AGUILERA Hintelholher, Rina M. - Inap
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La Naturaleza de lo Público en la Administración Pública Modernala necesidad de revisar los marcos de actuación institucional que combinanno sólo las cuestiones técnicas, como su valor político, tomando en cuentala importancia de los incentivos que se han de definir, así como las nuevasreglas del juego que se adoptarán para precisar ámbitos de competencia,responsabilidades y el ejercicio de la autoridad que corresponden a lossistemas de gestión pública.En este sentido, las soluciones instrumentales –problemas técnicos en símismos– son las que prevalecen en la visión del ciudadano como cliente alfavorecer más la eficiencia y la productividad como salidas últimas a las fallasy omisiones de gestión, no tanto a los marcos institucionales en los cuales selocalizan las fallas operacionales de las instituciones administrativas.Por tanto, en la visualización del ciudadano en condición de cliente, el énfasisreside en un primer momento en la necesidad de que tenga en susmanos herramientas –buzón para emitir su opinión sobre el desempeño– delgobierno, a fin de eliminar errores y fallas de gestión pública. Y en un segundomomento se da amplitud a la connotación de que su relación con elEstado se orienta más con la óptica mercantil 150 que favorece los esquemasde trato individual y sobre esa línea se forma un ambiente que se orienta aconvertir al desempeño en el objetivo último para identificar las fortalezas odebilidades de las instituciones administrativas y gubernamentales. Así, el desempeño151 de las instituciones administrativas se erige en el punto cardinalde la gestión gubernamental, centrando la focalización de los problemas derespuesta en criterios más económicos y monetarios que permitan cuantificarlogros y metas sin más referente que el ciudadano como cliente.150“Hoy vivimos en sociedades mucho más complejas y diversificadas, en las cuales la organizaciónde los interesados se reforzó enormemente, […] y adquirió formas nuevas (la de lasONG´s por ejemplo), el mercado ganó más espacio y el Estado retrocedió […] la sociedad civilpasó a ser configurada como una arena donde se manifestarían los intereses, donde se descubriríannuevas virtudes gerenciales”. Marco Aurelio Nogueira, “La sociedad civil como campode luchas, como recurso gerencial y como espacio ético”. En Revista Reforma y Democracia No.25, Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, Caracas Venezuela, 2003. pp.71-72.151La preocupación por el énfasis en el desempeño es producto de “[…] la desconfianza en la responsabilidadexclusiva del Estado en las políticas públicas. Hasta hace unas décadas se consideróal Estado como principal garante de la democracia y el desarrollo”. Darío I. Restrepo. “Lasprácticas participativas: entre la socialización y la privatización de las políticas públicas” Ibid.,p. 95.171
Rina Marissa Aguilera HintelholherUna implicación de mayor relevancia con la categoría “del ciudadano comocliente”, es que la concepción que se tiene del Estado se relaciona con sucarácter de proveedor de bienes y servicios. Se pierde así, la importancia quetiene como una organización del poder que detenta poderes compulsivos yes considerado más en la línea de su actuación mercantil, no tanto política,menos social.Al valorar al Estado como proveedor de servicios que se encarga de satisfacernecesidades de los clientes, se da paso a una relación fincada en la compraventade los mismos y en ese caso, la categoría “cliente” tiene funcionalidad,pero desvalorizando al Estado como entidad soberana y al propio ciudadano ensu condición jurídico-política, dado que es reducido a la condición de cliente,al destacar su interés en la calidad y productividad de los bienes y serviciosque adquiere en las distintas entidades del sector público. En este sentido,es deseable que los Estados sean eficientes, pero ello no debe implicar quesean despojados de su naturaleza fundamental que es reconocerlos como laorganización política de la sociedad.De este modo el Estado proveedor y el ciudadano como cliente no abonana favor de lo público estatal, ni de lo público de la sociedad. En el primercaso, lo público estatal casi se borra como un ámbito de poder, autoridad,potestades y sanciones al dar paso a las tareas de proveeduría 152 que tienen asu cargo las oficinas de gobierno que son calificadas como los elementos mássobresalientes en la relación del Estado con la sociedad.En el segundo caso, de lo público social 153 la categoría “ciudadano” se diluyepara enfatizar más su faceta de cliente y en ese caso, la relación de152En este sentido, “El enfoque del ciudadano como cliente de las administraciones públicas hasido, sin embargo, fuertemente criticado. En el capítulo tercero (“Servir a los ciudadanos, no alos clientes”) de su libro titulado, como contraste a la Nueva Gestión Pública, El Nuevo ServicioPúblico (New Public Service, NSP), Denhardt y Denhardt (2003) argumentan que el sectorpúblico debe implicar a los individuos como ‘ciudadanos’ con deberes y derechos democráticosy la Administración Pública debe concentrarse en construir relaciones de confianza y colaboraciónentre los ciudadanos”. Eloísa del Pino y José M. Díaz Pulido, “Lecciones aprendidasdesde la experiencia española de análisis de la percepción ciudadana de los servicios públicos”.En: Revista Reforma y Democracia, No. 49, Centro Latinoamericano de Administración para elDesarrollo, Caracas, Venezuela, Febrero 2011. p. 166.153“La virtualidad de la noción de lo público, en definitiva, radica en que expresa la preocupaciónde los individuos por los asuntos que le son comunes y su capacidad para influir en ellos […]”.Nuria Cunill, Repensando lo público a través de la sociedad. Centro Latinoamericano de Administraciónpara el Desarrollo y Nueva Sociedad, Caracas, Venezuela, 1997. p. 144.172
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La Naturaleza de lo Público en la Administración Pública Modernala necesidad de revisar los marcos de actuación institucional que combinanno sólo las cuestiones técnicas, como su valor político, tomando en cuentala importancia de los incentivos que se han de definir, así como las nuevasreglas del juego que se adoptarán para precisar ámbitos de competencia,responsabilidades y el ejercicio de la autoridad que corresponden a lossistemas de gestión pública.En este sentido, las soluciones instrumentales –problemas técnicos en símismos– son las que prevalecen en la visión del ciudadano como cliente alfavorecer más la eficiencia y la productividad como salidas últimas a las fallasy omisiones de gestión, no tanto a los marcos institucionales en los cuales selocalizan las fallas operacionales de las instituciones administrativas.Por tanto, en la visualización del ciudadano en condición de cliente, el énfasisreside en un primer momento en la necesidad de que tenga en susmanos herramientas –buzón para emitir su opinión sobre el desempeño– delgobierno, a fin de eliminar errores y fallas de gestión pública. Y en un segundomomento se da amplitud a la connotación de que su relación con elEstado se orienta más con la óptica mercantil 150 que favorece los esquemasde trato individual y sobre esa línea se forma un ambiente que se orienta aconvertir al desempeño en el objetivo último para identificar las fortalezas odebilidades de las instituciones administrativas y gubernamentales. Así, el desempeño151 de las instituciones administrativas se erige en el punto cardinalde la gestión gubernamental, centrando la focalización de los problemas derespuesta en criterios más económicos y monetarios que permitan cuantificarlogros y metas sin más referente que el ciudadano como cliente.150“Hoy vivimos en sociedades mucho más complejas y diversificadas, en las cuales la organizaciónde los interesados se reforzó enormemente, […] y adquirió formas nuevas (la de lasONG´s por ejemplo), el mercado ganó más espacio y el Estado retrocedió […] la sociedad civilpasó a ser configurada como una arena donde se manifestarían los intereses, donde se descubriríannuevas virtudes gerenciales”. Marco Aurelio Nogueira, “La sociedad civil como campode luchas, como recurso gerencial y como espacio ético”. En Revista Reforma y Democracia No.25, Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, Caracas Venezuela, 2003. pp.71-72.151La preocupación por el énfasis en el desempeño es producto de “[…] la desconfianza en la responsabilidadexclusiva del Estado en las políticas públicas. Hasta hace unas décadas se consideróal Estado como principal garante de la democracia y el desarrollo”. Darío I. Restrepo. “Lasprácticas participativas: entre la socialización y la privatización de las políticas públicas” Ibid.,p. 95.171