El Plenari de Parlamentaris del País Valencià - CCOO
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Los lectores <strong>de</strong> EL PAIS y todos los españoles enten<strong>de</strong>rían también mejor el “caso<br />
valenciano” y el enfrentamiento entre “<strong>País</strong> Valenciano” y el histórico “Reino <strong>de</strong><br />
Valencia”, como <strong>de</strong>nominación para nuestra comunidad, si conocieran estos hechos,<br />
estos documentos y quienes los firmaron.<br />
Pero es que aún hay unas cosas que es necesario saber. Uno <strong>de</strong> los firmantes <strong>de</strong>l<br />
artículo, cuyo trasfondo respon<strong>de</strong>mos, es el secretario general <strong>de</strong> Acción Cultural<br />
<strong>de</strong>l <strong>País</strong> Valenciano. Y es necesario, con todos los respetos, <strong>de</strong>cir claramente que esta<br />
organización, entre otras activida<strong>de</strong>s culturales, es la que organiza unas trovadas<br />
o aplecs a los que concurren en Valencia Letamendía, Xirinachs y Bernar<strong>de</strong>t<br />
Devlin, en los que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> exigir la unidad <strong>de</strong> los países catalanes, se exige su<br />
“auto<strong>de</strong>terminación” y su “in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia”; se grita “ni Francia ni España, països<br />
catalans”; se canta el himno nacional catalán <strong>El</strong>s Segadors; se critica el himno<br />
regional valenciano, porque empieza diciendo “Para ofrendar nuevas glorias a<br />
España” y se afirma que “ser valenciano es una forma <strong>de</strong> ser catalán”.<br />
Sería importante saber y conocer todo esto para compren<strong>de</strong>r el actual “caso<br />
valenciano” y el por qué <strong>de</strong> la profunda oposición <strong>de</strong>l pueblo valenciano a la<br />
<strong>de</strong>nominación “<strong>País</strong> Valenciano”, porque i<strong>de</strong>ntifican esta expresión con la intención<br />
disgregadora <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarnos un país catalán que lucha por la<br />
“in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia” y la “auto<strong>de</strong>terminación” frente a España.<br />
No parace conveniente seguir con más citas <strong>de</strong>mostradas y <strong>de</strong>mostrables <strong>de</strong> políticos<br />
valencianos y catalanes que ocupan posiciones preeminentes en la vida política<br />
actual. No sólo <strong>de</strong> 1978, sino pronunciadas en 1980 y en 1982.<br />
Pero sí queremos afirmar ahora –pendientes <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrarlo más a<strong>de</strong>lante–, que<br />
en el actual “caso valenciano” se enfrentan dos concepciones distintas, que se<br />
reflejan en la polémica popular y política <strong>de</strong> los símbolos en nuestro Estatuto <strong>de</strong><br />
Autonomía.<br />
Concepciones nacionalistas<br />
Estas posiciones son una concepción nacionalista y que tien<strong>de</strong> también a poner<br />
las bases para afirmar en el futuro que la región valenciana es también una<br />
Nación, cuya vocación <strong>de</strong> futuro sería convertirse en un Estado. Y nosotros, en<br />
UCD, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos que el histórico “Reino <strong>de</strong> Valencia” es una región <strong>de</strong> España.<br />
Que tien<strong>de</strong> en el futuro a crear <strong>de</strong> Valencia una parte <strong>de</strong> los países catalanes, que<br />
unidos puedan “hablar <strong>de</strong> tú a Madrid e incluso ganarle”, como afirmaba uno <strong>de</strong><br />
los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los países catalanes. Que tien<strong>de</strong> a afirmar en el futuro<br />
que España es un Estado integrado por una pluralidad <strong>de</strong> naciones.<br />
Y eso nosotros, los atacados por el artículo que hoy contestamos, queremos<br />
clarificarlo y evitarlo a toda costa. Pero para ello, <strong>de</strong>seamos y pedimos el <strong>de</strong>bate<br />
público. Ese <strong>de</strong>bate que el pasado día 9 <strong>de</strong> marzo no fue posible en el Congreso<br />
<strong>de</strong> los Diputados, cuando sin <strong>de</strong>bate se votó en contra <strong>de</strong> la constitucional e<br />
histórica <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> “Reino <strong>de</strong> Valencia” para nuestra comunidad autónoma<br />
valenciana.<br />
Si no todos los que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n “<strong>País</strong> Valenciano” como <strong>de</strong>nominación para nuestro<br />
Estatuto piensan así, es sin embargo necesario clarificar las posiciones que latían<br />
y aún laten en el fondo <strong>de</strong> ella.<br />
416<br />
<strong>El</strong> <strong>País</strong> | España - 14-03-1982<br />
* Manuel Broseta es secretario <strong>de</strong> Estado para las Autonomías. Militante <strong>de</strong> UCD.<br />
La construcción política <strong>de</strong> la Comunitat Valenciana<br />
Tribuna: Pilar Brabo *<br />
Los sin sentidos <strong>de</strong>l Estatuto valenciano<br />
<strong>El</strong> pueblo valenciano se encuentra insatisfecho y hasta perplejo ante la<br />
elaboración y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su estatuto. La autora <strong>de</strong>l artículo acusa al cúmulo <strong>de</strong><br />
incoherencias pactadas entre UCD, PSOE y PCE <strong>de</strong> la situación creada.<br />
La elaboración <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma Valenciana, con su continuo<br />
<strong>de</strong>bate sobre los símbolos, ban<strong>de</strong>ras y nombres, produjo una profunda insatisfacción<br />
en el pueblo valenciano –que no ha podido pronunciarse aún sobre su<br />
estatuto <strong>de</strong>bido a que le fue escamoteada, por sus fuerzas políticas representativas,<br />
la posibilidad <strong>de</strong> utilizar la vía prevista en el artículo 151 <strong>de</strong> la Constitución– y<br />
significó también el asombro y la perplejidad para todos los pueblos <strong>de</strong> España.<br />
Pero la insatisfacción, el asombro y la perplejidad <strong>de</strong> los momentos previos y<br />
coinci<strong>de</strong>ntes a la aprobación <strong>de</strong>l Estatuto no pue<strong>de</strong>n compararse con lo que se está<br />
produciendo a medida que el Estatuto entra en vigor. <strong>El</strong> cúmulo <strong>de</strong> incoherencias<br />
pactadas entre UCD, PSOE y PCE sin consultar al pueblo –que en su día fueron<br />
<strong>de</strong>nunciadas por la izquierda nacionalista valenciana– entran, simultáneamente<br />
en juego, produciendo efectos catastróficos.<br />
Uno <strong>de</strong> los más importantes es el que se <strong>de</strong>duce <strong>de</strong> la composición y funcionamiento<br />
<strong>de</strong> la Asamblea provisional prevista en la disposición transitoria 31,<br />
Asamblea que <strong>de</strong>sempeñará, en cuanto sean aplicables, las funciones atribuidas<br />
por el presente Estatuto a las Cortes valencianas, <strong>de</strong> forma transitoria hasta las<br />
primeras elecciones a las mismas”. Según la disposición transitoria 7ª no podrán<br />
convocarse dichas elecciones antes <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1983. Esta Asamblea está<br />
constituida por “los parlamentarios elegidos en las elecciones generales <strong>de</strong> 1979,<br />
más otros tantos miembros <strong>de</strong>signados por los partidos políticos por los que<br />
fueron presentados en la misma proporción”. Si ya el carácter híbrido entre<br />
miembros electos y miembros <strong>de</strong>signados por los partidos es dudosamente constitucional,<br />
el colmo <strong>de</strong> los dislates es que sean las elecciones <strong>de</strong> 1979 las que<br />
<strong>de</strong>terminen la composición <strong>de</strong> la Asamblea provisional hasta como poco febrero<br />
<strong>de</strong> 1983, incluso aunque se produzcan antes <strong>de</strong> esta última fecha unas nuevas<br />
elecciones generales.<br />
Es <strong>de</strong>cir, si, como es previsible, se produce la disolución <strong>de</strong> las Cortes en el próximo<br />
mes <strong>de</strong> septiembre, asistiremos a la extravagante situación <strong>de</strong> que unos señores<br />
que han perdido su condición <strong>de</strong> diputados, <strong>de</strong> representantes legítimos <strong>de</strong>l pueblo,<br />
seguirán siendo diputados y representantes en la Asamblea provisional valenciana,<br />
y con ellos sus dobles <strong>de</strong>signados por unos partidos, que, como también es<br />
previsible, no obtendrán en las próximas elecciones los mismos votos y escaños<br />
que obtuvieron en 1979.<br />
Pues bien, en este contexto, que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi punto <strong>de</strong> vista, no sólo es un atentado<br />
flagrante a la Constitución, sino también a la lógica y al sentido común, se<br />
está <strong>de</strong>sarrollando la gran batalla para que dicha Asamblea provisional elija al<br />
presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consell. Con el agravante <strong>de</strong> que el texto <strong>de</strong>l Estatuto –pactado<br />
entre UCD, PSOE y PCE, aunque este último partido a última hora <strong>de</strong>cidiera votar<br />
no al Estatuto– es <strong>de</strong>liberadamente ambiguo en este punto: no está prevista<br />
explícitamente la elección durante el período provisional <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />
Consell, pero se en cambio, se contempla <strong>de</strong>talladamente, en la disposición<br />
transitoria 31.2, la remo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong>l Consell. Y, por otro lado, se establece en el<br />
apartado primero <strong>de</strong> esa misma disposición transitoria que “las consecuencias<br />
jurídicas <strong>de</strong>l control político <strong>de</strong>l Ejecutivo serán adoptadas por mayoría cualificada<br />
<strong>de</strong> dos tercios”