3.- Desarrollar una entrada enterrada de menor entidad a la propuesta por el PlanGeneral hasta Zabálburu y Abando.4.– Se recuperaría la superficie dejada libre por el nudo, uniéndola al espacio delpolideportivo del Fango permitiendo que Iralabarri y Rekalde miraran hacia atrás, integrandoen su trama las zonas verdes (en el caso de Irala en parque de Eskurtze tendría continuidadrompiendo el borde del cinturón de la A-8) que se extienden por la ladera del monte.5.- La solución al tráfico y al problema de la contaminación por este generado nopuede ya ser otro que reducir drásticamente la afluencia de los vehículos privados al centro dela ciudad, tal y como se ha hecho en otras ciudades:- Alternancia de acceso para matriculas pares e impares.- Incremento de transporte publico de superficie.- Aparcamientos disuasorios en la cabecera de las penetraciones.- Más METRO, ferrocarril de cercanías y transporte público.20<strong>EL</strong> PROBLEMA MEDIOAMBIENTALEl sustancial incremento en los últimos tiempos de la contaminación por motorizaciónque soporta la ciudad resulta inaceptable desde la idea de ciudad sostenible que se estavendiendo para Bilbao y contradictorio así mismo con esa ciudad espectáculo que quiere laadministración de cara al turismo. Los condicionantes topográficos son en el caso de Bilbao unhandicap en relación con otras ciudades que padecen la contaminación por tráfico. Parece quese nos ha olvidado lo que fue la contaminación por las emanaciones industriales en lospasados años de la ciudad.Aquí hay que plantear ahora que los barrios de la Zona Sur, acuchillados por laSolución Ugaldebieta se encuentran entre los espacios más contaminados de la ciudad.Gabriel Ibarra Doctor en Ingeniería Ambiental y profesor de la Escuela de Ingenierosde Bilbao llamaba la atención acerca de esta grave situación en un artículo publicado en ElCorreo el 14 de julio de 1999:Recientemente la Diputación ha hecho público un estudio que alertaba sobre elpróximo colapso del tráfico en la A-8 y en el propio Bilbao. A este hecho debe añadirse elincremento de los índices de contaminación del aire por contaminantes directamenterelacionados con el tráfico como ozono, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno enlos últimos años y que ha pasado desapercibido para la opinión pública. Estoscontaminantes debidos al tráfico son hoy en día los más preocupantes y a medio plazovan a constituir un problema de primera magnitud, ya que en breve una directiva europeava a reducir sus valores máximos admisibles. En estos momentos, con la situación actualen Bilbao estaríamos sobrepasando dichos máximos, y los mismos responsables delGobierno Vasco reconocían recientemente las dificultades que habrá para cumplir lanueva normativa. Un problema adicional será la nueva planta regasificadora y de ciclocombinado de Santurtzi para producir energía eléctrica, cuyas emisiones de óxidos denitrógeno previsiblemente se notarán en toda la zona, agudizando el problema de calidadde aire en Bilbao por ozono y NOx aún más si cabe.Esta situación no ha surgido de la noche a la mañana, sino que se ha ido gestando en losúltimos años y ha desembocado en la situación descrita debido a varios factores, alguno
de los cuales merece la pena señalar. El diseño del metro no se encuadró en un esquemade gestión conjunta del tráfico y calidad de aire a medio o largo plazo, sino que primaronotras consideraciones, como la revitalización de Bilbao o los aspectos estéticos. Aconsecuencia de ello, a estas alturas puede decirse lisa y llanamente que el metro por sísolo no ha resuelto el problema del tráfico, y lo máximo que se logró en 1996 fue unaligera disminución del 5% en el tráfico interno de Bilbao, que a estas alturas ha sidosobrepasada. Un reciente estudio elaborado bajo mi dirección en la Universidad del PaísVasco demuestra que, siguiendo la propia evolución del tráfico, en 1996 los índices decontaminación experimentaron una disminución para a partir de 1997 retomar latendencia ascendente hasta la actualidad. Un metro diseñado básicamente para propiciarun tráfico y medio ambiente sostenible en Bilbao, debería haber ido acompañado demedidas disuasorias como aparcamientos gigantes a las entradas de Bilbao,peatonalización del centro y, llegado el caso, medidas de tipo fiscal y coercitivas. Laextensión del metro a toda la geografía de Bizkaia por conexión directa ágil a las líneas detren tradicionales y una mayor extensión del Bizkaibus a todo el territorio (aunque eneste sentido hay que reconocer que se ha hecho un gran esfuerzo) deberían haber sidomedidas complementarias.Además de no tomar estas medidas complementarias, al ir aumentando el tráfico, larespuesta de la Diputación ha ido justo en la dirección opuesta en el territorio de Bizkaia:aumentar más y más el número de carreteras en el nuevo Plan de Carreteras pararesponder al aumento de coches. En el caso de Bilbao, se proyecta el túnel de Artxandacon el objetivo de meter aún más coches en Bilbao, con lo cual se incrementarán aún máslos índices de contaminación y los atascos. Por lo que se refiere a las conexiones deBilbao con el resto del territorio, el Gobierno Vasco proyecta el Tren de Alta Velocidad,con gravísimos impactos medioambientales, sin hacer poco o ningún esfuerzo por mejorary reabrir antiguas conexiones de ferrocarril tradicional.Sin embargo, hay que decir que el modelo de país, del cual el problema en Bilbaoahora señalado por la Diputación no es más que uno de sus frutos, se diseñó en febrerode 1997 cuando se aprobaron las Directrices de Ordenación del Territorio. En él sehablaba de un País Vasco cubierto de cemento y carreteras concebido como una granurbe, destinada a engullir incluso ciudades cercanas como Santander o Logroño. Es lo quese llamaba con el pomposo nombre de "sistema polinuclear vasco de ciudades" oVascópolis. Ahora empezamos a darnos cuenta de que ese diseño no es viable nimedioambientalmente sostenible. Por suerte o por desgracia vivimos en un país pequeñoy nuestro desarrollo se está encontrando con sus límites: no caben ya muchas máscarreteras, ni coches en ellas, ni trenes de alta velocidad.Urge consensuar un nuevo diseño de país en el cual la variable de sostenibilidadambiental sea por primera vez contemplada y en el caso concreto de Bilbao, ha llegado elmomento de que los responsables en la Diputación y Ayuntamiento cojan al toro por loscuernos y adopten medidas de choque en la línea expresada más arriba. Puede no serelectoralmente conveniente, pero la solución al problema no puede aplazarse por mástiempo.Ha pasado tiempo desde aquel artículo del profesor Ibarra y nada se ha hecho.Recientemente en el pasado diciembre, el Gobierno Vasco, dentro del Plan Vasco de luchacontra el Cambio Climático, abría el debate sobre la posibilidad de regular el tráfico en losprincipales núcleos urbanos del País Vasco, implantando un sistema de tarifación similar a losque se emplean en algunas ciudades europeas para acceder al centro.Fuentes del Ayuntamiento de Bilbao apuntaron que se trataba de una medida“extrema” y que en la actualidad “no se dan las condiciones para implantarla en la capitalvizcaína. “Ya se estudió y se descartó”, indicaron,”porque se apostó por otro tipo deactuaciones para desincentivar el acceso en coche hasta el centro. Por ejemplo, el aumento deprecios y la renovación de la OTA y la peatonalización de las calles”, agregó. “Bilbao no esLondres”, remató un portavoz. ” La situación no es tan grave”….Sin comentarios.21