PRIMERA PARTEDE LA CIUDAD TRADICIONAL A LA MODERNA Y POSMODERNA.<strong>EL</strong> URBANISMO NEOLIBERAL.Fue en el periodo entreguerras del pasado siglo, cuando se replanteó la ciudadhistórica tradicional, imponiéndose la doctrina urbanística de la diferenciación funcional comoun mecanismo para optimizar el orden urbano basado en el modelo de racionalidadproductivista industrial, fordiana y taylorista.Sin embargo la crisis de este modelo se hizo patente a mediados del siglo. “Muerte yvida en las ciudades” el famoso libro de J.Jacobs mostró las características de esta crisisconcretadas en la destrucción del espacio publico: la plaza, la calle, el parque, el jardín, elbarrio… en donde hasta entonces se polarizaban y representaban las funciones sociales de lopublico y la vida ciudadana. Las calles pasaron a llamarse vías públicas, las plazas espaciospeatonales y los parques y jardines zonas verdes.Entre mediados de los años setenta y ochenta los planes (la mayoría solo desde laarquitectura) intentaron recuperar la idea de ciudad tradicional, la vida urbana diversificada yla integración social. Eran años de ilusión, en los que la democracia se estrenada, y la políticay lo público tenían una presencia importante en la vida ciudadana. Pero el desarrollismo de losnoventa, las reconversiones industriales, la deslocalización industrial, las grandes superficiescomerciales, los nuevos empleos tecnológicos en la empresa, junto con el éxito de las políticasconservadoras, la desregularizacion urbanística de corte neoliberal, el pasotismo y eldesprestigio de la política y de la cosa publica, los valores en alza de la individualidad másdura e insolidaria, las nuevas tecnologías ageográficas de comunicación, la explosión de lamovilidad privada mediante una política general de autopistas y autovías y de promoción delvehiculo privado, desparramaron la ciudad sin orden ni concierto por el territorio, haciéndolocon una funcionalidad mucho más drástica de la que pudieron pensar los padres del urbanismomoderno y de la ordenación del territorio. El funcionalismo productivista y sus técnicas4www.albertolopezarquitecto.cominfo@albertolopezarquitecto.com
urbanísticas se emplearon de nuevo para consolidar la segregación social más descarnada. Unfuncionalismo que se decía práctico, sin plan, se adueño del territorio, convirtiendo la ciudadtradicional en una pieza más de un puzzle informe, gobernado por la arbitrariedad funcionalmás inmediata de corporaciones publicas y privadas, empresas promotoras inmobiliarias,grandes grupos de distribución de alimentación, hogar, diversión, recreo y espectáculo… Laadministración redujo su intervención a proporcionar el chasis que sostenía el puzzle: lascomunicaciones viarias, los soportes para el desarrollo de los medios energéticos, lascomunicaciones telemáticas… La geografía física dejo de ser la base del urbanismo,sustituyéndose por una geografía virtual e intangible donde la proximidad entre las gentes setornó en algo prescindible, abandonándose así los principios que habían sido la base de laciudad histórica.La dualidad entre ciudad y campo desaparecieron. Nadie gano la batalla en eltradicional enfrentamiento. Todo se hizo territorio colonizable, sin cualificación, aséptico,utilizable sin más con tal de disponer de las comunicaciones viarias adecuadas. Las comarcasvizcaínas que todavía conservaban una geografía y un paisaje rural, vieron como se disparabanen ellas sin orden ni concierto las ocupaciones de usos urbanos apoyándose en lasinfraestructuras. Ciudad y campo se hundieron.La calle desapareció y sólo quedaron los recorridos en coche a través de vías cada vezmás rápidas que unían vivienda, trabajo y centro comercial. Las clases medias impusieron asísus valores y una nueva forma de vivir. La propia ciudad histórica se convirtió en un parquetemático, donde brillaban los aspectos representativos y el marketing de las instituciones, elnegocio del turismo, la industria del recreo cultural, el espectáculo y las compras de losyupies, funcionarios y clases medias.Los cascos históricos se rehabilitaron bajo criterios artísticos espectaculares en los queprimaba lo monumental y lo folklórico. Mientras las áreas degradadas de menor valor a losojos de la historia canóniga (como Bilbao la Vieja) que fueron pobladas por grupos socialesmarginales cuando en los setenta se crearon los suburbios de adosados y chales residenciales,fueron objeto de un renovado interés por su privilegiada posición en el centro de la ciudad, loque llevó a una nueva expulsión con la coartada de reconstruir y sacar brillo a la ciudadhistórica.El espacio publico como lugar de encuentro y de fiesta desapareció. Bilbao perdió elespacio de la fiesta que los barrios habían conquistado en las Semanas Grandes de losprimeros años de la democracia. La ciudad se hizo más refinada, más estética, más pulcra, masdiseñada con criterios minimalistas. El diseño exquisito de autor lo cubrió todo como su pesteaséptica. Las ciudades, como clones, se fueron pareciendo cada vez más unas a otras, lomismo que los centros comerciales, los hoteles y los espacios públicos… Los trabajadoresquedaron enclaustrados en sus barrios populares, separados del centro. Los grupos marginalesdesaparecieron poco a poco de la vía pública y de los parques por la intervención de lospolicías disfrazados de servicios sociales y asistenciales. Retretes públicos, puestos de comidao chucherías, pequeñas fuentes donde refrescarse, vendedores ambulantes, desaparecieron.Apenas quedaban bancos donde charlar o descansar y los que quedaban, eran de un diseñodiseño vanguardista que solo servían para ser mirados. Unas nuevas ordenanzas de policía quelos Ayuntamientos fueron aprobando uno tras otro, castigaban correr por las aceras, tumbarseen la hierba de los parques a tomar el sol o poner los pies en un banco. La pobreza se barrió dela ciudad central y fue a refugiarse a los barrios periféricos. Algunos sociólogos críticosadelantaron que la caricia y el beso acabarían por estar proscritos de las vías públicas.El urbanismo se convirtió en una disciplina socialmente prescindible. Los urbanistasdejaron de idear la ciudad y se convirtieron en simples gestores administrativos de las5