11.07.2015 Views

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

volumen-viii-e28093-el-chiste-y-su-relacic3b3n-con-lo-inconsciente-1905

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pulsión que la educación int<strong>el</strong>ectual impone; son unos aliviospsíquicos que uno puede poner en cierta r<strong>el</strong>ación de oposición<strong>con</strong> <strong>el</strong> ahorro en que <strong>con</strong>siste la técnica d<strong>el</strong> segundo grupo.Alivio de gasto psíquico, sea este preexistente, sea reclamadoen <strong>el</strong> momento: he ahí, pues, <strong>lo</strong>s dos principios a que se re<strong>con</strong>ducetoda técnica de <strong>chiste</strong>, y, por tanto, todo placer derivadode tales técnicas. Por <strong>lo</strong> demás, las dos variedades d<strong>el</strong>a técnica y de la ganancia de placer coinciden —al menosa grandes trazos— <strong>con</strong> la división de <strong>chiste</strong> en la palabra y<strong>chiste</strong> en <strong>el</strong> pensamiento.[2]Las <strong>el</strong>ucidaciones precedentes nos han llevado, sin que <strong>lo</strong>advirtiésemos, a int<strong>el</strong>igir una historia evolutiva o psicogénesisd<strong>el</strong> <strong>chiste</strong>, que ahora abordaremos más de cerca. Hemostomado noticia de unos estadios previos d<strong>el</strong> <strong>chiste</strong>, y es probableque <strong>su</strong> desarrol<strong>lo</strong> hasta <strong>el</strong> <strong>chiste</strong> tendencioso ponga endescubierto nuevos víncu<strong>lo</strong>s entre <strong>lo</strong>s diversos caracteres d<strong>el</strong><strong>chiste</strong> Antes de todo <strong>chiste</strong> existe algo cjue podemos designarcomo juego o «chanza». El juego —atengámonos a estadesignación— af<strong>lo</strong>ra en <strong>el</strong> niño mientras aprende a emplearpalabras y urdir pensamientos. Es probable que ese juegoresponda a una de las pulsiones que <strong>con</strong>striñen al niño aejercitar <strong>su</strong>s capacidades (Groos [1899]); al hacer<strong>lo</strong> tropieza<strong>con</strong> unos efectos placenteros que re<strong>su</strong>ltan de la repeticiónde <strong>lo</strong> semejante, d<strong>el</strong> redescubrimiento de <strong>lo</strong> <strong>con</strong>sabido, lahomofonía, etc., y se explican como insospechados ahorrosde gasto psíc^uico." No es asombroso que esos efectos placenterosimpulsen {antreiben) al niño a cultivar <strong>el</strong> juego y<strong>lo</strong> muevan a proseguir<strong>lo</strong> sin miramiento por <strong>el</strong> significadode las palabras y la trabazón de las oraciones. Un juego <strong>con</strong>palabras y pensamientos, motivado por ciertos efectos deahorro placenteros, sería entonces <strong>el</strong> primero de <strong>lo</strong>s estadiosprevios d<strong>el</strong> <strong>chiste</strong>.El fortalecimiento de un factor que merece ser designadocomo crítica o racionalidad pone término a ese juego. Ahoraeste es desestimado por carecer de sentido o ser un directo11 [El placer que hallan <strong>lo</strong>s niños en las repeticiones (al cual sevu<strong>el</strong>ve a hacer referencia infra, pág. 214, y que ya había sido comentadoen una nota al pie de La interpretación de <strong>lo</strong>s <strong>su</strong>eños (1900ij),AE, 4, pág. 276) es un tema d<strong>el</strong> que Freud se ocupó mucho después,al examinar <strong>su</strong> hipótesis de una «compulsión de repetición» en Más allád<strong>el</strong> principio de placer (1920g), AE, 18, pág. 35.]123

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!