Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia - Seminaries ...

“Lo que quiere decir es que la persona que se arrepienta no tendráque sufrir ‘así como’ sufrió el Salvador por ese pecado. Lospecadores arrepentidos pasarán por cierto sufrimiento, pero acausa de su arrepentimiento y de la Expiación, no experimentaránen su plenitud los tormentos tan ‘intensos’ que sufrió el Salvadorpor ese pecado” (véase “El pecado y el sufrimiento”, Liahona, abrilde 1994, pág. 30).Al leer Doctrina y Convenios 19, piensa en cómo pudo esarevelación haber afectado a Martin Harris y haberlo ayudado apercibir cómo sus problemas personales se ajustaban a un planmucho más grande. ¿Cuál es el sacrificio personal más grandeque el Señor requiere de ti en este momento? Tenlo presente alleer esta revelación y piensa de qué forma los principios que elSeñor enseñó a Martin Harris se aplican a lo que Él te hapedido a ti ahora, o te pedirá en un futuro.La comprensión de las EscriturasDoctrina y Convenios 19Alfa y Omega (vers. 1): Laprimera y la última letra delalfabeto griego (es un título deJesucristo que describe Sunaturaleza que lo abarca todo).Sujetar (vers. 2): Obtenerpoder sobre.Cosas (vers. 3): Hechos.Abrogaré (vers. 5): Cancelaré,retiraré.Explícito (vers. 7): Sencillo,claro.Conviene (vers. 8): Esapropiado.Hiera (vers. 15): Castigue.No denigrando a los quedenigran (vers. 30): Noinsultando a la gente queinsulta.Dogmas (vers. 31): Creenciasreligiosas.Desprecias (vers. 33): Tomascon liviandad.Exhorta (vers. 37): Enseña,alienta.Corrupción en la medidacorrespondiente (vers. 38):Todas las cosas perecederas(o sea, que se terminan) deque están compuestos.Doctrina y Convenios 19:4, 16–17—¿Arrepentimientoo padecimiento?Al referirse a Alma 42:16 y a Doctrina y Convenios 19:16–17, elélder Dallin H. Oaks, miembro del Quórum de los DoceApóstoles, dijo:“¿Lo que dicen las Escrituras significa que el Salvador sobrellevatodo el castigo del que se arrepienta, que éste no tiene por quésufrir porque se ha arrepentido? No es posible que tenga esesignificado, pues eso no estaría de acuerdo con las otrasenseñanzas del Salvador.Doctrina y Convenios 19:6–12—Castigo eterno y sin finEl Señor reveló que las expresiones “castigo sin fin” y “castigoeterno” se refieren a la clase de castigo y no a la duración deéstos. El castigo sin fin y el castigo eterno son castigos de Dios(D. y C. 19:11–12).El profeta José Smith enseñó que “…mientras un hombre no hagacaso de los mandamientos, tendrá que permanecer sin salvación…“…Se llevó a cabo la salvación de Jesucristo para todos loshombres, a fin de lograr el triunfo sobre el diablo… Todos sufriránhasta que obedezcan a Cristo mismo” (“Enseñanzas del Profeta JoséSmith, págs. 442–443). Por lo tanto, el castigo finalmente terminarápara todos con excepción de los hijos de perdición, que rehúsaneternamente obedecer a Cristo (véase D. y C. 76:33–44).Sin embargo, como enseñó el élder James E. Talmage, miembrodel Quórum de los Doce Apóstoles, “el librarse del infierno nosignifica haberse ganado el cielo” (The Vitality of Mormonism, 1919,pág. 256). Cuando el castigo sin fin o eterno—el castigo de Dios—haya terminado para quienes lo hayan recibido, ellos obtendránun lugar en los reinos de gloria. Al estudiar Doctrina y Convenios76, aprenderás más sobre esos juicios.Doctrina y Convenios 19:15–19—El padecimiento deJesucristoEl testimonio del Salvadorque se encuentra enDoctrina y Convenios19:15–19, acerca de Supadecimiento por toda lahumanidad, nos ayuda acomprenderlo de unaforma más personal. Elélder Joseph FieldingSmith, en ese entoncesmiembro del Quórum delos Doce Apóstoles, dijo:“Tenemos la tendenciade pensar que el granpadecimiento [delSalvador] se produjocuando fue clavado de manos y pies en la cruz, donde lo dejaronpara sufrir hasta morir. Por terrible que haya sido ese dolor, nofue el padecimiento más grande que tuvo que soportar, pues deuna manera que no entiendo, pero que acepto por fe —y queustedes deben aceptar también de la misma forma— Él cargósobre Sus espaldas el peso de los pecados de todo el mundo [enGetsemaní]. A mi me resulta difícil llevar la carga de mis propiospecados… Sin embargo, Él tuvo que cargar con los pecados detodo el mundo” (en Conference Report, oct. de 1947, págs. 147–148).31