11.07.2015 Views

Notas sobre un pre-grafólogo insingne: Hocquard - Grafoanalisis.com

Notas sobre un pre-grafólogo insingne: Hocquard - Grafoanalisis.com

Notas sobre un pre-grafólogo insingne: Hocquard - Grafoanalisis.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NOTAS SOBRE UN PRE-GRAFÓLOGO INSIGNE:L. HOCQUARTPOR LA REDACCIÓNBol. 8 AGC, 1992Léopold Hocquart, abad del Colegio de Arte de Bélgica, editó elconocido opúsculo L'art de juger l'esprit et du caractère des hommes et desfemmes sur leur écriture, en 1ª edic. (Saintain), 1812, 52 págs. y en 1826,79 págs.Esta obra ejerció <strong>un</strong>a gran influencia en Crépieux-Jamin y en lafutura obra grafológica de éste, por lo que nos <strong>com</strong>placemos, a pesar de loclásico de sus conceptos, a reproducir alg<strong>un</strong>as partes que juzgamosinteresantes para el grafólogo de hoy que pueda tener interés en eldesarrollo histórico y orígenes de la grafología.He aquí <strong>un</strong>a muestra de lo más importante de dicha obrita."Los diferentes movimientos que ejecuta (el hombre) conocidosbajo el nombre de gestos, en su sentido más amplio, constituyen lo que sedenomina el lenguaje de la acción"."Es difícil engañar por medio de la palabra, en tanto que el gestoque se nos escapa, frecuentemente invol<strong>un</strong>tario, lleva la huella de laverdad". "El lenguaje de las pasiones consiste principalmente en losmovimientos que a<strong>com</strong>pañan la palabra".Así <strong>com</strong>o el tacto destruye las im<strong>pre</strong>siones de los otros sentidos, elgesto, con frecuencia, corrige el sentido de las palabras". "Los diversossignos de nuestros pensamientos son, por tanto, más verdaderos por ser difícilesde reproducir; así, el tono es más difícil de imitar que la elección detérminos y, por consiguiente, el gesto es más difícil de imitar todavía. Loque proporciona <strong>un</strong>a gran superioridad al gesto en el informe que nos80


ocupa, es la necesidad de <strong>un</strong>a armonía perfecta en todos los movimientos dela fisonomía; si <strong>un</strong> solo rasgo no está de acuerdo con el movimiento de losotros rasgos, el fingimiento se descubre. Como cada rasgo tiene sulenguaje, ya que posee movimientos que le son propios, el ejercicio no facilitaa todos la misma ex<strong>pre</strong>sión cuando no está dictado por el sentimiento.Puesto que es difícil fingir cuando alg<strong>un</strong>a pasión nos agita, se <strong>pre</strong>cisa <strong>un</strong>dominio <strong>sobre</strong> nosotros mismos para reprimir los movimientos que están ap<strong>un</strong>to de prorrumpir y dar a nuestros rasgos <strong>un</strong>os movimientos contrarios alos de las pasiones que nos dominan"."Podemos ver <strong>com</strong>o <strong>un</strong> observador atento, dotado de sagacidad,puede a<strong>pre</strong>ciar varios rasgos de carácter en <strong>un</strong> hombre según losmovimientos que ejecuta, que parecen distintos. También se puede ver,aplicando estas consideraciones generales a la acción de <strong>un</strong> hombre queescribe, que pueden proporcionar todos los datos que acabamos de indicary, si se considera que la escritura sigue los movimientos del alma y delpensamiento, ella debe llevar la huella de las pasiones y tener lainformación acerca de las facultades intelectuales".De todas las acciones del hombre, no hay ning<strong>un</strong>a que aporte másla impronta del individuo que su forma de escribir. Los pintores y los escultorestienen <strong>un</strong> toque particular por el que se les reconoce, pero parareconocer <strong>un</strong> artista por sus producciones, es <strong>pre</strong>ciso, asimismo, que <strong>un</strong>largo estudio haya perfeccionado el gusto y ejercido el tacto. ¿Qué arte oejercicio es necesario para reconocer la mano de quien ha visto alg<strong>un</strong>a vezsu escritura?"Todo lo que no es regular ofende a nuestros ojos si están dotadosde espíritu de orden. No hay nada más acorde con la razón que el orden. Elsentimiento que nos embarga es vivo, constante y se manifiesta en el mayornúmero de circ<strong>un</strong>stancias de la vida; la escritura debe llevar la huella. Si setrata del carácter de <strong>un</strong> negociante, implicará poca confianza, sea por instintoo bien por razón; si se trata de <strong>un</strong> dependiente, la escritura puede serdesarreglada, o ilegible. No todo el m<strong>un</strong>do puede escribir regular. Uno,muy distraído, no sabe fijar por mucho tiempo la atención, el otro se cansapronto llevado por <strong>un</strong>a vivacidad natural o agitado por <strong>un</strong>a emoción81


momentánea. Unos por <strong>un</strong>a inconstancia que <strong>com</strong>o base de su caráctercambian con frecuencia las proporciones y las distancias; otros, finalmente,por <strong>un</strong>a disposición natural, no pueden dirigir convenientemente susmovimientos. Puede verse, pues, que el amor al orden debe coincidir conotras cualidades diversas, a fin de que la vol<strong>un</strong>tad de escribir regularmentese sostenga y llegue a buen fin"."Hay que decir en honor a la verdad y de <strong>un</strong>a forma general que elmovimiento es vida, por lo que no debe sor<strong>pre</strong>nder que sea susceptible dematices infinitos. La vivacidad supone la rapidez de los movimientos; perolos movimientos rápidos no prueban también la vivacidad del carácter. Elque escribe con prisa tiene deseo de terminar y si escribe rápido es paracesar el movimiento; puede ser laborioso por pereza a fin de poder reposarpronto. Pero se observa este deseo por la imperfección del trabajo, las letrasborroneadas que indican que no le gusta trazarlas bien"."Lavater ha <strong>pre</strong>sentado en su obra <strong>un</strong> ejemplo de escritura de <strong>un</strong>melancólico-flemático, el cual posee <strong>un</strong>a buena huella de este carácter.Efectivamente, traza las letras con lentitud y cierta penosidad; no se<strong>com</strong>place en formarlas; no se observan trazos superfluos; la escritura espoco enérgica sin carecer de delicadeza. La lentitud de la mano, a<strong>un</strong>que elespíritu no la retiene, no puede provenir de <strong>un</strong>a falta de ejercicio, sino de<strong>un</strong>a cierta dificultad para formar los caracteres gráficos, o bien falta devivacidad".* * *(Re<strong>com</strong>endamos leer la obra del Prof. Joseph Seiler: De Lavater a Michon,Publicaciones de la Universidad de Friburg).www.grafologia<strong>un</strong>iversitaria.<strong>com</strong>www.grafoanalisis.<strong>com</strong>82

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!