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Cuerpos heteronormativos porno y polvos plásticos - Federación ...

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<strong>Cuerpos</strong> <strong>heteronormativos</strong> <strong>porno</strong> y <strong>polvos</strong> plásticos(Cambios y transformaciones de los <strong>Cuerpos</strong> y sus usos en la industria <strong>porno</strong>gráfica)Climent Formoso AraujoUniversitat de BarcelonaEl <strong>porno</strong> es cuerpo, o quizá sólo genitalidad espasmódica. También es movimiento, fluidos, rugidosy gestualidad, cuando se trata de <strong>porno</strong> en formato de películas. Los detractores de la <strong>porno</strong>grafía(tanto estéticos como moralistas, obviando a los abolicionistas y otros pornóbofos más o menosexplícitos) la califican de exposición reduccionista y procaz. Los argumentos más recurrentesremiten a la muerte del deseo y la cosificación (reificación) del cuerpo y la sexualidad femenina.Sin duda alguna, la <strong>porno</strong>grafía heterosexual es androcéntrica. Y también es una tecnología degénero que escenifica la violencia machista de nuestro modelo sexual dominante (Guasch, 1993,2000, 2003, 2004). La industria <strong>porno</strong> hegemónica –orientada al deseo masculino- también lo es.Por otra parte, debemos a la antropología, principalmente, y a la sociología de los 70’s y 80’s losmejores análisis histórico-sociales de los cuerpos 1 . <strong>Cuerpos</strong> de actrices y actores que en la industria<strong>porno</strong>gráfica también han cambiado en consonancia con los cambios socio-culturales de los últimos30 años. Las causas de las trasformaciones de las configuraciones estético-corporales del <strong>porno</strong> sontanto endógenas como exógenas, siendo la “hipercultura de la exhibición” y la tecnificación de lasintervenciones sobre los cuerpos las principales. También existen causas inherentes a la propiaindustria y que obedecen a sus procesos de creciente segmentación mercantil y diversificaciónfilmico-fílica (Gubern, 2005).El ejercicio que aquí se ensaya entrelaza cuatro esferas narrativas interrelacionadas bajo elparaguas de la Sociología de la Sexualidad: cuerpos, <strong>porno</strong>grafía, crisis de género e imaginarios derelaciones sexuales. La perspectiva desde la que se argumenta juega con tamizes marxistafreudianos(Escuela de Frankfurt) y con análisis post-estructuralistas. Se defiende entonces que la<strong>porno</strong>grafía introduce aspectos de redistribución de poder sexual en los imaginarios y practicas delas relaciones sexuales que ahondan en la crisis de la masculinidad y aportan –a pesar de todo– unplus de emancipación (más allá de la amplia panoplia de tesis victimistas y feministas) y de poder alas mujeres. Es decir, cómo también –o fundamentalmente– la iconografía <strong>porno</strong> retroalimenta lacrisis de los géneros, sobrecargando la angustia hedonista sexual en términos modernos (número,1 Un buen artículo compilatorio del análisis de los cuerpos en las ciencias sociales es el de Bryan S Turner “losavances recientes en la Teoria del cuerpo” en REIS 68/94 pp. 11-39. Aunque sin duda, el mejor texto sociológico encastellano sobre el cuerpo y sus explicaciones sociológicas y antropológicas es el de David Le Breton La sociologíadel Cuerpo.


tamaño, fuerza, tracción, repetición) de los varones.Metodología y perspectivaEl lugar de enunciación marca el decir y sus implicaciones ético-políticas. La mayoría dedocumentos, cifras y juicios sobre la <strong>porno</strong>grafía adolecen de rigurosidad y se sitúan en posicionesabiertamente conservadoras (tanto en su formato religioso como en las que se apoyan en tesiturasromántico-emocionales, equivalentes en muchos casos) 2 . Otros se regodean en sus buenasintenciones y, el resto, tratan de aleccionar a jóvenes incautos 3 . Sucede como con la prostitución,pues de hecho, el marco de estigmatización social corre parejo (Staderini, 1990; Osborne, 1998). Laamplitud del objeto y sus múltiples imbricaciones sociales dificultan los planos de análisis y loscortes de enfoque. No se puede decir todo. Una buena investigación (desde las ciencias sociales) sedetecta enseguida por cuanto rezuma honestidad hipotético-inductiva de alcance medio, en unperiodo y espacio concretos (Merton dixit). El establecer el alcance narrativo-explicativo a partir demateriales utilizados huelga entonces imprescindible. Este trabajo es una aproximación a laiconografía corporal y coito-repertorial de la industria del <strong>porno</strong> hegemónica (la heterosexual) desdela Sociología de la sexualidad. Se recurre a una metodología comparativa etnográfica-visual de dosmomentos históricos del <strong>porno</strong>: la gran eclosión de productos fílmicos de finales de los 70’s yprincipios de los 80's y la difícil coexistencia de la industria hegemónica con la hiperpornificacióndigital –gracias a Internet– de finales de la primera década del siglo XXI. Un periodo cuyo devenirhistórico-social se encuadra en la expansión y ahondamiento de los valores y estilos de vidapostmodernos de las sociedades occidentales.Pocos fenómenos sociales requieren de tanto aparataje justificativo preliminar como el<strong>porno</strong>. Andrés Barba y Javier Montes (2007) elaboran un elegante encaje de argumentos y sutilezas2 Véanse algunas publicaciones de la galaxia feminista al respecto. Por ejemplo Butler (1993), Dworking &McKinnon (1988), Dworking (1990). El libro de la filófosa francesa Michela Marzano (2006) La <strong>porno</strong>grafía o elagotamiento del deseo es un compendio de ideas románticas desde las que denostar el <strong>porno</strong> en comparación con elerotismo trufado de amor y otras zarandajas por el estilo. Al mismo orbe ideológico romántico familista pertenece laterapéutica Pamela Paul (2005) con un libro titulado How <strong>porno</strong>grafhy is transforming our lives, our relationships,and our families.3 Los estudios oficiales sobre salud y sexualidad de los jóvenes (promovidos desde Ministerios y otros consorciospúblicos de observación) se dirigen hacia el ámbito de la prevención de enfermedades de transmisión sexual yembarazos no deseados. Véanse, por ejemplo, en el caso español, los estudios del Ministerio de Sanidad y los delObservatorio de la Juventud. La liberación sexual de los 60’s y 70’s dio un giro radical con la aparición del SIDA enlos 80. Desde entonces a las autoridades sólo les interesa la sexualidad como salud pública, y respecto a losmenores, cómo prevenir conductas de riesgo victimantes. El auge de internet y las redes sociales virtuales hadesbocado la imaginación de autoridades y progenitores respecto a los peligros en que incurren sus hijos respecto aconductas sexuales através de la red.


a lo largo de las 26 páginas de introducción a La Ceremonia del Porno. Dicen que “Elmaniqueísmo fuertemente arraigado y la jovialidad parece que invalidan cualquier tipo de tratollano con la <strong>porno</strong>grafía” 4 . La supuesta inviabilidad de un discurso “sin carga” denota la enormedensidad moral y política que atraviesa el fenómeno. Existe bastante incomodidad social paraconversar sobre <strong>porno</strong>grafía por cuanto culturalmente es un “ámbito de intimidad” y debe transpirarun cierto pudor o recato de prevención. Las investigaciones sociales parece que se contagian de eseespíritu, a juzgar por lo que se publica. El análisis, repetimos, que aquí se ofrece es pretendidamentesociológico, auspiciado en tesis de la sociología de la sexualidad. Una apuesta levemente inclinadahacia tesituras transgresoras, creemos, para compensar tanta mojigatería disfrazada deresponsabilidad social, por otra parte, compartida, por obvia 5 . Se recurre a la historia de la<strong>porno</strong>grafía, a elementos de la semiótica, a las teorías de la comunicación y a postulados estéticosprocurando no deslizarnos demasiado hacia esos terrenos. Historiografía, semiótica, comunicologíay estética que se utilizan para hablar de cuerpos del mundo audiovisual <strong>porno</strong>, de géneros, desexualidades y de experiencias sexuales relacionadas con las construcciones e imaginarios socialesde ambas. El orden expositivo es el siguiente: En primer lugar se elabora un conciso –apresurado,quizá– pero multidisciplinar marco teórico sin entrar a discutir algunas definiciones imprecisas einsuficientes. En segundo lugar, una serie de tipologías nos sirven para comparar cuerpos yrepertorios coitales de actores, actrices y productos de ambos periodos. Luego acontece unapequeña sorpresa en forma de “apuntes etnográficos freestyle” 6 que pretenden reflejar la recepción ylos usos y significados que a la <strong>porno</strong>grafía le dan mujeres heterosexuales de clase trabajadora yclase media, de diferentes generaciones. Los últimos párrafos se dedican a recopilar lo másrelevante y a justificar el alcance conclusivo que puede dar de sí un trabajo de investigaciónartesanal y, en muchos aspectos, amateur.Sexualidad, cuerpos y transformaciones <strong>porno</strong>-corpóreasLa sociología de la sexualidad ha prestado tanta atención a los géneros y a las sexualidades4 La oración es una elaboración nuestra a partir de enunciados de los autores.5 Santiago López-Petit (2001, 2004, 2010) un filósofo de Barcelona, acuña la expresión de “movilizaciones por loobvio” para explicar y justificar la desactivación de la contestación social mediante mecanismo de hiperinflacciónde demandas de movilizaciones sobre intereses socio-colectivos. Las principales promotoras de la “concienciaciónde lo obvio” son las administraciones públicas. Para explorar textos e ideas al respecto, véase la plataforma Espaien-blanc.net,ubicada en Sindominio.net6 El término “apuntes Freestyle” se toma del texto “Pornografía como tecnología de género” de la artistaperformance Lucía Egaña, presentada en unas jornadas del 2003 en el MACBA de Barcelona bajo el rótulo dePos<strong>porno</strong>. Pornografía, pos<strong>porno</strong>grafia: estéticas y políticas de representación sexual. Texto disponible en:http://lafuga.cl/la-<strong>porno</strong>grafua-como-tecnologia-de-genero/273. Consultado el 23 de marzo de 2013.


disidentes (no hegemónicas) que ha descuidado asuntos como el deseo, el erotismo y los productosy mercados proveedores de gratificaciones erótico-sexuales de los heterosexuales. La sexualidad,como objeto desde la sociología, se ha olvidado de investigar el mundo del <strong>porno</strong> y las estrategias yusos que sus consumidores/ras conciben y dan a su visionado. Se puede argüir que no hay muchoque decir, que todo está a la vista, sin embargo, a juzgar por la relevancia social (ni que sea lamercantil, específicamente, aunque no hay mercados sin consumidores) 7 del fenómeno, parece quese da un olvido inmerecido. Es cierto que algunos estudios realizan aproximaciones desde el artetratando de explicar qué pretenden ciertos artistas al usar su cuerpo como material básico de susperformances. 8 Y en EEUU existen algunas publicaciones desde ópticas antropológicas calificadosde Porn Studies, que se encuadran en el ámbito de los cultural Studies 9 . La principal tesis sobre el<strong>porno</strong> desde la disciplina sociológica consiste en considerarlo un reflejo del modelo sexualheterosexual dominante o hegemónico en occidente. El <strong>porno</strong> heterosexual viene a ser un espejoconvexo de las características que modelan el imaginario sexual hetero. Óscar Guasch y RaquelOsborne (1998) elaboran un corpus de elementos ideales presentes en el modelo de regulación deldeseo erótico hegemónico (el hetero) atribuyéndole los siguientes aspectos: adultista, misógino,sexista, homófobo, interpretador de la sexualidad femenina en clave masculina, prescriptor del sexovainilla, coitocéntrico, basado en el amor romántico y defensor de la pareja estable. Sin entrar encada una de las carácterizaciones, el <strong>porno</strong> hetero en formato películas cumple y exhacerba algunasmás que otras: a) es adultista con tintes teens (la presencia de lolitas o actrices con aspectoadolescente atribuye un plus de atracción erótica al producto. Y los señores y señoras de edadavanzada generalmente hacen el papel de voyeurs); b) es misógino (entre otras cosas, a los papelesfemeninos se les atribuyen un estado de disponibilidad sexual permanente, y con frecuencia, hayescenas de humillaciones ritualizadas, como por ejemplo la eyaculación facial. También las escenaslésbicas pueden considerarse de lesbianismo para hombres); c) es hipercoitocéntrico (la centralidadnarrativo-representativa del <strong>porno</strong> heterosexual consiste en eso: hombres penetrators queliteralmente taladran a sus partenaires aprovechando cualquier abertura corporal de aquellas); d) es7 La revista Forbes publicaba que en los años 2007 y 2008 la industria del Porno Americana sobrepasó el volumende negocio y facturación de la industria del cine convencional. No obstante, todos los expertos coinciden que esdificil cuantificar en cifras el mundo del Porno. Un buen lugar para obtener una compilación de datos al respecto esToptenREVIEWS.com y el artículo de Jerry Loperrato de 2008. No obstante, una buena actitud investigadora deberecelar permanentemente respecto a los datos que facilitan plataformas pornófobas y abolicionistas, por cuantoinflan e inventan, en muchos acaso, las cifras. Así, la primera premisa que debe guiar la mirada sobre los universosnuméricos no contrastados es: ¿quid prodest?8 Véase al respecto, por ejemplo, el texto de J.A. Suarez “corpo/realidad, <strong>porno</strong>grafía, vanguardia” en libroSexualidades de Guasch y Visuales. El artículo es un derroche de nombres, situaciones y “enlaces de afinidad” entrepropuestas artísticas y sus influencias.9 El Libro de Linda Williams Porn Studies del 85 (y reeditado en 2004 por Duke University Press) inaugura, sincontinuidad, la subdisciplina.


homófobo (los hombres no suelen mantener contacto físico entre sí, a menos que compartanfelación o penetración en un recipiente-coctelera femenina); e) interpretan la sexualidad de lasmujeres en clave masculina (Ellas gozan vistiendo descocadamente, provocando, haciendofelaciones larguísimas, y disfrutando enormemente con tanto empuje y dilatación vaginal y anal). f)Defiende la pareja estable (La gran mayoría de escenas de películas <strong>porno</strong> heterosexual son chicochicay cuando existe alguna trama narrativa el papel del tercero o más elementos es uncomplemento del placer entre dos, o ensoñaciones de uno/una con un “cuerpo en ausencia” que seensueña.)Los cuerpos nunca son sólo cuerpos, para la sociología. La atención por la corporeidad tieneun larga trayectoria de análisis (explícito unas veces y colateral o de fondo otras), por cuantocondensa aspectos culturales y sociales. Los cuerpos son “materia simbólica y objeto derepresentaciones y de imaginarios” (Le Breton, 2001: 7). Es decir, el lugar de encuentro basede/para significaciones individuales y colectivas. Las preocupaciones sociales por el cuerpoemergen con fuerza en los 60's, aunque con anterioridad siempre estuvieron presentes en discursosfilosóficos, antropológicos, sociológicos, políticos, higienistas o artísticos. La historia de occidentedesprecia al cuerpo frente al espíritu, el alma, las ideas o la racionalidad. Los cuerpos son vistoscomo “medio de clasificación” humana en la modernidad (Mary Douglas, 1970) que sirven paraunas cosas u otras, pero que hay que reprimir para que no acontezca el caos social. En La Dialécticade la Ilustración, Adorno y Horkheimer (1998:231) dicen que “la relación con el cuerpo humanoestá estropeada desde el principio, pero en el capitalismo se exacerba”. A lo que Marcuse (1969) enEros y la Civilización añade que ha habido un exceso de represión sexual, por lo que “el desafío alcapitalismo podría cuestionarse a través de la liberación sexual” (Turner, 1994:22). Debemos aFreud el desarrollo de la idea de la represión para explicar la sexualidad. La escuela de Frankfurtrecoge el testigo y aúna psicoanálisis con marxismo. Lo más interesante –también para entender el<strong>porno</strong>- de estas explicaciones psico-capitalistas de los comportamientos en las sociedades de masasconsumistas es el aspecto psicosomático de las tensiones sociales. Romano Giachetti (1971) realizauna inocente lectura sociológica desde postulados marxistas de la <strong>porno</strong>grafía sin atreverse a tanto.La aparición del informe Nixon 10 da pie al autor de Porno-Power: <strong>porno</strong>grafía y sociedadcapitalista para realizar uno de los primeros libros sobre la galaxia erótico-<strong>porno</strong>gráfica incipiente10 Con el epígrafe de Informe Nixon se conoce a los resultados de una Comisión sobre Obscenidad y Pornografíaconvocada por el congreso de los EEUU, gobernado entonces por el partido demócrata, y publicado en 1970. Dealgún modo este informe inaugura los ataques democrático-puritanistas para salvaguardar a la población (en especialniños y adolescentes) de la <strong>porno</strong>grafía. Las conclusiones de la Comissión On Obscenity And Pornography fuerontachadas de excesivamente liberales. Para un análisis extenso del informe véase Giachetti (1976:244).


de la época. Confrontando ideología (puritanismo capitalista) con ideología (tardo marxista)Giachetti no supera ni la idea de superestructura (el <strong>porno</strong> como otra ideología de subjeción demasas), ni la de clase social (no aclara cómo el <strong>porno</strong> sigue sosteniendo la desigualdad de clases) nila de reificación (cosificación de las mujeres). Aprovechamos, no obstante, ambos enfoques de raízmarxista-freudiana para exponer un par de hipótesis para entender el <strong>porno</strong> en sus dimensionesreceptivo-emulativas: a) Las tensiones sociales se traducen en castigos corporales teñidos deconsumo distinguido. Algo así a lo postulado por Bourdieu (1994) y su noción de Hábitus más uncomponente psicoanalítico. La suma nos ofrece una lectura del <strong>porno</strong> como la visibilización de laspresiones sociales sobre los individuos manifestándose en autocastigos corporales en formatosconsumistas. b) Desde el plano de análisis de clase social e imaginario sexo-coital <strong>porno</strong>, la películade Bigas Luna La Juani 11 refleja a la perfección los componentes erótico clasistas de la juventud delextrarradio barcelonés. Parece que las disfunciones del ascensor social se reciclan en interacciones,formatos y significaciones <strong>porno</strong>-realizativos.Son los autores y enfoques post-estructuralistas los que mejor y más ampliamente hanexplorado las relaciones de los sujetos-cuerpo y las estructuras sociales en las sociedadescapitalistas avanzadas. Para Michel Foucault el cuerpo es el gran instrumento revelador de losprocesos sociales por cuanto es el hipocentro visible de la tríada de análisis ser-saber-poder. Lostrabajos genealogistas de Foucault sobre las disciplinas para configurar verdades y políticas queacaban fabricando a los sujetos-sujetados de la modernidad son muy sugerentes a la par queinexactos muchas veces. La invención del individuo moderno es una cuestión ampliamentecomentada, citada y discutida por doquier. Sus obras referentes a la sexualidad y la psiquiatrizaciónde las relaciones y significaciones sexuales mediantes dispositivos de normalización ahondan en laidea de las tecnologías de la dominación social marxista en versión sofisticada. Los mecanismos dehisterización del cuerpo de la mujer 12 , la pedagogización del cuerpo del niño, la socialización de lasconductas procreadoras y la psiquiatrización de la sexualidad perversa descritos por Foucaultsuponen abandonar el paradigma freudiano de la represión por el de gestión política de lasexualidad. Ahora los dispositivos de poder (en sus discursos sobre la sexualidad normal ysaludable, en las prácticas visibilizadas, en las pedagogías de lo satisfactorio) no son sólo instanciasde castración del deseo erótico sino redes de gestión (también productivas, en los sentidos denovedad, de producto y de imaginario) de la(s) sexualidad(es). La <strong>porno</strong>grafía se inscribe entonces11 Ambientada en el extrarradio de una gran urbe, el argumento gira alrededor de las relaciones lúdico-festivas,emocionales y sexuales de unos jóvenes de clase obrera.12 La tecnología del orgasmo de la historiadora Rachel P. Maines (2010) es un delicioso recorrido medico-históricoque explica las relaciones entre la histeria, los vibradores y la satisfacción sexual de las mujeres.


en los procesos de disciplinamiento y configuración de los ejercicios de desarrollo de los deseoseróticos heteronormalizados. En cuanto a los productos <strong>porno</strong>-parafílicos de carácter minoritario,estaríamos hablando de “fruslerías” recreativas para heteronormalizados que perciben tensiones declasificación. En realidad la <strong>porno</strong>grafía de masas (la hetesexual) explicita los repertorios deplenitud erótico-sexual de las parejas heteroxesuales con ganas de intensificar sus desgastadosinstantes de intimidad coital, bien añadiendo algún elemento de innovación postural-libidinoso en elque proyectarse, bien incorporando personajes y situaciones que transgredan el orbe hegemónico delas relaciones coitales de pareja romántica (un dildo, un negro, un voyeur, una amiga, etc). En ellibro Tecnologías del yo, una recopilación de textos de madurez, Foucault aborda un temadeliberadamente olvidado en sus tratados anteriores: la moralidad ante los escenarios de luchas depoder (el “estruendo de la batalla” del último párrafo de Vigilar y Castigar). Se ha calificado a lospostulados de Foucault de inmorales y antisolidarios erróneamente, por cuanto deja la apuesta aexpensas de la deliberación de cada cual (siguiendo la estela, por otra parte, de Adorno en MínimaMoralia). Los postestructuralista creen todavía en la creación de sujetos colectivos a partir de lasuma de sujetos individuales autoliberados por el conocimiento. No obstante también plantea (aligual que otros autores) en este texto la emergencia del “yo marca” como penetración de lanarratividad organizativo-capitalista en las configuraciones personales de los sujetos modernos. Laadopción de pautas, estereotipos y deseos del lenguaje fílmico <strong>porno</strong> -como parte del continuunhedonístico-sexual narrativo de la estrategia de comunicaciones mercantiles potsmodernas- suponeadmitir la maleabilidad permanente de las subjetividades para evitar ser (sentirse, verse, pensarse,juzgarse, disfrutarse) excluido de las redes normalizadoras que, en todos los ámbitos, empujan ycuestionan a los sujetos.Gilles Deleuze, coetáneo y próximo a Foucault, realiza una apuesta todavía másarriesgada al pretender deconstruir el tinglado de la modernidad desde sus cimientos. Desde lospostulados de Diferencia y Repetición en los que denuncia la ontología reduccionista binaria deoccidente, hasta sus libros de cine (Imagen movimiento e Imagen tiempo), Deleuze rompe con todoslos esquemas de enunciación (Mil Mesetas,capitalismo y esquizofrenia escrito con Felix Guattari, esun libro completamente loco, un libro herramienta, dicen, lleno de plagios y con argumentacionestan multidisciplinares que incluyen diagramas de física cuántica) para justificar una razónesquizofrénica (sin cuerpo, sin centro, sin organización, sin objetivo) que libere al pensamiento y alos sujetos mediante la multiplicidad del ser rizomático 13 . La apuesta por un sujeto-cuerpo sin13 El ser rizoma es la apelación que Deleuze da a la ontología que parte de la afirmación de la diferencia en lugar deconstituirse de un modo unitario y binario, y que se multiplica, como una raíz de patata, en todas direcciones del


órganos (sin funciones, sin centro rector, sin dependencias orgánicas) significa profundizar ydestruir los discursos y visiones normalizadoras rectoras del reconocernos. El célebre fragmento delcuerpo-sin-órganos (CsO) de Mil Mesetas es insuperable por cualquier película hardcore o sado 14 .La desfundamentación de lo real comporta, entre otras cosas, una crítica radical a la idea de sujetopersonade la psicología y el psicoanálisis y, como no, de las formas de representarse en las artes.En este sentido, Deleuze, abomina de los personajes, de las tramas y de las elaboraciones técnicodiscursivasdel cine convencional. La fragmentación (Segmentación de planos. Los planos clínicoso Medical shot 15 ) narrativa del <strong>porno</strong> para Deleuze supondría una apertura despersonalizada desdela que reconstruir los sentidos privados, mutables y des-sujetados de la experiencia erótico-sexualde cada individuo. En lenguaje Deleuziano, un plano clínico es el paradigma del erotismodesterritorializado sobre el que cada contemplación elabora su línea de fuga pulsional, en singularderrotero del deseo errabundo que ya no busca referente unificado (persona) ni performatividad(acercamiento, contacto o maneras con la “parte no separada de sexo”). La imagen que describe laapuesta de Deleuze se aproxima a un pene eyaculando sobre una pantalla de cristal tras la que sedilata una abertura.La historia de la <strong>porno</strong>grafía no es demasiado larga, siempre que se defina qué se entiendepor <strong>porno</strong>grafía. El debate acerca de las representaciones sexuales y su carácter erótico o<strong>porno</strong>gráfico es inacabable. Lo erótico es aceptable social y discursivamente por cuanto refiere asofisticación cultural. Lo <strong>porno</strong>gráfico, en contrapartida, es deleznable. Lo erótico (y susplasmaciones) es entonces tan extenso como la historia humana, mientras que el <strong>porno</strong> aparece conla fotografía y, posteriormente, se pone en movimiento gracias al cinematógrafo. Los elementos endisputa entre lo erótico y lo <strong>porno</strong>gráfico son tanto estéticos como morales, o exclusivamentemorales con algún rasgo –excusa- estético. Barba y Montes (2007:63) citan la definición de<strong>porno</strong>grafía de un tal Peter Wagner en los siguientes términos: “Presentación visual realista decualquier forma de comportamiento genital o sexual que viola deliberadamente los tabúes sociales ysubsuelo.14 Mil Mesetas, capitalismo y esquizofrenia, Pag 156. Texto de un libro que se titula La sexualité perverse queatribuyen a un tal M’Uzan: “Maitresse, 1) Puedes amarrarme encima de la mesa, durante diez o quince minutos,mientras preparas los instrumentos; 2) Me das cien latigazos por lo menos, luego haces una pausa de algunosminutos; 3) comienzas a coser, coses el agujero del glande, y este a la piel que hay a su alrededor, impidiéndole asídescapullar, coses la bolsa de los cojones a la piel de los muslos. Coses los pechos, coses sólidamente un botón decuatro agujeros a cada pezón. Si quieres puedes unirlos con un elástico de ojal. Pasa luego a la segunda fase: 4)Puedes elegir entre ponerme boca abajo sobre la mesa, amarrado por la cintura, con las piernas juntas, o bien atarmeúnicamente al poste, con las muñecas y las piernas juntas, con todo el cuerpo bien atado; 5) me das latigazos en laespalda, las nalgas los muslos, cien latigazos por lo menos; 6) Juntas las nalgas y las coses, coses toda la raja delculo…[…] Si no he hablado de quemaduras es porque debo pasar muy pronto una revisión médica y tardan muchoen curar”15 Plano de rodaje que se parece a una disección por la proximidad entre objetivo de la cámara y objeto filmado.


morales existentes”. La semiótica nos ofrece una serie de apuntes histórico-comparativos queengranan a la perfección con la emergencia de los cambios productivos, organizativos y los valoresy preocupaciones sociales postmodernas. Gubern (2005:9) cuenta que la “reproductibilidad icónicamasiva e hiperrealista de la fotografía y luego del cine otorgan un nuevo estatuto sociocultural a lasrepresentaciones eróticas”. El <strong>porno</strong> tuvo su origen en los prostíbulos y su valor se mide por sucapacidad funcional para estimular la sexualidad masculina 16 . A mediados de los 50’s aparecen losnudies (por ejemplo las fantásticas cuatro películas, recientemente reeditadas y empaquetadas, delproductor Russ Meyer, cuyo mayor valor son sus situaciones completamente surrealistas para lucirunas chicas de pechos muy generosos) y, ya en los 60’s comienzan a aceptarse en el “cinerespetable” los desnudos frontales y los desnudos integrales. Es en la década de los 70 cuandoaparecen un par de películas que “inauguran” la “tradición <strong>porno</strong> en formato película”: GargantaProfunda (Deep Throat, 1972) y Tras la puerta Verde (Behind the green door, 1973). Gubern(2005:15) argumenta que el género evolucionó rápidamente buscando “nuevos incentivos” ycreciendo un 500% en tres años. La norma comercial es complacer los gustos comerciales de lamayoría. Las características más notables de estas películas se resumen en: Hiperrealismoanatómico y fisiológico, ausencia de elipsis narrativa, ausencia de evolución emocional de losactores y situaciones, grandes atributos sexuales masculinos, perfecta biomecánica coital, pautajeepisódico muy marcado en la secuencia felación- cunnilingus-coito-posturaje cameral-eyaculaciónmasculina. Con la progresiva retirada de cine <strong>porno</strong> de los espacios comunitarios (cines X, cabinasde sex-shops) a la intimidad de los hogares (gracias a los reproductores de VHS, las emisiones decanales de pago y posteriormente con Internet) o de los hoteles (canales <strong>porno</strong>) el <strong>porno</strong> sesegmenta y eclosionan con fuerza las películas que exploran sexualidades minoritarias y todo tipode parafilias. Es importante destacar para nuestro objeto, de entre lo que expone Roman Gubern enLa imagen <strong>porno</strong>gráfica y otras perversiones ópticas varios elementos de distinta índole queutilizaremos para comparar: 1) en lugar de representar, el cine <strong>porno</strong> “reproduce”; 2) El enormecarácter vicarial, voyeurístico, scoptofílico del <strong>porno</strong> se resumiría en: “la gente disfruta viendo aotra gente hacer bien aquello que a ellos les gustaría hacer”; 3) La carrera de las actrices no sueledurar más de tres años, lo que puede significar un agotamiento doble: obsolescencia del deseomasculino y cansancio/ enorme rentabilidad económica de las actrices que pueden rodar entre 60 y80 películas al año. 4) En los noventa aparece el Hard Glamour (cierta sofisticación de la puesta enescena, con más elementos de maquillaje y atrezzo para las actrices, etc.) y el Porno Chic (platós y16 Cualquier estudio sobre los primeros pasos de la <strong>porno</strong>grafía remiten a la burguesía. Y en el caso español, son desobras conocidas las películas <strong>porno</strong>gráficas de una sola secuencia con las que el rey Alfonso XII deleitaba a susinvitados. No es difícil encontrarlas en Internet.


escenarios muy cuidados, con filtros de luz, montajes sin errores, etc.).Por último, existen algunos textos (González et al, 2005; Egaña, 2003; Coll-Planas, 2012;Rodríguez, 2013) trufados de análisis foucaultianos, teorias Queer, feminismo y representacionesartísticas que se ha dado en llamar “activismo post-<strong>porno</strong>” 17 que tratan de romper los discursoreguladores de la subjetividad, del cuerpo, del placer y del género en relación a las representacioneshegemónicas del <strong>porno</strong>, a la vez que visibilizar sexualidades minoritarias y/o disidentes. AaronRodríguez defiende, en un artículo muy reciente en la revista El genio maligno 18 titulado “Apologíade la <strong>porno</strong>grafía en la sociedad del malestar”, que el discurso <strong>porno</strong>gráfico es un acto de liberaciónrespecto a la emocionalidad obligatoria a la que nos somete la comunicación mediática masiva.Añade que el <strong>porno</strong> es exacerbación del individualismo y un ejemplo de cómo el consumidoraudiovisual del Siglo XXI acepta su alienación. El desenfado con el que trata cuestiones derecepción y uso del <strong>porno</strong>, así como la naturalidad del “yo consumidor” sin complejos ideológicosse ajusta a las tesis que en sociología ya suponen una cierta tradición dentro de la disciplina y que seconocen con el rótulo de Postmodernidad 19 . Gilles Lipovetsky en La Era del Vacío (1983) realizauna buena caracterización culturalista del individuo postmoderno en contraposición al individuo dela modernidad. Habla de segunda revolución individual (la primera es la que reclama los derechosciviles y políticos, auspiciado bajo un régimen de relaciones de producción) para designar a las“relaciones de seducción” en las que se insertan vidas kit, aspiraciones hedonistas, cultura psi,personalidades narcisistas, preocupación por lo corporal, etc. Lo que nos interesa resaltar de ello esel desplazamiento de las categorías sociales de inclusión y adscripción social de lo colectivo a loindividual. Siendo el cuerpo y sus cuidados (piel, manos, pies, labios, cabello, formas, vestimenta,maquillaje, piercings, tatuajes, uñas, bronceado, olor, elasticidad, depilación) el principal agente deinclusión y a la vez de distinción social. Desde una perspectiva exclusivamente mercadotécnica sepublicó alrededor del 2005 en The Economist que el 65% de todos los mercados estaban destinadosexclusivamente a las mujeres y sus cuidados corporales. La retroalimentación del fenómeno es másque evidente.Al hilo de lo anterior, una de las grandes preocupaciones sociales (por no decir miedosactuales) se articula alrededor de la recepción e influencia de contenidos sexuales por parte de las17 La primera vez que se acuña el término fue para designar la performance titulada The public Cerviz Announcement dela actriz <strong>porno</strong> Annie Sprinkle (Gonzalez et al, 2005:4) y que consistía en invitar al público a mirar en el interior desu vagina con una linterna.18 Revista de Humanidades y ciencias sociales.19 El término acuñado por Lyotard en La condición Postmoderna de 1973 hizo fortuna. Conceptos metáfora comoModernidad reflexiva (Giddens, Beck, Lash) Tardo Modernidad (Touraine) Hipermodernidad (más tardeLipovetsky) Valores postmaterialistas (Inglehart), modenidad líquida (Bauman), segunda Modernidad (Bell) sonmuy próximos cuando no análogos.


personas en estadios de formación de su personalidad. O lo que es lo mismo: cómo afecta a nuestrosniños y adolescentes la “creciente pornificación social”. Aquí los psicólogos y psicoterapeutas seponen las botas y alertan en suplementos de diarios de orden que son preocupantes y visibles losefectos de la “sexualización precoz” de nuestros niños. La comunicología aporta algunos estudiossobre recepción de contenidos que nunca acaban de ser concluyentes (sus relaciones causales). Noobstante, la idea de la comunicación de masas en su versión “aguja hipodérmica” más ladesindividuación/anonimato de internet operan como imaginarios del miedo postmoderno presentesen todas las sobremesas, tertulias vehementes y barras de bar.De generosas turgencias a vigorismos plásticos.Los cuerpos que refleja la industria <strong>porno</strong>gráfica heterosexual hegemónica han cambiado mucho en30 años. Las situaciones o escenificaciones coito-sexuales quizá no tanto, pero también. La cifra deproductos <strong>porno</strong> en formato película es enorme, tanto entonces como ahora, fruto de una sistema deproducción que podríamos llamar <strong>porno</strong>-fordista o, en la actualidad, quizá “just-in-time 20 ”. Internetha revolucionado el sector y ha hipersegmentado el mercado, trastocándose también aquel modelode organización de la producción, distribución y consumo. La AVN 21 resiste el embate del <strong>porno</strong>amateur, rediseñando estrategias de comercialización y recomponiendo su posicionamientopermanentemente. Por lo general, la estrategia comercial más visible es presentar productos de máscalidad técnica y mejor factura fotográfica. “Los usuarios y usuarias del <strong>porno</strong> parece que son muyvolátiles respecto a sus preferencias de estimulación erótica” (Barba y Montes, 2007:63), por lo quela industria acaba ofreciendo todo el espectro imaginable de imágenes, videos y contenidos <strong>porno</strong>filicos.El objeto de esta brevísima etnografía visual trata de reflejar cuanto y de qué modo hancambiado los cuerpos y los <strong>polvos</strong> de actrices, actores y escenas sexuales del <strong>porno</strong> hegemónico. Laestrategia es tan sencilla como comparar materiales (fotos y películas) representativos del primerestadio de eclosión masiva de género (finales de los 70’s y comienzos de los 80’) con materiales dela actualidad. Así, en primer lugar se comparan los “cuerpos/presencias” desnudos de cuatroactrices, luego cuatro actores <strong>porno</strong> y por último dos películas premiadas con el Best Film en losAwards de la AVN de 1984 y 2013.20 En los 80’s se producían solamente en la industria <strong>porno</strong> americana unas 4000 películas al año. No ha lugar adescribir profusamente ambos conceptos de la sociología industrial y de las organizaciones por cuanto forman parteya de la cultura general.21 La Adult video News es la revista de las grandes compañías del <strong>porno</strong> hegemónico (heterosexual) americanoafincadas en San Fernando Valley. Celebran un AVN Awards cada año en Las Vegas desde 1984, en términoscinematográficos análogos a Los Oscar pero con un sinfín de categorías.


El <strong>porno</strong> hegemónico heterosexual está destinado al consumo, principalmente, de hombres.Hay soft <strong>porno</strong> y <strong>porno</strong> chic (con más preliminares, más abrazos, más “cariño” en general entre losactores) pero este no es ahora nuestro objeto. Por ello, quien realmente interesa en las películas sonlas actrices. En la figura 1 se encuentran a la derecha dos mitos del cine <strong>porno</strong>, por las películas quehicieron, y por cuanto consiguieron trascender los límites del mundo <strong>porno</strong> y realizar algunasincursiones en el Hollywood convencional. Traci Lords y Ginger Lynn 22 son dos mujeres, actricesdel mundo del <strong>porno</strong> de inicios de los 80’s. A la derecha Lily Carter y Rebeca Linares. Las primerasrepresentan a la “cheerleader” universitaria de la época (blanca, rubia, ojos azules, de piel clara yrostro irlandés) de rasgos nórdico-eslavos (el <strong>porno</strong> juega y reduce el abanico de rasgos étnicos acuatro “etnicidades”: nórdica, latina, negra y asiática), con cuerpos de curvas ligeras, pechosnormales tirando a generosos, caderas “normales”, presencia de vello púbico, sexo sugerido. Ensuma, trasmiten un aspecto “juvenil” o inocente respecto a su “capital erótico” 23 . A la derecha, doscuerpos <strong>porno</strong> actuales, mucho más “sexuados” e hiperintervenidos (prótesis labial, prótesismamaria, sexo depilado, vaginoplastia, rinoplastia, rostros muy maquillados, piercing en elombligo, tatuajes, etc.) de constitución fibrosa, con curvas exageradas por la cadera y los pechos.Aspecto general muy cuidadoFigura 1. Actrices del <strong>porno</strong> heterosexual de los 80’s y actuales 2422 Estas actrices tienen una vida personal y cinematográfica muy interesante pero no se tratamos de elaborar su historiade vida. Para cualquier información adicional se puede recurrir a la red e “ipso facto” aparecen más referencias quea Habermas.23 En los términos de atractivo sensual caracterizado por Catherine Hakim (2012) en el bestseller sociológico Capitalerótico. El poder de fascinar a los demás.24 Las imágenes elegidas de entre la gran cantidad de actrices e imágenes disponibles se consideran representativas envista a lo que se compara. Y lo mismo ocurre con los actores o las películas-escenas.


En el caso de los actores (ver figura 2) las transformaciones son parecidas pero no tanextremas. De los actores se solicita que tengan un buen pene y que puedan mantenerlo en erecciónel máximo tiempo posible. John Holmes es un verdadero mito (que como los buenos acabó fatal,heroinómano y a tiros) 25 y Ron Jeremy todavía colea por el mundillo <strong>porno</strong>. Ambos transmiten unaspecto rudo, desenfadado, bien dotados (a Holmes se le tallaba en 35 centímetros) perodescuidados, salvajes. Como unos camioneros de la ruta 69. En cambio Mandingo y Nacho vidalexhiben largos penes –en el caso de Mandingo el apéndice es descomunal, si bien es negro, y losnegros con penes pequeños nunca salen- cuerpos atléticos, muy atléticos, casi de culturistas,aspectos duros, pecho y genitales depilados. Se cuenta que los actores actuales se inyectan viagralíquida en la base del pene para mantener una buena tonalidad erectiva.Figura 2. Actores del <strong>porno</strong> heterosexual de los 80’s y actualesFigura 3. Portadas de películas del <strong>porno</strong> heterosexual de los 80’s y actual.25 Probablemente John Holmes sea el actor, en mayúscula, que mejor representa el <strong>porno</strong> de aquella época. Existe undocumental sobre su vida y un par de películas convencionales, Boggie Nights y Wonderland basadas en su vida.


No resulta difícil separar elementos y discernir qué comparar cuanto se trata de repertorioscoitales y escenas sexuales del <strong>porno</strong> heterosexual. La primera impresión es de lenguaje y técnicasde filmación: las películas de los 80 eran mucho más “artesanales”, con escenarios “naturales”mientras que las actuales son mucho más elaboradas, mejor iluminadas y con mejores tomas o“narraciones visuales”, más “redondas”, en general. La serie secuencial de interacción genital del<strong>porno</strong> no ha variado demasiado pero sí se ha vuelto más instrumental. En los 80 no eran tanmarcado el pautaje-secuencia: felación-cunnilingus-penetración vaginal-varias posturas-eyaculaciónfuera del cuerpo de la mujer. La evolución del género fue tan rápida que enseguida se incluyen otrosrepertorios como la penetración anal, la participación de objetos (generalmente dildos) y laseyaculaciones entre los pechos o en la boca más tarde, de las actrices. En la actualidad el “canonrepertorio coital” es más rígido y más “plástico” (las escenas requieren de posturas tan forzadas ydifíciles por parte de los actrices y actrices que a veces el mérito, y el morbo, de la contemplaciónreside en ver hasta cuando aguantan empujando en esa postura sin sufrir un esguince, romperse laespalda, el brazo o el cuello). Respecto a los “aspectos más simbólicos” presentes en laescenificación de intercambio de placer, en las películas actuales hay más dominación masculinaligada a la fuerza de tracción en el empuje (tanto si se trata de una felación profunda, como de unapenetración vaginal o anal). De hecho, la penetración anal es más “plástica” por cuanto puedeenfocarse mejor y provoca dudas respecto a la gestualidad placer/dolor manifestadas en los rostrosde las actrices. La ausencia de vello ayuda mucho a que la visión sea más epidérmica que en laspelículas de los 80. Un especto menor, pero no por ello menos curioso, es el pelo de las actrices ycuan molesto resulta en determinadas escenas. En los productos de los 80 el pelo formaba parte deldesenfreno. En la actualidad es algo incómodo (muchas actrices tienen el pelo muy corto) que hayque “apartar” del objetivo de la cámara. En definitiva, el <strong>porno</strong> hegemónico en formato películasactuales es más sofisticado (atrezzo, entornos, posturas, maquillajes, etc.) y roza los límites del hardcore o incluso del sado moderado (cachetes en la cara y en las nalgas, asfixia ritualizada, tirones depelo, mordiscos, rostros de placer/desafío al partenaire, desgarro de ropas, talones puntiagudos,anillos de pene, etc.) Por decirlo muy escuetamente: el <strong>porno</strong> de los 80’s recuerda a estampas decuerpos adolescente refocilándose en la cabaña del lago cuando van de colonias mientras que el<strong>porno</strong> actual se asemeja al del cirujano plástico contorsionista que busca en las aberturas dilatadasde los cuerpos femeninos el rastro de su empalamiento como si el ser se le fuera por la punta del


pene.Erotización de entornos laborales e ideografías sexuales <strong>porno</strong>. Apuntes Freestyle.Hacia las 14:30 horas de todos los días laborables se reúnen alrededor de un café con pastas ungrupo de mujeres de diferentes edades. Y charlan. Son mujeres trabajadoras de clase media y obreraque acuden a un establecimiento panadería-cafetería para matar el rato antes de volver al trabajo. Elestablecimiento es atendido por tres dependientas. Las tres son rubias de bote (teñidas del mismocolor pajizo fuerte). Clientas y dependientas han constituido un grupo informal de ocio y realizanalgunas salidas de marcha al año, preferentemente los sábados. Las conversaciones de los lunes ylos martes son tediosas, poco fluidas y algo deprimentes. Los temas son más sociales quepersonales. En el establecimiento hay prensa, por lo que es frecuente que un comentario sobrealguna noticia de actualidad sea el motor de intercambio de pareceres. Pero los jueves y los vierneslas palabras se cargan de dobles y triples sentidos. Las risas, a veces, suben mucho de tono. Elestado civil de las participantes es mayoritariamente casadas, pero hay solteras y divorciadas. Unode los temas preferidos de los viernes son los planes del fin de semana de una de las mujeresdivorciadas. Cuestiones de género y sexualidad bajo sus aspectos de rendimiento, satisfacción,edad, hábitos, afeites y “ayuditas” es de lo que más tratan entonces. La presencia de hombres(clientes del local) en su “mesa redonda-mostrador” suele encrespar las carcajadas y el lenguaje noverbal pero castra contenidos. Del porqué me admiten en sus conversaciones y toleran mispreguntas no tengo respuestas, a no ser que me vean como un casado inofensivo.Oscar Guasch cuenta que los entornos erotizados son más productivos 26 . Podría añadirse quepara explorar cuestiones de sexualidad con “informantes”, en entornos “naturales” y de un modo“informal” es el mejor método/palanca de aproximación. Subjetividad para adentrarnos en lasubjetividad 27 . Decía que de vez en cuando caigo por allí a esa hora. Repaso titulares del diario yescucho, miro y pregunto, si se tercia. Y de entre lo mucho que se dice, es relevante para el objetoque tratamos lo siguiente: Una de las señoras divorciadas tiene un baremo de clasificación departenaires sexuales que mide el grado de satisfacción del encuentro. Las categorías son: ensalada(más o menos variada) primer plato, entrecot y comilona con copa y puro. Cuando se le preguntapor los “indicadores” de esas tipologías responde que “pareces tonto, está claro, depende de cómote deja el cuerpo, de cómo ha ido la cosa”. Todas han visto o utilizan para sus experiencias sexualesmateriales <strong>porno</strong>gráficos heterosexuales. La mayor, una dependiente (próxima a la jubilación) había26 Es probable que lo tenga escrito en algún texto, pero yo lo recuerdo de sus clases.27 Guasch (1997:23)


sido “pajarera” en las Ramblas 28 , y cuenta con un “salero”de vendedora nata. Alguna vez haaportado a la discusión fotos en biquini (“las otras no se pueden enseñar”) para justificar que dejoven estaba “muy buena” pero ahora ya no tengo ganas de nada. Es importante resaltar que el“historial de experiencias sexuales” de la señora lo justifica por el contacto con personas de otrasculturas gracias a su atalaya privilegiada de fricción. Otra integrante del grupo cuchichea que ya noduerme en la misma cama que su marido. Las Milf (mediana edad, con hijos) casadas se quejan desu marido y reconocen que los tienen muy descuidados en “los asuntos de jodienda”. Admiten quetienen “material” para ponerlos a tono en las “grandes ocasiones”. Admiten que las grandesocasiones son cada vez menos frecuentes. Los “materiales para ponerse a tono” son lencería,picardías y algún juguete erótico (dildos, bolas chinas o similares). Aunque concluyen que “elmejor material soy yo, que no sabes tu lo que puede hacer una mujer cuando quiere”. La más jovendel grupo, de 26 años, con dos hijos, nacida en el extrarradio (en términos <strong>porno</strong> amateur es unaChoni) es quien manifiesta utilizar con “naturalidad” y “dentro de la pareja” (no se cansa derepetirlo una y otra vez) habitualmente material <strong>porno</strong>gráfico y “recursos estimulantes” (dildos,balas vibradoras, esposas, ropa sado, etc.) Los argumentos para defender su “creatividad sexual”son de carácter romántico cuya utilidad aporta elementos “que ponen un poco de salsa” a lajodienda para que no se “vuelva aburrida”. Confiesan, todas, haber participado en reuniones tapersex29 , y en darle la “importancia que se merece, ni mas ni menos” al sexo. Cuando se les preguntapor las dinámicas de esas sesiones de Sex-Shop a domicilio se descubre una cosa muy curiosa queapela a los límites socio-clasistas de la intimidad y la transgresión: los aparatos pueden probarse,pero se hace (la prueba) en un habitación, no ante la vendedora y el resto del grupo. Dos de ellas(las más jóvenes, una divorciada y la otra casada) admiten que “me gusta vestirme un poco puta”,pero sólo cuando salgo, para “tener poder” y “que babeen”.Respecto a los repertorios coitales son bastante reacias a contarlo porque lo considerandemasiado personal, íntimo, aunque admiten que “eso es cosa de hombres”. En cuanto a tatuajes,piercings e intervenciones estéticas reconocen que no lo hacen por miedo, y como no, por falta derecursos económicos. Sus ideas acerca de la masculinidad y el poder sexual son muy dispares. Laedad es una gran influencia (a mayor edad prefieren estereotipos más “oso” y más cuidados o“metrosexual” cuanto más jóvenes) en los estereotipos de hombres “atractivos y follables”. Yadmiten (más la joven y la divorciada, por disponer de más elementos experienciales decomparación) que se han llevado más de una sorpresa respecto al “rendimiento sexual” en relación28 Chiringuitos en los que se vendían pájaros (jilgueros, cotorras, periquitos) a los turistas.29 El apelativo proviene de la estrategia de venta y distribución de la marca de recipientes de plástico. En lugar de cosasde plástico, en las taper-sex se ofrecen productos típicos de los sex-shops con didáctica de venta incluída.


a la apariencia/carácter de algunos de sus parejas sexuales. “Muchos van de machitos pero luegonada, se arrugan enseguida, como mucho uno y a dormir”. A lo que añade otra “pues te lo haces tumisma”, y le replican “¿y para que lo querías entonces?” “para enseñarlo te aseguro que no… ¿tuque crees?”. Son capaces de llegar al consenso (por decirlo de alguna manera) de que “los tios sonmás comprensivos y colaboradores pero más blandengues que antes”. Una de las Milf tiene unahija de 22 años con la que “a veces” habla, “si la niña quiere”, sobre sexo. Sus conclusiones sonque “el sexo depende mucho de la educación y de lo que te enseñaban en casa, y yo ya he llegadotarde”, admitiendo que hay aspectos culturales y de género muy potentes respecto a la sexualidadque han cambiado. Admite que ha tolerado situaciones a su hija que jamás le hubiera consentido sumadre a ella (se refería a follar en casa con un novio cuando la niña solamente tenía 17 años, laprimera vez).Porno, cuerpos y <strong>polvos</strong> plásticosLa <strong>porno</strong>grafía heterosexual (la hegemónica) es infinita en número y ultra repetitiva en variedad.Los cuerpos de las actrices (más) y actores <strong>porno</strong> (no tanto) han cambiado volviéndose mássofisticados (tecnologías de intervención) por distintas causas. Las endógenas apuntan a latecnología de rodaje y montaje y al posicionamiento en el mercado <strong>porno</strong>, pero las hexógenasremiten a la “hiperculturización” postmoderna de los cuerpos como lugares deinclusión/exclusión/distinción social. La “plasticidad” entonces se recrea: cuerpos plásticos (cirugíay flexibilidad) que elaboran complejos repertorios coitales de enorme plasticidad (lenguajescorporales narrativo-visuales) que recuerdan a una “<strong>porno</strong>grafía de cómic” 30 . Por otra parte, con los“apuntes Freestyle” acerca de las conversaciones sobre vivencias erótico-sexuales de un grupo demujeres de diferentes edades se ha pretendido reflejar (en la medida que ese universo esrepresentativo) cómo el consumo de <strong>porno</strong>grafía se vive con absoluta naturalidad y que –más en laslos más jóvenes – forman parte de su sexualidad sin contradicciones. Ello significa que los jóvenestienen más experiencias sexuales pero le dan mucha menos importancia al sexo que generacionesprecedentes porque no le atribuyen tanta trascendencia. En realidad ya habitan una “cultura juvenilhipercorporizada” que puede, o no, traducirse en más y mejores encuentros sexuales. Al respecto, lomás interesante de la idea de “penetración” del <strong>porno</strong> en la cultura sexual hetero actual es si elconsumo de materiales <strong>porno</strong>gráficos se ciñe a una determinada etapa vital o por el contrario se30 No nos referimos a los remakes <strong>porno</strong> de películas convencionales, ni a las películas del <strong>porno</strong>-manga japonés. Sepretende apuntar hacia la “irrealidad” o “elementos de fantasía” que evocan las películas <strong>porno</strong> actuales. Por utilizarun referente conocido: el <strong>porno</strong> actual elabora escenas visuales y movimientos que son análogos a lo que inaugura lapelícula de ciencia ficción Matrix respecto al cine de acción.


prolonga durante toda la “vida sexual” de las personas. A juzgar por los materiales “privados” decontenido sexual disponibles en Internet cabria concluir que cuestiones como los estilos de vida, lasparejas en serie, el hedonismo digital y el alargamiento técnico de las posibilidades físicas (con laayuda de la Viagra y otros estimulantes como vaselinas, cremas erógenas, etc.) la “sexualidad sexogenital”de nuestras sociedades es más extensa que en épocas precedentes. En el mismo orden decosas, podemos preguntarnos si su “diversidad ecológica” (algo así como lo contrario a laMcdonalización del sexo) es igual de amplia o por el contrario está demasiado apegada alimaginario <strong>porno</strong> de la industria AVN. Sin duda hay fenómenos sociales que se retroalimentan conmás fuerza que otros. Internet colabora a esas retroalimentaciones respecto a los repertorios eimaginarios coitales pero a la vez “recrea” otros.La última parte de la apuesta que pretendía este texto es el de abordar la crisis de lasmasculinidades mediante el factor/efecto desplazamiento de poder erótico-sexual en términosmodernos hacia las mujeres. Las informantes de los “apuntes etnográficos Freestyle” si parecenrespaldar esta hipótesis. Una explicación que debe ir acompañada del siguiente corolario: loshombres heretosexuales consumen más <strong>porno</strong> que las mujeres pero son ellas las que mejor seadaptan a los cambios y necesidades que los discursos de la “sexualidad satisfactoria” elabora.BibliografíaAbleman, Paul (1982) Anatomía de la desnudez. Barcelona. Ed, Planeta.Adorno, Theodro y Horkheimes, Max (1998) Dialéctica de la ilustración. Fragmentos folosóficos.Madird, Ed. Trotta,Barba, Andrés y Montes, Javier (2007) La ceremonia del <strong>porno</strong>. Barcelona. Ed. Anagrama.Coll-Planas, Gerard (2012) La carne y la metáfora. Una reflexión sobre el cuerpo en la teoríaqueer. Madrid. Ed. Egales.Deleuze, Gilles (2002) Diferencia y repetición. Buenos Aires. Ed. Amorrortu.Deleuze, Gilles y Guattari, Félix (1998) El anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia. Barcelona. Ed.Paidós.Deleuze, Gilles y Guattari, Félix (1988) Mil Mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia. Edpre-textos.Egaña, Lucía (2003) “La <strong>porno</strong>grafía como tecnología de género. Del <strong>porno</strong> convencional al


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