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Un elefante ocupa mucho espacio - Plan Nacional de Lectura

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Presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la NaciónDra. Cristina Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> KirchnerMinistro <strong>de</strong> EducaciónProf. Alberto E. SileoniSecretario <strong>de</strong> EducaciónLic. Jaime PerczykSubsecretario <strong>de</strong> Equidad y Calidad EducativaLic. Gabriel BrenerJefe <strong>de</strong> GabineteA.S. Pablo UrquizaDirectora <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Gestión EducativaLic. Delia Mén<strong>de</strong>zDirectora <strong>de</strong> Educación InicialLic. Nora LeoneDirectora <strong>de</strong> Educación PrimariaLic. Silvia StorinoDirectora <strong>de</strong>l <strong>Plan</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Lectura</strong>Margarita Eggers Lan“<strong>Un</strong> <strong>elefante</strong> <strong>ocupa</strong> <strong>mucho</strong> <strong>espacio</strong>” en <strong>Un</strong> <strong>elefante</strong> <strong>ocupa</strong> <strong>mucho</strong> <strong>espacio</strong>©1975, Elsa Bornemann c/o Guillermo Schavelzon y Asoc. Agencia Literariainfo@schavelzon.com©2003, AlfaguaraIlustraciones: Mónica PironioDiseño <strong>de</strong> tapa y colec ción: <strong>Plan</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Lectura</strong>Colección: “Las Abuelas nos cuentan”Ministerio <strong>de</strong> Educación <strong>de</strong> la NaciónSecretaría <strong>de</strong> Educación<strong>Plan</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Lectura</strong>Pizzurno 935 (C1020ACA)Ciudad <strong>de</strong> Buenos AiresTel: (011) 4129-1075/1127planlectura@me.gov.ar - www.planlectura.educ.arAbuelas <strong>de</strong> Plaza <strong>de</strong> Mayo(011) 4384 0983Virrey Cevallos 592; PB. CABAwww.abuelas.org.areducacion@abuelas.org.arRepública Argentina, 2013


–¿Te has vuelto loco, Víctor? –le preguntó el león,asomando el hocico por entre los barrotes <strong>de</strong> su jaula.–¿Cómo te atreves a or<strong>de</strong>nar algo semejante sinhaberme consultado? ¡El rey <strong>de</strong> los animales soy yo!La risita <strong>de</strong>l <strong>elefante</strong> se <strong>de</strong>sparramó como papel picadoen la oscuridad <strong>de</strong> la noche:–Ja. El rey <strong>de</strong> los animales es el hombre, compañero.Y sobre todo aquí, tan lejos <strong>de</strong> nuestras anchas selvas...–¿De qué te quejas, Víctor? –interrumpió un osito,gritando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su encierro–. ¿No son acaso los hombreslos que nos dan techo y comida?–Tú has nacido bajo la lona <strong>de</strong>l circo... –le contestóVíctor dulcemente–. La esposa <strong>de</strong>l domador te crió con2


mama<strong>de</strong>ra... Solamente conoces el país <strong>de</strong> los hombresy no pue<strong>de</strong>s enten<strong>de</strong>r, aún, la alegría <strong>de</strong> la libertad...–¿Se pue<strong>de</strong> saber para qué hacemos huelga? –gruñóla foca, coleteando nerviosa <strong>de</strong> aquí para allá.–¡Al fin una buena pregunta! –exclamó Víctor, entusiasmado,y ahí nomás les explicó a sus compañerosque ellos eran presos... que trabajaban para queel dueño <strong>de</strong>l circo se llenara los bolsillos <strong>de</strong> dinero...que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas paradivertir a la gente... que se los forzaba a imitar a loshombres... que no <strong>de</strong>bían soportar más humillacionesy que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo<strong>de</strong> hacer enten<strong>de</strong>r a los hombres que los animalesquerían volver a ser libres... Y que patatán fue laor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> huelga general...).3


–Bah... pamplinas... –se burló el león–. ¿Cómo piensascomunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno <strong>de</strong>nosotros habla su idioma?–Sí –aseguró Víctor–. El loro será nuestro intérprete–y enroscando la trompa en los barrotes <strong>de</strong> su jaula,los dobló sin dificultad y salió afuera. Enseguida,abrió una tras otra las jaulas <strong>de</strong> sus compañeros.Al rato, todos retozaban en torno a los carromatos.¡Hasta el león!Los primeros rayos <strong>de</strong> sol picaban como abejaszumbadoras sobre las pieles <strong>de</strong> los animales cuandoel dueño <strong>de</strong>l circo se <strong>de</strong>sperezó ante la ventana <strong>de</strong> sucasa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad<strong>de</strong> líneas anaranjadas... (Los animales nunca supieronsi fue por eso que el dueño <strong>de</strong>l circo pidió socorro y<strong>de</strong>spués se <strong>de</strong>smayó, apenas pisó el césped...).De inmediato, los domadores aparecieron en suauxilio:–Los animales están sueltos! –gritaron a coro, antes<strong>de</strong> correr en busca <strong>de</strong> sus látigos.–¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas!–les comunicó el loro no bien los domadores losro<strong>de</strong>aron, dispuestos a encerrarlos nuevamente.–¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general,<strong>de</strong>cretada por nuestro <strong>de</strong>legado, el <strong>elefante</strong>!4


–¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! –y los látigossilbadores ondularon amenazadoramente.–¡Uste<strong>de</strong>s a las jaulas! –gruñeron los orangutanes.Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron.Pataleando furioso, el dueño <strong>de</strong>l circo fue el quemás resistencia opuso. Por fin, también él miraba correrel tiempo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los barrotes.La gente que esa tar<strong>de</strong> se aglomeró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> lasboleterías, las encontró cerradas por gran<strong>de</strong>s cartelesque anunciaban:6


CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES.HUELGA GENERAL DE ANIMALESEntretanto, Víctor y sus compañeros trataban <strong>de</strong>adiestrar a los hombres:–¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través<strong>de</strong> estos aros <strong>de</strong> fuego!–¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!–¡No usen las manos para comer!–¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Píen! ¡Ladren! ¡Rujan!–¡Basta, por favor, basta! –gimió el dueño <strong>de</strong>l circoal concluir su vuelta número doscientos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>la carpa, caminando sobre las manos–. ¡Nos damospor vencidos! ¿Qué quieren?El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos <strong>de</strong>agua y pronunció entonces el discurso que le habíaenseñado el <strong>elefante</strong>:–... Conque esto no, y eso tampoco, y aquello nuncamás, y no es justo, y que patatín y que patatán...porque... o nos envían <strong>de</strong> regreso a nuestras anchasselvas... o inauguramos el primer circo <strong>de</strong> hombresanimalizados, para diversión <strong>de</strong> todos los gatos y perros<strong>de</strong>l vecindario. He dicho.7


Las cámaras <strong>de</strong> televisión transmitieron un espectáculoinsólito aquel fin <strong>de</strong> semana: en el aeropuerto,cada uno portando su correspondiente pasaje en losdientes (o sujeto en el pico, en el caso <strong>de</strong>l loro), todoslos animales se ubicaron en or<strong>de</strong>n frente a la puerta<strong>de</strong> embarque con <strong>de</strong>stino al África.Claro que el dueño <strong>de</strong>l circo tuvo que contratar dosaviones: en uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes,la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmenteutilizado por Víctor... porque todos sabemosque un <strong>elefante</strong> <strong>ocupa</strong> <strong>mucho</strong>, <strong>mucho</strong> <strong>espacio</strong>...8


ELSA BORNEMANNNació en Buenos Aires en 1952. Es narradora, guionista y traductora.Entre los numerosos e importantes premios que recibió porsus libros y por su trayectoria, se <strong>de</strong>stacan la Faja <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong> laSADE por El espejo distraído, y el Premio <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> LiteraturaInfantil. Fue la primera escritora argentina que integró, en 1976, laLista <strong>de</strong> Honor <strong>de</strong>l premio internacional Hans Christian An<strong>de</strong>rsen,otorgado por International Board on Books for Young People, conse<strong>de</strong> en Suiza por <strong>Un</strong> <strong>elefante</strong> <strong>ocupa</strong> <strong>mucho</strong> <strong>espacio</strong>; al añosiguiente fue prohibido por la dictadura militar y su autora perseguida.Otras obras: Bilembambudín o el último mago; El libro <strong>de</strong> loschicos enamorados, Disparatarios, Los <strong>de</strong>smaravilladores. Susobras son editadas en distintos países <strong>de</strong> América Latina y Europa;Israel, Estados <strong>Un</strong>idos y Japón.Ejemplar <strong>de</strong> distribución gratuita. Prohibida su venta.

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