Argentina-Uruguay. Desafíos de la relación fronteriza. - CEFIR

Remarcó que el proyecto desarrollado tendió a buscar una complementación entre el mundo de lasideas, los expertos, los académicos, los técnicos y los hacedores concretos de la política del día adía. “Los técnicos y los académicos a veces pueden ir un poquito más adelante para ayudar,conociendo los tiempos de la política y las distintas logias”, destacó Álvarez. Luego, remarcó:“Estamos en deuda entre nuestros países, y los principales responsables son los que pertenecen alpaís mayor. Cuando discutimos las dificultades entre Argentina-Uruguay, tenemos que hacernoscargo del rol que tiene el país mayor en términos de las responsabilidades políticas”. Señaló queesta deuda tiene que ver con lo que ocurrió a partir del 2003, donde estaban dadas todas lascondiciones para avanzar en una integración profunda, -no se trataba solamente de cooperar-, sinoque eran dos gobiernos donde uno había ayudado a la formación del otro que se hermanaban nosolamente en la comunidad del pasado sino que tenían una visión común de la región, de nuestrospaíses, y de la inserción de la región en el mundo. Eran dos gobiernos, con muchos puntos encomún, que empezaban a explorar la posibilidad de modelos de desarrollo nacionales. En estesentido remarcó que la agenda, debería haber sido una agenda de tipo progresista, con unaestrategia de complementación de los modelos de desarrollo dado que en ese entonces estábamosen un momento fuerte, de un cambio de enfoque en los temas de integración.Como ejemplo mencionó que a partir del 2003 los discursos de los presidentes en las Cumbres delMERCOSUR marcaron un cambio, nuevos compromisos y claramente otra voluntad política. Perolamentablemente, sostuvo Álvarez, no solo no se avanzó en la complementación de modelos dedesarrollo sino que ambos estados se enfrentaron a partir de reacciones nacionalistas que hicieronque Botnia se transformara en una cuestión casi épica para cada uno de los países. Remarcó queeste hecho fue algo muy negativo, “porque eso va quedando en el imaginario social y va creando dealguna manera cultura; esa idea de que estábamos enfrentados en intereses estratégicos”. Señalóque esto ocurrió porque no se pudo visualizar determinadas inversiones en la región de maneraconjunta con el objeto de crear encadenamientos productivos o identificar ciertas industrias demanera complementaria.Álvarez, remarcó que luego de la reunión presidencial de Anchorena del 2010, ambos paísestrabajan con una agenda positiva a partir de la intención de construir una integración más profunda,sobre todo en momentos en donde se busca construir a Sudamérica como un actor político,económico, productivo y social. Señaló que el 80% de los temas de la agenda son problemáticasque debemos pensarlas en conjunto.A su turno, el Director Académico del CEFIR, Gerardo Caetano, coincidió con intervencionesanteriores respecto a la importancia de la realizar este tipo de actividades, “porque dos entes comoel CEPES y el CEFIR que tienen vocación de promover en distintas facetas la integración regional30