Luis FeLipe Bravo Mena - Reporte Indigo
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política“La preocupación debería llevarnos a la acción, no a la depresión”.Karen HorneyNo hay mérito alguno en quejarse de las cosas sinos negamos a mejorar, cambiar o someter aconsideración pública lo que no nos parece. Esetipo de calma sólo agrava el problema.Este concepto lo entendió muy bien IngridBetancourt, la ex candidata a la Presidencia de Colombiaque fue rescatada en julio pasado después de pasar más deseis años secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionariasde Colombia (FARC).Su vida es un ejemplo para quienes viven en un paíscomo el nuestro, donde la corrupción está impregnada y elnarcotráfico se ha desbordado. Es un contexto muy similaral que vivió Ingrid hace alrededor de 15 años.Su padre es Gabriel Betancourt, ministro de Educacióny fundador del Instituto Colombiano de Crédito Educativoy Estudios Técnicos en el Exterior durante la dictadura delgeneral Gustavo Rojas Pinilla. También fue embajador, trabajóen organizaciones internacionales y estuvo muy relacionadocon el mundo de la cultura.Su madre es Yolanda Pulecio, quien fue reina de bellezay congresista. Su compromiso con los niños desamparadosfue tal que la hizo acreedora al Premio Naciones Unidas/Viena a la Sociedad Civil.Las historias de Gabriel y Yolanda, además de que comopareja la forjaron, fueron una ventaja para su hija, pero estono quita mérito alguno a la propiaIngrid.La ex candidata presidencial por elPartido Verde Oxígeno recuerda quemientras estaba escondida debajo deun piano, escuchaba las tristes conversacionesde sus padres en su casade París, cuando Gabriel Betancourtera embajador ante la Unesco.Desde entonces vislumbró el tristepanorama que le esperaba a Colombia.Todo dependía de que “x” personajearribara al poder.Cuenta que su corazón de niña seestremecía y que soñaba con poderhacer algo. Su padre le reforzaba estaidea cada vez que le decía que algúndía ella debería aportar algo a su país.Esas palabras fueron tan poderosas,que Ingrid Betancourt llegó a sermiembro de la Cámara de Representantesy senadora. Además, fundó elPartido Verde Oxígeno.Desde la Cámara de Representantesdenunció que la campaña deSu vida esun ejemplointeresantepara quienesviven en unpaís como elnuestro.
políticaDenuncióque lacampañade Samperhabía sidofinanciadapor el Cártelde Cali.Ernesto Samper, entonces presidentede Colombia, había sido financiadapor el Cártel de Cali. A raíz de ello sehizo una investigación, pero el mandatariofue exonerado.En 2002, Ingrid fue candidata a laPresidencia y fue secuestrada en plenacampaña.Su biografía contradice lo quealgunos opinan de ella: que es deizquierda; que con tal de ser aprobadapor la población, cometió algunasimprudencias que la llevaron a terminarsecuestrada y, por último, que esuna malagradecida con su país y sumarido, quien hizo mucho por ella.Pero no creo que ninguno de esoscomentarios demerite la historia deesta mujer. Pienso que muchos jóvenesdeben conocerla para aprender aseguir a su corazón cuando éste lesordene cumplir un deber que pareceimposible a los ojos de los demás.Ingrid Betancourt destaca por sucreatividad y su coraje para enfrentarel reto de abrir nuevos caminos. Lo hizo junto con un grupode ciudadanos colombianos teniendo como guía y maestroa su marido, Juan Carlos Lecompte.Para empezar, ella y su amiga Clara Rojas se lanzaroncomo candidatas para el Congreso sin ser conocidas y sincontar con los recursos necesarios para una campaña.Ingrid hizo una campaña que llamó la atención. Ellacomparaba el problema del país con el sida y recomendabaprotegerse con condones. Se dedicó a repartirlos y a pedir ala gente que se protegiera de la corrupción.Luego, cuando se lanzó como candidata al Senado, suesposo le sugirió crear un partido. Lo llamaron Verde Oxígenoporque decían que eso era lo que la sociedad necesitabapara volver a creer.En esa campaña, Ingrid y sus colaboradores usaron máscarasy tapabocas para traer frescura a la vida política.Otro logro importante es que hizo que un candidato firmaraun pacto de honor y se comprometiera a modificarla Constitución para castigar la corrupción de raíz. Fue unavance, aunque después fue traicionada.Como siempre, la historia juzgará al personaje, pero lavida de Ingrid Betancourt deja muchas enseñanzas, másallá de lo que se le pueda criticar.clouthier@indigomedia.com
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política“La preocupación debería llevarnos a la acción, no a la depresión”.Karen HorneyNo hay mérito alguno en quejarse de las cosas sinos negamos a mejorar, cambiar o someter aconsideración pública lo que no nos parece. Esetipo de calma sólo agrava el problema.Este concepto lo entendió muy bien IngridBetancourt, la ex candidata a la Presidencia de Colombiaque fue rescatada en julio pasado después de pasar más deseis años secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionariasde Colombia (FARC).Su vida es un ejemplo para quienes viven en un paíscomo el nuestro, donde la corrupción está impregnada y elnarcotráfico se ha desbordado. Es un contexto muy similaral que vivió Ingrid hace alrededor de 15 años.Su padre es Gabriel Betancourt, ministro de Educacióny fundador del Instituto Colombiano de Crédito Educativoy Estudios Técnicos en el Exterior durante la dictadura delgeneral Gustavo Rojas Pinilla. También fue embajador, trabajóen organizaciones internacionales y estuvo muy relacionadocon el mundo de la cultura.Su madre es Yolanda Pulecio, quien fue reina de bellezay congresista. Su compromiso con los niños desamparadosfue tal que la hizo acreedora al Premio Naciones Unidas/Viena a la Sociedad Civil.Las historias de Gabriel y Yolanda, además de que comopareja la forjaron, fueron una ventaja para su hija, pero estono quita mérito alguno a la propiaIngrid.La ex candidata presidencial por elPartido Verde Oxígeno recuerda quemientras estaba escondida debajo deun piano, escuchaba las tristes conversacionesde sus padres en su casade París, cuando Gabriel Betancourtera embajador ante la Unesco.Desde entonces vislumbró el tristepanorama que le esperaba a Colombia.Todo dependía de que “x” personajearribara al poder.Cuenta que su corazón de niña seestremecía y que soñaba con poderhacer algo. Su padre le reforzaba estaidea cada vez que le decía que algúndía ella debería aportar algo a su país.Esas palabras fueron tan poderosas,que Ingrid Betancourt llegó a sermiembro de la Cámara de Representantesy senadora. Además, fundó elPartido Verde Oxígeno.Desde la Cámara de Representantesdenunció que la campaña deSu vida esun ejemplointeresantepara quienesviven en unpaís como elnuestro.
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