IV Congreso Internacional de Educación ITSON 2008 - Grupo de ...

Memorias Electrónicas en Extenso del Cuarto Congreso Internacional de Educación- 264 -la lógica lingüística en el sentido de la relación significado-significante; su sentido cabe enparticularidades extralingüísticas donde los símbolos dan sentido a lo narrado dentro y fuera delmismo relato. “El mito representa la cristalización primitiva de las experiencias y de lascomunicaciones colectivas de la realidad” (Duch, 1998, pp. 177-178), es una estructura desentido; el mito es “la primera y más elemental forma comunicativa y experiencial de lacomplejidad, que es inherente a la realidad del mundo y del hombre” (ibid, p. 179). Por ello elrelato mítico proporciona una especie de orientación a quien le escucha o lee por cuanto éste seidentifica con aquel, le ofrece una realidad significativa.Digamos que la legitimación del relato mítico no está en cuestión. Lyotard (1998) plantea que lasmismas prácticas narrativas son las que van reconociendo el papel de la narración, tanto para elsaber científico como para el saber popular, lo que él denomina la pragmática del saber narrativo.Para el autor, el saber no se comprende como un conjunto de enunciados denotativos sino comouna combinación de ideas (saber-hacer, saber-vivir, de saber-oír…); el saber es lo que hace a cadauno capaz de emitir ‘buenos’ enunciados denotativos, prescriptivos, valorativos; es lo que permite‘buenas’ actuaciones con respecto a varios objetos del discurso. El calificativo ‘buenos’corresponde con la costumbre, con los criterios pertinentes admitidos en el medio constituido porlos interlocutores del sabiente; en últimas, con la preeminencia de la forma narrativa en laformulación del saber tradicional, en donde el relato es la forma por excelencia de ese saber 8 .En este sentido, la legitimación que introduce el relato como validez del saber, podría tomar dosdirecciones desde el punto de vista de quien relata: como un héroe del ‘conocimiento’ (sujetocognitivo) o como un héroe de la ‘libertad’ (sujeto práctico) 9 . El relato mítico entonces, haceparte de una legitimación por la experiencia emancipadora que provoca la dimensión simbólicahumana; y esto es, si no suficiente por lo menos sí pertinente, para poner de cierto su importanciaen la construcción social de realidad y de mundo. Entran en juego algunas cuestiones: ¿cuáles sonlas condiciones que ofrece la escuela para abordar lo mítico con los niños? ¿qué opciones tienenlos docentes para aproximarse a lo mítico en el ámbito escolar?Otro de los alcances de lo mítico se relaciona con la comunicación. A lo largo del siglo XX, eldesarrollo de la reproducción de la imagen por una parte y de las tecnologías que permitentransmitirla, por otra, ha provocado lo que Gilbert Durand denomina un "efecto perverso". Esdecir, mientras la pedagogía positivista que sustenta la epistemología de las ciencias humanísticasconserva un principio de iconoclastia, las imágenes visuales o "visibles" impregnan cada una delas actividades humanas. Eso no significa que el individuo actual habite en un universo simbólicomás rico y complejo con mayor número de representaciones que en la edad media o en cualquiersociedad primitiva. Pero sí que se enfrenta a un mayor número de imágenes icónicas cuyosgestores o productores no son instituciones identificables con lo sagrado, sino con agentes delconsumo y la información regulados por parámetros de moda, eficiencia, supuesta ‘calidad devida’ en buena parte de los casos. ¿Cómo mediar entre este mundo de la información y laimaginación simbólica por ejemplo? Junto a esto, se observa en los niños y adolescentes unempobrecimiento lexical y un silenciamiento de su voz que corresponde a la cortedad expresivade los mismos adultos y de los medios de comunicación en su relación ellos (entre otros). Y no esun asunto de manejo de mayor o menor cantidad de vocabulario sino de real comunicación, de lospuntos de contacto o intersección con ellos en un momento como este.Para Duch, “el mito constituye un antídoto muy eficaz contra la incomunicación” ya que sumisión es centrar al individuo y a la comunidad “alrededor de las verdaderas motivaciones paravivir y para morir, las cuales, a menudo, permanecen para una gran mayoría en la oscuridad más8 Lyotard presenta 4 razones. 1. Los relatos populares cuentan los éxitos o fracasos del héroe, que dan su legitimidad ainstituciones de la sociedad o bien representan modelos positivos o negativos de integración en las institucionesestablecidas. 2. La forma narrativa admite una pluralidad de juegos del lenguaje (enunciados denotativos, deónticos,interrogativos, valorativos…). 3. La transmisión de esos relatos obedece a menudo a reglas que fija la pragmática. 4. Elsaber narrativo tiene incidencia sobre el tiempo; la forma narrativa obedece a un ritmo, un acento que modifica lalongitud o la amplitud de sus elementos.9 En la misma perspectiva de Lyotard, ya citado.I n s t i t u t o T e c n o l ó g i c o d e S o n o r a1, 2 y 3 de octubre de 2008