en el adulto, hasta que el líquido<strong>de</strong> lavado salga claro y sin olor a tóxico. En los niños lacantidad <strong>de</strong> líquido a utilizar va a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la edad. Serecomienda administrar en cada irrigación la cantidad <strong>de</strong>200 - 300 ml en el adulto y 15 ml/kg en el niño.Cuando el tóxico ingerido contiene como vehículo unhidrocarburo <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong>l petróleo, como por ejemplokerosene, se <strong>de</strong>ben extremar las medidas <strong>de</strong> protección <strong>de</strong>la vía respiratoria antes <strong>de</strong> realizar las maniobras <strong>de</strong> rescatedigestivo, por el riesgo <strong>de</strong> producir neumonitis químicapor aspiración.El carbón activado es un polvo fino, negro, mate, que seutiliza comúnmente para adsorber sustancias. Es capaz <strong>de</strong>unir múltiples sustancias mediante uniones <strong>de</strong> hidrógeno,dipolos, ion a ion, ó fuerzas <strong>de</strong> Van Der Waals.El carbón activado ha <strong>de</strong>mostrado disminuir en un89% la absorción si es administrado en 30 minutos <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> la ingesta y en un 37% si es administrado en una hora<strong>de</strong>spués. (<strong>de</strong> la ingesta). La dosis <strong>de</strong> carbón activado quepue<strong>de</strong> repetirse cada cuatro horas <strong>de</strong> ser necesario a 0.5<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa64<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa65


a 1 g/kg <strong>de</strong> peso corporal en adultos (usualmente 50 g) yen los niños a 0.25 a 1 g/Kg. <strong>de</strong> peso corporal. Cuando seadministra carbón activado, este <strong>de</strong>be ir asociado al uso <strong>de</strong>catárticos (si el paciente no presenta diarrea).Las dosis <strong>de</strong> los catárticos más conocidos son: Sulfato<strong>de</strong> magnesio o <strong>de</strong> sodio (tener precaución con los pacientesque presentan alteración <strong>de</strong> la función renal o cardiaca):Adultos y mayores <strong>de</strong> 12 años: 20 a 30 g. Menores <strong>de</strong> 12años: 250 mg/kg <strong>de</strong> peso corporal. El carbón activado pue<strong>de</strong>repetirse cada 4 horas. 63-68Irrigación intestinal totalcon Polietilenglicol 3350La <strong>de</strong>scontaminación intestinal total mediante la irrigaciónintestinal total, requiere la administración <strong>de</strong> una solución<strong>de</strong> Polietilenglicol 3350 en un esfuerzo <strong>de</strong> lavar la toxina através <strong>de</strong>l tubo digestivo antes <strong>de</strong> su absorción.Este procedimiento disminuye la absorción <strong>de</strong> ciertostóxicos hasta un 73%, en estudios con voluntarios. Usualmentese administra mediante una sonda nasogástrica a unritmo <strong>de</strong> 1.5 a 2 L/h (500 mL/h a eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 9 meses a 6años; 1 L/h entre 6 años y 12 años; ó 25 - 40 mg/kg horapara todos los menores <strong>de</strong> 12 años), y se continua hasta quela salida <strong>de</strong> líquido por el recto sea claro y sin tóxico. No seabsorbe y no produce cambios electrolíticos en el paciente,y no produce efectos secundarios.Está contraindicado en caso <strong>de</strong> íleo, obstrucción intestinal,evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> perforación intestinal, vómitos incoercibles,ó riesgo <strong>de</strong> aspiración. La solución <strong>de</strong>be ser dada atemperatura ambiente (no enfriarla) para prevenir la hipotermia.El uso <strong>de</strong> metoclopropamida IV (10 mg en adultos,0.1-.03 mg/kg en niños) pue<strong>de</strong> reducir la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>náuseas y vómito.Alternativamente la solución pue<strong>de</strong> ser ingerida oralmente.Habitualmente la irrigación intestinal total tarda <strong>de</strong>2 a 6 horas en alcanzar la meta final <strong>de</strong> obtener la salida <strong>de</strong>líquido igual al <strong>de</strong> ingreso a través <strong>de</strong>l recto. 69-72Aunque es factible administrar carbón activado previamentea la irrigación intestinal total esta medida no se aconseja<strong>de</strong>bido a que es potencialmente posible que la solución<strong>de</strong> lavado electrolítica <strong>de</strong> polietilenglicol ocupe los sitios <strong>de</strong>unión <strong>de</strong>l carbón activado, e incluso <strong>de</strong>splace la toxina ligadaal carbón activado, alcanzando un sustancial incrementoen la biodisponibilidad <strong>de</strong>l tóxico.AntidotosLa meta <strong>de</strong>l tratamiento con antídotos en las intoxicacionespor agentes anticolinesterasa son, controlar la broncorreacon agentes antimuscarínicos, proveer oximas antes <strong>de</strong> queocurra el proceso <strong>de</strong> envejecimiento <strong>de</strong>l complejo agenteacetilcolinesterasay prevenir ó terminar la actividad convulsiva,para esto último las benzodiacepinas son el tratamiento<strong>de</strong> elección (diacepam).AtropinaLa Atropina es el antídoto específico <strong>de</strong> los efectos muscarínicosy <strong>de</strong>berá ser administrada inmediatamente que sesospecha el diagnóstico. No tiene efecto sobre los receptoresnicotínicos 73 . La atropina no tiene efecto sobre lossitios nicotínicos y por lo tanto no inci<strong>de</strong> sobre la parálisis,<strong>de</strong>bilidad muscular, fasciculaciones ó temblor.Pue<strong>de</strong> terminar una actividad convulsiva, aunque se<strong>de</strong>sconoce si es posible que prevenga una convulsión. 74-76La dosis inicial es <strong>de</strong> 1 a 2 mg (0.05 mg/kg en niños)por vía endovenosa, a repetir cada 5 ó 10 minutos hastalograr secar las secreciones respiratorias y lograr la atropinización(rubor facial, midriasis, boca seca, taquicardia,<strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> secreciones bronquiales y/o confusiónmental con alucinaciones).La administración excesiva <strong>de</strong> Atropina se manifestarápor agitación y taquicardia. Hay casos <strong>de</strong>scritos en que sehan llegado a utilizar 3 gr. <strong>de</strong> atropina en 24. 14, 22 La metacon atropina es el control <strong>de</strong> la broncorrea. 14, 22 Se pue<strong>de</strong>preparar una infusión a razón <strong>de</strong> 0,<strong>02</strong>-0,08 mg/kg/hora <strong>de</strong>la siguiente manera: Preparar 250 mL <strong>de</strong> solución fisiológicamás 10 mg <strong>de</strong> atropina (concentración <strong>de</strong> 0.04 mg/mL)y posteriormente calcular la dosis <strong>de</strong> atropina.Por ejemplo, a un paciente <strong>de</strong> 70 kg <strong>de</strong> peso le correspon<strong>de</strong>n1.4 mg/hora <strong>de</strong> atropina (70 kg x 0.<strong>02</strong> mg/Kg/hora). Posteriormente se calcula el ritmo <strong>de</strong> la infusión medianteuna regla <strong>de</strong> tres (concentración 0.04 mg/1 mL, se<strong>de</strong>sea 1.4 mg es <strong>de</strong>cir 1.4 mg x 1 mL / 0.04 mg = 35 mL/hora). Por lo que la infusión se iniciaría a 35 mL/hora.Dado que el límite superior para la infusión <strong>de</strong> atropinaes <strong>de</strong> 4 veces la inicial la infusión máxima sería <strong>de</strong>140 mL/hora. 14, 16, 77 La midriasis y la taquicardia no sonútiles para monitorizar el tratamiento con atropina 77 . Lataquicardia presente en el paciente no es contraindicaciónal uso <strong>de</strong> atropina.El paciente <strong>de</strong>be permanecer bajo vigilancia clínica estrictay las dosis <strong>de</strong> Atropina se administrarán a <strong>de</strong>manda.Mientras que la vía venosa no está disponible, la Atropinaserá administrada por vía intramuscular, subcutánea, endotraqueal78 79, 80o intraósea.Es posible que la difenhidramina tenga algún efectobenéfico a nivel central, 9 no así el glicopirrolato ó el ipratropio;aunque el glicopirrolato pue<strong>de</strong> ser útil para trataralgunos efectos periféricos y el ipratropio nebulizado pue<strong>de</strong>ayudar con los efectos muscarínicos pulmonares cuando seutiliza conjuntamente con atropina. 4OximasLos compuestos llamados oximas son reactivadores <strong>de</strong> laACh que actúan rompiendo la unión entre la acetilcolinesterasay el agente organofosforado, liberando la ACh paraque <strong>de</strong>gra<strong>de</strong> a la acetilcolina y esto solo es posible antes <strong>de</strong>lenvejecimiento <strong>de</strong>l complejo agente- ACh; son sinérgicoscon la atropina y su sitio <strong>de</strong> acción principal son los sitiosnicotínicos (uniones musculares). 14, 21 En los Estados Unidosla Pralidoxima es la oxima aprovada por la FDA.En Sinaloa, no se consigue, por lo que para fines <strong>de</strong>este artículo, cuando se hable <strong>de</strong> oximas se referirá a Obidoxima.Existen otros compuestos en investigación comoel HI-6 y otros. 81La Obidoxima (Toxogonin) se presenta en ampulas<strong>de</strong> 1 mL <strong>de</strong> solución inyectable que contiene 250 mg <strong>de</strong>Obidoxima. Previo a la aplicación <strong>de</strong> obidoxima se llevanBibliografiaa cabo medidas generales urgencia (ABC) así como la administración<strong>de</strong> atropina. Luego se administra 250 mg (1ampula) I.V la cual pue<strong>de</strong> ser repetida 1 ó 2 veces con intervalos<strong>de</strong> 2 horas y no se recomienda su aplicación <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> 6 horas <strong>de</strong> la intoxicación (También pue<strong>de</strong> ser aplicadopor vía I.M). En niños, las dosis individuales <strong>de</strong> obidoximason <strong>de</strong> 4 a 5 mg/kg <strong>de</strong> peso corporal. La aplicación <strong>de</strong> obidoximano hace innecesaria la administración <strong>de</strong> atropina.Posterior a su administración pue<strong>de</strong> presentarse una sensación<strong>de</strong> calor y <strong>de</strong> ansiedad. 821. Munro N. Toxicity of the Organophosphate Chemical Warfare Agents GA, GB, and VX: Implications for Public Protection. Environ Health Perspect1994;1<strong>02</strong>(1): 18–37.2. http://www.cdpr.ca.gov/docs/pur/pur05rep/top100_ais.pdf (accesado el 5 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 2007).3. Comunicación personal, no oficial, SAGARPA.4. Sánchez-Montoya R. Implementación <strong>de</strong>l Proyecto Reducción <strong>de</strong> Exposición Laboral por el Uso y Manejo <strong>de</strong> Plaguicidas en el Estado <strong>de</strong> Sinaloa.5. Galindo Reyes J. Condiciones Ambientales <strong>de</strong> Contaminación en los Ecosistemas Costeros. UAS, SEMARNAT México. Año 2000. 158p.6. http://www.sagarpa.gob.mx/cicoplafest. Accesado el 5 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 2007.7. Sistema Único Automatizado para la Vigilancia Epi<strong>de</strong>miológica (SUAVE). Subdirección <strong>de</strong> Vigilancia Epi<strong>de</strong>miológica. Dirección <strong>de</strong> Prevención yControl <strong>de</strong> Enfermeda<strong>de</strong>s. Servicios <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa. Información <strong>de</strong>l periodo 2000 – 2007, hasta la semana 16 (21 <strong>de</strong> Abril) <strong>de</strong> 2007.8. Boletín <strong>de</strong> Vigilancia Epi<strong>de</strong>miológica. Semana 52, 2006. Cuadro 11. Casos por entidad fe<strong>de</strong>rativa <strong>de</strong> Enfermeda<strong>de</strong>s no Trasmisibles.9. Análisis <strong>de</strong> Boletas <strong>de</strong> Notificación <strong>de</strong> Casos, 1997 - 2007. Subdirección <strong>de</strong> Vigilancia Epi<strong>de</strong>miológica. Dirección <strong>de</strong> Prevención y Control <strong>de</strong>Enfermeda<strong>de</strong>s. Servicios <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa. Información al 17 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 2007. Presentado por el Dr. Jesús Ramón <strong>de</strong>lgado Lugo en reunión<strong>de</strong>l COESPLAFEST, el 17 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 2007.10. Albert L. Panorama <strong>de</strong>l Uso <strong>de</strong> Plaguicidas en México. RETEL 2005;8:1-17. http://www.sertox.com.ar/retel/n08/01.pdf11. Craig F.N., Cummings E.G., Sim V.M. Environmental temperature and the percutaneous absorption of a cholinesterase inhibitor, VX. J InvestDermatol (1977) 6:357-361.12. Nozaki H., Hori S., Shinozawa Y. Secondary exposure of medical staff to sarin vapor in the emergency room. Intensive Care Med (1995)21:1032-1035.13. Grob D., Harvey J.C. Effects in man of the anticholinesterase compound sarin (isopropyl methyl phosphonofluridate). J Clin Invest (1958) 37:350-368.14. Clark R.F. Insectici<strong>de</strong>s: organic phosphorus compounds and carbamates. Goldfrank L.R. Flomenbaum N.E. Lewin N.A. Howland M.A. HoffmanR.S. Nelson L.S. Goldfrank’s toxicologic emergencies 7th edition. 20<strong>02</strong>, New York: McGraw-Hill:1346-1360.15. Hoffman B.B., Taylor P., Neurotransmission: the autonomic and somatic motor nervous system. Hardman J.G. Limbird L.E. Gilman A.G. Goodman& Gilman’s the pharmacological basis of therapeutics 10th edition. 2001, New York: McGraw Hill:115-154.16. Namba T., Nolte C.T., Jackrel J. Poisoning due to organophosphate insectici<strong>de</strong>s. Am J Med (1971) 50:475-492.17. Morita H., Yanagisawa N., Nakajima T. Sarin poisoning in Matsumoto, Japan. Lancet. 1995;346:290-293.18. Okumura T., Takasu N., Ishimatsu S., Report on 640 victims of the Tokyo subway sarin attack. Ann Emerg Med. 1996:28:129-135.19. Bird S.B. Gaspari R.J., Dickson E.W. Early <strong>de</strong>ath due to severe organophosphate poisoning is a centrally mediated process. Acad Emerg Med.2003;10:295-298.20. Si<strong>de</strong>ll F.R. Kaminskis A. Temporal intrapersonal physiological variability of cholinesterase activity in human plasma and erythrocytes. Clin Chem.1975;21:1961-1963.21. Taylor P. Anticholinesterase agents. Hardman J.G. Limbird L.E. Gilman A.G. Goodman & Gilman’s the pharmacological basis of therapeutics 10thedition. 2001. New York: McGraw Hill:175-192.22. Si<strong>de</strong>ll F.R., Borak J. Chemical warfare agents: II. Nerve agents. Ann Emerg Med. 1991;21:865-871.23. Mason H.J. Waine E., Stevenson A. Aging and spontaneous reactivation of human plasma cholinesterase activity after inhibition by organophosphoruspestici<strong>de</strong>s. Hum Exp Toxicol. 1993;12:497-503.24. Masson P., Goasdoue J.L. Evi<strong>de</strong>nce that the conformational stability of “aged” organophosphate-inhibited cholinesterase is altered. BiochemBiophys Acta. 1986;869:304-313.25. Rotenberg M., Shefi M., Dany S. Differentiation between organophosphate and carbamate poisoning. Clin Chim Acta. 1995;234:11-21.26. Oku<strong>de</strong>ra H. Clinical feature on nerve gas terrorism in Matsumoto. J Clin Neurosci. 20<strong>02</strong>;9:17-21.27. Rengstorff R.H. Acci<strong>de</strong>ntal exposure to sarin: vision effects. Arch Toxiol. 1985;56:201-203.28. Rickett D.L., Glenn J.F., Beers E.T. Central respiratory effects versus neuromuscular actions of nerve agents. Neurotoxicology. 1986;7: pp 225-236.29. Saa<strong>de</strong>h A.M., Farasakh N.A., Al-Ali M.K. Cardiac manifestations of acute carbamate and organophosphate poisoning. Heart. 1997;77:461-464.30. Oku<strong>de</strong>ra H., Morita H., Iwashita T. Unexpected nerve gas exposure in the city of Matsumoto: report of rescue activity in the first sarin gas terrorism.Am J Emerg Med. 1997;15:527-528.31. Chang F.C.T., Gouty S.C., E<strong>de</strong>r L.C. Cardiorespiratory effects of O-Isobutyl S-[2-(diethylamino)-ethyl] methylphosphonothioate—a structuralisomer of VX. J Appl Toxicol. 1998;18:337-347.32. Lifshitz M., Shahak E., Sofer S. Carbamate and organophosphate poisoning in young children. Pediatr Emerg Care. 1999;15:1<strong>02</strong>-103.33. Morita H., Yanagisawa N., Nakajima T. Sarin poisoning in Matsumoto, Japan. Lancet. 1995; 346:290-293.34. Karki P., Ansari J.A., Koirala B.S., Cardiac and electrocardiographical manifestations of acute organophosphate poisoning. Singapore Med J.2004;45 :385-389.35. Ludomirsky A., Klein H.O., Sarelli P. Q-T prolongation and polymorphous (“Torsa<strong>de</strong> <strong>de</strong> Pointes”) ventricular arrhythmias associated with organophosphorusinsectici<strong>de</strong> poisoning. Am J Cardiol. 1982;49:1654-1658.<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa66<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa67


36. Salvi RM., Lara DR., Ghisolfi ES. Neuropsychiatric evaluation in subjects chronically exposed to organophosphate pestici<strong>de</strong>s. Toxicol Sci.2003;72:267–271.37. Ray DE., Richards PG. The potential for toxic effects of chronic, low-dose exposure to organophosphates. Toxicol Lett. 2001;120:343–351.38. Morgan JP., Penovich P. Jamaica ginger paralysis. Forty-seven-year follow-up. Arch Neurol. 1978;35:530–532.39. Morgan JP., Tullos TC. The Jake walk blues. Ann Intern Med. 1976;85:804–808.40. Aring CD. The systemic nervous affinity of triorthocresyl phosphate (Jamaica ginger palsy). Brain.1942;65:34–47.41. Antti-Poika M. Overall prognosis after chronic organic solvent intoxication. Int Arch Occup Environ Health. 1982;51:127–138.42. Morgan JP., Penovich P. Jamaica ginger paralysis. Arch Neurol. 1978; 35:530–532.43. Metcalf RL. Historical perspective of organophosphorus ester-induced <strong>de</strong>layed neurotoxicity Neurotoxicology. 1982;3:269–284.44. Chuang CC., Lin TS., Tsai MC. Delayed neuropathy and myelopathy after organophosphate intoxication. N Eng J Med. 20<strong>02</strong>;347:1119–1121.45. Abou-Donia MB., Lapadula DM. Mechanisms of organophosphorus ester-induced <strong>de</strong>layed neurotoxicity: type I and type II . Pharmacol Toxicol.1990; 30:405–440.46. Samuel J. Inci<strong>de</strong>nce of intermediate syndrome in organophosphorous poisoning. J Assoc Physicians India 1995;43(5):321-3.47. Benjamin D. Mushroom poisoning in infants and children. The Amanita pantherina/muscaria group. J Toxicol 1992; 30:13-22. JAMA 1984;251:1057-1058.48. <strong>de</strong> Haro L., Prost N., David J., Arditti J., Valli M. Syndrome sudorien ou muscarinien: expérience du Centre Antipoison <strong>de</strong> Marseille. Presse Méd1999;28(20):1069-70.49. French A., Garrettson L. Poisoning with the north american Jack O’lantern mushroom Omphalotus illu<strong>de</strong>ns. J Toxicol Clin Toxicol 1988;26(1):81-8.50. Benowitz NL. In: The Pharmacology of Nicotine - Proceedings, Satellite Symposium of the Tenth International Congress of Pharmacology. GoldCoast, Queensland, Australia. September 4-6, 1987. Edited by Raul M. and Thurau K; IRL Press, Washington D.C. 11-14.51. Benowitz N. Pharmacologic aspects of cigarette smoking and nicotine addiction. N Eng J Med 1988;319:1318-28.52. Benowitz N. Interindividual variability in the metabolism and cardiovascular effects of nicotine in man. J Pharmacol Exp Ther 1982;221:368-372.53. Borys D., Setzer S., Ling L. CNS <strong>de</strong>pression in an infant after the ingestion of tobacco. Vet Hum Toxicol 1988;30:20-22.54. CDC Nosocomial poisoning associated with emergency <strong>de</strong>partment treatment of organophosphate toxicity—Georgia 2000. Morb Mortal WklyRep 2001;49:1156-1158.55. Arnold F., Hodges J., Barta R. Evaluation of the efficacy of lavage and induced emesis in treatement. Pediatrics 1959;23:286-301.56. Abdallah A., Tye A. A comparison of the efficacy of emetic drugs and stomach lavage. Am J Dis Child 1967;113:571-575.57. Corby D., Lisciandro R., Lehman R. The efficiency of methods used to evacuate the stomach after acute ingestions. Pediatrics 1967;40:871-874.58. Burton B., Bayer M., Barron L. Comparison of activated charcoal and gastric lavage in the prevention of aspirin absorption. J Emerg Med1984;1:411-416.59. Allan B. The role of gastric lavage in the treatment of patients suffering from barbiturate overdose. Med J Aust 1961;2:513-514.60. Comstock E., Faulkner T., Boisaubin E. Studies on the efficacy of gastric lavage as practiced in a large metropolitan hospital. Clin Toxicol1981;18:581-597.61. Matthew H., Mackintosh T., Tompsett S. Gastric aspiration and lavage in acute poisoning. BMJ 1966;1:1333-1337.62. Position Statement. Gastric lavage. Clin Toxicol 1997;35:711-719.63. Position Paper. Single-dose activated charcoal. Clin Toxicol 2005;43:61-87.64. Howland M.A., Activated charcoal. Goldfrank L. Flomenbaum N.E. Lewin N.A. Howland M.A. Hoffman R.S. Nelson L.S. Goldfrank’s toxicologicemergencies 7th edition. 20<strong>02</strong>. New York: McGraw-Hill pp. 469-474.65. Decker W.J. Corby D.G., Activated charcoal adsorbs aflatoxin B1. Vet Hum Toxicol 1980; 22:388-389.66. Langhorst S. Morris J., Miller W. Investigation of charcoal filters used in monitoring airborne radioactive I. Health Phys 1985;48:344-347.67. Standford N. Mellor R. Detection of 60Co in charcoal cartridges used for airborne radioiodine collection. Health Phys 1985;49:982-985.68. Fricke R., Jorge J., Assessment of efficacy of activated charcoal for treatment of acute T-2 toxin poisoning. J Toxicol Clin Toxicol 1990;28:421-431.69. Tenenbein M. Whole bowel irrigation as a gastrointestinal <strong>de</strong>contamination procedure after acute poisoning. Med Toxicol 1988;3:77-84.70. Kirshenbaum L., Mathews S., Sitar D. Whole-bowel irrigation versus activated charcoal in sorbitol for the ingestion of modified-release pharmaceuticals.Clin Pharmacol Ther 1989;46: 264-271.71. Smith S., Ling L., Halstenson C. Whole-bowel irrigation as a treatment for acute lithium overdose. Ann Emerg Med 1991;20:536-539.72. Position Statement. Whole bowel irrigation. Clin Toxicol 1997;35:753-762.73. Brown J.H., Taylor P. Muscarinic receptor agonists and antagonists. Hardman J.G. Limbird L.E. Gilman A.G. Goodman & Gilman’s the pharmacologicalbasis of therapeutics 10th edition. 2001. New York: McGraw Hill: pp 155-174.74. McDonough J.H., Zoeffel L.D., McMonagle J. Anticonvulsant treatment of nerve agent seizures: anticholinergics versus diazepam in somanintoxicatedguinea pigs. Epilepsy Res 2000;38:1-14.75. Shih T.M., McDonough J.H. Organophosphorus nerve agents-induced seizures and efficacy of atropine sulfate as anticonvulsant treatment.Pharmacol Biochem Behav 1999;64: 147-153.76. Shih T.M., Duniho S.M., McDonough J.H. Control of nerve agent-induced seizures is critical for neuroprotection and survival. Toxicol Appl Pharm2003;188:69-80.77. Ohbu S., Yamashina A., Takasu N. Sarin poisoning on Tokyo subway. South Med J 1997;90:587-593.78. Lee P., Chung Y., Lee B., Yeh C., Lin S., Chao C. The optimal dose of atropine via the endotracheal route. Ma Zui Xue Za Zhi 1989;27(1):35-8.79. Glaeser P. Five-year experience in prehospital intraosseous infusions in children and adults. Ann Emerg Med 1993; 22(7):1119-24.80. Prete M., Hannan C., Burkle F. Plasma atropine concentrations via intravenous, endotracheal, and intraosseous administration. Am J EmergMed. 1987;5(2):101-4.81. Worek F., Widmann R., Knopff O. Reactivating potency of obidoxime, pralidoxime, HI 6, HLö 7 in human erythrocyte acetylcholinesterase inhibitedby highly toxic organophosphorus compounds. Arch Toxicol 1998;72:237-243.82. Besser R, Weilemann LS, Gutmann L. Efficacy of obidoxime in human organophosphorus poisoning: <strong>de</strong>termination by neuromuscular transmissionstudies. Muscle Nerve. 1995 Jan;18(1):15-22.Enviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias a Dr. Israel Diarte ArellanoCalle Cerro <strong>de</strong> las Cumbres 583 Col. Colinas <strong>de</strong>l Rey, C.P. 80177, Culiacán, Sinaloa. Tel. 761 31 07. e-mail: i.diarte@gmail.comEste artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.com<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa68


Hematoma espontáneo <strong>de</strong>la vaina <strong>de</strong> los rectos <strong>de</strong>l abdomenReporte <strong>de</strong> un casoMARCIAL MORENO-MOLLER 1 , ERICK SOSA-D 2 , MARCEL CAZAREZ-A 31.-Medico cirujano adscrito <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> Cirugía <strong>General</strong>, 2.-Resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> cuarto año <strong>de</strong> especialidad en Cirugía<strong>General</strong>, 3.- Adscrito <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> Cirugía <strong>General</strong> <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “ Dr. Bernardo J. Gastélum”Palabras clave; hematoma, vaina, recto, arteria epigástricaINTRODUCCIÓNLa colección <strong>de</strong> sangre en la vaina <strong>de</strong>l recto abdominal, esun proceso inusual que simula abdomen agudo, es relativamentebenigna y <strong>de</strong>bemos tenerla en mente, cuando estamosante un paciente con estado <strong>de</strong> la coagulación mórbido,que <strong>de</strong> forma aguda presenta dolor en el abdomen,masa abdominal aguda, palpable y dolorosa que cursa con<strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> los parámetros <strong>de</strong>l hematocrito, así como gradosvariables <strong>de</strong> inestabilidad hemodinámica, sintomatologíaque nos pue<strong>de</strong> guiar a realizar una laparotomía exploradorainnecesaria. Nosotros presentamos un caso <strong>de</strong> unaFigura 1paciente nefropata que presento un hematoma <strong>de</strong> la vaina<strong>de</strong>l recto durante su estancia intrahospitalaria.CASO CLÍNICOMujer <strong>de</strong> 59 años hipertensa, admitida con historia <strong>de</strong>crisis hipertensiva e insuficiencia renal crónica agudizada.Presentando al sexto día <strong>de</strong> internamiento y primerdía <strong>de</strong> sesión <strong>de</strong> hemodiálisis dolor abdominal infraumbilicaly <strong>de</strong> aparición súbita, pungitivo, intenso e incapacitante,así como presencia <strong>de</strong> masa tumoral en hemiabdomeninferior izquierdo.Al examen físico se encontró con signos vitales establesconciente orientada, pali<strong>de</strong>z generalizada <strong>de</strong> piel y tegumentos,con a<strong>de</strong>cuado estado <strong>de</strong> hidratación, cardiopulmonarsin compromiso al momento, abdomen a la inspecciónapreciándose masa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cicatriz umbilical hasta la sínfisis<strong>de</strong>l pubis en hemiabdomen izquierdo, evi<strong>de</strong>nciando signo<strong>de</strong> Laffont, a la palpación; tumoración firme, dolorosa,bor<strong>de</strong>s irregulares, incapacitante y limitación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ambulación,estando también presentes los signos <strong>de</strong> Fothergill ymaniobra Na<strong>de</strong>au positiva.Dentro <strong>de</strong> los parámetros <strong>de</strong> laboratorio a su ingreso sereporta leucocitosis <strong>de</strong> 15.0 k/uL a expensas <strong>de</strong> neutrofilia13.7, k/ uL, el hematocrito <strong>de</strong> 11.3 %. plaquetopenia <strong>de</strong>68.6 k/uL. Tiempo <strong>de</strong> protrombina 13.1 s, tiempo <strong>de</strong> tromboplastina<strong>de</strong> 28.9 s, Urea 314 mg/Dl creatinina 10.4 gr/Dly sus exámenes al momento <strong>de</strong> la interconsulta a nuestroservicio <strong>de</strong> cirugía general se reporto; hemoglobina <strong>de</strong> 7.05gr./Dl. Hematocrito <strong>de</strong> 21.2%, plaquetas 90 k/uL urea 135mg/Dl, creatinina <strong>de</strong> 7.2Se le realiza Tomografía aboómino pélvica que puso<strong>de</strong> manifiesto una tumoración redon<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> contenidoheterogéneo a nivel <strong>de</strong> pared anterior <strong>de</strong> abdomen y RM,se <strong>de</strong>cidió manejo conservador por 24 horas, con <strong>de</strong>scenso<strong>de</strong>l hematocrito y la hemoglobina así como fiebre. Porlo que se <strong>de</strong>cidió realizar exploración quirúrgica medianteun abordaje preperitoneal encontrando como hallazgos;abundantes material hemático <strong>de</strong> consistencia heterogéneay segmentos <strong>de</strong> sangre fresca con arteria epigástricainferior sangrante se realiza hemostasia y evacuación <strong>de</strong>lhematoma mas aseo con solución salina y cierre habitual<strong>de</strong> la pared abdominal, <strong>de</strong>jando un drenaje cerrado el cualse retiro al cuarto día; la paciente curso con buena evoluciónegresada 48 horas <strong>de</strong>l postoperatorio.DISCUSIÓNEl hematoma espontáneo <strong>de</strong> la vaina <strong>de</strong> los rectos abdominaleses un pa<strong>de</strong>cimiento infrecuente en los servicios<strong>de</strong> urgencias con inci<strong>de</strong>ncia aun mal <strong>de</strong>finida. Esta entidadpue<strong>de</strong> simular pa<strong>de</strong>cimientos que se incluyen en el concepto<strong>de</strong> abdomen agudo. 1 Es una colección <strong>de</strong> sangre en lavaina <strong>de</strong> los rectos <strong>de</strong>l abdomen.Esta vaina aponeurótica envuelve cada músculo completamentepor su cara anterior, mientras que en el planofacial posterior termina formando la línea arcuata o arco <strong>de</strong>Douglas, a unos 5 cm por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la cicatriz umbilical 2 ,la irrigación <strong>de</strong> estos músculos es a través <strong>de</strong> la arteria epigástricasuperior e inferior y circunfleja profunda, las cualesdiscurren por encima <strong>de</strong> la fascia trasversalis.La ausencia <strong>de</strong> vaina posterior, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la arcada <strong>de</strong>Douglas hasta el pubis, <strong>de</strong>sprotege principalmente a laarteria epigástrica inferior. Estos factores anatómicosasociado a factores predisponentes, en especial alteracionesen la coagulación <strong>de</strong> origen patológica o terapéutica69% 3 y a<strong>de</strong>más estados <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nantes como la tos4que crea un aumento repentino <strong>de</strong> la presión intraabdominalhasta 141 mmhg 5 explica fisiopatologicamenteporque la formación <strong>de</strong> hematomas espontáneos sea 70a 80% a nivel infraumbilical.Los casos reportados en la literatura indican la causa<strong>de</strong> esta colección <strong>de</strong> sangre sea por rotura espontánea <strong>de</strong>la arteria epigástrica inferior, aunque existen casos originadosen la arteria circunfleja profunda 6 , o lesión traumática3,7Usualmente es un pa<strong>de</strong>cimiento unilateral, sin embargopue<strong>de</strong> presentarse en forma bilateral en menor frecuencia 8 .Con respecto a la distribución por sexo hay una ten<strong>de</strong>nciamayor en mujeres que en hombres 3:1 9 – 1.8:1 3Clínicamente <strong>de</strong>be existir la sospecha ante dolor abdominal<strong>de</strong> inicio súbito, la mayoría <strong>de</strong> las veces unilateral conpresencia <strong>de</strong> una masa bien <strong>de</strong>limitada, que a la palpaciónes dolorosa y signos como el <strong>de</strong> Fothergill (la contracturaabdominal en caso <strong>de</strong> hematoma <strong>de</strong>termina una masa másvisible y menos móvil), la aparición <strong>de</strong> equimosis sobre lamasa se conoce como signo <strong>de</strong> Laffont, la maniobra <strong>de</strong>Na<strong>de</strong>au elevación <strong>de</strong> la cabeza o <strong>de</strong> la pierna que produceaumento <strong>de</strong>l dolor a nivel <strong>de</strong>l hematoma. Maniobra <strong>de</strong>Carnétt; exacerbación <strong>de</strong>l dolor a la palpación tensando losrectos abdominales ambas positivas. 10Dos métodos no invasivos útiles en el diagnóstico diferencial<strong>de</strong> una entidad intraabdominal es el USG 11 queha tenido problemas para <strong>de</strong>terminar si la tumoración esintraabdominal o <strong>de</strong> los rectos abdominales. La tomografíanos <strong>de</strong>limita su extensión, Berna et al 12 en 1996 clasificoesta entidad en tres tipos útil para <strong>de</strong>cidir el tratamientoTipo I unilateral contenido en el músculoTipo II bilateral o no contenido en el músculoTipo III inva<strong>de</strong> el espacio prevesical o peritoneoLos hematomas tipo I respon<strong>de</strong>n a<strong>de</strong>cuadamente aanalgésicos y reposo. 13 En los hematomas tipo II y III eltratamiento es conservador, incluye suspen<strong>de</strong>r tratamientoanticoagulante, suprimir los efectos con vitamina K o protaminaya sea cumarinicos o heparina respectivamente, uso<strong>de</strong> plasma fresco congelado, analgésicos y antiinflamatorios,hielo local , reposo, y profilaxis con antibióticos, con estasmedidas el hematoma pue<strong>de</strong> tardar meses en <strong>de</strong>saparecer.Por otra parte el tratamiento quirúrgico 14 consiste en laevacuación <strong>de</strong>l hematoma y es necesaria si el hematoma noresuelve o hay datos <strong>de</strong> infección, la progresión con datos<strong>de</strong> inestabilidad hemodinámica, lleva a planear un procedimientoquirúrgico con el objetivo <strong>de</strong> controlar la hemorragiaal ligar <strong>de</strong> la epigástrica inferior o <strong>de</strong>l vaso sangrante,existen otros tipos <strong>de</strong> métodos; embolización arterial selectiva15 que es útil cuando la cirugía esta contraindicada o haycontraindicaciones en la anestesia.<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa70<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa71


Bibliografía1. Suleiman S, Johnston ED; The Abdominal Wall: An Overlooked Source of Pain. American Family Physician 2001; 64; 431-382. Singh HA, Pim J B, Quinn TH; Anatomy of the Anterior Abdominal Wall. Operative Techniques in <strong>General</strong> Surgery 2004; 6; 147-55.3. Brett WC, Mueller SP; Rectus Sheath Hematoma: Review of 126 Cases at a Single Institution; 2006; 85(2); 105-104. Simón Adiego C, Ferri Romero J, Molina Escobar B, Alarcón López A, Tortosa Sánchez A, Carrera Gutiérrez J. et al; Hematoma <strong>de</strong> la vaina <strong>de</strong>los rectos: aportación <strong>de</strong> cuatro nuevos casos. Cir Esp 2000; 67: 200-035. Cobb WS, Burns JM, Kercher KW, Mathews BD, Norton HJ, Heniford BT; Normal intraabdominal pressure in healthy adults. J Surg Res 2005;129: 231-35.6. Shimizu T, Hanasawa K, Yoshioka T, Mori T, Kajinami T, Yokoyama K, Sho K, Tani T; Spontaneous hematoma of the lateral abdominal wall causedby a rupture of a <strong>de</strong>ep circumflex iliac artery: report of two cases. Surg Today. 2003; 33; 475-78.7. Neufeld D, Jessel J, Freund U; Rectus sheath hematoma: a complication of laparoscopic cholecystectomy. Surg Laparosc Endosc 1992; 2: 344–45.8. Docherty JG, Herrick AL; Bilateral rectus sheath haematoma complicating alcoholic liver disease. Br J Clin Pract 1991; 45: 2899. García Bear I, Macías Robles MD. Baldonedo Cernuda RF, Álvarez Pérez JA, Jorge Barreiro JI Hematoma espontáneo <strong>de</strong> la vaina <strong>de</strong>l recto: unreto diagnóstico. Emergencias 2000;12:269-7110. Maharaj D, Ramdass M, Teelucksingh S, Perry A, Naraynsingh V; Rectus sheath haematoma: a new set of diagnostic Features, Postgrad MedJ 20<strong>02</strong>;78:755–5611. Moreno GA, Aguayo JL, Flores B, Soria T, Hernan<strong>de</strong>z Q, Ortiz S, et al. Ultrasonography and computed tomography reduce unnecessary surgeryin abdominal rectus sheath haematoma. Br J Surg 1997; 84: 1295-7.12. Berna JD, Garcia-Medina V, Guirao J, Garcia-Medina J. Rectus sheath hematoma: diagnostic classification by CT. Abdom. Imaging 1996; 21: 62–4.13. Wai-Kit Ma, Terence Ming-Kit Fung, Yuk-Hoi Lam and James Yun-Wong Lau. Rectus sheath haematoma requiring laparotomy Surgical Practice2006; 10, 45–4614. Higgs SM. Smith FC; The Surgical Management of Rectus Sheath Haematoma EJVES 2005; 9; 93-9515. Zack JR, Ferral H, Postoak D, Wholey M. Coil embolization of rectus sheath hemorrhage. J Trauma 2001; 51: 793-95.DISPROMEDDEL PACÍFICO S.A DE C.VEnviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias a Marcial Moreno MollerDepartamento <strong>de</strong> Cirugía <strong>General</strong> <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastellum” Aldama y Nayarit s/n col. Rosales,Culiacán Sinaloa CP: 8<strong>02</strong>30 Tel. 01(667)716 85 65. ext. 133. e-mail: invhgc@yahoo.comEste artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.comVenta <strong>de</strong> equipo médicoMaterial <strong>de</strong> curaciónReactivos para laboratorioArtículos ortopédicosMedicamentosMaterial <strong>de</strong> especialida<strong>de</strong>sRío Zuaque no.846 Sur. Col. RosalesTel/Fax: 713.2827 y 715.4438. Cel. (667) 791.6869Culiacán, Sinaloaventas01@dispromed.com.mx


Caso Radiológico <strong>de</strong>l MesAneurisma aórtico postraumáticoFigura CFigura DDR. HIRAM JOAQUIN ARCE SANCHEZ. MÉDICO RADIÓLOGOJefe <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Radiología e Imagen <strong>de</strong>l<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “ Dr. Bernardo J. Gastélum».DIAGNÓSTICO: ANEURISMAAÓRTICO POSTRAUMÁTICOFigura EHistoria Clínica: Paciente masculino <strong>de</strong> 67 años <strong>de</strong> edad,con antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>nte automovilístico con <strong>de</strong> traumatorácico cerrado.A la exploración física presenta dificultadpara respirar, así como soplo sistólico. Se realizaron estudios<strong>de</strong> imagen. Hallazgos: En la placa simple <strong>de</strong> tórax (Fig. a) seobserva la presencia <strong>de</strong> lesión adyacente al arco aórtico, lacual <strong>de</strong>splaza al mediastino a la izquierda. Se realiza tomografíacomputada <strong>de</strong> tórax (Fig. b), en don<strong>de</strong> se observa unFigura Ahematoma, con presencia <strong>de</strong> aire en su interior, aunque no<strong>de</strong>muestra la integridad <strong>de</strong> las capas <strong>de</strong> la pared vascular. Porultimo se realizó resonancia magnética <strong>de</strong> aorta torácica (Fig.c y d), con fase angiográfica (Fig. e), observando ruptura <strong>de</strong>las capas intima, media y adventicia, con hematoma adyacente,con presencia <strong>de</strong> cavidad pseudoaneurismática, la cualpresenta vacío <strong>de</strong> señal y refuerza intensamente en la faseangiográfica, en forma similar al trayecto aórtico.Discusión: Uno <strong>de</strong> los mecanismos aceptados para laruptura traumática <strong>de</strong> aorta, incluye una combinación <strong>de</strong>tracción, torsión y fuerzas hidrostáticas, causadas por <strong>de</strong>saceleracióndiferencial <strong>de</strong> las estructuras torácicas. La <strong>de</strong>sigualdad<strong>de</strong> las fuerzas aplicadas durante la <strong>de</strong>saceleración,ocasionan <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la porción ascen<strong>de</strong>nte y <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntecon respecto al arco, el cual se encuentra relativamentefijo mediante los vasos braquiocefálicos. El sitiomas comúnmente afectado es la porción distal a la emergencia<strong>de</strong> la arteria subclavia izquierda.Bibliografía:1. Mac Donell J. Traumatic Aortic Aneurysm. CMAJ 1956; 75(7).2. Macura et al. Pathogenesis in Acute Aortic Syndromes: AorticAneurysm Leak and Rupture and Traumatic Aortic Transection. AJR,2003; 181:303-307.Figura BEnviar correspon<strong>de</strong>ncia, observaciones y sugerencias a Hiram Arce SánchezDepartamento <strong>de</strong> Radiología <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán, Aldama y Nayarit s/n Col. Rosales, Culiacán, Sinaloa CP.8<strong>02</strong>30.Teléfono: (667)71 169815 extensión 147. E-Mail: invhgc@yahoo.comEste artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.com<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa74<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa75


CÁPSULA CIENTÍFICAMedicina basada en la evi<strong>de</strong>nciaMC. JOEL MURILLO LLANES“Si un hombre comienza con certeza, pue<strong>de</strong> terminar con dudas;pero si comienza con dudas, pue<strong>de</strong> terminar con certeza”.SIR FRANCIS BACÓNLa medicina mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>l siglo XXI, no admite ningúnotro tipo <strong>de</strong> medicina alternativa que no tengafundamento científico. Los médicos que practicamosla medicina tradicional, empleamos tanto laidoneidad clínica individual como la mejor evi<strong>de</strong>ncia externaexistente para llegar a un diagnóstico clínico exacto.Si una medicina alternativa se fundamenta solo en laidoneidad clínica, sin tomar en cuenta las evi<strong>de</strong>ncias se estaríapracticando una medicina empírica sin fundamentoscientíficos que respal<strong>de</strong>n los hallazgos clínicos.Tal como se <strong>de</strong>fine en la actualidad, “la medicina basadaen la evi<strong>de</strong>ncia es el uso explícito y juicioso <strong>de</strong> la mejorevi<strong>de</strong>ncia existente en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones acerca <strong>de</strong> laatención <strong>de</strong> los pacientes individuales”. 1 Significa integrar laexperiencia clínica individual, entendida como la habilidady el juicio que se adquiere individualmente durante su entrenamientoy práctica clínicos, junto con la mejor evi<strong>de</strong>nciaclínica externa disponible proveniente <strong>de</strong> la investigaciónclínica cuantitativa para llegar a <strong>de</strong>cisiones pertinentes a losproblemas clínicos <strong>de</strong> un paciente individual.Cuando nos referimos a la mejor evi<strong>de</strong>ncia clínicaexterna disponible, queremos <strong>de</strong>cir investigaciones quetienen relevancia clínica provenientes frecuentemente<strong>de</strong> las ciencias básicas <strong>de</strong> la medicina, pero <strong>de</strong> maneraespecial <strong>de</strong> investigaciones clínicas centradas en pacientesque procuran <strong>de</strong>terminar la precisión y sensibilidad<strong>de</strong> las pruebas diagnósticas, el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los marcadorespronósticos, la eficacia y seguridad <strong>de</strong> los regímenes terapéuticos,preventivos y <strong>de</strong> rehabilitación.La evi<strong>de</strong>ncia clínica externa tanto pue<strong>de</strong> invalidarpruebas diagnósticas y tratamientos previamente aceptados2 como ser sustituidos por otros más po<strong>de</strong>rosos,precisos, eficaces y seguros. Por consiguiente, para aten<strong>de</strong>ral paciente, el clínico utiliza su juicio personal paraintegrar las pistas diagnósticas con las situaciones individualizadas<strong>de</strong> un paciente <strong>de</strong>terminado junto con loshallazgos relevantes <strong>de</strong> la investigación clínica.El aumento <strong>de</strong> la experiencia se refleja especialmente endiagnósticos más eficaces y eficientes, y en la i<strong>de</strong>ntificaciónmás reflexiva y la integración humanista <strong>de</strong> las situaciones,<strong>de</strong>rechos y preferencias <strong>de</strong> cada paciente al tomar <strong>de</strong>cisionesclínicas sobre su cuidado.Los estudios clínicos aleatorios controlados son en laactualidad consi<strong>de</strong>rados como el estándar <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>nciaa ser aplicada a los problemas clínicos y permanecencomo la mejor fuente <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia. Nuestras <strong>de</strong>cisiones terapéuticasno <strong>de</strong>ben basarse solamente en la autoridad oexperiencia clínica, sino <strong>de</strong>ben integrar nuestro juicio conla evi<strong>de</strong>ncia relevante. 3Las <strong>de</strong>cisiones basadas solamente en la experienciaclínica individual y el consenso pue<strong>de</strong>n resultar equivocados.La práctica apropiada <strong>de</strong> la medicina basada en laevi<strong>de</strong>ncia requiere la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> tres elementos:calidad <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia disponible, valores y paciente. LaCanadian Task Force on the Periodic Health Examinationproporcionaron un sistema <strong>de</strong> clasificación para lacalidad <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia disponible: La evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> nivelI -la mayor calidad <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia indicativa <strong>de</strong> confianzapara recomendar la implementación <strong>de</strong> una estrategiapreventiva- requiere la presencia <strong>de</strong> al menos un ensayoaleatorio controlado (EAC) llevado a cabo a<strong>de</strong>cuadamenteque conteste la pregunta.Los estudios buenos con metodologías que no están ala altura en algún aspecto, se clasifican como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>nivel II. La ausencia <strong>de</strong> estudios apropiados o los buenosestudios con resultados contradictorios proporcionan unaevi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> nivel III. 4, 5En condiciones i<strong>de</strong>ales este proceso <strong>de</strong>bería ocurrir <strong>de</strong>manera asociada: el médico informa al paciente sobre lacalidad y relevancia <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia científica, mientras queel paciente aporta su contexto y valores. 6Por consiguiente en una medicina <strong>de</strong> primer nivel, eldiagnóstico clínico <strong>de</strong>be ser confirmado con el diagnóstico<strong>de</strong> laboratorio clínico, inmunológico, histopatológico e imagenologico,las cuales son evi<strong>de</strong>ncias objetivas que respaldanel diagnóstico clínico y por consiguiente el tratamientomedico <strong>de</strong>be estar fundamentado en estudios científicos seriosmulticentricos, comparativos y prospectivos, que seantomados en cuenta para llegar a un consenso mundial o enla realización <strong>de</strong> meta-análisis.Por lo tanto, no se recomienda la práctica <strong>de</strong> medicinabasada en autoridad, consenso o tradición. En consecuencia,los comentarios <strong>de</strong> Sackett et sobre la medicina basadaen evi<strong>de</strong>ncia dicen: “los buenos médicos emplean tanto laidoneidad clínica individual como la mejor evi<strong>de</strong>ncia externaexistente y ninguna <strong>de</strong> ellas sola es suficiente. Sin idoneidadclínica, la práctica corre el riesgo <strong>de</strong> ser tiranizada porla evi<strong>de</strong>ncia”. 7<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa77


Bibliografía1. Sackett DL, Scott RW, Rosenberg W, et aL How to practice and teach EBM. Evi<strong>de</strong>nce-Based Medicine. New York, NY:Churchill-Livingston; 1997.2. Echt DS, Liebson PR, Mitchell LB, et aL Mortality and morbidity in patients receiving ecain <strong>de</strong>, flecaini<strong>de</strong>, or placebo. The Cardiaca ArrhythmiaSuppresión Trial. N Endl 1 Med 1991; 324:781.3. Kostis lB, Benedict C. Evi<strong>de</strong>nce-Based Medicine.Disease Management and Clinical Outcomes 2000;2:58-68.4. The Canadian Task Force on fue Periodic Health Examination. Clinical preventive health careo Ottawa: Minister of Supplies and Services,1994;xxv-xxxvi.5. The Report of the OS Preventive Services Task Force. Gui<strong>de</strong> to preventive services(2a ed.). Baltimore: Williams, 1996; xxxix-iv.6. Leopold N, Cooper l, Clancy C. Sustained partnership in primary care. lFamPract 1996;42:129-137.7. Sackett DL, Rosenberg WMM, Gray lAM, Haynes RB, Richhardson WS. Evi<strong>de</strong>nce based medicine: what it is and what it isn’t. BMJ 1996; 31:71-2.Este artículo pue<strong>de</strong> ser consultado en la página <strong>de</strong> internet www.hgculiacan.com<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa tiene como uno <strong>de</strong> sus objetivos fundamentales difundirinformación clínica y terapéutica obtenida <strong>de</strong> la práctica diaria quese genera en el área biomédica <strong>de</strong>l <strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán y <strong>de</strong> otrasinstituciones <strong>de</strong>l sector salud. Publica artículos previamente aprobados por su CuerpoEditorial, que se distribuye en las secciones Editoriales, Artículos Originales, Artículos <strong>de</strong>Revisión, Reporte <strong>de</strong> Casos, Sección <strong>de</strong> Imágenes y Cápsulas Científicas. A<strong>de</strong>más se incluyeuna sección <strong>de</strong> Comunicación Breve y Cartas al Editor cuando exista correspon<strong>de</strong>ncia cuyaaparición en la revista sea <strong>de</strong> interés.<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa acepta en términosgenerales las indicaciones establecidasen Uniform requirements for manuscripts submittedto biomedical journal <strong>de</strong>l International Committeeof Medical Journal Editors publicadasel 1 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1997 en Annals of InternalMedicine [Ann Intern Med 1997;126 (1): 36-47], cuya traducción apareció en Rev MedIMSS 1997;35 (6):469-480.Los artículos <strong>de</strong>ben enviarse a <strong>Archivos</strong> <strong>de</strong><strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa, Calle Aldama y Nayarit s/n,<strong>Hospital</strong> <strong>General</strong> <strong>de</strong> Culiacán “Dr. Bernardo J.Gastélum, Colonia Rosales, Culiacán, SinaloaMéxico Código Postal: 8<strong>02</strong>30. Se entregaráacuse <strong>de</strong> recibo al autor y, en su momento,informe <strong>de</strong>l dictamen <strong>de</strong>l Consejo Editorial.Los manuscritos que se envíen <strong>de</strong>ben sertrabajos no publicados ni remitidos a otrarevista, excepto aquellos en forma <strong>de</strong> resumeny aquellos manuscritos en extenso quea criterio <strong>de</strong>l comité editorial pudieran beneficiarla salud <strong>de</strong> los sinaloenses. Todo materialaceptado para su publicación quedará enpropiedad <strong>de</strong> <strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa, porlo que la reproducción <strong>de</strong>l texto o sus partesrequerirá autorización previa <strong>de</strong> los editores.A efecto <strong>de</strong> mantener el rigor requerido en lamateria en todos los artículos a publicar, serecomienda a los autores seguir la Guía parala estructuración <strong>de</strong> manuscritos, la cual está disponibleen la página web (www.hgculiacan.com)y en la cual se orienta sobre los elementos ycaracterísticas más usuales <strong>de</strong> los formatos.Antes <strong>de</strong> enviar algún artículo proponiéndolopara su publicación se recomienda cumplircon los apartados <strong>de</strong> la guía, en virtud <strong>de</strong>consi<strong>de</strong>rarse como requisitos indispensablespara la recepción <strong>de</strong>l manuscrito.La Guía para la estructuración <strong>de</strong> manuscritosindica al autor o autores las medidas y característicasfundamentales que <strong>de</strong>be tenerla presentación <strong>de</strong>l trabajo a publicar, cómo<strong>de</strong>ben ir organizados en la carátula los datos<strong>de</strong>l título, nombre <strong>de</strong> autor o autores,nivel académico y domicilio.También se precisa cómo <strong>de</strong>ben serpresentados los resúmenes y las palabrasclaves utilizadas en el trabajo que se <strong>de</strong>seapublicar, así como <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong>l texto ensí y las referencias.De igual manera se precisan las indicaciones<strong>de</strong> cómo manejar cuadros, figuras yfotografías, así como los pies <strong>de</strong> figura.Finalmente se hace hincapié en lo quees la transferencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> autor, loque implica que el o lo autores <strong>de</strong>ben certificarque el artículo anterior no ha sidopreviamente publicado, excepto en forma<strong>de</strong> resumen.Una vez aceptado para su publicación en<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa, los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>autor serán transferidos a esta última y conello también se podrán publicar en medioselectrónicos (http://www.hgculiacan.com/).Guía para la estructuración <strong>de</strong> manuscritos<strong>Archivos</strong> <strong>de</strong> <strong>Salud</strong> <strong>de</strong> Sinaloa78

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!