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IV Congreso Internacional de Educación ITSON 2008 - Grupo de ...

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Memorias Electrónicas en Extenso <strong>de</strong>l Cuarto <strong>Congreso</strong> <strong>Internacional</strong> <strong>de</strong> Educación- 275 -Con esto tendríamos que si se proponen contenidos relevantes para los estudiantes, si lasestrategias <strong>de</strong> enseñanza respon<strong>de</strong>n a la diversidad <strong>de</strong> estilos <strong>de</strong> aprendizaje y si los métodosresultan pertinentes, la enseñanza se acercará más al sentido <strong>de</strong> logro, es <strong>de</strong>cir propiciaráaprendizajes en los estudiantes. Bien analizado, esto resulta ser una verdad a medias. Para que laenseñanza se articule efectivamente con un aprendizaje vital (Laboratorio <strong>de</strong> EducaciónIntercultural, UVI, <strong>2008</strong>), no es suficiente para el maestro dominar todas las dimensiones externas<strong>de</strong> la enseñanza sino que, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>be expresar una cualidad interna fundamental: <strong>de</strong>beconsi<strong>de</strong>rar importante lo que enseña, <strong>de</strong>be, digámoslo así, estar enamorado <strong>de</strong> lo que enseña. Paraexplicar esta i<strong>de</strong>a podríamos apropiarnos <strong>de</strong> una frase <strong>de</strong> Daniel Penac (2000, 11) en la queafirma: “el verbo leer no tolera el imperativo. Es una aversión que comparte con algunos otrosverbos: ‘amar’… ‘soñar’…” y nosotros podríamos incluir ‘enseñar’. Se pue<strong>de</strong> intentar obligar aalguien a amar o a soñar o, en este caso, a enseñar, pero los resultados serían <strong>de</strong>sastrosos. ‘Amar’,‘leer’, ‘enseñar’, son verbos que, para po<strong>de</strong>r expresarse, requieren <strong>de</strong> la complicidad <strong>de</strong> lasemociones, sentimientos y <strong>de</strong> nuestros pensamientos más profundos, así como <strong>de</strong>l olvido <strong>de</strong>l yopara concentrarte en la amada, en los personajes <strong>de</strong> la novela predilecta o en aquello que tanto<strong>de</strong>seas que otros conozcan; un olvido que se traduce, paradójicamente, en una comprensión másprofunda <strong>de</strong> lo que uno es.Afirma Steiner (2000, 34) en un libro que hubiera elogiado el mismo Comenio, que una buenamaestra o maestro se dirige “al intelecto, a la imaginación, al sistema nervioso, a la entrañamisma <strong>de</strong> su oyente” Tenemos, pues, que una buena enseñanza requiere <strong>de</strong> una condiciónfundamental para po<strong>de</strong>r ser: el interés <strong>de</strong>l maestro por lo que enseña.Modos <strong>de</strong> la enseñanza contemporánea o cómo la ironía, la ambigüedad y el diálogo nos acercanal <strong>de</strong>safío originarioUna verdad por aceptar: existirán siempre mujeres y hombres <strong>de</strong>sinteresados por lo que enseñan.A estos se les pue<strong>de</strong> sugerir que procuren no estorbar <strong>de</strong>masiado en el camino <strong>de</strong> los estudiantes;que les faciliten los libros que se indican en el programa –si lo tiene— y que apelen al método <strong>de</strong>aquel personaje <strong>de</strong> Ítalo Calvino (2001), el señor Palomar, que antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir palabra, se mordíatres veces la lengua, si luego seguía convencido <strong>de</strong> que valía la pena <strong>de</strong>cir lo que pensaba, lo<strong>de</strong>cía, <strong>de</strong> lo contrario, permanecía en silencio. Para quien busca mejorar la calidad <strong>de</strong> suenseñanza y preten<strong>de</strong> innovar su práctica tan querida, para así respon<strong>de</strong>r al dinamismo <strong>de</strong> los<strong>de</strong>safíos que enfrenta en el ámbito educativo, se sugiere ejercitar algunos modos <strong>de</strong> la enseñanza.Primero, se sugiere ser irónicos. Es difícil practicar el arte <strong>de</strong> la ironía, sin embargo, hoy día esindispensable. Los estudiantes <strong>de</strong> nuestra época tienen acceso a un sin fin <strong>de</strong> medios <strong>de</strong>información, cuya oferta coinci<strong>de</strong> con una constante <strong>de</strong>sacralización <strong>de</strong> hitos, símbolos y hábitoshasta hace algunos años incuestionables. Su i<strong>de</strong>ntidad pue<strong>de</strong> rastrearse en blogs, MTV,metroflogs y Anime; la única revolución que imaginan es la que pue<strong>de</strong> expresarse con el softwarelibre. Incluso en ámbitos rurales e indígenas, don<strong>de</strong> podría pensarse que esto no suce<strong>de</strong>, lasi<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s juveniles habitan significados que profanan las verda<strong>de</strong>s que antes nos hacían parecertan seguros (en dimensiones como la familiar, la sexual o la política, por nombrar algunas).Ante este panorama, la ironía representa hoy lo que la rectitud y el ejemplo significaban para laenseñanza <strong>de</strong> hace algunas décadas. Decirle ignorante a un estudiante <strong>de</strong> manera fina y <strong>de</strong>licada,pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>safiarlo más que una retahíla <strong>de</strong> técnicas bien intencionadas. Hoy se requieren másmujeres y hombres como el Doctor House, personaje árido e irritable <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> televisiónnorteamericana, que maestros bien portados con poca apertura a estilos y modos <strong>de</strong> vidacontemporáneos.Otro modo <strong>de</strong> enseñar necesario en nuestra época, es la ambigüedad. Esto no quiere <strong>de</strong>cir que nodigamos con claridad lo que queremos <strong>de</strong>cir, sino que nuestras lecciones sean lo suficientementepolisémicas, como para que a nuestros estudiantes los habite una dulce ansiedad por querer sabermás y los abrace aquella <strong>de</strong>liciosa angustia que emerge al reconocer que las interpretaciones <strong>de</strong>un hecho pue<strong>de</strong>n ser infinitas. Ambigüos fueron Platón o Jesús o Montaigne.Finalmente, se sugiere que sea el diálogo otro modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> la enseñanza. Un diálogo que<strong>de</strong>safíe a los interlocutores a burlarse <strong>de</strong> sí mismos, a ce<strong>de</strong>r, a preferir que los otros tengan razón;I n s t i t u t o T e c n o l ó g i c o d e S o n o r a1, 2 y 3 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> <strong>2008</strong>

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