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LASCOMUNIDADESQUE MUEVEN AL PAÍSEl estado de las <strong>comunidades</strong> rur<strong>al</strong>es en el PerúInforme 2012


www.<strong>comunidades</strong>delperu.orgCAMPAÑA A FAVOR DE LAS COMUNIDADES DEL PERÚFinancian:3


<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> <strong>que</strong> <strong>mueven</strong> <strong>al</strong> paísEl estado de las <strong>comunidades</strong> rur<strong>al</strong>es en el PerúInforme 2012© Instituto del Bien ComúnAv. Petit Thouars 4377Miraflores, Lima 18, PerúTel. 440 0006 440 6688www.ibcperu.orgPrimera edición: agosto 20121500 ejemplaresHecho el depósito leg<strong>al</strong> en la Biblioteca Nacion<strong>al</strong> del Perú Nro. 2012-09689ISBN 978-9972-2702-8-4Redacción: Milagros S<strong>al</strong>azarCoordinación y edición: Miluska Carhuavilca y Marine DouchyComité Consultivo:Richard Chase Smith, Cecilia Serpa, Santiago AlfaroEl presente informe está ampliamente basado en los estudios sobre el régimen jurídico de la propiedad comun<strong>al</strong> en el Perú,re<strong>al</strong>izados por Alberto Chirif, para el caso de las <strong>comunidades</strong> nativas de la Amazonía y por Laureano del Castillo y PedroCastillo para las <strong>comunidades</strong> campesinas de la sierra y costa del Perú.Diseño gráfico: Maria Rosa Montes y Camila DelgadoFotos portada: Oxfam: Evan Abramson, Mylene D’Auriol Stoessel, W<strong>al</strong>ter Wust, Instituto del Bien ComunFotos: Oxfam: Evan Abramson y P. Ramirez, Mylene D’Auriol Stoessel, W<strong>al</strong>ter Wust, Instituto del Bien ComúnImpresión:Impreso en los t<strong>al</strong>leres gráficos deSINDUGRAF'S E.I.R.L.Jirón Jangas 363, Breña, Lima, PerúTelf.: 423 5904 Fax: 431 3642E-mail: sindugraf@gmail.com / Web: www.sindugraf.com4


ÍNDICEPRESENTACIÓN 6INTRODUCCIÓN 7I. EL ESTADO DE LAS COMUNIDADES 9II. DE APORTES, RIQUEZAS Y HERENCIAS 17III. EL CAPITAL SOCIAL 23IV. LAS LEYES DE LA EXCLUSIÓN 27V. LO PENDIENTE Y LO URGENTE 31ANEXO 33


PRESENTACIÓNHablar de las <strong>comunidades</strong> rur<strong>al</strong>es del Perú es referirse a sus pobladores origin<strong>al</strong>es, a más de50 pueblos indígenas y originarios <strong>que</strong> han dado lugar a esa enorme ri<strong>que</strong>za y diversidadcultur<strong>al</strong> <strong>que</strong> tanto nos llena de orgullo; es mencionar a a<strong>que</strong>lla parte vit<strong>al</strong> del país <strong>que</strong> contribuye<strong>al</strong> bienestar de todos los peruanos con la excelencia de sus productos.Pero a pesar de disfrutar día a día de los aportes de las <strong>comunidades</strong>, apenas conocemos a laspoblaciones <strong>que</strong> los hacen posibles. Ignoramos <strong>que</strong> cerca de dos millones y medio de familiasperuanas viven en <strong>comunidades</strong> rur<strong>al</strong>es, cont<strong>and</strong>o las <strong>comunidades</strong> campesinas asentadas enla costa y los Andes y las <strong>comunidades</strong> nativas y ribereñas de la Amazonía.El reconocimiento leg<strong>al</strong> de las <strong>comunidades</strong> y sus territorios es una obligación del Estado y unatarea aún pendiente para nuestros gobernantes. Este tema tiene particular vigencia hoy en día,cu<strong>and</strong>o las leyes dictadas en las últimas tres décadas se han aplicado a debilitar el régimen dela propiedad comun<strong>al</strong>, poniendo en peligro la propia existencia de las <strong>comunidades</strong>.En nuestra c<strong>al</strong>idad de organizaciones de la sociedad civil <strong>que</strong> trabajamos por las <strong>comunidades</strong>,ya sea representándolas o brindándoles apoyo, apuntamos a acercar la re<strong>al</strong>idad de las <strong>comunidades</strong>rur<strong>al</strong>es a un amplio público, <strong>al</strong> tiempo <strong>que</strong> deseamos destacar la importancia de laseguridad de los territorios de las <strong>comunidades</strong> para la paz y armonía de nuestra sociedad.6


INTRODUCCIÓNSi viéramos <strong>al</strong> Perú como un cuerpohumano, las <strong>comunidades</strong> vendrían a ser elcorazón. Son la parte vit<strong>al</strong> del país: las <strong>que</strong><strong>al</strong>imentan a los peruanos de todos los estratossoci<strong>al</strong>es con los cultivos <strong>que</strong> h<strong>and</strong>omesticado y preservado por siglos, las<strong>que</strong> aportan a la cultura nacion<strong>al</strong> con elcanto, la música, la poesía; las <strong>que</strong> practicanla solidaridad y el intercambio para distribuirmejor la ri<strong>que</strong>za; las <strong>que</strong> construyeroncarreteras, puentes, colegios, postas médicasy demás infraestructura en pueblos<strong>al</strong>ejados donde el Estado era un fantasma,las <strong>que</strong> movilizan <strong>al</strong> país con la mano deobra de sus hijos migrantes; las <strong>que</strong> cuidanlos bos<strong>que</strong>s, el aire, la tierra y el agua <strong>que</strong>hacen posible la vida; las <strong>que</strong> nos convierteen un país con historia y con un inmensolegado para el mundo.La presencia fundament<strong>al</strong> de las <strong>comunidades</strong>en el Perú es innegable. Más del 27%del territorio nacion<strong>al</strong> está conformado por<strong>comunidades</strong> de la costa, los Andes y laAmazonía, <strong>que</strong> son reconocidas y tituladas porel Estado 1 , mientras <strong>que</strong> el 55% de lasuperficie agropecuaria opera bajo el régimencomun<strong>al</strong> 2 . El Perú es uno de los paísesdonde más prev<strong>al</strong>ece la gestión comunitariade los ecosistemas loc<strong>al</strong>es y susrecursos natur<strong>al</strong>es, la propiedad y losbienes comunes. Una forma de organización yde existencia definida por estas <strong>comunidades</strong> ysus iniciativas.Sin embargo, pocos miran esta contribución<strong>que</strong> no solo se da en el plano cultur<strong>al</strong> sinotambién económico. Pocos la reconocen,pocos la v<strong>al</strong>oran. El poder político ha preferidoasociar a las <strong>comunidades</strong> con el atraso, laociosidad y la f<strong>al</strong>ta de conocimientos. Esto hagenerado <strong>que</strong> en las últimas tres décadas seaprueben diversas normas en contra delrégimen comun<strong>al</strong>, sobre todo a partir de los 90cu<strong>and</strong>o se afianzó una carrera de inversionesprivadas en las tierras de las <strong>comunidades</strong>, enlas mismas tierras donde los campesinosproducen la mayoría de los <strong>al</strong>imentos <strong>que</strong>abastecen los mercados de las ciudades. El70% de estos productos son generados porla agricultura familiar 3 <strong>que</strong> subsiste con casitodo en contra. <strong>Las</strong> políticas públicas enagricultura no han sido prioridad para losgobernantes.Los países <strong>and</strong>inos como el Perú poseen 84 delas 114 zonas de vida reconocidas en el planetay 28 de los 34 climas del orbe 4 . Debido a esteaporte <strong>que</strong> nace del campo, el Perú esconsiderado como uno de los ocho centrosmás importantes para la domesticación deplantas cultivadas en el mundo 5 .¿Cómo ha sido posible esto sin tecnología niapoyo permanente del Estado? Hay una gransabiduría puesta en práctica. <strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong>se definen y organizan en función del territorio<strong>que</strong> habitan y de sus necesidades. En losAndes, las <strong>comunidades</strong> campesinas ejercenun control vertic<strong>al</strong> del espacio <strong>que</strong> les permitecultivar un producto diferente en cada pisoecológico. Esta distribución exige solidaridad yreciprocidad entre los comuneros <strong>que</strong> debenintercambiar productos para el bien de sufamilia y la comunidad. <strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong>fundamentan su organización en redesfamiliares de reciprocidad, de intercambio debienes y mano de obra.1De acuerdo con cifras del Organismo de Form<strong>al</strong>ización de la Propiedad Inform<strong>al</strong> (Cofopri) hasta diciembre de 2010, mes en<strong>que</strong> se hizo cargo de la titulación de las <strong>comunidades</strong>.2Según el III Cenagro de 1994.3Cifras del Ministerio de Agricultura citadas por la FAO.4Kuan Cubillas, Judith. La crisis <strong>al</strong>imentaria: retos y oportunidades en los <strong>and</strong>es. Lima: Centro Internacion<strong>al</strong> de la Papa; 2008.5Tapia, Mario. Cultivos <strong>and</strong>inos subexplotados y su aporte a la <strong>al</strong>imentación.http://issuu.com/b.mendozaelizabeth/docs/cultivos_<strong>and</strong>inos_subexplotados_y_s17


En las sociedades indígenas amazónicas, laactividad económica tradicion<strong>al</strong> se produce conel intercambio de dones (productos y servicios)donde se v<strong>al</strong>ora la reciprocidad y la igu<strong>al</strong>dad enlas relaciones soci<strong>al</strong>es 6 . La equidad es un v<strong>al</strong>orimportante: todos los comuneros deben tenerlas mismas posibilidades de acceder a losrecursos productivos <strong>que</strong> le pertenecen a lacomunidad así como nadie debe <strong>que</strong>darse sinhambre si <strong>al</strong>guna familia tiene comida. Estasnormas de distribución en un país como el Perúdonde prev<strong>al</strong>ece la desigu<strong>al</strong>dad deberían serconsideradas por las autoridades en el diseñode políticas públicas de inclusión y lucha contr<strong>al</strong>a pobreza.Este informe pretende mostrar quiénes sonestas <strong>comunidades</strong>, cuál es su contribución ypor qué es importante <strong>que</strong> sean incluidas encu<strong>al</strong>quier idea de progreso fort<strong>al</strong>eciendo su régimencomun<strong>al</strong> y no deteriorándolo. La construcciónde un país no puede concretarse destruyendoestos cimientos <strong>que</strong> nacen de la vida encomunidad.6Smith, Richard. “El don <strong>que</strong> hiere: reciprocidad y gestión de proyectos en la Amazonía Peruana”, publicado en El cuidado de losbienes comunes: gobierno y manejo de los lagos y bo<strong>que</strong>s de la Amazonía. Lima: Instituto del Bien Común e Instituto de EstudiosPeruanos; 2001.Foto IBC8


I. EL ESTADO DE LAS COMUNIDADES


¿Quiénes son?<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> tienen una larga historia, perono se sabe con seguridad quiénes las integran ycuántas son.Lo <strong>que</strong> existe son cifras y registros ofici<strong>al</strong>essubestimados y desactu<strong>al</strong>izados <strong>que</strong> no correspondena la re<strong>al</strong>idad, según las organizacionesindígenas y las instituciones especi<strong>al</strong>izadas enel tema. ¿Qué demuestra esto? Que las <strong>comunidades</strong>son ignoradas hasta en las estadísticas,<strong>que</strong> no existe un interés estat<strong>al</strong> paraconocer sus re<strong>al</strong>idades y elaborar políticaspúblicas <strong>que</strong> permitan garantizar sus derechosfundament<strong>al</strong>es. No son consideradas una prioridadnacion<strong>al</strong>, sino todo lo contrario.¿Pero a qué nos referimos cu<strong>and</strong>o hablamos de<strong>comunidades</strong> rur<strong>al</strong>es? Aun<strong>que</strong> la definición decomunidad es un concepto no acabado 7 y <strong>al</strong>gunoselementos considerados fundament<strong>al</strong>es enla institución comun<strong>al</strong> han variado con el pasodel tiempo 8 , existe consenso de <strong>que</strong> sus miembrosson descendientes de una extensa civilización<strong>que</strong> data de miles de años, es decir más<strong>al</strong>lá de la creación del propio Estado.La existencia de la comunidad está relacionadacon la propiedad colectiva de la tierra. Estapropiedad de las <strong>comunidades</strong> campesinas seremonta a la época de la Colonia. A pesar de<strong>que</strong> tuvieron <strong>que</strong> resistir el embate de encomenderosy hacendados, posteriormente se dieronuna serie de normas <strong>que</strong> les permitió protegersus tierras. Así, en 1920, las <strong>comunidades</strong>fueron leg<strong>al</strong>mente reconocidas como “<strong>comunidades</strong>de indígenas” y en 1968 con la ReformaAgraria implementada durante el régimen militarde Juan Velasco Alvarado adquirieron ladenominación de campesinas.En el caso de las <strong>comunidades</strong> nativas, amediados de 1974, Velasco promulgó la Ley deComunidades Nativas y de Desarrollo Agropecuariode las regiones de la Selva y Ceja deSelva <strong>que</strong> permitió reconocer por primera vezsus derechos sobre la tierra y otros derechos delas <strong>comunidades</strong> indígenas amazónicas. En lanorma se las definió como <strong>comunidades</strong> <strong>que</strong>“tienen origen en los grupos trib<strong>al</strong>es de la selvay ceja de selva y están constituidas por conjuntosde familias vinculadas por el idioma odi<strong>al</strong>ecto, características cultur<strong>al</strong>es y soci<strong>al</strong>es,así como tenencia y uso común y permanentede un mismo territorio 9 . Hasta el momento, seestima <strong>que</strong> existen más de 50 pueblos indígenasy originarios <strong>que</strong> viven en la montaña y laAmazonía peruana, cada uno diferente del otroen cuanto a idioma, costumbre y carácter.La Constitución de 1979 estableció <strong>que</strong> las<strong>comunidades</strong> campesinas y nativas tienen existenci<strong>al</strong>eg<strong>al</strong> y personería jurídica, <strong>que</strong> sonautónomas en su organización, trabajo comun<strong>al</strong>y uso de la tierra, así como en lo económico yadministrativo. Aun<strong>que</strong> la Constitución de 1993le quitó el carácter proteccionista a las tierrascomun<strong>al</strong>es, introdujo dos conceptos importantes:el reconocimiento de la identidad étnicacomo derecho fundament<strong>al</strong> de toda persona y elde la jurisdicción indígena y el derecho consuetudinariodentro del territorio comun<strong>al</strong>.A nivel internacion<strong>al</strong>, el Convenio 169 de la OITsobre Pueblos Indígenas y Trib<strong>al</strong>es en PaísesIndependientes, <strong>que</strong> fue ratificado por el Perúen 1994, reconoce la vigencia de los derechosindividu<strong>al</strong>es y colectivos de grupos cultur<strong>al</strong>mentediferenciados de sus sociedades nacion<strong>al</strong>es.Considera como pueblos indígenas uoriginarios a las poblaciones <strong>que</strong> habitan en elpaís o en “una región geográfica a la <strong>que</strong>pertenece el país en la época de la conquista ola colonización o del establecimiento de lasactu<strong>al</strong>es fronteras estat<strong>al</strong>es y <strong>que</strong>, cu<strong>al</strong>quiera<strong>que</strong> sea su situación jurídica, conserven todassus propias instituciones soci<strong>al</strong>es, económicas,cultur<strong>al</strong>es y políticas, o parte de ellas”.7Director del Centro Region<strong>al</strong> para la S<strong>al</strong>vaguardia del Patrimonio Cultur<strong>al</strong> Inmateri<strong>al</strong> de América.8Jaime Urrutia. COMUNIDADES CAMPESINAS Y ANTROPOLOGÍA: HISTORIA DE UN AMOR (CASI) ETERNO.http://www.cepes.org.pe/debate/debate14/01_articulo.pdf9Articulo 8 de la Ley de Comunidades Nativas y de Desarrollo Agropecuario de las regiones de la Selva y Ceja.10


<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> tienen una larga historia, perono se sabe con seguridad quiénes las integran ycuántas son.¿Cuántas son y dóndeestán?Hasta diciembre de 2010, el Organismo deForm<strong>al</strong>ización de la Propiedad Inform<strong>al</strong>(Cofopri) contabilizó 6.069 <strong>comunidades</strong>campesinas y 1.469 <strong>comunidades</strong> nativasreconocidas 10 , de las cu<strong>al</strong>es un 16% aún nocuenta con título de propiedad. Sin embargo, deacuerdo con el trabajo de campo re<strong>al</strong>izado porlos investigadores del Instituto del Bien Común(IBC), f<strong>al</strong>taría titular un número mayor de <strong>comunidades</strong>.Un ejemplo basta: mientras <strong>que</strong> Cofopriasegura <strong>que</strong> son 198 <strong>comunidades</strong> nativas<strong>que</strong> aún no se titulan, el IBC asegura, con cifrasde 2011, <strong>que</strong> en re<strong>al</strong>idad no se ha reconocido nititulado a 805 <strong>comunidades</strong> en la selva. Hayevidencias de una subestimación en las cifrasofici<strong>al</strong>es.A nivel del Instituto Nacion<strong>al</strong> de Estadísticas(INEI), no hay mucha información actu<strong>al</strong>izadasobre las <strong>comunidades</strong>. Los censos nacion<strong>al</strong>eshan ignorado por muchos años a los indígenas.Los datos más recientes: 4 millones 45 mil 713habitantes de los cerca de 28 millones deperuanos reconocieron como su primeridioma <strong>al</strong> <strong>que</strong>chua, aymara, asháninka u otr<strong>al</strong>engua nativa 11 .Mylene D’Auriol StoesselLa incertidumbre y lasotras <strong>comunidades</strong>Desde diciembre de 2010 en adelante elpanorama para la titulación de las <strong>comunidades</strong>ha emporado. No existe un organismorector en el gobierno centr<strong>al</strong> <strong>que</strong> se haga cargodel tema.Pero las <strong>comunidades</strong> campesinas y nativasno son las únicas <strong>que</strong> existen en el país.También están las <strong>comunidades</strong> ribereñas,pes<strong>que</strong>ras y afroperuanas.<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> ribereñas <strong>que</strong> datan de laépoca del caucho y se formaron dentro degr<strong>and</strong>es haciendas, se encuentran másvulnerables debido a <strong>que</strong> están ubicadas enllanuras inundables <strong>al</strong> borde de los ríos, <strong>que</strong> deacuerdo con la legislación nacion<strong>al</strong> sonconsideradas tierras eriazas de libre disposicióndel Estado y pueden ser entregadas enconcesión a favor de terceros. El IBC hacontabilizado unas 600 <strong>comunidades</strong> ribereñasy estima <strong>que</strong> existen 2 mil cuatrocientas.A pesar de <strong>que</strong> no son reconocidas leg<strong>al</strong>mente,seis de estas <strong>comunidades</strong> lograron ser tituladascomo comunidad campesina a fines de2011 y otras 70 pretendieron hacerlo paraentonces como comunidad nativa.Un trato especi<strong>al</strong> tienen las reservas territori<strong>al</strong>espara indígenas aislados. Hasta mayo10Información elaborada por COFOPRI en diciembre de 2011 para la Adjuntía de Medio Ambiente, Servicios Públicos y PueblosIndígenas de la Defensoría del Pueblo.11Censo Nacion<strong>al</strong> XI de Población y VI de Vivienda re<strong>al</strong>izado por el INEI en 2007.11


de 2012, existían cinco de estas reservas encerca de 3 millones de hectáreas, y se esperab<strong>al</strong>a creación de otras seis.<strong>Las</strong> condiciones soci<strong>al</strong>esy económicas<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> viven princip<strong>al</strong>mente enlas zonas rur<strong>al</strong>es del país, donde hay una gr<strong>and</strong>esatención del Estado <strong>que</strong> se evidencia en lamedición usu<strong>al</strong> de la pobreza y en el acceso aservicios básicos. La incidencia de la pobrezaen el ámbito rur<strong>al</strong> sigue siendo tres veces mayor<strong>que</strong> en las zonas urbanas 12 . A su vez, el mundorur<strong>al</strong> tiene sus propias inequidades: en la costarur<strong>al</strong>, solo el 7,7% es extremadamente pobre,en la selva rur<strong>al</strong> el 21,4% y en el último eslabónaparecen los de la sierra rur<strong>al</strong> con 27,6%,precisamente donde se concreta el mayornúmero de <strong>comunidades</strong>.Estas condiciones económicas y soci<strong>al</strong>esadversas no sólo pueden verse por ámbitogeográfico sino también consider<strong>and</strong>o la lenguamaterna de los pobladores. Así, observamos<strong>que</strong> la pobreza afecta a más del 55% de lospobladores <strong>que</strong> hablan <strong>que</strong>chua, aymara o<strong>al</strong>guna lengua amazónica, en contraste con el29% de las personas <strong>que</strong> tienen el castellanocomo idioma materno 13 .En lo <strong>que</strong> menos ha avanzado el Estado esen abastecer de agua potable, saneamiento y<strong>al</strong>umbrado público a la población indígena. El73,3% de las <strong>comunidades</strong> nativas se abastecedel agua del río, de la acequia o el mananti<strong>al</strong>, lo<strong>que</strong> revela la enorme importancia <strong>que</strong> tiene par<strong>al</strong>as <strong>comunidades</strong>, la preservación de sus fuentesnatur<strong>al</strong>es de agua y <strong>que</strong> el Estado garanticeel acceso a agua limpia a estas poblaciones. Lahistoria se repite con los otros servicios básicos:el 86,2% de las viviendas de las <strong>comunidades</strong>indígenas u originarias no disponen de <strong>al</strong>um-brado, mientras <strong>que</strong> el 51,1% sólo cuentan conun pozo o letrina.A pesar de estas condiciones soci<strong>al</strong>es yeconómicas en las <strong>que</strong> aún viven las <strong>comunidades</strong>por f<strong>al</strong>ta de políticas públicas <strong>que</strong> garanticenel ejercicio de sus derechos, éstas hancontinuado preserv<strong>and</strong>o los recursos natur<strong>al</strong>esde los cu<strong>al</strong>es depende el país ybusc<strong>and</strong>o <strong>al</strong>ternativas para superar diversosobstáculos. Hay formas de organización delrégimen comun<strong>al</strong> y v<strong>al</strong>ores <strong>que</strong> les ha permitidoseguir adelante y contribuir <strong>al</strong> país. Sigamosprofundiz<strong>and</strong>o en el mundo de las <strong>comunidades</strong>,para comprender qué existe detrás delos discursos <strong>que</strong> las excluyen.<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> en cifras• Hay 6.069 <strong>comunidades</strong> campesinas y 1.469<strong>comunidades</strong> nativas reconocidas (Cofopri).De éstas, un 16% aún no cuenta con títulode propiedad.• Más del 27% del territorio nacion<strong>al</strong> estáintegrado por <strong>comunidades</strong> campesinas ynativas (Cofopri).• Más del 60% de las <strong>comunidades</strong> campesinasestán en los Andes y se concentran encinco departamentos: Puno, Cusco, Huancavelica,Ayacucho y Apurímac.• Hay un millón y medio de familias en las<strong>comunidades</strong> campesinas en la costa y losAndes.• Hay medio millón de familias en las <strong>comunidades</strong>nativas y otro medio millón en las<strong>comunidades</strong> ribereñas de la Amazonía.12La incidencia de la pobreza en la zona urbana fue de 20% y en el ámbito rur<strong>al</strong> 61%, según el nuevo informe técnico del INEI demarzo de 2012. Este documento presenta una nueva serie de cifras de la pobreza de 2010 con correcciones metodológicas enla medición de la pobreza monetaria. Hasta el cierre de este documento, aún no se publicaban las cifras de la pobreza de 2011.13Informe Técnico sobre la Evolución de la Pobreza de 2009 elaborado por el INEI.12


La tierra <strong>que</strong> se trabaja yse heredaLa comunidad comienza con una política decontrol territori<strong>al</strong>. Aun<strong>que</strong> predomina la gestióncomun<strong>al</strong> del territorio, dentro de la comunidadhay un universo complejo y dinámico. Haytierras colectivas, tierras privadas parcelarias ytambién hay posesión colectiva e individu<strong>al</strong> 14 .La posesión individu<strong>al</strong> está regulada, con documentosimperfectos muchas veces, pero regulada.De modo <strong>que</strong> sí es posible <strong>que</strong> la comunidadlibere determinados espacios según necesidadesde manejo interno 15 .A lo largo de la historia, las <strong>comunidades</strong>han mantenido ese equilibro entre lo individu<strong>al</strong>y colectivo. La identificación de estospobladores con su comunidad nace delvínculo con el territorio <strong>que</strong> ésta ocupa, <strong>al</strong>punto <strong>que</strong> si surge un conflicto, el comuneropuede declinar de la posesión de las parcelasfamiliares para privilegiar la propiedad comun<strong>al</strong>.La interacción de las <strong>comunidades</strong> con el territoriotiene varias dimensiones. La tierra no sóloes la fuente de recursos, también es el lugardonde se nace, se muere, donde se reproducenlas prácticas cultur<strong>al</strong>es y se define la existenciade la comunidad. Por eso el cuidado de la tierra<strong>que</strong> practican las <strong>comunidades</strong>, la defensa delos bos<strong>que</strong>s y sus fuentes de agua no pasa porun impulso ecologista distante. En re<strong>al</strong>idad,tiene <strong>que</strong> ver con todo lo esenci<strong>al</strong> <strong>que</strong> lasdefine.“Según Guillermo V<strong>al</strong>era, cerca del79% de las tierras de las <strong>comunidades</strong>son de uso colectivo, y sólo el21% son de usufructo familiar.”La Amazonía peruana en cifras• Más del 60% del territorio peruano esamazónico y concentra a 3.675.292 dehabitantes.• Existen 51 etnias agrupadas en 13 familiaslingüísticas.• La población más importante es la de losasháninkas con 26,6%.El vía crucis de latitulaciónLa titulación de tierras de las <strong>comunidades</strong> escaótica. Desde <strong>que</strong> el régimen militar deVelasco promovió el otorgamiento de títulosprincip<strong>al</strong>mente a las <strong>comunidades</strong> campesinasa través del Sistema Nacion<strong>al</strong> de Apoyo a laMovilización Soci<strong>al</strong> (SINAMOS), el proceso sefue deterior<strong>and</strong>o hasta casi congelarse.Para darnos una idea: entre 2006 y 2010 <strong>que</strong>abarcó el gobierno de Alan García apenas seotorgaron 19 títulos nuevos a <strong>comunidades</strong>nativas y 23 ampliaciones territori<strong>al</strong>es, segúncifras de Cofopri. Hubo años en <strong>que</strong> apenas setituló a dos <strong>comunidades</strong>. En 2010, cu<strong>and</strong>o AlanGarcía decidió transferir las competencias deCofopri a los gobiernos region<strong>al</strong>es no seentregó ni un solo título a las <strong>comunidades</strong> de laAmazonía. La tendencia se reproduce en elcaso de las <strong>comunidades</strong> campesinas: de 62nuevos títulos <strong>que</strong> les fueron entregados en2006 se redujo a apenas cuatro en 2010. Entot<strong>al</strong>, en esos cinco años se otorgaron 142títulos nuevos y 13 ampliaciones. En formapar<strong>al</strong>ela continuó la promoción de inversionesprivadas en los territorios indígenas mediante elpa<strong>que</strong>te de decretos aprobados por Alan Garcíacomo parte de la implementación del Tratado de14Exposición de Rodrigo Montoya durante una jornada de reflexión y análisis sobre propiedad comun<strong>al</strong> y <strong>comunidades</strong>, el 29 deagosto de 2011. La reunión fue convocada por diversas organizaciones no gubernament<strong>al</strong>es <strong>que</strong> acompañan a las<strong>comunidades</strong>.15Aportes de la economista Claudia Mendieta Navarro durante la Jornada de Reflexión y Análisis sobre comunidad y economíade mercado, el 9 de septiembre de 2011.13


Libre Comercio con Estados Unidos y el otorgamientode nuevas concesiones mineras y dehidrocarburos en los Andes y la Amazonía.En el actu<strong>al</strong> gobierno de Ollanta Hum<strong>al</strong>a, elpanorama no ha mejorado. Hay 1.041 <strong>comunidades</strong>campesinas <strong>que</strong> aún no cuentan contítulos de propiedad a pesar de <strong>que</strong> varias deellas han iniciado el trámite varios años atrás ypor el momento solo tienen el estatus de <strong>comunidades</strong>reconocidas.En el caso de las <strong>comunidades</strong> nativas el escenariose repite. Existen 1.469 de estas <strong>comunidades</strong>reconocidas sobre el 8,56% del territorionacion<strong>al</strong>. De este grupo, hay 198 <strong>comunidades</strong><strong>que</strong> aún no están tituladas y de continuar ellento avance de la entrega de títulos <strong>que</strong> se diodurante el gobierno de Alan García, tendrían<strong>que</strong> pasar por lo menos 20 años para <strong>que</strong> estaspoblaciones accedan a este derecho 16 . Pero eldesafío sería mayor, ya <strong>que</strong> el IBC c<strong>al</strong>cula <strong>que</strong>la cifra de <strong>comunidades</strong> de la Amazonía notituladas es cuatro veces mayor <strong>que</strong> la ofici<strong>al</strong>menteadmitida.<strong>Las</strong> tierras y los límitesdel caosGran parte de las dificultades para latitulación de las <strong>comunidades</strong> está relacionadacon la f<strong>al</strong>ta de georreferenciación o deuna medición exacta de los linderos en campo,lo <strong>que</strong> ocasiona superposición de terrenos yconflictos limítrofes. Desde <strong>que</strong> en los años 70se aprobó la ley de <strong>comunidades</strong> nativas, lastierras de las <strong>comunidades</strong> se medían usu<strong>al</strong>mentecon winchas tom<strong>and</strong>o como referenciaríos, <strong>que</strong>bradas o caminos, lo cu<strong>al</strong> generabamayores posibilidades de error. Recién 30 añosmás tarde, a partir de 2005, se empezó a usar elGPS para establecer las coordenadas exactasdel territorio comun<strong>al</strong>.“Al 12 de marzo de 2012, la Defensoríadel Pueblo registró 162 conflictossoci<strong>al</strong>es activos, de loscu<strong>al</strong>es 72,2% eran socioambient<strong>al</strong>es”16Información elaborada por COFOPRI en 2011 para la Defensoría del Pueblo.Foto IBC14


Inscripción de losrepresentantes de lacomunidadLos técnicos de Cofopri consideran <strong>que</strong> a losproblemas enumerados por la Defensoría hay<strong>que</strong> agregar <strong>que</strong> existe un <strong>al</strong>to número de representantesde <strong>comunidades</strong> campesinas ynativas <strong>que</strong> no están inscritos en los registrospúblicos. Esto no es un requisito leg<strong>al</strong> pero sí unpedido estat<strong>al</strong> <strong>que</strong> entrampa el proceso detitulación. La Defensoría también advierte estadificultad y cuáles son las causas <strong>que</strong> impiden lainscripción de las <strong>comunidades</strong> campesinas enla Superintedencia Nacion<strong>al</strong> de los RegistrosPúblicos (Sunarp).Entre diversos puntos, señ<strong>al</strong>a la carencia derepresentantes legítimos para actuar en nombrede la comunidad, la f<strong>al</strong>ta de documentacióntécnica necesaria para la inscripción (planos,georreferenciación, memorias descriptivas,certificados negativos) o documentos condefectos form<strong>al</strong>es (f<strong>al</strong>ta de firma de los verificadoresy del visado del gobierno region<strong>al</strong> o Cofopri)y la necesidad del saneamiento físico leg<strong>al</strong>de asentamientos humanos existentes dentrodel territorio comun<strong>al</strong>.Estas limitaciones también se observan <strong>al</strong>momento de registrar a las <strong>comunidades</strong> comopersonas jurídicas y están asociadas con lasFoto IBCdiferencias idiomáticas, la deficiente redaccióndel libro de actas de las <strong>comunidades</strong> y su usoindebido, la f<strong>al</strong>ta de presentación de constanciasde quórum y convocatorias, el desconocimientode disposiciones <strong>que</strong> regulan elproceso elector<strong>al</strong>, según el Reglamento dePersonas Jurídicas no Societarias, la f<strong>al</strong>ta deinscripción de los estatutos de la comunidad,entre otros puntos.Para varios expertos, fue un error del gobiernode Alan García quitarle <strong>al</strong> Proyecto Especi<strong>al</strong> deTitulación de Tierras y Catastro Rur<strong>al</strong> (PETT),<strong>que</strong> dependía del Ministerio de Agricultura, latarea de la titulación para encomendársela aCofopri, una institución <strong>que</strong> princip<strong>al</strong>mente teníaexperiencia en form<strong>al</strong>ización de predios urbanos.Como revelan las cifras, fue precisamenteen el régimen de García en <strong>que</strong> se estancó esteproceso y también se truncó el financiamientodel Banco Interamericano de Desarrollo para latitulación.El cerco de las presionesUna de las más importantes presiones externases la apuesta de los gobernantes poruna intensa y agresiva política de promociónde las inversiones en hidrocarburos, mineríay energía.Desde ese enfo<strong>que</strong>, estos espacios comun<strong>al</strong>esson considerados como una opción apetecible15


para explorar y explotar estos recursos norenovables sin considerar criterios éticos, dederechos humanos, biológicos ni leg<strong>al</strong>es.Hay una cadena perniciosa <strong>que</strong> se haapoderado del discurso político: a más inversiones,más empleo y por lo tanto menos pobrezay más progreso. En la toma de decisionesno se ha considerado la organización,características y complejidades <strong>que</strong> marcanla existencia de las <strong>comunidades</strong> y <strong>que</strong>están relacionadas con sus aportes. Lab<strong>al</strong>anza está en desequilibrio.A pesar de <strong>que</strong> la promoción de mayor inversióndebería generar acciones para proteger <strong>al</strong>mismo tiempo los bienes natur<strong>al</strong>es del país y <strong>al</strong>os pueblos indígenas, sucede lo contrario.“Entre 2006 y septiembre de 2011,hubo 195 muertos y 2.312 heridosen estos conflictos. El pico más<strong>al</strong>to se registró en el gobierno deAlan García.”Concesiones en territorios comun<strong>al</strong>es• Cajamarca: 47,3%• Apurímac: 58,4%• Amazonía: más de 60%Existe un débil papel fisc<strong>al</strong>izador del Estado eineficientes medidas disuasivas para <strong>que</strong> lasempresas cumplan con la ley. Por ejemplo, en elcaso de la minería, más del 70% del monto enmultas impuestas a las compañías por irregularidadesconsumadas, no fueron pagadas 17 .<strong>Las</strong> negociaciones entre las empresas extractivasy los dirigentes de las <strong>comunidades</strong>, secaracterizan por su marcada asimetría en elacceso a la información y <strong>al</strong> poder político. Esen ese escenario <strong>que</strong> est<strong>al</strong>lan los conflictos conun <strong>al</strong>to costo soci<strong>al</strong> y humano.17Información recogida del reportaje “La impotente regulación” de Milagros S<strong>al</strong>azar publicado en junio de 2010 en la unidad deinvestigación periodística IDL-Reporteros.http://idl-reporteros.pe/2010/06/03/la-impotente-regulacion/Foto IBC16


II. DE APORTES, RIQUEZAS Y HERENCIAS


El papel de las <strong>comunidades</strong> campesinas ynativas en el desarrollo económico esextraordinario, pero m<strong>al</strong> conocido. Lo esenci<strong>al</strong>del país está sostenido por las <strong>comunidades</strong>:desde su contribución como productorasde <strong>al</strong>imentos, protectoras de la biodiversidad,constructoras de infraestructuraen pueblos <strong>al</strong>ejados donde el Estado estuvoausente así como protagonistas de la manode obra <strong>que</strong> mueve diversas actividadeseconómicas. A todo esto, se suma suri<strong>que</strong>za cultur<strong>al</strong> manifestada en las fiestaspatron<strong>al</strong>es, los ritu<strong>al</strong>es, las canciones, lasdanzas, el arte, la gastronomía y otrasexpresiones 18 .Como fuente de <strong>al</strong>imentosSin las <strong>comunidades</strong> campesinas, no habríasuficiente <strong>al</strong>imentos del campo en los mercadosde Lima. Ellas son las <strong>que</strong> abastecen productosde <strong>al</strong>to contenido nutritivo y de una gran variedadcomo la papa, el maíz, la quinua, el olluco.“Mientras <strong>que</strong> el aporte de la burguesía agrariaha traído inversiones para productos deexportación, los pe<strong>que</strong>ños productores llenan labarriga de la mayoría de los peruanos”, aseguraMontoya. El experto no lanza un mensaje <strong>al</strong>azar: la agricultura familiar contribuye conun 70% en la seguridad <strong>al</strong>imentaria nacion<strong>al</strong>,según el Ministerio de Agricultura 19 .<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> campesinas y nativas controlancerca de las dos quintas partes de lastierras agropecuarias del país 20 gracias a laimplementación de tecnologías ancestr<strong>al</strong>es y sugran capacidad para adaptarse <strong>al</strong> medioambiente. Muchas fincas de los pe<strong>que</strong>ños agricultoresson verdaderos bancos de germoplasma<strong>que</strong> <strong>al</strong>bergan semillas, cultivo de tejidoso colecciones de plantas. El Par<strong>que</strong> Internacion<strong>al</strong>de la Papa ubicado en Cusco es uno deesos lugares donde la sabiduría de los comunerosse ha impuesto a cu<strong>al</strong>quier necesidad detecnología de punta. Allí viven, entre los 3.950 y4.400 metros sobre el nivel del mar, más de milfamilias campesinas <strong>que</strong> cuidan unas 600 variedadesde papas nativas. Mientras los biólogos,genetistas e ingenieros agrónomos investigan lari<strong>que</strong>za de este <strong>al</strong>imento en el laboratorio, estas<strong>comunidades</strong> lo hacen in situ, en el campo 21 .Los cultivos milenariosLa papa (Solanum tuberosum), uno de los<strong>al</strong>imentos más populares del mundo, sedesarrolla en más de 3 mil de variedades en elPerú, el lugar donde fue domesticada hace másde 8.000 años. El v<strong>al</strong>or nutritivo de la papa hasido subestimado a pesar de <strong>que</strong> contieneproteína, cantidades significativas de vitamina Cy vitamina B6. Contra todos los mitos, el porcentajede grasas en la papa es muy bajo. La pap<strong>al</strong>lena con muy pocas c<strong>al</strong>orías 22 .Producción en Números• En el Perú se producen en promedio 3millones de toneladas de papa <strong>al</strong> año. Suproducción aporta con el 13% <strong>al</strong> ProductoInterno Bruto y representa el 25% del PIBagropecuario.• Más del 90% de la producción de papaproviene de los Andes. El abastecimientopromedio de Lima Metropolitana <strong>al</strong>canza amil 400 toneladas diarias y más de mediomillón de toneladas <strong>al</strong> año.18Ideas recogidas durante la entrevista <strong>al</strong> antropólogo Rodrigo Montoya re<strong>al</strong>izada en abril de 2012 para este informe.19Cifras del Ministerio de Agricultura citadas por la FAO.20Lapeña, Isabel. Dicen <strong>que</strong> somos el atraso. propiedad comun<strong>al</strong> y agrobiodiversidad en el Perú. Lima: SPDA, MacArthur; 2011.21Información del reportaje El camino de la papa de Milagros S<strong>al</strong>azar publicada en la agencia extranjera IPS.http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=8815622Conociendo la cadena productiva de la papa en Ayacucho. 2007.http://www.solidperu.com/upl/1/default/doc/Conociendo%20la%20cadena%20productiva%20de%20la%20papa%20en%20Ayacucho.pdf18


Los productores dedicados <strong>al</strong> cultivo de papason princip<strong>al</strong>mente minifundistas. Según el IIICenagro, 74% de las unidades agropecuariasde este producto tienen una extensión menor <strong>al</strong>as cinco hectáreas y representan la mitad dela superficie inst<strong>al</strong>ada del cultivo.A pesar de <strong>que</strong> el boom de la gastronomía sedebe en gran medida a la diversidad de <strong>al</strong>imentoscomo la papa, los productores no tienencapacidad de decisión en el can<strong>al</strong> comerci<strong>al</strong>.Contra la corriente, estos productores hanlogrado mantener esta biodiversidad para beneficiodel país y no sólo para la sobrevivenciade sus familias. Este aporte, sin duda estáligado a razones cultur<strong>al</strong>es y soci<strong>al</strong>es. Haypapas <strong>que</strong> tienen nombres de acuerdo a lo <strong>que</strong>simbolizan en la vida comun<strong>al</strong> como sucede conla pusi qachun waqachi (la <strong>que</strong> hace llorar a lanuera). Esta variedad tiene una formacaprichosa <strong>que</strong> es hábilmente utilizada por lasuegra para poner a prueba la mujer <strong>que</strong> se vaa casar con su hijo. ¿De qué manera? <strong>Las</strong>uegra le pide a la c<strong>and</strong>idata a esposa <strong>que</strong> pelela papa sin dañar la pulpa. Si así lo hace, habrádemostrado sus cu<strong>al</strong>idades de cocinera y <strong>que</strong>podrá cuidar bien <strong>al</strong> hijo.OxfamA<strong>que</strong>llos hombres y mujeres del campo <strong>que</strong>preservan la mayor cantidad de variedades, sonv<strong>al</strong>orados y reconocidos en la comunidad. Susformas de vida hacen posible la producción de<strong>al</strong>imentos.El maíz también es otro producto fundament<strong>al</strong>.Existen unas 1.500 razas desarrolladas por las<strong>comunidades</strong>, de las cu<strong>al</strong>es entre 50 y 60 variedadesson comerci<strong>al</strong>es. En el caso de la quinua,existen más de 3 mil colecciones caracterizadaspor su color, tamaño, adaptación <strong>al</strong> clima, entreotras características.En la Amazonía se han identificado 162especies de frutas <strong>que</strong> son consumidasregularmente por los pobladores. Unas 100son comerci<strong>al</strong>izadas en los mercados de lasciudades 23 . Esta contribución de las <strong>comunidades</strong>se fundamenta en conocimientos ancestr<strong>al</strong>essólidos y de gran ri<strong>que</strong>za.“En la Amazonía, la artesanía, laarcilla, las fibras, semillas, raíces,la madera, las hojas y las plumasforman parte de la esencia cultur<strong>al</strong>y ritu<strong>al</strong>”.23Ministerio de Agricultura19


El patrimonio cultur<strong>al</strong>La vida de las <strong>comunidades</strong> está signada pordiversas expresiones cultur<strong>al</strong>es <strong>que</strong> conformanhoy el patrimonio cultur<strong>al</strong> admirado porel mundo y publicitado por el Estado paragenerar mayor turismo. Quizás por esapromoción estat<strong>al</strong>, es <strong>que</strong> la mayor parte de lasociedad reconoce este aporte cultur<strong>al</strong> de las<strong>comunidades</strong> como si se tratara de lo único <strong>que</strong>han entregado <strong>al</strong> país.El Perú es un hervidero de danzas, músicas yritu<strong>al</strong>es <strong>al</strong>imentado durante siglos por las <strong>comunidades</strong>.La musicóloga e investigadora RosaElena Vás<strong>que</strong>z, asegura <strong>que</strong> existen más de 2mil danzas vigentes en el país 24 .“Los estudiosos han identificado hasta300 instrumentos usados y elaboradosen las zonas <strong>and</strong>inas de Perú. Existenuna 70 variaciones de antaras, más de 30variedades de <strong>que</strong>nas y hasta 12 variedadesde charangos.”Una forma prehispánica <strong>que</strong> integra todas lasartes de los Andes y sobrevive, es el taki, apesar de <strong>que</strong> intentó ser eliminado luego de laviolenta represión contra el movimiento lideradopor Túpac Amaru II en 1781.La producción agraria, el trabajo colectivo y elrespeto a la natur<strong>al</strong>eza siempre están presentesen las expresiones artísticas de las <strong>comunidades</strong>.Esto se ve claramente en la “Fiesta delAgua”, ofici<strong>al</strong>mente declarada PatrimonioCultur<strong>al</strong> de la Nación, en <strong>que</strong> los comuneroslimpian los can<strong>al</strong>es y agradecen esta fuente devida. Una de las danzas en homenaje a losApus, a las deidades del agua y las montañases la <strong>al</strong>abada Danza de las Tijeras <strong>que</strong> pone aprueba de la resistencia física de sus intérpretes.Mama Rayguana, la danza más antigua deHuánuco y Pasco, representa a la tierra madre,a la fertilidad después de la hambruna. El voca-blo Rayguana procede, según explica Vás<strong>que</strong>z,del nombre de una variedad de papa. Larelación respetuosa con los anim<strong>al</strong>es tambiénse expresa en danzas <strong>que</strong> escenifican lacrianza y la reproducción de estos ejemplares,sobre todo de los camélidos. Un claro ejemploes La danza de los llameros o llameritos.En la Amazonía, las danzas y ritu<strong>al</strong>es tambiénson diversos. Uno de las manifestaciones másconocidas es la de la cultura de los huitotosquienes celebran la cosecha con la fiesta de losPijuayo. El legado cultur<strong>al</strong> en la costa está relacionadocon los afrodescendientes <strong>que</strong> en territorioperuano desarrollaron diversos ritmos einstrumentos music<strong>al</strong>es como el cajón, <strong>que</strong> en2001 fue declarado Patrimonio Cultur<strong>al</strong> de laNación. Es usado en los espectáculos de artistasdel mundo y hoy se toca en las casas detoda condición soci<strong>al</strong> del país.La mano de obra,la infraestructura yel comercio emergente<strong>Las</strong> manos de los comuneros han movido lavida económica del país en diferentes momentos.Hicieron posible la construcción decarreteras y de infraestructura en gener<strong>al</strong> comoescuelas, postas médicas, entre otros serviciospúblicos en diversos pueblos del país. La ola deestas construcciones se dio princip<strong>al</strong>mente enlos años 20 durante el gobierno de Augusto B.Leguía.Estos caminos fueron el resultado de la participacióncomun<strong>al</strong>. El escritor José María Arguedashace referencia en su libro Yawar Fiesta 25de las ansias de los comuneros de Puquio, enAyacucho, por conocer Lima, <strong>al</strong> punto de iniciaruna competencia entre <strong>comunidades</strong> paraconstruir una carretera en tiempo récord <strong>que</strong> loscondujera a la costeña Nazca para luego llegara la gran capit<strong>al</strong>. “Los periódicos de Lima24Vás<strong>que</strong>z, Rosa Elena. Ritos y fiestas: el origen del teatro y la danza en el Perú. Lima: Ministerio de Educación; 2007.25En el capítulo VII titulado Los “Serranos” de la novela Yawar Fiesta.20


hablaron de la carretera Nazca-Puquio.¡Trescientos kilómetros en veintiocho días! Poriniciativa popular, sin apoyo del Gobierno”,cuenta Arguedas . Este acontecimiento narradoen una novela fue corroborado en el campo porel antropólogo puquiano Rodrigo Montoya. Lamano de obra gratuita de las <strong>comunidades</strong>siempre estuvo disponible en estas construcciones.“El gobierno abastecía con los materi<strong>al</strong>es<strong>que</strong> podía, pero eran las <strong>comunidades</strong> las <strong>que</strong>se organizaban en faenas para construir estasobras. Casi toda la infraestructura de lospueblos se levantó de esa forma”, enfatiza Montoya.Recién en la década de los 90, con el régimende Alberto Fujimori, se implantó la mano de obrapagada en las <strong>comunidades</strong> como una prácticaasistenci<strong>al</strong>ista <strong>que</strong> fue dañina para el país,asegura el investigador.En la actu<strong>al</strong>idad, los migrantes <strong>and</strong>inos yamazónicos constituyen un motor importante enel universo de la población económicamenteactiva. Los herederos de las <strong>comunidades</strong> nosólo están en el campo sino <strong>que</strong> cada vez másse desplazan a las ciudades o <strong>al</strong> extranjero enbusca de nuevas oportunidades <strong>que</strong> permiten elenvío de remesas a sus familias. Aun<strong>que</strong> noexiste una medición estadística sobre estacontribución, el dinero va y viene sin registrarseni v<strong>al</strong>orarse el origen del trabajador peruano.Los emporios comerci<strong>al</strong>es como Gamarra, en eldistrito de La Victoria, y el par<strong>que</strong> industri<strong>al</strong> deVilla El S<strong>al</strong>vador, son los rostros de estemovimiento emergente. Se estima <strong>que</strong> en elcentro textil de Gamarra existen 10 mil empresarios<strong>que</strong> emplean a más de 50 miltrabajadores 26 .La comerci<strong>al</strong>ización de la papa también generauna cadena de empleos. La gastronomía se haconvertido en un movimiento de importanciasorprendente gracias a los <strong>al</strong>imentos cosechadospor las <strong>comunidades</strong>.26Artículo “Gamarra: un emporio pasado de moda”, publicado en América Economía, 2011http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/gamarra-un-emporio-pasado-de-moda-en-el-peruW<strong>al</strong>ter Wust21


La gastronomía involucra directa e indirectamentea cinco millones de personas, el 20%de la Población Económicamente Activa entoda la cadena productiva <strong>que</strong> va desde extracción,industria y comercio hasta el servicio 27 .Pero este aporte no sólo es económico sinotambién cultur<strong>al</strong>: la rev<strong>al</strong>orización de la comidaperuana y sus <strong>al</strong>imentos llena de orgullo y deautoestima <strong>al</strong> país entero.Si <strong>al</strong>go debe <strong>que</strong>dar claro, es <strong>que</strong> las <strong>comunidades</strong>no son novatas en su relación con el mercado,participan activamente en este circuitodesde hace varias décadas, a pesar de laspocas posibilidades <strong>que</strong> le ofrece la economíadel libre mercado. Además, las <strong>comunidades</strong>son consumidoras de los productos de la industria,como fideos, arroz y otros <strong>al</strong>imentos<strong>que</strong> forman parte de la canasta familiar. Hacemucho tiempo dejaron de ser una isla y buscanespacios en los <strong>que</strong> su visión y sus aportessean respetados.Los empresarios del otro PerúGuillermo Cho<strong>que</strong> Huarancca, de 70 años deedad, es uno de estos empresarios <strong>que</strong> tienesus orígenes en las zonas más <strong>al</strong>ejadas delpaís. Él nació en la comunidad campesina deMatara en la provincia Antabamba <strong>que</strong>pertenece <strong>al</strong> departamento de Apurímac. Ahívivió hasta los 15 años teniendo como lenguamaterna el <strong>que</strong>chua y ayud<strong>and</strong>o a sus padres acuidar el ganado y a cultivar. A esa edad, aún unadolescente, viajó a Lima y cinco años mástarde empezó a trabajar en Gamarra comoambulante <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> <strong>que</strong> sus paisanos. Variosaños después se convirtió en un confeccionistade ropas interiores con un negocio propiopujante y con capacidad para distribuir a diversosdepartamentos del país.Desde hace ocho años, don Guillermo regresa asu pueblo todos los meses de junio acompañadode otros matarinos <strong>que</strong> viven en Lima y<strong>que</strong> buscan promover la semana turística deeste caserío apurimeño. Estas actividadesincluyen la fiesta tradicion<strong>al</strong> de San Pedro y SanPablo <strong>al</strong>rededor de una laguna simbólica <strong>que</strong>tiene la comunidad. “Queremos aportar a nuestratierra como hijos de Matara”, enfatiza elempresario.27Mario V<strong>al</strong>derrama. El plato fuerte del desarrollo en el Informe Anu<strong>al</strong> sobre Pobreza y Desarrollo en el Perú. Lima: Oxfam Internacion<strong>al</strong>;201022


III. EL CAPITAL SOCIAL


El círculo virtuoso de dary recibir¿En dónde radica la fort<strong>al</strong>eza de las <strong>comunidades</strong>?En su enorme capit<strong>al</strong> soci<strong>al</strong> del <strong>que</strong>casi no se habla, en ese conjunto de relacionessoci<strong>al</strong>es y de identidad, <strong>al</strong>imentados porv<strong>al</strong>ores como la reciprocidad y la solidaridad.Debido a esa solidaridad, la ayuda entre losmiembros de la comunidad no es la excepción,es la regla. Es lo <strong>que</strong> predomina yordena las relaciones soci<strong>al</strong>es. Lo mismosucede con la reciprocidad. En el mundo<strong>and</strong>ino se evidencia con el aporte mutuo, eltrabajo colectivo sin s<strong>al</strong>ario: “Te doy decomer, me das de comer… y bailamos” 28 .Destaca la noción del “trabajo-fiesta”, de lacelebración del “nosotros”.El ayni es la institución primaria de ayudamutua dentro de las <strong>comunidades</strong> delmundo <strong>and</strong>ino, se re<strong>al</strong>iza <strong>al</strong> interior del ayllu (lafamilia) e involucra a todos sus miembros enacciones cotidianas como el cultivo y la cosechaen los campos, el cuidado del ganado, laconstrucción de una casa, entre otras actividades.Mientras <strong>que</strong> la minka es el trabajo enbeneficio de los bienes comun<strong>al</strong>es como laconstrucción de infraestructura para elbienestar de todos los comuneros comosucedió en los años 20 del siglo pasado.Ellos se involucraron con la solución delproblema. La indiferencia y el individu<strong>al</strong>ismo noes lo <strong>que</strong> prima en la vida comunitaria. Es lorecíproco y lo solidario. Así, en varias <strong>comunidades</strong>un propietario de un sembrío de maíz enproducción puede invitar a sus parientes delasentamiento loc<strong>al</strong> a cosechar maíz en chocloen sus tierras a sabiendas <strong>que</strong> cu<strong>and</strong>o los sembríosestén maduros, ellos van a compartir losfrutos de este esfuerzo mutuo.En las sociedades indígenas amazónicas, laactividad económica tradicion<strong>al</strong> se produce conel intercambio de dones (productos y servicios)donde se v<strong>al</strong>ora la reciprocidad y la igu<strong>al</strong>dad enlas relaciones soci<strong>al</strong>es 29 . En diversas zonas dela gran cuenca amazónica, se han intercambiadoobjetos escasos y de lujo, como s<strong>al</strong>,plumas, curare y cerbatanas.“Se puede encontrar la reciprocidad ysolidaridad tanto en Miraflores como enVilla El S<strong>al</strong>vador, pero lo importante essaber dónde tienen mayor predominancia,y en el caso de las <strong>comunidades</strong>esto las define”- Rodrigo MontoyaHay una regla simple y razonable en esta formade vida: “hoy te doy y mañana tú me das”. Eldon debe ser correspondido y permite fort<strong>al</strong>ecerlos vínculos de <strong>al</strong>ianza y colectividad. Estosintercambios de objetos, comida o mano deobra contribuyen a solucionar los problemasen la producción de <strong>al</strong>imentos, a satisfacerlas necesidades de la vida en comunidad;pero a la vez reafirman las relaciones soci<strong>al</strong>es<strong>al</strong> interior de un poblado.Los actos de dar en el mundo de las <strong>comunidades</strong>están llenos de ritu<strong>al</strong>es, según Richard C.Smith. Por ejemplo, en el territorio asháninka dela selva centr<strong>al</strong> del Perú, donde la yuca dulce esmuy importante en la <strong>al</strong>imentación, hay familias<strong>que</strong> siembran una cantidad extra de yuca paraproducir gr<strong>and</strong>es cantidades de masato <strong>que</strong>luego invitarán a los parientes y vecinos en unacelebración mítica con música y baile. Mientrasmás días duren los festejos, mayor prestigioacumulará el anfitrión. Y así vendrá otra familia<strong>que</strong> ofrecerá <strong>al</strong> asentamiento su producciónpara un nuevo ritu<strong>al</strong>, una acción <strong>que</strong> seguirá<strong>al</strong>iment<strong>and</strong>o el círculo virtuoso de la reciprocidadLa equidad es otro v<strong>al</strong>or importante: todosdeben tener las mismas posibilidades deacceder a los recursos productivos de lacomunidad. Nadie puede ser privado de lo <strong>que</strong>28Entrevista a Rodrigo Montoya para este informe.29Smith, Richard. “El don <strong>que</strong> hiere: reciprocidad y gestión de proyectos en la Amazonía Peruana”, publicado en El cuidado de losbienes comunes: gobierno y manejo de los lagos y bo<strong>que</strong>s de la Amazonía. Lima: Instituto del Bien Común e Instituto deEstudios Peruanos; 2001.24


necesita para subsistir. Al mismo tiempo <strong>que</strong>nadie debería tener hambre cu<strong>and</strong>o otros tienencomida: las normas de redistribución aseguran<strong>que</strong> las familias en la Amazonía tengan en lamedida de lo posible las provisiones de comida<strong>que</strong> necesitan 30 .La mezquindad, la avaricia, el egoísmo soncondenados soci<strong>al</strong>mente mientras <strong>que</strong> laentrega de dones es v<strong>al</strong>orada y da mayor estatus<strong>al</strong> comunero.El “nosotros”versus el “yo”En el mundo <strong>and</strong>ino, la tierra del ayllu se divideen sectores consider<strong>and</strong>o sus condicionesecológicas y los ciclos rotativos de los cultivos.Cada familia tiene derecho a pedir una parcelaen cada uno de los sectores, lo <strong>que</strong> determina elesfuerzo constante de todo el ayllu y grupoétnico por controlar el número máximo de pisosecológicos. A esto, John V. Murra 31 denominó elprincipio de la vertic<strong>al</strong>idad económica de lassociedades <strong>and</strong>inas.Bajo esta lógica del control vertic<strong>al</strong> del espacio,la parte baja de los Andes será utilizada paracultivar el maíz, la zona intermedia, para cultivarMylene D’Auriol Stoessella papa o la oca y las zonas <strong>al</strong>tas para producirforrajes y criar las <strong>al</strong>pacas. Esta distribuciónnatur<strong>al</strong> del territorio exige <strong>que</strong> v<strong>al</strong>ores como lasolidaridad y la reciprocidad sean fundament<strong>al</strong>espara la existencia de las <strong>comunidades</strong>.Quien tuvo una buena cosecha de maíz podráintercambiar su producto con el comunero delas zonas <strong>al</strong>tas <strong>que</strong> logró un buen manejo delganado pero <strong>que</strong> a su vez no tuvo producciónde maíz.Al igu<strong>al</strong> <strong>que</strong> la economía del libre mercado tienesus principios, la economía de la reciprocidadde las <strong>comunidades</strong> <strong>al</strong>imentado a través demiles de años, tiene sus propios pilares <strong>que</strong>responden a las condiciones geográficas yclimáticas. La diferencia es <strong>que</strong> en el caso de lagestión comun<strong>al</strong> de los recursos, el objetivomayor es lograr el bienestar gener<strong>al</strong> de losmiembros de la comunidad.Esto no quiere decir <strong>que</strong> la necesidad decada comunero como individuo no interese.La economía del dar y recibir se sustenta enla necesidad de asegurar “<strong>al</strong>go” <strong>que</strong> hoy omás tarde puede ser útil. “Es el incentivo delinterés individu<strong>al</strong> el <strong>que</strong> <strong>al</strong>imenta <strong>al</strong> sistema tot<strong>al</strong>del intercambio. Pero contrario a la economíadel mercado, el gran propósito de este sistemano es ens<strong>al</strong>zar <strong>al</strong> individuo, sino reforzar losvínculos entre los individuos, miembros de la30Smith, Richard. “El don <strong>que</strong> hiere: reciprocidad y gestión de proyectos en la Amazonía Peruana”, publicado en El cuidado de losbienes comunes: gobierno y manejo de los lagos y bo<strong>que</strong>s de la Amazonía. Lima: Instituto del Bien Común e Instituto deEstudios Peruanos; 2001.31John V. Murra. Formaciones económicas y políticas del mundo <strong>and</strong>ino, 1975.25


sociedad”, asegura Smith. Por eso ser solidarioy recíproco es reconocido en la comunidad.Los cambios y desafíosde la vida comunitaria<strong>Las</strong> tradiciones en la gestión comunitaria de losecosistemas loc<strong>al</strong>es y sus recursos natur<strong>al</strong>estambién están sujetas a cambios por presionesexternas o internas. Si desde afuera las amenazasparecen cada vez más visibles con unapolítica voraz de inversiones resp<strong>al</strong>dada porcambios normativos <strong>que</strong> atentan contra el régimencomun<strong>al</strong>, <strong>al</strong> interior de las <strong>comunidades</strong>también hay un panorama preocupante.El fondo de tierras de las <strong>comunidades</strong> se estáagot<strong>and</strong>o progresivamente. “No hay ningúnmercado de tierras fuerte <strong>al</strong> interior de las <strong>comunidades</strong>”apunta Montoya, quien grafica elproblema con una imagen: las casas de lospueblos cerradas con c<strong>and</strong>ados, solas.Hay diversas razones para explicar esta crisis:el agotamiento natur<strong>al</strong> de la tierra, el conflictogeneracion<strong>al</strong> entre comuneros viejos y jóvenespor la tierra, la migración de los hijos no sólo <strong>al</strong>as gr<strong>and</strong>es ciudades sino a Estados Unidos yEuropa, el mayor peso <strong>que</strong> va adquiriendo eléxito individu<strong>al</strong>.No se puede ocultar <strong>que</strong> hay un deterioro delas tradiciones en las <strong>comunidades</strong>. Así, loscazadores bora y huitoto en el Ampiyacu ignoranlos ritu<strong>al</strong>es sagrados y los límites espiritu<strong>al</strong>esde la Amazonía ya <strong>que</strong> capturan de losbos<strong>que</strong>s a los anim<strong>al</strong>es <strong>que</strong> tienen la carne máscotizada en el mercado. Cada vez más lasfamilias celebran ritu<strong>al</strong>es sagrados en sus m<strong>al</strong>ocasa cambio de <strong>que</strong> un turista le dé dinero. Hayotras familias <strong>que</strong> prefieren pagar una cuota enlugar de cumplir con sus labores de reciprocidad.En medio de dos tipos de economía, en la <strong>que</strong>una v<strong>al</strong>ora la acumulación de bienes y otra elintercambio de dones, la confusión reina en la“Se debe superar la visión estrecha deldesarrollo entendido como crecimientoeconómico basado en la acumulaciónde activos para apostar por una visiónmás integr<strong>al</strong> del desarrollo en el <strong>que</strong> sev<strong>al</strong>ore el capit<strong>al</strong> soci<strong>al</strong> de las <strong>comunidades</strong>,<strong>que</strong> es –en perspectiva– una desus princip<strong>al</strong>es fort<strong>al</strong>ezas económicas”- Claudia Mendienta, Economistamente de un sector de los comuneros.Estos cambios <strong>al</strong> interior de las <strong>comunidades</strong>tienen un contexto gener<strong>al</strong>: la f<strong>al</strong>ta de oportunidades.La dem<strong>and</strong>a de titulación individu<strong>al</strong> en las<strong>comunidades</strong> está asociada a un mayordesarrollo de mercados. Y en ese otro espacioabierto en el <strong>que</strong> hay <strong>que</strong> competir de igu<strong>al</strong> aigu<strong>al</strong>, los comuneros encuentran una serie deobstáculos <strong>que</strong> van más <strong>al</strong>lá de la necesidad des<strong>al</strong>tar la v<strong>al</strong>la de la f<strong>al</strong>ta de un título individu<strong>al</strong>.Según la economista Claudia Mendieta, el títulono es una condición suficiente para acceder <strong>al</strong>crédito y gozar de los beneficios del crecimientoeconómico. “La verdadera capit<strong>al</strong>ización de losactivos de los comuneros reside en visibilizarsus iniciativas, sus emprendimientos, sus eleccionesy esto requiere de mucho más <strong>que</strong> tenerun título de propiedad individu<strong>al</strong>”, asegura 32 .No hay reglas de juego <strong>que</strong> les faciliten un buenpartido. Por ello, el Estado debe nivelar elterreno con políticas públicas intercultur<strong>al</strong>es dedesarrollo <strong>que</strong> rescaten la organización comun<strong>al</strong>y sus v<strong>al</strong>ores tan arraigados como lasolidaridad y la reciprocidad. El poder políticosigue camin<strong>and</strong>o muy <strong>al</strong>ejado de la re<strong>al</strong>idad delas <strong>comunidades</strong>. Como resultado se han dadodiversas normas <strong>que</strong> afectan la propiedadcomun<strong>al</strong> y, en consecuencia, recortan losderechos de la población indígena. Hagamosuna revisión.32Exposición de la economista Claudia Mendieta Navarro durante la Jornada de Reflexión y Análisis sobre comunidad y economíade mercado, el 9 de setiembre de 201126


IV. LAS LEYES DE LA EXCLUSIÓN


En los últimos 30 años, el reconocimiento <strong>al</strong>derecho de la propiedad comun<strong>al</strong> <strong>que</strong> marc<strong>al</strong>a existencia y forma de vida de las <strong>comunidades</strong>se ha ido deterior<strong>and</strong>o cada vez más.Han pasado seis periodos presidenci<strong>al</strong>es<strong>que</strong> en menor o mayor grado debilitaron elrégimen comunitario por considerar <strong>que</strong>éste detiene el crecimiento económico delpaís.En su reemplazo, se han promovido normasbajo la prédica política de “modernizar” lapropiedad comun<strong>al</strong> y sacarla del atraso mediantela promoción de la inversión privada.Esto <strong>que</strong> podría parecer a primera vista unaapuesta razonable de los gobernantes en unpaís en vías de desarrollo, ha enfrentado repetidamenteel mismo problema: no se ha incorporadolos aportes ni la forma de organización delas <strong>comunidades</strong> en estos intentos de reformade la agricultura y el sector rur<strong>al</strong>. Todo locontrario, se ha buscado eliminar y desaparecera<strong>que</strong>llos rasgos esenci<strong>al</strong>es de lo <strong>que</strong> significacomunidad. Y hay un obstáculo adicion<strong>al</strong>: laspropuestas de desarrollo han ido dirigidasusu<strong>al</strong>mente <strong>al</strong> sector más moderno de la agricultura,sin considerar <strong>que</strong> la mayor parte delos productores son pe<strong>que</strong>ños agricultoresy el 55% de la superficie agropecuaria delpaís está bajo el régimen comun<strong>al</strong> 33 .En lugar de incluir, se ha excluido. En el actu<strong>al</strong>gobierno de Ollanta Hum<strong>al</strong>a tampoco se vengestos de cambio. Hay una pasiva continuidaden medio de una tremenda paradoja: la suscripcióndel Estado peruano a instrumentos internacion<strong>al</strong>es<strong>que</strong> cada vez más protegen losderechos fundament<strong>al</strong>es de las <strong>comunidades</strong>,mientras <strong>que</strong> dentro de casa, en el país, sedesarrolla un marco jurídico nacion<strong>al</strong> <strong>que</strong> poneen riesgo la posesión ancestr<strong>al</strong> de las <strong>comunidades</strong>sobre su territorio y termina vulner<strong>and</strong>osus derechos.¿Qué es lo <strong>que</strong> ha heredado el gobierno deHum<strong>al</strong>a? ¿Cuáles son los desafíos pendientesde resolver, a<strong>que</strong>llos <strong>que</strong> no han sido incluidosen la agenda de prioridades? Revisemos lasnormas <strong>que</strong> terminaron debilit<strong>and</strong>o en el papel yen los hechos la propiedad comun<strong>al</strong> y <strong>que</strong>fueron aprobadas a lo largo de tres décadas,teniendo como etapas más críticas el régimende Alberto Fujimori, a lo largo de los añosnoventa, y el segundo periodo de Alan García,del 2006 <strong>al</strong> 2011.33III Cenagro 1994.Foto IBC28


Los primeros cambios normativos19331969Constitución Políticade 1933.Ley de Reforma Agraria(D.L. 17716).Declaraba la existencia leg<strong>al</strong> y la personería jurídica de las <strong>comunidades</strong>indígenas.Reconocía el carácter inembargable, in<strong>al</strong>ienable e imprescriptible de supropiedad territori<strong>al</strong>.<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> indígenas pasaron a ser denominadas “<strong>comunidades</strong>campesinas”.1974 Ley de <strong>comunidades</strong>nativas y de desa- rrolloagropecuario de lasregiones de selva yceja de selva(D.L. 20653).1975 Ley Forest<strong>al</strong> y deFauna Silvestre(D.L. 21147).1979 Constitución Política de1979.Abrió camino <strong>al</strong> latifundio agrícola y ganadero en las regiones amazónicas <strong>al</strong>ampliar los límites de tierras para <strong>que</strong> fueran adjudicadas a empresas delEstado.Estableció <strong>que</strong> las zonas del territorio de las <strong>comunidades</strong> nativas con aptitudforest<strong>al</strong> sólo debían ser cedidas en uso a estas poblaciones, a pesar de ser lasdueñas originarias.Declaró de dominio público los recursos forest<strong>al</strong>es y de fauna silvestre.Mantuvo el carácter de inembargable e imprescriptible de las tierras comun<strong>al</strong>es,pero relativizó el tema de la in<strong>al</strong>ienabilidad, indic<strong>and</strong>o <strong>que</strong> suenajenación sería posible en caso de <strong>que</strong> dos tercios de los comuneros solicitaransu división o venta.La arremetida de los 90: las leyes de Fujimori1993 Constitución Política de1993.1995 Ley de Tierras(Ley 26505).Puso fin a un largo periodo de garantías constitucion<strong>al</strong>es para las <strong>comunidades</strong>indígenas iniciado en 1920.Impulsó la propiedad individu<strong>al</strong> y el cambio de personería jurídica de unmodelo asociativo, <strong>que</strong> caracteriza a las <strong>comunidades</strong>, a uno con criteriosproductivo-empresari<strong>al</strong>es.A partir de entonces, las normas para titular <strong>comunidades</strong> nativas y campesinasincluyeron un nuevo requisito, el llamado “primera de dominio”, <strong>que</strong>impone registrar primero las tierras a nombre del Estado para <strong>que</strong> luego éstetitule a las <strong>comunidades</strong>.1997 Ley de Titulación deTierras de las ComunidadesCampesinas dela Costa (Ley 26845).Ley Orgánica para elaprovechamientosostenible de losrecursos natur<strong>al</strong>es(Ley 26821).Rebajó el porcentaje de votos del 50% <strong>al</strong> 30% para adjudicar tierras comun<strong>al</strong>esa terceros en un periodo no menor de dos años.Se abrió camino para promover la inversión de las empresas agroindustri<strong>al</strong>esy agroexportadoras, sobre todo en la costa norte.Promueve el aprovechamiento sostenible de los recursos natur<strong>al</strong>es renovablesy no renovables.<strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> pueden seguir aprovech<strong>and</strong>o de estos recursos siempre ycu<strong>and</strong>o otros les permitan hacerlo o el Estado no disponga de ellos.Esta norma va en contra del principio de la posesión territori<strong>al</strong> indígena <strong>que</strong>establece el Convenio 169 de la OIT.29


2001La continuidad de ToledoAlej<strong>and</strong>ro Toledo continuó la política económica de Fujimori. En suma, su gobierno no planteó mayoresprotecciones a la propiedad comun<strong>al</strong>. Hay un estancamiento.2004 Ley de reversión a favor del Estado de lospredios rústicos adquiridos a título gratuito(Ley 28259).2006 Ley <strong>que</strong> declara la reversión de prediosrústicos <strong>al</strong> dominio del Estado, adjudicados atítulo oneroso, con fines agrarios, ocupadospor asentamientos humanos(Ley 28667).El contraata<strong>que</strong> de GarcíaDispuso <strong>que</strong> los predios ab<strong>and</strong>onados o <strong>que</strong> nocumplan con el fin para el <strong>que</strong> fueron adjudicadosrevirtieran <strong>al</strong> Estado.Declaró la reversión <strong>al</strong> dominio del Estado de prediosrústicos <strong>que</strong> hubieran sido adjudicados a título gratuito,incluidos los afectos por el Decreto Legislativo 838 (<strong>que</strong>beneficiaba a personas y <strong>comunidades</strong> campesinas enzonas deprimidas, <strong>que</strong> habían recibido tierras gratuitamente).2007 Los artículos: “El síndrome del perro delhortelano”.Un mensaje claro <strong>al</strong> país: para el presidente de laRepública, la pe<strong>que</strong>ña agricultura y las <strong>comunidades</strong>campesinas eran un símbolo de atraso, tierras “ociosas”<strong>que</strong> no contribuían <strong>al</strong> desarrollo del Perú.2008 Ley <strong>que</strong> delega en el Poder Ejecutivo lafacultad de legislar sobre diversas materiasrelacionadas con la implementación delAcuerdo de Promoción Comerci<strong>al</strong> Perú -Estados Unidos (Ley 29157).De este pa<strong>que</strong>te de 99 decretos legislativos, 26estuvieron relacionados con la agricultura, el uso delagua y los recursos natur<strong>al</strong>es, y con las <strong>comunidades</strong>campesinas y nativas.2009 Los sucesos de Bagua. El panorama <strong>que</strong> los mencionados decretos legislativosdelinearon cambió luego de casi un año de protestas,princip<strong>al</strong>mente por parte de las <strong>comunidades</strong>nativas (el episodio más grave se produjo en junio del2009, en Bagua). Se derogaron los decretos 1015,1064, 1073 y 1090. Los Decretos Legislativos Nº 1081(<strong>que</strong> creaba el Sistema Nacion<strong>al</strong> de Gestión de losRecursos Hídricos) y 1083 (<strong>que</strong> establecía un régimende incentivos para el mejor uso del agua) fueronderogados en marzo de 2009, <strong>al</strong> aprobarse la Ley deRecursos Hídricos.El gobierno de Ollanta2011 Ley del Derecho a la Consulta Previa a losPueblos Indígenas u Originarios(Ley 29785).2012 Reglamento de la Ley del Derecho a laConsulta Previa a los Pueblos Indígenas uOriginarios (DS 01-2012-MC).Uno de los puntos más controvertidos de la norma es loconcerniente a los sujetos del derecho a la consulta(artículo 5) y los criterios para su identificación (artículo7), los <strong>que</strong> difieren del Convenio 169.El reglamento se publicó en medio de una serie decuestionamientos. Los primeros se centraron en l<strong>al</strong>egitimidad del proceso, ya <strong>que</strong> sólo dos de las seis delas organizaciones indígenas nacion<strong>al</strong>es continuaronhasta el fin<strong>al</strong> del diálogo. Asimismo, el texto fin<strong>al</strong> publicadono respetó cinco de los acuerdos adoptados <strong>que</strong>constaban en el acta fin<strong>al</strong>, e incorporó un nuevo articulado<strong>que</strong> no fue materia del proceso de consulta.30


V. LO PENDIENTE Y LO URGENTE


OxfamLos desafíos y tareas pendientes para los gobiernos y la sociedad, han s<strong>al</strong>ido unodetrás de otro en este recorrido por el mundo de las <strong>comunidades</strong> marcado por ladesatención del Estado, la exclusión y la f<strong>al</strong>ta de reconocimiento de la contribuciónde estos pueblos <strong>al</strong> Perú desde diversos lados. Por ello, es importante considerarestos puntos:• <strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> siguen sin ser prioridaden las estadísticas nacion<strong>al</strong>es. No se sabecon seguridad cuántas y quiénes son las <strong>comunidades</strong>de nuestro país a pesar <strong>que</strong> tienen un<strong>al</strong>arga historia y han sido reconocidas leg<strong>al</strong>mentepor el Estado peruano.• Al no haber un sistema ofici<strong>al</strong> para identificarla situación de las <strong>comunidades</strong>, elEstado continúa sin implementar políticaspúblicas <strong>que</strong> garanticen sus derechos y sinconsiderarlas en la toma de decisiones. Con laaprobación de la ley de consulta previa y sureglamento, se esperaba un avance en estecamino, sin embargo aún no existen consensossobre los <strong>al</strong>cances de estas normas.• La titulación de las tierras comun<strong>al</strong>es siguesiendo postergada y está estancada desdediciembre de 2010 en <strong>que</strong> esa función pasó amanos de los gobiernos region<strong>al</strong>es sinestablecerse un ente rector en el tema a niveldel gobierno centr<strong>al</strong>.• <strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> no sólo han aportado <strong>al</strong>país con su cultura sino también lo hanhecho económicamente. Su contribución esdiversa: en la protección de la biodiversidad,producción de <strong>al</strong>imentos, la construcción deinfraestructura en zonas <strong>al</strong>ejadas, en manifestacionescultur<strong>al</strong>es, en mano de obra para diversasactividades económicas en las ciudades y elextranjero adonde migraron los hijos de loscomuneros.• Existe un gran capit<strong>al</strong> soci<strong>al</strong> en el régimencomun<strong>al</strong> <strong>que</strong> es <strong>al</strong>imentada por v<strong>al</strong>ores comola reciprocidad y la solidaridad <strong>que</strong> deben serconsideradas en las políticas públicas paraconseguir un desarrollo más integr<strong>al</strong>.• <strong>Las</strong> <strong>comunidades</strong> no pueden seguir siendoexcluidas de los emprendimientos económicospor lo <strong>que</strong> se requiere <strong>que</strong> los comunerostengan la misma oportunidad <strong>que</strong> otros actoresde desenvolverse en el mercado. Para ello serequiere de políticas públicas equitativas ypromotoras de las iniciativas de los comuneros<strong>que</strong> permitan un desarrollo rur<strong>al</strong> sostenible. Nose puede continuar implement<strong>and</strong>o un proyectode desarrollo <strong>que</strong> erradi<strong>que</strong> todo lo <strong>que</strong> hanconstruido las <strong>comunidades</strong>.• A pesar del aporte de las <strong>comunidades</strong>, secontinúa deterior<strong>and</strong>o el régimen comun<strong>al</strong>con diversas normas aprobadas en losúltimos treinta años por diversos gobiernossin considerar <strong>que</strong> la forma de vida de las <strong>comunidades</strong>puede convertirse en una oportunidadpara contribuir a un desarrollo más inclusivo,mejorar la distribución de los recursos y reducirla pobreza <strong>que</strong> aún golpea <strong>al</strong> país y <strong>que</strong> nopueden ocultar las cifras más entusiastas delcrecimiento económico.32


ANEXO


Comunidades campesinas reconocidas y tituladas a diciembre de 2010N° DepartamentoComunidadesreconocidasNro. defamiliasComunidadestituladasPorcentaje detitulación15227.00652100%235054.84133195%347076.66043292%4654118.17447773%510427.8428279%6928111.64979686%759288.68151888%8285122.82220572%9111.235436%1039174.93035791%1112025.83211293%122833.4221761%1328931.83322979%14957.8984143%15757.1207296%167339.8766589%1713695.58012592%181265122.824105683%191561100%20463.0774393%6.0691.084.7385.11084%Comunidades nativas reconocidas y tituladas a diciembre de 2010N° DepartamentoComunidadesreconocidasNro. defamiliasComunidadestituladasPorcentaje detitulación11729.81717099%2221150%322812100%4634.5505892%513525862%61716.12715993%762717.75649879%8273372385%91193.6489882%10309612997%112438.17422583%1.46952.1971.27187%Fuente: Cofopri. 201135


36Oxfam/, P. Ramirez

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