Virgen Maria completa - Escritura y Verdad

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12.07.2015 Views

La Virgen María, página 10recibió en su casa". Este delicado episodio familiar no parecería tener importantesimplicaciones teológicas. Es natural que Jesús, al morir, piense en la dolorosa, que al piede la cruz sufre todo lo que puede sufrir una madre; y también es natural que la confíe aldiscípulo predilecto, que según una interpretación plausible de los vínculos familiares deJesús podría ser su primo; sobre todo si se recuerda que, según la declaración de Juan, loshermanos de Jesús "no creían en él". Las palabras: "He ahí tu hijo; he ahí tu madre",aluden simplemente a las relaciones de respetuoso afecto que se establecerían entre ellos.Pero está claro en toda la situación que si en esa relación hay algún protector, éste será eldiscípulo joven y fuerte; y que la expresión "He ahí tu madre" subraya precisamente elcarácter de depósito sagrado de aquella que les es confiada. No hay por cierto ningunarazón para pensar que Jesús señalara en María la madre espiritual de Juan, y con él, detodos los creyentes futuros. Durante su vida María, que sepamos, nunca ejerció algunainfluencia que pudiera de alguna manera hacer pensar en una maternidad espiritual haciala Iglesia. Su posición es modesta, pasiva: discípula entre los discípulos, a los pies delSeñor.Pero si se quiere dar al episodio un significado simbólico - lo que siempre se puedesuponer tratándose del evangelio de Juan - habría que decir que María representa laIglesia jerosolimitana y Juan la Iglesia de los gentiles, tal vez la mística de Éfeso de lacual el Cuarto Evangelio es el texto sublime; y que a través de las palabras puestas en loslabios de Jesús agonizante, el Evangelio amonesta a la comunidad palestinense a tenersentimientos maternales hacia la nueva cristiandad que está surgiendo de la misión y aésta a mantener una veneración agradecida hacia la Iglesia madre. ¿Pero no es preferiblepensar sencillamente que se trata de un conmovedor episodio biográfico, inédito comootros, que se encuentran singularmente entremezclados con las elevadas meditaciones delCuarto Evangelio. 8Los únicos textos importantes con referencia a la Virgen María son los primeros capítulosde los evangelios de Mateo y de Lucas, que contienen el relato del nacimiento milagrosode Jesús. Son textos de una naturaleza especial, que se distinguen aun en el aspecto8 Tal es asimismo, sustancialmente, la interpretación de Bultmann, en su citadocomentario. El, por lo demás, no considera histórico el episodio, en consideración alhecho de que la tradición sinóptica ignora la presencia de María al pie de la cruz. Elsentido simbólico es éste: “La madre de Jesús, que permanece fielmente al pie de la cruz,es el judeo cristianismo que supera el escándalo de la crucifixión de Jesús. Elcristianismo étnico, representado en la persona del discípulo amado, es amonestado arespetar al judeo-cristianismo como la madre de quien es hijo, y a éste se le ordenaconsiderarse incorporado y sentirse como en casa propia en la gran comunidad cristiana.Y esta amonestación desciende de la cruz, es decir, es una orden de Jesús que ha sido“alzado”, y su significado es el de la oración de Jesús en Juan 17:20 y sgs., a saber, lademanda de que sus discípulos y aquellos que por medio de ellos llegarán a la fe, “seantodos uno”. Bultmann sostiene, en cambio, que es imposible la interpretación sostenidapor Hirsch, de que María representa a la Iglesia en general, por la incongruencia de lossímbolos: la Iglesia es la madre de los fieles, pero es la esposa, no la madre de Cristo (p.521).

La Virgen María, página 11literario de las otras partes de los mismos evangelios, y tienden, más que a referir detallesbiográficos, a proclamar la fe de la Iglesia en la naturaleza divina y trascendente deCristo. Esta característica, por lo demás, es en gran parte común a todos los evangelios;los cuales no son escritos teológico-biográficos, sino testimonios de la manifestación delHijo de Dios. Pero hay, en la vida de Jesús, algunos momentos que revisten de maneraparticular este carácter de manifestaciones. La partenogénesis no es el único, ni elprimero que se presenta en la predicación de la Iglesia. El primero es por cierto laresurrección. Basta leer los discursos de Pedro, recogidos en forma libre, peroseguramente con sustancial fidelidad del libro de los Hechos de los Apóstoles, para tenerla certeza de ellos. Pedro predica a "Jesús hombre", a quien Dios ha "aprobado con lasmaravillas, señales y prodigios" y que ha sido crucificado "por manos de inicuos"; peroDios "lo resucitó, de lo cual nosotros somos testigos. Así que exaltado por la diestra deDios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto",en el día mismo de Pentecostés en que Pedro está hablando (Hechos 2:32-33). Cristocrucificado, Cristo resucitado; esta forma antitética es común a todas las fórmulascristológicas de los discursos de Pedro, y es evidente su carácter arcaico. Corresponde ala "proclamación" del Evangelio de Marcos, que comienza in medias res, en el bautismode Jesús, y tiende como a su culminación, hacia la semana de la pasión. Pablo se apropióde esta formula antitética (1 Corintios 15:3-5) y la perfeccionó: "El cual fue entregadopor nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25).También para él, Cristo ha sido "declarado Hijo de Dios con poder . . . por la resurrecciónde los muertos" (Romanos 1:4). Pero Pablo agrega a la antítesis: crucificado-resucitado,una nueva cantidad de conceptos: preexistente y encarnado, Cristo "se hizo pobre, siendorico," (2 Corintios 8:9); Dios ha enviado "a su Hijo en semejanza de carne de pecado"(Romanos 8:3). La expansión cabal de este tipo de confesión de fe es la notabilísimadeclaración de Filipenses 2:5-11: "Cristo Jesús . . . siendo en forma de Dios . . . sedespojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estandoen la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muertey muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó a lo sumo, y le dio un nombre que essobre todo nombre", es decir el nombre de Kirios, Señor. Ya está completo el esquemadel Credo; pero la partenogénesis no forma parte de él. Juan perfecciona ese esquema,identificando a Cristo con el Verbo preexistente, por medio del cual fue hecha lacreación; pero no hace ninguna referencia al nacimiento virginal de Jesús. 9Sin embargo, la misma verdad anunciada por Pablo y por Juan es lo que los relatos delnacimiento de Jesús proclaman en forma episódica y narrativa. Cuando Mateo (1:18)anuncia que María, desposada con José "halló que había concebido del Espíritu Santo",no tiene ningún interés específico por el milagro de la partenogénesis como tal; lo quequiere afirmar solemnemente es que Jesús nació por iniciativa exclusiva, por operaciónsoberana del mismo Espíritu que se mecía sobre las aguas del caos en el primer día delmundo. El nacimiento de Jesús es un acontecimiento paralelo al de la creación: es lanueva creación, en la cual será restaurada la primera, comprometida por la caída de Adán(v. 21). Cristo, según la genealogía de Lucas, es hijo de Dios y de Adán (Lucas 3:38);9 Para esta exposición véase Ethelbert Stauffer, Die Theologie des Neuen Testaments,Oikumene, Ginebra, 1945, pp. 221 y sgs.

La <strong>Virgen</strong> María, página 11literario de las otras partes de los mismos evangelios, y tienden, más que a referir detallesbiográficos, a proclamar la fe de la Iglesia en la naturaleza divina y trascendente deCristo. Esta característica, por lo demás, es en gran parte común a todos los evangelios;los cuales no son escritos teológico-biográficos, sino testimonios de la manifestación delHijo de Dios. Pero hay, en la vida de Jesús, algunos momentos que revisten de maneraparticular este carácter de manifestaciones. La partenogénesis no es el único, ni elprimero que se presenta en la predicación de la Iglesia. El primero es por cierto laresurrección. Basta leer los discursos de Pedro, recogidos en forma libre, peroseguramente con sustancial fidelidad del libro de los Hechos de los Apóstoles, para tenerla certeza de ellos. Pedro predica a "Jesús hombre", a quien Dios ha "aprobado con lasmaravillas, señales y prodigios" y que ha sido crucificado "por manos de inicuos"; peroDios "lo resucitó, de lo cual nosotros somos testigos. Así que exaltado por la diestra deDios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto",en el día mismo de Pentecostés en que Pedro está hablando (Hechos 2:32-33). Cristocrucificado, Cristo resucitado; esta forma antitética es común a todas las fórmulascristológicas de los discursos de Pedro, y es evidente su carácter arcaico. Corresponde ala "proclamación" del Evangelio de Marcos, que comienza in medias res, en el bautismode Jesús, y tiende como a su culminación, hacia la semana de la pasión. Pablo se apropióde esta formula antitética (1 Corintios 15:3-5) y la perfeccionó: "El cual fue entregadopor nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25).También para él, Cristo ha sido "declarado Hijo de Dios con poder . . . por la resurrecciónde los muertos" (Romanos 1:4). Pero Pablo agrega a la antítesis: crucificado-resucitado,una nueva cantidad de conceptos: preexistente y encarnado, Cristo "se hizo pobre, siendorico," (2 Corintios 8:9); Dios ha enviado "a su Hijo en semejanza de carne de pecado"(Romanos 8:3). La expansión cabal de este tipo de confesión de fe es la notabilísimadeclaración de Filipenses 2:5-11: "Cristo Jesús . . . siendo en forma de Dios . . . sedespojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estandoen la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muertey muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó a lo sumo, y le dio un nombre que essobre todo nombre", es decir el nombre de Kirios, Señor. Ya está completo el esquemadel Credo; pero la partenogénesis no forma parte de él. Juan perfecciona ese esquema,identificando a Cristo con el Verbo preexistente, por medio del cual fue hecha lacreación; pero no hace ninguna referencia al nacimiento virginal de Jesús. 9Sin embargo, la misma verdad anunciada por Pablo y por Juan es lo que los relatos delnacimiento de Jesús proclaman en forma episódica y narrativa. Cuando Mateo (1:18)anuncia que María, desposada con José "halló que había concebido del Espíritu Santo",no tiene ningún interés específico por el milagro de la partenogénesis como tal; lo quequiere afirmar solemnemente es que Jesús nació por iniciativa exclusiva, por operaciónsoberana del mismo Espíritu que se mecía sobre las aguas del caos en el primer día delmundo. El nacimiento de Jesús es un acontecimiento paralelo al de la creación: es lanueva creación, en la cual será restaurada la primera, comprometida por la caída de Adán(v. 21). Cristo, según la genealogía de Lucas, es hijo de Dios y de Adán (Lucas 3:38);9 Para esta exposición véase Ethelbert Stauffer, Die Theologie des Neuen Testaments,Oikumene, Ginebra, 1945, pp. 221 y sgs.

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