11.07.2015 Views

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

puedo adoptar «posición de descanso», como reza la fórmulamilitar, me ahorran <strong>el</strong> plus de gasto de la compulsión desolemnidad, y la comparación entre ese modo de representar,incitado por la empatia, y <strong>el</strong> acostumbrado hasta ese momento,que procura establecerse simultáneamente, vu<strong>el</strong>ve acrear la diferencia de gasto que puede ser descargada porla risa.La caricatura opera <strong>el</strong> rebajamiento, según es notorio, realzandode la expresión g<strong>lo</strong>bal d<strong>el</strong> objeto <strong>su</strong>blime un únicorasgo en sí cómico que no podía menos que pasar inadvertidomientras só<strong>lo</strong> era perceptible dentro de la imagen total. Ahora,por medio de <strong>su</strong> aislamiento, se puede obtener un efectocómico que en nuestro recuerdo se extiende al todo. Condiciónde <strong>el</strong><strong>lo</strong> es que la presencia de <strong>lo</strong> <strong>su</strong>blime mismo no nosmantenga en nuestra predisposición a venerar<strong>lo</strong>. Cuando enla realidad falta un rasgo cómico omitido de ese modo, lacaricatura <strong>lo</strong> crea sin reparo alguno exagerando uno no cómiCO en sí mismo. Vu<strong>el</strong>ve a ser característico para <strong>el</strong> origend<strong>el</strong> placer cómico que <strong>el</strong> efecto de la caricatura no <strong>su</strong>fraesencial menoscabo por ese falseamiento de la realidad.Parodia y travestismo obtienen <strong>el</strong> rebajamiento de <strong>lo</strong> <strong>su</strong>blimede otra manera, destruyendo la unidad entre <strong>lo</strong>s caracterescjue nos re<strong>su</strong>ltan familiares en ciertas personas y <strong>su</strong>sdichos o acciones, o bien <strong>su</strong>stituyendo las personas <strong>su</strong>blimeso <strong>su</strong>s exteriorizaciones por unas de inferior niv<strong>el</strong>. En esto, yno por <strong>el</strong> mecanismo para producir placer cómico, se distinguende la caricatura. Idéntico mecanismo vale también para<strong>el</strong> desenmascaramiento, que só<strong>lo</strong> interviene allí donde alguiense ha arrogado mediante fraude una dignidad y autoridad d<strong>el</strong>as que es preciso despojar<strong>lo</strong> realmente. Ya a raíz d<strong>el</strong> <strong>chiste</strong>tomamos <strong>con</strong>ocimiento d<strong>el</strong> efecto cómico d<strong>el</strong> desenmascaramientoa través de algunos ejemp<strong>lo</strong>s; tal la historia de lanoble dama cjue en las primeras ansies Je! parto exclamó;«Ah, mon Dieu/», y a la que <strong>el</strong> médico no quiso hacer casohasta que gritó: «¡Ay-ay-ay ay!» [pag. 77]. Ahora que tenemosnoticia de <strong>lo</strong>s caracteres de <strong>lo</strong> cómico, ya no podemosnegar que esa historia es en verdad un ejemp<strong>lo</strong> de desenmascaramientocómico y rio posee justificados títu<strong>lo</strong>s parallamarse <strong>chiste</strong>. Al chisto recuerda meramente por la escenificación,por <strong>el</strong> recurso técnico de la «figuración mediantealgo pequeñísimo» [<strong>lo</strong>e. cit.], o sea, en este caso, <strong>el</strong> grito,<strong>con</strong>siderado indicio <strong>su</strong>ficiente para iniciar la asistencia. Empero,queda en pie que a nuestro sentimiento lingüístico, sise nos pide pronunciarnos, no le repugna llamar <strong>chiste</strong> a unahistoria de esta clase. Nos inclinaríamos a explicar<strong>lo</strong> reflexionandoque <strong>el</strong> uso lingüístico no parte de la int<strong>el</strong>ección191

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!