BiodiversidadDIOS ES ARGENTINOSegún datos aportados por el doctorCarlos Villamil, el 12% <strong>de</strong> las plantas<strong>de</strong>l mundo están amenazadas por la extinciónmientras que, en la Argentina,sólo corre peligro el 0,7%. Esta situaciónparadisíaca no es el resultado <strong>de</strong>una política <strong>de</strong> Estado, ni <strong>de</strong> la concienciaambiental <strong>de</strong> quienes habitamos estesuelo: “Es porque la Argentina no dispone<strong>de</strong> un listado <strong>de</strong> plantas amenazadasa nivel nacional”, aclara el experto.El problema <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> registros noes nuevo en nuestro país pero, en estecaso, la explicación <strong>de</strong> por qué los vegetalesvernáculos gozan <strong>de</strong> tan buenasalud viene <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los exigentescriterios que fija la Unión Internacionalpara la Conservación <strong>de</strong> la Naturaleza(UICN) para <strong>de</strong>cretar que una especieestá en riesgo <strong>de</strong> extinción. “No es posible,por el momento, elaborar una ListaRoja <strong>de</strong> las plantas argentinas aplicandolos criterios más avanzados, porque notenemos los datos que nos pi<strong>de</strong>n”, admiteVillamil.“Los criterios internacionales no reflejanlas necesida<strong>de</strong>s locales, y uno <strong>de</strong>los problemas que trae esto es que, sisólo seguimos esos criterios, muchasespecies que habría que conservar noestarían incluidas”, observa la doctoraAlejandra Volpedo, <strong>de</strong>l Departamento<strong>de</strong> Biodiversidad <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong><strong>Ciencias</strong> <strong>Exactas</strong> y Naturales <strong>de</strong> la Universidad<strong>de</strong> Buenos Aires.“La ventaja <strong>de</strong> utilizar los criterios <strong>de</strong> lasListas Rojas <strong>de</strong> la UICN es que nos permitenhablar un mismo idioma acerca<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> amenaza <strong>de</strong> una especie”,se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> Arturo Mora, <strong>de</strong> UICN.“Tenemos que empezar a usar nuestrospropios criterios, porque los ecosistemasno hablan todos el mismo idioma.Las tecnologías sí pue<strong>de</strong>n ser globales,pero las priorida<strong>de</strong>s tienen que ser biodiversas”,respon<strong>de</strong> Volpedo.muchas especies. “Nosotros pedimos alos investigadores que, al menos, aportenlos datos que están en los trabajosque ya publicaron”, reclama Lewis.Más contun<strong>de</strong>nte, Villamil plantea opciones:“Si esperamos a que los taxónomosresuelvan la problemática <strong>de</strong> la clasificación<strong>de</strong> todos los organismos quehay sobre la Tierra, pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r que,cuando eso ocurra, muchas especies sehayan extinguido sin que hayamos hechonada para protegerlas. En ese caso,obviamente, los taxónomos van a seruna nueva especie extinguida”, ironiza,y propone: “Alternativamente, po<strong>de</strong>mostener una actitud un poco másactiva, aun corriendo el riesgo <strong>de</strong> queestemos haciendo las cosas <strong>de</strong> manerano muy perfecta”.Des<strong>de</strong> un lugar más optimista, Ramírezsostiene que, “en los últimos años,se viene generando un volumen cadavez mayor <strong>de</strong> datos digitales y está creciendola postura <strong>de</strong> compartir datos yrecursos, cosa que no ocurría antes”.¿Colección con futuro?El manejo <strong>de</strong> la biodiversidad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>,en gran parte, <strong>de</strong> la comprensión<strong>de</strong> la taxonomía; porque, si bien lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s animalespue<strong>de</strong> ser fácil, estos representan menos<strong>de</strong>l 3% <strong>de</strong> todos los seres vivos.El resto -insectos, plantas, hongos ymicroorganismos- requiere <strong>de</strong> la habilidad<strong>de</strong> los expertos para ser correctamenteclasificados y nombrados. Losgobiernos, a través <strong>de</strong>l Convenio sobrela Diversidad Biológica, han reconocidola existencia <strong>de</strong> este “impedimentotaxonómico” para el manejo apropiado<strong>de</strong> la biodiversidad y han <strong>de</strong>sarrolladoun programa -la Iniciativa TaxonómicaGlobal- para eliminar o reducir eseimpedimento.Pero, aunque se sorteara ese obstáculo,si los biólogos no aportan los resultados<strong>de</strong> sus investigaciones a los sistemas <strong>de</strong>información, el conocimiento acerca<strong>de</strong> la biodiversidad seguiría siendo pobre.Según Mirtha Lewis, para que lasherramientas informáticas sean sustentablestambién es necesaria la integración<strong>de</strong> estas iniciativas y la formación<strong>de</strong> recursos humanos. En este sentido,Martín Ramírez opina que “esto es tanreciente que en las materias <strong>de</strong> grado<strong>de</strong> la universidad no hay siquiera unaformación informática básica, por loque se hace cuesta arriba para cualquierbiólogo”.Con respecto al futuro <strong>de</strong> los sistemas<strong>de</strong> información sobre biodiversidad,Ramírez plantea que “el problema escultural”, y explica: “Hay que lograrque la comunidad científica se ponga<strong>de</strong> acuerdo en estándares universales yque, a<strong>de</strong>más, los use”.Tortuga terrestre argentinaYaguareté
Ley <strong>de</strong> bosquesFreno al<strong>de</strong>smontePor Susana Gallardo sgallardo@<strong>de</strong>.fcen.uba.arEn menos <strong>de</strong> un siglo se perdió casi el 70 por ciento <strong>de</strong> losbosques nativos. La Ley 26.331, sancionada a fines <strong>de</strong> 2007,intenta <strong>de</strong>tener este proceso. Prohíbe los <strong>de</strong>smontes hastatanto las provincias realicen un or<strong>de</strong>namiento territorialcon la participación <strong>de</strong> todos los sectores. Tambiéncontempla un fondo para la conservación <strong>de</strong> los bosques.Sin embargo, la ley todavía no fue reglamentada, y seproducen algunos <strong>de</strong>smontes ilegales.De los 100 millones <strong>de</strong> hectáreas queconformaban la cobertura forestal <strong>de</strong>la Argentina en 1915, hoy sólo quedanunos 21 millones <strong>de</strong> hectáreas. Las principalescausas <strong>de</strong> esa pérdida son la expansiónagrícola, la gana<strong>de</strong>ría, la tala indiscriminaday los incendios forestales.“En menos <strong>de</strong> un siglo perdimos el 70por ciento <strong>de</strong>l patrimonio forestal”, señalael ingeniero Carlos Merenson, DirectorNacional <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>namiento Ambiental yConservación <strong>de</strong> la Biodiversidad, <strong>de</strong> laSecretaría <strong>de</strong> Ambiente y Desarrollo Sustentable<strong>de</strong> la Nación (SAyDS).Así, la cobertura es <strong>de</strong>l 11 por ciento <strong>de</strong>todo el territorio continental, un valormuy cercano al 10 por ciento, que esel límite a partir <strong>de</strong>l cual se ingresa enel nada recomendable grupo <strong>de</strong> paísescon “cubierta forestal reducida”, según<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la FAO (Organización <strong>de</strong>las Naciones Unidas para la Agriculturay la Alimentación).La cubierta forestal reducida indica quelo que ha quedado <strong>de</strong>l bosque ya nopue<strong>de</strong> garantizar un <strong>de</strong>sarrollo sostenible<strong>de</strong> la región, porque no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tenerla pérdida <strong>de</strong> nutrientes <strong>de</strong>l suelo,que, en consecuencia, se vuelve estéril.“Esto es más grave aún en el caso argentino,don<strong>de</strong> casi el 80 por ciento <strong>de</strong>lterritorio tiene condiciones <strong>de</strong> ari<strong>de</strong>z osemiari<strong>de</strong>z”, recalca Merenson.Lo cierto es que el <strong>de</strong>smonte pue<strong>de</strong> tenerefectos a distancia: las inundacionesque se produjeron en la provincia<strong>de</strong> Santa Fe en el año 2003 tuvieronsu origen en los <strong>de</strong>smontes producidosal norte <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Salta, segúnejemplifica la licenciada Victoria Lichtschein,<strong>de</strong> la SAyDS.29