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debe hacer y qué se debe evitar, el fin de ella incluirá los fines de las demásciencias, de modo que constituirá el bien del hombre.La política es por consiguiente, para Aristóteles, el saber global de laciudad, el conjunto de sus saberes y actividades. Decir «saberes y actividades»es aquí un tanto redundante. El saber o conocimiento no ha de considerarse enprimer lugar como un saber objetivo, acumulado en frases recogidas en libros oen ordenadoras electrónicas. Conocimiento o saber es una disposición adquiridapor medio de un constante ejercicio, constitutiva de esa capacidad de losindividuos que les permite confiar unos en otros y prestarse mutua ayuda. No setrata pues de un conocimiento o saber objetivos, sino de una disposiciónsubjetiva e individual, pero provechosa para un orden social intersubjetivo ycolectivo. Necesitamos por supuesto instituciones sabias y competentes, perouna institución nunca puede ser competente en sí misma, si no está dirigida yadministrada por individuos competentes. A la larga es mejor la competenciahumana sin instituciones que las instituciones sin competencia humana, como espreferible la democracia sin parlamentarismo que el parlamentarismo sindemocracia. Sólo una sociedad paternalista y profesionalizada puede imaginarseque son las instituciones las que hacen buenos a los hombres y no al revés.Es tarea fundamental de la ciudadanía el administrar y fomentar eldesarrollo de sus saberes. Por eso, la formación humana, que los griegosllamaban paideia, es la base de la vida de la ciudad democrática. La formaciónhumana no se basta con instituciones que dirijan el quehacer humanoimponiendo el qué del hacer humano. La formación ciudadana exigeinstituciones que fomenten el cómo de actividades mediante las cuales losciudadanos se hagan capaces de encontrar sus propios qués y de irenseñándose unos a otros nuevos cómos en un ambiente de creatividad yconcordia. Enseñar es mostrar cómo, no imponer qué. Ahora bien los sabereshumanos de los que se nutre y aprovecha la vida de la ciudad para suprosperidad y su desarrollo son de varias índoles, unas más fundamentales queotras. Hay un tipo de saber que desarrolla el conocimiento de nuestro entornoobjetivo y de las condiciones en que nuestra vida se desarrolla. Sin unconocimiento de lo dado, de los hechos que nos permiten o nos impiden actuar,ignoramos cuales son nuestras posibilidades de actuación y nos exponemos acaer o en la pasividad o en la osadía.Este tipo de conocimiento es por lo tanto relativo (digo «relativo») a lavida. Junto a ese tipo de conocimiento, subordinado al obrar, que se diversificaen una serie amplia de saberes parciales y que dan base a una serie deprofesiones, hay además un saber que afecta al obrar humano como tal, unconocimiento que ya no consiste en saber a qué atenernos sino en saber elegirlo que es adecuado para nuestra vida ciudadana. Hay por consiguiente quedistinguir entre un saber para obrar y un saber obrar, dos cosas que lamentalidad tecnológica moderna ha llegado a confundir. Voy a detenerme unpoco en desentrañar los rasgos y el contexto de estos saberes o conocimientos.Atendiendo al objeto de que se ocupan, los saberes humanos puedenreducirse a tres tipos: conocimiento apodíctico, conocimiento asertórico yconocimiento problemático. El conocimiento apodíctico es un conocimiento deobjetos en los que rige la necesidad absoluta. No se trata de un conocimiento deobjetos existentes en sí, sino de estructuras formales cuya realidad coincide connuestro concepto. Me estoy refiriendo a los objetos de la matemática, que por407-MÓDULO 3 – GEOGRAFÍA POLÍTICA Y CULTURALManual de Capacitación Docente - PE Olimpíada de Geografía de la República Argentina 2010.

ser objetos ideales nos permiten establecer sistemas de verdades absolutas. Eséste un conocimiento totalmente objetivable e independiente de la experiencia,aun cuando sus principios fundamentales procedan de la experiencia corporal yespacial de nuestra propia vida. La formulación de este sistema de verdadespresupone la utilización de sistemas visibles gráficos, es decir de una u otraforma de escritura.El conocimiento apodíctico es un conocimiento axiomático, deductivo ytautológico, que no ofrece de suyo ninguna información que no esté ya contenidaen sus propias premisas. En esta forma de conocimiento ha encontrado elhombre, desde la antigüedad, un instrumento seguro para dar una estructuraordenada a las otras formas de conocimiento. Su seguridad es tal que una vezinventada una máquina computadora capaz de encargarse de sus cálculos, estamáquina puede reemplazar con ventaja al ser humano, resolviendo ecuacionescomplicadas con una rapidez extraordinaria.Desde Descartes viene ésta forma de conocimiento considerándosecomo el modelo paradigmático del pensamiento racional. No deja de serparadójico sin embargo que la forma de pensar que consideramos más racionales la que más fácilmente podemos encomendar a aparatos que, aun construidospor nosotros, nos son ajenos. Una computadora electrónica realiza susoperaciones de modo extraordinariamente más rápido y más perfecto quecualquier cerebro humano. El conocimiento asertórico es el llamadoconocimiento de los «hechos» objetivos (expresión, como dije, un tantoequívoca) que son observables, posibles de descripción y universalmenteválidos. Se trata aquí del conocimiento llamado científico en su acepción másdirecta, lo que los griegos llamaban epist_m_. Un suceso o incidente no es un«hecho» en este sentido. Aristóteles decía de esta forma de conocimiento queera un conocimiento de lo que no podía ser de otra manera, es decir de aquellocuya existencia o generación no dependía de nosotros. Hoy sabemos queprecisamente el fin del saber científico es poder provocar justamente lo que elhecho científico nos enseña, utilizar las leyes naturales para alcanzar los finesque nos proponemos.El conocimiento asertórico, así llamado porque se compone de una seriede proposiciones asertóricas, de afirmaciones que pretenden ser verdaderas,describe hechos generales que suponemos se esconden detrás de los episodiosincidentales observables. Lo que veo suceder en el caso particular es sólo unejemplo concreto de lo que sucede siempre en este tipo de casos. Entre lasciencias objetivas se encuentran hoy no sólo las ciencias de lo natural, sino todauna serie de conocimientos pretendidamente objetivos acerca del hombre y suconducta. Y digo «el hombre», no los hombres, porque tras de esa formasingular masculina se enmascara la abstracción representativa de unapluralidad. Los episodios de los hombres concretos de carne y hueso sonestudiados por la historia, no por las ciencias llamadas sociales. Y mientras loshechos generales se describen, los acontecimientos particulares se narran, secuentan. La ciencia positiva trata de decir algo verdadero aplicable a los sucesosconcretos a través de descripciones de hechos generales, mientras que tanto lanarración literaria como la historia tratan de facilitarnos una comprensióngeneralizable a través de narraciones de hechos (de actuaciones) concretos,reales o ficticios.Con esto me aproximo al tercero de los tipos de conocimiento que estoydescribiendo, al que he llamado conocimiento problemático, de índole totalmente408 -MÓDULO 3 – GEOGRAFÍA POLÍTICA Y CULTURAL

ser objetos i<strong>de</strong>ales nos permiten establecer sistemas <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s absolutas. Eséste un conocimiento totalmente objetivable e in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la experiencia,aun cuando sus principios fundamentales procedan <strong>de</strong> la experiencia corporal yespacial <strong>de</strong> nuestra propia vida. La formulación <strong>de</strong> este sistema <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>spresupone la utilización <strong>de</strong> sistemas visibles gráficos, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> una u otraforma <strong>de</strong> escritura.El conocimiento apodíctico es un conocimiento axiomático, <strong>de</strong>ductivo ytautológico, que no ofrece <strong>de</strong> suyo ninguna información que no esté ya contenidaen sus propias premisas. En esta forma <strong>de</strong> conocimiento ha encontrado elhombre, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la antigüedad, un instrumento seguro para dar una estructuraor<strong>de</strong>nada a las otras formas <strong>de</strong> conocimiento. Su seguridad es tal que una vezinventada una máquina computadora capaz <strong>de</strong> encargarse <strong>de</strong> sus cálculos, estamáquina pue<strong>de</strong> reemplazar con ventaja al ser humano, resolviendo ecuacionescomplicadas con una rapi<strong>de</strong>z extraordinaria.Des<strong>de</strong> Descartes viene ésta forma <strong>de</strong> conocimiento consi<strong>de</strong>rándosecomo el mo<strong>de</strong>lo paradigmático <strong>de</strong>l pensamiento racional. No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serparadójico sin embargo que la forma <strong>de</strong> pensar que consi<strong>de</strong>ramos más racionales la que más fácilmente po<strong>de</strong>mos encomendar a aparatos que, aun construidospor nosotros, nos son ajenos. Una computadora electrónica realiza susoperaciones <strong>de</strong> modo extraordinariamente más rápido y más perfecto quecualquier cerebro humano. El conocimiento asertórico es el llamadoconocimiento <strong>de</strong> los «hechos» objetivos (expresión, como dije, un tantoequívoca) que son observables, posibles <strong>de</strong> <strong>de</strong>scripción y universalmenteválidos. Se trata aquí <strong>de</strong>l conocimiento llamado científico en su acepción másdirecta, lo que los griegos llamaban epist_m_. Un suceso o inci<strong>de</strong>nte no es un«hecho» en este sentido. Aristóteles <strong>de</strong>cía <strong>de</strong> esta forma <strong>de</strong> conocimiento queera un conocimiento <strong>de</strong> lo que no podía ser <strong>de</strong> otra manera, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> aquellocuya existencia o generación no <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> nosotros. Hoy sabemos queprecisamente el fin <strong>de</strong>l saber científico es po<strong>de</strong>r provocar justamente lo que elhecho científico nos enseña, utilizar las leyes naturales para alcanzar los finesque nos proponemos.El conocimiento asertórico, así llamado porque se compone <strong>de</strong> una serie<strong>de</strong> proposiciones asertóricas, <strong>de</strong> afirmaciones que preten<strong>de</strong>n ser verda<strong>de</strong>ras,<strong>de</strong>scribe hechos generales que suponemos se escon<strong>de</strong>n <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los episodiosinci<strong>de</strong>ntales observables. Lo que veo suce<strong>de</strong>r en el caso particular es sólo unejemplo concreto <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> siempre en este tipo <strong>de</strong> casos. Entre lasciencias objetivas se encuentran hoy no sólo las ciencias <strong>de</strong> lo natural, sino todauna serie <strong>de</strong> conocimientos pretendidamente objetivos acerca <strong>de</strong>l hombre y suconducta. Y digo «el hombre», no los hombres, porque tras <strong>de</strong> esa formasingular masculina se enmascara la abstracción representativa <strong>de</strong> unapluralidad. Los episodios <strong>de</strong> los hombres concretos <strong>de</strong> carne y hueso sonestudiados por la historia, no por las ciencias llamadas sociales. Y mientras loshechos generales se <strong>de</strong>scriben, los acontecimientos particulares se narran, secuentan. La ciencia positiva trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir algo verda<strong>de</strong>ro aplicable a los sucesosconcretos a través <strong>de</strong> <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> hechos generales, mientras que tanto lanarración literaria como la historia tratan <strong>de</strong> facilitarnos una comprensióngeneralizable a través <strong>de</strong> narraciones <strong>de</strong> hechos (<strong>de</strong> actuaciones) concretos,reales o ficticios.Con esto me aproximo al tercero <strong>de</strong> los tipos <strong>de</strong> conocimiento que estoy<strong>de</strong>scribiendo, al que he llamado conocimiento problemático, <strong>de</strong> índole totalmente408 -MÓDULO 3 – GEOGRAFÍA POLÍTICA Y CULTURAL

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