IV Congreso Internacional de Educación ITSON 2008 - Grupo de ...

Memorias Electrónicas en Extenso del Cuarto Congreso Internacional de Educación- 263 -poner un orden a la existencia, al conseguir darle una medida y un límite dentro de ciertas reglas.“Las Musas representan el nexo con lo objetivo, que hace posible el orden originario del mundohumano, frente a lo arbitrario, lo subjetivo, lo relativo y lo mutable (…) Las Musas ‘abren’ uncosmos: diseñan un mundo ordenado, en el que cada cosa aparece dentro de sus límitesrespectivos, de acuerdo con su propia naturaleza. Por medio de las Musas se despejan y deroganla confusión, la oscuridad y cosas semejantes” (Grassi, op.cit, p. 7). Son entonces sabios aquellosque están poseídos de esas “indicaciones arcaicas no demostrables”, aquellos cuya vocaciónpropia no puede ser el resultado de una demostración racional pues la única prueba es la“realización del ser propio” que está como testimonio para la “realidad absoluta”.La referencia a lo mítico entonces, en medio de la gran dificultad para su definición ydelimitación de fronteras por tratarse de un campo caracterizado de “inconsistencia”, deinacabados procesos de transformación, de multiplicación de datos y representaciones, se asumecomo parte del equipamiento del ser humano (así como lo es lo lógico), consubstancial al serhumano porque se trata de “algo inherente a la palabra humana, que es, como el mismo hombre,polifacética y polifónica” (Duch, 1998, p. 500). Se entiende que tanto el mythos como el logosson formas polifacéticas de la palabra, son conceptos en tensión que hacen parte de la experienciahumana; el reconocimiento de esta mutua y armónica presencia (como algo esperado) es lo queDuch denomina, logomítica.El mito y la formación. A partir del recorrido por estos autores, se proponen y desarrollan lascategorías tiempo y espacio como condiciones inherentes a la formación, por cuanto ayudan amirar al sujeto en permanente proyecto, como alguien complejo, en construcción y tránsito, capazde experimentar el mundo y a sí mismo. Se reconoce que ambas categorías, hacen parte deldevenir humano, y que por lo mismo, en esta investigación se considera hablar de movilidad delsujeto y corporeidad del sujeto. De ahí que se vincule ese sujeto en movimiento con la idea deuna formación inacabada y pluralmente situada. Se entiende además, que la formación no se daúnicamente en la escuela formal, también tiene lugar en otros ámbitos de la vida cotidiana, y quehablar de formación supone hablar de sujeto o de ser humano, como parte incondicional.Alcances de lo mítico en la formaciónPor ser un elemento constitutivo y consustancial al ser humano, el ámbito escolar no puede pasarpor alto su significación, por lo que requiere pensarse desde una dimensión vital para el niño y elmismo maestro.Para mirar las posibilidades de lo mítico es necesario aludir precisamente al reconocimiento de lomítico, y a su re-instauración. Reconocerle implica saber de su importancia para la construcciónde mundo y de sí mismo en cada quien; implica saber que su existencia no es parcial o propia dedeterminadas culturas sino que toda la humanidad comparte esta condición. Reinstaurarle por suparte, supone que se le posicione con el poder y valor que éste tiene. Es preferible hablar de reinstauraciónmas no de recuperación pues no se puede recuperar aquello que nunca se ha ido.Desde siempre, lo mítico ha hecho parte del ser humano, es algo latente, sólo que a vecesadormecido a los ojos de algunos y despreciado a los ojos de otros.Con esto claro, algunas de las manifestaciones de lo mítico se proyectan a su vez en alcances enla formación de los niños. Uno de ellos es la narrativa. El mito es relato y como tal, más allá denombrar cosas y acontecimientos, ordena y clasifica la experiencia humana. “El mito comonarración es un fenómeno del lenguaje; de ninguna manera una creación junto al lenguaje”(Burket, cfr., Duch, 1998, p. 168), que comprende unas características que tienden a distinguirledel cuento y demás formas narrativas, aunque no de modo estricto. Dos de estos rasgos. El mitodesarrolla su trama en un pasado atemporal, mientras que en los cuentos la acción sueletranscurrir en un tiempo histórico; la narración de un mito tiene una intención determinada quegira en torno a intereses existenciales y sociales concretos, al cómo podemos vivir ycomportarnos en la vida cotidiana 7 . La narración mítica es del ámbito de lo simbólico mas no de7 Estos rasgos se han tomado de los aportes de Kirk G., El mito, Barcelona. Paidós, 1990; y de Gerhard Schlatter,Mythos, Manchen, Trickster, 1989.I n s t i t u t o T e c n o l ó g i c o d e S o n o r a1, 2 y 3 de octubre de 2008