TAXI 140 El ocio metropolitano - Institut Metropolitàdel Taxi

TaxiLleure“El Secreto”Desde aquellejano 1986 enque Cristal asomópor nuestras pantallas, las telenovelashan sido reinas indiscutibles de lasobremesa. Ha pasado tanto tiempoque ya nadie recuerda qué existíaantes de ellas, y poco importa que losexpertos asocien su consumo a unbajo nivel sociocultural o que presenteun universo irreal trufado de bellasdesdichadas, madrastras perversas ypríncipes azulísimos. Todos tenemosderecho a unos minutos de evasión, ylos primeros culebrones venezolanoseran tan baratos y la respuesta delpúblico tan entusiasta que TVE lossiguió emitiendo sin cesar. Así, nombresde pesadilla como Gustavo Alfredoo Luz María poblaron nuestro imaginario,al tiempo que el desparpajo desus nefastos actores hacía más por lacausa latinoamericana que cien Expos92. En realidad, nada nuevo bajo el sol:estos programas son herederos directosdel serial radiofónico de los cuarentay cincuenta, con el único añadido dela imagen y pasados por el filtro sofisticadode los modelos americanos(entiéndase gringos) como Dallas o FalconCrest: en efecto, viendo al AbelardoJesús de turno descendiendo de suPorsche descapotable en el marco deun jardincillo colonial, nadie diría quevive en una Venezuela (una Colombia,un México) azotados por la corrupción,la deuda externa, los paramilitares, etc.Pero a base de exprimirla la gallina delos huevos de oro se cansó de poner, ylos seriales fueron perdiendo seguidoresante las Ana Rosa Quintana y MaríaTeresa Campos de las cadenas privadas,que no eran mejores pero sí máscastizas. También hubo quejas en elParlamento acerca de los millones quegastaba el endeudadísimo Ente Públicoen esos productos de dudosa calidad.Y encima, TV3 triunfaba con suspropias telenovelas. Total, que La Primerada el paso lógico y nos regalacon este El Secreto, un culebrón entoda regla, con negocios turbios, bellamalvada (Lorena Bernal, Miss España99, y que se chinchen las estudiantesde Arte Dramático) su madre dolientepero aún lozana (Lola Forner), una tataabnegada, maridos infieles y amoresazarosos.Poco más a añadir; a estos espacios ose engancha uno o los ignora por completo.Hace pocos días se publicó queEl Secreto había conseguido remontarlos pésimos índices de audiencia de LaPrimera en su franja horaria; ello deberíaalegrarnos, porque nos enganchemoso no, desde luego que la pagamos.Hasta que alguien tenga una ideamejor.PublicitatTAXI - 47