indiscriminadamente productos manufacturados a cambio <strong>de</strong>una mayor cuota <strong>de</strong> exportación agropecuaria yminera. Fue un Estado burgués sin burguesía industrial.Por eso nos parecen fuera <strong>de</strong> contexto histórico <strong>la</strong>s apreciaciones <strong>de</strong> quienes se niegan a reconocer <strong>la</strong>existencia <strong>de</strong>l Estado en América Latina a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX, basados en que éste no cumplió losrequisitos que se dieron en Europa, sin ac<strong>la</strong>rarar a que tipo <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l Estado nacional se refieren, si a<strong>la</strong> <strong>de</strong> Ing<strong>la</strong>terra, Francia y España entre los siglos XIII y XV o a <strong>la</strong> <strong>de</strong> Alemania, Italia y otros países en <strong>la</strong>segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX. Los autores que se inspiran en el mo<strong>de</strong>lo europeo niegan <strong>la</strong> formación <strong>de</strong>lEstado nacional <strong>la</strong>tinoamericano en el siglo XIX, argumentando que no había un mercado nacional ni unaesfera única <strong>de</strong> producción global; tampoco, una estructura "mo<strong>de</strong>rna" <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ses, ni una "organicidad" entreel<strong>la</strong>s; que no había un bloque i<strong>de</strong>ológico que cohesionara <strong>la</strong> sociedad en torno a valores y normas, queexpresaran una "i<strong>de</strong>ntidad nacional", por <strong>la</strong> ausencia <strong>de</strong> una burguesía industrial. Han llegado a sostener que<strong>la</strong> sociedad civil era casi inexistente y que el Estado recién formado a fines <strong>de</strong>l siglo XIX y principios <strong>de</strong>l XX,fue el artífice <strong>de</strong> <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra sociedad civil, pareciendo ignorar que ésta es siempre preexistente al Estado.El Estado nacional en nuestra América surgió como resultado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s guerras <strong>de</strong> <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Lopolítico fue el factor <strong>de</strong>cisivo porque permitió <strong>la</strong> ruptura <strong>de</strong>l nexo colonial, condición "sine qua non" para <strong>la</strong>formación <strong>de</strong>l Estado nacional en nuestro continente.La c<strong>la</strong>se dominante criol<strong>la</strong> no partió <strong>de</strong> cero en <strong>la</strong> formación <strong>de</strong>l Estado sino que se apropió <strong>de</strong> parte<strong>de</strong> <strong>la</strong>s instituciones <strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong>l Estado colonial y <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> antigua burocracia funcionaria.Inauguró un nuevo tipo <strong>de</strong> política económica: el librecomercio. La burguesía criol<strong>la</strong> rompió con elmonopolio comercial español y con su intervencionismo económico, adhiriéndose a los postu<strong>la</strong>doslibrecambistas <strong>de</strong>l Estado liberal burgués, aunque sobre otras bases y con una c<strong>la</strong>se dominante diferente a <strong>la</strong>burguesía industrial europea. En América Latina, el Estado nacional adoptó aspectos <strong>de</strong>l librecambismo paraestimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> economía agrominera exportadora, pero no toda <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong>cimonónica, porque <strong>la</strong> estructurasocioeconómica era distinta.Al principio fue un Estado sumamente débil, tanto por sus bases económicas como por <strong>la</strong> crisispolítica permanente que se vivió durante <strong>la</strong>s guerras <strong>de</strong> <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>la</strong>s guerras civiles. Este proceso <strong>de</strong>formación <strong>de</strong>l Estado nacional se prolongó durante varios lustros, siendo su fase más crítica <strong>la</strong> transcurridaentre 1810 y 1825, año en que fue <strong>de</strong>rrotada <strong>la</strong> contrarrevolución. Las guerras civiles fueron <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong><strong>la</strong> <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas estatales, pero su <strong>de</strong>sen<strong>la</strong>ce permitió <strong>la</strong> consolidación <strong>de</strong>l Estado-nación.En medio <strong>de</strong> estas terribles luchas, <strong>de</strong>nominadas “guerras a muerte”, los Estados en formacióntuvieron que crear y equipar ejércitos, formar una nueva burocracia funcionaria, hacer una política exteriortendiente al reconocimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia política, cohesionar a <strong>la</strong>s diferentes fracciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sedominante, enfrentar <strong>la</strong>s insurrecciones internas <strong>de</strong> sectores indígenas y esc<strong>la</strong>vos que apoyaban a losespañoles, en fin, priorizar lo político. Era obvio que en estas condiciones el Estado fuera estuviera enpermanente situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. En tal situación, sería absurdo pedirle prematuramente a nuestrosEstados <strong>la</strong> integración que tenían los Estados europeos. Si bien es cierto que el Estado-nación recién seconsolidó en <strong>la</strong> segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, no pue<strong>de</strong> omitirse el hecho <strong>de</strong> que existieron formas <strong>de</strong>dominación estatal a nivel general o provincial, que fueron <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> unas c<strong>la</strong>ses sobreotras. La ausencia <strong>de</strong> un Estado-nación formalmente constituido no significa inexistencia <strong>de</strong> formas estatales<strong>de</strong> control <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad civil.Las guerras civiles impidieron <strong>la</strong> consolidación <strong>de</strong> los Estados nacionales durante varias décadas. Larebelión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s provincias contra el centralismo <strong>de</strong> <strong>la</strong> capital se dio fundamentalmente por el reparto <strong>de</strong>ingresos fiscales y por el control <strong>de</strong> <strong>la</strong> Aduana, don<strong>de</strong> se procesaban los impuestos <strong>de</strong> importación y exportación.Contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> Aduana significaba contro<strong>la</strong>r gran parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s entradas <strong>de</strong>l Estado.14
Las guerras civiles crearon una situación caracterízada <strong>de</strong> “anarquía” por muchos autores, cuyasobrevaloración ha conducido a seña<strong>la</strong>r que hasta fines <strong>de</strong>l siglo XIX o principios <strong>de</strong>l XX no hubo Estadosnacionales en América Latina. Sin embargo, <strong>de</strong>bilidad no significa inexistencia. No obstante sus <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s,hubo formas embrionarias <strong>de</strong> Estado durante <strong>la</strong>s guerras civiles. Precisamente el excesivo centralismo <strong>de</strong> <strong>la</strong>capital fue el motivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> rebelión <strong>de</strong>l interior en contra <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r central forma embrionaria <strong>de</strong> Estado.Se ha confundido el po<strong>de</strong>r local <strong>de</strong> los caudillos <strong>de</strong>l siglo XIX con el que ejercieron los señoresfeudales <strong>de</strong> Europa. Y el error ha sido doble al sostener que los supuestos señores feudales <strong>de</strong> América <strong>la</strong>tinafueron <strong>la</strong> base <strong>de</strong>l régimen fe<strong>de</strong>ral. Para nosotros no existe ninguna prueba objetiva sobre <strong>la</strong> que puedasostenerse una equivalencia entre nuestro caudillo rural y el señor feudal europeo. Menos pue<strong>de</strong> sostenerseque ese supuesto feudalismo dio origen al fe<strong>de</strong>ralimo, mo<strong>de</strong>lo político surgido <strong>de</strong>l sistema republicanoburgués, especialmente norteamericano.Durante <strong>la</strong>s primeras décadas <strong>de</strong> su existencia, los Estados nacionales vieron <strong>de</strong>bilitados sus entradascon <strong>la</strong> reducción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s exportaciones a causa <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> reajuste comercial por <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> mercados,que se suscitó con <strong>la</strong> ruptura <strong>de</strong>l nexo colonial español. Los nuevos Estados in<strong>de</strong>pendientes se <strong>de</strong>moraronvarios lustros en estabilizar su economía y regu<strong>la</strong>rizar <strong>la</strong>s ventas a los nuevos mercados europeos. Lareinserción plena en el mercado mundial se alcanzó recién en <strong>la</strong> segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX.Los comerciantes y usureros criollos y extranjeros aprovecharon <strong>la</strong> situación para convertirse enaprendices <strong>de</strong> banqueros, prestando dinero al Estado con elevados intereses y, luego, presionando paraobtener jugosas concesiones y arriendos <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s públicas, como correos, aduanas, caminos, etc. Poreso, <strong>la</strong>s finanzas <strong>de</strong> los estados nacionales <strong>de</strong>pendieron al principio <strong>de</strong> los prestamistas criollos y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s casascomerciales extranjeras.Es un mito <strong>de</strong> <strong>la</strong> historiografía liberal que nuestros gobiernos fueron civiles y <strong>de</strong>mocráticos. Enrealidad, nuestros Estados fueron dirigidos en <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los países por militares, incluídos aquellos, como<strong>Chile</strong>, que aparecen como los más civilistas y estabilizados. De 1831 a 1851, el Estado <strong>Chile</strong>no fueadministrado por dos generales (Prieto y Bulnes), sin consi<strong>de</strong>rar los gobiernos <strong>de</strong> los generales O'Higgins yFreire en <strong>la</strong> década <strong>de</strong> 1820. México fue dirigido por los militares <strong>de</strong> Santa Arma <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> <strong>la</strong>década <strong>de</strong> 1820 hasta <strong>la</strong> <strong>de</strong> 1840. Venezue<strong>la</strong> fue gobernada por generales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1830 a 1860 (Páez, Soublette,Monagas). Ecuador también, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el gobierno <strong>de</strong>l general Flores en <strong>la</strong> década <strong>de</strong> 1830. Perú por variosmilitares, especialmente el mariscal Castil<strong>la</strong>; Bolivia, azotada por pronunciamientos castrenses, al igual que <strong>la</strong>Argentina y Uruguay, fueron muestras elocuentes <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> los militares en <strong>la</strong> política <strong>la</strong>tinoamericanadurante el siglo XIX.De este modo, los militares jugaron un papel re<strong>la</strong>tivamente autónomo, contratando empréstitosextranjeros, exigiendo una mayor tajada <strong>de</strong>l presupuesto para el ejército, que en varios países pasó <strong>de</strong>l 50 porciento en concepto <strong>de</strong> adquisición <strong>de</strong> armas, barcos, etcétera.Los militares no constituían entonces un bloque homogéneo porque <strong>la</strong> institución Ejército no había<strong>de</strong>cantado aún, ni siquiera en su forma mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> profesionalización. A<strong>de</strong>más, todavía se mantenía <strong>la</strong>tradición <strong>de</strong> lucha revolucionaria <strong>de</strong> <strong>la</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, que permitió movilidad social y el ascenso a generales<strong>de</strong> personas <strong>de</strong> origen popu<strong>la</strong>r. En fin, no era aún un ejército <strong>de</strong> casta y por eso se dieron posicionesheterogéneas en el ejército. Mientras <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los generales, convertidos en <strong>la</strong>tifundistas a raiz <strong>de</strong>lreparto y apropiación <strong>de</strong> tierras <strong>de</strong>l período in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista, se pusieron al servicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> oligarquíaconservadora, otros -<strong>de</strong> mayor arraigo popu<strong>la</strong>r- fueron portavoces <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ología liberal y fe<strong>de</strong>ral (el chilenoFrei, el colombiano Obando, el argentino Dorrego, el venezo<strong>la</strong>no Zamora, etc). De todos modos, en <strong>la</strong>mayoría <strong>de</strong> los países los militares limitaron el ya restringido proceso <strong>de</strong>mocratización. En rigor, fortalecieronun Estado autoritario y cuasi militarizado.15
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