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Virgen Maria completa - Escritura y Verdad

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La <strong>Virgen</strong> María, página 77Ware, maestro de Duns Scoto, el teólogo parisiense Raimundo Lulio (que es sin embargocontemporáneo de Scoto). El camino que siguió la evolución dogmática es muyinstructivo. Partiendo del concepto universalmente admitido de la santificación en el senomaterno, la hace retroceder todo lo posible en el tiempo, hasta hacerla coincidir con elmomento mismo de la concepción. Mediante este retroceso, se declara que María estuvosujeta al pecado original solamente un instante, y luego ese instante temporal se resolvióen un puro instante lógico. Si es verdad que lógicamente la concepción debe preceder a lasantificación, esta precedencia se anula en la realidad del tiempo, la concepción y lasantificación coinciden. María no estuvo jamás sujeta al pecado original: habría debidoestarlo, esto es todo. Pero esta afirmación de derecho nunca tuvo una realidad de hecho.En este punto, el concepto de la santificación en el seno materno se ha traducidoíntegramente en la noción distinta de la concepción sin tacha. El carácter excepcional delprivilegio es atenuado, o al menos disimulado, recurriendo a la gracia de Dios. Cristo,perfectísimo Redentor y Mediador, argumenta Scoto, tiene un modo de redenciónperfectamente adecuado a cada uno; y seguramente el más perfecto deba estar reservadoa su madre. Ahora bien, la prevención del mal es ciertamente más perfecta que sureparación; era, pues, conforme ya sea al Mediador, ya sea a la dignidad de su madre, queMaría fuese más bien exceptuada preventivamente de la culpa original, que purificada deella después de haberla contraído. “María ha tenido pues superlativamente necesidad delCristo redentor: en realidad ella habría contraído el pecado original en virtud de sunacimiento, si no hubiera sido prevenida por medio de la gracia del Mediador; y así comolos otros tuvieron necesidad de Cristo, para que por sus méritos les fuera remitido elpecado ya contraído, ella tuvo tanta más necesidad de Cristo, para que por sus méritos lesfuera remitido el pecado ya contraído, ella tuvo tanta más necesidad del mediador, el cualprevino el pecado, a fin de que no lo contrajera.” 123 En conclusión: “Está en el cielo labienaventurada <strong>Virgen</strong>, madre de Dios, que no fue jamás enemiga (de Dios) actualmente,por lo que se refiere al pecado actual, y ni siquiera por lo que se refiere al pecadooriginal; lo habría sido, si no hubiera sido preservada.” 124 Scoto escribía estas palabras en1300, en Oxford, comentando el Liber Sententiarum de Pedro Lombardo; pero ocho añosmás tarde, en París, retomando el mismo argumento, poco antes de morir, atenuó sudeclaración introduciendo un “quizá” con respecto al pecado original. 125 De modo que, enúltimo análisis, la posición de Duns Scoto quedó incierta, y la expresión definitiva de supensamiento al final de su vida es todavía la contenida en la exposición de Oxford yacitada: “Sobre esta cuestión, digo que Dios pudo hacer que María no haya estado nuncaen el pecado original, pudo hacer asimismo que estuviera sólo un instante. Y tambiénpudo hacer que permaneciera por cierto tiempo en el pecado, y que fuera purificada en elúltimo instante de ese tiempo . . . Cual de estas tres soluciones, cuya posibilidad hedemostrado, haya ocurrido realmente, Dios lo sabe: cuando no repugne a la autoridad de123 En el Comentario al IV libro de las Sentencias de Pedro Lombardo, 1-2, dist. 3, qu. 1(ed. Vives, tomo 14, p. 159).124 Ibid., d. 18, qu. Única. “Est ibi beata Virgo, Mater Dei, quae nunquam fuit inimicaactualiter ratione peccati actualis, nec ratione originalis; fuiste tamen, nisi fuistepraeservata.”125 “Nunquam fuit inimica actualiter, ratione peccati actualis et forte nec pro peccattooriginali, quia fuit praeservata, ut supra dictum est.” Ver Roschini, Mariol., II, 2, p. 69.

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