Luis FeLipe Bravo Mena - Reporte Indigo

políticaNadie quisiera estar en sus zapatos, pero cualquierapodría estarlo. El secuestro y la impunidad son dos delos grandes problemas que las autoridades no han sabidoo no han querido combatir.La imagen de un padre destrozado que tiene que recibir apedazos la prueba de vida de su hija. La imagen de un padreque escucha cómo, debido a los consejos de los negociadoresenviados por Los Pinos, los secuestradores le cuelgan parasiempre el teléfono.Esto es más elocuente que cualquier discurso de los titularesde la Procuraduría General de la República y de laSecretaría de Seguridad Pública cuando tratan de explicarpor qué a un año, un mes y 16 días del secuestro de SilviaVargas, hija del profesor y empresario Nelson Vargas, no hayresultado alguno.El hombre que asesoró a Nelson Vargas en las primerassemanas de negociación para rescatar a su hija fue Benito RoaLara, director general de Secuestros y Robos de la Policía FederalPreventiva (PFP).El nombre resulta familiar. Es el mismo hombre que erajefe directo de Lorena González Hernández, elemento de laPFP que presuntamente participó en el secuestro y homicidiode Fernando Martí, el hijo de otro empresario mexicano, AlejandroMartí. Fue Roa Lara quien firmó la solicitud para elingreso de la comandante.También participó en las negociaciones Vicente Ibarra, otrofuncionario de la PFP.Nelson Vargas tuvo reuniones con el secretario de Seguri-1 de febrero 2008 • índigo