hebrea

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12.07.2015 Views

l$6 LA MONARCHIA HEBREA.no feria tanto el rigor de los Caldeos, ó Babylonios, fila entrega era voluntaria. Nuevas diligencias aplica Diospara íalvar del incendio á Jerufalén, y hacer al Rey menosinfeliz j pero como dependía de la libre voluntad deefte , no lo podia hacer Dios íin milagro; y contra el ordennatural no quería hacerlo , porque no lo merecíantaita ¡Y*' l°s Hebreos. Replica el Rey: Que no quiere confentir áeffo, porque no le entregue Nabuco á los Judíos, que fehayian paffado á fu Partido , y bagan efcarnio de él. Aunde efta contingencia le aflegura el Profeta , pero fe quedaSEDECIAS pertinaz. Huye un oprobrio contingente,y fe queda victima de mayor, y mas infalible injuria.Obraba como Principe, nunca abatido fu eípiritu, huyendofer irriíión del mundo , y no cediendo voluntariamenteá la defgracia; y.eftas que parecen virtudes, eranprofundos vicios del ánimo tenaz, y falta de fé en laspalabras de Jeremias, y no reíignarfe íbbervio á la voluntadde Dios, que pedia al Rey efte voluntario facrificiode entregarle prifionero, para que abrazando, íi noguftofo, humilde, la merecida defventura, fe hicíefledigno de moderarfele la defgracia. Tenia Dios en manosel corazón de Nabuco : le veía, y penetraba fus afectos:por efto ofrece por él, lo que no fupo lograr la ciegaiwd. v.24. tenacidad del Rey. Mándale á Jeremias, que calle ft na^? fta quiere morir ,y que fi le preguntan los Principes, diga, que' eyaefte coloquio rogar ai Rey , que no le botvieffe Á la Car-,celdejonathás. Aísi lo executó el Profeta, y no mintió,porque yá havia hecho efta petición antes, y con pala-,bras equivocas podia licitamente obedecer. Yá refueltosel Rey, y fus Principes á probar los últimos esfuerzosde la adveríá fortuna y no cedieron á ella , hafta que elhambre obligó al Pueblo, deípues de diez y ocho mefes

PARTE TERCERA SEDECIAS. I 97'de litio, á querer entregaríé en el quarto mes ,• al diaquinto. Defde el año nono del Reyna do de SEDECIAS empezóel íitio á los últimos meíes, duró todo el año diez, yá los principios del onceno íe rindió la Ciudad. No lamandó abrir el Rey : el texto dice, que íe abrió: calla elmodo. Entraron los Principes Babylonios, y Caldeos,porque Nabuco, canfado de litio tan prolixo, íé havia retiradoá Epifania, ameniísima Ciudad de §yria. Los Cabosdel Exercito vencedor, que entraron, íegun la letrade Ezequiel, eran feis (Archiduques los llama el Corne- ^ ^ 1lio)Neregel,Sereíer,Semegarnabus, Saríáchim , Rabia- 3*. v.'7£res, y Rebmag. Eftos entraron pallando á cuchillo quantosinfelices no havian los Angeles íéñalado con el Thaú:ellos guiaban la feroz cuchilla de las vencedoras manos,porque, ni todos los queria Dios llevar á la fervidumbrede Babylonia, ni todos entregarlos al filo de la eípada,ó al incendio. El Abulenfe, y Vatablo creyeron, que losarietes, y máquinas Militares del BabyIonio abrieron lamuralla , y que por la brecha entraron los vencedores;Cayetano es de íentir , que la abrió el Rey, y los Magnates, para efcaparfe , nopudiendo refiftir mas. El textode Jeremías quita toda la duda , en quanto al modo dela huida del Rey, porque dice: Que huyó por los RealesReyes>J>^Jardines, y por la puerta, que ejlaba entre los dos recinr sv.7.i«&atos, y fe encaminó al Defierto. Penetrado efto por los ene- 'migos, deftacaron gran parte del Exercito para alcanzarle.Con fus acoftumbradas Fábulas, dice RabíSalormón, citado del Cornelio, qué SEDECIAS huyó por unlübterrarieo conducto , que.déíde la Ciudad tenia íiiíalidamuylexosdeellaal campo, y qué,;almifinotiempouna cabra , íéguida de algunos Cazadores del Exercito¿luna por el propio camino, fobre la tierra, y vino; á pa-Tom.ll. N3 rar

PARTE TERCERA SEDECIAS. I 97'de litio, á querer entregaríé en el quarto mes ,• al diaquinto. Defde el año nono del Reyna do de SEDECIAS empezóel íitio á los últimos meíes, duró todo el año diez, yá los principios del onceno íe rindió la Ciudad. No lamandó abrir el Rey : el texto dice, que íe abrió: calla elmodo. Entraron los Principes Babylonios, y Caldeos,porque Nabuco, canfado de litio tan prolixo, íé havia retiradoá Epifania, ameniísima Ciudad de §yria. Los Cabosdel Exercito vencedor, que entraron, íegun la letrade Ezequiel, eran feis (Archiduques los llama el Corne- ^ ^ 1lio)Neregel,Sereíer,Semegarnabus, Saríáchim , Rabia- 3*. v.'7£res, y Rebmag. Eftos entraron pallando á cuchillo quantosinfelices no havian los Angeles íéñalado con el Thaú:ellos guiaban la feroz cuchilla de las vencedoras manos,porque, ni todos los queria Dios llevar á la fervidumbrede Babylonia, ni todos entregarlos al filo de la eípada,ó al incendio. El Abulenfe, y Vatablo creyeron, que losarietes, y máquinas Militares del BabyIonio abrieron lamuralla , y que por la brecha entraron los vencedores;Cayetano es de íentir , que la abrió el Rey, y los Magnates, para efcaparfe , nopudiendo refiftir mas. El textode Jeremías quita toda la duda , en quanto al modo dela huida del Rey, porque dice: Que huyó por los RealesReyes>J>^Jardines, y por la puerta, que ejlaba entre los dos recinr sv.7.i«&atos, y fe encaminó al Defierto. Penetrado efto por los ene- 'migos, deftacaron gran parte del Exercito para alcanzarle.Con fus acoftumbradas Fábulas, dice RabíSalormón, citado del Cornelio, qué SEDECIAS huyó por unlübterrarieo conducto , que.déíde la Ciudad tenia íiiíalidamuylexosdeellaal campo, y qué,;almifinotiempouna cabra , íéguida de algunos Cazadores del Exercito¿luna por el propio camino, fobre la tierra, y vino; á pa-Tom.ll. N3 rar

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